Inmunodeficiencia Felina

E
l virus de la leucemia felina
(FeLV) y el virus del sida felino
(FIV) ocasionan dos de las enfermedades infecciosas más comunes
de los gatos. Ambos microrganismos
pertenecen a la familia de los Retrovirus. Todos los retrovirus, incluyendo el
virus de la leucemia felina (FeLV), el de
la inmunodeficiencia felina (FIV) y el
virus de inmunodeficiencia humana
(VIH), producen una enzima, la transcriptasa inversa, que les permite insertar copias de su propio material genético en las células que infectan. FIV es
alargado, mientras FeLV es más circular. A pesar de que estos virus en apa-
riencia son distintos, su incidencia en
la salud felina es muy alta, y así la
infección con cualquiera de ellos, si no
se detecta a tiempo, es capaz de causar hasta la muerte prematura.
Para empeorar las cosas, las infeccio-
nes por FeLV y FIV son muy frecuentes. Estudios recientes llevados a cabo en los Estados Unidos indican que
la prevalencia de la infección por
FeLV es de un 2,5% y un 0.3% para
FIV. La edad es un factor de riesgo
para la infección, siendo los gatos
adultos los que están en mayor riesgo que cachorros y jóvenes. Mientras
que los gatos machos sexualmente
intactos están en mayor riesgo que
las hembras. Finalmente, los gatos en
estado libre son más propensos a ser
positivos que los gatos mantenidos en
el interior de una casa. Aunque la
edad, sexo y estilo de vida están
asociados como factores de riesgo,
se advierte que todos los gatos están
expuestos a contraer la infección y
cualquier gato recién introducido a
casa o a un grupo debe de ser probados.
Los gatos de una casa infectados con
retrovirus deben ser analizados para
determinar su estado de salud. Si se
identifican gatos positivos y negativos en la misma casa, se debe informar al propietario del peligro potencial para los gatos sanos Aunque el
riesgo de transmisión de FIV o FeLV
no es alto, el mejor método para pre-
venir la propagación es aislar los
individuos infectados y evitar que se
dé la interacción con compañeros de
casa.
Inmunodeficiencia Felina
FIV puede causar un síndrome de
inmunodeficiencia adquirida en los
gatos, comparable al virus de la inmunodeficiencia (VIH) en los seres
humanos, y puede conducir a un mayor riesgo de infecciones oportunistas, enfermedades neurológicas y
neoplasias. Sin embargo, el FIV no
causa un síndrome clínico severo en
los gatos infectados de forma natural.
En este número
Pág.
Retrovirus Felino
1-3
Manejo de retrovirosis felina
3
Preguntas frecuentes
4
Distribuidores Anigen
4
La principal forma de transmisión es
a través de las heridas ocasionada
por mordeduras. El contacto casual,
no agresivo, no parece ser una ruta
eficaz de propagación de FIV; como
resultado, los gatos en hogares con
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estructuras sociales estables corren
poco riesgo de contraer infecciones
de FIV. En raras ocasiones la enfermedad se transmite de la madre infectada a sus gatitos, generalmente
durante su paso por el canal del parto o cuando los gatitos recién nacidos ingieren leche infectada. Mientras que el contacto sexual no es un
medio importante de diseminación
de FIV.
Los gatos infectados pueden aparecer normales durante años. Sin embargo, la infección finalmente lleva a
un estado de inmunodeficiencia que
obstaculiza la capacidad del gato
para protegerse de otras afecciones.
De tal forma que las bacterias, virus,
protozoos y hongos pueden encontrarse en el entorno idóneo para causar enfermedades graves en organismos con sistemas inmunitarios debilitados. Estas infecciones secundarias
son responsables de muchas de las
enfermedades asociadas con la FIV.
Temprano en el curso de la infección,
el virus migra a los ganglios linfáticos, donde se reproduce en los linfocitos; entonces, el virus se propaga a
otros ganglios linfáticos de todo el
organismo, resultando en una inflamación generalizada, pero generalmente temporal, a menudo acompañada de fiebre. Esta etapa de la infección puede pasar desapercibida,
a menos que los ganglios linfáticos
se inflamen de forma extraordinaria.
La salud de los gatos infectados puede deteriorarse progresivamente o
convertirse en una enfermedad recurrente, intercalada con períodos de
relativa salud. A veces la infección
puede permanecer en estado latente,
y algunos otros signos de inmunodeficiencia pueden aparecer en todo el
Año 2012, Número 6
cuerpo, tales como deterioro de la
calidad del pelaje, fiebre persistente,
pérdida de apetito, gingivitis, estomatitis e infecciones crónicas o cíclicas de la piel, vejiga urinaria y el
tracto respiratorio. Diarrea persistente, progresiva pérdida de peso, enfermedades de la sangre y diversos
tipos de cáncer son mucho más comunes en gatos infectados por FIV.
En las gatas reproductoras se pueden presentar abortos. Algunos gatos
infectados experimentan convulsiones, cambios en el comportamiento y
otros trastornos neurológicos.
Con un cuidado adecuado, los gatos
infectados pueden vivir muchos años
y morir a causa de afecciones no
relacionadas. Por lo tanto la infección por FIV tiene un impacto relativo
en las poblaciones felinas. La supervivencia de gatos infectados es a menudo similar a la de los gatos no infectados , y la calidad de vida generalmente bastante buena.
La única manera segura de proteger
a los gatos es evitando su exposición
al virus. Ya señalábamos, que las
mordeduras de gato son la principal
forma de contagio, por lo cual el
mantener a los gatos en interiores y
lejos de los ejemplares potencialmente infectados reduce sustancialmente
la probabilidad de contraer la infección de FIV.
Las pruebas de ELISA y otras pruebas
de ensayo de inmunocromatografía
son las preferidas para llevar a cabo
el diagnóstico de esta enfermedad.
Existen vacunas para ayudar a proteger contra la infección de FIV. Sin
embargo, estas no son cien por ciento efectivas para asegurar una adecuada protección. Además, la vacu-
nación pueden tener un impacto determinante en los futuros resultados
de las pruebas de FIV, ya que las
pruebas no distinguen entre los anticuerpos producidos por la infección
natural y aquéllos generados por la
vacunación.
Leucemia Felina
FeLV es más patógeno que el FIV, y
durante muchos años se consideró
una causa importante de muerte en
los gatos, no obstante la prevalencia
y por ende la importancia de FeLV
han disminuido.
FeLV es la causa más frecuente del
desarrollo de cáncer en los gatos.
FeLV puede causar signos clínicos
variables, incluyendo tumores, inmunosupresión, trastornos hematológicos y enfermedades autoinmunes.
Las enfermedades secundarias a la
inmunosupresión en muchos de los
gatos infectados por FeLV son variables, pero es importante tener en
cuenta que muchas de estas enfermedades son tratables. La tasa de mortalidad en gatos infectados por FeLV
en hogares con varios ejemplares es
de aproximadamente 50% en 2 años
y de 80% en 3 años. Sin embargo,
con un cuidado adecuado, un gato
de hogar positivo a FeLV puede vivir
por largo tiempo con buena calidad
de vida.
Los gatos infectados por FeLV constituyen la fuente de la infección. El
virus se propaga en abundantes cantidades en la saliva y secreciones
nasales, pero también en la orina,
las heces y la leche de las gatas infectadas. La transmisión del virus puede también ocurrir a través de una
herida, durante el acicalamiento mutuo y aún rara vez, mediante el uso
Año 2012, Número 6
común de areneros y platos de alimentación. La transmisión también
puede tener lugar de la madre infectada a sus gatitos, antes de nacer o
mientras está amamantando. FeLV no
sobrevive mucho tiempo fuera del
cuerpo de un gato, probablemente
menos de unas pocas horas en ambientes normales.
Los gatitos son mucho más susceptibles a la infección, que los gatos
adultos y conforme crecen desarrollan cierta resistencia.
La replicación viral en un gato recién
infectado generalmente se produce
inicialmente en la boca o la faringe.
Posteriormente, las partículas virales
viajan a los ganglios linfáticos o a la
médula ósea, donde infectan y se
replican dentro de diversas células,
especialmente los linfocitos T y otras
células blancas de la sangre . Particularmente vulnerables son los linfocitos
T conocidos como células CD4, también llamados linfocitos colaboradores, que desempeñan un papel clave
en el sistema inmune del animal.
Durante las primeras etapas de la
infección, es común que los gatos no
muestren síntoma alguno de la enfermedad. Sin embargo, con el tiempo,
semanas, meses o incluso años — la
salud de un gato puede deteriorarse
progresivamente o caracterizarse por
una enfermedad recurrente, intercalado con períodos de relativa salud.
Los signos más frecuentes son: anorexia, pérdida de peso progresiva,
deterioro del pelaje, ganglios linfáticos inflamados, fiebre persistente,
encías pálidas e inflamadas, estomatitis, infecciones de la piel, vejiga
urinaria y tracto respiratorio superior.
Diarrea persistente, convulsiones,
cambios de comportamiento y otros
trastornos neurológicos. Una variedad de condiciones oculares tales
como queratitis por herpes, conjuntivitis, uveítis y coreoretinitis pueden también estar presentes. En gatas reproductoras es común observar el aborto
de gatitos u otros fallos reproductivos.
Existen dos etapas diferentes de la
infección por FeLV y su presencia en
la sangre:
Viremia primaria, durante esta etapa,
algunos gatos son capaces de mostrar una respuesta inmunitaria eficaz,
eliminar el virus de la sangre, y frenar la progresión a la fase de viremia
secundaria.
Viremia secundaria, una etapa posterior, caracterizada por la infección
persistente de la médula ósea y otros
tejidos. Si la infección por FeLV progresa a esta etapa la inmensa mayoría de los gatos estarán infectados
por el resto de sus vidas.
A diferencia de las vacunas de FIV,
las de FeLV previenen eficazmente de
la infección por lo cual todos los gatos deben ser vacunados contra FeLV
a edad temprana y luego revacunados un año después.
El diagnóstico de la infección por
FeLV, se basa en la historia clínica de
un gato, los signos clínicos y los resultados de las pruebas para determinar
si el virus está presente en la sangre.
Una prueba positiva identificará la
presencia de FeLV o de sus antígenos. Dos tipos de pruebas comúnmente usados para este propósito son
ELISA y ensayo de Inmunocromatografía, que se pueden realizar en una
clínica veterinaria y se llevan a cabo
rutinariamente como la prueba inicial
de detección de FeLV, y un IFA
(Ensayo de immunoflourescencia, una
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prueba de confirmación que, debido
a la tecnología necesaria, se debe
realizar en un laboratorio comercial.
Manejo de gatos con retrovirus
Todos los gatos infectados por FeLV,
FIV, o por ambos padecimientos deben limitarse a vivir en interiores para prevenir la propagación de la infección a otros gatos del barrio. Los
gatos sexualmente activos deben ser
castrados . La cría y la buena nutrición son esenciales para mantener
buena salud de los gatos infectados
por FeLV y FIV. La carne cruda, huevos y leche sin pasteurizar debe evitarse a efecto de disminuir el riesgo
por bacterias transmitidas por los
alimentos e infecciones parasitarias
más propensas en individuos inmunodeprimidos. Los gatos afectados por
retrovirus deben ser sometidos a un
programa para el control rutinario de
parásitos así como deben ser evaluados médicamente de forma semestralmente para detectar con prontitud
cambios en su estado de salud. En
especial debe prestarse atención a la
cavidad oral porque los padecimientos dentales y de las encías son comunes en los gatos afectados.
No existe un tratamiento efectivo para estas enfermedades; ni hay evidencia concluyente de que los inmunomoduladores o los medicamentos
retrovirales tengan efectos determinantes para sanar a los pacientes de
FIV o FeLV. La terapia se basa en la
utilización de drogas de sostén.
La terapia antiviral es utilizada en
casos excepcionales. La administración de Azidotimidina ha demostrado ser beneficioso en gatos con estomatitis y convulsiones.
Preguntas y respuestas frecuentes
cimientos a efecto de llevar a cabo
las medidas preventivas en los individuos sanos y los gatitos así como
paliativas en los individuos afectados.
¿Qué Sensibilidad y Especificidad tiene esta prueba?
¿Cuáles son las aplicaciones
prácticas de las pruebas rápidas de Anticuerpos de Sida Felino y del Antígeno de la Leucemia Felina?
Estas pruebas constituyen una herramienta esencial en el diagnóstico del
Síndrome de Inmunodeficiencia (FIV)
y de la Leucemia felinas (FeLV). Es
imprescindible el llevar a cabo el
diagnóstico oportuno de estos pade-
La prueba rápida Anigen de FIV
Ab/FeLV Ag tiene una sensibilidad
del 96.8% y una especificidad del
99.6% a Anticuerpos de FIV contra
Western Blot y una Sensibilidad del
94.7% y Especificidad del 99.7% al
Antígeno de FeLV contra Aislamiento
Viral.
¿En cuánto tiempo se obtienen
los resultados de las pruebas
rápida de FIV Ab/FeLV Ag? Los
resultados se obtienen a los 10 minu-
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tos después de realizar la prueba que
consiste en colocar una gota de suero, plasma o sangre en la ventana del
dispositivo y agregar 2 gotas de diluyente del ensayo.
¿Qué ventajas competitivas tiene esta prueba basada en un
ensayo de Inmunocromatografía contra las pruebas de ELISA?
Las pruebas de ensayo de inmunocromatografía se mantienen estables a la
temperatura ambiente (2 -30 o C),
mientras que las pruebas de ELISA
requieren de refrigeración. Por otro
lado el periodo de caducidad máximo es de 6 meses para las pruebas
de ELISA, mientras que las de ensayo
de inmunocromatografía tienen una
vida útil de 24 meses.
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