Situación global de la Peste Porcina Clásica

Anuncio
Situación global de la Peste Porcina Clásica
Fuente: Guillermo R. Risatti MV, MS, PhD.
Profesor Asociado, Departamento de Patobiología y Ciencias Veterinarias, Colegio de Agricultura y
Ciencias Naturales, Universidad de Connecticut, Storrs, Connecticut, Estados Unidos.
Conferencia extraída de Memorias del XI Congreso Nacional de Producción Porcina. Salta. Argentina. 2012
La peste porcina clásica (PPC) o cólera porcino fue reportada por primera vez en 1833 en el
estado de Ohio en los Estados Unidos y en 1863 en el Reino Unido. El agente causal fue
identificado en 1903 (agente filtrable) y la primer estrategia de control reportada en 1906 (suero
hiperimmune + virus). Desde su detección la PPC se ha transformado en una enfermedad de
distribución mundial considerada reportable por la OIE (Organización Internacional de
Epizootías). La presencia de PPC hace que los países afectados sean penalizados con severas
trabas a la comercialización internacional de productos de origen porcino. Actualmente, sólo
algunos países son considerados libres de la enfermedad incluyendo Canadá, Estados Unidos,
Australia, Nueva Zelandia, Japón, y países del Oeste Europeo aunque en estos países el virus
circula activamente en poblaciones de cerdos salvajes llevando a la aparición de brotes
esporádicos de PPC en cerdos domésticos. De acuerdo con la OIE, en Sudamérica la enfermedad
se halla presente en Bolivia, Perú, y Ecuador. PPC no ha sido detectada desde el año 2009 en
Brasil, 2007 en Colombia, 2005 en Venezuela, 1999 en Argentina, 1996 en Chile, 1995 en
Paraguay, y 1991 en Uruguay. La enfermedad nunca ha sido reportada en Guyana, Surinam, y la
Guyana Francesa.
La PPC es causada por un virus ARN de cadena simple clasificado en la familia Flaviridae,
género Pestivirus. Las cepas del virus de la PPC poseen distintos grados de virulencia que se
manifiestan en animales infectados con diversos cuadros clínicos incluyendo cuadros de alta
mortalidad a problemas reproductivos únicamente. El virus se transmite en forma directa
principalmente por la vía oronasal, se replica activamente en tonsilas y ganglios regionales
produciendo viremias de variable duración. Los cerdos domésticos y salvajes son igualmente
susceptibles a la enfermedad. La introducción del virus en cerdos salvajes puede resultar en la
creación de zonas endémicas que sirven de reservorio para la reintroducción de la enfermedad en
piaras de cerdos domésticos.
Las herramientas disponibles para la detección y el control de la PPC son altamente eficaces y
probadas. El diagnóstico de la PPC se basa en la detección de anticuerpos vía ELISA y/o la
detección de material genético viral vía RT-PCR. Otras técnicas ampliamente usadas son la
inmunofluorescencia en tonsilas y el aislamiento viral. Las vacunas vivas atenuadas
históricamente han demostrado ser altamente eficientes para la protección y control de la PPC.
Estas vacunas son seguras e inducen una rápida protección siendo su mayor limitante la falta de
capacidad de inducir una respuesta en el cerdo que permita diferenciar animales infectados de
animales vacunados (DIVA). Las vacunas a subunidad si bien poseen capacidad DIVA no son
efectivas. Un gran número de vacunas han sido desarrolladas experimentalmente incluyendo el
uso de vectores y vacunas ADN todas ellas de limitada eficacia.
En resumen, el futuro de la enfermedad dependerá exclusivamente de cómo se controlen las
zonas endémicas de PPC alrededor del mundo. Amplia cobertura de vacunación y un monitoreo
activo focalizado principalmente en aéreas de alto riesgo dentro de las países afectados han
probado ser altamente eficientes para el control de la enfermedad.
Descargar