Leire Amézaga Aitor Ansa Jon Guezala Irati Jara Luis Suárez

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Leire Amézaga
Aitor Ansa
Jon Guezala
Irati Jara
Luis Suárez
SILENCIOSO
57 mujeres asesinadas en
2015 a causa de la violencia de género. 57 personas
muertas en manos de sus parejas o exparejas. Es la máxi-
ma expresión de superioridad
de un hombre hacia una mujer, el gran escaparate de la
desigualdad de género. Pero
la desigualdad de género no
Y SUTIL...
radica unicamente en esas 57 mujeres,
se encuentra también en las pequeñas
cosas, en los gestos más sutiles y desapercibidos de la vida cotidiana; estamos hablando, por supuesto, de los
micromachismos.
La violencia invisible
El micromachismo se trata
de un conjunto de actos
por parte de la figura
masculina que hacen que
abuse de su poder. Es una
especie de violencia que se
da en la vida cotidiana. Se
da una manera tan sutil que
suele pasar desapercibida,
pero refleja las actitudes
machistas y la desigualdad
de las mujeres con respecto
a los hombres. Viene del
término
micropoderes,
procedente del sociólogo
francés Foucault.
El micromachismo es la
base de las demás formas
de violencia de género;
del maltrato psicológico,
emocional, físico, sexual y
económico.
Es ese tipo de desigualdad,
que por su intensidad no
mata y pasa desapercibido,
es cotidiano y en muchos
casos aceptado también.
Son machismos que se propagan con una facilidad
pasmosa y muchas veces
se dan por buenos o aceptables. Esto ocurre porque
están tan interiorizados
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que apenas los percibimos
o porque son considerados
pequeños e insignificantes
y no les damos relevancia.
Pero lo cierto, es que lo
son muy importantes. Son
pequeños detalles que no
permiten ni a hombres ni a
mujeres avanzar en igualdad. pos’ como halagos, nada
violentos, que se deben
aceptar y, en cierto punto,
que nos deben hacer sentir bien porque que nos los
digan supone que somos
atractivos.
TIPOS
Los micromachismos, como casi todo en esta vida, también se pueden clasificar. La autora Lula Gómez diferencia cuatro tipos: los encubiertos, los de crisis, los utilitarios y los coercitivos.
Pero, ¿qué hay detrás de
los piropos? Cánones de
belleza y presión estética,
acoso callejero, miradas,
lenguaje sexual agresivo y,
en demasiadas ocasiones,
tocamientos y persecuciones.
El día a día de cada persona
está repleto de acciones,
de gestos y palabras cargadas de sentido o intencionalidad;
es cuestión
Y así, un suma
Es cuestión de todos
de todos
y sigue de
poder detectar aquellos
poder decuestiones
t e c t a r
mensajes que atentan
que no son ni
aquellos
contra la libertad.
pequeñas
ni
mensajes
insignificantes y
que atentan
que marcan el inicio
contra la libertad.
de otros comportamientos
Expresiones del tipo “no
más graves, germen de la
sabe aparcar, seguro que
desigualdad más profunes una mujer”, “eres una
da que sufren las mujeres
nenaza, “los hombres no
por el mero hecho de serlo.
lloran”, “si querías trabajar
haberlo pensado antes de
tener hijos/as” o realidades como que en los baños
públicos siempre el cambiador de bebés está en
el femenino… son claros
ejemplos de micromachismos.
Encubiertos
Crisis
Utilitarios
Coercitivos
Los micromachismos que
intentan imponer la “verdad”
masculina,
haciendo desaparecer las
capacidades
femeninas. Los
micromachismos se dan en
los silencios,
en los paternalismos, en el
“ninguneo” y
en el mal humor manipulativo.
Intentan forzar
la permanencia
en el statu quo
desigualitario
cuando éste
se desequilibra, ya sea por
aumento del
poder personal
de la mujer o
por disminución del poder
de dominio del
varón.
Surgen de la
no responsabilización del
hombre sobre
lo doméstico y
del aprovechamiento y abuso de los roles
tradicionales
que asignan el
cuidado a las
mujeres.
Se dan cuando
el hombre utiliza la fuerza
moral, psíquica o económica para ejercer
su poder, limitar capacidad
de decisión o
la libertad de
la mujer.
“Calla, que papá
está enfadado,
viene muy cansado del trabajo”.
Micromachismos
disfrazados de halagos
“Tú sabrás
qué hacer
si trabajas”.
(refieriendose
a las tareas
domésticas)
“Cariño, ya te
he puesto el
lavavajillas”
“Ya conduzco
yo, tu siéntate
ahí y quédate
como una
reina”.
Son muchas las personas
que consideran los ‘piro3
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OPINIÓN
LO PELIGROSO DE
LO COTIDIANO
De todas las formas de violencia de género, los micromachismos son la más sutil
y, en cierto sentido, también
la más dañina. No son una
manera de ejercer una violencia de género explícita ni
de gran magnitud, eso es lo
peligroso de los micromachismos. Al no ser visibles,
perpetuar este tipo de conductas machistas es muy
sencillo. Si no se es consciente de que se está diciendo algo machista ni siquiera
se puede reflexionar sobre el
comportamiento de uno mismo.
ciencia feminista (aunque los
centros educativos debieran serlo) para encontrarse con estos
comportamientos machistas invisibles.
Un ejemplo muy claro es el siguiente hipotético diálogo de
escuela, escrito por la autora
italiana Anna María Piussi y recogido por Victoria Sau y María
Jayme en su libro “Psicología
diferencial del sexo y el género:
fundamentos”:
Imaginemos a una pareja concienciada con la desigualdad en
la que al hombre se le escape
un día un “te he puesto la lavadora”. Evidentemente, lo que el
hombre está dejando caer con
esas palabras (aunque no fuera
su intención) es que la responsabilidad de las tareas del hogar
recae principalmente sobre la
mujer, aunque él le esté ayudando. Más grave que el hecho de
haberlo dicho sería el no hacerle
darse cuenta de su error dialéctico; así, este micromachismo
habría pasado desapercibido y,
probablemente, dicho hombre
seguirá diciendo “te he puesto la
lavadora” aunque el peso de las
tareas del hogar esté repartido
entre los dos.
“- Señora maestra, ¿cómo se
forma el femenino?
- Partiendo del masculino: la o
final se sustituye por una a.
- Señora maestra ¿y el masculino cómo se forma?
- El masculino no se forma:
existe”
Este ejemplo es sólo la punta
del iceberg. No es necesario
acudir a ámbitos en los que
quizás no se tenga tanta con-
discriminatorio silencioso. No se
puede culpar a la gente que tiene
comportamientos y que dice cosas que desde su punto de vista son “normales”. Ahora, si se
hace pedagogía y se explica a las
personas que cometen este tipo
de injusticias al hablar y al comportarse cuáles son sus errores
y, aun así, se empeñan en seguir
comportándose de la misma manera, la responsabilidad es de
quién hace oídos sordos. No hay
más ciego que quien no quiere
ver.
Los micromachismos se presentan sobre todo en lo cotidiano,
en lo ordinario, donde nadie espera que aparezca un comportamiento machista. Incluso cuando
aparecen es muy difícil detectarlos. Si se presencia uno y no se
hace nada por evitar que vuelva
a ocurrir la responsabilidad es,
sobre todo, de la persona que sí
es consciente de que se ha llevado a cabo un comportamiento
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ENTREVISTAS
F
undadora de la asociación por la igualdad de
género y contra la violencia
hacia las mujeres Bekoz
Beko, en Pasajes Antxo,
Izaskun Barbier es licenciada en Relaciones Públicas
y se encuentra cursando
un Master en Community
Management y Dirección de
Redes Sociales. Es la organizadora de la plataforma
Woman in Web, TEDX Pasaia y Leihotik Plazara.
Izaskun Barbier
E
studió y se doctoró en
la Universidad Complutense de Madrid en Ciencias
Físicas. Maite Larraz trabajó
como profesora de física en
Portland, Estados Unidos,
compaginándolo con un
voluntariado con mujeres
mexicanas. En 2001 vino a
San Sebastián, y comenzó a
trabajar en la Universidad
del País Vasco y en diversos
colegios.
Maite Larraz
“Hay que dejar a las
mujeres que actúen
como quieran, que
estén en el poder y que
demuestren de lo que
pueden hacer”
“El pensamiento que le
viene a la gente cuando
les haces notar algún
tipo de “micromachismo” o de actitud violenta de género es “ya
está ésta”, les ves en
la mente “ya está esta
con lo de siempre”
“Aquí no hay propiedades de nadie; yo soy
mía y tu eres tuyo. Mi
cuerpo es mío y mi
cabeza también”
“Los niños no nacen
creyendo que sus amiguitas son menos que
ellos, eso es algo que
se provoca”
A
bogada de profesión,
Duñike Arrizabalaga
desempeñó diversas responsabilidades en los gobiernos de coalición con
Odón Elorza, primero en
Ezker Batua y luego en
Alternatiba, formación que
creó junto a Oscar Matute.
Actualmente, milita en el
PSE y es concejal delegada
de Barrios y Descentralización, Corresponsabilidad
cívica, Igualdad y Cooperación en el Ayuntamiento de
San Sebastián.
Duñike Agirrezabalaga
“Ahora por lo menos se
empieza a ver mal este
tema en la sociedad.
Hace 20 años se presumía de ser machista...”
“El día que desaparezca la concejalía de
igualdad es que ya habremos llegado a cotas
muy importantes”
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