Los comicios en Zacatecas en el 2004. El sinuoso camino

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Revista Electrónica Zacatecana sobre Población y Sociedad
Año 6 / Tercera era / número 27 / enero-marzo 2006
Los comicios en Zacatecas en el 2004. El sinuoso camino hacia la
legitimidad electoral
(Escrito que será incluido en el libro Las dificultades de la consolidación
democrática y la competencia electoral, editado por El Colegio de la Frontera
Norte)
Por: Francisco Muro González
Profesor e Investigador de la Unidad
Académica de Ciencias Sociales
Universidad Autónoma de Zacatecas
Antecedentes
El Estado de Zacatecas había sido, hasta las elecciones de 1998, uno de los
estados con mayor acopio de votos, en términos porcentuales, para el PRI.
Ricardo Monreal Ávila, hasta ese año destacado miembro del PRI, ganó, bajo el
estandarte del PRD y sobre todo con la votación de Fresnillo, su municipio natal
y el de mayor número de habitantes de los 58 que componen hoy en día el Estado
de Zacatecas, las elecciones para gobernador. El triunfo de Ricardo Monreal en el
proceso electoral para gobernador de Zacatecas no fue para nada fortuito, a pesar
de las diferencias públicas con el presidente de la República de entonces, Ernesto
Zedillo. Durante cuando menos los tres años anteriores a los comicios para la
gubernatura de 1998, con inacabables recursos del régimen priísta (era entonces
verdad pública que Emilio Chuayffet Chemor, a la postre secretario de
Gobernación, apoyaba con todo al fresnillense), Monreal se dedicó a promover
su candidatura, de forma tal que cuando el PRI le negó las posibilidades de
contender por la gubernatura bajo sus siglas, a principios de 1998, debido a las
acusaciones del entonces gobernador de Zacatecas, Arturo Romo Gutiérrez, de
presuntas ligas de Monreal con el narcotráfico éste tenía ya una muy extensa red
de simpatizantes en todo el Estado y le fue fácil conseguir el emblema perredista
para su campaña a la gubernatura.
Ya en el poder, a través de una administración pública con considerable cantidad
de logros –sobre todo si se le compara con la anterior administración estatal, la
del gobernador Arturo Romo, carente manifiestamente de frutos –, Monreal logró
forjar una imagen de gobernante eficaz entre buena parte del público zacatecano,
especialmente entre las capas populares de la población. A otros sectores de la
ciudadanía, los de mayor escolaridad, sin embargo, les disgustaba el populismo
de Monreal, así como el evidente alto grado de corrupción de su gobierno. Hubo
incluso, además de un sinfín de rumores acerca de corruptelas del régimen de
Monreal, una acusación pública del expresidente Ernesto Zedillo sobre nexos del
gobernador zacatecano con el narcotráfico, acusación que el gobernador
desmintió y aseguró que iba a arremeter jurídicamente contra el expresidente por
daño moral y difamación de honor1, acción que nunca emprendió.
1
Véase periódico Imagen. El periódico de los zacatecanos, 27 de noviembre del 2003.
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Los contratistas de obras públicas en Zacatecas, asimismo, se quejaban
abiertamente de que sólo dos personas muy cercanas al gobernador Monreal
acaparaban todos los contratos gubernamentales, protesta además completamente
constatable por cualquiera que se acercara a la erección de alguna obra y
observara los logotipos de los constructores: siempre los mismos dos socios del
gobernador en turno.
En el terreno electoral también se habían de cumplir, no obstante las protestas
constatables e irrefutables de los opositores de Monreal, los designios de éste. A
veces con especiosos argumentos jurídicos, a veces con claros contubernios, pero
Monreal durante su mandato gubernamental sacaba a sus candidatos adelante,
sobre todo después de la catástrofe electoral del 2000, cuando ya había estado
durante dos años Monreal en el poder bajo las siglas del PRD, el PRI obtuvo las
dos senadurías de mayoría relativa y tres de las cinco diputaciones federales en la
contienda.
En las elecciones posteriores a las del 2000, las locales del 2001, para elegir
ayuntamientos y diputados locales, y las del 2003, para designar diputados
federales, Monreal hizo lo que quiso –desde el punto de vista legal, jamás
legítimo –con los resultados electorales. Ningún pronóstico formulado con base
en la lógica más elemental, en el sentido común más absoluto o en la visión más
apegada a la realidad fue tomada en cuenta por los tribunales electorales (tanto el
Tribunal Estatal Electoral, como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación) quienes fallaron en ambas elecciones, con argumentos ininteligibles
para cualquiera que no fuera abogado, a favor de Monreal.
Los prolegómenos de la elección local del 2004
En las postrimerías de su mandato Monreal mantenía el control indiscutible del
aparato gubernamental. Tanto el PRD local como las diversas facciones dentro
del gobierno estatal esperaban, en la más pura usanza priísta, a la persona que
habría de designar el gobernador en funciones para sucederlo en el mando del
gobierno y aclamarlo. El destape se dio, en principio, a favor de Tomás Torres
Mercado, a la sazón secretario general de Gobierno de Monreal, excompañero de
estudios de éste y, al igual que Monreal, otrora militante distinguido del PRI.
No obstante, en el seno de la cúpula perredista a nivel nacional dos de sus
integrantes, zacatecanos ellos, Amalia García Medina y Raymundo Cárdenas
Hernández, anunciaban sus aspiraciones para suceder a Monreal en la
gubernatura de Zacatecas, cuestión no considerada en momento alguno por el
gobernador quien ya había ungido a Tomás Torres como su sucesor. De acuerdo
a la versión de estos dos perredistas históricos, Amalia y Raymundo, se llevó a
cabo una encuesta, supuestamente financiada por ellos, para saber a cuál de los
dos apoyarían mayoritariamente los electores zacatecanos, y la afortunada fue
Amalia.
2
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Comenzaron, en noviembre del 2003, los estiras y aflojas entre Monreal y la
cúpula perredista nacional para negociar quién sería el sucesor de él en el
gobierno de Zacatecas. Hubieron de intervenir enérgicamente, conforme a
información periodística contraria a Amalia, dos de los líderes históricos del
perredismo, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, a favor de
Amalia, para que Monreal accediera a la postulación de la lideresa zacatecana del
PRD al gobierno del Estado.
El periódico citado informaba a sus lectores que:
Las posturas radicales de López Obrador y del líder moral del perredismo,
Cuauhtémoc Cárdenas, pesaron decisivamente a favor de Amalia García, quien en
México acusó al gobierno de Ricardo Monreal de querer hacer una elección de
Estado. Los dirigentes nacionales perredistas decidieron que era mejor un dedazo
que una elección de Estado. Es la segunda ocasión, en menos de un año, que Amalia
García utiliza sus influencia en la capital del país y no la opinión de los zacatecanos,
para cumplir sus aspiraciones a un puesto de elección popular.2
Por supuesto, la susodicha “opinión de los zacatecanos” no era otra que la de
Ricardo Monreal. En las elecciones para diputados federales del 2003 a última
hora hubo de hacerse, ciertamente, un cambio ordenado por el Comité Ejecutivo
Nacional del PRD, a favor de Amalia, en la candidatura para el distrito electoral
federal III del estado de Zacatecas, que comprende a la capital estatal Zacatecas.
La diputación fue ganada por Amalia, aun cuando su oponente priísta, Uriel
Márquez Valerio, afamado abogado zacatecano, apeló a los tribunales electorales
por presuntos delitos cometidos en la campaña para diputada federal de la
lideresa perredista. Como ya se señaló, con artificiosos argumentos jurídicos los
tribunales electorales desecharon los recursos interpuestos en este caso por el
contendiente priísta a la diputación federal y a favor de la candidata a diputada
Amalia García.
Los ataques contra la nominación por el Comité Ejecutivo Nacional del PRD de
Amalia como candidata a la gubernatura prosiguieron en días sucesivos. Ahora
se utilizaba a una aguerrida perredista local, Edith Ortega, exdiputada local por el
PRD y hermana de Manuel Ortega González, líder del Barzón y funcionario del
gobierno de Monreal quien había sido ejecutado por asesinos profesionales en
marzo de 2003, sobre la que se informaba:
Edith Ortega convocó a militantes y simpatizantes del Partido de la Revolución
Democrática para que hoy domingo a las 12:00, en las oficinas de comité estatal,
para manifestarse y determinar más acciones de resistencia contra la imposición. Los
primeros documentos de inconformidad se remitieron ayer a la dirección nacional
perredista y a los consejeros del partido, que se encontraban reunidos en la Ciudad
de México, atendiendo una sesión extraordinaria. En el transcurso de los siguientes
días se espera la manifestación de otros colectivos perredistas en contra de la
2
Columna Runrún, periódico Imagen. El periódico de los zacatecanos, 29 de noviembre de 2003.
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decisión tomada por los ‘barones’ perredistas Cuauhtémoc Cárdenas, Leonel Godoy
y Andrés Manuel López Obrador.3
A fin de atenuar un poco los ataques de activistas como Edith Ortega y de
expriístas conversos al perredismo dolidos por lo que consideraban una
“imposición” del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, el gobernador Monreal
subrayaba las virtudes de Amalia García como destacada luchadora social, al
tiempo que declaraba que Amalia sería la primera gobernadora del país que no
fuera priísta o expriísta sino auténtica perredista4. Así, sólo entonces mediante la
imposición de la candidatura de Amalia al gobierno del Estado de Zacatecas a
través del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, ella logró ser candidata, pues
todos los otrora furibundos priístas y ahora irascibles perredistas se habían ya
volcado a favor del candidato de Monreal, Tomás Torres Mercado.
Después de esas agrestes fricciones y de la intervención de los mismos líderes
históricos del PRD para instalar a Amalia como su candidata y no permitir que
Monreal impusiera como sucesor a su cercano amigo, los problemas
preelectorales se siguieron con la designación de los candidatos del PRD a los
ayuntamientos y a la legislatura local. Efectivamente, en buena parte de los
municipios –cuando menos en los más importantes –y en los distritos electorales
hubo disputas, ásperas discusiones y/o golpes a la hora del reparto de las
candidaturas.
Para que según esto no hubiera dudas sobre las preferencias del electorado
zacatecano por los posibles candidatos, el PRD estatal contrató a populares
agencias encuestadoras, entre ellas a Mitofsky y Parametría. En resultados de
encuestas que sembraron infinidad de dudas para los conocedores del electorado
local, Mitofsky dio, por ejemplo, como ganador en las preferencias del
electorado de la capital Zacatecas a Gerardo de Jesús Félix, respetado
profesionista entre la comunidad médica y secretario de Salud en el gabinete del
gobernador Monreal, pero persona muy poco conocida entre el electorado de la
capital. No valieron las protestas de los contendientes de Félix, entre ellos Pedro
de León Mojarro, quien había sido una de las personas más cercanas a Monreal
durante el mandato de éste, y sin duda una persona muy conocida entre la
población zacatecana, pues ya había sido diputado local pero había caído de la
gracia de Monreal en días anteriores.
Cosa similar ocurrió en Guadalupe, importante municipio conurbado a la capital
Zacatecas. Clemente Velázquez Medellín, concesionario de taxis, tuvo un empate
técnico en la encuesta correspondiente con Javier García Saucedo, reconocido
“gorditero” de la zona conurbada de Zacatecas. Lo que significa un empate
técnico en términos probabilísticos es que no existe un seguro ganador, algo que
a los mandamases del PRD no les interesó y designaron a Velázquez Medellín,
3
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Ídem, 30 de noviembre de 2003.
Ídem, martes 2 de diciembre de 2003.
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ante el enojo de Javier García, quien para colmo fue golpeado por los hermanos
de Velázquez.5
Hubo asimismo reacciones ásperas en los municipios de Pinos, Trancoso,
Tlaltenango y Río Grande, entre otros, porque varios de los precandidatos del
PRD no aceptaron los resultados de las encuestas. De igual forma, en lo
correspondiente a los candidatos del PRD a las diputaciones, se dio una
manifestación de alrededor de 40 precandidatos a diputados locales por el PRD
debido a que, acusaban ellos, habían sido desplazados de manera “ilegal” del
proceso de selección interna del partido, por lo que acudieron a la protesta
pública por las calles de la ciudad capital6. La ya candidata oficial del PRD a la
gubernatura, Amalia García, hubo de intervenir, pidiendo a los perdedores en las
auscultaciones “públicas” mesura; los instaba Amalia a aceptar con “madurez”
los resultados de las encuestas7.
El proceso electoral
Desde hace muy probablemente más de 50 años que no se había registrado un
proceso electoral tan conflictivo como el de 2004. Efectivamente, desde que
Leobardo Reynoso, el renombrado cacique zacatecano, impuso como candidato a
gobernador a José Minero Roque, en 1950, desplazando con su decisión al
general brigadier Manuel J. Contreras, líder popular, quien ante la negativa del
PRI para contender bajo su insignia funda el Partido Democrático Zacatecano
para contender contra Minero Roque, candidato del PRI, no se había dado un
proceso electivo tan plagado de irregularidades y protestas. El candidato
oposicionista Contreras compite por la primera magistratura del estado, no
obstante, con notable penetración entre el electorado
Pese a ello, Manuel Contreras poco pudo hacer frente a la imposición del
candidato de Reynoso, Minero Roque, quien despacharía como gobernador de
1950 a 1956. Al contrario, frente a la movilización que hicieron los partidarios de
Contreras por la fundada sospecha de que se había dado un fraude en los
comicios, la respuesta gubernamental (de Reynoso, apoyado por la Secretaría de
Gobernación del gobierno federal) fue la coerción. Frente a los argumentos
legales de los seguidores de Contreras, la Secretaría de Gobernación argüía que
toda vez que Contreras había sido jefe de la zona militar de Chiapas, y sólo había
pedido permiso para participar en actividades electorales por seis meses, siendo
que la Constitución estatal expresaba que los candidatos militares a puestos de
elección popular debían separarse de su encargo en la milicia un año antes de las
elecciones, la Legislatura local estaba por tanto dentro de los márgenes del
5
Norma Luévano, Imagen. El periódico de los zacatecanos, viernes 13 de febrero del 2004.
Norma Luévano, Imagen. El periódico de los zacatecanos, viernes 13 de febrero del 2004
7
Norma Luévano, Imagen. El periódico de los zacatecanos, sábado 14 de febrero del 2004.
6
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derecho al anular la votación a favor de Contreras. Con puntilloso legalismo,
pues, se hizo a un lado en esa oportunidad la voluntad popular.8
Aunque con características diferentes a las de las elecciones de 1950, los
conflictos fueron también sumamente notorios durante la etapa comicial y
postelectoral del 2004, por lo desaseado del proceso. Además de lo ya expresado
sobre la ola de conflictos y protestas en la nominación de los candidatos del
PRD, el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) suscitó sonada
querella pública al negar el 28 de marzo la solicitud de coalición que habían
presentado los partidos PRI, PT y PVEM el 13 de marzo del 2004, con el solo
argumento de que se había vencido el plazo para la formación de coaliciones.
En sentido totalmente contrario a la decisión tomada por el IEEZ, el Tribunal
Electoral del Estado de Zacatecas determinó que los partidos PRI, PT y PVEM
habían presentado en tiempo y forma la documentación para participar
coaligados en el proceso electoral del 2004.9 El 22 de abril, por unanimidad, el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reprobó la resolución del
IEEZ, y ratificó la capacidad jurídica de la Coalición Alianza por Zacatecas para
contender en los 18 distritos y en los municipios de Zacatecas. Los magistrados
del máximo tribunal electoral del país desecharon los argumentos interpuestos
por el PRD “por vagos e inocuos”10.
Los candidatos a la gubernatura en las elecciones del 2004 fueron, por el PAN,
Francisco (Pancho) López García; por la Alianza por Zacatecas José (Pepe)
Bonilla Robles; por el PRD, Amalia García Medina, y por Convergencia por la
Democracia Partido Político Nacional, Elías Barajas Romo. Pancho López,
abanderado panista, próspero agricultor, había sido anteriormente presidente del
municipio de Villa de Cos. Pepe Bonilla, político de la vieja guardia priísta,
expresidente municipal de Fresnillo, exlíder nacional de la CNOP, actual senador
de la República, entre otros cargos, era sin duda el candidato a vencer por el
PRD.
Amalia García, aun cuando ya era figura política nacional, sobre todo por su
trabajo en el PRD, donde había sido presidenta de ese instituto político y
tomadora de decisiones en el contexto partidario estatal, no era muy conocida en
el estado de Zacatecas, no obstante que su señor padre, Francisco E. García,
había sido gobernador del Estado, al igual que su abuelo Úrsulo A. García, y ya
había realizado una campaña para diputada, meses antes de su postulación como
candidata a gobernadora, pero sólo en la demarcación del III distrito electoral
federal con cabecera en el municipio de Zacatecas. A su vez, Elías Barajas
Romo, expriísta él y dirigente de Convergencia por la Democracia en el estado,
había entrado a la contienda por la gubernatura por mandato de su partido más
8
Véase César Ramírez Miranda, Ramón Vera Salvo y Pedro Gómez Sánchez (1990), Historia de la
Cuestión Agraria Mexicana. Estado de Zacatecas. Volumen III. 1940-1985, México, Juan Pablos Editor,
S. A
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Diana Ponce, El Sol de Zacatecas, “Predominan las denuncias”, martes, 29 de Junio de 2004
10
Ídem.
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que por iniciativa propia. Él se desempeñó como diputado local con licencia
durante la campaña a gobernador.
Ahora, más que los discursos, promesas o frases de las campañas (ciertamente
muy poco llamativos para el ciudadano común), los medios de comunicación y la
ciudadanía estaban atentos a las querellas judiciales que a cada momento
planteaban los partidos en contienda. Así, el 27 de mayo la Coalición Alianza por
Zacatecas solicita a la LVII Legislatura juicio político en contra del consejo
general del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas por considerar que
incurría en falta a la Ley por no aplicar debidamente el Artículo 74 de su Ley
Orgánica,11 el cual tiene que ver con la aplicación de sanciones a los
transgresores de la legislación electoral.
Los partidos integrantes de la Coalición Alianza por Zacatecas (PRI, PT y
PVEM) interpusieron asimismo denuncias ante el IEEZ contra el PRD por
utilizar durante la campaña de Amalia García el hotel “Parador”, inmueble que
pertenece al gobierno del Estado, para que éste sirviera como “casa de campaña”
de la candidata del PRD (expediente JE-IEEZ-005-PA/2004)12.
En otra ocasión, los dirigentes partidarios Esaú Hernández Herrera (PRI), José
Narro Céspedes (PT), Diana Elizabeth Galaviz (PVEM), acompañados de los
representantes propietarios ante el IEEZ de la Coalición Alianza por Zacatecas,
presentaron denuncia contra la candidata al gobierno del Estado, Amalia García,
la candidata a diputada por el distrito electoral VII, Sara Buerba y el candidato a
la presidencia municipal de Fresnillo, Rodolfo Monreal Ávila (hermano de
Ricardo, el gobernador) por la participación de funcionarios públicos en actos
partidistas, así como el uso de recursos públicos, en dinero y en especie, en actos
proselitistas, y en el desvío de los programas de carácter social a favor de la
campaña política del PRD. (Expediente CAJ-IEEZ-022-PA/2004)13
Durante el proceso electoral del 2004, señalaba una acuciosa periodista, los
partidos se habían dedicado a interponer, como en ninguna otra contienda,
impugnaciones, recursos de revocación, de revisión y de juicios para la
protección de sus derechos. El Instituto Electoral local, asimismo, fue
cuestionado no sólo por el PRD, PRI, PT, PVEM, PAN y Convergencia por la
Democracia, sino además la Legislatura había puesto en duda la imparcialidad
del órgano electoral. Hubo entonces necesidad de recurrir a los tribunales –el
Electoral del Estado y el Electoral del Poder Judicial de la Federación –para
dirimir los conflictos14.
El diputado federal por Acción Nacional, y reconocido militante de ese partido
en Zacatecas, José Isabel Trejo Reyes, forma una “Comisión Plural de
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Ídem.
Ídem.
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Ídem.
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Ídem.
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Observación y Testimonio de los Procesos Electorales del Estado de Zacatecas”,
comisión que él encabeza, para vigilar los comicios del 4 de julio de 2004. Esta
comisión, avalada por los coordinadores de seis de los grupos parlamentarios de
la LVIII Legislatura federal (PAN, PRI, PRD, PT, PVEM y Convergencia), fue
asimismo acogida en la cámara de diputados local. El grupo de trabajo lo
conformaban 5 diputados federales por el PRI, 4 por el PAN, 2 por el PRD (uno
de los cuales había sido secretario general de Gobierno de Monreal y persona
muy cercana al gobernante), y uno por cada uno de los partidos PVEM, PT y
Convergencia por la Democracia.
Los diputados federales acudieron asimismo con el gobernador Monreal a
informarle de sus propósitos y éste dio la bienvenida a la comisión, a la que
elogió, porque “abonaba” a un proceso electoral “transparente y democrático”.
Asimismo Monreal informó a la comisión que ya había solicitado a la Auditoría
Superior de la Federación y a la Fiscalía Especial para Delitos Electorales la
presencia de agentes del ministerio público para la vigilancia del proceso
electoral que se avecinaba. Trejo Reyes, reconocido crítico del gobierno de
Monreal y del mismo Monreal, aseguró que llevarían los trabajos de la comisión
de manera digna para abonar a la transparencia y a la democracia “sin vulnerar el
Estado de Derecho que priva en Zacatecas”.15
Trejo Reyes sintetizaba de alguna forma en esta declaración a la prensa lo que
estaba ocurriendo en la entidad federativa a sólo tres días de los comicios: “La
elección de Zacatecas es complicada; hay un escenario muy complejo, así lo
vemos nosotros como comisión, sobre todo porque ha habido una serie de
denuncias públicas de los partidos y de los candidatos, presumiendo uso de
recursos públicos y compra de voluntades, a través de entrega de diferentes
dádivas; es la principal queja que hemos recibido”16. El hecho, constatable para
cualquiera que estuviera al tanto del proceso electoral, era que ciertamente tanto
el gobierno estatal como los municipales afines al PRD tenían las manos
visiblemente metidas en el proceso electivo.
Más aún, el presidente municipal de Pinos, Zacatecas (municipio con visible
atraso socioeconómico y, al mismo tiempo, con notable presencia priísta), Darío
Contreras Reyes, demandó al secretario de Gobernación del gobierno federal,
Santiago Creel Miranda, enviar al ejército a patrullar las calles de esa localidad
durante las elecciones locales del 2004, ya que las fuerzas policíacas estatales se
habían dedicado, conforme a esta denuncia, a intimidar a la ciudadanía.
En entrevista, el edil de Pinos denunciaba que la Policía Judicial del Estado había
confiscado ilegalmente material de construcción que tenían en bodegas y el cual
se iba a entregar a 150 familias, como parte de los recursos del Ramo 33, o sea de
los recursos que otorga directamente el gobierno federal a los municipios. En el
documento que entregaron al secretario de Gobernación, las autoridades de esa
15
16
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, martes 29 de junio de 2004.
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, viernes 2 de julio de 2004.
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localidad denunciaban que dadas las diferencias e intereses políticos en materia
electoral que estaban en juego en Zacatecas, se había creado un ambiente de
desestabilización e incertidumbre social. Aseguraban incluso que la presencia de
agentes ministeriales, al parecer con competencia en la entidad, se habían
dedicado a intimidar a la ciudadanía, mediante revisiones a vehículos en tránsito,
búsqueda de personas, amenazas, persecuciones y aseguramiento de bienes del
municipio17.
El diputado local Pablo Leopoldo Arreola Ortega, integrante de la dirigencia
colectiva del Partido del Trabajo (PT), al recibir en la sede de su partido a
representantes del Grupo Plural de diputados federales que vigilaban la
transparencia y legalidad del proceso electoral en Zacatecas, aseguraba: “No hay
las condiciones para garantizar en Zacatecas una elección con libertad y
efectividad en el sufragio, sin presiones”. Para esto, el diputado federal panista
José Isabel Trejo Reyes, presidente de la susodicha comisión plural de la cámara
de diputados federal, se hacía acompañar en su visita al PT por la priísta Martha
Palafox, el petista Joel Padilla Bernal, y los perredistas Arturo Nahle y Juan José
García. El PT presentó en esa ocasión un video para fundamentar su denuncia en
contra del gobierno del Estado y del PRD. En esta filmación se mostraba un
operativo para orientar el voto a favor del PRD mediante el reparto masivo de
materiales para construcción.
José Narro, líder del PT local y nacional les reiteraba a los integrantes de la
comisión plural, a su vez, que la Procuraduría General de Justicia del Estado y
los ministerios públicos estaban actuando de manera parcial, a favor del PRD, en
casos de flagrancia que se habían suscitado en los municipios de Pinos, Noria de
Ángeles, Villa Hidalgo, Sombrerete, entre otros municipios, donde fueron
detenidos tráileres con materiales de construcción y otras mercancías destinadas
a los candidatos perredistas18.
En tanto, el gobernador Ricardo Monreal Ávila instaba a la ciudadanía, un día
antes de la votación, a que había que sufragar para vencer al abstencionismo.
“Mañana – exhortaba el gobernador –todos a votar, que nadie se quede en casa
sin ejercer su derecho a elegir a quienes serán los próximos gobernantes de
Zacatecas, tengan la seguridad de que su voto cuenta y será respetado en las
urnas, porque hay que vencer al abstencionismo”.
Agregaba, contra los aciagos augurios de, entre otros, los líderes del PT, que
había tranquilidad en el Estado y que las condiciones estaban dadas para que la
jornada electoral se realizara en total armonía. Todos los partidos políticos, con
responsabilidad, habían contribuido a esta tranquilidad, advertía Monreal.
Clamaba el gobernador que las elecciones iban a constituir “una gran fiesta
cívica, en donde la gente salga a votar en familia, por el partido que quiera, por
los candidatos que les hayan convencido”. Y prometía que el triunfo sería
17
18
Manuel Cosme, El Sol de Zacatecas, viernes 2 de julio de 2004.
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, sábado 3 de julio de 2004.
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respetado, “gane quien gane, que a nadie le quede duda de esto, porque el pueblo
de Zacatecas nunca se equivoca y siempre elige a sus gobernantes con
claridad”19.
Los resultados electorales
El 4 de julio de 2004 se llevaron a cabo los comicios para elegir gobernador del
estado, diputados locales y ayuntamientos. La jornada electoral se realizó de
manera relativamente pacífica, con algunos incidentes menores, pero desde el
mismo día de las elecciones se iniciaron las acusaciones de haberse llevado a
cabo una “elección de Estado”, término elegante –no sé si apropiado –para
indicar que el gobierno estatal había metido abiertamente las manos en las
labores electivas. Pepe Bonilla, distinguido priísta y candidato de la Alianza por
Zacatecas, hacía tal afirmación el mismo 4 de julio del 2004 al tener noticia de lo
adelantada que iba Amalia en comparación con él en el recuento de los votos20.
Genaro Borrego, exgobernador de Zacatecas todavía priísta, amigo público y
declarado de Amalia García y, al mismo tiempo, correligionario perseverante de
Pepe Bonilla, se manifestaba el mismo día de la elección del 4 de julio, de visita
en la entidad federativa, acerca de la “la intromisión abierta por parte de las
autoridades (monrealistas) en el proceso electoral”21. El mangoneo de votantes, el
uso de recursos del gobierno del estado y la participación de funcionarios en pro
de los candidatos del PRD durante esas elecciones nadie puede, ciertamente,
negarlo. Quienes vivimos en Zacatecas fácilmente podíamos percatarnos de la
utilización de recursos públicos del gobierno del estado y de los ayuntamientos
perredistas o simpatizantes de Monreal en pro de los candidatos y candidatas del
PRD. Sea de ello lo que fuere, en el cuadro 1 se sintetizan las principales
características de los contendientes por la gubernatura del estado.
Cuadro 1
Elecciones del 2004 en Zacatecas
Características de los candidatos a la gubernatura de Zacatecas en el 2004
Fuerza política
PAN
Alianza*
PRD
Convergencia
Pancho López Pepe Bonilla Amalia García
Elías Barajas
Candidato
Político
Política
Presidente
Antecedentes
priísta de
perredista de Político ex-priísta
municipal de
políticos
de relieve estatal
relieve
relieve
Villa de Cos
principales
nacional
nacional
Así entonces, los casos de los candidatos del PAN y de Convergencia, Pancho
López y Elías Barajas, contrastaban notablemente con los aspirantes del PRI y
del PRD. Los segundos eran y son figuras políticas a nivel nacional, y los
primeros eran conocidos, a lo sumo, a nivel estatal. Amalia había sido ya
19
Gerardo de Ávila, El Sol de Zacatecas, sábado 3 de julio de 2004.
Saúl Ortega, Imagen. El periódico de los zacatecanos, 5 de julio del 2004.
21
S. Ortega e I León, Imagen. El periódico de los zacatecanos, 5 de julio del 2004.
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diputada federal y senadora por el PRD, así como presidenta de ese partido. Era,
asimismo, hija de un exgobernador, Francisco E. García, priísta él, aunque ella en
su vida política siempre militó en la izquierda. Pepe Bonilla, a su vez, había ya
sido síndico y presidente municipal de Fresnillo, diputado local, diputado federal,
senador, y funcionario partidista de relieve en el PRI, entre otros muchos cargos.
La competencia por la gubernatura del estado fue realmente entonces entre
Amalia García y Pepe Bonilla.
Los resultados electorales del 2004, cabe señalar, han sido los más abundantes
desde 1998, considerando que el padrón se ha incrementado en un 22.2% de
1998 al 2004. Efectivamente, en 1998 el padrón del estado de Zacatecas ascendía
a 790,046 electores; mientras que en el 2004 el padrón estaba conformado por
965,647 ciudadanos. De forma tal que aun cuando la cifra de votantes por la
candidata del PRD, y ahora gobernadora del estado, es visiblemente mayor en
números absolutos por el PRD que la de la elección de 1998, cuando Ricardo
Monreal obtuvo la gubernatura del estado, y la del PRI del 2000, cuando Genaro
Borrego y José Bonilla fueron electos senadores por Zacatecas, en términos
porcentuales es menor, pues por Monreal, en 1998, sufragó el 26.8% de los
ciudadanos de Zacatecas integrados al padrón, y por Amalia aproximadamente el
24.3% en el 2004.
Cuadro 2
Resultados electorales en el Estado de Zacatecas, 1998-2004
Result ados electorales Zacatecas, 1998-2004
PAN go bern ad or 98
63712
PRI g o bern ad or 98
182263
PRD go bern ad or 98
PT g o bern a d or 98
211989
20790
Sen ado res A l Camb io
119931
Sen ado res P RI 20 00
219986
Sen ad o res A lpo r Méxi
148012
Dipu tado s P AN 20 01
89613
Dipu tado s P RI 20 01
136545
Dipu tado s P RD 20 01
145402
Dip utado s P T 20 01
37793
PAN d ipu ta do s 20 03
45804
PRI d ipu tad o s 20 03
104907
PRD d ipu ta do s 20 03
PT dipu tado s 20 03
PAN g ob ern ad or 20 04
168116
19726
73918
Alian za g ob ern ado r 2
169465
PRD g ob ern ad or 20 04
234793
11
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En un acercamiento a los resultados del 2004 es factible ver –como se puede
advertir en el cuadro 3 –que en realidad la diferencia en votaciones para los dos
candidatos principales, Medina y Bonilla, fue muy notoria. Se está diciendo que
en número de votos se contabilizaron más de 60,000 sufragios a favor de Amalia
con respecto a Bonilla, correspondiente, aproximadamente, a un 13% de la
votación total. Además, la candidata Amalia García Medina ganó, conforme a los
cómputos oficiales, en 43 de los 57 municipios, Pepe Bonilla en 13 de los 57
municipios, y Pancho López sólo en 1.
Cuadro 3
Resultados electorales del 2004
Elección para gobernador del estado
PRD
Convergencia
169,465
234,793
13,950
Total
votación
efectiva
492,126
34.44%
47.70%
2.83%
100%
Fuerza
política
PAN
Alianza
Total
73,918
% de la
votación
15.02%
∗
Lista
nominal
940,740
52.31%
de los
electores
votaron
En lo concerniente a los resultados para el congreso local, el PRD, de acuerdo
con los cómputos oficiales, ganó 12 de los 18 distritos uninominales. En total,
con base en la votación de representación proporcional, obtuvo otros tres
diputados, con los cuales juntó 15 de 30 congresistas locales para la Legislatura
2004-2007. El PRI quedó como segunda fuerza electoral, con 6 diputados en
total, seguido del PAN y del PT, con 4 diputados para cada uno de esos partidos;
y Convergencia alcanzó a introducir un diputado a la cámara por la vía de la
representación proporcional. (Obsérvese, dicho sea de paso, lo injusto del sistema
de mayoría relativa, pues el PRD con un 10% de votos más que el PRI –43%
contra 33% -obtuvo 15 diputados, en tanto que el PRI alcanzó sólo 6 de las
curules en contienda).
Cuadro 4
Elección para diputados
Fuerza política
PAN
Alianza
PRD
Convergencia Total
Total
88,743 164,451 213,402
22,393
488,989
% de la votación efectiva 18.15% 33.63% 43.64%
4.58%
100%
También en lo que atañe a ayuntamientos el PRD obtuvo no sólo la mayoría de
ellos, 29 de un total de 57, sino también los de los municipios con mayor
población en el Estado, tales como Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe.
∗
Coalición formada por el PRI, PT y PVEM.
12
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Cuadro 5
Elección de ayuntamientos
Fuerza política
Total de votos
No. de
ayuntamientos
PAN
PRI
Alianza
PRD
PT
Convergencia
PVEM
86,908
55,617
104,305
208,239
14,977
18,904
692
5
16
3
29
2
0
0
Empate
2
La situación postelectoral
La situación postelectoral que se presentó en Zacatecas fue realmente insólita,
cuando menos en los últimos cincuenta años de la historia política de esta entidad
federativa. Por principio, la Alianza por Zacatecas (PRI, PT y PVEM) anunció
que se solicitaría juicio político en contra del consejero presidente del Instituto
Electoral del Estado de Zacatecas, Juan Francisco Valerio Quintero, por haber
incurrido en violaciones al artículo 405 del Código Penal del Estado de
Zacatecas; que impugnarían, asimismo, la elección de alrededor de 30 de 58
ayuntamientos, de 8 de 18 distritos uninominales y la de la gubernatura del
Estado.
En conferencia de prensa, Esaú Hernández Herrera, presidente del Comité
Directivo Estatal del PRI; Jorge Reyes Vides, delegado del Comité Ejecutivo
Nacional de ese mismo partido; y Pablo Leopoldo Arreola Ortega, diputado local
y miembro de la dirección colectiva del PT, coincidieron en que el proceso
electoral debía “limpiarse” y que el único pacto que podía hacerse y respetarse
era con la ley.
Dentro del edificio sede del PRI estatal, hablaron de la parcialidad del consejero
presidente del IEEZ, Valerio Quintero. Reyes Vides especificaba los argumentos
fundamentales del Código Penal del Estado de Zacatecas por los que solicitarían
juicio político contra Valerio, basados en el Artículo 405 de ese código, que
señala: “Se impondrá de 50 a 200 días de multa y prisión de dos a seis años, al
funcionario electoral que, se abstenga de cumplir sin causa justificada con las
obligaciones propias de su cargo, en perjuicio del proceso electoral. Recordemos
–agregaba –que “el señor consejero presidente, lejos de frenar la compra de votos
la indujo, cuando mencionó públicamente en cámaras de televisión, que él
recomendaba que los electores se quedaran con las dádivas que el PRD andaba
ofreciendo por todo el estado de Zacatecas”.
Los miembros de la Alianza por Zacatecas exponían, asimismo, que:
De las 10 causales que establece la Ley Electoral del Estado, para poder anular
casillas, tenemos perfectamente tipificadas violaciones a ocho de esas 10 causales. Y
van, desde: Casillas zapato, es decir, en donde ni siquiera los representantes de la
Alianza votaron por sus propios candidatos; tenemos las certificaciones de esos
representantes, en donde manifiestan haber votado por los candidatos de la Alianza y
13
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ni siquiera los votos de ellos se respetaron. Además, mencionó casillas en donde se
rebasa el número de electores; es decir, hay más boletas que número de electores;
otras donde los representantes de la Alianza fueron expulsados; donde se cambia el
domicilio sin causa justificada22.
Pero, al ver el poco caso que hacían las autoridades estatales a los reclamos de la
oposición al PRD, la Alianza optó por salir a la calle e ir a protestar a la sede del
Instituto Electoral del Estado de Zacatecas. En esta ocasión no fue como en otras
que sólo se ceñían a las declaraciones. Con un cálculo conservador de casi 2 mil
personas se llevó a cabo, el 13 de julio del 2004, la “Marcha por la Dignidad y la
Limpieza Electoral”, en la que el candidato a la gubernatura de la Alianza por
Zacatecas, José Bonilla Robles, advertía que se iban a anular las elecciones y
habría una segunda vuelta, además de que en caso de que la autoridad no
cumpliera conforme a derecho, se tomaría la justicia de propia mano.
Entre gritos de “¡fraude, fraude!”, “¡la vamos a tumbar!”, “¡Valerio ojete, el
pueblo no es tu gente!”, “¡Monreal al penal y Valerio en cautiverio!”, y “¡fuera
maricones y lesbianas!”, alrededor de las17:40 horas salió de la explanada del
edificio del PRI el contingente, que obstruyó por un lapso aproximado de dos
horas los cinco carriles del boulevard que lleva de Zacatecas a Guadalupe, lo que
obligó a los vehículos a brincar el camellón. Encabezados por los candidatos al
gobierno del Estado José Bonilla Robles y Elías Barajas Romo (este último
candidato a gobernador por Convergencia), se exigió que se “limpiara” el
proceso electoral y se cuestionó severamente la actuación del instituto electoral
estatal.
Bonilla Robles ubicó esta manifestación como el inicio de un movimiento social
de resistencia pacífica, donde se conjuntaban los zacatecanos que aún tenían
“dignidad, categoría y patriotismo, la gente que no se vendió como mercancía
barata”. Reclamaba igualmente que Monreal se había enriquecido a costa del
pueblo, y había ofrecido, a cambio de votos, dádivas, despensas y dinero. “Se
presionó –seguía Bonilla Robles –a los 114 mil zacatecanos que reciben los
beneficios del programa ‘Oportunidades’ diciéndoles que se los iban a quitar si
no votaban por ese partido (por el PRD), lo mismo a la gente que recibe el
‘Procampo’ y becas de educación”23.
En otra parte del Estado, en el suroeste, en Tlaltenango, también se presentaron
serios riesgos de violencia. Ahí, integrantes de “Fuerza Ciudadana” (PAN, PRI,
PT, PVEM y Convergencia) tomaron la presidencia municipal, en exigencia de la
restitución de trabajadores que fueron despedidos por simpatizar con la Alianza
por Zacatecas. Este grupo demandaba limpieza electoral y la anulación de los
votos en ocho casillas, aseverando que había habido una abierta intervención de
los gobiernos estatal y municipal a favor del PRD. Luego de una hora de marchar
22
23
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, sábado 10 de julio de 2004
Juan Castro, El Sol de Zacatecas, miércoles, 14 de julio de 2004.
14
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por las principales calles de la ciudad, los integrantes de “Fuerza Ciudadana”
ocuparon pacíficamente las instalaciones de la presidencia municipal.
En esa oportunidad el ex candidato a presidente municipal por el Partido Acción
Nacional, Nicolás Pérez, aseguraba que su participación era para acabar con el
fraude y el juego sucio de los perredistas. “En nuestro poder existen los videos y
fotografías, donde se ve la abierta intromisión del gobierno del Estado, con los
recursos, programas, personal y vehículos de las dependencias oficiales, quienes
hicieron el proselitismo a favor del PRD, porque en realidad ni aquí ni en
Zacatecas existe ese partido, son los empleados del gobierno y del municipio los
que hicieron el fraude municipal”, recalcó24.
También en el plano legal la oposición al PRD en el Estado de Zacatecas se
manifestaba. El representante de la Alianza por Zacatecas ante el IEEZ, Óscar
Campos Campos, reiteraba su solicitud en ese instituto para que el consejo
general diera trámite al procedimiento administrativo en contra del gobernador
del Estado, Ricardo Monreal Ávila, cuyo expediente relleno de acusaciones
permanecía en el Instituto desde hacía ya más de un mes. Exigía este
representante que los consejeros electorales se apegaran a la legalidad y no
obstruyeran la administración de la justicia, al no dar cumplimiento a lo
determinado en el artículo 74 de la Ley Orgánica del Instituto Electoral del
Estado de Zacatecas, relativo a las sanciones por violaciones a la Ley Electoral.
Luego de que Campos Campos reclamara que el expediente que tiene que ver
con las acusaciones en contra del gobernante por la presunta intromisión de éste
en el proceso electoral se encontraba guardado, los consejeros electorales
señalaron que se daría trámite lo antes posible25, lo cual nunca ocurrió.
En tanto, un plantón de la Alianza frente al Tribunal Estatal Electoral se
mantenía mientras no se resolviera a favor de las demandas de esta fuerza
política, y de ser la decisión del Tribunal desfavorable, se declaraba, habrían de
continuarse las acciones contestatarias en la ciudad de México. El delegado del
CEN del PRI en Zacatecas, Jorge Reyes Vides, exigía a los magistrados del
Tribunal que actuaran “con vergüenza y no permitan ya más que Ricardo
Monreal Ávila esté decidiendo, como lo hizo ya por el IEEZ y en ocasiones
decidan ya por ustedes mismos”. “Es momento de decir, ‘señor gobernador, ya
basta, déjenos actuar con independencia, déjenos actuar con libertad y actuar
conforme a Derecho’. Esta es la única exigencia que tienen ustedes, señores
magistrados, actuar conforme a derecho”, sentenciaba Reyes Vides26.
El conflicto también alcanzaba a la clase política lugareña. Un expresidente del
PRI y diputado local en funciones por ese partido, Raúl Rodríguez Santoyo,
pedía públicamente la expulsión de ese instituto político de José Guadalupe
Cervantes Corona, exgobernador del Estado, priísta de prosapia e, igualmente,
24
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, martes 20 de julio del 2004.
Ídem.
26
Rubén Valdez, El Sol de Zacatecas, miércoles 21 de julio de 2004.
25
15
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simpatizante de Amalia García Medina. Argüía Rodríguez Santoyo que la
expulsión del exgobernador no debilitaría ni afectaría la imagen del PRI; por lo
contrario, lo fortalecería en su dignidad. Rodríguez Santoyo, “compadre y leal
colaborador” de Cervantes durante la gubernatura de éste último, aseguraba que
la demanda de echar al exgobernador del partido era del priísmo de los
municipios del cañón de Tlaltenango, incluido el de Teúl de González Ortega,
tierra natal de Cervantes Corona. “Y a esa exigencia me sumo y la apoyo sin
cortapisas”, sostenía Rodríguez Santoyo.
Informaba que la petición se plantearía en una reunión venidera del Consejo
Político Estatal y que era posible que antes se formulara ante la senadora Martha
Sofía Tamayo, presidenta de la Comisión Nacional de Justicia del PRI. O bien, se
presentaría a la Comisión Estatal de Honor y Justicia local que encabeza
Eustaquio de León, persona incondicional del exgobernador Arturo Romo
Gutiérrez. El diputado local expuso que no era válido el argumento de Cervantes
Corona en el sentido de que apoyaba a Amalia García por ser la hija del también
exgobernador Francisco Espartaco García, con quien tuvo una gran amistad27.
Mientras se daban esas acusaciones, la Sala Superior del Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desechaba por improcedente el juicio de
revisión interpuesto por la Alianza por Zacatecas y el Partido Acción Nacional
por presuntos actos de campaña fuera de la ley realizados por Amalia García
Medina, gobernadora ya electa. Antes, el 8 de junio, el Instituto Electoral de
Zacatecas había declarado infundada la queja presentada por el PAN y la Alianza
en contra de la entonces candidata del PRD al gobierno del estado, por
supuestamente realizar actos de campaña fuera de los plazos legalmente
establecidos. En la sesión del TEPJF, el desechamiento obedeció, según el
dictamen, a que las violaciones reclamadas no eran determinantes para el proceso
electoral respectivo ni para el resultado final de las elecciones28.
Frente a la sordera de las autoridades locales a las manifestaciones de la
oposición al PRD por lo desaseado del proceso electoral, la protesta llegó a la
ciudad de México. Ahí, integrantes de la coalición Alianza por Zacatecas y de
Convergencia Partido Político Nacional, apoyados por zacatecanos residentes en
la capital de la República, tomaron la representación del gobierno de Zacatecas
con la consigna de que el fraude electoral no debería de pasar. Por primera vez en
la historia, la representación del gobierno de Zacatecas en el Distrito Federal fue
ocupada en una manifestación de inconformidad en contra del fraude electoral.
La Alianza por Zacatecas iniciaba de esa manera una “Jornada Nacional” por el
rescate de la legalidad. La “Jornada Nacional” fue encabezada por las dirigencias
de los partidos que integraban la Alianza, y consistiría en acciones de resistencia
civil y pacífica que se llevarían a cabo en distintos puntos del país y en
Zacatecas. Al abrir el mitin, Alberto Espino, del Partido Verde Ecologista,
27
28
F. Reynoso A. Torres, Imagen. El periódico de los zacatecanos, viernes 23 de julio de 2004
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, viernes 23 de julio de 2004.
16
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sostenía que el “nuevo símbolo del fraude electoral es el del PRD. Monreal y
Amalia utilizaron a los mapaches y policías para consumar el fraude”, pero,
aseguraba, “el fraude no pasará por las instancias legales ni será permitido por la
resistencia civil que empieza a crecer por todo el país”.
La fachada y ventanas de la representación del gobierno de Zacatecas se
empezaron a llenar con mantas y pancartas en las que se leía: “Zacatecas para los
zacatecanos”, “Amalia Regresa a México”, “Megafraude”, “Fuera Amalia de
Zacatecas”, al tiempo que se cerraba la calle con algunas rejas y se depositaba un
ataúd con la frase: “Zacatecas, tumba de la democracia”29.
En Zacatecas, frente a las frecuentes amenazas de perredistas, los más de ellos
expriístas y exfuncionarios del gobierno de Monreal, Jorge Reyes Vides,
delegado general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI sentenciaba que si el
PRD pretendía acallar a la Alianza por Zacatecas y a él mismo “están profunda y
terriblemente equivocados”; luego de que el Partido de la Revolución
Democrática interpusiera un recurso ante el IEEZ por injurias, calumnias y
difamación. Después de asegurar que pelearía porque prevalecieran sus garantías
individuales y la libertad de expresión, Reyes Vides informaba que el PRD había
interpuesto un recurso administrativo ante el IEEZ, el 30 de junio de 2004, y
hasta el 22 de julio de ese año se le había notificado. Clamaba: “Voy a pelear y
buscaré evidentemente que mis garantías individuales y que mi libertad de
expresión prevalezca a costa de lo que sea y a costa de quien sea”.
Reyes Vides aseguraba que el reto que le hiciera Ricardo Monreal Ávila a la
candidata formalmente ganadora del PRD, Amalia García Medina, de que ella
haría un mejor gobierno que el de Monreal, era un “desafío cínico, la señora está
todavía sujeta a todo un proceso electoral, en donde las instancias ni están
agotadas ni están cerradas”30.
Para echar más leña a la caldera, los magistrados de la sala Uniistancial del
Tribunal Estatal Electoral, desecharon los juicios de nulidad interpuestos por la
Alianza por Zacatecas en los municipios de Río Grande y Fresnillo, y validaron
las elecciones y entrega de constancias para alcaldes en esos municipios en favor
de los abanderados del PRD.
Durante la sesión de trabajo llevada a cabo en la sala de audiencia pública del
TEE, que encabezó el magistrado presidente Miguel de Santiago, dieron curso a
los proyectos de dictamen elaborados por parte de los magistrados José González
Núñez, para el municipio de Río Grande y Miguel de Santiago, para el municipio
de Fresnillo31.
29
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, lunes 26 de julio de 2004.
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, lunes 26 de julio de 2004.
31
Raúl Pinedo, El Sol de Zacatecas, miércoles 26 de julio de 2004.
30
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Así las cosas, en la capital Zacatecas enardecidos habitantes de Villa de Cos,
pertenecientes a la Alianza por Zacatecas, se valieron de la violencia en el
Tribunal Electoral del Estado de Zacatecas, cuando conocieron que el juicio de
nulidad que interpusieron para impugnar al candidato electo como presidente
municipal por el PRD en ese municipio no procedió, y se aprobó por unanimidad
el reconocimiento de los resultados de la elección a favor del perredista José
María González Nava. Vidrios y el directorio de los magistrados rotos, muebles y
puertas destrozadas, así como personal del Tribunal, como el administrativo
Víctor Hugo Reyes Arriaga, golpeado brutalmente, fue el saldo de las agresiones
y golpes con el que respondieron hombres y mujeres de aquel municipio a la
resolución del pleno de los magistrados.
La sesión había transcurrido con normalidad a pesar de los gritos que se lanzaban
afuera del Tribunal Electoral: “vendidos”, “ratas”, “nos (los) vamos a encuerar”,
etcétera. Luego se escuchaban intervenciones de simpatizantes del Partido del
Trabajo, en el que amenazaban con llegar hasta las últimas consecuencias. En un
momento dado, hombres encolerizados sacaban a golpes, cachetadas y
empujones a Víctor Hugo Reyes, administrativo del Tribunal, quien intentaba
detenerlos para que no avanzaran hacia arriba de los pisos. Sin embargo, fue
inútil en sus esfuerzos por zafarse del cuello, de donde lo tenían sujeto, lo
tomaron hasta sacarlo en la calle, donde lo golpearon.
El enojo y la furia que tenían los oriundos de Villa de Cos fue más allá, y un
grupo de mujeres subieron más pisos y sólo se escuchaban que se rompían
vidrios y se golpeaban puertas. Su objetivo era llegar y sacar a la magistrada
Julieta Martínez Villalpando, sin embargo no lo lograron.
Una vez tranquilizados, por el micrófono les pedían que no hicieran uso de la
violencia. “La lucha la vamos a dar hasta las últimas instancias, porque hay
pruebas contundentes de que se cometió un fraude y estamos en pie de lucha y
pacíficamente por la vía legal, tenemos que ganar”, decía una y otras voces. A las
cuales se unió la voz de una mujer que advirtió: “esto apenas empieza, vamos
para largo y que sepan los amarillos que el 15 de septiembre no se sientan en
Villa de Cos”32. Luego, los magistrados se reunieron con Jaime Casas, secretario
general de Gobierno, y le plantearon su intención de renunciar en bloque ante la
falta de garantías para desempeñar sus funciones33, lo cual no ocurrió.
Posiblemente alarmado por el rumbo que estaba tomando el conflicto
postelectoral, Ricardo Monreal instaba a la tolerancia. Manifestaba que las
acciones violentas que estaban tomando los integrantes de la Alianza por
Zacatecas “son una estrategia incorrecta”. Monreal invitaba incluso a José Narro
Céspedes, dirigente del PT que encabezaba las protestas, a reflexionar en torno a
la situación política del estado, porque “la gente de Zacatecas sabe quiénes son
sus líderes y sus dirigentes”. El gobernador ofrecía, el 30 de julio, que
32
33
Diana Ponce, El Sol de Zacatecas, viernes 30 de julio de 2004.
Mario Padilla, Imagen. El periódico de los zacatecanos, viernes 30 de julio de 2004.
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mantendría una actitud de tolerancia hacia todos los grupos y liderazgos a efecto
de que no se enturbiara el ambiente pacífico de Zacatecas. Declaraba que el
estado se encontraba tranquilo y en paz, “por eso me parece que la tolerancia es
una virtud que tenemos que seguir practicando, siempre y cuando no se agredan
los derechos de terceros, como la noche del jueves”.
Agregaba que lo ocurrido en el TEE iba a dirimirse en las instancias de
procuración de justicia, en el caso que esta instancia interpusiera las denuncias
correspondientes. “Nosotros tendremos que darle curso legal, pero yo espero que
mejor resolvamos por la vía de la tranquilidad y de la conciliación”, añadía 34.
Después de todo, se acaba la pelotera y se proclama el triunfo de Amalia
A partir de los primeros días de agosto del 2004 los periódicos locales dejaron de
dar información acerca del conflicto postelectoral, decisión seguramente tomada
entre las autoridades estatales y federales con, por supuesto, los dueños de los
periódicos. Ningún periódico local volvió a tocar el tema, bajo el argumento que
la decisión sería tomada en última instancia por el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación. Para esto, la coalición Alianza por Zacatecas había
interpuesto un juicio de revisión constitucional en el TEPJF en contra de la
resolución del 7 de agosto de la Sala Uniinstancial del Tribunal Electoral del
Estado de Zacatecas.
Y no fue sino hasta el 11 de septiembre cuando se difundió que, con seis votos a
favor y uno en contra, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación había confirmado el triunfo de Amalia Dolores García Medina
para ocupar la gubernatura de Zacatecas, por lo que habría de tomar posesión del
cargo el domingo (el día siguiente) 12 de septiembre, día en que culminaba su
gestión gubernamental Ricardo Monreal Ávila. Por mayoría, y sólo con un tema
de discusión (el de la residencia de Amalia en Zacatecas), la Sala Superior
TEPJF negaba la razón a los argumentos de la coalición Alianza por Zacatecas
(PRI, PT y PVEM), por lo que se confirmaba la declaración de validez de la
elección y el otorgamiento de la constancia de mayoría a Amalia García expedida
por las autoridades electorales zacatecanas.35
De manera un tanto teatral, Amalia García, desconociendo supuestamente la
noticia, se mostró ante los medios muy satisfecha por la resolución del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación. Amalia aprovechaba la ocasión de
estar con los medios para felicitar al TEPJF por haber revisado “sin prisa, con
todo cuidado, de manera profunda y con profesionalismo la decisión que
anteriormente habían ya tomado las instancias electorales de nuestro Estado”.
En esa misma oportunidad, faltando sólo a lo sumo dos días para la toma de
protesta como gobernadora del Estado, Amalia informaba que su secretario
34
35
Saúl Ortega, Imagen. El periódico de los zacatecanos, sábado 31 de julio de 2004.
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, sábado 11 de septiembre de 2004.
19
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general de Gobierno sería Tomás Torres Mercado, quien había sido su oponente
en la carrera por la gubernatura, expriísta él y candidato fallido de Monreal al
gobierno del Estado. Daba Amalia, además, otros pocos nombres de los
integrantes de su equipo de trabajo: Carlos Pinto Núñez, en la Procuraduría
General de Justicia; Nicolás Castañeda Tejeda, en la Secretaría de Finanzas;
Rafael Medina Briones (primo hermano de Amalia y una de las personas de su
verdadera confianza), a la Secretaría Particular; y Juan Carlos Flores, a la
Coordinación de Comunicación Social.
Aprovechaba igualmente la ocasión Amalia para felicitar, sin sorna alguna, al
PRI, PVEM y PT, integrantes de la Alianza por Zacatecas, por haber acudido a
las instancias legales a denunciar su inconformidad36. Era ya para entonces
verdad pública que los líderes de la Alianza habían llegado, en el largo intervalo
de calma impuesta, a un arreglo con Amalia.
Y al final, el deseo de colaborar…
Efectivamente, frente al fallo en contra emitido por el TEPJF, la Alianza por
Zacatecas reconoció formalmente de inmediato el triunfo de Amalia García
Medina en la contienda electoral y sus líderes se declararon dispuestos a trabajar
con ella para conseguir “un Zacatecas mejor”. Esaú Hernández Herrera, dirigente
del PRI estatal, informó públicamente que el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación había fallado en contra al juicio de revisión
constitucional de la elección del pasado 4 de julio para la renovación del Poder
Ejecutivo del Estado. “Esta decisión representa el final de la contienda electoral,
por lo que el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional
reconoce el triunfo de Amalia García Medina y formula votos porque su gestión
permita a nuestra patria chica progresar en un ambiente de esfuerzo colectivo y
de civilidad política”, dictaminó Esaú Hernández Herrera.
Agregaba en esa misma oportunidad el dirigente del partido que el PRI estatal
estaba dispuesto a analizar cualquier propuesta que se formulara por el bien de
Zacatecas, por lo que existía la posibilidad de que se sumaran a la convocatoria
que hiciera la gobernadora electa, Amalia García, para aportar su esfuerzo al
desarrollo de la entidad federativa. Afirmó además que el PRI estaba dispuesto al
diálogo, toda vez que el objetivo superior debería ser el progreso de Zacatecas, y
como oposición, el fin que se tenía que buscar era un Zacatecas mejor37.
En la toma de protesta de Amalia García Medina como gobernadora del Estado –
el 12 de septiembre de 2004 –asistieron, ciertamente, los representantes de los
principales agrupamientos políticos de Zacatecas, además de personajes políticos
de renombre nacional. Por el lado del PRD estaban lo mismo Cuauhtémoc
Cárdenas que Andrés Manuel López Obrador y Leonel Godoy; Porfirio Muñoz
36
37
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, sábado 11 de septiembre de 2004.
Juan Castro, El Sol de Zacatecas, sábado 11 de septiembre de 2004.
20
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Ledo y Guadalupe Loaeza, cercanos amigos de Amalia; además del jefe de
gobierno de la ciudad de México, López Obrador, los gobernadores de
Guanajuato, Chiapas, Michoacán, Chihuahua, Tlaxcala, Aguascalientes y
Coahuila; todos los exgobernadores vivos de Zacatecas: Fernando Pámanes, José
Guadalupe Cervantes Corona, Genaro Borrego, Pedro de León Sánchez, Arturo
Romo y Ricardo Monreal. El exgobernador de Zacatecas Francisco Espartaco
García, padre de Amalia, había muerto en junio de 2004, menos de un mes antes
de la elección.
El inicio del gobierno de Amalia García fue un tanto descuidado. Hubo una
notable tardanza en el nombramiento de funcionarios públicos de primer nivel.
Todavía para el día 17 de septiembre –cinco días después de haber tomado
posesión –no se daban a conocer los nombres de varios de los principales
funcionarios públicos. Justo el día 17 de septiembre la prensa publicaba que
habría que esperar, conforme a las declaraciones de la gobernadora, una semana
para que se dieran a conocer los nombres de los principales funcionarios de su
gobierno. Ese día sólo aparecía el nombramiento del doctor Francisco García
González, reconocido universitario de la entidad federativa y primo hermano de
la gobernadora, como titular del Consejo de Planeación y Desarrollo de
Zacatecas (COPLADEZ).
Amalia aprovechaba la oportunidad para advertir públicamente que ninguno de
sus funcionarios estaría ni al margen ni por encima de la ley y que su
compromiso con un código ético era muy firme. “Importan las personas pero
aquí hay gobierno”, enfatizaba. Utilizaba esta ocasión la gobernadora para aclarar
que no había habido novedad en las tomas de protesta de las 57 presidencias
municipales, por lo que se vivía un clima político “afortunado” en la entidad, un
“gran ambiente de civilidad política”. Informaba que había habido
conversaciones con diferentes dependencias federales para atraer recursos
económicos extraordinarios Zacatecas, tanto para terminar el año bien como para
instrumentar programas de desarrollo de largo plazo38.
Ese mismo día el secretario general de Gobierno, Tomás Torres Mercado, daba a
conocer que había habido “saldo limpio y todo en orden” en la toma de protesta
de los 57 nuevos alcaldes de los municipios de la entidad. Torres Mercado
señalaba que sólo había habido manifestaciones de inconformidad en dos
municipios, en Villa de Cos y Río Grande; sin embargo, no se había impedido la
toma de protesta de los nuevos ediles. Los inconformes en esos municipios lo
que estaban pidiendo, conforme a la versión del secretario general de Gobierno,
era “tener espacios en la administración” pública municipal39.
38
39
Rubén Valdez, El Sol de Zacatecas, viernes 17 de septiembre de 2004.
Verónica Morúa, El Sol de Zacatecas, viernes 17 de septiembre de 2004.
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Revista Electrónica Zacatecana sobre Población y Sociedad
Año 6 / Tercera era / número 27 / enero-marzo 2006
Epílogo
Las elecciones locales en Zacatecas del 2004 –en las que se eligieron
ayuntamientos, diputados locales y gobernador –transcurrieron con,
lamentablemente, más condenas que aclamaciones. Ciertamente, lo que más ha
caracterizado a estos comicios estatales con respecto a anteriores han sido las
denuncias, acusaciones y aun actos de violencia (aspecto inusitado en la entidad
federativa en ese renglón de la vida pública contemporánea), sobre todo en la
etapa postelectoral. Hubo necesidad incluso de recurrir al Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación con un gran cúmulo de expedientes turnados a
esa instancia. La candidata ganadora según los cómputos oficiales en la elección
a gobernador, Amalia García Medina, del PRD, fue impugnada por la coalición
de partidos denominada Alianza por Zacatecas (PRI, PT y PVEM). También
fueron impugnados, tanto por la Alianza como por el PRD, los resultados
electivos de 32 de lo 57 ayuntamientos, y 8 de los 18 resultados de diputaciones
locales de mayoría relativa.
El argumento más recurrente expuesto contra el PRD por los partidos opositores
fue la intromisión abierta del gobierno del Estado, en particular del gobernador
saliente Ricardo Monreal, en el proceso comicial. Desde la negativa del Instituto
Electoral del Estado de Zacatecas, en marzo de 2004, al PRI, PT, PVEM a la
petitoria de estos partidos para formar una coalición, negativa que sería después
desechada por el Tribunal Estatal Electoral, formándose así la coalición, hasta el
reparto de dinero a cambio de votos y el uso abierto de recursos
gubernamentales, todo esto fue imputado al entonces gobernador del estado y
autoproclamado precandidato del PRD a la Presidencia de la República, Ricardo
Monreal.
En este escrito se ha pretendido reconstruir, a partir sobre todo de información
periodística y de la propia observación del proceso electoral, los aspectos
principales de esta elección, especialmente los conflictivos, pues a ningún
observador de la vida política estatal escapa que esos hechos son verdaderamente
inusitados en el panorama electivo lugareño. Y no se quiere decir, de forma
alguna, con esto que los sistemas político y electoral estatales hayan sido
democráticos y perfectos, sino más bien lo contrario: tanto el sistema político
como el electoral han sido, y siguen siendo, sustancialmente autoritarios. De
forma tal que las protestas de los partidos por la abierta intromisión del gobierno
del Estado a favor de una de los contendientes podrían tomarse en última
instancia como algo positivo para el tránsito hacia la democracia, como una
lección para el propio sistema político de que ya no es posible en la actualidad
involucrarse tan abiertamente en el apoyo ilegal a alguno(a) de los
candidatos(as).
Lo que se ha tratado de sondear en última instancia en este escrito es –teniendo
en cuenta principios democráticos básicos – como el hecho de que unas
elecciones sean notoriamente cuestionadas, por no ser libres y equitativas, incide
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en la visión de segmentos ciudadanos de activistas de que no se está operando
con base en premisas democráticas elementales y, por ende, que no puede haber
elecciones legítimas (quizás sí legales) si estas premisas fallan. Ojalá que para lo
sucesivo se haya aprendido esta lección de parte de las actuales y futuras
autoridades.
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