La evaluación en matemáticas. Perspectivas críticas y posibilidades en su estudio. Gloria Garcia. [email protected] Resumen. En esta ponencia, desde perspectivas sociales, culturas y políticas, presento una aproximación a la complejidad de las prácticas y discursos de la evaluación de las matemáticas en contextos institucionales asociados con asuntos como: la constitución de subjetividades escolares, identidades, normas, sesgos en los juicios de valoración y en interrogantes sobre quiénes y qué clase de conocimiento matemático está representado en la valoración en la clase de matemáticas. La ponencia está organizada en dos momentos. En la primera parte, presento los principales enfoques donde se han venido configurando las nociones señaladas. En la segunda parte, desde mis propias investigaciones, realizadas en el marco de la Universidad Pedagógica Nacional presento nuestra aproximación desde la que pretende problematizar las miradas dicotómicas y reduccionistas a la evaluación de las matemáticas y resignificar en la evaluación los modos de normalización, de homogenización y de subjetivación en su relación con racionalidades de las matemáticas escolares. El Espectador 28 de mayo de 2008 El jefe de la Dirección de Educación de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OECD por sus siglas en inglés) y coordinador general de las pruebas PISA (Program for International Student Assessment), Andreas Schleiche manifestó lo siguiente: “….A Colombia le falta muchísimo camino por recorrer para lograr alcanzar el nivel de los países desarrollados" y continua "Aquí hay muchos estudiantes que ni siquiera alcanzan la línea base, o sea, la línea que necesitan para poder tener éxito en un mundo competitivo...", lo cual no deja de ser preocupante…. El Tiempo, domingo 24 de 2012 En notas del Icfes se nota el estrato. “Dime cuanto sacas y te diré de qué estratos eres”. En los exámenes de estado para bachilleres, en el área de matemáticas, estudiantes del estrato 6 tienen rendimientos que poder el 50 por ciento superiores a los del estrato 1. Además la diferencia crece desde el 2008 según Andrés Sanchez y Andrés Otero investigadores del Banco de la República. Aproximación a la problemática Los epígrafes ponen de manifiesto el carácter de estratificación, clasificación, y las relaciones con cuestiones de equidad que caracteriza la evaluación de las matemáticas. Así como su empoderamiento para posicionar en términos de tipos de sujetos ya no solo a los estudiantes sino a poblaciones escolares. Ello porque el proyecto de matematización de la naturaleza, en su unión indisoluble con la razón, ha sido considerado como elemento esencial en la constitución de la sociedad y del sujeto moderno (Popkewitz, 2006). En este sentido, ser excluidos de las matemáticas significa también ser excluidos de la posibilidad de participar en la sociedad. Es indudable, (Valero, 2004) el reconocimiento perecedero, como pilares fundacionales en la empresa de la modernidad de las matemáticas y de la educación matemática tanto en la construcción y la primacía de la racionalidad científica occidental como en el sistema de producción que la caracterizan. La bondad incuestionable intrínseca de las matemáticas y de su enseñanza representa el núcleo de su valor político para prescribir que: Si los estudiantes y los ciudadanos pueden aprender una cantidad considerable de las matemáticas correctamente, se convertirán en mejores personas per se; serán mejores ciudadanos y la sociedad alcanzará el desarrollo tecnológico. (Valero, 2004). En la actualidad, el carácter de empleabilidad de los resultados de aprendizaje de las matemáticas toma forma en el marco de las políticas educativas proveniente de las instituciones económicas y en la economía del conocimiento. (Simons, Masschelein, 2013). Así esta lógica junto con la lógica de la tecnología y la lógica del desarrollo se convierten en el horizonte que orienta la importancia de la educación matemática para formar trabajadores. La atribución de poder a las matemáticas como "una forma de lógica de pensamiento racional” - por la vía de la racionalidad-matemática- como rasgo característico de la especie humana le ha otorgado una posición privilegiada en la construcción cultural del mundo occidental y desde luego en los procesos de formación del ciudadano. De aquí, que sea entendible que para alcanzar los niveles de inclusión en las sociedades del conocimiento, la política educativa en el caso colombiano instaure el programa nacional “Todos a Aprender” para explícitamente y por primera vez, se alcance, con los referentes conceptuales de las pruebas Pisa, el ideal de matemáticas para todos. Es decir, mejorar la equidad de los aprendizajes de la matemática. Y también es entendible que con los resultados de la evaluación masiva, apoyada en la difusión en los medios de comunicación, el aprendizaje de las matemáticas conquiste espacios de debates en diferentes escenarios y por una variedad de actores (de la vida política, económica y social) para cuestionar su calidad y la de la educación matemática. En las relaciones de la evaluación de las matemáticas con el campo general de la evaluación podemos decir que se ha venido constituyendo en una necesidad incuestionable para la cultura de la calidad. Por su carácter poli funcional y la pluralidad de prácticas evaluativas (organizadas por diversos sujetos e instituciones) se ha tornado en necesaria como garante de la calidad. Su carácter de necesidad también ha sido acogido en las recientes reformas curriculares en matemáticas (década del noventa) adelantadas en diferentes países. En estas reformas se incluyeron referentes para la evaluación de los aprendizajes en la clase de matemáticas. Como objeto de estudio, la evaluación en matemáticas, especialmente en la clase comienza a ser integrada desde la década de noventa (Garcia, G., Castiblanco, G., Vergel, R., 2005) al campo de la educación matemática. Sin embargo, en las revistas aún son escasos los artículos relacionados con el tema. Así como también es necesario señalar que el interés por este tipo de problemáticas es más reciente en la investigación realizada en el mundo de habla hispana. De otra parte, Lerman señala los orígenes del giro social en la educación matemática debido más a preocupaciones políticas concernientes a las desigualdades en la sociedad y que “fueron reforzadas y reproducidas por el éxito diferencial de matemáticas de la escuela más que por las teorías sociales de aprendizaje” (2000, p.24). Este autor sugiere que la exclusión sistemática de algunos estudiantes de la posibilidad de participar en el aprendizaje de las matemáticas produjo que algunos investigadores en educación matemática comenzaran a centrarse en la comprensión de este hecho, apoyados en teorías sociales y con las nuevas herramientas que ofrecían los desarrollos en sociología, antropología y educación matemática crítica. Los enfoques actuales en la perspectiva en aspectos sociales, culturales y políticos y con los estudios foucoultianos en educación en la evaluación en matemáticas han comenzado a problematizar la evaluación en el aula de matemáticas. En sus relaciones con asuntos como la producción de saber, poder, verdad, de regulación, con asuntos de control, de normalización, de identidad y en sus relaciones con la equidad y la justicia. En la perspectiva de tener una idea general de estos desarrollos investigativos en este trabajo, en primer lugar, describo en los enfoques las lecturas posibles acerca de la evaluación en matemáticas. Cabe anotar que la revisión es realizada desde las marcas desde donde hemos pensado y organizado nuestras propias investigaciones en torno a la evaluación de las matemáticas. Como también es necesario anotar que la revisión ha estado supeditada al lugar y la manera de acceder a las investigaciones. En segundo lugar, desde los asuntos de nuestras propias investigaciones junto con las realizadas con los estudiantes en los trabajos de grado (Licenciatura y Maestría) del Departamento de matemáticas de la Universidad Pedagógica Nacional, presento nuestra aproximación desde la que problematizamos los discursos y prácticas de la evaluación matemáticas escolares. Discursos, verdad, naturaleza interpretativa, asuntos de equidad Candice Morgan (1998, 2000a, 2000b) desde las preocupaciones como investigadora desde la perspectiva social, en el contexto del Reino Unido, analiza y cuestiona en los discursos (psicológicos y curriculares) y en las prácticas en la clase de matemáticas las hipótesis y el papel regulador los valores que dominan el pensamiento sobre la evaluación en matemáticas que están en la base de la investigación, el desarrollo de currículo, y educación del profesor. Y la naturaleza esencialmente interpretativa de la evaluación y sus relaciones con cuestiones de equidad. En el análisis del discurso psicológico sitúa las raíces de las hipótesis de la evaluación, en una fuerte tradición positivista relacionada con la identificación de atributos esencialistas cognitivos de los estudiantes. Sobre estas raíces, en la evaluación de las matemáticas se considera que existe una verdad subyacente que ha de ser evaluada/descubierta y que es teóricamente posible acercarse con cualquier instrumento para observar y medir el atributo usando el lenguaje de las capacidades. Solo hay respuestas correctas o incorrectas; o sabes o no las respuestas. La medición está garantizada por la estandarización estadística y la eliminación de la desviación. Para Morgan, la idea de una verdad absoluta está garantizada por la concepción de las matemáticas. Y persiste aun en las teorías modernas constructivistas del aprendizaje de las matemáticas. En el discurso curricular, Morgan señala que son necesarias concepciones más flexibles de las matemáticas, de las teorías del aprendizaje y de la evaluación a la par de considerar al estudiante como sujeto afectivo. En lo relativo a las nuevas hipótesis sobre la evaluación es necesario ampliar el rol: como medio que contribuye e informa a la enseñanza y al aprendizaje para mejorar los aprendizajes de los estudiantes. En este sentido, el propósito de la evaluación seria ayudar al estudiante en el proceso de consecución de los logros, para alcanzar su potencial de aprendizaje y aumentar su auto estima y confianza. Morgan encuentra (en investigaciones empíricas) el carácter esencialmente interpretativo de la evaluación lo que controvierte el carácter de neutralidad, precisión y objetividad en los juicios de evaluación. Propone considerar en los juicios de valoración el sesgo por la intervención de apreciaciones sobre cuestiones culturales de los estudiantes y las propias expectativas de los profesores sobre el éxito en el aprendizaje de las matemáticas. Morgan señala que el riesgo de estas apreciaciones puede llevar a devaluar los rendimientos de grupos de estudiantes por su pertenencia a grupos culturales y sociales diferenciales. Encuentra, con base en la evidencia de estudios de investigación, que las posibilidades de sesgos se encuentran más presentes en los juicios de evaluación de estudiantes identificados con necesidades educativas especiales. Aunque la fiabilidad de las tareas de evaluación se garantice la presencia del sesgo persiste. El sesgo pone de presente la problemática de la equidad en la evaluación en la clase de matemáticas en su relación nos solo de los juicios valorativos también incluye la relación con el ambiente de la clase, (las oportunidades en la valoración) el tipo de tareas y los posibles desajustes entre las expectativas de las tareas de evaluación y los recursos culturales de los estudiantes para interpretar el contexto de las mismas. Es decir, la falta de familiaridad de los estudiantes con los contextos culturales en las que se establecen las tareas de evaluación. Poder, status, normas. Norman y Yackeel, desde la perspectiva cognitiva (constructivismo e interaccionismo simbólico, 1996) han propuesto el estudio de las normas socio matemáticas para comprender como los estudiante desarrollan creencias y valores matemáticos y como se tornan intelectualmente autónomos en matemáticas. Proponen fijar el dominio normativo, (actuación matemática válida), específica de las discusiones matemáticas que están en relación con las actividades matemáticas. Las normas sociales, (justificación, explicación y argumentación) regulan la argumentación matemática al mismo tiempo que pueden dar cuenta del desarrollo de la autonomía matemática de los estudiantes. De esta manera los estudiantes desarrollan la disposición matemática. Estos autores proponen interpretar la vida del aula de matemáticas, el desarrollo de creencias, autonomía y valores matemáticos, con las normas socio matemáticas. La comprensión de lo que es considerado matemáticamente diferente, matemáticamente sofisticado y elegante, matemáticamente eficaz son también normas sociomatemáticas. Planas (2003) desde la perspectiva de las teorías sociales (psicología social, sociología y antropología) en sus estudios en aulas multiculturales, en el contexto español, cuestiona el carácter universal de los significados normativos para las prácticas matemáticas en el aula puesto que son más dependientes de las culturas escolares. Además en la interpretación de la norma surgen diferencias de valor que comportan la diversidad de interpretaciones. Las practicas del aula matemáticas no son un mero escenario de prácticas científicas, son un terreno de relaciones sociales “donde valores y valoraciones entretejen complicadas relaciones de poder” (Planas, 2003:58) El reconocimiento a las relaciones de poder en el aula, pone de presente la necesidad de los análisis sociológicos para comprender en la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas, las tensiones y conflictos sociales existentes en aulas multiculturales. La comprensión de la normas sociales de actuación en el aula, regula también la distribución tanto de la formas de trabajo, de participación en el aula como la distribución espacial de los estudiantes. Estas normas y las valoraciones constituyen el orden social en el aula, constituyen la noción de estatus. Es decir, establece la posición social relativa de cada estudiante en la clase. Pero, Planas coincide con Morgan, al señalar los sesgos en los juicios de valoración, pues en la construcción del status no solo intervienen cuestiones relativas a las “habilidades y conocimientos matemáticos” intervienen percepciones sobre la condición cultural y socioeconómica del estudiante. E incluye lo que se ha venido denominando comportamientos disruptivos en la clase. Planas y Raig (2003) proponen reconocer la práctica de las matemáticas en la clase como práctica social “puesto que permite distinguir dos procesos la práctica matemática y la valoración de la persona” la valoración de las prácticas matemáticas requiere establecer lo que cuenta como válido matemáticamente. Descrito en el lenguaje de capacidades cognitivas en relación con la organización del contenido matemático en el currículo. Mientras que la valoración de la persona tiene que ver con decidir qué participantes son reconocidos como legítimos. Este reconocimiento está relacionado con el comportamiento como persona del estudiante. Es decir puede incluir asuntos culturales de los estudiantes. En el estudio que realizamos (Garcia, Montejo 2011) encontramos la relación de la evaluación con las concepciones sobre la naturaleza del conocimiento matemático explicitadas en la organización curricular. En las organizaciones sustentadas sobre la ontología de las matemáticas conocida como “ilusión platónica” el conocimiento matemático está construido por verdades absolutas y es objetivo. Lo que deviene en criterios evaluativos como juzgar la veracidad o falsedad de las respuestas de los estudiantes. Valoraciones en la clase de matemáticas, Lisa Björjlund & Selander, S (2009) en los estudios realizados en la valoración en la clase de matemáticas en el contexto institucional suizo, desde una aproximación critica, proponen asumir la valoración en la clase de matemáticas como un concepto con amplias fronteras para dar cabida a los actos implícitos y explícitos donde la valoración puede ocurrir. Pues no solamente se realiza en los actos de comunicación entre profesor y estudiante en la clase, también se encuentra en la comunicación entre las clases, al final de la clase, en los informes periódicos a los padres, como también en los test de diagnóstico que el profesor realiza formalmente al iniciar la clase. Para estas autoras el discurso de la evaluación en la clase de matemáticas es institucional. Proponen asumir la evaluación de los aprendices desde un marco multimodal, desde un marco semiótico social, donde todos los modos de comunicación son reconocidos, el silencio, cuerpo, gestos, miradas y la comunicación lingüística hacen parte del corpus de la evaluación. Modos de subjetivación, normalización, racionalidad de las matemáticas escolares Recientemente, la investigación en Educación Matemática ha comenzado a interesarse por las cuestiones relacionadas con la constitución de la subjetividad en los estudios de las prácticas discursivas del aula de matemáticas. (Lerman, 2000). Para (Walkerdine, citada por Lerman , 2000) la producción de las subjetividades en las prácticas de las matemáticas en el aula requiere de un análisis de la regulación de los individuos en la practicas. Desde nuestra perspectiva, asumimos que el problema de la (in)exclusión y equidad en el aprendizaje de las matemáticas no puede ser desgajado de su matriz cultural puesto que es en los contextos culturales, políticos, económicos y sociales en el que se forman estos procesos. Es decir, que las tesis de la racionalidad y las tesis culturales donde se inscriben los procesos, la escolarización del conocimiento matemático está localizados en momentos históricos de los sistemas educativos y de las sociedades. Cabe anotar que nuestros estudios se han realizados en la clase de matemáticas situadas en escuela públicas y privadas religiosas en el contexto colombiano. Desde los estudios foucaultinos en educación nos hemos propuesto tensionar y problematizar los supuestos de los discursos y prácticas de la evaluación en matemáticas para abrir un campo perceptivo que permita pensar los nexos entre modos de constitución de las subjetividades y las prácticas de evaluación de las matemáticas. Ello nos exige además problematizar los supuestos epistemológicos que sustentan tanto los discursos sobre la constitución de subjetividades como las racionalidades de las matemáticas escolares. En particular, analizar como los significados situados en las prácticas posicionan de manera diferentes a las personas. En párrafos precedentes he señalado como la racionalidad de la matemática ha cobrado un valor en sí misma. Tanto los estudio Foucultianos sobre la educación, hasta las teorías socioculturales del aprendizaje de la matemáticas han hecho hincapié en que las formas de conocimiento matemático no sólo tienen las reglas de cómo se sabe y lo que ha de ser conocido, sino también imponen formas de ser. (Valero, et al, 2004) señalan que si conocer y ser son inseparables, la pregunta que surge es cuáles son los efectos de la evaluación de las matemáticas en las formas de conocer y de ser en los niños, y cuáles son las formas de subjetividades deseables que desde los discursos institucionales sobre la evaluación en matemáticas se intentan instituir. Es decir, hacen explícitos los criterios de racionalidad desde los cuales se determina diferencia entre la normalidad y la a-normalidad. Los discursos institucionales de la evaluación de las matemáticas contienen pautas de razón, normas de práctica y concepciones del conocimiento matemático. En los códigos institucionales de escolarización de las matemáticas se encuentran las normas sobre lo que ha sido considerado razonable, normal y legítimo. Según Foucault pueden identificarse dos modos de subjetivación, el primero hace referencia a los modos de objetivación del sujeto es decir, modos en el que sujeto aparece como objeto de una determinada relación de conocimiento y de poder. Los sujetos al ser evaluados se convierten en objetos de saber y de poder. El saber sobre la evaluación referido a los sujetos responde a quien se evalúa. La segunda forma de subjetivación es aquella “mediante la cual el sujeto se constituye en sujeto moral a través de diversos modos de actuar sobre sí mismo”. En el ejercicio investigativo que hemos realizado1 mediado por el análisis documental y de prácticas evidencia cómo en la evaluación de las matemáticas instalada en la educación básica el centro de la evaluación son las estructuras lógicas y analíticas propias de la matemática académica. (Garcia, Valero, 2014) En razón a esta centralidad los objetos de evaluación pueden clasificarse como cuerpos de conocimientos: sistemas de conceptos, demostraciones, generalizaciones. Con el centro en las estructuras de las matemáticas los principios psicológicos y los procesos matemáticos (argumenta, prueba..) atribuidos al desarrollo de los niños se transforman como saber en las capacidades que se deben medir. Con estos patrones de normalización cognitiva que conformaron jerarquías, clasificaciones y descalificaciones de las capacidades de los sujetos. La diferencia se cristalizó, como esencia y como inferioridad, discapacidad o incapacidad, en relación con capacidades cognitivas propias de cada periodo de evolución del pensamiento matemático y se estableció al mismo tiempo las diferencias. En el análisis de algunas formas de evaluación presentes en la clase de matemáticas, los discurso institucionales señalan diversas tipologías de sujetos constituidos por ellas: individuos registrados y reducidos cifras, unos individuos normales otros a-normales cuyas conductas deben encauzarse: sujetos clasificados y seriados en lugares específicos. En la actualidad, las competencias matemáticas pueden entenderse como prácticas de regulación social expresadas tanto en las políticas de los organismos internacionales como en las políticas educativas nacionales. Pues como hemos visto, operan como objetivo social en la configuración de subjetividades con los valores de la ciudadanía moderna: democracia, justicia y paz. Díaz, (2013) relata 2005. García, G., Castiblanco, M.G. & Vergel, R. Prácticas de evaluación en las clases de matemáticas en la Educación Básica. Colciencias. Universidad Pedagógica Nacional – Colciencias. 2009. Garcia, G, Valero, P., Camelo, F., Mancera, G., Romero, J. Reinventando el currículo y los escenarios de aprendizaje de las matemáticas. Colciencias. Universidad Pedagógica Nacional. Aalborg University. 2011. Montejo, J. La relación entre la evaluación y el orden social en la clase de álgebra. Un estudio en dos sesiones de evaluación en la educación Básica colombiana. Tesis de maestría no publicada. Maestría en Docencia de la Matemática. Universidad Pedagógica Nacional. 1 que el desplazamiento de la noción de competencia como objetivo social se debe a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) quien con el apoyo de la Oficina Federal de Estadística de Suiza y con los aportes del Centro Nacional para la Educación de los Estados Unidos (NCES) desarrollaron un marco conceptual de las destrezas y competencias matemáticas necesarias para llevar una vida personal y socialmente valiosa en un Estado democrático moderno (2013: 6). Desde las orientaciones de esta propuesta hemos visto aparecer la nueva racionalidad de las matemáticas escolares y nueva subjetividades: la funcionalidad del conocimiento matemático en su relación con competencias empleables (Diaz, 2013). Al mismo tiempo que la constitución de un sujeto con un modo de ser, empresario de si, resolutor de problemas, vivir una vida emprendedora, de aprender permanente, autónomo. Esta noción desplaza, en el caso colombiano, el concepto de competencias cognitivas en los discursos tanto de la política educativa oficial como en los discursos institucionales de la evaluación. Reflexiones El análisis de los enfoques basados en los aportes de las teorías sociales, culturales y políticas permite comprender claves importantes en la progresión y consolidación del campo de la evaluación en matemáticas en la formación de nuevas subjetividades. De igual manera el carácter institucional y contextual de la evaluación en la clase de matemáticas. Y su relación con asuntos de equidad. Pero, también merece la pena destacar las redes que soportan la conformación de los discursos, las prácticas y las nuevas subjetividades: la gestión y opresión de las políticas públicas de la calidad educativa, la socialización de los resultados de las pruebas internacionales, diversos actores. De esta presentación, quedan abiertas preguntas problematizadoras en relación a cuestiones como: ¿Cómo no poder ser normatizados y regularizados en el nombre de los principios económicos de las políticas educativas de organismos internacionales?¿Qué principios sustentan la función de la educación matemática para educar para la democracia y para la ciudadanía en el contexto colombiano en la relación con las prácticas sociales con las matemática? ¿El centro de las políticas educativas actuales en el aprendizaje de las matemáticas reconceptualiza la misión de la educación matemática y de la didáctica de las matemáticas? Bibliografía Björklund Boistrup, L. 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