1 issn 0326 1263 poder judicial de la nación cámara nacional de

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ISSN 0326 1263
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN
CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO
PROSECRETARÍA GENERAL
BOLETÍN MENSUAL DE JURISPRUDENCIA Nº 352
ABRIL„2015
OFICINA DE JURISPRUDENCIA
Dr. Claudio Marcelo Riancho
Prosecretario General
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DERECHO DEL TRABAJO
D.T. 1 1 Accidentes del trabajo. Accidente in itinere. Muerte del trabajador al detenerse en un
kiosco cuando iba rumbo a su domicilio.
El hecho de que el trabajador, quien resultara muerto en medio de una balacera, se haya detenido
por un momento en un kiosco rumbo a su domicilio, no constituye una alteración de su recorrido
habitual. Antes bien, pudo tratarse de un cambio de monedas a los fines de poder viajar al día
siguiente para dirigirse a su trabajo, por lo que en dicho marco, no se dio una interrupción del
trayecto para realizar otra actividad.
Sala IX, Expte. Nº 38.037/2010/CA1 Sent. Def. Nº 19945 del 14/04/2015 “Juarez Alicia Natalia
Paola y otros c/Consolidar Aseguradora de Riesgos del Trabajo SA y otro s/accidente-ley especial”.
(Pompa-Balestrini).
D.T. 1.19 2) y 4 ) 13) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Art. 1113. Causalidad
y concausalidad. Dueño o guardián. Responsabilidad concurrente. Responsabilidad
concurrente de la demandada y de la A.R.T. en los términos del art. 1074 Cod.Civil. por
omisión del cumplimiento de una obligación legal.
En la medida en que el accidente padecido por el trabajador fue consecuencia directa del obrar
negligente de la empleadora, traducida no solo en la falta de adopción de medidas de seguridad
necesarias para evitarlo, a cuyo cumplimiento estaba obligada en su condición de dueña o
guardiana de la cosa, sino también en el incumplimiento de las obligaciones a su cargo
expresamente previstas en las leyes 19587 y 24557 art. 4 ap. 1., corresponde atribuirle
responsabilidad con sustento en lo normado en los arts. 1109 y 1074 Cod.Civil. Asimismo, en tanto
la A.R.T. demandada tampoco demostró haber dado cumplimiento con las obligaciones de
prevención, control y fiscalización a su cargo, cabe concluir que nos encontramos frente a un ilícito
por omisión de cumplimiento de una obligación legal que causó un perjuicio al trabajador (art. 1074
citado). En consecuencia, al tratarse del olvido de obligaciones legales y dado que, existió
suficiente y eficiente relación de causalidad entre las omisiones de la A.R.T. y el suceso dañoso,
corresponde atribuir responsabilidad, concurrente con la del causador directo del daño, en los
términos del art. 1074 Cod.Civil.
Sala II Expte Nº 25514/2013 Sent. def. Nº 104299 del 24/04/2015 “Villalba Riquelme, Enrique c/
Reciclean S.A y otro s/ accidente – acción civil” (Maza - Pirolo)
D.T. 1.19.11 Accidentes del trabajo. Acción de derecho común – Art. 1113 Cod.Civil. Valor de
la vida humana. Reparación material del daño que generó el fallecimiento del trabajador en
las personas de su concubina e hijos. Daño al proyecto de vida. El “daño al proyecto de
vida” debe incluirse en la indemnización.
La “teoría del daño al proyecto de vida” - rescatada por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos al expedirse en el caso “Loayza Tamayo” (27/11/98)- , que es aquella que, distinto del
“daño emergente” y “lucro cesante”, no corresponde a la afectación patrimonial derivada inmediata
y directamente de los hechos ni la pérdida de ingresos económicos futuros, sino que atiende a la
realización integral de la persona afectada, considerando su vocación, aptitudes, circunstancias,
potencialidades y aspiraciones, que le permiten fijarse razonablemente determinadas expectativas
y acceder a ellas, se asocia al concepto de realización personal, que a su vez se sustenta en las
opciones que el sujeto puede tener para conducir su vida y alcanzar el destino que se propone. Por
ende, el daño al proyecto de vida entendido como una expectativa razonable y accesible, en el
caso concreto, implica la pérdida o el grave menoscabo de oportunidades de desarrollo personal
en forma irreparable o muy difícilmente reparable. Por todo ello, corresponde una reparación
material a favor de la mujer del trabajador fallecido, quien se encontraba dedicada exclusivamente
a su hogar, no teniendo posibilidades de trabajar debido a la dedicación exclusiva – como único
vínculo paterno sobreviviente – que debía brindarle a sus pequeños hijos.
Sala II Expte Nº 11699/2010 Sent. def. Nº 104150 del 3/03/2015 “Giménez, Marco Evangelista y
otros c/ ENFRA S.A y otros s/ accidente – acción civil” (González - Maza)
D.T. 1 1 19 4) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Cosa. Telemarketer que
padece disfonía persistente. Garganta asimilable a cosa de la que el empleador como
guardián se sirve. Obligación de indemnizar. Art. 1113 Cod.Civil.
El cuerpo humano entra en el concepto de cosa pues, como tal, es susceptible de apreciación
pecuniaria. En el caso del telemarketer la garganta, objeto material instrumentado como medio
para el logro de los fines de la empresa, debe considerarse como una cosa de la que el empleador
como guardián se sirve. El daño que la garganta se provoca a sí misma es un daño que quien la
usa –es decir, el empleador- debe abonar a su dueño. De allí que exista la obligación civil de
reparar en los términos del art. 1113 del Código Civil respecto a quien ha usado en situación de
riesgo el cuerpo de otro y que, como objeto material susceptible de valoración (tan es así que se
requiere su indemnización por su pérdida funcional), es la cosa que guarda el empleador durante el
ejercicio de la relación de trabajo. (En el caso, la trabajadora padece disfonía persistente que se
acompaña de edema de cuerdas vocales y nódulos). (Del voto del Dr. Arias Gibert).
Sala V, Expte. Nº 35311/2010/CA1 Sent. Def. Nº 77062 del 23/04/2015 “Cei Florencia Paola
c/Telecom Argentina SA y otro s/accidente-ley especial”. (Arias Gibert-Zas-Raffaghelli).
D.T. 1 1 19 4) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Cosa. Telemarketer que
padece disfonía persistente. Responsabilidad del empleador por el riesgo de la actividad.
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La esencia de la responsabilidad civil que consagra el art. 1113, párr. 2º, ap. 2º, Cod.Civil está en
el riesgo creado más que en el hecho de provenir éste de una cosa. El carácter riesgoso de la
actividad deviene de actividades extrínsecas, de persona, tiempo y lugar, que la tornan peligrosa
para terceros. La ponderación de esas circunstancias y su incidencia en la riesgosidad de la
actividad, debe realizarse en abstracto, con total prescindencia del juicio de reprochabilidad que
podría merecer la conducta del sindicado como responsable en concreto. La cuestión pasa por el
grado de previsibilidad de la producción del daño, a partir de la consideración de la naturaleza o
circunstancias de la actividad. Si sobre la base de tales aspectos concurriera una clara probabilidad
(aunque abstracta o genérica) de eventuales perjuicios, funcionaría el factor objetivo de atribución
si es que ocurre el daño. De allí que en el caso de la telemarketer que acciona contra su
empleadora (Telecom de Argentina S.A.) como consecuencia de padecer disfonía persistente,
acompañada de edema de cuerdas vocales y nódulos, la responsabilidad de la empleadora cabe
ser imputada al riesgo de la actividad en el marco del art. 1113, párr. 2º, ap. 2º, Cod.Civil. (Del voto
del Dr. Zas).
Sala V, Expte. Nº 35311/2010/CA1 Sent. Def. Nº 77062 del 23/04/2015 “Cei Florencia Paola
c/Telecom Argentina SA y otro s/accidente-ley especial”. (Arias Gibert-Zas-Raffaghelli).
D.T. 1 1 19 4) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Cosa riesgosa o viciosa.
Prueba.
En las acciones fundadas en el art. 1113 del Cod.Civil, no corresponde poner en cabeza del
trabajador la prueba relativa al “riesgo” o “vicio” de “la cosa”, pues basta con que el afectado
demuestre el daño causado y el contacto con aquélla, quedando a cargo de la demandada, como
dueña o guardiana, acreditar la culpa de la víctima o de un tercero ajeno. Para liberar de
responsabilidad al dueño o guardián no basta la mera invocación de culpabilidad de la víctima o de
un tercero; la presunción de culpa del art. 1113 del Cod.Civil no cae ante cualquier indicio o
inducción no muy claro ni preciso, sólo se levanta con pruebas incuestionables y convincentes.
Sala IV, Expte. Nº 31.661/2012 Sent. Def. Nº 98861 del 21/04/2015 “Mirigliano, Karina Noemi
c/Swiss Medical ART SA y otro s/accidente-acción civil”. (Guisado-Marino).
D.T. 1 1 19 11) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Indemnización. Fórmula
indemnizatoria del fallo “Méndez c/Mylba S.A.”.
El objetivo de la fórmula desarrollada en la causa “Méndez Alejandro Daniel c/Mylba SA y otro
s/accidente”(voto del Dr. Guibourg que responde adecuadamente a las directivas fijadas por la
C.S.J.N. en la causa “Aróstegui, Pablo Martín c/Omega Aseguradora de Riesgos del Trabajo SA y
Pametal Plus y Compañía SRL”), es la reparación del daño material (lucro cesante) que ha sufrido
un trabajador como consecuencia de la disminución de su capacidad laboral originada a raíz de
una enfermedad y/o accidente ocurrido en ocasión del trabajo. El fallo recaído en la causa
“Aróstegui” mejora el resultado del monto indemnizatorio porque comprende más adecuadamente
el concepto LUCRO CESANTE, al evaluar las pérdidas de chance o de aumentos de la
remuneración del trabajador, como así la disminución del haber previsional, al verse privada la
víctima de percibir un mejor salario. (Del voto del Dr. Guisado).
Sala IV, Expte. Nº 31.661/2012 Sent. Def. Nº 98861 del 21/04/2015 “Mirigliano, Karina Noemí
c/Swiss Medical ART SA y otro s/accidente-acción civil”. (Guisado-Marino).
D.T. 1 1 19 11) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Indemnización. Criterios
para la reparación.
En el ámbito de la acción resarcitoria civil no deben contemplarse exclusivamente los daños
laborales, sino también los otros efectos del perjuicio que se proyectan en la vida de relación. En
este sentido, para fijar el monto de la reparación integral consagrada en el derecho común, se
deben considerar distintos factores, como ser la edad de la víctima, su vida útil, su capacitación
laboral, el ingreso salarial obtenido, la existencia de cargas de familia, el nivel de vida y la
condición social. (Del voto de la Dra. Marino).
Sala IV, Expte. Nº 31.661/2012 Sent. Def. Nº 98861 del 21/04/2015 “Marigliano, Karina Noemi
c/Swiss Medical ART SA y otro s/accidente-acción civil”. (Guisado-Marino).
D.T. 1 1 19 8) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Derechohabientes.
Exclusión del lucro cesante.
Los derechohabientes (en el caso, la viuda e hijos) no se encuentran legitimados a reclamar el
denominado lucro cesante ya que la fórmula modificada que resultara del caso “Méndez”, intenta
calcular la pérdida de la capacidad de ganancia del trabajador (y no la de los derechohabientes)
ocasionada por la minusvalía física. La viuda y los hijos, se encuentran legitimados a reclamar “…lo
necesario para la subsistencia…” (arts. 1084 y 1085 Cod.Civil), que consiste en la pérdida derivada
de la persona que fue esposo y padre de familia, en cuanto importa para sus causahabientes la
frustración de una legítima esperanza de ser sostenidos económicamente por el causante, vale
decir, una pérdida de chance cierta de ser asistidos materialmente en el futuro.
Sala IV, Expte. Nº 31.661/2012 Sent. Def. Nº 98861 del 21/04/2015 “Mirigliano, Karina Noemí
c/Swiss Medical ART SA y otro s/accidente-acción civil”. (Guisado-Marino).
D.T. 1 1 19 8) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Derechohabientes. Derecho
de la concubina al cobro de la reparación por daño moral.
Resulta inconstitucional el art. 1078 del Código Civil en cuanto excluye a la concubina del derecho
al cobro de la reparación por daño moral. Dicha exclusión, en caso de muerte de su compañero, es
discriminatoria, pues la diferencia de trato respecto de la cónyuge supérstite no está justificada con
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criterios razonables y objetivos, delineados a la luz de una interpretación dinámica y evolutiva. Ello
se ajusta al postulado del derecho de daños que propugna como principio general la reparación de
todo daño, por considerarlo intrínsecamente injusto, máxime cuando la lesión a los intereses
espirituales del sobreviviente resulta indudable, como en el caso de la concubina. En caso de no
admitirse, la ley no protegería de igual manera –en el derecho de daños- a la familia
extramatrimonial que a la matrimonial, cuando el daño causado es igual y las normas de jerarquía
constitucional y supralegal que otorgan protección a la vida familiar no efectúan distingos.
Sala IV, Expte. Nº 31.661/2012 Sent. Def. Nº 98861 del 21/04/2015 “Mirigliano, Karina Noemí
c/Swiss Madical ART SA y otro s/accidente-acción civil”. (Guisado-Marino).
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Deber de seguridad y prevención de
siniestros a cargo de las A.R.T.. Accidente de trabajo sufrido por un camarógrafo. Deber de
la aseguradora de ofrecer cursos de capacitación al actor tendientes a evitar accidentes y
enfermedades laborales.
El deber de seguridad proporcionado por la aseguradora es de cumplimiento ineludible, y de
carácter in vigilando (art. 386 del C.P.C.C.N.). Las A.R.T. deben asumir que su actuación es mucho
más compleja que la de una compañía de seguros que repara un daño. Son agentes creados para
asesorar técnicamente a los empleadores en materia de seguridad e higiene, y para proveer
seguridad a los trabajadores, lo que va de la mano con el control, aunque sean renuentes a esta
obligación. Esto es así, puesto que están obligadas a denunciar a la Superintendencia de Riesgos
del Trabajo todo incumplimiento reiterado. Esta denuncia que la aseguradora debe realizar en caso
de incumplimiento, es una sanción de la que dispone la A.R.T. para orientar la conducta de los
empleadores hacia el logro de una eficaz prevención en materia de salud. De lo contrario, cabría
preguntarse de qué otra manera sus afiliados cumplirían con los planes de mejoramiento, o
tendrían en cuenta las observaciones que la misma les realiza en ocasión de las visitas periódicas.
(El actor sufrió un accidente realizando su tarea de camarógrafo, tras una jornada laboral de casi
72 horas consecutivas cubriendo el Censo Nacional y la muerte de Néstor Kirchner).
Sala III, Expte. Nº 63.591/2012/CA1 Sent. Def. del 22/04/2015 “Parente Fabio Martín c/Galeno
ART SA s/accidente-acción civil”. (Cañal-Pesino-Rodríguez Brunengo).
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Inembargabilidad de la indemnización
fijada en base a la ley 24.557.
La indemnización fijada en base a la ley 24.557 resulta inembargable pues es un crédito que hace
a la integridad psicofísica del dependiente y conforme con lo establecido en el art. 11.1 de la ley
24.557.
Sala X, Expte. Nº 4.823/2008/CA1 Sent. Int. del 27/03/2015 “Fernández Juan Carlos c/Transportes
Gargano SA y otro s/accidente-acción civil”.
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Ley 26.773. Incompetencia de la
Justicia Nacional en lo Civil para entender en las causas por accidentes del trabajo
fundados en la ley civil.
No comparto lo resuelto por la CSJN en la causa “Urquiza Juan Carlos c/Provincia ART SA
s/accidente-acción civil”, en razón de que en el acápite 2, segundo párrafo del dictamen, queda
claro que se hace un uso indebido del derecho adjetivo, bajo la lógica de su aplicación inmediata.
Como bien reza el art. 28 de la C.N., las reglamentaciones deben quedar al servicio del derecho
que articulan. En consecuencia, seguir la reforma de la ley 26.773, implica negar el derecho al Juez
Natural (art. 18 C.N.), y el derecho a trabajar en condiciones dignas y equitativas de labor,
asegurando la protección de la ley (art. 14 bis C.N.). Resulta evidente que el art. 4 de la referida
ley, al desplazar la competencia sin justificativo alguno, termina por alejar al trabajador del juez
natural, e inhibiendo al juez civil de aplicar los principios propios de la disciplina, y colocarlo en la
posición de “par” con su empleador cuando el principio de la realidad evidencia que no lo es. De tal
suerte, se viola el principio pro homine y resulta regresivo, dificultando el acceso a la justicia. (Del
voto de la Dra. Cañal, en mayoría).
Sala III, Expte. Nº 28.710/2014/CA1 Sent. Int. del 30/04/2015 “Delgadillo Prusiono Ángel c/MAPRE
Argentina ART SA s/accidente-ley especial”. (Cañal-Pesino-Rodríguez Brunengo). (El Dr. Pesino,
adhiriendo al dictamen Fiscal que remite a “Virgili”, y teniendo en cuenta que no se ha planteado en
el caso la inconstitucionalidad del art. 17 ap. 2 de la ley 26.773, considera incompetente a la
Justicia Nacional del Trabajo para entender en el accidente del caso).
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Ley 26.773. Solamente las
compensaciones de pago único incorporadas al art. 11 de la ley 24.557 y sus modificatorias,
y los pisos mínimos establecidos en el decreto 1.694/09, se deben incrementar según el
RIPTE.
No resulta aplicable el RIPTE sobre el monto total de la indemnización, porque más allá de la duda
interpretativa que podía presentar el art. 8 de la ley 26.773, la misma norma, en su art. 17, ap. 6
estableció que el ajuste o actualización semestral lo era sobre los valores del dec. 1694/09, y
posteriormente, el dec. 472/2014, reglamentario de la ley 26773, expresamente determinó que sólo
las compensaciones adicionales de pago único, incorporadas al art. 11 de la ley 24.557 y sus
modificatorias, y los pisos mínimos establecidos en el dec. 1694/09, se deben incrementar
conforme la variación del índice RIPTE.
Sala X, Expte. Nº 43.007/2013 Sent. Def. del “Prado, Claudio Marcelo c/Asociart SA Aseguradora
de Riesgos del Trabajo s/accidente-ley especial”. (Brandolino-Stortini).
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D.T. 1. 3. 10. bis Accidentes del trabajo. Ley de riesgos. Ley 24557. Aparatos de prótesis y
ortopedia. Ley 26773. Prestaciones en especie. Prestación complementaria. Prótesis. Art. 20
L.R.T. y Art. 2 Ley 26773.
Conforme el art. 20 inc. b) L.R.T., las empleadoras deben otorgar a los trabajadores que sufran
alguna de las contingencias previstas en la ley, prótesis y ortopedia, en tanto las aseguradoras
tienen el deber de otorgar las debidas prestaciones médicas en especie hasta su curación
completa o mientras subsistan los síntomas incapacitantes. En el caso, dada las características del
accidente y las secuelas constatadas, cuya gravedad e irreversibilidad resultan incuestionables,
corresponde condenar conjunta y solidariamente a las demandadas en los términos de los arts.
1083 Cod.Civil, 20 de L.R.T. y 2 de la ley 26773 a la provisión de la prótesis adecuada para el actor
(prótesis mioeléctrica), que no solo cumpla un fin estético, sino que resulte funcional a su
incapacidad (art. 1083 Cod.Civil), según los mejores productos disponibles conforme a la ciencia y
la técnica.
Sala II Expte Nº 25514/2013 Sent. def. Nº 104299 del 24/04/2015 “Villalba Riquelme, Enrique c/
Reciclean S.A y otro s/ accidente – acción civil” (Maza - Pirolo)
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos del Trabajo. Ley 26.773. Ámbito
temporal de aplicación. Aplicación del RIPTE.
En cuanto a la delimitación del ámbito temporal de aplicación de la ley 26.773, dispone su
obligatoriedad no sólo a partir de su publicación en el Boletín Oficial, sino también a las
prestaciones dinerarias por incapacidad permanente sucedidas durante la vigencia de la ley
24.557, el Decreto 1278/00 y Decreto 1694/09 sin sujeción a plazo alguno. Y en el caso, podría
inferirse la imposibilidad de aplicar la ley 26.773, atento que el accidente acaeció con anterioridad a
septiembre de 2012. Sin embargo, la voluntad del legislador, plasmada en el art. 17 inc. 6, fue
otorgar una suerte de actualización a las prestaciones dinerarias debidas que, a la fecha del
dictado de la ley, aún no habían sido satisfechas, con el fin de desalentar la iniciación de acciones
por la vía civil, las cuales, a partir de la vigencia de la norma, deberían tramitar ante ese fuero.
Debe entenderse que aun cuando el accidente ocurriera con anterioridad a la vigencia de la ley
26.773, toda vez que las normas aplicables se encuentran incluidas en el denominado “régimen de
reparación” y que las indemnizaciones de dicho régimen deben ajustarse por aplicación del índice
de RIPTE, en tanto fuesen debidas y no satisfechas al momento del dictado de la norma, no puede
calcularse la indemnización sino de la manera propuesta.
Sala VIII, Expte. Nº 12.199/2012/CA1 Sent. Def. del 17/04/2015 “Fernández, Alcides René
c/Mapfre ART SA s/accidente-ley especial”. (Catardo-Pesino).
D.T. 1 Accidentes del trabajo. Rechazo in limine de la acción por falta de alta médica.
Necesidad de asegurar el acceso a la justicia por parte de los jueces.
El accionante se agravia de la sentencia recaída en la causa que resolvió rechazar in limine la
acción deducida en los términos del art. 377 C.P.C.C.N.. Alega que el juez de primera instancia
que resolvió así por entender que ante la falta del alta médica, el actor no se encuentra habilitado
para reclamar judicialmente la indemnización por el daño sufrido. El acceso a la justicia, en el
marco actual de los Derechos Humanos fundamentales (art. 75 inc. 22 C.N.), es considerado como
un derecho prioritario pues es el que asegura el ejercicio eficaz del resto de las prerrogativas. El
Estado debe asegurar su plena efectividad (de conformidad con los arts. 16, 14 bis, 75 inc. 22,
C.N.; arts. 5 y 26 de la Convención Americana de Derechos Humanos; art. 12 del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Observaciones del Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales 13, 15 y 20). Por ello, el rigorismo formal que
impediría al actor dar curso a la presente acción, y probar eventualmente, su derecho al cobro de
una indemnización, derivada para peor de un pretendido daño en la salud, debe ceder en una
interpretación más beneficiosa para este sujeto de preferente tutela. El juez, como director del
proceso, es el encargado de resolver tensiones que se presenten entre el fondo y la forma,
procurando que ésta última, no desvirtúe al primero. La solución, habremos de encontrarla en el
juego entablado entre tres principios centrales del paradigma vigente: 1) el debido proceso, 2) el
pro homine, 3) el principio de progresividad.
Sala III, Expte. Nº 62.580/2014/CA1 Sent. Def. del 30/04/2015 “Guerreros Carlos Alberto
c/Prevención Aseguradora de Riesgos del Trabajo SA s/accidente-ley especial”. (Cañal-Rodríguez
Brunego).
D.T. 13 5 B) Asociaciones profesionales de trabajadores. Ley 23.551. Exclusión de tutela.
Acreditada la vigencia del mandato gremial, rige lo dispuesto en el art. 52 de la ley 23.551, que
prevé una forma especial de protección a la estabilidad en sentido amplio que conlleva la
imposibilidad de afectar los contratos de trabajo de los representantes sindicales si no media
“resolución judicial que los excluya”. Lo expuesto no implica privar a la empleadora de sus
facultades sino sostener que éstas deben ser sometidas a la consideración del órgano
jurisdiccional en el proceso de exclusión de tutela. Y en el caso la controversia versa sobre un
apercibimiento aplicado y descuentos salariales efectuados en una vinculación que concierne a un
representante sindical. La antijuridicidad de la actitud asumida por el empleador, sin iniciar
previamente –al apercibimiento y deducción de salarios-, la acción de exclusión de tutela sindical,
encuadra en la situación prevista en el art. 53 inc. i) de la ley de Asociaciones Sindicales y toda vez
que el actor gozaba de tutela gremial, sólo puede concluirse en el sentido que se encuentra
acreditada la existencia de práctica desleal. En consecuencia corresponde sancionar al empleador
y establecer una multa a favor del trabajador que deberá abonarse en igual plazo que el capital de
condena establecido en primera instancia.
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Sala I, Expte. Nº 30.850/2009 Sent. Def. Nº 90611 del 29/04/2015 “Dure Rolón Carlos Javier
c/Instituto Obra Social del Ejército (IOSE) s/juicio sumarísimo”. (Pasten-Maza).
D.T. 13 5 A) Asociaciones profesionales de trabajadores. Ley 23.551. Tutela de candidatos.
Activista gremial que trabajaba en el Aeropuerto de Ezeiza y a quien se le modifica el lugar y
el horario de trabajo. Procedencia de la reinstalación.
Por haber constituido una conducta tendiente a impedir u obstaculizar actos del ejercicio de la
libertad sindical (art. 47 ley 23551), corresponde reinstalar al actor en su puesto, de acuerdo a las
condiciones que gozaba con anterioridad a la modificación instrumentada por la patronal en
relación con su horario y lugar de trabajo. El cambio decidido por la accionada impide, o, al menos
dificulta en sumo grado el ejercicio, por parte del actor, de su actividad gremial habitual, lo cual
resulta evidente si se considera que pasaría a desempeñarse en otro lugar y en otro horario de
trabajo. Tal modificación, no sólo lo perjudicaría a él, sino a todos sus compañeros, quienes
perderían un referente gremial o una suerte de delegado “de hecho”, calificación que cabe
asignarle al actor. La plena vigencia del principio de libertad sindical requiere de garantías que
aseguren su exigibilidad.
Sala IX, Expte. Nº 26.349/2013/CA1 Sent. Def. Nº 19960 del 14/04/2015 “Castillo, Marcelo Alberto
c/Rex Argentina SA s/juicio sumarísimo”. (Balestrini-Pompa).
D.T. 28 18 b) Contrato de trabajo. Contratación y subcontratación. Solidaridad. Casos
particulares. Responsabilidad solidaria del consorcio de propietarios frente al trabajador
empleado de una empresa de limpieza contratada por el consorcio.
Aun cuando no se trate de lo que comúnmente se denomina un establecimiento empresario, el
consorcio demandado constituye una organización instrumental de medios personales ordenados
bajo una dirección para el logro de un fin (conf. art. 6 L.C.T.) que –como es de público y notorio
conocimiento- consiste en la administración y conservación de las partes comunes o propiedad
común del consorcio. En tal contexto, es evidente que las tareas de limpieza de esas partes
comunes (hall, palieres, vidrios, etc.) del edificio están encaminadas a posibilitar el normal
desenvolvimiento de la actividad del “establecimiento” y resultan integrativas de los fines del
consorcio. En tales condiciones, en el caso, y de acuerdo con la directiva que emana del art. 30
L.C.T., el consorcio demandado resulta solidariamente responsable por el cumplimiento de las
obligaciones emergentes del contrato de trabajo que uniera al actor con la empresa de limpieza
codemandada.
Sala I, Expte. Nº 9.334/2010 Sent. Def. Nº 90547 del 25/03/2015 “Lizardo Gabriel Alejandro
c/Sunbrill SRL y otro s/despido”. (Maza-Pasten).
D.T. 27 18 g) Contrato de trabajo. Contratación y subcontratación. Solidaridad.
Telecomunicaciones. Venta de productos y servicios telefónicos Nextel.
Las tareas que realizaba el actor en la sección de promoción y venta de productos y servicios
Nextel, ofreciendo y asesorando a los clientes para lograr su venta, a través de un agente no
exclusivo (una S.R.L.), en definitiva, beneficiaba a Nextel Communications Argentina S.R.L.. De
modo que dicho servicio resulta inescindible para cumplir con el objeto social de Nextel. La
actividad de ésta no puede concebirse separada de la actividad genérica normal y habitual de la
S.R.L. para la que trabajaba el actor, en tanto sin clientes y sin la canalización oportuna, eficaz y
gentil para ofrecer los productos y servicios, se torna ilusorio el lucro perseguido por Nextel. Desde
esta perspectiva, los servicios prestados a dicha codemandada, aunque mas no sea por intermedio
de un agente no exclusivo, encuadran en su actividad “normal y específica”, determinada según el
criterio de unidad técnica o de ejecución –art. 6 L.C.T.-. Por ello debe prosperar la condena
solidaria impuesta a Nextel en primera instancia con fundamento en el art. 30 L.C.T..
Sala I, Expte. Nº 25012/2012 Sent. Def. Nº 90549 del 25/0372015 “Da Silva Alberto Daniel
c/Mistucal SRL y otro s/despido”. (Pasten-González).
D.T. 27 i) Contrato de trabajo. Casos particulares. Cuidado de enfermos. Ausencia de
relación de dependencia. Existencia de locación de servicios.
El cuidado de enfermos constituye una actividad especial que desplaza la aplicación del estatuto
del empleado doméstico y que tampoco puede encuadrarse en la esfera de la L.C.T., toda vez que
el enfermo no puede ser calificado como empresario en los términos de los artículos 5 y 26 L.C.T..
Ratifica la solución expuesta las innovaciones introducidas por la ley 26.844, pues dispone
precisamente la exclusión del estatuto de aquellas personas “que realicen tareas de cuidado y
asistencia de personas enfermas o con discapacidad, cuando se trate de una prestación con
carácter exclusivamente terapéutico o para la cual se exija contar con habilitaciones profesionales
específicas”. (Del voto del Dr. Fernández Madrid, en mayoría).
Sala VI, Expte. Nº 13.251/2011/CA1 Sent. Def. Nº 67447 del 16/04/2015 “Ossipoff Lucía Adela
c/García Weeckesser Mabel Hilda s/despido”. (Fernández Madrid-Raffaghelli-Craig).
D.T. 27 i) Contrato de trabajo. Casos particulares. Cuidado de enfermos. Existencia de
relación de dependencia.
Del juego armónico de los arts. 4, 5, 21, 23, 25, 26 y concordantes de la L.C.T. no surge que sólo
un empresario pueda ser considerado empleador, ni tampoco es necesario que haya un fin
lucrativo para la configuración de un contrato de trabajo regulado por el régimen laboral común.
Desde esta perspectiva, no corresponde la idea apriorística de que la prestación de servicios de
una persona dedicada a la asistencia y cuidado de otra, descarta la configuración de un contrato de
trabajo por la circunstancia de que quien requiere los servicios de aquélla no es empresaria ni
persiga fines de lucro. En el caso, cobra operatividad la presunción contenida en el art. 23 L.C.T.
en especial teniendo en cuenta el carácter personal de los servicios, así como la extensión y
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periodicidad, propios de un contrato de trabajo. Para que no resultara operativa la presunción
aludida, la demandada debió haber acreditado que la actora se desempeñó como una trabajadora
autónoma o que ha actuado sin subordinación de su parte. (Del voto del Dr. Raffaghelli, en
minoría).
Sala VI, Expte. Nº 13.251/2011/CA1 Sent. Def. Nº 67447 del 16/04/2015 “Ossipoff Lucía Adela
c/García Weecksser Mabel Hilda s/despido”. (Fernández Madrid-Raffaghelli-Craig).
D.T. 27.18 a) d) Contrato de trabajo. Generalidades. Art. 30 y 31 L.C.T.. Empresas de
limpieza. Ausencia de responsabilidad solidaria de Hoyts General Cinema en los términos
del art. 30 L.C.T..
No existe correspondencia entre la actividad desplegada por los cines y la actividad concreta
desplegada por la empleadora del actor –Belclean Servicios Especiales S.A.- que, en los términos
del art. 30 L.C.T. autorice a establecer la responsabilidad solidaria de la primera. En tanto la
actividad llevada a cabo por la demandada era la de limpieza, donde el actor había sido contratado
para prestar esos servicios en un sector del establecimiento de la codemandada -Hoyts Cinema-,
resulta evidente que la actividad desplegada por la accionada en el ámbito de los cines no
coincidía con la normal y especifica propia de Hoyts Cinema y era escindible de su especificidad
que, como es de público y notorio conocimiento y como surge de la causa, tiene como actividad
principal “las exhibiciones cinematográficas que realiza en varios complejos, cada uno de los
cuales cuenta con varias salas… también comercializa accesoriamente gaseosas y golosinas para
su consumo antes, durante o después de las funciones…”.
Sala II Expte Nº 11835/2012 Sent. def. Nº 104270 del 10/04/2015 “Melgar, Maximiliano Juan c/
Belclean Servicios Especiales S.A y otro s/despido” (Pirolo -González)
D.T. 1 16 Daño moral. Diferencia con el daño psicológico. Criterio indemnizatorio.
El daño moral no debe confundirse necesariamente con el psicológico, por entender que no son
una y la misma cosa, el daño psicológico no debe confundirse con el daño físico. Si bien es cierto
que un daño material, en la mayoría de los casos, puede provocar un daño psíquico, ello no
significa que deban guardar proporcionalidad el uno con el otro. Es más, puede darse uno en
ausencia del otro, al igual que el moral. La psiquis de un sujeto, como bien tutelable, merece un
resarcimiento individual y propio, y en su mérito debe ser indemnizado en forma autónoma, atento
la distinta naturaleza del bien tutelado. Debe ser resarcido como bien propio del ser humano,
distinto al sentimiento comprendido en el agravio moral y a la integridad física del individuo.
Analógicamente, si se puede tener daño moral sin daño material, con mayor razón, se puede tener
daño psicológico sin daño material. En primer lugar, porque es de orden físico, con lo cual se
conecta con lo material, y en segundo lugar, porque también es de orden espiritual, vinculándose
así con lo moral.
Sala III, Expte. Nº 34.881/2012/CA1 Sent. Def. del 30/04/2015 “Gómez Julio Ernesto c/QBE
Argentina ART SA s/accidente-ley especial”. (Cañal-Rodríguez Brunengo-Pesino).
D.T. 33 1 Despido. Abandono de trabajo. Art. 244 L.C.T.. Supuesto en que las ausencias de
la trabajadora no constituyen abandono de trabajo.
Aun cuando las ausencias del trabajador –de haber existido- no hubiesen estado justificadas, dicha
circunstancia no permite tipificar una situación de abandono de trabajo ya que, para tal hipótesis, el
sistema legal argentino le otorga al empleador el gran poder de decidir en primera instancia si
justifica o no las inasistencias y, como corolario de ello, si abona los días en cuestión o no. Por eso
el mero hecho de que un dependiente falte algunas jornadas injustificadamente, y en la medida que
no queden dudas de que se trataba de una situación discutible pero sin una abdicación del empleo,
no permite ver tipificada la causal específica del art. 244 L.C.T., sin perjuicio del derecho del
principal a no abonar tales jornadas y de aplicar las sanciones proporcionales a tales ausencias
que estime oportunas. En el caso, durante los días de ausencia de la actora, no sólo fue la
demandada quien remitió cartas documento –solicitando la concurrencia- sino que también la
actora lo hizo intimando a su empleadora por el cumplimiento de diversas obligaciones –cambio de
lugar de trabajo, horas extra y correcta registración del vínculo-, intercambio que obsta a ver
configurado un abandono del contrato por parte de la trabajadora.
Sala I, Expte. Nº 20.636/2012 Sent. Def. Nº 90545 del 20/03/2015 “Gilabert Mariela c/Banco Macro
SA s/despido”. (Maza-Pasten).
D.T. 33 17 Despido. Acto discriminatorio. Superior jerárquico que profería gritos, insultos y
comentarios despectivos relacionados con el culto del trabajador.
En el caso, el trabajador se da por despedido como consecuencia de las irregularidades registrales
relativas a la fecha de ingreso posdatada y el pago extracontable de una porción de sus
remuneraciones, por la deuda salarial acumulada de salarios devengados en el tiempo
extraordinario y por el trato discriminatorio proferido por un superior jerárquico consistente en
gritos, insultos y comentarios despectivos relacionados con su culto religioso. Estos malos tratos
habilitan la procedencia de la reparación extra tarifada reclamada en el inicio. El accionar
reprobable exige una reparación que no puede considerarse alcanzada por la indemnización del
art. 245 L.C.T., atento al menoscabo inferido y la desconsideración hacia la persona observados.
Sala IX, Expte. Nº 56983/2011/CA1 Sent. Def. Nº 19948 del 14/04/2015 “Waisgold, Alejandro
Sebastián c/Cargill SACI s/despido”. (Balestrini-Pompa).
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D.T. 33 Despido. Despido directo de la trabajadora tras la firma de un convenio donde se
expresaba que nada más tenía que reclamar. Descuento en el salario de una suma
correspondiente a un rubro sin que fuera compensada por otra partida.
No son válidas las renuncias de derechos concretos individuales adquiridos por el trabajador ya
sea por acuerdos, transacciones, renuncias o cualquier otra figura jurídica si ello es en el plano de
la “negociación” directa e individual entre dependiente y empresario. Esa es la idea fundamental
que dio vida y razón de ser a esta disciplina jurídica, al principio tutelar y a su herramienta
fundamental, la irrenunciabilidad, señalando que el Derecho del Trabajo es especial pues supone y
parte de la premisa de que toda renuncia gratuita (sin una contraprestación válida del trabajador
frente al empresario) es fruto de su inferioridad negocial, cultural y económica. No se requiere
probar la existencia de un vicio de la voluntad cuando se verifica la mentada renuncia gratuita de
derechos, a diferencia de lo que es regla del derecho común. En tal marco, la conformidad
prestada por el dependiente no tiene poder jurídico para legitimar la renuncia, conculcación o
abdicación de derechos ya adquiridos efectivamente. En el caso, el acuerdo violentó derechos
adquiridos por la trabajadora y debe tomarse el pago realizado como a cuenta.
Sala I, Expte. Nº 15.159/2011 Sent. Def. Nº 90556 del 27/03/2015 “Velarde Beatriz Elizabeth
c/Teletech Argentina SA y otros s/despido”. (Maza-Pasten).
D.T. 33. 8 Despido. Injuria laboral. Art. 242 L.C.T.. Despido fundado en causa legítima. Uso
de automóvil de la demandada sin autorización. Antecedentes disciplinarios del actor.
En tanto la demandada ha logrado acreditar los hechos que invocó como sustento de la decisión
resolutoria – lo cual le incumbía conf. art. 377 C.P.C.C.N. –, se concluye que el actor utilizó en
beneficio propio un automóvil de la empresa demandada, sin contar con autorización y
contrariamente a las directivas, con el agravante de haber colisionado con el mismo, así como
también que contaba con desfavorables antecedentes disciplinarios en razón de los cuales recibió
sanciones por parte de su empleador al no haber dado adecuado cumplimiento con su débito
laboral. Por ello, cabe tener por configurada una causal objetiva de pérdida de confianza y
constitutiva de una injuria tal que hacía insostenible el mantenimiento del vínculo (art. 242 L.C.T.).
En consecuencia la decisión de la demandada de dar por resuelto el contrato de trabajo – despido con fundamento en dicha injuria se encuentra plenamente justificado, es decir fundado en causa
legítima.
Sala II Expte Nº 19875/2012 Sent. def. Nº 104261 del 1/04/2015 “Acosta, Daniel Omar c/ G4S
Soluciones de Seguridad S.A s/despido” (Pirolo - Maza)
D.T. 33 5 Despido del delegado gremial. Solicitud por parte del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires de la exclusión de tutela de la delegada gremial en condiciones de jubilarse.
Improcedencia.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue notificado de la designación de la demandada como
delegada gremial y no la impugnó, por lo que a partir de ello la trabajadora comenzó a gozar de
estabilidad gremial y esto no importa considerar que la trabajadora gozaría de una estabilidad
indefinida, sino valorar que su empleadora consintió su designación. Y mal puede ahora aceptarse
que intente quebrar una estabilidad que fue adquirida conforme un acto eleccionario que nunca fue
cuestionado, sin que ello implique desconocer los derechos del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires en los términos de la doctrina del Fallo Plenario Nª 286 dictado en autos “Vieyra, Iris
c/Filplasto S.A.”, respecto a lo previsto en la ley 471, sino que ello debe ceder ante un interés
superior, como lo es una garantía sindical, cuyo carácter excede lo meramente personal, pues lo
contrario implicaría desconocer la voluntad de las bases que la eligieron para desempeñar tal cargo
como la libertad sindical amparada tanto en el art. 14 bis de la C.N. como en el convenio 87 O.I.T..
Sala VII, Expte. Nº 12.306/2014 Sent. Def. Nº 47529 del 30/04/2015 “Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires c/Moussou, Elsa Noemí s/juicio sumarísimo”. (Rodríguez BrunengoFerreirós).
D.T. 33 18 Despido discriminatorio. Trabajadora que padece esclerosis múltiple. Daño moral.
Las constantes capacitaciones y satisfactorias evaluaciones realizadas por la actora, unido a sus
once años de antigüedad en la empresa sin sanciones previas, permiten considerar inexplicable su
despido. Los indicios del caso permiten sospechar y presumir que la actora fue despedida en razón
de su enfermedad y la empresa no aportó elementos de juicio que permitan considerar que ello no
fue así o que la razón del despido incausado radicara en circunstancias ajenas a esa situación de
enfermedad. Los indicios sentados por la accionante no fueron disuadidos por la empleadora y ello
ubica el caso bajo la órbita de los arts. 1068 y 1078 del Código Civil, disponiendo este último que la
obligación de resarcir el daño causado por los actos ilícitos comprende, además de la
indemnización de pérdidas e intereses, la reparación del agravio moral ocasionado a la víctima,
surgiendo tal deber de lo establecido por el art. 1109 del mismo Código, que contempla el daño
ocasionado por culpa o negligencia, ello en coincidencia con lo que dispone la ley 23592 en su art.
1º. (La actora fue despedida sin causa abonándosele la tarifa legal. Interpone una acción tendiente
a obtener el resarcimiento del daño moral y sostiene que su despido ha sido consecuencia de una
discriminación por enfermedad por padecer esclerosis múltiple. (Del voto del Dr. Maza).
Sala I, Expte. Nº39.227/2010 Sent. Def. Nº 90585 del 10/04/2015 “A.R.A.V. c/Banco Macro SA
s/despido”. (Maza-Pasten).
D.T. 33 18 Despido discriminatorio. Trabajadora que padece esclerosis múltiple. Daños y
perjuicios.
Toda vez que el despido de la actora obedeció a su enfermedad padecida, quedó configurado un
supuesto de despido discriminatorio. Por lo tanto, la demandada incumplió con los estándares
internacionales de derechos humanos, específicamente la Convención sobre la Eliminación de
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Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw), de rango constitucional, que en su
art. 11 obliga al Estado a adoptar todas las medidas apropiadas para asegurar el derecho al trabajo
como derecho inalienable de todo ser humano y 6º inc. a) de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem do Para”,
ratificada por ley 24.632 de 1996, que incluye el derecho a ser libre de toda forma de
discriminación, instrumentos internacionales que en conjunto, constituyen el soporte de las
disposiciones contenidas en la ley 26.485 y su dec. Reglamentario 1011/2010 de Protección
Integral a las Mujeres que garantiza el derecho de la mujer a vivir una vida sin violencia y
específicamente contempla y reprime las conductas que afectan “…la vida, la libertad, dignidad,
integridad física y psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad
personal…” . Y por generar un perjuicio en la salud psicológica (extremo acreditado por la actora),
configura el reconocimiento legítimo a una reparación por daños y perjuicios. (Del voto de la Dra.
Pasten, quien adhiere al voto del Dr. Maza).
Sala I, Expte. Nº 39.227/2010 Sent. Def. Nº 90585 del 10/04/2015 “A.R.A.V. c/Banco Macro SA
s/despido”. (Maza-Pasten).
D.T. 33 12 Despido por maternidad. Inmediatez entre aviso de embarazo y el despido.
Presunción hominis.
Aun cuando no resulte de aplicación al caso la presunción iuris tantum del art. 178 L.C.T. por el
hecho de haberse perfeccionado el despido con anterioridad al plazo de siete meses y medio
contemplado por la norma (transcurrieron ocho meses y cuatro días entre el despido y al fecha
presunta de parto), la sola inmediatez entre el aviso del embarazo y el despido dispuesto por la
demandada constituye una presunción hominis respecto de que tal rescisión incausada ha sido
motivada por el hecho del embarazo.
Sala X, Expte. Nº 16567/2011 Sent.Def. del 22/04/2015 “Pelikan, Andrea Beatriz c/Banco
Patagonia S.A. s/Despido”. (Stortini-Brandolino).
D.T. 38.6 Enfermedad. Salario posterior. Art. 208 L.C.T.. Enfermedad inculpable. La
obligación del pago de salarios recae sobre el empleador.
La situación de la demandada que ha reconocido el acaecimiento del accidente de trabajo
denunciado y no ha invocado ni demostrado la contratación de una A.R.T., ni estar incluida en el
régimen de autoseguro, queda enmarcada en las previsiones del inc. 1) del art. 28 de la ley 24557
que establece que: “si el empleador no incluido en el régimen de autoseguro omitiera afiliarse a
una ART, responderá directamente ante los beneficiarios por las prestaciones previstas en esta
ley”, (situación asumida por la ex empleadora desde el momento en que reconoce su obligación de
pagar salarios durante la licencia médica posterior al infortunio). La empleadora, una vez producida
la contingencia prevista en el art. 208 L.C.T., no puede sustraerse válidamente de la
responsabilidad que establece dicha norma, y la circunstancia de que la considerara relacionable o
no con un accidente no la exime de esa obligación, sobre todo cuando no existan dudas que se
trató de un accidente “inculpable” y que no se hubiera denunciado que por haber contratado una
A.R.T., debía ser ésta la obligada al pago en los términos del art. 13 de la L.R.T..
Sala II Expte Nº 9713/2012 Sent. def. Nº 104256 del 30/03/2015 “Achaval, Roberto c/ Amercon
S.A y otro s/ ley 22250” (Pirolo- Maza)
D.T. 34 7 Indemnización por despido. Daños y pérdidas. Trabajador jubilado que demanda
por la falta de pago de las horas extraordinarias trabajadas y el pago de parte del salario en
negro durante la vinculación contractual. Implicancia en la percepción del haber jubilatorio
por un monto menor.
Acreditado el daño por el trabajador ya jubilado (percepción de un haber jubilatorio menor al que le
correspondía), y corroborada la ilicitud de la conducta del empleador al no abonar las horas extra y
pagar parte del salario en forma clandestina, lo cual trajo consigo la merma en la suma depositada
en concepto de contribuciones patronales, y sumado a la relación de causalidad entre el
incumplimiento y el perjuicio ocasionado al dependiente, llevan a concluir procedente la
indemnización por daños y perjuicios. A los efectos de determinar el quantum del resarcimiento
derivado del daño material sufrido por el dependiente, debe tenerse, como pauta para fijarlo, las
diferencias entre lo que percibió y debió percibir en concepto de haber jubilatorio, de haberse
tomado los rubros reconocidos, y ello hasta la fecha de la sentencia. Así el actor, a partir del
pronunciamiento que le reconoce el daño, podrá iniciar el reajuste de haber ante la autoridad
correspondiente a efectos de que se le abone en función de su salario real.
Sala IV, Expte. Nº 18.102/2011 Sent. Def. Nº 98910 del 28/04/2015 “Fleita Román c/Frigorífico
Penta SA y otros s/daños y perjuicios”. (Pinto Varela-Guisado).
D.T. 56.3.9 Jornada de trabajo. Extensión. Prueba. Falta de acreditación de la jornada
reducida alegada por la demandada. Incorrecto registro del vínculo. Operatividad del art. 55
L.C.T..
Cuando la empleadora invoca una jornada reducida –como en el presente caso- , es ella quien
tiene la carga de probar esa situación de excepción. Al no demostrar el extremo en cuestión -que el
actor laboraba en una jornada reducida a 4 hs por día- y existir prueba de que se desempeñó más
allá de esa cantidad de horas, queda claramente evidenciado la falsedad de los datos de la
documentación emitida por la demandada sobre la verdadera jornada de trabajo del actor y la falta
de exhibición de un correcto registro del vínculo. Dicha situación torna operativa la presunción del
art. 55 L.C.T. en favor del horario de trabajo invocado en el escrito inicial. Por ende, cabe concluir
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que el actor laboró en una jornada de trabajo que se iniciaba a las 6 horas y que,
sistemáticamente, se extendía hasta las 13 hs.
Sala II Expte Nº 11835/2012 Sent. def. Nº 104270 del 10/04/2015 “Melgar, Maximiliano Juan c/
Belclean Servicios Especiales S.A y otro s/despido” (Pirolo -González)
D.T. 60 5 Licencia por enfermedad. Trabajador que es despedido durante el plazo de
interrupción paga por accidente o enfermedad inculpable. Art. 213 L.C.T..
En la hipótesis del art. 213 L.C.T., aunque el despido es válido, se otorga derecho al trabajador
para que perciba, además de las indemnizaciones derivadas del despido, los salarios
correspondientes a todo el período en que estuviese imposibilitado de prestar servicios por causa
de su patología, o bien por el lapso prescripto por el art. 208 L.C.T.. Por su naturaleza, en rigor de
verdad este pago se asemeja más a una indemnización, representativa de los importes que
hubiese debido percibir de no haberse extinguido el vínculo. Una vez producida la desvinculación
del trabajador, éste ya no se encuentra sujeto al control del patrono, poniendo el art. 208 in fine
L.C.T. al trabajador a cargo de la prueba de que continúa enfermo e imposibilitado de trabajar.
Sala IV, Expte. Nº 20.133/2010 Sent. Def. Nº 98934 del 30/04/2015 “Otegui Cristina Judit
c/Fundación Educare s/despido”. (Pinto Varela-Guisado-Marino).
D.T. 49 Personal gastronómico. Carácter no remuneratorio de las propinas. Prohibición de
su percepción.
La circunstancia que la patronal tolerara la percepción de propinas por parte de la actora (el art.
11.11 del C.C.T. 389/04 prohíbe su percepción), e incluso que hubiera sido habitual que las
percibiera, no significa que se haya acreditado que, frente a lo regulado en el convenio colectivo en
el sentido de que no deben ser valoradas a los fines de determinar el salario (art. 44 del convenio
citado), las partes, en el plano individual habrían pactado expresamente lo contrario. “El hecho de
que el empleador no se opusiera fácticamente al otorgamiento de las propinas no significa que se
haya aceptado su incorporación como salario. Se trata de un tema delicado pues se trata de juzgar
sobre actos que entran en la esfera privada de las partes y del cliente, ya que no está en el orden
natural de las cosas que el trabajador impida que se le entregue propina y el empleador no puede
forzarlo a que se resista. De tal modo no se presenta una autorización implícita para percibirla y, en
cambio, hay una prohibición legal para hacerlo” (Sala VI, SD Nº 66798 del 25/09/2014, autos
“Domínguez Cabrera Heber Ricardo c/Sushi Gasset SRL y otros s/despido”).
Sala VI, Expte. Nº 17569/2011/CA1 Sent. Def. Nº 67400 del 08/04/2011 “Rodríguez Fernanda
c/Sushi club SRL y otros s/despido”. (Craig-Raffaghelli).
D.T. 81 Retenciones. Art. 132 bis L.C.T.. Interpretación restrictiva. Necesidad de intimación
del actor al empleador.
El art. 132 bis L.C.T. establece una sanción conminatoria de devengamiento periódico mensual a
favor del trabajador en aquellos supuestos en que el empleador, al momento de la extinción,
hubiese retenido aportes y no los hubiera depositado en el organismo correspondiente. No hace
referencia a la falta de pago de las contribuciones patronales sino, al supuesto en que se le retiene
del salario del dependiente las sumas que deben ser aportadas a los distintos organismos
contemplados en la ley, y no se depositan. Por sus características, más cercanas a una sanción
penal, debe ser interpretada restrictivamente. Tanto es así que la norma y su decreto reglamentario
(146/01) prevén recaudos formales concretos para que pueda ser aplicada. Así, el actor debe
intimar al empleador para que dentro del término de treinta días corridos ingrese los aportes
supuestamente retenidos, más los intereses y multas que pudieren corresponder.
Sala IV, Expte. Nº 20.133/2010 Sent. Def. Nº 98934 del 30/04/2015 “Otegui Cristina Judit
c/Fundación Educare s/despido”. (Pinto Varela-Guisado-Marino).
D.T. 83 19 Salario. Asignaciones no remunerativas establecidas por convenios colectivos
posteriores o por Acta Acuerdo. Invalidez.
Un convenio colectivo posterior (y mucho menos un Acta Acuerdo) no tiene aptitud para modificar
un mejor derecho adquirido por los trabajadores, ya incorporado a sus respectivos contratos
individuales. Una solución distinta estaría en contradicción con el “principio de progresividad”,
criterio de interpretación que, tal como lo ha dicho la C.S.J.N. en “Aquino” (Fallos 327:3753), tiene
especial significación en nuestra disciplina y en el art. 9 L.C.T. que obsta a la vigencia de cláusulas
peyorativas que modifiquen el contrato, tanto en lo individual como en lo colectivo. La modificación
introducida en las actas acuerdo que, lisa y llanamente, desconocen el carácter salarial de las
prestaciones que allí establecen, viola el orden público laboral, en tanto que la directiva que emana
del art. 113 L.C.T. (antes art. 103) es indisponible para las partes, incluso las colectivas, sin que la
posterior homologación del convenio emitida por el Poder Ejecutivo purgue el acto viciado.
Sala VI, Expte. Nº 25.085/2012/CA1 Sent. Def. Nº 67407 del 10/04/2015 “Mata Daniel Alberto y
otro c/Correo Oficial de la República Argentina SA CORASA s/diferencias de salarios”. (Fernández
Madrid-Craig).
D.T. 83 8 Salario. En especie. Viajante de comercio. Uso del teléfono celular y el pase de
autopista.
El uso de teléfono celular y pase de autopista son conceptos que representan una ventaja
patrimonial para el trabajador, por lo que deben reputárselos como remuneratorio (conf. art. 103 y
105 L.C.T.). En el caso, aun cuando el aparato celular y el pase de autopistas eran otorgados como
herramientas de trabajo para poder cumplir con sus funciones, no se acreditó que el demandante
los utilizara únicamente para trabajar o que la empresa ejerciera un control sobre ellos.
Sala V, Expte. Nº 51158/2010/CA1 Sent. Def. Nº 77070 del 24/04/2015 “Rivero Diego c/Corandes
SA s/despido”. (Zas-Arias Gibert).
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D.T. 83 1 Salario. Parte general. Viajante de comercio. Carácter remunerativo del rubro
“adicional por kilómetro recorrido”.
Si bien el “adicional por kilómetro recorrido” que percibió el actor, viajante de comercio, constituye
un concepto no remunerativo según la empleadora, ello no resulta atendible. En lo atinente a estas
sumas, la cuestión encuentra solución en la aplicación de la doctrina que emana del fallo de la
C.S.J.N. en el caso “Pérez, Aníbal c/Disco SA” del 1-9-2009 -en el cual se analizó puntualmente el
tópico de los vales alimentarios y el art. 103 bis inc. c) de la L.C.T.-, la sentada en “González,
Martín Nicolás c/Polimat SA” y en el caso “Díaz, Paulo Vicente c/Cervecería y Maltería Quilmes
SA” del 4-6-2013.
Sala V, Expte. Nº 51158/2010/CA1 Sent. Def. Nº 77070 del 24/04/2015 “Rivero Diego c/Corandes
SA s/despido”. (Zas-Arias Gibert).
D.T. 83 12 Salario. Propina. Constitucionalidad de la prohibición de percibir propinas por
parte de los cajeros del Hipódromo de Palermo.
La prohibición de percibir propinas que rige respecto de los cajeros del Hipódromo Argentino de
Palermo, y que se desprende del C.C.T. aplicable, responde a las directivas del art. 113 L.C.T., sin
que se advierta un agravio constitucional en tal regulación, máxime si se tiene en cuenta la
actividad de la que se trata, especialmente por la circunstancia de que en el establecimiento se
efectúan apuestas que justifican la prohibición a fin de evitar eventuales connivencias.
Sala IX, Expte. Nº 46.013/2011/CA1 Sent. Def. Nº 19953 del 14/04/2015 “Gómez, Flavia Yanina
c/Hipódromo Argentino de Palermo SA s/despido”. (Balestrini-Fera).
D.T. 83.16 Salario. Viáticos. Naturaleza jurídica de los pagos efectuados en concepto de
“viáticos” y “tarifa telefónica” fruto de negociación colectiva y homologada por autoridad
administrativa del trabajo. Carácter salarial. Art. 103 L.C.T..
De conformidad con el nuevo criterio de la Sala a partir del fallo “Barille, Roberto y otros c/
Telefónica” en el que se hizo referencia al voto del Dr. Fernández Madrid en los autos “Gómez,
Gastón Darío c/ Telecom”: “no corresponde aceptar por imperio de una acuerdo sindical que se
atribuya carácter no remunerativo al pago de sumas de dinero en beneficio de los dependientes, ya
que la directiva del art. 103 bis L.C.T., presenta carácter indisponible, sin que la posterior
homologación emitida por el PEN purgue un acto viciado, por cuanto los C.C.T. solo resultan
operativos y vinculantes en tanto no violen el orden público laboral”. Al no existir controversia, en el
caso, en cuanto a que los pagos por los rubros “viáticos” y “tarifa telefónica” son debidos como
consecuencia del contrato de trabajo, y que dichos rubros constituyeron para los trabajadores
inequívocamente una “ganancia” que resultó consecuencia de dicho contrato, de conformidad a lo
dispuesto por el art. 103 L.C.T., corresponde presumir su carácter salarial y de todo pago recibido,
en el marco del contrato de trabajo y por la puesta a disposición de la fuerza de trabajo. (conf.
Dictamen de la Procuración General de la Nación en “Perez, Aníbal c/ Disco”)
Sala II Expte Nº 15605/2013 Sent. def. Nº 104292 del 20/04/2015 “Santillán, Miguel Máximo c/
Telefónica de Argentina S.A s/ diferencias de salarios” (Maza - Pirolo)
D.T. 53 Trabajo insalubre. El carácter insalubre de un trabajo debe ser declarado por la
autoridad administrativa del trabajo.
Tal como explica del Dr. Hugo Carcaballo, “estrictamente habría que considerar a las tareas
penosas, mortificantes o riesgosas, como un cuarto tipo de jornada consagrada por el art. 200
L.C.T. (to) debido a que por su incidencia negativa sobre la salud, caben dentro de un concepto
amplio de “insalubridad” (Tratado de Derecho del Trabajo, dirigido por Antonio Vázquez Vialard, T.
IV, pág. 43/4), pero para la insalubridad es menester una declaración expresa de la autoridad
administrativa del trabajo, que no puede ser suplida por una resolución judicial.
Sala X, Expte. Nº 34.244/2010/CA2-CA1 27381 Sent. Def. 23414 del 01/04/2015 “Castiñeira Darío
Eduardo c/PST Electrónica SA s/despido”. (Brandolino-Stortini).
D.T. 92 Trabajo marítimo. Marinero de cubierta que frente al despido reclama el pago de la
multa prevista en el art. 2 de la ley 25.323. aplicación del Plenario “Gauna”.
A partir de la Acordada 23/2013 dictada por la C.S.J.N. y a fin de evitar un dispendio jurisdiccional
que pueda importar un concreto perjuicio para las partes, cabe aplicar en el caso la doctrina
sentada en la causa “Gauna, Edgardo Dionisio c/Explotación Pesquera de la Patagonia SA
s/despido” (Plenario Nº 326 del 9.5.2011). Surge de los fundamentos del mencionado plenario que
el personal marítimo si bien cuenta con un régimen laboral especial, no tiene diferencia alguna con
el personal terrestre en materia de indemnización por despido y se le debe aplicar el art. 245 L.C.T.
que como colofón debe conducir a su vez al reconocimiento de la indemnización prevista en el art.
2 de la ley 25.323 lo que otorga viabilidad al reclamo de la parte actora en su agravio.
Sala VI, Expte. Nº 98/2012/CA1 Sent. Def. Nº 67387 del 08/04/2015 “Boschi Luciano Jonatan
c/Pereira Argentina SA s/despido”. (Craig-Raffaghelli).
D.T. 97 Viajantes y corredores. Art. 1º ley 14546. Interpretación.
La concertación de negocios a que se refiere el artículo 1 de la ley 14.546 no significa que el
viajante de comercio debe vender el producto o mercadería de su representado o que deba
concluir el negocio, sino que aquél sólo presenta el negocio a su principal para su aprobación. De
ahí que el término “concertar” deba entenderse como pactar, ajustar, acordar un negocio y no
como “concluir”, pues esta facultad usualmente pertenece al principal que acepta la nota de venta.
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De todas formas, la gestión del empleado debe, por lo menos, estar dirigida a la venta, es decir,
debe permitir la formalización del contrato respectivo por la sola aceptación del vendedor.
Sala V, Expte. Nº 51158/2010/CA1 Sent. Def. Nº 77070 del 24/04/2015 “Rivero Diego c/Corandes
SA s/despido”. (Zas-Arias Gibert).
D.T. 97 Viajantes y corredores. Juramento art. 11 ley 14.546. Requisitos.
A fin de que el juramento prescripto por el art. 11 de la ley 14.546 cumpla su objetivo, es necesario
que se individualicen los hechos referidos a la realización de las operaciones, donde debe
detallarse cada una de ellas. Dicho juramento, aun cuando el empleador no lleve el libro previsto
en el art. 10 de la ley 14.546, no releva al viajante de indicar en forma individualizada cuáles son
las operaciones sobre las que reclama la comisión, por ello, el reclamo global y meramente
estimativo no resulta suficiente.
Sala V, Expte. Nº 32510/2010/CA1 Sent. Def. Nº 77068 del 24/04/2015 “Kaul Gustavo Adolfo
c/Carpintería Metálica El Italo SRL y otros s/despido”. (Zas-Arias Gibert).
D.T. 98 Violencia laboral. Procedencia del reclamo por daño moral por el maltrato laboral
sufrido.
La demandada incurrió en la modificación unilateral peyorativa e injustificada de la categoría
laboral de la actora (de jefa de sección a mucama) y en maltrato por parte de la persona que la
había reemplazado, imponiéndole exigencias incompatibles con su situación de embarazada, y,
como consecuencia de ello padeció un sufrimiento psíquico que implicó una incapacidad transitoria
del 10%de la T.O. Las actitudes constatadas configuran en conjunto un apartamiento del estándar
de “buen empleador” y del deber de buena fe (conf. art. 63 L.C.T. t.o.) y una vulneración del
derecho de la trabajadora a la dignidad (conf. arts. 14 bis, C.N.; 68 y concs., L.C.T. –t.o.-) en el
marco de un contrato que tiene por principal objeto la actividad productiva y creadora del hombre
en sí” (conf. art. 4, L.C.T. –t.o.-), lo que genera el derecho de esta última a la reparación del daño
moral. Ello se patentiza en el dolor, los padecimientos y las angustias espirituales sufridas como
consecuencia del maltrato laboral al que estuvo sometida.
Sala V, Expte. Nº 21.142/2011/CA1 Sent. Def. Nº 77053 del 23/04/2015 “M.C.G. c/Moro
Desarrollos SRL s/despido”. (Zas-Arias Gibert).
PROCEDIMIENTO
Proc. 27. Demanda (art. 71 L.O.). Rechazo in limine de la acción. Improcedencia.
Si bien el actor inició demanda en procura de la reparación de la incapacidad que dice padecer en
los términos de la ley 24557, no debe perderse de vista que también planteó la inconstitucionalidad
de los arts. 21, 11 y 46 de dicho cuerpo normativo, al entender que la obligatoriedad de una
instancia previa ante las comisiones médicas sin intervención del órgano jurisdiccional, veda la
posibilidad al trabajador de acceder a la justicia del trabajo a fin de reclamar la reparación de los
infortunios, atribuyéndole a un órgano administrativo facultades inherentes al Poder Judicial, lo cual
violenta gravemente normas de raigambre constitucional. Por ende, exigir como requisito esencial
para el progreso de la acción la denuncia del accidente de trabajo ante la A.R.T. resulta
improcedente, más aun cuando el actor había puesto de resalto la negativa del empleador a
solicitar la atención médica por parte de la aseguradora, obligándolo a concurrir a su obra social
justo en la oportunidad de ofrecer la prueba prevista por el art. 71 2º parr. L.O.. En consecuencia,
el rechazo de la acción in limine privó de dicha circunstancia al actor, por lo que corresponde su
revocación.
Sala II Expte Nº 55836/2014 Sent.int. Nº 66618 del 20/04/2015 “Gómez, Cristian Damián c/ Galeno
ART S.A s/Accidente – Ley especial ” (Maza - Pirolo)
Proc. 27 Demanda. Contestación de la demanda. Art. 356 C.P.C.C.N.. Características.
A través del art. 356 del C.P.C.C.N., el legislador sabiamente dispuso las características que debe
contener la contestación de la demanda porque, entendiéndose el proceso como un diálogo, quien
se limita a decir “no” trunca toda comunicación y conspira contra el descubrimiento de la verdad,
objetivo al que está destinada la producción de la prueba que de allí en más habrá de tener lugar.
Esto es, quien niega tiene a su vez la obligación de afirmar, puesto que si los hechos no
acontecieron tal como lo expresó la parte actora, la contraria “debe decir” entonces, cómo fue que
sucedió. De lo contrario, si el sistema no previera el juego del proceso en estos términos, sería una
verdadera trampa mortal para la búsqueda de la verdad, incentivando el oscurantismo procesal.
También es la lógica implícita de la teoría de la inversión probatoria del art. 365 del C.P.C.C.N.. Es
así que, en el marco del paradigma de los derechos humanos fundamentales, vigente desde la
reforma constitucional de 1994, camino a la consolidación de los meta-principios, pro homine, el de
progresividad, y el de la realidad, no se admite una interpretación rígida en la aplicación de la carga
de la prueba según el art. 337 C.P.C.C.N..
Sala III, Expte. Nº 34.881/2012/CA1 Sent. Def. del 30/04/2015 “Gómez Julio Ernesto c/QBE
Argentina ART SA s/accidente-ley especial”. (Cañal-Rodríguez Brunengo-Pesino).
Proc. 39 1 a) Excepciones. Competencia material. Causas entabladas contra la Policía
Federal Argentina fundadas en la ley especial de accidentes del trabajo. Competencia de la
Justicia del Trabajo.
Es doctrina de la C.S.J.N. que el hecho de que la demanda se entable contra un agente del Estado
Nacional, incluso los miembros de las Fuerzas de Seguridad, no desplaza la competencia del
Fuero si la misma se encuentra fundada en la ley especial de accidentes de trabajo (ver “Carnero,
Fermín Antonio c/Estado Nacional” del 06.06.1985). De conformidad con ello, teniendo en cuenta lo
resuelto por el alto tribunal in re “Castillo Ángel S. c/Cerámica Alberdi S.A.” del 07/09/04 y,
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considerando, que la Ley de Riesgos del Trabajo –derecho que invoca el trabajador como
fundamento de su reclamo- regula una materia de indudable esencia laboral, cabe sostener que en
el caso rige el art. 21 L.O. que expresamente dispone que “…En especial, serán de la competencia
de la Justicia Nacional del Trabajo: a) Las causas en las que tenga influencia decisiva la
determinación de cuestiones directamente vinculadas con aspectos individuales o colectivos del
Derecho del Trabajo…”, por lo que es evidente que el reclamo encuadra en esta normativa.
Sala X, Expte. Nº 27.578/2013/CA1 Sent. Int. del 29/04/2015 “Díaz Roberto Francisco c/Estado
Nacional –Ministerio de Seguridad Policía Federal Argentina s/accidente-ley especial”.
Proc. 39 1 a) Excepciones. Competencia material. Competencia de la J.N.T. para entender en
el reclamo por accidente sufrido por un miembro del Ejército Argentino.
Cabe sostener la competencia de la Justicia Nacional del Trabajo para entender en la causa donde
la progenitora del fallecido que fuera personal militar activo al momento de su deceso, con cargo de
subteniente, procura el cobro de una suma de dinero fundado en la ley civil, planteando la
inconstitucionalidad de algunos artículos de la ley de riesgos del trabajo. La ley 24.557, señala en
su art. 2º, punto 1, ap. a), que comprende un extenso campo en lo que respecta a su ámbito de
aplicación personal y no distingue a los empleados privados de los públicos –entre los que se
encuentran incluidos los funcionarios y empleados del sector público nacional- ni excluye a los
integrantes del Ejército Argentino.
Sala VII, Expte. Nº 11.709/2013 Sent. Def. Nº 47498 del 27/04/2015 “Carnevale Elisa Aurelia
c/Ministerio de Defensa s/accidente-acción civil”. (Ferreirós-Rodríguez Brunengo).
Proc. 39 2 Excepciones. Cosa juzgada. Condiciones.
Si bien no se cumple en el caso en forma estricta la triple identidad que requiere la cosa juzgada,
por cuanto en el acuerdo conciliatorio formulado en la causa anterior no intervinieron los sujetos
aquí demandados, lo cierto es que para la procedencia de la cosa juzgada lo fundamental es
determinar, más allá de la concurrencia de esas tres identidades clásicas, si del examen integral de
las dos contiendas se extrae que se trata del mismo asunto sometido a decisión judicial, o que por
existir continencia, conexidad, accesoriedad o subsidiariedad, la sentencia firme ya ha resuelto lo
que constituye la materia o la pretensión deducida en el nuevo juicio que se promueve (conf. arts.
347, inc. 6 C.P.C.C.N. y 155 L.O.). Y puesto que la transacción hecha con la empresa empleadora
aprovechó a los codemandados de las últimas actuaciones, consecuentemente extinguió la
obligación a cumplir, haciendo cosa juzgada en la presente causa (conf. arts. 724, 850, 853 del
Código Civil y 347, inc. 6 del C.P.C.C.N.).
Sala V, Expte. Nº 5297/2009/CA1 Sent. Def. Nº 77005 del 10/04/2015 “Reynoso, Carlina Dorotea
c/Salas, Luciano y otros s/despido”. (Zas-Arias Gibert).
Proc. 49 Honorarios. Pacto de cuota litis. Improcedencia de su integración con el IVA.
El art. 277 L.C.T. estipula que “queda prohibido el pacto de cuota litis que exceda el veinte por
ciento (20%) y prescribe además que “todo pago realizado sin observar lo prescripto y el pacto de
cuota litis o desistimiento no homologados serán nulos de pleno derecho”. Por ello, siendo que el
trabajador y los peticionarios acordaron el pago de los honorarios de estos últimos mediante un
porcentaje de “las sumas” que aquél reciba, es claro que el convenio en cuestión configura un
pacto de cuota litis y, en tal sentido, no corresponde que el trabajador abone el IVA por la suma
que ha de percibir su representación letrada en virtud de dicho convenio pues, por aplicación de
dicho criterio, no sólo se habría de pagar más de lo comprometido contractualmente sino y por
sobre todo se estaría violentando una normativa legal de orden público como lo es el referido art.
277 L.C.T. al superar el límite del 20%.
Sala X, Expte. Nº 9.870/2013/CA1 Sent. Int del 30/04/2015 “Drescher Ricardo Ernesto c/La Caja
ART SA y otro s/accidnete-acción civil”.
Proc. 54. Intervención terceros. Art. 94 C.P.C.C.N.. Requisitos. Rechazo de la citación.
La intervención de terceros contemplada en el art. 94 C.P.C.C.N. requiere para su admisibilidad
que la controversia fuere común. Tal expresión se refiere a aquellos casos en que se tiende a
evitar nuevos juicios, en especial cuando una de las partes al ser vencida, se hallare habilitada
para intentar una pretensión de regreso contra el tercero, y también cuando la relación o situación
jurídica sobre la que versa el proceso, guarde conexión con otra situación jurídica existente entre el
tercero y cualquiera de los litigantes originarios, de tal forma que el tercero pudiere haber asumido
inicialmente la posición de litisconsorte del actor o del demandado. Dado que en el caso no se
verifican los extremos necesarios para admitir la citación peticionada en tanto, al haber negado la
relación laboral – en el caso de verificarse dicha hipótesis -, los accionados no resultarían
condenados en esta causa, y en tanto no se advierte ninguna de las hipótesis que permitan
considerar que los codemandados - eventualmente vencidos - pudieren ejercer una acción de
regreso contra aquellos cuya incorporación persigue, no cabría admitir la citación de terceros
pretendida.
Sala II Expte Nº 52585/2011 Sent.int. Nº 66641 del 24/04/2015 “Robaldi, Yanina Grisel c/ Quick
Service S.A y otros s/despido” (Maza - Pirolo)
Proc. 54 Intervención de terceros. Art. 94 C.P.C.C.N.. Pedido de citación de dos A.R.T..
De acuerdo a lo prescripto en el art. 94 C.P.C.C.N. solamente resulta admisible la citación de
terceros cuando la controversia fuere común o en aquellas hipótesis en las cuales la parte
eventualmente vencida pueda ser titular de una acción regresiva contra el tercero. Siendo que el
reclamo del actor tiene fundamento en la existencia de un accidente laboral ocurrido en 2012 y de
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una enfermedad profesional, y que no existe duda que el accidente sufrido y la tarea laboral
aceleraron y agravaron lesiones ignoradas u ocultas, es que la enfermedad profesional pudo haber
comenzado con anterioridad a la vigencia de la póliza suscripta con Asociart ART S.A.
(demandada), motivo por el cual resulta procedente la citación como tercero de QBE ART S.A. y de
CNA ART S.A., toda vez que se advierte la existencia de controversia común. (Del voto del Dr.
Raffaghelli, en mayoría).
Sala VI, Expte. Nº 52.220/2013/CA1 Sent. Int. 38172 del 29/04/2015 “Mendieta Juan Pablo
c/Asociart SA ART y otro s/accidente-acción civil”. (Raffaghelli-Craig-Fernández Madrid).
Proc. 54 Intervención de terceros. Art. 94 C.P.C.C.N.. Pedido de citación de dos A.R.T..
La citación coactiva de un tercero, de acuerdo con lo previsto en el art. 94 C.P.C.C.N., es admisible
cuando la “…controversia es común…”. Esta expresión comprende aquellas hipótesis en las
cuales la parte eventualmente vencida puede ser titular de una acción regresiva contra el tercero, a
fin de evitar la excepción de negligente defensa en juicio que le pudiere iniciar al interviniente. Aun
cuando se entendiera que la contingencia por la que se reclama en el caso se hubiera desarrollado
a través del tiempo, no se advierte un espectro de responsabilidad entre la empleadora demandada
y sus anteriores ART, susceptible de ser materializado en eventuales acciones de regreso, en los
términos del art. 47 de la ley 24.557. La “comunidad de controversia” no se da entre la empleadora
y las ART predecesoras, en la medida que la posible titular de una acción de regreso contra éstas
sería, en todo caso la actual aseguradora, Asociart ART S.A. quien, de ser condenada, resultaría la
obligada al pago de las prestaciones respecto de las que QBE ART S.A. y CNA ART S.A. podrían
haber recibido las respectivas cotizaciones. Y, en este sentido, Asociart ART S.A., titular de una
posible acción regresiva, no instó la citación de las citadas personas jurídicas. (Del voto de la Dra.
Craig, en minoría).
Sala VI, Expte. Nº 52.220/2013/CA1 Sent. Int. Nº 38172 del 29/04/2015 “Mendieta Juan Pablo
c/Asociart SA ART y otro s/accidente-acción civil”. (Raffaghelli-Craig-Fernández Madrid).
Proc. 54 Intervención de terceros. Posibilidad de condena contra el tercero citado a partir de
la modificación del art. 96 C.P.C.C.N. por la ley 25.488.
A partir del dictado de la ley 25.488 (B.O. 22/11/2001), modificatoria del art. 96 CPCCN, cabe la
posibilidad de admitir la condena contra el tercero citado. De acuerdo con lo normado por el art. 96
citado, no quedan dudas de que si la demanda tiene por objeto inmediato una sentencia de
condena, el tercero coactivo, como también el voluntario adherente autónomo o litisconsorcial,
podrá ser condenado y, consecuentemente, ejecutado, independientemente de si lo es o no el
demandado y sin que se requiera petición expresa del actor o tan siquiera conformidad al pedido
de intervención que efectúe el demandado.
Sala VI, Expte. Nº 2.681/2013/CA1 Sent. Def. Nº 67465 del 21/04/2015 “Pedernera Liliana Mabel y
otro c/La Fármaco Argentina Industrial y Comercial SA s/despido”. (Craig-Fernández Madrid).
Proc. 61 bis Medidas autosatisfactivas. Solicitud de embargo ante un escenario de grave
estado de necesidad que atraviesan los deudos del trabajador fallecido.
La contienda de autos debe enmarcarse bajo el trámite previsto en el art. 498 C.P.C.C.N. pues la
pretensión articulada encuadra claramente en lo previsto en el art. 43 C.N. en tanto lo perseguido
se trata, ni más ni menos que las prestaciones dinerarias perseguidas por los actores a raíz de la
muerte del trabajador, lo que justifica un trámite celérico atendiendo al contexto fáctico de la causa,
que no justifica un intenso trámite de cognición (según documentación aportada por los propios
actores, la ART puso a disposición una suma de dinero en concepto de prestación de pago único y
prestación dineraria por fallecimiento). En el caso se solicita una medida autosatisfactiva, que se
agota en sí misma y no un anticipo de jurisdicción o una tutela urgente que procede en el marco de
un proceso determinado y que se caracteriza por el carácter provisorio de la resolución. En tal
contexto, y sin desconocer que en ocasiones se podría resolver inaudita parte, y dadas las
particularidades del caso, donde hay reconocimiento de deuda, es necesario respetar el principio
de bilateralidad. Debe revocarse lo resuelto en origen e imprimir a las presentes actuaciones el
trámite del proceso sumarísimo previsto en el art. 498 C.P.C.C.N..
Sala VII, Expte. Nº 62.780/2014 Sent. Int. Nº 37834 del 13/04/2015 “Almirón Nidia Beatríz p/si y en
rep. de su hijo menor c/Prevención ART SA y otro s/otros reclamos”.
Proc. 61 2 Medidas cautelares. Embargo. Embargabilidad de las jubilaciones y pensiones de
la Policía Federal Argentina.
De conformidad con lo dispuesto por el art. 14 de la ley 24241 resultan inembargables (salvo
supuesto de cuotas por alimentos y litisexpensas) las prestaciones acordadas en el marco del
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP). Sin embargo, resulta embargable el
beneficio otorgado por la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal Argentina.
Ello así, de acuerdo a los previsto por el art. 2 inc. 1 in fine de la ley 21.965, que regula dichos
beneficios, y que los excluye del régimen de la normativa de la ley 24.241. La jurisprudencia ha
señalado que “de la lectura del articulado de la ley 21.965 y sus reglamentaciones, no surge la
existencia de una prohibición de embargar los haberes de los sujetos comprendidos en dicha
normativa” (Cam. Fed. Seg. Social, Sala I, Sent. Int. 69.282 del 18/5/2007 en autos “Melgarejo,
Elba del Carmen y otros c/Caja de Retiros, jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal
s/personal militar y civil de las fuerzas armadas y de seguridad”).
Sala X, Expte. Nº 53.711/2011 Sent. Int. Del 15/04/2015 “Rosales Humberto Mauro c/Urban Foot
SA y otros s/despido”.
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Proc. 76 1 g) Prueba. Producción. Trabajador al que se lo tiene por desistido de la prueba
pericial médica. Concurrencia al consultorio médico fuera del horario programado. Primacía
de la verdad jurídica objetiva frente al rigorismo formal.
La interpretación de las normas procesales no puede prevalecer sobre la necesidad de dar
primacía a la verdad jurídica objetiva, de modo que su esclarecimiento no puede ser sacrificado por
un excesivo rigor formal. En tales condiciones y con el fin de dar primacía al derecho de defensa en
juicio, que goza de la protección constitucional por sobre el excesivo rigorismo formal (art. 18 C.N.),
teniendo en cuenta que el derecho sustantivo protectorio se proyecta también a la normativa
procesal y que se trata de un trabajador que dice padecer determinadas enfermedades, que
pretende las prestaciones por el daño sufrido, crédito que goza de naturaleza alimentaria y que la
tutela de sus intereses encuentra fundamento en los preceptos constitucionales (art. 14 bis C.N.) y
norma de orden público, cabe revocar la decisión de primera instancia y disponer una nueva
citación para que el perito médico pueda examinar al actor y presentar el informe pertinente.
Sala VII, Expte. Nº 49.336/2012 Sent. Int. Nº 37857 del 13/04/2015 “González, Rodrigo Miguel
c/Consolidar Aseguradora de Riesgos del Trabajo SA s/accidente-acción civil”.
Proc. 78 3 Recurso de apelación. Resolución que dispone la competencia de la J.N.T. para
entender en una causa sobre accidente. Rechazo de la excepción de incompetencia.
Apelación. Efecto diferido con que debe concederse el recurso de conformidad con el art.
110 L.O.. Tratamiento del recurso con efecto inmediato por razones de celeridad y economía
procesal.
En virtud de lo establecido por el art. 110 L.O. se ha dispuesto, en materia de apelación,
rígidamente un sistema en donde las mismas se resuelven en una etapa posterior al dictado de la
sentencia definitiva. Así todos los recursos interpuestos durante la etapa de conocimiento deberían
ser tratados con posterioridad, a excepción de las apelaciones formuladas en materia de medidas
cautelares o de desalojos. De modo tal que en las presentes actuaciones, nos encontraríamos ante
una apelación de trámite diferido respecto, de nada más ni nada menos, que la competencia
territorial de un accidente padecido por un trabajador. A efectos de no incurrir en un dispendio
jurisdiccional, corresponde hace lugar al recurso con efecto inmediato, tal como lo ha decidido la
juez de primera instancia, correr traslado de los respectivos agravios, y proceder al tratamiento del
recurso de apelación. Ello, dado que la declaración de “incompetencia” reviste la calidad de
aquellas resoluciones que pueden poner fin al proceso de conocimiento en esta jurisdicción.
Corresponde tratar el recurso en forma inmediata, en salvaguarda de los principios de celeridad y
economía procesal (art. 80 L.O.); y aun cuando, como en la especie, no se encuentre dentro de las
excepciones contempladas en el art. 110 L.O.. (En el caso, el Fiscal General entendió que el
recurso se encontraba mal concedido en su efecto inmediato, de acuerdo con lo normado por el
referido artículo).
Sala III, Expte. Nº 5.399/2013/CA1 Sent Int del 29/04/2015 “Mancini Marcos Clodomiro y otro
c/Prevención ART SA s/accidente-ley especial”. (Cañal-Pesino).
Proc. 91 Temeridad y malicia. Art. 275 L.C.T.. Aplicación.
El art. 275 L.C.T., similar al art. 45 del CPCCN, prevé la aplicación de una sanción pecuniaria al
empleador vencido, cuando hubiere incurrido en una conducta maliciosa o temeraria que, en
definitiva, consiste en el proceder contrario a los deberes de lealtad, probidad y buena fe. La
temeridad es el conocimiento que tuvo o debió tener el litigante de su falta de motivos para deducir
o resistir la pretensión, es decir la conciencia de la falta de razón de sus planteos. La malicia se
manifiesta mediante la formulación de peticiones exclusivamente destinadas a obstruir el normal
desenvolvimiento del proceso para retardar su decisión. El referido artículo debe ser aplicado con
prudencia, y en los casos en que es claro que se ha actuado con dolo o culpa grave, pues de lo
contrario se puede afectar el principio constitucional de defensa en juicio.
Sala IV, Expte. Nº 20.133/2010 Sent. Def. Nº 98934 del 30/04/2015 “Otegui Cristina Judit
c/Fundación Educare s/despido”. (Pinto Varela-Guisado-Marino).
FISCALIA GENERAL
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Ley 26.773. Competencia de la Justicia
Nacional en lo Civil. C.S.J.N. Caso “Urquiza”.
En el caso, la juez a quo declaró la incompetencia de la Justicia Nacional del Trabajo porque
consideró que, atento la fecha en la que el actor comenzó a padecer la afección por la que se
reclama (septiembre de 2013), regía el art. 17, inc. 2 de la ley 26.773, que atribuye el conocimiento
de este tipo de pleitos a la Justicia Nacional en lo Civil. Dicha decisión fue apelada por el
demandante. Corresponde confirmar lo resuelto, pero por otros fundamentos. Si bien asiste razón
al apelante en cuanto a que de una atenta lectura del escrito de inicio surge que,
independientemente de la fecha de la primera manifestación invalidante, la enfermedad que invoca
padecer se habría generado con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley 26.773, lo cierto es
que inicia la presente acción únicamente contra la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, a quien le
atribuye responsabilidad en los términos del art. 1074 del Código Civil. La circunstancia reseñada
sella la suerte de la cuestión aquí en debate, pues resulta claro que este caso no se enmarcaría en
un supuesto que exija, para su viabilidad, la declaración de inconstitucionalidad del derogado art.
39 de la ley 24.557 y, por ende, se torna aplicable el reciente criterio expuesto por el Alto Tribunal
en la causa “Urquiza, Juan Carlos c/Provincia ART SA s/daños y perjuicios” (C.S.J.N. sentencia del
11/12/2014) que, de conformidad con lo dictaminado por el Sr. Fiscal subrogante y, con sustento
15
en lo normado en el art. 17 inc. 2 de la ley 26.773, atribuyó el conocimiento de este tipo de
reclamos a la Justicia Nacional en lo Civil.
Fiscalía General, Dictamen Nº 62.952 del 20/04/2015 Sala VI Expte. Nº 31.505/2014 “Cirone
Oscar Abel c/Galeno ART SA s/accidente-ley especial”. (Dr. Álvarez).
D.T. 28 2 Convenciones colectivas. Encuadramiento convencional. Diferenciación con el
sindical.
Las contiendas de “encuadramiento convencional”, a diferencia de las de “encuadramiento
sindical”, constituyen disputas de derecho destinadas a que se defina el marco normativo aplicable
a determinados contratos de trabajo, y esta caracterización es esencial porque revela que dichos
conflictos hacen a los derechos y obligaciones de las partes y se subsumen, en lo que concierne a
su resolución, en acciones de cumplimiento de aquellas normas que se consideran aplicables.
Fiscalía General, Dictamen Nº 63.002 del 27/04/2015 Sala V Expte. Nº 28.370/2012 “Ferrari María
Gloria c/Ministerio de Trabajo empleo y Seguridad social de la Nación y otro s/acción declarativa”.
(Dr. Álvarez).
Proc. 17 b) Caducidad. Caducidad de instancia. Principio de preclusión procesal.
Un mismo juez no puede resolver dos veces la misma cuestión, con la sola excepción de la
restrictiva revocatoria de oficio prevista en el art. 97 L.O.. La regla enunciada, responde al principio
de preclusión procesal, que constituye la pérdida, extinción o consumación de una facultad
procesal (Couture Fundamentos, págs.. 90). Al respecto, Falcón en su Código Civil y Procesal de la
Nación Comentado afirma que la preclusión está relacionada con los términos y con los estadios
procesales e impide la retrogradación de los mismos (ver, op. cit, T. II, págs..110/11). Este
impedimento de retrotraer las actuaciones, alcanza no sólo a las partes intervinientes, sino también
al magistrado actuante.
Fiscalía General, Dictamen Nº 63.036 del 30/04/2015 Sala I Expte. Nº 29.016/2012 “Projectec
SRL c/Otero Néstor Daniel s/consignación”. (Dra. Prieto).
Proc. 27 Demanda. Accidente. Actor que no efectúa la denuncia a la A.R.T.. Rechazo in
limine de la demanda. Improcedencia del rechazo. Vulneración de principios del Derecho
Laboral y del Derecho de Daños.
El juez a quo desestimó in limine la demanda interpuesta por el trabajador, destinada a obtener la
reparación tarifada prevista por la ley 24.557, porque éste no habría dado intervención a la
aseguradora de riesgos del trabajo, ni efectuado la denuncia de la dolencia incapacitante que alega
padecer. Tal decisión ha sido apelada por el vencido. Le asiste razón. El art. 377 C.P.C.C.N., debe
ser interpretado con carácter restrictivo, y para hipótesis de ostensible y manifiesta improcedencia
de la demanda, porque implica una posible afectación del acceso pleno a la jurisdicción, que sólo
se justifica ante situaciones que se han denominado como “acción improponible”, o sea, las
hipótesis de inexistencia diáfana del derecho, sin necesidad de elucidación fáctica. De haberse
leído atentamente el escrito de inicio, se habría advertido que el actor planteó concretamente la
invalidez del diseño de acceso al crédito, previsto por los arts. 21, 22, 46 de la ley 24.557, y que la
tesis del trabajador guarda sustento con la doctrina sentada por la C.S.J.N. en el pronunciamiento
recaído en “Castillo José c/Cerámica Alberdi SA” (C.2605 XXXVIII). Es inconcebible la creación de
una suerte de caducidad pretoriana del derecho a ser indemnizado por no haber efectuado la
denuncia, criterio que no sólo carece de todo respaldo normativo, sino que es insostenible al estar
en tela de juicio un crédito hiperprotegido, que hace a la salud del dependiente, como lo es el
emergente del sistema de reparación de infortunios del trabajo. La resolución recurrida contradice
los principios más básicos, tanto del Derecho del Trabajo, como del Derecho de Daños, que
confluyen en la protección de las víctimas, sobre la base de “no dañar al otro”, de innegable rango
constitucional.
Fiscalía General, Dictamen Nº 62.843 del 09/04/2015 Sala II Expte. Nº 55.836/2014 “Gómez
Cristian Damián c/Galeno ART SA s/accidente-ley especial”. (Dr. Álvarez).
Proc. 39 1 a) Excepciones. Competencia material. El juez laboral no es competente para
entender en la etapa de ejecución de los procesos que tienen por sujeto una persona
jurídica concursada.
La J.N.T. carece de aptitud jurisdiccional para conocer en la etapa de ejecución en los procesos
que tienen por sujeto pasivo a una persona jurídica concursada, pues rige la doctrina elaborada en
torno al artículo 135 de la ley 18.345. Esta circunstancia no se ve afectada por el dictado de la ley
26.086, porque dicha norma rige exclusivamente para la etapa de cognición del proceso. Por ello
en el caso, toda vez que la ley priva de jurisdicción al Sr. Juez a quo para llevar adelante el trámite
de cobro compulsivo, se impone remitir las actuaciones a la Justicia Comercial, que es el órgano
competente para considerar y resolver el pedido de extracción de fondos formulado por la apelante.
Fiscalía General, Dictamen Nº 63.032 del 30/04/2015 Sala IX Expte. Nº 25481/2008 “Termeniello,
Arnaldo José c/Flexofilm Avellaneda SA y otros s/despido”. (Dra. Prieto).
Proc. 61 2 Medidas cautelares. Embargo. Concurso preventivo. Juez laboral que dispone el
levantamiento del embargo preventivo con fundamento en el art. 135 L.O.. Improcedencia.
Facultad a cargo del juez del concurso.
En el caso se articula recurso de apelación en subsidio contra la decisión del Sr. Juez a quo que,
tras la denuncia del concurso preventivo de la demandada y el informe telefónico realizado al
Tribunal en el que éste tramita, ordenó el levantamiento del embargo preventivo decretado con
fundamento en el art. 135 L.O.. Corresponde revocar lo decidido. Ello así, porque el artículo 21 inc.
3 párrafo 3 de la ley 24.522 establece que corresponde al juez del concurso disponer, o no, el
levantamiento de las medidas ordenadas en los procesos excluidos del fuero de atracción, regla
16
que comprende al embargo preventivo decretado en el caso que, como tal, no se trata de una
diligencia ejecutiva de carácter compulsivo.
Fiscalía General, Dictamen Nº 62.896 del 14/04/2015 Sala VII Expte. Nº 8.525/2013 “Fernández
Eduardo Oscar c/General Tomás Guido Sociedad Anónima Comercial Industrial y Financiera
s/despido”. (Dr. Álvarez).
Proc. 80 Representación. Prueba del carácter de representante legal de un Consorcio de
Propietarios.
El art. 9 de la ley 13.512 dispone que el carácter de representante del consorcio debe
instrumentarse mediante escritura pública para la primera designación, y, respecto de las
subsiguientes, resultará suficiente con la protocolización del acta en la que ésta se realice. (En el
caso la cuestión a dilucidar consistía en establecer si, al momento de contestar la demanda, quien
se presentó por el consorcio revestía la calidad de administrador y, como tal, de representante
legal en los términos que establece el art. 9 de la ley 13.512).
Fiscalía General, Dictamen Nº 62.888 del 14/04/2015 Sala II Expte. Nº 7.780/2013 “Giménez
Pedro Claudio c/Consorcio de Propietarios del Edificio Concepción Arenal 3385 s/indemnización
art. 212”. (Dra. Prieto).
Proc. 90 Telegramas. Valor probatorio.
El telegrama colacionado lleva ínsita –en su carácter de instrumento público- la prueba de tal
condición, pues dicha misiva se encuentra redactada en formulario de estilo, con el sello de la
oficina postal y demás recaudos formales. (En el caso la demandada sostuvo que no puede
presumirse la autenticidad de la misiva que fuera oportunamente desconocida por ella).
Fiscalía General, Dictamen Nº 63.039 del 30/04/2015 Sala II Expte. Nº 28.671/2010 “Rodríguez
Jorge Atilio c/Telam SA s/diferencias de salarios”. (Dra. Prieto).
Proc. 92 Tercerías. Litisconsorcio pasivo necesario.
La pretensión de tercería es constitutiva de un litisconsorcio pasivo necesario y se impone
legalmente que sea sustanciada con la intervención de todas las partes del proceso en el cual es
promovida. Es decir, se requiere la intervención de éstas o, al menos, el otorgamiento efectivo de
la posibilidad de participar a través de su citación, exigencia que hace a la utilidad, respecto de los
demandados, de la sentencia que en la tercería se dicte.
Fiscalía General, Dictamen Nº 63.012 del 28/04/2015 Sala I Expte. Nº 36.210/2013 “Picardi
Marcelo Eduardo c/Domínguez Maricel y otro s/despido” (tercería). (Dra. Prieto).
Tabla de contenidos
Página 2.
D.T. 1 1 Accidentes del trabajo. Accidente in itinere. Muerte del trabajador al detenerse en un
kiosco cuando iba rumbo a su domicilio.
D.T. 1.19 2) y 4 ) 13) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Art. 1113. Causalidad y
concausalidad. Dueño o guardián. Responsabilidad concurrente. Responsabilidad concurrente de
la demandada y de la A.R.T. en los términos del art. 1074 Cod.Civil. por omisión del cumplimiento
de una obligación legal.
D.T. 1.19.11 Accidentes del trabajo. Acción de derecho común – Art. 1113 Cod.Civil. Valor de la
vida humana. Reparación material del daño que generó el fallecimiento del trabajador en las
personas de su concubina e hijos. Daño al proyecto de vida. El “daño al proyecto de vida” debe
incluirse en la indemnización.
D.T. 1 1 19 4) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Cosa. Telemarketer que padece
disfonía persistente. Garganta asimilable a cosa de la que el empleador como guardián se sirve.
Obligación de indemnizar. Art. 1113 Cod.Civil.
D.T. 1 1 19 4) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Cosa. Telemarketer que
padece disfonía persistente. Responsabilidad del empleador por el riesgo de la actividad.
Página 3.
D.T. 1 1 19 4) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Cosa riesgosa o viciosa.
Prueba.
D.T. 1 1 19 11) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Indemnización. Fórmula
indemnizatoria del fallo “Méndez c/Mylba S.A.”.
D.T. 1 1 19 11) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Indemnización. Criterios para
la reparación.
D.T. 1 1 19 8) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Derechohabientes. Exclusión
del lucro cesante.
D.T. 1 1 19 8) Accidentes del trabajo. Acción de derecho común. Derechohabientes. Derecho de
la concubina al cobro de la reparación por daño moral.
Página 4.
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D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Deber de seguridad y prevención de
siniestros a cargo de las A.R.T.. Accidente de trabajo sufrido por un camarógrafo. Deber de la
aseguradora de ofrecer cursos de capacitación al actor tendientes a evitar accidentes y
enfermedades laborales.
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Inembargabilidad de la indemnización
fijada en base a la ley 24.557.
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Ley 26.773. Incompetencia de la Justicia
Nacional en lo Civil para entender en las causas por accidentes del trabajo fundados en la ley civil.
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Ley 26.773. Solamente las
compensaciones de pago único incorporadas al art. 11 de la ley 24.557 y sus modificatorias, y los
pisos mínimos establecidos en el decreto 1.694/09, se deben incrementar según el RIPTE.
Página 5.
D.T. 1. 3. 10. bis Accidentes del trabajo. Ley de riesgos. Ley 24557. Aparatos de prótesis y
ortopedia. Ley 26773. Prestaciones en especie. Prestación complementaria. Prótesis. Art. 20 L.R.T.
y Art. 2 Ley 26773.
D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos del Trabajo. Ley 26.773. Ámbito temporal
de aplicación. Aplicación del RIPTE.
D.T. 1 Accidentes del trabajo. Rechazo in limine de la acción por falta de alta médica. Necesidad
de asegurar el acceso a la justicia por parte de los jueces.
D.T. 13 5 B) Asociaciones profesionales de trabajadores. Ley 23.551. Exclusión de tutela.
Página 6.
D.T. 13 5 A) Asociaciones profesionales de trabajadores. Ley 23.551. Tutela de candidatos.
Activista gremial que trabajaba en el Aeropuerto de Ezeiza y a quien se le modifica el lugar y el
horario de trabajo. Procedencia de la reinstalación.
D.T. 28 18 b) Contrato de trabajo. Contratación y subcontratación. Solidaridad. Casos
particulares. Responsabilidad solidaria del consorcio de propietarios frente al trabajador empleado
de una empresa de limpieza contratada por el consorcio.
D.T. 27 18 g) Contrato de trabajo. Contratación y subcontratación. Solidaridad.
Telecomunicaciones. Venta de productos y servicios telefónicos Nextel.
D.T. 27 i) Contrato de trabajo. Casos particulares. Cuidado de enfermos. Ausencia de relación de
dependencia. Existencia de locación de servicios.
D.T. 27 i) Contrato de trabajo. Casos particulares. Cuidado de enfermos. Existencia de relación
de dependencia.
Página 7.
D.T. 27.18 a) d) Contrato de trabajo. Generalidades. Art. 30 y 31 L.C.T.. Empresas de limpieza.
Ausencia de responsabilidad solidaria de Hoyts General Cinema en los términos del art. 30 L.C.T..
D.T. 1 16 Daño moral. Diferencia con el daño psicológico. Criterio indemnizatorio.
D.T. 33 1 Despido. Abandono de trabajo. Art. 244 L.C.T.. Supuesto en que las ausencias de la
trabajadora no constituyen abandono de trabajo.
D.T. 33 17 Despido. Acto discriminatorio. Superior jerárquico que profería gritos, insultos y
comentarios despectivos relacionados con el culto del trabajador.
Página 8.
D.T. 33 Despido. Despido directo de la trabajadora tras la firma de un convenio donde se
expresaba que nada más tenía que reclamar. Descuento en el salario de una suma
correspondiente a un rubro sin que fuera compensada por otra partida.
D.T. 33. 8 Despido. Injuria laboral. Art. 242 L.C.T.. Despido fundado en causa legítima. Uso de
automóvil de la demandada sin autorización. Antecedentes disciplinarios del actor.
D.T. 33 5 Despido del delegado gremial. Solicitud por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires de la exclusión de tutela de la delegada gremial en condiciones de jubilarse. Improcedencia.
D.T. 33 18 Despido discriminatorio. Trabajadora que padece esclerosis múltiple. Daño moral.
D.T. 33 18 Despido discriminatorio. Trabajadora que padece esclerosis múltiple. Daños y
perjuicios.
Página 9.
D.T. 33 12 Despido por maternidad. Inmediatez entre aviso de embarazo y el despido.
Presunción hominis.
D.T. 38.6 Enfermedad. Salario posterior. Art. 208 L.C.T.. Enfermedad inculpable. La obligación del
pago de salarios recae sobre el empleador.
D.T. 34 7 Indemnización por despido. Daños y pérdidas. Trabajador jubilado que demanda por la
falta de pago de las horas extraordinarias trabajadas y el pago de parte del salario en negro
durante la vinculación contractual. Implicancia en la percepción del haber jubilatorio por un monto
menor.
D.T. 56.3.9 Jornada de trabajo. Extensión. Prueba. Falta de acreditación de la jornada reducida
alegada por la demandada. Incorrecto registro del vínculo. Operatividad del art. 55 L.C.T..
18
Página 10.
D.T. 60 5 Licencia por enfermedad. Trabajador que es despedido durante el plazo de interrupción
paga por accidente o enfermedad inculpable. Art. 213 L.C.T..
D.T. 49 Personal gastronómico. Carácter no remuneratorio de las propinas. Prohibición de su
percepción.
D.T. 81 Retenciones. Art. 132 bis L.C.T.. Interpretación restrictiva. Necesidad de intimación del
actor al empleador.
D.T. 83 19 Salario. Asignaciones no remunerativas establecidas por convenios colectivos
posteriores o por Acta Acuerdo. Invalidez.
D.T. 83 8 Salario. En especie. Viajante de comercio. Uso del teléfono celular y el pase de
autopista.
Página 11.
D.T. 83 1 Salario. Parte general. Viajante de comercio. Carácter remunerativo del rubro “adicional
por kilómetro recorrido”.
D.T. 83 12 Salario. Propina. Constitucionalidad de la prohibición de percibir propinas por parte de
los cajeros del Hipódromo de Palermo.
D.T. 83.16 Salario. Viáticos. Naturaleza jurídica de los pagos efectuados en concepto de “viáticos”
y “tarifa telefónica” fruto de negociación colectiva y homologada por autoridad administrativa del
trabajo. Carácter salarial. Art. 103 L.C.T..
D.T. 53 Trabajo insalubre. El carácter insalubre de un trabajo debe ser declarado por la autoridad
administrativa del trabajo.
D.T. 92 Trabajo marítimo. Marinero de cubierta que frente al despido reclama el pago de la multa
prevista en el art. 2 de la ley 25.323. aplicación del Plenario “Gauna”.
D.T. 97 Viajantes y corredores. Art. 1º ley 14546. Interpretación.
Página 12.
D.T. 97 Viajantes y corredores. Juramento art. 11 ley 14.546. Requisitos.
D.T. 98 Violencia laboral. Procedencia del reclamo por daño moral por el maltrato laboral sufrido.
PROCEDIMIENTO
Proc. 27. Demanda (art. 71 L.O.). Rechazo in limine de la acción. Improcedencia.
Proc. 27 Demanda. Contestación de la demanda. Art. 356 C.P.C.C.N.. Características.
Proc. 39 1 a) Excepciones. Competencia material. Causas entabladas contra la Policía Federal
Argentina fundadas en la ley especial de accidentes del trabajo. Competencia de la Justicia del
Trabajo.
Página 13.
Proc. 39 1 a) Excepciones. Competencia material. Competencia de la J.N.T. para entender en el
reclamo por accidente sufrido por un miembro del Ejército Argentino.
Proc. 39 2 Excepciones. Cosa juzgada. Condiciones.
Proc. 49 Honorarios. Pacto de cuota litis. Improcedencia de su integración con el IVA.
Proc. 54. Intervención terceros. Art. 94 C.P.C.C.N.. Requisitos. Rechazo de la citación.
Proc. 54 Intervención de terceros. Art. 94 C.P.C.C.N.. Pedido de citación de dos A.R.T..
Página 14.
Proc. 54 Intervención de terceros. Art. 94 C.P.C.C.N.. Pedido de citación de dos A.R.T..
Proc. 54 Intervención de terceros. Posibilidad de condena contra el tercero citado a partir de la
modificación del art. 96 C.P.C.C.N. por la ley 25.488.
Proc. 61 bis Medidas autosatisfactivas. Solicitud de embargo ante un escenario de grave estado
de necesidad que atraviesan los deudos del trabajador fallecido.
Proc. 61 2 Medidas cautelares. Embargo. Embargabilidad de las jubilaciones y pensiones de la
Policía Federal Argentina.
Página 15.
Proc. 76 1 g) Prueba. Producción. Trabajador al que se lo tiene por desistido de la prueba pericial
médica. Concurrencia al consultorio médico fuera del horario programado. Primacía de la verdad
jurídica objetiva frente al rigorismo formal.
Proc. 78 3 Recurso de apelación. Resolución que dispone la competencia de la J.N.T. para
entender en una causa sobre accidente. Rechazo de la excepción de incompetencia. Apelación.
Efecto diferido con que debe concederse el recurso de conformidad con el art. 110 L.O..
Tratamiento del recurso con efecto inmediato por razones de celeridad y economía procesal.
Proc. 91 Temeridad y malicia. Art. 275 L.C.T.. Aplicación.
FISCALIA GENERAL
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D.T. 1 10 bis Accidentes del trabajo. Ley de Riesgos. Ley 26.773. Competencia de la Justicia
Nacional en lo Civil. C.S.J.N. Caso “Urquiza”.
Página 16
D.T. 28 2 Convenciones colectivas. Encuadramiento convencional. Diferenciación con el sindical.
Proc. 17 b) Caducidad. Caducidad de instancia. Principio de preclusión procesal.
Proc. 27 Demanda. Accidente. Actor que no efectúa la denuncia a la A.R.T.. Rechazo in limine de
la demanda. Improcedencia del rechazo. Vulneración de principios del Derecho Laboral y del
Derecho de Daños.
Proc. 39 1 a) Excepciones. Competencia material. El juez laboral no es competente para entender
en la etapa de ejecución de los procesos que tienen por sujeto una persona jurídica concursada.
Proc. 61 2 Medidas cautelares. Embargo. Concurso preventivo. Juez laboral que dispone el
levantamiento del embargo preventivo con fundamento en el art. 135 L.O.. Improcedencia. Facultad
a cargo del juez del concurso.
Página 17
Proc. 80 Representación. Prueba del carácter de representante legal de un Consorcio de
Propietarios.
Proc. 90 Telegramas. Valor probatorio.
Proc. 92 Tercerías. Litisconsorcio pasivo necesario.
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