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N
ANTI
ISSN: 1852-4915
Revista del Centro de Investigaciones Precolombinas
Año IX • Núm. 9 • 2010
Centro de Investigaciones Precolombinas
N
ANTI
ISSN: 1852-4915
Revista del Centro de Investigaciones Precolombinas
Núm. 9 • Mayo de 2010
ANTI es una publicación anual del Centro de
Investigaciones Precolombinas que tiene como
objetivos: 1. Conformar un lugar e intercambio entre
diferentes especialistas a nivel nacional e internacional, así como también diferentes instituciones del
campo de la historia, antropología, arqueología, etnología, y ciencias sociales en general; 2. Ofrecer un
espacio para que investigadores y académicos puedan publicar sus producciones; 3. Construir un medio
de comunicación a través de la difusión de investigaciones y ensayos; y 4. Jerarquizar la actividad académica.
Dirección postal
Ayacucho 632. Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
CP. C1026AAF. Argentina.
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Directoras Editoras Responsables
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Coordinación de Edición
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Asesora Editorial
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Comité Científico
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Dirección Regional La Libertad)
Víctor Piminchumo Hurtado (Instituto Nacional de
Cultura, Dirección Regional La Libertad)
Comité Editorial
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María Teresita de Haro (Centro de Investigaciones
Precolombinas)
María Concepción Godoy (I.S.P. Dr. Joaquín V. González)
Rubén Blanco (I.S.P. Dr. Joaquín V. González)
Horacio Nieva (Biblioteca Nacional)
Los artículos reflejan exclusivamente la opinión de
los autores
Coordinadores de Sección de Reseñas Bibliográficas
Flavio Ribero (Universidad Nacional de Río Cuarto)
César Borzone (I.S.P. Dr. Joaquín V. González)
Jorgelina Di Iorio (Universidad de Buenos AiresCONICET)
© Anti. Centro de Investigaciones Precolombinas.
Revisión de Edición
Silvana Salerno (Centro de Investigaciones
Precolombinas)
Diseño y Diagramación
Odlanyer Hernández de Lara (Cuba Arqueológica)
A
nti llega a su número 9 y perfecciona su estética y su
contenido. Nació con la finalidad de unir perspectivas sobre el mundo andino y altiplánico desde una
ciudad de la llanura rioplatense. Mientras la revista se desarrollaba esa misma ciudad y su conurbano se llenaba de migrantes de ese origen. Ahora Anti es una publicación que contribuirá
a la Interculturalidad. Mientras la revista intentaba perdurar
gracias a muchas inteligencias y manos anónimas, los Pueblos
Originarios de la Argentina -muchísima gente de origen quechua
y aymara- comenzaron a tener visibilidad social y política por su
voluntad de recuperar genealogías e historia. Ahora Anti ofrece
trabajos que les puede servir para sus utopías.
En fin: Anti ha latido por la investigación del pasado latinoamericano y latirá por los nuevos mundos por venir.
3
15
Los signos de los Cuatro Vientos: arte
Circuito arqueológico de La Libertad.
rupestre de la provincia de Córdoba,
Chan Chan, Huaca de La Luna y El
Argentina.
Brujo. Aspectos y recomendaciones.
Ana María Rocchietti
María Laura Gili y Graciana Pérez Zavala.
Ocupación humana en la región
Informe del proyecto: el problema de la
tumbesina: su impacto en la fauna
educación intercultural bilingüe. Entre
silvestre.
los institutos de formación docente y la
Luis Enrique Pollack Velásquez
práctica en las comunidades, provincia
132
138
de Maynas, Región Loreto, Perú.
33
Herederos de Chan Chan. No se trata del
María Laura Gili.
patrimonio cultural. Problemas en torno
a la gestión e intervención en sitios
Cuenca del Amanzonas peruano.
arqueológicos con estructuras
Actualidad antropológica.
arquitectónicas monumentales.
Gilda Arias Montes, Celeste Bolmaro, Raúl
María Laura Gili
Bolmaro, César Borzone, Graciela Elsesser,
147
Maria Teresita de Haro, Olga Graciela
47
Huaca San Idelfonso y la ocupación
Lima, Alejandro Pisnoy, Adrián Sabbatella
Moche en la margen norte del valle Bajo
y Graciela Vielmas.
de Moche, costa norte del Perú.
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
Informe dirigido al Instituto Nacional de
152
Cultura, Departamento La Libertad,
108
Rumichaca, un sitio de producción para
Perú.
el intercambio.
Celeste Bolmaro, Raúl Bolmaro, César
Álvaro Hernán Castañeda Mesía
Borzone, Graciela Elsesser, Maria Teresita
de Haro, Olga Graciela Lima, Adrián
117
Sinsicap y Simbila: tradiciones alfareras,
Sabbatella y Graciela Vielmas.
continuidad y problemas actuales.
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea
Runcio y César Gálvez Mora
Normas editoriales
158
LOS SIGNOS DE LOS CUATRO VIENTOS: ARTE
RUPESTRE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA,
ARGENTINA
Ana María Rocchietti
Laboratorio de Arqueología y Etnohistoria. Departamento de Historia. Facultad de Ciencias
Humanas. Universidad Nacional de Río Cuarto y Centro de Investigaciones Precolombinas
[email protected]
RESUMEN
Este trabajo describe e interpreta un sitio rupestre, localizado en una de las faldas del cerro
Intihuasi, Sierra de Comechingones, Provincia de Córdoba, Argentina mediterránea. La
investigación destaca el contenido mitológico y libidinal de los signos y propone para ellos
una alegoría fundada en el concepto de la muerte.
Palabras clave: arte rupestre, mito, libido.
ABSTRACT
This work describes and interprets a rock art site located at one of the skirts of the hill
Intihuasi, Comechingones Mountains, Province of Cordova, Mediterranean Argentina. The
investigation emphasizes the mythological and libidinal content of the signs and proposes
for them an allegory been founded on the concept of the death.
Key words: rock art, myth, libido.
E
l arte rupestre que podemos
rrollando expresiones cuyos mitemas tam-
encontrar en la Provincia de
bién fueron constantes.
Córdoba, en el centro de la Re-
Entre las obras de mayor belleza y
pública Argentina fue realizado en los
envergadura documental se encuentra una
recovecos de las piedras redondeadas de los
pintura y grabado ubicado en el Cerro
tafones graníticos -salvo excepción- desa-
Intihuasi, Pedanía Achiras, Departamento
Ana María Rocchietti
de Río Cuarto. En relación con él ofre-
que representa sino lo que transforma (Lévi-
ceremos nuestra perspectiva sobre el arte
Strauss, 2007).
arqueológico de los indígenas que poblaron
esta región fundada en tres principios:
CERRO INTIHUASI: ALERO DEL
1. el sitio rupestre se constituye a partir de
ABRA CHICA
una convergencia -muchas veces dramática- entre las rocas, sus entornos y los
Este sitio rupestre está emplazado en 33º
dibujos, 2. el mitema rupestre fundamental
03’ 41.5’’ LS y 64º 51’ 26.4’’ LW, en la
se refiere a la vida, la muerte y la sexua-
pendiente norte del cerro Intihuasi (Figura
lidad, 3. la discursividad corresponde a un
1), un acotado afloramiento granítico en el
sistema
piedemonte
de
racionalidad
históricamente
delimitado y lo que importa de ella no es lo
oriental
de
la
Sierra
de
Comechingones.
Figura 1. Cerro Intihuasi
El tafón es una enorme mole que apoya
liación interna que le otorga un desarrollo
sobre un plano oblicuo que delinea el
netamente curvo. La planta del tafón in-
terreno cayendo en ángulo abrupto hacia un
cluye una extensa cámara que abre en los
arroyo que no posee nombre y que bordea la
laterales noroeste y sudeste (Figuras 2 y 3).
falda septentrional del cerro. Está atrave-
Ha servido de refugio a pumas y a otros
sado por diaclasas profundas. Sobre las que
animales. Describe, de ese modo, tres
ha actuado el trabajo disolvente de la
orientaciones ambientales y en dos de ellas
erosión hídrica que las ensancha. La exfo-
está el arte.
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ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Éste tiene características notables tanto
En él se encuentran dos escenas: una de
en la narrativa como en el diseño. El sitio se
humanos vestidos y armados, animales y un
halla sobre un afloramiento sobreelevado en
puma devorando a un camélido y otra en la
el terreno, rodeado por sedimento y grandes
que un humano con tocado se halla solitario
rocas dispuestas de manera anárquica.
en la pared. No son mutuamente visibles.
Todos los bloques buzan hacia el norte y
Muy próximo a un gran bloque lateral que
noroeste. El lugar es umbrío y sobresaliente.
enmarca la entrada al alero, hay un pequeño
Cada vez que registramos un mito,
mortero que estaba colmado de sedimento -
estamos frente a una erótica, ante una
y, por tanto, oculto- relacionado con el cual
construcción pasional, secreta, no evidente,
había un percutor o quizá mano de mortero
que expresa asimismo una lógica sacrificial
(aunque tiene los rastros de percusiones en
(que está presente en todas las sociedades
uno de sus polos) casi esférico, cuyo tamaño
desde los tiempos primordiales y que toma
encaja perfectamente con su boca. Aunque
muchas formas distintas) y una lógica
no había relictos de pigmento su función
lúdico-transformacional que articula el rela-
debió estar destinada a él.
to con todas sus posibles configuraciones.
La riqueza de dibujos en el panel de la
Pero se trata -también- de una erótica
orientación retiniana que denominamos 1 es
constitutiva y seminal que está dotada de fe
notable, tal como puede apreciarse en la
(es decir, de creencia) y, por lo tanto, de
figura 4.
verdad “en” y “para” el sujeto.
Se observan dos humanos enmascara-
El mito es parte de un movimiento
dos, con largo traje rígido, realizados por
existencial -y por consiguiente, histórico- de
raspado en la pared y un concierto de
ordenamiento cósmico y de captación pul-
animales pintados (camélidos, un ñandú,
sional erótica. Solamente el desasosiego
pumas y víboras) entre poligonales curvas y
existencial podría volverse fuente de un
rectas, abiertas y cerradas. La sucesión de
pensamiento que debe aprehender lo vivien-
dibujos (o sintagma) es la siguiente:
te y su movimiento existencial de la femineidad, la masculinidad, la sexualidad, de lo

manchas blancas muy débiles
viviente y de lo no viviente en su magnitud

animal en blanco
primordial.

serpiente en blanco
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Ana María Rocchietti
Figura 2. Alero del Abra Chica. Vista desde el sudoeste
OA 3
OA2
OA1
Figura 3. Planta del sitio Alero 2 del Abra Chica

escena animal atacado por pumas (éstos

en blanco, aquél en rojo)


superposición de animal (Rhea) sobre
camélido en blanco
superposición cola de puma, línea ver-

venado sobre camélido en blanco
tical (grabada), poligonal cerrada recta

Rhea sobre camélido en blanco
blanca

humano enmascarado, armado, graba-
humano enmascarado, armado, graba-
do, junto a poligonal curva cerrada (en
do, con puma en blanco, por encima de
ocho).
su cabeza pero separado de aquél
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ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Figura 4. Friso de la orientación retiniana 1 del Alero del Abra Chica 2, 1/5 del tamaño original
En la parte alta de la escena recono-

cemos, de izquierda a derecha:
poligonal curva cerrada con círculo en el
interior y apéndice, en blanco

víbora en blanco

poligonal recta, cerrada, en blanco

víbora, en blanco

poligonal, curva, con círculos o man-

mancha en blanco (quizá residuo de
chas en su interior y apéndice, en blanco

zorro en blanco
animal)

camélido, en blanco
Centro de Investigaciones Precolombinas • 7
Ana María Rocchietti
Este sitio rupestre contiene varias su-
lido). En el cuarto, se desarrolla una oclu-
perposiciones: en sentido estricto, trans-
sión que vincula a félidos con un camélido
parencia y oclusión (Arnheim, 1986). La
(los primeros en blanco, el otro en rojo).
figura 5 las muestra.
Esta oclusión es -a la vez- un microrrelato
En el primer caso una línea raspada
porque describe el acoso de los pumas
atraviesa la cola de un puma atacante y lo
contra un animal indefenso. Por último, la
conecta -de ese modo- con una poligonal
oclusión de dos camélidos incompletos por
cerrada y recta. En el segundo, un venado o,
absorción de la pintura por la roca asimila la
quizá, un cérvido está superpuesto a un
figura a la costumbre de esta fauna a
camélido, en color blanco. En el tercero, en
agruparse o a la disposición impuesta por la
el mismo tono pero más tenue se inscribió
cría de delimitar el rebaño. Estos signos
un animal (ave) sobre otro animal (camé-
también fueron realizados en blanco.
A
B
C
D
E
Figura 5. A y B, superposiciones en sentido estricto; C. transparencia; D. y E. oclusiones
En la pared contigua, fue dibujado por
curvatura convexa-cóncava de la pared,
raspado un humano con tocado (una especie
sobre una superficie de roca homogénea
de bonete que le cubre la cara), con brazos
pero no preparada. El dibujo es muy nítido
extendidos en cruz y piernas apenas insi-
y el grabado le dio una coloración cercana
nuadas. Por debajo fue grabada una línea
al ocre claro debido a los cristales de fel-
que semeja una especie de línea a tierra. Se
despato. Este efecto lo destaca de la tonali-
halla inmediatamente por encima de una
dad gris del granito (Figura 6).
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Figura 6. Humano con tocado o máscara
Hemos sistematizado este registro como
erguidas. Posee cinco garras retráctiles en
integrante del estilo Cuatro Vientos, mani-
las patas delanteras y cuatro en las pos-
festación frecuente en el sur de la Sierra de
teriores y cuando ataca coloca su cola
Comechingones. Tiene por temas caracterís-
extendida (conducta que despliega siempre
ticos os que consignamos en cuadro 1.
hacia el cuello de la víctima, a la que ataca
con sus garras. Es capaz de dar grandes
SÍNTESIS
saltos y de hacer carreras cortas, se refugia
en zonas con pastizales o vegetación densa.
Este sitio tiene intensidad narrativa. No
El venado (Hippocamelus) que constatamos
solamente los enmascarados (¿con orejas de
en este panel se identifica por sus astas, es
puma?) presiden la escena sino que a su
un mamífero rumiante, herbívoro, de patas
vera se desarrolla el drama del ataque de un
delgadas y pequeñas. El zorro (Volpe) es un
animal por varios pumas (animal poderoso
carnívoro solitario, corredor, de visión
en la mitología sudamericana); su desgarro
nocturna.
es sugerido por su color rojo que no
podemos asociar sino con la sangre.
Lo viviente aparece aquí dinámico, realizando actos de crueldad o muerte o disper-
El puma (Felis concolor) es un animal
sándose en un ambiente cuyo detalle no
pequeño, solitario, carnívoro, predador ge-
figura, diurnos y nocturnos, agresivos o
neralista y oportunista. Lo reconocemos en
indefensos. Allí, los humanos tiene hege-
el dibujo por su cabeza redonda, sus orejas
monía completa por tamaño, por destaque,
Centro de Investigaciones Precolombinas • 9
Ana María Rocchietti
por centralidad en la escena. Ellos, en
rupestre, el signo nunca podrá volverse una
cambio, fueron dibujados estáticos, rígidos;
totalidad bien identificada y este panel lo
pueden estar vivos o muertos, ser hombres
demuestra de manera especial.
del mundo de los vivos u hombres del
Tendríamos, entonces, varios núcleos de
mundo de los muertos.
narración:
En este panel se constata que percibir no
es simultáneo al acto de interpretar. Son dos
esfuerzos no equivalentes, no completos, no
seguros. Las dificultades sensoriales (por
1. humanos estáticos con atributos de
puma, enmascarados y armados
2. animales dinámicos cuya postura no
relata nada
desaparición o absorción de la pintura)
3. pumas entre animales a los que atacan
impiden esbozar una apreciación definitiva
4. víboras y zorros, a los cuales podría-
de lo que se ve, salvo de la parte central de
mos suponer como peligrosos y tam-
la escena. Podemos presumir que el resto de
bién competitivos con los humanos en
ella abundaba en animales. Lo interesante es
torno a los pequeños animales (el zorro)
que aquí los animales están sueltos, no
alineados, dispersos por la pared. Podría-
La
relatividad
de
los
signos
está
mos pensar que la cantidad insólita de
subordinada a su capacidad elocutiva (de
pumas desordenan y destruyen un universo
decir y de no decir). En este panel, el relato
natural primariamente armónico o que
lo sostienen los animales (dinámicos,
simplemente la escena describe un espec-
atacados), los humanos parecen -más bien-
táculo habitual y doméstico en esa tierra
estatuas hieráticas o modelo de viviente que
serrana.
necesita apelar a la potencia natural-
Sin embargo, debemos recordar que un
sobrenatural de los pumas puesto que se
signo es cualquier cosa puesta en lugar de
mimetizan con ellos. Ellos están en el centro
otra cosa y que vale por esa cosa (Auroux,
de un bestiario móvil. Las metáforas1 y las
1998: 85). Asimismo, “signo” se vincula
metonimias -dos formas complementarias
con dos sentido de uso habitual en las
de desplazar un significado desde un
disciplinas esotéricas y médicas: adivina-
significante a otro significante- violentan
ción y síntoma (ibídem: 86). Ambos de-
esa relatividad sintagmática porque ellas
bieran ser considerados cuando juzgamos lo
ocultan, tapan, desplazan lo que cada dibujo
que vemos y su relato general. En el arte
dice, de allí que sobredimensionen el carác-
10 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
ter mágico-adivinatorio de cualquier ritual.
rencial, todo lo que abarca el signo en su
La metáfora identifica dos términos entre
estructura). La connotación, en cambio,
los cuales existe cierta semejanza. La
constituye una lectura que desborda la
metonimia -en verdad, una clase de metá-
denotación: son los significados agregados,
fora- expresa “una parte del todo”: por
las metáforas las valoraciones personales y
ejemplo, un animal completo por su huella.
subjetivas. Donde termina la denotación
Ambas podrían aplicarse a este panel en
empieza la connotación y es ella la que nos
dos elementos gráficos: 1. las superpo-
permite abordar lo emotivo, lo simbólico, lo
siciones (animal sobre animal, línea sobre
mítico-ideológico (Cf. Dellera, 1996; Zec-
cola de animal, pintura sobre pintura,
chetto, 2006). No se trata de un contenido
grabado sobre pintura) ya que podríamos
individual solamente sino -y prioritaria-
suponer que ellas matan el signo anterior o,
mente- social y cultural.
por el contrario, que lo potencian, 2. el traje
La connotación siempre altera la deno-
de los humanos que culmina en orejas de
tación, la “fuerza” y forma parte de la
animal como parte simulada del animal
“interpretación” y de los imaginarios. Con-
total.
siste en la parte predicativa e ideológica de
Esta obra permite, asimismo, hacer una
la denotación que queda reducida a su
lectura más problematizada de su relato.
carácter informativo extensional (Zecchetto,
Para eso podemos evocar algunos concep-
2006: 146).2
tos de la semiótica de las imágenes (y de los
Podemos suponer la presencia de una
signos en general). Ésta ha descubierto, a lo
estructura elemental y otra profunda de lo
largo de su desenvolvimiento en el siglo
representado (Greimas y Courtés, 1992). La
XX, la importancia de dos dimensiones de
primera alude a la forma más simple de
lo sígnico: la denotación y la connotación.
significación que surge de la presencia de
No se trata solamente de una cuestión
los elementos operantes en el relato (este
sistematizadora sino que involucra lo que
arte rupestre) y, la segunda, a los procesos
los signos dicen y no dicen. La denotación
de afirmar y negar que también generen
es el proceso de lectura o momento de la
significaciones.
captación de los elementos constitutivos de
Los mitos, ante todo, son la materia de
los signos e imágenes (significados, signifi-
las formaciones fantasmáticas del pensa-
cantes, datos comunicados, cohesión refe-
miento humano, un juego de imaginación,
Centro de Investigaciones Precolombinas • 11
Ana María Rocchietti
deseo y plasma lingüístico, casi autode-
trucción pasional, secreta, no evidente, que
terminadas. La matriz sociológica mantiene
expresa asimismo una lógica sacrificial (que
a raya esta otra matriz libidinal porque tiene
está presente en todas las sociedades desde
un costo alto: el borde de la alucinación, el
los tiempos primordiales y que toma
delirio y la pérdida de realidad. Pero, no
muchas formas distintas) y una lógica
obstante, sin ella no podría la sociedad
lúdico-transformacional
reconocerse como tal ya que de ella manan
relato con todas sus posibles configuracio-
las creencias y acreencias que la mantienen
nes. Pero se trata -también- de una erótica
unida bajo una ideología. Es más: tienden a
constitutiva y seminal que está dotada de fe
formar sistema, como la lengua. Si no se la
(es decir, de creencia) y, por lo tanto, de
mantiene bajo control, tenderá a sustituir a
verdad “en” y “para” el sujeto.
que
articula
el
aquella otra más material y afectaría la
reproducción de la vida humana en el
CONCLUSIONES
sentido de Malinowski: los hijos, la comida,
el abrigo, la educación, el arte. Impediría el
funcionamiento
social.
Los
mitos
El mito es parte de un movimiento
se
existencial -y por consiguiente, histórico- de
comportan como los sueños. Pero los mitos
ordenamiento cósmico y de captación pul-
son relatados y los sueños son soñados,
sional-erótica. Solamente el desasosiego y la
reprimidos, proyectados, dichos. Unos y
imaginación podrían volverse fuente de un
otros pueden hacer las veces de “pantallas”
pensamiento que debe aprehender lo viviente
(Butler, 2009), de superficie blanca sobre la
y su contenido de femineidad, masculinidad,
cual eventualmente se proyecta el deseo
sexualidad, lo viviente y lo no viviente en su
humano ya sea porque ha sido reprimido y
magnitud primordial.
sortea las vallas de la prohibición (LéviStrauss sostenía que el principal es el
NOTAS
incesto), ya sea porque fluyen porque sí, por
el solo hecho de existir y ser parte de su
1. En griego: “recibir un nuevo nombre”.
naturaleza expresarse con carácter de
2. La visión actual de este problema lo
fantasía o arte.
expresa la afirmación de que todo lenguaje
Cada vez que registramos un mito,
se construye a través de la diferencia, es
estamos frente a una erótica, a una cons-
decir, a partir de aquello que no afirma. De
12 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
ese modo, sostiene Castoriadis (1992), el
es el conjunto de operaciones de producción
sentido de la imagen es anterior a la obra
de sentido en el interior de una materia
misma, el sentido opera a espaldas de la
significante dada y el imaginario, apoyán-
imagen, en el magma de simbolizaciones
dose en él, forja un modelo del mundo.
individuales y sociales. El código, entonces,
TEMA
IMAGEN ORGANIZADORA
Cacería
Puma
Animales en “tropa”
Camélidos
Animales agitados (¿anuncio de
lluvias?)
Ñandúes
“Adentro-afuera”
Poligonales cerradas
Parte por el todo o Huellas e
improntas
Huella de puma
Huella de ñandú
Huella de mano humana
Huella de pie humano
Orden nomádico o constelación (¿de estrellas?)
Constelación de puntos
Orden lineal (¿sucesión tem- Surcos
poral de ciclos o días?)
Cuadro 1. Temas del estilo Cuatro Vientos
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1992. La institución originaria de la
sociedad. Tusquets. Buenos Aires.
Arnheim, R.
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Butler, J.
Buenos Aires.
2009. Dar cuenta de sí mismo. Violencia
ética y responsabilidad. Amorrurtu. Buenos
Auroux, S.
Aires.
1998. La Filosofía del lenguaje. Editorial
Docencia. Buenos Aires.
Dellera, O.
1996. Los signos en la sociedad. Paulinas.
Castoriadis, C.
Bogotá.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 13
Ana María Rocchietti
Greimas, A. J. y J. Courtés.
Zechetto, V.
1982. Semiótica. Diccionario razonado de
2006. La danza de los signos. Nociones de
la teoría del lenguaje. Gredos. Madrid.
semiótica general. La Crujía. Buenos Aires.
Lévi-Strauss, C.
2007 [1975]. La vía de las máscaras. Siglo
XXI. México.
14 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Centro de Investigaciones Precolombinas • 15
Ana María Rocchietti
16 • Centro de Investigaciones Precolombinas
OCUPACIÓN HUMANA EN LA REGIÓN TUMBESINA:
SU IMPACTO EN LA FAUNA SILVESTRE
Luis Enrique Pollack Velásquez
Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Nacional de Trujillo (Perú)
[email protected]
RESUMEN
La primeras poblaciones humanas se asentaron en las cuencas de los valles costeros que
pertenecen al Bosque Seco Ecuatorial y conforman la Región Tumbesina, una área de
endemismos importante a nivel mundial. Nos propusimos estudiar el proceso de ocupación
humana en los bosques y su impacto en la fauna silvestre en el departamento La Libertad. Hemos
analizado crónicas, cerámicas, mapas y registros actuales. Las evidencias muestran que los
pobladores Mochica y Chimú, de cosmovisión holística, preservaron los bosques e hicieron uso
de ellos en forma responsable: caza selectiva y pastoreo controlado. Durante la conquista
española se produjo la extracción indiscriminada de leña y carbón para uso doméstico, industrial
y fundición de metales, llegando hasta la extinción y avance de la desertificación. En los últimos
cincuenta años se promueve el cambio de uso del suelo para ampliar la frontera agrícola con
cultivos de no tradicionales, destruyendo el ecosistema de bosques con la consecuente pérdida de
biodiversidad. En el marco del desarrollo sostenible, proponemos la creación de reservas
comunales para restaurar, proteger y conservar los bosques de algarrobo por los servicios
ambientales que brindan a nuestro planeta.
Palabras clave: Ocupación humana, Región Tumbesina de endemismos.
ABSTRACT
The first human populations settled in the basins of the Peruvian coastal valleys that belong to the
Equatorial Dry Forest and they form the Tumbes Region, an area of important endemism at world
level. We intended to study the process of human occupation in the forests and their impact in the
wild fauna in La Libertad department. We have analyzed chronic, pottery, maps and current
Luis E. Pollack Velásquez
registrations. The evidences show that Mochica and Chimú residents -who had holistic vision of
cosmos- preserved the forests and use them in responsible form. During the Spanish conquest it
took place the indiscriminate extraction of firewood and coal for domestic, industrial use and
foundry of metals arriving until the extinction and advance of the desertification. In the last fifty
years the change in the use of land promoted to enlarge the agricultural frontier with non
traditional cultivations, destroying the ecosystem of forests with the consequent biodiversity loss.
In the mark of the sustainable development, we propose the creation of communal reservations to
restore, to protect and to conserve the locust forests due to the environmental services that they
gives to our planet.
Key words: human occupation, Tumbes Region of endemism
INTRODUCCIÓN
recolección de mariscos. En un determinado
momento, modificaron su modo de vida y
H
ace unos 10.000 a.C. se movili-
decidieron asentarse en campamentos donde
zaban por la zona norte, pequeños
comenzaron a realizar actividades productivas
grupos de recolectores y cazado-
que en un principio se centraron en el cultivo
res nómades; posteriormente los pobladores de
de algunas plantas -que posteriormente logra-
las culturas Cupisnique, Mochica y Chimú,
ron adaptar para el desarrollo de la agricultura-
entre los años 200 al 850 d.C., tuvieron como
la domesticación de animales silvestres, la
sus principales centro de ocupación y asenta-
pesca con instrumentos, herramientas y embar-
miento urbano a los valles de la costa norte,
caciones en caletas y el desarrollo de una
que pertenecían a las principales cuencas
minería incipiente. Cabe destacar que los pri-
hidrográficas del Perú en donde primero
meros asentamientos se conformaron en aldeas
formaron aldeas y posteriormente grandes
en donde resolvieron algunas necesidades
centros urbanos (Canziani 1989; Castillo y
domésticas como descansar, comer, abrigarse,
Uceda 2007).
dormir y hacer vida en comunidad, mas no
La población en conjunto se desplazaba
como un centro de trabajo. Además está
siguiendo el movimiento de las manadas de
demostrado que el hombre precolombino ha
animales, combinando la caza con la recolec-
convivido con las aves y otros animales por
ción de frutos y raíces, sin excluir la pesca y la
milenios y que durante todo este tiempo ha
16 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
modificado los ecosistemas para satisfacer sus
ción son los montes ribereños de las cuencas
necesidades (Canziani 1989; Hocquenghem
hidrográficas de los ríos Tumbes, Piura, La
1998; Rostworowski 2005).
Leche, Reque, Zaña, Jequetepeque, Chicama,
Estos valles costeros, pertenecen al Bosque
Moche, Virú, Chao, Santa, Casma y Huaura
Seco Ecuatorial (B.S.E.) ubicado entre los
(Hocquenghem 1998; Mostacero et al. 2007;
paralelos LS 03º56’-13º11’ y LO 75º09’-
La Torre-Cuadros y Linares-Palomino 2008).
81º21’, correspondiéndole una superficie apro-
El algarrobo (Prosopis spp.) está considera-
ximada de 42.570 km2, que va desde los 0
do como un árbol de tronco leñoso, con ramas
hasta los 1000 m.s.n.m., en una franja de 100 a
ascendentes abiertas de color verde claro a
150 km. de ancho, con una temperatura y
oscuro, unas especies provistas de espinas y
precipitación promedio anual de 22º C y <120
otras sin ellas; es de tallo alto erguido o subin-
mm., respectivamente. La distribución de estos
clinado sinuoso, que permanece verde todo el
bosques es amplia e incluye la parte central y
año pues aprovecha las aguas subterráneas,
sur de la costa de Ecuador, desde el sur de la
debido a que posee raíces muy largas y sus
provincia de Esmeraldas, extendiéndose hasta
frutos son vainas de color amarillo ámbar de
los departamentos del norte de Perú: Tumbes,
un sabor dulce intenso (Mostacero et al. 2002).
Piura, Lambayeque, La Libertad y Ancash,
El desarrollo de estos bosques está influen-
que en conjunto presentan dos tipos de hábitat:
ciado por la confluencia de las corrientes de
Desierto Pacífico y Bosque Seco de Sabana
Humboldt y El Niño, que junto a su topografía
(Brack 1986; Hocquenghen 1998; Flanangan
variada, propician una diversidad de climas
et al. 2005; Venegas 2005; DarwinNet 2005;
locales que en muchos de los casos están
Novoa et al. 2010).
precedidas de una precipitación pluvial mode-
En esta faja costera existe una vegetación
rada que producen ambientes tan disímiles
típica conformada por bosques estacionales
como desiertos y bosques tropicales en distan-
secos de “algarrobo” Prosopis pallida, “espi-
cias muy cortas entre ellas, que luego del pro-
no” Acacia macracantha, “zapote” Capparis
ducto de un singular proceso evolutivo ha
scabrida y otras plantas arbustivas propias del
mezclado flora y fauna de ambientes áridos
B.S.E. así como paisajes muy áridos con
costeros, de la biota andina y de los bosques
algunos matorrales y lomas costeras situadas
lluviosos tropicales que a su vez han condicio-
sobre las primeras estribaciones de la Cordi-
nado la existencia de especies endémicas,
llera Occidental. Las zonas de mayor vegeta-
alrededor del 20% de 6300 especies de plantas
Centro de Investigaciones Precolombinas • 17
Luis E. Pollack Velásquez
y alrededor del 10% de 800 especies de aves
acutus, “cañán” Dicrodon holmbergi; “pava
que son de rango restringido (Uceda 1994;
aliblanca” Penelope albipennis, “cortarramas
Hocquenghem 1998; DarwinNet 2005; La
peruano” Phytotoma raimondii, “minero pe-
Torre-Cuadros y Linares-Palomino 2008).
ruano” Geositta periviana, “aguilucho dorsi-
Asimismo este ecosistema se ve influencia-
gris” Leucopternis occidentalis, “perico maca-
do por la presencia del Evento “El Niño”, que
reño” Brotogeris pyrrhopterus, “estrellita de
es considerado como una invasión de aguas
esmeraldas” Acestrura berlepschi ; el “oso
cálidas desde las profundidades del oeste y que
hormiguero” Tamandua americana, “ratón
dan como resultado una profunda alteración en
orejón gerbito” Phyllotis gebillus, “murciélago
las características físicas del Océano Pacífico
longirostro peruano” Platalina genovensium,
Tropical, cuyos efectos han tenido un impacto
“tigrillo” Leopardos pardales, “puma” Puma
en la infraestructura y economía de los pue-
concolor, “otorongo” Pantera onca, “oso de
blos. Sin embargo, las evidencias nos muestran
anteojos” Tremarctos ornatus, “venado de cola
que las primeras poblaciones aprendieron de
blanca” Odocoileus virginianus, “venado colo-
sus primeros efectos y ya en adelante se esta-
rado” Mazama americana, “sajino” Pecari
blecieron en lugares donde sus efectos eran
tajacu, “perro peruano sin pelo” Canis fami-
menos devastadores, como lo muestran las
liaris, “ardilla nuca blanca” Sciurs stramineus,
construcciones de la cultura Chimú, en parti-
“viscacha” Lagidium peruanum, entre otras
cular la ciudadela Tschudi. Esta situación se
(Ministerio de Agricultura 2004; Pacheco et
alteró con el crecimiento desordenado de las
al. 2009).
ciudades como consecuencia de las migracio-
Las especies endémicas son aquellas que
nes de comuneros que abandonaban sus tierras
están restringidas a ciertas áreas, en éste caso
en busca de nuevas posibilidades de subsisten-
hemos adoptado la definición de rango-
cia. En nuestra historia existen registros de
restringido de especies para aquellas que tie-
eventos extraordinarios del Evento “El Niño”
nen un rango mundial de menos de 50.000
que ocurrieron en los años 1578, 1721, 1828,
km2, aun cuando esta información puede ser
1878, 1891, 1925, 1965, 1973, 1983 y 1998.
considerada como referencial, puesto que exis-
La fauna de esta ecoregión está constituida
ten muchos vacíos en el conocimiento de la
por muchas especies endémicas que se encuen-
dinámica poblaciones de las especies que se
tran en alguna situación de amenaza, como es
encuentran en alguna condición de amenaza
el caso del “cocodrilo americano” Crocodylus
establecida por la Unión Internacional de
18 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Conservación de la Naturaleza (Stattersfield et
por los servicios ambientales que presta al país
al. 1998; Schulenberg, et al. 2010).
que lo posee y que lo ubica en ventaja
Respecto a su estado de conservación, los
competitiva con respecto a los demás, pero
bosques secos de la Región Tumbesina son
también ese beneficio redunda en toda la
uno de los ecosistemas más amenazados a
humanidad (Plenge 1997; Novoa et al. 2010).
nivel mundial; en la actualidad se calcula que
En tal sentido, el objetivo de nuestra
su extensión se encuentra entre 1 a 5% de la
investigación fue realizar un estudio prelimi-
cobertura original. Esta situación ha sido
nar del proceso de ocupación humana en los
causada por la presión humana con una
bosques y su impacto en la fauna silvestre en
población en continuo crecimiento -alrededor
el departamento La Libertad, en casos muy
de unos ocho millones de personas- que
específicos de las culturas Mochica y Chimú.
impulsada por la expansión urbana y amplia-
En perspectiva de conocer y revalorar las
ción de la frontera agrícola, genera demandas
técnicas tradicionales que permitieron la
para satisfacer necesidades de servicios bási-
supervivencia de especies y la preservación de
cos de saneamiento, vivienda, alimentación,
los ecosistemas porque fueron considerados
esparcimiento, caza y pesca e industrias
como espacios sagrados, pero que hoy sabe-
extractivas petrolera y minera; todo ello está
mos que son los lugares que nos brindan
ocasionando la fragmentación y destrucción
servicios ambientales esenciales para la vida
del hábitat y hacen que las especies se
del planeta y cuyo valor en muchos casos se
encuentren en alguna condición de amenaza,
pretende desconocer o sencillamente se afirma
provocando la pérdida de biodiversidad en
que son invalorables. Es así que la conserva-
forma alarmante (Holcquenghem 1998; Schu-
ción del Bosque Seco Ecuatorial es una prio-
lenberg et al. 2010).
ridad en la estrategia para la conservación de
En la política moderna de un país, que tiene
como su visión estratégica el desarrollo
la biodiversidad, la mitigación y adaptación al
calentamiento global.
sostenible de su pueblo, la creación, preservación y restauración de los espacios que
METODOLOGÍA
albergan gran diversidad biológica, belleza
paisajística, expresiones históricas y culturales,
El trabajo se realizó a través de consultas de
son compromisos inmediatos que se tienen que
tesis de pre y postgrado, libros, artículos de
asumir puesto que tienen un valor incalculable
revistas especializados en el tema, el análisis
Centro de Investigaciones Precolombinas • 19
Luis E. Pollack Velásquez
de algunas páginas Web de Museos de España
biodiversidad se refiere: los valles de las prin-
como el Museo Cervantes Virtual, las pinturas
cipales cuencas hidrográficas de la Vertiente
de Martínez de Compañón y en la visita virtual
Occidental de nuestro país. Si hacemos una
de los Museos de Arte; visitas guiadas en el
superposición de los mapas que nos muestran
Museo Larco Herrera, el Museo Tumbas
el fenómeno de ocupación de las culturas
Reales de Sipán y el Museo de Arqueología de
Cupisnique, Mochica y Chimú (Fig. 1), la
la Universidad Nacional de Trujillo; también
conquista española (Fig. 2) y el mapa actual de
se contó con la asesoría del Licenciado Luis
la Región Tumbesina de Endemismos (Fig. 3),
Sánchez Gavidia.
podemos afirmar que existe una coincidencia
muy alta entre ellos. Nuestra apreciación
concuerda con la propuesta de Hocquenghem
(1998) respecto a que los primeros pobladores
de Tumbes y Piura lo hicieron en las cuencas,
que son los lugares de mayor abundancia de
especies.
En principio, el movimiento de los habitantes nómades y posteriormente los primeros
asientos humanos mediante las aldeas y luego
con el desarrollo de los centros urbanos, nos
muestran que ellos se ubicaban en los valles de
los principales ríos de la costa norte de Perú,
como es el caso de los ríos Piura (Vicus), La
Leche, Lambayeque (Sipán, Pampa Grande),
Figura 1: Mapa de ubicación y dominio de la Cultura
Mochica. Fuente: Museo de Arqueología de la
Universidad Nacional de Trujillo (2010)
Zaña, Jequetepeque (San José de Moro, Pakatnamu), Chicama (El Brujo), Moche (Huacas
del Sol y la Luna), Virú (Huancaco, Castillo
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Tomabal), Chao, Santa (Castillo de Santa,
Guadalupito) y Nepeña (Pañamarca). Todas
En nuestra hipótesis preliminar se postula
estas zonas han tenido como vegetación típica
que los primeros cazadores y recolectores se
los bosques de algarrobo y arbustos, las comu-
asentaron en las zonas más ricas en cuanto a
nidades de monte ribereño y en algunos casos
20 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
las comunidades xerofíticas y lomales. En la
expansión. Y fueron los bosques de algarrobo
costa norte, en Pampas de Paiján y Pampa de
que sirvieron de sustento para la obtención de
los Fósiles (Cupisnique), se han encontrado
leña y carbón a fin de cubrir las necesidades de
evidencias que muestran diferentes tipos de
energía, que en su mayoría era utilizada en la
puntas y de herramientas líticas así como res-
fundición de metales, así como también para la
tos de campamentos. Existen evidencias que
actividad doméstica; con estas actividades se
utilizaron los espacios entre los bosques para
diezmaron extensas áreas de bosque (Rostwo-
la siembra de productos de primera necesidad
rowski 2005).
así como de algunas cucurbitáceas que les
sirvieron para la elaboración de utensilios para
beber y depositar otros objetos (Canziani
1989; Hocquenghem 1998).
Figura 2: Mapa del Obispado de Trujillo. Fuente:
www.cervantesvirtual.com
Figura 3: Mapa de ubicación de la Región Tumbesina.
Fuente: DarwinNet (2009)
Durante la llegada y establecimiento de los
españoles en nuestro país, las ciudades se
Los bosques del occidente de Ecuador y
construyeron alrededor de los representantes
noroccidente de Perú, conforman lo que se
de los poderes civil, político y religioso y
denomina la Región Tumbesina de Endemis-
también alrededor de los centros de produc-
mos (Fig. 3), una de las áreas más importantes
ción, que en su momento era netamente
a nivel mundial. Aquí han sido registradas 55
extractiva y que estaban expresados en una
especies de aves endémicas y muchas especies
industria incipiente y minería en proceso de
de flora y fauna exclusivas de esta Región. Sin
Centro de Investigaciones Precolombinas • 21
Luis E. Pollack Velásquez
embargo, se calcula que más del 70% de los
folia y “carrizo” Arundo donax (Franke et al.
bosques originales ya han desaparecido, por lo
2005; DarwinNet 2009; Mostacero et al.
que se considera una de las cuatro prioridades
2002).
de conservación a nivel mundial según
Respecto al manejo de la fauna, que es el
BirdLife Internacional (Naturaleza & Cultura
tema que nos convoca, todas la evidencias
2003).
existentes desde los Cupisnique, pasando por
Los ríos del sistema hidrográfico del Pací-
los Mochica, hasta los Chimú, nos muestran
fico están caracterizados por crecidas tempora-
que estos pobladores han observado con
les, generalmente en verano, y son ríos de
mucho detenimiento la naturaleza, que les ha
corto recorrido que tienen sus nacientes en la
permitido entender los ciclos de los diferentes
región andina. Muchos de ellos permanecen
pisos ecológicos y el rol de cada uno de los
secos durante gran parte del año como es el
componentes faunísticos lo que les permitió
caso de los ríos La Leche, Zaña y otros ríos
vivir en armonía con la naturaleza. La icono-
que tienen un régimen irregular.
grafía Mochica nos muestra la labor de los
En el B.S.E. las comunidades más impor-
recolectores de caracoles y tunas que la lleva-
tantes son: los bosques secos, que crecen en
ban a cabo en las comunidades lomales para la
zonas de colinas, dependen de las lluvias, son
obtención de proteína de origen animal, frutos
caducifolios y se caracterizan por la presencia
y fibra de origen vegetal (Fig. 4).
de árboles de “ceibo” Eriotheca discolor,
“guayacán” Tabebuia impetigiosa, “hualtaco”
Loxopterygium huasango, “papelillo” Bougainville peruviana y el “uveral” Cordia lutea.
Las sabanas, que tienen como principales
especies arbóreas el ceibo, el hualtaco, el
espino, el algarrobo y algunas cactáceas. Los
Figura 4: Recolectores de caracoles y tunas en
bosques de galería que crecen junto a los ríos y
comunidades Lomales (Lavallée 1970)
cauces secos dependiendo del agua subterrá-
Así como también se muestran escenas en
nea, que están conformados por matorrales y
las cuales se rinde tributo a los grandes señores
árboles como “algarrobo” Prosopis pallida,
mediante la ofrenda de los productos de la
“espino” Acacia macracantha, “suce” Salix
pesca y colecta de mariscos en una escena
humboldtiana, “pájaro bobo” Tessaria integri-
donde aparecen la “llama” Lama glama, como
22 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
animal de carga, perros, un zorro, un mono
siones que en la actualidad nos sorprende; este
degollado y un personaje estilizado como un
es el caso de la representación de un “totoral”,
venado, cola de reptil y un tocado con la
que en la actualidad ha sido caracterizado
representación de un cóndor que muestra la
como un humedal, en el que se puede apreciar
relación del poder (Fig. 5).
a todos los elementos: la flora “totora” Scirpus
californicus, los peces y las aves en sus dos
microhábitat, el nido de “totorero” o “junquera” con sus crías, posiblemente Phleocryptes
melanops y la “garza blanca chica” Egretta
thula (Fig.9).
Figura 5: Ofrenda de moluscos para el Gran Señor
(Lavallée 1970)
Para abastecerse de productos de primera
necesidad y ricos en proteínas los pobladores
Mochicas y Chimú fueron diestros en las
faenas de pesca, no solo de orilla sino también
de alta mar; es por ello que construyeron sus
balsas o “caballitos de totora” y otros aparejos
Figura 7: Representación estilizada un pescador
utilizando un anzuelo (Lavallée 1970)
como sogas, “paletas” y anzuelos utilizando
espinas y otros objetos (Fig. 6, 7 y 8).
Figura 8: Captura de lobos marinos (Lavallée 1970)
Figura 6: Escena de pesca con la ayuda de “caballito
de totora” y otros aparejos (Lavallée 1970)
Asimismo se presenta un conocimiento
muy detallado de los ecosistemas, con preci-
Figura 9: Escena de pesca en un humedal (Lavallée
1970)
Centro de Investigaciones Precolombinas • 23
Luis E. Pollack Velásquez
En los ceramios la observación era más
Una mención particular merecen las comu-
completa, porque el artesano tenía una idea del
nidades lomales en las zonas desérticas, que
conjunto, de la secuencia y del espacio en el
fueron utilizadas para la obtención de alimento
que se desarrollaba la actividad y se presen-
como los “caracoles” Scutalus proteus y de
taban las actividades vitales para la supervi-
materia prima que era utilizada en la fabri-
vencia tanto del hombre como de las especies,
cación de utensilios como las puntas, agujas,
como es el caso de aves rapaces alimentándose
anzuelos, piedras para moler. Asimismo se
de pequeños reptiles y peces, pero también
constituyen en corredores biológicos que le
escenas en las que se muestra el impacto de los
dan continuidad a las zonas ecológicas entre la
roedores que se encuentran en reproducción en
costa y los valles interandinos (Uceda 1994).
los terrenos de cultivo y en las plantas cose-
La representación de los mamíferos ha
chadas. En la primera imagen superior izquier-
tenido una consideración muy especial. Para el
da presentada se puede apreciar a un personaje
caso de los camélidos ellos les servían de
utilizando la cerbatana para la captura de aves
fuente de alimento pero también eran utiliza-
y pequeños mamíferos, a continuación recolec-
dos en el transporte y carga; los monos servían
tores de caracoles, un personaje ahuyentando
como alimento, los felinos como alimento y
lobos marinos, aves de humedales capturando
símbolo de poder y los perros eran utilizados
peces; en el nivel inferior un personaje frente a
en la cacería y en ceremonias mágico religio-
un venado, un cóndor con un reptil en las
sas. Un particular detalle los constituyen las
garras, la representación de un pez y roedores
ardillas (Fig. 11) que han sido representadas en
alimentándose de vegetales y en proceso de
los frisos del Palacio Tschudi de Chan Chan.
reproducción (Fig. 10).
Se podría entender su abundancia por el hecho
de que en sus alrededores ha existido un
extenso bosque de algarrobo que tenía conexión con la loma del Cerro Campana y el
contrafuerte andino, que como sabemos en la
actualidad es utilizado como un corredor
biológico por los animales que migran de las
partes altas hacia las lomas en donde encuentran alimento principalmente en las tempo-
Figura 10: Cerámica mostrando diferentes actividades
de la vida diaria
24 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
radas de setiembre a diciembre, donde la
que se puede apreciar frutos de “espino”
vegetación es abundante (Fig. 12).
Acacia macracantha y “boa” Boa constrictor
que depredan “lagartijas” Microlophus sp. y
“cañanes” Dicrodon holmbergi; es conocido
que las lagartijas construyen sus madrigueras
en las partes duras y arcillosas de los arenales,
en donde también llegan las boas para
conseguir su alimento consistente en pequeños
Figura 11: Frisos del Palacio Tschudi del Complejo
roedores, huevos de aves y lagartijas (Fig. 13).
Arqueológico Chan Chan (izquierda) en la que se
presentan una “ardilla de nuca blanca” (Sciurus
stramineus) (derecha). Fuente: Luis Pollack (2009)
Figura 13: Escenario de paisaje desértico en el que una
boa depreda a una lagartija. Fuente: Lavallée (1970)
A
En el paisaje desértico cabe un comentario
B
adicional puesto que los Mochicas y posiblemente los Chimús, se constituyeron en recolectores y consumidores de animales menores,
principalmente las lagartijas (Fig. 14). Las
lagartijas, más comúnmente conocidas como
“cañanes”, pertenecen a la especie Dicrodon
C
D
Figura 12: Cerámica con representación de mamíferos.
guttulatum y su consumo se evidencia en
fogones, ceramios y representaciones de la
A. Venado. B: monos. C: felino. D: cánido. Fuente:
iconografía. Aquí se puede comentar que en
Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera
nuestro trabajo de investigación es muy
posible que estemos trabajando con la misma
Otro escenario que ha sido muy bien
especie. En las Figuras 15A y B se pueden
representado es el de las zonas áridas, en el
observar las grandes coincidencias morfoló-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 25
Luis E. Pollack Velásquez
gicas, con la salvedad del color, pero los
tos y lógicamente en ambientes diferentes. Por
diseños son los mismos. Esta actividad era
un lado el acarreo a cargo del personaje con
realizada por un grupo familiar en la que la
ayuda de un instrumento parecido a una
labor de colocar las trampas, que eran confec-
“paleta” que hace a un ejemplar de venado
cionadas con carrizo (Fig. 16), la realizaban
macho; de acuerdo a la imagen (Fig. 17A) es
los padres y la colecta en pequeñas bolsas era
muy posible que se trate de la especie Mazama
realizada por los hijos; esta experiencia se fue
americana “venado colorado” macho, tenien-
transmitiendo a lo largo de las generaciones y
do como fondo una red confeccionada con
aún perdura hasta la actualidad en algunas
lana, árboles de “espino” Acacia macracantha
poblaciones de San Pedro de Lloc, Virú y
y unas plantas de tuna que son propias de
Chao (Gálvez et al. 1999; Pollack et al. 2007).
ambientes desérticos cerca de las lomas. En la
otra imagen (Fig. 17B y C) se observa a un
personaje con vestimenta distinta, pero esta
vez armado de una “estólica”, una especie de
lanzador de dardos; en esta escena se aprecia
un perro, que posiblemente sirvió para ahuyentar, la red de lana, el árbol del “algarrobo”
Prosopis pallida y un ejemplar macho de
Figura 14: Diferentes especies de lagartijas
representadas en la iconografía Mochica. Fuente:
“venado de cola blanca” Odocoileus virginianus. Esto nos da una idea respecto a la selec-
Lavallée (1970)
ción del sexo que tuvieron para realizar la
captura y al hábitat de cada uno de ellos.
Sin embargo, a partir de la conquista espaA
B
ñola, se puede apreciar el inicio de una caza
Figura 15: Representación del “cañán” (Dicrodon
indiscriminada de especies, hecho que ha sido
guttulatum). A) Iconografía Moche. Lavallée (1970). B)
retratado en las pinturas de Martínez de Com-
Foto reciente de un “cañán” en semicautiverio. Luis
pañón (Fig. 18, 19 y 20) en donde se muestran
Pollack (2009)
diferentes escenas de cacería de aves, venados
Cuando se trataba de animales mayores,
y del oso de anteojos, respectivamente. Las
como por ejemplo los venados, la iconografía
dos primeras especies podrían ser utilizadas en
nos muestra una faena en dos grandes momen-
la alimentación, pero en el caso del oso de
26 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
anteojos, es muy probable que esté asociado a
A
la cacería pensando que se trata de un animal
agresivo que se “comía” a la crías de los
animales, hecho que es insólito porque el oso
de anteojos es herbívoro y solo en condiciones
muy particulares, como su defensa, puede
agredir a otros animales.
B
Figura 16: Trampa confeccionada con carrizo
“chinchorro” que se utiliza en la actualidad para
capturar “cañanes”. Fuente: Luis Pollack (2009)
En los últimos años el impacto que vienen
recibiendo los bosques de algarrobo es
impresionante, por un lado tenemos la tala
para obtener leña como fuente de energía (Fig.
C
21); por el otro, la obtención de carbón, que se
Figura 17: Escena de acarreo y cacería del venado en
utiliza principalmente en el negocio de los
su hábitat: A) Mazama americana. B y C) Odocoileus
restaurantes que preparan “pollo a la braza”
virginianus. Fuente: Lavallée (1970) y Luis Pollack
(2010)
(Fig. 22) y la quema de los últimos reductos de
bosque en la zona de Virú por parte de las
Como se puede apreciar en la presente de
empresas que se dedican a la agroexportación
investigación, se ha aprendido muy poco de la
(Fig. 23).
experiencia ganada por los pobladores preco-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 27
Luis E. Pollack Velásquez
lombinos (Culturas Cupisnique, Mochica y
Áreas Naturales Protegidas. Además porque
Chimú) con respecto al ecosistema, su biodi-
los Gobiernos Locales bajo el principio de su
versidad y la conservación y vida en armonía
gestión con Responsabilidad Ambiental están
con la naturaleza. Entre las principales ame-
en la obligación de cuidar estos ecosistemas y
nazas que presentan estos ecosistemas son la
comprometer a la comunidad para que asuman
pérdida de hábitat por ampliación de la fron-
este reto y encuentren en ellos una fuente de
tera agrícola, tala de árboles para la obtención
sustento económico, ya sea a través de la
de leña, preparación de carbón vegetal y el
elaboración de artesanía, obtención de produc-
sobrepastoreo (Hocquenghem 1998).
tos para consumo, la oferta turismo vivencial,
el guiado a estudiantes, público en general y
apoyo logístico a investigadores.
Figura 18: Captura de aves utilizando trampas con
carrizo y semilla. Fuente: Martínez de Compañón
(1782-1785)
Figura 19: Captura de venados utilizando lanzas
clavadas en el suelo. Fuente: Martínez de Compañón
La propuesta de creación de Reservas
(1782-1785)
Comunales para restaurar, proteger y conservar los bosques de algarrobo, se sustenta en la
Otra forma que podría promoverse es la
existencia de pequeñas áreas de bosque y
educación a los pobladores para que utilicen
médanos en la faja costera de La Libertad, que
cocinas o fogones con ramas pequeñas y la
albergan especies endémicas y que se encuen-
boza del ganado y en el mejor de los casos que
tran en algún estado de amenaza, amparados
se puedan implementar otras formas de
en la normatividad del Servicio Nacional de
obtener energía, como por ejemplo los paneles
28 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
solares, con un diseño adaptado a la economía
de las familias con el apoyo de la inversión
privada o iniciativas de Organizaciones No
Gubernamentales.
Figura 21: Tala del bosque de algarrobo para obtener
leña en el Bosque El Cañoncillo. Fuente Luis Pollack
(2009)
Figura 20: Captura del oso de anteojos (Tremarctos
ornatus). Fuente: Martínez de Compañón (1782-1785)
Luego de la última reunión de los países
implicados en la emisión de los gases de efecto
invernadero (Copenhague 2009), los compromisos asumidos son muy débiles. Los posibles
escenarios si la temperatura se elevara en 1º o
2º C, mostrarían efectos devastadores para las
Figura 22: Obtención de carbón en el Bosque de Virú.
diferentes especies de flora y fauna y mucho
Fuente: Luis Pollack (2009)
más para los humanos. En esa perspectiva
nuestra propuesta está orientada a que la con-
BIBLIOGRAFIA
servación del Bosque Seco Ecuatorial, es una
prioridad en la estrategia para la conservación
Brack, A.
de la biodiversidad, la adaptación y mitigación
1986. Las ecorregiones del Perú. Boletín de
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32 • Centro de Investigaciones Precolombinas
Herpetofauna
del
Bosque
Seco
HEREDEROS DE CHAN CHAN. NO SE TRATA DEL
PATRIMONIO CULTURAL. PROBLEMAS EN TORNO
A LA GESTIÓN E INTERVENCIÓN EN SITIOS
ARQUEOLÓGICOS CON ESTRUCTURAS
ARQUITECTÓNICAS MONUMENTALES
María Laura Gili
Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Villa María.
Investigadora Adscripta CIP.
[email protected]
RESUMEN
El presente trabajo se realiza en el marco del Convenio Interinstitucional de Apoyo Mutuo entre el
Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González, el Centro de Investigaciones
Precolombinas, ambos de la ciudad de Buenos Aires, Argentina y el Instituto Nacional de Cultura
La Libertad de la ciudad de Trujillo, Perú. Realizamos trabajo de campo en base a la observación de
estructuras y ambientes arqueológicos monumentales, ubicados en la costa norte peruana,
testimonio de los pueblos Mochica y Chimú. Los complejos visitados están siendo intervenidos
según criterios patrimoniales consecuentes con políticas culturales internacionales elaborados por
UNESCO, ICOMOS, entre otros. Es un caso privilegiado de observación de acciones de gestión
cultural y políticas patrimoniales vinculadas a sitios arqueológicos insertos en poblaciones nativas.
Aquí revisamos el caso del Complejo Arqueológico Chan Chan.
Palabras clave: bienes culturales, guiones museográficos, historia, gestión
ABSTRACT
The present work carries out in the frame of the inter institutional agreement of mutual support
between the Joaquin V. Gonzalez Institute of Professorship, the Center of Pre-Columbian
Investigations (Buenos Aires city, Argentina) and the Regional Office of Culture – La Libertad
(National Institute of Culture) (Trujillo city, Peru). We realize field work on the basis of the
observation of structures and archaeological monumental environments located in the northern
Peruvian coast that give testimony of Mochica and Chimú peoples. The complexes that were visited
María Laura Gili
are being controlled according to patrimonial consistent criteria according to international cultural
policy elaborated by UNESCO, ICOMOS, among others. It is a privileged case for observing
actions and cultural heritage policies for cultural management linked to archaeological sites inserted
in native populations. Here we check the case of Chan Chan Archaeological Complex.
Key words: cultural goods, museum outline, history, management
COMPLEJO ARQUEOLÓGICO CHAN
cultivan frutas como la lúcuma, chirimoya,
CHAN: CONTEXTUALIZACIÓN
guayaba, palta, etc.
ARQUEOLÓGICA
La economía de costa se basó en la agricultura y la domesticación del agua con el
desarrollo de complejos sistemas hidráulicos
L
a costa norte de Perú es un espacio
asociados a centros ceremoniales de espectacu-
geográfico de 700 km. de largo y 200
lares dimensiones.
km. de ancho compuesto de llanuras
A su vez, el Perú norcosteño es una región
desérticas, colinas, cerros elevados y ríos
próspera en monumentos arqueológicos fabrica-
surcando valles en dirección E-O generalmente.
dos en tierra, barro, adobe o adobón. Campana
Los años en que se reitera el fenómeno climá-
Delgado (2000), quien realizara un exhaustivo
tico denominado El Niño, las lluvias se intensi-
estudio de las tecnologías constructivas norcos-
fican y, con ellas, el caudal de agua de los
teñas, señala una serie de condiciones básicas a
cauces fluviales permanentes, que normalmente
tener en cuenta para establecer un patrón de
permanecen secos. Esto incide notoriamente en
análisis en las tecnologías de tierra empleadas
la arquitectura prehispánica monumental, en
en la construcción; dichas condiciones, deben
adobe, predominante en el área.
buscarse en sitios que:
Entre los 0-500 m.s.n.m. predomina el clima
tropical, al norte; templado, en el centro y sur.
La fauna es variada y abundante en peces,
mamíferos y aves marinas. Elementos estos
siempre presentes en la decoración de muros
arqueológicos. Entre los 500-2300 m.s.n.m. se
presentan valles interandinos, entre quebradas y
a. den evidencia de construcciones tempranas,
b. muestren diversidad de procesos de poblamiento con materiales diferentes,
c. evidencien etapas constructivas y procesos experimentales.
relieves accidentados. En los valles se realizan
Según el autor, el Valle de Moche, puede
cultivos y despliegan centros poblados; se
ser entendido como un espacio experimen-
34 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
tal antiguo (Campana 2000: 13-15). Si bien
los ríos a la costa desértica, abasteciendo de
siempre fueron utilizadas como técnicas
agua las zonas de regadío. También utili-
constructivas las estructuras en adobe, sobre
zaron el agua del subsuelo por medio de los
el siglo IX de la era, comienza a desarro-
huachaques o cisternas.
llarse allí el reino Chimú, que concluiría
Su extensión original era de 20 km²,
con un gran centro ceremonial en Chan
aproximadamente; su extensión actual (zo-
Chan, hacia el 1450. Con anterioridad, en-
na intangible) es de 14.15 km²; tiene una
tre el 100 al 600 d.C., la cultura mochica se
altitud de 16 m.s.n.m. y se sitúa a 550 km.
había desarrollado en la región.
de Lima y a 5 km. de la ciudad de Trujillo.
La economía chimú se sustentó en la
UNESCO la incorporó en la lista del patri-
agricultura y cría de animales complemen-
monio mundial el 28 de noviembre de 1986.
tadas con pesca, caza y producción artesa-
La Ciudad Sagrada de Chan Chan es el
nal. Se destacaron en sus construcciones las
asentamiento urbano más grande del reino
técnicas urbanísticas e hidráulicas, también
Chimor. Está situada en la margen derecha
en el trabajo de los metales y en la produc-
del valle de Moche, en el actual distrito de
ción de tejidos.
Huanchaco, provincia de Trujillo, departa-
El Complejo Arqueológico Huacas del
mento de La Libertad. El complejo arqueo-
Sol y de la Luna y el Complejo Arqueoló-
lógico se divide en dos grandes áreas: área
gico El Brujo, Huaca Cao Viejo, son ejem-
nuclear (ciudadelas, anexos, subanexos,
plos de la cultura moche en la región de la
arquitectura intermedia y barrios populares)
costa norte peruana.
y área marginal (graneros, depósitos, cami-
El Complejo Arqueológico Chan Chan,
nos, pirámides, diques, lagunas, murallas
perteneciente a la cultura chimú, fue ocupa-
limítrofes y de circunvalación, cementerios,
do durante unos 600 años hasta la anexión
acequias, huertos).
del Reino Chimor al Tahuantinsuyo, por los
Su disposición urbanística da cuenta de
Inka, sobre el 1470 d.C. Abarcó unos 15
una fuerte estratificación social, con edifi-
km², entre palacios y construcciones inter-
cios diferenciados según la posición econó-
medias, barrios populares y cementerios en
mica-social de sus pobladores. A su vez, las
las inmediaciones, murallas, caminos e
áreas amuralladas poseen un solo acceso,
instalaciones agrícolas en la periferia. Una
denotando mayor control en el ingreso y
extensa red de canales cubría el área desde
egreso de personas. Las paredes de los
Centro de Investigaciones Precolombinas • 35
María Laura Gili
palacios fueron decorados con relieves y
mente. Allí, las influencias recibidas por
pinturas. Los últimos estudios estiman que
otros grupos representan instancias de in-
los distintos palacios se fueron construyen-
vención, evolución y desarrollo de tradicio-
do a medida que moría uno de los reyes.
nes tecnológicas. Si bien Chan Chan se
Cada nuevo gobernante hacía construir un
encuentra asentada sobre una gruesa grave-
nuevo recinto y el anterior quedaba como
ra de origen aluvial que le otorga estabili-
templo, custodiando la momia del anterior
dad a sus construcciones, tuvo en diferentes
jefe.
momentos de su historia, movimientos
Los comienzos de Chan Chan como urbe
telúricos que destruyeron sus edificios. Con
se remontan al siglo X de nuestra era. Los
el tiempo, esto generó una técnica construc-
relatos tradicionales le adjudican su funda-
tiva flexible, que eludía en parte las fuerzas
ción al personaje mítico Taycanamo o
sísmicas. Probablemente, lo dicho explique
Tacaynamo, creador del reino Chimú. Sus
las formas de asentar los adobes que en ella
descendientes fueron quienes gobernaron
se pueden observar.
hasta mediados del siglo XV, cuando el
reino Chimor cae bajo el dominio Inka,
CHAN CHAN: POLÍTICAS DE
entre el 1460 y 1480.
GESTIÓN
A fines del siglo XIII, Chan Chan era el
centro urbano más extenso de América del
El Complejo cuenta con un museo de
Sur, y a mediados del siglo XV (1450 d.C.)
sitio que posee varias salas. En la primera
el reino de Chimor ocupó más de 1000 km.
se procura ubicar cronológicamente al
de la costa peruana, sobre un área de 40.000
espectador en el Área Nuclear Andina. Otra
km². Dentro de este territorio hubo un gran
sala está dedicada a los distintos tipos de
número de poblaciones asentadas entre el
construcciones de viviendas, templos, pala-
río Zarumilla (Norte) y el río Chancay (Sur)
cios, etc.; en ella, también se pueden
y desde el Pacífico hasta la parte baja de la
observar los materiales de construcción
Cordillera de los Andes.
tales como: adobes, maderas de huarango.
La arquitectura monumental en adobe de
En otra sala se divisan cerámicas, textiles,
Chan Chan, evidencia la culminación de un
utensilios de trabajo, ídolos, etc. Todas las
proceso constructivo particular a la región
salas poseen escenificaciones en tamaño
norcosteña y al valle de Moche, específica-
natural de instancias de la vida cotidiana,
36 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
rituales y ceremoniales. Una sala interactiva
lengua chimú (Campana 2006). Así se
presenta un espectáculo de luz y sonido
reconocen:
sobre una maqueta del complejo que ocupa
todo el piso de la habitación. Su guión
recrea la historia, la cotidianeidad y las
etapas de expansión del pueblo Chimú. La
sala está computarizada y presenta dioramas, maquetas y restos de objetos pertenecientes a la citada cultura.
Al ingresar al sitio hay un centro
informativo con sala explicativa y locales
comerciales. Sólo se ingresa con el acompañamiento de guías (Fig. 1).
Las visitas al complejo se realizan en el
Palacio Tschudi o Nik-An que tiene sectores reconstruidos siguiendo la lógica de
monumentalización de la década de 1960
(Fig. 2). Este sector es el único habilitado al
ingreso de visitantes. Sin embargo, la ciudad cuenta con nueve (9) unidades constructivas más. Son los denominados conjuntos amurallados con estructuras menores en
su interior de características semejantes.
En el siglo XIX se iniciaron los estudios
Figura 1: Sector de recepción. Museo de Sitio
Complejo Arqueológico Chan Chan, Trujillo, Perú
 Squier, Fochic-An (Casa del Norte)
 Gran Chimú, Utzh-An (Casa Grande)
 Bandelier, Ñain-An (Casa de las Aves)
 Ulhe, XllangChic-An (Casa del Oriente)
 Chayhuac,
Chayhuac-An
(Casa
de
interesados en registrar y mapear la ciudad
Chayhuac)
de Chan Chan. Desde entonces, cada con-
 Tschudi, Nik-An (Casa del Centro)
junto arquitectónico fue tomando el nombre
 Rivero, Chol-An (Casa Nueva)
de quien lo trabajaba. Actualmente el traba-
 Laberinto, Fechech-An (Casa del Occi-
jo de los arqueólogos peruanos en el sitio le
dente)
ha devuelto su denominación de origen en
 Tello, Tsuts-An (Casa Pequeña)
Centro de Investigaciones Precolombinas • 37
María Laura Gili
 Velarde, Ñing-An (Casa del Mar)
ideologías políticas entre fuerzas irreconciliables de la oligarquía sanchecerrista, el
En el siglo XX, un acontecimiento bisa-
aprismo y el socialismo. En julio de 1932,
gra de la historia política peruana, la tuvo
un levantamiento contra la dictadura de
como escenario dramático: la Masacre de
Sánchez Cerro, en Trujillo, culminó en la
Chan Chan del 7 de julio de 1932 (Bonilla
feroz represión conocida como la Masacre
2009: 110-111). El acontecimiento merece
de Chan Chan, donde murieron cerca de
ser destacado en la historia del uso de la
seis mil personas. Los cuerpos fusilados no
ciudad de Chan Chan. El militar Sánchez
fueron enterrados, permanecieron esparci-
Cerro se encontraba en el gobierno, ejer-
dos entre los muros de la ciudad de adobe y
ciendo una política oligárquica y fuerte-
en las pampas de la costa norcosteña.
mente represiva de las fuerzas políticas que
Los problemas de patrimonio que pre-
se venían desarrollando en las décadas ante-
senta el Complejo Arqueológico Chan
riores en el país con José Carlos Mariátegui
Chan, se visualizan en relación con la
y Víctor Raúl Haya de la Torre.
sociedad y con los organismos de gestión
afectados al complejo. Se pueden diferenciar cuatro aspectos:
 ocupación de terrenos en el área
intangible por agricultores, a quienes
llaman invasores;
 saqueos de huaqueros;
 utilización del sitio como área de esparcimiento, ciclistas y motociclistas; creci-
Figura 2: Palacio Tschudi o Nik-An. Sector
audiencias. Complejo Arqueológico Chan Chan,
Trujillo, Perú
El historiador peruano Heraclio Bonilla
miento demográfico, hay barrios que ya
lindan con el sitio;
 delincuencia provocada por el turismo
que se sale de las áreas vigiladas;
(2009) sostiene que la Masacre de Chan
 superposición de tareas entre el INC-La
Chan marca la transición entre el siglo XIX
Libertad y la Unidad Ejecutora 110 en sus
y el XX en el Perú y en lo que sería, de allí
decisiones sobre Chan Chan. Ambas con
en más, la confrontación de clases e
sede en la ciudad de Trujillo.
38 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
En el 2006 el gobierno de Perú crea la
taje aceptó, siempre y cuando reconocieran
Unidad Ejecutora 110, a cargo del Dr.
la autoridad de la Unidad Ejecutora (UE).
Cristóbal Campana, destinada a la conser-
 Desde la presencia de la UE sacaron seis
vación y salvaguarda de Chan Chan, en el
invasores, ahora hay once. Es decir, la
marco del Plan Maestro para la Conser-
situación es compleja y de permanente
vación y el Manejo del Complejo Arqueoló-
avanzada.
gico Chan Chan, realizado por el INC en
 Se han organizado entre los campesinos
1987 y aprobado en el 2000, con un presu-
allí asentados ONG`S inscriptas en Europa
puesto de 10 millones de soles. A partir de
(Holanda, Bélgica). Reclaman por derechos
entonces, se trabaja en asuntos de limpieza
humanos. No advierten que su principal
y de orden ambiental como son los efectos
derecho es poder “comer” en Chan Chan,
del clima, de la humedad, de la salinización
donde viven.
de los muros, los niveles de las napas
 La situación es compleja. Los intentos
freáticas (al aumentar demasiado dañan los
por organizarlo se derivan en proyectos de
muros, sus frisos y patios).
restauración, de creación de un Parque
Forestal que integre el sitio a la ciudad y dé
Entrevista al Dr. Campana (1). Prin-
empleo a los pobladores de la región, a los
cipales aspectos en relación a la gestión
campesinos.
de Chan Chan:
 Parque Forestal. Proyecto que se piensa
Relación con los campesinos-invasores
integrado a la ciudad, con una cobertura de
que ocupan el área intangible de Chan
72 ha, con auditorio, museo, parques
Chan:
temáticos, etc.
 En los últimos cuarenta años la relación
 La UE, desde su inicio, asume el vínculo
ha sido conflictiva.
con los campesinos invasores con un
 Entre los campesinos-invasores que se
equipo de arqueólogos y abogados.
asientan en el área intangible de Chan
 Si bien al inicio la relación fue tensa,
Chan, hay gente que está desde 1870. En
últimamente se han acercado los vecinos
ese caso, pueden seguir donde están, res-
informados de la proyección del parque
petando caminos, muros, demás construc-
forestal, van arreglando sus casas, los
ciones. Hasta el momento, un alto porcen-
frentes, los jardines, etc.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 39
María Laura Gili
 Entre los campesinos-invasores, Pueblo
Chan Chan. El programa les brinda también
Joven de la Esperanza es el más conflictivo.
información
Allí están trabajando con la elaboración de
distintos aspectos:
artesanías procurando organizarlos comer-
o Valor por el trabajo, con el eje hombre-
cialmente.
trabajo, valorando la labor de los antepa-
arqueológica
promoviendo
sados;
Problemas de conservación de estructu-
o Valorar la capacidad artística de los
ras:
antepasados;
 El Plan Maestro sobre Chan Chan limita
o Conocer quiénes fueron las sociedades
las acciones que se pueden y que no se
antepasadas.
pueden hacer en materia de conservación.
 Mujeres de Chan Chan. Actualmente
 El único espacio que está permitido abrir
trabajan 486 obreros en el complejo. Mu-
al público es el Palacio Tschudi o Nik-An.
chos de ellos son mujeres que prefieren
Sin embargo, en el Palacio Velarde se
trabajar en Chan Chan a otro tipo de trabajo
encuentran los frisos más bellos pero no se
informal en la ciudad (ej.: trabajo domés-
los puede mostrar. Se los tapa ¿para qué
tico). Destaca el fino trabajo que realizan y
sirven entonces?
su precisión.
 En Chan Chan todo lo que se ve, son
 El trabajo de los huaqueros le ha quitado
réplicas. Y nadie reclama.
suelo a los muros. Esto suma un problema a
 El plan autoriza la intervención en los
los trabajos de restauración.
muros perimetrales, la reforestación.
 Los trabajos de restauración deben se-
 La idea central de la actual dirección es
guir las normas de los convenios interna-
que la gente del lugar sienta orgullo de su
cionales; por ejemplo, aquella que sostiene
pasado y reivindique su identidad local y
la mínima intervención. Y aquí la dificultad
nacional.
dado que, por el accionar de los hauqueros,
 Se han puesto en marcha programas
en muchos casos los muros deben ser muy
específicos al respecto, como por ejemplo
intervenidos para evitar que se derrumben
“Ciudadanos de Chan Chan”, orientado a
por completo.
los niños escolarizados. Hoy cuenta con
 Otro aspecto que se observa siguiendo
22.000 niños inscriptos, de los cuales 8000
los
están aprendiendo karate para defender
nuevos es la arqueológica cognitiva. Las
40 • Centro de Investigaciones Precombinas
lineamientos
teórico-metodológicos
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
nuevas interpretaciones en este sentido
La creciente complejidad de la produc-
permiten sostener que, los muros perime-
ción de conocimiento en ciencias sociales
trales, fueron construidos con posterioridad,
se ha caracterizado por presentar numerosos
para cubrir de la salinización la decoración
interrogantes a sus problemas de investiga-
de los muros interiores.
ción tradicionales. Los diferentes campos
 La misión Harvard, de los años ´70, no
disciplinarios debieron volver a reflexionar
vio muchos aspectos de la arqueología de
sus temas centrales procurando responder a
Chan Chan, que si observaron los estudios
nuevos cuestionamientos. El patrimonio
hechos por arqueólogos peruanos y en los
cultural es uno de estos temas que se pre-
que han avanzado en los últimos veinte
senta en la actualidad en el cruce de distin-
años de investigaciones en el complejo
tas disciplinas, especialmente cuando se
arqueológico.
vuelve objeto de una presentación museo-
 Lluvias. El 11/02/10, mientras estaba-
gráfica.
mos en la ciudad y en la visita a Simbal,
También el patrimonio cultural es
poblado colonial de origen indio, llovió
espacio de discusiones políticas-ideológicas
sobre Trujillo provocando inundaciones y
por la imposición de perspectivas acerca de
anegaciones en la ciudad y en Chan Chan.
la sociedad, la historia y su memoria
En el sitio, la inundación de los patios
colectiva que el mismo conlleva en cada
ceremoniales provocó la caída del friso de
nueva presentación. El análisis sobre los
las ardillas con vástago, recientemente
principios éticos que subyacen a toda narra-
descubierto. Los trabajos de drenaje procu-
tiva histórica patrimonial queda, por lo
raron derivar el agua hacia el huachaque.
tanto, implicado. La reflexión en este sentí-
Hoy, devenido en patrimonio cultural
do siempre permite elucidar el problema y,
arqueológico, numerosos turistas y vecinos
así, aportar criterios de reflexión sobre el
visitan Chan Chan año a año. Al ingresar al
vínculo dilemático planteado entre quienes
sitio, hay un centro informativo con sala
reclaman derechos de decisión sobre los
explicativa y locales comerciales.
bienes culturales, distintos sectores sociales
que convergen en su estudio y gestión.
SOBRE LA MEMORIA, LA HISTORIA
Cuando todo esto ocurre en contexto
Y LOS BIENES CULTURALES EN
latinoamericano, la situación adquiere ribe-
LOS RELATOS MUSEOGRÁFICOS
tes particulares. La historia colonial y repuCentro de Investigaciones Precolombinas • 41
María Laura Gili
blicana dependiente de nuestros países, así
sentan los recuerdos, especialmente aque-
lo determina.
llos que traumatizan…” (Moure 2008: 128).
Si bien es cierto que los objetos, los
Por ello los museos deben ayudar a las
bienes culturales materiales e inmateriales,
sociedades a superar las instancias más
cuentan con la capacidad de evocar la
dolorosas de su historia. Ahora bien, en
memoria de los pueblos, también lo es que
aquellos casos con experiencias históricas
han sido sacralizados por la museología
extremas y muy dolorosas, puede implicar
positivista o los primeros relatos históricos,
la destrucción del bien cultural, a modo de
en el siglo XIX. Y allí su problema o la
sacrificio necesario para exorcizar los
dificultad que se les presenta a los historia-
fantasmas del pasado.
dores y museólogos ante la necesidad de
Por otra parte, en la discusión sobre
señalar que hay más allá de los objetos
cómo presentan los museos la memoria y la
evocadores.
historia, qué rol desempeñan en los relatos
Cuando de analizar presentaciones mu-
museográficos estos dos conceptos, André
seológicas se trata, surgen reflexiones sobre
Devallés (2008) recuerda que la historia
diversos aspectos. Marc Moure (2008) revi-
trabaja en base al pensamiento crítico y
sando críticamente las exposiciones museo-
procura la objetividad en su reconstrucción
lógicas, cita distintos ejemplos de museos
del pasado, siempre incompleto. Y en esta
en ciudades de Europa y América, y
tarea, el historiador observa continuidades
advierte que los guiones museográficos no
temporales, evoluciones, relaciones entre
muestran la historia de sus países en forma
los acontecimientos. Pero la memoria se
completa y objetiva. En ellos hay zonas de
apoya en recuerdos borrosos, en espacios
olvido, agujeros en la memoria de las
concretos, en imágenes y objetos; es la vida
sociedades a las que se refieren. Las socie-
con recuerdos, olvidos y manipulaciones
dades se organizan sobre recuerdos y
(Devallés 2008: 110). Para la memoria,
olvidos comunes, sostiene el autor; por ello
objetos, monumentos, archivos en papel,
los museos son espacios de memoria pero
son testimonios del pasado. Según como se
también de olvidos: “…no solamente per-
los use o interprete, se convierten en sostén
miten a la sociedad conmemorar momentos
de la memoria de su comunidad o en
importantes de su historia sino, al mismo
herramienta de su historia.
tiempo, deshacerse de la carga que repre42 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Queda, así, postulada la disyuntiva sobre
arte de fabricar y navegar caballitos de
los potenciales guiones museológicos en
totora, embarcación tradicional de la costa
casos de relatos históricos con situaciones
del Pacífico norperuano. Son la cultura viva
conflictivas en términos del pensamiento
de Chan Chan. Algunos de ellos pertenecen
crítico, histórico. Los museos de historia,
a familias asentadas allí desde 1870. Los
sostiene
llaman invasores.
Devallés,
se
encuentran
con
interrogantes frente a los bienes culturales
La Carta Internacional para la Gestión
sobre qué exponer, qué conservar, cómo
del Patrimonio Arqueológico de ICOMOS
transmitir, cómo restituir. El autor se cues-
(1990) establece que el patrimonio arquitec-
tiona ¿con qué mirada referirse al pasado?
tónico, su protección, debe ajustarse a los
Sabiendo que los objetos son polisémicos,
criterios fijados en la Carta de Venecia de
dotados de diversos sentidos según épocas y
1964 sobre restauración y conservación de
observadores; teniendo conocimiento, ade-
monumentos y lugares histórico-artísticos.
más, que con las generaciones varían las
Los sitios que hemos visitado se correspon-
lecturas teóricas sobre la narrativa histórica.
den, en muchas de sus intervenciones, con
La historia es fragmentaria. La construimos
los lineamientos establecidos por ICOMOS.
sobre múltiples objetos y referentes que
A continuación reseñamos aquellos en los
expresan identidades comunitarias, múlti-
que observamos mayor correspondencia
ples miradas, diversidades (Devallés 2008:
con sus criterios:
123-124). Eso deben mostrar los museos
En términos de una conservación inte-
actuales, a pesar de la tensión que el pro-
grada:
ceso globalizador imprime en los vínculos
- Políticas de conservación integrada. Se
económicos por uniformarlo todo, incluso
postula promover la conservación de las
las referencias culturales.
tradiciones vivas de las poblaciones autóc-
Uno de los problemas que más aquejan a
tonas, promoviendo su participación en la
las autoridades que gestionan el sitio es la
conservación del bien.
presencia constante de campesinos asentán-
- El proyecto para hacer en Chan Chan
dose en la zona intangible del sitio. Des-
una Parque Forestal, según lo testimonió el
cienden de quienes construyeron Chan
director de la UE 110, Dr. Campana, insta a
Chan, muchos de ellos de familias de Huan-
unir las políticas de protección del patri-
chaco y Huanchaquito. Conocedores del
monio arqueológico a las tradiciones vivas
Centro de Investigaciones Precolombinas • 43
María Laura Gili
expresadas en prácticas agrícolas, uso y
ca de Joseph Jocotot, narrada por Jacques
planificación del suelo, medio ambiente y
Ranciere en su texto de 2003, El maestro
educación. La creación de reservas es
ignorante, sería un buen ejemplo a aplicar.
postulada como un elemento válido.
Jocotot, a principios del siglo XIX, dando
- Conservación del patrimonio arqueoló-
clases en la universidad de Lovaina, en los
gico en función de la tradición, historia,
Países Bajos, demostró que era posible
necesidades de cada región y país. El
enseñar sin explicar y aprender sin saber
patrimonio arqueológico adquiere relevan-
poniendo en acción la capacidad que todo
cia por ser herencia de la humanidad y de
ser humano posee de comprender aquello
los grupos humanos, y no de algunos pocos
que le interesa sin explicación mediante.
que puedan acceder al turismo cultural.
Aplicó el método del azar o el método de
La Carta de ICOMOS también hace
la igualdad basado en la voluntad por el
hincapié en la necesidad que el Estado, con
impulso del deseo propio o la exigencia que
la legislación que promulga, arbitre los
una situación presenta. En él, el maestro no
medios para la conservación y manteni-
está ausente en el vínculo alumno y cono-
miento del patrimonio arqueológico.
cimiento; por el contrario, es quien promueve la emancipación, acto por el cual la
CONCLUSION
inteligencia no obedece más que a sí
misma, generando mecanismos que obligan
Tal vez sea propicio analizar el patri-
o ponen al alumno en situación de emplear
monio cultural y los bienes culturales que lo
la propia inteligencia (Ranciere 2003: 30).
integran en tanto instrumento para la refle-
Jocotot pretendía hacer descubrir a cada
xión, como bien al servicio de las comu-
uno de sus alumnos, la propia capacidad
nidades que los contienen y no como fin en
intelectual, para comprender aquello que
sí mismo.
desconocía y decidir sobre ella. En eso
Si los museos han de ser espacios
consistía su idea de la emancipación. El
pedagógicos, canalizadores de nuevas expe-
hombre emancipado sabrá aprender solo,
riencias sociales para la comunidad donde
sin explicación mediante, aquello que
se emplazan (Martini 2008: 35), vale refe-
necesita.
renciar el concepto pedagógico emanci-
Tal vez el patrimonio cultural y sus
pador de Jocotot. La experiencia pedagógi-
referentes, los bienes culturales que lo
44 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
componen, sean adecuados instrumentos de
sede de la Unidad Ejecutora 110, Trujillo,
emancipación en contextos de profundas
Perú.
desigualdades socio-económicas. Y los espacios musealizados puedan constituirse en
BIBLIOGRAFÍA
lugares que faciliten el proceso. Tal vez ya
no se trate de preservar y conservar bienes
Devallés, A.
culturales por sí mismos, sino volverlos
2008. Disertaciones. Memoria, historia,
instrumentos de aprendizaje social emanci-
museología y verdades históricas. En:
pador de la comunidades donde se encuen-
Patrimonio Cultural. Perspectivas y Aplica-
tran. Tal vez los campesinos invasores de
ciones. A. Rocchietti, Y. Martini y Y.
Chan Chan estén señalando que ha llegado
Aguilar (comp.). pp. 107-126. Editorial de
el momento de darle otro uso al sitio. No se
la Universidad Nacional de Río Cuarto. Río
trataría ya del patrimonio cultural. Sino de
Cuarto.
generar en los vecinos del complejo arqueológico sentimiento de orgullo de su pasado,
Bonilla, H.
deseos de reivindicación de su identidad
2009. La trayectoria del desencanto. El
local. Para fortalecer con ello el presente y
Perú en la segunda mitad del siglo XX.
el futuro de los descendientes chimú, de los
Fondo
herederos de Chan Chan.
Marcos. Lima.
AGRADECIMIENTOS
Campana, C.
Editorial
del
Pedagógico
San
2000. Tecnologías constructivas de tierra
Este trabajo es posible gracias a los
en la costa norte prehispánica. Instituto
esfuerzos conjuntos del CIP y El INC-La
Nacional de Cultura – La Libertad. Trujillo.
Libertad, en sus miembros directivos y
2006. Chan Chan. Descubre, conoce, vive.
colaboradores.
Ed. Unidad Ejecutora 110. Ministerio de
Educación. Perú.
NOTAS
Martini, Y.
(1) Realizada el 10/02/10 junto a la Lic. A.
2008. Museos: de la relación público,
M. Rocchietti y la Lic. G. Pérez Z. en la
objeto y contenido en un marco histórico.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 45
María Laura Gili
En: Patrimonio Cultural. Perspectivas y
Aplicaciones. A. Rocchietti, Y. Martini y Y.
Aplicaciones. A. Rocchietti, Y. Martini y Y.
Aguilar (comp.). pp. 127-130. Editorial de
Aguilar (comp.). pp. 31-42. Editorial de la
la Universidad
Universidad Nacional de Río Cuarto. Río
Río Cuarto.
Nacional de Río Cuarto.
Cuarto.
Ranciere, J.
Moure, M.
2003. El maestro ignórate. Cinco lecciones
2008. El Museo: ¿lugar de reconciliación?.
sobre la emancipación intelectual. Ed.
En: Patrimonio Cultural. Perspectivas y
Libros del Zorzal. Barcelona.
46 • Centro de Investigaciones Precombinas
HUACA SAN IDELFONSO Y LA OCUPACIÓN
MOCHE EN LA MARGEN NORTE DEL VALLE
BAJO DE MOCHE, COSTA NORTE DEL PERÚ
Jorge Gamboa Velásquez
Proyecto Valle de Santa de la Universidad de Montreal
[email protected]
Jason Nesbitt
Proyecto Arqueológico Caballo Muerto, Valle de Moche
[email protected]
RESUMEN
La primera parte de esta contribución trata sobre Huaca San Idelfonso, uno de los asentamientos involucrados en el proceso de expansión agrícola Moche en la margen norte del
valle de Moche, un evento acaecido entre los siglos V a VIII d.n.e. Las características de la
ocupación Moche en esta área no son completamente conocidas, pero se dispone de valiosos datos sobre los sistemas de irrigación, los caminos, la arquitectura residencial y monumental, entierros humanos, y la cultura material de la población local, datos que han servido como marcadores para la cronología relativa de los sitios implicados. En la segunda
sección del articulo revisaremos los datos sobre la presencia Moche en la margen norte del
valle bajo así como las propuestas sobre una relación estrecha, pero aun poco entendida a
un nivel más especifico, entre este sector del valle y el proceso de centralización política
Moche desarrollado principalmente en la margen opuesta. Al hacerlo examinaremos la
interacción entre una entidad estatal Moche proyectando ampliar su base económica y
poder político y una serie de comunidades creando nuevas tierras agrícolas en un paisaje
que adquiría un nuevo rol para todos sus ocupantes.
Palabras clave: Costa Norte de Perú, valle de Moche, jerarquía de asentamientos, expansión agrícola prehispánica.
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
ABSTRACT
In its first section, this article focuses on Huaca San Idelfonso, a minor Moche settlement
located in the north margin of Lower Moche Valley and which was part of the process of
agricultural expansion in that area between the V and VII centuries A.D. The characteristics
of the Moche settlement system in this area are not fully understood yet. The second part of
this article aims to contribute to the understanding of the relationship between the Moche
occupation at the lower north margin of the Moche Valley and the process of political
centralization carried out in the opposite margin of the valley at the primary site of Huacas
del Sol y de la Luna, by examining aspects of irrigation systems, roads, residential and
monumental architecture, burials, and local material culture in the area.
Key words: North Coast of Peru, Moche Valley, settlement hierarchy, prehispanic
agricultural expansion.
INTRODUCCIÓN
Estos sitios presentaron importantes concentraciones poblacionales y una jerarqui-
U
n gran número de los proyectos
zación interna basada en el status y la
arqueológicos efectuados en las
especialización laboral de sus ocupantes, y,
últimas décadas en la Costa Nor-
como en los casos de la entidades multi-
te de Perú han sido enfocados hacia el estu-
valle de Huacas de Moche, en el valle bajo
dio de las poblaciones prehispánicas cono-
de Moche (Chapdelaine 2003; Moseley
cidas en conjunto como Moche, cuyo desa-
1992: 183; Topic 1982: 273, 284) o la más
rrollo ocurrió entre los siglos I a VIII d.C.
tardía de Pampa Grande, en Lambayeque
Estas investigaciones continúan ampliando
(Haas 1985; Anders 1977; Shimada 1994),
nuestro conocimiento sobre la economía, la
pudieron ser las capitales políticas y cere-
organización social y la ideología política y
moniales de organizaciones con un nivel de
religiosa al interior de los asentamientos
complejidad estatal.
mayores de esa civilización de los valles y
Sin embargo existen numerosos sitios
desiertos del norte peruano, en centros tan
menores cuyo estudio es vital, dado su rol
importantes como Huacas de Moche, Galin-
intermediario entre los centros urbanos Mo-
do, El Brujo, Guadalupito y Dos Cabezas.
che y las zonas rurales dedicadas a la
48 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
producción agrícola y pecuaria, y también
Complejo Caballo Muerto o Huaca Saca-
en sentido diacrónico su importante papel
chique. El Vichanzao discurría sobre un
tanto en la transformación física a largo pla-
nivel más alto del terreno, y marcó el límite
zo del paisaje norcosteño como en la evolu-
de la expansión agrícola Moche sobre las
ción de las sociedades complejas prehispá-
planicies altas de El Porvenir, Florencia de
nicas que iniciaron ese proceso. Uno de
Mora y el lado noreste de Pampas La Espe-
estos sitios es Huaca San Idelfonso, corres-
ranza. A lo largo de su recorrido este canal
pondiente a las fases finales de la civil-
conectaba la parte media del valle con una
zación Moche y ubicado en el distrito de El
serie de asentamientos e instalaciones Mo-
Porvenir, en el borde desértico norteño del
che ubicadas en la banda norte del valle
valle bajo de Moche. Esa sección del valle
bajo, entre ellos Huaca San Idelfonso (Fig.
es un área llana de 21 km. de largo, deli-
1 y 2). Todos estos canales siguieron en uso
mitada al norte por una cadena montañosa y
hasta el periodo Chimú (siglos X-XVI
al sur por el propio Río Moche, extendién-
d.C.), siendo progresivamente remodelados,
dose de este a oeste entre el distrito de
expandidos, y parcialmente abandonados,
Laredo y el litoral de Huanchaco.
proceso que ha continuado hasta la actua-
La llanura costera se encuentra dividida
lidad.
actualmente entre la creciente área urbana
de Trujillo, campos de cultivo irrigados por
EL PAISAJE DE LA MARGEN NORTE
canales antiguos, y una serie de pampas
DEL VALLE BAJO DE MOCHE
donde hallamos abundantes evidencias arqueológicas. Los elementos que permitieron
Esta sección de la cuenca del Río Moche
la colonización prehispánica del área fueron
comprende la sección septentrional del
los canales La Mochica, Moro y Vichanzao
abanico aluvial del valle, y puede ser des-
El canal Moro y la parte alta del canal
crita como una planicie de forma triangular
Vichanzao, ambos en el área de Laredo, son
con suave pendiente al oeste, circunscrita
considerados como los componentes más
entre los cerros aislados del sector Caballo
antiguos de este sistema de irrigación y de-
Muerto y las proyecciones rocosas de Cerro
bieron funcionar desde el Horizonte Tem-
Galindo hasta las playas de Huanchaco y
prano (1800-100 a.C.), discurriendo en pro-
Chan Chan. El limite norte del área esta
ximidad a sitios Formativos como los del
formado por una elevada proyección del
Centro de Investigaciones Precolombinas • 49
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
Figura 1: El valle de Moche y sitios Moche registrados en la margen norte del valle bajo
Figura 2: Foto satelital del valle bajo de Moche
50 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
macizo andino, que forma el divortium
intensas precipitaciones ocasionadas por el
aquarium con el valle de Chicama. Las ru-
Fenómeno El Niño o ENSO. La actividad
tas naturales de comunicación hacia Chica-
aluvial en las quebradas ha sido un ele-
ma se encuentran en la periferia occidental
mento importante en la formación del pai-
del área, en las abras entre los Cerros Ca-
saje en la sección norte del valle bajo, y su
bras y Campana y entre este último y el
ocurrencia esporádica se convierte en un
litoral. La margen norte del valle bajo de
constante factor de riesgo para las zonas
Moche presenta un ancho inicial de solo 2.5
más bajas. Sin embargo las tres quebradas
km., alcanzando 15 km. de ancho máximo
también son hasta la actualidad un refugio
en su término, junto al litoral entre la falda
de vida silvestre, debido a la formación de
sur del Cerro Campana y la desembocadura
pequeños ecosistemas de “lomas” durante
del Río Moche (1).
los meses de de invierno y especialmente en
El límite montañoso del valle bajo con-
los años de lluvias torrenciales. La banda
tiene tres cursos aluviales: las Quebradas
norte del valle bajo es afectada al igual que
Río Seco de Laredo, San Idelfonso en El
el resto del valle de Moche por los fenó-
Porvenir, y Río Seco al noreste del sector El
menos climatológicos El Niño o ENSO (El
Milagro, que han sido elementos cruciales
Niño Southern Oscillation). Pero el impacto
en el devenir de las ocupaciones humanas
en esta zona de esas alteraciones climáticas
pasadas y presentes, como zonas de diver-
es peculiar, dada la combinación de quebra-
sidad ecológica y como puntos de origen de
das temporalmente activas, una planicie
fuertes aluviones. La parte alta de las dos
agrícola a menor altitud y zonas de alta
primeras quebradas forma una pequeña
densidad demográfica (con ápices alcanza-
cuenca que es conocida popularmente como
dos en los periodos Moche y Chimú y en
Quebrada del León. Durante el Pleistoceno
épocas modernas) (2).
estos cursos de agua formaban parte de la
La planicie baja del área esta formada
cuenca baja del Río Moche (Nials et al.
por gruesas capas de sedimentos y gravas,
1979a, 1979b). Actualmente estos rasgos
acarreados por el Río Moche o depositados
del paisaje presentan laderas escarpadas y
en la desembocadura de cada una de las
fondos rellenados por depósitos de sedi-
quebradas señaladas, con zonas cubiertas de
mentos y cantos rodados, que son removí-
arena eólica localizadas en el piedemonte
dos por avenidas de agua y lodo durante las
de los cerros que encierra parte del valle
Centro de Investigaciones Precolombinas • 51
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
bajo. El área puede ser dividida en dos
Los estudios arqueológicos en el valle de
grandes sectores divididos por un grupo de
Moche empezaron a fines del siglo XIX,
cerros aislados en el actual límite entre los
con los trabajos de Max Uhle (1915) en
distritos de El Porvenir y Florencia de
1899 en Huacas de Moche. Después de más
Mora. La sección oriental comprende las
de un siglo de investigaciones de la historia
pampas de Laredo y El Porvenir. La sección
prehispánica del valle, se ha establecido que
occidental es más amplia y presenta los
generaciones después del apogeo de las
sectores de Pampas La Esperanza, Pampas
sociedades Formativas conocidas como Cu-
de Río Seco (o El Milagro) y Pampas de
pisnique (desarrolladas entre circa 1500 y
Huanchaco, también denominados en con-
500 a.C.) el área fue escenario de la for-
junto como Tres Pampas (Beck 1979: 89;
mación de nuevas entidades sociopolíticas
Pozorski 1987: 112, Fig. 2). Estas áreas
altamente jerarquizadas y con una compleja
fueron irrigadas en tiempos prehispánicos,
base económica, denominadas ahora en
pero, tras su parcial despoblamiento hacia
conjunto como Gallinazo y Moche. La tran-
fines de la época prehispánica y durante el
sición entre los Cupisnique y las sociedades
periodo Colonial, retornaron a ser eriazas y
del Período Intermedio Temprano (siglos I-
actualmente se encuentran ocupadas en
VI d.C.) comprende el tiempo de desarrollo
gran parte por los suburbios de Trujillo. Las
del estilo Salinar (circa 500-100 a.C.),
dos secciones llanas del valle bajo muestran
caracterizado por su cerámica oxidada con
diferencias en ecología y relieve. La parte
engobes blanco sobre rojo (Larco 1944). La
oriental presenta pequeñas cadenas de ce-
cultura Salinar en el valle de Moche es me-
rros bajos, es más boscosa, y aun conserva
jor conocida por haber experimentado una
relictos de bosques de algarrobo (Prosopis
notable concentración poblacional en el si-
pallida) especialmente entre Laredo y
tio de Cerro Arena en el lado sur del valle
Galindo, en contraste a la parte occidental,
bajo (Brennan 1980; Mujica 1984).
casi carente de elevaciones rocosas y de
áreas de bosque.
Los estudios desarrollados en el valle de
Moche para las sociedades del Período
Intermedio Temprano e inicios del Horizon-
SOCIEDADES DEL PERIODO INTER-
te Medio se han concentrado en la mani-
MEDIO TEMPRANO EN EL VALLE
festación arqueológica Moche. Pero cono-
DE MOCHE
cemos que los grupos Gallinazo, aunque
52 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
distinguiéndose por un estilo cerámico de-
con pintura negativa decorando figuras mo-
corado con pintura negativa, compartían
deladas, cuyos rasgos frecuentemente eran
con sus contrapartes Moche un número
altamente estilizados (Larco 1948; Fogel
sufíciente de técnicas similares de construc-
1993). La cerámica Castillo Modelado y
ción monumental, arte mural, motivos reli-
Castillo Inciso (Strong y Evans 1952) por
giosos y producción artesanal para consi-
su parte presentaba pastas gruesas cocidas
derarlos como grupos humanos con valores
en atmósferas oxidantes poco controladas, y
culturales compartidos. Es necesario recor-
su decoración se basaba en triángulos im-
dar que estas sociedades han sido definidas
presos, incisiones, cordones mellados, la
a partir de sus evidencias materiales, y que
aplicación de pequeñas y simples cabezas
su investigación por los proyectos arqueo-
zoomorfas modeladas, y el modelado senci-
lógicos desarrollados en la zona conduce a
llo de rostros zoomorfos y antropomorfos
la reevaluación de postulados tradicionales
ya señalado.
sobre su origen, características y rol en la
La reciente discusión sobre la validez de
formación de las entidades prehispánicas
las identificaciones de una cultura Galli-
tardías locales.
nazo en base a los restos cerámicos
La cerámica Gallinazo fue definida ori-
(Millaire 2009) ha implicado el reconoci-
ginalmente por los investigadores del Virú
miento que varios de los tipos cerámicos
Valley Project (Bennett 1950; Fogel 1993;
mencionados -especialmente aquellos popu-
Strong y Evans 1952) como un conjunto de
lares en la vajilla de uso doméstico- podrían
tipos formales y tecnológicos que incluía a
haber sido producidos por diversas pobla-
Castillo Llano, Valle Llano, Castillo Mode-
ciones de la región para uso mayormente
lado, Castillo Inciso y Gallinazo Negativo
cotidiano, sin asociarse a formaciones polí-
como variantes principales. El estilo carac-
ticas especificas, como sí ocurriría en el ca-
terizado por la cerámica con pintura nega-
so de la cerámica Gallinazo Negativo, una
tiva y las representaciones escultóricas sim-
producción especializada de alfarería vincu-
plificadas pasó a ser denominado genéri-
lada a grupos de élite.
camente en la literatura arqueológica como
El tema de la etnicidad en la Costa Norte
Virú o Gallinazo. La cerámica fina Galli-
peruana durante los primeros siglos de
nazo comprendía piezas mayormente mode-
nuestra era es un campo de debate teórico
ladas quemadas en atmósfera oxidante y
surgido a partir de la década de 1990
Centro de Investigaciones Precolombinas • 53
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
(Castillo y Donnan 1994; Makowski 1994,
sentaba engobes crema y rojo aplicados an-
1998) y se halla ciertamente aún sujeto a
tes de la cocción, y pintura negra orgánica
debate. La aparición de linajes de elite
postcocción (Donnan y McClelland 1999).
norcosteños diferenciados en su cultura
El otro rasgo distintivo fue la utilización
material de aquellos que favorecían al estilo
intensiva de moldes cerámicos para la fabri-
Moche es una posibilidad que, aunque sus-
cación de las vasijas Moche, lo cual permi-
tentada principalmente en la producción de
tió nuevas formas de organización de la
la cerámica Gallinazo Negativo, deberá
producción artesanal (Uceda y Armas 1998)
incorporar el grado de relación con socie-
y la reproducción masiva de motivos e ico-
dades foráneas y el diseño y significado de
nos escultóricos, aspecto sumamente rele-
la arquitectura pública como aspectos im-
vante para el registro de la presencia de
portantes de las etnicidades regionales de
poblaciones que habían adquirido la tecno-
este periodo.
logía cerámica Moche. No obstante, varias
Las sociedades Moche ocuparon gran
formas de vasijas, especialmente las em-
parte de la Costa Norte durante los primeros
pleadas en la cocina y en el almacenamien-
ocho siglos de nuestra era, y desarrollaron
to de productos, continuaron siendo elabo-
intensivamente la agricultura por irrigación,
radas manualmente y fueron decoradas con
la pesca y recolección de recursos marinos,
técnicas simples de modelado, incisión y
y una producción artesanal llevada a cabo
pintura.
por especialistas a tiempo parcial y comple-
Al interior del valle de Moche se consi-
to. Los linajes de elite Moche auspiciaban
dera que entre los siglos I a IV d.C. existía
activamente la formación de un estilo dis-
una entidad Gallinazo centralizada en el
tintivo de arte público y mueble, dirigiendo
sitio de Cerro Orejas, sobre el cuello de la
la construcción de edificios ceremoniales de
margen sur del valle medio. Según Billman
adobe y la elaboración de cerámica, tejidos,
(2002) esta organización sociopolítica no
metalurgia y pinturas murales representan-
solo estaba afiliada a los grupos Gallinazo
do los rituales y mitos de la cosmovisión
del valle de Virú, sino que además interac-
norcosteña de la época (Larco 2001; Pills-
tuaba activamente con las poblaciones se-
bury 2001; Uceda y Mujica 1994, 2003).
rranas del valle alto de Moche, vinculán-
A diferencia de la cerámica con pintura
dose a las zonas serranas de Otuzco. Para
negativa, la alfarería decorada Moche pre-
este mismo autor la emergencia de una
54 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
poderosa organización Moche en el lado sur
consolidación del poder político en Huacas
del valle bajo, alrededor de Huacas de
de Moche (Fases Moche III y IV) de
Moche, implicó el abandono de las relacio-
aquellas del tiempo de fragmentación geo-
nes del valle medio con los grupos altoan-
política del valle (Fase Moche V) (Topic
dinos y una homogeneización del panorama
1982, 1991; Uceda et al. 2008). Las parti-
cultural local según los cánones Moche. La
cularidades históricas de la evolución socio-
mayoría de autores que han investigado en
política Moche dentro del valle homónimo
el valle de Moche concuerdan en dos aspec-
entre el tiempo adscrito a las Fases IV y V
tos: 1) que hacia mediados del período
es un aspecto que tocaremos en extenso
Intermedio Temprano (circa 400-500 d.C.)
posteriormente. En términos generales, tan-
ocurrió la desarticulación y/o integración
to las poblaciones que propulsaron las tradi-
definitiva de cualquier organización política
ciones artísticas y los valores culturales
intravalle no afiliada a los grupos Moche
Moche como aquellas que eventualmente
asentados en el valle bajo de Moche y que
los adquirieron estuvieron compuestas por
hasta entonces se hubiera mantenido afilia-
un substrato general con bases en una am-
da a las tradiciones culturales y estilísticas
plia tradición étnica regional norcosteña,
Gallinazo Negativo o nor-serranas y 2) que
con familias nobles difundiendo entre sí
este proceso condujo a un encumbramiento
mismas (tanto al interior del valle como con
del poder político de Huacas de Moche
los valles costeños vecinos) y en sentido
hasta mediados del siglo VII d. C.
más vertical una “alta cultura” Moche, dife-
La propia secuencia de desarrollo regio-
renciada en mayor medida de aquellas de
nal Moche ha sido sujeta a cuestionamien-
otras sociedades regionales, especialmente
tos en las dos décadas pasadas. Para el área
las de la sierra norteña contigua.
entre los valles de Chicama a Nepeña se
acepta en términos generales una secuencia
HUACA SAN IDELFONSO
cerámica basada en la propuesta original de
Larco (1948) de cinco fases de evolución
Ubicación y contexto ecológico
estilística, en las cuales se pueden distinguir
-considerando la parcial superposición tem-
Huaca San Idelfonso se localiza en la
poral de los tiempos de popularidad de cada
margen norte del valle bajo del Río Moche,
una- las fases del tiempo de emergencia y
a 6 km. al noreste de la ciudad de Trujillo.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 55
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
Sus coordenadas geográficas son 08 02´
talus sp. y Bostrix sp.), insectos, aves (Co-
30´´ de Latitud Sur y 78 58´ 40´´ de de
ragyps atratus o gallinazo de cabeza negra,
Longitud Oeste. Pertenece políticamente al
Bubulcus ibis o garza, Athene cunicularia o
Distrito El Porvenir, encontrándose sobre
búho de arena), reptiles (familias Teiidae y
una llanura delimitada por contrafuertes an-
Gekkonidae) y mamíferos (Lyacalopex se-
dinos que se elevan hasta los 600 m.s.n.m.
churae o zorro costeño y Pillotis sp. o ratón
El Cerro San Idelfonso se proyecta de este
de campo). Las referencias de antiguos
macizo, y sus flancos oeste y sur forman
pobladores de El Porvenir indican que hasta
parte respectivamente del sitio arqueológico
la mitad del siglo XX la quebrada era
y de la quebrada homónima (Fig. 3).
ocupada
estacionalmente
por
venados
(Odocoileus virginianus) y pumas (Felis
concolor), pudiendo ser utilizada en épocas
de humedad para la crianza de ganado. El
incremento de lluvias durante la ocurrencia
del Fenómeno El Niño permite un notable
aumento en la vida silvestre en la zona,
sucediendo la aparición temporal de nuevas
especies de aves y de especies vegetales
como Prosopis pallida o “algarrobo” y
Figura 3: Plano del sitio de Huaca San Idelfonso
Capparis angulata o zapote (3).
(Dibujo J. Gamboa)
La muralla
El sector corresponde a la Formación
Pre-montano
La estructura principal de Huaca San
(ONERN 1973). La vegetación y fauna
Idelfonso es un amurallamiento de casi 800
silvestres en la llanura son escasas, pero el
m de longitud, que se origina junto al Canal
área próxima de Quebrada San Idelfonso
Vichanzao y continúa en trayectoria recti-
muestra una comunidad biogeográfica ma-
línea al noreste hasta la base de un espolón
yor, con especies vegetales xerofíticas (Ti-
rocoso del Cerro San Idelfonso (Fig. 4). En
llandsia sp. y cactáceas), que sustentan a
sus tramos finales la muralla esta recubierta
una población de caracoles terrestres (Scu-
parcialmente por depósitos de arena, y apa-
Ecológica
del
Desierto
56 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
rece cortada por una escorrentía, reapare-
al área cercana al inicio de la segunda sec-
ciendo finalmente en la base de la montaña.
ción de la muralla.
Las características constructivas de la muralla permiten describirla en dos segmentos:
Tramo elaborado con adobe
La sección de la muralla elaborada con
adobes mide 350 m de largo, con un ancho
promedio de 2 m., y se prolonga hasta la
base de Cerro San Idelfonso. La altura
original de la estructura es desconocida,
pero considerando una elevación mínima de
1 m, esta construcción incluiría un volumen
de 700 m2 de adobes moldeados. Los
Figura 4: Muralla de Huaca San Idelfonso (Foto: J.
adobes empleados para la construcción de
Gamboa, 2008)
este tramo de la muralla son paralelepípedos, con lados lisos o estriados que eviden-
Tramo elaborado con piedras canteadas y
guijarros aluviales
cian su fabricación en moldes de madera
tallada o de cañas (Fig. 5 y 6).
El primer segmento del muro se extiende
desde el Canal Vichanzao hasta una colina
rocosa, con un largo aproximado de 550 m.
Esta sección de la muralla presenta una
interrupción de 12 m en una zona donde
afloran rocas graníticas. Esta parte de la
Figura 5: Adobes marcados de Huaca San Idelfonso
muralla fue elaborada con piedras angú-
(Foto: J. Gamboa, 2008)
losas y cantos rodados, a modo de un grueso muro de doble cara (de 2 a 2.50 m. de
espesor), con rellenos interiores de cascajo.
En el punto donde la muralla asciende el
promontorio rocoso, un pozo de huaquero
muestra la existencia de un revestimiento de
Figura 6: Adobes elaborados en gavera de cañas
adobes paralelepípedos sobre el paramento
registrados en Huaca San Idelfonso (Foto: J.
este de la estructura, este rasgo corresponde
Gamboa, 2008)
Centro de Investigaciones Precolombinas • 57
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
En 1998 y recientemente, pobladores
función doméstica de esta parte del asenta-
cercanos afectaron partes de la muralla (4),
miento. Debido a la carga eólica sobre la
especialmente con el fin de extraer adobes
base de la montaña no se aprecian restos
para la construcción de sus propias vivien-
arquitectónicos sobre la superficie de este
das. En el corte más grande efectuado para
sector, siendo visible únicamente un canto
la sustracción de adobes se aprecia la colo-
aluvial aplanado utilizado como batán.
cación alternada de los adobes en hiladas de
soga y cabeza, así como paramentos enlu-
La cerámica
cidos con arcilla y capas de sedimentos
producidos por lluvias. Entre los adobes
Hacia ambos lados de la muralla y en la
desmontados se encuentran varios tipos de
base del cerro aparecen en superficie tiestos
marcas incisas, como un punto central, una
de cocción oxidante completa o imperfecta,
línea diagonal, o la combinación de ambos
pertenecientes a vasijas domésticas llanas y
motivos. Las dimensiones de los adobes
a piezas decoradas. La mayoría de frag-
varían entre 33 x 20 x 13 cm, 30 x 20 x 14
mentos sin decoración se encuentra en el
cm y 28 x 19 x 12 cm. Al este inmediato del
área con desechos domésticos, correspon-
muro aflora sobre la arena eólica una acu-
diendo a vasijas empleadas en la cocción de
mulación casi rectangular de adobes, que
alimentos y en el almacenamiento de pro-
podría representar una edificación adosada
ductos, como cántaros de cuello divergente
o adyacente a la cara oriental de la muralla.
y base anular, cántaros de cuello convexo,
ollas de borde corto divergente, y tinajas de
Ladera sur de Cerro San Idelfonso
borde reforzado. Algunos bordes de cántaros muestran “marcas de alfarero” en forma
En la superficie del flanco meridional de
de incisiones cortas (Fig. 7 A y B). Esta
Cerro San Idelfonso se encuentran en super-
cerámica comparte muchas de sus caracte-
ficie restos malacológicos (Donax sp., Tur-
rísticas formales con la producción alfarera
bo níger, Choromytilus chorus, Fisurella
de la ocupación Moche IV en Huacas de
crassa, Scutalus sp.) y concentraciones de
Moche (Chapdelaine 1998, 2003; Chapde-
fragmentería cerámica llana y decorada,
laine et al. 1997).
ceniza y grumos de tierra calcinada. La
La cerámica decorada incluye botellas,
presencia de estos elementos indicaría la
cántaros pintados, floreros, y figurinas.
58 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
También se observó un pequeño fragmento
de molde para una figura escultórica. La
pintura sobre cerámica aparece en tres variantes: engobes crema, rojo sobre crema y
crema sobre rojo. La mayoría de cántaros
pintados muestran motivos geométricos
pintados simples (triángulos y bandas cruzadas) y fueron elaborados con pastas finas.
Un elemento significativo para proponer
una cronología relativa de Huaca San Idelfonso fueron los fragmentos de botellas de
asa estribo hallados cerca a la muralla. Dos
de ellos correspondieron a piezas Moche IV
con decoración en línea fina representando
“escenas de carreras rituales” (Hocquenghem 1987: Figs. 51, 54, 55), con personajes humanos o antropomorfizados portando pequeñas bolsas en una mano y
ataviados con tocados en forma de felino
rematados por láminas discoidales o trapezoidales (Fig. 8 A).
Figura 7: Cerámica de la base de Cerro San
Idelfonso. B. Bordes de cántaros (Dibujos: J.
Gamboa)
Otros fragmentos pertenecen estilísticamente al estilo Moche V, ahora reconocido
como parcialmente contemporáneo con el
estilo Moche IV. Se trataba de partes de una
Figura 7: Cerámica de la base de Cerro San
botella y de una figurina femenina vacía
Idelfonso. A. Bordes de olla y cántaro con marcas
(Figs. 8 B y C). El fragmento de botella
de fabricante. (Foto: J. Gamboa)
pertenecía a una pieza de cocción reductora
Centro de Investigaciones Precolombinas • 59
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
incompleta (que creó una pared de coloración gris claro con superficie exterior oxidada), con pintura marrón grisáceo sobre
crema que muestra a un personaje con
camiseta de decoración escalonada y tocado
similar al que portan algunos participantes
de las “escenas de navegación y pesca”
(Donnan 1978: Fig. 163; Donnan y
McClelland 1999).
Figura 8: Cerámica decorada de Huaca San
Idelfonso. A. Fragmento de botella Moche IV. (Foto:
J. Gamboa)
Figura 8: Cerámica decorada de Huaca San
En la superficie del sitio no se presentan
materiales anteriores al Período Intermedio
Idelfonso. B. Fragmento de figurina moldeada. C.
Fragmento de botella Moche V (Fotos: J. Gamboa)
Temprano o pertenecientes a la tradición
alfarera Chimú. Estos últimos aparecen al
Caminos
oeste y este de San Idelfonso en proximidad
al canal Vichanzao y a varios de los caminos prehispánicos que cruzan el área.
60 • Centro de Investigaciones Precombinas
El estudio de Colleen Beck (1979: 79,
82) sobre los caminos prehispánicos en el
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
valle de Moche proporcionó valiosos datos
el tráfico a lo largo de la margen norte del
sobre las rutas de tránsito ubicadas alre-
valle, como un punto intermedio entre
dedor de Huaca San Idelfonso (Fig. 9), sitio
Laredo y la zona de Cerro Cabras. Beck
que fue identificado por esta investigadora
(1979: 81) mencionó el desmantelamiento
como un muro Moche III y IV vinculado a
de los adobes de la muralla para habilitar
la trayectoria de tres caminos prehispánicos
parte de su Camino 4, pero es posible que
(Beck 1979: 80). El Camino 1 corría en
se refiriera en realidad al Camino 3, que sí
paralelo y al oeste de la muralla, desapa-
cortó la sección de adobes de la estructura.
reciendo en la entrada a Quebrada de León,
Según Beck el muro Moche pudo original-
punto donde se unía al extremo noroeste del
mente haber obliterado esa ruta de tráfico,
Camino 2, el cual atravesaba la segunda
la cual fue posteriormente reabierta. Otros
sección del muro. El Camino 3, orientado
caminos registrados al este de San Idelfonso
de este a oeste, también pasaba transver-
(Caminos 4, 5, 6, 7 y 9) formaron un siste-
salmente sobre la muralla y se unía al extre-
ma irregular pero mayormente orientado de
mo sur del Camino 2. Los Caminos 2 y 3
este a oeste, usado durante los tiempos
pudieron ser usados en tiempos preh-
Moche y Chimú, y que se unían intermi-
ispánicos tardíos, y existía una concentra-
tentemente con los caminos ubicados al
ción de fragmentos de cerámica Chimú al
norte de Laredo. Beck (1979: 81) observó la
noroeste de la unión de ambas rutas (ver
presencia de tiestos Chimú en el extremo
Beck 1979: Fig. 13, Sitio A).
sur del Camino 8, una ruta con dirección
norte sur, que conducía hacia el interior de
una pequeña quebrada ubicada en el flanco
oriental de Cerro San Idelfonso. Todas estas
vías de tránsito estaban sobre el curso del
Canal Vichanzao.
El Camino 3 junto a los Caminos 4, 5 y 9
Figura 9: Caminos prehispanicos en el área de
Huaca San Idelfonso (Fuente: Beck 1979: Fig. 13)
pudieron conformar la ruta principal del
área hacia Laredo. Esta ruta podría haber
continuado al oeste -cruzando el cauce de
La autora indicó que el área de San
Quebrada San Idelfonso- hacia el sector de
Idelfonso pudo ser una ruta importante para
Florencia de Mora, un sitio de categoría
Centro de Investigaciones Precolombinas • 61
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
superior, y la falda este de Cerro Cabras,
solo a algunas partes de la muralla, pudien-
donde se iniciaba el camino de Río Seco
do ubicarse marcas adicionales en los
que permitía salir del valle. Los Caminos 1,
tramos restantes.
3 y 8 habrían servido, por el contrario,
Los acumulamientos de adobe cercanos
como vías transversales a la ruta principal,
al lado este de la segunda sección de la
sirviendo como senderos para acceder a las
muralla parecen corresponder a arquitectura
quebradas de la zona.
asociada directamente a esa estructura. Es
prematuro hablar de construcciones residen-
Evidencias de jerarquización social en
ciales, pero la existencia de cerámica fina
San Idelfonso
en la superficie indica que ese sector pudo
ser un espacio dedicado a las actividades de
Los 700 m2 de adobes de la segunda
grupos de mayor status o que desarrollaban
sección de la muralla equivaldrían a 83,300
actividades especiales. La presencia sobre
adobes (a un promedio de 119 adobes de 30
el flanco sur del cerro San Idelfonso de
x 20 x 14 cm por cada m2). La presencia de
restos alimenticios, áreas de quema, y cerá-
adobes con marcas incisas en San Idelfonso
mica mayormente domestica señalaría que
indicaría que la elaboración de su monu-
ese sector tuvo un carácter distinto, posible-
mental muralla pudo ser realizada en el
mente asociado a la preparación de alimen-
marco de una organización de tributo labo-
tos y a la residencia de pobladores en
ral por grupos distintos de trabajadores ante
viviendas de materiales perecederos.
una autoridad gubernamental central (y sus
La ocurrencia de cerámica con icono-
representantes en el asentamiento), con
grafía compleja implica que este asenta-
cada marca identificando la producción es-
miento contó entre sus ocupantes con indi-
pecífica de una entidad étnica discreta o de
viduos que podían acceder a estas piezas de
un grupo de intereses socioeconómicos co-
alta calidad. Sí las botellas no eran elabo-
munes (Hasting y Moseley 1975). El asen-
radas localmente, el sitio pudo ser parte de
tado de los adobes pudo organizarse en
de una red de intercambio de cerámica fina
forma distinta, puesto que varias de las mar-
y otros artículos con centros mayores
cas aparecen en un mismo segmento cons-
Moche. Las prácticas religiosas desarrolla-
tructivo. Debemos recordar que los tres
das en Huaca San Idelfonso pudieron haber
tipos de incisiones registradas corresponden
incluido la celebración calendárica o even-
62 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
tual de ceremonias desarrolladas en ámbitos
tadas por la arena, pero que incluyó núcleos
desérticos, como las denominadas “batallas
poblacionales de diverso tamaño y comple-
rituales” y las carreras de portadores de
jidad, canales y caminos intra e intervalle.
pequeñas bolsas conteniendo pallares gra-
Estas evidencias se asocian a los estilos
bados (Donnan 1978; Hocquenghem 1987),
cerámicos Moche III (300-550 d.C.), Mo-
así como ritos de recolección del caracol
che IV (450-750 d.C.) y Moche V (600-800
Scutalus sp. en las lomas y quebradas
d.C.), reconocidos ya no como fases cultu-
próximas. Las actividades económicas infe-
rales consecutivas sino como manifesta-
rídas para los ocupantes del sitio debieron
ciones estilísticas parcialmente contemporá-
incluir la producción agrícola de regadío en
neas (Uceda et al. 2008).
la planicie próxima y la explotación de
especies de plantas y animales al interior de
Canales de irrigación
las quebradas próximas.
Sobre la sección norte del valle bajo de
EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO
Moche discurren tres canales primarios,
MOCHE EN LA MARGEN NORTE
cada uno con su bocatoma localizada al este
DEL VALLE BAJO DE MOCHE
de Galindo en el valle medio, en proximidad al sector de Cerro Blanco. Cabe
La presencia de Huaca San Idelfonso en
señalar dos aspectos importantes de la cons-
la literatura arqueológica es escasa, aún
trucción y empleo de estos canales. Prime-
cuando fue reconocida por Rodríguez Suy
ro, la trayectoria de los mismos no perma-
Suy (1971) como uno de los asentamientos
neció inalterable a lo largo de los siglos de
asociados al canal Vichanzao. Con posterio-
su funcionamiento, en realidad presentaban
ridad el sitio fue inventariado por Ravines y
tanto reparaciones ante los daños causados
Matos (1983), pero no se especificó su filia-
por aluviones y desbordes como traslados
ción cronológica. Huaca San Idelfonso for-
hacia elevaciones mayores, usualmente a
mó parte de un conjunto de asentamientos
través de la excavaciones de nuevos cauces
Moche distribuidos en la margen derecha
paralelos a los anteriores (Moseley y Deeds
del valle bajo de Moche, parte de los cuales
1982: 42, Figuras 2.2 y 2.3). Segundo,
fue destruido por actividades agrícolas y
durante la época Moche al igual que ahora,
urbanísticas posteriores o aún yacen sepul-
los canales debieron haber servido como
Centro de Investigaciones Precolombinas • 63
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
vías de tránsito pedestre sobre sus gruesos
El único fechado rediocarbónico reporta-
bordes, en los cuales se acumulaban los
do para la ocupación Moche en el lado
materiales extraídos de los cauces durante
norte del valle bajo de Moche procede de
las labores periódicas de limpieza de barro
un canal secundario proximo a La Mochica
y maleza.
denominado Canal A de Pampas La Esperanza, localizado al noreste de Chan Chan y
Canal La Mochica
que produjo una fecha sin calibrar de 550
+/- 80 d.C. (Pozorski 1987: Tabla 1), lo
Se trata del canal primario más bajo
cual concuerda con la presencia de cerá-
localizado en la banda norteña del valle. La
mica Moche III y mayormente Moche IV
construcción de su tramo inicial debió ser
dentro del área. El Canal A discurría entre
iniciada junto a la del Canal Moro en el
los Canales La Mochica y Vichanzao y
Período Inicial (1800-1000 a.C.) por las
pudo haber funcionado hasta la primera
primeras entidades Cupisnique del valle,
parte del Período Intermedio Tardío, cuan-
dado que en su primer tramo permitía la
do fue parcialmente anulado por la cons-
irrigación de los sectores de Caballo Muerto
trucción perpendicular a su cauce de dos
-la principal concentración de edificios
nuevos canales secundarios Chimú (Pozors-
públicos Formativos del valle de Moche- y
ki 1987: 113).
de Sacachique (o Huaca Caña). En el
Período Intermedio Tardío (siglos X-XV
Canal Moro
d.C.) el curso de La Mochica fue ampliado,
alcanzando 31 km. de largo hasta las pla-
El Canal Moro irriga la parte alta de la
nicies eriazas bajas de Pampas La Esperan-
sección oriental de la planicie costera desde
za y el área en proximidad a Huanchaco.
el punto de las bocatomas hasta el límite
Las evidencias de funcionamiento de esta
ente El Porvenir y Laredo. Hacia el siglo VI
extensión del canal La Mochica en el Perío-
d.C. los Moches decidieron ampliar el área
do Intermedio Temprano aún no son con-
agricola situada a mayor elevación que el
cluyentes, pero es probable que su curso en
curso de La Mochica, ello habría motivado
la parte más baja del área también se
inicialmente la ampliación al oeste del
iniciara en ese tiempo (Billman 2002: 379,
Canal Moro, y, finalmente, la construcción
383; Moseley y Deeds 1982: 42).
de un nuevo canal más elevado que ahora
64 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
conocemos como Canal Vichanzao, crean-
Asentamientos y caminos
do un complejo cuadro de experimentación
de trayectorias de canales y de elevamiento
Laredo y Complejo Caballo Muerto
progresivo de los mismos en la zona entre
Laredo y Pampas La Esperanza.
Los datos publicados sobre la presencia
Moche en las planicies cultivadas y desér-
Canal Vichanzao
ticas de Laredo proceden principalmente de
Caballo Muerto, un sector donde se ha
El canal Vichanzao alcanzó una longitud
reportado la presencia de ocupaciones Mo-
de 30 km., extendiéndose hasta la planicie
che sobre una serie de plataformas que da-
cortada por la quebrada de Río Seco, al
tan del Período Formativo (circa 1800-200
noroeste de Pampas La Esperanza. La cons-
a.C.).
trucción del Canal Vichanzao no habría
Caballo Muerto es un complejo de ocho
sido producto de un evento único, sino de
plataformas aterrazadas localizadas a 16 km
una serie de elevaciones progresivas del
del Océano Pacifico (Pozorski 1983; Wata-
curso de canales más antiguos. Aunque se
nabe 1976). Adicionalmente, este sitio se
carece de datos sobre el momento preciso
halla en proximidad al centro Moche de
en que alcanzó su mayor longitud durante el
Galindo (Bawden 1982; Lockard 2008).
Período Intermedio Temprano, Moseley y
Como Pozorski (1982) y Billman (2002)
Deeds (1982: 37) indicaron que la elabora-
han argumentado, la localización de Caba-
ción del cauce del Vichanzao alteró un
llo Muerto fue crucial para el control de la
cementerio Moche III, lo cual señalaría una
sección inicial de los canales de irrigación
contrucción en la segunda mitad de este
en esa parte del valle. Caballo Muerto es
período, posiblemente hacia el siglo V d.C.
mejor conocido por ser el mayor centro
El Vichanzao permitió completar la irrig-
Cupisnique en el valle de Moche, con in-
ación de las planicies altas de El Porvenir,
vestigaciones arqueológicas que han produ-
Florencia de Mora y el lado noreste de
cido fechas de Carbono 14 para esa ocu-
Pampas La Esperanza, discurriendo en cer-
pación de entre inicios del segundo milenio
cana proximidad a los sitios con ocupación
a mediados del primer mileno a.C. (Chau-
Moche IV de Huaca San Idelfonso y Huaca
chat et al. 2006; Nesbitt et al. en prensa;
Florencia de Mora.
Pozorski 1976, 1983). Sin embargo, las di-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 65
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
versas excavaciones efectuadas en las plata-
En términos generales, la presencia Mo-
formas han revelado evidencias de reocupa-
che en Caballo Muerto ha sido poco estu-
ciones Salinar (circa 200 a.C.-100 d.C.),
diada, y ninguno de los trabajos de exca-
Moche (circa 100-800 d.C.), Chimú y
vación desarrollado al interior del área ha
Chimú-Inca (circa 900-1532), en forma de
sido enfocada específicamente en ese tema.
entierros, ofrendas, y arquitectura (Chau-
Las investigaciones recientes de Jason Nes-
chat y Guffroy 2003; Donnan y Mackey
bitt entre 2007-2008 en Huaca Cortada,
1978: 40-41, 82-83, 364; Nesbitt et al. ms).
Huaca La Cruz y Huaca Curaca sin embar-
El único entierro Moche conocido para Ca-
go han permitido documentar una cantidad
ballo Muerto fue localizado en el lado
significativa de materiales cerámicos Mo-
noroeste del cerro donde se ubica Huaca
che (Nesbitt et al. en prensa, Nesbitt et al.
Guavalito (Donnan y Mackey 1978: 22,
ms.).
81).
Las excavaciones recientes en Huaca
En Huaca de los Reyes, la plataforma
Cortada, un edificio de 20 m de altura,
Formativa mejor conocida (Pozorski 1976;
produjeron abundantes materiales Moche.
Watanabe 1976), las evidencias de reocupa-
Gran parte de estas evidencias procedieron
ción Moche son muy escasas, aunque Po-
de un grueso depósito de escombros de la
zorski menciona que varios de los edificios
trinchera de saqueadores que corta la facha-
Formativos del sitio, incluyendo Huaca
da oriental de la plataforma. Dentro de esa
Guavalito, Huaca Herederos Grande, Huaca
capa se recuperaron numerosos fragmentos
Herederos Chica, Huaca la Cruz, y Huaca
de cerámica Moche IV con decoración en
San Carlos tienen reocupación Moche (Po-
línea fina, incluyendo partes de floreros,
zorski 1976: 19, 31, 37, 42). Por otro lado,
botellas de asa estribo, cántaros y vasijas
ha sido reconocida una estrecha relación
retrato (Fig. 10 A-E). En Huaca La Cruz
entre la iconografía del Horizonte Tempra-
solo se recuperó un fragmento de botella
no y las imágenes míticas Moche, lo que ha
Moche IV, pero se pudieron registrar evi-
conducido a algunos autores a proponer una
dencias substanciales de una ofrenda del
continuidad o el reavivamiento de atributos
período transicional entre Moche y Chimú,
de las divinidades Cupisnique en las repre-
en forma de un cráneo humano y piezas de
sentaciones sobrenaturales Moche (Cordy-
cerámica colocadas en la plaza delantera del
Collins 1992).
edificio (Nesbitt et al. ms.).
66 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
A
E
Figura 10: Cerámica Moche IV de Huaca Cortada.
A, B, C, D y E. Fragmentos de floreros y botellas
(Fotos: J. Nesbitt, 2008)
En el caso de Huaca Curaca, la limpieza
de un pozo de huaquero permitió registrar
un muro de piedra asociado a un piso conteB
niendo una capa de desechos con fragmentos de cerámica Moche. La mayoría de los
tiestos recuperados en este contexto se
caracterizó por pertenecer a vasijas con engobes rojo y crema, así como fragmentos de
piezas con pintura en línea fina. La muestra
cerámica de Huaca Curaca contuvo una
proporción menor de floreros en relación a
C
aquella procedente de la cercana Huaca
Cortada (Fig. 11 A-C).
La alfarería decorada dominó las asambleas cerámicas de Huaca Cortada y Huaca
Curaca. Esto contrasta con las muestras
procedentes de excavaciones conducidas en
los campos agrícolas alrededor de Huaca
D
Cortada. En esas intervenciones toda la
cerámica Moche careció de decoración pin-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 67
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
tada o moldeada, perteneciendo en cambio
Las diferencias en la cerámica documen-
a formas utilitarias y domésticas como cán-
tada en montículos y bajo los actuales cam-
taros y ollas con pastas naranja. Ocasional-
pos agrícolas son contundentes e indican
mente, algunos de los tiestos hallados en la
distintas actividades conducidas por la po-
periferia de Huaca Cortada presentaban en-
blación del sitio en la segunda mitad del
gobes crema al exterior.
Período Intermedio Temprano. El predominio de materiales decorados tales como floreros y botellas indica que la ocupación de
algunas plataformas por los Moche fue
significativa y posiblemente asociada al desarrollo de actividades ceremoniales. Tanto
Huaca Cortada como Huaca La Cruz fueron
abandonadas varios siglos antes de ser
reocupadas en tiempo Moche IV. Es probable que el uso de esos monumentos por la
gente Moche representara un reconocimiento de Caballo Muerto como un importante
lugar histórico asociada a sus ancestros.
Otras evidencias de la ocupación Moche
en el Complejo Arqueológico de Caballo
Muerto se localizan en el Cerro La Virgen,
una elevación rocosa que ocupa el extremo
sur del área. En los flancos norte, oeste y
este de esta montaña se observan diversos
muros de terrazas bajas y fragmentos de
cerámica oxidada Moche (asi como tiestos
de clara filiación Chimú). En la parte alta
del cerro se encuentra un recinto rectan-
Figura 11: Cerámica Moche IV de Huaca Curaca.
gular amplio, con muros de piedra tosca-
A, B y C. Fragmentos de cántaros decorados (Fotos:
mente canteada asentada con barro, en cuyo
J. Nesbitt, 2008)
interior se encuentran fragmentos de cerá-
68 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
mica diagnóstica Chimú y en menor propor-
de cerámica Moche IV y V, arquitectura
ción Moche. La cima de Cerro La Virgen
con adobes marcados, áreas con restos do-
presenta una estructura platafórmica masi-
mésticos y un camino prehispánico (Pérez
va, construida con muros de contención de
1994: 228). Una década después, Eulalia
piedra y rellenos de adobes tramados; aun-
Ramírez y María Wong (1984) de la Uni-
que se encuentran solo escasos fragmentos
versidad Nacional de Trujillo realizaron una
de cerámica oxidada, la presencia de adobes
serie de pozos de prueba en el sitio, docu-
paralelepipedos elaborados en gaveras de
mentando la superposición de rellenos de
caña permite asignar a este edificio una
adobes tramados, pisos de barro interca-
cronología en el período de ocupación Mo-
lados con rellenos de arena, y capas de
che del complejo. El extremo noroeste de la
sedimentos ocasionados por lluvias (Fig. 13
montaña aparece como un espolón rocoso,
A), así como partes de un edificio fuerte-
sobre el cual se inicia una muralla elabo-
mente afectado por huaqueros y pobladores
rada con piedra canteada, la cual desciende
modernos, recuperándose en uno de los ca-
hasta la base del cerro, reapareciendo al
teos una botella escultórica de asa estribo
norte sobre el Cerro La Cruz (donde se
Moche IV (Fig. 13 B) con la representación
superpone al edificio platafórmico Forma-
de un personaje antropomorfo con cabeza
tivo de Huaca La Cruz) y el flanco sur de
de zorro (Ramírez y Wong 1984; Pérez
Cerro San Lorenzo.
1994).
En 1986 el Instituto Nacional de Cultu-
Huaca Florencia de Mora (o Huaca
ra-Filial La Libertad intervino en el sitio
Vichanzao)
ante la depredación causada por los pobladores cercanos. En los trabajos extensivos
Este sitio dotado de arquitectura monu-
realizados se registraron varios sectores de
mental se localiza junto al curso del canal
una plataforma construida con adobes de
Vichanzao, aproximadamente en la parte
lados lisos o estriados y con piedras can-
central de la margen norte del valle bajo de
teadas (estás últimas empleadas en las es-
Moche. En 1973 los integrantes del Chan
quinas del edificio). La plataforma presen-
Chan-Moche Valley Project registraron
taba paramentos enlucidos y pintados en
Huaca Florencia de Mora con el nombre de
rojo, blanco y amarillo, reportándose nue-
Huaca del Arenal, observando la presencia
vamente cerámica Moche IV así como frag-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 69
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
mentos de cerámica Moche III en rellenos
Una referencia etnohistórica a Huaca
constructivos y sobre los pisos de tierra
Florencia de Mora y al sector colindante de
(Pérez 1994: 231-233). Nuevas labores
Mampuesto fue publicada por Rischar et al.
arqueológicas del Instituto Nacional de Cul-
(1998: 25). Estos autores hicieron referen-
tura al año siguiente determinaron la planta
cia a campos de cultivo prehispánicos local-
cuadrangular de la plataforma de Huaca
zados en las terrazas aluviales de la margen
Florencia de Mora, de 87 m en uno de sus
izquierda de la quebrada. Actualmente,
lados (Fig. 12). Un detalle importante de los
Huaca Florencia de Mora ha pasado a
trabajos de 1986 y 1987 fue el registro en
formar parte de la jurisdicción del Distrito
los adobes de la arquitectura conservada y
El Porvenir, encontrándose rodeada por las
de los escombros de 130 “marcas de fabri-
viviendas y calles de una creciente pobla-
cante” formalmente distintas (Fig. 13 C).
ción moderna.
Esta gran cantidad de marcas evidenciaría
que el sitio pudo presentar vínculos no solo
Pueblo Joven de Pampas La Esperanza y
con las poblaciones cercanas sino también
el sector norte de Chan Chan
con otros sectores del valle (Pérez 1994:
243).
La referencia al sitio de Pueblo Joven,
ubicado por el Chan Chan-Moche Valley
Project, es proporcionada por Beck (1979:
90-92), que lo describe como una concentración de 40 estructuras de piedra ubicada
en la parte norcentral de Pampas La Esperanza cerca al área de Río Seco, indicando
tanto la existencia de un estudio inédito
detallado del sitio, como la asociación con
los canales del área y su pertenencia a la
Fase V (Beck 1979: Nota 22). Adicionalmente, Beck (1979: 91), indicó la existencia
Figura 12: Plano de Huaca Florencia de Mora
(Fuente: Pérez 1994)
70 • Centro de Investigaciones Precombinas
de pequeñas “huacas” Moche III-IV en
Pampas La Esperanza.
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Figura 13: Arquitectura monumental en Huaca
Florencia de Mora. A. Rellenos masivos de adobes
tramados (Fuente: Ramírez y Wong 1984: Foto 6).
B. Botella de asa estribo Moche IV registrada en
Huaca Florencia de Mora (Fuente: Pérez 1994).
C. Adobes marcados (Fuente: Ramírez y Wong
1984: Foto 7)
Para la zona sur de Pampas La Esperanza, Beck (1979: 91, Fig. 16) también indica
la presencia del Camino 1, carente de bordes de piedra y que corría de sureste a
noroeste por debajo del curso del Canal
Vichanzao. Durante la ocupación Moche
esta vía pudo servir para el tránsito al oeste
de Cerro Cabras, comunicando la zona al
sur de Huaca Florencia de Mora con el abra
que conducía a Chicama. El Camino 1 fue
alterado por la construcción del sitio de
Pueblo Joven y por la trayectoria de varios
canales (Beck 1979: 91-92), pudiendo estar
fuera de uso en tiempos Chimú, al encontrarse en medio del área de canales de la
parte septentrional de Chan Chan.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 71
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
Sector norte de Pampas La Esperanza
preparación de alimentos, actividad que incluía molienda en un batán ubicado en el
Esta área se encuentra fuertemente afec-
patio. La cerámica hallada en esta residen-
tada por el crecimiento del Distrito La
cia comprendía una alta proporción de ollas
Esperanza y del sector El Milagro, hecho ya
y cántaros domésticos con base pedestal
anotado en la década de 1970 por los inves-
(Fig. 15).
tigadores de los proyectos Chan ChanMoche Valley y Riego Antiguo, quienes
identificaron varios sitios prehispánicos
asociados a canales de irrigación. En 1997
uno de los sectores con arquitectura fue
investigado por un equipo de la Universidad
Nacional de Trujillo dirigido por Carlos
Deza. El reporte de las excavaciones permite reconocer una vivienda asociada a material cerámico Moche IV y en menor proporción Moche V (Cossio et al. 1997).
La estructura fue definida por sus inves-
Figura 14: Vivienda rural Moche en Pampas La
Esperanza. Dimensiones 12 m por 10 m (adaptado
de Cossio et al. 1997: Lám. 4)
tigadores como una residencia rural aislada,
edificada con cimientos gruesos de cantos
La planificación de esta residencia rural
rodados, con pisos de barro sobre rellenos
es parcialmente similar a la de los conjuntos
de tierra y desechos. El conjunto contenía
habitacionales en Huacas de Moche y Ga-
un patio central cuadrangular dotado en la
lindo. En todos ellos es recurrente la pre-
esquina norte de una pequeña plataforma
sencia del patio como elemento nuclear de
con tres escalones de acceso (Fig. 14).
la vivienda y como espacio de cocina. Sin
Otros componentes de la vivienda fueron
embargo, en Huacas de Moche los patios
varios recintos menores, algunos de planta
centrales de las residencias presentaban
cuadrangular y con un espacio interior de
banquetas laterales y eran accedidos me-
1.5, 2 y 3 m2, identificados como depósitos.
diante corredores que los conectaban a las
El patio y un ambiente colindante presen-
calles de la red urbana. En Galindo por su
taban restos orgánicos y áreas de quema y/o
parte se encuentran casos de viviendas con
72 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
dos patios, uno dedicado a la preparación de
16). Esta ruta de tráfico fue usada inten-
alimentos y otro conteniendo banquetas
samente en el Período Intermedio Tempra-
techadas (Bawden 1982: 310). Un rasgo
no, siendo cortada tardíamente por las
particular de la residencia en Pampas La
construcciones Chimú del Canal Intervalle
Esperanza son los depósitos, ubicados en
de irrigación La Cumbre y de la muralla de
varios lados del conjunto y no en hileras
piedra que corre entre Cerro Campana y el
contiguas como en los conjuntos domésti-
flanco este de Cerro Cabras.
cos de Huacas de Moche.
Figura 16: Caminos prehispánicos en el área entre
Cerro Campana y Cerro Cabras (Fuente: Beck
1979: Fig. 15)
En la sección meridional de esta parte
periférica del valle bajo de Moche, Beck
Figura 15: Bordes de cantaros domésticos de
identificó seis caminos, la mayoría con
vivienda Moche en Pampas La Esperanza (Fuente:
trayectorias de sureste a noroeste y que en
Cossio et al. 1997: Fig. 8)
varios casos corrían en paralelo. Los Cami-
Caminos entre Cerro Campana y Cerro
nos 2 y 5 fueron las vías principales. El
Cabras y el sitio de Río Seco
Camino 2 se hallaba en el extremo sur de la
ruta y se iniciaba cerca al cauce de la
Beck (1979: 82-89, Figs. 14-15) inves-
Quebrada de Río Seco, pudiendo haberse
tigó el sistema de caminos prehispánicos
conectado originalmente con la ruta este-
que se iniciaba junto al flanco este de Cerro
oeste que cruza el área de San Idelfonso. El
Cabras para continuar por varios kilómetros
Camino 5 era de marcada trayectoria recti-
al noroeste rumbo al valle de Chicama (Fig.
línea y se iniciaba en el abra al este de
Centro de Investigaciones Precolombinas • 73
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
Cerro Cabras. Los Caminos 3 y 4 eran para-
che. La proximidad entre el Camino 4 y el
lelos al Camino 5, y parecen versiones tem-
edificio Cupisnique, y la ocurrencia de
pranas y más cortas de este último. El
aluviones observada en ese camino pero no
Camino 1 en cambio corría por los flancos
en el Camino 5 indican que la ruta inter-
este y sur de Cerro Cabras, dirigiéndose
valle al este de Cerro Cabras estuvo en uso
hacia el área de Huaca Florencia de Mora,
durante el Horizonte Temprano. El Camino
mientras que el Camino 6 pudo ser una ruta
5 formó parte de la ruta de los Moche hacia
de ingreso hacia la parte alta de la Quebrada
el valle de Chicama (Beck 1979: fig. 14),
de Río Seco.
sin embargo a 8 km al norte de Cerro
El Camino 5 fue la vía principal de la
Cabras este camino deja de ser evidente,
zona durante el Período Intermedio Tem-
por lo cual Beck considero que probable-
prano y se asociaba directamente al asenta-
mente continuaba hasta unirse con los
miento Moche de Río Seco, identificado
Caminos 7 y 8 del mismo sector (de 7 y 3
por Beck (1979: 84-85) como Sitio B (o
km de largo respectivamente), que muestran
H1929). La contemporaneidad entre el sitio
una orientación similar a la del Camino 5 y
de Río Seco y el Camino 5 indicaría que
que se proyectaban hacia la margen del área
esta vía estuvo en uso al menos desde tiem-
agrícola en el lado sur del valle bajo de
pos Moche III (Beck 1979: 84), empleán-
Chicama.
dose también durante el Período Intermedio
El asentamiento de Río Seco cubre un
Tardío. La ubicación del asentamiento Mo-
área de 260 m por 60 m y comprende dos
che en proximidad al punto donde termina
hileras de recintos rectangulares, elaborados
la parte mejor conservada del Camino 4
con piedras y barro y ubicados a cada lado
puede indicar una relación entre el aban-
del Camino 5 (Fig. 17), el cual presenta 15
dono de esa vía y la aparición de esta con-
m de ancho al interior de la aldea, amplián-
centración de estructuras.
dose hasta 25 m en otras partes de su
Entre los Sitios A y B se encuentra una
trayectoria. Dos estructuras fueron excava-
estructura rectangular de piedra asociada al
das por Bankes (1971), quien encontró frag-
Camino 4, esa edificación fue excavada por
mentos de cerámica mayormente Moche
Bankes (1971: 120) y pertenece a la mani-
IV, y en menor proporción Moche III y
festación Cupisnique del Horizonte Tem-
Chimú. Más recientemente, Carlos Deza y
prano, con reocupaciones Gallinazo y Mo-
Marco Rodríguez (2003: 271- 273) pros-
74 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
pectaron el sitio, señalando que la mayoría
60 m por 8 m) de recintos pequeños conti-
de muros fueron elaborados con cantos
guos y de diverso tamaño, que cubren los
rodados que formaban un doble paramento
extremos de esa parte de la aldea. Un tercer
con rellenos interiores de tierra, ubicando
grupo de amplias estructuras rectangulares
también una estructura de 1 m por lado
ubicadas al oeste del sitio pudieron servir
construida con adobes, aunque no especifi-
como áreas abiertas o corrales.
caron la ubicación exacta de esa construcción (Deza y Rodríguez 2003: 270).
En la superficie de los recintos se presenta fragmentaria cerámica, con partes de
cántaros domésticos o decorados, cántaros escultóricos,
botellas de asa estribo o de
asa lateral, ollas, y figurinas
moldeadas, así como restos
Figura 17: Sitio Moche de Río Seco (Fuente: Deza y
Rodríguez 2003: 266)
orgánicos de especies malacológicas terrestres y marinas, y en menor
proporción de mamíferos terrestres. Deza y
El sitio muestra dos tipos de estructuras
Rodríguez (2003: 268) señalaron el proba-
morfológicamente diferentes. El primer
ble uso doméstico del primer grupo de
grupo se concentra en el lado este del
construcciones, así como la función del si-
camino y comprende al menos dos conjun-
tio como un puesto de control y aprovisio-
tos separados por una depresión del terreno,
namiento del trafico intervalle.
con acceso directo al camino y con múltiples recintos distribuidos alrededor de un
Prácticas funerarias
patio abierto. Ambos conjuntos se ubican
en el extremo sureste del sitio y miden 20
Los contextos funerarios Moche registra-
por 15 m. Otro probable conjunto se ubica
dos por arqueólogos y publicados hasta la
al noreste del asentamiento y mide 25 por
fecha para la margen norteña del valle bajo
20 m, aunque presenta menos divisiones
de Moche son sumamente escasos, y se
internas. El segundo grupo de estructuras se
limitan a los entierros documentados por el
localiza al oeste del camino y está formado
Chan Chan-Moche Valley Project (Donnan
por dos grupos alargados (40 m por 8 m y
y Mackey 1978) durante los años de 1969 y
Centro de Investigaciones Precolombinas • 75
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
1974 en los sectores de Huanchaco y Caba-
tendido, conservando sus vértebras cervica-
llo Muerto. Por ese motivo reunimos en esta
les, y con los brazos a los lados del cuerpo,
sección las referencias a contextos funera-
mientras que el segundo personaje estaba
rios del Período Intermedio Temprano do-
apoyado sobre su lado derecho, con las
cumentados en valle bajo de Moche así
piernas semiflexionadas, el brazo derecho al
como aquellos procedentes de Huanchaco y
costado del torso y el brazo izquierdo dis-
que han sido referidos como asociados a la
puesto en ángulo recto sobre el pecho. Tam-
tradición cultural Gallinazo.
bién se observa la presencia de una mandíbula, ubicada en proximidad al primer
Entierros Gallinazo en Huanchaco
individuo.
El segundo contexto registrado en 1989
Durante las investigaciones realizadas a
por los arqueólogos Genaro Barr y Jorge
fines de la década de 1980 por el Instituto
Sachún pertenecía a un adolescente de 12
Nacional de Cultura-La Libertad y la Uni-
años, que fue inhumado, posiblemente al
versidad Nacional de Trujillo en el sector
interior de una fosa, en un pequeño recinto
de Huanchaco conocido como Pampa La
identificado tentativamente como un “recin-
Cruz o La Poza se documentaron dos con-
to abastecedor”, que contenía vasijas do-
textos funerarios que han sido interpretados
mésticas y fogones y que fue ubicado a 170
como pertenecientes a la sociedad Gallina-
m al este del edificio platafórmico denomi-
zo.
nado Montículo 1 (Barr 2000: Figs. 4 y 5).
El primero entierro fue excavado por
Este entierro se caracterizó por presentar el
Sánchez y Tinta (1990), y consistió en una
fondo de una gran vasija llana como soporte
tumba de fosa definida por un muro bajo de
para el cuerpo del individuo, el cual mos-
piedras y que contenía los cuerpos de dos
traba las piernas fuertemente plegadas hacia
adultos y ofrendas cerámicas del estilo Ga-
el lado izquierdo del torso y los brazos do-
llinazo. Ambos individuos carecían del
blados en ángulo recto sobre el abdomen
cráneo, pero sus cuerpos se hallaban articu-
(Barr 2000: Foto 7). Los dos contextos
lados y fueron dispuestos en sentido norte-
funerarios descritos aparecen identificados
sur. La fotografía publicada de este contex-
como pertenecientes a la cultura Gallinazo,
to (Barr 2000: Foto 5) permite apreciar que
sin embargo esta interpretación ha sido
uno de ellos yacía casi completamente ex-
cuestionada en los últimos años, y amerita
76 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
una nueva evaluación donde se destaquen
tórica de animales con extremidades cortas
las particularidades del tratamiento mortuo-
y robustas y de cola larga y ancha.
rio en estos entierros, su asociación estratigráfica y la presentación completa de los
materiales registrados como ofrendas y como parte del relleno de las tumbas.
Entierro en Caballo Muerto
El único entierro Moche reportado hasta
ahora en el sector limítrofe con el valle
medio correspondía a una mujer joven sepultada en una fosa simple, al interior de un
recinto amplio localizado en el flanco
noroeste del cerro donde se ubica Huaca
Guabalito (Donnan y Mackey 1978: 22, 8185). El cuerpo estuvo colocado en posición
decúbito dorsal, orientado de noreste a
suroeste, y con la cabeza dispuesta hacia el
oeste (Fig. 18). La mano derecha yacía
sobre la región pélvica. Las ofrendas mortuorias de este personaje consistieron en
tres láminas circulares de cobre dobladas y
colocada en la boca y junto a cada mano,
tres cántaros finos (dos con pintura crema,
roja y negra orgánica y uno con engobe
llano crema) dispuestos junto a las extremidades inferiores, y una botella de asa estribo
Moche III localizada junto al cráneo, está
última pieza se hallaba junto a la cabeza y
Figura 18: Entierro M-III 4 de Caballo Muerto
(Fuente: Donnan y Mackey 1978: 83)
estuvo decorada con la representación pic-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 77
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
Entierros en Huanchaco
individuo juvenil (Barr 2000: Fotos 6a-b,
7). La cerámica completa hallada en este
La mayoría de datos sobre las prácticas
recinto careció de decoración moldeada, y
funerarias Moche para el lado norte del
aunque ha sido descrita como perteneciente
valle bajo de Moche proceden de intervén-
al estilo Gallinazo ciertamente comparte
ciones arqueológicas en la localidad litoral
rasgos formales con algunos componentes
de Huanchaco, específicamente en el sitio
de la cerámica doméstica del sitio de Hua-
Pampa La Cruz. Antes de iniciar la descrip-
cas de Moche. Otros trabajos desarrollados
ción de los contextos funerarios Moche de
por entonces en Pampa La Cruz condujeron
Huanchaco debemos revisar la información
al registro de secuencias estratigráficas de
pertinente a las evidencias habitacionales en
hasta 3 m de profundidad con materiales
la zona de Pampa La Cruz, las cuales inclu-
cerámicos Salinar y Gallinazo Temprano,
yen al Montículo 1, muros perimetrales de
consistentes en los tipos Blanco sobre Rojo,
piedra, construcciones menores, y restos de
Castillo Modelado y Castillo Inciso (Men-
campos de cultivo y canales de riego.
doza et al. 1989; Sánchez y Tinta 1990;
Si bien el número de trabajos inéditos en
Barr 2000: 17-18).
Huanchaco supera al de aquellos publica-
Dos décadas antes, en 1969 un grupo de
dos, es posible reconocer la existencia de un
entierros Moche IV fue excavado en la mis-
asentamiento importante, parte de cuyas
ma zona arqueológica de Huanchaco (Don-
estructuras aparecían en superficie hacia
nan y Mackey 1978: 17, 188-207). Estos
1980, y que ha sido severamente afectado
entierros se hallaban al interior de otro
por la expansión urbana. Uno de los secto-
sector arquitectónico aparentemente domés-
res con arquitectura excavado en 1989 (Barr
tico, localizado a 50 m al noreste del recinto
2000: 18-19) presentó como principales
publicado por Barr (2000: Fig. 5) y cons-
evidencias un ambiente de 6 por 2 m,
truido con piedras y mortero de barro y que
delimitado por muros de cantos rodados
estuvo dotado de recintos amplios y meno-
unidos con barro y que mostraba un piso de
res, pequeños “depósitos” rectangulares, un
tierra conteniendo zonas de combustión,
corredor central y vasijas domésticas dis-
concentraciones de desechos orgánicos, una
puestas al interior de los ambientes. Dos de
serie de cántaros de cuello convergente o
los contextos funerarios correspondieron a
recto evertido, así como el entierro de un
cámaras mortuorias rectangulares construi-
78 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
das con piedras. A pesar que la ocupación
niveles de relleno subyacentes hasta alcan-
Moche en Huanchaco se prolongó entre las
zar la capa de arena estéril. La primera
Fases III y IV (Donnan y Mackey 1978:
cámara (M-IV 20) midió 1.90 m por 0.75
189), los entierros de la Zona B correspon-
m, y se orientaba de noreste a suroeste
dieron solo a la Fase IV.
(Donnan y Mackey 1978: 190-191). La
cubierta de la tumba estuvo formada por
varas de madera entrecruzadas, que sostuvieron los adobes que recubrían la boca de
la cámara.
El individuo inhumado fue una mujer
adulta y posiblemente embarazada al momento de su muerte, dispuesta con el cuerpo
extendido pero con el torso apoyado sobre
su lado derecho, con la cabeza orientada al
noreste. Las ofrendas incluyeron un cántaro
pintado con pequeños diseños escalonados
y un artefacto de cobre en forma de aro
colocado al interior de la boca. El cuerpo
habría estado envuelto en textiles.
La segunda cámara (M-IV 25) fue peculiar, debido que además de contener el cuerpo de un adulto probablemente masculino
como personaje central incluyó la osamenta
de una mujer adulta (M-IV 28) y dos fetos
Figura 19: Entierro M-IV 25 de Huanchaco
(Fuente: Donnan y Mackey 1978: 201)
(M-IV 26 y 27) (Fig. 19). La estructura
presentaba un eje noroeste-sureste, y media
Tumbas de cámara
2.00 m por 0.75 m, con 0.60 m de profun-
Las dos cámaras funerarias fueron elabo-
didad (Donnan y Mackey 1978: 200-207).
radas con revestimiento de cantos rodados,
El individuo principal fue sepultado en po-
habiendo sido dispuestas en grandes fosas
sición extendida, con la cabeza orientada al
que rompieron los pisos de barro y los
sureste, presentando objetos de cobre en la
Centro de Investigaciones Precolombinas • 79
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
boca y en las manos. Estuvo flanqueado por
cados en el lado sur de la tumba. La cubier-
los cuerpos de los nonatos, en posiciones
ta de la estructura mortuoria incluía varas
aparentemente similares a la del adulto. Los
de madera transversales al eje de la tumba y
restos del personaje femenino en cambio se
una larga sobrecubierta de cañas. Los hue-
hallaban sobre el muro sur de la cámara, y
sos desarticulados de la mujer fueron colo-
fueron objeto de manipulación con fines de
cados sobre el borde del lado sur de la
desmembramiento y extracción de partes
tumba, al exterior de la cubierta de caña y
corporales, faltándole el cubito y el radio de
estuvieron acompañados por el cráneo de
ambos brazos, el húmero y el omoplato
un camélido y una botella de asa estribo.
izquierdos, el sacro, vértebras y ambas manos. Las manos de la mujer pudieron ser
colocadas como ofrendas al interior de la
cámara, la cual contenía tres manos adicionales (articuladas y posiblemente seccionadas aun con tejidos musculares), dos de
ellas dispuestas junto a aquellas del personaje central (Donnan y Mackey 1978: 206).
El ritual funerario en esta tumba se inició
con la dispersión de arena amarilla fina
Figura 20: Cerámica del Entierro M IV de
Huanchaco (Fuente: Donnan y Mackey 1978)
sobre el fondo de la cámara. Tras colocarse
los cuerpos del hombre y los nonatos, posi-
Entierros en fosas
blemente sobre esterillas, se dispusieron
En un ambiente distinto a aquellos con-
como ofrendas las cabezas y extremidades
teniendo las cámaras funerarias se regis-
de dos camélidos, las tres manos humanas
traron cuatro tumbas de fosa, que fueron
cortadas, pequeños animales dispuestos jun-
rellenadas con arena después de la coloca-
to al muro oeste, y diez vasijas (dos flore-
ción de los cuerpos. Todos estos entierros
ros, cuatro cántaros pintados, un cántaro
se orientaban de noroeste a sureste, con los
efigie, dos cántaros domésticos y una bote-
cráneos dispuestos hacia el sur (Donnan y
lla antropomorfa) (Fig. 20). La mayor canti-
Mackey 1978: 192-199). Dos de ellos
dad de vasijas, los cráneos de camélido, y
correspondían a una mujer y a un hombre
una de las manos seccionadas fueron colo-
que debieron haber sobrepasado los 55 años
80 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
de edad. El varón (M-IV 22) presentaba las
en Huacas de Moche. La disponibilidad de
manos sobre la pelvis y estuvo envuelto en
cobre en el contexto funerario de Caballo
textiles y juncos no entretejidos, con el
Muerto no difiere de aquella observada en
rostro cubierto por un tejido fino, presen-
las tumbas de Huanchaco, habiéndose
tando como únicas ofrendas láminas de co-
ofrendado en ambos sectores principalmen-
bre sobre la nariz y en una de las manos. La
te piezas sencillas de cobre laminado dis-
mujer anciana (M-IV 21) estuvo envuelta
puestas junto al cadáver. Las ofrendas cerá-
en una esterilla, presentaba los antebrazos
micas también son similares a las halladas
doblados en ángulo recto sobre el abdomen,
en tumbas de Huacas de Moche (Donnan y
y no recibió ofrendas de cobre sino de tres
Mackey 1978: 92-187; Chapdelaine 2003:
mates (uno de ellos en posición invertida y
Lám. 22.4), presentándose claras afinidades
cubriendo parte del cráneo) y una botella de
formales entre la cerámica funeraria Moche
pico recto y asa lateral, objetos que fueron
III y IV de estos sectores y las del sitio
colocados junto a su cabeza.
primario, semejanzas que incluyen una ico-
Las otras dos tumbas de fosa correspon-
nografía con motivos como la cuerda pinta-
dieron a individuos infantiles. El primero
da bajo al cuello de cántaros, motivos ser-
(M-IV 23) fue sepultado con objetos de
pentiformes, y figuras en S o escalonadas.
cobre en la boca en cada mano, envuelto en
La variabilidad en la orientación mortuo-
textiles y en juncos, y presento como ofren-
ria de los cuerpos es aún difícil de evaluar
da una botella similar a aquella ofrendada a
debido al tamaño reducido de la muestra de
la mujer anciana, dispuesta junto a sus pies.
entierros para el lado norte del valle bajo.
Un infante (M-IV 24) yacía cerca a la cabe-
Las orientaciones de los cráneos al sureste,
za del niño anterior. Este último individuo
suroeste y al noreste que fueron registradas
se asociaba a pequeñas piezas de cobre
en el litoral y al interior de la margen norte
colocadas en el relleno de arena sobre y ba-
del valle también aparecen en la muestra
jo el niño, el cual fue envuelto en textiles.
mucho más extensa de Huacas de Moche
(Tello et al. 2003: Cuadro 5.1), existiendo
Comparaciones de los contextos funerarios
en ambos grupos un predominio en la po-
Los entierros de Caballo Muerto y Huan-
sición extendida dorsal de los cuerpos así
chaco evidencian un tratamiento funerario
como en la posición de la cabeza hacia el
básicamente indistinto de aquel registrado
sur.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 81
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
LA ORGANIZACIÓN SOCIOPOLÍTI-
de fines del Horizonte Temprano, pero se
CA MOCHE EN LA SECCIÓN NORTE
carece de datos específicos sobre ello. Evi-
DEL VALLE BAJO DE MOCHE
dencias Salinar en forma de restos habitacionales, contextos funerarios y cerámica
Las ocupaciones previas: Periodo Inicial
y Horizonte Temprano (1800-200 a.C.)
Durante el Período Formativo la margen
norte del valle bajo de Moche presentaba
ocupaciones permanentes importantes en su
sección oriental, donde se erigieron los edificios monumentales que forman el Complejo Caballo Muerto. En la sección oriental
también existió una ocupación del Período
Inicial en Gramalote (Briceño y Billman
2008), un sitio habitacional localizado sobre
la terraza marina de Huanchaco. La ocupación frente al litoral de Huanchaco formaría
en adelante un continuo hasta el presente,
sucediéndose en el área el asentamiento de
pobladores Salinar, Gallinazo, Moche y
Chimú Este hecho evidencia la importancia
de los pescadores y agricultores en hoyas
húmedas en la formación de entidades locales muy posiblemente autónomas de aquellas del interior del valle, directamente vinculadas al
diagnóstica doméstica o decorada han sido
documentadas en Huanchaco (Barr 2000:
14-15, 17; Donnan y Mackey 1978; Piminchumo 2001) y en Caballo Muerto, particularmente en la denominada Huaca Herederos Chica (Chauchat y Guffroy 2003). La
baja frecuencia de evidencias Cupisnique y
Salinar en gran parte del valle bajo entre el
litoral y Laredo puede ser el resultado de
factores como el posterior uso agrícola
intensivo de la llanura, la acumulación de
depósitos de arena eólica y sedimentos, y la
carencia de investigaciones, pero la determinación de la densidad demográfica local
durante ambas ocupaciones solo podrá ser
evaluada a tráves de excavaciones profundas en este sector. La margen norte del
valle bajo careció de un sitio residencial
comparable a Cerro Arena, el principal sitio
habitacional Salinar en el lado sur del valle
(Brennan 1980).
funcionamiento de la sección
El Período Intermedio Temprano y los
alta del Canal La Mochica y del Canal
inicios del Horizonte Medio (300-750
Moro (Moseley y Deeds 1982: 35-36).
d.C.)
Los canales Cupisnique en la margen
norte del valle bajo pudieron haber conti-
Aunque los canales La Mochica y
nuado en uso durante la ocupación Salinar
Vichanzao aparecen asociados principal-
82 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
mente a sitios con materiales Moche, es
Medio. Debido a las escasas referencias al
necesario recordar la presencia en el litoral
hallazgo de vasijas con decoración en pintu-
de Huanchaco de una ocupación con evi-
ra negativa, no es posible aun definir si
dencias cerámicas y funerarias que han sido
todas esas evidencias se asociaban a una
asociadas al estilo Gallinazo. Como se indi-
ocupación no-Moche. Asimismo, se debe
có en una sección anterior, ahora se recono-
considerar que parte de la cerámica “Galli-
ce la existencia de una identidad compartida
nazo” de Huanchaco (Barr 2000) pertene-
por las diversas poblaciones regionales de
cería a una ocupación doméstica local que
inicios del Período Intermedio Temprano,
formó parte de un asentamiento más exten-
expresada en formas comunes de cerámica
so que experimentó hacia mediados del
de uso cotidiano y en producciones artesa-
Período Intermedio Temprano una fuerte
nales distintivas y más especializadas vin-
interacción con los sitios principales Moche
culadas a las élites y a las actividades
del valle (circa 200 a.C.-600 d.C.), y que
ceremoniales.
pudo mantener algunos rasgos culturales
Este aspecto implica el problema de la
afiliación étnica y política de los produc-
distintivos perceptibles en prácticas funerarias y en la alfarería de uso cotidiano.
tores de la cerámica Castillo Modelado y
A partir de mediados del Período Inter-
Castillo Inciso registrada en Huanchaco en
medio Temprano aparecieron sitios habita-
la década de 1980. Las vasijas recuperadas
cionales e instalaciones de pobladores em-
entonces en rellenos y al interior de un
pleando artefactos cerámicos en el estilo
recinto y que han sido identificadas como
Moche en Caballo Muerto, Laredo, las
Gallinazo carecen de decoración moldeada
pampas eriazas marginales ubicadas desde
y presentan aplicaciones modeladas y dice-
El Porvenir hasta La Esperanza y Río Seco,
ños punteados e incisos. Precisamente, este
y en la zona costera de Huanchaco. Esta
tipo de vajilla de uso frecuentemente do-
ocupación habríase relacionado a la extrac-
méstico, aunque ocasionalmente también
ción de recursos marinos, de quebradas y
funerario, aparece entre los valles del Alto
lomas, y al control de los caminos hacia el
Piura y Lambayeque hasta Santa y Nepeña,
mar y el valle de Chicama, pero sin duda la
y formaría un continuo en las tradiciones
explotación de nuevos campos agrícolas fue
alfareras regionales desde fines del Hori-
el principal factor en juego para la pobla-
zonte Temprano hasta inicios del Horizonte
ción involucrada. Durante el Período Inter-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 83
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
medio Temprano el valle de Moche pudo
área irrigada por los canales Vichanzao y
presentar 13000 Ha de tierras irrigables en
La Mochica. Debido a su ubicación cerca a
condiciones optimas (Billman 2002: 380,
la parte media del valle, San Idelfonso pudo
384). Con 7000 Ha cultivables, la margen
constituirse en una zona de contacto con las
norte y baja contenía el 65% de las tierras
poblaciones de Laredo y Galindo, y a la vez
agrícolas del sistema (Moseley y Deeds
en un punto de ingreso desde el interior del
1982: Tabla 2.1; Billman 2002: 395), adqui-
valle hacia Huaca Florencia de Mora, y las
riendo un alto potencial económico y polí-
rutas a Chicama. La comunidad de pesca-
tico en el panorama local y regional entre
dores y agricultores de Huanchaco debió
los años 400 a 750 d.C. (según las eviden-
representar otro centro terciario, con un
cias cerámicas de sus asentamientos). Aun-
carácter distintivo dado su rol como provee-
que son necesarias mayores investigaciones
dor de recursos marinos y su mayor anti-
respecto a la cronología y el patrón de asen-
güedad frente a los sitios del área antes
tamientos en el área, es posible afirmar que
eriaza.
en la segunda mitad del Periodo Intermedio
¿Cual fue el origen del sistema de asen-
Temprano la economía y la distribución
tamientos Moche en la banda norte del valle
poblacional en el lado norte del valle bajo
bajo y como funcionó a lo largo de su
adquirieron un rol importante en las estruc-
existencia? Para tratar esos temas debemos
turas organizativas y de poder de todo el
tocar las revisiones recientes a la cronología
valle de Moche.
y la organización sociopolítica Moche local.
El asentamiento más relevante de esta
Las prospecciones y excavaciones en el
zona fue Huaca Florencia de Mora, un asen-
valle de Moche indican un proceso de
tamiento con arquitectura corporativa y de
fuerte centralización política endógena a
rango secundario dentro del valle. Sin em-
partir del año 300 d.C. (Bawden 1994b;
bargo aún no se ha aclarado la naturaleza
Billman 2002; Chapdelaine 2003: 271-279).
exacta de su interacción con el resto de
El esquema interpretativo vigente indica
asentamientos en el área y si todos ellos
que la colonización de los sectores agrícolas
fueron ocupados sincrónicamente. Por su
ganados al desierto mediante irrigación arti-
menor extensión y carencia de plataformas,
ficial en la margen norte baja habríase
Huaca San Idelfonso pudo ocupar una
originado en una presión demográfica sobre
posición terciaria, controlando parte del
las zonas ya ocupadas del valle y en la con-
84 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
solidación del poder económico y prestigio
margen norte no fue un factor causal de la
de los lideres del valle bajo sureño.
centralización política Moche ocurrida en el
El modelo implícito en estas interpreta-
valle bajo hacia el siglo IV d.C. en torno a
ciones incorpora la posesión estatal y el
Huacas de Moche; ello debido a la repre-
otorgamiento de grandes extensiones de
sentatividad menor de materiales Moche III
terreno a líderes de linajes de elite, asocia-
-el tiempo supuesto de la consolidación del
ciones religiosas o corporaciones de espe-
poder político de los líderes de Huacas de
cialistas vinculados directamente a los go-
Moche y de la asimilación o desalojo de las
bernantes de un asentamiento dominante.
poblaciones de filiación serrana del valle
Esta posibilidad se basa en la interpretación
medio- frente a las Moche IV. Según este
usual de la aparición de grandes canales de
autor (Billman 2002: 392, 395), la expan-
irrigación como resultado del interés de una
sión agraria en la margen norte del valle
organización sociopolítica compleja por
bajo ocurrió mayormente durante la Fase
ampliar su base económica. Los sitios loca-
Moche IV cuando los dirigentes del valle
les con arquitectura monumental y adobes
habrían iniciado la movilización de la fuer-
marcados también son considerados en esta
za laboral rural como una forma de conso-
perspectiva como evidencia del tributo
lidar su capacidad económica y prestigio
laboral de distintas comunidades ante una
locales antes de emprender un programa
autoridad central que auspiciaba y dirigía la
político más ambicioso de nivel regional.
construcción. El candidato principal de esta
La producción de los nuevos campos de
autoridad es el sitio de Huacas de Moche (a
cultivo irrigados por el Canal Vichanzao
7.5 km al sur de Huaca Florencia de Mora),
habría incrementado notablemente el poder
considerando su cronología, la similitud de
político y económico ya establecido de
su cultura material con los sitios entre
Huacas de Moche, y consecuentemente su
Laredo y Huanchaco, y la indudable posi-
capacidad de efectuar a escala intervalle los
ción primaria que adquiría en el valle.
mecanismos de reciprocidad y eventual do-
En un reciente análisis de la relación
entre sistemas de irrigación y la organiza-
minio sobre otras organizaciones sociopolíticas.
ción política prehispánica del valle de Mo-
La perspectiva de Billman incluye una
che, Billman (2002: 393) señaló que la
modalidad de tributo pagada según el ciclo
construcción de los grandes canales de la
anual de las cosechas (u otorgada en forma
Centro de Investigaciones Precolombinas • 85
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
de servicios) por 12700 a 18200 agriculto-
partes del valle. Pero la producción del área
res colonos dependientes políticamente de
pudo ser orientada en gran parte a satisfacer
los gobernantes de Huacas de Moche
la demanda de alimentos para las activida-
(Billman 2002: 395). Para este investigador
des festivas y el consumo selectivo de re-
la formación de grandes extensiones de
cursos y bienes por la población local y
nuevas tierras de cultivo no estuvo ligada a
muy posiblemente la población urbana
la emergencia de un Estado en la parte baja
asentada en el sitio primario de Huacas de
del valle de Moche sino que fue un fenó-
Moche a solo 8 km al sur del área.
meno acaecido solo después de la consoli-
Los proyectos de intensificación de la
dación efectiva del poder político de los
producción agrícola han sido señalados co-
gobernantes de Huacas de Moche. Conside-
mo una característica de las entidades esta-
rando la escasez de fechados radiocarbó-
tales andinas, en casos tan diversos como
nicos en la propia zona de la expansión
los cultivos en camellones y cochas del alti-
agrícola y el reconocimiento de la existen-
plano de Tiwanaku (Kolata 1993) y las
cia desde circa 350 d.C. de una anterior
irrigaciones de sectores eriazos en Lacra-
presencia regional Moche III extensiva pero
marca por los Moche de Santa (Chapdelaine
discontinua (5) (con zonas al exterior del
y Pimentel 2001, 2002) y en la propia
valle de Moche que presentaban fuertes
margen norte del valle bajo de Moche por
vínculos con las elites de Huacas de Moche,
los Chimú (Moseley y Deeds 1982). En
como el valle bajo de Santa, Chapdelaine et
estos y en otros casos se ha propuesto que
al. 2009) la relación entre la formación del
el incremento de la producción agrícola en
Estado en Huacas de Moche y la amplia-
las nuevas áreas cultivables estuvo dedi-
ción del sistema hidráulico Vichanzao-La
cado al expendio de los grupos dirigentes y
Mochica debe ser mejor investigada antes
solo en menor proporción al consumo de las
de que conozcamos con precisión la rela-
comunidades involucradas directamente en
ción cronológica entre esos eventos.
la producción agrícola. Esta perspectiva sin
La expansión agrícola Moche en la mar-
duda incorpora el tema del grado de inter-
gen septentrional del valle bajo ciertamente
dependencia entre autoridades y los grupos
no fue motivada por una necesidad de
de trabajadores encargados directamente de
complementariedad ecológica, dada la re-
ampliar la frontera agrícola, un punto difícil
dundancia de recursos entre esa área y otras
de evaluar arqueológicamente en el propio
86 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
valle bajo de Moche debido al menor énfa-
sin duda experimentó cambios especialmen-
sis puesto en el estudio de los asentamien-
te entre los siglos VII y VIII d.C. cuando la
tos menores y las propias áreas de produc-
zona de los canales pasó a hallarse dividida
ción agraria.
entre el sector de valle medio dominado por
La irrigación de los terrenos eriazos en la
parte baja del valle de Moche lograda en la
Galindo y el sector del valle bajo vinculado
a la entidad de Huacas de Moche.
segunda mitad del Periodo Intermedio Tem-
La perspectiva actual sobre la formación
prano debió implicar un factor organizativo
del sistema hidráulico en la margen norte
determinante pero aún poco comprendido y
del valle de Moche acentúa el rol de direc-
no siempre claramente perceptible en el
tor del estado en sus orígenes, vinculando la
registro arqueológico: la interacción de los
ampliación de los canales al fortalecimiento
agricultores del valle bajo y aquellos del
progresivo del poder político y económico
valle medio. Las poblaciones del valle me-
de los líderes de Huacas de Moche. Pero no
dio pudieron aprovechar en primer término
debe descartarse que en algunos momentos,
las aguas de los canales Vichanzao y La
como durante la emergencia del poder de
Mochica, e hipotéticamente pudieron tener
Galindo y la pérdida de control de Huacas
control sobre y/o acceso directo a las boca-
de Moche sobre la margen norte del valle
tomas de dichos canales. Las disputas sobre
medio, existieran sectores de la margen nor-
derechos de uso de aguas entre ambos gru-
te del valle bajo controlados por los jerarcas
pos debieron ocurrir sobre todo en tiempos
locales así como zonas poseídas por comu-
de sequía, cuando los campesinos de la zo-
nidades agrícolas y pescadoras asociadas a
na alta podían aprovechar en mayor grado
esas elites por el acceso al agua de los
las escasas descargas de los canales (Bill-
canales. La extensión de la zona ocupada
man 2002). El mantenimiento del extenso
por los Moche en la margen norte del valle
sistema agrícola Moche en la banda norte
bajo (120 km2) y el carácter abierto de gran
del valle bajo de Moche, debió haber inci-
parte de esa llanura tienden a apoyar un
dido en la evolución de una estructura
modelo de fuerte cohesión entre sus asen-
administrativa interzonal que manejara la
tamientos, pero dada la prolongación tem-
distribución del recurso hídrico y/o la redis-
poral de la ocupación, la presencia de
tribución de la producción agraria entre las
aldeas relativamente alejadas de los sitios
poblaciones implicadas, una estructura que
con arquitectura monumental (en Pampas
Centro de Investigaciones Precolombinas • 87
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
La Esperanza), y el conocimiento restringi-
de dunas de arena, que pudieron deteriorar
do de la mayoría de sitios en el área debe
la infraestructura agrícola del lado sur del
considerarse la posibilidad que algunas po-
valle (Moseley 1992: 211; Moseley y Deeds
blaciones rurales de la zona formaran rela-
1982: 37, 47) y que habrían incidido
ciones menos jerárquicas de lo que usual-
también en la ocupación de la margen norte
mente se supone con las élites de Huaca
(6). Las condiciones cambiantes del clima
Florencia de Mora y Huacas de Moche.
registradas para fines del siglo VI no
ocasionaron el abandono de Huacas de
La ocupación terminal Moche de la
Moche, aunque es probable que fueron uno
margen norte del valle bajo de Moche
de los factores causales de los cambios que
sucedieron por entonces al interior de este
La ocurrencia hacia fines del siglo VI
centro urbano (Fig. 21), cambios que inclu-
d.C. de fuertes Fenómenos El Niño y de
yeron la clausura parcial de Huaca de la
cambios climáticos asociados afectando al
Luna y una gran actividad constructiva en
territorio Moche fue propuesta en base al
Huaca del Sol y en la planicie ocupada por
análisis de muestras de hielo del Nevado
conjuntos residenciales y talleres artesana-
Quelccaya (Cuzco) y de diatomeas en depó-
les (Chapdelaine 2000; Uceda 2008).
sitos lacustres de Ecuador, que muestran
La visión de los años 80´ del abandono
una sucesión de periodos fríos y una severa
de Huacas de Moche hacia fines del siglo
sequía entre 562 y 594 d.C. (Moseley 1992:
VI d.C. esta siendo reemplazada por un
209; Shimada et al. 1991). Durante esas
cuadro basado en mayores fechas de Car-
décadas la población del valle de Moche
bono 14 y evidencias estratigráficas y arqui-
debió dar frente a fuertes lluvias y el avance
tectónicas que señalan una prolongación
Figura 21: El sitio de Huacas de Moche (Foto: J. Gamboa, 2008)
88 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
temporal de la ocupación del sitio. La po-
el sector norte del valle bajo y el funcio-
blación urbana de Huacas de Moche conti-
namiento de sus aldeas y centros menores,
nuó fabricando la cerámica Moche IV hasta
donde predominaban las vasijas producidas
aproximadamente el año 750 d.C. (Chap-
en el estilo Moche IV. Sin embargo la cerá-
delaine 1998: 114, 2000: 137-139), con
mica fina Moche V es un componente mi-
fechados radiocarbonicos que indican su
noritario en Huaca San Idelfonso (Gamboa
parcial contemporaneidad con el tiempo de
2006), Florencia de Mora (Pérez 1994: 229)
ocupación de Galindo, el asentamiento prin-
y Pampas La Esperanza (7) (Cossio et al.
cipal del valle medio, portador del estilo de
1997: Fig. 20), e indica la interacción de
cerámica fina Moche V y cuyo periodo de
esos sitios con el sector del valle medio. Es
mayor desarrollo ocurrió entre los siglos
necesario recordar que el estilo Moche V
VII y VIII dC (Bawden 1982). Por su parte,
fue reproducido especialmente en vasijas de
las investigaciones en el complejo de Huaca
uso ceremonial, como botellas, floreros,
de la Luna indican que su sector más
cántaros y cuencos dotados de relieves o
antiguo, formado por la Plataforma I, la
pinturas en línea fina (Bawden 1994a,
Plaza 1 y las estructuras inmediatamente
2001), con cambios menos evidentes en la
cercanas, fue clausurado por los Moches
cerámica de uso doméstico, lo cual significa
tiempo después de la época de cambios
actualmente mayores dificultades para esta-
climáticos, habiéndose registrado el sella-
blecer en la zona una cronología relativa
miento con adobes del único pórtico de
basada en las formas de alfarería no deco-
acceso a Plaza 1 (Gamboa 2005: 211;
rada.
Uceda y Tufinio 2003: 186). Este suceso se
La aparición de materiales de ambos es-
relacionaría a la emergencia de la Platafor-
tilos en los sitios del valle bajo norteño
ma III, un nuevo edificio dentro del com-
puede significar que los materiales Moche
plejo que fue decorado con murales, entre
V eran introducidos en la zona como bienes
los que destacaba la representación del tema
de intercambio entre los pobladores locales
de la “rebelión de los artefactos” (Uceda y
usuarios del estilo Moche IV y aquellos del
Tufinio 2003: 215).
sector dominado por Galindo en el valle
Es probable que paralelamente a los
medio (Fig. 22). Esta posibilidad deberá ser
cambios en la organización de Huacas de
evaluada en el futuro a través de una mejor
Moche prosiguiera la expansión agraria en
comprensión de las similitudes y divergen-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 89
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
Figura 22: Sector de contacto entre los sectores bajo y medio de la margen norte del valle de Moche
(Foto: J. Gamboa, 2007)
cias en la cultura material de los sitios en
culada a la tradición tecnológica y artística
las secciones baja y media de la margen
de Galindo en los sitios de la margen nor-
norte del valle.
teña baja indica que la población de esa
La ocupación terminal Moche en la mar-
zona, además de sus contactos con el sitio
gen norte del valle bajo deberá ser recon-
principal de Huacas de Moche, desarrollaba
siderada teniendo en cuenta factores como
también interacción con el asentamiento
los cambios climáticos, un posible declina-
dominante del valle medio. El acceso de la
miento gradual en el control sobre el área
población de la margen norte del valle bajo
por los dirigentes afiliados a Huacas de
norteño a la producción artesanal Moche V
Moche, y la aparición de una nueva entidad
de Galindo no debe hacernos excluir posi-
política autónoma en Galindo. La compa-
bles situaciones de conflicto entre ambas
ración de fechados radiocarbónicos de di-
zonas, especialmente por el control del agua
versos proyectos (Chapdelaine 1998, 2000:
y de las tierras irrigables, un aspecto que
134, 137-138; Lockard 2008: 278-281) ha
contribuiría a explicar la presencia de gran-
demostrado la coexistencia entre los años
des murallas de piedra y adobe en sitios co-
600 y 750 d.C. de las entidades del valle
mo San Idelfonso, Galindo y los cerros La
bajo (centralizada en Huacas de Moche) y
Virgen y San Lorenzo en Caballo Muerto.
aquellas del valle medio (alrededor de Ga-
El eventual despoblamiento del área irri-
lindo), con ambos grupos mostrando estilos
gada por el canal Vichanzao parece indi-
emblemáticos distintivos y orientaciones
cada por la escasez de materiales Chimú
diferentes en organización socioeconómica
Temprano, y es probable que la zona pre-
e ideológica. La presencia de cerámica vin-
sentara baja densidad demográfica hacia
90 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
fines del Horizonte Medio. Sin embargo, la
tegias políticas y económicas que condu-
zona alimentada por el canal La Mochica
jeron al poder regional de este estado
pudo continuar siendo ocupada durante el
prehispánico tardío. La reducción del área
Horizonte Medio. Haciendo un salto tempo-
agrícola en la margen norte del valle bajo
ral se encuentra una nueva expansión de la
de Moche habría sido anterior o paralelo al
agricultura en la margen norte del valle bajo
periodo de construcción de los conjuntos
como consecuencia de la ampliación de los
arquitectónicos amurallados más extensos y
canales primarios durante el Periodo Inter-
con diseño tripartito en Chan Chan (Po-
medio Tardío. Pozorski (1987: 112) señala
zorski 1987: 114) (8).
que la máxima expansión de los canales
El caso prehispánico tardío conduce a
Chimú en el área fue anterior al periodo de
preguntarnos sí sucedió una reducción del
mayor expansión territorial del Reino Chi-
área irrigada por el Vichanzao tras la for-
mú. El límite de la extensión de esos cana-
mación de fuertes vínculos y posibles rela-
les habría sido alcanzado antes del año
ciones de dominio entre el sitio de Huacas
1300 d.C., tiempo en el cual el área agrícola
de Moche y otros valles de la Costa Norte
experimento una reducción gradual tras
meridional. En el presente no es posible dar
varios periodos de lluvias torrenciales.
una respuesta satisfactoria a estas interro-
Según los miembros del Proyecto Riego
gantes.
Antiguo, después de 1300 d.C. y en coincidencia con una etapa de conquistas regiona-
FUNCIÓN
les (Mackey 1987: 122) los Chimú conti-
MIENTOS PREHISPANICOS EN LA
nuaron operando solo los canales del valle
ZONA DE ESTUDIO
DE
LOS
AMURALLA-
bajo de Moche que rendían mayor usufructo, como la Mochica y la parte alta del
Rafael Larco Hoyle (2001) creía que los
Vichanzao, sucediendo una contracción de
Moche construyeron grandes murallas co-
las tierras agrícolas localizadas al norte de
mo parte de sus sistemas de defensa militar
Chan Chan, la capital Chimú. Este evento
y establecimiento de divisiones territoriales,
fue denominado “el colapso agrario Chimú”
citando los casos de las murallas de Sala-
(Moseley y Deeds 1982: 43; Pozorski 1987:
manca en Chicama, La Cumbre en el extre-
113, 117-118) y ha sido considerado un
mo noroeste del valle bajo de Moche y la
factor catalizador en el cambio en las estra-
muralla que corre sobre la margen norte del
Centro de Investigaciones Precolombinas • 91
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
valle de Santa. Larco también observo que
provenientes de las quebradas activas du-
algunas de estas construcciones presentaban
rante los Fenómenos El Niño, estando
largas secuencias constructivas, incorporan-
dispuestos en sentido transversal y en la
do adiciones realizadas durante prolongados
parte baja de los cauces aluviales.
períodos de tiempo. En ese caso la función
La muralla de San Idelfonso, mostrando
de las murallas pudo haber variado tempo-
secciones de piedras, de adobe, y de piedra
ralmente, sirviendo durante algunas genera-
con revestimiento de adobe es un buen caso
ciones como marcadores de divisiones terri-
de estudio de esta temática. Por su ubica-
toriales, y en otros períodos como estruc-
ción este muro monumental Moche no pro-
turas defensivas.
tegía al asentamiento de los aluviones originados en la quebrada próxima, cuyo cauce
es más profundo que el nivel general del
asentamiento. Asimismo, existen áreas al
oeste del muro donde el terreno es más
elevado que la muralla, formando colinas
Figura 23: Muralla de Huaca San Idelfonso y
alargadas paralelas a su lado occidental
quebrada cercana (Foto: J. Gamboa, 2008)
(Fig. 23). Si la muralla hubiera tenido una
función protectora ante aluviones, esos ras-
Un punto de vista opuesto ha sido pro-
gos naturales habrían sido adecuados para
puesto por Piminchumo y Gálvez (2003),
su emplazamiento al brindar mayor eleva-
quienes examinaron la muralla Chimú de
ción al muro. Nuestra idea es que la muralla
La Cumbre; estos investigadores han seña-
Moche de San Idelfonso formaba parte de
lado que en ese y en otros casos donde las
una demarcación territorial dentro del valle
estructuras corren sobre áreas sometidas a
bajo, con una comunidad asentada junto a
erosión por aluviones, las murallas forma-
ella que pudo haber controlado los pasos
ron parte de vastos sistemas de protección
situados sobre el curso del Canal Vichan-
para zonas dedicadas a la producción agrí-
zao. Con casi un kilómetro de longitud el
cola, especialmente durante el periodo Chi-
muro monumental de este sitio debió haber
mú (siglos X-XV d.C.). Este tipo de muros
sido una manifestación imponente del con-
habría servido principalmente para la
trol ejercido sobre el espacio geopolítico
contención de las descargas de agua y lodo
local. La sección de la muralla de San
92 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Idelfonso donde esta se presenta como una
2008: 277, 280) y las de Cerro La Virgen y
estructura de piedra con revestimiento de
el sector de Laredo. Sobre la cima de Cerro
adobes podría ser, al menos parcialmente,
La Cruz el segmento central de este sistema
similar a la gran muralla dotada de parape-
de murallas se conecta a un espacio circular
tos, accesos restringidos y cúmulos de pro-
parcialmente aterrazado, que pudo funcio-
yectiles localizada en la base de Cerro
nar como punto de control y convergencia
Galindo e interpretada por Theresa L. Topic
para las comunidades de la zona. El único
(1991: 237-239, Fig. 3) como una estructura
tramo principal de este grupo de muros que
defensiva ante agresiones procedentes de la
fue construido sobre un área mayormente
zona de “chaupiyunga” (zona de 400 a
plana fue la sección conocida como Muralla
1500 msnm) en el valle alto de Moche. Solo
de Huaca San Carlos (Piminchumo y Gál-
las excavaciones permitirán determinar sí el
vez 2003: 19, 23). Las partes más bajas del
gran muro de San Idelfonso pudo presentar
conjunto de murallas en Caballo Muerto se
también un uso defensivo.
situaban en la planicie agrícola ubicada en-
Por otro lado el conjunto de murallas en
tre las montañas y sobre la pampa desértica
la sección noroeste de Caballo Muerto sirve
próxima a Huaca San Carlos, y solo esos
para examinar un ejemplo prehispánico tar-
sectores bajos pudieron haber servido para
dío de cómo estas construcciones pudieron
contener (al menos temporalmente) las des-
conformar una delimitación física del espa-
cargas aluviales de la Quebrada del León.
cio con funciones secundarias para la contención de aluviones. Las murallas de pie-
COMENTARIOS FINALES
dra que ascienden las laderas de los Cerros
La Virgen, La Cruz y San Lorenzo forman
Gran parte de la margen eriaza norte del
un sistema de muros de más de 3 km de
valle bajo de Moche no presenta evidencias
longitud, emplazado en un 60% sobre cres-
de ocupaciones permanentes extensivas del
tas rocosas y puntos elevados de las laderas,
Precerámico Tardío (circa 3000-1800 a.C.)
y que hipotéticamente debió ser construido
y del Horizonte Temprano (circa 1800-200
desde fines del Periodo Intermedio Tempra-
a.C.). No obstante, debido a la presencia de
no hasta el Periodo Intermedio Tardío,
rutas de tránsito intervalle y a las posibili-
marcando una divisoria territorial entre las
dades de explotación de recursos en las
comunidades Chimú de Galindo (Lockard
zonas de lomas y quebradas (estacional-
Centro de Investigaciones Precolombinas • 93
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
mente o durante la ocurrencia de los Fenó-
partir de las evidencias registradas en esos
menos El Niño), ese espacio desértico fue
sitios pero también sobre los datos más
sin duda conocido y manejado por las po-
completos y abundantes de los asentamien-
blaciones asentadas en las áreas hasta
tos mayores del valle- como hechos estre-
entonces irrigadas.
chamente vinculados a la consolidación del
Durante el tiempo Moche se observan
control político y económico Moche en el
los primeros intentos tanto de expandir la
valle de Moche. Pero, dada la expansión
frontera agrícola hacia esta área como de
temporal de esta colonización (siglos V-
crear un sistema de asentamientos perma-
VIII d.C.) y el conocimiento superficial de
nentes en su interior. Posiblemente como
muchos de los sitios involucrados aun res-
reflejo de competitividad entre los grupos
tan por comprender muchos y diversos
de elite asentados en ambas márgenes del
aspectos de este proceso, entre ellos la cicli-
valle medio y la parte cultivada del valle
cidad de las prácticas agrícolas en las nue-
bajo, uno de los principales intereses loca-
vas tierras, los tipos de cultígenos a los cua-
les de los líderes del sitio primario de Hua-
les esas áreas fueron dedicadas, y el grado
cas de Moche fue ocupar las planicies po-
de autonomía de las comunidades locales.
tencialmente cultivables ubicadas entre el
La margen norte del valle bajo experi-
Porvenir y Río Seco. Este proyecto dio
mentó un proceso de ocupación múltiple y
origen al reasentamiento de algunas pobla-
complejo por los Moche, con una primera
ciones en zonas colindantes o no a sus
fase a inicios del Periodo Intermedio Tem-
lugares y modificó fuertemente el panorama
prano de explotación del área irrigada por
demográfico del valle de Moche. Esta colo-
La Mochica, y una fase posterior de expan-
nización agrícola estuvo también relaciona-
sión de los Canales Moro y La Mochica
da a ensayos constantes de apropiación y
desde el área tradicional de cultivo de Lare-
modificación física del paisaje a través de la
do hacia las planicies de El Porvenir a La
edificación de plataformas, muros monu-
Esperanza. El mayor crecimiento demográ-
mentales, caminos y cursos artificiales de
fico del área ocurrió en la segunda fase,
agua. La ampliación de los canales La Mo-
durante la parte final del Período Interme-
chica y Vichanzao y la aparición de asenta-
dio Temprano y en la primera parte del
mientos de diversa magnitud en las nuevas
Horizonte Medio, cuando se desarrollaron
zonas cultivadas pueden ser interpretadas -a
múltiples sitios con poblaciones usuarias de
94 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
los estilos cerámicos Moche IV y en menor
en un proceso que marcó un hito en la
medida Moche V. La presencia de estos
organización económica y política de la
asentamientos ha sido interpretada como
Costa Norte Peruana prehispánica. No obs-
parte del proceso de emergencia de un esta-
tante, mientras no conozcamos mejor a los
do Moche al interior del valle pero, consi-
asentamientos implicados no comprenderé-
derando los nuevos datos, el estudio de la
mos tanto las particularidades de su inte-
organización sociopolítica Moche en la
racción con los sitios mayores locales y la
margen norteña baja deberá incluir tanto a
zona donde se originaban los canales de
Huacas de Moche como a Galindo como a
irrigación, como las diversas facetas de la
sitios implicados en la ocupación del área y
vida de quienes colonizaron esta parte del
en el manejo de sus recursos agrícolas e
valle bajo de Moche y dejaron las primeras
hídricos. En ese contexto, el abandono de
huellas de actividad humana permanente
los campos de cultivo y los asentamientos
sobre el área.
en la zona de máxima elevación de canales
en el valle bajo norte de Moche pudo ser un
PROBLEMÁTICA
componente primario en la serie de cambios
CIÓN EN HUACAS FLORENCIA DE
en la organización sociopolítica, la ideolo-
MORA Y SAN IDELFONSO
DE
CONSERVA-
gía y la cultura material que marcaron la
historia Moche tardía en este valle.
El sitio arqueológico Huaca San Idel-
El desarrollo de obras dedicadas a la
fonso está sometido a un creciente proceso
expansión agrícola ha sido señalado como
de expansión urbana, que implica tanto el
una característica de las entidades estatales
recorte del espacio donde se encuentran los
andinas. Pero un punto de vista opuesto y
materiales arqueológicos como la destruc-
que debe ser siempre considerado enfoca el
ción de las propias estructuras arquitectó-
rol autónomo de las comunidades y su alta
nicas. Si bien el tendido de postes para
capacidad organizativa y de fuerza laboral
cables de alta tensión que se efectuó en
para incrementar su base productiva. La
décadas pasadas sobre el área no afectó
ocupación Moche en el área examinada en
directamente a la estructura principal del
este artículo brinda una valiosa oportunidad
sitio, aún no es previsible la repercusión de
para estudiar las relaciones entre comuni-
obras públicas a efectuarse en el futuro en
dades rurales y asentamientos principales,
torno al área arqueológica. El mayor riesgo
Centro de Investigaciones Precolombinas • 95
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
para la integridad del sitio es el avance de
un edificio platafórmico ya afectado por
los asentamientos modernos cercanos del
saqueadores en la época colonial (Pérez
sector Gran Chimú del Distrito El Porvenir,
1994, Rischar et al. 1998), la extracción y
cuyos pobladores extraen adobes en la
demolición de adobes por parte de los
segunda sección de la muralla, habiendo pa-
pobladores que rodean al sitio se detuvo
sado durante los años 2009 y 2010 a
tras las labores de rescate por parte del
construir viviendas inicialmente precarias
Instituto Nacional de Cultura de La Liber-
junto a las edificaciones prehispánicas. Este
tad (Pérez 1994: 231). El sitio quedó rodea-
primer paso ha sido seguido por la habilita-
do por casas y calles (siendo utilizado en
ción de un camino carrozable hasta la pro-
años recientes como espacio para el vertido
ximidad de la muralla arqueológica, y por
de desechos de construcción y basura),
adicionales depredaciones de las estructuras
habiendo pasado en los últimos años a
de adobe. El caso de Huaca Florencia de
formar parte de la jurisdicción política del
Mora, un importante centro ceremonial Mo-
Distrito de El Porvenir. Sin embargo, se
che depredado anteriomente y actualmente
hallá en peligro potencial de ser nueva y
en proceso de ser totalmente cubierto por
completamente invadida por los pobladores
viviendas modernas, nos alerta del grave
cercanos. En el caso de Huaca San Idelfon-
peligro que corren los sitios arqueológicos
so la protección del monumento arqueológi-
ubicados en el Distrito de El Porvenir.
co y su entorno (Fig. 4 y 24) mediante el
En Huaca Florencia de Mora, donde en
trabajo conjunto de arqueólogos y autorida-
la década de 1980 se destruyó gran parte de
des locales puede ser una nueva oportuni-
Figura 24: Viviendas precarias modernas junto a Muralla de Huaca San Idelfonso
(Foto: J. Gamboa, 2008)
96 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
dad en la preservación del patrimonio
norteña. Su planicie está compuesta por dos
arqueológico en las áreas de rápido creci-
zonas llanas, separadas por los espolones
miento de la ciudad de Trujillo.
rocosos de Cerro Arena y Cerro Blanco. La
AGRADECIMIENTOS
sección más interior corresponde a las Pampas del Cacique, entre el lado sur de Cerro
El primer autor desea expresar su agrade-
Oreja y los flancos de Cerro Arena. La
cimiento a Tomás Campos, Álvaro Castañe-
segunda sección colinda con el mar y com-
da, María Chiroque, Niel Pajuelo, Víctor Pi-
prende el área entre Huacas de Moche y el
minchumo, Ricardo Toribio y Percy Vilche-
litoral. En épocas prehispánicas gran parte
rrez, arqueólogos de la Universidad Nacional
de ambas zonas fueron cultivadas mediante
de Trujillo, por su apoyo en el reconocimien-
una red de canales que se extendían hasta
to de Huaca San Idelfonso. Santiago Uceda,
las áreas actualmente eriazas del sector Co-
Claude Chapdelaine, Víctor Pimentel y Carol
nache. Sin embargo, la margen sur del valle
Mackey proveyeron de valiosas referencias
bajo no podía competir en extensión del
sobre la arqueología Moche y Chimú de los
área agrícola con la margen norte, la cual
valles de Moche y Santa. Asimismo Jason
comprendía una extensión de tierras poten-
Nesbitt hace presente su gratitud a Belkys
cialmente cultivables tres veces mayor.
Gutiérrez, Segundo Vásquez y el equipo de
(2) Los Fenómenos El Niño más fuertes en
estudiantes de la Escuela de Arqueología de
tiempos modernos fueron los de 1925, 1983
la Universidad Nacional de Trujillo por su
y 1998-1999, durante estos períodos las
apoyo a la investigación en Caballo Muerto.
quebradas de la margen norte del valle bajo
Este artículo está dedicado a la memoria de
de Moche condujeron agua y formaron
Agapito Gamboa Centurión, quien fue un
embalses que afectaron las zonas rurales y
primer guía en el reconocimiento del ecosis-
urbanas de Trujillo. El Fenómeno El Niño
tema de la Quebrada San Idelfonso. Erell
mejor documentado para tiempos prehispá-
Hubert amablemente colaboró en la revisión
nicos es el de 1100 d.C. (Nials et al. 1979a,
del texto presentado.
1979b; ver Chapdelaine 2000: 130 para su
NOTAS
impacto sobre la planicie de Huacas de
Moche), que afectó fuertemente a la parte
(1) La margen sur del valle bajo de Moche
baja y media del valle durante la ocupación
presenta un relieve distinto a la contraparte
Chimú.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 97
Jorge Gamboa Velásquez y Jason Nesbitt
(3) La presencia de algunas especies de fau-
otros grupos autónomos tanto Moche como
na como Coragyps atratus, Bubulcus ibis,
de identidad étnica distinta.
Athene cunicularia y Pillotis sp. en la Que-
(6) Las oscilaciones climáticas detectadas
brada de San Idelfonso está relacionada
para la parte final del siglo VI d.C. estarían
también a la presencia de un extensa área de
relacionadas a las ceremonias de sacrificio
acumulación de desechos al oeste de Huaca
humano registradas en Plaza 3A de Huaca
de San Idelfonso. Beck (1979: 80) señaló
de la Luna y que fueron ejecutadas durante
que en 1977 el área al oeste de la muralla de
un período de fuertes lluvias (Bourget 1994,
piedra y adobe ya se encontraba convertida
1998).
en uno de los vertederos de desechos de
(7) El posible fragmento Moche V registra-
Trujillo.
do en Pampas La Esperanza por Cossio et
(4) El sitio de Huaca San Idelfonso fue visi-
al. (1997: Fig. 20) pertenecería a una bote-
tado inicialmente por el autor entre los años
lla con el diseño pintado de una ola con
de 1997 a 1999, durante sus estudios en la
triángulo en la base y sobre una doble línea
Escuela de Arqueología de la Universidad
horizontal. Este motivo es muy similar a los
Nacional de Trujillo. Entonces se pudo ob-
registrados en la cerámica fina de Galindo
servar la extracción de adobes sobre un
(Lockard 2008: Fig. 7).
segmento de 15 m de largo, en el cual se
(8) Las fechas sin calibrar de Carbono 14
hallaron adobes marcados con puntos cen-
para el sitio Chimú de Milagro de San José
trales o líneas diagonales.
en Pampas de Río Seco caen hacia 1255 +/-
(5) La existencia de un control territorial
80 y 1325 +/- 80 dne (Pozorski 1987: Tabla
Moche discontinuo fue adelantada por Shi-
2), indicando que ese centro administrativo
mada (1987: 134-135). Los nuevos datos de
rural funcionó hacia la parte final de la má-
los valles de Santa (Chapdelaine 2008;
xima expansión agrícola Chimú en la mar-
Chapdelaine y Pimentel 2000, 2001) y Virú
gen norte del valle bajo de Moche.
(Bourget 2003) tienden a consolidar esta
idea, pero reorientándola hacia un dominio
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hegemónico discontinuo y complejo en la
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98 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Contextos Funerarios Moche y “Gallinazo” en la margen norte del valle bajo de Moche
Tumba
Ubicación
Cronológica relativa
Individuo/Edad
1.- Entierro doble
Huanchaco
“Gallinazo”
Adultos *
2.- Tumba del
Huanchaco
“Gallinazo”
Femenino/juvenil *
“Recinto abastecedor”
3.- M-III 4
Caballo Muerto
Moche III
Femenino/adulto
4.- M-IV 20
Huanchaco
Moche IV
Femenino/adulto
5.- M-IV 21
Huanchaco
Moche IV
Femenino/adulto mayor
6.- M-IV 22
Huanchaco
Moche IV
Masculino/adulto
mayor
7.- M-IV 23
Huanchaco
Moche IV
Niño
8.- M-IV 24
Huanchaco
Moche IV
Infante (?)
9.- M-IV 25
Huanchaco
Moche IV
Masculino (?)/adulto
10.- M-IV 26
Huanchaco
Moche IV
Feto
11.- M-IV 27
Huanchaco
Moche IV
Feto
12- M-IV 28
Huanchaco
Moche IV
Femenino/adulto
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Centro de Investigaciones Precolombinas • 107
RUMICHACA, UN SITIO DE PRODUCCION PARA
EL INTERCAMBIO
Álvaro Hernán Castañeda Mesía
Centro de Investigación, Promoción y Desarrollo de la Región Norte
[email protected]
RESUMEN
Rumichaca es un sitio arqueológico ubicado en el distrito de Angasmarca, provincia de
Santiago de Chuco, departamento de La Libertad (Perú). Este sitio se compone de dos
plataformas; la Plataforma 1, es la más grande con forma elíptica y la Plataforma 2 es
más pequeña y de forma circular. Los materiales encontrados fueron cerámica, lítico y
material orgánico. Los materiales líticos están relacionados con la textilería, cestería y
procesamiento de pieles, entre otros. La cerámica diagnóstica permite establecer
relaciones con Cajamarca y Recuay.
Palabras clave: excavación, arquitectura, materiales líticos y cerámicos
ABSTRACT
Rumichaca is an archaeological site located at the district of Angasmarca, province of
Santiago de Chuco, department of La Libertad (Peru). The site is formed by two
platforms; Platform 1 is the largest one with elliptical shape and Platform 2 is smaller
and has circular shape. The materials found are pottery, stone tools and organic remains.
Lithic materials are related with textiles, basketry, leather processing and others.
Diagnostic ceramics allow to propose the existence of relationships with Recuay and
Cajamarca.
Key words: excavation, architecture, ceramic and lithic materials.
Álvaro Hernán Castañeda Mesía
L
os trabajos en Rumichaca se reali-
El entorno de Rumichaca es netamente
zaron con el fin preservar los ma-
andino, con quebradas escarpadas y profun-
teriales que se encontraron en la
das y colinas a modo de anfiteatros. Hay
excavación para así poder estudiarlos poste-
una vegetación herbácea predominante en
riormente. A esto se lo denomina rescate,
la superficie, con algunos bosques pequeños
donde el arqueólogo recolecta toda la infor-
de eucaliptos.
mación posible de un sitio que va desapa-
Rumichaca se encuentra a una altitud de
recer. Con este fin nace el proyecto de res-
3360 m.s.n.m. en la región altitudinal que-
cate del sitio Rumichaca, en donde el
chua. Según Pulgar Vidal (1987), ha sido
objetivo principal fue excavar, registrar y
una región de gran desarrollo del hombre
catalogar los materiales.
andino, en su gran dimensión.
EXCAVACIÓN
Las excavaciones de Rumichaca se efectuaron sobre un área de 3850 m². que fue
dividida en 46 cuadrículas, de las cuales
treinta y dos (32) fueron de 10 x 10 m, doce
(12), de 5 x 10 m. y dos (2) cuadrículas de
5 x 5 m. (Fig. 2).
El área arquitectónica es de 2872 m². La
misma contiene dos ocupaciones y tres capas estratigráficas. Estas son: la capa superFigura 1: Mapa de ubicación
ficial, compuesta de plantas y raíces, es de
color negro por la presencia de material
Rumichaca está ubicado en el distrito de
orgánico. La capa A, compuesta por algu-
Angasmarca, en la provincia de Santiago de
nas raíces, es más clara que la anterior, gra-
Chuco, departamento de La Libertad (Fig.
nulosa y semicompacta. La capa B es más
1). Su ubicación referencial posee las coor-
suelta, granulosa y su color es un poco más
denadas UTM 9101324.41–9101233.69 N y
claro que el de la anterior; es la capa más
877395.30 – 827463.85 E.
temprana del sitio. Ambas capas están defi-
109 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
nidas por ocupaciones. Finalmente la capa
segunda ocupación corresponde a la capa A
C, es la capa con cenizas de los fogones.
y comprende las dos plataformas (1 y 2) en
su totalidad; en esta segunda ocupación se
termina de construir el resto de Rumichaca
(Fig. 4 y 5). Finalmente, en la Plataforma 2
se hallaron fogones en la capa C.
Figura 2: Distribución de cuadrículas
DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA
Rumichaca está conformado por dos
plataformas, una de forma casi elíptica y la
otra de forma circular. La Plataforma 1, que
Figura 3: Plataformas del sitio (Plataforma 1 en
verde, Plataforma 2 en marrón)
tiene forma casi elíptica, está formada por
cuatro recintos bien definidos y fue excava-
MATERIALES ENCONTRADOS
da por medio de cuarenta y dos (42) cuadrículas. La Plataforma 2, con forma de
Los materiales encontrados son muy di-
círculo, está conformada por ocho recintos
versos e incluyen cerámica, material lítico,
y fue excavada mediante cuatro (4) cuadrí-
material orgánico y carbón. Entre ellos se
culas (Fig. 3).
puede mencionar: fragmentos cerámicos
Rumichaca cuenta con dos capas de ocu-
tipo Cajamarca con decoración pintada en
pación; la primera es la capa B donde se
rojo y crema (Fig. 6), instrumentos musi-
ubica la Plataforma 2 y los cuatro recintos
cales como ocarinas y zampoñas (Fig. 7),
de la Plataforma 1. En esta primera ocupa-
agujas (Fig. 8), hachas (Fig. 9) y porras de
ción se comenzó a cantear el cerro que
piedra (Fig. 10). La suma de los hallazgos
ocupa Rumichaca por el lado sur y, luego
de las dos plataformas resulta en un total de
de ello, se aterrazó el resto de ambientes. La
ciento cincuenta (150) piezas. Hay que
Centro de Investigaciones Precolombinas • 110
Álvaro Hernán Castañeda Mesía
Figura 4: Capa A
Figura 5: Capa B
resaltar que se encontró un tallado de piedra
digno de resaltar, por su variedad y
que tiene la forma de una mujer que carga a
cantidad, son los cuchillos que contribuye-
su hijo, imagen que tiene relación con el
ron al procesamiento de alimentos; también
Apu Katequil de San José de Porcón (Fig.
hay raederas que sirvieron para sacar los
11) y un pendiente con forma de oso, que
restos de material orgánico de las pieles,
probablemente sea el oso de anteojos (Tre-
escotaduras que se utilizaron como sierras
marctos ornatos) (Fig. 12). Otro hallazgo es
para sacar la corteza de algunos arbustos
la lúcuma (Poutería lúcuma), planta que
para hacer cestas y lascas que fueron usadas
crece entre los 1000 y los 3000 m.s.n.m. en
como elementos cortantes. Se observa la
la reserva de Calipuy ubicada en la Provin-
presencia de material rehusado, lo que
cia de Santiago de Chuco.
indica que hubo elementos deteriorados que
Los materiales líticos hallados son ele-
les dieron otro uso, como núcleos o lascas.
mentos que tienen mucha importancia ya
Estos materiales se concentran principal-
que sirvieron para realizar diferentes tareas
mente en la Plataforma 1 en donde hay un
como la hilandería en tanto se encontraron
total de 837 piezas, las cuales se dispersan
piruros y pesos para hilar. Las manos de
en toda la plataforma. En la Plataforma 2
moler pudieron haber servido para moler
también hay un apreciable número de pie-
los trozos de arcilla para elaborar la cerá-
zas (518), las cuales se distribuyen por toda
mica y también para moler granos en bata-
la plataforma. Los instrumentos que se des-
nes, morteros o molinillos. Otro elemento
criben en líneas atrás se relacionan con acti-
111 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
vidades como el procesamiento de pieles,
se puede intercambiar con otras sociedades,
procesamiento de alimentos y elaboración
como Recuay y Cajamarca. Otro indicador
de cerámica. Algunos instrumentos revelan
importante es la cerámica con quema. Esto
la relación que existe entre la ganadería y
demostraría su uso para el procesamiento de
los materiales líticos. Es importante indicar
alimentos en el sitio de estudio.
que estos materiales son indispensables
para que la actividad ganadera se desarrolle.
La presencia de restos óseos de camélidos
en el sitio así lo indicaría.
A
Figura 6: Fragmento estilo Cajamarca
En cuanto a la cerámica diagnóstica, hay
bases tipo pedestal en forma de copa y baB
ses tipo trípode que podrían estar emparentadas con la tradición Cajamarca (Fig. 13).
Figura 7: Instrumentos musicales. A: Ocarina, B:
Zampoña
Hay también asas planas y un tipo de base
pedestal de media luna que se relacionan
COMENTARIOS FINALES
con Recuay (Fig. 14).
La suma de cerámica diagnóstica entre
El sitio de Rumichaca es un sitio Hua-
las dos plataformas da un total del 12.126
machuco (Fig. 15 y 16) con influencia de
fragmentos de los cuales 359 están en la
Recuay y Cajamarca. En este sitio se reali-
capa superficial, 9559 están en la capa A y
zaron actividades relacionadas con la texti-
2208 se encuentran en la capa B. La can-
lería, la cestería, la producción de cerámica
tidad de fragmentos indica que fueron un
y el intercambio, movido por camélidos,
bien importante para esta comunidad pre-
que fueron criados para carga y alimenta-
hispánica ya que la cerámica es un bien que
ción. Hay que agregar que el sitio tiene
Centro de Investigaciones Precolombinas • 112
Álvaro Hernán Castañeda Mesía
fogones en la Plataforma 2 (Fig. 17), relacionados a la cerámica con quema; esto demuestra que hubo cocción de alimentos, así
como un uso constante y sostenible del
sitio.
El abandono del sitio debió haberse dado
con la conformación de la hacienda Angasmarca, de origen colonial.
Figura 12: Pendiente
Figura 8: Aguja
A
Figura 9: Hacha
Figura 10: Fragmentos de porras
B
Figura 11: Tallado de piedra
113 • Centro de Investigaciones Precombinas
Figura 13: Bases de tradición Cajamarca. A: tipo
pedestal en forma copa, B: tipo trípode
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
A
Figura 16: Plato Huamachuco
B
Figura 14: Fragmento de tradición Recuay. A: Base
pedestal, B: Asa plana
Figura 15: Canastilla Huamachuco
Figura 17: Fogón en la Plataforma 2
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Centro de Investigaciones Precolombinas • 116
SINSICAP Y SIMBILA: TRADICIONES ALFARERAS,
CONTINUIDAD Y PROBLEMAS ACTUALES
Walter Álvarez Iparraguirre
Centro Cultural de Investigación, Promoción y Desarrollo de la Región Norte
[email protected]
María Andrea Runcio
Universidad de Buenos Aires, Centro de Investigaciones Precolombinas
[email protected]
César Gálvez Mora
Dirección Regional de Cultura-La Libertad / Instituto Nacional de Cultura
[email protected]
RESUMEN
En la costa y sierra norperuanas varios pueblos mantienen tecnologías ancestrales así como
usos y costumbres que representan una marcada continuidad en el tiempo. Entre ellos,
Sinsicap y Simbilá adquieren un valor singular porque sus alfareros mantienen la tecnología
prehispánica orientada a la elaboración de recipientes de uso doméstico. Este trabajo
enfocará los problemas que enfrentan estas poblaciones en cuanto al mantenimiento de las
técnicas tradicionales y la necesidad de introducir innovaciones para que la producción
alfarera pueda continuar.
Palabras clave: Sinsicap, Simbilá, alfarería, continuidad.
ABSTRACT
Various traditional coastal and mountain people keep ancient technologies and customs in
northern Peruvian region that express a strong continuity for a long time. Sinsicap and
Simbilá inhabitants have an exceptional value because their potters keep Pre-Columbian
technology to go in for making utilitarian vessels. This paper focuses the problems this
villages confront for keeping traditional technology as well as the necessity to bring in
innovations that allow pottery production to continue.
Key words: Sinsicap, Simbilá, pottery, continuity
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea Runcio y César Gálvez Mora
INTRODUCCIÓN
aún esta práctica sigue vigente y se trans-
V
arios pueblos de la costa y sierra
mite a los jóvenes, quienes desean conti-
peruana conservan la tecnología
nuar con la actividad.
ancestral de producción de cerá-
mica utilitaria manteniendo desde tiempos
EL PUEBLO DE SINSICAP Y EL
antiguos una importante tradición de manu-
CASERÍO DE SIMBILÁ
factura que los ha hecho merecedores del
interés de diferentes estudiosos (Camino
El pueblo de Sinsicap es la capital del
1981, 1983, 1984; Bankes 1985; Monzón
distrito del mismo nombre. Se encuentra a
1991; Shimada 1994; Druc 1996; Roel
65 km. al noreste de la ciudad de Trujillo,
2009; Runcio y Gálvez 2009).
en la provincia de Otuzco, región La Liber-
Sin embargo, una serie de problemas co-
tad (Fig. 1). Desde Trujillo se accede a Sin-
mo la pérdida de interés por parte de las
sicap mediante la carretera que pasa por las
generaciones actuales, la dificultades para
localidades de Laredo, Simbal y Collam-
la comercialización de los recipientes y la
bay. Sus calles estrechas y empinadas, típi-
indiferencia de las autoridades, entre otros,
cas de las zonas andinas, hacen de Sinsicap
pueden conducir a que la antigua tradición
un pueblo pintoresco, donde aún perduran
alfarera esté en riesgo de perderse para
varias prácticas ancestrales, entre ellas la
siempre, como sucedió con el centro alfare-
alfarería. Sin embargo, al igual que en mu-
ro de Coina (Otuzco, La Libertad) (Saldívar
chos pueblos de la serranía liberteña, sus
2006).
habitantes migran a las ciudades costeñas
En esta perspectiva, se presentan dos casos: el de Sinsicap -en la sierra de la región
La Libertad- donde la tradición alfarera está
mucho más cercana a perderse y el de Simbilá -en la costa de la región Grau- donde
118 • Centro de Investigaciones Precombinas
en busca de mejores oportunidades de progreso.
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
En la actualidad sus habitantes se dedi-
cofradías. Entre ellas se destacan el Día de
can principalmente a la agricultura, en par-
las Cruces, la Fiesta Patronal en honor a la
Figura 1: Ubicación de Sinsicap en la región La Libertad (Fuente: Gran Enciclopedia del Perú,
LEXUS 1998)
ticular al cultivo de maíz, trigo, cebada,
Virgen de la Visitación, el Señor de los
arvejas y frutales. Además, existen impor-
Milagros y el Festival del Membrillo.
tantes plantaciones de manzanas, blanqui-
El caserío de Simbilá se ubica a 5 minu-tos
llos, duraznos y membrillos, entre otros,
de la ciudad de Catacaos y al pie de la
que son llevados a la costa por los sinsica-
carretera que une esta ciudad con la de Piu-
pinos donde -a su vez- se abastecen de
ra, en la provincia de Piura, región Grau
víveres, combustible y ropa.
(Fig. 2). La población ocupa una elevación
Estas actividades se complementan con
arenosa y utiliza la parte llana para el
la celebración de festividades religiosas
cultivo de productos de consumo doméstico
organizadas a través de mayordomías y
y de uso industrial, como el algodón de
Centro de Investigaciones Precolombinas • 119
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea Runcio y César Gálvez Mora
fibra larga. Uno de los rasgos peculiares del
varones se dedican a la alfarería utilizando
pueblo es la persistencia de la arquitectura
técnicas prehispánicas.
tradicional elaborada con caña, madera y
Algunos de los alfareros de Simbilá lle-
tierra, entre otros usos y costumbres ances-
gan a ofrecer sus vasijas en la calle Comer-
trales. Asimismo, algunos de los habitantes
cio de la vecina ciudad de Catacaos (“Capital Artesanal de la Región Grau”), donde
se concentran los artesanos para mostrar sus
productos.
A la oferta artesanal cataquense, se suman otras expresiones culturales como la
fiesta de los Carnavales, la Semana Santa y
la Semana Turística de Catacaos que coincide con la Semana Jubilar por la creación
del distrito (21 de julio).
ANTECEDENTES ARQUEOLOGICOS
En el ámbito de la provincia de Otuzco a la cual pertenece Sinsicap- existe un conjunto de sitios arqueológicos cuya antigüedad se estima entre el Intermedio Tardío y
el Horizonte Tardío (Inca). La naturaleza de
los sitios es variada: edificaciones de gran
escala, recintos habitacionales, sitios fortificados, cementerios, caminos y andenes (Ravines y Matos 1983: 93, 94). En torno de la
zona de Sinsicap la información proviene
del reconocimiento arqueológico realizado
por Billman (1996) quien menciona 14 sitios arqueológicos atribuidos al período Intermedio Temprano (ca. 100-700 d.C.). Fi-
120 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
nalmente, las evidencias prehispánicas en el
Cerro Orga (Fig. 3), ubicado al oeste de la
capital del distrito, y la presencia de entierros en la zona denominada “Alonso”, indican la existencia de antiguos asentamientos
en esta área la cual, debido a su ubicación
estratégica en la parte alta del valle de
Moche, se ubica en la ruta de intercambio
entre las sociedades costeras y andinas de la
cuenca del río Moche.
Figura 2: Ubicación de Simbilá en la región Grau
A diferencia de Sinsicap, existen algunas
investigaciones arqueológicas desarrolladas
en el distrito de Catacaos (Kelley 1971;
Fernández Villegas 1990). En este distrito
es de especial interés el sitio arqueológico
Narihualá (Fig. 4) por su cercanía al caserío
de Simbilá (Fernández Villegas 1990).
Centro de Investigaciones Precolombinas • 121
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea Runcio y César Gálvez Mora
Figura 3: Cerro Orga
Narihualá contiene las evidencias más
técnica del paleteado y el modelado, la
notables de arquitectura Tallán elaborada en
utilización de engobe y la cocción en hor-
adobe y fue ocupado entre el 1000 y el
nos abiertos (Fernández Villegas 1990) ele-
1480 d.C. según lo prueba el hallazgo de
mentos que continúan siendo empleados
cerámica Tallán, Chimú Tardío e Inca local.
por los alfareros de Simbilá (Bankes 1985;
Debido a la extensión, calidad de su arqui-
Monzón 1991).
tectura y la escala de sus templos, se estima
que Narihualá fue un centro ceremonial
CONTINUIDAD DE LAS TECNICAS
desde el cual se ejerció el control de la
ALFARERAS
región baja de Piura y que su prestigio se
mantuvo, al menos, hasta la época Chimú.
Sinsicap
La cerámica utilitaria hallada en el sitio
muestra una variada tipología que incluye
Las técnicas alfareras en Sinsicap man-
grandes tinajas, cántaros, ollas y cuencos de
tienen su continuidad, al haberse trasmitido
uso doméstico y ha sido elaborada con la
de padres a hijos (Camino 1983). La pro-
122 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
ducción se orienta principalmente al uso do-
2- El segundo paso consiste en remojar
méstico que incluye ollas, tinajas, cantari-
la arcilla con agua dentro de un recipiente
llos, botijas, urpos, callanas y cántaros para
durante un día, y después se la mezcla con
llevar agua (Fig. 5). Asimismo, se moldean
arena.
tejas y huacos chicheros.
3- Luego la arcilla se amasa con los
pies sobre un cuero de asno, se la cubre con
un plástico y se la deja a la sombra durante
un día.
4- Para modelar la pieza se toma una
porción de arcilla, de acuerdo al tamaño de
la vasija requerida y se la amasa con la
Figura 4: Sitio arqueológico Narihualá
mano.
5- Luego, se le da forma utilizando una
tabla, un canto rodado o chungo y un garrote (palo de madera con una cara plana)
(Fig. 6 y 7). Los bordes de las vasijas se
modelan aparte y una vez terminados se
adosan a las mismas.
6- Después se la deja reposar en la
sombra durante un día. Por último, se alisan
Figura 5: Vasijas elaboradas en Sinsicap
las caras utilizando una piedrecilla suave y
un pedazo de cuero -aunque se puede usar
De acuerdo a la información brindada
por los maestros alfareros a uno de los
autores (W. A.) la manufactura de los recipientes consta de los siguientes pasos:
una tela de costal- y se deja secar la pieza
durante 15 días antes de quemarla.
7- La cocción se realiza en un horno
donde se colocan las vasijas en el fondo y
1- Extracción de la arcilla: Sinsicap se
son cubiertas con excremento de vaca y
localiza en un terreno rico en yacimientos
paja. La duración de la cocción depende del
arcillosos cercanos, como la zona de Cas-
tamaño del recipiente; para una pieza me-
caiday, de donde se recolecta esta materia
diana se requiere de un día a día y medio y
prima.
de dos días para las piezas grandes.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 123
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea Runcio y César Gálvez Mora
En décadas pasadas la producción de
continúan con la elaboración de recipientes
ollas en Sinsicap era masiva, su calidad era
de arcilla. Debido a esto las ventas son
reconocida y se comercializaban en pueblos
escasas y las vasijas se utilizan mayormente
lejanos. La época de máximo esplendor de
para uso doméstico o para el intercambio con
la producción cerámica fue durante las dé-
otras comunidades en las ferias semanales
cadas del 50 y 60, años en los cuales los
que se realizan en los pueblos aledaños,
alfareros de Sinsicap producían grandes
donde se las canjea por productos comes-
cantidades de cerámica para intercambiarlas
tibles.
con las comunidades cercanas de San Ignacio, Otuzco, Usquil y Simbal.
Esta realidad es diferente a la reportada
por Camino (1984) para el caso de los alfareros de Tariká, ubicado en el Callejón de
Huaylas (Huaraz), los cuales tienen afinidades tecnológicas con sus pares de Sinsicap.
En Tariká, la producción de vasijas utilitarias destinadas a la venta y el trueque resulta rentable para sus productores.
Simbilá
Figura 6: Instrumentos del alfarero
En Simbilá, la práctica de la alfarería es
realizada por el grupo familiar que trabaja
junto, en el mismo taller, usualmente incorporado a la casa (Camino 1981; Bankes
1985). De acuerdo a nuestros informantes
(vide Runcio y Gálvez 2009), la enseñanza
de esta técnica se transmite de generación
Figura 7: Modelado con tabla y chungo
en generación; a partir de los 12 años los
niños aprenden y se perfeccionan elaboran-
En la actualidad, debido al reemplazo de
do pequeños objetos de arcilla.
estas vasijas por ollas de cobre y aluminio,
El proceso de fabricación de las vasijas
son muy pocos los maestros alfareros que
puede resumirse brevemente a través de la
124 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
información brindada por José Santos Ló-
también emplean una técnica de decoración
pez, alfarero de Simbilá:
por impresión, con antecedentes prehispá-
1- Extracción de la arcilla: la arcilla se
nicos, aplicando sobre las vasijas aún hú-
obtiene de la cantera de Coscomba, cercana
medas una placa con diseños que, además
al pueblo de La Legua (a unos 5 km. al
de ser un elemento decorativo, sirven como
noroeste de Simbilá), donde esta materia
la marca de identificación del alfarero
prima se halla cubierta por arena, a 2 m. de
(Monzón 1991).
profundidad. La arcilla se saca húmeda y se
la traslada a Simbilá, donde se la deja secar
al sol por dos días, amontonada en la entrada de la casa del alfarero.
2- El siguiente paso es el “remojo”, es
decir, la mezcla de la arcilla con arena y
agua en las proporciones necesarias, dentro
de un gran tinajón enterrado en el piso de
Figura 8: Paleta y piedra
un espacio amplio y techado en el interior
de la casa.
3- Después se procede al “amasado”
que consiste en pisar y amasar la arcilla
sobre un plástico extendido en el suelo.
4- Una vez finalizado el amasado, se
extrae una porción de arcilla adecuada,
según el tamaño de la vasija a realizar, y se
Figura 9: Alisado de la pieza
le da forma ahuecándola con las manos.
5- Cuando la pieza está modelada, se
6- Posteriormente, la vasija se cubre
efectúa el “alisado” utilizando una piedra y
con un engobe de color rojizo y se la deja
una paleta de madera, técnica cuyos oríge-
secar una semana bajo sombra y un día al
nes se remontan a la época prehispánica
sol.
(Bankes 1985) (Fig. 8 y 9), según lo de-
7- Finalmente, se realiza la cocción
muestran los hallazgos de Narihualá (Fer-
que tiene lugar en un horno al aire libre, el
nández Villegas 1990). Algunos artesanos
cual consiste en una concavidad realizada
Centro de Investigaciones Precolombinas • 125
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea Runcio y César Gálvez Mora
en la tierra, donde se colocan las vasijas en
es tierra de alfareros. La mayoría de sus hi-
el fondo y se las cubre con leña de zapote
jos se están dedicando a la alfarería y no
(Capparis angulata), fragmentos de vasijas
quieren que esta actividad se pierda porque
(callana) y finalmente pajilla de arroz, de-
son conscientes que se trata de una tecno-
jando un hueco para encender el fuego, el
logía muy antigua.
cual también sirve como conducto de venti-
Producen mayoritariamente recipientes
lación. La cocción dura 24 horas y una vez
de uso doméstico (ollas, tinajones, jarras,
concluida se deja enfriar las vasijas durante
cacerolas, peroles, cántaros) y objetos orna-
un día.
mentales (macetas, floreros) (Fig. 10). Ellos
venden sus productos en varios espacios: la
Casa del Alfarero (un local ubicado frente
al pueblo, junto a la carretera Piura – Catacaos), la cercana ciudad de Catacaos y, en
menor medida, en el ámbito provincial así
como en otras localidades costeñas, como
Lima y Tumbes.
PROBLEMAS Y DESAFÍOS EN AMBAS COMUNIDADES
Entre otros factores, el limitado comercio de las ollas de Sinsicap debido a su
reemplazo por ollas de bronce y aluminio y
Figura 10: Vasijas elaboradas en Simbilá
la consiguiente reducción de su producción
hace que los jóvenes del pueblo no quieran
A diferencia de Sinsicap, actualmente un
incursionar en esta actividad, por conside-
promedio de 40 alfareros de Simbilá forman
rarla poco rentable y sin mayor perspectiva
la Asociación de Alfareros Tallanes. Ellos
para su futuro.
se sienten reconocidos en su comunidad
Si bien los viejos maestros alfareros de-
porque el pueblo los mira como maestros y
sean que la cerámica no desaparezca y están
tienen la satisfacción de decir que Simbilá
dispuestos a transmitir sus conocimientos a
126 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
los jóvenes para continuar con la tradición,
respaldo de importantes instituciones regio-
un problema adicional a ser considerado es
nales, y se construyó un horno para la
la migración de la juventud hacia las gran-
elaboración de las artesanías en el centro
des ciudades y, posiblemente, la precaución
educativo (Fig. 11), pero el proyecto no
ante las enfermedades derivadas de la dedi-
tuvo el respaldo necesario.
cación continua a alfarería como la osteoporosis y el reumatismo.
El problema del transporte es otro factor
que afecta la comercialización de las vasijas. Si bien el traslado hacia los poblados
cercanos se realiza a lomo de bestia o en los
vehículos que pasan por la zona, es difícil
llegar a ciudades como Trujillo, donde la
venta podría ser mayor.
Asimismo, el proceso que pone en riesgo
la continuidad de esta tradición se ve acelerado por la falta de apoyo de las instituciones públicas y privadas, en particular por
el órgano de gobierno local, posiblemente
debido al desconocimiento de su verdadero
Figura 11: Horno construido en Sinsicap
potencial en el desarrollo del pueblo de
Sinsicap.
Por lo tanto, se requiere que las insti-
Algunos intentos por rescatar esta tradi-
tuciones públicas y privadas participen en el
ción por parte de diferentes instituciones,
rescate de esta antigua tradición desde una
no han dado los frutos esperados quizás de-
perspectiva que respete y valore las prácti-
bido a la falta de una metodología adecuada
cas originales, excluyendo elementos y
para analizar la naturaleza del problema.
prácticas contemporáneas que desvirtúen la
Por ejemplo, hubo una iniciativa por parte
forma ancestral de elaborar las vasijas. Por
de los sinsicapinos residentes en Trujillo y
su parte la Municipalidad podría impulsar
la Escuela Superior de Bellas Artes de esta
normas que protejan la continuidad de la
ciudad de crear un centro artesanal con el
tradición alfarera en Sinsicap, como ocurrió
Centro de Investigaciones Precolombinas • 127
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea Runcio y César Gálvez Mora
en el caso de Simbilá, y cooperar a favor de
proviene de Chulucanas (Fig. 12), la cual
ello. Asimismo, la promoción del reconoci-
tiene mayor demanda entre los turistas.
miento de la actividad alfarera como patrimonio cultural, como es el caso de la Faja
Pata y la Faja Sara elaboradas por las tejedoras del cercano pueblo de San Ignacio,
puede contribuir a este propósito.
En Simbilá, la problemática actual de los
alfareros se vislumbra mejor a través de las
Figura 12: Cerámica de Chulucanas
expresiones de los propios artesanos.
Genaro Paz Sosa sostiene que la venta de
Los alfareros de Chulucanas -descen-
los recipientes no compensa el trabajo in-
dientes de inmigrantes de Simbilá- dejaron
vertido y los costos de traslado de la ma-
de lado la elaboración de piezas utilitarias e
teria prima y de la leña, por lo cual sólo les
introdujeron innovaciones que les han per-
alcanza para sobrevivir. Según Don Genaro,
mitido desarrollar una producción de cerá-
el único artesano de Simbilá que trabaja en
mica artística muy cotizada en el ámbito na-
la Casa del Alfarero, pocos colegas suyos
cional e internacional, la cual rescata la
llevan sus productos a este local para ven-
técnica prehispánica del negativo-positivo
derlos, ya que la mayoría trabaja y vende en
de la cerámica Vicús.
sus propias casas. Menciona que en la Casa
Entonces, la posibilidad del incremento
del Alfarero tiene la oportunidad de vender
de la demanda de los recipientes de Simbilá
a mejor precio en relación a los demás
se ve mermada por las características de los
alfareros, por lo cual sostiene que los otros
mismos, más orientadas al aspecto utilita-
artesanos deberían uniformar los precios
rio. Y aún cuando algunos alfareros han
para que todos puedan obtener ganancias
adoptado una nueva tendencia a producir
similares.
recipientes artísticos, la limitación reside en
El mayor problema que afrontan las va-
la tecnología misma, por cuanto a diferen-
sijas de Simbilá es que se insertan en el
cia de la cerámica decorativa producida por
contexto de un mercado competitivo que les
los alfareros de Chulucanas, el producto de
brinda pocas oportunidades, pues se halla
Simbilá resulta ser más tosco y pesado.
capturado por la cerámica decorativa que
128 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
En opinión de los artesanos de otro
raciones que, además, tienden a emigrar en
rubros de la ciudad de Catacaos, hace falta
busca de nuevas posibilidades, hecho que es
mayor divulgación de la actividad de los
evidente en Sinsicap. De otro lado, los reci-
alfareros de Simbilá, quienes, por otro lado,
pientes ornamentales (como los de Chulu-
no suelen asistir a las ferias debido al peso
canas) representan la mayor preferencia en
y fragilidad de sus productos y los costos de
un mercado cuyo interés se va alejando de
pasajes. Hay consenso en que los alfareros
la adquisición de vasijas utilitarias, ponien-
de Simbilá tendrán un mejor futuro si
do a los alfareros tradicionales en la disyun-
cambian las características de sus productos
tiva de variar su tecnología (lo cual signifi-
y los mejoran pero usando las mismas téc-
ca ir alejándose de la tradición) o desapare-
nicas locales. Asimismo, coinciden en que
cer. Existen iniciativas para el mal llamado
los alfareros necesitan capacitación para
mejoramiento tecnológico, que no es sino la
que puedan innovar sus productos y obte-
introducción de técnicas foráneas. Estas
ner préstamos para mejorar su producción,
iniciativas llevan no solo a la edificación de
acopiar sus recipientes y uniformizar pre-
locales de material distinto al tradicional,
cios para no venderlos a bajo costo.
sino a la construcción de hornos cuyo dice-
Adicionalmente consideran que una de
ño difiere notoriamente de los ancestrales,
las dificultades de la Asociación de Alfa-
por lo cual no son utilizados por los alfa-
reros Tallanes es la escasa participación de
reros. Esto refleja la ausencia de una visión
sus miembros para gestionar apoyo, lo cual
antropológica del problema, sumada a la
hace que pierdan oportunidades.
indiferencia de las autoridades locales, como en el caso de Sinsicap. La iniciativa de
COMENTARIOS FINALES
la Municipalidad Distrital de Catacaos de
proteger con una norma a los alfareros de
Aunque con ciertas ventajas compara-
Simbilá, obligando a los locales dedicados a
tivas de Simbilá con respecto a Sinsicap, en
la venta de comida al uso de recipientes de
el fondo los alfareros de ambos pueblos
cerámica utilitaria, ha dado resultados posi-
enfrentan retos similares, relacionados a la
tivos y debería ser imitada en Sinsicap, para
continuidad de la tradición en un contexto
evitar la pérdida de la tradición, como suce-
donde la llamada “modernidad” influye en
dió en Coina, localizado en la misma pro-
el paulatino desinterés de las nuevas gene-
vincia de Otuzco (Saldívar 2006).
Centro de Investigaciones Precolombinas • 129
Walter Álvarez Iparraguirre, María Andrea Runcio y César Gálvez Mora
Sin duda, se requiere también de progra-
expresión del patrimonio cultural inmate-
mas de capacitación en cuya realización
rial. Por lo tanto, los alfareros tienen que ser
participen los maestros alfareros en sus
convocados como parte de la evaluación de
respectivos pueblos, los mismos que serían
las diversas iniciativas y aceptar aquellas
dirigidos a los jóvenes. Pero también se
que les favorezcan sin que ello signifique
necesita ampliar y mejorar el mercado para
cambios abruptos que se alejen de la tradi-
los productos y alentar una mayor diver-
ción milenaria que ellos representan, de
sidad de objetos producidos sin abandonar
modo que la cooperación haga posible la
la tradición tecnológica. Es decir, mantener
continuidad y el fortalecimiento de la mis-
la producción de vasijas utilitarias para el
ma, donde los alfareros sean parte del lide-
mercado tradicional y empezar una línea
razgo y no personas subordinadas a pro-
paralela de objetos ornamentales para otros
puestas externas.
mercados. En este aspecto es importante
Asimismo, consideramos que la iniciati-
mencionar la experiencia de la comunidad
va de diversificar los productos debe apare-
alfarera de Charamuray (distrito de Colque-
jarse con la capacitación de los pobladores
marca, Cusco), donde la Universidad Na-
en el manejo de su producción y su distri-
cional San Antonio de Abad del Cusco
bución ya que ellos deberían poder vender
introdujo algunas innovaciones tecnológi-
directamente sus productos sin la necesidad
cas (horno de dos niveles, torno de pedal)
de intermediarios.
para reducir las pérdidas de la cantidad de
En suma, el desarrollo a futuro de la
piezas elaboradas y conseguir productos
alfarería de Simbilá y Sinsicap requerirá del
interesantes para el mercado externo (Roel
fortalecimiento de las propias capacidades
2009). Asimismo, la cerámica de Charamu-
de los alfareros, la diversificación de la
ray fue declarada Patrimonio Cultural de la
oferta con un mayor repertorio de formas
Nación por el Instituto Nacional de Cultura,
manteniendo pero recreando la tecnología
el 5 de julio del 2008.
prehispánica y alentando la promoción y
En Simbilá y Sinsicap, tales innovacio-
protección del mercado local, regional y
nes deberían ser generadas y aceptadas por
nacional. También es necesaria su participa-
los mismos alfareros. Para esto es indispen-
ción en toda iniciativa promovida externa-
sable el reconocimiento de lo que los alfa-
mente para lo cual es preciso que los alfa-
reros representan y del significado de esta
reros establezcan una interacción de mutuo
130 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
respeto entre ellos, las autoridades y las
Druc, I.
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1996. De la etnografía hacia la arqueología:
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Joaquín V. González”. Centro de Investigaciones Precolombinas
132 • Centro de Investigaciones Precombinas
CIRCUITO ARQUEOLÓGICO DE LA LIBERTAD.
CHAN CHAN, HUACA DE LA LUNA Y EL BRUJO.
ASPECTOS Y RECOMENDACIONES
María Laura Gili y Graciana Pérez Zavala
Centro de Investigaciones Precolombinas
[email protected]
INTRODUCCIÓN
Delgado (2000), quien realizara un exhaustivo estudio de las tecnologías constructivas
E
l presente informe se realiza en el
norcosteñas, señala una serie de condicio-
marco del Convenio Interinstitu-
nes básicas a tener en cuenta para establecer
cional de Apoyo Mutuo entre el
un patrón de análisis en las tecnologías de
Instituto Superior de Profesorado Joaquín
tierra empleadas en la construcción; dichas
V. González, el Centro de Investigaciones
condiciones, deben buscarse en sitios que:
de Precolombinas, ambos de la ciudad de
a. den evidencia de construcciones tem-
Buenos Aires, Argentina y el Instituto
Nacional de Cultura La Libertad de la ciudad de Trujillo, Perú. Toma para el análisis
tres sitios arqueológicos patrimoniales de la
costa norte de Perú emplazados en el
pranas,
b. muestren diversidad de procesos de
poblamiento con materiales diferentes,
c. evidencien etapas constructivas y procesos experimentales.
Departamento de La Libertad y Valle de
Según el autor que seguimos aquí, el
Chicama: Huaca de la Luna; Complejo
Valle de Moche, puede ser entendido como
Arqueológico Chan Chan y Complejo
un “espacio experimental antiguo”, Campa-
Arqueológico El Brujo.
na Delgado (2000: 13-15).
La costa norte de Perú es próspera en
Nos proponemos realizar una descrip-
monumentos arqueológicos fabricados en
ción general de los sitios mencionados en
tierra, barro, adobe o adobón. Campana
base a los siguientes criterios: 1) emplaza-
María Laura Gili y Graciana Pérez Zabala
miento del sitio; 2) espacio ocupado por el
lograban los extraían de sustancias mine-
sitio; 3) registro patrimonial y 4) política
rales como limonita (amarillo), hematita
del sitio.
(rojo), arcilla (blanco) y carbón (negro).
La Huaca de la Luna dista a unos 500
HUACA DE LA LUNA
metros aprox. de la Huaca del Sol, la cual
habría sido construida posteriormente. En-
La Huaca de la Luna está ubicada a 8 km
tre medio de las Huacas del Sol y de la
al sur de Trujillo. El sitio corresponde a la
Luna se destacan antiguas viviendas, espa-
cultura Moche (200d-C.-750 d.C.) pertene-
cios para preparación de alimentos, como
ciente al período de Desarrollos Regionales
también una plataforma que mira a un
o Intermedio Temprano. Habría funcionado
posible altar. El área intangible está rodeada
como centro ceremonial y contiene una
por la carretera, el valle y casas de pobla-
zona urbana compuesta de viviendas gran-
dores actuales.
des, avenidas, callejones, corredores y pla-
La Huaca de la Luna posee un museo de
zas, lo cual da cuenta de una alta organi-
sitio denominado Centro de Investigaciones
zación política, religiosa, económica y
y Visitantes que se distribuye en varias
social. Está conformada por templos super-
habitaciones en torno a dos patios. La
puestos según distintas etapas del poder
arquitectura sigue la línea constructiva del
mochica, que dan la forma de pirámide
sitio por lo que no impacta visualmente en
trunca. Los materiales de construcción son
el mismo: techos bajos, postes y quincha,
los adobes, adobes con impresiones o
paredes en tonalidades naranja y beige.
sellos, adobones y adobitos conservándose
Alrededor de éste se observa una parquiza-
aún unos 10.000 metros2 de superficies
ción con cactus y flores del lugar. En uno
policromas. En los adobes se han identifi-
de los patios se disponen mesas con artesa-
cado 128 marcas de origen provenientes de
nías, que reproducen los diseños de los
comunidades cercanas; cada una aportaba
murales y cerámica. El sitio cuenta con
una cierta cantidad de adobes para la cons-
financiación privada, correspondiente a una
trucción de los tempos. En alguna de sus
marca de cervezas.
paredes contiene murales polícromos con
El ingreso a la Huaca se realiza a través
una fuerte presencia de la representación al
de una senda escalonada por tramos
dios degollador Ai-Apaec. Los colores que
acompañada de paneles explicativos y
133 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
visuales. En el interior de la Huaca se
UNESCO la incorporó en la lista del
disponen pasillos con cordeles a modo de
patrimonio mundial el 28 de noviembre de
barrera psicológica; cada sector está cubier-
1986.
to por techos de quincha sostenidos por
En el caso de Chan Chan, los problemas
pilotes de caña, similares a los originales.
de patrimonio se visualizan en su relación
La lógica expositiva de los diferentes
con la sociedad. Se pueden diferenciar tres
sectores sigue el curso de las investiga-
aspectos: ocupación de terrenos en el área
ciones arqueológicas; se abren al público a
intangible por agricultores (a quienes lla-
medida que éstas se realizan.
man “invasores”); saqueos de huaqueros;
utilización del sitio como área de esparci-
COMPLEJO
ARQUEOLÓGICO
DE
miento (ciclistas y motociclistas); crecimiento demográfico (hay barrios que ya
CHAN CHAN
lindan con el sitio); delincuencia provocada
La Ciudad Sagrada de Chan Chan es el
por el turismo que se sale de las áreas
asentamiento urbano más grande del reino
vigiladas. Carece de área de amortigua-
Chimor, fundado por el mítico Tacaynamo.
miento dado que en ella habitan pobladores,
Está situada en la margen derecha del valle
una industria y un cementerio. Otro aspecto
de Moche, en el actual distrito de
a tener en cuenta es el efecto destructivo
Huanchaco provincia de Trujillo, departa-
que ocasiona en los adobes el crecimiento
mento de La Libertad. El complejo arqueo-
del nivel de las napas freáticas, y especial-
lógico se divide en dos grandes áreas: área
mente, las secuelas que está originando en
nuclear (ciudadelas, anexos, subanexos,
el lugar conocido como Reservorio o
arquitectura intermedia y barrios populares)
Huachaque.
y área marginal (graneros, depósitos, cami-
Los comienzos de Chan Chan como urbe
nos, pirámides, diques, lagunas, murallas
se remontan al siglo X de nuestra era.
limítrofes y de circunvalación, cementerios,
Según la leyenda, su fundador fue el mismo
acequias, huertos). Su extensión original era
Taykanamo (creador del reino Chimú). Sus
2
de 20 Km (aprox.); su extensión actual
2
descendientes fueron quienes gobernaron
(zona intangible) es de 14.15 Km ; tiene
hasta mediados del siglo XV, cuando el
una altitud de 16 msnm y se sitúa a 550 Km
reino Chimor fue incorporado al Tahuan-
de Lima y a 5 Km de la ciudad de Trujillo.
tinsuyo entre el 1460 y 1480.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 134
María Laura Gili y Graciana Pérez Zabala
A fines del siglo XIII, Chan Chan era el
centro urbano más extenso de América del
1960. Este sector está habilitado al ingreso
de visitantes.
sur, y a mediados del siglo XV (1450 d.c.)
El Complejo cuenta con un Museo que
el reino de Chimor ocupó más de 1000
posee varias salas. En la primera se procura
kilómetros de la costa peruana, sobre un
ubicar cronológicamente al espectador en el
2
área de 40000 Km . Dentro de este terri-
Área Nuclear Andina. Otra sala estaba
torio hubo un gran número de poblaciones
dedicada a los distintos tipos de construc-
asentadas entre el río Zarumilla (Norte) y el
ciones de viviendas, templos, palacios, etc.;
río Chancay (Sur) y desde el Pacífico hasta
en ella, también pudimos observar los mate-
la parte baja de la Cordillera de los Andes.
riales de construcción tales como: adobes,
Las construcciones monumentales de
maderas de huarango. En otra sala se divi-
Chan Chan, evidencian la culminación de
saron cerámicas, textiles, utensilios de
un proceso constructivo particular a la
trabajo, ídolos, etc. Todas las salas poseen
región norcosteña y del Valle de Moche,
escenificaciones en tamaño natural de
específicamente. Allí, las influencias recibi-
instancias de la vida cotidiana, rituales y
das por otros grupos, representan instancias
ceremoniales. Tiene una sala interactiva que
de invención, evolución y desarrollo de
presente un espectáculo de luz y sonido
tradiciones tecnológicas. Si bien Chan Chan
sobre una maqueta del Complejo que ocupa
se encuentra asentada sobre una gruesa
todo el piso de la habitación. Su guión
gravera de origen aluvial que le otorga
recrea la historia, la cotidianeidad y las
estabilidad a sus construcciones, tuvo en
etapas de expansión del pueblo Chimú. Ésta
diferentes momentos de su historia, movi-
sala está dirigida por una computadora y
mientos telúricos que destruyeron sus edifi-
presenta dioramas, maquetas y restos de
cios. Con el tiempo, esto generó una técnica
objetos pertenecientes a la citada cultura.
constructiva flexible, que eludía en parte las
Al ingresar al sitio hay un centro infor-
fuerzas sísmicas. Probablemente, lo dicho
mativo con sala explicativa y locales
explique las formas de asentar los adobes
comerciales. El ingreso al sitio sólo se reali-
que en ella se pueden observar.
za bajo el acompañamiento de guías.
El Palacio Tschudi, o Nik An, tiene
En cumplimiento del Plan Maestro reali-
sectores reconstruidos siguiendo la lógica
zado por el INC en 1987 (aprobado en el
de monumentalización de la década de
2000) en el año 2006 se formó una Unidad
135 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Ejecutora. Ella tiene por objetivo aplicar los
más se extendió en el tiempo y dejó
proyectos del PM con un prepuesto de 10
arquitectura monumental); Lambayeque;
millones de soles.
Chimú; Inca; ocupación colonial. En el
siglo XVI delante de la huaca Cao Viejo los
COMPLEJO
ARQUEOLÓGICO
EL
dominicos construyeron una iglesia. La
ocupación fue continua.
BRUJO
El grupo visitó la Huaca Cao Viejo. Es la
Se encuentra cerca de las actuales pobla-
edificación Moche más grande del com-
ciones de Magdalena del Cao, El Nazareno
plejo arqueológico. Tiene la forma de una
y Cortavío, todas ellas pertenecientes a la
pirámide trunca, con lados escalonados.
provincia de Ascope, Trujillo. En las inme-
Posee 4 grandes templos. Posee una gran
diaciones del complejo se destacan el mar y
plaza de 140 metros de largo y 75 de ancho,
los cerros y en sus laderas se desarrollan
en dirección sur norte (propio de la arqui-
plantaciones de azúcar.
tectura moche). Las fachadas eran escalo-
El Complejo consta de varias Huacas
pertenecientes
a
distintas
culturas
nadas pintadas en rojo, verde y amarillo.
y
Está construido con adobes y se han
momentos cronológicos de la historia del
reconocido 288 marcas. En la Huaca Cao
Perú y, en particular a la Cultura Moche
los adobes son de diferentes tipos, de
(200d.C.-750d.C.). En el complejo se pue-
acuerdo a la etapa constructiva: lisos o con
den distinguir diferentes asentamientos:
marcas incisas (posiblemente de tributa-
Huaca Prieta; Huaca Cortada; Huaca Cao
ción).
Viejo; Huaca el Brujo, tomando el Com-
Este templo Moche tuvo vigencia desde
plejo el nombre de esta última. A lo largo
el 200 d.C. hasta el 750 d.C. En este
del tiempo y hasta el presente el lugar
período sufrió varias remodelaciones arqui-
constituye un centro ceremonial para los
tectónicas, correspondiendo cada una a una
shamanes de la región, que ingresan al cerro
nueva fachada. En la cima de la Huaca se
para hacer sus rituales.
encontró la “Dama de Cao”. Las condicio-
El registro arqueológico del área da
nes naturales permitieron en ella la conser-
cuenta de las siguientes ocupaciones: Huaca
vación de su piel y textiles. Medía 1,45
Prieta, Cupisnique (formativo costeño),
metro y tenía entre 20 y 25 años. Habría
Salinar, Gallinazo, Virú; Moche (es la que
fallecido por una gran infección en instanCentro de Investigaciones Precolombinas • 136
María Laura Gili y Graciana Pérez Zabala
cias parturientas. Su ajuar funerario da
cuenta de que era una gobernanta moche.
La investigación, conservación y puesta
en valor ha sido planificada en el tiempo.
3. Propiciar el desarrollo de publicaciones
científicas que den a conocer los
resultados de registros de campo y sus
interpretaciones.
Todo está protegido, se circula por sobre-
4. Evitar la nueva apertura de sitios
pisos a los originales y por sendas con
arqueológicos al turismo masivo asegu-
barandas de caña. Las pinturas en los
rando su resguardo para generaciones
murales tienen tratamientos de protección
futuras.
para fijarlos, manteniéndose los pigmentos
5. Proteger los murales con iconografía y
originales (amarillo, azul, rojo, negro y
representaciones (Huaca de la Luna y El
blanco). En la Huaca no se realiza recons-
Brujo) del daño causado por el impacto
trucción sino reposición de adobes caídos.
de vientos, lluvia y efecto antrópico.
En el centro de investigación se hacen
6. Realizar en la sede del Instituto Nacio-
trabajos de laboratorio acondicionado las
nal de Cultura, La Libertad, cursos y
piezas que acompañaban a la Señora de
talleres de formación patrimonial desti-
Cao. Se está construyendo un Museo de
nados a los empleados del INC y abierto
Sitio para su muestra al público. La
a docentes y alumnos de instituciones
Fundación Wisse desde 1990 financia las
educativas de la ciudad y región y al
investigaciones en el Complejo el Brujo.
público en general.
7. Crear en las instalaciones del INC una
RECOMENDACIONES
sala de interpretación que resuma y
presente al público de La Libertad el
1. Incluir en la folletería y los paneles los
circuito arqueológico de la región. Se
criterios de conservación y preservación
sugiere tomar ejes de: investigación,
de los Complejos Arqueológicos.
relato histórico -arqueológico, conserva-
2. Explicitar los criterios de exhibición de
los restos de la Señora de Cao. Se
ción de los bienes y difusión de criterios
de preservación integrales.
recomienda añadir a las justificaciones
las interpretaciones sobre la cosmovisión moche acerca de sus muertos.
137 • Centro de Investigaciones Precolombinas
Trujillo, 23 de febrero de 2008
INFORME DEL PROYECTO: EL PROBLEMA DE LA
EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE. ENTRE
LOS INSTITUTOS DE FORMACIÓN DOCENTE Y LA
PRÁCTICA EN LAS COMUNIDADES, PROVINCIA
DE MAYNAS, REGIÓN LORETO, PERÚ
María Laura Gili
Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Villa María.
Investigadora Adscripta CIP.
[email protected]
INTRODUCCIÓN
En esta oportunidad el tema planteado
para analizar fue la educación intercultural
L
a visita a la Comunidad Nativa
bilingüe, sus particularidades en la Amazo-
Yagua, en la quebrada de Urco
nia peruana, los resultados de su aplicación
Miraño y a la Comunidad Nativa
y sus perspectivas a partir de la observación
Mai Juna, en la quebrada del Sucusari,
y registro de dos casos: la comunidad Na-
ambas situadas en el rio Napo, se realizó
tiva Yagua, de Urco Miraño y la Comuni-
con la guía del Sr. Augusto Cardenas
dad Nativa Mai Juna, de Sucusari. En visi-
Greffa, la Prof. Julissa Rondon y el Lic.
tas realizadas en los meses de febrero de
Teodulio Grandez, docente del Departa-
1998, 1999, 2000 y 2002 (en 2004 visita-
mento de Ciencias Sociales, Facultad de
mos las Comunidad Mestiza de Centro Are-
Ciencias de la Educación y Humanidades,
nal), tuve oportunidad de realizar registros
Universidad Nacional de la Amazonía Pe-
con enfoque antropológico de la vida de los
ruana, entre los días 12 al 14 de febrero de
pobladores en las mencionadas comunida-
2008. En ambas comunidades habíamos
des como también en comunidades del
estado en ocasiones anteriores, entre 1998 y
Ampiyacu, el Yahuasyacu y el Nanay.
2002, en cumplimiento del Convenio Institucional entre la UNAP, el IJVG y el CIP.
En términos metodológicos, se realiza un
enfoque antropológico de tipo diacrónico,
María Laura Gili
con perspectiva sobre el transcurso del
La primera comunidad visitada fue Urco
comportamiento en el tiempo de los pobla-
Miraño; comunidad Yagua fundada en
dores de comunidades nativas del río Napo,
1975, ocasión en que recibieron el título de
factible de realizar por las visitas anteriores
propiedad de las tierras que ocupan, bajo el
a los sitios mencionados. La observación se
gobierno de Velasco Alvarado. Allí llega-
completa con una entrevista al Lic. Gabel
mos el 12/02 a las 21:30 hs (aprox.) luego
Garcia Sotil docente-investigador que traba-
de quedar nuestro bote varado en la quebra-
ja en el sistema educativo de la ciudad de
da dado a la bajante de los ríos en esta épo-
Iquitos y tiene experiencia en educación
ca del año. Al llegar nos esperaban y aloja-
intercultural en el Instituto Pedagógico de
ron en la Escuela Inicial. Al día siguiente, al
dicha ciudad y en la UNAP donde se for-
amanecer, se acerco a saludarnos Don An-
man los maestros bilingües.
tonio, quien fuera jefe de la comunidad en
El informe se organiza a partir de la
la visita de 1998. Actualmente dicho cargo
presentación de las comunidades visitadas y
lo ocupa uno de sus hijos, ausente de la
el registro realizado en los días de campo,
comunidad en estos días. La comunidad
antecedentes y diagnóstico sobre la región
ocupa 3 km a lo largo de la quebrada y 5
obtenida de autores locales, docentes de la
km hacia el monte. Cuenta con tres niveles
UNAP, conclusiones y recomendaciones
de educación formal: Inicial, Primario y
sobre acciones a implementar en temas
Secundario. En todos ellos se aplica la
vinculados a la interculturalidad.
educación intercultural bilingüe. Trabajan
tres docentes, uno solamente domina la
REGISTRO DE CAMPO
lengua yagua, por ser de la comunidad, los
otros dos son cocama y bora respectiva-
Comunidad Nativa Yagua, quebrada de
mente. En las escuelas reciben también
Urco Miraño
alumnos que vienen de comunidades vecinas y los alojan en una casa particular
La visita se realizo entre el 12 y 14 de
dispuesta a tal efecto. En el día de nuestra
febrero de 2008. Partimos del Puerto Bella-
visita (en periodo de receso escolar aun) la
vista Nanay, en Iquitos, rumbo a Mazán.
estaban ocupando dos turistas españoles.
Allí el alcalde nos facilito el transporte para
Los hombres se encontraban en miga de
navegar hacia las comunidades del Napo.
hojas, las mujeres en sus casas ofreciendo
139 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
masato de pijuayo, de yuca y de yuca y
bien para recibir turistas con bailes, cantos
maíz preparado para la ocasión.
y trajes tradicionales. A cambio, ellos dejan
El grupo se dividió en sectores para visi-
una contribución en dinero no tarifada aún.
tar las casas. En mi caso tuve oportunidad
En la plaza central de la comunidad se
de conversar con Valmer, un adolescente de
observan tres ovejas, flacas y con el vellón
16 años que cursa el 3º año en la escuela
caído, mientras que camino a la cocamera
secundaria, donde asisten 80 alumnos. En
observamos la presencia de vacunos. En
su casa, un hermano mayor, de 25 años cur-
ambos casos, son especies alóctonas de
sa el 5º año, mientras dos hermanitos meno-
dificultosa incorporación al ambiente ama-
res cursan la escuela primaria, la cual cuen-
zónico. Ninguna de ellas estaba en nuestra
ta con 120 alumnos. Valmer solo puede
primera visita a la comunidad en 1998.
mencionar palabras sueltas en yagua, su
A su vez, la comunidad cuenta también
lengua nativa, por ej.: jivy (hola) y rayana-
con el apoyo de la CAAP, Centro Amazó-
mã (chau), luego de mucho insistir. Agrega
nico de Antropología y Aplicación Práctica,
que el maestro les enseña también las fies-
ONG de la Iglesia Católica Española. La or-
tas y costumbres yagua como la elaboración
ganización les ha ayudado a implementar
del masato, la minga y las fiestas de la
proyectos de producción. Esto modifico no-
comunidad.
tablemente el emplazamiento de la comuni-
Luego, en camino a la cocamera de
dad desde nuestra visita en 1998; así por
reciente fabricación, Deodín, Teniente Go-
ejemplo, ahora se observan construcciones
bernador de la comunidad, me diría que
nuevas cerradas, de dos plantas, parquiza-
consideran de gran importancia la presencia
ción en algunos sectores con flores y cercas,
de los niveles de educación en la comu-
recipientes clasificados para la basura, un
nidad, como la educación bilingüe, porque
proyecto agroforestal con identificación y
ellos favorecen la permanencia de los más
plantación de plantas maderables y medici-
jóvenes en la comunidad, su mejor prepara-
nales.
ción y el reforzamiento de la identidad
yagua. La cocamera, vivienda comunal tradicional hoy reemplazada por viviendas ais-
Quebrada de Sucusari, Comunidad Nativa
Mai Juna
ladas unifamiliares, es utilizada para reunió-
Al mediodía del 13/02 nos retiramos en
nes especiales como tomar la ayahuasca o
lancha por la quebrada de Urco Miraño
Centro de Investigaciones Precolombinas • 140
María Laura Gili
rumbo a la quebrada de Sucusari, para
agobiante presencia de zancudos que notá-
encontrarnos con la comunidad Mai Juna,
ramos en nuestra visita anterior. Ocasión en
conocida en el pasado por sus condiciones
que la comunidad sufría de un ataque de
guerreras, también llamada Orejones o “Co-
malaria endémica que los dejaría en estado
to” (termino despectivo que refiere al
anómico varios meses. La posibilidad de
mono). Llegamos allí a las 15:45, para
fumigación un año atrás, en 2007, les
alojarnos en la escuela. Hay poca gente, los
permite hoy estar libres de zancudos. Ellos
hombres están en el monte y las mujeres se
atribuyen a este factor el no rebrote de la
fueron a Tamanco, rio arriba, a cobrar un
malaria.
subsidio de $100 que el Estado le paga
Al igual que en Urco Miraño, también
mensualmente a cada mujer con niños. Este
aquí hay ganado vacuno muy flaco con
escaso aporte es resultado de un proyecto
indicios de patologías severas a poco de
del actual gobierno de Alan García. Al
morir. Cinco años atrás los recibieron de
retirarse las mujeres a Tamanco, los niños
parte del alcalde de Mazan para quedar en
quedaron solos. Son aproximadamente 10
custodia de la comunidad. No consumen su
niños que no cenaron ni desayunaron ese
carne, los faenan para vender su carne en
día y el anterior.
casi su totalidad al regatón. No recibieron
En la escuela había material didáctico
indicaciones técnicas sobre la crianza y la
bilingüe empleado por el maestro en su
alimentación de estos animales de pampa y
desempeño áulico, realicé allí registro
pradera, que desconocen por completo; solo
fotográfico digital del Modulo/Modulomis-
una vez los vio un veterinario.
ka. Bilingüe Quechua-Castellano, de 2002,
A las 8:30 hs del 14/02 llegan del monte
Publicado por el Instituto Peruano de Edu-
los hombres, entre ellos, el maestro bilingüe
cación en derechos Humanos y la Paz.
de la comunidad, Emerson. Nos reciben en
También pude registrar un texto de Ciencias
reunión en la vivienda de uno de los mo-
Sociales, de Editorial Santilla. Esparcidas a
radores que nos ofreció su cocina para
lo largo de la quebrada, se observan las
preparar nuestros alimentos. Allí el maestro
casas, muchas de ellas con aparente aban-
sintetizo con mucha claridad y precisión los
dono de sus moradores. El pasto esta creci-
problemas de la comunidad y de la escuela.
do, es notable el estado de abandono gene-
Actualmente viven en Sucusari 127 pobla-
ral de la comunidad, aunque no se siente la
dores. La comunidad cuenta con escuela
141 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
primaria de 26 alumnos, dos de los cuales
federación es el avance en sus aguas y
están en condiciones de pasar a la secun-
tierras de Explorama Lodge, empresa de
daria. Han solicitado una escuela secundaria
capital extranjero dedicada a la explotación
que asegure la continuidad en el estudio de
turística de la selva. En el caso del Sucusari,
los niños. Carecen de elementos escolares,
solo les queda la entrada a la cocha. El
carpetas, libros y utilería como armarios y
ingreso del Estado Peruano al ALCA
bancos cómodos, los actuales son para
(Alianza Latinoamericana de Libre Comer-
niños, muy chicos. Si bien constantemente
cio) y las recientes propuestas del gobierno
realizan gestiones en el gobierno local de
de venta de sectores de la Amazonia a
Mazan, lo solicitado nunca llega. La comu-
inversionistas extranjeros, complejiza aun
nidad no cuenta con un puesto sanitario, se
mas la situación de los pobladores que ven
atienden en Tamanco, a hora y medio de
desaparecer sus territorios de chacra, caza
distancia en peque peque (embarcación
y pesca. Los madereros también son un
pequeña); carecen de motor, por lo que en
problema por cuanto ingresan sin permiso,
las urgencias por embarazos o hemorragias
tumban arboles y los llevan para vender sin
se complica la asistencia inmediata necesa-
dejar nada a la comunidad.
ria. Usan la medicina tradicional para pequeñas dolencias, ya no tienen chaman.
DIAGNOSTICO
En la actualidad quedan cuatro comunidades Mai Juna; situadas en distintas que-
La Amazonía peruana comprende cuatro
bradas en la margen izquierda del rio Napo,
departamentos: Loreto, Ucayali, Madre de
forman una federación para defender su
Dios (selva baja) y San Martín (selva alta).
cultura. Con ella han solicitado un área de
Se diferencia en dos áreas: área de selva
200.000 ha. Cuentan con un documento de
amazónica y área de la cuenca del rio Ama-
propiedad comunal de su territorio actual.
zonas. El total de la superficie cubierta por
Una ONG, CONAPAC trabaja con ellos en
la cuenca hidrográfica amazónica en el
proyectos botánicos, agroforestales. El pro-
Perú, es de 956.751 km2, es decir el 74, 44
blema es que no reciben ayuda económica
% de su territorio nacional. El bosque o
para implementar las propuestas y proyec-
línea de arboles, la denominada selva ama-
tos que les aportan (ej: para pintura, mate-
zónica, se halla en las vertientes orientales
riales, etc.). El principal problema de la
de los Andes, por debajo de los 3.400
Centro de Investigaciones Precolombinas • 142
María Laura Gili
msnm, al Norte y de los 3.800 msnm, en el
y la producción para el autoconsumo. Sus
Centro y el sur. Se divide en Selva Alta,
actividades son la pesca, caza, agricultura
con 3.400 msnm y Selva Baja o llano
migratoria por roza. En las chacras cultivan
amazónico, con 400 msnm. La selva baja
yuca, maíz, frijoles, plátanos. En ellas
posee dos paisajes: aluvial o várzea, paisaje
trabajan las mujeres para el cultivo y la
plano que se encuentra en los grandes ríos,
recolección; mientras los hombres preparan
de suelos inundados cada año, son los mas
las chacras, la roza, el desmonte. También
productivos y apropiados a la agricultura; el
crían gallinas, patos, cerdos (Moscoso
interfluvial o de alturas, paisaje ondulado,
Conde 2001). La economía indígena, por su
de suelos pobres, aptos a la forestación.
parte, con ocupantes ancestrales de las
Ambos son pisos o espacios ecológicos de
cuencas fluviales, desarrollaron su cultura e
la selva. Fauna y bosque están íntimamente
identidad a pesar de soldados, misioneros,
relacionados. Cualquier alteración en uno
regatones, colonos, caucheros, petroleros y
de ellos afecta al otro. Por ejemplo la tala
últimamente,
intensiva del bosque, altera el régimen de
Ríos 2001). Combina agricultura de peque-
lluvias y seca los suelos, afectando el desa-
ña escala, horticultura, caza, pesca, extrac-
rrollo sostenido de la producción agrope-
ción forestal, industria artesanal. Hombres y
cuaria (Moscoso Conde 2001).
mujeres reparten tareas de chacra, unos ro-
narcotraficantes
(Aguilera
La composición sociocultural de la ama-
zan, tumban, queman, pescan, etc. Mientras
zonia loretana abarca distintos aspectos.
ellas siembran, cultivan, cosechan, preparan
Según la antropóloga Rosa Aguilera de la
comidas, hilan y tejen, cuidan de los niños.
UNAP, estos son: migración y colonización
En este contexto, Garcia Sotil sostiene
del área andina; expulsión de población de
que el maestro bilingüe no esta preparado
la selva atraídos por la ilusión citadina de
para la interculturalidad; por el contrario,
Iquitos que rápidamente los margina a sus
egresa del instituto o de la universidad con
áreas mas precarias (Mercado de Belén) y
una formación fuertemente etnocéntrica que
hostiles ampliando la franja de miseria de la
continua presentando el relato de la historia
ciudad.
mestizo-criolla del Perú, relato que solo
La economía campesino-ribereña es muy
considera historia nacional los aconteci-
compleja, su población es la más flexible
mientos de la sierra y la costa peruana y
para moverse entre la economía de mercado
excluye la historia de la selva.
143 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
CONCLUSIONES
organiza junto al resto de 600 pobladores
Mai Juna de la región. Con ella están solici-
A diez años de haber realizado la prime-
tando un amplio territorio que los pone en
ra vista a la comunidad de Yagua de Urco
disputa con Explorama Lodge, empresa de
Miraño, sus problemas actuales tienen que
capital extranjero dedicada a la explotación
ver con la aplicación de la educación
turística de la selva. Una ONG, CONAPAC
intercultural bilingüe, falta de mecanismos
trabaja con ellos en proyectos botánicos,
de transferencia para hacerla efectiva mas
agroforestales. Aunque carecen de imple-
allá de la escuela; la carencia de posibi-
mentos necesarios a la ejecución de proyec-
lidades de continuar la educación profesio-
tos de mejoramiento de la comunidad. Por
nal en un centro educativo terciario o uni-
ultimo los madereros también son un pro-
versitario de Iquitos por los costos que
blema por cuanto ingresan sin permiso y
implica; carencias en salud y atención sani-
extraen los arboles maderables de su terri-
taria; escasa cultura material, los utensilios
torio.
en la escasa se limitan a los necesarios;
El IIAP, Instituto de Investigaciones de
colonización de especies animales alócto-
la Amazonia Peruana, ha propuesto como
nas; transformación en la producción por el
modelo de desarrollo dos niveles de aprove-
accionar del CAAP; imposibilidad del acce-
chamiento de la biodiversidad de la selva:
so al estudio universitario o al pedagógico
la explotación del valor comercial de la
para ser maestro bilingüe.
biodiversidad y la elevación del nivel de
En el caso de la comunidad Mai Juna, las
principales dificultades consisten en sus
subsistencia usando al máximo la fotosíntesis.
carencias de implementos áulicos para la
La economía monetaria regional en con-
efectiva educación intercultural bilingüe; de
junto sigue al servicio de intereses econó-
desarrollo de la jornada escolar sostenida a
micos ajenos a la región y su gente. Por otra
lo largo del año escolar, tanto del maestro y
parte, las comunidades nativas presentan
como de los alumnos; de elementos escola-
una fuerte dependencia extra-regional, un
res, carpetas, libros y utilería como arma-
relativo aislamiento geográfico y una débil
rios y bancos cómodos; de una escuela
estructura productiva. La auto-subsistencia
secundaria; de un puesto sanitario; de mo-
es el potencial económico más claro de la
tor. Cuentan con una federación que los
región (Moscoso Conde 2001).
Centro de Investigaciones Precolombinas • 144
María Laura Gili
ficación y desarrollo local y regional.
RECOMENDACIONES
Implementar para esto espacios curricu
Favorecer la formación de profesionales
lares que lo favorezcan en la Carrera de
universitarios con visión intercultural,
Antropología, de la Facultad de Cien-
que sean capaces de reconocer, respetar
cias de la Educación y Humanidades de
y trabajar en favor del desa-rrollo de la
la UNAP.
diversidad cultural de su región y país.

Promover programas educativos y de
Incorporar al currículo del profesorado
capacitación orientados al conocimiento
en educación bilingüe contenidos sobre
y aprovechamiento del patrimonio cul-
diversidad, bio-diversidad, intercultura-
tural y natural de la región.
lidad que propicien una formación mas



Implementar en el currículo del profeso-
amplia a los futuros docentes, supera-
rado y de todas las carreras de la UNAP
dora de la actual visión etnocéntrica del
la educación ambiental como base de
relato mestizo-criollo que impregna los
una nueva concepción de vida amazó-
materiales educativos.
nica, para una nueva mirada sobre sus
Elaborar material didáctico que de
propios recursos naturales.
cuenta de la región amazónica y su

Desarrollar una ciencia y tecnología en
cultura; incrementar el número de pu-
términos de su adecuación a la realidad
blicaciones sobre la historia y cultura
amazónica, recuperando conocimientos
peruana que incluyan en la historia na-
y tecnologías nativas.
cional, además de la costa y la sierra, a
la selva.


BIBLIOGRAFÍA
Usar en las planificaciones de desarrollo
regional generadas en los diferentes
Aguilera Ríos, R.
ámbitos de las facultades de la UNAP,
Aspecto Sociocultural. En UNAP La UNAP
las ventajas comparativas de la región:
en su contexto. Fundación para el desarrollo
comunidades nativas, clima, precipita-
sostenible de la Amazonia Baja del Perú.
ciones, cuerpos de agua, paisaje, etc.
Iquitos.
Incorporar conocimientos locales indígenas y mestizos en la zonificación eco-
Garcia Sotil, G.
lógica y económica local para la plani-
2001. Panorama histórico de la Amazonía
145 • Centro de Investigaciones Precombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
Peruana. Una visión desde la Amazonia.
UNAP en su contexto. Fundación para el
Iquitos.
desarrollo sostenible de la Amazonia Baja
del Perú. Iquitos.
Garcia Sotil, G.
1997. Hacer educación en la selva. Iquitos.
Iquitos, 15 de febrero de 2008
Moscoso Conde, J.
2001. Aspecto demográfico. En UNAP La
Centro de Investigaciones Precolombinas • 146
INFORME DIRIGIDO AL INSTITUTO NACIONAL
DE CULTURA, PERÚ
Celeste Bolmaro, Raúl Eduardo Bolmaro, César Borzone, Graciela Elsesser, María Teresita
de Haro, Olga Graciela Lima, Adrián Sabbatella y Graciela Vielmas
Centro de Investigaciones Precolombinas
INTRODUCCIÓN
E
HUACA DE LA LUNA
n el marco del acuerdo de coope-
Es una construcción de adobe que está
ración interinstitucional entre el
ubicada al norte del Perú, en el departa-
Instituto Nacional de Cultura
mento de La Libertad, a unos 5 km al sur
(INC), el Instituto Superior Profesorado
de Trujillo; fue construida por la cultura
“Joaquín V. González” y el Centro de In-
Moche o Mochica. Se encuentra muy cerca
vestigaciones Precolombinas (CIP) se re-
de la Huaca del Sol, también de la cultura
dacta este informe a fin de dar cuenta de la
mochica; entre las dos huacas se encontraba
situación patrimonial de diversos sitios
la ciudad. En la actualidad se exhibe con
arqueológicos pertenecientes al departa-
sus diferentes pinturas en las paredes con
mento de La Libertad. El objetivo de este
muchos años y que han perdurado al paso
informe es realizar una observación y apre-
del tiempo.
ciación evaluativa de los bienes arqueoló-
Esta huaca fue centro de culto, ceremo-
gicos pertenecientes a los sitios de Huaca
nial y religioso. Es una de las pocas huacas
de la Luna, Chan Chan y El Brujo (Cao
que se encuentra abierta. Esta construcción
Viejo).
destaca por tener templos que fueron super-
Se presentará a continuación el estado de
puestos y construidos en diferentes perio-
situación, evaluación de la misma y consi-
dos. Tiene una base cuadrada de 87 metros
deraciones finales.
de lado y una altura de 21 metros. En su
La metodología utilizada es la observa-
plataforma superior se levantaban una serie
ción mediante visitas guiadas y el releva-
de salas decoradas con figuras humanas. En
miento fotográfico y fílmico de cada sitio.
un altar ceremonial del último templo cons-
Celeste Bolmaro, et al.
truido, fueron descubiertos los restos de
minimizar el impacto visual. Existen cordo-
guerreros sacrificados.
nes de seguridad (barreras psicológicas) a
La huaca de la Luna conserva pinturas
fin de que el visitante no acceda a espacios
murales de 5 colores (blanco, negro, rojo,
que puedan resultar perjudicados por el
azul y amarillo), los cuales fueron obteni-
exceso de circulación o que no puedan ser
dos de minerales, y relieves donde se puede
expuestos al tacto. A esto se le agrega la
apreciar la divinidad moche llamada Ai
concientización de la población al mencio-
apache o el dios degollador. Igualmente es
nar que es un sitio sagrado.
posible visitar los patios y plazas ceremoniales de más de 1.500 años de antigüedad.
CHAN CHAN
Existe un patio de 10.000 metros cuadrados desde donde la población de la zona
Está emplazado en la margen derecha
urbana circundante podía ver la preparación
del valle Chimor a 4,5 km al noroeste de
para el sacrificio de los guerreros.
Trujillo, siendo atravesado por la vía que
conduce al aeropuerto y a Huanchaco exis-
Política de sitio
tiendo ocupaciones indebidas en las inmediaciones (viviendas, fábrica de alimentos
Existe un convenio entre el Instituto Na-
balanceados para aves).
cional de Cultura (INC); la Universidad Na-
Chan Chan constituyó el centro hegemóni-
cional de Trujillo; el patronato Huacas del
co y capital política, económica y religiosa
valle moche, y la Unión de Cervecerías Pe-
del estado Chimor a partir de donde se
ruanas Backus y Johnston, empresa privada
administró una confederación de curacazgos
que constituye la principal fuente de finan-
extendidos en una vasta región costera del
ciamiento.
Perú, que abarcó desde Tumbes por el norte,
Se pueden observar intervenciones, re-
hasta las cercanías de Lima, con centros
construcciones, restauraciones, investiga-
administrativos provinciales que se articula-
ción, uso turístico del sitio y puesta en valor
ron mediante un complejo sistema de infor-
por medio de cartelería y visitas guiadas
mación, intercambio y reciprocidad, a los
obligatorias. La protección de las estructu-
diversos territorios y valles conquistados.
ras se realiza por medio de techados confec-
Es la ciudad arqueológica de barro más
cionados con materiales de la zona, para
grande hasta hoy descubierta. Posee 14 km2
148 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
de superficie y fue declarada patrimonio
de algunos pasos mediante sogas y por la
cultural de la humanidad por la UNESCO
señalización con motivos propios del sitio
en 1986.
(peces). A lo largo del recorrido se encuen-
El complejo de Chan Chan está confor-
tran algunas maquetas que junto con textos
mado por varios conjuntos o palacios (9 o
explicativos detallan características propias
10), pero solo el 1 % es accesible al turista.
de cada recinto o sector. El impacto antrópico se ve disminuido con la cobertura de
Política de sitio
las estructuras con material superpuesto. El
sitio posee guardia permanente. La fábrica
Posee un museo de sitio que exhibe
ubicada en sus inmediaciones genera un
variedades de maquetas, réplicas de frisos,
fuerte impacto material y visual. Existe una
murales, textiles, cerámicas, etc., y una sala
alta presión poblacional ya que la ciudad se
de proyecciones en la cual se narra la his-
expande hacia el terreno donde está ubicado
toria del sitio.
el sitio siendo además sus alrededores utili-
Por tratarse de un sitio que ha sido tra-
zados como campos de cultivo. Así mismo
bajado desde aproximadamente la década
la carretera es generadora de gran impacto,
del 60 ha pasado por diversas políticas de
seccionando el sitio en dos. Las napas freá-
gestión, desde la destrucción parcial y re-
ticas han crecido en una medida mayor a la
construcción indiscriminada en un principio
prevista por el Plan Maestro erosionando
hasta las nuevas políticas de restauración y
las estructuras.
conservación que incluyen la creación de la
Unidad Ejecutora, la cual lleva a cabo el
COMPLEJO EL BRUJO, HUACA CAO
Plan Maestro de conservación del sitio.
VIEJO
Una pequeña porción de las estructuras
se han protegido mediante estructuras de
Las huacas de El Brujo y de Cao Viejo,
caña y tecnopor recubierto de barro, simila-
conocidas como Complejo Arqueológico El
res a las de la Huaca de la Luna. Sin em-
Brujo, se ubican sobre la margen derecha
bargo, está proyectada la instalación de co-
del río Chicama, muy cerca al litoral del
lumnas metálicas con cubiertas de lona
océano pacífico, en el distrito de Magdalena
plastificada. El recorrido debe hacerse con
de Cao, provincia de Ascope, departamento
un guía y se ve dirigido por el cerramiento
de La Libertad en el norte del Perú.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 149
Celeste Bolmaro, et al.
Fueron construidas por la cultura Moche
museo la exposición del cuerpo de la señora
entre los años 100 y 750 d.C. El sitio se
de Cao junto con su ajuar funerario. En el
encuentra abierto al público desde mayo del
sitio se han realizado trabajo de preserva-
2006, y la señora de Cao allí encontrada
ción y reposición.
aún no se encuentra en exposición.
El impacto visual ocasionado por el te-
Circundan a la Huaca de Cao Viejo cam-
chado no es de mayor envergadura. La
pos de cultivo de caña de azúcar y cultivos
cartelería si bien no es abundante posee
en huachaques. En la ubicación del antiguo
amplia información apoyada por la existen-
pueblo moche, situado a pies de la huaca, se
cia de una maqueta de la huaca. Los cam-
puede apreciar una cantidad innumerable de
pos de agricultura circundantes no ocasio-
hoyos que indican que allí se realizaron
nan demasiado impacto. Los materiales se
huaqueos (saqueos).
ven perjudicados por la salinidad del mar.
Política de sitio
MARCO TEÓRICO
El sitio no se encuentra habilitado en su
Vemos el patrimonio como una construc-
totalidad, estando aún en construcción el
ción social (Mantecon 2005, García Canclini
museo de sitio.
1987). Como una cualidad que se le atribuye a
Las estructuras se han protegido, en un
determinados bienes que son seleccionados
sector con una estructura parabólica de lona
como integrantes del patrimonio de acuerdo
y en otros sectores con columnas de caña y
con algunas jerarquías que valorizan algunas
techos de paja.
producciones en detrimento de otras. Implica
La visita está programada para que sea
una “operación dinámica”, enraizada en el pre-
guiada. Su recorrido se encuentra delimita-
sente, a partir del cual se construye, selecciona
do por sogas. Los perfiles se han protegido
e interpreta el pasado (Mantecon 2005:65).
con muros de adobe imitando la técnica
constructiva original.
Los elementos de patrimonio cultural
tienen una significación particular en fun-
Debido a que se encuentran en el sitio
ción del contexto sociocultural, aunque al
los materiales hallados hay una permanente
ser apropiados por otros grupos sociales e
vigilancia armada para su protección. Se
implantados en nuevos contextos, se produ-
planifica al momento de inauguración del
ce un proceso de resemantización.
150 • Centro de Investigaciones Precolombinas
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
El turismo se está transformando en una
un microclima adverso por los materiales de
de las mayores industrias del mundo, dando
los que se hará uso. Por otro lado la ruta
lugar a una verdadera industria del patrimo-
que atraviesa el sitio debiera ser relocali-
nio, en la que este es utilizado con la lógica
zada, así como la fábrica de alimento balan-
del espectáculo y del consumo. En algunos
ceado, que es un factor contaminante. Sería
sitios esta manipulación desconoce inten-
conveniente considerar el problema de la
cionalmente los derechos políticos, econó-
napa freática y la forma más adecuada para
micos y culturales de los pueblos origina-
su drenaje.
rios, situación que no hace más que
En la Huaca de Cao Viejo, creemos que
acentuar la polarización de la riqueza, el
la exposición de los restos humanos podría
deterioro de los recursos naturales y el uso
llegar a ser un punto de conflicto y no
elitista del patrimonio de los pueblos origi-
contribuye necesariamente al enriqueci-
narios. Aún así consideramos al turismo
miento del conocimiento del visitante.
como una fuente de desarrollo.
Consideramos absolutamente necesario
que toda toma de decisión, intervención y/o
CONSIDERACIONES FINALES
actividad sobre el patrimonio cultural ha de
ser una acción interdisciplinaria que involu-
En líneas generales podemos ver que los
cre la participación de diferentes actores
sitios observados intentan realizar un mane-
sociales y especialistas de disciplinas va-
jo adecuado del patrimonio. Adhiriendo a
rias. Así también creemos que es conve-
las nuevas normativas internacionales en
niente implementar políticas educativas di-
cuanto a preservación, conservación, restau-
rigidas a la comunidad toda, a fin de una
ración y exhibición del sitio.
concientización del valor patrimonial de los
Sin embargo, en Huaca de la Luna las
sitios arqueológicos.
pinturas están demasiado expuestas sin una
protección adecuada y sería conveniente la
existencia de un museo de sitio donde se
explique visualmente la historia de la huaca.
En Chan Chan, la cubierta diseñada a
futuro, creemos impactará negativamente
tanto visualmente como en la creación de
Centro de Investigaciones Precolombinas • 151
INFORME. CUENCA DEL AMANZONAS PERUANO.
ACTUALIDAD ANTROPOLOGICA
Gilda Arias Montes, Celeste Bolmaro, Raul Bolmaro, Cesar Borzone, Graciela Elsesser,
Maria Teresita de Haro, Olga Graciela Lima, Alejandro Pisnoy, Adrian Sabbatella y Graciela
Vielmas
Centro de Investigaciones Precolombinas
INTRODUCCIÓN
La metodología utilizada es la de observación participante en las comunidades na-
En el marco del acuerdo de la coopera-
tivas de Urco Miraño (Yaguas) y Sucusari
ción interinstitucional entre la Universidad
(Maijunas) y del Mercado de Belén y aleda-
Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP),
ños en la Ciudad de Iquitos.
el Instituto Superior del Profesorado Dr.
Se tomaran, a fin de una mejor compren-
Joaquín V. González (INSPJVG) y el Cen-
sión tres ejes conductores: económico, so-
tro de Investigaciones Precolombinas (CIP),
cial y sanitario-educativo.
se redacta este informe a fin de dar cuenta
de la situación observada de los pobladores
UBICACIÓN ESPACIAL:
nativos de las comunidades de la cuenta del
Napo y lo s pobladores de la periferia de la
Ciudad de Iquitos.
El distrito de Belén y los pobladores de
San José de Itaya y San Francisco se sitúan
El fin que se persigue es el de la bús-
al sudeste de la ciudad de Iquitos, sobre el
queda conjunta de alternativas que mejoren
Río Itaya. El poblado de Urco Miraño se
la calidad de vida de dichos ciudadanos.
encuentra en una cocha cuya caño desem-
Se presentara a continuación el estado de
boca en la margen derecha del Río Napo. El
situación, las conclusiones derivadas de di-
poblado de Sucusari, se halla en la margen
cho estado y algunas recomendaciones con-
derecha de dicho río, afluente del Río Napo.
sideradas pertinentes para dicho objetivo.
Los dos últimos poblados se encuentran
Gilda Arias Montes, et al.
ubicados en el ecosistema perteneciente a la
selva baja amazónica. (FUNDESAB).
- En los últimos tiempos, la producción
de artesanías se ha visto transformada a fin
de satisfacer los gustos de los turistas.
SOBRE LA CUESTIÓN ECONÓMICA:
- Existe desaprovechamiento de nuevos
recursos introducidos, en este caso, ovejas.
Periferia de Iquitos
- Según un poblador de San Francisco,
Belén representaría el 40% de la economía
de Iquitos.
- El comercio es el sustento básico de la
población allí radicada.
- El trabajo familiar es el trabajo de di-
- La deforestación ocasiona que los recursos se encuentren cada vez más lejanos.
- La falta de trabajo da por resultado la
migración de los jóvenes.
- Las madres reciben un plan de ayuda
económica del estado que es insuficiente
para cubrir sus mínimas necesidades.
cha economía.
- La producción principal que recibe la
zona es de madera, frutos, pesca y vestimenta.
- La actividad es continua a lo largo de la
jornada.
- Cabe destacar que toda esta actividad
se realiza en un marco de extrema pobreza.
Sucusari
- El marco económico es de extrema pobreza.
- La falta de bienes muebles es total.
- Las madres reciben un plan de ayuda
económica del estado que es insuficiente
para cubrir sus mínimas necesidades.
- Es casi nula la actividad agrícola.
Urcomiraño
- Hay una baja existencia de bienes materiales.
- Se observa cierta diferenciación social
a partir de los bienes muebles.
- La economía es de subsistencia, basada
en la agricultura y pesca, y en segunda instancia, en la venta de artesanías y masato y
el trabajo en maderas y chacras aledañas.
153 • Centro de Investigaciones Precolombinas
- La caza y la pesca son la base de su
economía domestica.
- Existe desaprovechamiento de nuevos
recursos introducidos, en este caso, el cebú.
SOBRE LA CUESTIÓN SOCIAL
Iquitos
- Existe una percepción por parte de
algunos pobladores de que “la pobreza esta
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
porque quieren ser pobres”, generando
impuesta por el Estado del Teniente Gober-
estigmatización.
nador, creando un sistema de gobierno dual.
- La valoración de la vida es escasa.
- La visión de futuro de los jóvenes es
prácticamente nula.
- La situación de los pobladores es marginal geográfica y socialmente.
- Hay una alta tasa de delincuencia como
alternativa de subsistencia.
- Se encuentra la existencia del turismo
sexual infantil.
- Aparentemente existe integración social en el grupo. Si bien la vivienda comunitaria tradicional (Cocama o Maloca) se
desdoblo en viviendas unifamiliares, estas
se sitúan en un sistema concéntrico con respecto a una plaza central.
Sucusari
- Se observa falta de cohesión social, que
estaría reflejada en su organización dispersa
del espacio.
Urcomiraño
- Se considera al río como una fuerza de
vida.
- Existe una organización social a través
de diversas agrupaciones comunales, como
ser la APAFA (Asociación de Padres de Fa-
- A pesar de la falta de cohesión social
interna, existe una confederación de comunidades maijuna, integrada por cuatro comunidades.
- Entre los niños se observan manifiestas
acciones violentas entre si.
milia) y convenios con organizaciones no
- Se ve al río como una fuente de vida.
gubernamentales y gubernamentales, por
- La comunidad mantiene una serie de
ejemplo CETA (Centro de Estudios Teoló-
conflictos: frente al Estado por falta de
gicos Amazónicos) y CAAP (Centro de An-
atención, y con “Explorama” (empresa nor-
tropología y Aplicación Práctica).
teamericana de turismo) por el avance de-
- La comunidad mantiene una serie de
conflictos: frente al Estado por falta de aten-
predador sobre la selva comunal con apropiación de terrenos.
ción, y frente a las madereras por la apro-
- Se expresa queja por parte de un pobla-
piación de recursos comunales, si bien la con-
dor (profesor) por la perdida de autonomía,
ciencia de estos reclamos no es generalizada.
por la falta de registro civil. Este hecho oca-
- La estructura social mantiene la jefatura por parte del Apo, y a su vez acepta la
siona que las personas indocumentadas no
existan ante el Estado.
Centro de Investigaciones Precolombinas • 154
Gilda Arias Montes, et al.
- Existen conflictos entre algunos padres
de la comunidad que prefieren profesores
mestizos y el profesor, que es un profesor
bilingüe.
- Se evidencia necesidad de una autoafirmación como comunidad maijuna.
SOBRE LA SALUD Y EDUCACIÓN
Iquitos
- Existe una alta contaminación de las
aguas del Río Itaya por el desecho de los
residuos patológicos (del hospital local),
cloacales y basuras varias. “El río como un
gran tacho de basura”.
- Observamos falta de control sanitario y
- La tasa de mortalidad infantil no es
alta.
- La nutrición de los niños se evidencia
como no adecuada, con falencias.
- Se encuentran en la comunidad tres niveles educativos: inicial, primario y secundario.
- Hay un reclamo por parte de la comunidad con respecto al nivel de preparación
con el cual egresan los alum-nos, que no les
permite el acceso a niveles superiores.
- Se nota en los establecimientos educativos la presencia de la iglesia católica.
- La iglesia pentecostal también se encuentra presente.
bromatológico.
- Hay un amplio contacto de los niños
con el agua contaminada.
Sucusari
- Se observa la existencia de letrinas,
pero no su uso.
Urco
- Se observa cierta organización del tratamiento de los residuos (utilización de recipientes diferenciados).
- Si bien existen letrinas, estas no son
utilizadas con frecuencia.
- El sistema de agua y cloacal instalado
en el colegio no es debidamente utilizado
por su deterioro.
- No hay existencia de puesto sanitario.
- Existe cierta disminución de enfermedades endémicas.
155 • Centro de Investigaciones Precolombinas
- En el edificio escolar los sanitarios se
encuentran totalmente en desuso por su deterioro.
- El estado general del edificio escolar es
de pésimo estado de salubridad (existencia
de gran cantidad de murciélagos).
- No hay existencia de puesto sanitario.
- Se realiza la utilización de plantas medicinales autóctonas por parte de toda la
comunidad.
- Existe conciencia de la necesidad de
mantener cierta limpieza y atenciones do-
ANTI • Núm. 9 • Mayo de 2010
mesticas como hervir el agua, cortar el pas-
En el aspecto económico la pobreza es-
to o fumigar como medio de controlar las
tructural de las comunidades nativas ocasio-
enfermedades.
na la migración de las personas hacia la
- Se observa un alto índice de desnutrición.
zona marginal de la ciudad. Esto genera la
merma de la mano de obra de la economía
- Hay un retraso escolar debido a la eje-
familiar. Este proceso se produce por una
cución de tareas comunitarias por parte de
gran dependencia económica de otras regio-
los niños.
nes y una economía monetaria regional al
- El material didáctico es obsoleto ya que
servicio de intereses ajenos (FUNDESAB).
consta de cartillas del ILV (Instituto Lin-
Este proceso migratorio es considerado por
güístico de Verano) de la década de 1970.
Nicolás Rosa como una defensa ante el
- Se expresa un requerimiento por parte
de la comunidad de un colegio secundario
bilingüe.
- El acompañamiento familiar en la educación bilingüe se ve como una necesidad.
ataque de los otros.
Socialmente la falta de conciencia de sus
derechos sobre la tierra a la larga podría
ocasionar la perdida de la misma, la cual
ocasionaría fenómenos como la disgrega-
- El maestro hace mención de la necesi-
ción de la comunidad, su contratación como
dad de becas universitarias para la comuni-
mano de obra barata y su migración a otras
dad pueda contar con profesionales.
comunidades o centros urbanos.
- Se observa una dificultad en la coordi-
Con respecto al sistema de salud, consi-
nación de los contenidos curriculares res-
deramos que no cumple los requisitos indis-
pecto a la enseñanza de la lengua materna.
pensables para la atención de la población.
La educación manifiesta distintos niveles
CONCLUSIONES
de inaccesibilidad debido a la brecha socioeconómica y de conocimientos requeridos
Planteamos la existencia de una proble-
para una instrucción superior. Existe una
matica que atraviesa los ejes descriptos y
dicotomía en la cuestión de la educación
que es inherente a todas las comunidades
bilingüe, ya que si bien el recuperar la
observadas. Nos estamos refiriendo a la po-
lengua nativa estaría reafirmando su cultura
breza y la marginalidad.
y generando una resistencia a la cultura
Centro de Investigaciones Precolombinas • 156
Gilda Arias Montes, et al.
dominante (CALVET), por otro lado esta
BIBLIOGRAFIA
situación los excluye más y aumentaría su
opresión.
CALVET, L.J.
s/f. Lingüística y Colonialismo. Breve tra-
RECOMENDACIONES
tado de la glotofagia. Fondo de Cultura
Económica.
Creemos que la comunidad amazónica se
beneficiaria en la medida que el Estado im-
FUNDESAB.
plante planes para que las personas encuen-
s/f. La UNAP en su contexto. UNAP.
tren en sus lugares de origen un desarrollo
adecuado a sus necesidades. Estas necesi-
LEVI STRAUSS, J.C.
dades deben ser evaluadas desde la pers-
s/f. Tristes Trópicos. Editorial Paidos,
pectiva nativa, a fin de no imponer nuestra
Argentina.
propia mirada (LEVI STRAUSS).
Consideramos que un plan de desarrollo
ROSA, N.
debe tener en cuenta plazos de largo alcan-
2006. Relatos míticos, cosas, animales, dis-
ce sin dejar de lado las necesidades inme-
cursos. Santiago Arcos Editor, Buenos Ai-
diatas y con aplicación de propuestas real-
res.
mente factibles de completar, como por
ejemplo: la capacitación técnica de los lugareños para el aprovechamiento de los nuevos recursos o la creación de un curso nivelatorio para que los egresados de escuelas
secundarias rurales puedan ingresar a estudios superiores).
Asumimos que la UNAP posee el equipo
y el material humano necesario para la propuesta y asesoramiento en la realización de
los planes a implementar por el Estado.
157 • Centro de Investigaciones Precolombinas
NORMAS EDITORIALES
Los trabajos deben presentarse de acuerdo a las siguientes normas editoriales:
(Hodder 1985; Costin 1986; Patterson
1990).
Se citan hasta dos autores, si son más de
1. Título en mayúsculas, margen izquierdo, sin subrayar, negrita, Times New
Roman 12
2. Autor/es en el margen izquierdo, mayúscula-minúscula, negrita.
3. Pertenencia Institucional: en el margen
izquierdo, cursiva, sin abreviaturas.
4. Correo electrónico: en el margen izquierdo
5. Resumen de no más de 200 palabras en
castellano y en inglés y cinco palabras
clave en castellano e inglés.
dos se nombra al primer autor y et al.
9. Las tablas, figuras, mapas y fotos deben
ir con numeración y epígrafes al final
del texto, para lo cual se solicita enviarlos en archivo aparte, indicando en
el texto su ubicación. Deben estar citadas en el texto.
10. Agradecimientos
11. Notas: numeradas correlativamente a
continuación de los agradecimientos.
12. Bibliografía: todas las referencias citadas en el texto deben aparecer en la lista
6. Texto: Times New Roman 12, interli-
bibliográfica y viceversa. La lista bi-
neado 1,5, justificado de ambos lados.
bliográfica debe estar en orden alfabé-
7. Subtítulos primarios en el margen iz-
tico, ordenada de acuerdo al apellido del
quierdo, en mayúsculas, sin subrayar,
primer autor. Dos o más trabajos del
negrita. Subtítulos secundarios, en el
mismo autor se ordenan cronológica-
margen izquierdo, en minúsculas, sin
mente y a los trabajos del mismo año se
subrayar, negrita.
le agrega una letra minúscula.
8. Las referencias bibliográficas irán en el
Debe seguirse el siguiente orden: Au-
texto siguiendo el sistema autor-año.
tor/es. Año. Título. Publicación. Número.
Ejemplos:
Páginas. Editorial. Lugar de edición.
(Costin 1986)
Deben ir en cursiva los títulos de los
(Costin 1986: 21)
libros o los nombres de las publicaciones
(Costin 1986, 1988)
periódicas.
Ejemplos:
Editorial procederá a la selección de los
trabajos que cumplan con los criterios
Raffino, R. (ed.).
1993. Inka. Arqueología, historia y urbanismo del Altiplano Andino. Ed. Corregidor.
Buenos Aires.
Madero, C.
formales y de contenidos de esta publicación.
Los artículos seleccionados serán evaluados por un miembro del Comité Evaluador, que actuará como árbitro.
1993. Explotación faunística, tafonomía y
Se comunicará a los autores la acepta-
economía en Humahuaca antes y después
ción o no de los trabajos. Si se sugieren
de los Yupanki. En: Inka. Arqueología,
modificaciones, éstas serán comunicadas al
historia y urbanismo del Altiplano Andino.
autor quien deberá enviar la versión defi-
R. Raffino (ed.). pp. 145-168. Ed. Corre-
nitiva en el plazo que se acuerde entre el
gidor. Buenos Aires.
autor y el Comité Editorial. Todas las comunicaciones se realizarán por correo
Nielsen, A.
electrónico.
1996. Demografía y cambio sociocultural
Los artículos deberán enviarse a:
en la Quebrada de Humahuaca. Relaciones
[email protected]
de la Sociedad Argentina de Antropología
XXI: 307-385.
CONSTANCIA DE ORIGINALIDAD
Hodder, I.
1982a. Symbolic and Structural Archaeology. Cambridge University Press. Cambridge.
1982b. Symbols in Action. Cambridge University Press. Cambridge.
MECANISMOS DE SELECCIÓN DE
ARTÍCULOS
La recepción de los trabajos no implica
compromiso de publicación. El Comité
Todos los artículos deberán ser enviados
con una nota de autorización de publicación
por parte de los autores.
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