1. El siglo XVIII

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UNIDAD
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En los albores de la modernidad.
Los siglos XVIII y XIX
n el siglo XVIII se impuso el afán de saber y se cuestionaron los dogmas. Los libros, los
diccionarios, los experimentos, las colecciones, las academias, los observatorios se
multiplicaron. Se elaboraron mapas, clasificaciones, inventarios... El pensamiento científico
se impuso sobre el teológico y la ciencia y la técnica aparecieron como instrumentos básicos para
el progreso humano. El mundo empezó a ser conocido y las expediciones y viajes abrieron horizontes
inesperados, puesto que el descubrimiento de países y culturas exóticas, cuya sabiduría, moralidad
y sencilla felicidad se proclamaron, pusieron de manifiesto la relatividad de las verdades aceptadas
hasta ese momento.
E
A lo largo del siglo XIX, el creador se va liberando de sus trabas y se va acercando hacia el conocimiento de las cosas. El Romanticismo indaga en
los grandes temas que preocupan al ser humano:
el amor, el destino y la muerte, a los que confiere
un valor esencial, a veces metafísico, pero también
íntimo y personal, ya se trata de un movimiento esencialmente individualista. El hombre es considerado
un ser libre que puede mirar el mundo y su interioridad sin reglas que coarten su libertad.
El Realismo, sin embargo se preocupa esencialmente de la presentación del mundo exterior,
tal como lo ve el creador en el momento histórico
en que escribe. La literatura situará el punto de
mira en la realidad contemporánea a la que pretende describir objetivamente.
l Real Observatorio Astronómico de Madrid. (Wikimedia Commons)
Con esta Unidad nos proponemos alcanzar los siguientes objetivos:
1. Valorar los siglos XVIII y XIX como innovadores en el desarrollo de los géneros.
2. Exponer las características sociales, políticas y culturales del siglo XVIII que le permiten
constituir un teatro realista y costumbrista.
3. Entender las novedades que aporta el teatro de Leandro Fernández de Moratín a la configuración
de un teatro que respeta las unidades y posee intención pedagógica.
4. Leer y comentar textos de El sí de las niñas.
5. Plantear la importancia de Don Juan Tenorio como uno de los grandes mitos de la literatura
española.
6. Explicar las novedades de la narrativa realista y naturalista y valorar su modernidad.
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Poesía Didáctica
y Poesía lírica
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Página
1. EL SIGLO XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.1. Sociedad e ideología en la España del siglo XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.2. La literatura en el siglo XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.3. La prosa en el siglo XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.4. La poesía en el siglo XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.5. El teatro en el siglo XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. LA LITERATURA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX. EL ROMANTICISMO . . . . . . . . . . . . . .
2.1. Marco histórico y cultural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.2. Rasgos del Romanticismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.3. El Romanticismo en España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.4. La prosa romántica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.5. El teatro romántico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.6. La poesía romántica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. LA LITERATURA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX. EL REALISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.1. Marco histórico y cultural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. Características literarias del Realismo y del Naturalismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.3. La narrativa realista en España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.4. El teatro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.5. La lírica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
España en el siglo XVIII
1700–1724(primer reinado) A la muerte de Carlos II se nombra rey a
Felipe V que instaura la Casa de Borbón.
1724 –1746 FELIPE V
El siglo se inicia con la Guerra de Sucesión
por la que Francia y Austria se disputan el
trono de España. En 1714 el Tratado de
Utrech pone fin a la guerra. Durante la
misma se pierde Gibraltar y se derogan los
fueros de Aragón y de Valencia.
En 1724 el rey abdica en su hijo Luis I cuya
temprana muerte da paso al segundo
reinado de Felipe V
1746 – 1759
FERNANDO VI
Neutralidad española en las guerras
europeas y firma del primer concordato con
la Iglesia de Roma.
1759 – 1788
CARLOS III
El Tercer Pacto de Familia provoca la
intervención de España en la Guerra de
los Siete Años. El monarca llevó a la
práctica las teorías de la Ilustración y
propició importantes reformas e instituciones
para modernizar el país.
1788 – 1799
CARLOS IV
El principio del reinado de Carlos IV coincide
con la Revolución Francesa que influyó
negativamente en el reformismo español.
1. El siglo XVIII
El siglo XVIII se conoce con el nombre de Siglo de las Luces
o siglo de la Razón por ser la Ilustración, el movimiento intelectual procedente de Francia. Los ilustrados propiciaron una nueva
y optimista visión del mundo porque entendían que con las “luces” de la razón la humanidad alcanzaría por fin el progreso y la
felicidad.
La tendencia estética correspondiente es el Neoclasicismo,
movimiento que, con la mirada en la antigüedad grecolatina, aplicó a las artes y a la literatura los principios intelectuales de la Ilustración según los cuales las obras artísticas también habían de
someterse al imperio de la razón y de las normas clásicas.
Pero no podemos identificar Neoclasicismo e Ilustración. Al margen de que durante la primera parte del siglo, encontramos una
prolongación de las formas y motivos del Barroco; hay que tener
en cuenta que, hacia la mitad del XVIII, y dentro de la propia Ilustración, surgió en Francia una nueva tendencia, pronto generalizada, conocida como sensualismo, que puso el acento en la sensación y en el sentimiento, en lo instintivo y en lo individual.
El siglo XVIII supone un profundo cambio en la ideología
europea. Se abandonaron las tendencias autoritarias y dogmáticas del siglo anterior y se generalizó la tendencia crítica y racionalista, iniciada ya por Descartes, que suponía la puesta en cuestión del principio de autoridad y el desarrollo de la observación y
de la experimentación como bases del conocimiento científico.
Los rasgos que definirían al siglo son los siguientes:
● El predominio de la razón y del espíritu científico. Lo que caracteriza al siglo no es sólo el deseo de saber sino
también el de saber por qué.
● La actitud ética. Ésta deriva del respeto al orden natural, establecido por la Razón, que muestra que los hombres
nacen y permanecen libres e iguales. La felicidad de todos los hombres constituye la perfección universal y la idea
de que puede obtenerse sin dañar a otros hace surgir la noción del bien común.
● El afán reformista. Los Ilustrados propusieron reformas que hicieran posible la libertad y la felicidad humanas, el
bien común y el progreso.
● El utilitarismo. El hombre virtuoso será el útil para la ciudadanía.
● Actitud crítica. Toda institución que impidiera la libertad humana o perturbara el orden natural debía ser criticada:
el absolutismo, la Iglesia como institución, las instituciones sociales y económicas fueron temas corrientes en la
literatura moralizadora y didáctica de la época.
● Didactismo. Cambia el concepto del hombre al que se consideró un ser libre capaz de pensar
por sí mismo, pero al que había que educar. Por ello buena parte de la literatura se caracteriza
por su carácter doctrinal y didáctico en una época en la que, por otra parte, se generalizaron
periódicos y publicaciones, vehículos de las nuevas ideas.
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l La más importante creación cultural dieciochesca es la
ENCICLOPEDIA, obra que intentaba resumir todo el saber humano
y cuyos treinta y siete volúmenes publicados en París de I751 a 1780
por D'Alembert y Diderot tuvieron una enorme influencia.
1.1. Sociedad e ideología en la España del siglo XVIII
● Economía. Las teorías europeas del Mercantilismo y del Fisiocratismo (o el interés
por el comercio y por la agricultura) lideraron las reformas en España que se
encaminaron a conseguir una mejora sustancial en las condiciones económicas
del país.
● Sociedad. La nobleza tradicional tuvo que competir con una nueva que recibía el
título por sus servicios a la corona. Pero la clase social que despegó fue la burguesía
que, gracias a sus negocios y posteriormente a sus estudios universitarios, ocupó
los puestos de la administración o las profesiones liberales. El estado llano siguió
siendo mayoritario numéricamente y se empobreció por el alza de precios.
● Cultura e ideología. Las reformas educativas y culturales fueron una de las principales
preocupaciones de los ilustrados españoles. A ellas se debe la creación de la Biblioteca
Nacional, de las Reales Academias -de la Lengua, de la Historia y de Bellas Artesy la proliferación de tertulias, academias y periódicos, así como de las famosas
Sociedades Económicas de Amigos del País que se fundaron en muchas ciudades
y provincias.
● Patriotas y afrancesados. Pero en general, el país no percibió la labor reformista
como algo propio sino que la sintió como una imposición política, lo que propició
que muchos españoles se refugiaran en el casticismo para afirmarse como patriotas
frente a los otros españoles partidarios del pensamiento europeo, identificado con
lo francés, que, andando el tiempo, terminarían por llamarse afrancesados.
l La Real Academia Española (RAE). Se fundó en 1712 a iniciativa
de los asistentes a la tertulia que se reunía en el palacio del marqués de
Villena con la principal pretensión de elaborar un diccionario moderno
del español. El 3 de octubre de 1714 se logró la aprobación real y, desde
entonces, la Academia se ocupa de velar por el correcto uso de la lengua
castellana.. (J.G.--P.)
Actividades
1. Expón de forma argumentada cuáles son las principales novedades que ofrece el siglo XVIII.
Recuerda
ü
Durante el siglo XVIII, dominó en Europa la Ilustración cuyos seguidores entendían que con las “luces” de la razón, se desterrarían errores y
supersticiones y la humanidad alcanzaría el progreso y la felicidad.
ü
El Neoclasicismo, que es la tendencia estética correspondiente, se caracteriza por querer someter las obras artísticas a la razón y a las
normas clásicas. El sensualismo, pondrá después el acento en la sensación y en el sentimiento.
ü
Los rasgos que definirían la mentalidad ilustrada son el predominio de la razón y del espíritu científico, la actitud ética derivada del
respeto al orden natural, el afán reformista, el utilitarismo, la actitud crítica y el didactismo.
ü
En España aparece la dinastía borbónica que impone el centralismo y que se rige por los principios del Despotismo ilustrado. Sus afanes
reformistas suscitaron la división de los españoles en patriotas y afrancesados.
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
1.2. La literatura en el siglo XVIII
En el siglo XVIII encontramos tres tendencias artísticas cuyos límites
cronológicos son difusos y que con frecuencia coexisten en las mismas
obras.
● Barroquismo. Durante las primeras décadas del siglo pervive el gusto barroco
en la escultura y la arquitectura. En la literatura es patente la influencia de nuestros
mejores escritores barrocos en los diferentes géneros literarios del XVIII.
● Neoclasicismo. El “nuevo clasicismo”, tiene su apogeo en la segunda mitad
del siglo; supone una vuelta a la tradición clásica que encuentra sus modelos
en el Renacimiento hispánico y en el Clasicismo francés e italiano. Muy importante
fue también la influencia de las teorías estéticas europeas en nuestras letras a
través de numerosas traducciones. La distinción entre los géneros literarios, la
presencia de las reglas y el sometimiento a las leyes de la razón y de la lógica
son características definitorias de esta tendencia neoclásica.
● Prerromanticismo. A finales del siglo adquieren fuerza la subjetividad y la
espontaneidad, el sentimentalismo, la melancolía y la exaltación de la naturaleza
en muchos textos literarios, que habitualmente se ha identificado con la tendencia
prerromántica, aunque hoy todos estos rasgos se consideran característicos
de la propia literatura ilustrada.
l La última etapa de la arquitectura barroca española se caracteriza
por una exuberante ornamentación, se desarrolla ya en el siglo XVIII y
recibe el nombre de churrigueresca por José de Churriguera su creador.
En la foto, fachada del Hospicio de Madrid de Pedro de Ribera,
representativa de este estilo. (J.G.--P.)
Los géneros literarios. Innovación y modernidad
De acuerdo con la finalidad educativa de la Ilustración, la literatura
del siglo XVIII se caracteriza por su intención didáctica y pedagógica, al
servicio de las nuevas ideas. La literatura se somete, pues, al ideal
utilitarista de la época y se entiende más como medio de transmisión
de ideas que como creación artística. Se produce, por tanto, un descenso
de la literatura de ficción frente al auge de la personal y de la de ideas.
Por otra parte, los géneros literarios se formalizan y los escritores
neoclásicos se atienen a las normas o preceptos que las Poéticas clásicas
y renacentistas habían fijado para ellos. Esto explica la escasez de la
novela, así como el prestigio de la poesía y el teatro, cuyos cánones
tradicionales imitaron los autores dieciochescos.
El desarrollo de la prensa periódica adquirió
enorme importancia a lo largo del siglo XVIII
pues constituyó un cauce adecuado para la
educación de la opinión pública en los ideales
ilustrados. La prensa también ayudó a difundir
los textos literarios y contribuyó a la transformación del estilo, de la lengua y del concepto
de lo literario. Publicaciones importantes del
momento son el Diario de los literatos de
España (1737), el Diario noticioso (1758), luego
Diario de Madrid, El Pensador (1762) y El
Censor (1781).
En el siglo XVIII se consagran modalidades literarias como el ensayo, la carta, cuya consolidación debe mucho
al auge del periodismo, o la comedia moratiniana.
La lengua
En el siglo XVIII con la creación de la Real Academia Española (1713) el proceso de fijación de la lengua que
venía gestándose desde Alfonso X el Sabio experimenta un impulso definitivo que se concreta en el hallazgo de una
lengua útil para la transmisión del pensamiento que está ya muy próxima al español contemporáneo. Los ilustrados
exigían una lengua clara y sencilla al servicio de la educación y se oponían a los excesos de los continuadores del
Barroco. Por otra parte, la moda francesa en confluencia con el deseo de introducir en España los avances técnicos
y científicos y las corrientes del pensamiento europeo, provocaron una invasión de galicismos que originaron una
polémica lingüística que se desarrolló entre puristas (partidarios del idioma tradicional) e innovadores (partidarios de
la introducción de neologismos). Al final triunfó el “justo medio”, es decir, la idea de aceptar sólo aquellas voces para
las que la lengua española no tenía un término correspondiente.
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Recuerda
En el siglo XVIII encontramos tres tendencias artísticas:
ü Barroquismo o pervivencia del gusto barroco.
ü Neoclasicismo o vuelta a la tradición clásica.
ü Prerromanticismo o presencia de lo subjetivo, de lo sentimental y de la naturaleza.
La literatura del siglo XVIII se caracteriza por:
ü
ü
ü
ü
ü
Su intención didáctica y pedagógica, al servicio de las nuevas ideas.
El descenso de la de ficción frente al auge de la personal y de la de ideas.
La formalización de los géneros literarios y el respeto a las normas o preceptos que las Poéticas clásicas y renacentistas habían fijado para ellos.
La consagración de modalidades literarias como el ensayo, la carta o la comedia moratiniana.
Una lengua moderna cuyos valores son la claridad y la sencillez.
1.3. La prosa en el siglo XVIII
La prosa de ficción
En la España del siglo XVII se escriben muy pocas novelas en contraste con lo que ocurre en Europa, donde la
influencia de la picaresca española y del Quijote sientan las bases de la novela moderna. Sólo a finales del siglo,
con el éxito de las traducciones europeas, se iniciará en España la producción de novelas. El nuevo género suscitó
la preocupación de los censores que veían en él un medio fácil para la difusión de las ideas revolucionarias, hasta el
punto de que en 1799 se prohibió su impresión.
Los escritores españoles de la primera mitad del siglo no entendieron la lección
cervantina y sólo vieron la utilidad del Quijote para acabar con los libros de caballería.
Así que, en principio, más que de novelas, habría que hablar de la utilización de
modos narrativos al servicio de diversos fines en las obras de los autores más
representativos del momento.
● Diego de Torres Villarroel (1694-1770). Nacido en Salamanca fue un peculiar catedrático
y “adivino”, editor de los Almanaques y Pronósticos, que se consideró imitador de Quevedo.
Sus obras muy famosas en su tiempo son las Visiones y visitas de Torres con Quevedo por
Madrid, los Sueños y la autobiografía novelada de molde picaresco Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor don Diego de Torres Villarroel.
● José Francisco de Isla, el Padre Isla, (1703-1781). Jesuita, profesor de Filosofía y teología
y predicador, entre sus obras destaca la Historia del famoso predicador Fray Gerundio de
Campazas, alias Zotes de epidérmica inspiración cervantina, que constituye una humorística sátira de la retórica eclesiástica barroca.
● Pedro Montengón y Paret (1745-1824). Alicantino, es autor del relato novelesco Eusebio,
novela educativa inspirada en el Emilio de Rousseau. El protagonista es un niño de 6 años
superviviente de un naufragio al que su preceptor americano educa en la moral natural como
un filósofo ilustrado. Montengón pretendía explicar las normas morales a los no creyentes,
prescindiendo de la religión católica, lo que le proporcionó numerosos problemas con la
Inquisición.
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l Tras el seudónimo de Gran Piscator de Salamanca, Torres Villarroel
publicó sus Almanaques que le proporcionaron gran fama y cuyas
Introducciones constituyen pequeños cuadros
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Actividades
2. Lee el fragmento siguiente, en el que fray Gerundio predica el “sermón de honras”, que es un buen ejemplo
de la disparatada retórica en la que había caído la oratoria sagrada de la época.
Introdújose, pues, fray Gerundio a su famosa oración con esta primera cláusula, que dejó atónito al grueso del auditorio: «Esta
parentación sacro-lúgubre, este epicedio sacritrágico, este coluctuoso episodio y este panegiris escenático se dirige a inmortalizar la
memoria del que hizo inmortales a tantos con los rasgos cadmeos que, a impulsos de aquilífero pincel, estampó en cándido lino
triturado, sirviendo de colorido el atro sudor de la verrugosa agalla, chupado en cóncavo, aéreo vaso de la leve madera pambeocia:
alamos scribae velociter scribentis». No es ponderable con cuánta satisfacción rompió en esta primera cláusula, y cuántos parabienes
se dio a sí mismo dentro de su corazón por haber encontrado voces tan adecuadas como significativas para explicar su pensamiento.
«¡Que se me vengan, que se me vengan –decía allá para consigo-, no sólo a impugnar, sino a empujar, la clausulilla! ¡Que
levante, que levante el retórico más culto la postura de las voces, y que me las dé ni más empinadas, ni más eruditas! Llamar a
las letras rasgos cadmeos, a la pluma aquilífero pincel, al papel cándido lino triturado, a la tinta el atro sudor de la verrugosa
agalla, al tintero de cuerno cóncavo, aéreo vaso, añadiendo después, para mayor explicación, de leve madera pambeocia, con
alusión al buey que fue enseñando a Cadmo el camino hasta llegar al sitio donde fundó la ciudad de Tebas, ¿esto lo pensaría
por ahí cualquiera predicador sabatino de la legua ? ».
J. F. de Isla Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes Libro V, cap.VII.
1: Ceremonia fúnebre
2 : Composición poética que se recitaba delante de algunos cadáveres en la actualidad
3 : de panegírico, discurso de alabanza
4 : Predicadores a la legua: (paráfrasis de cómico a la legua) frailes que andan predicando por poblaciones pequeñas
a) Explica qué quiere decir “sermón de honras”.
b) ¿Qué tipo de texto es? Explícalo. Divide el texto en partes y explícalas. Resume el texto.
c) Analiza el vocabulario del sermón y explica los rasgos lingüísticos que servirían para caracterizar los excesos
del lenguaje barroco. Explica la función paródica del texto en relación con la oratoria dieciochesca. ¿Cuál es el
papel del lector en la construcción del sentido del texto? ¿Con qué aspectos de la Ilustración podemos relacionarlo?
La prosa didáctica y personal. El ensayo
En el siglo XVIII se produce una serie de escritos de muy diversa índole, próximos al ensayo (escrito en prosa
sobre cualquier tema que expone con cierto rigor la visión personal del autor, que se sitúa entre el científico y el
literato). La presencia de estos textos propició la discusión y el debate de ideas y generó frecuentes polémicas.
Muchas de ellas encontraron cauce adecuado en los periódicos cuyo desarrollo sirvió para aumentar el público
lector y, también, para facilitar la comunicación y la controversia. La prensa periódica, pues, tuvo un papel importantísimo
en la difusión de la literatura, y, además, por su pretensión de claridad, contribuyó al hallazgo de una prosa didáctica,
ágil y directa, que constituye una de las grandes aportaciones del siglo.
Los principales ensayistas del siglo XVIII son los siguientes:
● Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764). Monje benedictino y profesor de la Universidad de Oviedo de donde apenas salió,
poseyó una amplia cultura con la que, como buen ilustrado, conciliando la fe religiosa y el nuevo espíritu científico, pretendió combatir el atraso del vulgo con el destierro de errores, prejuicios y supersticiones. En sus obras, Teatro crítico
universal y Cartas eruditas y curiosas, donde recogió sus ideas sobre temas tan diversos como los médicos, el arte adivinatoria, los fantasmas, las lenguas española y francesa, la libertad, la educación, el bien común...escritas en tono conversacional por estar dirigidas a un público amplísimo, proclama la supremacía del método científico sobre el criterio de
autoridad.
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● Ignacio de Luzán (1702-1754). De interés para nosotros es su Poética en la que establece la preceptiva literaria neoclásica. Distingue tres géneros de poesía: épica, lírica y dramática. Esta última, la de mayor repercusión, fija los principios del teatro que, en resumen, restablecen las tres unidades clásicas y la separación entre tragedia y comedia ; determinan la necesidad del propósito docente o moral y exigen que lo representado parezca verdad realista.
● José Cadalso (Cádiz 1741- Gibraltar 1782). Tuvo una esmerada y selecta educación a cargo de los jesuitas que completó con sus numerosos viajes por Europa. Ciertos episodios de su vida: su orfandad, el destierro a consecuencia de
sus críticas a la Corte, y sus amores con la actriz María Ignacia Ibáñez que muere enseguida, así como su condición de
militar, y su propia temprana muerte en el bloqueo de Gibraltar, han permitido interpretarla en clave romántica. Pero el
escritor, muy representativo del carácter equilibrado que corresponde a los mejores ilustrados, se caracteriza por la “vía
media” que lo aleja de cualquier extremismo. Siempre cuidó su imagen de “hombre de bien”. Fue poeta, dramaturgo y
autor de obras en prosa muy significativas del espíritu de la época, de trabajos sobre su profesión militar y de cartas.
Destacan :
Poesía
Ocios de mi juventud. Numerosos poemas que recogen los
ideales neoclásicos. Influyó en Meléndez Valdés.
Teatro
Solaya o los circasianos y Sancho García. Tuvo poco éxito.
Los eruditos a la violeta. Curso completo de todas las ciencias
dividido en siete lecciones para los siete días de la semana.
Publícase en obsequio de los que quieren saber mucho estudiando
poco. Sátira de la educación superficial y de los que aparentan
ser cultos en la que el maestro va dando lecciones a los violetos
para que puedan pasar por filósofos, retóricos, matemáticos...
Noches lúgubres. Obra dialogada en tres partes en la que
Tediato, el protagonista, desesperado por la muerte de su amada,
intenta desenterrar su cadáver para morir con ella en el incendio
de su casa. Aunque se ha visto en ellas un cierto autobiografismo,
en realidad se trata de prerromanticismo.
Prosa
Cartas marruecas. Una colección de estampas sobre los
españoles y su modo de vivir en el s. XVIII cuyo objetivo, según
palabras del propio Cadalso en la Introducción, es tratar del
“carácter nacional cual es en el día y cual lo ha sido” que consiste
en noventa cartas cruzadas entre tres personajes, -el joven
marroquí Gazel (espíritu filosófico y retirado que busca la
imparcialidad) que viaja por España; su viejo preceptor Ben
Beley (prudente y sabio que lo enseñó a “amar la verdad”) que
vive en Marruecos y Nuño Núñez, (trasunto del propio Cadalso
que representa al ciudadano universal y “hombre de bien”) el
amigo cristiano, muy amante de su patria pero con amor amargo,
noventayochista que centra y templa la voz de Gazel-, precedidas
de una Introducción y rematadas con una Nota más la final Protesta
literaria del editor.
CARTAS MARRUECAS
● Historia del texto. Se difundieron manuscritas y después se dieron a conocer
a lo largo de cinco meses de 1789 en el periódico El Correo de Madrid, muerto
ya Cadalso. Se publican en libro en 1793.
● Modelos. Entre otros las Lettres persanes de Montesquieu, cuyo éxito propició
la proliferación de Cartas escritas por viajeros exóticos.
● Estructura general. Epistolar. Se justifica por ser lo más cómodo, fácil y ameno
para un examen crítico de la nación. La lectura puede interrumpirse o iniciarse
por cualquier sitio y los asuntos distribuirse aleatoriamente.
● Rasgos caracterizadores
-- Verosimilitud. Para salvar los límites entre lo fingido y lo real Cadalso se
inspira en un viajero real, un embajador del rey de Marruecos, Sidi Hamet
Al Gazzali, que vino a España en 1766 y al que la Gaceta de Madrid llamaba
El Gazel .
-- Motivo recurrente. La hombría de bien. De ahí los valores éticos que se
propugnan y que se basan en el amor a la verdad.
-- Perspectivismo y actitud crítica. El triple juego de voces permite la exposición
de argumentos y enfoques distintos y a Cadalso jugar a la paradoja de
expresarse de una manera apasio-nadamente objetiva e imparcial. Su
actitud es de patriotismo crítico.
● Contenido. Abordan una notable variedad de temas y asuntos: el tema de
España, el patriotismo bien y mal entendido, la defensa de la Ilustración, el
"hombre de bien", la fama póstuma como expresión de vanidad, la crítica
social, la defensa de la lengua española...
● Estilo. Responde al ideal estilístico del “justo medio”: sintaxis sencilla y clara
para conseguir un estilo llano y elegante que no rehuye el arcaísmo o el
neologismo moderado...
● Conclusión. Las Cartas marruecas suponen una de las visiones más justas,
equilibradas y modernas de la literatura del siglo XVIII; referida no sólo a las
luces y sombras del siglo, sino también a la aspiración a superar la terrible
escisión ideológica de las dos Españas, muy claramente perceptible ya en su
tiempo. La “hombría de bien” que representa Cadalso se alza como un ademán
de concordia que pretende sumar lo bueno y rechazar lo negativo de cualquiera
de las dos tendencias.
Actividades
3. Lee el texto y contesta las cuestiones.
Carta LXX
De Nuño a Gazel, respuesta de la anterior
Veo la relación que me haces de la vida del huésped que tuviste, por la casualidad, tan común en España, de romperse un
coche de camino. Conozco que ha congeniado contigo aquel carácter y retiro. La enumeración que me haces de las virtudes y
prendas de aquella familia, sin duda ha de tener mucha simpatía con tu buen corazón. El gustar de su semejante es calidad que
días ha se ha descubierto propia de nuestra naturaleza, pero con más fuerza entre los buenos que entre los malvados; o, por
mejor decir, sólo entre los buenos se halla esta simpatía, pues los malos se miran siempre unos a otros con notable recelo, y si
se tratan con aparente intimidad, sus corazones están siempre tan separados como estrechados sus brazos y apretadas sus
manos; doctrina en que me confirma tu amigo Ben-Beley. Pero, Gazel, volviendo a tu huésped y otros de su carácter, que no
faltan en las provincias y de los cuales conozco no pequeño número, ¿no te parece lastimosa para el estado la pérdida de unos
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
hombres de talento y mérito que se apartan de las carreras útiles a la república? ¿No crees que todo individuo está obligado a
contribuir al bien de su patria con todo esmero? Apártense del bullicio los inútiles y decrépitos: son de más estorbo que servicio;
pero tu huésped y sus semejantes están en la edad de servirla, y deben buscar las ocasiones de ello aun a costa de toda
especie de disgustos. No basta ser buenos para sí y para otros pocos; es preciso serlo o procurar serlo para el total de la nación.
Es verdad que no hay carrera en el estado que no esté sembrada de abrojos; pero no deben espantar al hombre que camina
con firmeza y valor.
a) Resume el texto.
b) Relaciona las palabras de Nuño con los ideales de la Ilustración.
c) En relación con la carta LXX, caracteriza la prosa de Cadalso: ¿Cómo es su tono, su vocabulario, qué oraciones
predominan? ¿Sirve a los ideales ilustrados?
● Gaspar Melchor de Jovellanos
(1744-1811). Nacido en Gijón, ocupó diversos cargos públicos en los que desarrolló una intensa actividad reformista,
lo que le acarreó primero el destierro en Asturias, donde creó el Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía,
moderno centro educativo que suscitó muchos recelos, y, después, tras ser nombrado ministro de Gracia y
Justicia, la durísima prisión en el Castillo de Bellver. Con la guerra de la independencia fue liberado pero rechazó
ocupar ningún cargo al servicio de los franceses y formó parte de la Junta Central contra la invasión napoleónica.
Con la caída de la Junta, se retiró a Asturias donde murió. Hombre de amplísima cultura, consagró su vida a
dignificar su país y a resolver sus múltiples problemas. Es el prototipo del español ilustrado, del hombre prudente
preocupado por sus conciudadanos a los que dedicó todos sus esfuerzos. Su obra, que incluye teatro y poesía,
destaca sin embargo en la prosa, escrita en una lengua precisa, elegante y variada que justifica la inclusión de
su obra ensayística en el ámbito de lo literario y que está compuesta en su mayor parte por memorias, informes,
discursos... muchas veces producto de los cargos que desempeñó y destinados a propiciar las reformas ilustradas.
De la obra de Jovellanos cabe recordar:
Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y diversiones públicas. Trata sobre el origen y evolución de
las diversiones públicas y de la necesidad de que se incluyan en los planes ilustrados de reforma. Critica algunas de ellas,
como los toros y defiende el teatro neoclásico.
Informe sobre la ley agraria. Traza la historia de la agricultura española y señala el origen de sus problemas en razones
políticas, morales ( no se la considera la base de la riqueza) y naturales (características de la tierra).
Prosa Memoria sobre la educación pública. En ella vierte sus ideas sobre la educación que resultan sorprendentemente moderEnsayo
nas. Así, por ejemplo, defiende la realización de prácticas, el aprendizaje de lenguas y la necesidad de compaginar la literatura con el estudio de las ciencias.
Cartas a Ponz. Escritas para un Viage de España de este escritor, trata en ellas tanto las obras artísticas como los problemas sociales y económicos de la región asturiana.
Diarios. A su carácter íntimo suman interesantes y variadas anotaciones sobre la vida española de su tiempo.
Verso
Sátiras a Arnesto. Critica la disolución de costumbres y la mala educación de la nobleza.
Epístola del Paular. En ella la naturaleza otoñal se asocia ya a la intimidad dolorida del yo poético.
Teatro
Pelayo. Tragedia de tema nacional.
El delincuente honrado. Imitación de la comedia lacrimosa francesa, es un drama sentimental burgués en el que, a partir de la injusticia de la ley sobre duelos, que no distingue entre retado y retador, se enfrentan dos concepciones de la ley
y se propugna que los valores legales coincidan con los éticos con argumentos más sentimentales que racionales.
306
Actividades
4. Lee el siguiente texto de Jovellanos y contesta las cuestiones:
Esta reflexión me conduce a hablar de la reforma del teatro, el primero y más recomendado de todos los
espectáculos; el que ofrece una diversión más general, más racional, más provechosa y, por lo mismo, el más
digno de la atención y desvelos del gobierno. Los demás espectáculos divierten hiriendo frecuentemente la imaginación
con lo maravilloso, o regalando blandamente los sentidos con lo agradable de los objetos que presentan. El teatro,
a estas mismas ventajas, que reúne en supremo grado, junta la de introducir el placer en lo más íntimo del alma,
excitando por medio de la imitación todas las ideas que puede abrazar el espíritu y todos los sentimientos que
puede mover el corazón humano.
De este carácter peculiar de las representaciones dramáticas se deduce que el gobierno no debe considerar el
teatro solamente como una diversión pública, sino como un espectáculo capaz de instruir o extraviar el espíritu, y
de perfeccionar o corromper el corazón de los ciudadanos. Se deduce también que un teatro que aleje los ánimos
del conocimiento de la verdad, fomentando doctrinas y preocupaciones erróneas, o que desvíe los corazones de la
práctica de la virtud, excitando pasiones y sentimientos viciosos, lejos de merecer la protección, merecerá el odio y
la censura de la pública autoridad. Se deduce, finalmente, que aquella será la más sabia y santa policía de un
gobierno que sepa reunir en un teatro esos dos grandes objetos: la instrucción y la diversión pública.
Gaspar Melchor de Jovellanos, Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y
diversiones públicas, y sobre su origen en España.
a) ¿Qué tipo de texto es y cuál es su ámbito? ¿Cuál es la intención del emisor? ¿A qué idea ilustrada responde?
Explica el tema y la estructura del texto.
b) Redacta un resumen del mismo.
Recuerda
ü
En cuanto a la prosa de ficción, los escritores españoles utilizan los modos narrativos al servicio de diversos fines. Así ocurre con Diego de
Torres Villarroel, José Francisco de Isla y Pedro Montengón y Paret.
ü
Por otra parte, el concepto de lo literario se extiende a las obras didácticas, que pretenden divulgar las ideas ilustradas y reformar la sociedad
y a la escritura personal en forma de autobiografías, diarios, epistolarios, libros de viajes o de memorias.
ü
Todos estos escritos se aproximan al ensayo, escrito en prosa, que expone la visión personal del autor sobre cualquier tema.
ü
La prensa periódica que aparece ahora tuvo un papel importante en la difusión de la literatura y en el hallazgo de la prosa didáctica que
constituye una de las grandes aportaciones del siglo.
ü
Los principales ensayistas del siglo XVIII fueron: Benito Jerónimo Feijoo, Ignacio de Luzán, José Cadalso y Gaspar Melchor de Jovellanos.
1.4. La poesía en el siglo XVIII
En líneas generales, la poesía dieciochesca tiene sus modelos en los grandes poetas del Renacimiento español,
Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León, en los clásicos grecolatinos (Horacio y Anacreonte), y en los neoclásicos
franceses e italianos. Se utilizan formas métricas clásicas y tradicionales españolas. En ella se distinguen diversas
tendencias:
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Un predominio, en las primeras décadas, de la poesía
posbarroca, influenciada por Góngora y cuyos autores
más representativos son Eugenio Gerardo Lobo
(1679-1750) y Torres Villarroel.
A mediados de siglo se desarrolla la poesía neoclásica
o ilustrada que, sometida a las leyes de la razón y del
buen gusto, resulta, en ocasiones, excesivamente didáctica
y prosaica. En cuanto a los temas aparecen los propios
de la Ilustración, de carácter social, científico o filosófico,
como la amistad, la filantropía, la educación, el progreso,
las novedades científicas… que permiten definir esta poesía
como utilitaria y didáctica. Dentro de ella cabe considerar
las fábulas, cultivadas por Félix de Samaniego (1745
-1801) y Tomás de Iriarte (1750 -1791). Junto a estos
temas aparecen los pastoriles y anacreónticos de la poesía
rococó, más simple y ligera, en la que aparece una visión
de la naturaleza considerada como modelo de sencillez
y armonía y un canto a la vida y a los placeres ligeros y
l El rococó es un arte mundano y gracioso que trata temas de la elementales en un marco festivo y galante. Juan Meléndez
vida diaria y refleja la sensibilidad de la época con su gusto por el exotismo, Valdés (1754 -1817) incluye en su obra todas las tendenpor la galantería y por el placer de vivir. (J. G.-P.)
cias de la lírica neoclásica, aunque quizás la más
representativa sea su poesía anacreóntica que se
caracteriza por la sencillez expresiva, la sensualidad y la exaltación gozosa del placer, del
amor y de la vida.
A finales de siglo aparece la sensibilidad prerromántica, es decir, el predominio del
sentimiento, que se plasma en la presencia de la naturaleza, en los temas religiosos o amorosos
y en procedimientos como el uso de puntos suspensivos, de exclamaciones y de recursos
efectistas… Manuel José Quintana (1772 -1857) y Alberto Lista (1775 -1848), el maestro
de Bécquer, entre otros, son representativos de esta etapa.
El burro flautista
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
«¡Oh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!».
Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.
Sin reglas del arte, el que
en algo acierta es por
casualidad.
Tomás de Iriarte
Actividades
5.
Lee el texto siguiente, señala su tema y explícalo. Adscribe el poema a la tendencia de la lírica ilustrada
a la que pertenezca. Analiza su métrica.
Oda XLIX
De mi gusto
Retórico molesto,
deja de persuadirme
que ocupe bien el tiempo
y a mi Dorila olvide.
Ni tú, que al feroz Marte
muy más errado sigues,
me angusties con pintarme
lo horrendo de sus lides.
Ni tú tampoco quieras
con réplicas sutiles,
del néctar de Lïeo
hacer que me desvíe
Empero habladme todos
de bailes y de brindis,
de juegos y de amores,
de olores y convites,
308
que tras la edad florida
corre la vejez triste,
y antes que llegue quiero
holgarme y divertirme.
Juan Meléndez Valdés
Recuerda
ü
De la poesía del XVIII se valora su diversidad lingüística y formal, resultado del cruce de diversas tradiciones e influencias: renacentistas,
clásicas y neoclásicas europeas, además de la tradicional española.
ü
Presenta diversas tendencias:
– Posbarroquismo: Eugenio Gerardo Lobo y Torres Villarroel.
– Neoclasicismo: poesía ilustrada de carácter utilitario y didáctico: las fábulas de Samaniego e Iriarte y poesía rococó, representada por
Meléndez Valdés.
– Prerromanticismo: caracterizado por la presencia de la naturaleza y del sentimiento: Quintana y Alberto Lista.
1.5. El teatro en el siglo XVIII
El siglo XVIII se caracteriza por su afición al teatro, que fue el espectáculo preferido
por el público. Los ilustrados fueron muy conscientes de la importancia de este
género como vehículo para la educación de la sociedad. Pretendían asentar un
nuevo teatro útil, civilizado y razonable, acorde con las reglas y con los principios
de corrección y buen gusto y, por ello, se opusieron a la continuidad del teatro barroco,
preferido por el público, y promovieron reformas importantes que afectaban tanto a
los textos como a su representación (transformación de los corrales en teatros,
nueva organización económica y administrativa, renovación de los medios técnicos,
creación de una escuela de arte y declamación, dignificación del trabajo de los
actores y los poetas...).
No es, pues, de extrañar que a lo largo del siglo el teatro suscitara numerosas
polémicas pronto envenenadas por la hostilidad entre patriotas y afrancesados,
que enfrentaron a los partidarios del teatro barroco con sus detractores neoclásicos.
Entre ellas tuvo especial importancia la relativa a los autos sacramentales que
acabaron siendo prohibidos por cédula real de 1765.
l Los dos corrales más famosos que había en Madrid eran el de la Cruz
y el del Príncipe que a mediados de siglo, se reconstruyeron como teatros
a la italiana. El más nuevo era el de los Caños del Peral En la foto, el
teatro Español de Madrid, antiguo teatro del Príncipe, fundado como
corral de comedias en 1582. (J. G.-P.)
Tendencias estéticas del teatro
● El teatro posbarroco
Durante la primera mitad del siglo continúan las representaciones de los clásicos, fundamentalmente de Calderón, que se convierte en el
modelo que inspira a los nuevos autores. Pero las obras más populares son las comedias de magia, de santos, de bandidos, de capa y
espada, de enredos o de costumbres que combinan la intriga disparatada con efectos escénicos sorprendentes y en las que pesa más el
espectáculo que el interés de la trama. Entre los autores de esta corriente cabe destacar a Antonio de Zamora (1664-1728) con la obra No
hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague y Convidado de piedra, inspirada en El Burlador de Sevilla de Tirso de Molina.
● El nuevo teatro
Desde mediados de siglo se suceden las propuestas ilustradas para reformar el teatro a las que, en principio, se oponen los ayuntamientos
y las compañías teatrales puesto que el éxito popular del teatro clásico les garantizaba beneficios económicos. La aparición paulatina
de un nuevo público burgués más acorde con los ideales neoclásicos hizo posible la implantación de este teatro. En este momento,
pues, se produce la separación entre un público popular, mayoritario, que prefiere el teatro barroco, la tonadilla, el sainete, la zarzuela
y la loa y un público ilustrado que asiste a la ópera y se inclina por las traducciones francesas, la comedia sentimental, y el teatro
neoclásico. En éste último es donde se aplican con mayor rigor los principios ilustrados de orden, corrección, buen gusto y armonía
junto con la finalidad de deleitar, instruir y corregir y las normas de la Poética de Luzán.
309
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Los nuevos géneros dramáticos. Los autores
Entre los géneros y los autores que aparecen en esta etapa destacan los siguientes.
● El sainete. Pieza breve de carácter cómico, heredera del entremés, que se solía representar en el entreacto de una obra extensa. Los
●
●
●
sainetes ponen en escena situaciones y personajes de la vida cotidiana de la época que se critican a través de la burla y de la parodia
provocando con ello una irresistible comicidad. Como género menor, muchas veces consisten únicamente en una sucesión de tipos y de
cuadros, aunque hay algunos que responden a una estructura más organizada. Fue un género rechazado por los neoclásicos por su
inmoralidad (representaba los aspectos menos virtuosos de la vida popular), y por romper la unidad de la obra en la que se incluía.
El más destacable de los sainetistas es don Ramón de la Cruz (1731-1794), adaptador de obras clasicistas italianas y francesas,
autor de comedias y de zarzuelas originales y fundamentalmente de unos trescientos cincuenta sainetes muy variados, entre los que
cabe señalar parodias de la tragedia neoclásica como Zara, o Manolo, tragedia para reír o sainete para llorar que transcurre en pleno
barrio de Lavapiés y en el que aparecen ecos de lo que luego será el esperpento de Valle Inclán. Otros títulos en los que se reflejan
escenas populares madrileñas o de la clase media son La pradera de San Isidro, Las castañeras picadas, La república de las mujeres,
La ridícula embarazada...
La comedia sentimental. Procedente de la comedia lacrimosa francesa, se trata de un drama burgués de carácter realista y sentimental,
promovido por los ilustrados, que pretendían destacar “los afectos de ternura y compasión” y encontrar recursos dramáticos en la
propia realidad burguesa. Su título más significativo fue El delincuente honrado de Jovellanos.
La tragedia neoclásica. De creación ilustrada, inicialmente imita a la francesa, cuyas obras fundamentales se traducen o adaptan, pero
pronto busca sus temas en nuestra propia historia (Pelayo, Guzmán el Bueno, el numantino Aluro o los amores de la judía Raquel con
Alfonso VIII...) para mostrar a España tal como debía ser. No hay que olvidar que, según Luzán, la tragedia debía servir “de ejemplo y
escarmiento a todos, pero especialmente a los reyes y a las personas de mayor autoridad y poder”. Por otra parte, como reflejo de su estilo
elevado, se escribía en verso de arte mayor, respetaba estrictamente las unidades y carecía de elementos cómicos. Pero entre todas las
que se escribieron, Pelayo de Jovellanos, Sancho García de Cadalso, Guzman el Bueno de Nicolás Fernández de Moratín..., la única que
tuvo éxito fue la Raquel de Vicente García de la Huerta (1734-1787) que trata del motín de los nobles castellanos contra la bella judía,
amante de Alfonso VIII, y en la que se ha querido ver una crítica a las reformas políticas del momento.
La comedia neoclásica. También de creación ilustrada pretende corregir los vicios de la nueva sociedad burguesa de la que toma
temas y personajes. Dentro de ella hemos de destacar a Tomás de Iriarte autor de El señorito mimado y La señorita malcriada,
sátiras de la mala educación de los jóvenes de clases acomodadas y a Moratín que la define como "Imitación en diálogo en verso o
prosa de un suceso ocurrido en un lugar y en pocas horas, entre personas particulares, por medio del cual, y de la oportuna expresión
de afectos y caracteres, resultan puestos en ridículo los vicios y errores comunes en la sociedad y recomendadas, por consiguiente,
la verdad y la virtud. [...] La comedia pinta a los hombres como son, imita las costumbres nacionales y existentes,
los vicios y errores comunes, los incidentes de la vida doméstica; y de estos acaecimientos, de estos individuos y
de estos privados intereses forma una fábula verosímil, instructiva y agradable.".
Leandro Fernández de Moratín
(1760-1828). Madrileño, hijo de Nicolás Fernández de Moratín, apoyó las reformas de Carlos
III y fue protegido por Godoy lo que le permitió estrenar algunas de sus comedias y viajar por
Europa. Nombrado bibliotecario mayor de la Biblioteca Real por José I Bonaparte, al acabar la
guerra de la Independencia fue tildado de afrancesado y se exilió a París donde murió.
Aunque se le conoce fundamentalmente como autor de teatro, Moratín fue también prosista
y poeta. Su poesía se enmarca, como toda su obra, dentro de los ideales clasicistas y se caracteriza
por su equilibrio y su cuidado formal.
l Moratín pintado por Goya. (Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando)
Prosa
Lírica
Teatro
Su obra dramática, breve, se enmarca en las preocupaciones ilustradas (la reforma del teatro,
la educación de las jóvenes y el matrimonio impuesto...) y se caracteriza por el didactismo, la
verosimilitud y el respeto a las reglas así como por el uso de un lenguaje equilibrado, sencillo y
adecuado a cada personaje. Con El sí de las niñas, su mejor obra, Moratín pone las bases de lo
que será el teatro realista contemporáneo. Entre sus obras destacan las siguientes:
La derrota de los pedantes. Sátira contra los defensores de la poesía barroca.
Orígenes del teatro español. Obra de investigación y erudición.
Diarios y cartas. De interés para conocer la personalidad del escritor.
A Claudio. Sátira de los hipócritas pedantes.
Elegía de las musas. Repaso dolorido de su trayectoria vital.
El viejo y la niña (1790). Crítica de los matrimonios impuestos .
En verso El barón (1803). Crítica de los matrimonios impuestos.
La mojigata (1804). Crítica de la falsa devoción.
comedia nueva o el café (1792). Sátira del teatro y de las representaciones posbarrocas.
En prosa La
El sí de las niñas(1806). Crítica de los matrimonios impuestos y desiguales.
310
El sí de las niñas
Su estreno, el 24 de enero de 1806, constituyó un gran éxito de público. Con ella Moratín culmina la creación de la comedia de costumbres
y caracteres burgueses dentro de una perfecta realización dramática. La obra significa el triunfo de la estética neoclásica a cuyas normas se
ajusta: respeto de las tres unidades dramáticas, un propósito docente o moral, aunque un suave sentimentalismo aflora al final de la obra.
● Temas. La mala educación de las jóvenes, el derecho de las mujeres a elegir marido y la crítica de los matrimonios impuestos y
desiguales.
● Estructura y argumento. La obra, escrita en prosa, con un estilo natural, nada ampuloso, está divida en tres actos, según la
estructura clásica.
Primer acto: planteamiento. Don Diego, de 59 años, va a casarse con Paquita, de 16, porque así lo ha concertado con la madre de ésta,
doña Irene. Rita, se encuentra en la posada con el criado de don Félix, joven militar del que Paquita está enamorada, y al que ha escrito una
carta contándole su situación.
Segundo acto: nudo. Don Diego conversa con madre e hija y se presenta como un ilustrado. Doña Paquita no revela sus verdaderos
sentimientos y cuando aparece don Félix (en realidad don Carlos), para ayudarla, descubre que su tío es el futuro esposo de su amada.
Tercer acto: desenlace. Don Carlos vuelve a entrevistarse con doña Francisca, a la que lanza desde la calle una nota que recoge don
Diego. Tras leerla y conocer la verdad del amor entre doña Francisca y su sobrino, don Diego se entrevista con la joven, que no es capaz de
sincerarse con él. Manda entonces llamar a don Carlos que sí aclara la situación. Al fin, resplandecen la virtud y la verdad porque don Diego
pasa del papel de amante despechado al de juez y padre que hace posible la boda entre los jóvenes.
● Acción, lugar y tiempo. La acción es única y transcurre en un único lugar, una sala de paso, en una posada de Alcalá de Henares.
El tiempo histórico es contemporáneo al del autor, como corresponde a una obra con propósito didáctico, que refleja vicios y errores
de la sociedad de su época. El tiempo de la acción no supera las diez horas, entre el crepúsculo y el amanecer; tiene valor simbólico:
desde la oscuridad inicial de los dos primeros actos en los que reinan la hipocresía, los malentendidos y la ceguera moral de don
Diego, se pasa en el tercer acto a la claridad del amanecer, cuando se aclaran los engaños y se resuelve el conflicto con la luz de la
verdad y de la razón.
● Personajes. Son siete, agrupados en señores: don Diego, doña Irene, doña Francisca y don Carlos y criados: Simón, Rita y Calamocha.
Simón, de más edad y gran perspicacia , es el criado fiel de don Diego al que acompaña y sirve. El personaje cómico está representado
por doña Irene, la madre de Paquita, cuyo personaje se corresponde con la tradicional “mujer parlera”. El fundamental y el eje de la
acción es don Diego, representante de las ideas ilustradas del autor.
● Lengua. Destaca la naturalidad. La que aparece en el texto es la propia del siglo XVIII, que se adecua perfectamente a las situaciones
y ayuda a diferenciar a los personajes: cada uno se expresa como le corresponde, según su condición. Por ello, ayuda a dar sensación
de verosimilitud, de asistir, como pretendía Moratín, a un suceso entre personas corrientes por medio del cual resplandecen la verdad
y la virtud.
● Significado. La novedad de la comedia de Moratín estriba en que no tiene la intención clásica de hacer reír sino que pretende mover
el corazón: el burgués corriente e incluso grotesco (don Diego) se convierte en protagonista de una acción seria y significativa y
aparece como representante de elevadas ideas morales.
Actividades
6. Lee el fragmento de El sí de las niñas y responde a las cuestiones que te planteamos.
Acto III, Escena VIII
DON DIEGO.- No tengo empeño de saber más... Pero de todo lo que acabo de oír resulta una gravísima contradicción.
Usted no se halla inclinada al estado religioso, según parece. Usted me asegura que no tiene queja ninguna de
mí, que está persuadida de lo mucho que la estimo, que no piensa casarse con otro, ni debo recelar que nadie me
dispute su mano... Pues ¿qué llanto es ése? ¿De dónde nace esa tristeza profunda, que en tan poco tiempo ha
alterado su semblante de usted, en términos que apenas le reconozco? ¿Son éstas las señales de quererme
exclusivamente a mí, de casarse gustosa conmigo dentro de pocos días? ¿Se anuncian así la alegría y el amor?
(Vase iluminando lentamente la escena, suponiendo que viene la luz del día.)
DOÑA FRANCISCA.- Y ¿qué motivos le he dado a usted para tales desconfianzas?
DON DIEGO.-¿Pues qué? Si yo prescindo de estas consideraciones, si apresuro las diligencias de nuestra unión, si su
madre de usted sigue aprobándola y llega el caso de...
DOÑA FRANCISCA.- Haré lo que mi madre me manda, y me casaré con usted.
DON DIEGO.-¿Y después, Paquita?
DOÑA FRANCISCA.- Después..., y mientras me dure la vida, seré mujer de bien.
DON DIEGO.- Eso no lo puedo yo dudar... Pero si usted me considera como el que ha de ser hasta la muerte su compañero
y su amigo, dígame usted: estos títulos ¿no me dan algún derecho para merecer de usted mayor confianza? ¿No
311
UNIDAD
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
he de lograr que usted me diga la causa de su dolor? Y no para satisfacer una impertinente curiosidad, sino para
emplearme todo en su consuelo, en mejorar su suerte, en hacerla dichosa, si mi conato y mis diligencias pudiesen
tanto.
DOÑA FRANCISCA.-¡Dichas para mí!... Ya se acabaron.
DON DIEGO.-¿Por qué?
DOÑA FRANCISCA.- Nunca diré por qué.
DON DIEGO.- Pero ¡qué obstinado, qué imprudente silencio!... Cuando usted misma debe presumir que no estoy ignorante
de lo que hay.
DOÑA FRANCISCA.- Si usted lo ignora, señor D. Diego, por Dios no finja que lo sabe; y si en efecto lo sabe usted, no me
lo pregunte.
DON DIEGO.- Bien está. Una vez que no hay nada que decir, que esa aflicción y esas lágrimas son voluntarias, hoy
llegaremos a Madrid, y dentro de ocho días será usted mi mujer.
DOÑA FRANCISCA.- Y daré gusto a mi madre.
DON DIEGO.- Y vivirá usted infeliz.
DOÑA FRANCISCA.- Ya lo sé.
DON DIEGO.- Ve aquí los frutos de la educación. Esto es lo que se llama criar bien a una niña: enseñarla a que desmienta
y oculte las pasiones más inocentes con una pérfida disimulación. Las juzgan honestas luego que las ven instruidas
en el arte de callar y mentir. Se obstinan en que el temperamento, la edad ni el genio no han de tener influencia
alguna en sus inclinaciones, o en que su voluntad ha de torcerse al capricho de quien las gobierna. Todo se las
permite, menos la sinceridad. Con tal que no digan lo que sienten, con tal que finjan aborrecer lo que más desean,
con tal que se presten a pronunciar, cuando se lo manden, un sí perjuro, sacrílego, origen de tantos escándalos,
ya están bien criadas, y se llama excelente educación la que inspira en ellas el temor, la astucia y el silencio de un
esclavo.
DOÑA FRANCISCA.- Es verdad... Todo eso es cierto... Eso exigen de nosotras, eso aprendemos en la escuela que se
nos da... Pero el motivo de mi aflicción es mucho más grande.
Leandro Fernández de Moratín, El sí de las niñas
a) Entre los dos personajes que dialogan, ¿qué diferencia hay entre la capacidad comunicativa de cada uno de ellos
dos? ¿Hay verdadero diálogo? ¿A qué responde la reflexión final de don Diego?
b) Explica el tema y la estructura. ¿Qué tipo de texto es?
c) En el texto hay una única acotación. Explícala teniendo en cuenta que se trata de una comedia ilustrada y el
momento del argumento en que nos encontramos.
d) Realiza un análisis lingüístico del texto.
e) Justifica el texto como una comedia ilustrada.
Recuerda
ü
El teatro se había convertido en el s. XVIII en un espectáculo ruidoso e ideológicamente caduco, que desagradaba a los ilustrados, que lo
consideraron un género apto para la educación de la sociedad. Por ello pretendieron reformarlo.
ü
Las tendencias estéticas teatrales del siglo fueron:
– El teatro posbarroco: representaciones e imitaciones de los clásicos del XVII.
– El nuevo teatro: que sigue los principios ilustrados de orden, corrección, buen gusto y armonía junto con la finalidad de deleitar, instruir y
corregir las reglas.
ü
Entre los géneros dramáticos nuevos destacan el sainete, la comedia sentimental, la tragedia neoclásica y la comedia neoclásica o
moratiniana.
ü
El autor más destacable es Leandro Fernández de Moratín que con El sí de las niñas, su mejor obra, pone las bases de lo que será el teatro
realista contemporáneo.
312
2. La literatura en la primera mitad del siglo XIX.
El romanticismo
El siglo XIX abarca tres movimientos culturales y literarios: el
Romanticismo, el Realismo y el Modernismo, que corre parejo a la
Generación del 98. En esta unidad nos vamos a centrar en aspectos
concretos de los dos primeros movimientos: Romanticismo y Realismo.
● El Romanticismo se sitúa en la primera mitad, en el momento en
el que se produce el ascenso de la burguesía, como fruto de las
revoluciones liberales.
● El Realismo se produce en la segunda mitad. La burguesía es ya
una clase estable y las revoluciones liberales o burguesas han
finalizado. Sin embargo, comienzan las revoluciones obreras y con
ellas profundas transformaciones sociales.
●
●
●
●
Momentos fundamentales
De 1808 a 1814 se sitúa la guerra de la
Independencia. La invasión de España por
Napoleón mueve al pueblo español a levantarse
en armas.
Durante el reinado de Fernando VII, tras la
sublevación de Riego, se produce el trienio liberal
(1820 a 1823). Los franceses envían a los Cien
mil hijos de San Luis para restaurar el poder real
absoluto.
De 1833-1840 con la Regencia de María Cristina
por la muerte de Fernando VII, regresan los
exiliados. Comienzan las guerras carlistas.
Durante este periodo se hace algún avance hacia
el reconocimiento de las libertades.
Con la mayoría de edad de Isabel II hay un
retroceso en las libertades.
2.1. Marco histórico y cultural
El proceso de industrialización fue tardío en España. Aunque durante estos
años se desarrolló con cierta pujanza la industria textil en Cataluña y se incorporó
a la producción la máquina de vapor, España se transformó de forma insuficiente.
Además, el proceso de desamortización no sirvió para mejorar la vida de los
campesinos, sino para que las clases adineradas se siguieran enriqueciendo.
Muy importante fue el papel del periodismo como medio de difusión de teorías
y obras literarias. Gracias a la prensa se incrementó la afición a la lectura, por
medio de las novelas por entregas.
La vida cultural, por otro lado, tuvo un importante auge debido a la creación del
Museo del Prado en 1819.
El teatro continuó siendo un espectáculo muy aceptado como entretenimiento,
al igual que los conciertos.
l Sátira del suicidio romántico. L. Alenza. Museo romántico de Madrid
2.2. Rasgos del Romanticismo
Se conoce con el término Romanticismo el movimiento cultural que se origina en la Ilustración, a la que se
opone de forma más o menos explícita. Surge en el siglo XVIII en la filosofía y la cultura alemanas; pronto se extenderá
a Inglaterra y más tarde, en mayor o menor medida, al resto de Europa.
Se puede caracterizar de la siguiente forma:
– Si el siglo XVIII era denominado el siglo de la razón, en el Romanticismo predomina el irracionalismo: se niega que la
razón explique por completo la realidad. No hay verdades fijas y la realidad es cambiante. Por eso les interesa tanto lo
sobrenatural, lo mágico y lo misterioso.
313
UNIDAD
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
– El romanticismo supone la exaltación de la imaginación porque la esencia de las cosas está más allá de lo objetivo; está
en lo que no se puede ver, en el misterio. Así que la realidad sensible es algo que se puede y debe traspasar por medio
de la intuición.
– Pero la realidad existe y choca con las ansias de inmensidad, de perfección del romántico y esto provoca desengaño,
que genera pesimismo, tedio, hastío y búsqueda de la muerte.
– El choque con la realidad también puede provocar la rebeldía contra las normas o la evasión hacia otros mundos; por
ello, se inspiran en la Edad Media o en el mundo oriental.
– Este choque con la realidad provoca también la huida del creador, por medio del individualismo: el hombre romántico se
siente original, diferente a los demás y afirma su yo.
– Este individualismo opuesto a la universalidad supone la búsqueda de peculiaridades, es decir, en el caso de los
pueblos, búsqueda de los nacionalismos e incluso localismos.
– La afirmación del yo individual y concreto conduce a la soledad. Los románticos se evaden de la realidad y buscan
lugares solitarios, castillos, cementerios, jardines.
– También lo llevan a la búsqueda de originalidad. Se puede crear u obrar sin moldes previos.
– Frente a la razón se levanta el sentimiento, que permite otras formas de conocimiento como la intuición, la imaginación
y el instinto; de ahí la importancia de los sueños y fantasías que permiten llegar al inconsciente.
– Se trata, por tanto, de un movimiento anticlásico: supone un rechazo de cualquier regla y una mezcla de los géneros
literarios, que pueden aparecer mezclados incluso en la misma obra. Supone también un rechazo del denominado buen
gusto neoclásico. La idea básica es la libertad de temas, de normas y de actuación. El artista se considera un genio y en
él se valora lo que tiene de espontáneo y original, frente a las convenciones.
– Se aprecian dos tendencias: romanticismo conservador, Zorrilla, y romanticismo liberal, Espronceda.
2.3. El Romanticismo en España
El Romanticismo surge en una Europa
que está en vías de transformación a partir
de hechos históricos tales como la
Revolución francesa o las guerras
napoleónicas; de hechos sociales como
el ascenso de la burguesía; y también
como fruto de una concepción filosófica,
el liberalismo, que se basa en la idea de
la libertad individual.
El Romanticismo se introduce en España de forma tardía con respecto a Europa. De
esta forma, consideramos tres periodos en la introducción del Romanticismo:
–
A principios del siglo XIX se difunden las ideas de los románticos alemanes, gracias
a la introducción de las teorías románticas de Schlegel por parte del cónsul alemán
Nikolás Bölh de Faber y gracias al periódico El Europeo.
–
A partir de 1833 regresan los exiliados a Inglaterra y Francia, y difunden las ideas
románticas.
–
El postromanticismo, que tiene cabida en España con escritores como Bécquer y
Rosalía de Castro, cuya producción literaria se produce en época ya de la literatura
realista.
Recuerda
ü
En la primera mitad del siglo XIX desde el punto de vista histórico hay cuatro momentos fundamentales: Guerra de la Independencia, reinado
de Fernando VII, regencia de María Cristina y comienzo del reinado de Isabel II.
ü
Desde el punto de vista social y cultural destaca: el retraso en la industrialización, la importancia del periodismo, la creación del Museo del
Prado y la afición por el teatro.
ü
El movimiento romántico se caracteriza por: irracionalismo, imaginación, intuición, misterio, soledad, afirmación del yo, evasión, originalidad,
sentimiento, anticlasicismo, libertad.
ü
Hay tres etapas del romanticismo en España: difusión de las ideas, regreso de los exiliados y expansión del Romanticismo, posromanticismo.
314
Actividades
7. Indica qué características tiene el romanticismo, según Carlos Bousoño:
El individualismo romántico es una máquina de hacer boquetes en el opaco muro de lo social y de lo literario: libertad técnica y
libertad social. Placerá por igual la destrucción de las reglas artísticas neoclásicas y la destrucción de las normas sociales, que sujetan al
hombre en otro engranaje sin fin de convencionalismos. El eslabón humano que salta de la cadena se hace, sólo por eso, atractivo: el
don Juan Tenorio, el pirata, el cosaco, el aventurero, el mendigo, que vive por su cuenta y a la intemperie de su propio albedrío. Y por
extensión representativa gustará también cuanta cosa recuerde y como simbolice esa libertad anhelada: el mar, “a quien nadie impuso
leyes”, la selva sin norma. Y puesto que la norma decididamente no complace, se simpatizará con lo anormal y morboso, con lo que
escandaliza y se sale de sitio y de cauce. Un monstruo moral o un monstruo físico es, por lo menos, interesante.
Carlos Bousoño. Teoría de la expresión poética II. Gredos, Madrid, 1985. (pags199-200)
2.4. La prosa romántica
● Tuvo una gran importancia la novela histórica, ambientada en el pasado,
sobre todo en la Edad Media, aunque los autores no siempre respetan la
veracidad histórica, ni dudan en introducir anacronismos. Un modelo y objeto
de numerosas traducciones fue el escocés Walter Scott. Las más conocidas
novelas históricas españolas son: El doncel don Enrique el Doliente (1834),
de Mariano José de Larra, Sancho Saldaña, de José de Espronceda y El
señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco.
● Según va avanzando el siglo, se va produciendo el fenómeno de las novelas
por entregas: narraciones publicadas de manera fragmentaria, en entregas
sucesivas, y no en forma de libro. Una variante es el folletín, relato de intriga
y poco verosímil, de gran éxito entre los lectores, inserto en la parte inferior
de la plana de un periódico.
● Muy vinculado a la prensa periódica, se desarrolla un nuevo género literario l Retrato de Larra. (Wikimedia Commons)
en prosa: el costumbrismo, que se centra en la crítica y en la descripción
de seres concretos (tipos) y en alguna forma de comportamiento colectivo (escena). Los principales costumbristas
son: Serafín Estébanez Calderón (1796-1867), Escenas andaluzas; Ramón Mesonero Romanos (18031882), Escenas matritenses, en las que retrata la realidad cotidiana del Madrid de la época.
● Sin duda, el más importante escritor de prosa es Mariano José de Larra (1809-1837). Escribe artículos que
publica en la prensa con diversos seudónimos: Fígaro, Andrés Niporesas, El pobrecito hablador, etc.
Los artículos de Larra se suelen agrupar de la siguiente forma:
● Artículos de crítica literaria y cultural: reseñan estrenos teatrales, conciertos y muestran sus gustos literarios, en los que
defiende la libertad creadora.
● Artículos políticos: comentan las vicisitudes políticas de cada momento. Larra se muestra como un hombre comprometido
socialmente y, además, muestra una visión pesimista de la política y de la existencia en general en estos artículos.
● Artículos de costumbres: son fundamentalmente satíricos. En ellos, se censuran comportamientos y usos sociales diversos:
la holgazanería, la hipocresía, la suciedad, el mal gusto, las casas pequeñas o la burocracia. Su intención es modernizar
España. Algunos títulos son: El casarse pronto y mal, El castellano viejo, Las casas nuevas, Vuelva usted mañana. El autor
mantiene una tesis y utiliza argumentos que incluyen diálogos, narraciones o descripciones, con la intención de amenizar la
lectura a los lectores del periódico.
315
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Su estilo busca convencer y gustar al lector de prensa. Utiliza un lenguaje claro y directo, aunque con enumeraciones,
parodia, ejemplos, uso de la caricatura e hipérboles, en las descripciones. Su principal recurso es la ironía, que, a
veces, llega al sarcasmo. Contribuye, pues, a la creación de una lengua literaria y periodística moderna, libre de
adornos y flexible, que sirva como vehículo para la exposición de ideas.
Recuerda
La prosa romántica
ü
La novela histórica: hace hincapié en los aspectos ornamentales de la historia, no es necesaria la veracidad.
ü
La novela por entregas y el folletín, muy ligados al auge del periodismo.
ü
El costumbrismo, también ligado al periodismo, critica y describe lugares y personajes de la época (Ramón de Mesonero Romanos, Serafín
Estébanez Calderón).
ü
Mariano José de Larra supera el costumbrismo con la creación del artículo periodístico literario (artículos de crítica literaria, artículos de
costumbres, artículos políticos). Utiliza la ironía y la parodia y busca mejorar la sociedad.
Actividades
8. Lee el siguiente fragmento del artículo periodístico de Mariano José de Larra, Un reo de muerte :
Un pueblo entero obstruye ya las calles del tránsito. Las ventanas y balcones están coronados de espectadores sin fin, que se pisan, se apiñan,
y se agrupan para devorar con la vista el último dolor del hombre.
– ¿Qué espera esta multitud? –diría un extranjero que desconociese las costumbres–. ¿Es un rey el que va a pasar; ese ser coronado, que
es todo un espectáculo para un pueblo? ¿Es un día solemne? ¿Es una pública festividad? ¿Qué hacen ociosos esos artesanos? ¿Qué
curiosea esta nación?
Nada de eso. Ese pueblo de hombres va a ver morir a un hombre.
– ¿Dónde va?
– ¿Quién es?
– ¡Pobrecillo!
– Merecido lo tiene.
– ¡Ay!, si va muerto ya.
– ¿Va sereno?
– ¡Qué entero va!
He aquí las preguntas y expresiones que se oyen resonar en derredor. Numerosos piquetes de infantería y caballería esperan en torno del
patíbulo. He notado que en semejante acto siempre hay alguna corrida; el terror que la situación del momento imprime en los ánimos causa la
mitad del desorden; la otra mitad es obra de la tropa que va a poner orden. ¡Siempre bayonetas en todas partes! ¿Cuándo veremos una
sociedad sin bayonetas? ¡No se puede vivir sin instrumentos de muerte! Esto no hace por cierto el elogio de la sociedad ni del hombre.
No sé por qué al llegar siempre a la plazuela de la Cebada mis ideas toman una tintura singular de melancolía, de indignación y de desprecio.
No quiero entrar en la cuestión tan debatida del derecho que puede tener la sociedad de mutilarse a sí propia; siempre resultaría ser el derecho
de la fuerza, y mientras no haya otro mejor en el mundo, ¿qué loco se atrevería a rebatir ése? Pienso sólo en la sangre inocente que ha
manchado la plazuela; en la que la manchará todavía. ¡Un ser que como el hombre no puede vivir sin matar, tiene la osadía, la incomprensible
vanidad de presumirse perfecto!
Un tablado se levanta en un lado de la plazuela: la tablazón desnuda manifiesta que el reo no es noble. ¿Qué quiere decir un reo noble? ¿Qué
quiere decir garrote vil? Quiere decir indudablemente que no hay idea positiva ni sublime que el hombre no impregne de ridiculeces.
Mientras estas reflexiones han vagado por mi imaginación, el reo ha llegado al patíbulo; en el día no son ya tres palos de que pende la vida del
hombre; es un palo sólo; esta diferencia esencial de la horca al garrote me recordaba la fábula de los Carneros de Casti, a quienes su amo
proponía, no si debían morir, sino si debían morir cocidos o asados. Sonreíame todavía de este pequeño recuerdo, cuando las cabezas de todos,
vueltas al lugar de la escena, me pusieron delante que había llegado el momento de la catástrofe; el que sólo había robado acaso a la sociedad,
316
iba a ser muerto por ella; la sociedad también da ciento por uno: si había hecho mal matando a otro, la sociedad iba a hacer bien matándole a él.
Un mal se iba a remediar con dos. El reo se sentó por fin. ¡Horrible asiento! Miré el reloj: las doce y diez minutos; el hombre vivía aún... De allí a
un momento una lúgubre campanada de San Millán, semejante el estruendo de las puertas de la eternidad que se abrían, resonó por la plazuela;
el hombre no existía ya; todavía no eran las doce y once minutos. «La sociedad –exclamé– estará ya satisfecha: ya ha muerto un hombre.»
Mariano José de Larra. Un reo de muerte. Madrid. Bruño. 1991.
a) Indica cuál es la tesis que sustenta el artículo.
b) Explica si aparece la voz del emisor y pon ejemplos.
c) Para que el artículo sea más duro y provoque reacciones negativas en los lectores sobre la práctica de la pena de
muerte, Larra introduce una anécdota, narración-exposición de los últimos momentos del reo. Expón los momentos
más sobrecogedores de su macabro recorrido.
d) Analiza los aspectos estilísticos más destacados de este fragmento.
2.5. El teatro romántico
Como en los otros géneros, el individualismo y el ansia de libertad provocan la ruptura de las reglas que
ponían límites a la creación artística y, así, con el triunfo del Romanticismo, surge el drama romántico, que gozará
de un enorme éxito; sus características son:
● Hay mezcla de elementos trágicos y cómicos (con predominio de lo trágico). Desaparece, por tanto, la diferencia entre tragedia y
comedia.
● Se produce mezcla de tono y estilo: lo grotesco convive con lo sublime, el lenguaje elevado con el coloquial, la prosa con el verso...
● Se rechazan las tres unidades, sobre todo las de tiempo y lugar. Los lugares en que se desarrolla la acción son frecuentemente
conventos, mazmorras, paisajes abruptos, cementerios...
● Se introducen pasajes líricos en la prosa, rompiendo así la diferencia entre los géneros.
● El número de actos es variable, de tres a cinco. A veces, se les llama jornadas o se les pone título, como en el Siglo de Oro.
● Entre los personajes destaca el protagonista, en general, de misterioso origen, rebelde, a veces, conspirador y víctima de la injusticia
social o de la fatalidad. La mujer es la amada ideal, capaz de romper con cualquier atadura o de realizar enormes sacrificios por su
amado.
● El tema fundamental es el amor, un amor absoluto e ideal, más allá de las convenciones. La imposibilidad de alcanzar un amor puro
y perfecto en un mundo hostil hace que, frecuentemente, los finales sean trágicos. Por ello, el destino trágico es fruto del enfrentamiento
con el mundo. Otros temas importantes son la venganza, el honor o el suicidio.
● La escenografía es fundamental, sirve para dar al teatro carácter de espectáculo. Había decorados múltiples, efectos sonoros,
fantasmagorías, para ambientar las obras de forma espectacular.
● En el desarrollo de los espectáculo es fundamental la intriga, se incluyen elementos melodramáticos para conmover (es muy frecuente
el uso de la anagnórisis o reconocimiento). Así se manifiesta la finalidad del drama romántico: emocionar al espectador, no enseñar.
Principales obras del teatro romántico
● La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa (1834), con la que da comienzo al éxito del drama romántico.
● Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas (Ángel de Saavedra) (1835). Don Álvaro encarna al héroe romántico, cuyo
destino trágico lo conduce al suicidio. En esta obra hay mezcla de prosa y verso, polimetría y mezcla de estilo serio y de estilo
popular.
● El trovador, de Antonio García Gutiérrez (1836). Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio Hartzenbusch (1837).
● Don Juan Tenorio, de José Zorrilla (1844), desarrolla el mito de don Juan Tenorio. Se desarrolla en Sevilla en torno al año 1545.
Se divide en dos partes: la primera consta de cuatro actos y la segunda de tres, las separa un lapso de cinco años. Esta separación
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
temporal permite que la segunda parte comience con la visita de don Juan al panteón, que su padre ha mandado construir. De esta manera, la
primera parte supone el enfrentamiento de don Juan con la sociedad; y la segunda parte, con lo sobrenatural, con los muertos.
La figura de don Juan no es original de Zorrilla, formaba parte de la tradición, desde la primera versión dramática de Tirso de Molina, El
burlador de Sevilla y convidado de piedra (1630). Entre sus continuadores destacan: Molière, Mozart, Valle-Inclán, Torrente-Ballester...
Argumento de Don Álvaro o la fuerza del sino
Argumento de Don Juan Tenorio
Don Álvaro está enamorado de Leonor, hija del marqués de
Calatrava. Los amantes, al ir a fugarse, son sorprendidos por el
marqués, que muere, al dispararse accidentalmente la pistola
de don Álvaro.
Don Juan y don Luis narran en público sus fechorías. Don Juan
apuesta que seducirá a una mujer a punto de casarse y a una
novicia. El padre de don Juan y el comendador, padre de su prometida, doña Inés lo escuchan horrorizados.
Doña Leonor se retira de penitente a una gruta, cerca del
monasterio de Hornachuelos..
Don Álvaro la cree muerta y se enrola en el ejército de Italia. Allí
entabla amistad con don Carlos, hermano de Leonor, al que
posteriormente mata.
Don Álvaro, desesperado, se refugia en un convento en
Hornachuelos sin saber que Leonor se encuentra allí.
Llega don Alfonso, hermano de Leonor, que lo desafía. Aparece
Leonor, don Alfonso cree que vivía como concubina de don
Álvaro y la mata. Muere don Alfonso y, como final terrible, fruto
del sino adverso, don Álvaro se suicida, mientras resuenan el
Miserere y la tempestad.
Don Juan cumple con su apuesta: seduce a la futura esposa de
don Luis; enamora y rapta a doña Inés, a la que lleva desmayada
a su quinta. Allí acuden para vengarse don Luis y el comendador,
que mueren de mano de don Juan, ahora enamorado de doña Inés.
Don Juan huye.
Han pasado cinco años, don Juan vuelve a Sevilla y conversa con el
escultor en el panteón construido por su padre para honrar a los muertos
por su hijo. El fantasma de doña Inés lo avisa de que sólo tiene esa
noche para arrepentirse, si no se condenarán ambos. Don Juan Invita
a cenar a la estatua del comendador, padre de doña Inés.
En casa de don Juan aparece la estatua de don Gonzalo para cenar.
La estatua invita a don Juan al panteón.
Don Juan acude al panteón, donde está preparada una cena con
culebras, huesos... Don Gonzalo avisa a don Juan de que se le acaba
el plazo. Los muertos abandonan sus tumbas, también doña Inés,
que tira de don Juan para salvarlo, don Gonzalo tira para condenarlo.
Al final, gana el amor. Doña Inés y don Juan van al cielo.
Sus rasgos de héroe romántico se amplifican en el texto de Zorrilla gracias a la figura de don Luis Mejía y, sobre todo, de doña
Inés, que permite la salvación de don Juan, conducido al cielo gracias a la pureza de ese amor que va más allá de la muerte.
Recuerda
Las características del drama romántico son:
ü
ü
ü
ü
ü
ü
ü
Ruptura de las reglas.
Surge el término drama; desaparece, por tanto, la diferencia entre tragedia y comedia.
Hay mezcla de tono y estilo. Se introducen pasajes líricos.
Rechazo de las unidades de tiempo, lugar y acción.
El número de actos es variable, de tres a cinco.
Entre los personajes destaca el protagonista. El tema fundamental es el amor. En el desarrollo de los espectáculos es fundamental la
intriga. La finalidad del drama romántico es emocionar al espectador, no enseñar.
La escenografía es fundamental.
Las principales obras románticas teatrales son:
ü
ü
Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas (Ángel de Saavedra) (1835). Don Álvaro encarna al héroe romántico: su amor imposible
le lleva a un destino trágico.
Don Juan Tenorio, de José Zorrilla (1844). En ella desarrolla el mito de don Juan Tenorio, presente en la literatura siglos atrás y en nuestros
días.
318
Actividades
9. Lee los siguientes fragmentos de Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas y contesta a las cuestiones:
TEXTO 1. JORNADA 1. ESCENA 2
CANÓNIGO.- Fuera de Sevilla nacen también caballeros, sí señor; pero... ¿lo es don Álvaro?... Sólo sabemos que ha venido de Indias hace
dos meses, y que ha traído dos negros y mucho dinero... ¿Pero quién es?...
HABITANTE 1º.- Se dicen tantas y tales cosas de él...
HABITANTE 2º.- Es un ente muy misterioso.
TÍO PACO.- La otra tarde estuvieron aquí unos señores hablando de lo mismo, y uno de ellos dijo que el tal don Álvaro había hecho sus riquezas
siendo pirata.
MAJO.- ¡Jesucristo!
TÍO PACO.- Y otro, que don Álvaro era hijo bastardo de un grande de España, y de una reina mora...
OFICIAL.- ¡Qué disparate!
TÍO PACO.- Y luego dijeron que no, que era... No lo puedo declarar..., finca... o brinca... Una cosa así..., así como... una cosa muy grande allá de
la otra banda.
OFICIAL.- ¿Inca?
TÍO PACO.- Sí, señor, eso: inca... inca.
CANÓNIGO.- Calle usted, tío Paco, no diga sandeces.
TEXTO 2. JORNADA 5. ESCENA 10
Los mismos y DOÑA LEONOR vestida con un saco y esparcidos los cabellos, pálida y desfigurada, aparece a la puerta de la gruta, y se oye
repicar a lo lejos las campanas del convento.
DOÑA LEONOR.- Huid, temerario; temed la ira del cielo.
DON ÁLVARO.- (Retrocediendo horrorizado por la montaña abajo.) ¡Una mujer!... ¡Cielos!... ¡Qué acento!... ¡Es un espectro!... Imagen adorada... ¡Leonor ¡Leonor!
DON ALFONSO.- (Como queriéndose incorporar.) ¡Leonor! ¿Qué escucho? ¡Mi hermana!...
DOÑA LEONOR.- (Corriendo detrás de DON ÁLVARO.) ¡Dios mío! ¿Es don Álvaro?... Conozco su voz... Él es... ¡Don Álvaro!
DON ALFONSO.- ¡Oh furia!... Ella es... ¡Estaba aquí con su seductor!... ¡Hipócritas!... ¡Leonor!
DOÑA LEONOR.- ¡Cielos!... ¡Otra voz conocida!... Mas ¿qué veo?...
(Se precipita hacia donde ve a DON ALFONSO.)
DON ALFONSO.- ¡Ves al último de tu infeliz familia!
DOÑA LEONOR.- (Precipitándose en los brazos de su hermano.) ¡Hermano mío!... ¡Alfonso!
DON ALFONSO.- (Hace un esfuerzo, saca un puñal, y hiere de muerte a LEONOR.) ¡Toma, causa de tantos desastres, recibe el premio de tu
deshonra!... Muero vengado. (Muere.)
DON ÁLVARO.- ¡Desdichado!... ¿Qué hiciste?... ¡Leonor! ¿Eras tú?... ¿Tan cerca de mí estabas?... ¡Ay! (Sin osar acercarse a los cadáveres.) Aún respira..., aún palpita aquel corazón todo mío... Ángel de mi vida..., vive, vive...; yo te adoro... ¡Te hallé, por fin... sí, te hallé... muerta! (Queda inmóvil.)
TEXTO 3. JORNADA5. ESCENA ÚLTIMA (sigue a la anterior)
Hay un rato de silencio; los truenos resuenan más fuertes que nunca, crecen los relámpagos, y se oye cantar a lo lejos el Miserere a la comunidad, que se acerca lentamente.
VOZ DENTRO.- ¡Aquí, aquí! ¡Qué horror!
DON ÁLVARO.- (vuelve en sí y luego huye hacia la montaña. Sale el PADRE GUARDIÁN con la comunidad, que queda asombrada.)
PADRE GUARDIÁN.- ¡Dios mío!... ¡Sangre derramada!... ¡Cadáveres!... ¡La mujer penitente!
TODOS LOS FRAILES.- ¡Una mujer!... ¡Cielos!
PADRE GUARDIÁN.- ¡Padre Rafael!
DON ÁLVARO.- (Desde un risco, con sonrisa diabólica, todo convulso, dice.) Busca, imbécil, al padre Rafael... Yo soy un enviado del infierno,
soy el demonio exterminador... Huid, miserables.
TODOS.- ¡Jesús, Jesús!
DON ÁLVARO.- Infierno, abre tu boca y trágame! ¡Húndase el cielo, perezca la raza humana; exterminio, destrucción...! (Sube a lo más alto del
monte y se precipita.)
EL PADRE GUARDIÁN Y LOS FRAILES.- (Aterrados y en actitudes diversas.) ¡Misericordia, Señor! ¡Misericordia!
a) En el texto 1 se aborda un tema importante en el teatro del Romanticismo. Aclara cuál es y qué sentido tiene para
configurar el drama.
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
b) El tono es diferente en el texto 1 y el resto. Aclara la relación entre esta diferencia de estilo y las características
del Romanticismo.
c) Explica qué malentendido propicia la muerte de Leonor a manos de su hermano en el texto 2.
d) Indica qué elementos románticos aparecen en los textos.
2.6. La poesía romántica
La lírica cambia respecto a épocas anteriores, ya que ahora la creación poética se basa en la originalidad: el
individuo es la fuente de la verdad y la imaginación se convierte en un elemento fundamental para la creación.
Respecto a las formas, el rechazo a las normas implica la libertad métrica: diversidad estrófica y polimetría. Se
emplea métrica tradicional o se modifican versos y estrofas tradicionales y se emplea la métrica libre.
En cuanto a la versificación, usan la polimetría y la llamada escala métrica, series de estrofas con versos
gradualmente ascendentes o descendentes.
Utilizan preferentemente estrofas largas, como el romance o el romance heroico, aunque
también utilizan estrofas breves, tales como la octava real, la silva, el terceto, la estrofa sáfica.
En el léxico romántico hay abundante adjetivación, exclamaciones y a veces efectismo.
Prefieren términos musicales y de elevada sonoridad. Usan campos semánticos relacionados
con la muerte, la oscuridad, la pasión sin límites, la rebeldía.
Los temas varían ya que se desarrollan mitos o símbolos que hacen referencia al ser humano,
tipos que se sitúan fuera de la sociedad porque se han visto obligados a prescindir de ella por
sus especiales circunstancias (El reo de muerte, A Jarifa en una orgía, La canción del pirata)
l Retrato de José de Espronceda. (Wikimedia
Commons)
El escritor más representativo de esta tendencia, además de José Zorrilla, es José de
Espronceda (1808-1842). Nace en Almendralejo y muere en Madrid y se podría considerar
como el prototipo del hombre romántico. Respecto a su producción literaria, cultiva por un lado
Poesía narrativa: relata en verso hechos históricos, legendarios y por otro Poesía lírica, en la
que expresa los temas característicos del Romanticismo.
Obras fundamentales de José de Espronceda
● Poesía narrativa: relata en verso hechos históricos, legendarios.
Estos poemas combinan la descripción y el diálogo con momentos de carácter lírico en la propia narración. Son El estudiante
de Salamanca (1840), formado por 1704 versos, distribuidos en cuatro partes, cuyo protagonista Don Félix, encarna la
angustia romántica, la rebeldía, el cinismo y el satanismo propios de la época. Otros rasgos románticos son la variedad
métrica, el uso de la polimetría en función del contenido, donde el autor modela el ritmo de la estrofa según la acción. Hay
numerosas aliteraciones, enumeraciones, antítesis. Su argumento es el siguiente: cuenta la historia de don Félix de
Montemar, libertino don Juan en la Salamanca del siglo XVII, que, tras seducir y abandonar a Elvira, la cual muere de
dolor, mata en duelo a su hermano. A partir de aquí, la leyenda se adentra en el mundo de lo fantástico y sobrenatural.
Una noche, don Félix persigue a una mujer, que resulta ser un espectro y contempla su propio entierro. Acepta casarse
con la sombra con la que baila una danza macabra hasta su muerte, rodeados de espectros.
El diablo mundo (sin terminar, la inicia en 1839), está formada por una introducción y seis cantos. Intenta desarrollar la
historia de la humanidad. Un anciano desengañado de la vida se transforma en un joven, Adán, que desconoce las
convenciones sociales. Se trata del mito del ser puro. En este libro se encuentra el Canto a Teresa, elegía a la muerte de
la amada, compuesto en octavas y con el yo poético en primera persona.
320
● Poesía lírica: expresa los temas característicos del Romanticismo: los sentimientos personales, la mujer ideal, la religión
cristiana o nórdica. Los ambientes solitarios, cementerios, noche, luna, ruinas, mar embravecido, tempestades, pueblan
las obras, que suelen tener grandilocuencia, numerosas exclamaciones, efectismo.
Entre ellas se encuentran algunas de las más famosas composiciones de José de Espronceda, referidas a individuos que
se sitúan fuera de la sociedad: El reo de muerte, La canción del pirata...
Entre sus poemas líricos también destacan A Jarifa en una orgía, A una estrella; en ellas se plantea el hastío de la vida,
frente a los ideales absolutos.
Recuerda
La poesía romántica se basa en la originalidad y se caracteriza por la libertad formal (polimetría, variedad estrófica y léxico sonoro); temas
variados, a veces centrados en símbolos.
José de Espronceda:
ü
Poemas narrativos: El estudiante de Salamanca (mito del don Juan); El diablo mundo (desengaño y pesimismo).
ü
Poemas líricos : canta a individuos que están fuera de la sociedad (Canción del pirata, El reo de muerte, A Jarifa en una orgía).
Actividades
10. Lee los fragmentos de El estudiante de Salamanca, de José de Espronceda, y contesta las siguientes cuestiones.
(El espectro abraza a don Félix)
(Muerte de don Félix)
El carïado, lívido esqueleto,
los fríos, largos y asquerosos brazos,
le enreda en tanto en apretados lazos,
y ávido le acaricia en su ansiedad.
Y con su boca cavernosa busca
la boca a Montemar, y a su mejilla
la árida, descarnada y amarilla
junta y refriega repugnante faz,
La frente inclina
sobre su pecho,
y a su despecho,
siente sus brazos
lánguidos, débiles,
desfallecer.
y él, envuelto en sus secas coyunturas,
aún más sus nudos que se aprietan siente,
baña un mar de sudor su ardida frente
¡y crece en su impotencia su furor!
Pugna con ansia a desasirse en vano,
y cuanto más airado forcejea,
tanto más se le junta y le desea
el rudo espectro que le inspira horror,
y en furioso, veloz remolino,
y en aérea fantástica danza,
que la mente del hombre no alcanza
en su rápido curso a seguir,
los espectros su ronda empezaron,
cual en círculos raudos el viento
remolinos de polvo violento
y hojas secas agita sin fin.
Y vio luego
una llama
que se inflama
y murió;
y perdido,
oyó el eco
de un gemido
que expiró.
Tal, dulce
suspira
la lira
que hirió,
en blando
concepto,
del viento
la voz,
Leve,
breve
son.
a) Resume cada uno de los dos fragmentos.
b) Cita las características de la poesía romántica que adviertes en ellos.
c) Analiza la métrica y versificación.
d) Expón los recursos estilísticos que se aprecian en el texto.
321
UNIDAD
12
EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
3. La literatura en la segunda mitad del siglo XIX.
El realismo
3.1. Marco histórico y cultural
Se inicia la difusión de las ideas marxistas (Manifiesto
comunista, 1848) y anarquistas y aparece el movimiento obrero
organizado.
● Hasta1868, hay un periodo de inestabilidad.
● En 1868 se produce la Revolución, la Gloriosa, que acaba con
Hacia mediados de siglo concluyen las revoluciones liberales
y los efectos de la revolución industrial comienzan a
apreciarse: la burguesía se afianza y aparece el proletariado.
El progreso económico beneficia a los hombres de negocios,
a las clases adineradas, pero en modo alguno a los trabajadores.
De esta forma, surgen los primeros levantamientos populares,
que continuarán a lo largo de este siglo de inestabilidad. El
movimiento obrero se empieza a organizar y se nutre de las
ideas del socialismo de la primera internacional (1864-1876)
y del anarquismo.
el reinado de Isabel II, con un acuerdo de los partidos políticos,
al mando del general Prim. Durante el llamado sexenio
revolucionario se implantan una serie de medidas fundamentales
para una revolución liberal burguesa, tales como el sufragio
universal.
La monarquía de Amadeo de Saboya (1871-1873) desemboca
en 1873 en la Primera República.
En 1874 se produce la Restauración borbónica y en 1875, el
reinado de Alfonso XII. Se revocan las medidas liberales que
habían comenzado en el periodo anterior.
En 1885 muere Alfonso XII y se inicia la Regencia de María
Cristina.
Momentos fundamentales del siglo XIX
●
●
●
La extensión de la línea férrea facilitará las comunicaciones y con ellas la movilidad del campo a la ciudad. Hay
un cierto desarrollo tecnológico, sobre todo en las ciudades, ya que se instalan la red eléctrica, el teléfono, el tranvía.
Mientras tanto, los intelectuales critican a sus gobernantes, alimentados por las ideas
krausistas (la redención del hombre sólo puede llegar por la sabiduría y por la defensa de una
moral laica). Varios intelectuales fueron expulsados de sus cátedras, algunos de ellos, junto a
Giner de los Ríos, Salmerón, Azcárate y Joaquín Costa fundan en 1876 la Institución Libre
de Enseñanza, que jugará un importantísimo papel a lo largo del siglo. Se trata de un centro
laico, orientado a la enseñanza media, con la intención de renovar los métodos tradicionales.
Desde el punto de vista de la ciencia, España se encuentra anclada en el pasado, aunque
surgen figuras punteras, como Santiago Ramón y Cajal. La difusión de las ideas positivistas
contribuyó al desarrollo de las ciencias, por medio del método experimental. Son fundamentales
el evolucionismo de Darwin y las teorías sobre la herencia biológica de Méndel.
A estas teorías se suma el marxismo, con su idea de transformar el mundo por medio de la
lucha de clases.
l Retrato de María Cristina de Habsburgo-Lorena.
(Wikimedia Commons)
En este marco socio cultural surgen dos movimientos literarios, que rápidamente se extienden
por Europa y América: el Realismo y el Naturalismo.
3.2. Características literarias del Realismo y del Naturalismo
El Realismo consiste en la presentación del mundo exterior tal y como lo ve el escritor, en el momento en que
escribe. La vida real se convierte en objeto estético y el medio fundamental para plasmarlo es la narración: novela y
cuento, en particular la primera, a la que consideran el género ideal para reflejar la realidad. El francés Sthendal
(1783-1842) escribirá: Una novela es un espejo que se pasea por un camino real.
322
● El escritor es considerado un cronista de lo cotidiano. Además, la creación
es un vehículo, también, para la expresión de la ideología del autor, que,
por otro lado realizará una observación y descripción precisa de la realidad,
como principio básico del realismo, paralelo a los métodos de observación
de las ciencias experimentales: los escritores se documentan sobre el terreno,
anotan datos sobre lugares, ambientes, consultan libros.
● El lector es el burgués básicamente: se sabe centro de la literatura realista
y consume estas novelas y cuentos que tienen que ver con sus convicciones.
El arte tiene una finalidad utilitaria y su modelo es el mundo que lo rodea.
● En cuanto a las historias que se cuentan, frecuentemente partirán de una
tesis con un propósito de crítica social o política, que dependerá de la ideología l Plein air. Ramón Casas. Bello cuadro realista de 1890-91
del propio escritor. La mirada se desplaza a lo cotidiano y a lo contemporáneo,
intentando eliminar la fantasía.
El género más representativo es la narración, cuyas características fundamentales destacamos en el cuadro.
– Presencia del narrador omnisciente. El narrador maneja los hilos del relato. Conoce el pasado de los personajes, su psicología.
Opina, da indicaciones al lector. Con el tiempo, el afán de objetividad atenúa las intervenciones del narrador.
– Se procura que el espacio y el tiempo en el que se desarrollan las obras literarias sea cercano al escritor.
– Las historias han de parecer fragmentos de realidad. Han de tener ambientes reales, personajes creíbles. Desaparece lo fantasioso
e inverosímil en pro de la verosimilitud.
– Rechazo de la ornamentación romántica. Desean llegar a un estilo sencillo y sobrio, que caracterice ambientes, temas y personajes.
Se utilizan frecuentes descripciones a veces muy detallistas, tanto de lugares como de personajes. Además, como una novedad y
un logro del Realismo, se introducen diálogos adaptados a la forma de hablar de las personas y de los lugares de la época.
También utilizan técnicas para hacer más verosímiles las historias, indagando en el interior del personaje. Así que procedimientos
innovadores como el monólogo interior (primera persona: voz del personaje, punto de vista del personaje) o el estilo indirecto
libre (tercera persona: voz del narrador, punto de vista del personaje) ya se encuentran en textos de Galdós o Clarín.
– Las historias se desarrollarán de forma lineal. Se procura que los acontecimientos sigan la línea del tiempo, aunque, en algunos
casos, se vuelva al pasado, para justificar hechos del presente de los personajes.
– Entre los temas fundamentales, dada la preferencia por las novelas de tesis, se cuentan: la religión, los problemas e inquietudes
burgueses y las relaciones humanas (el amor, el adulterio, el dinero), la política y la sociedad (crítica a los sacerdotes sin vocación,
a los usureros).
El Naturalismo
Es una corriente literaria que se desarrolló en el último tercio del siglo XIX, fundamentalmente en Francia, y tuvo
como principal representante a Émile Zola (1840-1902), que intenta aplicar a la novela el método experimental de
Claude Bernard, para explicar la función de la herencia en la personalidad. Pretende que la literatura se convierta, a
semejanza de las ciencias naturales, en otra ciencia, cuyo objeto es el medio social. Para ello, parte de la idea de
que el hombre está determinado por su fisiología, por su herencia biológica y por el medio social en el que vive.
Como consecuencia, los naturalistas describen ambientes miserables y personajes degradados.
Desde el punto de vista técnico, se agudizan los rasgos del Realismo: el narrador trata de no intervenir en la narración
y se torna impersonal y objetivo, las descripciones de ambientes y personajes son minuciosas y el lenguaje coloquial.
Recuerda
Marco histórico y cultural del Realismo.
ü En 1868 se produce la Revolución, la Gloriosa, que acaba con el reinado de Isabel II; en 1873 se proclama la Primera República y en 1874 se
produce la Restauración borbónica.
ü Relevancia de la burguesía.
ü Se funda la Institución Libre de Enseñanza en 1876.
ü Se produce la difusión de las ideas positivistas. A estas teorías se suma el marxismo.
323
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
El Realismo.
ü
La vida real se convierte en objeto estético y se plasma por medio de la narración: novela y cuento.
ü
El escritor es considerado un cronista de lo cotidiano.
ü
Observación y descripción precisa de la realidad,
ü
El lector es el burgués.
Las historias que se cuentan, frecuentemente partirán de una tesis con un propósito de crítica social o política.
Rasgos fundamentales de la novela realista.
ü
Narrador omnisciente.
ü
El espacio y el tiempo son cercanos al escritor, en pro de la verosimilitud.
ü
Estilo sencillo y sobrio.
ü
Temas: la religión, los problemas e inquietudes burgueses y las relaciones humanas, la política y la sociedad.
El Naturalismo.
ü
El hombre está determinado por su fisiología, por su herencia biológica y por el medio social en el que vive.
ü
Los ambientes miserables y los personajes degradados son frecuentes.
ü
Los naturalistas agudizan los rasgos del realismo.
Actividades
11. Lee el siguiente fragmento de Solos, de Clarín y explica su contenido:
Desterrado está ya por todos los novelistas de cuenta aquel fantasear sin freno, y sin objeto, que llenaba no ha mucho de viento la
cabeza de innúmeros lectores y los folletines de periódicos sin cuento; despréciase ya por los que entienden de esto el artificio de las
intrigas más o menos hábiles, cuyo fin único era despertar el interés de frívolos cuanto desocupados lectores; y búscase en el fondo
de la vida real el reflejo artístico que puede servir para grabarse en la placa fotográfica del novelista, reflejo que no es esa imitación
servil, sin idea, casual, azarosa, de que hablan los idealistas inconscientes, sino lo que llama Zola, con acertada frase, la experimentación artística, que lleva a la imitación empírica, la ventaja inmensa de no ser impensada, fragmentaria, inconexa, sino hecha bajo plan,
con un fin: tómase de la realidad el dato (y aquí es donde entra la escrupulosa y fiel verdad de la observación) y con este elemento,
que ha de ser todo lo copioso que se pueda conseguir, se trabaja mediante la experimentación, que es el aprovechamiento de los datos
de la observación, para el fin de comprobar el supuesto y reconocer su legitimidad, o desecharlo por subjetivo, abstracto y falso.
12. Lee el siguiente fragmento de Las novelas de Torquemada, de Benito Pérez Galdós y resonde a las cuestiones.
El año de la Revolución, compró Torquemada una casa de corredor en la calle de San Blas, con vuelta a la de la Leche; finca bien aprovechada, con veinticuatro habitacioncitas, que daban, descontando insolvencias inevitables, reparaciones, contribución, etc., una renta
de mil trescientos reales al mes, equivalente a un siete o siete y medio por ciento del capital. Todos los domingos se personaba en ella
mi don Francisco para hacer la cobranza, los recibos en una mano, en otra el bastón con puño de asta de ciervo, y los pobres inquilinos que tenían la desgracia de no poder ser puntuales andaban desde el sábado por la tarde con el estómago descompuesto, porque
la adusta cara, el carácter férreo del propietario, no concordaban con la idea que tenemos del día de fiesta, del día del Señor, todo descanso y alegría. El año de la Restauración ya había duplicado Torquemada la pella1 con que le cogió la gloriosa y el radical cambio político proporcionole bonitos préstamos y anticipos. Situación nueva, nómina fresca, pagas saneadas, negocio limpio. Los gobernadores
flamantes que tenían que hacerse ropa, los funcionarios diversos que salían de la oscuridad famélicos le hicieron un buen agosto. Toda
la época de los conservadores fue regularcita, como que éstos le daban juego con las esplendideces propias de la dominación, y los
liberales también, con sus ansias y necesidades no satisfechos. Al entrar en el Gobierno, en 1881, los que tanto tiempo estuvieron sin
1
pella: cantidad de dinero.
324
catarlo, otra vez Torquemada en alza: préstamos de lo fino, adelantos de lo gordo, y vamos viviendo. Total, que ya le estaba echando el ojo a otra casa, no de corredor, sino de buena vecindad, casi nueva, bien acondicionada para inquilinos modestos, y que si no
rentaba más que un tres y medio a todo tirar, en cambio su administración y cobranza no darían las jaquecas de la cansada finca
dominguera.
[Benito Pérez Galdós, Novelas de Torquemada, Alianza Editorial, Madrid, 1967, págs. 7-8]
a) Resúmelo.
b) Indica qué referencias históricas hay en el texto.
c) Analiza a qué problemas y personajes hace referencia el escritor.
d) Indica qué tipo de narrador aparece en el texto.
3.3. La narrativa realista en España
Se suelen considerar dos grupos entre los narradores del Realismo español: los conservadores y los progresistas,
según la ideología que se manifiesta en sus novelas. Los escritores más importantes son:
● Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891), autor de la divertida historia El sombrero de tres picos.
● El Realismo se consolida con la narrativa de Juan Valera, (1824-1905). Sus novelas suelen moverse en
marcos ideales. Destacan Pepita Jiménez (novela epistolar que narra los amores
de un seminarista por la joven viuda Pepita) y Juanita la Larga.
● José María de Pereda(1833-1906), representante de la novela tradicionalista.
Sus novelas, que discurren en la región cántabra, abundan en descripciones.
Entre ellas, destacan Peñas arriba y Sotileza.
● Benito Pérez Galdós (1843-1920).
Prefiere un estilo llano y sencillo. Utiliza técnicas narrativas diversas: monólogo
interior, estilo indirecto libre, narrador omnisciente o narrador cronista, diversas
formas dialogadas que caracterizan a los personajes, diferenciándolos por su
manera de expresarse.
l Benito Pérez Galdós. Joaquín Sorolla. Colección particular.
Obras fundamentales de Benito Pérez Galdós
--
Las primeras novelas son escritas en la década de los sesenta, casi todas de tesis. La fontana de oro, Doña Perfecta, Marianela, La
familia de León Roch.
--
Galdós llamó novelas españolas contemporáneas a las novelas que publica a partir de La desheredada (influida por Zola, en la
que muestra la evolución psicológica de una joven que se cree hija de un noble); Miau (historia de un cesante: burócrata que queda
sin trabajo por un cambio de gobierno); Tormento (historia de un indiano enamorado de una chica que fue amante de un cura y que
sufre la envidia de Rosalía Pipaón de la Barca); La de Bringas (continuación de la anterior, su protagonista es la cursi Rosalía, ahora
convertida en amante de uno de los Peces); Fortunata y Jacinta (uso de los diálogos, del monólogo interior en esta historia en la que
Juanito Santa Cruz es amado por dos mujeres muy diferentes).
--
En algunas de sus últimas novelas se hace patente el espiritualismo del fin de siglo. Aparecen personajes humildes y el espacio es
el Madrid de los barrios pobres. Destacan las novelas: Misericordia, Nazarín.
--
Los Episodios Nacionales son 46 novelas, distribuidas en cinco series que intentan reflejar la historia desde la literatura, para
explicar el presente desde el pasado inmediato. Son muy conocidos: Trafalgar, La corte de Carlos IV...
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Las obras de Galdós suelen estar ambientadas en Madrid, lugar en donde tienen cabida las vicisitudes, principalmente,
de la clase media, pero también de la aristocracia y del proletariado. Ahí luchan por vivir: indianos, cesantes, prestamistas,
comerciantes, sacerdotes sin vocación, funcionarios, cursis, adúlteros, enamorados... El autor crea un mundo de
ficción poblado de personajes que se repiten en sucesivas novelas, hecho que aporta una gran verosimilitud.
● Emilia Pardo Bazán (1851-1921). Es una de las máximas defensoras del Naturalismo de Zola. Sus novelas:
Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza, son una muestra de situaciones escabrosas y de ambientes degradados.
Escribe además, interesantes cuentos, de gran variedad temática.
● Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901). Escribe numerosos artículos periodísticos, también es crítico literario,
novelista y cuentista.
Obras fundamentales de Leopoldo Alas, Clarín
--
Sólo escribe dos novelas largas: Su único hijo y La Regenta, cuyos protagonistas son dos: Ana Ozores (la Regenta, casada con un
aburrido hombre mayor que ella) y don Fermín de Pas (el sacerdote, que domina la ciudad). Se sitúa en Vetusta, nombre literario de
Oviedo, que se confabula para que Ana Ozores sea adúltera con un don Juan provinciano, ante los celos del sacerdote, confesor de
damas de clase alta, don Fermín de Pas. En esta obra se hace patente el determinismo, ya que la Regenta se ve condicionada en su
actuación y en su fisiología por una infancia sin cariño.
--
Además, escribe novelas cortas: Avecilla, Doña Berta (lírica historia sobre la recuperación del pasado de una anciana, que desea
comprar el cuadro en el que su hijo aparece retratado), Pipá (tristísima historia que narra las últimos horas de vida de un pillete).
--
Toda una serie de cuentos es también fruto de su pluma: Adiós Cordera (narra la terrible influencia del progreso en una humilde familia y
en su vaca), Boroña (cuenta los últimos momentos de un indiano a su llegada a su tierra), El dúo de la tos, Un viejo verde, etc.
Clarín capta perfectamente las diferentes formas de expresión de los personajes,
por medio de diálogos naturales, que reproducen la lengua coloquial e incluso emplea
dialectalismos. Además incluye técnicas renovadoras, tales como el monólogo interior
o el estilo indirecto libre, tanto en los cuentos como en las novelas.
● Vicente Blasco Ibáñez, que centra sus obras en el mundo valenciano. La
barraca, Arroz y tartana, son dos obras interesantes.
3.4. El teatro
Se intenta mostrar críticamente la sociedad contemporánea; para ello se trata
de que el escenario reproduzca el ambiente con fidelidad y de que los actores se
identifiquen con los personajes, como si el público no estuviera delante.
l Leopoldo Alas, Clarín. (Wikimedia Commons)
Además los escenarios han mejorado, aumentan los decorados; se introduce
mobiliario auténtico y lo actores se mueven y hablan con naturalidad.
Tendencias:
● La alta comedia: es expresión y espejo de la burguesía decimonónica, que iba al teatro a verse a sí misma.
Los temas serán contemporáneos. Los escritores más conocidos son: Manuel Tamayo y Baus (1829-1898) y
José de Echegaray (1832-1916).
● El drama social: el protagonista vive en un mundo proletario, Juan José, de Joaquín Dicenta (1836-1917).
● Benito Pérez Galdós escribió obras de teatro muy interesantes (El abuelo, Electra...), en las que también,
como en sus novelas, introduce aspectos críticos.
326
● El género chico: obras de carácter breve y popular, con música o sin ella, entre las que se encuentran el
sainete, la revista y la zarzuela. Son bien conocidas las obras de Serafín (1871-1938) y Joaquín (1873-1938)
Álvarez Quintero y las de ambiente madrileño, de Carlos Arniches (1866-1943).
Recuerda
ü
La narrativa realista en España. La novela
● Pedro Antonio de Alarcón
● Juan Valera, Pepita Jiménez.
● José María de Pereda, Peñas arriba, Sotileza.
● Benito Pérez Galdós
--
Primeras novelas: La fontana de oro, Doña Perfecta, Marianela, La familia de León Roch.
--
Novelas españolas contemporáneas: La desheredada, Miau,Tormento, La de Bringas, Fortunata y Jacinta.
--
Últimas novelas: Misericordia, Nazarín.
--
Episodios Nacionales.
● Emilia Pardo Bazán: Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza.
● Leopoldo Alas, Clarín:
--
Novelas largas: Su único hijo y La Regenta.
--
Novelas cortas Avecilla, Doña Berta , Pipá.
--
Cuentos: Adiós Cordera, Boroña, El dúo de la tos, Un viejo verde, etc.
● Vicente Blasco Ibáñez, La barraca, Arroz y tartana.
ü
Teatro realista. Tendencias: alta comedia, drama social, género chico.
Actividades
13. Lee el siguiente fragmento de La Regenta, de Leopoldo Alas, Clarín y responde las cuestiones.
Don Fermín contemplaba la ciudad. Era una presa que le disputaban, pero que acabaría de devorar él solo. ¡Qué! ¿También
aquel mezquino imperio habían de arrancarle? No, era suyo. Lo había ganado en buena lid. ¿Para qué eran necios? También al
Magistral se le subía la altura a la cabeza; también él veía a los vetustenses como escarabajos; sus viviendas viejas y negruzcas,
aplastadas, las creían los vanidosos ciudadanos palacios y eran madrigueras, cuevas, montones de tierra, labor de topo... ¿Qué
habían hecho los dueños de aquellos palacios viejos y arruinados de la Encimada que él tenía allí a sus pies? ¿Qué habían hecho?
Heredar. ¿Y él? ¿Qué había hecho él? Conquistar. Cuando era su ambición de joven la que chisporroteaba en su alma, don Fermín
encontraba estrecho el recinto de Vetusta; él que había predicado en Roma, que había olfateado y gustado el incienso de la
alabanza en muy altas regiones por breve tiempo, se creía postergado en la catedral vetustense. Pero otras veces, las más, era el
recuerdo de sus sueños de niño, precoz para ambicionar, el que le asaltaba, y entonces veía en aquella ciudad que se humillaba a
sus plantas en derredor el colmo de sus deseos más locos. Era una especie de placer material, pensaba De Pas, el que sentía
comparando sus ilusiones de la infancia con la realidad presente. Si de joven había soñado cosas mucho más altas, su dominio
presente parecía la tierra prometida a las cavilaciones de la niñez, llena de tardes solitarias y melancólicas en las praderas de los
puertos. El Magistral empezaba a despreciar un poco los años de su próxima juventud, le parecían a veces algo ridículos sus
ensueños y la conciencia no se complacía en repasar todos los actos de aquella época de pasiones reconcentradas, poco y mal
satisfechas. Prefería las más veces recrear el espíritu contemplando lo pasado en lo más remoto del recuerdo; su niñez le enternecía,
su juventud le disgustaba como el recuerdo de una mujer que fue muy querida, que nos hizo cometer mil locuras y que hoy nos
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
parece digna de olvido y desprecio. Aquello que él llamaba placer material y tenía mucho de pueril, era el consuelo de su alma
en los frecuentes decaimientos del ánimo.
Leopoldo Alas. La Regenta. Alianza Editorial.
a) Tipo de texto: modalidad discursiva y ámbito al que pertenece.
b) Resumen y temas principales.
c) Caracterización de don Fermín, el Magistral.
d) Narrador y espacio.
14. Lee los dos fragmentos de Tormento, de Benito Pérez Galdós e indica qué desea Rosalá, la de Bringas, y
qué técnica utiliza Galdós para mostrar esos sentimientos íntimos del personaje.
1
«Si yo tuviera poder para quitarle al primo diez años y ponérselos a mi niña... ¡qué boda, Santo Dios, qué boda y qué
partido! Ya lo arreglaría yo por encima de todo, y domaría al cafre, que, bajo su corteza, esconde el mejor corazón que hay en el
mundo. ¡Ay!, Isabelita, niña mía lo que te pierdes por no haber nacido antes... ¡Y tú tan inocente sobre esas salvajes rodillas sin
comprender tu desgracia!... ¡tan inocente sobre ese monte de oro, sin darte cuenta de lo que pierdes!... ¡Oh!, si hubieras nacido
a los nueve meses de haberme casado yo con Bringas, ya tendrías diez y seis años. ¡Pobre hija mía, ya es tarde! Cuando tú
seas casadera, el pobre Agustín estará hecho un arco... ¡Qué cosas hace Dios! Ay, Bringas, Bringas... ¡por qué no nació nuestra
hija en el Otoño del 51!... ¡Una renta de veinte, treinta mil duritos!... me mareo... lo bastante para ser una de las primeras casas
de Madrid... Y ahora, ¿a dónde irán a parar los dinerales de este pedazo de bárbaro?...».
2
«Si por disposición del Señor Omnipotente, Bringas llegase a faltar... y sólo de pensarlo me horripilo, porque es mi esposo
querido... pero supongamos que Dios quisiese llamar a sí a este ángel... Yo lo sentiría mucho; tendría una pena tan grande, tan
grande, que no hay palabras con que decirlo... Pero al año y medio o a los dos años, me casaría con este animal... Yo le desbastaría,
yo lo afinaría, y así mis hijos, los hijos de Bringas, tendrían una gran posición y creo, sí... lo digo con fe y sinceridad, creo que su
padre me bendeciría desde el Cielo».
Benito Pérez Galdós. Tormento.
3.5. La lírica
Hay dos tendencias fundamentales:
● Poesía realista antirretórica: usa un lenguaje prosaico que la acerca a la prosa. Su principal representante
es Ramón de Campoamor.
● Poesía intimista posromántica, representada por Gustavo Adolfo Bécquer y por Rosalía de Castro.
El movimiento romántico pronto se agota y se abre camino a un nuevo tipo de lírica subjetiva e intimista cuyo
origen se encuentra en poetas alemanes como Heine y sus lied, y franceses. Intentan un tipo de lírica sin
grandilocuencia, íntima y breve, que en España además, gracias al interés por las formas folklóricas, cuenta
con estrofas como romances, seguidillas, coplas populares, que se adecuan perfectamente a estos intentos
renovadores de concisión y ritmo.
● Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870).
Obras en verso: Rimas. Son 79 poemas breves, de
los que sólo se publicaron 15 en vida de Bécquer. Los
temas son fundamentalmente dos, el amor y la poesía,
como forma de expresión del sentimiento. Su lírica
es breve, sintética. Bécquer es, por un lado un poeta
328
Las Rimas se estructuran en cuatro grupos:
1. I a IX. Sus temas son la poesía y la creación poética.
2. XII a XXIX. El tema fundamental es el amor.
3. XXX a LI. Los temas esenciales son el desengaño y la
decepción.
4. LII a LXXVI: Se centran en la decepción, el pesimismo y la
muerte.
que utiliza temas del romanticismo y, por otro, es un preludio del
simbolismo por su hallazgo de un lenguaje poético, basado en
el empleo de palabras sugerentes. Utiliza métrica variada, estrofas
clásicas, pero lo más frecuente es la silva asonantada. Su lírica
está basada en el paralelismo, aunque también utiliza metáforas,
antítesis: se trata de una poesía elaborada y compleja.
Otras obras de Bécquer son Cartas literarias a una mujer,
reseña a La libertad, de Ferrán, e Introducción sinfónica al
libro de los gorriones. En ellas incluye comentarios sobre
su concepción poética y sus gustos literarios.
Obras en prosa: Leyendas y Narraciones, conjunto de relatos cortos de carácter fantástico
y ambientación romántica. En ellas el misterio suele ambientar las historias (El monte
de las ánimas, La corza blanca, Maese Pérez el organista, El rayo de luna, El miserere,
El beso...).
● Rosalía de Castro (1837-1885). Escribió tanto en gallego (Cantares gallegos, Follas
novas), como en castellano (En las orillas del Sar). Su lírica es intimista y, en ella, destacan
los temas que hacen referencia a Galicia, a la creación poética, al dolor y a la soledad
que conducen a la muerte. Introduce una visión pesimista de la vida. Respecto a la
forma, utiliza paralelismos, elementos de la literatura popular y símbolos que reflejan el
dolor.
l Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer. Valeriano
Domínguez Bécquer, Museo de Bellas Artes de
Sevilla. (Wikimedia Commons)
Actividades
15. Lee los siguientes textos de Gustavo Adolfo Bécquer y contesta a las cuestiones:
Texto 1
Rima XXI
¿Qué es poesía? , dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul;
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
Texto 2
Rima XI
-Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
-No es a ti: no.
-Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro,
¿A mí me llamas?
-No: no es a ti.
-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible;
no puedo amarte.
- ¡Oh, ven; ven tú!
Texto 3 . Reseña a La soledad de Ferrán
Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía hija de la meditación y del arte, que se engalana con todas las pompas de la
lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla a la imaginación, completa sus cuadros y la conduce a su antojo por
un sendero desconocido, seduciéndola con su armonía y su hermosura.
Hay otra natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra, y huye de
artificio, desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin
fondo de la fantasía.
Texto 4. Cartas literarias a una mujer. El Contemporáneo, 1861.
La poesía eres tú, te he dicho, porque la poesía es el sentimiento y el sentimiento es la mujer.
329
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EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD. LOS SIGLOS XVIII Y XIX
La poesía eres tú porque esa vaga aspiración a lo bello que la caracteriza y que es una facultad de la inteligencia en el hombre,
en ti pudiera decirse que es un instinto.
La poesía eres tú porque el sentimiento que en nosotros es un fenómeno accidental y pasa como una ráfaga de aire, se halla
tan íntimamente unido a tu organización especial, que constituye una parte de ti misma.
Texto 5. Rima I
Yo sé un himno gigante y extraño
Que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarle, y apenas ¡oh, hermosa!
si teniendo en mis manos las tuyas
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
a) Texto 1. ¿Qué es poesía, según Bécquer?
b) Texto 2. ¿Qué tipo de mujer elige el yo poético? ¿Qué relación tiene con la poesía?
c) Texto 3. Expón las características de la poesía que prefiere Bécquer.
d) Texto 4. La poesía se identifica con la mujer por medio del sentimiento. Explica el proceso.
e) Texto 5. ¿Cómo consigue Bécquer encerrar el espíritu de la poesía con palabras?
16. Lee el siguiente poema de En las orillas del Sar, de Rosalía de Castro. Indica su tema fundamental y la
visión del mundo que se desprende del poema.
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Hora tras hora, día tras día,
entre el cielo y la tierra que quedan
eternos vigías,
como torrente que se despeña
pasa la vida.
Devolvedle a la flor su perfume
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran
recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.
Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay! ¿en dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mía?
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Recuerda
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Lírica en la época del Realismo.
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Poesía realista antirretórica. Ramón de Campoamor.
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Poesía posromántica: caracterizada por la subjetividad y el intimismo. Se suaviza el efectismo romántico.
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Gustavo Adolfo Bécquer: creador de un lenguaje poético, por medio de la sugerencia.
– Rimas: colección de poemas, agrupados según sus temas (poesía, amor esperanzado, amor decepcionado, dolor y desengaño).
A partir de Bécquer cambia la concepción de la poesía.
– Leyendas y Narraciones: relatos cortos fantásticos, de ambientación romántica.
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Rosalía de Castro: Cantares gallegos, Follas novas, En las orillas del Sar.
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Temas: la soledad, el dolor, Galicia.
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Visión pesimista. Uso de paralelismos.
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