Viaje de Israel - iglesiaemanuelsion.org

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EL VIAJE
DE ISRAEL
Un estudio del viaje espiritual
de los creyentes desde la
salvación hasta la madurez
y la gloria en Cristo
Dr. Brian J. Bailey
Título original: “The Journey of Israel”
Título en español: “El viaje de Israel” © 1993 Brian J. Bailey
Primera Edición, Marzo 1993. (ISBN 0-963083-7-4-0)
Segunda Edición, Septiembre 2006 (Versión 2.0)
Edición en inglés revisada, Febrero 2009 (Versión 2.1)
Diseño de portada: © 2003 Zion Fellowship Inc. y sus
licenciatarios. Todos los derechos reservados.
Traducción: Marian Belmonte, Belmonte Traductores. España.
Editor de la 1ra edición en español: Raimundo J. Ericson.
Octubre 2002
Revisión de la segunda edición: Ana Karen Poza, Febrero 2011.
Segunda edición en español (Ver. 2.1), marzo 2011.
Segunda impresión, marzo 2011.
Diseño de Portada:
© 2003 Zion Fellowship Inc.
Todos los derechos reservados.
Todas las citas de la Escritura usadas
en este libro están tomadas de la versión
Reina-Valera 1960 a menos que se indique lo contrario.
Publicado por Zion Christian Publishers.
Impreso en los Estados Unidos.
ISBN 1-59665-518-6
Para más información, favor de contactar a:
Zion Christian Publishers
Un ministerio de Zion Fellowship ®
P.O. Box 70
Waverly, New York 14892
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Dedicado
A nuestro amado Señor Jesucristo,
quien, como columna de fuego en la noche
y nube en el día,
saca a su pueblo de Egipto
hacia la Tierra Prometida.
Y a mi querida esposa, Audrey,
que fue una fiel compañera de peregrinaje
para mí a lo largo de nuestro particular
viaje espiritual a Sion.
AGRADECIMIENTOS
A Marian Belmonte de Belmonte Traductores, quien
realizó la traducción de este libro al español.
A Raimundo Ericson, editor de la primera edición en
español, por su arduo trabajo en la revisión del texto de la
versión en español
A Ana Karen Poza por su valiosa ayuda en la revisión
final de la segunda edición del libro en español.
A Raquel Pineda, por su excelente trabajo en el formato
final de este libro.
A Carla Borges, por su trabajo en el diseño de la portada.
Al equipo Editorial de ZCP: Carla Borges, Michael
Derrick, David Kropf, Raquel Pineda, Ana Karen Poza,
Suzanne Ying.
Deseamos extender nuestro agradecimiento a todas esas
personas queridas, pues sin sus muchas horas de
inestimable ayuda este libro no hubiera sido posible.
Estamos verdaderamente agradecidos por su diligencia,
creatividad y excelencia en la compilación de este libro
para la gloria de Dios.
INDÍCE
Prefacio
Introducción
Mapa del viaje de Israel
9
11
12
PRIMERA PARTE – LA VIDA DE MOISÉS
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Los primeros años de Moisés
Estancia en el desierto de Arabia
Regreso a Egipto
Ministerio en Egipto
Desde el mar Rojo hasta Sinaí
El monte Sinaí
Desde el monte Sinaí hasta Cades-barnea
Cades-barnea
Desde Cades-barnea hasta Pisga
37
63
71
99
135
167
189
201
213
SEGUNDA PARTE – EL CRUCE A CANAÁN
10
11
12
13
Josué, el nuevo líder
El cruce del río Jordán
Los treinta y un reyes
Victoria incompleta
247
257
277
297
TERCERA PARTE – LA HERENCIA DEL MONTE SION
14 Silo
15 Hebrón
16 El monte Sion
Conclusión
Apéndice
309
315
335
369
375
9
PREFACIO
Visión, dirección, guía y un buen liderazgo siempre han
sido necesarios para una iglesia sana. Esto es
especialmente cierto en la actualidad, a medida que la
dispensación de la Era de la Iglesia se acerca a su término.
En El viaje de Israel, el autor ofrece todo lo anterior al
descubrirnos de una manera novedosa el plan de Dios para
la Iglesia en estos últimos tiempos.
El viaje de los hijos de Israel fue un acontecimiento literal
e histórico. Los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob
salieron de la tierra de Egipto en la que habían estado
cautivos durante 430 años. Dios los liberó por medio del
profeta Moisés, quien los guiaría bajo la protección del
Señor desde Egipto hasta las llanuras de Moab, durante
un periodo de tiempo que duraría más de 40 años.
Tras la muerte de Moisés, les fue dado un nuevo líder:
Josué, quien los llevó desde el río Jordán hasta la Tierra
Prometida. Sin embargo, no conquistaron la totalidad
de la tierra ni entraron en reposo sino hasta muchos años
después, cuando Dios levantó al rey David. David
subyugó a todos los enemigos en la tierra, y guió a los
hijos de Israel a su lugar final de reposo: Sion, el santo
monte del Señor.
Este viaje realizado hace miles de años es un prototipo de
nuestro viaje espiritual como creyentes desde la tierra hasta
el cielo, y de bebés recién nacidos en Cristo a padres y
10
EL VIAJE DE ISRAEL
madres maduros en la fe. Descubriendo los secretos del
viaje de los hijos de Israel desde Egipto hasta Sion, el
autor muestra al lector un mapa de ruta para su propia
vida. Nos muestra de dónde hemos venido, dónde estamos
ahora y hacia dónde vamos.
En El viaje de Israel consideraremos tres temas
principales: (1) Un relato paso a paso del viaje de los hijos
de Israel; (2) la preparación de la vida del líder a quien
Dios usa para guiar a Su pueblo en su viaje visto a través
de la vida de Moisés; (3) y finalmente, las siete fiestas del
Señor, que están entrelazadas en el viaje, y su relevancia
para la Iglesia de Jesucristo en la actualidad.
Este libro es presentado con la oración de que el mismo
Señor que llevó a los hijos de Israel desde la tierra de
Egipto hasta Sion, le lleve igualmente a usted, querido
lector, desde el Egipto espiritual hasta Sion, el monte de
Su presencia permanente.
Dr. Brian J. Bailey
11
INTRODUCCIÓN
El viaje de los hijos de Israel (que llevó a los israelitas
desde Egipto hasta su destino final, el monte Sion), estaba
en las palabras del apóstol Pablo: “escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los
fines de los siglos” (1 Co. 10:11).
Podríamos afirmar confiadamente que este viaje histórico
es una alegoría que describe el viaje espiritual del alma
desde la salvación hasta la madurez, hasta que sea “un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo” (Ef. 4:13).
Para que una persona llegue al monte Sion espiritual,
primero debe pasar por muchas otras experiencias.
Después de salir de Egipto (experiencia de salvación),
debe atravesar el mar Rojo (bautismo en agua). Después
debe seguir hasta el monte Sinaí, que tipifica el
bautismo del Espíritu Santo. Tras eso, debe soportar la
experiencia grande y terrible del desierto, cruzar el río
Jordán (experimentar la circuncisión del corazón) y
entrar en la Tierra Prometida. Desde ahí, a medida que
va conquistando enemigos tanto dentro como fuera,
finalmente entrará en el verdadero descanso de Dios,
que en la Palabra de Dios es equiparable a la ascensión
espiritual al monte Sion. Dios dice de Sion en el
Salmo 132:14: “Este es para siempre el lugar de mi
reposo; aquí habitaré”.
12
EL VIAJE DE ISRAEL
Para nosotros es eternamente satisfactorio contemplar
el viaje de los hijos de Israel tanto desde una perspectiva
histórica como eterna. Ciertamente, el viaje había sido
concebido (y no solamente conocido) en la mente y el
corazón de Dios antes de la fundación del mundo.
Hebreos 4:3 dice claramente que “las obras suyas
estaban acabadas desde la fundación del mundo”.
Así, debiéramos considerar brevemente el plan de Dios
para los siglos, desde Adán hasta Abraham para entender
el trasfondo del viaje de los hijos de Israel. Abraham es
el padre, no sólo de los hijos de Israel, sino también de
todos aquellos que invocan el nombre del Señor
Jesucristo como su Salvador.
Las primeras diez generaciones
La primera dispensación de diez generaciones, que cubre
el periodo de tiempo desde Adán hasta Noé y el Diluvio,
tuvo una duración aproximada de 1,656 años; sin
embargo, sólo nueve capítulos del Génesis son dedicados
a este periodo. Fue un periodo de longevidad de vida, y
durante este periodo de la historia del hombre hubo un
tremendo fluir profético y fueron reveladas casi todas
las verdades futuras.
Este periodo de tiempo contiene la historia de la
creación, la caída del hombre, la promesa de salvación,
el primer asesinato, la introducción de la poligamia y
la división de la humanidad en dos líneas: los hijos de
Dios y los hijos del hombre (el bien y el mal). Enoc, un
hombre que caminó cerca de Dios, profetizó acerca de
INTRODUCCIÓN
13
la Segunda Venida de Cristo y sus juicios resultantes
(Jud. 1:14-15). El primer rapto ocurrió cuando Enoc
fue llevado al cielo.
Luego llegó el cruce de las líneas buenas e impías como
consecuencia de los matrimonios, los cuales produjeron
una descendencia malvada y opresiones que, a su vez,
produjeron el primer juicio mundial en forma de un diluvio.
El Diluvio fue una nota solemne de aviso para los redimidos
que no vivían en la luz; sin embargo, Dios también proveyó
el Arca para preservar a los justos (1 P. 3:19-20).
2008 años
después de Adán
1996 a.C.
El Éxodo
circa
1500 a.C.
487 años
1000 a.C.
pero d espués Dios juzgaría a la nación y
y los sacaría con gran botín (Gen. 15:13-16).
El Templo
de Salomón
Dios le mostró a Abraham de antemano que su simiente
sería afligida en una tierra extraña por 400 años; (reposo)
Abraham nace
10
generaciones
Noé—El diluvio
10
generaciones
Adán formado
4004 a.C.
1656 años
después de Adán
2348 a.C.
De Adán al Templo de Salomón
14
EL VIAJE DE ISRAEL
INTRODUCCIÓN
15
Las diez generaciones siguientes
La segunda dispensación, desde Noé hasta Abraham,
también de diez generaciones de duración, abarca unos
300 años. Este periodo estuvo marcado por las divisiones
de las naciones en tres ramas. De Noé vinieron: Sem, la
semilla prometida; Cam, la semilla maldita, y Jafet, a quien
se le dio la promesa de que moraría bajo la protección de
Sem. De estos tres hombres provinieron todas las razas
del mundo.
Incluso después de que Dios hubiera destruido a todos
los anteriores habitantes de la tierra por su rebelión,
preservando sólo a Noé, su esposa, sus tres hijos y sus
esposas, la nueva generación, descendientes del justo Noé,
se volvió a degenerar rápidamente. Cam produjo una
semilla malvada; su nieto, Nimrod, fue el fundador de
Babel (Gn. 10:6-10). La maldad llegó hasta la cúspide en
esta ciudad, la cual se convirtió en la fuente de todas las
falsas religiones. Los habitantes de Babel se levantaron
en contra del Señor y construyeron una torre para
magnificar y glorificar a la humanidad. Como resultado
de esta descarada rebelión contra el Señor, vino una vez
más el juicio de Dios sobre la tierra, y Dios dividió en ese
momento a las naciones y confundió sus idiomas.
Desde ese estado de caos, mezcla y maldad, Dios llamó a
Abraham a salir de Ur de los caldeos. El Señor habló a
Abraham y le dijo que dejara su tierra natal y se fuera a
una tierra que Él le mostraría: la tierra de Canaán, que
más tarde se convertiría en su herencia y en la herencia de
su descendencia.
16
EL VIAJE DE ISRAEL
El pacto de Abraham
Dios hizo un pacto con Abraham (Gn. 15), y le prometió
que su descendencia (por medio de su hijo Isaac) heredaría
la tierra de Canaán desde el río de Egipto hasta el gran río
Éufrates, la tierra que estaba habitada por las diez naciones
de Cus. La tierra de Canaán se refiere a lo que hoy
conocemos como Palestina. Palestina es tierra de Dios, y
Él se la ha dado a Israel, no a los palestinos (o como se les
conoce bíblicamente, los filisteos).
Para hacer un pacto, normalmente hay condiciones que
cada parte implicada debe conocer. Era costumbre en
aquellos tiempos sellar los pactos dividiendo un animal y
después caminando entre las partes divididas del animal.
Sin embargo, este pacto se selló de la manera menos
común. En lugar de ser los dos participantes (Dios y
Abraham) los que caminaron por en medio de los animales
divididos, alguien más caminó a través de ellos.
Leemos en Génesis 15:12: “Mas a la caída del sol sobrecogió
el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande
oscuridad cayó sobre él”. Al haber experimentado yo mismo
este fenómeno, tuve el sentimiento de estar profundamente
indefenso, y de una total y desesperada incapacidad de llevar
a cabo algo. Esto es exactamente lo que Dios quiere que
todos nosotros experimentemos antes de que Él nos haga
una promesa muy significativa o antes de que entremos en
una nueva etapa de nuestra vida cristiana.
Así sucedió con Abraham, que estuvo sobre el umbral de
una nueva experiencia que impactaría la vida de
INTRODUCCIÓN
17
innumerables personas. Dios le estaba haciendo una
promesa que iba a afectar no sólo el futuro de millones de
su propia descendencia, sino a toda la humanidad. De
hecho, la promesa de la tierra de Canaán no dependía de
manera alguna de Abraham o su descendencia, porque
fueron el Padre y el Hijo los que acordaron darles la tierra
de Canaán como su posesión eterna.
Abraham dormía profundamente cuando un temor de gran
oscuridad cayó sobre él. Mientras dormía, otras dos partes
pasaron entre los animales divididos. “Y sucedió que puesto
el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una
antorcha de fuego que pasaba por entre los animales
divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram,
diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de
Egipto hasta el río grande, el río Eufrates” (Gn. 15:17-18).
El horno de fuego es un símbolo de Dios Padre, de quien se
ha dicho: “Nuestro Dios es fuego consumidor” (He. 12:29).
La antorcha o lámpara de fuego no es otro sino el Señor
Jesucristo, quien declaró: “Yo soy la luz del mundo”
(Jn. 8:12; 9:5). Abraham nunca pasó entre los animales
divididos; por tanto, el pacto es inmutable y no puede ser
quebrantado, porque fue establecido entre el Padre y el Hijo.
Muchos años antes de que Abraham tuviera un hijo,
Dios predijo la estancia de los hijos de Israel en Egipto
diciendo que serían extranjeros en una tierra que no les
había sido prometida, y estarían sometidos en esclavitud
y servidumbre mientras permanecieran allí (Gn. 15:13).
Sin embargo, esta estancia en Egipto no era el plan final
de Dios para ellos. Ellos sólo estarían allí unos 400 años,
porque Dios prometió que saldrían de Egipto.
18
EL VIAJE DE ISRAEL
El Señor también habló de las diez plagas que Moisés
ejecutaría sobre los egipcios, como juicio sobre la
nación que los mantuvo en esclavitud. El Señor
entonces habló del futuro viaje fuera de Egipto que los
descendientes del nieto de Abraham, Jacob (Israel),
harían (Gn. 15:14). Por tanto, vemos que Dios orquestó
el viaje de Israel desde Egipto hasta Sion antes de la
fundación del mundo (He. 4:3). De hecho, Él planeó
todo el destino de Israel.
Desde Abraham hasta Moisés
Después de la muerte de Abraham, su hijo Isaac vivió en
la tierra de Canaán con su hijo Jacob. Jacob, cuyo nombre
fue cambiado después por el de “Israel”, tuvo doce hijos,
de los que provienen las doce tribus de Israel. El hijo
favorito de Jacob, José, fue vendido como esclavo por
sus hermanos, y después fue llevado a prisión en Egipto.
Desde la desesperación de la celda de la cárcel en Egipto,
Dios de manera triunfante levantó a José hasta llegar a
ser el primer ministro de Egipto, en segunda posición
después de Faraón.
Para cumplir la palabra que le había dado a Abraham, el
Señor envió a José a Egipto para preparar un lugar para
sus hermanos y traer liberación (Gn. 45:5-8). Después de
establecer a José en Egipto, Dios envió una hambruna
para hacer que los hijos de Jacob descendieran a Egipto,
donde fueron reunidos con José. En el tiempo perfecto de
Dios, Jacob y toda su casa, que sumaban setenta personas,
se fueron a vivir a Egipto.
INTRODUCCIÓN
19
Hay una ley en la interpretación bíblica llamada la ley de
la primera mención; la primera vez que la Biblia menciona
algo, muy a menudo contiene la clave para su
interpretación espiritual. En Génesis 46:27 había 70
personas acompañantes de Jacob; por tanto, el número
“setenta” en las Escrituras representa la ancianidad, porque
había 70 ancianos de los hijos de Israel (Nm. 11:16, 24-25).
Lo que es importante mencionar aquí es que había tanto
hombres como mujeres dentro de los setenta que estaban
con Jacob. Esto es muy importante porque nos muestra
que la Escritura valida claramente a las mujeres en su
papel de líderes y ministros.
Continuando con nuestro repaso de los tratos de Dios
desde los días de Abraham hasta los días de Moisés,
vemos que Dios había preparado el camino para que
Jacob fuera a Egipto. El Salmo 105:17-24 dice: “Envió
un varón delante de ellos; a José, que fue vendido por
siervo. Afligieron sus pies con grillos; en cárcel fue
puesta su persona. Hasta la hora que se cumplió su
palabra, el dicho de Jehová le probó. Envió el rey, y le
soltó; el señor de los pueblos, y le dejó ir libre. Lo puso
por señor de su casa, y por gobernador de todas sus
posesiones, para que reprimiera a sus grandes como él
quisiese, y a sus ancianos enseñara sabiduría. Después
entró Israel en Egipto, y Jacob moró en la tierra de Cam.
Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más
fuerte que sus enemigos”.
Hay una progresión definida en el plan de Dios. Después
de que Dios hablara a Abraham de que Él enviaría a su
descendencia a Egipto, José fue llevado a Egipto como
20
EL VIAJE DE ISRAEL
esclavo; después, Dios elevó a José hasta ser el gobernante
más grande de Egipto bajo Faraón, lo cual permitió que
Jacob y sus hijos fueran a vivir a Egipto, donde José cuidó
de ellos.
Los hijos de Israel se multiplicaron y florecieron en
Egipto, situación que produjo celos en los corazones de
los egipcios; más tarde, se levantó otro Faraón que no
conocía a José e hizo esclavos a los israelitas. Dios
cambió el corazón de los egipcios “para que
aborreciesen a su pueblo, para que contra sus siervos
pensasen mal” (Sal. 105:25). Recuerde que Dios nunca
endurece los corazones que son buenos; Él solamente
endurece los corazones que son malvados.
La vida de Moisés el libertador
Dios puso todas las cosas en su lugar para hacer que Su
perfecto plan se realizara. Los israelitas necesitaban
desesperadamente un redentor, y eso preparó el camino
para que Moisés llegara como su libertador (Sal. 105:26).
El Señor escogió a Moisés para liberar a Su pueblo de la
opresión y la esclavitud de Egipto.
Para cada fase de Su plan de redención, Dios escogió a
ciertos vasos a quienes les concedió gran gracia y
sabiduría; esos líderes designados de forma divina
aparecieron en épocas específicas de la Historia para llevar
a cabo los propósitos ordenados por Dios y para llevar a
Su pueblo a la etapa específica de la herencia que ha sido
determinada para su generación. Adán, Noé, Abraham,
Moisés, Josué, David, Salomón, los profetas y el Señor
INTRODUCCIÓN
21
Jesucristo aparecieron en el momento designado por Dios
en el lienzo de la Historia para cumplir el gran plan de
Dios para los tiempos.
En la era del Nuevo Testamento, Dios usó a los apóstoles
para poner el fundamento de la Iglesia. El apóstol Pablo
fue específicamente ungido y comisionado para predicar a
los gentiles; fue él quien estableció las principales doctrinas
y principios de nuestra fe, sobre los cuales está fundada la
Iglesia. Más adelante en la historia de la Iglesia, hombres
de Dios como Wycliff, Lutero y Wesley fueron usados para
sacar a la Iglesia de la época oscura y de la decadencia
abismal en la que había caído. Sin embargo, este libro se
concentra principalmente en la vida de Moisés.
Para poder ver algunas verdades muy importantes,
debemos estudiar la vida de Moisés a detalle, porque él
es el libertador, el hombre a quien Dios levantó para sacar
a su generación de la esclavitud egipcia. La vida de Moisés
se divide en tres periodos distintos:
1. Llamado: desde su nacimiento hasta que huyó de
Egipto (40 años)
2. Escogido: en el desierto de Arabia (40 años)
3. Fiel: al ministerio que le había sido encomendado
(40 años)
La razón por la que hemos usado estos tres títulos es que
Moisés, como líder fiel, es un ejemplo para que nosotros lo
sigamos. Muchos de los que leen estas palabras han sido
22
EL VIAJE DE ISRAEL
llamados a ser líderes en varios niveles. Apocalipsis 17:14
dice: “Los que están con él [el Cordero] son llamados y
elegidos y fieles”.
Dios ha puesto un llamado y ministerio concretos sobre
cada uno de nosotros, pero no es suficiente con haber sido
llamados por Dios, sino que también debemos ser escogidos
por Dios. Jesús declaró claramente en Mateo 22:14:
“Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”.
Al considerar la diferencia entre ser llamado y ser
escogido, sería muy beneficioso considerar la vida de
David, cuya vida refleja claramente estas tres etapas. El
llamado de Dios le fue dado a David cuando tenía unos
17 años. El profeta Samuel, nativo de Belén, llegó y ungió
a David con aceite. Esta fue la primera de las tres unciones
de David. En esta unción, él fue llamado a ser el rey de
Israel. Recibió su segunda unción en Hebrón, cuando fue
escogido como rey de Judá a la edad de 30 años. Cuando
David recibió la segunda unción, fue colocado en su
ministerio. Ser escogido por Dios es el acto de ser colocado
o situado por Dios en nuestro llamado o ministerio.
El tercer paso en nuestra vida cristiana es ser hallados fieles
en el ministerio o posición que Dios nos dé. Moisés no fue
solamente llamado y escogido, sino que también fue hallado
fiel, tal como leemos en Hebreos 3:5: “Y Moisés a la verdad
fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para
testimonio de lo que se iba a decir”. Para que nosotros
seamos también hallados fieles, debemos hacer exactamente
lo que Dios nos haya pedido que hagamos, sin salirnos del
camino que Él tenga para nuestras vidas.
INTRODUCCIÓN
23
Otro aspecto importante de esta verdad es que es
progresiva. Hay pasos progresivos en el ministerio, lo cual
vemos perfectamente ilustrado en la vida de David. A la
edad de 17 años, David fue llamado y ungido en Belén.
Después fue escogido por Dios y puesto como rey de Judá
durante siete años y medio (2 S. 5:5). Sin embargo, el
llamado original de David era ser rey de todo Israel, no
sólo rey de Judá. Dios nos pone primero en un nivel de
ministerio y nos prueba ahí. Cuando David demostró ser
fiel como rey de Judá, fue ungido por tercera vez y entró
en la plenitud de su ministerio como rey de todo Israel.
A menudo, transcurre un largo periodo de tiempo entre
ser llamado por Dios y ser escogido por Dios, tal como
vemos en el relato de la vida de David. Cuando Dios
inicialmente nos sitúa en nuestro llamamiento o ministerio,
Él generalmente nos pone en un nivel más bajo de
ministerio; después de haber demostrado nuestra fidelidad
en ese nivel, entramos en la plenitud de lo que Él ha
ordenado para nosotros. Por lo tanto, vemos que hay
niveles de ministerio. Puede que en su vida Dios le sitúe
como pastor asistente, y luego como pastor, quizá de una
iglesia pequeña, pero una vez que haya demostrado su
fidelidad en estos lugares, Él le ascenderá a la plenitud de
lo que Él haya planeado para su vida.
INTRODUCCIÓN
25
VISIÓN GENERAL DEL VIAJE
Este viaje comenzó en la tierra de Egipto.
Las tres divisiones
principales del viaje
1. Desde Egipto hasta el río Jordán (bajo Moisés).
2. El cruce hasta Canaán (bajo Josué).
3. Plena posesión de Canaán y el monte Sion (bajo
David).
Los tres líderes
principales del viaje
1. Moisés guió a Israel desde Egipto hasta el río Jordán.
2. Josué guió a Israel desde el río Jordán hasta la Tierra
Prometida.
3. David guió a Israel a su herencia completa, hasta el
monte Sion.
Moisés sacó de Egipto a los hijos de Israel y les guió al
río Jordán, hasta la frontera de su herencia; Josué guió a
los hijos de Israel a la Tierra Prometida, pero nos les llevó
al reposo pleno (He. 4:8). El pueblo fue negligente y dejó
a muchos enemigos en la tierra (Jos. 13:1; 18:2-3).
Varias generaciones después, David capturó la fortaleza
de Sion, que se convirtió en el lugar de reposo de Dios
(Sal. 132:13-18). Israel no terminó su viaje desde Egipto
26
EL VIAJE DE ISRAEL
hasta Sion hasta el año séptimo del reinado de David
(2 S. 5:1-7). Después de que David fuera ungido por
tercera vez, a la edad de treinta y siete años, conquistó
Sion y colocó ahí el Arca del Pacto. Jerusalén y el monte
Sion fueron las últimas fortalezas en Israel. Así, David
obtuvo la herencia completa que Dios tenía para Israel.
El viaje les tomó un total de 443 años hasta alcanzar la
meta final del monte Sion; había comenzado 480 años antes
de la construcción del Templo de Salomón (1 R. 6:1), que
comenzó en el cuarto año del reinado de Salomón. El
monte Sion fue conquistado en el año séptimo del reinado
de David cuando él fue ungido como rey de Israel. David
reinó un total de 40 años (2 S. 5:4).
Para llegar a esta conclusión de forma matemática,
debemos ver lo siguiente: 480 años menos los primeros 4
años del reinado de Salomón son 476 años; 476 menos
los 33 años del reinado de David después de haber
conquistado el monte Sion son 443 años. Por lo tanto, el
viaje completo de Israel desde el éxodo hasta que
alcanzaron el monte Sion tomó aproximadamente 443
años (véase el gráfico de la siguiente página). En la
actualidad, el Espíritu de Dios capacitará a Su Iglesia para
completar este viaje dentro de nuestra generación.
INTRODUCCIÓN
27
Las siete fiestas de Israel
Las siete fiestas de Israel se realizaron durante el viaje de
Israel desde Egipto hasta Sion, ya sea de forma literal o
tipificada. La Iglesia, el Israel de Dios (Gá. 6:16), también
experimentará, de manera espiritual, las siete fiestas.
1. Moisés
(1) Fiesta de la Pascua (en Egipto)
(2) Fiesta de los Panes sin Levadura (en Egipto)
(3) Fiesta de las Primicias (tipificada a través del
mar Rojo)
(4) Fiesta de Pentecostés (en Sinaí)
(5) Fiesta de las Trompetas (tipificada en las
llanuras de Moab)
2. Josué
(6) Fiesta de la Expiación (tipificada al otro lado
del río Jordán en Gilgal)
3. David
(7) Fiesta de los Tabernáculos (en Jerusalén bajo
Salomón, después de que David conquistara
Sion)
La importancia de las fiestas
1. Pascua—representa la salvación. Israel fue
salvado por la sangre del cordero en Egipto; de la
misma manera, nosotros somos salvados por la
sangre del Cordero de Dios.
28
EL VIAJE DE ISRAEL
2. Panes sin levadura—representa alimentarse de
la Palabra de Dios pura. Israel comenzó a comer
panes sin levadura tan pronto como fueron
redimidos por la sangre del cordero pascual.
Nosotros debemos festejar continuamente la
Palabra de Dios pura después de haber sido salvos
por nuestro Señor.
3. Primicias—representa el bautismo en agua y la vida
resucitada. Cuando Israel cruzó el mar Rojo, eso
cortó su pasado y destruyó las potestades de maldad
que estaban intentando empujarlos de regreso a
Egipto. Cuando somos bautizados en agua, muchas
ataduras se rompen en nuestras vidas.
4. Pentecostés—representa el bautismo en el Espíritu
Santo. Israel llegó al monte Sinaí en el mes tercero,
que es el mes de la fiesta de Pentecostés. En Sinaí
ocurrieron todas las señales que acompañan el
bautismo en el Espíritu Santo. Los israelitas vieron
el fuego de Dios, escucharon la voz de Dios,
tuvieron provisión, milagros, sanidad y fueron
conscientes de la presencia de Dios.
5. Trompetas—representa un nuevo llamado a
avanzar. Dios estaba diciendo a Su pueblo que
saliera del desierto para entrar en la Tierra
Prometida y en Sion.
6. Expiación—representa la aflicción del alma, una
limpieza profunda y la circuncisión del corazón.
Después de que Israel hubo cruzado el río Jordán,
INTRODUCCIÓN
29
fueron circuncidados en Gilgal, y entonces
comenzaron a tratar con todos los enemigos en la
tierra, incluyendo los 31 reyes.
7. Tabernáculos—representa la gloria y el poder de
Dios. Años después, el rey David conquistó el
monte Sion, la última fortaleza en la tierra, y situó
el Arca del Pacto en la cumbre del monte Sion en
la tienda que él había preparado para ella. Sion
era el lugar especial de la morada de Dios.
Salomón, el hijo de David, tomó entonces el Arca
del Pacto de la cumbre de Sion y la situó en el
Templo, y la gloria de Dios se extendió a las
naciones del mundo.
Pascua
comenzó la Era de la Ley, desde
Moisés hasta Cristo.
Pentecostés
comenzó la Era de la Iglesia,
terminando con la Segunda Venida
de Cristo.
Tabernáculos comienza la era del Milenio,
cuando Jesucristo vuelva otra vez.
Resumen del viaje de Israel
GÉNESIS: El viaje de Israel fue concebido por Dios antes
de que el mundo comenzara (He. 4:3). No mucho después
del Diluvio, Dios hizo un pacto con Abraham y su
descendencia, prometiéndoles toda la tierra de Canaán
30
EL VIAJE DE ISRAEL
(Gn. 15:18-21). En Canaán estaba el monte Sion, el lugar
de la morada de Dios. El Señor también dejó muy claro a
Abraham que antes de que su descendencia heredara la
tierra, ellos debían ser primero extranjeros en un país
extraño (Egipto) y ser afligidos durante 400 años; después,
Dios juzgaría a aquella nación y sacaría a Israel con gran
riqueza (Gn.15:13-14).
Claramente, Dios había diseñado el viaje completo mucho
antes de que se llevara a cabo. El Señor envió a José a
Egipto, y después vino una gran hambruna que obligó a
Jacob y a su familia a reubicarse en Egipto. Ellos
permanecieron en Egipto durante varios cientos de años,
creciendo hasta convertirse en una nación de cerca de tres
millones de personas. Después de la vida de José, otro
Faraón ascendió al trono e impuso la esclavitud a los
descendientes de Abraham.
DE ÉXODO A DEUTERONOMIO: A su debido tiempo
nació Moisés, siete generaciones después de Abraham.
El Señor instituyó la Pascua y ofreció salvación de la
muerte por la sangre de un cordero sacrificado. Moisés
ejecutó los juicios de Dios sobre Faraón y Egipto, y
después sacó a los hijos de Israel de su esclavitud y los
dirigió hacia la Tierra Prometida. Así, comenzó el viaje.
Su destino no era solamente la Tierra Prometida, sino el
monte Sion que estaba en la Tierra Prometida. El monte
Sion es el lugar de la morada de Dios (Ex. 15:17). El
llamado de Dios nunca es simplemente a un ministerio o
a una herencia, sino a una Persona: el Señor Jesucristo.
Desde Egipto, ellos cruzaron el mar Rojo y después
INTRODUCCIÓN
31
llegaron al monte Sinaí en el tercer mes, el tiempo de la
fiesta de Pentecostés. Sin embargo, el llamado final no
era a acampar alrededor de este monte que estaba en el
desierto, sino que fueron llamados a un monte de mayor
importancia: el monte Sion.
Cuando los israelitas fallaron en las diez pruebas en el
desierto, Dios les dijo en Cades-barnea que esa generación
nunca entraría en Su reposo. El reposo estaba al otro lado
del Jordán en la Tierra Prometida, y finalmente en el monte
Sion. Así, los hijos de Israel vagaron sin ninguna meta
por el desierto durante otros 38 años hasta que aquella
generación murió.
JOSUÉ: Josué guió a los hijos de aquella generación
juzgada a través del río Jordán hasta la tierra de la
promesa. El cruce del río Jordán representa “estar muerto
al pecado”; sus corazones fueron diferentes después de
haber cruzado el río Jordán, e Israel ya no deseaba volver
a Egipto. Ellos experimentaron la circuncisión en Gilgal,
y su naturaleza carnal fue tratada allí. Josué procedió a
guiarles en la batalla contra 31 reyes, que representan
los señores que gobiernan la vida interior. Cada área de
la vida egocéntrica debe ser diseccionada pedazo a
pedazo por la Palabra de Dios.
JUECES: Josué había declarado a los hijos de Israel:
“¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer
la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros
padres?” (Jos. 18:3). Vemos que Dios le había hablado a
Josué diciendo: “Queda aún mucha tierra por poseer”
(Jos. 13:1). Josué nunca llevó a los hijos de Israel al reposo
32
EL VIAJE DE ISRAEL
completo (He. 4:8). El libro de Jueces registra cómo Israel
hizo compromisos y coexistió con sus enemigos después
de la muerte de Josué. Ellos pasaron por alto y evitaron
áreas que deberían haber sido tratadas con la espada.
Muchos territorios seguían siendo controlados por sus
enemigos, incluyendo Sion, que fue tomado por los
jebuseos.
1-2 SAMUEL: Varias generaciones después, David, un
hombre conforme al corazón de Dios, se convirtió en
rey. A la edad de 37 años conquistó la fortaleza de Sion
y situó el Arca del Pacto en una tienda en la cumbre del
monte Sion. Sion se hizo conocido como el monte santo,
y la gloria, el poder, la adoración y la intimidad en Sion
fueron mucho más grandes que en ningún otro lugar a lo
largo del viaje. Finalmente, 443 años después de que
Israel comenzara su viaje desde Egipto, alcanzaron su
destino: Sion.
1-2 REYES y 1-2 CRÓNICAS: El hijo de David,
Salomón, construyó el Templo y llevó el Arca del Pacto
de donde estaba en Sion, y la colocó en el Templo. La
gloria de Dios era tan grande en el Templo de Salomón
que los sacerdotes no podían ni siquiera permanecer de
pie (1 R. 8:1-11). Las naciones llegaban para escuchar la
sabiduría de Dios y para ver la gloria de Dios que se
manifestaba en este Templo. De esta manera, la meta de
todo creyente es finalizar su propio viaje espiritual desde
Egipto hasta Sion, llegar a la gloria, y después llevar esta
gloria a las naciones.
1. La Pascua – La salvación en Egipto por la sangre del Cordero.
2. Los panes sin levadura – Alimentarnos para siempre con la Palabra
pura de Dios.
3. Las Primicias (El mar Rojo) – Un símbolo del bautismo en agua.
4. Pentecostés (El monte Sinaí) – Un símbolo de Pentecostés, ser llenos
del Espíritu.
* Después de reprobar su décima prueba en Cades-barnea, Dios dijo que
nunca entrarían en Su reposo. Vagaron otros 38 años.
5. Las Trompetas (La muerte de Moisés en el monte Pisga) – El toque
de la trompeta para proseguir del desierto a la Tierra Prometida.
6. El paso del Jordán – Limpieza profunda, circuncisión, la derrota de
31 reyes.
7. Los Tabernáculos (En Sión) – La plenitud de la presencia de Dios, el
reposo supremo (Sal.132:13-16).
PRIMERA PARTE
La vida de Moisés
Desde Egipto
hasta el río Jordán
37
Capítulo 1
SUS PRIMEROS AÑOS
Consideraremos los primeros años del profeta Moisés.
Este periodo cubre los primeros cuarenta años de su vida.
En Éxodo 2:1-2 conocemos a los padres de Moisés: “Un
varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una
hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole
que era hermoso, le tuvo escondido tres meses”. Vemos
entonces que el padre de Moisés, Amram, era de la tribu
de Leví. Éxodo 6:20 nos revela los nombres de los padres
de Moisés: “Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía,
la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida
de Amram fueron ciento treinta y siete años”.
1. Su genealogía
La genealogía es muy importante en el sentido de que
somos el producto de nuestros abuelos y padres; por
tanto, para poder apreciar verdaderamente a Moisés,
necesitamos conocer los antecedentes y los rasgos de
carácter de su familia.
La tribu de Leví
Es importante que entendamos nuestra genealogía
personal para conocer las características que nos han sido
transmitidas por nuestros antepasados. Moisés era de la
38
EL VIAJE DE ISRAEL
tribu de Leví, y sobre esta tribu leemos el testimonio de
Dios en Malaquías 2:4-7: “Y sabréis que yo os envié este
mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho
Jehová de los ejércitos. Mi pacto con él fue de vida y de
paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo
temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado.
La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue
hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo,
y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los labios
del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca
el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová
de los ejércitos”. El Señor hizo un pacto de vida y paz
con Leví porque él y sus descendientes temieron al Señor.
Dios hace pactos con aquellos que le temen (Sal. 25:14).
Desarrollo espiritual
Quiero considerar por un momento las vidas de los padres
de Moisés: Amram y Jocabed. Éxodo 6:16-18 nos dice
que Amram era descendiente de Leví a través de Coat.
Por lo tanto, Amram era el nieto de Leví, lo cual convierte
a Moisés en el biznieto de Leví.
Leemos en Éxodo 6:20: “Y Amram tomó por mujer a
Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los
años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete
años”. Amram se casó con su tía Jocabed, y tuvieron tres
hijos: María [Miriam], Aarón y Moisés (Nm. 26:59).
Hay un pasaje en Malaquías que debemos leer para
entender mejor la importancia que Dios le da al
matrimonio: “¿No hizo él uno [en el matrimonio],
CAPÍTULO 1
39
habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno?
Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos,
pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con
la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel
ha dicho que él aborrece el repudio” (Mal. 2:15-16). El
propósito está claramente revelado: Porque buscaba una
descendencia para Dios. El Señor desea matrimonios
santos que tengan hijos santos. Los hogares rotos y las
casas donde hay riñas producen problemas tremendos
en los hijos.
Los hijos de Amram y Jocabed ilustran el desarrollo
espiritual, porque hubo una progresión evidente en la
unción y bendición que había sobre ellos. María y Aarón
nacieron antes que Moisés. María era profetisa; Aarón
era profeta y sumo sacerdote; Moisés quien nació al
último, fue el más grande de todos. Se convirtió “en Dios”
ante Faraón, porque habló de parte de Dios (Ex. 7:1).
El principio que quiero resaltar aquí es que el estado
espiritual de los padres en el momento de la concepción
del hijo determina la condición espiritual del hijo. A
medida que los padres progresan y maduran en sus vidas
espirituales, sus hijos se benefician. Podemos ver que al
igual que Amram y Jocabed progresaron en sus vidas
espirituales, sus hijos también progresaron.
Dar fruto de la misma clase
Todo en la naturaleza y en la creación de Dios produce
fruto según su clase o especie. Génesis 1:12 dice claramente:
“Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla
40
EL VIAJE DE ISRAEL
según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla
está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno”.
Un manzano sólo produce manzanas. Aun con todas las
mejores intenciones del mundo, un manzano nunca
producirá peras, pues es una ley irrevocable de la creación.
Asimismo, los manzanos también producen diferentes
tipos de manzanas, según su variedad.
Hace muchos años, mi esposa y yo vivimos en el estado de
Washington, donde se producían las deliciosas manzanas
Golden Delicious. A los científicos les tomó muchos años
desarrollar y perfeccionar las manzanas Golden Delicious
que ahora se producen en todo el mundo. El fruto depende
del patrón sobre el que se hace el injerto. Esto es cierto no
sólo de los reinos vegetal y animal, sino también de los seres
humanos. Reproducimos en nuestros hijos lo que somos.
Es un hecho por todos sabido que los hijos reciben la
naturaleza de sus padres. Recuerdo bien la historia de un
ministro que se quejó amargamente al Señor por la
naturaleza de sus hijos. El Señor le respondió: “Ellos
recibieron tu naturaleza cuando los concebiste”, ¡y eso
produjo arrepentimiento!
Este principio de recibir la naturaleza de nuestros padres
se aplica de manera positiva a Moisés, pero para otros
tiene connotaciones negativas. No hay ningún pecado o
atadura heredada que no podamos vencer por la gracia de
Dios a través de la oración. Pablo dijo en Romanos 5:20-21:
“…mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
para que así como el pecado reinó para muerte, así
CAPÍTULO 1
41
también la gracia reine por la justicia para vida eterna
mediante Jesucristo, Señor nuestro”. Donde abunda el
pecado en nuestra vida o genealogía, ¡la gracia puede
sobreabundar mucho más! La gracia puede reinar en
nuestras vidas cuando caminamos en justicia.
Muchas personas tienen todo tipo de problemas como
consecuencia de las vidas de sus antepasados. Esos
pecados y ataduras heredados no se pueden ignorar.
Cuando aconsejemos a otros, nunca debemos olvidar que
hay una razón por cual la gente actúa como lo hace. A
menudo, su conducta puede remontarse hasta sus padres
y su línea familiar. Las vidas de los padres y abuelos no
sólo determinan la naturaleza de los hijos, sino también
sus problemas o bendiciones espirituales.
Hay un manto que se transmite de una generación a otra.
Hay un pacto que Dios puede hacer con un padre, y debido
a ese pacto, se transmite el manto.
Se pueden transmitir tanto bendiciones como maldiciones
de una generación a la siguiente. Hace años conocí a un
ministro que tenía cáncer. El Espíritu Santo me movió a
preguntarle: “¿Tuvieron sus padres y abuelos este
problema?” Él respondió: “Sí, durante muchas generaciones
todos en mi familia han muerto de cáncer bastante jóvenes”.
El espíritu de cáncer había sido transmitido de una
generación a otra. Oramos para que el espíritu de cáncer
fuera atado y roto para que no fuese transmitido a sus hijos.
Es esencial darse cuenta de que no sólo se transmite una
naturaleza de padres y abuelos, sino también bendiciones
42
EL VIAJE DE ISRAEL
y maldiciones. Las bendiciones y maldiciones continúan
en una línea familiar hasta que son detenidas. Conocer la
genealogía de las personas es muy importante cuando se
les aconseja porque eso puede dar pistas de sus problemas.
Esto también aplica a nosotros mismos.
El Señor me dio una visión cuando estaba hablando en
una reunión de mujeres de Aglow en Nueva Zelanda hace
algunos años. Toda la audiencia era femenina, salvo los
consejeros que eran pastores. En esta visión, vi los
corazones de tres generaciones: una abuela, una madre y
una hija. La abuela tenía una pequeña mala hierba en su
corazón, la cual el Señor me dijo que representaba una
atadura específica en su vida. Ella transmitió esa mala
hierba a su hija, y en su hija se convirtió en un arbusto
fuerte. Su hija, a su vez, transmitió esa atadura a su propia
hija. Sin embargo, esta vez ya no era una mala hierba o un
arbusto, sino un árbol maduro en el corazón de su hija.
Por lo tanto, el problema que la abuela tenía pasó a su
hija y de su hija a su nieta, todo porque ni la abuela ni la
madre permitieron que Dios lo tratara. Esto queda ilustrado
en el dibujo de abajo:
CAPÍTULO 1
43
Hemos de darnos cuenta de que a menos que tratemos los
problemas de nuestro corazón, los transmitiremos a
nuestros hijos, y esos problemas se harán aún más
poderosos en sus vidas.
Los padres tienen una responsabilidad asombrosa de
permitir que Dios purifique sus corazones y trate las áreas
de pecado para que no transmitan nada malo a sus hijos.
Nos reproduciremos en otros para bien o para mal. Oremos
para que sólo transmitamos las bendiciones y naturaleza
de Dios a nuestros hijos naturales y espirituales.
Nueva criatura en Cristo
En gran medida, nuestra genealogía determina qué tipo
de persona somos. Sin embargo, debo aclarar esta última
frase, pues muchas personas piensan que no tienen
ninguna posibilidad de tener éxito en la vida debido a que
tuvieron padres malos. ¡Eso es absolutamente falso! Es
cierto que nuestros padres nos transmiten nuestra
naturaleza, pero cuando recibimos a Cristo nos
convertimos en nuevas criaturas en Él.
Pablo dijo en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas”. Debemos alimentar la
nueva creación y la nueva naturaleza dentro de nosotros,
la cual se renueva con el conocimiento verdadero. En esta
verdad descansa la esperanza de victoria total.
Por la gracia de Dios, podemos ser diferentes de nuestros
padres. Consideremos por un momento al rey Josías. Su
44
EL VIAJE DE ISRAEL
padre, Amón, y su abuelo, Manasés, fueron dos de los
reyes más malvados de Judá que hayan vivido alguna vez
y, sin embargo, Josías decidió en su corazón que él sería
diferente. Fue coronado rey cuando tenía ocho años de
edad, e hizo lo recto a los ojos del Señor todos los días de
su vida (2 Cr. 34:1, 2).
Encontramos otro ejemplo en Jeroboam I. Jeroboam I fue
el fundador del reino del Norte de Israel y quien levantó
becerros de oro y llevó a los israelitas a la adoración
pagana. En Su infinita sabiduría, el Señor tomó
misericordiosamente al hijo de Jeroboam I porque tenía
un buen corazón hacia Él (1 R. 14:13).
Sembrar una nueva cosecha
Hace muchos años, una amiga nuestra estaba preocupada
por sus hijos. Ella y su marido los tuvieron mucho antes de
experimentar el nuevo nacimiento y ser llenos del Espíritu.
Así, en aquel momento sus hijos no eran del todo buenos,
y ella le dijo al Señor en su desesperación: “Amado Señor,
puedo ver en mis hijos todo lo que está mal en mí. ¿Qué he
producido?” El Señor le contestó: “Comienza a sembrar
una nueva cosecha”. En otras palabras, Dios le decía: “Estás
segando lo que has sembrado pero, desde ahora, comienza
a sembrar una semilla diferente en ellos”.
Ella escuchó la palabra del Señor y comenzó a educar y
enseñar a sus hijos de la forma correcta. Comenzó a
disciplinarlos con firmeza pero con dulzura, y empezó a
plantar en ellos las verdades de la Palabra de Dios, y
esas buenas semillas gradualmente vencieron a las malas
CAPÍTULO 1
45
semillas que ella había plantado en sus vidas. Como
resultado, sus dos hijos llegaron a ser cristianos
maravillosos, que se graduaron de la universidad como
los primeros de su clase. La clave para ese cambio en
las vidas de aquellos dos jóvenes fue la determinación
de su madre para dejar de plantar en ellos las semillas
equivocadas y comenzar a plantar las semillas correctas.
Si usted tiene hijos que son rebeldes o se han apartado
del camino debido a cosas que usted ha hecho, no se
desanime; ponga su esperanza en Dios. Comience a
sembrar en ellos las semillas correctas e intente
desarraigar las semillas equivocadas que haya sembrado
en sus vidas. Si usted siembra las semillas correctas,
segará el fruto de ellas. Recuerde que nunca es
demasiado tarde para comenzar a sembrar buenas
semillas.
Reproducción espiritual
Como hemos entendido en el párrafo anterior, impartimos
nuestra naturaleza espiritual a nuestros hijos y nietos. La
meta básica del cristianismo es doble: en primer lugar,
conocer a Dios y ser más como Él; y en segundo lugar,
hacer discípulos de nuestros hijos e impartirles el
conocimiento y carácter de Cristo.
Jesús dijo en Mateo 28:19: “Por tanto, vayan y hagan
discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (NVI).
El deseo de Dios para nosotros es que hagamos muchos
discípulos, pero Él quiere que les impartamos a ellos las
cosas correctas.
46
EL VIAJE DE ISRAEL
La importancia de lo que transmitimos a nuestros hijos
espirituales me fue ilustrado hace muchos años en un
culto de la iglesia. El pastor me pidió que comenzara
al culto porque él iba a llegar un poco tarde. El tiempo
de alabanza estuvo muy bien, y después hubo un tiempo
de adoración en el Espíritu. Yo estaba meditando en el
Señor cuando, de pronto, sentí que el piso temblaba, y
me pregunté qué estaba ocurriendo. Cuando abrí mis
ojos vi a alguien que saltaba. De pronto, la cara de este
hombre se puso roja y comenzó a profetizar tan
rápidamente que nadie pudo entender lo que había
dicho. Aunque esa profecía pudo haber venido de Dios,
no fue una bendición para nadie debido la forma en la
que la transmitió.
Poco después, el piso comenzó a temblar otra vez y
alguien más dio un mensaje en lenguas de la misma
forma en que el hombre anterior había profetizado; y
otra persona dio la interpretación, usando exactamente
los mismos gestos y tono de voz. Después de todo eso,
pensé que era el momento adecuado para que yo dijera
algo, pero antes de poder decir una palabra, el pastor
llegó, y en cuanto se acercó al púlpito comenzó a
profetizar exactamente de la misma manera en que lo
habían hecho los miembros de su iglesia.
Comprendí que ese pastor había reproducido en su
congregación su manera de actuar en los dones espirituales.
Sin embargo, no era correcto porque era una distracción
del mensaje que el Señor quería comunicar a la iglesia. En
este caso, no era cuestión de corregir a los miembros de la
iglesia. Primero tenía que hablar con el pastor.
CAPÍTULO 1
47
Lo que quiero decir con esta historia es que el pastor se
reprodujo a sí mismo en su congregación, y ellos hasta
profetizaban y hablaban en lenguas como lo hacía él. Es
una máxima en la vida que producimos fruto de la misma
clase. Oseas 4:9 dice: “Y será el pueblo como el
sacerdote”. La congregación sigue el ejemplo de su pastor;
ellos imitarán el modo en que el pastor habla y actúa.
En realidad, la mayoría de la gente no mira a Jesús, sino
al pastor. Ellos dan por sentado que su pastor es como
Jesús. Si el pastor grita, su congregación generalmente
grita; si el pastor es tranquilo, su congregación es
usualmente tranquila.
Hace algunos años, mi esposa y yo supervisábamos una
escuela bíblica en Suiza. Un día, mi esposa fue a visitar
a algunos amigos nuestros: el director de la escuela
bíblica y su familia. Mientras mi esposa estaba con ellos,
notó que su hijo pequeño de cuatro años caminaba hacia
delante y hacia atrás con sus manos detrás de la espalda
cuando hablaba. Su papá le dijo: “David, ¿qué estás
haciendo?” Y él respondió: “Estoy haciendo como el
hermano Bailey”. Aparentemente, yo tenía el hábito de
poner mis manos detrás de la espalda cuando predicaba,
y ese era un hábito que pasaba totalmente inadvertido
para mí, pero en la mente de ese pequeño niño, eso era
predicar. Debemos darnos cuenta de que nos
reproducimos a nosotros mismos en los demás; por lo
tanto, es vital que seamos buenos modelos a seguir.
Debemos tener buenos hábitos, ya que nos
reproduciremos en nuestros hijos espirituales.
48
EL VIAJE DE ISRAEL
2. Su nacimiento
Antes de hablar del nacimiento de Moisés, deberíamos
considerar el contexto y los acontecimientos que llevaron
a su nacimiento. Leemos en Éxodo 1:6-8: “Y murió José,
y todos sus hermanos, y toda aquella generación. Y los
hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron
aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos
la tierra. Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo
rey que no conocía a José”.
Ese Faraón era muy malvado y afligía a los hijos de Israel,
como vemos en Éxodo 1:9-11: “Y dijo a su pueblo: He
aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte
que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para
que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él
también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros,
y se vaya de la tierra. Entonces pusieron sobre ellos
comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas;
y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón
y Ramesés”. Así, había una gran aflicción.
Nacido en esclavitud
La crueldad de Faraón para con los hijos de Israel está
señalada en Éxodo 1:13-14: “Y los egipcios hicieron servir
a los hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con
dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda
labor del campo y en todo su servicio, al cual los
obligaban con rigor”. Estas palabras revelan claramente
que no era una buena situación: aflicción, rigor, amargura
CAPÍTULO 1
y servidumbre. Este era el
entorno en el que nació Moisés.
49
Algunos de los
más grandes
hombres de
Dios nacieron y
fueron educados
en entornos
terribles
Muchas personas creen que un
mal ambiente corrompe el
carácter de la persona. Algunos
afirman que si un niño es
educado en medio de las
condiciones sociales ideales,
será un buen niño. Sin embargo, cuando estudiamos la
Palabra de Dios encontramos que algunos de los más
grandes hombres de Dios nacieron y fueron educados
en entornos terribles.
Moisés nació en una nación de esclavos. En Egipto había
aflicción, murmuración, amargura y todo aquello que no
ayuda en nada a la educación de un niño. Podemos pensar
también en un niño todavía más famoso, el Señor
Jesucristo, que nació en Nazaret. Nazaret tenía una
reputación tan terrible que cuando se anunció que el
Mesías había sido hallado, Natanael dijo: “¿De Nazaret
puede salir algo de bueno?” (Jn. 1:46). Era un lugar
terrible y, sin embargo, ese fue el lugar que Dios había
elegido para que Jesús, su Hijo, se criase. Dios puede
preservarnos y así lo hace en tales situaciones.
Los niños están cubiertos por el manto espiritual de sus
padres. A través de la fe y la oración pueden ser preservados
aun en medio de los ambientes más difíciles. Leemos en
Isaías 53:2 con respecto a Cristo: “Subirá cual renuevo
delante de él, y como raíz de tierra seca”. Jesús era una
planta tierna en una tierra seca. La nación de Israel, y en
50
EL VIAJE DE ISRAEL
especial Nazaret, estaba en una condición espiritual terrible
cuando Jesús llegó. Sin embargo, Él triunfó sobre Su
situación y cumplió la voluntad de Dios para Su vida; y,
por lo tanto, lo mismo puede hacer cada uno de nosotros.
La fe puede vencer toda adversidad.
Muchas personas son llamadas por Dios a educar a sus
hijos en un campo extranjero o en alguno de los barrios
marginales de su país. Ellos podrían pensar: “¿En qué se
convertirá nuestro hijo?” Recuerde a Moisés y al Señor
Jesucristo. Sus hijos pueden convertirse en una planta
tierna en una tierra seca.
En resumen, Moisés nació en un tiempo de aflicción,
tristeza y esclavitud, cuando los israelitas eran gobernados
por un rey hostil. Ellos servían a duros capataces. La
sociedad era todo menos agradable. También Faraón,
inspirado por Satanás, ordenó que todos los niños varones
hebreos fueran asesinados (Ex. 1:15-16). Este fue el
primero de tres genocidios que ocurrieron en las
Escrituras. La segunda vez fue cuando nació el Señor
Jesús, y Herodes dio una orden similar (Mt. 2:16). El
tercero tendrá lugar cuando Satanás busque destruir al niño
recién nacido al final de los tiempos (Ap. 12:2-4).
Escondido por fe, no por temor
El nacimiento de Moisés está descrito en Éxodo 2:1-2:
“Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a
una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y
viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses”.
Fue la fe de sus padres lo que preservó la vida de Moisés.
CAPÍTULO 1
51
Esta idea se amplía en Hebreos 11:23: “Por la fe Moisés,
cuando nació, fue escondido por sus padres por tres
meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el
decreto del rey”. Nuestra fe puede vencer toda adversidad
que nuestros hijos puedan experimentar. Es especialmente
importante que los pastores estén llenos de fe, porque si
lo están, su fe se transmitirá a los padres en nuestras
iglesias y nuestros hijos serán protegidos.
La fe de los padres de Moisés le fue transmitida a él. En
Hebreos 11:24-29 leemos que la vida de Moisés fue una
vida de fe, al igual que las vidas de sus padres. Solamente
podemos impartir a otros lo que tenemos. Si alguien
necesita 100 dólares y usted sólo tiene 10, no podrá suplir
su necesidad, pues solamente puede dar lo que tiene.
A los padres de Moisés se les incluye entre los héroes de
la fe que describe el capítulo 11 de Hebreos. Si usted es
padre, busque ser como los padres de Moisés e imparta fe
a sus hijos. Como padres, es muy importante que tengamos
lo que el Señor quiere en nuestras vidas porque tenemos
la capacidad de trasmitir todo a nuestros hijos, tanto en lo
natural como en lo espiritual. Tenemos la responsabilidad
de esperar en el Señor y ver que nuestros propios corazones
y vidas estén limpios ante Sus ojos. La clave reside en
que los padres sean espiritualmente maduros para que
impartan lo que es correcto en sus hijos.
Rescatado por la hija de Faraón
El salvador de Israel, Moisés, fue salvado y alimentado
por la hija de Faraón, el enemigo de Israel (Ex. 2:5-10).
52
EL VIAJE DE ISRAEL
La hija de Faraón estaba alimentando al que se convertiría
en el principal adversario de los egipcios. Eclesiastés 2:26
ilustra un principio divino: “Porque al hombre que le
agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al
pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo
al que agrada a Dios…”. Dios usa a los malvados, incluido
Satanás, para alimentar, servir y bendecir a los justos.
También, la hija de Faraón pagó a Jocabed, la madre de
Moisés, para que lo cuidara: “A la cual dijo la hija de
Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y
la mujer tomó al niño y lo crió” (Ex. 2:9). Debido a que
la madre de Moisés actuó en fe, Dios orquestó las
circunstancias para que la corte egipcia le pagara por
cuidar a su propio hijo. ¡Qué maravilloso giro de los
acontecimientos! La maliciosa orden del rey fue cambiada
por alguien de su propia familia. Este es un clásico ejemplo
de cómo los pecadores cuidan a los santos de Dios.
3. Su educación en
la corte de Faraón
Moisés fue educado en la corte de Faraón como el hijo
de la hija de Faraón: “Y cuando el niño creció, ella lo
trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso
por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo
saqué” (Ex. 2:10). Dios ya había ordenado de antemano
que Moisés fuera educado en la corte de Faraón, para que
pudiera recibir la educación necesaria para convertirse más
adelante en el líder de la nación de Israel. Él fue puesto en
la mejor escuela secular de su tiempo.
CAPÍTULO 1
53
Sabiduría
Hechos 7:22 señala que durante este tiempo algo estaba
sucediendo en la vida de Moisés: “Y fue enseñado Moisés
en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en
sus palabras y obras”. El principal requisito para el
liderazgo es la sabiduría, ya que la sabiduría engloba todas
las demás capacidades de aprendizaje. David enseñó a
Salomón el valor de la sabiduría en Proverbios 4:7:
“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas
tus posesiones adquiere inteligencia”.
En Daniel 1:4, aquellos que fueron elegidos de entre los hijos
de Israel para estar delante del rey de Babilonia debían reunir
los siguientes requisitos: “Muchachos en quienes no hubiese
tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría,
sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para
estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la
lengua de los caldeos”. La sabiduría es vital para las
posiciones de liderazgo, y para estar en presencia de un rey.
Hay tres áreas esenciales en la vida: el tiempo, el dinero
y las personas. Cada una de estas áreas requiere mucha
sabiduría divina. Como creyentes, y especialmente como
líderes, debemos vigilar nuestro tiempo con mucho
cuidado y atesorarlo, porque hay demandas tremendas
sobre nuestro tiempo. Nunca verá a un verdadero líder
desperdiciando su tiempo. Moisés oró en el Salmo 90:12:
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que
traigamos al corazón sabiduría”. Un hombre sabio tiene
la capacidad de manejar bien el tiempo, aprovechándolo
al máximo (Ef. 5:16, Col. 4:5).
54
EL VIAJE DE ISRAEL
En el área de las finanzas, los líderes deben tener integridad
económica y buen juicio. Además, deben ser capaces de
apreciar y cuidar a la gente que Dios les ha dado. A veces
Dios concede estas tres cosas a una persona, pero el necio
derrochará todo. Desperdiciará su tiempo, sus finanzas y
alejará a la gente con su actitud.
Una actitud correcta
hacia la educación secular
Otro hecho importante en relación con la crianza de
Moisés era su actitud hacia su educación secular.
Debemos tener una actitud correcta hacia nuestra
educación y ocupación seculares, especialmente durante
un tiempo de avivamiento.
Mi esposa y yo tuvimos el privilegio de estar involucrados
en un gran avivamiento en Nueva Zelanda hace unos años,
y el Señor nos enseñó muchas cosas de esa experiencia.
Durante un avivamiento, Dios derrama Su Espíritu y
multitudes son salvas y comienzan a asistir a la iglesia;
sin embargo, algunas personas tienen una actitud errónea
sobre su empleo secular.
Uno de los peligros del avivamiento es que la gente,
especialmente los adolescentes y jóvenes veinteañeros
que han sido tocados por Dios, piensan que lo único que
cuenta en la vida es predicar o testificar de Dios. Su
mentalidad es que dejarán su educación, su trabajo
secular y que vivirán por fe. Sin embargo, de lo que no
se dan cuentan es que la fe misma viene sólo de Dios.
Dios no da su fe para lo que no es Su voluntad; sólo nos
CAPÍTULO 1
55
da fe para llevar a cabo Su voluntad. Él ha ordenado de
antemano nuestro trabajo secular con un propósito.
No estoy diciendo que Dios no llame a algunas personas a
dejar sus empleos seculares para servirle a Él. Tan pronto
como Jesús llamó a Pedro, Andrés, Santiago y Juan, ellos de
inmediato dejaron sus redes de pescar y siguieron al Señor
(Mt. 4:18-22). Leví dejó su trabajo como recaudador de
impuestos en el momento en que Jesús le llamó al ministerio
(Mr. 2:14). Debemos caminar en la voluntad de Dios y
permanecer en nuestro empleo secular hasta que Dios nos
diga que entremos en el ministerio de tiempo completo.
Isaías 28:23-26 habla del hecho de que Dios da habilidades
en la esfera secular al igual que en la esfera espiritual, y
ambas son muy importantes. Dios les estaba hablando a
los agricultores: “Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y
oíd mi dicho. El que ara para sembrar, ¿arará todo el
día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra?
Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo,
siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada
en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado?
Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto”.
En los versículos 27 y 28 de este capítulo, vemos más
aspectos de la agricultura, pero es Isaías 28:29 el que
resume lo que quiero decir: “También esto salió de Jehová
de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y
engrandecer la sabiduría”.
Es Dios quien da al labrador la sabiduría necesaria y
apropiada para obtener sus cosechas, y le enseña cómo
56
EL VIAJE DE ISRAEL
sembrar la semilla y cosechar, y qué instrumentos usar.
La sabiduría para labrar no suena como algo muy
espiritual, pero es muy necesaria para la vida.
Piense por un momento en todas las personas en las
Escrituras que fueron reconocidas por su sabiduría.
Moisés, Salomón y Daniel son solamente algunos
ejemplos. La educación de Moisés se realizó en una corte
secular en Egipto; la educación de Daniel también se
realizó en una corte secular en Babilonia. Salomón no
tuvo esa ventaja, y fracasó en la vida. Por lo tanto, estoy
poniendo énfasis en la importancia de la educación secular,
y debemos orar junto con nuestros jóvenes hasta que
lleguen a estar en las ocupaciones que Dios ha designado
para ellos. Deberíamos orar por todas las cosas en la vida,
en particular por nuestro empleo.
¿Cómo podemos determinar qué ocupación ha ordenado
Dios para una persona? A menudo la clave yace en el deseo
que uno tiene, pues es Dios quien pone el deseo por cierta
ocupación en el corazón de la persona, y Él también dará
a la persona las habilidades y el temperamento adecuados
para llevarla a cabo. Estas tres cosas son una regla general
muy buena para determinar qué ocupación ha ordenado
Dios para una persona.
Hace muchos años, hubo una joven en Suiza que nos dijo
a mi esposa y a mí que quería ser pastora, y nosotros le
contestamos: “¿Por qué no ora para ver si Dios le ha
llamado a ese ministerio?” En oración, Dios le dio un
pasaje interesante; era Hebreos 5:4, que dice: “Y nadie
toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios,
CAPÍTULO 1
57
como lo fue Aarón”. Dios le habló claramente a esa mujer
de que Él no la había llamado a ser pastora, y que no
podía tener ese honor porque Dios no se lo había dado a
ella. Ella se sintió un poco decepcionada pero nosotros
intentamos animarla, diciendo: “Oremos y preguntemos
a Dios a qué le ha llamado”. Después de haber orado, ella
dijo: “Realmente siento que Dios quiere que sea médico”.
Oramos y sentimos el testimonio de que así debía ser.
En ese tiempo había tantas personas en Suiza que querían
ser médicos que el gobierno creó un examen de griego muy
difícil para seleccionar a los mejores estudiantes. Aquella
joven estaba preocupada porque no sabía griego, y nosotros
le dijimos: “Si Dios la ha llamado a ser médico y el gobierno
suizo ha puesto esta montaña en su camino, Dios puede
hacer que usted pase por encima de la montaña”. ¡Dios
hizo eso mismo! Él le dio la capacidad de aprender griego,
y ella obtuvo una nota muy alta en su examen.
Actualmente, ella es médico y también está casada con
un hombre de esa misma profesión; tiene una familia
adorable y es una bendición para su iglesia. Además de
eso, ella es muy feliz y bendecida por Dios porque está en
la vocación ordenada por Dios para su vida.
Es muy importante comprender que en un avivamiento,
la actitud de muchos es minimizar la importancia de su
ocupación secular; sin embargo, en la Palabra de Dios
está claro que nuestra vida secular es muy importante
porque Dios la usa para desarrollar características y
capacidades en nosotros que serán usadas eternamente.
58
EL VIAJE DE ISRAEL
No todos predicarán en el cielo. Hay muchas otras
habilidades que se usan en el cielo. ¡El cielo es un reino
enorme! Una de las cosas que sorprende a todo aquel que
ha visto el cielo es su similitud con la tierra; hay edificios,
casas, libros, ríos, lagos y muchas otras cosas. Todo un
reino debe ser dirigido, y en Su sabiduría, Dios gobierna
esta tierra y equipa a las personas para administrarla; por
lo tanto, cada creyente tiene un papel importante.
Que tengamos la actitud correcta hacia nuestra ocupación
secular para que recibamos todas las bendiciones que Dios
ha ordenado para nuestras vidas. Recuerde: su ocupación
ordenada por Dios le equipará para su ministerio eterno.
4. Negativa a ser un hijo egipcio
Ahora veremos los siguientes cuarenta años de la vida
de Moisés desde su negativa a ser hijo de Egipto hasta
su permanencia en el desierto de Arabia. Leemos en
Hebreos 11:24-26: “Por la fe Moisés, hecho ya grande,
rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo
antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de
los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores
riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los
egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”.
¡Moisés era un hombre increíble! Rehusó los honores y
privilegios de Egipto, escogiendo por el contrario sufrir
aflicción con el pueblo de Dios. Mientras estaba creciendo
en la corte de Faraón, rodeado de personas que servían a
dioses paganos, el Señor le reveló Su llamado para él.
Desde muy temprana edad, Moisés alimentó ese llamado
CAPÍTULO 1
59
en su corazón, e hizo un compromiso con la voluntad y el
llamado de Dios para su vida. Esto es lo verdaderamente
importante: el llamado y el compromiso.
Esta es una de las dificultades que experimentamos en el
liderazgo. Hay muy pocas personas que hacen un
compromiso fuerte con el llamado de Dios para sus vidas.
Reconocerán que Dios les ha llamado, y están dispuestos
a seguir el llamado de Dios pero no están dispuestos a
soportar todos los reproches, dificultades y pruebas que
trae consigo el llamado de Dios sobre sus vidas. Nuestro
compromiso con el llamado del Señor para nuestras vidas
es muy importante.
Moisés no sólo había reconocido y aceptado el llamado
de Dios, sino que también se había comprometido con la
voluntad de Dios de tal forma que rehusó los placeres de
Egipto y escogió sufrir aflicción con los hijos de Israel.
El resultado de esa decisión lo podemos ver en la narrativa
de la Escritura: se convirtió en uno de los hombres más
grandes que haya vivido jamás.
5. Defensa de su pueblo
Leemos en Hechos 7:23-25 referente a la defensa de
Moisés de su pueblo: “Cuando hubo cumplido la edad
de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus
hermanos, los hijos de Israel. Y al ver a uno que era
maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al
oprimido. Pero él pensaba que sus hermanos comprendían
que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no
lo habían entendido así” (véase Éxodo 2:11-12).
60
EL VIAJE DE ISRAEL
Moisés no sólo conocía el llamado de Dios sobre su vida
mucho antes de tener cuarenta años, sino que otros
también tenían que haber conocido el llamado de Moisés.
Hechos 7:25 dice que Moisés “pensaba que sus hermanos
comprendían que Dios les daría libertad por mano suya”.
Esta frase nos lleva a creer que debía de haber habido un
conocimiento general del llamado de Moisés entre los
hijos de Israel. Cuando Dios ha llamado a una persona, Él
lo confirma a otros también; por ejemplo, muchos en todo
Israel debieron de haber sabido que David fue ungido por
Samuel para ser rey.
6. Huída de Egipto
por fe, no por temor
Me gustaría considerar ahora una situación interesante
que se registra de dos formas diferentes en la Escritura.
Leemos en Éxodo 2:14b-15: “Entonces Moisés tuvo
miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.
Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a
Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó
en la tierra de Madián”. Dependiendo de cómo leamos
esto, pareciera como si Moisés hubiera huido tan sólo
para escapar de Faraón.
Sin embargo, observe la manera en que Dios lo describe
en otra parte de las Escrituras, en Hebreos 11:27: “Por la
fe [Moisés] dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey;
porque se sostuvo como viendo al Invisible”. El relato de
Dios de la huida de Moisés de Egipto es bastante distinto
al relato de Moisés del mismo incidente.
CAPÍTULO 1
61
El hombre a menudo mira una acción y enseguida
concluye: “Esto fue un fracaso”. Muchos han supuesto
que Moisés huyó para alejarse del rey, pero Dios veía el
corazón de Moisés y registró que él huyó de Egipto “por
fe”. Dios siempre ve la verdadera razón que está detrás
de las acciones de una persona; Él mira nuestra respuesta
a lo que nos habla. En el cielo, se nos mostrará el registro
de nuestras vidas, y estoy seguro de que será bastante
distinto a lo que la gente piensa sobre nosotros aquí en
la tierra. La gente puede pensar: “Él fracasó en esta o
aquella situación”, pero Dios a menudo lo registra de
forma muy distinta.
Recuerde, Dios a menudo registra las
situaciones de forma muy distinta.
Uno de los privilegios y responsabilidades del liderazgo
es cuidar de otros. Los líderes y los pastores que aconsejan
a otros deben verlos a través de los ojos de Dios y entender
sus motivos. Los pastores deberían preguntarle al Señor:
“Señor, ¿por qué hicieron eso? Por favor, permíteme que
vea a esta persona como tú la ves”. Cuando entienda por
qué una persona hace lo que hace, podrá tratar de forma
precisa sus acciones, así como la fuente de las acciones.
Si un árbol produce mal fruto, no basta con tratar el mal
fruto, sino que debe lidiar con la fuente que produce el
mal fruto.
63
Capítulo 2
ESTANCIA EN EL DESIERTO
DE
ARABIA
1. Ayuda para las hijas de Jetro
Después de haber matado al egipcio, Moisés creyó que
los israelitas le aceptarían como su líder, pero en lugar de
eso, lo rechazaron. Moisés debió de haberse sentido muy
abatido y desanimado después de haber sido rechazado
por su propio pueblo, y tuvo que huir de Egipto por temor
de su vida. Internamente supuso que sería elevado a la
posición y ministerio que Dios tenía para él. En lugar de
encontrar éxito, Moisés vio que todo a su alrededor se
había venido abajo. A menudo, cuando pensamos que es
el tiempo de ser promovidos, puede que nos encontremos
en una situación de desierto.
Sin embargo, en su momento de abatimiento, cuando
todas sus aspiraciones habían sido aplastadas, él resistió
por la justicia en su situación de desierto. En Éxodo 2:15-17
leemos: “Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró
matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón,
y habitó en la tierra de Madián. Y estando sentado junto
al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián
vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber
a las ovejas de su padre. Mas los pastores vinieron y las
64
EL VIAJE DE ISRAEL
echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las
defendió, y dio de beber a sus ovejas”.
Moisés defendió a las siete hijas de Jetro, quienes eran
completamente desconocidas para él, y dio de beber a sus
rebaños. Esto se convirtió en la llave que abrió la puerta
de la casa de Jetro, y así fue como conoció a su esposa.
2. Matrimonio con Séfora
Jetro (o Reuel) le entregó a Moisés a su hija Séfora, y le
dio la bienvenida a su familia (Ex. 2:18-22). Moisés pasó
los siguientes 40 años pastoreando los rebaños de Jetro
(Ex. 3:1). Este acto de justicia abrió la puerta de la
esperanza para él y le dio la capacidad de ser cuidado
durante los siguientes 40 años de su vida. Liberó la
provisión de Dios para su vida. Nuestras acciones y
actitudes, incluso en el valle de la desesperación, son
muy importantes.
También debemos considerar el hecho de que Dios envía
a personas para que nos cuiden cuando pasamos por
pruebas. Él tiene ayudadores santos que nos socorren en
esas experiencias de desierto. Tenemos el ejemplo del
profeta Elías, a quien ayudó una viuda que Dios había
designado (1 R. 17:9). Al mismo tiempo, debemos estar
en sintonía con Dios, porque Él puede hacer que personas
que están en experiencias en el desierto se crucen en
nuestro camino para que les ayudemos y cuidemos en esos
momentos difíciles.
CAPÍTULO 2
65
3. El propósito del desierto
¿Por qué Dios hizo que un hombre como Moisés pasara
40 años de su vida en lo recóndito del desierto? ¡Moisés
era un hombre brillante! ¿Por qué Dios le dio a Moisés
esta tarea aparentemente insignificante durante 40 largos
años? Hay unas cuantas razones:
1. Dios quería enseñar a Moisés cómo ser un pastor
dócil. Leemos en Éxodo 3:1: “Apacentando Moisés las
ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las
ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte
de Dios”. Moisés pasó 40 años en el desierto pastoreando
los rebaños de Jetro. Este tiempo como pastor iba a ayudar a
Moisés a entender a las ovejas. Sabemos que Dios compara
a Su pueblo con las ovejas, como leemos en Isaías 53:6:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas”.
David también aprendió a dirigir a personas cuidando
primero de un rebaño: “Eligió a David su siervo, y lo
tomó de las majadas de las ovejas; de tras las paridas lo
trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel
su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de
su corazón, los pastoreó con la pericia de sus manos”
(Sal. 78:70-72).
2. Dios quería que Moisés supiera lo que era ser
forastero. Moisés tuvo dos hijos en el desierto. El nombre
de su primer hijo fue Gersón, que significa “forastero.”
Leemos en Éxodo 2:22: “Y ella le dio a luz un hijo; y él le
puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en
tierra ajena”.
66
EL VIAJE DE ISRAEL
Moisés sabía lo que era ser forastero. Implica
experimentar una cultura distinta, un lenguaje distinto,
diferentes costumbres y comidas, soledad y la necesidad
de amistad y comprensión. Puede ser algo que
verdaderamente asuste. Moisés tenía que conocer el
corazón de un forastero para poder sacar a los hijos de
Israel de Egipto hacia otra tierra desconocida.
El Señor dio instrucciones muy específicas a los israelitas
con respecto al trato hacia los extranjeros (véase Ex. 22:21;
Lv. 19:10; 23:22; Dt. 10:18-19; 24:20-21; 26:12-13). No
sólo no podían oprimir a los extranjeros, sino que también
se les mandó que les amaran como a ellos mismos:
“Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra
tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros
tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás
como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra
de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios” (Lv. 19:33-34).
Debemos entender lo que es vivir en un país extranjero,
porque es la única forma en que podemos ayudar a los
extranjeros. Yo fui extranjero en una tierra ajena la primera
vez que comencé en el ministerio en Francia. Aunque
había estudiado francés por muchos años, tuve grandes
dificultades para entender lo que decían los niños
pequeños; el francés académico que yo había aprendido
en Inglaterra era bastante distinto al francés que ellos
hablaban; fue una experiencia muy difícil para mí. Uno
se siente solo, muy, muy solo.
Aún cuando se sabe un idioma extranjero, a menudo es
difícil comprenderlo en su totalidad porque cada idioma
CAPÍTULO 2
67
tiene su propio espíritu y pautas de pensamiento únicas.
Tuvimos este problema en una de las islas del Pacífico
Sur. Un antiguo alumno nuestro de Francia pastoreaba
una iglesia en Nueva Caledonia, y teníamos un misionero
canadiense que iba a la isla.
En francés, el pastor le dijo al misionero canadiense: “Je
vais en conge”, que significa: “me voy a ir de vacaciones”.
El misionero canadiense no entendió la palabra francesa
“conge”, así que buscó en un diccionario de francés. (No
hay nada más frustrante que tener un diccionario de un
lenguaje extranjero porque uno no obtiene sólo una
definición, sino muchas definiciones. Después hay que
escoger la que uno cree que podría aplicarse). Él escogió
la palabra incorrecta (“jubilación”), y llegó a la conclusión
de que el pastor había dicho que se iba a jubilar.
Por tanto, mientras el pastor estaba de vacaciones, ese
misionero le pidió a un amigo suyo que ocupase el lugar
de ese pastor; ¡puede imaginar cómo este malentendido
lo complicó todo! Nosotros llegamos justamente después
de que el pastor había regresado de sus vacaciones. Este
antiguo alumno nos dijo: “Usted nos entiende, y hubiera
sabido exactamente lo que yo quise decir”. Por lo tanto,
es importante comprender el espíritu de la gente para poder
verdaderamente comprender su idioma.
Ministrar o ser un misionero en un país extranjero es muy
difícil; aún cuando usted hable el mismo idioma, la forma
de hacer las cosas es completamente diferente. Nosotros,
en Zion Fellowship International, tenemos que cuidar de
nuestros misioneros en todo el mundo, y vemos que su
68
EL VIAJE DE ISRAEL
soledad a veces es muy grande. No tienen amigos, y con
frecuencia es muy difícil que los misioneros conecten bien
con los nativos porque tienen formas diferentes de pensar
y diferentes estándares. El corazón siente compasión por
ellos. La soledad es algo que todo pastor, líder y misionero
tiene que vencer por la gracia de Dios.
Moisés tuvo que aprender a vencer la soledad, y desde
aquí vemos la razón por la que nombró a su primer hijo
Gerson. Dios puso esto en Su Palabra para que pudiéramos
apreciar estas verdades y ver cuál es la preparación que
se necesita.
3. Dios quería que Moisés se familiarizara con el
desierto. Era vital para Moisés estar familiarizado con la
tierra a través de la cual guiaría más adelante al pueblo
redimido de Dios en el viaje hacia la Tierra Prometida.
Espiritualmente, es necesario que nosotros mismos
hayamos sido guiados por Dios en ese camino para que
estemos bien familiarizados con él. De no ser así, no
sabremos cómo guiar, dirigir y llevar de forma segura a
la gente, ni sabremos cuáles son los obstáculos que hay
en el camino ni cómo reaccionar cuando surjan los
problemas.
El desierto es un periodo de formación; por tanto, las
experiencias de un líder durante su periodo de formación
están directamente calculadas por Dios para darle la
capacidad de entender las reacciones naturales de la gente
a la que más tarde dirigirá. Este entendimiento es un
requisito previo para un buen líder. Las reacciones de la
CAPÍTULO 2
69
gente cuando están pasando por pruebas normalmente no
son tan buenas como las de una persona muy santificada.
Simplemente no son capaces de decir “gloria a Dios”
durante esos periodos. Debemos ser capaces de consolarles
y entenderles, así como señalarles una nueva dirección.
Cuando nosotros como líderes hayamos experimentado
una prueba similar, no criticaremos ni juzgaremos mal a
nuestra congregación, ni diremos que han dejado la gracia
de Dios.
4. Dios quería desarrollar humildad en la vida de
Moisés. La humildad implica depender completamente
de Dios en cada situación. En realidad, es el Señor quien
debe guiar a Su pueblo a través del líder. El líder no debe
actuar según su propia sabiduría.
Dios envió a Moisés al desierto durante 40 años para
desarrollar humildad en su vida. Este es uno de los
principales propósitos del desierto para cada creyente,
como se describe en Deuteronomio 8:16: “Que te sustentó
con maná en el desierto, comida que tus padres no habían
conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre
hacerte bien”.
4. Ser escogido por Dios
Como ya mencionamos en el capítulo uno, los tres pasos
principales en la vida cristiana son (Ap. 17:14):
1. Ser llamado por Dios
2. Ser escogido por Dios
3. Ser hallado fiel por Dios
70
EL VIAJE DE ISRAEL
En el capítulo 1 consideramos el llamado de Dios sobre
la vida de Moisés. El siguiente paso tras ser llamado es
ser escogido por Dios. ¿Dónde somos escogidos por Dios?
Somos escogidos en el “horno de la aflicción”, como
vemos en Isaías 48:10: “He aquí te he purificado, y no
como a plata; te he escogido en horno de aflicción”.
Nuestras actitudes en el desierto y durante los tiempos
de aflicción determinan si seremos o no escogidos por
Dios. Considere a David, que pasó por su propia
experiencia terrible en el desierto cuando era perseguido
por Saúl (1 S. 22). Experimentó la más honda
desesperación en Siclag, y sin embargo, aún en ese tiempo
volvió su corazón a Dios y se alentó en Él.
Cuando David respondió correctamente, Dios en Su
misericordia le permitió recuperar todo lo que había
perdido (1 S.30). Después fue llevado al lugar de su
segunda unción donde fue escogido por Dios y ordenado
rey de Judá. Toda nuestra preparación (por ejemplo
nuestras circunstancias difíciles que son permitidas y
orquestadas por Dios) no son de provecho a menos que
avancemos. Debemos experimentar el siguiente paso en
la vida como hicieron David y Moisés: ser escogidos y
enviados por Dios. También debemos recordar que somos
escogidos en “el horno de la aflicción”.
71
Capítulo 3
REGRESO A EGIPTO
1. La zarza ardiente
En el tercer capítulo de Éxodo, vemos que el Señor tuvo
un encuentro con Moisés en la zarza ardiente. Éxodo 3:12 afirma: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su
suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través
del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le
apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en
medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en
fuego, y la zarza no se consumía”. Moisés tuvo un
encuentro fresco con el Señor y Él le comisionó para sacar
a los hijos de Israel de Egipto.
Después de cada experiencia en el desierto, necesitamos
encontrarnos con el Señor de una forma fresca y recibir
un nuevo encargo o comisión de parte de Él. La comisión
tiene lugar después de una experiencia en el desierto o de
un tiempo de aflicción.
El primer paso en nuestra vida cristiana es ser llamados,
pero después debemos ser comisionados por Dios. El
Señor pudo habernos llamado a un ministerio concreto,
pero tenemos que esperar hasta que Dios nos comisione y
nos unja para comenzar el ministerio. Nadie puede ir a
menos que haya sido enviado (Is. 6:8). Esto lo podemos
ver claramente en Romanos 10:15: “¿Y cómo predicarán
72
EL VIAJE DE ISRAEL
si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los
que anuncian buenas nuevas!”
El fuego de Dios
¿Por qué vio él la zarza ardiente? El hecho de que no
fuera consumido por el fuego es un gran fenómeno. El
fuego es característico de varias cosas en la Palabra de
Dios:
1. Los sacrificios del Antiguo Testamento eran
quemados y consumidos por el fuego.
(Lv. 2:3, 5:12).
2. El Espíritu de fuego purifica nuestra naturaleza
carnal (Is. 4:4).
3. El bautismo del Espíritu Santo del Nuevo
Testamento incluye ser bautizado en el fuego
del Señor. El Señor Jesús también quemará la
escoria o paja con fuego inextinguible
(Hch. 2:4, Mt. 3:12).
4. El fuego es un tipo de la presencia de Dios
(Ez. 1:27, Ex. 13:21; 24:17). Hebreos 12:29 dice:
“Porque nuestro Dios es fuego consumidor”.
Cuando Dios nos comisiona, el fuego de Dios viene a
nosotros para purificarnos y sellarnos para cumplir los
propósitos de Dios.
CAPÍTULO 3
73
Tierra santa
Hay una verdad asombrosa que vemos en la respuesta de
Moisés a la zarza ardiente. Leemos en Éxodo 3:3-4:
“Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande
visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová
que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y
dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí”.
Todo dependía de la reacción de Moisés en ese momento.
Cuando Dios vio que él se volvió, llamó a Moisés de en
medio de la zarza aun cuando Moisés no esperaba que
Dios le hablara ese día.
Dios no nos habla sólo cuando estamos en la iglesia, en la
clase bíblica o durante el tiempo de oración. A menudo
Dios nos habla en los momentos más inesperados, en
medio de nuestra rutina cotidiana, cuando barremos y
limpiamos el piso, etc. Por eso debemos estar muy abiertos
a oír la voz de Dios.
Dios le dijo a Moisés en Éxodo 3:5 que él estaba
pisando tierra santa: “Y dijo: No te acerques; quita tu
calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás,
tierra santa es”. ¿Qué hizo que la tierra fuera santa?
No era diferente de cualquier otro pedazo de tierra. Fue
la presencia de Dios. ¡Sólo Dios es santo! Es la
presencia de Dios lo que hace santo un pedazo de tierra,
un edificio o una persona.
Los zapatos recogen la suciedad; por tanto, Dios ordenó a
Moisés que se quitara su calzado porque nada impuro
74
EL VIAJE DE ISRAEL
puede permanecer delante de Su santidad. La santidad
tiene la doble connotación de estar separado del mundo
(pecado) y unido a Dios.
La historia continua en Éxodo 3:6: “Y dijo: Yo soy el Dios
de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de
Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo
miedo de mirar a Dios”. Al decirle a Moisés que Él era
el Dios de su padre, Dios estaba reconociendo la fe del
padre de Moisés, Amram. Como hemos notado con
anterioridad, en Hebreos 11:23 los padres de Moisés están
incluidos en la lista de los héroes de la fe, y está claro que
la fe de Amram fue transmitida a Moisés.
Muchos niños de familias cristianas se apartan, a menudo
porque no han desarrollado su propia relación personal
con el Señor; cuando Dios los atrae de nuevo, encuentran
al Dios de su padre y de su madre. ¡Qué pensamiento tan
maravilloso!
En su carta a Timoteo, el apóstol Pablo reconoció la fe de
la madre de Timoteo, Eunice, y también la fe de su abuela,
Loida. “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay
en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu
madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” (2 Ti. 1:5).
Aquí tenemos una ilustración de la fe depositada siendo
transferida de una generación a otra y a la siguiente.
La preocupación de Dios por Su pueblo
En Éxodo 3:7-10 Dios abrió Su corazón a Moisés y
expresó Su profunda preocupación por Su pueblo: “Dijo
CAPÍTULO 3
75
luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que
está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores;
pues he conocido sus angustias, y he descendido para
librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella
tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche
y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo,
del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de
los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he
visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven,
por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques
de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”.
Hay siete puntos que me gustaría destacar brevemente
del mensaje de Dios a Moisés en esta porción de las
Escrituras de Éxodo capítulo 3:
1.
2.
3.
4.
“Bien he visto su aflicción” (v. 7).
“He oído su clamor” (v. 7).
“He conocido sus angustias” (v. 7).
“También he visto la opresión de los
egipcios” (v. 9).
5. “He descendido para librarlos” (v. 8).
6. “He descendido para sacarlos de aquella
tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que
fluye leche y miel” (v. 8).
7. “Te enviaré a Faraón para que saques de Egipto
a mi pueblo, los hijos de Israel” (v. 10).
76
EL VIAJE DE ISRAEL
Los puntos 1-4 muestran que Dios vio las aflicciones de
los hijos de Israel. Dios está al pendiente de lo que ocurre
en nuestras vidas. Estos puntos son de gran consuelo para
todos nosotros cuando pasamos por algún tipo de aflicción
o dolor. Los puntos 5-7 muestran la reacción de Dios a la
aflicción de Su pueblo.
Promesa de la liberación de Israel
La promesa de Dios de liberar a Israel en Éxodo 3:8 revela
una verdad muy importante: “Y he descendido para
librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella
tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche
y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo,
del ferezeo, del heveo y del jebuseo”.
El Señor dijo que sacaría a los Israelitas fuera de la
esclavitud de Egipto y los llevaría a una tierra donde fluye
leche y miel. Cuando Dios dice que Él nos librará de una
situación, entonces nos situará o dirigirá a otra situación.
¡Él no nos librará para dejarnos colgados! Es básico que
entendamos esta verdad para nuestras propias vidas.
Esta verdad puede ser ilustrada con el trasplante de un
árbol. Un árbol nunca se trasplanta hasta que no se haya
hecho primero un hoyo para él en otro lugar. No debemos
dejar una situación hasta que Dios nos haya indicado a
dónde debemos ir. Si recordamos este principio, nos
ayudará en nuestras propias vidas, y también cuando
aconsejamos a otros. He visto a muchas personas orando
para ser liberadas. A veces se liberan a ellos mismos,
pero luego terminan vagando sin rumbo. Por ejemplo, si
CAPÍTULO 3
77
una familia se está mudando de casa, nunca sacan todos
sus muebles y venden su casa hasta que no tengan otra
casa preparada.
Yo he aconsejado a muchas personas que me han dicho
que Dios les estaba liberando de la situación en la que
estaban, pero cuando les preguntaba cuál iba a ser su
siguiente paso, no tenían la menor idea. La prueba para
saber cuándo Dios les está moviendo es si saben a dónde
van. No debemos dejar nuestro lugar o situación actual
hasta que Dios nos libere.
La comisión de Dios para Moisés se encuentra en
Éxodo 3:10: “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a
Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos
de Israel”. ¡Dios no se detuvo ahí! Como dijimos
previamente, Dios no sólo los sacó fuera de, sino que
también los guió a otra tierra: la Tierra Prometida. Dios
nunca se mueve sin tener primero un plan claramente
definido, ¡y nosotros tampoco deberíamos hacerlo!
La respuesta de Moisés
Moisés respondió al Señor con mansedumbre, diciendo:
“¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto
a los hijos de Israel?” (Ex. 3:11). Este es el mismo Moisés
que había intentado liberar a los hijos de Israel en sus
propias fuerzas 40 años atrás.
Ahora, después de 40 años de estancia en el desierto, la
mansedumbre había sido desarrollada en el corazón de
Moisés. Si piensa en ello, verá que no había nadie más
78
EL VIAJE DE ISRAEL
indicado para la tarea que Moisés, y sin embargo le dice
al Señor: “¿Quién soy yo para que saque a los hijos de
Israel de Egipto?” Esta es la respuesta de un verdadero
líder. El Señor quiere que tengamos la misma actitud de
humildad y sentimiento de indignidad.
Tres razones principales
a favor del liderazgo de Moisés
En realidad, Moisés era el hombre mejor calificado para
sacar a los hijos de Israel de Egipto. Las tres razones
principales son:
1. Moisés había sido educado en la corte de Faraón.
Así, él era capaz de estar en presencia de un rey porque
había sido enseñado. El Señor no podía enviar ante
Faraón a alguien que no supiera cómo actuar en presencia
de un rey. Un rey tiene un cierto decoro. Sabemos que
Daniel y sus tres amigos fueron escogidos por su
capacidad para estar en el palacio del rey (Dn. 1:4);
ellos habían sido entrenados.
Cuando yo era niño, mi padre tuvo una audiencia privada
con el rey Jorge VI de Inglaterra; me llevó con él al palacio
de Buckingham, y es una experiencia que no olvidaré
jamás. Antes de que se nos permitiera ver al rey, se nos
dieron instrucciones sobre cómo actuar en su presencia.
La preparación de Moisés en la corte de Faraón le preparó
de una forma única para ser el libertador de Israel.
2. Moisés había sido entrenado para ejercer
autoridad y liderazgo. Como hijo adoptivo de la hija de
CAPÍTULO 3
79
Faraón, había sido preparado para ejercer liderazgo y
autoridad. Cuando mi esposa y yo fuimos a África por
primera vez, un veterano misionero de allí me dijo que
las tres cualidades necesarias para ministrar en África
son: autoridad, aptitud y perdón. Creo que este mismo
principio se aplica al ministerio en cualquier país. Como
líder, ya sea que usted vaya al campo misionero o cualquier
otro lugar, necesita autoridad. No podemos ordenar
autoridad; ¡la autoridad tiene que ser dada por Dios!
Los líderes también deben tener la capacidad para
ministrar. En África, si usted es misionero, ellos sienten
que no hay pregunta sobre la Palabra de Dios que usted
no pueda responder.
La primera vez que ministré en África, enseñé sobre el
libro de Deuteronomio en una tribu muy primitiva; sin
embargo, aquellos pastores conocían muy bien sus
Biblias y me hicieron preguntas difíciles sobre versículos
oscuros. Yo repasaba los capítulos con ellos, y me saltaba
ciertos versículos que pensaba que no eran pertinentes.
Al final de cada capítulo, siempre preguntaba si tenían
alguna pregunta, y claro, siempre sacaban los versículos
más oscuros y querían saber lo que significaban. Y
algunos de esos versículos tan recónditos eran muy
importantes.
Cuando enseñaba sobre Deuteronomio 23, me salté el
versículo 18 porque pensé que era irrelevante para esa
clase bíblica, pero el ministro veterano quería saber lo
que significaba ese versículo. Deuteronomio 23:18 dice:
“No traerás la paga de una ramera ni el precio de un
80
EL VIAJE DE ISRAEL
perro a la casa de Jehová tu Dios, por ningún voto; porque
abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo
otro”. Yo le dije que sencillamente significaba que las
iglesias no pueden aceptar la ofrenda de una prostituta.
Hubo un silencio total en la clase, y me di cuenta de que
había tocado un punto muy sensible, así que les pregunté
qué habían estado haciendo. Para sorpresa mía, se me
informó de que las personas con más riqueza en aquellas
aldeas eran las prostitutas, y los pastores habían estado
aceptando sus ofrendas porque necesitaban el dinero para
sostener las iglesias.
Ellos fueron confrontados por el Espíritu de Dios con
una decisión muy difícil. Al ser extremadamente pobres,
dependían de las ofrendas de las prostitutas, pero lo que
hacían era contrario a la Palabra de Dios. Vi que era una
situación muy difícil, porque sabía que la mayoría de
los pastores ni siquiera tenían zapatos de tan pobres que
eran. Los que sí tenían zapatos se debía sólo a que el
misionero podía permitirse dar algunos pares a quienes
estaban bajo su cuidado. Les pedí que inclinaran sus
cabezas y oraran conmigo.
Cuando estábamos orando, el Señor me dio una palabra
de sabiduría, y les dije a los pastores: “¿Cuántos de ustedes
reciben dinero suficiente?” Nadie levantó la mano, y yo
continué, diciendo: “Quizá este pecado sea la razón de
sus dificultades económicas. Pidamos al Señor que les
conceda gracia para volver a sus púlpitos el próximo
domingo y declarar que ustedes no aceptarán el dinero de
las prostitutas”.
CAPÍTULO 3
81
Pasó una media hora de oración hasta que estos pastores
se consagraron e hicieron el compromiso de hacer lo
correcto. Finalmente, uno a uno de estos pastores dijeron:
“Sí Señor, seré fiel a Tu Palabra”. Entonces oramos para
que Dios honrase su consagración.
Visitamos esa aldea unos meses después y me di cuenta
de que todas las caras de los pastores brillaban porque
Dios les había bendecido de forma tremenda por su
obediencia. Incluso pudieron poner techos en sus casas
e iglesias. Como podemos ver en este ejemplo, como
ministros debemos tener la capacidad de responder a
todas las preguntas acerca de la Palabra de Dios. ¡Ellos
así lo esperan!
La tercera cualidad esencial para el liderazgo es el
perdón. Un líder debe tener la gracia de perdonar y
olvidar; no podemos alimentar en nuestro corazón las
ofensas o las heridas, o constantemente tener una
actitud combativa u hostil hacia los demás. Sin
importar lo que otros hagan o digan acerca de nosotros
mismos, debemos pedir al Señor que nos ayude a
perdonarlos y a olvidar la ofensa. La gente puede ser a
veces muy cruel, y cuando nos pidan perdón, debemos
ser capaces de decirles: “Te perdono; Dios te bendiga”,
y olvidar la ofensa. Siempre deberíamos perdonar; sin
embargo, en la iglesia, dependiendo del tipo de pecado,
quizá necesiten ser puestos a prueba antes de poder
ser restaurados.
3. Moisés era israelita, y conocía tanto la mentalidad
egipcia como la hebrea. Moisés tenía la ventaja de no
82
EL VIAJE DE ISRAEL
sólo comprender la mentalidad de su propio pueblo, los
israelitas, sino también la mentalidad de los egipcios,
porque fue educado en la corte de Faraón.
“YO SOY EL QUE SOY”
En Éxodo 3:13-15 Moisés recibió una revelación del
nombre de Dios. “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego
yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros
padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren:
¿Cuál es su nombre?. ¿Qué les responderé? Y respondió
Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a
los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además
dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová,
el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de
Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es
mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos
los siglos”.
El Señor reveló Su nombre a Moisés como YO SOY EL
QUE SOY, y no era otro que el Señor Jesucristo mismo.
Esta aparición a Moisés ocurrió casi 1.500 años antes de
que el YO SOY se hiciera carne y morase entre nosotros
(Jn. 1:14). Cuando Jesús estaba en esta tierra, afirmó:
“Antes que Abraham fuese, YO SOY” (Jn. 8:58). El
nombre “Yo Soy el que Soy” significa “Yo siempre era y
siempre seré”. Hebreos 13:8 declara: “Jesucristo es el
mismo ayer y hoy y por los siglos”.
Nosotros también necesitamos una revelación del
nombre de Dios. Dios tiene muchos nombres, y Él desea
revelar Su nombre que corresponda al ministerio al cual
CAPÍTULO 3
83
nos ha llamado. Hay una impartición que llega con la
revelación de uno de los nombres de Dios.
Durante muchos años, mi esposa y yo viajamos sin parar
por todo el mundo, ministrando en más de cien países.
Entonces el Señor me llamó a dejar de viajar por un tiempo
para pastorear una iglesia grande que tenía varios miles
de miembros. Habían pasado varios años desde que yo
había pastoreado a tiempo completo, y me di cuenta de
que necesitaba orar y pedirle al Señor que volviera a darme
el manto de pastor.
El manto y la unción de un maestro bíblico viajero son muy
diferentes de la unción de un pastor. Semana tras semana,
los pastores deben alimentar a su congregación, dándoles la
leche de la Palabra de Dios a los nuevos creyentes y la carne
de la Palabra de Dios a los creyentes maduros.
Sin embargo, los maestros de la Biblia normalmente
ministran a creyentes maduros y deben buscar darles la
carne de la Palabra de Dios, un buen filete, por así decirlo.
El Señor cambió por completo mi conducta y mis hábitos
mientras estuve pastoreando.
En ese momento, el Señor me dio una visión de Él mismo
desde atrás. Él estaba sentado en una roca en medio de un
campo cuidando un rebaño de ovejas, y el Señor me hizo
entender que aquellas ovejas eran las personas en la iglesia.
Vi una oveja muy bien formada y madura que iba donde
estaba el Señor y se frotaba en la pierna de Él; el Señor la
acarició y después de un ratito, la oveja se fue muy
contenta. Después, se acabó la visión.
84
EL VIAJE DE ISRAEL
Yo le dije al Señor: “¿Qué estás intentando decirme?”
Él me respondió: “No estás cuidando de la gente en tu
iglesia”. Yo repliqué: “Pero Señor, después de cada
reunión, aquellos que necesitan consejo vienen y mi
secretaria apunta sus nombres y horarios y concierta una
cita para que yo los vea. Oramos por cada uno de los
que están enfermos”. (Los ancianos y yo hacíamos eso
juntos). Dios me contestó: “Tú estás cuidando solamente
de los enfermos y de los que tienen problemas, pero no
estás cuidando de los que están bien; todas las ovejas
necesitan sentir el toque de la mano de su pastor, pues
están unidas al pastor. Tú tienes que darles la mano a
todos en la iglesia”.
El domingo siguiente compartí con la congregación la
visión que había tenido, diciendo: “Después de la última
estrofa del último himno, el líder de alabanza continuará
dirigiendo; por favor, esperen hasta que yo haya llegado a
la parte de atrás de la iglesia antes de salir, porque me
gustaría darles la mano”. Lo que se produjo fue asombroso;
muchas personas vinieron y me dijeron: “Antes le
habíamos visto de lejos, pero ahora podemos tocarle”.
Todo este episodio me enseñó que hay una impartición
del pastor hacia las ovejas; las ovejas necesitan sentir el
toque de su pastor.
Además, hay una impartición que viene con la
revelación del nombre de Dios. El Señor me reveló Su
nombre, el Buen Pastor, a través de esta experiencia.
Fue verle como el Pastor Jefe, ver cómo trabaja un
pastor. Esta impartición me permitió cumplir mi
llamado como pastor.
CAPÍTULO 3
85
Todo pastor debería pedirle al Señor que se le revele como
el Buen Pastor. En Juan 10:11,14, Jesús es el Buen Pastor.
En el idioma español, esto no queda muy claro, porque da
la impresión de que estos versículos están indicando que
Él es moralmente bueno, y claro que así es. No obstante,
lo que estos versículos realmente significan es que Él es
bueno siendo pastor. Por lo tanto, si Dios le ha dado el
ministerio de pastor, necesita una revelación de Cristo,
que es bueno como pastor.
La preparación del pueblo
Hasta aquí, hemos considerado la preparación del líder.
Ahora me gustaría considerar brevemente a aquellos
que tenían también que ser prepardos. Conseguir que
la gente estuviera dispuesta a dejar sus casas y tierras
como lo hicieron los hijos de Israel cuando salieron de
Egipto no era una tarea pequeña. Así, podemos ver que
no es suficiente con que el líder esté preparado; la gente
debe estar también preparada para seguir
voluntariamente al líder.
Dios, conociendo bien el corazón de los hijos de Israel,
los preparó a través de la aflicción (véase Ex. 1). Una de
las razones por las que el Señor hizo que los capataces los
afligieran era para que no se sintieran cómodos en Egipto.
De otra manera, no hubieran querido salir. Recordará que
después de haberse ido, ellos continuamente querían
volver a Egipto, recordando los puerros, el ajo, los
melones, y todo los demás alimentos de Egipto (que
tipifica este mundo).
86
EL VIAJE DE ISRAEL
Ocurrieron varias cosas que prepararon a los hijos de Israel
para salir de Egipto:
1. Estaban bajo la opresión de un rey cruel (Ex. 1:10).
2. Crueles capataces les afligían imponiéndoles
cargas (Ex. 1:11).
3. Sus vidas se amargaron (Ex. 1:14).
4. Estaban en un “horno de hierro” (Dt. 4:20).
5. Tenían que regar las semillas con sus pies (Dt. 11:10).
Los hijos de Israel tenían que regar las cosechas de los
egipcios sacando agua de una pequeña rueda con sus pies,
y era un trabajo muy duro bombear el agua desde el río
Nilo a través de los diferentes niveles hasta llegar a la
tierra de Gosén. Su vida era extremadamente difícil pero,
sin embargo, eso ayudó a condicionar sus corazones para
que quisieran salir de Egipto. Estaban bajo la esclavitud
de un rey cruel y comisarios crueles. Esto puede tener
una aplicación espiritual para nosotros como creyentes.
Permítame compartir una experiencia para ilustrarlo. Un
pastor amigo mío fue enviado a una iglesia que estaba
llena de problemas, y él nos pidió que oraramos porque
había división en la iglesia y mucha gente estaba
desanimada y se estaba yendo. Después de haber orado
mi esposa y yo, compartimos con el pastor que sentíamos
que el problema era la inmoralidad del pastor anterior.
Mi amigo me dijo: “Eso es cierto, pero él lo confesó”.
Oramos de nuevo y el Señor nos mostró el espíritu de
inmoralidad que estaba sobre la iglesia. Los espíritus
tienen formas diferentes, algunas muy peculiares, y este
CAPÍTULO 3
87
espíritu de inmoralidad en particular tenía una larga cola
y estaba enganchado a los cimientos de la iglesia. Le
preguntamos al Señor: “¿Qué significa esto? El anterior
pastor confesó su pecado, así que debería haber sido
limpiado”. El Señor nos reveló que aunque el pastor se
había arrepentido, los miembros de la iglesia no habían
perdonado al pastor anterior, y su falta de perdón hizo
que el espíritu de inmoralidad permaneciera.
Cuando compartimos esto con nuestro amigo, él nos
pidió que fuéramos a su iglesia. Cuando llegamos, el
Señor nos dio una mayor revelación de que había un rey
demoníaco o espíritu de inmoralidad sobre la iglesia, y
que había muchos otros “capataces” bajo ese rey
operando en la iglesia.
El espíritu de inmoralidad reinaba sobre aquella iglesia
porque la gente no quería perdonar al pastor anterior y,
como resultado, muchas personas estaban metidas en
adulterio en la iglesia. Además del espíritu de inmoralidad
gobernante, había otros espíritus, como el espíritu de
lujuria, que llevaba con él el espíritu de rebelión que, a su
vez, traía celos. Los celos producían dureza de corazón
en la gente, y la división llegó como resultado de los
corazones endurecidos de las personas.
Esto, a su vez, trajo un espíritu de engaño y desánimo
sobre la gente. Todos estos espíritus (o capataces) estaban
operando bajo el rey o espíritu gobernante de inmoralidad
que estaba sobre la iglesia; ese espíritu de inmoralidad
trajo adulterio, lujuria, rebelión, celos, dureza de corazón,
división, engaño y desánimo.
88
EL VIAJE DE ISRAEL
Lo que quiero decir con esto es que no sólo debemos tratar
con el rey (o espíritu gobernante), sino también con los
capataces (los espíritus secundarios). Los hijos de Israel
tuvieron que ser liberados del rey, Faraón, pero también
tuvieron que ser liberados de los capataces. Sus vidas se
amargaron mucho por la esclavitud, pero eso les hizo estar
dispuestos a escuchar lo que Dios tenía que decir.
Recordemos que el líder tiene que estar preparado, y aún
la gente tiene que estar preparada para el líder. Así, hay
un tiempo para que el líder examine una cierta situación.
Las tres señales
Moisés conocía muy bien a su pueblo. Él le dijo al Señor
en Éxodo 4:1: “He aquí que ellos no me creerán, ni oirán
mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová”. Por
consiguiente, el Señor le dio a Moisés el poder para realizar
tres señales que le darían credibilidad y harían que los
israelitas aceptasen su mensaje. En el Nuevo Testamento
se nos dice que Dios confirma Su palabra a través de señales
y prodigios (Mr. 16:17, Hch. 5:12). Jesús también dijo: “Si
no viereis señales y prodigios, no creeréis” (Jn. 4:48).
Estas son las tres señales que Dios le dio a Moisés:
1. La vara de Moisés se convirtió en una serpiente.
Leemos en Éxodo 4:2-5: “Y Jehová dijo: ¿Qué es eso
que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le
dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo
una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová
a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él
CAPÍTULO 3
89
extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.
Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios
de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios
de Jacob”. La vara es un símbolo de autoridad (Sal. 110:2,
Ap. 2:27; 12:5). La serpiente es un símbolo de Satanás
(Gn. 3:1, Ap. 12:9; 20:2). Por lo tanto, esta señal
representa a Moisés teniendo autoridad sobre Satanás.
También nosotros debemos tener autoridad sobre Satanás
dondequiera que Dios nos ponga.
La serpiente era también un símbolo de Faraón, en cuya
corona se destacaba una serpiente; por lo tanto, Moisés
no sólo tenía autoridad sobre Satanás, sino que también
tenía autoridad sobre Faraón.
2. La mano de Moisés se llenó de lepra y después fue
sanada. Leemos en Éxodo 4:6-8: “Le dijo además Jehová:
Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su
seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba
leprosa como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en
tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al
sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto
como la otra carne. Si aconteciere que no te creyeren ni
obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la
voz de la postrera”.
¡La lepra es un símbolo del pecado! María, Giezi y el rey
Uzías fueron todos afligidos con lepra como castigo por
sus pecados (Nm. 12:10; 2 R. 5:27; 2 Cr. 26:19); por lo
tanto, esta señal describe que Moisés tenía autoridad sobre
el pecado.
90
EL VIAJE DE ISRAEL
Esto es muy importante para un líder. Por la gracia de
Dios, debemos tener autoridad sobre el pecado. Debemos
estar limpios de pecado, no sólo por nuestro propio bien,
sino también para liberar a otros del pecado. No podemos
liberar a nadie de un pecado que nos esté atando a nosotros.
Este principio se ilustra en Hechos 19:13-16: “Pero
algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron
invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían
espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que
predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío,
jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo
el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es
Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien
estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y
dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que
huyeron de aquella casa desnudos y heridos”.
Durante una reunión de liberación, había una mujer que
estaba llena de un demonio de orgullo. El pastor comenzó
amablemente a hablar a la señora acerca de su problema
cuando un joven de la iglesia se aproximó a la señora y
dijo: “¡En el nombre de Jesús, te ordeno, espíritu de
orgullo, que salgas!” El demonio en la mujer respondió:
“No voy a salir por medio de ti; hay más orgullo en ti que
en ella”. Debemos estar limpios nosotros mismos antes
de tener la autoridad para echar fuera demonios. Los
demonios saben quién es quién.
3. Moisés convirtió el agua en sangre. Leemos en
Éxodo 4:9: “Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni
oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las
derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que
CAPÍTULO 3
91
tomarás del río y se harán sangre en la tierra”. La sangre,
en sentido negativo, es una señal de muerte y juicio. En
este sentido, era una doble señal. Fue una señal de juicio
para aquellos que se opusieron a Moisés, pero de salvación
y vida para aquellos que creyeron.
La sumisión de Moisés a Jetro
La humildad de Moisés se puede ver en Éxodo 4:18: “Así
se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré
ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto,
para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz”.
Aunque tenía unos 80 años de edad y acababa de tener un
encuentro con el Dios viviente, Moisés todavía se sometió
humildemente a quien tenía autoridad sobre él: su suegro
Jetro. Él emprendió la acción adecuada pidiendo a Jetro
su bendición y consentimiento.
El mensaje de Moisés a Faraón
En Éxodo 4:21-23 leemos el mensaje de Dios para
Faraón: “Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto
a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las
maravillas que he puesto en tu mano; pero yo
endureceré su corazón, de modo que no dejará ir a l
pueblo. Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel
es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir
a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido
dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu
primogénito”. ¿Por qué murió todo primogénito? Como
Faraón no dejaba ir al primogénito de Dios, Israel, Dios
92
EL VIAJE DE ISRAEL
le dijo a Moisés que Él mataría al primogénito de
Egipto. Habría un intercambio de primogénitos en esta
plaga final contra Egipto.
2. Circuncisión en la posada
Éxodo 4:24-26 registra la circuncisión en la posada: “Y
aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió
al encuentro, y quiso matarlo. Entonces Séfora tomó un
pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó
a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de
sangre. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre,
a causa de la circuncisión”.
Este es un relato fascinante. Aquí había un hombre,
Moisés, que había sido preparado y comisionado por Dios
para sacar de Egipto a los hijos de Israel y llevarlos hasta
la Tierra Prometida. Dios le había dado poder, autoridad,
y había recibido tres señales para que las realizara delante
del pueblo. Moisés obedeció la palabra del Señor y tomó
a su familia con él para ir a Egipto; sin embargo, cuando
iban en camino a Egipto, el Señor quiso matarlo porque
no había circuncidado a su hijo.
Aquí hay una lección que todos debemos aprender. Moisés
estaba en el camino de Dios y dispuesto a cumplir lo que
Dios le había dicho que hiciera; sin embargo, Dios intentó
matarlo. ¿Por qué? Porque no estaba practicando lo que
iba a predicar en Egipto.
La señal y el requisito del pacto que Dios hizo con Abraham
era la circuncisión, como vemos en Génesis 17:7-10: “Y
CAPÍTULO 3
93
estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia
después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo,
para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra
en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad
perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios a
Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu
descendencia después de ti por sus generaciones. Este
es mi pacto, que guardaréis entre mi y vosotros y tu
descendencia después de ti: Será circuncidado todo
varón de entre vosotros”.
La condición del pacto era la circuncisión y la promesa
del pacto era que la descendencia de Abraham heredaría
la tierra de Canaán. Moisés era el ministro del pacto, y su
llamado era a sacar a los hijos de Israel de Egipto y
llevarlos a la Tierra Prometida. La condición para morar
en la Tierra Prometida era la circuncisión, y Moisés ni
siquiera la estaba practicando en su propia familia. ¡Esto
era una negación de su propio mensaje!
Quiero ser muy sincero en este punto: nuestra
predicación no nos salvará, y aún cuando llevemos a
cabo la tarea de Dios para nuestra vida, eso no nos
salvará. Debemos practicar lo que predicamos para ser
salvos. He visto a muchos ministros en todo el mundo
que fueron usados por Dios de forma poderosa; aquellos
quienes han manifestado el poder de Dios, mantenido
ministerios fructíferos, e incluso realizaron milagros; sin
embargo, arruinaron sus vidas. Fueron elevados a cierta
altura, pero después Dios los rechazó porque no
practicaban lo que predicaban. Ellos hacían la voluntad
94
EL VIAJE DE ISRAEL
de Dios en el sentido de estar predicando, pero sus
propias vidas eran contrarias al mensaje que predicaban
a otros.
Muchas personas me han dicho:
La base para
“Dios nunca me rechazará
nuestra salvación
porque yo he profetizado, y las
es la sangre de
profecías que he dado se han
Jesucristo, y no
cumplido”. Debemos recordar
nuestras
buenas
que la base para nuestra salvación
obras o profecías.
es la sangre de Jesucristo, y no
nuestras buenas obras o
profecías. Además, Su sangre sólo tiene efecto en nuestra
vida si caminamos en la luz, como dice claramente 1 Juan
1:7: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos
comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo
nos limpia de todo pecado”.
La salvación no depende de si ministramos, predicamos o
sanamos a los enfermos; es cuando caminamos en la luz,
como Él está en luz. Es la sangre de Jesús y Su justicia lo que
nos asegura la vida eterna. Primera de Juan 1:9 dice: “Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”.
Me gustaría poder decir que todos aquellos a quienes he
enseñado en escuelas bíblicas por todo el mundo irán al
cielo pero, lamentablemente, muchos de mis antiguos
alumnos ya han dejado el camino de la justicia, y lo
hicieron justamente después de graduarse de la escuela
bíblica. En una conferencia donde otro predicador y yo
debíamos hablar, él compartió: “Había noventa alumnos
CAPÍTULO 3
95
en nuestra escuela bíblica. ¿Saben cuántos están en el
ministerio actualmente? Hay unos tres en el ministerio;
los demás están en bares y otros lugares”.
Muchos cristianos buscan la voluntad del Señor y están
dispuestos a salir al campo misionero. Muchos están más
dispuestos a privarse de cosas y soportar penas que lidiar
con el pecado que Dios les está señalando en sus vidas.
Para algunos, el ministerio es mucho más importante que
tener un corazón limpio. A menudo, me he llevado la
sorpresa de ver lo que las personas están dispuestas a hacer
por el Señor. Tristemente, a menudo los que están
dispuestos a hacer los sacrificios más grandes están
apartados en su corazón.
Sin embargo, debemos recordar que Dios tiene Sus
estándares para el sacrificio. Samuel habló de los motivos
del rey Saúl para hacer sacrificios en 1 Samuel 15:2223: “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los
holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las
palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor
que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura
de los carneros. Porque como pecado de adivinación es
la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación.
Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él
también te ha desechado para que no seas rey”. Saúl
estaba dispuesto a hacer todos esos sacrificios, pero
Samuel le dejó claro que Dios no estaba interesado en
los sacrificios.
La idea de “prestar atención” es escuchar a Dios y hacer
lo que Él dice. Dios está interesado en aquellos que le
96
EL VIAJE DE ISRAEL
obedecen y prestan atención a Él: “…Ciertamente el
obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención
que la grosura de los carneros”.
El acto de justicia de Séfora
Moisés se salvó de que el Señor lo matara en la posada
debido al acto de justicia de su esposa. Leemos en Éxodo
4:25-26: “Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y
cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo:
A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó
luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la
circuncisión”. Séfora tomó la iniciativa de circuncidar a
su hijo porque Moisés no lo había hecho y, en este sentido,
ella fue más fiel a Dios que Moisés, pues él no estaba
guardando el pacto de Abraham (que era circuncidar a los
hijos varones). Esto provocó un gran conflicto entre
Moisés y Séfora.
Parece que de muchas maneras Séfora caminó más cerca
de Dios que Moisés durante los 40 años en el desierto.
Parece que Moisés había entrado en un periodo de
desaliento espiritual durante su tiempo en el desierto. Con
frecuencia, hay una diferencia entre los hombres y las
mujeres. A menudo la mujer tiene la capacidad de ser más
perseverante que el hombre.
Una esposa recta puede marcar toda la diferencia en la
vida de un ministro. Ella puede hacer que el ministro se
mantenga constante durante una prueba larga, y hacer que
prosiga hacia la meta.
CAPÍTULO 3
97
3. Encuentro con Aarón
En Éxodo 4:27-28 Moisés se encuentra con su hermano
Aarón: “Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés
al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios,
y le besó. Entonces contó Moisés a Aarón todas las
palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales
que le había dado”.
Este encuentro fue muy importante, porque Aarón se
convertiría en el ayudante de Moisés y tenía que agarrar
la visión antes de poder impartirla a otros. La clave es
que el pastor veterano imparta su visión a su pastor
asistente o al vicepresidente de su ministerio. El Espíritu
de Dios dará testimonio en su corazón de modo que los
dos puedan permanecer juntos firmemente.
4. Reunión de los ancianos
El Señor reveló este principio a Moisés en Éxodo 3:16:
“Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el
Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y
de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado,
y he visto lo que se os hace en Egipto”.
Después de haberse reunido con Aarón, Moisés reunió a
los ancianos de Israel y les reveló el plan de Dios para
ellos: “Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los
ancianos de los hijos de Israel. Y habló Aarón acerca de
todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo
las señales delante de los ojos del pueblo. Y el pueblo
98
EL VIAJE DE ISRAEL
creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de
Israel y que había visto su aflicción, se inclinaron y
adoraron” (Ex. 4:29-31). El orden de la revelación de
Dios se nos muestra aquí con toda claridad. Él primero
reveló Sus planes a Moisés; entonces Moisés se los reveló
a Aarón; Moisés y Aarón juntos lo compartieron con los
ancianos de Israel, después de lo cual ellos lo compartieron
con la congregación de Israel.
He visto a muchos pastores cometer errores trágicos
debido a que ignoraron estos pasos tan importantes. Por
su negligencia, sus iglesias no aceptaron lo que Dios estaba
diciendo y, en algunos casos, el resultado final fue una
división en la iglesia. Los pastores no deberían anunciar
una dirección nueva para la iglesia sin haberla compartido
primero con el personal pastoral y los líderes de la iglesia.
“Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová
había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los
ojos del pueblo. Y el pueblo creyó” (Ex. 4:30). Toda la
congregación de los hijos de Israel creyó y aceptó el
mensaje de Moisés; incluso inclinaron sus cabezas y
adoraron al Señor. ¿Por qué aceptaron su mensaje? Porque
Moisés tenía el pleno respaldo de Aarón y de todos los
ancianos. Moisés habló con la autoridad de un equipo de
liderazgo unido. No puedo dejar de enfatizar la
importancia de esto. Hay un poder tremendo en la unidad.
99
Capítulo 4
MINISTERIO EN EGIPTO
1. Rechazo inicial de Faraón
Después de que los hijos de Israel aceptaran su mensaje,
Moisés y Aarón fueron a Faraón y le declararon la palabra
del Señor. Recuerde que Moisés tenía tras él un liderazgo
unido, una congregación que creía y un Dios que
claramente le había dirigido y enviado. Sin embargo,
tenemos un rey que no recibirá su mensaje.
El rechazo inicial de Faraón al mensaje lo vemos en
Éxodo 5:1-4: “Después Moisés y Aarón entraron a la
presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel
dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el
desierto. Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para
que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a
Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Y ellos dijeron: El
Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues,
ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos
sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre
nosotros con peste o con espada. Entonces el rey de Egipto
les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo
de su trabajo? Volved a vuestras tareas”.
Consideremos la importancia de Egipto y de Faraón. Los
principales tesoros de Egipto son las pirámides, que
100
EL VIAJE DE ISRAEL
albergaban las momias (esqueletos) de los Faraones. En
este sentido, Egipto, que se especializaba en embalsamar
a los muertos, representa la muerte y también representa
a este mundo, porque el fin de este mundo es la muerte y
el infierno, que está en las partes más bajas de la tierra
(cf. Ro. 6:21). A Ezequiel se le dijo que se lamentara por
la multitud de Egipto y las naciones no redimidas que
descienden a las partes más bajas de la tierra (Ez. 32:18).
El mismo Faraón tenía grabada una serpiente en su
corona y, como hemos mencionado antes, las serpientes
representan a Satanás; por lo tanto, Faraón representa a
Satanás, el príncipe de este mundo. Faraón también
puede representar el espíritu demoníaco gobernante sobre
nuestra ciudad o localidad. Si el Señor le promete a usted
darle su ciudad o localidad para Cristo, tiene que
comunicar esa promesa a su pastor asistente y ancianos.
No olvide que tendrá que considerar las potestades sobre
esa área. No habrá libertad espiritual hasta que los
poderes gobernantes caigan.
2. Aumento del yugo
Además de rechazar el mensaje de Moisés, Faraón tomó
represalias aumentando el yugo de los israelitas. Vemos
el trato cruel de Faraón hacia los israelitas en Éxodo 5:59: “Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra
es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.
Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del
pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces,
diciendo: De aquí en adelante no daréis paja al pueblo
para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y
CAPÍTULO 4
101
recojan por sí mismos la paja. Y les impondréis la misma
tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis
nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz
diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios.
Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen
en ella, y no atiendan a palabras mentirosas”.
3. Rechazo de Israel
En lugar de mejorar, la situación empeoró para los
israelitas después de haber aceptado el mensaje de Moisés.
Leemos en Éxodo 5:20-21: “Y encontrando a Moisés y a
Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la
presencia de Faraón, les dijeron: Mire Jehová sobre
vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables
delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada
en la mano para que nos maten”.
Las mismas personas que habían aceptado las señales y
habían creído el mensaje de Moisés y Aarón, ahora se
enfrentaban a ellos. Los hijos de Israel culpaban a Moisés
y a Aarón de la situación, e incluso le pidieron a Dios que
los juzgara. Los capataces, que representan las ataduras,
habían aumentado el yugo de los israelitas.
A menudo, nuestras ataduras o problemas aumentarán
después de que Dios nos haya hablado y busquemos
obedecer Su voz. Cuando un líder escucha de Dios y trata
de llevar a su iglesia o ministerio en esa dirección, Satanás
se le opondrá. Aunque la congregación puede que al
principio reciba bien la nueva dirección, Satanás hará que
ocurran cosas para desanimar a la gente e intentar hacer
102
EL VIAJE DE ISRAEL
que pierdan fe en su líder. Puede que algunas personas se
enfermen y quizá aumenten las ataduras de otras.
Comienzan a dudar y a culpar al pastor de los problemas.
El líder siempre es culpado cuando sucede algo malo. Los
líderes deben estar preparados para la oposición del diablo
y a veces de su propia congregación.
La gente podría decir a su pastor: “Solíamos adorar al
Señor y teníamos cultos gloriosos, pero ahora es difícil
tener un encuentro con Dios. ¿De verdad ha escuchado
usted de Dios? Debe de haberse equivocado”. Esta era la
misma actitud que los hijos de Israel adoptaron hacia
Moisés, como vemos en Éxodo 6:9: “De esta manera
habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no
escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu y
de la dura servidumbre”.
¿Cómo manejó Moisés el rechazo de los israelitas? Él
fue al Señor en oración. Leemos en Éxodo 5:22-23:
“Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por
qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Porque
desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre,
ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo”.
La solución para cada prueba que afrontemos en la vida
es acudir al Señor y buscar Su consejo. El líder debe
siempre acudir al Señor; Él es nuestra fuente de provisión
(cf. 1 Co. 15:28).
Moisés reconoció la mano de Dios en el aumento del yugo
de los israelitas, diciendo: “Señor, ¿por qué afliges a este
pueblo?” En otras palabras, él estaba diciendo: “Dios, ¿por
qué has permitido que esto ocurra?” Debemos reconocer
CAPÍTULO 4
103
la soberanía de Dios también en nuestras propias vidas;
es inútil sencillamente echar la culpa al diablo (o la gente)
de cada cosa que nos ocurra; debemos comprender que
nada puede ocurrirnos a menos que Dios lo permita, como
los vemos en la vida de Job. Debemos buscar al Señor y
preguntarle qué está haciendo Él en nuestras vidas.
Al mismo tiempo, nos damos cuenta en Éxodo 5:23 que
el líder no recibe toda la revelación de una vez. Moisés
tenía la impresión de que sería una liberación rápida; no
estaba preparado para una larga y ardua batalla. Moisés
había dado a los hijos de Israel la impresión de que su
liberación de Egipto sería muy rápida. A menudo, los
líderes no tienen un entendimiento claro del tiempo que
llevará el que Dios cumpla Su voluntad y Sus propósitos.
Cuando Dios habla, esperamos que eso ocurra al día
siguiente; sin embargo, la mayoría de las veces hay
muchos mañanas antes de que suceda; puede que incluso
sean años.
Después el Señor le dijo a Moisés: “Ahora verás lo que
yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y
con mano fuerte los echará de su tierra” (Ex. 6:1). En
esencia, el Señor estaba diciendo que cuando Él hubiera
terminado con Faraón, él estaría feliz de dejar ir a los
hijos de Israel.
A menudo, Dios no nos da la revelación completa; no
puede mostrarnos el cuadro completo de lo que ocurrirá
porque no seríamos capaces de soportar conocerlo todo.
No podríamos, con nuestro espíritu, soportar el
conocimiento de todos los problemas, presiones y
104
EL VIAJE DE ISRAEL
pruebas que afrontaremos. En Su sabiduría, el Señor sólo
nos da un destello de cuál será Su propósito final. No
nos da muchos detalles de lo que ocurrirá entre el ahora
y el después.
En Éxodo 6:1 el Señor le dijo a Moisés que vería el
resultado final: “Ahora verás lo que yo haré a Faraón”,
pero no le dijo acerca de toda la oposición y retrasos
que tendría que afrontar antes del resultado final. En
Éxodo 6:2-3 el Señor tuvo un encuentro con Moisés y le
dio una nueva revelación de Su nombre: Jehová. “Habló
todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ. Y
aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios
Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a
conocer a ellos”.
En Éxodo 6:4-8 el Señor le dio a Moisés varias promesas
maravillosas para los israelitas: “También establecí mi
pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra
en que fueron forasteros, y en la cual habitaron.
Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a
quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de
mi pacto. Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy
JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas
de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré
con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré
por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis
que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo
de las tareas pesadas de Egipto. Y os meteré en la tierra
por la cual alcé mi mano jurando que la daría a
Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad.
Yo JEHOVÁ”.
CAPÍTULO 4
105
4. La negativa de Israel a escuchar
Después de este nuevo encuentro con Dios, Moisés fue
fortalecido y tuvo nuevo ánimo para hablar a los hijos de
Israel; sin embargo leemos: “De esta manera habló
Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a
Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura
servidumbre” (Ex. 6:9).
La reacción del Señor a la terquedad de Faraón y la
incapacidad de Israel para prestar atención se ve en Éxodo
6:10-13: “Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Entra y habla
a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de
Israel. Y respondió Moisés delante de Jehová: He aquí, los
hijos de Israel no me escuchan; ¿cómo, pues, me escuchará
Faraón, siendo yo torpe de labios? Entonces Jehová habló
a Moisés y a Aarón y les dio mandamiento para los hijos de
Israel y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a los
hijos de Israel de la tierra de Egipto”. El Señor les dio a
Moisés y Aarón un mandato: Israel debía salir de Egipto.
5. Moisés hecho
como Dios para Faraón
En Éxodo 7:1 Moisés fue elevado a un ministerio superior
y recibió una mayor unción. “Jehová dijo a Moisés: Mira,
yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón
será tu profeta”. La NVI dice: “Toma en cuenta que te
pongo por dios ente el faraón. Tu hermano Aarón será tu
profeta”. Ningún hombre antes de Moisés había sido
hecho un dios para Egipto.
106
EL VIAJE DE ISRAEL
Después de que Moisés recibiera de Dios una nueva
revelación de Su nombre y un nuevo manto espiritual, el
Señor también le dio perspectiva sobre las luchas con
Faraón que estaban por llegar. “Tú dirás todas las cosas
que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón,
para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Y yo
endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra
de Egipto mis señales y mis maravillas” (Ex. 7:2-3). Con
su nuevo manto, Moisés pudo soportar el conocimiento
de que no iba a ser fácil. Sabía que habría guerra espiritual.
Esto es lo que Dios hace también en nuestras propias vidas.
Nos muestra un vislumbre de lo que Él nos ha llamado a
hacer, y durante el camino nos va aclarando las cosas.
Normalmente no nos muestra todas las luchas y presiones
que soportaremos durante el camino. Si supiéramos todo
lo que nos iba a ocurrir, no seríamos capaces de soportarlo.
Muchos alumnos de la escuela bíblica piensan que han
alcanzado el llamado de Dios para sus vidas cuando se
matriculan en la escuela, pero eso es sencillamente sólo
el comienzo. Hay un periodo de preparación que viene.
6. Confrontación de los magos
Moisés y Aarón confrontaron a Faraón y a sus magos en
Éxodo 7:10-13: “Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón,
e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón
su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra.
Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e
hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con
sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales
se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las
CAPÍTULO 4
107
varas de ellos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no
los escuchó, como Jehová lo había dicho”.
Los nombres de los magos no se mencionan en Éxodo,
pero Pablo revela sus nombres siglos después como Janes
y Jambres en 2 Timoteo 3:8: “Y de la manera que Janes y
Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten
a la verdad; hombres corruptos de entendimiento,
réprobos en cuanto a la fe”.
Aarón echó su vara delante de Faraón y de sus magos, y
se convirtió en una serpiente. Entonces Janes y Jambres
echaron sus varas y también se convirtieron en serpientes.
Sin embargo, la vara de Aarón se tragó las de ellos. Esto
ilustra una verdad muy importante: Satanás es capaz de
realizar los mismos milagros que Dios.
Todos los dones del Espíritu pueden ser falsificados por
Satanás. Hace muchos años, en otro país en un culto de
adoración, fui testigo de lo que creí que era una poderosa
demostración del don de profecía y palabra de ciencia
realizada por cierto hombre. Él reveló con toda exactitud
cada detalle de la vida de otra persona. Yo estaba bastante
sorprendido, pero entonces el Señor abrió mis ojos
espirituales y vi a un ángel caído al lado de ese hombre
que le revelaba toda esa información. Deberíamos pedir
al Señor que nos dé discernimiento para distinguir entre
las obras de Su Espíritu Santo y las obras del diablo.
108
EL VIAJE DE ISRAEL
Faraón endurece su corazón
Leemos en Éxodo 7:13-14 que Faraón endureció su
corazón: “Y el corazón de Faraón se endureció, y no los
escuchó, como Jehová lo había dicho. Entonces Jehová
dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido, y
no quiere dejar ir al pueblo”.
Pablo dijo en Romanos 9:17-18: “Porque la Escritura
dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para
mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea
anunciado por toda la tierra. De manera que de quien
quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer,
endurece”.
Al estudiar esto con detenimiento, vemos que Faraón
endureció su corazón diez veces y Dios endureció el
corazón de Faraón diez veces. Llega un momento en que
Dios endurece los corazones de aquellos que han
practicado la maldad de manera habitual.
Romanos 9:19-23 amplía este tema de la soberanía de
Dios: “Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque
¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh
hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios?
¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me
has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre
el barro, para hacer de la misma masa un vaso para
honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo
mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con
mucha paciencia los vasos de ira preparados para
destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su
CAPÍTULO 4
109
gloria, las mostró para con los vasos de misericordia
que él preparó de antemano para gloria?”
La Palabra de Dios dice claramente que Dios endurece a
quien Él quiere, y que muestra compasión a quien Él
escoge. Esto es lo que denominamos como la soberanía
de Dios. No obstante, la trampa en la que podemos caer
es cuando una persona cree que como todo está bajo la
soberanía de Dios, el hombre no tiene opción al respecto.
Esto sería como una magnífica partida de ajedrez en la que
Dios endurece a una persona y la mueve a ese cuadro, a otro
a este cuadro; y si por casualidad usted es la blanca (salvado)
no tendrá problemas, pero si es la negra (no salvada), tiene
problemas. Esto podría tentar a un individuo a pensar dónde
se encuentra él en el juego de la vida, y si es tan sólo un peón
al que colocan donde un Dios soberano indica.
Éxodo nos da la historia que hay detrás de la frase que
dice Pablo en Romanos acerca del Faraón, una historia
que deberíamos observar con detenimiento. ¿Por qué
endureció Dios el corazón de Faraón? La respuesta la
vemos claramente en Éxodo 1:8-10: “Entretanto, se
levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José;
y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de
Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues,
seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y
acontezca que viniendo guerra, él también se una a
nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de
la tierra”. Faraón había endurecido su corazón contra el
pueblo de Dios; por lo tanto, queda claro que Faraón, y
no Dios, fue quien estableció el curso de su vida.
110
EL VIAJE DE ISRAEL
Debemos entender la soberanía de Dios, y debemos
también entender el libre albedrío del hombre. Dios tiene
Su parte, y el hombre la suya. El Salmo 18:25-26 dice:
“Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y
recto para con el hombre íntegro. Limpio te mostrarás
para con el limpio, y severo serás para con el perverso”.
Si somos misericordiosos, Él nos mostrará misericordia.
Si somos honestos con Él, Él será honesto con nosotros.
Sin embargo, si somos engañadores, entonces Dios
permitirá que seamos engañados. Esto nos muestra que
Dios se encuentra con nosotros según la dirección en que
vayamos. Por lo tanto, debido a que Faraón endureció su
corazón contra los hijos de Israel, Dios endureció el
corazón de Faraón. El hombre ha recibido un libre albedrío
y la capacidad de tomar sus propias decisiones. La
soberanía de Dios y la voluntad del hombre siempre
funcionan juntas. No somos marionetas movidas por las
cuerdas de Dios.
Dios trata con nosotros según la condición y disposición
de nuestro corazón. Leemos en Daniel 2:21: “El muda
los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la
sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos”. ¿A
quién imparte Dios sabiduría? A aquellos que son sabios.
¿A quién imparte Dios conocimiento? A aquellos que
tienen entendimiento.
Jesús dijo en Lucas 19:26: “Pues yo os digo que a todo el
que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que
tiene se le quitará”. Esto ilustra el principio bíblico que
es también un principio económico: el rico se hace más
CAPÍTULO 4
111
rico, y el pobre más pobre. El
Dios trata con
refrán: “Dinero llama a dinero”,
nosotros según la
es muy cierto; para hacer dinero
condición y
se necesita dinero. Hay una
disposición
de
bienaventuranza que trata de
nuestro corazón.
esto: “Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia” (Mt. 5:7). Si tenemos un
corazón misericordioso, recibiremos más misericordia.
Cuando las personas no entienden el equilibro entre la
soberanía de Dios y el libre albedrío del hombre, tienden
a culpar a Dios de los fracasos del hombre. Algunas
personas incluso han llegado a decir que no deberíamos
culpar a Faraón, porque Dios le levantó con ese propósito.
Sienten que él no tenía otra opción, pues Dios endureció
su corazón, pero debemos entender por qué hizo Dios
eso. Fue porque Faraón ya había endurecido su propio
corazón. Era un estilo de vida para él.
Dios le dio la oportunidad de tomar las decisiones
correctas pero él la rechazó, diciendo en Éxodo 5:2:
“¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a
Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a
Israel”. Por lo tanto, Faraón desobedeció a
intencionadamente al Señor. Dios nos establece en el
camino que nosotros hayamos elegido para nuestras vidas.
Si elegimos servir a Dios y obedecerle, Él honrará esa
decisión y nos dará la gracia para obedecerle.
112
EL VIAJE DE ISRAEL
7. Las diez plagas
En Éxodo 7 vemos el comienzo de las diez plagas.
Debemos comprender la razón de la ejecución de estos
juicios. Después de todo, si Dios estaba tratando sólo
con el hombre mortal, no tendría que demostrar un poder
tan grande. Dios estaba tratando con algo más que el
hombre mortal.
Esto lo vemos claramente en Éxodo 12:12: “Pues yo
pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a
todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres
como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los
dioses de Egipto. Yo Jehová”. Números 33:4 también lo
confirma: “mientras enterraban los egipcios a los que
Jehová había herido de muerte de entre ellos, a todo
primogénito; también había hecho Jehová juicios contra
sus dioses”.
A través de estas plagas, Dios no sólo estaba derribando
el poder de Faraón y empobreciendo a Egipto; también
estaba derribando los dioses de esa tierra: los dioses
demoniacos que eran adorados por los egipcios.
1. Las aguas se convierten en sangre (Ex. 7:20-25) —
El río Nilo era la principal vía fluvial en Egipto. Era
sagrado y adorado como un dios por los egipcios. Dios
convirtió las aguas del río en sangre, como una señal de
juicio. Así, Dios derribó a uno de sus dioses. Todos los
peces del río murieron y los egipcios no pudieron beber
el agua.
CAPÍTULO 4
113
2. Las ranas (Ex. 8:1-15) — En la segunda plaga, el Señor
hizo que la tierra de Egipto se infestara y maldijera con ranas.
La rana era otro de los dioses egipcios; por lo tanto, Dios
hizo que ellos odiasen a las mismas ranas a las que adoraban.
En la Palabra de Dios, la rana representa a un espíritu
impuro, y en particular a la falsa profecía. Esto se ilustra
en Apocalipsis 16:13: “Y vi salir de la boca del dragón, y
de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres
espíritus inmundos a manera de ranas”. Los magos
egipcios pudieron también hacer este milagro, pero no
fueron capaces de hacer que las ranas volvieran a los ríos
y pantanos. Faraón rogó a Moisés que pidiera al Señor
que quitara las ranas (Ex. 8:8). Al día siguiente, Moisés
hizo que las ranas que estaban en sus casas y campos
murieran, y solamente quedaron las que estaban en los
ríos. Sin embargo, después de que murieron, Faraón
endureció su corazón y no dejó que los hijos de Israel
salieran de Egipto.
3. Los piojos (Ex. 8:16-19) — La tercera plaga fueron
los piojos. El Señor hirió la tierra con piojos porque los
egipcios también adoraban a su tierra. Todo el polvo de la
tierra se volvió piojos.
Los magos egipcios fueron capaces de copiar las dos primeras
plagas, pero no pudieron producir un acto de creación. Ellos
reconocieron la mano de Dios y dijeron a Faraón en Éxodo
8:19: “Dedo de Dios es éste”. Otro mago en el Nuevo
Testamento que reconoció la mano de Dios fue Simón el
mago (Hch. 8:9-24). Sin embargo, Faraón no escucharía a
sus propios magos y endurecería más su corazón.
114
EL VIAJE DE ISRAEL
4. Las moscas (Ex. 8:20-32) — La cuarta plaga fue un
enjambre de moscas. Belcebú, que significa “señor de las
moscas” es uno de los títulos de Satanás (Lc. 11:14-19).
Esta plaga fue un juicio sobre la tierra de Egipto, y también
sobre Satanás.
Esta vez el Señor hizo una diferencia entre Su pueblo y
los egipcios. Los protegió de este juicio. Una vez más
vemos el juicio de Dios sobre los dioses de Egipto,
porque Moisés tenía poder sobre todos esos dioses y los
espíritus demoníacos detrás de ellos. En este punto,
Faraón hizo su primera oferta en un intento de negociar
con Moisés en Éxodo 8:25, seguido de una segunda
oferta en Éxodo 8:28.
5. El ganado (Ex. 9:1-7) — La quinta plaga fue una
infección o plaga sobre el ganado de Egipto ya que los
egipcios adoraban ídolos y dioses en forma de ganado.
Apis era el dios vacuno sagrado en Menfis. Sus dioses e
ídolos vacunos se pueden ver en los museos de Egipto,
América e Inglaterra donde hay egiptólogos. Los israelitas
incluso hicieron un ídolo de oro con forma de becerro en
el desierto (Ex. 32:4). Dios juzgó a este dios egipcio (véase
Ez. 20:6-17).
De nuevo, el Señor estableció una diferencia entre Su
pueblo y los egipcios. El ganado de los egipcios murió,
pero el ganado de los israelitas fue preservado.
6. Las úlceras (Ex. 9:8-12) — La sexta plaga fueron
úlceras, un juicio especialmente doloroso porque atacó
su carne. Los egipcios eran muy sensuales e inmorales,
CAPÍTULO 4
115
como se describe en las antiguas obras de arte egipcias.
Por lo tanto, Dios estaba juzgando su sensualidad e
inmoralidad.
Los magos ya no pudieron estar más delante de Moisés
porque también fueron afligidos con las úlceras.
Leemos en Éxodo 9:11-12: “Y los hechiceros no podían
estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque
hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los
egipcios. Pero Jehová endureció el corazón de Faraón,
y no los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés”.
Aun después de todo esto, Faraón no quería humillarse
delante del Señor.
7. El granizo (Ex. 9:13-35) — La séptima plaga fue
granizo mezclado con fuego (Sal. 78:47-48; 105:32). Fue
un juicio sobre la agricultura de Egipto, a la cual los
egipcios adoraban. Ellos también adoraban a Osiris, el
dios del fuego. Aquéllos que no hicieron caso de la
advertencia y permanecieron en el campo fueron
destruidos junto con los árboles y las hierbas.
En este punto, Faraón hasta llegó a reconocer su pecado y
confesó que el Señor era justo y que él y su pueblo eran
malvados. Sin embargo, cuando el granizo cesó, Faraón
endureció su corazón de nuevo y no dejó ir a los israelitas
(Ex. 9:34, 35).
8. Las langostas (Ex. 10:1-20) — La octava plaga fueron
las langostas (Sal. 78:46). Egipto adoraba a Seba, el dios
insecto. Moisés tenía poder sobre este dios y se burló de
él al ordenar que las langostas cubrieran la tierra y
116
EL VIAJE DE ISRAEL
devoraran todo lo que el granizo no había destruido. Dios
juzgó las provisiones de alimento de los egipcios, y fueron
golpeados por el hambre.
En Éxodo 10:7, los siervos de Faraón le rogaron que dejara
ir a los hijos de Israel de Egipto. Faraón hizo su tercera
oferta a Moisés de dejar ir a los hijos de Israel con la
condición de que los niños hebreos se quedaran en Egipto
(Ex. 10:8-11).
9. La oscuridad (Ex. 10:21-23) — La novena plaga fue
una completa oscuridad sobre Egipto durante tres días,
mientras que los hijos de Israel tenían luz. Uno de los
dioses más importantes de Egipto era Ra: el dios del sol.
Ellos adoraban al sol quizá más que a ningún otro dios.
Aun el nombre Faraón significa “sol”. Por lo tanto, cuando
Dios envió oscuridad sobre la tierra de Egipto, rompió el
poder del dios del sol.
10. Muerte de los primogénitos (Ex. 12) — La décima
plaga fue la muerte de los primogénitos de Egipto. El
Señor dijo en Éxodo 12:12-13: “Pues yo pasaré aquella
noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito
en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las
bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de
Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las
casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de
vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad
cuando hiera la tierra de Egipto”.
Los primogénitos de los hombres y de los animales
egipcios fueron muertos por el Señor, incluyendo al
CAPÍTULO 4
117
primogénito de Faraón. ¿Cuál era el propósito de la muerte
de los primogénitos? Israel era el primogénito de Dios, y
Faraón no quería liberarlo. Por lo tanto, hubo un
intercambio de primogénitos. En efecto, Dios le dijo a
Faraón: “Si tú no liberas a Mi primogénito, yo mataré a tu
primogénito”. Esto nos da una idea del propósito de las
plagas: mostrar el gran poder de Dios, y tratar con sus
dioses, rompiendo su poder.
LOS DIOSES EGIPCIOS QUE
DIOS JUZGÓ CON LAS DIEZ PLAGAS
Plaga
Falso dios juzgado
El agua convertida en sangre
Las ranas
Los piojos
Las moscas
El río Nilo
El dios rana
La tierra
Belcebú, señor de las
moscas
Apis, el dios del
ganado
El dios del sexo
El dios de la agricultura
y Osiris, dios del fuego
Seba, el dios insecto
Ra, el dios del sol
El dios del orgullo
del primogénito
El ganado
Las úlceras
El granizo
Las langostas
La oscuridad
La muerte del
primogénito
118
EL VIAJE DE ISRAEL
Las cuatro propuestas de compromiso de Faraón
Faraón intentó regatear y negociar con Moisés cuatro
veces, y cada negociación traía consigo condiciones. Esas
cuatro propuestas son las mismas formas sutiles de
acuerdo que Satanás utilizó en todas las generaciones para
seducir y tentar al pueblo de Dios. Haríamos bien,
entonces, en observarlas y memorizarlas.
1. Faraón propuso que los israelitas adoraran al
Señor en la tierra de Egipto. Éxodo 8:25 dice: “Entonces
Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad,
ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra”. Satanás
insta a los redimidos a permanecer en la “tierra”, o
quedarse en Egipto (el mundo). Los cristianos que intentan
servir al Señor y permanecer en el mundo terminan
conformándose con las formas del mundo, y
comprometiendo sus valores morales (Ro. 12:2).
2. Faraón propuso que los israelitas salieran de
Egipto, pero sin ir muy lejos. Faraón dijo en Éxodo 8:28:
“Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová
vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más
lejos; orad por mí”. En realidad, Satanás estaba diciendo:
“Quédense cerca del mundo. No sean demasiado
espirituales”.
Demas nunca llegó a despegarse completamente de su
atracción hacia las cosas de este mundo, y esas cosas al
final le sedujeron a regresar al mundo. Pablo dijo en 2
Timoteo 4:10: “Porque Demas me ha desamparado,
amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica”.
CAPÍTULO 4
119
3. Faraón propuso que los israelitas salieran de Egipto,
pero que sus mujeres y niños se quedaran en Egipto.
Leemos en Éxodo 10:8-11: “Y Moisés y Aarón volvieron
a ser llamados ante Faraón, el cual les dijo: Andad, servid
a Jehová vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?
Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con
nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas;
con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir;
porque es nuestra fiesta solemne para Jehová. Y él les
dijo: ¡Así sea Jehová con vosotros! ¿Cómo os voy a dejar
ir a vosotros y a vuestros niños? ¡Mirad cómo el mal está
delante de vuestro rostro! No será así; id ahora vosotros
los varones, y servid a Jehová, pues esto es lo que vosotros
pedisteis. Y los echaron de la presencia de Faraón”.
Demasiados padres buscan vivir una vida santa, pero
permiten que sus hijos vivan como el mundo. Muchos
padres desean la prosperidad del mundo para sus hijos a
costa de su bienestar espiritual.
4. Faraón propuso que los israelitas salieran de
Egipto sin sus vacas y ovejas. Faraón dijo a Moisés en
Éxodo 10:24: “Id, servid a Jehová; solamente queden
vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros
niños con vosotros”. Sin sus vacas y ovejas, los israelitas
no habrían tenido nada para sacrificar al Señor. Esto
representa estar tan enredados con los asuntos de esta
vida que no tenemos tiempo, energía ni bienes que
ofrecer al Señor.
120
EL VIAJE DE ISRAEL
8. Institución de la Pascua
Tal como señalamos en la Introducción, en este estudio
sobre el viaje de Israel veremos las siete fiestas del Señor
tal como se relacionan con nuestras vidas. Los creyentes
están llamados a celebrar espiritualmente estas siete fiestas.
El Señor instituyó la Pascua justo antes de la décima y
última plaga: la muerte de los primogénitos. Como ya
hemos señalado anteriormente, Egipto representa la tierra
de la muerte. La Pascua representa salvación por medio
de la sangre del Cordero porque la sangre sobre los postes
de las puertas en las casas de los hebreos preservó sus
vidas. El antídoto para la muerte es el derramamiento de
la sangre del Cordero.
Pablo dijo en Hebreos 10:1: “Porque la ley, teniendo la
sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de
las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se
ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los
que se acercan”. Los tipos y símbolos bíblicos son
sombras de las verdades que representan. (No siempre
son exactos, por lo que hemos de tener mucho cuidado de
no llevar un tipo demasiado lejos).
La Pascua se celebró en el mes primero, como vemos en
Éxodo 12:2: “Este mes os será principio de los meses;
para vosotros será éste el primero en los meses del año”.
Nosotros celebramos espiritualmente la Pascua al
principio de nuestro caminar cristiano, cuando
experimentamos la salvación.
CAPÍTULO 4
121
El Señor dijo en Éxodo 12:3: “Hablad a toda la
congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes
tómese cada uno un cordero según las familias de los
padres, un cordero por familia”. Era el décimo día del
primer mes. En la numeración bíblica, el número diez
representa la Ley.
El hecho de que el cordero fuera tomado en el décimo día
significa que debía cumplir la ley. Jesús dijo en Mateo 5:17:
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los
profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.
En efecto, el Señor Jesucristo es verdaderamente nuestro
Cordero pascual, porque Él cumplió perfectamente la ley
del Antiguo Testamento.
El cordero de la Pascua debía ser sin defecto, como vemos
en Éxodo 12:5: “El animal será sin defecto, macho de un
año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras”. Jesucristo,
nuestro Cordero pascual, no tuvo defecto ni pecado.
En 1 Pedro 1:19 leemos: “Sino con la sangre preciosa de
Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación”. Pablo dijo en 2 Corintios 5:21: “Al que
no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él”. Cristo
fue tentado en todas las cosas al igual que lo somos nosotros,
pero Él nunca pecó en ninguna manera (He. 4:15).
Otro aspecto del cordero de la Pascua era que no podía
tener ningún hueso roto, como vemos en Éxodo 12:46:
“Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne
fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo”.
122
EL VIAJE DE ISRAEL
Una pierna rota es un símbolo de desobediencia. En
tiempos antiguos, los pastores solían quebrar las patas de
las ovejas desobedientes y errantes para que no se
extraviaran otra vez.
Esto también era profético del Señor Jesús. El Salmo 34:20
dice: “El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será
quebrantado”. El Señor cumplió cada aspecto del cordero
de la Pascua (Jn. 19:33 36, 1 Co. 5:7, Ap. 5:6).
Leemos en Éxodo 12:6: “Y lo guardaréis hasta el día
catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación
del pueblo de Israel entre las dos tardes”. El cordero
debía ser tomado el décimo día y matarse el día catorce
en la tarde. Durante esos cuatro días, el cordero era
inspeccionado para asegurar que no tuviera ningún
defecto. Cristo, nuestro Cordero pascual, fue
inspeccionado por cuatro personas: Anás, Caifás,
Herodes y Pilato. Ellos no pudieron encontrar ninguna
falta en Él. De manera muy similar, nosotros somos
inspeccionados por cuatro grupos: el mundo, la Iglesia,
Satanás y el Señor. Éxodo 12:6 nos dice que toda la
congregación de Israel mató al cordero de la Pascua.
Fueron los judíos quienes crucificaron al Señor
Jesucristo.
Los israelitas tenían que tomar la sangre del cordero y
ponerla en los postes y los dinteles de las puertas de sus
casas, como vemos en Éxodo 12:7: “Y tomarán de la
sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las
casas en que lo han de comer”.
CAPÍTULO 4
123
Había otra fiesta instituida al mismo tiempo: la fiesta de
los Panes sin levadura. Estas dos fiestas se deben guardar
continuamente, porque son verdades eternas que se aplican
a todas las generaciones.
Leemos en Éxodo 12:8-10: “Y aquella noche comerán la
carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas
amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni
cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies
y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana;
y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego”.
La carne de Cristo, el Cordero pascual, representa Su
Palabra. Cristo mismo dijo que Él es el pan de vida
(Jn. 6:35). Debemos alimentarnos de la Palabra de Dios.
Jesús dijo en Juan 6:53: “Si no coméis la carne del Hijo
del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en
vosotros”. Si usted se desangra, morirá; por eso se nos
manda beber la sangre porque Su vida y Su Espíritu están
en la sangre. No comemos literalmente Su carne ni
bebemos Su sangre. La comunión es simbólica de este
mandamiento. Los emblemas de la comunión de la que
participamos simplemente representan Su cuerpo y Su
sangre (1 Co. 11:23 26).
Leemos en Éxodo 12:11 la forma en que los israelitas
debían comer la comida de la Pascua: “Y lo comeréis así:
ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies,
y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis
apresuradamente; es la Pascua de Jehová”. Esto
representa la preparación para un viaje. Cualquier hombre
que estuviera tan organizado estaba preparado para viajar.
124
EL VIAJE DE ISRAEL
Entendemos, por lo tanto, que cuando aceptamos a Cristo
como nuestro Salvador, comenzamos un viaje y nos
dirigimos hacia un destino.
El Señor dijo en Éxodo 12:13: “Y la sangre os será por
señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre
y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de
mortandad cuando hiera la tierra de Egipto”. Para ser
preservados y protegidos de la muerte, los israelitas
tenían que aplicar la sangre del cordero a sus casas. De
manera semejante, como creyentes, la sangre de Cristo
es nuestra protección. Sin derramamiento de sangre no
hay remisión de pecados. Es Su sangre la que perdona
nuestros pecados (He. 9:22).
Leemos en Éxodo 12:15: “Siete días comeréis panes sin
levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura
en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado
desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de
Israel”. La fiesta de los Panes sin levadura fue instituida
al mismo tiempo que la Pascua (Ex. 12:17; Lv. 23:6). Los
israelitas debían comer panes sin levadura durante siete
días (Dt. 16:3-8).
La levadura es un símbolo del pecado (1 Co. 5:6-8), la
hipocresía (Lc. 12:1) y la falsa doctrina (Mt. 16:12). Así,
el pan sin levadura representa la Palabra de Dios pura y
no adulterada. El número siete representa “cumplimiento”.
Siete también habla del comienzo y el final de nuestra
vida spiritual. Por lo tanto, desde el comienzo de nuestra
experiencia cristiana hasta el final de nuestros días, hemos
de leer la Palabra de Dios pura.
CAPÍTULO 4
125
“Y así el primer día haréis que no haya levadura en
vuestras casas…”. Desde el primer día, los israelitas
tenían que quitar toda la levadura que tuvieran en sus casas.
Como creyentes, deberíamos comenzar a quitar toda la
levadura de nuestras vidas tan pronto como seamos salvos.
Esto puede incluir purificar nuestras casas y nuestras vidas
de revistas, cuadros, libros, artefactos y programas de
televisión impuros.
David dijo: “No pondré delante de mis ojos cosa injusta”
(Sal. 101:3). Debemos tener mucho cuidado,
especialmente con los libros, porque hay muchos libros
(incluso libros religiosos) que tienen espíritus malos.
También algunos artefactos provenientes de otros países
tienen espíritus malos. Números 33:52 nos manda que
destruyamos todos los cuadros o imágenes que no sean
edificantes, porque un espíritu malo puede entrar en
nuestra vida a través de nuestros ojos si miramos los
cuadros o imágenes que son malas e impías.
Los israelitas también tenían que sumergir un hisopo en
la cuenca de la sangre que se aplicaba a los postes de las
puertas de sus casas. Leemos en Éxodo 12:22: “Y tomad
un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará
en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la
sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros
salga de las puertas de su casa hasta la mañana”. El
hisopo era una pequeña planta tupida con numerosos
ramilletes de flores.
David oró al Señor en el Salmo 51:7: “Purifícame con
hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la
126
EL VIAJE DE ISRAEL
nieve”. En la Biblia, el hisopo se
asocia con la limpieza o la
purificación. Por lo tanto,
podríamos declarar que el hisopo
sumergido en la sangre representa
la verdad espiritual de que la
sangre de Cristo nos limpia.
Somos
protegidos por
Dios si
permanecemos
cubiertos con
la sangre de
Cristo.
El poder de la sangre de Cristo, el
Cordero de Dios, se puede ver en Éxodo 12:23: “Porque
Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la
sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová
aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras
casas para herir”. La Biblia dice claramente que
Satanás está controlado por Dios. Él sólo puede hacer
lo que Dios le permite.
Somos protegidos por Dios si permanecemos cubiertos
con la sangre de Cristo. Su sangre nos protege del juicio.
Ninguna otra cosa puede perdonarnos. ¿Cómo podemos
cubrirnos continuamente con Su sangre? En 1 Juan 1:7
tenemos la clave: “Pero si andamos en luz, como él está
en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. Es caminar
en la luz obedeciendo Su Palabra.
9. El viaje hacia el mar Rojo
Enriquecimiento después de las pruebas
Éxodo 12:35-36 dice: “E hicieron los hijos de Israel
conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los
CAPÍTULO 4
127
egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. Y Jehová
dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron
cuanto pedían; así despojaron a los egipcios”.
Básicamente, Israel recibió en una noche su paga por los
varios cientos de años que habían sido esclavos en Egipto.
Esto fue un cumplimiento de la promesa que Dios hizo a
Abraham en Génesis 15:14: “Mas también a la nación a
la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán
con gran riqueza”. Es un principio de Dios que Él nos
enriquece después de largas y difíciles pruebas.
Salmos 66:10-12 dice: “Porque tú nos probaste, oh Dios;
nos ensayaste como se afina la plata. Nos metiste en la
red; pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. Hiciste
cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; pasamos por el
fuego y por el agua, y nos sacaste a abundancia”.
Después de la prueba de Job, el Señor le enriqueció y le
bendijo con el doble de lo que tenía antes de su prueba.
“Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas,
y todos los que antes le habían conocido, y comieron con
él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron
de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y
cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo
de oro” (Job 42:11).
Isaías 61:7 promete: “En lugar de vuestra doble
confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus
heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble
honra, y tendrán perpetuo gozo”. Zacarías 9:12 es una
promesa para los prisioneros de esperanza: “Volveos a
128
EL VIAJE DE ISRAEL
la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también
os anuncio que os restauraré el doble”. Después de
que hayamos pasado exitosamente a través de una
prueba (dificultades o aflicción), llega un tiempo de
enriquecimiento: natural, espiritual o económico.
De Ramesés a Sucot
La primera parte del viaje de los hijos de Israel fue de
Ramesés a Sucot (Nm. 33:5), como vemos en Ex. 12:37:
“Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como
seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños”.
Había unos 600.000 hombres. Incluyendo las mujeres y
los niños, habría probablemente entre dos y tres millones
de israelitas en el tiempo del éxodo.
La multitud mezclada
“También subió con ellos grande multitud de toda clase
de gentes” (Ex. 12:38). No sólo salió de Egipto el pueblo
de Dios, sino que juntamente con ellos salieron también
algunos de los egipcios y otras personas de la tierra. Tener
una multitud mezclada de personas salvas y no salvas es
un asunto muy serio incluso aún en nuestros días.
Quisiera hacer una comparación con la parábola de la Red.
Jesús dijo en Mateo 13:47-48: “Asimismo el reino de los
cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge
de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la
orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo
echan fuera”. Toda clase de personas entra a la Iglesia,
hablando espiritualmente, las buenas y las malas.
CAPÍTULO 4
129
Debemos de asegurarnos de que todos reciban la
oportunidad de ser salvos. Al mismo tiempo, debemos de
asegurarnos de que las manzanas malas no afecten a las
buenas: que aquellos que se aferran a sus malos caminos
no corrompan a las buenas personas.
Los huesos de José
Leemos en Éxodo 13:19 acerca de un juramento que José
había exigido a los hijos de Israel, varios cientos de años
atrás: “Tomó también consigo Moisés los huesos de José,
el cual había juramentado a los hijos de Israel diciendo:
Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de
aquí con vosotros”. Esto hace referencia a Génesis 50:2425, donde José reafirmó las promesas que Dios les había
hecho a Abraham, Isaac y Jacob de que Dios llevaría su
simiente a la tierra de Canaán y se la daría a ellos por
herencia: “Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir;
mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta
tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob. E
hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios
ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos”.
En un sentido, aunque José estaba muerto, siguió
hablando (cf. He. 11:4). Aunque murió antes del tiempo
del cumplimiento de la promesa de Dios con respecto a
la Tierra Prometida, José entró a la promesa por fe. Esto
quiere decir que un hombre o una mujer pueden morir
antes del tiempo de la promesa y aun así heredar la
bendición de otra generación. En otras palabras, con fe
y visión, las personas pueden apropiarse y entrar a las
bendiciones de futuras generaciones.
130
EL VIAJE DE ISRAEL
De Sucot a Etam
Desde Sucot, los hijos de Israel viajaron a Etam. Leemos
en Éxodo 13:20-22: “Y partieron de Sucot y acamparon
en Etam, a la entrada del desierto. Y Jehová iba delante
de ellos de día en una columna de nube para guiarlos
por el camino, y de noche en una columna de fuego para
alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.
Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube
de día, ni de noche la columna de fuego”.
De Etam a Pi-hahirot, Migdol y Baalzefón
Desde Etam, los hijos de Israel viajaron a Pi-hahirot,
cerca de Migdol y Baal-zefón, como se registra en Éxodo
14:2: “Di a los hijos de Israel que den la vuelta y
acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar
hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al
mar”. “Baal” significa “señor”, y “Zefón” se deriva de
la raíz de una palabra hebrea que significa “escondido”
u “oscuro”. Por lo tanto, uno de los significados de Baalzefón es “el señor de la oscuridad”. El Señor los llevó a
una experiencia oscura para darles una gran victoria y
destruir a sus enemigos.
10. La persecución de Faraón
El Señor endureció el corazón de Faraón e hizo que
persiguiera a los hijos de Israel, para así poder ejecutar
Su juicio final sobre él y sobre los egipcios (Ex. 14:5-12).
“Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados
CAPÍTULO 4
131
están en la tierra, el desierto los ha encerrado. Y yo
endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y
seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán
los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así”
(Ex. 14:3-4).
La actitud de los hijos de Israel es muy interesante. Leemos
en Éxodo 14:10-11: “Y cuando Faraón se hubo acercado,
los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los
egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel
temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron
a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has
sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has
hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?”
Cuando los hijos de Israel vieron que Faraón los estaba
persiguiendo, dijeron que desearían no haber salido de
Egipto. Quizá algunos piensen que los hijos de Israel
dijeron eso porque tenían mucho miedo.
Desgraciadamente, he visto a creyentes expresar los
mismos sentimientos en situaciones difíciles. Muchos
creyentes desean haberse quedado donde estaban en el
mundo, porque habría sido mucho más fácil para ellos
al no tener batallas que pelear. No es por casualidad
que esta situación esté escrita en las Escrituras para
nosotros. Hemos de reconocer la actitud del corazón
de algunas personas.
Siguieron diciendo en Éxodo 14:12: “¿No es esto lo que
te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los
egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios,
que morir nosotros en el desierto”. Es triste pero cierto
132
EL VIAJE DE ISRAEL
que a las personas les gustan las ataduras. “Pues toleráis
si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno
toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da
de bofetadas” (2 Co. 11:20). La NVI dice: “Aguantan
incluso a cualquiera que los esclaviza, o los explota, o
se aprovecha de ustedes, o se comporta con altanería, o
les da de bofetadas”. No todos quieren ser liberados de
sus ataduras.
Hace unos años, varios ministros oraron por una mujer
que tenía unos 60 demonios. Pudieron echar a la mayoría
de los demonios, pero entonces se enfrentaron a algunos
que eran especialmente fuertes y se negaban a salir.
Entonces nos pidieron a mi esposa y a mí que fuéramos y
les ayudáramos a orar para que salieran los pocos
demonios que quedaban. Por la gracia de Dios, mediante
la oración pudimos echar a todos los demonios excepto a
uno. Cuando llegamos al último demonio, vino un ángel
caído y fortaleció al demonio. Había una razón por la que
no podíamos echar fuera a ese último demonio: ¡ella no
quería dejarlo!
Nosotros sabíamos que Dios quería liberar a aquella mujer,
y que Él podía hacerlo. Le dijimos: “Usted puede ser
liberada si quiere ser liberada”. El demonio quería salir
porque no soportaba el poder de Dios, pero ella no le
permitía salir. Entonces el ángel caído habló a través de
esta mujer: “Permítanme recordarles respetuosamente que
el hombre fue creado un poco menor que los ángeles”.
Quería que todos supiéramos que estaba presente, y que
no era un demonio pequeño. Cuando fortaleció al
CAPÍTULO 4
133
demonio, no pudimos hacer nada al respecto. Como la
mujer quería seguir aferrada a su atadura, no había nada
más que pudiéramos hacer por ella.
Más tarde, esa misma noche, la mujer le dijo a sus amigos:
“Yo pude haber sido liberada esta noche, pero quería seguir
con mi atadura”. Algunas personas aman sus ataduras.
Aquí, en el mar Rojo, vemos la misma actitud reflejada
en los israelitas: “Déjanos servir a los egipcios”.
135
Capítulo 5
DESDE EL MAR ROJO
HASTA SINAÍ
1. El cruce del mar Rojo
Cuando los hijos de Israel vieron que Faraón los perseguía,
el temor los dominó (Ex. 14:10). Moisés intentó disipar sus
temores: “Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes,
y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque
los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre
los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis
tranquilos” (Ex. 14:13-14). En el liderazgo, debemos
mantener una actitud de “no temáis”, como hizo Moisés.
En su temor, los israelitas decidieron acelerada y
precipitadamente volver a Egipto. El peor momento para
tomar una decisión es durante un periodo de oscuridad y
dificultad, cuando todo va mal. Nunca tome una decisión
cuando se sienta desanimado y abatido.
Lamentablemente, he visto a muchas personas apartarse
del Señor y casarse con la persona errónea mientras están
en ese estado. Cuando salen de ese tiempo de regresión,
han acumulado algo de lo que nunca se podrán deshacer.
Dios dijo a través de Moisés: “estad firmes, y ved la
salvación que Jehová hará hoy…”. Amados, estad firmes
136
EL VIAJE DE ISRAEL
durante esos tiempos de oscuridad y dificultad. Permítame
repetir esto: nunca tome una decisión en un momento
de desánimo y abatimiento.
La orden de “avanzar” de Dios
El Señor dijo a Moisés en Éxodo 14:15: “¿Por qué clamas
a mí? Di a los hijos de Israel que marchen”. Cuando esté
buscando dirección y Dios está en silencio, mantenga el
curso que esté siguiendo en ese momento.
Hace muchos años, mi esposa y yo estábamos en Camerún,
en África occidental. Necesitábamos dirección, pues no
sabíamos qué se suponía que debíamos hacer después.
No estábamos seguros de si volver a Inglaterra, o irnos a
América o Zaire. Escribimos a la junta directiva de nuestra
misión, Evangelical Missions Home, pidiendo dirección
en cuanto a si debíamos o no ir a Zaire, pero no recibimos
ninguna respuesta. Sin embargo, el Señor nos dijo que el
ángel del Señor iría delante de nosotros y nos estaría
esperando en Zaire.
Nos estábamos quedando en una ciudad llamada Myuka,
que se conoce como la tumba del hombre blanco. Aun en
los folletos de publicidad del país se advierte a los
visitantes que no vayan allí. El calor era tan intenso que
teníamos que irnos a la cama todas las tardes desde las
2:00 hasta las 4:00. Sencillamente no podíamos movernos.
Hacía tanto calor, que después de haber estado en la cama
un rato, podíamos ver la silueta de nuestros cuerpos en
las sábanas debido a la transpiración. El promedio de
expectativa de vida en aquella ciudad era de sólo 40 años.
CAPÍTULO 5
137
Una tarde, estaba yo acostado en la cama mirando
fijamente a la pared y vi unas hormigas que caminaban,
atravesando una tabla donde se había derramado keroseno.
Como ya sabe, las hormigas dependen de su sentido del
olfato para orientarse, o por el contrario, una hormiguita
va hasta que se encuentra con otra que le dice que va por
buen camino y que puede continuar. Así es como viajan.
El keroseno había hecho que perdieran el rastro de su
propio olor. Podía adivinar que estaban confundidas y no
estaban seguras a dónde debían ir. Algunas de ellas se
rindieron y se dieron la vuelta, así que no llegaron a su
destino. No pudieron avanzar más. Sin embargo, otras
tenían determinado su curso por la hormiga anterior, así
que perseveraron y siguieron su curso atravesando el
keroseno. Una vez que hubieron cruzado el keroseno,
recuperaron el rastro y llegaron a su objetivo. El Señor
me habló una tremenda verdad mediante esta experiencia:
“En tu camino hay sectores que tienen keroseno. Mantén
tu curso y al final recuperarás la senda”.
Por consiguiente, aunque no habíamos recibido una
respuesta por parte de la junta directiva de nuestra misión,
decidimos mantenernos en ese curso y continuar a Zaire.
Mientras viajábamos, yo seguía sintiendo la siguiente
palabra del Señor: “Mi ángel estará contigo”. Le dije a mi
esposa que deberíamos ser los últimos en bajarnos del avión.
Cuando bajamos, vi que alguien levantaba un cartel con
mi nombre, y Dios me dijo: “¿Viste?, te dije que mi ángel
estaría aquí esperándote”. Debido a que habíamos seguido
avanzando en el Señor, volvimos a recuperar nuestro curso;
habíamos recuperado nuestro “olor” espiritual.
138
EL VIAJE DE ISRAEL
¿Qué es lo que quiero decir? Si usted está caminando en
la dirección que Dios ha ordenado para su vida y de pronto
las cosas se vuelven muy confusas y no puede oír a Dios,
no tema. Siga a través de la “mancha de keroseno” y
recuperará su curso nuevamente. Si cambia de dirección,
perderá su curso y no podrá cumplir su misión. Esa era la
posición de los hijos de Israel en ese momento.
El Señor dijo: “Marchen”. Por lo tanto, cruzaron el mar
Rojo. Antes de hacerlo, Dios realizó otro milagro. “Y
tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y
divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del
mar, en seco. Y he aquí, yo endureceré el corazón de
los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en
Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su
caballería” (Ex. 14:16-17).
La oscuridad y la luz
El Señor hizo que la columna de nube dividiera el
campamento de Israel del campamento de Egipto. El
campamento egipcio estaba en completa oscuridad,
mientras que el campamento hebreo estaba lleno de luz.
“Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de
Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la
columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se
puso a sus espaldas, e iba entre el campamento de los
egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas
para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda
aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros”
(Ex. 14:19-20). Dios estaba controlando al enemigo. Dios
es siempre el Señor de cada situación.
CAPÍTULO 5
139
La división de las aguas
En Éxodo 14:21-22 el Señor dividió las aguas del mar
Rojo y los hijos de Israel pasaron por tierra seca. “Y
extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová
que el mar se retirase por recio viento oriental toda
aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas
quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron
por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como
muro a su derecha y a su izquierda”. Algunos dicen que
los hijos de Israel pudieron cruzar el mar Rojo porque
estaba muy bajo. Dicen que era un pequeño pantano, y
que por eso les resultó fácil cruzar por tierra seca. Sin
embargo, habría hecho falta un milagro aún mayor que
la división de las aguas para hacer que todo el ejército
egipcio, incluidos sus caballos, se ahogaran en un charco
de agua.
La problemática de los egipcios
Cuando los egipcios perseguían a los israelitas, el Señor
los turbó. Leemos en Éxodo 14:23-25: “Y siguiéndolos
los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar,
toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a
caballo. Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová
miró el campamento de los egipcios desde la columna
de fuego y nube, y trastornó el campamento de los
egipcios, y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó
gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de
delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra
los egipcios”. El Señor hizo que las ruedas de sus carros
se salieran.
140
EL VIAJE DE ISRAEL
La vuelta a su lugar de las aguas
Leemos en Éxodo 14:27-28: “Entonces Moisés extendió
su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió
en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban
con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del
mar. Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la
caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado
tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno”. Dios salvó
a Israel aquel día de la mano de los egipcios.
El simbolismo del cruce del mar Rojo
Es crucial que conozcamos bien la historia, porque el cruce
de los hijos de Israel por el mar Rojo es un evento muy
importante de la historia. Se hace referencia al mismo
muchas veces en la Escritura (Nm. 21:14, Dt. 11:4, Jos.
2:10; 4:23; 24:6, Neh. 9:9, Sal. 106:9-11, 22; 136:13-15,
Hch. 7:36, He. 11:29). Hay muchas verdades y lecciones
espirituales conectadas con este evento que nos atañen a
usted y a mí.
Como mencionamos anteriormente, nuestro viaje
comienza en Egipto al participar de la sangre del Cordero,
y al experimentar la salvación. También comenzamos
nuestra fiesta de los Panes sin levadura, mediante la cual
seguimos alimentándonos de la Palabra pura de Dios.
Luego llegamos al mar Rojo, que es simbólico del
bautismo en agua, y después de ser salvos por la sangre
del Cordero y comenzar a participar de la Palabra de Dios,
el siguiente paso importante en la vida cristiana es ser
bautizado en agua. El bautismo en agua es también un
CAPÍTULO 5
141
acto de justicia (Mt. 3:15). Leemos en 1 Corintios 10:1-2:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros
padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron
el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube
y en el mar”.
Las personas en el movimiento carismático dicen que el
acontecimiento importante es el bautismo en el Espíritu
Santo, y que el bautismo en agua no importa. Sin embargo,
deberíamos observar que el acto del bautismo en agua
rompe las ataduras de la vida pasada, así como los lazos
denominacionales.
Egipto representa la esclavitud, como Moisés dijo en
Éxodo 13:3: “Tened memoria de este día, en el cual habéis
salido de Egipto, de la casa de servidumbre”. El bautismo
en agua puede liberarnos de muchas ataduras de nuestra
vida pasada. No las rompe todas, pero sí algunas.
Otro aspecto importante del cruce del mar Rojo fue que
los israelitas comenzaron a creer en el Señor y en su
líder: Moisés. Hizo que la fe aumentara. Leemos en
Éxodo 14:31: “Y vio Israel aquel grande hecho que
Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a
Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo”.
El cruce del mar Rojo llevó a cabo muchas cosas en las vidas
de los israelitas, pero no quitó de sus corazones el amor por
Egipto. En todo su viaje por el desierto, los israelitas
quisieron volver a Egipto cada vez que algo iba mal
(Ex. 14:11-12; 16:3; 17:3; Nm. 11:5, 20; 14:4). Ellos habían
salido de Egipto, pero Egipto no había salido de ellos.
142
EL VIAJE DE ISRAEL
Hay un dicho que dice: “Puedes sacar a un niño de la
granja, pero no puedes sacar la granja del niño”. Usted
puede sacar a una persona de su ambiente, pero eso no
significa que haya sacado el ambiente del corazón de la
persona. Ocurre lo mismo con el bautismo en agua; nos
separa del mundo, pero no purifica por completo nuestros
corazones del amor a este mundo.
¿Cuál fue el propósito del cruce del mar Rojo (bautismo
en agua) para los hijos de Israel?
1. El mar Rojo separó a los hijos de Israel de Egipto,
conocido como la casa de servidumbre.
2. Rompió muchas ataduras del pasado. Salieron del
poder de Faraón. ¡Su poder sobre ellos fue roto!
3. Destruyó a los enemigos que intentaban llevarlos
de nuevo a Egipto.
4. Estimuló la fe en el Señor y en el liderazgo.
5. Trajo muerte a la vida anterior, y les permitió vivir
una vida nueva para Dios.
La fiesta de las Primicias
Como creyentes, celebramos espiritualmente la fiesta de
la Pascua cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, y
la fiesta de los Panes sin levadura al meditar
continuamente en la Palabra de Dios (Sal. 1:2). Las
fiestas de la Pascua y los Panes sin levadura se celebraron
en Egipto.
CAPÍTULO 5
143
La tercera fiesta es la de las Primicias. Leemos en Levítico
23:10-11: “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando
hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su
mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de
los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá
la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el
día siguiente del día de reposo la mecerá”.
En 1 Corintios 15:20-21 Pablo explicó que Cristo es la
primicia de los muertos: “Mas ahora Cristo ha resucitado
de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Porque por cuanto la muerte entró por un hombre,
también por un hombre la resurrección de los muertos”.
Así, en este sentido, la fiesta de las Primicias representa
la vida resucitada.
El bautismo en agua nos identifica con la muerte,
sepultura y resurrección de Cristo. Pablo desarrolla este
tema en Romanos 6:3-5: “¿O no sabéis que todos los
que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? Porque somos sepultados
juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de
que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la
semejanza de su muerte, así también lo seremos en la
de su resurrección”.
Colosenses 2:12 reafirma que el bautismo en agua
representa la vida resucitada: “Sepultados con él en el
bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los
144
EL VIAJE DE ISRAEL
muertos”. Después de haber sido bautizados en agua,
deberíamos comenzar a caminar en una nueva vida.
Por lo tanto, podemos relacionar el cruce del mar Rojo,
que representa el bautismo en agua y la vida resucitada,
con la fiesta de las Primicias, que también simboliza la
vida resucitada. Aunque no existe registro de que los hijos
de Israel celebraran esta fiesta cuando salieron de Egipto,
ya que fue instituida más adelante, debía celebrarse el día
siguiente al día de reposo de la Pascua. Sabemos que
salieron de Egipto y cruzaron el mar Rojo después de haber
celebrado la Pascua. Las fiestas se explicarán con mayor
detalle más adelante.
2. El cántico de Moisés
Mientras los hijos de Israel estuvieron en la tierra de
Egipto, su enemigo no fue sometido. Habían escapado de
su enemigo, pero Faraón aún los estaba persiguiendo. Dios
no sólo libró de forma gloriosa a Su pueblo de Egipto al
cruzar el mar Rojo, sino que también destruyó a Faraón y
a todos sus ejércitos.
En Éxodo 15:1-19, encontramos el “cántico de Moisés”
registrado para nosotros. Leemos en Éxodo 15:1-2:
“Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico
a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha
magnificado grandemente; ha echado en el mar al caballo
y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido
mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi
padre, y lo enalteceré”.
CAPÍTULO 5
145
Esta es una verdad muy importante para nosotros. Cuando
tenemos un enemigo, debemos asegurarnos de que nuestro
enemigo esté totalmente destruido. Es imperativo destruir
al enemigo completamente para que no continúe
persiguiéndonos.
En algunos lugares, hay iglesias que tienen problemas
perpetuos. Generalmente el problema se remonta a varias
generaciones atrás. Quizá hubo avivamientos años antes,
y consiguieron alcanzar ciertas bendiciones, pero después
no se ocuparon del enemigo. El resultado fue que el
enemigo regresó y causó problemas para las generaciones
futuras. Debemos perseverar en la batalla hasta el final
cuando estamos lidiando con poderes espirituales, para
que no sólo los expulsemos sino también los dominemos.
En Apocalipsis 15:3 vemos a los santos victoriosos de
Dios en el cielo cantando el cántico de Moisés: “Y cantan
el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del
Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus
caminos. Rey de los santos”.
He visto a personas liberadas de la esclavitud que
fracasaron en tratar con la raíz de la atadura y, por
consiguiente, la atadura los siguió persiguiendo y los
volvió a atrapar. El rey David dijo que persiguió a sus
enemigos implacablemente hasta que fueron totalmente
destruidos (2 S. 22:38-41).
Especialmente en nuestras familias, cuando hay problemas
que han llegado a nosotros de generaciones previas,
146
EL VIAJE DE ISRAEL
debemos detener las ataduras aquí y ahora. Quizá se
saltaron una generación que consiguió obtener cierto
dominio sobre ellas, pero luego llegaron a la siguiente
generación. Por la gracia de Dios, debemos atarlas y
mandarlas al infierno para que no vuelvan a obstruir a
futuras generaciones ni influenciar a otras personas.
Cuando el poder del enemigo queda roto y atado en el
infierno, ya no puede obtener fortaleza aunque haya algún
área de vulnerabilidad en nuestra vida.
Visión del monte Sion
Moisés habló de Sion como el destino final de los hijos
de Israel en Éxodo 15:17: “Tú los introducirás y los
plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar de tu
morada, que tú has preparado, oh Jehová, en el santuario
que tus manos, oh Jehová, han afirmado”. El Señor sacó
de Egipto a los hijos de Israel para llevarlos a la Tierra
Prometida, al monte Sion, el lugar de Su morada.
El monte del que se habla aquí no es el monte Sinaí, porque
el monte Sinaí estaba situado en el desierto, y no en la
tierra de su herencia. Sólo puede referirse al monte Sion.
Esto se confirma en el Salmo 78:54, 68: “Los trajo
después a las fronteras de su tierra santa, a este monte
que ganó su mano derecha… Sino que escogió la tribu de
Judá, el monte de Sion, al cual amó”.
Es muy importante que un creyente sepa hacia dónde
va, y dónde está su herencia. Como hemos observado
anteriormente, el viaje de Israel representa el viaje
espiritual de los cristianos. Por lo tanto, ya que hemos
CAPÍTULO 5
147
establecido claramente que el destino final de los hijos
de Israel era el monte Sion, también podemos decir que
la meta y destino final de los creyentes es el monte
Sion celestial.
En Hebreos 12:22-23 se reitera que nuestra meta es el
monte Sion: “Sino que os habéis acercado al monte de
Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a
la compañía de muchos millares de ángeles, a la
congregación de los primogénitos que están inscritos en
los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los
justos hechos perfectos”. No debemos quedarnos cortos
ni conformarnos con un lugar por debajo de nuestra
herencia en esta vida.
Hace muchos años realmente experimenté la muerte física,
y el ángel del Señor vino y me llevó al cielo. Después de
haber cruzado el río en el cielo, se me mostró toda mi
vida en forma de episodios. En este punto de mi vida, me
di cuenta de que debemos rendir cuentas de algo más
que sólo las obras que hayamos hecho mientras vivimos
en esta carne. El Señor me mostró que yo había muerto
antes de mi tiempo señalado y que no había completado
el plan de Dios para mi vida. En su misericordia, el Señor
me permitió volver a la tierra y me dio otra oportunidad
para terminar Su propósito para mi vida.
Desde aquella experiencia, he tenido una carga constante
no sólo por mi vida, sino también por los creyentes a los
que enseño: incluso antes de la fundación del mundo Dios
tenía un plan, una meta y una herencia para nosotros.
No debemos dejar de alcanzar nuestra herencia.
148
EL VIAJE DE ISRAEL
El Señor había previsto que la
No debemos dejar
generación de los hijos de
de alcanzar
Israel que salió de Egipto
nuestra herencia.
entrara en la Tierra Prometida.
Lamentablemente, murieron
en el desierto debido a su desobediencia y falta de fe. No
fue sino hasta la generación de David que llegaron al
monte santo de Sion.
María la profetisa
En Éxodo 15:20-21, leemos sobre María, la hermana de
Moisés, quien tomó un pandero y dirigió a las mujeres en
cántico y danza para el Señor: “Y María la profetisa,
hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas
las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en
extremo se ha engrandecido; ha echado en el mar al
caballo y al jinete”. Claramente, María fue designada
profetisa. En Efesios 4:11 tenemos los cinco dones
ministeriales. Obviamente, una mujer puede ser profetisa.
Me gustaría hacer dos comentarios sobre el hecho de que
las mujeres estén en el ministerio. En primer lugar, los
hermanos deberían aceptar a las hermanas que tengan un
llamado al ministerio. En segundo lugar, las hermanas que
hayan recibido un llamado de Dios deberían darse cuenta
de que ellas también pueden tener un llamado, como
María. Esto es muy importante, porque en algunos países
las mujeres no son aceptadas, y batallan mucho pensando
que el ministerio es sólo para los hermanos.
CAPÍTULO 5
149
3. Las aguas amargas
Una cosa para la que debemos preparar a las personas
en la vida cristiana es la decepción. Después de la
experiencia del mar Rojo, los hijos de Israel viajaron
durante tres días por el desierto y no pudieron encontrar
agua. Luego hallaron agua en Mara, pero era amarga y no
podían beberla. Leemos en Éxodo 15:22-24: “E hizo
Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al
desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto
sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no pudieron beber
las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le
pusieron el nombre de Mara. Entonces el pueblo murmuró
contra Moisés y dijo: ¿Qué hemos de beber?”
Habrá momentos de amargura en nuestro viaje
espiritual para nosotros como creyentes. Debemos saber
cómo vencer la amargura en nuestra vida personal,
porque la amargura es muy peligrosa. Hebreos 12:15
dice: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar
la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de
amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados”. La amargura se reproduce rápidamente.
Si una persona tiene amargura, fluirá a muchos, muchos
corazones. La amargura se establece porque las
personas endurecen sus corazones cuando son heridas,
y resisten la gracia de Dios que está disponible.
La amargura entra a nuestra vida cuando fracasamos
en apropiarnos de la gracia de Dios para vencer las
decepciones. Podemos ser decepcionados por una
persona, una situación o por lo que una persona nos ha
150
EL VIAJE DE ISRAEL
hecho; sin embargo, hay gracia disponible para cada
prueba y para cada circunstancia. ¡Siempre es posible
sobreponernos y triunfar!
¿Cuál es la clave para vencer la amargura? La vemos en
Éxodo 15:25: “Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró
un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron.
Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó”. La clave
fue el árbol, que tipifica la cruz. Para obtener la victoria
sobre la amargura, (1) debemos ir a la cruz, entendiendo que
no tenemos ningún derecho por nosotros mismos. Después
de haber ido a la cruz, (2) debemos dar un segundo paso, que
es perdonar. El perdón tiene sus raíces en el tercer paso,
que es (3) olvidar. No podemos perdonar de verdad a menos
que olvidemos lo que ha ocurrido.
En Génesis 41:51 encontramos un principio espiritual que
traerá victoria en nuestra vida si somos capaces de
apropiarnos de ello y luego practicarlo: “Y llamó José el
nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me
hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre”.
Este versículo habla del primogénito de José, Manasés,
uno de los dos hijos que tuvo después de salir de prisión.
Manasés significa “olvido”. José dijo que el Señor le hizo
olvidar todo su trabajo y sufrimiento. El nombre del
segundo hijo de José fue Efraín, que significa “doble
fruto”; así, vemos que olvidar es lo que nos conduce a
una vida cristiana fructífera.
Cuando mi esposa y yo vivíamos y ministrábamos en Suiza
hace muchos años, dirigíamos una escuela bíblica en el
interior de un hotel. Teníamos gente de toda Europa que
CAPÍTULO 5
151
venía a pedirnos consejo. Tuvimos muchas sesiones de
consejería difíciles, algunas duraban varias horas mientras
la gente abría su corazón y nos contaba todos los pecados
con los que batallaban. Por la gracia de Dios, recibíamos
la clave para cada situación, y salían victoriosos.
Sin embargo, yo comencé a sentirme como un pozo negro
porque había acumulado todo el conocimiento de sus
pecados, y cuando volvía a ver a esas queridas personas
podía recordar todo lo que me habían contado. Oré y dije:
“Señor, yo no puedo seguir así”. Él me dijo: “Pídeme tu
Manasés (olvido). Cuando hayas finalizado la consejería
vuelve a tu habitación y pídeme que te dé tu Manasés”.
Para ilustrar mi punto, es como un niño que se quita un
sombrero y se pone otro. Lo único que usted debe hacer
es orar: “Señor, me estoy quitando este viejo sombrero
y todos sus pensamientos, y me estoy poniendo un
sombrero nuevo. Me estoy poniendo a Manasés”.
Después de eso, pude mirar a esas queridas personas a
las que había aconsejado, ¡sin recordar ni una sola cosa
de lo que me dijeron! Dios puede darle un olvido santo
como se lo dio a José.
Es maravilloso y necesario tener el olvido de Dios en la
consejería. Muchas personas están en la necesidad de un
consejero de confianza, de quien recibir consejería, y quizá
alguien a quien confesar para poner en orden ciertas cosas:
alguien que no le contará a otros su sensibilidad en las
luchas. No quieren tener que mirar al consejero después y
pensar: “Tiene un almacén con todos mis secretos”.
152
EL VIAJE DE ISRAEL
Con un Manasés, yo podía mirar literalmente a una
persona y no acordarme de lo que me ha compartido.
Cuando las personas regresan y me preguntan si recuerdo
lo que me habían contado, no puedo ni siquiera acordarme
de haberles dado consejería. Olvidar es algo poderoso.
¡Mantiene libres nuestros espíritus!
El primer lugar donde se debe practicar el olvido santo es
en el hogar. Debería funcionar con los maridos y sus
esposas, y entre padres e hijos.
No puedo dejar de enfatizar la necesidad del olvido
santo para los pastores. Un pastor joven probablemente
verá en su primera congregación el mismo tipo de personas
que tuvo el rey David en el desierto, aquellos que estaban
en deudas, angustiados y descontentos (véase 1 S. 22:2).
Por lo general, este suele ser el caso, a menos que usted
suceda a un buen pastor que ya le haya dejado todo limpio,
lo cual es muy dudoso. A menudo tendremos todo tipo de
personas diciendo cosas sobre nosotros, cosas que son
ciertas, y algunas que no son ciertas. Las más dolorosas
son las palabras que son ciertas, porque las que no son
ciertas podemos dejarlas resbalar como el agua por la
espalda de un pato.
Cuando alguien diga algo, vaya rápidamente a Dios y
pídale su olvido santo. Esto quiere decir que podemos
tener paz y victoria. Comience a practicar esto de
inmediato para que pueda triunfar en las aguas de Mara
(experiencias amargas). Cuando tenga la victoria en su
propia vida, podrá impartírsela a otros.
CAPÍTULO 5
153
La cualidad de tolerancia significa “ser capaz de aguantar
el mal en el corazón de una persona con la que Dios aún
no ha tratado”. Pablo dijo en Efesios 4:1-2: “Yo pues,
preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de
la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad
y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a
los otros en amor”.
Como líder, usted puede tener una necesidad seria en su
propia vida, y quizá diga: “Dios, por favor trata con esto”.
Sin embargo, quizá Dios trate primero con todo lo demás.
Eventualmente, Él pondrá remedio a aquello que más
nos preocupa. Dios tiene Su orden cuando trata asuntos
en la vida de una persona. A veces es necesario tener a
ciertas personas en la congregación que tienen problemas
serios que Dios aún no ha tratado. Esto tiene el propósito
de desarrollar una cualidad especial de tolerancia en
nuestras vidas. Debemos aprender a contenernos ante
las faltas que vemos en otros, y también las que vemos
en nosotros mismos.
Me acuerdo de varias personas con las que hemos tenido
que estar en contacto con bastante frecuencia. Son
lindas personas, pero con problemas serios en sus vidas.
A veces hemos sentido que teníamos que dejar de
relacionarnos con ellos por esos problemas, pero Dios
nos ha dicho repetidamente: “Yo trataré eso en Mi
tiempo, y ahora lo estoy usando para desarrollar
tolerancia en ustedes”.
Recuerde: Dios está deseoso de formar líderes. Por lo
tanto, Él no sólo selecciona al pastor para la congregación,
154
EL VIAJE DE ISRAEL
sino que también escoge a la congregación para el pastor.
Por consiguiente, deberíamos darle gracias a Dios por
nuestra congregación, que ha sido especialmente
escogida para trabajar en nosotros Su naturaleza y
cualidades.
4. El Señor nuestro Sanador
Hemos pasado por las aguas de Mara, y ahora nos
movemos a Éxodo 15:26, donde el Señor dijo: “Si oyeres
atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto
delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y
guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las
que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy
Jehová tu sanador”. Aquí se nos presenta a Cristo, Aquel
que nos sana.
La sanidad divina está en la expiación. En la Gran
Comisión, el Señor dijo en Marcos 16:15-18: “Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los
que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”. El
Señor nos ordenó imponer manos sobre los enfermos, con
una promesa de que se recuperarían. La sanidad divina es
una parte del evangelio.
CAPÍTULO 5
155
5. Elim
Los hijos de Israel viajaron a Elim, donde había 12 fuentes
de agua y 70 palmeras (Ex. 15:27; Nm. 33:9). Este
versículo revela varias verdades con respecto al desarrollo
y la organización de una iglesia. El número “doce” habla
de gobierno, el grupo gobernante de una iglesia. Una
fuente es para saciar la sed de otros. Un líder, por tanto,
es una fuente que debe tener agua brotando en su propio
corazón, fluyendo para otros (Pr. 10:11).
El Señor Jesucristo dijo en Juan 4:14: “Mas el que bebiere
del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el
agua que yo le daré será en él una fuente de agua que
salte para vida eterna”.
Como líderes, debemos asegurarnos de que nuestra fuente
de agua esté siempre abierta, y que no se detenga. Una
manera en que podemos detener o secar nuestra fuente es
viviendo en el pasado. Esto le ocurre a muchos. En una
reciente conferencia, estábamos hablando con algunos
hermanos que nos visitaban sobre un hombre al que todos
conocíamos. Este es el informe que ellos me dieron:
“¡Ahora vive en el pasado! Está perpetrando lo que Dios
solía hacer, y no está viviendo en una experiencia actual
de Dios”. Él se había quedado en una meseta y no había
continuado en su caminar con Dios, hasta Su santo monte.
En otras palabras, su fuente se secó (cf. Ap. 3:1).
En una de las escuelas bíblicas a las que asistí, había una
pareja maravillosa que luego se hicieron pastores. Les vi
cinco años después, y el nivel de nuestra conversación
156
EL VIAJE DE ISRAEL
era el mismo que habíamos tenido en la escuela bíblica.
Desgraciadamente, no habían avanzado en Dios. Cada uno
de nosotros necesitamos una experiencia actual en Dios,
algo que Dios nos esté hablando en este momento.
En Elim, también vemos 70 palmeras. Setenta es el
número del liderazgo. Las palmeras hablan de justicia
(Sal. 92:12). Isaías 61:3 habla de “…árboles de justicia,
plantío de Jehová, para gloria suya”. Por lo tanto, tenemos
aquí una de las cualidades del liderazgo. Los ancianos tienen
que ser como palmeras: justos y rectos. Además, la gente
recta debe rodearse de otros que sean justos.
Elim era un oasis en el desierto, y de la misma manera,
los líderes deben ser un oasis para su rebaño. Al mismo
tiempo, un líder debe ser justo, una fuente que sacia el
alma sedienta y un ejemplo para otros.
6. La necesidad de comida
Ahora Israel se enfrenta a otra prueba. Había escasez de
alimento. Leemos en Éxodo 16:1-3: “Partió luego de Elim
toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al
desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince
días del segundo mes después que salieron de la tierra de
Egipto. Y toda la congregación de los hijos de Israel
murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les
decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por
mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos
sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan
hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto
para matar de hambre a toda esta multitud”.
CAPÍTULO 5
157
Cuando Israel fue tentado con carencia por un tiempo, no
pasaron la prueba. Nosotros también seremos probados
en esta área de una forma o de otra. Seremos probados
económicamente. Dios busca fidelidad aún en tiempos
de aprietos. Él quiere saber si le serviremos aún cuando
nuestro estómago no esté del todo satisfecho.
Dios respondió su clamor con maná y con codornices,
como leemos en Éxodo 16:4: “He aquí yo os haré llover
pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente
la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi
ley, o no”. Dios dijo: “Les estoy dando una cierta porción
cada día y no más”. A veces, quizá por un largo periodo
de tiempo, Dios nos da sólo lo que necesitamos y nada
más. Tenemos suplidas nuestras necesidades, pero, si se
me permite decirlo así, no tenemos suficiente para los
deleites. Quizá no tengamos suficiente para nuestros
deseos, sino sólo para nuestras necesidades. Me refiero
no sólo a la comida, sino también a otras áreas de la vida.
A menudo estos problemas surgen en el campo misionero.
Puede que las personas digan: “Quiero esto, esto y esto.
Quiero este tipo de casa. Quiero un auto nuevo. No quiero
que mis hijos crezcan en este área”, y cosas semejantes.
Se me parte el corazón, porque están viviendo en
Éxodo 16:4, donde Dios ha limitado sus recursos. Tienen
suficiente, pero desean comodidades adicionales, incluso
comodidades que quizá otros no tienen. Dios les ha dado
lo necesario, pero no están satisfechos.
Por lo tanto, nuestros deseos y preferencias deben ser
crucificados para que podamos darle gracias a Dios por
158
EL VIAJE DE ISRAEL
lo que sea que Él escoja proveernos. Hay un pasaje
hermoso que expresa bien la excelente actitud del apóstol
Pablo. Pablo dijo: “No lo digo porque tenga escasez, pues
he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia;
en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado
como para tener hambre, así para tener abundancia como
para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece” (Fil. 4:11-13).
No hay nada que rompa más el corazón que escuchar a un
ministro quejarse por lo que tiene o no tiene. Esa actitud
fluye en su mensaje, y las aguas que fluyen de su boca
son tanto amargas como dulces.
A veces Dios derrama sobre nosotros abundantemente, y
hemos de aprender a vivir con abundancia sin caer en el
lujo excesivo. O, como dijo el profeta Ezequiel, comer y
beber en cantidades limitadas (Ez. 4:9-11). Pablo usa la
frase: “He aprendido”. Esto no es algo que venga de forma
natural. Es necesario que aprendamos a vivir con lo que
Dios nos da.
Si queremos pasar el desierto para llegar hasta la Tierra
Prometida, y luego a Sion, debemos aprender a estar
contentos con lo que Dios nos da (Nm. 14:22-23).
La desobediencia de Israel
Dios dijo claramente que el maná había de ser recogido
cada día y no almacenado. Después, el sexto día, había
una doble porción que recoger para que el día de reposo
CAPÍTULO 5
159
(el séptimo día), pudieran descansar. Algunos
desobedecieron, recogiendo y almacenando el maná, como
leemos en Éxodo 16:20: “Mas ellos no obedecieron a
Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y
crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés”.
Por consiguiente, en Éxodo 16:28 dice: “¿Hasta cuándo
no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?” Los
israelitas fueron muy desobedientes.
7. La necesidad de agua
Los israelitas murmuran
de nuevo contra Moisés
En Éxodo 17:2-3 leemos cómo el pueblo estaba realmente
listo para apedrear a Moisés a causa de su sed. Criticaban
a Moisés, diciendo: “Y altercó el pueblo con Moisés, y
dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo:
¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?
Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés,
y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos
de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?”
Repetidamente, vemos un corazón malo de falta de fe en
los israelitas. Nuevamente querían volver a Egipto.
Me acuerdo de un ministro y su esposa en Francia. Habían
sido maestros en una escuela secular durante 15 años antes
de comenzar a pastorear. Ellos se enfocaban
continuamente en lo que habían dejado: “Hemos
renunciado a quince años de antigüedad para estar en el
ministerio”. Estaban constantemente mirando hacia atrás.
160
EL VIAJE DE ISRAEL
La esposa de Lot se convirtió en una estatua de sal porque
miró atrás. Los israelitas no llegaron a la Tierra Prometida
porque también estaban siempre mirando hacia atrás. Hay
una escritura en Eclesiastés 7:10 que advierte: “Nunca
digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados
fueron mejores que estos? Porque nunca de esto
preguntarás con sabiduría”. Por lo tanto, debemos tener
mucho cuidado de no decir en nuestras vidas: “Nuestros
días de antes eran mejores que estos”.
Ir a la roca
Leemos en Éxodo 17:4-5: “Entonces clamó Moisés a
Jehová, diciendo: ¿Qué hare con este pueblo? De aquí a
un poco me apedrearán. Y Jehová dijo a Moisés: Pasa
delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de
Israel; y toma también en tu mano tu vara con que
golpeaste el río, y ve”. En este caso, vemos que los
israelitas necesitaban agua; por consiguiente, Dios guió a
Moisés a la fuente de agua, e Israel bebió. Fue necesaria
la intervención de Moisés.
La obediencia absoluta es necesaria para un líder. Un líder
siempre tiene que ir delante del pueblo; un pastor debe
ir siempre delante del rebaño. La tarea de un pastor es
buscar cuáles son las necesidades de la congregación. El
líder no sólo debe estar al frente de la congregación, sino
que también debe ser la cabeza espiritual.
CAPÍTULO 5
161
8. La guerra contra Amalec
Mientras Israel estaba en Refidim, Amalec llegó e hizo
guerra contra Israel (Ex. 17:8-16). Amalec era el nieto de
Esaú (Gn. 36:12). Como la mayoría de ustedes saben, Esaú
era un hombre de impulsos; por lo tanto, habla de deseos
carnales. Así, los amalecitas representan espíritus de deseos
carnales. Uno de los obstáculos contra los que tendremos
que luchar y vencer en la congregación es la carnalidad.
Este relato de Éxodo 17:8-16 es muy interesante. Mientras
Moisés levantaba sus manos, Israel prevalecía, y cuando
las bajaba, Amalec prevalecía. El punto que quiero
enfatizar es este: estas batallas no fueron batallas rápidas,
no se terminaron en unos minutos.
A veces, nuestras batallas contra la carnalidad y los deseos
carnales son bastante largas. Un líder debe perseverar
hasta que tenga la victoria final para que él y la
congregación estén totalmente libres de los apetitos
carnales. Nuestra meta es obtener la declaración de Pablo:
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de
contentamiento” (1 Ti. 6:6).
9. Delegación
En Éxodo, capítulo 18, tenemos lo que se ha denominado
“Jetrogación”. Cuando Jetro (el suegro de Moisés) llevó
a la familia de Moisés con él al desierto, Moisés salió
para encontrarse con él y le declaró todas las bondades
que Dios había mostrado a los hijos de Israel (Ex. 18:5).
162
EL VIAJE DE ISRAEL
Leemos el relato en Éxodo 18:10-19: “Y Jetro dijo: Bendito
sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la
mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los
egipcios. Ahora conozco que Jehová es más grande que todos
los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció
contra ellos. Y tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y
sacrificios para Dios; y vino Aarón y todos los ancianos de
Israel para comer con el suegro de Moisés delante de Dios.
Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al
pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana
hasta la tarde. Viendo el suegro de Moisés todo lo que él
hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el
pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está
delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés
respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para
consultar a Dios. Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo
juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de
Dios y sus leyes. Entonces el suegro de Moisés le dijo: No
está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también
este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado
pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. Oye ahora mi
voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el
pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios”.
Jetro le estaba diciendo a Moisés: “No intentes llevar esta
gran carga tú solo. Escoge hombres competentes que puedan
llevar la carga contigo. Si lo haces, serás capaz de aguantar”.
Delegar la autoridad es algo que todo líder debe aprender.
Éxodo 18:20 señala el papel de un líder: “Y enseña a ellos
las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por
donde deben andar, y lo que han de hacer”. Desde el
CAPÍTULO 5
163
púlpito enseñamos a la congregación los caminos, leyes y
mandamientos de Dios. Les mostramos el camino por el
que deben andar y la obra que deben hacer.
El arte del liderazgo está basado en la capacidad de
delegar autoridad y responsabilidad a otros. A medida
que crezca su iglesia, debe pasar más tiempo levantando
su liderazgo y dándoles responsabilidades.
Hoy día, a estos individuos responsables (co-pastores) se
les llama normalmente jefes de grupo. Los requisitos para
estos líderes se encuentran en Éxodo 18:21-22: “Además
escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud,
temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la
avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares,
de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al
pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a
ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la
carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo”.
Debemos recordar que el pastor debería reunirse con
el grupo de líderes por separado, aparte de la
congregación, e instruirlos. Hay otro versículo en el
Nuevo Testamento que tiene que ver con esto: “Lo que
has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a
hombres fieles que sean idóneos para enseñar también
a otros” (2 Ti. 2:2). La clave para una buena delegación
es enseñar a sus líderes, y a cambio ellos le ayudarán a
cuidar del descanso del rebaño.
Una persona puede supervisar a 10,000 personas si se
organiza bien y tiene un equipo de líderes capacitados
164
EL VIAJE DE ISRAEL
que le ayuden. Sin embargo, a veces es voluntad de Dios
dividir a la congregación en varias iglesias, pues podría
multiplicarse mejor de ese modo. Todo depende del lugar,
y por supuesto, de la mente del Señor.
Tener múltiples servicios el domingo por la mañana no
siempre es lo mejor, porque se tiende a tener dos
congregaciones en una iglesia, y puede resultar muy difícil.
En los Hechos de los Apóstoles, había un problema para
hacer frente a la multiplicación. Leemos en Hechos 6:1:
“En aquellos días, como creciera el número de los
discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los
hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas
en la distribución diaria”. Los apóstoles necesitaron a
muchos más líderes calificados para que les ayudaran a
cuidar del rebaño y ocuparse también de otros asuntos
más pequeños.
En Hechos 6:2-4, realizaron un consejo y tomaron una
decisión: “Entonces los doce convocaron a la multitud
de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones
de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y
nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de
la palabra”.
A nivel personal, con todas las responsabilidades que tengo
(con el liderazgo de una congregación y una escuela
bíblica, y también con muchos compromisos con otros
CAPÍTULO 5
165
países), tengo que delegar autoridad. La gente viene
continuamente y me pregunta: “¿Puede conseguirme esta
computadora?” o “¿De qué color pinto los contenedores
de la basura?” Yo he tenido que decir: “Tome usted la
decisión”. Un líder no puede tener su mente llena de esas
cosas. Por lo tanto, debemos asignar a las personas ciertos
cargos y decirles: “Dentro de lo razonable, le he dado
autoridad, así que tome usted la responsabilidad de
solucionar esos asuntos, y si es demasiado difícil para
usted, entonces acuda a mí”.
Todo el universo de Dios depende en delegar. Él equipa
a las personas para ciertas responsabilidades. Lo último
que el líder debería estar haciendo es usar un martillo y
clavos cuando debería de estar estudiando la Palabra de
Dios y orando. Dios tiene a otros que pueden clavar
clavos. Ahora bien, no vaya a su iglesia y diga: “Yo soy
el pastor, así que jamás me verán clavar un clavo”. Hay
veces en que los ministros están llamados a ayudar en
tareas pequeñas, especialmente cuando la iglesia o el
ministerio es pequeño”.
Hace muchos años tuve la responsabilidad de supervisar
la construcción de varios miles de casas para la gente en
Guatemala después de un terremoto, y hasta me subí a los
techos y clavé unos clavos. Afortunadamente estuvo bien
hecho. Lo único que estoy diciendo es que el líder no puede
estar preocupado con todos los pequeños detalles, sino
que debe asegurarse de que alguien más esté al cuidado
de las tareas más pequeñas. Está claro que en la Iglesia
primitiva los pastores se dedicaban a la oración y al estudio
de la Palabra.
166
EL VIAJE DE ISRAEL
¿Qué es una iglesia? Es una reunión de creyentes. En
algunos lugares de África, no tienen edificios. En un
poblado de Kenia, su iglesia era un lugar bajo un árbol
con tres palos y piezas de madera entre ellas que se usaban
como asientos. De hecho, no necesitamos edificios muy
elaborados. Dios podría tener una iglesia provista por la
naturaleza; no obstante, esto obviamente no funcionaría
en una ciudad.
Para terminar, la clave de la “Jetrogación”, como lo hemos
llamado, es escoger a personas de buena reputación a quien
podamos darles tanto responsabilidad como autoridad.
Una vez que haya escogido a alguien, compruebe que el
trabajo o la tarea se haya hecho, pero no se involucre en
los detalles, déjelo hacer su trabajo.
167
Capítulo 6
EL MONTE SINAÍ
1. El viaje al monte Sinaí
Los israelitas habían llegado ahora al monte Sinaí: “En el
mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra
de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí.
Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí,
y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante
del monte” (Ex. 19:1-2).
La idea que estoy desarrollando es que cuando llegaron a
Sinaí, acamparon ante el monte Sinaí en el mes tercero, y la
fiesta del tercer mes es la fiesta de Pentecostés. Por lo tanto,
Sinaí es un tipo de Pentecostés, y los eventos que se producen
en el monte Sinaí están relacionados con la experiencia
pentecostal. Son un tipo de lo que ocurre en el bautismo del
Espíritu Santo. Es una verdad hermosa, porque a menudo
equiparamos el bautismo del Espíritu Santo simplemente con
hablar en otras lenguas. De hecho, hay muchas otras
bendiciones encerradas en la experiencia pentecostal.
2. Ser llamados
a la presencia de Dios
Antes que nada, los israelitas fueron llamados a entrar a
la presencia de Dios: “Y Moisés subió a Dios; y Jehová
168
EL VIAJE DE ISRAEL
lo llamó desde el monte, diciendo:
Así dirás a la casa de Jacob, y
anunciarás a los hijos de Israel”
(Ex. 19:3). El Señor habló a
Moisés de forma muy clara y le dio
determinadas promesas a Israel.
Por lo tanto, podemos ver que en
el monte Sinaí tenemos la
presencia de Dios y Su voz.
El bautismo
del Espíritu
Santo hace
que la
presencia de
Dios se abra
ante nosotros
de una forma
completamente
nueva
El bautismo del Espíritu Santo
hace que la presencia de Dios se
abra ante nosotros de una forma completamente nueva.
Oímos a Dios hablándonos de una forma que nunca antes
habíamos conocido.
Llevados sobre alas de águila
Estas son algunas de las promesas que Dios dio a Israel.
En Éxodo 19:4, el Señor dijo: “Vosotros visteis lo que
hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas,
y os he traído a mí”. Dios quiere que seamos “cristianos
águilas”. Un águila tiene características peculiares que
son muy importantes.
Una característica de las águilas es que sus ojos tienen la
capacidad de ver cosas que están muy cerca, pero también
tienen unas lentes telescópicas que les permiten ver cosas
que están muy lejos. Es importante que como cristianos,
y especialmente como líderes, tengamos ojos de águila.
Debemos prestar atención a los detalles de la vida, pero
también tener una visión de largo alcance.
CAPÍTULO 6
169
A mi esposa no le gustan las serpientes. Este versículo de
Éxodo 19:4 cobró vida para nosotros cuando éramos
misioneros en Camerún, donde había serpientes por todos
lados. En África anochece con mucha rapidez. Cuando se
habla del África negra, es muy negra. Uno puede tocar
literalmente la oscuridad. Obviamente, uno no puede
detener su vida a las seis de la tarde.
No había carreteras en el área donde vivíamos, sólo
pequeños senderos por los que caminar. No sólo teníamos
que llevar una linterna, sino también teníamos que atarnos
linternas en los pies para ver el camino porque había
serpientes por todos lados. Esta experiencia nos dio un
nuevo entendimiento del Salmo 119:105: “Lámpara es a
mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi caminar”. La Palabra
de Dios nos muestra que necesitamos ver el camino, y
también, que ilumina nuestras circunstancias presentes.
Así son los ojos de un águila: tienen una visión de corto y
de largo alcance.
Volviendo al tema de mi esposa y su aversión por las
serpientes, una noche el Señor le dio a mi esposa un
sueño. Ella iba caminando por un lugar con hierba muy
espesa, y allí había una serpiente. Sin embargo, como
la serpiente le tuvo miedo, se escapó. Este sueño se
cumplió al día siguiente cuando ella estaba caminando
en ese mismo lugar que había visto. Apareció una
serpiente, y al ver a mi esposa se escondió bajo la
maleza. Algo que tuvimos que aprender en África y en
algunos de esos otros países es que Dios le dio a Adán,
y a todos nosotros, dominio sobre el reino animal. Si
no les tenemos miedo, y caminamos hacia ellos,
170
EL VIAJE DE ISRAEL
retrocederán. Los demonios nos tienen mucho temor,
no por lo que somos, sino por Aquel que está en
nosotros. Las serpientes tienen miedo de las águilas.
Dios quiere que seamos “cristianos águilas” que no
teman a los espíritus malignos o demonios. La
oscuridad no prevalece ante la luz, sino que la luz
prevalece ante la oscuridad. Esta debe ser siempre
nuestra actitud.
Me acuerdo de una querida hermana que tuvo que pasar
toda una noche en una casa embrujada. La gente había
visto allí apariciones, especialmente en la habitación en
la que ella estaba. Esa noche, aquellas horribles
apariciones le despertaron bruscamente, y ella
simplemente dijo: “¿Qué haces perturbando mi paz y
descanso? ¡Ahora vete!” La aparición se fue de inmediato.
Esa es la actitud de un “cristiano águila”. Recuerde: el
águila va tras la serpiente; la serpiente huye del águila, y
nunca es al revés.
El tesoro especial de Dios
El Señor dijo en Éxodo 19:4-5: “… os tome sobre alas de
águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a
mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial
tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la
tierra”. Los hijos de Israel, y sin duda aquellos que han
sido redimidos por Cristo en la Era de la Iglesia, son el
tesoro especial de Dios porque Él ha pagado un gran precio
por nosotros. Nunca pagamos un alto precio por algo que
no valoramos.
CAPÍTULO 6
171
Un reino de sacerdotes
En Éxodo 19:6 el Señor continúa: “Y vosotros me seréis
un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las
palabras que dirás a los hijos de Israel”. El plan de Dios
era que toda la nación fuera ordenada para convertirse en
reyes y sacerdotes. La Iglesia recuperó lo que Israel perdió.
Primera de Pedro 2:5, 9 hace referencia a los redimidos
como un sacerdocio real: “Vosotros también, como piedras
vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a
Dios por medio de Jesucristo. Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable”. Somos
llamados a ser hechos reyes y sacerdotes.
Apocalipsis 5:9-10 lo confirma: “Y cantaban un nuevo
cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos
has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo
y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.
Primera de Samuel 2:8 dice: “Él levanta del polvo al
pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle
sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque
de Jehová son las columnas de la tierra, y él afirmó sobre
ellas el mundo”.
172
EL VIAJE DE ISRAEL
3. La santificación del pueblo
En Éxodo 19:10 hay una hermosa santificación del pueblo:
“Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y
mañana; y laven sus vestidos”. Algunos quizá se pregunten
cómo se relaciona esto con el bautismo del Espíritu Santo;
de hecho, es un requisito para recibir el bautismo. Este
requisito a veces se pasa por alto. Consiste en la obediencia:
debemos obedecerlo a Él. Esto lo vemos en Hechos 5:32:
“Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también
el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le
obedecen”. Así, hay una cierta medida de obediencia
requerida para recibir el bautismo del Espíritu Santo.
Otra pastora y yo estábamos celebrando una reunión para
los que quisieran recibir el bautismo del Espíritu Santo.
Cierta señora que pasó al frente pidiendo oración, había
estado clamando a Dios: “Señor, bautízame en el Espíritu
Santo”. La pastora dijo en su corazón: “Señor, seguro que
esta hermana lo va a recibir”. Entonces el Señor abrió sus
ojos, y ella vio a esta mujer como Dios la veía. En ese
momento entendió por qué la mujer no podía recibir el
Espíritu. No estaba viviendo en obediencia.
Me gustaría darle otro ejemplo. Un hermano estaba
buscando el bautismo del Espíritu Santo, y mientras oraba,
el Señor le habló: “Entra en la otra habitación y suelta el
pájaro que tienes en tu jaula”. Ese pájaro no había nacido
en cautividad, sino que él lo había capturado y enjaulado.
Obedeciendo completamente como un niño a Dios, fue a
la otra habitación, abrió la jaula y soltó al pájaro. ¡Tan pronto
como obedeció, recibió el bautismo del Espíritu Santo!
CAPÍTULO 6
173
A veces Dios requiere un acto de obediencia antes de
darnos el bautismo del Espíritu Santo. ¡Él es quien bautiza!
Por lo tanto, tenga mucho cuidado de poner énfasis en
estos principios en su congregación. Hay veces en las que
Dios dice: “Te bautizaré en el Espíritu Santo, pero primero
requiero que respondas a eso que te he estado pidiendo”.
Por eso, debemos cumplir toda la Escritura.
Cuando buscamos el bautismo del Espíritu Santo, es bueno
que la gente pase y esté en silencio delante del Señor para
que Él pueda hablarles. Si hay algo en sus vidas sobre lo
que Dios esté poniendo su dedo porque no están
obedeciendo, deben arreglarlo antes de orar. ¡Es increíble!
Las personas que han estado buscando el bautismo durante
años, reciben su bautismo tan pronto como realizan un
pequeño acto de obediencia requerido.
4. Recibiendo la Ley
En Éxodo 20 vemos que Moisés recibió la Ley: los Diez
Mandamientos. Básicamente están divididos en dos partes,
sobre dos tablas de piedra. La primera parte trata sobre
nuestras obligaciones hacia Dios (mandamientos 1-4), y
la segunda parte tiene que ver con nuestras obligaciones
hacia los demás (mandamientos 5-10).
Tenemos que ser muy claros en que los Diez Mandamientos
tienen alcance hoy día. En ningún lugar se sugiere que estos
Diez Mandamientos hayan sido revocados. El Señor
Jesucristo nos enseñó claramente en Mateo 5:17: “No
penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas;
no he venido para abrogar, sino para cumplir”.
174
EL VIAJE DE ISRAEL
¿Cómo nos afecta la Ley? Romanos 8:4 nos dice
claramente que la Ley ha de cumplirse en nosotros: “Para
que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no
andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.
¿Cuál es el nuevo pacto? La respuesta se encuentra en
Hebreos 8:10: “Pondré mis leyes en la mente de ellos, y
sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y
ellos me serán a mí por pueblo”. No es la ley escrita sobre
tablas de piedra, sino la ley de Dios escrita en nuestros
corazones. Recuerde que en el momento del bautismo del
Espíritu Santo, debe haber una nueva apreciación por las
leyes de Dios.
Los Diez Mandamientos
1. No tendrás dioses ajenos delante de mí (20:3)
2. No te harás ninguna imagen ni te inclinarás a
ella ni la honrarás (20:4-5)
3. No tomarás el nombre de tu Dios en vano
(20:7)
4. Santificarás el día de reposo (20:8)
5. Honra a tu padre y a tu madre (20:12)
6. No matarás (20:13)
7. No cometerás adulterio (20:14)
8. No robarás (20:15)
9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio
(20:16)
10. No codiciarás (20:17).
CAPÍTULO 6
175
5. La confirmación
del pacto con Israel
En Éxodo 23:20-33 Dios confirmó de forma maravillosa
Su pacto con Israel. El Señor llamó a Moisés y a los
ancianos a subir al monte a encontrarse con Él en
Éxodo 24:1-2: “Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová,
tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de
Israel; y os inclinaréis desde lejos. Pero Moisés solo se
acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el
pueblo con él”.
Luego leemos en Éxodo 24:7-8: “Y tomó el libro del pacto
y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas
las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces
Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He
aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros
sobre todas estas cosas”.
6. Cuarenta días
y noches en el monte
Moisés pasó cuarenta días y noches en el monte (Ex. 24:18).
Leemos en Éxodo 24:9-10: “Y subieron Moisés y Aarón,
Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y vieron
al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un
embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está
sereno”. Ellos literalmente vieron a Dios. Yo soy de la
opinión de que en el bautismo del Espíritu Santo, el Señor
realmente llega a ser muy claro. A veces tenemos visiones
176
EL VIAJE DE ISRAEL
de Cristo o visiones del cielo, y esto es lo que ellos
experimentaron. Todo esto ocurrió en el monte Sinaí.
Estoy intentando presentar estas verdades para que pueda
ver hasta dónde llegan las bendiciones del bautismo del
Espíritu Santo.
7. El modelo del Tabernáculo
Durante ese tiempo Moisés también recibió el modelo
para el Tabernáculo (Ex. 25-31).
El Tabernáculo tenía tres secciones:
1. El Atrio Exterior (100 x 50 x 5 codos o 46 x
23 x 2.30 metros)
2. El Lugar Santo (20 x 10 x 10 codos o 9.20 x
4,60 x 4.60 metros)
3. El Lugar Santísimo (10 x 10 x 10 codos o 4.60
x 4,60 x 4.60 metros)
Por consiguiente, el área de superficie total del Atrio
Exterior es 1,500. En la numeración bíblica, 1,500
representa los 1,500 años de la Era de la Ley, desde Moisés
hasta Cristo. La medida del Lugar Santo, debido a que tenía
una cubierta, se convierte en una medida cúbica de 2,000,
que representa la Era de la Iglesia, desde la primera venida
de Cristo hasta Su Segunda Venida. La medida del Lugar
Santísimo es 1,000, que representa el reino del Milenio de
Cristo sobre la tierra. Vemos así que con el bautismo del
Espíritu Santo (el monte Sinaí) obtenemos un entendimiento
de los propósitos de Dios para la Era de la Iglesia.
CAPÍTULO 6
177
8. El becerro de oro
Los hijos de Israel comenzaron a impacientarse mientras
esperaban que Moisés regresara del monte Sinaí. Leemos
en Éxodo 32:1 sobre cómo acudieron a Aarón
demandándole: “Viendo el pueblo que Moisés tardaba
en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón,
y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante
de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó
de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya
acontecido”. Leemos en Éxodo 32:4 acerca de Aarón, el
pastor asistente de Moisés y profeta, haciendo un becerro
de oro y diciendo: “Entonces dijeron: Israel, estos son
tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto”.
Vemos cómo combinaron su idolatría y la adoración a
Dios, como se describe en Éxodo 32:5: “Y viendo esto
Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó
Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová”. Dios
hubiera querido que esto sólo hubiera sucedido en Israel,
pero lamentablemente, esta mezcla de adoración, idolatría
y espíritus ocurre también en las iglesias pentecostales.
Recuerdo que hace años, cuando me encontraba en una
iglesia en Suiza, había una mezcla muy grande durante el
servicio. Dios abrió mis ojos y vi en la plataforma a un
ángel del Señor y a un demonio. La unción estaba ahí,
pero también había influencia de otras cosas. ¿Por qué?
Porque la gente no estaba consagrada, y había pecado en
medio de ellos.
178
EL VIAJE DE ISRAEL
9. La respuesta
de los levitas al llamado
Entonces Moisés se puso en la puerta del campamento y
dijo: “¿Quién está del lado del Señor?” Los levitas
respondieron al llamado y se pusieron del lado del Señor
(Ex. 32:26). Las otras once tribus no escogieron estar del
lado del Señor. Hay una decisión, que al final se resume
en: ¿quién está realmente del lado del Señor? Leví tuvo
que tomar una postura contra sus propios hermanos.
A veces, cuando somos llamados a tomar una decisión
entre seguir a Cristo y estar con los hermanos, por la
gracia de Dios, debemos tomar la decisión correcta de
estar del lado de Cristo. Si queremos ser amigos de todos,
nunca llegaremos a Sion. Cuando Israel finalmente llegó
al monte Sion muchos años después, fue la tribu de Leví
mayormente la que habitó allí.
Como hemos dicho antes, con respecto al viaje, aunque
fue un viaje geográfico desde Egipto hasta la Tierra
Prometida y a Sion, es un patrón y prototipo del viaje que
cada uno de nosotros debe realizar en su vida cristiana.
Como líderes, seremos responsables de llevar a nuestras
iglesias a Sion. Por lo tanto, no es meramente un estudio
académico sino una manera de vivir.
CAPÍTULO 6
179
10. La intercesión
de Moisés por Israel
En los siguientes puntos, me gustaría resaltar algunos de
los problemas a los que se enfrentan los que están en el
liderazgo. Una cosa es verlo desde el punto de vista de
los hijos de Israel, y otra cosa verlo desde el punto de
vista de Moisés.
Debemos de entender la increíble tentación que deberá
enfrentar un líder, y la prueba de su actitud. La tentación
se describe en Éxodo 32:9-10: “Dijo más Jehová a
Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo
de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi
ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación
grande”. Dios dijo: “Acabaré con ellos y haré de ti una
nación mayor”. Sin embargo, Moisés pensó más en los
hijos de Israel que en él mismo. Él pensaba en el honor de
Dios. Aquí vemos la actitud de un verdadero líder; Moisés
se identificó con el pueblo (véase Ez. 20:10-17).
Moisés intercedió por Israel de nuevo en Éxodo 32:3132: “Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego,
pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se
hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y
si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito”.
En Romanos 9:1-3 Pablo dijo: “Verdad digo en Cristo,
no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu
Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi
corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado
180
EL VIAJE DE ISRAEL
de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis
parientes según la carne”. A veces, Dios necesita que un
líder interceda y aleje Su ira del pueblo cuando ellos son
muy rebeldes.
Un líder tiene que llevar a la congregación con él. ¡Cuántos
problemas afrontó Moisés! Uno de ellos fue la apostasía
(temporal) del pastor asistente: su propio hermano Aarón.
Sin embargo, a través de todo ello, Moisés fue capaz de
vencer. Se necesita de un gran hombre para vencer todos
estos problemas. La actitud de muchos es: “Bueno, yo
sigo adelante de todos modos”. La actitud de Moisés fue:
“Señor, tráelos a todos”.
Un líder necesita compensaciones por las presiones
añadidas. Esto se reconoce en el mundo empresarial. Los
que administran las posiciones más elevadas tienen
muchas compensaciones. Reciben autos de empresa, casas
y viajes al extranjero. No estoy sugiriendo que eso sea lo
que deberíamos tener. Nuestra compensación,
espiritualmente, es que tenemos una relación con Dios y
más de Su presencia. Los levitas no recibieron una
herencia en la Tierra Prometida, porque su herencia era el
Señor mismo (Dt. 10:9).
11. Dios habla con él cara a cara
La compensación que Moisés recibió fue que Dios hablaba
con él cara a cara, como un hombre habla con su amigo,
tal como vemos en Éxodo 33:11: “Y hablaba Jehová a
Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su
compañero”. Vemos su respuesta al Señor en
CAPÍTULO 6
181
Éxodo 33:15: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no
nos saques de aquí”. Moisés era muy consciente del hecho
de que la presencia de Dios tenía que estar ahí todo el
tiempo. Es muy importante que no emprendamos algo sin
la presencia de Dios.
Moisés clamó en Éxodo 33:18: “Te ruego que me muestres
tu gloria”. Moisés no pidió nada para sí mismo; solamente
anhelaba ver la gloria de Dios. Un líder tiene que estar
en sintonía hasta el punto de desear sólo una cosa en
la vida: Cristo mismo.
El rey David dijo en el Salmo 27:4: “Una cosa he
demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa
de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la
hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”.
Como rey, David podía haber tenido prácticamente
cualquier cosa que una persona pudiera desear, pero lo
único que quería era al Señor.
Podemos ver este mismo corazón en el apóstol Pablo cuando
exclamó en Filipenses 3:8: “Y ciertamente, aun estimo todas
las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento
de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido
todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.
Los creyentes, y en especial los líderes, serán destruidos
si sus deseos y afectos no están puestos completamente
en el Señor. Si el mayor deseo de un líder es tener una
iglesia grande, un hermoso edificio, una gran cantidad de
dinero, popularidad, una posición o un ministerio
prestigioso, él seguramente será arruinado.
182
EL VIAJE DE ISRAEL
¿Cuál es nuestro verdadero deseo? En las Escrituras, las
personas que poseían todas esas bendiciones tenían un
sólo deseo: la persona del Señor Jesucristo. Podemos estar
decepcionados en cualquier otra área de la vida y aún así
triunfar, porque el gozo y la plenitud de la presencia de
Dios no nos lo pueden quitar. El Señor le dijo a María:
“María ha escogido la buena parte, la cual no le será
quitada” (Lc. 10:39-42). Ella simplemente se sentó en la
presencia del Señor.
Yo he tenido el privilegio de conocer a muchas personas
que tienen éxito en su vida cristiana, y me han dicho:
“Tenemos una gran congregación y prosperidad en todas
las áreas, pero realmente no significa nada para nosotros.
En lo único que estamos interesados es en encontrarnos
con Dios. Realmente dejaríamos todo esto si eso
significara conocer mejor a Cristo”. Deberíamos tener
esta misma actitud en nuestro corazón, porque podríamos
perderlo todo en esta vida; sin embargo, si todas esas
cosas no significan nada para nosotros, no habríamos
perdido nada.
Jesús nunca anheló una posición terrenal. Pablo dijo:
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no estimó
el ser igual a Dios” (Fil. 2:5-6). Este versículo se podría
traducir así: “No pensó en ello (como algo a lo cual
aferrarse)”. No se aferre a la posición. Significa muy, muy
poco. Las cosas que no podemos perder deben ser
nuestro deseo ardiente y nuestra meta. Podría usted
aparentemente tenerlo todo y no tener lo más importante:
Cristo mismo.
CAPÍTULO 6
183
12. Segundo periodo de cuarenta
días y noches en el monte
Moisés pasó un segundo periodo de cuarenta días y
noches en el monte con Dios. (Compare Éxodo 34:28
con Éxodo 24:12-18). En Éxodo 34:6 el Señor se describió
a Sí mismo a Moisés. La manera en que Jehová se
describió a Sí mismo es muy interesante, porque es como
Él desea que le conozcamos:
1.
2.
3.
4.
5.
Dios es misericordioso
Dios es piadoso
Dios es tardo para la ira
Dios es grande en benignidad
Dios es grande en verdad
Estos son los cinco atributos más importantes de la
naturaleza de Dios. Por eso, cuando caminamos con Dios,
debemos dominar estas cinco áreas. La primera cualidad
que Dios quiere que el hombre conozca sobre Él es que
es misericordioso. Él quiere ser conocido como un Dios
misericordioso. Esta es la actitud del jefe de estado. El
jefe de estado por sí solo tiene la capacidad de mostrar
misericordia, de perdonar al condenado. Cuando
estudiemos el Tabernáculo de Moisés, descubriremos que
la mayor revelación de Dios está en el Propiciatorio. Dios
acampa sobre el Propiciatorio.
Bondad significa “incapaz de hacer mal”. Hace muchos
años, el Señor se me apareció y me dijo: “Tócame; Yo
soy todo bondad; soy incapaz de hacer mal”. Jesús dijo
184
EL VIAJE DE ISRAEL
en Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí”. Dios es
misericordioso, piadoso, tardo para la ira, grande en
benignidad y en verdad. Nosotros también debemos
dominar estas cinco cualidades.
13. La construcción
del Tabernáculo
La construcción del Tabernáculo de Moisés comenzó en
Éxodo 36, y se terminó de construir por completo en
Éxodo 40 (Ex. 40:2, 33). Las dimensiones y detalles del
Tabernáculo de Moisés comenzaron en Éxodo 25:8, pero
fueron interrumpidas por el episodio del becerro de oro y
la intercesión de Moisés en los capítulos 32 al 34.
¿Qué era exactamente el Tabernáculo? Era una tienda para
que Dios morara, o un santuario. También podía
representar una iglesia. Mientras seguían acampando en
Sinaí, Moisés recibió las ordenanzas para las fiestas y las
ofrendas, y todas las reglas para el sacerdocio. El
Tabernáculo era el santuario de Dios, como vemos en
Éxodo 25:8: “Y harán un santuario para mí, y habitaré
en medio de ellos”.
Un breve repaso de los pasos en el viaje de los hijos de
Israel podría ayudarnos. Moisés sacó de Egipto a la
congregación de Israel. Espiritualmente, esto representa
la salvación. Luego les guió a través del mar Rojo, lo cual
simboliza el bautismo en agua. De ahí les llevó al monte
Sinaí, que representa el bautismo del Espíritu Santo. El
CAPÍTULO 6
185
siguiente gran acontecimiento fue la construcción del
Tabernáculo, que representa la edificación de una iglesia.
Cuando la congregación de una iglesia ha sido bautizada
en el Espíritu Santo, y el Espíritu de Dios está fluyendo,
es el momento de edificar una iglesia. Espere la bendición
de Dios, porque cuando esté ahí habrá también un fluir de
las finanzas para poder construir. Hasta que Dios nos
instale permanentemente, tenemos que acampar en todo
tipo de pequeños edificios y tipos de células en hogares.
14. Consagración de Aarón
como sumo sacerdote
En Levítico fueron instituidas todas las ordenanzas y leyes
para las fiestas y las ofrendas de Israel. En Levítico 8:6,
Dios dijo a Moisés que consagrara a Aarón y a sus hijos:
“Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y
los lavó con agua”. Antes de que podamos ser consagrados,
debemos ser lavados espiritualmente. Después Moisés
ungió a Aarón en Levítico 8:12: “Y derramó del aceite de
la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para
santificarlo”. Es la unción del Espíritu Santo la que nos
santificará y nos consagrará para el ministerio.
Piense por un momento en la bondad de Moisés. Aarón
es quien introdujo la idolatría a los hijos de Israel con el
becerro de oro. Sólo piense en esto. Aquí está Moisés,
que está consagrado a Dios, sobre el monte recibiendo
revelación de Dios. Mientras está en el monte, su propio
hermano, su propio pastor asistente, está dirigiendo a los
186
EL VIAJE DE ISRAEL
hijos de Israel a la idolatría. Qué compasión de Dios y de
Moisés al señalar a Aarón como sumo sacerdote. ¡Es
esencial que perdonemos las transgresiones de la gente!
Dios es capaz de restaurar y dar cumplimiento a un
ministerio en alguien que haya pecado gravemente. Estoy
llegando a un punto que quiero volver a enfatizar. Puede
que tengamos un pastor asistente que nos falle, pero Dios
dice: “Recíbele de nuevo; ha aprendido bien la lección, y
se ha arrepentido de corazón”. Ser capaz de aceptarlo de
nuevo es la marca de un gran líder. El asunto importante
aquí es que el hombre que está arriba no destruya al que
ha fallado. La grandeza de Moisés es mostrada aquí.
15. El recuento del pueblo
Hemos visto que el Tabernáculo de Moisés se erigió y terminó
en Éxodo 40. En Levítico se instituyeron las fiestas y las
ofrendas. También, Aarón y sus hijos fueron consagrados
para el sacerdocio. Ahora llegamos al libro de Números,
donde aprendemos que se tomó un censo de las tribus.
Después, el campamento fue divinamente organizado,
cada tribu en su lugar apropiado, para facilitar la movilidad
ordenada cuando marchaban hacia la Tierra Prometida
(Nm. 2). Sólo la tribu de Leví fue separada del resto de
Israel para el servicio del Tabernáculo (Nm. 1:47-54).
16. La celebración de la Pascua
En Números capítulo nueve vemos a los israelitas
celebrando la fiesta de la Pascua exactamente un año
CAPÍTULO 6
187
después de salir de Egipto, en el día catorce del mes primero.
En este momento, habían estado en Sinaí unos diez meses
(Nm. 9:1-14). Todo estaba preparado para avanzar hacia
Cades-barnea cerca de la frontera de Canaán.
17. Moisés obtiene
la ayuda de Hobab
En Números 10:11-13 leemos que tras estar en el monte
Sinaí durante 11 meses, los hijos de Israel reanudaron su
marcha hacia Canaán: “En el años segundo, en el mes
segundo, a los veinte días del mes, la nube se alzó del
tabernáculo del testimonio. Y partieron los hijos de Israel
del desierto de Sinaí según el orden de marcha; y se detuvo
la nube en el desierto de Parán. Partieron la primera vez
al mandato de Jehová por medio de Moisés”. Dejaron
Sinaí en el mes segundo del año segundo, habiendo llegado
en el mes tercero del año anterior.
En Números 10:29 leemos: “Entonces dijo Moisés a
Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros
partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo
daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová
ha prometido el bien a Israel. Y él le dijo: Te ruego que
no nos dejes; porque tú conoces los lugares donde hemos
de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos”.
Aunque Moisés era más espiritual, solicitó la ayuda de
Hobab, lo cual muestra la gran humildad de Moisés.
Moisés, que conocía al Señor íntimamente, dependía de
expertos en varios campos para que le ayudaran. Es bueno
188
EL VIAJE DE ISRAEL
pedirle a Dios que nos rodee de especialistas. Es
absolutamente imposible que un hombre, sin importar que
tan espiritual es, sepa de todo. Isaac Newton, que vivió
en el siglo XVII, fue uno de los últimos hombres que sabía
un poco de todo. En aquel tiempo, el conocimiento sólo
había incrementado hasta cierto grado; sin embargo, hoy
día esto no es posible. Cuando tenemos una iglesia,
tenemos que pedirle al Señor que nos dé los especialistas
que necesitamos. Dios puede llenar nuestros lugares para
que cada necesidad quede cubierta, incluyendo artesanos
y técnicos de sonido.
Moisés, que fue una gran persona, dependía de Hobab
como si fuera sus ojos, ya que conocía el desierto mejor
que Moisés. Meditemos en esta actitud que tuvo Moisés.
189
Capítulo 7
DESDE SINAÍ
HASTA
CADES-BARNEA
1. El fuego de Dios
consume a los murmuradores
Los hijos de Israel se quejaron una vez más aún después
de todo lo que Dios había hecho por ellos; por
consiguiente, Dios los consumió con fuego. Leemos este
relato en Números 11:1-3: “Aconteció que el pueblo se
quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira,
y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno
de los extremos del campamento. Entonces el pueblo
clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se
extinguió. Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego
de Jehová se encendió en ellos”.
2. La multitud
mezclada desea carne
Leemos de otro problema en Números 11:4-6: “Y la gente
extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y
los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron:
¡Quién nos diera a comer carne! Nos acordamos del
pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos,
190
EL VIAJE DE ISRAEL
los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora
nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven
nuestros ojos”. Dios proveyó comida para los israelitas,
pero ellos querían la comida a la que estaban
acostumbrados en Egipto: pepinos, melones, puerros,
cebollas, ajos y carne.
Dios misericordiosamente nos da suficiente comida
nutritiva, pero a veces no nos da la comida que preferimos
o a la que estamos acostumbrados. Por ejemplo, la comida
inglesa es muy simple. Confío en que ninguno al que le
guste la comida rica sea llamado a Inglaterra. La comida
francesa es espléndida.
Hace años, fui de Inglaterra a Francia, y como buen inglés,
estaba acostumbrado a la comida simple. De repente, tenía
ante mí una comida muy rica que no había comido nunca.
Sin embargo, ¿sabe que era lo que más me apetecía?
¡Pastel de frutas inglés! Era terrible. Yo intentaba obtener
la victoria sobre mi deseo de comer pastel de frutas inglés,
y la liberación llegó en forma de una misionera inglesa
que me dijo: “Sé exactamente lo que necesita. ¿Podrá venir
a tomar el té de las cuatro?” Cuando llegué, me dijo: “Sé
qué es lo que usted quiere”. Y de su estantería sacó un
delicioso pastel de frutas inglés. Una vez conté esta historia
en Nueva Zelanda, y aparecieron once pasteles de frutas
en la siguiente reunión. Ahora, cada vez que vuelvo, hay
un pastel de frutas. ¡Me gustaría tener fruta (espiritual)
como esa cada vez que predico un mensaje!
En algunos de nuestros seminarios en el extranjero,
proveemos suficiente comida para todos, pero en algunos
CAPÍTULO 7
191
países, cuando damos carne y verduras pero sin arroz,
sienten que no han comido. Por lo tanto, la preferencia en
cuanto al apetito se refiere es un problema universal.
Uno de mis antiguos alumnos se encontró este problema
en Camerún. Quería cambiar a un pastor de una iglesia a
otra, pero el pastor dijo: “No puedo ir Massa, ellos no
cocinan como yo”. Debemos obtener la victoria sobre
nuestros apetitos para poder comer lo que nos pongan
delante (1 Co. 10:27). Esa es la única manera en que vamos
a vencer en nuestros ministerios en el extranjero. Uno de
mis amigos que es misionero en África comió solamente
arroz durante nueve meses; otro amigo en América Central
vivió exclusivamente de plátanos durante varios años. Él
me dijo: “Yo no sabía que era posible preparar plátanos
de tantas maneras diferentes”.
Moisés tuvo que soportar la queja constante de los israelitas.
Varios pastores vienen a mí y me dicen: “No sé si podré
soportarlo más; no puedo soportar tener que subir al púlpito
otra vez”. Cuando pregunto: “¿Por qué?”, me contestan:
“La gente se queja, rezonga y se molestan y enojan por
todo. No puedo hacer nada bien. Nada les agrada”. Sin
embargo, Moisés llevó ese asunto delante del Señor.
3. Moisés clama al Señor
En Números 11:10-11 leemos: “Y oyó Moisés al pueblo,
que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su
tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera;
también le pareció mal a Moisés. Y dijo Moisés a Jehová:
¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he
192
EL VIAJE DE ISRAEL
hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de
todo este pueblo sobre mí?”. ¡En qué posición tan difícil
se encontraba Moisés! Dios estaba enojado con ellos, el
pueblo estaba molesto, y el líder estaba en medio.
Hace años, en una situación donde los problemas eran
innumerables, el Señor me dio una visión. En la visión,
me mostró dos piedras de molino. Una piedra se movía
en una dirección y la otra en dirección contraria. El Señor
iba en el sentido de las agujas del reloj y la gente se movía
a la inversa. La gente se movía de forma contraria a Dios.
Luego vi una aceituna pequeña entre las dos piedras. Yo
era esa aceituna pequeña que iba a ser aplastada por las
piedras. Así es como una aceituna se convierte en aceite y
pierde su identidad. Esta es la clave de la unción. Es, en
palabras del apóstol Pablo, ser “de sobremanera
cargados” (2 Co. 1:8).
Padres y madres que crían
Moisés dijo al Señor en Números 11:12-13: “¿Concebí
yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me
digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al
que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?
¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este
pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne
que comamos”.
Recientemente, el Señor me dio una visión de una multitud
de bebés, y me dijo: “Nacerán multitudes en el reino de
Dios muy pronto en el avivamiento que viene, y Yo
necesito padres y madres que los críen”.
CAPÍTULO 7
193
Aquéllos que tienen hijos pequeños saben que ellos
necesitan mucha atención. No podemos esperar de un bebé
lo que haría un niño de cuatro o cinco años, o uno de diez
o de veinte años. Hay una nueva ola de avivamiento que
viene, y el Señor dijo: “Tienes que preparar a los que
puedan ser padres y madres que críen a esta cantidad de
niños”. Recuerde: debemos de cuidar de ellos.
Moisés es incapaz
de soportar al pueblo por sí solo
En Números 11:14-15, Moisés dijo a Dios: “No puedo yo
solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en
demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me
des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no
vea mi mal”. Moisés se sintió tan abrumado por la carga
de tener que cuidar de todos los israelitas, que hasta llegó
a pedir al Señor que le quitara la vida.
He escuchado a pastores clamar al Señor para que tome sus
vidas debido a que no pueden manejar por más tiempo los
conflictos y las presiones del ministerio. Muchas personas,
en su celo por hacer algo por el Señor, le piden que les dé
una iglesia en la que puedan ministrar. Sin embargo, no son
conscientes de las difíciles situaciones como ésta que les
esperan. El conflicto no está sólo en la iglesia; se puede
también derramar hacia la ciudad. Podemos tener toda una
ciudad contra nosotros, y ser un blanco de controversia.
Haríamos bien en tomar nota de estos versículos si somos
llamados a ser líderes, porque Moisés es un patrón para el
liderazgo.
194
EL VIAJE DE ISRAEL
4. Elección de los setenta ancianos
La respuesta de Dios al clamor de Moisés la tenemos en
Números 11:16-17: “Entonces Jehová dijo a Moisés:
Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que
tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y
tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen
allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y
tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y
llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú
solo”. El Señor le dijo a Moisés que reuniera a 70 ancianos
para ayudarle a llevar la carga del liderazgo.
Aquí hay una verdad interesante. Para cumplir un
ministerio o una tarea, Dios da la cantidad necesaria de
unción del Espíritu Santo. Así, había, una unción sobre
Moisés suficiente para llevar a esas personas. Sin embargo,
tuvo que quitarle a Moisés una porción del Espíritu y
colocarla sobre 70 ancianos para que pudieran tener la
unción necesaria para compartir la carga.
Si tenemos un pequeño rebaño, la unción será bastante
pequeña. Cuanto más grande es el rebaño, mayores son
las responsabilidades; por lo tanto, debe haber un aumento
proporcional de la unción de acuerdo a nuestras
responsabilidades.
Por ejemplo, cuando estaba en Gana enseñando a 150
líderes, la unción era fuerte, pero ese domingo por la
mañana, cuando estaba hablando a 2,000 miembros de la
congregación, la unción fue en realidad más débil. Eso
fue debido esto fue debido al hecho de que el nivel de
CAPÍTULO 7
195
espiritualidad de los miembros era considerablemente más
débil que el nivel de espiritualidad de los 150 líderes.
El apóstol Pablo dijo: “Pero a cada uno de nosotros fue
dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo”
(Ef. 4:7). Por lo tanto, la gracia (que es una capacitación
divina) nos es dada en función de nuestras tareas. Dios
nos da lo necesario.
5. La generosa actitud
de Moisés hacia otros profetas
En Números 11:25, el Señor tomó una porción de la unción
que estaba sobre Moisés y la colocó sobre los 70 ancianos:
“Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y
tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta
varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu,
profetizaron, y no cesaron”. Cuando los 70 ancianos
recibieron la misma unción que estaba sobre el profeta
Moisés, comenzaron a profetizar.
Leemos en Números 11:26-28: “Y habían quedado en el
campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro
Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu;
estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido
al tabernáculo; y profetizaron en el campamento. Y corrió
un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad
profetizan en el campamento. Entonces respondió Josué
hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y
dijo: Señor mío Moisés, impídelos”.
196
EL VIAJE DE ISRAEL
Aquello fue demasiado para Josué, especialmente cuando
dos de ellos, Eldad y Medad, profetizaron en aquel tiempo,
así que le dijo a Moisés: “Se supone que tú eres quien
debe estar profetizando, y no ellos”. He escuchado de
algunos ministros que han tenido la misma actitud de
Josué, al decir a sus congregaciones que solamente los
pastores de la iglesia pueden profetizar.
No obstante, observe la actitud generosa de Moisés hacia
ellos en Números 11:29: “Y Moisés le respondió: ¿Tienes
tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese
profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos”.
El deseo de un verdadero ministro es desarrollar a
las personas para que alcancen alturas mayores de
las que él mismo ha logrado. Por ejemplo, si un hombre
es maestro, su honra sería elevar a la gente a un nivel
mayor de entendimiento del que él mismo ha obtenido,
dándoles a sus alumnos un atajo hacia el conocimiento
de la Palabra de Dios.
6. Los que codiciaron
carne son sepultados
En Números 11:31-32 el Señor de forma milagrosa
proveyó codornices para que los hijos de Israel comieran:
“Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar,
y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un
lado, y un día de camino al otro, alrededor del
campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.
Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y
toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron
CAPÍTULO 7
197
codornices; el que menos, recogió diez montones; y las
tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento”.
Sin embargo, el juicio vino sobre aquellos que habían
codiciado la carne, como leemos en Números 11:33-35:
“Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que
fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en
el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy
grande. Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava,
por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso”.
Fueron muertos con una gran plaga de parte del Señor, y
fueron sepultados. Es muy difícil para un líder ver a Dios
juzgando a la congregación. El líder tiene que llevar a
cabo los funerales de quienes son juzgados.
7. Soportando la crítica
de Aarón y María
En Números capítulo 12, Moisés tuvo que soportar la
crítica de su propio hermano y hermana, Aarón y María.
Todos hubiéramos pensado que Aarón había aprendido la
lección. El pastor asistente debería haber estado
eternamente agradecido con su pastor por restaurarle en
el ministerio, pero no fue ese el caso.
Se habla primero de María, posiblemente porque era una
cuestión relacionada con la esposa de Moisés. Parece
que María aquí es la principal culpable porque es a la
que Dios castiga con lepra, pero Aarón siguió con su
crítica, cosa que no debía haber hecho. Los dos más
198
EL VIAJE DE ISRAEL
cercanos a Moisés se volvieron contra él en este
momento y le criticaron por causa de su esposa.
Hay razón para creer que Séfora, la primera esposa de
Moisés, había muerto , ya que nunca más se la vuelve a
mencionar en las Escrituras). Entonces Moisés se casó
con una mujer etíope. Este pasaje es vago y poco
concluyente, ya que Etiopía tenía una mezcla de razas,
tanto de blancos como de negros. Es un pasaje muy difícil,
así que no comentaré sobre ello porque no tenemos
ninguna evidencia firme que nos asegure cuál era la raza
de la nueva esposa. No obstante, María y Aarón criticaron
a Moisés. Moisés tuvo que soportar su crítica, y lo hizo
con un espíritu de mansedumbre. Dios desaprobó su crítica
y descendió. La respuesta del Señor a la crítica hacia
Moisés es notable: “Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras.
Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le
apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a
mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a
cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y
verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no
tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se
fue” (Nm. 12:6-9). Dios se lo tomó como algo personal
cuando la gente criticó a Moisés.
María quedó leprosa, y de nuevo Moisés ruega misericordia.
¿Ve las cargas tan tremendas del ministerio? El líder es el que
no puede fallar, no puede venirse abajo y no puede abandonar.
El líder tiene que ser un pilar. Tiene la responsabilidad de
soportar; no puede simplemente abandonar. Por eso se
necesitan años para desarrollar un liderazgo.
CAPÍTULO 7
199
8. El propósito del desierto
1. Tratar con el pecado en nuestra vida. El Señor usa
el desierto para tratar con el pecado en nuestra vida. En
Levítico 23:17, la ofrenda del día de Pentecostés era de
panes horneados con levadura, que representa el pecado.
Por lo tanto, el bautismo del Espíritu Santo no trata con
todos los pecados de nuestra vida. Hay otra fiesta llamada
la fiesta de la Expiación donde la naturaleza pecadora es
tratada. Esto ocurre en el cruce del río Jordán.
2. Producir fe y mansedumbre en nuestra vida.
Leemos en Cantar de los Cantares 3:6: “¿Quién es ésta
que sube del desierto como columna de humo, sahumada
de mirra y de incienso y de todo polvo aromático?” Al
comparar las nueve especias y frutas en Cantar de los
Cantares 4:12-14 con los nueve frutos del Espíritu en
Gálatas 5:22-23, podemos comprender el significado
espiritual de la mirra y el incienso. La mirra representa la
mansedumbre y el incienso simboliza la fe.
3. Hacernos expertos en la guerra espiritual. Los hijos
de Israel tuvieron que aprender cómo hacer guerra spiritual
en el desierto para que estuvieran preparados para derrotar
a los enemigos en la Tierra Prometida. Cantar de los
Cantares 3:8 ilustra esto: “Todos ellos tienen espadas,
diestros en la guerra; cada uno su espada sobre su muslo,
por los temores de la noche”.
4. Humillarnos y probarnos. Leemos en Deuteronomio
8:2 que uno de los propósitos del desierto fue humillar a
los hijos de Israel: “Y te acordarás de todo el camino por
200
EL VIAJE DE ISRAEL
donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en
el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo
que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus
mandamientos”. Es para ver si estaremos contentos con
lo que Dios nos da en el desierto (Dt. 8:16). ¿Estaremos
contentos y satisfechos con arroz u otra comida a la que
no estemos acostumbrados?
5. Darnos los tesoros escondidos en la oscuridad.
Leemos en Isaías 45:3: “Y te daré los tesoros escondidos,
y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy
Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”. En el
desierto experimentamos muchos momentos de oscuridad.
Hay tesoros en la oscuridad que no encontramos en la
luz. Hay ciertas cosas que Dios sólo puede enseñarnos en
la oscuridad.
6. Ver si seremos o no escogidos de Dios. El Señor dice
en Isaías 48:10: “He aquí te he purificado, y no como a
plata; te he escogido en horno de aflicción”. El desierto
es un lugar de prueba. Jeremías 2:6 dice: “Y no dijeron:
¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de
Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra
desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de
muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí
habitó hombre?”
201
Capítulo 8
CADES-BARNEA
1. El envío de los doce espías
a reconocer la tierra
Números capítulos 13 y 14 cubren los sucesos en Cadesbarnea, localizado en la frontera con la Tierra Prometida.
El Señor dio instrucciones a Moisés de enviar doce espías
para reconocer la tierra: “Envía tú hombres que
reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos
de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón,
cada uno príncipe entre ellos” (Nm. 13:2).
Estos doce espías pasaron 40 días en la Tierra Prometida,
y sus actividades están registradas en Números 13:21-25:
“Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el
desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat. Y
subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban
Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue
edificada siete años antes de Zoán en Egipto. Y llegaron
hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento
con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y
de las granadas y de los higos. Y se llamó aquel lugar el
Valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos
de Israel. Y volvieron de reconocer la tierra al fin de
cuarenta días”.
202
EL VIAJE DE ISRAEL
2. El mal informe
de los diez espías
Vemos el mal informe de los diez espías en Números
13:27-28: “Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos
a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye
leche y miel; y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que
habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes
y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac”.
Dijeron que eran incapaces de poseer la tierra porque sus
enemigos eran más grandes que el pueblo de Dios.
Es cierto que cuando Dios nos da una herencia, los
habitantes anteriores de ese lugar han de ser desalojados.
No deberíamos temer a los malos espíritus, pues son ellos
los que nos temen (1 Jn. 4:4).
Debemos ser liberados del temor en nuestra vida. Hay
una diferencia entre el temor del Señor y la fobia. El temor
santo es el deseo de agradar al Señor y una precaución de
no disgustarlo en ningún modo ni quedarnos cortos de
Sus propósitos. Es comparable al temor que una esposa
debería tener hacia su marido. Ella sólo quiere hacer todo
lo que le agrada; esto es algo engendrado en el matrimonio.
Si entendemos esto, entonces entenderemos la diferencia
entre el temor del Señor y tener miedo.
Ahora bien, en Números 14:1-4 vemos que el informe
negativo de los diez espías afectó a la actitud de toda la
congregación de Israel: “Entonces toda la congregación
gritó, y dio voces; y lloró aquella noche. Y se quejaron
CAPÍTULO 8
203
contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y
les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra
de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por
qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y
que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa?
¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno
al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto”.
Cada vez que había problemas, los hijos de Israel querían
volver a Egipto. Ellos se habían ido de Egipto, pero Egipto
no se había ido de ellos.
Hace muchos años, mientras visitaba una iglesia en
Australia, el Señor puso en mi corazón y en el de mi esposa
este pasaje de Números para la iglesia. Les advertimos
que Dios tenía un propósito para ellos y quería que ellos
avanzaran con Él. Al terminar de hablar, bajamos con la
congregación y después el pastor de la iglesia los guió en
oración. Nunca olvidaré lo que ocurrió después.
Uno de los ancianos se puso en pie y oró: “Señor, estamos
muy contentos con el desierto. No queremos avanzar;
estamos cómodos aquí”. Un espíritu de incredulidad había
descendido sobre ese anciano, y él se había convertido en
un canal para una profecía creativa pero negativa. El
mismo espíritu que los dominaba a ellos era el que estaba
en Israel en el desierto.
Varios años después, volví a aquella iglesia para la
instalación de un nuevo pastor. Mientras estaba en el
púlpito, el Señor dijo: “Toma a un hombre y dile que ate
tus manos con tu cinturón, y luego dile a la congregación:
‘Ustedes han atado las manos de los pastores que les he
204
EL VIAJE DE ISRAEL
enviado’”. Después de decirles lo que dijo el Señor, Dios
me hizo recordar esa reunión de oración de siete años
antes, y dije: “Ese hombre y ese espíritu los detuvo para
seguir adelante, pero ahora Dios está designando a otro
pastor. Él quiere llevarlos hacia adelante”.
Afortunadamente, no me había dado cuenta de que el
anciano que había hecho aquella oración estaba sentado
en el balcón, pues en ese caso, no podría haberlo dicho,
pues no habría sido cortés. La iglesia lloró y reconoció la
verdad del asunto. Esta vez, se consagraron para avanzar.
Aparentemente, hay un verdadero mover del Espíritu en
esa iglesia actualmente.
Lo que estoy intentando decir es esto: el viaje de los hijos
de Israel se repite una y otra vez en iglesias locales. Hay
algunas iglesias que deciden seguir adelante y otras iglesias
que están llenas de avivamiento, pero deciden quedarse
donde están. En un grupo carismático, antes de que el
ministro invitado pasara al frente para hablarles, le dijeron:
“No queremos nada profundo. Sólo queremos salvación
y bautismo del Espíritu Santo. Sólo queremos
testimonios”. No cabe ninguna duda de que Dios
permite que la gente decida en qué nivel quiere estar.
3. La actitud de Josué y Caleb
No todos los doce espías adoptaron una actitud negativa. La
actitud de Caleb y Josué fue: “Somos capaces de hacerlo”.
Esto se basa en Números 14:8, que continua diciendo: “Si
Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra,
y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel”.
CAPÍTULO 8
205
4. El Señor busca
destruir a los incrédulos
El Señor estaba tan descontento con los hijos de Israel
que quiso destruirlos otra vez (Nm. 14:11-20, Ex. 32:10 14).
Le dijo a Moisés en Números 14:11-12: “¿Hasta cuándo
no me creerán, con todas las señales que he hecho en
medio de ellos? Yo los heriré de mortandad y los destruiré,
y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que
ellos”. Esta fue la segunda vez que Moisés fue probado
en esta misma área (Ex. 32:10). Moisés también estaba
“harto” de la gente, porque iban a impedir que él entrara a
la Tierra Prometida.
Otro punto a considerar es que Caleb y Josué no
pudieron entrar en la tierra hasta el tiempo de Dios.
Israel también los estaba reteniendo. Quiero que
entienda que cuando usted es pastor de una
congregación, quizá esté encendido por Dios, pero
la congregación quizá no. Si ese es el caso, ellos lo
retendrán, pero usted debe quedarse con ellos. ¿Ve
el carácter que debe tener un líder?
Aquí, estamos hablando de tres grandes líderes
espirituales: Moisés, Josué y Caleb. Moisés no entró
debido a una congregación rebelde y de corazón duro.
Josué y Caleb tuvieron que vagar otros 38 años más por
causa de ellos.
Una congregación tiene un impacto tremendo sobre el
liderazgo. En realidad, fueron ellos los que provocaron al
206
EL VIAJE DE ISRAEL
espíritu de Moisés para que reaccionara indiscretamente.
¡Imagínese lo que había tenido que aguantar todo este
tiempo! Si Moisés hubiera pastoreado una congregación
decente, su espíritu no hubiera sido provocado, y habría
entrado en la tierra de Canaán (Sal. 106:33).
En realidad se trata de algo más profundo, porque Moisés
representaba la Ley. Por lo tanto, si Moisés hubiera entrado
en la tierra, hubiera significado que la Ley podía llevarlo
a la Tierra Prometida. Por consiguiente, debemos
equilibrar esto. Mirándolo desde otro ángulo, Moisés
nunca podría haber entrado porque hubiera representado
que la Ley podría llevarnos al descanso de Dios. Josué
les adentró más tarde. Él representaba un nuevo orden,
que es la gracia.
5. Moisés ruega
por el honor de Dios
Según el relato de Éxodo 32:10-14, Moisés ruega por el
honor de Dios y rehúsa el honor de convertirse en una
nación más grande. Estaba rogando por un pueblo que le
había causado mucho dolor. Moisés fue realmente uno de
los hombres más grandes de todos los tiempos.
6. Repaso de las diez
pruebas en el desierto
El Señor dijo en Números 14:22: “Todos los que vieron
mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el
CAPÍTULO 8
207
desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído
mi voz...” Hubo diez pruebas en el desierto, e Israel falló
en todas ellas. Dios juró entonces en Su ira que nunca
entrarían en Su reposo, que era la tierra de Canaán.
Cada prueba debería ser un escalón; sin embargo, Israel
hizo que fueran una piedra de tropiezo. El Espíritu
(representado por la nube) les guió a cada dificultad, para
que Dios pudiera manifestarse en medio de ellos de forma
poderosa, trayendo liberación y aumentando su fe. Es muy
importante que repasemos las diez pruebas de los hijos
de Israel en el desierto porque nosotros nos enfrentaremos
a las mismas pruebas en nuestro caminar cristiano.
Las diez pruebas en el desierto
1. Oposición del mundo: Cuando los hijos de Israel
salieron de Egipto, Faraón fue tras ellos e intentó
hacerlos volver a la esclavitud. Los amigos y las
tentaciones del mundo intentan seducir a los recién
redimidos.
2. Aguas amargas: En Mara, los hijos de Israel se
encontraron con aguas amargas. Todo creyente
sufrirá experiencias amargas y desilusiones. Las
aguas amargas se endulzan sólo cuando echamos
el árbol (la cruz) en ellas.
3. Hambre: En el desierto, los hijos de Israel
pasaron hambre. Esto representa las pruebas
económicas. Nosotros pasaremos por momentos
en que no tendremos mucho dinero o no
208
EL VIAJE DE ISRAEL
tendremos las cosas que queremos. Sin
embargo, Dios cuida de nuestras necesidades.
4. Sed: Los hijos de Israel tuvieron sed en el desierto.
La sed representa las experiencias secas y
aburridas. Debemos superarlas.
5. Idolatría: Los hijos de Israel hicieron un becerro
de oro y lo adoraron. Los deseos y la codicia
desmedida deben ser conquistados. Cualquier cosa
que reemplace nuestra confianza en Dios puede
ser idolatría. También, es maldad enamorarse de
la vida pasada.
6. Queja por las circunstancias: Los hijos de Israel
constantemente se quejaban de sus circunstancias.
La queja hace que no encontremos favor delante
de Dios.
7. Ingratitud: Los hijos de Israel nunca aprendieron
a dar gracias a Dios. Fueron ingratos por el maná
que Él les dio, y quisieron codornices. La ingratitud
es uno de los primeros pasos para apartarse del
Señor (Ro. 1:21).
8. Glotonería: Los hijos de Israel se hartaron de
codornices y el Señor mató a muchos de ellos. Les
encantaba la buena comida. Sus apetitos no
estaban consagrados a Dios.
9. Crítica contra el liderazgo: Los hijos de Israel
criticaban constantemente a sus líderes: Moisés y
CAPÍTULO 8
209
Aarón. Aún Aarón y María criticaron a Moisés, el
hombre que vio el rostro de Dios.
10. Incredulidad: Tras responder negativamente a las
primeras nueve pruebas, se creó un patrón de
Israel, y fallaron también en la décima y más
importante prueba en Cades-barnea, que estaba
exactamente en la frontera con la Tierra Prometida.
Los diez espías infectaron al toda la congregación
con temor e incredulidad.
7. El regreso de Israel
al desierto para morir
El juicio del Señor por su desobediencia fue que no
entrarían en la Tierra Prometida, sino que morirían en el
desierto. El Señor dijo en Números 14:29-34: “En este
desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los
que fueron contados de entre vosotros, de veinte años
arriba, los cuales han murmurado contra mí. Vosotros
a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi
mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a
Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. Pero a
vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por
presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que
vosotros despreciasteis. En cuanto a vosotros, vuestros
cuerpos caerán en este desierto. Y vuestros hijos andarán
pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos
llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos
sean consumidos en el desierto. Conforme al número de
los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la
210
EL VIAJE DE ISRAEL
tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un
año por cada día; y conoceréis mi castigo”.
Las dos únicas personas de esa generación (de más de
veinte años de edad) que salieron de Egipto y entraron en
la Tierra Prometida fueron Josué y Caleb. Ellos estaban
listos para entrar en la Tierra Prometida en Cades-barnea,
pero fueron obstaculizados y retenidos por los hijos de
Israel. Las congregaciones a menudo estorban a sus líderes
y retrasan su entrada a las promesas de Dios. Sin embargo,
los líderes no deberían abandonar sus congregaciones por
esta razón, al igual que Josué y Caleb no abandonaron a
los hijos de Israel. Ellos tuvieron que esperar otros 38
años para entrar en la Tierra Prometida.
A Moisés no se le permitió entrar en la Tierra Prometida
porque dejó que su espíritu fuera provocado por los
israelitas (Sal. 106:33). Los líderes deben cuidarse de no
cometer el mismo error que cometió Moisés. Sin embargo,
si los hijos de Israel no hubieran sido tan rebeldes, Moisés
no habría perdido el control de su espíritu y podría haber
entrado en la Tierra Prometida.
8. Contendiendo
con los presuntuosos
Después de que Dios ordenara a los hijos de Israel volver
al desierto, muchos se arrepintieron y quisieron entrar en
la Tierra Prometida. Leemos en Números 14:40-45: “Y
se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del
monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual
CAPÍTULO 8
211
ha hablado Jehová; porque hemos pecado. Y dijo Moisés:
¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto
tampoco os saldrá bien. No subáis, porque Jehová no está
en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros
enemigos. Porque el amalecita y el cananeo están allí
delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto
os habéis negado a seguir a Jehová, por eso no estará
Jehová con vosotros. Sin embargo, se obstinaron en subir
a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jehová, y
Moisés, no se apartaron de en medio del campamento. Y
descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en
aquel monte, y los hirieron y los derrotaron,
persiguiéndolos hasta Horma”.
Los hijos de Israel pretendieron entrar a la Tierra
Prometida, pero era demasiado tarde. Cuando Dios dice
“ve”, usted debe ir. Si Dios dice que no irá, no puede ir.
Aquí tenemos el pecado de presunción. En referencia al
viaje de Israel, Hebreos 4:7 dice: “Otra vez determina un
día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio
de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, no
endurezcáis vuestros corazones”. Dios pone un día límite
para que lo obedezcamos y respondamos a la voz de
Su Espíritu.
213
Capítulo 9
DESDE CADES-BARNEA
HASTA
PISGA
El capítulo 9 cubre un periodo de 38 años. Israel llegó a
Cades-barnea unos dos años después del éxodo de Egipto.
En Cades-barnea fallaron en su décima y última prueba.
Dios estaba tan entristecido con aquella generación que
juró en Su ira que nunca entrarían en la tierra (Sal. 95:8-11;
He. 3:7-19). Su viaje desde Cades-barnea hasta el final
del desierto, donde murió Moisés en el monte Pisga, duró
38 años (Dt. 34:1-8).
1. La rebelión de Coré
Doscientos cincuenta
se unen a la insurrección
En Números 16 encontramos lo que se denomina la
rebelión de Coré. Doscientos cincuenta de los príncipes
escogidos de Israel se unieron a Coré, Datán y Abiram en
una rebelión. Tenían problemas de celos, y su petición
era por la igualdad de derechos.
Leemos en Números 16:1-3: “Coré hijo de Izhar, hijo de
Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On
hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se
214
EL VIAJE DE ISRAEL
levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta
varones de los hijos de Israel, príncipes de la
congregación, de los del consejo, varones de renombre.
Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta
ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos
son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué,
pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de
Jehová?” Esta rebelión de Coré fue algo muy grave
(Jud. 1:11). Fue un ataque no sólo contra Moisés, sino
también contra Dios (Nm. 26:9).
Dios desaprueba la insurrección y la rebelión contra el
liderazgo. Esto es exactamente lo que hizo Lucifer cuando
demandó igualdad de derechos y posición con Dios
(Is. 14:12-14). Cuando Lucifer intentó ocupar el trono
de Dios, minó la fe en el liderazgo establecido, causando
una gran división entre los habitantes del cielo.
Esta es una verdad muy importante porque en nuestra
generación hay un espíritu que mina la autoridad y el
liderazgo. En la Iglesia de hoy, hay una tendencia a
degradar al pastor. El pastor es un anciano, pero no todos
los ancianos son pastores. No podemos poner a Moisés
al mismo nivel que Coré, y no podemos poner a Coré al
mismo nivel que Moisés. Moisés habló de esto con
mucha firmeza en Números 16:9-10: “¿Os es poco que
el Dios de Israel os haya apartado de la congregación
de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el
servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de
la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar
a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo?
¿Procuráis también el sacerdocio?” En otras palabras,
CAPÍTULO 9
215
ellos tenían un servicio, un ministerio, pero Coré quería
una posición y un ministerio que Dios no le había dado.
Este es un problema muy extendido en la Iglesia
actualmente. Los levitas habían recibido el privilegio de
cuidar de la casa de Dios. Fueron ungidos para ayudar a
los sacerdotes, los aaronitas. Sólo los de la familia de
Aarón podían ser sacerdotes (Nm. 3:5-10). El sacerdocio
o las posiciones de liderazgo son dadas sólo por Dios.
Nadie puede adjudicarse ese honor, salvo aquél a quien
Dios haya llamado, como sucedió con Aarón (He. 5:1-4).
Debemos tener un claro entendimiento en nuestra mente
de que antes de la fundación del mundo es Cristo el que
ha escogido a los que serán apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros. Usted no puede
desear o tomar ninguna de estas cinco posiciones
ministeriales (Ef. 4:11), a menos que haya un llamado
y nombramiento divinos de parte de Dios.
Hablando en términos más sencillos, no hay requisitos
dados para los cinco dones ministeriales, porque esas
posiciones no son dadas por ningún hombre, sino sólo
por Dios. Sin embargo, uno puede desear ser diácono o
anciano si cumple los requisitos. El pasaje de 1 Timoteo 3:1-7
dice: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena
obra desea. Pero es necesario que el obispo sea
irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino,
no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su
casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
216
EL VIAJE DE ISRAEL
(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará
de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que
envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También
es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera,
para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo”. Los
requisitos para los ancianos se dan aquí, y los requisitos para
los diáconos están enumerados en 1 Timoteo 3:8 13.
Cuando el hombre recibe la responsabilidad de escoger,
entonces debe conocer los requisitos. Así, el hombre es
responsable de elegir ancianos y diáconos, pero no es
responsable de escoger a las personas para las cinco
posiciones ministeriales.
En una reunión de ordenación para los cinco ministerios,
los presbíteros simplemente dicen que reconocen
públicamente a aquéllos que han sido designados por
Cristo. El hombre no los designa; es simplemente un
reconocimiento público de que han sido ordenados por
Dios. Sin embargo, en una reunión de investidura,
señalamos y ponemos a personas en posiciones como
diáconos y ancianos. La ordenación es de Dios; la
investidura es del hombre.
Moisés ruega por la congregación
El Señor dijo a Moisés y Aarón en Números 16:21:
“Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré
en un momento”. Moisés y Aarón se postraron y rogaron
por la congregación: “Dios, Dios de los espíritus de toda
carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué
airarte contra toda la congregación?” (Nm. 16:22).
CAPÍTULO 9
217
Coré y los rebeldes son destruidos
En Números 16:32-35 leemos el relato: “Abrió la tierra su
boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres
de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que
tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y
perecieron de en medio de la congregación. Y todo Israel,
los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de
ellos; porque decían: No nos trague también la tierra.
También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a
los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso”.
El fuego consumió a Coré y a los 250 hombres cuando se
abrió la tierra, y todos cayeron en el hoyo. Después Israel
murmuró contra Moisés porque Coré fue juzgado: “El
día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel
murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros
habéis dado muerte al pueblo de Jehová” (Nm. 16:41).
¡Esto es totalmente sorprendente! La tierra se abrió, y le
pidieron cuentas a Moisés por la apertura de la tierra.
¿Puede ver la actitud de la gente? Pensaron que Moisés y
Dios fueron demasiado duros. Estos eran los escogidos
de Dios; no eran como los peores pecadores, eran los
santos del Dios Altísimo. ¿Ve lo difícil que puede ser a
veces la situación en una iglesia? Al criticar a Dios y a
Moisés, estaban diciendo, en efecto, que ellos tenían más
compasión que Dios. Este es un ejemplo de falsa
misericordia y compasión.
Muchas veces en casos de insurrección, los
simpatizantes son heridos con ceguera y apartados del
218
EL VIAJE DE ISRAEL
curso de la elección de Dios por ponerse del lado de
hombres que están trastornando el liderazgo de Dios.
Moisés salva nuevamente
al pueblo de una plaga
Leemos en Números 16:44-50: “Y Jehová habló a Moisés,
diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y
los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre
sus rostros. Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y
pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto
a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el
furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad
ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como
Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he
aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él
puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso
entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los
que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil
setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré.
Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo
de reunión, cuando la mortandad había cesado”.
Vemos la actitud de Moisés. Una vez más se postró sobre
su rostro e intercedió por los hijos de Israel. Murieron
cerca de quince mil personas en la plaga, pero la
intercesión de Moisés salvó las vidas de otros muchos.
CAPÍTULO 9
219
2. La vara de Aarón
En Números 17, Dios ordenó que todas las cabezas de las
doce tribus estuvieran representadas cada una con una vara
rotulada. La vara que reverdeciera mostraría cuál de las
tribus había escogido Dios para el sacerdocio. Dios
escogió la vara de Aarón, lo que significaba que Él había
escogido a la tribu de Leví.
A veces Dios tiene que mostrar claramente a quién ha
elegido y a quién no. El milagro de la vara de Aarón
reverdeciendo se relata en Números 17:8: “Y aconteció
que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del
testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de
Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado
renuevos, y producido almendras”. Un día después de
haber puesto las doce varas delante del Señor, la vara que
llevaba el nombre de Aarón reverdeció, floreció y produjo
almendras. Eso fue un milagro tremendo. Dios hizo que
surgiera vida de una vara muerta.
3. Muerte de María
En Números 20:1, María murió y la sepultaron: “Llegaron
los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de
Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y
allí murió María, y allí fue sepultada”. Esto ocurrió al
final de los 38 años de estar vagando, después de su
rechazo a entrar en la Tierra Prometida en Cades-barnea
(Nm. 14).
220
EL VIAJE DE ISRAEL
4. Moisés es provocado a pecar
De nuevo hubo falta de agua en Números 20:2-3: “Y
porque no había agua para la congregación, se juntaron
contra Moisés y Aarón. Y habló el pueblo contra Moisés,
diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron
nuestros hermanos delante de Jehová!”
¿Puede ver cómo los israelitas estaban torciendo las cosas?
Primero dijeron que Moisés los había matado; después se
dieron la vuelta y dijeron: “Ojalá hubiéramos muerto
delante de Jehová”. Eran personas muy perversas con las
cuales tratar. Lo único que puedo hacer es encomendar
estos versículos para que usted medite en ellos, y vea lo
incircunciso que puede ser el corazón del pueblo de Dios.
Los hijos de Israel siguieron con sus críticas contra Moisés
en Números 20:4-5: “¿Por qué hiciste venir la
congregación de Jehová a este desierto, para que muramos
aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho
subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es
lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas;
ni aun de agua para beber”. De hecho, ellos no deberían
haber estado en el desierto. Si hubieran obedecido a Dios
en Cades-barnea, habrían estado ya en la Tierra Prometida.
Fue Israel quien decidió permanecer en el desierto.
Esta era la segunda vez que los hijos de Israel
necesitaron agua. ¿Cuál fue la solución del Señor
para la falta de agua? En Números 20:8 leemos:
“Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón
tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y
CAPÍTULO 9
221
ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y
darás de beber a la congregación y a sus bestias”.
La primera vez que los israelitas necesitaron agua, Dios
dijo que “golpeara” la roca (Ex. 17:6). La roca, en la
Palabra de Dios, representa a Cristo (1 Co. 10:4). Golpear
la roca la primera vez significaba que Cristo tenía que ser
crucificado. La roca representa a Cristo; la vara representa
la vara del juicio. Cristo fue golpeado por nuestras
transgresiones para que pudieran fluir las aguas de vida
para una humanidad sedienta y moribunda. Zacarías 13:7
habla del hecho de que el pastor tenía que ser golpeado:
“Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el
hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos.
Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas…”.
La segunda vez que necesitaron agua, Moisés recibió la
orden de “hablarle” a la roca. Tenemos que entender que
tras la crucifixión de Cristo, lo único necesario es “hablar”
para que la vida fluya.
Moisés fue provocado en su espíritu. Había perdido su
temple y ahora estaba hablando y actuando sin discreción,
como vemos en Números 20:9-11: “Entonces Moisés tomó
la vara de delante de Jehová, como él le mandó. Y reunieron
Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les
dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas
de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la
peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y
bebió la congregación, y sus bestias”. Moisés golpeó la
roca dos veces, lo que quería decir que Cristo tendría que
ser crucificado dos veces. Moisés destruyó el símbolo.
222
EL VIAJE DE ISRAEL
Moisés les estaba hablando a
los que fueron hechos a
Un milagro no
imagen de Dios, y a la vez los
demuestra que
llamaba rebeldes. Él invirtió la
alguien está en la
forma de llamarles. Este relato
voluntad de Dios.
se narra de nuevo en el
Salmo 106:32 33: “También le
irritaron en las aguas de Meriba; y le fue mal a Moisés
por causa de ellos, porque hicieron rebelar a su espíritu,
y habló precipitadamente con sus labios”.
El símbolo de Dios había sido destruido y el hombre de
Dios había fallado; no obstante, observe la grandeza y
misericordia de Dios (Nm. 20:11), porque aun así salió
agua de la roca. A veces Dios hará milagros aunque la
persona que está realizando el milagro esté en
desobediencia. Un milagro no demuestra que alguien está
en la voluntad de Dios.
El Señor Jesús establece este punto en Mateo 7:2123: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en
el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de
mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en
aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y
en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces
les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí,
hacedores de maldad”.
No tenemos ningún derecho a insultar, burlarnos o
recriminar a otros, porque es sólo la gracia de Dios lo
que nos hace ser diferentes. Elías hizo esto una vez,
CAPÍTULO 9
223
pero demostró ser un trágico error. Terminó huyendo
de Satanás, que moraba en la malvada Jezabel
(1 R. 18:27; 19:1-3).
Antes de la creación del mundo cuando hubo una rebelión
en el cielo, Lucifer y un tercio de los ángeles cayeron. Sin
embargo, los otros dos arcángeles, Gabriel y Miguel, y
dos tercios de los ángeles restantes mantuvieron su
posición por la gracia y misericordia de Dios. Ellos sabían
bien que habían sido guardados de haber sido arrastrados
a una rebelión postrándose sobre sus rostros y pidiéndole
a Dios de Su gracia. Es por eso que hay dos arcángeles en
el Tabernáculo, sobre el Propiciatorio. Los ángeles buenos
son muy conscientes del hecho de que han sido guardados
por la gracia y la misericordia de Dios.
Los ángeles buenos no acusarían a sus compañeros caídos.
De la misma forma, cuando usted ordena a los demonios
que salgan en el nombre de Jesús, debe evitar insultarles.
You supe de un incidente donde un hermano estaba
echando fuera demonios y comenzó a proferirles todo tipo
de insultos; un demonio le respondió: “No me insultes”.
Cuando hablamos a demonios, ángeles caídos o Satanás,
debemos ser siempre nobles y sabios. Por ejemplo, leemos
en Judas 1:9: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía
con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés,
no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino
que dijo: El Señor te reprenda”.
Debemos tener cuidado con nuestra actitud hacia los
hombres mortales que han sido hechos a imagen de Dios,
224
EL VIAJE DE ISRAEL
incluso cuando hablemos con el más perverso. Siempre
debemos ser misericordiosos (Gá. 6:1). Cuando D. L.
Moody caminaba en cierta ocasión por las calles de
Chicago, vio a un hombre borracho que salía de una
taberna y se alejaba tambaleándose, y simplemente dijo:
“Así iría Dwight L. Moody, si no hubiera sido por la gracia
de Dios”. Somos diferentes sólo por la gracia de Dios.
5. A Moisés y Aarón
no se les permite entrar
en la Tierra Prometida
Dios dijo a Moisés y Aarón en Números 20:12: “Por
cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de
los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta
congregación en la tierra que les he dado”. ¿Ve las
pruebas y estándares tan grandes que Dios tiene para un
líder? ¡Son fenomenales!
Tan sólo piense en todo el largo recorrido que había
realizado Moisés. Tuvo 40 años de preparación en la corte
de Faraón, otros 40 años de entrenamiento en el desierto
y aún otros 40 años vagando en el desierto por la
congregación que tenía.
Moisés ya debía haber estado en la Tierra Prometida 38
años antes de esto; sin embargo, se le negó lo que era
más precioso para él: la entrada a la Tierra Prometida.
Dios tuvo que enseñar a Israel y a cada congregación
venidera lo serio que fue que Moisés golperara la roca
dos veces para hacer brotar el agua, en vez de hablarle
CAPÍTULO 9
225
como Dios le había ordenado. Golpear la roca dos veces
habría significado que Cristo debía ser crucificado más
de una vez.
6. Edom no deja pasar a Israel
En Números 20:14-21, Moisés envió mensajeros al rey
de Edom para pedirle permiso para atravesar la tierra de
Edom. Leemos en Números 20:18, 21: “Edom le
respondió: No pasarás por mi país; de otra manera, saldré
contra ti armado…No quiso, pues, Edom dejar pasar a
Israel por su territorio, y se desvió Israel de él”.
Los edomitas eran descendientes de Esaú, quien también
se llamó Edom (Gn. 25:30; 36:8). Esaú era hermano de
Jacob, y los hijos de Israel eran descendientes de Jacob.
Por lo tanto, los edomitas y los israelitas eran parientes
cercanos. Sin embargo, Edom no quiso permitirle a su
hermano Israel pasar por su tierra. Dios siempre se acordó
de eso. Si hay gente que se supone que debe ayudarle y se
niega, Dios se acuerda de ello.
7. Muerte de Aarón
La muerte de Aarón se registra en Números 20:23-29. “Y
Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió
a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del
monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte. Y
viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le
hicieron duelo por treinta días todas las familias de
Israel” (Nm. 20:28, 29). La antigua generación ya había
226
EL VIAJE DE ISRAEL
muerto. Aarón había sido la única persona con quien
Moisés pudo realmente tener comunión. La muerte de
Aarón dejó a Moisés muy solo.
8. Israel se desanima
Leemos en Números 21:4-5 que después de que los hijos
de Israel derrotaron a los cananeos en Horma (Nm. 21:13), se desanimaron mucho y se volvieron a quejar contra
Dios y Moisés: “Después partieron del monte de Hor,
camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y
se desanimó el pueblo por el camino. “¿Por qué nos
hiciste subir de Egipto para que muramos en este
desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene
fastidio de este pan tan liviano”.
Proverbios 13:15 dice: “el camino de los transgresores
es duro”. Proverbios 14:14 dice: “De sus caminos será
hastiado el necio de corazón; pero el hombre de bien
estará contento del suyo”. Algunas personas hablan contra
Dios debido a la dificultad del camino, a pesar de que es
el camino que ellos han escogido.
9. La serpiente de bronce
El Señor estaba disgustado con los hijos de Israel por todas
sus quejas, y los castigó enviando serpientes ardientes
entre el pueblo: “Y Jehová envió entre el pueblo serpientes
ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo
de Israel” (Nm. 21:6).
CAPÍTULO 9
227
Los hijos de Israel le confesaron a Moisés en Números 21:7:
“Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y
contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas
serpientes. Y Moisés oró por el pueblo”.
Leemos cuál fue la solución del Señor para las serpientes
ardientes en Números 21:8-9: “Y Jehová dijo a Moisés:
Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y
cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y
Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una
asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba
a la serpiente de bronce, y vivía”. Sólo tenían que
“mirar” y serían sanados. Esto, claro está, se retoma en
Juan 3:14-15, donde Cristo se refirió a este mismo
versículo diciendo: “Y como Moisés levantó la serpiente
en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre
sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna”. Este es un hermoso
versículo evangelístico para usarlo cuando predique.
“Tan sólo mire al Señor y será salvo”. Jesús dijo en
Juan 12:32 “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos
atraeré a mí mismo”.
10. El pozo del que fluía agua
Leemos en Números 21:17-18: “Entonces, cantó Israel
este cántico: Sube, oh pozo; a él cantad; pozo, el cual
cavaron los señores. Lo cavaron los príncipes del pueblo,
y el legislador, con sus báculos. Del desierto vinieron a
Matana”. Este pequeño acontecimiento aparentemente
oscuro tiene profundas implicaciones espirituales y
verdades unidas a él.
228
EL VIAJE DE ISRAEL
En la Escritura, los pozos hablan de salvación. Leemos
en Isaías 12:3: “Sacaréis con gozo aguas de las fuentes
de la salvación”. Hablando a la mujer en el pozo, el Señor
Jesús dijo en Juan 4:14: “Mas el que bebiere del agua
que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que
yo le daré será en él una fuente de agua que salte para
vida eterna”. Cuando recibimos a Cristo como nuestro
Salvador, Él pone dentro de nuestro corazón una fuente
de agua que salta.
Sin embargo, al igual que los pozos que Abraham cavó
fueron tapados por los filisteos, así los pozos del agua
de vida dentro de nosotros también puede obstruirse.
Leemos en Génesis 26:14-15: “Y tuvo hato de ovejas, y
hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le
tuvieron envidia. Y todos los pozos que habían abierto
los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos
los habían cegado y llenado de tierra”. Los filisteos
representan la envidia. Cuando la envidia entra en
nuestro corazón y vive, entonces nuestros pozos
espirituales también se bloquean.
La lucha y el odio también pueden obstruir nuestros pozos.
Leemos acerca de esto cuando Isaac estaba cavando los
pozos en Génesis 26:18-21: “Y volvió a abrir Isaac los
pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham
su padre, y que los filisteos habían cegado después de la
muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su
padre los había llamado. Pero cuando los siervos de Isaac
cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas,
los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac,
diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del
CAPÍTULO 9
229
pozo Esek, porque habían altercado con él. Y abrieron otro
pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna”.
Esek significa “contención”, y Sitna se define como “odio”.
La clave para volver a abrir nuestros pozos espirituales
está en Números 21:17-18: “Entonces cantó Israel este
cántico: Sube, oh pozo; a él cantad; Pozo, el cual cavaron
los señores. Lo cavaron los príncipes del pueblo, y el
legislador, con sus báculos…”. Estos pozos tienen que
ser cavados de nuevo por los ancianos, con frecuencia
bajo la dirección del pastor o consejero espiritual. Se
cavaron con báculos (lo cual habla de autoridad), y con
rectitud según la Ley o la Palabra de Dios.
Después de haber cavado los pozos, seguirán brotando
mientras les cantamos. Un ejercicio espiritual que
recomendamos mucho se encuentra en Efesios 5:19:
“Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y
cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en
vuestros corazones”. Este ejercicio es comparable a cómo
cantaron los israelitas: “Sube, oh pozo; a él cantad …”.
Josué y Caleb mantuvieron un espíritu de regocijo, lo que
alimentó su fe y no dejó que sus pozos espirituales se
taparan. Esta fue la clave en sus vidas, que hizo que ellos
superaran la experiencia del desierto y entraran a la Tierra
Prometida (Nm. 14:6-9).
11. La maldad de Balaam
Para poder llegar desde el desierto hasta la Tierra
Prometida y al monte Sion, debemos vencer las trampas
230
EL VIAJE DE ISRAEL
de Balaam. Balaam evitó que muchos israelitas entraran
a la Tierra Prometida. La vida de Balaam se registra en
Números 22-25. Fue un profeta de Dios que se desvió
hacia el espiritismo y comenzó a practicar
encantamientos. Había otros amores en su corazón (su
amor al dinero y la posición) que hicieron que cayera.
Balaam era peculiar debido a su doble vida. Debió de haber
habido antes una consagración a Dios en su vida, ya que
tenía dones tremendos de parte de Él, y Dios mismo se le
apareció. Dios no se habría aparecido a un médium
espiritista. En la vida de Balaam había una mezcla
espiritual; a veces operaba bajo la verdadera unción, pero
otras veces operaba bajo un espíritu de brujería.
La vida de Balaam puede caracterizarse por cinco factores
principales: codicia, idolatría, inducir a otros a cometer
fornicación, brujería y una mezcla de verdadera y falsa
unción. Pedro destaca a Balaam como ejemplo de codicia
en 2 Pedro 2:14 15: “Tienen los ojos llenos de adulterio,
no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes,
tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de
maldición. Han dejado el camino recto, y se han
extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor,
el cual amó el premio de la maldad”.
Judas 1:11 dice: “¡Ay de ellos! Porque han seguido el
camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de
Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré”.
Leemos en Apocalipsis 2:14 con respecto a la “doctrina
de Balaam”, que básicamente, inducía a la gente a adorar
CAPÍTULO 9
231
a ídolos y cometer fornicación: “Pero tengo unas pocas
cosas contra ti; que tienes ahí a los que retienen la
doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner
tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas
sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”.
Josué 13:22 describe a Balaam como un “adivino”, o una
persona que practicaba la adivinación y la brujería:
“También mataron... a Balaam el adivino, hijos de Beor,
entre los demás que mataron”. Es posible vivir bajo la
dirección de dos espíritus, moviéndose en un momento
bajo la unción y después bajo un espíritu malo.
Balaam tenía un gran poder con su ministerio profético,
pero desgraciadamente se involucró en dos corrientes
distintas de poder espiritual. Los motivos de Balaam eran
corruptos, y eso es lo que le hizo apartarse y hacer que
otros se apartaran también.
En Números 22:1-14 encontramos que Israel instaló sus
tiendas en las llanuras de Moab de camino a la Tierra
Prometida. Los moabitas temían a Israel. Por lo tanto, Balac,
rey de Moab, envió a sus ancianos a ofrecer dinero a Balaam
para que maldijera a los israelitas. Consideraban a Balaam
como un hombre con gran poder espiritual. Balaam les dijo
que se quedaran esa noche para que él pudiese buscar la
guía del Señor. Dios se apareció a Balaam y le dijo que no
fuera con aquellos hombres. Le dijo que no podía maldecir
a los israelitas porque estaban bendecidos por Él.
Entonces Balac envió a Balaam a otros hombres más
honorables, para que le hicieran una mejor oferta, diciendo
232
EL VIAJE DE ISRAEL
en Números 22:17: “Porque sin duda te honraré
mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora,
maldíceme a este pueblo”. Cuando le ofrecieron más
dinero y honor, Balaam fue de nuevo a Dios, esperando
persuadirlo para que cambiase de idea y le permitiera
ir con ellos (Nm. 22:19).
Después en Números 22:20-22 leemos: “Y vino Dios a
Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos
hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo
te diga. Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó
su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de Dios
se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso
en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado
sobre su asna, y con él dos criados suyos”.
Estos versículos han desconcertado a muchos eruditos
de la Biblia. Balaam quería ir con aquellos hombres
debido al dinero y la posición que le ofrecían. Así, volvió
a Dios esperando persuadirle para que cambiara de
opinión. Cuando le preguntó de nuevo a Dios, esta vez
Dios dijo: “Sí, ve con ellos”. Esto se debe a que Dios le
da una persona el deseo de su corazón; sin embargo, el
Señor estaba enojado con Balaam e buscó matarle cuando
iba de camino.
Leemos en Números 22:23-31: “Y el asna vio al ángel de
Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda
en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el
campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla
volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una
senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro.
CAPÍTULO 9
233
Y viendo el asna al ángel de
Jehová, se pegó a la pared, y
Dios le da
apretó contra la pared el pie de
a una persona
Balaam; y él volvió a azotarla. Y
el deseo
el ángel de Jehová pasó más allá,
de su corazón
y se puso en una angostura donde
no había camino para apartarse ni
a derecha ni a izquierda. Y viendo
el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y
Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. Entonces
Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam:
¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?
Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de
mí:Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te
mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna?
Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta
este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él
respondió: No. Entonces Jehová abrió los ojos de
Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el
camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam
hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.”
La asna sobre la que Balaam iba vio al ángel del Señor con
su espada desenvainada y se apartó para evitarlo. Balaam
no vio al ángel y se puso furioso con el comportamiento
extraño de su asna. Se enojó tanto, que cuando Dios permitió
que el animal le hablara, discutió con él. Entonces el Señor
abrió sus ojos para que pudiera ver al ángel, y Balaam se
humilló delante de Dios. El ángel del Señor dijo a Balaam
en Números 22:32: “¿Por qué has azotado tu asna estas
tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu
camino es perverso delante de mí”.
234
EL VIAJE DE ISRAEL
Entonces Balaam confesó en Números 22:34: “He pecado,
porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el
camino; más ahora, si te parece mal, yo me volveré”.
Balaam sabía en su corazón que no debería haber
preguntado a Dios la segunda vez, y que no debería haber
ido con los hombres de Balac para maldecir a Israel. Sabía
que lo que estaba haciendo no estaba bien.
¿Qué está Dios intentando decirnos en este relato de
Balaam? Al igual que Balaam, muchos cristianos saben
que algo no es la voluntad de Dios para sus vidas, pero
continúan pidiendo a Dios hasta que Él diga que sí.
Entonces hacen lo que querían hacer, y dicen que Dios
les dijo que lo hicieran (y que hasta lo confirmó con
profecías o visiones).
Dios intenta advertirnos de que si queremos hacer nuestra
voluntad en vez de la de Él, quizá diga “sí”, e incluso
puede permitirnos que tengamos confirmaciones, pero
también enviará flaqueza a nuestra alma. Vemos esto en
las vidas de los hijos de Israel. El Salmo 106:14 15 dice:
“Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto;
y tentaron a Dios en la soledad. Y él les dio lo que
pidieron; mas envió mortandad sobre ellos”. Esta es la
razón por la que los israelitas no sobrevivieron al desierto
para llegar a la Tierra Prometida. No se contentaron con
el maná, así que Dios les dio codornices, pero Él no se
agradó de ellos.
Los israelitas no quisieron aceptar el camino de Dios;
querían hacer las cosas a su manera y, en consecuencia,
Dios les dio lo que querían. Temamos al Señor y digamos:
CAPÍTULO 9
235
“No se haga mi voluntad, sino la tuya”, en cada
circunstancia que afrontemos en nuestras vidas. De lo
contrario, quizá nunca entremos en la Tierra Prometida.
Balaam sabía que no podía maldecir a Israel porque Dios
le había dicho que ellos eran benditos (Jos. 24:9-10), pero
estaba consumido por la codicia y el amor al dinero, que
es “la raíz de todos los males” (1 Ti. 6:10). Por lo tanto,
debido a que él personalmente no podía maldecir a Israel,
dijo a Balac cómo hacer que el juicio de Dios descendiera
sobre Israel. Aconsejó a Balac que enviara a mujeres
moabitas a cometer fornicación con los israelitas, trayendo
así el juicio de Dios sobre Israel. La inmoralidad con las
mujeres de Moab también llevó a la idolatría, porque
muchos de los israelitas comenzaron a adorar a sus dioses
paganos (Nm. 25:1-5, cf. Jud. 1:11, 2 P. 2:15-16).
Esto también se destaca en Números 31:16: “He aquí,
por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos
de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baalpeor, por lo que hubo mortandad en la congregación de
Jehová”. Esto es confirmado en Apocalipsis 2:14: “Pero
tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que
retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a
poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas
sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”.
En nuestros días, hay muchos Balaam en la iglesia que rebajan
los estándares de Dios, promueven la mundanería, aprueban
la inmoralidad y alientan el divorcio y el volver a casarse, lo
cual es adulterio ante los ojos de Dios (Mt. 19:9; Mr. 10:12;
Ro. 7:1-3). Son ministros que fueron ungidos por Dios en el
236
EL VIAJE DE ISRAEL
pasado, pero que comenzaron a enseñar falsas doctrinas bajo
una falsa unción. En el grado en el que operemos en el poder
de Dios, en ese mismo grado podemos comenzar a operar
bajo la influencia satánica si no caminamos en rectitud.
Para poder realizar nuestro propio viaje personal por el
desierto hasta la Tierra Prometida y alcanzar la madurez
espiritual, debemos vencer los pecados y trampas de las
personas como Balaam. Recuerde: Balaam apareció al
final del viaje por el desierto cuando el pueblo de Dios
estaba listo para entrar en la Tierra Prometida.
12. El censo de la nueva generación
En Números capítulo 26, la nueva generación fue contada.
Este censo se realizó después de los 40 años de la
peregrinación por el desierto. El primer censo se llevó a cabo
en Sinaí en Números capítulo 1 cuando salieron de Egipto.
En el segundo censo, toda la primera generación había
muerto, a excepción de Caleb y Josué. “Y entre éstos
ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote
Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto
de Sinaí. Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán
en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo
de Jefone y Josué hijo de Nun” (Nm. 26:64-65).
13. La elección de un nuevo líder
Moisés le dijo al Señor en Números 27:16-17: “Ponga
Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre
CAPÍTULO 9
237
la congregación, que salga delante de ellos y que entre
delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que
la congregación de Jehová no sea como ovejas sin
pastor”. El líder tiene la responsabilidad dada por Dios
de ungir y designar a un sucesor que dará continuidad a la
visión y llevará al pueblo de Dios a todo lo que el Señor
haya prometido al fundador de la obra. El nuevo líder
debe buscar llevar a la congregación a la herencia que
Dios les prometió.
Dependiendo de las promesas y de los propósitos generales
de Dios, esto a veces puede tardar varias generaciones,
como fue el caso con Israel. Josué los introdujo en la tierra,
pero a David le tocó llevarlos al reposo de Dios en el
monte Sion, subyugando todo el territorio y a los enemigos
de la tierra.
El cambio de liderazgo debe ser ordenado por Dios.
Cuando Moisés tenía 120 años de edad, Dios le dijo que
Él estaba a punto de llevárselo. De hecho, Dios mismo
enterró a Moisés, porque el cuerpo de Moisés se necesitaría
años después para la aparición en el monte de la
Transfiguración (Jud. 1:9).
Con anterioridad, Coré y sus seguidores habían intentado
derrocar el liderazgo de Moisés e instalarse ellos mismos
en su lugar. Sufrieron un juicio tremendo cuando
intentaron quitar el liderazgo de la voluntad de Dios. Bajo
la dirección de Dios, Moisés oró por un nuevo líder.
238
EL VIAJE DE ISRAEL
Requisitos para el liderazgo
Hay dos requisitos para el liderazgo que se encuentran en
Números 27:17: “Que salga delante de ellos y que entre
delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que
la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor”.
“Que salga delante de ellos”. Cuando las ovejas necesitan
pastos nuevos, el pastor las deja en el corral y sale para
encontrar nuevos pastos para ellas. Ya que las ovejas
representan a los cristianos (Is. 53:6; Jn. 10:14), esto nos
habla de que los pastores y líderes deben buscar
constantemente al Señor para obtener nuevas verdades,
revelación, experiencias y una unción fresca.
Las ovejas no pueden alimentarse en el mismo campo de
pastoreo para siempre. De la misma manera, los creyentes
necesitan nuevas verdades de las cuales alimentarse; de
otro modo, pierden la vitalidad de la vida cristiana, que
siempre continua.
Los pastores deben inspeccionar los pastos para asegurarse
de que no haya hierbas venenosas que puedan matar a sus
ovejas. De igual manera, los líderes deben asegurarse de
que no haya doctrinas erróneas que puedan dañar al pueblo
de Dios.
“Que los saque y los introduzca”. Cuando los pastores
han encontrado nuevos pastos, vuelven a sus ovejas y las
conducen a los nuevos pastos. Los líderes deben llevar a
su pueblo desde las verdades viejas hacia las nuevas. Los
líderes no deben enseñar a su pueblo doctrinas que ellos
mismos no hayan inspeccionado bien antes.
CAPÍTULO 9
239
En la actualidad, hay muchas doctrinas erróneas circulando
en la Iglesia. Debemos analizar primero las doctrinas y
poner a prueba sus frutos (2 Ti. 2:6). Deberíamos buscar
el consejo de otros hombres piadosos con respecto a
cualquier nueva ola de doctrina que venga a la Iglesia.
El Salmo 78:71-72 dice de David, el pastor de Israel: “De
tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su
pueblo, y a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a
la integridad de su corazón, los pastoreó con la pericia
de sus manos”.
Las responsabilidades de un pastor, tanto de ovejas
naturales como espirituales, son las siguientes:
1. Alimentar a las ovejas con la integridad de su
corazón.
2. Guiar a las ovejas con la destreza de sus manos.
3. Inspeccionar a las ovejas.
4. Limpiar y ungir las heridas de las ovejas con aceite
fresco del trono.
5. Guiar a las ovejas a nuevos pastos.
6. Dar su vida para proteger a las ovejas.
Un líder debería nacer y crecer en la misma casa espiritual
junto con el fundador del ministerio. Josué fue entrenado
por Moisés (Ex. 24:13; 33:11). Tenía un espíritu diferente
y había seguido al Señor en todo. Cuando Abraham fue a la
guerra, llevó consigo a 318 siervos que habían sido
entrenados en su propia casa (Gn. 14:14). Aquellos que
han crecido en la misma casa espiritual que el fundador o
líder de un ministerio tienen la misma mente, visión y metas.
240
EL VIAJE DE ISRAEL
Josué cumplió todos estos requisitos:
1. Era el ministro (siervo) de Moisés, y creció a su
lado.
2. Luchó las batallas contra los amalecitas; por lo
tanto, estaba entrenado en la guerra espiritual.
3. Entró con Moisés en la presencia misma de Dios,
incluso demorándose en una ocasión después de
que Moisés ya se había ido.
4. Fue uno de los doce espías, y regresó con un
informe favorable.
5. Estaba bien versado en la Ley; en consecuencia,
tomaba buenas decisiones.
(Se recomienda un estudio minucioso de los requisitos de
los ancianos en 1 Timoteo 3:1-13 junto con los asuntos
arriba mencionados).
El cargo
Josué se puso delante del sumo sacerdote, Eleazar, y de la
congregación, mientras Moisés imponía sus manos sobre
él y le daba un cargo. En esta ceremonia ocurrieron tres
cosas muy importantes:
1. Toda la congregación de Israel reconoció la
autoridad de Josué (Nm. 27:22).
2. Josué recibió el manto de gracia de Dios para
cumplir su función como nuevo líder (Nm. 27:20).
3. El espíritu de sabiduría fue impartido a Josué
(Dt. 34:9).
CAPÍTULO 9
241
No puedo dejar de enfatizar la importancia de la ceremonia
de imposición de manos, porque no es meramente un
mandamiento bíblico. He visto a hombres ser transformados
y madurados por la impartición que recibieron en una
ceremonia como ésta. Recibieron poder y capacidad más
allá de sus años cuando el manto de Dios reposó sobre ellos.
14. La elección
de una herencia inferior
El capítulo 32 de Números registra el triste relato de las
dos tribus y media que escogieron su herencia en el lado
incorrecto del río Jordán. Rubén, Gad y la media tribu de
Manasés no escogieron lo mejor de Dios para sus vidas
(Nm. 32:33). Dijeron en Números 32:5: “Por tanto,
dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dese esta tierra a
tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán”.
Las verdaderas promesas y bendiciones de Dios, incluido
el monte Sion, estaban al otro lado del río Jordán, pero
estas tribus se contentaron con quedarse donde estaban.
Se quedaron con la segunda opción de lo mejor porque
tenían mucho ganado y pensaron que la tierra al este del
río Jordán era un buen lugar para sus rebaños. Sus
corazones estaban ligados a las cosas de este mundo. Años
después, cuando Dios juzgó a Israel, Rubén, Gad y la
media tribu de Manasés fueron las primeras tribus en ser
llevadas al cautiverio. Uno de los dolores de corazón del
liderazgo es que las personas determinan el nivel de
herencia que reciben. No todos en el Cuerpo de Cristo
obtienen lo mejor de Dios para sus vidas.
242
EL VIAJE DE ISRAEL
15. Repetición de
la Ley a la nueva generación
El libro de Deuteronomio es una serie de sermones y
exhortaciones de Moisés a la nueva generación en el tiempo
en que estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida.
Sus padres, la generación que había salido de Egipto, habían
fallado y habían muerto en el desierto. En el libro de
Deuteronomio, Moisés miró hacia atrás y repasó todo lo
que había ocurrido a los hijos de Israel desde que salieron
de Egipto. Después miró hacia delante a la conquista de la
tierra de Canaán, su herencia, y el cumplimiento de las
promesas de Dios para la nueva generación.
En griego, Deuteronomio literalmente significa “La
segunda ley” . Es una repetición a la nueva generación de
las leyes que Dios había dado a Israel en el monte Sinaí
40 años antes. En Deuteronomio, Moisés prepara a la
segunda generación para entrar en la Tierra Prometida.
Deuteronomio también está lleno de precauciones y
advertencias. Dios previó que todas las bendiciones que
estaba a punto de otorgar a Su pueblo harían que muchos
fueran negligentes, olvidaran al Señor y se volvieran a la
vanidad. Por lo tanto, Moisés los instó a no olvidar al
Señor una vez que Él los hubiera llevado a Sus
bendiciones. Destacó no sólo el camino hacia la herencia
al otro lado del Jordán, sino también el camino para
permanecer en la herencia después de haber tomado
posesión de ella. Si ellos no obedecían el Señor, la tierra
de su herencia los vomitaría (Lv. 20:22).
CAPÍTULO 9
243
Bosquejo básico del libro de Deuteronomio
I. Una mirada al pasado: Deuteronomio capítulos 1–11
A. Repaso del camino desde Sinaí (Dt. 1–3)
B. Repaso de la Ley desde Sinaí (Dt. 4–11)
II. Una mirada al futuro: Deuteronomio capítulos 12–34
A. Reglas y advertencias finales para Israel antes
de entrar a su herencia (Dt. 12–30)
B. Palabras y acciones finales de Moisés (Dt. 31–34)
16. Muerte de Moisés
Deuteronomio termina cuando Israel alcanza el lado
oriental del río Jordán: las llanuras de Moab que
dominaban la Tierra Prometida. Moisés dio sus últimos
sermones a Israel en las llanuras de Moab. Después, subió
al monte Pisga, que estaba cerca de Jericó, y contempló
la Tierra Prometida (Dt. 34:1-3).
Leemos en Deuteronomio 34:4-6: “Y le dijo Jehová:
Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a
Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he
permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá. Y
murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de
Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el
valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y
ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy”.
Como mencionamos antes, Dios mismo enterró el
cuerpo de Moisés porque se necesitaría muchos años
después para su aparición en el monte de la
Transfiguración (Mt. 17:3, Jud. 1:9, Lc. 9:30-31).
SEGUNDA PARTE
El cruce a Canaán
247
Capítulo 10
JOSUÉ, EL NUEVO LÍDER
La segunda parte cubre la entrada a Canaán bajo el
liderazgo de Josué. Los hijos de Israel comenzaron a
poseer la Tierra Prometida bajo Josué, pero veremos que
no obtuvieron la victoria completa sobre sus enemigos.
No poseyeron la totalidad de su herencia bajo Josué. Josué
tuvo un ministerio largo y productivo, cubriendo los 40
años en el desierto y otros 30 años en la Tierra Prometida,
hasta su muerte a la edad de 110 años.
1. Sus primeros años
Josué también se llamaba Oseas (Nm. 13:16), una variante
en hebreo de su nombre. La traducción al griego de su
nombre es “Jesús” (He. 4:8). Era hijo de Nun, de la tribu
de Efraín. Creció en Egipto, donde él y sus compatriotas
israelitas estuvieron bajo la dura esclavitud de Faraón y
sus capataces. Por lo tanto, Josué estaba muy familiarizado
con ataduras y los clamores del corazón del pueblo que
estaba a punto de dirigir.
2. Josué dirige
a Israel contra Amalec
En su primera aparición en la Biblia, Josué dirigió a Israel
en batalla contra los amalecitas, que eran descendientes
248
EL VIAJE DE ISRAEL
de Esaú (Ex. 17:8-16). Éxodo 17:13 dice: “Y Josué deshizo
a Amalec y a su pueblo a filo de espada”. Espiritualmente,
los amalecitas representan las obras de la carne. Al igual
que Josué, la tarea de un ministro es tratar primero con
las obras de la carne en su propia vida, y después proteger
a su congregación de los ataques de estos enemigos
perniciosos. Merece la pena destacar que esta batalla se
luchó y ganó bajo la dirección del líder principal: Moisés.
3. Siervo de Moisés
Josué, el siervo (o ministro) de Moisés, subió con él al monte
cuando recibió la Ley, como vemos en Éxodo 24:13: “Y se
levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al
monte de Dios”.
4. Permaneciendo
en la presencia de Dios
En Éxodo 33:11 leemos: “Y hablaba Jehová a Moisés
cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él
volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun,
su servidor, nunca se apartaba de en medio del
tabernáculo”. Aún después de que Moisés descendiera
del monte glorioso, Josué permanecía en la presencia de
Dios buscando cultivar una relación de intimidad con Él.
Todo ministerio verdadero es el resultado de una
esencia viva que Dios deposita en nosotros cuando
esperamos delante de Él. Las notas de estudio, la
homilética, los gráficos y los esquemas sirven sólo como
CAPÍTULO 10
249
herramientas para ayudarnos a expresar lo que Dios ya
ha depositado dentro de nosotros. Los sermones y los
estudios de clase que dan testimonio en nuestro corazón
son en realidad el resultado de una “semilla” que Dios
ya ha plantado en nuestro corazón de cuando pasamos
tiempo con Él. Dios puso “otro espíritu” en Josué
mientras esperaba en Él. Ese espíritu era el espíritu de
fe (Nm. 14:6-9, 23-30).
5. Su inmadurez
La inmadurez de Josué pudo verse en la forma en que
actuó con aquéllos que estaban profetizando en el
campamento (Nm. 11:25-30). Él no quería que nadie
excepto Moisés profetizara, pero Moisés, por otro lado,
tenía una actitud llena de gracia hacia ellos, y dijo: “Ojalá
todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová
pusiera su espíritu sobre ellos” (Nm. 11:29). En los
últimos tiempos, Dios derramará Su Espíritu sobre
toda carne, y toda la Iglesia fluirá en lo profético.
Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, estarán
profetizando (Jl. 2:28-29). Moisés nunca quiso que esto
estuviera limitado sólo al liderazgo de la iglesia.
6. El buen informe
de Josué y Caleb
Josué y Caleb fueron los únicos dos espías que volvieron
con un buen informe de la Tierra Prometida (Nm. 14:6-10).
Los otros diez espías inspiraron temor e incredulidad en
el pueblo, ocasionando que menospreciaran la Tierra
250
EL VIAJE DE ISRAEL
Prometida y no entraran en los propósitos de Dios
(Nm. 13:31-33; Dt. 1:28). Josué y Caleb fueron los
únicos dos de su generación que entraron en la Tierra
Prometida (Nm. 14:29-30).
7. Un anticipo de su herencia
Josué tuvo un anticipo de la buena tierra 38 años antes de
que realmente la poseyera. Todo líder necesita un anticipo
de lo que Dios tiene para él y para aquellos a quienes va a
dirigir. Un anticipo de nuestra herencia nos ayudará a
avanzar a través del desierto largo y seco.
8. Resistiendo la opinión popular
Josué casi fue apedreado por defender lo que era correcto
(Nm. 14:10). Permaneció fiel al Señor y siguió
defendiendo los estándares más altos de Dios, aún cuando
todos los demás iban en la dirección equivocada. Este fue
el rasgo distintivo de la vida y carácter de Josué. Para él,
era más importante agradar a Dios que agradar a las
personas. Incluso al final de su vida, declaró: “Pero yo y
mi casa serviremos a Jehová” (Jos. 24:15).
9. Consagrado como nuevo líder
Josué fue consagrado como el nuevo líder de Israel en
Números 27:18-23: “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a
Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás
tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote
Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el
CAPÍTULO 10
251
cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad
sobre él, para que toda la congregación de los hijos de
Israel le obedezca. Él se pondrá delante del sacerdote
Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de
Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él
entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la
congregación. Y Moisés hizo como Jehová le había
mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del
sacerdote Eleazar, y de toda la congregación; y puso sobre
él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había
mandado por mano de Moisés”.
Por experiencia propia, conozco la importancia que tiene
este acto de consagración para aquellos que son
consagrados y encomendados. He visto a ministros ser
totalmente transformados y madurados en una ceremonia
de consagración. La razón es que el manto de Dios para
su oficio en particular viene sobre ellos, dándoles una
capacitación divina para realizar sus nuevas tareas. Esta
idea se confirma en Efesios 4:7: “Pero a cada uno de
nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del
don de Cristo”.
10. Siguió obedeciendo a Moisés
Durante el tiempo en que Moisés estuvo al mando, Josué
recibió órdenes de él. Así fue también con respecto a la
herencia de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de
Manasés. Leemos en Números 32:28-29: “Entonces les
encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo
de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de
los hijos de Israel. Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad
252
EL VIAJE DE ISRAEL
y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán,
armados todos para la guerra delante de Jehová, luego
que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis
la tierra de Galaad en posesión”.
11. Josué y Eleazar
distribuyen la tierra
A Josué y a Eleazar el sacerdote se les encomendó la
distribución de la tierra de Canaán como herencia para
las tribus de Israel. “Estos son los nombres de los varones
que os repartirán la tierra: El sacerdote Eleazar, y Josué
hijo de Nun” (Nm. 34:17).
Esta es la bendición y el privilegio de los líderes fieles.
Dios da a los hombres fieles el privilegio de instalar a
otros en su herencia y llamado. El Salmo 45:16 dice:
“En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás
príncipes en toda la tierra”.
12. El ánimo de Moisés
El Señor dio instrucciones a Moisés de animar a Josué en
Deuteronomio 1:38: “Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él
entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel”.
Qué necesario es entender que los jóvenes necesitan ayuda
y aliento al emprender sus caminos no trazados de liderazgo.
Ningún líder puede reproducir el pasado. ¡La vida progresa!
La Iglesia de Dios está avanzando. El Señor dijo a Josué:
“Vosotros no habéis pasado antes de ahora por este
CAPÍTULO 10
253
camino” (Jos. 3:4). Cada nueva generación tiene una tarea
fresca que es distinta de la que tuvo la generación anterior.
Por lo tanto, necesitaremos tener ánimo y dependencia
total en el Señor, de modo que la parte del viaje que se
encomienda en nuestras manos para cualquier
congregación dada sea completada exitosamente para
satisfacción de Dios.
Moisés dijo en Deuteronomio 3:21-22: “Ordené también
a Josué en aquel tiempo, diciendo: Tus ojos vieron todo
lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes;
así hará Jehová a todos los reinos a los cuales pasarás
tú. No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el
que pelea por vosotros”. El Señor dijo nuevamente a
Moisés que alentara a Josué en Deuteronomio 3:28: “Y
manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de
pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la
tierra que verás”.
13. Seguridad para la congregación
con respecto al nuevo líder
Un nuevo líder no sólo necesita ser alentado, la
congregación también necesita tener confianza en el nuevo
líder. Solamente el líder anterior puede verdaderamente
dar esa seguridad necesaria, como Moisés hizo con Josué.
Leemos en Deuteronomio 31:3-8: “Jehová tu Dios, él pasa
delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y
las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti,
como Jehová ha dicho. Y hará Jehová con ellos como
254
EL VIAJE DE ISRAEL
hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con
su tierra, a quienes destruyó. Y los entregará Jehová
delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo
lo que os he mandado. Esforzaos y cobrad ánimo; no
temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios
es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. Y
llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo
Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este
pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les
daría, y tú se la harás heredar. Y Jehová va delante de
ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará;
no temas ni te intimides”.
14. El cambio de mando
En Deuteronomio 31:14-15, el Señor dio instrucciones a
Moisés y Josué de presentarse delante de Él: “Y Jehová
dijo a Moisés; He aquí se ha acercado el día de tu muerte;
llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión
para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué,
y esperaron en el tabernáculo de reunión. Y se apareció
Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la
columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo”.
Moisés tenía que transferir el mando de los israelitas a
Josué, así que impuso las manos sobre él y le impartió su
manto y unción. Leemos en Deuteronomio 34:9: “Y Josué
hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque
Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de
Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a
Moisés”. Josué fue entonces lleno del Espíritu.
CAPÍTULO 10
255
15. Dios le habla a Josué
directamente
Ahora que Josué era el nuevo líder, el Señor le habló
directamente y le dio instrucciones específicas para la tarea
que había sido llamado a realizar. Aconteció después de
la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló
a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés” (Jos. 1:1). Estas
instrucciones están clasificadas en Josué 1:1-9.
1. Una declaración de que el líder anterior ha muerto
(Jos. 1:1)
2. Una orden a Josué de levantarse y pasar el río Jordán
(Jos. 1:2)
3. Una promesa de que todo lugar que pisaran sus pies,
le sería dado (Jos. 1:3)
4. Una promesa de que ningún hombre podría
levantarse en contra de él durante todos los días de
su vida (Jos. 1:5)
5. Una promesa de que el Señor estaría con él como
estuvo con Moisés (Jos. 1:5)
6. Una promesa de que el Señor no le desampararía
(Jos. 1:5)
7. Una exhortación a ser fuerte y valiente (Jos. 1:6, 7)
8. Una exhortación a observar Sus mandamientos
(Jos. 1:7, 8)
9. Una exhortación para que el libro de la ley no se apartara
de su boca y que meditara en él de día y de noche
(Jos. 1:8)
256
EL VIAJE DE ISRAEL
Conclusión
Hoy en día, Dios necesita muchos hombres y mujeres
como Josué. El Señor va a llevar a Su Iglesia a su herencia
en estos últimos tiempos, y está buscando a personas como
Josué que puedan dirigir a Su pueblo hacia ella. Josué
representa a aquéllos que han sido fieles en las pruebas
del desierto y que también han gustado del fruto de la
tierra de la promesa.
Los líderes deben tener tiempo
para meditar en la Palabra de Dios.
257
Capítulo 11
EL CRUCE DEL RÍO JORDÁN
1. La importancia del río Jordán
El cruce del Jordán fue un punto decisivo en el viaje de
Israel. Fue un nuevo día para ellos en casi todos los
aspectos. La vieja generación y su líder habían muerto, y
habían surgido una generación y un líder nuevos. Las
pruebas en el desierto habían terminado y la Tierra
Prometida los esperaba. Estaban a punto de dar un gran
salto hacia delante en las promesas de Dios cuando sus
pies cruzaran el río Jordán.
Tras cruzar el Jordán, su actitud cambió por completo. Ya
no querían regresar a Egipto. Algo había cambiado en su
corazón y en su naturaleza. Aún su dieta cambió después
de haber cruzado el Jordán. El maná cesó y comenzaron a
tomar del fruto de la tierra (Jos. 5:12). Había nueva
emoción y expectativa; nueva fuerza y coraje los llenaban
de vigor para vencer a sus enemigos. Sumado a todo esto,
el cruce del río Jordán fue un paso decisivo hacia su destino
final: el monte Sion.
La vida crucificada
El cruce del río Jordán tiene un gran significado espiritual para
nuestras vidas como creyentes. Leemos en Josué 3:15-16 que
258
EL VIAJE DE ISRAEL
las aguas del Jordán se desbordaban en el tiempo de la
cosecha por todo el camino hasta la ciudad de Adán. El
hecho de que la ciudad de Adán esté conectada con su paso
a través del Jordán es significativo, porque Adán representa
nuestra vieja naturaleza pecaminosa.
Cuando los israelitas salieron de Egipto, estaban fuera de
Egipto, pero su amor por Egipto no había salido de ellos;
sin embargo, cuando cruzaron el Jordán fue muy diferente.
Los hijos de Israel fueron circuncidados en Gilgal.
La circuncisión representa la circuncisión del corazón y el
deshacernos de las cosas con las que nacimos (Dt. 30:6).
Por lo tanto, el cruce del río Jordán representa la experiencia
de morir al pecado, mediante la cual nuestra vieja naturaleza
adámica es crucificada con Cristo (Gá. 2:20).
Como ya hemos mencionado anteriormente,
espiritualmente el mar Rojo representa el bautismo en
agua. En Colosenses 2:11-13, Pablo dice claramente que
el bautismo en agua es una analogía de “echar de vosotros
el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de
Cristo…”. Pablo también dice en Romanos 6:4 que somos
sepultados con Cristo por el bautismo para que andemos
en nueva vida. Desgraciadamente, aunque debiéramos
andar en nueva vida, muchas veces no lo hacemos.
El bautismo en agua no es la respuesta completa a la
cuestión de tener victoria sobre el pecado. El bautismo en
agua es el acto judicial de quitarse el cuerpo pecaminoso.
La plenitud experimental de esto llega ahora, durante el
cruce del Jordán.
CAPÍTULO 11
259
En el Jordán, el Señor quitó el amor por Egipto de sus
corazones. Ya no deseaban regresar a Egipto, que
representa este mundo. Leemos en Josué 5:8-9: “Y cuando
acabaron de circuncidar a toda la gente, se quedaron en
el mismo lugar en el campamento, hasta que sanaron. Y
Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio
de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue
llamado Gilgal, hasta hoy”.
Así, el cruce del Jordán simboliza cómo Dios rompió el
poder del pecado y trató con el amor al mundo. Fue la
“circuncisión adulta”, equivalente a la experiencia de
Romanos 6:6, la cual veremos ahora con mayor detalle.
Saber, considerar y presentarse
1. Saber que estamos muertos al pecado
Como ya hemos dicho, el cruce del río Jordán representa
la experiencia de “muerte al pecado” de Romanos 6:6:
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”. En
la cruz, Cristo no sólo compró nuestra redención, sino
que también hizo provisión para tratar con nuestra
naturaleza de pecado para que no siguiera teniendo
dominio sobre nosotros. Nuestra naturaleza de pecado
quedaría destruida o inoperante. Esta es una experiencia
espiritual muy importante porque la salvación, el
bautismo en agua e incluso el bautismo en el Espíritu
Santo no tratan con todos los pecados y ataduras de
nuestras vidas.
260
EL VIAJE DE ISRAEL
El primer paso para ser libre del pecado es conocer por
experiencia que nuestro viejo hombre (nuestra vieja
naturaleza) fue crucificado con Cristo en la cruz. La
palabra griega para “sabiendo” en Romanos 6:6, es
“ginöskö”, que significa “conocimiento que llega por una
experiencia”. No es algo que vamos desarrollando, ni algo
que reclamamos o tomamos por fe, sino una cita y un
encuentro divino con Dios: una revelación clara de Dios
de lo que Él hizo en la cruz del Calvario. Cuando tenemos
esta experiencia, se produce una gran diferencia en
nuestras vidas.
Pablo habló de esta experiencia en Gálatas 2:20: “Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo
en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí”. Debemos buscar al Señor para tener esta
misma experiencia para que no sirvamos más al pecado.
Hace muchos años, Dios estaba señalando con Su dedo
varias cuestiones en mi vida, preguntándome si estaba
dispuesto a entregarle ciertas cosas. Algunas eran fáciles
de soltar, pero otras eran muy difíciles. El Espíritu de Dios
siguió hablándome durante varios días sobre el tema de
morir al pecado.
Entonces, una mañana cuando me encontraba en mi
oficina, tuve una visión de Cristo sobre la cruz con Su
espalda hacia mí. El Espíritu de Dios me levantó para
ser colgado en la cruz con Cristo. En la visión, yo estaba
literalmente en Cristo en esa cruz. Miré hacia abajo y
vi a toda la gente maldiciendo a Jesús, pero Él no
CAPÍTULO 11
261
respondía porque estaba en la cruz. También vi el velo
que fue rasgado en el Templo cuando Jesús murió. ¡Fue
una experiencia literal! Después la visión cesó, y volví
a mi habitación.
Desde lo más profundo de mi ser, había algo que quería
brotar; entonces salió y fluyó como un río. De mi boca
salieron las palabras de Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy
juntamente crucificado”. En ese momento supe que mi
viejo hombre había sido crucificado con Cristo.
Comprendí que, cuando Jesús murió hace unos dos mil
años, Él no sólo llevó mis pecados sino que también trató
con mi vieja naturaleza. ¡Oh, qué fortaleza y victoria
llenaron mi alma! Hubo una paz indescriptible.
De ninguna manera estoy sugiriendo que usted deba tener
una visión o experiencia como la mía. Dios podría darle
versículos diferentes y circunstancias diferentes. Lo
importante es que usted experimente la realidad de
Romanos 6:6 y tenga una revelación de que su naturaleza
de pecado ha sido crucificada.
Además de tratar nuestra naturaleza de pecado en la
cruz, Cristo también proveyó sanidad, como vemos en
1 Pedro 2:24: “Quien llevó él mismo nuestros pecados
en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados”. Pedro usa aquí el tiempo pasado:
“fuisteis sanados”. Nuestra sanidad ya ha sido pagada,
pero debemos apropiarnos de ella. Debemos tener una
revelación y un encuentro con Dios.
262
EL VIAJE DE ISRAEL
Esto también es cierto de la salvación. Cristo murió por
los pecados de todo el mundo, pero eso no hace ningún
bien al hombre hasta que experimenta el nuevo nacimiento
aceptando a Cristo en su corazón. Aunque nuestra
salvación ya ha sido pagada por la muerte de Cristo en la
cruz, no somos salvos hasta que la experimentamos. Este
mismo principio se aplica a ser muertos al pecado.
Nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo en la
cruz, pero todavía estamos atados por la naturaleza de
pecado hasta que experimentamos ser muertos al pecado,
tal como se describe en Romanos 6:6: “Para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al
pecado”. Una vez que pasamos por esto, el pecado ya no
gobernará más nuestras acciones y palabras. Tendremos
nuevas fuerzas para luchar contra el enemigo. Hay una
gran liberación de nuestro viejo hombre cuando tenemos
este conocimiento por experiencia. Este “sabiendo” viene
cuando caminamos fielmente con Dios.
Los corintios nacieron de nuevo, fueron bautizados en
agua, llenos del Espíritu y se movían en todos los dones
del Espíritu; sin embargo, el apóstol Pablo los llama
carnales. Muchos de ellos necesitaban experimentar su
propio “Jordán” personal. Incluso Pablo amonestó a la
iglesia en Corinto para que no fallaran en el desierto y
murieran ahí como le pasó a Israel (1 Co. 10:1-11).
2. Considerarnos muertos al pecado
“Saber” es el primer paso para poner a nuestro viejo
hombre en la cruz. El segundo paso en el camino de la
CAPÍTULO 11
263
santidad es “considerar” que estamos muertos al pecado.
Pablo dijo en Romanos 6:11: “Así también vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesús, Señor nuestro”. La palabra griega traducida
como “consideraos” es “logizomai”, que esencialmente
significa “dar algo por hecho”.
Cuando hemos tenido la experiencia de “saber”, entonces
debemos darlo por hecho. Tenemos que recordarnos a
nosotros mismos que hemos sido liberados del pecado y
que no tenemos que ceder a los deseos de nuestra
naturaleza carnal. La pregunta a considerar es: “Después
de haber tenido su experiencia del Jordán, ¿puede
perderla?” La respuesta es: “Sí”.
Cuando los hijos de Israel cruzaron el río Jordán, tomaron
doce piedras del río y erigieron con ellas un monumento
en la orilla occidental, como conmemorativo: “Les
responderéis: Que las aguas del Jordán fueron divididas
delante del arca del pacto de Jehová; cuando ella pasó el
Jordán, las aguas del Jordán se dividieron; y estas piedras
servirán de monumento conmemorativo a los hijos de
Israel para siempre” (Jos. 4:7).
Israel obtuvo una gran victoria en el Jordán, y de ahí
siguieron hacia Jericó para someterla. Sin embargo,
después fueron derrotados en Hai por el pecado de Acán.
Las doce piedras sirvieron como un recordatorio para los
hijos de Israel de su experiencia en el Jordán. Después de
arreglar las cosas, los israelitas tuvieron que recordar que
su vieja naturaleza de pecado ya había sido tratada. No
debían dejar que el pecado les dominara.
264
EL VIAJE DE ISRAEL
De manera muy similar, después de que hayamos tenido
una revelación de que estamos muertos al pecado, debemos
recordarnos a nosotros mismos diariamente que estamos
muertos al pecado. La experiencia de Romanos 6:6, de saber
que estamos muertos al pecado, pone a nuestra vieja
naturaleza en la cruz; al “considerarnos” muertos al
pecado, la mantiene allí (Ro. 6:11).
3. Presentarnos a la justicia y la santidad
Después de la experiencia de “saber” y luego “considerar”
o de darlo por hecho, tenemos el poder de “presentar” los
miembros de nuestro cuerpo a Dios. Este es el tercer paso
en el camino de la santidad y la libertad del pecado.
Pablo dijo en Romanos 6:12-14: “No reine, pues, el pecado
en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en
sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros
miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre
los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos
de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros;
pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”.
La santidad siempre es una elección, una batalla.
Después de nuestra experiencia en el Jordán, tenemos un
nuevo poder para escoger, porque el pecado ya no tiene
dominio sobre nosotros. Recuerde, después del Jordán
Israel nunca quiso volver a Egipto. La naturaleza de Adán
fue tratada. Fueron circuncidados en la carne, y ese mismo
día Dios quitó de ellos el reproche y los tentáculos de
Egipto (Jos. 5:8-9).
CAPÍTULO 11
265
¿Cómo llegamos al Jordán?
En nuestro viaje desde Egipto hasta Sion, debemos cruzar
el Jordán para alcanzar la Tierra Prometida, nuestra
herencia, y llegar a Sion. Por lo tanto, es natural decir:
“¡Crucemos ahora el Jordán!” Pero el problema es que no
podemos cruzar el Jordán hasta que no lleguemos al
Jordán. Sólo llegamos allí cuando Dios nos lleva. Los
israelitas no podían moverse a menos que la nube durante
el día o la columna de fuego durante la noche se movieran.
Esta verdad debería quedar firmemente grabada en
nuestros corazones.
Dios no nos llevará al Jordán hasta que Él esté satisfecho
con que hayamos pasado exitosamente nuestras diez
pruebas en el desierto. Esta es la razón por la que
debemos caminar con Dios día a día, semana a semana
y mes a mes. Nuestra oración debería ser: “Oh Dios,
llévame a mi Jordán”.
Muchos de los israelitas nunca llegaron al río Jordán.
Fallaron en todas sus pruebas en el desierto. Sus malas
actitudes de incredulidad y dureza de corazón les
impidieron hallar favor con Dios, y terminaron
muriendo en el desierto. Los creyentes del Nuevo
Testamento son advertidos a no seguir su ejemplo de
incredulidad (He. 3:7–4:11; 1 Co. 10:1-11).
Algunos cristianos son peregrinos perpetuos en el
desierto. La desobediencia y su propia voluntad les
privan de una guía genuina, y vagan sin rumbo durante
toda su vida. Usted no tiene que ser así. Pídale a Dios
266
EL VIAJE DE ISRAEL
que le dé un corazón tierno y obediente, porque este
tipo de corazón nos asegura el favor de Dios.
Josué y Caleb fueron los únicos de su generación que
entraron a la Tierra Prometida. Tenían “otro espíritu”. Tenían
fe y un espíritu de regocijo al declarar: “Si el Señor se deleita
en nosotros, Él nos llevará a esta tierra” (Nm. 14:8).
Ellos pasaban tiempo en la presencia de Dios,
permitiéndole que desarrollara dentro de ellos un corazón
tierno y creyente. Esta es la única forma en que podremos
llegar a la Tierra Prometida. No existen atajos para llegar
al Jordán. Por lo tanto, aprendamos de las vidas de Josué
y Caleb las claves para sobrevivir en el desierto, llegar al
río Jordán y entrar a la Tierra Prometida.
2. La importancia
de la circuncisión
Los israelitas cruzaron el río Jordán, llegaron a Gilgal, y
erigieron el monumento conmemorativo de las doce piedras
que sacaron del río Jordán, como relata Josué 4:19-20: “Y
el pueblo subió del Jordán el día diez del mes primero,
y acamparon en Gilgal, al lado oriental de Jericó. Y
Josué erigió en Gilgal las doce piedras que habían traído
del Jordán”.
En Gilgal, el Señor dio instrucciones a Josué de circuncidar
al pueblo, porque la generación más joven no había sido
circuncidada por sus padres en el desierto. Leemos en
Josué 5:2-5: “En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte
CAPÍTULO 11
267
cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez
a los hijos de Israel. Y Josué se hizo cuchillos afilados,
y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot.
Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo
el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos
los hombres de guerra, habían muerto en el desierto,
por el camino, después que salieron de Egipto. Pues
todos los del pueblo que habían salido, estaban
circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en
el desierto, por el camino, después que hubieron salido
de Egipto, no estaba circuncidado”.
La circuncisión física es cortar la carne con la que nacen
los varones. Una persona incircuncisa en el Antiguo
Testamento era considerada impura y no podía participar
de las bendiciones y ritos de la fe judía.
La circuncisión espiritual es cortar la naturaleza carnal y
pecaminosa de Adán con la que nacimos. Es un acto
redentor hecho en nuestros corazones con la espada de
Dios. Es un trabajo siempre operativo de la espada de
Dios para tratar y diseccionar las otras áreas de nuestra
vida interior. La falta de circuncisión espiritual representa
el hecho de que los deseos, maneras, patrones de
pensamiento y reacciones con las que nacemos no han
sido aún quitadas o removidas.
En Génesis 17:10-11, el Señor ordenó a Abraham y a sus
descendientes que fueran circuncidados como señal de
Su pacto con ellos: “Este es mi pacto, que guardaréis
entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será
circuncidado todo varón de entre vosotros.
268
EL VIAJE DE ISRAEL
Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y
será por señal del pacto entre mí y vosotros”. La
circuncisión era un requisito para heredar las promesas
de Abraham, que incluían la Tierra Prometida. Era un
signo o señal de la devoción de los israelitas a Dios. Un
creyente no puede recibir su herencia hasta que sea
circuncidado de corazón.
Evidencias
de un corazón circuncidado
1. Un corazón cooperador y sumiso es un corazón
circuncidado. Es un corazón que no resiste al Espíritu
Santo o a Sus mensajeros. Moisés dijo en Deuteronomio
10:16: “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro
corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz”.
“Endurecer la cerviz” significa ser obstinado, inflexible y
terco. No podemos heredar las promesas si somos tercos.
Tenemos un ejemplo del Nuevo Testamento en la forma
de defensa de Esteban en Hechos 7:51-52: “¡Duros de
cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros
resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres,
así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no
persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que
anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien
vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores”.
La audiencia de Esteban resistía y odiaba las palabras que
el Espíritu Santo había hablado a través de él. El Señor
rechazará el corazón que menosprecia y rechaza la palabra
del Señor (1 S. 15:26).
CAPÍTULO 11
269
2. Un corazón humilde, quebrantado y arrepentido
es un corazón circuncidado. Cuando los ofensores
justifican sus acciones y echan la culpa a otros, cuando
rechazan la corrección o la disciplina, son incircuncisos.
Aunque es natural responder de esa forma al no haber
nacido circuncidados, debemos reconocer nuestras faltas
y aceptar el castigo por nuestros pecados.
Levítico 26:40-42 dice claramente: “Y confesarán su
iniquidad, y la iniquidad de sus padres… y entonces se
humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su
pecado. Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob,
y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto
con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra”.
3. Un corazón circuncidado busca la aprobación de
Dios y no del hombre. Pablo dijo esto claramente en
Romanos 2:28-29: “Pues no es judío el que lo es
exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace
exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es
en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en
espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los
hombres, sino de Dios”.
Cuando la aprobación de los amigos, familiares y de la gente
en general es más importante que la aprobación de Dios,
tenemos un corazón incircunciso. Algunas personas temen
tanto el reproche, vergüenza o no ser comprendidas que no
obedecen a Dios (véase Mt. 10:32-39, Jn. 12:42-43).
4. La capacidad de adorar a Dios en la libertad del
Espíritu sin ser obstaculizado por la tradición o el
270
EL VIAJE DE ISRAEL
orgullo es un indicador maravilloso de la circuncisión
espiritual. La tradición puede ser una forma de
incircuncisión si rechaza las manifestaciones del Espíritu
Santo. Algunos creyentes no ven bien aplaudir, levantar
las manos, danzar ante el Señor y adorar en el Espíritu.
Debemos recordar que el deseo del Padre es por aquéllos
que le adoran en espíritu y en verdad.
Jesús habló sobre el tema de la verdadera adoración en
Juan 4:22-24: “Vosotros adoráis lo que no sabéis;
nosotros adoramos lo que sabemos; porque la
salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y
ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán
al Padre en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es
Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que adoren”.
5. “No tener confianza en la carne” (Fil. 3:3) es una
de las evidencias más claras de que la Palabra de Dios
ha penetrado profundamente en el corazón. Por
naturaleza, somos tercos, autosuficientes y testarudos,
confiando en nuestra propia mente y capacidades en vez
de confiar en Dios. Con frecuencia dependemos más del
carisma natural, la personalidad o las buenas apariencias
que del Espíritu Santo.
Los cristianos a menudo planifican su propio futuro e
intentan solucionar sus problemas separados de la guía
de Dios. Los cristianos incircuncisos también creen que
por su propia inteligencia e intuición pueden decidir lo
que está bien o mal, y diferenciar la verdad del error, ¡pero
CAPÍTULO 11
271
no se puede! Es sólo por la misericordia de Dios que
podemos discernir correctamente las cosas.
6. Un corazón obediente lleno del amor de Dios es el
resultado de la circuncisión de Dios. Leemos en
Deuteronomio 30:6, 8: “Y circuncidará Jehová tu Dios
tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que
ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma, a fin de que vivas. Y tú volverás, y oirás la voz de
Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que
yo te ordeno hoy”.
Si se lo permitimos, Dios quitará completamente la
maldad de nuestro hombre interior, y seremos capaces
de amarle con todo nuestro corazón. La espada también
nos librará así de las ataduras de la caída y seremos
capaces de obedecerle.
7. Un cristiano circuncidado es capaz de perdonar y
liberar a la gente por las ofensas que hayan cometido
contra él. El creyente endurecido intenta castigar a otros
apartándoles de su vida. Jesús mismo dijo que la razón
del divorcio es la “dureza del corazón” (Mt. 19:7-8, Mr.
10:4-6). Un corazón endurecido no puede perdonar, sino
que recuerda y alberga rencores.
¿Cuál es nuestra herencia?
Los israelitas no podían heredar la Tierra Prometida y
participar de las promesas de Abraham a menos que fueran
circuncidados. De igual forma, para que podamos entrar
en la plenitud de la herencia de Dios para nuestras vidas
272
EL VIAJE DE ISRAEL
(un llamado, una tierra, un ministerio, un pueblo o una
relación), debemos experimentar la circuncisión
espiritual. La herencia de Israel era la Tierra Prometida,
pero incluso más importante que eso era una relación
íntima con Jehová.
Pablo dijo en Romanos 15:8 que Jesús fue un siervo de la
circuncisión: “Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser
siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios,
para confirmar las promesas hechas a los padres”. El
Señor desea circuncidar nuestro corazón para que
podamos heredar las “promesas hechas a los padres”. Una
promesa era que ellos heredarían la Tierra Prometida, la
cual incluía el monte Sion.
Sion es la morada del Señor, el lugar para una relación
plena con Él. De hecho, las promesas más altas de Dios
se encuentran en Sion. Debemos entender que no podemos
entrar en la herencia completa de Dios para nuestras vidas
ni morar en Su presencia sin un corazón circuncidado. El
Señor lo deja muy claro en Ezequiel 44:9: “Así ha dicho
Jehová el Señor: Ningún hijo de extranjero, incircunciso
de corazón e incircunciso de carne, entrará en mi
santuario, de todos los hijos de extranjero que están entre
los hijos de Israel”.
La incircuncisión representa impureza. Para entrar en la
presencia del Señor, se debe eliminar toda suciedad de la
carne y de la mente (2 Co. 7:1). El rey David preguntó en
el Salmo 24:3: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y
quién estará en su lugar santo?” La respuesta la
encontramos en el Salmo 24:4-5: “El limpio de manos y
CAPÍTULO 11
273
puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas
vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de
Jehová, y justicia del Dios de salvación”.
La generación que salió de Egipto se juzgaron a sí mismos
indignos de merecer la Tierra Prometida. Fallaron las
pruebas en el desierto y, por consiguiente, Dios juró en
Su ira en Cades-barnea que nunca entrarían. Vagaron sin
rumbo durante cuarenta años y luego murieron.
Después surgió otra generación, la cual Dios halló digna
de entrar en la Tierra Prometida. Ellos pasaron bien las
pruebas del desierto. De manera soberana, Dios les dio una
experiencia transformadora en el Jordán donde se trató con
Adán y el “reproche de Egipto” fue quitado de ellos. Su
carne fue circuncidada, y con esa tremenda victoria sobre
el viejo hombre, pudieron ir contra los enemigos en la tierra
de su heredad.
El día de la Expiación
Como ya hemos señalado, el cruce del río Jordán
representa estar muerto al pecado y Gilgal representa la
circuncisión de corazón. Por lo tanto, el cruce del río
Jordán puede también simbolizar la sexta fiesta de Israel,
el día de la Expiación, que trata el pecado de la nación.
Los hijos de Israel cruzaron el río Jordán en el tiempo de la
Pascua en el mes primero (Jos. 4:1- 5:10). Así, ellos no
celebraron literalmente el día de la Expiación cuando cruzaron
el río Jordán. Sin embargo, está claro en la Biblia que el cruce
del Jordán puede simbolizar el día de la Expiación.
274
EL VIAJE DE ISRAEL
El día de la Expiación se celebraba en el décimo día del
séptimo mes (Lv. 23:27). El número diez representa las
pruebas. Este día era un tiempo de limpieza del pecado y
la aflicción, como describe Levítico 16:29-30: “Y esto
tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los
diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna
obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre
vosotros. Porque en este día se hará expiación por
vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados
delante de Jehová”.
Creo que la Iglesia ha entrado ahora en el tiempo de esta
sexta fiesta. Esta fiesta comenzó en 1973 con la Guerra
de Yom Kippur. A partir de ese momento, Dios ha estado
haciendo una limpieza interior profunda y una circuncisión
en los corazones de los que están dispuestos, para llevarles
a la última y más grande fiesta: la fiesta de los
Tabernáculos. En ninguna otra generación ha sido posible
que el viaje de Israel sea experimentado completamente
por la Iglesia.
Como nos dice la Escritura, primero es lo natural y después
lo espiritual (1 Co. 15:46). Los acontecimientos en Israel
a menudo son un paralelo de lo que Dios está haciendo en
el Israel espiritual, la Iglesia (Gá. 6:16). Mi esposa y yo
estábamos en el monte de los Olivos poco antes de la
Guerra de Yom Kippur en 1973. Yom Kippur es el nombre
hebreo del día de la Expiación. El Señor nos visitó de una
manera muy soberana, diciéndonos que la guerra estaba a
punto de comenzar y que Israel se retiraría. Nos dijo que
la Iglesia, en el sentido espiritual, estaba entrando en el
tiempo del día de la Expiación.
CAPÍTULO 11
275
Él también nos mostró muchos acontecimientos en la
Biblia que todavía no se han cumplido, ente los que están
la división de la tierra de Israel y el derramamiento de
sangre alrededor de Jerusalén en los últimos tiempos. El
Señor nos habló de que la gente joven que marchaba en
1973, durante el veinticinco aniversario del estado de
Israel, experimentaría la Gran Tribulación.
El Señor nos dijo: “Yo voy a revelar el pecado en las altas
esferas. Después expondré el pecado en mi Iglesia”. El
escándalo del Watergate en aquel tiempo derrocó al
presidente Nixon. Al año siguiente, 1974, alrededor de
unos treinta jefes de estado en todo el mundo fueron
derrocados.
Entonces el Señor dijo: “Después de esto, voy a revelar el
pecado en Mi Iglesia”. Lamentablemente, esto ha ocurrido
en la Iglesia en la actualidad. Lo vemos por todos lados.
La Iglesia está en un periodo de profunda limpieza. Es
tiempo de exponer el pecado de aquéllos que rehúsan ser
circuncidados (Mt. 10:26). Jesús dijo en Lucas 12:2:
“Porque nada hay encubierto, que no haya de
descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse”.
En 1981, mientras ministraba en Nueva Zelanda, fui
visitado por dos ángeles. Uno de los ángeles tenía una
larga espada en su mano. La palabra “circuncisión” estaba
escrita en la parte inferior de la espada. El otro ángel vestía
una banda con las palabras inscritas “El Ejecutor”. El
Señor me dijo: “He venido a circuncidar los corazones de
Mi pueblo, y comenzaré con los líderes. Aquéllos que
escuchen y se rindan a Mi espada de circuncisión
276
EL VIAJE DE ISRAEL
avanzarán conmigo. Sin embargo, aquéllos que rechacen
la circuncisión serán juzgados por Mi ángel: el Ejecutor”.
Antes de que la Iglesia como un todo y nosotros como
miembros individuales de la Iglesia podamos entrar en la
séptima fiesta, la fiesta de los Tabernáculos, debemos
permitir al Señor que haga una profunda obra de limpieza
en nuestras vidas.
277
Capítulo 12
LOS TREINTA Y UN REYES
Josué 12:9-24 es un registro de los 31 reyes que Israel
tuvo que expulsar de Canaán para poder entrar en su
llamado supremo de reposo en el monte Sion. Israel fue
capacitado para hacer guerra contra estos reyes después
de ser circuncidados en Gilgal.
Los 31 reyes representan zonas entronadas del yo donde
el ego sigue reinando en nuestras vidas en lugar de Cristo
nuestro Señor. Estos enemigos deben ser abolidos por
completo con la espada de Dios, o de lo contrario nos
impedirán llegar al reposo. No obtendremos una victoria
completa y no poseeremos el monte Sion.
Dios quiere subyugar cada fortaleza e imaginación que se
exalta a sí misma contra Él. El apóstol Pablo dijo que no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados y potestades (2 Co. 10:4-5). Así, nuestra
batalla es espiritual contra enemigos dentro y fuera.
Los 31 reyes son los siguientes: “El rey de Jericó, uno; el
rey de Hai, que está al lado de Bet-el, otro; el rey de
Jerusalén, otro; el rey de Hebrón, otro; el rey de Jarmut,
otro; el rey de Laquis, otro; el rey de Eglón, otro; el rey
de Gezer, otro; el rey de Debir, otro; el rey de Geder, otro;
el rey de Horma, otro; el rey de Arad, otro; el rey de Libna,
otro; el rey de Adulam, otro; el rey de Maceda, otro; el
278
EL VIAJE DE ISRAEL
rey de Bet-el, otro; el rey de Tapúa, otro; el rey de Hefer,
otro; el rey de Afec, otro; el rey de Sarón, otro; el rey de
Madón, otro; el rey de Hazor, otro; el rey de Simronmerón, otro; el rey de Acsaf, otro; el rey de Taanac, otro;
el rey de Meguido, otro; el rey de Cedes, otro; el rey de
Jocneam del Carmelo, otro; el rey de Dor, de la provincia
de Dor, otro; el rey de Goim en Gilgal, otro; el rey de
Tirsa, otro; treinta y un reyes por todos” (Jos. 12:9-24).
La siguiente interpretación de cada rey está basada en un
mensaje del Rev. A. B. Simpson. Este mensaje sobre los
31 reyes es para creyentes que ya han pasado por el desierto
y han cruzado el Jordán; es para aquellos que poseen un
cierto nivel de madurez pero requieren una crucifixión
interior más profunda.
Rey 1: Voluntad propia
La voluntad propia es uno de los mayores males del
hombre. Él está en el trono de su vida en lugar de Dios.
Muchos cristianos toman sus propias elecciones y
decisiones. En lugar de preguntar a Dios cuál es Su
voluntad, le dicen a Él cuáles son los planes que tienen
y le piden que los bendiga. El antídoto es buscar
solamente hacer la voluntad de Dios, como dijo Jesús a
Su Padre en el huerto de Getsemaní: “Padre, si quieres,
pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino
la tuya” (Lc. 22:42).
CAPÍTULO 12
279
Rey 2: Autosatisfacción
La autosatisfacción nos hace enfocarnos solamente en
nosotros mismos. El tema favorito de esta clase de
persona es ella misma. Monopoliza las conversaciones
hablando de sí misma, de sus experiencias y de sus
logros. Pablo dijo: “No mirando cada uno por lo suyo
propio, sino cada cual también por lo de los otros”
(Fil. 2:4). “Alábete el extraño, y no tu propia boca”
(Pr. 27:2; 2 Co. 12:2-5). Nuestra primera obligación es
atraer la atención hacia el Señor y quedarnos fuera del
cuadro.
Rey 3: Egoísmo
La tercera área de la vida egocéntrica es una actitud de
egoísmo. Napoleón dijo en una ocasión: “¡Las únicas
personas que me importan son aquellas que pueden
beneficiarme!” Ningún otro le servía. ¡Que nunca seamos
culpables de utilizar a las personas para nuestra ventaja!
1 Corintios 13:5 dice que el amor “no busca lo suyo”;
en otras palabras, “no es egoísta” (NVI). El verdadero
amor no es egoísta y considera primero las necesidades
de los demás.
Rey 4: Autocomplacencia
La autocomplacencia es exactamente la actitud opuesta
de tener hambre y sed de justicia (Sal. 42:1, 2; Mt. 5:6).
Es ser espiritualmente pasivo. Los cristianos de Laodicea
creían que habían alcanzado la cúspide de la espiritualidad
280
EL VIAJE DE ISRAEL
(Ap. 3:17). ¡Pensaban que lo tenían todo! Eso, por
supuesto, es ceguera y engaño, ya que habían dejado de
crecer (1 Co. 8:2, Gá. 6:3).
Aún el apóstol Pablo dijo en Filipenses 3:13-14:
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado;
pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la
meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús”. A menos que tengamos una visión continua
y progresiva, llegaremos a sentirnos satisfechos en nuestro
andar cristiano y caminaremos descuidadamente.
Proverbios 29:18 dice: “Sin profecía [continua] el pueblo
se desenfrena”.
Rey 5: Autoglorificación
Pablo advirtió contra la vanagloria en Gálatas 5:26: “No
nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros”. También desarrolló este
tema en Filipenses 2:3: “Nada hagáis por contienda o
por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo”. Es un
trágico error cuando las personas se vanaglorian de tener
la iglesia de más rápido crecimiento del país, o el
ministerio o campaña más exitosos en cualquier lugar.
Algunas iglesias se jactan de tener el mejor coro del estado,
mientras que algunos evangelistas se vanaglorian de no
haber cometido nunca un error con sus dones espirituales.
Salomón afirmó que él era insuperable e inigualable a
cualquiera que le procedió (Ec. 1:16). Pedro audazmente
CAPÍTULO 12
281
declaró que aunque todos sus hermanos abandonaran al
Señor, él nunca lo haría (Mt. 26:33). Toda gloria vana y
jactancia es la exhibición de un rey interior que debe ser
quitado y reemplazado por el Rey de reyes.
Rey 6: Autoconfianza
Este rey confía en su propia mente y juicio. Confía en sí
mismo. Piensa que no necesita de nadie más porque sabe
lo que está haciendo. Piensa que tiene todo bajo control y
puede solucionar sus problemas por su cuenta. Es un
hombre hecho a sí mismo; cree que tiene todas las
respuestas. Esto es lo opuesto a esa santa dependencia
que Jesús tenía de Su Padre, cuando dijo en Juan 5:19:
“No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que
ve hacer al Padre”. Jesús también dijo en Juan 5:30: “No
puedo yo hacer nada por mí mismo”.
Rey 7: Inseguridad en sí mismo
El rey de la inseguridad en sí mismo relaciona con su
persona todo lo que se dice o se hace. Es una atadura
terrible de preocupación. Estudia cuidadosamente cada
gesto, mirada y palabra. Supone que todo el mundo está
pensando en él y hablando de él. Es un prisionero de sus
propias imaginaciones. Qué alivio es darse cuenta de que
la gente casi nunca piensa en nosotros. La verdad es que
los demás son como nosotros: piensan en ellos mismos.
282
EL VIAJE DE ISRAEL
Rey 8: Engreimiento
Este rey entronado tiene un ego inflado. Cuando no se le
trata como a un rey, se enoja o deprime con mucha
rapidez. Muchos creyentes que han recibido
conocimiento y formación durante unos cuantos años
creen que ya saben más que sus maestros y pastores.
Algunos llegan a caer en el engaño de creer que son los
mensajeros especiales de Dios, enviados para corregir a
sus líderes. Leemos en Abdías 1:3: “La soberbia de tu
corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras
de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu
corazón: ¿Quién me derribará a tierra?”
Rey 9: Autodevaluación
El menosprecio de sí mismo es una degradación
constante de nosotros mismos. No es benéfico
degradarnos constantemente o centrarnos en nuestros
defectos (Ro. 7:24). Se trata de una preocupación del yo
que no nos deja enfocarnos en Dios. Filemón 1:6 exhorta
al creyente a “conocer todo el bien que está en vosotros
por Cristo Jesús”. Dé el mérito al Espíritu Santo de todas
las cosas buenas que Él ha hecho en su vida. Cambie el
énfasis de usted a Él.
Si no tenemos una opinión sana de nosotros mismos,
probablemente tampoco tendremos una opinión sana
de los demás. Dios quiere que tengamos un sentido sano
de nuestra propia valía ante Sus ojos. El aceptarnos a
nosotros mismos es importante para una buena salud
CAPÍTULO 12
283
espiritual. Para poder amar a otros, primero debemos
amarnos a nosotros mismos (Mt. 22:39).
Rey 10: Autoreivindicación
El rey de la autoreivindicación exige sus derechos,
defiende su posición y se justifica a sí mismo y sus
caminos, incluso hasta la muerte. Este rey preferiría morir
antes que ceder. No está convencido de que “poner la otra
mejilla” sea realmente algo de hoy en día. Tampoco cree
que las injusticias sean ordenadas por Dios para acercarlo
más al trono (Gn. 50:20).
Jesús dijo en Mateo 16:24: “Si alguno quiere venir a mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Algunos
cristianos nunca aprenden esta lección. ¡El concepto mismo
detrás de la Encarnación es la renuncia a nuestros derechos!
¿Somos nosotros mejores que Él? A. B. Simpson dijo: “Creo
solemnemente que la mayoría de las bendiciones que he
recibido en mi vida y ministerio han venido a causa de las
cosas malas que la gente ha dicho de mí, y porque Dios me
hizo estar dispuesto a permitirles que las dijeran”.
Rey 11: Hipersensibilidad
La hipersensibilidad nos hace ser susceptibles, fácilmente
irritables, que nos ofendamos rápido, resentidos y muy
protectores de nosotros mismos. Nos hace ser muy
conscientes de nuestros propios sentimientos, pero
inconscientes cuando hemos herido a otros. Irónicamente,
las personas demasiado sensibles acusan a los demás de
284
EL VIAJE DE ISRAEL
ser descuidados e insensibles para con ellos, sin darse
cuenta de cuánto los hieren con esta acusación (Ro. 2:1).
Rey 12: Dogmatismo
Este es el rey que declara con rigidez: “¡Sólo hay una
forma de hacerlo!” Este rey sólo puede ver las cosas desde
su propio punto de vista. El apóstol Pedro batallaba con
este problema, y dijo: “Yo nunca...”, sólo para arrepentirse
después (Mt. 16:22; 26:33; Jn. 13:8; Hch. 10:14).
Los tres amigos de Job no quisieron cambiar su valoración
filosófica de la calamidad de Job. Sin embargo, no estaban
calificados para aconsejarlo o consolarlo porque ellos
nunca habían visto, oído o experimentado nada igual a la
prueba de Job. A pesar de todo insistieron: “¡Esta es la
única forma de verlo!” Tal actitud es sintomática de varios
problemas. Sugiere que todo lo que puede conocerse sobre
el tema, ya se conoce. También presenta la actitud de
infalibilidad. No obstante, la verdadera sabiduría abarca
un espectro más amplio, ofrece otras alternativas viables
en mansedumbre, y sabe cuándo se ha dicho lo suficiente.
Rey 13: Introspección
Este rey se especializa en versículos como Romanos 7:18
y 24: “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el
bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el
hacerlo… ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este
cuerpo de muerte?” Esta es una persona que siempre está
mirando hacia adentro.
CAPÍTULO 12
285
Dios nunca nos dijo que nos analizáramos a nosotros
mismos ni que resolviéramos problemas con nuestra
propia mente. Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón
más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
No conocemos lo que hay en nuestro corazón; sólo el Señor
lo sabe. David dijo a Salomón en 1 Crónicas 28:9: “Y tú,
Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele
con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque
Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo
intento de los pensamientos”. No deberíamos ser
demasiado introspectivos, sino permitir que el Señor
examine nuestro corazón.
El Señor es quien prueba nuestro corazón y nos
mostrará lo que tenemos que saber en Su tiempo. Hasta
entonces, simplemente debemos confiar plenamente en
el Señor, estar en paz y mantener el gozo en nuestro
corazón (Pr. 3:5-6).
Rey 14: Amor por uno mismo
Este rey vive para sí mismo y rechaza los contratiempos o
intromisiones en su vida privada, su tiempo o sus
posesiones. ¡Qué contrario a la naturaleza de Dios, quien
estuvo dispuesto a renunciar a Su vida misma por los
demás! Juan 3:16 dice: “De tal manera amó Dios al
mundo que dio a su propio Hijo para que todo aquel que
en El cree no se pierda, mas tenga vida eterna”.
Cristo nunca escogió el sendero de la conveniencia.
Algunos cristianos rehúsan entrar en el ministerio o ir a
alguna tierra lejana a causa del amor a ellos mismos. Aman
286
EL VIAJE DE ISRAEL
su vida y su seguridad, pero al hacerlo, pierden ambas
cosas (Mt. 19:29). Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y
todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio,
la salvará” (Mr. 8:34-35). El gozo se encuentra donde
Dios le guíe. La felicidad está donde reside la presencia
de Dios (Sal. 16:11). El lugar más seguro de la tierra es el
centro de la voluntad de Dios.
Rey 15: Afectos egoístas
Jesús dijo en Lucas 6:32-33: “Porque si amáis a los que
os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los
pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los
que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también
los pecadores hacen lo mismo”. Cuando apreciamos
solamente a quienes nos aprecian, somos cristianos
comunes. Aun los pecadores son capaces de hacerlo, amar
a quienes los aman. ¿Estamos agradecidos sólo con
aquellos que nos aprueban y nos elogian? ¿Consideramos
inservibles a los demás? ¿Es nuestro círculo de amistades
pequeño y exclusivo? En una iglesia de 300 personas,
¿somos amigables sólo con 30? Dios desea ampliar el
corazón de Su pueblo y hacerlo más caritativo.
Rey 16: Motivos egoístas
Jesús dijo en Lucas 6:34-35: “Y si prestáis a aquellos de
quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque
también los pecadores prestan a los pecadores, para
CAPÍTULO 12
287
recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y
haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será
vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo;
porque él es benigno para con los ingratos y malos”.
Este rey dona dinero a Dios esperando obtener más a
cambio para sí mismo. Actualmente, gran parte del
mensaje de prosperidad promueve esta mentalidad: “Dale
a Dios para que Él te devuelva siete veces más a cambio”.
Dios es sin duda un Dios generoso, y le gusta bendecir a
Su pueblo, pero nuestra motivación para dar nunca debería
ser obtener grandes dividendos. Recuerde, los ministros
y evangelistas genuinos evitan usar reuniones enteras para
pedir dinero.
Rey 17: Deseos egoístas
Las personas que tienen deseos egoístas son codiciosas;
anhelan el éxito y la seguridad. A menudo buscan tener
amistades cercanas con personas prominentes para ganar
influencia y poder. Algunos hasta intentan casarse para
entrar en una familia en particular por su dinero, prestigio
o poder. Debemos examinar nuestras motivaciones para
determinar lo que alienta nuestras palabras y acciones.
Preguntemos al Señor: “¿Por qué quiero esto en realidad?”
Rey 18: Elecciones egoístas
Este rey no consulta a Dios para hacer Su perfecta
voluntad, sino que le dice a Dios lo que quiere. Fuimos
creados para Dios, para deleitarlo (Ap. 4:11). Por lo tanto,
288
EL VIAJE DE ISRAEL
deberíamos siempre preguntar a Dios qué elección sería
la que más le agradaría a Él. Filipenses 2:13 dice: “Porque
Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad”.
Si no agradamos a nuestro Creador, entonces estamos
viviendo en vano. El gozo es el resultado de ser aquello
para lo cual fuimos creados y de hacer las cosas que le
agradan a Él. David dijo en el Salmo 40:8: “El hacer tu
voluntad, Dios mío, me ha agradado”. La vida está llena
de elecciones.
¡Estas elecciones incluyen con quién deberíamos casarnos!
Muchos cristianos desobedecen a Dios en este punto.
Debemos permitir que Dios seleccione a nuestra pareja,
porque esto al final nos hará tener un matrimonio más
feliz y suave, un matrimonio que le glorifique a Él.
Debemos permitir que el Señor escoja por nosotros porque
Él es quien sabe mejor.
Rey 19: Placeres egoístas
Aquí es donde la persona gratifica al yo. La sociedad
occidental está diseñada para el deleite. En la actualidad,
el versículo que más se está cumpliendo dice que las
personas son “amadores de los deleites más que de Dios”
(2 Ti. 3:4). Los deportes, los autos, la ropa y los
pasatiempos pueden ser ídolos también. Gran parte de la
Iglesia está esclavizada por un apetito insaciable de placer.
Muchos americanos desean mudarse a Florida, no porque
anhelen hacer la voluntad de Dios, sino para tener una
CAPÍTULO 12
289
vida fácil en un clima tropical. Algunos han adoptado una
mentalidad de jubilación en sus vidas a una edad muy
temprana.
Sin embargo, el verdadero placer se encuentra en la
presencia de Dios y en el centro de Su voluntad para
nuestras vidas. Leemos en el Salmo 16:11: “En tu
presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para
siempre”. El Salmo 45:7 sigue hablando de esto: “Has
amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te
ungió Dios, el Dios tuyo, Con oleo de alegría más que a
tus compañeros”.
Rey 20: Posesiones egoístas
Un espíritu avaro se ve claramente en este rey. La
lectura de la última voluntad y el testamento de una
persona es una forma segura de hacer que la iniquidad
escondida salga a la superficie desde lo más profundo
del corazón humano. Familias y amistades han sido
destruidas por la amargura de un testamento disputado.
Al hombre que había tenido una disputa sobre una
herencia, Jesús no lo animó a luchar para obtener una
mayor parte. El Señor vio un motivo de codicia en su
corazón (Lc. 12:13-15).
Jesús advirtió que la felicidad no se mide por las
posesiones que podamos amasar. De todos modos, las
cosas materiales que las personas ansían nunca
satisfacen. Tarde o temprano, perderemos todo aquello
a lo cual intentemos aferrarnos con motivos egoístas.
La gente que obtiene riquezas o posesiones mediante el
290
EL VIAJE DE ISRAEL
engaño terminará siendo necia y sin fruto (Jer. 17:9-11).
¡Que siempre tengamos las manos abiertas!
Rey 21: Temores
y preocupaciones egoístas
Este rey ejemplifica la autopreservación. Es muy
protector de sí mismo y tiene un grave problema para
confiar en que Dios cuide de él, pensando: “Dios no va
a cuidar de mí, o podría hacerme fallar”. Algunos temores
vienen del orgullo, con pensamientos del tipo: “Podría
parecer un tonto, o quizá me humillen, etc.”. Muchas
veces las personas se preocupan por algo durante muchos
meses, sólo para descubrir, cuando llega, que no era
absolutamente nada. Si nuestro temor particular está
arraigado en el orgullo, entonces la humildad puede
romper nuestra atadura. Este rey debe morir a filo de
espada, porque el temor y la incredulidad no pueden
poseer las promesas.
Rey 22: Tristezas egoístas
Las tristezas autoinfligidas o tristezas por el orgullo herido
son el resultado de este rey. Este rey está presto a culpar a
Dios y a otras personas de ser irresponsables, de no cuidar
de él. Algunos ejemplos son: “Dios me defraudó, o Dios
no ha sido justo conmigo”.
Estas tristezas resultan de las expectativas no cumplidas:
expectativas de algo que Dios nunca quiso que tuviéramos.
Debemos recordar que si Dios impidió algún plan o dirección,
CAPÍTULO 12
291
fue porque estaba siendo misericordioso, y tenía algo mucho
mejor en mente. Recordemos que la tristeza piadosa trae
vida, pero la tristeza autoinducida trae muerte: “Porque la
tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza
del mundo produce muerte” (2 Co. 7:10).
Rey 23: Sacrificios
y abnegación egoístas
Este rey da para satisfacer el yo. Pablo habla de los
sacrificios egoístas en 1 Corintios 13:3: “Y si repartiese
todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si
entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor,
de nada me sirve”. Un hombre podría dar todos sus bienes
para alimentar a los pobres, rendir su cuerpo a las llamas
como mártir, y aun así no tener el amor divino como
motivación fundamental. La gente puede tener motivos
estrafalarios. Un hombre puede ayunar durante cuarenta
días no para acercarse a Dios, sino para batir un récord o
para tener una experiencia de la que gloriarse. Este es un
ayuno para satisfacer la carne. A veces la abnegación se
hace simplemente para mostrar religiosidad. Asegúrese
de que sus motivos sean los correctos.
¿Se acuerda de la historia del hombre que se sentó en lo
alto de una columna durante 25 años, viviendo de raíces
y raciones, todo en el nombre de la piedad? ¿Qué
consiguió? Simplemente atrajo la atención hacia sí mismo,
convirtiéndose en la representación de la santurronería y
la inseguridad.
292
EL VIAJE DE ISRAEL
Rey 24: Virtud
y moralidad egoístas
La virtud y moralidad egoístas traen una actitud que dice:
“Soy más santo que tú”, cuando uno siente: “Soy mejor
que otros por mis altas normas y creencias”. Esto nos
hace distanciarnos de los demás, y está arraigado en el
orgullo espiritual.
Los judíos, en general, sentían que los gentiles estaban
por debajo de ellos, y no comían con gentiles ni se
asociaban con ellos. Si se relacionaban con gentiles a
través del comercio, después se lavaban cuidadosamente
las manos (Hch. 10:28; 11:3). Este rey debe ser muerto,
o será un obstáculo para que otros muchos vengan a
nuestras iglesias.
Rey 25: Fariseísmo
El fariseísmo nos hace pensar que somos justos debido a
nuestras obras y esfuerzos. Nos hace tener la actitud de
que somos buenos por nuestra vida devocional, sacrificio,
abstinencia, separación, etc. Con esta actitud viene el
sentimiento de que tenemos derecho a mirar por encima
del hombro a todos aquellos que no han trabajado tan
fuerte como nosotros. Aunque es cierto que se requiere
esfuerzo de nuestra parte para vivir una vida de santidad,
también es cierto que si somos justos o santos es por la
gracia de Dios. Por lo tanto, no tenemos nada de qué
alardear o jactarnos.
CAPÍTULO 12
293
Pablo dijo en Filipenses 3:9: “Y ser hallado en él, no
teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que
es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la
fe”. Jesús mismo habló de este asunto en Lucas 18:9-14.
Cuando Job encontró faltas en Dios y no en él mismo, fue
culpable del engaño del fariseísmo (Job 27:1-6; 32:1;
35:2). La única justicia que tenemos es la justicia de Dios
(Is. 54:17; 64:6).
Rey 26: Santificación egoísta
Esto ocurre cuando una experiencia legítima que tuvimos
en el pasado se convierte en un ídolo para nosotros, y
fallamos en avanzar con Dios. Cuando la gente acampa
alrededor de una experiencia del pasado, se estanca. En
nosotros debe fluir vida nueva todo el tiempo, ya que
ninguna experiencia única puede llevarnos a la madurez.
Debemos continuar creciendo y teniendo nuevas
experiencias todo el tiempo, o nos secaremos.
En Filipenses 3:12-14, Pablo dijo que todavía no lo
había alcanzado, a pesar de 28 años de caminar con
Dios: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello
para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente
lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
294
EL VIAJE DE ISRAEL
Rey 27: Caridad egoísta
Hay personas que dan grandes cantidades de dinero a una
iglesia u organización con condiciones incluidas. Tienen otros
motivos, y quieren controlar la obra o usarla para propagar
sus propias ideas y creencias. Algunas personas dan para
obtener el reconocimiento público o la alabanza del hombre.
Jesús dijo en Mateo 6:1-4: “Guardaos de hacer vuestra
justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos;
de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre
que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no
hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser
alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen
su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu
izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna
en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público”. Dios desea que no hagamos pública nuestra
donación sino que sea algo que quede entre Él y nosotros.
Rey 28: Trabajo cristiano egoísta
La intención de Dios nunca fue que el ministerio tomara
el lugar de nuestra relación con Él. El ministerio no debe
ser un ídolo en nuestras vidas. Al igual que un niño
pequeño protesta cuando le quitan sus juguetes, los
cristianos inmaduros ponen mala cara cuando Dios les
quita momentáneamente su ministerio. ¿Haremos
pucheros y perderemos la victoria cuando Dios nos quite
el ministerio por un tiempo para hablarnos?
CAPÍTULO 12
295
La iglesia en Éfeso había llegado a estar tan ocupada haciendo
la obra del Señor que descuidaron su relación con Él, como
vemos en Apocalipsis 2:1-4: “Escribe al ángel de la iglesia
en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que
anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo
conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no
puedes soportar a los malos, y has probado a los que se
dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado
arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”.
Rey 29: Oraciones egoístas
Muchos cristianos tienen una vida de oración egoísta. El
hijo pródigo dijo: “Padre, dame”, pero después de
malgastar sus recursos, dijo: “Padre... hazme”. En otras
palabras: “Hazme el hijo que tú quieres que sea” (véase
Lc. 15:12,19). Hoy en día, el mensaje de prosperidad
enfatiza: “¡Dame! Dame una respuesta rápida, la manera
más fácil de salir de mis problemas, y dame provisión y
bendiciones”. Sin embargo, ha fallado en enfatizar:
“¡Hazme!”. Nuestra oración debería ser: “¡Señor, hazme
apto para tu reino eterno, aun si mis circunstancias no son
siempre agradables y las respuestas que busco no llegan
de inmediato! ¿Señor, qué puedo hacer para agradarte?
Rey 30: Esperanzas egoístas
Este rey vive en un mundo de ensueño con expectativas
irreales. El corazón humano a veces fantasea con hacerse
296
EL VIAJE DE ISRAEL
rico o famoso, o codicia algo que pertenece a otra persona.
Dios quiere que Su pueblo aprenda a tener contentamiento
y gratitud en las circunstancias en que se encuentre. Pablo
dijo en Filipenses 4:11: “No lo digo porque tenga escasez,
pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación”. Debemos asegurarnos de que lo que estamos
esperando es lo que Dios desea darnos (Sal. 62:5).
Rey 31: Nuestra vida entera
Este rey le niega su vida al Señor. Debemos recordar que
no debemos considerar nuestra propia vida como una
posesión nuestra, sino como algo muy sagrado que nos
han confiado. Pablo dijo en Hechos 20:24: “Pero de
ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para
mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el
ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio
del evangelio de la gracia de Dios”.
Que siempre recordemos que todo de lo que poseemos
no es nuestro, sino que simplemente se nos ha confiado
o prestado. El pasaje en 1 Corintios 6:19-20 dice: “¿O
ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados
por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo
y en vuestro espíritu”.
297
Capítulo 13
VICTORIA INCOMPLETA
1. Pereza para poseer la tierra
Bajo el liderazgo de Josué, los hijos de Israel no llegaron
a poseer toda su herencia. Actuaron con pereza para tomar
posesión de la tierra de Canaán. Leemos este triste
comentario en Josué 13:1: “Siendo Josué ya viejo, entrado
en años, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad
avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer”.
También leemos en Josué 18:2-3: “Pero habían quedado
de los hijos de Israel siete tribus a las cuales aún no habían
repartido su posesión. Y Josué dijo a los hijos de Israel:
¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la
tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?”
Hebreos 4:8 nos dice que Josué fue incapaz de introducir
a los israelitas al pleno reposo: “Porque si Josué les
hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día”.
Los israelitas se dieron por satisfechos con una victoria
parcial. Esto también sucede con el corazón humano.
Muchos cristianos alcanzan una cierta meseta en su
caminar con el Señor, y se contentan con permanecer allí.
Israel no trató con todos los enemigos que había en su
herencia. Fueron transigentes con el enemigo, hicieron
298
EL VIAJE DE ISRAEL
alianzas con ellos y estuvieron contentos de coexistir con
ellos en la tierra de su heredad. Esta fue su caída. No
conquistaron su destino: el monte Sion. En cambio, los
jebuseos mantuvieron la posesión del mismo.
El libro de Josué termina con este relato en Josué 24:29, 31:
“Después de estas cosas murió Josué hijo de Nun, siervo
de Jehová, siendo de ciento diez años. Y sirvió Israel a
Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los
ancianos que sobrevivieron a Josué y que sabían todas
las obras que Jehová había hecho por Israel”.
2. El libro de Jueces
El libro de los Jueces cubre un periodo en la historia de
Israel que podría mejor describirse como una etapa
intermedia entre la muerte de Josué y las vidas de Samuel,
Saúl y David. El libro de los Jueces continúa el relato acerca
de los hijos de Israel, desde la muerte de Josué hasta el
tiempo de Samuel, un periodo de cerca de 350 años.
Durante el periodo de los jueces, el Señor probó al pueblo
de Israel para saber lo que había en su corazón después
de que se establecieron en la Tierra Prometida. Nosotros
también podríamos pasar en nuestra vida por periodos
como éste. Algunas veces, Dios parece distanciarse de
nosotros, para ver qué hacemos con lo que sabemos y lo
que tenemos. Podemos ver esto en la vida del rey
Ezequías.
Leemos en 2 Crónicas 32:31 que el Señor se apartó de
Ezequías por un tiempo para probarlo: “Mas en lo
CAPÍTULO 13
299
referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia,
que enviaron a él para saber del prodigio que había
acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para
hacer conocer todo lo que estaba en su corazón”. Al
piadoso rey Ezequías no le fue bien del todo.
Aprendamos de estas dolorosas experiencias del libro de
los Jueces, para que si en este viaje de la vida desde Egipto
hasta Sion pasamos por situaciones espirituales parecidas,
nos comportemos de una manera más prudente que
algunos de los que aparecen en el relato del libro de Jueces.
Además, tengamos cuidado de no poner en peligro nuestra
herencia y las herencia de nuestra simiente como hizo el
buen rey Ezequías.
El libro de los Jueces comienza con el relato de cuando
Israel obedecía la orden de Josué. Empezaron a quitar al
enemigo su posesión en la Tierra Prometida pero no
pudieron vencerlos a todos. Leemos en Jueces 1:1:
“Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos
de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de
nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?”
Ahora podemos ver el relato dado de cada tribu en concreto
para apreciar mejor este punto.
1. La tribu de Judá (Jueces 1:19): “Y Jehová estaba
con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no
pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales
tenían carros herrados”.
2. La tribu de Benjamín (Jueces 1:21): “Mas al
jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los
300
EL VIAJE DE ISRAEL
hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de
Benjamín en Jerusalén hasta hoy”.
3. La tribu de Manasés (Jueces 1:27): “Tampoco
Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas,
ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus
aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los
que habitan en Meguido y en sus aldeas; y el cananeo
persistía en habitar en aquella tierra”.
4. La tribu de Efraín (Jueces 1:29): “Tampoco Efraín
arrojó al cananeo que habitaba en Gezer, sino que habitó
el cananeo en medio de ellos en Gezer”.
5. La tribu de Zabulón (Jueces 1:30): “Tampoco
Zabulón arrojó a los que habitaban en Quitrón, ni a los
que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en
medio de él, y le fue tributario”.
6. La tribu de Aser (Jueces 1:31-32): “Tampoco Aser
arrojó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban
en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehob.
Y moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra;
pues no los arrojó”.
7. La tribu de Neftalí (Jueces 1:33): “Tampoco Neftalí
arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que
habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los
cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron
tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores
de Bet-anat”.
CAPÍTULO 13
301
8. La tribu de Dan (Jueces 1:34-35): Los amorreos
acosaron a los hijos de Dan hasta el monte, y no los
dejaron descender a los llanos. Y el amorreo persistió
en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en
Saalbim; pero cuando la casa de José cobró fuerzas,
lo hizo tributario”.
Rubén y Gad se establecieron al otro lado del Jordán, fuera
de la Tierra Prometida. A Simeón y Leví no se les designó
tierra (Gn. 49:5-7). Simeón moró entre la tribu de Judá y
Leví se dispersó entre las demás tribus.
3. La reprensión del Señor
En Jueces 2:1-3 se nos dice que un ángel del Señor llegó
de Gilgal (que significa el lugar de santificación) a Boquim
(que significa el lugar del llanto), para advertir a Israel de
no hacer alianzas con los habitantes de la tierra.
“El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo
os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual
había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré
jamás mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis
pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis
de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz.
¿Por qué habéis hecho esto? Por tanto, yo también digo:
No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes
para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero”.
El Señor reprendió a los hijos de Israel por comprometerse
con sus enemigos en lugar de matarlos. Israel no se
arrepintió verdaderamente, y de nuevo abandonó al Señor.
302
EL VIAJE DE ISRAEL
Dios aborda los problemas en las vidas de Su pueblo
repetidamente, pero llega un momento en que, si
ignoramos repetidamente a Dios y escogemos amar
nuestros pecados y ataduras, Él no nos dará gracia para
que seamos liberados. Quedaremos encerrados en nuestras
ataduras. Llega un momento en que Dios establece a la
persona en el camino que ha escogido para su vida.
Necesitamos desesperadamente el don y espíritu de
arrepentimiento que nos lleve a llorar, para que podamos
volver a Gilgal, el lugar de santificación y comunión con
Dios. Un espíritu arrepentido y quebrantado causará que
no hagamos alianzas ni compromisos con el mundo, la
carne o el diablo.
4. Alianzas
Una de las lecciones más importantes que debemos
aprender en el caminar cristiano es hacer alianzas
correctas. Tenemos que entender las terribles
consecuencias de hacer alianzas erróneas. Hacer un pacto
con los habitantes de la tierra de Canaán destruyó a Israel
en muchas ocasiones, y terminó en matrimonios con
paganos inconversos.
Leemos en Jueces 3:5-7: “Así los hijos de Israel habitaban
entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y
jebuseos. Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron
sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses”. De
este modo, la idolatría total entró en la nación y con ello
los consiguientes juicios de Dios.
CAPÍTULO 13
303
También fue este el caso durante el reinado del justo rey
Josafat. Él hizo una alianza con Acab, rey de Israel, un
rey muy malvado (2 Cr. 18:1-3). El resultado fue que el
hijo de Josafat, Joram, se casó con la hija de Acab y
Jezabel, y caminaron de manera contraria a los
mandamientos de Dios (2 Cr. 21:4-6). En 2 Crónicas 19:2,
el Señor reprendió a Josafat por su alianza con Acab: “Y
le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y
dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que
aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de
Jehová ira contra ti por esto”.
Mientras que las malas alianzas pueden tener
consecuencias devastadoras para generaciones futuras, las
alianzas correctas pueden traer tremendas bendiciones
para las generaciones venideras. Aprendamos también de
la admonición del Salmo 1:1-2: “Bienaventurado el varón
que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino
de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley
medita de día y de noche”.
Tres niveles de comunión en el Salmo 1:1
1. Andar: significa recibir consejo o ser guiado
por los impíos, aquellos que dejan el camino
de la justicia.
2. Estar: significa adoptar abiertamente la causa
de los pecadores, aquellos que habitualmente
hacen obras malas.
304
EL VIAJE DE ISRAEL
3. Sentarse: significa hacer morada con aquellos
que desprecian las cosas espirituales y se han
entregado a una mente incapaz de hacer un
sano juicio.
Prestemos atención a la promesa y advertencia que
encontramos en Proverbios 13:20: “El que anda con
sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será
quebrantado”.
El Señor estaba enojado con los israelitas por su
desobediencia, como vemos en Jueces 2:20-23: “Y la ira
de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Por cuanto
este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y
no obedece a mi voz, tampoco yo volveré más a arrojar
de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó
Josué cuando murió; para probar con ellas a Israel, si
procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando
en él, como lo siguieron sus padres. Por esto dejó Jehová
a aquellas naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las
entregó en mano de Josué”.
Por consiguiente, los hijos de Israel nunca poseyeron su
herencia completa, como vemos en Jueces 3:1-4: “Estas,
pues, son las naciones que dejó Jehová para probar con
ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido
todas las guerras de Canaán; solamente para que el linaje
de los hijos de Israel conociese la guerra, para que la
enseñasen a los que antes no la habían conocido: los cinco
príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios,
y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el
monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. Y fueron
CAPÍTULO 13
305
para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían
a los mandamientos de Jehová, que él había dado a sus
padres por mano de Moisés”. Le tocó a David llevar a
Israel a un reposo perfecto. Esto se desarrolla en nuestra
siguiente sección.
Muchas personas viven con ataduras durante décadas
porque hicieron alianzas con los malvados. Luego tienen
que hacer frente a batallas con las obras de la carne, y aún
ver a sus hijos afligidos por los mismos pecados. Leemos
en Oseas 14:9: “¿Quién es sabio para que entienda esto,
y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de
Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; más los
rebeldes caerán en ellos”.
Seremos afligidos continuamente si hacemos alianzas con
los malvados. Seremos afligidos por su consejo erróneo,
y también a menudo por sus pecados que hayamos tolerado
o incluso aprobado.
TERCERA PARTE
La herencia del monte Sion
309
Capítulo 14
SILO
1. La historia de Silo
Después de cruzar el Jordán y entrar en la Tierra
Prometida, Israel tuvo tres capitales principales: Silo,
Hebrón y Sion. Su primera capital fue Silo. Leemos en
Josué 18:1: “Toda la congregación de los hijos de Israel
se reunió en Silo, y erigieron allí el tabernáculo de
reunión, después que la tierra les fue sometida”.
El significado de Silo es un oscuro, pero el sentido
espiritual de la palabra es “tranquilo” (Is. 8:6). La versión
Reina Valera habla de las aguas de Silo que “corren
mansamente”, sugiriendo que Dios lo planeó como un
lugar agradable en el cual vivir. Espiritualmente, era un
lugar de bendición. Todo esto cambió cuando los israelitas
se apartaron durante la época de Elí, el sumo sacerdote.
Veremos esto más adelante.
Situado a unos cincuenta kilómetros al norte de Jerusalén,
Silo fue el lugar elegido por Dios para erigir el Tabernáculo
de Moisés después de que Israel entrara en la Tierra
Prometida. El Tabernáculo permaneció allí hasta que fue
llevado a Gabaón (1 Cr. 16:39).
El Tabernáculo de Moisés estuvo situado en Silo durante
varios cientos de años, comenzando desde la entrada de
310
EL VIAJE DE ISRAEL
Israel a la Tierra Prometida hasta que fue invadida en
los días de Elí (Jos. 18:1; 1 S. 1-5; Sal. 78:55-68). Silo,
situado en el territorio dado a la tribu de Efraín, sirvió
como centro religioso de Israel. Era parte de la herencia
de José. Josué era de la tribu de Efraín, el hijo de José
(Nm. 13:8). Por consiguiente, Silo fue la elección natural
para el Tabernáculo, ya que estaba localizada en la
herencia de Josué, el líder que introdujo a Israel en la
Tierra Prometida.
Silo era también un lugar donde se tomaban decisiones
importantes. Fue allí donde se dividió la herencia de
las tribus de Israel. El Tabernáculo y la presencia literal
de Dios se encontraban en Silo. Leemos en Josué 18:8-10:
“Levantándose, pues, aquellos varones, fueron; y
mandó Josué a los que iban para delinear la tierra,
diciéndoles: Id, recorred la tierra y delineadla, y volved
a mí, para que yo os eche suertes aquí delante de
Jehová en Silo. Fueron, pues, aquellos varones y
recorrieron la tierra, delineándola por ciudades en
siete partes en un libro, y volvieron a Josué al
campamento en Silo. Y Josué les echó suertes delante
de Jehová en Silo; y allí repartió Josué la tierra a los
hijos de Israel por sus porciones”.
2. La gloria se aparta de Silo
Aunque el periodo de tiempo en el que los israelitas
estuvieron en Silo al principio fue glorioso, terminó siendo
un tiempo de transigencia, malas alianzas y coexistencia
con los enemigos. A pesar del gran liderazgo de Josué y
la presencia literal del Señor, el pueblo de Dios se contentó
CAPÍTULO 14
311
con victorias incompletas. No entraron en el reposo o en
el plan de Dios para sus vidas. Sion, la herencia más
grande, se quedó sin conquistar ni heredar. Muchos
israelitas incluso regresaron a la inmoralidad e idolatría,
como se describe en la época de Elí.
La época de Elí fue uno de los periodos más oscuros de
los anales de la historia de Israel. El libro de 1 Samuel
comienza con un relato muy lamentable de la condición
espiritual de la casa del Señor en Silo. A los hijos de Elí
se les llamaba hijos del Diablo, y no conocieron al Señor.
Sus siervos se quedaban con los sacrificios ofrecidos al
Señor. Los hijos de Elí también eran muy inmorales con
las mujeres que esperaban en la puerta de la
congregación. Aunque Elí amonestó a sus hijos, no los
apartó del sacerdocio, y por consiguiente, él mismo fue
amonestado por Dios, porque les honró a ellos más que
a Dios.
Por esa razón Dios escogió a Samuel, que sería un
sacerdote fiel a quien Dios le daría una casa segura.
¡Cuánto deberíamos nosotros como padres y líderes
espirituales aprender de las vidas de Elí y sus hijos para
no caminar en su error! Dios rechazó no sólo a Elí y su
simiente como sacerdotes (el último fue Abiatar, que fue
expulsado por Salomón), sino también a toda la tribu de
José. Silo estaba situado en la tribu de José; por lo tanto,
la tribu se contaminó. Debido a esto, leemos el siguiente
relato de los tratos de Dios con esa tribu:
“Desechó la tienda de José, y no escogió la tribu de
Efraín, sino que escogió la tribu de Judá, el monte de
312
EL VIAJE DE ISRAEL
Sion, al cual amó. Edificó su santuario a manera de
eminencia, como la tierra que cimentó para siempre.
Eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de
las ovejas; de tras las paridas lo trajo, para que
apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad”
(Sal. 78:67-71).
Cuando llegó la apostasía, Dios rechazó a la tribu de
Efraín, la cual había escogido para llevar a Israel a la Tierra
Prometida. En su lugar, Dios escogió al rey David, de la
tribu de Judá, para llevar a Israel de nuevo a la presencia
de Dios y para poseer el monte Sion, la morada de Dios.
Como no se arrepintieron, el Espíritu de Dios fue quitado
de Efraín, y crecieron cada vez peor. El libro de Oseas
retrata esto con mucho detalle.
En Génesis 49:10, que incluye la profecía de Jacob para
Judá, leemos: “No será quitado el cetro de Judá, Ni el
legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a
él se congregarán los pueblos”. Entendemos que esto
significa que Siloh representa al Mesías: Cristo. Por lo
tanto, el Señor vio que Efraín fracasaría, y por eso escogió
a Judá (de donde vendría Cristo) para tomar la posición
preeminente entre las tribus.
3. Lecciones
de Silo para los creyentes
Silo contiene una verdad muy importante para los
creyentes de hoy. Silo habla de un lugar o situación en la
que los creyentes toman decisiones sobre el lugar donde
CAPÍTULO 14
313
se quieren asentar, y dónde estará su herencia. Dios puede
usarnos poderosamente durante un tiempo; sin embargo,
si no caminamos rectamente con Dios, hará con nosotros
como lo hizo con Silo. Es decir, nos rechazará (o incluso
nos juzgará) y buscará otros creyentes que quieran seguir
avanzando hacia Su presencia y perfecta voluntad: ir a
Sion y ser plantados en el lugar que Él escoja.
315
Capítulo 15
HEBRÓN
1. Introducción a la vida de David
David fue el tercer gran líder del viaje, después de
Moisés y Josué. Es el que llevó a Israel a Sion. David
era de la tribu de Judá. ¿Por qué Judá? Recuerde que
la tribu de Judá tenía todas las promesas de heredar el
trono, y el monte Sion y Hebrón estaban en la tierra
de Judá.
Antes de conquistar Sion, David fue ungido en Hebrón y
reinó allí durante siete años y medio. El viaje de Israel
pasa primero por Hebrón y luego sigue hacia Sion. Así,
Hebrón es un lugar de paso a Sion, y debemos
experimentar el mensaje de Hebrón antes de poder llegar
a Sion. Por tanto, ¿qué representa Hebrón?
2. El significado
espiritual de Hebrón
Para poder entender el significado espiritual de Hebrón
para los creyentes, primero debemos considerar las
personas en la Biblia que están relacionadas con Hebrón,
entre ellos Abraham, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob, Caleb,
Otoniel y Acsa.
316
EL VIAJE DE ISRAEL
Separación antes de multiplicación
La primera persona relacionada con Hebrón es Abraham.
Génesis 13:18 nos dice que Abram moraba en Hebrón:
“Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el
encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar
a Jehová”.
Antes de que Abraham fuera a Hebrón, se separó de
Lot, como se relata en Génesis 13:9: “¿No está toda la
tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí.
Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si
tú a la derecha, yo iré a la izquierda”. El resultado de
esta separación de Lot se puede ver en Génesis 13:14-17:
“Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de
él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde
estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu
descendencia para siempre. Y haré tu descendencia
como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar
el polvo de la tierra, también tu descendencia será
contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y
a su ancho; porque a ti la daré”.
La separación de Abraham de Lot fue un requisito previo
para entrar en la verdadera comunión de Hebrón. Después
del acto de extrema generosidad de Abraham (al dejar
que Lot eligiera primero), vemos que Dios le hizo
promesas increíbles de fructificación y multiplicación.
Esas bendiciones llegaron después de hacer la separación
de otro que no tenía la misma visión o llamado.
CAPÍTULO 15
317
Este principio también se ve en las vidas de Isaac y Jacob,
que también están relacionadas con Hebrón, habiendo sido
sepultados allí. Isaac tuvo que separarse de Ismael y Jacob
tuvo que separarse de Esaú. Isaac es el prototipo que
produce el ciento por uno para Dios (Gn. 26:12-14). Él es
el tipo de hombre que hereda las promesas. Muchos que
han tenido oportunidades y promesas maravillosas
fracasan en apropiarse de ellas.
Jacob fue un hombre que luchó con Dios, prevaleció y
recibió un cambio de nombre a Israel, que significa “un
príncipe con Dios”. Él fue a Egipto con sólo 70 personas
pero regresó con una multitud poderosa (bajo Moisés).
De nuevo vemos la idea de la extraordinaria
multiplicación. Sin embargo, primero fue necesario que
Abraham, Isaac y Jacob experimentaran una separación
en sus vidas. Por lo tanto, este es parte del mensaje de
Hebrón: separación, y después multiplicación.
Dedicación, consagración
Hebrón habla de consagración. Caleb estaba consagrado,
y heredó Hebrón. Siguió al Señor por completo, como
leemos en Josué 14:13-14: “Josué entonces le bendijo, y
dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. Por
tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone
cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido
cumplidamente a Jehová Dios de Israel”.
Posteriormente, David obtuvo el territorio de Hebrón.
David fue un hombre conforme al corazón de Dios. Su
corazón no estaba dividido. Los David son el tipo de
318
EL VIAJE DE ISRAEL
personas que poseen Hebrón y todo lo que representa,
permitiéndoles llegar a Sion, que es el destino final.
También es interesante estudiar algunas de las mujeres
asociadas con Hebrón. Hace varios años, el Señor se paró
junto a mi cama mientras me encontraba acostado, y me
dijo: “Si tuvieras un hijo, ¿qué cualidades requerirías de
la mujer que se casara con él?” Inmediatamente, vino a
mi mente toda una lista de cualidades, y luego el Señor
me dijo: “¿Ves lo particular que habrías sido con las
características que quisieras para la esposa de tu hijo?
¿Entiendes ahora lo cuidadoso que soy para escoger
esposas para Mis hijos?” El Señor después comenzó a
hacerme entender la Escritura.
La primera esposa que el Señor mencionó fue Acsa. Era
la hija de Caleb, quien tomó Hebrón. Fue dada por esposa
a Otoniel, el primer juez (Jue. 1:12-13). Otoniel tuvo una
visión, una meta que alcanzar. Tuvo que tomar una
montaña para conseguir a Acsa como su esposa. Después
su esposa le ayudó a proseguir con su visión, diciendo:
“¡Asegúrate de conseguirme también las fuentes de agua
de arriba y de abajo!”
Una esposa tiene un poder tremendo para dirigir a su
esposo hacia un lado o hacia otro: hacia los propósitos
de Dios o lejos de ellos. Por ejemplo, Jezabel movió a su
esposo Acab hacia el camino erróneo, al motivarle a ser
malvado (1 R. 21:25). De Acsa se dice: “Le persuadió”
que pidiese las fuentes de agua (Jue. 1:14-15). Recuerde:
cada esposa persuade a su marido hacia una dirección o
hacia otra.
CAPÍTULO 15
319
El Señor también me dijo: “Escogí a Rut para que estuviera
en la línea mesiánica”. Toda la comunicación que yo tuve
con el Señor era sorprendente. Vi la seriedad con la que
Dios aborda el matrimonio. Es algo increíble cuando Él
comunica alguna verdad, porque transforma nuestra forma
de pensar en el momento en que Él nos habla.
Hay un periodo de calificación en una mujer para ser
seleccionada por el Señor para convertirse en la esposa
de uno de Sus hijos. Dios me hizo ver claramente que Él
selecciona con mucho cuidado porque no quiere que Sus
hijos se aparten de la visión y el propósito que Él les ha
dado. Entonces estuvo claro que una mujer tiene que
buscar a Dios con mucho fervor para ser escogida por Él
para casarse con uno de Sus hijos, y que Dios imparta Su
visión para su vida.
Continuando con este pensamiento, veamos ahora algunas
mujeres relacionadas con Hebrón y la línea mesiánica.
Una mujer relacionada con Hebrón es Sara, que fue
enterrada allí. Fue la única mujer en toda la Palabra de
Dios que recibió un cambio de nombre, de Sarai a Sara:
“princesa de multitudes”. ¿Por qué su nombre cambió a
Sara? Fue porque se iba a casar con alguien que tenía la
visión, con Abraham, que iba a convertirse en el “padre
de muchas naciones”. Ella necesitaba un nombre parecido,
necesitaba tener una visión parecida.
Considere el gran cuidado que hubo a la hora de
seleccionar a la esposa de Isaac, el heredero de Abraham.
Eleazar le pidió a Dios una señal o confirmación muy
difícil. “Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja
320
EL VIAJE DE ISRAEL
tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere:
Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea
ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en
esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi
señor” (Gn. 24:14).
Esto no parece ser una gran señal, pero lo cierto es que un
camello puede llegar a beber hasta 100 litros en diez
minutos. Como había diez camellos, necesitarían al menos
1000 litros de agua. Si el cántaro de Rebeca fuera de unos
8 a 10 litros, ¡se necesitaría bajar al pozo unas 100 veces!
Su corazón fue muy generoso al ofrecer dar de beber a
diez camellos. Ella era la que Dios había escogido. Rebeca
no era consciente de que estaba siendo probada, y a
menudo nosotros tampoco lo somos. Esta era una tarea
pequeña, y es en las tareas pequeñas donde Dios nos
prueba. Las actitudes determinan si seremos o no
seleccionados.
Rebeca no sabía que Dios la estaba probando y
observando. Al pasar la prueba, ella se convirtió en parte
de la línea mesiánica y también heredó Hebrón. Ella no
tenía ni idea de que cuando respondió al siervo Eleazar
marcó la señal que determinó si estaría o no en Hebrón.
De igual forma, nosotros nos sabemos cuándo Dios nos
está probando para ver si calificamos.
Igual que Abraham escogió ofrecer a Isaac, ¡también todos
nosotros tomamos decisiones hoy! Estas decisiones
determinarán si seguimos adelante o no. Recuerde que,
como dijimos anteriormente, una mujer tiene que pasar
la prueba para convertirse en la esposa de un hijo de Dios.
CAPÍTULO 15
321
¡Esto es muy importante! Una
mujer no puede vivir una vida
Es en las tareas
despreocupada y esperar que
pequeñas donde
Dios nos prueba
Dios le dé uno de Sus hijos
escogidos como esposo. ¡No
sucederá! Dios me dejó esto muy
claro. Muchas chicas están siendo probadas. Si no pasan
la prueba, Dios tomará a otras que sí la pasen y se les dará
a Sus hijos.
Dios quiere una Rut o una Rebeca. En estas dos santas
del Antiguo Testamento vemos el tipo de mujer que Dios
quiere para Sus hijos. El estándar de Dios para Sus hijos
es la excelencia. El estándar de Dios para las esposas de
Sus hijos no es menor. Él no escogerá a alguien que esté
comprometida a medias y que pueda apartar a uno de Sus
hijos de la meta del premio del supremo llamamiento de
Dios. Para algunas, o tendrá que haber un cambio de
corazón o de lo contrario no alcanzarán los propósitos de
Dios para sus vidas.
No obstante, estar soltero puede ser un llamamiento
incluso más alto, como vemos en 1 Corintios 7:37-38:
“Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad,
sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en
su corazón guardar a su hija virgen, bien hace. De manera
que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la
da en casamiento hace mejor”.
Una esposa se convierte en una parte integral de un
hombre; se convierte en su propia vida. Ella es su ayuda
idónea y puede literalmente decidir el destino de su
322
EL VIAJE DE ISRAEL
marido. Dios me hizo ver claramente que no le dará una
esposa a uno de Sus hijos si ella no está consagrada o si
su lengua está llena de engaño. Los hijos de Dios son
muy valiosos. Fueron preordenados antes de la fundación
del mundo para cumplir una misión. Dios sólo va a traer
a la vida de cada uno de Sus hijos a una mujer consagrada
que se asegure de que él llegue a la meta.
Este mensaje de consagración no es sólo para las mujeres
solteras, sino también para las casadas. Las esposas
necesitan preguntarse si están consagradas, diciendo:
“¿Estoy ayudando a mi esposo a cumplir la visión que
Dios le ha dado? ¿Soy incondicional para Dios, o estoy
alejando a mi marido del premio del supremo llamamiento
de Dios porque no estoy consagrada y quiero las cosas de
este mundo?”
Por supuesto, esto se puede aplicar tanto a un hombre
como a una mujer. Si una esposa ha sido llamada por
Dios como parte de del ministerio quíntuple (apóstol,
profeta, evangelista, pastor, maestro: véase Efesios 4:11-16),
es importante que su esposo la apoye y esté también
consagrado a Dios. Todos debemos dar cuentas de
nuestra vida ante el trono del juicio de Cristo. Para las
esposas, Dios pedirá cuentas de sus vidas de si ayudaron
a sus maridos a cumplir lo que Dios había ordenado para
ellos, o si los apartaron y obstaculizaron porque sus
deseos no estaban consagrados para Dios. A menos que
algo cambie, sus esposos no alcanzarán la meta, y tendrán
que dar cuentas en el trono del juicio de Cristo. ¡Pero
tenemos la gracia disponible para cambiar! Que
clamemos a Dios: “Quiero cambiar. Hazme como Sara.
CAPÍTULO 15
323
Quiero ser una Acsa. Oh Dios, quiero ser como Rut.
Deseo ser una bendición. Quiero estar consagrada”.
Consagración significa la capacidad de renunciar a
aquello que nos es querido, ya sea espiritual o natural.
Es tener un corazón tan libre que si Dios nos pide que
dejemos algo, seremos capaces de dejárselo a Él, por Su
gracia. Dios pone Su dedo sobre cosas en nuestra vida en
ciertos momentos, y cuando lo haga, le animo a que le
diga al Señor: “Sí, Dios; suelto en Tus manos este asunto
del que me has estado hablando”.
Matrimonio
Nuestra pareja matrimonial es de suma importancia para
nuestras vidas. Él o ella no sólo debe tener el mismo
llamado, sino también ser digna de nuestra confianza, que
nos apoye y sea fiel. Sólo Dios sabe el final; por lo tanto,
aunque con los ojos y los oídos un hombre o una mujer
puedan parecer agradables, sólo Dios sabe las decisiones
que tomarán a lo largo del camino de la vida que
determinarán su destino final. Él sabe quién cumplirá el
llamado, quien seguirá apoyando el llamado y ministerio
del cónyuge y quién será fiel a su pareja conyugal. Por
consiguiente, debemos dejar la elección de nuestra
pareja matrimonial en el altar y pedirle a Dios que
escoja. Esto se aplica tanto a hombres como a mujeres,
ya sea que estén llamados al ministerio quíntuple o no.
Conocí a una chica que se consideraba inestable, insegura
e incapaz de seguir en el camino. En su desesperación,
buscó a un hombre que parecía ser fortaleza para ella,
324
EL VIAJE DE ISRAEL
sólo para descubrir después del matrimonio, que fue ella
la que tuvo que ser ese pilar de fortaleza. Cómo terminaron
no lo sé. Si ella le hubiera preguntado al Señor, habría
sido dirigida a otra pareja. Así que pregúntele al Señor y
recuerde que la belleza es sólo superficial y que solamente
el Señor conoce los corazones.
Primero esterilidad, después fruto
Varias de estas mujeres fueron estériles antes de ser
fructíferas. Hebrón está asociado a la esterilidad que lleva
al fruto. Antes de que Dios dé multiplicación, hay una
esterilidad espiritual. Durante este tiempo, hay una
profunda purificación en nuestras vidas. Hubo siete
mujeres estériles en la Palabra de Dios que tuvieron hijos
extraordinarios: Sara, Rebeca, Raquel, Ana, Rut, la
madre de Sansón y Elisabeth. Aquéllas que son de la
“Hebrón” espiritual serán probadas por fuego con un
periodo de esterilidad.
José fue preparado para ser un libertador para su
generación, y la Palabra del Señor le probó durante el
periodo de esterilidad en su vida (cuando fue vendido
como esclavo). Pero al final de su vida, fue
abundantemente fructífero.
Leemos en Isaías 54:1-3 que Dios hace fructífera a la
estéril en su tiempo: “Regocíjate, oh estéril, la que no
daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que
nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la
desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.
Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus
CAPÍTULO 15
325
habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus
cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la
mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia
heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”.
Circuncisión
Otro aspecto de heredar las promesas de multiplicación
en Hebrón es la circuncisión. El Señor había prometido a
Abraham: “Y te multiplicaré en gran manera, y haré
naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi
pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus
generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el
de tu descendencia después de ti” (Gn. 17:6 7). Sin
embargo, para recibir las promesas de multiplicación y
fertilidad, él y su simiente tenían que ser circuncidados
(Gn. 17:10-11). Por lo tanto, la circuncisión es el requisito
previo para ser fructífero.
Los que cruzaron el Jordán y fueron circuncidados en
Gilgal comenzaron a heredar las promesas.
Desgraciadamente, muchos de los santos evitaron áreas
donde era necesario que la espada cortara la carne y se
conformaron con una herencia inferior. Sin embargo, los
que llegan a la Hebrón espiritual deben someterse
totalmente a la circuncisión del corazón.
Como mencioné anteriormente, una vez tuve una visión
en Nueva Zelanda de un ángel con su espada
desenvainada. Al final de la punta de su espada estaba
escrito “circuncisión”. Dios dijo que los que serían
multiplicados y fructíferos tendrían que estar dispuestos
326
EL VIAJE DE ISRAEL
a exponer sus corazones ante el Señor y permitirle
circuncidarlos. A menos que tengamos un corazón
circuncidado, no estaremos en el pacto de la
multiplicación.
Todas las bendiciones de Abraham
Cuando Caleb vio Hebrón, clamó: “Dame, pues, ahora
este monte” (Jos. 14:12). ¡Oh, qué monte estaba pidiendo!
En ese monte, Abraham, Isaac y Jacob habían sido
enterrados; por lo tanto, el monte Hebrón simboliza una
relación de pacto. Habla de todas las promesas que Dios
les había dado a Abraham, Isaac y Jacob. ¡Caleb no sólo
estaba pidiendo un montón de tierra! “Este monte”
representaba todas las bendiciones de Abraham. Caleb
estaba diciendo que quería entrar en todas esas bendiciones
dadas a Abraham.
Derribando las fortalezas de Satanás
Sansón rompió las puertas de la ciudad de Gaza y las llevó
a Hebrón, como vemos en Jueces 16:3: “Mas Sansón
durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se
levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos
pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las
subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón”.
Las puertas de una ciudad son su fortaleza y seguridad.
Por lo tanto, Hebrón puede representar el derribo de las
fortalezas de Satanás. El Señor quiere que Su Iglesia
tenga poder para romper los poderes espirituales que
gobiernas nuestras ciudades, como dijo en Mateo 16:18:
“… y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas
CAPÍTULO 15
327
del Hades no prevalecerán contra ella”. Esto significa
que las fortalezas de Satanás cederán y caerán ante la
Iglesia triunfante de Cristo.
Engrandecimiento
David se convirtió en rey en Hebrón. Cuando David fue
ungido allí, recibió autoridad sobre un sector de la nación.
Era rey sólo de Judá. Cuando volvió a ser ungido de nuevo,
recibió autoridad sobre toda la nación de Israel. En un
sentido muy real, su segunda y tercera unción fue sobre
compañías de personas. Esto habla de multiplicación,
unión y aumento. Hay una unción para el
engrandecimiento, la cual David recibió en Hebrón.
Ciudad de refugio
Hebrón era también una ciudad de refugio, como vemos en
1 Crónicas 6:57: “De Judá dieron a los hijos de Aarón la
ciudad de refugio, esto es, Hebrón; además, Libna con sus
ejidos, Jatir, Estemoa con sus ejidos”. Un verdadero
hebronita abre sus puertas a aquéllos que tienen necesidad.
Debemos tener una mirada generosa, y tener las manos
abiertas para ser los conductos de las finanzas de Dios. Mucha
gente dice: “Me encanta dar cuando tengo”, pero si intentaran
dar lo que tuvieran, tendrían más para dar. La gente que da
más es normalmente la que no está catalogada como rica.
Un hombre que conozco apenas tiene un centavo para él,
pero fluyen millones a través de él. El principio bíblico es:
“Dad, y se os dará” (Lc. 6:38). Debemos tener un corazón
dispuesto a ayudar a los necesitados en cualquier manera
que podamos, dando consuelo, amor, comida y alojamiento.
328
EL VIAJE DE ISRAEL
Adoración y enseñanza pura
Hebrón era una ciudad sacerdotal. Los sacerdotes eran
los maestros de Israel. Hebrón era un lugar donde los
maestros se desarrollaban. Sin embargo, el ministerio
sacerdotal no sólo consiste en la predicación y la enseñanza
de la ley. Los sacerdotes también eran los directores de
alabanza y adoración. Las ciudades sacerdotales como
Hebrón eran para levantar ministros capaces de dirigir al
pueblo de Dios en una verdadera adoración. Los hebronitas
se deberían especializar en la adoración pura y la música,
así como en la enseñanza.
El sacrificio de nuestro “Isaac”
El carácter entero de Hebrón es la consagración. Todo
el propósito y anhelo del corazón de Abraham era cumplir
la voluntad de Dios. Abraham estaba consumido con el
llamado de Dios. Estaba llamado a ser el padre de muchas
naciones, a pesar de que no tenía ningún hijo, y la
promesa parecía cada vez más imposible. Finalmente,
Isaac nació cuando Abraham tenía cien años. Entonces,
Dios probó a Abraham, diciendo: “¡Devuélvemelo!” Eso
fue como pedirle que ofreciera todo aquello por lo que
había vivido. Dios le pidió a Abraham que abandonara
su llamado, su ministerio, las promesas y todo aquello
que había esperado. Un verdadero hebronita está
dispuesto a entregar incluso lo más querido que tiene.
Estos son los que llegan a Sion.
Para aclarar del todo este principio de una forma nueva,
el Señor una vez me mostró Su corazón. Vi al Señor Jesús
CAPÍTULO 15
329
de pie delante de la tierra, la cual Él y Su Padre habían
creado juntos con tanto esmero y amor. Y no sólo hicieron
esta hermosa tierra, sino que también hicieron todos los
tronos de gloria y todo el esplendor del cielo. Sin embargo,
llegó un momento en el que el Padre le dijo al Hijo:
“¿Renunciarías a ello para convertirte en un hombre y
morir por los pecados del mundo?”
El Espíritu de Dios en Filipenses 2:6-8 nos muestra con
más detalle lo que Cristo estuvo dispuesto a dejar: “El
cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí
mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló
a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz”. El verdadero significado de este versículo
en el griego revela que Jesús soltó todo
voluntariamente. Ser igual a Dios no es algo a lo que
Él se aferró (véase 2 Cor. 8:9; 5:21).
Mi esposa y yo habíamos sido piezas clave para fundar
una sociedad misionera en Nueva Zelanda. Habíamos
trabajado allí durante diez años, y Dios lo bendijo. Ha
dado su fruto en muchas partes del mundo. Entonces,
una mañana temprano, el Señor me habló diciendo:
“Déjalo todo; renuncia”. Había trabajado allí durante diez
años, y el Señor me dijo: “Déjalo ir”. Cuando dije: “Sí,
Señor” en mi corazón, vino una canción: “Soy libre para
ser un siervo del Señor”. Recientemente, el Señor me
recordó este incidente, y me dijo: “De no haber dejado
todas esas cosas, nunca te hubieras podido convertir en
Mi siervo”.
330
EL VIAJE DE ISRAEL
Felipe el evangelista recibió el mensaje de dejar el
avivamiento en Samaria y acudir en busca de un eunuco
de Etiopía en el desierto. Eso realmente terminó en un
mayor fruto: el establecimiento de la iglesia en Etiopía.
Hebrón simboliza estar consagrado. Significa sujetar las
cosas con ligereza, incluso lo que Dios nos ha dado. ¡Qué
dedicación por parte de Abraham al ser capaz de ofrecer a
su hijo Isaac! Él no sólo renunciaba a su hijo, sino también
a su propio llamado. En Isaac estaban todas las promesas.
Seamos verdaderos hebronitas, como lo fue Abraham.
Sólo la consagración nos llevará a las bendiciones de
Hebrón. Recuerde: David fue ungido en Hebrón. Fue sólo
cuando entró en la plenitud de las bendiciones de Hebrón
que pudo entrar y tomar Sion.
Está muy claro que no podemos entrar en Sion a menos
que Hebrón sea una realidad. Sólo los que están
consagrados pueden entrar en Sion. Esto puede significar
abandonar un “Isaac”: posesiones que valoramos, llamado
o ministerio. Pero hay algo que debemos entender: Dios
conoce nuestro corazón y concretamente aquello a lo que
nos estamos aferrando, ¡y eso será lo que nos pida! Por lo
tanto, no debemos apretar nada con empuñadura de hierro,
ya sean cosas espirituales o naturales.
Resumen del mensaje de Hebrón
El mensaje de Hebrón es la clave para ir a Sion. Silo
experimentó un mover maravilloso del Espíritu Santo bajo
el ministerio de Josué. Muchos cruzaron el Jordán y habían
entrado a algo en Dios. Esto ocurre también con muchas
CAPÍTULO 15
331
personas hoy día. Numerosos hombres y mujeres se han
curtido en el desierto, han cruzado el Jordán y han entrado
en ministerios fructíferos y bendiciones, pero
desgraciadamente, al haber áreas de su corazón que no
fueron alcanzadas por la espada, muchos han caído en
pecado o se han desviado de su camino.
El simple hecho es que si no seguimos avanzando en
nuestro viaje, terminaremos volviendo atrás. La clave para
llegar a la meta es seguir respondiendo a aquello en lo
que Dios está poniendo Su dedo en nuestras vidas. Cada
vez que decimos “sí” a Dios, se produce una
transformación en nuestro corazón; pero cuando decimos
“no” a Dios, dejamos de crecer. De hecho, retrocedemos.
Muchos de los israelitas evitaron la espada y terminaron
comprometiéndose y cohabitando con el enemigo. No sólo
dejaron de avanzar a Sion, sino que también perdieron
las bendiciones que habían obtenido en Silo. Recuerde,
incluso cuando recibimos un “reino” o bendiciones,
seremos probados para ver si somos dignos de mantenerlo.
Saúl habría conservado su reino para siempre si hubiera
pasado las pruebas (véase 1 S. 13:13-14).
Hebrón era el lugar de circuncisión. Era el lugar de los
consagrados. Aquí es donde nos enfrentamos a la espada,
donde nos enfrentamos a los problemas que afrontamos.
Si permitimos que Dios haga Su obra completa en nuestro
corazón, avanzaremos hacia Sion.
332
EL VIAJE DE ISRAEL
Hebrón representa:
•
Separación antes de multiplicación—
Abraham tuvo que separarse de su familia y
amigos que no tenían la misma visión y
llamado.
•
Dedicación, consagración—Esto incluye
fidelidad en las tareas pequeñas, y mantener
una actitud correcta.
•
Matrimonio—Muchas bendiciones y
protección se producen en nuestras vidas
cuando dejamos que Dios escoja a nuestra
pareja. Después del matrimonio, debemos
seguir consagrados a Dios para ayudar a
nuestra pareja a avanzar en el llamado de Dios.
Una esposa no consagrada obstaculizará a su
esposo para cumplir el llamado de Dios.
También, un hombre dará cuentas a Dios por
no llevar a su familia a conseguir lo más alto.
•
Primero esterilidad, después fruto—La
esterilidad produce una profunda purificación
en nuestro corazón.
•
Circuncisión—Esto significa hacer frente a
cualquier cosa con que la Palabra de Dios nos
esté confrontando.
•
Todas las bendiciones de Abraham—Estas
sólo las obtienen los que están consagrados.
CAPÍTULO 15
•
Derribo de las fortalezas de Satanás—El
Señor quiere que Su Iglesia tenga el poder de
romper los poderes espirituales.
•
Engrandecimiento—En Hebrón, hay una
unción para el aumento.
•
Ciudad de refugio—Hebrón es un lugar para
mostrar compasión a los pobres y necesitados,
y para ser generoso.
•
Adoración y enseñanza pura—Una clave
importante para avanzar con Dios es evitar la
música mundana, y guiar a otros a la adoración
y alabanza pura, así como a la enseñanza.
• El sacrificio de nuestro “Isaac”—En Hebrón,
soltamos nuestras posesiones más queridas,
incluso nuestro llamado y ministerio si Dios
así lo requiere. Todo lo que tenemos
simplemente es algo que Dios nos ha prestado.
333
335
Capítulo 16
EL MONTE SION
1. Historia de Sion
Estamos viviendo en los últimos tiempos. Esta
dispensación de la Era de la Iglesia está a punto de
terminar. El viaje de Israel fue largo, especialmente
cuando pasaron por el desierto. Si hubieran obedecido
al Señor, podría haber sido mucho más corto, quizá tan
sólo de dos años.
En estos últimos tiempos, no deberíamos esperar que la
gente tarde mucho en llegar al Jordán y cruzarlo. Para los
líderes que han tenido que ser punta de lanza en su camino
en estas experiencias, ha tomado mucho tiempo. Han
tenido que aprender todas las dificultades del desierto.
Sin embargo, hay una sensación de estar en el tiempo de
Dios. Desde 1973, la Iglesia ha avanzado al Día de la
Expiación, y desde ese punto, Dios ha dejado caer de golpe
la espada de la circuncisión en los corazones de Su pueblo.
Así, Dios hará que su Iglesia termine rápidamente este
viaje desde Egipto hasta Sion en estos últimos tiempos.
Abraham fue el fundador de Hebrón. Como peregrino,
moró en la tierra de la promesa. Aunque él mismo nunca
llegó a la Sion terrenal, pues él no estaba en la dispensación
que podía ir a Sion, tuvo la visión celestial progresiva de
336
EL VIAJE DE ISRAEL
Sion (He. 11:9-10; 12:22). A veces la gente tiene una visión
de la dispensación más allá de la que está viviendo. Hay
una Jerusalén terrenal con un monte santo llamado Sion en
medio de ella. Este es un tipo de la Jerusalén celestial con
un monte Sion situado también en ella (Ap. 14:1-5).
Juan describe esta ciudad en Apocalipsis 21:10-11 como
resplandeciente por la gloria de Dios, y clara como el
cristal. Apocalipsis 21:18 habla de oro puro, como el
cristal. El pensamiento subyacente es que no hay
distorsión, es absolutamente transparente. Dios está
buscando prepararnos para Sion porque es un lugar
habitado sólo por los que son transparentes.
En Apocalipsis 21:12 se menciona el número doce. Doce
es el número de gobierno; por lo tanto, Sion es una ciudad
habitada por aquéllos que están bajo el gobierno de Dios.
Sion habla mucho de gobierno, así que no es una ciudad
para los independientes o ilegales. Es para los que han
aceptado el corral de Dios, Sus riendas y Su yugo. Es para
los que están gobernados por Dios.
Veamos ahora a Sion con un poco más de detalle. Al leer
la Palabra de Dios, encontramos que casi todas las
profecías relativas a la Iglesia de los últimos tiempos se
refieren a los hijos e hijas de Sion.
Sion era la ciudad de David, el hombre según el corazón de
Dios. Sion fue tomada por David después de su tercera unción
en Hebrón. El Señor me ha estado hablando constantemente
de que hay un trabajo que primero debe ser cumplido en los
“hebronitas” antes de que puedan avanzar hacia Sion.
CAPÍTULO 16
337
Tres montes
En el viaje de Israel había tres montes. Los montes
simbolizan poder, autoridad y posición. El primer monte
era Sinaí, que representa el bautismo del Espíritu Santo.
No había habitantes que vencer en Sinaí, no había
gigantes que derrotar para tomar ese monte. Recibir el
bautismo del Espíritu Santo no es una batalla.
Desgraciadamente, mirando a los dos siguientes montes,
encontramos que estaban habitados. Cuando Caleb dijo
concerniente a Hebrón: “Dame ahora este monte”, tenía
que vencer a los poderosos hijos de Anac. No podemos
obtener Hebrón sin derrotar a algunos gigantes. Sin
embargo, Sion es aún más difícil de conquistar: es la
última fortaleza. Los habitantes de Sion eran los
jebuseos. Ellos aguantaron hasta el final, y es necesaria
una gran guerra para desalojarlos.
2. Significado espiritual de Sion
Sion—lugar de unidad
Los jebuseos fueron los últimos de las siete naciones que
ocuparon la tierra de la promesa, y son un tipo de los
enemigos mencionados en Proverbios 6:16-19. El séptimo
enemigo es el sembrador de discordia entre los hermanos.
Los jebuseos representan a los que causan división. Lo
que causa división es lo más difícil de vencer. Sin embargo,
uno se convierte en la antítesis del enemigo al que vence.
Así, después de desalojar al enemigo de Sion, la tierra
que una vez tuvieron se convirtió en un lugar de gloriosa
unidad. “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar
338
EL VIAJE DE ISRAEL
los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo
sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba
de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como
el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de
Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna”
(Sal. 133:1-3). Así, el monte de Sion se convirtió en un
lugar de bendita armonía.
Si seguimos este pensamiento a través de la Palabra de
Dios, veremos que cualquier área en la que obtengamos
la victoria se convertirá en nuestra mayor fortaleza.
Cuando vencemos a los jebuseos (que representan la
división), entonces entraremos en la unidad de los
hermanos. Esta unidad es parecida al ungüento que se usó
para ungir a Aarón y sus hijos en Éxodo 30:23 25. Esta
unción también es la unción que se necesita para ministrar
al Señor (Ex. 30:30).
Los componentes de este ungüento son muy
importantes, y son:
1. Mirra, que habla de mansedumbre o una
muerte al propio yo.
2. Canela, que habla de bondad. Significa ser
del todo bueno, estar lleno de la bondad de
Dios, e incapaz de hacer mal a alguien.
3. Cálamo, que es análogo a la benignidad.
David dijo: “Y tu benignidad me ha
engrandecido” (Sal. 18:35).
4. Casia, que habla de humildad y las lágrimas.
5. Aceite de oliva, que habla de paz.
CAPÍTULO 16
339
Todas estas virtudes deben ser desarrolladas en nosotros:
mansedumbre, bondad, benignidad, humildad y paz. Estos
son los ingredientes necesarios para la unidad.
Oh, si tan sólo pudiéramos poner sobre nosotros un frasco
o tarro de ese hermoso ungüento, y mientras fuera
derramado sobre nosotros, podríamos ser transformados
instantáneamente. Pero no funciona así. A veces, está esa
unción y nos sentimos muy bien, pero luego la unción se
va y volvemos a ser nosotros. Sin embargo, Dios quiere
desarrollar estas cualidades en nuestra vida.
Sion—perfección y hermosura
El Salmo 50:2 dice que Sion es “perfección de hermosura”.
Otro versículo que va junto con éste es el Salmo 48:2,
donde Sion se dice que es “hermosa provincia, el gozo de
toda la tierra”. Los estándares de Sion son la perfección
absoluta. Sion es la belleza de Jesús, la perfección de la
belleza brillando a través de sus santos.
La perfección de la hermosura y “firmeza de corazón”
están relacionadas. David era el rey de Sion. Por
supuesto, él es también un prototipo del Rey de reyes.
David dijo en el Salmo 27:4: “Una cosa he demandado
a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová
todos los días de mi vida, para contemplar la
hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”.
Aquí vemos que la perfección de la hermosura viene
de una resolución del corazón donde hay tan sólo
un deseo: contemplar la belleza del Señor e inquirir
en su templo.
340
EL VIAJE DE ISRAEL
Sion—morada preferida de Dios
Sion es la morada de Dios, y por eso no se puede mover
(Sal. 125:1). En 1947, la primera posesión que Israel
volvió a obtener cuando se convirtió de nuevo en una
nación fue Sion. Tuvieron que esperar mucho tiempo para
recibir la otra parte de Jerusalén, pero primero obtuvieron
Sion. También, en el último sitio de Jerusalén, justamente
antes de la Segunda Venida de Cristo, Jerusalén cae ante
sus enemigos, pero no Sion (Zac. 14:1-3).
“Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación
para sí” (Sal. 132:13). Aunque Sion es un monte físico,
representa también un monte espiritual. Es el lugar de la
morada de Dios. El Salmo 87:2 nos dice lo que Dios piensa
de Sion: “Ama Jehová las puertas de Sion más que todas
las moradas de Jacob”. Por lo tanto, dondequiera que
veamos en Israel, por mucho que fueron bendecidos por
Dios, por mucho que avanzaron en Dios y recibieron Sus
bendiciones, el Señor prefirió las puertas de Sion más que
todas las otras moradas de Jacob. Los efrainitas tuvieron
bendiciones especiales gracias a José. Hebrón tenía
bendiciones especiales. Había muchas sinagogas y
asambleas por toda la nación, cada una con su propio
énfasis y forma de adorar, pero Sion era la preferida de
todas. Nuestro llamado es Sion.
Una innumerable compañía de ángeles
Como ya hemos mencionado, Sion es la Jerusalén
celestial. En la Sion celestial hay una gran compañía de
ángeles: “Os habéis acercado al monte de Sion, a la
CAPÍTULO 16
341
ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía
de muchos millares de ángeles” (He. 12:22). Creo con
todo mi corazón que vamos a experimentar
manifestaciones angélicas en estos últimos tiempos. ¡Las
necesitaremos! Sin ellas no lo lograremos. A menos que
marche el ejército celestial, el ejército terrenal no triunfará.
Lo que nos llevará a Sion son los dos ejércitos marchando
juntos. Cuando decimos que vamos a Sion, estamos
hablando de entrar en las esferas celestiales, en el ámbito
del Espíritu mientras seguimos estando en esta tierra.
La doble porción
Sion es la iglesia de los primogénitos (He. 12:23). En el
griego original, “primogénito” es plural; es un grupo de
personas que reciben una doble porción. Esta doble
porción se refiere a la doble porción del Espíritu de Dios,
como lo que pidió Eliseo (2 R. 2:9). De nuevo, el clamor
de la doble porción es algo que Dios debe hacer nacer
dentro de nosotros. No podemos estar satisfechos con la
unción y el ministerio que tenemos. No podemos estar
contentos incluso con las profundidades que hemos
obtenido hasta ahora. No estamos clamando por una
doble porción de lo que ya tenemos, sino por una doble
porción de lo que nuestro “Elías”, el Señor Jesucristo,
tenía. Jesús dijo: “El que en mí cree, las obras que yo
hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque
yo voy al Padre” (Jn. 14:12). Debemos ser conscientes
de que todo lo que sea menor a una doble porción no
suplirá las necesidades de tantas naciones de la tierra; si
somos la iglesia de los primogénitos, menos que eso no
nos va a satisfacer.
342
EL VIAJE DE ISRAEL
“Espíritus de hombres perfeccionados”
Sion es la residencia de aquellos cuyos espíritus han sido
perfeccionados. Hemos de ser como esos habitantes
celestiales de Sion, cuyos espíritus han sido
perfeccionados por Dios, porque eso es lo que Él quiere.
Hace unos años, vi en una visión la Segunda Venida de
Cristo. Vi al Señor Jesús descender con Su Iglesia desde
el cielo, y la Iglesia de la tierra ascendía para reunirse con
el Señor. Observé que la Iglesia celestial que descendía y
la Iglesia terrenal que ascendía eran parecidas. Ambos
grupos estaban llenos de gloria, y los espíritus de todos
ellos habían sido perfeccionados. Por lo tanto, nuestros
espíritus deben ser perfeccionados.
Sion—lugar de liberación y poder increíbles
Me gustaría comparar por un momento Hebrón con
Sion. “Y destruirá en este monte [Sion] la cubierta
con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo
que envuelve a todas las naciones” (Is. 25:7).
Recordará que Sansón llevó las puertas de la ciudad a
Hebrón. Hebrón está asociada con tomar las puertas de
la ciudad. El poder de Hebrón es para tomar las
ciudades para Cristo, pero el poder de Sion es para
tomar naciones completas. Esa es la diferencia entre el
poder de Hebrón y el poder de Sion. Hay un poder en
Sion que puede dragar una nación para Dios.
En Abdías 1:17-21 se nos dice claramente que la liberación
viene de Sion: “Pero en el monte Sión habrá liberación,
y será sagrado. La casa de Jacob será fuego, y la casa de
CAPÍTULO 16
343
José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán
y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú,
porque Jehová lo ha dicho. Y los del Neguev poseerán el
monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán
también los campos de Efraín, y los campos de Samaria;
y Benjamín a Galaad. Y los cautivos de este ejército de
los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta
Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad
poseerán las ciudades del Neguev. El pueblo de Jacob
recuperará sus posesiones. Y los libertadores subirán al
monte Sión para gobernar la región montañosa de Esaú.
Y el reino será del SEÑOR”.
Los salvadores (o libertadores) vienen del monte Sion.
Hay una gran diferencia entre ser un predicador y ser un
libertador. Nuestra generación necesita libertadores.
Observe también en este pasaje de Abdías que los que
están en Sion toman lo que han perdido los “Esaú”. En
otras palabras, los hijos de Sion reclamarán las posesiones
que cedieron los que han vendido sus primogenituras.
Sion es el lugar de la gloria de Dios
El Salmo 102:16 dice: “Por cuanto Jehová habrá
edificado a Sion, y en su gloria será visto”. El Arca del
Pacto había sido abandonada en un campo por muchos
años (Sal. 132:6) pero cuando David conquistó Sion, erigió
una tienda sobre el monte Sion, conocida como “el
Tabernáculo de David” y colocó en ella el Arca. El Arca,
claro está, representa literalmente la presencia y la gloria
de Dios, porque la gloria shekinah de Dios cubría el Arca
del Pacto.
344
EL VIAJE DE ISRAEL
No había velo en el Tabernáculo de David (como el que
había en el Tabernáculo de Moisés), el cual impedía a
todos menos al sumo sacerdote entrar en el Lugar
Santísimo y ver la gloria de Dios. David tenía libre acceso
para entrar en la presencia de Dios, para sentarse delante
del Arca y para experimentar Su gloria. Así, la gloria
visible de Dios está relacionada con Sion.
Dios ha elegido manifestar Su gloria en diferentes
momentos a lo largo de la Historia, pero en estos últimos
tiempos, el Señor va a cubrir a Su Iglesia y a Su pueblo
con Su gloria visible. Leemos en Isaías 4:5 que la gloria
del Señor vendrá sobre Sion y cada iglesia o
congregación que mora en la Sion espiritual: “Y creará
Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre
los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de
día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas;
porque sobre toda gloria habrá un dosel”. Por lo tanto,
si quiere experimentar la gloria de Dios en su totalidad,
asista a una iglesia que tenga la visión de Sion y de lo
mejor de Dios.
La promesa de la gloria visible de Dios queda reiterada
para el creyente en los últimos tiempos en Isaías 66:1-2:
“Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado
de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de
edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo
todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice
Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de
espíritu, y que tiembla a mi palabra”. Por consiguiente,
estemos alentados; ¡días gloriosos esperan a todos los que
moran en el monte Sion espiritual!
CAPÍTULO 16
345
Sion es un lugar de oración
Si no tenemos el deseo de orar y buscar el rostro de Dios,
entonces debemos buscar sinceramente que Dios haga
nacer este deseo y pasión en nuestro corazón. El
Salmo 24:1-4 nos da algunos de los requisitos para morar
en Sion, el monte santo de Dios. El Salmo 24:6 dice que
los que moran en Sion son los que están comprometidos
a buscar el rostro de Dios: “Tal es la generación de los
que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de
Jacob. Selah”.
Debemos estar dispuestos a comprometernos a responder
al llamado y a la Palabra del Señor. Leemos en Isaías 56:7:
“Yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi
casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios
serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será
llamada casa de oración para todos los pueblos”. El
monte Sion se convirtió en un lugar para orar y buscar
el rostro de Dios.
El rey David era un hombre de oración, según dice el
Salmo 109:4: “En pago de mi honor me han sido
adversarios; mas yo oraba”. En el Salmo 27:8, David
nos muestra la importancia de responder cuando Dios nos
llama a buscarle: “Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi
rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová”. Una de las mayores
bendiciones de Dios es tener hambre y sed del Señor, así
que deberíamos pedirle humildemente que nos las
conceda. Entonces nuestra vida podrá cumplir la
advertencia de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:17: “Orad
sin cesar”.
346
EL VIAJE DE ISRAEL
Sion es el lugar de la Ley de Dios
Leemos en Isaías 2:3: “Y vendrán muchos pueblos, y
dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa
del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y
caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la
ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”. La esencia del
Nuevo Testamento es que la Ley se ha de escribir en las
tablas de carne de nuestro corazón. Esto se efectúa a
medida que vamos al monte Sion espiritual.
Sion es el lugar de la lluvia tardía del
derramamiento del Espíritu de Dios
Joel 2:23 dice: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos
y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la
primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre
vosotros lluvia temprana y tardía como al principio”.
Israel depende de las lluvias tempranas y tardías. Esto
representa el derramamiento temprano del Espíritu Santo
en el día de Pentecostés y el derramamiento poderoso
tardío del Espíritu Santo en el cumplimiento de la fiesta
espiritual de los Tabernáculos. Ésto hará que la Iglesia
madure (Stg. 5:7).
Sion representa el Lugar Santísimo
En los días de David, el Tabernáculo de Moisés estaba
situado en Gabaón (1 Cr. 16:39; 21:29). Sin embargo,
David llevó el Arca del Pacto al monte Sion y la colocó
dentro de una tienda, conocida como el Tabernáculo de
David. Por lo tanto, el Atrio Exterior y el Lugar Santo
CAPÍTULO 16
347
estaban todavía en Gabaón, pero el Arca del Pacto y el
Lugar Santísimo estaban en Sion. La alabanza del Atrio y
el Lugar Santo se llevaba a cabo en Gabaón, pero la
adoración del Lugar Santísimo tenía lugar en Sion.
Leemos en 2 Crónicas 1:3-6: “Y fue Salomón, y con él
toda esta asamblea, al lugar alto que había en Gabaón;
porque allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que
Moisés siervo de Jehová había hecho en el desierto. Pero
David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al
lugar que él le había preparado; porque él le había
levantado una tienda en Jerusalén. Asimismo el altar de
bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur,
estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue
a consultar Salomón con aquella asamblea. Subió, pues,
Salomón allá delante de Jehová, al altar de bronce que
estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él
mil holocaustos”.
Cuando Jesús murió en la cruz, el velo del templo se
rasgó, lo cual significaba que Él había abierto el camino
hasta el Lugar Santísimo para toda la humanidad. “Y
he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba
abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron”
(Mt. 27:51). Así, ahora podemos ir más allá del velo.
Hebreos 10:19-20 dice: “Así que, hermanos, teniendo
libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que
él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne”.
Por lo tanto, llegar y adorar en el monte Sion espiritual
es equivalente a atravesar el velo para entrar en el Lugar
Santísimo con Jesús mismo.
348
EL VIAJE DE ISRAEL
3. Nacer en Sion
El salmista menciona tres veces en el Salmo 87 nacer en
Sion. “Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella,
y el Altísimo mismo la establecerá” (Sal. 87:5). Debe
haber un nacimiento espiritual en Sion. No podemos
definirlo, pero algo nace en nuestro interior; algo que
concibe el Espíritu Santo en nosotros a través de lo cual
sabemos que estamos hechos para Sion.
Cuando Dios hace nacer Su visión en nosotros, Sion es
nuestro hogar y nuestro destino en la vida. No podemos
escapar de ello y no podemos quedarnos cortos porque
nacemos para Sion. No podemos descansar, porque
nuestro descanso viene sólo cuando llegamos a Sion.
Todos nuestros pensamientos están puestos en Sion.
Las actitudes correctas nos permiten ser aptos para nacer
en Sion. De lo contrario, sólo tenemos una visión para
una de las otras moradas de Jacob, o quizá incluso para
una tierra al otro lado del Jordán. Por lo tanto, debemos
clamar a Dios y decir: “Oh Señor, hazme nacer en Sion.
Oh Señor, que pueda tener ese derecho de nacimiento”.
Sin embargo, en este asunto de nacer en Sion, existe aún la
soberanía de Dios. En la Biblia está claro que Dios elige
para Sion a quien considera digno. Pablo dijo: “Por tanto,
dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos
adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento
del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de
la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la
resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto
CAPÍTULO 16
349
haremos, si Dios en verdad lo permite” (He. 6:1-3). Pablo
está diciendo que sólo podemos avanzar hacia la perfección
si Dios nos muestra soberanamente gracia.
El tema de la soberanía de Dios (Dios tiene supremamente
la última palabra) es verdad con relación también a la
salvación. Aunque Él anhela que todos sean salvos, no
concede ese don del arrepentimiento a todos. Algunos no
son considerados dignos. Tiene que haber un acto soberano
de nuevo nacimiento de parte de Dios para entrar en el
reino del cielo. A menos que Dios dé este don, nadie puede
entrar (Jn. 6:44, 65). No importa lo que haga una persona,
no puede entrar en el reino del cielo a menos que nazca
dentro de él. Para llevarlo un poco más lejos, ningún
hombre puede llegar a Sion (la perfección) a menos que
nazca dentro de él. Es un enigma de las Escrituras que
Dios llama y desea que todos tengan vida eterna y lo mejor
de Él para sus vidas, y al mismo tiempo es Su propia
soberanía lo que decide si entran allí o no.
En Hebreos 12:18-21 Pablo hace referencia al monte Sinaí:
“Porque no os habéis acercado al monte que se podía
palpar”. En el versículo 22 dice: “sino que os habéis
acercado al monte de Sion”. Pablo está diciendo que
nuestro llamado no es al monte Sinaí; no debemos
permanecer en el desierto; y ciertamente nuestro llamado
no es permanecer en Silo, ni tampoco permanecer en
Hebrón, aún cuando el mensaje de Hebrón deba
convertirse en una realidad en nosotros para ser aptos para
Sion. David estuvo primero en Hebrón y tuvo que esperar
por esas unciones antes de poder avanzar. Nuestro último
llamado es al monte Sion.
350
EL VIAJE DE ISRAEL
Creo que Dios nos mostrará dónde estamos en nuestro
viaje si se lo pedimos con toda sinceridad.
Independientemente de donde nos encontremos en nuestro
viaje, Dios no sólo quiere darnos una visión de Sion, ¡sino
que desea hacerla nacer en nosotros ahora! El hecho de
que se repita tres veces en el Salmo 87 dirige nuestra
atención al hecho de que debemos nacer en Sion.
La visión de Sion se puede resumir en las palabras del
rey David, el fundador de Sion, en el Salmo 27:4: “Una
cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo
en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en
su templo”. Se trata de tener un amor y deseo
incondicional por el Señor. Esto nos hace desear
buscarlo, contemplar Su hermosura y morar con Él en
Sion. Si está buscando esta clase de relación con Cristo,
¡entonces usted se dirige hacia Sion!
El apóstol Pablo dijo en Filipenses 3:8: “Y ciertamente,
aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del
cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar
a Cristo”. La visión de Sion trata sobre tener una relación
siempre creciente con Cristo, de ganar a Cristo y deleitar
el corazón de nuestro Novio celestial, como dice Cantar
de los Cantares 7:10: “Yo soy de mi amado, y conmigo
tiene su contentamiento”.
No es suficiente con ministrar para Él, enseñar a las
naciones de la tierra, tener una doctrina correcta y un buen
discernimiento, tener un gran programa de iglesia, vivir
CAPÍTULO 16
351
una vida recta y hacer buenas obras. La iglesia en Éfeso
tenía todo esto, pero había perdido lo más importante: ¡su
primer amor por el Señor! (Ap. 2:1-4).
Mientras usted ha leído este libro, si el Señor ha tocado
su corazón con el mensaje de Sion y le gustaría nacer en
Sion, deténgase ahora mismo y ore. Así como usted oró
para aceptar la salvación y pidió a Jesús que entrara en su
corazón, pídale a Dios que haga nacer la visión de Sion
en su corazón, para que nunca se dé por satisfecho con lo
que no sea lo mejor de Dios para usted.
Haga esta simple oración u otra similar que el Espíritu
Santo le inspire a hacer: “Señor Jesús, te amo con todo
mi corazón y quiero nacer en Sion porque allí es donde
Tú moras. Lo recibo por fe y confieso que eso es lo que
quiero para mi vida. Señor Jesús, quiero lo mejor que
tengas para mi vida, y Sion es definitivamente lo mejor.
Desarrolla Tu carácter y naturaleza en mi corazón, para
que pueda morar contigo en Sion por toda la eternidad”.
La visión de Sion es progresiva, al igual que el caminar
cristiano es progresivo. Por lo tanto, si Dios ha hecho
nacer ahora la visión de Sion en su corazón, es sólo el
comienzo. Usted debe estudiar y experimentar el mensaje
de Sion de la Biblia para que sea desarrollado totalmente
en su vida.
4. La fiesta de los Tabernáculos
La fiesta de los Tabernáculos tendrá lugar mientras la
Iglesia va hacia el monte Sion en estos últimos tiempos.
352
EL VIAJE DE ISRAEL
Leemos en Isaías 33:20: “Mira a Sion, ciudad de nuestras
fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de
quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas
sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota”. La Nueva
Versión Internacional dice: “Mira a Sion, la ciudad de
nuestras fiestas; tus ojos verán a Jerusalén, morada
apacible, campamento bien plantado; sus estacas jamás
se arrancarán, ni se romperá ninguna de sus sogas”.
En la Biblia, el monte Sion y Jerusalén se asocian
específicamente con la fiesta de los Tabernáculos. El rey
David llevó el Arca del Pacto al monte Sion y la colocó en la
tienda que había preparado para ella. Sin embargo, su deseo
era que la presencia de Dios tuviera una morada más
permanente. Dios habló a David y le pidió que no le
construyera un templo, sino que lo haría su hijo Salomón
(2 S. 7:1-13). Salomón comenzó la construcción del Templo
en el cuarto año de su reinado y lo terminó siete años después.
En 1 Reyes capítulo 8 se describe la dedicación del Templo
de Salomón durante la fiesta de los Tabernáculos, en el
séptimo mes. Leemos en 1 Reyes 8:1-2: “Entonces
Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de
Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales
de las familias de los hijos de Israel, para traer el arca
del pacto de Jehová de la ciudad de David, la cual es
Sion. Y se reunieron con el rey Salomón todos los varones
de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en
el día de la fiesta solemne”.
En 1 Reyes 8:5-8 los sacerdotes bajaron el Arca del Pacto
desde el monte Sion hasta Jerusalén y la colocaron en el
CAPÍTULO 16
353
Lugar Santísimo en el Templo de Salomón: “Y el rey
Salomón, y toda la congregación de Israel que se había
reunido con él, estaban con él delante del arca,
sacrificando ovejas y bueyes, que por la multitud no se
podían contar ni numerar. Y los sacerdotes metieron el
arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de
la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los
querubines. Porque los querubines tenían extendidas las
alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines
el arca y sus varas por encima. Y sacaron las varas, de
manera que sus extremos se dejaban ver desde el lugar
santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se
dejaban ver desde más afuera; y así quedaron hasta hoy”.
Las varas del Arca del Pacto se quitaron por primera vez.
El Arca había llegado a su lugar final de descanso.
Después, la gloria de Dios llenó el Templo y fue tan
poderosa, que los sacerdotes no podían ministrar, como
vemos en 1 Reyes 8:10-11: “Y cuando los sacerdotes
salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. Y
los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar
por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había
llenado la casa de Jehová”.
David llevó a Israel al reposo, a la unidad y a la gloria.
Salomón bajó esa gloria a Jerusalén, para que las naciones
de la tierra la experimentaran. Las naciones venían para
ser testigos de la sabiduría y ver la gloria que residía en el
Templo de Salomón (1 R. 10:1-9; 4:29-31). La meta de
nuestro viaje espiritual es llegar a la gloria, a la madurez
y al reposo. Sin embargo, después tenemos que llevar la
gloria de Dios a las naciones.
354
EL VIAJE DE ISRAEL
La séptima y última fiesta de Israel era la fiesta de los
Tabernáculos (Lv. 23:34-44). Era una fiesta de siete días
que comenzaba en el día quince del séptimo mes, cinco
días después del día de la Expiación. Se construían tiendas
en el primer día de la fiesta y los israelitas vivían en ellas
durante siete días. Era un tiempo de celebración en el que
los hijos de Israel reunían sus cosechas y daban gracias a
Dios por la recolección.
En términos de dispensación, la fiesta de los Tabernáculos
representa la era del Milenio que viene, la cual será la era
final y mayor, cuando Cristo gobierne sobre las naciones
de la tierra durante mil años. Zacarías capítulo 14 confirma
esto, el cual comienza describiendo el asedio final de
Jerusalén por los ejércitos árabes en los versículos 1 y 2.
Los versículos 3 al15 describen la Segunda Venida de
Cristo. Después, leemos sobre el Milenio en el versículo 16:
“Y todos los que sobrevivieren de las naciones que
vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para
adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la
fiesta de los tabernáculos”.
Esto nos dice que, cada año durante el Milenio, cada una
de las naciones de la tierra enviará una delegación a
Jerusalén para adorar al Rey Jesús. Esto sucederá en la
celebración anual de la fiesta de los Tabernáculos. Zacarías
14:17-19 también nos dice que si una nación no envía
una delegación para celebrar la fiesta de los Tabernáculos,
será castigada no recibiendo lluvia ese año. Así, está claro
que el reino milenario de Cristo girará en torno a la fiesta
de los Tabernáculos. Esta fiesta también tendrá un
cumplimiento espiritual en la Iglesia antes de la Segunda
CAPÍTULO 16
355
Venida de Cristo. Así como la nación de Israel está siendo
preparada naturalmente por Dios para tomar su lugar en
el Milenio venidero, la Iglesia también está siendo
preparada espiritualmente. Este derramamiento final del
Espíritu Santo sobre la Iglesia en los últimos tiempos nos
es revelado proféticamente a través de la fiesta de los
Tabernáculos. Hay siete aspectos principales de la fiesta
de los Tabernáculos:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Fiesta de avivamiento y restauración
Fiesta de cosecha
Fiesta de gozo
Fiesta de gloria
Fiesta de unidad
Fiesta de reposo
Fiesta de la aparición de Cristo
1. Fiesta de avivamiento y restauración
El nombre tabernáculos viene de la palabra hebrea sukkah
que significa “tienda o carpa”. La fiesta recibió este
nombre porque Dios ordenó en Levítico 23:42 que los
israelitas fueran a morar en tabernáculos o tiendas durante
siete días mientras celebraban la fiesta: “En tabernáculos
habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en
tabernáculos”. La raíz de la palabra sukkah es suk, que
significa “cubrir con aceite; ungir”. Por lo tanto, el
significado espiritual de la fiesta de los Tabernáculos es
que la Iglesia en los últimos tiempos morará bajo la
cobertura ungida del Espíritu Santo.
356
EL VIAJE DE ISRAEL
Leemos en Isaías 25:7 que desde Sion el Señor destruirá
“la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y
el velo que envuelve a todas las naciones”. Esto quiere
decir la ruptura del poder de los principados satánicos
que gobiernan las naciones. La Iglesia ha visto destellos
de esto en avivamientos anteriores. Durante el avivamiento
galés, la unción no sólo cayó en los cultos de la iglesia,
sino sobre comunidades enteras. En la primera parte de
este siglo, el Señor dio un avivamiento a Suecia en el que
la convicción del Espíritu de Dios cayó sobre la nación
entera. Estos destellos son lo que veremos en mayor
medida en el avivamiento venidero.
Muchas personas han tenido visiones del avivamiento
venidero en el que comunidades, ciudades y naciones
enteras serán cubiertas por el Espíritu del Señor. La gente
caerá en las calles, clamando a Dios y pidiendo perdón.
En estos últimos tiempos, no sólo la Iglesia morará bajo
la cobertura ungida del Espíritu Santo, sino que naciones
enteras también serán cubiertas por el Espíritu de Dios.
La fiesta de los Tabernáculos también será un tiempo de
restauración para los que se han apartado. Durante los
días de Esdras, la fiesta de los Tabernáculos se celebró en
la puerta de Efraín, como vemos en Nehemías 8:16:
“Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron
tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios,
en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta
de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín”.
Efraín era la tribu de Israel que estaba apartada. Sin
embargo, en el avivamiento de los últimos tiempos, Dios
CAPÍTULO 16
357
va a restaurar a muchos apartados. La fiesta de los
Tabernáculos es un tiempo de liberación y libertad, como
vemos en Deuteronomio 31:10: “Y les mandó Moisés,
diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la
remisión, en la fiesta de los tabernáculos”.
2. Fiesta de cosecha
La fiesta de los Tabernáculos se llama también “la fiesta
de la cosecha” en Éxodo 23:16: “También la fiesta de la
siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres
sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida
del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores
del campo”. Allí se menciona que era “a la salida del
año”. La explicación de esto se encuentra en los dos
calendarios que seguían los israelitas. Uno era para su
año religioso y el otro era para su año civil o agrícola.
Según su calendario religioso, esta fiesta era en el mes
séptimo; pero de acuerdo a su año civil o agrícola, era al
final del año. Era el tiempo en que se recogía la cosecha
completa del año.
Así como esta fiesta se llevaba a cabo al final del año
para Israel, el cumplimiento espiritual de esto tendrá lugar
al final de la Era la Iglesia. Habrá un gran avivamiento al
final de la Era que juntará la plenitud de la cosecha
abundante de la Iglesia. Habrá una cosecha grandiosa de
almas (Mt. 13:37-40, 47-50, Is. 60:1-7, Stg. 5:7-8).
358
EL VIAJE DE ISRAEL
3. Fiesta de gozo
A los israelitas se les dijo en Levítico 23:40 “os regocijaréis
delante de Jehová vuestro Dios por siete días” durante
esta fiesta, lo cual es símbolo de entrar en la plenitud de
gozo que se encuentra en la presencia de Dios (Sal. 16:11).
Durante el tiempo de Esdras y Nehemías, cuando el
Templo estaba siendo restaurado (lo cual es profético de
nuestros días), el pueblo de Dios fue exhortado a no llorar
o lamentarse (Neh. 8:9-10). Fue durante el establecimiento
de la fiesta de los Tabernáculos cuando recibieron las
palabras eternas: “Porque el gozo de Jehová es vuestra
fuerza”. Hubo gran gozo y alegría entre el pueblo en ese
momento (Neh. 8:17).
Deuteronomio 16:13-14 dice: “La fiesta solemne de los
tabernáculos harás por siete días, cuando hayas hecho
la cosecha de tu era y de tu lagar. Y te alegrarás en tus
fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y
el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven
en tus poblaciones”.
El maíz es un tipo de pan que fortalece el corazón. Esta
fiesta tenía lugar justamente después de la cosecha de
aceite y vino nuevo, lo cual habla de la paz y el gozo del
Señor (Lc. 15). El Señor quiere dar a aquellos que están
de luto en Sion el óleo de gozo. Quiere llenarnos con el
vino nuevo de Su Espíritu. El gozo puro de Jesús se verá
en toda la Iglesia, y nos dará la fuerza para cumplir la
voluntad de Dios en estos últimos tiempos.
CAPÍTULO 16
359
4. Fiesta de gloria
Otro aspecto de la fiesta de los Tabernáculos es que es
profética de la gloria del Señor que cubrirá la Iglesia al
final de la Era. Leemos esto en Hageo capítulo dos. El
versículo uno dice: “En el mes séptimo, a los veintiún
días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta
Hageo…”. Esto sucedió en el último y gran día de la fiesta
de los Tabernáculos. El mensaje dado para este día fue:
“La gloria postrera de esta casa será mayor que la
primera” (v. 9).
En los últimos tiempos, la gloria de la Iglesia será mayor
que la gloria que hubo sobre la Iglesia primitiva. Esa
Iglesia primitiva tuvo la bendición de Pentecostés, que
fue el bautismo del Espíritu Santo, pero la Iglesia de los
últimos tiempos experimentará las bendiciones de la fiesta
de los Tabernáculos.
En 2 Crónicas 5:3 se nos dice que el Templo de Salomón
fue dedicado en el tiempo de la fiesta de los
Tabernáculos. Entonces, en los versículos 13 y 14 leemos
que cuando el Templo fue dedicado, la gloria del Señor
llenó el Templo: “Cuando sonaban, pues, las trompetas,
y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a
Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y
címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a
Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su
misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó
de una nube, la casa de Jehová. Y no podían los
sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la
nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa
360
EL VIAJE DE ISRAEL
de Dios.” Los sacerdotes no podían ni siquiera seguir
ministrando a causa de la gloria que se había revelado.
Leemos también en Isaías 4:5: “Y creará Jehová sobre
toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de
sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche
resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda
gloria habrá un dosel”. Así como la gloria de Dios llenó
el Templo de Salomón en la fiesta de los Tabernáculos, la
gloria de Dios será vista en estos últimos tiempos sobre
las iglesias que estén morando en la Sion espiritual.
Yo he sido llevado en el Espíritu a ver lo que Dios va a
hacer en el avivamiento venidero en China, África y
en muchos otros países. He visto la gloria de Dios
revelada sobre la Iglesia. He visto al Señor protegiendo
sobrenaturalmente a Su pueblo por medio de la gloria
de Dios, así como protegió a los israelitas antes de que
cruzaran el mar Rojo. ¿Cuándo se levantará la gloria
del Señor sobre Su pueblo? Isaías declaró que sucedería
cuando la oscuridad cubra la tierra (Is. 60:1-3).
Nosotros somos como estrellas, y sabemos que las
estrellas se ven cuando es de noche. Cuanto más oscura
es la noche, más parecen brillar las estrellas. Así,
mientras la profunda oscuridad está viniendo al mundo,
podemos regocijarnos de que la gloria de Dios también
está viniendo sobre los santos.
5. Fiesta de unidad
Durante esta fiesta, todo Israel se reunía en Jerusalén y
moraba en tiendas. Todos tenían en mente un objetivo
CAPÍTULO 16
361
común: celebrar juntos la fiesta. Era un tiempo para olvidar
las diferencias y, como una nación unificada y un cuerpo
de devotos creyentes, gozarse en el Señor por toda Su
bondad hacia ellos.
Un notable acontecimiento de esta fiesta siendo celebrada
con gran unidad fue durante la época de restauración. En
Nehemías 8:1 leemos que “se juntó todo el pueblo como
un solo hombre”. Había tanta unidad entre los judíos en
ese tiempo que eran como un solo hombre. Nehemías
capítulo 8 nos cuenta cómo celebraron esta fiesta mientras
Esdras el escriba les explicaba la Palabra de Dios. Ellos
moraban juntos en armonía en tiendas (Neh. 8:16). Cuando
esta fiesta se celebró durante el tiempo de Salomón,
también estuvo marcada por una tremenda unidad.
Leemos en 2 Crónicas 5:13: “Cuando sonaban, pues, las
trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar
gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con
trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y
alababan a Jehová... entonces la casa se llenó de una
nube, la casa de Jehová”. Así como en los días de
Salomón fue la unidad lo que trajo la gloria de Dios,
también en nuestros días será la unidad la que traerá la
gloria de Dios a Su Iglesia.
La fiesta de los Tabernáculos será la principal fiesta
durante el Milenio (Zac. 14). Será durante este tiempo
cuando se cumplirá la profecía de Ezequiel, en cuanto a
que Israel y Judá serán un solo cayado en la mano del Señor
(Ez. 37:16-28). El Señor prometió en Ezequiel 37:22: “Y
los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel,
362
EL VIAJE DE ISRAEL
y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos
naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos”.
Es necesario que haya un cumplimiento espiritual de esto
para la Iglesia, y será durante la fiesta de los Tabernáculos.
En el avivamiento de los últimos tiempos, la gente no
prestará atención a las diferencias denominacionales, y
fluirán juntos para que la gloria del Señor cumpla Sus
propósitos. Isaías 52:8 promete que el pueblo de Dios que
mora en la Sion espiritual tendrá un mismo sentir y
adorarán al Señor juntos: “¡Voz de tus atalayas! Alzarán
la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a
ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion”.
6. Fiesta de reposo
El reposo se asocia esencialmente con esta fiesta. El
número siete habla de descanso, ya que el Señor descansó
de Sus obras en el séptimo día (Gn. 2:2). Esta fiesta es la
séptima del año, y se celebra en el séptimo mes durante
siete días. Habla de entrar en un reposo espiritual
completo. Otra característica singular de esta fiesta es que
tanto el primer día como el octavo, el día después de que
terminaba la fiesta, eran shabats: días de reposo, en el que
no hacían trabajo físico de ningún tipo (Lv. 23:35, 36). Los
judíos entraban en reposo durante esta fiesta, después de
que su trabajo en los campos de cosecha se terminaba y
podían ver el fruto de su trabajo.
El arca de Noé descansó en el séptimo mes, durante el
tiempo de la fiesta de los Tabernáculos (Gn. 8:4). Esta
fue una señal profética significativa que representa el
CAPÍTULO 16
363
reposo en que los santos de Dios entrarán durante el último
día de la fiesta de los Tabernáculos. Además de todo esto,
el Arca del Pacto entró en su lugar de reposo final durante
esta fiesta en el tiempo de Salomón.
El apóstol Pablo dijo en Hebreos 4:9: “Por tanto, queda
un reposo para el pueblo de Dios”. Pablo vivió durante
el tiempo en el que Dios derramó Su Espíritu sobre la
Iglesia en el día de Pentecostés. Aunque este fue un gran
mover de Dios, todavía hay algo más que Dios tiene
preparado para Su Iglesia. El Cuerpo de Cristo entrará en
el reposo y cesará de sus propias obras durante el
avivamiento de los últimos días, cuando esta fiesta sea
celebrada espiritualmente.
7. Fiesta de la aparición de Cristo
Esta fiesta es también un tiempo en que el Señor Jesús se
revelará a Su pueblo en nuevas formas. Cuando Jesús fue
glorificado en el monte de la Transfiguración, fue un
prototipo de lo que ocurrirá en la Iglesia durante el
cumplimiento de la fiesta de los Tabernáculos. Pedro quiso
construir tabernáculos, para que se pudieran quedar allí y
disfrutar de la gloria de Cristo, junto con Moisés y Elías.
En Apocalipsis capìtulo 11 vemos que en los últimos
tiempos estos dos testigos, Moisés y Elías, serán revelados
de nuevo. Pero más importante aún, ¡nosotros esperamos
la revelación del Cristo glorificado entre Sus santos!
Antes de que nuestro Señor regrese físicamente del cielo
en Su Segunda Venida, Él se revelará, en Su Iglesia y a
través de ella, en mayores formas. En Juan 7:2 leemos:
364
EL VIAJE DE ISRAEL
“Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los
tabernáculos”. Continúa en el versículo 10: “Pero después
que sus hermanos habían subido, entonces él también
subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto”.
Después, en el 7:14 dice: “Mas a la mitad de la fiesta
subió Jesús al templo, y enseñaba”. Finalmente, leemos
en Juan 7:37: “En el último y gran día de la fiesta, Jesús
se puso en pie y alzó la voz”. Cristo se reveló a Sí mismo
progresivamente, en mayor y mayor medida, durante los
días de la fiesta de los Tabernáculos, como una señal de
lo que Él hará en la Iglesia durante estos últimos tiempos.
Yo he experimentado un pequeño anticipo de lo que va a
ser todo esto. Hace unos cuantos años, estaba sentado en
una plataforma con algunos otros ministros en una
convención. Estábamos escuchando a otro ministro que
estaba predicando. De repente, el Señor apareció, y caminó
hasta la plataforma; luego caminó hasta donde yo estaba
sentado. Cuando miré hacia abajo, no veía mis manos,
sino las cicatrices de Sus manos clavadas. No veía mi
ropa, sino sólo Su túnica blanca.
Mientras miraba al predicador, estaba viéndolo a través
de los ojos del Señor y escuchándolo con Sus oídos. Hasta
sentí en mi corazón lo que el Señor sentía acerca de ese
ministro. Eso sólo duró unos dos minutos, pero entendí
en una manera nueva lo que significa: “Cristo en
vosotros”. Creamos que podemos experimentar lo que
dice la Palabra de Dios: “Para que seáis llenos de toda la
plenitud de Dios” (Ef. 3:19). En estos últimos tiempos,
Cristo y Su plenitud serán vistos y demostrados en Su
pueblo y a través de él. ¡Gloria a Dios!
CAPÍTULO 16
365
5. Requisitos para morar en Sion
En los Salmos 15 y 24 se describen quince requisitos para
morar en Sion. En el Salmo 15:1, David le preguntó al Señor
quién podría morar en Sion, Su santo monte: “Jehová,
¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu
monte santo?” En el Salmo 15:2-5, el Espíritu Santo
responde a la pregunta de David enumerando once
requisitos para morar en Sion: “El que anda en integridad
y hace justicia, y habla verdad en su corazón. El que no
calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite
reproche alguno contra su vecino. Aquel a cuyos ojos el vil
es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; quien
su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió
cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás”.
Hay cuatro requisitos más en el Salmo 24:3-4: “¿Quién
subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar
santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no
ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño”.
Estos Salmos fueron escritos cuando David subió el Arca
del Pacto al monte Sion (2 S. 6:1-16; 1 Cr. 15:1–16:6).
David colocó el Arca del Pacto en este pequeño monte
después de quitárselo a los jebuseos. A partir de ese
momento en adelante, este pequeño monte se convirtió
en un lugar santo, porque Dios moraba allí (2 S. 5:6-7,
1 Cr. 11:4-9; 16:1). La presencia literal de Dios en Su
plenitud está en el monte Sion, Su morada.
El clamor de David: Jehová, ¿quién habitará en tu
tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?” se
366
EL VIAJE DE ISRAEL
escucha también a través de los profetas: “¿Quién de
nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de
nosotros habitará con las llamas eternas?” (véase Is. 33:14).
¿Quién de nosotros podrá estar ante el fuego consumidor?
¿Quién de nosotros podrá habitar en las llamas eternas?
David responde a esta pregunta en el Salmo 24:4 con
algunos requisitos muy importantes: “El limpio de manos
y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas
vanas”. El versículo 5 dice: “El recibirá bendición de
Jehová, Y justicia del Dios de salvación”. No es nuestra
justicia, sino una justicia que reciben aquéllos que tienen
hambre y sed de justicia (Mt. 5:6).
El Salmo 24:6 continúa diciendo: “Tal es la generación
de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh
Dios de Jacob”. Así, debemos buscar diligentemente
justicia y pureza. Ezequiel lo expresa de una manera muy
concreta, cuando dice: “Os daré corazón nuevo, y pondré
espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis
en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis
por obra” (Ez. 36:26-27). Pero luego sigue diciendo: “Aún
seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto;
multiplicaré los hombres como se multiplican los
rebaños” (Ez. 36:37). Estas cosas no llegan de forma
automática, sino que se deben procurar. Debemos buscar
a Dios con insistencia.
Estas bendiciones no son para los que huyen de ellas, sino
para los que claman a Dios fervientemente: “Oh Dios,
muéstrame Tu gloria”. Es para una generación que le
CAPÍTULO 16
367
busca. Es para una generación que abre las puertas de sus
corazones para que entre el Rey de gloria.
Los quince requisitos para morar en Sion
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Caminar en integridad
Hacer justicia
Hablar la verdad en nuestro corazón
No calumniar con nuestra lengua
No hacer mal a nuestro prójimo
No admitir reproche alguno contra nuestro
prójimo
7. Menospreciar a las personas viles
8. Honrar a los que temen al Señor
9. Cumplir con nuestra palabra, aunque nos duela
10. No cobrar intereses cuando prestamos dinero
11. No aceptar cohecho contra el inocente
12. Tener manos limpias
13. Tener un corazón puro
14. No elevar nuestra alma a cosas vanas
15. No practicar la mentira
369
CONCLUSIÓN
1. Proseguir para ganar a Cristo
Para concluir este libro sobre el viaje desde Egipto a Sion,
me gustaría relatar una visión que recibí al comienzo de
mi ministerio hace unos cuarenta años.
Estaba yo sentado en la plataforma de una pequeña iglesia
en uno de los suburbios de Londres, Inglaterra, mientras
esperaba a que me llamaran para hablar. En ese preciso
momento no tenía un mensaje del Señor, y estaba
buscándolo fervientemente para obtenerlo. Mientras
oraba, el Señor me dio esta visión.
Vi a un hombre que caminaba por un sendero que
descendía hasta un hermoso valle, aparentemente lleno
de gozo; el sol brillaba, los pájaros cantaban, y todo parecía
estar lleno de vida. Era glorioso. Después, el camino
llegaba hasta la parte inferior de una montaña; y el hombre
comenzó a subir por el camino de la montaña. Estaba
empinado pero el hombre perseveraba, y finalmente el
camino llegó a una meseta.
A la izquierda había otro valle glorioso, mucho más hermoso
que el primero. Había una multitud en el valle, y cuando
vieron al hombre todos gritaron: “Baja a nuestro valle,
porque tenemos las bendiciones del Señor”. Después, se
oyó una voz desde lo alto: “Lo que dicen es verdad, pero si
bajas al valle, te quedarás allí. Ven más arriba”.
370
EL VIAJE DE ISRAEL
Vi al hombre seguir avanzando por el camino, que para
entonces se había hecho más empinado. Finalmente
llegó a otra meseta que tenía otro valle más glorioso
que los dos primeros. También había una multitud en
este valle, y estos también decían al peregrino: “Baja a
nuestro valle porque verdaderamente tenemos la
bendición del Señor”. De nuevo se oyó la voz desde
arriba: “Lo que dicen es verdad, pero si bajas al valle,
te quedarás ahí. Sube más alto”.
Entonces vi a nuestro querido peregrino comenzar a subir
una vez más la montaña. Esta vez, sin embargo, el ascenso
era considerablemente más difícil. A veces, tenía que
arrastrarse sobre sus manos y rodillas. El camino se volvió
casi imperceptible, pero él perseveró. Finalmente, después
de mucho esfuerzo y perseverancia, llegó a la cima de la
montaña, pero no había nada allí; sin embargo, mientras
esperaba pacientemente, el Señor Jesucristo apareció.
A medida que he pensado en esa visión al pasar de los
años, el Señor ha seguido dándome más luz. El primer
valle era el valle de salvación, lleno de gozo y luz. Es
como lo describió el rey David: “El gozo de tu
salvación”. El segundo valle era la experiencia del
bautismo del Espíritu Santo, pero no debemos hacer de
él nuestro lugar de descanso o meta. Es análogo al monte
Sinaí, donde el Señor les habló a los hijos de Israel,
diciendo: “Habéis estado bastante tiempo en este monte”
(Dt. 1:6). El tercer valle es el de la fiesta final, la fiesta
de los Tabernáculos o el avivamiento glorioso de los
últimos tiempos. Del mismo modo, tampoco debemos
hacer de éste nuestra meta o lugar de descanso, sino que
CONCLUSIÓN
371
hemos de proseguir para alcanzar, por la gracia de Dios,
la cima de la montaña. Ahí encontraremos a Jesús.
Oh, amados, que Cristo sea nuestro objetivo, y no sólo
Sus bendiciones. Que estemos entre el número que “gana
a Cristo”, como dice Pablo en Filipenses 3:8. Confiamos
en que esta pequeña visión, que ha sido una gran bendición
personal y aliento para mí y para mi esposa durante los
años, le dé fuerza e inspiración para seguir hacia la meta
del supremo llamamiento de Dios: la íntima comunión
con nuestro Señor Jesucristo.
Llegar a la cima
372
EL VIAJE DE ISRAEL
2. ¿Dónde está usted en su viaje?
La pregunta que deberíamos hacernos a nosotros mismos
es: “Señor, ¿dónde estoy en mi viaje espiritual, y cuáles
son los siguientes pasos que quieres que yo dé?” Deténgase
en este momento y pídale a Dios que le revele dónde se
encuentra en su propio viaje personal.
Si no conoce al Señor Jesucristo como su Salvador
personal, confiese sus pecados, pídale que entre en su
corazón, que le perdone y limpie todos sus pecados, le dé
vida eterna y sea su Señor y Salvador. Romanos 10:9-10
dice: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Si
usted conoce a Cristo como su Salvador, pero no está
caminando con Él como sabe que debería hacerlo,
entonces aproveche esta oportunidad para volver a dedicar
su vida a Él.
Si conoce a Cristo como su Salvador pero no ha sido
bautizado en agua, pida a su pastor que le bautice en agua.
Nunca es demasiado tarde. Si no asiste a ninguna iglesia,
encuentre en su zona una iglesia que crea en la Biblia, y
pida al pastor que le bautice en agua.
Si nunca ha sido bautizado en el Espíritu Santo, hoy es el
día para recibir ese bautismo. Hablar en lenguas es un
regalo del Espíritu Santo, pero también está implícito el
elemento humano. Nosotros tenemos que hablar con
nuestras cuerdas vocales; ésta es nuestra parte. Sin
embargo, las palabras las da el Espíritu Santo. Hechos 2:4
CONCLUSIÓN
373
dice: “Y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen”.
El Espíritu Santo quiere entrar en nosotros y fluir a través
de nosotros. Es una buena idea empezar alabando y
adorando al Señor en nuestra propia lengua. Después, por
fe, cedemos nuestras cuerdas vocales al Señor y
comenzamos a hablar en una nueva lengua. No tenemos
que pensar en lo que vamos a decir, o formular las palabras
en nuestras mentes, porque es un lenguaje que no podemos
entender. El Espíritu Santo sobrepasa nuestras mentes e
intelectos y habla a través de nosotros. No deberíamos
intentar inventar las palabras o intentar copiar las lenguas
de alguna otra persona.
Si usted ya es lleno del Espíritu Santo pero nunca o rara
vez ha operado en los dones del Espíritu, pídale a Dios una
liberación fresca de los dones espirituales en su vida. Pablo
dijo en 1 Corintios 14:1: “Seguid el amor; y procurad los
dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”.
Si usted está en el desierto ahora mismo, no se queje ni se
dé por vencido. Quizá esté pasando por una amarga
experiencia, como cuando los hijos de Israel encontraron
aguas amargas en Mara, o esté pasando por una necesidad
física o económica.
Siga dando gracias a Dios y glorificándolo en los valles
(Is. 24:15). Confíe en el Señor con todo su corazón y no
se apoye en su propia prudencia (Pr. 3:5-6). Cuando lo
haga, Dios lo sacará victorioso de su prueba en el desierto,
y será más que vencedor (Ro. 8:37).
374
EL VIAJE DE ISRAEL
Quizá usted sea maduro en el Señor, y quizá hasta sea un
ministro, pero aun así necesita una obra de limpieza y
circuncisión en su corazón. Si es el caso, entonces está
en el río Jordán. Permita que Dios circuncide su corazón
(Dt. 10:16; 30:6). Trate con todos los enemigos en su vida,
tanto internos como externos, para que pueda tener la
victoria completa en su vida.
Quizá esté experimentando un tiempo de avivamiento en
su propia vida personal o en su ministerio. No olvide que
el avivamiento no es un fin, sino sólo un medio para llegar
a un fin: Cristo. ¡Continúe avanzando hasta ganar a Cristo!
Quizá hasta haya atravesado el velo y experimentado la
presencia manifiesta de Dios, y conozca al Señor
íntimamente. Incluso ahora, este no es el final de su viaje.
Debe llevar la gloria de Dios a las naciones de la tierra.
Si usted ya está haciendo eso, todavía no ha llegado al final
de su viaje, como dijo Pablo en Filipenses 3:12-13: “No que
lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que
prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui
también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no
pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago;
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome
a lo que está delante”. ¡Debe proseguir en su propia vida
personal para conocer a Cristo más íntimamente cada día!
La clave para avanzar con Dios es siempre decirle “sí”
cuando Él trate los problemas en su vida.
Dios quiere llevarle a usted y a la Iglesia en estos últimos
tiempos a la Sion espiritual. El viaje de Israel desde Egipto
CONCLUSIÓN
375
hasta la Tierra Prometida debería haber durado sólo dos años,
pero los hijos de Israel desobedecieron en Cades-barnea. Por
lo tanto, Dios puede ayudarnos a progresar rápidamente en
nuestro viaje si caminamos en obediencia a Él.
Dondequiera que esté usted en su viaje espiritual, Dios
quiere que avance. No se detenga en el valle o la meseta,
no se desanime ni se conforme con su caminar cristiano.
¡Prosiga! Su viaje espiritual en la tierra no termina hasta
que llegue usted al cielo. Este es el tema subyacente de
este estudio sobre el viaje de Israel.
Oro para que este estudio del viaje de Israel y el viaje
espiritual de los creyentes haya sido de bendición para
usted, y le haya inspirado a proseguir hacia el monte Sion
hasta ganar a Cristo. Querido lector, ¡Qué el Señor le
bendiga abundantemente!
377
APÉNDICE
Bosquejo ampliado
del viaje de Israel
I. La vida de Moisés
A. Sus primeros años
1. Su genealogía (Ex. 2:1)
2. Su nacimiento (Ex. 2:2)
3. Su educación en la corte de Faraón (Hch. 7:22)
4. Negativa a ser un hijo egipcio (He. 11:24)
5. Defensa de su pueblo (Ex. 2:11)
6. Huída de Egipto por fe, no por temor (Ex. 2:15)
B. Estancia en el desierto de Arabia
1. Ayuda para las hijas de Jetro (Ex. 2:17)
2. Matrimonio con Séfora (Ex. 2:21)
3. El propósito del desierto (Ex. 3:1)
4. Ser escogido por Dios (Ap. 17:14)
C. Regreso a Egipto
1. La zarza ardiente (Ex. 3:2–4:17)
2. Circuncisión en la posada (Ex. 4:24-25)
3. Encuentro con Aarón (Ex. 4:27-28)
4. Reunión de los ancianos (Ex. 4:29-31)
D. Ministerio en Egipto
1. Rechazo inicial de Faraón (Ex. 5:1-4)
2. Aumento del yugo (Ex. 5:5-19)
3. Rechazo de Israel (Ex. 5:20-21)
4. La negativa de Israel a escuchar (Ex. 6:9)
5. Moisés hecho como Dios para Faraón (Ex. 7:1)
378
EL VIAJE DE ISRAEL
6. Confrontación de los magos (Ex. 7:10-13)
7. Las diez plagas (Ex. 7:14–12:29)
8. Institución de la Pascua (Ex. 12:1-29)
9. El viaje hacia el mar Rojo (Ex. 14:2)
10. La persecución de Faraón (Ex. 14:5-12)
E. Desde el mar Rojo hasta Sinaí
1. El cruce del mar Rojo (Ex. 14:13-31)
2. El cántico de Moisés (Ex. 15:1-21)
3. Las aguas amargas (Ex. 15:22-23)
4. El Señor nuestro Sanador (Ex. 15:26)
5. Elim (Ex. 15:27)
6. La necesidad de comida (Ex. 16)
7. La necesidad de agua (Ex. 17:1-7)
8. La guerra contra Amalec (Ex. 17:8-16)
9. Delegación (Ex. 18)
F. El monte Sinaí
1. El viaje al monte Sinaí (Ex. 19:1)
2. Ser llamados a la presencia de Dios (Ex. 19:3)
3. La santificación del pueblo (Ex. 19:9-25)
4. Recibiendo la Ley (Ex. 20–23)
5. La confirmación del pacto con Israel
(Ex. 23:20 33)
6. Cuarenta días y noches en el monte
(Ex. 24:12)
7. El modelo del Tabernáculo (Ex. 25–31)
8. El becerro de oro (Ex. 32)
9. La respuesta de los levitas al llamado
(Ex. 32:26-28)
10. La intercesión de Moisés por Israel
(Ex. 32:30-32)
11. Dios habla con él cara a cara (Ex. 33:11; 34:6)
APÉNDICE
379
12. Segundo periodo de cuarenta días y
noches en el monte (Ex. 34:28)
13. La construcción del Tabernáculo (Ex. 36–40)
14. Consagración de Aarón como sumo
sacerdote (Lv. 8)
15. El recuento del pueblo (Nm. 1)
16. La celebración de la Pascua (Nm. 9)
17. Moisés obtiene la ayuda de Hobab
(Nm. 10:29-31)
G. Desde Sinaí hasta Cades-barnea
1. El fuego de Dios consume a los
murmuradores (Nm. 11:1-3)
2. La multitud mezclada desea carne (Nm.
11:4-6)
3. Moisés clama al Señor (Nm. 11:11-15)
4. Elección de los setenta ancianos (Nm.
11:16-25)
5. La generosa actitud de Moisés hacia otros
profetas (Nm. 11:25-30)
6. Los que codiciaron carne son sepultados
(Nm. 11:31 34)
7. Soportando la crítica de Aarón y María
(Nm. 12)
8. El propósito del desierto (Dt. 8:2)
H. Cades-barnea
1. El envío de los doce espías a reconocer la tierra
(Nm. 13–14)
2. El mal informe de los diez espías (Nm. 13:27-33)
3. La actitud de Josué y Caleb (Nm. 14:8)
4. El Señor busca destruir a los incrédulos
(Nm. 14:11-12)
5. Moisés ruega por el honor de Dios (Nm. 14:15-20)
380
EL VIAJE DE ISRAEL
6.
Repaso de las diez pruebas en el desierto
(Nm. 14:22)
7. El regreso de Israel al desierto para morir
(Nm. 14:21 38)
8. Contendiendo con los presuntuosos
(Nm. 14:39 45)
II. Desde Cades-barnea hasta Pisga
1. La rebelión de Coré (Nm. 16)
2. La vara de Aarón (Nm. 17)
3. Muerte de María (Nm. 20:1)
4. Moisés es provocado a pecar (Nm. 20:2-11)
5. A Moisés y Aarón no se les permite entrar
en la Tierra Prometida (Nm. 20:12)
6. Edom no deja pasar a Israel (Nm. 20:14-21)
7. Muerte de Aarón (Nm. 20:23-29)
8. Israel se desanima (Nm. 21:4)
9. La serpiente de bronce (Nm. 21:9)
10. El pozo del que fluía agua (Nm. 21:16-18)
11. La maldad de Balaam (Nm. 22–25)
12. El censo de la nueva generación (Nm. 26)
13. La elección de un nuevo líder (Nm. 27:15-17)
14. La elección de una herencia inferior (Nm. 32)
15. Repetición de la Ley a la nueva generación
(Dt. 4–11)
16. Muerte de Moisés (Dt. 34)
III. El cruce a Canaán
A. Josué el nuevo líder
1. Sus primeros años (Nm. 13:16)
2. Josué dirige a Israel contra Amalec (Ex. 17:8-16)
3. Siervo de Moisés (Ex. 24:13)
4. Permaneciendo en la presencia de Dios (Ex. 33:11)
APÉNDICE
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
381
Su inmadurez (Nm. 12:25-30)
El buen informe de Josué y Caleb (Nm. 14:6 10)
Un anticipo de su herencia (Nm. 13:16-27)
Resistiendo la opinión popular (Nm. 14:10)
Consagrado como nuevo líder (Nm. 27:18-23)
Siguió obedeciendo a Moisés (Nm. 32:28-29)
Josué y Eleazar distribuyen la tierra
(Nm. 34:17)
12. El ánimo de Moisés (Dt. 1:38)
13. Seguridad para la congregación con respecto
al nuevo líder (Dt. 31:3-8)
14. El cambio de mando (Dt. 31:14-15)
15. Dios le habla directamente a Josué (Jos. 1:1-9)
B. El cruce del río Jordán
1. La importancia del río Jordán
(Jos. 3:15-16, Ro. 6)
2. La importancia de la circuncisión (Jos. 4:19–
5:5, Ro. 2:28-29)
C. Los treinta y un reyes
Rey 1: Voluntad propia
Rey 2: Autosatisfacción
Rey 3: Autocomplacencia
Rey 4: Autosatisfacción
Rey 5: Autoglorificación
Rey 6: Autoconfianza
Rey 7: Inseguridad de sí mismo
Rey 8: Engreimiento
Rey 9: Autodevaluación
Rey 10: Autorevindicación
Rey 11: Hipersensibilidad
Rey 12: Dogmatismo
Rey 13: Introspección enfermiza
382
EL VIAJE DE ISRAEL
Rey 14: Amor por uno mismo
Rey 15: Afectos egoístas
Rey 16: Motivos egoístas
Rey 17: Deseos egoístas
Rey 18: Elecciones egoístas
Rey 19: Placeres egoístas
Rey 20: Posesiones egoístas
Rey 21: Temores y preocupaciones egoístas
Rey 22: Tristeza egoístas
Rey 23: Sacrificios y abnegación egoístas
Rey 24: Virtud y moralidad egoístas
Rey 25: Fariseísmo
Rey 26: Santificación egoísta
Rey 27: Caridad egoísta
Rey 28: Trabajo cristiano egoísta
Rey 29: Oraciones egoístas
Rey 30: Esperanzas egoístas
Rey 31: Nuestra vida entera
D. Victoria incompleta
1. Pereza para poseer la tierra
2. El libro de Jueces
3. La reprensión del Señor
4. Alianzas
III. Heredando el monte Sion
A. Silo
1. La historia de Silo
2. La gloria se aparta de Silo
3. Lecciones de Silo para los creyentes
B. Hebrón
1. Introducción a la vida de David
APÉNDICE
2. El significado espiritual de Hebrón
C. El Monte Sion
1. Historia de Sion
2. Significado spiritual de Sion
3. Nacer en Sion
4. La fiesta de los Tabernáculos
5. Requisitos para morar en Sion
D. Conclusión
1. Proseguir para ganar a Cristo
2. ¿Dónde está usted en su viaje?
383
Libros por el Dr. Brian J. Bailey
Comentarios sobre los libros de la Biblia
Antiguo Testamento
Génesis: El libro de los orígenes
El viaje de Israel
El Tabernáculo de Moisés
Fiestas y Ofrendas (Levítico)
El libro de los Jueces
Rut: La novia gentil de Cristo
David y Salomón
Los reyes de Judá
Los reyes de Israel
La Era de la Restauración (Esdras y Nehemías)
Las tres casas de Esther
Salmos I: Capítulos 1-50
Salmos II: Capítulos 51-100
Salmos III: Capítulos 101-150
La esposa de Cristo (Cantar de los Cantares)
Isaías
Jeremías
El libro de Lamentaciones
El carro del trono de Dios (Ezequiel)
Daniel
Profetas Menores I: La restauración de los caídos (Oseas)
Profetas Menores II: Joel a Sofonías
Profetas Menores III: Hageo a Malaquías
Nuevo Testamento
El Evangelio de Mateo
El Evangelio de Marcos
El Evangelio de Lucas
El Evangelio de Juan
Romanos: Más que vencedores
Soldados de Cristo (Efesios)
Dando en el blanco (Filipenses)
Colosenses y Filemón: La Senda de la Santidad
Hebreos: Detrás del velo
Las dos Sabidurías (Santiago)
Las Epístolas de Juan
Apocalipsis
Otros libros
Ángeles
Conozca su Biblia
Contendiendo por la fe
El apóstol
El Espíritu Santo
El evangelista
El ministerio del profeta
Entrar en el reposo de Dios
La cruz y la resurrección de Cristo
La vida de Cristo
La Segunda Venida: Una exposición de la Segunda venida
del Señor
Las glorias del cielo y los inefables terrores del infierno
Liderazgo
Los Nombres de Dios
Maestros de Justicia
Pilares de la fe
Preparación para el Avivamiento
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Heredia, Costa Rica, C.A.
Tel: (506) 387-0681
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Bolivia
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