COLEGIO DEL ROSARIO DE SANTO DOMINGO PALABRAS DÍA DEL IDIOMA El pasado 24 de abril se celebro el día del libro y del idioma en nuestro colegio es por eso que este es un día especial ya que hacemos honor a nuestra lengua castellana, todos los países hispanos se visten de fiesta, esta evolución de nuestro idioma no ha sido en vano años y años de transformaciones lingüísticas y literarias que a lo largo de nuestros días perduran, mas de 4.000 vocablos aportados por los árabes durante la invasión a la península Ibérica, escritores que han dejado huellas imborrables en el corazón de sus lectores porque no mencionar a Miguel de Cervantes Saavedra con sus peculiares novelas llenas de monstros y seres inimaginados, siempre nos presentara su silueta en nuestra memoria y nos dirá por boca de sus obras maestras: ”No estropeéis el idioma que os di para que os sirva de interprete con vuestros semejantes ; si lo abandonáis y lo tratáis mal ,vos mismo tendréis la culpa de que os sirva mal, pues él es la más fiel, la más dura y la más elegante expresión del pensamiento de cuantos se hallan en el Mundo Hispano Latino. Tal mi hija y cuidadla en sus adornos, su pureza, su voz primitiva” seria indigno dejar desapercibido el día escogido para la celebración de tan útil y sin rival lenguaje, del que nos valemos para expresar nuestros pensamientos y que nuestros antepasados lo han cultivado a través de cientos de años, quitándole sus asperezas, aumentándole su caudal; costando de esta manera sacrificios y cuidados que no tendrían precios si intentásemos calcularlo. Luego, al celebrar este Día Magno del Idioma, debemos meditar y remontar nuestra imaginación a la época en que naciera nuestro Idioma Español; a la época en que fuera oficializado allá en la Ciudad de Castilla, origen de su nombre, balbuceada, a la época en que alguien se ha interesado por protegerle, por embellecerle, por respetarle habremos comprendido que no es mero formulismo el celebrar su día el 23 de abril de cada año. Nos habremos dado cuenta también lo que las grandes maravillas del mundo. que muchos cerebros tan consumido su existencia nutriéndole con su savia: poetas, novelista y periodistas como Gabriel García Márquez a quien rendimos hoy honor, fundador del realismo mágico, lugares como Macondo representativo de sus obras un lugar mítico para muchos críticos, Macondo, tierra imaginaria a la que García Márquez le dio vida por primera vez en ‘La hojarasca’ (1955), está ubicado –según los relatos del nobel– al oeste de Riohacha (Guajira) y fue fundado por José Arcadio Buendía en el sitio exacto donde alguna vez soñó “que en aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo”, cuando emprendió una expedición para buscar una salida al mar. Así lo plasmó el escritor en ‘Cien años de soledad’, novela que inmortalizó a esta población. Simbolismos que representan la fuerza de sus obras las mariposas amarillas perseguían a Mauricio Babilonia, un aprendiz de mecánica de una empresa bananera. Existe la creencia de que, cuando estos insectos pasean por la noche, son símbolo de mala suerte. A Babilonia, que era descendiente de gitanos –encargados de llevar a Macondo ‘inventos’ como el hielo–, las mariposas amarillas lo atormentaban fuera a donde fuera. En cambio, las flores amarillas representan suerte. En ‘Cien años de soledad’, Gabo narra que, cuando le tomaban las medidas del ataúd a José Arcadio Buendía, durante toda esa noche llovieron minúsculas plantas amarillas. “Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro”, dice el texto. A Gabo la flor amarilla se le convirtió en amuleto. El tren amarillo que pasaba todas las mañanas según se dice “El inocente tren amarillo que tantas incertidumbres y evidencias, y tantos halagos y desventuras, y tantos cambios, calamidades y nostalgias, había de llevar a Macondo.” Y de ahí por qué venimos a reunirnos aquí a rendir homenaje al que es y será en toda la eternidad, el Príncipe de las Letras: Don Miguel de Cervantes Saavedra; y a rendir también nuestra admiración a la Lengua Castellana (española); en esta fiel interprete de nuestra alma interior con el mundo exterior que nos rodea, sin la cual no podríamos explicarnos, comunicarnos algún dolor nos estuviera torturando, o cuando deseamos nos hagan algún favor. Desgraciados seríamos como esos pobres seres irracionales y mudos. POR CYNTHIA PRIETO OÑATE COORDINADORA DE ÁREA DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA.