hornaguera REDACCION Y ADMINISTRACION: S.A. Hullera Vasco-Leonesa. Ramón y Cajal, 103. LA ROBLA (León). Tlfno. (987) 57 0 0 00. Télex: 8 9 9 3 5 SHVL E IMPRIME: Gráficas Celarayn, S.A. Polígono Industrial de León - LEON. Depósito Legal: LE-1 3-1 95 9 Los hom bres y los días. Excmo. Sr. D. Gonzalo Rodríguez M artín Granizo Los hom bres de la Hullera Vasco Leonesa -S e rg io Barrios Otero Seguridad -A ccid e n te s por sumersión Estadística de accidentes con baja José Jesús Arias Diez Servicio de Asistencia Social La melancolía, segunda enfermedad Romancero, adivinancero y otras sabidurías Educación para la salud -L o s virus gripales se camuflan -C hernobil no ha puesto en peligro los embarazos Semana Santa leonesa Después del hombre ¿Sabes que? -L a felicidad -C uriosidades Filosofando El hogar y el arte de llevarlo -E l orden y el desorden Deportes -J o s é A velino Fernández Sahelices, m ejor deportista del año 1 987 -Pesca. La tem porada de trucha com enzó el 27 de marzo -Galería de jugadores hulleristas -Im p o rta n te triu n fo del Hullera ante el M erendero -L a selección española tiene que dem ostrar ahora el alza del fútbol del Club -E l Barcelona triu n fó en la Copa Humornaguera -E l m undo que vivim os Contraportada -D ías de abstinencia h o rn a g u e ra REVISTA DE LA S.A. HULLERA VASCO-LEONESA ANO X X IX NUM. 329 ABRIL 198 8 Los hombres y los días Excmo. Sr. D. Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo Almirante de la Flota Española y Leonés del Año León es puerto de tierra aden­ tro que puede dar los más esclare­ cidos navegantes y guardadores de la m ar oceana. Ni hace falta reco­ rrer las estelas de la historia ni re­ currir a efem érides de resonancia tan universal com o pudieran ser la batalla de Lepanto, la más alta ocasión que vieron los siglos o la acom etida frustrada por los ele­ m entos de la «Invencible» ante los riscos británicos, ni siquiera la epopeya del D escubrim iento, de la cual resultó un m undo m ás a n ­ cho y la titulación de España com o «A lm irante de la M ar O cea­ na». Nos bastaría para establecer las consignas leonesas de la buena m arinería que León ha reportado, a lo largo de la generosa biografía española con recordar que incluso nuestro folclore recoge los latidos de la m ar, cuando aconseja a los capitanes: M arinerito, arría la vela que está la noche tranquila y serena... Con la m ención m usical y la consignación en el C uaderno de navegar de la exaltación del leo­ nés G onzalo Rodríguez M artín G ranizo al puesto de vigilancia sobre todas las aguas que nos son propias, com o A lm irante de la Flota Española, nos basta para re­ gistrar la efemérides en el Libro Blanco de los Leoneses Ilustres, con letra de oro. A nosotros, dicho sea en honor a la verdad y el reconocim iento de los valores que acreditan un ape­ llido, la proyección de don G o n ­ zalo Rodríguez M artín-G ranizo en el m apa de la España actual com o uno de los hom bres de m ayor solvencia y de más claros m éritos, no nos extraña, no nos sorprende. ¡De los M artín G ranizo, todo cabe esperar!, de­ biera decir el m ote de un apellido tan apegado a los usos, costum ­ bres y tradiciones leonesas. Y este A lm irante de la Flota de las Españas es, adem ás de un leonés singu­ lar, un m iem bro de la saga de los M artín-G ranizo, a cuya biografía general debieran los Cronistas prestar una m ayor atención por lo que tiene de ejecutoria em inente­ m ente leonesa. Es posible que si desde este León siem pre tan frío a la hora de los reconocim ientos, declaram os que los m éritos de don G onzalo Rodríguez M artín G ranizo corresponden de modo m uy significativo a su condición de leonés de nacencia, de am or y de costum bre; a la form ación ob­ tenida durante los años funda­ m entales de su hom bredad y a la expectación que siem pre despertó entre sus conciudadanos, podría­ mos ser tachados y con razón de hábiles m anipuladores de la reali­ dad profesional y hum ana de este leonés que, así que term inó su fase de hom bre de secano, de provin­ ciano del interior, em prendió la conquista de un m undo más a n ­ cho y sobre todo de unas perspec­ tivas m arinas cuyas rom pientes aparecían com o un festón o una guirnalda de espum as al otro lado de la m ar. Puede afirm arse, con absoluta seguridad, que la exalta­ ción de don G onzalo a tan alta re­ presentación nacional, es un justo reconocim iento de sus m éritos, de sus cualidades, de sus saberes. A ño tras año, con intrépida cons­ tancia, ha venido preparándose para las m ás im portantes em p re­ sas nacionales. Y el nom b ram ien ­ to con que ha sido honrado, le lle­ ga en el m om ento justo, en el tiem po biográfico más convenien­ te. N o nos proponem os enunciar la relación de cualidades positivas que encarecen la presencia de este leonés altivo en el brillante reper­ torio del A lm irantazgo español. Sencillam ente querem os hacerle llegar nuestra adm iración y nues­ tra gratitud, porque su nom bre y su reconocida valía nos honra a todos los españoles en general y a los leoneses en particular. V. C. hornaguera LOS HOMBRES DE HULLERA VASCO-LEONESA Sergio Barrios Otero Ingeniero técnico de cielo abierto -M e gusta León. Es una ciudad limpia y bonita... Ha vivido aquí casi toda su vida. Desde los años cuarenta has­ ta los años ochenta. Pero cuando era niño anduvo de un colegio a otro. Su padre, m ilitar, cam biaba de destino y el pequeño Sergio, el m ayor de dos herm anos, cogía los libros y co ntinuaba el bachillerato a saltos. M adrid, Salam anca y León se repartieron la escolaridad de Sergio Barrios Otero. T erm inó con los M aristas y llegó a la carre­ ra de M inas p or casualidad. -¡Q ué sabía yo lo que acabaría siendo! Tenía clara mi afición al dibujo y a los pájaros. Un día, siendo un chaval, vi un papel de una Academia que preparaba a los alumnos de Minas. Y allá fui. Ha­ 1 1 4 -------- ^ bía que prepararse y eran años di­ fíciles. Era fundamental estar ca­ pacitado para ganar cuanto antes un sueldo. Sólo recordaba sus m anos n e­ gras por el carboncillo, a la hora del dibujo. Todos sus ratos libres los em pleaba delante del papel y unos lápices. Se aficionó a la p lu ­ m illa y al tem ple. Indagó en va­ rias técnicas y estudió con la p a­ ciencia de un apasionado. M ás tarde entraría en los secretos del óleo. Por las tardes, en su estudio, todos los días siente la necesidad de pintar. H asta cerca de dos cen­ tenares de pájaros asisten desde la terraza acondicionada de un sépti­ m o piso al entretenim iento y la m eticulosidad de este artista ena­ m orado de la canaricultura. V eintidós años en la H ullera V asco-Leonesa. U na carrera de obstáculos y de constancia hasta encontrar el destino m ás ap ro p ia­ do a sus condiciones. -A hora me encuentro completa­ mente feliz. Desde 1985 estoy como ingeniero técnico en cielo abierto. Trabajo en las Oficinas Centrales de la Dirección, en San­ ta Lucía. M i trabajo es muy com­ plejo. Realizo los dibujos que sa­ len en la revista de Seguridad, ela­ boro los esquemas de ventilación de todos los Grupos y estoy en contacto con el dibujo en todas sus ramas. Si la auténtica suerte es encontrar un trabajo que satisfaga las aficiones, yo puedo decir que en estos momentos tengo una acti­ vidad laboral que se centra en el ideal que yo venía buscando desde hace muchos años... N ada se consigue de la noche a la m añana. Los éxitos llegan des­ pués de m uchos años de perseve­ rancia y de estudios. Hay que sa­ crificarse y eso lo sabe bien este ingeniero técnico de M inas que hace com patible su trabajo con su vocación. Su andadura en H ullera V asco-Leonesa ha sido intensa. El propio Sergio Barrios O tero nos cuenta sus pasos en la Em presa: -Bueno, yo pertenezco a la pro­ moción 1960-64 de la Escuela de Minas de León. Era preciso, antes de hacer el proyecto fin de carrera la realización de unas prácticas de minas. Las prácticas consistían en hornaguera ciento cincuenta días que yo solici­ té en Hullera Vasco-Leonesa. Me correspondió la Sección de Matallana, donde entonces era el inge­ niero jefe don Marino Garrido. Entretanto, estando en la mina, hubo necesidad de dar clases a los vigilantes. Me designaron para ello y se produjo el primer cambio de destino. En plenas prácticas pasé de ayudante minero, a la Sec­ ción de Topografía. Y además im­ partía esas clases. Cuando se ter­ minan los ciento cincuenta días de prácticas me ofrecen la continui­ dad. Es el año 1966 y acepto en­ cantado. -D espués, ¿cómo se desarrolla su trabajo en Hullera VascoLeonesa? -Recuerdo que tres años des­ pués se hizo un libro sobre la Cuenca Ciñera-Matallana. Me propusieron hacer los dibujos de ese libro. Por aquellos años mi afición artística era enorme y re­ cuerdo que aquel trabajo me en­ cantó... Luego volví a Matallana. Por entonces el Grupo de Matalla­ na estaba a punto de extinguirse, y lo que correspondía a Topografía acabó integrándose en Santa Lu­ cía. Don Marino Garrido, de nue­ vo, me propuso para ponerme al corriente en Electricidad y Mecá­ nica. M e preparé para ello y me nombraron jefe de Electromecáni­ ca del Grupo Tabliza y Competi­ dora. Era ya el año 1971 y un año después pasé a Santa Lucía, al se­ gundo relevo, también como jefe de Electromecánica. -¿M ás cambios? -S í, todavía cambié de destino, con la misma misión y categoría, en el Grupo Socavón. Allí estuve nueve años, donde termina mi de­ dicación a la Electromecánica. Du­ rante un año estuve en Organigra­ ma de Mantenimiento Preventivo Integral de Empresa, en la zona norte, que coge los Grupos Ciñera y Socavón... A continuación se produjo mi destino actual... Dem asiadas m udanzas, que Sergio Barrios O tero dice que «son buenas o m alas, según com o se mire. Lo im portante es saberse adaptar y no abandonar nunca la búsqueda de la verdadera voca­ ción. Mi alm a es de pintor. Lo que sucede es que la experiencia de la vida laboral enriquece. Da tiem po de com parar unas activi­ dades con otras. De todas las que he conocido me quedo con los proyectos de gabinete»... Pero las m udanzas de este trabajador lleno de inquietudes en la H ullera Vas­ co-L eonesa han presidido la m ayor parte de sus actividades. Desde sus estudios en el colegio y, anteriorm ente, cuando su padre, destinado en León, quiso que su hijo naciera en Abraveses de Tera, cerca de Sanabria: Junio de 1941, un zam orano que viaja a León a los cuatro o cinco días de nacer y que ahora confiesa su condición leonesa con esa afirm ación de que la ciudad le gusta porque «es lim ­ pia y bonita». De niño se apasio­ nó por los pájaros y, a consecuen­ cia de unas notas más descuidadas que las dem ás, su padre abrió la jau la de dos jilgueros, que echaron a volar... A la m añana siguiente, regresaron a la ventana del chaval. Los pájaros tam bién saben ser fie­ les. La conversación con este padre de familia, con tres hijos, los dos m ayores, chicas, está llena de m a­ tices. M em oria y voluntad de­ m uestra con el m odelo de vida que ha escogido. («Para m í el día debiera tener cuarenta horas, en lugar de veinticuatro»). C uando explica su jornada de trabajo en H ullera V asco-Leonesa, de ocho m enos cuarto a tres y cuarto, se detiene en la descripción del G ru ­ po Fábrica, donde se testifican los sondeos que se hacen en el día; luego se hacen los cálculos y se pasan al vegetal; m ás tarde se p a­ san a los perfiles con la ayuda del geólogo. Se concreta así la posible capa. Identificada la capa se cu b i­ ca. Y se sabe ya si es factible p o ­ der explotar esa zona. D espués de realizar el plano de cartografía geológica de superficie, con todos los datos de afloram iento, se hace la confección de perfiles equidis­ tantes, incluyendo toda la infor­ m ación de exterior y de las labo­ res de interior... Topografía proyecta los sondeos, con la p ro ­ fundidad y la inclinación previs­ tas. U na vez dados éstos, se obtie­ nen los testigos para proceder a su estudio. La codificación y verifi­ cación de los datos de los sondeos hornaguera se hace con los cálculos de longi­ tud, m edida y potencia real. C uando hay carbón se hace un m uestreo y se analiza por los quí­ micos. Estos datos se introducen en el ordenador... Con la colum na estratigráfíca del sondeo y con los dibujos pasados a los papeles, lle­ ga el m om ento de la interpreta­ ción geológica. Llega el m om ento de la intervención de los geólogos antes de que, con el diseño defini­ tivo, el ingeniero jefe del D eparta­ m ento decida si se va a hacer la explotación a cielo abierto con un ratio interesante... -E n una palabra, mi trabajo en Hullera Vasco Leonesa en estos momentos es de investigación y desarrollo. Por las tardes viene lo de la p intura y lo de la canaricultura. C om o cartelista ha obtenido accé­ sit en las Fiestas de San Juan y de San Pedro. T iene el prim er p re­ m io de San José A rtesano para pintores aficionados de la provin­ cia de León. La espátula y el p in ­ cel -e l bodegón y los retratos, so­ bre to d o - están presentes en lo que se suele llam ar «tiem po li­ bre». Para Sergio Barrios Otero, el tiem po libre pertenece a sus dibu­ jos y pinturas, a sus canarios de concursos. - S u afición a los pájaros ta m ­ bién es una inclinación infantil. Pero, ¿cuándo em pieza a dedicar­ se con estudios a la canaricultura? -Puede decirse que desde 1974. Siempre me gustaba participar en concursos. Todos los años he ga­ nado quince o veinte premios. En siete ocasiones obtuve el Gran Premio. Y en la actualidad tengo el Premio Extraordinario de Cas­ tilla y León. En el m undo de los canarios ya es im posible parar a Sergio Ba­ rrios Otero: -Cuestan mucho dinero pero también se gana mucho dinero. Para ello hay que echarle mucho tiempo. Ocuparse de ello con la dedicación y el cariño que yo lo hago. Yo cultivo a los canarios ge­ néticamente. Quiero decir, que por las reglas de Mendel sigo sus cro­ mosomas o genes... Se entusiasm a diciendo que lo m ism o que hace con la pintura se puede hacer con los pájaros. «Lo m ism o que se consiguen los colo­ res, desde el blanco al negro, se lo­ gran los pájaros inclusive con los ojos rojos, que es la total carencia de m elaninas». Y term ina contándonos que a los canarios se les pone profesor, que da las lecciones y exam ina, obliga a repasar y consiguen una puntuación que él tiene registrada puntualm ente. M uestra una en o r­ me pasión cuando se adentra en el m undo de la canaricultura. A bier­ to, con un carácter alegre, rebo­ sando ilusión y capacidad de co n ­ tagio, Sergio Barrios O tero pasaría horas y horas enseñando libros llenos de curiosidades y doctrina sobre la vida de los pájaros. C ono­ ce detalles de genética y logra transm itir el interés por una m ate­ ria que, ciertam ente, resulta ap a­ sionante... Por eso m ism o, p o r la sim patía que transm ite, p or la versatilidad de los tem as que do­ m ina, Sergio Barrios O tero goza de una enorm e popularidad entre la fam ilia de trabajadores de la H ullera Vasco-Leonesa. L. P. hornaguera Seguridad Accidentes por sumersión Por Carlos Jiménez y Santiago Yturriaga Así com o el aum ento del nivel de vida ha supuesto la m u ltiplica­ ción de los accidentes de tráfico, se debiera haber reducido la fre­ cuencia de los accidentes por su­ m ersión, puesto que cada vez es m ayor el núm ero de personas que saben nadar. Sin em bargo esto no ha sido así, sino que el núm ero de esta clase de accidentes tam bién se ha elevado, posiblem ente debido a que tam bién ha aum entado el n ú ­ m ero de personas que acuden a playas, piscinas, lagos, ríos, etc., a practicar deportes acuáticos, en m ayor proporción de los que aprendieron a nadar. R esulta obvio señalar que en el salvam ento de personas en trance de ahogarse es preciso que el soco­ rredor sepa nadar, pero sí se esti­ m a necesario que deba recarcarse que el socorredor no sólo debe sa­ ber nadar, sino saber n adar m uy bien, y aún así esta práctica es su ­ m am ente peligrosa para un soco­ rrista solitario, por lo que siem pre que sea posible, debe procurarse la ayuda de otros socorredores. En todos los reportajes de C u r­ sos de Salvam ento y Socorrism o A cuático, se incluye siem pre la escena de un socorredor sacando hornaguera del agua a una persona que sim ula ahogarse, pero que sabe nadar, co­ giéndola por la barbilla y nadando de espaldas, m ientras que el ah o ­ gado se deja llevar plácidam ente, si es que no ayuda tam bién n a­ dando disim uladam ente con sus pies. Excepto en los casos de pér­ dida previa del conocim iento del ahogado p or otra circunstancia, quizás la que originó el accidente, este sim ulacro no se parece en nada a lo que sucede en la reali­ dad. U na persona que se ahoga, que sufre la indescriptible angustia de la asfixia, pierde la racionalidad, quedando sólo de ella el ser an i­ mal que percibe su m uerte próxi­ m a y que, aterrorizado, instintiva­ m ente trata de salvarse. En estas condiciones no reconoce ni distin­ gue a un socorredor, por lo que es prácticam ente inútil hablarle o so­ licitar su colaboración. C abría aquí hacer algún distingo de aque­ llas situaciones en las que el p re­ sunto ahogado es una persona que sabía nadar y que pasa un trance apurado por algún accidente so­ brevenido en el agua, ya que en este caso colaborará en su propio salvam ento, pero fuera de esta es­ pecial circunstancia, una persona en trance de ahogarse, es una es­ pecie de fiera de la que no puede esperarse ninguna colaboración, factor esencial a tener en cuenta, para poder llevar a cabo felizm en­ te el salvam ento. Siem pre que sea posible, p ro ­ cúrese la ayuda de otra persona, que desde la orilla o em barcación sostenga el cabo de un cable o soga que previam ente el salvador se haya anudado a la cintura y que servirá para arrastrar a lugar seguro, los cuerpos del socorredor y víctima. Si el salvador está vestido, debe despojarse rápidam ente de cha­ queta, corbata y zapatos, porque estas prendas dificultan el salva­ m ento y pondrían en gran peligro su propia vida. A rrojado al agua el socorredor no deberá nadar dem asiado aprisa hacia el lugar donde se debate el accidentado, porque la fatiga le colocará en situación de inferiori­ dad física para realizar las m anio­ bras de salvam ento. Si la víctim a aún se debate en el agua, debe acercarse por detrás, cogerla por el cabello, m antenerla con la cabeza fuera del agua y no perm itir en ningún m om ento que se le aproxim e más, y m enos aún, que se le aferre con piernas y b ra­ zos a su cuerpo. En esta situación, puede hacer señales al de la orilla para que tire del cable o soga, p ro ­ curando siem pre que el accidenta­ do m antenga la boca fuera del agua. Si el cabello no ofrece buen asi­ dero, procúrese coger al acciden­ tado, siem pre de espaldas a él, por la barbilla, y si no lo perm ite, debe propinársele un puñetazo por detrás del ángulo del m axilar inferior, lo que probablem ente le hará perder el conocim iento y fa­ cilitará las m aniobras de socorro., Si el accidentado no se debate, sino que incluso tiene perm anen­ tem ente sum ergida la cabeza, se le debe extraer cogiéndola por el ca­ bello, extenderla todo lo que sea posible y en el m ism o agua hacer­ le dos o tres insuflaciones de boca a boca que pueden repetirse d u ­ rante el trayecto hacia la orilla. En el caso de que el socorredor se encuentre solo, sin ayuda desde la orilla, las m aniobras son idénti­ cas, pero a las dificultades señala­ das, se sum an las del arrastre del cuerpo de la víctim a, extraordina­ riam ente fatigosas cuando son m uchos los m etros que hay que nadar utilizando solam ente los pies y adem ás se transporta el cuerpo de una persona. Conseguido el rescate y situa­ dos socorredor y víctim a en tierra firme, se procederá a practicar las m aniobras de reanim ación con respiración artificial boca a boca y masaje cardiaco externo. En este tipo de asfixiados pu e­ de ser adem ás m uy útil intercalar el m étodo Schafier de respiración artificial, que facilita la expulsión del agua ingresada en el aparato respiratorio y de la ingerida que dilata el estóm ago, y aunque esta viscera no tiene nada que ver con la respiración, su distención pu e­ de dificultar las excursiones respi­ ratorias del diafragm a. N o obstan­ te debem os señalar que ningún m étodo de respiración artificial puede sustituir al boca a boca, porque ninguno le alcanza en efi­ cacia. C uando se ha de practicar una respiración artificial es siem ­ pre porque existe una situación de extrem a urgencia en la que se h a­ lla en juego la vida de una perso­ na, y si se trata de salvar una vida, es lógico que hagamos aquello que sea m ás eficaz y más fácilm ente disponible, y resulta que nuestros pulm ones, nuestra boca y nuestros m úsculos los llevam os siem pre con nosotros. Por lo tanto siem pre darem os preferencia al boca a boca, pero en los ahogados puede ser útil, después de una serie de diez a doce insuflaciones, dar la vuelta al accidentado, realizar unas cinco o seis m aniobras de Schaffer, y continuar con el boca a boca, com plem entado con un masaje cardiaco externo, hasta la recuperación o fallecim iento del accidentado. hornaguera Estadística de accidentes con baja Mes de febrero de 1988 N.° Acetes. % 2 1 1 11,76% 5,88% 5,88% 1 1 5,88% 5,88% 1 5,88% 2 1 11,76% 5,88% 2 1 2 11,76% 5,88% 11,76% 1 5,88% Caídas ............................ Sierras ............................ T a l l e r .............................. Soldadura ..................... E xterior M anejo m a te r ia le s ___ G olpes contra objetos . M a n io b ra s ..................... ^C uerpo extraño en ojos 1 5,88% T O T A L ................. 17 100% N.° Accidentes %_ 9 2 1 52,94% 11,76% 17,64% 11,76% 5,88% 17 100% D errum bam ientos - D esprendim ientos T ransportes continuos - Páncer ........... T ransportes discontinuos M aniobras . M onocarril Caídas durante circulación Caídas varias c a u s a s ........... M áquinas y herram ientas Diferenciales, pulifs, silvestres, etc.............. M artillo picador . . . Hachos, puntas, cuchillas, alam bres . E ntibación hidráulica Entibación fricción .. C aída de o b j e t o s ............. E x p lo s iv o s ....................... E x p lo s io n e s ..................... D esprendim ientos gases Asfixias e intoxicaciones Irrupciones de a g u a ___ C orriente eléctrica ......... Sostenim iento O tras causas M anejo m a te r ia le s ___ Pozos a 38°, com portas S u tir a n d o ....................... G olpes contra objetos . C uerpo extraño en ojos Aire c o m p r im id o ......... Esfuerzos ....................... Lugares donde se producen los accidentes Explotaciones ................................................. Labores en p re p a ra c ió n ................................ Pozos y c h im e n e a s ........................................ Otros lu g a r e s ................................................... E xterior ........................................................... TOTAL 2 3 hornaguera JO SE -JE SU S ARIAS DIEZ Falleció en accidente La m ina es com o una m adre fiera, por cada pedazo de su carne negra se cobra sangre joven, vidas poderosas, ilusiones en flor. Y a nosotros, com pañeros de las vícti­ mas rendidas en el ara de la m ina, no nos queda sino rendir ante el cuerpo sin vida del com pañero, del am igo, el testim onio más en ­ trañable de nuestra condolencia. Es lo que nos apresuram os a hacer ante este nuevo hom bre de la m ina rendido en un desgraciado accidente de trabajo, que es la renta m ás dolorida que nos acom ­ paña siem pre. Jose-Jesús Arias Diez, m uerto el día 9 de m arzo de 1988, cuando de su juventud y de su capacidad cabía esperar los m ás felices fru­ tos. Descansa en paz, com pañero del alm a, com pañero. Servicio de Asistencia Social Personal que ha solicitado en el Servicio de Asistencia Social el premio de nupcialidad o natalidad NUPC IA LID A D NATALIDAD O scar Baizán O rdóñez y Y o­ landa G arcía G arcía, se casaron el día 12-12-87. Francisco Javier M orán G o n ­ zález e Inm aculada Diez F ernán­ dez, se casaron el día 9 -1 -8 8 . José A ntonio T oribio Rosón y Sacram ento Espadas Rodríguez, se casaron el día 16-1-88. C onstante Becerra Fernández y M onserrat Rodríguez Fernández, se casaron el día 14-11-87. Noé V alenciano D uarte, nació el día 9 -1 -8 8 , hijo de Felipe y Araceli. Evelyn Sánchez M artínez, n a­ ció el día 9 -1 -8 8 , hija de Juan Miguel y M .a Rosa. A lberto Miguel G arcía Casado, nació el día 19-1-88, hijo de A l­ berto Miguel y M .a Rosa. C ésar Pastrana G onzález, nació el día 2 7 -1 0 -8 7 , hijo de A lejandro y M .a Angeles. M ario D uarte Linacero, nació el día 2 1 -1 -8 8 , hijo de Ju an C ar­ los y M .a Teresa. M arta R ivera Alvarez, nació el día 5 -2 -8 8 , hija de José Francisco y M .a Teresa. A roa Tascón A lonso, nació el día 2 5 -8 -8 7 , hija de Juan A ntón y M .a Perfecta. A lejandro M ontalvo Gabela, nació el día 10-2-88, hijo de Juan José y Elena. La melancolía, segunda enfermedad La m elancolía puede darse tam bién en personas que padecen ya de otra enferm edad psíquica. Esta circunstancia, en la que ap e­ nas se había reparado hasta ahora y que reviste im portancia tam bién para el tratam iento, ha sido su­ brayada recientem ente por el Pro­ fesor R ainer Tólle, director de la C línica Psiquiátrica de la U niver­ sidad de M ünster, en la revista Fortschritte der Neurologie, Psychiatrie (Avances en la N eurolo­ gía y Psiquiatría). La práctica de establecer solam ente un diagnósti­ co a los enferm os psíquicos, es por ello en ocasiones discutible. La m elancolía puede observarse so­ bre todo ju n to a la esquizofrenia, enferm edades cerebrales agudas o crónicas, epilepsia o deficiencia m ental, pero tam bién en los «ex­ alcohólicos». En la gran m ayoría de los casos en que se da m ás de una enferm edad, la m elancolía es la segunda. hornaguera Romancero, adivinancero y otras sabidurías Del Refranero del Marqués de Santillana A quien dan, no escoge. A quien dan no escoge, y dá­ banle de palos. (Refrán que advierte que el que recibe un beneficio debe m ostrar­ se satisfecho sin poner faltas a lo que recibe). Alegrías, albarderos, que el b á­ lago se arde. Alegrías, albarderos, que se quem a el bálago. (El que se alegra con su perdi­ ción, m erece este baldón). A zótenm e en consejo, y no lo digan en mi casa. A zótenm e en la plaza, y no lo sepan en mi casa. (C ontra los que quieren encu­ b rir cosas m uy públicas que les pasan). A mal abad, mal monescillo. Si bien canta el abad, no le va en zaga en m onacillo. (Refrán con que se denota pari­ dad de condiciones o circunstan­ cias entre personas de distinta ín ­ dole o jerarquía). A un no ensillades, y ya cabalgades. A ún no ensillam os, y ya cabal­ gamos. (R eprende a los que quieren llegar al fin o térm ino antes de tiem po sin haber puesto los m e­ dios necesarios). A mi hijo lozano, no me lo cer­ quen cuatro. Mi hijo esforzado, no m e lo cerquen cuatro. (Por m ucha fuerza y valor cue tenga una persona, de nada le úrve cuando m uchos se op o n er a ella). Al asno m uerto, ponedle la ce­ bada al rabo. Al asno m uerto, la cebada al rabo. (R eprende la necesidad de que­ rer aplicar rem edio a las cosas p a­ sada la ocasión oportuna). A Dios te doy, libreta, bebida y por hilar. (R eprehende a los que no m o­ deran el gasto y antes que lo ga­ nen o caiga la renta, lo tienen gas­ tado). A otro perro con ese hueso. Los sabios no reciben engaño de los cautelosos. A un traidor, dos alevosos. A dos traidores, un alevoso. hornaguera (A un traidor sólo le vencerán dos personas que le superen en as­ tucia). (El pobre gallego que no puede com er, aunque para ello haya he­ cho brujerías). A doba el tu paño, y pasarás el tu año. Echa trapo y pasarás año. R em ienda tu paño y pasarás tu año. (Aconseja la econom ía y cuida­ do que se deben tener en las cosas de uso propio para que duren). Asaz puede de poco, quien no am enaza a otro. Asaz puede poco, quien no am enaza a otro. (Al pusilánim e, tan bien faltan las palabras com o las obras). Agua coge p or harnero, quien cree de ligero. Agua coge con harnero, quien se cree de ligero. (R eprende la tem eridad del que cree ligeram ente y sin fundam en­ to). Poco m edrará quien a todos da crédito. Acá lo ha M arta con los sus pollos. A llá se lo haya M arta con sus pollos. («Se lo haya» equivale a se las arregle, se las com ponga). (Al apasionado, bien es por al­ guna color excusarlo). A sna con pollino, no va dere­ cha al m olino. La b u rra que tiene pollino, no va derecha al m olino. (Refrán con que se da a enten­ der que no puede hacer rectam en­ te las cosas quien está poseído de alguna pasión). Los que son mal inclinados, no cam inan derechos por las virtu­ des. A ldeana es la gallina, y cóm ela el de Sevilla. A ldeana es la gallina, y cóm ela el de la villa. (Refrán que advierte que no se deben despreciar las cosas por ser hum ildes o criadas en tierra po­ bre). A ntes de mil años, todos sere­ m os calvos. A yunas, gallego, a pesar de o dem o. -¿A yunáis, gallego? -S í, a pesar de o demo. El m alo, con mal se hace bue­ no. A lza el rabo, rucia, que vanse los de Olm edo. Para m enospreciar a los de O l­ medo. (Perezoso es el que a ninguno remeda). Ajonge, dijo Lucía al odre. (Las personas bien acom odadas suelen ser sum am ente delicadas y p oner tacha o reparo a todo). A m ozo goloso, higo a dinero. Lo que «A caballo com edor, cabestro corto». (Costosos son los deleites a sus am adores). A sno m alo, cabe casa aguija. A sno m alo, cabe casa aguija sin palo. (Refrán con que se zahiere a los m alos trabajadores, que sólo se dan prisa a trabajar cuando ya se acaba la tarea). A m engua de pan, buenas son tortas. (A falta de pan, buenas son to r­ tas de Zaratán). A ndad, diablos, tras aquel fina­ do, que no nos m andó nada. A ndar, diablos, con ese finado, que nada nos ha dejado. A m ala ventura, pan pintado. (Al que es agraviado, caricias y dulces palabras se deben ofrecer). A la legua tom a el galgo a la liebre. A la larga, el galgo a la liebre m ata. (Refrán que enseña que con la constancia se vencen las dificulta­ des). T am bién puede significar que el m ás fuerte suele salir vencedor. A m or de m onjas, fuego de esto­ pas. De llam arada que se consum e pronto. Lo que es delicado, presto en ­ cendido y presto es acabado. A m ala venta, m ala cuenta. C on un engaño se paga otro. A sno de m uchos, lobos lo co­ m en. (Refrán con que se denota que nadie cuida de lo que está encar­ gado a muchos). A todo hay m aña, sino a la m uerte. A todo hay rem edio, sino a la m uerte. (Se dice com o consuelo al que ha sufrido algún contratiem po o desgracia). Así se sacude, com o granizo de albarda. Ansí salta, com o granizo en al­ barda. Dícese de quien se enoja presto y se sacude. El m al acondicionado, consigo m ism o está descontento. A cuenta vieja, baraja nueva. A cuentas viejas, barajas n u e­ vas. O casión de nueva enem istad es recontar la antigua. (Aconseja no retrasar el ajuste de cuentas para evitar disputas). A rder por seco, y lacerar justo por pecador. Arde verde por seco, y pagan justos por pecadores. La m iseria sigue a los afligidos y persigue a los escogidos. Todos nuestros am igos y lectores quedan, pues, citados para esta tarea de recoger, co­ leccionar y hasta analizar los refranes de sus respectivas loca­ lidades, enviándoles a la revista H O R N A G U E R A , A venida del Alcalde M iguel Castaño, 17, León; o a La R obla (León). H ullera Vasco-Leonesa. m hornaguera Educación para la salud Los virus gripales se camuflan No es casualidad que anualmente los organismos oficiales de salud apre­ mien para que se proceda a una vacunación contra la gripe. La llamada se dirige sobre todo a los grupos con un riesgo especial, como los asmáticos, enfermos cardiacos, personas mayores y todos aquellos que tienen mucho contacto con otras personas. Para contrarrestar las temibles epidemias, a veces de alcance mundial, los científicos de todo el mundo se ocupan, en más de cien laboratorios de investigación, en aislar y comparar nuevas ce­ pas de los virus gripales, muy transformables. Todos los nuevos conocim ien­ tos se transm iten a la O rganiza­ ción M undial de la Salud (OMS) en G inebra, que al principio de cada año elabora criterios para el desarrollo de nuevas vacunas. Pero a pesar de todas las sustan­ cias, todavía no se ha conseguido vencer definitivam ente la «epide­ m ia» gripal. La epidem ia más gra­ ve hasta ahora, conocida com o «gripe española» en los años 1918/1919, cobró, con veinte m i­ llones de personas, un núm ero do­ ble de víctim as que el de la P rim e­ ra G uerra M undial. U no de cada dos m uertos de aquella ola m u n ­ dial contaba entre veinte y cua­ renta años, m ientras que en los ú l­ tim os años han estado am enaza­ das predom inantem ente personas ancianas y delicadas. Desde que en 1968 se extendiera por todo el m undo la gripe de Hong-Kong, que en el invierno siguiente costó la vida, solam ente en la R epública Federal de A lem ania, a más de treinta mil personas, ahora se tem e una nueva ola de gripe. H asta la aparición del SIDA, la gripe viral o influenza estaba con­ siderada com o la últim a gran epi­ dem ia. Irrum pe una y otra vez, en brotes estacionales, sobre am plios estratos de la población en todo el m undo. El virus de la influenza puede atacar siem pre de nuevo debido a su facultad de adaptación general y a la m ultiplicidad y con­ tinua transform ación de su cuadro de aparición. Las causas para esta extraordi­ naria capacidad de transform ación del virus han quedado descifradas por los dos virólogos profesor Rudolf R ott, U niversidad de Giessen y doctor John Jam es Skehel, N a­ tional Institute for M edical R e­ search en Londres, laureados por ello con el prem io R obert Koch. Las causas se basan en la elevada m utabilidad de dos sustancias proteicas (glicoproteínas), el enzi­ m a neuram inidasa (NA) y la hem aglutina (HA). C ontra am bas sustancias se dirigen las defensas inm unitarias orgánicas, siendo la HA el com ponente viral desenca­ denante de la producción de los anticuerpos neutralizantes en el organism o. Los factores genéticos de am bas sustancias proteicas es­ tán en condiciones de transfor­ m arse de tal m anera que el siste­ m a inm unitario ya no reconoce al virus. Los virus de la influenza p o ­ seen adem ás la asom brosa facul­ tad de intercam biar recíproca­ m ente factores hereditarios, debi­ do a que su dispositivo genético (genoma) está subdividido en seg­ m entos, cada uno de los cuales co­ rresponde a un gen y puede tran s­ formarse independientem ente o incluso, en caso de una infección doble, unirse con dos grupos v ira­ les com pletam ente diferentes. De este m odo puede surgir rep en tin a­ m ente una nueva y peligrosa cepa viral. hornaguera Partiendo de este m ecanism o de intercam bio genético, el virólogo de Giessen concluye que tiene que existir una reserva para la nueva ordenación de la carga he­ reditaria, a partir del cual el n u e­ vo virus transform ado es transm i­ tido a otro ser vivo -h o m b re o a n im a l- Se han encontrado a la vez los m ism os virus de la gripe en aves y en m am íferos, cerdos o caballos. Esto significa que tam ­ bién el hom bre es susceptible de ser infectado por estos gérmenes. Según la opinión de Rotts, este parentesco genético de los virus es un argum ento a favor de que las aves sean el «gen-pool» para to ­ dos los virus de la influenza; allí es donde éstos reestructuran sus inform aciones genéticas en una m odalidad perfeccionada de rela­ ción huésped-parásito. Com o num erosas aves salvajes, entre ellas aves m igratorias com o patos, tienen continuam ente una infección viral oculta, son una p o ­ sibilidad de alm acenam iento m undial para nuevas com binacio­ nes. A m odo de ejem plo, ya ocho­ cientos aislados virales obtenidos de un estanque de patos en Islandia abarcaban toda la m u ltiplici­ dad de agentes etiológicos encon­ trada en Europa, EE.UU. y C ana­ dá. Así, el «foco» de futuras epi­ dem ias m undiales podría encon­ trarse en los cam pos de arroz de Asia sudoriental. Allí se da un contacto especialm ente estrecho entre hom bres, cerdos y patos sal­ vajes. Los viajes, por su parte, fa­ cilitan la expansión m undial de las nuevas variantes de virus. Hoy día, con los m odernos m é­ todos de tecnología genética, se consigue reconocer el origen de cada uno de los virus m ediante sus «huellas dactilares» genéticas. Esto podría contribuir a detener la expansión natural y -según pare­ c e - continua de la influenza. Franziska Becher Chernobil no ha puesto en peligro los embarazos El accidente nuclear en la cen­ tral de C hernobil no ha afectado los em barazos en la R epública Fe­ deral de A lem ania, según los da­ tos de que disponem os actualm en­ te. Este resultado se deduce de los estudios perinatales en los estados federados de Baviera y Baja Sajo­ rna. En el m arco de tales exám e­ nes se registran las m alform acio­ nes en los recién nacidos. P artiendo de este efectivo de datos se evaluaron por separado los de aquellas m adres cuyo em ­ barazo se encontraba en un esta­ dio tem prano en el m om ento de la sobrecarga radioactiva m ás in ten ­ sa: entre el 30 de abril y el 6 de m ayo de 1986 (revista D er Frauenarzt). Este período está conside­ rado com o especialm ente propicio para los daños por irradiación. La com paración entre las re­ giones de Baja Sajonia relativa­ m ente poco sobrecargadas y las del sur de Baviera, m uy sobrecar­ gadas, no proporcionó diferencia alguna. En 1.287 partos de madres del norte de A lem ania, que vivían en regiones con una sobrecarga m áxim a del suelo de 2.000 becquerel para el isótopo cesio 137, acontecieron nueve m alform acio­ nes y seis nacidos m uertos. Frente a ello se encuentran 1.262 partos en regiones de Baviera en las que la m adre estuvo expuesta a una sobrecarga del suelo con cesio 137 por lo m enos diez veces superior, 20.000 becquerel y más. A quí se registraron catorce m alform acio­ nes y un recién nacido m uerto. En am bos grupos de com paración, con una cifra de partos aproxim a­ dam ente igual, nacieron respecti­ vam ente quince niños dañados o m uertos. T am poco otras co m p a­ raciones proporcionaron datos lla­ m ativos. T anto en 1985 com o en 1986, la cifra de nacidos m uertos y de m alform aciones congénitas de todos los partos registrados, se encontró algo por encim a del uno por cien, tanto en Baviera com o en Baja Sajonia. Lo m ism o vale para am bas regiones especialm en­ te valoradas. Además, tam poco se encontraron indicios de que a causa de accidente nuclear se h u ­ bieran solicitado con m ayor fre­ cuencia exploraciones preventi­ vas. De todas formas, se trata de resultados provisionales, pues en las exploraciones perinatales sólo se puede detectar un cincuenta p or ciento de las m alform aciones posibles, porque la otra m itad se m anifiesta m ucho más tarde. So­ lam ente se podrá disponer de in ­ form ación sobre lesiones a largo plazo analizando los partos del año 1987. D. S. hornaguera Semana Santa leonesa hornaguera ■ do, m arca el ritm o y el son del cortejo. M ientras don C lodoaldo Velasco, M agistral de la Santa Iglesia C atedral y uno de los dos «picos de oro» con que cuenta la oratoria sagrada (el otro es don Eulogio López, Lectoral de la m ism a S.I.C.), pronuncia el serm ón de las Siete Palabras en la capilla oficial de la Sem ana Santa Leonesa, de­ dicada a Santa N onia, la esposa fecunda de San M arcelo, que le ha correspondido este año, siguiendo el tu m o establecido entre los dos fabulosos conm ovedores de cora­ zones fieles, Abades, H erm anos y Papones, con el trío que capitanea el cam panillero, se dedican, con fervorosa aplicación cristiana a «m atar judíos», o, los m ás trad i­ cionales y m enos antisem itas, a «m atar el gusanillo» de la m añ a­ na, con sendos copazos de orujo de alquitara. C uando com ienza a salir la com pungida beatería de la C api­ lla, con el corazón en un puñ o por las apelaciones dram áticas de don Clodoaldo, el puntual y fiel «Tocalafalda», que para eso cobra, co­ rre a cubrir su puesto y anticipa el toque del redoblante con un gor­ gorito cam panillero. C uantos a n ­ dan de abrevadero, acuden a la llam ada. La procesión com ienza. La iglesiona del M ercado hace oír la ronca voz de su m atraca, y los «atajadores» se disponen a rendir su tributo de insaciables seguido­ res del desfile... Desde las prim eras horas de la m añana, escucho el redoble m o­ nótono del tam bor que precede al G ran Desfile, rubricado por el ca­ brilleo de la cam panilla, encerra­ do todo este protocolario anticipo en el estridente clam or del corne­ tín. Ya se ha dispuesto la cruz p a­ rroquial, flanqueada por los dos m onagos pulcram ente revestidos de sobrepelliz y con cara de frío prim averal, que es el más perver­ so de los fríos leoneses. «Tocalafalda», el inevitable guiador de procesiones y de comparserías carnavalescas, que de m enos nos hizo Dios y el pan de cada día no tiene padre reconocí- hornaguera No sabría explicarlo, pero ante la honda vibración de la re­ presentación, en lugar de traer al recuerdo los versos de Lope o los de don Francisco, el de San M ar­ cos, o los de don Pedro, el de los M isterios teológicos, que son los que me enseñaron a recitar en la escuela en fechas com o ésta, para aleccionam iento de protervos, me dejo ganar por el ritm o, el color y el sentim iento em anado de la com posición procesional... Un papón y otro papón... Y San Juanín, andrógino, con sus bellos ojos de cristal y su m elena de paje m edieval... Y m ás p ap o ­ nes y redobles y tintineos de «Tocalafalda» y sus com pañeros. Y Jesús atado a la colum na, desnudo el infeliz y con la color cárdena de la carne, no se sabe si com o consecuencia de los golpes o p or los efectos de este frío feroz leonés, del cual dice don G u m er­ sindo Rosales, m édico oftalm ólo­ go, político liberal y alcalde de León para cuando la C iudad lo ha m enester, que solam ente es ase­ quible para bueyes y para algún que otro canónigo. (Hacia los del «Sindicato de la M ontaña» apunta el personaje, refiriéndose a los clé­ rigos del C abildo procedentes de poblados m ontañeses, que son los que m andan y dirigen el cotarro catedralicio... ¡Que buen m iedo tienen los curas al O bispín José!). P o n -p o n -p o rro m p o n p o n ... Se produce un silencio. Las gentes esperan em ocionadas el quiquiri­ quí de una saeta. Se ha corrido la voz de que A ixa la Hebrea, la p ro ­ caz estrella que actúa a pecho des­ cubierto en el Café de la calle de La Palom a, atendiendo a los rue­ gos de cofrades conspicuos, asi­ duos a sus actuaciones y ad m ira­ dores de sus encantam ientos, ha aceptado cantar algunas de las saetas de su repertorio sacro, q u i­ zá com o penitencial contrapartida de sus cupleterías sicalípticas, y el buen pueblo espera... P o n -p o n prorrom ponpon... Más papones. A falta de profesionales califi­ cados, recurro a los versos que me parecen m ás apropiados al ritm o, al color y a la expectación p ú b li­ ca. Y me canto para adentro aquel hornaguera saetario que A rdavín atribuyó al M antón de M anila, que al fin y al cabo es prenda sem anasantera, con la peineta y la m antilla y el puñado de violetas palpitando so­ bre el raso del pecho de las bellas del país: C on tus lindos rosetones m ás rojos que la sangría del costado redentor, alum bras en los balcones al Cristo de la agonía que pasa en las procesiones al redoble del tam bor... P o n -p o n -p o rro m p o n p o n ... Pasa el Cristo asom ado al balcon­ cillo de la Casa de Poncio Pilatos. Le han cubierto con un trapajo berm ejo, a m odo de gualdrapa so­ berana y le han coronado de espi­ nas... El Poncio, con el rostro co n ­ traído por la sorpresa, adelanta la m ano y m uestra el Justo ajusticia­ do al pueblo. -¿A quién preferís? ¿A Jesús o a Barrabás? El pueblo, com o siem pre, elige a Barrabás... Pasan papones y más papones. La Banda m unicipal en ­ saya sobre la m archa lenta de la procesión, el him no sem piterno de la Pasión. -------* O * -------- Y en el cafetín de La Palom a, Aixa, la Hebrea, negras trenzas, ojos negros, lágrim as negras com o la pena, se consuela de la p ro h ib i­ ción de su sectario público, rep i­ tiéndose una vez y otra, ante la tem blorosa copa de chinchón, la soleá del cante que tenía p rep ara­ do para echárselo a la Virgen San­ tísim a de los siete cuchillos: «¿Quién le com pra esta corona que la Virgen va vendiendo? Es «pa» enterrar a su H ijo, que está m uerto en el m adero...» P o n -p o n -p o rro m p o m p o n ... Pasan los papones. Y a lejano, com o am ortiguado en el tiem po, se escucha el repique de la cam p a­ nilla del «Tocalafalda». Victoriano Crémer hornaguera Después del hombre Juan Parido Cardona En esta ocasión vam os a dar un salto hacia el futuro y ver cóm o podría ser la vida sobre la T ierra dentro de cincuenta m illones de años. Aquellos que piensen que eso está dem asiado lejos para te­ ner interés, pueden dejar el relato aquí. Los que prefieran echar a volar la im aginación que sigan adelante y... ¡buen viaje! En prim er lugar debem os elegir con cuidado dónde instalar nues­ tra m áquina del tiem po, pues es posible que, al llegar al final del viaje, nos encontrem os en pleno océano. El lento pero im parable m ovim iento de los continentes (algunos centím etros por año) los habrá desplazado m uchos kilóm e­ tros desde su posición actual. El em puje de Africa aprisionará a la Península Ibérica contra el resto de Europa, cerrándose el m ar M e­ diterráneo. A ustralia seguirá deri­ vando hacia el N orte, hasta cho­ car con Asia y la península de C a­ lifornia se desgajará del continente am ericano a favor de la famosa Falla de San Andrés, que es la que produce los terrem otos en la zona de Los Angeles. El mundo dentro de 50 millones de años (deducido de los movimientos actuales de los continentes). C om o recordarán nuestros lec­ tores, hace tan sólo dos m illones de años que aparecieron sobre la T ierra los prim eros simios con ca­ racterísticas hum anas. Para dentro de otros cincuenta m illones de años es casi seguro que la H um a­ nidad habrá dejado de existir y, si ha tenido la elegancia de no lle­ varse p or delante al resto de la vida del planeta, entonces los an i­ males y las plantas podrán seguir evolucionando. Recordem os tam bién que la evolución es el proceso al que han estado som etidos todos los seres vivos desde los prim eros tiem pos de la historia de la T ierra, consis­ tiendo en que las especies van m o­ dificando poco a poco su forma, tam año y costum bres, adaptándo­ se a las condiciones cam biantes del am biente en el que viven. De esta m anera desaparecen unas for­ mas de anim ales y aparecen otras, siendo el propio hom bre el p ro ­ ducto más perfeccionado de la evolución hasta el m om ento. nejílope» (U ngulagus sp.), un des­ cendiente del conejo que creció de tam año hasta adquirir un aspecto sem ejante al de los ciervos, cuyo hábitat ocupó una vez desapareci­ dos éstos al talar el hom bre los bosques. T am bién nos habla del «vortex» (Balenornis vivipera), que desciende de los pingüinos aunque se asemeja exteriorm ente a las ballenas, con sus m ás de doce m etros de longitud sería el m ayor anim al de la Tierra. La «serpiente panzuda» viviría en A ustralia. Es gruesa y poco ágil, pero venenosa; caza al ace­ cho. Por su parte, el «m erodeador nocturno» habitaría en ciertas is­ las; descendiente de los m urciéla­ gos, m ide hasta m etro y m edio de altura y ataca en m anadas, con ra­ pidez y ferocidad. La «serpiente panzuda» (Pingopis viperaforme). A unque es m uy difícil predecir en qué sentido se va a dirigir la evolución de los seres vivos d u ­ rante los próxim os m illones de años, existen algunos trabajos m uy interesantes sobre el tem a. U no de los más im portantes es el estudio publicado por D. Dixon, geólogo inglés, que se encuentra a m edio cam ino entre la ciencia y la ficción y del cual hem os extraído algunas ilustraciones. Dougal Dixon supone que el clim a y la vegetación no van a cam biar sustancialm ente, y que tam poco lo van a hacer las formas más inferiores de vida, com o los insectos. Las m ayores diferencias se darán en las aves y los m am ífe­ ros, debido a que son los que más rápidam ene responden a los cam ­ bios en el am biente, evolucionan­ do deprisa y produciendo nuevas formas. Algunos de los anim ales que se im agina este científico son el «co- El «merodeador nocturno» (Manambulus perhorridus). Todos estos anim ales estarían acom pañados por otros m uchos no m enos sorprendentes, ad ap ta­ dos cada uno al am biente en el que vive: zonas polares, selvas tro ­ picales, mares... Puede que el futuro sea así y puede que no lo sea, de todas for­ m as creo que ya es hora de que nos introduzcam os de nuevo en la m áquina del tiem po y regresemos a nuestro querido siglo XX. Ilustraciones de Sergio Barrios, basadas en D. Dixon (1982), Después del hombre, Ed. Blume. hornaguera ¿Sabes que...? Curiosidades La felicidad Es un tem a en que todos pensam os pero pocos parecen entender. A lgunos logran al­ canzarla y la conservan. Otros la consiguen por un m om ento y luego la pierden. Y unos p o ­ cos n unca llegan a conocerla. A pesar de todo, y por m uy es­ quiva que sea, la felicidad es asequible, no im porta cuán desdichados hayam os sido en el pasado. Por ejemplo: - La felicidad no dism inuye con la vejez. - El dinero no puede com ­ p rar la felicidad. - Los niños que no son feli­ ces no están condenados a ser infelices en la edad adulta. - M ucha gente es feliz. A m or y sexo: La gente con­ sidera que el am or es la clave de la felicidad. Los que am an y son am ados se sienten m ás feli­ ces que el resto de sus sem ejan­ tes. Ni la prosperidad, ni un em pleo im portante, ni la salud, ni el atractivo personal, ni el m atrim onio, ni incluso el sexo, com pensan la falta de am or. Se puede ser feliz sin una vida se­ xual satisfactoria, y se puede tener ésta y ser infeliz, señalaba Freedm an, aunque tam bién es cierto que para m uchas perso­ nas el ingrediente sexual es un factor im portante para la felici­ dad. La vida m atrim onial hace más fácil conseguir la felicidad, incluso en esta época divorcista. La vida del célibe: los h o m ­ bres y las m ujeres solteros son generalm ente m enos felices que los casados. Los divorciados son m ucho m enos felices que los que m an ­ tienen relaciones amorosas con­ yugales; por eso no sorprende que la m ayoría vuelvan, des­ pués de un cierto tiem po, a ca­ sarse. R esum iendo: la búsqueda de la felicidad, es difícil y está lle­ na de im ponderables, pero ja ­ más debem os abandonar. A unque seamos o hayam os sido infelices, siem pre podem os hallar la felicidad en el futuro. ¡Viva! ¡Viva la gente! D ondequiera que se encuentre m ejor es y m ás decente. Si más fuera la gente, dondequiera que se encuentre, leal am iga de la gente, m enos problem as tendría y m ás gente la querría. La búsqueda de la verdad eleva a cada científico y a cada m ístico. El viejo dicho es bueno: si Dios tuviera en su m ano derecha toda la verdad y en la izquierda la bús­ queda de ella, yo elegiría la iz­ quierda. * U n consejo para los de esta época: m uchacho, nunca te jactes de ser pobre, ni tam poco te aver­ güences de la pobreza, pero líbra­ te de ella cuanto antes. * En Venus hay una tem peratura de sesenta grados centígrados, y la atm ósfera está com puesta casi to ­ talm ente de m onóxido de carbo­ no... Parece la descripción de una autopista en verano. * O ido a un nuevo senador: en una de las prim eras sesiones del senado a que asistí, se sentó a mi lado un veterano senador y me dijo: N o em piece usted con com ­ plejos de inferioridad. Los p rim e­ ros seis meses se m aravillará usted de haber llegado aquí, y luego se m aravillará de que hayam os llega­ do aquí los demás. * Existen dos cosas verdadera­ m ente im portantes en la vida: una buena cam a y un m agnífico par de zapatos. Siem pre estam os usando una de las dos. * D efinición del beso: es para el am or com o el term óm etro para la m edicina. Sin él, no se puede m e­ dir la gravedad de un caso. hornaguera Filosofando El m érito pertenece al hom bre que se halla en el ruedo, cuya cara está m arcada por el polvo, el su­ dor y la sangre... que sabe de gran­ des entusiasm os, de grandes devo­ ciones; que se quem a por una cau­ sa digna... que, en el m ejor de los casos, conoce, al final del m ayor triunfo, y que, en el peor de los casos fracasa tras una gran osadía, de m odo que nunca form ará parte de esas alm as frías y tím idas que no conocen ni la victoria ni el fra­ caso. • La perfección proviene sólo de la experiencia. • La libertad vale cualquier sacri­ ficio que se haga por ella. • Si esta noche vas a hacer algo de lo que m añana te arrepien­ tes, duerm e hasta bien entrado el día. • Para ser feliz en el am or uno debe saber, sin cegarse, cóm o cerrar los ojos. • La guerra es la afirm ación ro­ tunda de la im perfección h u ­ m ana. • Que haya paz en la T ierra y que com ience por mi. • Si exagerásemos nuestras ale­ grías com o lo hacem os con nuestras penas, nuestros p ro ­ blem as perderían toda su im ­ portancia. • El pesim ista sólo ve el túnel; el optim ista ve la luz que espera al final del túnel; el hom bre práctico ve el túnel, la luz y el túnel siguiente. • Si lo com prendes todo, segura­ m ente estás mal inform ado. E. A. H . El hogar y el arte de llevarlo ■ El orden y el desorden Para mi m odo de entender, el orden es m ucho más fácil que el desorden. No cabe duda que esto supone un hábito y, por tanto un esfuerzo grande o pequeño para adquirirlo. Desde pequeños hay que acos­ tum brarse a tener las cosas orde­ nadas. U na habitación es com pleta­ m ente diferente si está o no arre­ glada. Hay niños que en su propia casa son cuidadosos porque la a u ­ toridad del padre o de la m adre, les obliga a no poner los pies en los m uebles, a tratar las sillas, b u ­ tacas y puertas con m ucho cuida­ do: pero ¡ay Dios mío! en el m o­ m ento que están el el colé... el desm adre, dan puntapiés a las si­ llas, las rozan contra la pared, se ponen los pies encim a de la mesa, etc.; en fin, los m altratan com o si fuera una gracia y no una trem en­ da m ala educación. Las cosas se estropean con el uso y está bien, lo que no está tan bien es que se estropeen con el mal trato. A veces los cajones, bolsillos, arm arios, están llenos de papeles arrugados, son papelotes que no tienen por qué estar ahí, no hay m otivo para ello, otras veces están por el suelo, por encim a de la mesa, nuestra mesa de trr^ajo. Sa­ bem os que para estudiar se necesi­ tan m uchas cosas, incluso libros abiertos, varios libros a un tiem po para consultar, todo es necesario y no se puede uno estar pendiente de ordenarlos, pues no se haría otra cosa. Pero lo que da aspecto de desorden es que estos libros es­ tén desordenados, los cuadernos escritos, las hojas en form a de abanico, sucios, m anchados de grasa (que tam bién hay m ucho de eso, etc.). A los chiquitines hay que ense­ ñarles a ser ordenados ya. El o r­ den es fundam ental para conse­ guir una m eta. En un cursillo de lecto-escritura, dado p or doña A urora U sero-A lijarde, una gran pedagoga, decía entre otras co­ sas... que para enseñar a un niño a leer y a escribir considera indis­ pensable el orden y que m uy p o ­ cas cosas se consiguen si falta el mismo. Encarna Sulé hornaguera Deportes Jose Avelino Fernández Sahelices mejor deportista del año 1987 N o es sorprendente que de pronto se nos propongan nom bres perfectam ente conocidos de los que com ponem os la fam ilia hullerista que se proyectan incluso a escala nacional sobre la pantalla de la m ejor actualidad. Lo que suele suceder, y en ello está nues­ tro pecado, es que los leoneses so­ mos fríos para el reconocim iento de los valores propios. Podem os decir con sobrada razón que al m odo com o C astilla hacia sus hom bres y les gastaba hasta su de­ saparición incluso de las páginas de la historia, los leoneses contri­ buim os a que nuestros jóvenes destaquen en m uy variadas profe­ siones, deportes o vocaciones pero dejam os que su nom bre se pierda, sin registrarle en los anales de la Región. «H ornaguera», en la m e­ dida lim itada en la que puede y debe corregir esta anorm alidad, lleva a sus páginas figuras que in ­ tervienen con dignidad y acierto en los distintos envites de la vida deportiva, cultural y técnica, ta n ­ to para testim oniar a los consagra­ dos nuestra adhesión y adm ira­ ción, com o para general conoci­ m iento y aprecio de sus com pañe­ ros y amigos. Y este es el caso y la ocasión que nos obliga a proponer el n om ­ bre de José A velino Fernández Sahelices para el aplauso general. Porque este m uchacho, nacido el 9 de agosto de 1969, en la Vid de G ordón, ha sido distinguido con el trofeo que se concede al m ejor deportista del año 1987 por la D e­ legación Provincial de Fútbol. Y a fe que los m erecim ientos de José A velino son evidentes; Subcam peón nacional de Infantiles con la Selección Oeste; Subcam peón con la Selección de C astilla y León; C am peón de la C opa de la Fede­ ración con el equipo de la H ullera año 1986. Y en 1987 ascensión a Prim era División de C astilla y León después de elim inar a la Ponferradina por penaltis, dán d o ­ se la circunstancia de que José A velino llegase a parar nada m e­ nos que tres penalties, tantos com o en la ocasión de la C opa de la Federación. Lleva jugando en el equipo de la H ullera V ascoLeonesa seis años. Y com o en este m undo nuestro todos estam os reli­ gados a fam iliares que asim ism o form an parte de la G ran fam ilia V asco-Leonesa, com pletem os el cuadro biográfico de José Avelino, diciendo que es hijo de José F er­ nández, del G rupo de C iñera, com o Picador, con más de veinte años de antigüedad en la em presa. Para todos, para el protagonis­ ta, para el padre, y para nosotros el orgullo y la enhorabuena. hornaguera PESCA La temporada de trucha, comenzó el 27 de marzo La tem porada de pesca de la trucha se inició el pasado 27 de m arzo con carácter general. Com o sucede con la caza, cada año se puede pescar m enos días y menos piezas. La reglam entación varía según las provincias, y así se da el caso curioso de zonas en las que, donde la trucha escasea, se p u e­ den sacar veinte por día y pesca­ dor, y otras en las que, siendo abundante, el cupo se ve reducido hasta el caso extrem o de seis. En España hay 700.000 pescadores. FECHAS K LA TEMPORADA DE PESCA DE LA TRUCHA Provincia Aportara Clono Cupo Álava Albacete Alicante Asturias Ávila Badajoz Barcelona Burgos Cáceres Cantabria Castellón Ciudad Real Cuenca Gerona Granada Guadalajara Guipúzcoa Huesca Jaén La Corurta La ñloja León Lérida Lugo Madrid Murcia Navarra Orense Patencia Pontevedra Salamanca Segovia Soria Tarragona Teruel Toledo Valencia Valladolid Vizcaya Zamora Zaragoza 20 marzo 20 marzo 20 marzo 27 marzo 27 marzo 3 abril 19 marzo 27 marzo 20 marzo 20 marzo 20 marzo 20 marzo 3 abril 19 marzo 20 marzo 27 marzo 6 marzo 20 marzo 20 marzo 19 marzo 20 marzo 27 maro 19 marzo 19 marzo 20 marzo 20 marzo 20 marzo 19 marzo 27 marzo 19 marzo 27 marzo 27 marzo 27 marzo 19 marzo 20 marzo 20 marzo 20 marzo 27 marzo 20 marzo 27 marzo 20 marzo 15 agosto 31 agosto 31 agosto 31 agosto 14 agosto 31 julio 31 agosto 14 agosto 15 agosto 7 agosto 31 agosto 31 agosto 31 agosto 31 agosto 15 agosto 14 agosto 31 julio 31 agosto 31 agosto 31 julio 14 agosto 14 aoosto 31 agosto 31 julio 15 agosto 31 agosto 14 agosto 31 julio 14 agosto 31 julio 14 agosto 14 agosto 14 agosto 31 agosto 31 agosto 31 agosto 31 agosto 14 agosto 15 agosto 14 agosto 31 agosto 8 20 10 16 12 8 10 12 10 15 10 20 12 10 20 12 10 12 10 20 10 19 19 19 18 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 17 19 12 10 20 8 20 10 20 12 20 12 12 12 10 12 20 10 12 6 12 12 1? 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 Teléfono 944 / 47 1350 965 / 22 27 48 963 / 30 55 55 93 / 330 64 51 942 / 21 25 00 96 / 352 33 69 925 / 21 34 24 93 / 330 64 51 __ 925 / 21 34 24 944 / 47 13 50 976 / 45 84 00 953 / 2211 50 981 /56 23 97 941 /23 66 00 983 / 30 55 55 93/330 6451 981 /56 23 97 91 / 435 51 21 968 / 24 0211 948/23 49 34 981 /56 23 97 983/30 55 55 981 /56 2397 983 / 30 55 55 963 / 30 55 55 983 / 30 55 55 93 / 330 64 51 976 / 45 84 00 925 / 21 34 24 96 / 352 33 69 983 / 30 55 55 944 / 47 13 50 983 / 30 55 55 976 / 45 84 00 Francisco ■ t Alvaro G onzález U rdíales, (Alvaro). N ació el 9 -9 -5 7 en Llanos de Alba, casado, dos hijos, reside en La Robla, es em pleado del ayun­ tam iento de La Robla con la cate­ goría de Oficial de 1.a de Servi­ cios. Pertenece a la Sociedad D epor­ tiva H ullera desde hace nueve tem poradas, su puesto es de cen­ trocam pista, sus com pañeros le reconocen com o el cerebro del equipo. Le gusta el deporte en general y es gran asiduo a la lectura, incli­ nándose por los tem as deportivos en sus diferentes aspectos. Juan Carlos Ríos Pérez. Galería de jugadores hulleristas N ació en Santa Lucía el 2 5 -4 -6 1 , trabaja en la S.A. H ulle­ ra V asco-Leonesa con la categoría de A. M inero, está casado, sin h i­ jos y reside en Pola de G ordón. Pertenece al H ullera desde la edad de juvenil en cuyo equipo jugó tres tem poradas, in co rp o rán ­ dose al equipo de Preferente des­ pués de cum plido el Servicio M i­ litar, su puesto es de G uardam eta. Practica el fútbol-sala y b alon­ m ano y tiene estudios de Bachiller superior y realizado un curso de A dm inistrtivo de Banca. G ran afi­ cionado a la música. hornaguera Así caminan los equipos hulleristas El equipo de Preferente, figura en la clasificación en el segundo puesto pero teóricam ente está en p rim er lugar al tener dos partidos m enos jugados en casa y que fue­ ron suspendidos a causa de la nie­ ve V illafranquino y Laciana. El día 13 de m arzo consiguie­ ron una gran victoria en Zam ora ante el M erendero, en este en ­ cuentro del cual fuim os especta­ dores, nuestros jugadores tuvieron una actuación brillante, ya que no sólo tuvieron que enfrentarse a los contrarios, sino que tuvieron que soportar la ineptitud de un señor vestido de corto y negro. Todos los aficionados seguimos con m ucha ilusión la m archa del equipo, con la esperanza de que consigan en buena lid el título, 3XWDG aunque no ignoram os las dificul­ tades de todo tipo con las que han de encontrarse. El equipo juvenil ha com enza­ do el día 12 de m arzo una nueva com petición denom inada Torneo Caja León, el prim er encuentro les ha sido desfavorable al alzarse con la victoria el San Esteban en el cam po de Santa Bárbara donde los dos conjuntos realizaron un gran juego pero la suerte no acom pañó a nuestros chavales; es­ peram os que en próxim os encuen­ tros se enjuguen estos dos puntos negativos. El equipo Alevín sigue en la com petición con aceptables actu a­ ciones. G. L. Importante triunfo del Hullera ante el Merendero REGIONAL PREFERENTE FUTBOL BASE Resultados Próxima jornada LA BAÑEZA F.C., 1-AT. PARAMES, 1 FABERO, O-SPARTAK V ., 2 LA CIAN A, 1-S. FRANCISCO, 0 Merendero, 1-HULLERA, 2 Zamora Pro., 1-At. Zamora, 0 Toresana, 3-Sanabria, 2 HURA CA N Z, 2-RIB. CARRIZO, 1 EJIDO, 1-ARENAS, 0 CO YANZA, 2-BAÑEZA M A R IN A , 0 Valle Tera, 0-A T. PINILLA, 1 A T. PINILLA-LA BAÑEZA F.C AT. PARAMES-FABERO SPARTAK V .-LA C IA N A S. FRANCISCO-Merendero HULLERA-Zamora Pro. A t. Zamora-Toresana Sanabria-HURACAN Z RIB. CARRIZO-EJIDO A R EN AS-C O YA NZA BAÑEZA M AR IN A-Valle Tera Equipos_______________________ G. E. P. F. C. Puntos 1 .- E J ID O .....26 2 . -H U L L E R A .....24 3 . - L A .BAÑEZA F .C .............. .....26 4 . - A T . PINILLA .................... ..... 26 5..—Zamora Pro..............................26 6 . - S . FRANCISCO ....................26 7 . - L A C IA N A .....24 8..—AREN AS . .: ....................... .....25 9 . -B A Ñ E Z A M A R IN A ..............26 1 0 .- A T . PARAMES ....................26 1 1 . - .H U RA CA N Z ................... .....26 1 2 .-C O Y A N Z A .....26 1 3 .—.At. Zamora ....................... .....26 1 4 .-F A B E R O .....26 15..- SPAR TAK V ...................... .....25 16. — M e ren d ero ..............................26 1 7 .- R I B . CARRIZO ................ .....26 18.—Toresana .....26 19.- V a lle .T e r a .......................... .....26 20..-- Sanabria .................................26 16 16 10 12 12 10 11 10 12 8 10 9 8 7 8 9 8 7 6 3 6 2 13 7 6 10 7 7 3 10 6 8 7 9 6 3 4 5 5 6 4 6 3 7 8 6 6 8 11 8 10 9 11 10 11 14 14 14 15 17 52 60 41 40 55 46 39 40 45 33 28 36 34 30 35 34 33 30 28 38 21 25 24 28 42 39 26 24 39 29 38 32 37 39 35 53 46 60 64 76 38+12 34+14 33+ 5 31+5 30+ 2 30+ 4 29+ 3 27+5 27+3 26 26 26 23- 1 23- 5 22- 4 2 1 -9 20- 4 19- 7 17 — 11 1 2 -1 2 Resultados G R U P O PA R Sa n Lorenzo, 2 -U .D . Leonesa, 3 C u ltu ra l, 1-La Estrella, 0 Bosco, 1-Peña, 0 J. B o s c o .................................................. 2 U.D. L e o n e s a ................................... 2 Cul t ur al ............................................... 2 S a n Lorenzo...................................... 2 P e ñ a .....................................................2 La Estrella....................................... ...2 G. 2 2 1 0 0 0 E. P. C. Pt. 0 0 0 1 1 0 0 4 1 0 4 2 1 1 1 1 3 4 1 1 2 2 1 4 F. 4 4 2 1 1 0 G R U P O IM P A R Pte. Castro, 0-H u ra c á n , 1 J . D. Obrero, 1-Loyola, 6 Hullera, 0-San Esteban, 1 J. Hur acán- Z....................................... Loyola............................................... Pte. C a s t r o .................................... Sa n E s t e b a n ................................... J . D. O b r e r o ................................... León C. F.......................................... Hul l er a............................................. 21 2 2 2 2 1 1 G. 1 1 1 1 1 0 0 E. 0 0 0 0 0 1 0 P. 1 1 1 1 1 0 1 F. C. 0 3 6 3 2 1 2 2 2 3 7 0 0 0 1 Pt. 2 2 2 1 0 hor naguer a La selección española tiene que demostrar ahora el alza del fútbol del Club Se acerca la hora de Miguel M uñoz. El seleccionador español ha estado observando toda la tem ­ porada. P rudentem ente, desde la clasificación del equipo español de fútbol para la fase final de la C opa de E uropa, que habrá de ce­ lebrarse en ju n io y en A lem ania, M iguel M uñoz ha aparecido poco y ha preferido hacer pruebas en los partidos am istosos que ha disputado. Los com prom isos fuer­ tes del Real M adrid, Real Socie­ dad y B arcelona -q u e son la base del equipo de E sp añ a- ha puesto en duda la oportunidad o no de un program a preparatorio de la selección. A veces nos olvidam os de la clasificación de nuestro equipo, finalista en la últim a C opa de Europa. Lo que se trata de defender es un subcam peonato europeo. Y la presencia del equi­ po de M iguel M uñoz en A lem ania ha habido de ganársela en el terre­ no de juego, si bien al final hubo fortuna en aquel A u striaR um ania que coincidió, la m ism a fecha, con el E spaña-A lbania de Sevilla... El llam ado «caso G ordi11o» vino a en turbiar este éxito y a dem ostrar que las relaciones del club con la Federación Española de Fútbol se pueden resentir con más facilidad de la deseada. En este aspecto sí m erecería la pena trabajar un poquito m ás en los próxim os meses... De la clasificación o no de la selección española para la fase fi­ nal de A lem ania dependía la con­ gestión o la descongestión del ca­ lendario de la tem porada. La bue­ na andadura del Real M adrid en su C opa de E uropa se ha tenido que ver agobiada por unos com ­ prom isos de Liga y de aportación de jugadores a la selección entre sem anas, de m anera que el calen­ dario se ha visto estrechado por im perativos no sólo de librar el mes de ju n io com pleto, para tener el equipo disponible en A lem ania, sino p o r la exigencia de com pagi­ nar la Liga, la C opa del Rey y los torneos europeos donde sólo se m antienen Real M adrid y Español de Barcelona, aunque han estado tam bién en la pelea Sporting de G ijón, Real Sociedad y Barcelona. Sum ando las concentraciones y los partidos am istosos de la selec­ ción de Miguel M uñoz, a estas ho­ ras el fútbol acum ulado en las piernas de nuestros mejores juga­ dores es im portante, sobre todo, cuando se trata de dem ostrar que en la recta final de la Liga y de los com prom isos europeos conviene estar en form a y dar de sí al m áxi­ m o, lo m ism o que cuando en el m es de ju n io tenga que com pare­ cer el equipo de España en H annover, Francfort y M unich... Hay un hecho evidente: el Real M adrid está en una tem porada dulce. Su paso firm e por la C opa de E uropa, dejando atrás nada m enos que al N ápoles de M arado­ na, al O porto de M adjer y al Bayem de M unich de Brehme, no deja lugar a dudas sobre la buena form a de la plantilla. Y ahí está el esqueleto de la selección. La Real Sociedad, que cayó en su com peti­ ción europea, aporta tam bién j u ­ gadores a Miguel M uñoz. Y el Barcelona, a pesar de la crisis de su bloque, que no es descartar ni m ucho m enos el concurso de al­ gunos grandes jugadores con los que cuenta el seleccionador. Si el Español de Javier C lem ente causa asom bro en la C opa de la U EFA y el A tlético de M adrid -e n tem po­ rada de cara y c ru z - tam bién tiene futbolistas disponibles para la hora de A lem ania, estarem os ade­ lantando que al final se llegará a tiem po para contar con un equipo suficiente y capaz de corresponder a la ilusión de los aficionados es­ pañoles. Si el fútbol de club está en alza, ¿por qué no habrá de estarlo el de la selección?... Es natural que ahora sólo se piense en los pasos finales de la Liga y en el esfuerzo que Real M arid y Español van a realizar ante el PSV E indhoven, de H olanda, y ante el Brujas, de Bélgica. Pero los m im bres están ahí. Y la selección tiene que em ­ pujarse con el hom bro de todos. A lgunas selecciones nacionales suben de tono sobre los equipos de club que aportan sus jugadores, com o es el caso de Italia, por ejem plo, o de A lem ania e Inglate­ rra. Otras, en cam bio, pierden en capacidad colectiva y en rendi­ m iento... Esa es la tarea de Miguel M uñoz. En pocos días, pero sufi­ cientes, tiene que poner las pilas de la ilusión en pleno voltaje. La com penetración, el ánim o y la vo­ luntad son im prescindibles. Hace cuatro años, en la fase final E uro­ pea de Francia, el equipo español dem ostró que tiene fútbol sufi­ ciente. Y en el M undial de M éxi­ co no defraudó. A yudém osle a Miguel M uñoz para que en A le­ m ania -a h o ra que el fútbol espa­ ñol vuelve a estar a rrib a - siga la racha. L. P. El Barcelona triunfó en la Copa El Barcelona ganó la C opa del Rey de fútbol al im ponerse a la Real Sociedad por lA) en partido jugado en el estadio Santiago Bernabéu. A lexanco m arcó el único tanto, a los 16 m inutos de la se­ gunda parte, tras un saque de fal­ ta. El partido, m uy soso, fue con­ trolado por el conjunto azulgrana, que efectuó un juego de conten- ción en la prim era parte y atacó un poco m ás en la segunda ante un rival nervioso, que p artía com o favorito, pero que n unca jugó al nivel de los últim os tiem ­ pos. El Barcelona logró así un tí­ tulo que le da oportunidad de ju ­ gar en E uropa la tem porada p ró ­ xima. hornaguera Humornaguera El mundo que vivimos —Dinos, joh Kalikatres sapientísimo!, de todos los accidentes de trabajo que darse pueden ¿cuál es el más frecuente, grave e irreparable? —El propio trabajo, hijitos, el propio trabajo. / <■P£KO <2(/£'aA$E " COMIOA Es ESTA ? i CUANDo BOfcASSA P/DE l W BKAZQ OE6 IKHO K avíete o * . ; \\jW A ZO £>£ OITAMJJa * hornaguera REDACCION Y ADMINISTRACION: S.A. Hullera V asco-Leonesa. Ramón y Cajal, 1 03. LA ROBLA (León). Tlfno. (987) 57 0 0 00. Télex: 8 9 9 3 5 SHVL E IMPRIME: Gráficas Celarayn, S.A. Polígono Industrial de León - LEON. Depósito Legal: LE-1 3-1 9 5 9 £ J H 3 W - Año nuevo: Imagen nueva E ducación para la salud - Los lum bagos de esfuerzo en los mineros - Explicación del fallo pulm onar en el shock circulatorio El hogar y el a rte de lle v a rlo - Convivencia C ocina S eguridad - Herramientas portátiles accionadas S e rv ic io de A s isten cia S ocial D e p a rta m e n to de Personal H o rn ag u era in fo rm a - Calendario de fiestas en la Com uni­ dad de Castilla y León - A m pliación de asistencia sanitaria en la Seguridad Social - Revalorización de pensiones y otras prestaciones en 1 9 8 8 C o m e n ta rio s sin aristas - Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa C o lab o racio n es - Beatificación de Francisco Palau y Quer OCD ¿Sabes que? - Los im puestos D e p o rte s - M eridiano deportivo. Fin de la primera parte - R. S ociedad-M adrid y OsasunaBarcelona, sem ifinales de Copa H u m o rn ag u era C o n tra p o rta d a - Los ojalateros hornaguera Días de abstinencia Escribo esta nota de actualidad, exactam ente cuando todos los re­ lojes m arcan las doce horas menos cinco m inutos del día inédito, o m ejor de la noche apenas estrena­ da del 11 de m arzo del año de gra­ cia -p o rq u e el año va a tener m u ­ c h a - de mil novecientos ochenta y ocho, que es cifra cabalística, se­ gún los eruditos, sin explicar por qué. Y a partir de este m om ento crucial que diría el puntual cro­ nista de deportes ante un encuen­ tro de transcendencia nacional, com o el M adrid-B arcelona, por ejem plo, los leoneses concreta­ m ente (porque en esta tierra de autonom ías cada perro se lam e sus llagas y se m ata sus pulgas) en­ tram os en lo que se da en llam ar tiem po de m editación, o de refle­ xión com o gusta decir a Felipe González, o de abstinencia, com o proclam a el cura de mi parroquia. A ndam os ya por la C uaresm a y en los jardines franciscos de la Ciudad, con perm iso de la au to ri­ dad com petente, se entrenan los trom peteros y tam borileros que habrán de acom pañar a los cofra­ des pertenecientes a las distintas cofradías. ¡Dios sea loado! La C iu­ dad se llena de redobles y de alari­ dos m etálicos y com o som bras fantásticas, por entre los arbolones del Jardín desfilan acom pasada­ m ente, entre la algarabía de los clarines, los com ponentes de la Banda. León ha entrado, sin que fuera para ello necesario que lo decreta­ ra la Ju n ta del Censo, en un tiem ­ po penitencial de m editación, de reflexión, de abstinencia. A partir de esta hora fundam ental para el destino de los españoles, y sobre todo para el porvenir de algunos de los m ás conspicuos conversos de la localidad, recién incorpora­ dos a los azares dem ocráticos, bajo el signo o título o calificación de «N iño de las m onjas», a partir de este m om ento digo, los leone­ ses nos sum irem os en la m edita­ ción más profunda, en la reflexión m ás esclarecedora, en la abstinen­ cia más absoluta. Y evitarem os, por la salvación de nuestras alm as y la de nuestros am os o aliados, según se m ire, incurrir en la fatal m anía de com unicam os, de p arti­ cipam os, de conciliar nuestros p a­ receres. Aquí se acaban nuestros privi­ legios de hom bres libres y hem os de som etem os al Reglam ento. Y ni com erem os carne, ni intentare­ mos torcer el curso de los pensa­ m ientos políticos, religiosos, so­ ciales o m ilitares de nuestros con­ vecinos. Desde todas las cam pa­ nas de la Península Ibérica, en la cual aparece incluido León, solo o con leche, se nos anuncia la en tra­ da en un tiem po de m editación, de reflexión, de abstinencia, de si­ lencio. Y com o somos, cum pli­ mos. A partir de este m om ento que sea lo que Dios quiera y a quien Dios se la de San Pedro se la b en ­ diga. Lo que sucede es que todos o casi todos, incluyendo a los más desatentos y m enos interesados en el proceso de análisis y m edita­ ción al que nos entregam os disci­ plinadam ente, sabemos, intuim os, sospecham os cuál va a ser el re­ sultado de nuestras m editaciones, de nuestras penitencias, de nues­ tras abstinencias... U na vez más, se convertirá en realidad aquel principio, tan elocuentem ente ex­ presado en verso: « ...Y vinieron los m orenos y nos m olieron a palos, que D ios ayuda a los buenos cuando son m ás que los m alos...» C um pliendo pues com o buenos los preceptos establecidos por el m ando para este tiem po de m edi­ tación, de reflexión y de abstinen­ cia, durante cuarenta y ocho h o ­ ras, cuando m enos, nos abstendre­ mos de com er carne, de escuchar a Felipe G onzález, de asistir al ce­ rem onial de la confusión obser­ vando quiénes presidan nuestros actos políticos, de inten tar la tra ­ ducción sobre la m archa de los discursos de Don Hache M ancha, de asom am os a ese m undo de asom bros y de sorpresas que ex­ presa sus opiniones «nacionales» en idiom as que a los m íseros mesetarios se nos antojan proceden­ tes de lejanísim as e ignoradas ga­ laxias, de soportar al vecino de la terraza de enfrente que, a grandes voces, nos interroga sobre la co n ­ veniencia o no de votar o no votar (esta es la cuestión, que diría Sha­ kespeare), de vernos obligados a traducir a lenguaje vulgar y de po ­ sible com prensión p o p u lar los juegos verbales de quienes más que nuestra conversión a la reli­ gión del poder y del no poder, p a­ recen em peñados en conducirnos a Santa Isabel, centro psiquiátrico leonés al que estam os destinados todos, si Dios no lo rem edia... A tendiendo, pues, a estos con­ dicionam ientos cuaresm alespolíticos cuidam os de no m ezclar carne y pescado en la m ism a co­ m ida, com o prescribía el catecis­ m o del Padre Astete. «El converso ‘N iño de las M onjas’, desde la presidencia del últim o m itin (¿quién se lo iba a decir?), asiste a nuestro silencio con gesto de je n í­ zaro. VICTORIANO CREMER Hullera Vasco-Leonesa/S.A C/ José Abascal, 48 Teléfono (91) 442 86 22 Télex 4 67 69 SHVL E 2 8003 Madrid C/ Reino de León Teléfono (987) 58 60 50 Télex 89637 SHVL E Santa Lucía de Gordón (León) C/ Ramón y Cajal, 103 Teléfono (987) 57 00 00 Télex 8 9935 SHVL E La Robla (León)