3. IV-VII - Institución Fernando el Católico

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IV. Augusto y Turiaso
(M.B.LL.)
Ya se ha visto cómo entre los exvotos, el de divus Augustus toma un lugar de
privilegio por su especial naturaleza. El hecho de que en época de Trajano se presentase esta ofrenda reutilizando un retrato anterior de Domiciano, requiere, evidentemente, una explicación, que a la fuerza tiene que basarse en la relación entre el propio emperador Augusto y la ciudad de Turiaso, además de los propios
lazos de Trajano como heredero de la dinastía. Para ello forzosamente hemos de
referirnos a determinados acontecimientos de la vida del propio Augusto y a las
emisiones monetales de la ciudad que nos dan la clave para la interpretación del
conjunto que estudiamos.
Es conocido el episodio de Augusto, que durante su estancia en Hispania con
motivo de las Guerras Cántabras (29-25/24 a. C.) se vio afectado por unas fluxiones de hígado. Estas lo redujeron a tan desesperado estado que hubo de someterse a un
remedio arriesgado y dudoso: puesto que no se le aprovechaban las compresas calientes,
se le aplicaron las frías por prescripción de Antonio Musa499. Esta situación se precipitó en el año 26 (octubre-noviembre) en el asedio de Aracillum, cinco millas al
norte de Iuliobriga500. Schulten sugirió en primer lugar que esta curación con compresas o baños fríos se había producido en el balneario pirenaico de Aquae Tar499 Suetonio, Augustus, 59, 81; Dio Cassius, LIII, 30, 3.
500 En el Aradillos actual, RODRÍGUEZ COLMENERO, A. 1977, 76. La toma de esta ciudad fue llevada a
cabo después por Cayo Antistio. La situación de este enclave sin embargo, no carece de dudas
como ha puesto de relieve RAMÍREZ SÁDABA, J. L., 1999, 186 ss.
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1. La curación de Octavio Augusto (fig. 150)
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Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1º
2º
3º
Bellum Cantabrum
(26 a.C.)
“baños de agua fría”
(Suetonio)
Roma
“bañera hispana”
(Suetonio)
“marinae aquae”
(Suetonio)
“agua pirenaica”
(Crinágoras)
3
2
1
Balneario GALIAS
Curación en
TARRACO
A
Balneario HISPANIA
Bellum
Cantabrum
4
Curación en
TURIASO
Estancia en
TARRACO
Balneario HISPANIA
B
FIG. 150. Esquema de las hipótesis en torno a la enfermedad de Augusto. Según M. Beltrán.
Gráfico: A. Blanco.
bellicae501, pero parece que hay que deslindar en la vida de Augusto, en primer lugar, el episodio de su curación tras la guerra cántabra y después, la toma de baños en su regreso a Roma en un balneario («pirenaico» según la versión de Crinágoras502).
501 SCHULTEN, A., 1962, 184.
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502 Hay varias posiciones en la identificación de este baño «pirenaico»:
260
1. Quienes simplemente sitúan el episodio en los manantiales del Pirineo, sin espepecificar (SYME,
R., 1989, p. 420).
2. Quienes, como MONTENEGRO, A., 1982, 185, sitúan la estancia balnearia de Augusto en Aquae
Tarbellicae, identificada con Dax, en las Landas francesas, tras abandonar Tarraco. Le siguen otros
autores posteriormente, como GOZALVES CRAVIOTO, E., 1997, 241.
3. Los autores que ponen en duda la identificación de este balneario entre los muchos conocidos
en el ámbito pirenaico, como puso de relieve ETIENNE, R., 1952, 8 ss., haciendo ver que la referencia de donde ha partido la hipótesis, el epígrama de Crinágoras (Anthol. Pal., IX, 419), menciona únicamente a las aguas de los Pirineos. En dicho lugar, la estancia de Augusto había dado
una enorme fama a unas aguas hasta entonces desconocidas y a las que solo acudían los leñadores (en la alusión estricta a los pirineos franceses pudo ser Aquae Tarbellicae, Vicus Aquensis,
Aquae Onesiorum...). Uniendo a esta referencia las alusiones de Suetonio (V Aug. LXXIII: ... contentus hoc erat ut insidens ligneo solio, quod ipse Hispanico verbo duretam vocabat...) concluye, por
la cita del autor a la bañera hispana, juntamente con la alusión a las marinae aquae, que la referencia pirenaica había de aplicarse, desde el lenguaje retórico (traduciendo Purhnh como
«promontorio») al Cabo Cerbera o Bear. En su defecto, admitiendo el valor tradicional de
Purhnh, cabría pensar en un establecimiento de la vertiente española (Ayguafreda, Caldas de
Montbuy ¿?).
4. Por su parte BLÁZQUEZ, J. M., GARCÍA-GELABERT, P.,1992, 60 ss. opinan directamente que el balneario debe buscarse en Hispania y no en Dax.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Es evidente que esta dolencia le obligó a retirarse a Tarraco, donde tenía establecidos sus cuarteles de invierno, como menciona Floro503 y en la misma línea insistió Dion Cassio, aunque éste no alude mas que a las fatigas y preocupaciones
que le hicieron enfermar, teniendo que retirarse a Tarraco para reponerse504. Es sabido el papel desempeñado por el médico del emperador, Antonio Musa cuyos
baños fríos salvaron la vida del emperador505, pero en ningún lugar se afirma que
estos baños los recibiera Augusto en la propia Tarraco, como deducen algunos autores del simple hecho de haberse trasladado a dicha capital tras el quebrantamiento de su salud506. El único hecho seguro que se deduce de lo comentado es la
curación del emperador gracias a los baños de agua fría, el papel activo que en su
recuperación tuvo Musa y que estos acontecimientos (que en la capital del Imperio adquirieron proporciones enormes al divulgarse el rumor de que el propio emperador había fallecido507) tuvieron lugar en Hispania (en la Tarraconense) en torno al final del primer episodio del bellum cantabrum.
El regreso de Augusto hacia Tarraco hubo de realizarse por el camino más corto, por el Ebro, desde donde el desvío a Turiaso es ciertamente factible.
2. Las emisiones monetales de Turiaso y Augusto
La ciudad inició sus emisiones a partir de los años 29-28 a. C. como se razona más abajo a propósito de las emisiones con la interesantísima cabeza femenina, el letrero SILBIS, un tipo ecuestre y la leyenda TVRIASO. El episodio de la curación de Augusto en las aguas de Turiaso hubo de producirse en el 26 o entre
dicho año y su marcha de Hispania en el 24 a. C., episodio que puede coincidir
cronológicamente con la primera emisión, que tal vez recuerde o conmemore dicho acontecimiento, como evocaría la presencia de la ninfa Silbis.
2.1. La primera emisión monetaria. El tipo ecuestre508
2.1.1. Primera variante (figs. 151,1,2)
De esta emisión se conocen dos variantes en el reverso. En esta versión, se trata de un jinete a la izquierda, sobre caballo parado que levanta la pata derecha y
503 Floro, II, 33; Dio Casio, 53, 25, 2: «la fatiga y las preocupaciones le hicieron enfermar, y tuvo que
retirarse a Tarragona para reponerse».
505 Plinio, NH. XXV, 38. Se le llegó incluso a erigir una estatua en Roma, junto a Esculapio (Suetonio,
Augusto, LIX). Musa fue un seguidor de Asclépiades de Bitinia y junto a su hermano Euphorbus,
desarrolló un nuevo sistema de tratamiento con aguas frías (JACKSON, R., 1988, 56).
506 GOZALBES, E., 1997, 242 ss.
507 Horat. carm., III, 14.
508 No se entra ahora en el análisis metrológico de estas series cuyas expresiones pueden verse en BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 401 ss. La primera emisión con ases de peso medio en
torno a 12,28 grs. También VILLARONGA, L., 1979, 244; GARCÍA Y BELLIDO, M. P., BLÁZQUEZ, C., 2001,
379, etc.
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504 Dio Cassio, 53, 25, 6.
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FIG. 151. 1, 2: Turiaso. Primera emisión, primera variante (RPC, 401/23; 401/29); 3. Áureo
de Octavio del año 43 a. C. (Crawford, 497/1); 4. Denario de Octavio del año 43
a. C. (Crawford, 490/1); 5. Denario de Octavio (Crawford, 490/3).
Las referencias a este tipo hay que buscarlas en el monumento ecuestre que
fue erigido en honor de Octavio, el 2 de enero del año 43 a. C. en Roma junto a
la tribuna de los oradores. El modelo del joven César procede de la estatua reproducida en el reverso del áureo de A. Manlio, acuñado en Roma, anterior al año 80
a. C.510. En esta estatua aparece, sobre caballo parado a la izquierda, el dictador, L.
Sila, vestido con la toga, que le deja al aire el hombro derecho, cuyo brazo alza al
frente, con la mano extendida, en el gesto habitual del general que se dirige a las
tropas.
El primer modelo de la estatua aludida de Octavio, está reproducido en los
áureos del mismo año 43 a. C.511, con caballo parado, en el que Octavio sustenta
un lituus en la mano derecha y phalerae al cuello del animal, habiéndose figurado
debajo de la moldura un espolón de barco aludiendo al lugar del emplazamiento
de la estatua, con los rostra como elemento decorativo. En estas piezas se hace
mención a la resolución del senado que hizo posible el homenaje. S(enatus) C(onsultum) (fig. 151,3).
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
que se sitúa sobre una moldura marcada, evidenciando pertenecer a un tipo estatuario509. El personaje, alza el brazo derecho al frente, en el gesto de la adlocutio y
tomando las riendas con el izquierdo.
Los denarios de Octavio del año 43 a. C. con la leyenda C. CAESAR
IMP/S.C. (fig. 151, 4) nos ofrecen la mejor imagen de Octavio, aparentemente
desnudo, sobre caballo parado a izquierda y con el brazo alzado al frente con la
mano levantada, en dos series que se ordenan a partir del título exclusivo de imperator512, sucediéndole el que alude al Triunvir Reipublicae Constituendae (fig.
151,5)513. Esta estatua, como se ha dicho, parece ser la descrita por Velleius Paterculus en Roma514 en el año 43 por decreto del senado, y antes de la guerra contra
Marco Antonio. El tipo se ajusta estrechamente al monumento ecuestre ya mencionado de L. Sila.
En la misma línea tipológica está el denario del año 41 a. C.515, en el que se
figura el tipo estatuario conocido, pero esta vez con el caballo al galope, marchando a la izquierda y con la leyenda POPVLI IVSSV. Es decir, por decisión del
pueblo y no del senado como inicialmente se había acordado.
509 VIVES, A., 1924, lám. 155, 2. Ej. de no buena calidad. Mejor se observa en el reproducido en ETIENNE, R., 1958, lám. XIII, 5; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 401; BANTI, L., SIMÓNETTI, L., 1975, VIII, 12.
511 ZANKER, P., 1992, 59; CRAWFORD, M. H., 1974, 497 1; BANTI, L., SIMÓNETTI, L., 1974, IV, 167, n. 169170. También insiste en este modelo GOMIS, M., 1997, 47. El báculo de augur alude a la autonomía militar de Octavio.
512 CRAWFORD, M. H., 1974, 490, 1.
513 CRAWFORD, M. H., 1974, 490, 3; BANTI, L., SIMÓNETTI, L., 1974, V, 272-273, núms. 709-711 y 708
respectivamente. La erección de la estatua, según Sydenham, fue provocada por la devolución de
poderes al Senado en el año 27 a. C., hecho que entonces no tendría relación con los acontecimientos de los años 42-39 a. C.
514 II, 61, 3.
515 CRAWFORD, M. H., 1974, 518, 2.
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510 Con la leyenda L(ucius) SVLL(a) FELI(x) DIC(tator): SYDENHAM, E. A., 1975, 762; TRILLMICH, W.,
1988, 475, fig. 208 b.
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Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Finalmente en los áureos del 32-29 a. C. con la leyenda Caesar Divi f.516, que
parece el aspecto definitivo del monumento ecuestre que nos ocupa (en la línea
del modelo reproducido en los denarios del 41 a. C.), encontramos a Octavio levantando el brazo derecho al frente y sujetando la brida del caballo con la izquierda, y con un manto envuelto a la cintura, ondeando al viento (¿?), en opinión de Zanker517.
Hasta aquí los modelos y sus versiones del monumento del joven César. Volviendo al representado en la emisión turiasonense, nos parece evidente que se trata de un tipo estatuario518, circunstancia a la que ya aludieron el propio Vives519 y
Grant520, aunque sin ajustar los tipos reproducidos. Sobre los modelos oficiales de
Octavio, decididos por el senado y el pueblo de Roma, observamos como en el
tipo de Turiaso introduce una clara variante formal, en la que el caballo, parado y
a izquierda, levanta la pata derecha.
Es sintomático el gesto con el que aparece Octavio, con la mano extendida.
Su figura no se encuentra desnuda como en los modelos referidos de Roma. Se
aprecia parte de su atavío, sobre todo una túnica corta en la que se advierten los
pliegues desde la cintura y la coraza521. Es evidente que va vestido como comandante del ejército, y se separa así de los modelos antecitados, con lo cual la intencionalidad es clara, estamos ante una alusión al general de la república, al imperator, adoptando la actitud normal al dirigirse a las tropas con la mano derecha
extendida.
Una representación de Octavio, figurado en la actitud de imperator y protagonizando una adlocutio, con el brazo extendido al frente, estaba declarando de forma abierta el importante papel del centro emisor, Turiaso, en la retaguardia de la
guerra y dejando patente su dedicación a la figura de Octavio. El tipo de caballo
parado que levanta la pata derecha, parece original de este momento, en lo referido a otros modelos de Octavio figurados en las emisiones de oro y plata, lo que
no impide pensar que estuviera directamente inspirada en las estatuas erigidas en
las fechas mencionadas, cuyo momento más tardío se sitúa en el año 29 a. C., a
partir del cual hay que situar la emisión turiasonense522.
516 BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, IV, 83 ss. 46, 47; GROSS, W. H., 1986, 34 y fig. 6; GIARD, J. B., 1988,
lám. IV, 82-84.
517 ZANKER, P., 1992, 60 y fig. 30 a). En opinión de Kraft (KRAFT, K., 1969, 221) se trataría de una estatua erigida en honor de los combatientes que participaron en la batalla de Actium. No se aprecia con
claridad el detalle del manto ondeando al viento en los ejemplares que hemos podido consultar.
518 No es este el único modelo de estatua ecuestre reproducido, ya que se conocen otros, distintos,
con caballo con pata levantada, sobre pedestal alto ante la puerta de una ciudad, (Ceca de Roma,
año 17 a. C.) (GIARD, J. B., 1988, XVI, 357-361).
519 VIVES, A., 1924, vol. IV, 92: estatua ecuestre de Augusto (?).
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520 GRANT, M., 1969, 168.
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521 Véase el reverso especialmente bien conservado reproducido en BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, lám. 28, 401 (caballo parado). No se aprecian otros detalles, pero el torso podría
ir cubierto con coraza. También, el ejemplar reproducido en VILLARONGA, L., 1979, n. 902, que confirma las mismas conclusiones que el anterior. El mismo atuendo se desprende del dibujo de la
moneda en DELGADO, A., 1976, lám. CLXXX, 11: en él se ha dibujado la coraza, el paludamento y
un calzado alto a modo de cothurnus.
522 Este modelo del emperador con el brazo levantado y caballo parado levantando la pata izquierda,
reaparece después en la amonedación de Adriano, según recoge PINA, F., 1988, lám. 1, 4 y pp. 112 ss.
Ya a partir de esta amonedación, juntamente con otras (Dertosa, Saguntum,
Calagurris y Osca) dedujo Etienne en su día525 la participación de Turiaso en la coniuratio del año 32 a. C. que expresan las Res gestae Divi Augusti, y en consecuencia la recompensa recibida por las ciudades fieles a Augusto, que fueron incluidas
en la política de urbanización acometida por el emperador a través de sus ejecutores, como C. Calvisio Sabino y T. Statilio Tauro526.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Por otra parte no deja de ser significativa la elección del lenguaje iconográfico en el que Octavio aparece también, al mismo tiempo, como pacificador, fenómeno en el que se insiste en las Res Gestae523, sin perder de vista que en cada caso
mencionado, la paz dependió de la guerra que tuvo que imponer en la Galia, Hispania y Germania, desde Gades hasta el Elba524.
2.1.2. Segunda variante
La segunda variante527 en la que el jinete, sobre caballo que se alza sobre las
patas traseras, retrasa, horizontal, el brazo derecho (fig. 152,1), se ha interpretado
como un trasunto del jinete ibérico con espada, presente en las propias emisiones
indígenas de Turiasu528 y siguiendo la tendencia, como en otras cecas, de incorporar tipos ibéricos en las primeras emisiones latinas (Bilbilis, Osca, Segobriga ...).
Una observación atenta de los escasos ejemplares conocidos, elimina de plano dicha interpretación. Es evidente que el brazo retrasado no sustenta ningún objeto y se presenta extendido y horizontal al suelo, y no acodado como en las versiones ibéricas portadoras de un arma. El brazo izquierdo, se dirige claramente
hacia las riendas del caballo.
Esta actitud en la numismática hispanolatina, resulta original y, atendiendo
a lenguaje de los gestos, no podemos sustraernos a las semejanzas con los denarios de Octavio (leyenda CAESAR DIVI F: 29 a. C.529), en los que se reproduce un
tipo estatuario, en el cual figura nuestro personaje el joven César, con hábito militar como en las monedas turiasonenses, conduciendo a su ejército con el gesto
del brazo, que extiende, horizontal, hacia delante (fig. 152, 2)530. En la emisión de
Turiaso, sin duda por problemas de espacio, se ha reproducido la misma actitud,
pero con el brazo hacia atrás, en gesto equivalente.
523 RG, 26.2-3.
524 GRUEN, E. S., 1986, 54 ss.
525 Siguiendo a GRANT, M., 1969, 168 ss; ETIENNE, R., 1958, 359.
527 VIVES, A., 1924, lám. 155, 1; BANTI, L., SIMÓNETTI, L., 1975, VIII, 12bis; BELTRÁN LLORIS, M. BELTRÁN
LLORIS, F., 1980, 27; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 402; RIPOLLÈS ALEGRE, P. P.,
1998, 353.
528 VIVES, A., 1924, lám. 52, 7 y 8, que son precisamente las series más modernas de la ceca indígena.
Estas series son análogas en la representación a las del área vascona, de bentian (VIVES, A., 1924,
XLIV), baskunes (VIVES, A., 1924, XLV), etc.
529 GROSS, W. H., 1986, 46.
530 GIARD, J. B., 1988, 65, ns. 1-4; TRILLMICHT, W., 1988, 483 ss., cat. 326.
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526 Ténganse en cuenta sin embargo las fechas aducidas para Dertosa, que pudo recibir en época de
César su rango municipal, que se confirma después en las monedas de Tiberio (BELTRÁN LLORIS, M.
Y F., 1980, 66).
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FIG. 152. 1. Turiaso. Primera emisión, segunda variante (RPC, 402); 2. Denario de Octavio,
32-29 a. C. (Giard, 1988, 84); 3. 4. El mensaje de Actium en las monedas de
Octavio (Giard, 1988, I, 1 y 11).
En esta situación y atendiendo al especial planteamiento de las guerras en el
Norte de Hispania, queda fuera de toda duda que en el programa referido en la numismática hispanolatina de Turiaso, se está recurriendo al mismo lenguaje gestual
que evidencian, con claros efectos propagandísticos, las series de Roma.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
El modelo aludido, con otros dos en los que Octavio está hablando al ejército con el brazo levantado al frente (como en la primera versión de Turiaso) (fig.
152, 4), o bien figurado con el pie sobre globo, victorioso (recordando la actitud
de Neptuno)531, pertenece al programa victorioso que el joven César formuló antes de la batalla de Actium: dirigiéndose al ejército primero, conduciéndolo al
combate después (fig. 152, 3), y bendecido finalmente por la Paz gracias a su Victoria532. La misma actitud de la adlocutio es la que se adopta en el conocido modelo estatuario de Prima Porta, en el que aparece Augusto, alzado sobre una tribuna, con traje militar de gala, con túnica, coraza y paludamentum, creación que
simboliza el nuevo orden a raíz del año 27 a. C.533. El 16 de enero de dicho año,
recibió el joven Octavio el título de Augustus.
Habida cuenta de la situación referida en la emisión turiasonense, en la que
Octavio aparece en secuencias que se asocian claramente a la situación bélica contra cántabros y astures reinante en Hispania, es evidente que los tipos monetarios
se están haciendo eco del nuevo orden que impone Octavio después de Actium,
evocado especialmente en las emisiones del año 29 a. C.
2.1.3. Cronología del tipo estatuario
Partimos así de unos antecedentes precisos. En esta situación no cabe duda
de que esta primera emisión de monedas con sus dos variantes, tiene que situarse
después del año 29 a. de C. En las monedas se están copiando los modelos referidos de Actium, que, en nuestra opinión, están aludiendo al propio Octavio. En este
punto conviene fijar la cronología por su límite inferior, a partir de la fecha enunciada, el año 29 a. C.
531 ZANKER, P., 1992, 77.
532 La emisiones romanas alternan en los anversos las cabezas de la divinidades correspondientes:
Pax, Venus y Victoria, en clara alusión a los hechos referidos. GROSS, W. H., 1986, 32 ss. para los
tipos emitidos con motivo de Actium series triunfales que sitúa en el 29 a. de C. y por lo tanto después de la victoria, tipos caracterizados artísticamente por el estilo de tendencia clásica, en cuyas
representaciones, no obstante podemos seguir identificando las normas propagandísticas enunciadas.
533 ZANKER, P., 1978, 44 ss. Si bien es verdad que no fue debido a hechos relacionados con Hispania.
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Está claro que el senado de Turiaso escoge para el anverso el tipo relevante de
la ciudad, la ninfa Silbis cuya notoriedad debió ser grande en dicho momento. En
esta elección está haciendo gala de su carácter de municipio romanizado que incorpora a su nueva situación una figura emblemática de su ideario religioso prerromano. El tipo estatuario, aludiendo a la simbología augústea ya comentada,
evidencia, por otra parte, la inclinación del municipio en un momento político
crucial en los avatares hispánicos. La elección del tipo estatuario promovido después de Actium está en la misma línea de los retratos iniciales de Octavio que fue-
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Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
ron recogidos directamente, desde el mismo momento, en otras cecas hispanas de
la tarraconense con ánimo de prestigiar y potenciar las emisiones y facilitar su mejor difusión, entre otras cosas (Calagurris, Segobriga, Segovia, Bilbilis, Celsa, Osca).
En estas emisiones aparece la cabeza de Octavio desnuda reproduciendo los rasgos de sus retratos iniciales que constituyen una primera referencia a tener en
cuenta, a partir del tipo de Actium534.
En este punto parece claro que la cronología puede deducirse a partir de criterios estilísticos, con relación al modelo iconográfico seguido en el retrato, o bien
según aspectos estrictamente numismáticos, como las leyendas presentes o la metrología de las series enunciadas. Conviene sin embargo partir de un argumento
ex silentio, referido al título de AVGVSTVS que obtuvo el emperador el 16 de enero año 27 a. C. y que se ha utilizado para otorgar a determinadas series unas fechas post quem o ante quem en función de su presencia o ausencia. Este criterio se
ha aplicado a las primeras emisiones hispánicas en las que aparece el retrato de
Octavio, sin su nombre en las cecas enunciadas, a las que cabría sumar la de Turiaso.
a. El título de AVGVSTVS
Algunos autores defienden que la ausencia del título de Augustus en las series
aludidas es prueba de su cronología anterior al año 27 a. C.535.
De este modo las series con retrato sin leyenda identificatoria o corona de
laurel se vienen fechando sistemáticamente con anterioridad al año 27 a. C. Sin
embargo, algunos autores, como Ripollés, estiman que no existen pruebas sólidas
que avalen esta conclusión536, aunque en otras ocasiones es éste el argumento utilizado para fechar positivamente determinadas monedas, como las emisiones del
Municipium Italica, que se hacen posteriores al año 27 a. C. por la presencia del título537.
b. El retrato de Octavio
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Ya hemos aludido en otra ocasión al hecho de que las primeras emisiones de
Augusto tienen una evidente unidad, remitiendo claramente a las emisiones
triunvirales de Octavio, aunque se plantean evidentes problemas basados en la libertad de copia con la que se actúa y según las referencias que podrían hacerse
atendiendo a las tres variantes que estableciera Grant, por ejemplo538. La variante A se origina en los años 36-28/27 a. C. y está presente en Celsa cuyo tipo
especial parece basado en la serie citada, mientras las variantes B (variante del
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534 ZANKER, P., 1978, 13 ss.; VIERNEISEL, K., ZANKER, P., 1979, 29 ss, 50, «Octavians-Typus», según la cabeza del Museo Capitolino de Roma entre otras réplicas.
535 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1950, 50, (a propósito de las monedas de Osca, Bilbilis, Segobriga), etc.; VILLARONGA, L., 1979, 241, 245, 255, etc.
536 Así lo hace RIPOLLÉS, P. P., 1997, a propósito de la ceca de Calagurris, -355-, y repite la argumentación más tarde —377—, aunque sin desarrollarla. También BELTRÁN LLORIS, M. y F., 1980, manifestando la inestabilidad de dicho argumento, 18, 28, 31 etc.
537 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 77; id. 1997, 342.
538 GRANT, M., 1953, 65, ss. A: lám. I, 1-3; B: I, 4, 8, 9; C: I, 5, 6.
Dentro de este marco de referencia iconográfica quedan todavía numerosos
problemas, derivados de la disparidad de opiniones y del arte variado de las monedas aludidas. La primera emisión de Celsa con el retrato, variante A, enlaza por
tipología y peso con las últimas emisiones de Lépida540, habiéndose llevado de
forma unánime a un momento anterior al año 27 a. de C. e incluso a partir del 36
a. de C.541.
La cabeza de Augusto (desnuda y sin título) de Segobriga en la primera emisión de la ciudad, ha provocado también argumentos encontrados. Así Grant542 la
sitúa en torno al 12 a. C., opinando que sigue la serie de Lión de dicha fecha, aunque no deben desestimarse los retratos de las monedas del 28 y del 27-26 a. C.543,
y sin que otros autores precisen este momento augústeo544. Las mismas referencias
retratísticas (series del 28 al 26 a. C.) se encuentran en las efigies desnudas de Octavio de Segovia, que ahora el propio Grant fecha en cronología alta (28-26
a. C.)545, siguiéndole Ripollés546. En la misma tónica se encuentra la cabeza desnuda de Augusto de Calagurris, cuya cronología fue llevada inicialmente por A.
Beltrán en torno al 42 a. C.547, mientras que Grant, con base en paralelos iconográficos la lleva a fechas entre el 29-27 a.C.548, como Villaronga549 y M. y F. Beltrán
después550, punto que adopta Ripollés pero solo de partida, fechando dicha serie
después del 29-27 a. C.551. Las mismas conclusiones cabría deducir para la serie de
Osca, cuyo tipo artístico se reencuentra en emisiones del año 16 a. C. de la ceca de
Roma552.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Este) y C (28-27 a.C.), derivadas del prototipo inicial se sitúan a partir del 28 a.
C. Segovia539 y Segobriga parecen incluirse en la variante B (28-20 a. C.), mientras
que Calagurris y Osca lo harían en la C.
539 Nótese sin embargo el arte ciertamente evolucionado del retrato de Segovia, semejante a las emisiones secundarias de C. Plotius Rufus, GRANT, M., 1953, 140, lám. VI, 4.
540 BELTRÁN LLORIS, M., MOSTALAC, A., LASHERAS, J. A., 1984, 22.
541 GRANT, M., 1953, 65; BANTI, A., SIMONETTI, L., 1975, 1333 (antes del 29 a. C.); VILLARONGA, L., 1979,
244 (del 36 al 27 a. C.); RIPOLLÉS, P. P., 1992, 112, plantea la misma cronología con interrogante
(antes 27 a.C.?); GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ, M. P., 2001, 238.
542 GRANT, M., 1946, 335; GIARD, J. B., 1988, lám. LVI, 1403.
543 RIC. 545, RIC. 487, 491; BELTRÁN LLORIS, M., BELTRÁN LLORIS, F., 1980, 62.
544 VILLARONGA, L., 1979, 241 hace la serie augustea por el peso, 10,23 gr., que sigue el patrón teórico
de 11,30 (real: 10,83) vigente entre los años 23-20 a. C.; GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ,
M. P., 2001, 339, aducen simplemente como argumento cronológico su presencia en los campamentos de Novaesium y Oberaden, que marca un término bajo para nuestros propósitos.
545 GRANT, M., 1946, 336, cronología que admite RIPOLLÉS, P. P., 1992, 144.
546 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 144; GARCÍA
republicana.
Y
BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ, M. P., 2001, 341, augustea o
549 VILLARONGA, L., 1979, 245.
550 BELTRÁN LLORIS, M., Y F., 1980, 62. De Calagurris procedía la guardia personal de Augusto que conservó hasta la batalla de Actium en el 31 a. C. Suet., Aug. 49.
551 RIPOLLÉS, P. P., 1997, 355. Entre el 27 y el 13 a. C. se fecha por GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES
BLÁZQUEZ, M. P., 2001, 222, con base en su ausencia en el campamento de Oberaden.
552 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 115: ¿antes 27 a.C.?. Las emisiones de Roma, GIARD, J. B., 1988, lám. XVII, 362.
CÆSARAUGUSTA 76
547 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1984, 59.
548 GRANT, M., 1946, 165.
269
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Finalmente el retrato de Bilbilis, se ha asociado a los presentes en las series de
los años 19-18 a. C. por Grant553, en opinión que parece seguir Ripollés554. Hay
que reconocer el enorme parentesco entre el retrato bilbilitano y el modelo de los
cistóforos de dicho momento, correspondientes al grupo VII de Sutherland (1918 a. C.)555, circunstancias que marcan iconográficamente una referencia ajustada556.
Así parece que los paralelos iconográficos nos llevan desde fechas tempranas
hasta el segundo decenio a. de C., de donde no podemos extraer una consecuencia única que abone el argumento ante quem derivado de la ausencia del título de
Augustus. Por otra parte la existencia de determinadas emisiones en otras cecas
provinciales del mismo fenómeno, nos inclina a favor de unos términos cronológicos más amplios, que rebasan claramente el año 27 a. C. Así las emisiones de
Corinto con la cabeza de Octavio sin su nombre y con dunviros de los años 10/95/4 a. C.557, los áureos del Reino del Bósforo fechados entre los años 15-9 a. C.558,
la emisión de Nicomedia del año 25 a. C.559, la Liga Licia que emitió denarios entre el 27-20 a. C.560, con retratos de muy buen arte, o las emisiones de Ascalon (Siria) del 4/3 a. C.561, entre otras.
Volviendo ahora al tipo turiasonense, si concluimos que la representación estatuaria ecuestre hace referencia directa a Octavio, y que se pueden parangonar las
conclusiones emitidas para las series referenciadas con la cabeza de Octavio sin su
nombre, tendríamos que concluir que nos encontramos ante una serie emitida en
un marco cronológico amplio, a partir del año 29 a. C.
c. El mensaje de las monedas.
Se reproducen en esta emisión dos situaciones, su recuerdo, referidas al inicio
de una campaña militar, la «arenga» del general a sus tropas y al acto de «conducirlas» después al combate. Cabe situar estos acontecimientos entre los años supracitados, en todos los cuales se produjeron situaciones análogas en el escenario
bélico, protagonizadas por los generales de Augusto o por el propio Augusto. En el
año 29 a. C., Octavio recibió en Roma su triple triunfo el 13, 14 y 15 de agosto562,
553 GRANT, M., 1946, 170. No se explica la duda de Villaronga (1979, 244), ya que se trata claramente de la efigie de Augusto, que la fecha a pesar de todo en un momento anterior al 27 a. C.
554 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 128.
555 SUTHERLAND, C. H. V., 1970, grupo vii; GIARD, J. B., 1988, ns. 2216-220, especialmente 2219, 2220.
CÆSARAUGUSTA 76
556 No se explican las dudas que manifiesta Villaronga respecto de la identificación de la cabeza de
Octavio (VILLARONGA, L., 1979, 244), que en caso afirmativo haría algo anterior al año 27 a.C.,
pero sin manifestar el argumento. GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ, M. P., 2001, 64, sitúan
la emisión bilbilitana antes del 13 a. C.
270
557 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 251, núm. 1134.
558 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 331, núm. 1865; incluso 1873 (2 d. C.), 1879 (10
d. C.).
559 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 348, núm. 2062.
560 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 524, ns. 3307-3309.
561 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 674, núm. 4877.
562 BENGTSON, H., 1981, 53.
Debemos así situar esta primera emisión turiasonense, a partir del año 29 a.
C., marcando las situaciones del bellum cantabrum abundantes ocasiones hasta el
mismo año del episodio de la curación de Augusto, tras su llegada a Tarraco coincidiendo con la celebración de su VIII consulado y su intervención en el 26 a. C.
en el escenario bélico, en el momento en el que actuaba como su legado C. Antistio Vetio.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
como liberador del pueblo romano tras Actium, o bien después de la salutatio que
recibió Statilio Tauro por su victoria, ya en Hispania, contra cántabros, astures y vacceos563, que significa el comienzo efectivo de los operativos militares de la guerra
cántabra. En episodios de este conflicto obtuvieron sendos triunfos tanto el legado
Calvisio Sabino, que reemprendió la lucha contra los cántabros en el año 28 a. C.,
aunque ignoremos el teatro de sus operaciones564, como, al año siguiente, 27 a. C.,
Sexto Apuleyo (cónsul en el 29 a. C.), que fue quien llevó el peso de la lucha como
legado de Augusto, preparando las posiciones romanas en los confines del territorio cántabro, circunstancias que le valieron igualmente su triunfo en dicho año565.
En estas circunstancias adoptamos como hipótesis de trabajo que el senado
turiasonense está recordando en sus primeras emisiones el episodio que relaciona
a Augusto con la ninfa Silbis (su sanadora y protectora) tras sus triunfos en las
guerras cántabras, actuando ahora como lo hizo el propio Augusto, en sus emisiones oficiales del 29 a. C., que escogió la compañía de las divinidades que le habían amparado en sus victorias de Actium, Naulocos, y Philippos566. La no presencia
de leyendas, referentes a Augusto, en las primeras emisiones hispánicas567, se explica por no ser éstas, emisiones de la administración central, es decir de un municipio, como otros tantos de Asia Menor, que emitieron moneda en un ambiente económico incipiente en el que no podían imponerse unas pautas
excesivamente rígidas por la falta de medios, como evidencia la propia aplicación
del sistema monetario augusteo, que no se difundió homogéneamente y desde los
años 28/27 a. C. en todos los rincones del Imperio568.
2.1.4. Salus sive Silbis
En la primera emisión aludida el anverso se refiere a una cabeza femenina,
Silbis, mirando a la derecha, laureada, con peinado con rodete, moño posterior,
del que cuelgan unos ricitos alargados y adornado el cuello con collar perlado,
564 Acta Triumphalia al año 28 a.C.
565 Acta Triumphalia al año 27 a.C.
566 GIARD, J. B., 1988, 4 ss.
567 Tanto del titulus de Augustus, que recibe en el 27 a. de C., como de otras referencias nominales anteriores con las que aparece Octavio en las emisiones anteriores: Caesar divi f., Imp. Caesar divi f.,
u otras fórmulas.
568 GIARD, J. B., 1988, 7 ss.
CÆSARAUGUSTA 76
563 DION, 51, 20, 5. En ese momento era Gobernador de la Citerior y Grant (1969, 165), le atribuyó
la fundación de Calagurris, basándose en el emblema parlante del toro y según la comparación de
los tipos monetarios con los denarios romanos del 30 a. C. Pero el tipo del toro no es exclusivo
de esta ceca, como es bien sabido a partir de la amonedación de la Colonia Lepida.
271
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
2
1
3
4
FIG. 153. Silbis: 1. Seg. Calicó, 1979, 1211; 2. RPC, 401/29; 3. Dibujo de la representación
de Silbis; 4. Salus: Denario de Mn. Acilio Glabrio (Crawford, 1974, 442/1a).
CÆSARAUGUSTA 76
tipo que se repite invariablemente en las dos series enunciadas (fig. 153, 1, 2)569.
Completa el atuendo de esta divinidad un pendiente de silueta cruciforme, a partir de de glóbulos, como parece observarse en alguno de los mejores ejemplares
conservados de esta ceca (fig. 153, 3)570.
272
Se ha identificado por Etienne, así como Sear depués, como una transposición de la propia Livia que incluso simbolizaría a la ciudad de Turiaso571, en un intento evidente de manifestar la relación del anverso de la moneda con la estatua
ecuestre de Augusto en el reverso, pero anticipando, a nuestro entender, en este
momento la figura de Livia que solo se hará patente en la numismática de la tarraconense, más tarde.
569 HEISS, A., 1870, lám. XXII, n. 11; VIVES, A., 1924, lám. 155, 1 y 2; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, láms. 28, 401/23 y 29 y lám. 29, 402; VILLARONGA, L., 1979, 244, n. 902.
570 CALICÓ, X. & F., 1979, n. 1211. No se aprecia este detalle en otras ilustraciones del modelo ni en
los ejemplares de diversos monetarios que hemos consultado.
571 ETIENNE, R., 1958, 400; SEAR, D. R., 1974, 89.
Afortunadamente la iconografía numismática nos proporciona preciosos paralelos en determinadas emisiones que nos conducen directamente a la figura de
Salus, protectora de la salud física. Nos interesan así en primer lugar los denarios
de Mn. Acilius Glabrio que emitió moneda en la ceca de Roma en el año 49 a. C.
con cabeza de Salus en el anverso (fig. 153, 4)577, que constituye hasta el momento el mejor antecedente del tipo turiasonense, coincidiendo en el tipo de peinado,
collar de perlas en el cuello, pendiente cruciforme578 e incluso disposición especial
de los dos ricitos que cuelgan sobre el cuello y por detrás del moño. Más lejos está
el modelo anterior, del año 91 a. C. que reproduce el denario de D. Iunius Silanus
con cabeza de Salus, que se acerca más a los prototipos griegos579.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
También se sugirió por parte de Hill su identificación con una ninfa o divinidad local572, al igual que A. Beltrán posteriormente reafirmó la posibilidad de su
interpretación como una ninfa573, sin que se haya progresado más en la identificación574. Igualmente se ha querido relacionar el nombre Silbis con el río Queiles,
el Chalybs de las fuentes, lo que resulta difícil de demostrar575. Grant, por su parte,
insistió en la calidad de un segundo apelativo de la ciudad, como Dertosa IIercavonia o Calagurris Nassica576. Parece claro que esta figura ha de referirse a una divinidad cuyo nombre nos resultaba desconocido hasta la fecha.
En época de Augusto observamos la misma efigie turiasonense en las monedas de Buthrotum en las emisiones broncíneas de P. Pomponius Graecinus y M. Pullienus del año 10 a. C.580. En las primeras emisiones romanas hemos de ver alusiones a la construcción de un templo de Salus en el Quirinal (emisión de
Silano)581 o una referencia a la introducción de la medicina griega en Roma por
572 HILL, G. F., 1931, 166.
573 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1977, 45; Id. 1980a, 138; también RIPOLLÈS, P. P., 1998, 353, divinidad local o ninfa.
574 BELTRÁN LLORIS, M., BELTRÁN LLORIS, F., 1980, 54, con las referencias a los posibles modelos generales de Libertas o Venus, en modo alguno concluyentes.
575 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1953a, 26. Sobre hidrónimo Chalybs, véase GARGALLO, M., 1993-1994, 46 ss.
De Chalybs procede el posterior nombre, Queiles, por atracción de la y a la sílaba inicial acentuada, asimilación del grupo -bs a -s e introducción de una e como vocal de apoyo. En documentación del 1127 se menciona el río Kelles y en los escritores árabes figura como Kalas o Calez.
576 GRANT, M., 1969, 168.
578 Entre las variantes del pendiente, pueden observarse algunas idénticas a la de Tarazona, en la que
la forma cruciforme se hace menos estilizada con una cierta tendencia al aspecto arracimado, producido por el aspecto perlado o redondeado de las extremidades distales de la parte superior de
la cruz, como evidencian, entre otras, las variantes 15/1, 17/1, 19/7, 19/20, etc. recogidas en BANTI, L., 1980, que reproducen un tipo de pendiente con travesaño central o barrita rematada en glóbulos (perlas) y la barrita vertical, también rematada de la misma forma o con una esferita dorada, sin que sea posible entrar en mayores detalles.
579 CRAWFORD, M. H., 1974, n. 337 2b.
580 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 275, lám. 70, n. 1389.
581 Atribuido a C. Iunius Bubulcus Brutus, del que desciende Iunius Silanus.
CÆSARAUGUSTA 76
577 anv) Cabeza de Salus a derecha con leyenda SALVTIS; rev) Salus de pie (Valetudo), apoyada en una
columna y con serpiente en la diestra, MN. ACILIVS.IIIVIR.VALETVD(inis); está clara la identificación de Salus con Valetudo, dotada de los atributos de Hygieia. SYDENHAM, E. A., 1975, 154, fig.
922 (año c. 55 a. C.); CRAWFORD, M. H., 1974, n. 442 1 a, y p. 461 (49 a. C.). MARWOOD, M. A.,
1988, 22. M. Acilio fue un seguidor de César. Veánse las numerosas variantes de esta emisión en
BANTI, A., 1980, 85 ss.
273
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
parte de los Acilii en la emisión del 49 a. C. Por su parte la referencia a SALVTIS en
la moneda de Buthrotum, así como a la Concordia, en otro ejemplar de la misma
ceca, está aludiendo claramente, como puso de relieve Grant582, retomando el pasaje de Dion Cassio583, a la erección por parte de Augusto y en el año 11 a. C., de
estatuas de él mismo junto a las de Salus Publica, Concordia y Pax, pasaje del que
se hizo eco igualmente Ovidio584. En este sentido Salus aparece como el equivalente romano de Hygieia585.
Encontramos de este modo una preciosa aclaración al anverso de la moneda
turiasonense que retoma los atributos de Salus, personificación divina de enorme
riqueza relacionada con el restablecimiento de un orden positivo contra los peligros, y absorbiendo en el ejemplo presente los rasgos salutíferos de una deidad ligada a las fuentes586. La iconografía clásica de la amonedación turiasonense es
ciertamente explícita, pero al conservarse el epíteto indígena, se sitúa claramente
en un momento histórico en el que la interpretatio romana se muestra respetuosa
con el culto prerromano de Silbis, un ejemplo que sería paralelizable al de otras
divinidades que portan nombres romanos más epítetos indígenas y en los que ya
han insistido otros autores: Aquae Eleteses, Fons Sag[---], Salfus, o la propia Salus
Bidiensis, así como las referencias a determinadas ninfas, cuya denominación romana puede obedecer, sin embargo, a significativos fenómenos de sustitución religiosa, que debieron ser muy eficaces, por ejemplo, en el ámbito del NO587.
En esta situación al igual que en los modelos del 29 a. C. de Roma, se asocian
las estatuas de Augusto (adlocutio, conductor del ejército y general vencedor), con
las diosas Pax, Venus y Victoria, observamos un fenómeno análogo en el modelo
turiasonense. Es evidente que no se trata de las divinidades aludidas que se acompañan todas de rasgos específicos. Desde el punto de vista artístico no pueden negarse los parentescos entre nuestra imagen y las referidas, e incluso en algunos rasgos concretos, (tipo de moño, rizo posterior, collar perlado o pendiente
arracimado), nos acercamos a la cabeza de Venus, de la que se separa, no obstante, por la láurea en lugar de la diadema que luce la diosa invariablemente588.
PAX/adlocutio
SILBIS/adlocutio
VENUS/conductor
SILBIS/conductor
VICTORIA/vencedor
La singularidad en el ejemplo que analizamos se encuentra en la sustitución
de las divinidades que acompañan a Octavio en los denarios de Roma, por Silbis
582 GRANT, M., 1969, 271.
CÆSARAUGUSTA 76
583 LIV, 35, 2.
274
584 Fasti III, 881: Ianus adorandus, cumque hoc Concordia mitis, et Romana Salus araque Pacis erit.
585 MARWOOD, M. A., 1988, 13 ss.
586 SALADINO, V., 1994, 656.
587 TRANOY, A., 1979, 119 ss.; DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 126.
588 En la moneda de Octaviano luce exclusivamente la diadema (ZANKER, P., 1992, fig. 42b), seg. vaciado plástico de moneda de la Biblioteca Nacional de París; GIARD, J. B., 1988, 65, 1-4); en otros
ejemplos la diadema se acompaña por láurea (SYDENHAM, E. A., 1975, 884 —63-62 a. C.—; Id., 929
—54 a. C.—; Id., 992 —45 a. C.— etc.).
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 154. La Salus Umeritana en la pátera argéntea de Otañes.
(Salus), divinidad local cuyo papel en los acontecimientos, como veremos, es ciertamente significativo.
589 GARCÍA Y BELLIDO, A., 1949, 467 ss., lám. 345; BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 59; BARATTE, F., 1992, 45 ss. fechando la pátera en el siglo IV d. C.
590 La misma representación parecen admitir las dos esculturas atribuidas a ninfas de Bormos (Cádiz), desnudas y recostadas, fechadas en el s. II d. C. (GARCÍA Y BELLIDO, A., 1949, 164, lám. 133;
BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 52; DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 388). Hay que destacar
la falta de atributos en los modelos relativos a las ninfas que deja en la imprecisión, en cuanto a
su identificación, a determinados hallazgos como la escultura acéfala, con túnica y manto, encontrada en la inmediatez de los baños de Alhama de Almería (CARA BARRIONUEVO, L., RODRÍGUEZ
LÓPEZ, J., 1992, 414).
CÆSARAUGUSTA 76
En relación con el culto a las aguas y enlazando la figura de Salus con los genios, ninfas o divinidades salutíferas acuáticas, debemos mencionar la pátera de
época de los Flavios de Otañes (Santander)589, con la inscripción Salus Umeritana
en la que junto a las conocidas escenas del culto a las aguas, con bebida, envasado y transporte (en las que faltan la inmersión u otro tipo de instalaciones balnearias), se ha figurado a la ninfa en la parte superior en actitud tradicional, representada como una joven, desprovista de atributos o adornos, con el torso
desnudo, tendida en el suelo y apoyada en un recipiente del que simbólicamente
manan las aguas590 (fig. 154). Este modelo de la ninfa recostada, parece corresponder a una variante escultórica del tipo de ninfa dormida sobre ánfora que se
275
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
transmite desde el helenismo hasta Roma591, también conocida en las representaciones musivarias, en las que es frecuente el único adorno de un collar de perlas y
cabellos recogidos por diadema592.
También cabe la posibilidad de que Silbis sea el nombre de una divinidad
asociada a la fuente de Tarazona, como las documentadas en el territorio hispánico indoeuropeo (Cohvetena —Firol, Lugo—, Suleis Natugaicis —Condado, Orense—)593.
Se conocen en Hispania hasta doce testimonios del culto a Salus594, testimonios que parecen alejarse de la personificación abstracta de la Salud, mediante advocaciones unidas al agua, en forma de documentos epigráficos que parecen manifestar analogías con el culto asociado a las ninfas, sanadoras en cuanto
representan al agua en si misma, mientras que a Salus, le vendría otorgado el culto acuático derivado del carácter curativo del líquido elemento. Así se observa en
las dos dedicatorias de Baños de Montemayor (Cáceres)595, la de Baños de Valdelagarza (Cáceres)596, el ara de Montánchez597, la inscripción de Valencia de Alcántara (Cáceres)598, Robledillo de Trujillo (Cáceres)599, la lápida de Bóveda (Orense)
a las Ninfas Salutares600 o la dedicatoria de Trocus en Caldas de Montbuy (Barcelona)601, que no hacen sino (dentro de cierta ambivalencia) corroborar su identificación con las ninfas, concretándose así el significado de dicha advocación salutífera. La inscripción de Montánchez recoge igualmente el apelativo indígena de la
advocación, Salus Bidie(n)sis602. Ya puso de relieve Mangas603 los evidentes rasgos
591 FABBRICOTTI, E., 1976, 67 ss.; LOZA AZUAGA, M. L., 1994, 263 ss.
592 SAN NICOLÁS PEDRAZ, M. P., 1997, 467 ss. No entramos ahora en la cuestión de la identificación de
este hallazgo con un manantial de tipo termal, ya que por las circunstancias de su hallazgo —junto a otros objetos de plata— podría calificarse como un tesorillo de platero.
593 MARWOOD, M. A., 1988, 116 ss.; DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 140 ss., También MARCO, F., 1999, 157
ss. No se olvide que Coventina se clasifica también como ninfa en contextos termales británicos:
DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 142.
594 MANGAS, J., 1986, 315-316; DÍEZ DE VELASCO, F., 1987, passim. Este trabajo contenido en microfichas es resumido por BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992; DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 101
ss.
595 ROLDÁN HERVAS, J. M., 1965, núms. 1-2; RODRIGO, V., HABA, S., 1992, 357 y lám. II. Junto a los epígrafes se encontraron además numerosos exvotos en barro cocido, representando pies, manos,
brazos, animales domésticos, etc.
596 Recogidos también por BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 35; RODRIGO, V., HABA, S.,
1992, 362 ss. Tanto en el epígrafe de este lugar como en el de Baños son anómalas las referencias
como Safu y Salfu por Salus.
597 ALBERTOS, M. L., 1952, 60.
598 BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 58.
599 RODRIGO, V., HABA, S., 1992, 379, lám. X.
CÆSARAUGUSTA 76
600 BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 60. Del siglo II d. C.
276
601 BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 45.
602 Nombre posiblemente referido a la fuente Bidia, en opinión de BLÁZQUEZ, J. M., 1977, 307; SALINAS DE FRÍAS, M., 1982, 339, n.º 36; RODRIGO, V., HABA, S., 1992, 378. No deben olvidarse las Nimphae fontis Ameueni (León), CIL II, 5084 (BLÁZQUEZ, J. M., 1957, 62), y la propuesta como ninfa de
Ameipicer (Bracara), Celiborca (Villasbuenas), Frovida (Braga), las nimphae Varcilenae (Valtierra), las
caparenses (Caparra) (BLÁZQUEZ, J. M., 1957, 62 ss. y fig. 6), auriensis (RODRÍGUEZ COLMENERO, A.,
1997, 101), silonis (id., 99), etc.
603 MANGAS, J., 1986, 315 ss.
En el caso turiasonense, es evidente que estamos ante un culto instituido en
un momento anterior a la presencia de Roma, sin que podamos aducir otros testimonios que la persistencia de Silbis en la primera amonedación augústea, salvo
insistir en el sustrato que parece afectar a estas manifestaciones en toda la porción
de ámbito indoeuropeo hispánico, cuyas raíces son evidentemente profundas en
nuestra sociedad antigua605.
En éste culto ha obrado, en la representación iconográfica, el sincretismo de
Roma que plasma en el modelo monetario mediante la imagen de Salus, como
ocurre en el ejemplo de la divinidad salutífera, la ninfa Umeritana que recibe la
misma denominación, ejemplos que se unen a las divinidades indígenas ocultas
bajo las denominaciones romanas, como el epíteto Salutatibus de Bóveda o la advocación a las nymphis s(alutaris) de Villabermudo (Palencia)606. La interpretatio de
Roma ha actuado en este caso asumiendo la representación de la ninfa Silbis con
la imagen monetaria de la Salus romana y muy posiblemente potenciando sus
funciones y valor dentro de las virtudes propias de ésta. En el ámbito del valle del
Ebro607 es esta la única «advocación» a Salus que se conoce hasta el momento y en
el conjunto peninsular se trata también de un unicum numismático608.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
de indigenismo del culto a Salus en el territorio lusitano donde se concentran los
testimonios604, contrastando con la helenizada Salus en el resto de Hispania.
Esta asociación de Silbis/Salus protegiendo a Octavio representado en los dos
hitos de su programa victorioso (adlocutio y conductor del ejército) contra los cántabros, precisamente en emisiones de una ciudad situada en la retaguardia tranquila del escenario bélico, son precisamente los argumentos que prestan originalidad al episodio que narramos, en el que se incrementa la relación del joven
César con la ciudad del Queiles y su santuario de aguas salutíferas como se razona.
2.2. La segunda emisión de Turiaso: Augusto y Livia (fig. 155)
Desde la emisión anterior hasta la presente, no se emitió moneda, transcurriendo pues un importante lapso de tiempo. Se introduce ahora, después del 2 a.
C., en el anverso la cabeza de Augusto laureada, con la leyenda IMP.AVGVSTVS.P.P.
y en el reverso una cabeza femenina desnuda con TVRIASO, teniendo esta serie las
correspondientes variantes y emitiéndose ases y sémises609. Es evidente el cambio
604 VÁZQUEZ HOYOS, A. M., 1979-1980, 66.
605 DELIBES DE CASTRO, G., FERNÁNDEZ MANZANO, J., PÉREZ RODRÍGUEZ, F. J., 1997, 117 ss.
606 CIL II 2911. También las ninfis salutatibus de San Pelagio de Bóveda: RODRÍGUEZ COLMENERO, A.,
1997, 100.
609 VIVES, A., 1924, lám. CLV, 3 y 6, 4 y 5; HILL, G. F., 1951, lám. XXXII, 7; BURNETT, A., AMANDRY, M.,
RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 403-407.
CÆSARAUGUSTA 76
607 DUPRÉ, N., PERÉX AGORRETA, M. J., 1992.
608 Exceptuado el posible trasunto de las drácmas ampuritanas, muy anteriores, relacionadas con la
ninfa Aretusa, y que evidencia del mismo modo la existencia de una divinidad o ninfa local que
protege el asentamiento colonial (OLMOS, R., 1992, 107). Recoge nuestra interpretación Salus/Silbis, BELTRÁN LLORIS, F., 2002, 50; Id., 2002a, 170, en la recensión de divinidades celtibéricas orientales, resaltando su ausencia de los repertorios de divinidades celtibéricas hechos hasta la fecha y
anotando que el nombre no tiene paralelos en la epigrafía celtíberica ni latina.
277
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1
2
3
FIG. 155. Turiaso. Segunda emisión. 1. Livia y cabeza de Augusto laureada (RPC, 403); 2-3.
Sémises (RPC. 404/2 y 404/7).
que se ha obrado en la estampa del reverso con la cabeza femenina, cuyo arte se ha
modificado ostensiblemente.
Heiss ya situó esta moneda en la serie de Augusto y Livia610. Grant611 incidió
en la identificación con Livia, anotando su anticipación respecto de su apariencia
en época de Tiberio612 y también Etienne se refirió a él como una Livia muy idealizada simbolizando la ciudad de Turiaso613.
CÆSARAUGUSTA 76
Se trata de un retrato con peinado característico que se aleja del modelo
presente en la versión de Salus/Silbis, aunque manifiesta cierto parentesco, desapareciendo la láurea de la cabeza, así como el adorno en el cuello y rematándose el peinado en un característico moño o «nudo», ciertamente simple que se
aprecia con claridad en los ejemplares mejor conservados614 y del que penden
dos trencillas, o coletas largas de aspecto ciertamente rígido y en las que se aprecia cierto detalle ondulado. Podría pensarse que corresponden a las extremidades de unas infulae, pero es notoria la diferencia entre este detalle y el presente
en la misma moneda en el anverso con la cabeza de Augusto en cuyo retrato las
ínfulas se presentan onduladas y lisas, sin la rigidez y perfil rugoso del retrato
femenino.
278
610 HEISS, A., 1870, lám. XXII, 12.
611 GRANT, M., 1969, 169; Id., 1950, 143.
612 Sobre el retrato de Livia en la amonedación augústea, puede verse, GROSS, W. H., 1962, 22 ss., por
ejemplo en Alexandrea (Aegyptum).
613 ETIENNE, R., 1958, 400, XIII, 6.
614 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, lám. 29, n. 403.
Este tipo de peinado está presente en el camafeo de Boston y se ha identificado como la forma 5 del peinado de Livia, «sacerdostyp»617, en el que se asocia la
trenza especial con sendos bucles alargados que caen sobre los hombros, en modalidad que se ha fechado por Polaschek en época temprana de Tiberio618 y que
aún podría ser anterior, de época augústea tardía619. Este tipo de trenza, es un avance del modelo que veremos más tarde en los retratos de Agripina Maior (en época
de Calígula), o Antonia Minor (Claudio).
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Esta representación especial de doble coleta no aparece con frecuencia en las
monedas habituales de Livia, con la excepción de determinados bronces de ceca
incierta con leyenda griega en reverso ICIN junto a la cabeza femenina y retrato de
Augusto, sin leyenda en anverso615. Más clara es la identificación con Livia en los
ases de Thessalonica, de la época de Tiberio616, en donde se advierte el mismo detalle en el peinado, con la diferencia de la diadema visible ahora sobre la cabeza.
Interesa resaltar la cronología de esta emisión y la temprana aparición de Livia, que se explica bien después del año 4 a. C., el de la adopción de Tiberio por
Augusto, en cuyo momento, como madre del sucesor del César, Livia pasa a desempeñar un importante papel.
En este punto debemos comparar el retrato de Turiaso con el reproducido en
las monedas alejandrinas de época augústea, en las que aparece Livia, como una
joven mujer, de largo y esbelto cuello y rostro finamente delicado, en el que destaca la nariz con vigorosa personalidad, además de los detalles del labio superior,
boca y barbilla, como ha puesto de relieve Gross620, características todas presentes
en nuestras emisiones, a pesar de su estado de conservación.
En la Tarraconense, el culto de Livia, solo se extiende a partir del reinado de
Tiberio621, como divinidad o en calidad de sacerdotisa, como fue considerada a la
muerte de Augusto. Su presencia en las monedas es aclaradora:
616 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 301, lám. 77, 1568, fechada entre el 14-20/23 d.
C.
617 WINKES, R., 1982, 134 y fig. 5.
618 POLASCHEK, K., 1973, 164.
619 WINKES, R., 1982, nota 2, recogiendo la opinión de Gross: «spätaugusteisch-frühtiberische».
620 GROSS, W. H., 1962, 22 ss.
621 Véase sobre todo ETIENNE, R., 1958, 428 ss.
CÆSARAUGUSTA 76
615 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 717, lám. 193, 5428.
279
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
A la vista del cuadro presente observamos de una parte el predominio de Livia, como diosa, siempre en época de Tiberio, asociada o identificada como:
— Genetrix Orbis622,
— Pietas Augusta,
— ¿Ceres?
— Salus Augusta.
CÆSARAUGUSTA 76
Independientemente de las asociaciones a Pietas y Genetrix Orbis, nos interesan las identificaciones como Salus. En el ejemplo emeritense, eliminando la posibilidad de que la figura del reverso pueda ser una referencia a Ceres623, (recuérdese la estatua de Livia como Ceres de Leptis Magna, de época de Tiberio624),
tendríamos la conjunción de Livia diosa (Salus Augusta) y Livia sacerdotisa (IVLIA
AVGVSTA), como vio Etienne625, en moneda acompañada en el reverso de la leyenda permi(issu) Augusti626. También es clara la aparición de la diosa (con la efigie de Livia) en la ceca de Carthago Nova, en moneda del año 39 d. C., que se ha
280
622 Aparece sobre globo y con luna en fase creciente, con una claro valor cósmico BURNETT, A.,
AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 73; BANTI, L., SIMONETTI, L., 1975, VIII, ns. 2-6.
623 Obsérvese la espiga en su mano.
624
CAPUTO,
G., TRAVERSARI, G., 1976, n. 58, lám. 54.
625 ETIENNE, R., 1958, 430.
626 PERM AVGVSTI SALUS AVGVSTA, VIVES, A., 1924, lám. 145, 4-5; BURNETT, A., AMANDRY, M.,
LLÈS, P. P., 1992, ns. 38-39.
RIPO-
Por otra parte interesa anotar bajo Tiberio la fórmula específica de Salus Augusta que aparece en la ceca de Roma (22-23 d. C.)628.
Finalmente en calidad de sacerdotisa, únicamente aparece en las cecas de Italica y Caesar Augusta.
También se ha querido ver en estas referencias el ejemplo de una asociación
entre la grave enfermedad de Livia629 y la leyenda Salus Augusta.
En todo caso llama la atención la fecha temprana, augústea, de la presencia
del tipo especial de Livia en la moneda de Turiaso, que se convierte en una verdadera anticipación de lo que veremos en la moneda hispánica desde Tiberio en
cuyo momento, tras la muerte de Augusto, toma Livia el título de Iulia Augusta,
desde el 14 d. C. No ocurre así en otras cecas como en las orientales, en las que en
época de Augusto es frecuente la aparición de Livia, como ha resaltado Gross630.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
querido explicar como un voto por la salud de Calígula cumplido en dicha ciudad. Ello explicaría la leyenda Sal Aug, con representación de Salus en la emisión
de los II viri Cn Atellius Flaccus y Cn. Pompeius Flaccus627. Más dudosa resulta la interpretación de SAL AVG sobre altar, en relación con Livia, (en ausencia de imágenes), en la amonedación de Ilici.
La ausencia de leyendas explícitas en la moneda turiasonense impide llegar
más lejos en estos comentarios, pero no deja de ser extraordinariamente significativo el hecho de que a la emisión con el tipo de Silbis/Salus, suceda precisamente esta serie en la que continúa Augusto y una personificación de Livia, provista
sin duda alguna, a los ojos de los provinciales de un cierto carácter sagrado. La anticipación respecto de lo que ha de venir después nos parece sin duda un hecho
de extraordinaria importancia.
2.3. Salus y el emperador
627 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1953, 58. Esta cabeza fue identificada con Cesonia por Vives (1924, p. 23)
y con Livia, sin fundamento, por Etienne (1958, 429), aunque este autor mezcla el anverso de la
moneda de Ilici con el altar con el reverso de la moneda de Carthago Nova, como han resaltado
BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 92. Se propone la existencia de un templo de Salus en el mons Sculapii de Carthago Nova (BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1947-48, 220).
628 MATTINGLY, H., 1965, 131, ns. 81-84, lám. 24, 2.
629 GROSS, W. H., 1962, 18 ss.
630 GROSS, W. H., 1962, 22 ss.
631 HILD, J. H., 1969, 1058 ss.; STEVENSON, S. W., SMITH, C. R., MADDEN, F. W., 1964, 713 ss.; MAWOOD,
M. A., 1988, 9 ss.; SALADINO, V., 1994, 656 ss.
632 WISSOWA, P., 1970, 1483-1485.
CÆSARAUGUSTA 76
Se ha insistido en la evidente relación entre la figura de Salus y el emperador631. A los antecedentes de época de Augusto comentados, que se intensificarán
si cabe a partir de Tiberio, se añaden los testimonios posteriores. En dicha óptica
deben situarse los votos anuales de los fratri arvales por la Salus del emperador y
del estado romano que tenían lugar el 3 de enero632 y que tiene su mejor expresión en los sucesivos monumentos que perpetúa la numismática. Estos van referidos tanto a la época de Tiberio como a la etapa flavia en forma de notorios alta-
281
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
res de culto, que en Hispania se encuentra presente incluso en la ceca de Ilici633 y
que tiene su mejor expresión en los sestercios de Roma de época de Tito y Domiciano con altares en forma de templo634. Saladino ha anotado un desarrollo especial en los votos que pronunciaron los Arvales en el año 86 d. C. por la Salus de
Domiciano, mediante una fórmula en la que se pretendía incluir a todos los ciudadanos del imperio: ex cuius incolumitate omniun salus constat, sentido que se incrementará sobre todo en la época de Trajano635.
La iconografía monetaria recoge la imagen de Salus, sentada o de pie, con diversos atributos y posturas, de forma ininterrumpida en la amonedación de Nerón, Vespasiano, Tito, Domiciano, Trajano y sucesores, en representaciones que
seguirán repitiéndose hasta el siglo III con leyendas alusivas, Salus Augusti, Salus
Augusta, Salus Publica, Salus generis humani (con Trajano), etc.636.
Igualmente en el calendario de las fiestas militares de Dura Europos se establece la celebración de juegos de circo en honor de Salus en las nonas de Agosto,
y en honor a Marte el 4.º día de los idus de Mayo. Estos ludi habrían de tener lugar en el campamento de la cohorte XX Palmyrenorum. El documento se data entre los años 225-227637.
2.4. El tipo de ob civis servatos (fig. 156)
No deja de ser significativo que la tercera emisión de Turiaso de época de Augusto, a partir del 2 a. C., por la constatación de P(ater) P(atriae), adopte el tipo
de la corona civica de roble, relacionada con Augusto en calidad de salvador, repitiendo el modelo de ob civis servatos, pero conteniendo ahora el nombre del municipio638, que en una de las variantes se constata su condición augústea en la leyenda MVN AV TVRIASO639 y volviendo a incidir en el fenómeno de la salvación
colectiva en la clara alusión además al municipio de Turiaso. El mismo reverso se
repite en las emisiones posteriores de Tiberio, hasta llegar a los modelos del toro.
La corona civica fue uno de los elementos de propaganda más difundido en época
de Augusto, basada en el homenaje que recibió en el año 27 a. C., tras su nombramiento como Augustus. El Senado honró a Augusto plantando a la entrada de
su residencia en el Palatino, dos laureles y colocando una corona civica (de roble)
sobre la puerta, ob civis servatos640. Así aparece la corona en la primera emisión
633 VIVES, A., 1924, lám. 133, 10-11; BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1953, 61, referido a la enfermedad de Julia
Augusta, la madre de Tiberio; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 196-197. Época
de Tiberio.
CÆSARAUGUSTA 76
634 Tito: MATTINGLY, H., 1966, 261, lám. 50, 1, altar en forma de templo mostrando cuatro columnas
sobre el podio. Domiciano: MATTINGLY, H., 1966, lám. 70, 7 (altar con doble puerta central, 84-86
d. C.), 72, 1 (90-91 d. C.); SALADINO, V., 1994, 660.
282
635 SALADINO, V., 1994, 660 ss.
636 Véase el elenco en SALADINO, V., 1994, 656 ss.
637 PEREA YÉBENES, S., 2001, 364-366.
638 VIVES, A., 1924, lám. 155, 9, 10, 12; lam. 156, 11. BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992,
ns. 408-412.
639 GARCÍA Y BELLIDO, M., P., BLÁZQUEZ, C., 2001, 380, 13.ª emisión.
640 ALFÖLDI, G., 1973.
2
3
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1
FIG. 156. Turiaso. Tercera emisión. Augusto y el tipo de la corona cívica de roble (RPC, 405,
406 y 411).
(aureus) del año 27 a. C.641, siendo significativo que es el águila de Júpiter la que
porta dicha enseña, junto a las leyendas Augustus y Caesar cos. VII civibus servateis.
El mismo tipo de corona de roble aparece en otras cecas hispánicas642.
2.5. ¿El toro de Venus y de la Fortuna Caesaris adoptado por Augusto?
(fig. 157)
Se conocen tres emisiones con toro en el reverso, correspondientes a los dunviros C. Caec. Sere/M. Val. Duad., M. Pont. Marsus/C. Mari. Vegetus y L. Caec. Aquinus/M.
Cel. Palud.643. La simbología del toro en la numismática se presenta como un fenómeno ciertamente complejo644, dependiendo de la ceca y de la tipología645 formal de
641 BMC, I, 58, núm. 317, lám. 6, 2; GIARD, J. B., 1988 189, núm. 1280, lám. 51.
642 GOMIS, M., 1997, 42.
644 STEVENSON, W., 1964, 135; vide LÓPEZ MONTEAGUADO, G., 1973-74, 233 ss. Está claro que la interpretación del toro en la moneda hispano-latina hay que buscarla alejada de las creencias indígenas debiendo buscarse su interpretación en la simbología y mensajes que contienen las emisiones
consideradas dentro de los programas propagandísticos que ponen en uso las ciudades en función
de sus intereses.
645 Hacemos excepción de los toros unidos a un arado en los ritos fundacionales de las colonias de
Caesar Augusta y Emerita con sacerdote, o en ejemplo del labrador de la Colonia Lepida con clara
alusión a la riqueza del territorio colonial.
CÆSARAUGUSTA 76
643 VIVES, A., 1924, láms. CLVII, 1; CLVI, 10-11 y 12 respect.; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOOLÈS, P. P.,
1992, 132-133 y ns. 417-419. Se sitúan en las emisiones finales de Tiberio, antes de las correspondientes a los tipos del Divus Augustus.
283
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
este animal según los atributos que le acompañen y la apariencia de Bos Vittatus, Bos
et Stellae646 o Bos Cornupeta que puede adoptar en sus apariciones en solitario:
Vittatus
Stellae
Cascantum (mitrado) (semis)
Gracurris (mitrado)
Cornupeta
Cascantum
Ercavica (mitrado)
Osicerda (mitrado)
Caesar Augusta (mitrado)
Lepida
Tarraco (semis, cuadrante)
Tarraco (cuadrante)
Bos
Turiaso
Tiberio
Gracurris (cabeza)
Calagurris
Clunia
Ercavica
Osicerda
Época
Augusto
Lepida
Celsa
Carthago Nova (semis)
Augusto
39-37 a. C.
Augusto-Tiberio
22 a. C.
Tiberio
Augusto
Augusto
Augusto
Tiberio
Segobriga (semis)
El toro infulado tiene su mejor aclaración en la amonedación de César647 con
la leyenda Iov(i) Optt(imo) Max(imo) sacr(um), en la que aparece un toro infulado con frontale triangular, ante un altar de sacrificio e incluso con dorsuale, como
clara víctima en el sacrificio a Júpiter. Por su parte el bos cornupeta de la Colonia Lepida se explica en el contexto de la amonedación cesariana de dicha ceca648, mientras se mantiene aparentemente lleno de incógnitas el toro figurado en solitario,
como se evidencia en nueve cecas de la Tarraconense. Encontrar una explicación
generalista649 para la presencia de este animal en dichas amonedaciones se presenta sumamente difícil, máxime sin proceder a un estudio in extenso de la simbología del toro en otros contextos no numismáticos y además teniendo en cuenta la tradicional presencia del toro en los cultos, creencias y ritos prerromanos650,
e incluso sin olvidar el valor del toro como representación de una divinidad de carácter fluvial cuyos prototipos se remontan a postulados griegos651. No obstante su
presencia inicial en la amonedación de Lepida Celsa aboga por una interpretación
exclusivamente romana para esta representación, como veremos.
En la evidente asociación de significados de los tipos de anverso y reverso que
se deduce en la interpretatio numismática (estatua de culto/templo, programas
propagandísticos religiosos, etc.), no hemos de perder de vista la asociación en Lepida en la serie II de L. Nep. y L. Sura (circa 39 a. C.)652 del toro del reverso a la fi-
CÆSARAUGUSTA 76
646 Solo el caso de Segobriga (VIVES, A., 1924, lám. 135, 2), que se relaciona además con la tradición
estilística de la Bética (RIPOLLÈS, P. P., ABASCAL, J. M., 1996, 31).
284
647 El mismo tipo estereotipado (triángulo, ínfulas, dorsal) que aparece en otras representaciones,
como en el bajorrelieve con cortejo del Templo de Apolo en el Campo de marte en Roma (c. 20 a.
C.) (SIMON, E., 1986, 141).
648 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 16.
649 BELTRÁN LLORIS, F., 2002a, 174, generaliza una interpretación religiosa, evidentemente, pero no parece claro que todas las referencias al toro hayan de explicarse en sentido sacrificial.
650 BLÁZQUEZ, J. M., 1957, 28 ss.; MARCO SIMÓN, F., 1978, 47 ss.
651 Como recoge Blázquez, siguiendo la opinión de ALTHEIM, S., 1951, 35.
652 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 16.
2
3
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1
FIG. 157. Turiaso. Emisiones con el toro de época de Tiberio (RPC, 417-419).
gura de Venus, siendo intencionada la relación zodiacal del signo de taurus con la
diosa653, antepasada del propio César y por lo tanto proclamando a través de sus
atributos el origen divino de la gens Iulia, cuyas imágenes y origen de la estirpe
asumió sin dudas Octavio, como proclaman una vez más, entre otras, los denarios
del año 31 a. C. con Venus Genetrix y la leyenda Caesar divi filius o las piezas anteriores con los retratos del Divus Iulius y el Divi filius654.
En la misma ceca, Lepida, queda la posibilidad de la serie IV que podría asociar a la Fortuna655/toro. La polivalencia del toro656 así, no se detiene en su nexo
con Venus, pues se asocia además al prodigio que se produjo cuando César ofreció un sacrificio a la diosa Fortuna en el año 49 a. C., escapándose entonces el animal y explicándose el acontecimiento como señal inminente del éxito militar que
obtendría allende el mar657. La Fortuna (Caesaris) le acompañó desde entonces.
653 Dion. XLI, 39, 2.
654 SYDENHAM, E. A, 1975, 1335, 1336.
656 Que es muy significativa en la ceca de Lepida, exceptuado el toro cornúpeta, asociado a cabeza de
Roma (BELTRÁN LLORIS, M., et alii, 1984, 13), el tipo de toro parado se encuentra en el siguiente
contexto:
ANVERSO
Hércules
Venus
Fortuna ¿?
657 Dion, XLI, 39, 2.
REVERSO
Toro parado a derecha
Toro parado a derecha
Toro parado a derecha
SERIE
I, semis
II, as
IV, as
CÆSARAUGUSTA 76
655 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 17.
285
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Vemos así como el tipo de toro, íntimamente arraigado en la tradición julia,
se convierte en una auténtica referencia al origen de la ciudad. Así no extraña que
la primera emisión de Augusto, reproduzca nuevamente el tipo de toro parado
(años 36-31 a. C.)658, ejerciéndose una evidente continuidad en la simbología de
la ceca. Parece evidente la intención de Augusto en mantener esta prolongación en
el tipo del toro, que veremos más tarde en los denarios de Pérgamo del 27 a. C.659
y en los áureos de Lugdunum (15-14 a. C.)660. Por otra parte tampoco cabría desechar, en la prolongación del uso de este tipo en la amonedación de Augusto, la
interpretación tradicional del juego de palabras entre taurus y el cognomen inicial
del propio Augusto, Thurinus661.
Se enriquece de esta manera la multiplicidad de significados bajo este símbolo, ligado tanto a la figura de César como a la del propio Octavio Augusto. Las
series emitidas en Celsa, a partir del año 27 a. C., perpetúan el tipo con numerosas variantes, prolongándose hasta la amonedación bajo Tiberio.
Pensar de este modo en una aplicación generalizada del símbolo en las cecas
tarraconenses, como ocurre con la corona cívica, no podría estar desencaminado,
por más que este tema requiera una investigación en profundidad, dentro del contexto general que cada ceca ofrece dentro de su ámbito histórico. Deducir así que
la presencia del toro en las series turiasonenses constituye una nueva referencia al
emperador y a su linaje nos parece ciertamente apropiado en el contexto general
que inspiran las restantes series.
2.6. El tipo de divus Augustus (fig. 158)
Las últimas emisiones de Turiaso, de época de Tiberio continúan haciendo
gala de los lazos entre el municipio y Augusto, y en dicha tónica muestran los tipos de divus Augustus en dos emisiones que con la misma leyenda reproducen un
tipo estatuario sedente662 y el busto del emperador radiado663. El primero se relaciona tipológicamente con la representación figurada en el sestertius de Tiberio fechado en el año 21-22 d. C.664.
2.6.1. Tipo sedente a lo jupiterino
En el tipo estatuario, que repite el esquema iconográfico de Júpiter, de enorme éxito en la época imperial665, aparece Augusto sentado a izquierda en sella curulis, con corona radiada fulmen y cetro (fig. 159, 1)666, o con pátera (fig. 159, 2)
658 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 22.
659 GIARD, J. B., 1988, XXXVI, 941-943.
CÆSARAUGUSTA 76
660 MATTINGLY, H., 1928, 78, 450.
286
661 Suetonio, Augusto, 7, 1.
662 VIVES, A., 1924, 156, 2; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 422.
663 VIVES, A., 1924, 156, 3, 5; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 423, 424.
664 RIC 48.
665 NIEMEYER, H., 1968, 59 ss. Veánse las numerosas réplicas que recoge MADERNA, C., 1988, 163 ss.
666 DELGADO, A., 1876, lám. CLXXXII, 26; VIVES, A., 1924, lám. 156, 2; VILLARONGA, L., 1979, 247, fig.
1053; también GARCÍA Y BELLIDO, M. P., BLÁZQUEZ, C., 2001, 381 n. 46.
Caesar Augusta
Tarraco
Emerita
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Turiaso
Corduba
Italica
DIVUS AUGUSTUS EN HISPANIA
Representaciones numismáticas de Divus Augustus como Júpiter.
Representaciones estatuarias del tipo de Divus Augustus (épocas varias).
Representaciones numismáticas del tipo de Júpiter sedente. Tiberio.
Representaciones numismáticas
de la cabeza radiada de Divus Augustus.
150 Km.
FIG. 158. Divus Augustus en Hispania. Según M. Beltrán, cartografía A. Blanco.
en lugar de fulmen667. Este tipo se ha dado como copia del sestercio de Tiberio del
año 21-22 d. C. con Ara Providentiae668, cuya forma original remite al modelo republicano del Júpiter Capitolino, derivado a su vez de las representaciones helenísticas de Zeus669. Sin embargo, ya expresamos que no se trataba de una copia servil de dicho modelo (el del sestercio de Tiberio)670, pues dicho prototipo
estatuario representa al emperador divinizado delante de altar cuadrado, sentado
sobre trono y con los pies sobre taburete muy fino, portando en la mano rama de
laurel y cetro, en una de las variantes (fig. 159,3)671, o pátera y cetro en la segunda (fig. 159, 4)672. Para Sydenham673 se trata de una estatua de Augusto dedicada
668 SUTHERLAND, C. H. V., 1984, I, 48.
669 MADERNA, C., 1988, 27 ss.
670 BELTRÁN LLORIS, M., 1984, 129.
671 COHEN, M., 1985 (I), 105, núm. 309; Véase un elenco en BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 936;
GIARD, J. B., 1988a, III, 50 (22-23 d. C.).
672 BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 937; GIARD, J. B., 1988a, III, 51 (22-23 d. C.).
673 SYDENHAM, E. A., 1968, 32.
CÆSARAUGUSTA 76
667 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 422.
287
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1a
CÆSARAUGUSTA 76
2
288
5
1b
3
4
6
7
FIG. 159. El tipo de Divus Augustus sedente. 1a. Turiaso (Vives CLVI, 2); 1b. Turiaso
(Delgado, CLXXXII, 26); 2. Turiaso (RPC, 422); 3. Roma (Giard II, 50); 4. Roma
(Giard. II, 51); 5. Tarraco (RPC, 224); 6. Tarraco (RPC, 222); 7. Caesar Augusta
(RPC, 346/14).
Ni los atributos de que se acompaña Augusto, ni el tipo de trono sobre el que
se sienta permiten deducir una copia servil de este modelo en las emisiones hispánicas conocidas. Un tipo análogo con la leyenda Divo Augusto S.P.Q.R. se emitió en la ceca de Roma (34-35 d. C.), sobre carro tirado por cuatro elefantes, repitiendo el modelo del 22 d. C. con rama de laurel677, o con pátera, en emisión del
36-37 d. C.678.
La variante con pátera (también sin altar como en Turiaso), se presenta igualmente en Tarraco (fig. 159, 5)679, en donde se añade la variante de Victoria sobre
esfera universal, precisamente en las monedas con la singular y anticipativa leyenda Deo Augusto680, tipo que no deja de relacionarse con el figurado en los denarios anteriores al año 31 a. C. en los que aparece Octavio sobre sella curulis con
la Victoria en la misma actitud (fig. 159, 6)681. Es evidente que estos tipos estatuarios debieron erigirse a continuación de la ascensión de Tiberio y el comienzo de
la edificación del templo dedicado a Augusto. El modelo presente en Caesar Augusta repite el tipo estatuario ya conocido en Tarraco, pero representándose ahora
no Augusto, sino el emperador Tiberio, que ostenta la pátera, en las emisiones del
28-29 d. C. y del año 31-32 d. C. (fig. 159, 7)682. En el ejemplo más temprano la
asociación al templo hexástilo dedicado a la Pietas Augusta abona también su
identificación como una estatua de culto.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
por Livia en el año 22 y que se alzó junto al teatro de Marcelo en Roma, delante
del Ara Providentiae674. Este tipo se repite posteriormente tanto en emisiones de Tiberio-Caligula675 en silla curul y grueso taburete, como en las restituciones de Tito,
Domiciano y Nerva676.
Así las cosas vemos como las copias tarraconenses resultan originales en los
modelos con fulmen y Victoria de Turiaso y Tarraco. En lo relativo al municipio del
Ebro, hay que considerar la estatua de Tiberio del Museo Chiaramonti de Roma683,
que lucía cetro y muy posiblemente el rayo, con lo que tendríamos una clara aproximación al modelo común seguido en dicho lugar y en Turiaso. En Leptis Magna,
por otra parte se han documentado estatuas sedentes del propio Augusto684 y de
674 FUCHS, G., 1969, 44, lám. 9, 105-107.
675 BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 863; GIARD, J.B., 1988a, III, 52-53 (22-23 d. C.).
676 Tanto el modelo con pátera (Tito, 80 d. C. —BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, ns. 949-953—)
como el el portador de rama de laurel (Tito, 80 d. C. —BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, ns. 939948—, Domiciano, 82 d. C. —BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 1016—, Nerva —BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 1041—).
677 GIARD, J. B., 1988a, V, 84-85.
678 GIARD, J. B., 1988a, V, 111-112.
681 GIARD, J. B., 1976, núm. 43. La Victoria sobre globo en HÖLSCHER, T., 1967, 6 ss.
682 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 344 (28-29 d. C.), 346 (31-34 d. C.).
683 NIEMEYER, H., 1968, 105, n. 85, lám. 28.
684 NIEMEYER, H., 1968, 104 ss; Museo de Trípoli n. 611751. La estatua de Augusto mantiene el globo
en la mano derecha y se apoya en el cetro con la diestra. Sobre la cabeza corona radiada. Nótese
la túnica colgando por el hombro izquierdo, con el resto del torso desnudo, exactamente como el
modelo reproducido en las monedas conocidas.
CÆSARAUGUSTA 76
679 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 224.
680 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 221-223.
289
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Claudio, repitiendo el tipo de «Jupiter-Kostüm»685, cuyos antecedentes encontramos ya en la Gemma Augustea (10 a. C.)686 y en la interesantísima exedra erigida en
el foro de Tibur (Tívoli) por el liberto M. Vareno, en cuyo ábside se encontró una
estatua sedente, aunque falta de cabeza, correspondiente al mismo modelo jupiterino687.
Así, no tendría nada de particular, teniendo en cuenta las galerías de retratos
de la Casa julio-claudia que vemos presentes en numerosas ciudades, que rivalizaban entre si en esta oferta hacia el emperador, que en Turiaso (dada la singularidad del modelo representado) pudiera alzarse una estatua en la línea señalada,
poniendo de relieve el carácter divino en el prototipo jupiterino adoptado, que en
nuestro ejemplo, de forma singular, se ve realzado por la presencia del fulmen. Es
notable la progresión conseguida en este modelo, en el que Augusto asume los
atributos del mismísimo Júpiter, al que se aludía en modelos anteriores a través
del águila que portando la corona civica en sus garras honraba al propio Augusto
según el magnífico áureo emitido en Roma en el año 27 a. C.688.
En cuanto al momento cronológico del modelo de Turiaso, se ha repetido su
dependencia del modelo romano (sestercio de 21-22 d. C.) y de las emisiones de
Caesar Augusta del 28-29 y 31-32 d. C., haciéndose posterior a dicha data689, lo que
no parece comprobable atendiendo a las diferencias enunciadas.
En el ejemplo de Tarraco parece patente la interpretación como una estatua
de culto dependiente del templo (como en Caesar Augusta), figurado en los reversos de las monedas690 y que demuestran el desarrollo del culto de divus Augustus
desde el año 15 d. C., documentado en los textos y en los hallazgos epigráficos691.
Hay que recoger la opinión de Woods692 que considera que los tipos templarios
RPC 219 y 221-23, con el modelo de estatua de Augusto con Victoria y globo son
simplemente proyectos del mismo modelo, cristalizado definitivamente en el más
tardío RPC 224, lo que no nos parece probable dados los antecedentes conocidos
con el tipo de la Victoria sobre globo, de fecha anterior.
685 NIEMEYER, H., 1968, lám. 30.
686 KÄHLER, H., 1968, lam. 5. Augusto se representa con lituus, lám. 12, 2.
687 PARIBENI, R., 1925, 249-252 y fig. 7; MADERNA, C., 1988, n. JT 14; ZANKER, P., 1992, 365, fig., 248.
688 GIARD, J. B., 1988, I, 144 ss., núm. 911f.
689 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 130.
CÆSARAUGUSTA 76
690 VIVES, A., 1924, CLXX, 6.
290
691 Quintil., Ins. Orat. VI, 3, cuando los tarraconenses anunciaron a Augusto el nacimiento de una palmera sobre su altar; Tacitus, Ann., I, 78, sobre la embajada hispana que solicitó permiso a Tiberio
para edificar un templo a Augusto (15 d. C.). Este templo no se ha encontrado todavía en las excavaciones de Tarragona y se ha situado en la parte baja de la ciudad, integrado en el foro de la colonia, de donde proceden los restos epigráficos y estatuarios relacionados con el culto imperial
(AQUILUE, X. et alii, 2000, 31 ss., 69 ss.). Relacionada con el culto a Augusto, está la dedicatoria de
una estatua en época flavia por Marcus Acilius Ninphodotus, a DIVO AVG(usto) (TARRATS, F., MASSO,
J., KOPPEL, E. M., NOGALES BASARTE, T., CAZES, D., s/a, 202; CIL II, 4094; ALFOLDY, G., 1975, 34, n.
65; RIT 65). En la misma zona debió ubicarse el altar de Augusto. También se suma al culto de los
emperadores la campanita ritual de bronce con la inscripción alusiva ... salvis Augustis et populo Romano, felix Tarraco: ALFÖLDY, G., 1975, 200 ss., lám. CXLII, 1-2.
692 1975, 345 ss. Opinión también recogida por BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 103.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
693 GARRIGUES, J. A., 2001, 68-69.
CÆSARAUGUSTA 76
En los hallazgos hispánicos conviene añadir los ejemplos estatuarios, recientemente recogidos por Garriguet693 y que amplían la nómina numismática, como
el de Itálica, fechado en el siglo II, los dos restos de Mérida y el ejemplar de Córdoba, fechadas las últimas en época de Claudio y que parecen reproducir el tipo
291
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
de divus Augustus, reforzando así la intensidad del culto imperial en el conjunto de
Hispania. En todo caso, no deja de ser significativo que las únicas representaciones monetarias del divus Augustus representado en el estilo jupiterino, sean las de
Tarraco (donde se alude al deo Augusto y no al divo Augusto), capital de la provincia, y Turiaso, un municipio del interior del Ebro.
2.6.2. Cabeza radiada
También tiene interés la cabeza radiada de divus Augustus en una de las emisiones de Turiaso, con retrato de Tiberio en los anversos (fig. 160)694. No es esta la
única ceca hispánica en presentar estos tipos de divus Augustus. Así en la Tarraconense aparece en Tarraco con ara, templo o busto de Tiberio695, y en Caesar Augusta en las emisiones de Calígula, asociado al fulmen jupiterino, lo que no deja de
ser importante atendiendo a su precedente en la representación sedente de Turiaso con el mismo elemento singular696. En la capital de la Lusitania se asocia también en la época de Tiberio, al tipo representativo de la ciudad, la puerta o altar697
y en la Bética coincidiendo con Livia tanto en Itálica, como en Rómula698.
Ya insistimos en la importancia del tipo iconográfico de divus Augustus699, especialmente en las series numismáticas emitidas en Roma700 de cronología julioclaudia, así como en las restituciones de Nerva, Tito y Domiciano701, todas sobre
precedentes tiberianos, muchas con auténticas fusiones con los rasgos de Augusto702 y algunas como creaciones originales de dichos momentos703, hasta las emisiones trajaneas, que demuestran el papel decisivo de divus Augustus en el culto imperial704. En este línea cabe tener presente el retrato en carneola de Tarazona, que
debió estar tocado con una corona radiada, como evidencian los restos de surcos
existentes en la cabeza y que enlazaría perfectamente con la tradición comentada.
En este sentido insistimos en el hecho sobresaliente de que el culto de divus
Augustus se evidencie de un lado en la capital de la Tarraconense, y por otra parte
en el centro del convento jurídico de su nombre, en Caesar Augusta, uniéndose a
esta significativa dualidad la amonedación de Turiaso, que demuestra así de forma
pública y singular, los lazos que el municipio del Queiles quería transparentar en
la emisión comentada.
694 VIVES, A., 1924, lám. 156, 3, 5; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 423, 424.
695 VIVES, A., 1924, 170, 1; 170, 3 y 171, 5 y 6.
696 VIVES, A., 1924, CLIII, 4 y 5, con leyenda Divus Augustus Pater.
697 VIVES, A., 1924, CLIV, 1-7.
698 VIVES, A., 1924, CLXVIII, 6 y CLXVII, 2.
CÆSARAUGUSTA 76
699 ZWIERLEIN-DIHEL, E., 1980, 20 ss.
292
700 BELTRÁN LLORIS, M., 1984, 123 ss.
701 BANTI, L., SIMONETTI, L., 1975, VI, 207.
702 Nerva se hizo representar muy parecido a Augusto, SUTHERLAND, C. H. V., 1941, 97 ss.
703 Así el retrato de Nerva del sestercio 1040 del Museo de Florencia de tipo absolutamente particular, cuyo arte es una creación original respecto de los restantes tipos de Nerva: BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, 6, 203.
704 MATTINGLY, H., 1926, 251 ss.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
2
4
3
FIG. 160. Turiaso. Emisiones de época de Tiberio con la cabeza radiada de Augusto (RPC,
423 y 424).
CÆSARAUGUSTA 76
1
293
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
3. Augusto y el valle del Ebro
Lo que no cuenta la historia, que refiere las dos estancias de Augusto en el valle del Ebro705, parece bien ilustrado por las referencias numismáticas, que atestiguan una evidente relación entre Octavio y Turiaso, municipio que proclama, según lo analizado, su fervorosa devotio hacia el emperador, hasta tal punto que
parece dicho principio ser el motor de la definición ciudadana del municipio frente a otras colectividades, hecho que nos parece debe arrancar de una especial relación. Ésta pudo mantener su primer capítulo en el viaje del 26/24 a. C., desde Aracillum a Tarraco y la relación se inscribe además en la fuerte influencia que Augusto
ejerció en todo el valle del Ebro, interviniendo de forma decisiva en la promoción
de ciudades al rango de municipios tanto de derecho romano como de derecho latino según enumera el conocido texto de Plinio706: Ilerda, Osca, Calagurris, Bilbilis
y Turiaso entre las primeras y Graccurris, Cascantum, Osicerda y Leonica entre las segundas. Esta tarea urbana tiene su punto culminante en Caesar Augusta, capital del
convento jurídico de su nombre, nudo de comunicaciones de primer orden y el
gran mercado del Ebro707.
Con esta colonia la figura de Augusto queda íntimamente unida al valle del
Ebro, incluido en los territorios de su directa jurisdicción y cuyo papel de representación asumirá la capital del convento708. En éste, por otra parte, otros lugares
ostentarán también referencias directas del princeps, patentes en su onomástica
como Bilbilis Augusta o la Via Augusta, enfatizada en los miliarios que de esta época y especialmente del 8/7 a. C., se han encontrado en Torrente de Cinca (tres
ejemplares), Cardiel (Fraga), ermita de San Bartolomé (Candasnos) o Peñalba709,
sin que el papel de Augusto se detenga en este importante tramo viario del valle
del Ebro que atraviesa la provincia de Huesca710.
Francisco Beltrán ha insistido en la importancia de llamarse la principal ciudad del Ebro Caesar Augusta distinción que no dio el emperador a ninguna otra de
sus fundaciones711, debiendo anotarse además la singularidad de haberse podido
fundar su colonia precisamente en los años 14/13 a. C., es decir celebrando los 50
años de su existencia712. La numismática, nuevamente, nos volverá a dar la devoción que la ciudad sintió en todo momento por Augusto y sus descendientes713,
patente en los tipos estatuarios, las diversas formas de culto adoptadas y el recuerdo importante, en sus emisiones fundacionales y conmemorativas, de su na-
705 RODRÍGUEZ COLMENERO, A., 1979, 112 ss.
706 NH III, 24.
707 BELTRÁN LLORIS, M., FATÁS, CABEZA, G., 1998, 7 ss.
CÆSARAUGUSTA 76
708 Véanse las justas observaciones de BELTRÁN, F., 1992, 31 ss., sobre la denominación de la ciudad de
Caesar Augustus.
294
709 LOSTAL PROS, J., 1991, 20 ss.
710 Como demuestran otros miliarios de Ilche (8/7 a. C.), y especialmente la vía de las Cinco Villas
en la que ejerció una profunda acción entre los años 9/8 y 5/4 a. C. Así los miliarios de Gallur,
Ejea de los Caballeros y Castiliscar, LOSTAL PROS, J., 1991, 26 ss.
711 BELTRÁN LLORIS, F., 1992, 34 ss.
712 BELTRÁN LLORIS, M., FATÁS CABEZA, G., 1998, 9 ss.
713 TRILLMICH, W., 1978, 151 ss.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Tras el elocuente episodio turiasonense, cobra sentido precisamente el que
Augusto quisiera singularizar su relación con el valle del Ebro, a través de la onomástica que recibe su capital en el valle, situada en el punto más sobresaliente y
concebida en su momento, como gran centro administrativo y con todos los elementos de prestigio que, desde el punto de vista monumental, ensalzaban la figura del emperador.
CÆSARAUGUSTA 76
cimiento sagrado, mediante el tipo del sacerdote y la yunta de bueyes trazando el
perímetro de la colonia. En esta línea de cosas toman expresión las continuas alusiones numismáticas del municipium Turiaso que no hacen otra cosa que manifestar los fuertes lazos de unión entre Augusto y la ciudad, como se ha visto de forma clara en la continuidad programática que muestran las monedas.
295
V. Las aguas sagradas
(M.B.LL.)
(J.Á.P.P.)
(E.O.P.)
Por razones obvias (ninfeo con exvotos, divinidad médica) (fig. 161), nos encontramos ante un santuario relacionado con las aguas, incompleto arquitectónicamente pero significativo en lo conservado.
Los restos arqueológicos hallados en el solar de Tarazona, que analizamos
ahora, se encuadran en un contexto en el que el agua tuvo un papel notable. No
en contra, la vinculación de la ciudad con el agua se perpetúa a lo largo de la historia a través de múltiples manifestaciones de muy diversa índole. Su economía
local se basó durante mucho tiempo en actividades artesanales, industrias todas
ellas fundamentadas en el aprovechamiento del agua así como también las invocaciones eclesiales y las leyendas turiasonenses sobre sus imágenes de culto tuvieron como eje directriz el agua tanto en el retablo mayor de la Catedral (dedicado
a Nuestra Señora del Agua714), como en la Iglesia de la Virgen del Río715.
714 MADOZ, (1985, 220), recoge su denominación como Santa María de la Hidria, tal vez como derivación del griego, hydros, agua y más tarde, circa 1200, de la Vega o de la Huerta.
715 ABAD, F., 1957, 766. La noticia se recoge por el padre Faci (FACI, R. A., 1979, 176-177), quien refiere que Ntra. Sra. Del Río se halló en las ruinas de un puente, frente al Palacio Episcopal, en el
año 1667, en el río Queiles, cuando se buscaba piedra para un dique. De este hecho tomó su nombre. Recibió culto en una ermita primero y después, al año siguiente, 1668, se determinó hacer una
iglesia, donde hoy se venera.
CÆSARAUGUSTA 76
Son conocidos los efectos salutíferos del agua fría o caliente que se aprovecharon en el mundo romano. Se relatan las aplicaciones especialmente de agua
fría, unas veces con éxito y otras con menos fortuna, como método terapéutico.
Algunos de los personajes más conocidos que fueron tratados con agua por: aplicaciones tópicas, compresas, baños, abluciones, etc. y por ingestión de la misma
fueron Augusto, su sobrino y yerno Marcelo, Claudio, etc. Los emperadores
Augusto y posteriormente Claudio se beneficiaron de las aplicaciones de agua fría
297
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
DIVINIDAD
SILBIS
SALUS
MINERVA
EXVOTOS
carneola Augusto
RELACIONADOS
CON EL EMPERADOR
vas murrinum
CULTORES
VARIOS
terracotas togados
miembros cuerpo
terracotas femeninas vestidas
ponderal
monedas
grafitos
recipientes
retrato cerámico
lucernas
medicina y
farmacopea
instrumental médico
CÆSARAUGUSTA 76
cornamentas de ciervo
298
INGESTIÓN AGUA
vasos
TRANSPORTE
Y CONSUMO
jarras
cerámica
vidrio
cerámica
vidrio
FIG. 161. Esquema de relaciones de los hallazgos del ninfeo de Turiaso.
1. Tipología del santuario (M.B.LL., J.Á.P.P.)
Como se ha visto más arriba, conocemos a través del método arqueológico la
existencia de un ninfeo y restos arquitectónicos de lo que debió ser el gran complejo que lo englobaba todo. Se trata de un conjunto en el que interviene una surgencia natural de agua fría, el Nacedero del Ojo de San Juan, cuyo caudal llegaba
hasta el recinto que nos afecta a través de un lacus y el canal correspondiente. Aquí,
junto al río Queiles y a la calzada romana se debieron ubicar otras estancias pertenecientes al complejo balneario.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
en momentos de enfermedad716. No es necesario exigir al agua un carácter particular, como ocurre en otros tantos lugares de culto. Los exvotos excluyen el carácter de establecimiento en el que se practicasen cuidados médicos o curas particulares. Hay que pensar que el agua servía fundamentalmente como lugar para las
prácticas de purificación y para establecer el contacto entre el fiel, representado
por las terracotas masculinas y femeninas, y la divinidad.
La situación del conjunto en la zona extramuros de Turiaso, se incluye en la
cuarta categoría de santuarios que estableciera Edlung, a propósito de los establecimientos análogos en la Etruria717, lugares cuya dependencia de la ciudad era
prácticamente absoluta.
Desde un punto de vista general718 un santuario de las características presumibles de Turiaso debía abarcar, como se ha comentado, diversas partes que no se
han conservado en su totalidad:
1. Saliens y captación de aguas.
2. Almacenamiento de las aguas en forma de lacus.
3. Recintos especiales para los diversos ritos llevados a cabo (peristilos para
la incubatio).
4. Templo asociado.
5. Depósitos votivos en forma de ex-votos.
6. Ninfeo
7. Otros establecimientos.
717 EDLUNG, I. E. M., 1987, p. ¿?.
718 Véase por ejemplo el santuario de Moritasgus en las Galias, dedicado a Apolo, que presentaba en
la parte arquitectónica un templo principal, un santuario menor, un ámbito porticado, un pequeño templo hexagonal y una serie de canalizaciones entre todos ellos, una de las cuales, tras pasar
junto al pequeño templo hexagonal, desembocaba en un depósito rectangular de 3,50 x 3,05 m,
de 1,22 de profundidad, sin escalera, como el ejemplo de Turiaso; los exvotos encontrados en su
interior remiten a plaquetas de ojos, una cabeza de Mercurio y monedas. Se trata de una fuente,
como en el ejemplo de Turiaso. Completaban el conjunto unas termas con un pórtico que pudo
servir para la incubatio de los enfermos. GRENIER, A., 1960, 655 ss.
CÆSARAUGUSTA 76
716 LE GALL, J., 1988, 16-21.
299
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1.1. Captación de aguas. El nacedero del Ojo de San Juan. (M.B.LL.,
J.Á.P.P., E.O.P.)
El santuario, la piscina y las termas serían abastecidas de agua procedente del
llamado en la actualidad Nacedero del Ojo de San Juan (fig. 162) que se localiza
dentro del actual casco urbano de Tarazona, en la margen izquierda del río Queiles, a unos 8 m. de altura sobre su cauce (fig. 3, d). El agua surge de los conglomerados y es inmediatamente canalizada a través de la acequia de Selcos. La pequeña laguna que se forma en la actualidad es consecuencia de unas obras
llevadas a cabo hacia 1638. Anteriormente el agua manaba de la roca con menor
fuerza aunque con intensidad.
Próxima al manantial se emplaza la ermita de San Juan Bautista que aprovecha una cueva excavada en la roca, que probablemente tenga un origen prerromano o romano. La obra que se observa es del siglo XVII, pero hay referencias documentales de fines del siglo XII y del XIII y una imagen de San Juan Bautista en su
interior, del siglo XV, que evidencian un culto anterior, que debió de originarse
cuando Alfonso I El Batallador reconquistó la ciudad en 1118.
La sociedad medieval cristianizaría el lugar poniéndolo bajo la advocación de
San Juan Bautista, cuyo culto recoge el de las antiguas divinidades acuáticas719, recordando tradiciones y cultos de baños cuyos orígenes se pueden rastrear hasta
época prerromana720. La potencia sagrada del agua termal se concentraba en el
manantial lo que explica que éste fuera el lugar de actuaciones rituales cuyo significado más evidente será la acción de gracias.
Las aguas son bicarbonatadas-sulfatadas cálcicas de mineralización intermedia,
aunque presentan una gran variabilidad hidroquímica pasando, en ocasiones, de
aguas bicarbonatadas-sulfatadas cálcicas a sulfatadas-bicarbonatadas cálcicas; el fenómeno se debe a que en épocas de aguas altas emergen por el manantial aguas de
drenaje subterráneo rápido, no descartando una cierta conexión con el río Queiles721. En el sector central de la cuenca del Ebro predominan las aguas cálcicas o sódicas y las clorudadas sódicas. Esta variabilidad hidroquímica imposibilita la obtención de conclusiones claras, respecto de sus propiedades que podrían enmarcarse
entre las aguas aluminosas y vitriólicas, es decir, buenas para las parálisis, las hemorroides, supuraciones de todo tipo, afecciones externas bucofaríngeas e incluso acciones hepato-biliares722. Debe tenerse en cuenta además que la principal forma de
administración, tanto de las aguas sulfatadas como bicarbonatadas es en bebida723.
CÆSARAUGUSTA 76
La conductividad del agua varía entre los 500 y los 1000 µS/cm, y la dureza
entre 25 y 45º Franceses. Su temperatura oscila entre los 15 y 17º C, por lo que
300
719 ORO, E., 1996, 133 ss. Veánse los ejemplos de fuentes de tipo medicinal que ostentan el nombre
de San Juan Bautista y que se asocian a cultos acuáticos en la antigüedad: San Juan de Tremañes
(Fortuna balnearis), Iglesia de San Juan Bautista (Arganda), relacionada con las ninfas Varcilenas,
San Juan de Baños (Bande) y las ninfas, etc., ORO, E., 1996, 134.
720 CARO BAROJA, J., 1986, 169. No es esta la única asociación religiosa al agua en época cristiana de
Tarazona. Recuérdese además la Iglesia de la Virgen del Río (1672) (ABAD RÍOS, F., 1957, 766).
721 SAN ROMÁN SALDAÑA, J., 1997. Las aguas de Aquae Bilbilitanorum (Alhama de Aragón, Zaragoza) son
bicarbonatadas cálcicas (MOLTO, L., 1992, 214).
722 PETTENO, E., 1997, 221; ORO, E., 1997, 232 ss.
723 MOLTO, L., 1992, 123, 214.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 162. El Nacedero de San Juan, Tarazona. Fot. Archivo Museo de Zaragoza. J. Á. Paz.
se pueden considerar aguas frías. Recordemos que el agua fría se prescribía por
Celso724 contra los dolores de cabeza, los catarros, las oftalmías y los dolores de
garganta725. El mismo Celso insistió en las fuentes frías y medicinales para el relajamiento gástrico726, aguas como las de Cutilias (Sabina), a las que acudía el
emperador Vespasiano727 y Sumbruinas (Tivoli), de las que Plinio728 decía que
eran muy frías «penetrando en el cuerpo como una succión que parece, casi, una
mordedura; son muy beneficiosas para el estómago, las articulaciones y todo el
cuerpo». En España son mínimos los balnearios de aguas frías, con temperatura
menor de 20º C729: San Vicente de Pinheiro (Porto) con 18º C730, Guitiriz (Lugo)
con 15º C731, Mondáriz (Pontevedra) con 13-16º C732, San Gregorio de Brozas
(Cáceres) con 19º C733, Saelices (Cuenca)734 y Torreblanca (Fuengirola, Málaga)735.
724 Sobre la balneoterapia en Celso, MARTÍNEZ SAURA, F., MONTERO, S., 1997, 236 ss.
725 Celso, I, 5.
726 Celso, IV, 12, 7.
727 Suetonio, Vesp., 24.
730 MORA, G., 1981, n.º 63 (sulfuradas, sódicas, radioactivas).
731 DÍEZ DE VELASCO, F., 1985, 90 (sulfuradas, cluoradas, sódicas).
732 DÍEZ DE VELASCO, F., 1985,93.
733 HABA, S., RODRIGO, V., 1991, 17.
734 MOLTO, L., 1992, 225.
735 MORA, G., 1981, 87.
CÆSARAUGUSTA 76
728 NH. XXXI, 10.
729 MOLTO, L., 1992, 224 ss. MARTÍN ESCORZA, C., 1992, 239 ss., MARTÍN ESCORZA, C., 1992, 239 ss.
301
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
El médico de Augusto, A. Musa, precisamente, se hizo famoso por la aplicación de los baños de agua fría, como refiere Plinio736, e incluso un hermano suyo,
médico del rey Iuba aplicaba el mismo procedimiento.
Las aguas de Tarazona tienen una mineralización del tipo «media» lo que
comporta una salinización debido a su baja mineralización. El índice SAR es muy
bajo. Se clasificarían como C3S1. Se han efectuado análisis químicos de las mismas a partir de las 22 tomas efectuadas entre 1981 y 1992737.
Por último, solo queda añadir que el Nacedero del Ojo de San Juan se encuentra entre los tres manantiales de toda la cuenca media que no se secan en
todo el año. Los otros dos se ubican en Fitero (Navarra), con un uso termal desde
época romana738 hasta la actualidad, y en Maleján (Zaragoza), que el siglo XI fue
residencia de una importante corte Taifal, como lo atestiguan los restos de un palacio musulmán.
Las «Fuentes Santas» como se denominan las situadas en santuarios y ermitas, poseen una tradición curativa relacionada con las fuentes que no secan, como
manifiesta Taboada y recoge Cavada: « ... en la noche de San Juan bebiendo agua
de 5, 7 ó 9 fuentes que no se sequen nunca, se cura el bocio y con agua de 13 fuentes, el reuma»739.
1.1.1. Las aguas frías de Turiaso
CÆSARAUGUSTA 76
En todo caso hay que tener en cuenta una de las principales características del
balneario turiasonense, las aguas frías, baños sobre los que no poseemos excesiva
documentación arquitectónica, cuya existencia se pone en duda en diversos ejemplos con base en el bajo termalismo de determinadas fuentes, frías, que en opinión de algunos autores no propiciaron las construcciones balnearias, al limitarse o primarse la ingestión del agua sobre la inmersión740:
302
736 NH. XXV, 38. Horacio, Ep. I, 15.
737 Agradecemos a J. San Román Saldaña, de la Confederación Hidrográfica del Ebro, los datos facilitados. Residuo seco: 570 mg/l; Bicarbonatos (CO3H): 198 mg/l; Sulfatos (SO4): 154,32 mg/l; Cloruros (Cl): 48 mg/l; Calcio (Ca): 100,5 mg/l; Magnesio (Mg): 33,9 mg/l; Sodio (Na): 38,06 mg/l;
Potasio (K): 4,56 mg/l; Nitratos (NO3): 19,48 mg/l; Sílice (SiO2): 9,5 mg/l.
738 MEZQUÍRIZ DE CATALÁN, M. Á., 1986.
739 CAVADA NIETO, M., 1994, 120.
740 Así justifica DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 46, la ausencia de restos en algunas fuentes hipotermales.
temp.
Cutilias (Sabina)
fría
Sumbruinas (Tivoli)
S. Vicente de Pinheiro (Porto)
divinidad
arquitectura
Cohvetena
No se conoce743
Nabia
No se conoce
fría
741
18º
Guitiriz (Lugo)742
15º
Mondáriz (Pontevedra)744
13-16º
S. Gregorio de Brozas (Cáceres)745
19º
Saelices (Cuenca)
fría
746
Torreblanca (Fuengirola, Málaga)747
fría
Zaghouan (Carthago, Túnez)748
fría
Lambaesis
fría
749
Cabeço de Vide (Portalegre, Portugal)750
19-21º
Ninfas ¿?
No se definen
Caldas de Monte Real (Leiria, Portugal)751
18,5º
¿Fons?, ¿Fortuna?
No se conocen
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Balneum
1.2. Almacenamiento de las aguas en forma de lacus, fuente... (M.B.LL.,
J.Á.P.P., E.O.P.)
Ya se ha mencionado el primer embalse de aguas en forma de lago de pequeñas dimensiones, junto al nacedero y en el que la investigación no nos ha proporcionado ningún dato aprovechable. La pequeña laguna que se forma en la actualidad es consecuencia de unas obras llevadas a cabo hacia el año 1638, que han
enmascarado o destruido cualquier vestigio anterior.
Desde este lugar «la acequia de Selcos», canalizada, atraviesa subterránea la
villa y riega parte de la vega turiasonense752. Este hidrónimo aparece frecuentemente mencionado en el «Libro chantre» del obispado de Tarazona de 1382, donde se recogen fuentes documentales de siglos anteriores753.
741 MORA, G., 1981, n.º 63 (sulfuradas, sódicas, radioactivas).
742 DÍEZ DE VELASCO, F., 1985, 90 (sulfuradas, cloradas, sódicas); id. 1998, 33.
743 Su baja termalidad hace suponer a DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 33, que la fuente pudo utilizarse sobre todo primando su ingestión sobre la inmersión.
744 DÍEZ DE VELASCO, F., 1985,93.
745 HABA, S., RODRIGO, V., 1993, 373
746 MOLTO, L., 1992, 225.
748 RAKOB, F., 1969-70, 133 ss.; id. 1974, 41 ss.
749 JANON, M., 1985, 35 ss.
750 DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 38: el culto termal es hipotético a la vista de los datos.
751 DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 46.
752 SANZ ARTIBUCILLA, J. M., 1929, 51.
753 CORRAL LAFUENTE, J. L., ESCRIBANO SÁNCHEZ, J. C., 1980, acequia de Selcos, ver II, 38, 49, 52, 85,
162, 179, 180, 227, 247 y 248.
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747 MORA, G., 1981, 87.
303
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
CÆSARAUGUSTA 76
304
FIG. 163. Plano del siglo XVIII donde se observan los huertos existentes sobre el solar
donde se ha realizado la excavación. En la zona superior, con el número 25 la
acequia de Selcós, que regaba los huertos. En la zona inferior, con el número 30,
el río Caeles (Queiles). Cortesía del Centro de Estudios Turiasonenses.
305
CÆSARAUGUSTA 76
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Discurre esta acequia en un primer tramo paralela al río Queiles, trazando
enseguida una ligera inflexión para cruzar por la calle Tudela desde donde un ramal de la misma conducía el agua hasta el solar del actual Colegio Público Joaquín Costa (fig. 163).
1.3. El ninfeo (M.B.LL.) (fig. 164)
De todo el conjunto, y desde un punto de vista estrictamente arquitectónico,
conocemos en primer lugar un contenedor de agua sagrada de planta rectangular
sensiblemente tetralobulada, descubierta por la excavación arqueológica, según se
ha descrito más arriba754. Este elemento forma parte de un complejo mayor, en el
que el agua circulaba de forma continua a través del contenedor descubierto (ninfeo), y su desagüe tenía lugar mediante un conducto en la cota más baja de este
recinto, que desembocaba en el río Queiles.
Así, atendiendo a la arquitectura interna del monumento, los ángulos inferiores del interior de la piscina no tienen la moldura de media caña que servía
para facilitar la limpieza, habitual en los baños higiénicos. El canal de alimentación y el desagüe pudieron mantenerse abiertos constantemente. Así, la circulación ininterrumpida del agua entre el Ojo de San Juan, la acequia de Selcós, la piscina y el vertido directo al río, garantizaría su pureza, carácter en el que hay que
insistir para entender el sentido del recinto.
Falta, como es lógico el sistema de alimentación del ninfeo, de cuyo acueducto no se ha conservado nada, desfigurado en su conversión posterior en acequia. Es evidente que lo conservado se incluía en el interior de una superestructura y sin que sea posible elucubrar sobre dicho extremo. Encontrándonos ante
unas aguas terapéuticas (cuyos usos vienen desvelados por los exvotos encontrados) basadas en la ingestión e inmersión y en el agua como vehículo. No debemos buscar, a priori, desde el punto de vista arqueológico, una definición estricta de espacios análogos a los de los baños higiénicos, sino de un ámbito
sagrado.
CÆSARAUGUSTA 76
El carácter evidente de santuario y el depósito de numerosas ofrendas y exvotos, algunos muy valiosos, reafirman que el lugar estaría convenientemente protegido y cerrado. Esta cubierta tenía como misión, pues, proteger el agua, tanto
como los exvotos situados en su entorno. Las exedras semicirculares que marcan
los lados largos del ninfeo, en su esquema, nos recuerdan directamente la figura
de una cueva, reproduciendo la surgencia y su desagüe, y otorgan por lo tanto al
recinto un valor singular, al tiempo que permiten profundizar en la tipología del
conjunto.
306
1.3.1. Tipología arquitectónica
Estamos en esencia ante un recinto del todo particular, sagrado, que alberga
una imagen de culto y exvotos, espacio que se levantó en su estado actual en la
754 Supra, apdo. 3.1.
Conforma la morfología de este espacio, el hallazgo de parte de una columna de fuste liso y capitel toscano, ya descrito más arriba756. El capitel y fuste se encontraron según se indica (fig. 12) en la esquina N. de la exedra occidental. Su emplazamiento original resulta pues hipotético en la vecindad de la cabecera S. o la
exedra W., o bien en otra posición que ignoramos. Dadas sus dimensiones y magnitud (altura mínima de 3,60 m)757, su presencia parece sugerir la posibilidad de
formar parte de un entorno porticado de la estructura descrita, es decir de un espacio de circulación adaptado a la forma analizada cruciforme que contendría el
ámbito sagrado y los exvotos descritos (cabeza de divus Augustus, vas murrinum, terracotas), así como la estatua de culto mencionada y el resto de los materiales
muebles que integraban el conjunto (arca ferrata, candelabro, etc.). Todo el ámbito situado en torno al recinto principal de la piscina del ninfeo debió estar placado de mármol, como dejan suponer los hallazgos efectuados.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
época de Domiciano. Hemos supuesto para este lugar su identificación con un
ninfeo, término que designa originalmente una morada de ninfas, y que en Roma
solo se comienza a aplicar en el siglo II d. C.755.
Teniendo en cuenta el hallazgo de la cabeza de Minerva en la cabecera Sur del
ninfeo, cabría situar en dicha posición la estatua de culto, que debía ocupar una
posición preeminente en la cámara. La estatua de Minerva fue de tamaño mayor
que el natural (aproximadamente 2,34 metros) y pudo alzarse amparada por un
nicho abierto en la cabecera recta de dicho brazo.
a. La cámara triabsidial
Desde un punto de vista estructural encontramos ahora un esquema que se
acerca (y preludia) a la planta en trifolium, formada a partir de un aula rectangular una de cuyas cabeceras rectas, al Sur (2,10 x 2,75 metros de prof.), se remata en
un nicho absidiado no documentado, mientras que en los laterales se abren, en
planta, dos ábsides (1,80 x 1,50 metros de prof.), fórmulas arquitectónicas que
también encontraremos en la tipología plenamente termal758. Hemos supuesto la
755 NEUERBURG, N., 1965, 22 ss.
756 Ver supra, apdo. 3.2.
758 En la arquitectura termal es habitual la alternancia de nichos rectangulares y cuadrados en los espacios reservados al agua como en el ejemplo augústeo de Montegranaro (BORRICELLI, M. D., 1997,
402, fig. 2. Se trata de una amplia estancia en la que alternan en sus lados largos los nichos rectangulares y semicirculares.). En las termas Centrales de Porto Torres, Nora o Tharros (Cerdeña),
se trata de salas de dimensiones variables, unas de planta cruciforme rematadas en ábsides rectangulares exclusivamente (Porto Torres, fines del siglo I d. C., RIZZITELLI, C., 1997, fig. 3), o espacios con ábsides semicirculares en tres lados (Nora, RIZZITELLI, C., 1997, fig. 6), o bien salas en L
con los lados igualmente absidiados (Termas del Convento Vecchio, de Tharros, RIZZITELLI, C.,
1997, 413, fig. 7). En otros muchos ejemplos en los se adopta esta formulación a escala distinta,
combinando entre si ámbitos alveolares en los caldaria o en los frigidaria, rematados frecuentemente en dos piscinas absidiadas y sin que hayamos encontrado ningún paralelo ajustado al
ejemplo turiasonense, puede verse NIELSEN, I., 1990, 154 ss. La planta cruciforme se adapta tanto
en frigidaria, como en tepidaria y caldaria. Esta tendencia de las estancias absidiadas, (bi o triabsidiadas) parece evidenciarse con mayor fuerza en el siglo I d. C., según queda patente en los ejemplos hispánicos de este momento, tanto en villae (GARCÍA ENTERO, V., 2000, 88 ss.), como en ejemplos urbanos (FERNÁNDEZ OCHOA, C., MORILLO, A., ZARZALEJOS, M., 2000, 66 ss.) en los que las
fórmulas aludidas tendrán muy diversas escalas y formulaciones según la funcionalidad de los es-
CÆSARAUGUSTA 76
757 Supra apdo. 4.1.1.b.
307
308
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 164. a. Reconstrucción hipotética del ninfeo de Turiaso (según M. Beltrán. Dibujo: A. Blanco). b. Reconstrucción hipotética del ninfeo de
Turiaso (según M. B. y A. B.).
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309
CÆSARAUGUSTA 76
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
alimentación del ninfeo desde el ábside W., y el desagüe, como se comprueba por
la canalización, a través del ábside E., con el suelo en desnivel. Esta fórmula simple recuerda en esencia la tipología del ninfeo de cámara rectangular rematado en
un ábside principal, aquí acompañado de dos más secundarios en las paredes largas. El sistema de cubierta de este ámbito, teniendo en cuenta los hallazgos llevados a cabo, sugiere una forma plana, contrastando con la mayoría de los ninfeos
de cámara clásicos que suelen ser abovedados759, en fórmula que se extendió además hasta Hispania, como demuestra el ejemplo de cámara cuadrangular documentado en Munigua760, de finales del siglo I y comienzos del II d. C., que se remataba en ábside semicircular presidido por una estatua de ninfa que dominaba
el depósito de agua a sus pies.
No insistiremos ahora en el valor del nicho o exedra, como elemento de nexo
y recuerdo de la forma de la cueva, reproduciendo artificialmente la evocación de
dicho espacio (antrum, spelunca) cuya forma inicial estuvo dedicada a una ninfa.
Nuestra interpretación, de la ninfa Silbis, antes de su paso a la romanidad, se inscribe como circunstancia favorable que legitimaría el uso funcional del controvertido término de ninfeo aplicado a nuestro ejemplo de época de Domiciano, aunque ignoramos si dicho ámbito pudo recibir otro nombre como antrum nymphae,
aedes nymphae, aedes fontis761, etc., máxime en ausencia de documentación epigráfica adecuada para nuestro propósito762.
Así, la planta presente en Turiaso, manifiesta una arquitectura basada en el
ámbito rectangular con dos ábsides contrapuestos y otro (recto) principal (para la
divinidad). Este desarrollo en planta, que no en la forma de la cubierta abovedada, se acerca al ninfeo de tipo II E de Letzner, «künstliche Grotten»763. De este tipo
llama la atención la planta cruciforme del denominado ninfeo de Ardea, aunque
de planta cuadrangular y no rectangular y cubierta abovedada como se ha dicho,
levantado junto a la Iglesia de Santa Marina, y al que se accede tras el altar de la
Iglesia que lo usó como cripta o capilla en la Edad Media y cuyos restos decorativos y obra se han atribuido desde la etapa tardoflavia a la primera mitad del siglo
II d. C.764.
En la misma línea arquitectónica se encuentra el ninfeo, de la época de Adriano, de Ostia, situado en el área de los Quattro Tempietti765. De pequeñas dimen-
pacios. Ciertas coincidencias tipológicas, como la sudatio trilobulada del complejo termal de la villa de Camino Viejo de las Sepulturas (Albacete), del siglo III d.C., no ayuda gran cosa a la interpretación de nuestro ejemplo (GARCÍA ENTERO, V., 2000, fig. 3, Balazote).
759 Es el tipo denominado de cámara con nichos en las paredes y un ábside o remate rectangular en
el fondo, señalado por NEUERBURG, N., 1965, 28, y 42 ss., 46 ss.; GROS, P., 1996, 420, etc. este tipo
se desarrolla especialmente desde el siglo I a. C. en Italia.
CÆSARAUGUSTA 76
760 LETZNER, W., 1990, 352-352, n. 165. lám. 59.
310
761 Santuario de Aïn-Drinn (Lambaesa, Argelia), CIL VIII, 2653, 2655.
762 NEUERBURG, N., 1965, 24, recogiendo las referencias a estos espacios: antrum (Virgilio, Eneid. I,
166; spelunca (Tacito, Ann., IV, 59; templum (Martial. IX, 58); aedes (Cicerón, Pro Milone, XXVII, 73).
763 LETZNER, W., 1990, 121 ss. Esta forma supone un avance respecto de los tipos II C y II D que se refieren a cámaras monoabsidiales.
764 LETZNER, W., 1990, 290, n. 38, lám. 18, 1. La interpretación como ninfeo en Letzner; antes Crema
(1958, 635, fig. 844) lo interpretó como una cella triple de carácter funerario.
765 NEUERBURG, N., 1965, 183, n. 117, fig. 59; LETZNER, W., 1990, 311, n. 80, lám. 30, 1.
Desde el punto de vista tipológico, no se encuentran otros ejemplos de estructura análoga, por más que algunos otros casos están revelando, dentro del tipo
II de Letzner estructuras simples de cámara con un lado absidiado, que estarían en
la base del desarrollo que ahora observamos. Aún así el modelo turiasonense sigue manteniendo una tipología específica sustentada sobre todo por el tipo de cubierta plana, circunstancia que le confiere personalidad propia.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
siones (9,80 x 7 metros aprox.) e inscrito, como el anterior en una planta cuadrangular. El acceso se hace por el lado Oeste y los tres lados del recinto albergan
los correspondientes nichos absidiados. La primera fase constructiva se ha fechado, por el opus mixtum. Los nichos en su primera fase estaban abiertos hacia el pavimento, más tarde se rellenaron; de la misma forma, en el nicho del fondo se levantó, por delante, un podio y a los lados pequeñas ménsulas en mármol para
sostener columnillas. Se accedía al ninfeo por medio de un pequeño vestíbulo y
la bóveda estuvo decorada con estuco en relieve.
b. El columnado
La presencia de la columna comentada y la sugerencia de un área porticada
abrigando el conjunto, amplía de forma importante la complejidad arquitectónica del ninfeo turiasonense.
La incorporación de columnados es un hecho habitual en determinadas arquitecturas. En este punto es significativo el ninfeo, mucho más tardío, de época
constantiniana, de Estoi, en la Villa de Milreu al que dedicara importantes observaciones Hauschild766. Se trata de un modelo de cámara rectangular, con cubierta
abovedada y ábside en uno de los lados, pero con la particularidad de estar rodeado de un pórtico que parece adoptar el lenguaje de los templos (Letzner tipo III
B), y que reproduce el perímetro de la cámara absidial dotando al conjunto de una
particular fisonomía, en un modelo que se conoce en otros ejemplos de Vila de
Frades (Sao Cucufate) y Olhao Quinta do Marim), también en la Lusitania y del
s. IV d. C.767.
En todo caso la presencia del porticado, o de la sustentación de la estructura
con un sistema de columnas, la cubierta plana y la planta cruciforme del depósi-
766 HAUSCHILD, T., 1964, 70 ss. fig. 17 y ss.
767 LETZNER, W., 1990, ns. 174 y 175, lám. 63, 2 y 3.
768 GRENIER, A., 1960, 882 ss.
CÆSARAUGUSTA 76
La presencia de este columnado en torno a la estructura principal ofrece un
punto de reflexión sobre la estructura análoga que pudo incorporarse también al
ejemplo turiasonense, a pesar de la distancia cronológica entre este modelo de Estoi y el de Turiaso. Cabe de la misma manera pensar que todo el conjunto del ninfeo pudo estar cerrado por un muro perimetral que delimitaba el área consagrada
al agua, como también documenta el aludido ejemplo de Estoi y un buen número de santuarios centroeuropeos768. En nuestro caso es posible que la extensión de
dicha área viniera indicada por el tramo de canal de desagüe del depósito de agua
o piscina, confeccionado en opus caementicium, conservado en una longitud de 10
m., que pudo ser la anchura máxima de la zona de respeto que rodeaba el ninfeo.
311
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
to de agua, proporcionan su particular personalidad a nuestro monumento, que
no parece reducible directamente a ninguno de los modelos comentados (fig.
164). En este punto no podemos dejar de recordar la inscripción de Roma, del año
191 d. C., en la que se referencia un tetrastylum nymphaeum769 y que ha sido objeto de numerosas interpretaciones. Maas opinó inicialmente770, que la referencia
podía aludir a cuatro columnas dispuestas según un baldaquino en una clara
aproximación áulica, en teoría que siguió Reuther771 y que más adelante recogieron Neuerburg772 y Settis773, pero admitiendo además, que dicha referencia podría
aludir igualmente a una fachada rectilínea encuadrando diversos sistemas de nichos y por lo tanto más cerca de las fachadas arquitectónicas popularizadas en determinados modelos bien conocidos bajo el nombre de «ninfeos en fachada»774.
c. Ninfeos galos
En este punto conviene recordar algunas formas particulares conocidas en las
Galias y en centroeuropa que nos ilustran modelos de ninfeos con sistemas de cubierta plana sustentada por cuatro columnas. Se trata en primer lugar de la arquitectura de determinadas fuentes sagradas como la de Saint-Martin à Beurey-Bauguay, compuesta por un pequeño depósito de agua alimentado por medio de
canalización con columnitas en los ángulos y una cúpula monolítica (2,36 m de
diámetro)775, así como en el monumento análogo de Cussy-la-Colonne, que también documenta este tipo de edículo miniatura, del que se conserva el depósito de
agua en la denominada fuente del Baptillot776. Esta forma de cubierta como un
edículo que abrigaba un punto sagrado, se revela del todo particular
Análoga restitución, en cuanto al tipo de cubierta, de madera, se ha hecho en
la piscina de la fuente monumental de Argentomagus (Saint Marcel, Indre), de aspecto casi cuadrado 4,43 x 4,50 cubierta mediante cuatro pilares en las esquinas
que sustentaron una techumbre de madera777.
Esta estructura se ha querido identificar incluso en representaciones musivas
como en el figurado en el interior del laberinto del mosaico de Pont-Chevron
(Ouzouër-sur-Trezée, Loire), con edículo techado a doble pendiente778. En estos
ejemplos la arquitectura se limita a una cubierta soportada por cuatro columnas,
siendo el acceso abierto, o semiabierto, por todos los lados.
769 CIL VI, 414b.
770 MAAS, E., 1902, 58.
771 REUTHER, O., 1937, 1523.
772 NEUERBURG, N., 1965, 23.
773 SETTIS, S., 1973, 729.
CÆSARAUGUSTA 76
774 Sobre los ninfeos de fachada además, GLASER, F., 1992, 121 ss.
312
775 BOURGEOIS, C., 1992, 54.
776 BOURGEOIS, C., 1992, 56.
777 Restitución, seg. J. P. Adam, en GROS, P., 1996, fig. 491. Nótese la presencia de una piscina de 4,5
metros de lado y 3 metros de profundidad, también con ofrendas y cubierta del mismo modo mediante pilares en los cuatro ángulos (FAUDUET, I., 1992, 201), del s. I d. C. Vide también, ALLAIN, J.,
FAUDUET, I., DUPOUX, J., 1987-88, 105 ss. Aquí se trata sin embargo de un vasto conjunto que rebasa con mucho al ejemplo turiasonense, al menos en lo conservado.
778 BOURGEOIS, C., 1992, II, 53 ss.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Junto a estos ejemplos se señalan otros, peor conocidos, cuya arquitectura se
acerca al ejemplo turiasonense por los tipos de materiales empleados, como el depósito de Montlay-en-Auxois (Côte d’Or) (6 x 5,70 metros), con cubierta de tégulas, sin que se pueda especular con el tipo de recinto en el que se integró, (¿en forma de pórtico?)779. Restos análogos se han descubierto en otros puntos como
Trainou (Loiret), Reichshoffen (Bajo Rin) o Villers-lès-Moivrons (Meurthe-et-Moselle), de arquitectura más imprecisa, con restos abundantes de tégulas y clavos
como restos de la cubierta y todos ellos con exvotos variados en forma de vasos
cerámicos, monedas muy gastadas, figuritas de diosas madres y Venus, etc.780. Al
mismo tipo de monumentos y análoga imprecisión, salvando las distancias, pertenece el depósito de Saclas (Essonne) (2,80 x 1,50 x 1,30 prof.), con cubierta de
tejas y una cabeza de estatua de tradición céltica además de ofrendas de monedas
(siglos I-IV d. C.)781.
1.4. Recintos especiales para los diversos ritos llevados a cabo (peristilos
para la incubatio) (M.B.LL., J.Á.P.P.)
No tiene objeto recorrer los ejemplos de santuarios conocidos para ilustrar
este aspecto que pudo completarse de variadas formas, en forma de pórticos y patios que estructurasen el conjunto definiendo además el área propia del santuario.
Es ciertamente verosímil que a esta zona porticada se abriese una sala de culto,
junto con una piscina para el agua, que en nuestro caso es el único elemento conocido de este conjunto que ligeramente llegamos a intuir, y que permitiera la
acogida de devotos y el desarrollo del culto en todo su ceremonial.
1.5. Templo asociado (M.B.LL., J.Á.P.P.)
Nada hay que nos permita conocer un recinto independiente, al modo de aedes, como viene designado en las fuentes epigráficas782. Son argumentos extrapolados de otros santuarios en los que el templo de culto se revela también como
una pieza clave en el funcionamiento del lugar. De hecho, el propio ninfeo definido pudo asociar el carácter de templum.
1.6. Otros establecimientos (M.B.LL., J.Á.P.P.)
779 BOURGEOIS, C., 1992, II, 58, con exvotos en forme de vasos del s. II, monedas y exvotos de madera. Se describen unos pies verticales sin precisar su posición.
780 BOURGEOIS, C., 1992, II, 58 ss.
781 BOURGEOIS, C., 1992, II, 132.
782 Aedes Neptuni o aedes Fontis, en Aïn-Drinn (Lambaesa, Argelia), CIL VIII, 2653, 2655: GROS, P.,
1996, 440.
CÆSARAUGUSTA 76
Nos queda finalmente el hypocaustum encontrado al este del solar estudiado
(fig. 29), como único testimonio de la existencia de unas estancias calientes que
pudieron completar de alguna forma la toma de baños fríos, aunque no quede excluida por completo la posible existencia de un establecimiento termal higiénico.
313
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Hay que suponer la existencia de otras habitaciones calientes como lo demuestra el hallazgo, en el interior de la piscina (Unidad 2) de ladrillos cilíndricos
de suspensura y un ladrillo de cámara, que debieron de llegar hasta allí en el momento del saqueo del edificio y caer antes del desplome del techo, ya que los ladrillos cilíndricos783 estaban directamente en contacto con el suelo de la piscina.
Ya hemos mencionado que los presentes hallazgos corresponden al mismo
conjunto de los realizados en los solares de Therpasa784 y el Hogar Provincial Doz,
en éste en forma de cerámicas, tégulas, muros y restos de pinturas monocromas,
descubiertos en 1990 y destruidos lamentablemente sin documentar785, circunstancia todas que permiten intuir la enorme importancia del complejo existente.
Parece claro derivado de las pruebas existentes que nos encontramos ante las
dos modalidades de uso de las aguas: cultual (piscina de ofrendas; Minerva) y simplemente balnearia (hypocaustum), emplazada junto a la anterior.
No se puede asegurar que el mosaico encontrado en la calle Tudela, 13 pertenezca a este conjunto monumental, sin embargo es un aspecto que no podemos
descartar. Varios puntos pueden ayudarnos a encuadrar este mosaico en el conjunto del edificio. En primer lugar no creemos que estemos ante una vivienda de
una casa particular, puesto que las últimas investigaciones arqueológicas han demostrado que la ciudad se extendía en llano a lo largo de la carretera N-122 en dirección a Zaragoza.
El mosaico, por otra parte, no se encuentra muy alejado del conjunto balneario e incluso está en el mismo paralelo que los hallazgos.
Por último, hay que destacar que la representación de grifos, según ha estudiado Fernández-Galiano786, lleva consigo una clara intencionalidad profiláctica
al disponer estos animales custodios junto a lo que probablemente se trata el umbral de una habitación. Aunque este tipo de representaciones se da también en
ambientes privados, uno de los mejores paralelos que tiene es el de un mosaico
de las Termas de Trajano de Acholla.
El aspecto cronológico es también importante, Fernández-Galiano data el pavimento en la primera mitad del siglo II, por lo que no se puede poner ninguna
objeción a que sea de época de Trajano, momento en el que se llevaron a cabo importantes reformas en el santuario (como evidencia el exvoto de divus Augustus) o
de época inmediatamente anterior, a fines de Domiciano.
CÆSARAUGUSTA 76
Nos encontraríamos así ante los restos de un edificio (de la calle Tudela 13)
que pudo estar integrado en el conjunto balneario, en forma que desconocemos,
pero que, en todo caso ayuda a comprender el aspecto monumental de la zona en
la que se inscriben los hallazgos que estudiamos, en un sistema evidente de terrazas hacia el río y que en época de Trajano debió asumir importantes reformas, des-
314
783 Vide supra apdo. 4.1.2. e, la teoría de los vapores mediante el calentamiento de estos ladrillos.
784 BONA LÓPEZ, I. J., HERNÁNDEZ VERA, J. A., 1989, 89. Restos materiales (una jarra engobada y tres monedas) recogidos durante las obras en el solar.
785 YAMAMOTO, T. K., 1997-98, 326.
786 FERNÁNDEZ-GALIANO, D., 1987, 38, con bibliografía, paralelos y estudio crítico, por lo que no vamos a insistir en ello.
No cabe hacer otras consideraciones sobre las estancias especializadas que
solían hacer acto de presencia en los balnearios sagrados, como baños individuales, descritos en Baia por Marcial787, así como otras instalaciones no estrictamente
balnearias.
2. La divinidad (M.B.LL.)
La presencia de la estatua de Minerva (fig. 165) en el siglo II d. C. y la identificación que proponemos del tipo escultórico con la primitiva divinidad de las
aguas, Silbis, no deja de tener su interés, alejándonos, con esta advocación, del
ambiente estricto que sugiere el culto a las ninfas y encontrándonos ahora con
una sustitución de Silbis/Salus por una divinidad puramente romana, como corresponde a la época de su confección, siendo en este caso la advocación de Minerva inédita en el mundo del valle del Ebro788 y N.O hispánico789, en el que no
encontramos referencias ni a Apolo, ni a Minerva, asociadas al culto de las aguas,
exceptuado el ejemplo de Aquae Calidae (Caldes de Montbui)790, donde se conoce
una dedicatoria a la diosa, fechada en el siglo II de la Era sin mayores precisiones
y en la que Cornelia Flora agradece a la divinidad la curación de Philippus791.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
de la época de Domiciano y Trajano según evidencia la cronología de los distintos materiales estudiados.
Es aclarador el epíteto medica que ostenta la inscripción de su santuario en
Roma792, que recoge además una tradición anterior de la mitología griega793. Este
culto en Italia ya está atestiguado en la época republicana según ilustra el paso de
Cicerón794, o la epigrafía del santuario de Travi (Piacenza)795. En este contexto curativo debemos anotar la presencia de Minerva en Caldes de Malavella en invocación del siglo II d. C. pro (salute)796, es decir, debido a una acción de gracias por
una curación, conociéndose además otros ejemplos salutíferos, aunque no asociados específicamente a las aguas797, siendo por otra parte notoria la dedicatoria
de sacerdotes del culto imperial que la identificaban como compañera de Júpiter798. No es este el único caso de asociación de Minerva (Médica), a través del cul-
787 Epigram., IX, 58.
788 DUPRÉ, N., PÉREX AGORRETA, M. J., 1992.
789 DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 144.
790 MIRO I ALAIX, C., 1992, 255 ss. No se hace referencia a la dedicatoria de las termas. En cuanto a su
estructura, se trata de baños termales (70º) y la serie de piscinas conservadas parece dedicada a los
distintos tipos y graduaciones del agua.
793 GIL, L., 1969, 472 ss.
794 De Divinat. II, 59, 123: ... ... et sine medico, medicinam dabit Minerva...
795 GATTI LO GUZZO, L., 1978, 56.
796 CIL II, 4492; FABRE, G., MAYER, M., RODÀ, I., 1984, n. 37.
797 Tarraco: RIT, 43; Barcino: CIL II 4498;
798 CIL II, 4498; RIT: 39-41; ILER: 397. FABRE, G., MAYER, M., RODÀ, I., 1984, 83.
CÆSARAUGUSTA 76
791 FABRA, G., MAYER, M., RODÀ, I., 1984, 83.
792 CIL VI, 10133.
315
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
CÆSARAUGUSTA 76
316
FIG. 165. Reconstrucción de la estatua de culto de Minerva de Tarazona tomando como
modelo la «Pallas» de Veletri o Athena Héphaistia (París, Museo del Louvre)
(seg. Demargue, P., 1984, 247). Según M. Beltrán. Dibujo: A. Blanco.
En Argentomagus (Argenton-sur-Creuse)800 se localizó una fuente en cuyo depósito, se hallaron numerosos ex-votos (Venus y diosa madre) y entre ellos una
inscripción con el nombre de Minerva. También se anota el santuario tripartito de
Avenches (Suiza), levantado cerca del forum en el emplazamiento de un balneario,
que pudo estar dedicado igualmente a Minerva801. Del mismo modo Minerva aparece epigráficamente asociada a las ninfas en la Narbonense802 y un fragmento de
su busto con medusa en el pecho, procede del santuario de Beire-le-Châtel, en el
que también se encontró una dedicatoria a las acuáticas diosas-madres803. Se añaden a la nómina la cabeza de gran tamaño con casco y cimera, semejante a la turiasonense, del templo asociado al santuario acuático de Héraple (Cocheren, Moselle)804 o las dedicatorias a la diosa Minerva de los jardines de la Fuente en
Nimes805, o del santuario de Altbachtal, junto a Trier806, ejemplos que no agotan la
asociación de esta divinidad a los cultos de agua, como documenta finalmente, de
forma contundente, la iconografía de determinadas páteras argénteas, como la del
tesoro de Capheaton (Gran Bretaña)807, fechada en los siglos II-III d. C., en la que
se representa a la diosa Minerva presidiendo una fuente sagrada simbolizada por
una vasija bajo su pie, de la que mana el agua. Debajo un personaje toma un trago de la curativa agua de una fuente, situada junto a un templo. A los lados hay
dos personificaciones de sendos manantiales, siguiendo el convencionalismo ya
conocido en las representaciones fluviales de una figura masculina (o femenina)
tumbada, apoyada sobre vasijas manantes (fig. 166).
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
to, a las aguas, como se ha visto a propósito del santuario de Breno (Brescia), que
se alzó muy posiblemente sobre un lugar de culto indígena de las aguas799.
Igualmente aclarador resulta el santuario de Aquae Sulis (Bath, Gran Bretaña),
que combina la presencia del balneario más un santuario de aguas termales808,
bajo la advocación de Sulis-Minerva, en un evidente caso de sincretismo religioso
que nos acerca a Turiaso. Su asociación a la diosa Sulis, o Sul, divinidad céltica salutífera y de las fuentes, es ciertamente significativa809 y constituye una prueba más
de la sensación de sustitución o enmascaramiento de determinadas divinidades
locales por la «Minerva» romana, que en el ejemplo de Bath, como en otros810, encontramos en modo compartido, espíritu que estuvo presente en el balneum turiasonense dedicado a Silbis-Minerva.
799 ROSSI, F., 1989, 27.
800 FAUDUET, I., 1992, 201.
801 PAUNIER, D., 1992, 391.
802 GRENIER, A., 1960, 524.
803 GRENIER, A., 1960, 645.
805 CIL XII, 3092.
806 GRENIER, A., 1960, 870.
807 JACKSON, R., 1988, 165, fig. 44.
808 CUNLIFFE, B., DAVENPORT, P., 1985, passim.
809 CANCIANI, F., 1984, 1108; Solinus, 22, 10.
810 Minerva más Sulevia e Idennica en Collias (Gard), o con las divinidades acuáticas Nemausus y Urnia en Nimes, BOURGEOIS, C., 1991, 29.
CÆSARAUGUSTA 76
804 GRENIER, A., 1960, 827.
317
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 166. Asa de pátera de plata de Capheaton (Reino Unido), con la representación de
Minerva y alegorías fluviales a los pies. Siglos II-III d. C. Según Jackson.
3. Los exvotos (M.B.LL., J.Á.P.P., E.O.P.)
CÆSARAUGUSTA 76
La presencia de donaria o ex voto en este santuario evidencia el destino cultual
del recinto, aunque la carencia de fuentes epigráficas sume en el silencio la denominación que pudo ostentar este lugar.
318
En el culto al manantial de Tarazona se cumplen las dos fases de relación. Por
una parte la actuación de la divinidad a través de las aguas, y de otra la presencia
del exvoto que completa el círculo. La diversa presencia de exvotos en Tarazona
explicita estas aplicaciones rituales, ciertamente variadas, como ilustran tanto los
objetos relacionados con el emperador como los correspondientes a cultores varios
que nos introducen de forma clara en un panorama, hasta la fecha, escasamente
documentado en Hispania, a excepción de las ofrendas monetales811.
811 ABAD VARELA, M., 1992, 133 ss. id. 1994, 617 ss. Estos hallazgos son de dudosa interpretación en
más de una ocasión, por las dificultades de contextualización que manifiestan.
Determinados exvotos se dispusieron originalmente en torno a piscinas,
como en Deneuvre (Meurthe-et-Moselle) o en Hochscheid. Así ocurre con altares
dedicados a Hércules en el primer lugar813 y con figuritas en barro cocido en el segundo, localizadas en su gran mayoría en el interior y alrededor de la piscina central del santuario814.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
De este conjunto lógicamente hay que deslindar los vasos para beber localizados in situ en el interior de la piscina, la vajilla en la que predominan los recipientes para beber y los contenedores para líquidos, como la garrafa Isings 50 casi
completa, y que están indicando que se recogía agua para llevarla a los enfermos,
o utilizarla en caso de necesidad para alguna cura, en la propia casa, como documenta claramente la pátera de Otañes o la representación del altar de Nimes dedicado por los cultores Urae fontis, encontrado junto a una fuente y en el que se representa a un personaje velado haciendo una libación sobre un altar812. Otros
fragmentos cerámicos quedan en la duda en cuanto a piezas que han podido romperse accidentalmente, o incluso ofrendas en forma de vasos fragmentados, cuando no perdidos involuntariamente.
Aunque los objetos votivos se fuesen acumulando no podían ser destruidos
debido a su sacralidad. Se han encontrado fosas (fovissae) cerca de los templos
como contenedores de exvotos.
El conjunto analizado más arriba demuestra la variedad de exvotos que recibió la piscina central de Turiaso, algunos de los cuales, por su carácter específico
(busto de Augusto) debió situarse en un lugar privilegiado del santuario, cerca de
la fuente de ofrendas. Las monedas se añaden claramente a este conjunto, independientemente de su carácter y como se documenta en una gran mayoría de los
santuarios salutíferos acuáticos815.
Los exvotos de cerámica eran confeccionados en hornos, probablemente situados en las inmediaciones de los santuarios o en la misma población, y vendidos en tabernae o puestos anexos a los templos. La mayor parte eran de manufactura modesta.
La compleja psicología de los pueblos más antiguos recoge una concepción
de la divinidad como una entidad que a lo largo de la vida vulnerat et sanat. La representación de miembros enfermos era considerada como un instrumento de expiación de una culpa convirtiéndose en enfermedad. Se creía en una clase de
transferencia del mal de la parte viva del cuerpo sobre el objeto a través de una
sustitución. Este concepto podría caber en el sentido del yacimiento durante un
812 GRENIER, A., 1960, 471.
813 LANDES, CH., 1992, 13.
814 CABUY, Y., 1991, 290 ss.; LANDES, CH., 1992, 13.
815 ABAD VARELA, M., 1992, 133 ss.
CÆSARAUGUSTA 76
En cuanto a la intención de estos objetos podría tratarse de ofrendas realizadas a la divinidad en señal de reconocimiento, tras una curación, principalmente
en el caso de llevar la inscripción «por gracia recibida». Como pudo ser el caso del
pie de bronce al que le falta la cartela (fig. 45). Las ofrendas de imágenes del cuerpo de partes enfermas se hacían con el fin de obtener la protección del dios y su
curación, interpretación más común dada a estos objetos.
319
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
periodo indígena. Si bien no se han recuperado reproducciones cerámicas del
cuerpo humano entre los hallazgos.
4. Los cultores (M.B.LL., J.Á.P.P., E.O.P.)
Los escasos grafitos personales localizados en fragmentos cerámicos nos ponen en contacto con los posibles oferentes, entre los cuales uno ostenta nombre
céltico (Abanus) y otro tal vez sea referible a un Traianus (¿?), circunstancias que
no nos aclaran excesivamente sobre el carácter de estas personas, a las que se añade el rostro grabado sobre otra cerámica, no exento de cierto carácter jocoso por
la expresión y que parece expresar en su expresión el agradecimiento a la divinidad o quizás los rasgos caricaturescos fueran una forma de «retratar» con individualismo al propietario.
Solo en función de los exvotos localizados podríamos obtener alguna conclusión más sobre la capacidad adquisitiva de los cultores, desde las ofrendas numismáticas, hasta los vasos y el resto de los objetos, sin que podamos entrar en la
relación hombres-mujeres (salvo por el número de las terracotas figuradas).
CÆSARAUGUSTA 76
La inexistencia de inscripciones816 dificulta la interpretación de los exvotos
aparecidos en el ninfeo: monedas, terracotas masculinas y femeninas, ponderal,
pie broncíneo de candelabro, pie de persona, cornamenta de ciervo, etc. Las monedas, además de contribuir a la cronología del lugar, corroboran la importancia
del ritual. Parece evidente que el exvoto que reproduce una parte del cuerpo humano, el pie de bronce (al que falta la plaquita con una inscripción), debe hacer
alusión a una lesión o enfermedad ciertamente localizada y el carácter de pseudofármaco curativo de las cornamentas de ciervo insiste en el mismo aspecto. El
escaso valor de algunos objetos contrasta con el elevado costo de otros (el pie de
candelabro). En todo caso siempre persiste la duda sobre su carácter, pues puede
tratarse de un deseo de curación a través del exvoto (suscepta vota) o bien de un
agradecimiento por haberse cumplido precisamente una petición anterior (stipes).
El grafito sobre una terracota de Colonia, puesto de relieve por Blech817, con el texto incompleto et rogo te... da a entender la intención del devoto de relacionarse
con la divinidad del santuario. La evidente densidad de hallazgos cerámicos justifica el cumplimiento de votos mediante el ofrecimiento de un objeto que se rompía en la ofrenda.
320
Sobre estos comentarios, nada podemos añadir referente al tipo de peregrinaciones que debió asumir nuestro santuario, que desde un punto de vista estratégico estaba inmejorablemente situado junto a una vía de comunicación ciertamente significativa en el convento caesaraugustano. Las terracotas identificadas
no dejan lugar para excesivas conclusiones, salvo el carácter genérico de hombres
y mujeres que concurrieron, vestidos con la toga, máxima expresión de la romanidad, sin que podamos añadir sobre dicha presencia el tipo de ritual llevado a
816 Es extraordinario el ejemplo del Cerro de San Pedro (Valencia del Ventoso, Badajoz) (GÓMEZ PANTOJA, J., PRADA GALLARDO, A., 2000, 391), aludiendo ya al taller (Marci officina), ya a la divinidad
representada ([signum Min]er(vae) est).
817 BLECH, M., 1999, 163.
5. El carácter de las aguas (M.B.LL., J.Á.P.P., E.O.P.)
Todo lo expuesto permite llegar a unas conclusiones sólidas que habrían sido
más fáciles de interpretar en el caso de haber dispuesto de hallazgos epigráficos y
de un conjunto arquitectónico más completo. Las acuñaciones de Turiaso, los exvotos (en especial el exvoto imperial de la cabeza en carneola que representa a Augusto y las figuras masculinas y femeninas en terracota), la estatua de Minerva y
los escasos restos arquitectónicos que se han conservado, son los cuatro argumentos básicos para afirmar, sin ninguna duda, que desde época de Augusto existía en Turiaso un importante complejo de aguas sagradas818, con un origen en época prerromana, y que alcanzó una importancia excepcional con motivo de la
curación de Augusto con baños de agua fría recetados por su médico A. Musa.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
cabo según los restos encontrados, la forma de hacer los depósitos de ofrendas, la
práctica de la incubatio, etc. Desconocemos cómo se personalizarían dichas figuras
realizadas en serie y sin restos de grafía en ellas.
No tenemos pruebas concluyentes para determinar si el agua que curó al emperador Augusto en tal situación fué la procedente de Turiaso pero sí pensamos
que el exvoto imperial de carneola tuvo que ver con un sentido profiláctico relacionado con la salud.
En la medicina de la España romana los colonizadores yuxtapusieron las creencias y prácticas de la población indígena a las suyas propias, desplegándose la
devoción a los dioses curativos y a deidades acuáticas, principalmente Ninfas de
ríos y manantiales de aguas minero-medicinales. Resaltamos la asociación que tenía para los iberos la práctica médica con aspectos mágico creenciales y la proximidad de sus santuarios a manantiales. De los pueblos de origen celta resalta el
culto a fuentes y lagos, al tiempo que sus Druidas conocían y apreciaban las virtudes curativas de las aguas minero-medicinales. El agua gozaba de una magia
simpático-religiosa-curativa pero además podía tener propiedades salutíferas por
sí misma (composición, pureza, temperatura, etc.). Plinio atribuye las propiedades no al agua propiamente dicha sino a las divinidades que moraban en ella.
Como el agua solo cura a los que creen, el mantenimiento de la tradición estaba
asegurado.
818 Nótese en el conjunto de hallazgos la inexistencia de balsamarios, estrígiles, horquillas, etc., indicando que tal establecimiento no respondía a un conjunto «termal» habitual y que reconocido su
caracter medicinal, no necesariamente tuvo que ejercerse el desarrollo de otras prácticas médicas
que no fueran las puramente transmitidas por el agua per se, o a lo sumo utilizada como disolvente para ser mezclada con medicamenta.
819 MARAVER EYZAGUIRRE, F., 1992, 205-206, según ZARAGOZA RUBIRA, J. R., 1965, 151-154; 1965, 382.
CÆSARAUGUSTA 76
En definitiva la lectura e interpretación de los restos muebles e inmuebles en
todas sus facetas apuntan a un ejemplo más de lugar en donde se ha producido
una sacralización de las aguas, consideradas purificadoras. El fenómeno es heredero de la tradición mágica y mítica donde la enfermedad aguda se asimilaba al
castigo divino y las aguas eran fármacos por antonomasia de las mismas y dignas
de culto, de ahí el carácter purificador de la práctica crenoterápica819.
321
VI. Desarrollo histórico del culto a las aguas
en Turiaso
(M.B.LL.)
(J.Á.P.P.)
Nivel
1
2
3
Hypocaustum
Cronología
Domiciano (81-96 d. C.)
Entre 86-96 d. C.
Hacia 284/285 d. C.
Circa del 390 d. C.
Final: circa del 390 d. C.
Observaciones
Edificación/remodelación del santuario
Destrucción del santuario
Abandono definitivo del espacio
Elementos residuales del siglo III
Abandono definitivo del espacio.
Elementos residuales del siglo III
CÆSARAUGUSTA 76
La cronología final del relleno que sellaba firmemente el interior de la piscina con ofrendas, deja ver de forma clara la larga etapa de culto que asume este lugar hasta el siglo III d. C. La falta de restos arquitectónicos del complejo salutífero, que debió ser muy amplio, nos impide progresar en este aspecto aunque es
evidente que la principal divinidad acuática nos ofrece en las imágenes conservadas una clara evolución en el tiempo, correspondiéndose con el progreso de la interpretatio romana.
323
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1. La etapa prerromana (M.B.LL.)
De la etapa prerromana no hay ningún testimonio, exceptuado el tipo monetario de Silbis. Nuestra divinidad se incluye en el grupo de otras advocaciones
acuáticas, como Bormanicus, Cohvetena o Edovius820, sin que podamos ahora añadir
ningún comentario.
2. Augusto y la primera mitad del siglo d. C. (M.B.LL.)
La primera etapa, bajo la interpretatio romana, viene marcada por la asociación Silbis/Salus que parece circunscribirse sobre todo a la etapa augústea y primera parte del siglo I de la Era.
La fuente documental más importante es la numismática, siendo hipotéticas
otras soluciones.
CÆSARAUGUSTA 76
Situándose en este momento el episodio de la curación de Octavio, cabe pensar en un desconocido exvoto del emperador con motivo de dicha circunstancia,
así como una posible presencia de una estatua en el municipio, según el tipo de
pacificador representado en las monedas. No se ha conservado ningún resto material de este momento.
324
Éste debió ser un momento evidente de auge y asentamiento del santuario,
asociado desde ahora a la figura de Augusto.
820 Véase DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 122 ss.
Los restos arquitectónicos ya enumerados y los materiales cerámicos del nivel 1, constituyen la mejor prueba de la gran reforma que afectó al santuario en
este momento y que pudo cambiar por completo su fisonomía.
En esta línea de argumentos debemos volver nuevamente sobre el exvoto en
carneola con el retrato último de Augusto. Hemos de recordar que originalmente
se trata de un retrato de Domiciano elaborado en la etapa final de dicho emperador, entre los años 83-96 d. C.821. Domiciano sufrió la damnatio memoriae, circunstancia que ha favorecido la reelaboración, por segunda vez, de numerosos retratos del emperador822, así como la pérdida de la mayor parte de los mismos.
En relación con la salud de Domiciano, no nos parece ocioso incluir en esta
argumentación las observaciones de Saladino, que como hemos comentado más
arriba, anotó un desarrollo especial en los votos que pronunciaron los Fratres Arvales en el año 86 d. C., por la Salus, el bienestar, del emperador, gravemente quebrantada en dicho momento y mediante una fórmula en la que quedaron incluidos todos los ciudadanos del imperio823. El colegio de los arvales renovó los votos
por el emperador en el año siguiente (87 d. C.) pro salute et incolumitate, incluyendo a la casa imperial, a Júpiter y a Minerva, repitiéndose en el 91824.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
3. Domiciano (M.B.LL.)
Parece evidente que teniendo lugar en la época de Domiciano la gran reforma
(de la que nos ha llegado el ninfeo) que debió reconfigurar por completo el complejo cultual, cabe plantearse en toda lógica, la presencia del exvoto en carneola de
Domiciano (tipo III) en el municipium Turiaso, mejor que pensar que se trata, por el
contrario, de una pieza de otra procedencia aportada a nuestro santuario en la época de Trajano (¿?). En el caso de la primera hipótesis, que nos parece la más verosímil: ¿qué nexos existieron entre el municipio y el emperador Domiciano para que
se produjera este ex-voto en las aguas de Turiaso?. Ello no podría explicarse sino atendiendo a la trascendencia que la curación de Augusto pudo proporcionar al citado
balneario turiasonense, provocando en consecuencia la presencia de un nuevo exvoto del emperador Domiciano con dicha finalidad, nuevo exvoto que tal vez pudo
unirse al de Augusto (¿?), máxime teniendo en cuenta el episodio del año 68 d. C.
821 BELTRÁN LLORIS, M., 1984, 113.
822 BERGMANN, M., ZANKER, P., 1981, 388 ss.
823 [Salus Pub]lica populi Romani Quiritium… MARWOOD, M. A., 1988, 39-40.
824 MARWOOD, M. A., 1988, 40-41.
825 Véanse las alusiones de ETIENNE, R., 1958, 456 ss., sobre esta etapa del culto imperial.
826 LOSTAL PROS, J., 1992, 64, n. 58.
827 LOSTAL PROS, J., 1992, 65, n. 59.
CÆSARAUGUSTA 76
Atendiendo a la posible inestabilidad del argumento planteado, no resulta
éste el lugar para analizar las relaciones de Domiciano con Hispania, que no han
sido objeto de ningún trabajo especial825, fuera de las dos leyes municipales que
nos han llegado dictadas bajo su mandato (Lex malacitana y salpensana) y del procesamiento del gobernador de la Bética, Baebius Massa. En el terreno de las obras
públicas intervino en una importante restauración de la vía de Caesar Augusta-Bilbilis-Complutum (año 85 d. C.)826, en la de Pisoraca-Flaviobriga (85-86 d. C.)827 y en
325
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
el tramo de Castulo a Corduba (81-96 d. C.)828, además de la construcción del acueducto de Segovia en su época829.
En lo referente a otros retratos del emperador Domiciano en la península, se
han documentado escasos ejemplos, contrastando con la abundancia que debió
reinar en Roma830. Unos pertenecen al culto privado, como el procedente, muy posiblemente, de la villa de El Ruedo (Almedinilla, Córdoba)831, correspondiente a
esta práctica en la romanizada Bética y que no hemos podido constatar en ningún
otro punto de la península ibérica832. En la estatuaria mayor se añaden los retratos
de Domiciano joven (Tipo I) del foro de Caesaraugusta833 y los de Munigua, uno de
ellos laureado834 que tal vez se integró en un triple grupo con Vespasiano y Tito,
como evidencia la epigrafía835. Entre el 81-96 d. C., se suman además las dedicatorias epigráficas de Emerita836 e Iluro837. Todo hace pensar en la eficacia de la
damnatio memoriae que debió obrar sobre sus retratos, además de la frecuente
reelaboración de sus imágenes como se comprueba en el ejemplo turiasonense.
La excavación no ha proporcionado otros niveles arqueológicos de este momento. Sin embargo, la efectuada en 1990 en el cercano jardín del Hogar Doz localizó en su cota más profunda un nivel que habría que datarlo en la segunda mitad del siglo I d. C.838.
Surge además otra pregunta, sin respuesta fácil. ¿En época de Domiciano ya
se había hecho el paso, en la figura de culto, de Silbis-Salus a Minerva? La imagen
conocida es de época de Trajano, como se ha visto, pero nada impide pensar que
esta advocación se podía haber asumido con el primer emperador mencionado.
Es ciertamente conocida la enorme devoción de Domiciano por Minerva839, su divinidad familiar, honrada por el emperador hasta la superstición, como expresivamente relata Suetonio840.
4. La etapa de Trajano y el siglo II d. C. (M.B.LL.)
Más tarde, en el siglo II d. C. la nueva asimilación que se produce en la divinidad acuática turiasonense, que viene a ser interpretada a través del busto de Mi828 LOSTAL PROS, J., 1992, 66, n. 60.
829 ALFOLDY, G., 1992, 246 ss.
830 Plinio, Panegirico, 52.
831 VAQUERIZO, D., NOGUERA, J. M., 1997, 106 ss.
CÆSARAUGUSTA 76
832 Se trata de una reelaboración sobre un orginal de Nerón como apuntaron acertadamente BERGMANN, M., ZANKER, P., 1981, n.º 20.
326
833 NIEMEYER, H. G., 1993, 344.
834 TRILLMICH, W. et alii, 1993, 351 ss. Se señala otro retrato no lejos de Munigua.
835 CIL II, 1051.
836 CIL II, 477. Fragmentada, solo se aprecia el nombre del emperador.
837 CIL II, 1945. Dedicada por los dunviros L. Munius Novatus y L. Munius Aurelianus.
838 BIENES CALVO, J. J., 1994, 143, nivel «d».
839 GIRARD, J. L., 1981, 233 ss.
Los nombres presentes en los exvotos-vasos de terra sigillata de época avanzada, por su laconismo, no nos permiten llegar más lejos, sin que podamos establecer conclusiones sobre los miembros de la sociedad hispana y tipología de los
cultores que se dirigieron de forma particular al santuario de Turiaso, y en los que
la onomástica no hace sino transparentar el carácter de trasfondo céltico de parte
de la población local (recuérdese el Abanus). La adopción de Minerva equivale a
la de otros dioses específicos del panteón romano, como el Apolo de Caldes de
Malavella y de Montbui841, por no citar sino algún ejemplo cercano y contrastado.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
nerva (Médica), está sin duda anotando un nuevo momento de sincretismo religioso, marcado por esta asimilación y avance del culto «oficial» romano, cuyo indigenismo inicial solo conocemos por los antecedentes numismáticos como se ha
visto. No deja de ser interesante anotar como esta divinidad acuática, Minerva, se
encuentra igualmente en Caldes de Montbui en el siglo II d. C., en una de las zonas más romanizadas de la Tarraconense.
Es en este momento en el que el culto termal turiasonense ha evolucionado
notablemente a partir de los primeros capítulos en los que, desde lo indígena (Silbis), actúa en época de Augusto, la interpretatio romana bajo la forma de Salus
(cuyo carácter ambivalente no podemos obviar), manteniéndose el culto bajo su
advocación, posiblemente a lo largo de todo el siglo I d. C. La nueva advocación,
bajo la figura de Minerva (Médica) nos sitúa en un panorama en el que los hechos
parecen generalizarse y la divinidad adquiere un carácter más abstracto, y ahora
claramente inmerso en la política cultual de Roma, a cuya consideración se une el
hecho específico del exvoto por la salud del emperador en un lugar que evidencia
los lazos de unión con el príncipe Augusto, hijo del divino César y causa mayor
de la existencia del imperio de Trajano.
El último capítulo relacionado con la familia imperial, se sitúa en época trajanea, a la que correspondería la nueva fisonomía del ex-voto con la efigie de divus Augustus. Atendiendo a Trajano, ya hemos puesto énfasis, en otro lugar, en
destacar el parangón que el emperador quiso establecer con Augusto, el fundador de la monarquía, patente, desde lo formal, tanto en el estilo del peinado de
los primeros retratos, como de los últimos842. El progreso del culto imperial durante la dinastía antonina tomó un gran auge, especialmente en Hispania y como
evidencia el panegírico de Plinio el Joven, que asimiló el principado de entonces
a la república romana843. En este sentido está clara la intencionalidad de Trajano
de figurar como continuador de los grandes emperadores divinizados y promotor entonces de la idea imperial en sentido amplio. La renovación de la salud del
emperador a través de la carneola de Tarazona, representando a Augusto y con
840 Suetonio, Dom., 15, 3.
841 DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 127.
842 GROSS, W. H., 1940, 65 ss.
843 Pan. 58, 3, 4.
CÆSARAUGUSTA 76
Por otra parte reconstruir la historia del santuario turiasonense a partir de los
exvotos y de su cronología relativa, nos permite únicamente comprobar el largo
periodo de culto que se mantuvo en dicho lugar y que solo se diluyó tras los acontecimientos del siglo III d. C. que debieron significar un quebranto momentáneo
de la ciudad.
327
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
ello la Salus generi humani, tomaría especial sentido en una época en la que el
emperador, Trajano, se esfuerza por presentarse como el divinitus constitutus princeps844.
Las emisiones monetarias de Trajano dejan patente la preocupación del emperador que inaugura una nueva época, cuyo espíritu difunden, de forma inmejorable, los tipos divinos que concurren en ella: entre otras, Felicitas, Pietas, Virtus,
Aeternitas, Providentia y la Salus generi humani. En esta línea ha insistido Beranger845, recordando la selección que realizó el optimus princeps de los temas significativos del pasado que legitimaban su posición, recordando escenas de la epopeya romana y la posición divina de César, Augusto, Claudio o Nerva.
Aunque no tenemos niveles arqueológicos de época de Trajano varios son los
restos que habría que fechar en este momento: el retrato de Augusto, la escultura
de Minerva y el mosaico localizado en la cercana calle Tudela, circunstancias que
deben aludir a las reformas obradas en dicho momento.
4.1. La época de Trajano en el valle del Ebro
No parece procedente trazar ahora un cuadro exhaustivo de la época de Trajano en el valle del Ebro, pero si conviene conocer los principales hitos de este
momento para situar en su contexto la renovación de votos por la Salud de Augusto que se opera en este momento en el Municipium Turiaso.
La arqueología de Tarazona calla por ahora sobre este momento y frente a la
documentación que ofrece el resto de Hispania846, los ligeros atisbos que poseemos
sobre nuestro territorio847 se sitúan en la línea ascendente que parece predominar
en el resto hispánico. De esta forma se observa una reforma importante en el templo de Bilbilis que modifica y amplía su estado anterior848, al igual que en la capital del convento, aunque nos sigan faltando en ésta los grandes monumentos arquitectónicos en los que podamos apreciar el progreso849, fuera del aspecto
definitivo que debió adquirir la muralla de piedra, el auge que debieron experimentar algunas viviendas urbanas y las formas específicas del culto imperial, muy
arraigado en la colonia que podemos vislumbrar a través de las referencias epigráficas al flamen de culto estatal Marco Valerio Capeliano850, o la flamínica Porcia Materna851, que aunque de época de Adriano no dejan de aludir a un estado de
cosas que podemos llevar igualmente a la etapa que nos interesa.
Al mismo momento remite la reforma de la presa de Almonacid de la Cuba,
en su fase 5, que evidencia la prosperidad agrícola puesta en marcha en el territo-
CÆSARAUGUSTA 76
844 KIENAST, D., 1968, 51 ss.
328
845 BERANGER, J., 1965, 31 ss.
846 BELTRÁN FORTES, J., 1998, 232 ss.
847 BELTRÁN LLORIS, M., 1990, 252 ss.
848 MARTÍN BUENO, M., 1985, 253 ss.
849 BELTRÁN LLORIS, M., FATÁS CABEZA, G., 1998, 62 ss.
850 CIL II, 4249.
851 CIL II, 4241.
4.2. Otras reformas del siglo II d. C.
No hay sino indicios que permitan abonar esta hipótesis, por otro lado razonable en los trabajos de mantenimiento y embellecimiento que debieron aplicarse al conjunto en todo tiempo.
Cabe así traer a colación los fragmentos de placas de revestimiento en marmor thessalicum analizados más arriba854, cuya introducción en Turiaso corresponde a la etapa de Adriano o incluso después, aunque desconozcamos los espacios
del complejo que pudieron verse afectados, el propio ámbito del ninfeo o alguna
estancia adyacente.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
rio del Aguas Vivas y la llanada de Belchite852. En otro orden de cosas la Vía XXVII
del itinerario tuvo un momento de importantes reformas en época de Trajano,
como evidencian los miliarios de Matalebreras y Aldealpozo (Soria), de los años
98 y 100 d. C.853, estado de cosas que tuvo que afectar a las comunicaciones de Turiaso.
5. El siglo III. El final del santuario. Los acontecimientos de la
segunda mitad del siglo III d. C. (J.Á.P.P.)
Las monedas y la vajilla de vidrio y cerámica (sigillata hispánica, etc.) del nivel 2 coinciden en situar la cronología en el siglo III, sin evidencias de ningún objeto que se pueda datar en el siglo IV. La cronología post quem más segura es la que
ofrece la moneda de Gordiano Pío855, pero es evidente que el nivel de destrucción
se formó años después. Un análisis arqueológico de las evidencias, centrado en los
puntos que más nos interesan, puede ayudarnos a concretar la cronología del momento final del santuario.
Son numerosos los estudios referidos a los acontecimientos históricos acaecidos durante la segunda mitad del siglo III, pero no es éste el lugar para trazar un
panorama general ni realizar una recopilación bibliográfica, abordada en sus rasgos generales por otros autores, y reflejada en los trabajos que se citan856.
El reciente estudio de Cepas857, vuelve a resucitar la polémica, nunca dada por
definitiva, sobre la interpretación de los hallazgos arqueológicos en referencia a
las destrucciones, invasiones y la inestabilidad social que atraviesa la Península
852 BELTRÁN LLORIS, M., VILADÉS CASTILLO, J. M., 1994, 189 ss.
854 Supra, apdo. 3.11.3.
855 Otros yacimientos destruidos en el siglo III también ofrecen como moneda más moderna acuñaciones de Gordiano Pío, por ejemplo el de El Ojuelo (Hortezuela de Océn, Guadalajara): LÓPEZ
ROA, C., 1980, 396, fig. 9, 1 y 401, lám. 1. PAZ PERALTA, J. Á, 1991, 43.
856 PAZ PERALTA, J. Á, 1991, 41-42. PAZ PERALTA, J. Á, 1997. PAZ PERALTA, J. Á, 2002, ambos trabajos con
bibliografía.
857 CEPAS PALANCA, A., 1997, 13-27, donde establece los términos del debate: crisis, depósitos monetales, destrucciones, etc.
CÆSARAUGUSTA 76
853 SOLANA SÁINZ, J. M., SAGREDO SAN EUSTAQUIO, L., 2002, 68, 72 ss.
329
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Mouguerre
Niveles estratigráficos de destrucción
Niveles de abandono
Beneharnum
Hasparren
Ocultación de depósitos monetarios
Summus
Pyrenaeus
Principales vías de comunicación
Ruta de penetración
RONCESVALLES
Alba
Summo
Pyreneo
Pompaelo
Andelos
Vareia
Iacca
Sangüesa
Cara
Tarraga
Ribera
del Ebro
Fitero
Augustobriga
Summo
Portu
Liedena
Calagurris
Clunia
Ilurone
Osca
Segia
Foro Gallorum
Turiaso
Bursao
Grisén
Bárboles
Allovone
Gallicum
Caesar Augusta
Bilbilis
Arcobriga
Val de Urrea (Albalate del Arzobispo)
CÆSARAUGUSTA 76
FIG. 167. Ubicación de depósitos monetarios, destrucciones y abandonos en la cuenca
media del río Ebro. Se indican las principales vías de comunicación (siguiendo a
J. Lostal, 1991) y la ruta de penetración que marca el área de inestabilidad social.
De Segia, Foro Gallorum, Gallicum, Allavone, etc. no hay datos arqueológicos.
Según J. Á. Paz, cartografía A. Blanco.
330
durante la segunda mitad del siglo III, además de realizar un análisis más amplio
sobre los acontecimientos políticos y sociales de este siglo. G. Bravo858, un veterano estudioso en la materia, ha realizado unos atinados comentarios al libro de Cepas. No es nuestro objetivo realizar una investigación exhaustiva sobre la «crisis»
del siglo III, por lo que no entraremos en el análisis de su estructura social y económica, nos centraremos cronológicamente en la segunda mitad de siglo y geográficamente en un área que aproximadamente abarcaría la cuenca media del río
Ebro, con prolongación hacia la meseta de Soria. La falta de fuentes escritas, impide relacionar los acontecimientos que la arqueología constata. Este estudio se
circunscribe a un espacio geográfico concreto, el que nosotros investigamos, por
ello los datos históricos (convulsiones sociales, destrucciones, abandonos, etc.),
858 BRAVO, G., 1998, 493-500, donde se amplia la bibliografía.
Las fuentes literarias, aunque de manera escueta, recogen la noticia de las invasiones860. Un pasaje de Orosio (7.41.2) lleva a Arce, y otros investigadores, a
aceptar la primera oleada y asedio de Tarraco (Tarragona), que se debió de producirse circa del 264, como hechos históricos indiscutibles861. Se acepta sin discusión
la destrucción de Ampurias y de otros enclaves del litoral mediterráneo, como los
asentamientos rurales de Vilauba (comarca de Pla de L’Estany)862 y Els Munts (Altafulla, Tarragona)863. Por estas fechas también cesa la actividad de varios centros
alfareros como el de l’Almadrava (Denia)864. En la cuenca media del Ebro, un asentamiento rural donde está bien documentado su abandono en el siglo III d. C.
(circa 268), es el de Torre Andreu (La Bordeta, Lleida)865.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
no son extensibles a otros puntos de la Península o del Imperio, al menos hasta
que otros estudios los certifiquen. Lo que es innegable son las evidencias arqueológicas que aquí se estudian, y ellas tienen, necesariamente, que responder a unos
acontecimientos históricos que sucedieron, y que afectaron a la sociedad que habitaba en esta zona geográfica859. El objetivo primordial de estas líneas es fechar el
nivel de destrucción detectado en el interior de la piscina, buscarle un contexto y
relacionarlo cronológicamente con otros que están documentados en la cuenca
media del Ebro.
Aquí nos interesa únicamente analizar las evidencias de la cuenca media del
Ebro y su prolongación hasta la zona de la Meseta norte, dejando para otra ocasión el alcance que debieron de tener estos sucesos hacia el sur de España y el norte de Portugal. Los ocultamientos monetarios del Pirineo francés en Hasparren
(270) y Mouguerre (270-274)866 parecen indicar que las gentes que provocaron estos acontecimientos penetraron por la vía romana que atravesaba el Summus Pyrenaeus (Roncesvalles) y que llegaba hasta Pompaelo (Pamplona, Navarra) y al nudo
de comunicaciones ubicado en torno a Sangüesa (Navarra) y Sos del Rey Católico
(Zaragoza), para llegar a Cara (Santa Cara, Navarra) y descender al valle del Ebro
(Vareia y Calagurris), en dirección a Turiaso (Tarazona, Zaragoza) y Augustobriga867
859 Los estudios dedicados al siglo III no han llegado a profundizar en los acontecimientos históricos
acaecidos en esta zona. Los motivos pueden ser varios. Los estudios globales realizados para el
conjunto de la Península tienen todos una amplia bibliografía, a pesar de que dan la impresión
de ser profundos y meditados, suelen ser incompletos y rara vez abordan estudios regionales,
como se puede observar para nuestra área de estudio.
860 Aurelio Víctor, De Caes. XXXIII.3; Eutropio, IX.8.2; Orosio, Hist. VII.22.7-8 y Próspero de Tiro, Epit.
Chron. 879.
861 CEPAS PALANCA, A., 1995, 364. CEPAS PALANCA, A., 1997, 15-16.
862 CASTANYER I MASOLIVER, P., TREMOLEDA I TRILLA, J., 1999. De las 36 monedas recuperadas la más reciente es de Claudio II (268-270), 112-118, 321 y 344.
863 TARRATS BOU, F. et alii, 1998, 197-225.
865 PÉREZ ALMOGUERA, A., RAFEL I FONTANALS, N., 1993. El abandono está bien datado por el hallazgo
de una moneda de Galieno. La cerámica africana del tipo D catalogada como forma Hayes 58 es
una 32/58, que se data en la segunda mitad del siglo III, ver p. 71, fig. 46.
866 RICO, C., 1997, 218.
867 Importante núcleo urbano, escasamente estudiado, los materiales que conocemos también son de
la segunda mitad del siglo III. Los habitantes del municipio han realizado infinidad de hallazgos
muebles e inmuebles (columnas, capiteles, restos epigráficos, etc.): JIMENO, A., 1980, 95-97 y
182-183.
CÆSARAUGUSTA 76
864 GISBERT SANTONJA, J. A., 1999, 99.
331
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
(Muro de Ágreda, Soria, a XXII millas de Tarazona868) y de allí hasta Clunia (Coruña del Conde, Burgos), para continuar hacia el sur y el oeste.
La constatación de niveles de destrucción y la ocultación de depósitos monetales, en la cuenca media del Ebro, son dos evidencias, que no se pueden obviar,
y que demuestran la inestabilidad social del momento en esta zona geográfica.
La ocultación de depósitos monetarios, perdidos o abandonados, tienen la
particularidad de que ofrecen una cronología muy uniforme. No se puede argumentar que son ocultaciones que pueden responder a otros motivos, primero por
su gran concordancia cronológica y segundo porque no es frecuente que en un periodo concreto se concentre un número tan alto de depósitos monetales. Algunos
investigadores han restado importancia a estos depósitos argumentando que se
han encontrado en mayor número los fechados en el siglo IV d. C., compuestos
principalmente por aes2. A esta afirmación hay que matizar varios puntos.
En el listado que aporta Velázquez en 1983, realiza un inventario de hasta
100 depósitos, posteriormente ampliados y actualizados por J. Cepeda en el año
2000, y como bien indica con monedas de fines del siglo IV e inicios del V869. La
mayoría tienen acuñaciones de Arcadio y Honorio, por lo que en principio habría
que fecharlos a inicios del siglo V. Sin embargo, hallazgos de estos depósitos efectuados en contextos arqueológicos indican que gran número de las ocultaciones o
pérdidas se efectuaron a fines del siglo V o en la primera mitad del siglo VI870.
Otros investigadores suponen que los depósitos de aes2, en contextos del siglo V
d. C., no tienen un significado real en la circulación monetaria hispana, siendo,
pues, conjuntos reunidos o mantenidos con un carácter extramonetal y que incluso pudieron llegar a la Península en fechas muy posteriores a su emisión, por
ello no se pueden establecer conclusiones precipitadas sobre su papel en el circuito peninsular a finales del siglo IV ni, probablemente, a principios del V871.
Por todo lo expuesto consideramos que estas ocultaciones, pérdidas o abandonos monetarias no se les puede atribuir una cronología del siglo IV, y que en la
gran mayoría de los casos fueron efectuadas a lo largo de la segunda mitad del siglo V y la primera mitad del VI d. C., es decir, en diferentes estadios cronológicos.
Por ello, éstas ocultaciones monetarias de la segunda mitad del siglo III d. C., por
el elevado número de hallazgos, siguen estando en un lugar destacado, para un
momento histórico concreto.
Para la zona geográfica que nos afecta y siguiendo de norte a sur encontramos
los siguientes depósitos monetarios, con referencia a la moneda más moderna872:
868 Un miliario de época de Tiberio encontrado en Muro de Ágreda (Soria) situa Turiaso a XXII millas:
JIMENO, A., 1980, 182-183.
CÆSARAUGUSTA 76
869 MARTÍNEZ MIRA, I., 1998, 152, nota 6.
332
870 De esta opinión somos algunos investigadores como T. Marot, P. P. Ripollès y J. Á. Paz, en contra
de lo argumentado por J. Cepeda (que se basa en una disposiicón imperial para la retirada de los
aes2, Cth, IX, 23, 2), un comentario sobre este y otros aspectos en PAZ PERALTA, J. Á., 2002, 551-553.
Recientemente RIPOLLÈS, P. P., 2002, 214, nota 116, con bibliografía. En general las monedas suelen
presentar signos de desgaste por una prolongada circulación y también huellas de reutilización.
871 FIGUEROLA, M., 2000.
872 Datos extraídos de: PAZ PERALTA, J. Á., 1991, 41-44. PAZ PERALTA, J. Á., 1997. TUDANCA CASERO, J. M.,
1997. CEPAS PALANCA, A., 1997, 160-173. Todos con bibliografía.
— Villa romana de Liédena. Quintilo (270).
— Sangüesa. Póstumo (258-268).
— Ribera del Ebro873.
La Rioja:
— Vareia (Varea). Salonina (266)874.
Zaragoza: — Cinco Villas. Fechado hacia el 268875.
— Grisén. Claudio II (270)876.
— Bárboles. Claudio II (270)877.
— Caesar Augusta. Claudio II y Quintilo (270)878.
Teruel:
— Val de Urrea (Albalate del Arzobispo). Macriano y Galieno
(268)879.
Burgos:
— Clunia. Conjunto de las tabernas del Foro, Póstumo y Galieno
(268). Casa 3 de Probo (276-282). Casa 1, Hab. 35, Magna Urbica (284-285)880.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Navarra:
Otros depósitos de cronologías similares han sido encontrados en Evora, Conimbriga, Fragas do Piago (Vilareal, Portugal), provincia de Granada, Peal de Becerro, Santa Elena (Jaén), etc.881.
Respecto a la composición de los depósitos monetarios una pregunta queda
en el ambiente. ¿Si fechamos estas destrucciones hacia el año 284/285, a que se
873 Según información recibida fue encontrado a principios de los años 90 en la ribera del río Ebro
de la Comunidad Foral de Navarra; consiste en un importante depósito monetario de denarios
(Galieno, Tetrico, Salonina, etc.), las cifras están sin valorar, las informaciones dicen que «apareció una dolia completamente llena». Todas las monedas, al parecer, han sido dispersadas y vendidas en el mercado de antigüedades.
874 TUDANCA CASERO, J. M., 1997, 112-114. Es significativa la ausencia de monedas de Claudio II. En
la excavación de 1981, Sector Sur, se encontraron monedas desde Augusto a Probo (276-280):
LUEZAS PASCUAL, R. A., SÁENZ PRECIADO, M. P., 1989, 18.
875 Se encontró en el siglo XIX, como probable lugar de hallazgo se apunta el yacimiento de La Fillera-Campo Real (Sos del Rey Católico), próximo al término municipal de Sangüesa (Navarra), por
ello este depósito puede ser el mismo que el atribuído a Sangüesa: LOSTAL PROS, J., 1980, 26.
876 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1994.
877 GURT ESPARRAGUERA, J. M., 1985, 137.
879 BARDAVÍU PONZ, V., 1918, 39-40. El hallazgo constaba de más de treinta monedas, en la actualidad
perdido.
880 TUSET I BERTRAN, F., BUXEDA I GARRIGÓS, J., 1995a, 358. BUXEDA I GARRIGÓS, J., TUSET I BERTRAN, F.,
1995, 178, ponen en duda que la destrucción tuviera lugar en ese momento. El depósito monetario de 34 denarios de la Casa 1 se encontró sobre el suelo de la habitación 35. En otras zonas de
la excavación aparecieron monedas acuñadas en el año 337. Sin embargo en ciertas zonas de la
ciudad, como el teatro y las tabernas, no aparece TSHT, lo que puede indicar un abandono en fechas anteriores a la aparición de la TSHT, probablemente en el siglo III.
881 GURT ESPARRAGUERA, J. M., 1985, 137-138.
CÆSARAUGUSTA 76
878 Hallazgo efectuado en el año 2001, actualmente expuesto en el Museo del Teatro Romano (Zaragoza), inaugurado en Mayo del año 2003, el hallazgo consta de ciento ochenta y nueve antoninianos. Se encuentra inédito.
333
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
debe que en todos los depósitos (excepto en Clunia y el hallazgo aislado de Vareia,
con una de Probo) la moneda más moderna sea de Claudio II y Quintilo? La explicación podría estar en que durante los años 260-275, con Galieno, Claudio II
y Aureliano, se produce un aumento enorme de la cantidad de moneda en circulación, y son las acuñaciones de los emperadores citados las más mayoritarias en
los depósitos, además de representar el 90% de las localizadas en Hispania para los
años 260-294 d. C.882. A ello hay que añadir que la mayor parte de los depósitos
nos han llegado incompletos.
Entre los yacimientos que ofrecen información estratigráfica de niveles del siglo III, bien con señales inequívocas de abandono, signos evidentes de una destrucción violenta o una continuidad de su hábitat, destacamos los siguientes:
— Iacca (Jaca, Huesca). Nivel de abandono883 generalizado, detectado en gran
parte de las excavaciones efectuadas. No se observan signos de destrucción. Durante los siglos IV-V tiene una población residual, con más ocupación durante el
siglo IV.
— Pompaelo (Pamplona, Navarra). Hay que precisar que admitimos la existencia de niveles de incendio en el siglo III, a pesar de que Cepas interpreta que lo
retrasamos hasta el siglo IV884.
— Alba? Albeiurmendi (San Román de San Millán, Álava). Sus investigadores
identifican el asentamiento con la mansio de Alba, del Itinerario de Antonino, en
la vía de Astorga a Burdeos. La excavación efectuada atestigua la existencia de una
destrucción violenta, un incendio llegó a quemar la solera de opus signinum del
hypocaustum885.
— Villa de Liédena (Foz de Lumbier, Navarra). Además de constatar un nivel
de destrucción se encontró un depósito monetario.
— Cara (Santacara, Navarra). Este núcleo urbano era un importante nudo de
comunicaciones, estaba ubicada en la margen derecha del río Aragón y en la vía
que unía Caesar Augusta con Pompaleo886. El río Aragón era navegable desde Cara
hasta la desembocadura del Ebro. Su época de esplendor se sitúa en el siglo II, hay
882 RIPOLLÈS, P. P., 2002, 208.
CÆSARAUGUSTA 76
883 En este nivel se han identificado monedas de Vespasiano, Domiciano, Faustina Augusta, Tetrico y
una dudosa de Quintilo o Claudio II: PAZ PERALTA, J. Á., 1990, 268.
334
884 CEPAS PALANCA, A., 1997, 172 y 228. No se dice que la destrucción de los restos exhumados en el
Arcedianato haya que fecharla en el siglo IV, la conclusión después de un estudio crítico del material encontrado en los diferentes niveles arqueológicos es: «.. los estratos atribuídos por Mezquíriz al siglo III y a los siglos IV y V forman una unidad cronológica o, por lo menos, hemos de
considerar que el nivel de fines del siglo III se encuentra mezclado con elementos procedentes de
los niveles de los siglos IV y V.»: PAZ PERALTA, J. Á., 1991, 43. La excavación de una estratigrafía
abierta entraña éstos peligros, el material de niveles superiores es susceptible de ser mezclado con
el nivel inmediatamente inferior. Los motivos pueden ser diversos, en ocasiones es muy difícil, y
en otras casi imposible, diferenciar la división de tierras entre un nivel y otro, también los niveles
pueden estar removidos en época antigua o, puede suceder, que la excavación no se haya realizado con las suficientes garantías.
885 FILLOY NIEVA, I., GIL ZUBILLAGA, E., 2000, 115-117.
886 LOSTAL PROS, J., 1991, 87, miliario, n.º 85.
— Tarraga (Uncastillo, Zaragoza). El conocido yacimiento de Los Bañales, en
la llamada Val de Bañales, de identificación probable con la antigua ciudad de Tarraga (o Teracha) y próximo a Layana y Sádaba, y comunicado por la vía de las Cinco Villas. Es uno de los más importantes complejos urbanísticos del Aragón romano, tenía foro, templo, arco, acueducto (con 32 pilares en pie), termas, etc. Las
investigaciones efectuadas desde los años 40 del siglo XX, por J. Galiay, proseguidas en la década de los 70 por A. Beltrán y en la década de los 90 por J. M. Viladés, no han detectado niveles de destrucción, se observa un nivel de abandono
que se extiende por todo el yacimiento y que aporta material muy fragmentado y
escaso, lo que indica que el núcleo urbano fue abandonado sin precipitaciones.
Más difícil es precisar el momento concreto del abandono, la falta de hallazgos
numismáticos y la similitud de perfiles y pigmentos que tiene la sigillata hispánica en la segunda mitad del siglo III-inicios del IV, no permite precisar la cronología, que con toda probabilidad habría que situar en el último cuarto del siglo III.
Los hallazgos de cerámica evidencian que su ocupación no supera los años finales del siglo III o, como mucho, los primeros del siglo IV d. C.888
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
una fase de destrucción atestiguada por los numerosos restos de cenizas aparecidos en toda la zona excavada887.
— Osca (Huesca). No se han detectado niveles de destrucción, pero se observa un declive total de la vida urbana desde el siglo III d. C. No hay evidencias arqueológicas de los siglos siguientes. En el asentamiento rural de La Magantina, en
el polígono industrial del mismo nombre cercano al casco urbano de Huesca, se
ha constatado un nivel de destrucción? con capas de cenizas, fechado en el siglo
III d. C.889
— Termas de Fitero (Navarra). Aunque no han sido objeto de una excavación
arqueológica sistemática se puede suponer un abandono en el siglo III d. C.
— Calagurris (Calahorra, La Rioja). Una reciente excavación efectuada en el
sector norte de la ciudad ha constatado las evidencias de un gran incendio en un
amplio sector de la ciudad890, el nivel ha ofrecido un importante número de pie887 PERÉX AGORRETA, M. J., 1986, 128-137.
888 La bibliografía sobre el yacimiento es muy extensa, para una introducción general ver: LOSTAL
PROS, J. 1980, 83-90. PERÉX AGORRETA, M. J., 1986, 228-232. Gracias a la gentileza de los directores
de la excavación hemos participado en los trabajos de campo además de estudiar y consultar el
material cerámico. Resultados extraídos de prospecciones efectuadas en las cercanías del yacimiento se ha constatado el abandono de varios asentamientos rurales en la segunda mitad del siglo III d. C., por ejemplo en el llamado Campo del Chino (Uncastillo): PAZ PERALTA, J. Á, 1991,
181.
890 TUDANCA CASERO, J. M., LÓPEZ DE CALLE, C., 2000, el nivel lo datan sus excavadores hacia mediados
del siglo II d. C., por el hallazgo de una moneda de Antonino Pío y ausencia de otros elementos.
Sin embargo hay tres hallazgos que llevan la cronología a un periodo más moderno. El primero
de ellos es el fondo de un vidrio que pertenece a una copa (lám. 10, núm. 515) y que parece corresponder a la forma Ostia I, 227, recipiente que se data desde el siglo III d. C.: ORTIZ PALOMAR,
E., 2001, 240. El otro fragmento es un borde del plato de la Hispánica 82C, con decoración de palmetas estampadas en el interior y exterior (lám. 7, núm. 189, catalogado como una Hispánica 73)
y que está bien datado entre época de Constantino y el último cuarto del siglo IV (cronología que
concuerda con el depósito monetal encontrado en el denominado tercer nivel, por lo que esta cerámica podría ser una intrusión en el nivel): PAZ PERALTA, J. Á., 1991, 87, fig. 21, 128 y 129, dos
ejemplos de esta forma se han encontrado en Tarazona. Por último, comentar que las lucernas cla-
CÆSARAUGUSTA 76
889 PAZ PERALTA, J. Á, 1990, 264-265.
335
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
zas, entre las que cabe destacar un arcón, un busto de bronce, etc. En otros puntos de la ciudad se han detectado abandonos.
— Vareia (Varea, La Rioja). Además de ser mansio, era un enclave con una importancia económica indiscutible, el río Ebro era navegable hasta esta población.
Al depósito monetario hay que añadir un repertorio numismático, que no forman
un depósito común, con monedas de Póstumo, Victorino, Tétrico, etc. Se han detectado abandonos y destrucciones de viviendas en varios puntos de la ciudad, en
uno de ellos con monedas de Probo891.
— Caesar Augusta (Zaragoza). A LVI millas de Turiaso. En las numerosas excavaciones llevadas a cabo durante los últimos 25 años no hay constancia de niveles de destrucción ni de abandono. Los niveles de este siglo son muy escasos, indicio de una fuerte vitalidad urbana. La ciudad pudo sufrir un sitio, como ocurrió
en Tarragona, pero es indudable que no fue arrasada.
— Bursao (Borja, Zaragoza). Nivel de destrucción y abandonos fechados en la
segunda mitad del siglo III d. C.892.
— Augustobriga (Muro de Ágreda, Soria). Las inscripciones y los hallazgos de
superficie indican que la ciudad deja de ser habitada en el siglo III d. C., probablemente por una destrucción violenta.
— Clunia (Coruña del Conde, Burgos). Tanto su excavador, P. De Palol, como
otros investigadores aceptan una destrucción violenta en una zona de la ciudad
hacia 284/285.
Para el entorno de la ciudad de Tarazona tenemos que matizar que el cercano asentamiento rural de La Pesquera no fue destruido en el siglo III como señala Cepas, su vida comenzó a mediados de este siglo, o a inicios del siglo IV, y se
prolongó hasta mitad del siglo V893.
No es fácil encontrar asentamientos rurales destruidos en la segunda mitad
del siglo III, la mayor parte fueron abandonados a fines del siglo II-inicios del III
y los menos durante la primera mitad del III. Las prospecciones superficiales efectuadas en la Vía Augusta a su paso por la provincia de Zaragoza en los términos
municipales de Gelsa, Sástago, Pina de Ebro y Velilla de Ebro, con un recorrido de
CÆSARAUGUSTA 76
sificadas como Dressel 27 (lám. 11, núms. 89, 390 y 457) y que tipológicamente se corresponden
con la Bailey Q viii, se caracteriza por la decoración de la margo con estilizaciones vegetales en
forma de racimos de uvas y hojas de vid, modalidad fechada en la etapa final de los antoninos y
mediados del siglo III d. C., ejemplos de este tipo de lucernas también los hay en Tarazona. De todas formas, sería precisa una revisión de todo el material para obtener una cronología más precisa. Como se puede observar los hallazgos numismáticos no siempre ofrecen la cronología final del
yacimiento.
336
891 LUEZAS PASCUAL, R. A., SÁENZ PRECIADO, M. P., 1989, 18. En la campaña de 1981, en el sector Sur, se
detectó una casa con seis habitaciones destruída por un incendio, con monedas que abarcan una
cronología desde Augusto hasta Probo (276-282) y que ofreció importantes restos, pie de candelabro, restos de un arcón de madera con cantoneras de bronce, plato de bronce, etc. TUDANCA CASERO, J. M., 1997, 108-114, otros datos conocidos son muy confusos, lo que si que parece claro es
que hubo una reocupación posterior, en el siglo IV, motivada en función de su posición estratégica.
892 PAZ PERALTA, J. Á., 1991, 32-33.
893 CEPAS PALANCA, A., 1997, 228. La información se puede contrastar en PAZ PERALTA, J. Á., 1980, 340.
Los resultados obtenidos en las investigaciones llevadas a cabo en Tossal de
los Moros (Santa Lecina, Huesca) y Los Aguares (Osera de Ebro, Zaragoza) indican que estos asentamientos rurales sufrieron un abandono precipitado o destrucción durante la segunda mitad del siglo III d. C.
Las evidencias de depósitos monetarios, niveles de destrucción y abandono se
han plasmado sobre un mapa (fig. 167) donde se ubican las vías romanas de comunicación más importantes. Esto ha permitido trazar la ruta de los sucesos y realizar una interpretación de los acontecimientos históricos, conclusiones que quedan a expensas de ser reinterpretados por futuras investigaciones y hallazgos que
con más datos reafirmen, o modifiquen, las hipótesis que aquí se exponen. Está línea de investigación no es nueva, Koethe, en 1950, ya elaboró mapas de dispersión de hallazgos monetales en Francia para el periodo 250-280, observando para
el periodo 270-280, una concentración en el sur y suroeste, aquí se completa con
la información arqueológica donde se constatan abandonos y destrucciones.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
80 Km, han proporcionado 23 asentamientos romanos, ubicados a ambos lados
de la vía. Una minoría se abandona a fines del siglo II y la mayor parte en el siglo
III; ninguno de ellos se vuelve a ocupar en los siglos IV-V d. C. La misma cronología se desprende de los cerca de cincuenta asentamientos detectados en los términos municipales de Gelsa (Zaragoza), Bujaraloz (Zaragoza), Peñalba (Huesca),
Candasnos (Huesca) y Sena (Huesca), ubicados en un radio de 5 Km en torno a
la vía romana894.
Los depósitos y destrucciones se concentran en áreas y puntos determinados.
Resumiendo los datos expuestos, tendríamos la ruta principal por la que se desarrollaron estos acontecimientos. Su entrada sería por Roncesvalles para llegar necesariamente a Pamplona y continuar hasta el importante nudo de comunicaciones situado en la zona limítrofe entre Navarra y la provincia de Zaragoza, en torno
a Sangüesa y Sos del Rey Católico895, segurían por la vía de Gallipienzo hasta Cara
y desde allí descenderían, por vía fluvial y/o terrestre, hasta el valle del Ebro, realizando incursiones en La Rioja, afectando a las localidades de Calagurris y Vareia.
Después se desplazarían hasta cerca de Caesar Augusta, con actuaciones en los
campos cercanos, Bárboles y Grisén, en el valle bajo del río Jalón, para subir hacia el norte y tomar la vía en dirección a la Meseta pasando por Turiaso. Queda la
duda si los saqueos fueron efectuados por un solo grupo o por varios que se extenderían por los diferentes ramales viarios. También ignoramos que motivaciones pudo tener la elección de estas rutas, probablemente fueron escogidas por la
riqueza de las regiones o en función de un destino predeterminado, la Meseta
norte.
894 Agradecemos la información proporcionada por J. Rey y J. L. Cebolla.
895 LOSTAL PROS, J., 1992, es un punto con una importante concentración de miliarios, en el resto del
territorio de Aragón no hay miliarios (provincia de Teruel) o son muy escasos (provincia de Huesca), estos hallazgos marcan la importancia que tenían las vías de comunicación a las que nos hemos referido, ver al final del libro el Mapa General de Distribución.
CÆSARAUGUSTA 76
Hay que indicar que la provincia de Huesca y Teruel no tienen hallazgos de
depósitos monetarios, a excepción del encontrado en Albalate de Arzobispo, muy
dudoso y de tan sólo unas treinta monedas. Albalate era un cruce de caminos de
gran importancia en el Bajo Aragón.
337
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Desconocemos el alcance que pudieron tener estos acontecimientos en Caesar Augusta y si la inestabilidad llegó hasta las puertas de la ciudad. A pesar de haberse detectado un depósito monetario, hay constatación segura896 de que la ciudad no sufrió abandono ni destrucción.
Los abandonos de Iacca (Jaca), Tarraga (Los Bañales), Osca (Huesca), etc. indican que en estas zonas no hubo grandes violencias, aunque sus efectos se notaron en la sociedad del momento.
Conclusiones
1. El abandono de municipios como Labitolosa (La Puebla de Castro, Huesca), Bilbilis (Huérmeda-Calatayud, Zaragoza), etc. y asentamientos rurales de El
Convento (Mallén, Zaragoza897) y La Balsa del Castillo (Almudévar, Huesca898), se
ha comprobado arqueológicamente y es un hecho entre fines del siglo II e inicios
del siglo III d. C.
2. La ocultación de monedas y los niveles de destrucción y abandono constatados, son indicación de que debió de existir una fuerte inestabilidad social entre los años 269/270-284/285 d. C.
3. Esta inestabilidad fue provocada por gentes que llegaron por los Pirineos
occidentales, entrando por el paso de Roncesvalles, y desplazándose por la red viaria hasta Pompaelo y Cara, llegando a la ribera del Ebro y después hasta Turiaso y
de allí por Augustobriga a la Meseta norte, para llegar a Clunia, Portugal y sur de España.
Otros pasos como el del Somport conducía hasta el valle del río Aragón899
(con prolongación hasta Pamplona?) que lleva a Liédena, Sangüesa, las Altas Cinco Villas, enlazar con la vía de Gallipienzo y para descender a la ribera del Ebro.
Los contactos e intercambios comerciales entre uno y otro lado del Pirieno occidental, aunque se han reflejado parcialmente, están pendientes de un estudio más
detallado. Es evidente que han sido siempre fluidos y más frecuentes de lo que
pensamos, incluso durante los siglos III-V. Sirva de ejemplo las sigillatas hispánicas (Ritt. 8, Drag. 15/17 y 27, etc.) del siglo III, ó inicios del IV, encontradas en la
896 Los datos son absolutamente fiables por el elevado número de excavaciones efectuadas en los últimos treinta años.
CÆSARAUGUSTA 76
897 Las excavaciones llevadas a cabo han aportado un gran volumen de material que permiten fechar
su abandono hacia los años 170/190 d. C. Un avance con el estudio del vidrio en ORTIZ PALOMAR,
E., 2001, 48, figs. 4 y 5.
338
898 Agradecemos la información proporcionada por su excavador J. M. Viladés. Con motivo de la
construcción de la autovía Zaragoza-Huesca se procedió a la excavación de este asentamiento. El
material aportado es muy numeroso por lo que su fecha de abandono no ofrece ninguna duda.
No hay señales de destrucción violenta.
899 Recientes prospecciones efectuadas por J. Delgado y su equipo en el valle del río Aragón, con motivo del recrecimiento del embalse de Yesa, en los términos de Undués-Pintano, Artieda y Sigües
(prov. de Zaragoza) han permitido localizar hasta una decena de yacimientos abandonados en la
segunda mitad del silgo III. Futuras investigaciones en proyecto, en el supuesto de que llegaran a
excavarse, indicarían si están destruídos o abandonados. Para establecer los criterios y diferenciar
la producción de sigillata hispánica, del siglo III de las del IV, procedentes de prospección, ver: PAZ
PERALTA, J. Á., 1997, 212.
La vía del puerto del Palo (Hecho), por el valle del río Aragon-Subordán, y
Somport, por el valle del río Aragón, se unían a la vía de la canal de Berdún, que
transcurre por la margen izquierda del río Aragón, desde Iacca, hasta Sangüesa
(Navarra), donde se reúne con la de las Cinco Villas que conducía a Caesar Augusta pasando por Segia (Ejea de los Caballeros)902. Interesa destacar que en el nudo
de vías, en Sangüesa y Sos del Rey Católico, donde confluyen la vía de las Cinco
Villas con la de la Canal de Berdún, la de Gallipienzo y otros caminos secundarios, se constata la presencia de dos depósitos monetarios y varias destrucciones
de asentamientos (en Sangüesa, en la cercana villa de Liédena, Campo Real, etc.),
evidencias que permiten vislumbrar que este enlace de caminos fue una zona de
importante inestabilidad social. Los depósitos monetarios de Sangüesa y Liédena,
los encontrados en el Pirineo francés (Hasparren, etc.) y los niveles de destrucción
constatados en Pompaelo, parecen reafirmar la idea de que el principal contingente penetró por Roncesvalles, como en el año 778 lo haría Carlomagno en su ruta
hacia Zaragoza.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
villa galo-romana de L’Enfant en Oloron (antigua Ilurone) y Goès (Pirineos Atlánticos, Francia)900, de talleres riojanos y que debieron de llegar por la vía que conducía a Beneharnum (Lescar, Francia), atravesando el Somport, paso pirenaico que
alcanzará su máxima utilización en la Edad Media al ser transitado por los peregrinos en el Camino de Santiago. La importancia de los pasos pirenaicos centrales está atestiguada a fines del siglo IV d. C., circa del año 383, en la inscripción
que se conserva en Siresa (Huesca), CIL. II 3022901.
Como consecuencia de estos acontecimientos Turiaso sufre una importante
caída demográfica como se comprueba en la reducción de hallazgos arqueológicos. Consideración aparte merece el sarcófago de la iglesia de El Carmen, en
mármol minorasiático, datado en época tetrárquica (280-310)903. Parece evidente que después de las fuertes convulsiones sociales, en que una parte del núcleo
urbano debió de ser destruido, la ciudad no se recuperó económicamente, por
lo menos hasta bien entrado el siglo IV d. C., por ello los acontecimientos históricos permiten perfilar la cronología del sarcófago y situarla entre los años
280-283/284.
Por la cronología que ofrecen los depósitos monetarios se podría fechar la
destrucción del santuario entre los años 276-284/285, inclinándonos más por esta
última cronología, que es posterior al inicio de la fabricación del sarcófago de El
Carmen y encaja bien con las monedas más modernas encontradas en Vareia904,
Clunia y en Villarinho (Santo Tyrso, norte de Portugal)905 que ofrecen, sin duda,
una cronología posterior al año 282 d. C.
901 LOSTAL PROS, J., 1992, 225-227, núm. 277. PAZ PERALTA, J. Á., 1997, 194. RICO, C., 1997, 208-212.
902 LOSTAL PROS, J., 1992, 168 y 171. Comentario a los miliarios 162 y 165. Para llegar hasta Caesar
Augusta también se podía hacer por la vía que discurría por el valle del Gállego, por Ebellinum, Foro
Gallorum y Gallicum.
903 CAPALVO LIESA, Á., 1984.
904 Aquí se encontraron monedas de Probo (276-282) asociadas a un nivel de destrucción: LUEZAS
PASCUAL, R. A., SÁENZ PRECIADO, M. P., 1989, 18.
905 La moneda más moderna es de Probo.
CÆSARAUGUSTA 76
900 Agradezco a mi estimado colega F. Rechin (Universidad de Pau) los datos proporcionados. Un
avance en RECHIN, F., 1993, 116, fig. 104, 2-9. Para otros hallazgos ver: RICO, C., 1997, 234-247.
339
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
6. ¿Prolongación del culto hasta fines del siglo IV d. C.?
(J.Á.P.P.)
Después del saqueo y la destrucción la zona del santuario se abandonó y es
posible que no se intentara recuperar ninguna de sus riquezas, como queda patente en los hallazgos efectuados. No tenemos datos para asegurar si la conducción de agua siguió en uso. Lo que sí sabemos con seguridad es que la zona baja,
próxima al río Queiles y que corresponde con el tramo II del desagüe y zona del
hypocaustum, se utilizó como vertedor o como zona de asentamiento ocasional,
dada su ubicación a pie de la vía romana, hasta una fecha imprecisa de fines del
siglo IV, probablemente circa al 390. En los trabajos de excavación efectuados en
los cercanos jardines del Hogar Doz, se localizó un nivel fechado en la segunda
mitad del siglo IV con enterramientos, ello nos puede indicar uno de los últimos
usos que tuvo este espacio religioso ubicado al lado de una vía906.
Esta cronología es coincidente con la destrucción y/o abandono de numerosos santuarios en otros puntos del Imperio y en Hispania907.
7. El culto a las aguas de Turiaso y el valle del Ebro (fig. 168)
(M.B.LL., J.Á.P.P., E.O.P.)
No es este el lugar para trazar un panorama general del contexto salutífero de
las aguas del valle del Ebro, que ya ha sido abordado en sus rasgos generales por
otros autores908. El complejo ahora analizado de Turiaso se presenta con caracteres
evidentes de singularidad, tanto por el tipo de aguas frías909, como por su advocación y especialmente por los episodios relacionados con la figura de Augusto, Domiciano y Trajano, es decir, con la casa imperial, según se ha mencionado y por
tratarse, por primera vez en nuestro valle, de un ejemplo bien ilustrado, a pesar de
nuestras carencias, sobre los aspectos arqueológicos que debían conformar el santuario de Turiaso.
CÆSARAUGUSTA 76
También parece evidente que la situación del santuario junto al núcleo urbano del municipium, debió favorecer la prosperidad de la ciudad desde el punto de
vista urbano, siendo este ejemplo único en el valle del Ebro. Sobre esto debe anotarse la favorable situación de Turiaso como cabecera comarcal de un notabilísimo
nudo de comunicaciones, derivadas de Caesar Augusta (Turiassone Caesaraugustam)
y enlazando el territorio con Bilbilis, Cascantum y Balsione910, tejiendo en consecuencia una importante red de caminos que facilitó tanto su acceso como la explotación de un amplio territorio con intereses mineros y agrícolas ciertamente
340
906 BIENES CALVO, J. J., 1994, 141-142, nivel «c».
907 Entre otros FERNÁNDEZ, G., 1981.
908 DUPRÉ, N., PÉREZ AGORRETA, M. J., 1992, 151 ss. DUPRÉ, N., 1992, 277 ss. con la bibliografía relativa al valle. DUPRÉ, N., 1992a.
909 El resto de las termas del valle del Ebro son de aguas calientes: Aquae Bilbilitanorum (Alhama de
Aragón, Zaragoza): 32,37º; Tiermas (Zaragoza): 33º; Fitero (Navarra): 46-47º; Panticosa (Huesca): 27º.
910 MAGALLÓN BOTAYA, M. Á., 1985, 121 ss., id. 1987, 168 ss.
341
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Panticosa
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Apolo
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S
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Balnea con culto
Panticosa Instalaciones termales antiguas
Caesaraugust
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Límites provinciales
Límites de los conventos
jurídicos de la Tarraconense
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Clunia
Fitero
Graccurris
Ujué
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Cabriana
(3) (Ny) (Da)
Rasillo de Cameros
(1) (D)
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CÆSARAUGUSTA 76
1
Fl:
Ny:
D:
Da:
F lumen
N ympha
Divinidad masculina
Divinidad femenina
Número de inscripciones
votivas
EPIGRAFIA:
Tarraco (Fl)
Caldes de
Montbui
A S M
Caldes de Malavella
e
ns
ne
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 168. Las aguas sagradas en el valle del Ebro. Según M. Beltrán y J. Á. Paz, cartografía A. Blanco.
LUSITANIA
Caparra S
Baños de Montemayor
S
TARRACONENSE
Convento
Asturum
Co
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Otañes
S
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co
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Ta
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Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Caldas de Cuntis (PO)
Caldas de Reyes (PO)
Orense
Baños de Molgas (OR)
Baños de Bande (OR)
Caldelas
Chaves (Por.)
(Por.)
Caldas das Taipas (Por.)
Caldas de Vizella (Por.)
Ben Saude (Por.)
Leyre (NA)
Arties (L)
Caldas de Malavella (GE)
Caldas de Montbui (B)
Turiaso (Z)
Alhama de Aragón (Z)
Baños de Montemayor (CC)
Monforte (Por.)
Fortuna (MU)
Tijola (AL)
LUGARES DE CULTO TERMAL
(sobre mapas de Díez de Velasco)
Aquae.
Dedicatorias a ninfas.
150 Km.
FIG. 169. Culto a las aquae y a las ninfas en Hispania sobre mapas de Díez de Velasco.
Según M. Beltrán, cartografía A. Blanco.
CÆSARAUGUSTA 76
elevados. El tramo Turiaso-Caesar Augusta, además, no hace sino recoger la importante arteria en la que, tomando el Ebro, convergían tres importantes rutas generales: Ab Asturica Terracone, De Italia in Hispanias y Ab Asturica per Cantabria Caesar
Augusta. Todo este entramado viario debió favorecer notoriamente el acceso a las
aguas de Turiaso911 cuyo aspecto salutífero ayudó a estructurar el territorio como
polo de atracción y zona de intercambio inmejorablemente situada en el valle del
Ebro, junto a centros de producción metalúrgica ciertamente neurálgicos.
342
Si que resulta aclarador observar la integración del santuario turiasonense en
un territorio en el que el termalismo y el culto toman cierta intensidad, situado
entre Tiermas (Zaragoza), según la inscripción de Leire (Navarra)912, Tritium (Tri-
911 Es patente la influencia que ejercieron los lugares termales en el trazado viario del mundo romano, como ilustran (con viñetas específicas) los caminos presentes en la Tabula Peutingeriana.
912 La dedicatoria a las nymphae (ELORZA, J. C., 1972, 359 ss.; DÍEZ, F., 1998, 41 y 87) se ha puesto en
relación con el conjunto de Tiermas, muy mal conocido, en el que se encontraron restos musivos,
En Turiaso el tránsito iría desde Silbis-Salus en la primera interpretatio romana
y de ésta a la Minerva Medica posteriormente (época de Trajano).
Por otra parte hemos de resaltar, como han puesto de relieve otros autores, la
comunidad de base que integra la porción occidental del Valle del Ebro con el
mundo de las ninfas del Noroeste Peninsular (fig. 169)922, en donde parece que
debemos encontrar el núcleo original del culto a las divinidades curativas de las
fuentes y manantiales, aunque no deja de extrañar que solo en un débil porcentaje se localice un epíteto indígena junto a la denominación de las ninfas (Lupianae,
Varcilenae, Aufaniae, Caparenses), mientras que en la mayoría de los casos se acude
exclusivamente al nombre latino como denominación, nimphae, expresión que ha
adoptado la mayoría de la población para designar a estas divinidades curativas923.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
cio, La Rioja)913 y Aquae Bilbilitanorum (Alhama de Aragón, Zaragoza)914 y en la evidente vecindad de Fitero (Navarra, en el valle del río Alhama)915, Valtierra916,
Ujué917 y Alfaro (La Rioja), situándose en un ambiente en el que el sincretismo romano parece actuar sobre una base indígena, como transparentaría el ejemplo clarificador de Cabriana918 con dedicatorias a Varnae/Uvarnae919 y a la diosa Leucina o
Liucma920, en Comunión (Álava), a las Nymphis bonis et locis y a las Nymphae921.
algunas monedas y una piscina circular (LOSTAL PROS, J., 1980, 26). En el monasterio de Leire es
evidente que se reutilizaron abundantes restos arquitectónicos de Tiermas. Recientemente (según
M. Á. Mézquiriz), se ha puesto en duda la pertenencia de dicha inscripción al conjunto de Tiermas.
913 Dedicatoria a las nymphae (CIL II, 2899 b).
914 CIL II, 3021; FATÁS, G., MARTÍN BUENO, M., 1977, 11 y ss., dedicatoria al deo Tutela genio loci. Es esta
la única referencia al culto termal en Alhama de Aragón, de cuyo balneario no se han identificado restos romanos, sepultados por las construcciones modernas (DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 25, 77
ss.).
915 En los Baños de Fitero no se ha documentado ningún culto hasta el momento, MEDRANO, M., DÍAZ,
M. A., 1987, 491 ss.
916 Dedicatoria a las nymphae (CIL II, 3067), recogida junto a un manantial de aguas medicinales
(DÍEZ, F., 1987, 342) y cerca de un depósito de agua de 6 x 2,5 m.
917 Dedicatoria a la divinidad Lacubegi (ILER 860).
918 DUPRÉ, N., PERÉX AGORRETA, M. J., 1992, 159,
921 ABASOLO, J. A., ELORZA, J. C., 1974, 248 ss.
922 DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 142 ss. las dedicatorias a las ninfas comprenden los dos tercios del corpus epigráfico existente, en el que los dedicantes además mantienen no solo un fuerte componente indígena, pues se encuentran dedicantes con nombres orientales, un liberto imperial, ciudadanos romanos, etc. testimonios todos de de un culto de prestigio; también, DUPRÉ, N., PERÉX
AGORRETA, M. J., 1992, 160.
923 Ya puso de relieve este fenómeno en su día LAMBRINO (1965, 234).
CÆSARAUGUSTA 76
919 ELORZA, J. C., 1967, 136.
920 RUIZ DE LOIZAGA, S., 1981, 297 ss.
343
VII. Geología y procedencia de los marmora924
(J.G.A.)
(S.G.R.)
1. Introducción
El número total de elementos estudiados en el ninfeo excavado en el antiguo
colegio Allué Salvador, en la actualidad Joaquín Costa, de Tarazona es de 25, que
proporcionan un volumen de 7.548’46 cm3, distribuidos de la siguiente forma
(figs. 30, 31, 170 y 171):
1) De los Pirineos centrales franceses, 20 elementos con un total de 3.488’26
cm3, procedentes de Saint-Béat, Arguenos y Campan.
a) Saint-Béat se ha diferenciado entre la brecha de Saint-Béat o Pène SaintMartin, Château y Boutx, con un total de 13 fragmentos y 2.260 cm3, que se pueden desglosar en:
Pène-Saint-Martin o brecha de Saint-Béat: 375 cm3 en 1 fragmento de placa
de pavimentación (80.4.478).
Boutx: 1.055 cm3 en 5 fragmentos, cuatro de placas de pavimentación y uno
de basa de escultura (80.4.100, 80.4.162, 80.4.198, 80.5.1524 y 80.4.479, respectivamente).
924 Este estudio se ha efectuado dentro del proyecto «Las rocas ornamentales de Caesar Augusta», financiado por la Diputación General de Aragón entre 1999 y 2001, y que se realizó en el Museo de
Zaragoza. Las rocas del Municipium Turiaso se incluyeron en él, con objeto de compararlas arqueológicamente.
CÆSARAUGUSTA 76
Château: 933’95 cm3 en 8 fragmentos, uno de inscripción, seis de placas de
pavimentación y una moldura (80.4.125, 80.4.159, 80.4.161, 80.4.169, 80.4.180,
80.4.242, 80.4.561 y 80.4.287, respectivamente).
345
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
b) Arguenos: 376’31 cm3 en 4 fragmentos, uno de moldura y dos de placas de
pavimentación (80.4.477, 80.4.341 y 80.5.56, respectivamente).
c) Campan («Cipollino mandolato»): 748 cm3 en 3 fragmentos de placas de
pavimentación (80.4.101, 80.4.201 y 80.5.1545).
2) De Grecia, 2 elementos con un total de 436’4 cm3, procedentes de:
Krokeai (Lapis Lacedemonius): 288’4 cm3 en 1 ponderal (80.4.27).
Larisa (Marmor Thessalicum): 148 cm3 en 3 fragmentos de la misma placa de
revestimiento, que constituyen un único elemento (80.56415-7).
3) De Egipto, una anforeta, cuyo volumen es de 21’17 cm3, procedente del
Mons Porphyrites-Gebel Dockhan (Lapis Porphyrites) (80.5.4251).
4) De Italia, una cabeza cuya materia prima procede de Luni-Carrara (Marmor
Lunense), cuyo columen es de 1.916 cm3 (80.4.44).
5) Un retrato del divus Augustus en carneola, cuyo volumen es de 1.686’63
cm3 (número de inventario: 80.4.43); roca cuya procedencia podríamos situar en
Oriente, sin descartar otras zonas si tenemos en cuenta la información de las fuentes literarias, como se ha comentado en el apartado 5.2.2.a.2.
2. Estudio geológico. Determinación de la procedencia de los
materiales (J.G.A., S.G.R.)
2.1. Introducción
El estudio y la correcta identificación del material de procedencia arqueológica es un tema complejo que requiere una metodología depurada y unos planteamientos a corto, medio y largo plazo.
CÆSARAUGUSTA 76
Por un lado hay que referirse a unos datos patrón de la cantera o localidad de
origen; estos datos pueden ser en parte bibliográficos y en parte de muestras y análisis del propio investigador. En estos patrones la comparación puede hacerse sobre sitios donde está documentada una explotación en una época histórica concreta o ampliar esa comparación a otras zonas en las que, aunque sin documentar,
es plausible que pudiera haber existido.
346
Queda mucho camino para que esa identificación pueda hacerse de forma
automática e inequívoca. Nosotros lo abordamos con el debido asesoramiento
bibliográfico junto al desarrollo de una base de datos propia, centrada en el territorio peninsular, y en la que llevamos incluidas 1.410 muestras, 670 canteras de
130 localidades todas ellas de materiales con valor arqueológico, ornamental o
constructivo.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
1
5
2-4
Turiaso
6
7
8
9
1.- Campan, “cipollino mandolato”.
2.- Saint-Bèat, “Pène-Saint-Martin”.
3.- Boutx.
4.- Château.
5.- Arguenos.
6.- Luni-Carrara, Marmor Lunense.
7.- Larisa, Marmor Thessalicum.
8.- Krokeai, Lapis Lacedemonius.
9.- Mons Porphyrites - Gebel
Dokhan, Lapis Porphyrites.
FIG. 170. Mapa de ubicación de las canteras en el Imperio Romano. Según M. Cisneros,
cartografía A. Blanco.
2.2. Metodología
De todos los materiales se ha realizado un cuidadoso estudio de visu que incluye la fluorescencia ultravioleta. De la mayoría de las piezas se ha extraído una
pequeña muestra con la que se ha realizado una lámina delgada sobre la que se
ha realizado una descripción petrográfica y de respuesta catodoluminiscente (esta
última con un equipo Technosyn modelo 8200 MK II). Finalmente los espectros
de ESR se realizaron con un espectrómetro Varian E-9 del Departamento de Física
de la Materia Condensada de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, siguiendo los protocolos recomendados por ASMOSIA926.
925 PENSABENE, P., 1988, 411-418.
926 ASMOSIA, 2002: http://www.cas.usf.edu/asmosia/index.html.
CÆSARAUGUSTA 76
El estudio del material arqueológico ha de escalonarse necesariamente en
una primera fase no destructiva que puede abarcar a todas las piezas y una segunda fase que supone la extracción de muestras para realizar análisis más determinativos, sean destructivos o no. La necesaria limitación de la segunda fase a algunas piezas escogidas hace obligatoria una cierta metodología de agrupamiento tal
como hace P. Pensabene925 estudiando el Arco de Constantino. Finalmente para
evitar nuevos muestreos de las piezas, rentabilizar/racionalizar el uso de los datos
obtenidos y para hacer más eficaz la identificación hemos organizado toda la información en una base de datos.
347
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
Burdigala
Río
G
ar
a
on
Río Adou
r
Tolosa
na
o
Lugdunum
Convenarum
Rí
o
Turiaso
Eb
ro
Caesar Augusta
ar
G
5
2-4
Río Au
de
1
o
Rí
Narbo
Vías romanas
Canteras:
1.- Campan, “cipollino mandolato”.
2.- Sain Bèat “Pène-Saint-Martin”.
3.- Boutx.
4.- Château.
5.- Arguenos.
100 km
FIG. 171. Mapa de ubicación de las canteras en el Pirineo Central francés. Según
M. Cisneros, cartografía A. Blanco.
2.2.1. Establecimiento de patrones de «localidad»
CÆSARAUGUSTA 76
Se han realizado dos niveles de patrones de referencia. Por un lado se han
considerado las canteras clásicas del mediterráneo cuya identificación se ha realizado por comparación con los análisis bibliográficos.
348
Por otro lado están los patrones de nuestra propia base de datos de la cual
presentamos en este trabajo los patrones de localidad de cuatro yacimientos del
Pirineo Francés (Arguenos, brecha de Saint-Béat, Chapelle du Château en SaintBéat, Boutx) que corresponden a los mármoles de esta procedencia identificados
en este yacimiento arqueológico. Una campaña de muestreo llevada por nuestro
equipo y el uso de los diagramas de ESR nos ha permitido mejorar en gran medida los datos publicados sobre estas canteras históricas y sobre todo llegar a un
gran detalle en la identificación de la procedencia de la pieza arqueológica.
De la totalidad de piezas estudiadas se han diferenciado cuatro tipos de rocas ornamentales utilizando sólo criterios macroscópicos:
1. Campan o «cipollino mandolato».
2. Marmor Thessalicum.
ARGUENOS
Miner:
Blanco, calcítico, de grano medio, sacaroideo
Visu:
Ca
Acc: Q,
Py , Mi, Do
F. Ultrv:
Text: Homométrica poligonal en mosaico
y porfidoclástica localmente milonítica
Olor: NO
Color:
rosa, sólo en bandas blancas
Decusada:
NO
Algo
Orientada:
ESR
SPLI: 6mm
ΦMed 0,35 mm
1 mm
ΦMax
Cátodo:
Visu:
Ca
Cátodo:
ΦMed
Color:
Contact: Muy
Rosa con parches anaranjados
Olor: Si(4)
No(1)
F. Ultrv:
Decusada:
1 mm
29 piezas identificadas
Nº:
28 piezas
Q, Fo, Py
algo bimodal
2 mm
Nº:
Gris, calcítico, grano medio-grueso
Acc: Mi,
Text: granuda
ΦMax
I: 25,6
(triples)
Naranja con parches amarillos. Accesorios en marrón
BOUTX 1
Miner:
Contactos: Rectos
NO
NO
NO
Orientada:
variables : Rectos, concavo-
ESR
SPLI: 6mm
convexos, difusos, suturados
I: 28,16
Nºde patrones: Cinco (BO 1 y 3; BT 1, 2 y 3.
LEYENDA
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
A
Q:Cuarzo, Ca: Calcita, Do: dolomita, Py: pirita,
Mi: micas, Fo: forsterita Sd: sin datos
Tamaños siempre en mm
FIG. 172. Síntesis de caracteres de los mármoles Arguenos y Boutx (seg. datos de cantera).
ST BEAT (Brecha)
Visu:
Miin: Ca (90%) Do (10%)
Acc: Ox
1 mm
Cátodo:
ΦMed
0,8
mm
F. Ultrv:
Decusada:
Contact: difusos
Olor: No
Color:
Fe, Q, Mo
homométrica algo inequigranular REVISAR
Text:
ΦMax
Nº:
blanco/amarillento, brechoide
?
En los cantos
Orientada:
NO
ESR
y rectos
SPLI: Sd
I: Sd
Bandas rosas y bandas sin fluorescencia
5 piezas identificadas
La brecha posee cantos de 4 a 100 mm y los ox. de Fe se concentran en la matriz que es amarillenta y de
grano ligeramente más grueso. Entre los cantos pequeños dominan los angulosos y entre los grandes los
redondeados. Hay microfracturas y estilolitos
St BEAT(Chateaux 1)
Miner:
Ca
Visu:
Gris claro, calcítico, grano medio
Acc: Mi,
F. Ultrv:
Text:homométrica
ΦMax
3 mm
Cátodo: Rosa
Nº:
Decusada:
ΦMed
0,9
Color:
Ox Fe
mm
de baja intensidad
Contact: Muy
No
N6
Olor: NO
SI violeta tenue
Orientada:
suturados pero netos Superpuestos
Algo
ESR
SPLI: 7
I: 16,33
cc-1
FIG. 173. Síntesis de características de los mármoles de Saint-Béat (brecha y Château)
(seg. datos de cantera).
3. Lapis Lacedemonius.
4. Lapis Porphyrites.
El resto de las piezas no pueden identificarse por este criterio, ya que se trata
de mármoles blancos cuyas características macroscópicas son muy similares y por
tanto poco identificativas. Para el estudio de estas piezas ha sido necesario realizar una preparación microscópica que nos permite estudiar a fondo la petrografía
de la roca. No obstante, podemos, realizar una primera agrupación de estos mármoles basada en criterios macroscópicos que nos permitirá simplificar al máximo
CÆSARAUGUSTA 76
5. Calcedonia variedad carneola.
349
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
St BEAT(Chateaux 2)
Miner:Ca(50%)Do (30%)
Gris/blanco bandeado
Visu:
Acc:
Py , Q, Mi
F. Ultrv:
Text:
Granuda inequigranular-bimodal
ΦMax
2 mm
Cátodo: Rosa
Nº:
ΦMed
0,65
mm
Color: bandas
Decusada:
Cont: Rectos(triples);
N5 y N7
Olor: NO
rosa, sólo en bandas blancas
Algo
Orientada: Elevado
concavo-convexos, netos
uniforme
ESR
SPLI: 7
I: 6,24
identificadas 30 piezas Patron CC-5
Granos de 2 mm rodeados por granos de 0.5-0.1mmContactos: Suturados en los granos gruesos y en los
granos finos de ondulados a rectos. Exfoliacion en 20% del total. Granos algo elongados
St BEAT(Chateaux 4)
Miner:
Text:
ΦMax
Ca
Bandeado gris/blanco, calcítico, grano medio
Py , Q, Mi
Bimodal en bandas fino y grueso
3 mm
Cátodo:
Nº:
Visu:
Acc: Q,
ΦMed 0,5 y
0,15
mm
F. Ultrv:
Decusada:
Cont: Suturados
Color:
Olor: NO
rosa, sólo en bandas blancas
No
Orientada: no
pero netos
Rosa oscuro
ESR
SPLI: 7
I: 18,44
cc-7
Orientación: Granos muy irregulares sin elongación. Un 60% con las dos familias de exfoliación
FIG. 174. Síntesis de características de los mármoles de Saint-Béat (Château) (seg. datos
de cantera).
el número de muestras a estudiar. De este modo hemos diferenciado cinco tipos
de mármoles agrupados en:
— Grupo I: Mármol calcítico bandeado gris y blanco.
— Grupo II: Mármol calcítico blanco.
— Grupo III: Mármol dolomítico.
— Grupo IV: Mármol brechoide.
— Grupo V: Mármol calcítico sacaroideo blanco.
Con esta primera clasificación solo será necesario tomar una muestra de cada
uno de estos tipos macroscópicos para realizar el estudio petrográfico que nos
proporcionará los criterios necesarios para identificar la procedencia geográfica de
estos mármoles.
2.2.2. Estudio de los materiales: mármoles del Pirineo Central francés
Desde un punto de vista geológico existen cuatro tipos de materiales procedentes del Pirineo Central francés con usos arqueológicos:
CÆSARAUGUSTA 76
a) Calizas de edad Mesozoica.
350
b) Mármoles Mesozoicos (antiguas calizas mesozoicas afectadas por metamorfismo alpino).
c) Calizas Paleozoicas con metamorfismo hercínico y alpino
d) Calizas de edad Paleozoica.
e) Mármoles de edad Paleozoica con metamorfismo hercínico.
Los yacimientos correspondientes a cada uno de estos cuatro tipos son:
b) Saint-Béat, Arguenos, Boutx, Marignac, Sost.
c) Pouy de Géry.
d) Campan.
e) Gabás-Portalet, Candanchú, Balneario de Panticosa, Valle de Benasque.
Presentamos aquí las fichas tipos (véase figuras 3, 4 y 5) de los yacimientos
de Arguenos, Boutx, Becha de Saint-Béat y Chapelle du Château en Saint-Béat. Esta
información amplia los datos de Costedoat con análisis de ESR, respuesta a luz ultravioleta y una petrografía más exhaustiva927.
Como puede deducirse de las fichas tipos son mármoles blancos, grises o
bandeados de todos los tamaños de grano aunque preferentemente medios y
gruesos, en algún caso con alteración sacaroidea, porcentajes variables de dolomita y minerales accesorios silicatados.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
a) Aubert, Saint-Pé-de-Bigorre, Sarrancolin.
En toda la región del alto Garona los espectros de ESR poseían un Spli de 6
a 7 mm (entre 12 y 14 gauss bajo las condiciones de trabajo)928 e intensidades mucho más variables. Las localidades diferenciadas se caracterizan por:
Saint-Béat (Chapelle du Château.): SPLI de 7 mm e intensidades bajas (5 a 18).
Boutx: Spli de 6 mm e intensidades medias-altas (28’1).
Arguenos (y otras localidades de mármoles mesozoicos): Spli 6 mm e intensidades medias ( 25’6).
Las figuras 174-176 sintetizan todos los parámetros característicos de las localidades identificadas.
2.3. Estudio de los materiales
La descripción de estos materiales se ha realizado siguiendo criterios petrológicos, diferenciando así los mármoles en sentido estricto de otros tipos de rocas
ornamentales que históricamente han sido mal denominados mármoles.
Encontramos una totalidad de nueve variedades de rocas de las cuales diferenciamos: Una roca calcárea, dos variedades de pórfidos, una roca serpentínica y
cinco variedades de mármoles.
CÆSARAUGUSTA 76
927 COSTEDOAT, C., 1995, 101-118.
928 Medición de la intensidad del espectro: El espectro típico del Mn presenta 6 picos máximos, lo que
varia de una muestra a otra es la altura y la anchura de estos picos dependiendo de la mayor o menor concentración de Mn que contenga el mármol analizado, por tanto se puede realizar una primera comparación visual de las gráficas. Tanto la medida del SPLI como la cuantificación de la intensidad (I) la hemos realizado mediante un cálculo matemático aplicado siempre al 6.º pico del
espectro del Mn. con la correspondiente corrección para la dolomita según las recomendaciones
de ASMOSIA (2002) aunque los valores de intensidad que damos son relativos pues no hemos referido al patron de dpph. El spli se mide en Gauss convirtiendo los mm medidos en Gauss, teniendo en cuenta que todo el intervalo de la gráfica es de 800 gauss. A la escala utilizada 2 mm.
son 4 gauss.
351
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 175. Fotografía de visu del «cipollino mandolato» o campan. Fot. Museo de
Zaragoza, J. Garrido.
2.3.1. Rocas calcáreas
Se trata de rocas sedimentarias de precipitación química cuyo componente
mayoritario es el carbonato cálcico. Son fácilmente identificables macroscópicamente estudiando su color, textura, componentes detríticos y frecuentes restos fósiles. Este tipo de rocas han sido históricamente utilizadas como ornamentales debido a su belleza, maleabilidad y el brillo que adquieren mediante pulimento.
De la totalidad de las piezas estudiadas solo encontramos una variedad de
roca calcárea que se ha identificado macroscópicamente como Campan o «cipollino mandolato».
CÆSARAUGUSTA 76
a. Campan o «cipollino mandolato» (figs. 175-176)
352
Se han identificado tres placas de pavimentación talladas en una caliza cristalina nodulosa blanca con moteado rojo de características macroscópicas semejantes al «cipollino mandolato» de Campan (Francia).
a.1. Descripción de visu: Caliza cristalina blanca con nódulos rojos de 2 a
15 mm de diámetro en forma de elipsoides irregulares. Presenta una red de estilolitos ortogonales que se cortan dando sectores de 25 a 2.700 mm3. Los estilolitos están marcados por óxidos de hierro negros.
La composición mayoritaria de la roca es carbonato cálcico.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 176. Fotografía microscópica del «cipollino mandolato» o campan.
El tamaño de grano es fino, igual o inferior a 0’1 mm.
Se observa respuesta a la luz ultravioleta diferenciando: un color violeta claro para el carbonato blanco y un color violeta más oscuro en los nódulos rojos, en
cambio no se observa ninguna respuesta en los estilolitos negros.
a.2. Descripción petrográfica: La determinación de la procedencia se realiza
por criterios macroscópicos, no obstante hemos estudiado la petrografía de la roca
para asegurar su identificación.
a.3. Clasificación científica: micrita recristalizada (fig. 176).
a.4 Procedencia: Se trata de una caliza cristalina nodulosa procedente de la
región de Campan (Francia) (fig. 171).
CÆSARAUGUSTA 76
Se trata de una micrita parcialmente recristalizada y fracturada con estilolitos
rellenos de óxidos de hierro y fracturas rellenas de cemento carbonatado en mosaico. La composición de la roca es 100% calcítica y no se observan componentes
detríticos ni restos fósiles debido a la recristalización que ha sufrido la roca.
353
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
2.3.2. Pórfidos
El término pórfido hace referencia a rocas volcánicas geológicamente antiguas y procede del término que utilizaron los romanos para denominar una preciada roca de color púrpura procedente de Egipto. Aunque el término sigue utilizándose, debemos hablar más concretamente de rocas volcánicas generalmente de
composición andesítica.
De la totalidad de las piezas estudiadas se han identificado dos tipos de «pórfidos»: una variedad verde procedente de Grecia y otra el pórfido rojo de Egipto.
a. Pórfido verde de Grecia o Lapis Lacedemonius
Se trata de un ponderal tallado en una diabasa cuyo color verde oscuro en la
pasta y verde más vivo en los fenocristales junto con su textura porfidoblástica son
criterios macroscópicos para su identificación.
a.1 Descripción de visu: Diabasa con grandes cristales de plagioclasa de hasta
7 mm. de color verde vivo debido a la serpentinización, envueltos en la pasta verde más oscura.
a.2. Clasificación científica: Diabasa serpentinizada.
a.3. Procedencia: Krokeai (Grecia).
b. Pórfido rojo de Egipto o Lapis Porphyrites
Hemos identificado una anforeta tallada en una roca andesítica porfiroide
roja que macroscópicamente se corresponde con el pórfido rojo de Egipto, roca
muy preciada en época romana.
a.1. Descripción: Roca de textura porfídica con fenocristales de hasta 2-5 mm.
envueltos en una matriz microcristalina roja. Componentes fundamentales: Plagioclasa en secciones prismáticas alteradas a epidota, minerales arcillosos, calcita,
sericita, feldespatos, anfiboles y óxidos de hierro. Como accesorios contiene biotita, magnetita y apatito. La pasta está compuesta por los mismos minerales junto
a microvenillas rellenas de cuarzo.
a.2. Clasificación científica: Andesita porfiroide.
a.3. Procedencia: Mons Porphyrites-Gebel Dockham (Egipto).
CÆSARAUGUSTA 76
2.3.3. Serpentinitas
354
Se trata de rocas metamórficas originadas por el metamorfismo regional de
las peridotitas, su componente fundamental es la serpentina y como accesorios
contiene olivino, magnetita, magnesita y talco. Sus propiedades, similares a las del
mármol, junto con el color verde que le confiere la serpentina, las convierte en
unas rocas muy preciadas para uso ornamental. Aquí encontramos una variedad
muy utilizada en época romana, el marmor Thessalicum. Fácilmente identificable
por su textura y color característicos.
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 177. Fotografía de visu del marmor Thessalicum. Fot. Museo de Zaragoza, J. Garrido.
a. Marmor Thessalicum (fig. 177)
Lo encontramos en una placa de revestimiento que se ha fracturado en tres
fragmentos.
a.1. Descripción de visu: Serpentina brechoide con cantos de 5 a 50 mm de
mármol calcítico blanco de grano fino-medio, envueltos en una matriz verde de
composición serpentínico-clorítica que representa el 70% de la roca.
a.2. Clasificación: Serpentina brechoide con cantos de mármol blanco.
a.3. Procedencia: Larisa (Grecia).
En este grupo se incluyen las rocas metamórficas originadas por la recristalización de rocas sedimentarias carbonatadas: calizas y dolomías. Estas rocas se caracterizan por su textura cristalina, con cristales visibles a simple vista, su brillo,
su color generalmente claro y uniforme y la presencia de minerales metamórficos.
Entre las piezas estudiadas hemos diferenciado cinco tipos de mármoles basándonos en sus características macroscópicas, posteriormente hemos tomado
una muestra de cada uno de estos tipos para estudiar microscópicamente su petrografía y poder así determinar su procedencia.
CÆSARAUGUSTA 76
2.3.4. Mármoles
355
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 178. Fotografía microscópica del mármol de Château.
a. Grupo I
Incluimos en este grupo siete piezas arqueológicas de las cuales: seis corresponden a placas de pavimentación, una placa con inscripción y una moldura.
a.1. Descripción de visu: Se trata de un mármol calcítico sacaroideo gris-blanco con bandeado fino de grano medio. Corte con textura granulosa y distribución
bimodal del tamaño de grano. No es fétido.
a.2. Descripción petrográfica: El tamaño de grano varía de un máximo de 2 mm
a un mínimo de 0’1 mm, no obstante, la mayor parte de los granos siguen la moda
de 1 mm.
La forma de los contactos entre granos es muy recta, observando incluso contactos triples.
CÆSARAUGUSTA 76
Los cristales presentan formas irregulares y no muestran ninguna dirección
de elongación. En cuanto a su orientación, podemos estimar que es baja ya que
sólo un 20% de los cristales muestran semejante orientación óptica.
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Mineralogía fundamental: La roca está compuesta por calcita al 100%, no hay
presente dolomita.
Accesorios y opacos: Se observan muchos óxidos de hierro dispersos que le
confieren un aspecto turbio a la roca, es importante destacar la presencia de pirita y hematites. También encontramos moscovita como mineral accesorio.
a.3. Procedencia: Las características macro y microscópicas de este mármol se
corresponden con las de los mármoles clásicos de la región pirenaica francesa
Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 179. Fotografía microscópica del mármol de Arguenos.
(figs. 170 a 174), más concretamente de la cantera de Chapelle du Château en
Saint-Béat (fig. 178).
b. Grupo II
En este grupo incluimos dos placas de pavimentación y una moldura.
b.1. Descripción de visu: Se trata de un mármol calcítico blanco de grano medio homogéneo y de fractura granulosa. Su respuesta a la luz ultravioleta es un color violeta intenso. No es fétido.
b.2. Descripción petrográfica: El tamaño de grano varía de 1 a 0’1 mm, existiendo dos modas una a 1 mm y otra a 0’1 mm. Hay bandas de grano medio y de
grano fino y otras zonas con textura cataclástica. Los contactos entre granos son
cóncavo-convexos y suturados.
Mineralogía fundamental: La roca está compuesta fundamentalmente por
calcita, no se observa dolomita.
Accesorios y opacos: Como mineral accesorio encontramos moscovita de grano muy fino.
b.3. Procedencia: Basándonos sobre todo en la coincidencia de parámetros
petrográficos podemos determinar que estas 3 piezas arqueológicas presentan las
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La orientación de los cristales es baja, ya que la orientación óptica es variable.
Sin embargo están en ocasiones alargados por fractura cataclástica.
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Las aguas sagradas del Municipium Turiaso
FIG. 180. Fotografía microscópica del mármol de Boutx.
mismas características que el mármol muestreado en la localidad de Arguenos en
el Pirineo francés (fig. 179).
La situación de la cantera de Arguenos (Francia) de donde provienen estas
piezas arqueológicas viene indicada en el mapa de la figura 171.
c. Grupo III
En este grupo se incluyen cuatro placas de pavimentación y una basa que presentan la misma litología de mármol blanco dolomítico.
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c.1. Descripción de visu: Mármol blanco dolomítico de grano grueso. No fétido. Respuesta a la luz ultravioleta en color violeta poco marcado con nebulosidades oscuras.
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c.2. Descripción petrográfica: El tamaño de grano varía de un máximo de 3 mm
a un mínimo de 0’8 mm, el tamaño medio es de 1 mm aunque se puede considerar bimodal con agrupaciones de tamaños en torno a 2 y 0’8 mm. Los contactos entre granos son por lo general muy suturados.
Los cristales están poco orientados, y la distribución espacial no presenta
elongación preferente.
Mineralogía fundamental: Se trata de un mármol 100% dolomítico, no hay
calcita.
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FIG. 181. Fotografía de visu de la brecha de Saint-Béat o Pène Saint-Martin. Fot. Museo de
Zaragoza, J. Garrido.
Accesorios y opacos: Los accesorios son poco significativos, sólo existen algunos cristales de moscovita. También se presentan óxidos de hierro dispersos.
c.3. Procedencia: El dato más relevante para su identificación es su composición dolomítica, ya que los mármoles dolomíticos son menos frecuentes que los
calcíticos, si a este criterio le sumamos el gran tamaño de grano, los contactos suturados y la mala orientación de los cristales, tenemos los parámetros suficientes
para determinar que se trata de un mármol procedente del Pirineo francés, concretamente de la localidad de Boutx (fig. 180).
Estas cinco piezas arqueológicas proceden de canteras que hemos muestreado en la localidad de Boutx (Francia) (figs. 170 a 174).
d. Grupo IV
d.1. Descripción de visu: Mármol calcítico blanco amarillento de textura brechoide con cantos de 4 a 100 mm de diámetro envueltos en una matriz amarillenta, localmente más oscura debido a los óxidos de hierro. Los cantos son de
grano fino a medio y la matriz de grano medio, hay también pequeños cantos grises de formas angulosas y otros mayores, también grisáceos, de formas más redondeadas (fig. 181).
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En este grupo se incluye un mármol calcítico blanco amarillento de textura
brechoide que solo se ha encontrado en una placa de pavimentación.
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d.2. Descripción petrográfica: El tamaño de grano es de 0’8 mm, aunque se
observan granos de 1 mm en rellenos de fracturas. Los contactos entre granos son
difusos, rectos y suturados.
La composición es mixta, con un 90% de calcita y un 10% de dolomita.
Encontramos óxidos de hierro concentrados en zonas de fracturas y estilolitos. Como accesorios se presentan de cuarzo y moscovita.
d.3. Procedencia: Esta litología está presente en la localidad de Saint-Béat
(Francia), lo más relevante para su identificación es la textura brechoide, así como
la presencia de cuarzo, dolomita y moscovita, los contactos difusos, rectos y suturados. El tamaño de grano ligeramente inequigranular. Esta placa de pavimentación se corresponde con un mármol muestreado en Saint-Béat (Francia), conocido como Pène-Saint-Martin o brecha de Saint-Béat (figs. 170 a 174).
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