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36
Observaciones
brecogió mas de temor.
Por la mañana quité el tumor
del angula del ojo, de todo lo largo
de la nariz, y del borde de la orbital
separé en toda la circunferencia todo
lo que llenaba el seno maxilar y en
la orbita, sin separar del fondo lo
que en él estaba muy adherente,
reservando el hacerlo para otra vez,
no queriendo fatigar demasiado al enfermo, que no dexaba de perder bastante sangre, de la qual parte le caía a.
la gargama.
Estas ultimas operaciones comenzaban él ponernos en estada de recenocer los grandes desordenes que ha ..
vía en todas extas partes, pues me
facilitaron percibir que todo lo que formaba las paredes de la nariz y de laórbita, y todo el hueso maxilar, estaba
enterarneute destruido.
Algunas horas despues sobrevino
otra hemorragia,
la que no pude de¡
te..
® Biblioteca Nacional de Colombia
, de Cirugla:
~7
(ener sino bolviendo a curar al enfer~
mo enteramente;
y la detuve con lo!
estipticos. Despues de este instante
el enfermo quedó en un abatimient()
excesí vo , mas porque se ha vía asustado, que por la cantidad de sangre
que havía perdido: el que era fuerte
y vigoroso, y que se havia levantado
siempre quando se le curaba, y quando
havia alguna operacion, que hacer,
DO havia
salido de su' cama desde el
dia de la ultima Junta. El once por la tarde le sobrevinieron vomizos.y xursos ~ Y"por la noche
frio y calentura;
y el trece mur.ió._:
El dia siguiente de ha ver muerto
examiné la enftrmedjd:~'¡evanté
tb,da
la piel que cubria
la cara, y saqué
el ojo separandole
del fondo de la
orbira , la que encontré toda destruida y sin, consistencia;
y tarnbien la
vasa del craneo de este lado. Jntroduciendo el dedo a lo largo del nervio
op® Biblioteca Nacional de Colombia
38
Observaciones
optico , quedé muy sorprehendido
al.
ver que entró sin resistencia
en el
celebro, de donde se evaquó una gran
cantidad de materia
purulenta: todo
lo restante de los huesos de la nariz;
del maxilar,
y del pomuJo estaban.
destruidos ; todos los senos los encontré llenos de las escrecencias
carnosas hasta el angula de la oreja;
ti...
nalrnente
todo estaba
destruido,
do
modo que entre
todas estas masas
carnosas se percibia Un cisco. de hueso que era se ñal de la destrucción total de las partes,
asi carnosas
coma
sólidas,
Refiexiones hechas acerca de todos
_
estos horribles destrozos.
y á sea que su causa
fuese escor-e
butica, 6 venérea, i qué se podia ha-'
cer en el estado en que.se hallaba el
enfermo?
iLos remedios
q.ue se huVle-
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de Cirugía.
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vieran hecho contra una ti otra de estas enfermedades,
huvieran
podido
aprovechar
en el caso de destrucción
en que estaban todas las partes? No.
Tendré pues razon en concluir,
que
quando los malos fermentos, de qualesquiera naturaleza
que sean, están
mucho tiempo sin declararse
y sin
darse el conocer por sus caraétéres
propios. se manifiestan
regularmente
por accidentes siempre tan funestos
los enfermos.
quanro no están eSlOS
virus en estado
de apaciguarlos
~ y
mucho menos d ' destruirlos.
a
o B S E R V A e ION
BXTIRPACION
Polipe,
L Polipo
E
VI.
DE
es una enfermedad
'UN
tan-
to mas dificil de curar ,quanto
esmuy dificultoso y aun muchas veces
p
im-
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40
Observaciones
imposible quitar todas las ratees; 'f
las diferencias que se advierten todos los .dias entre sus varias especies,
diferencias que vienen de su natura-,
leza, de su volumen, de su figura, y
de los parages en donde están ag~ri
rados, hace que no se pueda dar,
regla cierta acerca del modo de Cll-,
rarlos, Las observaciones solo pue~
den dar algunas ideas
los que las
leen : et talento del Cirujano es el que
le debe guiar en las ocasiones, .y die;
tarJe el modo de gobernarse. Voy el.
dar algunas observaciones para, juntarlas el las que se han dado ya ,
que podrán darse al' Público .acerca
de esta materia.
En el mes de JuHo de I72s;Calj:
los Delanoix , de edad._ de treinta años
cerca de ellos, fue recibido en la
Caridad. ,Tenia en la nariz izquierda un Pólipo que la llenaba enteramente, el qual estaba -,¡ldherid~'a, I~
á
o
o
mem ..
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de Cirugía.
4r
mernbrana
pituitaria
encima de la
lamina esponjosa inferior, y al techo
que forman juntos. el hueso maxilar
y el del paladar en la parte inferior
de la cavidad de la nariz.
En 18. meses que havia que este Polipo comeozói
manifesta rse ha. via crecido tamo. que empujaba en
la otra nariz el septo que las separa;
de modo que el ayre 00 pasaba por
ella sino con trabajo; y estando la la.
mina esponjosa inferior echada -contra el ála de la nariz, no perrniua
que se evaquaseo las )¡r,grimas en la
nariz; y asi ellas hinchaban
el saco
lacrimal. y refluían por los punros
lacrimales.
Estando preparado el enfermo con,
muchas sangrias, y la dieta de algu-,
nos días, lo hice sentar en un lugar
muy claro para hacer la operacion.
No podia introducir cómodamente
C'Q
Ja nariz las
pmza , agujereadas,
D2
a
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42
Observaciones
el causa de la adherencia que tenia el
Polipo del lado de la ala de la nariz:
para conseguirlo, corté, esta adherencia con un bisturí; entonces conduge Jos dos brazos de la pinza lo mas
adelante que pude, uno al lado del
septo que separa las narices, y otro'
por el lado del ala. Solo pude sacar
entonces una pequeña porcion del Polipa, porque estaba blando, y se rompia facilmente: bolví él meter las pinzas, y quité en diferentes veces una
parcia n del tamaño de una castaña
poco mas
menos. El ayre no pasaba rodavia , de donde inferia que
no estaba todo quitado ; introduge el
dedo , y sentí que la raíz del Polipo
estaba agarrada al lado del vorner encima del techo carnoso que termina
la boveda del paladar.
No pude quitar mas con las pinzas, y asi dexé sosegar al enfermo:
pero no queriendo dexar la operacion
irn- ~
o
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de Cirugia.
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imperfeéta , 10 que la huviera hecho
casi inutil , mediré pasar un sedal por
la nariz, para destruir con la supuracion lo que no havia podido quitar
con la operacion ; y aunque no huva hemorragia considerable,
sin eme
bargohice sangrar otra vez al enfermo.
Para poder pasar el sedal, mandé hacer unas pinzas agujereadas,
muy planas, medio corbas , y que tuviesen unas quatro pulgadas de largo desde el clavo hasta la extremidad de los brazos, y con estas pi nlas quité todavía un pedazo de Po.
lipa.
El sedal estaba compuesto de dow
ce ;l quince hebras de algodon, y para pasarle me le até el la extremidad
del dedo índice de la mano izquierda,
de modo que se podia desatar con facilidad: introduxe en la nariz las pinzas
hasta el techo carnoso que termina lí#
D3
bo-
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44
Obseruaciones
boveda , llevé irnmediatamerite
el de~
do con el sedal al fondo de la boca
detrás de la campanilla,
lo mas arriba que pude, y empujando con la otra
mano las pinzas al encuentro
del dedo, forcé p:Ha llegar
él la porcion
del Polipo que havia allí todavía,
y
agarré el sedal por el nudo que havia en él ; Y sacando entonces las pinzas, hice salir una extremidad
del
sedal por la nariz, al mismo tiempo
que la otra salia por la boca. ( La extremidad del sedal que sale por la boca es algo incómoda,
pero en menos de dos dias el enfermo 'Se acosturnbró
ella.) Despues
tiré por mañana y tarde el sedal por la boca, haviendo cubierto antes con un digestivo la porción que debia quedar en
la nariz; y temiendo
que al tiempo
de tirarle ofendiese el techo carnoso
que termina el paladar • introducia
mas allá de este septo al lado de la
a
a
cam-
® Biblioteca Nacional de Colombia
l
de Cirugia:
4S
campanilla,
el dedo Índice que servia de polea al sedal: además de esto
hacía de quando en quando inyecciones por la nariz con agua de cebada, y metía por ella muy adelante un
lechino tambiencubierto
de digestivo.
Esta curacion duró veinte dias,
y ocasionó una supuración muy grande: quando ella huvo destruido
10
restante del Polipo, lo que conocí en
la libertad con que pasaba el ayre y
las inyecciones,
quité el digestivo.
y
lesostituí un agua desecante en donde entraba la caparrosa y el cardenillo: hacía inyecciones con ella, y rnojaba el lechino y el sedal , el qual
havía hecho de un volumen mas grueso. Finalmente
al cabo de un mes
el enfermo salió de la Caridad, al parecer enteramente
curado.
Hay apariencia de que el Polipo no repoluló,
porque des pues no he tenido noticia
de este enfermo.
D4
Re-
® Biblioteca Nacional de Colombia
Refiesiones,
El sedal podrá tener las mismas
utilidades, quando el Polipo se halla
adherente i la parte superior de la
bóveda ácia el hueso de la nariz, pues
servirá para conducir lechinos cubiertos de medica memos, atandolos él él.
Tambien será muy mil el sedal, si ¡}
la extracción
del Polipo se sigue grande hemorragia: en este caso la sangre
que cae a la garganta, excita una tos
y un escupir continuo, que es muy incómodo para el enfermo; porque quan ..
tos mas esfuerzos hace, mas sangre
arroja, y esto embaraza al Cirujano,
y le impide hacer lo que conviene
para detener la sangre. El objeto principal es pues impedir que cayga la
sangre en la garganta, 10 que es facil pasando el sedal con dos lechinos.
el unoseco, y el otro mojado en agua.
tS-
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de Cirugía.
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estiptica, y tirandole por la nariz. (Es.
to se puede hacer muy pronto.)
El
primer lechino seco qHe sigue necesariarnente tirando el sedal por la nariz, cerrará el paso en el fondo de
ésta, y la sangre no caerá mas a la
garganta:
tirando mas el sedal, es.e
primer lechino llevará
los coagulos
que están en la nariz, y el segundo
que está atado
una pulgada del primero, y mojado como acabo de decir, haviendo
llegado
al parage en
donde el Polipo tenia su adherencia,
a
podrá detener
la hemorragia.
OBSERVACION
VII.
EXTIRPACIO,V DE UN POLIPO
de otra naturaleza.
AY Polipos
H
que son de tal naruraleza.que
independentemen'
te de la
imposibilidad
que
hay de
arran-
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43
Üb sersut ciones
arrancarlos,
res("leéto de su figura,
no me atreveria
aconsejar el intentarlo, atendiendo i la grande hemorragia que se puede temer si se arrancan. Hablo de aqueltos grandes polipo,> escirrosos , cuya raíz es las mas
veces muy ancha, y que son tan duros en Sil raíz como en su cuerpo:
sin embargo,
el enfermo pide socorro. respeélo de que su enfermedad
se aumenta,
y teme con razon que
envejeciéndose
se haga incurable.
Si
el Cirujano
resuelve intentar la curacion de uno
otro modo, debe antes hacer un pronostico
que ponga:l
cubierto
su reputacion
, y la de la
Cirugía.
pues suponiendo
que con-:
siga la curación '1 la recidiva
es siempre de temer.
En la especie de que hablo. si se
aventura i hacer la extirpa cían.
necesario
hacerla
sin viol encias , y
si el Poli po se resiste dem asíado , es
a
u
es
pre-
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de Cirugía.
49
preciso contentarse con cortar 10 que
se pueda 1 y hacer despues supurar
lo que no se haya podido cortar.
En el mes de Julio de 1726.
Santiago:::: haviendo venido de treinLa leguas de París. se presentó en la
Caridad para que se le recibiese, Havia dos años que tenia en la nariz
izquierda un Poiipo de naturaleza escirrosa, 'el qual llenaba toda esta nariz , y salia en parte fuera de ella
alargandose una porcian en forma de
hongo, del grueso de una nuez : ade~
más de esto se exrendia del lado de
la garganta. en donde formaba, 'de-'
tras de la campanilla y encima de la
bóveda carnosa del paladar, un tumor del tamaño de una camuesa. Este volumen echaba ácia adelante la
boveda carnosa del paladar, de modo que la campanilla estaba a nivel
de la tercera muela. Al enfer mn le
costaba bastante trabajo el hablar, y'
mas
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-50
Obscruaciones
mas todavia el tragar;
pues además
de que la lengua no tenia su juego
libre, el tumor cerraba
el fondo de
Ia boca,
impedía el paso de los ali-
e
mentes.
La figura
que acabo de descri ..
la extirpación
, pues
el Polipo estaba
mas grueso en sus
extremidades
que en su centro : sin
embargo,
despues de haver preparado al enfermo con dos grandes sangrias, emprendí
el curarle haciendo ...
le la operacion,
Para esto agarré con los dedos la
porcian que salia por la nariz, y ti~
randola quanto pude sin arrancarla,'
pues no pensé en esto, la corté en
la nariz lo mas arriba que pude. P0í
Ia dureza de esta porcion , que tenia
la misma consistencia
que las glatl';
dulas escirrosas,
pude hacer juicio de
la dureza y naturaleza
de lo restante del Poli po: salió poca
sangf.e"
y
vir se oponía
a
la
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de Cirugía.
SI
la detuve con solo un rapan de hilas,
Antes de acometer él la parte que
se presentaba en el fondo de la boca,
quise saber si estaba muy adherente;
para eseo , introduge en la boca los
dedos indices por los lados, la abracé
y la tiré con fuerza: no se separo, y,
asi tomé el partido de cortarla lo mejor que pudiese. Estuve tentado do
hendir la bóveda carnosa del .paladar
al lado de la campanilla,
como. Jo
aconsejan algunos Autores, pero esta
boveda estaba echada adelante en la
boca por el tumor, de modo que hacía un angula recto con la parte antetior del paladar,
por lo qual pod ia incomodarme
menos en la operación
que pensaba hacer; y asi no la hendí.
Metí desde Juego unas tixeras medio corbas en el fondo de la boca, y
haviendo
colocado las ojas lo mas
arriba que me fue posible, una en la
parte anterior del turnar, entre él y
l:J
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S2
Observaciones
~a campanilla,
la otra en la parte p05~
terior, de modo que le abrazaban
una
buena parte, acomodé el dedo índice
de la mano izqnierda en la parte lateral derecha,
tanto para sostenerle
impedir que se escapase de las tixeras,
como para empujarle
entre las ojas
al tiempo que las cerrase.
Siendo el
volumen del tumor demasiado considerable , no podian abrazarle
enteramente las tixeras ; y asi tuve que coro!
tarle en tres 6 quatro golpes que dí
sucesivamente
sin sacarlas.empujando
siempre COII el dedo índice el tumor
entre las ajas de las tixeras \ las que
apenas
podian cortarle,
porque era
de una consistencia casi tan dura como
la del tendon de Achiles. El pedazo
qlle quité era del tamaño de tina castaña gorda;
y asi , esto no pudo hacerse sin fatigar mucho
al enfermo,
el qual daba fr eqiientes arcadas,
no
obstante el cuidado que tenia de no
e
[0-
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de Cirugia.
53
con el dedo en la raíz de la
lengua. Salió bastante sangre;
pero
haviendo dexado sosegar al enfermo
por algunos minutos, en este tiempo
se desahogó un poco el tumor,
llevé con el dedo índice y el de enrriedio una compresa de un tamaño proporcionado,
mojada en agua estiptica y exprimida,
la apoyé en el parage cortado,
y la sostuve alli por
un medio quarto de hora; pero esto
no hizo mas que disminuir la hemorragia, y .detener su fuerza: el enfermo no pudo aguantar mas tiempo esta postura,
por razon de la gana que
tenia de escupir: tambien
le sobrevino un desmayo, y fue preciso echarle en un colchan,
cerca de la lurnbre , en donde estuvo casi dos horas;
y allí escupió
todavía
como
unas
tres tazas de sangre con mucha saliva.
tocar
El ayre
no pasaba
todavia
por
las
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54
Observaciones
las narices, aunque el Polipo solo
ocupaba el lado izquierdo; pero esta
nariz estaba tan llena, que todo el
septo que separa las dos narices estaba echado contra el ála de la nariz
derecha, de modo que el ayre no
podía pasar por ella.
Dexé decansar al enfermo cinco
(, seis días, para que pudiese recobrar algunas fuerzas; lo que consiguió con bastante prontitud, porque
tragaba mucho mejor que lo havia
hecho mas hacía de un año.
En este intervalo de tiempo, la
porcion de Polipo que estaba apretada y comprimida en la nariz, antes
de la operacion , salió en parte de la
nariz, y reemplazó detrás de la cam ..
panilla la porcion que havia-quitado,
de modo que me ví precisado
hacer la misma maniobra.
Esta vea
trabajé algo mas cómodamente
que
la primera, porque el tumor no te-
a
nia
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.
ae1 C'wug.za'o
5S
nia tanto volurnen ; y asi.Ie corté hasta cerca-de las apophises pteriguydess
huyo hemorragia
como en la prirnera vez, y detuve la sangre del mismo modo. El enfermo quedó aún mas
devil ; por lo qual le dexé descansar
IJOOS ocho días: trazaba
con bastan'"
te facilidad,
pero todavía no respiraba por las narices. Después de este tiempo me pareció que estaba en
disposicion de acabar
de hacer la
extracción de lo restante del' Polipo,
tanto mejor quanto no se presentaba
nada detrás de la campanilla.
No hallandose
tan comprimida
la porción del Polipo qlle estaba en
la nariz. pude reconocerle,
Jo que no
havia podido hacer haSlaentonces.
Para reconocer bien la raíz y el lugar
a donde
estaba
adherido,
introdúgc
por 'la nariz un gancho,
con el q!J31
k agarré para asegurarle;
después
introduge el dedo indice de la mano
E
IZ-
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56
Observaciones
izquierda detrás de la campanilla
en
donde tocaba lo restante del Polipo,
le tiré un poco con el gancho, y con
Ia extremidad del dedo reconocí que
no estaba adherido
al 'vomer,
ni al
techo carnoso,
sino
la parte lateral
cerca de las apophises
pterigoides,
esto es, él la pa rte posterior
de las
laminas esponjosas
inferiores.
Saqué
el gancho,
y para enterarme
todavía
mejor
me governé
de otro modo:
introduge
por la nariz un estilete
grutso,
lo mas adelante que pude
lo largo del septo de la nariz entre
éste y el Polipo, después llevando el
estilete al rededor del Polipo por encima y por debaxo , reconocí
rarnbien por este medio su adherencia
él
la lamina esponjosa inferior. Estando
la nariz bastante' ancha para que pudiese entrar el dedo en ella córnmodarnente hasta el Polipo , llevé
él
un gancho, y con el dedo índice de
a
a
a
la
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de Cirugía.
S7
la mano izquierda introducido
al lado le fixé en una parte firme del Polipo ; sostuve el mango del gancho
en la palma de la mano con los otros
. dedos,
introduciendo
con la mano
derecha unas tixer as rectas en la nariz, hice de modo, siempre
con la
3)Tllda del dedo l]tle estaba dentro, que
puse las hojas de las tixeras una encima del Polipo y otra debaxo , y corte lo mas cerca que pude de la larnina esponjosa inferior.
Desde el primer golpe de tixera sentí , tirandq el
gancho, que el Polipo estaba menos
fixo en su lugar; y asi le tire mas , y
llevando las tixeras
mas a de Iante,
corté siempre lo mas cerca qlle pude de la lamina
esponjosa,
y de es ....
te modo en tres
quatro
golpes de
tisera corté la ma yor parte del Poli ...
po, la que saqué agarrada
al gancho.
Salió bastante sangre,
y la que
caía él la garganta
, y que el eufer-
e
o
E
2
mo
® Biblioteca Nacional de Colombia
58
Observaciones
a
mo escupia
cada instante ~ me hizo
conocer que el paso estaba libre. Parece que desde luego devia
haverlo
conocido en la libertad
q.ue tenía el
enfermo de respirar por la nariz, mas
bien que en el paso de la sangre a la
garganta,
pues este es el signo que dan
los Autores para conocer
la libertad
de la nariz; pero me pareció en aquel
instante que un enfermo en semejante estado solo piensa en escupir la sangre que sale, y que la costumbre que
tiene de abrir continuamente
la boca para respirar,
subsiste
todavía
y
sobrepuja
todo otro cuidado.
Desde
luego pensé en impedir
que cayese la sangre
la garganta
con la ayuda. del sedal de que he
hablado en la observacion
antecedente: pa ra esto aseguré al rededor de
mi dedo indice de la mano izquierda
un sedal bastante
fuerte.
y de una
tercia de largo,
en medio del qual
a
a
ha-
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de Cirugia.
S9
havía atado fuertemente dos gruesos
lechinos, uno seco, y otro mojado
tn-:agua estiptica,
y exprimido. Introduge en la nariz,
casi hasta
el
vorner , unas pinzas corvas
hechas
expresamente pana' esto; despues, lle ...
vando con prontitud el dedo con el
'sedal 'detrás de la campanilla
ácia el
Jfondo de las narices,
empujé la¡ pin-
'zas a I encuentro del dedo, agarré el
sedal por el nudo, y sacando las pie ..
'zas hice salir por la nariz una de sus
'extremidades.
Dexé todavia que escupiese el enfermo.
después tira ndo el
sedal por la nariz .. con el dedo indice de la mano izquierda
conduge
el primer lechino que estaba atado
len él; este lechino salió por la na ....
riz , y conduqe el segundo hasta el
-estrecho , entre el vomer y las apophises pterigoides ; y de este modo
'cerré el paso, y la sangre no cayó
mas á la garganta. Entonces no me
1.
E3
fue
® Biblioteca Nacional de Colombia
60
Observaciones
fue dificil el detenerla;
'pues no hice
otra cosa que meter en la nariz uno
dos lechinos de hilas, y la sangre
lardó en cesar de salir: sin duda
que el coagulo
que se hizo entre los
dos lechinos.
fue lo que la detuvo.
La. humedad que se evaquaba
en la nariz, de los diferentes senos qUI!
la rodean, mojaron poco el poco el
aparato,
de modo que el dia siguiente
me pareció que le podia mudar sin
temer que se ocasionase hemorragia.
Quité Jos lechinos que tapaban
la
nariz, y ton ellos salieron
algunos
coagulas de sangre corrompida:
con
el sedal, que tiré por la nariz, saqué
el lechino que cerraba
el paso de la
nariz el la garganta,
y el ayre pasó
libremente,
Inyecté por la nariz agua
de cebada
para lavarla,
y el agua
u
no
¡
pasó
muy bien.
Como
estaba
persuadido
que
quedaba todavía una pequeña porción
del
® Biblioteca Nacional de Colombia
61
de Cirugia.
del Pólipo
adherida
a
la membran~
pituitaria en la lamina esponjosa inferior, me pareció devia hacerla supurar ; y para esto ataba por mañana
y tarde ;l la extremidad
del sedal
que salía por la nariz. un lechino de
un tamaño conveniente , cargado
censurnptivo , y tirando el sedal
I'a boca, conduela el lechino,
entraba
de
por
<lue
por la nariz, al lugar de su
destino.
Por mas de tres semanas me sirvio el sedal, el que alargaba
segun
la necesidad para, llevar los medicamontos convenientes ; después de este
tiempo me contenté
con hacer freqííenternenre
inyecciones
desecantes,
ya los dos meses de ha ver entrado
el enfermo en el Hospital salió curado. D~splles de Su curacion
no le he
buelto el ver , y esto me hace creer
que su mal (JO ha repolulado,
OB® Biblioteca Nacional de Colombia
Ji
62
Observaciones
~I
il
OH SER V ACION.
VIII.
1I
,
I
-FRACTURA
mandibula
DE
inferior.
LA
L
AS grandes
contusiones
y las
sacudidas
violentas
de todo el'
cuerpo ocasionan
en él tal desorden,
que el Cirujano debe suspender
su
pronostico,
aun quaudo la herida que'
J as acompaña algllnas veces parezca'
ser de poca con-ideracion,
El 19. de M1YO de 1725. llevaron
la Caridad
un muchacho
de
10.
12. años,
que el dia antes havia
a
a
recibido
en la barba una coz que le dió
un caballo, de la qual cayó de espaldas, y perdió
el conocimiento.
Le
havian curado irnrnediata rnente , pero
no le havian sanp rado ; y me digeroll
que tenía fracturada la maudibula
in-
ferior.
Le-
® Biblioteca Nacional de Colombia
dé Cirugía.
63
Levanté
to, encontré
bien hecha,
en tao buen
,to, que me
el aparato que tenia pues.'
que la reducción estaba
y las piezas se hallaban
estadio a la vista y el tacparedó no devia deseo mponerlas para reconocer
la extensioll
de1a fraélura:
no se veía en la p;;(.['te enferma
sino una simple contusion ligera, Y' a .un dedo del symphisis de la harba en el lado izquierdo,
una pequeña
herida que el Cirujano
hav ia reunido,
y se halló curada al
tercero dia. Bolví ;l curar la fraétura
segun arte, e hice sangrar al enfermo irnmediatamente,
aunque no tenia jnflamacion,hiochazon,
ni calentura; y le puse en una dieta convenieote.
Durantt: los cinco primeros dias
despues del golpe,
me pareció que
podía e~:tártranqllilo
en 'quanro
al
suceso; pe ro a I sexto sobrevino IJ na
calentura lenta, y el muchacho
sin~ió dolores por todo el cuerpo. Se le,
san-
® Biblioteca Nacional de Colombia
64
Observaciones
sangró cinco veces en tres dias , y la
sangre formó costra ñogistica O. in-'
:fiamatoria. Si las cinco sangr ias se le
huvieran
hecho en los tres primeros
dias ames de los accidentes ~ tal vez;
no hu vieran sobrevenido
estos •
. El dia doce amaneció el muchacho hinchado
hasta las puntas de las.
extremidades,
y murió el quince despues cel golpe ~ sin embargo de todo!
los socorros que se le administraron.
Abrí el cada ver , y encontré en
la vasa del hueso maxilar, dehaxo de
la cicatriz de la pequeña
herida
de
que he hablado, una fractura oblioua
con una pieza de hueso que estaba casi separada,
pero se havía
quedado en su lugar:
encontré
otra
fraétura obliqua en el ángulo
de la
mandíbula
del mismo lado,
que se
extendia desde la raíz de la apophisis coronoides hasta el cuello que sostiene el condilo , el qual estaba sepa-
ra-
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugia.
65
rado por- esta fractura
sin que las
piezas se huviesen descompuesto.
En cada fraétura encontré
algunas gotas de pus entre Ias piezas fracturadas. Además de esto havía en el
pulrnon muchos
pequeños
absce~os:
en la cabeza no encontré
Rada que
se pudiera
sospechar
ser efecto de
la caída que ocasion6 el golpe.
i A qué se atribuirán
los dolores
que navía semido el enfermo en todo el cuerpo,
la calentura
continua,
.10s ab~cesos en el pulmon, y la muerte"?
Será el un refiuxo de materia.les purulentos que huvlesen buellO a
entraren
la sallgre~ iSeráa la commocion del celebro en conseqüencia
de
la qua' el muchacho havía perdido el
cono~imiento
en el instante del golpe'?
Nadie duda que la sacudida
de
todo el sistema nervioso
puede influir en la ca lidad de los líquidos,
Y
que influye tambien en las entrañas,
yá
t.
® Biblioteca Nacional de Colombia
66
Oh.fervacf011es
yá sea produciendo
eretismo en 10$
vasos, qtJe es un movimiento
convulsivo ;
yá relaxando
el resorte de sus fibras elasticas , que es una
especie de paralisis;
enfermedades
diferentes
que se oponen igualmeote
a la libertad de la circutacion.
Me parece que el medio mas seguro de precaver
todas estas cense-qíiencias funestas en casos poco mas
menos semejantes, es hacer prontarnenle sangrías copiosas en quanto lo permitan
las fuerzas:
con ellas se puede precaver la inñarnacion
que amenaza el la parte que recibió el golpe~
y que puede ser segui~a de supuraciones, ti de refluxo de materiales purulentos; y con ellas se pueden precaver también
los desordenes
que la
sacudida del sistema nervioso puede.
ocasionar
en las partes. Yo he visto
fraéturas muy considerables,
que con
las sangrías copiosas se han curado
sin
ó
o
® Biblioteca Nacional de Colombia
, de 'Cirugía.
sin el menor
67
accidente.
o B S E R V A e ro N
TUMORES
IX.
CANCROSOS.
Q
uando
se hace segun reglas
del Arte la eXlirpacion
de un
- tumor cancroso en el lavio , puede esperarse
la curacion
de la herida, pero no se puede asegurar
que
00 bolverá el tumor.
En el mes de Mayo de 1727. se
presentó en la Caridad
un enfermo
de edad de 50. años: tenia en medio
del lavio inferior un tumor cancroso
del tamaño de una aveüaua , que hacía tres afias que empezó
manifes.
tarse por un granito, al qua] aplicaron
desde Juego vitriolo para consumirle,
despues le Cortaron
nivel de la piel
muchas veces, y siempre
bolvió
él
brotar. Pregunté al enfermo para sa-
a
a.
ber
® Biblioteca Nacional de Colombia
63
Observaciones
ber si havía en él algun fermento
ve ..
nereo que fuese parte, y no me confesó nada por donde lo pudiese sospechar.
Hice juicio que era necesario quitar el tumor cortando
por la parte
sana ; y después de haverle quitado,
hice la costura como se hace en el
pico de liebre, y en seis días se curó el enfermo, y se bolvió a su país.
El r 5. de Septiembre
del mismo
año bolvió
París: su mal no havía
reproducido,
y el lavio estaba sano,
pero tenia debaxo de la barba un tumor cancroso , redondo, y tan ancho
como una pieza de diez reales , en
medio del qua! se levantaba una erninencia del tamaño
de media nuez,
que arrojaba algun pus; y este tumor
era casi indolente.
Me pareció de la misma naturaleza que el primero
que havía
quitado , y como le havía curado con la
a
ex-
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugia,
69
extirpacion , me prometí que emplean;
do el mismo medio lograria igual suceso. después de lo qual se podría
procurar el corregir
un vicio que no
era solamente
un vicio Iocal,
sino
que visiblemente
residía en el todo
de la Jympha,
pues se havía formado un rumor de la misma naturaleza en otra parte.
Despues de haver empleado
Jos
remedio" generales,
quité el segundo {umor , y encontré
el hueso de la
maudibula
inferior car iado desde el
symphisis de la barba hasta una buena pulgada
de cada
lado. Usé del
Etiope mineral,
y de las tipsanas
desecantes.
con dictamen de Mr. Re.
neaulme,
Medico de Quanel
en la
Caridad,
pero fue ea vano; pues la
herida no pudo jamás (amar una buena
figura, y él los quince días bol vieron
el brotar los fungos mas que nunca;
]0 que en menos de un mes hizo un
tu-
® Biblioteca Nacional de Colombia
70
Observaciones
tumor espantoso por su figura y su
olor.
La debilidad postró poco el poco
al enfermo,
de modo que al cabo de
seis semanas murió, sin haver semido casi nunca dolor,
sino es en el
instante de la operacion.
OBSE
SOBRE
R V ACION
X.
EL MlSMO ASUNTO.
Fines de Septiembre
de 1727'
vino
verme el R. P. Petir,
Agustino
Recoleto:
havía un mes
que tenía un tumor
duro, ancho,
y
redondo como un peso duro , que
ocupaba desde la barba hasta la garganta,
precisamente
en el medio de
este pa rage: este tumor estaba fixo
y poco dolorido , pero incomodaba
por la compresión
que hacía en esta
parte embarazando
el [ragar.
A
a
La
® Biblioteca Nacional de Colombia
de
Cirugia.
71
La dureza del tumor, que no se
parecía en nada al ñernon , me hizo
sospechar que podía muy bien ser
cancroso , y con tanto ma y or motivo
quanto en el mes de Mayo antt:cedente, un Cirujano de la Rochela havía quitado a este Padre un tumorcillo cancroso del ángulo del. labio inferior. Le aconsejé se sangrase
pos
veces, y aplicase al tumor caraplasmas emolientes.
contando
con bolverle a ver des pues de algunos días,
Consultó con otros muchos sugetos, y los díctarnenes fueron diferenres; le impidieron que se sangrase,
y
le hicieron
que se pusiese cataplasmas y emplastos madurativos,
prometiendole C;lle se cur ar ia en ocho
dias ; lo que no se verificó. El tumor
se- abrió en su parte inferior, y se hizo un agujerito por donde salía sanie en bastante abundancia.
Enronces le propusieron
ampliar la abertu-
F
fa
® Biblioteca Nacional de Colombia
7~
Observaciones
ra del tumor,
pero no lo quiso consentir; y bolvió el. verme el 25. de
Noviembre.
Encontré
que el volumen del tumor era poco mas
menos
el mismo: sondé el agujerito , y llevé
el estilete casi hasta el hueso maxilar,
DO por debaxo
de la piel del lado de
la barba ~ sino por detrás de la dureza, de modo que el estilete parecía
que iba á parar debaxo de la lengua,
al lugar en donde está el frenillo ; y
al mismo tiempo me dixo el enfermo
'que sentía cierta desazón en toda la
cabeza exteriormente,
sin poder decir
de positivo qué era, ni en dónde, lo
que le hacía mal.
La semejanza
de este tumor con
aquel de que he hablado antecedentemente,
confirmó
mis sospechas;
y
acabando
de llegar este Religioso de
una Ciudad
rnar itima , hice juicio
que un humor escorbutico
podr ia ser
muy bien la causa de su enfermedad,
y manteuer!a.
No
o
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cit·ugia.
73
No tuve por conveniente
ampliar
la abertura, respecto que la que se
havía hecho por sí estaba en la parte
declive. Y daba una salida libre
la
sanie. Le aconsejé aplicase al tumor
el emplasto Divino solamente 1 Y para
corregir el vicio que sospechaba,
me
pareció que podria serle util el I,lSO
de los aotiescorbuticos.
fue el verse con otro Cirujano,
el
qual le prometió también una perfeéta
curacioo ~Q quince dias , y no hizo
mas caso de mi diétamen que el que
havia hecho la primera vez. La enfermedad se aumentó todavíq por espacio de mas de dos meses ~ el.. tumor
creció cinco o seis tantos mas, y se
declaró enteramen~e cancroso
por su
Olor y figura, que parecia
una colifior. Finalmente
el enfermo.
s~gU[)
supe , rnu rió dos meses despues , lo
mismo que aquel de quien be hablado
ea la Ooservacion
antecedente.
Fz
A
á
\
® Biblioteca Nacional de Colombia
74
Observaciones
A proposito de los rumores can ..
crasos en el lavio , perrnitaseme
hacer
aquí algunas reflexiones en favor de
los Cirujanos principiantes.
En Jos muchos tumores cancrosos
en el lavio que se me han presentado,
he visto bastantes en los qua les la piel
Gue cubria lo interior del lavio , havía
mudado de color en mas de un dedo
al rededor del tumor,y esta piel estaba
de un roxo mucho mas obscuro que
10 restante. Esta mutación de color es
una prueba cierta de que las glandulai
que se hallan debaxo están alteradas,
aunque
no estén
todavía
bastante
hinchadas
para que se las pueda percibir. Quando
se encuentra
esto es
necesario,
en la operacion,
quitas
esta porcíon del lavio ; sin Jo qua! no
dexará de reproducirse
el tumor.
Suponiendo que toca la piel parezca sana, no por esto se hd de conténtar el Cirujano con quitar el tumor,
Sl-
® Biblioteca Nacional de Colombia
de
Cirugía.
75'
sino que deve cortar en la parte sana,
Como la piel cede bastante para hacer
la costura, es mejor sacrificar una ú
dos lineas del lavio a cada lado del
tumor, que exponerse a dexar algunas glandulillas infartadas que pudiesen formar despues otro tumor.
Quando las ulceras cancrosas
interesan Jos huesos, deven reputa rse
por incurables; sin embargo sino es
mucha la alreracion, se deve intentar
el curarlas con el cauterio actual,
o BSERVACION
TUMOR
CANCROSO
el labio superior.
xr,
EN
L
A costura es. como se sabe, un
medio que la Cirugía emplea
todos los días para tener aproximadas
una a otra las pa rtes que están di v id idas contra el orden natural. Quando
.
F3
s~
® Biblioteca Nacional de Colombia
'{6
Obseruaciones
se hace esta operacion en alguna pat ..
te en donde ha y muscu los cutáneos,
la costura sola no es suficiente,
yá sea
entrecortada,
enclavijada.
tarnbien
enroscada;
y hay riesgo de que sea
inutil, ~i no se la ayuda con la costura
seca" que es absolutamente
necesaria.
Luis Paysano , vino el París en
Mayo de t 724. para que le curasen
un tumor que tenia en el lavio superior. Este tumor le desfiguraba de modo que horrorizaba
su vista. A los dos
tres dias de ha ver llegado le trageTon el mi casa. porque.
decia él, no
le havian iquerido recibir en la Casa
de Dios, ni en la Ca r idad , mirando
su enfermedad
como "incurable.
Era un tumor cancroso del ramafio , poco mas
menos, de un pequeño melon ; colgaba
hasta la parte
superior del esternon , cubriendo toda
la parte inferior de la cara, de modo
que tenia que-levantarle
siempre que
o
o
o
ha-
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugia.
77
havia de meter alguna cosa en la
boca. Se puede hacer juicio quánto
se havian alargado la piel de los carrillos , y los músculos
bucinatores,
El
tumor estaba adherido por su parte
superior a toda la encía hasta el borde de los dientes, y a la piel quecubre la extremidad del ·cartílago que
hace el septo de la narizr 'ocupaba
todo el lavio superior , y parte del car ..
rillo .izquierdo por debaxo del hueso pómulo. La lastima que me dió S\1
situación , y el deseo de ver si verdaderamente su mal era incurable, me
determinaron .a darle unquarto
en
mi casa para emprender su curación.
Después de haverlepreparado
'legun
arre, hice la extirpación del modo siguiente, en presencia de los Señores
Petit , y Malaval , célebres Cirujanos
en París.
Haviendo sentado al enfermo en
una silla un poco alta, metí el dedo
F4
in-
® Biblioteca Nacional de Colombia
11
I
7g
Obseruac iones
indice de la mano izquierda en Ia bo-'
ca debaxo del carrillo
izquierdo, (él
este lado era él donde
se extendía
mas el tumor)
y. apoyando el pulgar encima del carrillo,
reconocí COIl
los dos dedos los lim ites del tu mor;
después asegurandole
·con estos dedos, corté con las tixeras
desde el
ángulo del lavio inferior todo al rededor del tumor hasta el parage en
donde empezaba
la adherencia
·el la
encía superior,
que era por encima
del colmillo:
después tomé un bisturí, y disequé poco él pO<...Oel tumor,
separándole del septo de la nariz y de
la encía hasta mas allá de la comisu ra de los labios del lado derecho;
y de este modo le quité todo en un
~o10 pedazo que pesaba cerca de dos
libras.
Para evitar
la grande
en quanto
deforrnidad
fuese po-
y precaver los. inconvenientes -de una boca
sible
,
QC"
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugia,
79
demasiado
abierta,
hice irnmediatameo te dos puntos de costura
entrecortada, con los quaJes até los dos
ángulos del lavio inferior el la piel
los dos lados de la nariz , un poco
por debaxo de e lla : con esta costura el labio infer ior cubría los dientes de arriba. Como havia
cortado
bastante del carr illo izquier do , hice
dos puntos de costura enroscada
para mantener
los labios de la division aproximados
uno el otro, y cubrí toda la division
con tiritas de
lienzo fuerte
cubiertas
de Balsarno Peruvia·no,
para
precaver
el
contado
del ayre en quanto
fuese posible. Por razon del grande perdimientode
substancia
que me havia sido preciso hacer, los guarro puntos de aguja estaban
muy tirantes;
conocí que en poco tiempo los hilos
cortarian la piel en el parage de los
puntos ,si no preca via este acciden-
a.
te:
® Biblioteca Nacional de Colombia
80
Obser uaciones
te: para esto tomé unas untas
de
lienzo fuerte,
de, seis
siete lineas
de ancho, y de cinco el seis pulga.
das de largo,
cubiertas
de emplasto aglutinante;
después aproximando
un Cirujano la piel ácia una de las
costuras desde lo mas distante que
fue posible,
mantuve aproximada
esla piel con las 'extremidades
de una
tirita, de la qual la parte media pasaba por encima de la costura,
y lo
mismo
hice 'en cadacostura
de las
que havia hecho: con esta precaucion ninguna de ellas se rompió. corno ha sucedido en ciertos casos en
donde la piel se ha cortado en pocos
dias con los mismos hilos,
Al cabo de quince diasde
la operacion dixo el enfermo
mis Criados,
que al principio
quando todavía no
era el tumor sino como una cereza. se
le havian cortado:
esta
noticia
me
hizo temer que dentro de poco aca-
a
a
so
® Biblioteca Nacional de Colombia
8r
de Cirtl.!{ia.
so brotarla alguna cosa; sin embargo no sucedió lo que tern ia, La piel
se reunió bien pronto en el lugar de
Jos puntos de costura , sula la encía
Sllperior tardó mucho tiern oo en curarse, y el todo estuvo curado en seis
semanas.
Esto me hizo creer
que
quando hlcierbn la primera operacion,
solo quitaton
una parte del tumor:
y
por lo mismo en la Obsel"Vacion antecedente he 'aconsejado
los Cirujanos jovenes, que si se hallasen en el
caso de extirpar algun tumor C2ncroso. Corten de la piel que parece sana. mas bien que dexa r nada de 10
que pueda estar impregnado
del vicio que produxo la enfermedad
que
dá motivo
operar.
a
a
Haviendose
su país, no le
pues de cinco
na salud, y no
':}ue repolulase
buelto el enfermo
;}
bolví
ver hasta desaños; gozaba de buetenia ninguna señal de
su mal, ni estaba des-
a
fi-
® Biblioteca Nacional de Colombia
,1
I
82
Observaciones
figllrado,
pues el
dientes de arriba.
lavio
los
cubria
xn.
OBSERVACION
HRRIDA EN LA GARGANTA
becoa con un instrumento
cortante.
l
AS
heridas recientes en las qua_ ......J les conviene
hacer la costura,
no pueden reunirse , aun después de
ha verla hecho, sin una quietud perfecta y constante de parte del herid-o.
En el mes de Febrero de 1727llevaron a la Caridad
un Sirviente.
Este mozo se bavia
cortado
la
gar-
ganta trasversa Imente con una navaja de afcytar : la herida profundizaba hasta la e ntrada del esofago , y .
estaba se parado el epiglotis de la glotis, de modo
pequeños
e solo se tenia por dos
pedaz os ; y si el instrumen ....
gil
f.O
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugía.
B3
ro huviera
profundizado
una linea
mas, huviera separado
enteramente
la glotis, y además de esto huvier-a
comido la arteria carotida
derecha;
pues la herida tenia cerca
de siete
pulgadas de 'largo.
Me parció desde luego que devia
hacer tantos puntos de costura quantos fuesen necesarios,
dexando un ángulo de la herida sin costura,
para
que tuviese salida la humedad,
en caso que se evaquase alguna por la her ida, y cubrí los puntos de costura con
un emplasto
aglutinante.
Para que la
situacion
contribuyese
con la costura
.t la reunion , si fuese posible, sujeté
con un vendage la cabeza del enfermo, él fin de que estubiese inclinada
ácia adelante,
sin que pudiese levantarla.
Deviera haver prohivid o que diesen al enfermo ningun alimenro , y no
haviendo tomado esta precaucion , en
mi
® Biblioteca Nacional de Colombia
84
Observaciones
mi ausencia le dieron caldo con la
cuchara:
tragó
algunas cucharadas,
pero estando el epiglotis coreado en
parte, y no pudiéndose cerrar exactamente, ca yeron algunas gotas en la
herida, y otras en la glQtis; lo que ex'
citó una gran (OS: se probó a darle
gelatina, y sucedió lo mismo, Haviendale prevenido de lo que iba a executar probé a. hacerle pasar caldo al
esophago con el auxilio. de un. instrumento. que es una especie de ernbudo cuya extremidad.
I;,'S flexible , y
haviendola introducido por la. boca. en
el esophago hasta quatro dedos. mas.
abaxo de los músculos de la pharinge,
hice pasar el caldo, sin que el enfermo tubiese el trabajo de tragarle;
parte de él remontó.
y tarnbien 0«\sionó tus; y asi tomé el partido de a li...
mentar al enfermo con Ia vativa s de
caldo, lo que hize por muchos nias;
pero
haviendo
sobrevenido
la inrla-
rna-
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugía.
8S
macion ,ésta se extendió hasta el pulrnon , y el enfermo murió el día once.
Puede ser que no huviera sobrevenido
la inflamacion,si no se huviera agitado
la garganta
con la tos.
No hablo de las sangrías que se
hicieron para precaverla
y curarla,
las que fueron proporcionadas
al estado
de devilidad , e inutiles , pues no detuvieron el progreso~
Refiexion,
Puede ser que fuesen las sacudidas
de la tos que ocasionó los alimentos,
o acaso tambien el haver pasado caldo
el la herida,
lo que impidió que se
hiciese la reunion:
y asi en un caso
o
semejante
equivale nte , aconsejaré
siempre se alimente
al enfermo con
lavativa s ; pues estoy cierto de que la
menor tos es capáz de impedir la reunion, y aun de destruirla si huviese
comenzado
a
hace rse,
OB-
® Biblioteca Nacional de Colombia
36
Observaciones
o B S E R V A e 10
N XIII.
,
CARBUNCO
EN EL CUELLO.
Comunicada por Mr. Leault
Cirujano [urado en
é ;
Ptl1'ÍJ.
o
L
AS reuniones
cicatrices
de las
heridas y las ulceras de qualesqUIera calidad que sean, solo son faciles por la prolcng acion de los vasos de
la misma piel, que uniéndose
al otro
}avio de la division, forman cicatrices
solidas. La Naturaleza
observa
la
misma mechanica
en todas lasreuniones , yá se hagan en las partes blandas
en las duras.
Por este motivo nunca será COIl
exceso por mucho cuidado que se tenga en conservar la piel en las operaciones, y en las incisiones que es preciso hacer; sin este cuidado las reuniói
ó
nes
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugía.
87
nes tardan mucho tiempo y son muy
dificiles en los €3S0S en donde el perdimiento de substancia
es grande:
por
otra parte la experiencia
diaria nos
enseña, que la piel puede restdblecerse y revivificarse
perfectamente
destruida y muerta,
digamosl0
~ue parezca; lo qu~ procuraré
por la Observacion
siguiente.
por
asi,
probar
A un hombre de edad de mas de'
Bo. años le sobrevino
una calentura
ardiente y continua con acesiones precedidas de frios , y todo acompañado
de grandes dolores de cabeza,
C()Ogojas , delirio , y OErOS accidentes molestas; además de esto el enfermo se quejaba de un dolor ea el cuello ocasionado por Un tumor que desde luego
pareció de poca consideraciorr,
y que
el paciente decia que era un divieso,
El quarto 2> quinto di-a de su enfermedad, el Medico que le asistia dispuso,
haviendole hecho san"grar muchas
~
ve-
® Biblioteca Nacional de Colombia
88
Observaciones
veces y praélicado los demás remedios
convenientes,
que se le aplicasen algunas cataplasmas
i la parte enferma.
Fuí llamado para este enfermo,
y encontré un tumor en la parte me ...
dia y lateral izquierda del cuello, que
ocupaba
posteriormente
toda laextension de sus apophises espinosas, terminando por la parte anterior en el medio, y en todo lo largo de la (rachearteria desde el esternón hasta el simphisis de la barba; por arriba
lo targo del borde externo de la vasa de la
mandíbula
hasta por detrás de la oreja y parte del occipital;
y por abaxo
·a Jo largo de la clavicula , del acromion , y de la parte superior
de la
cresta del omoplato:
en el medio de
-esra extension el tumor estaba un poco
mas abultado,
pero muy duro; tenia
un centro negrusco rodeado de un roxo cetrino, tan grande como la palma
de la mano , semejante
al efecto que
proá
® Biblioteca Nacional de Colombia
produce
de Cirugia.
89
quema-dura
profunda
una
y sin vexiga ,
o
a I que ocasiona
la
irnpresion de las fuerces contusiones
de armas de fuego.
Por todos estos sintornas conocí
que era un carbunco de los mas malos;
y le ap\iquécataplasmas
emolientes y
putrefaccientes
, todo lo calientes que
las podia aguantar el enfermo. El día
siguiente encontré
el tumor a Igo mas.
blando; y apoyando los dedos encima
de la dureza del centro negrusco sentia
cierta blandura encima de la qual hice
tres excarificaciones
en todo su la r'go;
penetrando todo el grueso de la piel;'
como se practica en la esca ra que hace
la piedra cáustica.
En
las excar ificaciones eché un medicamento graso
y putrefacciente
disuelto y muy ca ..
liente , pues la: parte estaba paco sensible. Por estas
excarificaclOrieS
se
evaquó una pordoo de setosidad tart
grande, que fue preciso mudar de
G2
ho-
® Biblioteca Nacional de Colombia
90
Olaeroactones
hora en hora servilletas que se quitaban enteramente empapadas.
Quando quité el primer apósito
encontré el tumor muy disminuido,
la escara comenzaba él reblandecerse;
reiteré el mismo medicamento,
aplicandole casi hirviendo, y las mismas
cataplasmas. El dia tercero
quarto
se separo la escara, la que era tan
grande como la palma de la mano,
Interesaba todo el grueso de la piel y
de la membrana pinguedinosa, lo que
me puso a descubierto el musculo
cutaneo : le examiné tocándole con el
dedo por encima, y me parecía que
apoyaba sobre un lodo blando; procuré disolver el infarto introduciendo
mi unguento, y llenando el intervalo
con lechinos planos, continuandc
siempre las cataplasmas.
En las curaciones siguientes fue
tao grande la putrefacción que se presentó en el fondo, que para detener-
o
e
la,
® Biblioteca Nacional de Colombia
de CirugitJ.
la \ y facilitar
la
separacion
9r
de lo
corrompido, tuve por conveniente
tocar todo el fondo con la disolución
mercurial,
y curarle con esta misma agua ,apagada
con suficiente
eantidad de agua simple ; esto me
salió perfectamente
bien , pues con
ello conseguí la separacion
,no
solamente de lo que se veía del musculo cutaneo , sino también
de toda
su extensión
y de todas sus adherendas la vaga de la mandibula , al
borde de la clavícula.
al acromion,
al lavio superior y externo de la cresta del omoplato,
a las apophises espinosas del cuello, y de las que podia
tener
la parte posterior
inferior
del occipital;
despues toda la gordura
que ocupaba lo largo de la rrache-arteria.y que llenaba los intersticios de los
musculos de la mandíbula,
de la laringe,de la lengua,y del cuello se disolvió;
todas lasglandulasque
hay,quesonmu.
a
a
e
G 3
chi-
® Biblioteca Nacional de Colombia
92
Observaciones
chisimas en todo este espado cayeron;
todas las membranas que cubren juntos 6 separadamente todos estos musculos se sepa ra ron, de modo que todos quedaron desnudos ~ de un color
rojo hermoso. y~au distintos ~ que la
disección
mas' exacta no podría gernost ra r una l\\i;)~o[Omia mas bella
de lo que se llama el Ramillete
de
Gaje!!)!):
se veía también la trache ..
arteria,
todos Jos cartilagos y los 111U5culos que Jos atan en aquella
parte
<.lue ocupaba
la ulcera,
.
Todas estas novedades
cierto espacio de tiempo,
cieron
por grados,
haviendo
do diferentes
mutaciones
ria , tanto en su cantidad
duraron
hi-
y se
havi-
en la matecomo en su
calidad; en fin llegó é~ haver un pus
bien acondicionado.
La unjan de las
fibras del cutáneo
con las membranas que cubren el deltoides , con/unicó su putrefacción
¡l estas membranas,
® Biblioteca Nacional de Colombia
de Cirugl«,
93
nas, y produxo
la supuracion ; de
modo 'lue sobrevino un tumor en el
brazo izquierdo
encima de su parte
mas que media superior y externa,
extendiendose
un poco mas abaxo
de la union del tendon del deltoides;
se terminó por un absceso , y 911ando le abrí encontré
el deltoides
enteramenre
desnudo , y ácia el tendon el hueso descubierto;
sin embargo todo se curó muy bien en poquisimo tiempo t y sin exfoliacion.
Esta larga descripcion
me hace
perder
de vista el punto principal
que intento demostrar.
He puesto al
descubierto
Un gran numero de partes de mucha extension , y 1)010 he
.hablado de una abertura tan grande
como la palma de la mano,
hecha
por la caída de una escara, sin deci r
una palabra del estado de la piel que
cubre todo este espacio;
pero es facil hacer juicio del estado en que po-
G4
día
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Obse"Vt~ciones
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dia' hallar se : la putrefacción
de to~
da la membrana
pinguedinosa
que
la sostiene, la havia dexado delgada
y floxa como un pergamino mojado,
y estaba pálida y lívida en toda fa
circunferencia
del agujero; de modo
que havia motivo para temer que se
perdiese toda. No sabía en lo que vendria
parar; pero no atreviéndome
él. poner toda aquella extensión
descubierto,
tomé el partido
de hacer
otra abertura ~ unos tres dedos
de
las apophisesespinosas
del cuello segun su reétitud , por la qual no salleron tres gotas de s3Flgre , aunque
fue, él Jo menos,
de cinco
dedos
de largo, y por este medio pude curar con facilidad todo el espacio de
la division.
'
Continué las curaciones,
y lnego
que reconocí que no venian de Jos
parages mas distantes
ningunos pega~os de las membranas
supuradas,
a
a
cuer-
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