Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales La aparición del señor de la Misericordia en Ocotlán, Jalisco, vista por medio de sus testimonios Marcia Teresa Romero Becerra Licenciada en Letras hispánicas Universidad de Guadalajara Las palabras son los ríos; las imágenes, el mar. Fernando Zamora Introducción En el año de 1847 los habitantes mexicanos se encontraban perturbados por la invasión estadounidense, a causa de la defensa desfalcadas las arcas episcopales; desencadenada la pusilanimidad en el ánimo general; mientras otros destejiendo el enmarañamiento de la mancomuna entre la Iglesia y el Estado. En medio de esto, pero en provincia, se apareció el día 3 de octubre el señor de la Misericordia en el cielo de Ocotlán, Jalisco. En el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara se conservan los 45 testimonios de la aparición del señor de la Misericordia en la sección: Gobierno, serie: Parroquia Ocotlán, año: 1654-1873, no. de exp: 15, caja no. 1. El legajo intitulado Espediente se encuentra dentro de la caja antes dicha, en la carpeta: años 1840-1849, que para fines de la presente investigación es la que interesa y divido en 2 secciones: la primera sección, de los 29 testimonios levantados en 1847, de la foja 1 a la foja 20; la segunda sección, de los 16 testimonios levantados en 1848, de la foja 21 a la foja 56. La aparición del señor de la Misericordia1 en Ocotlán, Jalisco, sucedió el día 3 de octubre de 1847. A partir del día siguiente del acontecimiento, ante un notario se mandó llamar a determinados ciudadanos que presenciaron el hecho para que testificaran lo que vieron. El periodo de levantamiento de testimonios bajo el mismo régimen notarial duró hasta el 8 de noviembre del mismo año. En total, de este periodo resultaron 29 testimonios (de igual número de testigos). Para el año 1 Representada en la “Figura 1” (ver). ISBN: 978-607-8432-40-0 63 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales de 1848 comenzó un nuevo periodo de levantamiento de testimonios 2, por una parte: testigos que se volvieron a llamar por su testificación de 1847; por otra parte: otros testigos que no habían sido tomados en cuenta. Los procedimientos en ambos años se diferencian ampliamente en cuanto a su estructura: quiénes levantan los testimonios y cómo se levanta cada testimonio. Contextualización El s. XIX se caracterizó por la existencia de levantamientos armados o luchas intestinas en México llevadas a cabo por los mismos pobladores, ya mexicanos, ya extranjeros que protestaban por las injusticias que el Estado (Cruz, 2004, p. 628) cometía en su contra, aunque también por los daños de toda índole, que entre sí – mexicanos y extranjeros– perpetraban en sus revueltas. Precisamente por las múltiples quejas de los franceses residentes en México hacia el gobierno francés, es declarada la guerra en 1837 y aun hasta 1841 persisten los enfrentamientos para mitigar a las tropas francesas en territorio mexicano3 que entraron por el puerto de Veracruz y llegaron hasta la ciudad de México. En la década de los años 40 otra invasión se veía venir, así es que en 1845 José Joaquín de Herrera intentó conciliar a los distintos partidos (liberales y conservadores) para evitar de esta manera la guerra con Estados Unidos de América mediante el reconocimiento de la independencia de Texas (Cruz, 2004, p. 629), lo cual derivó en el enardecimiento de los ánimos de sus opositores pues buscaban la recuperación de dicho estado. Además de los problemas que representaba el avance del ejército estadounidense dentro del territorio nacional, las sublevaciones internas continuaron presentándose. James Polk, el presidente de Estados Unidos durante la invasión a México, pretendía la anexión no sólo de Texas sino también de Nuevo México y las Californias, al saber que no le serían vendidos estos territorios decidió entrar en guerra con México, la cual fue 2 Término jurídico de uso común que refiere al hecho de tomar el testimonio al testigo, escribiéndolo, grabándolo, o por algún otro medio para su preservación. 3 Francia invadiría de nuevo México en 1862 por establecer el gobierno juarista que no pagaría su deuda externa (Galeana, 2002, p. 9). ISBN: 978-607-8432-40-0 64 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales declarada en 1846 y avanzó más de lo previsto: hasta la capital de la República (Cruz, 2004, p. 629).4 El 16 de septiembre de 1847 ya ondeaba la bandera estadounidense en Palacio Nacional, es entonces cuando renuncia Santa Anna a la presidencia y en su lugar queda Manuel de la Peña y Peña, quien trasladó el gobierno a la ciudad de Querétaro. Mariano Paredes y Arrillaga 5 en 1847 tomó la capital de México acompañado del ejército nacional, sin embargo las negociaciones con el gobierno estadounidense comenzaron en enero de 1848 y se cedieron California y Nuevo México a cambio de una indemnización de 15 millones de pesos. Hacia mediados del s. XIX era constante la tensión entre los gobiernos y el clero –situación que debilitaba a la Iglesia institucional– y acabó por producir – aunado al proyecto nacional de la guerra con los Estados Unidos (1846-1848)– la consolidación de pautas más liberales6 –probablemente influenciado por el vecino país (Connaughton, 2010, p. 94)– en los planteamientos ciudadanos del discurso político mexicano (Connaughton, 2010, p.14). Aun así no se dejaron de lado los discursos7que privilegiaron el papel de la religión en la sociedad como fórmula estructurante de ésta y por consiguiente de la nación (Connaughton, 2010, p. 15). Es decir: el Estado no buscaba su separación respecto a la Iglesia o bien, la supresión de la misma, sino que ambas instituciones se encontraban en pugna por determinar el signo político de la religión sin repelerse. Finalmente este conjunto de situaciones dieron lugar a la propuesta de Benito Juárez con las Leyes de Reforma en la década de 1850 –proceso que culminó con la promulgación y ejercicio de estas Leyes ya en los años sesenta– que significó el inicio de la separación entre la Iglesia y el Estado y a su vez de la religión y la política. El presente y el futuro de un México católico era la prioridad de la Iglesia en la década de los años cuarenta, no obstante, subyacía el temor a las influencias 4 Para 1847, “las tropas estadounidenses procedían desde Veracruz en dirección a la capital de la República, mientras que todo el norte del territorio nacional ya estaba dominado por el enemigo” (Connaughton, 2010, p. 216). 5 “A pesar de sus tendencias represivas y antipopulares, Paredes se preocupó bastante por el estado de la opinión pública sobre todo entre los ‘hombres de bien’” (Connaughton, 2010, p. 358). 6 Para Giovanni Sartori: el concepto “liberal” fue acuñado en los años 1810 y 1811, justo antes de promulgarse la Constitución de Cádiz (Luna, 2012, p. 10). 7 Hubo fundamentalmente dos tipos de discursos para la sociedad: aquellos que ponían el acento en la unión y los que lo ponían en el cambio (Connaughton, 2010, p. 264). ISBN: 978-607-8432-40-0 65 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales extranjeras (Connaughton, 2010, p. 242), que podrían ser sumamente determinantes en el rumbo ideológico del país. A lo largo del s. XIX México8 era considerado como una “entidad histórica bajo auspicios divinos” (Connaughton, 2010, p. 108), de manera que se expresa su situación por medio de algunos pasajes de la Biblia que formaron parte del discurso eclesiástico decimonónico: El nacionalismo forjado por la Iglesia y el Estado en el que se concebía a México como la tierra del nuevo Israel, en donde el catolicismo y la Independencia se conjuntaban de manera idónea (Connaughton, 2010, p. 32). La comparación del continuo expansionismo estadounidense con el Diluvio universal relatado en la Biblia9. En cuanto al contexto jurídico, la década de 184010, particularmente, es definida como la época de transición del centralismo11 al federalismo. En 1846 se restableció la Constitución federal12 de 1824 y se modificó con el Acta constitutiva y de Reformas en el periodo constituido entre 1847 y 1853: con esto se dio inicio a la primera fase del movimiento de Reforma. 8 Conceptualización de México en los años siguientes a la Independencia, porque se encontraba “la soberanía popular que partía de la peculiar experiencia religiosa que identificaba al país con un sentido de selección divina y guía providencial bajo la égida de la virgen de Guadalupe” (Connaughton, 2010, p. 108). 9 Discurso elaborado por el abogado Andrés José Nieto en Puebla, durante la invasión norteamericana. Además del discurso del diluvio universal, intenta persuadir a la población de la resignación por la invasión extranjera: “este país no es exclusivamente nuestro, sino un depósito confiado por el cielo a nuestras manos, para volverlo más rico y más hermoso a una posteridad que diariamente se avanza más hacia nosotros, y que conforme al estado en que reciba la herencia, nos bendecirá, o arrojará sus maldiciones sobre nuestra tumba” (Connaughton, 2010, p. 115). 10 Sólo se hablará de esta década, específicamente de 1846 y hasta 1853, y no más amplio el rango por la importancia que tuvieron estos sucesos para el año de 1847. 11 “En Jalisco no se expidieron Constituciones centralistas [de 1824 a 1857], y siguió vigente el federalismo” (Covarrubias, 2010, p. 28). 12 El sistema central existió en el México independiente del año 1835 a 1846, durante el cual no hubo mayores logros en materia de codificación aun cuando se permitió que se elaboraran los códigos civil, criminal, de comercio y minería para toda la República. El sistema federal se instaura en el México independiente de 1847 a 1853. Durante la guerra con el gobierno de Estados Unidos de América (1846-1848) la codificación volvió a ser facultad de los estados de la República; en Oaxaca, con el gobernador Benito Juárez –que fue abanderado como tal el día 2 de octubre de 1847– se diseñó el Código Civil de Oaxaca, se revisó y cuando se quiso que entrara en vigencia, Santa Anna –en 1853– suprimió el sistema federal, así que hubo que esperar a que tiempo después Juárez mismo dispusiera del control y el poder para instaurar lo que se llegó a conocer como las Leyes de Reforma, por otra parte, la Constitución de 1824 se restableció en 1847 con algunas modificaciones (Connaughton, 2010,p. 264). ISBN: 978-607-8432-40-0 66 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales La educación en México durante la primera mitad del s. XIX podemos describirla como aquella que culpa de su atraso el hecho de haber sido gobernados durante tres siglos por los españoles (Staples, 2010,p. 99), aunque esta era una verdad parcial13. Las cifras hablan per se: para 1810 se calcula que de los 15 millones, en números redondos, de habitantes de la Nueva España, sólo 30 mil sabían leer y escribir (Luna, 2012, p.8). Ya en el medio social de participación comunitaria, encontramos que las iglesias han sido lugares tanto de reunión, socialización y encuentros comunitarios como de reflexión solitaria o entrega espiritual. Su destrucción, impensable por ser lugares sagrados, no sólo significaba un golpe al tesoro artístico y espiritual, sino también al entorno, al ambiente y al ritmo de la vida diaria (Cervantes, 2005, p. 287).Durante el siglo XIX, los hospitales existían principalmente como instituciones caritativas, dedicadas a atender a los pobres. Estos hospitales se localizaban en el centro de la población, generalmente a un costado del templo principal. Cualquiera que pudiera costearlo era atendido por un médico en su propia casa (Kicza, 2005, p. 154). Los cementerios, como ahora los conocemos, empezaban a aparecer (Kicza, 2005, p. 156), anteriormente se encontraban en las afueras del templo principal, los habitantes más pudientes eran enterrados cerca a las paredes de la edificación. Testificación Quienes participaron en la testificación acerca de la aparición del señor de la Misericordia, han de ser considerados como la “speech comunity”14 (Hymes, 1986, p. 54) definida como “a community sharing rules for the conduct and interpretation of speech”15 (Hymes, 1986, p. 54). Esta comunidad de habla son los participantes cuyo discurso es el punto focal del presente análisis. Los requerimientos para participar en la aportación del testimonio en la que ha sido denominada como la primera sección eran: “testigos de notoria probidad, 13 Ya que personajes como Carlos María Bustamante –considerado un gran creador de mitos nacionales– y Lucas Alamán, en 1822 comenzaron a forjar esta idea. 14 Comunidad de habla. 15 Una comunidad que comparte reglas para la conducta e interpretación del lenguaje. ISBN: 978-607-8432-40-0 67 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales desinterés y buena fé” (Espediente, foja 1 frente, línea 5)16. Así, la familia Castellanos fue la que influyó más ampliamente en el levantamiento de los testimonios, desde el inicio: los testimonios se conformaron “á instancia del Licenciado Don Miguel Y. Castellano[s]” (portada, línea 1-2). En cambio, en cuanto a los testimonios de la segunda sección se ha de considerar que se encuentran en muchos aspectos permeados por los de la primera sección: por cuanto el examen y calificacion de estos hechos es función gravisima del cargo episcopal en que debe procederse con la mayor circunspección quiso Su Señoría Illustrísima recibir por sí mismo las declaraciones delos testigos que hubieren de examinarse que serán escogidos por su integridad veracidad y demás circunstancias que el caso exige; por tanto, é instruido de que en esta Parroquia existen algunas personas que pueden declarar sobre el caso dijo Su Señoría Illustrísima que se le presentaran reservando otras averiguaciones para despues cuando pase al pueblo de Jamay asi como la ratificacion de los testigos examinados por el Juez de Ocotlan por haber sabido Su Señoría Illustrísima que en esta informacion se tubo empeño en que las declaraciones fuesen [ilegible] y uniformes sin expresarse en ellas todo lo que se decía, ni sentarse en los mismos terminos en que se vertían inspirandolas a muchos y aun contradiciendo á los que no declaraban segun el inserto. (foja 21 frente, líneas 9-28; foja 21 vuelta líneas 1-2) El obispo se encuentra informado de lo acaecido y de los testimonios, se formula un cuestionamiento o línea a seguir para la investigación de lo ocurrido, se llama a algunos de los que testificaron en la primera sección de los testimonios y sobre todo, es percibido un asunto que será tratado por la curia episcopal. No habrá de ser olvidado que del total de testigos de la aparición del señor de la Misericordia en Ocotlán, Jalisco, sólo un porcentaje de ellos atestiguó acerca del suceso. Es decir que de todos los testigos que presenciaron el evento sólo a algunos se les pidió su testimonio, lo cual no consta explícitamente en el archivo pero algunos testigos lo refieren y la misma delimitación de quiénes declararían, también. 16 En lo consecutivo no se nombrará el Espediente en la cita, sólo el número de foja(s) o portada y línea(s) entre paréntesis, para referirse al documento Espediente. Este documento Espediente se encuentra en la tesis de licenciatura que en la presente Bibliografía aparece bajo el autor: Marcia Romero. ISBN: 978-607-8432-40-0 68 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales Los hablantes, en primera instancia, son los 37 testificantes. En cuanto a los 37 testigos, ha de comentarse que su comunicación se encuentra basada en las respuestas al interrogatorio que a cada uno le tocó responder. Los testificantes de la primera sección de testimonios17 –los levantados del 4 de octubre de 1847 al 8 de noviembre del mismo año– se relacionan por ser, según el licenciado Miguel Castellanos, “testigos de notoria probidad, desinterés y buena fé” (foja 1 frente, línea 5), mientras que en la segunda sección de testimonios –del 21 al 30 de marzo de 1848– fueron llamados –en esta ocasión por mandato del obispo de Guadalajara en función18–a algunas personas, para que testificaran –algunos por segunda ocasión–bajo el criterio: las declaraciones delos testigos que hubieren de examinarse que serán escogidos por su integridad veracidad y demás circunstancias que el caso exige […] por haber sabido Su Señoría Ilustrísima que en esta informacion se tubo empeño en que las declaraciones fuesen [ilegible] y uniformes sin expresarse en ellas todo lo que se decía, ni sentarse en los mismos terminos en que se vertían inspirando á muchos y aun contradiciendo á los que no declaraban. (foja 21 frente y vuelta) En total se tienen 45 testimonios. Los testigos que testificaron comunican, en suma, qué es lo que observaron19 el día 3 de octubre por la mañana mientras se encontraban reunidos en la plaza principal de Ocotlán, Jalisco. También, como hablante se encuentra a quien promovió que se levantara la información a ciertos testigos: Miguel Y. Castellanos. En la portada del archivo Espediente se lee que ha sido formado “á instancia del Licenciado Don Miguel Y. Castellano[s]” (portada, líneas 1-2), lo cual indica que él solicitó el levantamiento de los testimonios y determinó la manera en que se llevaría a cabo la testificación 17 Así será denominado para su mejor organización. Cabe decir que no se ha nombrado en publicaciones o investigaciones anteriores que existen estas dos secciones en el archivo Espediente. 18 Que los testimonios proponen en primera instancia en fojas 20 vuelta, 21 vuelta y 26 vuelta rubricadas por “el señor obispo”, no obstante no se agrega su nombre. En el año de 1848 se encontraba en función el obispo Diego de Aranda y Carpinteiro. A partir del primer testimonio (foja 24 vuelta) de la segunda sección, se rubrica “Por Mandato de Su Señoría Ilustrísima” y firma Francisco de Paula Verea, y después ya sólo firma este último. 19 Obviamente, algunos con más o menos precisiones y pormenores. ISBN: 978-607-8432-40-0 69 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales de algunos testigos. Parece ser que no fue, lo hecho por este personaje, por mandato u orden del Estado o bien, la Iglesia. Por otra parte, como hablantes también se encuentran algunos de los representantes de la Iglesia, que en 1848 realizó una indagación acerca del suceso y por orden de esta instancia –según parece, por Diego de Aranda y Carpinteiro– es que se levantaron testimonios por segunda ocasión de lo acaecido en Ocotlán el 3 de octubre de 1847. Este levantamiento de testimonios se llevó a cabo primero desde la ciudad de La Barca, después en Jamay y finalmente en Ocotlán. Por último, en cuanto a los participantes de la primera sección de los testimonios, se encuentra el grupo del escribano, el licenciado, el alcalde y los testigos de asistencia. Parece ser que el escribano tomaba nota de cuanto el alcalde solicitaba al testigo, sin embargo no se sabe su nombre, se ha de inferir entonces que el escribano es el mismo alcalde20 Jose Antonio Jimenez, pues redacta en primera persona lo dicho a los testigos y luego de manera indirecta lo que estos responden. El licenciado Miguel Y. Castellanos fue quien pidió que se levantaran los testimonios para dar cuenta de “cómo se manifestó nuestro Dibino Redentor Crusificado al Noroheste de este pueblo en la mañana del dia tres de Octubre de mil ochocientos cuarenta i siete” (portada, líneas 3-6). Hay tres testigos de asistencia, –sin embargo, en cada testimonio participan sólo dos de los tres– al parecer, únicamente cumplen la función de firmar para corroborar que cuanto dice el testigo y anota el alcalde/escribano conserva el mismo sentido y significado, sus nombres son: Fernando Castellanos, Juan Barrios y Manuel Villarroel. En cuanto a los participantes de la segunda sección de los testimonios se encuentra a quien comisionó el obispo de Guadalajara: a su secretario Francisco de Paula Verea, para hacer el levantamiento de los mismos, habiendo llegado Su Señoría Illustrísima á este pueblo cosa de las cinco de la tarde algo quebrantado en su salud con el objeto de proseguir la averiguacion é informacion de los sucesos de Ocotlan en el mes de Octubre último dijo Su Señoría Ilustrísima que por cuanto quiere que los testigos que declaren sean examinados con todo 20 A quien se le llama: “Alcalde único constitucional y Juez de 1a instancia del pueblo de Ocotlan” (Espediente, portada,líneas 7-8), se entiende entonces que es el alcalde de Ocotlán. ISBN: 978-607-8432-40-0 70 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales detenimiento y circunspeccion y ála posible brevedad por la necesidad que tiene de parar cuanto antes á Guadalajara comisionaba en toda forma para examinar á los testigos á su Secretario el Señor Prevendado dela Santa Iglecia Catedral Doctor Don Francisco de Paula Verea quien está instruido de los antecedentes de este negocio y ademas tiene de su Señoría Ilustrísima las instrucciones convenientes para proceder y para que esto se verifique en la mas bastante forma nombró Su Señoría Ilustrísima al Licenciado P. Francisco Arias y Cardenas para que autorise la actuación. (foja 26 frente, líneas 3-19; foja 26 vuelta, líneas 1-4) Así, el secretario comisionado funge como escribano –escribe tanto las preguntas que realiza como las respuestas que obtiene de los testigos– y se ayuda del licenciado Francisco Arias y Cárdenas21. Objetivos La finalidad con la que se llevó a cabo el levantamiento de los testimonios, que es considerado como el “speech event” (Hymes, 1986, p. 61), según se puede encontrar en el archivo Espediente, fue a todas luces mostrar –informar, relatar– o dar cuenta a los otros22 lo que observaron ciertas personas que se encontraban en el centro de Ocotlán, Jalisco, el día 3 de octubre de 1847. Esta finalidad fue propuesta de manera implícita en la primera sección de los testimonios por el licenciado Miguel Castellanos, mientras que en la segunda sección se propuso por el obispo Diego de Aranda a manera de averiguación y aumento de la información recabada en la primera sección. Cada individuo que atestiguó conserva su individualidad al momento de la narración. Las “personal narratives”23 (Kohler, 2012, p. 13), de los testigos tienen 21 Cronológicamente correspondió a Diego de Aranda y Carpinteiro ser obispo de 1836 a 1853, por tanto, para 1848 fue quien mandó que se hiciera una segunda parte de los testimonios acerca de la aparición del señor de la Misericordia de Ocotlán, Jalisco. Ha de añadirse que el licenciado a quien le fue impuesta la labor de trabajar en conjunto con su secretario había sido ordenado presbítero y abogado en 1847. (Biografía de Francisco Arias y Cárdenas) 22 A quienes no observaron el suceso, ya fueran contemporáneos o no. También habrá de entenderse la escritura como un acto para la posteridad. Se ha ubicado que en América, a partir de la colonia “la escritura fue privilegiada sobre cualquier otro sistema de representación y el libro se convirtió en el método más autorizado para almacenar y transmitir el conocimiento” (Zavala, 2002, p. 100). Más adelante se ahondará en el aspecto de la literacidad. 23 Narraciones personales. ISBN: 978-607-8432-40-0 71 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales determinados propósitos, estas narraciones son producto de las preguntas que el entrevistador lleva a cabo, ya un interrogatorio planteado antes de reunir a los testigos, ya el interrogatorio formulado conforme el testigo va respondiendo. Lo cual indica que no solo el entrevistador tenía ciertos propósitos al realizar la entrevista sino también los entrevistados con sus respuestas. Las respuestas de los testigos o “personal narratives” se encaminaron a algunos de estos objetivos: “to remember, argue, convince, […] or entertain their audience” (Kohler, 2012, p. 13), además de: “confess” (Narayan y George, 2012, p. 9), como es de esperarse en las respuestas de los entrevistados durante las entrevistas: Para recordar. Presumiblemente, los testimonios de los testigos se levantaron con la finalidad de ser recordado24 tanto el testimonio o confesión de los testigos, como los testigos mismos –quiénes observaron la aparición y sobre todo, quiénes fueron llamados a testificar. Para argumentar. Seguramente se utilizaron los testimonios por quien los mandó levantar para probar que se había aparecido el señor de la Misericordia en el cielo de Ocotlán el día 3 de octubre de 1847. La revisión de los testimonios la llevó a cabo, según se aprecia, el obispo Diego de Aranda y Carpinteiro y al enterarse que hacía falta una indagación más profunda de los hechos, decidió mandar levantar otra serie de testimonios con algunos de los testigos que ya habían declarado y otras personas que no habían testificado. Para convencer. El discurso de los testimonios indica que todos los testigos – de alguna u otra forma y de manera divergente– observaron lo que ocurrió en Ocotlán el día 3 de octubre de 1847. Al encaminarse todos los testigos de manera unívoca a la afirmación de la aparición, intentan convencer al público de la certeza del suceso. Para entretener a la audiencia. En la primera y segunda sección de los testimonios, no se sabe si al presentarse a testificar acerca de la aparición se encontraban reunidos todos los testigos –llamados en un día, porque hubo 24 En el sentido además de guardar, recopilar, documentar. ISBN: 978-607-8432-40-0 72 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales varios días en que se levantaron los testimonios– en una misma habitación o bien, si serían llamados en diferente momento a algún salón, de manera que la primer audiencia pudieron ser los otros testigos escuchando su testimonio y la segunda audiencia quienes leyeron los testimonios en fechas cercanas al suceso o bien, años después. Confesar. El testigo respondía a las preguntas que el entrevistador le realizaba, en la primera sección de los testimonios se le advertía a los testigos acerca de lo que dirían: “prometió decir berdad en cuanto supiese i se le pregunte” (foja 1 vuelta, líneas 13-15) y en la segunda sección: “instruida seria y circunstanciadamente de la gravedad del juramento, de la obligacion de decir verdad en materia tan delicada” (foja 21 vuelta, líneas 1013). Con lo cual se pretendía que la declaración o testimonio fuera veraz ante sus lectores. En suma, se aprecian una serie de objetivos (recordar, argumentar, convencer, entretener a la audiencia y confesar) llevados a cabo por los testigos en su discurso, de los que se puede pensar también eran objetivos de quienes mandaron levantar los testimonios. Se habrá de explicar ahora cómo fue la dinámica bajo la que se rigió el levantamiento de los testimonios desde el punto de vista del entrevistado y el entrevistador. Miguel Castellanos hizo la petición al alcalde José Antonio Jiménez para hacer el levantamiento de testimonios mediante dos preguntas, a partir del día siguiente de la aparición en el cielo de Ocotlán, Jalisco. En segundo lugar, desde el punto de vista de los entrevistadores ante los entrevistados se puede percibir que se trataban los testimonios en suma como una recopilación en torno a un suceso o experiencia sensiblemente emocional, en la que algunos decían más y otros, menos datos. Se pretendió que dijeran la verdad todos los testigos con la finalidad de que los documentos que de esto resultaran se consideraran como prueba fiel del acontecimiento, no obstante lo que parece haber ocurrido fue que al leer el obispo en función en 1847-1848 la primera sección de los testimonios consideró que faltaban más argumentos y pruebas de testigos de lo sucedido, ISBN: 978-607-8432-40-0 73 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales la ratificación delos testigos examinados por el Juez de Ocotlan por haber Su Señoría Yllustrísima que en esta informacion se tubo empeño en que las declaraciones fuesen [ilegible] y uniformes sin espresarse en ellas todo lo que se decia, ni sentarse en los mismos terminos en que se vertían inspirandolas á muchos y aun contradiciendo a los que no declaraban segun el inserto. (foja 21 frente, líneas 22-28; foja 21 vuelta, líneas 1-2) Así que ordenó el levantamiento de los testimonios que han sido denominados como la segunda sección. En estos testimonios de la segunda sección se nombró como representante del obispo a su secretario Francisco de Paula Verea. Estos testimonios se caracterizan porque no había preguntas predeterminadas antes de comenzar con la entrevista sino que según parece, sobre la marcha se formulaba lo que se preguntaría para indagar más sobre un tema o bien, para direccionar –de alguna manera– las respuestas. Referente a los objetivos de la interacción, Dell Hymes al parecer, sólo propone el análisis de lo relacionado con los propósitos, resultados y metas del entrevistador pero no toma en cuenta al entrevistado en esos aspectos, para complementar lo que ya ha sido dicho antes se referirá a Charles Briggs quien propone en su esquema “Components of the interview situation”, un apartado intitulado “Interactional goals”25. Los “Interactional goals” de los entrevistados, parecen ser en ambas secciones del levantamiento de testimonios esclarecer la situación de lo que ocurrió el día 3 de octubre de 1847. Además seguramente si estas informaciones, en un momento dado se hubieran juzgado por alguien de la curia episcopal se habrían podido tomar como fidedignas por la procedencia, ascendencia y ocupación de quienes testificaron. No obstante, los 28 testimonios levantados por el alcalde de Ocotlán, Jalisco, a partir del día 4 de octubre de 1847 y hasta el 8 de noviembre del mismo año según parece no fueron suficientes ni exhaustivos porque para marzo de 1848 el obispo Diego de Aranda y Carpinteiro 26 ya se encontraba urdiendo un nuevo levantamiento de testimonios a testigos de manera 25 Objetivos de la interacción. Él mismo pretendía llevar a cabo el levantamiento de los testimonios a los testigos, quizá si no hubiera sido por el detrimento en su salud, así, tuvo que delegar esta ocupación a su secretario. 26 ISBN: 978-607-8432-40-0 74 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales más cauta para indagar esta situación que quizá había sido relevante o polémica en su momento. El alcalde, que levantó los testimonios de la primera sección, cierra el testimonio o bien, entrevista de cada testigo diciendo que “cuanto ha dicho es la berdad en cargo de su juramento” (foja 2 frente, líneas 16-17), así se entiende que los testigos asistieron a testificar con el objetivo de jurar decir la verdad 27 en su testimonio. En cambio, en los testimonios de la segunda sección, no se muestra claramente el objetivo de los testigos al ir a testificar ante la autoridad eclesiástica, sino que se nota más un discurso de lo que habrían de llevar a cabo los encomendados a estas entrevistas: “que los testigos que declaren sean examinados con todo detenimiento y circunspeccion y ála posible brevedad” (foja 26 frente, líneas 9-11); no obstante se vislumbra por una parte, de quienes ya habían testificado antes aumentar o bien, corregir lo que se había testificado, por otra parte, de quienes no habían testificado en la primera sección, hacer saber lo que ellos consideraban acerca del suceso. Con el devenir de los años, seguramente fue necesario para la población ocotlense estatuir un culto a Jesucristo crucificado para que las generaciones venideras no olvidaran la serie de eventos sucedidos entre el 2 y 3 de octubre de 1847, así en 1897 el señor don Juan Flores Ochoa envía una carta al señor presbítero don Cornelio de la Cruz diciendo: “antes era la Patrona titular de esta Parroquia la Purísima, y desde entonces [¿1847?] con beneplácito de toda la población, con anuencia de los Señores Curas ha habido y con licencia del Ilustrísimo Señor Arzobispo de la Arquidiócesis lo ha sido el señor de la Misericordia”28 con lo cual se corrobora documentalmente el cambio del santo patrón de la parroquia de Ocotlán. En el mismo año de 1897, con motivo del cincuentenario de la aparición del señor de la Misericordia en Ocotlán, se manda 27 Siendo estrictos, se dice aquí que los testigos dijeron la verdad, pero no su verdad o su versión de lo que aconteció. La verdad quizá, a la luz de los ojos del entrevistador o de lo que se pretendía que se dijera. 28 No se sabe a qué fecha refiere esta persona porque escribe en 1897, no obstante parece referirse a que desde la aparición en 1847 es que se estatuye como patrono el señor de la Misericordia. Es en el capítulo “XI Año de 1897”, en el artículo titulado “Interesante Carta del Sr. D. Juan Flores Ochoa al Sr. Pbro. D. Cornelio de la Cruz, que original corre agregada al expediente de la información testimonial levantada ante el Notario Público Don Manuel M. Castro acerca de la Aparición del Señor de la Misericordia”, (Dávila Garibi, 1918b, p. 71). ISBN: 978-607-8432-40-0 75 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales llamar a algunos testigos29. Hacia la etapa finisecular del s. XIX en Ocotlán había ya un nuevo patrono y culto al mismo que años más tarde se consolidaría, en 1912, con el juramento del “Patronato del Señor de la Misericordia de Ocotlán”30. Figura 1. Lienzo: “El Prodigio. Aparición del Señor de la Misericordia el día 3 de octubre de 1847”. 29 “Promovida a solicitud del vecindario de Ocotlán por el Sr. Pbro. D. Cornelio de la Cruz, debidamente autorizado por el Sr. Cura del lugar, D. Carlos María López, y levantada por el Dr. D. Luis Silva, Canónigo Magistral de la Metropolitana de Guadalajara ante el Notario Público Manuel M. Castro, el día 3 de octubre de 1897 [...].” Los testigos de 1897 fueron: Filomeno Carrillo, Ignacio Salcedo, Agapito Carrillo, José Flores Sahagún, Cirilo Razo, Felipe Oregel, Santiago González, José María Bautista, Cornelio Quijas, Miguel Cortés, José María Cendejas, Gregorio Ríos, Urbano Gutiérrez Villarruel, Pedro Tortolero, Gregorio Salcedo, Teodoro Enríquez, Bernardino Flores, Alejo Montes, Francisco Díaz, Julio Rojas, Casimira Hernández, María Refugio (de quien llama la atención lo que dice y se transcribe: “había sido llamada como testigo, de 12 años, a tiempo del Sr. Aranda […] y que le consta que fueron testigos otras cuatro señoras que fueron llamadas y que no vieron al Señor en el cielo […] que el primero que gritó al ver al Señor fué D. Benigno Martínez, diciendo “Misericordia porque pecamos”. –Preguntada enérgicamente por el Sr. Dr. Silva “¿Por qué algunas personas presentes en el pueblo a la misma hora, no vieron al Señor en el cielo?. Respondió: que no sabía por qué, pero que la aparición fué una cosa tan pública, como quien ve subir un globo el que no todos lo ven” ”), Paula Ruiz Velasco, Rufina Becerra, María Jesús Becerra, Francisca Romero, Estefanía Vargas, María Jesús Rodríguez, María López, María Nabor Pérez. (Dávila Garibi, 1918b). 30 En el capítulo “XIII Año de 1912” (Dávila Garibi, 1918b). ISBN: 978-607-8432-40-0 76 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales Figura 2. Facsimilar de portada de Espediente ISBN: 978-607-8432-40-0 77 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales Figura 3. Facsimilar de foja 1 de Espediente, correspondiente a la primera sección. ISBN: 978-607-8432-40-0 78 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales Figura 4. Facsimilar de foja 26 de Espediente, correspondiente a la segunda sección. ISBN: 978-607-8432-40-0 79 Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales Bibliografía Cervantes, F. (2005).Guerra e iglesia en puebla, 1780-1863. En A. Staples (Coord.), Historia de la vida cotidiana en México. IV Bienes y vivencias. El siglo XIX. México: El Colegio de México y Fondo de Cultura Económica. Connaughton, B. (2010). Entre la voz de Dios y el llamado de la patria. México: Fondo de Cultura Económica. Covarrubias, J. (2010). Jalisco. Historia de las instituciones jurídicas. México: UNAM. Cruz, O. (2004). Historia del derecho en México. México: Oxford University Press. Dávila Garibi, J. (1918a). La Parroquia de Ocotlán. México: Academia Mexicana de la Historia. --------------------. (1918b). Documentos inéditos o muy raros que pueden servir para la historia de la Parroquia de Ocotlán. México: Loreto y Ancira. --------------------. (1918c). Estudio histórico sobre la parroquia de Ocotlán, Jalisco. Guadalajara: J.M. Iguiniz. Galeana, P. 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