ciclo de órgano histórico en canarias

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ARS ORGANORUM
CICLO DE ÓRGANO
HISTÓRICO EN CANARIAS
Del 27 al 30 de octubre de 2007
GRAN CANARIA
Podemos hacer mucho juntos
PROGRAMACIÓN
Sábado 27 de octubre
21.00 h.
Parroquia de Santiago
de los Caballeros de Gáldar
Organista: Óscar Candendo
Domingo 28 de octubre
18.00 h.
Parroquia de San Vicente Ferrer
de Valleseco
Organistas: Tamminga y Tagliavini
Lunes 29 de octubre
20.00 h.
Catedral de Las Palmas
de Gran Canaria
Organista: Liuwe Tamminga
Martes 30 de octubre
20.45 h.
Parroquia de Santo Domingo
de Las Palmas.
Organista: Luigi F. Tagliavini
Organiza y patrocina: CAJACANARIAS
Promueve y Colabora:
Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel
Colabora: Obispado de Canarias
Directora: Rosario Álvarez Martínez
PRESENTACIÓN
Este otoño constituye una nueva oportunidad para el público de
las islas de reencontrase con la música de órgano. Para ello, es un
auténtico privilegio contar en Canarias con un singular patrimonio
de instrumentos históricos restaurados que son objeto del
conocimiento y la admiración de expertos europeos que no dejan
de destacar la personalidad y calidad de sus timbres. Por ello,
no es exagerado afirmar que para instrumentistas de auténtico
relumbrón internacional, es un privilegio acudir a Canarias para
ejecutar sus obras sobre instrumentos bien diferentes. Valoran el
hecho de que su música no sonará igual en ninguna otra parte
del mundo.
En segundo lugar, queremos destacar que la bondad de estos
ciclos promovidos por la Real Academia de Bellas Artes de San
Miguel Arcángel y patrocinados y organizados por CAJACANARIAS,
estriba en el acercamiento de la música culta a públicos de todas
las condiciones sociales, en varios casos de localidades alejadas
de los núcleos capitalinos, que es donde habitualmente se viene
desarrollando la mayor parte de la oferta cultural. Los testimonios
que vamos recogiendo de aquellas personas menos instruidas
que se sienten entusiasmadas y transportadas por la música
que escuchan, quizás por primera vez, son para nosotros de
inestimable valor. Y es que la música va tejiendo lazos invisibles
entre los seres humanos.
En este III Ciclo de Órgano Histórico de Canarias, Ars organorum,
tendremos la oportunidad de escuchar a tres excelentes organistas
de muy diversa trayectoria. En primer lugar, y siguiendo la línea
que nos hemos propuesto de conocer y disfrutar del arte de
figuras emblemáticas del órgano, vamos a tener entre nosotros
al Dr. Luigi Ferdinando Tagliavini, musicólogo e intérprete italiano
de gran reconocimiento internacional, sumamente galardonado
(entre otros, es Doctor honoris causa por las Universidades
de Edimburgo y Bolonia), que además de interpretar diversos
repertorios del Renacimiento y Barroco, nos va a ofrecer junto
con Liuwe Tamminga un sugestivo programa de música para dos
órganos en la iglesia de San Juan de La Orotava. Por su parte,
el organista holandés establecido en Italia Liuwe Tamminga,
quien recibió clases de repertorio de Tagliavini, es hoy uno de
los organistas más cotizados del panorama internacional, no sólo
en su faceta de intérprete individual sino también en aquella
de bajocontinuista en prestigiosas orquestas y grupos vocales
europeos. Organista titular de la catedral de San Petronio de
Bolonia, tiene el privilegio de poder tocar en dos instrumentos
italianos de alto valor histórico, tarea que comparte con Tagliavini,
con el que ha grabado algunos CDs de música para dos órganos.
Y es justamente esta faceta de música para dos órganos y órgano
a cuatro manos, entre otras partituras, la que conforman los
programas de los conciertos de las iglesias de San Juan de La
Orotava -que posee dos magníficos instrumentos barrocos- y de
San Vicente de Valleseco, repertorios hasta ahora inéditos para el
público de las islas.
Y en tercer lugar, será el organista vasco Óscar Candendo,
profesor de órgano en la ESMUC de Barcelona y concertista
habitual en festivales y ciclos nacionales e internacionales, el
encargado de hacer sonar los órganos románticos de las islas.
En los instrumentos Walcker de la Concepción de La Orotava y
de Santiago de Gáldar ofrecerá repertorios tanto alemanes como
franceses, mientras que en el Bevington de la Concepción de Santa
Cruz serán los autores ingleses los protagonistas de la velada.
Repertorios italianos y germanos barrocos; franceses, ingleses
y alemanes románticos y del siglo XX; partituras a dos manos, a
cuatro manos y a dos órganos conforman toda una variada gama de
obras, estilos, lenguajes, sonoridades y formas interpretativas que
vamos a tener la oportunidad de degustar a lo largo de una semana y
media muy intensa. Y entre toda esta amalgama de composiciones,
quiero destacar ¡cómo no! Continuum de la compositora tinerfeña
Dori Díaz Jerez, obra encargada expresamente para este III Ciclo
de órgano histórico, que se estrenará tanto en el órgano de la
Peña de Francia del Puerto de la Cruz como en el de la Catedral de
Las Palmas. Es así como comenzamos a configurar un repertorio
organístico canario, algo de lo que carecemos, al no conservarse
lamentablemente casi nada del pasado. Esta partitura se suma,
pues a la creada (Tiento responsorial en torno a un paso en modo
locrio) por el musicólogo y compositor Lothar Siemens para el
ciclo de 2006.
Los instrumentos en los que haremos la gira musical serán los
mismos que en la temporada pasada: iglesias de la Concepción de
Santa Cruz y de La Orotava, San Juan de esta última localidad, la
Peña de Francia del Puerto de la Cruz y monasterio de Catalinas
de La Laguna en Tenerife; mientras que en Gran Canaria nos
desplazaremos a las iglesias de San Vicente de Valleseco y Santiago
de Gáldar, para finalizar en Las Palmas en la Catedral y en la iglesia
de Santo Domingo. Todo un buen itinerario para los amantes del
órgano.
Rosario Álvarez Martínez
sábado 27 de octubre
21.00 h.
Parroquia de Santiago de los Caballeros de Gáldar
Organista: Óscar Candendo
PROGRAMA
Alemania y Francia, los dos grandes polos de la
creación organística de los siglos XIX y XX
FÉLIX MENDELSSOHN
(1809-1847)
Sonata, op. 65, III
Con moto maestoso
Andante tranquilo
CÉSAR FRANCK
(1822-1890)
Cantabile
Pièce Héroïque
Franz LISZT
(1811-1883)
Adagio
JOHANNES BRAHMS
(1833-1897)
O Gott, du frommer Gott, Op. posth.122, nº 7
LOUIS VIERNE
(1870-1937)
Clair de Lune, Op. 53/V
OLIVIER MESSIAEN
(1908-1992)
Transports de joie d’une âme devant la gloire
du Christ qui est la sienne
[COMENTARIOS AL PROGRAMA]
Si por escuela organística entendemos la linealidad pedagógica
encarnada entre maestro y discípulo, en la que el discurso estilístico
se va nutriendo a medida que la historia exige transformaciones
formales e idiomáticas para con este instrumento, Francia abandera
una de las más destacadas del panorama histórico internacional.
Alemania carece de ella. Esta visión dualista deviene fundamental
a la hora de degustar el presente programa. Grandes figuras
de la composición gala y germana (o vinculadas directamente
con el territorio alemán) entretejen una red de propuestas que
nos invitan a un viaje geográfico y temporal, cuyo cuaderno de
bitácora se escribe en la bella nave organística de Ntra. Sra. de la
Concepción.
En nuestra primera parada, nos enfrentamos ya a una
propuesta extraordinaria (literalmente, fuera de lo ordinario). Las
producciones para órgano de Félix Mendelssohn son sumamente
puntuales. Muy a pesar del carácter relativamente aventurero
del autor, que le condujo a experimentar (no sólo visitar) las
realidades sociales y culturales de Inglaterra, Escocia e incluso
Italia (Roma y Nápoles), el inventor rómantico de Bach (padre)
prefiere caminar por sendas nacionalistas (e históricas) analizando
las entrañas de las producciones de Johann Sebastián Bach, Händel
y, en menor medida, de Mozart y Haydn. Este contacto directo
con las composición germana condicionó en todos los aspectos a
un Mendelssohn que apenas sí se decantó por un sabor latino al
que no sucumbió en su periplo mediterráneo. Berlioz dijo de él
que tal vez había estudiado la música de los muertos demasiado
de cerca. Alejado de toda influencia por la nueva estética sonora
romántica, son Beethoven, Weber y el siglo XVIII los referentes
donde el autor hunde sus raíces estilísticas.
Nuestra nave cambia de rumbo. Nuevo destino: París 1 de octubre
de 1878. En este punto, el belga César-Auguste-Jean-GuillameHubert Franck (organista de la iglesia de St. Clotilde y profesor
de eminencias como H. Duparc o V. D´Indy) se encuentra sentado
delante de un imponente instrumento firmado por el organero
Cavaillé-Coll. Estamos en el día de su inauguración. Para este fin,
Franck ha compuesto una exquisita serie de 3 piezas (entre ellas
el Cantabile y la Pieza Heroica) más atormentadas y complejas
que la serie de 6 que abordó en 1864 y que supuso el año de
despegue de la música organística en Francia. El Cantabile en si
menor, de carácter religioso y sereno sirve de antesala a la Pieza
Heroica cuya solidez y vigorosidad se enmarcan en una compleja
estructura armónica cargada de modulaciones y cromatismos,
perfilada por un enérgico tema con acordes en ostinato. Finaliza
brillantemente con la ayuda de un coral, en el más puro estilo de
su autor.
Tras este viaje catártico, la nave queda capitaneada por un
alemán de adopción. Liszt, poseedor de las manos más elegantes
del siglo XIX, quien nos conduce hasta la hermosa ciudad de
Weimar donde un inquieto polizón, Gottschalk, le invita a tocar
los antiguos órganos del perpetuo maestro, Bach. Allí aprovecha
para estudiar los preludios y fugas que le ayudan a entender un
instrumento que, a pesar de las teclas, no acaba de dominar. Según
nuestro polizón Gottschalk, su maestro Liszt es bastante torpe en
el manejo de los pedales. De ahí nace el presente Adagio, surgido
de la sonata BWV 1017 que su discípulo arregla en 1863. A Liszt
le preocupa sobremanera la registración, cree que gran parte del
espíritu sonoro del órgano reside en sus múltiples registros, por
lo que su música es destacadamente colorista.
Sin que nuestro viaje modifique demasiado su rumbo, nos
dirigimos hacia puerto seguro: Brahms (Brahms siempre es
puerto seguro). Nuevo destino: Viena 1862. Nos encontramos en
un recital en el que el propio Wagner asiste como público para
escuchar a un Brahms que le sorprende, no exento de cinismo,
“por lo que todavía se puede hacer con las antiguas formas”. En
nuestro nuevo autor se inicia su interés por el órgano a mediados
de siglo, estudiando en profundidad a Beethoven, Händel y Bach
(Bach, siempre Bach). Estos referentes nacionalistas contribuyen
a que su lenguaje organístico articule magistralmente tanto
principios barrocos como románticos. Algunos miembros de
nuestra tripulación como el musicólogo Walter Frisch piensan que
se pueden denominar tendencias neo-barrocas o neo-clásicas. Lo
cierto es que el contrapunto por inversión camina de la mano
de las decimonónicas formas expandidas y complejos sujetos
cromáticos, que se ordenan a través de una ambigua melodía con
alto valor expresivo y premeditado interés formal.
Tras la fría Germania, recobramos fuerzas navegando hacia
aguas más cálidas. Nuevo destino: París, principios del siglo XX.
Allí nos espera un ciego alumno de Franck, un joven Louis Vierne
que hará las veces de anfitrión. Sus altas capacidades ante el
teclado empujaron en su día a Ch.M. Widor, su tutor, a animarle a
un imposible: presentarse a la plaza de organista de la Catedral de
Notre-Dame. Tras ganarla en 1900, compone y experimenta con el
instrumento hasta 1937, año en el que, durante su recital número
1750, fallece en los mismísimos teclados del órgano. ¿Su herencia?:
un lenguaje hijo del pensamiento formal de César Franck, rico
armónicamente y con una complejidad contrapuntística que
evidencia la disposición de su técnica.
Permaneciendo en el puerto virtual de la ciudad de las luces,
nuestra nave avanza apenas unos años para finalizar la travesía
en 1933 junto al gran maestro organista Olivier Messiaen. A la
temprana edad de 26, Messiaen compone L´Ascension, un conjunto
de 3 pequeñas piezas para órgano que evidencian la preferencia
del autor por el instrumento. Junto a él, grandes partituras como
Nativité o Apparition configuran la extensa producción que se
despierta a partir de 1928 cuando finaliza El Banquete celeste,
obra genuina de 25 compases de la que nacerán casi la totalidad
de las piezas para órgano de la década de los 30, entre ellas,
Transports de joie d’une âme devant la gloire du Christ qui est la
sienne, que escucharemos esta noche. En este tiempo, en el que
Messiaen nos invita a experimentar acústicamente con su obra,
queda fascinado por un consagradísimo Debussy y un colorista
Stravinsky que lo animan a examinar sonoridades extraeuropeas.
El inconfundible color messiaen empieza entonces a mezclarse en
la paleta sonora del autor.
El viaje ha sido el camino. Este cuaderno de bitácora, el testigo
físico de una travesía sonora en la que el órgano ha emergido
como ente protagónico de una hermosa aventura geográfica y
temporal.
Roc Laseca
El órgano
Parroquia de Santiago de los Caballeros de Gáldar
El órgano, que fue comprado en 1912, es un buen ejemplar de
la casa E. F.Walker, teniendo el nº 1686 de opus. Presenta una
hermosa fachada de cinco castilletes, tres de ellos rematados
por cubiertas triangulares. Posee una consola independiente
con sus dos teclados y pedalero.
Teclado I
1. Bourdon
2. Prinzipal
3. Gedeckt
4. Dulciana
5. Oktave
6. Mixtur
7. Kornett
8. Tuba
16’
8’
8’
8’
4’
3 fach
4 - 8 fach
8’
Pedal
15. Kontrabass
16. Subass
17. Violonbass 18. Flötenbass
19. Bombarde
16’
16’
8’
8’
16’
Teclado II (Schwellwerk)
9. Prinzipal
8’
10. Flute harmonique 8’
11. Viola 8’
12. Voix coelestis
8’
13. Flute octaviante 4’
14. Oboe
8’
Enganches:
1.Octava grave del Recitativo al Gran órgano;
2. Octava aguda del Pedal al Gran órgano;
3 .Octava aguda del Recitativo al Gran órgano;
4. Recitativo al Pedal;
5. Gran órgano al Pedal;
6. Recitativo al Gran órgano;
7. Anulador;
8. Tutti;
9. FF;
10. F;
11.MF;
12 P;
13. Jeux d’anches “ex”.
domingo 28 de octubre
20.00 h.
Parroquia de San Vicente Ferrer de Valleseco
Organista: Liuwe Tamminga y Luigi Ferdinando Tagliavini
PROGRAMA
De la mano de los colosos del Barroco
NICHOLAS CARLETON
(ca.1572-1630)
A Verse for two to play (a 4 manos )
ARCANGELO CORELLI
(1653-1713)
10°Concerto grosso en do mayor adaptado al órgano
como Voluntary (n° 6) por John MARSH (1752-1828)
Andante–Allegro (Allemanda)–Adagio-Vivace (Minuetto)
(LFT)
JOHANN SEBASTIAN BACH
(1685-1750)
Preludio y fuga en mi menor BWV 533ª
Preludio y fughetta en sol mayor BWV 902,1
Preludio y fughetta en fa mayor BWV 901
Preludio y en sol mayor BWV 902
Fantasie “duobus subiectus” en sol mayor BWV 917 (LT)
GEORG FRIEDRICH HÄNDEL
(1685-1757)
Ouverture en sol menor, del “Flavio” (HWV 4563) (LFT)
Coral Jesu meine Freude (HWV 480) (LFT)
Concerto en Sol (HWV 580 & 487) (LFT)
Larghetto (elaboración del Preludio de una sonata
desconocida para instrumento solista y basso continuo)
Allegro (elaboración de la Sinfonia del acto tercero
- escena IV - de la ópera Scipione)
Andante (del segundo movimiento del Concerto
grosso, op. III n° 4)
Halleluiah (del Messiah) – Adaptación de John MARSH
(1752-1828) (a 4 manos)
[COMENTARIOS AL PROGRAMA]
Hemos de admitir que la historiografía, en relación con la
música de los siglos XVII y XVIII, ha mimado con cariño a los
grandes protagonistas de esta noche: Corelli (1653-1713), Bach
(1685-1750) y Händel (1685-1757). No en vano, los tres han sido
colocados frecuentemente como ejemplos de buen gusto, y como
referentes de la composición en el Barroco musical.
Este hecho no es, en cualquier caso, ninguna casualidad. Los
tres fueron maestros de la técnica y eran ya respetados en vida,
y por ello se beneficiaron a menudo de la gloria de ser imitados.
Además, los tres fueron también personajes ideales del momento,
que se adaptaron muy bien a las condiciones sociales de la música
en sus respectivas áreas geográficas.
En este sentido, la ciudad de Roma es un caso particular. La vida
pública estaba atomizada en pequeños centros de poder ya que la
jerarquía eclesiástica, y el sistema de acceso al papado, convertían
a los cardenales en potencias en miniatura del mundo cristiano.
Los músicos allí tenían un enorme abanico de posibilidades,
aunque la tranquilidad era poca, y debían desempeñar varios
cargos simultáneos. Más relevante aún era el afán de los mecenas
religiosos y civiles por demostrar su poderío a través del dominio
de lo musical.
De esta manera, para la ordenación sacerdotal de Loreto Vittori
(1643) fueron empleados 150 cantores. También en 1687, fue
celebrada en Roma la coronación del rey católico de Inglaterra
Jacobo II, con música para cinco solistas, 100 cantores y 150
instrumentistas, todos dirigidos por Arcangelo Corelli. El mismo
compositor aparecía, ese año, como autor de obras para la
celebración de los franceses por la curación de su rey, y la posterior
de los españoles por la onomástica de su reina. En este contexto,
Corelli desarrolló más que ningún otro el género de concierto
para varios solistas y ripieno, denominado habitualmente como
concerto grosso. Un ejemplo es el concierto nº 10 en do mayor, que
hoy escucharemos al órgano gracias a la labor del compositor y
escritor inglés John Marsh (1752-1828), quien reescribió la música
bajo la forma de Voluntary –pieza musical inglesa para órgano, de
estilo libre aunque su significado es algo impreciso–.
El modelo de Alemania es totalmente diferente. Existe
igualmente la falta de unidad, pero es menos agresiva. De esta
forma, mientras que el territorio está separado en principados o
núcleos de poder más o menos autónomos, la gran extensión del
área geográfica, y la independencia con que funcionaba cada lugar,
posibilitaba una convivencia más pacífica de las correspondientes
propuestas musicales, así como la aparición de alternativas
diferentes en zonas contrapuestas.
Un hilo conductor podríamos encontrar, no obstante, en las
zonas luteranas. El mensaje religioso encontraba en la música
el principal vehículo de transmisión. Así, el coral se convirtió en
la forma musical por excelencia de estos lugares. Sin embargo,
también formaba parte del mismo entramado la música para
órgano, que se convirtió en el elemento más importante de
las iglesias que querían denotar ostentación o poderío. En
este contexto, su uso ya no sólo se limitó a la liturgia, pues un
instrumento de tanta envergadura invitaba al lucimiento de su
instrumentista. Por ello se desarrolló una literatura musical en
torno al instrumento, especialmente significativa para la historia
de la música.
En este contexto es en el que Johann Sebastian Bach destacó
con su música para órgano, aunque esta noche sólo escucharemos
una obra que pudiera haber sido escrita para ese instrumento: el
Preludio y Fuga BWV 533a (hacia 1704), posiblemente una versión
precoz del BWV 533, o una alternativa pensada para el clave. El
resto de piezas del mismo autor fueron concebidas igualmente
para el clave, aunque esta noche podremos escucharlas en versión
organística. Así, podemos destacar las fugas BWV 901 y 902, que
fueron reutilizadas posteriormente en el segundo libro de El clave
bien temperado, o la fantasía duobus subiectivus, cuya autoría no
estuvo del todo clara hasta hace algunas décadas.
Inglaterra no es precisamente una de las potencias musicales
de la época, aunque tiene músicos relevantes y Georg Friedrich
Händel se desplaza allí con 25 años. Sin embargo, representa un
patrón a tener en cuenta. Así la unidad del poder, que giraba allí en
torno a la figura de la Corona, producía una estabilidad del gusto
inexistente en los ejemplos anteriores. Por ello, las preferencias
musicales eran más uniformes, aunque abiertas a propuestas de
toda Europa ante la falta de alternativas nacionales importantes.
De esta manera, Londres era un lugar especialmente abierto a la
circulación de ideas, en el que primaba el ambiente de los teatros
y el espectáculo.
Este ambiente de teatros, además, condicionó a menudo a los
conciertos para órgano de Händel, que estaban destinados al
consumo público y muchas veces desaparecieron ya que, debido a
su carácter improvisatorio, no siempre eran escritos. Otras veces,
se usaban músicas precompuestas para su elaboración, como
podremos comprobar en el Concierto en Sol que oiremos esta
noche, combinando el Larghetto de la Sonata en sol menor HWV
580, y los dos movimientos –Larghetto y Allegro– del Concierto en
sol mayor HWV 487. De esta forma, el primero de los mencionados
fragmentos procede de una sonata para instrumento solista y bajo
continuo, el segundo de una sinfonía de la ópera Scipione, y el
tercero del Concerto grosso op. III nº 4. Escucharemos también
de Händel la obertura en sol menor del Flavio, el coral Jesu meine
Freude, y una versión del Halleluiah del Mesías, adaptada también
al órgano por el antedicho John Marsh.
El concierto dará comienzo, en otro orden de cosas, con una
pieza del británico Nicholas Carleton (ca.1572-1630), de quien
apenas se sabe que estuvo vinculado a la Catedral de San Pablo
hacia 1582. Todas sus composiciones, que incluyen el Verse for
two to play que tendremos el placer de escuchar esta noche, se
conservan en el manuscrito GB-Lbl Add.29996 de la British library.
Roberto Díaz
El órgano
Parroquia de San Vicente Ferrer de Valleseco
El órgano es un buen instrumento de origen germano que fue
comprado en Hamburgo para la basílica de Ntra. Sra. del Pino
de Teror a finales de la década de los sesenta del siglo XVIII.
Cuando este templo decidió en el siglo XIX comprar un nuevo
instrumento, el viejo órgano alemán pasó a la parroquia de
San Vicente Ferrer de Valleseco, siendo inaugurado en su
nueva ubicación el 1 de enero de 1898. Posee un solo teclado
de 51 notas y un mueble de tipo barroco, con tres torreones
a diferente altura, dos planibandas y celosías y ménsulas con
excelentes tallas.
Su composición es como sigue:
Prestant
Cornet Gedackt
Octava Quinta Octava Flöte Mixtur
Trompete
Tremolant
8’
2’
8
4’
3’
2’
4’
3’
8’
lunes 29 de octubre
20.00 h.
Catedral de Las Palmas de Gran Canaria
Organista: Liuwe Tamminga
PROGRAMA
Obras selectas de colecciones únicas
DIETRICH BUXTEHUDE
(1637-1707)
Praeludium en sol (BuxWV 163)
Fuga en Do (BuxWV 174)
Wie schön leuchtet der Morgenstern (BuxWV 223)
Canzonetta en Sol (BuxWV 171)
ANÓNIMO
1670-1740
Canarios (ms. Antonio Martin y Coll, Madrid 1709) ca.
Obra de falsas cromáticas
JOSÉ HERRANDO
(ca.1720-1763)
Sonata en Sib
JOSÉ DE NEBRA BLASCO
(1702-1768)
Sonata Fand
Batalla de clarines
ANÓNIMO
Diferencias sobre la gaita
DORI DÍAZ JEREZ
(1971-)
Continuum (2007)
ANÓNIMO
Batalla famosa
[COMENTARIOS AL PROGRAMA]
Seremos privilegiados esta noche. Un concierto único nos
será brindado por el intérprete, quien tocará algunas obras poco
o nada escuchadas hasta el momento. Por ello, no dudamos en
agradecerlo de antemano.
En este sentido, el programa de hoy está compuesto por piezas
extraídas, en su mayoría, de colecciones de música para tecla. Así,
podemos ver en ellas un ejemplo de los beneficios prácticos que
hoy proporciona este fenómeno, frecuente hasta el siglo XVIII,
aunque algo presente durante el XIX. De esta manera, la asiduidad
con la que un intérprete de instrumento, o un aficionado
pudiente, podía llegar a hacer entonces una colección con lo
que consideraba mejor en su tiempo, nos permite hoy acceder
a modelos muy aislados de música de autores determinados. Es
especialmente interesante en este contexto el ámbito religioso,
ya los organistas eran los principales interesados en enriquecer
con ello su repertorio. También tenían un papel significativo
los clérigos intérpretes de instrumento, o los simplemente
aficionados.
En consecuencia, podemos encontrar un ejemplo típico de
compilación de partituras originales, en las piezas para tecla, que
escucharemos hoy al órgano, de José Herrando (ca. 1720.1763)
y José de Nebra Blasco (1702-1768), encontradas en Tenerife y
publicadas hace dos décadas por la doctora Rosario Álvarez. En
este caso, los documentos pertenecían según Álvarez, al archivo
del clérigo Bernardo Valois y Bethencourt, quien vivió en el Puerto
de la Cruz en la segunda mitad del siglo XVIII.
Dentro de este conjunto, la Sonata en si b M de Herrando supone
un caso curioso, y significativo por lo aislado del lugar en que
fue conservada, ya que se trata de la única obra conservada para
clave del autor, aunque esta noche la escucharemos en el órgano.
La doctora Álvarez, además, opina en las notas preliminares de
su publicación, que pudo estar escrita para forte-piano o clave
de dos teclados, debido a las indicaciones de dinámicas que
existen en el manuscrito. El Fandango, atribuido a José de Nebra,
es otro ejemplo a reseñar. La partitura contiene una música poco
pretenciosa, pero que representa uno de los primeros intentos de
elevar a lo culto la mencionada forma popular. En lo que respecta a
la Batalla de clarines del mismo autor, sigue, siempre según Rosario
Álvarez, la tradición de estas obras en el siglo XVII, tanto en lo que
se refiere al empleo de la lengüetería, como en lo que respecta
a la repetición de una misma nota. Sin embargo, presenta una
estructura bipartita, con la adición de un minueto, más acordes a
las modas del XVIII.
Otra colección está presente esta noche, en los tres anónimos
que escucharemos. Fue reunida por Antonio Martín y Coll,
compositor, teórico y organista que vivió hacia el inicio del siglo
XVIII (probablemente nació a finales del XVII). Este personaje, que
estudió música con Andrés Lorente y fue organista del monasterio
de San Francisco el Grande, reunió entre 1706 y 1709 una serie de
partituras. A este grupo le dio el nombre de Huerto ameno de varias
flores de música (conocido a menudo sólo como Flores de música)
De este conjunto escucharemos esta noche una obra curiosa,
las Diferencias sobre la gayta. En ellas, un bajo que actúa a modo de
nota pedal, imita el sonido del roncón de la gaita mediante saltos
de quinta y octava. También están en el mismo volumen la Obra
de falsas cromáticas y la Batalla famosa, y se encuentra el fragmento
musical denominado Canarios, que hace referencia a una forma de
danza y música popularizada en Europa entre mediados del siglo
XVI y la mitad del XVIII.
El órgano
Catedral de Las Palmas de Gran Canaria
Frente a la especificidad de las piezas reseñadas hasta ahora,
el programa da igualmente cabida al maestro Dietrich Buxtehude
(1637-1707), uno de los organistas más importantes de su tiempo.
Sin embargo, el estilo de las obras escogidas no se aparta por
lo general del carácter clavecinístico de Herrando, Nebra y los
anónimos. De esta forma, escucharemos esta noche un magnífico
uso del contrapunto en obras tales como el Preludio en sol, BuxWV
163, la Fuga en do, BuxWV 174, el coral Wie schön leuchtet der
Morgenstern, BuxWV 223, y la Canzonetta en sol, BuxWV 171.
La diferencia será marcada en este concierto por la compositora
tinerfeña Dori Díaz Jerez (n. 1971), autora de Continuum. Así, esta
pieza, encargada para el ciclo organístico de este año, no sólo
marcará una diferencia en la cronología del programa –fue escrita
ahora en 2007–, también supondrá un cambio de carácter, ya que
será la única pieza pensada expresamente para el instrumento
protagonista. Su nombre, según los comentarios aportados por
la autora, se debe a “una idea interpretativa” consistente en “la
continuidad con ausencia de pulso”. Destaca en esta concepción,
el empleo de una frase principal, expuesta al comienzo, que
contiene siete divisiones modificadas igualmente siete veces en
su tonalidad. El uso alternado de disonancias y consonancias, por
último, convertirá esta obra, seguramente, en la más atractiva de
la velada.
Roberto Díaz
El órgano de la catedral de Las Palmas es un gran
instrumento (4’23 mts. de ancho y unos 7 mts. de alto)
concebido aún dentro de la estética barroca desde el punto
de vista estructural y tímbrico, mientras que su fachada
ha sido diseñada con líneas góticas, asimilándose a la
arquitectura de tipo historicista de la época. Desde luego,
se trata de una magnífica fachada plana con siete calles,
subdivididas en altura en uno, dos o tres castilletes con
celosías góticas, y rematada por pináculos y terceletes
asímismo góticos. La fachada se enriquece visualmente con
la trompetería horizontal. Posee dos cuerpos, el principal y
el de cadereta, con sus correspondientes teclados y secretos
partidos. Tiene 25 medios registros o 12 juegos y medio.
Su composición del siguiente modo:
Organo mayor
Flautado de 14
Violón
Octava
Lleno de 4 h
Corneta magna de 7 h.
Bajón
Trompa de batalla
Trompa real con ecos
Corneta en ecos de 4 h.
Pajarillos
Flautado de 14
Violón
Octava
Lleno de 4 h
Corneta magna de 7 h.
Clarín
Trompa magna
Trompa real con ecos
Corneta en ecos de 4 h.
Voz humana
Gaita gallega
Cadereta
Violón
Tapadillo
Fagot
Salicional
Tapadillo
Corneta de 4 h.
Cromorno Canarios
Pedal (12 contras)
Violón martes 30 de octubre
20.45 h.
Parroquia de Santo Domingo de Las Palmas
Organista: Luigi Ferdinando Tagliavini
[COMENTARIOS AL PROGRAMA]
PROGRAMA
Un paseo por la Italia barroca
TARQUINIO MERULA
(ca.1595-1665)
Toccata primi toni et “genus chromaticus”
Intonazione cromatica quarti toni
Canzon octavi toni
BERNARDO STORACE
(2ª mitad s. XVII)
Toccata y Canzon en Sol
Ballo della battaglia
BERNARDO PASQUINI
(1637-1710)
Variaciones en sol menor
Pastorale
Cuatro Arias
Sonata en do mayor
DOMENICO SCARLATTI
(1685-1757)
Sonata en re menor (Kirk. 77)
Moderato e cantabile
Minué
Sonata en sol mayor (Kirk. 328)
ARCANGELO CORELLI
(1653-1713)
10° Concerto grosso en Do mayor
adaptado al órgano como Voluntary (n° 6) por John MARSH
(1752-1828)
Andante-Allegro (Allemanda)-Adagio-Vivace (Minuetto)
DOMENICO CIMAROSA
(1749-1801)
Cuatro Sonatas:
en re menor (Coin 75)
en sol menor (Coin 52)
en do menor (Coin 49)
en sol mayor (Coin 51)
ANTONIO VIVALDI
(1678-1741)
Concierto en re menor op. 4 (“La Stravaganza”) n° 6
en la adaptación del “Anne Dawson’s Book” (c. 1720)
Allegro – Largo – Allegro
El presente programa nos ofrece una amplia visión de las formas
organísticas italianas desde finales del s. XVI hasta casi principios
del s. XIX, así como la ‘reinterpretación’ de alguna de ellas por el
gusto inglés, el Voluntary.
Tarquinio Merula nació (1594) y murió (1665) en Cremona, y
entre los distintos puestos que ocupó destaca el de organista de
cámara y de iglesia de Sigismundo III de Polonia, probablemente
entre 1621 y 1626. Posteriormente regresa a su Cremona natal,
ocupando distintos puestos de organista y maestro de capilla
hasta que en 1631 fue designado maestro de capilla de Santa María
Maggiore de Bérgamo como sucesor de Alessandro Grandi. Más
tarde ocupará el mismo puesto en la Catedral de dicha ciudad hasta
que en 1646 retorna nuevamente a Cremona como organista de la
Catedral, cargo que desempeñó hasta su muerte. Claro heredero
de la escuela de composición veneciana, Merula sigue siendo
conocido actualmente sobre todo por su producción organística,
aunque también es digna de mención su música vocal (motetes,
salmos y misas), actualmente menos difundida. Respecto a las
formas instrumentales, Merula, compone bajo diferentes títulos
como toccata, intonazione, capriccio o canzona. Las tres primeras
denominaciones se corresponden con composiciones de forma
libre y multiseccional, que permiten al compositor una realización
plena de cromatismos, con distintas secciones contrastantes,
tanto en ritmo como en carácter y pueden incluir pasajes fugados.
En el caso de la Intonazione nos encontramos con una pieza para
teclado en estrecha relación con la escuela veneciana. Giovanni y
Andrea Grabielli fueron los primeros en utilizar el término para
una suerte de preludio basado en acordes mantenidos sobre los
que se desarrollan elementos de ornamentación y nunca de gran
duración; como el ejemplo de la Intonazione cromatica de quarti
toni del presente programa.
La Canzona o canzon es un término que designa música
instrumental; originalmente se trataba de adaptaciones de
chansons o canciones polifónicas. La multiseccionalidad es algo
inherente a esta forma, que se sigue empleando en la Italia del
s. XVII (Merula, Bernardo Storace o Giovanni Salvatore). Sin
embargo a principio de ese siglo, las denominaciones de canzona,
sonata o sinfonia eran intercambiables, designando exclusivamente
música instrumental. Tal es así, que la sonata del primer Barroco
mantiene la característica de la multiseccionalidad, hasta que
paulatinamente va reduciendo el número de las secciones hacia el
último tercio del s. XVII.
Todo lo que se sabe del compositor Bernardo Storace (mediados
s. XVII) está contenido en el frontispicio de su única publicación
de 1664, “Selva di varie compositione d’intavolatura per cimbalo
ed organo”, donde figura que fue vicemaestro de capilla del
senado de Messina (Sicilia). Entre las distintas composiciones que
contiene el volumen se encuentran dos toccatas, cada una seguida
de su correspondiente canzona, que se caracterizan por ser más
estáticas que las de sus predecesores, de menor duración y con
una armonía más tonal. Junto a ellas, se encuentran variaciones
sobre diversas danzas del momento como passacaglia, balli,
gallardas y recercadas. Estas mismas formas, pero enriquecidas con
variaciones, partitas o fantasías, son la base de la producción para
tecla de Bernardo Pasquini (1637-1710), que nació en la localidad
toscana de Uzzano, aunque su formación musical tuvo lugar en
Ferrara. En 1650 se tiene constancia de su llegada a Roma, donde
permaneció desempeñando diversos puestos hasta su muerte. Allí
mantuvo siempre un prestigio singular gracias a su virtuosismo
como intérprete de teclado (clave y órgano), equiparado en su
momento con el violín de Arcangelo Corelli, con quien compartió
obligaciones musicales en distintos puestos, como por ejemplo
en la ‘Congregazione di S. Cecilia’, como primer responsable de
los organistas y el último de los instrumentistas de arco, o en la
‘Academia Arcadia’, donde también ingresó Alessandro Scarlatti
en estos años. Compuso bajo el patronazgo de la Reina Cristina
de Suecia, así como para los Cardenales Ottoboni y Pamphili;
viajó a distintas cortes europeas como a Viena, o acompañando
al Cardenal Chigi a la corte de Luis XIV. Su producción musical no
se limita al campo instrumental, sino que creó casi una veintena
de óperas y otros tantos oratorios, además de medio centenar
de cantatas. Sus composiciones para teclado, al igual que sucede
con la gran mayoría de sus coetáneos, es en gran medida apta
para ser interpretada tanto al clave como al órgano, aunque en
determinadas obras se especifica un instrumento concreto. De su
colección de 28 sonatas, destaca el hecho de que estén escritas
sólo en bajo cifrado, siendo la mitad de ellas para dos claves y las
restantes para un único instrumento que se articulan entre dos
y cinco movimientos de escasa duración. En torno a Pasquini se
desarrolló una escuela importante de intérpretes y compositores
para tecla donde destacan alumnos suyos como Francesco
Gasparini, Domenico Zipoli, y presumiblemente Francesco
Durante y Domenico Scarlatti.
Arcangelo Corelli (1653-1713) nació en Fusignano, localidad
cercana a Faenza, y se trasladó con 13 años de edad a Bolonia
donde estudia violín. Sus destacadas condiciones le permitieron
con apenas 17 años (1670) entrar en la Accademia filarmonica y
profesores como Giovanni Benvenuti auténticos fundadores de
la denominada escuela boloñesa, fueron los que forjaron a este
joven talento. Entre 1675-1709 lo encontramos como violinista
en Roma y con una carrera ascendente en cuanto a honorarios
y reputación. También se le encomienda a partir de 1679 la
dirección de la orquesta en un estreno operístico. La reputación
de Corelli en Roma viene acreditada por su relación con la Reina
Cristina de Suecia, Así, con el tiempo, Corelli, quien ya se había
convertido en el violinista más afamado de Roma, entra al servicio
del Cardenal Pamphili, a quien dedica su Op. 2 (Sonatas de cámara
á tre). No sólo su carrera como violinista y compositor tuvo un
notable desarrollo, sino que además destacó como director,
tanto de oratorios como de óperas, dirigiendo y tocando óperas
de Alessandro Scarlatti. Corelli abandonó sus responsabilidades
interpretativas para revisar concienzudamente sus composiciones
y realizar ediciones, ocupación que lo mantuvo ocupado entre
1708 y 1713, año de su fallecimiento. Sus muchos años de
docencia, sobre todo desde el punto de vista violinístico tuvieron
sin lugar a dudas frutos generosos en las figuras de Gasparini o
Geminiani.
Tradicionalmente ha sido Italia la cuna de la policoralidad y por
ello no podía surgir en otro país el denominado Concerto grosso;
composición en la que dos grupos de distinto tamaño alternan
el discurso musical. En ejemplo coreliano que oiremos en esta
ocasión será una adaptación para órgano del inglés John Marsh
(1752-1828), publicada como ‘Voluntary’ (pieza principalmente
organística improvisada o de composición libre que aparece en
diversas fuentes inglesas desde el s. XVI, que también puede estar
inspirada en composiciones preexistentes).
Algo más joven que Corelli tenemos a Antonio Vivaldi (16781741). Sus inicios musicales vinieron de la mano de su padre,
Giovanni Battista, violinista de la orquesta de San Marcos de
Venecia, donde el joven sería admitido primero como sustituto
de F. Caffi y más tarde como su sucesor. Al parecer también fue
alumno brevemente de Legrenzi, pero si esto fuera cierto sólo
pudo ser durante poco tiempo, ya que Legrenzi falleció contando
Vivaldi 12 años de edad. Pero el aliciente más importante para
Vivaldi sería vivir en Venecia. Allí estuvo durante muchos años,
aunque interrumpidamente, impartiendo clases y componiendo
para L’Ospedale de La Pietá, la más importante de las cuatro
instituciones con que contaba la Venecia del momento para
jóvenes sin recursos. Se trataba de un orfanato “especializado” en
el arte musical, aunque las jóvenes que recibían esta espléndida
formación, al salir de allí no podían ejercer como instrumentistas,
salvo para el disfrute hogareño. Junto a este enorme banco de
pruebas que Vivaldi tenía a su disposición, no debemos olvidar la
importancia que tuvo Venecia en el campo operístico, elemento
que también sería fundamental para el desarrollo de este género
en la literatura vivaldiana. La gran técnica violinística del maestro
veneciano, junto con unas dotes musicales excepcionales sería lo
que animó a Vivaldi a componer no menos de 500 conciertos para
diversos instrumentos, articulados ya en los tradicionales tres
movimientos contrastantes. Concretamente el concierto que nos
ocupa fue publicado por Vivaldi bajo el op. 4 en 1716 en Ámsterdam
y se interpretará en una adaptación realizada para la inglesa Anne
Dawson. De Dawson no se conoce información alguna, aunque el
volumen a ella dedicado contiene una selección de diversas obras
de moda en aquellos momentos en transcripción para teclado.
Estas colecciones se realizaban para facilitar a jóvenes estudiantes
el acceso a grandes obras del repertorio internacional.
Cronológicamente, el siguiente compositor de este concierto
es Domenico Scarlatti (1685-1757) anteriormente mencionado.
Nació en Nápoles, y como ya se ha dicho, fue alumno de B.
Pasquini, entrando con sólo 15 años como compositor, organista
y clavicembalista di camera de la Capilla Real napolitana. Su
desarrollo profesional lo llevó a Venecia, hasta conseguir el
puesto de maestro de capilla de la exiliada Reina María Casimira
de Polonia en Roma y otros en la ciudad papal. A la Península
Ibérica viajará en 1719, primero a la corte lisboeta de Joâo V, para
en 1728 trasladarse a la corte española, al casar la princesa María
Bárbara de Braganza con quien subiría al trono español como
Fernando VI. El amplio corpus compositivo de D. Scarlatti se
desarrolla en los distintos géneros y formas típicas del momento,
pero especialmente destaca en la composición para instrumentos
de teclado y particularmente en la forma sonata, que supera el
medio millar de obras. La primera sonata programada (Kirk.77),
articulada en dos movimientos, se ha conservado tanto para
instrumento solístico y continuo, como para instrumento de tecla;
la sonata en Sol menor (Kirk.328), en contraposición se presenta
en un único movimiento, pero con una escritura que requiere
plenamente de distintos planos contrastantes que sólo el órgano
en esta época puede aportar.
El concierto terminará con cuatro sonatas del compositor
napolitano Domenico Cimarosa (1749-1801), que aunque más
conocido por su producción operística, de oratorios y cantatas,
también realizó incursiones en el terreno instrumental. Su
carrera compositiva se desarrolló entre Roma, Nápoles, Florencia,
San Petersburgo (maestro de capilla de la corte de Catalina II)
y Viena, regresando a Italia, tras cinco años de ausencia de en
1793, para terminar sus días en Venecia. En esta faceta menos
conocida destacan unas cincuentas sonatas para teclado, así
como dos sinfonías y algunas composiciones camerísticas. Las
sonatas de Cimarosa se caracterizan por estar integradas por un
único movimiento, que siguiendo la tradición italiana tiene forma
bipartita.
Lourdes Bonnet
El órgano
Parroquia de Santo Domingo de Las Palmas
Es uno de los pocos órganos canarios que
conservamos. Lo realizó el organero de origen
cordobés Antonio Corchado en su taller de La Laguna
a finales del siglo XVIII, siendo inaugurado en 1793.
Posee una bella fachada aún de tipo barroco con
tres torreones y dos planibandas, en la que destacan
sus ménsulas en las que se asienta la lengüetería
horizontal, un Clarín de 8 pies de mano derecha.
Posee un teclado de 51 notas y 6 pisas de Contras. Su
composición es la siguiente:
Su composición es como sigue:
Clarín
8’
Flautado
8’
Corneta
6 h.
Violón
8’
Octava real 4’
Docena
2 2/3’
Octava + Docena
4’+ 2 2/3’
Quincena
2’
Lleno
2 h.
Címbala
2 h.
Trompeta real
8’ (lleva la corredera partida)
A estos registros conectados al secreto principal, hay
que añadirle las seis Contras de 16’ y los cuatro tubos
del Tambor, afinados dos en Mi y dos en La.
LOS ORGANISTAS
DIRECTORA DEL CICLO
Dra. Rosario Álvarez Martínez
Es catedrática de Historia de la Música en la Universidad de La Laguna
y vicepresidenta de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, habiendo
sido presidenta de la Sociedad Española de Musicología (SEdeM)
entre 1998 y 2007. Ha desarrollado una gran labor tanto en el campo
docente e investigador como en el de la recuperación de patrimonio
y difusión musical. Sus investigaciones se han centrado en cuatro
ámbitos diferentes: organología e iconografía musical europea y
americana de la Edad Media, Renacimiento y Barroco (en el campo de la
Iconografía sus trabajos han sido pioneros en España), música de tecla
en el siglo XVIII, órganos de Canarias y la música y músicos de Tenerife.
Sus numerosos trabajos han sido publicados en revistas especializadas
de ámbito nacional e internacional, e incluso un libro suyo sobre
Iconografía musical latinoamericana fue publicado por la Secretaría
General de la Organización de Estados Americanos en Washington. Es
directora de la colección discográfica El patrimonio musical hispano
de la SEdeM, colección que ha promovido y que lleva editados 16 Cds
con obras inéditas de compositores de varias comunidades españolas.
Junto con Lothar Siemens viene dirigiendo desde hace 11 años el
proyecto musicológico RALS, encaminado a la recuperación y difusión
del patrimonio musical de Canarias, habiendo sido la directora de
producción y autora de los libretos de, hasta ahora, 20 CDs de los 41
que se han editado, donde no sólo hay obras de músicos del pasado sino
también de autores vivos, cuya labor creadora ha propiciado desde la
Asociación de Compositores y Musicólogos de Tenerife (COSIMTE), de
la que fue presidenta 12 años. Asimismo junto con al propio Siemens
está elaborando la historia de la música en Canarias, cuyo primer
volumen ha visto la luz el pasado año bajo el título La música en la
sociedad canaria a través de la historia I: Desde el período aborigen
hasta 1600. Bajo su asesoramiento y asistencia, el Cabildo de Tenerife
ha restaurado nueve órganos históricos, habiendo desempeñado estas
mismas tareas en el Cabildo de Gran Canaria en estos dos últimos años
y en La Palma, donde se ha restaurado el instrumento más antiguo de
Canarias. Es Medalla de Oro de Canarias 2005.
El organista y musicólogo Luigi Ferdinando
Tagliavini nació en Bolonia el 7 de octubre
de 1929 y estudió en los Conservatorios de
Bolonia, París y en la Universidad de Padua.
Ha sido sucesivamente titular de cátedras de
órgano en los Conservatorios de Bolzano,
Parma y Bolonia, habiendo impartido
cursos de perfeccionamiento en Haarlem,
Innsbruck y Pistoia. Desde 1965 ha sido profesor de Musicología en
la Universidad de Friburgo (Suiza), de la que es emérito desde el año
2000. Aquí dirigió también el Instituto de Musicología. Ha impartido
asimismo numerosos cursos en universidades americanas como
profesor invitado.
Aparte de una intensa actividad concertística que lo ha llevado por
múltiples países de Europa y América, ha realizado una importante
labor en el campo de la discografía, habiendo recibido en 1972 y 1973
el “Premio della discografia italiana” y en 1976 el “Schallplattenpreis
der deutschen Phono-Akademie”. En 1992 el CD que ha realizado
para la casa Tactus junto al organista Liuwe Tamminga en los órganos
históricos de San Petronio de Bolonia, dedicado a Andrea y Giovanni
Gabrieli obtuvo las distinciones de “Choc de la musique” y el premio
“Antonio Vivaldi” de la Fundación G. Cini de Venecia. En 1991 le ha
sido concedido el premio “Massimo Mila” de los críticos musicales
italianos.
Es autor de numerosos trabajos musicológicos, dedicados entre
otros a problemas de la praxis ejecutiva, y dirige la revista “L’organo”
(Bolonia, desde 1960). Los estudios organológicos y la tutela de
los órganos antiguos son el centro de su actividad. Ha estado
entre los fundadores, en 1957, de la comisión para la tutela de los
órganos artísticos bajo la Superintendencia para los Monumentos
de Lombardía. Posee una importante colección de instrumentos de
teclado, en la que los clavicémbalos ocupan un lugar importante,
habiendo realizado junto a John Henry van der Meer la monografía
Clavicembali e spinette dal XVI al XIX secolo, Bolonia, 1986; y el Estado
ha patrocinado un CD Ermitage dedicado a “L.F. Tagliavini and his
collection of harpsichords”.
En 1974 el Ministerio italiano de Instrucción Pública le ha conferido
la Medalla de Oro de la Cultura y en 1985 la Asociación de organistas
de New York lo ha nombrado “Organista del año”. Asimismo en 1982
el estado de Innsbruck lo ha galardonado con Tiroler Adler en su
categoría de oro. Desde 1992 es miembro de la Academia Nacional
de Santa Cecilia. En 1996 la Universidad de Edimburgo le concedió el
Doctorado honoris causa y el Royal College of Organists de Londres lo
ha hecho Miembro honorario. En 1999 ha recibido de la Universidad
de Bolonia el Laurea ad honorem en la disciplina de las Artes, la Música
y el Espectáculo. Por otro lado, en marzo de 2000 ha sido nombrado
ciudadano honorario de la ciudad de Dallas (Texas) y en octubre de
ese mismo año se le ha conferido en Pistoia el “Leoncino de oro”.
Con ocasión de su 65 cumpleaños se publicó la miscelánea de estudios
musicológicos Musicus Perfectus-Estudi in onore di L.F. Tagliavini “prattico
e specolativo” (Bolonia, 1995) y en su 70 aniversario Fiori musicologiciStudi in onore di L. F. Tagliavini (Bolonia, 2001).
Liuwe Tamminga nació en Frisia (Holanda) y ha estudiado Órgano y
Composición con Wim van Beek, Jean Langlais y André Isoir (París). En
1980 ganó el concurso de improvisación de Holanda.
Desde hace varios años vive en Bolonia donde se ha especializado
en literatura italiana para órgano con Luigi Ferdinando Tagliavini.
Organista de la Basilica de San Petronio, donde ha grabado,
también junto al maestro Tagliavini. muchos discos dedicados a
autores flamencos e italianos con los que ha conseguido premios
internacionales.
Liuwe Tamminga toca habitualmente con la Orchestra del Settecento
dirigida por Frans Brüggen, el Royal Concertgebouw Orchestra y el
Concerto Palatino, con cuyas formaciones ha grabado numerosos
discos para Philips, Harmonia Mundi, Naxos, Tactus y Bongiovanni.
Desde 1996 trabaja con la firma Accent. Por otro lado, su intensa
actividad concertística lo ha llevado por toda Europa, Estados Unidos
y Japón y es considerado uno de los máximos expertos del repertorio
organístico italiano de los siglos XVI y XVII.
Es organista titular de la Basílica de San Petronio de Bolonia
conjuntamente con Luigi Ferdinando Tagliavini, donde interpretan
en los dos magníficos instrumentos de Lorenzo da Prato (147175) y Baldassare Malamini. Ha grabado numerosos Cds, entre los
que destacan el de la obra completa de Marco Antonio Cavazzoni
(Diapasón de Oro, Premio de la Crítica Discográfica Alemana 2005 y
Premio Goldberg 5 estrellas), el de la Fantasía de Frescobaldi (mejor
disco del mes Amadeus, marzo 2006), el de “Mozart en Italia” (Premio
de la Crítica Discográfica Alemana 2006 y Diapasón 5 estrellas) y la
recopilación dedicada a Andrea y Giovanni Gabrieli, realizada junto a
L. F. Tagliavini (“Choc de la musique” y Premio Internacional del disco
“Antonio Vivaldi” de la Fundación G. Cini de Venecia, 1991).
Ha realizado diversas ediciones de música para órgano, como por
ejemplo los ricercari de la Musica Nova (1540), obras para tecla de
Giovanni de Macque e Pierluigi di Palestrina (Ed. Andromeda), los
ricercari de Jacques Bus (Ed. Forni) y música para dos órganos de los
maestros italianos en torno a 1600 (Ed. Doblinger de Viena).
Oscar Candendo Zabala obtiene los
Títulos de Profesor Superior en las
especialidades de Órgano, Piano,
Clavicémbalo y Música de Camara.
Estudia Órgano en los conservatorios de Bayona y Pau (Francia)
con B. Carrau y Jesús Martín Moro sucesivamente, concluyendo
el Grado Superior con la máxima calificación. Continúa su
aprendizaje en la Ecole d’Etudes Musicales Superieures de Toulouse con
Michel Bouvard y Jan Willem Jansen como profesores permanentes
y diversos maestros invitados: J. Boyer, L. Lohman, J. P. Leguay, S.
Szathmary, D. Moroney, etc. Completa su formación en Barcelona
con Montserrat Torrent y en la Staatliche Hochschule für Musik und
Darstellende Kunst de Stuttgart con Bernhard Haas.
En 1992 obtiene el Primer Premio en el Concurso Permanente de
Juventudes Musicales celebrado en Sevilla. Al año siguiente, le es
concedido el Premio Andrés Segovia y J. M. Ruiz Morales en el XXXVI
Curso Universitario Internacional de Música Española de Santiago
de Compostela. En 1998 obtiene el Diploma de Postgrado y
Especialización del Departamento de Musicología del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas por haber realizado el
Curso de Interpretación de la Música de Órgano del Barroco Europeo
impartido por la maestra Montserrat Torrent. Es seleccionado
como representante español para asistir al Seminario de Música
Ibérica dirigido por Gerhard Doderer, celebrado en Braga (Portugal)
y organizado por la Asociación Europea de Juventudes Musicales.
Ha ofrecido numerosos recitales en Europa: Internationale Orgeltage
Kevelaer, Borken, Orgues d’été à Bordeaux, Festival Internacional
de Orgao de Lisboa, Ciclo Internacional de Órgano del Principado
de Andorra, Festival Internacional de Música y Danza de Granada,
Quincena Musical de San Sebastián, Cicle d’Orgue al Palau, Festival
Internacional de Órgano Catedral de León, Festival Internacional de
Órgano de Asturias, Auditorio Nacional (Madrid), Capilla de
Venerables (Sevilla), Catedral de Sevilla, Palacio Euskalduna, etc. Ha
actuado como solista con la Orquesta Sinfónica de Euskadi.
Es coautor, junto a Françoise Clastier, de un estudio: Órganos
Franceses en el País Vasco y Navarra (1850-1925), publicado
inicialmente en la revista Orgues Meridionales de Toulouse, y más
tarde, corregido y ampliado, en la Sociedad de Estudios VascosEusko Ikaskuntza: Cuadernos de Sección (Música) 7, 1994.
Tras haber cursado el programa de Doctorado Música Española
ofrecido por el Departamento de Historia y Ciencias de la Música de
la Universidad de Valladolid y haber obtenido el correspondiente
Diploma de Estudios Avanzados, en la actualidad trabaja en su Tesis
Doctoral sobre el compositor alavés de música sacra, Vicente
Goicoechea (1854-1916).
Es profesor de órgano en la ESMUC (Escola Superior de Musica de
Catalunya) y organista del Coro Easo de San Sebastián.
www.cajacanarias.es
e-mail:[email protected]
Promueve y Colabora:
Real Academia Canaria de
Bellas Artes de San Miguel Arcángel
Colabora: Obispado de Canarias
Podemos hacer mucho juntos
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