LUNES, 21 DE SEPTIEMBRE Ef 4, 1-7. 11-13. Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelizadores l Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón l Mt 9, 9-13. Sígueme. Él se levantó y lo siguió MARTES, 22 DE SEPTIEMBRE XXV Domingo del Tiempo Ordinario Sab 2, 12. 17-20 l Lo condenaremos a muerte ignominiosa. Sal 53 l El Señor sostiene mi vida. Sant 3, 16-4, 3 l Los que procuran la paz están sembrando paz, y su fruto es la justicia. Mc 9, 30-37 l El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos. Esd 6, 7-8. 12b. 14-20. Terminaron la construcción del templo y celebraron la Pascua l Sal 121. Vamos alegres a la casa del Señor l Lc 8, 19-21. Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra MIÉRCOLES, 23 DE SEPTIEMBRE Esd 9, 5-9. Dios no nos abandonó en nuestra esclavitud l Salmo: Tob 13, 2-8. Bendito sea Dios, que vive eternamente l Lc 9, 1-6. Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos JUEVES, 24 DE SEPTIEMBRE Ag 1, 1-8. Construid el Templo, para que pueda complacerme l Sal 149. El Señor ama a su pueblo l Lc 9, 7-9. A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas? VIERNES, 25 DE SEPTIEMBRE Ag 2, 15b-2, 9. Todavía un poco más, y llenaré de gloria este templo l Sal 42. Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío» l Lc 9, 18-22. Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho SÁBADO, 26 DE SEPTIEMBRE Zac 2, 5-9. 14-15a. Yo vengo a habitar dentro de ti l Salmo: Jer 31, 10-13. El Señor nos guardará como pastor a su rebaño l Lc 9, 43b-45. Al Hijo del hombre lo van a entregar. Les daba miedo preguntarle sobre el asunto OBISPADO DE PALENCIA www.diocesispalencia.org [email protected] 20 Septiembre Las LECTURAS de esta semana El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero... S e fueron de allí y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?». Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado». Marcos 9, 30-37 Discutir por el camino E n el Evangelio de hoy vemos, una vez más, cómo los discípulos siguen a Jesús sólo externamente; su unión con el maestro parece más afectiva y sentimental que efectiva y real. Sus actitudes y su manera de entender la vida están aún muy distantes de lo que Jesús les va enseñando con la palabra y con el ejemplo. Jesús les habla de padecer, de renunciar a uno mismo, de cargar con la cruz, de dar la vida... y ellos se dedican a discutir y a pelearse, mientras ven de camino, por ver quién es el primero y el más importante; realmente no han entendido ni jota. J esús los reúne y les aclara las cosas: el primero es el que más ama, el que más sirve, el que es capaz de ponerse en el último lugar para, desde allí, interesarse por el hermano, de una manera afectiva y efectiva. Jesús invierte el orden de valores que tantas veces prevalece entre nosotros. E l servicio: esa palabra que hoy no está muy de moda, porque casi todo se hace cobrando o a cambio de otro favor, o para aparentar, o para ascender, o para salir ganando uno mismo... Para Jesús, el servicio es el único título de dignidad y de honor, de autoridad y de importancia. Son los que aman y los que sirven son los primeros y tienen la preferencia. A ésos es a los que hay que levantar monumentos, y dar el nombre de calles y conceder títulos de honor...; sólo a los que hacen las cosas desinteresadamente, por amor. Lo otro es vanidad, vacío, comedia, orgullo, apariencia..., eso no vale nada. D icho y hecho. Jesús no sólo se lo enseña así a los discípulos con la palabra sino también con el ejemplo: siendo el primero, se puso en el último lugar; siendo rico, se hizo pobre por nosotros; siendo de condición divina, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo; siendo el maestro, se puso a lavar los pies a los discípulos; siendo el Hijo, aprendió sufriendo a obedecer. Para que no digamos que, aún, no entendemos la lección. EL SEÑOR SOSTIENE MI VIDA Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Devuelve el mal a mis adversarios, destrúyelos por tu fidelidad. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno; porque me libraste del peligro, y he visto la derrota de mis enemigos.