074 Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología Facultad de Odontología Conocimiento acerca del virus de la Hepatitis B y la prevalencia de anticuerpos Hbs en estudiantes de la Clínica de Especialidades Odontológicas ULACIT Tutora: Dra. Rita Marín Estudiante: Laura Jiménez Trejos II Cuatrimestre, 2009 Capítulo I Introducción En este estudio se determinará mediante una muestra de sangre provenientes de estudiantes que ejercen su práctica profesional en la Clínica de Especialidades Odontológicas ULACIT, el estado de protección frente al virus de la Hepatitis B, mediante la presencia de anticuerpos. La Hepatitis es un problema de salud mundial. Existe desde la Hepatitis A hasta la E, diferenciadas por sus vías de transmisión y se estima que en el planeta hay 200 millones de portadores de HBV; cerca del 5% de la población. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, los odontólogos tienen tres veces más riesgo de adquirir el virus de la Hepatitis B, HBV, debido a la alta exposición a sangre, saliva y fluidos corporales, pues se ha demostrado que, además de estar en el líquido seminal, secreciones vaginales, en la sangre y la orina, el virus de HB también se encuentra en las secreciones bucofaríngeas. Los microorganismos causantes del Virus de la Hepatitis B poseen una alta virulencia y su transmisión puede darse por medio de contacto directo (sangre, fluidos orales y otras secreciones) ó por contacto indirecto (con instrumentos, superficies y equipos dentales contaminados). Según la OMS, la vacunación completa induce anticuerpos que alcanzan concentraciones protectoras en más del 95% de los lactantes, niños y adultos jóvenes. Cuando la vacunación primaria se produce después de los 40 años, la protección disminuye al 90%, y después de los 60 años al 65% a 75%. La protección dura al menos 20 años y debería persistir toda la vida. No obstante, la efectividad es alta en personas jóvenes, es necesario recordar que en muchas personas el esquema de vacunación no se administra adecuadamente o se administra incompletamente, lo cual disminuye la seguridad de la vacuna. Luego de diversos estudios se cree que las campañas deben incrementarse, pues lo ideal es que más del 90% de los odontólogos se vacune. "Se requiere divulgación y medidas para el uso masivo de la vacuna, información efectiva sobre medios de transmisión y complicaciones", dice la profesora Beatriz de Arizmendi, ex Directora y ex Jefe de Investigaciones de la Escuela de Odontología de la Universidad del Valle La Hepatitis B es una enfermedad que puede o no manifestar síntomas, por lo que el odontólogo puede encontrarse con portadores silenciosos y cualquier procedimiento oral se convierte en fuente de contagio. Antecedentes Pallás JR, Gómez M, Llorca J y Delgado M (2000) establecieron que en individuos inmunocompetentes no parece necesaria la monitorización serológica para aplicar dosis de refuerzo tras la vacunación primaria, al menos en los primeros 5- 10 años. El seguimiento postvacunal es necesario en los grupos de riesgo, fundamentalmente inmunodeprimidos y personal sanitario que no hayan alcanzado niveles protectores. En los no respondedores a la vacunación primaria, la dosis de refuerzo permite en estos grupos de riesgo, obtener una respuesta protectora en la mayoría de los casos. Sin embargo, no existe una guía unificada para la administración de las dosis de refuerzo según los niveles de anti-HBs alcanzados tras la vacunación primaria. Es necesario un mayor consenso respecto a la idoneidad del control postvacunal, y a la estrategia a seguir con posterioridad con respecto a las dosis de refuerzo. Batista S, Andreasi M, Borges A y cols (2006) determinaron que para controlar con mayor eficacia la tasa de infección por virus de la hepatitis B en los odontólogos, se deben reforzar los programas de prevención, promover la realización de los esquemas completos de vacunación y comprobar a partir del mes la aparición de una adecuada respuesta serológica. Bautista S., Posada L., Posso C. y Villegas A, realizaron una investigación que incluyó encuestas y visitas a 200 odontólogos de Cali, adscritos a dos Empresas Promotoras de Salud, a la Secretaría de Salud Departamental en la Sección Salud Oral, al Instituto de Seguros Sociales, a la Secretaría de Salud Pública Municipal y a la Federación Odontológica Colombiana. Los resultados mostraron que 74.5% de los odontólogos, manifestó estar vacunado contra HBV, el 72% tiene un conocimiento regular acerca de las principales vías de transmisión y el 90% reconoció estar en el grupo de alto riesgo de contraer la enfermedad. Justificación El siguiente estudio pretende determinar el conocimiento de los estudiantes de la Clínica de Especialidades odontológicas ULACIT acerca del virus de la hepatitis B y su estado actual de protección contra este virus, debido a que no existe en la Clínica ningún tipo de control acerca del estado de protección de los estudiantes, contra el VHB. Objetivos Objetivo general: Determinar estado de inmunidad contra el VHB que presentan los estudiantes de la Clínica de Especialidades Odontológicas ULACIT Objetivos específicos: a) Determinar el nivel de conocimiento acerca del virus de la Hepatitis B que poseen los estudiantes. b) Determinar la importancia que le dan los estudiantes a la vacunación contra la hepatitis B y a la aplicación de la titulación de anticuerpos. c) Determinar la cantidad de estudiantes que poseen la enfermedad activa en el momento. d) Determinar la cantidad de estudiantes que poseen inmunización por vacunación. CAPITULO II Marco Teórico ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL HIGADO El hígado es el órgano más grande del cuerpo, posee un peso que fluctúa entre 1 y 1.5 kg, lo cual representa del 1.5 al 2.5% de la masa corporal magra. El tamaño y la forma son diversos, se adecúan al tipo y forma de cada cuerpo. Si imaginariamente partimos el abdomen en cuatro partes iguales, el hígado se encuentra localizado en el cuadrante superior izquierdo, se mantiene en su posición por ligamentos del diafragma, el peritoneo, los grandes vasos y los órganos gastrointestinales superiores. Su aporte sanguíneo se da de la siguiente manera: 20% del flujo sanguíneo es sangre rica en oxígeno procedente de la arteria hepática, y el 80% es sangre rica en nutrientes procedentes de la vena porta que se origina en el estómago, intestino y vaso. La mayor parte de células del hígado se denominan hepatocitos que representan 2/3 de la masa hepática. Otras células que componen el hígado son las células Kupffer, las células estrelladas, las células endoteliales y los vasos sanguíneos, las células de los conductillos biliares y las estructuras de soporte. Microscópicamente, el hígado está organizado en lobulillos, con áreas portales en la periferia y venas centrales en el centro de cada lobulillo. Funcionalmente se organiza en ácinos, (***) con una arteria hepática y una vena porta penetrando en los ácinos a partir de las áreas portales, y luego fluyendo, a través de los sinusoides hasta la vena hepática terminal. Los hepatocitos realizan múltiples funciones, las cuales son vitales para mantener la homeostasia y la salud. Los hepatocitos se encargan de de la síntesis de muchas de la proteínas séricas esenciales, como por ejemplo, la albúmina, proteínas transportadoras, factores de coagulación, muchos factores hormonales y de crecimiento. Asimismo se encarga de la producción de bilis y sus transportadores como los ácidos biliares, colesterol, lecticina y fosfolípidos. Los hepatocitos y también regulan los nutrientes (glucosa, glucógeno, lípidos, colesterol, aminoácidos) y se encargan del metabolismo y conjugación de los compuestos lipófilos, entre ellos la bilirrubina, los cationes y los fármacos; así como su excreción por medio de la bilis o la orina. Medir todas las actividades del hígado resulta bastante complicado debido a la multifuncionalidad de este órgano. Es por esto razón que las pruebas que se utilizan con mayor frecuencia para evaluar la función hepática se basan en las determinaciones de bilirrubina, la albúmina, y el tiempo de protrombina en suero. El nivel sérico de bilirrubina determina la medición de la conjugación y excreción hepática, el nivel sérico de la albúmina y el tiempo de protrombina establecen la síntesis de proteínas. Cuando se presente una variación anormal en alguna de estas pruebas se puede determinar que se está en presencia de una disfunción hepática. La insuficiencia hepática llega a ser mortal. Tiene forma redondeada, con una envoltura de carácter lipídico. Su genoma está formado por una molécula de ADN circular, parcialmente de doble hélice, con una cadena completa (L) y una cadena corta (S). Estructura genómica. Sobre la cadena L se han identificado cuatro regiones abiertas de transcripción: 1. Región env, que codifica la envoltura. En ella se encuentran el gen S, que codifica el antígeno HBs; el gen Pre-S2 que codifica un polipéptido útil como marcador diagnóstico y pronóstico; el gen Pre-S1 y Pre S2 aumentan la respuesta inmunológica al virus. 2. Región C que codifica las proteínas del core, el antígeno HBc y antígeno HBe. 3. Región P que codifica la ADN polimerasa. 4. Región X que codifica una proteína de carácter antigénico. Desde el punto de vista antigénico, el antígeno de superficie (AgHBs) es fundamental, y al tratarse de un elemento de la membrana, es un “antígeno protector”, es decir, genera anticuerpos que nos van a proteger frente a la infección. Su presencia es sinónimo de infección aguda o crónica, y el desarrollo de anticuerpos anti-HBs es sinónimo de curación. La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud mundial y es el tipo más grave de hepatitis vírica. Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático. Se calcula que en el mundo hay 2000 millones de personas infectadas por el VHB y más de 350 millones con infección hepática crónica. Hay una vacuna contra la hepatitis B desde 1982. La vacuna tiene una eficacia del 95% en la prevención de la infección por VHB y sus consecuencias crónicas, y fue la primera vacuna contra uno de los principales cánceres humanos. Transmisión del VHB La hepatitis B se transmite de una persona a otra por contacto con sangre u otros líquidos corporales (p. ej., semen y secreciones vaginales) de una persona infectada. Los modos de transmisión son los mismos que los del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), pero el VHB es unas 50 a 100 veces más infeccioso. Al contrario del VIH, el VHB puede sobrevivir fuera del cuerpo humano durante 7 días como mínimo, periodo en el que todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no infectada. (http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs204/es/index.html) Los modos de transmisión frecuentes son: perinatal (de la madre al recién nacido durante el parto); infecciones de la primera infancia (infección asintomática por contacto directo con convivientes infectados) por prácticas de inyección no seguras; por transfusiones de sangre, y por contacto sexual. Hoy día, según la OMS, en los países desarrollados, la mayoría de las infecciones se transmiten entre adultos jóvenes por contacto sexual o consumo de drogas parenterales. Es importante recalcar que el virus no se transmite por alimentos ni aguas contaminadas, y tampoco se transmite por contactos ocasionales en el lugar de trabajo. No obstante, el VHB representa un importante riesgo laboral para los profesionales sanitarios. El periodo de incubación medio es de 90 días, pero puede oscilar entre 30 y 180. El VHB se puede detectar 30 a 60 días después de la infección y persistir durante periodos de tiempo muy variables. En la transmisión parenteral una de las principales vías de contagio es el uso compartido de material para drogas tanto intravenosas, como de otro tipo (por ejemplo, jeringas, cucharas, pajillas para esnifar cocaína y pipas para crack). Las agujas utilizadas para hacer tatuajes y perforación del cuerpo también pueden transmitir el virus. El uso compartido de objetos personales tales como cuchillas de afeitar, cepillos de dientes y cortaúñas es menos peligroso, pero aun así son vías potenciales de transmisión. Esto sucede cuando una pequeña cantidad de sangre infectada con el VHB permanece en un artículo después de usarlo y éste pasa a ser utilizado por otra persona. En el pasado muchas personas contrajeron hepatitis B a través de transfusiones sanguíneas; sin embargo, a partir de 1972 se empezó a analizar la sangre donada para detectar el VHB, y desde 1992 se realiza otra prueba para detectar el VHC. Hoy en día, las transfusiones de sangre se consideran seguras. Los trabajadores de la salud pueden infectarse con el VHB al pincharse con jeringas o mediante otras exposiciones accidentales a la sangre en el lugar de trabajo. http://www.hcvadvocate.org/hepatitis/sp_factsheets/Hepatitis%20B%20Lo%20que%20 Necesita%20Saber.pdf La transmisión de VHB por vía sexual de da debido a que el virus está presente en el semen y las secreciones vaginales, por lo que la hepatitis B puede transmitirse a través de la actividad sexual. El VHB tiene muchas más probabilidades de contagiarse por vía sexual que el virus de la hepatitis C. Los CDC calculan que entre el 30 y el 60% de las nuevas infecciones por el VHB están causadas por contactos sexuales. Las tasas de transmisión del VHB son particularmente elevadas entre hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. http://www.hcvadvocate.org/hepatitis/sp_factsheets/Hepatitis%20B%20Lo%20que%20 Necesita%20Saber.pdf La transmisión perinatal de madres infectadas por el VHB a sus hijos antes o durante el parto representa la mayor parte de las infecciones de aquellas zonas donde el VHB es endémico. El contagio es más probable si la madre tiene una carga viral de VHB elevada en la sangre; las madres coinfectadas con el VHC o el VIH además del VHB también tienen más probabilidades de transmitir la hepatitis B a sus hijos. Aunque el VHB está presente en la leche materna, no existen indicios de que la hepatitis B se contagie a través de la lactancia materna si el lactante está vacunado. Los estudios indican que la transmisión del VHB es común entre niños pequeños en aquellas zonas en que el virus es endémico, probablemente mediante arañazos y mordiscos. Aunque el VHB es detectable en la saliva, no se conocen casos de contagio por estornudos, toses, ni por compartir utensilios de comida o vasos; la transmisión del VHB en el entorno doméstico es sumamente rara. No existen casos documentados de contagio del VHB a través de orina, heces, sudor, lágrimas ni vómitos. En al menos una tercera parte de los casos, los pacientes no presentan factores de riesgo identificables y no llega a conocerse la vía de transmisión de la hepatitis B. La Vacuna contra el VHB y la Profilaxis Post-exposición La hepatitis B puede prevenirse con una vacuna. En la actualidad, existen dos vacunas contra el VHB, Energix-B y Recombivax HB. En los adultos, la vacuna se administra con una serie de tres inyecciones en un plazo de seis meses (la segunda inyección un mes después de la primera, y la tercera inyección cinco meses más tarde). Se ha aprobado una vacuna de dos dosis para adolescentes de 11 a 15 años de edad. También existe una vacuna mixta contra el VHA y el VHB (Twinrix). La vacuna del VHB es muy aconsejable para trabajadores de la salud, adultos sexualmente activos, usuarios de drogas intravenosas, personas que tengan contacto doméstico con portadores del VHB, y para la población infectada por el VHC. Hoy en día, la vacuna del VHB debe formar parte de las inmunizaciones habituales para los niños, y puede además administrarse a aquellos adolescentes que no se vacunaron de pequeños. Si una persona ha estado expuesta recientemente al VHB, la profilaxis post-exposición mediante la vacuna anti-VHB más anticuerpos inyectados (inmunoglobulina contra el VHB, o HBIG) puede prevenir el desarrollo de la hepatitis B o mitigar la duración y gravedad de los síntomas. Este procedimiento debe realizarse en un plazo de 72 horas tras la exposición al virus. La HBIG más la vacuna anti-VHB también pueden prevenir la hepatitis B en los lactantes que sean hijos de madres VHB positivas. Progresión de la Enfermedad por el VHB VHB Agudo y Crónico Después de la exposición al VHB, el período de incubación oscila entre 30 y 90 días. La fase inicial de la hepatitis B se denomina infección aguda. La eliminación del virus después de la infección aguda suele llevar de 2 a 12 meses, durante los cuales es posible sentir fatiga y dolor abdominal. En la mayor parte de los infectados con el VHB, el sistema inmunitario puede eliminar el virus. Pero algunas personas—se calcula que menos del 5%—quedan crónicamente infectadas, lo que significa que el virus permanece en el cuerpo pasados seis meses. (Esta cifra es mucho más baja que el 50-80% de los infectados con el VHC que desarrollan infección crónica). Entre quienes se infectaron con el VHB durante la infancia, esta cifra es mucho más elevada: hasta el 90% de los lactantes y el 30-50% de los niños menores de cinco años. Ahora sabemos que el material genético (ADN) del VHB permanece en los núcleos de las células de todos los portadores, incluso cuando no puedan detectarse los marcadores de la infección en la sangre. Por ello, el VHB puede reactivarse si el sistema inmunitario está dañado o si se utilizan inmunosopresores como los esteroides. La mayoría (75%) de las personas con hepatitis B crónica no tienen síntomas de enfermedad hepática, pero esta situación puede cambiar en cualquier momento de la vida de un portador. La mayoría de los afectados por el VHB experimentan pocos o ningún síntoma; de hecho, muchos no saben que son portadores del virus. Se calcula que el 30-40% de las personas con hepatitis B aguda no manifiestan síntomas, y la mayor parte de quienes tienen el VHB crónico tampoco tienen síntomas. Cuando sí aparecen, los síntomas de la hepatitis B pueden incluir fatiga (cansancio prolongado inusual), fiebre, malestar (una sensación gripal), náuseas, vómitos, pérdida del apetito (anorexia), dolor o hinchazón abdominal, indigestión, cefaleas, picores (prurito) y dolores musculares o articulatorios. En raras ocasiones, el VHB puede estar asociado a problemas reumáticos como la poliarteritis nudosa. Ciertas personas con hepatitis B aguda o crónica pueden mostrar ictericia (que se manifiesta con color amarillento en la piel y el blanco de los ojos), aclaración de las heces y oscurecimiento de la orina, debido al aumento en la sangre de un pigmento llamado bilirrubina. Otras personas también experimentan un incremento de determinadas enzimas hepáticas, en especial la ALAT. Enfermedad Avanzada En una minoría de las personas con hepatitis B, la enfermedad progresa con el paso de los años o incluso décadas, provocando crecientes daños hepáticos. Se calcula que el 20-30% de los infectados con el VHB crónica terminan padeciendo cirrosis. En los casos graves, puede aparecer insuficiencia hepática y se hace preciso realizar un trasplante de hígado. Los daños hepáticos pueden ser: Inflamación: una respuesta inmunitaria a la infección o las lesiones, caracterizada por infiltración de glóbulos blancos, inflamación y alteración funcional de las células hepáticas. Cuando existe inflamación hepática también puede haber elevación de las enzimas hepáticas, pero no siempre. Necrosis : muerte de las células hepáticas (hepatocitos). Fibrosis: desarrollo de cicatrices en el hígado que, si es muy extenso, puede obstaculizar la correcta circulación de la sangre a través del hígado. Cirrosis: un proceso por el cual las células hepáticas se destruyen y se ven reemplazadas por tejido cicatrizado. La formación de zonas extensas de tejido cicatrizado puede impedir que la sangre fluya a través del hígado. En la cirrosis compensada, el hígado presenta muchas cicatrices pero funciona normalmente; los pacientes con cirrosis compensada suelen mostrar pocos síntomas. En la cirrosis descompensada, el hígado está demasiado dañado y no puede funcionar correctamente. Los pacientes con cirrosis descompensada pueden desarrollar complicaciones tales como varices (vasos sanguíneos rotos en el esófago y el estómago), acumulación de líquidos en el abdomen (ascitis), facilidad para sufrir hemorragias o rasguños, alteraciones mentales (encefalopatía hepática) y coma. Carcinoma hepatocelular: un tipo de cáncer de hígado que puede aparecer en personas con hepatitis crónica. El cáncer de hígado suele desarrollarse en personas con cirrosis, pero algunos pacientes con hepatitis B tienen cáncer de hígado sin cirrosis. Diagnóstico y Monitorización del VHB Existen distintas pruebas que se utilizan para diagnosticar la hepatitis B y par evaluar la etapa de la enfermedad y el grado de lesión hepática. Pruebas de Anticuerpos A diferencia de la hepatitis C, que se diagnostica en función de la presencia o ausencia de anticuerpos al VHC, la hepatitis B se diagnostica y clasifica tomando en cuenta una compleja combinación de antígenos y anticuerpos al VHB. Algunas pruebas determinan tres antígenos asociados al VHB: HBsAg (de superficie), HBcAg (central) y HBeAg. El sistema inmunitario produce tres anticuerpos correspondientes a estos antígenos: antiHBs, anti-HBc y anti-HBe. La presencia de HbsAg en la sangre indica que la persona tiene hepatitis B en ese momento. La presencia de anticuerpos anti-HBs en ausencia de HBsAg muestra que ha habido infección con el VHB pero la enfermedad ya no está activa. Las personas con inmunidad natural al VHB muestran un resultado positivo tanto a los anticuerpos anti-HBs como a los anti-HBc; quienes han recibido la vacuna tienen anticuerpos anti-HBs pero no anti-HBc. La presencia de HBeAg indica que el virus se está multiplicando activamente y que los afectados son sumamente infecciosos y corren un mayor riesgo de daños hepáticos. Durante mucho tiempo, la ausencia de HbeAg se ha considerado indicativo de que el tratamiento resultaba eficaz. Sin embargo, cada vez se observan más casos de pacientes que tienen la enfermedad activa aun sin mostrar indicios de HbeAg. Esto se debe a la aparición de mutantes “precentrales” del VHB, los cuales no pueden producir el antígeno “e”. Este tipo de VHB todavía es poco común en los EE.UU., pero es prevalente en Asia y el Mediterráneo. Los pacientes con hepatitis activa crónica y sin HBeAg tienden a ser de edad más avanzada, y este tipo de VHB parece más difícil de tratar. Para poder determinar el virus tanto en sus manifestaciones agudas de la enfermedad como en las crónicas, se dispone de diferentes pruebas y marcadores que se describen a continuación (Alberta Clinical Practice Guidelines Program, 2006): HBs Ag Antígeno de superficie del virus B. Se utiliza para el diagnóstico de la infección aguda y crónica. Aparece en suero al final del período de incubación de la hepatitis B, en la fase aguda y, si ésta evoluciona favorablemente desaparece entre el 2º y el 4º mes. Si se detecta más allá de 6 meses indica paso a la cronicidad. Es un marcador muy útil para detectar portadores crónicos. ANTI-HBs Anticuerpos frente al antígeno de superficie del virus B. Indica recuperación de la enfermedad e inmunoprotección frente al virus B. Es el último que aparece y lo hace después de aclararse el HBs Ag con un intervalo hasta de 6 meses. Persiste durante años. Es el único marcador que debe buscarse en las personas vacunadas (Guidelines for clinical laboratory practice 2000). Si los niveles están por debajo de 10mlU/mL, el paciente presenta una inmunidad insuficiente, niveles superiores a 10mlU/mL indican inmunización (Guidelines and Protocols Advisory Committee, 2005). ANTI-HBc Anticuerpos frente a las proteínas del core. Puede determinarse de dos maneras: anti-HBc total (IgM e IgG) y anti-HBc Ig M. Es el primer anticuerpo que aparece en una hepatitis B y el que más tiempo permanece, durante años. Es posible detectar el anti-HBc total en: infección aguda, convalecencia, infección crónica y curada, por este motivo tiene escaso valor diagnóstico ya que no diferencia entre infección actual o pasada. El anti-HBc IgM puede encontrarse en formas agudas y crónicas (Guidelines and Protocols Advisory Committee, 2005). Su presencia es de gran utilidad para diagnosticar hepatitis B aguda en estadíos tempranos de la enfermedad, cuando todavía no se ha positivizado el HBsAg (periodo ventana) (Guidelines for clinical laboratory practice 2000). HBe Ag Antígeno e del virus B. Indica replicación viral activa e infectividad. Si persiste más alta de 6-8 semanas indica el posible paso a cronicidad (aunque hay excepciones). Desaparece esporádicamente en un 10-20% de pacientes cada año. Su negatividad es signo de buen pronóstico, en cambio su aparición en los portadores crónicos se correlaciona con el desarrollo de cirrosis (Guidelines and Protocols Advisory Committee, 2005). La determinación de sus niveles es muy útil en la indicación y posterior monitorización del tratamiento en pacientes con enfermedad crónica (Alberta Clinical Practice Guidelines Program, 2006). ANTI-HBe Anticuerpos frente al antígeno e del virus B. Aparecen tras la negativización del Hbe Ag, en la fase de remisión de la enfermedad aguda y también en las fases tempranas de la crónica. En la hepatitis aguda y en los portadores crónicos pronostican buena evolución y baja infecciosidad. Si se detecta junto al AntiHBc confirma que está en la convalecencia. En la hepatitis crónica suele indicar que ha cesado la replicación y su presencia es paralela al HBsAg (Alberta Clinical Practice Guidelines Program, 2006). DNA-VHB La presencia del DNA del virus tanto en serología como en plasma se relaciona con infección activa (replicación viral hepática) e infecciosidad. En la práctica clínica es un marcador muy útil en la monitorización del tratamiento (Alberta Clinical Practice Guidelines Program, 2006). ¿Cómo se interpretan los marcadores de hepatitis B? HBs Ag + Anti Anti HBs HBc - IgM HBc Ag Anti HBe + - Hepatitis aguda B, muy contagiosa - - IgM +/- +/- Hepatitis aguda B, período ventana HBs Ag - + IgG - +/- Fase de recuperación Hepatitis B - + - - - Posvacunación/ Falso +/ Infección muy antigua? + - IgG + - Hepatitis crónica B, muy contagiosa + - IgG - + Hepatitis B aguda fase tardía o Hepatitis crónica poco contagiosa - - IgG - +/- Estado de portador de HBs Ag en baja concentración o inferior muy antigua + + + +/- +/- HBs Ag de un subtipo y anti HBs heterotípico o proceso de seroconversión Pruebas de Carga Viral Las pruebas de carga viral miden la cantidad de ADN (material genético) del VHB que circula por la sangre. Una carga viral detectable indica que el VHB se está multiplicando activamente. El ensayo de RCP más sensible puede detectar niveles de ADN del VHB más bajos que la prueba bDNA menos sensible. Muchos expertos prefieren una prueba de carga viral menos sensible porque las pruebas más sensibles pueden animar a los médicos a poner un tratamiento a portadores asintomáticos que no lo necesitan. Cuando las enzimas hepáticas tienen un nivel anormal, la mayor carga viral del ADN del VHB parece estar asociada a una mayor gravedad de la enfermedad hepática. Las pruebas de carga viral también resultan útiles para indicar si el tratamiento está siendo eficaz. Análisis Bioquímicos del Hígado Las pruebas bioquímicas del hígado dan una idea aproximada del grado de inflamación hepática. El panel hepático está compuesto por determinaciones de distintas sustancias de la sangre. Muchas personas con hepatitis B aguda o crónica (pero no todas) experimentan aumentos de dos enzimas hepáticas llamadas alaninaaminotransferasa (ALAT, denominada anteriormente SGPT) y aspartato- aminotransferasa (ASAT, conocida anteriormente como SGOT). La ALAT y la ASAT se propagan por la sangre cuando el hígado está dañado. El aumento de las concentraciones de estas enzimas es a menudo el primer signo de problemas en el hígado, y el descenso de la ALAT muchas veces indica que el tratamiento está resultando eficaz. Sin embargo, muchas personas con hepatitis B tienen el nivel de enzimas hepáticas siempre normal. Además, ciertas personas muestran concentraciones normales de ALAT aun cuando padecen cirrosis de fondo. Otra determinación común es la concentración de bilirrubina. La bilirrubina es un pigmento que se produce continuamente como derivado de la desintegración natural de los glóbulos rojos. La elevación de los niveles de bilirrubina ocasiona ictericia. El nivel de bilirrubina indica el grado de función hepática, del mismo modo que la concentración de albúmina en suero y la determinación de la coagulación sanguínea. Se recomienda utilizar siempre el mismo laboratorio para poder comparar las determinaciones, ya que los resultados pueden variar de un laboratorio a otro. Guarde las copias de los resultados de laboratorio para futuras consultas. Pruebas Genotípicas El VHB consta de varios genotipos diferentes que se denominan con letras de la A a la G. Los distintos genotipos del VHB están asociados a niveles específicos de replicación viral, progresión de la enfermedad hepática y eficacia terapéutica. Los genotipos C, A y B son los más comunes en los EE.UU. Es imposible desarrollar hepatitis B negativa al HBeAg con el genotipo A, motivo por el cual ésta es menos común en Norteamérica. Las pruebas genotípicas del VHB están en sus comienzos y los propios expertos todavía no comprenden totalmente su utilidad a la hora de guiar las decisiones sobre el tratamiento. Biopsia de Hígado Las biopsias se realizan para evaluar la gravedad de la inflamación y el grado de cicatrización del hígado. La biopsia es el indicador más fiable del daño hepático y se utiliza para tomar decisiones acerca del tratamiento. Muchos médicos no recomiendan realizar biopsias a los portadores del VHB que muestren resultados normales en los análisis bioquímicos. En el procedimiento más común, se anestesia la piel y se inserta con rapidez una aguja larga en el hígado para extraer una muestra de tejido y examinarla bajo el microscopio. Las biopsias hepáticas rara vez provocan complicaciones. Si aun así le preocupa, puede pedirle al médico que le administre un tranquilizante suave antes de someterse a la biopsia y un analgésico después del procedimiento. CAPITULO III Diseño metodológico Tipo de investigación Descriptiva, ya que se desea describir los tipos de anticuerpos presentes en las muestras de sangre tomadas a los estudiantes de la Clínica de Especialidades Odontológicas Ulacit. Por el alcance temporal es transversal, ya que el estudio se hace en un periodo determinado de tiempo, en este caso el tercer cuatrimestre del 2009. Y por su enfoque es cuantitativo. Sujetos y fuentes de información Estudiantes de la carrera de Odontología de la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología, matriculados en los Énfasis de Cirugía, Endodoncia y Odontopediatría, durante el tercer cuatrimestre del 2009 de la Universidad. Diseño de la muestra. La muestra constará de 21 muestras de sangre, pertenecientes a los 21 estudiantes matriculados en la Clínicas de énfasis para el III cuatrimestre del 2009. Variables 1) Cantidad de estudiantes que se encuentran vacunados contra el VHB 2) Porcentaje de estudiantes que poseen inmunización adecuada contra el VHB 3) Importancia que le dan los estudiantes a la vacunación y a la titulación de anticuerpos Instrumento para recolección Se va a realizar una recopilación de datos, mediante una titulación de anticuerpos antiHbs, anti-Hbc, anti-Hbe, la cual se realiza a partir de muestras de sangre. Además se utilizará una encuesta para indagar el conocimiento acerca del VHB e importancia que le dan los estudiantes a la vacunación . Variable Cantidad de estudiantes que se encuentran vacunados contra el VHB . Porcentaje de estudiantes que poseen inmunización adecuada contra el VHB Conocimiento que poseen los estudiantes acerca de VHB e importancia que le dan a la vacunación Definición conceptual Vacuna: Antígeno procedente de uno o varios organismos patógenos que se administra para inducir la inmunidad activa protegiendo contra la infección de dichos organismos. Es una aplicación práctica de la inmunidad adquirida. Definición operacional Anti-Hbs Anti-Hbc Indicadores Anti-Hbs (+) Anti-Hbc (-) Instrumentos para la recolección de datos Muestra de sangre Inmunización HbsAg La inmunización es la administración de un agente a un organismo para generar una respuesta inmune. HbsAg (+) Muestra de sangre VHB: La hepatitis B es una enfermedad del hígado provocada por el virus de la hepatitis B. La mayoría de las infecciones por hepatitis B se resuelven en un lapso de 1 a 2 meses sin tratamiento. Cuando la infección dura más de seis meses, puede tornarse en una hepatitis B crónica Cantidad de respuestas acertadas Encuesta Respuestas de la encuesta Descripción de la investigación Para llevar a cabo esta investigación se requiere aplicar la encuesta a los estudiantes de la clínica y tomarles muestras de sangre. Se deben computar los datos de la encuesta para analizar los resultados. Las muestras de sangre deben ser analizadas en un laboratorio para determinar la presencia de anticuerpos. Toma de muestra de sangre: Las muestras se obtienen por punción directa en el área antecubital. También se pueden obtener de un acceso venoso central instaurado en el paciente. EQUIPO Guantes, gafas protectoras, torniquete, paños con alcohol, tubos apropiados para la muestra ordenada, set Vacutainer® o jeringa de 10 mL con aguja, cura adhesiva, pericraneal, microtainer de 0,5 a 10 mL. PROCEDIMIENTO • Seleccionar la vena y aplicar el torniquete a 4 cm por encima del sitio que se va a puncionar. • Limpiar la piel con algodón impregnado en solución antiséptica, sobre el sitio de la punción, en forma circular del centro a la periferia. • Puncionar la vena teniendo cuidado en colocar el bisel hacia arriba; una vez se encuentre seguro de estar en la vena, introducir el tubo de recolección de muestra y soltar el torniquete. • Retirar la aguja y hacer presión sobre el sitio de punción hasta que deje de salir sangre (aproximadamente cinco minutos). • Enviar las muestras al laboratorio. Análisis estadístico: - Se computan los resultados obtenidos de las encuestas y muestras de sangre mediante el programa Word y Excel. - La información obtenida se presentara en tablas y gráficos y se analizará de forma descriptiva con el propósito de alcanzar conclusiones acorde a los objetivos propuestos. Bibliografía Vacunación de la Hepatitis B, indicaciones del test serológico postvacunal y la dosis de refuerzo. Recuperado el 25 de junio, 2009. http://www.scielosp.org/pdf/resp/v74n56/vacuna.pdf Odontólogos en fila contra la Hepatitis B. Recuperado el 25 de junio, 2009. http://aupec.univalle.edu.co/informes/junio97/boletin41/odontologos.html Marcadores Hepatitis. Recuperado el 10 de julio, 2009. http://www.fisterra.com/guias2/mhepatitis.asp Hepatitis B. Organización Mundial de la Salud. Recuperado el 10 de julio, 2009 http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs204/es/index.html Vacunas contra la Hepatitis B. Recuperado el 10 de julio, 2009. http://www.aeped.es/vacunas/pav/modulo2/PDFs/Modulo2_4.pdf Medicina Molecular. Inmunización. Recuperado el 6 de octubre, 2009 http://www.medmol.es/termino.cfm?id=56 Glosario científico. Vacuna. Recuperado el 6 de octubre, 2009 http://ciencia.glosario.net/biotecnologia/vacuna-10210.html