CONFLICTOLOGÍA Archivo

Anuncio
ÍNDICE
Presentación, por MANUEL CASTELLS
La importancia del conflicto
De la violencia
Beneficios y costes de los conflictos
Agresión y cooperación
El caos de las denominaciones. Razones y consecuencias
Las expresiones del conflicto
Del conocimiento
La Teoría del Caos
De la Política
De la justicia y de la ética
De las guerras, de las grandes y las pequeñas
De la lucha
Orígenes y causas de los conflictos
Factores biológicos que determinan conflictos
Los factores psicológicos y pedagógicos
CONFLICTOLOGÍA
Los problemas filosóficos. Más allá del dualismo
Aspectos antropológicos de los conflictos
Elementos pedagógicos y políticos en la solución de conflictos
La televisión y los conflictos
Aproximación a la Conflictología
Tratamiento y transformación de conflictos
Cuestión de razonamiento, cuestión de método
Guía práctica de solución de conflictos
Medicina que pacifica
La importancia de la mente: el perdón, la reconciliación y la
serenidad
Arbitraje, conciliación, mediación y negociación no coactiva
A la búsqueda de una cultura de paz
Simplicidad
Afecto
Diccionario de Conflictología
Bibliografía
Básica recomendada
Selección general
Revistas, Boletines y algunas web’s
2
PRESENTACIÓN
por MANUEL CASTELLS
La historia humana es una constante práctica conflictiva. Y sin
embargo, cuando intentamos entender conflictos y solucionarlos,
solemos buscar las causas y consecuencias de los conflictos fuera
del proceso mismo del conflicto. En realidad, el conflicto tiene su
propia dinámica que no se reduce al contexto en que se genera ni
se agota en la representación que nos hacemos de las causas de un
conflicto. De ahí que la «conflictología», o teoría y práctica de la resolución de conflictos, es un campo de las ciencias sociales en rápida expansión en los últimos años, un terreno de investigación con
un extraordinario potencial de útiles aplicaciones en todos los ámbitos de nuestra existencia. El libro del profesor Vinyamata constituye una aportación importante en este campo fundamental, aún
poco conocido en nuestro país. Está basado en una amplia bibliografía especializada y en un conocimiento profundo del tema. Pero
va más allá de las fronteras académicas: está también impregnado
de filosofía humanista y de una pasión lúcida por una nueva cultura, la cultura de la paz.
Una cultura que necesitamos más que nunca, porque los albores
de la era de la información están marcados por un dramático rebrote de la violencia, tanto en el ámbito local como en el global.
Y es que la violencia, como argumenta el profesor Vinyamata, es la
degeneración destructiva del conflicto. El conflicto en sí es un estado normal de la sociedad y de las relaciones interpersonales. El
conflicto es sano y tiene funciones positivas, para las personas y
para las instituciones. Pero la incapacidad para asumirlo y para tratarlo puede derivar hacia la violencia, un proceso siempre destructivo. Esta es tal vez una de las más polémicas afirmaciones conte-
CONFLICTOLOGÍA
4
nidas en el libro, una posición por la que también me inclino personalmente: la negatividad intrínseca de la violencia. Es una posición tradicional del pacifismo y del movimiento de no violencia y
resistencia civil, pero a lo largo del tiempo ha recibido la mofa burlona de muchos militantes de izquierda y derecha, para quienes el
fin justifica los medios y según los cuales a la violencia injusta hay
que oponer la violencia justa. El profesor Vinyamata invierte la proposición y argumenta, convincentemente, que son los medios utilizados los que en último término determinan el resultado de la acción social. La observación empírica y la experiencia histórica parecen confirmar esta evaluación. La experiencia de los países comunistas y de regímenes nacionalistas revolucionarios son un
trágico testimonio de cómo la violencia utilizada en nombre de la
transformación de la sociedad acabó por devorar no sólo a los propios revolucionarios, sino a sus ideales y principios. Y en lo personal y cotidiano, desde los divorcios a la competición profesional, se
sabe que aunque se gane en un conflicto, en realidad se pierde
cuando los medios agresivos utilizados para una triste victoria representan un costo de vida y de recursos excesivo. Por ejemplo, en
la práctica empresarial es tan importante la competitividad como la
capacidad de cooperación, dentro de la empresa y entre las empresas. Lo cual no excluye el conflicto, sino que, como saben bien los
sindicalistas, la presión social sólo fructifica en un proceso de negociación positiva. Y aquellas empresas que quieran prosperar en la
economía-red necesitan saber articularse con otras en torno a proyectos específicos, lo cual incluye la negociación como forma de
prevenir eventuales conflictos de interés.
Asimismo, la política de consenso es el más eficaz antídoto contra la violencia, en sus distintas formas, desde la guerra al terrorismo. Una política de ordeno y mando es fuente de violencia en sentido simétricamente opuesto. Pero el consenso no es sólo en torno
a valores e intereses sobre los que hay acuerdo: en ese caso es fácil
el acuerdo. El verdadero desafío consiste en consensuar la convivencia y la gestión del bien común a partir de posiciones, valores e
intereses distintos e incluso conflictivos. Y es aquí donde los conceptos y métodos presentados en este libro aportan su contribución.
En una sociedad fundada en el conocimiento, tenemos la capacidad de utilizar un conocimiento específico, tanto teórico como
técnico, en el tratamiento positivo de los conflictos, a través de los
procesos de mediación y transformación del conflicto, traducidos
en una serie de técnicas específicas que el profesor Vinyamata describe, explica y sitúa en su contexto. De ahí que este libro tiene una
PRESENTACIÓN
5
rara cualidad: ser teórico y práctico a la vez, combinar la ética de
la paz con las técnicas de mediación y resolución de conflictos.
No suscribo todos los análisis presentados en las páginas que
va usted a leer, no creo que el lector lo haga y tampoco pienso
que el autor lo pretenda. Pero el valor de esta obra es que nos hace
reflexionar en profundidad sobre las causas, orígenes y procesos
del conflicto, tanto en lo individual como en lo social, nos hace ver
la dinámica propia del proceso conflictivo y nos permite entrever la posibilidad de un tratamiento del conflicto en términos que
no sean puramente intuitivos o burocráticos. En una sociedad
cada vez más dinámica y diversa, abierta a la confrontación constante de intereses y valores, la capacidad de gestionar los necesarios conflictos que surgen cada día se convierte en instrumento
esencial de manejo de la vida, de las instituciones, y del desarrollo humano en último término. El libro que tiene usted en sus manos proporciona materiales básicos a partir de los cuales podemos
construir esa capacidad.
Tal vez las ciencias sociales estén llegando a la posibilidad de
contribuir a la práctica de la cultura de la paz. La paz en las relaciones internacionales. La paz en las relaciones sociales. Y hasta esa
paz interior que usted tanto anhela.
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
El dinero puede darte medicinas, pero no salud.
Puede darte cómodas camas, pero no descanso.
Puede darte comodidades, pero no dicha.
Puede darte adornos, pero no belleza.
Alcanza la riqueza de la sabiduría; lo tendrás todo.
(SIVANANDA)
Media humanidad vive dedicada a fabricar y contribuir al bienestar, la otra mitad a protegerlo. Desde los confines del tiempo,
media humanidad se halla dedicada a la creación de bienes para vivir. La otra mitad, con peor o mejor fortuna, se dedica a la solución
de conflictos. Buena parte de los esfuerzos humanos están dedicados al cultivo de tierras, la producción y transporte de alimentos, de
vestido, casas donde vivir, sistemas de transporte y comunicación
así como de infinidad de objetos y sustancias para poder vivir cómodamente y de manera digna. Son los oficios dedicados a la construcción de edificios, de máquinas, dedicados a la agricultura, la
pesca, la fabricación de vestidos, de medicinas…
La otra parte de la humanidad se dedica, bien o mal, a ofrecer
sistemas de seguridad, protección, restauración y defensa frente al
peligro de conflicto y agresión por parte de otros; ayudar, prever y
buscar remedio a los conflictos o las crisis con uno mismo, hacer
las paces entre familiares, hacer de mediador o de facilitador entre
colegas y compañeros de trabajo, a pacificar, solventar litigios, solucionar problemas de comprensión o de relación, facilitar la comunicación, mediar, conciliar, prestar ayuda psicológica, resolver
problemas de significación… La lista resultaría interminable. Son
en definitiva aquellos que, de una manera u otra, acertada o desafortunadamente procuran por el restablecimiento del equilibrio, de
la armonía, de la salud psicológica o del estado de ánimo, la superación de crisis sociales… Aparentemente no producen nada, pero
CONFLICTOLOGÍA
8
hacen posible que otros puedan producir y que en general podamos
aspirar a disfrutar de la vida, a perseguir la felicidad, a salvaguardar la vida y los bienes. Estos son los consejeros y psicólogos, muchos médicos, pedagogos, sociólogos, abogados, trabajadores sociales, filósofos, policías, militares, personas tal vez sin un oficio definido pero que saben restablecer la concordia, tranquilizar, solventar
crisis, levantar el ánimo. También lo son los religiosos, jueces, funcionarios de instituciones sociales.
La cuestión estriba en que hemos separado, tal vez sin darnos
cuenta, la razón de tales oficios, hemos seguramente olvidado el
sentido de su existencia y función ya que en demasiadas ocasiones
han acabado transformándose, justamente, en funcionarios de la
discordia, del conflicto, de la guerra, de la confusión, de la angustia. No resulta difícil constatar como en muchos casos la política no
es un lugar de concordia sino de discordia, que el ejército no evita
las guerras sino que las hace; que la Justicia acaba justificando e
imponiendo la injusticia social, limitando la libertad o sirviendo
como herramienta de venganza; que la religión también ha servido
y sirve para ofuscar y angustiar los espíritus, que la policía se torna represora e incluso encubridora del delito o de la corrupción. En
la realidad conviven ambos sentidos, los dos extremos, y los innumerables matices entre los mismos.
Los conflictos están presentes en todas las manifestaciones de
la vida. El conflicto en su sentido más amplio, aquel que engloba
guerras y disputas, crisis y problemas que provocan conflictos y crisis. Únicamente tiene interés entender el conflicto como un fenómeno universal con infinitas expresiones pero que conserva una
unidad conceptual, los elementos comunes que los identifican entre sí. Un fenómeno que podríamos decir se manifiesta en el primer y último acto de la vida, en el momento del nacimiento y en el
de la muerte.
Sin embargo, podemos entender que los conflictos pueden poseer, como mínimo dos significaciones simultáneas. Cuando los
conflictos significan y representan crecimiento, oportunidad, posibilidad de innovación, cambio, regeneración, estímulo, mejora, descubrimiento y serenidad… Los conflictos, como las enfermedades,
nos indican que alguna cosa está sucediendo y que, a lo sumo, podemos retardar pero no impedir. En este sentido, los conflictos son
elementos que nos permiten avanzar, mejorar, prever su función regeneradora y sacar provecho.
Pero el conflicto también puede significar destrucción, dominación, alineación, frustración, guerra, desgracia, dolor, sufri-
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
9
miento, angustia, ofuscación, bloqueo, violencia. En estos casos
podemos pensar que se está produciendo una disfunción, un error
más o menos grave que forzará cambios traumáticos que acabarán perjudicando en mayor o menor medida a todas las partes implicadas.
La frontera entre ambas significaciones no está bien definida, resulta ambivalente, relativa y tan sólo podremos determinar su bondad o maldad en función de los resultados finales observados desde un cierto distanciamiento. Lo que sí podremos determinar como
positivo o negativo serán los métodos empleados para efectuar los
cambios que los conflictos plantean. Todo medio que posea un coste superior a los resultados obtenidos puede llegar a pensar que es
equivocado, inconveniente o negativo. Es decir, cuando el remedio
es peor que la enfermedad. Me refiero en todo momento a costes
globales, a costes humanos no únicamente a costes económicos. En
este sentido, podemos pensar que la violencia, cualquier forma de
violencia resulta inconveniente, perjudicial y negativa por este mismo motivo.
La vieja discusión de si los fines justifican los medios empleados creo que puede llegarse a la conclusión fácil de que resulta a la
inversa. Serán los medios los que determinarán el fin, el resultado.
A la inversa, si los medios resultan nocivos y perjudiciales, los resultados acabarán siendo una suma y difícilmente podría resultar
diferente. La afirmación que los medios pudieran justificar los fines no es más que una falacia, un engaño urdido con la finalidad
de obtener carta blanca incluso cuando resulta del todo evidente
que lo que se está produciendo resulta claramente ineficaz e inconveniente.
10
CONFLICTOLOGÍA
De la violencia
Señor, conviérteme en un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, permíteme sembrar amor; donde haya herida,
perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación,
esperanza; donde haya oscuridad, luz; y donde haya tristeza,
dicha. Oh, divino maestro, otórgame no tanto buscar el
consuelo, como consolar; ser comprendido, como
comprender; ser amado, como amar; porque cuando damos
recibimos; cuando perdonamos somos perdonados; y cuando
morimos nacemos a la luz eterna.
(FRANCISCO
DE
ASÍS)
La violencia es un elemento central en el conflicto y permite distinguir entre los procesos conflictuales positivos y negativos. Sin violencia, aunque pueda existir tensión, los conflictos adquieren un carácter positivo. Contrariamente, los conflictos en los que la violencia
es presente acabarán siendo negativos para todas las partes implicadas. Aunque los conflictos incorporen niveles de tensión y dificultad
más o menos elevada no representa forzosamente que exista violencia. De manera parecida a como podemos distinguir entre fuerza y
violencia. Fuerza posee como sinónimos conceptos y realidades
como energía, coraje, decisión determinación, potencia; conceptos
que en sí mismos no comportan odio ni el objetivo de perjudicar.
Definir la violencia no resulta fácil. Pero es necesario hacerlo,
con todos los riesgos que puedan derivarse. Desde mi punto de vista, violencia es todo aquello que pueda representar o significar perjuicio, producir, por efecto o por defecto, un mal a otro, a uno mismo o al entorno; ya sea realizado o llevado a cabo de manera consciente o inconscientemente. No siempre se ejerce violencia a través
de la fuerza ni desarrollando niveles significativos de tensión. De
parecida manera a como cuando se ejerce la fuerza no representa
que se lleve a cabo con violencia. Pondré algunos ejemplos:
Los códigos de circulación prevén condenar como cómplices de
asesinato a aquellas personas que han negado el auxilio a personas
accidentadas aunque no hayan sido estas mismas las que hayan podido ocasionar o intervenir en el accidente. Es decir, si circulando
por una carretera nos encontramos con una persona accidentada y
no actuamos en su socorro previniendo a los servicios de emergencias o procurando de alguna manera por su estado, incurriremos
en un delito de consecuencias penales. Esto es, también, violencia.
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
11
La negación de auxilio es una forma de violencia en cuanto nuestra
actitud, nuestro comportamiento, representará un perjuicio grave a
una persona a la que se lo hubiéramos podido evitar. La negación
de auxilio no incluye el desarrollo de ningún tipo de fuerza ni una
especial tensión; simplemente habremos actuado de una manera
irresponsable, insolidaria; en este caso la violencia habría sido por
omisión. Habríamos sido cómplices de las consecuencias que se derivarían de la pasividad frente al problema de un tercero.
No hace mucho, durante la lectura y defensa de tesis de la que
formaba parte del tribunal, la doctoranda acusó a los hombres de ser
los actores de los actos de violencia armada, de las guerras. Esta afirmación pienso que es en buena parte cierta, tan cierta como que la
otra mitad de la humanidad, las mujeres, han sido cómplices de los
hombres de todas las barbaridades cometidas. Cómplices pasivos que
no han contribuido a detener las guerras, a evitarlas o a reducir sus
consecuencias. Para perjudicar a otro ya sabemos que no es necesario actuar, en ocasiones se consiguen iguales o superiores resultados
dejando de actuar; ocultando información, negando el auxilio o la solidaridad, mintiendo, huyendo o adoptando una actitud pasiva.
La violencia posee tantas expresiones como capacidad de acción
y de expresión posee el género humano. La violencia física es el
ejemplo mejor conocido pero no el único. Resulta fácil identificarla.
Sin embargo, la mentira, el engaño, la falacia, la tergiversación poseen efectos equivalentes o similares a la violencia física y pueden
llegar a destruir físicamente a una persona. Imaginemos las consecuencias que pueden producir rumores malintencionados que acabarán afectando la honorabilidad, la dignidad y la integridad de alguien y que todo ello puede derivar con facilidad hacia la pérdida de
su credibilidad, de su trabajo o en el divorcio. Incluso con rumores
se puede llegar a encarcelar a una persona basándose en aportar
pruebas o declaraciones falsas. En estos casos el resultado final únicamente es una pequeña parte, si tenemos en cuenta el largo y doloroso proceso de deterioramiento psicológico y social de una persona sometida, tal vez durante años, a una situación de estrés constante producido por actos de violencia psicológica, judicial o estructural continuados. La exposición continuada a una situación de
estrés debido a conflictos que no encuentran solución acabará reportando enfermedades graves a las partes implicadas, al margen de
las consecuencias sociales de ver reducidas las posibilidades de mejorar profesionalmente o, incluso, de perder empleo o pareja.
Actos de violencia de esta tipología son los que se ejercen cotidianamente y de manera constante en los procesos conflictuales fa-
CONFLICTOLOGÍA
12
miliares o entre compañeros de trabajo. En algunas universidades
de Barcelona, en algunas facultades o centros concretos, los conflictos entre profesores han llegado a cristalizar en forma de querellas criminales debido a amenazas, destrucción de obra como, por
ejemplo, introduciendo virus o borrando el trabajo preparado en la
redacción de una tesis de doctorado; o falsear e impedir el acceso a
equipos de investigación o departamentos, incremento o disminución de la dedicación docente, robar los resultados de investigaciones, desprestigio sistemático. Incluso podríamos decir que las actitudes insolidarias son también una muestra de actos de violencia
sutil, tal vez justificada por la necesidad de protegerse o bajo los
efectos del convencimiento de la bondad del espíritu competitivo.
De todas maneras, bajo la excusa de hacerlo en defensa propia han
empezado todas las guerras. Lo que me parece claro es que ninguno de tales actos puede justificarse por razones «ideológicas», de
pertenencia a un grupo o partido político, ni mediante razonamientos pretendidamente intelectuales. Las razones, las causas de
los conflictos, no se sustentan nunca en las diferencias sino que son,
únicamente, las razones de la violencia ofuscada por los intereses y
la incapacidad de sobreponerse a sensaciones incontroladas de miedo; debido también a la incapacidad de desarrollar recursos
cooperativos con la finalidad de equilibrar las tendencias competitivas excesivas.
Raramente relacionamos violencia con odio, con rencor, venganza o engaño. Pocas veces pensamos que el sistema político o judicial o los medios de comunicación pueden transformarse en sistemas tremendamente violentos que pueden llegar a perjudicar gravemente a poblaciones enteras. La venganza puede ser consumada
mediante procesos judiciales manipulados o con el único objetivo
de castigar. El mismo juego democrático puede convertirse en un
eficaz sistema para reducir, e incluso anular, la expresión social de
las minorías o transformar en irrelevante la expresión mayoritaria.
Tanto la Justicia, como la Política o la Democracia son medios que
pueden ver tergiversada su función con la finalidad de obtener resultados contrarios a la función para la que fueron instituidos.
La competitividad, el esfuerzo por sobrevivir o de superación
comporta tensión pero no tendría por qué representar el ejercicio
de la violencia. La competitividad puede ser estimulante si no la
confundimos con el objetivo de eliminar o reducir al competidor; si
no ejercemos mediante métodos violentos como puede ser el espionaje, la descalificación o el desprestigio del otro, si no desarrollamos estrategias «legales» pero inmorales como pueden ser «Opas»
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
13
hostiles que pretenden la absorción y la asimilación con la finalidad
de destruir o alienar. Con frecuencia la competitividad se ejerce con
violencia y pocas veces se equilibra mediante la introducción de iniciativas cooperativas. Por esta razón las sociedades competitivas se
familiarizan con la violencia y se incrementan los niveles de estrés.
Cuando nos referimos a las culturas de paz, convendría promocionarla no tanto a través del discurso esquizofrénico que proclama valores pero no los practica; conviene desarrollarlo de manera integral, que las palabras coincidiesen con las actitudes, objetivos y formas de vida solidaria y cooperativa, en especial en los entornos próximos como el familiar, laboral y de vecindad, sin olvidar por ello
los entornos lejanos a la mayor parte de individuos, propios de las
relaciones internacionales.
Odio, venganza y rencor son emociones que tienen como objetivo liberar la angustia o el estrés que generan mediante la provocación de un mal o perjuicio al que consideramos causante próximo
de nuestra angustia o del mal que interpretamos nos ha ocasionado. Biológicamente podríamos observar como la aportación de mayores cantidades de adrenalina permite desarrollar actividades agresivas que planificaremos desde nuestras capacidades intelectuales.
Si las tensiones derivan hacia situaciones de estrés continuado, normalmente, ello acabará transformándose en una forma u otra de
violencia ejercida hacia nosotros mismos o hacia terceras personas
o traducido por actitudes antisociales; lo que acabará desencadenando, a corto o largo plazo, una respuesta similar, a la que acabaremos por responder de manera parecida. Y así sucesivamente.
Los comportamientos individuales resultan similares o equivalentes a los colectivos. Las pequeñas pero crueles guerras cotidianas
entre familiares, compañeros de trabajo o de ideología, entre vecinos o entre miembros de una misma comunidad, no son tan diferentes de las guerras entre naciones. Únicamente varía el número
de personas involucradas, el escenario en que se producen y algunas de las armas o instrumentos utilizados. Los motivos son parecidos, así como los objetivos que se persiguen. El miedo a no ver las
necesidades satisfechas, la obsesión por impedir, reducir o incluso
eliminar al causante de nuestras angustias… Los resultados también acaban siendo similares.
La violencia1 surge como una deformación, una exageración de
1. Anatol Rapoport posee una obra excepcional dedicada a esta temática: The
origins of Violence, mencionada en la bibliografía, además de otras. Muchos otros
pensadores han dedicado buena parte de sus esfuerzos a intentar entenderla. Ra-
CONFLICTOLOGÍA
14
nuestra capacidad de reacción, de las capacidades vitales por superar las dificultades y desarrollar esfuerzos de sobrevivencia. La generación de actitudes y comportamientos agresivos y violentos encuentra su origen en la pérdida de control sobre las sensaciones de
temor que poseemos con la finalidad de autoestimularnos para la
acción, frente a la necesidad de obtener satisfacción a nuestras necesidades vitales y existenciales. El exceso de miedo incrementa en
grado sumo los estímulos para la acción que derivan en una creciente agresividad y, finalmente, en una violencia que ya no se halla capacitada para mantener el equilibrio y desarrollar procesos de
raciocinio sobre el propio comportamiento y sus consecuencias.
Este proceso no es un simple proceso psicológico sino que intervienen factores diversos de tipo biológico, social, psicológico, antropológico e incluso medioambientales, por citar algunos.
Frente a la constatación de la existencia de violencia en el comportamiento humano, las ideologías han desarrollado una justificación a la misma, al mismo tiempo que instruían instituciones y métodos específicos con el objetivo de contenerla, reducirla o gestionarla. Buena parte de la actividad social y política posee como objetivo el control, de una manera u otra de la violencia, control que
en ocasiones pasa por el monopolio de la misma por parte del Estado a través del sistema judicial y los cuerpos de seguridad y del
ejército.
Para Freud, el instinto de muerte, la frustración o el malestar
producido por una cultura represiva es el origen de la agresividad y
la violencia. Marx sitúa la violencia en el seno de unas relaciones
sociales, en las cuales se produce una apropiación del poder de los
medios de producción por parte de un grupo o clase social que se
instala en el seno del Estado con la finalidad de administrar sus intereses. Maslow a través de su Teoría de las Necesidades llega a conclusiones parecidas a las de Marx.2 Lo mismo sucede con aquellos
poport es conocido por su Teoría de Juegos y la relación de ésta con la Resolución
de Conflictos. Representa, por tanto, una de las líneas de pensamiento dentro de la
Conflictología. Sus aportaciones parece que han sido superadas en parte desde la
Teoría del Caos, sin embargo, no hay motivo alguno para reconocer ni renunciar a
las aportaciones de Rapoport.
2. El principio de alienación marxista se basa en la separación de los trabajadores del control de los medios de producción; de manera similar podría decirse
que la incapacidad social o política de poder satisfacer las necesidades causa alienación; de manera parecida a como la separación entre el ser humano de la naturaleza que le rodea causa alienación y ésta es causa de sufrimiento según los puntos
de vista del budismo.
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
15
que sitúan la violencia en la existencia de un instinto agresivo que
explica la necesidad de la violencia como sistema de sobrevivencia;
estas teorías surgen de la mano de antropólogos y etólogos, que formulan el instinto como una cuestión puramente biológica que condiciona irreversiblemente las actitudes y comportamientos sociales.
Aparentemente de manera contraria, existen otras explicaciones del
fenómeno de la violencia que la sitúan en el ámbito del aprendizaje social; es decir, la agresividad se adquiere a través de determinados estímulos sociales y culturales, sin los cuales no existiría, dicen.
La promoción de actitudes violentas a través de los medios de comunicación, así como de valores agresivos y conducentes al beneficio mercantil como único objetivo de los negocios, o la justificación
de la mentira y de la ocultación de la verdad como métodos aceptables para la cultura política, facilita indiscutiblemente el desarrollo de comportamientos violentos. Las condiciones de miseria, de
marginación y la desestructuración familiar también configurarán
resultados violentos equivalentes.
Cuando Darwin publicó su controvertida obra en 1859, El origen
de las especies, se estableció la justificación de la violencia como parte de la lucha por la sobrevivencia, el poder del más fuerte o del más
hábil y, con ello, se exculpaba a los más débiles de su incapacidad
de adaptación a la dureza de la realidad de la vida. Con Darwin se
instalaba una explicación y una justificación de la violencia que permitía aceptarla intelectualmente. Aunque hoy en día citar a Darwin
con esta intención resulta del todo políticamente incorrecto, ello no
significa que muchas personas continúen pensando lo mismo. No se
habla tal vez de fuerza física como sinónimo de fortaleza, sino de
aquellas «habilidades» que permiten imponerse a otros ejerciendo
otras formas de violencia como puede ser el engaño, el uso del dinero de manera corrupta o con finalidades de influir en los procesos democráticos, o la capacidad represora del Estado.
Plagiar o copiar sin citar —citar es una manera de agradecer, de
reconocer— es una manera de robar, de desposeer, de ejercer la violencia que, asimismo, generará respuestas violentas del que resulte
perjudicado y como sistema de defensa. Existen innumerables maneras de ejercer la violencia: todo aquello que pudiera perjudicar en
el sentido más extenso de la palabra es un acto de violencia. La
ocultación de información, el no reconocimiento de la existencia del
otro, de su dignidad y de sus necesidades, la insolidaridad, la negación de auxilio, la indiferencia, el engaño, la descalificación, el improperio, son formas y maneras de ejercer la violencia… De hecho,
cuando alguien habla mal de otro, lo que se está produciendo no es
CONFLICTOLOGÍA
16
un acto informativo sino un acto de agresión mediante la capacidad
comunicativa; el medio es el mensaje, citando a McLuhan.
Existe una tendencia acusada a intentar establecer una de las explicaciones como superior al resto de esfuerzos por entender, cuando me parece que todas las explicaciones forman parte de visiones
parciales en el tiempo o el espacio de una misma realidad, de una
misma verdad. La aceptación de una tendencia o explicación no tiene por qué representar el rechazo de las otras. Esta tendencia a la
exclusividad no tiene nada que ver con los procesos de conocimiento sino que forma parte de mecanismos de aceptación o rechazo fundamentados en las luchas que protagonizan los seguidores de una u otra tendencia, del miedo que genera la sensación de
inseguridad cuando no existe una sola explicación a las cosas.
Las diversas explicaciones sobre el origen de la agresividad y la
violencia acaban resultando complementarias. Me parece del todo
razonable partir del convencimiento que las características biológicas de los seres vivos desarrollan mecanismos de sobrevivencia que
acaban afectando al comportamiento y, asimismo, a la acción social
y política. El instinto no es más que el proceso y las reacciones que
se producen en todos los organismos vivos frente a la necesaria satisfacción de necesidades y frente al peligro de no verlas satisfechas;
así pues, la vida ya viene predeterminada por elementos que permiten el desarrollo de la agresividad y su transformación en violencia, pero ello no quiere decir que los seres vivos seamos y poseamos
actitudes violentas, simplemente poseemos la capacidad de serlo,
pero también de controlarlo por nosotros mismos o socialmente.
Por otra parte, la violencia también se aprende, cuando las circunstancias sociales nos obligan a desarrollar capacidades de autodefensa y agresión y cuando no somos capaces de desarrollar, paralelamente, aquellas capacidades de superación o de liberación de
temores. La frustración es causa frecuente en la generación de conflictos. Una frustración frente a las expectativas de satisfacción de
determinadas necesidades, incluidas aquellas propias del ámbito
psicológico: necesidades de autoestima, de aceptación social, de
prestigio, de posesión de sentimientos de seguridad y de afecto.
Existe, asimismo, un elemento importante en el desarrollo de la
violencia: el Miedo. El temor que puede producir los esfuerzos de
otros por vivir, el miedo a no ver satisfechas nuestras necesidades,
no únicamente aquellas de tipo material sino también las necesidades afectivas, a ser desposeídos del fruto de nuestros esfuerzos. El
miedo que genera la íntima disociación entre la propia existencia y
la existencia de los otros, entre la vida y la muerte, entre el conoci-
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
17
miento y la ignorancia o el desconocimiento. Todo ello puede parecer muy abstracto pero la Humanidad lo conoce desde sus mismos
orígenes. Prácticamente todas las vías místicas al conocimiento han
llegado a las mismas conclusiones y, de manera parecida, todas las
filosofías y métodos psicológicos también. El conflicto primigenio
es aquel que explican todas las tradiciones filosóficas que se produce entre el Ego y su entorno, allí donde se generan los primeros
y ancestrales miedos y de donde surge la agresividad más elemental. Al concebirse o imaginarse a sí mismos como seres aparecidos
en un entorno que nos parece hostil, nos llevará a establecer unas
relaciones también hostiles. La creencia en una pretendida independencia con relación al entorno en el que vivimos genera sensaciones de angustia y miedo y justifica cualquier violencia que consideremos necesaria para satisfacer nuestras necesidades y asegurar
la sobrevivencia. Por entorno me refiero tanto al social como a la
naturaleza misma. El miedo a la muerte no es más que el miedo al
vacío, a cosas que nos son desconocidas porque no nos reconocemos formar parte de las mismas.
El pensamiento es terreno fácil para el desarrollo del miedo que
conducirá por los caminos de la violencia. De una violencia que intentará destruir las causas aparentes del temor, que acabarán desarrollando tendencias autodestructivas o capacidades de agresión y
desprecio por la vida y la dignidad de los otros, o de la sociedad en
general. Únicamente el que siente miedo agrede, ataca. La violencia
es consecuencia directa de un temor incontrolable. Así, de esta manera, podemos conocer ambas cosas, al agresor y a su causa.
El poder se configura, básicamente, como el resultado de un proceso de organización social fundamentado en el miedo de algunos,
con la finalidad de establecer formas coercitivas que procuren no
sólo por la coordinación de intereses sino que, al mismo tiempo, impidan el desarrollo de poderes alienos que se perciben como amenazas potenciales que necesitan ser previstas, con la intención de establecer las condiciones necesarias de seguridad. La acumulación de
capital o de poder de cualquier tipo se asemeja a la acumulación
de alimentos o de combustible, que una familia temerosa del invierno, pudiera prever durante el verano. Si la acumulación se circunscribe a los cálculos racionales no pasará de ser moderada; por el
contrario, si el temor es la guía de la acción acumulativa, se sobrepasarán sobradamente las necesidades y se procurará acaparar más
de lo necesario, incluso las posesiones de otros si fuera posible.
La violencia ocupa todas las expresiones de la vida en sociedad.
La manera de combatir la violencia se hace desde planteamientos y
CONFLICTOLOGÍA
18
aplicaciones también violentas. El sistema penal se fundamenta, en
la práctica, en la sistematización del castigo. La política en la coerción de las leyes, en la lucha entre grupos ideológicos o de intereses, en la usurpación de la soberanía. La Religión, en el control
de la libertad a través de la doctrina y la moral y en el desarrollo de
miedos y fobias justificados por una mitología al servicio más de la
sumisión que de la liberación del espíritu. Lo que se desarrolla desde los poderes establecidos acaba también expandiéndose a todos
los niveles: violencia doméstica entre esposos, maltrato de niños,
drogas, estafas encubiertas tras la apariencia de servicio, explotación, corrupción, contaminación del medio ambiente y de los alimentos a través de los sistemas productivos que acabarán afectando gravemente la salud humana y el acceso a los recursos naturales
fundamentales, como la luz solar filtrada por el ozono, el agua potable, la tierra productiva…
Veamos un esquema de las paradojas que se establecen en el
ejercicio de la violencia:
Oficialmente legitimada
Por el Gobierno
Por las empresas
Contra los niños
Contra los inmigrantes
Contra los independentistas
Contra el medio ambiente
Por la policía
Ilegítima oficialmente
Contra el Gobierno
Contra las empresas
Por los niños
Por los inmigrantes
Por los independentistas
Por la Naturaleza
Contra la policía
Cuando hablamos de violencia cada cual lo hace desde una
perspectiva diferente. Algunos se centran en los elementos estructurales como la política, el desarrollo económico o el funcionamiento de la Justicia, lo que les lleva a menospreciar los factores
psicológicos e individuales. O al contrario, se fijan únicamente en
los elementos éticos del comportamiento humano y no conceden
importancia a los factores políticos que consideran consecuencia
de la moral individual. Si los primeros intentan eximirse de sus responsabilidades personales en el desarrollo de los conflictos en que
puedan verse implicados, los segundos pretenden hacerlo en relación con sus responsabilidades sociales. No existe razón alguna
para llegar al convencimiento de la importancia de ambos factores,
de aquellas responsabilidades individuales como de aquellas otras
sociales.
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
19
Lo cierto es que mientras existen posturas extremadamente críticas con los comportamientos institucionales y el desarrollo de la
política, no siempre la actitud individual se corresponde y a la inversa. Se da con frecuencia que mientras se critica decididamente
la industria armamentística, por ejemplo, no existe limitación ética
alguna para difundir infundios o dificultar la labor de aquellas personas que llevan a cabo ocupaciones parecidas y, por tanto, se las
considera competidores que conviene reducir. De la misma o parecida manera a como personas que proclaman el valor de la moral
no tienen, en el ejercicio de su profesión o de sus obligaciones políticas, ningún escrúpulo para regirse por principios de eficacia y
beneficio muy alejados de toda consideración ética.
El cúmulo de experiencias, temores e interpretaciones sobre la
vida contribuirán a configurar las ideologías desde las cuales regir
la acción colectiva. Éstas procurarán prever sistemas de administración, concebirán el bien y el mal y determinarán los objetivos políticos. Con mayor o menor fortuna el establecimiento de mitos, valores y prioridades motivarán su defensa y desarrollo y, al mismo
tiempo, justificarán la necesaria defensa e implantación de las ideas
establecidas. Cuando el desarrollo de una ideología se relaciona con
un territorio o una población determinada, la denominamos Nacionalismo. Todos los estados independientes poseen grados elevados
de ideología nacionalista que explica y cohesiona una manera básica de entender la vida en sociedad determinada por las formas políticas y administrativas del Estado, diferenciadas, opuestas o separadas de las «realidades» nacionales vecinas. Cuando parte de la
población resulta marginada de la ideología nacional establecida
por el Estado o de los beneficios que reporta su pertenencia, surgen
movimientos de liberación que, con la finalidad de poder llevar a
cabo el rechazo que consideran necesario o conveniente, adoptan
ideologías similares y opuestas.3 La reivindicación de una identidad4 diferenciada nos muestra la importancia que se concede a la
3. Resulta interesante conocer la obra del japonés Kenichi Ohmae en su libro
The end of the Nation state, Londres, Harper-Collins, 1955. De hecho, el nacionalismo debe referirse a las ideologías propias de los estados independientes de manera
especial. Los movimientos de liberación nacional que pretenden separarse del Estado al que están sometidos desarrollan una ideología basada en la libertad que, en
todo caso, evolucionará hasta convertirse en ideología nacionalista en cuanto se
acerque a la obtención del objetivo de constituirse en Estado.
4. Manuel Castells, en su trilogía recientemente publicada, aporta una idea de
identidad que resulta muy sugerente dentro de sus planteamientos en relación con
la llamada Sociedad de la Información.
CONFLICTOLOGÍA
20
libertad como fundamento necesario para poder satisfacer necesidades vitales y, más concretamente, la capacidad de ser uno mismo,
de gobernarse por uno mismo.
La violencia se caracteriza por su carácter instrumental y sus
métodos de ejercerla, sin un instrumento o una técnica no sería posible ejecutarla. La guerra, el castigo y el crimen, como formas extremas de violencia poseen motivaciones similares, se desarrollan
de manera parecida y se ejecutan con métodos y objetivos equivalentes. Así, pues, la no violencia, esta acción, esta fuerza carente de
odio que pretende beneficiar, también se caracteriza por una tecnología y una metodología. No se trata de simples enunciados filosóficos, situados al margen de la concreción práctica. Si la violencia
se distingue por ser una acción estimulada por el miedo, el resentimiento o la venganza y pretende destruir, reducir o dominar al que
se considera generador de tales emociones y percepciones, existe
una no violencia, lo contrario del odio, del rencor y del miedo que
también actúa, que pretende beneficiar sin imponer nada, sin forzar a nadie, en ocasiones, incluso dejando de actuar, de luchar.
Como respuesta a los planteamientos violentos surgen expresiones diversas de pacifismo, a mi modo de ver todos ellos resultan
complementarios. Veamos algunas simplificaciones de las principales corrientes:5
Pacifismo personalista. Inspirado en valores del cristianismo primitivo, sus principales exponentes fueron Tolstoy, Thoreau, Gandhi, Martin Luther King propone la desobediencia
civil, la no participación ni complicidad con las instituciones
que practican la violencia o que se preparan para ejercerla, el
respeto escrupuloso de los derechos civiles y humanos, el rechazo de todo tipo de violencia y el desarrollo de sistemas de
resolución y transformación de conflictos que lleven a la transformación de las formas de vida y de sociedad. Existen versiones equivalentes en otras tradiciones culturales y espirituales como en el budismo, bahaismo, Testigos de Jehová, determinadas corrientes del hinduismo y otras religiones de paz.
Objeción de conciencia. Proveniente del pacifismo personalista, la Objeción de conciencia adquiere personalidad propia como una forma más de oposición al Estado de la mano
5. De la obra de Anatol Rapoport, The origins of Violence. Approaches to the
study of Conflict, Transaction.
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
21
de movimientos libertarios a los que acabó sumándose buena
parte de una juventud que no entendía ni compartía la obligación de realizar el servicio militar obligatorio, lo que contribuyó, sin duda, a que éste fuese finalmente abolido en algunos
países y sustituido por voluntarios y profesionales.
Pacifismo político. Opuesto a la militarización de las sociedades y de las relaciones internacionales; propugna la democratización, el desarrollo de procesos políticos y de negociación en la solución de conflictos, la promoción de los Derechos Humanos y el Desarrollo económico de los países del Tercer Mundo. Durante la Guerra Fría contó con el apoyo de la
Unión Soviética.
Defensa Civil y Defensa No-provocativa. El reconocimiento de la existencia de peligros potenciales de agresión y, a la
vez, del carácter grave y erróneo de la guerra, lleva a considerar la posibilidad de creación de organizaciones y cuerpos no
armados para la intervención directa en conflictos armados,
fundamentados, principalmente, en la movilización, organización y resistencia civil no violenta. Actualmente existen iniciativas en este sentido en Europa y los Estados Unidos, de la
mano de grupos de ong’s.
Pacifismo selectivo o Abolicionismo. Los movimientos de
ideas y de oposición a determinadas formas de guerra como el
uso de la energía atómica, la guerra biológica y química. Propugnan el respeto por los tratados internacionales referentes al
trato de los prisioneros de guerra, el desarrollo de acciones de
ayuda y socorro de carácter humanitario como la intervención
de la Cruz Roja, etc.
Lo cierto es que las mutuas influencias, trasvases de militantes
y colaboración entre las diferentes expresiones pacifistas son un hecho que relativiza los intentos de clasificación, aunque subsisten
motivaciones y propuestas de carácter plural, como puede observarse.
22
CONFLICTOLOGÍA
Beneficios y costes de los conflictos
Liberarte del odio es lo mismo que liberarte de tu miedo,
pues el miedo es lo que produce el odio.
(ANTHONY
DE
MELLO)
Los conflictos resultan fenómenos ambivalentes, de efecto relativo. Cuando el planteamiento de problemas o el incremento de
la tensión debido a los cambios sirve para anunciar y propiciar la
adaptación a una nueva situación, los conflictos que se derivan pueden resultar útiles para mejorar, restaurar, corregir, innovar o
aprender. De hecho la vida ya es esto, la consecución de nuevos niveles de aprendizaje en base a la experimentación de éxitos y fracasos. Sin embargo, pocas veces se producen situaciones en las que
las partes contendientes asumen las consecuencias de los conflictos
habidos como algo positivo del que han aprendido. Las secuelas de
los conflictos acostumbran a ser los deseos de venganza, la frustración, la depresión o el rencor.
Instalaciones, maquinaria, sistemas organizativos, conceptos o
acuerdos, un día u otro, pueden acabar obsoletos, dejan de servir
para las finalidades por las cuales fueron creados o instituidos y exigen ser renovados, restaurados o corregidos. La resistencia a cambiar acabará produciendo un incremento elevado de la tensión y
conflicto hasta los límites que sean necesarios para provocar los
cambios y las adecuaciones necesarias. De la misma manera a como
el dolor posee la función de advertir sobre procesos disfuncionales
orgánicos, el conflicto posee una función similar. El uso de analgésicos únicamente representa un sistema paliativo para poder mantener niveles convenientes y dignos de calidad de vida, pero no curan. La curación se produce cuando eliminamos las causas que provocan las sensaciones de molestia o de dolor, cuando facilitamos la
recuperación de la normalidad, del estado de salud, de armonía con
nosotros mismos o con el entorno.
Es una cuestión de equilibrio constante, de atención permanente a los procesos de cambio y de aprovechamiento de la energía que se libera con el incremento de las tensiones. Una tensión
que no es aconsejable sobrepase los límites del autocontrol. Un
autocontrol que se determina a través del cálculo de riesgo y de la
evitación de perjuicios de los que tengamos claro poder aceptar, así
como por el control de los niveles de angustia y de estrés. Si se producen perjuicios, las reacciones que se generarán resultarán pro-
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
23
porcionales al grado de gravedad del perjuicio ocasionado. Los niveles de miedo o de angustia son directamente proporcionales con
la pérdida de las capacidades racionales y el incremento de las actitudes agresivas.
Adam Smith, a través de dos de sus obras fundamentales: Teoría
de los sentimientos morales y La riqueza de las naciones, nos indica
la existencia de un conflicto latente debido a la tensión producida
por los intercambios, el comercio o el mercado. Si bien es cierto
que el Mercado como concepto económico genera tensión y conflicto político no por ello debe derivar ineluctablemente hacia la
guerra como única posibilidad de regulación de los excesos. El mismo funcionamiento económico deberá tener en cuenta su propio
equilibrio como un valor económico como pudiera ser para un mercado de abastos la existencia de sistemas que garanticen la seguridad y la eficacia en el funcionamiento, así como la necesaria existencia de una población con capacidad adquisitiva suficiente como
para poder consumir y absorber la producción agrícola o industrial.
Con frecuencia se ha pretendido culpar a las ideas y a los sistemas
políticos o económicos de los errores y de la inestabilidad humana.
Me resisto a pensar en la maldad o la bondad congénita de los sistemas económicos y políticos, prefiero pensar que las personas somos seres frágiles con habilidades complejas que nos hace llegar a
ser peligrosos para nosotros mismos.
Entre los teóricos modernos del conflicto se describen algunos
procesos conflictuales como saludables para el desarrollo social.
Algunos intelectuales actuales creen que teorías sobre el conflicto
forman parte de la producción intelectual norteamericana contemporánea. Ello no es cierto. George Simmel, filósofo alemán de
principios del siglo XX, autor del muy interesante ensayo Conflicto, subrayó la importancia de los procesos de cooperación y de
conflicto en las relaciones sociales y llegó a afirmar que «Un cierto grado de desacuerdo, de divergencia y de controversia es lo que
facilita la cohesión y la profunda cooperación del grupo». Otro
teórico destacado, Lewis Coser, autor de la obra Las funciones del
conflicto social, abundó en las descripciones del conflicto como un
elemento consustancial de las relaciones humanas que posee una
función específica de cohesión y estímulo que no puede ser negligida. Según Coser éstas pueden ser resumidas en los puntos siguientes:
• El conflicto sirve para el mantenimiento de la identidad de sociedades y grupos.
CONFLICTOLOGÍA
24
• Los conflictos no siempre son disfuncionales, en ocasiones posee la función de estímulo en el interior de las relaciones.
• El antagonismo forma parte de las relaciones íntimas.
• Los conflictos entre grupos estimulan a estos en la movilización de energías y de la cohesión.
• Los grupos en lucha o tensión constante con el exterior acaban resultando intolerantes en sus relaciones internas.
Raramente nos detenemos a reflexionar sobre los costos producidos por los conflictos no resueltos. Frente a un conflicto armado,
por ejemplo, acostumbramos a contabilizar únicamente aquellos
que pueden haber reportado beneficios, procurando omitir o reducir los costes humanos y económicos que se han producido. Se
puede prever que la victoria nos aportará la posibilidad de apropiarnos de los bienes y ventajas del vencido, que nos puede aportar también niveles superiores de libertad o de seguridad. Ciertamente eso es así. Lo que no es cierto es que la vía armada, los métodos violentos, representan la manera menos costosa y eficaz de
conseguirlo.
Toda acción violenta comporta unos costes elevados que difícilmente resultarán compensados por los posibles beneficios que obtengamos y teniendo en cuenta la posibilidad de conseguirlos igualmente por métodos no violentos; sin que ello quiera decir que, normalmente, siempre hay alguien que obtiene provecho de las guerras
y de los conflictos; sin embargo, la mayor parte de la población
afectada no me parece que obtenga beneficios que justifiquen los
perjuicios que se obtienen. La violencia es extremamente cara en
costes humanos y económicos, y poco eficaz; obtiene resultados a
un coste mucho mayor que mediante el uso de sistemas pacíficos.
De manera parecida a como resulta mucho mejor prever que curar,
también acaba siendo preferible el uso de métodos pacíficos que
violentos. El uso de la violencia no está justificado por su mayor eficacia frente a otros métodos sino por procesos colectivos en los que
el temor de ver reducidos o amenazados los privilegios, ventajas o
oportunidades engendra.
En el ámbito de los conflictos armados, el balance resulta ser fácilmente valorable. Las muertes, la destrucción, los padecimientos
y las secuelas de estos mismos repercutirán gravemente y durante
largos períodos de tiempo en la economía de los países afectados.
La pérdida de profesionales preparados para el ejercicio laboral, las
familias incapacitadas para valerse por ellas mismas en la creación
de riqueza, las cuantiosas hipotecas que deberán abonarse para re-
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
25
construir físicamente el país y su capacidad productiva obligará a
invertir durante años, a realizar esfuerzos suplementarios y a someterse a todo tipo de privaciones que, en algunos casos, pueden
representar décadas o siglos. Cada año de guerra puede llegar a representar diez de reconstrucción. Seguramente, con el mismo esfuerzo invertido en la guerra serviría para evitarla o prevenirla con
la diferencia que, al final del proceso, no contabilizaríamos los costes de la destrucción producida.
No me estoy refiriendo únicamente a los países vencidos. Los
vencedores también deben pagar facturas muy por encima de lo
que les hubiera costado resolver los conflictos mediante métodos
no violentos. Los resultados no pueden contabilizarse dentro del
ámbito estricto del conflicto sino que deben incorporarse también
los efectos colaterales, las repercusiones y los costes adicionales
que se producirán en el entorno o como consecuencia de los conflictos. Los vencedores también contabilizarán pérdidas de vidas
humanas, económicas y repercusiones políticas que pueden transformarse en nuevos conflictos en el futuro. Tal vez la economía del
país vencedor se verá potenciada por el desarrollo industrial o la
conquista de nuevos mercados gracias a la guerra, pero no podemos olvidar ni el coste que ello ha tenido ni la posibilidad real que,
por un precio humano y económico sensiblemente más reducido,
hubiera podido conseguirse lo mismo sin hacer uso de las capacidades destructivas.
Se trata de una cuestión que tiene que ver con la buena administración de los asuntos políticos y de gobierno, una cuestión de
cálculo, una cuestión de método. La moral no es una razón abstracta que poco tiene que ver con las consecuencias de los actos,
sino que fundamentalmente es un conocimiento ancestral basado
en la experiencia acumulada que enseña sobre la trascendencia de
nuestros actos y nos orienta a mejorarlos en relación con la eficacia y sus repercusiones prácticas. Lo que sucede, con frecuencia, es
que la moral se ha visto trastocada y transformada en un código
deontológico, normalmente incumplido sistemáticamente por sus
mismos promotores, ya que tiene por objetivo atemorizar, confundir o alienar a la población a la que se intenta imponer.
En los conflictos dentro del ámbito de las relaciones laborales,
no solucionar la conflictividad latente o manifiesta representa pérdidas multimillonarias. Los conflictos representan incremento del
absentismo, baja de la productividad, incremento de los actos médicos, desarrollo de actos de boicot sobre el proceso productivo,
pérdida de confianza del consumidor o usuario. En una investiga-
CONFLICTOLOGÍA
26
ción reciente sobre las causas de los conflictos en las organizaciones,6 los factores que mayoritariamente se citaban era dos: problemas de carácter organizativo y déficit de comunicación. Los problemas organizativos se referían a las interferencias de funciones
que se producían y que contribuían a provocar tensiones y molestias entre las personas afectadas. El déficit comunicacional nos indicó la falta de reconocimiento que se producía con relación a los
resultados del trabajo realizado. Ambos problemas resultan fáciles
de solucionar si dedicamos una atención mínima. Contrariamente,
subvalorarlos e intentar atajar la conflictividad mediante medidas
disciplinarias y represoras acabará provocando problemas adicionales, estimulando niveles más altos de conflictividad y transformándose en un problema crónico, endémico y soterrado difícilmente localizable.
Los que detentan el poder predican la paz como sistema de mantener sus privilegios; los que aspiran a ocupar el poder que ocupan
otros, asumen la necesidad de conflicto que les permita modificar
las condiciones adversas en las que viven. Unos y otros, normalmente, desarrollarán sistemas violentos; coercitivos y represivos
unos y de ataque y subversión otros. La historia de las revueltas nos
muestran, como mínimo, la importancia y función positiva del conflicto al propiciar los cambios necesarios para mejorar y, al mismo
tiempo, los efectos negativos e indeseables de los métodos violentos
empleados para producirlos y gestionarlos.
La finalización de los conflictos podría resumirse en estas diversas posibilidades:
•
•
•
•
•
Desaparición del objeto de conflicto.
Victoria de una de las partes / Derrota o sumisión de la otra.
Compromiso entre las partes / Acuerdo.
Conciliación / Reconciliación.
Irreconciliación / Irredentismo.
Con las dos primeras la finalización es estrictamente temporal,
puesto que no habremos contribuido a eliminar las causas profun-
6. El Centro universitario de investigaciones e intervención en Resolución de
Conflictos de la Universidad Ramon Llull desarrolló una investigación aplicada
de estas características a lo largo del año 1999 que estuvo subvencionada por el Departamento de Trabajo del Gobierno catalán, aunque sus resultados no pueden considerarse más que como preliminares y una investigación sistemática en este campo nos aportarían datos de valor económico y social incalculable.
27
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
das del conflicto; la tercera posibilidad abre el camino al aprendizaje en la solución de los conflictos por una vía eficaz y sólida. La Conciliación nos mostrará una capacidad ya adquirida que puede garantizar un sistema de relaciones que, sin eliminar las tensiones y los
conflictos, asegure que éstos no sobrepasarán los límites de lo razonable. La última posibilidad nos muestra una incapacidad absoluta
de superación de los problemas de relación y convivencia y la continuación de procesos conflictivos descontrolados y en incremento.
Recientemente el Congo ha protagonizado un ejemplo paradigmático: el dictador Bokasa fue derrocado y obligado al exilio después de una guerra sangrienta protagonizada por el líder opositor
Kabila que indujo a buena parte de la población a revelarse animados por ideas de cambio y de justicia. Una vez conquistado el poder, el nuevo líder prescinde de las ideas y promesas hechas a sus
seguidores y adopta la misma manera de hacer que su predecesor.
A los pocos años éste fue asesinado por parecidos motivos por los
que derrocó a Bokasa y ocupó el poder, las personas que lo hicieron no han modificado las circunstancias políticas y la población
continúa sumida en un régimen dictatorial y de barbarie.
La mayor parte de revoluciones han partido de motivos incuestionables pero sus métodos han sido parecidos a los que utilizaba
el poder para perpetuarse y, por tanto, han acabado por restablecer,
después de la revuelta, un régimen equivalente al derrocado. La
cuestión no está en los objetivos enunciados sino en los métodos
utilizados para lograrlos. Toda revolución empieza el día antes de
ser decretada, no el día después, ni mucho menos el día en que se
conquista el poder para establecerla. Aunque la violencia de la víctima pueda ser comprendida, no por ello será mejor método para
lograr sus objetivos.
Agresión y cooperación
Es mejor encender una humilde vela que maldecir
en la oscuridad.
(CONFUCIO)
Con el arrojo se disimula un gran miedo.
(LUCANO)
La frontera entre la competitividad y la agresión es difuminada.
Mientras la observación del otro nos estimule a emularle, los resul-
CONFLICTOLOGÍA
28
tados serán positivos. Cuando la actividad del otro genere envidia
ésta nos llevará a practicar formas agresivas con el objetivo, no ya
de obtener lo mismo que el otro obtiene, sino a intentar desposeerle e incluso dominarlo o destruirlo a fin de poder sobreponernos a
la tensión y el temor que nos genera con su actividad.
El progreso humano se basa en la capacidad de cooperación.7
Una cooperación que no excluye los estímulos competitivos y que
pueden llegar a establecerse incluso de manera inconsciente. Los
juegos, cuando son simplemente juegos, son una buena manera de
entender la posibilidad de conjugar competitividad y cooperación.
El juego no existiría sino hubiera la colaboración imprescindible
que se deriva de la decisión de compartir el entretenimiento y los estímulos que genera el esfuerzo por superarse constantemente y en
relación con el que compite; sin embargo, únicamente participan en
los juegos aquellos que son amigos, el juego es una forma expresiva
de la amistad, sin el componente afectivo de la amistad dejaría de
ser un juego y pasaría a ser simplemente una lucha. Entre amigos,
la competitividad que estimula no posee objetivo destructivo alguno,
no pretende dominar ni impedir el desarrollo del otro sino que la
competencia se establece como un juego, como una pauta estimuladora gratificante que posee la función del desarrollo. Contrariamente cuando, incluso entre correligionarios, la cooperación se establece desde sentimientos de sospecha, recelo o envidia, los estímulos
que surgirán aportarán desasosiego, envidia y, por tanto, los esfuerzos comunes se harán divergentes, producirán bloqueo mutuo.
Competir sin el uso de violencia ni odio es una manera de cooperar; mientras que cooperar de manera obligada llegaría a transformarse en una forma más de violencia. Pongamos ejemplos: algunas empresas, a fin de autoestimularse y evitar una competencia
desleal por parte de otros, llegan a crear empresas con objetivos similares con la finalidad de establecer una competencia entre ellas
sin llegar a los extremos a que los sistemas ultraliberales propugnan. Ésta sería una forma de cooperación aparentemente competitiva. Por otra parte, cuando existe monopolio real, administrado
desde el Estado o permitido por éste mismo, desaparecen tanto las
7. En 1948 Morton Deutsch centró su tesis doctoral y los trabajos de su grupo de trabajo sobre la Cooperación y la Competencia en el M.I.T. Deutsch posee,
entre otras, una obra remarcable The Resolution of Conflict: Constructive and Destructive Proceses, que se cita en la bibliografía, exponente notable de sus esfuerzos
por entender el conflicto desde la perspectiva de la cooperación y la competencia y
la valoración de ambas posibilidades como generadoras y resultantes del conflicto.
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
29
capacidades competitivas estimuladoras como aquellas otras basadas en la colaboración y la cooperación entre individuos u organizaciones diversas.
El problema, en todo caso, no está tanto entre la noción de competitividad y cooperación sino en los métodos utilizados. Pueden coexistir cooperación y competitividad pero difícilmente se obtendrán
resultados positivos desde metodologías que violenten estos procesos. El pensamiento de Kropotkin, fundamentado en la noción de
Apoyo Mutuo como motor del progreso resulta digno de mención.
De hecho, los avances de la Humanidad se deben a las capacidades
de cooperación, aunque ésta haya podido producirse de manera no
voluntaria, inconsciente. Contrariamente, los retrasos y retrocesos
en el progreso humano se deben a la falta de capacidad cooperativa.
La cooperación suma, su déficit resta, retrasa, dificulta.
Algunas personas creen que, en definitiva, las guerras como los
conflictos, han reportado beneficios, al menos a los vencedores.
Conquista de nuevos mercados, desarrollo científico y tecnológico,
reducción o control de las amenazas. Si nuestra observación se reduce a unos cuantos elementos descriptivos previamente seleccionados tal vez si. Las guerras, es evidente, benefician a los comerciantes de armas, a las ideas de progreso basadas en el crecimiento
económico, a las doctrinas nacionalistas expansionistas… Pero de
ninguna manera beneficia a los caídos en combate, ni a sus familias, ni a la mayor parte de combatientes ni a aquellos que deberán
hacer horas extras de trabajo para recuperar material y económicamente un país arruinado o destruido por la guerra; tampoco resultará beneficioso a las concepciones del progreso basadas en el crecimiento humano, en la distribución justa de los beneficios del trabajo y de los recursos de la naturaleza…
El caos de las denominaciones. Razones y consecuencias
La denominación Resolución de Conflictos o Conflictología, surge de la voluntad de reunir la diversidad de denominaciones, corrientes, técnicas y aplicaciones surgidas del esfuerzo por analizar,
comprender y hacer uso de procedimientos de solución pacífica y
positiva de los conflictos. Con la denominación Resolución de Conflictos todo el mundo entiende esto; sin perjuicio de la riqueza terminológica y conceptual que existen o de la innovación que se pueda en un futuro incorporar. En este sentido resulta ilustrativo citar
algunos diccionarios y enciclopedias de Resolución de Conflictos
CONFLICTOLOGÍA
30
editados desde prestigiosas universidades8 e instituciones de los Estados Unidos, así como léxicos, vocabularios y glosarios de procedencia diversa, tanto en Europa9 como en los Estados Unidos.
El esfuerzo de compilación nos muestra un panorama plural, integrador de disciplinas y metodologías diversas, progresista e innovador que ofrece la garantía aportada por numerosas universidades,
centros de investigación, agencias públicas y asociaciones profesionales especializadas en esta disciplina y de países diversos.
Si, por un lado, en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Inglaterra, Holanda, los países escandinavos, etc., esta denominación resulta clara y generalmente aceptada, en el mundo latino, Francia, España o Argentina, el término mediación aglutina un
movimiento, una tendencia, opuesta a la aceptación del concepto y
la denominación Resolución de Conflictos o sus derivados y sinónimos con quien convive y comparte muchas actividades. El ejemplo
más significativo es el de Jean François Six, prolífico autor de biografías de santas francesas, autor también de un par de obras sobre
mediación10 que inspirándose en autores americanos centrados sobre la reflexión del conflicto, adopta la denominación Mediación
con los contenidos propios de la Resolución de Conflictos de hace
ya algunos años y de manera parcial. De todas maneras, en el estado español, la denominación Resolución de Conflictos también es
suficientemente conocida y cada vez mejor aceptada por aquellas
corrientes interesadas en reconocer el carácter común de todos los
conflictos, así como la pluralidad de aproximaciones a los mismos.
8. Heidi Burgess y Guy M. Burgess, Enciclopedya of Conflict Resolution, ABCCLIO, 1997. Los autores son codirectores del Consorcio de investigación sobre Resolución de Conflictos de la Universidad de Colorado, Boulder, ambos son doctores
en Sociología y especialistas en conflictos intratables.
Douglas H. Yarn, Dictionary of Conflict Resolution, Jossey-Bass Inc Publishers.
El compilador de la presente obra es abogado y mediador. El diccionario que se cita
contó con el apoyo de la Fundación William y Flora Hewlett así como del Consorcio sobre Negociación y Resolución de Conflictos del estado de Georgia.
Ambas obras son trabajos voluminosos, rigurosos y planteados desde una perspectiva plural e integradora.
9. Schmid, A. P., Thesaurus and Glossary of early warning and conflict prevention terms, Londres, Syntesis Foundation, Erasmus University, 2000. El Dr. Schmid
es professor de la Leiden University en Holanda y la obra fue publicada por el Forum on Early Warning and Early Response de Londres.
10. J. F. Six, según él mismo confiesa en una de sus obras, Le temps de mediateurs, toma su inspiración de las obras de autores norteamericanos traducidas al
francés por quebequeses. A pesar de fundamentar su obra en la producción anglosajona, no efectúa apenas citas y, posteriormente, muestra rechazo hacia las obras
de quien tomó inspiración la suya.
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
31
Las razones de la diversidad de denominaciones y conceptos habría que situarlas, en buena parte, en la pluralidad de orígenes y
aplicaciones. Diverso en cuanto a procedencia geográfica o de país,
diverso también en cuento al origen formativo o disciplinario, plural en las aplicaciones, las técnicas utilizadas y las instituciones que
los promueven. Todo ello impregnado de dos razones más de notable importancia: en primer lugar los valores y concepciones ideológicas de nuestras sociedades que determinan concepciones diferentes, unas orientadas a conservar las características de muestras sociedades, otras, justamente, a transformarlas.
Tampoco podemos desdeñar un motivo de gran importancia. Las
personas que nos dedicamos a la Mediación o a cualquier otra manera de solventar disputas somos personas como cualquiera otras y,
por tanto, inmersos en sociedades donde la competitividad genera
con frecuencia tensiones y conflictos que se traducen, en ocasiones,
mediante discusiones aparentemente teóricas al entorno de las denominaciones, conceptos y maneras de entender lo mismo y que enmascaran una actividad competitiva deficitaria en capacidad de
cooperación.
La cultura competitiva extrema en la que estamos educados e inmersos y que nos genera sensaciones constantes de miedo a la agresión, es una causa frecuente de conflicto entre las personas que se
dedican a la Resolución de Conflictos o a la Mediación. Todo ello
no es alieno ni extraño a los profesionales que compiten por hacerse, por ejemplo, con la dirección de un curso que imparte otro
colega o conseguir la misma subvención para efectuar una investigación o intentar hacerse con el uso de una determinada denominación o concepto que excluya o margine las utilizadas por otros,
que podría representar, creen, hacerse con el control de un hipotético mercado de futuros posibles clientes o usuarios. La lucha no representa únicamente una compensación económica sino también
posee unas implicaciones psicológicas que no podemos ignorar.
La disciplina conocida con el nombre propio de Resolución de
Conflictos nace gracias a influencias diversas. De una parte son los
estudios de paz, de la Polemología,11 la Irenología12 o la Eudainomía13 o, simplemente, del estudio de los conflictos. De otra parte, la
Dinámica de Grupos, de la Mediación, el Arbitraje o de la Concilia11. Polemología, ciencia o estudio de las guerras, en sentido clásico.
12. Irenología, ciencia o estudio de la Paz.
13. Eudainomía, del griego clásico: ausencia de felicidad, dificultades, infortunio… Hoy en día podríamos traducirlo por crisis personal, conflictos internos,
baja autoestima, frustración, preocupaciones, hastío…
CONFLICTOLOGÍA
32
ción, así como de corrientes específicas y no coactivas de la Negociación, la Estrategia o incluso de la Lógica aplicada a la solución
de problemas. Actualmente todavía subsisten colectivos de profesionales, como algunos abogados, centrados casi exclusivamente en
nociones reducidas sobre el arbitraje o la mediación como simple
antesala y último intento antes de entrar de lleno en los procesos
judiciales propios de su oficio. En estos casos, su labor modernizadora no va mucho más allá de intentar llegar a simples acuerdos entre las partes sin entrar a fondo en el problema ni promover procesos de reconciliación efectiva. De todas maneras, el interés estriba
en procurar hallar un consenso e integrar a todos aquellos profesionales, a todas aquellas maneras de hacer, que incorporen métodos de mayor eficacia y, sobre todo, de mayor comprensión humana y científica al entorno de los procesos conflictivos.
En definitiva podríamos constatar que, desde el interés por
comprender y conocer los conflictos, se llega a la conclusión de que
todos los conflictos, sean interpersonales o internacionales, armados o no, poseen más puntos en común que factores diferenciales
fundamentales. Cambian las dimensiones, el armamento o instrumentos de lucha, el entorno, y se conservan parecidas actitudes, estrategias y objetivos primordiales que se traducirán por acciones
encaminadas a tratar de dominar, reprimir, destruir o reducir al
que se considera como enemigo o adversario, ya sea por la vía de
la violencia física como por aquella otra de carácter judicial, psicológica, de la información o estructural, por citar sólo algunas expresiones de la violencia.
La gran diversidad de denominaciones para definir conceptos
iguales o equivalentes14 nos muestran básicamente dos cosas: de
una parte la riqueza conceptual y terminológica, de otra, nos transmite una sensación caótica y desordenada, que afecta notable y negativamente la comprensión y las posibilidades de colaboración interprofesional, intelectual y procedimental. La necesidad de reunir,
respetar y aprovechar la diversidad y, por otra parte, desarrollar un
proceso de análisis riguroso sobre la significación y uso de los tér14. A título simplemente indicativo enumero algunas de éstas, en primer lugar
en relación al carácter general: Resolución de Disputas, Resolución Alternativa de Conflictos, Mediación, Mediación Transformativa, Gestión de Conflictos, Gestión Alternativa de Conflictos, Mediación en Conflictos, Intermediación, Tratamiento de Conflictos, Transformación de Conflictos, Irenología, Polemología, Resolución de Conflictos…
O en referencia a su aplicación: Mediación Familiar, Mediación Comunitaria,
Negociación colectiva, Mediación escolar, Conciliación laboral, Mediación internacional…
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
33
minos que vaya más allá de la simple disputa terminológica enraizada en la lucha de intereses. Abrir un proceso de convergencia, de
colaboración o de unión que, sin negar el carácter plural y diverso,
contrariamente la potencie y permita la posibilidad de asumir como
propias todas las aportaciones y denominaciones sin exclusión. Este
es uno de los objetivos de la Conflictología. Desde una actitud integradora, conciliadora, un tanto ecléctica en cuanto a los referentes
terminológicos. Avanzar en el desarrollo y el rigor conceptual, empírico y metodológico para hacer posible la comprensión de los seres humanos en situaciones límite, de conflicto, de crisis, aunque
éstas sean cotidianas y de pequeñas dimensiones y alcance. El objetivo es clarificar no confundir con juegos de palabras, argumentar, no utilizar las palabras y los conceptos como proyectiles con los
cuales negar o reducir los esfuerzos realizados por otros.
Los términos Irenología y Polemología han caído casi en desuso
y, en todo caso, se mantienen centrados en los estudios clásicos sobre conceptos de paz y el estudio de guerras y ejércitos, no hacen
referencia a una concepción general, plural e integradora de los
conflictos. De todas maneras, sus aportaciones se encuentran en la
base de los actuales estudios conflictológicos y todavía subsisten
instituciones con estas denominaciones.
En cuanto al término Mediación, su uso se ha visto generalizado y ha llegado a perder su significación original. Mediar y sus
sinónimos, se ha transformado en un verbo de acción parecido al
de intervención, sin una significación ética y científica o filosófica precisa; aunque algunos autores hayan podido realizar esfuerzos en este sentido. No es extraño leer en la prensa cómo la CIA
media en el conflicto entre palestinos o árabes, cómo la reina de
Inglaterra también lo hace entre India y Pakistán por el conflicto
en Cachemira, cómo el presidente de los Estados Unidos practica
la Mediación en el conflicto de los Balcanes… También el término Mediación se lo han apropiado los vendedores de seguros, los
abogados como preámbulo en el desarrollo de litigios o los diplomáticos como último aviso antes de pasar el expediente a los militares.
Tanto en Francia como en Argentina, el término Mediación está
en crisis. Las leyes de Mediación que se establecieron hace pocos
años han servido más para la salvaguarda de los intereses mercantiles de gremios de mediadores, que para desarrollar una cultura de
conciliación, una cultura de paz en el sentido en que fueron redactadas las declaraciones de la UNESCO con motivo del año 2000
como año internacional de la Cultura de Paz.
CONFLICTOLOGÍA
34
En los países anglófonos el término Mediación todavía goza de
buena salud. Se ha visto enriquecido con aportaciones diversas,
producto de la fusión de corrientes de pensamiento y de procedimiento que han acabado haciendo de la Mediación algo consistente, sólido y sin complejos. La colaboración entre maneras de ver y
de hacer, contrariamente a lo que algunos creen que debilita el rigor y la pureza conceptual, la fortalece y enriquece; parece muy
conveniente establecer puentes de colaboración entre disciplinas diversas, promover el mutuo enriquecimiento conceptual y de los procedimientos; evitar cerrarse en actitudes numantinas, en torres de
marfil o en concepciones gremiales completamente alejadas de una
época de fusión, de intensas influencias mutuas, de trasvase de información y conocimientos.
Me parece muy conveniente recuperar el concepto de Mediación, así como estimular sus habilidades aplicativas. Redefinirlo
desde el rigor semántico y de la realidad de su práctica; situar el término dentro de la concepción general que le corresponde dentro de
los procesos conflictuales que le otorga sentido y capacidad de intervención; relacionando Mediación con el resto de técnicas y métodos como Conciliación o Arbitraje, que contribuyen y facilitan la
solución pacífica y constructiva de los conflictos, procurando en
todo momento conciliar la diversidad con la necesaria identidad de
quienes se identifican con maneras específicas de obrar y concebir.
Me parece también muy necesario procurar incorporar y recuperar denominaciones y prácticas de solución no dirigista ni coactiva de conflictos procedentes de tradiciones y de ámbitos culturales diversos. En este sentido, en el Diccionario de Conflictología que
forma parte como apéndice de esta obra, he recogido una muestra
de sistemas similares procedentes de otras tradiciones. No se trata de coleccionar nombres exóticos sino de aprender los unos de los
otros, de incorporar todos los conocimientos y habilidades que la
Humanidad ha sabido crear con el objetivo común de hallar la paz
con uno mismo y la buena convivencia en sociedad.
La implantación de los estudios de Conflictología o Resolución
de Conflictos y el posterior desarrollo de las prácticas profesionales
en este campo exigen adoptar medidas de rigor conceptual, académico y aplicativo. Con frecuencia, las personas que se interesan por
el tema pretenden, como en muchos otros ámbitos, conseguir recetas rápidas que permitan obtener éxitos fáciles. En los cursos que
dirijo esta actitud se repite cada año. Desde las primeras sesiones
formativas existe la urgencia por captar el «secreto» de cómo solventar disputas, al mediar el curso la exigencia se hace evidente y
LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO
35
al finalizar el curso a muchos les sobreviene la angustia de no haber captado todavía la fórmula que permita su aplicación directa.
Cuando lo comentamos entre los profesores del curso o entre
personas dedicadas al tratamiento directo de conflictos, siempre llegamos a parecidas conclusiones. En esta disciplina resulta de importancia llegar a cambiar la manera de observar y comprender a
las personas en relación a sus conflictos. La fórmula tal vez de mayor importancia para iniciarse en Resolución de Conflictos seguramente consiste en cambiar uno mismo previamente. En una ocasión, cuando fui a visitar los alumnos de una profesora y colega que
se formaban en Resolución de Conflictos pude observar cómo este
cambio de había producido. Los alumnos me hicieron notar cómo
antes de iniciar el curso consideraban y catalogaban a las personas
de su entorno como buenas o malas y que, a partir de la fina capacidad pedagógica de su profesora, entendían que las personas tenemos problemas y dificultades que nos inducen a determinados comportamientos que pueden resultar lesivos y conflictivos para nuestro entorno.
En Resolución de Conflictos no existen fórmulas que puedan ser
aplicadas indistintamente y que funcionen automáticamente. Se enseña o se pretende que las personas aprendamos sobre las dificultades de la vida que comportan tensiones y conflictos. Se intenta reflexionar sobre la facilidad de adoptar soluciones violentas que van
mucho más allá de la simple y explícita violencia física y de las consecuencias nefastas que tiene su aplicación. Intentamos, con menor
o mayor éxito, proponer soluciones alternativas al uso de la violencia, de cualquier tipo de violencia. Soluciones que, en ocasiones, consisten en cerciorarse de la existencia de otras maneras de entender la
vida, de que solucionar problemas a veces no es más que modificar
su planteamiento, cambiar de vida, de manera de pensar o de hacer;
que resolver en este caso, no quiere decir imponer ni dirigir nada.
Nuestras sociedades están habituadas a buscar soluciones a los
problemas sin acudir a las causas que los originan, sin cambiar ni
modificar aquello que lo provoca. Vivimos en una cultura de guerra
que pretende disimularla bajo apariencias educadas pero igualmente violentas. La Conflictología propone, ya desde sus planteamientos iniciales, un cambio de paradigma, otra manera de entender las
cosas, el mismo pensamiento, la manera de afrontar las dificultades, de buscar soluciones a las tensiones producidas por la convivencia. Y ésta es justamente su principal dificultad de transmitir y
entender y su atractivo frente al callejón sin salida en que muchas
veces nos hallamos en relación al esfuerzo de vivir y convivir.
CONFLICTOLOGÍA
36
Éste es uno de los motivos que me han llevado a escribir este libro. Volver a explicar con la calma y la sistematización que representa la redacción y la lectura, profundizar en qué consiste todo
esto de la Resolución de Conflictos. Insistir en la necesidad de incluirse uno mismo en el proceso de aprendizaje, repetir que aprender no significa únicamente memorizar fórmulas o definiciones
para luego intentar aplicarlas, sino que aprender significa transformarse y que únicamente desde aquí podremos aspirar a comunicar
alguna cosa nueva y útil.
Otra de las razones consiste en el intento de ampliar horizontes. Con frecuencia se tiende a reducir y simplificar en exceso la
significación del conflicto y de los intentos de facilitar su superación. Todo ello conduce a acabar pensando que los conflictos pueden gestionarse intentando llegar a un simple acuerdo; que los conflictos pueden tratarse desde la celebración de reuniones o del desarrollo de determinadas técnicas comunicativas y nos olvidamos
que los conflictos poseen unas características, unos orígenes y unas
expresiones tan complejas como la persona misma. No conviene olvidar, conviene recordar y tener presente cómo los conflictos conllevan aspectos que se relacionan con la salud, con los procesos psicológicos, con los fundamentos filosóficos de comprensión de la
vida y de uno mismo; que los conflictos también poseen implicaciones sociales y medioambientales que no pueden ser subestimados ni relegados. Se trata pues de procurar hacer descubrir la amplitud de los horizontes que nos muestra el esfuerzo por aprender
del estudio y de la reflexión sobre las personas y las sociedades en
situación de conflicto.
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
Estamos acostumbrados a considerar los síntomas visibles como
el problema en sí mismo; de manera parecida a como identificamos
los conflictos con situaciones de violencia física que se producen
entre varias personas o grupos de personas. Desde el punto de vista de la Conflictología, los conflictos van más allá de la descripción
limitada de una palabra o de un concepto restrictivo. Conflicto también es sinónimo de crisis, de problema, de dificultad extrema, de
alguna manera de violencia. Estas situaciones se producen de maneras diversas: conflictos entre personas, entre grupos, entre países… Pero también conflictos o crisis con uno mismo, en el ámbito psíquico o de la conciencia. La conflictividad también queda reflejada en muchas instituciones y organizaciones pensadas, justamente, para moderar, prevenir, tratar o gestionar las crisis y los
conflictos. El sistema judicial, las prácticas y sistemas políticos, las
organizaciones armadas, los ejércitos y policías, los mismos sistemas y teorías filosóficas, las iglesias y religiones, adquieren sentido
cuando desarrollan su función de ayudar a encontrar solución a
preocupaciones e inquietudes humanas, cuando intentan solucionar
problemas y necesidades como la seguridad frente el peligro de
agresión o las dificultades que se originan en los sistemas de relación y convivencia. La ciencia también adquiere sentido cuando se
propone solventar necesidades y retos como la recuperación de la
salud física o psíquica, cuando intenta responder frente a las dudas
de la propia significación humana, cuando procura encontrar respuestas a las dificultades sociales, a los conflictos que se generan.
Tal vez, el primer acto que los humanos llevamos a cabo sea en
nuestra capacidad de pensar, de aprender, de conocer y tomar decisiones que luego intentaremos llevar a cabo. El pensamiento, la capacidad de conocer, recordar e imaginar, juega un papel muy importante que no siempre atendemos con la debida consideración. Lo
damos por sobrentendido. Sin embargo, con frecuencia, es en el ám-
38
CONFLICTOLOGÍA
bito del pensamiento y de nuestra capacidad de conocer donde se
inician los problemas, donde se ponen las bases de futuros conflictos, donde se diseñan las posibles crisis. Luego, cuando la dificultad
se manifiesta, tal vez intentaremos mejorar la comunicación con
nuestro adversario o nos dedicaremos a mejorar las condiciones sociales esperando de esta manera solventar una desazón, encontrar
solución a un problema que, tal vez, únicamente exista en nuestro
pensamiento, en la confusión originada en nuestro conocimiento.
Del conocimiento
La más necesaria de todas las ciencias es olvidar
el mal que una vez se aprendió.
(ARISTÓTELES)
El que está en el error intenta imponerlo a los demás.
El que posee la verdad, se esfuerza en aplicarla a sí mismo.
(LOUIS CATTIAUX)
La diversidad es un patrimonio, no comporta conflicto; en todo
caso serán las dificultades de entendimiento las que causarán tensiones y que podrían derivar en situaciones conflictivas. Con frecuencia los pretendidos debates científicos e intelectuales no son
más que disputas entre las partes que los protagonizan, disputas y
conflictos camuflados de diferencias de concepto o de metodología.
Ninguna diferencia justifica un conflicto, aunque pueda personalizarlo; en todo caso, serán las desigualdades, la injusticia social, la
lucha por el poder, el malestar con uno mismo debido a etiologías
muy diversas las causas que los provocarán.
Al principio fue la palabra… Con lo cual se pusieron los medios
para entenderse, o para confundirse. La comunicación construye,
desarrolla y promueve el intercambio de conocimientos en los cuales se fundamentarán las posibilidades de cooperar, de competir o,
lo que resulta más frecuente, una mezcla más o menos equilibrada
de ambos. De buen principio los esfuerzos por comprender el conflicto se plantean ya en el ámbito de expresión del conocimiento en
sí. La adopción de sistemas de conocimiento que promuevan las
certezas o las dudas ya nos indicarán las consecuencias que pueden
derivarse. Creerse en posesión de la verdad llevará con facilidad a
adoptar actitudes y planes tendentes a establecerla que se alejarán
de la tolerancia y del respeto, de la diferencia y de la disidencia. La
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
39
duda persistente también puede conducirnos hacia un pesimismo
así como a la indiferencia frente a los problemas ajenos.
La estructura del pensamiento parece inclinarse hacia planteamientos binarios que sustentarán una lógica que establecerá actitudes beligerantes en un intento por imponerse, dentro de una lógica
esquizofrénica que buscará desesperadamente certezas imposibles
de establecer mientras exista la angustia por determinarlas. Parece
que resulte imposible llegar a aceptar que el conocimiento pueda
poseer capacidades expresivas plurales en las cuales la certeza y la
duda puedan ser perfectamente compatibles. En realidad, cuando
no existe interés específico, certezas y dudas se combinan sin tensión y nos ofrecen una visión serena y diferente de un conocimiento en el cual sus diferentes maneras de expresarse se unen sin perder su identidad. Entender los procesos de integración y unión de
la diversidad, de conjunción de unidad e identidad significa haber
superado el pensamiento binario, haber conciliado los conocimientos. El miedo a perder nuestra identidad nos lleva a oponernos a la
cooperación y la unión; el miedo a la disgregación nos conduce al
intento de destrucción o al control de la diversidad, de la diferencia, causas, ambas, de los miedos y angustias inconscientes que nos
estimulan a actuar en búsqueda de soluciones.
Seguramente, la opción a no exigir soluciones nos abre más posibilidades de hallarlas que la actitud obsesiva por obtener una respuesta concreta a nuestros planteamientos. A lo largo de la historia
de la filosofía han sido expuestas diversas maneras de interpretar el
ser humano, de entender el universo. Esta diversidad de maneras
parece que lleve a la necesidad de escoger entre una manera u otra
de entender, en un intento por encontrar aquella que nos parece
superior a las otras. Ello nos llevará a dedicar nuestros esfuerzos
de adaptación a una determinada y, al mismo tiempo, el esfuerzo de
fundamentar o argumentar el rechazo del resto de opciones con el
objetivo de asegurar y reafirmar la escogida. Difícilmente nos percataremos que nuestros criterios de selección de una u otra opción
están en relación y supeditados a nuestras condiciones y circunstancias de vida variables. Así, de esta manera, cuando se modifiquen nuestras condiciones de vida, los esfuerzos de adaptación deberán redoblarse o caer en una situación de frustración y desconcierto que acabará afectándonos negativamente. Cada edad, cada
circunstancia predetermina unas prioridades, unas necesidades y
unos anhelos diferentes y equivalentes al mismo tiempo; así pues,
en cada una de estas ocasiones nos será preciso contar con una escala de valores, con una interpretación global, con un pensamiento
CONFLICTOLOGÍA
40
sensiblemente diferente del anterior mediante el cual poder planificar nuestra vida.
Todas las teorías e interpretaciones han sido determinadas desde una circunstancia histórica, social e individual determinada, expresada siempre desde unas capacidades de lenguaje y comunicación limitadas y defectuosas que han llevado a sus autores a conocer e interpretar la realidad desde su ángulo de visión, desde sus limitaciones, traumas y condiciones. Algunos han hecho uso del
razonamiento filosófico, otros tomando como fundamento el conocimiento económico o psicológico, atendiendo a elementos concretos, pocas veces intentando abarcar la totalidad o intentando conciliar las diversas perspectivas. Olvidamos, con frecuencia, que las
ideas no pueden desligarse de las circunstancias de sus autores, de
las circunstancias y condiciones de su vida y de su entorno social,
o de las motivaciones que intervinieron en el momento de su concepción y en cómo fueron formuladas. Decía Stephen R. Covey que
El modo que vemos el problema es el problema. Y Einstein, también
se expresó en términos parecidos cuando estableció un principio
que me parece de gran interés retener al intentar plantearnos soluciones a conflictos de todo tipo: Los problemas significativos que
afrontamos, no pueden solucionarse en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando los creamos. Resulta de una importancia notable la atención que prestemos a nuestros procesos de
pensamiento, a nuestras concepciones sobre el mismo.
Todas las experiencias, las interpretaciones y teorías resultan
complementarias. Cada una de éstas corresponde a una experiencia
específica, difícilmente repetible, a unas circunstancias, capacidades y necesidades concretas. Todas resultan necesarias. De la misma manera que cualquier objeto o fenómeno natural puede ser explicado desde disciplinas diversas, por la física, la química, la geometría o la mecánica sin que necesariamente ello deba representar
contradicción ni negación mutua. De la misma manera pueden observarse los fenómenos o las actitudes humanas desde disciplinas
humanísticas diferentes, desde perspectivas distintas… Su estructura resulta complementaria con su análisis funcional y éste con una
visión idealista o realista. Son partes, expresiones del conocimiento
que surgen de experiencias concretas que, por sí mismas, no se niegan sino que se complementan. La tensión y la contradicción no
surge del conocimiento, surge de las personas que interpretan los
conocimientos, influidos por razones que no tienen que ver con
el conocimiento en sí sino con las circunstancias, percepciones y
expectativas en las que está viviendo y relacionándose.
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
41
El filósofo Richard Rorty15 aportó hace algunos años argumento
suficientes para entender como, tras muchos debates intelectuales
existen conflictos implícitos o latentes fundamentados en un déficit
cooperativo o elementos competitivos que acaparan las capacidades
de sus protagonistas. Los propios mediadores y militantes pacifistas no escapan de los estragos producidos por situaciones conflictuales sin remedio. Las órdenes religiosas, los partidos políticos, las
asociaciones de amigos, las ong’s altruistas y humanitarias poseen
grados similares de conflictividad interna a cualquier otra organización humana y su comportamiento es similar; de la misma manera en como familiares y correligionarios pueden protagonizar una
disputa, también se produce entre grupos sociales, políticos o nacionales. Y los conflictos pueden conducir a idénticos resultados y
comportar similares procedimientos.
Dentro del campo propio del conocimiento, los conflictos se traducen por acusaciones mutuas en la utilización de determinadas
metodologías o en el establecimiento de teorías y principios. En el
ámbito de las ciencias sociales existe una desconfianza manifiesta
hacia los análisis sociales próximos a la biología. Me refiero a la psicobiología y la sociobiología que en determinados momentos han
suscitado agrias polémicas y se han producido acusaciones muy duras. Pero difícilmente podemos sustraernos a una realidad integral
que no reconoce las divisiones que hemos hecho del conocimiento
para poder obtener un pretendido beneficio a través de la especialización o la agrupación de intereses.
De manera parecida a como el estrés producido por relaciones
desiguales violentas afectarán la salud de los implicados, determinadas alteraciones en la salud afectarán también y de manera notable la vida social. Se trata de entender la necesidad de conciliar
los conocimientos, de aprender a trabajar en programas y equipos
pluridisciplinarios, de entender que, para hacer esto, resultará insuficiente aprender a colaborar entre personas con formación y experiencias diferentes si no que será necesario que ninguna disciplina participante pueda imponerse a las otras. A mi entender esto
únicamente podría conseguirse cuando la labor a realizar se plantee de manera a-disciplinaria, cuando las diversas clasificaciones
del conocimiento trabajen en comunión, cuando estén aliadas y posean objetivos comunes.
15. Richard Rorty, Consecuencias del pragmatismo, Madrid, Tecnos, 1996, traducción del inglés publicado en 1982.
CONFLICTOLOGÍA
42
Los esfuerzos por la sobrevivencia en su sentido más amplio llevan a las personas a reaccionar con violencia frente a la posibilidad de hallar competidores. Ésta es una reacción instintiva amplificada por las capacidades inteligentes de los seres humanos. En el
ámbito del trabajo intelectual y científico cuando se percibe el peligro que generan los competidores y los colegas, el esfuerzo de investigación y por hacerse con nuevos conocimientos deja paso a la
tarea de controlarlo, se abandonan las capacidades investigadoras
de manera gradual y se concentran los esfuerzos en la defensa o el
ataque utilizando los argumentos y conceptos intelectuales como
instrumentos de lucha. Se pierde la capacidad de investigar cuando
existe miedo a lo desconocido, cuando lo desconocido plantea dudas, cuando la dedicación intelectual no es tanto indagar y descubrir sino apropiarse de los descubrimientos, de los conocimientos y
obtener beneficio. Para llegar a conocer, a obtener nuevos conocimientos, parece aconsejable renunciar previamente a poseer y controlar, justamente, la capacidad de conocer, de aprender.
La división disciplinaria del conocimiento ha significado beneficios incuestionables; la especialización ha permitido centrarse en la
obtención de resultados concretos allá donde se consideraba necesario; el paso de una época en que la ciencia debía someterse a la
doctrina eclesiástica y los principios teológicos representó un acto
que liberó capacidades reprimidas por intereses políticos muy concretos. Sin embargo el cambio traumático que se produjo llevó a las
sociedades nuevas a oponerse y renunciar a las posibilidades intuitivas de acceso al conocimiento. Los conocimientos ancestrales acaparados por las organizaciones religiosas se transformaron en anatema de manera similar a como el conocimiento científico deductivo lo fue durante la dictadura teocrática.
Por otra parte, el desarrollo de la ciencia y la tecnología auspiciada desde concepciones económicas y políticas liberales tampoco
está exenta de efectos indeseables. La ciencia no es aquella capacidad libre de acceso al conocimiento sino la sección de estudios de
los intereses comerciales representados desde el estado o directamente por las organizaciones dedicadas a la producción de beneficios financieros. La división en disciplinas aisladas las unas de las
otras, impide establecer una visión de conjunto capacitada para
evaluar las consecuencias del desarrollo tecnológico y las implicaciones y repercusiones en el entorno social y de la naturaleza. Los
esfuerzos interdisciplinarios no parecen ser suficientes para captar
esta visión de conjunto y la necesaria colaboración. El crecimiento
desigual y separado de las ciencias médicas y las sociales, por ejem-
43
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
plo, nos llevan a conclusiones mediante las cuales se puede demostrar que, en muchas ocasiones, el causante de enfermedades o de
muertes prematuras no tiene su origen en razones biológicas sino
en decisiones políticas o en el funcionamiento económico.
De parecida manera, acabamos concluyendo que en muchas
ocasiones los conflictos no deberían ser competencia de la policía,
por ejemplo, sino del sistema educativo o de las instituciones sanitarias. Que las guerras podrían resolverse y prevenirse desde planteamientos económicos o sociales diferentes o que la intervención
de la Justicia o de la Política, es deficitaria de capacidades filosóficas que permitan la comprensión del ser humano, de la capacidad
de gestión del cambio, de la transformación, y no de los intentos
persistentes de represión y manipulación.
La Teoría del Caos
Es preferible vivir que definir, mostrar que demostrar.
(SÓCRATES)
Los primeros pasos en el proceso de configuración de lo que entendemos por Resolución de Conflictos o Conflictología se produce
en un ambiente científico renovador junto al inicio de cambios sociales, políticos y económicos que resultarán determinantes para las
últimas décadas del siglo pasado. En física, matemática, biología se
producen aportaciones que contribuirán a modificar paradigmas establecidos hasta el momento. La Teoría Cuántica, el inicio del descubrimiento del genoma humano, la llamada Teoría del Caos,16 se
producen junto al desarrollo de la Informática, de Internet y de la
llamada Sociedad del Conocimiento; el ocaso de los regímenes comunistas, la llamada Globalización en el ámbito comercial, económico y de influencia política, curiosamente, las reacciones frente a
estos cambios se parecen. En los Estados Unidos y en los países
donde dichos cambios se llevan a cabo de manera más decidida, resurgen movimientos filosóficos y sociales anarquistas muy semejantes a los que surgieron durante la Revolución industrial y la ex16. La Teoría del Caos surge en los años 1960 de la mano de matemáticos. Las
conductas caóticas se aplican en ámbitos muy diversos como en la medida de epilepsias, predicción atmosférica, modelos de fibrilización cardíaca, etc. La obra de
D. L. Devaney, An Introduction to Chaotic Dynamical Systems, Nueva York, 1989, es
una referencia.
CONFLICTOLOGÍA
44
pansión colonial europea que significaron la constitución de la
1.ª organización Internacional socialista como alternativa al capitalismo, un movimiento integral que abarca lo político y lo espiritual,
lo económico y cultural.
Las teorías sobre el Caos surgen después de un largo período
histórico marcado por la necesidad de contar con evidencias y con
certezas. Sus precursores próximos en el pensamiento occidental
fueron Poincaré y Birkhoff, al entorno de sus disquisiciones sobre
los sistemas dinámicos no lineales que presentaban una alternativa
muy interesante dentro del campo de la filosofía de la ciencia y en
relación con los conceptos lineales y estáticos dominantes. La Teoría del Caos17 se inicia de la mano de matemáticos y físicos y únicamente más tarde será incorporada y aplicada por las ciencias sociales. Hoy se considera una aportación a la filosofía de la ciencia
que nos permite abrir nuevas capacidades para poder entender mejor el funcionamiento del universo y del mismo ser humano que
acaba siendo aplicado en medidas sobre la epilepsia como en comportamientos matemáticos, predicciones atmosféricas, modelos de
fribrilización del corazón o en Conflictología. La aparición de estructuras autoorganizativas que crean complejidad a partir de la simplicidad y un orden superior a partir del caos a través de diversos órdenes de intercambio entre los elementos básicos que están en el origen del proceso […] El pensamiento de la complejidad debe considerarse un método para la comprensión de la diversidad más que una
metateoría unificada. Su valor epistemológico podría derivarse del
reconocimiento del carácter autoorganizativo de la naturaleza y de la
sociedad (Manuel Castells, en La era de la información, vol. 1: La sociedad red, Alianza Editorial, p. 108).
Según la Teoría del Caos, los comportamientos de los sistemas
no son estudiados de manera reductiva a sus partes, como se ha venido haciendo hasta el momento. Los resultados de las observaciones no se presentan en la forma deductiva habitual y los sistemas
no son tratados como si las descripciones instantáneas que se realizan resultasen descripciones completas e integrales. Un ejemplo
claro de aplicación nos lo ofrece la psicología Gestalt, que influye
17. Resulta aconsejable la lectura de obras como las siguientes: R. L. Devaney,
An Introduction to Chaotic Dynamical Systems, Nueva York, 1989. También la de
Stephen H. Kellert, In the Wake of Chaos, The University of Chicago Press, 1993.
Esta última obra al estar escrita por un filósofo resultará sin duda de mejor comprensión para lectores de formación humanista. Para matemáticos, físicos o filósofos de la ciencia, lo más recomendable consistiría en leer ambas obras.
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
45
de manera notable en las técnicas avanzadas de Mediación y Negociación, que acaban orientando su evolución hacia una comprensión holística e integradora centrada en el tratamiento y transformación de conflictos.18 Sigmund Freud y su teoría psicoanalítica
contribuyó notablemente a fundamentar el desarrollo posterior de
una visión holística de los problemas humanos. Una visión que supera la observación parcial del problema e intenta comprender lo
que sucede a partir de las múltiples interacciones que se suceden en
los sistemas vivos. De la misma manera a como la Biología aprendía a observar la vida de una manera no aislada sino en relación
con el entorno en el que se desenvuelve la vida de los sujetos.
Alejado en el tiempo, Sócrates reflexionaba sobre aspectos que
hoy podríamos incluir en teorías avanzadas. En la obra de R. Safranski sobre El Mal19 muestra su contradicción con las ciencias sociales de su época al afirmar que éstas informan acerca de lo que es
el hombre. Pero el problema del hombre está en que todavía debe llegar a ser lo que es. La hipótesis de si consta de fuego, agua o aire, y
la de si al principio un torbellino se astilló en un conjunto de formas,
nada cambia en el hecho de que el hombre debe dirigir su propia vida.
[…] La ciencia de la naturaleza no implica todavía un saber acerca de
cómo hemos de dirigir la propia vida […] El saber es un no saber. De
alguna manera viene a decir que hemos llegado a construir un sistema de conocimiento en base a nuestra propia capacidad de raciocinio y a esta capacidad le damos un valor universal, cuando no
es así, en cuanto salimos de los límites de nuestro propio sistema
de conocimiento e información sobre la realidad. El racionalismo y
el empiricismo son corrientes muy útiles mientras no sobrepasen
sus propias capacidades de conocimiento. A sus capacidades convendría añadir todas las otras que podamos reunir y llegar, de alguna manera, a comprender o sentir.
Esta influencia no se limita a incorporar simples elementos discursivos o nominales, sino que modifica sustancialmente la manera de trabajar práctica así como los resultados obtenidos. En Gestalt, como en Conflictología, de manera parecida a como se plantea
desde la Teoría del Caos, no se pretende obtener un resultado inmediato sino que observa la acción o proceso que se produce en un
18. La filosofía holística concede una categoría específica al sistema integral
que supera la suma de las partes que la componen. Holismo contrasta con individualismo, con reduccionismo, atomismo y elementalismo como escuelas conceptuales. El término holista fue concebido por el filósofo John Dewey (1859-1952).
19. Editorial Tusquets, 2000.
CONFLICTOLOGÍA
46
período más dilatado y, sobre todo, desde percepciones o puntos de
observación diversos que aportan una visión de conjunto que va
más allá de las conclusiones precipitadas e incompletas aportadas
por observaciones y constataciones parciales. El sistema, el conjunto, la totalidad no puede reducirse a la simple suma de datos parciales sino que aporta un conocimiento adicional.
El principio de incertidumbre en Teoría Cuántica (una cosa es la
partícula, otra bien diferente la onda de la cual procede) posee una
relación estrecha o parecida con la Teoría del Caos y con las interpretaciones místicas de todas las diversas tradiciones. La creencia
de que la certeza es la condición básica para conseguir el equilibrio,
la armonía o la seguridad tal vez no sea del todo exacta. Las actitudes basadas en la certeza supuesta deben procurar constantemente proteger su principio rector continuamente amenazado y
cuestionado por un universo que se resiste a ser reducido a explicaciones surgidas del miedo a la inseguridad. La aceptación del factor de incertidumbre nos habitúa a vivir, a no sentir temor por la
ignorancia y a confiar en aquello que desconocemos pero que, de
una manera u otra, permite el desarrollo y evolución de la vida.
Si fundamentamos el conocimiento en el significado semántico
de las palabras y los conceptos, el alcance de nuestro saber se verá
muy limitado, las verdades o certezas construidas con conceptos y
términos serán transitorias, sometidas a los cambios, seremos esclavos de nombres y significados convencionales que nos sirven, a
lo sumo, para evitar los sobresaltos que producen los descubrimientos pero veremos reducidas notablemente nuestras posibilidades de progreso… Si ya poseemos la verdad y el conocimiento, lo
único que deberemos hacer será dejar de buscar, conservar y proteger los logros y morir de aburrimiento.
En mis cursos sobre Conflictología recomiendo a quienes esperan intervenir en procesos conflictuales y de Conciliación que ni
analicen, ni juzguen ni, por supuesto, sancionen. Mi consejo no es
gratuito sino que posee un fundamento explicativo basado en la
Teoría del Caos, en una comprensión holística que no juzga por actos específicos sino que intenta comprenderlos desde la amplitud y
complejidad que aporta el conjunto y su proceso evolutivo. Analizar
significa predeterminar, dejar de ser imparcial, tomar partido, formar parte del conflicto, renunciar a una parte importante de aquellas informaciones que únicamente puede facilitar una observación
global en el tiempo y en el espacio. Frente a hechos conflictivos concretos, como por ejemplo un acto de agresión, la conclusión no debería ser tomada basándonos únicamente en este dato y sin cono-
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
47
cer el entorno y las circunstancias en que se ha producido. Sin pretender justificar, ni mucho menos aceptar la agresión como una forma más de la violencia, convendría conocer los motivos, las razones por las cuales se produjo la agresión. Si nos limitamos a sancionar, aunque fuera moralmente, perderemos la oportunidad de
contribuir a solucionar un conflicto que no puede ser reducido a
una de sus expresiones, a la parte más dramática y tal vez traumática, de su sintomatología. Evidentemente, la primera medida procurará evitar el ejercicio de las violencias explícitas y fácilmente localizables pero esto no es todo. Seguramente, un acto de agresión
es la consecuencia de una dinámica conflictual mucho más compleja en la que es probable que ambas partes sean víctimas de errores múltiples y que el entorno en el que vivan influya también de
manera importante.
Conviene partir de la idea que nuestra capacidad de conocimiento resulta ser muy limitada, que el grado de certeza a que podamos llegar acaba siendo bastante relativo, que el universo no es,
seguramente, un sistema predeterminado desde los conocimientos
que posee la Humanidad, un organismo con leyes inexorables que
pueda ser comprendido en su totalidad desde nuestras capacidades
intelectuales. La sola existencia humana, capacitada para hacer uso
de una capacidad transformativa inusual en otras especies ya es un
elemento que contribuye a introducir la impredicción. El universo,
la naturaleza en general, también posee una capacidad transformativa aunque, con relación a la vida humana, nos parezca extremadamente lenta y, por lo tanto, predecible, sujeta a normas inmutables.
El lenguaje es como la pintura de la realidad, como dice Wittgenstein, y por tanto no siempre ciertas cosas pueden ser expresadas sino únicamente mostradas. Igual que el arte, el lenguaje posee
buenas y malas interpretaciones y, en todo caso, su capacidad expresiva es muy diversa. Reflexionando sobre Teoría de la Comunicación y, en particular sobre el papel de la televisión en la construcción de la realidad, nos muestra cómo el discurso por sí mismo
construye, al igual que el pensamiento, una realidad y, cómo este
discurso se fundamenta en intereses, miedos, percepciones alteradas, mitos y algunas constataciones culturales.
El conocimiento puede partir del análisis de los valores, de las
certezas que profesamos… Todo ello equivaldría a describir la materia según las partículas que la conforman. También podemos observar las consecuencias que generan estos principios y la posesión
de los conocimientos que poseemos. En este caso, estaríamos ana-
48
CONFLICTOLOGÍA
lizando la energía, el movimiento de esta misma materia. Y también
podemos observar el entorno en el que sucede y donde se desarrolla, su propia historia. Entre la percepción de poseer una botella
medio vacía o medio llena, existe un elemento todavía más importante que la misma botella y el líquido que contiene. Ambas realidades descritas son ciertas, lo que varía es la valoración de la situación y esta valoración tiene más que ver con el estado del observador que con la propia botella. El sujeto que observa es el factor de mayor importancia, el objeto que observa resulta casual y
secundario.
Cuando utilizamos la lógica o la capacidad de pensar y racionalizar, olvidamos con frecuencia que ésta se encuentra en relación directa con nuestro estado y circunstancias, con nuestra experiencia
y expectativas. El pensamiento no es una máquina y, en el caso de
que lo fuera continuaría dependiendo de la función para la cual habría sido creada, su estado, circunstancias y la voluntad de quien
puede modificar su función. La observación de las consecuencias de
los actos, decisiones y actitudes adoptadas pocas veces se tiene en
cuenta. Todo ello forma parte de una observación, de la adquisición
de un conocimiento completo, de la actitud investigadora de la Conflictología.
De la Política
Todos los hombres sueñan con la libertad,
pero están enamorados de sus cadenas.
(KHALIL GIBRAN)
Las sociedades deben juzgarse por su capacidad
para hacer que la gente sea feliz.
(ALEXIS C. TOCQUEVILLE)
La Política es una forma de hacer, una institución humana, pensada para rehuir la guerra, buscar soluciones pacíficas a los conflictos, soluciones consensuadas a la diversidad de intereses y la
búsqueda del Bien Común. Sin embargo, con mucha frecuencia
la Política no tiene mucho que ver con todo ello. La Política puede
acabar siendo otra manera de hacer la guerra; una guerra en la que
no se dispara ni un solo tiro pero que producirá perjuicios similares. El ejemplo más claro lo tenemos en aquellos regímenes dicta-
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
49
toriales o con déficit democráticos importantes, en los que la corrupción negará los principios del Bien Común, la reducción de las
minorías, la manipulación de los medios de comunicación o el uso
del secreto, la mentira y el poder en general con la finalidad de controlar, reducir o impedir el acceso a las tareas de gobierno a la mayoría o a los grupos adversarios.
En el ámbito de lo político, toda agresión armada o no, posee
una explicación, no una justificación. La mayoría de Estados independientes y de regímenes políticos han conseguido su estatus mediante actos de sublevación o de guerras contra el opresor o contra
las tendencias liberadoras que se oponían a una unidad impuesta…
Pero el problema no está en el deseo o la necesidad de libertad, sino
en la manera en que se consigue. Si para poder abrir mercados nuevos, para poder gobernarse con democracia, para poder llegar a
conseguir la independencia o para garantizar la propia seguridad
hay que pagar con la moneda de la destrucción de vidas, de la dignidad y de la hacienda, este precio quizás sea excesivamente alto y
convendrá encontrar una manera menos costosa, más inteligente,
más rápida y eficaz de llegar a conseguir los propósitos. La peor crítica que, a mi modo de ver, se puede hacer a la guerra como paradigma más claro del conflicto es, justamente, su inutilidad, su elevado coste humano, moral y económico.
No es suficiente nominar la Democracia para que ésta sea una
realidad; los regímenes calificados como democráticos han llegado
a pervertir y subvertir la significación conceptual del gobierno del
pueblo y para el pueblo. El control de los medios de comunicación
a través de sistemas indirectos y más o menos sutiles significa, en
la práctica, la ocultación de los errores, crímenes y delitos cometidos desde el Estado que rara vez llega a denunciar una hipotética
oposición política comprometida por faltas y errores equivalentes.
Las denuncias y aportaciones de Noam Chomsky son suficientemente claras y explícitas en referencia a su propio país, los Estados
Unidos; lástima que no exista un Chomsky en cada nación. La comunicación condiciona decisivamente la opinión pública y determina unos resultados electorales en cuyas consultas cada vez participan menos ciudadanos. Por término medio, en los países donde
votar se ha transformado en el ritual que conjura todos los peligros
de subversión, el porcentaje de población que participa en los procesos electorales se sitúa alrededor del cincuenta por ciento y, en algunos casos, ya está por debajo de esta cifra.
La política es aquella capacidad de establecer un terreno de
concordia, el foro desde el cual solventar tensiones y conflictos en-
CONFLICTOLOGÍA
50
tre grupos y movimientos sociales, la manera de coordinar intereses, de administrar el bien común… Hasta que se transforma en
una tecnología de control de la mayoría de la población. No resulta demasiado difícil percatarse de ello: el incremento de la corrupción desde el propio Estado, la intensificación de las medidas
represivas de la libertad, el fomento del conflicto entre los ciudadanos (contra los inmigrantes, los disidentes políticos o los movimientos independentistas) o el patrocinio de conflictos exteriores,
la intensificación del control y espionaje interior de la mano de los
servicios secretos del Estado, la extensión de la influencia y condicionamiento partidista al sistema Judicial, los medios de comunicación y las Fuerzas Armadas. Todo ello son referentes inequívocos de la pérdida de cualidades políticas, de su perversión y de
la transformación de la misma, su transformación en un sistema
contradictorio que no pretende gobernar sino dominar. La Política
posee sentido cuando sirve para resolver conflictos, no para generarlos; cuando los previene y gestiona en beneficio de toda la sociedad; cuando media entre los ciudadanos y las organizaciones
sociales; cuando concilia las divergencias de intereses; cuando administra conjuntamente el bien común, no cuando se apropia del
mismo.
La incapacidad manifiesta de algunos sistemas políticos actuales de aportar soluciones a las necesidades básicas de seguridad,
paz, respeto por la vida humana su integridad y dignidad, la libertad y, de manera especial por encontrar un sistema eficaz de solución de conflictos ha llevado a buena parte de pensadores dentro de
la disciplina de Resolución de Conflictos a esforzarse por imaginar
un sistema renovado. John Burton es, tal vez, uno de los exponentes, el cual se ha significado con mayor claridad en su propuesta de
filosofía política en relación con la Resolución de Conflictos.20 El
término Provención,21 del cual es autor, ya nos orienta hacia sus propuestas de filosofía política de la Resolución de Conflictos. «Provenir» es una manera de prevenir los conflictos, mediante la procuración de la extensión de la noción del bien común que impida el desarrollo de aquellas causas que en el futuro podrían generar con-
20. Conflict: Resolution and Provention, véase cita en la bibliografía.
21. Provenir significa facilitar o aportar satisfacción desde la política a las necesidades de las poblaciones administradas, es decir, procurar por el desarrollo del
bien común. Por el contrario, el término prevenir, significaría aquellos planes para
impedir, mediante la represión, la posibilidad de que las poblaciones sumidas en la
escasez pudieran exigir su acceso al progreso.
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
51
flictos; es decir, procurar facilitar el bienestar y la libertad de toda
la población y no como los poderes acostumbran a prevenir los conflictos a través de invertir grandes sumas de dinero en espionaje de
sus propios ciudadanos para poder abortar y reprimir sus exigencias de participación en el progreso.
Resulta interesante observar cómo la injusticia ya no se plantea
tanto desde la propuesta de derrocamiento del grupo dirigente ni el
cambio traumático de sistema político o económico sino que se intenta mejorar la situación proponiendo otra manera de ver, una filosofía política que no pone en cuestión la diversidad de concepciones y sistemas políticos sino la relación esencial de todos ellos
con el uso de la violencia como método de gobierno, como forma
de realización política, me refiero a la violencia política, a la que se
practica mediante el infundio, el rumor, la manipulación de la opinión pública, la intromisión en la independencia judicial, etc. La
inspiración para Burton tampoco surge del sueño utópico ni del rechazo de una parte de la sociedad, sino de la observación y la certeza empírica de que muchos de los sistemas políticos son incapaces de solventar los conflictos que se les plantea, que son los mismos sistemas políticos los que contribuyen a generarlos y expandirlos. Conflictos que no se limitan a las tensiones parlamentarias
sino a la extensión de la violencia en todas las relaciones sociales.
La nueva filosofía política surgida desde la Resolución de Conflictos pretende devolver las capacidades políticas a los ciudadanos,
propugnar la autonomía de éstos con relación al poder concentrado por el Estado, modificar, en definitiva, las maneras violentas de
comportamiento de la política actual por otras genuinas en las teorías y prácticas de la Resolución de Conflictos. Desde el análisis de
los conflictos se llega a la conclusión de que no siempre los síntomas reproducen la complejidad de los mismos. La política tradicional otorga una gran importancia al sistema político; resume en éste
los beneficios y perjuicios que puedan generarse. Sin embargo, los
sistemas políticos tienen una importancia muy relativa. Pongamos
un ejemplo.
El País Vasco protagoniza desde hace décadas un conflicto en el
que algunos millares de personas han perdido la vida o han sido
condenadas a largas penas de prisión. Una parte importante de los
vascos aspiran a separarse de España y ser independientes, a pesar
de poseer un régimen autonómico muy favorable. El Gobierno español se opone frontalmente a la posibilidad del ejercicio del derecho de autodeterminación de los vascos y sus pretensiones de independencia. La confrontación produce una escalada conflictual gra-
CONFLICTOLOGÍA
52
dual en la que los niveles de violencia, de una y otra parte, se incrementan y desarrollan. Para la mayoría de los vascos independentistas la solución a su problema está en la «euskaldinización» de
la sociedad vasca y en la posesión de un Estado propio diferente del
español; para la mayoría de vascos españoles la solución al conflicto vasco pasa por la españolización de la sociedad vasca así como
impedir su independencia. Las soluciones están orientadas especialmente a los cambios estructurales como medio para influir en
los ciudadanos.
Sin embargo, no resulta difícil pensar que España podría mantener unas relaciones fraternales con un País Vasco independiente
o que los vascos podrían sentirse plenamente realizados como ciudadanos con una identidad diferente dentro de una España unitaria, al igual que sucede con los ciudadanos españoles de Burgos o
de Segovia. El problema no está en la independencia de Euskadi, ni
en el carácter unitario de España, el problema no está en los vascos
ni en los españoles; el problema está, en todo caso, en los procesos
violentos seguidos, en la violencia utilizada para asegurar la unidad
de España o para perseguir la libertad de Euskadi, en una violencia
que impide el uso de la razón, que genera ofensas y deseos de venganza, que dificulta en gran manera la convivencia, la aceptación
del otro, de su identidad y su libertad. El conflicto se enraíza en la
no legitimización de las relaciones establecidas, en el no reconocimiento mutuo, en una historia de mutuas ofensas que no puede ser
conjurado por ninguna medida política tradicional ni resuelta mediante ningún sistema de coerción y represión. Atengámonos a los
resultados.
Existe otra manera de hacer política, de intervenir en la solución
de conflictos de carácter político, pero parte de postulados diametralmente opuestos a los enunciados tradicionalmente. La autoridad
no se legitima desde lo alto, en todo caso se impone y con ello se
establecen las bases de la necesaria subversión y rechazo. Las monarquías absolutistas invocaban a Dios como fuente de su razón y
poder, hoy en día este argumento nos parece un engaño ridículo; sin
embargo, los regímenes constitucionales invocan el mismo concepto inaccesible: la Constitución, la Patria o la seguridad del Estado.
Los mismos temores con diferentes nombres. El quehacer político
ya no debería justificarse mediante la creación de mitos semejantes,
sino a través del desarrollo de medidas pedagógicas que procurasen
por el bien común, la solución de los conflictos y el fomento de la
convivencia y la cooperación.
53
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
De la justicia y de la ética
El sentimiento de miedo y el sentimiento de culpa deben
servir para ayudarnos a sobrevivir y no para destruirnos.
(COSTA-GAVRAS)
Cualquier sistema de hacer justicia es un sistema de solución de
conflictos. Sin embargo deberíamos analizar sus resultados para saber si realmente son efectivos. Si los resultados obtenidos nos
muestran un incremento o una proporción notable de delitos y crímenes; si la población penal es elevada, si la víctima no recibe compensación por los perjuicios y males que le han sido inflingidos, si
no se han producido procesos de reconciliación entre víctima y
agresor, si el castigo es la metodología principal en el tratamiento
del que delinque, si no ha habido reforma del criminal; si la Justicia deja impunes los delitos cometidos desde el poder; si el sistema
Judicial se halla colapsado o burocratizado; si sucede todo esto, podemos convenir con facilidad que la Justicia ha dejado de ser útil,
incluso que tal vez sea un engorro y que se haya transformado en
un sistema más de practicar la injusticia.
El objetivo de la Justicia no me parece que sea castigar ni tan
sólo marginar de la sociedad a aquellos que han atentado contra
ella. En primer lugar su función puede ser preventiva, para continuar desarrollándose en el ámbito de la solución de conflictos, el fomento de la reconciliación y de la recuperación de las víctimas. Frecuentemente se olvida de las prácticas judiciales la necesaria recuperación psicológica y moral de las víctimas, como tampoco se concede importancia a la reforma de los criminales y los que han
delinquido, dejando a los criminólogos la tarea de readaptar a una
sociedad injusta aquellos que no han dispuesto del suficiente poder
para escapar de sus procedimientos.
De manera parecida a muchas otras cosas, el poder y el Estado
se han apropiado de la Administración de Justicia, transformándola en una manera más de mantener el orden social y la moral establecida. El resultado ha sido el progresivo alejamiento de la sociedad y el deterioro progresivo del prestigio y de la eficacia de los procesos judiciales. Con la aparición de las prácticas mediadoras y los
planteamientos desde la Resolución de Conflictos, parece que estamos asistiendo a un proceso de recuperación del protagonismo de
las partes implicadas en el desarrollo de soluciones menos lesivas y
de mayor eficacia.
CONFLICTOLOGÍA
54
Ya se trate de procesos de Mediación basados en ideas transformadoras, como de Justicia social, como de satisfacción de necesidades, como describen Baruch y Folguer,22 lo cierto es que las características comunes a los sistemas alternativos de solución de
conflictos, ya sea el Arbitraje, la Mediación o la Conciliación, permiten superar dificultades y recuperar facultades. Veamos cuáles
pueden ser algunas de éstas:
• Reducir los costes emocionales de los procesos judiciales.
• Reducir también los costes económicos de los mismos que recaen tanto en los usuarios como en el gasto público.
• Reducir el tiempo de solución, simplificando su proceso.
• Abrir la posibilidad de aprendizaje de la convivencia y recuperar el sentido de comunidad que con frecuencia llega a perderse con la excesiva delegación de poderes y funciones a políticos, funcionarios, profesionales y representantes de todo
tipo.
• Descubrir las causas que originan los conflictos y, por lo tanto, desarrollar la posibilidad de transformarlos en resultados
positivos.
• Aprender la noción de Justicia social como causa de frecuentes situaciones conflictivas, así como el valor de una cultura
de paz basada en ésta.
• Recuperar la autonomía del individuo frente a una sociedad
acaparadora.
• Aprender a conocerse a sí mismo y a conocer y valorar a las
otras personas. Aprender también a respetar al adversario o a
quien nos ha escogido como su enemigo.
• Aprender a pensar de una manera distinta del pensamiento
único, de los planteamientos binarios y de las filosofías basadas en supuestas certezas y descubrir, al mismo tiempo, las
posibilidades de pensar en libertad.
Lo expuesto es una simple muestra. Las diferentes aproximaciones y metodologías de Resolución de Conflictos nos abren oportunidades de mejorar la relación con nosotros mismos y con nuestro
entorno. Cada caso, aunque guarde una relación de semejanza con
otros, es sensiblemente diferente y, por tanto, merece un trato original, adaptado a las habilidades de quien interviene y a las carac-
22. En su obra La promesa de la Mediación, Barcelona, Editorial Granica, 1996.
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
55
terísticas de quien solicita o necesita ayuda. Las discusiones sobre
cuál es el mejor sistema de Mediación me parece más un intento de
acaparar el mercado de posibles clientes o cómo controlarlo desde
un grupo de intereses, que una postura honesta de ser útil a quien
lo necesita. No veo razón alguna para renunciar a hacer propias las
reflexiones y las experiencias de otras personas interesadas en este
campo y aprender a aplicarlas en la medida que se estime conveniente, citando eso sí, la paternidad de cada descubrimiento.
Parece importante recuperar el sentido de lo justo del que se han
apropiado los abogados como funcionarios judiciales y la jurisprudencia acumulada. Que, al menos en cuestiones de menor cuantía,
sean las propias partes quienes ejerzan las funciones de solución de
su propio conflicto y que lo hagan en la manera que mejor crean
conveniente con la ayuda o no de una tercera persona en el papel
de Mediador, Conciliador, Árbitro o Facilitador. El desarrollo de culturas de conciliación será la mejor garantía para poder prescindir
de jueces, procuradores, abogados, mediadores y árbitros y permitir a las personas solventar sus propias dificultades y encarar sus
conflictos y por ellas mismas.
El interés social que está despertando la Mediación podría llevarnos a sustituir el ineficaz, y a veces corrupto, sistema judicial por
un gremio mercantilizado de mediadores fuera de todo control moral que no contribuiría a solventar los problemas de relación y convivencia que motivan la intervención en conflictos difíciles por parte de terceras personas. La implantación de formas alternativas a
las conocidas de solución de conflictos pasa, en buena medida, por
desarrollar una cultura de paz y de conciliación que haga innecesario recurrir constantemente a terceras personas para resolver nuestras dificultades. Ello implicaría la transformación de maneras de
pensar y de actuar que no se corresponden entre sí. Aunque la teoría se tenga clara y se lleguen al convencimiento de que son, justamente, los planteamientos binarios los que inducen a la confrontación del conflicto e incluso a algún tipo de violencia, si no poseemos la capacidad de aplicarlo en nosotros mismos, si no somos
capaces de contribuir al desarrollo de formas de relación, de convivencia y de nuestra propia significación; de implantación de una
cultura que concilie conocimientos, que infunda serenidad, que nos
muestre la manera no violenta de luchar por lo que haga falta, de
poco habrá servido el esfuerzo realizado en definir una teoría que
no se corresponde con la dura realidad.
No es suficiente contar con un código ético que proclame el valor de la verdad, que incite al diálogo, que permita la discrepancia
CONFLICTOLOGÍA
56
sin que ello origine violencia, que reconozca la identidad y la originalidad del otro. No es suficiente construir una moral para luego no
saber cómo aplicarla. Si la ética no se aprende de la experiencia directa con las dificultades de la vida, si no forma parte de una forma diferente de ver el mundo y de sentirnos libres de las ataduras
del temor, del odio o del rencor. Si la ética no es la consecuencia a
la que se llega por uno mismo no creo que resulte practicable.
La historia de la Humanidad está llena de códigos éticos que nadie practica; morales que más que liberar someten, que más que esclarecer confunden, que en vez de suscitar su libre adhesión tratan
de imponer sutilmente; que más que ser un código de convivencia
acaba siendo una cuestión de conveniencia para quienes lo proponen. Cuando no se tiene la fuerza necesaria para imponer algo se
opta por intentar controlar los principios morales o éticos a través
de códigos de conducta que intentarán convencer de su bondad
para ocultar sus objetivos reales. Si la ética no nos conduce de manera inequívoca al aprendizaje de nuestra propia liberación, no
cumplirá otra función que someternos a los intereses de quienes la
formularon. No se trataría tanto de plantear qué cambios y transformaciones deben promoverse a través de los procesos mediadores
sino de permitir que sean las personas por ellas mismas que puedan encontrar la manera de concebirlo y de hacerlo.
De hecho, volviendo al inicio de este capítulo y a la valoración
general de la Resolución de Conflictos, lo que nos aporta este esfuerzo por comprender los conflictos, es decir, las dificultades de la
vida, nos devuelve a los planteamientos primigenios de la Humanidad: hallar el propio sentido, redefinir las formas e instituciones sociales que poseen como objetivo primordial mejorar la convivencia,
asegurar la paz, contribuir o ayudar a solucionar conflictos, recomponer y conciliar los conocimientos, recuperar a las víctimas, reconciliar a los enemigos, aprender la noción social de la justicia,
redescubrir la manera de liberarnos del odio y de la violencia, procurar por una seguridad que no necesite prepararse para la guerra
y que, justamente, sepa evitarlas.
57
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
De las guerras, de las grandes y las pequeñas
El hombre realiza malos actos recorriendo el camino
equivocado a través del deseo, a través del odio,
a través de la ilusión y a través del temor.
(CANON PALI)
Nos hemos situado en el confort de pensar que las guerras son
siempre lejanas, y por eso las guerras siempre nos cogen desprevenidos y nos derrotan. Aquel principio que proclama «Si quieres paz,
prepárate para la guerra» todavía no ha sido superado y me parece
justo y acertado. En lo que difiero de manera inequívoca es en
cómo prepararse para la guerra. Si conjurar la guerra consiste
en hacer preparativos para hacerla me parece que no hemos entendido que de lo que se trata, justamente, es de procurar evitar la guerra preparándose para ello, para evitarla, no para llevarla a cabo.
Evitar la guerra no es ignorar las posibilidades de agresión ni
rehuir el conflicto, bien al contrario. Preparar la guerra de manera
diferente a como se ha venido haciendo es procurar, o provenir, poner remedio a las causas que la originan, sistemas de solución pacífica de los conflictos cuando éstos lleguen a producirse y maneras
de reconstrucción y recuperación cuando los conflictos no hayan
podido ser evitados ni resueltos a tiempo. La manera fácil de entenderlo consiste en imaginar los recursos presupuestarios y humanos dedicados a los actuales sistemas de Defensa dedicados íntegramente a desarrollar estrategias diferentes dentro de las cuales
violencia y armamentos deberían ser sustituidos por sistemas no
violentos y por conocimientos sobre solución pacífica de conflictos.
En este sentido, existen numerosas obras que aportan ideas
concretas sobre cómo llevar a cabo una política de Defensa alternativa a la actual,23 el problema no es de ideas sino de método, de
cómo llevarlo a cabo en unas sociedades dotadas de sistemas defensivos en estrecha relación con una filosofía de la agresión muy
generalizada y una práctica mercantil que lo invade todo. De todas
maneras, las universidades y centros de estudios militares de los
países occidentales se interesan desde hace años por el conoci23. Cito algunos de los autores que han producido obras clarividentes: Gonzalo Arias, Franklin Zahn, Christian Melon, Jean-Marie Muller, Jacques Semelin,
Michel S. Lund, Gene Sharp, W. Brinton, Souad Dajani o el clásico Sun Tzu y Gandhi, entre muchos otros que han dedicado o dedican a la acción y a la reflexión al
entorno de la violencia y de la función desastrosa de los ejércitos.
CONFLICTOLOGÍA
58
miento de tecnologías y concepciones diferentes a las actuales.
Existe una cierta aproximación entre las instituciones militares y
los centros de investigación de Resolución de Conflictos; también,
por otra parte, algunas ong’s están recuperando para la sociedad civil la función de intervención en conflictos armados desde la perspectiva no violenta que se propone desde el movimiento de Resolución de Conflictos.
Clausewitch decía que el militar debe someterse al político, como
si ésta fórmula pudiera someter los militares a los intereses democráticos de la población… En una sociedad democrática ideal esta
sería la mejor manera; sin embargo, en sociedades de democracia
aparente la sumisión del militar al político no representa sumisión
al sistema democrático sino a quien lo controla. La fórmula de Clausewitch funcionará cuando el político no dependa de quien lo financia, es decir de los intereses económicos dominantes. De la misma manera que parece aconsejable la independencia del poder judicial, también no estaría de más la independencia de un poder militar, diferente del actual, capacitado estrictamente para la protección
civil, la solución pacífica y no armada de los conflictos y el desarrollo de estrategias de reconstrucción y reconciliación; una organización de estas características e independiente de los avatares e intereses de las políticas económicas sería la única manera de garantizar la seguridad que los ejércitos en su versión actual no representan. Si, por otra parte, la sociedad civil sabe hallar su lugar en un
sistema político dominado por los intereses de las grandes compañías y de los grupos de poder internacionales, contribuiríamos decididamente a establecer niveles superiores de estabilidad y de gobernabilidad en el seno de sociedades complejas como las nuestras.
En Europa existe un movimiento que propone la creación de un
cuerpo civil, no armado, para la intervención directa en conflictos
armados de todo tipo. Actualmente un grupo de ong’s,24 preparan
una acción conjunta en relación a la próxima presidencia belga y
sueca de la Unión Europea. También se han presentado proposiciones en este sentido en el Parlamento Europeo y en el Parlamento
catalán, al menos. En los Estados Unidos, la Civil Defense Association promueve planteamientos similares. Los objetivos se centran
en promover la protección efectiva de la población civil que los ejér24. Entre otras: Amnesty International, European Centre for Conflict Prevention, International Alert, International Crisis Group, Cruz Roja Sueca, etc. El documento base lleva por título: Preventing violent conflict: opportunities for the Swedish
and Belgian Presidencies of the European Union in 2001.
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
59
citos convencionales se manifiestan incapaces de asegurar, el desarrollo de acciones encaminadas a obstaculizar toda acción armada
provenga de donde provenga; acciones conducentes a facilitar sistemas de solución pacífica del conflicto a través de la mediación, la
negociación y, por supuesto, desarrollar estrategias de prevención y
alerta frente a los peligros de confrontación armada así como políticas de reconstrucción y reconciliación posteriores.
De manera parecida a como sucede en ámbitos como la Política
o la Justicia, la reflexión sobre los conflictos nos descubre dos aspectos importantes que se están produciendo: de una parte, la incapacidad o desinterés de los estados y las organizaciones internacionales que de éstos dependen por hallar soluciones reales, eficaces y viables a los temas cruciales e importantes como son los conflictos y lo que éstos representan en la vida de personas y
sociedades. De otra parte, la presencia activa e innovadora de la sociedad que no cree ni participa de los intereses de los estados y que
ha visto posible la participación e intervención en cuestiones hasta
hace poco reservadas a los poderes públicos, me refiero al campo
del desarrollo económico y social de los países en crisis, al de la Justicia en su vertiente más genuina de solución de conflictos; la Defensa, también en su versión más genuina como es la protección civil y la implementación de formas pacíficas de solventar conflictos
y desavenencias y, por último, el uso del conocimiento con objetivos de crecimiento y liberación de los seres humanos y no como sistema de alineación y control social por parte de los poderes establecidos.
De la lucha
La perspectiva de la no violencia no cambia inmediatamente
el corazón del opresor. En primer lugar actúa sobre los
corazones y las almas de los que están comprometidos
con la misma. Les proporciona un nuevo respeto hacía sí
mismos, les exige una fortaleza y un valor que no sabían
que poseían. Al final llega el oponente y sacude de tal
manera su conciencia que la reconciliación se hace realidad.
(MARTÍN LUTHER KING)
La sociedad entera es un campo de batalla. Las guerras no se limitan al ámbito de las políticas de Defensa y de los ejércitos. Las
relaciones humanas y sociales, el simple hecho de vivir, representa
CONFLICTOLOGÍA
60
ya un esfuerzo jalonado por crisis y conflictos y también, qué duda
cabe, por momentos de felicidad, de serenidad y de alegría. Sin embargo, lo que interesa es conocer en qué consiste todo aquello que
nos impide, limita o reduce las posibilidades de crecimiento, de felicidad.
De manera similar a como sucede en las relaciones internacionales, cuando alguien, bajo el pretexto de comentar o informar sobre alguien habla mal de aquella persona, lo que deberemos interpretar no son tanto sus palabras en sentido estricto sino su intención, las consecuencias que ello pueda desencadenar. Seguramente
descubriremos que su objetivo no consiste en informar sino en producir un efecto determinado mediante formulaciones, palabras o
sistemas no verbales de comunicación. Normalmente, cuando se informa de aspectos negativos, lo que se conseguirá será desprestigiar
o generar suspicacias y temores. A la inversa, cuando nuestras comunicaciones se producen de manera positiva, los efectos que producirán irán en este mismo sentido.
Resulta muy aconsejable la lectura de la obra de Marie-France
Hirigoyen, El Acoso Moral25 en la que se describe esta extensa y profusa cultura popular sobre fórmulas de combate que hacen uso de
la mentira, el rumor, el desprestigio, la ocultación de la información, entre muchas otras estrategias y métodos de lucha entre compañeros de trabajo, vecinos, familiares y correligionarios. En inglés
cuenta ya con nombre propio: Moobing, es decir, todos aquellos conocimientos transmitidos oralmente, aprendidos de la experiencia
práctica, instintivos, que pretenden eliminar al adversario, al competidor; producir daños morales y materiales a quienes nos han
ofendido o quienes nos infunden temor… Maneras de ridiculizar a
una persona, provocar que cometa errores que le lleven a perder el
trabajo o a perder el control sobre sí mismo con la finalidad de desencadenar unas reacciones en cadena que lo incapaciten o le perjudiquen o hagan posible su sometimiento.
Estas prácticas resultan habituales en la mayor parte de centros
de trabajo y por motivos de un exceso de capacidades competitivas
y un déficit importante de estímulos cooperativos. En algunas universidades, se han llegado a interponer querellas criminales por destrucción de obra; algunos profesores, por ejemplo, se han vengado
25. Se relaciona en la bibliografía, en todo caso, la editorial es Paidós y es de
reciente publicación. Ésta es una de las pocas obras publicadas sobre el tema, todo
y que existe una vasta cultura popular sobre las formas de «combatir» con armas
como la mentira, el rumor, etc.
LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO
61
destruyendo el trabajo de meses o de años depositado en la memoria de los ordenadores de determinados compañeros; algunos equipos de gobierno de facultades han desencadenado auténticas medidas vengativas hacia los profesores que, con la excusa de tener una
ideología diferente o con cualquier otra razón, no se han sometido
a sus dictados… Las consecuencias acaban siendo la pérdida de horas de clase, la marginación de grupos de investigación, el impedimento de dirigir tesis doctorales o de acceder a cargos y funciones
determinadas y un largo etcétera.
Dentro de los partidos políticos, las comunidades religiosas, las
ong’s de carácter humanitario o entre grupos pacifistas la realidad
no difiere mucho de lo que sucede en organizaciones dedicadas a la
producción industrial o al suministro de servicios. Los conflictos no
se producen únicamente entre organizaciones competidoras, si
no que también tienen lugar en el seno de las propias organizaciones, de las familias, entre socios. Incluso, en el seno de movimientos que explícitamente se manifiestan en contra de la violencia también se producen actos de violencia al tratar de impedir el acceso a
las fuentes de información o de obtención de recursos, al generar
rumores y desprestigio al entorno de los que poseen objetivos similares y coincidentes con la intención de impedir el acceso a los niveles de decisión o con el objetivo de arrebatárselo a quienes desarrollan esta labor.
Pienso que tales situaciones se producen cuando los planteamientos se establecen en el nivel estrictamente político, superestructural, al margen de consideraciones culturales y filosóficas que
representen una transformación en las maneras de ver y hacer, en
las actitudes y en las expectativas de las personas. Si los principios
políticos y filosóficos no incluyen algún tipo de experiencia personal profunda difícilmente llegaremos a ser consecuentes con nuestras proclamas y objetivos y acabaremos actuando como si los principios enunciados no fueran nada más que objetos u objetivos a
conseguir a toda costa y para satisfacción de nuestras necesidades
de dominar, controlar o poseer.
Todas las tradiciones filosóficas poseen respuestas a este problema que hacen de la política, de la relación con nuestro entorno social o de la naturaleza un simple objeto que podemos disponer sin
condiciones. De manera parecida a como los problemas medioambientales tienen su origen en la consideración que la Naturaleza
está a disposición incondicional del ser humano, que éste puede disponer sin tener en cuenta nuestra fundamental dependencia, los
conflictos humanos también poseen, como base, la idea que las
CONFLICTOLOGÍA
62
otras personas existen para satisfacer nuestras necesidades sin contar que, a la vez, dependemos los unos de los otros. El miedo a no
obtener satisfacción a nuestras necesidades acaba ofuscándonos y
nos conduce a intentar apropiarnos de todo aquello de lo cual dependemos. De aquí surgen los primeros conflictos.
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
Factores biológicos que determinan conflictos
Algún día cuando hayamos controlado los vientos,
las olas, las mareas y la gravedad, tendremos que dominar
para Dios las energías del amor.
Entonces, por segunda vez en la historia de la humanidad,
el hombre habrá descubierto el fuego.
(PIERRE TEILHARD
DE
CHARDIN)
Con frecuencia se acostumbra a actuar directamente sobre la
sintomatología de los mismos debido a la ignorancia de sus causas.
El desconocimiento de los factores que los determinan nos impide
ir más allá de una observación superficial. Esta manera inconsciente de afrontar los problemas acabará generando nuevos conflictos y nos llevará a cometer errores que hubiéramos podido prever y evitar. Uno de los errores consiste en considerar la comunicación como la única causa determinante de las relaciones. Todo y
que es un elemento de notable importancia con frecuencia no es el
origen de los problemas de relación sino una expresión, un síntoma
más de la existencia de conflicto. En personas alteradas por crisis
de estrés o de angustia, la insistencia, la intervención mediadora
que pretende ayudar mejorando la comunicación podría ser claramente contraproducente.
No conviene reducir las causas a cuestiones básicamente propias
de la sintomatología, conviene ir hasta las causas últimas de las crisis, de los conflictos, si es que realmente queremos aportar soluciones, ayuda o socorro. En ocasiones, determinados conflictos pueden
hallar solución o alivio atendiendo determinadas necesidades de orden psicológico, morales o materiales, como también procurando
asistencia médica o facilitando a las personas o sociedades en conflicto puedan comunicarse de manera positiva. Existen casos en los
que lo importante no es todo cuanto precede sino que de lo que se
CONFLICTOLOGÍA
64
trata es de que puedan recuperar la serenidad y el dominio de sí
mismas a través de procesos introspectivos o de comprensión de su
propio significado o de adaptación a las pautas vitales que rigen la
vida humana. No existe una sola razón, un solo origen y, por tanto,
tampoco puede existir un solo método, un único instrumento para
colaborar en el tratamiento de los conflictos.
De poco serviría a una persona que padece una enfermedad que
le produce irritabilidad y agresividad todos los razonamientos existentes a favor de la tolerancia. De poco serviría a una población
hambrienta, oprimida y humillada los buenos oficios de alguien que
les fuera a convencer del error de iniciar una revuelta armada. De
poco sirve que a una persona que ha perdido el control sobre sí misma, un mediador intente mejorar la comunicación con las personas
en conflicto. Se hace necesario hallar soluciones concretas para
cada caso específico, encontrar la causa de mayor importancia, la
primera. Sin que ello presuponga que, en ocasiones, también resultará conveniente actuar de urgencia sobre los mismos síntomas,
para reducir los efectos bloqueadores o inhibidores de las soluciones propuestas, aunque ello no representará más que una medida
de emergencia, provisional, no la solución al problema.
El estrés es causa importante en el desarrollo de los conflictos.
El esfuerzo que han desarrollado médicos, psiquiatras y biólogos en
relación el estrés nos sirve decididamente en el análisis y tratamiento de conflictos tanto individuales como colectivos. Las personas, hoy en día, viven de manera cada vez más amenazada por su
propia conducta y actitud; las formas de vida, los valores que rigen
su comportamiento así como las exigencias sociales y profesionales
y las dificultades de adaptación a una sociedad en cambio acelerado determinan niveles de estrés elevado.
Enfermedad de las civilizaciones modernas, debido a una demanda excesiva de adaptación, el estrés se convierte en una de las primeras causas de mortalidad, de morbosidad y de agotamiento del organismo. El origen del infarto de miocardio, de hipertensión arterial, de
úlcera de estómago, de depresión nerviosa, de agotamiento, de dolores
de cabeza, de muchas alteraciones psicosomáticas e incluso de cáncer
no resulta extraña al estado de estrés crónico.26
Con frecuencia, desde las ciencias sociales, los factores biológicos
que inciden en los procesos sociales se han visto como peligrosos. Al26. Dr. Soly Bensabat. Director del Centro Médico François I, centro de medicina preventiva del estrés de París. Del libro coordinado por él mismo con el título
Stress, Ediciones Mensajero, Madrid, 1998.
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
65
gunos autores han pretendido justificar la desigualdad social a partir de argumentos de carácter y origen supuestamente biológico, intentando demostrar que la raza o el género podían fundamentar un
discurso científico que diese su apoyo a ideologías de talante racista. En mi caso, nada más lejos de esta posibilidad. Parto del convencimiento que la diferenciación biológica entre los seres humanos
acaba demostrando que son muy pocas las cosas que nos separan,
muchas más las que nos igualan y que si las diferencias pueden tener un carácter biológico, antropológico o ideológico, las desigualdades forman parte del ámbito esencialmente político y económico.
Esta desconfianza hacia los elementos biológicos que afectan de
manera notable la vida social e individual, nos ha llevado a ignorar
o subvalorar factores importantes en el desarrollo de los conflictos
y, por tanto, en su posible y correcto tratamiento. En muchas ocasiones, el origen de determinados conflictos pueden localizarse en
causas de carácter biológico. Determinados problemas sociales pueden estimular o canalizarse a través de manifestaciones o procesos
biológicos y de manera inversa, algunas disfunciones biológicas (enfermedades) pueden acabar generando conflictos sociales.
El profesor Hans Selye determina los agentes productores del estrés crónico en aquellas agresiones violentas o, con mayor frecuencia moderadas, pero repetidas y próximas en el tiempo, que exigen
una capacidad de adaptación continuada. La suma de pequeños estrés que acaban constituyendo a la larga una dosis total excesiva
que sobrepasa la capacidad de resistencia. En todos los casos la respuesta del organismo se realiza en el plan físico, psicológico y evidentemente, en el biológico, repercutiendo en los diferentes niveles
metabólicos y del equilibrio bioquímico. Entre los factores que detalla el profesor Selye27 destacan: la frustración como uno de los
peores; la contrariedad y la coacción, el miedo, la decepción, la envidia, las obsesiones, las emociones fuertes sean éstas buenas o malas, el fracaso, las preocupaciones materiales y profesionales; los
problemas afectivos, el divorcio, la muerte o la enfermedad de personas próximas, los celos… Además de factores físicos como el
hambre, la enfermedad, la fatiga, el frío y el calor, el ruido excesivo, la polución o el trabajo nocturno. Entre los factores biológicos
destaca la malnutrición y los desequilibrios alimentarios, el exceso
27. La denominación estrés proviene del Dr. Hans Selye, presidente del Instituto Internacional del estrés y de la Fundación Hans Selye de Montreal. Selye es
profesor honorario y director del Instituto experimental de medicina y cirugía de la
Universidad de Montreal, Québec.
CONFLICTOLOGÍA
66
de azúcar, de grasas así como el exceso o la insuficiencia de proteínas o el consumo exagerado de sal, café, tabaco o alcohol.
Todos los elementos citados forman parte o están relacionados
con la actividad social, las formas de pensamiento y los sistemas políticos. Sin embargo, poseen un efecto sobre la salud humana directo e importante, lo que acabará afectando también a la vida social de manera también notable. La desnutrición o buena parte de
las enfermedades guardan una relación directa con cuestiones económicas y políticas. Los problemas suscitados, por ejemplo, por las
«vacas locas» en Europa están afectando de manera importante la
salud humana y, al mismo tiempo, industrias como la ganadera, las
fábricas de piensos, los sistemas de eliminación de residuos y de
control de la contaminación, los gremios de carniceros, industrias
cárnicas y mataderos, los hábitos y pautas culturales y los criterios
comerciales en relación con la alimentación y la gastronomía.
Como mínimo, tres premios Nobel han dedicado sus esfuerzos
al estudio del estrés: los doctores y profesores Roger Guillemin, Sir
Hans Krebs y Linus Pauling. Hans Krebs posee un interesante artículo relacionando estrés con delincuencia juvenil; Pauling sobre la
relación del estrés y determinadas enfermedades y Guillemin sobre
la intervención del cerebro en el desarrollo del estrés. Finalmente,
es importante destacar la íntima relación existente entre los procesos biológicos, los psicológicos y los sociales, una relación que se
produce de manera bidireccional que debería ser tenida muy en
cuenta por los médicos que pretenden curar enfermedades que,
en muchas ocasiones, podrían ser atendidas mediante medidas psicológicas, análisis sociológicos e intervenciones pedagógicas y, también, a la inversa: cuando psicólogos, políticos o pedagogos intervienen en sus campos propios, les resultaría extremadamente útil
tener bien en cuenta los procesos biológicos que intervienen en el
desarrollo y la vida social. Como mínimo aprenderíamos dos cosas:
a percatarnos de la unión que existe entre las diversas disciplinas y
aprender a establecer sistemas de colaboración real y efectiva.
Recordemos como la lucha por la satisfacción de las necesidades, no únicamente de los propios intereses, genera sensaciones de
angustia que poseen la función de generar estímulos que conducen
a la acción. El desarrollo de procesos de angustia y de miedo es, básicamente, un proceso psicobiológico. La segregación de determinadas hormonas como la adrenalina, dopamina o serotonina poseen una función muy precisa que permite la generación de determinadas reacciones psicológicas e incluso de reacciones integrales
de tipo mental, motriz, orgánico, verbal, actitudinal…
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
67
No podemos despreciar los procesos psicobiológicos que afectan
notablemente las acciones y reacciones de las personas tanto en su
dimensión individual como colectiva. Resulta interesante observar
lo que sucede en relación con la segregación de las hormonas citadas y en relación con el desarrollo del estrés y de las tensiones que
preceden al miedo. Se producen cambios importantes en la capacidad de razonamiento y de respuesta humana frente a los acontecimientos. Una situación aguda de estrés tiende a reducir las capacidades de razonamiento e incrementa aquellas otras de agresión y
de desarrollo de la violencia. El estrés es la denominación para los
estados de tensión que provocan los procesos de adaptación y de
cambio que se producen en el entorno de las personas, ya sean cambios sociales, políticos o culturales o, simplemente, modificaciones
radicales de las rutinas y del equilibrio emocional. El estrés se refiere al cambio, al conflicto que suscitan los cambios imprevistos,
traumáticos, a las incapacidades crónicas de adaptación o a la falta de estímulos. Es a través de la incorporación de este campo del
conocimiento biológico y médico de las causas fisiológicas de los
conflictos, lo que permite pensar que la Conflictología posee también la voluntad de transformarse en la ciencia del Cambio.
Existe una relación directa entre el organismo, las actitudes psíquicas y emocionales y las actividades sociales. Determinadas actitudes filosóficas y comportamientos psicológicos generaran reacciones orgánicas y conducirán a unas acciones sociales determinadas. Una situación social determinada generará una respuesta emocional concreta y ésta una reacción orgánica específica. La
actividad física (alimentación, esfuerzo, sedentarismo) puede provocar determinadas reacciones emocionales y, éstas, al mismo tiempo, nos conducirán a adoptar determinaciones y comportamientos
en nuestro entorno social. Ignorar o desatender esta íntima relación
nos llevará a considerar una realidad fragmentada y descohesionada que nos impedirá poseer una visión de conjunto y unas capacidades e instrumentos imprescindibles para intervenir con menos
error que los habituales.
El hígado es uno de los órganos directamente implicado con las
actitudes de envidia o los comportamientos agresivos y, por tanto,
conflictuales… El problema se generará en tres ámbitos diferentes,
o en alguno de éstos. Por ejemplo, en el caso de que en nuestra actividad social los conflictos son intensos y persistentes, seguramente se generarán tensiones emocionales que afectarán determinados
órganos como el hígado que, al mismo tiempo intensificarán las actitudes agresivas que contribuirán a incrementar la actividad con-
CONFLICTOLOGÍA
68
flictual, lo que llevará a elevar los niveles de respuesta emocional y
las reacciones orgánicas derivadas que repercutirán en la escalada
del conflicto.
El hecho de alimentarse inadecuadamente y consumir elevadas
cantidades de grasas y la ingesta de cantidades inadecuadas de alcohol o de productos tóxicos conducirán hacia el deterioro o la reducción de las funciones hepáticas, con lo cual provocaremos que
la respuesta emocional se vea alterada y, con ello, nuestra actitud y
comportamiento social en nuestro entorno próximo y en la toma de
decisiones.
El proceso puede invertirse. Si la actividad social resulta excesivamente estresante (tensiones, conflictos, contradicciones, cambios)
las emociones alteradas acabarán afectando nuestra salud. Muchas
enfermedades que, aparentemente no guardan relación alguna con
lo social, de hecho lo tienen. El mal funcionamiento del hígado, por
ejemplo, puede facilitar procesos mórbidos como la diabetes. El hígado interviene en la fabricación y almacenaje de determinadas vitaminas como A, B, D, E y K; también interviene en la reconversión
del glucógeno en glucosa mediante las células hepáticas denominadas hepatocitos.28
En una ocasión en la que tuve que intervenir como asesor en un
conflicto laboral, una de las personas afectadas, su médico de cabecera le diagnosticó una afección renal debido al estrés. El paciente en cuestión llevaba meses sometido a tensión constante a lo
largo de su jornada laboral debido al conflicto planteado entre él y
su jefe. Su director, con una calificación profesional inferior al
subalterno, había desarrollado recelos y temores de verse desplazado
por quien en aquellos momentos se encontraba a sus órdenes. Ello
llevó al director a marginar a la persona que debía trabajar para él.
28. En la mayor parte de topologías de estrés clínicamente significativos, como
el traumatismo o la infección, se observa normalmente un aumento de los índices circulantes de glucagón, de epinefrina, de cortisol, de la hormona del crecimiento, así
como una disminución relativa o absoluta de la insulemia. Estas respuestas hormonales al estrés van generalmente acompañadas por un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático. La hiperglucagonemia tiende a aumentar la glucogenólisis,
la glucogénesis y la cetogénesis. Un incremento de la secreción de epiferina posee una
acción similar sobre el hígado y la lipólisis, lo que contribuye a incrementar la acetona en el organismo y reduce la eficacia con que los tejidos utilizan la glucosa. Finalmente, la epiferina puede incrementar la secreción de glucagón, mientras perturba la
secreción de insulina. Dr. John E. Gerich (profesor de medicina y fisiología, director del Endocrine Research Unit, Mayo Clinic y del Mayo Medical School, Rochester, Minnesota, Estados Unidos. De su artículo en el libro Strees, Ediciones Mensajero, Bilbao, 1987).
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
69
Consciente o inconscientemente se percataba que, si no podía despedirlo, lo que sí podía conseguir era que fuese el mismo empleado
quien abandonara su empleo agotado por el trato y el conflicto latente. Al proceso anterior se le conoce como acoso moral o moobing
y los especialistas en conflictos lo tienen perfectamente tipificado
en sus muy diversas expresiones y tipologías. De hecho, forma parte de nuestra cultura humana, de las reacciones y acciones que se
desarrollan frente a temores y disfuncionalidades organizativas.
Determinadas enfermedades generan actitudes agresivas. Úlceras, artrosis, artritis, enfermedades de origen hepático, etc. En otros
es el dolor crónico el que contribuye a desarrollar irritabilidad, en
otros son, simplemente, la simple segregación de adrenalina, por
ejemplo, la que puede generar comportamientos molestos para las
personas que conviven en su entorno (agresividad, tensión, hiperactividad). Si observamos el proceso a la inversa comprobaremos
exactamente lo mismo. Las tensiones generadas por la envidia, la
competitividad, el rencor o el odio llevarán a la creación de procesos emocionales agresivos y acabarán en una gradual degeneración
o deterioro físico.
La noradrenalina y la dopamina cerebrales desarrollan un papel
intercerebral muy importante en el momento de producirse la reacción
de adaptación. Estas hormonas dirigen la intervención de las diversas
partes del cerebro y regularizan la conducta afectiva y emocional así
como el grado de vigilancia.29
Así, de esta manera, el tratamiento de conflictos pasa por la
adopción de medidas que pocos mediadores tienen en cuenta. En
muchos casos, la intervención a través del arbitraje o de algunas
sesiones de mediación no aportarán nada positivo y únicamente
contribuirán a incrementar las sensaciones de frustración. Los conflictólogos convendrá que dispongan de una visión, unas capacidades y unos instrumentos que les permitan hacer uso de métodos de
análisis y de técnicas de intervención más avanzadas y plurales. La
inclusión de conocimientos sobre los procesos biológicos que intervienen en los conflictos aportarán ventajas considerables con relación a las personas monodisciplinarias o monotemáticas que seguramente tendrán dificultades para entender las causas, y por lo
tanto las posibles soluciones de los problemas en los cuales intervienen. Ya no se trata de aplicar algunas técnicas aprendidas de la
Dinámica de Grupos o de implementar las habilidades comunicativas.
29.
Dr. Soly Bensabat.
CONFLICTOLOGÍA
70
Según el fisiólogo francés Claude Bernard (1878) demostró que
una de las principales características de los seres vivos reside en su
capacidad de mantener la estabilidad del medio ambiente interno a
pesar de las condiciones externas y las modificaciones que pudieran
producirse. «La estabilidad del medio ambiente interno es condición indispensable para una vida libre e independiente.» Lo que distingue a los seres vivos del resto de objetos inanimados que se hallan en la naturaleza es, precisamente, sus facultades de adaptación
a los cambios. Esta estabilidad y capacidad de adaptación biológica resulta muy próxima y similar a las recomendaciones de serenidad y armonía que muchos filósofos clásicos como Séneca o Aristóteles proponían como ideal para la vida humana. El interés de la
Conflictología por los procesos de cambio y de resistencia al mismo
está justificada por los parágrafos anteriores en los que se observa
la relación que posee con los conflictos.
El también fisiólogo belga Fredericq (1855) expresó una opinión
similar a la anterior: «El ser vivo», dijo, «es de tal manera que toda
influencia perturbadora provoca por sí mismo una actividad compensatoria destinada a neutralizar o a poner remedio a esta perturbación». El Dr. Canon (1939) insistió en la importancia del sistema
nervioso simpático y en las descargas de adrenalina por las glándulas medulosuprarrenales que se produce cuando existen agresiones
de cualquier tipo. Estas descargas de adrenalina modificarán las
reacciones bioquímicas del organismo y conducirán a determinadas actitudes sociales relacionadas con la violencia.
En la revista British Medical Journal del mes de mayo de 2000,
se publicó un estudio conducido por los estadounidenses Ichiro Kawachi y su equipo de la Harvard School of Public Health y del
Bringham Women’s Hospital de Boston, donde vienen a demostrar
que las mujeres sometidas a un trabajo excesivo, con escaso control
sobre el mismo y también escaso apoyo por parte de sus jefes, acaban viendo deteriorada su salud física y mental, junto con una pérdida importante de sus habilidades profesionales. Por su parte, el
Centro Internacional de Salud y Sociedad y del Departamento de
Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Londres también publicó un artículo similar en la revista The Lancet en el cual
se demostraba que los trabajadores que poseen un escaso control
sobre su actividad laboral tienen un riesgo significativamente mucho más alto de padecer afecciones cardíacas. El estrés laboral incrementa los síntomas de depresión y angustia, produce pérdida de
energía, desinterés y problemas físicos varios. En Suecia, el estrés
está considerado como una enfermedad y causa de baja laboral.
71
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
En un estudio preliminar que dirigí30 sobre las posibles causas
de insatisfacción y de origen de conflictos en el ámbito laboral, las
razones y causas más citadas eran la escasa valoración y reconocimiento del trabajo que realizaban y los defectos de organización
que generaban disfuncionalidades, roces, tensiones y equívocos entre los trabajadores y entre éstos y sus jefes. En general, también
nos percatamos del notable desconocimiento y temor que se tiene
por parte de los directivos de las causas de conflicto así como de los
costes que éstos conllevan que lleva a desatender las soluciones
frente a estos problemas.
Los conflictos en las organizaciones representan miles de millones en pérdidas debidas a disminuciones de la productividad, en
prestaciones sanitarias, en perjuicios causados por constantes boicots, huelgas y crisis. Como simple referencia formal, se considera
que las bajas por enfermedad no deberían sobrepasar el 4 %, cuando parece ser que la mayor parte de las empresas lo superan. La
baja laboral no se produce únicamente debido a una enfermedad ya
adquirida sino que, con frecuencia, es el subterfugio para conseguir
unos días de descanso o liberarse del estrés insoportable que representa asistir cada día al lugar de tortura psicológica que representa
un centro de trabajo con conflicto latente constante.
Los factores psicológicos y pedagógicos
Ninguna persona feliz ha perturbado nunca una reunión,
ni ha predicado nunca la guerra, ni maltratado a una
persona. Ninguna mujer feliz ha sido indiferente con su
marido y sus hijos. Ningún hombre feliz ha cometido un robo
o un crimen. Ningún empresario feliz ha atemorizado a sus
trabajadores. Todos los crímenes, todos los odios, todas las
guerras, pueden reducirse a la ausencia de felicidad.
(A. S. NEIL)
Lo que percibimos está más en función de nuestra experiencia
que del objeto observado. Interpretamos más lo que sentimos que
30. El año 1999-2000 en el seno del Centro Universitario de Investigaciones
e Intervención en Resolución de Conflictos «Pau i Treva» de la Universidad Ramon Llull de Barcelona, financiado por el Departamento de Trabajo del Gobierno
catalán.
CONFLICTOLOGÍA
72
lo que llegamos a ver o lo que razonamos. Los criminalistas descubrieron que la mayor parte de violadores de menores habían sido
violados ellos mismos en su infancia. El aprendizaje a través de la
experiencia condiciona aquello que acabamos percibiendo psicológicamente y todo aquello que podemos estar comunicando de manera directa o indirecta a través del lenguaje verbal o no verbal, de
las actitudes, las respuestas, los silencios, las interpretaciones e incluso de nuestras formulaciones. Observando las maneras de ejercer la violencia en cualesquiera de sus formas podremos determinar
las experiencias vividas de quien la practica. Si invertimos el fragmento reproducido en la cabecera de este capítulo podremos entender las experiencias que han vivido las personas que engañan,
que roban, que matan, que torturan o explotan. Conocer a fondo
esta hipótesis nos confirmaría la necesidad de trabajar introduciendo reformas sociales, proponiendo valores y objetivos sociales y filosóficos diferentes y desarrollando terapias y procesos de rehabilitación social sistemáticos que permitieran prevenir y reconstruir
procesos altamente destructivos y antisociales protagonizados por
personas y grupos sociales que hoy en día no se les ha calificado y
catalogado como tales.
Este principio puede aplicarse tanto a individuos como a grupos
y socialmente. Las sociedades también disponen de una experiencia
psicológica compartida: traumas de guerras o de largos años de dictadura, de gobiernos corruptos, de dificultades o de ventajas que
acabarán influyendo notablemente en la configuración de una identidad en constante transformación. Cuando la violencia es practicada por los mismos gobiernos haciendo uso de la policía o del ejército para reprimir la libre expresión y los deseos de participación
social o proteger los intereses particulares de los grupos en el poder, la violencia acaba instaurándose en la misma población que la
hace suya como sistema de solventar cualquier disputa; cuando
la corrupción y la inmoralidad es el sistema normal de funcionamiento en las relaciones políticas, estos métodos acabarán formando también parte del sistema de relación civil.
Con frecuencia no se trata tanto de mediar en procesos de comunicación defectuosa, puesto que el problema no radica en la
comunicación, ésta tal vez no sea más que el síntoma, sino en las
causas que han generado una percepción determinada que ha llevado al deterioramiento comunicativo; es en este punto en el cual
convendrá disponer de una visión integral del caso y actuar desde
una perspectiva del conflictólogo, facilitando a las partes en conflicto la recuperación de su propia autonomía, libertad y equilibrio
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
73
emocional y social. En algunos casos no conviene estimular la comunicación ya que, tal vez es esta misma la que puede facilitar el
desarrollo de los conflictos. Dicen que hablando la gente se entiende, pero no podemos olvidar que también nos peleamos. No me refiero únicamente a la comunicación verbal, sino a toda forma comunicativa. Cada caso resulta diferente, cada situación merece un
trato específico, no conviene generalizar y adoptar aspectos parciales de la realidad como si se tratasen de panaceas con un valor generalista. La comunicación es muy importante, no hay duda, pero
los problemas de relación, las dificultades de la vida, no creo que
puedan reducirse únicamente a cuestiones comunicativas. La satisfacción de las necesidades juega un papel también importante; así
como los valores, concepciones filosóficas e ideológicas de la vida;
el equilibrio emocional y físico y el entorno social también son
cuestiones de notable importancia que no conviene minimizar.
Ayudar, contribuir o facilitar que las partes en conflicto encuentren por sí mismas sus propias respuestas y soluciones no se reduce a procurar una comunicación asertiva, de hecho existen muchas
otras causas de conflicto y, por tanto, también existen muchas otras
posibilidades de contar con técnicas, métodos y estrategias que pueden ser aplicados. En este sentido la acción pedagógica nos puede
aportar muchas capacidades que incluyen otras diferentes a la visión estrictamente psicológica. No se trata tanto de educar en unos
valores preestablecidos por los dictados de la moda, una ideología
o por el Estado, sino más bien de facilitar que cada una de las personas los puedan descubrir y construir por sí mismas. Se trata de
educar en la felicidad, en la más profunda y amplia libertad, en saber combatir sin producir daño alguno, en amar la vida, en descubrir la serenidad en situaciones, a veces, turbulentas. Esto es el que,
en todo caso, explica el sentido de los valores y de los principios éticos, lo que llevará a las personas a cooperar, a apoyarse mutuamente, a respetarse, a beneficiarse los unos a los otros.
El miedo, la angustia de la incertitud, de la duda, obliga a los
humanos a buscar certezas lo más exactas posibles. Parece que se
hace necesario creer en algo. Para algunos será Dios, para otros la
ciencia o, incluso, alguna teoría concreta. Otros encontrarán refugio en el ateísmo o en la seguridad de una organización ideológica
determinada sea un partido, una iglesia o una sociedad. Incluso hay
quien opta por creer que la felicidad está en función de las posibilidades de consumir, tener éxito o fama. Es cierto, existe la necesidad de seguridad, de satisfacción de necesidades, lo que puede resultar importante y diferente será la manera de hacerlo, de enten-
74
CONFLICTOLOGÍA
der en qué consiste. Acostumbramos a pensar que únicamente puede existir una sola verdad, que la existencia de otras verdades las invalidaría todas y no nos percatamos que lo que existen son diversas
expresiones sobre la misma cosa.
Los problemas filosóficos. Más allá del dualismo
Los hombres se perturban no por las cosas que les suceden,
sino por sus opiniones sobre las cosas que suceden.
(EPICETO)
Buena parte de nuestro razonamiento filosófico se encuentra influido poderosamente por un esquema dual. Parece como si las cosas tan sólo pudieran ser blancas o negras, cuando, de hecho, tal
vez no existan más que tonalidades grises o, mejor dicho, de todos
los colores y tonalidades. Las actitudes duales acaban siendo excluyentes y configuran una expresión humana muy común. O es esto
o lo otro. O eres nacionalista o no lo eres, o eres de esta nacionalidad o de la otra, o blanco o negro… Hace bastante tiempo, el pintor Salvador Dalí se definía a sí mismo como monárquico, anarquista, ateo y jesuita. En aquel momento entendí la frase más como
un truco de marketing para llamar la atención que por sus contenidos filosóficos. Aunque Dalí no destacó por sus ideas sociales o
políticas progresistas, sí lo fue en sus concepciones sobre el arte; el
movimiento artístico del que formó parte rompió moldes y tabúes.
Tomando por ejemplo esta frase de Dalí, lo que aparentemente nos
parecería totalmente contradictorio, nos podría describir una realidad más allá de los nominalismos con los cuales acostumbramos a
reducir la expresión del pensamiento o de la realidad que pretendemos comunicar.
La necesidad crea la dualidad, es el yo y su entorno en el que satisfacer las necesidades lo que fundamenta actitudes dualistas. Solucionar la necesidad es romper el dualismo. Para romper el deseo
se hace necesaria la acción sin finalidad, la acción desinteresada,
sin objetivo preciso ni explícito. El miedo se incrementa cuando se
incrementa la dualidad y se estimula el ego produciendo una disminución del sentido de unidad, del valor de lo colectivo de la realidad plural social y de la realidad de la propia naturaleza, del universo. Esto que nos puede parecer tan extraordinariamente abs-
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
75
tracto tiene una traducción en la vida práctica cotidiana, forma parte de una de las causas fundamentales de conflicto. La consideración, tanto individual como colectiva, de formar parte del entorno
en que vivimos o de considerar éste como el lugar donde simplemente satisfacer nuestras necesidades y deseos, esta simple construcción mental predetermina actitudes bien diferentes. Todas las
tradiciones filosóficas y las escuelas espirituales y místicas han formulado parecidas conclusiones y propuesto vías diversas para acercarse. Me remito a éstas.
Nuestras sociedades son muy heterogéneas. La movilidad social, los sistemas de comunicación y de transporte eficiente y la
globalización de la economía permiten una visión de conjunto que
se resiste a ser reducida a patrones generalistas y estereotipados.
Lo cierto parece ser que las personas somos muchas cosas al mismo tiempo y que, a lo largo de la vida, cambiamos constantemente, nos transformamos. No podemos negar que la anarquía, para
poder llegar a ser realidad, necesita de unos niveles de orden bastante altos, que las monarquías no absolutistas pueden permitir niveles altos de libertad; que la filosofía atea de negación de Dios posee muchos puntos en común con las filosofías religiosas de búsqueda y afirmación del Absoluto. Resultan ser, de alguna manera,
dos caras de la misma moneda; de similar forma en que el placer
y el dolor poseen más puntos en común que de divergencia, aunque tengan signo contrario, ambos se determinan y definen por las
sensaciones.
Mani, el gran místico persa, así como sus seguidores, fueron
acusados de dualistas, de aquí el concepto maniqueo, cuando justamente eran todo lo contrario y cuando sus acusadores y perseguidores que lo llegaron a torturar, asesinar y desacreditar se regían
por una filosofía dualista llevada al extremo. Únicamente los que
piensan de manera dualista pueden llegar a justificar y practicar los
males inflingidos a otros. El mal debe ser combatido, los malos sacrificados, únicamente los buenos poseen derechos. Éste es el razonamiento y la justificación de quien ve la vida en blanco y negro y
no reconoce grises, texturas, tonalidades ni colores. Mani y sus seguidores no desvinculaban la forma de pensar, de la manera de vivir; veían ignorancia o error y lucidez allí donde los otros dividían
las cosas y las personas en categorías morales, como buenas o malas. Siglos más tarde, en Europa, los llamados Cátaros, de manera
de pensar y vivir similar a la de los maniqueos históricos, siguieron
la misma suerte. También fueron perseguidos y ultrajados por aquellos que asesinaban en nombre del bien y para combatir el mal. La
76
CONFLICTOLOGÍA
Iglesia cátara apenas tuvo tiempo de perdonar y desaparecer, como
anota Anne Brenon, historiadora de los movimientos heréticos occitanos.31
Las morales que determinan el bien y el mal difieren sustancialmente de aquellas otras que propugnan simplemente el bien y
creen que los males son errores graves debidos a causas concretas
como bien pudiera ser el miedo o la ignorancia que, evidentemente, conviene que sea conjurado, resuelto o establecido un remedio u
otro. De todas maneras, parto del convencimiento ya expresado de
la complementariedad de las diversas expresiones e interpretaciones
y la necesaria conciliación de las mismas a través de una colaboración en la que las tensiones pueden servir de estímulo y no la excusa de su represión.
Aspectos antropológicos de los conflictos
Los seis errores del hombre: la ilusión de que las ganancias
personales se consiguen aplastando a los demás.
La tendencia a preocuparse por las cosas que no se pueden
cambiar o corregir. Insistir en que una cosa es imposible
porque no podemos conseguirla. No querer prescindir
de preocupaciones banales. Rechazar el desarrollo
y el perfeccionamiento de la mente y no adquirir el hábito
de leer y estudiar. Intentar obligar a los demás
a creer y vivir como nosotros.
(MARCO TULIO CICERÓN)
Determinadas culturas son proclives a la valoración del conflicto, mientras que otras parecen decantarse por fórmulas de denuncia de los mismos y el esfuerzo por hallar sistemas de conciliación.
Las primeras son sociedades en las que se favorecen actitudes como
el valor, el honor, la iniciativa y la lucha como parte de una filosofía y una concepción del modo de vivir que interpreta y traduce los
esfuerzos por sobrevivir y la dureza del medio. Los Sikhs,32 representan el caso paradigmático de valoración positiva de la violencia,
aunque de hecho, prácticamente todas las sociedades y de todas las
épocas poseen elementos que contribuyen a lo mismo. En el caso
31. Brenon ha publicado diversas obras sobre los cátaros, una de éstas remarcable lleva por título Le vrai visage du Catarisme, obra traducida a otras lenguas.
32. Se refiere a la religión Sikh en Punjab, India y Pakistán. Fundado en 1469
por Guru Nanak. Son más de veinte millones.
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
77
de los Sikhs, es patente y evidente. La violencia acaba siendo un ritual, un ideal ascético que convive a lo largo de toda su vida y que
da sentido al martirio y la inmolación. De hecho, también los primeros cristianos valoraban religiosamente el martirio, así como algunas de las corrientes radicales musulmanas o algunos bonzos budistas que se autoinmolaban cuando las circunstancias requerían
un sacrificio de tales proporciones. Toda la literatura épica está llena de escenas, ejemplos y argumentos en favor de las actitudes heroicas que llevan al sacrificio cuando se trata de dar testimonio de
una fe o un convencimiento a toda prueba o cuando se trata de sacrificarse por otros. La gran diferencia, en todo caso, radica en el
lugar que se ocupa, si es como víctima o como verdugo, pero este
componente violento que encontramos en muchas culturas posee
elementos comunes.
Seguramente, uno de los pueblos más pacíficos del planeta son
los Semai, en Malasia. Los castigos son prácticamente inexistentes, los
niveles de crímenes muy bajos, los homicidios inexistentes; las peleas anecdóticas. Por el contrario los más violentos seguramente son
los Waorani amazónicos del Ecuador; en las seis generaciones últimas, el 60 % de las causas de muerte lo ha sido por homicidio, sin
embargo sus características sociales, sus formas de organización resultan ser muy similares,33 así como el medio ambiente en el que viven y su régimen económico, alimenticio, climático, etc.
Las diferencias entre unos y otros se sitúan en el ámbito, primordialmente, de lo filosófico, religioso o de las concepciones y valores sobre el mundo y sobre sí mismos. El pueblo Semai considera que vive en un medio hostil, mientras que los Waorani no; los Semai poseen creencias en espíritus malignos y en otros protectores
que les confieren actitudes de prevención y de apoyo en determinadas situaciones; por el contrario, los Waorani, sus niveles de creencias se centran básicamente en sus propias capacidades y consideran el mundo a su entera disposición con la finalidad de conseguir
sus propósitos; para éstos, los que no son Waorani, son considerados como enemigos potenciales, mientras que para los Semai, los
otros pueblos son observados con curiosidad y asimilados a la propia condición humana.
Mientras la idea de hostilidad hace a los Semai prudentes y les
conduce a valorar la ayuda mutua, a los Waorani, su extrema con33. Waging Peace: The Psychological and Sociocultural Dynamics of Positive
Peace, en Anthropological Contributions to Conflict Resolution, artículo de Clayton
A. Robarchek y Carol J. Robarchek. Se cita en la bibliografía.
CONFLICTOLOGÍA
78
fianza en sus propias capacidades les lleva a afrontar todo tipo de
riesgos y despreciar la vida de quienes no son capaces de defendérsela. Mientras los primeros conceden una gran importancia al grupo, los segundos son individualistas e independientes. Las mujeres
Waorani paren solas y sin asistencia, los viejos son abandonados a
su suerte y los hombres jóvenes no ven inconveniente en salir a cazar solos durante días que transcurrirán en un medio selvático con
muchos peligros objetivos.
La relación sutil y determinante entre los valores y las formas de
vida se muestran en los ejemplos precedentes con una claridad indiscutible. Sería absurdo tomar partido por los Semai o los Waorani, por sus concepciones y sus formas culturales; pero sirven como
ejemplos paradigmáticos para saber qué conviene «recetar» en un
caso u otro. Ambas culturas poseen valores y utilidades indiscutibles. Las culturas como la de los Semai son un ejemplo a seguir
cuando se vive inmerso en culturas similares a los Waorani, y viceversa. Para ambos el peligro está en ellos mismos, los Waorani podrían verse autoaniquilados o suscitar el ataque de sus vecinos
como simple acto de defensa; los Semai, por su parte, podrían ser
aniquilados o sometidos por cualquier pueblo con alguna tendencia
similar a un waorani. Los unos viven temerosos y los otros mueren
seguros de sí mismos.
Lo que resulta interesante destacar en este capítulo es la importancia que poseen los principios rectores filosóficos aunque éstos no
sean explícitos, los valores y concepciones, su traducción en actitudes psicológicas y su adaptación a formas pedagógicas que acabarán implantándose en formas culturales globales que no siempre
guardan una relación directa con el tipo de organización social o de
actividad económica que se desarrolla. En la realidad de las sociedades occidentales u occidentalizadas sucede algo similar a como
sucede en los ejemplos anteriores. Las actitudes más agresivas se
corresponden con aquellas que se sienten formar parte del poder establecido o que poseen convicciones de su propia superioridad frente al mundo que les rodea y que consideran a su disposición. Pero
las actitudes pacíficas, en ocasiones, se fundamentan en el temor y
la represión social sutil. Convendrá conciliar ambos extremos, procurar por la colaboración entre estas dos formas opuestas de concebir el desarrollo de la vida y de las relaciones: vivir serenamente,
luchar sin odio ni violencia, confiar en uno mismo y aprender a vivir en la incertidumbre y el respeto por lo desconocido.
Japón fue en el pasado una nación belicosa que vivía en armonía. A caballo entre el siglo XIX y el XX Japón mantuvo guerras con
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
79
China, Rusia, ocupó Malasia y pretendió ser el líder de Oriente; al
mismo tiempo, en la cultura japonesa, todavía hoy entre las personas mayores, responder negativamente a una pregunta es considerado un acto descortés y violento. Ello ha llevado a más de un gajin (extranjero) a verse envuelto en complicaciones. Recuerdo que
cuando viví en Japón me advirtieron que nunca formulara preguntas en sentido afirmativo como, por ejemplo: ¿Este es el tren que va
a Osaka? Puesto que la respuesta, tanto si lo era como si no, sería
siempre afirmativa. Era necesario hacer la pregunta de manera interrogativa: Cuál es el tren para Osaka, con lo cual obtendría la respuesta correcta y necesaria.
En Japón, los planteamientos, incluso la misma denominación
Resolución de Conflictos, resultaba inadecuada. Los conflictos se
rehúyen, como en Occidente no se acostumbra a hablar en público
de temas escatológicos, sexuales, etc. Sin que ello no quiera decir
que se ignoren y desatiendan; incluso la polémica, el debate o la crítica resultan estridentes e inadecuados culturalmente. Los japoneses, como en todo Oriente, el valor de la armonía es primordial de
manera parecida a como en Estado Unidos, por ejemplo, lo es la eficacia. Tomar el té, el arte japonés notablemente influido por la filosofía zen, el mismo Aikido, una arquitectura que procura adaptarse al medio natural sin destacar, la gastronomía, todo forma parte de una concepción armónica, suave.
La manera de solventar problemas o conflictos se desarrolla de
manera indirecta, actuando más en el entorno que directamente. Se
procurará buscar solución a problemas que puedan generar desazón o intranquilidad, se integrará el problema dentro del grupo, se
insinuarán posibles soluciones, se intentará facilitar la calma, el sosiego como métodos de facilitar la solución de los conflictos sin incidir directamente sobre los protagonistas de los mismos, al mismo
tiempo que se marginarán las manifestaciones agresivas y violentas
y también se evitará hablar directamente del problema o del conflicto que genera. De manera bien diferente a como acostumbramos
a actuar en otros países.
80
CONFLICTOLOGÍA
Elementos pedagógicos y políticos en la solución de conflictos
La impaciencia fomenta el miedo, el estrés y el desánimo.
La paciencia se manifiesta en la confianza, en la decisión
y en un sentimiento de pacífica satisfacción.
(WAYNE W. DYER)
Mientras la Mediación se inscribe dentro de procesos básicamente propios de la psicología del acto comunicativo interpersonal,
pero no aporta alternativas a los conflictos colectivos y políticos
mientras no sea reduciéndolos a sus dimensiones interpersonales; la
comunicación social, el desarrollo de una pedagogía pacificadora y
unas estrategias políticas conducentes a enmarcar los conflictos en
contextos oportunos desde donde puedan gestionarse se hace necesario, dado que en muchas ocasiones los conflictos no pueden tratarse como conflictos entre personas concretas.
Tanto la pedagogía de P. Freire34 como de Neil poseen elementos muy interesantes relacionados con los conflictos. Uno desde la
perspectiva liberadora del oprimido, el otro desde una óptica libertaria a la búsqueda de la felicidad. Sus planteamientos sirven
en los procesos educativos formales pero también poseen una capacidad de adaptación al medio político, el cual tan deficitario se
encuentra de recursos pedagógicos con relación a los procesos de
pacificación de la vida colectiva.
El caso próximo del conflicto vasco resulta aleccionador. Desde
el Estado, máximo responsable de la convivencia y la seguridad de
los ciudadanos, se viene desarrollando sistemáticamente una pedagogía de la confrontación, una escalada conflictual basada en formas
violentas retransmitidas a través de todos los medios de comunicación y como reacción y respuesta a los asesinatos de ETA. El fomento del odio, la desinformación y la mentira se combinan con acciones policiales e injusticias penales con el propósito de doblegar la
capacidad criminal de ETA, una capacidad que puede ejercerse con
extrema facilidad y que, el tiempo lo confirma, resulta extremadamente difícil reducir a pesar de los cuantiosos elementos represores
con que cuenta el Estado. El conflicto vasco ha dejado de ser, con la
colaboración del Estado, un asunto propio de un grupo armado marginado de la política y se transforma en un conflicto entre naciones.
La formación de frentes, el llamado Constitucionalista o españolista
34.
Me refiero a la obra Pedagogía del oprimido.
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
81
y el Soberanista o nacionalista (vasco) es cada vez más patente. Éste
es un ejemplo a no seguir por lo que hace referencia al desarrollo de
estrategias de solución de conflictos políticos violentos.
En vez de reconocer la existencia de la disidencia, de identidades diferenciadas, de proyectos políticos distintos, se niegan. En vez
de procurar por la valoración del diálogo se potencia la confrontación. En vez de procurar por el desarrollo de culturas de paz, de sosiego, se facilita todo lo contrario. En vez de facilitar la alianza y la
reconciliación se procura redoblar la dureza de la vida política. Ganar una batalla no garantiza ganar una guerra.
La televisión y los conflictos
Los medios de comunicación juegan un papel destacado en la
generación o solución de los conflictos. El caso de la antigua Yugoslavia es significativo. Milosevich, como secretario general de la
liga de los Comunistas yugoslavos, aprovechando un mitin serbio en
zona albano-kosovar ordenó preparar piedras y un grupo de serbios
que se enfrentaran a los albaneses al finalizar el acto político con la
intención de que los serbios presentes fueran atacados. Previamente había acordado con el director de la televisión serbia la necesidad de grabar la algarada. Posteriormente, la televisión serbia aprovecha la agresión con insultos y piedras a los serbios para poder justificar e iniciar un conjunto de hostilidades y decantar la opinión
publica serbia hacia un cambio sustancial en la dirección política y
el inicio de la guerra. Lo que hubiera podido resolverse mediante
negociaciones políticas y estrategias de reducción de las tensiones,
se optó por la peor solución. Los resultados han sido evidentes y desastrosos. Años de guerra, división y empobrecimiento del país y
una desmoralización que tardará décadas en superarse. Este tipo de
estrategias resulta común en muchos conflictos. Los Estados Unidos
urdieron el propio hundimiento de uno de sus navíos de guerra fondeado en el puerto de La Habana para poder entrar en guerra
con España y favorecer la independencia de Cuba que le permitiese transformar la isla en una colonia suya, como así fue durante un
tiempo. Algo parecido pudo pasar en Pearl Harbor en relación con
la necesidad de involucrar a Japón en la Segunda Guerra Mundial
con la finalidad de poder derrotarlo y someterlo a las estrategias comerciales norteamericanas. El uso de la provocación para poder iniciar un conflicto es una táctica antigua utilizada en el ámbito tanto bélico como político y en conflictos interpersonales.
CONFLICTOLOGÍA
82
En el caso del Japón, la televisión recientemente inventada también jugó un papel importante, en este caso como terapia de pacificación de una sociedad belicosa como la japonesa de aquella época. Sin embargo, durante el tiempo en que el general McArthur fue
comandante de las fuerzas de ocupación del Japón fue él mismo el
que se encargó de redactar de su puño y letra la ley que debía regir
la recientemente inaugurada televisión japonesa. Una de las primeras series que emitió se denominó «Quiero convertirme en una ostra» que tuvo un éxito espectacular y que las personas de edad todavía recuerdan. Se trataba de un alegato a la paz y de un mensaje, en clave poética y cinematográfica, a olvidar y trabajar. La figura de la ostra es significativa, se encierra en sí misma en las
profundidades del mar protegida por su caparazón y su ocultamiento y, con el tiempo, llega a fabricar una perla, representación
del trabajo sistemático, de la belleza y de la riqueza. De hecho, la
historia del Japón de posguerra siguió al detalle el proceso enunciado en el título de la primera serie televisiva japonesa.
En la ciudad de Mostar, en Bosnia, una de las medidas que se
tomaron consistió en facilitar al inexistente y destruido canal de televisión de la ciudad un equipo completo que facilitó TV3 (Televisión de Cataluña), con la finalidad de restablecer la comunicación
social, cuestión básica para poder iniciar procesos de normalización
de la vida social después de la guerra que destruyó parte de la ciudad y creó una separación profunda entre las comunidades bosnia
y croata. El regalo en cuestión llevaba una dedicatoria, un manual
de uso, por así llamarlo. La televisión debía regirse por el código
deontológico del periodismo y no podía utilizarse como instrumento político y, mucho menos, con finalidad de agitación ni de promoción de la violencia. La ética de los periodistas deja bien claro
que el acto informativo se basa en la veracidad, la objetividad y en
el respeto. Durante la guerra, en toda Yugoslavia se había hecho uso
de la radio y de la televisión con finalidades militares conducentes
al desarrollo del odio y la venganza, la diseminación de la mentira
y la desinformación de la población civil.
Otras medidas encaminadas a la reconstrucción de la convivencia en una ciudad como Mostar dividida, donde cada persona conocía quién había asesinado a algún miembro de su familia o de su
círculo de amistades, con la participación de asesores europeos,
consistió en diversas medidas entre las que destaco algunas de ellas,
auténticas formas de pedagogía política orientada a la solución de
los conflictos:
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
83
• El restablecimiento de la seguridad en la ciudad aconsejó el
despliegue de un sistema de policía. Dado que un mismo policía no podía cubrir el territorio de las dos comunidades puesto que sería asesinado por la comunidad a la que no perteneciera, se optó por organizar la vigilancia con policías de ambas
comunidades por parejas; sin embargo, como ello podría producir enfrentamientos entre los mismos policías, se optó para
que éstos fueran acompañados por un tercer policía de alguno
de los países de la Unión Europea que evitaría el enfrentamiento y, al mismo tiempo, procuraría por establecer entre ambos lazos de camaradería. La manera en que algunos policías
llevaban a cabo esta misión consistía en procurar momentos y
temas de conversación «normales» que contribuyeran a normalizar las relaciones; así, de esta manera, conducían la conversación a hablar de temas salariales, de mujeres o de fútbol
siempre y cuando no se refirieran a los equipos locales.
• Restablecer las relaciones ciudadanas normales era sumamente difícil. Se optó por incidir en la población adulta que no hubiera participado por su edad en actos de violencia: los jóvenes de alrededor de quince años. Se organizaron fiestas en las
que se contrató a conjuntos musicales de moda europeos, se
levantaron carpas en zonas neutrales como uno de los puentes reconstruidos que unían las dos partes de la ciudad. El objetivo consistía en facilitar el encuentro de hombres y mujeres
jóvenes en un ambiente festivo. La iniciativa no era original,
de hecho las políticas europeas de intercambios juveniles iniciadas en la posguerra europea poseían una finalidad similar.
• También se ofrecieron subvenciones a personas que decidieran
abrir una cafetería o restaurante con terraza, la idea consistía
en facilitar lugares públicos de encuentro y relación, recuperar la normalidad de la vida urbana, ayudar a reconstruir los
edificios destruidos, devolver la vida a las calles, procurar que
las personas no tuvieran presente cada día los horrores de la
guerra vivida…
Algo parecido también se produjo en Ruanda y Burundi inmediatamente después de la guerra civil y de las matanzas indiscriminadas de población civil indefensa. La Fundación Search for Common Ground facilitó equipos de radio a grupos de periodistas mixtos, Utus y Tutsis, con la finalidad de restablecer la comunicación
entre las comunidades enfrentadas. Los únicos requisitos consistían en observar escrupulosamente los principios de la ética perio-
CONFLICTOLOGÍA
84
dística y desarrollar una estrategia informativa que permitiera reflexionar sobre lo sucedido desde la serenidad a la vez que se intentaba recuperar el hábito de convivir y compartir, al menos en los
programas radiofónicos.
En Sudáfrica, durante el período de transición entre el régimen
de apartheid y de reconocimiento de derechos civiles para la población negra, se produjeron enfrentamientos violentos entre grupos
étnicos africanos en pugna por un poder político que veían posible
a través del proceso democratizador. Una periodista de la BBC familiarizada con los procesos de Resolución de Conflictos utilizó su
labor informativa en una manera eficaz de contribuir a la pacificación de los grupos armados que competían con las armas en la
mano en su lucha por alcanzar el poder político al que aspiraban.
La realización del reportaje sobre estas bandas armadas se transformó en una auténtica terapia que contribuyó, en la escala que se
produjo, a disminuir la tensión y los actos de violencia protagonizados hasta entonces.
El reportaje preveía que fuese realizado por los comandantes de
las diversas organizaciones armadas enfrentadas. Con ello se produjo, finalmente, un encuentro entre éstos que les ayudó a descubrir que, en definitiva, unos y otros tenían mucho más en común
que en disonancia. Eran hombres jóvenes con problemas de marginalidad y acostumbrados a una cultura que valoraba la violencia,
con parecidos problemas y muy similares expectativas. El trabajo
de realización en equipo del reportaje también contribuyó a desarrollar lazos de solidaridad espontáneos al poseer objetivos comunes que alcanzar y contribuyó decisivamente a que reflexionasen
conjuntamente sobre lo sucedido y sobre las posibles salidas al conflicto. Todos estos elementos que acabo de citar son los que adolecían y los que permitían el desarrollo de acciones violentas entre
ellos. Las continuas acciones de represalia mutua contribuían a fomentar en ellos sentimientos de odio y venganza, la falta de objetivos comunes los enfrentaba, el mutuo desconocimiento generaba
temores, la urgencia de la acción armada les impedía reflexionar sobre lo que estaba sucediendo y protagonizando y, por supuesto, les
impedía pensar en la posibilidad que pudiera existir alguna otra solución más que continuar destruyendo la vida de quienes les amenazaba y destruía.
En relación con el conflicto vasco, todo y ser de menor envergadura, está sucediendo algo parecido pero a la inversa. Los medios
de comunicación social, prensa, radio y televisión están empeñados
en difundir una visión de los adversarios políticos nefasta. La utili-
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS
85
zación del sarcasmo, la difamación, la mentira o la ocultación de la
información veraz ha sustituido en buena parte el ejercicio periodístico independiente bajo la presión de los poderes públicos. Tales
medidas, justificadas por la actividad criminal de ETA, transforman
en corresponsable subsidiario al propio Estado y lo sitúan como
parte beligerante de un conflicto que más que protagonizar debería
contribuir a su resolución.
La Guerra del Golfo fue el ensayo de una nueva forma de hacer
la guerra que, más tarde volvería a aplicarse en Yugoslavia, en la llamada Guerra de Kosova. Fue, tal y como lo define Manuel Castells,
una guerra instantánea35 en la cual la participación de la televisión
y, en general los medios de comunicación social, resultan esenciales para conseguir el apoyo y complicidad de la opinión pública y
la obtención de los recursos financieros necesarios. La noción de
«Guerra instantánea» presupone, como dice Castells, asegurar tres
aspectos importantes:
• No debe implicar a los ciudadanos comunes, ha de librarla un
ejército profesional.
• Debe ser corta, incluso instantánea, de modo que las consecuencias no se extiendan, drenando recursos humanos y económicos y suscitando preguntas sobre la justificación de la acción militar.
• Debe ser limpia, esterilizada, mantener la destrucción, incluso
la del enemigo, dentro de unos límites razonables, debe ocultarse de la opinión pública y crear una imagen propia de las
actuaciones bélicas.
La acción política es fundamental en los procesos de prevención
y solución de la violencia, pero no siempre es así. Prevenir conflictos, en el sentido que se otorga al concepto provención, significa dotarse de sistemas realmente democráticos de respeto, protección y
promoción a las minorías; significa también facilitar la integración
de las poblaciones inmigradas desde el respeto por sus características culturales; la existencia de políticas sociales que garanticen la
recuperación de la marginalidad y la justicia social de los menos favorecidos en condiciones de dignidad. También debería representar
la evitación sistemática de la corrupción, de los delitos cometidos
desde el Estado y del cumplimiento escrupuloso de la ley y de to35. Manuel Castells, La era de la información, vol. 1: La sociedad red, p. 532,
Alianza Editorial.
CONFLICTOLOGÍA
86
dos los Derechos Humanos por parte del Gobierno, al mismo tiempo que se prevé una clara independencia del poder Judicial y la no
intromisión de las Fuerzas Armadas en asuntos políticos. Favorecer
la participación ciudadana en los asuntos públicos, el bien común
y desarrollar pedagogías que reconozcan y valoren la pluralidad y
la buena convivencia.
Los problemas políticos no están tanto en los sistemas e instituciones políticas sino en el uso que se hace de las mismas; tampoco
se encuentra tanto en las ideologías sino en la interpretación y aplicación que se hace de éstas. En nombre de la Paz, la Libertad y la
Justicia se han cometido los peores desmanes. Es, fundamentalmente, una cuestión de método. Un método que no pueda estar en
contradicción con los principios o valores proclamados.
APROXIMACIÓN A LA CONFLICTOLOGÍA
Conflictología es sinónimo de Resolución de Conflictos y de
Transformación de Conflictos, denominación o disciplina en la que
me he formado —y agradezco a quienes me enseñaron—, con la
que me identifico por sus características plurales e integradoras, sus
fundamentos epistemológicos y científicos y su carácter innovador
y comprometido. Así pues, con el vocablo Conflictología, subrayo lo
que ya se entiende internacionalmente con la denominación y concepto citado.
La Conflictología es un paso más en el desarrollo de las ciencias
del conflicto, del cambio, como concepto muy vinculado a las realidades conflictuales, una a-disciplina tal y como lo define Burton,
una aplicación desde el concepto de Caos a las circunstancias humanas y sociales en las que se desenvuelve la vida adoptando la significación conflictiva de toda tensión, de todo esfuerzo. El término
Conflictología y sus derivados como Conflictólogo, etc., solventa, a
mi modo de ver, la dificultad en el uso de tres palabras para definir
una disciplina, un concepto o quehacer como es en el caso de Resolución de Conflictos, así como facilitar una construcción semántica adecuada. También posee una intencionalidad explícita de contribuir a proponer un término lógico que reúna las diversas denominaciones para definir aquella ciencia, disciplina o quehacer que
engloba toda la significación y la integralidad que hace referencia
al Conflicto. Evidentemente no se trata de sustituir ni reducir la riqueza terminológica que se ha ido generando al entorno de los conocimientos sobre los conflictos, bien al contrario. Se trata de proponer su colaboración, su sistematización y su uso coherente como
ya vienen haciendo algunos autores que han dedicado sus esfuerzos
a confeccionar diccionarios y enciclopedias de Resolución de Conflictos… O Conflictología.
La significación polivalente de términos como Resolución,
Transformación o incluso Gestión, dificultan su comprensión inequívoca, lo que sin duda el término Conflictología podría llegar a re-
CONFLICTOLOGÍA
88
solver. Creo también que empieza a ser hora de efectuar un esfuerzo por reunir las diversas aportaciones de disciplinas y corrientes
diversas y expresar con claridad que todas ellas poseen más elementos en común que de divergencia. El carácter a-disciplinario y
el creciente uso de programas interdisciplinarios facilita la colaboración de disciplinas muy dispares centradas en algo tan común e
importante como es el conflicto humano. Desde la perspectiva de
la Conflictología podemos profundizar, incorporar y desarrollar la
cooperación de disciplinas y quehaceres científicos aparentemente
distanciados y dispares como la matemática, la física, la biología
junto con la filosofía, la sociología, psicología, historia o la antropología. El estudio de los conflictos integra todas estas perspectivas
de manera explícita, razonada y conciliadora.
Estos son algunos de los motivos para proponer el término Conflictología como la compilación de conocimientos y procedimientos de análisis e intervención pacífica referidos al conflicto, al cambio, a la guerra, al problema, la crisis o el caos. Cuando razonamos
sobre un problema de la vida cotidiana o de relación, no hacemos
más que hacer uso de la lógica, de nuestra capacidad de racionalizar, de analizar y de comprender con la finalidad de encontrar soluciones a los problemas de entendimiento, problemas que la simple formulación o la incapacidad de hacerlo, puede generar confusión, interpretaciones erróneas y, por lo tanto, conflictos. Conflictos
que pueden derivar hacia procesos obsesivos o depresivos o, tal vez,
estimular nuestra agresividad debido al malestar que nos produce.
En ocasiones, aprender a razonar, a entender los procesos, puede
ser una manera fácil y muy barata de ayudar a encontrar soluciones a los conflictos. Con frecuencia los conflictos dejan de tener
sentido cuando modificamos su planteamiento o, en otras ocasiones, cuando recuperamos las facultades físicas o psíquicas normales después de un período alterado; de la misma manera como también, de manera muy frecuente, los conflictos se solucionan a través de la transformación de los mismos o basándose en efectuar
cambios en la manera de ver, entender o vivir.
La Conflictología se centra en el estudio y el análisis de los conflictos en su acepción más amplia e integral, abarca también todas
aquellas técnicas, procedimientos, métodos, estrategias y tácticas
que hacen posible facilitar ayuda a las partes en conflicto, de manera que sean los propios autores de los conflictos los que por ellos
mismos encuentren solución y remedio. La Conflictología parte de
la necesidad primera de conciliar los conocimientos que se enfrentan, a veces, desde las trincheras y los intereses disciplinarios, gre-
APROXIMACIÓN A LA CONFLICTOLOGÍA
89
miales o de intereses. Hace uso de cualquier vía de conocimiento,
ya sea en el campo de las ciencias sociales como de las ciencias de
la naturaleza o de las ciencias exactas. Es, por lo tanto, un oficio
transversal, propio de cualquier profesional y adaptado a su particular punto de vista. La Conflictología asume como terminología
propia todos aquellos términos, conceptos y denominaciones relacionados con el conflicto, la crisis, el cambio; la terminología propia de Resolución de Conflictos, aquella que, a título simplemente
indicativo y enunciativo, no limitativo, se hace referencia en el
apéndice de esta obra, con el título Diccionario de Conflictología,
glosario o vocabulario propio. El término conflictólogo designa al
estudioso o experto en Conflictología; conciliador, facilitador o pacificador, por citar sólo algunos entre otros; designa a las personas
con habilidades para intervenir en el arte de solucionar, mediar, resolver o gestionar situaciones de conflicto o de crisis.
Una manera de comprender al ser humano o las sociedades que
configura es desde las perspectivas que hacen referencia a los actores como tal, es decir, al estudio descriptivo de estas mismas personas y sociedades. Otra manera de aproximarse sería en función de
sus necesidades, retos y problemas. La Conflictología se inscribe,
más bien, en este segundo grupo; su interés no es tanto el estudio
estático y neutro del ser humano sino de este mismo como actor y
protagonista de sus actos, de sus actitudes, de su problemática existencial referida a los conflictos que protagonizará o en los que se
verá implicado; es interés de la Conflictología reflexionar sobre las
inquietudes humanas y sus esfuerzos por vivir, de una manera dinámica, integral, dentro de un universo por conocer. En el fondo,
todo nos lleva a lo mismo, las visiones parciales siempre acaban
complementándose y nos pueden llegar a ofrecer aquella visión de
conjunto que siempre es motivo de búsqueda. La aproximación al
ser humano y a la sociedad que configura a través de sus conflictos
acabará por transformarse en una visión global, dinámica, una vía
más de acceso al conocimiento, un conocimiento que debe ser plural aunque los métodos puedan ser parciales.
En ocasiones algunas personas confunden los conceptos de Mediación y Resolución de Conflictos asimilando la una a la otra. Es
normal que suceda puesto que el crecimiento y el desarrollo de las
diversas maneras de ver y de intervenir con relación a los conflictos aprenden unas de las otras y se da la tendencia a asimilar lo ajeno a lo propio. Sin embargo, conviene dejar claro que mientras la
Mediación está centrada en el desarrollo de las capacidades comunicativas para ayudar a las partes en conflicto, desde el punto de
CONFLICTOLOGÍA
90
vista de la Conflictología ésta se define, desde sus principios, como
aquel quehacer analítico, teórico y de intervención práctica global e
integral, que no excluye ninguna aportación disciplinaria, ningún
concepto ni denominación, ni ninguna habilidad aplicativa en relación con los procesos conflictuales y críticos de las personas y de
las sociedades que éstas conforman. Existe una voluntad expresa
de reunir los conocimientos y prácticas que la Humanidad ha acumulado y posee con relación a la reflexión sobre los conflictos, de
ser la ciencia del conflicto, del cambio como proceso muy vinculado a los conflictos, al igual que la violencia, la crisis o la solución
de problemas de razonamiento que derivan en conflictos.
Si repasamos la bibliografía existente en el ámbito de la Mediación descubriremos su carácter repetitivo, centrado en el desarrollo de técnicas muy concretas de mejora de la capacidad comunicativa, con escasas diferencias entre una y otra modalidad y poca
reflexión sobre el conflicto, su significación, su origen y causas; sin
incluir capacidades analíticas ni procedimentales adicionales como
las que se proponen desde una visión amplia que incorpora tanto
la mística como la matemática o la biología. En el ámbito de la Mediación tampoco encontramos menciones a la importancia de la
Justicia social como una de las causas posibles de conflicto, ya que
el movimiento de mediadores procura situarse dentro de una cierta asepsia tecnológica desde una visión neutral más que imparcial.
No existe una delimitación, para la Conflictología, a las capacidades comunicativas, ni una sola técnica o manera de abordar los
conflictos como de hecho plantean el Arbitraje, la Mediación o la
Negociación en sus también diversas modalidades, sino que abarca
orígenes y causas de todo tipo como queda reflejado en esta obra:
causas biológicas, razones filosóficas y orígenes psicológicos o metafísicos entre muchos otros, que en el caso de la Mediación o la
Negociación, por ejemplo, distan mucho de sus planteamientos. Su
interés se centra en el Conflicto como concepto que va más allá de
su significación restrictiva y cualesquiera de sus manifestaciones,
dimensiones o expresiones. No se detiene en los conflictos interpersonales sino que también se interesa por aquellas otras manifestaciones intrapersonales o conflictos o crisis con uno mismo y, por
supuesto, también engloba los casos de conflictos sociales, políticos,
internacionales, etc.
Existen aportaciones teóricas que nos llevan a poder creer que
existe una explicación general sobre el origen, la formación, el desarrollo y las manifestaciones de los conflictos que son comunes a
todos ellos, aunque cada caso posea sus características propias y
APROXIMACIÓN A LA CONFLICTOLOGÍA
91
sea aconsejable establecer tratamientos adecuados para cada uno.
Entre las guerras internacionales y un proceso violento de divorcio
existen muchos puntos en común y lo único que lo puede diferenciar son sus dimensiones, el escenario en el que se produce, el coste económico y las armas utilizadas para combatir. Las causas, estrategias, desarrollo y consecuencias acaban siendo equivalentes y
muy parecidas.
A lo largo de los, aproximadamente, cincuenta años en que viene desarrollándose esta disciplina, se está produciendo algo más
que una convergencia de conocimientos al entorno de una problemática humana tan destacada como son sus conflictos. Junto a la
toma de conciencia de los problemas medioambientales que acaban
cuestionando el progreso tecnológico y el sistema de crecimiento
económico común a todas las ideologías, no tanto sobre la base de
presupuestos utópicos o partidistas sino a consecuencias graves explícitas de naturaleza biológica, junto a cambios de percepción de
una ciencia que ha descubierto el valor de la impredicción, desde la
Resolución de Conflictos se está repensando y replanteando la función de instituciones sociales ancestrales como la Política, la Justicia, la Defensa, la Religión, que parece conducir hacia otras maneras de hacer, de pensar y de vivir.
Como resumen de este breve capítulo, se puede determinar que
la Conflictología se define según las características siguientes:
• Es una a-disciplina, es decir, posee un carácter pluri e interdisciplinario y lo supera en un esfuerzo por conciliar conocimientos, disciplinas y tendencias. Este carácter abierto no renuncia a incorporar ninguna fuente de conocimiento del campo de las ciencias sociales, de la filosofía, la mística, también
de la matemática, la medicina o la biología.
• Se centra en el conocimiento y la intervención práctica en el
Conflicto, como sinónimo también de crisis, problemas, procesos de cambio y conceptos similares en relación con la significación de lo que representa el esfuerzo y la dificultad por
vivir.
• Es transversal y común a cualquier quehacer, ya sea reflexivo
o aplicativo, con relación a las personas, grupos y sociedades
en conflicto.
• Abarca todas y cualesquiera de las corrientes, tendencias y
concepciones teóricas, todas y cualesquiera de las técnicas,
métodos, estrategias y sistemas pacíficos o no violentos, que
contribuyan a ayudar en la solución o mejora de los conflic-
CONFLICTOLOGÍA
92
tos, de las relaciones o de la convivencia, de los procesos de
cambio y crisis.
• El conocimiento genera transformación y, consecuentemente,
una reacción espontánea de compromiso con uno mismo, el
desarrollo de una actitud consecuente sin la cual la pretendida adquisición de un nuevo saber resultaría dudosa.
TRATAMIENTO Y TRANSFORMACIÓN
DE CONFLICTOS
Los esfuerzos por entender un problema acostumbran a tener
como objetivo la búsqueda de soluciones. Rara vez dedicamos nuestras energías sin esperar obtener algún tipo de resultado. Lo que no
quiere decir dejar de actuar, todo y que, la no acción, también puede obtener resultados concretos.
En la solución de conflictos, el error que acostumbramos a cometer es el de querer predeterminar una solución concreta, una solución al margen de las partes que están viviendo y protagonizando
el conflicto, aunque pretendamos hacerlo con toda nuestra mejor
intención. Perseguir unos resultados predeterminados representará
actuar violentamente y, tarde o temprano acabaremos fracasando.
Al intentar que dos partes en conflicto mejoren sus capacidades comunicativas, por ejemplo, estaremos implícitamente procurando facilitar que aquellas personas puedan solucionar sus problemas de
relación por ellas mismas y a su plena satisfacción. Nuestra labor
se limitará a facilitar, mediar o conciliar los puntos de vista diferentes, para que las personas implicadas puedan asumir sus propias
responsabilidades y sus propias soluciones.
El ser humano, durante toda su vida, está dedicado a encontrar
satisfacción a sus necesidades, es el instinto de sobrevivencia. Todo
el mundo aspira no únicamente a comer, beber y disponer de un lugar donde dormir cómodamente y en seguridad. También buscamos
una vida emocional y social satisfactoria. Cada individuo, cada cultura, dispone de unos valores y unas expectativas propias, muy similares entre sí pero identificables individualmente. Para unos la felicidad o el bienestar puede consistir en adquirir niveles determinados de comodidad; para otros será la aceptación social, las relaciones afectivas, dinero o seguridad o, casi siempre, una mezcla de
todo esto en una proporción que varía con el tiempo. De hecho estaremos hablando de lo mismo aunque situemos las prioridades en
orden distinto. Cada edad de la vida posee prioridades diferentes.
CONFLICTOLOGÍA
94
Los jóvenes seguramente concederán mayor importancia a encontrar un trabajo bien remunerado, las personas mayores valorarán
más la estabilidad o el interés del trabajo en sí.
Si la generación de conflictos se produce en el déficit, en la insatisfacción de alguna de las necesidades —no me refiero a intereses, sino a necesidades, es distinto— y de la angustia o estrés que
ello comporta, la solución a este conflicto puede situarse fácilmente en la satisfacción o la corrección de este déficit. Ahora bien, no
siempre se trata o se pueden satisfacer todas las necesidades o, incluso, los deseos.36 En nuestras sociedades actuales fundamentadas
en el crecimiento y el consumo sin límites esto puede comprobarse
con bastante facilidad. El crecimiento y el enriquecimiento se conciben para una minoría, si lo fuera la mayoría ya no tendría el mismo sentido ni tampoco la capacidad del Planeta sería suficiente
para contentar a una población ilimitada con deseos ilimitados. Obtener cada vez más no significa llegar a satisfacer el deseo de poseer más. Se hace conveniente distinguir entre necesidad y deseo.
Quien más tiene, más pide. Los drogadictos no conocen el límite en
su necesidad adquirida de consumir estupefacientes. La solución no
pasa por suministrar todo lo que puedan pedir sino en llegar a conseguir que no tengan necesidad de droga. Evidentemente, existen
necesidades de las que no podemos prescindir como puede ser el
alimento o el sueño.
También conviene distinguir entre necesidad, deseo e interés,
puesto que a veces hay quien lo confunde. Por necesidad me refiero a aquello que realmente es necesario para vivir, para sobrevivir,
de manera íntegra, es decir, con dignidad. Por deseo se entiende
aquello que puede parecer una necesidad pero que en realidad no
lo es; es decir, se comporta como una necesidad puesto que produce angustia por satisfacerlo pero realmente es algo adquirido; el
consumo de drogas, es un ejemplo paradigmático de ello, su consumo no es necesario para la vida pero quien se inicia acaba siendo como si lo fuera. Finalmente, por intereses entiendo cuando se
produce un esfuerzo o una lucha por preservar o conservar los privilegios y ventajas conseguidas. Por ejemplo, es interés de los esta-
36. Los deseos se asemejan a las necesidades pero no lo son. Son pensamientos compulsivos que mantienen una cierta relación de semejanza con las necesidades básicas y que el único objetivo está en la satisfacción por sí misma y no responde a ninguna urgencia en el mantenimiento y desarrollo de la vida. El budismo
posee razonamientos muy interesantes a propósito de los deseos como construcciones del pensamiento y relacionados con lo que los psicoanalistas llaman el ego.
TRATAMIENTO Y TRANSFORMACIÓN DE CONFLICTOS
95
dos velar por sus intereses territoriales o comerciales frente a la posibilidad de secesión o de pérdida de un mercado determinado; o
cuando una persona lucha por defender su influencia o supremacía
en determinadas instituciones o en relación con el poder que ostentan personas concretas.
Cuestión de razonamiento, cuestión de método
«Si miras el problema no verás la solución».
Esta frase resume una manera de hacer diferente a la que habitualmente llevamos a cabo en el planteamiento de los problemas, y
facilita la comprensión sobre la existencia de otras maneras de observar, de analizar, de intervenir y de comprender los fenómenos humanos. Decía Einstein que «un problema sin solución es un problema mal planteado». Con frecuencia, los conflictos no son más
que problemas mal planteados, su solución pasa pues por variar o
modificar su planteamiento, hacerlo desde un ángulo diferente de
percepción. En este sentido, solucionar conflictos adquiere una connotación que va mucho más allá de la significación restrictiva y semántica del término Resolución, que no es más que una forma de
expresión enunciativa y no limitativa, nominación de algo que va
mucho más allá de su simple expresión.
La sabiduría popular también nos enseña que, en ocasiones conviene «consultar con la almohada». Es decir, buscar la manera de
cambiar el planteamiento o las circunstancias o estado en que se produce. Nuestra experiencia personal, a la que me remito, nos facilita
comprender estas afirmaciones. Cuando al final de un día ajetreado
en el que se han desarrollado tensiones y nos hemos visto envueltos
en dificultades, nuestras capacidades físicas y psicológicas se han visto alteradas y disminuidas, con lo cual cualquier planteamiento nos
resultará excesivo y tenderemos a finalizarlo por la vía de calificarlo
como irresoluble o de adoptar actitudes radicales arbitrarias.
La solución acostumbra a pasar por algo tan simple como descansar. Después de unas horas de sueño reparador, los problemas
continuarán exactamente donde los hemos dejado, sin embargo
nuestra manera de observarlos, de comprenderlos y de imaginar soluciones puede ser totalmente distinta y decididamente positiva e
imaginativa. Está claro que no me estoy refiriendo a problemas de
envergadura; simplemente estoy apuntando una metodología que
CONFLICTOLOGÍA
96
todos conocemos pero que muchas veces olvidamos o menospreciamos porque nos cuesta aceptar que las soluciones simples también pueden ser buenas.
Si tomamos todo esto como ejemplo, podemos imaginar con facilidad soluciones más complejas a problemas y conflictos de mayor envergadura pero respetando el mismo método o sistema. El
cansancio después de un día intenso puede ser comparado o asociado con la pérdida de aquella capacidad de sosiego que nos permite ver las cosas complicadas de manera no problemática. No
siempre se hace necesario actuar, en ocasiones tal vez conviene
exactamente lo contrario. Algunas veces parece mejor poner tierra
y tiempo de por medio, intentar restablecer el propio equilibrio interior, la salud, el entorno en el que vivimos o nuestras expectativas
vitales. En estos casos, podríamos decir que los conflictos ni se resuelven ni nadie media en nada, simplemente, los conflictos, los
problemas y las crisis se diluyen por sí mismas, desaparecen, dejan
de tener significación y apariencia.
GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Medicina que pacifica37
Una buena parte de las prácticas médicas poseen como objetivo
restablecer integralmente un organismo alterado, desequilibrado,
agotado y en crisis. Medicinas de culturas distintas llevan a través
de métodos diversos hacia el mismo objetivo de restablecer la normalidad, este estado de actividad permanente que tiene capacidad
de gozar plenamente de la vida.
Los diversos tipos de depresión, la irritabilidad, los miedos, los
estados de ánimo alterado, las preocupaciones abrumadoras, la incapacidad para gozar de la vida, la ausencia de serenidad, de sosiego o de felicidad, la dificultad de adaptación a los cambios, las ofuscaciones y obsesiones, apatía, la ausencia de paz interior a pesar de
las dificultades, la agresividad persistente, la desorientación que angustia, los sentimientos sombríos y de culpa, el odio y el rencor, los
miedos y fobias, anorgasmia, agitación, son síntomas y preludio de
actitudes conflictuales y de crisis futuras o presentes. En ocasiones
tales síntomas nos descubren conflictos latentes o presentes que difícilmente podremos resolverlos a través de otras técnicas y métodos y sin contar con la ayuda de las medicinas que pacifican. Al
mismo tiempo, estas mismas afecciones también podrán ser «curadas» a través de procesos psicológicos, filosóficos y sociales.
Algunos estados depresivos encuentran su origen en las dificultades de adaptación que las sociedades modernas exigen. Altos ni-
37. Conviene prevenir, como se acostumbra, que aunque los tratamientos que
se proponen en esta obra son, por lo general, carentes de peligro y de efectos secundarios o indeseables, conviene consultar con personas convenientemente preparadas para aportar su consejo desde la relativa garantía de poseer los conocimientos
necesarios imprescindibles. Médicos, farmacéuticos, enfermeras y personal sanitario
en general así como personas formadas y con experiencia probada y acreditada en
el campo de la fitoterapia, homeopatía, técnicas psicológicas, nutricionistas, etc.
CONFLICTOLOGÍA
98
veles de competitividad, estrés, alimentación irracional, culturas represivas, culto al éxito, crisis espiritual... Ayudar a cambiar puede
significar modificar procesos depresivos que, de otra manera, resultaría muy difícil erradicar. El uso de técnicas diversas y terapias
combinadas y complementarias pueden incrementar la eficacia del
tratamiento de conflictos que, mediante una sola técnica, llevaría
mucho tiempo superar.
Dormir y comer son dos actividades vitales fundamentales. Su
mal funcionamiento será la causa o la consecuencia de crisis y conflictos. Actualmente estas dos actividades están objetivamente alteradas por ritmos de trabajo y formas de vida y debido a la contaminación y adulteración alimentaria a través del sistema de producción. No se trata únicamente de contraer la enfermedad de las
«vacas locas» sino de las carencias graves en calidad nutritiva de la
mayor parte de alimentos producidos o procesados industrialmente. Las carencias de determinados componentes (vitaminas, oligoelementos, proteínas) o el contenido elevado de sustancias perniciosas (DDT, metales pesados, exceso de grasas) acaban teniendo
consecuencias en la salud humana, en el comportamiento y en la
actitud frente a las dificultades y los conflictos, lo cual acabará generando situaciones críticas.
Los neurotransmisores cerebrales son los responsables de que
nos sintamos felices, tranquilos, motivados, con energía para afrontar las dificultades o, por el contrario, deprimidos, irritables, enfadados. El organismo encarga esta función a los aminoácidos entre
otros nutrientes como la serotonina, encargada de producir sensaciones de bienestar y de inducción al sueño. Junto a la dopamina, la
noradrenalina y otros, el cerebro se capacita para sentirse optimista
o decae y las sensaciones acaban siendo deprimentes. La carencia de
vitamina B3 está relacionada directamente con la irritabilidad, la
inestabilidad emocional, la confusión y las manías persecutorias.
Dicho de otro modo, las dietas que incluyen, por ejemplo, arroz
integral, frutos secos, legumbres, verduras y cereales integrales favorecen las capacidades de concentración y la serenidad mental gracias a su riqueza en vitaminas del grupo B. El exceso de grasas, por
ejemplo, dificulta el transporte de oxígeno, glucosa y micronutrientes hasta las neuronas lo que llegará a generar procesos de hipo o
hiperglucemia que llegarán a afectar el estado de ánimo de manera
notable.
Una alimentación variada y equilibrada, que incluya cereales, leguminosas, fruta, frutos secos y, si se quiere, proteínas de origen
animal, de calidad biológica garantizada, ingerida en un ambiente
GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
99
tranquilo, relajado y que aporte satisfacción su ingesta es una garantía a medio y largo plazo de equilibrio emocional, de buen estado de ánimo, de sensaciones de serenidad. El sobrepeso, la alimentación apresurada y en tensión, irracional y fundamentada en criterios publicitarios acabará produciendo unos efectos contrarios a los
descritos anteriormente.
El Hipérico o Hierba de San Juan (Hypericum perforatum) es el
substituto del Prozac (fluoxetina) en el tratamiento de estados depresivos leves y carece de efectos secundarios. La función del Hipérico se centra en la regulación de la serotonina, responsable de los
sentimientos y actitudes positivas, del estado de humor, del sosiego
o de la irritabilidad, de los estados de miedo y ansiedad. Esta hierba medicinal aporta bienestar psíquico, autoestima, interés por la
vida, mejora el apetito y la calidad del sueño. Además del Hipérico
existen otras sustancias de fácil acceso y sin contraindicaciones
como son las siguientes:
• El Tilo, ayuda a calmar la mente, facilitar el sueño y es un
buen remedio para el estrés y el miedo suave. Existen extractos y preparados de mayor eficacia que las infusiones.
• La Melisa, indicada en estados de ansiedad, irritabilidad y desazón.
• Kava-Kava. Utilizado por sus cualidades sedantes y para reducir los estados de ansiedad y combatir el estrés crónico.
• Natrum Muriatricum, medicamento38 homeopático, apropiado
para personas sensibles con tendencia a la tristeza, al resentimiento, con deseos de venganza, irritables.
• Pulsatilla. Medicamento homeopático, para personas con problemas de autoestima, sentimientos de culpabilidad y semejantes.
• Ignatia Amara, medicamento también homeopático, para situaciones en que las personas poseen sentimientos de odio, rabia y desesperación.
38. Para las personas incrédulas o que ignoran de qué se trata la homeopatía,
conviene recordar que es una especialidad médica reconocida por las facultades de
medicina, los colegios de médicos, avalada por una importante literatura clínica, la
existencia de laboratorios farmacéuticos de prestigio, asociaciones profesionales.
Los medicamentos homeopáticos se venden en las farmacias, su tratamiento está
integrado en el sistema de la Seguridad Social de países como Alemania…
Referencias bibliográficas: George Vothoulkas, Las leyes y principios de la homeopatía en su aplicación práctica, Editorial Paidos, Barcelona, y de Keith Souter,
Homeopatía para los trastornos emocionales, Madrid, Editorial Edaf, 1981.
CONFLICTOLOGÍA
100
• Esencia floral de geranio. Tratamiento conocido como «Flores
de Bach».39 Tratamiento apropiado para las personas que les
resulta difícil superar las dificultades normales de la vida.
• Esencia de Narciso. Tratamiento de «Flor de Bach» apropiado
para momentos de insatisfacción, de egocentrismo, de desánimo.
• Esencia de Morgallana, tratamiento similar al anterior que
conviene a personas con dificultades para olvidar ofensas y temores.
• Rescue, tratamiento similar al anterior, de efectos inmediatos
y eficaz frente al miedo y la angustia irracional.
En general, los tratamientos con «Flores de Bach»40 y la homeopatía resultan ser muy apropiados para tratar estados de ánimo
implicados en procesos conflictuales. Las depresiones suelen comportar un conflicto con uno mismo no resuelto, así como la incapacidad para superar los miedos y resolver las dificultades y problemas que se presentan. Tanto una como otra terapia o tratamiento estimulan las propias capacidades del organismo para que sea
este mismo, y no la sustancia que se introduce, la que resuelva el
problema. En este sentido, se asemeja a las técnicas normalmente
utilizadas en Resolución de Conflictos, en las que el Mediador, Pacificador o Facilitador no sustituye a las partes involucradas en un
conflicto, no dirige ni planifica la solución, sino que se limita a facilitar, ayudar o inducir a que las personas solucionen por ellas mismas sus propios problemas.
Resulta extremadamente útil al iniciar una intervención procurar que las personas involucradas en el conflicto dispongan de las
mejores condiciones posibles, tanto ambientales como de estado de
ánimo, para poder acometer el esfuerzo de participar en sesiones
39. Los tratamientos con Flores de Bach se venden en farmacias, su creador
fue el médico y botánico inglés Dr. Edward Bach. Su composición es muy simple,
su utilización carece de riesgo y peligro, no posee efectos secundarios ni colaterales; la administración equivocada no produce efecto alguno. Existe bibliografía botánica y clínica abundante, así como laboratorios legalmente autorizados.
40. Existen 38 remedios ordenados en grupos que responden a las características de quienes se sienten abatidos, la hipersensibilidad, quien sufre incertidumbre, quien se siente indiferente, sentimientos de soledad, para el miedo y para los
excesivamente preocupados.
Se recomienda la lectura de: M. Pastori y R. Gracia, Enfermedades psicosomáticas y Flores de Bach, Editorial Índigo, y Susana Veilati, Tratado completo de terapia
floral, Editorial Edaf.
GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
101
de mediación o en procesos más complejos de solución del conflicto. Nuestras mejores teorías pueden venirse abajo si no hemos sido
capaces de prevenir y preparar las condiciones necesarias para intervenir en su ayuda.
La importancia de la mente:
el perdón, la reconciliación y la serenidad
El organismo humano produce y administra una sustancia con
la finalidad de producir sensaciones de bienestar próximas a lo que
humanamente entendemos por felicidad, se trata de la Endorfina,41
de composición y efectos parecidos a la morfina posee la función de
equilibrar los efectos de la lucha por la sobrevivencia y de superación de los esfuerzos y dificultades de la vida. Las mujeres en el momento del parto segregan importantes cantidades de endorfinas
destinadas a contrarrestar los efectos dolorosos y angustiosos en el
momento de dar a luz; ello explica las depresiones posparto al disminuir drásticamente la segregación de endorfinas, una vez concluido el parto. También puede contribuir a explicar las actitudes de
algunas personas de acometer riesgos o, incluso, de provocar conflictos, puesto que en tales ocasiones también es probable que se
produzcan segregaciones extras de endorfinas, además del incremento de la segregación de adrenalina que produce, combinadamente, sensaciones euforizantes.
A diferencia de la morfina, la segregación de endorfinas no reviste riesgo alguno para la salud, aunque puede crear una cierta dependencia en la provocación de situaciones en que se produce un
incremento de los niveles de esta droga natural endógena. Los sistemas de provocar de manera inocua y recomendable mayores
aportes de endorfinas son a través de las técnicas de visualización,
la meditación y el yoga. El PNL,42 la autosugestión y la fantasía,43
la sofrología, el hipnotismo, la musicoterapia, el ejercicio físico, la
risa,44 etc., son sistemas carentes de riesgo que contribuyen a redu-
41. Lectura recomendada: Jeff Goldberg, Las endorfinas, Barcelona, Editorial
Gedisa.
42. Programación Neuro Lingüística.
43. H. E. Stanton, El factor fantasía. Cómo utilizar la imaginación para resolver los problemas cotidianos, Editorial Plural.
44. David García Walker, Los efectos terapéuticos del humor y de la risa, Editorial Sirio.
CONFLICTOLOGÍA
102
cir el estrés, recuperar el sosiego, incrementar los índices de endorfinas y aprender de procesos psicológicos profundos que afectarán
positivamente el desarrollo de nuestra vida y la superación de situaciones de conflicto y crisis. Las actitudes mentales y las actividades satisfactorias que podamos prever influirán la producción natural de endorfinas y contribuirán a aprender a crear una cultura
práctica del bienestar, de paz y de felicidad sin efectos indeseables,
colaterales o contraindicaciones.
Los sentimientos de odio, rencor, venganza o insatisfacción son
causantes de actitudes que derivarán en conflictos que contribuyen
notablemente al deterioro de nuestra salud psíquica y física. Hallar
la manera de perdonar45 las ofensas, de liberarse de los sentimientos de culpa y rencor, de reconciliarse, puede ser la manera de superar estados de ansiedad y frustración, provocados o mantenidos
por nuestra propia actitud hacia los resultados obtenidos en nuestras relaciones o en relación con nosotros mismos. Existen numerosas psicoterapias que pueden ayudar y contribuir a superar estos
estados, cada una de éstas sirven a tipos de personas y situaciones
diferentes, dependerá de la habilidad, los conocimientos y la intuición de quien intervenga, escoger o recomendar uno u otro método. Veamos algunos ejemplos:46
• Corrientes diversas psicoanalíticas. Útiles en conflictos inconscientes de génesis infantil. Es una técnica de introspección poco directiva que intenta descifrar las causas de los conflictos,47 en algunas ocasiones podría resultar inconveniente su
aplicación, si se trata de personas con afecciones psicológicas
graves. Conviene que la persona que lleve a cabo el tratamiento sea un profesional especializado.
• Corrientes de concepción conductual o cognitiva, PNL. Posee
un carácter directivo o autodirectivo cuya finalidad consiste
en modificar respuestas inadecuadas y programar actitudes
45. Robin Casarjian, Perdonar, una decisión valiente que nos traerá la paz interior, Editorial Urano.
46. Bibliografía recomendada: Jonathan Zuess, De la depresión a la ilusión.
Cómo recuperar el bienestar emocional por métodos naturales, Editorial Integral.
También: la obra de la Dra. Sigrid Flade, Las causas físicas del desequilibrio interior:
Bálsamos para la mente, Editorial Integral, y la de Diana Saltón, La conciencia de
vivir. El ejercicio, los alimentos y la meditación. Propuestas para mejorar la calidad
de tu vida y controlar las tensiones diarias, Editorial Alta Fulla.
47. Lectura recomendada: S. Arieti y J. Bemporad, Psicoterapia de la depresión,
Editorial Paidós.
GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
103
nuevas. Útiles para aprender a manejarse con síntomas y carencias.48 Contribuye a estimular los aspectos positivos con la
finalidad de equilibrar las respuestas negativas y autodestructivas y es aconsejable en personas con dificultades para sobreponerse a sus problemas.
• Corrientes experienciales. Terapia Gestalt y Psicología Humanista, Psicología Transpersonal, Terapias o Dinámicas de Grupo. Se fomenta la recuperación de la autenticidad por la misma persona, el psicoterapeuta sirve de elemento de catarsis
pero no dirige.49
• Terapias psicocorporales: Yoga, Tai-Chi, Aikido y otras artes
marciales. A través del trabajo corporal se toma conciencia de
las tensiones, de su significado psicológico y se procura resolver sus conflictos.50 Representan soluciones a medio o largo
plazo, combinan los efectos saludables del ejercicio físico y de
la introspección.
• Meditación. Existen muchos sistemas, sus métodos son similares a los anteriores con la diferencia que no existe prácticamente actividad física. Su gran ventaja es la extrema versatilidad y sencillez aplicativa. Todas las tradiciones y culturas poseen formas de meditación e introspección vinculadas o no a
expresiones espirituales. A través de las técnicas de meditación
los conflictos acaban diluyéndose, desaparece la tensión y los
aspectos problemáticos del esfuerzo.51
Al margen de la riqueza y variedad de las terapias resumidas anteriormente, existen infinidad de recursos que forman parte de los
conocimientos populares de la Humanidad y que poseen objetivos
similares encaminados a devolver la calma, resolver crisis, facilitar
la solución de conflictos. A título simplemente indicativo, puesto
que cada uno de ellos podría ocupar, como ocupa, una biblioteca
48. Lectura recomendada: D. Burns, Sentirse bien, Editorial Paidós; Joseph
O’Connor e Ian McDermontt, Introducción al pensamiento sistémico, Urano.
49. Lecturas recomendadas: Claudio naranjo, Carácter y neurosis, Editorial La
Llave. Stanislav y Christina Grof, El poder curativo de las crisis, Editorial Kairós.
50. Wilhem Reich, Análisis del carácter, Editorial Paidós; Alexander Lowen,
Ejercicios de bioenergética, Editorial Sirio; Javier Vergara, Yoga, mente y cuerpo; David Fontana, Aprender a meditar, Editorial Oniro; Shakti Gawain, Visualización creativa, Editorial Acervo; Lam Kam Chuen, Tai-chi, paso a paso, Editorial Integral.
51. Integral, Meditación, Editorial Integral; en la misma editorial el libro de
Elianne St. James, Simplifica tu vida, muestra diversas maneras de meditar y
de aplicar la meditación a la vida cotidiana a través de su simplificación.
CONFLICTOLOGÍA
104
entera de conocimientos teóricos y, sobre todo, de habilidades prácticas:
• La expresión y la relajación a través de la creación artística.
Algunos lo vienen en llamar «Arteterapia».52
• Musicoterapia. Escuchar música con finalidades terapéuticas
con la intención de relajarse, inducir estados de ánimo positivos, etc.53
• Contar cuentos. Una manera muy antigua de situar el problema fuera de nosotros mismos y dejar en libertad a quienes lo
escuchan para analizar y decidir. Una forma pedagógica efectiva en la que se utiliza la alegoría o la fantasía para reproducir situaciones conflictivas o críticas similares a las que se viven. Son las parábolas o los ejemplos.54
• Viajar. El esfuerzo por preparar un viaje y realizarlo se transforma en una auténtica terapia conocida, de hecho, desde
siempre. Los viajes iniciáticos, las peregrinaciones, los períodos sabáticos o los viajes de vacaciones sirven eficazmente a
recuperar energías y ayudan a ver las cosas de manera distinta, con lo cual llegamos a modificar la percepción de las cosas
que nos podrían parecer problemáticas.55
• Ver películas, asistir al teatro… Prácticamente la mayoría de
obras de teatro y de obras cinematográficas reflejan los problemas y dificultades de la vida. En algunas la referencia a crisis y conflictos es explícita. A través de las películas podemos
aprender cómo han solucionado problemas similares otras
personas o, cerciorarnos de las consecuencias que tienen ciertos comportamientos y, por tanto, instruir la manera de ponerle remedio.
• Lectura. A través de la literatura de autoayuda o de ciertas
obras de la literatura universal podemos aprender cómo otras
personas han resuelto sus propios problemas o cómo han llegado a afectarles las consecuencias de determinados comportamientos.
52.
53.
54.
crecer y
55.
desafío,
Paidós.
Lectura recomendada: Pat B. Allen, Arte Terapia, Ediciones Gaia.
Don Campbell, El efecto Mozart, Editorial Urano.
Arthur Rowshan, Cómo contar cuentos. Un método para ayudar al niño a
a resolver sus problemas más habituales, Editorial Integral.
Jeffrey A. Kottlet, Viajar como experiencia transformadora. El viaje como
crecimiento personal, autorresponsabilidad, recorrido interior…, Editorial
GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
105
• Practicar deporte, ejercicios físicos. Desde siempre la Humanidad conoce los beneficios físicos, psíquicos y sociales de la
práctica del deporte y del contacto con la naturaleza. El deporte y la vida al aire libre ha formado y forma parte de programas pedagógicos en todas las culturas y épocas.
• Cuidar y disfrutar del hogar. Ocuparse en tareas de mejorar el
confort y el bienestar en el propio hogar, que duda cabe, influye en la recuperación física y psíquica de sus habitantes.
• La relación social, las amistades, cómo el hogar es como el
ecosistema social en el que vivimos, procurar por su equilibrio
y armonía nos hace sentirnos partícipes de algo más que nuestra propia individualidad.
Todas estas técnicas de intervención en la solución de conflictos
poseen una aplicación práctica tanto a escala interpersonal como
social. La diferencia estribará en el desarrollo y distribución social
de los métodos adecuados a través de políticas educativas, los medios de comunicación social, la participación ciudadana en la planificación y ejecución de programas sociales especialmente designados con estas finalidades y la valoración que de todo ello se haga
desde los poderes públicos y los que influyen sobre la opinión y las
decisiones del gobierno de las ciudades.
Arbitraje, conciliación, mediación y negociación no coactiva
El arbitraje acostumbra a ser extremadamente útil en la solución
de conflictos simples en los que no existe componente emocional.
Dentro de lo que son reclamaciones en el ámbito del consumo, por
ejemplo, seguramente suele ser la solución más rápida, sencilla y barata, al igual que sucede con la Conciliación. La existencia de tribunales arbitrales, de conciliación y de la aceptación previa y voluntaria de los mismos por parte de los gremios y asociaciones empresariales facilita la presentación de reclamaciones y su resolución. Se
tratará simplemente de adecuar un reglamento que permita la presentación de las reclamaciones y su pertinente trámite desde el sentido común, el carácter ecuánime y la presentación de las pruebas
necesarias para que el árbitro pueda fundamentar su decisión.56
56. Aconsejo acudir a los tribunales arbitrales de la localidad o aquellos citados en el directorio de este libro con la finalidad de conocer sus procedimientos y
prácticas arbitrales, como el mejor sistema de profundizar en el tema.
CONFLICTOLOGÍA
106
En los conflictos interpersonales con implicaciones emocionales
leves, la Mediación resulta extraordinariamente eficaz al facilitar en
pocas sesiones la recuperación de las capacidades comunicativas
deterioradas por malentendidos y pequeñas ofensas.57 Si, por añadidura, se combinan con indicaciones de seguir determinadas terapias psicológicas, los resultados pueden contribuir a solucionar
conflictos de intensidad baja y media; ayudando a recuperar la propia autoestima, a entender lo sucedido y a mejorar las relaciones,
sin la intervención directiva de terceras personas. El mediador jugará un papel neutral como Facilitador y de conciliador de acuerdos y del consenso entre las partes. Normalmente, no siempre dependiendo de la escuela o estilo de cada mediador, las intervenciones mediadoras acostumbran a finalizar con el redactado y aceptación de un acuerdo satisfactorio para ambas partes que detallará los
aspectos conflictivos y sus correspondientes soluciones.
El proceso de mediación no reviste mayor complejidad que su
propio desarrollo con la paciencia y habilidad suficientes por parte
del mediador, procurando en todo momento no sustituir el protagonismo de las partes, fomentando la empatía, la búsqueda de soluciones que contengan los intereses propios y los de la otra parte,
evitando incrementar las tensiones emocionales con la finalidad de
proponer respuestas ponderadas y reflexivas; no personalizando el
problema, observando éste de manera objetiva e intentando comprenderlo mediante ejemplos, simulaciones o cambios de rol que el
mediador puede proponer a las partes con la finalidad que puedan
entender las razones y las emociones de la otra parte. Con la práctica, los mediadores desarrollarán sus propios métodos y comprobarán la eficacia de los mismos.
En conflictos complejos o de intensidad alta, la Mediación únicamente tendrá un papel secundario. Será necesario efectuar un
planteamiento global y de mayor profundización y alcance, que
cuente con la aportación de recursos diversos propios de la Conflictología. De hecho, conviene recordar que no hace mucho, la Organización de las Naciones Unidas determinó la existencia de, como
mínimo, diecinueve técnicas o sistemas de ayudar en la solución de
conflictos. Prácticamente, en realidad, casi cualquier cosa puede ser
útil con la finalidad de contribuir a la solución de conflictos, lo importante será conocer el proceso conflictual, su origen, causa y poseer algunas habilidades aplicables.
57. Helena Cornelius y Shoshana Faire, Tú ganas, yo gano. Cómo resolver conflictos creativamente… y disfrutar con las soluciones, Editorial Gaia.
GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
107
En conflictos entre instituciones u organizaciones, en los cuales
los aspectos emocionales sean inexistentes o irrelevantes, la Negociación no coactiva puede representar la técnica más adecuada para
encarar el problema planteado y llegar a soluciones satisfactorias
para ambas partes. La negociación implica, simplemente, racionalizar y sistematizar procesos de aproximación de intereses, procurando evitar las suspicacias y favoreciendo la cooperación y el establecimiento de objetivos comunes. Las obras de Ury y de la Escuela de Derecho de Harvard que se mencionan en la bibliografía o
en el directorio de este libro son una buena referencia para quienes
deseen conocer a fondo las técnicas de negociación no coactiva y
sus aplicaciones prácticas en el mundo de los negocios y de la política. Los intentos de negociación en conflictos de alta intensidad
no me parecen los más adecuados, puesto que en tales casos, la negociación se transforma en una manera más de combatir y de incrementar la escalada conflictual. En estos casos, convendría recurrir a planteamientos de mayor calado a los cuales supeditar las técnicas de diálogo que pudieran llegar a implementarse, al mismo
tiempo que se establecen las oportunas estrategias.
Para familiarizarse con las técnicas de arbitraje, mediación o negociación pueden resultar útiles cursos de corta duración, de unas
40 horas,58 como los que vienen organizándose en muchos países.
Ello les facilitará aprender algunas técnicas de simulación, juegos
de rol y la forma de facilitar la redacción de documentos de acuerdo y consenso. Sin embargo, aquellas personas que sientan interés
por profundizar en una visión interdisciplinaria sobre el Conflicto
en sus diversas manifestaciones y aprender estrategias complejas y
métodos y técnicas diversas de intervención, será necesario seguir
cursos de posgrado de, como mínimo, doscientas horas. Las universidades norteamericanas y algunas europeas ofrecen programas
de formación en Resolución de Conflictos o Conflictología que se
detallan en el directorio de esta obra.
Lo que diferencia a la Conflictología de la Mediación o el Arbitraje es el conocimiento pluridisciplinario y en profundidad del con58. En Argentina, la mayoría de los Mediadores se han formado en base a cursos de esta duración. Asimismo, en Europa y los Estados Unidos, los cursos de Mediación, Arbitraje o Negociación no acostumbran a sobrepasar estas medidas. Por
el contrario, los cursos en Resolución de Conflictos acostumbran a ser Maestrías y
Doctorados, puesto que incorporan muchos otros métodos y se fundamentan en un
análisis de los conflictos pluridisciplinarios, lo que marca una diferencia notable entre el conocimiento de conjunto y en profundidad de los conflictos y el desarrollo
específico de una técnica o sistema concreto.
CONFLICTOLOGÍA
108
flicto, el conocimiento de habilidades y técnicas muy diversas, lo
que permite al conflictólogo intervenir a distancia o en conflictos
intratables, en los cuales las partes se niegan a cualquier tipo de intervención mediadora o negociadora. En este sentido, la reflexión
sobre su significación resulta importante. Cómo puede intervenirse
si las partes se niegan a todo tipo de intervención externa… Cómo
y con qué fundamento ético. Veamos, cuando se produce un conflicto, éste acabará influyendo y afectando a su entorno, por lo tanto ello lleva implícita una motivación o justificación para la intervención muy clara. Si los conflictos de otros no nos afectan, el componente ético resultaría de menor importancia, pero no desaparecería. Tengo muy claro que, si observo como alguien ejerce
violencia que pudiera representar un perjuicio grave para la víctima, mi conciencia no tendrá dudas sobre la necesidad de intervenir, no hacerlo me convertiría en cómplice del agresor, significaría
también intervenir desde la pasividad. También lo veré muy claro
cuando los conflictos de mis vecinos puedan llegar a afectarme de
alguna manera, puesto que, desde este momento, sus conflictos acaban siendo también míos.
Sin embargo, desde la perspectiva en que me muevo, la propia
de la Resolución de Conflictos, las intervenciones no se producen
mediante el ejercicio de la violencia e incluso tampoco de actitudes
directivas ni manipuladoras. De hecho, la acción pedagógica y educativa son maneras de prevenir e intervenir en la búsqueda de soluciones a los conflictos y a las crisis sociales. La intervención a distancia no tiene otro secreto que el uso de terceras personas, de los
sistemas de comunicación personal o social o de muchas de las técnicas y métodos enumerados.
A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ
Cuando las olas se han aquietado y el agua está en calma:
entonces se refleja la luz y se puede vislumbrar el fondo.
(S. W. VIVEKANDA)
El conflicto surge cuando llega la derrota en nuestros esfuerzos
por vivir, en nuestra búsqueda de la felicidad. A partir de este momento se nos ofrece la posibilidad de aprender lo que ni la victoria
ni el éxito no enseña: a vivir en paz.59
La historia de la Humanidad es la crónica de sus constantes intentos, sus esfuerzos, sus luchas por vivir, por hacerlo en paz, por
acercarse a la felicidad.60 Los grandes pensadores, aquellos que han
dejado estelas de seguidores, aquellos otros que han dejado millones de páginas escritas, todo su trabajo y su sentido no ha sido más
que esto. La vida humana en su conjunto y en su individualidad ha
consistido también en recorrer el mismo camino. Todas las expresiones de la vida cotidiana reflejan lo mismo: vivir, hacerlo en paz,
buscando siempre lo que pueda considerarse feliz, luchar por ello,
por la vida en plenitud, por la libertad, reaccionar frente a la derrota, intentar superar el conflicto, volver a empezar. Parece como
si siempre estuviéramos en el mismo sitio, como si la Humanidad
no hubiera avanzado ni un paso. Continúan las guerras, los con-
59. De la misma manera que las tinieblas de la noche permiten ver los astros
del cielo, así también los sufrimientos permiten entrever el sentido de la vida. Henry
D. Thoreau.
60. Para quien desee profundizar sobre el sentido y el acceso a la Felicidad,
recomiendo las obras siguientes que le pueden servir para obtener mayores referencias: Josep Muñoz Redón, Filosofía de la Felicidad, Anagrama; Luis Rojas Marcos, Nuestra felicidad, Editorial Espasa; Francesco y Luca Cavalli-Sforza, La ciencia
de la felicidad. Un enfoque moderno del anhelo más antiguo, Grijalbo; Wayne
W. Dyer, La sabiduría de todos los tiempos. Cómo acercar las verdades eternas a nuestra vida cotidiana, Grijalbo.
CONFLICTOLOGÍA
110
flictos de todo tipo, los esfuerzos por sobrevivir, por encontrar la felicidad, de manera parecida a como sucedía hace cien, mil, dos mil
años…
Poseemos muchos recursos para hallar ejemplos y fuentes de
inspiración. Los místicos61 cristianos, hindúes, sufis, pensamientos
y aforismos budistas, taoístas, confucionistas, de las diversas etnias
nativas americanas, de chamanes africanos o siberianos, de los clásicos griegos, de intelectuales occidentales modernos de disciplinas
diversas… Todos ellos son exponentes de la sabiduría generada por
la Humanidad para lograr su aprendizaje de vivir. Sin embargo,
nada suplirá la necesaria experiencia propia. Una experiencia cuya
parte intelectual significa la parte más pequeña, como la punta del
iceberg. Los resultados de la experiencia de vivir nos vendrán dados
por momentos de alegría, por sensaciones de serenidad indescriptibles, por momentos de esfuerzo y de sufrimiento, por nuestra lucha,
nuestras derrotas, la visión de la muerte y del sufrimiento62 de
otros… La experiencia de la vida se compone de múltiples cosas
aparentemente de escasa o nula importancia: instantes de silencio
o de soledad, el desconcierto, descubrirse en la mirada de otro, respirar el aire caliente o fresco del atardecer de verano o de una mañana de invierno; los pensamientos de temor, el cansancio físico, la
placidez, los sentimientos que nos estimularán una lectura o el acto
de perdonar y olvidar, los conocimientos que se formarán en nuestra mente en el momento inesperado, o contemplar inadvertidamente el paisaje humano o un fragmento de la naturaleza pletórica
o destruida.
Los conflictos que vivamos serán nuestro temple, de muchos de
ellos saldremos derrotados, hasta que aprendamos a luchar sin odio
y sin propósito, con profundo respeto y hasta incluso veneración
por aquellos que nos hacen el honor de escogernos como adversarios. Para entonces, los conflictos serán como la lluvia, el sol y el
viento, que nos recordarán la vida, y nos ayudarán a descubrir la
serenidad, la paz. Pero para saber en qué debería consistir esta cultura de paz, esta capacidad de transformar los conflictos, para conocer dónde hallar la felicidad, necesitamos de algo más que de palabras y frases que resuman la sabiduría adquirida por otros. Se
hace necesario pasar de las declaraciones como las de la UNESCO
61. «El esquizofrénico y el místico se encuentran en el mismo mar. Pero el
místico sabe nadar, y el esquizofrénico se ahoga», R. D. Lang.
62. «Sólo si aceptamos el sufrimiento podemos liberarnos de él», D. T. Suzuki, maestro budista introductor del zen en Occidente.
A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ
111
con motivo del año 2000 como año internacional para una cultura
de paz, a hechos concretos a formas específicas, prácticas y viables.63 Muchos autores contemporáneos han dedicado sus esfuerzos
en este sentido, legándonos obras que apuntan posibilidades reales
para conseguirlo: Arthur Schopenhauer,64 Bertrand Russell,65 Argyle,66 entre muchos otros que pueden localizarse como referencia en
las obras que cito.
Existen dos elementos que me parecen referencias importantes
y generales en relación con la superación de conflictos, con la búsqueda de la felicidad y con la construcción de una cultura de paz
práctica y viable para cualquier persona. No pretende ser ninguna
fórmula mágica ni infalible, se trata de ofrecer referencias contrastadas con referencias del pensamiento y de la experiencia de
personas que nos han precedido en la búsqueda de los mismos objetivos.
Simplicidad
Puesto que el mundo no va a ninguna parte, no hay prisa.
(ALAN WATTS)
Simplificar la manera de vivir de cada día es uno de los consejos más repetidos en todas las civilizaciones y, tal vez, de los más
fáciles por lo concreto que resulta y sus efectos rápidos. Conviene
conceder atención a los pensamientos de Aristóteles,67 Sócrates,
Diógenes, Epicuro68 o Virgilio, filósofos de la Grecia clásica, de discurso diverso que generó escuelas de expresión plural pero que, leyéndoles desde la distancia del tiempo, aprenderemos a ver sus similitudes, en especial aquellas que acaban resumiendo su filosofía
a expresiones y alegatos a la vida simple. También Epiceto, de la es-
63. Para conocer las propuestas sobre el desarrollo de una cultura de paz, recomiendo la lectura del libro de Federico Mayor Zaragoza, Un nuevo mundo, editado por la UNESCO. Asimismo, también es recomendable el libro de Vicenç Fisas,
Cultura de paz y gestión de conflictos, Icaria.
64. A. Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de vivir, Editorial Debate.
65. Bertrand Russell, La Conquista de la Felicidad, Editorial Debate. Elogio de
la ociosidad, Editorial Edhasa.
66. Argyle, M. N., La sicología de la felicidad, Editorial Alianza.
67. Aristóteles, Ética a Nicómaco, Instituto de Estudios Políticos, Madrid.
68. Epicuro, Sobre la Felicidad, Editorial Debate.
CONFLICTOLOGÍA
112
cuela estoica, dejó bien clara la manera de proceder: «Si deseas desarrollar tu habilidad para vivir de manera simple, hazlo por ti mismo, silenciosamente, y no lo hagas por impresionar a otros» y «La
vida feliz es posible si simplificamos nuestros hábitos y moderamos
nuestros deseos». Su alumno, el que acabaría siendo el emperador
Marco Aurelio escribió sus famosas Meditaciones69 alegato a la simplicidad de vida. Séneca también se expresó de manera similar al
afirmar «Aprendamos a contener el lujo, a templar ostentación, a
vivir sin ornamentos…» y una frase tan breve como contundente
«Si nos hemos provisto contra el frío, el hambre y la sed, el resto es
vanidad y exceso» que coincide con palabras similares recogidas en
los Evangelios.
Siglos más tarde, Rousseau70 también relacionó los conflictos
humanos con la simplicidad de sus planteamientos y formas de vivir. Luego, los movimientos utópicos y libertarios europeos del siglo XIX volverían a insistir de manera teórica y pragmática sobre la
necesidad de retornar a formas de vida simple y pacífica. Henry David Thoreau con su obra fundamental Walden (1854) fue seguramente el primer norteamericano que criticó y aborreció los valores
de su país que negaban los valores de muchos de sus fundadores
como William Penn.71 En Europa y los Estados Unidos volverían a
resurgir los mismos planteamientos años más tarde a través del llamado movimiento Situacionista y el Ecologista, de significación
distinta pero coincidente. En aquellos años, Erich Fromm y Shumasher publicaba dos obras de obligada referencia: «¿Tener o ser?»
y «Lo Pequeño es hermoso», respectivamente. Posteriormente también surgieron en los Estados Unidos pensadores como Theodore
Roszak y Alvin Toffler72 que de manera distinta llegan a conclusiones similares; ademas de críticos como Alan Durning,73 Jerry Mander o el libro de Carlos Fresneda que recoge abundante bibliografía
y nos ofrece una exposición detallada sobre lo que puede consistir
la vida simple.74
69. Marco Aurelio, Meditaciones, Editorial Debate.
70. Jean-Jacques Rousseau, Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres y otros escritos, Tecnos.
71. William Penn, fundador del estado de Pennsylvania, cuáquero. Las formas
de vida de los cuáqueros se fundamentan en la vida simple, el pacifismo radical, el
sentido de Justicia social, la inspiración a través del silencio…
72. Alvin Toffler, El cambio del poder. Conocimiento, bienestar y violencia en el
umbral del siglo XXI, Plaza y Janés.
73. Durning, A., This Place on Earth, Sasquatch Books.
74. Carlos Fresneda, La vida simple, Editorial Planeta.
A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ
113
A la simplicidad de pensamiento y de forma de vivir se llega a
través de un convencimiento que surge de un conocimiento, culto
o no, pero en que lo importante acaba siendo la manera en cómo
se vive, no tanto la construcción intelectual que pueda hacerse de
esta idea. La simplicidad resulta de vivir con poco, para dejar espacio a lo importante, no afanarse en acumular ni en poseer, disfrutar con lo que se hace y se tiene y hacer lo que produce dicha;
predicar con el ejemplo; agradecer la vida, encontrar solaz en ella,
ocuparse de otros tanto como de uno mismo. «Arriesgar la vida,
esa es la cuestión» como dejó escrito Teresa de Ávila.
Afecto
Cuando llegas al final de todo lo que debemos conocer
estaremos al principio de todo lo que debemos sentir (Keist).
Vivimos en el mundo cuando lo amamos. No amamos
porque no comprendemos o, más bien, no comprendemos
porque no amamos…
(TAGORE)
Pero la influencia más destacada de todos los tiempos a escala
mundial la protagonizaron personas como Jesús, ejemplo de vida
austera y de ideas simples que llevó a la práctica, que resumidas se
fundamentan en la capacidad humana de amar y ser amado. Buda,
que llevó una vida de renuncia y de simplicidad, que aprendió a
trascender el sufrimiento mediante la capacidad de desapego y de
compasión, de significación muy parecida aunque expresada de manera diferente a la de Jesús. Confuncio, de vida simple y enseñanzas prácticas muy acertadas; Lao Tse, que como los precedentes nos
dejó como herencia la sabiduría simple basada en la vida sencilla,
la unión con todas las formas de vida, la ternura de sentimientos, la serenidad como mejor consejera.75
En sociedades como las nuestras en las que el exceso y la opulencia van de la mano de todo tipo de conflictos, se acaba pensando en la existencia de un claro paralelismo que nos traen a la memoria la afirmación de Gandhi cuando dijo que «… Necesitamos vivir simplemente para que otros puedan simplemente vivir». Existen
75. «El arte de vivir sólo consiste en proceder con sencillez», «La gran revelación: la calma», Lao Tse.
CONFLICTOLOGÍA
114
infinidad de maneras de expresar el afecto sin citar la palabra Amar
que tantos usos y abusos se le han otorgado, la de Gandhi es una
más que así se expresa. El desapego y la compasión budistas son
maneras de unirse a la vida sin esperar compensación ni propósito,
de manera incondicional; de la misma manera en que Juan de la
Cruz o Teresa de Ávila expresan en relación con Dios, o como los
sufis, más concretamente Mevlana (el maestro) Rumi, se funde con
El Amado, como expresión de la vida entera.76 El tantrismo hindú,
en sus expresiones místicas de abandono del uno al otro; los revolucionarios no violentos de todas las épocas que han ofrecido sus vidas para mejorar la de los otros; la de todas aquellas personas que
en silencio, anónimamente, inconscientemente, han sabido transmitir a otros instantes de calma o de felicidad a través de las formas de la vida cotidiana; a las personas que con su manera de vivir, su ejemplo, nos han enseñado caminos más cortos para aprender a vivir satisfactoriamente.
Desde el punto de vista de la sociología empírica y la psicología
moderna, se llega al convencimiento de que nuestra satisfacción
con la vida depende menos de las cosas que tenemos que de nuestra actitud hacia ellas. Tan importante es el sueldo concreto como
la satisfacción que sentimos con la compensación personal y profesional que percibimos en su realización… Y si no que se lo pregunten a las personas que están siendo objeto de acoso o que cobran el subsidio de desempleo. Obtener lo que queremos es tan importante como apreciarlo. Las personas con mayores ingresos no
son las más felices, en ocasiones la posesión de riquezas acarrea
preocupaciones que los que viven con lo suficiente no llegarán a conocer nunca. Si tomamos el suicidio como una causa de profunda
insatisfacción, éste se produce más entre personas que viven en sociedades opulentas que entre aquellas otras en que las dificultades
son mayores. Sin embargo, los valores actuales no van por aquí, la
supremacía de la idea del éxito, la relación que se ha establecido entre la idea de felicidad y la de consumo superan cualquier otra consideración.
76. «Yo no soy ni del este ni del oeste, ni del mar ni de la tierra, yo no soy
ni material ni etéreo, ni compuesto de elementos. Yo no existo, yo no soy una parte ni de este mundo ni de otro, no desciendo ni de Adán ni de Eva ni de ningún
origen. Mi lugar no tiene lugar, una estela sin estela, ni cuerpo ni alma. Yo pertenezco al Bien Amado, he visto los dos mundos reunidos en uno solo el primero, el
último, aquel de fuera, aquel de dentro, simples como el suspiro de un hombre que
respira.»
A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ
115
Existen prácticas, actitudes y comportamientos que vale la pena
experimentar. Indicaré algunos como ejemplo: la gratitud, lealtad a
los propios principios, la amistad y el afecto, la acción desinteresada, el disfrute de lo que ya poseemos, de las cosas que no poseen
valor mercantil… Y otros de signo contrario que sin duda habremos
conocido: el rencor, los deseos de venganza, el odio, la insatisfacción por los deseos no conseguidos, la frustración, la envidia. En la
experimentación de las emociones que generan tales actitudes y
prácticas hallaremos, sin duda, un método de aprendizaje excepcionalmente práctico y asequible sobre la manera en que podemos
llegar a vivir con una cierta serenidad, en paz con nosotros mismos
y aproximarnos a la felicidad. ¡Suerte!
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
Este glosario es el resultado de recoger el uso que autores diversos y profesionales aportan con sus denominaciones. En un porcentaje muy reducido son aportaciones propias cuando no he hallado definiciones suficientemente clarificadoras o conceptos que
describieran nuevas realidades e ideas. Es, por lo tanto, un resumen
sistematizado de denominaciones, conceptos y terminología aceptados mayoritariamente y de los cuales se hace un uso generalizado. Muchos de los términos reunidos en este glosario constan en
obras teóricas y en escritos técnicos que tienen como referencia el
ejercicio profesional de autores diversos. En la bibliografía se mencionan y detallan las obras que han servido de referencia en la elaboración de parte de este diccionario y que aconsejo su consulta por
parte de quienes deseen profundizar en el origen, semántica y significación de los diferentes términos expuestos o de otros de interés particular.
Abogado
Profesional del Derecho en posesión de una licencia para ejercer
en el ámbito judicial. Originalmente, el término abogar del que se deriva, posee una significación cercana a la de facilitar, mediar, procurar por los asuntos relacionados con la Justicia, los conflictos y las
normas o costumbres de convivencia. Actualmente, el ejercicio de la
abogacía acostumbra a desarrollarse como el de especialista en el
conocimiento de las leyes y de los procesos judiciales con el objetivo de procurar por la protección y el beneficio legal del cliente.
Acuerdo
Se dice cuando dos o más partes deciden dotarse de unas normas que regulen sus actuaciones o su relación. Los acuerdos previos pueden ser un buen sistema de cara a prevenir posibles conflictos futuros. En el caso de existencia de conflictos, los acuerdos
CONFLICTOLOGÍA
118
sirven para establecer vías de solución gradual, si éstos van acompañados del desarrollo de actitudes y medidas concretas que incidan sobre las causas generadoras del conflicto. Si, por el contrario,
los acuerdos se toman bajo la presión o la urgencia de culminar con
un proceso iniciado o como una finalidad en sí misma, estos acuerdos resultarán de escasa eficacia.
Adversario
El que compite por conseguir parecidos objetivos y con el cual
no se establecen relaciones de cooperación o colaboración. Fácilmente un adversario puede transformarse en enemigo si llega a desarrollarse la percepción de peligro que conlleva el establecimiento
de unas relaciones altamente competitivas encaminadas a impedir
el acceso de nuestro adversario a los mismos objetivos que nos hemos propuesto alcanzar.
Agresión
Atacar por cualquiera de las formas posibles, ya sea físicamente, verbal o psicológicamente. La agresión se ejerce mediante el ejercicio de la violencia en cualquiera de sus formas o expresiones y
surge como estado alterado debido a la existencia de sensaciones de
miedo que superan las posibilidades de autocontrol.
Agresividad
Capacidad de los seres vivos de reacción frente a la amenaza, el
peligro y la dificultad por satisfacer las necesidades. Sistema de protección y de estímulo a la acción. Sin embargo, si los estímulos
agresivos acaban reduciendo o eliminando la capacidad ética, de raciocinio y análisis, fácilmente se puede derivar hacia actitudes y
comportamientos violentos que todavía dificultarán el equilibrio, la
serenidad y la capacidad de razonar.
Aikido
Arte marcial no agresivo de origen japonés fundado por Morihei
Ueshiba. Ueshiba fue soldado y militar, conocedor experto en diversas artes marciales y de combate con sable y cuerpo a cuerpo
que acabó fundiendo y adquiriendo una clara connotación pacifista. El Aikido es un arte marcial suave muy eficaz basado en el conocimiento de la lucha como conflicto. Diversas personas, entre los
que me cuento, han relacionado el Aikido con la Conflictología al
poder establecerse paralelismos entre los conflictos y el combate así
como entre las soluciones violentas y el combate no violento. El Ai-
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
119
kido, y tal vez todavía más el Ki Aikido es una buena manera de
aprender a luchar eficazmente sin violencia.
Alianza
Acuerdo permanente entre dos o varias personas o entidades que
los transforma en una actitud de no agresión y de apoyo mutuo con
el objetivo de obtener y repartirse equitativamente aquellos beneficios o ventajas que aporta la cooperación.
Althing
Asamblea nacional islandesa de la Edad Media. Una de las instituciones más antiguas del mundo dedicada al desarrollo legislativo y judicial.
Altruismo
Cuando la ausencia de miedo así como de intereses permite a las
personas actuar libremente a favor de otras personas o de objetivos
sociales.
Amenaza
Aviso de ataque mediante el cual se pretende conseguir imponer
algo, aunque en algunas ocasiones no se pretenda efectuar agresión
alguna. Las amenazas acostumbran a ser percibidas por quien las
recibe como un peligro inminente al que habrá que responder con
prontitud; es por ello por lo que la amenaza surte un efecto similar
al propio ataque con la notable diferencia que el que amenaza no
cuenta con la reacción que provocará. Es preferible un ataque controlado y haciendo uso de la mínima fuerza posible que de una
amenaza que no se haya previsto la reacción que provoca.
Amigo
Aceptación, confianza y afecto por otra persona. Normalmente
los seres humanos tenemos la necesidad de intercambiar afectos,
compañía y sistemas de apoyo mutuo y cooperación en todos los
ámbitos de la vida. Esta necesidad nos conduce al establecimiento
de relaciones de amistad y alianza implícita, que diversas consideraciones pueden alterar y, también, regenerar.
Amigable componenda
Sinónimo de acuerdo asumido de manera amistosa y no por presiones ejercidas por la urgencia de conseguir un acuerdo que resuelva un conflicto.
CONFLICTOLOGÍA
120
Arbitraje
Acto mediante el cual se solventa una reclamación, desacuerdo
o disputa que las partes se ven incapaces de establecer una solución
aceptada mutuamente. Su aplicación en el ámbito de los conflictos
comerciales resulta bastante eficaz. Es la acción de discernimiento
y de regulación de conflictos sobre la base de una normativa preestablecida que prevé la capacidad de arbitrar de una persona o institución determinada y constituida con esta finalidad. La acción arbitral se limita a aplicar las normas fijadas por la autoridad competente o por los acuerdos genéricos establecidos inicialmente, procura la neutralidad y la corrección desde la presión disuasoria que
representa la aplicación de sanciones o la transferencia a las autoridades judiciales competentes.
Arbitrario
Se denominan así las decisiones establecidas por una tercera
persona con poder para hacerlo, desatendiendo las razones y argumentos presentados por las personas que se consideran perjudicadas por tales decisiones.
Árbitro
Tercera persona que suple la incapacidad de las partes en conflicto por llegar a un acuerdo justo basándose en el sentido común
y no tanto en las leyes. Los actos de arbitraje resultan eficaces en
conflictos en los cuales no se han desarrollado perturbaciones emocionales y en los cuales se busca una solución rápida y eficaz. Son
en los conflictos mercantiles donde el arbitraje resulta idóneo, no
así en conflictos en los que el elemento emocional pueda ejercer
una influencia notable.
Armonía
Equilibrio, serenidad, no denota tanto la ausencia de conflicto
con uno mismo o con el entorno sino la capacidad de convivencia con los mismos. Conviene puntualizar, sin embargo, que la armonía no tiene por qué significar ausencia de conflicto sino más
bien la capacidad de recuperar o conservar la armonía a pesar de
la existencia de tensiones, problemas y conflictos; de manera parecida a como la idea de paz tampoco excluye ni ignora la realidad
del conflicto, de la guerra. Las culturas orientales poseen como objetivo y valor implícito la armonía como ideal filosófico y de vida.
También algunos pensadores occidentales como Aristóteles o Séneca la han valorado por encima de otras cualidades.
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
121
Asertivo
Proactivo, cooperativo. Las maneras competitivas pueden ser
asertivas pero no cooperativas. Las actitudes acomodaticias pueden
ser cooperativas pero no asertivas. Las actitudes comprometidas
son en parte asertivas y cooperativas. La actitud colaborativa es altamente asertiva y cooperativa. El concepto asertivo podría ser sinónimo de facilitar.
Awase
Palabra y concepto de origen japonés relativo a la particular manera de negociar o mediar mediante el cual se pone énfasis en las
relaciones personales y de interdependencia, se recuerdan favores
del pasado así como obligaciones futuras que se contrajeron.
Ayuda Mutua
Autores anarquistas como Kropotkin han reflexionado sobre los
valores de la cooperación y la ayuda mutua como motor del progreso social superiores en eficacia a las concepciones competitivas
y generadoras de violencia. Diversos autores contemporáneos del
ámbito de la Resolución de Conflictos como el norteamericano Kenneth Boulding, también han dedicado buena parte de sus esfuerzos
a reflexionar sobre lo mismo. El mismo Galtung, influido por José
M.ª Tortosa, ha reflexionado sobre los aspectos cooperativos en relación con la paz y los conflictos.
Se entiende por Ayuda Mutua las capacidades y habilidades de
cooperación entre personas o grupos o sociedades con la finalidad
de aprender unos de los otros y para trabajar en la consecución de
objetivos comunes. La cooperación no representa sumisión a autoridad alguna, sino que las partes colaboran eficazmente sin que por
ello pierdan su identidad ni libertad. Se considera que los instintos
de mutua ayuda forman parte de todos los seres humanos libres de
los temores que se suscitan en las relaciones humanas.
BAPA
Acrónimo en inglés: Best alternative to the proposed agreement.
Literalmente: la mejor alternativa con relación a los acuerdos propuestos.
Barangay
Método tradicional filipino de conciliación y solución de conflictos anterior a la época colonial. Este método de solución de
disputas se restableció posteriormente y hoy en día está vigente
CONFLICTOLOGÍA
122
de manera similar a como en otros países existen instituciones arbitrales y conciliadoras.
Baraza
Llamamiento al coloquio de una población determinada con la
finalidad de establecer un sistema de solución tradicional de problemas complejos de interés comunal en el Congo.
Besara
Método tradicional e informal de Borneo de solución de conflictos. El término podría traducirse literalmente por dejar las cosas
claras. Incluye elementos de negociación, conciliación y mediación.
Este método concede importancia notable a procurar evitar la mentira en el desarrollo del proceso.
Bet Din
Tribunal ortodoxo rabínico cuya traducción literal significa
«Casa de Juicios» que decide sobre las disputas planteadas según la
ley rabínica. Los orígenes de esta institución se mencionan en el
Deuteronomio (16:18) cuando se establece la necesidad de disponer
de tribunales que hagan justicia. El Bet Din representa, de hecho,
un sistema arbitral inspirado en consideraciones morales inspiradas
en la religión judía.
Bicéntrico
Cuando existen dos soluciones correctas que hacen referencia a
ambas partes en disputa. Equivale al principio de «ganar-ganar» por
el cual la solución no se halla en favorecer la razón y la solución a
una de las partes sino en intentar conciliar ambas soluciones justas.
También se acostumbra a utilizar el término Bilateral para designar
lo mismo.
Block Solutions
Estrategia de prevención de conflictos mediante la cual se modifican estructuras, leyes o políticas con la finalidad de impedir el
desarrollo de conflictos.
Buenos Oficios
Este término incluye todas aquellas maneras de intervenir en la
solución de conflictos, es decir, resulta sinónimo de mediar, facilitar o intervenir de manera conciliadora. En los Estados Unidos los
Better Business Bureau (BBS) son aquellas organizaciones sin fina-
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
123
lidad de lucro que desarrollan sus actividades en el medio empresarial y de los negocios con la finalidad de combatir las actividades
comerciales inmorales o poco éticas y participar en la resolución de
disputas entre consumidores y las empresas. Los BBS ofrecen conciliación voluntaria privada.
CAM
Acrónimo del inglés original: Computer aided mediation. Literalmente: mediación asistida por ordenador (MAO).
Capitulación
Contrato, compromiso o rendición con condiciones preestablecidas.
Castigo
Infringir un mal físico, económico o psicológico con la finalidad
pretendidamente pedagógica de mostrar los límites en el comportamiento. Con frecuencia, el castigo se transforma en una forma de
venganza que tiene como propósito disuadir o reprimir determinadas actitudes contrarias a los intereses establecidos en el poder o a
las normas y leyes vigentes. Los efectos inmediatos del castigo parecen, en la mayoría de los casos, ser eficaces; sin embargo, a medio o largo plazo podrían considerarse como contraproducentes
puesto que generan actitudes de odio y venganza y ponen en cuestión la categoría moral de quien los infringe.
Coalición
Alianza temporal con la finalidad de conseguir unos objetivos específicos establecidos de común acuerdo entre varias partes.
Coerción / Coacción
Amenaza de uso de la fuerza para conseguir la sumisión y la
obediencia. El uso de la fuerza y de la violencia no se refiere únicamente a la fuerza física; la acción administrativa, las amenazas
verbales y psicológicas, por ejemplo, pueden ser utilizadas para cometer actos que obligarán y llevarán a la sumisión. El uso de cualquier capacidad de poder para someter es, de hecho, un acto de
coerción, de violencia.
Colaboración
Participación en los objetivos establecidos por otro con los que
también nos identificamos o pretendemos apoyar. Las actitudes no
CONFLICTOLOGÍA
124
colaborativas son aquellas otras encaminadas a minar, perjudicar o
dificultar acciones similares emprendidas por otros con la finalidad
de impedir o reducir la competencia y el miedo que ésta nos genera.
Competitividad
Sistema de progreso basado en la lucha con el entorno social o
natural con la finalidad de lograr obtener satisfacción a las necesidades o los intereses. Cuando los estímulos competitivos nos llevan
a la superación de dificultades sin menoscabar, reducir o perjudicar
el entorno en el que nos movemos, la competitividad carecerá de
efectos perniciosos. Sin embargo, si la lucha por la satisfacción
de las necesidades se hace a costa de perjudicar el entorno, los efectos del esfuerzo realizado pueden volverse en contra de uno mismo,
debido a la reacción que provocaremos.
Compromiso
Acuerdo moral o ético de respetar y llevar a buen término determinadas acciones desde actitudes concretas. Normalmente, en
todo compromiso se establecen determinadas concesiones a favor
de lograr un acuerdo o facilitar la alianza.
Cooperación
Capacidad de colaborar, de establecer objetivos comunes y realizarlos. Cuando el estímulo no es la lucha individual o de un grupo
en relación con otros sino cuando el esfuerzo por la sobre vivencia o
el progreso se consigue mediante el reparto equitativo de beneficios
en base a la capacidad de acuerdo, colaboración y respeto mutuo.
En Conflictología las nociones de cooperación y competitividad resultan fundamentales, puesto que es aquí donde pueden generarse los conflictos y donde pueden encontrarse soluciones definitivas a los mismos.
Conciliación
Acto o proceso ecléctico con el cual se establece, mediante
acuerdos o no, un cambio de actitud que permite pasar de la confrontación a la colaboración que permite restablecer una relación
positiva que se ha visto afectada por la existencia de un conflicto.
El concepto guarda una relación con el término Reconciliación,
cuando el proceso seguido ha necesitado de un esfuerzo todavía superior en el orden ético y psicológico. Mediante la Conciliación y la
Reconciliación puede decirse que los conflictos específicos pueden
darse por solucionados, por concluidos, a diferencia de los simples
acuerdos que poseen un carácter eventual y transitorio.
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
125
Conciliador
Se refiere a la persona que posee la capacidad de conciliar desavenencias y divergencias no tanto mediante el establecimiento de
acuerdos coyunturales sino gracias al restablecimiento de relaciones normales en las cuales la capacidad de cooperación reequilibra
el exceso de competitividad y los recelos.
El Conciliador define las habilidades de un conflictólogo en el
tratamiento y transformación de los conflictos de la misma manera
a como también lo es una persona que pacifica, media o facilita la
solución de los conflictos. Es similar a Pacificador, Mediador y Facilitador.
Concordia
Armonía, acuerdo, ausencia de hostilidades y presencia de capacidades de cooperación. En relación con los conflictos territoriales, se refiere a los acuerdos establecidos, a los ámbitos geográficos
compartidos desde actitudes incluso cordiales.
Conflicto
Lucha, desacuerdo, incompatibilidad aparente, confrontación de
intereses, percepciones o actitudes hostiles entre dos o más partes.
El conflicto es connatural con la vida misma, está en relación directa con el esfuerzo por vivir. Los conflictos se relacionan con la satisfacción de las necesidades, se encuentra en relación con procesos
de estrés y sensaciones de temor y con el desarrollo de la acción que
puede llevar o no hacia comportamientos agresivos y violentos. Desde la Conflictología, el conflicto adquiere un valor universal que es
abordado de manera integral, reconocido en todas las actividades
humanas y sociales de todo tipo de sociedades y épocas que posee
un factor común determinante en su análisis y comprensión.
Conflictología
Ciencia a-disciplinaria y transversal del Conflicto, el Cambio, la
Crisis… Sinónimo de Resolución de Conflictos y de Transformación
de Conflictos como sistemas integrales e integradores de conocimientos, técnicas y habilidades orientadas al conocimiento de los
conflictos, sus posibles causas y maneras de facilitar su solución pacífica y no violenta.
Conflictólogo
Conocedor de la Conflictología. Profesional de la misma. Experto en tratamiento y transformación de conflictos.
CONFLICTOLOGÍA
126
Conflictos intratables
Cuando las partes en conflicto se niegan a aceptar, o las circunstancias dificultan, actos de negociación, arbitraje o mediación.
En tales circunstancias existen recursos, técnicas y sistemas de intervención que permiten actuar sin ejercer violencia alguna ni
interferir en la libertad y la intimidad de las personas.
Conflicto de límites
Cuando los conflictos se refieren al reconocimiento de los límites o fronteras, geográficos o territoriales.
Construcción de la Paz (Peacebuilding)
Proceso mediante el cual se pretende desarrollar iniciativas estructurales e institucionales y mecanismos sociales encaminados al
desarrollo de instrumentos no violentos de solución de disputas.
Normalmente se refiere a los conflictos entre Estados.
Contrato
Acuerdo escrito y regulado por normas aceptadas por ambas
partes que se suscribe libre y voluntariamente y pretende regular los
límites, condiciones y formas de resolver disputas cuando éstas puedan presentarse.
Crueldad
Obtener satisfacción psicológica con el padecimiento de otros
seres vivos. En casos patológicos puede ser debido a deficiencias cerebrales graves. Desde el punto de vista psicosocial, la crueldad
acostumbra a adquirirse al haber sido objeto y víctima de comportamientos similares durante los períodos de formación de la personalidad o en situaciones postraumáticas.
Cultura de Paz
Manera de vivir en paz. Vivir y dejar vivir. Costumbres, hábitos
y actitudes sociales de relación inspirados en la no violencia y los
procesos pacíficos de convivencia entre las personas desarrollados
directamente por la ciudadanía. Acostumbra a suceder que en muchas culturas se hallan presente formas violentas de relación, convivencia y solución de controversias inspiradas en ideas de venganza, dominio, explotación, el uso normal de la mentira, la negación
de ayuda y la insolidaridad. Contrariamente, las culturas de paz se
inspiran en valores como el apoyo mutuo, la ausencia de temor, el
altruismo, la cooperación, así como en métodos pacíficos de solu-
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
127
ción de conflictos como puede ser la Conciliación, la Mediación o
los usos democráticos generalizados.
Defensa propia
Cuando se justifica el uso de la violencia para prevenir y protegerse de la violencia ejercida por otros en contra nuestra. Evidentemente que, frente a peligros y amenazas resultará necesario
prevenirse, sin embargo, no me parece la violencia la mejor manera de hacerlo, puesto que ésta genera mayores niveles de violencia y conlleva pérdidas incalculables. Pienso que es posible defenderse sin ejercitar la violencia, o al menos éste sería el objetivo
a asumir.
Defensor del Pueblo
Persona o Institución pública establecida para proteger a los
ciudadanos de los errores de la Justicia o los abusos de poder de
los gobiernos o las administraciones públicas. En Cataluña se le
conoce con el nombre de Síndic de Greuges y, en los países escandinavos Ombusman, término también aceptado en los países de
lengua inglesa. De hecho, el defensor del Pueblo es un Conciliador, Mediador o Facilitador en la solución de conflictos en relación con los Derechos humanos y los derechos democráticos fundamentales.
Derecho de conquista
Justificación de la imposición de la voluntad por la fuerza y de
manera, si fuera preciso, violenta por el hecho de haber vencido en
el pasado.
Derecho del más fuerte
Algunos conciben que son los más fuertes los que poseen el derecho, la razón o la justificación a dominar e imponerse al resto.
Diálogo
Capacidad de entenderse uno a otro a través de la comunicación.
Diplomacia Ciudadana
Término que se refiere al conjunto de prácticas multilaterales
desarrolladas con la finalidad de intervención en la solución de conflictos de carácter social como pueden ser disputas entre comunidades o barrios, entre éstas y las instituciones o las empresas de servicios, etc., de manera pacífica.
CONFLICTOLOGÍA
128
Enemigo
Persona percibida de manera altamente negativa que inspira
gran temor y peligro inminente. Los enemigos son objetivo potencial de ataque, reducción e incluso eliminación. En Conflictología
resultan muy interesantes los estudios realizados sobre la creación
de imágenes del enemigo en el desarrollo de los conflictos.
Escalada Conflictual
Sistema de análisis de los conflictos que permite predecir el proceso (desescalada) de solución de los mismos.
Escucha activa
Entre oír y escuchar existe una diferencia notable. Por oír entendemos el significado de las palabras, por escuchar el sentido, razón de las mismas y accedemos a la comprensión de la persona que
las emite. La escucha activa no es más que la capacidad de comprender lo que nos pretenden comunicar. Sinónimo de diálogo.
Estrés
En el desarrollo de todos los conflictos existe un factor de estrés
determinante. El estrés posee una relación estrecha entre los procesos físicos y biológicos y aquellos otros de carácter psicológico y
social que contribuyen a establecer las condiciones de atención necesarias para afrontar las dificultades de la vida pero que, al mismo
tiempo, pueden derivar hacia procesos morbosos que llevarán a la
somatización de enfermedades o establecerán las bases de conflictos violentos.
Facilitador
Habilidad propia de la persona que interviene en procesos de pacificación, de mediación y de solución de conflictos. La intervención
de un facilitador presupone que no desarrollará ninguna iniciativa de tipo directivo, que tampoco no pretende que las partes en conflicto lleguen a ningún tipo de acuerdo, que no propone soluciones
ni su actuación se encuentra limitada por una única técnica de intervención. Los facilitadores hacen uso de cualquier método no directivo ni violento con la finalidad de facilitar que las partes en conflicto puedan descubrir por ellas mismas la mejor manera de solucionar sus propios conflictos. A diferencia de la mediación que también persigue idénticos objetivos, los facilitadores no se limitan,
como en el caso de la mediación, al uso de técnicas comunicativas
sino que incorporan capacidades pedagógicas no dirigistas.
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
129
Falacia
Mentira con apariencia de verdad. Enredo, falsedad emitida con
la intención de confundir y difamar.
Fuerza
Energía, capacidad de desarrollo de la acción. Fuerza no implica violencia. La violencia sería el uso de la fuerza con la finalidad
de perjudicar o producir un daño.
GAC (Gestión Alternativa de Conflictos)
Con las siglas GAC algunas personas se refieren al uso de sistemas alternativos de solución de disputas en el ámbito de los conflictos colectivos y de las relaciones intragrupales o entre grupos sociales y las autoridades o el gobierno. Desarrolla estrategias basadas en el fomento del diálogo, la negociación y la mediación.
Gestión de Conflictos
Esta denominación acostumbra a ser utilizada en el ámbito militar y empresarial. En todo caso denota un objetivo por «administrar» o gestionar conflictos sin pretender ni transformar ni resolverlos, con la intención más de contención que de aprovechamiento de su capacidad de innovación y cambio cualitativo.
Guerra
Expresión máxima de un conflicto mediante la cual se hace uso
de todo tipo de violencias sin límite y se persigue claramente el dominio o la destrucción física del enemigo.
Guerra Justa
Justificación de la guerra cuando ésta se desarrolla como protección frente a la amenaza percibida de enemigos potenciales o
como venganza por los males recibidos encubierta de razonamiento moral o jurídico.
Guerra Santa
Justificación de la guerra mediante un discurso que pretende demostrar estar en posesión de la comunicación e interpretar la voluntad de Dios.
Hostilidad
Manifestación explícita de desacuerdo y de enfrentamiento.
Amenaza. Proceso mediante el cual se provocan enfrentamientos y
CONFLICTOLOGÍA
130
se incita al incremento y la escalada o desarrollo de los conflictos
con la finalidad de promover el combate abierto y la guerra.
Imparcial
Que no juzga ni toma partido por ninguna de las ideologías implicadas en un conflicto, pero sí opta por defender de manera inequívoca a la víctima y se manifiesta claramente contrario al uso de
la violencia en la solución de los conflictos. Imparcialidad no presupone neutralidad. De todas maneras, entre uno y otro término
pueden existir similitudes.
Intereses
Posesión de privilegios, beneficios y control sobre los recursos
que permiten la satisfacción de necesidades.
Irenología
Conocimiento o ciencia de la paz, del griego clásico. Éste es un
término poco usual y en desuso, utilizado por algunos autores del
ámbito de los estudios de paz hace algunos años. El problema al
orientarse hacia el estudio de las situaciones de paz es que nos conduce a desatender el objeto preocupante que es el conflicto. En este
sentido, el término Polemología intenta corregirlo, al menos en
parte.
Juez de Paz
Persona de reconocida solvencia moral elegida por la comunidad o el pueblo para ejercer los buenos oficios y contribuir a la solución de conflictos entre los vecinos basándose en el sentido común y la ecuanimidad. Normalmente suelen ser personas de edad
avanzada.
Ley
Ordenamiento legal, norma de obligado cumplimiento establecida por la autoridad competente, emane ésta de la voluntad democrática y libremente expresada o impuesta por el tirano o una oligarquía. En ambos casos, pretende ordenar la convivencia y establecer lo que está permitido o no, prever su administración y ejecución dentro de un sistema establecido. En determinados sistemas
legales, corresponde al legislador el desarrollo legal, en otro como
el catalán, su código civil se inspira en los usos y costumbres de la
población que el legislador se limita a ordenar.
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
131
Mediación
La Mediación ha sido definida por numerosos autores como un
método que intenta superar el carácter binario de las disputas a través de procesos comunicativos en los cuales se utilizan técnicas
asertivas no dirigistas y se pretende llegar a acuerdos como finalización de situaciones conflictuales que compete resolver únicamente a los actores del conflicto y no al mediador. En este sentido se diferencia del Arbitraje y se asemeja a la mayor parte de métodos utilizados en Resolución de Conflictos.
Mediación Transformativa
Frente a un concepto de Mediación centrado en la neutralidad y
como simple técnica de intervención en los conflictos, surge la Mediación Transformativa proponiendo la necesidad de cambio, de
transformación de los conflictos mediante un proceso por el cual se
tratará de solucionar las causas de los mismos sin abandonar por
ello los métodos mediadores originales. En este sentido se asemeja
e identifica a lo propugnado originalmente por las corrientes de
Transformación y a Resolución de Conflictos.
Mediador
Persona que media, que practica y es consecuente con los principios definidores de la Mediación como filosofía y como técnica de
intervención en conflictos.
Mentira
Falsedad. Afirmación y razonamiento aparentemente verídico
con la intención de confundir, inducir al error, desprestigiar y modificar las percepciones positivas por otras claramente negativas
con el objetivo de perjudicar o de impedir el beneficio de la persona contra la que va dirigida. La mentira es una forma de violencia,
arma muy usual utilizada en todo tipo de conflictos, incluso en los
interpersonales.
Moobing
Del inglés: to move. Acción encaminada a desplazar y marginar
a una persona con la intención de perjudicarla, apartarla de su
puesto de trabajo, inducirla al error, desprestigiarla, provocarle una
situación de estrés que la obligue a abandonar su empleo, etc., con
la finalidad de apropiarse del mismo o de eliminar su capacidad de
liderazgo o su influencia.
CONFLICTOLOGÍA
132
Necesidad
Todo aquello imprescindible para la sobrevivencia y el desarrollo
integral de la vida individual o colectiva. Incluye elementos como la
posibilidad de alimentarse correctamente, la seguridad, el uso de un
lugar donde vivir, la dignidad, las posibilidades de desarrollo afectivo,
social y espiritualmente, etc. Necesidad e interés difieren en cuanto
los intereses no son forzosamente necesidades sino deseos de poseer,
conservar o mantener el poder, beneficios o privilegios, etc. Aún a costa de desposeer de la satisfacción de las necesidades básicas de otros.
Negociación
Proceso bilateral o multilateral mediante el cual las partes representadas difieren en sus intereses y se muestran favorables a intentar hallar un acuerdo o compromiso a través de las capacidades
comunicativas. Se diferencia de la Mediación en cuanto esta última
cuenta con una tercera persona neutral que procura facilitar la comunicación, mientras que en la Negociación no existe esta figura y
las partes, que no forzosamente se encuentran en conflicto, se representan por ellas mismas. Los procesos negociadores no son, forzosamente, de carácter pacífico pero sí pueden contribuir a evitar
el acceso a muestras de violencia superiores.
Neutral, Neutralismo
Sinónimo de Imparcial, aunque algunos le otorgan un matiz
algo diferente. Por neutral también se entiende cuando, siendo imparcial, no se expresa explícitamente rechazo moral por la acción
de aquellas partes del conflicto que atentan inequívocamente contra los derechos humanos y fundamentales de las personas.
No Violencia
Manera de luchar sin perjudicar a nadie, sin el uso de ningún
tipo de violencia, ni física, psicológica, estructural ni judicial. Sistema filosófico y acción encaminada a oponerse a los actos de guerra y de injusticia sin violencia y con justicia, procurando, al mismo tiempo, favorecer incluso a los que se consideran enemigos. Lo
contrario de violencia.
NPA / NMA / NFA
Siglas (del catalán, español e inglés) para designar la relación elemental que existe entre las necesidades, el miedo al desarrollo de la
acción como esquema básico de comprensión de la dinámica de los
conflictos, su origen y desarrollo. Necesidades no significan exacta-
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
133
mente «intereses», ni el miedo hace referencia únicamente a temores abstractos. Inicié y propuse su uso en el Manual de prevención y
Resolución de Conflictos del que soy autor. Pienso que resume la
comprensión simplificada de un proceso universal básico en el que
se fundamentan los orígenes y el posterior desarrollo de los conflictos y cuyo entendimiento resulta fundamental para poder desarrollar planes de provención, tratamiento, transformación y solución de
los conflictos.
Miedo
Estímulo físico y psicológico encaminado al desarrollo de la acción orientada a la satisfacción de las necesidades por mantener, desarrollar y garantizar la integridad de la vida. Si por una parte el
miedo resulta imprescindible como estímulo para la acción que asegurará la sobrevivencia, por otra parte, su exceso implicará el desarrollo de actitudes, comportamientos y acciones violentas que
acabarán perjudicando el entorno y al propio agresor.
Odio
Emoción y sentimiento que induce a desear lo peor a la persona, el grupo o la institución objeto del mismo. Lo contrario del concepto Amor. Los sentimientos de odio acaban por destruir psicológica y éticamente a quienes no logran superarlos. Con frecuencia,
los sentimientos de odio suelen justificarse y disimularse tras razonamientos de todo tipo.
Orden
Armonía social determinada por un sistema legal y asegurada
por la organización policial o, simplemente, capacidad social de
mantenimiento de la paz y el respeto necesario para el desarrollo
de la buena convivencia.
Pacificación
Proceso mediante el cual, en situación de conflicto y de guerra,
se llega a restablecer por métodos no violentos la paz.
Pacificador
Aquel que pacifica, que facilita el desarrollo de entornos pacíficos sin ningún tipo de imposición ni violencia.
En algunas acciones acometidas por fuerzas armadas internacionales, con el mínimo uso de la fuerza y únicamente frente a situaciones de autodefensa, en intervención en situaciones de con-
CONFLICTOLOGÍA
134
flicto armado, han sido calificadas de fuerzas de pacificación. El
ideal, sin embargo, todavía está por alcanzar, cuando una organización no armada intervenga en la protección de la población civil
amenazada por organizaciones armadas beligerantes y procure, al
mismo tiempo, mediar pacíficamente entre los contrincantes.
Paz
Estado o condición de seguridad, justicia, tranquilidad, serenidad.
Existen diversas maneras de definir la paz y todas ellas me parecen
complementarias. La paz es un estado de ánimo personal e íntimo de
desapego y de comunión; también es ausencia de conflicto y guerra;
también es la capacidad de gestionar, tratar y transformar los conflictos; de convivir en relativa armonía, de alcanzar la serenidad…
Paz y Tregua
Movimiento popular y asambleario que se desarrolló en Europa alrededor del año 1000, en una época y unas sociedades altamente conflictivas debido a la crisis del poder, la autoridad y la justicia. En Cataluña enraizó profundamente y, con el tiempo, derivó hacia formas de
administración y gobierno predemocrático que dio paso a la institución parlamentaria y de gobierno del reino de Cataluña y, posteriormente, de los sucesivos gobiernos democráticos de la nación catalana.
Perdón
Perdonar es el proceso de reconocer errores para corregirlos y
recuperar los sentimientos de libertad y de paz con uno mismo necesarios para vivir en plenitud. Perdonar es aprender a olvidar las
ofensas o los temores, es aprender a que los recuerdos traumáticos
de las ofensas recibidas no nos impidan vivir en plenitud. Perdonar
es restituir el mal producido. Perdonar es superar los sentimientos
de culpa, odio y resentimiento, liberarse de los mismos y sentirse
capaces de volver a convivir.
No resulta fácil en aquellos casos en los que se han recibido
ofensas graves (muertes, torturas, daños materiales y morales importantes), pero resulta aconsejable facilitar a las víctimas la recuperación psicológica y la dignidad que, seguramente pasa por procesos de reconciliación.
PIR
Siglas o acrónimo que resumen los conceptos de Prevención, Intervención y Resolución, es decir, el antes, durante y después del
conflicto, ámbitos de actuación en Resolución de Conflictos.
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
135
Polemología
Ciencia o conocimiento de la guerra. Evidentemente no se refiere a conocimientos militares para el desarrollo de la guerra, sino al
análisis de las características, orígenes y condiciones de los ejércitos y de las guerras. No es un término muy utilizado actualmente,
aunque sí lo fue en años anteriores. La razón es que no se centra
en el estudio del Conflicto sino más bien en el análisis de los ejércitos (dotaciones, armamento, presupuestos, etc.). Todavía hoy
en día subsisten algunos institutos de Polemología especialmente en
Francia, donde se acuñó el término; también existe uno en Barcelona.
Prevención
Capacidad de adelantarse al acontecer conflictual con la idea de
gestionar sus consecuencias mediante la represión, la coerción o la
reducción de los actores potenciales de los conflictos futuros. Mantenimiento del statu quo a través de reformas. Forma tradicional de
los gobiernos deficitarios en componentes democráticos y sensibilidad social.
Problema
Dificultad en la comprensión de las cosas. Con frecuencia, los
conflictos se inician debido a la dificultad de comprensión de uno
mismo o de la situación en que se vive. La solución de problemas
pasa, en buena parte, por el buen uso de la lógica pero, también,
por procesos intuitivos que nos ayudan a entender que la realidad
es diferente a como la solemos percibir; por ello, el concurso de la
filosofía puede ser muy útil.
Provención
Término y concepto propuesto por J. Burton que designa la manera de evitar la aparición de conflictos sin gestionar su represión
sino mediante la solución de las causas que los generan como son
la injusticia social, la provisión de las necesidades básicas de las
personas, el ejercicio de la democracia real, etc.
Psicodrama / Sociodrama
Simulación de un conflicto mediante su interpretación por los
mismos actores del conflicto invirtiendo o alternando los papeles o
roles con la finalidad de inducirles la comprensión de la situación
y condicionantes de la parte contraria. Suele ser efectivo en conflictos interpersonales.
CONFLICTOLOGÍA
136
Reconciliación
Cuando las partes involucradas en un conflicto inician un proceso de comprensión mutua de lo sucedido, se superan los sentimientos de odio y rencor desarrollados durante el conflicto y se establece el mutuo reconocimiento y un pacto tácito, espontáneo y voluntario de amistad. Conciliación de los intereses mutuos. Los conflictos finalizan mediante actos de reconciliación, los acuerdos
únicamente podrían considerarse objetivos tácticos pero no llegan
a solventarlos.
Regulación de Conflictos
Sinónimo de Gestión de Conflictos. Cuando se trata de regular
la conflictividad mediante medidas preventivas, normas o leyes establecidas con tal finalidad. Generalmente las instituciones judiciales procuran la regulación de los conflictos.
Rendición
Sometimiento condicional o incondicional a la voluntad de la
otra parte.
Resentimiento
Odio hacia quien nos ha inflingido un mal. Los sentimientos de
odio y de resentimiento son tan naturales como contraproducentes
y nocivos para el desarrollo de una vida feliz.
Resolución Alternativa de Conflictos / Resolución Alternativa
de Disputas
Con estas denominaciones se resumen las prácticas de Arbitraje,
Conciliación, Mediación y Negociación como métodos alternativos y
extrajudiciales al uso de la imposición de la Ley o la coacción del
sistema jurídico y legal. Representa los métodos tradicionales adscritos a los sistemas judiciales occidentales. Con el desarrollo de los
estudios sobre los conflictos y la aparición de la Resolución de Conflictos, Transformación de Conflictos o Conflictología, estos sistemas
se han visto enriquecidos con aportaciones nuevas provenientes de
los estudios de paz, la Teoría de Juegos, Teoría del Caos, etc.
Resolución de Disputas
Este término, similar a Resolución Alternativa de Conflictos, es
utilizado por muchos abogados de los Estados Unidos para definir
una labor más psicosocial que judicial en el tratamiento de conflictos y disputas en el ámbito mercantil y cívico, especialmente.
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
137
RRR
Reconciliación, Resolución, Restauración. Propuesta de proceso
de J. Galtung como óptima solución a los conflictos, especialmente
referidos a los de tipo político y bélico. Posee una obra con este título que se menciona en la bibliografía. Galtung es uno de los primeros y más destacados autores de los estudios de paz y de Resolución de Conflictos.
Rumor
El rumor siempre tiene como objetivo provocar un perjuicio a la
persona, grupo o entidad con el cual se relaciona. El hecho de propagar una información verídica o falsa en unas circunstancias y maneras determinadas puede representar el inicio de una serie de perjuicios o males. El rumor es una de las armas o sistemas más eficaces, baratos y difícil de localizar a su emisor; frecuentemente utilizado por todo tipo de personas y en todo tipo de relaciones
humanas y sociales con el ánimo de desprestigiar, humillar y desfavorecer a la persona objetivo del ataque. La difusión de rumores utiliza la comunicación como arma de generación y desarrollo de los
conflictos. El objetivo pretende crear, mediante las técnicas comunicativas, una percepción negativa e influir en la opinión pública en
contra de algo o de alguien. Dada la dificultad de demostrar el origen y la intención de quien genera el rumor, la respuesta acostumbra a ser parecida, es decir, se responde de igual manera utilizando
el rumor como respuesta a quien ha agredido de tal manera. De todas formas, un procedimiento para localizar a su emisor es cuestionando a quien beneficia el perjuicio inflingido a otro.
Saints
En Pakistán, religiosos islámicos a los que se les solicita su intervención en la solución de conflictos.
Schoeffen
En Alemania, en los siglos XIII y XIV, personas encargadas por la
comunidad para servir como jueces de paz.
Solución de conflictos
Solucionar un conflicto o un problema. Contrariamente a como
la denominación Resolución de Conflictos designa una disciplina,
hasta el presente al referirnos a la solución de conflictos únicamente expresamos una acción genérica, sin ninguna connotación
adicional.
CONFLICTOLOGÍA
138
Solución de Problemas (Problem Solving)
Corriente dentro de la Resolución de Conflictos del entorno conceptual desarrollado por J. Burton y otros autores. Razona la importancia de las necesidades en la configuración conflictual y establece el carácter a-disciplinario como una filosofía política inspirada en planteamientos racionales, realistas y pragmáticos.
Territorio Común, ámbito de concordia (Common Ground)
En todo conflicto conviene buscar el territorio común que induzca y facilite la concordia, procurar plantear soluciones y concordancias en primer lugar y dejar para más tarde el planteamiento y análisis de las discordancias, los problemas y las dificultades
de cooperación.
Transformación de Conflictos
Término inicialmente utilizado en el entorno universitario Menonita similar al de Resolución de Conflictos, en el que se insiste en
la importancia de la transformación de las bases morales y espirituales que fundamentan actitudes generadoras de conflictos. En
este sentido, podemos llegar a convenir que todas las tradiciones filosóficas, espirituales y místicas llegan a similares conclusiones,
fundamentadas en el conflicto que se genera entre la separación del
ego de su entorno del que forma parte. En la Teoría de Gaia se llega a parecidas conclusiones en la relación entre el ser humano y el
planeta o la naturaleza.
Tregua
Detención temporal del combate y de las hostilidades con la finalidad de llevar a cabo iniciativas de carácter humanitario o con
la finalidad de iniciar procesos de negociación de cara a la finalización del conflicto. De no establecerse pautas de solución del conflicto, el período de tregua finalizará y se reprenderán las hostilidades y los combates.
Tribunal de Aguas
En los territorios del antiguo reino de Valencia fundado por el
rey catalán Jaume I y recogiendo tradiciones propias de las sociedades y cultura musulmanas establecidas anteriormente se crearon
tribunales para la regulación del agua de riego, compuestos por los
mismos agricultores y fundamentándose en la equidad y las habilidades conciliadoras. Todavía hoy, las decisiones de este Tribunal
son soberanas e inapelables.
DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA
139
Violencia
Todo aquello que pueda perjudicar de una manera u otra a uno
mismo, a otras personas o al entorno social o de la naturaleza. La
violencia se ejerce físicamente inflingiendo heridas o la misma
muerte; también se inflinge limitando la libertad, atentando contra
la dignidad, impidiendo el desarrollo integral de las personas o la
satisfacción de sus necesidades; así, de esta manera, se ejerce psicológica, estructural y económicamente, a través de la acción política y judicial o mediante cualquiera otra forma posible. La violencia es, normalmente, implícita en el desarrollo de los conflictos y,
por tanto, motivo de interés preferente desde la Conflictología.
140
BIBLIOGRAFÍA
Esta bibliografía pretende ofrecer una relación diversa y plural
de obras relacionadas directa o indirectamente con la Conflictología o Resolución de Conflictos, sus diversas aplicaciones, teorías y
aportaciones y, al mismo tiempo, aquellas obras clásicas que, sin estar en relación directa con estas denominaciones, significan aportaciones notables a la solución de conflictos, problemas y crisis humanas desde épocas, culturas y disciplinas muy diversas. También
incluye obras prácticas que orientan hacia el tratamiento de los
conflictos desde perspectivas diversas.
Es, por tanto, una relación no exhaustiva de lo que podría ser
una buena biblioteca generalista, concisa y especializada en la materia. Evidentemente, podría ampliarse con otros autores especializados en campos específicos, así como con las revistas y boletines de las organizaciones detalladas en el directorio de esta obra,
también resulta imprescindible la conexión a las bases de datos específicas que se encuentran en Internet que también se relacionan
en el directorio, así como las revistas especializadas, los directorios de organizaciones, diccionarios especializados y obras generales.
Básica recomendada
Burgess, H. y Burgess G., Encyclopedia of Conflict Resolution, Santa Barbara, California, ABC-CLIO, 1997.
Burton, J., Conflict: Resolution and Provention, Virginia, Center for Conflict
Analysis and Resolution, George Mason University, The Macmillan
Press, 1990.
Galtung, J., Peace Education: Problems and conflicts. Education for Peace,
Science and Technology Press, 1976.
— Tras la violencia, R: Reconstrucción, Reconciliación, Resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia, Gernika
Bakeaz, Gernika Gogoratuz, 1998.
CONFLICTOLOGÍA
142
Mitchell, C. y Banks, M., Handbook of Conflict Resolution. The analytical
problem solving approach, Londres, Pinter, 1996.
Lederach, J. P., Construyendo la paz. Reconciliación sostenible en sociedades
divididas, Gernika, Bakeaz, Gernika Gogoratuz, 1998.
Rapoport, A., The Origins of Violence: Approaches to the study of Conflict,
New Brunswick, New Jersey, Transaction Publishers, 1997.
Schellenberg, J., Conflict Resolution: Theory, Research, and Practice, Albany,
N.Y., State University of New York Press, 1996.
Tubella, I. y Vinyamata, E., Cuba es de todos: Contribución a la resolución
del conflicto entre los cubanos de Cuba y Miami, Barcelona, Editorial Península, 1998.
Vinyamata, E., Manual de prevención y resolución de conflictos, Barcelona,
Editorial Ariel, 1999.
— Camins de pau al País Basc: Una aportació des de la Resolució de Conflictes, Barcelona, Editorial Mediterrània, 2001.
Yarn, D. H., Dictionary of Conflict Resolution, San Francisco, Jossey-Bass
Inc., Publishers, 1999.
Selección general
Abbagnano, N., Historia de la Filosofía (4 vols.), Barcelona, Editorial Hora,
1994.
Abel, R., The Politics of Informal Justice: The American Experience, Nueva
York, Academic Press, 1982.
Adler, M., The idea of Freedom: A dialectical Examination of the conceptions
of Freedom, Nueva York, Garden City, 1961.
Adorno, T. y otros, The authoritarian personality, Nueva York, Harper &
Bros, 1950.
Aisenson Kogan, A., Resolución de Conflictos: Un enfoque psicológico, México, Fondo de Cultura Económica, 1994.
Ainaud de Lasarte, J. M. y otros, Barcelona en clau de pau. Carta de la Pau,
dirigida a l’ONU, Barcelona, Universitas Albertiana, Edicions Edimurtra, 1998.
Alternative to Violence Project, Basic Course Manual, Nueva York, AVP, 1992.
Allport, G., The Nature of Prejudice, Reading, Mass., Addison Wesley, 1979.
American Arbitration Association, A Guide to Mediation for Business People, Nueva York, American Arbitration Association.
Arendt, H., The Origins of Totalitarism, Cleveland, World Publishing Co.,
1958.
Arias, G., La no violencia, ¿tentación o reto?, Madrid, Queimada, 1985.
— El ejército incruento de mañana. Materiales para un debate sobre un nuevo modelo de defensa, Madrid, Editorial Nueva Utopía, 1995.
— Proyecto político de la No violencia, Madrid, Nueva Utopía, 1995.
Auerbach, J. S., Justice Without Law?, Nueva York, Oxford University Press,
1983.
BIBLIOGRAFÍA
143
Avruch, K., Black P. W. y Scimecca, J. A., Conflict Resolution: Cross Cultural Perspectives, Westport, Conn., Greenwood Press, 1991.
Axelrod, R. M., Conflict of Interest: A Theory of Divergent Goals with Applications to Politics, Chicago, Markham, 1970.
Banda, A., Educació per la Pau, Barcelona, Barcanova, 1991.
Baily, R., Violence and Agresion, Nueva York, Time-Life, 1976.
Blalock, H. M., Power and Conflict: Toward a General Theory, Thousand
Oauks, Calif., Sage, 1989.
Baron, D., The indescribable and the Undiscussable. Reconstructing Human
Discourse after Trauma, Budapest, Central European University Press,
1999.
Baruch Busch, R. A. y Folger, J. P., La promesa de la Mediación: Cómo
afrontar el conflicto a través del fortalecimiento propio y el reconocimiento de los otros, Barcelona, Granica, 1996.
Beck, A. T., Love is never enough. How couples can overcome misunderstandings, resolve conflicts and solve relationship problems through cognitive therapy, Nueva York, Harper Perennial, 1998.
Bénatouil, T., Le scepticisme, París, Flammarion, 1997.
Bensabat, Soly, Stress, Bilbao, Editorial Mensajero, 1987.
Bohannan, P., Law and Warfare: Studies in the Anthropology of Conflict,
Austin University of Texas Press, 1967.
Borisoff, D. y Victor D. A., Conflict Management: A Communication Skills
Approach, Englewood Cliffs, NJ, Prentice Hall, 1989.
Boserup, A. y Mack, A., War without Weapons: Non violence in National Defense, Nueva York, Schocken Books, 1975.
Boulding, K., Conflict and Defense: A General Theory, Nueva York, Harper
Torchbook, 1962.
Boutros-Ghali, B., An Agenda for Peace, Nueva York, United Nations, 1992.
Breggin, P. R., Beyond Conflict: From Self-Help and Psychotherapy to Peacemaking, Nueva York, St. Martin’s Press, 1992.
Briant, V. y Palau, Y., La Médiation. Définition, pratiques et perspectives, París, Éditions Nathan, 1999.
Briggs, J. y David Peat, F., Las siete leyes del caos, Barcelona, Editorial Grijalbo, 1999.
Boulding, E., «Peace Research: dialectics and development», The Journal of
Conflict Resolution, n.o 16: 469-475, 1972.
Boulding, K. E., «Future directions in conflict and peace research», The
Jornal of Conflict Resolution, n.o 22: 342-354, 1978.
— Conflict and Defense: A General Theory, Nueva York, Harper Collins, 1962.
Bouthol, G., Tratado de Polemología, Madrid, Ediciones Ejército, 1984.
Bunker, B., Conflict, Cooperation, and Justice: Essays inspired by the work
of Morton Deutsch, San Francisco, Jossey-Bass, 1995.
Burgess, G. y Burgess, H., Constructive Confrontation: A Transformative Approach to Intractable Conflicts, In Mediation Quaterly, 1996.
Burguet, M., El educador como gestor de conflictos, Bilbao, Editorial Desclée de Brouwer, 1999.
CONFLICTOLOGÍA
144
Burton, J., Resolving Deep-Rooted Conflicts: A Handbook, Lanham, MD,
University Press of America, 1987.
— Conflict: Human Needs Theory, Nueva York, St. Martin’s Press, 1990.
— Conflict Resoltion as a political Philosophy, in Conflict Resolution Theory
and Practice: Integration and Application, Nueva York, Manchester University Press, 1993.
— Conflict: Practices in Management, Settlment and Resolution. In Community Mediation, Nueva York, St. Martin’s Press, 1990.
Burton, J. y Dukes, F., Conflict: Readings in Management and Resolution,
Nueva York, St. Martin’s Press, 1990.
Buss, A., The Psychology of Aggresion, Nueva York, Wiley, 1961.
Casarjian, R., Perdonar. Una decisión valiente que nos traerá la paz interior,
Barcelona, Urano, 1994.
Cavalli-Sforza, F. y L., La ciencia de la Felicidad. Un enfoque moderno del
anhelo más antiguo, Barcelona, Editorial Grijalbo, 1998.
Chandler, D. B., «Violence, Fear and Communication: The Variable Impact
of Domestic Violence on Mediation», Mediation Quaterly, 1990.
Chatfield, Ch. e Ilukhina, R., Peace/Mir: An anthology of historic Alternatives to war, Syracusa, Nueva York, Syracusa University Press, 1994.
Chelling, T. C., La estrategia del conflicto, Madrid, Tecnos, 1991.
Chen, W., El Tao de la paz, el arte de manejar la dinámica de los conflictos,
Madrid, Edaf, 2000.
Chomsky, N., Actos de agresión, Barcelona, Crítica, 2000.
Clausewitz, C., On war, Nueva York, Barnes and Noble, 1966.
Cleary, T., El arte japonés de la guerra. El Bushido en la política y la economía del Japón actual, Madrid, Edaf, 1996.
Confucio, Los cuatro libros clásicos, Barcelona, Ediciones B, 1999.
Corbella, J., Viure sense por, Barcelona, Folio, 1991.
Coser, L., The Functions of Social Conflict, Nueva York, Free Press, 1956.
Cornelius, H. y Faire, S., Tú ganas, yo gano. Cómo resolver conflictos creativamente… y disfrutar con las soluciones, Madrid, Gaia, 1995.
Cristóbal, P., Controlar las emociones, Madrid, Temas de Hoy, 1996.
Curle, A., «Forgiveness?», Conciliation Quarterly, 1995.
— Making Peace, Londres, Tavistck, 1971.
Dahrendorf, R., Class and Conflict in Industrial Society, Standford, CA,
Standford University Press, 1957.
Dalai Lama, El arte de la Felicidad. Un nuevo mensaje para nuestra vida cotidiana, Barcelona, Grijalbo, 1999.
David, C. P., La guerre et la paix. Approches contemporaines de la securité et
de la stratégie, París, Presses de Sciences Po, 2000.
Davis, P., El poder del tacto. El contacto físico en las relaciones humanas,
Barcelona, Paidós, 1998.
Dawkins, K., «Prison Overcrowding Mediation in a Climate of Crisis», Consensus, n.o 5, 1990.
Delgado, J. M., La Felicidad. Qué es y cómo se alcanza, Madrid, Temas de
Hoy, 1999.
BIBLIOGRAFÍA
145
Deutsch, M., The Resolution of Conflict: Constructive and Destructive Processes, New Haven CT, Yale University Press, 1973.
Diamond, L. y McDonald, J., MultiTrack Diplomacy: A Systems Guide and
Analysis, Grinnell, Iowa Peace Institute, 1991.
Dobson, T. y Miller, V., Aikido in everyday life. Giving in to get your way, Berkeley, North Atlantic Books, 1993.
Domenach, J. M. y otros, La violencia y sus causas, Editorial de la UNESCO, 1981.
Doyal, L. y Gough, I., Teoría de las necesidades humanas, Barcelona, Editorial Icaria, 1994.
Druckman, D., Human Factors in International Negotiations: Social-Psychological Aspects of International Conflict, Thousand Oaks, Calif., Sage,
1973.
Dufour, M., Cuentos para crecer y curar, Málaga, Editorial Sirio, 1998.
Duryea, M., Conflict and Culture: A Literature Review and Bibliography, Victoria BC, University of Victoria, Institute for Dispute Resolution.
Dworkin, J. y otros, «The boundaries between Mediation and Therapy:
Ethical Dilemas», Mediation Quaterly, 1991.
Dyer, W. W., La Sabiduría de todos los tiempos. Cómo acercar las verdades
eternas a nuestra vida cotidiana, Barcelona, Grijalbo, 1999.
Edelman, J. y Crain, M. B., El Tao de la negociación: Cómo prevenir, resolver o superar los conflictos de la vida diaria, Barcelona, Paidós, 1996.
Eibl-Eibesfeldt, I., The Biology of Peace and War, Nueva York, Viking Press,
1979.
European Platform for Conflict Prevention and Transformation, Prevention
and Management of Violent Conflicts. An international Directory, Utrecht
(Holanda), 1998, 1999, 2000.
Fear, Nueva York, Parábola, 1998.
Fensterheim, H. y Baer, J., Nunca es tarde para cambiar. Cómo dejar de ser
víctima de su pareja, su jefe, sus amigos y su familia, Barcelona, Grijalbo, 1989.
Fesher, R., Beyond YES, Cambridge MA, Program on Negotiation at Harward Law School, 1991.
Filley, A. C., Interpersonal Conflict Resolution, Scott, Foresman, Glenviw,
1969.
Fisas, V., Cultura de paz y Gestión de Conflictos, Barcelona, Icaria, 1998.
— Caos i Pau, Barcelona, Centre UNESCO de Catalunya, 1993.
— Defensa 2001. Una proposta de defensa no ofensiva per a Espanya, Barcelona, Fundació J. Bofill, 1990.
— Adiós a las armas ligeras: las armas y la cultura de la violencia, Barcelona, Icaria, 2000.
— Introducción al estudio de la paz y los conflictos, Barcelona, Lerna, 1987.
Fitzduff, M., Más allá de la violencia. Procesos de resolución de conflicto en
Irlanda del Norte, Bakeaz, Gernika Gogoratuz, 1998.
Flade, S., Bálsamos para la mente. Las causas físicas del desequilibrio interior, Barcelona, Oasis, 1996.
CONFLICTOLOGÍA
146
Fogg, R. W., «Dealing with Conflict: A Repertoire of Creative, Peaceful Approaches», Journal of Conflict Resolution, 1985.
Folberg, J. y Taylor, A., Mediación: Resolución de conflictos sin litigio, México, Limusa, 1992.
Freíd, D., Nuevos paradigmas en la resolución de conflictos. Perspectivas y
prácticas, Buenos Aires, Granica, 2001.
Forcada, J. M., Desenvolupar la pau, Barcelona, Àmbit Maria Corral, 1998.
Frappat, H., La Violence, París, Flammarion, 2000.
Fromm, E., La por a la llibertat, Barcelona, Edicions 62, 1963.
— El arte de escuchar, Barcelona, Altaya, 1998.
Fuller, G., Win Win Management. Tú ganas, yo gano, la empresa gana, Barcelona, Gestión 2000, 1999.
Funes, J. y otros, Mediació i Justícia Juvenil, Barcelona, Centre d’Estudis
Jurídics i Formació Especialitzada, Departament de Justícia, Generalitat de Catalunya, 1994.
Gandhi, M., «Non Violence», en Civil Disobedience and Violence, Jeffrie
G. Murphy, Bedlmont, CA, Wadsworth Publishing, 1971.
— La no violència en la pau i en la guerra, Barcelona, Ahimsa, 1983.
García Walker, D., Los efectos terapéuticos del humor y de la risa, Málaga,
Editorial Sirio, 1999.
Gibson, K., «The Ethical Basis of Mediation: May Mediators Need Philosophers», Mediation Quaterly 7, 1989.
Goig, R. y otros, L’home i les seves pors, Barcelona, Ateneu Barcelonés, La
Llar del Llibre, 1988.
Gray, J. A., Psicología del miedo y del estrés, Barcelona, Labor, 1993.
Gürkaynak, M., Who’s who in Europe, in Pacemaking and Conflict Resolution, Akara (Turquía), European Conference on Peacemaking and Conflict Resolution Publications, 1993.
Harter, P., Alternative Dispute Resolution: A Handbook for Judges, Chicago,
American Bar Association, 1987.
Hausken, T., Peacemaking: The quiet power, West Concord, Mn., CPI Publishing, 1992.
Haynes, J. M., Fundamentos de la Mediación Familiar. Cómo afrontar la separación de pareja de forma pacífica… para seguir disfrutando de la vida.
Manual práctico para mediadores, Madrid, Gaira, 1995.
Hobbes, T., Leviatan.
Howard, M., La cultura del conflicto, Barcelona, Paidós, 1995.
Himes, J. S., Conflict and Conflict Management, Athens, University of Georgia Press, 1980.
Integral (diversos autores), Meditación, Barcelona, Integral, 1996.
Irigoyen, M. F., El acoso moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana,
Barcelona, Paidós, 1999.
Jackson, A., Los 10 secretos de la abundante felicidad, Málaga, Editorial Sirio, 1999.
James, E., Simplifica la teva vida interior. 100 maneres de recuperar la pau
i enriquir el cor, Barcelona, Helios, 1995.
BIBLIOGRAFÍA
147
Johnston, D. y Sampson, C., La religión, el factor olvidado en la solución de
conflictos, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, PPC, Madrid, 1994.
Jomini, H. A., Compendio del Arte de la Guerra, Madrid, Ministerio de Defensa, 1991.
Jung, J., Understanding Human Motivation: A Cognitive Approach, Nueva
York, MacMillan, 1978.
Kaye, L., Las claves espirituales del éxito. Estrategias para el cambio y el éxito en la empresa a partir de la filosofia zen, Barcelona, Editorial Integral,
2001.
Keating, K., Abrázame. El abrazo es amor y alegría, Buenos Aires, Javier
Vergara Editor, 1986.
Kellert, S., In the Wake of Chaos, Chicago, The University of Chicago Press,
1994.
Kestner, P. B., Devonshire, J. y Kim, U., Education and Mediation: Exploring the Alternatives, Washington DC, American Bar Association,
1998.
Kessler, S., «Counselor as Mediator», Personal and Guidance Journal, 1979.
Kimberly, A., Healing Communities in Conflict. International Assistance in
Complex emergencies, Nueva York, Columbia University Press, 1999.
King, M. L. Jr., «I Have a Dream», The words of Martin Luther King, Jr., Coretta Scott King, Nueva York, Newmarket Press, 1983.
Koch, K., «Civilian Defense: An Alternative to Military Defense?», Netherlands Journal of Sociology, 1984.
Kolb, D. y otros, Cuando hablar da resultado. Perfiles de mediadores, Buenos Aires, Paidós, 1996.
Kottlet, J. A., Viajar como experiencia transformadora. El viaje como desafío, crecimiento personal, autorresponsabilidad, recorrido interior…, Barcelona, Paidós, 1997.
Kreidler, W. J., Creative Conflict Resolution. More than 200 activities for keeping peace in the classroom, Glenview, Illinois, Scott, Foresman and
Company, 1984.
— Teaching Conflict Resolution through children’s literature, Nueva York,
Scholastic Inc., 1994.
Kriesberg, L., Constructive Conflicts: From Escalation to Resolution, Lanham, Md., Rowman & Littlefield, 1998.
Krishnamurti, J., La raíz del conflicto. El despertar de la inteligencia, Buenos Aires, Editorial Kier, 1994.
— Sobre el Conflicto, Madrid, Edaf, 1995.
— Sobre el Miedo, Madrid, Edaf, 1995.
Kubey, C., You Don’t Always Need a Lawyer, Yonkers, NY, Consumers Union
of United States, 1991.
Lama Zopa Rimpoché, Transformar problemas en felicidad, Novelda, Alacant, Ediciones Drama, 1994.
Lampen, J., No alternative? Nonviolent responses to Repressive Regimes,
York, Inglaterra, William Sessions Ltd., 2000.
CONFLICTOLOGÍA
148
Lanza del Vasto, Vida interior i no-violència, Barcelona, Publicacions de
l’Abadia de Montserrat, 1992.
Larmer, B., «After Crime, Reconciliation», Christian Science Monitor, 1986.
Lash, R., Manual de ejericios para resolución de conflictos, San Francisco,
CA., The Community Board Program, Inc., 1985.
Leas, S. y Kittlaus, P., Church Fights: Managing Conflict in the local Church,
Filadelfia, PA, Westminster Press, 1973.
Lederach, J. P., El abecé de la paz y los conflictos. Educación para la paz,
Madrid, Ediciones de la Catarata, 2001.
Lederach, J. P. y Chupp, M., Conflicto y violencia? Guía para Facilitadores,
Guatemala, Ediciones Semilla, 1995.
Lederach, J. P., Elementos para la resolución de conflictos, México, SERPAJ, 1990.
— La regulación del conflicto social: Un enfoque práctico, Akron, Pa, Mennonaite Central Comité, 1986.
Lelord, F. y André, C., Cómo tratar con personalidades difíciles, Madrid,
Acento Editorial, 1998.
Lequan, M., La Paix, París, Flammarion, 1998.
Lorenz, K., On Agression, Nueva York, Harcourt, Brace and World, 1966.
Lund, M., Preventing Violent Conflicts. A strategy for Preventive Diplomacy,
Washington, DC, United States Institute of Peace Press, 1996.
Mackie, K. J., A Handbook of Dispute Resolution: ADR in Action, Nueva
York, Routledge, 1991.
Maggiolo, W. A., Techniques of Mediation in Labour Disputes, Dobbs Ferry,
N.Y., Oceana, 1971.
Maquiavelo, N., El Príncipe, Madrid, Espasa Calpe, 1996.
— Del arte de la guerra, Madrid, Tecnos, 1995.
Marinoff, L., Más Platón y menos Prozac, Barcelona, Ediciones B, 2000.
Marks, I. M., Miedos, fobias y rituales. Los mecanismos de la ansiedad, Barcelona, Martínez Roca, 1990.
Matthews, A. M., Siete claves para vivir en calma, Buenos Aires, Editorial
Vergara, 1998.
Mayer, R. E., Pensamiento, Resolución de Problemas y Cognición, Barcelona, Paidós, 1995.
Melero, J., Conflictividad y violencia en los centros escolares, Madrid,
Ed. Siglo XXI, 1993.
Mernitz, S., Mediation of Environmental Disputes: A Sourcebook, Nueva
York, Praeger, 1980.
Miller, P., El arte de perdonar. Cómo aprender a perdonar a los demás para
alcanzar una vida más serena, Barcelona, Integral, 2000.
Mitchell, C. R., The Structure of International Conflict, Londres, Macmillan,
1981.
Moore, C., El proceso de mediación, Barcelona, Editorial Granica, 1986.
Mock, R., The Role Play Book, Akron, Pa, Center for Peace Learning, George Fox College, 1988.
Muller, J. M., Mellon, C. y Semelin, J., La dissuasion civile, París, Foundation pour les Études de Défense Nationale, 1985.
BIBLIOGRAFÍA
149
Muller, J. M., Principes et méthodes de l’intervention civile, París, Desclée de
Brouwer, 1997.
Murphy, J., Cómo manejar los conflictos en el trabajo, Madrid, Manuales
Abetas, 1995.
Nichols, M. P., El arte perdido de escuchar. Aprender a comprendernos y a
mejorar nuestras relaciones, Barcelona, Urano, 1998.
Peachey, T. y Gehman, L., Seeking Peace. True stories of Mennonites aroud
the world, struggling to live their belif in peace. Full of courage and spirit!, Intercourse, PA, Good Books, 1991.
Pecharman, M., Pascal. Qu’est-ce que la vérité?, París, PUF, 2000.
Peres, S., Que surti el sol, Barcelona, La Campana, 1999.
Peurifoy, R., Venza sus temores, ansiedad, fobias y pánico, Barcelona, Robin
Book, 1993.
Prevallet, E., Reflections on Simplicity, Pennsylvania, Pendle Hill, 1982.
Protin, A., Aikido. Un arte marcial. Acceso a otro modo de ser, Hospitalet
(Barcelona), Editorial Ibis, 1990.
Price, J. y Woods, K., Legislation on Dispute Resolution, Washington DC,
American Bar Association, 1990.
Rabouin, D., Le désir, París, Flammarion, 1997.
Rapoport, A., Fights, Games, and Debates, Ann Arbor, University of Michigan Press, 1960.
— Game Theory as a Theory of Conflict Resolution, Boston, D. Reidel Publishing, 1974.
— Certainties & Dubts. A Philosophy of Life, Montreal, Black Rose Books,
2000.
— Two-Person Game Theory, Mineola, Nueva York, Dover Publications, Inc.,
1999.
Revista de Conflictología, núm. 1, Barcelona, Editorial Edimurtra, 2000.
Revista de Conflictología, núm. 2, Barcelona, Editorial Edimurtra, 2001.
Ripol-Millet, A., Separació i Divorci: la Mediació familiar, Barcelona, Centre
d’Estudis Jurídics i Formació Especialitzada, Departament de Justícia,
1994.
Rodríguez, A., Cambiar de Rumbo, Barcelona, Inforbook’s, 1997.
Rojas Marcos, L., Nuestra Felicidad, Barcelona, Editorial Espasa, 2000.
Rojas, L., Las semillas de la violencia, Madrid, Espasa Calpe, 1995.
Romeva Rueda, R., Desarmament i desenvolupament. Claus per armar conciències, Barcelona, Intermón, 2000.
— Pau i Seguretat a Europa: Prevenció de conflictes armats a l’Europa de la
postguerra freda, Barcelona, Centre UNESCO de Catalunya, 1998.
Rodríguez, R. y Sádaba, T., Periodistas ante conflictos. El papel de los medios de comunicación en situaciones de crisis, Pamplona, Ediciones Universitarias de Navarra, 1999.
Rorty, R., Consecuencias del pragmatismo, Madrid, Editorial Tecnos, 1996.
Rothman, J., Confrontation to Cooperation: Resolving Ethnic and Regional
Conflict, New-bury Park, CA, Sage Publications, 1992.
CONFLICTOLOGÍA
150
Rousseau, J.-J., Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad
entre los hombres y otros escritos, Madrid, Tecnos, 1998.
Rubin, J. y Rubin, C., Cuando las familias se pelean: cómo resolver los conflictos con los seres más queridos, Barcelona, Paidós, 1990.
Russell, B., La conquista de la felicidad, Madrid, Editorial Debate, 1975.
Saaty, T., Conflict Resolution: The analytical hierarchy approach, Nueva
York, Praeges, 1989.
Sackson, S., Beyond Competition, Nueva York, Pantheon, 1977.
Sadalla, G., Conflict Resolution: An Elementary School Curriculum, San
Francisco, The Community Board Program, 1990.
Safranski, R., El Mal o el Drama de la libertad, Barcelona, Tusquets Editores, 2000.
Salton, D., La conciencia de vivir. El ejercicio, los alimentos y la meditación:
Propuestas para mejorar la calidad de tu vida y controlar las tensiones
diarias, Barcelona, Alta Fulla, 1982.
Sande, K., The Peacemaker: A Biblical Guide to Resolving Personal Conflict,
Grand Rapids, Mn, Baker Book House, 1991.
Sandole, D., Capturing the complexity of Conflict. Dealing with violent ethnic conflicts of the Post-Cold War Era, Nueva York, Pinter, 1999.
Sandole, D. y Sandole-Staroste, I., Conflict management and Problem Solving: Interpersonal to international Applications, Nueva York, New York
University Press, 1987.
Sanmartín, J., La violencia y sus claves, Barcelona, Ariel, 2000.
Schellenberg, J. A., The Science of Conflict, Nueva York, Oxford University
Press, 1982.
Schelling, T. C., The Strategy of Conflict, Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1960.
Schere, K., The Strategy of Conflict, Cambridge, Mass.: Harvard University
Press, 1960.
Sharp, G. y Jenkins, B., Civilian-Based Defense: A Post Military Weapons
System, Princeton, NJ, Princenton University Press, 1990.
Siegel, B., Paz, Amor y autocuración, Barcelona, Urano, 1990.
Siguan, M., Philosophia pacis, Madrid, Símbolo Editorial, 1989.
Sisk, T., Power Sharing and International Mediation in Ethnic Conflicts,
Washington, DC, United States Institute of Peace Press, 1996.
Six, J. F., Le Temps des Médiateurs, París, Seuil, 1990.
— Dinámica de la Mediación, Barcelona, Paidós, 1997.
Schopenhauer, A., Aforismos sobre el arte de saber vivir, Madrid, Editorial
Debate, 2000.
Schrock-Shenk, C. y Ressler, L., Making Peace with Conflict. Practical Skills
for Conflict Transformation, Scottdale, Pennsylvania, Herald Press, 1999.
Sharp, J., Sin miedo a morir: Cómo vivir como si hoy fuera el último día de
tu vida, Barcelona, Integral, 1997.
St. James, E., Simplifica tu vida, Barcelona, Integral, 1996.
Stanish, B. y Eberle, B., Be a problem solver, Nueva York, Aurora, D.O.K.
Publishers, 1994.
BIBLIOGRAFÍA
151
Stanton, H. E., El factor fantasía. Cómo utilizar la imaginación para resolver los problemas cotidianos, Barcelona, Plural Ediciones, 1993.
Starke, J. G., An Introduction to the Science of Peace (Irenology), Leyden,
Holanda, A. W. Sijthoff, 1968.
Stevens, J., Paz Abundante. La biografía de Morihei Ueshiba, fundador del
Aikido, Barcelona, Editorial Kairós, 1987.
Stewart, S., Conflict Resolution: A foundation guide, Winchester, Waterside
Press, 1998.
Sun Zi, El arte de la Guerra, Madrid, Miguel Shiao Editor, 1992.
Tierno, B., Tu hijo: Problemas y conflictos, Madrid, Ediciones Temas de
Hoy, 2000.
Thoreau, H., The Writings of Thereau, H. S. Canby (ed.), Boston, 1937.
Toffler, A., El cambio del poder, conocimientos, bienestar y violencia en el
umbral del siglo XXI, Barcelona, Plaza y Janés, 1990.
Tolstoy, L., Letter to te peace conference. In Tolstoy’s Writings on Civil Disobedience and Non-violence. Nueva York, New American Library, 1968.
Torregó, J. C., Mediación de Conflictos en instituciones educativas. Manual
para la formación de mediadores, Madrid, Narcea, 2000.
Turpin, J. y Kurtz, L., The Web of Violence: From Interpersonal to Global,
Chicago, University of Illinois Press, 1997.
Ueshiba, K., The Spirit of Aikido, Tokio, Kodanska International, 1987.
United Nations, Handbook on the Peaceful Settlement of Disputes between
States, Nueva York, United Nations, 1992.
Ury, W., Getting Disputes Resolved: Designing Systems to Cut the Costs of
Conflict, San Francisco, Jossey-Bass, 1988.
White, J., Qué es la iluminación. Exploraciones en la senda espiritual, Barcelona, Kairós, 1998.
Wittgenstein, De la certitude, París, Gallimard, 1965.
Wall de, Frans, Bien Natural. Los orígenes del bien y del mal en los humanos y otros animales, Barcelona, Herder, 1997.
Watts, A., La sabiduría de la inseguridad. Mensaje para una era de ansiedad,
Barcelona, Kairós, 1987.
— El sentido de la felicidad, Hospitalet, Editorial Ibis, 1991.
Watzlawick, P., Weakland, J. y Fisch, R., Change. Principles of Problems formation and Problem Resolution, Nueva York, W. W. Norton & Company,
1974.
Wilber, K., Los tres ojos del conocimiento. La búsqueda de un nuevo paradigma, Barcelona, Kairós, 1983.
Wilson, E. O., Sociobiology: The New Syntesis, Cambridge, Mass.: The Belknap Press of Harvard University Press, 1975.
Wolfe, A. y Yang, H., Anthropological Contributions to Conflict Resolution,
Athens, Georgia, University of Georgia Press and Southern Anthropological Society, 1994.
Yarrow, C. H. M., Quaker experiences in international conciliation, New Haven, Conn., Yale University Press, 1978.
CONFLICTOLOGÍA
152
Young, C., The Role of the Media in International Conflict, Otawa, Canadian
Institute for Peace and Security, 1991.
Yuan, G., Las 36 estrategias chinas. Una antigua sabiduría para el mundo de
hoy, Madrid, Edaf, 1995.
Zahn, F., Alternative to the Pentagon. Nonviolent Methods of Defendig a Nation, Nueva York, Fellowship Publications, 1996.
Zeigler, J. W. Jr., The Mediation Kit. Tools to solve disputes, Nueva York,
John Wiley & Sons, Inc., 1998.
Revistas, Boletines y algunas web’s
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Accord, An international review of Peace Iniciatives: [email protected]
AFB Info, Unit Peace Research: [email protected]
Are You Looking for Valuable Conflict Resolution Tools You Can Use
Right Away?: http://www.ronkellytools.html
Barriers to Every Day Communication:
http://www.mediate.com/articles/foster.cfm
Building a Successful Mediation Practice:
http://www.mediate.com/articles/building.cfm
Bullyng: www.sucessunlimited.co.uk
Codep email Newsletter: [email protected]
Conflict
Prevention
Newsletter,
The
(boletín
electrónico):
[email protected]
Conflict Resolution Newsletter, The, The Mediation Information and
Resource Center (MIRC): [email protected]
Conflict Resolution Notes, Conflict Resolution Center International:
[email protected]
Conflict Studies, Research Institute for the Study of Conflict and Terrorism (RISCT)
Conflict Prevention, Rapid Response and Peacebuilding: The International Context and Canada’s Role: http://www.dfait-maeci.gc.ca/english/
foreingp/dfait/policy_papers/1995/CONTENTS.htm
Conflictología a través de Internet:
http://www.ua-ambit.org/soi/bol107.htm
Corrymeela Connections: [email protected]
Chalenge of Peace. An Interactive newsletter of the WSP, War-Torn Societies Project: [email protected]
Cultural Issues in Mediation: A practical guide to individualist and collectivist paradigms: http://www.attorney-mediators.org/wright.html
Ethnic Conflict Research Digest, The (INCORE):
[email protected]
BIBLIOGRAFÍA
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
153
Ethnic Violence, Conflict Resolution and Cultural Pluralism:
http://www.synapse.net/
Fellowship (Fellowship of Reconciliation): [email protected]
Footpaths, Eastern Mennonite University, Conflict Trasformation Program: [email protected]
For Witness: [email protected]
Forth R., Conflict Resolution Education Network (CREnet):
[email protected]
Hiroshima Research News, Hiroshima Peace Institute:
[email protected]
ICAR Newsletter, Institute for Conflict Analysis and Resolution:
www.gmu.edu/departments/ICAR
Initiative (Journal of Intercultural Peace Education):
[email protected]
International Conflict Resolution Center Newsletter, The:
[email protected]
International Journal of Nonviolence (Non Violence International, P.O.
Box 39127, Friendship Station, NW; Washington, DC 20016)
International Peacekeeping: [email protected]
International Peace Research Newsletter (IPRA):
[email protected]
IPB News (International Peace Bureau): [email protected]
Journal. of Conflict Resolution: [email protected]
Managing Conflict in the Post-Cold War World: The Role of Intervention: http://www.synapse.net/
Mediation: [email protected]
Mediación: http://www.mediacion.com/
Mediation Quarterly: www.mediators.org
Metaphors and Mediation: http://mediate.com/articles/metaphor.cfm
Negociación Internacional:
http://www.mundolatino.org/i/politica/negointe.htm
Negotiation Journal, Harward Law School:
www.wkap.nl/journalhome.htm/0748-4526)
Negotiation Newsletter, Harvard: www.pon.harvard.edu
Newsletter of the European Forum for Victim-Offender Mediation and
Restaurative Justice: [email protected]
New Routes, Life and Peace Institute, Uppsala: [email protected]
Nonviolent activist (War Resisters Ligue): [email protected]
On the Alert (International Alert): [email protected]
Pau i Treva (Centre Universitari de Recerques I Intervenció en Resolució de Conflictes, Universitat Ramon Llull): [email protected]
Pax Christi International Newsletter: [email protected]
CONFLICTOLOGÍA
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
154
Peace Builder (Institute for Multi-Track Diplomacy): [email protected]
Peace Courier (Finlandia)
Peace Magazine: [email protected]
Peace Matters, The Hague Appel for Peace: [email protected]
Peace News for Nonviolent Revolution, War Resister’s International
(WRI): [email protected]
Peace and Security, International Institute of Peace: [email protected]
Peacewatch, United States Institute of Peace (USIP):
[email protected]
Peace and Change: [email protected]
Peace and Conflict Studies: www.gmu.edu/academic/pcs
Peace Teams News, Friends Peace Teams: [email protected]
Revista de Conflictología, una herramienta para la Paz, Editorial Edimurtra: [email protected]
Round About International School Network, Peace Education and Conflict Resolution: [email protected]
Search for Common Ground Newsletter:
[email protected] [email protected])
Teachers @ Work (educational web sites: http://teachers.work.co.nz
Teoría de la Resolución de Conflictos (A. J. R. Groom):
http://www.uyweb.com.uy/relaciones9611/16.htm
www.transcend.org
Y por qué resolución alternativa de conflictos… ¿ahora? Corrientes del
pensamiento contemporáneo que nutren el desarrollo de mecanismos de
justicia participativa: http://www.inter-mediacion.com/papers/ahora.htm
Descargar