EL VIAJE DE ISRAEL Un estudio del viaje espiritual de los creyentes desde la salvación hasta la madurez y la gloria en Cristo Dr. Brian J. Bailey Título original: “The Journey of Israel” Título en español: “El viaje de Israel” © 1993 Brian J. Bailey Primera Edición, Marzo 1993. (ISBN 0-963083-7-4-0) Segunda Edición, Septiembre 2006 (Versión 2.0) Edición en inglés revisada, Febrero 2009 (Versión 2.1) Diseño de portada: © 2003 Zion Fellowship Inc. y sus licenciatarios. Todos los derechos reservados. Traducción: Marian Belmonte, Belmonte Traductores. España. Editor de la 1ra edición en español: Raimundo J. Ericson. Octubre 2002 Revisión de la segunda edición: Ana Karen Poza, Febrero 2011. Segunda edición en español (Ver. 2.1), marzo 2011. Segunda impresión, marzo 2011. Diseño de Portada: © 2003 Zion Fellowship Inc. Todos los derechos reservados. Todas las citas de la Escritura usadas en este libro están tomadas de la versión Reina-Valera 1960 a menos que se indique lo contrario. Publicado por Zion Christian Publishers. Impreso en los Estados Unidos. ISBN 1-59665-518-6 Para más información, favor de contactar a: Zion Christian Publishers Un ministerio de Zion Fellowship ® P.O. Box 70 Waverly, New York 14892 Teléfono: 607-565-2801 Toll Free: 1-877-768-7466 Fax: 607-565-3329 www.zionfellowship.org Dedicado A nuestro amado Señor Jesucristo, quien, como columna de fuego en la noche y nube en el día, saca a su pueblo de Egipto hacia la Tierra Prometida. Y a mi querida esposa, Audrey, que fue una fiel compañera de peregrinaje para mí a lo largo de nuestro particular viaje espiritual a Sion. AGRADECIMIENTOS A Marian Belmonte de Belmonte Traductores, quien realizó la traducción de este libro al español. A Raimundo Ericson, editor de la primera edición en español, por su arduo trabajo en la revisión del texto de la versión en español A Ana Karen Poza por su valiosa ayuda en la revisión final de la segunda edición del libro en español. A Raquel Pineda, por su excelente trabajo en el formato final de este libro. A Carla Borges, por su trabajo en el diseño de la portada. Al equipo Editorial de ZCP: Carla Borges, Michael Derrick, David Kropf, Raquel Pineda, Ana Karen Poza, Suzanne Ying. Deseamos extender nuestro agradecimiento a todas esas personas queridas, pues sin sus muchas horas de inestimable ayuda este libro no hubiera sido posible. Estamos verdaderamente agradecidos por su diligencia, creatividad y excelencia en la compilación de este libro para la gloria de Dios. INDÍCE Prefacio Introducción Mapa del viaje de Israel 9 11 12 PRIMERA PARTE – LA VIDA DE MOISÉS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 Los primeros años de Moisés Estancia en el desierto de Arabia Regreso a Egipto Ministerio en Egipto Desde el mar Rojo hasta Sinaí El monte Sinaí Desde el monte Sinaí hasta Cades-barnea Cades-barnea Desde Cades-barnea hasta Pisga 37 63 71 99 135 167 189 201 213 SEGUNDA PARTE – EL CRUCE A CANAÁN 10 11 12 13 Josué, el nuevo líder El cruce del río Jordán Los treinta y un reyes Victoria incompleta 247 257 277 297 TERCERA PARTE – LA HERENCIA DEL MONTE SION 14 Silo 15 Hebrón 16 El monte Sion Conclusión Apéndice 309 315 335 369 375 9 PREFACIO Visión, dirección, guía y un buen liderazgo siempre han sido necesarios para una iglesia sana. Esto es especialmente cierto en la actualidad, a medida que la dispensación de la Era de la Iglesia se acerca a su término. En El viaje de Israel, el autor ofrece todo lo anterior al descubrirnos de una manera novedosa el plan de Dios para la Iglesia en estos últimos tiempos. El viaje de los hijos de Israel fue un acontecimiento literal e histórico. Los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob salieron de la tierra de Egipto en la que habían estado cautivos durante 430 años. Dios los liberó por medio del profeta Moisés, quien los guiaría bajo la protección del Señor desde Egipto hasta las llanuras de Moab, durante un periodo de tiempo que duraría más de 40 años. Tras la muerte de Moisés, les fue dado un nuevo líder: Josué, quien los llevó desde el río Jordán hasta la Tierra Prometida. Sin embargo, no conquistaron la totalidad de la tierra ni entraron en reposo sino hasta muchos años después, cuando Dios levantó al rey David. David subyugó a todos los enemigos en la tierra, y guió a los hijos de Israel a su lugar final de reposo: Sion, el santo monte del Señor. Este viaje realizado hace miles de años es un prototipo de nuestro viaje espiritual como creyentes desde la tierra hasta el cielo, y de bebés recién nacidos en Cristo a padres y 10 EL VIAJE DE ISRAEL madres maduros en la fe. Descubriendo los secretos del viaje de los hijos de Israel desde Egipto hasta Sion, el autor muestra al lector un mapa de ruta para su propia vida. Nos muestra de dónde hemos venido, dónde estamos ahora y hacia dónde vamos. En El viaje de Israel consideraremos tres temas principales: (1) Un relato paso a paso del viaje de los hijos de Israel; (2) la preparación de la vida del líder a quien Dios usa para guiar a Su pueblo en su viaje visto a través de la vida de Moisés; (3) y finalmente, las siete fiestas del Señor, que están entrelazadas en el viaje, y su relevancia para la Iglesia de Jesucristo en la actualidad. Este libro es presentado con la oración de que el mismo Señor que llevó a los hijos de Israel desde la tierra de Egipto hasta Sion, le lleve igualmente a usted, querido lector, desde el Egipto espiritual hasta Sion, el monte de Su presencia permanente. Dr. Brian J. Bailey 11 INTRODUCCIÓN El viaje de los hijos de Israel (que llevó a los israelitas desde Egipto hasta su destino final, el monte Sion), estaba en las palabras del apóstol Pablo: “escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Co. 10:11). Podríamos afirmar confiadamente que este viaje histórico es una alegoría que describe el viaje espiritual del alma desde la salvación hasta la madurez, hasta que sea “un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4:13). Para que una persona llegue al monte Sion espiritual, primero debe pasar por muchas otras experiencias. Después de salir de Egipto (experiencia de salvación), debe atravesar el mar Rojo (bautismo en agua). Después debe seguir hasta el monte Sinaí, que tipifica el bautismo del Espíritu Santo. Tras eso, debe soportar la experiencia grande y terrible del desierto, cruzar el río Jordán (experimentar la circuncisión del corazón) y entrar en la Tierra Prometida. Desde ahí, a medida que va conquistando enemigos tanto dentro como fuera, finalmente entrará en el verdadero descanso de Dios, que en la Palabra de Dios es equiparable a la ascensión espiritual al monte Sion. Dios dice de Sion en el Salmo 132:14: “Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré”. 12 EL VIAJE DE ISRAEL Para nosotros es eternamente satisfactorio contemplar el viaje de los hijos de Israel tanto desde una perspectiva histórica como eterna. Ciertamente, el viaje había sido concebido (y no solamente conocido) en la mente y el corazón de Dios antes de la fundación del mundo. Hebreos 4:3 dice claramente que “las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo”. Así, debiéramos considerar brevemente el plan de Dios para los siglos, desde Adán hasta Abraham para entender el trasfondo del viaje de los hijos de Israel. Abraham es el padre, no sólo de los hijos de Israel, sino también de todos aquellos que invocan el nombre del Señor Jesucristo como su Salvador. Las primeras diez generaciones La primera dispensación de diez generaciones, que cubre el periodo de tiempo desde Adán hasta Noé y el Diluvio, tuvo una duración aproximada de 1,656 años; sin embargo, sólo nueve capítulos del Génesis son dedicados a este periodo. Fue un periodo de longevidad de vida, y durante este periodo de la historia del hombre hubo un tremendo fluir profético y fueron reveladas casi todas las verdades futuras. Este periodo de tiempo contiene la historia de la creación, la caída del hombre, la promesa de salvación, el primer asesinato, la introducción de la poligamia y la división de la humanidad en dos líneas: los hijos de Dios y los hijos del hombre (el bien y el mal). Enoc, un hombre que caminó cerca de Dios, profetizó acerca de INTRODUCCIÓN 13 la Segunda Venida de Cristo y sus juicios resultantes (Jud. 1:14-15). El primer rapto ocurrió cuando Enoc fue llevado al cielo. Luego llegó el cruce de las líneas buenas e impías como consecuencia de los matrimonios, los cuales produjeron una descendencia malvada y opresiones que, a su vez, produjeron el primer juicio mundial en forma de un diluvio. El Diluvio fue una nota solemne de aviso para los redimidos que no vivían en la luz; sin embargo, Dios también proveyó el Arca para preservar a los justos (1 P. 3:19-20). 2008 años después de Adán 1996 a.C. El Éxodo circa 1500 a.C. 487 años 1000 a.C. pero d espués Dios juzgaría a la nación y y los sacaría con gran botín (Gen. 15:13-16). El Templo de Salomón Dios le mostró a Abraham de antemano que su simiente sería afligida en una tierra extraña por 400 años; (reposo) Abraham nace 10 generaciones Noé—El diluvio 10 generaciones Adán formado 4004 a.C. 1656 años después de Adán 2348 a.C. De Adán al Templo de Salomón 14 EL VIAJE DE ISRAEL INTRODUCCIÓN 15 Las diez generaciones siguientes La segunda dispensación, desde Noé hasta Abraham, también de diez generaciones de duración, abarca unos 300 años. Este periodo estuvo marcado por las divisiones de las naciones en tres ramas. De Noé vinieron: Sem, la semilla prometida; Cam, la semilla maldita, y Jafet, a quien se le dio la promesa de que moraría bajo la protección de Sem. De estos tres hombres provinieron todas las razas del mundo. Incluso después de que Dios hubiera destruido a todos los anteriores habitantes de la tierra por su rebelión, preservando sólo a Noé, su esposa, sus tres hijos y sus esposas, la nueva generación, descendientes del justo Noé, se volvió a degenerar rápidamente. Cam produjo una semilla malvada; su nieto, Nimrod, fue el fundador de Babel (Gn. 10:6-10). La maldad llegó hasta la cúspide en esta ciudad, la cual se convirtió en la fuente de todas las falsas religiones. Los habitantes de Babel se levantaron en contra del Señor y construyeron una torre para magnificar y glorificar a la humanidad. Como resultado de esta descarada rebelión contra el Señor, vino una vez más el juicio de Dios sobre la tierra, y Dios dividió en ese momento a las naciones y confundió sus idiomas. Desde ese estado de caos, mezcla y maldad, Dios llamó a Abraham a salir de Ur de los caldeos. El Señor habló a Abraham y le dijo que dejara su tierra natal y se fuera a una tierra que Él le mostraría: la tierra de Canaán, que más tarde se convertiría en su herencia y en la herencia de su descendencia. 16 EL VIAJE DE ISRAEL El pacto de Abraham Dios hizo un pacto con Abraham (Gn. 15), y le prometió que su descendencia (por medio de su hijo Isaac) heredaría la tierra de Canaán desde el río de Egipto hasta el gran río Éufrates, la tierra que estaba habitada por las diez naciones de Cus. La tierra de Canaán se refiere a lo que hoy conocemos como Palestina. Palestina es tierra de Dios, y Él se la ha dado a Israel, no a los palestinos (o como se les conoce bíblicamente, los filisteos). Para hacer un pacto, normalmente hay condiciones que cada parte implicada debe conocer. Era costumbre en aquellos tiempos sellar los pactos dividiendo un animal y después caminando entre las partes divididas del animal. Sin embargo, este pacto se selló de la manera menos común. En lugar de ser los dos participantes (Dios y Abraham) los que caminaron por en medio de los animales divididos, alguien más caminó a través de ellos. Leemos en Génesis 15:12: “Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él”. Al haber experimentado yo mismo este fenómeno, tuve el sentimiento de estar profundamente indefenso, y de una total y desesperada incapacidad de llevar a cabo algo. Esto es exactamente lo que Dios quiere que todos nosotros experimentemos antes de que Él nos haga una promesa muy significativa o antes de que entremos en una nueva etapa de nuestra vida cristiana. Así sucedió con Abraham, que estuvo sobre el umbral de una nueva experiencia que impactaría la vida de INTRODUCCIÓN 17 innumerables personas. Dios le estaba haciendo una promesa que iba a afectar no sólo el futuro de millones de su propia descendencia, sino a toda la humanidad. De hecho, la promesa de la tierra de Canaán no dependía de manera alguna de Abraham o su descendencia, porque fueron el Padre y el Hijo los que acordaron darles la tierra de Canaán como su posesión eterna. Abraham dormía profundamente cuando un temor de gran oscuridad cayó sobre él. Mientras dormía, otras dos partes pasaron entre los animales divididos. “Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates” (Gn. 15:17-18). El horno de fuego es un símbolo de Dios Padre, de quien se ha dicho: “Nuestro Dios es fuego consumidor” (He. 12:29). La antorcha o lámpara de fuego no es otro sino el Señor Jesucristo, quien declaró: “Yo soy la luz del mundo” (Jn. 8:12; 9:5). Abraham nunca pasó entre los animales divididos; por tanto, el pacto es inmutable y no puede ser quebrantado, porque fue establecido entre el Padre y el Hijo. Muchos años antes de que Abraham tuviera un hijo, Dios predijo la estancia de los hijos de Israel en Egipto diciendo que serían extranjeros en una tierra que no les había sido prometida, y estarían sometidos en esclavitud y servidumbre mientras permanecieran allí (Gn. 15:13). Sin embargo, esta estancia en Egipto no era el plan final de Dios para ellos. Ellos sólo estarían allí unos 400 años, porque Dios prometió que saldrían de Egipto. 18 EL VIAJE DE ISRAEL El Señor también habló de las diez plagas que Moisés ejecutaría sobre los egipcios, como juicio sobre la nación que los mantuvo en esclavitud. El Señor entonces habló del futuro viaje fuera de Egipto que los descendientes del nieto de Abraham, Jacob (Israel), harían (Gn. 15:14). Por tanto, vemos que Dios orquestó el viaje de Israel desde Egipto hasta Sion antes de la fundación del mundo (He. 4:3). De hecho, Él planeó todo el destino de Israel. Desde Abraham hasta Moisés Después de la muerte de Abraham, su hijo Isaac vivió en la tierra de Canaán con su hijo Jacob. Jacob, cuyo nombre fue cambiado después por el de “Israel”, tuvo doce hijos, de los que provienen las doce tribus de Israel. El hijo favorito de Jacob, José, fue vendido como esclavo por sus hermanos, y después fue llevado a prisión en Egipto. Desde la desesperación de la celda de la cárcel en Egipto, Dios de manera triunfante levantó a José hasta llegar a ser el primer ministro de Egipto, en segunda posición después de Faraón. Para cumplir la palabra que le había dado a Abraham, el Señor envió a José a Egipto para preparar un lugar para sus hermanos y traer liberación (Gn. 45:5-8). Después de establecer a José en Egipto, Dios envió una hambruna para hacer que los hijos de Jacob descendieran a Egipto, donde fueron reunidos con José. En el tiempo perfecto de Dios, Jacob y toda su casa, que sumaban setenta personas, se fueron a vivir a Egipto. INTRODUCCIÓN 19 Hay una ley en la interpretación bíblica llamada la ley de la primera mención; la primera vez que la Biblia menciona algo, muy a menudo contiene la clave para su interpretación espiritual. En Génesis 46:27 había 70 personas acompañantes de Jacob; por tanto, el número “setenta” en las Escrituras representa la ancianidad, porque había 70 ancianos de los hijos de Israel (Nm. 11:16, 24-25). Lo que es importante mencionar aquí es que había tanto hombres como mujeres dentro de los setenta que estaban con Jacob. Esto es muy importante porque nos muestra que la Escritura valida claramente a las mujeres en su papel de líderes y ministros. Continuando con nuestro repaso de los tratos de Dios desde los días de Abraham hasta los días de Moisés, vemos que Dios había preparado el camino para que Jacob fuera a Egipto. El Salmo 105:17-24 dice: “Envió un varón delante de ellos; a José, que fue vendido por siervo. Afligieron sus pies con grillos; en cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová le probó. Envió el rey, y le soltó; el señor de los pueblos, y le dejó ir libre. Lo puso por señor de su casa, y por gobernador de todas sus posesiones, para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, y a sus ancianos enseñara sabiduría. Después entró Israel en Egipto, y Jacob moró en la tierra de Cam. Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus enemigos”. Hay una progresión definida en el plan de Dios. Después de que Dios hablara a Abraham de que Él enviaría a su descendencia a Egipto, José fue llevado a Egipto como 20 EL VIAJE DE ISRAEL esclavo; después, Dios elevó a José hasta ser el gobernante más grande de Egipto bajo Faraón, lo cual permitió que Jacob y sus hijos fueran a vivir a Egipto, donde José cuidó de ellos. Los hijos de Israel se multiplicaron y florecieron en Egipto, situación que produjo celos en los corazones de los egipcios; más tarde, se levantó otro Faraón que no conocía a José e hizo esclavos a los israelitas. Dios cambió el corazón de los egipcios “para que aborreciesen a su pueblo, para que contra sus siervos pensasen mal” (Sal. 105:25). Recuerde que Dios nunca endurece los corazones que son buenos; Él solamente endurece los corazones que son malvados. La vida de Moisés el libertador Dios puso todas las cosas en su lugar para hacer que Su perfecto plan se realizara. Los israelitas necesitaban desesperadamente un redentor, y eso preparó el camino para que Moisés llegara como su libertador (Sal. 105:26). El Señor escogió a Moisés para liberar a Su pueblo de la opresión y la esclavitud de Egipto. Para cada fase de Su plan de redención, Dios escogió a ciertos vasos a quienes les concedió gran gracia y sabiduría; esos líderes designados de forma divina aparecieron en épocas específicas de la Historia para llevar a cabo los propósitos ordenados por Dios y para llevar a Su pueblo a la etapa específica de la herencia que ha sido determinada para su generación. Adán, Noé, Abraham, Moisés, Josué, David, Salomón, los profetas y el Señor INTRODUCCIÓN 21 Jesucristo aparecieron en el momento designado por Dios en el lienzo de la Historia para cumplir el gran plan de Dios para los tiempos. En la era del Nuevo Testamento, Dios usó a los apóstoles para poner el fundamento de la Iglesia. El apóstol Pablo fue específicamente ungido y comisionado para predicar a los gentiles; fue él quien estableció las principales doctrinas y principios de nuestra fe, sobre los cuales está fundada la Iglesia. Más adelante en la historia de la Iglesia, hombres de Dios como Wycliff, Lutero y Wesley fueron usados para sacar a la Iglesia de la época oscura y de la decadencia abismal en la que había caído. Sin embargo, este libro se concentra principalmente en la vida de Moisés. Para poder ver algunas verdades muy importantes, debemos estudiar la vida de Moisés a detalle, porque él es el libertador, el hombre a quien Dios levantó para sacar a su generación de la esclavitud egipcia. La vida de Moisés se divide en tres periodos distintos: 1. Llamado: desde su nacimiento hasta que huyó de Egipto (40 años) 2. Escogido: en el desierto de Arabia (40 años) 3. Fiel: al ministerio que le había sido encomendado (40 años) La razón por la que hemos usado estos tres títulos es que Moisés, como líder fiel, es un ejemplo para que nosotros lo sigamos. Muchos de los que leen estas palabras han sido 22 EL VIAJE DE ISRAEL llamados a ser líderes en varios niveles. Apocalipsis 17:14 dice: “Los que están con él [el Cordero] son llamados y elegidos y fieles”. Dios ha puesto un llamado y ministerio concretos sobre cada uno de nosotros, pero no es suficiente con haber sido llamados por Dios, sino que también debemos ser escogidos por Dios. Jesús declaró claramente en Mateo 22:14: “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”. Al considerar la diferencia entre ser llamado y ser escogido, sería muy beneficioso considerar la vida de David, cuya vida refleja claramente estas tres etapas. El llamado de Dios le fue dado a David cuando tenía unos 17 años. El profeta Samuel, nativo de Belén, llegó y ungió a David con aceite. Esta fue la primera de las tres unciones de David. En esta unción, él fue llamado a ser el rey de Israel. Recibió su segunda unción en Hebrón, cuando fue escogido como rey de Judá a la edad de 30 años. Cuando David recibió la segunda unción, fue colocado en su ministerio. Ser escogido por Dios es el acto de ser colocado o situado por Dios en nuestro llamado o ministerio. El tercer paso en nuestra vida cristiana es ser hallados fieles en el ministerio o posición que Dios nos dé. Moisés no fue solamente llamado y escogido, sino que también fue hallado fiel, tal como leemos en Hebreos 3:5: “Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir”. Para que nosotros seamos también hallados fieles, debemos hacer exactamente lo que Dios nos haya pedido que hagamos, sin salirnos del camino que Él tenga para nuestras vidas. INTRODUCCIÓN 23 Otro aspecto importante de esta verdad es que es progresiva. Hay pasos progresivos en el ministerio, lo cual vemos perfectamente ilustrado en la vida de David. A la edad de 17 años, David fue llamado y ungido en Belén. Después fue escogido por Dios y puesto como rey de Judá durante siete años y medio (2 S. 5:5). Sin embargo, el llamado original de David era ser rey de todo Israel, no sólo rey de Judá. Dios nos pone primero en un nivel de ministerio y nos prueba ahí. Cuando David demostró ser fiel como rey de Judá, fue ungido por tercera vez y entró en la plenitud de su ministerio como rey de todo Israel. A menudo, transcurre un largo periodo de tiempo entre ser llamado por Dios y ser escogido por Dios, tal como vemos en el relato de la vida de David. Cuando Dios inicialmente nos sitúa en nuestro llamamiento o ministerio, Él generalmente nos pone en un nivel más bajo de ministerio; después de haber demostrado nuestra fidelidad en ese nivel, entramos en la plenitud de lo que Él ha ordenado para nosotros. Por lo tanto, vemos que hay niveles de ministerio. Puede que en su vida Dios le sitúe como pastor asistente, y luego como pastor, quizá de una iglesia pequeña, pero una vez que haya demostrado su fidelidad en estos lugares, Él le ascenderá a la plenitud de lo que Él haya planeado para su vida. INTRODUCCIÓN 25 VISIÓN GENERAL DEL VIAJE Este viaje comenzó en la tierra de Egipto. Las tres divisiones principales del viaje 1. Desde Egipto hasta el río Jordán (bajo Moisés). 2. El cruce hasta Canaán (bajo Josué). 3. Plena posesión de Canaán y el monte Sion (bajo David). Los tres líderes principales del viaje 1. Moisés guió a Israel desde Egipto hasta el río Jordán. 2. Josué guió a Israel desde el río Jordán hasta la Tierra Prometida. 3. David guió a Israel a su herencia completa, hasta el monte Sion. Moisés sacó de Egipto a los hijos de Israel y les guió al río Jordán, hasta la frontera de su herencia; Josué guió a los hijos de Israel a la Tierra Prometida, pero nos les llevó al reposo pleno (He. 4:8). El pueblo fue negligente y dejó a muchos enemigos en la tierra (Jos. 13:1; 18:2-3). Varias generaciones después, David capturó la fortaleza de Sion, que se convirtió en el lugar de reposo de Dios (Sal. 132:13-18). Israel no terminó su viaje desde Egipto 26 EL VIAJE DE ISRAEL hasta Sion hasta el año séptimo del reinado de David (2 S. 5:1-7). Después de que David fuera ungido por tercera vez, a la edad de treinta y siete años, conquistó Sion y colocó ahí el Arca del Pacto. Jerusalén y el monte Sion fueron las últimas fortalezas en Israel. Así, David obtuvo la herencia completa que Dios tenía para Israel. El viaje les tomó un total de 443 años hasta alcanzar la meta final del monte Sion; había comenzado 480 años antes de la construcción del Templo de Salomón (1 R. 6:1), que comenzó en el cuarto año del reinado de Salomón. El monte Sion fue conquistado en el año séptimo del reinado de David cuando él fue ungido como rey de Israel. David reinó un total de 40 años (2 S. 5:4). Para llegar a esta conclusión de forma matemática, debemos ver lo siguiente: 480 años menos los primeros 4 años del reinado de Salomón son 476 años; 476 menos los 33 años del reinado de David después de haber conquistado el monte Sion son 443 años. Por lo tanto, el viaje completo de Israel desde el éxodo hasta que alcanzaron el monte Sion tomó aproximadamente 443 años (véase el gráfico de la siguiente página). En la actualidad, el Espíritu de Dios capacitará a Su Iglesia para completar este viaje dentro de nuestra generación. INTRODUCCIÓN 27 Las siete fiestas de Israel Las siete fiestas de Israel se realizaron durante el viaje de Israel desde Egipto hasta Sion, ya sea de forma literal o tipificada. La Iglesia, el Israel de Dios (Gá. 6:16), también experimentará, de manera espiritual, las siete fiestas. 1. Moisés (1) Fiesta de la Pascua (en Egipto) (2) Fiesta de los Panes sin Levadura (en Egipto) (3) Fiesta de las Primicias (tipificada a través del mar Rojo) (4) Fiesta de Pentecostés (en Sinaí) (5) Fiesta de las Trompetas (tipificada en las llanuras de Moab) 2. Josué (6) Fiesta de la Expiación (tipificada al otro lado del río Jordán en Gilgal) 3. David (7) Fiesta de los Tabernáculos (en Jerusalén bajo Salomón, después de que David conquistara Sion) La importancia de las fiestas 1. Pascua—representa la salvación. Israel fue salvado por la sangre del cordero en Egipto; de la misma manera, nosotros somos salvados por la sangre del Cordero de Dios. 28 EL VIAJE DE ISRAEL 2. Panes sin levadura—representa alimentarse de la Palabra de Dios pura. Israel comenzó a comer panes sin levadura tan pronto como fueron redimidos por la sangre del cordero pascual. Nosotros debemos festejar continuamente la Palabra de Dios pura después de haber sido salvos por nuestro Señor. 3. Primicias—representa el bautismo en agua y la vida resucitada. Cuando Israel cruzó el mar Rojo, eso cortó su pasado y destruyó las potestades de maldad que estaban intentando empujarlos de regreso a Egipto. Cuando somos bautizados en agua, muchas ataduras se rompen en nuestras vidas. 4. Pentecostés—representa el bautismo en el Espíritu Santo. Israel llegó al monte Sinaí en el mes tercero, que es el mes de la fiesta de Pentecostés. En Sinaí ocurrieron todas las señales que acompañan el bautismo en el Espíritu Santo. Los israelitas vieron el fuego de Dios, escucharon la voz de Dios, tuvieron provisión, milagros, sanidad y fueron conscientes de la presencia de Dios. 5. Trompetas—representa un nuevo llamado a avanzar. Dios estaba diciendo a Su pueblo que saliera del desierto para entrar en la Tierra Prometida y en Sion. 6. Expiación—representa la aflicción del alma, una limpieza profunda y la circuncisión del corazón. Después de que Israel hubo cruzado el río Jordán, INTRODUCCIÓN 29 fueron circuncidados en Gilgal, y entonces comenzaron a tratar con todos los enemigos en la tierra, incluyendo los 31 reyes. 7. Tabernáculos—representa la gloria y el poder de Dios. Años después, el rey David conquistó el monte Sion, la última fortaleza en la tierra, y situó el Arca del Pacto en la cumbre del monte Sion en la tienda que él había preparado para ella. Sion era el lugar especial de la morada de Dios. Salomón, el hijo de David, tomó entonces el Arca del Pacto de la cumbre de Sion y la situó en el Templo, y la gloria de Dios se extendió a las naciones del mundo. Pascua comenzó la Era de la Ley, desde Moisés hasta Cristo. Pentecostés comenzó la Era de la Iglesia, terminando con la Segunda Venida de Cristo. Tabernáculos comienza la era del Milenio, cuando Jesucristo vuelva otra vez. Resumen del viaje de Israel GÉNESIS: El viaje de Israel fue concebido por Dios antes de que el mundo comenzara (He. 4:3). No mucho después del Diluvio, Dios hizo un pacto con Abraham y su descendencia, prometiéndoles toda la tierra de Canaán 30 EL VIAJE DE ISRAEL (Gn. 15:18-21). En Canaán estaba el monte Sion, el lugar de la morada de Dios. El Señor también dejó muy claro a Abraham que antes de que su descendencia heredara la tierra, ellos debían ser primero extranjeros en un país extraño (Egipto) y ser afligidos durante 400 años; después, Dios juzgaría a aquella nación y sacaría a Israel con gran riqueza (Gn.15:13-14). Claramente, Dios había diseñado el viaje completo mucho antes de que se llevara a cabo. El Señor envió a José a Egipto, y después vino una gran hambruna que obligó a Jacob y a su familia a reubicarse en Egipto. Ellos permanecieron en Egipto durante varios cientos de años, creciendo hasta convertirse en una nación de cerca de tres millones de personas. Después de la vida de José, otro Faraón ascendió al trono e impuso la esclavitud a los descendientes de Abraham. DE ÉXODO A DEUTERONOMIO: A su debido tiempo nació Moisés, siete generaciones después de Abraham. El Señor instituyó la Pascua y ofreció salvación de la muerte por la sangre de un cordero sacrificado. Moisés ejecutó los juicios de Dios sobre Faraón y Egipto, y después sacó a los hijos de Israel de su esclavitud y los dirigió hacia la Tierra Prometida. Así, comenzó el viaje. Su destino no era solamente la Tierra Prometida, sino el monte Sion que estaba en la Tierra Prometida. El monte Sion es el lugar de la morada de Dios (Ex. 15:17). El llamado de Dios nunca es simplemente a un ministerio o a una herencia, sino a una Persona: el Señor Jesucristo. Desde Egipto, ellos cruzaron el mar Rojo y después INTRODUCCIÓN 31 llegaron al monte Sinaí en el tercer mes, el tiempo de la fiesta de Pentecostés. Sin embargo, el llamado final no era a acampar alrededor de este monte que estaba en el desierto, sino que fueron llamados a un monte de mayor importancia: el monte Sion. Cuando los israelitas fallaron en las diez pruebas en el desierto, Dios les dijo en Cades-barnea que esa generación nunca entraría en Su reposo. El reposo estaba al otro lado del Jordán en la Tierra Prometida, y finalmente en el monte Sion. Así, los hijos de Israel vagaron sin ninguna meta por el desierto durante otros 38 años hasta que aquella generación murió. JOSUÉ: Josué guió a los hijos de aquella generación juzgada a través del río Jordán hasta la tierra de la promesa. El cruce del río Jordán representa “estar muerto al pecado”; sus corazones fueron diferentes después de haber cruzado el río Jordán, e Israel ya no deseaba volver a Egipto. Ellos experimentaron la circuncisión en Gilgal, y su naturaleza carnal fue tratada allí. Josué procedió a guiarles en la batalla contra 31 reyes, que representan los señores que gobiernan la vida interior. Cada área de la vida egocéntrica debe ser diseccionada pedazo a pedazo por la Palabra de Dios. JUECES: Josué había declarado a los hijos de Israel: “¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?” (Jos. 18:3). Vemos que Dios le había hablado a Josué diciendo: “Queda aún mucha tierra por poseer” (Jos. 13:1). Josué nunca llevó a los hijos de Israel al reposo 32 EL VIAJE DE ISRAEL completo (He. 4:8). El libro de Jueces registra cómo Israel hizo compromisos y coexistió con sus enemigos después de la muerte de Josué. Ellos pasaron por alto y evitaron áreas que deberían haber sido tratadas con la espada. Muchos territorios seguían siendo controlados por sus enemigos, incluyendo Sion, que fue tomado por los jebuseos. 1-2 SAMUEL: Varias generaciones después, David, un hombre conforme al corazón de Dios, se convirtió en rey. A la edad de 37 años conquistó la fortaleza de Sion y situó el Arca del Pacto en una tienda en la cumbre del monte Sion. Sion se hizo conocido como el monte santo, y la gloria, el poder, la adoración y la intimidad en Sion fueron mucho más grandes que en ningún otro lugar a lo largo del viaje. Finalmente, 443 años después de que Israel comenzara su viaje desde Egipto, alcanzaron su destino: Sion. 1-2 REYES y 1-2 CRÓNICAS: El hijo de David, Salomón, construyó el Templo y llevó el Arca del Pacto de donde estaba en Sion, y la colocó en el Templo. La gloria de Dios era tan grande en el Templo de Salomón que los sacerdotes no podían ni siquiera permanecer de pie (1 R. 8:1-11). Las naciones llegaban para escuchar la sabiduría de Dios y para ver la gloria de Dios que se manifestaba en este Templo. De esta manera, la meta de todo creyente es finalizar su propio viaje espiritual desde Egipto hasta Sion, llegar a la gloria, y después llevar esta gloria a las naciones. 1. La Pascua – La salvación en Egipto por la sangre del Cordero. 2. Los panes sin levadura – Alimentarnos para siempre con la Palabra pura de Dios. 3. Las Primicias (El mar Rojo) – Un símbolo del bautismo en agua. 4. Pentecostés (El monte Sinaí) – Un símbolo de Pentecostés, ser llenos del Espíritu. * Después de reprobar su décima prueba en Cades-barnea, Dios dijo que nunca entrarían en Su reposo. Vagaron otros 38 años. 5. Las Trompetas (La muerte de Moisés en el monte Pisga) – El toque de la trompeta para proseguir del desierto a la Tierra Prometida. 6. El paso del Jordán – Limpieza profunda, circuncisión, la derrota de 31 reyes. 7. Los Tabernáculos (En Sión) – La plenitud de la presencia de Dios, el reposo supremo (Sal.132:13-16). PRIMERA PARTE La vida de Moisés Desde Egipto hasta el río Jordán 37 Capítulo 1 SUS PRIMEROS AÑOS Consideraremos los primeros años del profeta Moisés. Este periodo cubre los primeros cuarenta años de su vida. En Éxodo 2:1-2 conocemos a los padres de Moisés: “Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses”. Vemos entonces que el padre de Moisés, Amram, era de la tribu de Leví. Éxodo 6:20 nos revela los nombres de los padres de Moisés: “Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años”. 1. Su genealogía La genealogía es muy importante en el sentido de que somos el producto de nuestros abuelos y padres; por tanto, para poder apreciar verdaderamente a Moisés, necesitamos conocer los antecedentes y los rasgos de carácter de su familia. La tribu de Leví Es importante que entendamos nuestra genealogía personal para conocer las características que nos han sido transmitidas por nuestros antepasados. Moisés era de la 38 EL VIAJE DE ISRAEL tribu de Leví, y sobre esta tribu leemos el testimonio de Dios en Malaquías 2:4-7: “Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado. La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos”. El Señor hizo un pacto de vida y paz con Leví porque él y sus descendientes temieron al Señor. Dios hace pactos con aquellos que le temen (Sal. 25:14). Desarrollo espiritual Quiero considerar por un momento las vidas de los padres de Moisés: Amram y Jocabed. Éxodo 6:16-18 nos dice que Amram era descendiente de Leví a través de Coat. Por lo tanto, Amram era el nieto de Leví, lo cual convierte a Moisés en el biznieto de Leví. Leemos en Éxodo 6:20: “Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años”. Amram se casó con su tía Jocabed, y tuvieron tres hijos: María [Miriam], Aarón y Moisés (Nm. 26:59). Hay un pasaje en Malaquías que debemos leer para entender mejor la importancia que Dios le da al matrimonio: “¿No hizo él uno [en el matrimonio], CAPÍTULO 1 39 habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio” (Mal. 2:15-16). El propósito está claramente revelado: Porque buscaba una descendencia para Dios. El Señor desea matrimonios santos que tengan hijos santos. Los hogares rotos y las casas donde hay riñas producen problemas tremendos en los hijos. Los hijos de Amram y Jocabed ilustran el desarrollo espiritual, porque hubo una progresión evidente en la unción y bendición que había sobre ellos. María y Aarón nacieron antes que Moisés. María era profetisa; Aarón era profeta y sumo sacerdote; Moisés quien nació al último, fue el más grande de todos. Se convirtió “en Dios” ante Faraón, porque habló de parte de Dios (Ex. 7:1). El principio que quiero resaltar aquí es que el estado espiritual de los padres en el momento de la concepción del hijo determina la condición espiritual del hijo. A medida que los padres progresan y maduran en sus vidas espirituales, sus hijos se benefician. Podemos ver que al igual que Amram y Jocabed progresaron en sus vidas espirituales, sus hijos también progresaron. Dar fruto de la misma clase Todo en la naturaleza y en la creación de Dios produce fruto según su clase o especie. Génesis 1:12 dice claramente: “Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla 40 EL VIAJE DE ISRAEL según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno”. Un manzano sólo produce manzanas. Aun con todas las mejores intenciones del mundo, un manzano nunca producirá peras, pues es una ley irrevocable de la creación. Asimismo, los manzanos también producen diferentes tipos de manzanas, según su variedad. Hace muchos años, mi esposa y yo vivimos en el estado de Washington, donde se producían las deliciosas manzanas Golden Delicious. A los científicos les tomó muchos años desarrollar y perfeccionar las manzanas Golden Delicious que ahora se producen en todo el mundo. El fruto depende del patrón sobre el que se hace el injerto. Esto es cierto no sólo de los reinos vegetal y animal, sino también de los seres humanos. Reproducimos en nuestros hijos lo que somos. Es un hecho por todos sabido que los hijos reciben la naturaleza de sus padres. Recuerdo bien la historia de un ministro que se quejó amargamente al Señor por la naturaleza de sus hijos. El Señor le respondió: “Ellos recibieron tu naturaleza cuando los concebiste”, ¡y eso produjo arrepentimiento! Este principio de recibir la naturaleza de nuestros padres se aplica de manera positiva a Moisés, pero para otros tiene connotaciones negativas. No hay ningún pecado o atadura heredada que no podamos vencer por la gracia de Dios a través de la oración. Pablo dijo en Romanos 5:20-21: “…mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así CAPÍTULO 1 41 también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro”. Donde abunda el pecado en nuestra vida o genealogía, ¡la gracia puede sobreabundar mucho más! La gracia puede reinar en nuestras vidas cuando caminamos en justicia. Muchas personas tienen todo tipo de problemas como consecuencia de las vidas de sus antepasados. Esos pecados y ataduras heredados no se pueden ignorar. Cuando aconsejemos a otros, nunca debemos olvidar que hay una razón por cual la gente actúa como lo hace. A menudo, su conducta puede remontarse hasta sus padres y su línea familiar. Las vidas de los padres y abuelos no sólo determinan la naturaleza de los hijos, sino también sus problemas o bendiciones espirituales. Hay un manto que se transmite de una generación a otra. Hay un pacto que Dios puede hacer con un padre, y debido a ese pacto, se transmite el manto. Se pueden transmitir tanto bendiciones como maldiciones de una generación a la siguiente. Hace años conocí a un ministro que tenía cáncer. El Espíritu Santo me movió a preguntarle: “¿Tuvieron sus padres y abuelos este problema?” Él respondió: “Sí, durante muchas generaciones todos en mi familia han muerto de cáncer bastante jóvenes”. El espíritu de cáncer había sido transmitido de una generación a otra. Oramos para que el espíritu de cáncer fuera atado y roto para que no fuese transmitido a sus hijos. Es esencial darse cuenta de que no sólo se transmite una naturaleza de padres y abuelos, sino también bendiciones 42 EL VIAJE DE ISRAEL y maldiciones. Las bendiciones y maldiciones continúan en una línea familiar hasta que son detenidas. Conocer la genealogía de las personas es muy importante cuando se les aconseja porque eso puede dar pistas de sus problemas. Esto también aplica a nosotros mismos. El Señor me dio una visión cuando estaba hablando en una reunión de mujeres de Aglow en Nueva Zelanda hace algunos años. Toda la audiencia era femenina, salvo los consejeros que eran pastores. En esta visión, vi los corazones de tres generaciones: una abuela, una madre y una hija. La abuela tenía una pequeña mala hierba en su corazón, la cual el Señor me dijo que representaba una atadura específica en su vida. Ella transmitió esa mala hierba a su hija, y en su hija se convirtió en un arbusto fuerte. Su hija, a su vez, transmitió esa atadura a su propia hija. Sin embargo, esta vez ya no era una mala hierba o un arbusto, sino un árbol maduro en el corazón de su hija. Por lo tanto, el problema que la abuela tenía pasó a su hija y de su hija a su nieta, todo porque ni la abuela ni la madre permitieron que Dios lo tratara. Esto queda ilustrado en el dibujo de abajo: CAPÍTULO 1 43 Hemos de darnos cuenta de que a menos que tratemos los problemas de nuestro corazón, los transmitiremos a nuestros hijos, y esos problemas se harán aún más poderosos en sus vidas. Los padres tienen una responsabilidad asombrosa de permitir que Dios purifique sus corazones y trate las áreas de pecado para que no transmitan nada malo a sus hijos. Nos reproduciremos en otros para bien o para mal. Oremos para que sólo transmitamos las bendiciones y naturaleza de Dios a nuestros hijos naturales y espirituales. Nueva criatura en Cristo En gran medida, nuestra genealogía determina qué tipo de persona somos. Sin embargo, debo aclarar esta última frase, pues muchas personas piensan que no tienen ninguna posibilidad de tener éxito en la vida debido a que tuvieron padres malos. ¡Eso es absolutamente falso! Es cierto que nuestros padres nos transmiten nuestra naturaleza, pero cuando recibimos a Cristo nos convertimos en nuevas criaturas en Él. Pablo dijo en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Debemos alimentar la nueva creación y la nueva naturaleza dentro de nosotros, la cual se renueva con el conocimiento verdadero. En esta verdad descansa la esperanza de victoria total. Por la gracia de Dios, podemos ser diferentes de nuestros padres. Consideremos por un momento al rey Josías. Su 44 EL VIAJE DE ISRAEL padre, Amón, y su abuelo, Manasés, fueron dos de los reyes más malvados de Judá que hayan vivido alguna vez y, sin embargo, Josías decidió en su corazón que él sería diferente. Fue coronado rey cuando tenía ocho años de edad, e hizo lo recto a los ojos del Señor todos los días de su vida (2 Cr. 34:1, 2). Encontramos otro ejemplo en Jeroboam I. Jeroboam I fue el fundador del reino del Norte de Israel y quien levantó becerros de oro y llevó a los israelitas a la adoración pagana. En Su infinita sabiduría, el Señor tomó misericordiosamente al hijo de Jeroboam I porque tenía un buen corazón hacia Él (1 R. 14:13). Sembrar una nueva cosecha Hace muchos años, una amiga nuestra estaba preocupada por sus hijos. Ella y su marido los tuvieron mucho antes de experimentar el nuevo nacimiento y ser llenos del Espíritu. Así, en aquel momento sus hijos no eran del todo buenos, y ella le dijo al Señor en su desesperación: “Amado Señor, puedo ver en mis hijos todo lo que está mal en mí. ¿Qué he producido?” El Señor le contestó: “Comienza a sembrar una nueva cosecha”. En otras palabras, Dios le decía: “Estás segando lo que has sembrado pero, desde ahora, comienza a sembrar una semilla diferente en ellos”. Ella escuchó la palabra del Señor y comenzó a educar y enseñar a sus hijos de la forma correcta. Comenzó a disciplinarlos con firmeza pero con dulzura, y empezó a plantar en ellos las verdades de la Palabra de Dios, y esas buenas semillas gradualmente vencieron a las malas CAPÍTULO 1 45 semillas que ella había plantado en sus vidas. Como resultado, sus dos hijos llegaron a ser cristianos maravillosos, que se graduaron de la universidad como los primeros de su clase. La clave para ese cambio en las vidas de aquellos dos jóvenes fue la determinación de su madre para dejar de plantar en ellos las semillas equivocadas y comenzar a plantar las semillas correctas. Si usted tiene hijos que son rebeldes o se han apartado del camino debido a cosas que usted ha hecho, no se desanime; ponga su esperanza en Dios. Comience a sembrar en ellos las semillas correctas e intente desarraigar las semillas equivocadas que haya sembrado en sus vidas. Si usted siembra las semillas correctas, segará el fruto de ellas. Recuerde que nunca es demasiado tarde para comenzar a sembrar buenas semillas. Reproducción espiritual Como hemos entendido en el párrafo anterior, impartimos nuestra naturaleza espiritual a nuestros hijos y nietos. La meta básica del cristianismo es doble: en primer lugar, conocer a Dios y ser más como Él; y en segundo lugar, hacer discípulos de nuestros hijos e impartirles el conocimiento y carácter de Cristo. Jesús dijo en Mateo 28:19: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (NVI). El deseo de Dios para nosotros es que hagamos muchos discípulos, pero Él quiere que les impartamos a ellos las cosas correctas. 46 EL VIAJE DE ISRAEL La importancia de lo que transmitimos a nuestros hijos espirituales me fue ilustrado hace muchos años en un culto de la iglesia. El pastor me pidió que comenzara al culto porque él iba a llegar un poco tarde. El tiempo de alabanza estuvo muy bien, y después hubo un tiempo de adoración en el Espíritu. Yo estaba meditando en el Señor cuando, de pronto, sentí que el piso temblaba, y me pregunté qué estaba ocurriendo. Cuando abrí mis ojos vi a alguien que saltaba. De pronto, la cara de este hombre se puso roja y comenzó a profetizar tan rápidamente que nadie pudo entender lo que había dicho. Aunque esa profecía pudo haber venido de Dios, no fue una bendición para nadie debido la forma en la que la transmitió. Poco después, el piso comenzó a temblar otra vez y alguien más dio un mensaje en lenguas de la misma forma en que el hombre anterior había profetizado; y otra persona dio la interpretación, usando exactamente los mismos gestos y tono de voz. Después de todo eso, pensé que era el momento adecuado para que yo dijera algo, pero antes de poder decir una palabra, el pastor llegó, y en cuanto se acercó al púlpito comenzó a profetizar exactamente de la misma manera en que lo habían hecho los miembros de su iglesia. Comprendí que ese pastor había reproducido en su congregación su manera de actuar en los dones espirituales. Sin embargo, no era correcto porque era una distracción del mensaje que el Señor quería comunicar a la iglesia. En este caso, no era cuestión de corregir a los miembros de la iglesia. Primero tenía que hablar con el pastor. CAPÍTULO 1 47 Lo que quiero decir con esta historia es que el pastor se reprodujo a sí mismo en su congregación, y ellos hasta profetizaban y hablaban en lenguas como lo hacía él. Es una máxima en la vida que producimos fruto de la misma clase. Oseas 4:9 dice: “Y será el pueblo como el sacerdote”. La congregación sigue el ejemplo de su pastor; ellos imitarán el modo en que el pastor habla y actúa. En realidad, la mayoría de la gente no mira a Jesús, sino al pastor. Ellos dan por sentado que su pastor es como Jesús. Si el pastor grita, su congregación generalmente grita; si el pastor es tranquilo, su congregación es usualmente tranquila. Hace algunos años, mi esposa y yo supervisábamos una escuela bíblica en Suiza. Un día, mi esposa fue a visitar a algunos amigos nuestros: el director de la escuela bíblica y su familia. Mientras mi esposa estaba con ellos, notó que su hijo pequeño de cuatro años caminaba hacia delante y hacia atrás con sus manos detrás de la espalda cuando hablaba. Su papá le dijo: “David, ¿qué estás haciendo?” Y él respondió: “Estoy haciendo como el hermano Bailey”. Aparentemente, yo tenía el hábito de poner mis manos detrás de la espalda cuando predicaba, y ese era un hábito que pasaba totalmente inadvertido para mí, pero en la mente de ese pequeño niño, eso era predicar. Debemos darnos cuenta de que nos reproducimos a nosotros mismos en los demás; por lo tanto, es vital que seamos buenos modelos a seguir. Debemos tener buenos hábitos, ya que nos reproduciremos en nuestros hijos espirituales. 48 EL VIAJE DE ISRAEL 2. Su nacimiento Antes de hablar del nacimiento de Moisés, deberíamos considerar el contexto y los acontecimientos que llevaron a su nacimiento. Leemos en Éxodo 1:6-8: “Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José”. Ese Faraón era muy malvado y afligía a los hijos de Israel, como vemos en Éxodo 1:9-11: “Y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés”. Así, había una gran aflicción. Nacido en esclavitud La crueldad de Faraón para con los hijos de Israel está señalada en Éxodo 1:13-14: “Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor”. Estas palabras revelan claramente que no era una buena situación: aflicción, rigor, amargura CAPÍTULO 1 y servidumbre. Este era el entorno en el que nació Moisés. 49 Algunos de los más grandes hombres de Dios nacieron y fueron educados en entornos terribles Muchas personas creen que un mal ambiente corrompe el carácter de la persona. Algunos afirman que si un niño es educado en medio de las condiciones sociales ideales, será un buen niño. Sin embargo, cuando estudiamos la Palabra de Dios encontramos que algunos de los más grandes hombres de Dios nacieron y fueron educados en entornos terribles. Moisés nació en una nación de esclavos. En Egipto había aflicción, murmuración, amargura y todo aquello que no ayuda en nada a la educación de un niño. Podemos pensar también en un niño todavía más famoso, el Señor Jesucristo, que nació en Nazaret. Nazaret tenía una reputación tan terrible que cuando se anunció que el Mesías había sido hallado, Natanael dijo: “¿De Nazaret puede salir algo de bueno?” (Jn. 1:46). Era un lugar terrible y, sin embargo, ese fue el lugar que Dios había elegido para que Jesús, su Hijo, se criase. Dios puede preservarnos y así lo hace en tales situaciones. Los niños están cubiertos por el manto espiritual de sus padres. A través de la fe y la oración pueden ser preservados aun en medio de los ambientes más difíciles. Leemos en Isaías 53:2 con respecto a Cristo: “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca”. Jesús era una planta tierna en una tierra seca. La nación de Israel, y en 50 EL VIAJE DE ISRAEL especial Nazaret, estaba en una condición espiritual terrible cuando Jesús llegó. Sin embargo, Él triunfó sobre Su situación y cumplió la voluntad de Dios para Su vida; y, por lo tanto, lo mismo puede hacer cada uno de nosotros. La fe puede vencer toda adversidad. Muchas personas son llamadas por Dios a educar a sus hijos en un campo extranjero o en alguno de los barrios marginales de su país. Ellos podrían pensar: “¿En qué se convertirá nuestro hijo?” Recuerde a Moisés y al Señor Jesucristo. Sus hijos pueden convertirse en una planta tierna en una tierra seca. En resumen, Moisés nació en un tiempo de aflicción, tristeza y esclavitud, cuando los israelitas eran gobernados por un rey hostil. Ellos servían a duros capataces. La sociedad era todo menos agradable. También Faraón, inspirado por Satanás, ordenó que todos los niños varones hebreos fueran asesinados (Ex. 1:15-16). Este fue el primero de tres genocidios que ocurrieron en las Escrituras. La segunda vez fue cuando nació el Señor Jesús, y Herodes dio una orden similar (Mt. 2:16). El tercero tendrá lugar cuando Satanás busque destruir al niño recién nacido al final de los tiempos (Ap. 12:2-4). Escondido por fe, no por temor El nacimiento de Moisés está descrito en Éxodo 2:1-2: “Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses”. Fue la fe de sus padres lo que preservó la vida de Moisés. CAPÍTULO 1 51 Esta idea se amplía en Hebreos 11:23: “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey”. Nuestra fe puede vencer toda adversidad que nuestros hijos puedan experimentar. Es especialmente importante que los pastores estén llenos de fe, porque si lo están, su fe se transmitirá a los padres en nuestras iglesias y nuestros hijos serán protegidos. La fe de los padres de Moisés le fue transmitida a él. En Hebreos 11:24-29 leemos que la vida de Moisés fue una vida de fe, al igual que las vidas de sus padres. Solamente podemos impartir a otros lo que tenemos. Si alguien necesita 100 dólares y usted sólo tiene 10, no podrá suplir su necesidad, pues solamente puede dar lo que tiene. A los padres de Moisés se les incluye entre los héroes de la fe que describe el capítulo 11 de Hebreos. Si usted es padre, busque ser como los padres de Moisés e imparta fe a sus hijos. Como padres, es muy importante que tengamos lo que el Señor quiere en nuestras vidas porque tenemos la capacidad de trasmitir todo a nuestros hijos, tanto en lo natural como en lo espiritual. Tenemos la responsabilidad de esperar en el Señor y ver que nuestros propios corazones y vidas estén limpios ante Sus ojos. La clave reside en que los padres sean espiritualmente maduros para que impartan lo que es correcto en sus hijos. Rescatado por la hija de Faraón El salvador de Israel, Moisés, fue salvado y alimentado por la hija de Faraón, el enemigo de Israel (Ex. 2:5-10). 52 EL VIAJE DE ISRAEL La hija de Faraón estaba alimentando al que se convertiría en el principal adversario de los egipcios. Eclesiastés 2:26 ilustra un principio divino: “Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios…”. Dios usa a los malvados, incluido Satanás, para alimentar, servir y bendecir a los justos. También, la hija de Faraón pagó a Jocabed, la madre de Moisés, para que lo cuidara: “A la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió” (Ex. 2:9). Debido a que la madre de Moisés actuó en fe, Dios orquestó las circunstancias para que la corte egipcia le pagara por cuidar a su propio hijo. ¡Qué maravilloso giro de los acontecimientos! La maliciosa orden del rey fue cambiada por alguien de su propia familia. Este es un clásico ejemplo de cómo los pecadores cuidan a los santos de Dios. 3. Su educación en la corte de Faraón Moisés fue educado en la corte de Faraón como el hijo de la hija de Faraón: “Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué” (Ex. 2:10). Dios ya había ordenado de antemano que Moisés fuera educado en la corte de Faraón, para que pudiera recibir la educación necesaria para convertirse más adelante en el líder de la nación de Israel. Él fue puesto en la mejor escuela secular de su tiempo. CAPÍTULO 1 53 Sabiduría Hechos 7:22 señala que durante este tiempo algo estaba sucediendo en la vida de Moisés: “Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”. El principal requisito para el liderazgo es la sabiduría, ya que la sabiduría engloba todas las demás capacidades de aprendizaje. David enseñó a Salomón el valor de la sabiduría en Proverbios 4:7: “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia”. En Daniel 1:4, aquellos que fueron elegidos de entre los hijos de Israel para estar delante del rey de Babilonia debían reunir los siguientes requisitos: “Muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos”. La sabiduría es vital para las posiciones de liderazgo, y para estar en presencia de un rey. Hay tres áreas esenciales en la vida: el tiempo, el dinero y las personas. Cada una de estas áreas requiere mucha sabiduría divina. Como creyentes, y especialmente como líderes, debemos vigilar nuestro tiempo con mucho cuidado y atesorarlo, porque hay demandas tremendas sobre nuestro tiempo. Nunca verá a un verdadero líder desperdiciando su tiempo. Moisés oró en el Salmo 90:12: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. Un hombre sabio tiene la capacidad de manejar bien el tiempo, aprovechándolo al máximo (Ef. 5:16, Col. 4:5). 54 EL VIAJE DE ISRAEL En el área de las finanzas, los líderes deben tener integridad económica y buen juicio. Además, deben ser capaces de apreciar y cuidar a la gente que Dios les ha dado. A veces Dios concede estas tres cosas a una persona, pero el necio derrochará todo. Desperdiciará su tiempo, sus finanzas y alejará a la gente con su actitud. Una actitud correcta hacia la educación secular Otro hecho importante en relación con la crianza de Moisés era su actitud hacia su educación secular. Debemos tener una actitud correcta hacia nuestra educación y ocupación seculares, especialmente durante un tiempo de avivamiento. Mi esposa y yo tuvimos el privilegio de estar involucrados en un gran avivamiento en Nueva Zelanda hace unos años, y el Señor nos enseñó muchas cosas de esa experiencia. Durante un avivamiento, Dios derrama Su Espíritu y multitudes son salvas y comienzan a asistir a la iglesia; sin embargo, algunas personas tienen una actitud errónea sobre su empleo secular. Uno de los peligros del avivamiento es que la gente, especialmente los adolescentes y jóvenes veinteañeros que han sido tocados por Dios, piensan que lo único que cuenta en la vida es predicar o testificar de Dios. Su mentalidad es que dejarán su educación, su trabajo secular y que vivirán por fe. Sin embargo, de lo que no se dan cuentan es que la fe misma viene sólo de Dios. Dios no da su fe para lo que no es Su voluntad; sólo nos CAPÍTULO 1 55 da fe para llevar a cabo Su voluntad. Él ha ordenado de antemano nuestro trabajo secular con un propósito. No estoy diciendo que Dios no llame a algunas personas a dejar sus empleos seculares para servirle a Él. Tan pronto como Jesús llamó a Pedro, Andrés, Santiago y Juan, ellos de inmediato dejaron sus redes de pescar y siguieron al Señor (Mt. 4:18-22). Leví dejó su trabajo como recaudador de impuestos en el momento en que Jesús le llamó al ministerio (Mr. 2:14). Debemos caminar en la voluntad de Dios y permanecer en nuestro empleo secular hasta que Dios nos diga que entremos en el ministerio de tiempo completo. Isaías 28:23-26 habla del hecho de que Dios da habilidades en la esfera secular al igual que en la esfera espiritual, y ambas son muy importantes. Dios les estaba hablando a los agricultores: “Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho. El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado? Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto”. En los versículos 27 y 28 de este capítulo, vemos más aspectos de la agricultura, pero es Isaías 28:29 el que resume lo que quiero decir: “También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría”. Es Dios quien da al labrador la sabiduría necesaria y apropiada para obtener sus cosechas, y le enseña cómo 56 EL VIAJE DE ISRAEL sembrar la semilla y cosechar, y qué instrumentos usar. La sabiduría para labrar no suena como algo muy espiritual, pero es muy necesaria para la vida. Piense por un momento en todas las personas en las Escrituras que fueron reconocidas por su sabiduría. Moisés, Salomón y Daniel son solamente algunos ejemplos. La educación de Moisés se realizó en una corte secular en Egipto; la educación de Daniel también se realizó en una corte secular en Babilonia. Salomón no tuvo esa ventaja, y fracasó en la vida. Por lo tanto, estoy poniendo énfasis en la importancia de la educación secular, y debemos orar junto con nuestros jóvenes hasta que lleguen a estar en las ocupaciones que Dios ha designado para ellos. Deberíamos orar por todas las cosas en la vida, en particular por nuestro empleo. ¿Cómo podemos determinar qué ocupación ha ordenado Dios para una persona? A menudo la clave yace en el deseo que uno tiene, pues es Dios quien pone el deseo por cierta ocupación en el corazón de la persona, y Él también dará a la persona las habilidades y el temperamento adecuados para llevarla a cabo. Estas tres cosas son una regla general muy buena para determinar qué ocupación ha ordenado Dios para una persona. Hace muchos años, hubo una joven en Suiza que nos dijo a mi esposa y a mí que quería ser pastora, y nosotros le contestamos: “¿Por qué no ora para ver si Dios le ha llamado a ese ministerio?” En oración, Dios le dio un pasaje interesante; era Hebreos 5:4, que dice: “Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, CAPÍTULO 1 57 como lo fue Aarón”. Dios le habló claramente a esa mujer de que Él no la había llamado a ser pastora, y que no podía tener ese honor porque Dios no se lo había dado a ella. Ella se sintió un poco decepcionada pero nosotros intentamos animarla, diciendo: “Oremos y preguntemos a Dios a qué le ha llamado”. Después de haber orado, ella dijo: “Realmente siento que Dios quiere que sea médico”. Oramos y sentimos el testimonio de que así debía ser. En ese tiempo había tantas personas en Suiza que querían ser médicos que el gobierno creó un examen de griego muy difícil para seleccionar a los mejores estudiantes. Aquella joven estaba preocupada porque no sabía griego, y nosotros le dijimos: “Si Dios la ha llamado a ser médico y el gobierno suizo ha puesto esta montaña en su camino, Dios puede hacer que usted pase por encima de la montaña”. ¡Dios hizo eso mismo! Él le dio la capacidad de aprender griego, y ella obtuvo una nota muy alta en su examen. Actualmente, ella es médico y también está casada con un hombre de esa misma profesión; tiene una familia adorable y es una bendición para su iglesia. Además de eso, ella es muy feliz y bendecida por Dios porque está en la vocación ordenada por Dios para su vida. Es muy importante comprender que en un avivamiento, la actitud de muchos es minimizar la importancia de su ocupación secular; sin embargo, en la Palabra de Dios está claro que nuestra vida secular es muy importante porque Dios la usa para desarrollar características y capacidades en nosotros que serán usadas eternamente. 58 EL VIAJE DE ISRAEL No todos predicarán en el cielo. Hay muchas otras habilidades que se usan en el cielo. ¡El cielo es un reino enorme! Una de las cosas que sorprende a todo aquel que ha visto el cielo es su similitud con la tierra; hay edificios, casas, libros, ríos, lagos y muchas otras cosas. Todo un reino debe ser dirigido, y en Su sabiduría, Dios gobierna esta tierra y equipa a las personas para administrarla; por lo tanto, cada creyente tiene un papel importante. Que tengamos la actitud correcta hacia nuestra ocupación secular para que recibamos todas las bendiciones que Dios ha ordenado para nuestras vidas. Recuerde: su ocupación ordenada por Dios le equipará para su ministerio eterno. 4. Negativa a ser un hijo egipcio Ahora veremos los siguientes cuarenta años de la vida de Moisés desde su negativa a ser hijo de Egipto hasta su permanencia en el desierto de Arabia. Leemos en Hebreos 11:24-26: “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”. ¡Moisés era un hombre increíble! Rehusó los honores y privilegios de Egipto, escogiendo por el contrario sufrir aflicción con el pueblo de Dios. Mientras estaba creciendo en la corte de Faraón, rodeado de personas que servían a dioses paganos, el Señor le reveló Su llamado para él. Desde muy temprana edad, Moisés alimentó ese llamado CAPÍTULO 1 59 en su corazón, e hizo un compromiso con la voluntad y el llamado de Dios para su vida. Esto es lo verdaderamente importante: el llamado y el compromiso. Esta es una de las dificultades que experimentamos en el liderazgo. Hay muy pocas personas que hacen un compromiso fuerte con el llamado de Dios para sus vidas. Reconocerán que Dios les ha llamado, y están dispuestos a seguir el llamado de Dios pero no están dispuestos a soportar todos los reproches, dificultades y pruebas que trae consigo el llamado de Dios sobre sus vidas. Nuestro compromiso con el llamado del Señor para nuestras vidas es muy importante. Moisés no sólo había reconocido y aceptado el llamado de Dios, sino que también se había comprometido con la voluntad de Dios de tal forma que rehusó los placeres de Egipto y escogió sufrir aflicción con los hijos de Israel. El resultado de esa decisión lo podemos ver en la narrativa de la Escritura: se convirtió en uno de los hombres más grandes que haya vivido jamás. 5. Defensa de su pueblo Leemos en Hechos 7:23-25 referente a la defensa de Moisés de su pueblo: “Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así” (véase Éxodo 2:11-12). 60 EL VIAJE DE ISRAEL Moisés no sólo conocía el llamado de Dios sobre su vida mucho antes de tener cuarenta años, sino que otros también tenían que haber conocido el llamado de Moisés. Hechos 7:25 dice que Moisés “pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya”. Esta frase nos lleva a creer que debía de haber habido un conocimiento general del llamado de Moisés entre los hijos de Israel. Cuando Dios ha llamado a una persona, Él lo confirma a otros también; por ejemplo, muchos en todo Israel debieron de haber sabido que David fue ungido por Samuel para ser rey. 6. Huída de Egipto por fe, no por temor Me gustaría considerar ahora una situación interesante que se registra de dos formas diferentes en la Escritura. Leemos en Éxodo 2:14b-15: “Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián”. Dependiendo de cómo leamos esto, pareciera como si Moisés hubiera huido tan sólo para escapar de Faraón. Sin embargo, observe la manera en que Dios lo describe en otra parte de las Escrituras, en Hebreos 11:27: “Por la fe [Moisés] dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible”. El relato de Dios de la huida de Moisés de Egipto es bastante distinto al relato de Moisés del mismo incidente. CAPÍTULO 1 61 El hombre a menudo mira una acción y enseguida concluye: “Esto fue un fracaso”. Muchos han supuesto que Moisés huyó para alejarse del rey, pero Dios veía el corazón de Moisés y registró que él huyó de Egipto “por fe”. Dios siempre ve la verdadera razón que está detrás de las acciones de una persona; Él mira nuestra respuesta a lo que nos habla. En el cielo, se nos mostrará el registro de nuestras vidas, y estoy seguro de que será bastante distinto a lo que la gente piensa sobre nosotros aquí en la tierra. La gente puede pensar: “Él fracasó en esta o aquella situación”, pero Dios a menudo lo registra de forma muy distinta. Recuerde, Dios a menudo registra las situaciones de forma muy distinta. Uno de los privilegios y responsabilidades del liderazgo es cuidar de otros. Los líderes y los pastores que aconsejan a otros deben verlos a través de los ojos de Dios y entender sus motivos. Los pastores deberían preguntarle al Señor: “Señor, ¿por qué hicieron eso? Por favor, permíteme que vea a esta persona como tú la ves”. Cuando entienda por qué una persona hace lo que hace, podrá tratar de forma precisa sus acciones, así como la fuente de las acciones. Si un árbol produce mal fruto, no basta con tratar el mal fruto, sino que debe lidiar con la fuente que produce el mal fruto. 63 Capítulo 2 ESTANCIA EN EL DESIERTO DE ARABIA 1. Ayuda para las hijas de Jetro Después de haber matado al egipcio, Moisés creyó que los israelitas le aceptarían como su líder, pero en lugar de eso, lo rechazaron. Moisés debió de haberse sentido muy abatido y desanimado después de haber sido rechazado por su propio pueblo, y tuvo que huir de Egipto por temor de su vida. Internamente supuso que sería elevado a la posición y ministerio que Dios tenía para él. En lugar de encontrar éxito, Moisés vio que todo a su alrededor se había venido abajo. A menudo, cuando pensamos que es el tiempo de ser promovidos, puede que nos encontremos en una situación de desierto. Sin embargo, en su momento de abatimiento, cuando todas sus aspiraciones habían sido aplastadas, él resistió por la justicia en su situación de desierto. En Éxodo 2:15-17 leemos: “Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián. Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. Mas los pastores vinieron y las 64 EL VIAJE DE ISRAEL echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas”. Moisés defendió a las siete hijas de Jetro, quienes eran completamente desconocidas para él, y dio de beber a sus rebaños. Esto se convirtió en la llave que abrió la puerta de la casa de Jetro, y así fue como conoció a su esposa. 2. Matrimonio con Séfora Jetro (o Reuel) le entregó a Moisés a su hija Séfora, y le dio la bienvenida a su familia (Ex. 2:18-22). Moisés pasó los siguientes 40 años pastoreando los rebaños de Jetro (Ex. 3:1). Este acto de justicia abrió la puerta de la esperanza para él y le dio la capacidad de ser cuidado durante los siguientes 40 años de su vida. Liberó la provisión de Dios para su vida. Nuestras acciones y actitudes, incluso en el valle de la desesperación, son muy importantes. También debemos considerar el hecho de que Dios envía a personas para que nos cuiden cuando pasamos por pruebas. Él tiene ayudadores santos que nos socorren en esas experiencias de desierto. Tenemos el ejemplo del profeta Elías, a quien ayudó una viuda que Dios había designado (1 R. 17:9). Al mismo tiempo, debemos estar en sintonía con Dios, porque Él puede hacer que personas que están en experiencias en el desierto se crucen en nuestro camino para que les ayudemos y cuidemos en esos momentos difíciles. CAPÍTULO 2 65 3. El propósito del desierto ¿Por qué Dios hizo que un hombre como Moisés pasara 40 años de su vida en lo recóndito del desierto? ¡Moisés era un hombre brillante! ¿Por qué Dios le dio a Moisés esta tarea aparentemente insignificante durante 40 largos años? Hay unas cuantas razones: 1. Dios quería enseñar a Moisés cómo ser un pastor dócil. Leemos en Éxodo 3:1: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios”. Moisés pasó 40 años en el desierto pastoreando los rebaños de Jetro. Este tiempo como pastor iba a ayudar a Moisés a entender a las ovejas. Sabemos que Dios compara a Su pueblo con las ovejas, como leemos en Isaías 53:6: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas”. David también aprendió a dirigir a personas cuidando primero de un rebaño: “Eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas; de tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, los pastoreó con la pericia de sus manos” (Sal. 78:70-72). 2. Dios quería que Moisés supiera lo que era ser forastero. Moisés tuvo dos hijos en el desierto. El nombre de su primer hijo fue Gersón, que significa “forastero.” Leemos en Éxodo 2:22: “Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en tierra ajena”. 66 EL VIAJE DE ISRAEL Moisés sabía lo que era ser forastero. Implica experimentar una cultura distinta, un lenguaje distinto, diferentes costumbres y comidas, soledad y la necesidad de amistad y comprensión. Puede ser algo que verdaderamente asuste. Moisés tenía que conocer el corazón de un forastero para poder sacar a los hijos de Israel de Egipto hacia otra tierra desconocida. El Señor dio instrucciones muy específicas a los israelitas con respecto al trato hacia los extranjeros (véase Ex. 22:21; Lv. 19:10; 23:22; Dt. 10:18-19; 24:20-21; 26:12-13). No sólo no podían oprimir a los extranjeros, sino que también se les mandó que les amaran como a ellos mismos: “Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios” (Lv. 19:33-34). Debemos entender lo que es vivir en un país extranjero, porque es la única forma en que podemos ayudar a los extranjeros. Yo fui extranjero en una tierra ajena la primera vez que comencé en el ministerio en Francia. Aunque había estudiado francés por muchos años, tuve grandes dificultades para entender lo que decían los niños pequeños; el francés académico que yo había aprendido en Inglaterra era bastante distinto al francés que ellos hablaban; fue una experiencia muy difícil para mí. Uno se siente solo, muy, muy solo. Aún cuando se sabe un idioma extranjero, a menudo es difícil comprenderlo en su totalidad porque cada idioma CAPÍTULO 2 67 tiene su propio espíritu y pautas de pensamiento únicas. Tuvimos este problema en una de las islas del Pacífico Sur. Un antiguo alumno nuestro de Francia pastoreaba una iglesia en Nueva Caledonia, y teníamos un misionero canadiense que iba a la isla. En francés, el pastor le dijo al misionero canadiense: “Je vais en conge”, que significa: “me voy a ir de vacaciones”. El misionero canadiense no entendió la palabra francesa “conge”, así que buscó en un diccionario de francés. (No hay nada más frustrante que tener un diccionario de un lenguaje extranjero porque uno no obtiene sólo una definición, sino muchas definiciones. Después hay que escoger la que uno cree que podría aplicarse). Él escogió la palabra incorrecta (“jubilación”), y llegó a la conclusión de que el pastor había dicho que se iba a jubilar. Por tanto, mientras el pastor estaba de vacaciones, ese misionero le pidió a un amigo suyo que ocupase el lugar de ese pastor; ¡puede imaginar cómo este malentendido lo complicó todo! Nosotros llegamos justamente después de que el pastor había regresado de sus vacaciones. Este antiguo alumno nos dijo: “Usted nos entiende, y hubiera sabido exactamente lo que yo quise decir”. Por lo tanto, es importante comprender el espíritu de la gente para poder verdaderamente comprender su idioma. Ministrar o ser un misionero en un país extranjero es muy difícil; aún cuando usted hable el mismo idioma, la forma de hacer las cosas es completamente diferente. Nosotros, en Zion Fellowship International, tenemos que cuidar de nuestros misioneros en todo el mundo, y vemos que su 68 EL VIAJE DE ISRAEL soledad a veces es muy grande. No tienen amigos, y con frecuencia es muy difícil que los misioneros conecten bien con los nativos porque tienen formas diferentes de pensar y diferentes estándares. El corazón siente compasión por ellos. La soledad es algo que todo pastor, líder y misionero tiene que vencer por la gracia de Dios. Moisés tuvo que aprender a vencer la soledad, y desde aquí vemos la razón por la que nombró a su primer hijo Gerson. Dios puso esto en Su Palabra para que pudiéramos apreciar estas verdades y ver cuál es la preparación que se necesita. 3. Dios quería que Moisés se familiarizara con el desierto. Era vital para Moisés estar familiarizado con la tierra a través de la cual guiaría más adelante al pueblo redimido de Dios en el viaje hacia la Tierra Prometida. Espiritualmente, es necesario que nosotros mismos hayamos sido guiados por Dios en ese camino para que estemos bien familiarizados con él. De no ser así, no sabremos cómo guiar, dirigir y llevar de forma segura a la gente, ni sabremos cuáles son los obstáculos que hay en el camino ni cómo reaccionar cuando surjan los problemas. El desierto es un periodo de formación; por tanto, las experiencias de un líder durante su periodo de formación están directamente calculadas por Dios para darle la capacidad de entender las reacciones naturales de la gente a la que más tarde dirigirá. Este entendimiento es un requisito previo para un buen líder. Las reacciones de la CAPÍTULO 2 69 gente cuando están pasando por pruebas normalmente no son tan buenas como las de una persona muy santificada. Simplemente no son capaces de decir “gloria a Dios” durante esos periodos. Debemos ser capaces de consolarles y entenderles, así como señalarles una nueva dirección. Cuando nosotros como líderes hayamos experimentado una prueba similar, no criticaremos ni juzgaremos mal a nuestra congregación, ni diremos que han dejado la gracia de Dios. 4. Dios quería desarrollar humildad en la vida de Moisés. La humildad implica depender completamente de Dios en cada situación. En realidad, es el Señor quien debe guiar a Su pueblo a través del líder. El líder no debe actuar según su propia sabiduría. Dios envió a Moisés al desierto durante 40 años para desarrollar humildad en su vida. Este es uno de los principales propósitos del desierto para cada creyente, como se describe en Deuteronomio 8:16: “Que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien”. 4. Ser escogido por Dios Como ya mencionamos en el capítulo uno, los tres pasos principales en la vida cristiana son (Ap. 17:14): 1. Ser llamado por Dios 2. Ser escogido por Dios 3. Ser hallado fiel por Dios 70 EL VIAJE DE ISRAEL En el capítulo 1 consideramos el llamado de Dios sobre la vida de Moisés. El siguiente paso tras ser llamado es ser escogido por Dios. ¿Dónde somos escogidos por Dios? Somos escogidos en el “horno de la aflicción”, como vemos en Isaías 48:10: “He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción”. Nuestras actitudes en el desierto y durante los tiempos de aflicción determinan si seremos o no escogidos por Dios. Considere a David, que pasó por su propia experiencia terrible en el desierto cuando era perseguido por Saúl (1 S. 22). Experimentó la más honda desesperación en Siclag, y sin embargo, aún en ese tiempo volvió su corazón a Dios y se alentó en Él. Cuando David respondió correctamente, Dios en Su misericordia le permitió recuperar todo lo que había perdido (1 S.30). Después fue llevado al lugar de su segunda unción donde fue escogido por Dios y ordenado rey de Judá. Toda nuestra preparación (por ejemplo nuestras circunstancias difíciles que son permitidas y orquestadas por Dios) no son de provecho a menos que avancemos. Debemos experimentar el siguiente paso en la vida como hicieron David y Moisés: ser escogidos y enviados por Dios. También debemos recordar que somos escogidos en “el horno de la aflicción”. 71 Capítulo 3 REGRESO A EGIPTO 1. La zarza ardiente En el tercer capítulo de Éxodo, vemos que el Señor tuvo un encuentro con Moisés en la zarza ardiente. Éxodo 3:12 afirma: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía”. Moisés tuvo un encuentro fresco con el Señor y Él le comisionó para sacar a los hijos de Israel de Egipto. Después de cada experiencia en el desierto, necesitamos encontrarnos con el Señor de una forma fresca y recibir un nuevo encargo o comisión de parte de Él. La comisión tiene lugar después de una experiencia en el desierto o de un tiempo de aflicción. El primer paso en nuestra vida cristiana es ser llamados, pero después debemos ser comisionados por Dios. El Señor pudo habernos llamado a un ministerio concreto, pero tenemos que esperar hasta que Dios nos comisione y nos unja para comenzar el ministerio. Nadie puede ir a menos que haya sido enviado (Is. 6:8). Esto lo podemos ver claramente en Romanos 10:15: “¿Y cómo predicarán 72 EL VIAJE DE ISRAEL si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” El fuego de Dios ¿Por qué vio él la zarza ardiente? El hecho de que no fuera consumido por el fuego es un gran fenómeno. El fuego es característico de varias cosas en la Palabra de Dios: 1. Los sacrificios del Antiguo Testamento eran quemados y consumidos por el fuego. (Lv. 2:3, 5:12). 2. El Espíritu de fuego purifica nuestra naturaleza carnal (Is. 4:4). 3. El bautismo del Espíritu Santo del Nuevo Testamento incluye ser bautizado en el fuego del Señor. El Señor Jesús también quemará la escoria o paja con fuego inextinguible (Hch. 2:4, Mt. 3:12). 4. El fuego es un tipo de la presencia de Dios (Ez. 1:27, Ex. 13:21; 24:17). Hebreos 12:29 dice: “Porque nuestro Dios es fuego consumidor”. Cuando Dios nos comisiona, el fuego de Dios viene a nosotros para purificarnos y sellarnos para cumplir los propósitos de Dios. CAPÍTULO 3 73 Tierra santa Hay una verdad asombrosa que vemos en la respuesta de Moisés a la zarza ardiente. Leemos en Éxodo 3:3-4: “Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí”. Todo dependía de la reacción de Moisés en ese momento. Cuando Dios vio que él se volvió, llamó a Moisés de en medio de la zarza aun cuando Moisés no esperaba que Dios le hablara ese día. Dios no nos habla sólo cuando estamos en la iglesia, en la clase bíblica o durante el tiempo de oración. A menudo Dios nos habla en los momentos más inesperados, en medio de nuestra rutina cotidiana, cuando barremos y limpiamos el piso, etc. Por eso debemos estar muy abiertos a oír la voz de Dios. Dios le dijo a Moisés en Éxodo 3:5 que él estaba pisando tierra santa: “Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”. ¿Qué hizo que la tierra fuera santa? No era diferente de cualquier otro pedazo de tierra. Fue la presencia de Dios. ¡Sólo Dios es santo! Es la presencia de Dios lo que hace santo un pedazo de tierra, un edificio o una persona. Los zapatos recogen la suciedad; por tanto, Dios ordenó a Moisés que se quitara su calzado porque nada impuro 74 EL VIAJE DE ISRAEL puede permanecer delante de Su santidad. La santidad tiene la doble connotación de estar separado del mundo (pecado) y unido a Dios. La historia continua en Éxodo 3:6: “Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios”. Al decirle a Moisés que Él era el Dios de su padre, Dios estaba reconociendo la fe del padre de Moisés, Amram. Como hemos notado con anterioridad, en Hebreos 11:23 los padres de Moisés están incluidos en la lista de los héroes de la fe, y está claro que la fe de Amram fue transmitida a Moisés. Muchos niños de familias cristianas se apartan, a menudo porque no han desarrollado su propia relación personal con el Señor; cuando Dios los atrae de nuevo, encuentran al Dios de su padre y de su madre. ¡Qué pensamiento tan maravilloso! En su carta a Timoteo, el apóstol Pablo reconoció la fe de la madre de Timoteo, Eunice, y también la fe de su abuela, Loida. “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” (2 Ti. 1:5). Aquí tenemos una ilustración de la fe depositada siendo transferida de una generación a otra y a la siguiente. La preocupación de Dios por Su pueblo En Éxodo 3:7-10 Dios abrió Su corazón a Moisés y expresó Su profunda preocupación por Su pueblo: “Dijo CAPÍTULO 3 75 luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”. Hay siete puntos que me gustaría destacar brevemente del mensaje de Dios a Moisés en esta porción de las Escrituras de Éxodo capítulo 3: 1. 2. 3. 4. “Bien he visto su aflicción” (v. 7). “He oído su clamor” (v. 7). “He conocido sus angustias” (v. 7). “También he visto la opresión de los egipcios” (v. 9). 5. “He descendido para librarlos” (v. 8). 6. “He descendido para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel” (v. 8). 7. “Te enviaré a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel” (v. 10). 76 EL VIAJE DE ISRAEL Los puntos 1-4 muestran que Dios vio las aflicciones de los hijos de Israel. Dios está al pendiente de lo que ocurre en nuestras vidas. Estos puntos son de gran consuelo para todos nosotros cuando pasamos por algún tipo de aflicción o dolor. Los puntos 5-7 muestran la reacción de Dios a la aflicción de Su pueblo. Promesa de la liberación de Israel La promesa de Dios de liberar a Israel en Éxodo 3:8 revela una verdad muy importante: “Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo”. El Señor dijo que sacaría a los Israelitas fuera de la esclavitud de Egipto y los llevaría a una tierra donde fluye leche y miel. Cuando Dios dice que Él nos librará de una situación, entonces nos situará o dirigirá a otra situación. ¡Él no nos librará para dejarnos colgados! Es básico que entendamos esta verdad para nuestras propias vidas. Esta verdad puede ser ilustrada con el trasplante de un árbol. Un árbol nunca se trasplanta hasta que no se haya hecho primero un hoyo para él en otro lugar. No debemos dejar una situación hasta que Dios nos haya indicado a dónde debemos ir. Si recordamos este principio, nos ayudará en nuestras propias vidas, y también cuando aconsejamos a otros. He visto a muchas personas orando para ser liberadas. A veces se liberan a ellos mismos, pero luego terminan vagando sin rumbo. Por ejemplo, si CAPÍTULO 3 77 una familia se está mudando de casa, nunca sacan todos sus muebles y venden su casa hasta que no tengan otra casa preparada. Yo he aconsejado a muchas personas que me han dicho que Dios les estaba liberando de la situación en la que estaban, pero cuando les preguntaba cuál iba a ser su siguiente paso, no tenían la menor idea. La prueba para saber cuándo Dios les está moviendo es si saben a dónde van. No debemos dejar nuestro lugar o situación actual hasta que Dios nos libere. La comisión de Dios para Moisés se encuentra en Éxodo 3:10: “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”. ¡Dios no se detuvo ahí! Como dijimos previamente, Dios no sólo los sacó fuera de, sino que también los guió a otra tierra: la Tierra Prometida. Dios nunca se mueve sin tener primero un plan claramente definido, ¡y nosotros tampoco deberíamos hacerlo! La respuesta de Moisés Moisés respondió al Señor con mansedumbre, diciendo: “¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?” (Ex. 3:11). Este es el mismo Moisés que había intentado liberar a los hijos de Israel en sus propias fuerzas 40 años atrás. Ahora, después de 40 años de estancia en el desierto, la mansedumbre había sido desarrollada en el corazón de Moisés. Si piensa en ello, verá que no había nadie más 78 EL VIAJE DE ISRAEL indicado para la tarea que Moisés, y sin embargo le dice al Señor: “¿Quién soy yo para que saque a los hijos de Israel de Egipto?” Esta es la respuesta de un verdadero líder. El Señor quiere que tengamos la misma actitud de humildad y sentimiento de indignidad. Tres razones principales a favor del liderazgo de Moisés En realidad, Moisés era el hombre mejor calificado para sacar a los hijos de Israel de Egipto. Las tres razones principales son: 1. Moisés había sido educado en la corte de Faraón. Así, él era capaz de estar en presencia de un rey porque había sido enseñado. El Señor no podía enviar ante Faraón a alguien que no supiera cómo actuar en presencia de un rey. Un rey tiene un cierto decoro. Sabemos que Daniel y sus tres amigos fueron escogidos por su capacidad para estar en el palacio del rey (Dn. 1:4); ellos habían sido entrenados. Cuando yo era niño, mi padre tuvo una audiencia privada con el rey Jorge VI de Inglaterra; me llevó con él al palacio de Buckingham, y es una experiencia que no olvidaré jamás. Antes de que se nos permitiera ver al rey, se nos dieron instrucciones sobre cómo actuar en su presencia. La preparación de Moisés en la corte de Faraón le preparó de una forma única para ser el libertador de Israel. 2. Moisés había sido entrenado para ejercer autoridad y liderazgo. Como hijo adoptivo de la hija de CAPÍTULO 3 79 Faraón, había sido preparado para ejercer liderazgo y autoridad. Cuando mi esposa y yo fuimos a África por primera vez, un veterano misionero de allí me dijo que las tres cualidades necesarias para ministrar en África son: autoridad, aptitud y perdón. Creo que este mismo principio se aplica al ministerio en cualquier país. Como líder, ya sea que usted vaya al campo misionero o cualquier otro lugar, necesita autoridad. No podemos ordenar autoridad; ¡la autoridad tiene que ser dada por Dios! Los líderes también deben tener la capacidad para ministrar. En África, si usted es misionero, ellos sienten que no hay pregunta sobre la Palabra de Dios que usted no pueda responder. La primera vez que ministré en África, enseñé sobre el libro de Deuteronomio en una tribu muy primitiva; sin embargo, aquellos pastores conocían muy bien sus Biblias y me hicieron preguntas difíciles sobre versículos oscuros. Yo repasaba los capítulos con ellos, y me saltaba ciertos versículos que pensaba que no eran pertinentes. Al final de cada capítulo, siempre preguntaba si tenían alguna pregunta, y claro, siempre sacaban los versículos más oscuros y querían saber lo que significaban. Y algunos de esos versículos tan recónditos eran muy importantes. Cuando enseñaba sobre Deuteronomio 23, me salté el versículo 18 porque pensé que era irrelevante para esa clase bíblica, pero el ministro veterano quería saber lo que significaba ese versículo. Deuteronomio 23:18 dice: “No traerás la paga de una ramera ni el precio de un 80 EL VIAJE DE ISRAEL perro a la casa de Jehová tu Dios, por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro”. Yo le dije que sencillamente significaba que las iglesias no pueden aceptar la ofrenda de una prostituta. Hubo un silencio total en la clase, y me di cuenta de que había tocado un punto muy sensible, así que les pregunté qué habían estado haciendo. Para sorpresa mía, se me informó de que las personas con más riqueza en aquellas aldeas eran las prostitutas, y los pastores habían estado aceptando sus ofrendas porque necesitaban el dinero para sostener las iglesias. Ellos fueron confrontados por el Espíritu de Dios con una decisión muy difícil. Al ser extremadamente pobres, dependían de las ofrendas de las prostitutas, pero lo que hacían era contrario a la Palabra de Dios. Vi que era una situación muy difícil, porque sabía que la mayoría de los pastores ni siquiera tenían zapatos de tan pobres que eran. Los que sí tenían zapatos se debía sólo a que el misionero podía permitirse dar algunos pares a quienes estaban bajo su cuidado. Les pedí que inclinaran sus cabezas y oraran conmigo. Cuando estábamos orando, el Señor me dio una palabra de sabiduría, y les dije a los pastores: “¿Cuántos de ustedes reciben dinero suficiente?” Nadie levantó la mano, y yo continué, diciendo: “Quizá este pecado sea la razón de sus dificultades económicas. Pidamos al Señor que les conceda gracia para volver a sus púlpitos el próximo domingo y declarar que ustedes no aceptarán el dinero de las prostitutas”. CAPÍTULO 3 81 Pasó una media hora de oración hasta que estos pastores se consagraron e hicieron el compromiso de hacer lo correcto. Finalmente, uno a uno de estos pastores dijeron: “Sí Señor, seré fiel a Tu Palabra”. Entonces oramos para que Dios honrase su consagración. Visitamos esa aldea unos meses después y me di cuenta de que todas las caras de los pastores brillaban porque Dios les había bendecido de forma tremenda por su obediencia. Incluso pudieron poner techos en sus casas e iglesias. Como podemos ver en este ejemplo, como ministros debemos tener la capacidad de responder a todas las preguntas acerca de la Palabra de Dios. ¡Ellos así lo esperan! La tercera cualidad esencial para el liderazgo es el perdón. Un líder debe tener la gracia de perdonar y olvidar; no podemos alimentar en nuestro corazón las ofensas o las heridas, o constantemente tener una actitud combativa u hostil hacia los demás. Sin importar lo que otros hagan o digan acerca de nosotros mismos, debemos pedir al Señor que nos ayude a perdonarlos y a olvidar la ofensa. La gente puede ser a veces muy cruel, y cuando nos pidan perdón, debemos ser capaces de decirles: “Te perdono; Dios te bendiga”, y olvidar la ofensa. Siempre deberíamos perdonar; sin embargo, en la iglesia, dependiendo del tipo de pecado, quizá necesiten ser puestos a prueba antes de poder ser restaurados. 3. Moisés era israelita, y conocía tanto la mentalidad egipcia como la hebrea. Moisés tenía la ventaja de no 82 EL VIAJE DE ISRAEL sólo comprender la mentalidad de su propio pueblo, los israelitas, sino también la mentalidad de los egipcios, porque fue educado en la corte de Faraón. “YO SOY EL QUE SOY” En Éxodo 3:13-15 Moisés recibió una revelación del nombre de Dios. “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?. ¿Qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos”. El Señor reveló Su nombre a Moisés como YO SOY EL QUE SOY, y no era otro que el Señor Jesucristo mismo. Esta aparición a Moisés ocurrió casi 1.500 años antes de que el YO SOY se hiciera carne y morase entre nosotros (Jn. 1:14). Cuando Jesús estaba en esta tierra, afirmó: “Antes que Abraham fuese, YO SOY” (Jn. 8:58). El nombre “Yo Soy el que Soy” significa “Yo siempre era y siempre seré”. Hebreos 13:8 declara: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos”. Nosotros también necesitamos una revelación del nombre de Dios. Dios tiene muchos nombres, y Él desea revelar Su nombre que corresponda al ministerio al cual CAPÍTULO 3 83 nos ha llamado. Hay una impartición que llega con la revelación de uno de los nombres de Dios. Durante muchos años, mi esposa y yo viajamos sin parar por todo el mundo, ministrando en más de cien países. Entonces el Señor me llamó a dejar de viajar por un tiempo para pastorear una iglesia grande que tenía varios miles de miembros. Habían pasado varios años desde que yo había pastoreado a tiempo completo, y me di cuenta de que necesitaba orar y pedirle al Señor que volviera a darme el manto de pastor. El manto y la unción de un maestro bíblico viajero son muy diferentes de la unción de un pastor. Semana tras semana, los pastores deben alimentar a su congregación, dándoles la leche de la Palabra de Dios a los nuevos creyentes y la carne de la Palabra de Dios a los creyentes maduros. Sin embargo, los maestros de la Biblia normalmente ministran a creyentes maduros y deben buscar darles la carne de la Palabra de Dios, un buen filete, por así decirlo. El Señor cambió por completo mi conducta y mis hábitos mientras estuve pastoreando. En ese momento, el Señor me dio una visión de Él mismo desde atrás. Él estaba sentado en una roca en medio de un campo cuidando un rebaño de ovejas, y el Señor me hizo entender que aquellas ovejas eran las personas en la iglesia. Vi una oveja muy bien formada y madura que iba donde estaba el Señor y se frotaba en la pierna de Él; el Señor la acarició y después de un ratito, la oveja se fue muy contenta. Después, se acabó la visión. 84 EL VIAJE DE ISRAEL Yo le dije al Señor: “¿Qué estás intentando decirme?” Él me respondió: “No estás cuidando de la gente en tu iglesia”. Yo repliqué: “Pero Señor, después de cada reunión, aquellos que necesitan consejo vienen y mi secretaria apunta sus nombres y horarios y concierta una cita para que yo los vea. Oramos por cada uno de los que están enfermos”. (Los ancianos y yo hacíamos eso juntos). Dios me contestó: “Tú estás cuidando solamente de los enfermos y de los que tienen problemas, pero no estás cuidando de los que están bien; todas las ovejas necesitan sentir el toque de la mano de su pastor, pues están unidas al pastor. Tú tienes que darles la mano a todos en la iglesia”. El domingo siguiente compartí con la congregación la visión que había tenido, diciendo: “Después de la última estrofa del último himno, el líder de alabanza continuará dirigiendo; por favor, esperen hasta que yo haya llegado a la parte de atrás de la iglesia antes de salir, porque me gustaría darles la mano”. Lo que se produjo fue asombroso; muchas personas vinieron y me dijeron: “Antes le habíamos visto de lejos, pero ahora podemos tocarle”. Todo este episodio me enseñó que hay una impartición del pastor hacia las ovejas; las ovejas necesitan sentir el toque de su pastor. Además, hay una impartición que viene con la revelación del nombre de Dios. El Señor me reveló Su nombre, el Buen Pastor, a través de esta experiencia. Fue verle como el Pastor Jefe, ver cómo trabaja un pastor. Esta impartición me permitió cumplir mi llamado como pastor. CAPÍTULO 3 85 Todo pastor debería pedirle al Señor que se le revele como el Buen Pastor. En Juan 10:11,14, Jesús es el Buen Pastor. En el idioma español, esto no queda muy claro, porque da la impresión de que estos versículos están indicando que Él es moralmente bueno, y claro que así es. No obstante, lo que estos versículos realmente significan es que Él es bueno siendo pastor. Por lo tanto, si Dios le ha dado el ministerio de pastor, necesita una revelación de Cristo, que es bueno como pastor. La preparación del pueblo Hasta aquí, hemos considerado la preparación del líder. Ahora me gustaría considerar brevemente a aquellos que tenían también que ser prepardos. Conseguir que la gente estuviera dispuesta a dejar sus casas y tierras como lo hicieron los hijos de Israel cuando salieron de Egipto no era una tarea pequeña. Así, podemos ver que no es suficiente con que el líder esté preparado; la gente debe estar también preparada para seguir voluntariamente al líder. Dios, conociendo bien el corazón de los hijos de Israel, los preparó a través de la aflicción (véase Ex. 1). Una de las razones por las que el Señor hizo que los capataces los afligieran era para que no se sintieran cómodos en Egipto. De otra manera, no hubieran querido salir. Recordará que después de haberse ido, ellos continuamente querían volver a Egipto, recordando los puerros, el ajo, los melones, y todo los demás alimentos de Egipto (que tipifica este mundo). 86 EL VIAJE DE ISRAEL Ocurrieron varias cosas que prepararon a los hijos de Israel para salir de Egipto: 1. Estaban bajo la opresión de un rey cruel (Ex. 1:10). 2. Crueles capataces les afligían imponiéndoles cargas (Ex. 1:11). 3. Sus vidas se amargaron (Ex. 1:14). 4. Estaban en un “horno de hierro” (Dt. 4:20). 5. Tenían que regar las semillas con sus pies (Dt. 11:10). Los hijos de Israel tenían que regar las cosechas de los egipcios sacando agua de una pequeña rueda con sus pies, y era un trabajo muy duro bombear el agua desde el río Nilo a través de los diferentes niveles hasta llegar a la tierra de Gosén. Su vida era extremadamente difícil pero, sin embargo, eso ayudó a condicionar sus corazones para que quisieran salir de Egipto. Estaban bajo la esclavitud de un rey cruel y comisarios crueles. Esto puede tener una aplicación espiritual para nosotros como creyentes. Permítame compartir una experiencia para ilustrarlo. Un pastor amigo mío fue enviado a una iglesia que estaba llena de problemas, y él nos pidió que oraramos porque había división en la iglesia y mucha gente estaba desanimada y se estaba yendo. Después de haber orado mi esposa y yo, compartimos con el pastor que sentíamos que el problema era la inmoralidad del pastor anterior. Mi amigo me dijo: “Eso es cierto, pero él lo confesó”. Oramos de nuevo y el Señor nos mostró el espíritu de inmoralidad que estaba sobre la iglesia. Los espíritus tienen formas diferentes, algunas muy peculiares, y este CAPÍTULO 3 87 espíritu de inmoralidad en particular tenía una larga cola y estaba enganchado a los cimientos de la iglesia. Le preguntamos al Señor: “¿Qué significa esto? El anterior pastor confesó su pecado, así que debería haber sido limpiado”. El Señor nos reveló que aunque el pastor se había arrepentido, los miembros de la iglesia no habían perdonado al pastor anterior, y su falta de perdón hizo que el espíritu de inmoralidad permaneciera. Cuando compartimos esto con nuestro amigo, él nos pidió que fuéramos a su iglesia. Cuando llegamos, el Señor nos dio una mayor revelación de que había un rey demoníaco o espíritu de inmoralidad sobre la iglesia, y que había muchos otros “capataces” bajo ese rey operando en la iglesia. El espíritu de inmoralidad reinaba sobre aquella iglesia porque la gente no quería perdonar al pastor anterior y, como resultado, muchas personas estaban metidas en adulterio en la iglesia. Además del espíritu de inmoralidad gobernante, había otros espíritus, como el espíritu de lujuria, que llevaba con él el espíritu de rebelión que, a su vez, traía celos. Los celos producían dureza de corazón en la gente, y la división llegó como resultado de los corazones endurecidos de las personas. Esto, a su vez, trajo un espíritu de engaño y desánimo sobre la gente. Todos estos espíritus (o capataces) estaban operando bajo el rey o espíritu gobernante de inmoralidad que estaba sobre la iglesia; ese espíritu de inmoralidad trajo adulterio, lujuria, rebelión, celos, dureza de corazón, división, engaño y desánimo. 88 EL VIAJE DE ISRAEL Lo que quiero decir con esto es que no sólo debemos tratar con el rey (o espíritu gobernante), sino también con los capataces (los espíritus secundarios). Los hijos de Israel tuvieron que ser liberados del rey, Faraón, pero también tuvieron que ser liberados de los capataces. Sus vidas se amargaron mucho por la esclavitud, pero eso les hizo estar dispuestos a escuchar lo que Dios tenía que decir. Recordemos que el líder tiene que estar preparado, y aún la gente tiene que estar preparada para el líder. Así, hay un tiempo para que el líder examine una cierta situación. Las tres señales Moisés conocía muy bien a su pueblo. Él le dijo al Señor en Éxodo 4:1: “He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová”. Por consiguiente, el Señor le dio a Moisés el poder para realizar tres señales que le darían credibilidad y harían que los israelitas aceptasen su mensaje. En el Nuevo Testamento se nos dice que Dios confirma Su palabra a través de señales y prodigios (Mr. 16:17, Hch. 5:12). Jesús también dijo: “Si no viereis señales y prodigios, no creeréis” (Jn. 4:48). Estas son las tres señales que Dios le dio a Moisés: 1. La vara de Moisés se convirtió en una serpiente. Leemos en Éxodo 4:2-5: “Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él CAPÍTULO 3 89 extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob”. La vara es un símbolo de autoridad (Sal. 110:2, Ap. 2:27; 12:5). La serpiente es un símbolo de Satanás (Gn. 3:1, Ap. 12:9; 20:2). Por lo tanto, esta señal representa a Moisés teniendo autoridad sobre Satanás. También nosotros debemos tener autoridad sobre Satanás dondequiera que Dios nos ponga. La serpiente era también un símbolo de Faraón, en cuya corona se destacaba una serpiente; por lo tanto, Moisés no sólo tenía autoridad sobre Satanás, sino que también tenía autoridad sobre Faraón. 2. La mano de Moisés se llenó de lepra y después fue sanada. Leemos en Éxodo 4:6-8: “Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera”. ¡La lepra es un símbolo del pecado! María, Giezi y el rey Uzías fueron todos afligidos con lepra como castigo por sus pecados (Nm. 12:10; 2 R. 5:27; 2 Cr. 26:19); por lo tanto, esta señal describe que Moisés tenía autoridad sobre el pecado. 90 EL VIAJE DE ISRAEL Esto es muy importante para un líder. Por la gracia de Dios, debemos tener autoridad sobre el pecado. Debemos estar limpios de pecado, no sólo por nuestro propio bien, sino también para liberar a otros del pecado. No podemos liberar a nadie de un pecado que nos esté atando a nosotros. Este principio se ilustra en Hechos 19:13-16: “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos”. Durante una reunión de liberación, había una mujer que estaba llena de un demonio de orgullo. El pastor comenzó amablemente a hablar a la señora acerca de su problema cuando un joven de la iglesia se aproximó a la señora y dijo: “¡En el nombre de Jesús, te ordeno, espíritu de orgullo, que salgas!” El demonio en la mujer respondió: “No voy a salir por medio de ti; hay más orgullo en ti que en ella”. Debemos estar limpios nosotros mismos antes de tener la autoridad para echar fuera demonios. Los demonios saben quién es quién. 3. Moisés convirtió el agua en sangre. Leemos en Éxodo 4:9: “Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que CAPÍTULO 3 91 tomarás del río y se harán sangre en la tierra”. La sangre, en sentido negativo, es una señal de muerte y juicio. En este sentido, era una doble señal. Fue una señal de juicio para aquellos que se opusieron a Moisés, pero de salvación y vida para aquellos que creyeron. La sumisión de Moisés a Jetro La humildad de Moisés se puede ver en Éxodo 4:18: “Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz”. Aunque tenía unos 80 años de edad y acababa de tener un encuentro con el Dios viviente, Moisés todavía se sometió humildemente a quien tenía autoridad sobre él: su suegro Jetro. Él emprendió la acción adecuada pidiendo a Jetro su bendición y consentimiento. El mensaje de Moisés a Faraón En Éxodo 4:21-23 leemos el mensaje de Dios para Faraón: “Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir a l pueblo. Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito”. ¿Por qué murió todo primogénito? Como Faraón no dejaba ir al primogénito de Dios, Israel, Dios 92 EL VIAJE DE ISRAEL le dijo a Moisés que Él mataría al primogénito de Egipto. Habría un intercambio de primogénitos en esta plaga final contra Egipto. 2. Circuncisión en la posada Éxodo 4:24-26 registra la circuncisión en la posada: “Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión”. Este es un relato fascinante. Aquí había un hombre, Moisés, que había sido preparado y comisionado por Dios para sacar de Egipto a los hijos de Israel y llevarlos hasta la Tierra Prometida. Dios le había dado poder, autoridad, y había recibido tres señales para que las realizara delante del pueblo. Moisés obedeció la palabra del Señor y tomó a su familia con él para ir a Egipto; sin embargo, cuando iban en camino a Egipto, el Señor quiso matarlo porque no había circuncidado a su hijo. Aquí hay una lección que todos debemos aprender. Moisés estaba en el camino de Dios y dispuesto a cumplir lo que Dios le había dicho que hiciera; sin embargo, Dios intentó matarlo. ¿Por qué? Porque no estaba practicando lo que iba a predicar en Egipto. La señal y el requisito del pacto que Dios hizo con Abraham era la circuncisión, como vemos en Génesis 17:7-10: “Y CAPÍTULO 3 93 estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mi y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros”. La condición del pacto era la circuncisión y la promesa del pacto era que la descendencia de Abraham heredaría la tierra de Canaán. Moisés era el ministro del pacto, y su llamado era a sacar a los hijos de Israel de Egipto y llevarlos a la Tierra Prometida. La condición para morar en la Tierra Prometida era la circuncisión, y Moisés ni siquiera la estaba practicando en su propia familia. ¡Esto era una negación de su propio mensaje! Quiero ser muy sincero en este punto: nuestra predicación no nos salvará, y aún cuando llevemos a cabo la tarea de Dios para nuestra vida, eso no nos salvará. Debemos practicar lo que predicamos para ser salvos. He visto a muchos ministros en todo el mundo que fueron usados por Dios de forma poderosa; aquellos quienes han manifestado el poder de Dios, mantenido ministerios fructíferos, e incluso realizaron milagros; sin embargo, arruinaron sus vidas. Fueron elevados a cierta altura, pero después Dios los rechazó porque no practicaban lo que predicaban. Ellos hacían la voluntad 94 EL VIAJE DE ISRAEL de Dios en el sentido de estar predicando, pero sus propias vidas eran contrarias al mensaje que predicaban a otros. Muchas personas me han dicho: La base para “Dios nunca me rechazará nuestra salvación porque yo he profetizado, y las es la sangre de profecías que he dado se han Jesucristo, y no cumplido”. Debemos recordar nuestras buenas que la base para nuestra salvación obras o profecías. es la sangre de Jesucristo, y no nuestras buenas obras o profecías. Además, Su sangre sólo tiene efecto en nuestra vida si caminamos en la luz, como dice claramente 1 Juan 1:7: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. La salvación no depende de si ministramos, predicamos o sanamos a los enfermos; es cuando caminamos en la luz, como Él está en luz. Es la sangre de Jesús y Su justicia lo que nos asegura la vida eterna. Primera de Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. Me gustaría poder decir que todos aquellos a quienes he enseñado en escuelas bíblicas por todo el mundo irán al cielo pero, lamentablemente, muchos de mis antiguos alumnos ya han dejado el camino de la justicia, y lo hicieron justamente después de graduarse de la escuela bíblica. En una conferencia donde otro predicador y yo debíamos hablar, él compartió: “Había noventa alumnos CAPÍTULO 3 95 en nuestra escuela bíblica. ¿Saben cuántos están en el ministerio actualmente? Hay unos tres en el ministerio; los demás están en bares y otros lugares”. Muchos cristianos buscan la voluntad del Señor y están dispuestos a salir al campo misionero. Muchos están más dispuestos a privarse de cosas y soportar penas que lidiar con el pecado que Dios les está señalando en sus vidas. Para algunos, el ministerio es mucho más importante que tener un corazón limpio. A menudo, me he llevado la sorpresa de ver lo que las personas están dispuestas a hacer por el Señor. Tristemente, a menudo los que están dispuestos a hacer los sacrificios más grandes están apartados en su corazón. Sin embargo, debemos recordar que Dios tiene Sus estándares para el sacrificio. Samuel habló de los motivos del rey Saúl para hacer sacrificios en 1 Samuel 15:2223: “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey”. Saúl estaba dispuesto a hacer todos esos sacrificios, pero Samuel le dejó claro que Dios no estaba interesado en los sacrificios. La idea de “prestar atención” es escuchar a Dios y hacer lo que Él dice. Dios está interesado en aquellos que le 96 EL VIAJE DE ISRAEL obedecen y prestan atención a Él: “…Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”. El acto de justicia de Séfora Moisés se salvó de que el Señor lo matara en la posada debido al acto de justicia de su esposa. Leemos en Éxodo 4:25-26: “Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión”. Séfora tomó la iniciativa de circuncidar a su hijo porque Moisés no lo había hecho y, en este sentido, ella fue más fiel a Dios que Moisés, pues él no estaba guardando el pacto de Abraham (que era circuncidar a los hijos varones). Esto provocó un gran conflicto entre Moisés y Séfora. Parece que de muchas maneras Séfora caminó más cerca de Dios que Moisés durante los 40 años en el desierto. Parece que Moisés había entrado en un periodo de desaliento espiritual durante su tiempo en el desierto. Con frecuencia, hay una diferencia entre los hombres y las mujeres. A menudo la mujer tiene la capacidad de ser más perseverante que el hombre. Una esposa recta puede marcar toda la diferencia en la vida de un ministro. Ella puede hacer que el ministro se mantenga constante durante una prueba larga, y hacer que prosiga hacia la meta. CAPÍTULO 3 97 3. Encuentro con Aarón En Éxodo 4:27-28 Moisés se encuentra con su hermano Aarón: “Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado”. Este encuentro fue muy importante, porque Aarón se convertiría en el ayudante de Moisés y tenía que agarrar la visión antes de poder impartirla a otros. La clave es que el pastor veterano imparta su visión a su pastor asistente o al vicepresidente de su ministerio. El Espíritu de Dios dará testimonio en su corazón de modo que los dos puedan permanecer juntos firmemente. 4. Reunión de los ancianos El Señor reveló este principio a Moisés en Éxodo 3:16: “Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto”. Después de haberse reunido con Aarón, Moisés reunió a los ancianos de Israel y les reveló el plan de Dios para ellos: “Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. Y el pueblo 98 EL VIAJE DE ISRAEL creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron” (Ex. 4:29-31). El orden de la revelación de Dios se nos muestra aquí con toda claridad. Él primero reveló Sus planes a Moisés; entonces Moisés se los reveló a Aarón; Moisés y Aarón juntos lo compartieron con los ancianos de Israel, después de lo cual ellos lo compartieron con la congregación de Israel. He visto a muchos pastores cometer errores trágicos debido a que ignoraron estos pasos tan importantes. Por su negligencia, sus iglesias no aceptaron lo que Dios estaba diciendo y, en algunos casos, el resultado final fue una división en la iglesia. Los pastores no deberían anunciar una dirección nueva para la iglesia sin haberla compartido primero con el personal pastoral y los líderes de la iglesia. “Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. Y el pueblo creyó” (Ex. 4:30). Toda la congregación de los hijos de Israel creyó y aceptó el mensaje de Moisés; incluso inclinaron sus cabezas y adoraron al Señor. ¿Por qué aceptaron su mensaje? Porque Moisés tenía el pleno respaldo de Aarón y de todos los ancianos. Moisés habló con la autoridad de un equipo de liderazgo unido. No puedo dejar de enfatizar la importancia de esto. Hay un poder tremendo en la unidad. 99 Capítulo 4 MINISTERIO EN EGIPTO 1. Rechazo inicial de Faraón Después de que los hijos de Israel aceptaran su mensaje, Moisés y Aarón fueron a Faraón y le declararon la palabra del Señor. Recuerde que Moisés tenía tras él un liderazgo unido, una congregación que creía y un Dios que claramente le había dirigido y enviado. Sin embargo, tenemos un rey que no recibirá su mensaje. El rechazo inicial de Faraón al mensaje lo vemos en Éxodo 5:1-4: “Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada. Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas”. Consideremos la importancia de Egipto y de Faraón. Los principales tesoros de Egipto son las pirámides, que 100 EL VIAJE DE ISRAEL albergaban las momias (esqueletos) de los Faraones. En este sentido, Egipto, que se especializaba en embalsamar a los muertos, representa la muerte y también representa a este mundo, porque el fin de este mundo es la muerte y el infierno, que está en las partes más bajas de la tierra (cf. Ro. 6:21). A Ezequiel se le dijo que se lamentara por la multitud de Egipto y las naciones no redimidas que descienden a las partes más bajas de la tierra (Ez. 32:18). El mismo Faraón tenía grabada una serpiente en su corona y, como hemos mencionado antes, las serpientes representan a Satanás; por lo tanto, Faraón representa a Satanás, el príncipe de este mundo. Faraón también puede representar el espíritu demoníaco gobernante sobre nuestra ciudad o localidad. Si el Señor le promete a usted darle su ciudad o localidad para Cristo, tiene que comunicar esa promesa a su pastor asistente y ancianos. No olvide que tendrá que considerar las potestades sobre esa área. No habrá libertad espiritual hasta que los poderes gobernantes caigan. 2. Aumento del yugo Además de rechazar el mensaje de Moisés, Faraón tomó represalias aumentando el yugo de los israelitas. Vemos el trato cruel de Faraón hacia los israelitas en Éxodo 5:59: “Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas. Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo: De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y CAPÍTULO 4 101 recojan por sí mismos la paja. Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas”. 3. Rechazo de Israel En lugar de mejorar, la situación empeoró para los israelitas después de haber aceptado el mensaje de Moisés. Leemos en Éxodo 5:20-21: “Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la presencia de Faraón, les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten”. Las mismas personas que habían aceptado las señales y habían creído el mensaje de Moisés y Aarón, ahora se enfrentaban a ellos. Los hijos de Israel culpaban a Moisés y a Aarón de la situación, e incluso le pidieron a Dios que los juzgara. Los capataces, que representan las ataduras, habían aumentado el yugo de los israelitas. A menudo, nuestras ataduras o problemas aumentarán después de que Dios nos haya hablado y busquemos obedecer Su voz. Cuando un líder escucha de Dios y trata de llevar a su iglesia o ministerio en esa dirección, Satanás se le opondrá. Aunque la congregación puede que al principio reciba bien la nueva dirección, Satanás hará que ocurran cosas para desanimar a la gente e intentar hacer 102 EL VIAJE DE ISRAEL que pierdan fe en su líder. Puede que algunas personas se enfermen y quizá aumenten las ataduras de otras. Comienzan a dudar y a culpar al pastor de los problemas. El líder siempre es culpado cuando sucede algo malo. Los líderes deben estar preparados para la oposición del diablo y a veces de su propia congregación. La gente podría decir a su pastor: “Solíamos adorar al Señor y teníamos cultos gloriosos, pero ahora es difícil tener un encuentro con Dios. ¿De verdad ha escuchado usted de Dios? Debe de haberse equivocado”. Esta era la misma actitud que los hijos de Israel adoptaron hacia Moisés, como vemos en Éxodo 6:9: “De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu y de la dura servidumbre”. ¿Cómo manejó Moisés el rechazo de los israelitas? Él fue al Señor en oración. Leemos en Éxodo 5:22-23: “Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo”. La solución para cada prueba que afrontemos en la vida es acudir al Señor y buscar Su consejo. El líder debe siempre acudir al Señor; Él es nuestra fuente de provisión (cf. 1 Co. 15:28). Moisés reconoció la mano de Dios en el aumento del yugo de los israelitas, diciendo: “Señor, ¿por qué afliges a este pueblo?” En otras palabras, él estaba diciendo: “Dios, ¿por qué has permitido que esto ocurra?” Debemos reconocer CAPÍTULO 4 103 la soberanía de Dios también en nuestras propias vidas; es inútil sencillamente echar la culpa al diablo (o la gente) de cada cosa que nos ocurra; debemos comprender que nada puede ocurrirnos a menos que Dios lo permita, como los vemos en la vida de Job. Debemos buscar al Señor y preguntarle qué está haciendo Él en nuestras vidas. Al mismo tiempo, nos damos cuenta en Éxodo 5:23 que el líder no recibe toda la revelación de una vez. Moisés tenía la impresión de que sería una liberación rápida; no estaba preparado para una larga y ardua batalla. Moisés había dado a los hijos de Israel la impresión de que su liberación de Egipto sería muy rápida. A menudo, los líderes no tienen un entendimiento claro del tiempo que llevará el que Dios cumpla Su voluntad y Sus propósitos. Cuando Dios habla, esperamos que eso ocurra al día siguiente; sin embargo, la mayoría de las veces hay muchos mañanas antes de que suceda; puede que incluso sean años. Después el Señor le dijo a Moisés: “Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra” (Ex. 6:1). En esencia, el Señor estaba diciendo que cuando Él hubiera terminado con Faraón, él estaría feliz de dejar ir a los hijos de Israel. A menudo, Dios no nos da la revelación completa; no puede mostrarnos el cuadro completo de lo que ocurrirá porque no seríamos capaces de soportar conocerlo todo. No podríamos, con nuestro espíritu, soportar el conocimiento de todos los problemas, presiones y 104 EL VIAJE DE ISRAEL pruebas que afrontaremos. En Su sabiduría, el Señor sólo nos da un destello de cuál será Su propósito final. No nos da muchos detalles de lo que ocurrirá entre el ahora y el después. En Éxodo 6:1 el Señor le dijo a Moisés que vería el resultado final: “Ahora verás lo que yo haré a Faraón”, pero no le dijo acerca de toda la oposición y retrasos que tendría que afrontar antes del resultado final. En Éxodo 6:2-3 el Señor tuvo un encuentro con Moisés y le dio una nueva revelación de Su nombre: Jehová. “Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ. Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos”. En Éxodo 6:4-8 el Señor le dio a Moisés varias promesas maravillosas para los israelitas: “También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron. Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ”. CAPÍTULO 4 105 4. La negativa de Israel a escuchar Después de este nuevo encuentro con Dios, Moisés fue fortalecido y tuvo nuevo ánimo para hablar a los hijos de Israel; sin embargo leemos: “De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre” (Ex. 6:9). La reacción del Señor a la terquedad de Faraón y la incapacidad de Israel para prestar atención se ve en Éxodo 6:10-13: “Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Entra y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Y respondió Moisés delante de Jehová: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan; ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de labios? Entonces Jehová habló a Moisés y a Aarón y les dio mandamiento para los hijos de Israel y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a los hijos de Israel de la tierra de Egipto”. El Señor les dio a Moisés y Aarón un mandato: Israel debía salir de Egipto. 5. Moisés hecho como Dios para Faraón En Éxodo 7:1 Moisés fue elevado a un ministerio superior y recibió una mayor unción. “Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta”. La NVI dice: “Toma en cuenta que te pongo por dios ente el faraón. Tu hermano Aarón será tu profeta”. Ningún hombre antes de Moisés había sido hecho un dios para Egipto. 106 EL VIAJE DE ISRAEL Después de que Moisés recibiera de Dios una nueva revelación de Su nombre y un nuevo manto espiritual, el Señor también le dio perspectiva sobre las luchas con Faraón que estaban por llegar. “Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas” (Ex. 7:2-3). Con su nuevo manto, Moisés pudo soportar el conocimiento de que no iba a ser fácil. Sabía que habría guerra espiritual. Esto es lo que Dios hace también en nuestras propias vidas. Nos muestra un vislumbre de lo que Él nos ha llamado a hacer, y durante el camino nos va aclarando las cosas. Normalmente no nos muestra todas las luchas y presiones que soportaremos durante el camino. Si supiéramos todo lo que nos iba a ocurrir, no seríamos capaces de soportarlo. Muchos alumnos de la escuela bíblica piensan que han alcanzado el llamado de Dios para sus vidas cuando se matriculan en la escuela, pero eso es sencillamente sólo el comienzo. Hay un periodo de preparación que viene. 6. Confrontación de los magos Moisés y Aarón confrontaron a Faraón y a sus magos en Éxodo 7:10-13: “Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra. Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las CAPÍTULO 4 107 varas de ellos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho”. Los nombres de los magos no se mencionan en Éxodo, pero Pablo revela sus nombres siglos después como Janes y Jambres en 2 Timoteo 3:8: “Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe”. Aarón echó su vara delante de Faraón y de sus magos, y se convirtió en una serpiente. Entonces Janes y Jambres echaron sus varas y también se convirtieron en serpientes. Sin embargo, la vara de Aarón se tragó las de ellos. Esto ilustra una verdad muy importante: Satanás es capaz de realizar los mismos milagros que Dios. Todos los dones del Espíritu pueden ser falsificados por Satanás. Hace muchos años, en otro país en un culto de adoración, fui testigo de lo que creí que era una poderosa demostración del don de profecía y palabra de ciencia realizada por cierto hombre. Él reveló con toda exactitud cada detalle de la vida de otra persona. Yo estaba bastante sorprendido, pero entonces el Señor abrió mis ojos espirituales y vi a un ángel caído al lado de ese hombre que le revelaba toda esa información. Deberíamos pedir al Señor que nos dé discernimiento para distinguir entre las obras de Su Espíritu Santo y las obras del diablo. 108 EL VIAJE DE ISRAEL Faraón endurece su corazón Leemos en Éxodo 7:13-14 que Faraón endureció su corazón: “Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido, y no quiere dejar ir al pueblo”. Pablo dijo en Romanos 9:17-18: “Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece”. Al estudiar esto con detenimiento, vemos que Faraón endureció su corazón diez veces y Dios endureció el corazón de Faraón diez veces. Llega un momento en que Dios endurece los corazones de aquellos que han practicado la maldad de manera habitual. Romanos 9:19-23 amplía este tema de la soberanía de Dios: “Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su CAPÍTULO 4 109 gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria?” La Palabra de Dios dice claramente que Dios endurece a quien Él quiere, y que muestra compasión a quien Él escoge. Esto es lo que denominamos como la soberanía de Dios. No obstante, la trampa en la que podemos caer es cuando una persona cree que como todo está bajo la soberanía de Dios, el hombre no tiene opción al respecto. Esto sería como una magnífica partida de ajedrez en la que Dios endurece a una persona y la mueve a ese cuadro, a otro a este cuadro; y si por casualidad usted es la blanca (salvado) no tendrá problemas, pero si es la negra (no salvada), tiene problemas. Esto podría tentar a un individuo a pensar dónde se encuentra él en el juego de la vida, y si es tan sólo un peón al que colocan donde un Dios soberano indica. Éxodo nos da la historia que hay detrás de la frase que dice Pablo en Romanos acerca del Faraón, una historia que deberíamos observar con detenimiento. ¿Por qué endureció Dios el corazón de Faraón? La respuesta la vemos claramente en Éxodo 1:8-10: “Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra”. Faraón había endurecido su corazón contra el pueblo de Dios; por lo tanto, queda claro que Faraón, y no Dios, fue quien estableció el curso de su vida. 110 EL VIAJE DE ISRAEL Debemos entender la soberanía de Dios, y debemos también entender el libre albedrío del hombre. Dios tiene Su parte, y el hombre la suya. El Salmo 18:25-26 dice: “Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro. Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo serás para con el perverso”. Si somos misericordiosos, Él nos mostrará misericordia. Si somos honestos con Él, Él será honesto con nosotros. Sin embargo, si somos engañadores, entonces Dios permitirá que seamos engañados. Esto nos muestra que Dios se encuentra con nosotros según la dirección en que vayamos. Por lo tanto, debido a que Faraón endureció su corazón contra los hijos de Israel, Dios endureció el corazón de Faraón. El hombre ha recibido un libre albedrío y la capacidad de tomar sus propias decisiones. La soberanía de Dios y la voluntad del hombre siempre funcionan juntas. No somos marionetas movidas por las cuerdas de Dios. Dios trata con nosotros según la condición y disposición de nuestro corazón. Leemos en Daniel 2:21: “El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos”. ¿A quién imparte Dios sabiduría? A aquellos que son sabios. ¿A quién imparte Dios conocimiento? A aquellos que tienen entendimiento. Jesús dijo en Lucas 19:26: “Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. Esto ilustra el principio bíblico que es también un principio económico: el rico se hace más CAPÍTULO 4 111 rico, y el pobre más pobre. El Dios trata con refrán: “Dinero llama a dinero”, nosotros según la es muy cierto; para hacer dinero condición y se necesita dinero. Hay una disposición de bienaventuranza que trata de nuestro corazón. esto: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt. 5:7). Si tenemos un corazón misericordioso, recibiremos más misericordia. Cuando las personas no entienden el equilibro entre la soberanía de Dios y el libre albedrío del hombre, tienden a culpar a Dios de los fracasos del hombre. Algunas personas incluso han llegado a decir que no deberíamos culpar a Faraón, porque Dios le levantó con ese propósito. Sienten que él no tenía otra opción, pues Dios endureció su corazón, pero debemos entender por qué hizo Dios eso. Fue porque Faraón ya había endurecido su propio corazón. Era un estilo de vida para él. Dios le dio la oportunidad de tomar las decisiones correctas pero él la rechazó, diciendo en Éxodo 5:2: “¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel”. Por lo tanto, Faraón desobedeció a intencionadamente al Señor. Dios nos establece en el camino que nosotros hayamos elegido para nuestras vidas. Si elegimos servir a Dios y obedecerle, Él honrará esa decisión y nos dará la gracia para obedecerle. 112 EL VIAJE DE ISRAEL 7. Las diez plagas En Éxodo 7 vemos el comienzo de las diez plagas. Debemos comprender la razón de la ejecución de estos juicios. Después de todo, si Dios estaba tratando sólo con el hombre mortal, no tendría que demostrar un poder tan grande. Dios estaba tratando con algo más que el hombre mortal. Esto lo vemos claramente en Éxodo 12:12: “Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová”. Números 33:4 también lo confirma: “mientras enterraban los egipcios a los que Jehová había herido de muerte de entre ellos, a todo primogénito; también había hecho Jehová juicios contra sus dioses”. A través de estas plagas, Dios no sólo estaba derribando el poder de Faraón y empobreciendo a Egipto; también estaba derribando los dioses de esa tierra: los dioses demoniacos que eran adorados por los egipcios. 1. Las aguas se convierten en sangre (Ex. 7:20-25) — El río Nilo era la principal vía fluvial en Egipto. Era sagrado y adorado como un dios por los egipcios. Dios convirtió las aguas del río en sangre, como una señal de juicio. Así, Dios derribó a uno de sus dioses. Todos los peces del río murieron y los egipcios no pudieron beber el agua. CAPÍTULO 4 113 2. Las ranas (Ex. 8:1-15) — En la segunda plaga, el Señor hizo que la tierra de Egipto se infestara y maldijera con ranas. La rana era otro de los dioses egipcios; por lo tanto, Dios hizo que ellos odiasen a las mismas ranas a las que adoraban. En la Palabra de Dios, la rana representa a un espíritu impuro, y en particular a la falsa profecía. Esto se ilustra en Apocalipsis 16:13: “Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas”. Los magos egipcios pudieron también hacer este milagro, pero no fueron capaces de hacer que las ranas volvieran a los ríos y pantanos. Faraón rogó a Moisés que pidiera al Señor que quitara las ranas (Ex. 8:8). Al día siguiente, Moisés hizo que las ranas que estaban en sus casas y campos murieran, y solamente quedaron las que estaban en los ríos. Sin embargo, después de que murieron, Faraón endureció su corazón y no dejó que los hijos de Israel salieran de Egipto. 3. Los piojos (Ex. 8:16-19) — La tercera plaga fueron los piojos. El Señor hirió la tierra con piojos porque los egipcios también adoraban a su tierra. Todo el polvo de la tierra se volvió piojos. Los magos egipcios fueron capaces de copiar las dos primeras plagas, pero no pudieron producir un acto de creación. Ellos reconocieron la mano de Dios y dijeron a Faraón en Éxodo 8:19: “Dedo de Dios es éste”. Otro mago en el Nuevo Testamento que reconoció la mano de Dios fue Simón el mago (Hch. 8:9-24). Sin embargo, Faraón no escucharía a sus propios magos y endurecería más su corazón. 114 EL VIAJE DE ISRAEL 4. Las moscas (Ex. 8:20-32) — La cuarta plaga fue un enjambre de moscas. Belcebú, que significa “señor de las moscas” es uno de los títulos de Satanás (Lc. 11:14-19). Esta plaga fue un juicio sobre la tierra de Egipto, y también sobre Satanás. Esta vez el Señor hizo una diferencia entre Su pueblo y los egipcios. Los protegió de este juicio. Una vez más vemos el juicio de Dios sobre los dioses de Egipto, porque Moisés tenía poder sobre todos esos dioses y los espíritus demoníacos detrás de ellos. En este punto, Faraón hizo su primera oferta en un intento de negociar con Moisés en Éxodo 8:25, seguido de una segunda oferta en Éxodo 8:28. 5. El ganado (Ex. 9:1-7) — La quinta plaga fue una infección o plaga sobre el ganado de Egipto ya que los egipcios adoraban ídolos y dioses en forma de ganado. Apis era el dios vacuno sagrado en Menfis. Sus dioses e ídolos vacunos se pueden ver en los museos de Egipto, América e Inglaterra donde hay egiptólogos. Los israelitas incluso hicieron un ídolo de oro con forma de becerro en el desierto (Ex. 32:4). Dios juzgó a este dios egipcio (véase Ez. 20:6-17). De nuevo, el Señor estableció una diferencia entre Su pueblo y los egipcios. El ganado de los egipcios murió, pero el ganado de los israelitas fue preservado. 6. Las úlceras (Ex. 9:8-12) — La sexta plaga fueron úlceras, un juicio especialmente doloroso porque atacó su carne. Los egipcios eran muy sensuales e inmorales, CAPÍTULO 4 115 como se describe en las antiguas obras de arte egipcias. Por lo tanto, Dios estaba juzgando su sensualidad e inmoralidad. Los magos ya no pudieron estar más delante de Moisés porque también fueron afligidos con las úlceras. Leemos en Éxodo 9:11-12: “Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios. Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés”. Aun después de todo esto, Faraón no quería humillarse delante del Señor. 7. El granizo (Ex. 9:13-35) — La séptima plaga fue granizo mezclado con fuego (Sal. 78:47-48; 105:32). Fue un juicio sobre la agricultura de Egipto, a la cual los egipcios adoraban. Ellos también adoraban a Osiris, el dios del fuego. Aquéllos que no hicieron caso de la advertencia y permanecieron en el campo fueron destruidos junto con los árboles y las hierbas. En este punto, Faraón hasta llegó a reconocer su pecado y confesó que el Señor era justo y que él y su pueblo eran malvados. Sin embargo, cuando el granizo cesó, Faraón endureció su corazón de nuevo y no dejó ir a los israelitas (Ex. 9:34, 35). 8. Las langostas (Ex. 10:1-20) — La octava plaga fueron las langostas (Sal. 78:46). Egipto adoraba a Seba, el dios insecto. Moisés tenía poder sobre este dios y se burló de él al ordenar que las langostas cubrieran la tierra y 116 EL VIAJE DE ISRAEL devoraran todo lo que el granizo no había destruido. Dios juzgó las provisiones de alimento de los egipcios, y fueron golpeados por el hambre. En Éxodo 10:7, los siervos de Faraón le rogaron que dejara ir a los hijos de Israel de Egipto. Faraón hizo su tercera oferta a Moisés de dejar ir a los hijos de Israel con la condición de que los niños hebreos se quedaran en Egipto (Ex. 10:8-11). 9. La oscuridad (Ex. 10:21-23) — La novena plaga fue una completa oscuridad sobre Egipto durante tres días, mientras que los hijos de Israel tenían luz. Uno de los dioses más importantes de Egipto era Ra: el dios del sol. Ellos adoraban al sol quizá más que a ningún otro dios. Aun el nombre Faraón significa “sol”. Por lo tanto, cuando Dios envió oscuridad sobre la tierra de Egipto, rompió el poder del dios del sol. 10. Muerte de los primogénitos (Ex. 12) — La décima plaga fue la muerte de los primogénitos de Egipto. El Señor dijo en Éxodo 12:12-13: “Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto”. Los primogénitos de los hombres y de los animales egipcios fueron muertos por el Señor, incluyendo al CAPÍTULO 4 117 primogénito de Faraón. ¿Cuál era el propósito de la muerte de los primogénitos? Israel era el primogénito de Dios, y Faraón no quería liberarlo. Por lo tanto, hubo un intercambio de primogénitos. En efecto, Dios le dijo a Faraón: “Si tú no liberas a Mi primogénito, yo mataré a tu primogénito”. Esto nos da una idea del propósito de las plagas: mostrar el gran poder de Dios, y tratar con sus dioses, rompiendo su poder. LOS DIOSES EGIPCIOS QUE DIOS JUZGÓ CON LAS DIEZ PLAGAS Plaga Falso dios juzgado El agua convertida en sangre Las ranas Los piojos Las moscas El río Nilo El dios rana La tierra Belcebú, señor de las moscas Apis, el dios del ganado El dios del sexo El dios de la agricultura y Osiris, dios del fuego Seba, el dios insecto Ra, el dios del sol El dios del orgullo del primogénito El ganado Las úlceras El granizo Las langostas La oscuridad La muerte del primogénito 118 EL VIAJE DE ISRAEL Las cuatro propuestas de compromiso de Faraón Faraón intentó regatear y negociar con Moisés cuatro veces, y cada negociación traía consigo condiciones. Esas cuatro propuestas son las mismas formas sutiles de acuerdo que Satanás utilizó en todas las generaciones para seducir y tentar al pueblo de Dios. Haríamos bien, entonces, en observarlas y memorizarlas. 1. Faraón propuso que los israelitas adoraran al Señor en la tierra de Egipto. Éxodo 8:25 dice: “Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra”. Satanás insta a los redimidos a permanecer en la “tierra”, o quedarse en Egipto (el mundo). Los cristianos que intentan servir al Señor y permanecer en el mundo terminan conformándose con las formas del mundo, y comprometiendo sus valores morales (Ro. 12:2). 2. Faraón propuso que los israelitas salieran de Egipto, pero sin ir muy lejos. Faraón dijo en Éxodo 8:28: “Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí”. En realidad, Satanás estaba diciendo: “Quédense cerca del mundo. No sean demasiado espirituales”. Demas nunca llegó a despegarse completamente de su atracción hacia las cosas de este mundo, y esas cosas al final le sedujeron a regresar al mundo. Pablo dijo en 2 Timoteo 4:10: “Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica”. CAPÍTULO 4 119 3. Faraón propuso que los israelitas salieran de Egipto, pero que sus mujeres y niños se quedaran en Egipto. Leemos en Éxodo 10:8-11: “Y Moisés y Aarón volvieron a ser llamados ante Faraón, el cual les dijo: Andad, servid a Jehová vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir? Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque es nuestra fiesta solemne para Jehová. Y él les dijo: ¡Así sea Jehová con vosotros! ¿Cómo os voy a dejar ir a vosotros y a vuestros niños? ¡Mirad cómo el mal está delante de vuestro rostro! No será así; id ahora vosotros los varones, y servid a Jehová, pues esto es lo que vosotros pedisteis. Y los echaron de la presencia de Faraón”. Demasiados padres buscan vivir una vida santa, pero permiten que sus hijos vivan como el mundo. Muchos padres desean la prosperidad del mundo para sus hijos a costa de su bienestar espiritual. 4. Faraón propuso que los israelitas salieran de Egipto sin sus vacas y ovejas. Faraón dijo a Moisés en Éxodo 10:24: “Id, servid a Jehová; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con vosotros”. Sin sus vacas y ovejas, los israelitas no habrían tenido nada para sacrificar al Señor. Esto representa estar tan enredados con los asuntos de esta vida que no tenemos tiempo, energía ni bienes que ofrecer al Señor. 120 EL VIAJE DE ISRAEL 8. Institución de la Pascua Tal como señalamos en la Introducción, en este estudio sobre el viaje de Israel veremos las siete fiestas del Señor tal como se relacionan con nuestras vidas. Los creyentes están llamados a celebrar espiritualmente estas siete fiestas. El Señor instituyó la Pascua justo antes de la décima y última plaga: la muerte de los primogénitos. Como ya hemos señalado anteriormente, Egipto representa la tierra de la muerte. La Pascua representa salvación por medio de la sangre del Cordero porque la sangre sobre los postes de las puertas en las casas de los hebreos preservó sus vidas. El antídoto para la muerte es el derramamiento de la sangre del Cordero. Pablo dijo en Hebreos 10:1: “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan”. Los tipos y símbolos bíblicos son sombras de las verdades que representan. (No siempre son exactos, por lo que hemos de tener mucho cuidado de no llevar un tipo demasiado lejos). La Pascua se celebró en el mes primero, como vemos en Éxodo 12:2: “Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año”. Nosotros celebramos espiritualmente la Pascua al principio de nuestro caminar cristiano, cuando experimentamos la salvación. CAPÍTULO 4 121 El Señor dijo en Éxodo 12:3: “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia”. Era el décimo día del primer mes. En la numeración bíblica, el número diez representa la Ley. El hecho de que el cordero fuera tomado en el décimo día significa que debía cumplir la ley. Jesús dijo en Mateo 5:17: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”. En efecto, el Señor Jesucristo es verdaderamente nuestro Cordero pascual, porque Él cumplió perfectamente la ley del Antiguo Testamento. El cordero de la Pascua debía ser sin defecto, como vemos en Éxodo 12:5: “El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras”. Jesucristo, nuestro Cordero pascual, no tuvo defecto ni pecado. En 1 Pedro 1:19 leemos: “Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. Pablo dijo en 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él”. Cristo fue tentado en todas las cosas al igual que lo somos nosotros, pero Él nunca pecó en ninguna manera (He. 4:15). Otro aspecto del cordero de la Pascua era que no podía tener ningún hueso roto, como vemos en Éxodo 12:46: “Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo”. 122 EL VIAJE DE ISRAEL Una pierna rota es un símbolo de desobediencia. En tiempos antiguos, los pastores solían quebrar las patas de las ovejas desobedientes y errantes para que no se extraviaran otra vez. Esto también era profético del Señor Jesús. El Salmo 34:20 dice: “El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”. El Señor cumplió cada aspecto del cordero de la Pascua (Jn. 19:33 36, 1 Co. 5:7, Ap. 5:6). Leemos en Éxodo 12:6: “Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes”. El cordero debía ser tomado el décimo día y matarse el día catorce en la tarde. Durante esos cuatro días, el cordero era inspeccionado para asegurar que no tuviera ningún defecto. Cristo, nuestro Cordero pascual, fue inspeccionado por cuatro personas: Anás, Caifás, Herodes y Pilato. Ellos no pudieron encontrar ninguna falta en Él. De manera muy similar, nosotros somos inspeccionados por cuatro grupos: el mundo, la Iglesia, Satanás y el Señor. Éxodo 12:6 nos dice que toda la congregación de Israel mató al cordero de la Pascua. Fueron los judíos quienes crucificaron al Señor Jesucristo. Los israelitas tenían que tomar la sangre del cordero y ponerla en los postes y los dinteles de las puertas de sus casas, como vemos en Éxodo 12:7: “Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer”. CAPÍTULO 4 123 Había otra fiesta instituida al mismo tiempo: la fiesta de los Panes sin levadura. Estas dos fiestas se deben guardar continuamente, porque son verdades eternas que se aplican a todas las generaciones. Leemos en Éxodo 12:8-10: “Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego”. La carne de Cristo, el Cordero pascual, representa Su Palabra. Cristo mismo dijo que Él es el pan de vida (Jn. 6:35). Debemos alimentarnos de la Palabra de Dios. Jesús dijo en Juan 6:53: “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”. Si usted se desangra, morirá; por eso se nos manda beber la sangre porque Su vida y Su Espíritu están en la sangre. No comemos literalmente Su carne ni bebemos Su sangre. La comunión es simbólica de este mandamiento. Los emblemas de la comunión de la que participamos simplemente representan Su cuerpo y Su sangre (1 Co. 11:23 26). Leemos en Éxodo 12:11 la forma en que los israelitas debían comer la comida de la Pascua: “Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová”. Esto representa la preparación para un viaje. Cualquier hombre que estuviera tan organizado estaba preparado para viajar. 124 EL VIAJE DE ISRAEL Entendemos, por lo tanto, que cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, comenzamos un viaje y nos dirigimos hacia un destino. El Señor dijo en Éxodo 12:13: “Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto”. Para ser preservados y protegidos de la muerte, los israelitas tenían que aplicar la sangre del cordero a sus casas. De manera semejante, como creyentes, la sangre de Cristo es nuestra protección. Sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados. Es Su sangre la que perdona nuestros pecados (He. 9:22). Leemos en Éxodo 12:15: “Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel”. La fiesta de los Panes sin levadura fue instituida al mismo tiempo que la Pascua (Ex. 12:17; Lv. 23:6). Los israelitas debían comer panes sin levadura durante siete días (Dt. 16:3-8). La levadura es un símbolo del pecado (1 Co. 5:6-8), la hipocresía (Lc. 12:1) y la falsa doctrina (Mt. 16:12). Así, el pan sin levadura representa la Palabra de Dios pura y no adulterada. El número siete representa “cumplimiento”. Siete también habla del comienzo y el final de nuestra vida spiritual. Por lo tanto, desde el comienzo de nuestra experiencia cristiana hasta el final de nuestros días, hemos de leer la Palabra de Dios pura. CAPÍTULO 4 125 “Y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas…”. Desde el primer día, los israelitas tenían que quitar toda la levadura que tuvieran en sus casas. Como creyentes, deberíamos comenzar a quitar toda la levadura de nuestras vidas tan pronto como seamos salvos. Esto puede incluir purificar nuestras casas y nuestras vidas de revistas, cuadros, libros, artefactos y programas de televisión impuros. David dijo: “No pondré delante de mis ojos cosa injusta” (Sal. 101:3). Debemos tener mucho cuidado, especialmente con los libros, porque hay muchos libros (incluso libros religiosos) que tienen espíritus malos. También algunos artefactos provenientes de otros países tienen espíritus malos. Números 33:52 nos manda que destruyamos todos los cuadros o imágenes que no sean edificantes, porque un espíritu malo puede entrar en nuestra vida a través de nuestros ojos si miramos los cuadros o imágenes que son malas e impías. Los israelitas también tenían que sumergir un hisopo en la cuenca de la sangre que se aplicaba a los postes de las puertas de sus casas. Leemos en Éxodo 12:22: “Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana”. El hisopo era una pequeña planta tupida con numerosos ramilletes de flores. David oró al Señor en el Salmo 51:7: “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la 126 EL VIAJE DE ISRAEL nieve”. En la Biblia, el hisopo se asocia con la limpieza o la purificación. Por lo tanto, podríamos declarar que el hisopo sumergido en la sangre representa la verdad espiritual de que la sangre de Cristo nos limpia. Somos protegidos por Dios si permanecemos cubiertos con la sangre de Cristo. El poder de la sangre de Cristo, el Cordero de Dios, se puede ver en Éxodo 12:23: “Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir”. La Biblia dice claramente que Satanás está controlado por Dios. Él sólo puede hacer lo que Dios le permite. Somos protegidos por Dios si permanecemos cubiertos con la sangre de Cristo. Su sangre nos protege del juicio. Ninguna otra cosa puede perdonarnos. ¿Cómo podemos cubrirnos continuamente con Su sangre? En 1 Juan 1:7 tenemos la clave: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. Es caminar en la luz obedeciendo Su Palabra. 9. El viaje hacia el mar Rojo Enriquecimiento después de las pruebas Éxodo 12:35-36 dice: “E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los CAPÍTULO 4 127 egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios”. Básicamente, Israel recibió en una noche su paga por los varios cientos de años que habían sido esclavos en Egipto. Esto fue un cumplimiento de la promesa que Dios hizo a Abraham en Génesis 15:14: “Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza”. Es un principio de Dios que Él nos enriquece después de largas y difíciles pruebas. Salmos 66:10-12 dice: “Porque tú nos probaste, oh Dios; nos ensayaste como se afina la plata. Nos metiste en la red; pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; pasamos por el fuego y por el agua, y nos sacaste a abundancia”. Después de la prueba de Job, el Señor le enriqueció y le bendijo con el doble de lo que tenía antes de su prueba. “Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro” (Job 42:11). Isaías 61:7 promete: “En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo”. Zacarías 9:12 es una promesa para los prisioneros de esperanza: “Volveos a 128 EL VIAJE DE ISRAEL la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble”. Después de que hayamos pasado exitosamente a través de una prueba (dificultades o aflicción), llega un tiempo de enriquecimiento: natural, espiritual o económico. De Ramesés a Sucot La primera parte del viaje de los hijos de Israel fue de Ramesés a Sucot (Nm. 33:5), como vemos en Ex. 12:37: “Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños”. Había unos 600.000 hombres. Incluyendo las mujeres y los niños, habría probablemente entre dos y tres millones de israelitas en el tiempo del éxodo. La multitud mezclada “También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes” (Ex. 12:38). No sólo salió de Egipto el pueblo de Dios, sino que juntamente con ellos salieron también algunos de los egipcios y otras personas de la tierra. Tener una multitud mezclada de personas salvas y no salvas es un asunto muy serio incluso aún en nuestros días. Quisiera hacer una comparación con la parábola de la Red. Jesús dijo en Mateo 13:47-48: “Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera”. Toda clase de personas entra a la Iglesia, hablando espiritualmente, las buenas y las malas. CAPÍTULO 4 129 Debemos de asegurarnos de que todos reciban la oportunidad de ser salvos. Al mismo tiempo, debemos de asegurarnos de que las manzanas malas no afecten a las buenas: que aquellos que se aferran a sus malos caminos no corrompan a las buenas personas. Los huesos de José Leemos en Éxodo 13:19 acerca de un juramento que José había exigido a los hijos de Israel, varios cientos de años atrás: “Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros”. Esto hace referencia a Génesis 50:2425, donde José reafirmó las promesas que Dios les había hecho a Abraham, Isaac y Jacob de que Dios llevaría su simiente a la tierra de Canaán y se la daría a ellos por herencia: “Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob. E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos”. En un sentido, aunque José estaba muerto, siguió hablando (cf. He. 11:4). Aunque murió antes del tiempo del cumplimiento de la promesa de Dios con respecto a la Tierra Prometida, José entró a la promesa por fe. Esto quiere decir que un hombre o una mujer pueden morir antes del tiempo de la promesa y aun así heredar la bendición de otra generación. En otras palabras, con fe y visión, las personas pueden apropiarse y entrar a las bendiciones de futuras generaciones. 130 EL VIAJE DE ISRAEL De Sucot a Etam Desde Sucot, los hijos de Israel viajaron a Etam. Leemos en Éxodo 13:20-22: “Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto. Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego”. De Etam a Pi-hahirot, Migdol y Baalzefón Desde Etam, los hijos de Israel viajaron a Pi-hahirot, cerca de Migdol y Baal-zefón, como se registra en Éxodo 14:2: “Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar”. “Baal” significa “señor”, y “Zefón” se deriva de la raíz de una palabra hebrea que significa “escondido” u “oscuro”. Por lo tanto, uno de los significados de Baalzefón es “el señor de la oscuridad”. El Señor los llevó a una experiencia oscura para darles una gran victoria y destruir a sus enemigos. 10. La persecución de Faraón El Señor endureció el corazón de Faraón e hizo que persiguiera a los hijos de Israel, para así poder ejecutar Su juicio final sobre él y sobre los egipcios (Ex. 14:5-12). “Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados CAPÍTULO 4 131 están en la tierra, el desierto los ha encerrado. Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así” (Ex. 14:3-4). La actitud de los hijos de Israel es muy interesante. Leemos en Éxodo 14:10-11: “Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?” Cuando los hijos de Israel vieron que Faraón los estaba persiguiendo, dijeron que desearían no haber salido de Egipto. Quizá algunos piensen que los hijos de Israel dijeron eso porque tenían mucho miedo. Desgraciadamente, he visto a creyentes expresar los mismos sentimientos en situaciones difíciles. Muchos creyentes desean haberse quedado donde estaban en el mundo, porque habría sido mucho más fácil para ellos al no tener batallas que pelear. No es por casualidad que esta situación esté escrita en las Escrituras para nosotros. Hemos de reconocer la actitud del corazón de algunas personas. Siguieron diciendo en Éxodo 14:12: “¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto”. Es triste pero cierto 132 EL VIAJE DE ISRAEL que a las personas les gustan las ataduras. “Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas” (2 Co. 11:20). La NVI dice: “Aguantan incluso a cualquiera que los esclaviza, o los explota, o se aprovecha de ustedes, o se comporta con altanería, o les da de bofetadas”. No todos quieren ser liberados de sus ataduras. Hace unos años, varios ministros oraron por una mujer que tenía unos 60 demonios. Pudieron echar a la mayoría de los demonios, pero entonces se enfrentaron a algunos que eran especialmente fuertes y se negaban a salir. Entonces nos pidieron a mi esposa y a mí que fuéramos y les ayudáramos a orar para que salieran los pocos demonios que quedaban. Por la gracia de Dios, mediante la oración pudimos echar a todos los demonios excepto a uno. Cuando llegamos al último demonio, vino un ángel caído y fortaleció al demonio. Había una razón por la que no podíamos echar fuera a ese último demonio: ¡ella no quería dejarlo! Nosotros sabíamos que Dios quería liberar a aquella mujer, y que Él podía hacerlo. Le dijimos: “Usted puede ser liberada si quiere ser liberada”. El demonio quería salir porque no soportaba el poder de Dios, pero ella no le permitía salir. Entonces el ángel caído habló a través de esta mujer: “Permítanme recordarles respetuosamente que el hombre fue creado un poco menor que los ángeles”. Quería que todos supiéramos que estaba presente, y que no era un demonio pequeño. Cuando fortaleció al CAPÍTULO 4 133 demonio, no pudimos hacer nada al respecto. Como la mujer quería seguir aferrada a su atadura, no había nada más que pudiéramos hacer por ella. Más tarde, esa misma noche, la mujer le dijo a sus amigos: “Yo pude haber sido liberada esta noche, pero quería seguir con mi atadura”. Algunas personas aman sus ataduras. Aquí, en el mar Rojo, vemos la misma actitud reflejada en los israelitas: “Déjanos servir a los egipcios”. 135 Capítulo 5 DESDE EL MAR ROJO HASTA SINAÍ 1. El cruce del mar Rojo Cuando los hijos de Israel vieron que Faraón los perseguía, el temor los dominó (Ex. 14:10). Moisés intentó disipar sus temores: “Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” (Ex. 14:13-14). En el liderazgo, debemos mantener una actitud de “no temáis”, como hizo Moisés. En su temor, los israelitas decidieron acelerada y precipitadamente volver a Egipto. El peor momento para tomar una decisión es durante un periodo de oscuridad y dificultad, cuando todo va mal. Nunca tome una decisión cuando se sienta desanimado y abatido. Lamentablemente, he visto a muchas personas apartarse del Señor y casarse con la persona errónea mientras están en ese estado. Cuando salen de ese tiempo de regresión, han acumulado algo de lo que nunca se podrán deshacer. Dios dijo a través de Moisés: “estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy…”. Amados, estad firmes 136 EL VIAJE DE ISRAEL durante esos tiempos de oscuridad y dificultad. Permítame repetir esto: nunca tome una decisión en un momento de desánimo y abatimiento. La orden de “avanzar” de Dios El Señor dijo a Moisés en Éxodo 14:15: “¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen”. Cuando esté buscando dirección y Dios está en silencio, mantenga el curso que esté siguiendo en ese momento. Hace muchos años, mi esposa y yo estábamos en Camerún, en África occidental. Necesitábamos dirección, pues no sabíamos qué se suponía que debíamos hacer después. No estábamos seguros de si volver a Inglaterra, o irnos a América o Zaire. Escribimos a la junta directiva de nuestra misión, Evangelical Missions Home, pidiendo dirección en cuanto a si debíamos o no ir a Zaire, pero no recibimos ninguna respuesta. Sin embargo, el Señor nos dijo que el ángel del Señor iría delante de nosotros y nos estaría esperando en Zaire. Nos estábamos quedando en una ciudad llamada Myuka, que se conoce como la tumba del hombre blanco. Aun en los folletos de publicidad del país se advierte a los visitantes que no vayan allí. El calor era tan intenso que teníamos que irnos a la cama todas las tardes desde las 2:00 hasta las 4:00. Sencillamente no podíamos movernos. Hacía tanto calor, que después de haber estado en la cama un rato, podíamos ver la silueta de nuestros cuerpos en las sábanas debido a la transpiración. El promedio de expectativa de vida en aquella ciudad era de sólo 40 años. CAPÍTULO 5 137 Una tarde, estaba yo acostado en la cama mirando fijamente a la pared y vi unas hormigas que caminaban, atravesando una tabla donde se había derramado keroseno. Como ya sabe, las hormigas dependen de su sentido del olfato para orientarse, o por el contrario, una hormiguita va hasta que se encuentra con otra que le dice que va por buen camino y que puede continuar. Así es como viajan. El keroseno había hecho que perdieran el rastro de su propio olor. Podía adivinar que estaban confundidas y no estaban seguras a dónde debían ir. Algunas de ellas se rindieron y se dieron la vuelta, así que no llegaron a su destino. No pudieron avanzar más. Sin embargo, otras tenían determinado su curso por la hormiga anterior, así que perseveraron y siguieron su curso atravesando el keroseno. Una vez que hubieron cruzado el keroseno, recuperaron el rastro y llegaron a su objetivo. El Señor me habló una tremenda verdad mediante esta experiencia: “En tu camino hay sectores que tienen keroseno. Mantén tu curso y al final recuperarás la senda”. Por consiguiente, aunque no habíamos recibido una respuesta por parte de la junta directiva de nuestra misión, decidimos mantenernos en ese curso y continuar a Zaire. Mientras viajábamos, yo seguía sintiendo la siguiente palabra del Señor: “Mi ángel estará contigo”. Le dije a mi esposa que deberíamos ser los últimos en bajarnos del avión. Cuando bajamos, vi que alguien levantaba un cartel con mi nombre, y Dios me dijo: “¿Viste?, te dije que mi ángel estaría aquí esperándote”. Debido a que habíamos seguido avanzando en el Señor, volvimos a recuperar nuestro curso; habíamos recuperado nuestro “olor” espiritual. 138 EL VIAJE DE ISRAEL ¿Qué es lo que quiero decir? Si usted está caminando en la dirección que Dios ha ordenado para su vida y de pronto las cosas se vuelven muy confusas y no puede oír a Dios, no tema. Siga a través de la “mancha de keroseno” y recuperará su curso nuevamente. Si cambia de dirección, perderá su curso y no podrá cumplir su misión. Esa era la posición de los hijos de Israel en ese momento. El Señor dijo: “Marchen”. Por lo tanto, cruzaron el mar Rojo. Antes de hacerlo, Dios realizó otro milagro. “Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería” (Ex. 14:16-17). La oscuridad y la luz El Señor hizo que la columna de nube dividiera el campamento de Israel del campamento de Egipto. El campamento egipcio estaba en completa oscuridad, mientras que el campamento hebreo estaba lleno de luz. “Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros” (Ex. 14:19-20). Dios estaba controlando al enemigo. Dios es siempre el Señor de cada situación. CAPÍTULO 5 139 La división de las aguas En Éxodo 14:21-22 el Señor dividió las aguas del mar Rojo y los hijos de Israel pasaron por tierra seca. “Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda”. Algunos dicen que los hijos de Israel pudieron cruzar el mar Rojo porque estaba muy bajo. Dicen que era un pequeño pantano, y que por eso les resultó fácil cruzar por tierra seca. Sin embargo, habría hecho falta un milagro aún mayor que la división de las aguas para hacer que todo el ejército egipcio, incluidos sus caballos, se ahogaran en un charco de agua. La problemática de los egipcios Cuando los egipcios perseguían a los israelitas, el Señor los turbó. Leemos en Éxodo 14:23-25: “Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios”. El Señor hizo que las ruedas de sus carros se salieran. 140 EL VIAJE DE ISRAEL La vuelta a su lugar de las aguas Leemos en Éxodo 14:27-28: “Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno”. Dios salvó a Israel aquel día de la mano de los egipcios. El simbolismo del cruce del mar Rojo Es crucial que conozcamos bien la historia, porque el cruce de los hijos de Israel por el mar Rojo es un evento muy importante de la historia. Se hace referencia al mismo muchas veces en la Escritura (Nm. 21:14, Dt. 11:4, Jos. 2:10; 4:23; 24:6, Neh. 9:9, Sal. 106:9-11, 22; 136:13-15, Hch. 7:36, He. 11:29). Hay muchas verdades y lecciones espirituales conectadas con este evento que nos atañen a usted y a mí. Como mencionamos anteriormente, nuestro viaje comienza en Egipto al participar de la sangre del Cordero, y al experimentar la salvación. También comenzamos nuestra fiesta de los Panes sin levadura, mediante la cual seguimos alimentándonos de la Palabra pura de Dios. Luego llegamos al mar Rojo, que es simbólico del bautismo en agua, y después de ser salvos por la sangre del Cordero y comenzar a participar de la Palabra de Dios, el siguiente paso importante en la vida cristiana es ser bautizado en agua. El bautismo en agua es también un CAPÍTULO 5 141 acto de justicia (Mt. 3:15). Leemos en 1 Corintios 10:1-2: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar”. Las personas en el movimiento carismático dicen que el acontecimiento importante es el bautismo en el Espíritu Santo, y que el bautismo en agua no importa. Sin embargo, deberíamos observar que el acto del bautismo en agua rompe las ataduras de la vida pasada, así como los lazos denominacionales. Egipto representa la esclavitud, como Moisés dijo en Éxodo 13:3: “Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre”. El bautismo en agua puede liberarnos de muchas ataduras de nuestra vida pasada. No las rompe todas, pero sí algunas. Otro aspecto importante del cruce del mar Rojo fue que los israelitas comenzaron a creer en el Señor y en su líder: Moisés. Hizo que la fe aumentara. Leemos en Éxodo 14:31: “Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo”. El cruce del mar Rojo llevó a cabo muchas cosas en las vidas de los israelitas, pero no quitó de sus corazones el amor por Egipto. En todo su viaje por el desierto, los israelitas quisieron volver a Egipto cada vez que algo iba mal (Ex. 14:11-12; 16:3; 17:3; Nm. 11:5, 20; 14:4). Ellos habían salido de Egipto, pero Egipto no había salido de ellos. 142 EL VIAJE DE ISRAEL Hay un dicho que dice: “Puedes sacar a un niño de la granja, pero no puedes sacar la granja del niño”. Usted puede sacar a una persona de su ambiente, pero eso no significa que haya sacado el ambiente del corazón de la persona. Ocurre lo mismo con el bautismo en agua; nos separa del mundo, pero no purifica por completo nuestros corazones del amor a este mundo. ¿Cuál fue el propósito del cruce del mar Rojo (bautismo en agua) para los hijos de Israel? 1. El mar Rojo separó a los hijos de Israel de Egipto, conocido como la casa de servidumbre. 2. Rompió muchas ataduras del pasado. Salieron del poder de Faraón. ¡Su poder sobre ellos fue roto! 3. Destruyó a los enemigos que intentaban llevarlos de nuevo a Egipto. 4. Estimuló la fe en el Señor y en el liderazgo. 5. Trajo muerte a la vida anterior, y les permitió vivir una vida nueva para Dios. La fiesta de las Primicias Como creyentes, celebramos espiritualmente la fiesta de la Pascua cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, y la fiesta de los Panes sin levadura al meditar continuamente en la Palabra de Dios (Sal. 1:2). Las fiestas de la Pascua y los Panes sin levadura se celebraron en Egipto. CAPÍTULO 5 143 La tercera fiesta es la de las Primicias. Leemos en Levítico 23:10-11: “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá”. En 1 Corintios 15:20-21 Pablo explicó que Cristo es la primicia de los muertos: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos”. Así, en este sentido, la fiesta de las Primicias representa la vida resucitada. El bautismo en agua nos identifica con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Pablo desarrolla este tema en Romanos 6:3-5: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”. Colosenses 2:12 reafirma que el bautismo en agua representa la vida resucitada: “Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los 144 EL VIAJE DE ISRAEL muertos”. Después de haber sido bautizados en agua, deberíamos comenzar a caminar en una nueva vida. Por lo tanto, podemos relacionar el cruce del mar Rojo, que representa el bautismo en agua y la vida resucitada, con la fiesta de las Primicias, que también simboliza la vida resucitada. Aunque no existe registro de que los hijos de Israel celebraran esta fiesta cuando salieron de Egipto, ya que fue instituida más adelante, debía celebrarse el día siguiente al día de reposo de la Pascua. Sabemos que salieron de Egipto y cruzaron el mar Rojo después de haber celebrado la Pascua. Las fiestas se explicarán con mayor detalle más adelante. 2. El cántico de Moisés Mientras los hijos de Israel estuvieron en la tierra de Egipto, su enemigo no fue sometido. Habían escapado de su enemigo, pero Faraón aún los estaba persiguiendo. Dios no sólo libró de forma gloriosa a Su pueblo de Egipto al cruzar el mar Rojo, sino que también destruyó a Faraón y a todos sus ejércitos. En Éxodo 15:1-19, encontramos el “cántico de Moisés” registrado para nosotros. Leemos en Éxodo 15:1-2: “Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré”. CAPÍTULO 5 145 Esta es una verdad muy importante para nosotros. Cuando tenemos un enemigo, debemos asegurarnos de que nuestro enemigo esté totalmente destruido. Es imperativo destruir al enemigo completamente para que no continúe persiguiéndonos. En algunos lugares, hay iglesias que tienen problemas perpetuos. Generalmente el problema se remonta a varias generaciones atrás. Quizá hubo avivamientos años antes, y consiguieron alcanzar ciertas bendiciones, pero después no se ocuparon del enemigo. El resultado fue que el enemigo regresó y causó problemas para las generaciones futuras. Debemos perseverar en la batalla hasta el final cuando estamos lidiando con poderes espirituales, para que no sólo los expulsemos sino también los dominemos. En Apocalipsis 15:3 vemos a los santos victoriosos de Dios en el cielo cantando el cántico de Moisés: “Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos. Rey de los santos”. He visto a personas liberadas de la esclavitud que fracasaron en tratar con la raíz de la atadura y, por consiguiente, la atadura los siguió persiguiendo y los volvió a atrapar. El rey David dijo que persiguió a sus enemigos implacablemente hasta que fueron totalmente destruidos (2 S. 22:38-41). Especialmente en nuestras familias, cuando hay problemas que han llegado a nosotros de generaciones previas, 146 EL VIAJE DE ISRAEL debemos detener las ataduras aquí y ahora. Quizá se saltaron una generación que consiguió obtener cierto dominio sobre ellas, pero luego llegaron a la siguiente generación. Por la gracia de Dios, debemos atarlas y mandarlas al infierno para que no vuelvan a obstruir a futuras generaciones ni influenciar a otras personas. Cuando el poder del enemigo queda roto y atado en el infierno, ya no puede obtener fortaleza aunque haya algún área de vulnerabilidad en nuestra vida. Visión del monte Sion Moisés habló de Sion como el destino final de los hijos de Israel en Éxodo 15:17: “Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, en el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado”. El Señor sacó de Egipto a los hijos de Israel para llevarlos a la Tierra Prometida, al monte Sion, el lugar de Su morada. El monte del que se habla aquí no es el monte Sinaí, porque el monte Sinaí estaba situado en el desierto, y no en la tierra de su herencia. Sólo puede referirse al monte Sion. Esto se confirma en el Salmo 78:54, 68: “Los trajo después a las fronteras de su tierra santa, a este monte que ganó su mano derecha… Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó”. Es muy importante que un creyente sepa hacia dónde va, y dónde está su herencia. Como hemos observado anteriormente, el viaje de Israel representa el viaje espiritual de los cristianos. Por lo tanto, ya que hemos CAPÍTULO 5 147 establecido claramente que el destino final de los hijos de Israel era el monte Sion, también podemos decir que la meta y destino final de los creyentes es el monte Sion celestial. En Hebreos 12:22-23 se reitera que nuestra meta es el monte Sion: “Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos”. No debemos quedarnos cortos ni conformarnos con un lugar por debajo de nuestra herencia en esta vida. Hace muchos años realmente experimenté la muerte física, y el ángel del Señor vino y me llevó al cielo. Después de haber cruzado el río en el cielo, se me mostró toda mi vida en forma de episodios. En este punto de mi vida, me di cuenta de que debemos rendir cuentas de algo más que sólo las obras que hayamos hecho mientras vivimos en esta carne. El Señor me mostró que yo había muerto antes de mi tiempo señalado y que no había completado el plan de Dios para mi vida. En su misericordia, el Señor me permitió volver a la tierra y me dio otra oportunidad para terminar Su propósito para mi vida. Desde aquella experiencia, he tenido una carga constante no sólo por mi vida, sino también por los creyentes a los que enseño: incluso antes de la fundación del mundo Dios tenía un plan, una meta y una herencia para nosotros. No debemos dejar de alcanzar nuestra herencia. 148 EL VIAJE DE ISRAEL El Señor había previsto que la No debemos dejar generación de los hijos de de alcanzar Israel que salió de Egipto nuestra herencia. entrara en la Tierra Prometida. Lamentablemente, murieron en el desierto debido a su desobediencia y falta de fe. No fue sino hasta la generación de David que llegaron al monte santo de Sion. María la profetisa En Éxodo 15:20-21, leemos sobre María, la hermana de Moisés, quien tomó un pandero y dirigió a las mujeres en cántico y danza para el Señor: “Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido; ha echado en el mar al caballo y al jinete”. Claramente, María fue designada profetisa. En Efesios 4:11 tenemos los cinco dones ministeriales. Obviamente, una mujer puede ser profetisa. Me gustaría hacer dos comentarios sobre el hecho de que las mujeres estén en el ministerio. En primer lugar, los hermanos deberían aceptar a las hermanas que tengan un llamado al ministerio. En segundo lugar, las hermanas que hayan recibido un llamado de Dios deberían darse cuenta de que ellas también pueden tener un llamado, como María. Esto es muy importante, porque en algunos países las mujeres no son aceptadas, y batallan mucho pensando que el ministerio es sólo para los hermanos. CAPÍTULO 5 149 3. Las aguas amargas Una cosa para la que debemos preparar a las personas en la vida cristiana es la decepción. Después de la experiencia del mar Rojo, los hijos de Israel viajaron durante tres días por el desierto y no pudieron encontrar agua. Luego hallaron agua en Mara, pero era amarga y no podían beberla. Leemos en Éxodo 15:22-24: “E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. Entonces el pueblo murmuró contra Moisés y dijo: ¿Qué hemos de beber?” Habrá momentos de amargura en nuestro viaje espiritual para nosotros como creyentes. Debemos saber cómo vencer la amargura en nuestra vida personal, porque la amargura es muy peligrosa. Hebreos 12:15 dice: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”. La amargura se reproduce rápidamente. Si una persona tiene amargura, fluirá a muchos, muchos corazones. La amargura se establece porque las personas endurecen sus corazones cuando son heridas, y resisten la gracia de Dios que está disponible. La amargura entra a nuestra vida cuando fracasamos en apropiarnos de la gracia de Dios para vencer las decepciones. Podemos ser decepcionados por una persona, una situación o por lo que una persona nos ha 150 EL VIAJE DE ISRAEL hecho; sin embargo, hay gracia disponible para cada prueba y para cada circunstancia. ¡Siempre es posible sobreponernos y triunfar! ¿Cuál es la clave para vencer la amargura? La vemos en Éxodo 15:25: “Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó”. La clave fue el árbol, que tipifica la cruz. Para obtener la victoria sobre la amargura, (1) debemos ir a la cruz, entendiendo que no tenemos ningún derecho por nosotros mismos. Después de haber ido a la cruz, (2) debemos dar un segundo paso, que es perdonar. El perdón tiene sus raíces en el tercer paso, que es (3) olvidar. No podemos perdonar de verdad a menos que olvidemos lo que ha ocurrido. En Génesis 41:51 encontramos un principio espiritual que traerá victoria en nuestra vida si somos capaces de apropiarnos de ello y luego practicarlo: “Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre”. Este versículo habla del primogénito de José, Manasés, uno de los dos hijos que tuvo después de salir de prisión. Manasés significa “olvido”. José dijo que el Señor le hizo olvidar todo su trabajo y sufrimiento. El nombre del segundo hijo de José fue Efraín, que significa “doble fruto”; así, vemos que olvidar es lo que nos conduce a una vida cristiana fructífera. Cuando mi esposa y yo vivíamos y ministrábamos en Suiza hace muchos años, dirigíamos una escuela bíblica en el interior de un hotel. Teníamos gente de toda Europa que CAPÍTULO 5 151 venía a pedirnos consejo. Tuvimos muchas sesiones de consejería difíciles, algunas duraban varias horas mientras la gente abría su corazón y nos contaba todos los pecados con los que batallaban. Por la gracia de Dios, recibíamos la clave para cada situación, y salían victoriosos. Sin embargo, yo comencé a sentirme como un pozo negro porque había acumulado todo el conocimiento de sus pecados, y cuando volvía a ver a esas queridas personas podía recordar todo lo que me habían contado. Oré y dije: “Señor, yo no puedo seguir así”. Él me dijo: “Pídeme tu Manasés (olvido). Cuando hayas finalizado la consejería vuelve a tu habitación y pídeme que te dé tu Manasés”. Para ilustrar mi punto, es como un niño que se quita un sombrero y se pone otro. Lo único que usted debe hacer es orar: “Señor, me estoy quitando este viejo sombrero y todos sus pensamientos, y me estoy poniendo un sombrero nuevo. Me estoy poniendo a Manasés”. Después de eso, pude mirar a esas queridas personas a las que había aconsejado, ¡sin recordar ni una sola cosa de lo que me dijeron! Dios puede darle un olvido santo como se lo dio a José. Es maravilloso y necesario tener el olvido de Dios en la consejería. Muchas personas están en la necesidad de un consejero de confianza, de quien recibir consejería, y quizá alguien a quien confesar para poner en orden ciertas cosas: alguien que no le contará a otros su sensibilidad en las luchas. No quieren tener que mirar al consejero después y pensar: “Tiene un almacén con todos mis secretos”. 152 EL VIAJE DE ISRAEL Con un Manasés, yo podía mirar literalmente a una persona y no acordarme de lo que me ha compartido. Cuando las personas regresan y me preguntan si recuerdo lo que me habían contado, no puedo ni siquiera acordarme de haberles dado consejería. Olvidar es algo poderoso. ¡Mantiene libres nuestros espíritus! El primer lugar donde se debe practicar el olvido santo es en el hogar. Debería funcionar con los maridos y sus esposas, y entre padres e hijos. No puedo dejar de enfatizar la necesidad del olvido santo para los pastores. Un pastor joven probablemente verá en su primera congregación el mismo tipo de personas que tuvo el rey David en el desierto, aquellos que estaban en deudas, angustiados y descontentos (véase 1 S. 22:2). Por lo general, este suele ser el caso, a menos que usted suceda a un buen pastor que ya le haya dejado todo limpio, lo cual es muy dudoso. A menudo tendremos todo tipo de personas diciendo cosas sobre nosotros, cosas que son ciertas, y algunas que no son ciertas. Las más dolorosas son las palabras que son ciertas, porque las que no son ciertas podemos dejarlas resbalar como el agua por la espalda de un pato. Cuando alguien diga algo, vaya rápidamente a Dios y pídale su olvido santo. Esto quiere decir que podemos tener paz y victoria. Comience a practicar esto de inmediato para que pueda triunfar en las aguas de Mara (experiencias amargas). Cuando tenga la victoria en su propia vida, podrá impartírsela a otros. CAPÍTULO 5 153 La cualidad de tolerancia significa “ser capaz de aguantar el mal en el corazón de una persona con la que Dios aún no ha tratado”. Pablo dijo en Efesios 4:1-2: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”. Como líder, usted puede tener una necesidad seria en su propia vida, y quizá diga: “Dios, por favor trata con esto”. Sin embargo, quizá Dios trate primero con todo lo demás. Eventualmente, Él pondrá remedio a aquello que más nos preocupa. Dios tiene Su orden cuando trata asuntos en la vida de una persona. A veces es necesario tener a ciertas personas en la congregación que tienen problemas serios que Dios aún no ha tratado. Esto tiene el propósito de desarrollar una cualidad especial de tolerancia en nuestras vidas. Debemos aprender a contenernos ante las faltas que vemos en otros, y también las que vemos en nosotros mismos. Me acuerdo de varias personas con las que hemos tenido que estar en contacto con bastante frecuencia. Son lindas personas, pero con problemas serios en sus vidas. A veces hemos sentido que teníamos que dejar de relacionarnos con ellos por esos problemas, pero Dios nos ha dicho repetidamente: “Yo trataré eso en Mi tiempo, y ahora lo estoy usando para desarrollar tolerancia en ustedes”. Recuerde: Dios está deseoso de formar líderes. Por lo tanto, Él no sólo selecciona al pastor para la congregación, 154 EL VIAJE DE ISRAEL sino que también escoge a la congregación para el pastor. Por consiguiente, deberíamos darle gracias a Dios por nuestra congregación, que ha sido especialmente escogida para trabajar en nosotros Su naturaleza y cualidades. 4. El Señor nuestro Sanador Hemos pasado por las aguas de Mara, y ahora nos movemos a Éxodo 15:26, donde el Señor dijo: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”. Aquí se nos presenta a Cristo, Aquel que nos sana. La sanidad divina está en la expiación. En la Gran Comisión, el Señor dijo en Marcos 16:15-18: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”. El Señor nos ordenó imponer manos sobre los enfermos, con una promesa de que se recuperarían. La sanidad divina es una parte del evangelio. CAPÍTULO 5 155 5. Elim Los hijos de Israel viajaron a Elim, donde había 12 fuentes de agua y 70 palmeras (Ex. 15:27; Nm. 33:9). Este versículo revela varias verdades con respecto al desarrollo y la organización de una iglesia. El número “doce” habla de gobierno, el grupo gobernante de una iglesia. Una fuente es para saciar la sed de otros. Un líder, por tanto, es una fuente que debe tener agua brotando en su propio corazón, fluyendo para otros (Pr. 10:11). El Señor Jesucristo dijo en Juan 4:14: “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Como líderes, debemos asegurarnos de que nuestra fuente de agua esté siempre abierta, y que no se detenga. Una manera en que podemos detener o secar nuestra fuente es viviendo en el pasado. Esto le ocurre a muchos. En una reciente conferencia, estábamos hablando con algunos hermanos que nos visitaban sobre un hombre al que todos conocíamos. Este es el informe que ellos me dieron: “¡Ahora vive en el pasado! Está perpetrando lo que Dios solía hacer, y no está viviendo en una experiencia actual de Dios”. Él se había quedado en una meseta y no había continuado en su caminar con Dios, hasta Su santo monte. En otras palabras, su fuente se secó (cf. Ap. 3:1). En una de las escuelas bíblicas a las que asistí, había una pareja maravillosa que luego se hicieron pastores. Les vi cinco años después, y el nivel de nuestra conversación 156 EL VIAJE DE ISRAEL era el mismo que habíamos tenido en la escuela bíblica. Desgraciadamente, no habían avanzado en Dios. Cada uno de nosotros necesitamos una experiencia actual en Dios, algo que Dios nos esté hablando en este momento. En Elim, también vemos 70 palmeras. Setenta es el número del liderazgo. Las palmeras hablan de justicia (Sal. 92:12). Isaías 61:3 habla de “…árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Por lo tanto, tenemos aquí una de las cualidades del liderazgo. Los ancianos tienen que ser como palmeras: justos y rectos. Además, la gente recta debe rodearse de otros que sean justos. Elim era un oasis en el desierto, y de la misma manera, los líderes deben ser un oasis para su rebaño. Al mismo tiempo, un líder debe ser justo, una fuente que sacia el alma sedienta y un ejemplo para otros. 6. La necesidad de comida Ahora Israel se enfrenta a otra prueba. Había escasez de alimento. Leemos en Éxodo 16:1-3: “Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud”. CAPÍTULO 5 157 Cuando Israel fue tentado con carencia por un tiempo, no pasaron la prueba. Nosotros también seremos probados en esta área de una forma o de otra. Seremos probados económicamente. Dios busca fidelidad aún en tiempos de aprietos. Él quiere saber si le serviremos aún cuando nuestro estómago no esté del todo satisfecho. Dios respondió su clamor con maná y con codornices, como leemos en Éxodo 16:4: “He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no”. Dios dijo: “Les estoy dando una cierta porción cada día y no más”. A veces, quizá por un largo periodo de tiempo, Dios nos da sólo lo que necesitamos y nada más. Tenemos suplidas nuestras necesidades, pero, si se me permite decirlo así, no tenemos suficiente para los deleites. Quizá no tengamos suficiente para nuestros deseos, sino sólo para nuestras necesidades. Me refiero no sólo a la comida, sino también a otras áreas de la vida. A menudo estos problemas surgen en el campo misionero. Puede que las personas digan: “Quiero esto, esto y esto. Quiero este tipo de casa. Quiero un auto nuevo. No quiero que mis hijos crezcan en este área”, y cosas semejantes. Se me parte el corazón, porque están viviendo en Éxodo 16:4, donde Dios ha limitado sus recursos. Tienen suficiente, pero desean comodidades adicionales, incluso comodidades que quizá otros no tienen. Dios les ha dado lo necesario, pero no están satisfechos. Por lo tanto, nuestros deseos y preferencias deben ser crucificados para que podamos darle gracias a Dios por 158 EL VIAJE DE ISRAEL lo que sea que Él escoja proveernos. Hay un pasaje hermoso que expresa bien la excelente actitud del apóstol Pablo. Pablo dijo: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:11-13). No hay nada que rompa más el corazón que escuchar a un ministro quejarse por lo que tiene o no tiene. Esa actitud fluye en su mensaje, y las aguas que fluyen de su boca son tanto amargas como dulces. A veces Dios derrama sobre nosotros abundantemente, y hemos de aprender a vivir con abundancia sin caer en el lujo excesivo. O, como dijo el profeta Ezequiel, comer y beber en cantidades limitadas (Ez. 4:9-11). Pablo usa la frase: “He aprendido”. Esto no es algo que venga de forma natural. Es necesario que aprendamos a vivir con lo que Dios nos da. Si queremos pasar el desierto para llegar hasta la Tierra Prometida, y luego a Sion, debemos aprender a estar contentos con lo que Dios nos da (Nm. 14:22-23). La desobediencia de Israel Dios dijo claramente que el maná había de ser recogido cada día y no almacenado. Después, el sexto día, había una doble porción que recoger para que el día de reposo CAPÍTULO 5 159 (el séptimo día), pudieran descansar. Algunos desobedecieron, recogiendo y almacenando el maná, como leemos en Éxodo 16:20: “Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés”. Por consiguiente, en Éxodo 16:28 dice: “¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?” Los israelitas fueron muy desobedientes. 7. La necesidad de agua Los israelitas murmuran de nuevo contra Moisés En Éxodo 17:2-3 leemos cómo el pueblo estaba realmente listo para apedrear a Moisés a causa de su sed. Criticaban a Moisés, diciendo: “Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?” Repetidamente, vemos un corazón malo de falta de fe en los israelitas. Nuevamente querían volver a Egipto. Me acuerdo de un ministro y su esposa en Francia. Habían sido maestros en una escuela secular durante 15 años antes de comenzar a pastorear. Ellos se enfocaban continuamente en lo que habían dejado: “Hemos renunciado a quince años de antigüedad para estar en el ministerio”. Estaban constantemente mirando hacia atrás. 160 EL VIAJE DE ISRAEL La esposa de Lot se convirtió en una estatua de sal porque miró atrás. Los israelitas no llegaron a la Tierra Prometida porque también estaban siempre mirando hacia atrás. Hay una escritura en Eclesiastés 7:10 que advierte: “Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”. Por lo tanto, debemos tener mucho cuidado de no decir en nuestras vidas: “Nuestros días de antes eran mejores que estos”. Ir a la roca Leemos en Éxodo 17:4-5: “Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué hare con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve”. En este caso, vemos que los israelitas necesitaban agua; por consiguiente, Dios guió a Moisés a la fuente de agua, e Israel bebió. Fue necesaria la intervención de Moisés. La obediencia absoluta es necesaria para un líder. Un líder siempre tiene que ir delante del pueblo; un pastor debe ir siempre delante del rebaño. La tarea de un pastor es buscar cuáles son las necesidades de la congregación. El líder no sólo debe estar al frente de la congregación, sino que también debe ser la cabeza espiritual. CAPÍTULO 5 161 8. La guerra contra Amalec Mientras Israel estaba en Refidim, Amalec llegó e hizo guerra contra Israel (Ex. 17:8-16). Amalec era el nieto de Esaú (Gn. 36:12). Como la mayoría de ustedes saben, Esaú era un hombre de impulsos; por lo tanto, habla de deseos carnales. Así, los amalecitas representan espíritus de deseos carnales. Uno de los obstáculos contra los que tendremos que luchar y vencer en la congregación es la carnalidad. Este relato de Éxodo 17:8-16 es muy interesante. Mientras Moisés levantaba sus manos, Israel prevalecía, y cuando las bajaba, Amalec prevalecía. El punto que quiero enfatizar es este: estas batallas no fueron batallas rápidas, no se terminaron en unos minutos. A veces, nuestras batallas contra la carnalidad y los deseos carnales son bastante largas. Un líder debe perseverar hasta que tenga la victoria final para que él y la congregación estén totalmente libres de los apetitos carnales. Nuestra meta es obtener la declaración de Pablo: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Ti. 6:6). 9. Delegación En Éxodo, capítulo 18, tenemos lo que se ha denominado “Jetrogación”. Cuando Jetro (el suegro de Moisés) llevó a la familia de Moisés con él al desierto, Moisés salió para encontrarse con él y le declaró todas las bondades que Dios había mostrado a los hijos de Israel (Ex. 18:5). 162 EL VIAJE DE ISRAEL Leemos el relato en Éxodo 18:10-19: “Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los egipcios. Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos. Y tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y todos los ancianos de Israel para comer con el suegro de Moisés delante de Dios. Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde. Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes. Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios”. Jetro le estaba diciendo a Moisés: “No intentes llevar esta gran carga tú solo. Escoge hombres competentes que puedan llevar la carga contigo. Si lo haces, serás capaz de aguantar”. Delegar la autoridad es algo que todo líder debe aprender. Éxodo 18:20 señala el papel de un líder: “Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer”. Desde el CAPÍTULO 5 163 púlpito enseñamos a la congregación los caminos, leyes y mandamientos de Dios. Les mostramos el camino por el que deben andar y la obra que deben hacer. El arte del liderazgo está basado en la capacidad de delegar autoridad y responsabilidad a otros. A medida que crezca su iglesia, debe pasar más tiempo levantando su liderazgo y dándoles responsabilidades. Hoy día, a estos individuos responsables (co-pastores) se les llama normalmente jefes de grupo. Los requisitos para estos líderes se encuentran en Éxodo 18:21-22: “Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo”. Debemos recordar que el pastor debería reunirse con el grupo de líderes por separado, aparte de la congregación, e instruirlos. Hay otro versículo en el Nuevo Testamento que tiene que ver con esto: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Ti. 2:2). La clave para una buena delegación es enseñar a sus líderes, y a cambio ellos le ayudarán a cuidar del descanso del rebaño. Una persona puede supervisar a 10,000 personas si se organiza bien y tiene un equipo de líderes capacitados 164 EL VIAJE DE ISRAEL que le ayuden. Sin embargo, a veces es voluntad de Dios dividir a la congregación en varias iglesias, pues podría multiplicarse mejor de ese modo. Todo depende del lugar, y por supuesto, de la mente del Señor. Tener múltiples servicios el domingo por la mañana no siempre es lo mejor, porque se tiende a tener dos congregaciones en una iglesia, y puede resultar muy difícil. En los Hechos de los Apóstoles, había un problema para hacer frente a la multiplicación. Leemos en Hechos 6:1: “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria”. Los apóstoles necesitaron a muchos más líderes calificados para que les ayudaran a cuidar del rebaño y ocuparse también de otros asuntos más pequeños. En Hechos 6:2-4, realizaron un consejo y tomaron una decisión: “Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”. A nivel personal, con todas las responsabilidades que tengo (con el liderazgo de una congregación y una escuela bíblica, y también con muchos compromisos con otros CAPÍTULO 5 165 países), tengo que delegar autoridad. La gente viene continuamente y me pregunta: “¿Puede conseguirme esta computadora?” o “¿De qué color pinto los contenedores de la basura?” Yo he tenido que decir: “Tome usted la decisión”. Un líder no puede tener su mente llena de esas cosas. Por lo tanto, debemos asignar a las personas ciertos cargos y decirles: “Dentro de lo razonable, le he dado autoridad, así que tome usted la responsabilidad de solucionar esos asuntos, y si es demasiado difícil para usted, entonces acuda a mí”. Todo el universo de Dios depende en delegar. Él equipa a las personas para ciertas responsabilidades. Lo último que el líder debería estar haciendo es usar un martillo y clavos cuando debería de estar estudiando la Palabra de Dios y orando. Dios tiene a otros que pueden clavar clavos. Ahora bien, no vaya a su iglesia y diga: “Yo soy el pastor, así que jamás me verán clavar un clavo”. Hay veces en que los ministros están llamados a ayudar en tareas pequeñas, especialmente cuando la iglesia o el ministerio es pequeño”. Hace muchos años tuve la responsabilidad de supervisar la construcción de varios miles de casas para la gente en Guatemala después de un terremoto, y hasta me subí a los techos y clavé unos clavos. Afortunadamente estuvo bien hecho. Lo único que estoy diciendo es que el líder no puede estar preocupado con todos los pequeños detalles, sino que debe asegurarse de que alguien más esté al cuidado de las tareas más pequeñas. Está claro que en la Iglesia primitiva los pastores se dedicaban a la oración y al estudio de la Palabra. 166 EL VIAJE DE ISRAEL ¿Qué es una iglesia? Es una reunión de creyentes. En algunos lugares de África, no tienen edificios. En un poblado de Kenia, su iglesia era un lugar bajo un árbol con tres palos y piezas de madera entre ellas que se usaban como asientos. De hecho, no necesitamos edificios muy elaborados. Dios podría tener una iglesia provista por la naturaleza; no obstante, esto obviamente no funcionaría en una ciudad. Para terminar, la clave de la “Jetrogación”, como lo hemos llamado, es escoger a personas de buena reputación a quien podamos darles tanto responsabilidad como autoridad. Una vez que haya escogido a alguien, compruebe que el trabajo o la tarea se haya hecho, pero no se involucre en los detalles, déjelo hacer su trabajo. 167 Capítulo 6 EL MONTE SINAÍ 1. El viaje al monte Sinaí Los israelitas habían llegado ahora al monte Sinaí: “En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí. Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte” (Ex. 19:1-2). La idea que estoy desarrollando es que cuando llegaron a Sinaí, acamparon ante el monte Sinaí en el mes tercero, y la fiesta del tercer mes es la fiesta de Pentecostés. Por lo tanto, Sinaí es un tipo de Pentecostés, y los eventos que se producen en el monte Sinaí están relacionados con la experiencia pentecostal. Son un tipo de lo que ocurre en el bautismo del Espíritu Santo. Es una verdad hermosa, porque a menudo equiparamos el bautismo del Espíritu Santo simplemente con hablar en otras lenguas. De hecho, hay muchas otras bendiciones encerradas en la experiencia pentecostal. 2. Ser llamados a la presencia de Dios Antes que nada, los israelitas fueron llamados a entrar a la presencia de Dios: “Y Moisés subió a Dios; y Jehová 168 EL VIAJE DE ISRAEL lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel” (Ex. 19:3). El Señor habló a Moisés de forma muy clara y le dio determinadas promesas a Israel. Por lo tanto, podemos ver que en el monte Sinaí tenemos la presencia de Dios y Su voz. El bautismo del Espíritu Santo hace que la presencia de Dios se abra ante nosotros de una forma completamente nueva El bautismo del Espíritu Santo hace que la presencia de Dios se abra ante nosotros de una forma completamente nueva. Oímos a Dios hablándonos de una forma que nunca antes habíamos conocido. Llevados sobre alas de águila Estas son algunas de las promesas que Dios dio a Israel. En Éxodo 19:4, el Señor dijo: “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí”. Dios quiere que seamos “cristianos águilas”. Un águila tiene características peculiares que son muy importantes. Una característica de las águilas es que sus ojos tienen la capacidad de ver cosas que están muy cerca, pero también tienen unas lentes telescópicas que les permiten ver cosas que están muy lejos. Es importante que como cristianos, y especialmente como líderes, tengamos ojos de águila. Debemos prestar atención a los detalles de la vida, pero también tener una visión de largo alcance. CAPÍTULO 6 169 A mi esposa no le gustan las serpientes. Este versículo de Éxodo 19:4 cobró vida para nosotros cuando éramos misioneros en Camerún, donde había serpientes por todos lados. En África anochece con mucha rapidez. Cuando se habla del África negra, es muy negra. Uno puede tocar literalmente la oscuridad. Obviamente, uno no puede detener su vida a las seis de la tarde. No había carreteras en el área donde vivíamos, sólo pequeños senderos por los que caminar. No sólo teníamos que llevar una linterna, sino también teníamos que atarnos linternas en los pies para ver el camino porque había serpientes por todos lados. Esta experiencia nos dio un nuevo entendimiento del Salmo 119:105: “Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi caminar”. La Palabra de Dios nos muestra que necesitamos ver el camino, y también, que ilumina nuestras circunstancias presentes. Así son los ojos de un águila: tienen una visión de corto y de largo alcance. Volviendo al tema de mi esposa y su aversión por las serpientes, una noche el Señor le dio a mi esposa un sueño. Ella iba caminando por un lugar con hierba muy espesa, y allí había una serpiente. Sin embargo, como la serpiente le tuvo miedo, se escapó. Este sueño se cumplió al día siguiente cuando ella estaba caminando en ese mismo lugar que había visto. Apareció una serpiente, y al ver a mi esposa se escondió bajo la maleza. Algo que tuvimos que aprender en África y en algunos de esos otros países es que Dios le dio a Adán, y a todos nosotros, dominio sobre el reino animal. Si no les tenemos miedo, y caminamos hacia ellos, 170 EL VIAJE DE ISRAEL retrocederán. Los demonios nos tienen mucho temor, no por lo que somos, sino por Aquel que está en nosotros. Las serpientes tienen miedo de las águilas. Dios quiere que seamos “cristianos águilas” que no teman a los espíritus malignos o demonios. La oscuridad no prevalece ante la luz, sino que la luz prevalece ante la oscuridad. Esta debe ser siempre nuestra actitud. Me acuerdo de una querida hermana que tuvo que pasar toda una noche en una casa embrujada. La gente había visto allí apariciones, especialmente en la habitación en la que ella estaba. Esa noche, aquellas horribles apariciones le despertaron bruscamente, y ella simplemente dijo: “¿Qué haces perturbando mi paz y descanso? ¡Ahora vete!” La aparición se fue de inmediato. Esa es la actitud de un “cristiano águila”. Recuerde: el águila va tras la serpiente; la serpiente huye del águila, y nunca es al revés. El tesoro especial de Dios El Señor dijo en Éxodo 19:4-5: “… os tome sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra”. Los hijos de Israel, y sin duda aquellos que han sido redimidos por Cristo en la Era de la Iglesia, son el tesoro especial de Dios porque Él ha pagado un gran precio por nosotros. Nunca pagamos un alto precio por algo que no valoramos. CAPÍTULO 6 171 Un reino de sacerdotes En Éxodo 19:6 el Señor continúa: “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”. El plan de Dios era que toda la nación fuera ordenada para convertirse en reyes y sacerdotes. La Iglesia recuperó lo que Israel perdió. Primera de Pedro 2:5, 9 hace referencia a los redimidos como un sacerdocio real: “Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. Somos llamados a ser hechos reyes y sacerdotes. Apocalipsis 5:9-10 lo confirma: “Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. Primera de Samuel 2:8 dice: “Él levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y él afirmó sobre ellas el mundo”. 172 EL VIAJE DE ISRAEL 3. La santificación del pueblo En Éxodo 19:10 hay una hermosa santificación del pueblo: “Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos”. Algunos quizá se pregunten cómo se relaciona esto con el bautismo del Espíritu Santo; de hecho, es un requisito para recibir el bautismo. Este requisito a veces se pasa por alto. Consiste en la obediencia: debemos obedecerlo a Él. Esto lo vemos en Hechos 5:32: “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”. Así, hay una cierta medida de obediencia requerida para recibir el bautismo del Espíritu Santo. Otra pastora y yo estábamos celebrando una reunión para los que quisieran recibir el bautismo del Espíritu Santo. Cierta señora que pasó al frente pidiendo oración, había estado clamando a Dios: “Señor, bautízame en el Espíritu Santo”. La pastora dijo en su corazón: “Señor, seguro que esta hermana lo va a recibir”. Entonces el Señor abrió sus ojos, y ella vio a esta mujer como Dios la veía. En ese momento entendió por qué la mujer no podía recibir el Espíritu. No estaba viviendo en obediencia. Me gustaría darle otro ejemplo. Un hermano estaba buscando el bautismo del Espíritu Santo, y mientras oraba, el Señor le habló: “Entra en la otra habitación y suelta el pájaro que tienes en tu jaula”. Ese pájaro no había nacido en cautividad, sino que él lo había capturado y enjaulado. Obedeciendo completamente como un niño a Dios, fue a la otra habitación, abrió la jaula y soltó al pájaro. ¡Tan pronto como obedeció, recibió el bautismo del Espíritu Santo! CAPÍTULO 6 173 A veces Dios requiere un acto de obediencia antes de darnos el bautismo del Espíritu Santo. ¡Él es quien bautiza! Por lo tanto, tenga mucho cuidado de poner énfasis en estos principios en su congregación. Hay veces en las que Dios dice: “Te bautizaré en el Espíritu Santo, pero primero requiero que respondas a eso que te he estado pidiendo”. Por eso, debemos cumplir toda la Escritura. Cuando buscamos el bautismo del Espíritu Santo, es bueno que la gente pase y esté en silencio delante del Señor para que Él pueda hablarles. Si hay algo en sus vidas sobre lo que Dios esté poniendo su dedo porque no están obedeciendo, deben arreglarlo antes de orar. ¡Es increíble! Las personas que han estado buscando el bautismo durante años, reciben su bautismo tan pronto como realizan un pequeño acto de obediencia requerido. 4. Recibiendo la Ley En Éxodo 20 vemos que Moisés recibió la Ley: los Diez Mandamientos. Básicamente están divididos en dos partes, sobre dos tablas de piedra. La primera parte trata sobre nuestras obligaciones hacia Dios (mandamientos 1-4), y la segunda parte tiene que ver con nuestras obligaciones hacia los demás (mandamientos 5-10). Tenemos que ser muy claros en que los Diez Mandamientos tienen alcance hoy día. En ningún lugar se sugiere que estos Diez Mandamientos hayan sido revocados. El Señor Jesucristo nos enseñó claramente en Mateo 5:17: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”. 174 EL VIAJE DE ISRAEL ¿Cómo nos afecta la Ley? Romanos 8:4 nos dice claramente que la Ley ha de cumplirse en nosotros: “Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. ¿Cuál es el nuevo pacto? La respuesta se encuentra en Hebreos 8:10: “Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo”. No es la ley escrita sobre tablas de piedra, sino la ley de Dios escrita en nuestros corazones. Recuerde que en el momento del bautismo del Espíritu Santo, debe haber una nueva apreciación por las leyes de Dios. Los Diez Mandamientos 1. No tendrás dioses ajenos delante de mí (20:3) 2. No te harás ninguna imagen ni te inclinarás a ella ni la honrarás (20:4-5) 3. No tomarás el nombre de tu Dios en vano (20:7) 4. Santificarás el día de reposo (20:8) 5. Honra a tu padre y a tu madre (20:12) 6. No matarás (20:13) 7. No cometerás adulterio (20:14) 8. No robarás (20:15) 9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio (20:16) 10. No codiciarás (20:17). CAPÍTULO 6 175 5. La confirmación del pacto con Israel En Éxodo 23:20-33 Dios confirmó de forma maravillosa Su pacto con Israel. El Señor llamó a Moisés y a los ancianos a subir al monte a encontrarse con Él en Éxodo 24:1-2: “Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él”. Luego leemos en Éxodo 24:7-8: “Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas”. 6. Cuarenta días y noches en el monte Moisés pasó cuarenta días y noches en el monte (Ex. 24:18). Leemos en Éxodo 24:9-10: “Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno”. Ellos literalmente vieron a Dios. Yo soy de la opinión de que en el bautismo del Espíritu Santo, el Señor realmente llega a ser muy claro. A veces tenemos visiones 176 EL VIAJE DE ISRAEL de Cristo o visiones del cielo, y esto es lo que ellos experimentaron. Todo esto ocurrió en el monte Sinaí. Estoy intentando presentar estas verdades para que pueda ver hasta dónde llegan las bendiciones del bautismo del Espíritu Santo. 7. El modelo del Tabernáculo Durante ese tiempo Moisés también recibió el modelo para el Tabernáculo (Ex. 25-31). El Tabernáculo tenía tres secciones: 1. El Atrio Exterior (100 x 50 x 5 codos o 46 x 23 x 2.30 metros) 2. El Lugar Santo (20 x 10 x 10 codos o 9.20 x 4,60 x 4.60 metros) 3. El Lugar Santísimo (10 x 10 x 10 codos o 4.60 x 4,60 x 4.60 metros) Por consiguiente, el área de superficie total del Atrio Exterior es 1,500. En la numeración bíblica, 1,500 representa los 1,500 años de la Era de la Ley, desde Moisés hasta Cristo. La medida del Lugar Santo, debido a que tenía una cubierta, se convierte en una medida cúbica de 2,000, que representa la Era de la Iglesia, desde la primera venida de Cristo hasta Su Segunda Venida. La medida del Lugar Santísimo es 1,000, que representa el reino del Milenio de Cristo sobre la tierra. Vemos así que con el bautismo del Espíritu Santo (el monte Sinaí) obtenemos un entendimiento de los propósitos de Dios para la Era de la Iglesia. CAPÍTULO 6 177 8. El becerro de oro Los hijos de Israel comenzaron a impacientarse mientras esperaban que Moisés regresara del monte Sinaí. Leemos en Éxodo 32:1 sobre cómo acudieron a Aarón demandándole: “Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido”. Leemos en Éxodo 32:4 acerca de Aarón, el pastor asistente de Moisés y profeta, haciendo un becerro de oro y diciendo: “Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto”. Vemos cómo combinaron su idolatría y la adoración a Dios, como se describe en Éxodo 32:5: “Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová”. Dios hubiera querido que esto sólo hubiera sucedido en Israel, pero lamentablemente, esta mezcla de adoración, idolatría y espíritus ocurre también en las iglesias pentecostales. Recuerdo que hace años, cuando me encontraba en una iglesia en Suiza, había una mezcla muy grande durante el servicio. Dios abrió mis ojos y vi en la plataforma a un ángel del Señor y a un demonio. La unción estaba ahí, pero también había influencia de otras cosas. ¿Por qué? Porque la gente no estaba consagrada, y había pecado en medio de ellos. 178 EL VIAJE DE ISRAEL 9. La respuesta de los levitas al llamado Entonces Moisés se puso en la puerta del campamento y dijo: “¿Quién está del lado del Señor?” Los levitas respondieron al llamado y se pusieron del lado del Señor (Ex. 32:26). Las otras once tribus no escogieron estar del lado del Señor. Hay una decisión, que al final se resume en: ¿quién está realmente del lado del Señor? Leví tuvo que tomar una postura contra sus propios hermanos. A veces, cuando somos llamados a tomar una decisión entre seguir a Cristo y estar con los hermanos, por la gracia de Dios, debemos tomar la decisión correcta de estar del lado de Cristo. Si queremos ser amigos de todos, nunca llegaremos a Sion. Cuando Israel finalmente llegó al monte Sion muchos años después, fue la tribu de Leví mayormente la que habitó allí. Como hemos dicho antes, con respecto al viaje, aunque fue un viaje geográfico desde Egipto hasta la Tierra Prometida y a Sion, es un patrón y prototipo del viaje que cada uno de nosotros debe realizar en su vida cristiana. Como líderes, seremos responsables de llevar a nuestras iglesias a Sion. Por lo tanto, no es meramente un estudio académico sino una manera de vivir. CAPÍTULO 6 179 10. La intercesión de Moisés por Israel En los siguientes puntos, me gustaría resaltar algunos de los problemas a los que se enfrentan los que están en el liderazgo. Una cosa es verlo desde el punto de vista de los hijos de Israel, y otra cosa verlo desde el punto de vista de Moisés. Debemos de entender la increíble tentación que deberá enfrentar un líder, y la prueba de su actitud. La tentación se describe en Éxodo 32:9-10: “Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande”. Dios dijo: “Acabaré con ellos y haré de ti una nación mayor”. Sin embargo, Moisés pensó más en los hijos de Israel que en él mismo. Él pensaba en el honor de Dios. Aquí vemos la actitud de un verdadero líder; Moisés se identificó con el pueblo (véase Ez. 20:10-17). Moisés intercedió por Israel de nuevo en Éxodo 32:3132: “Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito”. En Romanos 9:1-3 Pablo dijo: “Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado 180 EL VIAJE DE ISRAEL de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne”. A veces, Dios necesita que un líder interceda y aleje Su ira del pueblo cuando ellos son muy rebeldes. Un líder tiene que llevar a la congregación con él. ¡Cuántos problemas afrontó Moisés! Uno de ellos fue la apostasía (temporal) del pastor asistente: su propio hermano Aarón. Sin embargo, a través de todo ello, Moisés fue capaz de vencer. Se necesita de un gran hombre para vencer todos estos problemas. La actitud de muchos es: “Bueno, yo sigo adelante de todos modos”. La actitud de Moisés fue: “Señor, tráelos a todos”. Un líder necesita compensaciones por las presiones añadidas. Esto se reconoce en el mundo empresarial. Los que administran las posiciones más elevadas tienen muchas compensaciones. Reciben autos de empresa, casas y viajes al extranjero. No estoy sugiriendo que eso sea lo que deberíamos tener. Nuestra compensación, espiritualmente, es que tenemos una relación con Dios y más de Su presencia. Los levitas no recibieron una herencia en la Tierra Prometida, porque su herencia era el Señor mismo (Dt. 10:9). 11. Dios habla con él cara a cara La compensación que Moisés recibió fue que Dios hablaba con él cara a cara, como un hombre habla con su amigo, tal como vemos en Éxodo 33:11: “Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero”. Vemos su respuesta al Señor en CAPÍTULO 6 181 Éxodo 33:15: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí”. Moisés era muy consciente del hecho de que la presencia de Dios tenía que estar ahí todo el tiempo. Es muy importante que no emprendamos algo sin la presencia de Dios. Moisés clamó en Éxodo 33:18: “Te ruego que me muestres tu gloria”. Moisés no pidió nada para sí mismo; solamente anhelaba ver la gloria de Dios. Un líder tiene que estar en sintonía hasta el punto de desear sólo una cosa en la vida: Cristo mismo. El rey David dijo en el Salmo 27:4: “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”. Como rey, David podía haber tenido prácticamente cualquier cosa que una persona pudiera desear, pero lo único que quería era al Señor. Podemos ver este mismo corazón en el apóstol Pablo cuando exclamó en Filipenses 3:8: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”. Los creyentes, y en especial los líderes, serán destruidos si sus deseos y afectos no están puestos completamente en el Señor. Si el mayor deseo de un líder es tener una iglesia grande, un hermoso edificio, una gran cantidad de dinero, popularidad, una posición o un ministerio prestigioso, él seguramente será arruinado. 182 EL VIAJE DE ISRAEL ¿Cuál es nuestro verdadero deseo? En las Escrituras, las personas que poseían todas esas bendiciones tenían un sólo deseo: la persona del Señor Jesucristo. Podemos estar decepcionados en cualquier otra área de la vida y aún así triunfar, porque el gozo y la plenitud de la presencia de Dios no nos lo pueden quitar. El Señor le dijo a María: “María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lc. 10:39-42). Ella simplemente se sentó en la presencia del Señor. Yo he tenido el privilegio de conocer a muchas personas que tienen éxito en su vida cristiana, y me han dicho: “Tenemos una gran congregación y prosperidad en todas las áreas, pero realmente no significa nada para nosotros. En lo único que estamos interesados es en encontrarnos con Dios. Realmente dejaríamos todo esto si eso significara conocer mejor a Cristo”. Deberíamos tener esta misma actitud en nuestro corazón, porque podríamos perderlo todo en esta vida; sin embargo, si todas esas cosas no significan nada para nosotros, no habríamos perdido nada. Jesús nunca anheló una posición terrenal. Pablo dijo: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios” (Fil. 2:5-6). Este versículo se podría traducir así: “No pensó en ello (como algo a lo cual aferrarse)”. No se aferre a la posición. Significa muy, muy poco. Las cosas que no podemos perder deben ser nuestro deseo ardiente y nuestra meta. Podría usted aparentemente tenerlo todo y no tener lo más importante: Cristo mismo. CAPÍTULO 6 183 12. Segundo periodo de cuarenta días y noches en el monte Moisés pasó un segundo periodo de cuarenta días y noches en el monte con Dios. (Compare Éxodo 34:28 con Éxodo 24:12-18). En Éxodo 34:6 el Señor se describió a Sí mismo a Moisés. La manera en que Jehová se describió a Sí mismo es muy interesante, porque es como Él desea que le conozcamos: 1. 2. 3. 4. 5. Dios es misericordioso Dios es piadoso Dios es tardo para la ira Dios es grande en benignidad Dios es grande en verdad Estos son los cinco atributos más importantes de la naturaleza de Dios. Por eso, cuando caminamos con Dios, debemos dominar estas cinco áreas. La primera cualidad que Dios quiere que el hombre conozca sobre Él es que es misericordioso. Él quiere ser conocido como un Dios misericordioso. Esta es la actitud del jefe de estado. El jefe de estado por sí solo tiene la capacidad de mostrar misericordia, de perdonar al condenado. Cuando estudiemos el Tabernáculo de Moisés, descubriremos que la mayor revelación de Dios está en el Propiciatorio. Dios acampa sobre el Propiciatorio. Bondad significa “incapaz de hacer mal”. Hace muchos años, el Señor se me apareció y me dijo: “Tócame; Yo soy todo bondad; soy incapaz de hacer mal”. Jesús dijo 184 EL VIAJE DE ISRAEL en Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Dios es misericordioso, piadoso, tardo para la ira, grande en benignidad y en verdad. Nosotros también debemos dominar estas cinco cualidades. 13. La construcción del Tabernáculo La construcción del Tabernáculo de Moisés comenzó en Éxodo 36, y se terminó de construir por completo en Éxodo 40 (Ex. 40:2, 33). Las dimensiones y detalles del Tabernáculo de Moisés comenzaron en Éxodo 25:8, pero fueron interrumpidas por el episodio del becerro de oro y la intercesión de Moisés en los capítulos 32 al 34. ¿Qué era exactamente el Tabernáculo? Era una tienda para que Dios morara, o un santuario. También podía representar una iglesia. Mientras seguían acampando en Sinaí, Moisés recibió las ordenanzas para las fiestas y las ofrendas, y todas las reglas para el sacerdocio. El Tabernáculo era el santuario de Dios, como vemos en Éxodo 25:8: “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”. Un breve repaso de los pasos en el viaje de los hijos de Israel podría ayudarnos. Moisés sacó de Egipto a la congregación de Israel. Espiritualmente, esto representa la salvación. Luego les guió a través del mar Rojo, lo cual simboliza el bautismo en agua. De ahí les llevó al monte Sinaí, que representa el bautismo del Espíritu Santo. El CAPÍTULO 6 185 siguiente gran acontecimiento fue la construcción del Tabernáculo, que representa la edificación de una iglesia. Cuando la congregación de una iglesia ha sido bautizada en el Espíritu Santo, y el Espíritu de Dios está fluyendo, es el momento de edificar una iglesia. Espere la bendición de Dios, porque cuando esté ahí habrá también un fluir de las finanzas para poder construir. Hasta que Dios nos instale permanentemente, tenemos que acampar en todo tipo de pequeños edificios y tipos de células en hogares. 14. Consagración de Aarón como sumo sacerdote En Levítico fueron instituidas todas las ordenanzas y leyes para las fiestas y las ofrendas de Israel. En Levítico 8:6, Dios dijo a Moisés que consagrara a Aarón y a sus hijos: “Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua”. Antes de que podamos ser consagrados, debemos ser lavados espiritualmente. Después Moisés ungió a Aarón en Levítico 8:12: “Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo”. Es la unción del Espíritu Santo la que nos santificará y nos consagrará para el ministerio. Piense por un momento en la bondad de Moisés. Aarón es quien introdujo la idolatría a los hijos de Israel con el becerro de oro. Sólo piense en esto. Aquí está Moisés, que está consagrado a Dios, sobre el monte recibiendo revelación de Dios. Mientras está en el monte, su propio hermano, su propio pastor asistente, está dirigiendo a los 186 EL VIAJE DE ISRAEL hijos de Israel a la idolatría. Qué compasión de Dios y de Moisés al señalar a Aarón como sumo sacerdote. ¡Es esencial que perdonemos las transgresiones de la gente! Dios es capaz de restaurar y dar cumplimiento a un ministerio en alguien que haya pecado gravemente. Estoy llegando a un punto que quiero volver a enfatizar. Puede que tengamos un pastor asistente que nos falle, pero Dios dice: “Recíbele de nuevo; ha aprendido bien la lección, y se ha arrepentido de corazón”. Ser capaz de aceptarlo de nuevo es la marca de un gran líder. El asunto importante aquí es que el hombre que está arriba no destruya al que ha fallado. La grandeza de Moisés es mostrada aquí. 15. El recuento del pueblo Hemos visto que el Tabernáculo de Moisés se erigió y terminó en Éxodo 40. En Levítico se instituyeron las fiestas y las ofrendas. También, Aarón y sus hijos fueron consagrados para el sacerdocio. Ahora llegamos al libro de Números, donde aprendemos que se tomó un censo de las tribus. Después, el campamento fue divinamente organizado, cada tribu en su lugar apropiado, para facilitar la movilidad ordenada cuando marchaban hacia la Tierra Prometida (Nm. 2). Sólo la tribu de Leví fue separada del resto de Israel para el servicio del Tabernáculo (Nm. 1:47-54). 16. La celebración de la Pascua En Números capítulo nueve vemos a los israelitas celebrando la fiesta de la Pascua exactamente un año CAPÍTULO 6 187 después de salir de Egipto, en el día catorce del mes primero. En este momento, habían estado en Sinaí unos diez meses (Nm. 9:1-14). Todo estaba preparado para avanzar hacia Cades-barnea cerca de la frontera de Canaán. 17. Moisés obtiene la ayuda de Hobab En Números 10:11-13 leemos que tras estar en el monte Sinaí durante 11 meses, los hijos de Israel reanudaron su marcha hacia Canaán: “En el años segundo, en el mes segundo, a los veinte días del mes, la nube se alzó del tabernáculo del testimonio. Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí según el orden de marcha; y se detuvo la nube en el desierto de Parán. Partieron la primera vez al mandato de Jehová por medio de Moisés”. Dejaron Sinaí en el mes segundo del año segundo, habiendo llegado en el mes tercero del año anterior. En Números 10:29 leemos: “Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel. Y él le dijo: Te ruego que no nos dejes; porque tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos”. Aunque Moisés era más espiritual, solicitó la ayuda de Hobab, lo cual muestra la gran humildad de Moisés. Moisés, que conocía al Señor íntimamente, dependía de expertos en varios campos para que le ayudaran. Es bueno 188 EL VIAJE DE ISRAEL pedirle a Dios que nos rodee de especialistas. Es absolutamente imposible que un hombre, sin importar que tan espiritual es, sepa de todo. Isaac Newton, que vivió en el siglo XVII, fue uno de los últimos hombres que sabía un poco de todo. En aquel tiempo, el conocimiento sólo había incrementado hasta cierto grado; sin embargo, hoy día esto no es posible. Cuando tenemos una iglesia, tenemos que pedirle al Señor que nos dé los especialistas que necesitamos. Dios puede llenar nuestros lugares para que cada necesidad quede cubierta, incluyendo artesanos y técnicos de sonido. Moisés, que fue una gran persona, dependía de Hobab como si fuera sus ojos, ya que conocía el desierto mejor que Moisés. Meditemos en esta actitud que tuvo Moisés. 189 Capítulo 7 DESDE SINAÍ HASTA CADES-BARNEA 1. El fuego de Dios consume a los murmuradores Los hijos de Israel se quejaron una vez más aún después de todo lo que Dios había hecho por ellos; por consiguiente, Dios los consumió con fuego. Leemos este relato en Números 11:1-3: “Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos”. 2. La multitud mezclada desea carne Leemos de otro problema en Números 11:4-6: “Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, 190 EL VIAJE DE ISRAEL los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos”. Dios proveyó comida para los israelitas, pero ellos querían la comida a la que estaban acostumbrados en Egipto: pepinos, melones, puerros, cebollas, ajos y carne. Dios misericordiosamente nos da suficiente comida nutritiva, pero a veces no nos da la comida que preferimos o a la que estamos acostumbrados. Por ejemplo, la comida inglesa es muy simple. Confío en que ninguno al que le guste la comida rica sea llamado a Inglaterra. La comida francesa es espléndida. Hace años, fui de Inglaterra a Francia, y como buen inglés, estaba acostumbrado a la comida simple. De repente, tenía ante mí una comida muy rica que no había comido nunca. Sin embargo, ¿sabe que era lo que más me apetecía? ¡Pastel de frutas inglés! Era terrible. Yo intentaba obtener la victoria sobre mi deseo de comer pastel de frutas inglés, y la liberación llegó en forma de una misionera inglesa que me dijo: “Sé exactamente lo que necesita. ¿Podrá venir a tomar el té de las cuatro?” Cuando llegué, me dijo: “Sé qué es lo que usted quiere”. Y de su estantería sacó un delicioso pastel de frutas inglés. Una vez conté esta historia en Nueva Zelanda, y aparecieron once pasteles de frutas en la siguiente reunión. Ahora, cada vez que vuelvo, hay un pastel de frutas. ¡Me gustaría tener fruta (espiritual) como esa cada vez que predico un mensaje! En algunos de nuestros seminarios en el extranjero, proveemos suficiente comida para todos, pero en algunos CAPÍTULO 7 191 países, cuando damos carne y verduras pero sin arroz, sienten que no han comido. Por lo tanto, la preferencia en cuanto al apetito se refiere es un problema universal. Uno de mis antiguos alumnos se encontró este problema en Camerún. Quería cambiar a un pastor de una iglesia a otra, pero el pastor dijo: “No puedo ir Massa, ellos no cocinan como yo”. Debemos obtener la victoria sobre nuestros apetitos para poder comer lo que nos pongan delante (1 Co. 10:27). Esa es la única manera en que vamos a vencer en nuestros ministerios en el extranjero. Uno de mis amigos que es misionero en África comió solamente arroz durante nueve meses; otro amigo en América Central vivió exclusivamente de plátanos durante varios años. Él me dijo: “Yo no sabía que era posible preparar plátanos de tantas maneras diferentes”. Moisés tuvo que soportar la queja constante de los israelitas. Varios pastores vienen a mí y me dicen: “No sé si podré soportarlo más; no puedo soportar tener que subir al púlpito otra vez”. Cuando pregunto: “¿Por qué?”, me contestan: “La gente se queja, rezonga y se molestan y enojan por todo. No puedo hacer nada bien. Nada les agrada”. Sin embargo, Moisés llevó ese asunto delante del Señor. 3. Moisés clama al Señor En Números 11:10-11 leemos: “Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés. Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he 192 EL VIAJE DE ISRAEL hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?”. ¡En qué posición tan difícil se encontraba Moisés! Dios estaba enojado con ellos, el pueblo estaba molesto, y el líder estaba en medio. Hace años, en una situación donde los problemas eran innumerables, el Señor me dio una visión. En la visión, me mostró dos piedras de molino. Una piedra se movía en una dirección y la otra en dirección contraria. El Señor iba en el sentido de las agujas del reloj y la gente se movía a la inversa. La gente se movía de forma contraria a Dios. Luego vi una aceituna pequeña entre las dos piedras. Yo era esa aceituna pequeña que iba a ser aplastada por las piedras. Así es como una aceituna se convierte en aceite y pierde su identidad. Esta es la clave de la unción. Es, en palabras del apóstol Pablo, ser “de sobremanera cargados” (2 Co. 1:8). Padres y madres que crían Moisés dijo al Señor en Números 11:12-13: “¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos”. Recientemente, el Señor me dio una visión de una multitud de bebés, y me dijo: “Nacerán multitudes en el reino de Dios muy pronto en el avivamiento que viene, y Yo necesito padres y madres que los críen”. CAPÍTULO 7 193 Aquéllos que tienen hijos pequeños saben que ellos necesitan mucha atención. No podemos esperar de un bebé lo que haría un niño de cuatro o cinco años, o uno de diez o de veinte años. Hay una nueva ola de avivamiento que viene, y el Señor dijo: “Tienes que preparar a los que puedan ser padres y madres que críen a esta cantidad de niños”. Recuerde: debemos de cuidar de ellos. Moisés es incapaz de soportar al pueblo por sí solo En Números 11:14-15, Moisés dijo a Dios: “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal”. Moisés se sintió tan abrumado por la carga de tener que cuidar de todos los israelitas, que hasta llegó a pedir al Señor que le quitara la vida. He escuchado a pastores clamar al Señor para que tome sus vidas debido a que no pueden manejar por más tiempo los conflictos y las presiones del ministerio. Muchas personas, en su celo por hacer algo por el Señor, le piden que les dé una iglesia en la que puedan ministrar. Sin embargo, no son conscientes de las difíciles situaciones como ésta que les esperan. El conflicto no está sólo en la iglesia; se puede también derramar hacia la ciudad. Podemos tener toda una ciudad contra nosotros, y ser un blanco de controversia. Haríamos bien en tomar nota de estos versículos si somos llamados a ser líderes, porque Moisés es un patrón para el liderazgo. 194 EL VIAJE DE ISRAEL 4. Elección de los setenta ancianos La respuesta de Dios al clamor de Moisés la tenemos en Números 11:16-17: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo”. El Señor le dijo a Moisés que reuniera a 70 ancianos para ayudarle a llevar la carga del liderazgo. Aquí hay una verdad interesante. Para cumplir un ministerio o una tarea, Dios da la cantidad necesaria de unción del Espíritu Santo. Así, había, una unción sobre Moisés suficiente para llevar a esas personas. Sin embargo, tuvo que quitarle a Moisés una porción del Espíritu y colocarla sobre 70 ancianos para que pudieran tener la unción necesaria para compartir la carga. Si tenemos un pequeño rebaño, la unción será bastante pequeña. Cuanto más grande es el rebaño, mayores son las responsabilidades; por lo tanto, debe haber un aumento proporcional de la unción de acuerdo a nuestras responsabilidades. Por ejemplo, cuando estaba en Gana enseñando a 150 líderes, la unción era fuerte, pero ese domingo por la mañana, cuando estaba hablando a 2,000 miembros de la congregación, la unción fue en realidad más débil. Eso fue debido esto fue debido al hecho de que el nivel de CAPÍTULO 7 195 espiritualidad de los miembros era considerablemente más débil que el nivel de espiritualidad de los 150 líderes. El apóstol Pablo dijo: “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo” (Ef. 4:7). Por lo tanto, la gracia (que es una capacitación divina) nos es dada en función de nuestras tareas. Dios nos da lo necesario. 5. La generosa actitud de Moisés hacia otros profetas En Números 11:25, el Señor tomó una porción de la unción que estaba sobre Moisés y la colocó sobre los 70 ancianos: “Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron”. Cuando los 70 ancianos recibieron la misma unción que estaba sobre el profeta Moisés, comenzaron a profetizar. Leemos en Números 11:26-28: “Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento. Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento. Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos”. 196 EL VIAJE DE ISRAEL Aquello fue demasiado para Josué, especialmente cuando dos de ellos, Eldad y Medad, profetizaron en aquel tiempo, así que le dijo a Moisés: “Se supone que tú eres quien debe estar profetizando, y no ellos”. He escuchado de algunos ministros que han tenido la misma actitud de Josué, al decir a sus congregaciones que solamente los pastores de la iglesia pueden profetizar. No obstante, observe la actitud generosa de Moisés hacia ellos en Números 11:29: “Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos”. El deseo de un verdadero ministro es desarrollar a las personas para que alcancen alturas mayores de las que él mismo ha logrado. Por ejemplo, si un hombre es maestro, su honra sería elevar a la gente a un nivel mayor de entendimiento del que él mismo ha obtenido, dándoles a sus alumnos un atajo hacia el conocimiento de la Palabra de Dios. 6. Los que codiciaron carne son sepultados En Números 11:31-32 el Señor de forma milagrosa proveyó codornices para que los hijos de Israel comieran: “Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron CAPÍTULO 7 197 codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento”. Sin embargo, el juicio vino sobre aquellos que habían codiciado la carne, como leemos en Números 11:33-35: “Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande. Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso”. Fueron muertos con una gran plaga de parte del Señor, y fueron sepultados. Es muy difícil para un líder ver a Dios juzgando a la congregación. El líder tiene que llevar a cabo los funerales de quienes son juzgados. 7. Soportando la crítica de Aarón y María En Números capítulo 12, Moisés tuvo que soportar la crítica de su propio hermano y hermana, Aarón y María. Todos hubiéramos pensado que Aarón había aprendido la lección. El pastor asistente debería haber estado eternamente agradecido con su pastor por restaurarle en el ministerio, pero no fue ese el caso. Se habla primero de María, posiblemente porque era una cuestión relacionada con la esposa de Moisés. Parece que María aquí es la principal culpable porque es a la que Dios castiga con lepra, pero Aarón siguió con su crítica, cosa que no debía haber hecho. Los dos más 198 EL VIAJE DE ISRAEL cercanos a Moisés se volvieron contra él en este momento y le criticaron por causa de su esposa. Hay razón para creer que Séfora, la primera esposa de Moisés, había muerto , ya que nunca más se la vuelve a mencionar en las Escrituras). Entonces Moisés se casó con una mujer etíope. Este pasaje es vago y poco concluyente, ya que Etiopía tenía una mezcla de razas, tanto de blancos como de negros. Es un pasaje muy difícil, así que no comentaré sobre ello porque no tenemos ninguna evidencia firme que nos asegure cuál era la raza de la nueva esposa. No obstante, María y Aarón criticaron a Moisés. Moisés tuvo que soportar su crítica, y lo hizo con un espíritu de mansedumbre. Dios desaprobó su crítica y descendió. La respuesta del Señor a la crítica hacia Moisés es notable: “Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue” (Nm. 12:6-9). Dios se lo tomó como algo personal cuando la gente criticó a Moisés. María quedó leprosa, y de nuevo Moisés ruega misericordia. ¿Ve las cargas tan tremendas del ministerio? El líder es el que no puede fallar, no puede venirse abajo y no puede abandonar. El líder tiene que ser un pilar. Tiene la responsabilidad de soportar; no puede simplemente abandonar. Por eso se necesitan años para desarrollar un liderazgo. CAPÍTULO 7 199 8. El propósito del desierto 1. Tratar con el pecado en nuestra vida. El Señor usa el desierto para tratar con el pecado en nuestra vida. En Levítico 23:17, la ofrenda del día de Pentecostés era de panes horneados con levadura, que representa el pecado. Por lo tanto, el bautismo del Espíritu Santo no trata con todos los pecados de nuestra vida. Hay otra fiesta llamada la fiesta de la Expiación donde la naturaleza pecadora es tratada. Esto ocurre en el cruce del río Jordán. 2. Producir fe y mansedumbre en nuestra vida. Leemos en Cantar de los Cantares 3:6: “¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, sahumada de mirra y de incienso y de todo polvo aromático?” Al comparar las nueve especias y frutas en Cantar de los Cantares 4:12-14 con los nueve frutos del Espíritu en Gálatas 5:22-23, podemos comprender el significado espiritual de la mirra y el incienso. La mirra representa la mansedumbre y el incienso simboliza la fe. 3. Hacernos expertos en la guerra espiritual. Los hijos de Israel tuvieron que aprender cómo hacer guerra spiritual en el desierto para que estuvieran preparados para derrotar a los enemigos en la Tierra Prometida. Cantar de los Cantares 3:8 ilustra esto: “Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; cada uno su espada sobre su muslo, por los temores de la noche”. 4. Humillarnos y probarnos. Leemos en Deuteronomio 8:2 que uno de los propósitos del desierto fue humillar a los hijos de Israel: “Y te acordarás de todo el camino por 200 EL VIAJE DE ISRAEL donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”. Es para ver si estaremos contentos con lo que Dios nos da en el desierto (Dt. 8:16). ¿Estaremos contentos y satisfechos con arroz u otra comida a la que no estemos acostumbrados? 5. Darnos los tesoros escondidos en la oscuridad. Leemos en Isaías 45:3: “Y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”. En el desierto experimentamos muchos momentos de oscuridad. Hay tesoros en la oscuridad que no encontramos en la luz. Hay ciertas cosas que Dios sólo puede enseñarnos en la oscuridad. 6. Ver si seremos o no escogidos de Dios. El Señor dice en Isaías 48:10: “He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción”. El desierto es un lugar de prueba. Jeremías 2:6 dice: “Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?” 201 Capítulo 8 CADES-BARNEA 1. El envío de los doce espías a reconocer la tierra Números capítulos 13 y 14 cubren los sucesos en Cadesbarnea, localizado en la frontera con la Tierra Prometida. El Señor dio instrucciones a Moisés de enviar doce espías para reconocer la tierra: “Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos” (Nm. 13:2). Estos doce espías pasaron 40 días en la Tierra Prometida, y sus actividades están registradas en Números 13:21-25: “Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat. Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto. Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos. Y se llamó aquel lugar el Valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel. Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días”. 202 EL VIAJE DE ISRAEL 2. El mal informe de los diez espías Vemos el mal informe de los diez espías en Números 13:27-28: “Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac”. Dijeron que eran incapaces de poseer la tierra porque sus enemigos eran más grandes que el pueblo de Dios. Es cierto que cuando Dios nos da una herencia, los habitantes anteriores de ese lugar han de ser desalojados. No deberíamos temer a los malos espíritus, pues son ellos los que nos temen (1 Jn. 4:4). Debemos ser liberados del temor en nuestra vida. Hay una diferencia entre el temor del Señor y la fobia. El temor santo es el deseo de agradar al Señor y una precaución de no disgustarlo en ningún modo ni quedarnos cortos de Sus propósitos. Es comparable al temor que una esposa debería tener hacia su marido. Ella sólo quiere hacer todo lo que le agrada; esto es algo engendrado en el matrimonio. Si entendemos esto, entonces entenderemos la diferencia entre el temor del Señor y tener miedo. Ahora bien, en Números 14:1-4 vemos que el informe negativo de los diez espías afectó a la actitud de toda la congregación de Israel: “Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y lloró aquella noche. Y se quejaron CAPÍTULO 8 203 contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto”. Cada vez que había problemas, los hijos de Israel querían volver a Egipto. Ellos se habían ido de Egipto, pero Egipto no se había ido de ellos. Hace muchos años, mientras visitaba una iglesia en Australia, el Señor puso en mi corazón y en el de mi esposa este pasaje de Números para la iglesia. Les advertimos que Dios tenía un propósito para ellos y quería que ellos avanzaran con Él. Al terminar de hablar, bajamos con la congregación y después el pastor de la iglesia los guió en oración. Nunca olvidaré lo que ocurrió después. Uno de los ancianos se puso en pie y oró: “Señor, estamos muy contentos con el desierto. No queremos avanzar; estamos cómodos aquí”. Un espíritu de incredulidad había descendido sobre ese anciano, y él se había convertido en un canal para una profecía creativa pero negativa. El mismo espíritu que los dominaba a ellos era el que estaba en Israel en el desierto. Varios años después, volví a aquella iglesia para la instalación de un nuevo pastor. Mientras estaba en el púlpito, el Señor dijo: “Toma a un hombre y dile que ate tus manos con tu cinturón, y luego dile a la congregación: ‘Ustedes han atado las manos de los pastores que les he 204 EL VIAJE DE ISRAEL enviado’”. Después de decirles lo que dijo el Señor, Dios me hizo recordar esa reunión de oración de siete años antes, y dije: “Ese hombre y ese espíritu los detuvo para seguir adelante, pero ahora Dios está designando a otro pastor. Él quiere llevarlos hacia adelante”. Afortunadamente, no me había dado cuenta de que el anciano que había hecho aquella oración estaba sentado en el balcón, pues en ese caso, no podría haberlo dicho, pues no habría sido cortés. La iglesia lloró y reconoció la verdad del asunto. Esta vez, se consagraron para avanzar. Aparentemente, hay un verdadero mover del Espíritu en esa iglesia actualmente. Lo que estoy intentando decir es esto: el viaje de los hijos de Israel se repite una y otra vez en iglesias locales. Hay algunas iglesias que deciden seguir adelante y otras iglesias que están llenas de avivamiento, pero deciden quedarse donde están. En un grupo carismático, antes de que el ministro invitado pasara al frente para hablarles, le dijeron: “No queremos nada profundo. Sólo queremos salvación y bautismo del Espíritu Santo. Sólo queremos testimonios”. No cabe ninguna duda de que Dios permite que la gente decida en qué nivel quiere estar. 3. La actitud de Josué y Caleb No todos los doce espías adoptaron una actitud negativa. La actitud de Caleb y Josué fue: “Somos capaces de hacerlo”. Esto se basa en Números 14:8, que continua diciendo: “Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel”. CAPÍTULO 8 205 4. El Señor busca destruir a los incrédulos El Señor estaba tan descontento con los hijos de Israel que quiso destruirlos otra vez (Nm. 14:11-20, Ex. 32:10 14). Le dijo a Moisés en Números 14:11-12: “¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos”. Esta fue la segunda vez que Moisés fue probado en esta misma área (Ex. 32:10). Moisés también estaba “harto” de la gente, porque iban a impedir que él entrara a la Tierra Prometida. Otro punto a considerar es que Caleb y Josué no pudieron entrar en la tierra hasta el tiempo de Dios. Israel también los estaba reteniendo. Quiero que entienda que cuando usted es pastor de una congregación, quizá esté encendido por Dios, pero la congregación quizá no. Si ese es el caso, ellos lo retendrán, pero usted debe quedarse con ellos. ¿Ve el carácter que debe tener un líder? Aquí, estamos hablando de tres grandes líderes espirituales: Moisés, Josué y Caleb. Moisés no entró debido a una congregación rebelde y de corazón duro. Josué y Caleb tuvieron que vagar otros 38 años más por causa de ellos. Una congregación tiene un impacto tremendo sobre el liderazgo. En realidad, fueron ellos los que provocaron al 206 EL VIAJE DE ISRAEL espíritu de Moisés para que reaccionara indiscretamente. ¡Imagínese lo que había tenido que aguantar todo este tiempo! Si Moisés hubiera pastoreado una congregación decente, su espíritu no hubiera sido provocado, y habría entrado en la tierra de Canaán (Sal. 106:33). En realidad se trata de algo más profundo, porque Moisés representaba la Ley. Por lo tanto, si Moisés hubiera entrado en la tierra, hubiera significado que la Ley podía llevarlo a la Tierra Prometida. Por consiguiente, debemos equilibrar esto. Mirándolo desde otro ángulo, Moisés nunca podría haber entrado porque hubiera representado que la Ley podría llevarnos al descanso de Dios. Josué les adentró más tarde. Él representaba un nuevo orden, que es la gracia. 5. Moisés ruega por el honor de Dios Según el relato de Éxodo 32:10-14, Moisés ruega por el honor de Dios y rehúsa el honor de convertirse en una nación más grande. Estaba rogando por un pueblo que le había causado mucho dolor. Moisés fue realmente uno de los hombres más grandes de todos los tiempos. 6. Repaso de las diez pruebas en el desierto El Señor dijo en Números 14:22: “Todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el CAPÍTULO 8 207 desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz...” Hubo diez pruebas en el desierto, e Israel falló en todas ellas. Dios juró entonces en Su ira que nunca entrarían en Su reposo, que era la tierra de Canaán. Cada prueba debería ser un escalón; sin embargo, Israel hizo que fueran una piedra de tropiezo. El Espíritu (representado por la nube) les guió a cada dificultad, para que Dios pudiera manifestarse en medio de ellos de forma poderosa, trayendo liberación y aumentando su fe. Es muy importante que repasemos las diez pruebas de los hijos de Israel en el desierto porque nosotros nos enfrentaremos a las mismas pruebas en nuestro caminar cristiano. Las diez pruebas en el desierto 1. Oposición del mundo: Cuando los hijos de Israel salieron de Egipto, Faraón fue tras ellos e intentó hacerlos volver a la esclavitud. Los amigos y las tentaciones del mundo intentan seducir a los recién redimidos. 2. Aguas amargas: En Mara, los hijos de Israel se encontraron con aguas amargas. Todo creyente sufrirá experiencias amargas y desilusiones. Las aguas amargas se endulzan sólo cuando echamos el árbol (la cruz) en ellas. 3. Hambre: En el desierto, los hijos de Israel pasaron hambre. Esto representa las pruebas económicas. Nosotros pasaremos por momentos en que no tendremos mucho dinero o no 208 EL VIAJE DE ISRAEL tendremos las cosas que queremos. Sin embargo, Dios cuida de nuestras necesidades. 4. Sed: Los hijos de Israel tuvieron sed en el desierto. La sed representa las experiencias secas y aburridas. Debemos superarlas. 5. Idolatría: Los hijos de Israel hicieron un becerro de oro y lo adoraron. Los deseos y la codicia desmedida deben ser conquistados. Cualquier cosa que reemplace nuestra confianza en Dios puede ser idolatría. También, es maldad enamorarse de la vida pasada. 6. Queja por las circunstancias: Los hijos de Israel constantemente se quejaban de sus circunstancias. La queja hace que no encontremos favor delante de Dios. 7. Ingratitud: Los hijos de Israel nunca aprendieron a dar gracias a Dios. Fueron ingratos por el maná que Él les dio, y quisieron codornices. La ingratitud es uno de los primeros pasos para apartarse del Señor (Ro. 1:21). 8. Glotonería: Los hijos de Israel se hartaron de codornices y el Señor mató a muchos de ellos. Les encantaba la buena comida. Sus apetitos no estaban consagrados a Dios. 9. Crítica contra el liderazgo: Los hijos de Israel criticaban constantemente a sus líderes: Moisés y CAPÍTULO 8 209 Aarón. Aún Aarón y María criticaron a Moisés, el hombre que vio el rostro de Dios. 10. Incredulidad: Tras responder negativamente a las primeras nueve pruebas, se creó un patrón de Israel, y fallaron también en la décima y más importante prueba en Cades-barnea, que estaba exactamente en la frontera con la Tierra Prometida. Los diez espías infectaron al toda la congregación con temor e incredulidad. 7. El regreso de Israel al desierto para morir El juicio del Señor por su desobediencia fue que no entrarían en la Tierra Prometida, sino que morirían en el desierto. El Señor dijo en Números 14:29-34: “En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí. Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la 210 EL VIAJE DE ISRAEL tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo”. Las dos únicas personas de esa generación (de más de veinte años de edad) que salieron de Egipto y entraron en la Tierra Prometida fueron Josué y Caleb. Ellos estaban listos para entrar en la Tierra Prometida en Cades-barnea, pero fueron obstaculizados y retenidos por los hijos de Israel. Las congregaciones a menudo estorban a sus líderes y retrasan su entrada a las promesas de Dios. Sin embargo, los líderes no deberían abandonar sus congregaciones por esta razón, al igual que Josué y Caleb no abandonaron a los hijos de Israel. Ellos tuvieron que esperar otros 38 años para entrar en la Tierra Prometida. A Moisés no se le permitió entrar en la Tierra Prometida porque dejó que su espíritu fuera provocado por los israelitas (Sal. 106:33). Los líderes deben cuidarse de no cometer el mismo error que cometió Moisés. Sin embargo, si los hijos de Israel no hubieran sido tan rebeldes, Moisés no habría perdido el control de su espíritu y podría haber entrado en la Tierra Prometida. 8. Contendiendo con los presuntuosos Después de que Dios ordenara a los hijos de Israel volver al desierto, muchos se arrepintieron y quisieron entrar en la Tierra Prometida. Leemos en Números 14:40-45: “Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual CAPÍTULO 8 211 ha hablado Jehová; porque hemos pecado. Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien. No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos. Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por eso no estará Jehová con vosotros. Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento. Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma”. Los hijos de Israel pretendieron entrar a la Tierra Prometida, pero era demasiado tarde. Cuando Dios dice “ve”, usted debe ir. Si Dios dice que no irá, no puede ir. Aquí tenemos el pecado de presunción. En referencia al viaje de Israel, Hebreos 4:7 dice: “Otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. Dios pone un día límite para que lo obedezcamos y respondamos a la voz de Su Espíritu. 213 Capítulo 9 DESDE CADES-BARNEA HASTA PISGA El capítulo 9 cubre un periodo de 38 años. Israel llegó a Cades-barnea unos dos años después del éxodo de Egipto. En Cades-barnea fallaron en su décima y última prueba. Dios estaba tan entristecido con aquella generación que juró en Su ira que nunca entrarían en la tierra (Sal. 95:8-11; He. 3:7-19). Su viaje desde Cades-barnea hasta el final del desierto, donde murió Moisés en el monte Pisga, duró 38 años (Dt. 34:1-8). 1. La rebelión de Coré Doscientos cincuenta se unen a la insurrección En Números 16 encontramos lo que se denomina la rebelión de Coré. Doscientos cincuenta de los príncipes escogidos de Israel se unieron a Coré, Datán y Abiram en una rebelión. Tenían problemas de celos, y su petición era por la igualdad de derechos. Leemos en Números 16:1-3: “Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se 214 EL VIAJE DE ISRAEL levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?” Esta rebelión de Coré fue algo muy grave (Jud. 1:11). Fue un ataque no sólo contra Moisés, sino también contra Dios (Nm. 26:9). Dios desaprueba la insurrección y la rebelión contra el liderazgo. Esto es exactamente lo que hizo Lucifer cuando demandó igualdad de derechos y posición con Dios (Is. 14:12-14). Cuando Lucifer intentó ocupar el trono de Dios, minó la fe en el liderazgo establecido, causando una gran división entre los habitantes del cielo. Esta es una verdad muy importante porque en nuestra generación hay un espíritu que mina la autoridad y el liderazgo. En la Iglesia de hoy, hay una tendencia a degradar al pastor. El pastor es un anciano, pero no todos los ancianos son pastores. No podemos poner a Moisés al mismo nivel que Coré, y no podemos poner a Coré al mismo nivel que Moisés. Moisés habló de esto con mucha firmeza en Números 16:9-10: “¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio?” En otras palabras, CAPÍTULO 9 215 ellos tenían un servicio, un ministerio, pero Coré quería una posición y un ministerio que Dios no le había dado. Este es un problema muy extendido en la Iglesia actualmente. Los levitas habían recibido el privilegio de cuidar de la casa de Dios. Fueron ungidos para ayudar a los sacerdotes, los aaronitas. Sólo los de la familia de Aarón podían ser sacerdotes (Nm. 3:5-10). El sacerdocio o las posiciones de liderazgo son dadas sólo por Dios. Nadie puede adjudicarse ese honor, salvo aquél a quien Dios haya llamado, como sucedió con Aarón (He. 5:1-4). Debemos tener un claro entendimiento en nuestra mente de que antes de la fundación del mundo es Cristo el que ha escogido a los que serán apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Usted no puede desear o tomar ninguna de estas cinco posiciones ministeriales (Ef. 4:11), a menos que haya un llamado y nombramiento divinos de parte de Dios. Hablando en términos más sencillos, no hay requisitos dados para los cinco dones ministeriales, porque esas posiciones no son dadas por ningún hombre, sino sólo por Dios. Sin embargo, uno puede desear ser diácono o anciano si cumple los requisitos. El pasaje de 1 Timoteo 3:1-7 dice: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 216 EL VIAJE DE ISRAEL (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo”. Los requisitos para los ancianos se dan aquí, y los requisitos para los diáconos están enumerados en 1 Timoteo 3:8 13. Cuando el hombre recibe la responsabilidad de escoger, entonces debe conocer los requisitos. Así, el hombre es responsable de elegir ancianos y diáconos, pero no es responsable de escoger a las personas para las cinco posiciones ministeriales. En una reunión de ordenación para los cinco ministerios, los presbíteros simplemente dicen que reconocen públicamente a aquéllos que han sido designados por Cristo. El hombre no los designa; es simplemente un reconocimiento público de que han sido ordenados por Dios. Sin embargo, en una reunión de investidura, señalamos y ponemos a personas en posiciones como diáconos y ancianos. La ordenación es de Dios; la investidura es del hombre. Moisés ruega por la congregación El Señor dijo a Moisés y Aarón en Números 16:21: “Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento”. Moisés y Aarón se postraron y rogaron por la congregación: “Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?” (Nm. 16:22). CAPÍTULO 9 217 Coré y los rebeldes son destruidos En Números 16:32-35 leemos el relato: “Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso”. El fuego consumió a Coré y a los 250 hombres cuando se abrió la tierra, y todos cayeron en el hoyo. Después Israel murmuró contra Moisés porque Coré fue juzgado: “El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová” (Nm. 16:41). ¡Esto es totalmente sorprendente! La tierra se abrió, y le pidieron cuentas a Moisés por la apertura de la tierra. ¿Puede ver la actitud de la gente? Pensaron que Moisés y Dios fueron demasiado duros. Estos eran los escogidos de Dios; no eran como los peores pecadores, eran los santos del Dios Altísimo. ¿Ve lo difícil que puede ser a veces la situación en una iglesia? Al criticar a Dios y a Moisés, estaban diciendo, en efecto, que ellos tenían más compasión que Dios. Este es un ejemplo de falsa misericordia y compasión. Muchas veces en casos de insurrección, los simpatizantes son heridos con ceguera y apartados del 218 EL VIAJE DE ISRAEL curso de la elección de Dios por ponerse del lado de hombres que están trastornando el liderazgo de Dios. Moisés salva nuevamente al pueblo de una plaga Leemos en Números 16:44-50: “Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado”. Vemos la actitud de Moisés. Una vez más se postró sobre su rostro e intercedió por los hijos de Israel. Murieron cerca de quince mil personas en la plaga, pero la intercesión de Moisés salvó las vidas de otros muchos. CAPÍTULO 9 219 2. La vara de Aarón En Números 17, Dios ordenó que todas las cabezas de las doce tribus estuvieran representadas cada una con una vara rotulada. La vara que reverdeciera mostraría cuál de las tribus había escogido Dios para el sacerdocio. Dios escogió la vara de Aarón, lo que significaba que Él había escogido a la tribu de Leví. A veces Dios tiene que mostrar claramente a quién ha elegido y a quién no. El milagro de la vara de Aarón reverdeciendo se relata en Números 17:8: “Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras”. Un día después de haber puesto las doce varas delante del Señor, la vara que llevaba el nombre de Aarón reverdeció, floreció y produjo almendras. Eso fue un milagro tremendo. Dios hizo que surgiera vida de una vara muerta. 3. Muerte de María En Números 20:1, María murió y la sepultaron: “Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada”. Esto ocurrió al final de los 38 años de estar vagando, después de su rechazo a entrar en la Tierra Prometida en Cades-barnea (Nm. 14). 220 EL VIAJE DE ISRAEL 4. Moisés es provocado a pecar De nuevo hubo falta de agua en Números 20:2-3: “Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!” ¿Puede ver cómo los israelitas estaban torciendo las cosas? Primero dijeron que Moisés los había matado; después se dieron la vuelta y dijeron: “Ojalá hubiéramos muerto delante de Jehová”. Eran personas muy perversas con las cuales tratar. Lo único que puedo hacer es encomendar estos versículos para que usted medite en ellos, y vea lo incircunciso que puede ser el corazón del pueblo de Dios. Los hijos de Israel siguieron con sus críticas contra Moisés en Números 20:4-5: “¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber”. De hecho, ellos no deberían haber estado en el desierto. Si hubieran obedecido a Dios en Cades-barnea, habrían estado ya en la Tierra Prometida. Fue Israel quien decidió permanecer en el desierto. Esta era la segunda vez que los hijos de Israel necesitaron agua. ¿Cuál fue la solución del Señor para la falta de agua? En Números 20:8 leemos: “Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y CAPÍTULO 9 221 ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias”. La primera vez que los israelitas necesitaron agua, Dios dijo que “golpeara” la roca (Ex. 17:6). La roca, en la Palabra de Dios, representa a Cristo (1 Co. 10:4). Golpear la roca la primera vez significaba que Cristo tenía que ser crucificado. La roca representa a Cristo; la vara representa la vara del juicio. Cristo fue golpeado por nuestras transgresiones para que pudieran fluir las aguas de vida para una humanidad sedienta y moribunda. Zacarías 13:7 habla del hecho de que el pastor tenía que ser golpeado: “Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas…”. La segunda vez que necesitaron agua, Moisés recibió la orden de “hablarle” a la roca. Tenemos que entender que tras la crucifixión de Cristo, lo único necesario es “hablar” para que la vida fluya. Moisés fue provocado en su espíritu. Había perdido su temple y ahora estaba hablando y actuando sin discreción, como vemos en Números 20:9-11: “Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias”. Moisés golpeó la roca dos veces, lo que quería decir que Cristo tendría que ser crucificado dos veces. Moisés destruyó el símbolo. 222 EL VIAJE DE ISRAEL Moisés les estaba hablando a los que fueron hechos a Un milagro no imagen de Dios, y a la vez los demuestra que llamaba rebeldes. Él invirtió la alguien está en la forma de llamarles. Este relato voluntad de Dios. se narra de nuevo en el Salmo 106:32 33: “También le irritaron en las aguas de Meriba; y le fue mal a Moisés por causa de ellos, porque hicieron rebelar a su espíritu, y habló precipitadamente con sus labios”. El símbolo de Dios había sido destruido y el hombre de Dios había fallado; no obstante, observe la grandeza y misericordia de Dios (Nm. 20:11), porque aun así salió agua de la roca. A veces Dios hará milagros aunque la persona que está realizando el milagro esté en desobediencia. Un milagro no demuestra que alguien está en la voluntad de Dios. El Señor Jesús establece este punto en Mateo 7:2123: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. No tenemos ningún derecho a insultar, burlarnos o recriminar a otros, porque es sólo la gracia de Dios lo que nos hace ser diferentes. Elías hizo esto una vez, CAPÍTULO 9 223 pero demostró ser un trágico error. Terminó huyendo de Satanás, que moraba en la malvada Jezabel (1 R. 18:27; 19:1-3). Antes de la creación del mundo cuando hubo una rebelión en el cielo, Lucifer y un tercio de los ángeles cayeron. Sin embargo, los otros dos arcángeles, Gabriel y Miguel, y dos tercios de los ángeles restantes mantuvieron su posición por la gracia y misericordia de Dios. Ellos sabían bien que habían sido guardados de haber sido arrastrados a una rebelión postrándose sobre sus rostros y pidiéndole a Dios de Su gracia. Es por eso que hay dos arcángeles en el Tabernáculo, sobre el Propiciatorio. Los ángeles buenos son muy conscientes del hecho de que han sido guardados por la gracia y la misericordia de Dios. Los ángeles buenos no acusarían a sus compañeros caídos. De la misma forma, cuando usted ordena a los demonios que salgan en el nombre de Jesús, debe evitar insultarles. You supe de un incidente donde un hermano estaba echando fuera demonios y comenzó a proferirles todo tipo de insultos; un demonio le respondió: “No me insultes”. Cuando hablamos a demonios, ángeles caídos o Satanás, debemos ser siempre nobles y sabios. Por ejemplo, leemos en Judas 1:9: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda”. Debemos tener cuidado con nuestra actitud hacia los hombres mortales que han sido hechos a imagen de Dios, 224 EL VIAJE DE ISRAEL incluso cuando hablemos con el más perverso. Siempre debemos ser misericordiosos (Gá. 6:1). Cuando D. L. Moody caminaba en cierta ocasión por las calles de Chicago, vio a un hombre borracho que salía de una taberna y se alejaba tambaleándose, y simplemente dijo: “Así iría Dwight L. Moody, si no hubiera sido por la gracia de Dios”. Somos diferentes sólo por la gracia de Dios. 5. A Moisés y Aarón no se les permite entrar en la Tierra Prometida Dios dijo a Moisés y Aarón en Números 20:12: “Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado”. ¿Ve las pruebas y estándares tan grandes que Dios tiene para un líder? ¡Son fenomenales! Tan sólo piense en todo el largo recorrido que había realizado Moisés. Tuvo 40 años de preparación en la corte de Faraón, otros 40 años de entrenamiento en el desierto y aún otros 40 años vagando en el desierto por la congregación que tenía. Moisés ya debía haber estado en la Tierra Prometida 38 años antes de esto; sin embargo, se le negó lo que era más precioso para él: la entrada a la Tierra Prometida. Dios tuvo que enseñar a Israel y a cada congregación venidera lo serio que fue que Moisés golperara la roca dos veces para hacer brotar el agua, en vez de hablarle CAPÍTULO 9 225 como Dios le había ordenado. Golpear la roca dos veces habría significado que Cristo debía ser crucificado más de una vez. 6. Edom no deja pasar a Israel En Números 20:14-21, Moisés envió mensajeros al rey de Edom para pedirle permiso para atravesar la tierra de Edom. Leemos en Números 20:18, 21: “Edom le respondió: No pasarás por mi país; de otra manera, saldré contra ti armado…No quiso, pues, Edom dejar pasar a Israel por su territorio, y se desvió Israel de él”. Los edomitas eran descendientes de Esaú, quien también se llamó Edom (Gn. 25:30; 36:8). Esaú era hermano de Jacob, y los hijos de Israel eran descendientes de Jacob. Por lo tanto, los edomitas y los israelitas eran parientes cercanos. Sin embargo, Edom no quiso permitirle a su hermano Israel pasar por su tierra. Dios siempre se acordó de eso. Si hay gente que se supone que debe ayudarle y se niega, Dios se acuerda de ello. 7. Muerte de Aarón La muerte de Aarón se registra en Números 20:23-29. “Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte. Y viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le hicieron duelo por treinta días todas las familias de Israel” (Nm. 20:28, 29). La antigua generación ya había 226 EL VIAJE DE ISRAEL muerto. Aarón había sido la única persona con quien Moisés pudo realmente tener comunión. La muerte de Aarón dejó a Moisés muy solo. 8. Israel se desanima Leemos en Números 21:4-5 que después de que los hijos de Israel derrotaron a los cananeos en Horma (Nm. 21:13), se desanimaron mucho y se volvieron a quejar contra Dios y Moisés: “Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. “¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano”. Proverbios 13:15 dice: “el camino de los transgresores es duro”. Proverbios 14:14 dice: “De sus caminos será hastiado el necio de corazón; pero el hombre de bien estará contento del suyo”. Algunas personas hablan contra Dios debido a la dificultad del camino, a pesar de que es el camino que ellos han escogido. 9. La serpiente de bronce El Señor estaba disgustado con los hijos de Israel por todas sus quejas, y los castigó enviando serpientes ardientes entre el pueblo: “Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel” (Nm. 21:6). CAPÍTULO 9 227 Los hijos de Israel le confesaron a Moisés en Números 21:7: “Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo”. Leemos cuál fue la solución del Señor para las serpientes ardientes en Números 21:8-9: “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”. Sólo tenían que “mirar” y serían sanados. Esto, claro está, se retoma en Juan 3:14-15, donde Cristo se refirió a este mismo versículo diciendo: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Este es un hermoso versículo evangelístico para usarlo cuando predique. “Tan sólo mire al Señor y será salvo”. Jesús dijo en Juan 12:32 “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”. 10. El pozo del que fluía agua Leemos en Números 21:17-18: “Entonces, cantó Israel este cántico: Sube, oh pozo; a él cantad; pozo, el cual cavaron los señores. Lo cavaron los príncipes del pueblo, y el legislador, con sus báculos. Del desierto vinieron a Matana”. Este pequeño acontecimiento aparentemente oscuro tiene profundas implicaciones espirituales y verdades unidas a él. 228 EL VIAJE DE ISRAEL En la Escritura, los pozos hablan de salvación. Leemos en Isaías 12:3: “Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación”. Hablando a la mujer en el pozo, el Señor Jesús dijo en Juan 4:14: “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, Él pone dentro de nuestro corazón una fuente de agua que salta. Sin embargo, al igual que los pozos que Abraham cavó fueron tapados por los filisteos, así los pozos del agua de vida dentro de nosotros también puede obstruirse. Leemos en Génesis 26:14-15: “Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia. Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra”. Los filisteos representan la envidia. Cuando la envidia entra en nuestro corazón y vive, entonces nuestros pozos espirituales también se bloquean. La lucha y el odio también pueden obstruir nuestros pozos. Leemos acerca de esto cuando Isaac estaba cavando los pozos en Génesis 26:18-21: “Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado. Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas, los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del CAPÍTULO 9 229 pozo Esek, porque habían altercado con él. Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna”. Esek significa “contención”, y Sitna se define como “odio”. La clave para volver a abrir nuestros pozos espirituales está en Números 21:17-18: “Entonces cantó Israel este cántico: Sube, oh pozo; a él cantad; Pozo, el cual cavaron los señores. Lo cavaron los príncipes del pueblo, y el legislador, con sus báculos…”. Estos pozos tienen que ser cavados de nuevo por los ancianos, con frecuencia bajo la dirección del pastor o consejero espiritual. Se cavaron con báculos (lo cual habla de autoridad), y con rectitud según la Ley o la Palabra de Dios. Después de haber cavado los pozos, seguirán brotando mientras les cantamos. Un ejercicio espiritual que recomendamos mucho se encuentra en Efesios 5:19: “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones”. Este ejercicio es comparable a cómo cantaron los israelitas: “Sube, oh pozo; a él cantad …”. Josué y Caleb mantuvieron un espíritu de regocijo, lo que alimentó su fe y no dejó que sus pozos espirituales se taparan. Esta fue la clave en sus vidas, que hizo que ellos superaran la experiencia del desierto y entraran a la Tierra Prometida (Nm. 14:6-9). 11. La maldad de Balaam Para poder llegar desde el desierto hasta la Tierra Prometida y al monte Sion, debemos vencer las trampas 230 EL VIAJE DE ISRAEL de Balaam. Balaam evitó que muchos israelitas entraran a la Tierra Prometida. La vida de Balaam se registra en Números 22-25. Fue un profeta de Dios que se desvió hacia el espiritismo y comenzó a practicar encantamientos. Había otros amores en su corazón (su amor al dinero y la posición) que hicieron que cayera. Balaam era peculiar debido a su doble vida. Debió de haber habido antes una consagración a Dios en su vida, ya que tenía dones tremendos de parte de Él, y Dios mismo se le apareció. Dios no se habría aparecido a un médium espiritista. En la vida de Balaam había una mezcla espiritual; a veces operaba bajo la verdadera unción, pero otras veces operaba bajo un espíritu de brujería. La vida de Balaam puede caracterizarse por cinco factores principales: codicia, idolatría, inducir a otros a cometer fornicación, brujería y una mezcla de verdadera y falsa unción. Pedro destaca a Balaam como ejemplo de codicia en 2 Pedro 2:14 15: “Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad”. Judas 1:11 dice: “¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré”. Leemos en Apocalipsis 2:14 con respecto a la “doctrina de Balaam”, que básicamente, inducía a la gente a adorar CAPÍTULO 9 231 a ídolos y cometer fornicación: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti; que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”. Josué 13:22 describe a Balaam como un “adivino”, o una persona que practicaba la adivinación y la brujería: “También mataron... a Balaam el adivino, hijos de Beor, entre los demás que mataron”. Es posible vivir bajo la dirección de dos espíritus, moviéndose en un momento bajo la unción y después bajo un espíritu malo. Balaam tenía un gran poder con su ministerio profético, pero desgraciadamente se involucró en dos corrientes distintas de poder espiritual. Los motivos de Balaam eran corruptos, y eso es lo que le hizo apartarse y hacer que otros se apartaran también. En Números 22:1-14 encontramos que Israel instaló sus tiendas en las llanuras de Moab de camino a la Tierra Prometida. Los moabitas temían a Israel. Por lo tanto, Balac, rey de Moab, envió a sus ancianos a ofrecer dinero a Balaam para que maldijera a los israelitas. Consideraban a Balaam como un hombre con gran poder espiritual. Balaam les dijo que se quedaran esa noche para que él pudiese buscar la guía del Señor. Dios se apareció a Balaam y le dijo que no fuera con aquellos hombres. Le dijo que no podía maldecir a los israelitas porque estaban bendecidos por Él. Entonces Balac envió a Balaam a otros hombres más honorables, para que le hicieran una mejor oferta, diciendo 232 EL VIAJE DE ISRAEL en Números 22:17: “Porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo”. Cuando le ofrecieron más dinero y honor, Balaam fue de nuevo a Dios, esperando persuadirlo para que cambiase de idea y le permitiera ir con ellos (Nm. 22:19). Después en Números 22:20-22 leemos: “Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga. Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos”. Estos versículos han desconcertado a muchos eruditos de la Biblia. Balaam quería ir con aquellos hombres debido al dinero y la posición que le ofrecían. Así, volvió a Dios esperando persuadirle para que cambiara de opinión. Cuando le preguntó de nuevo a Dios, esta vez Dios dijo: “Sí, ve con ellos”. Esto se debe a que Dios le da una persona el deseo de su corazón; sin embargo, el Señor estaba enojado con Balaam e buscó matarle cuando iba de camino. Leemos en Números 22:23-31: “Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. CAPÍTULO 9 233 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y Dios le da apretó contra la pared el pie de a una persona Balaam; y él volvió a azotarla. Y el deseo el ángel de Jehová pasó más allá, de su corazón y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí:Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No. Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.” La asna sobre la que Balaam iba vio al ángel del Señor con su espada desenvainada y se apartó para evitarlo. Balaam no vio al ángel y se puso furioso con el comportamiento extraño de su asna. Se enojó tanto, que cuando Dios permitió que el animal le hablara, discutió con él. Entonces el Señor abrió sus ojos para que pudiera ver al ángel, y Balaam se humilló delante de Dios. El ángel del Señor dijo a Balaam en Números 22:32: “¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí”. 234 EL VIAJE DE ISRAEL Entonces Balaam confesó en Números 22:34: “He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; más ahora, si te parece mal, yo me volveré”. Balaam sabía en su corazón que no debería haber preguntado a Dios la segunda vez, y que no debería haber ido con los hombres de Balac para maldecir a Israel. Sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien. ¿Qué está Dios intentando decirnos en este relato de Balaam? Al igual que Balaam, muchos cristianos saben que algo no es la voluntad de Dios para sus vidas, pero continúan pidiendo a Dios hasta que Él diga que sí. Entonces hacen lo que querían hacer, y dicen que Dios les dijo que lo hicieran (y que hasta lo confirmó con profecías o visiones). Dios intenta advertirnos de que si queremos hacer nuestra voluntad en vez de la de Él, quizá diga “sí”, e incluso puede permitirnos que tengamos confirmaciones, pero también enviará flaqueza a nuestra alma. Vemos esto en las vidas de los hijos de Israel. El Salmo 106:14 15 dice: “Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad. Y él les dio lo que pidieron; mas envió mortandad sobre ellos”. Esta es la razón por la que los israelitas no sobrevivieron al desierto para llegar a la Tierra Prometida. No se contentaron con el maná, así que Dios les dio codornices, pero Él no se agradó de ellos. Los israelitas no quisieron aceptar el camino de Dios; querían hacer las cosas a su manera y, en consecuencia, Dios les dio lo que querían. Temamos al Señor y digamos: CAPÍTULO 9 235 “No se haga mi voluntad, sino la tuya”, en cada circunstancia que afrontemos en nuestras vidas. De lo contrario, quizá nunca entremos en la Tierra Prometida. Balaam sabía que no podía maldecir a Israel porque Dios le había dicho que ellos eran benditos (Jos. 24:9-10), pero estaba consumido por la codicia y el amor al dinero, que es “la raíz de todos los males” (1 Ti. 6:10). Por lo tanto, debido a que él personalmente no podía maldecir a Israel, dijo a Balac cómo hacer que el juicio de Dios descendiera sobre Israel. Aconsejó a Balac que enviara a mujeres moabitas a cometer fornicación con los israelitas, trayendo así el juicio de Dios sobre Israel. La inmoralidad con las mujeres de Moab también llevó a la idolatría, porque muchos de los israelitas comenzaron a adorar a sus dioses paganos (Nm. 25:1-5, cf. Jud. 1:11, 2 P. 2:15-16). Esto también se destaca en Números 31:16: “He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baalpeor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová”. Esto es confirmado en Apocalipsis 2:14: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”. En nuestros días, hay muchos Balaam en la iglesia que rebajan los estándares de Dios, promueven la mundanería, aprueban la inmoralidad y alientan el divorcio y el volver a casarse, lo cual es adulterio ante los ojos de Dios (Mt. 19:9; Mr. 10:12; Ro. 7:1-3). Son ministros que fueron ungidos por Dios en el 236 EL VIAJE DE ISRAEL pasado, pero que comenzaron a enseñar falsas doctrinas bajo una falsa unción. En el grado en el que operemos en el poder de Dios, en ese mismo grado podemos comenzar a operar bajo la influencia satánica si no caminamos en rectitud. Para poder realizar nuestro propio viaje personal por el desierto hasta la Tierra Prometida y alcanzar la madurez espiritual, debemos vencer los pecados y trampas de las personas como Balaam. Recuerde: Balaam apareció al final del viaje por el desierto cuando el pueblo de Dios estaba listo para entrar en la Tierra Prometida. 12. El censo de la nueva generación En Números capítulo 26, la nueva generación fue contada. Este censo se realizó después de los 40 años de la peregrinación por el desierto. El primer censo se llevó a cabo en Sinaí en Números capítulo 1 cuando salieron de Egipto. En el segundo censo, toda la primera generación había muerto, a excepción de Caleb y Josué. “Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí. Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun” (Nm. 26:64-65). 13. La elección de un nuevo líder Moisés le dijo al Señor en Números 27:16-17: “Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre CAPÍTULO 9 237 la congregación, que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor”. El líder tiene la responsabilidad dada por Dios de ungir y designar a un sucesor que dará continuidad a la visión y llevará al pueblo de Dios a todo lo que el Señor haya prometido al fundador de la obra. El nuevo líder debe buscar llevar a la congregación a la herencia que Dios les prometió. Dependiendo de las promesas y de los propósitos generales de Dios, esto a veces puede tardar varias generaciones, como fue el caso con Israel. Josué los introdujo en la tierra, pero a David le tocó llevarlos al reposo de Dios en el monte Sion, subyugando todo el territorio y a los enemigos de la tierra. El cambio de liderazgo debe ser ordenado por Dios. Cuando Moisés tenía 120 años de edad, Dios le dijo que Él estaba a punto de llevárselo. De hecho, Dios mismo enterró a Moisés, porque el cuerpo de Moisés se necesitaría años después para la aparición en el monte de la Transfiguración (Jud. 1:9). Con anterioridad, Coré y sus seguidores habían intentado derrocar el liderazgo de Moisés e instalarse ellos mismos en su lugar. Sufrieron un juicio tremendo cuando intentaron quitar el liderazgo de la voluntad de Dios. Bajo la dirección de Dios, Moisés oró por un nuevo líder. 238 EL VIAJE DE ISRAEL Requisitos para el liderazgo Hay dos requisitos para el liderazgo que se encuentran en Números 27:17: “Que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor”. “Que salga delante de ellos”. Cuando las ovejas necesitan pastos nuevos, el pastor las deja en el corral y sale para encontrar nuevos pastos para ellas. Ya que las ovejas representan a los cristianos (Is. 53:6; Jn. 10:14), esto nos habla de que los pastores y líderes deben buscar constantemente al Señor para obtener nuevas verdades, revelación, experiencias y una unción fresca. Las ovejas no pueden alimentarse en el mismo campo de pastoreo para siempre. De la misma manera, los creyentes necesitan nuevas verdades de las cuales alimentarse; de otro modo, pierden la vitalidad de la vida cristiana, que siempre continua. Los pastores deben inspeccionar los pastos para asegurarse de que no haya hierbas venenosas que puedan matar a sus ovejas. De igual manera, los líderes deben asegurarse de que no haya doctrinas erróneas que puedan dañar al pueblo de Dios. “Que los saque y los introduzca”. Cuando los pastores han encontrado nuevos pastos, vuelven a sus ovejas y las conducen a los nuevos pastos. Los líderes deben llevar a su pueblo desde las verdades viejas hacia las nuevas. Los líderes no deben enseñar a su pueblo doctrinas que ellos mismos no hayan inspeccionado bien antes. CAPÍTULO 9 239 En la actualidad, hay muchas doctrinas erróneas circulando en la Iglesia. Debemos analizar primero las doctrinas y poner a prueba sus frutos (2 Ti. 2:6). Deberíamos buscar el consejo de otros hombres piadosos con respecto a cualquier nueva ola de doctrina que venga a la Iglesia. El Salmo 78:71-72 dice de David, el pastor de Israel: “De tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, los pastoreó con la pericia de sus manos”. Las responsabilidades de un pastor, tanto de ovejas naturales como espirituales, son las siguientes: 1. Alimentar a las ovejas con la integridad de su corazón. 2. Guiar a las ovejas con la destreza de sus manos. 3. Inspeccionar a las ovejas. 4. Limpiar y ungir las heridas de las ovejas con aceite fresco del trono. 5. Guiar a las ovejas a nuevos pastos. 6. Dar su vida para proteger a las ovejas. Un líder debería nacer y crecer en la misma casa espiritual junto con el fundador del ministerio. Josué fue entrenado por Moisés (Ex. 24:13; 33:11). Tenía un espíritu diferente y había seguido al Señor en todo. Cuando Abraham fue a la guerra, llevó consigo a 318 siervos que habían sido entrenados en su propia casa (Gn. 14:14). Aquellos que han crecido en la misma casa espiritual que el fundador o líder de un ministerio tienen la misma mente, visión y metas. 240 EL VIAJE DE ISRAEL Josué cumplió todos estos requisitos: 1. Era el ministro (siervo) de Moisés, y creció a su lado. 2. Luchó las batallas contra los amalecitas; por lo tanto, estaba entrenado en la guerra espiritual. 3. Entró con Moisés en la presencia misma de Dios, incluso demorándose en una ocasión después de que Moisés ya se había ido. 4. Fue uno de los doce espías, y regresó con un informe favorable. 5. Estaba bien versado en la Ley; en consecuencia, tomaba buenas decisiones. (Se recomienda un estudio minucioso de los requisitos de los ancianos en 1 Timoteo 3:1-13 junto con los asuntos arriba mencionados). El cargo Josué se puso delante del sumo sacerdote, Eleazar, y de la congregación, mientras Moisés imponía sus manos sobre él y le daba un cargo. En esta ceremonia ocurrieron tres cosas muy importantes: 1. Toda la congregación de Israel reconoció la autoridad de Josué (Nm. 27:22). 2. Josué recibió el manto de gracia de Dios para cumplir su función como nuevo líder (Nm. 27:20). 3. El espíritu de sabiduría fue impartido a Josué (Dt. 34:9). CAPÍTULO 9 241 No puedo dejar de enfatizar la importancia de la ceremonia de imposición de manos, porque no es meramente un mandamiento bíblico. He visto a hombres ser transformados y madurados por la impartición que recibieron en una ceremonia como ésta. Recibieron poder y capacidad más allá de sus años cuando el manto de Dios reposó sobre ellos. 14. La elección de una herencia inferior El capítulo 32 de Números registra el triste relato de las dos tribus y media que escogieron su herencia en el lado incorrecto del río Jordán. Rubén, Gad y la media tribu de Manasés no escogieron lo mejor de Dios para sus vidas (Nm. 32:33). Dijeron en Números 32:5: “Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dese esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán”. Las verdaderas promesas y bendiciones de Dios, incluido el monte Sion, estaban al otro lado del río Jordán, pero estas tribus se contentaron con quedarse donde estaban. Se quedaron con la segunda opción de lo mejor porque tenían mucho ganado y pensaron que la tierra al este del río Jordán era un buen lugar para sus rebaños. Sus corazones estaban ligados a las cosas de este mundo. Años después, cuando Dios juzgó a Israel, Rubén, Gad y la media tribu de Manasés fueron las primeras tribus en ser llevadas al cautiverio. Uno de los dolores de corazón del liderazgo es que las personas determinan el nivel de herencia que reciben. No todos en el Cuerpo de Cristo obtienen lo mejor de Dios para sus vidas. 242 EL VIAJE DE ISRAEL 15. Repetición de la Ley a la nueva generación El libro de Deuteronomio es una serie de sermones y exhortaciones de Moisés a la nueva generación en el tiempo en que estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida. Sus padres, la generación que había salido de Egipto, habían fallado y habían muerto en el desierto. En el libro de Deuteronomio, Moisés miró hacia atrás y repasó todo lo que había ocurrido a los hijos de Israel desde que salieron de Egipto. Después miró hacia delante a la conquista de la tierra de Canaán, su herencia, y el cumplimiento de las promesas de Dios para la nueva generación. En griego, Deuteronomio literalmente significa “La segunda ley” . Es una repetición a la nueva generación de las leyes que Dios había dado a Israel en el monte Sinaí 40 años antes. En Deuteronomio, Moisés prepara a la segunda generación para entrar en la Tierra Prometida. Deuteronomio también está lleno de precauciones y advertencias. Dios previó que todas las bendiciones que estaba a punto de otorgar a Su pueblo harían que muchos fueran negligentes, olvidaran al Señor y se volvieran a la vanidad. Por lo tanto, Moisés los instó a no olvidar al Señor una vez que Él los hubiera llevado a Sus bendiciones. Destacó no sólo el camino hacia la herencia al otro lado del Jordán, sino también el camino para permanecer en la herencia después de haber tomado posesión de ella. Si ellos no obedecían el Señor, la tierra de su herencia los vomitaría (Lv. 20:22). CAPÍTULO 9 243 Bosquejo básico del libro de Deuteronomio I. Una mirada al pasado: Deuteronomio capítulos 1–11 A. Repaso del camino desde Sinaí (Dt. 1–3) B. Repaso de la Ley desde Sinaí (Dt. 4–11) II. Una mirada al futuro: Deuteronomio capítulos 12–34 A. Reglas y advertencias finales para Israel antes de entrar a su herencia (Dt. 12–30) B. Palabras y acciones finales de Moisés (Dt. 31–34) 16. Muerte de Moisés Deuteronomio termina cuando Israel alcanza el lado oriental del río Jordán: las llanuras de Moab que dominaban la Tierra Prometida. Moisés dio sus últimos sermones a Israel en las llanuras de Moab. Después, subió al monte Pisga, que estaba cerca de Jericó, y contempló la Tierra Prometida (Dt. 34:1-3). Leemos en Deuteronomio 34:4-6: “Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá. Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy”. Como mencionamos antes, Dios mismo enterró el cuerpo de Moisés porque se necesitaría muchos años después para su aparición en el monte de la Transfiguración (Mt. 17:3, Jud. 1:9, Lc. 9:30-31). SEGUNDA PARTE El cruce a Canaán 247 Capítulo 10 JOSUÉ, EL NUEVO LÍDER La segunda parte cubre la entrada a Canaán bajo el liderazgo de Josué. Los hijos de Israel comenzaron a poseer la Tierra Prometida bajo Josué, pero veremos que no obtuvieron la victoria completa sobre sus enemigos. No poseyeron la totalidad de su herencia bajo Josué. Josué tuvo un ministerio largo y productivo, cubriendo los 40 años en el desierto y otros 30 años en la Tierra Prometida, hasta su muerte a la edad de 110 años. 1. Sus primeros años Josué también se llamaba Oseas (Nm. 13:16), una variante en hebreo de su nombre. La traducción al griego de su nombre es “Jesús” (He. 4:8). Era hijo de Nun, de la tribu de Efraín. Creció en Egipto, donde él y sus compatriotas israelitas estuvieron bajo la dura esclavitud de Faraón y sus capataces. Por lo tanto, Josué estaba muy familiarizado con ataduras y los clamores del corazón del pueblo que estaba a punto de dirigir. 2. Josué dirige a Israel contra Amalec En su primera aparición en la Biblia, Josué dirigió a Israel en batalla contra los amalecitas, que eran descendientes 248 EL VIAJE DE ISRAEL de Esaú (Ex. 17:8-16). Éxodo 17:13 dice: “Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada”. Espiritualmente, los amalecitas representan las obras de la carne. Al igual que Josué, la tarea de un ministro es tratar primero con las obras de la carne en su propia vida, y después proteger a su congregación de los ataques de estos enemigos perniciosos. Merece la pena destacar que esta batalla se luchó y ganó bajo la dirección del líder principal: Moisés. 3. Siervo de Moisés Josué, el siervo (o ministro) de Moisés, subió con él al monte cuando recibió la Ley, como vemos en Éxodo 24:13: “Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios”. 4. Permaneciendo en la presencia de Dios En Éxodo 33:11 leemos: “Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo”. Aún después de que Moisés descendiera del monte glorioso, Josué permanecía en la presencia de Dios buscando cultivar una relación de intimidad con Él. Todo ministerio verdadero es el resultado de una esencia viva que Dios deposita en nosotros cuando esperamos delante de Él. Las notas de estudio, la homilética, los gráficos y los esquemas sirven sólo como CAPÍTULO 10 249 herramientas para ayudarnos a expresar lo que Dios ya ha depositado dentro de nosotros. Los sermones y los estudios de clase que dan testimonio en nuestro corazón son en realidad el resultado de una “semilla” que Dios ya ha plantado en nuestro corazón de cuando pasamos tiempo con Él. Dios puso “otro espíritu” en Josué mientras esperaba en Él. Ese espíritu era el espíritu de fe (Nm. 14:6-9, 23-30). 5. Su inmadurez La inmadurez de Josué pudo verse en la forma en que actuó con aquéllos que estaban profetizando en el campamento (Nm. 11:25-30). Él no quería que nadie excepto Moisés profetizara, pero Moisés, por otro lado, tenía una actitud llena de gracia hacia ellos, y dijo: “Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos” (Nm. 11:29). En los últimos tiempos, Dios derramará Su Espíritu sobre toda carne, y toda la Iglesia fluirá en lo profético. Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, estarán profetizando (Jl. 2:28-29). Moisés nunca quiso que esto estuviera limitado sólo al liderazgo de la iglesia. 6. El buen informe de Josué y Caleb Josué y Caleb fueron los únicos dos espías que volvieron con un buen informe de la Tierra Prometida (Nm. 14:6-10). Los otros diez espías inspiraron temor e incredulidad en el pueblo, ocasionando que menospreciaran la Tierra 250 EL VIAJE DE ISRAEL Prometida y no entraran en los propósitos de Dios (Nm. 13:31-33; Dt. 1:28). Josué y Caleb fueron los únicos dos de su generación que entraron en la Tierra Prometida (Nm. 14:29-30). 7. Un anticipo de su herencia Josué tuvo un anticipo de la buena tierra 38 años antes de que realmente la poseyera. Todo líder necesita un anticipo de lo que Dios tiene para él y para aquellos a quienes va a dirigir. Un anticipo de nuestra herencia nos ayudará a avanzar a través del desierto largo y seco. 8. Resistiendo la opinión popular Josué casi fue apedreado por defender lo que era correcto (Nm. 14:10). Permaneció fiel al Señor y siguió defendiendo los estándares más altos de Dios, aún cuando todos los demás iban en la dirección equivocada. Este fue el rasgo distintivo de la vida y carácter de Josué. Para él, era más importante agradar a Dios que agradar a las personas. Incluso al final de su vida, declaró: “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos. 24:15). 9. Consagrado como nuevo líder Josué fue consagrado como el nuevo líder de Israel en Números 27:18-23: “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el CAPÍTULO 10 251 cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. Él se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación. Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación; y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había mandado por mano de Moisés”. Por experiencia propia, conozco la importancia que tiene este acto de consagración para aquellos que son consagrados y encomendados. He visto a ministros ser totalmente transformados y madurados en una ceremonia de consagración. La razón es que el manto de Dios para su oficio en particular viene sobre ellos, dándoles una capacitación divina para realizar sus nuevas tareas. Esta idea se confirma en Efesios 4:7: “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo”. 10. Siguió obedeciendo a Moisés Durante el tiempo en que Moisés estuvo al mando, Josué recibió órdenes de él. Así fue también con respecto a la herencia de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés. Leemos en Números 32:28-29: “Entonces les encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel. Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad 252 EL VIAJE DE ISRAEL y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Jehová, luego que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión”. 11. Josué y Eleazar distribuyen la tierra A Josué y a Eleazar el sacerdote se les encomendó la distribución de la tierra de Canaán como herencia para las tribus de Israel. “Estos son los nombres de los varones que os repartirán la tierra: El sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun” (Nm. 34:17). Esta es la bendición y el privilegio de los líderes fieles. Dios da a los hombres fieles el privilegio de instalar a otros en su herencia y llamado. El Salmo 45:16 dice: “En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra”. 12. El ánimo de Moisés El Señor dio instrucciones a Moisés de animar a Josué en Deuteronomio 1:38: “Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel”. Qué necesario es entender que los jóvenes necesitan ayuda y aliento al emprender sus caminos no trazados de liderazgo. Ningún líder puede reproducir el pasado. ¡La vida progresa! La Iglesia de Dios está avanzando. El Señor dijo a Josué: “Vosotros no habéis pasado antes de ahora por este CAPÍTULO 10 253 camino” (Jos. 3:4). Cada nueva generación tiene una tarea fresca que es distinta de la que tuvo la generación anterior. Por lo tanto, necesitaremos tener ánimo y dependencia total en el Señor, de modo que la parte del viaje que se encomienda en nuestras manos para cualquier congregación dada sea completada exitosamente para satisfacción de Dios. Moisés dijo en Deuteronomio 3:21-22: “Ordené también a Josué en aquel tiempo, diciendo: Tus ojos vieron todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová a todos los reinos a los cuales pasarás tú. No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros”. El Señor dijo nuevamente a Moisés que alentara a Josué en Deuteronomio 3:28: “Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás”. 13. Seguridad para la congregación con respecto al nuevo líder Un nuevo líder no sólo necesita ser alentado, la congregación también necesita tener confianza en el nuevo líder. Solamente el líder anterior puede verdaderamente dar esa seguridad necesaria, como Moisés hizo con Josué. Leemos en Deuteronomio 31:3-8: “Jehová tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho. Y hará Jehová con ellos como 254 EL VIAJE DE ISRAEL hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó. Y los entregará Jehová delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado. Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar. Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides”. 14. El cambio de mando En Deuteronomio 31:14-15, el Señor dio instrucciones a Moisés y Josué de presentarse delante de Él: “Y Jehová dijo a Moisés; He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión. Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo”. Moisés tenía que transferir el mando de los israelitas a Josué, así que impuso las manos sobre él y le impartió su manto y unción. Leemos en Deuteronomio 34:9: “Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés”. Josué fue entonces lleno del Espíritu. CAPÍTULO 10 255 15. Dios le habla a Josué directamente Ahora que Josué era el nuevo líder, el Señor le habló directamente y le dio instrucciones específicas para la tarea que había sido llamado a realizar. Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés” (Jos. 1:1). Estas instrucciones están clasificadas en Josué 1:1-9. 1. Una declaración de que el líder anterior ha muerto (Jos. 1:1) 2. Una orden a Josué de levantarse y pasar el río Jordán (Jos. 1:2) 3. Una promesa de que todo lugar que pisaran sus pies, le sería dado (Jos. 1:3) 4. Una promesa de que ningún hombre podría levantarse en contra de él durante todos los días de su vida (Jos. 1:5) 5. Una promesa de que el Señor estaría con él como estuvo con Moisés (Jos. 1:5) 6. Una promesa de que el Señor no le desampararía (Jos. 1:5) 7. Una exhortación a ser fuerte y valiente (Jos. 1:6, 7) 8. Una exhortación a observar Sus mandamientos (Jos. 1:7, 8) 9. Una exhortación para que el libro de la ley no se apartara de su boca y que meditara en él de día y de noche (Jos. 1:8) 256 EL VIAJE DE ISRAEL Conclusión Hoy en día, Dios necesita muchos hombres y mujeres como Josué. El Señor va a llevar a Su Iglesia a su herencia en estos últimos tiempos, y está buscando a personas como Josué que puedan dirigir a Su pueblo hacia ella. Josué representa a aquéllos que han sido fieles en las pruebas del desierto y que también han gustado del fruto de la tierra de la promesa. Los líderes deben tener tiempo para meditar en la Palabra de Dios. 257 Capítulo 11 EL CRUCE DEL RÍO JORDÁN 1. La importancia del río Jordán El cruce del Jordán fue un punto decisivo en el viaje de Israel. Fue un nuevo día para ellos en casi todos los aspectos. La vieja generación y su líder habían muerto, y habían surgido una generación y un líder nuevos. Las pruebas en el desierto habían terminado y la Tierra Prometida los esperaba. Estaban a punto de dar un gran salto hacia delante en las promesas de Dios cuando sus pies cruzaran el río Jordán. Tras cruzar el Jordán, su actitud cambió por completo. Ya no querían regresar a Egipto. Algo había cambiado en su corazón y en su naturaleza. Aún su dieta cambió después de haber cruzado el Jordán. El maná cesó y comenzaron a tomar del fruto de la tierra (Jos. 5:12). Había nueva emoción y expectativa; nueva fuerza y coraje los llenaban de vigor para vencer a sus enemigos. Sumado a todo esto, el cruce del río Jordán fue un paso decisivo hacia su destino final: el monte Sion. La vida crucificada El cruce del río Jordán tiene un gran significado espiritual para nuestras vidas como creyentes. Leemos en Josué 3:15-16 que 258 EL VIAJE DE ISRAEL las aguas del Jordán se desbordaban en el tiempo de la cosecha por todo el camino hasta la ciudad de Adán. El hecho de que la ciudad de Adán esté conectada con su paso a través del Jordán es significativo, porque Adán representa nuestra vieja naturaleza pecaminosa. Cuando los israelitas salieron de Egipto, estaban fuera de Egipto, pero su amor por Egipto no había salido de ellos; sin embargo, cuando cruzaron el Jordán fue muy diferente. Los hijos de Israel fueron circuncidados en Gilgal. La circuncisión representa la circuncisión del corazón y el deshacernos de las cosas con las que nacimos (Dt. 30:6). Por lo tanto, el cruce del río Jordán representa la experiencia de morir al pecado, mediante la cual nuestra vieja naturaleza adámica es crucificada con Cristo (Gá. 2:20). Como ya hemos mencionado anteriormente, espiritualmente el mar Rojo representa el bautismo en agua. En Colosenses 2:11-13, Pablo dice claramente que el bautismo en agua es una analogía de “echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo…”. Pablo también dice en Romanos 6:4 que somos sepultados con Cristo por el bautismo para que andemos en nueva vida. Desgraciadamente, aunque debiéramos andar en nueva vida, muchas veces no lo hacemos. El bautismo en agua no es la respuesta completa a la cuestión de tener victoria sobre el pecado. El bautismo en agua es el acto judicial de quitarse el cuerpo pecaminoso. La plenitud experimental de esto llega ahora, durante el cruce del Jordán. CAPÍTULO 11 259 En el Jordán, el Señor quitó el amor por Egipto de sus corazones. Ya no deseaban regresar a Egipto, que representa este mundo. Leemos en Josué 5:8-9: “Y cuando acabaron de circuncidar a toda la gente, se quedaron en el mismo lugar en el campamento, hasta que sanaron. Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy”. Así, el cruce del Jordán simboliza cómo Dios rompió el poder del pecado y trató con el amor al mundo. Fue la “circuncisión adulta”, equivalente a la experiencia de Romanos 6:6, la cual veremos ahora con mayor detalle. Saber, considerar y presentarse 1. Saber que estamos muertos al pecado Como ya hemos dicho, el cruce del río Jordán representa la experiencia de “muerte al pecado” de Romanos 6:6: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”. En la cruz, Cristo no sólo compró nuestra redención, sino que también hizo provisión para tratar con nuestra naturaleza de pecado para que no siguiera teniendo dominio sobre nosotros. Nuestra naturaleza de pecado quedaría destruida o inoperante. Esta es una experiencia espiritual muy importante porque la salvación, el bautismo en agua e incluso el bautismo en el Espíritu Santo no tratan con todos los pecados y ataduras de nuestras vidas. 260 EL VIAJE DE ISRAEL El primer paso para ser libre del pecado es conocer por experiencia que nuestro viejo hombre (nuestra vieja naturaleza) fue crucificado con Cristo en la cruz. La palabra griega para “sabiendo” en Romanos 6:6, es “ginöskö”, que significa “conocimiento que llega por una experiencia”. No es algo que vamos desarrollando, ni algo que reclamamos o tomamos por fe, sino una cita y un encuentro divino con Dios: una revelación clara de Dios de lo que Él hizo en la cruz del Calvario. Cuando tenemos esta experiencia, se produce una gran diferencia en nuestras vidas. Pablo habló de esta experiencia en Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Debemos buscar al Señor para tener esta misma experiencia para que no sirvamos más al pecado. Hace muchos años, Dios estaba señalando con Su dedo varias cuestiones en mi vida, preguntándome si estaba dispuesto a entregarle ciertas cosas. Algunas eran fáciles de soltar, pero otras eran muy difíciles. El Espíritu de Dios siguió hablándome durante varios días sobre el tema de morir al pecado. Entonces, una mañana cuando me encontraba en mi oficina, tuve una visión de Cristo sobre la cruz con Su espalda hacia mí. El Espíritu de Dios me levantó para ser colgado en la cruz con Cristo. En la visión, yo estaba literalmente en Cristo en esa cruz. Miré hacia abajo y vi a toda la gente maldiciendo a Jesús, pero Él no CAPÍTULO 11 261 respondía porque estaba en la cruz. También vi el velo que fue rasgado en el Templo cuando Jesús murió. ¡Fue una experiencia literal! Después la visión cesó, y volví a mi habitación. Desde lo más profundo de mi ser, había algo que quería brotar; entonces salió y fluyó como un río. De mi boca salieron las palabras de Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado”. En ese momento supe que mi viejo hombre había sido crucificado con Cristo. Comprendí que, cuando Jesús murió hace unos dos mil años, Él no sólo llevó mis pecados sino que también trató con mi vieja naturaleza. ¡Oh, qué fortaleza y victoria llenaron mi alma! Hubo una paz indescriptible. De ninguna manera estoy sugiriendo que usted deba tener una visión o experiencia como la mía. Dios podría darle versículos diferentes y circunstancias diferentes. Lo importante es que usted experimente la realidad de Romanos 6:6 y tenga una revelación de que su naturaleza de pecado ha sido crucificada. Además de tratar nuestra naturaleza de pecado en la cruz, Cristo también proveyó sanidad, como vemos en 1 Pedro 2:24: “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. Pedro usa aquí el tiempo pasado: “fuisteis sanados”. Nuestra sanidad ya ha sido pagada, pero debemos apropiarnos de ella. Debemos tener una revelación y un encuentro con Dios. 262 EL VIAJE DE ISRAEL Esto también es cierto de la salvación. Cristo murió por los pecados de todo el mundo, pero eso no hace ningún bien al hombre hasta que experimenta el nuevo nacimiento aceptando a Cristo en su corazón. Aunque nuestra salvación ya ha sido pagada por la muerte de Cristo en la cruz, no somos salvos hasta que la experimentamos. Este mismo principio se aplica a ser muertos al pecado. Nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo en la cruz, pero todavía estamos atados por la naturaleza de pecado hasta que experimentamos ser muertos al pecado, tal como se describe en Romanos 6:6: “Para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”. Una vez que pasamos por esto, el pecado ya no gobernará más nuestras acciones y palabras. Tendremos nuevas fuerzas para luchar contra el enemigo. Hay una gran liberación de nuestro viejo hombre cuando tenemos este conocimiento por experiencia. Este “sabiendo” viene cuando caminamos fielmente con Dios. Los corintios nacieron de nuevo, fueron bautizados en agua, llenos del Espíritu y se movían en todos los dones del Espíritu; sin embargo, el apóstol Pablo los llama carnales. Muchos de ellos necesitaban experimentar su propio “Jordán” personal. Incluso Pablo amonestó a la iglesia en Corinto para que no fallaran en el desierto y murieran ahí como le pasó a Israel (1 Co. 10:1-11). 2. Considerarnos muertos al pecado “Saber” es el primer paso para poner a nuestro viejo hombre en la cruz. El segundo paso en el camino de la CAPÍTULO 11 263 santidad es “considerar” que estamos muertos al pecado. Pablo dijo en Romanos 6:11: “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro”. La palabra griega traducida como “consideraos” es “logizomai”, que esencialmente significa “dar algo por hecho”. Cuando hemos tenido la experiencia de “saber”, entonces debemos darlo por hecho. Tenemos que recordarnos a nosotros mismos que hemos sido liberados del pecado y que no tenemos que ceder a los deseos de nuestra naturaleza carnal. La pregunta a considerar es: “Después de haber tenido su experiencia del Jordán, ¿puede perderla?” La respuesta es: “Sí”. Cuando los hijos de Israel cruzaron el río Jordán, tomaron doce piedras del río y erigieron con ellas un monumento en la orilla occidental, como conmemorativo: “Les responderéis: Que las aguas del Jordán fueron divididas delante del arca del pacto de Jehová; cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se dividieron; y estas piedras servirán de monumento conmemorativo a los hijos de Israel para siempre” (Jos. 4:7). Israel obtuvo una gran victoria en el Jordán, y de ahí siguieron hacia Jericó para someterla. Sin embargo, después fueron derrotados en Hai por el pecado de Acán. Las doce piedras sirvieron como un recordatorio para los hijos de Israel de su experiencia en el Jordán. Después de arreglar las cosas, los israelitas tuvieron que recordar que su vieja naturaleza de pecado ya había sido tratada. No debían dejar que el pecado les dominara. 264 EL VIAJE DE ISRAEL De manera muy similar, después de que hayamos tenido una revelación de que estamos muertos al pecado, debemos recordarnos a nosotros mismos diariamente que estamos muertos al pecado. La experiencia de Romanos 6:6, de saber que estamos muertos al pecado, pone a nuestra vieja naturaleza en la cruz; al “considerarnos” muertos al pecado, la mantiene allí (Ro. 6:11). 3. Presentarnos a la justicia y la santidad Después de la experiencia de “saber” y luego “considerar” o de darlo por hecho, tenemos el poder de “presentar” los miembros de nuestro cuerpo a Dios. Este es el tercer paso en el camino de la santidad y la libertad del pecado. Pablo dijo en Romanos 6:12-14: “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”. La santidad siempre es una elección, una batalla. Después de nuestra experiencia en el Jordán, tenemos un nuevo poder para escoger, porque el pecado ya no tiene dominio sobre nosotros. Recuerde, después del Jordán Israel nunca quiso volver a Egipto. La naturaleza de Adán fue tratada. Fueron circuncidados en la carne, y ese mismo día Dios quitó de ellos el reproche y los tentáculos de Egipto (Jos. 5:8-9). CAPÍTULO 11 265 ¿Cómo llegamos al Jordán? En nuestro viaje desde Egipto hasta Sion, debemos cruzar el Jordán para alcanzar la Tierra Prometida, nuestra herencia, y llegar a Sion. Por lo tanto, es natural decir: “¡Crucemos ahora el Jordán!” Pero el problema es que no podemos cruzar el Jordán hasta que no lleguemos al Jordán. Sólo llegamos allí cuando Dios nos lleva. Los israelitas no podían moverse a menos que la nube durante el día o la columna de fuego durante la noche se movieran. Esta verdad debería quedar firmemente grabada en nuestros corazones. Dios no nos llevará al Jordán hasta que Él esté satisfecho con que hayamos pasado exitosamente nuestras diez pruebas en el desierto. Esta es la razón por la que debemos caminar con Dios día a día, semana a semana y mes a mes. Nuestra oración debería ser: “Oh Dios, llévame a mi Jordán”. Muchos de los israelitas nunca llegaron al río Jordán. Fallaron en todas sus pruebas en el desierto. Sus malas actitudes de incredulidad y dureza de corazón les impidieron hallar favor con Dios, y terminaron muriendo en el desierto. Los creyentes del Nuevo Testamento son advertidos a no seguir su ejemplo de incredulidad (He. 3:7–4:11; 1 Co. 10:1-11). Algunos cristianos son peregrinos perpetuos en el desierto. La desobediencia y su propia voluntad les privan de una guía genuina, y vagan sin rumbo durante toda su vida. Usted no tiene que ser así. Pídale a Dios 266 EL VIAJE DE ISRAEL que le dé un corazón tierno y obediente, porque este tipo de corazón nos asegura el favor de Dios. Josué y Caleb fueron los únicos de su generación que entraron a la Tierra Prometida. Tenían “otro espíritu”. Tenían fe y un espíritu de regocijo al declarar: “Si el Señor se deleita en nosotros, Él nos llevará a esta tierra” (Nm. 14:8). Ellos pasaban tiempo en la presencia de Dios, permitiéndole que desarrollara dentro de ellos un corazón tierno y creyente. Esta es la única forma en que podremos llegar a la Tierra Prometida. No existen atajos para llegar al Jordán. Por lo tanto, aprendamos de las vidas de Josué y Caleb las claves para sobrevivir en el desierto, llegar al río Jordán y entrar a la Tierra Prometida. 2. La importancia de la circuncisión Los israelitas cruzaron el río Jordán, llegaron a Gilgal, y erigieron el monumento conmemorativo de las doce piedras que sacaron del río Jordán, como relata Josué 4:19-20: “Y el pueblo subió del Jordán el día diez del mes primero, y acamparon en Gilgal, al lado oriental de Jericó. Y Josué erigió en Gilgal las doce piedras que habían traído del Jordán”. En Gilgal, el Señor dio instrucciones a Josué de circuncidar al pueblo, porque la generación más joven no había sido circuncidada por sus padres en el desierto. Leemos en Josué 5:2-5: “En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte CAPÍTULO 11 267 cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel. Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot. Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto. Pues todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino, después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado”. La circuncisión física es cortar la carne con la que nacen los varones. Una persona incircuncisa en el Antiguo Testamento era considerada impura y no podía participar de las bendiciones y ritos de la fe judía. La circuncisión espiritual es cortar la naturaleza carnal y pecaminosa de Adán con la que nacimos. Es un acto redentor hecho en nuestros corazones con la espada de Dios. Es un trabajo siempre operativo de la espada de Dios para tratar y diseccionar las otras áreas de nuestra vida interior. La falta de circuncisión espiritual representa el hecho de que los deseos, maneras, patrones de pensamiento y reacciones con las que nacemos no han sido aún quitadas o removidas. En Génesis 17:10-11, el Señor ordenó a Abraham y a sus descendientes que fueran circuncidados como señal de Su pacto con ellos: “Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. 268 EL VIAJE DE ISRAEL Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros”. La circuncisión era un requisito para heredar las promesas de Abraham, que incluían la Tierra Prometida. Era un signo o señal de la devoción de los israelitas a Dios. Un creyente no puede recibir su herencia hasta que sea circuncidado de corazón. Evidencias de un corazón circuncidado 1. Un corazón cooperador y sumiso es un corazón circuncidado. Es un corazón que no resiste al Espíritu Santo o a Sus mensajeros. Moisés dijo en Deuteronomio 10:16: “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz”. “Endurecer la cerviz” significa ser obstinado, inflexible y terco. No podemos heredar las promesas si somos tercos. Tenemos un ejemplo del Nuevo Testamento en la forma de defensa de Esteban en Hechos 7:51-52: “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores”. La audiencia de Esteban resistía y odiaba las palabras que el Espíritu Santo había hablado a través de él. El Señor rechazará el corazón que menosprecia y rechaza la palabra del Señor (1 S. 15:26). CAPÍTULO 11 269 2. Un corazón humilde, quebrantado y arrepentido es un corazón circuncidado. Cuando los ofensores justifican sus acciones y echan la culpa a otros, cuando rechazan la corrección o la disciplina, son incircuncisos. Aunque es natural responder de esa forma al no haber nacido circuncidados, debemos reconocer nuestras faltas y aceptar el castigo por nuestros pecados. Levítico 26:40-42 dice claramente: “Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres… y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado. Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra”. 3. Un corazón circuncidado busca la aprobación de Dios y no del hombre. Pablo dijo esto claramente en Romanos 2:28-29: “Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”. Cuando la aprobación de los amigos, familiares y de la gente en general es más importante que la aprobación de Dios, tenemos un corazón incircunciso. Algunas personas temen tanto el reproche, vergüenza o no ser comprendidas que no obedecen a Dios (véase Mt. 10:32-39, Jn. 12:42-43). 4. La capacidad de adorar a Dios en la libertad del Espíritu sin ser obstaculizado por la tradición o el 270 EL VIAJE DE ISRAEL orgullo es un indicador maravilloso de la circuncisión espiritual. La tradición puede ser una forma de incircuncisión si rechaza las manifestaciones del Espíritu Santo. Algunos creyentes no ven bien aplaudir, levantar las manos, danzar ante el Señor y adorar en el Espíritu. Debemos recordar que el deseo del Padre es por aquéllos que le adoran en espíritu y en verdad. Jesús habló sobre el tema de la verdadera adoración en Juan 4:22-24: “Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. 5. “No tener confianza en la carne” (Fil. 3:3) es una de las evidencias más claras de que la Palabra de Dios ha penetrado profundamente en el corazón. Por naturaleza, somos tercos, autosuficientes y testarudos, confiando en nuestra propia mente y capacidades en vez de confiar en Dios. Con frecuencia dependemos más del carisma natural, la personalidad o las buenas apariencias que del Espíritu Santo. Los cristianos a menudo planifican su propio futuro e intentan solucionar sus problemas separados de la guía de Dios. Los cristianos incircuncisos también creen que por su propia inteligencia e intuición pueden decidir lo que está bien o mal, y diferenciar la verdad del error, ¡pero CAPÍTULO 11 271 no se puede! Es sólo por la misericordia de Dios que podemos discernir correctamente las cosas. 6. Un corazón obediente lleno del amor de Dios es el resultado de la circuncisión de Dios. Leemos en Deuteronomio 30:6, 8: “Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy”. Si se lo permitimos, Dios quitará completamente la maldad de nuestro hombre interior, y seremos capaces de amarle con todo nuestro corazón. La espada también nos librará así de las ataduras de la caída y seremos capaces de obedecerle. 7. Un cristiano circuncidado es capaz de perdonar y liberar a la gente por las ofensas que hayan cometido contra él. El creyente endurecido intenta castigar a otros apartándoles de su vida. Jesús mismo dijo que la razón del divorcio es la “dureza del corazón” (Mt. 19:7-8, Mr. 10:4-6). Un corazón endurecido no puede perdonar, sino que recuerda y alberga rencores. ¿Cuál es nuestra herencia? Los israelitas no podían heredar la Tierra Prometida y participar de las promesas de Abraham a menos que fueran circuncidados. De igual forma, para que podamos entrar en la plenitud de la herencia de Dios para nuestras vidas 272 EL VIAJE DE ISRAEL (un llamado, una tierra, un ministerio, un pueblo o una relación), debemos experimentar la circuncisión espiritual. La herencia de Israel era la Tierra Prometida, pero incluso más importante que eso era una relación íntima con Jehová. Pablo dijo en Romanos 15:8 que Jesús fue un siervo de la circuncisión: “Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres”. El Señor desea circuncidar nuestro corazón para que podamos heredar las “promesas hechas a los padres”. Una promesa era que ellos heredarían la Tierra Prometida, la cual incluía el monte Sion. Sion es la morada del Señor, el lugar para una relación plena con Él. De hecho, las promesas más altas de Dios se encuentran en Sion. Debemos entender que no podemos entrar en la herencia completa de Dios para nuestras vidas ni morar en Su presencia sin un corazón circuncidado. El Señor lo deja muy claro en Ezequiel 44:9: “Así ha dicho Jehová el Señor: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjero que están entre los hijos de Israel”. La incircuncisión representa impureza. Para entrar en la presencia del Señor, se debe eliminar toda suciedad de la carne y de la mente (2 Co. 7:1). El rey David preguntó en el Salmo 24:3: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?” La respuesta la encontramos en el Salmo 24:4-5: “El limpio de manos y CAPÍTULO 11 273 puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación”. La generación que salió de Egipto se juzgaron a sí mismos indignos de merecer la Tierra Prometida. Fallaron las pruebas en el desierto y, por consiguiente, Dios juró en Su ira en Cades-barnea que nunca entrarían. Vagaron sin rumbo durante cuarenta años y luego murieron. Después surgió otra generación, la cual Dios halló digna de entrar en la Tierra Prometida. Ellos pasaron bien las pruebas del desierto. De manera soberana, Dios les dio una experiencia transformadora en el Jordán donde se trató con Adán y el “reproche de Egipto” fue quitado de ellos. Su carne fue circuncidada, y con esa tremenda victoria sobre el viejo hombre, pudieron ir contra los enemigos en la tierra de su heredad. El día de la Expiación Como ya hemos señalado, el cruce del río Jordán representa estar muerto al pecado y Gilgal representa la circuncisión de corazón. Por lo tanto, el cruce del río Jordán puede también simbolizar la sexta fiesta de Israel, el día de la Expiación, que trata el pecado de la nación. Los hijos de Israel cruzaron el río Jordán en el tiempo de la Pascua en el mes primero (Jos. 4:1- 5:10). Así, ellos no celebraron literalmente el día de la Expiación cuando cruzaron el río Jordán. Sin embargo, está claro en la Biblia que el cruce del Jordán puede simbolizar el día de la Expiación. 274 EL VIAJE DE ISRAEL El día de la Expiación se celebraba en el décimo día del séptimo mes (Lv. 23:27). El número diez representa las pruebas. Este día era un tiempo de limpieza del pecado y la aflicción, como describe Levítico 16:29-30: “Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros. Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová”. Creo que la Iglesia ha entrado ahora en el tiempo de esta sexta fiesta. Esta fiesta comenzó en 1973 con la Guerra de Yom Kippur. A partir de ese momento, Dios ha estado haciendo una limpieza interior profunda y una circuncisión en los corazones de los que están dispuestos, para llevarles a la última y más grande fiesta: la fiesta de los Tabernáculos. En ninguna otra generación ha sido posible que el viaje de Israel sea experimentado completamente por la Iglesia. Como nos dice la Escritura, primero es lo natural y después lo espiritual (1 Co. 15:46). Los acontecimientos en Israel a menudo son un paralelo de lo que Dios está haciendo en el Israel espiritual, la Iglesia (Gá. 6:16). Mi esposa y yo estábamos en el monte de los Olivos poco antes de la Guerra de Yom Kippur en 1973. Yom Kippur es el nombre hebreo del día de la Expiación. El Señor nos visitó de una manera muy soberana, diciéndonos que la guerra estaba a punto de comenzar y que Israel se retiraría. Nos dijo que la Iglesia, en el sentido espiritual, estaba entrando en el tiempo del día de la Expiación. CAPÍTULO 11 275 Él también nos mostró muchos acontecimientos en la Biblia que todavía no se han cumplido, ente los que están la división de la tierra de Israel y el derramamiento de sangre alrededor de Jerusalén en los últimos tiempos. El Señor nos habló de que la gente joven que marchaba en 1973, durante el veinticinco aniversario del estado de Israel, experimentaría la Gran Tribulación. El Señor nos dijo: “Yo voy a revelar el pecado en las altas esferas. Después expondré el pecado en mi Iglesia”. El escándalo del Watergate en aquel tiempo derrocó al presidente Nixon. Al año siguiente, 1974, alrededor de unos treinta jefes de estado en todo el mundo fueron derrocados. Entonces el Señor dijo: “Después de esto, voy a revelar el pecado en Mi Iglesia”. Lamentablemente, esto ha ocurrido en la Iglesia en la actualidad. Lo vemos por todos lados. La Iglesia está en un periodo de profunda limpieza. Es tiempo de exponer el pecado de aquéllos que rehúsan ser circuncidados (Mt. 10:26). Jesús dijo en Lucas 12:2: “Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse”. En 1981, mientras ministraba en Nueva Zelanda, fui visitado por dos ángeles. Uno de los ángeles tenía una larga espada en su mano. La palabra “circuncisión” estaba escrita en la parte inferior de la espada. El otro ángel vestía una banda con las palabras inscritas “El Ejecutor”. El Señor me dijo: “He venido a circuncidar los corazones de Mi pueblo, y comenzaré con los líderes. Aquéllos que escuchen y se rindan a Mi espada de circuncisión 276 EL VIAJE DE ISRAEL avanzarán conmigo. Sin embargo, aquéllos que rechacen la circuncisión serán juzgados por Mi ángel: el Ejecutor”. Antes de que la Iglesia como un todo y nosotros como miembros individuales de la Iglesia podamos entrar en la séptima fiesta, la fiesta de los Tabernáculos, debemos permitir al Señor que haga una profunda obra de limpieza en nuestras vidas. 277 Capítulo 12 LOS TREINTA Y UN REYES Josué 12:9-24 es un registro de los 31 reyes que Israel tuvo que expulsar de Canaán para poder entrar en su llamado supremo de reposo en el monte Sion. Israel fue capacitado para hacer guerra contra estos reyes después de ser circuncidados en Gilgal. Los 31 reyes representan zonas entronadas del yo donde el ego sigue reinando en nuestras vidas en lugar de Cristo nuestro Señor. Estos enemigos deben ser abolidos por completo con la espada de Dios, o de lo contrario nos impedirán llegar al reposo. No obtendremos una victoria completa y no poseeremos el monte Sion. Dios quiere subyugar cada fortaleza e imaginación que se exalta a sí misma contra Él. El apóstol Pablo dijo que no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados y potestades (2 Co. 10:4-5). Así, nuestra batalla es espiritual contra enemigos dentro y fuera. Los 31 reyes son los siguientes: “El rey de Jericó, uno; el rey de Hai, que está al lado de Bet-el, otro; el rey de Jerusalén, otro; el rey de Hebrón, otro; el rey de Jarmut, otro; el rey de Laquis, otro; el rey de Eglón, otro; el rey de Gezer, otro; el rey de Debir, otro; el rey de Geder, otro; el rey de Horma, otro; el rey de Arad, otro; el rey de Libna, otro; el rey de Adulam, otro; el rey de Maceda, otro; el 278 EL VIAJE DE ISRAEL rey de Bet-el, otro; el rey de Tapúa, otro; el rey de Hefer, otro; el rey de Afec, otro; el rey de Sarón, otro; el rey de Madón, otro; el rey de Hazor, otro; el rey de Simronmerón, otro; el rey de Acsaf, otro; el rey de Taanac, otro; el rey de Meguido, otro; el rey de Cedes, otro; el rey de Jocneam del Carmelo, otro; el rey de Dor, de la provincia de Dor, otro; el rey de Goim en Gilgal, otro; el rey de Tirsa, otro; treinta y un reyes por todos” (Jos. 12:9-24). La siguiente interpretación de cada rey está basada en un mensaje del Rev. A. B. Simpson. Este mensaje sobre los 31 reyes es para creyentes que ya han pasado por el desierto y han cruzado el Jordán; es para aquellos que poseen un cierto nivel de madurez pero requieren una crucifixión interior más profunda. Rey 1: Voluntad propia La voluntad propia es uno de los mayores males del hombre. Él está en el trono de su vida en lugar de Dios. Muchos cristianos toman sus propias elecciones y decisiones. En lugar de preguntar a Dios cuál es Su voluntad, le dicen a Él cuáles son los planes que tienen y le piden que los bendiga. El antídoto es buscar solamente hacer la voluntad de Dios, como dijo Jesús a Su Padre en el huerto de Getsemaní: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc. 22:42). CAPÍTULO 12 279 Rey 2: Autosatisfacción La autosatisfacción nos hace enfocarnos solamente en nosotros mismos. El tema favorito de esta clase de persona es ella misma. Monopoliza las conversaciones hablando de sí misma, de sus experiencias y de sus logros. Pablo dijo: “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Fil. 2:4). “Alábete el extraño, y no tu propia boca” (Pr. 27:2; 2 Co. 12:2-5). Nuestra primera obligación es atraer la atención hacia el Señor y quedarnos fuera del cuadro. Rey 3: Egoísmo La tercera área de la vida egocéntrica es una actitud de egoísmo. Napoleón dijo en una ocasión: “¡Las únicas personas que me importan son aquellas que pueden beneficiarme!” Ningún otro le servía. ¡Que nunca seamos culpables de utilizar a las personas para nuestra ventaja! 1 Corintios 13:5 dice que el amor “no busca lo suyo”; en otras palabras, “no es egoísta” (NVI). El verdadero amor no es egoísta y considera primero las necesidades de los demás. Rey 4: Autocomplacencia La autocomplacencia es exactamente la actitud opuesta de tener hambre y sed de justicia (Sal. 42:1, 2; Mt. 5:6). Es ser espiritualmente pasivo. Los cristianos de Laodicea creían que habían alcanzado la cúspide de la espiritualidad 280 EL VIAJE DE ISRAEL (Ap. 3:17). ¡Pensaban que lo tenían todo! Eso, por supuesto, es ceguera y engaño, ya que habían dejado de crecer (1 Co. 8:2, Gá. 6:3). Aún el apóstol Pablo dijo en Filipenses 3:13-14: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. A menos que tengamos una visión continua y progresiva, llegaremos a sentirnos satisfechos en nuestro andar cristiano y caminaremos descuidadamente. Proverbios 29:18 dice: “Sin profecía [continua] el pueblo se desenfrena”. Rey 5: Autoglorificación Pablo advirtió contra la vanagloria en Gálatas 5:26: “No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros”. También desarrolló este tema en Filipenses 2:3: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. Es un trágico error cuando las personas se vanaglorian de tener la iglesia de más rápido crecimiento del país, o el ministerio o campaña más exitosos en cualquier lugar. Algunas iglesias se jactan de tener el mejor coro del estado, mientras que algunos evangelistas se vanaglorian de no haber cometido nunca un error con sus dones espirituales. Salomón afirmó que él era insuperable e inigualable a cualquiera que le procedió (Ec. 1:16). Pedro audazmente CAPÍTULO 12 281 declaró que aunque todos sus hermanos abandonaran al Señor, él nunca lo haría (Mt. 26:33). Toda gloria vana y jactancia es la exhibición de un rey interior que debe ser quitado y reemplazado por el Rey de reyes. Rey 6: Autoconfianza Este rey confía en su propia mente y juicio. Confía en sí mismo. Piensa que no necesita de nadie más porque sabe lo que está haciendo. Piensa que tiene todo bajo control y puede solucionar sus problemas por su cuenta. Es un hombre hecho a sí mismo; cree que tiene todas las respuestas. Esto es lo opuesto a esa santa dependencia que Jesús tenía de Su Padre, cuando dijo en Juan 5:19: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre”. Jesús también dijo en Juan 5:30: “No puedo yo hacer nada por mí mismo”. Rey 7: Inseguridad en sí mismo El rey de la inseguridad en sí mismo relaciona con su persona todo lo que se dice o se hace. Es una atadura terrible de preocupación. Estudia cuidadosamente cada gesto, mirada y palabra. Supone que todo el mundo está pensando en él y hablando de él. Es un prisionero de sus propias imaginaciones. Qué alivio es darse cuenta de que la gente casi nunca piensa en nosotros. La verdad es que los demás son como nosotros: piensan en ellos mismos. 282 EL VIAJE DE ISRAEL Rey 8: Engreimiento Este rey entronado tiene un ego inflado. Cuando no se le trata como a un rey, se enoja o deprime con mucha rapidez. Muchos creyentes que han recibido conocimiento y formación durante unos cuantos años creen que ya saben más que sus maestros y pastores. Algunos llegan a caer en el engaño de creer que son los mensajeros especiales de Dios, enviados para corregir a sus líderes. Leemos en Abdías 1:3: “La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?” Rey 9: Autodevaluación El menosprecio de sí mismo es una degradación constante de nosotros mismos. No es benéfico degradarnos constantemente o centrarnos en nuestros defectos (Ro. 7:24). Se trata de una preocupación del yo que no nos deja enfocarnos en Dios. Filemón 1:6 exhorta al creyente a “conocer todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús”. Dé el mérito al Espíritu Santo de todas las cosas buenas que Él ha hecho en su vida. Cambie el énfasis de usted a Él. Si no tenemos una opinión sana de nosotros mismos, probablemente tampoco tendremos una opinión sana de los demás. Dios quiere que tengamos un sentido sano de nuestra propia valía ante Sus ojos. El aceptarnos a nosotros mismos es importante para una buena salud CAPÍTULO 12 283 espiritual. Para poder amar a otros, primero debemos amarnos a nosotros mismos (Mt. 22:39). Rey 10: Autoreivindicación El rey de la autoreivindicación exige sus derechos, defiende su posición y se justifica a sí mismo y sus caminos, incluso hasta la muerte. Este rey preferiría morir antes que ceder. No está convencido de que “poner la otra mejilla” sea realmente algo de hoy en día. Tampoco cree que las injusticias sean ordenadas por Dios para acercarlo más al trono (Gn. 50:20). Jesús dijo en Mateo 16:24: “Si alguno quiere venir a mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Algunos cristianos nunca aprenden esta lección. ¡El concepto mismo detrás de la Encarnación es la renuncia a nuestros derechos! ¿Somos nosotros mejores que Él? A. B. Simpson dijo: “Creo solemnemente que la mayoría de las bendiciones que he recibido en mi vida y ministerio han venido a causa de las cosas malas que la gente ha dicho de mí, y porque Dios me hizo estar dispuesto a permitirles que las dijeran”. Rey 11: Hipersensibilidad La hipersensibilidad nos hace ser susceptibles, fácilmente irritables, que nos ofendamos rápido, resentidos y muy protectores de nosotros mismos. Nos hace ser muy conscientes de nuestros propios sentimientos, pero inconscientes cuando hemos herido a otros. Irónicamente, las personas demasiado sensibles acusan a los demás de 284 EL VIAJE DE ISRAEL ser descuidados e insensibles para con ellos, sin darse cuenta de cuánto los hieren con esta acusación (Ro. 2:1). Rey 12: Dogmatismo Este es el rey que declara con rigidez: “¡Sólo hay una forma de hacerlo!” Este rey sólo puede ver las cosas desde su propio punto de vista. El apóstol Pedro batallaba con este problema, y dijo: “Yo nunca...”, sólo para arrepentirse después (Mt. 16:22; 26:33; Jn. 13:8; Hch. 10:14). Los tres amigos de Job no quisieron cambiar su valoración filosófica de la calamidad de Job. Sin embargo, no estaban calificados para aconsejarlo o consolarlo porque ellos nunca habían visto, oído o experimentado nada igual a la prueba de Job. A pesar de todo insistieron: “¡Esta es la única forma de verlo!” Tal actitud es sintomática de varios problemas. Sugiere que todo lo que puede conocerse sobre el tema, ya se conoce. También presenta la actitud de infalibilidad. No obstante, la verdadera sabiduría abarca un espectro más amplio, ofrece otras alternativas viables en mansedumbre, y sabe cuándo se ha dicho lo suficiente. Rey 13: Introspección Este rey se especializa en versículos como Romanos 7:18 y 24: “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo… ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” Esta es una persona que siempre está mirando hacia adentro. CAPÍTULO 12 285 Dios nunca nos dijo que nos analizáramos a nosotros mismos ni que resolviéramos problemas con nuestra propia mente. Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” No conocemos lo que hay en nuestro corazón; sólo el Señor lo sabe. David dijo a Salomón en 1 Crónicas 28:9: “Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos”. No deberíamos ser demasiado introspectivos, sino permitir que el Señor examine nuestro corazón. El Señor es quien prueba nuestro corazón y nos mostrará lo que tenemos que saber en Su tiempo. Hasta entonces, simplemente debemos confiar plenamente en el Señor, estar en paz y mantener el gozo en nuestro corazón (Pr. 3:5-6). Rey 14: Amor por uno mismo Este rey vive para sí mismo y rechaza los contratiempos o intromisiones en su vida privada, su tiempo o sus posesiones. ¡Qué contrario a la naturaleza de Dios, quien estuvo dispuesto a renunciar a Su vida misma por los demás! Juan 3:16 dice: “De tal manera amó Dios al mundo que dio a su propio Hijo para que todo aquel que en El cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. Cristo nunca escogió el sendero de la conveniencia. Algunos cristianos rehúsan entrar en el ministerio o ir a alguna tierra lejana a causa del amor a ellos mismos. Aman 286 EL VIAJE DE ISRAEL su vida y su seguridad, pero al hacerlo, pierden ambas cosas (Mt. 19:29). Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará” (Mr. 8:34-35). El gozo se encuentra donde Dios le guíe. La felicidad está donde reside la presencia de Dios (Sal. 16:11). El lugar más seguro de la tierra es el centro de la voluntad de Dios. Rey 15: Afectos egoístas Jesús dijo en Lucas 6:32-33: “Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo”. Cuando apreciamos solamente a quienes nos aprecian, somos cristianos comunes. Aun los pecadores son capaces de hacerlo, amar a quienes los aman. ¿Estamos agradecidos sólo con aquellos que nos aprueban y nos elogian? ¿Consideramos inservibles a los demás? ¿Es nuestro círculo de amistades pequeño y exclusivo? En una iglesia de 300 personas, ¿somos amigables sólo con 30? Dios desea ampliar el corazón de Su pueblo y hacerlo más caritativo. Rey 16: Motivos egoístas Jesús dijo en Lucas 6:34-35: “Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para CAPÍTULO 12 287 recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos”. Este rey dona dinero a Dios esperando obtener más a cambio para sí mismo. Actualmente, gran parte del mensaje de prosperidad promueve esta mentalidad: “Dale a Dios para que Él te devuelva siete veces más a cambio”. Dios es sin duda un Dios generoso, y le gusta bendecir a Su pueblo, pero nuestra motivación para dar nunca debería ser obtener grandes dividendos. Recuerde, los ministros y evangelistas genuinos evitan usar reuniones enteras para pedir dinero. Rey 17: Deseos egoístas Las personas que tienen deseos egoístas son codiciosas; anhelan el éxito y la seguridad. A menudo buscan tener amistades cercanas con personas prominentes para ganar influencia y poder. Algunos hasta intentan casarse para entrar en una familia en particular por su dinero, prestigio o poder. Debemos examinar nuestras motivaciones para determinar lo que alienta nuestras palabras y acciones. Preguntemos al Señor: “¿Por qué quiero esto en realidad?” Rey 18: Elecciones egoístas Este rey no consulta a Dios para hacer Su perfecta voluntad, sino que le dice a Dios lo que quiere. Fuimos creados para Dios, para deleitarlo (Ap. 4:11). Por lo tanto, 288 EL VIAJE DE ISRAEL deberíamos siempre preguntar a Dios qué elección sería la que más le agradaría a Él. Filipenses 2:13 dice: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Si no agradamos a nuestro Creador, entonces estamos viviendo en vano. El gozo es el resultado de ser aquello para lo cual fuimos creados y de hacer las cosas que le agradan a Él. David dijo en el Salmo 40:8: “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado”. La vida está llena de elecciones. ¡Estas elecciones incluyen con quién deberíamos casarnos! Muchos cristianos desobedecen a Dios en este punto. Debemos permitir que Dios seleccione a nuestra pareja, porque esto al final nos hará tener un matrimonio más feliz y suave, un matrimonio que le glorifique a Él. Debemos permitir que el Señor escoja por nosotros porque Él es quien sabe mejor. Rey 19: Placeres egoístas Aquí es donde la persona gratifica al yo. La sociedad occidental está diseñada para el deleite. En la actualidad, el versículo que más se está cumpliendo dice que las personas son “amadores de los deleites más que de Dios” (2 Ti. 3:4). Los deportes, los autos, la ropa y los pasatiempos pueden ser ídolos también. Gran parte de la Iglesia está esclavizada por un apetito insaciable de placer. Muchos americanos desean mudarse a Florida, no porque anhelen hacer la voluntad de Dios, sino para tener una CAPÍTULO 12 289 vida fácil en un clima tropical. Algunos han adoptado una mentalidad de jubilación en sus vidas a una edad muy temprana. Sin embargo, el verdadero placer se encuentra en la presencia de Dios y en el centro de Su voluntad para nuestras vidas. Leemos en el Salmo 16:11: “En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre”. El Salmo 45:7 sigue hablando de esto: “Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con oleo de alegría más que a tus compañeros”. Rey 20: Posesiones egoístas Un espíritu avaro se ve claramente en este rey. La lectura de la última voluntad y el testamento de una persona es una forma segura de hacer que la iniquidad escondida salga a la superficie desde lo más profundo del corazón humano. Familias y amistades han sido destruidas por la amargura de un testamento disputado. Al hombre que había tenido una disputa sobre una herencia, Jesús no lo animó a luchar para obtener una mayor parte. El Señor vio un motivo de codicia en su corazón (Lc. 12:13-15). Jesús advirtió que la felicidad no se mide por las posesiones que podamos amasar. De todos modos, las cosas materiales que las personas ansían nunca satisfacen. Tarde o temprano, perderemos todo aquello a lo cual intentemos aferrarnos con motivos egoístas. La gente que obtiene riquezas o posesiones mediante el 290 EL VIAJE DE ISRAEL engaño terminará siendo necia y sin fruto (Jer. 17:9-11). ¡Que siempre tengamos las manos abiertas! Rey 21: Temores y preocupaciones egoístas Este rey ejemplifica la autopreservación. Es muy protector de sí mismo y tiene un grave problema para confiar en que Dios cuide de él, pensando: “Dios no va a cuidar de mí, o podría hacerme fallar”. Algunos temores vienen del orgullo, con pensamientos del tipo: “Podría parecer un tonto, o quizá me humillen, etc.”. Muchas veces las personas se preocupan por algo durante muchos meses, sólo para descubrir, cuando llega, que no era absolutamente nada. Si nuestro temor particular está arraigado en el orgullo, entonces la humildad puede romper nuestra atadura. Este rey debe morir a filo de espada, porque el temor y la incredulidad no pueden poseer las promesas. Rey 22: Tristezas egoístas Las tristezas autoinfligidas o tristezas por el orgullo herido son el resultado de este rey. Este rey está presto a culpar a Dios y a otras personas de ser irresponsables, de no cuidar de él. Algunos ejemplos son: “Dios me defraudó, o Dios no ha sido justo conmigo”. Estas tristezas resultan de las expectativas no cumplidas: expectativas de algo que Dios nunca quiso que tuviéramos. Debemos recordar que si Dios impidió algún plan o dirección, CAPÍTULO 12 291 fue porque estaba siendo misericordioso, y tenía algo mucho mejor en mente. Recordemos que la tristeza piadosa trae vida, pero la tristeza autoinducida trae muerte: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Co. 7:10). Rey 23: Sacrificios y abnegación egoístas Este rey da para satisfacer el yo. Pablo habla de los sacrificios egoístas en 1 Corintios 13:3: “Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”. Un hombre podría dar todos sus bienes para alimentar a los pobres, rendir su cuerpo a las llamas como mártir, y aun así no tener el amor divino como motivación fundamental. La gente puede tener motivos estrafalarios. Un hombre puede ayunar durante cuarenta días no para acercarse a Dios, sino para batir un récord o para tener una experiencia de la que gloriarse. Este es un ayuno para satisfacer la carne. A veces la abnegación se hace simplemente para mostrar religiosidad. Asegúrese de que sus motivos sean los correctos. ¿Se acuerda de la historia del hombre que se sentó en lo alto de una columna durante 25 años, viviendo de raíces y raciones, todo en el nombre de la piedad? ¿Qué consiguió? Simplemente atrajo la atención hacia sí mismo, convirtiéndose en la representación de la santurronería y la inseguridad. 292 EL VIAJE DE ISRAEL Rey 24: Virtud y moralidad egoístas La virtud y moralidad egoístas traen una actitud que dice: “Soy más santo que tú”, cuando uno siente: “Soy mejor que otros por mis altas normas y creencias”. Esto nos hace distanciarnos de los demás, y está arraigado en el orgullo espiritual. Los judíos, en general, sentían que los gentiles estaban por debajo de ellos, y no comían con gentiles ni se asociaban con ellos. Si se relacionaban con gentiles a través del comercio, después se lavaban cuidadosamente las manos (Hch. 10:28; 11:3). Este rey debe ser muerto, o será un obstáculo para que otros muchos vengan a nuestras iglesias. Rey 25: Fariseísmo El fariseísmo nos hace pensar que somos justos debido a nuestras obras y esfuerzos. Nos hace tener la actitud de que somos buenos por nuestra vida devocional, sacrificio, abstinencia, separación, etc. Con esta actitud viene el sentimiento de que tenemos derecho a mirar por encima del hombro a todos aquellos que no han trabajado tan fuerte como nosotros. Aunque es cierto que se requiere esfuerzo de nuestra parte para vivir una vida de santidad, también es cierto que si somos justos o santos es por la gracia de Dios. Por lo tanto, no tenemos nada de qué alardear o jactarnos. CAPÍTULO 12 293 Pablo dijo en Filipenses 3:9: “Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe”. Jesús mismo habló de este asunto en Lucas 18:9-14. Cuando Job encontró faltas en Dios y no en él mismo, fue culpable del engaño del fariseísmo (Job 27:1-6; 32:1; 35:2). La única justicia que tenemos es la justicia de Dios (Is. 54:17; 64:6). Rey 26: Santificación egoísta Esto ocurre cuando una experiencia legítima que tuvimos en el pasado se convierte en un ídolo para nosotros, y fallamos en avanzar con Dios. Cuando la gente acampa alrededor de una experiencia del pasado, se estanca. En nosotros debe fluir vida nueva todo el tiempo, ya que ninguna experiencia única puede llevarnos a la madurez. Debemos continuar creciendo y teniendo nuevas experiencias todo el tiempo, o nos secaremos. En Filipenses 3:12-14, Pablo dijo que todavía no lo había alcanzado, a pesar de 28 años de caminar con Dios: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. 294 EL VIAJE DE ISRAEL Rey 27: Caridad egoísta Hay personas que dan grandes cantidades de dinero a una iglesia u organización con condiciones incluidas. Tienen otros motivos, y quieren controlar la obra o usarla para propagar sus propias ideas y creencias. Algunas personas dan para obtener el reconocimiento público o la alabanza del hombre. Jesús dijo en Mateo 6:1-4: “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Dios desea que no hagamos pública nuestra donación sino que sea algo que quede entre Él y nosotros. Rey 28: Trabajo cristiano egoísta La intención de Dios nunca fue que el ministerio tomara el lugar de nuestra relación con Él. El ministerio no debe ser un ídolo en nuestras vidas. Al igual que un niño pequeño protesta cuando le quitan sus juguetes, los cristianos inmaduros ponen mala cara cuando Dios les quita momentáneamente su ministerio. ¿Haremos pucheros y perderemos la victoria cuando Dios nos quite el ministerio por un tiempo para hablarnos? CAPÍTULO 12 295 La iglesia en Éfeso había llegado a estar tan ocupada haciendo la obra del Señor que descuidaron su relación con Él, como vemos en Apocalipsis 2:1-4: “Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”. Rey 29: Oraciones egoístas Muchos cristianos tienen una vida de oración egoísta. El hijo pródigo dijo: “Padre, dame”, pero después de malgastar sus recursos, dijo: “Padre... hazme”. En otras palabras: “Hazme el hijo que tú quieres que sea” (véase Lc. 15:12,19). Hoy en día, el mensaje de prosperidad enfatiza: “¡Dame! Dame una respuesta rápida, la manera más fácil de salir de mis problemas, y dame provisión y bendiciones”. Sin embargo, ha fallado en enfatizar: “¡Hazme!”. Nuestra oración debería ser: “¡Señor, hazme apto para tu reino eterno, aun si mis circunstancias no son siempre agradables y las respuestas que busco no llegan de inmediato! ¿Señor, qué puedo hacer para agradarte? Rey 30: Esperanzas egoístas Este rey vive en un mundo de ensueño con expectativas irreales. El corazón humano a veces fantasea con hacerse 296 EL VIAJE DE ISRAEL rico o famoso, o codicia algo que pertenece a otra persona. Dios quiere que Su pueblo aprenda a tener contentamiento y gratitud en las circunstancias en que se encuentre. Pablo dijo en Filipenses 4:11: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”. Debemos asegurarnos de que lo que estamos esperando es lo que Dios desea darnos (Sal. 62:5). Rey 31: Nuestra vida entera Este rey le niega su vida al Señor. Debemos recordar que no debemos considerar nuestra propia vida como una posesión nuestra, sino como algo muy sagrado que nos han confiado. Pablo dijo en Hechos 20:24: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. Que siempre recordemos que todo de lo que poseemos no es nuestro, sino que simplemente se nos ha confiado o prestado. El pasaje en 1 Corintios 6:19-20 dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu”. 297 Capítulo 13 VICTORIA INCOMPLETA 1. Pereza para poseer la tierra Bajo el liderazgo de Josué, los hijos de Israel no llegaron a poseer toda su herencia. Actuaron con pereza para tomar posesión de la tierra de Canaán. Leemos este triste comentario en Josué 13:1: “Siendo Josué ya viejo, entrado en años, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer”. También leemos en Josué 18:2-3: “Pero habían quedado de los hijos de Israel siete tribus a las cuales aún no habían repartido su posesión. Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?” Hebreos 4:8 nos dice que Josué fue incapaz de introducir a los israelitas al pleno reposo: “Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día”. Los israelitas se dieron por satisfechos con una victoria parcial. Esto también sucede con el corazón humano. Muchos cristianos alcanzan una cierta meseta en su caminar con el Señor, y se contentan con permanecer allí. Israel no trató con todos los enemigos que había en su herencia. Fueron transigentes con el enemigo, hicieron 298 EL VIAJE DE ISRAEL alianzas con ellos y estuvieron contentos de coexistir con ellos en la tierra de su heredad. Esta fue su caída. No conquistaron su destino: el monte Sion. En cambio, los jebuseos mantuvieron la posesión del mismo. El libro de Josué termina con este relato en Josué 24:29, 31: “Después de estas cosas murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué y que sabían todas las obras que Jehová había hecho por Israel”. 2. El libro de Jueces El libro de los Jueces cubre un periodo en la historia de Israel que podría mejor describirse como una etapa intermedia entre la muerte de Josué y las vidas de Samuel, Saúl y David. El libro de los Jueces continúa el relato acerca de los hijos de Israel, desde la muerte de Josué hasta el tiempo de Samuel, un periodo de cerca de 350 años. Durante el periodo de los jueces, el Señor probó al pueblo de Israel para saber lo que había en su corazón después de que se establecieron en la Tierra Prometida. Nosotros también podríamos pasar en nuestra vida por periodos como éste. Algunas veces, Dios parece distanciarse de nosotros, para ver qué hacemos con lo que sabemos y lo que tenemos. Podemos ver esto en la vida del rey Ezequías. Leemos en 2 Crónicas 32:31 que el Señor se apartó de Ezequías por un tiempo para probarlo: “Mas en lo CAPÍTULO 13 299 referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón”. Al piadoso rey Ezequías no le fue bien del todo. Aprendamos de estas dolorosas experiencias del libro de los Jueces, para que si en este viaje de la vida desde Egipto hasta Sion pasamos por situaciones espirituales parecidas, nos comportemos de una manera más prudente que algunos de los que aparecen en el relato del libro de Jueces. Además, tengamos cuidado de no poner en peligro nuestra herencia y las herencia de nuestra simiente como hizo el buen rey Ezequías. El libro de los Jueces comienza con el relato de cuando Israel obedecía la orden de Josué. Empezaron a quitar al enemigo su posesión en la Tierra Prometida pero no pudieron vencerlos a todos. Leemos en Jueces 1:1: “Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?” Ahora podemos ver el relato dado de cada tribu en concreto para apreciar mejor este punto. 1. La tribu de Judá (Jueces 1:19): “Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados”. 2. La tribu de Benjamín (Jueces 1:21): “Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los 300 EL VIAJE DE ISRAEL hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy”. 3. La tribu de Manasés (Jueces 1:27): “Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los que habitan en Meguido y en sus aldeas; y el cananeo persistía en habitar en aquella tierra”. 4. La tribu de Efraín (Jueces 1:29): “Tampoco Efraín arrojó al cananeo que habitaba en Gezer, sino que habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer”. 5. La tribu de Zabulón (Jueces 1:30): “Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban en Quitrón, ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario”. 6. La tribu de Aser (Jueces 1:31-32): “Tampoco Aser arrojó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehob. Y moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra; pues no los arrojó”. 7. La tribu de Neftalí (Jueces 1:33): “Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat”. CAPÍTULO 13 301 8. La tribu de Dan (Jueces 1:34-35): Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta el monte, y no los dejaron descender a los llanos. Y el amorreo persistió en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario”. Rubén y Gad se establecieron al otro lado del Jordán, fuera de la Tierra Prometida. A Simeón y Leví no se les designó tierra (Gn. 49:5-7). Simeón moró entre la tribu de Judá y Leví se dispersó entre las demás tribus. 3. La reprensión del Señor En Jueces 2:1-3 se nos dice que un ángel del Señor llegó de Gilgal (que significa el lugar de santificación) a Boquim (que significa el lugar del llanto), para advertir a Israel de no hacer alianzas con los habitantes de la tierra. “El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero”. El Señor reprendió a los hijos de Israel por comprometerse con sus enemigos en lugar de matarlos. Israel no se arrepintió verdaderamente, y de nuevo abandonó al Señor. 302 EL VIAJE DE ISRAEL Dios aborda los problemas en las vidas de Su pueblo repetidamente, pero llega un momento en que, si ignoramos repetidamente a Dios y escogemos amar nuestros pecados y ataduras, Él no nos dará gracia para que seamos liberados. Quedaremos encerrados en nuestras ataduras. Llega un momento en que Dios establece a la persona en el camino que ha escogido para su vida. Necesitamos desesperadamente el don y espíritu de arrepentimiento que nos lleve a llorar, para que podamos volver a Gilgal, el lugar de santificación y comunión con Dios. Un espíritu arrepentido y quebrantado causará que no hagamos alianzas ni compromisos con el mundo, la carne o el diablo. 4. Alianzas Una de las lecciones más importantes que debemos aprender en el caminar cristiano es hacer alianzas correctas. Tenemos que entender las terribles consecuencias de hacer alianzas erróneas. Hacer un pacto con los habitantes de la tierra de Canaán destruyó a Israel en muchas ocasiones, y terminó en matrimonios con paganos inconversos. Leemos en Jueces 3:5-7: “Así los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses”. De este modo, la idolatría total entró en la nación y con ello los consiguientes juicios de Dios. CAPÍTULO 13 303 También fue este el caso durante el reinado del justo rey Josafat. Él hizo una alianza con Acab, rey de Israel, un rey muy malvado (2 Cr. 18:1-3). El resultado fue que el hijo de Josafat, Joram, se casó con la hija de Acab y Jezabel, y caminaron de manera contraria a los mandamientos de Dios (2 Cr. 21:4-6). En 2 Crónicas 19:2, el Señor reprendió a Josafat por su alianza con Acab: “Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto”. Mientras que las malas alianzas pueden tener consecuencias devastadoras para generaciones futuras, las alianzas correctas pueden traer tremendas bendiciones para las generaciones venideras. Aprendamos también de la admonición del Salmo 1:1-2: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”. Tres niveles de comunión en el Salmo 1:1 1. Andar: significa recibir consejo o ser guiado por los impíos, aquellos que dejan el camino de la justicia. 2. Estar: significa adoptar abiertamente la causa de los pecadores, aquellos que habitualmente hacen obras malas. 304 EL VIAJE DE ISRAEL 3. Sentarse: significa hacer morada con aquellos que desprecian las cosas espirituales y se han entregado a una mente incapaz de hacer un sano juicio. Prestemos atención a la promesa y advertencia que encontramos en Proverbios 13:20: “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”. El Señor estaba enojado con los israelitas por su desobediencia, como vemos en Jueces 2:20-23: “Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz, tampoco yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió; para probar con ellas a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo siguieron sus padres. Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano de Josué”. Por consiguiente, los hijos de Israel nunca poseyeron su herencia completa, como vemos en Jueces 3:1-4: “Estas, pues, son las naciones que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido todas las guerras de Canaán; solamente para que el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los que antes no la habían conocido: los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. Y fueron CAPÍTULO 13 305 para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de Moisés”. Le tocó a David llevar a Israel a un reposo perfecto. Esto se desarrolla en nuestra siguiente sección. Muchas personas viven con ataduras durante décadas porque hicieron alianzas con los malvados. Luego tienen que hacer frente a batallas con las obras de la carne, y aún ver a sus hijos afligidos por los mismos pecados. Leemos en Oseas 14:9: “¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; más los rebeldes caerán en ellos”. Seremos afligidos continuamente si hacemos alianzas con los malvados. Seremos afligidos por su consejo erróneo, y también a menudo por sus pecados que hayamos tolerado o incluso aprobado. TERCERA PARTE La herencia del monte Sion 309 Capítulo 14 SILO 1. La historia de Silo Después de cruzar el Jordán y entrar en la Tierra Prometida, Israel tuvo tres capitales principales: Silo, Hebrón y Sion. Su primera capital fue Silo. Leemos en Josué 18:1: “Toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, y erigieron allí el tabernáculo de reunión, después que la tierra les fue sometida”. El significado de Silo es un oscuro, pero el sentido espiritual de la palabra es “tranquilo” (Is. 8:6). La versión Reina Valera habla de las aguas de Silo que “corren mansamente”, sugiriendo que Dios lo planeó como un lugar agradable en el cual vivir. Espiritualmente, era un lugar de bendición. Todo esto cambió cuando los israelitas se apartaron durante la época de Elí, el sumo sacerdote. Veremos esto más adelante. Situado a unos cincuenta kilómetros al norte de Jerusalén, Silo fue el lugar elegido por Dios para erigir el Tabernáculo de Moisés después de que Israel entrara en la Tierra Prometida. El Tabernáculo permaneció allí hasta que fue llevado a Gabaón (1 Cr. 16:39). El Tabernáculo de Moisés estuvo situado en Silo durante varios cientos de años, comenzando desde la entrada de 310 EL VIAJE DE ISRAEL Israel a la Tierra Prometida hasta que fue invadida en los días de Elí (Jos. 18:1; 1 S. 1-5; Sal. 78:55-68). Silo, situado en el territorio dado a la tribu de Efraín, sirvió como centro religioso de Israel. Era parte de la herencia de José. Josué era de la tribu de Efraín, el hijo de José (Nm. 13:8). Por consiguiente, Silo fue la elección natural para el Tabernáculo, ya que estaba localizada en la herencia de Josué, el líder que introdujo a Israel en la Tierra Prometida. Silo era también un lugar donde se tomaban decisiones importantes. Fue allí donde se dividió la herencia de las tribus de Israel. El Tabernáculo y la presencia literal de Dios se encontraban en Silo. Leemos en Josué 18:8-10: “Levantándose, pues, aquellos varones, fueron; y mandó Josué a los que iban para delinear la tierra, diciéndoles: Id, recorred la tierra y delineadla, y volved a mí, para que yo os eche suertes aquí delante de Jehová en Silo. Fueron, pues, aquellos varones y recorrieron la tierra, delineándola por ciudades en siete partes en un libro, y volvieron a Josué al campamento en Silo. Y Josué les echó suertes delante de Jehová en Silo; y allí repartió Josué la tierra a los hijos de Israel por sus porciones”. 2. La gloria se aparta de Silo Aunque el periodo de tiempo en el que los israelitas estuvieron en Silo al principio fue glorioso, terminó siendo un tiempo de transigencia, malas alianzas y coexistencia con los enemigos. A pesar del gran liderazgo de Josué y la presencia literal del Señor, el pueblo de Dios se contentó CAPÍTULO 14 311 con victorias incompletas. No entraron en el reposo o en el plan de Dios para sus vidas. Sion, la herencia más grande, se quedó sin conquistar ni heredar. Muchos israelitas incluso regresaron a la inmoralidad e idolatría, como se describe en la época de Elí. La época de Elí fue uno de los periodos más oscuros de los anales de la historia de Israel. El libro de 1 Samuel comienza con un relato muy lamentable de la condición espiritual de la casa del Señor en Silo. A los hijos de Elí se les llamaba hijos del Diablo, y no conocieron al Señor. Sus siervos se quedaban con los sacrificios ofrecidos al Señor. Los hijos de Elí también eran muy inmorales con las mujeres que esperaban en la puerta de la congregación. Aunque Elí amonestó a sus hijos, no los apartó del sacerdocio, y por consiguiente, él mismo fue amonestado por Dios, porque les honró a ellos más que a Dios. Por esa razón Dios escogió a Samuel, que sería un sacerdote fiel a quien Dios le daría una casa segura. ¡Cuánto deberíamos nosotros como padres y líderes espirituales aprender de las vidas de Elí y sus hijos para no caminar en su error! Dios rechazó no sólo a Elí y su simiente como sacerdotes (el último fue Abiatar, que fue expulsado por Salomón), sino también a toda la tribu de José. Silo estaba situado en la tribu de José; por lo tanto, la tribu se contaminó. Debido a esto, leemos el siguiente relato de los tratos de Dios con esa tribu: “Desechó la tienda de José, y no escogió la tribu de Efraín, sino que escogió la tribu de Judá, el monte de 312 EL VIAJE DE ISRAEL Sion, al cual amó. Edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre. Eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas; de tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad” (Sal. 78:67-71). Cuando llegó la apostasía, Dios rechazó a la tribu de Efraín, la cual había escogido para llevar a Israel a la Tierra Prometida. En su lugar, Dios escogió al rey David, de la tribu de Judá, para llevar a Israel de nuevo a la presencia de Dios y para poseer el monte Sion, la morada de Dios. Como no se arrepintieron, el Espíritu de Dios fue quitado de Efraín, y crecieron cada vez peor. El libro de Oseas retrata esto con mucho detalle. En Génesis 49:10, que incluye la profecía de Jacob para Judá, leemos: “No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos”. Entendemos que esto significa que Siloh representa al Mesías: Cristo. Por lo tanto, el Señor vio que Efraín fracasaría, y por eso escogió a Judá (de donde vendría Cristo) para tomar la posición preeminente entre las tribus. 3. Lecciones de Silo para los creyentes Silo contiene una verdad muy importante para los creyentes de hoy. Silo habla de un lugar o situación en la que los creyentes toman decisiones sobre el lugar donde CAPÍTULO 14 313 se quieren asentar, y dónde estará su herencia. Dios puede usarnos poderosamente durante un tiempo; sin embargo, si no caminamos rectamente con Dios, hará con nosotros como lo hizo con Silo. Es decir, nos rechazará (o incluso nos juzgará) y buscará otros creyentes que quieran seguir avanzando hacia Su presencia y perfecta voluntad: ir a Sion y ser plantados en el lugar que Él escoja. 315 Capítulo 15 HEBRÓN 1. Introducción a la vida de David David fue el tercer gran líder del viaje, después de Moisés y Josué. Es el que llevó a Israel a Sion. David era de la tribu de Judá. ¿Por qué Judá? Recuerde que la tribu de Judá tenía todas las promesas de heredar el trono, y el monte Sion y Hebrón estaban en la tierra de Judá. Antes de conquistar Sion, David fue ungido en Hebrón y reinó allí durante siete años y medio. El viaje de Israel pasa primero por Hebrón y luego sigue hacia Sion. Así, Hebrón es un lugar de paso a Sion, y debemos experimentar el mensaje de Hebrón antes de poder llegar a Sion. Por tanto, ¿qué representa Hebrón? 2. El significado espiritual de Hebrón Para poder entender el significado espiritual de Hebrón para los creyentes, primero debemos considerar las personas en la Biblia que están relacionadas con Hebrón, entre ellos Abraham, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob, Caleb, Otoniel y Acsa. 316 EL VIAJE DE ISRAEL Separación antes de multiplicación La primera persona relacionada con Hebrón es Abraham. Génesis 13:18 nos dice que Abram moraba en Hebrón: “Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová”. Antes de que Abraham fuera a Hebrón, se separó de Lot, como se relata en Génesis 13:9: “¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda”. El resultado de esta separación de Lot se puede ver en Génesis 13:14-17: “Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré”. La separación de Abraham de Lot fue un requisito previo para entrar en la verdadera comunión de Hebrón. Después del acto de extrema generosidad de Abraham (al dejar que Lot eligiera primero), vemos que Dios le hizo promesas increíbles de fructificación y multiplicación. Esas bendiciones llegaron después de hacer la separación de otro que no tenía la misma visión o llamado. CAPÍTULO 15 317 Este principio también se ve en las vidas de Isaac y Jacob, que también están relacionadas con Hebrón, habiendo sido sepultados allí. Isaac tuvo que separarse de Ismael y Jacob tuvo que separarse de Esaú. Isaac es el prototipo que produce el ciento por uno para Dios (Gn. 26:12-14). Él es el tipo de hombre que hereda las promesas. Muchos que han tenido oportunidades y promesas maravillosas fracasan en apropiarse de ellas. Jacob fue un hombre que luchó con Dios, prevaleció y recibió un cambio de nombre a Israel, que significa “un príncipe con Dios”. Él fue a Egipto con sólo 70 personas pero regresó con una multitud poderosa (bajo Moisés). De nuevo vemos la idea de la extraordinaria multiplicación. Sin embargo, primero fue necesario que Abraham, Isaac y Jacob experimentaran una separación en sus vidas. Por lo tanto, este es parte del mensaje de Hebrón: separación, y después multiplicación. Dedicación, consagración Hebrón habla de consagración. Caleb estaba consagrado, y heredó Hebrón. Siguió al Señor por completo, como leemos en Josué 14:13-14: “Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel”. Posteriormente, David obtuvo el territorio de Hebrón. David fue un hombre conforme al corazón de Dios. Su corazón no estaba dividido. Los David son el tipo de 318 EL VIAJE DE ISRAEL personas que poseen Hebrón y todo lo que representa, permitiéndoles llegar a Sion, que es el destino final. También es interesante estudiar algunas de las mujeres asociadas con Hebrón. Hace varios años, el Señor se paró junto a mi cama mientras me encontraba acostado, y me dijo: “Si tuvieras un hijo, ¿qué cualidades requerirías de la mujer que se casara con él?” Inmediatamente, vino a mi mente toda una lista de cualidades, y luego el Señor me dijo: “¿Ves lo particular que habrías sido con las características que quisieras para la esposa de tu hijo? ¿Entiendes ahora lo cuidadoso que soy para escoger esposas para Mis hijos?” El Señor después comenzó a hacerme entender la Escritura. La primera esposa que el Señor mencionó fue Acsa. Era la hija de Caleb, quien tomó Hebrón. Fue dada por esposa a Otoniel, el primer juez (Jue. 1:12-13). Otoniel tuvo una visión, una meta que alcanzar. Tuvo que tomar una montaña para conseguir a Acsa como su esposa. Después su esposa le ayudó a proseguir con su visión, diciendo: “¡Asegúrate de conseguirme también las fuentes de agua de arriba y de abajo!” Una esposa tiene un poder tremendo para dirigir a su esposo hacia un lado o hacia otro: hacia los propósitos de Dios o lejos de ellos. Por ejemplo, Jezabel movió a su esposo Acab hacia el camino erróneo, al motivarle a ser malvado (1 R. 21:25). De Acsa se dice: “Le persuadió” que pidiese las fuentes de agua (Jue. 1:14-15). Recuerde: cada esposa persuade a su marido hacia una dirección o hacia otra. CAPÍTULO 15 319 El Señor también me dijo: “Escogí a Rut para que estuviera en la línea mesiánica”. Toda la comunicación que yo tuve con el Señor era sorprendente. Vi la seriedad con la que Dios aborda el matrimonio. Es algo increíble cuando Él comunica alguna verdad, porque transforma nuestra forma de pensar en el momento en que Él nos habla. Hay un periodo de calificación en una mujer para ser seleccionada por el Señor para convertirse en la esposa de uno de Sus hijos. Dios me hizo ver claramente que Él selecciona con mucho cuidado porque no quiere que Sus hijos se aparten de la visión y el propósito que Él les ha dado. Entonces estuvo claro que una mujer tiene que buscar a Dios con mucho fervor para ser escogida por Él para casarse con uno de Sus hijos, y que Dios imparta Su visión para su vida. Continuando con este pensamiento, veamos ahora algunas mujeres relacionadas con Hebrón y la línea mesiánica. Una mujer relacionada con Hebrón es Sara, que fue enterrada allí. Fue la única mujer en toda la Palabra de Dios que recibió un cambio de nombre, de Sarai a Sara: “princesa de multitudes”. ¿Por qué su nombre cambió a Sara? Fue porque se iba a casar con alguien que tenía la visión, con Abraham, que iba a convertirse en el “padre de muchas naciones”. Ella necesitaba un nombre parecido, necesitaba tener una visión parecida. Considere el gran cuidado que hubo a la hora de seleccionar a la esposa de Isaac, el heredero de Abraham. Eleazar le pidió a Dios una señal o confirmación muy difícil. “Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja 320 EL VIAJE DE ISRAEL tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor” (Gn. 24:14). Esto no parece ser una gran señal, pero lo cierto es que un camello puede llegar a beber hasta 100 litros en diez minutos. Como había diez camellos, necesitarían al menos 1000 litros de agua. Si el cántaro de Rebeca fuera de unos 8 a 10 litros, ¡se necesitaría bajar al pozo unas 100 veces! Su corazón fue muy generoso al ofrecer dar de beber a diez camellos. Ella era la que Dios había escogido. Rebeca no era consciente de que estaba siendo probada, y a menudo nosotros tampoco lo somos. Esta era una tarea pequeña, y es en las tareas pequeñas donde Dios nos prueba. Las actitudes determinan si seremos o no seleccionados. Rebeca no sabía que Dios la estaba probando y observando. Al pasar la prueba, ella se convirtió en parte de la línea mesiánica y también heredó Hebrón. Ella no tenía ni idea de que cuando respondió al siervo Eleazar marcó la señal que determinó si estaría o no en Hebrón. De igual forma, nosotros nos sabemos cuándo Dios nos está probando para ver si calificamos. Igual que Abraham escogió ofrecer a Isaac, ¡también todos nosotros tomamos decisiones hoy! Estas decisiones determinarán si seguimos adelante o no. Recuerde que, como dijimos anteriormente, una mujer tiene que pasar la prueba para convertirse en la esposa de un hijo de Dios. CAPÍTULO 15 321 ¡Esto es muy importante! Una mujer no puede vivir una vida Es en las tareas despreocupada y esperar que pequeñas donde Dios nos prueba Dios le dé uno de Sus hijos escogidos como esposo. ¡No sucederá! Dios me dejó esto muy claro. Muchas chicas están siendo probadas. Si no pasan la prueba, Dios tomará a otras que sí la pasen y se les dará a Sus hijos. Dios quiere una Rut o una Rebeca. En estas dos santas del Antiguo Testamento vemos el tipo de mujer que Dios quiere para Sus hijos. El estándar de Dios para Sus hijos es la excelencia. El estándar de Dios para las esposas de Sus hijos no es menor. Él no escogerá a alguien que esté comprometida a medias y que pueda apartar a uno de Sus hijos de la meta del premio del supremo llamamiento de Dios. Para algunas, o tendrá que haber un cambio de corazón o de lo contrario no alcanzarán los propósitos de Dios para sus vidas. No obstante, estar soltero puede ser un llamamiento incluso más alto, como vemos en 1 Corintios 7:37-38: “Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace. De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor”. Una esposa se convierte en una parte integral de un hombre; se convierte en su propia vida. Ella es su ayuda idónea y puede literalmente decidir el destino de su 322 EL VIAJE DE ISRAEL marido. Dios me hizo ver claramente que no le dará una esposa a uno de Sus hijos si ella no está consagrada o si su lengua está llena de engaño. Los hijos de Dios son muy valiosos. Fueron preordenados antes de la fundación del mundo para cumplir una misión. Dios sólo va a traer a la vida de cada uno de Sus hijos a una mujer consagrada que se asegure de que él llegue a la meta. Este mensaje de consagración no es sólo para las mujeres solteras, sino también para las casadas. Las esposas necesitan preguntarse si están consagradas, diciendo: “¿Estoy ayudando a mi esposo a cumplir la visión que Dios le ha dado? ¿Soy incondicional para Dios, o estoy alejando a mi marido del premio del supremo llamamiento de Dios porque no estoy consagrada y quiero las cosas de este mundo?” Por supuesto, esto se puede aplicar tanto a un hombre como a una mujer. Si una esposa ha sido llamada por Dios como parte de del ministerio quíntuple (apóstol, profeta, evangelista, pastor, maestro: véase Efesios 4:11-16), es importante que su esposo la apoye y esté también consagrado a Dios. Todos debemos dar cuentas de nuestra vida ante el trono del juicio de Cristo. Para las esposas, Dios pedirá cuentas de sus vidas de si ayudaron a sus maridos a cumplir lo que Dios había ordenado para ellos, o si los apartaron y obstaculizaron porque sus deseos no estaban consagrados para Dios. A menos que algo cambie, sus esposos no alcanzarán la meta, y tendrán que dar cuentas en el trono del juicio de Cristo. ¡Pero tenemos la gracia disponible para cambiar! Que clamemos a Dios: “Quiero cambiar. Hazme como Sara. CAPÍTULO 15 323 Quiero ser una Acsa. Oh Dios, quiero ser como Rut. Deseo ser una bendición. Quiero estar consagrada”. Consagración significa la capacidad de renunciar a aquello que nos es querido, ya sea espiritual o natural. Es tener un corazón tan libre que si Dios nos pide que dejemos algo, seremos capaces de dejárselo a Él, por Su gracia. Dios pone Su dedo sobre cosas en nuestra vida en ciertos momentos, y cuando lo haga, le animo a que le diga al Señor: “Sí, Dios; suelto en Tus manos este asunto del que me has estado hablando”. Matrimonio Nuestra pareja matrimonial es de suma importancia para nuestras vidas. Él o ella no sólo debe tener el mismo llamado, sino también ser digna de nuestra confianza, que nos apoye y sea fiel. Sólo Dios sabe el final; por lo tanto, aunque con los ojos y los oídos un hombre o una mujer puedan parecer agradables, sólo Dios sabe las decisiones que tomarán a lo largo del camino de la vida que determinarán su destino final. Él sabe quién cumplirá el llamado, quien seguirá apoyando el llamado y ministerio del cónyuge y quién será fiel a su pareja conyugal. Por consiguiente, debemos dejar la elección de nuestra pareja matrimonial en el altar y pedirle a Dios que escoja. Esto se aplica tanto a hombres como a mujeres, ya sea que estén llamados al ministerio quíntuple o no. Conocí a una chica que se consideraba inestable, insegura e incapaz de seguir en el camino. En su desesperación, buscó a un hombre que parecía ser fortaleza para ella, 324 EL VIAJE DE ISRAEL sólo para descubrir después del matrimonio, que fue ella la que tuvo que ser ese pilar de fortaleza. Cómo terminaron no lo sé. Si ella le hubiera preguntado al Señor, habría sido dirigida a otra pareja. Así que pregúntele al Señor y recuerde que la belleza es sólo superficial y que solamente el Señor conoce los corazones. Primero esterilidad, después fruto Varias de estas mujeres fueron estériles antes de ser fructíferas. Hebrón está asociado a la esterilidad que lleva al fruto. Antes de que Dios dé multiplicación, hay una esterilidad espiritual. Durante este tiempo, hay una profunda purificación en nuestras vidas. Hubo siete mujeres estériles en la Palabra de Dios que tuvieron hijos extraordinarios: Sara, Rebeca, Raquel, Ana, Rut, la madre de Sansón y Elisabeth. Aquéllas que son de la “Hebrón” espiritual serán probadas por fuego con un periodo de esterilidad. José fue preparado para ser un libertador para su generación, y la Palabra del Señor le probó durante el periodo de esterilidad en su vida (cuando fue vendido como esclavo). Pero al final de su vida, fue abundantemente fructífero. Leemos en Isaías 54:1-3 que Dios hace fructífera a la estéril en su tiempo: “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus CAPÍTULO 15 325 habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”. Circuncisión Otro aspecto de heredar las promesas de multiplicación en Hebrón es la circuncisión. El Señor había prometido a Abraham: “Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti” (Gn. 17:6 7). Sin embargo, para recibir las promesas de multiplicación y fertilidad, él y su simiente tenían que ser circuncidados (Gn. 17:10-11). Por lo tanto, la circuncisión es el requisito previo para ser fructífero. Los que cruzaron el Jordán y fueron circuncidados en Gilgal comenzaron a heredar las promesas. Desgraciadamente, muchos de los santos evitaron áreas donde era necesario que la espada cortara la carne y se conformaron con una herencia inferior. Sin embargo, los que llegan a la Hebrón espiritual deben someterse totalmente a la circuncisión del corazón. Como mencioné anteriormente, una vez tuve una visión en Nueva Zelanda de un ángel con su espada desenvainada. Al final de la punta de su espada estaba escrito “circuncisión”. Dios dijo que los que serían multiplicados y fructíferos tendrían que estar dispuestos 326 EL VIAJE DE ISRAEL a exponer sus corazones ante el Señor y permitirle circuncidarlos. A menos que tengamos un corazón circuncidado, no estaremos en el pacto de la multiplicación. Todas las bendiciones de Abraham Cuando Caleb vio Hebrón, clamó: “Dame, pues, ahora este monte” (Jos. 14:12). ¡Oh, qué monte estaba pidiendo! En ese monte, Abraham, Isaac y Jacob habían sido enterrados; por lo tanto, el monte Hebrón simboliza una relación de pacto. Habla de todas las promesas que Dios les había dado a Abraham, Isaac y Jacob. ¡Caleb no sólo estaba pidiendo un montón de tierra! “Este monte” representaba todas las bendiciones de Abraham. Caleb estaba diciendo que quería entrar en todas esas bendiciones dadas a Abraham. Derribando las fortalezas de Satanás Sansón rompió las puertas de la ciudad de Gaza y las llevó a Hebrón, como vemos en Jueces 16:3: “Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón”. Las puertas de una ciudad son su fortaleza y seguridad. Por lo tanto, Hebrón puede representar el derribo de las fortalezas de Satanás. El Señor quiere que Su Iglesia tenga poder para romper los poderes espirituales que gobiernas nuestras ciudades, como dijo en Mateo 16:18: “… y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas CAPÍTULO 15 327 del Hades no prevalecerán contra ella”. Esto significa que las fortalezas de Satanás cederán y caerán ante la Iglesia triunfante de Cristo. Engrandecimiento David se convirtió en rey en Hebrón. Cuando David fue ungido allí, recibió autoridad sobre un sector de la nación. Era rey sólo de Judá. Cuando volvió a ser ungido de nuevo, recibió autoridad sobre toda la nación de Israel. En un sentido muy real, su segunda y tercera unción fue sobre compañías de personas. Esto habla de multiplicación, unión y aumento. Hay una unción para el engrandecimiento, la cual David recibió en Hebrón. Ciudad de refugio Hebrón era también una ciudad de refugio, como vemos en 1 Crónicas 6:57: “De Judá dieron a los hijos de Aarón la ciudad de refugio, esto es, Hebrón; además, Libna con sus ejidos, Jatir, Estemoa con sus ejidos”. Un verdadero hebronita abre sus puertas a aquéllos que tienen necesidad. Debemos tener una mirada generosa, y tener las manos abiertas para ser los conductos de las finanzas de Dios. Mucha gente dice: “Me encanta dar cuando tengo”, pero si intentaran dar lo que tuvieran, tendrían más para dar. La gente que da más es normalmente la que no está catalogada como rica. Un hombre que conozco apenas tiene un centavo para él, pero fluyen millones a través de él. El principio bíblico es: “Dad, y se os dará” (Lc. 6:38). Debemos tener un corazón dispuesto a ayudar a los necesitados en cualquier manera que podamos, dando consuelo, amor, comida y alojamiento. 328 EL VIAJE DE ISRAEL Adoración y enseñanza pura Hebrón era una ciudad sacerdotal. Los sacerdotes eran los maestros de Israel. Hebrón era un lugar donde los maestros se desarrollaban. Sin embargo, el ministerio sacerdotal no sólo consiste en la predicación y la enseñanza de la ley. Los sacerdotes también eran los directores de alabanza y adoración. Las ciudades sacerdotales como Hebrón eran para levantar ministros capaces de dirigir al pueblo de Dios en una verdadera adoración. Los hebronitas se deberían especializar en la adoración pura y la música, así como en la enseñanza. El sacrificio de nuestro “Isaac” El carácter entero de Hebrón es la consagración. Todo el propósito y anhelo del corazón de Abraham era cumplir la voluntad de Dios. Abraham estaba consumido con el llamado de Dios. Estaba llamado a ser el padre de muchas naciones, a pesar de que no tenía ningún hijo, y la promesa parecía cada vez más imposible. Finalmente, Isaac nació cuando Abraham tenía cien años. Entonces, Dios probó a Abraham, diciendo: “¡Devuélvemelo!” Eso fue como pedirle que ofreciera todo aquello por lo que había vivido. Dios le pidió a Abraham que abandonara su llamado, su ministerio, las promesas y todo aquello que había esperado. Un verdadero hebronita está dispuesto a entregar incluso lo más querido que tiene. Estos son los que llegan a Sion. Para aclarar del todo este principio de una forma nueva, el Señor una vez me mostró Su corazón. Vi al Señor Jesús CAPÍTULO 15 329 de pie delante de la tierra, la cual Él y Su Padre habían creado juntos con tanto esmero y amor. Y no sólo hicieron esta hermosa tierra, sino que también hicieron todos los tronos de gloria y todo el esplendor del cielo. Sin embargo, llegó un momento en el que el Padre le dijo al Hijo: “¿Renunciarías a ello para convertirte en un hombre y morir por los pecados del mundo?” El Espíritu de Dios en Filipenses 2:6-8 nos muestra con más detalle lo que Cristo estuvo dispuesto a dejar: “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. El verdadero significado de este versículo en el griego revela que Jesús soltó todo voluntariamente. Ser igual a Dios no es algo a lo que Él se aferró (véase 2 Cor. 8:9; 5:21). Mi esposa y yo habíamos sido piezas clave para fundar una sociedad misionera en Nueva Zelanda. Habíamos trabajado allí durante diez años, y Dios lo bendijo. Ha dado su fruto en muchas partes del mundo. Entonces, una mañana temprano, el Señor me habló diciendo: “Déjalo todo; renuncia”. Había trabajado allí durante diez años, y el Señor me dijo: “Déjalo ir”. Cuando dije: “Sí, Señor” en mi corazón, vino una canción: “Soy libre para ser un siervo del Señor”. Recientemente, el Señor me recordó este incidente, y me dijo: “De no haber dejado todas esas cosas, nunca te hubieras podido convertir en Mi siervo”. 330 EL VIAJE DE ISRAEL Felipe el evangelista recibió el mensaje de dejar el avivamiento en Samaria y acudir en busca de un eunuco de Etiopía en el desierto. Eso realmente terminó en un mayor fruto: el establecimiento de la iglesia en Etiopía. Hebrón simboliza estar consagrado. Significa sujetar las cosas con ligereza, incluso lo que Dios nos ha dado. ¡Qué dedicación por parte de Abraham al ser capaz de ofrecer a su hijo Isaac! Él no sólo renunciaba a su hijo, sino también a su propio llamado. En Isaac estaban todas las promesas. Seamos verdaderos hebronitas, como lo fue Abraham. Sólo la consagración nos llevará a las bendiciones de Hebrón. Recuerde: David fue ungido en Hebrón. Fue sólo cuando entró en la plenitud de las bendiciones de Hebrón que pudo entrar y tomar Sion. Está muy claro que no podemos entrar en Sion a menos que Hebrón sea una realidad. Sólo los que están consagrados pueden entrar en Sion. Esto puede significar abandonar un “Isaac”: posesiones que valoramos, llamado o ministerio. Pero hay algo que debemos entender: Dios conoce nuestro corazón y concretamente aquello a lo que nos estamos aferrando, ¡y eso será lo que nos pida! Por lo tanto, no debemos apretar nada con empuñadura de hierro, ya sean cosas espirituales o naturales. Resumen del mensaje de Hebrón El mensaje de Hebrón es la clave para ir a Sion. Silo experimentó un mover maravilloso del Espíritu Santo bajo el ministerio de Josué. Muchos cruzaron el Jordán y habían entrado a algo en Dios. Esto ocurre también con muchas CAPÍTULO 15 331 personas hoy día. Numerosos hombres y mujeres se han curtido en el desierto, han cruzado el Jordán y han entrado en ministerios fructíferos y bendiciones, pero desgraciadamente, al haber áreas de su corazón que no fueron alcanzadas por la espada, muchos han caído en pecado o se han desviado de su camino. El simple hecho es que si no seguimos avanzando en nuestro viaje, terminaremos volviendo atrás. La clave para llegar a la meta es seguir respondiendo a aquello en lo que Dios está poniendo Su dedo en nuestras vidas. Cada vez que decimos “sí” a Dios, se produce una transformación en nuestro corazón; pero cuando decimos “no” a Dios, dejamos de crecer. De hecho, retrocedemos. Muchos de los israelitas evitaron la espada y terminaron comprometiéndose y cohabitando con el enemigo. No sólo dejaron de avanzar a Sion, sino que también perdieron las bendiciones que habían obtenido en Silo. Recuerde, incluso cuando recibimos un “reino” o bendiciones, seremos probados para ver si somos dignos de mantenerlo. Saúl habría conservado su reino para siempre si hubiera pasado las pruebas (véase 1 S. 13:13-14). Hebrón era el lugar de circuncisión. Era el lugar de los consagrados. Aquí es donde nos enfrentamos a la espada, donde nos enfrentamos a los problemas que afrontamos. Si permitimos que Dios haga Su obra completa en nuestro corazón, avanzaremos hacia Sion. 332 EL VIAJE DE ISRAEL Hebrón representa: • Separación antes de multiplicación— Abraham tuvo que separarse de su familia y amigos que no tenían la misma visión y llamado. • Dedicación, consagración—Esto incluye fidelidad en las tareas pequeñas, y mantener una actitud correcta. • Matrimonio—Muchas bendiciones y protección se producen en nuestras vidas cuando dejamos que Dios escoja a nuestra pareja. Después del matrimonio, debemos seguir consagrados a Dios para ayudar a nuestra pareja a avanzar en el llamado de Dios. Una esposa no consagrada obstaculizará a su esposo para cumplir el llamado de Dios. También, un hombre dará cuentas a Dios por no llevar a su familia a conseguir lo más alto. • Primero esterilidad, después fruto—La esterilidad produce una profunda purificación en nuestro corazón. • Circuncisión—Esto significa hacer frente a cualquier cosa con que la Palabra de Dios nos esté confrontando. • Todas las bendiciones de Abraham—Estas sólo las obtienen los que están consagrados. CAPÍTULO 15 • Derribo de las fortalezas de Satanás—El Señor quiere que Su Iglesia tenga el poder de romper los poderes espirituales. • Engrandecimiento—En Hebrón, hay una unción para el aumento. • Ciudad de refugio—Hebrón es un lugar para mostrar compasión a los pobres y necesitados, y para ser generoso. • Adoración y enseñanza pura—Una clave importante para avanzar con Dios es evitar la música mundana, y guiar a otros a la adoración y alabanza pura, así como a la enseñanza. • El sacrificio de nuestro “Isaac”—En Hebrón, soltamos nuestras posesiones más queridas, incluso nuestro llamado y ministerio si Dios así lo requiere. Todo lo que tenemos simplemente es algo que Dios nos ha prestado. 333 335 Capítulo 16 EL MONTE SION 1. Historia de Sion Estamos viviendo en los últimos tiempos. Esta dispensación de la Era de la Iglesia está a punto de terminar. El viaje de Israel fue largo, especialmente cuando pasaron por el desierto. Si hubieran obedecido al Señor, podría haber sido mucho más corto, quizá tan sólo de dos años. En estos últimos tiempos, no deberíamos esperar que la gente tarde mucho en llegar al Jordán y cruzarlo. Para los líderes que han tenido que ser punta de lanza en su camino en estas experiencias, ha tomado mucho tiempo. Han tenido que aprender todas las dificultades del desierto. Sin embargo, hay una sensación de estar en el tiempo de Dios. Desde 1973, la Iglesia ha avanzado al Día de la Expiación, y desde ese punto, Dios ha dejado caer de golpe la espada de la circuncisión en los corazones de Su pueblo. Así, Dios hará que su Iglesia termine rápidamente este viaje desde Egipto hasta Sion en estos últimos tiempos. Abraham fue el fundador de Hebrón. Como peregrino, moró en la tierra de la promesa. Aunque él mismo nunca llegó a la Sion terrenal, pues él no estaba en la dispensación que podía ir a Sion, tuvo la visión celestial progresiva de 336 EL VIAJE DE ISRAEL Sion (He. 11:9-10; 12:22). A veces la gente tiene una visión de la dispensación más allá de la que está viviendo. Hay una Jerusalén terrenal con un monte santo llamado Sion en medio de ella. Este es un tipo de la Jerusalén celestial con un monte Sion situado también en ella (Ap. 14:1-5). Juan describe esta ciudad en Apocalipsis 21:10-11 como resplandeciente por la gloria de Dios, y clara como el cristal. Apocalipsis 21:18 habla de oro puro, como el cristal. El pensamiento subyacente es que no hay distorsión, es absolutamente transparente. Dios está buscando prepararnos para Sion porque es un lugar habitado sólo por los que son transparentes. En Apocalipsis 21:12 se menciona el número doce. Doce es el número de gobierno; por lo tanto, Sion es una ciudad habitada por aquéllos que están bajo el gobierno de Dios. Sion habla mucho de gobierno, así que no es una ciudad para los independientes o ilegales. Es para los que han aceptado el corral de Dios, Sus riendas y Su yugo. Es para los que están gobernados por Dios. Veamos ahora a Sion con un poco más de detalle. Al leer la Palabra de Dios, encontramos que casi todas las profecías relativas a la Iglesia de los últimos tiempos se refieren a los hijos e hijas de Sion. Sion era la ciudad de David, el hombre según el corazón de Dios. Sion fue tomada por David después de su tercera unción en Hebrón. El Señor me ha estado hablando constantemente de que hay un trabajo que primero debe ser cumplido en los “hebronitas” antes de que puedan avanzar hacia Sion. CAPÍTULO 16 337 Tres montes En el viaje de Israel había tres montes. Los montes simbolizan poder, autoridad y posición. El primer monte era Sinaí, que representa el bautismo del Espíritu Santo. No había habitantes que vencer en Sinaí, no había gigantes que derrotar para tomar ese monte. Recibir el bautismo del Espíritu Santo no es una batalla. Desgraciadamente, mirando a los dos siguientes montes, encontramos que estaban habitados. Cuando Caleb dijo concerniente a Hebrón: “Dame ahora este monte”, tenía que vencer a los poderosos hijos de Anac. No podemos obtener Hebrón sin derrotar a algunos gigantes. Sin embargo, Sion es aún más difícil de conquistar: es la última fortaleza. Los habitantes de Sion eran los jebuseos. Ellos aguantaron hasta el final, y es necesaria una gran guerra para desalojarlos. 2. Significado espiritual de Sion Sion—lugar de unidad Los jebuseos fueron los últimos de las siete naciones que ocuparon la tierra de la promesa, y son un tipo de los enemigos mencionados en Proverbios 6:16-19. El séptimo enemigo es el sembrador de discordia entre los hermanos. Los jebuseos representan a los que causan división. Lo que causa división es lo más difícil de vencer. Sin embargo, uno se convierte en la antítesis del enemigo al que vence. Así, después de desalojar al enemigo de Sion, la tierra que una vez tuvieron se convirtió en un lugar de gloriosa unidad. “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar 338 EL VIAJE DE ISRAEL los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna” (Sal. 133:1-3). Así, el monte de Sion se convirtió en un lugar de bendita armonía. Si seguimos este pensamiento a través de la Palabra de Dios, veremos que cualquier área en la que obtengamos la victoria se convertirá en nuestra mayor fortaleza. Cuando vencemos a los jebuseos (que representan la división), entonces entraremos en la unidad de los hermanos. Esta unidad es parecida al ungüento que se usó para ungir a Aarón y sus hijos en Éxodo 30:23 25. Esta unción también es la unción que se necesita para ministrar al Señor (Ex. 30:30). Los componentes de este ungüento son muy importantes, y son: 1. Mirra, que habla de mansedumbre o una muerte al propio yo. 2. Canela, que habla de bondad. Significa ser del todo bueno, estar lleno de la bondad de Dios, e incapaz de hacer mal a alguien. 3. Cálamo, que es análogo a la benignidad. David dijo: “Y tu benignidad me ha engrandecido” (Sal. 18:35). 4. Casia, que habla de humildad y las lágrimas. 5. Aceite de oliva, que habla de paz. CAPÍTULO 16 339 Todas estas virtudes deben ser desarrolladas en nosotros: mansedumbre, bondad, benignidad, humildad y paz. Estos son los ingredientes necesarios para la unidad. Oh, si tan sólo pudiéramos poner sobre nosotros un frasco o tarro de ese hermoso ungüento, y mientras fuera derramado sobre nosotros, podríamos ser transformados instantáneamente. Pero no funciona así. A veces, está esa unción y nos sentimos muy bien, pero luego la unción se va y volvemos a ser nosotros. Sin embargo, Dios quiere desarrollar estas cualidades en nuestra vida. Sion—perfección y hermosura El Salmo 50:2 dice que Sion es “perfección de hermosura”. Otro versículo que va junto con éste es el Salmo 48:2, donde Sion se dice que es “hermosa provincia, el gozo de toda la tierra”. Los estándares de Sion son la perfección absoluta. Sion es la belleza de Jesús, la perfección de la belleza brillando a través de sus santos. La perfección de la hermosura y “firmeza de corazón” están relacionadas. David era el rey de Sion. Por supuesto, él es también un prototipo del Rey de reyes. David dijo en el Salmo 27:4: “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”. Aquí vemos que la perfección de la hermosura viene de una resolución del corazón donde hay tan sólo un deseo: contemplar la belleza del Señor e inquirir en su templo. 340 EL VIAJE DE ISRAEL Sion—morada preferida de Dios Sion es la morada de Dios, y por eso no se puede mover (Sal. 125:1). En 1947, la primera posesión que Israel volvió a obtener cuando se convirtió de nuevo en una nación fue Sion. Tuvieron que esperar mucho tiempo para recibir la otra parte de Jerusalén, pero primero obtuvieron Sion. También, en el último sitio de Jerusalén, justamente antes de la Segunda Venida de Cristo, Jerusalén cae ante sus enemigos, pero no Sion (Zac. 14:1-3). “Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí” (Sal. 132:13). Aunque Sion es un monte físico, representa también un monte espiritual. Es el lugar de la morada de Dios. El Salmo 87:2 nos dice lo que Dios piensa de Sion: “Ama Jehová las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob”. Por lo tanto, dondequiera que veamos en Israel, por mucho que fueron bendecidos por Dios, por mucho que avanzaron en Dios y recibieron Sus bendiciones, el Señor prefirió las puertas de Sion más que todas las otras moradas de Jacob. Los efrainitas tuvieron bendiciones especiales gracias a José. Hebrón tenía bendiciones especiales. Había muchas sinagogas y asambleas por toda la nación, cada una con su propio énfasis y forma de adorar, pero Sion era la preferida de todas. Nuestro llamado es Sion. Una innumerable compañía de ángeles Como ya hemos mencionado, Sion es la Jerusalén celestial. En la Sion celestial hay una gran compañía de ángeles: “Os habéis acercado al monte de Sion, a la CAPÍTULO 16 341 ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles” (He. 12:22). Creo con todo mi corazón que vamos a experimentar manifestaciones angélicas en estos últimos tiempos. ¡Las necesitaremos! Sin ellas no lo lograremos. A menos que marche el ejército celestial, el ejército terrenal no triunfará. Lo que nos llevará a Sion son los dos ejércitos marchando juntos. Cuando decimos que vamos a Sion, estamos hablando de entrar en las esferas celestiales, en el ámbito del Espíritu mientras seguimos estando en esta tierra. La doble porción Sion es la iglesia de los primogénitos (He. 12:23). En el griego original, “primogénito” es plural; es un grupo de personas que reciben una doble porción. Esta doble porción se refiere a la doble porción del Espíritu de Dios, como lo que pidió Eliseo (2 R. 2:9). De nuevo, el clamor de la doble porción es algo que Dios debe hacer nacer dentro de nosotros. No podemos estar satisfechos con la unción y el ministerio que tenemos. No podemos estar contentos incluso con las profundidades que hemos obtenido hasta ahora. No estamos clamando por una doble porción de lo que ya tenemos, sino por una doble porción de lo que nuestro “Elías”, el Señor Jesucristo, tenía. Jesús dijo: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Jn. 14:12). Debemos ser conscientes de que todo lo que sea menor a una doble porción no suplirá las necesidades de tantas naciones de la tierra; si somos la iglesia de los primogénitos, menos que eso no nos va a satisfacer. 342 EL VIAJE DE ISRAEL “Espíritus de hombres perfeccionados” Sion es la residencia de aquellos cuyos espíritus han sido perfeccionados. Hemos de ser como esos habitantes celestiales de Sion, cuyos espíritus han sido perfeccionados por Dios, porque eso es lo que Él quiere. Hace unos años, vi en una visión la Segunda Venida de Cristo. Vi al Señor Jesús descender con Su Iglesia desde el cielo, y la Iglesia de la tierra ascendía para reunirse con el Señor. Observé que la Iglesia celestial que descendía y la Iglesia terrenal que ascendía eran parecidas. Ambos grupos estaban llenos de gloria, y los espíritus de todos ellos habían sido perfeccionados. Por lo tanto, nuestros espíritus deben ser perfeccionados. Sion—lugar de liberación y poder increíbles Me gustaría comparar por un momento Hebrón con Sion. “Y destruirá en este monte [Sion] la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones” (Is. 25:7). Recordará que Sansón llevó las puertas de la ciudad a Hebrón. Hebrón está asociada con tomar las puertas de la ciudad. El poder de Hebrón es para tomar las ciudades para Cristo, pero el poder de Sion es para tomar naciones completas. Esa es la diferencia entre el poder de Hebrón y el poder de Sion. Hay un poder en Sion que puede dragar una nación para Dios. En Abdías 1:17-21 se nos dice claramente que la liberación viene de Sion: “Pero en el monte Sión habrá liberación, y será sagrado. La casa de Jacob será fuego, y la casa de CAPÍTULO 16 343 José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho. Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad. Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev. El pueblo de Jacob recuperará sus posesiones. Y los libertadores subirán al monte Sión para gobernar la región montañosa de Esaú. Y el reino será del SEÑOR”. Los salvadores (o libertadores) vienen del monte Sion. Hay una gran diferencia entre ser un predicador y ser un libertador. Nuestra generación necesita libertadores. Observe también en este pasaje de Abdías que los que están en Sion toman lo que han perdido los “Esaú”. En otras palabras, los hijos de Sion reclamarán las posesiones que cedieron los que han vendido sus primogenituras. Sion es el lugar de la gloria de Dios El Salmo 102:16 dice: “Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion, y en su gloria será visto”. El Arca del Pacto había sido abandonada en un campo por muchos años (Sal. 132:6) pero cuando David conquistó Sion, erigió una tienda sobre el monte Sion, conocida como “el Tabernáculo de David” y colocó en ella el Arca. El Arca, claro está, representa literalmente la presencia y la gloria de Dios, porque la gloria shekinah de Dios cubría el Arca del Pacto. 344 EL VIAJE DE ISRAEL No había velo en el Tabernáculo de David (como el que había en el Tabernáculo de Moisés), el cual impedía a todos menos al sumo sacerdote entrar en el Lugar Santísimo y ver la gloria de Dios. David tenía libre acceso para entrar en la presencia de Dios, para sentarse delante del Arca y para experimentar Su gloria. Así, la gloria visible de Dios está relacionada con Sion. Dios ha elegido manifestar Su gloria en diferentes momentos a lo largo de la Historia, pero en estos últimos tiempos, el Señor va a cubrir a Su Iglesia y a Su pueblo con Su gloria visible. Leemos en Isaías 4:5 que la gloria del Señor vendrá sobre Sion y cada iglesia o congregación que mora en la Sion espiritual: “Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel”. Por lo tanto, si quiere experimentar la gloria de Dios en su totalidad, asista a una iglesia que tenga la visión de Sion y de lo mejor de Dios. La promesa de la gloria visible de Dios queda reiterada para el creyente en los últimos tiempos en Isaías 66:1-2: “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”. Por consiguiente, estemos alentados; ¡días gloriosos esperan a todos los que moran en el monte Sion espiritual! CAPÍTULO 16 345 Sion es un lugar de oración Si no tenemos el deseo de orar y buscar el rostro de Dios, entonces debemos buscar sinceramente que Dios haga nacer este deseo y pasión en nuestro corazón. El Salmo 24:1-4 nos da algunos de los requisitos para morar en Sion, el monte santo de Dios. El Salmo 24:6 dice que los que moran en Sion son los que están comprometidos a buscar el rostro de Dios: “Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah”. Debemos estar dispuestos a comprometernos a responder al llamado y a la Palabra del Señor. Leemos en Isaías 56:7: “Yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”. El monte Sion se convirtió en un lugar para orar y buscar el rostro de Dios. El rey David era un hombre de oración, según dice el Salmo 109:4: “En pago de mi honor me han sido adversarios; mas yo oraba”. En el Salmo 27:8, David nos muestra la importancia de responder cuando Dios nos llama a buscarle: “Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová”. Una de las mayores bendiciones de Dios es tener hambre y sed del Señor, así que deberíamos pedirle humildemente que nos las conceda. Entonces nuestra vida podrá cumplir la advertencia de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:17: “Orad sin cesar”. 346 EL VIAJE DE ISRAEL Sion es el lugar de la Ley de Dios Leemos en Isaías 2:3: “Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”. La esencia del Nuevo Testamento es que la Ley se ha de escribir en las tablas de carne de nuestro corazón. Esto se efectúa a medida que vamos al monte Sion espiritual. Sion es el lugar de la lluvia tardía del derramamiento del Espíritu de Dios Joel 2:23 dice: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio”. Israel depende de las lluvias tempranas y tardías. Esto representa el derramamiento temprano del Espíritu Santo en el día de Pentecostés y el derramamiento poderoso tardío del Espíritu Santo en el cumplimiento de la fiesta espiritual de los Tabernáculos. Ésto hará que la Iglesia madure (Stg. 5:7). Sion representa el Lugar Santísimo En los días de David, el Tabernáculo de Moisés estaba situado en Gabaón (1 Cr. 16:39; 21:29). Sin embargo, David llevó el Arca del Pacto al monte Sion y la colocó dentro de una tienda, conocida como el Tabernáculo de David. Por lo tanto, el Atrio Exterior y el Lugar Santo CAPÍTULO 16 347 estaban todavía en Gabaón, pero el Arca del Pacto y el Lugar Santísimo estaban en Sion. La alabanza del Atrio y el Lugar Santo se llevaba a cabo en Gabaón, pero la adoración del Lugar Santísimo tenía lugar en Sion. Leemos en 2 Crónicas 1:3-6: “Y fue Salomón, y con él toda esta asamblea, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que Moisés siervo de Jehová había hecho en el desierto. Pero David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado; porque él le había levantado una tienda en Jerusalén. Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar Salomón con aquella asamblea. Subió, pues, Salomón allá delante de Jehová, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos”. Cuando Jesús murió en la cruz, el velo del templo se rasgó, lo cual significaba que Él había abierto el camino hasta el Lugar Santísimo para toda la humanidad. “Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron” (Mt. 27:51). Así, ahora podemos ir más allá del velo. Hebreos 10:19-20 dice: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne”. Por lo tanto, llegar y adorar en el monte Sion espiritual es equivalente a atravesar el velo para entrar en el Lugar Santísimo con Jesús mismo. 348 EL VIAJE DE ISRAEL 3. Nacer en Sion El salmista menciona tres veces en el Salmo 87 nacer en Sion. “Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella, y el Altísimo mismo la establecerá” (Sal. 87:5). Debe haber un nacimiento espiritual en Sion. No podemos definirlo, pero algo nace en nuestro interior; algo que concibe el Espíritu Santo en nosotros a través de lo cual sabemos que estamos hechos para Sion. Cuando Dios hace nacer Su visión en nosotros, Sion es nuestro hogar y nuestro destino en la vida. No podemos escapar de ello y no podemos quedarnos cortos porque nacemos para Sion. No podemos descansar, porque nuestro descanso viene sólo cuando llegamos a Sion. Todos nuestros pensamientos están puestos en Sion. Las actitudes correctas nos permiten ser aptos para nacer en Sion. De lo contrario, sólo tenemos una visión para una de las otras moradas de Jacob, o quizá incluso para una tierra al otro lado del Jordán. Por lo tanto, debemos clamar a Dios y decir: “Oh Señor, hazme nacer en Sion. Oh Señor, que pueda tener ese derecho de nacimiento”. Sin embargo, en este asunto de nacer en Sion, existe aún la soberanía de Dios. En la Biblia está claro que Dios elige para Sion a quien considera digno. Pablo dijo: “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto CAPÍTULO 16 349 haremos, si Dios en verdad lo permite” (He. 6:1-3). Pablo está diciendo que sólo podemos avanzar hacia la perfección si Dios nos muestra soberanamente gracia. El tema de la soberanía de Dios (Dios tiene supremamente la última palabra) es verdad con relación también a la salvación. Aunque Él anhela que todos sean salvos, no concede ese don del arrepentimiento a todos. Algunos no son considerados dignos. Tiene que haber un acto soberano de nuevo nacimiento de parte de Dios para entrar en el reino del cielo. A menos que Dios dé este don, nadie puede entrar (Jn. 6:44, 65). No importa lo que haga una persona, no puede entrar en el reino del cielo a menos que nazca dentro de él. Para llevarlo un poco más lejos, ningún hombre puede llegar a Sion (la perfección) a menos que nazca dentro de él. Es un enigma de las Escrituras que Dios llama y desea que todos tengan vida eterna y lo mejor de Él para sus vidas, y al mismo tiempo es Su propia soberanía lo que decide si entran allí o no. En Hebreos 12:18-21 Pablo hace referencia al monte Sinaí: “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar”. En el versículo 22 dice: “sino que os habéis acercado al monte de Sion”. Pablo está diciendo que nuestro llamado no es al monte Sinaí; no debemos permanecer en el desierto; y ciertamente nuestro llamado no es permanecer en Silo, ni tampoco permanecer en Hebrón, aún cuando el mensaje de Hebrón deba convertirse en una realidad en nosotros para ser aptos para Sion. David estuvo primero en Hebrón y tuvo que esperar por esas unciones antes de poder avanzar. Nuestro último llamado es al monte Sion. 350 EL VIAJE DE ISRAEL Creo que Dios nos mostrará dónde estamos en nuestro viaje si se lo pedimos con toda sinceridad. Independientemente de donde nos encontremos en nuestro viaje, Dios no sólo quiere darnos una visión de Sion, ¡sino que desea hacerla nacer en nosotros ahora! El hecho de que se repita tres veces en el Salmo 87 dirige nuestra atención al hecho de que debemos nacer en Sion. La visión de Sion se puede resumir en las palabras del rey David, el fundador de Sion, en el Salmo 27:4: “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”. Se trata de tener un amor y deseo incondicional por el Señor. Esto nos hace desear buscarlo, contemplar Su hermosura y morar con Él en Sion. Si está buscando esta clase de relación con Cristo, ¡entonces usted se dirige hacia Sion! El apóstol Pablo dijo en Filipenses 3:8: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”. La visión de Sion trata sobre tener una relación siempre creciente con Cristo, de ganar a Cristo y deleitar el corazón de nuestro Novio celestial, como dice Cantar de los Cantares 7:10: “Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento”. No es suficiente con ministrar para Él, enseñar a las naciones de la tierra, tener una doctrina correcta y un buen discernimiento, tener un gran programa de iglesia, vivir CAPÍTULO 16 351 una vida recta y hacer buenas obras. La iglesia en Éfeso tenía todo esto, pero había perdido lo más importante: ¡su primer amor por el Señor! (Ap. 2:1-4). Mientras usted ha leído este libro, si el Señor ha tocado su corazón con el mensaje de Sion y le gustaría nacer en Sion, deténgase ahora mismo y ore. Así como usted oró para aceptar la salvación y pidió a Jesús que entrara en su corazón, pídale a Dios que haga nacer la visión de Sion en su corazón, para que nunca se dé por satisfecho con lo que no sea lo mejor de Dios para usted. Haga esta simple oración u otra similar que el Espíritu Santo le inspire a hacer: “Señor Jesús, te amo con todo mi corazón y quiero nacer en Sion porque allí es donde Tú moras. Lo recibo por fe y confieso que eso es lo que quiero para mi vida. Señor Jesús, quiero lo mejor que tengas para mi vida, y Sion es definitivamente lo mejor. Desarrolla Tu carácter y naturaleza en mi corazón, para que pueda morar contigo en Sion por toda la eternidad”. La visión de Sion es progresiva, al igual que el caminar cristiano es progresivo. Por lo tanto, si Dios ha hecho nacer ahora la visión de Sion en su corazón, es sólo el comienzo. Usted debe estudiar y experimentar el mensaje de Sion de la Biblia para que sea desarrollado totalmente en su vida. 4. La fiesta de los Tabernáculos La fiesta de los Tabernáculos tendrá lugar mientras la Iglesia va hacia el monte Sion en estos últimos tiempos. 352 EL VIAJE DE ISRAEL Leemos en Isaías 33:20: “Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota”. La Nueva Versión Internacional dice: “Mira a Sion, la ciudad de nuestras fiestas; tus ojos verán a Jerusalén, morada apacible, campamento bien plantado; sus estacas jamás se arrancarán, ni se romperá ninguna de sus sogas”. En la Biblia, el monte Sion y Jerusalén se asocian específicamente con la fiesta de los Tabernáculos. El rey David llevó el Arca del Pacto al monte Sion y la colocó en la tienda que había preparado para ella. Sin embargo, su deseo era que la presencia de Dios tuviera una morada más permanente. Dios habló a David y le pidió que no le construyera un templo, sino que lo haría su hijo Salomón (2 S. 7:1-13). Salomón comenzó la construcción del Templo en el cuarto año de su reinado y lo terminó siete años después. En 1 Reyes capítulo 8 se describe la dedicación del Templo de Salomón durante la fiesta de los Tabernáculos, en el séptimo mes. Leemos en 1 Reyes 8:1-2: “Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales de las familias de los hijos de Israel, para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, la cual es Sion. Y se reunieron con el rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día de la fiesta solemne”. En 1 Reyes 8:5-8 los sacerdotes bajaron el Arca del Pacto desde el monte Sion hasta Jerusalén y la colocaron en el CAPÍTULO 16 353 Lugar Santísimo en el Templo de Salomón: “Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él, estaban con él delante del arca, sacrificando ovejas y bueyes, que por la multitud no se podían contar ni numerar. Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines. Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima. Y sacaron las varas, de manera que sus extremos se dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se dejaban ver desde más afuera; y así quedaron hasta hoy”. Las varas del Arca del Pacto se quitaron por primera vez. El Arca había llegado a su lugar final de descanso. Después, la gloria de Dios llenó el Templo y fue tan poderosa, que los sacerdotes no podían ministrar, como vemos en 1 Reyes 8:10-11: “Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová”. David llevó a Israel al reposo, a la unidad y a la gloria. Salomón bajó esa gloria a Jerusalén, para que las naciones de la tierra la experimentaran. Las naciones venían para ser testigos de la sabiduría y ver la gloria que residía en el Templo de Salomón (1 R. 10:1-9; 4:29-31). La meta de nuestro viaje espiritual es llegar a la gloria, a la madurez y al reposo. Sin embargo, después tenemos que llevar la gloria de Dios a las naciones. 354 EL VIAJE DE ISRAEL La séptima y última fiesta de Israel era la fiesta de los Tabernáculos (Lv. 23:34-44). Era una fiesta de siete días que comenzaba en el día quince del séptimo mes, cinco días después del día de la Expiación. Se construían tiendas en el primer día de la fiesta y los israelitas vivían en ellas durante siete días. Era un tiempo de celebración en el que los hijos de Israel reunían sus cosechas y daban gracias a Dios por la recolección. En términos de dispensación, la fiesta de los Tabernáculos representa la era del Milenio que viene, la cual será la era final y mayor, cuando Cristo gobierne sobre las naciones de la tierra durante mil años. Zacarías capítulo 14 confirma esto, el cual comienza describiendo el asedio final de Jerusalén por los ejércitos árabes en los versículos 1 y 2. Los versículos 3 al15 describen la Segunda Venida de Cristo. Después, leemos sobre el Milenio en el versículo 16: “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos”. Esto nos dice que, cada año durante el Milenio, cada una de las naciones de la tierra enviará una delegación a Jerusalén para adorar al Rey Jesús. Esto sucederá en la celebración anual de la fiesta de los Tabernáculos. Zacarías 14:17-19 también nos dice que si una nación no envía una delegación para celebrar la fiesta de los Tabernáculos, será castigada no recibiendo lluvia ese año. Así, está claro que el reino milenario de Cristo girará en torno a la fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta también tendrá un cumplimiento espiritual en la Iglesia antes de la Segunda CAPÍTULO 16 355 Venida de Cristo. Así como la nación de Israel está siendo preparada naturalmente por Dios para tomar su lugar en el Milenio venidero, la Iglesia también está siendo preparada espiritualmente. Este derramamiento final del Espíritu Santo sobre la Iglesia en los últimos tiempos nos es revelado proféticamente a través de la fiesta de los Tabernáculos. Hay siete aspectos principales de la fiesta de los Tabernáculos: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Fiesta de avivamiento y restauración Fiesta de cosecha Fiesta de gozo Fiesta de gloria Fiesta de unidad Fiesta de reposo Fiesta de la aparición de Cristo 1. Fiesta de avivamiento y restauración El nombre tabernáculos viene de la palabra hebrea sukkah que significa “tienda o carpa”. La fiesta recibió este nombre porque Dios ordenó en Levítico 23:42 que los israelitas fueran a morar en tabernáculos o tiendas durante siete días mientras celebraban la fiesta: “En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos”. La raíz de la palabra sukkah es suk, que significa “cubrir con aceite; ungir”. Por lo tanto, el significado espiritual de la fiesta de los Tabernáculos es que la Iglesia en los últimos tiempos morará bajo la cobertura ungida del Espíritu Santo. 356 EL VIAJE DE ISRAEL Leemos en Isaías 25:7 que desde Sion el Señor destruirá “la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones”. Esto quiere decir la ruptura del poder de los principados satánicos que gobiernan las naciones. La Iglesia ha visto destellos de esto en avivamientos anteriores. Durante el avivamiento galés, la unción no sólo cayó en los cultos de la iglesia, sino sobre comunidades enteras. En la primera parte de este siglo, el Señor dio un avivamiento a Suecia en el que la convicción del Espíritu de Dios cayó sobre la nación entera. Estos destellos son lo que veremos en mayor medida en el avivamiento venidero. Muchas personas han tenido visiones del avivamiento venidero en el que comunidades, ciudades y naciones enteras serán cubiertas por el Espíritu del Señor. La gente caerá en las calles, clamando a Dios y pidiendo perdón. En estos últimos tiempos, no sólo la Iglesia morará bajo la cobertura ungida del Espíritu Santo, sino que naciones enteras también serán cubiertas por el Espíritu de Dios. La fiesta de los Tabernáculos también será un tiempo de restauración para los que se han apartado. Durante los días de Esdras, la fiesta de los Tabernáculos se celebró en la puerta de Efraín, como vemos en Nehemías 8:16: “Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín”. Efraín era la tribu de Israel que estaba apartada. Sin embargo, en el avivamiento de los últimos tiempos, Dios CAPÍTULO 16 357 va a restaurar a muchos apartados. La fiesta de los Tabernáculos es un tiempo de liberación y libertad, como vemos en Deuteronomio 31:10: “Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos”. 2. Fiesta de cosecha La fiesta de los Tabernáculos se llama también “la fiesta de la cosecha” en Éxodo 23:16: “También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo”. Allí se menciona que era “a la salida del año”. La explicación de esto se encuentra en los dos calendarios que seguían los israelitas. Uno era para su año religioso y el otro era para su año civil o agrícola. Según su calendario religioso, esta fiesta era en el mes séptimo; pero de acuerdo a su año civil o agrícola, era al final del año. Era el tiempo en que se recogía la cosecha completa del año. Así como esta fiesta se llevaba a cabo al final del año para Israel, el cumplimiento espiritual de esto tendrá lugar al final de la Era la Iglesia. Habrá un gran avivamiento al final de la Era que juntará la plenitud de la cosecha abundante de la Iglesia. Habrá una cosecha grandiosa de almas (Mt. 13:37-40, 47-50, Is. 60:1-7, Stg. 5:7-8). 358 EL VIAJE DE ISRAEL 3. Fiesta de gozo A los israelitas se les dijo en Levítico 23:40 “os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días” durante esta fiesta, lo cual es símbolo de entrar en la plenitud de gozo que se encuentra en la presencia de Dios (Sal. 16:11). Durante el tiempo de Esdras y Nehemías, cuando el Templo estaba siendo restaurado (lo cual es profético de nuestros días), el pueblo de Dios fue exhortado a no llorar o lamentarse (Neh. 8:9-10). Fue durante el establecimiento de la fiesta de los Tabernáculos cuando recibieron las palabras eternas: “Porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza”. Hubo gran gozo y alegría entre el pueblo en ese momento (Neh. 8:17). Deuteronomio 16:13-14 dice: “La fiesta solemne de los tabernáculos harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones”. El maíz es un tipo de pan que fortalece el corazón. Esta fiesta tenía lugar justamente después de la cosecha de aceite y vino nuevo, lo cual habla de la paz y el gozo del Señor (Lc. 15). El Señor quiere dar a aquellos que están de luto en Sion el óleo de gozo. Quiere llenarnos con el vino nuevo de Su Espíritu. El gozo puro de Jesús se verá en toda la Iglesia, y nos dará la fuerza para cumplir la voluntad de Dios en estos últimos tiempos. CAPÍTULO 16 359 4. Fiesta de gloria Otro aspecto de la fiesta de los Tabernáculos es que es profética de la gloria del Señor que cubrirá la Iglesia al final de la Era. Leemos esto en Hageo capítulo dos. El versículo uno dice: “En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo…”. Esto sucedió en el último y gran día de la fiesta de los Tabernáculos. El mensaje dado para este día fue: “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera” (v. 9). En los últimos tiempos, la gloria de la Iglesia será mayor que la gloria que hubo sobre la Iglesia primitiva. Esa Iglesia primitiva tuvo la bendición de Pentecostés, que fue el bautismo del Espíritu Santo, pero la Iglesia de los últimos tiempos experimentará las bendiciones de la fiesta de los Tabernáculos. En 2 Crónicas 5:3 se nos dice que el Templo de Salomón fue dedicado en el tiempo de la fiesta de los Tabernáculos. Entonces, en los versículos 13 y 14 leemos que cuando el Templo fue dedicado, la gloria del Señor llenó el Templo: “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa 360 EL VIAJE DE ISRAEL de Dios.” Los sacerdotes no podían ni siquiera seguir ministrando a causa de la gloria que se había revelado. Leemos también en Isaías 4:5: “Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel”. Así como la gloria de Dios llenó el Templo de Salomón en la fiesta de los Tabernáculos, la gloria de Dios será vista en estos últimos tiempos sobre las iglesias que estén morando en la Sion espiritual. Yo he sido llevado en el Espíritu a ver lo que Dios va a hacer en el avivamiento venidero en China, África y en muchos otros países. He visto la gloria de Dios revelada sobre la Iglesia. He visto al Señor protegiendo sobrenaturalmente a Su pueblo por medio de la gloria de Dios, así como protegió a los israelitas antes de que cruzaran el mar Rojo. ¿Cuándo se levantará la gloria del Señor sobre Su pueblo? Isaías declaró que sucedería cuando la oscuridad cubra la tierra (Is. 60:1-3). Nosotros somos como estrellas, y sabemos que las estrellas se ven cuando es de noche. Cuanto más oscura es la noche, más parecen brillar las estrellas. Así, mientras la profunda oscuridad está viniendo al mundo, podemos regocijarnos de que la gloria de Dios también está viniendo sobre los santos. 5. Fiesta de unidad Durante esta fiesta, todo Israel se reunía en Jerusalén y moraba en tiendas. Todos tenían en mente un objetivo CAPÍTULO 16 361 común: celebrar juntos la fiesta. Era un tiempo para olvidar las diferencias y, como una nación unificada y un cuerpo de devotos creyentes, gozarse en el Señor por toda Su bondad hacia ellos. Un notable acontecimiento de esta fiesta siendo celebrada con gran unidad fue durante la época de restauración. En Nehemías 8:1 leemos que “se juntó todo el pueblo como un solo hombre”. Había tanta unidad entre los judíos en ese tiempo que eran como un solo hombre. Nehemías capítulo 8 nos cuenta cómo celebraron esta fiesta mientras Esdras el escriba les explicaba la Palabra de Dios. Ellos moraban juntos en armonía en tiendas (Neh. 8:16). Cuando esta fiesta se celebró durante el tiempo de Salomón, también estuvo marcada por una tremenda unidad. Leemos en 2 Crónicas 5:13: “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová... entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová”. Así como en los días de Salomón fue la unidad lo que trajo la gloria de Dios, también en nuestros días será la unidad la que traerá la gloria de Dios a Su Iglesia. La fiesta de los Tabernáculos será la principal fiesta durante el Milenio (Zac. 14). Será durante este tiempo cuando se cumplirá la profecía de Ezequiel, en cuanto a que Israel y Judá serán un solo cayado en la mano del Señor (Ez. 37:16-28). El Señor prometió en Ezequiel 37:22: “Y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, 362 EL VIAJE DE ISRAEL y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos”. Es necesario que haya un cumplimiento espiritual de esto para la Iglesia, y será durante la fiesta de los Tabernáculos. En el avivamiento de los últimos tiempos, la gente no prestará atención a las diferencias denominacionales, y fluirán juntos para que la gloria del Señor cumpla Sus propósitos. Isaías 52:8 promete que el pueblo de Dios que mora en la Sion espiritual tendrá un mismo sentir y adorarán al Señor juntos: “¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion”. 6. Fiesta de reposo El reposo se asocia esencialmente con esta fiesta. El número siete habla de descanso, ya que el Señor descansó de Sus obras en el séptimo día (Gn. 2:2). Esta fiesta es la séptima del año, y se celebra en el séptimo mes durante siete días. Habla de entrar en un reposo espiritual completo. Otra característica singular de esta fiesta es que tanto el primer día como el octavo, el día después de que terminaba la fiesta, eran shabats: días de reposo, en el que no hacían trabajo físico de ningún tipo (Lv. 23:35, 36). Los judíos entraban en reposo durante esta fiesta, después de que su trabajo en los campos de cosecha se terminaba y podían ver el fruto de su trabajo. El arca de Noé descansó en el séptimo mes, durante el tiempo de la fiesta de los Tabernáculos (Gn. 8:4). Esta fue una señal profética significativa que representa el CAPÍTULO 16 363 reposo en que los santos de Dios entrarán durante el último día de la fiesta de los Tabernáculos. Además de todo esto, el Arca del Pacto entró en su lugar de reposo final durante esta fiesta en el tiempo de Salomón. El apóstol Pablo dijo en Hebreos 4:9: “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”. Pablo vivió durante el tiempo en el que Dios derramó Su Espíritu sobre la Iglesia en el día de Pentecostés. Aunque este fue un gran mover de Dios, todavía hay algo más que Dios tiene preparado para Su Iglesia. El Cuerpo de Cristo entrará en el reposo y cesará de sus propias obras durante el avivamiento de los últimos días, cuando esta fiesta sea celebrada espiritualmente. 7. Fiesta de la aparición de Cristo Esta fiesta es también un tiempo en que el Señor Jesús se revelará a Su pueblo en nuevas formas. Cuando Jesús fue glorificado en el monte de la Transfiguración, fue un prototipo de lo que ocurrirá en la Iglesia durante el cumplimiento de la fiesta de los Tabernáculos. Pedro quiso construir tabernáculos, para que se pudieran quedar allí y disfrutar de la gloria de Cristo, junto con Moisés y Elías. En Apocalipsis capìtulo 11 vemos que en los últimos tiempos estos dos testigos, Moisés y Elías, serán revelados de nuevo. Pero más importante aún, ¡nosotros esperamos la revelación del Cristo glorificado entre Sus santos! Antes de que nuestro Señor regrese físicamente del cielo en Su Segunda Venida, Él se revelará, en Su Iglesia y a través de ella, en mayores formas. En Juan 7:2 leemos: 364 EL VIAJE DE ISRAEL “Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos”. Continúa en el versículo 10: “Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto”. Después, en el 7:14 dice: “Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba”. Finalmente, leemos en Juan 7:37: “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz”. Cristo se reveló a Sí mismo progresivamente, en mayor y mayor medida, durante los días de la fiesta de los Tabernáculos, como una señal de lo que Él hará en la Iglesia durante estos últimos tiempos. Yo he experimentado un pequeño anticipo de lo que va a ser todo esto. Hace unos cuantos años, estaba sentado en una plataforma con algunos otros ministros en una convención. Estábamos escuchando a otro ministro que estaba predicando. De repente, el Señor apareció, y caminó hasta la plataforma; luego caminó hasta donde yo estaba sentado. Cuando miré hacia abajo, no veía mis manos, sino las cicatrices de Sus manos clavadas. No veía mi ropa, sino sólo Su túnica blanca. Mientras miraba al predicador, estaba viéndolo a través de los ojos del Señor y escuchándolo con Sus oídos. Hasta sentí en mi corazón lo que el Señor sentía acerca de ese ministro. Eso sólo duró unos dos minutos, pero entendí en una manera nueva lo que significa: “Cristo en vosotros”. Creamos que podemos experimentar lo que dice la Palabra de Dios: “Para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Ef. 3:19). En estos últimos tiempos, Cristo y Su plenitud serán vistos y demostrados en Su pueblo y a través de él. ¡Gloria a Dios! CAPÍTULO 16 365 5. Requisitos para morar en Sion En los Salmos 15 y 24 se describen quince requisitos para morar en Sion. En el Salmo 15:1, David le preguntó al Señor quién podría morar en Sion, Su santo monte: “Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?” En el Salmo 15:2-5, el Espíritu Santo responde a la pregunta de David enumerando once requisitos para morar en Sion: “El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino. Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás”. Hay cuatro requisitos más en el Salmo 24:3-4: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño”. Estos Salmos fueron escritos cuando David subió el Arca del Pacto al monte Sion (2 S. 6:1-16; 1 Cr. 15:1–16:6). David colocó el Arca del Pacto en este pequeño monte después de quitárselo a los jebuseos. A partir de ese momento en adelante, este pequeño monte se convirtió en un lugar santo, porque Dios moraba allí (2 S. 5:6-7, 1 Cr. 11:4-9; 16:1). La presencia literal de Dios en Su plenitud está en el monte Sion, Su morada. El clamor de David: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?” se 366 EL VIAJE DE ISRAEL escucha también a través de los profetas: “¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?” (véase Is. 33:14). ¿Quién de nosotros podrá estar ante el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros podrá habitar en las llamas eternas? David responde a esta pregunta en el Salmo 24:4 con algunos requisitos muy importantes: “El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas”. El versículo 5 dice: “El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación”. No es nuestra justicia, sino una justicia que reciben aquéllos que tienen hambre y sed de justicia (Mt. 5:6). El Salmo 24:6 continúa diciendo: “Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob”. Así, debemos buscar diligentemente justicia y pureza. Ezequiel lo expresa de una manera muy concreta, cuando dice: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra” (Ez. 36:26-27). Pero luego sigue diciendo: “Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños” (Ez. 36:37). Estas cosas no llegan de forma automática, sino que se deben procurar. Debemos buscar a Dios con insistencia. Estas bendiciones no son para los que huyen de ellas, sino para los que claman a Dios fervientemente: “Oh Dios, muéstrame Tu gloria”. Es para una generación que le CAPÍTULO 16 367 busca. Es para una generación que abre las puertas de sus corazones para que entre el Rey de gloria. Los quince requisitos para morar en Sion 1. 2. 3. 4. 5. 6. Caminar en integridad Hacer justicia Hablar la verdad en nuestro corazón No calumniar con nuestra lengua No hacer mal a nuestro prójimo No admitir reproche alguno contra nuestro prójimo 7. Menospreciar a las personas viles 8. Honrar a los que temen al Señor 9. Cumplir con nuestra palabra, aunque nos duela 10. No cobrar intereses cuando prestamos dinero 11. No aceptar cohecho contra el inocente 12. Tener manos limpias 13. Tener un corazón puro 14. No elevar nuestra alma a cosas vanas 15. No practicar la mentira 369 CONCLUSIÓN 1. Proseguir para ganar a Cristo Para concluir este libro sobre el viaje desde Egipto a Sion, me gustaría relatar una visión que recibí al comienzo de mi ministerio hace unos cuarenta años. Estaba yo sentado en la plataforma de una pequeña iglesia en uno de los suburbios de Londres, Inglaterra, mientras esperaba a que me llamaran para hablar. En ese preciso momento no tenía un mensaje del Señor, y estaba buscándolo fervientemente para obtenerlo. Mientras oraba, el Señor me dio esta visión. Vi a un hombre que caminaba por un sendero que descendía hasta un hermoso valle, aparentemente lleno de gozo; el sol brillaba, los pájaros cantaban, y todo parecía estar lleno de vida. Era glorioso. Después, el camino llegaba hasta la parte inferior de una montaña; y el hombre comenzó a subir por el camino de la montaña. Estaba empinado pero el hombre perseveraba, y finalmente el camino llegó a una meseta. A la izquierda había otro valle glorioso, mucho más hermoso que el primero. Había una multitud en el valle, y cuando vieron al hombre todos gritaron: “Baja a nuestro valle, porque tenemos las bendiciones del Señor”. Después, se oyó una voz desde lo alto: “Lo que dicen es verdad, pero si bajas al valle, te quedarás allí. Ven más arriba”. 370 EL VIAJE DE ISRAEL Vi al hombre seguir avanzando por el camino, que para entonces se había hecho más empinado. Finalmente llegó a otra meseta que tenía otro valle más glorioso que los dos primeros. También había una multitud en este valle, y estos también decían al peregrino: “Baja a nuestro valle porque verdaderamente tenemos la bendición del Señor”. De nuevo se oyó la voz desde arriba: “Lo que dicen es verdad, pero si bajas al valle, te quedarás ahí. Sube más alto”. Entonces vi a nuestro querido peregrino comenzar a subir una vez más la montaña. Esta vez, sin embargo, el ascenso era considerablemente más difícil. A veces, tenía que arrastrarse sobre sus manos y rodillas. El camino se volvió casi imperceptible, pero él perseveró. Finalmente, después de mucho esfuerzo y perseverancia, llegó a la cima de la montaña, pero no había nada allí; sin embargo, mientras esperaba pacientemente, el Señor Jesucristo apareció. A medida que he pensado en esa visión al pasar de los años, el Señor ha seguido dándome más luz. El primer valle era el valle de salvación, lleno de gozo y luz. Es como lo describió el rey David: “El gozo de tu salvación”. El segundo valle era la experiencia del bautismo del Espíritu Santo, pero no debemos hacer de él nuestro lugar de descanso o meta. Es análogo al monte Sinaí, donde el Señor les habló a los hijos de Israel, diciendo: “Habéis estado bastante tiempo en este monte” (Dt. 1:6). El tercer valle es el de la fiesta final, la fiesta de los Tabernáculos o el avivamiento glorioso de los últimos tiempos. Del mismo modo, tampoco debemos hacer de éste nuestra meta o lugar de descanso, sino que CONCLUSIÓN 371 hemos de proseguir para alcanzar, por la gracia de Dios, la cima de la montaña. Ahí encontraremos a Jesús. Oh, amados, que Cristo sea nuestro objetivo, y no sólo Sus bendiciones. Que estemos entre el número que “gana a Cristo”, como dice Pablo en Filipenses 3:8. Confiamos en que esta pequeña visión, que ha sido una gran bendición personal y aliento para mí y para mi esposa durante los años, le dé fuerza e inspiración para seguir hacia la meta del supremo llamamiento de Dios: la íntima comunión con nuestro Señor Jesucristo. Llegar a la cima 372 EL VIAJE DE ISRAEL 2. ¿Dónde está usted en su viaje? La pregunta que deberíamos hacernos a nosotros mismos es: “Señor, ¿dónde estoy en mi viaje espiritual, y cuáles son los siguientes pasos que quieres que yo dé?” Deténgase en este momento y pídale a Dios que le revele dónde se encuentra en su propio viaje personal. Si no conoce al Señor Jesucristo como su Salvador personal, confiese sus pecados, pídale que entre en su corazón, que le perdone y limpie todos sus pecados, le dé vida eterna y sea su Señor y Salvador. Romanos 10:9-10 dice: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Si usted conoce a Cristo como su Salvador, pero no está caminando con Él como sabe que debería hacerlo, entonces aproveche esta oportunidad para volver a dedicar su vida a Él. Si conoce a Cristo como su Salvador pero no ha sido bautizado en agua, pida a su pastor que le bautice en agua. Nunca es demasiado tarde. Si no asiste a ninguna iglesia, encuentre en su zona una iglesia que crea en la Biblia, y pida al pastor que le bautice en agua. Si nunca ha sido bautizado en el Espíritu Santo, hoy es el día para recibir ese bautismo. Hablar en lenguas es un regalo del Espíritu Santo, pero también está implícito el elemento humano. Nosotros tenemos que hablar con nuestras cuerdas vocales; ésta es nuestra parte. Sin embargo, las palabras las da el Espíritu Santo. Hechos 2:4 CONCLUSIÓN 373 dice: “Y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. El Espíritu Santo quiere entrar en nosotros y fluir a través de nosotros. Es una buena idea empezar alabando y adorando al Señor en nuestra propia lengua. Después, por fe, cedemos nuestras cuerdas vocales al Señor y comenzamos a hablar en una nueva lengua. No tenemos que pensar en lo que vamos a decir, o formular las palabras en nuestras mentes, porque es un lenguaje que no podemos entender. El Espíritu Santo sobrepasa nuestras mentes e intelectos y habla a través de nosotros. No deberíamos intentar inventar las palabras o intentar copiar las lenguas de alguna otra persona. Si usted ya es lleno del Espíritu Santo pero nunca o rara vez ha operado en los dones del Espíritu, pídale a Dios una liberación fresca de los dones espirituales en su vida. Pablo dijo en 1 Corintios 14:1: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”. Si usted está en el desierto ahora mismo, no se queje ni se dé por vencido. Quizá esté pasando por una amarga experiencia, como cuando los hijos de Israel encontraron aguas amargas en Mara, o esté pasando por una necesidad física o económica. Siga dando gracias a Dios y glorificándolo en los valles (Is. 24:15). Confíe en el Señor con todo su corazón y no se apoye en su propia prudencia (Pr. 3:5-6). Cuando lo haga, Dios lo sacará victorioso de su prueba en el desierto, y será más que vencedor (Ro. 8:37). 374 EL VIAJE DE ISRAEL Quizá usted sea maduro en el Señor, y quizá hasta sea un ministro, pero aun así necesita una obra de limpieza y circuncisión en su corazón. Si es el caso, entonces está en el río Jordán. Permita que Dios circuncide su corazón (Dt. 10:16; 30:6). Trate con todos los enemigos en su vida, tanto internos como externos, para que pueda tener la victoria completa en su vida. Quizá esté experimentando un tiempo de avivamiento en su propia vida personal o en su ministerio. No olvide que el avivamiento no es un fin, sino sólo un medio para llegar a un fin: Cristo. ¡Continúe avanzando hasta ganar a Cristo! Quizá hasta haya atravesado el velo y experimentado la presencia manifiesta de Dios, y conozca al Señor íntimamente. Incluso ahora, este no es el final de su viaje. Debe llevar la gloria de Dios a las naciones de la tierra. Si usted ya está haciendo eso, todavía no ha llegado al final de su viaje, como dijo Pablo en Filipenses 3:12-13: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago; olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”. ¡Debe proseguir en su propia vida personal para conocer a Cristo más íntimamente cada día! La clave para avanzar con Dios es siempre decirle “sí” cuando Él trate los problemas en su vida. Dios quiere llevarle a usted y a la Iglesia en estos últimos tiempos a la Sion espiritual. El viaje de Israel desde Egipto CONCLUSIÓN 375 hasta la Tierra Prometida debería haber durado sólo dos años, pero los hijos de Israel desobedecieron en Cades-barnea. Por lo tanto, Dios puede ayudarnos a progresar rápidamente en nuestro viaje si caminamos en obediencia a Él. Dondequiera que esté usted en su viaje espiritual, Dios quiere que avance. No se detenga en el valle o la meseta, no se desanime ni se conforme con su caminar cristiano. ¡Prosiga! Su viaje espiritual en la tierra no termina hasta que llegue usted al cielo. Este es el tema subyacente de este estudio sobre el viaje de Israel. Oro para que este estudio del viaje de Israel y el viaje espiritual de los creyentes haya sido de bendición para usted, y le haya inspirado a proseguir hacia el monte Sion hasta ganar a Cristo. Querido lector, ¡Qué el Señor le bendiga abundantemente! 377 APÉNDICE Bosquejo ampliado del viaje de Israel I. La vida de Moisés A. Sus primeros años 1. Su genealogía (Ex. 2:1) 2. Su nacimiento (Ex. 2:2) 3. Su educación en la corte de Faraón (Hch. 7:22) 4. Negativa a ser un hijo egipcio (He. 11:24) 5. Defensa de su pueblo (Ex. 2:11) 6. Huída de Egipto por fe, no por temor (Ex. 2:15) B. Estancia en el desierto de Arabia 1. Ayuda para las hijas de Jetro (Ex. 2:17) 2. Matrimonio con Séfora (Ex. 2:21) 3. El propósito del desierto (Ex. 3:1) 4. Ser escogido por Dios (Ap. 17:14) C. Regreso a Egipto 1. La zarza ardiente (Ex. 3:2–4:17) 2. Circuncisión en la posada (Ex. 4:24-25) 3. Encuentro con Aarón (Ex. 4:27-28) 4. Reunión de los ancianos (Ex. 4:29-31) D. Ministerio en Egipto 1. Rechazo inicial de Faraón (Ex. 5:1-4) 2. Aumento del yugo (Ex. 5:5-19) 3. Rechazo de Israel (Ex. 5:20-21) 4. La negativa de Israel a escuchar (Ex. 6:9) 5. Moisés hecho como Dios para Faraón (Ex. 7:1) 378 EL VIAJE DE ISRAEL 6. Confrontación de los magos (Ex. 7:10-13) 7. Las diez plagas (Ex. 7:14–12:29) 8. Institución de la Pascua (Ex. 12:1-29) 9. El viaje hacia el mar Rojo (Ex. 14:2) 10. La persecución de Faraón (Ex. 14:5-12) E. Desde el mar Rojo hasta Sinaí 1. El cruce del mar Rojo (Ex. 14:13-31) 2. El cántico de Moisés (Ex. 15:1-21) 3. Las aguas amargas (Ex. 15:22-23) 4. El Señor nuestro Sanador (Ex. 15:26) 5. Elim (Ex. 15:27) 6. La necesidad de comida (Ex. 16) 7. La necesidad de agua (Ex. 17:1-7) 8. La guerra contra Amalec (Ex. 17:8-16) 9. Delegación (Ex. 18) F. El monte Sinaí 1. El viaje al monte Sinaí (Ex. 19:1) 2. Ser llamados a la presencia de Dios (Ex. 19:3) 3. La santificación del pueblo (Ex. 19:9-25) 4. Recibiendo la Ley (Ex. 20–23) 5. La confirmación del pacto con Israel (Ex. 23:20 33) 6. Cuarenta días y noches en el monte (Ex. 24:12) 7. El modelo del Tabernáculo (Ex. 25–31) 8. El becerro de oro (Ex. 32) 9. La respuesta de los levitas al llamado (Ex. 32:26-28) 10. La intercesión de Moisés por Israel (Ex. 32:30-32) 11. Dios habla con él cara a cara (Ex. 33:11; 34:6) APÉNDICE 379 12. Segundo periodo de cuarenta días y noches en el monte (Ex. 34:28) 13. La construcción del Tabernáculo (Ex. 36–40) 14. Consagración de Aarón como sumo sacerdote (Lv. 8) 15. El recuento del pueblo (Nm. 1) 16. La celebración de la Pascua (Nm. 9) 17. Moisés obtiene la ayuda de Hobab (Nm. 10:29-31) G. Desde Sinaí hasta Cades-barnea 1. El fuego de Dios consume a los murmuradores (Nm. 11:1-3) 2. La multitud mezclada desea carne (Nm. 11:4-6) 3. Moisés clama al Señor (Nm. 11:11-15) 4. Elección de los setenta ancianos (Nm. 11:16-25) 5. La generosa actitud de Moisés hacia otros profetas (Nm. 11:25-30) 6. Los que codiciaron carne son sepultados (Nm. 11:31 34) 7. Soportando la crítica de Aarón y María (Nm. 12) 8. El propósito del desierto (Dt. 8:2) H. Cades-barnea 1. El envío de los doce espías a reconocer la tierra (Nm. 13–14) 2. El mal informe de los diez espías (Nm. 13:27-33) 3. La actitud de Josué y Caleb (Nm. 14:8) 4. El Señor busca destruir a los incrédulos (Nm. 14:11-12) 5. Moisés ruega por el honor de Dios (Nm. 14:15-20) 380 EL VIAJE DE ISRAEL 6. Repaso de las diez pruebas en el desierto (Nm. 14:22) 7. El regreso de Israel al desierto para morir (Nm. 14:21 38) 8. Contendiendo con los presuntuosos (Nm. 14:39 45) II. Desde Cades-barnea hasta Pisga 1. La rebelión de Coré (Nm. 16) 2. La vara de Aarón (Nm. 17) 3. Muerte de María (Nm. 20:1) 4. Moisés es provocado a pecar (Nm. 20:2-11) 5. A Moisés y Aarón no se les permite entrar en la Tierra Prometida (Nm. 20:12) 6. Edom no deja pasar a Israel (Nm. 20:14-21) 7. Muerte de Aarón (Nm. 20:23-29) 8. Israel se desanima (Nm. 21:4) 9. La serpiente de bronce (Nm. 21:9) 10. El pozo del que fluía agua (Nm. 21:16-18) 11. La maldad de Balaam (Nm. 22–25) 12. El censo de la nueva generación (Nm. 26) 13. La elección de un nuevo líder (Nm. 27:15-17) 14. La elección de una herencia inferior (Nm. 32) 15. Repetición de la Ley a la nueva generación (Dt. 4–11) 16. Muerte de Moisés (Dt. 34) III. El cruce a Canaán A. Josué el nuevo líder 1. Sus primeros años (Nm. 13:16) 2. Josué dirige a Israel contra Amalec (Ex. 17:8-16) 3. Siervo de Moisés (Ex. 24:13) 4. Permaneciendo en la presencia de Dios (Ex. 33:11) APÉNDICE 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 381 Su inmadurez (Nm. 12:25-30) El buen informe de Josué y Caleb (Nm. 14:6 10) Un anticipo de su herencia (Nm. 13:16-27) Resistiendo la opinión popular (Nm. 14:10) Consagrado como nuevo líder (Nm. 27:18-23) Siguió obedeciendo a Moisés (Nm. 32:28-29) Josué y Eleazar distribuyen la tierra (Nm. 34:17) 12. El ánimo de Moisés (Dt. 1:38) 13. Seguridad para la congregación con respecto al nuevo líder (Dt. 31:3-8) 14. El cambio de mando (Dt. 31:14-15) 15. Dios le habla directamente a Josué (Jos. 1:1-9) B. El cruce del río Jordán 1. La importancia del río Jordán (Jos. 3:15-16, Ro. 6) 2. La importancia de la circuncisión (Jos. 4:19– 5:5, Ro. 2:28-29) C. Los treinta y un reyes Rey 1: Voluntad propia Rey 2: Autosatisfacción Rey 3: Autocomplacencia Rey 4: Autosatisfacción Rey 5: Autoglorificación Rey 6: Autoconfianza Rey 7: Inseguridad de sí mismo Rey 8: Engreimiento Rey 9: Autodevaluación Rey 10: Autorevindicación Rey 11: Hipersensibilidad Rey 12: Dogmatismo Rey 13: Introspección enfermiza 382 EL VIAJE DE ISRAEL Rey 14: Amor por uno mismo Rey 15: Afectos egoístas Rey 16: Motivos egoístas Rey 17: Deseos egoístas Rey 18: Elecciones egoístas Rey 19: Placeres egoístas Rey 20: Posesiones egoístas Rey 21: Temores y preocupaciones egoístas Rey 22: Tristeza egoístas Rey 23: Sacrificios y abnegación egoístas Rey 24: Virtud y moralidad egoístas Rey 25: Fariseísmo Rey 26: Santificación egoísta Rey 27: Caridad egoísta Rey 28: Trabajo cristiano egoísta Rey 29: Oraciones egoístas Rey 30: Esperanzas egoístas Rey 31: Nuestra vida entera D. Victoria incompleta 1. Pereza para poseer la tierra 2. El libro de Jueces 3. La reprensión del Señor 4. Alianzas III. Heredando el monte Sion A. Silo 1. La historia de Silo 2. La gloria se aparta de Silo 3. Lecciones de Silo para los creyentes B. Hebrón 1. Introducción a la vida de David APÉNDICE 2. El significado espiritual de Hebrón C. El Monte Sion 1. Historia de Sion 2. Significado spiritual de Sion 3. Nacer en Sion 4. La fiesta de los Tabernáculos 5. Requisitos para morar en Sion D. Conclusión 1. Proseguir para ganar a Cristo 2. ¿Dónde está usted en su viaje? 383 Libros por el Dr. Brian J. Bailey Comentarios sobre los libros de la Biblia Antiguo Testamento Génesis: El libro de los orígenes El viaje de Israel El Tabernáculo de Moisés Fiestas y Ofrendas (Levítico) El libro de los Jueces Rut: La novia gentil de Cristo David y Salomón Los reyes de Judá Los reyes de Israel La Era de la Restauración (Esdras y Nehemías) Las tres casas de Esther Salmos I: Capítulos 1-50 Salmos II: Capítulos 51-100 Salmos III: Capítulos 101-150 La esposa de Cristo (Cantar de los Cantares) Isaías Jeremías El libro de Lamentaciones El carro del trono de Dios (Ezequiel) Daniel Profetas Menores I: La restauración de los caídos (Oseas) Profetas Menores II: Joel a Sofonías Profetas Menores III: Hageo a Malaquías Nuevo Testamento El Evangelio de Mateo El Evangelio de Marcos El Evangelio de Lucas El Evangelio de Juan Romanos: Más que vencedores Soldados de Cristo (Efesios) Dando en el blanco (Filipenses) Colosenses y Filemón: La Senda de la Santidad Hebreos: Detrás del velo Las dos Sabidurías (Santiago) Las Epístolas de Juan Apocalipsis Otros libros Ángeles Conozca su Biblia Contendiendo por la fe El apóstol El Espíritu Santo El evangelista El ministerio del profeta Entrar en el reposo de Dios La cruz y la resurrección de Cristo La vida de Cristo La Segunda Venida: Una exposición de la Segunda venida del Señor Las glorias del cielo y los inefables terrores del infierno Liderazgo Los Nombres de Dios Maestros de Justicia Pilares de la fe Preparación para el Avivamiento Zion Fellowship International Para obtener más información o ejemplares adicionales, diríjase a: EE. UU. Honduras Zion Fellowship International Instituto Bíblico Jesucristo PO Box 70 31 Calle entre 1a y 2a Avenida Waverly, NY 14892 Entre Juzgados y el Centro Médico Tel: (607) 565-2801 Col. La Granja, Tegucigalpa Fax: (607)565-3329 Honduras, Centro América www.zionfellowship.org Tel: (504) 225-6649 [email protected] e-mail: [email protected] [email protected] México Instituto Sion A.C. Presa las Julianas #49 San Juan Totoltepec Naucalpan, Edo. de México CP 53270 MEXICO Tel/Fax: (55) 2640-8849 Email [email protected] Guatemala Instituto Bíblico Jesucristo Apartado Postal 910-A Guatemala, Centroamérica Tels: 5219-0444 y 45 E-mail: [email protected], [email protected], [email protected] Página web: www.ibj-guatemala.org Costa Rica Ministerio Cristiano Sion 2377-3000 Heredia, Costa Rica, C.A. Tel: (506) 387-0681 Email: [email protected] Bolivia Instituto Bíblico Sion Casilla 4252 Cochabamba BOLIVIA Tel: (591) 4 448-7562 [email protected] El Salvador Argentina Para la edificación Publicaciones Instituto Ministerial Sion Urb. Buenos Aires 1 Bermudez 455 Av. San Carlos #131 1407-Buenos Aires San Salvador, El Salvador C.A. ARGENTINA Tel: 503 2226-8845 Phone: (5411) 46.36.2595 Fax: 503 2235-1156 Fax: (5411) 46.72.6541 [email protected] Email: [email protected] [email protected]