Concurs de Relats i Fotografies 2009 Relat guanyador del Premi del públic Entre Suecia y yo Roger Llorens Jimeno Sin secretos ni cuchicheos, en términos de sensaciones y reflexiones no existen tapujos. Entre tú y yo, Suecia, se halla una larga carretera, un eterno recorrido. Tres mil kilómetros nos separaban hace seis meses y ahora mismo, mas te siento cerca, desprecintado ya como estoy de una ruta en coche interminable y habiendo inspirado hondo en tus valles, costas y rincones no puedo evitar congelar mi mirada en el horizonte imaginando tu orografía que tan bien conozco. Esas curvas que me hechizaron un semestre, ese contorno que me dejó preñado de ansiedad por recorrerte de arriba a abajo y de abajo a arriba, sin descanso. Penetré sin miramientos en un precioso mar verde de flores, plantas, árboles, bosques, ríos y lagos que acapararon mi vista, apenas con los mínimos para no descuidar el trazado de la carretera. Y abandoné tus dominios sobre el manto blanco de la nieve y su pureza, que guardaba con mimo todo cuanto había visto al llegar para mostrárselo a otro inocente viajero cuando el sol volviera a alumbrarte. Perdóname Suecia, pues en realidad mi intención en este viaje no era verte, sino vivirte. Sentirte de cerca y dejarme invadir por tus acometidas de naturaleza, vida, sencillez y libertad. Yo era tuyo y tú eras mía. Pero en el fondo, y vuelvo a pedirte mil perdones, 1 mi respuesta latía en otro lugar, uno imparcial, entre tú y yo. Cada uno de los kilómetros que nos separaban, de Barcelona a Suecia, contenían esa chispa de humanidad que venía buscando. En mi mapa no hay fronteras ni etnias, cada pueblo que dejaba atrás a mi paso era un abanico de oportunidades, sentimientos y vivencias que unos metros más tarde no se repetirían. Cada urbanización tenía su vida, cada ser humano tenía su espacio. No lo podía evitar, tuve que inmiscuirme deliberadamente para gozar del hecho de no estar donde estoy ahora, entre cuatro paredes y con un reloj en la muñeca que me vigila. Ahí, entre esa gente, en esas otros vidas no tenía reloj, tenía tiempo. Somos sedentarios, descaradamente sedentarios. Acampamos en nuestra parcela y arraigamos a partir de ella, intentando abarcar el máximo que alcancemos. Todos queremos ese hogar al que regresar y que no posee ni murallas ni razas. Pero ¡ay mi querida Suecia!, si todo fuera tan fácil. No hay luz sin oscuridad, y contra esa naturaleza sedentaria y acomodada que nos delata, batalla un corazón nómada que suspira por absorber cada resquicio de vida de cualquier lugar. No descansa, ve allá donde nosotros no alcanzamos ni imaginamos. Espero que me comprendas, mi querida Suecia, que mi corazón no ha sido plenamente tuyo, he sembrado mi felicidad en cada lugar del trayecto en el que, irremediablemente, he inspirado paz y alegría. 2 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Foto Guanyadora: Calle de Estambul | Jana Brandt 3 Així és Berlín | Joan Ferrarons i Llagostera 4 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Impresiones de Estambul Jana Brandt Estambul, antigua Constantinopla. Estambul bello, Estambul triste. Estambul unida, Estambul dividida. Dividida es como me siento hoy, tres años después de mi retorno, cuando pienso en los meses que pasé en aquella ciudad de contraste y siento una mezcla entre nostalgia y melancolía. Desde el primer momento Estambul apresó todos mis sentidos. No era consciente aún que mi viaje había empezado. Veía como se acercaba el Bósforo a mi derecha mientras viajaba en bus hacia el centro de la ciudad. Mi primera imagen de la ciudad jamás la olvidaré. Pasamos cerca de uno de los numerosos atracaderos de donde parten los transbordadores que trasladan personas y cacharros de toda especie desde el lado europeo al asiático y viceversa. Dibujando el paisaje de fondo, podía distinguir la silueta de la ciudad. En primer plano había un barco auriblanco, que vomitaba un humo denso y negro por su chimenea, y por encima volaba una bandada de gaviotas gañendo, dando vueltas y más vueltas. Parecía una pintura -algo decadente- de tiempos lejanos y desconocidos, pero era de una belleza trastornadora. El mar cerca de mí, el cielo gris y nublado sobre mi cabeza, junto a mi repentina soledad, hizo que, paradójicamente, sintiera algo parecido a la libertad. Pensaba en todas las fotografías que iba a sacar y en las semanas que tenía por delante para descubrir aquellos rincones. Asomé la cabeza por la ventana. Un 5 viento frío me golpeaba la cara. Inhalaba el aire fresco. El olor a mar, a pescado, a sucio, la muchedumbre frenética que se movía alrededor mió, el ruido y una lengua que prácticamente no entendía, me mareaba. Sin embargo, pronto iba a tener la extraña sensación de conocer Estambul a pesar de no haberla pisado antes. Recorriendo las calles de la ciudad a pie, en bus o barco, poco a poco iba conociéndola. Me adentré en ella hasta finalmente encontrar mi ritmo allí. Me encantaba su vida callejera, sus puestos de comida, sus mercados. Me sorprendía ante la cantidad de banderas turcas e imágenes de Atatürk colgadas en todos, pero todos los rincones de la ciudad. Escuchar cerca del Bósforo el canto simultáneo de decenas de muecines llamando a la oración fue mágico. ¡Ay, querido Bósforo! Estambul no sería Estambul sin el estrecho, sin la garganta que une los dos mares: el Negro y el Mármara. El Bósforo otorga a la ciudad su esplendor, su vida, su encanto. Cuando brillaba el sol y las aguas del Bósforo se tornaban de un azul intenso, la ciudad y sus habitantes parecían desbordar de alegría. Pero aún de noche, el único momento de silencio, pasear por sus orillas representaba un verdadero placer visual: apoyado sobre la barandilla de uno de los muchos puentes, quizás comiendo uno de los famosos balik kebap, se disfrutaba de una panorámica magnifica de la ciudad nocturna que hacía pensar en una imagen de las “Mil y una noches”. Pero Estambul también es una verdadera locura: 12, 13, 15 o 6 Concurs de Relats i Fotografies 2009 quizás 17 -nadie lo sabe con certeza- millones de habitantes hacen que la ciudad rebose de vida. El gentío en determinadas calles de la ciudad, el tráfico -imagen auténtica del infierno-, creaban un ambiente febril, veloz, pero sobre todo ruidoso. En medio de este bullicio, los únicos en no perder la calma eran los perros callejeros que, cuando no vagabundeaban por la ciudad sin destino concreto, solían dormir plácidamente en medio de una plaza, como si todo a su alrededor no existiera. Pero Estambul también es una ciudad triste, una ciudad a dos tiempos, una ciudad que -si uno no tiene cuidado- te puede llevar hasta el abismo. En barrios céntricos reina la pobreza absoluta y donde hay pobreza hay droga, violencia, desgracia. Niños pidiendo limosas y hombres que intentan venderte cualquier trasto que le permita aumentar su misero salario, manifestaciones -sean por la causa que sean- , merodeadas por un exagerado número de policías armados hasta los dientes, bombas que estallan en las calles de Estambul como consecuencia del conflicto kurdo-turco aún latente, te recuerdan que existe otra Estambul que no es la que se alimenta del antaño esplendoroso. Me gustaba mi barrio -muy popular-, en el corazón mismo de la ciudad, donde los niños jugaban en la calle, donde cada día pasaban hombres con vehículos tirados por caballos o un camión vendiendo frutas y verduras, que -si querías- podías comprar directamente desde la ventana de tu casa, y donde -sin que esto resulte extraño- pasaba cada tanto un pastor arriando su rebaño de ovejas. Tampoco era extraño ver caer de repente, mientras 7 caminaba tranquilamente por las calles, desde cualquier ventana una bolsa de basura -pura vagancia en lugar de bajar a la calle. También me gustaba el gato feo -blanco en algún momento, pero entonces gris de suciedad- que siempre estaba delante de mi portal acompañado de una gata tuerta. Me gustaban, porque siempre estaban allí cuando me iba de casa o cuando volvía. Y me divertía el dueño del otopark que siempre esperaba a sus clientes con un cigarrillo en la boca y cara de mala leche, pero que al final terminó saludándome. Estambul es una ciudad llena de contrastes y sí, también de contradicciones, pero es justo esta confusión entre lo viejo y lo nuevo, entre lo feo y lo bello, entre lo histórico y lo moderno, que convierte a Estambul en lo que es. Una ciudad llena de colores y de caras que lo iluminan todo con su sonrisa. Una ciudad que te hace sonreír, llorar, pensar, pero que en resumidas cuentas te hace sentir vivo. Sentado al lado del Bósforo, un té en la mano, observo como desfilan decenas de barcos de todos los tamaños, colores y banderas. Levanto la mirada y observo como las gaviotas dibujan círculos en el aire, eran las gaviotas a las que tantas veces había alimentado con trocitos de simit mientras viajaba de un continente a otro. Me despido de Estambul con nostalgia. Respiro hondamente, respiro Estambul. Hasta siempre. 8 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Barbacoa d’Estiu | Antonio Manuel Reis Menezes Alves Compañeros de piso II | Donovan McLean 9 Cycling way back home | Meritxell Canals El master de la vida | María Elena Méndez López 10 Concurs de Relats i Fotografies 2009 7 x 1 Elisabet Barbero Camps “Anochece en el tren; otra vez, otra vez más, de viaje, de paso, de nómada, de vuelta... ¿o tal vez de ida otra vez? Se esconde el paisaje que quiero y quiero ver... no me queda más remedio que observar cerca, la gente; dentro, de mi. La gente, criticable (algunos), amigables (otros), e inexistentes (los indiferentes). Y mi interior, confundido por ese vaivén del tren, por esta mezcla de lenguas, por estas dudas y estas circunstancias. Es una sensación rara. Y más rara aún, bizard1.” Tot va començar el 31 d’agost quan vaig deixar l’estiu de Girona sense acomiadar i vaig agafar un tren direcció París. Després de mesos dedicant-li illusió i amor al “meu” projecte, vaig arribar a la terra que tenia que acollir-me i em vaig sentir decebuda, sola, desprotegida i oblidada. La residencia, el pitjor que he vist. Dos dies més tard sabria que el conveni d’estudis estava tot del revés. I quan aquests dos problemes em van sobrepassar, vaig fer el que hauria fet un nen. Vaig plorar. Vaig trucar. “Pare...” - entre llàgrimes de frustració vaig expressar, per fi, que sentia que perdria el temps per allà dalt. Amb els consells del meu pare crec que vaig rebre la primera lliçó: “No sols has anat a París a fer les pràctiques de biotecnologia, sinó a aprendre moltes altres coses, i una d’elles és aquesta: no tot anirà com tu 1 En Francès, estrany o rar. 11 desitges”. Després d’això, tornava a sentir un sentit, tenia un motiu per seguir lluitant. Vaig canviar el meu destí per cinc mesos dedicats a instruir-me en matèries completament alienes a la biotecnologia. Vaig decidir guiar-me pel meu interès primitiu en la programació, el disseny industrial i el teatre, espines de curiositat que he pogut curar. Del primer, m’he quedat amb el pensament lògic. Del segon, amb les tècniques de creativitat i anàlisi. Del darrer, la tranquillitat i la simplicitat existencial que em va obrir de la mà d’aquest viatge interior anomenat ERASMUS. Fóra la universitat, les coses també van millorar. Un 11 de setembre en una Torre Eiffel romànticament blava, blava, blava, vaig fer un petó a un noi que em canviaria la vida. A les altres persones que em van acompanyar en el nord de França també els dec moltes coses apreses... una d’elles, que el meu punt de vista cultural i el meu sentiment nacionalista català han evolucionat sense fre. Em sentia plenament pròxima a les persones mentre trobàvem i rèiem de les nostres diferències. I l’heterogènia lingüística, tantes vegades amagada, t’adones que tampoc ella entén de fronteres ni línies, i que totes les llengües llatines acaben essent una continuïtat que canvia gradualment al llarg del territori. En algun dels pocs moments que trobava per escriure a Girona em van sortir paraules com: “a voltes sembla més fàcil submergir el meu nacionalisme i dir que sóc espanyola, però he aconseguit que m’identifiquin com d’una ciutat petita, a 100 km de Barcelona, i de la regió catalana on més es parla la nostra llengua”. 12 Concurs de Relats i Fotografies 2009 En el ERASMUS construeixes un nou món on molts personatges es troben en la mateixa situació que tu. Una bona amiga ja m’havia previngut d’un fet: “És com si visquessis 7 anys en un. 7 per 1 ”. El temps avança a un altre ritme, i els sentiments, desproveïts dels pilars ferms d’una amistat d’anys enrere, es tornen canviants. En aquesta bombolla d’evolució accelerada, qualsevol imprevist té fàcil camí a convertir-se en aventureta, ja que els recursos habituals son lluny de tu. L’ERASMUS és la proximitat i la distància alhora; la soledat i la companyia al mateix temps. La frustració i l’oportunitat. La incomunicació i la complicitat. Obrir-se a un món desconegut i tancar-se en un món interior. És una vida diferent de la teva vida dins la teva vida. “M’agrada molt el que m’està passant... vull dir, que vaig tenir que fer molts esforços per estar aquí però cada dia me n’alegro”. Ahir vaig enviar l’últim mail als amics de la meva terra. Alguns noms de la llista han canviat... efectivament, la distancia ha posat a prova algunes relacions, però agraeixo veure amb tanta claredat els amics que son de veritat i que, ara sé, hi seran sempre. I aquest matí, al tren de tornada, m’he girat un moment i allà estava ella, mirant-me, blava, blava, blava. Si mai hi torno, el meu món ja no hi serà, però les petjades quedaran per sempre. “Anochece en el tren; otra vez, otra vez más, de viaje, de paso, de nómada, de vuelta... ¿o tal vez de ida otra vez? Se esconde el paisaje que quiero y quiero ver... no me queda 13 más remedio que observar cerca, la gente; dentro, de mi. Es una sensación rara. Y más rara aún, bizard.” Erasmus Welcome Party Joan Ferrarons i Llagostera Una veu transsilvana crida coordenades... què? no! no és romanès, no són coordenades! egy, ketto / három, négy! i tothom balla al ritme dels seus ulls blaus... L’ombra del ratpenat s’enfila per la paret bacardí... et quelqu’un vient, whisky à la main ¿quánto cuesta el cubata? keine Ahnung, digo, es vino tinto i en dos minuts em bec tres euros... La mirada del filòleg voldria recordarme què hi faig però l’hivern s’acosta amb pas ferm i em diu: güita, et presento uns amics no t’he sentit que et presento... 14 Concurs de Relats i Fotografies 2009 que no té sentit! ah! i què? doncs res i a ballar! weil alles besser ist / als es gestern war... Les converses s’encallen i no per falta de lubricant the toilets? está fazendo o ridículo entonces ¿qué tipo de música escuchas? Richtung Ska ¡nos vemos! (no creo...) (i per què no?...) und so weiter und so fort Kurzzug hält hinten una lectora de la biografia de Humboldt i un estudiant de la uni que ell va fundar tots dos de la meva edat tenen molt en comú nächste Station: Nordbahnhof i les mirades es creuen i es canvien dues, tres paraules (!) Ausstieg links i baixa del tren baixo o no baixo? S1 nach Oranienburg 15 baixo o no baixo? einsteigen, bitte baixo o no baixo? zurückbleiben, bitte baixo o no...? CLAC! La República Txeca a través dels meus ulls Alba Font Torra Després de passar cinc mesos a la República Txeca, una comença a crear la seva pròpia “visió de país”. I us diré que la República Txeca és un país on es fa fosc més aviat que a Catalunya; on a l’estiu s’omple de turistes i a l’hivern queda buit; un país on els trams i els trens arriben a l’hora; on la gent li costa poc enfadar-se; on es fan servir corones i no euros i un país on hi ha cervesa barata però aigua cara. La República Txeca és un país fred en totes les accepcions de la paraula. A la República Txeca, a l’hivern, pocs dies surt el sol. És un país que va fent, sense pressa. Sí, tot va fent... com a tot arreu, la gent es lleva, va a treballar perquè cada dia sigui igual a l’anterior. La gent es limita a fer el que li toca i a treballar pel què li paguen. Al supermercat les caixeres et van passant 16 Concurs de Relats i Fotografies 2009 els productes sense aixecar la vista fins que et diuen el preu de la compra amb unes paraules que et sonaran estranyes. Miraràs els números de la caixa enregistradora i treuràs un bitllet, o dos. Finalment, si els hi dius gràcies o adéu en txec potser aconseguiràs arrenca’ls-hi un tímid somriure per un instant. I és que la República Txeca és un país on els somriures escassegen i la melancolia abunda. És un país on de seguida es fa gairebé inevitable caure en estereotips. La mirada trista de la gent gran és el reflex més viu d’un país amb un passat enterbolit, els quals molts d’ells et faran dubtar per uns moments si encara et trobes en un país amb règim comunista, un règim que ha deixat la seva herència per tot arreu on vagis. Es respira nostàlgia pels carrers, i sobretot a l’hivern, foscos i solitaris. Es respira certa tristesa per uns temps passats però presents dins la ment de tots aquells que van viure esperant i esperant sense saber massa bé el què esperaven, i tots els somnis de joventut s’han esvaït mica en mica al llarg del temps. Praga és una ciutat en que la fervorosa esplendor del centre contrasta amb els caòtics edificis dels afores, talment com si estiguessin fets amb el mateix motlle. Tanques els ulls i t’és fàcil imaginar la vida vint anys enrere... i quaranta, i cinquanta... així com obvi imaginar quin tipus de gent vivia a cada lloc. I aquesta doncs, és la breu visió d’algú que està acostumada al caliu de la seva terra; a passar poc fred; a que la gent et somrigui amb facilitat; al sol i al pa amb tomàquet. Algú que no sabia 17 amb què es trobaria i que ara ja s’ho ha trobat. I estic contenta, malgrat ser crítica. Feliç d’haver-me topat amb gent fantàstica i d’haver pogut crear en un racó del món, a priori desconegut, una petita família multicultural. Una gent que m’ha ensenyat que no importa de la realitat que vinguis, ni l’idioma que parlis... doncs sempre és més fort allò que ens pot unir que el que ens pot separar. Relato Cristian Capdevila Fernández Un buen día intentas meter 10 meses de tu vida en una maleta y te vas. Te despides de tu gente, de unos con más furor que de otros. Recuerdas cuando llegaste a un lugar que desconocido. Gris. Apático. Te sentías perdido y no imaginabas lo que ibas a vivir. Poco a poco todo fue cambiando, o quizá fuiste tú el que cambiaste. El avión despega y ves como la ciudad a la que ya consideras tu casa se queda abajo, impasible. Y tú te vas. Y piensas: “Llegué a Berlín con sólo esta maleta, y me voy con una vida”. 18 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Una vida que ha tenido sus altibajos pero de la que has aprendido tanto. Una vida que te ha cambiado. Al cerrar los ojos cada noche sientes aún como ese aire fresco de mediados de julio acaricia tu cara mientras pedaleas. El color verde te ciega, el olor a tierra, a hierba y a hojarasca mojada te embriaga. El vaivén de la bicicleta marca el ritmo de esa vida que ya no es tuya. Podrán pasar días, meses y años. Los detalles perderán nitidez, olvidarás nombres de calles y paradas de metro, perderás el contacto con gente que te marcó. Pero esa sensación de libertad permanecerá inalterable a pesar del paso del tiempo. Los recuerdos volverán a asomarse en la rutina de tu vida cuando menos te lo esperes: un libro, una foto o una canción te los traerá de vuelta. Será entonces cuando sonrías o incluso una carcajada surja sin que puedas evitarlo. Aquellos que te rodeen te mirarán sorprendidos, tal vez molestos por ese pequeño arranque de alegría. No te importará, pues al menos tú estuviste vivo. Llegas a casa y todo está bien. De veras. Pero ya no sabes a qué lugar perteneces, Ya no eres de ninguna parte. 19 Jazz al fiume bolonyés | Martí Quintana Badosa Independizarse, enamorarse, erasmus | Maria Isabel Seguro Requejo 20 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Queensday | Rubén Cabús Lomba Quién ha sacado esta foto? | Aleksey Toshkov Kaloyanov 21 Ahvenisto, la sauna del lago (o cómo hacer del tópico una costumbre) Clara Vilches Caubet I - Hey, do you want to come with us? Sorry? We are going ice-swimming, wanna come? Ice...what? Swimming. And ice... ice-swimming. Yeah. And die? C’mon, they do it all the time! But the lake it’s all covered with snow... But there’s a hole in the lake... ...and in your brain! ...in front of the sauna... ...like the Eskimos! ...and you can swim there. ...and die. Anyway, I’ll go. II Y llegó el 4 de abril, con sus efímeros doce grados y su solecito 22 Concurs de Relats i Fotografies 2009 tímido. Luego llegaron las indicaciones con dibujos al taxista. Después fue la sauna, el lago helado, el agujero en el hielo, el frío, las agujas, la adrenalina, el decidir volver siempre que pudiéramos. Y luego, dos días después, llegaron los mocos, la tos y la afonía. Pero creo que aquella sensación de bienestar no se va a ir nunca. III - No tienes que pensar, no sirve de nada. Lánzate, es inútil hacerlo poco a poco. Si sólo metes los pies y los dejas más de cinco segundos, acabarás por no meterte del todo. Será como millones de agujas clavadas en tu cuerpo, te dolerán los pies, las ingles, el pecho, el cuello. Al principio, no podrás moverte, te costará incluso coordinar respiración y movimiento. Con el tiempo, la paciencia y la concentración, podrás nadar. Y sentirás que tus brazadas son las más estilizadas del lugar; nunca antes habías nadado así. Al salir, las agujas desaparecerán y billones de hormigas recorrerán tus rincones. Volverás a los ochenta grados de la sauna y creerás tiritar de frío. - De ninguna manera esto puede ser sano. - Aunque no lo sea, sales de aquí siendo otro. IV - Pues tú vas a la “Oficina de turismo y cosas varias del pueblo”, que es un sitio muy amplio y bonito y sin colas y con gente amable, y dices “Quiero la sauna del lago para tal día a 23 cual hora”, así, fácil. Dejas tu nombre y dirección, y dentro de un mes te mandan el recibo a casa para que vayas a pagar al banco el módico precio de 20 euros. - Y, ¿ya está? - Sí. - ¿Y hay alguien ahí vigilando? - No. - A alguien le darás tu nombre al llegar... - No. - ¿Te dan una llave, un código, un dedo mágico? - La puerta está abierta. - ¿Quién la abre? - Es un misterio. - Curioso. Y llegas, ¿y no hay nadie? - Nadie. Si tú has reservado la sauna para la una, a la una sólo estarás tú allí. - Nadie... - Nadie. - Algo así nunca funcionaría en España. - Duele admitirlo, pero nunca. ¡Otra Guinness, por favor! Miguel Bonilla Alcaraz Domingo a las 12 de la mañana. A ver si se me pasa esta resaca... No sé cuántas Guinness me tomé anoche. ¿Fueron 3? Aunque 24 Concurs de Relats i Fotografies 2009 creo que ya me había tomado 2 antes de las 3 últimas... ¡Ni siquiera recuerdo el nombre del pub! ¿Y por qué me acosté vestido? Es lo que tiene pasar una temporada en Dublín... Uno acaba cediendo a los encantos de la ciudad y de Irlanda. Me dijeron el otro día que la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, suele ir a un pub del centro... ¿Y qué hace ella en un pub? Pues promover el icono nacional, claro está. Aún recuerdo los comentarios de mi familia al anunciarles que iba a pasar un curso en Irlanda: - ¿Pero por qué te vas a un país en guerra? (Esto... hace años que no tienen esos problemas...) - ¿Te vas a Irlanda? ¡A este niño le gustan las inglesas! (¡Que me voy a Irlanda, no a Inglaterra!) - ¿Irlanda? ¿Qué es eso? (Una isla por ahí perdida...) No me preocupaba ir a un país desconocido. No podía ser peligroso si cuenta con Enya, The Corrs o Sinéad O’Connor (la mujer más calva del pop). Sin embargo, también salieron de aquí The Cranberries y U2, y sino que se lo pregunten a los dublineses, ¡que parece que no conocen nada más que U2! Claro, que aquí los llaman “iu chu”. Me asomo a la ventana y parece que hace calor y todo. Pero aquí uno no sabe si salir de manga corta o con un abrigo, porque el clima cambia radicalmente. Lo que no me puedo olvidar es mi paraguas. ¡Ay, mi umbrella! Pobre de ti si no llevas siempre 25 contigo un paraguas plegable en Dublín, aunque sea primavera y haga sol. Hace sol y en cuanto das dos pasos ya está lloviendo. Ahora entiendo por qué aquí venden paraguas hasta en los supermercados o las farmacias. Además, parece que este país está a más altura. ¡Yo juraría que la luna se ve más grande aquí que en España! Incluso cuando no me he tomado ninguna Guinness, eh. Salgo de la residencia de estudiantes y lo primero que veo o, mejor dicho, que escucho, son las voces verduleras de unas chicas borrachas. Es todo un espectáculo caminar por las calles los domingos, pues las noches de los sábados todos beben en los pubs y los domingos puedes ver los efectos del alcohol en la gente. Además, si sales de noche te puedes reir de las dublinesas jóvenes que, aunque llueva y haga un frío glacial, siempre van con minifalda y tirantes. Las verás tiritando de frío, pero “antes muertas (de frío) que sencillas”. Aprovecharé para hacer la compra de la semana en el Tesco. ¡Ay, mi querido Tesco! ¡No sabes cuánto te quiero, con tus productos Tesco Value y tu pan de molde a 32 céntimos la bolsa! Pero lo que más adoro es la peanut butter. ¿Cómo he podido vivir toda mi vida sin comer mantequilla de cacahuete? ¡Ahora la tomo para desayunar y como postre! La peanut butter ya es parte de mi. Ahora cojo el bus para ir al centro. Como siempre, namás subir al bus ya escucho a unos españoles berreando. Son como una 26 Concurs de Relats i Fotografies 2009 especie aparte y se los distingue porque son los únicos que gritan y que siempre llevan abrigos. Ante tal jaleo, lo mejor es hacerse el irlandés (es decir, que no se den cuenta de que soy uno de ellos y se piensen que soy irlandés) y subir a la segunda planta del bus. Desde arriba te puedes sentir como en Port Aventura con las maniobras del conductor. ¿Cómo pueden conducir así? Ya no es sólo que conduzcan por el otro lado, ¡sino que parece que el bus vaya a volcar! ¿No se habrá tomado también unas Guinness este...? Ya he llegado al centro de la ciudad, que consta de dos calles bien puestas y unos diez centros comerciales, la mitad en una calle y la otra mitad en la otra. No puedo evitar la tentación de visitar mi santuario; es decir, el Penneys (llamado Primark en el Reino Unido). ¡¿Dónde más voy a encontrar tejanos por 6 euros y boxers por 4?! Toda esta ropa debe de venir de China, como mínimo. A ver qué dice la etiqueta... Made In... ¡Madrid! ¡No puede ser! ¡Toda la ropa es de Madrid! ¡Pues estoy seguro de que nunca encontraré nada tan barato en Madrid! Doy una vuelta por el centro de Dublín, hago shopping, me compro un smoothie (¡otro de mis descubrimientos Erasmus!) y evito a los grupos de españoles que han venido a hacer una inmersión lingüística juntándose en grupos de 20 y con profesores españoles. De hecho, es inútil venir a aprender inglés a Irlanda. Aquí no hablan el inglés que has estudiado durante toda una década en España. Ya puedes haber sacado excelentes toda tu vida en inglés, que cuando vengas aquí no podrás entender ni 27 siquiera a las cajeras del Tesco y lo único que harás será asentir como un tonto o responder “soRRi, ay don anderstén yu”. ¿Qué es esa música estridente? ¡Ahh, es mi móvil barato irlandés! Claro, ¿por 30 euros qué me iba a comprar? El móvil más barato del mercado. ¡Ah, es Julie! ¡Mi amiga francesa! ¡Cómo me gusta vivir aquí! ¡Tengo amigos de todo el mundo menos del propio país! - Hi Julie, what’s the story? (Traducción automática de la conversación al español = Hola Julie, ¿qué te cuentas? ¿Vas a salir esta noche?... Pero me invitaron a una fiesta y dije que sí... ¿Qué dices, irán las japonesas contigo? ¿A qué hora es? ). ¡Si van las japonesas claro que me apunto! No puedo evitar imaginármelas vestidas como las guerreras de Sailor Moon y salvándonos del mal en nombre de Luna. Bueno, esta noche saldré, pero no beberé tanto como ayer. Quizás sólo una Guinness... O puede que dos o tres, pero ya está... Supongo. 28 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Perspectiva visual Israel Gutiérrez Alonso ¿Qué sucede hoy? Mi dueño Omar y yo, ya hemos estado varias horas en el avión, no estoy seguro a donde vamos, pero al parecer esto lo pone entre alegre y un poco triste, después de varias horas de viaje en el avión, llegamos al aeropuerto, todo va de maravilla, han venido por nosotros al aeropuerto, un amigo de una amiga, que curioso, aun sin haber llegado a este nuevo país ya teníamos un nuevo amigo, creo que así son las cosas cuando decides abrirte al mundo; muy amable nos lleva a su piso y ahí permanecemos por varios días, lo primero que hacemos después de instalarnos en su piso, es llamar a casa, para decir que todo esta bien... creo que esto es el inicio de la experiencia, ¡que emoción nos invade! Al siguiente día, Omar se levanta temprano y decide salir a conocer la ciudad, aun que a primera vista es muy parecido a nuestro país, pero los cosas aquí son muy diferentes, pues en una sola cuadra, podemos cruzarnos con personas de prácticamente todos los continentes, es muy extraño, estar en un sitio donde son pocos los que habla nuestro mismo idioma, pero ante todo este bombardeo de nuevas señales, nos mantenemos atento para no perder ningún detalle, pareciera que quisiéramos “comernos” cada nueva experiencia, cada vista, cada nueva señal, cada nueva persona, cada nuevo lugar. 29 Ya después de conocer un poco el barrio, decide regresar al piso para ya ponerse en contacto con el coordinador del master... Los días pasan y es tiempo de ir a la universidad, este nuevo lugar, es la oportunidad de renovarse y volver a creer en uno mismo, de hacer amigos y cosechar todas las experiencias posibles, bueno, al menos eso es lo que veo cuando Omar se observa en el espejo de la recamara y se dice a si mismo, “es tiempo de cambiar”. Los días en la universidad son casi siempre interesantes, así lo percibo pues Omar siempre anda conocido nuevos amigos, se saludan de maneras diferentes y es muy usual que a veces no entendamos muy bien lo que nos quisieron decir, jajaja; hasta conocer a alguien nuevo es toda una experiencia... Las clases las vamos pasando con mucha atención, aun que a veces lo siento un poco preocupado, pues ahora estamos estudiando un nuevo idioma, el famoso Catalán, pues aun que se parece mucho al castellano, a veces tenemos conflictos para entender a nuestros amigos, pero creo que lo vamos solucionando muy bien, ahora hasta ya tenemos más nuevos amigos en aquellas clases, cada día se ponen mas divertidas. Hay momentos por las tardes, que a veces me deja a la distancia y solo lo veo como se queda acostado y muy pensativo, creo que extraña a sus papas, a sus amigos de toda la vida y claro, también a su novia Lorena; pero lo bueno, es que se tranquiliza pronto y de nuevo le regresa un gesto de alegría, pues todas las 30 Concurs de Relats i Fotografies 2009 personas que quiere están bien y seguro nos están esperando en casa; así, que se levanta de la cama con una sonrisa y se dice, ¡tranquilo! todo esta bien, ¡animo! y de nuevo me pongo tranquilo al verlo que esta bien. Hoy vamos a una fiesta de los amigos de la universidad, pues lo he visto que se esta arreglando y anda muy entusiasmado, pues ya llevamos varios días solo entando en casa, pues teníamos que entregar algunos trabajos. Así que espero hoy nos divirtamos a ¡lo grande!, a Omar le gusta bailar y ya tenia mucho tiempo que no lo hace, espero se le de la oportunidad... Llegamos a la fiesta, comenzamos a saludar a todos los amigos y a nuevas personas, hay buena música y todo mundo anda de buenas. Ahí esta Miriam, que es una muy buena amiga de Omar, como que se ve con ganas de bailar y nos voltea a ver, creo que hoy finalmente volveremos a bailar y por fin se anima y comienzan a bailar, aun que con la mirada atenta de todas las demás personas, pues creo que aquí no acostumbran bailar mucho, pero tomamos confianza como si nadie más nos viera y lo hacemos, entre risas y movimientos divertidos, pasa toda la canción y terminamos riéndonos y con un abrazo de felicidad; ya pasadas las horas decide Omar marcharse a casa, pues ya es un poco tarde. Los días pasan y cada día se acerca la fecha para regresar a casa, aun que toda esta experiencia ha sido muy buena, tanto por los amigos que hemos hecho, los conocimientos que ahora tenemos y sobre todo, por la experiencia vivida, creo que Omar ya comienza a extrañar un poco más a “toda su gente” que lo 31 quiere y lo aprecian, sobre todo a su novia, pues aunque muy seguido están en contacto por el “maravilloso” Internet, nunca se comparara con la experiencia que siente al abrazarla, a veces pareciera que logro sentir lo que ellos experimentan al tomarse de la mano, al menos Omar cuando se ha sentido un poco solo, únicamente le basta con recordar que ella lo espera, le vuelve la sonrisa a la cara y le da ánimos de continuar con todo esto, pues al fin, esto también le ayudara a crecer en todos los sentidos, a ser mas abierto, a conocer nuevas personas, nuevas culturas y formas de vida, que tal vez nunca se detuvo a pensar que podrían existir. Los días pasan... y la fecha se acerca. Hoy parecer, es un día diferente, ¡estamos haciendo maletas!, creo, que nos vamos de regreso a casa, ¡si!, que bien, Omar, esta muy alegre, pues por todo esto que a sido una gran aventura que nunca olvidaremos.... Después de viajar de nuevo, muchas horas en el avión y de llegar a nuestro destino, pasamos todos los tramites aduánales... Finalmente veo a la distancia a Lorena, la veo con un nuevo peinado y Omar camina más rápido hacia ella, hasta llegar y pararse frente a ella y le dice: “regrese amor, regrese para no irme nunca más de ti”, se abrazan y finalmente veo como a través de mi cristal, se resbala una pequeña lagrima de Omar, pues siempre he estado frente a sus ojos y solo yo, he sido testigo de todo lo que hemos vivido juntos... 32 Concurs de Relats i Fotografies 2009 The Kite runner | Ulrike Mensen 33 Recuerdos | Israel Gutiérrez Alonso Foto guanyadora del premi del públic: Scottish castle | Georgina Balagueró Granollers 34 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Relat guanyador Impresiones de París Casandra Mangot Peña Aún puedo recordar perfectamente cómo fue el día que llegué: La mañana era gris, ventosa y fría. Las piernas me temblaban por los nervios, había dormido mal (en los malditos trenes siempre se duerme mal) y encima me estaba costando Dios y ayuda arrastrar el equipaje hacia la puerta del vagón. Cargado como estaba de sueños, ropa, ilusiones, un diccionario de francés y una pequeña botella de whisky escocés 12 años que me regalaron para que brindara a la salud de los que se quedaban. Todavía faltaban 10 minutos para llegar y no sabía si me apearía o si esperaría a que el tren diera la vuelta para volver a casa y mandar a tomar por culo lo que en ese momento pensé que era “el estúpido intercambio”. Tal vez fuera el miedo a lo desconocido, o la angustia por saber que sólo podía contar conmigo mismo. Pero, mientras yo dudaba, el tren llegó a su destino, se detuvo y se abrieron sus puertas. Una ráfaga de aire frío me despertó mientras en mis auriculares podía escuchar, acompañado por estridentes guitarras eléctricas, a un cantante de rock, muerto ya, diciendo: “el mundo está en tus manos. Cógelo”... En aquel momento pude dar el primer paso, que dicen que es el más difícil. 35 De los pasos que vinieron después poco me queda ya que no sean recuerdos: risas, el embriagador aroma del mercado de las flores al lado del Sena, la tumba de Jim Morrison, crêpes con queso o la sensación de no estar caminando por un simple laberinto de cemento, sino por un cementerio de ecos pasados, envuelto en el aroma del ayer, donde cada plaza y cada calle explica, para el que sabe escuchar, todo lo que ha acontecido en la ciudad: cada monumento, estatua y placa conmemorativa recuerda cada una de las páginas de la historia que allí se han escrito. Enamorada de la ciudad, decidí pasar sola la navidad, y sé que nunca olvidaré el 1 de enero en los Campos Elíseos: todo el mundo sonreía y se abrazaba; las turistas se hacían fotografiar en brazos de los policías; todos parecían tan felices. Y mientras yo caminaba embriagada de moscatel francés comenzó a nevar, y recordé la escena Winona Rider bajo la nieve en Eduardo Manostijeras. Y junto con la extraña iluminación navideña que daba a los Campos un aire fantasmagórico, empecé a creer que me había perdido en un sueño. Pero no todo ha sido vino, literatura, bohemia y bonjours, porque al estar rodeado de personas que no hablan tu idioma, despertó en mi una sensación de soledad inexplicablemente profunda pero tenue, y creció en mí la duda de si aquellos que están ahora a tu lado son realmente amigos míos y me aprecian, o si simplemente se refugian en mí de esa soledad que seguro ellos también sienten. 36 Concurs de Relats i Fotografies 2009 Lo que más me angustiaba, sin embargo, era no tener bar en la facultad, pasar semanas sin ver el Sol o tener asediada la facultad por un acecho de asfalto, bocinas y semáforos. Aunque por otra banda, tenía clase en el edificio histórico de la Sorbona, y pocas sensaciones hay como caminar por esos pasillos que te abrazaban con el suave aroma de los siglos pasados, tan suave, que parece temblar ante el eco de mis pasos. Pero ahora todo eso está bien guardado en la maleta que uso para apoyar los pies mientras veo por la ventana que mi tren está ya por Mongat. Así que empiezo a cargar con ella sabiendo que aunque sólo le he dicho a una persona el día y la hora de mi llegada, ésta no habrá podido evitar hablar con el resto de la cuadrilla, y alguno seguro que también habrá avisado a mis padres y demás familia y están todos juntos esperando para darme una sorpresa. La sorpresa creo que se la llevarán ellos en cuanto sepan que sólo he venido a por el resto de mis cosas y que me quedo un año más en una ciudad que me ha enamorado (la ciudad y un italiano con ojos verdes y sonrisa hipnótica, claro está). 37