Imperialismo cultural Concepto: El Imperialismo cultural es una forma de dominación ideológica cuyas acciones son trasmitidas a través de los medios de comunicación masiva y tiene como base las grandes potencias imperialistas y como receptores a los países del tercer mundo. Imperialismo cultural. Es la forma de describir la cultura hegemónica o sea la forma de expresión cultural que se exporta hacia el tercer mundo y responde a los intereses de las clases dominantes imperialistas, quienes a través de los medios de comunicación y otras mercancías culturales tratan de imponer sus valores sociales a otras sociedades menos desarrolladas económicamente o incluso en ocasiones dependientes. En sus inicios el Imperialismo cultural recibió el nombre de "Gran Capital", título que le fue impuesto por una corriente crítica que tuvo un gran auge durante las décadas de 1940 y 1970 en Europa y América Latina y que se conoció como Teoría Crítica o Sociología Crítica-Ideológica. Esta tendencia es lo que la Escuela de Frankfurt denominaba Industria cultural, donde se impone de los países poderosos una forma ideológica de penetración de los productos culturales enmascarados en diversos símbolos que tiene como objetivo dominar la conciencia de las personas que viven en los países pobres. Acciones fundamentales El Imperialismo Cultural desempeña un papel importantísimo en el proceso de divorciar a la población de sus raíces culturales y tradiciones. Entre las acciones más dañinas que se ejecutan se encuentra la de separar a los individuos de sus comunidades de origen y modificar constantemente sus escalas de valores, conductas e identidades con el propósito de hacerlos coincidir con los intereses del mercado, para ello se exporta una visión engañosa de la realidad, muy alejada del alcance verdadero de la mayoría de las personas. En el caso de los Estados Unidos recordemos el famoso “Sueño americano”. Por supuesto, los agentes representantes del imperialismo cultural tienen entre sus prioridades capturar la mayor cantidad de mercados posibles para darle curso a sus mercancías y con ese objetivo deben introducir con efectividad sus mensajes en la conciencia del pueblo. Para ello cuentan con el auxilio de mecanismos tradicionales imperialistas y por supuesto las nuevas tecnologías de los medios masivos de comunicación y la publicidad en el mundo contemporáneo. Ciertamente Internet, Hollywood y la CNN son instituciones mucho más influyentes que muchos partidos políticos. La televisión internacionalmente es otro de los medios más utilizados debido a su gran popularidad, así que de forma constante se invaden los hogares con mensajes que alientan el estilo de vida imperialista, se exportan sueños muy alejados de la realidad de la mayoría de los televidentes y donde muchas veces la realidad es distorsionada convirtiendo a las víctimas en agresores y a los agresores en víctimas. Por supuesto, mientras las armas culturales del imperio atacan a la sociedad civil, los bancos mundiales saquean la economía de los países pobres y los medios de comunicación son bombardeados constantemente con fantasías consumistas, dado a que es interés de los poderosos entretener a la opinión pública e incluso se utilizan a muchas de las celebridades del mundo del espectáculo para desviar la atención de los verdaderos problemas existentes en las comunidades. Otra de las estrategias más utilizadas del imperialismo cultural es la de entretener o insensibilizar al público, tal es el caso de proyectar como forma de diversión entre la juventud diferentes versiones de videojuegos donde las matanzas son parte de la rutina más decadente. Terrorismo cultural El imperialismo cultural, entre sus muchas facetas tiene un único objetivo, dominar al tercer Mundo y por ello ha surgido el llamado terrorismo cultural, que no es más que una forma de mostrar la tiranía del liberalismo, esencialmente cuando los ataques contra las tradiciones locales constituyen un mecanismo por el cual el mercado se convierte en el centro exclusivo del poder. En nombre del terrorismo cultural han sido asesinados muchos artistas y del mismo modo se han socavado muchísimas actividades culturales para ello los imperialistas seducen y manipulan a los pueblos pobres del hemisferios, que reciben diversos entretenimientos y estímulos para rendirse ante lo moderno y olviden de cualquier modo sus herencias culturales, mitos, tradiciones y leyendas. Como es lógico estas recetas neoliberales también están íntimamente encaminadas a convertir la educación en un negocio y en una poderosa herramienta para perpetuar la dominación. Es por este motivo que miles de jóvenes en el mundo salen a las calles a protestar contra el incremento de precios en las matrículas de las universidades y repudiar los recortes al presupuesto educativo. El mito de la globalización Las actitudes culturales imperialistas entre las cuales se destaca el mito de la globalización como foco de la cultura internacional hacen que las personas se encuentren constantemente agredidas por imágenes relacionadas con el consumo material, la violencia o el sexo, estimulantes sociológicos que exacerbados de alguna forma actúan contra el ejercicio del criterio, el deber y los sentimientos solidarios. También se vive actualmente algo llamado norteamericanización de la cultura, lo que significa un culto popular hacia distintas celebridades a las cuales muchísimas veces se les molesta en sus vidas privadas como si su objetivo social fuera únicamente el de ser expuestos y perdieran su condición de seres humanos. Esta nueva tiranía cultural está relacionada en alto grado con el consumo y ha logrado una exitosa penetración cultural gracias a su capacidad para hacerle creer a la gente que sus vidas pueden cambiar mediante el dinero y que cada una de las fantasías humanas puede llegar a cumplirse, con lo cual ha llegado a conocerse con el mote de “paraíso de las oportunidades”. Puntos débiles del imperialismo cultural El imperialismo cultural tiene como opuesto la lucha cultural afianzada en los valores de la autonomía, la comunidad y la solidaridad, elementos imprescindibles para fomentar una conciencia favorable en la sociedad. También en la conciencia de mucha gente existe la certeza de que sólo la acción colectiva, la responsabilidad y la honestidad son las únicas soluciones correctas. Actualmente las falsas promesas del imperialismo cultural a menudo se ven desenmascaradas y ridiculizadas por numerosos factores sociales y es sabido que allí donde subsistan fuertes vínculos de clase, etnia y pensamiento, la influencia de los medios de comunicación de masas será limitada o nula.