1 Zeus, que amontona las nubes

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¿Qué vas a aprender?
1 MITOLOGÍA
1.1 Genealogía de los
dioses
1.2 Zeus / Júpiter
1.3 El panteón
grecorromano
2 CULTURA Y
CI V I LI Z A CI Ó N
Grecia y Roma: Marco
geográfico.
3 LE NG UA S CLÁ S I CA S
3.1 Los primeros habitantes
del mundo
3.2 La familia lingüística
indoeuropea
3.3 Tipos de escritura.
Alfabetos.
A P LI CA T US
C O MP E T E N C I A S
Localizaciones más
importantes del mundo
clásico
Lenguas clásicas
Zeus, que amontona las nubes
1 MITOLOGÍA
1.1 Genealogía de los dioses
En primer lugar existió el Caos. Después Gea
la de amplio pecho, sede siempre segura de
todos los Inmortales que habitan la nevada
cumbre del Olimpo1. Por último, Eros, el más
hermoso entre los dioses inmortales, que afloja
los miembros y cautiva de todos los dioses y
todos los hombres el corazón y la sensata
voluntad en sus pechos.
Del Caos surgieron Érebo y la negra Noche.
De la Noche a su vez nacieron el Éter y el Día
(...)
Gea alumbró primero al estrellado Urano con
sus mismas proporciones, para que la
contuviera por todas partes y poder ser así sede
siempre segura para los felices dioses... Luego,
unida a Urano, alumbró también a Océano de
profundas corrientes, a Ceo, a Hiperión, a Rea
(...) Después de ellos nació el más joven,
Cronos, de mente retorcida, el más terrible de
los hijos y se llenó de un intenso odio hacia su
padre.
Dio a luz además a los Cíclopes de soberbio
espíritu (...) Éstos en lo demás eran semejantes
a los dioses, pero en medio de su frente había
un solo ojo. Pues bien, cuantos nacieron de Gea
y Urano, los hijos más terribles, estaban irritados
con su padre desde siempre. Y cada vez que
alguno de ellos estaba a punto de nacer, Urano
los retenía a todos ocultos en el seno de Gea sin
dejarles salir a la luz y se gozaba cínicamente2
con su malvada acción. La monstruosa Gea, a
punto de reventar, se quejaba en su interior y
urdió una cruel artimaña. Produciendo al punto
un tipo de brillante acero, forjó una enorme hoz y
explicó el plan a sus hijos (...) Un temor los
dominó a todos y ninguno se atrevió a hablar.
Mas el poderoso Cronos, de mente retorcida,
armado de valor, al punto respondió con estas
palabras a su prudente madre:
­ Madre, yo podría, lo prometo, realizar dicha
empresa, ya que no siento piedad por nuestro
abominable padre; pues él fue el primero en
maquinar odiosas acciones.
La monstruosa Gea se alegró mucho en su
corazón y le apostó3 secretamente en la
emboscada. Puso en sus manos una hoz de
agudos dientes y disimuló perfectamente la
trampa.
Vino el poderoso Urano conduciendo la
noche, se echó sobre la tierra ansioso de amor y
se extendió por todas partes. El hijo, saliendo de
su escondite, logró alcanzarle con la mano
izquierda, empuñó con la derecha la prodigiosa
hoz, enorme y de afilados dientes, y
apresuradamente segó los genitales de su padre
y luego los arrojó a la ventura (...) y fueron
llevados por el piélago4 durante mucho tiempo. A
su alrededor surgía una blanca espuma y en
medio de ella nació una doncella (...) Salió del
mar la augusta y bella diosa. Afrodita la
llamaban dioses y hombres, porque nació en
medio de la espuma.
La acompañó Eros en su marcha hacia la
tribu de los dioses. Y estas atribuciones posee
desde el nacimiento y ha recibido como lote
entre los hombres y los inmortales: las
intimidades con doncellas, las sonrisas, los
engaños, el dulce placer, el amor y la dulzura.
Rea, entregada a Cronos, tuvo famosos hijos:
Hestia, Deméter, Hera de áureas sandalias, el
poderoso Hades que reside bajo la tierra con
implacable corazón, el resonante Posidón y el
prudente Zeus, padre de dioses y de hombres,
por cuyo trueno tiembla la anchurosa tierra.
A los primeros se los tragó el poderoso
Cronos según iban viniendo a sus rodillas desde
el sagrado vientre de su madre, conduciéndose
así para que ningún otro de los ilustres
descendientes de Urano tuviera dignidad real
entre los Inmortales. Pues sabía por Gea y el
estrellado Urano que era su destino sucumbir a
manos de su propio hijo, por poderoso que
fuera, víctima de los planes del gran Zeus. Por
ello no tenía descuidada la vigilancia, sino que
siempre al acecho, se iba tragando a sus hijos; y
Rea sufría terriblemente.
2
Pero cuando ya estaba a punto de dar a luz a
Zeus, suplicó a sus padres que le ayudaran a
urdir un plan para tener ocultamente el parto de
su hijo (...). A éste lo recogió la monstruosa Gea
para criarlo y cuidarlo en la espaciosa Creta.
Allí se dirigió, al amparo de la rápida noche,
en primer lugar a Licto. Le cogió entre sus
brazos y lo ocultó en una profunda gruta (...) Y
envolviendo en pañales una enorme piedra, la
puso en manos del gran soberano Uránida5, rey
de los primeros dioses. Aquel la agarró entonces
con sus manos y la introdujo en su estómago,
¡desgraciado! No advirtió en su corazón que, a
cambio de la piedra, se le quedaba para el futuro
su invencible e imperturbable hijo, que pronto
venciéndole con su fuerza y sus propias manos,
iba a privarlo de su dignidad y a reinar entre los
Inmortales.
Hesíodo, La Teogonía
Traducción de A. Pérez Giménez
monte griego donde se dice que habitan los
dioses.
2cínicamente: con desvergüenza y descaro.
3apostó: colocó en un lugar a la espera de la llegada de
Urano.
4piélago: parte del mar muy distante de la tierra.
5Uránida: Cronos, hijo de Urano.
1Olimpo:
1. 2 Zeus / Júpiter
Zeus es el más grande de los dioses del Panteón
helénico y el soberano de hombres y dioses. Preside
no sólo las manifestaciones celestes, provoca la
lluvia, lanza el rayo y el relámpago, sino que, sobre
todo, mantiene el orden y la justicia en el mundo.
Como todos los dioses Olímpicos, Zeus pertenece
a la segunda generación divina. Es el hijo del titán
Crono y de Rea. Y, así como Crono era el más joven
de la estirpe de los titanes, también Zeus es el
menor. Ya es sabido que Crono, que había sido
advertido por un oráculo de que uno de sus hijos lo
destronaría, trataba de impedir la realización de esta
amenaza devorando a sus hijos y a sus hijas a
medida que Rea los iba teniendo. Al nacer el sexto,
Rea resolvió acudir a la astucia y salvar al pequeño
Zeus. Dio a luz de noche, en secreto, y por la
mañana llevó a Crono una piedra envuelta en
pañales. Crono devoró esta piedra creyendo que era
un niño. Zeus estaba salvado, y en adelante nada
podría impedir que se cumplieran los destinos.
Rea llevó a su retoño a la isla de Creta donde lo
amamantó la ninfa (o la cabra) Amaltea. Se contaba
que, al morir esta cabra, Zeus cogió su piel como
armadura: fue la égida. Rea escogió Creta porque en
esta isla había un grupo de danzantes, los curetes,
que con el ruido de sus danzas impedían que Crono
escuchara los llantos y gritos del pequeño Zeus.
Cuando Zeus llegó a edad viril, quiso hacerse con
el poder que detentaba Crono. Pidió entonces
consejo a Metis (la Prudencia); esta le dio una droga
gracias a la cual Crono vomitó los niños que había
devorado. Con el apoyo de sus hermanos y
hermanas, que habían vuelto así a la vida, Zeus
atacó a Crono y a los titanes. La lucha
(Titanomaquia) duró diez años . Al final, Zeus y los
olímpicos quedaron vencedores, y los titanes fueron
arrojados del cielo.
Para lograr esta victoria, Zeus, por consejo de
Gea, había tenido que liberar del Tártaro a los
cíclopes y los hecatomquiros1, que Crono había
recluido en él. Entonces los cíclopes dieron a Zeus el
trueno y el rayo; a Hades le dieron un casco mágico
que hacía invisible a quien lo llevaba; a Posidón, el
tridente, cuyo choque conmueve la tierra y el mar.
Una vez victoriosos, los dioses se repartieron el
poder, echándolo a suertes. Zeus obtuvo el cielo;
Posidón, el mar; y Hades, el mundo subterráneo.
Zeus se casará con su hermana Hera, de la que
nacerán Ares y Hefesto. El resto de los dioses
jóvenes (Atenea, Artemis, Apolo, Dioniso y Hermes)
serán fruto de otras relaciones que tuvo Zeus.
1Hecatomquiros:
gigantes
dotados
de
cien
brazos
y
cincuenta cabezas. Son tres: Coto, Briareo y Giges. Hijos de
Urano y Gea, pertenecen a la misma generación que los
Cíclopes y los Titanes.
3
1.3 El panteón grecorromano
APOLO: hijo de Júpiter y Latona y hermano
gemelo de Diana; dios de la música, de la
belleza masculina y de la profecía; identificado
con Helios, el dios del Sol; el laurel es su
símbolo y se le representa con una lira, con arco
y carcaj. Frecuentemente lo acompañan las
Musas.
DIONISIO ­ BACO: hijo de Júpiter y Sémele;
Júpiter lo cría en su muslo hasta que puede
nacer; dios de las viñas, del vino y del
sentimiento, va en un carro tirado por tigres y
con un cortejo de sátiros, faunos y bacantes. En
las representaciones más antiguas aparece
como un dios joven de largas barbas y cabellera.
En el arte occidental se le suele representar bien
como un joven imberbe de delicados miembros y
un tanto afeminado, bien como un viejo
grasiento y borracho. Nunca faltan en su entorno
los pámpanos de vid, las uvas, la hiedra y los
tirsos.
DEMÉTER ­ CERES: hija de Saturno y Rea;
diosa de la agricultura y las cosechas: cereales,
olivo, higuera; sus atributos son la hoz y un
manojo de espigas; con Júpiter tuvo a
Proserpina, que fue raptada por Plutón. Ceres la
buscó con una antorcha incansablemente. Le
estaba consagrado el cerdo.
ÁRTEMIS ­ DIANA: hija de Júpiter y Latona, y
hermana gemela de Apolo; diosa de los bosques
y selvas, y de la caza; fue identificada con
Selene, diosa de la luna; con un ciervo a su
lado, una media luna en su frente, armada con
arco, carcaj y flechas, es acompañada por las
ninfas y una jauría de perros; era muy celosa de
su virginidad.
HERA ­ JUNO: hermana y esposa de Júpiter;
hija de Saturno y Rea. Muy celosa, persigue a
las numerosas amantes de su marido y a sus
numerosos hijos; diosa del matrimonio y del
hogar, sus atributos eran el pavo real y la
granada.
ZEUS ­ JÚPITER: hijo de Saturno y Rea; rey
del Universo; dios del cielo y la meteorología:
nubes, lluvias, vientos y tormentas. Casado con
Juno, tuvo muchas aventuras amorosas y es el
padre de dioses y héroes muy importantes.
Homero le llama "rey de los dioses y de los
hombres", sus atributos son el rayo y el águila.
ARES ­ MARTE: hijo de Juno y Júpiter; dios
de la guerra y de la fuerza bruta; se le
representa joven, vestido de guerrero con casco,
escudo y lanza; a veces está acompañado por
un gallo o por un lobo.
HERMES ­ MERCURIO: hijo de Júpiter y
Maya; mensajero de los dioses y dios de los
caminantes, comerciantes y ladrones, conducía
las almas de los muertos a los Infiernos; se le
representa con un sombrero llamado petaso,
con alas en los pies y llevando el caduceo
(bastón con dos serpientes entrelazadas).
ATENEA ­ MINERVA: hija de Metis y de
Júpiter; nació de la cabeza de Júpiter, después
de que éste se hubiese tragado a su madre;
diosa de la sabiduría, patrona de las artes, de
los oficios y diosa de la guerra inteligente;
aparece armada y le estaba consagrada la
lechuza.
POSIDÓN ­ NEPTUNO: hijo de Saturno y
Rea; dios del mar, de las aguas y de los
terremotos, se le representa con el tridente en
un carro tirado por caballos rodeado por
nereidas y tritones; casado con Anfítrite, su
animal emblemático es el caballo.
HADES ­ PLUTÓN: hijo de Júpiter y Rea;
dios del mundo subterráneo; es ayudado por
seres infernales como Caronte, el barquero, y el
can Cerbero (fiero perro de tres cabezas); está
casado con Proserpina.
AFRODITA ­ VENUS: nació de la espuma del
mar al mezclarse con la sangre y el semen de
Urano, mutilado por su hijo Saturno; diosa del
amor y de la belleza; acompañada por su hijo
Cupido, suele ir rodeada por palomas o cisnes,
desnuda y arrastrada en una concha.
HEFESTO ­ VULCANO: hijo de Júpiter y de
Juno o de Juno solamente; era cojo y poco
agraciado. Era dios del fuego y de la fragua y
fabricaba los instrumentos y adornos de los
dioses ayudado por los Cíclopes en el volcán
Etna; se casó con Afrodita, pero su matrimonio
no fue afortunado; se le representa viejo,
trabajando en una fragua con su yunque y
martillo y rodeado por sus ayudantes, los
Cíclopes.
4
2 CULTURA Y CIVILIZACIÓN
Marco geográfico
Grecia
El mar Mediterráneo, considerado desde la Antigüedad como cuna de
civilización, baña tres penínsulas europeas: la ibérica, la balcánica y la
itálica.
Grecia está situada en la península balcánica, al sudeste de Europa. Su
característico relieve, formado en su mayor parte por escarpadas y
abruptas montañas, y la dureza de su clima (sequedad, escasez de
lluvias) determinaron unas condiciones de vida que impulsaron a los
pueblos griegos hacia el mar, en busca del establecimiento de redes
comerciales y culturales al mismo tiempo. Gracias a esta situación la
civilización griega fue expandiéndose por todo el marco del Mediterráneo.
Pero partamos de períodos anteriores y hablemos de los primitivos
pobladores de Grecia. Comentan los estudiosos que los primeros
habitantes de estas tierras fueron los pelasgos, los carios y otros pueblos,
y que más tarde, y en varias oleadas procedentes del Norte, fueron
llegando nuevos pueblos con culturas diferentes. Así, en la época clásica
podemos hablar de la existencia de tres grandes grupos o culturas:
­ Los jonios, que se asentaron y poblaron, entre otros lugares, el Ática,
cuya capital era Atenas.
­ Los eolios, asentados en Beocia, con capital en Tebas.
­ Los dorios llegaron al Peloponeso y Creta, especialmente. Una ciudad
importante fue Esparta.
Como hemos dicho antes, los griegos, aguerridos y valientes
navegantes, decidieron expandirse por el Mediterráneo y fundaron
numerosas colonias. Vamos a mencionar algunas de ellas: Mileto y Éfeso
(en Asia Menor), Bizancio (cerca del mar Negro), la Magna Grecia (en la
península itálica), Massalia (la actual Marsella, en Francia) y Emporion (en
la Península Ibérica).
Este increíble y viajero pueblo transmitió sus conocimientos (arte,
filosofía, literatura, comercio, arquitectura) por donde quiera que pasó. Y
en muchos ámbitos hallamos muestra de su presencia: formas de vida y
de pensamiento. Los griegos fueron importantes en todas las épocas y,
aunque sufrieron numerosas y diversas conquistas (romanos,
otomanos...), Grecia se mantuvo y, en la actualidad, es un país importante
dentro del marco cultural.
5
A P L I C A T U S C O MP E T E N C I A S
EJERCICIO 1. Completa el mapa de Grecia:
6
Roma
Mientras Grecia se hallaba en la época arcaica y parte de sus habitantes emprendían
colonizaciones por el Mediterráneo, en el centro de la península Itálica, concretamente en el Lacio,
los latinos, un pueblo que habitaba las colinas que bordeaba el río Tíber, fundaron una ciudad que
acabaría por convertirse en la capital del Mediterráneo: Roma.
La Península Itálica
La península itálica ocupa geográficamente el centro del Mediterráneo, entre las penínsulas
Ibérica, al oeste, y Balcánica, al este. Se halla bordeada al norte por la Cordillera de los Alpes; los
Apeninos la recorren de norte a sur, dividiéndola en dos vertientes: la oriental, abierta a los mares
Adriático y Jónico, y la occidental, al mar Tirreno.
A diferencia de Grecia, sus mares son pobres en islas, si exceptuamos Sicilia, Córcega y Cerdeña
y algunas otras más pequeñas. Sus costas son poco aptas para la navegación, por carecer de
abrigos naturales. En cambio, su sistema fluvial, formado por los ríos Arno, Tíber y Po, su clima
(más fresco y húmedo por la abundancia de bosques) y la fertilidad de sus suelos favorecían la
agricultura y la cría de ganado.
¿Quiénes habitaban la península Itálica?
Pueblos no Indoeuropeos:
•Los ligures, en el noroeste.
•Los etruscos, al norte del Lacio.
Pueblos indoeuropeos:
•Vénetos, situados al noreste.
•Itálicos: oscos, umbros, sabinos y latinos.
•Galos, en la Galia Cisalpina.
•Griegos, en el sur de Italia y Sicilia, formando una gran colonia denominada la “Magna Grecia”.
El Clima
En los Alpes y Apeninos, el clima es de montaña, con inviernos duros y fríos y veranos suaves. El
valle del Po tiene un clima continental extremado, con inviernos duros y veranos tórridos. En la
mayor parte del país reina el clima mediterráneo, con inviernos moderados y veranos cálidos y
secos, aunque suavizados por la proximidad del mar.
La agricultura.
Las llanuras italianas, enriquecidas por la actividad volcánica o por los aluviones de los ríos, son
muy fértiles y su producción abundante y variada: olivos, frutales, vid, cereales. Sus bellos bosques
alpinos o los de la Italia central también proporcionan madera. El agradable clima italiano, la
fertilidad del país y la belleza del paisaje han atraído desde tiempo inmemorial a muchos invasores.
La expansión de Roma por Italia.
A pesar de la resistencia de los pueblos limítrofes y de los obstáculos naturales, especialmente la
cadena montañosa de los Apeninos (gigantesca muralla natural), poco a poco los pueblos itálicos
fueron cayendo como fruta madura en poder de Roma, que vio ensancharse sus fronteras. Estos
pueblos diferentes entre sí fueron romanizados y unidos a la metrópoli por sólidas vías de piedra.
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A P L I C A T U S C O MP E T E N C I A S
EJERCICIO 2. Completa el mapa de la Península itálica con las siguientes localizaciones: Alpes,
Apeninos, Mar Tirreno, Mar Adriático, Mar Jónico, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Roma, Nápoles, Tíber, Po,
etruscos, latinos, Magna Grecia.
8
3 LE NG UA S CLÁ S I CA S
3.1 Los primeros habitantes del mundo
Cuenta la mitología que para determinar el centro del mundo, Zeus soltó dos águilas desde
los extremos de la tierra. Las aves volaban a la misma velocidad y se cruzaron en Delfos. Allí
colocó el rey de los dioses una piedra de forma cónica llamada ómphalos, que significaba
ombligo, porque aquel lugar era por decreto divino “el ombligo del mundo”. Por su parte, un
rey egipcio de la Antigüedad quiso descubrir quiénes fueron los primeros habitantes del
mundo. El método que utilizó no fue menos rocambolesco que el que usó el rey del Olimpo:
no se valió de dos águilas, sino de dos recién nacidos a los que sometió a un experimento
inhumano. El resultado nos lo narra Heródoto.
Era una creencia común entre los antiguos que los egipcios eran los primeros habitantes del
mundo. Eso fue así hasta que al rey Psamético, en el siglo VII a. C., se le ocurrió hacer un
experimento para descubrir cuál era el idioma primigenio y, por lo tanto, qué pueblo era el más
antiguo.
Para tal fin, entregó a uno de sus pastores a dos niños nacidos de padres humildes con la orden
de que los criara en sus apriscos sin contacto alguno con otros seres humanos. Algunas versiones
de esta historia dicen que los encerró con sus respectivas madres, a las cuales previamente les
había cortado la lengua. Sea como fuere, el propósito de Psamético era que los pequeños crecieran
sin oír ni una sola palabra humana, de modo que la primera que pronunciaran indicaría la lengua
originaria de todas las lenguas y, por lo tanto, los hombres que la hablaran serían los habitantes más
antiguos del mundo.
El faraón estaba convencido de que la primera palabra que pronunciarían los dos pequeños sería
egipcia, ya que creía que el pueblo egipcio era el más antiguo de cuantos habitan el orbe. Pero no
fue así. Un día pidió audiencia el pastor que se encargaba de los niños. Se arrodilló ante el rey y
dijo:
­ ¡Becós! Esa es la primera palabra que han pronunciado los niños que me confiasteis. Era lo
único que decían esta mañana en cuanto me han visto.
­ ¿Y estás seguro de que no la han escuchado de ti o de algún otro? ­preguntó Psamético.
­ En absoluto ­respondió el pastor­. Te aseguro que nadie ha hablado nunca con los niños. Sólo
yo he estado con ellos y jamás he pronunciado palabra alguna ni en su presencia ni cuando cuido el
ganado.
­ Becós, becós... ­se decía a sí mismo el faraón­. ¿Y no sabes qué significa?
­ No lo sé señor, pero os aseguro que esa palabra era la que repetían los niños.
El rey dio por válida la prueba y reunió a todos los sabios de Egipto para que investigaran qué
significaba y de qué idioma procedía aquella primera palabra. Uno de esos sabios, que había
viajado por todo el mundo conocido, lo descubrió enseguida:
­ Becós significa “pan”, que era lo que los niños pedían a su cuidador, y es palabra frigia.
Psamético concluyó entonces que los frigios superaban a los egipcios en punto de antigüedad y
que, como quedaba demostrado, eran los primeros habitantes del mundo. Los sabios allí reunidos
no veían muy claro el método utilizado por su rey, pero no se atrevieron a contradecirlo. Al contrario,
todos asumieron que Frigia era la nación más antigua y los frigios, los primeros habitantes de la
tierra.
Heródoto, Historia, II,2
9
3.2 La familia lingüística indoeuropea
Pero, ¿quiénes eran los indoeuropeos?
I. Pueblos preindoeuropeos
­ Dioses. [...] de la vieja Europa. Su divinidad central era
femenina, la Gran Madre dadora de la vida, asimilada a la tierra
que genera el fruto de las cosechas, proceso esencial en una
cultura agrícola como aquella.
­ Sociedad y familia. En consonancia con la concepción de los
dioses y los seres sobrenaturales, la sociedad humana de la
Vieja Europa era matriarcal. La mujer ocupaba en ella el papel
central. La herencia se transmitía por línea femenina y lo mismo
el nombre y el reconocimiento de la estirpe. [...] la sociedad de la
Vieja Europa parece haber sido muy igualitaria. No había
grandes diferencias de clase ni tampoco de sexos...
En un sistema matriarcal, como el de la Europa primitiva, la
mujer suele ser libre de elegir el marido que quiera, o mejor, los
maridos que quiera. No existe el concepto ni la penalización del
adulterio, que obedece a la necesidad de garantizar en los
sistemas patriarcales la pureza de la sucesión por vía paterna
[...] es la madre [...] la que mantiene a su lado y educa a sus
hijos.
­ Ciudades. Las ciudades de la Vieja Europa estaban situadas
normalmente en lugares que destacan por su belleza y por la
abundancia de agua y suelo de buena cualidad... sin condiciones
de defensa. Porque aquella era una cultura de gentes
esencialmente pacíficas, más amantes de las artes que de la
guerra, que carecía de grandes fortificaciones y de armas.
­ Actividad económica. Aunque la Vieja Europa poseía una
economía y una estructura típicamente agraria, sus gentes
disponían de animales domésticos, principalmente ovejas,
cabras y cerdos. Y para completar la dieta, pescaban la carpa o
esturión, y cazaban (tal vez con ayuda de perros) el ciervo, el
jabalí o el toro salvaje.
­ Clases sociales. Ningún indicio arqueológico [...] hace pensar
que la sociedad de la Vieja Europa conociera una división de
clases entre gobernantes y gobernados o entre dueños y
trabajadores. No hay palacios mucho más ricos que las
viviendas comunes, ni enterramientos reales o principescos. Lo
que sí hay en abundancia son templos con gran acumulación de
riquezas (oro, cobre, mármol, cerámicas) que sugieren una
teocracia o una monarquía teocrática.
II. Pueblos indoeuropeos
[...] cristalizó la indoeuropeidad de Europa por la confluencia de
dos estirpes: los agricultores civilizados de la Vieja Europa y los
pastores bárbaros de las estepas.
­ Ciudades. [...] existencia entre los indoeuropeos de ciudadelas
o lugares de habitación en elevaciones fortificadas. [...] ese tipo
de construcción sugiere, más que una especial agresividad
bélica de esas gentes, unas determinadas condiciones de vida:
vecinos hostiles, amenazas de ataques desde el exterior, etc.
­ Carácter del pueblo. En resumen, los indoeuropeos se revelan
como un pueblo fuerte para la guerra, que utiliza el caballo, bien
montándolo, bien haciéndole arrastrar sus carros de guerra. La
épica india, griega, germánica y celta reflejan una sociedad
dominada por los valores del heroísmo, la fuerza, la destreza en
el manejo de las armas [...] Y la arqueología del I milenio a.C. en
Europa pone de manifiesto espléndidos ajuares dotados de
armas de varios tipos en las tumbas de los príncipes, lo que
trasluce una sociedad jerarquizada y dominada por una nobleza
guerrera.
­Dioses. Como fondo más antiguo de las concepciones
religiosas de los indoeuropeos parece revelarse un cierto tipo de
religión naturalista en que son venerados ciertos fenómenos
naturales como el sol, el fuego, el rayo, el trueno, los vientos, las
aguas [...], divinidades por lo general celestes o, más
exactamente, atmosféricas.
Es verosímil, sin embargo, que en época de comunidad se haya
iniciado un proceso de personalización de los dioses. Como dato
seguro en ese sentido contamos con la existencia de la divinidad
común *dieus pater [...] concebido en consecuencia como "padre
de todos los dioses".
­ Culto. No parece que los indoeuropeos construyeran templos,
pero sí tenían lugares sagrados al aire libre. Y hay indicios de
que las ofrendas a los dioses se efectuaban mediante
combustión [...]
­ Sociedad y familia. El tipo de familia indoeuropea era la que
se conoce con el nombre de "gran familia".
Los parientes se agrupaban bajo la autoridad de un cabeza de
familia, el pater. Los descendientes varones, al casarse, no
abandonaban la unidad familiar, ni fundaban una nueva familia.
Normalmente al tomar esposa la introducían en el seno de la
gran familia.
Los matrimonios eran exógenos, es decir: los varones
concertaban los esponsales con una mujer de otra familia y la
conducían a la suya [...] En realidad, al casarse, las mujeres
dejaban en la práctica de pertenecer a su familia de sangre para
integrarse en la familia del marido, que, cuando moría, dejaba a
su esposa viuda, aislada y sin amparo en una familia que
después de todo no era suya.
[...] su precaria situación [...] exigía que alguien se ocupara de
defender sus derechos y los de su descendencia en caso de
conflicto. Ese cometido lo asumía el padre de la esposa [...] tras
su muerte [...] su hermano, sucesor frecuentemente en la
jefatura de la familia.
­ Clases sociales. [...] teoría de su división en tres estamentos o
clases, de características muy diferenciadas y con una rígida
repartición de funciones. [...] La primera clase sería la
sacerdotal, encargada del ritual, de la relación con la divinidad,
de la conservación de las tradiciones. La segunda habría estado
constituida por la nobleza guerrera. La tercera sería la de los
artesanos y trabajadores de oficios varios. El panteón
indoeuropeo habría estado estructurado a imagen y semejanza
de la sociedad humana.
FRANCISCO VILLAR, "Los indoeuropeos y los orígenes de
Europa"
10
Las lenguas indoeuropeas.
Tanto el griego como el latín pertenecen al grupo o familia de las llamadas lenguas indoeuropeas.
El indoeuropeo es la lengua hipotética que suponemos hablaban en el tercer milenio antes de Cristo
en los pueblos situados en las regiones entre la Europa Central y las estepas siberianas. A partir de
entonces surgieron migraciones por las que unos se dirigieron a Oriente hasta India y Ceilán y otros
a Occidente hasta España y Bretaña. A raíz de estas migraciones surgieron de aquella lengua
común otras con rasgos similares que a través del espacio y del tiempo fueron diferenciándose.
A comienzos del siglo XIX el estudioso alemán Bopp escribió una obra en la que, tras comparar
los sistemas verbales del griego, latín, persa, germánico y sánscrito (lengua literaria de la India),
sacó como conclusión que todos remontaban a una lengua común a la que dio el nombre de
indoeuropeo.
Ahora bien, al no poseer testimonios escritos de ella, sólo podemos hacer una reconstrucción
hipotética.
Fijémonos en una palabra concreta en diversas lenguas:
Alemán
mutter
Irlandés
mathir
Ruso
mati
Lituano
mote
Sánscrito
matar
Griego
meter
Latín
mater
11
3.3 Tipos de escritura. Alfabetos.
La primera vez que los hombres intentan ponerse a escribir, sencillamente “dibujan” las palabras.
Es lo que hicieron los antiguos egipcios. La escritura jeroglífica egipcia es una escritura
pictográfica, representa objetos reales mediante un dibujo simplificado; así un pictograma que
representa un buey significa “buey”.
Muy parecida a esta escritura es la ideográfica, en ella los dibujos ya no representan objetos,
sino ideas o palabras. En China existe actualmente un sistema de escritura ideográfica. El sistema
ideográfico presenta problemas por la elevada cantidad de signos que hay que aprender para poder
saber leer.
El sistema se simplificó considerablemente mediante los silabarios que tenían en cuenta el sonido
de la primera sílaba de algunos ideogramas. Así, por ejemplo, el dibujo de una casa pasaba a
significar la sílaba “ca”. La escritura japonesa actual es silábica.
Hacia el año 1400 a.C., un fenicio tuvo una brillante idea. ¿Por qué no buscar un signo para cada
sonido y luego formar palabras con estos mismos sonidos? Solamente serían necesarios,
aproximadamente, dos docenas de signos, y estos serían suficientes para todo tipo de palabras, aun
cuando fueran necesarios millones de ellas. Actualmente nos parece una solución muy sencilla, pero
sabemos que sólo ha sido concebida una vez en la historia de la humanidad.
Desde entonces el sistema de signos y sonidos del mundo se ha desarrollado siguiendo el
sistema alfabético. Los fenicios habían usado ya algunos símbolos para representar palabras. Así,
buey (“aleph” en fenicio) se usaba para representar el sonido “ah”, porque así era como empezaba
la palabra fenicia. Casa (“beth”) era la representación de la letra “b”. Camello (“gimel”) representaba
la “g” y así sucesivamente. Estos signos, posteriormente se transformaron en lo que ahora llamamos
letras.
En el siglo VIII a.C. los griegos entraron en contacto con los comerciantes fenicios y tomaron de
estos los signos que ellos utilizaban para fines comerciales. El alfabeto fenicio no tenía signos para
las vocales, pues las lenguas semíticas (con sistemas vocálicos sencillos, de tres vocales y dos
semivocales) pueden ser fácilmente legibles sin ellas. Esta peculiaridad se ha mantenido en los
alfabetos árabe y hebreo. Los griegos incorporaron las vocales por necesidades de su lengua,
logrando así un sistema alfabético más preciso. Además, cambiaron los nombres que ellos no tenían
o que para ellos no tenían ningún sentido. “Aleph” se convirtió en “alfa”; “beth” en “beta”; “gimel” en
“gamma” y así sucesivamente.
En el mismo siglo los griegos se lo transmiten, en Cumas a los etruscos y los romanos y estos
se lo transmiten a los pueblos que van sometiendo.
En el s. IX d.C. los obispos Cirilo y Metodio van a cristianizar a los pueblos eslavos y les
enseñan el alfabeto griego adaptándolo a las necesidades que aquella lengua exige → alfabeto
cirílico.
Adaptación de Asimov, Las palabras y los mitos
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A P L I C A T U S C O MP E T E N C I A S
EJERCICIO 3. Completa el esquema de la familia indoeuropea.
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A CT I V I DA DE S
1 Lee las siguientes afirmaciones y señala si son verdaderas o falsas; si son falsas, corrígelas.
a. Urano se tragaba a sus hijos al nacer.
b. Un Titán era gigantesco y enorme
c. La titanomaquia es una lucha mostruosa entre los titanes y los dioses olímpicos.
d. Zeus castró a Urano con una hoz.
e. Rea esconde a Zeus en Creta para ocultarlo de uno de los Cíclopes.
f. Urano engendraba hijos con Rea, aunque no permitía que éstos pudieran nacer.
g. Un cíclope tenía un solo ojo en la frente.
2 Completa el árbol genealógico.
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3 Completa la siguiente tabla.
4 Después de leer el texto "Los primeros habitantes del mundo" (p. 9), responde a las siguientes preguntas:
a) ¿Quién fue Psamético?
b) ¿Qué pensaban los egipcios antes de que reinara sobre ellos Psamético?
c) ¿Qué lengua fue la primera que oyeron los niños?
d) ¿Qué fue lo primero que dijeron los niños?
e) ¿Cómo consideras los resultados: verdaderos o falsos? Razona tu respuesta.
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5 Después de leer los textos de la página diez, establece las diferencias entre los dos pueblos según los
aspectos señalados.
6 Resuelve la sopa de letras y encontrarás los nombres de nueve lenguas romances.
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