Nacer con iguales oportunidades: controles prenatales y en

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Nacer con iguales oportunidades: controles prenatales y en un lugar
adecuado
Este año la Campaña enfatiza sobre la necesidad de disminuir las brechas de inequidad
que existen en el cumplimiento de los derechos 1 y 2 del Decálogo 1: a controles prenatales
y a nacer en un lugar adecuado. Es necesario cubrir adecuadamente la atención materna y
neonatal en cada provincia, de forma efectiva, segura y eficiente durante los 365 días del
año.
Si bien existe un grupo de factores que operan como determinantes sociales de la salud
(pobreza, desigualdades, exclusión social, educación, lugar de residencia, vivienda,
transporte, etnia y redes de apoyo social y comunitario); es importante reconocer que las
condiciones del lugar donde se produce el Se estima que por lo menos un 20%
parto, la calidad del servicio que se brinda y de las enfermedades que sufren los
el acompañamiento familiar son factores niños y niñas menores de cinco años
que pueden determinar la sobrevida del están relacionadas con la salud y
recién nacido y de la madre en cualquier nutrición deficientes de sus madres,
momento de su embarazo, parto y puerperio. así como con una pobre atención
durante el embarazo y los primeros
Dado que en Argentina el 99% de los
días de vida del recién nacido.
nacimientos ocurren en instituciones de salud
(750.432 de 758.042 nacimientos en 2011),
estos factores juegan un rol crítico cuando se analiza la sobrevida de los recién nacidos
prematuros, especialmente aquellos con peso menor a los 1.500 g.
La Semana del Prematuro moviliza miles activistas a nivel nacional para celebrar los
éxitos alcanzados, examinar las tendencias de la salud del recién nacido e identificar las
intervenciones clave y los cambios estratégicos necesarios para reducir las inequidades
que todavía existen en nuestro país.
Tendencias en la salud infantil y neonatal
1
Se ha progresado mucho en estos años. La
reducción del 54% de la mortalidad infantil entre
1990 y 2011 se explica por una caída tanto en la
mortalidad post-neonatal (56,1%) como neonatal
(51,4%); pero la mayor reducción se observó en la
tasa de mortalidad post-neonatal. (Figura 1.)
Desde el año 2000, la mayor
proporción de las muertes
infantiles ocurren en el período
neonatal y, fundamentalmente,
durante la primera semana de
vida.
Figura 1. Evolución de la tasa de mortalidad infantil, post-neonatal y neonatal.
Argentina, 1990-2011.
1ra DÉCADA (1991 – 2000)
2da DÉCADA (2001 – 2010)
-33%
-27%
-38%
-27%
-25%
-29%
Nota: en los círculos se identifican los porcentajes de descenso acumulado en la primera y segunda década
para cada una de las tasas. Fuente: UNICEF. Elaboración propia a partir de datos de la Dirección de
Estadísticas e Información de Salud (DEIS). Ministerio de Salud de la Nación. 2013.
Los resultados podrían ser aún mejores si se disminuyera la gran disparidad en el riesgo de
morir para los niños menores de un año que viven en las distintas provincias argentinas.
Mientras que en Formosa mueren 21,2 niños menores de un año cada 1.000 nacidos vivos,
en Tierra del Fuego fallecen 7,1. La disparidad es aún más marcada si se analiza por
departamentos. (Figura 2.).
2
Figura 2. Tasa de mortalidad infantil por provincia (Mapa 1, 2011) y por departamento
(Mapa 2, trienio 2009-2011).
Mapa 1
Mapa 2
Fuente: mapa generado por UNICEF a partir de datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud
(DEIS). Ministerio de Salud de la Nación. 2013.
En los últimos 10 años se observó un
La mayor reducción de la tasa de mortalidad
descenso de la mortalidad precoz
neonatal precoz por trastornos relacionados a
en recién nacidos pretérmino, la gestación y la edad fetal se observó entre
tanto por trastornos relacionados 2003 y 2005. Después de un leve incremento
con la duración de la gestación y el (entre 2006 y 2007) continúa descendiendo
crecimiento
fetal
como
por con un porcentaje anual del 5% del 2008 a
dificultad respiratoria (el porcentaje 2010, y del 8% en el año 2011.
de variación interanual promedio fue
–3% y -4%, respectivamente). La tasa
de mortalidad neonatal tardía se mantuvo igual o presentó una tendencia ascendente.
(Figura 3.)
Figura 3. Tasa de mortalidad neonatal precoz y tardía en recién nacidos pretérmino en
Argentina (2001-2011).
3
Tasa de mortalidad neonatal precoz y tardia en prematuros por causas relacionadas a
prematurez
Tasas de mortalidad por 1000 PREMATUROS
30,0
25,0
20,0
15,0
10,0
5,0
0,0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
TASA DE MORTALIDAD ENTRE 0 - 6 DIAS POR TRAST. RELACIONADOS CON DURACION GESTACION Y CREC. FETAL
TASA DE MORTALIDAD POR DIFICULTAD RESPIRATORIA 0 A 6 DIAS DEL RN
TASA DE MORTALIDAD EN PREMATUROS ENTRE 7 - 28 DIAS POR TRAST. RELACIONADOS CON DURACION GESTACION Y CREC. FETAL
TASA DE MORTALIDAD POR DIFICULTAD RESPIRATORIA 7 A 28 DIAS DEL RN
Fuente: UNICEF. Elaboración propia a partir de datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud
(DEIS). Ministerio de Salud de la Nación. 2013.
En la Argentina, la sobrevida de quienes pesaron menos de 1.500 g al nacer mejoró en
la última década, pero estamos lejos de los estándares internacionales. Mientras en los
países industrializados y en muy pocas instituciones de nuestro país la sobrevida alcanza o
supera el 90%, la estimación de sobrevida en los menores de 1.500 g, en 2011, alcanzó el
64%, contra el 61% en el 2010.
Un ejemplo paradigmático es el de la provincia de Neuquén, que presentó la tasa más baja
de mortalidad en el grupo de niños y niñas que nacieron con menos de 1.500 g con un
valor de 20,3/100; mientras que Formosa, Corrientes, La Rioja y Tucumán presentaron
valores hasta 2,5 veces más elevados.
Si todas las provincias hubiesen tenido la tasa de mortalidad de
Neuquén en recién nacidos, con menos de 1.500 g, se hubiesen
prevenido 906 muertes neonatales bajando en 1,5 puntos la tasa de
mortalidad infantil.
4
La inequidad detrás de los promedios
Inequidad y desigualdad a menudo se emplean como sinónimos, pero son conceptos
diferentes. Inequidad resalta la existencia de disparidades injustas. Desigualdad, en
cambio, permite ver diferencias de resultado; ganadas de manera justa o injusta. Las
diferencias en las oportunidades de vida que derivan de factores fuera del control de una
persona –o por las cuales la persona no puede ser considerada responsable– son
consideradas inaceptables según el principio de la equidad. La principal preocupación por
la equidad se fundamenta en los derechos humanos y se deriva de la necesidad de que
todos los sectores de la sociedad tengan un interés en el desarrollo nacional para que éste
sea sostenible2. En este marco el incumplimiento de los derechos 1 y 2 es inadmisible,
dado que el país cuenta con todos los recursos para garantizar la atención materna y
neonatal.
Si se analiza el comportamiento de la tasa de mortalidad infantil (TMI) en las distintas
jurisdicciones en el último quinquenio (2006-2010), con relación a la media nacional,
ajustando por el tamaño de la población a través del empleo de los gráficos de embudo y
la estimación de límites de control situados a ±3 desvíos estándar para una distribución
binomial, se observa que existe una marcada variabilidad de este indicador, con provincias
que presentan valores muy por encima de la media nacional, y por fuera de los límites de
control del grafico de embudo. (Figura 4.)
Tres provincias, en los tres últimos quinquenios,
presentaron los tres indicadores de mortalidad
infantil con valores muy por encima de la media
nacional y del límite de control superior: Chaco,
Formosa y Misiones. Otras 3 provincias CABA,
Neuquén y Santa Fe, para el mismo periodo
presentan los tres indicadores con valores muy
por debajo de la media nacional y del límite de
control inferior
5
Figura 4. Gráfico de embudo de la TMI (2006-2010). Argentina.
Razón de mortalidad infantil - República Argentina, quinquenio 2006/2010
Gráfico de embudo, por provincia de residencia habitual
Límite de control situado a ±3 desvíos estándares de la media para una distribución binomial
22,0
20,9
21,0
20,0
19,0
18,0
18,0
Razón de mortalidad infantil (por mil)
17,0
16,4
16,0
15,1
15,0
12,7
Media: 12,5
11,5
14,3
13,5
13,1
13,0
12,0
14,2
14,2
13,8
14,0
12,5
12,6
12,3
11,7
11,6
11,1
11,0
11,1
10,4
9,8
10,0
8,7
9,08,4
8,0
8,0
Buenos Aires
Córdoba
Santa Fe
CABA
Mendoza
Tucumán
Salta
Misiones
Entre Ríos
Chaco
Corrientes
Santiago del Estero
San Juan
Jujuy
Formosa
Río Negro
Neuquén
Chubut
San Luis
Catamarca
La Rioja
Santa Cruz
La Pampa
Tierra del Fuego
7,0
Provincia
Fuente: gráfico generado por UNICEF a partir de los datos de la Dirección de Estadísticas e Información de
Salud (DEIS). Ministerio de Salud de la Nación. 2013.
Todas las figuras muestran una gran dispersión de los valores provinciales, con un número
elevado de provincias cuyos indicadores se encuentran por fuera de los límites de control
superior e inferior del gráfico. Esta situación evidencia que, además de la “causa común”
de variación atribuible al azar, existen otras fuentes de variación, por causas especiales,
debidas a factores adicionales (covariables no medidas) que difieren entre las distintas
provincias y que contribuyen a incrementar la variabilidad de las tasas. Según la
terminología del método de control estadístico de procesos, podríamos considerar que el
proceso observado no se encuentra “bajo control”. Estos resultados deben estimular la
búsqueda de los factores demográficos, sociales y sanitarios que podrían ser incorporados
al modelo para un mejor análisis de la variabilidad observada.
Esta metodología permite identificar a aquellas provincias con tasas en situación
favorable (por debajo de la media nacional y del límite de control inferior); situación
aceptable (tasas que no difieren de la media nacional, ubicadas dentro del límite inferior
y superior del gráfico de embudo) y situación de alerta (tasas mayores a la media
6
nacional, ubicadas por encima del límite de control superior). En la figura 5 se observa el
comportamiento de la mortalidad neonatal en el último quinquenio (2006-2010).
Figura 5. Gráfico de embudo de la TMI (2006-2010). Argentina.
Fuente: gráfico generado por UNICEF a partir de los datos de la Dirección de Estadísticas e Información de
Salud (DEIS). Ministerio de Salud de la Nación. 2013.
7
¿Qué significa garantizar una adecuada cobertura de la atención materna y
neonatal?
Cumplir con las CONE
Las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales
(CONE), definidas por la Organización Mundial de la
Salud, constituyen recursos humanos, físicos y
económicos que indispensablemente deben estar
presentes en todos los centros e instituciones donde
nacen los niños y niñas, para garantizar la mayor
seguridad en la atención materno-infantil al momento
del parto.
Es necesaria mayor
participación y control social
en el monitoreo de las
condiciones obstétricas y
neonatales consideradas
esenciales.
Las CONE incluyen las siguientes condiciones:
 Quirúrgicas y procedimientos obstétricos: realización de cesárea, reparación de
desgarros vaginales altos, cervicales y rotura uterina, histerectomía, ectópico,
fórceps, ventosa, extracción de placenta, legrado por aborto incompleto.
 Anestésicas: anestesia general y regional.
 Transfusión de sangre segura: grupo, prueba cruzada, banco o reserva renovable.
 Tratamientos médicos: para shock, sepsis, eclampsia.
 Asistencia neonatal inmediata: reanimación, control térmico.
 Evaluación del riesgo materno y neonatal: listados de factores obstétricos y
neonatales.
 Transporte oportuno al nivel de referencia: teléfono, radio y vehículo permanente.
El cumplimiento de las CONE es básico para garantizar la sobrevida de todo recién
nacido, independientemente de su peso o edad gestacional, y es crítico para los recién
nacidos prematuros.
En el grupo de recién nacidos con menos de
1500 g, no basta con garantizar las CONE; se
debe garantizar que la maternidad en la que
nacen disponga de alta tecnología y
profesionales altamente capacitados para
asistir a estos bebés, que, dada su
inmadurez, requieren procesos de atención
de mayor complejidad.
No es lo mismo nacer a las 27 semanas
de gestación que a las 34. A menor
tiempo de gestación o menor peso al
nacer, mayor es el riesgo de
complicaciones y secuelas futuras.
8
Según un análisis de la base de datos correspondiente a esta evaluación –provista por el
Ministerio de Salud de la Nación a UNICEF–, en nuestro país, en el año 2010, nacieron
73.403 niños y niñas en maternidades públicas que no reunían las CONE. Esta cifra
representa el 10% de los nacimientos que ocurrieron en Argentina en 2010 (756.176), por
lo que podría afirmarse que, ese año, 1 de cada 10 niños y niñas nació en una maternidad
o centro obstétrico que no reunía la totalidad de las CONE.
Otra estimación que surge de este informe es que, de los 73.403 niños y niñas que
nacieron en maternidades que no cumplían las CONE, 30.407 nacieron en 14 grandes
maternidades y 42.996 niños y niñas en 309 pequeños centros obstétricos (con menos
de 1.000 partos por año), distribuidos en todo el país.
En el año 2011, el Ministerio de Salud de la Nación difundió los resultados de la segunda
evaluación de las maternidades públicas argentinas (2010-2011). De las 630 maternidades
con información disponible, se pudo valorar el cumplimiento de las CONE en 585 (92%), el
44% las cumplieron en su totalidad. La condición menos cumplida fue la disponibilidad de
sangre para transfusión: solo el 54% cumplía esta condición.
Según este informe, el promedio de partos asistidos en establecimientos públicos que no
cumplen con las CONE fue del 17%, con grandes variaciones según las jurisdicciones. En 8
jurisdicciones, más del 25% de los nacimientos atendidos no ofrecieron las condiciones
mínimas; en otras 5, los valores oscilaron entre el 10% y el 20%; y en las restantes, el
promedio fue inferior al 10%. Al analizar los números absolutos de partos anuales asistidos
sin cumplimiento de las CONE, la provincia de Buenos Aires aparece con el mayor número
si se la compara con Catamarca; sin embargo, en términos relativos, los 627 partos de
Catamarca representaron el 38% de sus partos, mientras que los 20.000 de Buenos Aires, el
17%3.
A partir de los datos provistos por el Anuario del Sistema Informático Perinatal (SIP), Celia
Lomuto analizó, en el año 2006, la relación entre la mortalidad neonatal y el grado de
cumplimiento total de la guía empleada para evaluar las condiciones de trabajo de los
servicios de obstetricia y neonatología, y observó que a menor grado de cumplimiento se
incrementa la mortalidad neonatal 4. (Figura 6.)
9
Figura 6. Relación entre los promedios de cumplimiento total de la Guía y la tasa de
mortalidad neonatal, según provincias (2006).
Fuente: Lomuto, Celia. Prematurez en Argentina. Su impacto en la Mortalidad Infantil. Disponible
en: http://www.asumen.org.ar/pdf/prematurez_lomuto09.pdf.
¿Cómo se puede garantizar una adecuada cobertura de la atención
materna y neonatal?
Redes perinatales regionalizadas y reguladas
La regionalización de la atención materno-neonatal es una de las estrategias con mayor
impacto en la reducción de las muertes de los recién nacidos prematuros y en la
prevención de las complicaciones asociadas a esta condición. En aquellos países que
presentan una mortalidad neonatal de hasta 15%o, como es el caso de Argentina, la
regionalización es la estrategia preferible para reducir la mortalidad neonatal.
Se requiere que el sistema de salud se organice de manera tal que asegure la accesibilidad
de la atención a la embarazada y que, según los riesgos que presente ella y/o su bebé,
reciban la atención necesaria. Desde hace más de tres décadas, se ha instalado
fuertemente a nivel internacional la importancia de regionalizar la atención materna y
neonatal para garantizar que los recién nacidos de muy bajo peso sean asistidos en las
maternidades con los mayores de niveles de complejidad 5.
10
Regionalización de los servicios materno-perinatales significa contar con un sistema
de salud materno y perinatal coordinado; basado en acuerdos entre instituciones y
equipos de salud para atender a la población según sus necesidades, con el fin de
alcanzar los siguientes objetivos:
1) atención de calidad para todas las gestantes y recién nacidos;
2) utilización apropiada de la tecnología requerida y del personal perinatal
altamente entrenado con un costo/efectividad razonable.
Este concepto surgió en Estados Unidos en 1976 como una forma de garantizar el acceso y
de incrementar la capacidad de atención de las unidades de cuidado intensivo neonatal.
La regionalización organiza a los servicios perinatales en niveles crecientes de
complejidad: el nivel III es aquel que está lo suficientemente equipado como para atender
las enfermedades y desórdenes que presentan los recién nacidos pretérmino y, en
especial, aquellos de muy bajo peso al nacer. Recientemente, se publicaron los resultados
de un meta-análisis que incluyó 41 estudios que evaluaban la efectividad de esta
estrategia. El análisis combinado de estos estudios mostró que el riesgo de muerte
neonatal o de muerte antes del alta hospitalaria de los recién nacidos de muy bajo peso o
pretérmino es significativamente mayor en aquellos que nacen en maternidades con un
nivel de complejidad menor a III6.
La evaluación de las maternidades públicas en Argentina mostró, entre otros aspectos, que
el número total de instituciones en el país es muy elevado, y su promedio de nacimientos
es bajo si se compara, por ejemplo, con el promedio de los países de la Unión Europea,
que hace más de dos décadas iniciaron procesos de regionalización y concentración de
partos en maternidades grandes. La cantidad desmedida y desigualmente distribuida de
maternidades en nuestro país se explica, en parte, porque su creación y/o distribución
sucedió por necesidades o razones de diversa índole, que no necesariamente respondían a
la realidad sanitaria del área geográfica. Un sistema de salud fragmentado, con
insuficiente actividad regulatoria y de control del Estado sobre el sector privado y el de las
obras sociales tuvo como resultado que, hacia el año 2008, hubiera aproximadamente 472
establecimientos (217 públicos y 165 privados) con oferta de Terapia Intensiva Neonatal.
Todo esto contribuyó a tener plantas físicas sin la adecuada dotación de personal y los
suministros esenciales para una correcta atención materno- perinatal, lo que impactó
negativamente en la calidad de la atención y el incremento del gasto.
Las limitaciones de política regulatoria tuvieron como resultado una proliferación, tanto
en el sector público como en el privado, de pequeñas Unidades de Cuidados Intensivos
Neonatales (UCIN). En el marco de esta tendencia, Argentina tiene registradas 472
unidades de este tipo, tres veces más que las que tiene Reino Unido para atender un
número similar de partos, y 16 veces más que las que tienen Canadá o Chile, países estos
con tasas de mortalidad maternas e infantiles menores que las nacionales. 7
11
Frente a esta situación, el Ministerio de Salud de la Nación tomó la decisión política de
avanzar en la regionalización, entre otras acciones, a través de la implementación del
Plan Operativo para la reducción de la mortalidad materna e infantil (2009), que incluye
distintas estrategias de acción, pero que tiene a la regionalización de los servicios de salud
como uno de sus componentes esenciales para corregir las fallas de articulación entre los
niveles de la atención perinatal.
¿Cómo prevenir la prematurez y evitar las muertes neonatales?
Los controles durante el embarazo pueden prevenir la prematurez; y que el parto se
produzca en un lugar adecuado puede evitar la muerte materna e infantil.
El control durante el embarazo permite:
a) Indagar sobre la edad de la madre, sus hábitos, si tuvo hijos y cuántos. Se sabe que
las madres adolescentes o que tuvieron muchos hijos anteriores, así como las
embarazadas que no se alimentan bien, fuman o consumen drogas o alcohol, tienen
más riesgos de tener un hijo prematuro.
b) Saber si una mamá ya tuvo un bebé que nació prematuro. Esto es importante
porque, de ser así, tiene entre 5 y 7 veces más posibilidades de volver a tener un
hijo que nazca antes de término.
c) Detectar tempranamente enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes
en la mujer y el retardo de crecimiento del feto.
d) identificar si la mujer está bajo una situación stress, como un embarazo no deseado
o ser víctima de violencia familiar o
El 90% de los recién nacidos no
laboral.
necesita de asistencia médica, y los
del equipo
de salud solo
La mejor forma de prevenir un parto anticipadomiembros
es la utilización
de métodos
supervisan
para
detectar
anticonceptivos para que pasen por lo menos 2 años entre un nacimiento y
10% requiere algún
el siguiente, realizar una consulta médica antesanormalidades.
de suspenderloEl
y controlar
tipo de ayuda, y el 1% de ellos
el embarazo.
necesita maniobras de reanimación.
Se ha demostrado que la privación social y afectiva, definida como: la falta de
educación, de controles prenatales y de contención emocional de la mujer embarazada,
afecta negativamente su salud y la de su bebé. Por eso son tan importantes el monitoreo
12
de la salud mental de la embarazada y su entorno psicosocial como los controles
biomédicos. La ansiedad materna puede provocar parto prematuro y afectar el
crecimiento intrauterino.
Nacer en un lugar adecuado
El nacimiento es el momento con más riesgo en la vida de todo ser humano, se la reconoce
como la hora de oro, ya que ninguna otra hora de su vida estará tan cargada de drásticos
cambios y grandes peligros. En pocos minutos el bebé debe adaptarse a cambios radicales.
Muchas de las muertes de los recién nacidos pueden prevenirse asegurando el acceso
universal a un conjunto de intervenciones de bajo costo y probada efectividad (Tabla 1).
Pero también es importante prever donde nacerá y saber si el lugar es adecuado.
Un lugar adecuado se valora según los atributos de seis elementos que se consideran clave:
1) recursos e infraestructura; 2) equipos y redes de salud organizadas que utilizan
intervenciones que han demostrado ser seguras y efectivas; 3) contención emocional y
acompañamiento familiar; 4) entramado social; 5) respeto por la singularidad; y 6) acceso
a la información y la comunicación.
1) Recursos e infraestructura: se refiere a equipamiento, instalaciones, personal, servicios
de apoyo, formación y organización de servicios (incluyendo el transporte). Todo lo
necesario para cubrir las prestaciones de cada nivel de cuidados. Esto, en Argentina, es
definido por el Ministerio de Salud de la Nación8.
2) Equipo y redes de salud organizadas que utilicen intervenciones que han demostrado ser
seguras y efectivas: las deficiencias identificadas en el sistema de atención residen
principalmente en la derivación de pacientes, una escasa inversión en la capacitación
continua de los profesionales y una alta variabilidad en las prácticas de los mismos. Todo
se profundiza ante la falta de guías de práctica clínica, normas, protocolos, etc. También
se destaca la necesidad de trabajo interdisciplinario y transdisciplinario entre los equipos
y la capacitación a las familias sobre los cuidados del bebé prematuro.
3) Contención emocional y acompañamiento familiar: el acompañamiento de la pareja y la
familia a la madre durante el parto, el acceso irrestricto de los padres a las salas de
internación, y la residencia para madres son clave para cumplir con este atributo. Abrir las
puertas de las maternidades a las mamás, las 24 horas, favorece la sobrevida de los bebés.
13
Los padres no son visita es el lema del derecho 9 del Decálogo y el principal atributo para
que un lugar sea adecuado. La cercanía, además, favorece la lactancia materna, el único
alimento que cubre todas las necesidades proteicas y de anticuerpos para su recuperación.
4) Respeto por la singularidad: tanto las culturales como las de contexto y trayectoria de
vida, todas las singularidades de las familias deben ser respetadas.
5) Entramado social: se refiere al acompañamiento entre distintas familias, la formación
de una comunidad de padres donde se genera un espacio de contención y vínculos para
que se sostengan mutuamente.
6) Acceso a la información y comunicación: se refiere a la importancia de empezar a
comunicar con claridad y simpleza al describir diagnósticos y al informar sobre los
derechos. También es necesario que los padres sean escuchados y capacitados.
Tres razones porque preocuparnos
1. Cada año nacen más bebés prematuros.
2. Existen barreras que obstaculizan la regionalización.
3. Existen brechas de conocimiento y de acción.
Cada año nacen más prematuros
En el año 2011, el 8,5% del total de los nacimientos (64.386 niños) ocurrieron antes de la
semana 37; mientras que en el año 2000, fue el 7,8%. Según un artículo recientemente
publicado, donde se valoraban las tasas de prematurez durante los últimos 10 años en 39
países de renta media y media alta, Argentina presentó el segundo incremento más
elevado (+4,2%) de la tasa de nacimientos prematuros en el período9. No ha sido posible
definir cuáles fueron las causas de este incremento, ya que es compleja la interrelación de
los diferentes factores: socioeconómicos, ambientales, genéticos y de prácticas instaladas
que podrían incidir en la prematurez. (Figura 7.)
Figura 7. Evolución de la tasa de prematurez (cada 100 recién nacidos). Argentina
(2000-2011).
14
Tasa de prematuros cada 100 RN
13,0
12,0
11,0
10,0
9,0
8,0
7,0
6,0
5,0
4,0
3,0
2,0
1,0
0,0
53%
33%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Fuente: DevInfo – UNICEF (a partir de datos de la DEIS). En círculos rojos se muestra el porcentaje
de VI de la tasa de prematurez correspondiente al año 2002 (incremento del 53% respecto al año
presente) y al 2005 (incremento del 33%).
Barreras que obstaculizan la regionalización
Las principales son:
a. Segmentación del sistema de atención perinatal y falta de articulación entre los
subsectores público, privado y de la seguridad social.
b. Fallas en la articulación y en los sistemas de traslado entre los distintos niveles
de complejidad, que limitan o retrasan el acceso de la embarazada con amenaza
de parto pretérmino, comprometiendo la sobrevida de su hijo por nacer.
c. Algunas de las grandes maternidades que deben funcionar como cabecera de
región y garantizar la asistencia de la urgencia y emergencia obstétrica y recién
nacidos de muy bajo peso al nacer, no cumplen las CONE.
d. Insuficiente cantidad de recursos humanos, sobre todo del recurso humano
crítico para la atención del recién nacido de mayor riesgo, como personal de
enfermería especializado. En la evaluación de las maternidades públicas, el
grado de cumplimiento de la condición relacionada con los recursos humanos fue
la más baja de todas, ubicándose en un 46%.
e. La organización, distribución, capacitación, remuneración e incentivos de los
recursos humanos es un factor mencionado recurrentemente por los equipos de
salud que trabajan en las UCIN como limitantes para la plena realización de los
derechos de los prematuros que allí se asisten. Las causas en el deterioro de la
formación, incentivos y salarios son múltiples y sujetas a coyunturas históricas,
pero definitivamente los recursos humanos de la salud en general, y en el área
de neonatología y obstetricia en particular, requieren un análisis y planificación
minuciosos para revertir la situación actual.
15
Brechas de conocimiento y de acción
En la actualidad, existe una brecha de conocimiento en lo que respecta a intervenciones
efectivas para reducir la incidencia de la prematurez; sin embargo, en lo que respecta a la
reducción de la morbilidad y mortalidad asociada a esta condición, la brecha es de acción:
se sabe qué se debe hacer (Tabla 1), pero distintos factores, fundamentalmente de tipo
organizacional, limitan la implementación de estas prácticas e intervenciones efectivas, lo
que impacta en la sobrevida y calidad de vida de los recién nacidos prematuros.
Por ejemplo, en la hora de oro del recién nacido de bajo riesgo es esencial el clampeo de
cordón oportuno, facilitar el apego padres-hijos con el contacto piel a piel, promover la
lactancia materna, y prevenir la hipotermia. Para la atención en los recién nacidos de alto
riesgo o prematuros, en la hora de oro se requiere la iniciación protocolizada de los
tratamientos para estabilizar rápidamente al bebé, disminuir la progresión de la
enfermedad y prevenir el daño.
Tabla 1. Intervenciones esenciales
Corticoides en mujeres con parto prematuro para la maduración pulmonar del
recién nacido.
Reanimación cardiopulmonar.
Limpieza del cordón umbilical para prevenir infecciones.
Administración de antibióticos (para tratar la sepsis y la neumonía).
Contacto piel a piel.
Lactancia materna exclusiva.
En el grupo de los recién nacidos con menos de 1.500 gramos la falta de información y
estadísticas a nivel nacional no permiten determinar con precisión la cantidad de niños y
niñas afectados por complicaciones, secuelas y discapacidades asociadas con las fallas en
los procesos de atención. Utilizando los resultados de estudios realizados en otros países,
se estima que 4 de cada 10 recién nacidos prematuros que pesaron al nacer menos de
1.500 g sufrirán –junto a su familia– las consecuencias de eventos que, en muchos casos,
podrían haberse evitado, como la ceguera, hipoacusias, algún grado de parálisis cerebral,
retrasos o desvíos del desarrollo, entre las consideradas secuelas mayores, además de
otras secuelas como fallos de crecimiento, trastornos de atención, de conducta o de
aprendizaje10. (Tabla 2.)
16
Tabla 2. Estimación de la cantidad de niños y niñas con alguna complicación grave por
prematurez
2011
Cantidad de nacidos vivos prematuros
64.386
Nacidos vivos con peso menor a 1.500 gramos
8.305
Murieron a los 30 días
2.572
Sobrevivieron al año
5.733
Con ceguera
143
Con hipoacusia
167
Con parálisis cerebral
357
Con discapacidad cognitiva severa
1.189
Con una discapacidad servera global
1.261
Fuente: elaboración propia en base a datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud
del Ministerio de Salud de la Nación, y Marlow, N.; Wolke, D.; Bracewell, M.A. y Samara, M.
“Neurologic and developmental disability at six years of age after extremely preterm birth”. N
Engl J Med. 2005; 352: 9-19.
Responsable de este documento
Zulma Ortiz. Especialista en Salud. UNICEF-Argentina
[email protected]
@zulmaortizok
Contactos de Comunicación - UNICEF-Argentina:
María José Ravalli [email protected] / 5093- 7154/ 011 15-3196-0764
Natalia L. Calisti [email protected] / 5093-7150/ 011 15-4147-2785
1) Ortiz, Zulma; Ravalli, María José; Bauer, Gabriela et al. Semana del prematuro:
Decálogo de los derechos. UNICEF, Buenos Aires, 2010. Disponible en:
www.unicef.org/argentina/spanish/DECALOGO.pdf.decálogo
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18
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