Untitled - Teatro Victoria Eugenia

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BERNARDA ALBA BENDITA
Coreografía y dirección Ramón Oller
Ayundante coreografía y dirección Alícia Pérez-Cabrero
Intérpretes
Bernarda
Poncia
Adela
Angustias
Martirio
Amelia
Magdalena
María Josefa
Pepe el Romano
Hombres
Mª Carmen García
Elisa Creuet
Sandrine Rouet
Sau Ching Wong
Sara Enrich
Paloma Muñoz
Lorena Justribó
Ana Criado
Javier García
Daniel Corrales
Geoffrey Ploquin
Ignacio Lasala
Arnau Castro
Colaboración imágenes plásticas
Colaboración flamenco
Música
Patricia Alzabequia
Manolo Marín
Músicas Populares
Flamencas
José Luis Rodríguez
Diseño vestuario
Realización vestuario
Diseño iluminación
Escenografia
Banda Sonora
Kathy Brunner i Maribel
Selma
Talleres Maribel Selma
Erik Berglund
Joan Jorba
José Antonio Gutiérrez
Regidoria i cordinación técnica
Gestión Compañía
Asistente producción
Producción
Edgardo Millán
Raquel Ortega
Lucía Buedo
Metros Tangar
Duración 1 hora y 10 minutos (sin entreacto)
NOTAS DEL COREÓGRAFO
Bernarda Alba, alma de secano. Quiero la tierra, me siento ligada a ella con todas
mis emociones. Mis recuerdos más lejanos son las campanas de la iglesia y el olor
de la tierra. Mi infancia es pueblo, campos secos, cielo y soledad. Ésta es la
atmósfera que rodea a Bernarda Alba Bendita.
Nada se predice en este espectáculo excepto el comentario que hacemos sobre la
represión sexual y emocional que existe en toda época por la condición de ser
mujer en un país donde la hipocresía construye una fachada para salvaguardar
unas apariencias que no corresponden con la realidad: “Hilo y aguja para las
hembras y látigo para el varón” (Federico García Lorca).
Siete mujeres encerradas en un mundo de autoridad ciega, atrapadas por el orden
dictatorial y el poder tiránico y donde el principio de libertad intuitiva lucha por salir,
disputa insufrible. Siete vidas inmersas entre la reclusión impuesta y la sed de un
mundo exterior. Todas ellas obsesionadas por lo erótico, anhelos que van unidos a
la obsesión de libertad.
Un hombre, auténtico catalizador de la acción. Éste, símbolo poético del “macho”
del cual todas se enamoran, pero que sólo una consigue y se enfrenta la
autoridad, a las convenciones y a la represión moral de la sociedad.
Un espectáculo lleno de raza y pasión donde las emociones llegan al espectador.
Ramon Oller
SOBRE LA OBRA
Por Marcos Ordóñez
En su Historia del teatro español del siglo XX, Francisco Ruiz Ramón nos dice que
el universo dramático de Lorca gira sobre una sola situación básica, resultante del
enfrentamiento conflictivo de dos fuerzas que, reducidas a su esencia, designa
como principio de autoridad y principio de libertad: orden, tradición y colectividad,
por un lado, frente a instinto, imaginación e individualidad, por el otro, son siempre
los dos polos fundamentales de su estructura dramática. Esta pugna se combina
en Lorca en una serie de gamas que abordan asuntos y obsesiones muy diversas,
desde el paso del tiempo al amor imposible, pero siempre van a parar al mismo
campo de batalla, que es el de la confrontación entre la realidad y el deseo, como
diría Luis Cernuda: el deseo como revolución; la realidad entendida como pura
amputación del ser.
A finales de mayo del 36, el Heraldo de Madrid publica la noticia de que Lorca está
a punto de terminar una nueva obra, La casa de Bernarda Alba, subtitulada “drama
de la sexualidad andaluza”, aunque el subtítulo definitivo sería “Drama de mujeres
en los pueblos de España”. El poeta pone punto y final el 19 de junio. Declara que
su meta ha sido la sencillez y la sobriedad más absolutas, eliminando cualquier
detalle innecesario. Adolfo Salazar, que vivía entonces frente a la casa de Lorca en
Madrid, fue testigo de su euforia mientras la obra avanzaba: ”Cada vez que
terminaba una escena venía corriendo, inflado de entusiasmo, gritando: “¡Ni una
gota de poesía! ¡Realidad! ¡Realismo puro!”. Estaba dispuesto a leer la obra al
primero que quisiera escucharla. Nunca había visto a Federico tan contento con
algo suyo. Parecía un niño”.
“No pudo ser casualidad”, dice, por su parte, Ian Gibson, “que Lorca concibiera una
obra sobre la tiranía en los momentos en que flotaba sobre España el peligro de un
golpe de Estado fascista. Bernarda, con su hipocresía, su catolicismo inquisitorial y
su voluntad de suprimir los derechos de los demás, expresa una mentalidad que el
poeta conoce muy bien”. Más tarde, Lorca definirá su obra como “documental”,
indicando que se trata de una crónica verídica de la España intolerante y
autoritaria, siempre dispuesta a aplastar los impulsos vitales.
En esta tragedia, pues, el lirismo deja paso al realismo. Ya no hay poesía ni
canciones sino una prosa severa para describir la envidia, los celos, el rencor, la
hipocresía, la falsa moral y el silencio con el que comienza y termina la obra.
La casa de Bernarda Alba se sitúa en un pequeño pueblo andaluz donde, tras la
muerte del segundo esposo de Bernarda Alba, ésta obliga a sus cinco hijas a vivir
encerradas durante ocho años velando el luto del difunto. La acción transcurre en
un espacio cerrado, hermético, enmarcado por la primera y la última palabra que
Bernarda pronuncia: silencio.
Bernarda es una mujer reprimida y represora, una mujer inculta, sin recursos
intelectuales ni experiencias que la permitan escapar de las normas que le han
inculcado. Acarrea sesenta años de soledad, de aislamiento, de frustración vital,
que generan una férrea voluntad de poder absoluto, de dominio sobre los demás.
Se considera el centro del mundo y para ella las apariencias son la norma.
Las hijas podrían huir de su férula, pero antes tendrían que enfrentarse a otra
manera de vivir, de pensar y actuar: el miedo al cambio, al mundo exterior, las
paraliza.
Sólo hay en la casa tres personajes que no juegan plenamente ese juego. Poncia,
la vieja criada, tan cercana al Ama de Doña Rosita, , odia a Bernarda y no se calla
ante ella, pero está atada por su situación social y sus creencias religiosas. Su
única forma de rebelión será dejar que las pasiones afloren y se precipiten. María
Josefa, la abuela, sólo puede escapar por la vía de la demencia, aunque esa
demencia será la voz de la libertad, de la verdad oculta. Adela, la más joven de las
hermanas, es la auténtica protagonista, y el personaje más revolucionario de todas
las mujeres creadas por Lorca.
De haberse estrenado en la España del 36, cabe imaginar las reacciones ante este
parlamento de Adela acerca de su amor prohibido: “Yo no aguanto el horror de
estos techos después de haber probado el sabor de su boca. Seré lo que él quiera
que sea.
Tendré todo el pueblo contra mí, quemándome con sus dedos de lumbre,
perseguida por los que dicen que son decentes, y me pondré delante de todos la
corona de espinas que tienen las que son queridas de algún hombre casado.”
La casa de Bernarda Alba probablemente sea la tragedia más desnuda y esencial
del teatro de Lorca, con imágenes concretas, sencillas y poderosas: la casa blanca
por fuera y oscura por dentro, convertida en una prisión; las campanas que indican
el peso de la tradición religiosa; el agua que beben las mujeres, metáfora
transparente del deseo, y, sobre todo, ese caballo que relincha en la cuadra y es al
fin liberado, obvia metáfora de la animalidad de Pepe el Romano, del sexo que
rodea y golpea los muros.
La obra no vio la luz hasta 1945, cuando Margarita Xirgu la Montó en Buenos
Aires, y no se estrenó en España hasta 1964.
Lorca, que definió El Público como “un poema para ser silbado”, se sentiría muy
dichoso ante este espectáculo de Ramon Oller y la Compañía Metros, que
propone, quizás, un grito para ser danzado.
LA CRÍTICA HA DICHO
“Ramón Oller ha arriesgado y ha ganado. Reflejar en movimientos los sueños
incompletos, el ánsia de libertad y la pasión contenida es una empresa difícil. Oller
se sirve del texto de Lorca y lo utiliza de forma intelegente, no sólo por enmarcar al
espectador en la acción sino por profundizar en el sentimiento agonizante que
transmite el conjunto de la obra. Impecable banda sonora, la escenografía y la
iluminación remiten a una España en blanco y negro, con luces duras de sol
andaluz.”
Xavier Sanfulgencio
Revista Susy-Q, n. 2 2006
“Brillante y comprometida propuesta de Ramon Oller. En un potente escenario de
rejas, muros emblanquecidos y sillas de mimbre, tal como dice el mismo Federico
en los prolegómenos de la obra, una dozena de bailarines tejen una profunda
atmósfera lorquiana que al mismo tiempo remiten a la herencia estética que nos ha
dejado Gades, Narros y Nieva. Ramon Oller está en una espléndida madureza con
capacidad de informarnos mediante su trabajo creador de la consciencia de su
estilo personal y de su capacidad para generar materiales de baile que
comprometren al bailarín hasta el virtuosismo y la extenuación, hecho que lo situa
probablemente en el lugar no solamente destacado sinó indiscutible dentro del
panorama de la danza contemporania española.”
Roger Salas
El País, 22-04-06
“Un espectáculo atractivo y que funciona con la suficiente tensión teatral durant
todo su desarrollo, apoyado por la magnífica banda sonora de José Antonio
Gutiérrez, tan ecléctica y amplia de miras como la misma coreografía que Oller
ha concebido para esta tragedia universal.”
Pablo Meléndez-Haddad
ABC, 26-03-06
“Un espectáculo lleno de matizes y de acciones simultanias que pueden atraer a la
danza muchos diversos tipos de públicos. Lo mejor de esta Bernarda Alba Bendita
es sin duda la danza; la energía reprimida de este quinteto de chicas vestidas de
luto; en la ansia de vida de una Adela - Sandrine Rouet- qua aparece tan felina
como una pantera detrás de los barrotes de su jaula y que, después de desbancar
a Angustias baila un espléndido paso a dos con Pepe el Romano antes de su
intento, siempre fallido, de saltar definitivamente la reja de su cárcel.”
Rosalía Gómez
El Mundo, 01-06-06
SOBRE RAMON OLLER
Ramón Oller (Esparraguera, 1962) estudió Arte dramático en el Institut del Teatre de Barcelona,
danza clásica y contemporánea en Barcelona, Londres y París. Desde su primera y ya premiada
coreografía, Dos dies i mig (1984), Oller y su compañía Metros, fundada el mismo año y afincada
en Barcelona, han sido los creadores de más de veintidós espectáculos, coreografías que han
podido verse en todo el mundo.
Durante todos estos años, las creaciones del coreógrafo se han definido por no entender la danza
como un arte independiente y autosuficiente: ha roto con las barreras tradicionales de la danza,
convirtiendo sus espectáculos en un espacio donde se dan cita muchas artes.
Desde el año 1991, Ramón Oller trabaja también como coreógrafo independiente para teatro,
zarzuela, musical, ópera y ballet. Dejando de lado sus creaciones para la compañía Metros, ha
realizado coreografías para la Compañía Nacional de Danza, Ballet Nacional de España, Ballet
Cristina Hoyos, Compañía Javier Baró, IT Dansa, Dagoll Dagom, Teatre del Liceu, Centro
Dramático Nacional, Teatro de la Zarzuela, Festival de Perelada, Teatre Lliure, Centro
Coreográfico Nacional de Tours (co-creación del espectáculo Naranjas et Citrons con JeanChristophe Maillot), Ballet Nacional de Paraguay (Paraguay), Good Speed Opera House
(EEUU), Ballet de la Opera de Essen (Alemania), Introdans (Holanda), Intoto (Gran Bretaña),
Pulsion (Francia) y otras compañías.
Por otro lado hay que destacar su colaboración con el Ballet Hispánico de Nueva York, un acuerdo
que se traduce en la creación anual de un espectáculo para esta compañía desde 1994.
Aunque un profundo conocimiento de la danza contemporánea sea el punto de partida de su
lenguaje coreográfico, Ramón Oller nunca ha querido encasillarse en ella, gracias a lo cual ha
podido ir explorando a lo largo de los años una gran diversidad de géneros. En cualquier caso,
nunca le ha fallado su sentido teatral, poco menos que instintivo, lo que imprime a su estilo un sello
muy personal, que aparece dotado de una capacidad comunicativa donde el movimiento fluye
orgánicamente, con sentido y naturalidad.
Este infatigable creador siempre sabe extraer el máximo provecho de sus intérpretes, a quienes
pone al servicio de unas obras en donde las emociones siempre forman su espina dorsal,
asumiendo un auténtico protagonismo.
Sin duda es debido a su versatilidad, muy superior a la de la mayoría de coreógrafos, que otros
artistas hayan confiado en él. En efecto, Oller ha trabajado junto a Jean-Christophe Maillot,
Nacho Duato, Cristina Hoyos, Javier Baró y Mari Carmen García, bailarines y coreógrafos; con
la actriz Lola Lizaran; con directores de escena como Joan Castells, Calixto Beyto, Josep Lluis
Bozzo, Juan Carlos Pérez-de la Fuente, Adolfo Marsillach y Gerardo Maya; con la diseñadora
Mercé Paloma, Isidre Prunés, Roger Salas; con compositores y músicos tan diversos como
Oscar Roig, José Antonio Rodriguez, Armand Amar, Carmelo Bernaola, Lluis Vidal o Lluis
Carmona; con la cantautora Marina Rossell y la actriz-cantante Nina, Rossy de Palma y Martirio.
Si es verdad que el artista ha de traducir de algún modo nuestras inquietudes, parece claro que
cada nueva obra de Oller es un paso más en esa dirección. Su arte busca la inspiración en los
rincones de la memoria y en unos recuerdos que cualquiera puede compartir. Por lo demás, tanto
su sentido del humor como su fina sensibilidad y concepción estética son garantía de que el
espectador pasará un buen rato y enriquecerá su cultura coreográfica.
Lligat a pedaços, Festival Dies de Dansa, julio 2008
Bernarda Alba Bendita, Mercat de les Flors, Centro Cultural de la Villa de Madrid,
Teatro Principal de Valencia, 2006. Sevilla y Granada, 2007
Carmen, coproduïda per Metros, Festival de Peralada, Teatre Lliure y Centre Auditori
de Sant Cugat. Estreno,14 de agosto de 2003, Festival de Peralada.
Congelado en el tiempo, producida per Centre Coreográfico de la Comunitat Valenciana.
Estreno: 24 de enero, Teatre Chapi de Villena.
Sangrepura, coproducida por Metros, Centre Coreogràfic de la Comunitat Valenciana y
Teatre Lliure. Estreno, 27 de abril de 2002, Festival Dansa Valencia 2002
Alda, producida por Gran Teatre del Liceu. Estreno, 12 de maig, Gran Teatre del Liceu
Flors del calvari, participación dentro de todos los actos en homenaje al Mossén Cinto Verdaguer al
Teatre Nacional de Catalunya.
Pecado pescado, coproducida por Metros y Endansa – Teatre l’Espai de Barcelona.
Estreno, 23 de noviembre de 2000, Teatre l’Espai de Barcelona
Frontera, el jardín de los gritos/frontera, el jardí dels crits, coproduïda per Metros, Festival
Internacional de música y danza de Granada y Teatre Nacional de Catalunya.
Estrena, 19 de juny, Festival de Granada y 8 de juny 2000 al TNC
Corre corre dlva arreglos musicales de Lluís Vidal. Fragmentos de La Traviata de
Verdi, coproducida por el Festival de Peralada y Metros. Estreno, 12 de agosto, Festival de
Peralada.
Poemes de problemes, música d'Armand Amar y Òscar Roig. Coproducida por Centre
Cultural de Caixa de Terrassa. 15 de noviembre, Centre Cultural Caixa de Terrassa
Romy & July, música de Prokofiev, Gounod y Berlioz. Estreno, 22 de enero. Teatre
Poliorama
Romeo y Julieta. Barbacoa nacional, música de Sergei Prokofiev en versión d'Albert
Garcia Demestres interpretada por la orquesta de cámara del Gran Teatre del Liceu.
Estreno, 22 de julio. Teatre Grec
Duermete ya, música de P. L. Txaikovski, Meredith Monk y Òscar Roig. Estreno,
Mercat de les Flors
Mentides de debó, música de Marina Rosell. Estrena, 17 de junio. Festival Internacional
de Sitges
Cuartel de invierno, música de Eduardo Rodríguez. Intérpretes, Nadine Astor y Ramon
Oller. Estreno, 2 de julio, Festival int. d’Itálica - Teatro La Maestranza
Aquí no hi ha cap àngel, música de Etienne Schwarz y tradicional catalana. Estreno, 19
de mayo. Festival Madrid en Danza. Sala Olympia
Estem divinamen, música de Òscar Roig y Mina. Estreno, 17 de diciembre, Teatre Mercat
de les Flors
¿Que paso con las magdalenas?, música, collage de Òscar Roig. 23 de marzp, Teatre
Mercat de les Flors
Manolita, música de René Aubry, Sara Montiel y Paco de Lucia. Estreno, abril, Festival
Madrid en Danza, Teatro Albéniz
A tu vera, música de Paco de Lucia. Teatro Principal
Casi sola, al fin sola y perfectamente sola, música de Leo Mariño. La Fàbrica
Sols a soles, música de René Aubry y Marlene Dietrich. Estreno, 8 de junio. Festival
Madrid en Danza
Al borde, música de René Aubry. La Fàbrica
Nofre, música de Agustí Fernández. 22 de abril, Teatre Mercat de les Flors
De metros y metros, música de Agustí Fernández. Cicle Dansa a Catalunya, 20 d'abril
Centre Cultural Caixa de Terrassa
La parada, música de Keith Jarret. Cicle Dansa a Catalunya. Teatre Condal
Dos dies i mig, música de David Burns. La Fàbrica
CONTACTO:
Companyia Metros de Ramon Oller
Gran Via de les Corts Catalanes 759 Baixos
08013 Barcelona
Teléfono: 935397912
[email protected]
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