TOR 07/03/2016 : Cuerpo A : 7 : Página 2 - Hemeroteca

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EDITORIAL |
LUNES 7 DE MARZO DE 2016
| El Siglo de Torreón 7A
Manú Dornbierer
Satiricosas
Umberto Eco:
La primera y la última novela
“La comunicación ya no es un
instrumento para producir artículos económicos. Se ha
transformado en sí en un bien
económico que se puede comprar y vender. Ahora es una industria. Ahora es una industria pesada”.
Umberto Eco.
o es cierto como dice
su publicidad, que la
última novela de Umberto Eco (2015), “Numero
Zero”, sea la mejor de sus
obras después de “El Nombre de la Rosa”(1980); pero sí
es la más triste, especialmente para los periodistas
que amamos nuestro oficio y
lo hemos practicado a través
de muchos años con la ilusión de realizar una tarea de
apertura a la verdad o lo que
creemos honestamente que
es la verdad, en todo caso la
que podemos visualizar.
El tema de “Numero Zero” es este: En 1992 en Milán, se convoca a un grupo
de periodistas, cinco hombres y una mujer, para crear
un nuevo diario dedicado a
“la búsqueda de la verdad”.
Pero pronto todos se dan
cuenta que es lo mismo de
siempre en el periodismo
(por lo visto) universal. El
verdadero tema es la búsqueda del Poder. No puede
faltar la censura ni la calumnia ni el chantaje. Hay alguien que está pagando el
proyecto: “Il Commendatore”. Y el que paga manda en
este mundo absurdo.
Umberto Eco no fue oficialmente periodista, pero sí
lo fue en el fondo como lo es
todo escritor, así sea a la par
especialista en semántica -
N
semiótica si se prefiere -, filósofo, crítico literario, entre más títulos que coleccionó el que llegó a ser Presidente de la Escuela Superior de Estudios Humanistas de la Universidad de Boloña. De no ser esto cierto,
no hubiera escrito su última desoladora novela en la
primera parte, trepidante
en la segunda, escrita por
un auténtico periodista que
describe lo que viven unos
periodistas sin chamba que
de pronto alguien convoca
para hacer “un periódico
de la verdad”. Hay uno solo
que no lo entiende bien y se
deja llevar por la pasión de
descubrir un misterio. Penetra en él … hasta la muerte. Se trata en la antigua historia de la falsa desaparición del Duce Benito
Mussolini, dictador fascista
de Italia, aliado de Hitler. En
1945 fue capturado por los
“partisanos” comunistas y
fusilado con su amante Clara Petacci cuando intentaba
huir a Suiza.. La fecha oficial de su fusilamiento es el
28 de abril de 1945. Ambos
fueron colgados por lo pies y
sus cadáveres largamente
vapuleados. Pero …eso es sólo un dato oficial. A lo largo
del tiempo se ha dudado de
su veracidad porque la cabeza del dictador fue pateada
hasta hacerlo irreconocible.
Como historia periodística es un buen libro, como
novela no. Es un relato entretenido y con aciertos, en
que la muchos periodistas
reconocerán sus frustraciones y vivencias. Eco utiliza
el muy lícito camino de la
novela por no poder probar
Umberto Eco no fue oficialmente
periodista, pero sí lo fue en el fondo como
lo es todo escritor, así sea a la par
especialista en semántica -semiótica si
se prefiere -, filósofo, crítico literario,
entre más títulos que coleccionó el que
llegó a ser Presidente de la Escuela
Superior de Estudios Humanistas de la
Universidad de Boloña. De no ser esto
cierto, no hubiera escrito su última
desoladora novela en la primera parte,
trepidante en la segunda, escrita por un
auténtico periodista que describe lo que
viven unos periodistas sin chamba que de
pronto alguien convoca para hacer “un
periódico de la verdad”.
lo que dice. La segunda parte se convierte en pasión y
no sólo es uno más de los
asuntos que tratan los periodistas del número cero del
futuro diario milanés “Domani”. Es algo mayor lo que
lo apasiona. No hay en realidad segunda parte, no se detiene el relato anterior.
Entretejido con el resto
del texto dentro de la desilusionada cotidianidad de los
periodistas que están ya escribiendo, parece lo que le
encanta realmente al periodista académico o no: el misterio. Todos somos detectives. Sabe que la Historia Oficial es siempre falsa, engañosa. Sabe que el Poder hace
que el público se trague lo
que él decida, sabe que siempre nos cuentan cuentos los
poderosos. Pero no sabía
que la traición de un compa-
Golpe a la minería
Popular
fines de 2013 la clase
política, que estaba
buscando más dinero,
impulsó un alza generalizada de impuestos que entró
en vigor en 2014. Uno de los
nuevos gravámenes se aplicó a la minería, con el argumento de que las empresas
mineras ganaban demasiado y no aportaban suficiente a la sociedad.
A partir de 2014 se cobran tres nuevos impuestos
a la industria minera adicionales a los del resto de
las empresas del país. El
“impuesto especial”, de 7.5
por ciento sobre las utilidades, depende del número de
hectáreas. Otro, de 0.5 por
ciento, es “extraordinario”
y se aplica a la extracción
de oro, plata y platino (Sedatu). Además se cobra “un 50
por ciento más de la cuota
estipulada por concesiones
no exploradas o no explotadas durante dos años continuos” (Informe 2015, Cámara Nacional de la Industria
Minera, Camimex).
Además de los nuevos
impuestos, se ha decretado
un cambio de reglas que impide a la industria deducir
los gastos preoperativos de
las minas que se erogan durante años. En 2014 la industria pagó sólo por impuesto
sobre la renta 33,826 millones de pesos, 34.8 por ciento
más que en 2013 (Camimex).
El aumento de impuestos se ha conjugado con una
declinación en los precios
para asestar un fuerte golpe
a la minería. El valor de la
producción minero-metalúrgica cayó de 234,100 millones de pesos en 2012 a
196,900 millones en 2014 (Camimex con datos de Inegi).
Las inversiones fueron 24.8
por ciento menores en 2014
a las de 2013.
La nueva actitud hacia
la minería se ha reflejado ya
en el Annual Survey of Mining Companies de 2015 del
Fraser Institute de Canadá.
A
LA PRIMERA GRAN
NOVELA
La primera gran novela de
Umberto Eco, premiada y
convertida en un gran film,
“El Nombre de la Rosa”, surgió de la admiración que el
catedrático italiano Umberto Eco (1932-2016) le tenía al
bienamado por los lectores
del mundo, Sherlock Holmes, el alter ego, del escritor
de novelas policiacas y médico oftalmólogo Conan
Doyle (1859-1930), nacido en
Edimburgo, Escocia, pero
católico irlandés que se convirtió -a la moda del siglo
XIX- al espiritismo. Uf. Conan Doyle fue muy prolífico
y muy variado en sus temas:
escribió cienciaficción y
poesía, por ejemplo, además
ECO EN ACAPULCO
En 1974; Umberto Eco vino
a Acapulco, invitado por
Miguel Sabido entonces director del Instituto de Estudios de la Comunicación
Humana. con otros “comunicólogos” como Marshall
McLuhan, Robert Lindsay,
Jacques Fauvet, Jean Louis
Servant-Schrieber,
José
Luis López Aranguren,
Kenneth Galbraith y… Umberto Eco.
Por otro lado, dice, los
prácticos eran Roman Polanski, Liza Minnelli, “Cantinflas”, Sergio Leone, Joaquín Rodrigo, “Pelé”, Amalia Hernández y el grupo
“The 5th Dimension”. Pintoresco y desigual grupo. El
mes pasado publicó una
Sergio Sarmiento
Jaque mate
“Ten cuidado con lo que quieres, no sea que lo logres.”
ñero puede dañar mortalmente…
de sus famosas novelas policiacas. El caso es que “se
lo comió” su criatura, su
máximo personaje, ese detective “científico” alto, flaco que tanto admiró Umberto Eco, al grado de escribir
y publicar en 1980, una novela policíaca que acontece
en el 1327 ¡siglo catorce!
En el siglo XX, en 1902,
escribió Conan Doyle, “El
Sabueso de los Baskerville”
(The Hound of the Baskervilles). Umberto Eco tomó
el nombre de Guillermo de
Baskerville (y no pocas frases) para su propio personaje, un fraile inglés que investiga asesinatos ¡en una
abadía italiana! Versión
medieval del sagaz británico Sherlock Holmes. Si esto
no es un homenaje, no a Conan Doyle sino a su invento
Sherlock Holmes ¿entonces
qué es?
A partir de 2014 se cobran tres nuevos
impuestos a la industria minera
adicionales a los del resto de las
empresas del país. El “impuesto
especial”, de 7.5 por ciento sobre las
utilidades, depende del número de
hectáreas. Otro, de 0.5 por ciento, es
“extraordinario” y se aplica a la
extracción de oro, plata y platino
(Sedatu).
México ha caído del lugar 33
de 122 al 37 de 109 jurisdicciones (países, estados o
provincias). “Los mayores
impuestos aplicados a la industria minera por la reforma fiscal de 2014 son un disuasivo para la inversión afirma en el informe el presidente de una compañía de
exploración no identificado-. La mala administración
de las concesiones y la falta
de oportunidad en el proceso de las solicitudes de concesión ha llevado a que se
detengan las exploraciones
de etapa temprana.” El presidente de otra empresa minera apunta: “Todo el mundo que opera en México ha
tenido una historia de ‘ejido’ en la que no se respetan
los acuerdos previamente
negociados, así como una
historia en que la seguridad
‘personal’ de la fuerza de
trabajo ha sido comprometida” (fraserinstitute.org).
El sector es uno de los
que mejores remuneraciones ofrece en nuestro país.
En 2015 el salario de cotización en el IMSS de las industrias extractivas era de
504.66 pesos diarios contra
294.02 del promedio general y 172.83 de la agricultura
y
ganadería
(stps.gob.mx). Los empleos
de la minería, además, están ubicados en zonas paupérrimas en donde nadie
más quiere o puede invertir. En 2014, según la Camimex, la industria tenía
340,817 plazas directas. Si
consideramos a sus familias, más de un millón de
personas depende directamente de la industria. A esto hay que añadir los millones más que proporcionan
servicios a la minería y a
los mineros.
Para algunos, sin embargo, la minería es un mal
que debe combatirse o
erradicarse. Por eso se le
cobran impuestos especiales, por eso se permite a los
líderes ejidales que la extorsionen, por eso hay grupos ecologistas que buscan
cerrar todas las minas del
país. Pero hay que tener
cuidado con lo que se quiere. Los grupos dentro y fuera del gobierno que combaten la minería están logrando golpear a la actividad. Mas ¿qué pasaría si
desaparecieran los 340 mil
empleos de la industria?
¿Qué ocurriría si en lugar
de exportar 4,504.5 millones de dólares en productos mineros como en 2015
México se viera obligado a
importarlos? Sin duda tendríamos un país más pobre. Esto es, al parecer, lo
que quieren algunos.
COMPRAR
POLÍTICOS
Cuando se obligó a los ciudadanos a financiar a los
partidos se dijo que así se
evitaría que el narco los cooptara. Como lo ratifican
las declaraciones de Rosa
Isela Guzmán, presunta hija del “Chapo”, eso no ha
evitado que los capos compren a políticos.
Twitter: @SergioSarmiento
deshilachada reseña de
aquel evento acapulqueño,
para ensalzar a Umberto
Eco que había sido muy
amable con el anfitrión y
“echarle tierra” a Marshall
MacLuhan que no lo fue.
Bueno…
ANÉCDOTA
PERSONAL
A fines de diciembre 2015,
no había podido terminar
“Numero Zero”, la última
novela, comprada en la primavera por cierto en una
tienda “Printemps” d París,
y lo dejé en México mientras
me escapaba con mi hija
Diana diez días a Argentina.
Mi ángel de la guarda periodista (presumo de tener
otros) nos llevó a la Patagonia, a Bariloche y nos puso
en contacto con libros y personas especialistas en el conocimiento in situ -no desde
el History Channel- de la importante presencia nazi en
esa región a partir de la II
Guerra, aunque ya mucho
antes, de Perón y su amistad
con los nazis, había llegado
gran inmigración de Europa
central.
Al regresar a CDMX, una
noche reabrí el libro y la primera palabra leída fue “Argentina”. Y ahí se hablaba
de la posibilidad de que
Mussolini no haya muerto
en Clara Petacci sino que como otros fascistas hubiera
escapado a Argentina.
Por lo pronto, otro adiós
entre muchos, a la persistente inteligencia de Umberto
Eco y a su sentido del humor.
Librosde [email protected]
Jesús Silva-Herzog
Democracia
temeraria
udo que en la abultada historia de la
vulgaridad política
universal se haya llegado
al extremo que alcanzó el
debate republicano más
reciente. Donald Trump
se sintió obligado a defenderse de un ataque particularmente tonto de Marco Rubio, quien le había
dicho que ¡tenía manos
chiquitas! No tengo los
dedos pequeños, dijo el
millonario ofendido, mostrándolos al público. Puedo asegurarles también
que lo otro es bastante
grande. Todos los que escucharon la frase, entendieron la insinuación.
Les garantizo que no hay
ningún problema ahí.
Eso es lo que pudo escucharse hace unos días en
el debate entre quienes
aspiran a la Presidencia
de Estados Unidos. Un
candidato defendiendo el
tamaño de su pene. Por
eso hay quien dice que
los debates republicanos
no son aptos para niños.
Se han convertido en espectáculos
grotescos.
Hombres que niegan la
ciencia y se insultan para
enfrascarse en una discusión sobre las dimensiones de su anatomía.
Tal vez no debería sorprender que se haya llegado a este punto. El millonario ha ridiculizado a
quienes padecen alguna
discapacidad, ha sugerido que una mujer es incapaz de pensar porque tiene la regla, ha gritado
que se le antoja golpear
en la cara a quienes protestan en sus eventos.
Qué bonitos eran los
tiempos en que podíamos
hacerlo con libertad, dijo.
La violencia, obviamente, empieza a ser frecuente en sus mítines. Debe
decirse que la oferta de
su política es tan repulsiva como sus arranques
de ira y de desprecio. Des-
D
cribe a sus vecinos como
violadores, expresa su admiración por los déspotas, amenaza con restringir la libertad de expresión, promete hacer más
crueles las torturas, avisa que matará a las familias de los terroristas. No
hay que matarlos a ellos
solamente, dice para
mostrar firmeza. También a sus hijos y a sus esposas. Un hombre que
quiere ser presidente de
Estados Unidos adelanta
que cometerá, con orgullo, crímenes de guerra.
El hombre más peligroso del mundo, lo llaman en Alemania, que algún conocimiento tiene
de hombres peligrosos y
entretenidos. Saben que
lo que parece ridículo
puede terminar siendo
trágico. Hay que decirlo
así: lo que tenemos enfrente es a un fascista
que se perfila a la candidatura del Partido Republicano a la Presidencia.
Con ese boleto en la mano
no es descabellado (aunque siga siendo improbable) que gane. Si el hombre ha deshecho todas las
previsiones y ha destrozado todos los precedentes, no sería sensato creer que la lógica y la prudencia tengan que imponerse necesariamente al
final del día. El peligro es
real y no puede exagerarse. Trump no es cualquier farsante. Trump
llena todas las características que Umberto Eco registraba como las claves
del “fascismo eterno”:
desprecio de la razón,
culto de la acción por la
acción misma, incapacidad para aceptar el desacuerdo, obsesión por el
complot, miedo a la diferencia, enamoramiento
de la fuerza, desprecio
por los débiles, expresión
de todos los resentimientos y todas las frustracio-
nes. No es casualidad que
haya rendido homenaje
al Duce a través de tuiter
y que defienda la visión
épica de Mussolini al citarlo.
La alarma que han
activado los jerarcas del
partido suena ya muy
tarde. Mitt Romney, candidato en 2012, ha tomado la palabra para denunciarlo como un peligrosísimo fraude. Un
empresario con una larga cadena de fracasos,
un ambicioso sin idea
del mundo, un demagogo
que llevaría a su país a
la ruina. Sin apoyar a
ninguno de sus contrincantes, Romney apuesta
por cualquiera que pudiera derrotarlo. Lo peor
que puede pasarle al partido, dice, sería la victoria de quien parece ya
un puntero inalcanzable.
El embate tal vez, sirve a
los propósitos del opulento populista. En tiempos de furor antipolítico,
el ataque de un político
tradicional resalta la rebelión de los frenéticos.
La candidatura del tabernario no es solamente una amenaza a los
conservadores
norteamericanos. No es un
simple peligro para el
Partido Republicano. Es
la amenaza más seria
que ha enfrentado la democracia norteamericana en mucho tiempo.
Una vasta conspiración
de imprudencias y descuidos explica el ascenso
del payaso. Se trata tal
vez, de un ejemplo de la
temeridad de las democracias. Acostumbradas
a encarar crisis, pueden
confiarse en que cualquier crisis es superable.
Así mueren las democracias: creyéndose inmortales.
http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/
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