TAJA-CHAYEB L Y COL. ARTÍCULO DE REVISIÓN BASES MOLECULARES DE LA CARCINOGÉNESIS VIRAL DE PAPILOMA Y POLIOMA LUCÍA TAJA -CHAYEB, B IÓL.,(1) M ÓNICA SALAS-GARCÍA, B IÓL.,(2) MAURICIO SALCEDO -VARGAS, D R. EN C.(3) Taja-Chayeb L, Salas-García M, Salcedo-Vargas M. Bases moleculares de la carcinogénesis viral de papiloma y polioma. Salud Publica Mex 1996;38:47-57. Taja-Chayeb L, Salas-García M, Salcedo-Vargas M. The molecular bases of papillomavirus and polyomavirus carcinogenesis. Salud Publica Mex 1996;38:47-57. RESUMEN ABSTRACT El virus de polioma es capaz de inducir tumores en sus hospederos naturales y transformar células en cultivo. Por otro lado, el virus de papiloma humano se ha relacionado con diversos tipos de neoplasias; de manera particular con lesiones anogenitales humanas. No se conoce con exactitud el mecanismo a través del cual estos virus inducen transformación y tumorigénesis. El presente trabajo muestra algunas de las características de los mecanismos que utilizan los virus mencionados para participar en la transformación y tumorigénesis. Además, se ha encontrado que ciertos aspectos de la infección por el virus de polioma son parecidos a la infección del virus del papiloma (ambos pertenecen a la misma familia Papovaviridae), por lo que se consideran algunas semejanzas y diferencias entre los mismos. Polyomavirus is able to induce tumors in its natural host as well as to transform cells in cultures. On the other hand, human papillomavirus has been involved in several types of neoplasias such as anogenital lesions. Little is known about the mechanisms through which these viruses induce both transformation and tumorigenesis. The present work shows some characteristics of the mechanisms that papillomavirus and polyomavirus use to participate in tumorigenesis. It has also been noticed that the infection caused by polyomavirus resembles that performed by papillomaviruses (which belong to the same Papovaviridae family). Some similarities and differences between these viruses are considered. Palabras clave: carcinogénesis; virus del papiloma; virus del polioma Key words: carcinogenesis; papillomaviruses; polyomaviruses Solicitud de sobretiros: Dr. Mauricio Salcedo Vargas. Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Oncológicas, Hospital de Oncología, Centro Médico Nacional Siglo XXI-IMSS. Av. Cuauhtémoc 330, colonia Doctores, 06725 México, D.F. (1) Investigador Asociado, División de Investigación Básica, Instituto Nacional de Cancerología, Secretaría de Salud, México. (2) Estudiante de la Maestría de Genética y Biología Molecular, Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados, Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV-IPN), México. (3) Investigador Asociado, Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Oncológicas, Hospital de Oncología, Centro Médico Nacional Siglo XXIInstituto Mexicano del Seguro Social. Fecha de recibido:7 de marzo de 1995 ENERO-FEBRERO DE 1996, VOL. 38, No. 1 Fecha de aprobado: 15 de enero de 1996 47 CARCINOGÉNESIS VIRAL DE PAPILOMA Y POLIOMA estudios epidemiológicos revelan que la mayor parte de los cánceres están asociados a factores del medio ambiente. La mayoría de estos factores inducen mutaciones en el ADN, como lo hacen algunos virus que actúan en periodos largos y probablemente en combinación con otros agentes. Esta misma acción la encontramos en los carcinógenos sospechosos de causar algunas neoplasias. Existen diversos ejemplos de relaciones virus-cáncer, tales como el de hepatitis B con el cáncer hepático, el Epstein-Barr con Linfoma de Burkitt,1 etcétera, en los cuales no ha sido posible determinar una relación causal directa entre éstos y la neoplasia. En el caso particular del cáncer cervical, actualmente se considera al virus del papiloma como el agente causal de esta neoplasia.2-4 Es interesante observar que aunque los virus polioma y papiloma son miembros de la familia Papovaviridae, comparten sólo algunos mecanismos de transformación celular, por ejemplo la interacción de oncoproteínas virales con proteínas supresoras de tumor, el tipo de células que se encuentran en una infección viral, los sitios de integración viral, etcétera, además de algunas características genómicas como las regiones de control, tanto temprana como tardía. Actualmente, una de las principales diferencias radica en que sólo el virus de polioma puede propagarse en células en cultivo, lo que es aprovechable para comprender estas vías de acción comunes en la transformación celular. Los estudios del virus del papiloma se han estado realizando, principalmente, a partir de tejidos humanos infectados. En la actualidad, gracias a la tecnología que ofrece la biología molecular, se está logrando un primer sistema de cultivo para dicho virus, además de sistemas in vitro que pueden ayudar al entendimiento de los mecanismos virales involucrados en la transformación celular. A continuación se presentan algunas semejanzas y diferencias moleculares de estos dos virus. G RAN CANTIDAD DE RECONOCIMIENTO DEL VIRUS POR LA CÉLULA BLANCO Existen varias clases de virus generadores de tumores en diferentes especies animales. El virus polioma (VPy), cuyo genoma es ADN, causa infecciones primarias persistentes, seguidas de la formación de tumores múltiples en ratones recién nacidos e infectados. El inicio de la infección por un virus polioma depende del genotipo de ambos, así como de la edad, sexo, factor inmunológico, y de los estados hormonal y nutricional del hospedero.5 48 Estudios recientes señalan que existen elementos genéticos en los ratones que regulan la susceptibilidad o la resistencia a la infección por VPy. En las células del hospedero, es posible identificar dos fenotipos principales que son caracterizados por los genes H-2: los haplotipos H-2K y H-2D, que pertenecen al grupo del complejo principal de histocompatibilidad clase I (CPHI). 6 La susceptibilidad de las cepas de ratones con el haplotipo H-2K se debe a la expresión de un gen dominante designado VPys, el cual confiere una baja resistencia a la inducción de tumores por VPy (cuadro IA). Al parecer VPys confiere al hospedero susceptibilidad por medio de algún mecanismo sistémico y no a las células blanco, ya que no codifica receptores para el virus, ni codifica un factor intracelular requerido por el virus para la expresión de sus proteínas o para la transformación celular.5 Por otro lado, las proteínas H-2K son capaces de presentar péptidos derivados de antígenos tumorales virales, principalmente aquéllos derivados del antígeno mediano y del antígeno grande.7 Además, las variaciones y diferencias entre las cepas virales son también factores importantes en el establecimiento de la infección. Actualmente se han identificado cuatro cepas “silvestres” de VPy con dos patrones diferentes de inducción de tumor.8 La presencia de estos genotipos virales está permitiendo entender a nivel molecular por qué y cómo se generan diferentes lesiones. Es posible que tales diferencias en las lesiones se deban, en parte, a proteínas celulares tejidoespecíficas que pueden actuar distintamente con las proteínas virales y dar lugar a la amplia variedad de tumores inducidos en el ratón. La infección del virus de papiloma humano (VPH) se limita a epitelios escamosos (piel y mucosa), y se inicia en las células basales del epitelio. La replicación del virus se encuentra aparentemente relacionada con el programa de difereciación de las células epiteliales, posiblemente a través de proteínas celulares específicas que se unen al ADN viral y regulan la transcripción.2 En gran cantidad de estudios se ha observado que existe una respuesta inmune del tipo humoral9 y celular10 (al parecer la más importante), contra proteínas del VPH dependiente del sistema ALH (antígenos de histocompatibilidad). Se ha encontrado que existe una asociación significativa entre carcinoma cérvico-uterino (CaCU) y la presencia del antígeno DQw3 de ALH, en la ausencia del alelo DQB1*0302,11 así como alteraciones en la expresión superficial de antígeno de CPHI. Muy recientemente se ha informado de un estudio 12 realizado en sueros de SALUD PÚBLICA DE MÉXICO TAJA-CHAYEB L Y COL. CUADRO I Susceptibilidad y oncogenicidad por los virus polioma y papiloma A. Susceptibilidad y resistencia a la infección de VPy Resistencia Susceptibilidad Fenotipo permisivo (alta formación de tumores inducidos por VP y) Baja VPy s (+) Alta H-2k Fenotipo no-permisivo (baja formación de tumores inducidos por VP y) Alta VPy s (-) Baja H-2D B. Oncogenicidad de los tipos de VPH y tipo de lesión inducida Tipo de VPH Oncogenicidad Relación con el tipo de lesión 6, 11 Baja 16, 18 Alta 31, 33, 35, 42, 52, 58 Intermedia Bajo riesgo (condilomas, precancerosas) Alto riesgo (precancerosas, invasoras) Alto riesgo (lesiones de tránsito rápido) pacientes hispanos radicados en los EUA, en el que se muestra que ciertos haplotipos de la clase II de ALH, tales como DRB1*1501-DQB1*0602, están asociados con CaCU, mientras que los haplotipos DR13 no tienen asociación con este tipo de cáncer. Los resultados sugieren que la respuesta inmune a epitopos específicos de VPH -16 puede ser determinada, en parte, por alelos específicos de ALH clase II. El análisis de la respuesta inmune contra VPH-16 en individuos con los haplotipos DR-DQ, puede revelar la especificidad y efectividad de la intervención de la respuesta inmune del hospedero contra las neoplasias cervicales de bajo grado. La tipificación de VPH en estas lesiones, conjuntamente con la determinación de los haplotipos DR-DQ, puede predecir regresión o progresión de la neoplasia al carcinoma.12 Actualmente se han descrito más de 70 tipos diferentes de VPH, treinta de los cuales están relacionados con lesiones anogenitales.13 Con base en la frecuencia con que una lesión genital progresa a carcinoma, los VPH se han clasificado como de bajo o alto riesgo. Es frecuente encontrar virus de bajo riesgo en condilomas o verrugas genitales y en neoplasias que rara vez progresan a un tumor invasor. Por el contrario, los de alto riesgo se asocian con ENERO-FEBRERO DE 1996, VOL. 38, No. 1 neoplasia intraepitelial cervical grado III (carcinoma in situ) o lesiones que pueden progresar a la malignidad (cuadro IB).13 Es posible que las diferencias existentes entre las regiones control (LCR principalmente) de los VPH de alto o bajo riesgo, puedan ser algunos de los factores que definen el tipo de lesión que aparecerá; por ejemplo, sitios para factores de transcripción: AP1, NF-1 E2F, E2 y su relación con la caja TATA, etcétera. En otras palabras, la organización de estas secuencias definirá la especificidad de cada tipo viral. 14 A la fecha no se conoce algún receptor específico para el VPH en las células blanco. SEMEJANZAGENÓMICA DE LOS VIRUS POLIOMA Y PAPILOMA El genoma de VPy es una doble cadena de ADN de aproximadamente 5 000 pares de bases (pb); consta de dos unidades de transcripción bidireccional (la temprana y la tardía) y una región control no-codificadora (figura 1a). La unidad de transcripción temprana produce tres transcritos por maduración, que codifican para los tres antígenos tumorales virales (pequeño, mediano y grande; sT, mT y LT respectivamente), y la tardía codifica para las proteínas de cápside (VP1, VP2 y VP3), también por 49 CARCINOGÉNESIS VIRAL DE PAPILOMA Y POLIOMA mecanismos de maduración.15 En una infección viral, los genes tempranos se expresan durante todo el ciclo infectivo del virus: LT (replicación y transformación), mT (transformación) y sT (traducción); sin embargo, los mensajeros y las proteínas tardías se acumulan sólo después de que ha comenzado la replicación viral. En estudios recientes, en los que se utilizó la técnica de transcrito primario, se demostró que aun en ausencia de replicación del ADN viral, la región tardía se encuentra activa transcripcionalmente y su regulación se lleva a cabo por la conjunción de tres procesos: la terminación, la maduración y la acumulación. Los mARNs tardíos susceptibles de traducción aparecen como resultado de una terminación y maduración eficiente del mARN gigante y la posterior acumulación de los transcritos de cada una de las proteínas de la cápside.15 El estado físico que guarda el genoma de VPy en los tumores inducidos por él, ha sido tanto en forma episomal como en forma integrada. Hasta el momento no se ha demostrado la coexistencia de formas libres e integradas en una misma célula.16 Los genomas de VPH presentan una estructura básica muy similar entre ellos con homología de secuencia que va desde 45% a 85%. El genoma es de ADN de doble cadena circular, de aproximadamente 8 000 pb en el que sólo una de las cadenas sirve de molde para la transcripción. Se han identificado ocho marcos de lectura abierta unidireccional (ORF), organizados en regiones de expresión temprana (E) y tardía (L)17 (figura 1b). En la región temprana se encuentran los genes que codifican para proteínas relacionadas con la replicación (E1), transcripción (E2) y transformación celular (E6 y E7); los genes tardíos codifican para proteínas de la cápside (L1 y L2). La transcripción de los oncogenes virales E6 y E7, parece jugar un papel muy importante en la inducción y el mantenimiento del estado transformado.18 Los elementos regulatorios de la expresión de los genes se encuentran localizados en el LCR o región control. Generalmente el ADN viral se encuentra integrado al ADN celular en CaCU y en líneas celulares derivadas de éste; mientras que en lesiones premalignas el ADN viral se FIGURA 1. a. Mapa genómico de poliomavirus. El genoma circular de doble cadena de ADN contiene 5 008 pb. La línea continua (con flecha) muestra la región codificadora, la discontinua la región que se elimina (splicing o maduración). L, región tardía; E, región temprana; RC, región control; sT, mT y LT, antígenos tumorales pequeño, mediano y largo respectivamente; VP1-3, proteínas de cápside. b. Mapa genómico de papilomavirus humano. Los genomas de VPH contienen 7 857 pb. Las flechas gruesas muestran los marcos de lectura abierta de los genes tempranos (E1, 2, 4, 5, 6 y 7) y tardíos (L1 y L2). LCR, región larga de control; pA, sitios de poliadenilación. Se muestran también algunos sitios de restricción: B, BamHI; R, EcoRI, K, KpnI; V, EcoRV. 50 SALUD PÚBLICA DE MÉXICO TAJA-CHAYEB L Y COL. encuentra en estado episomal. Estudios recientes están mostrando que aun en lesiones de CaCU es posible encontrar formas libres de VPH (manuscrito en preparación). Es necesario mencionar que en aquellos casos en los que el ADN viral se encuentra integrado, el patrón de integración es clonal,19 o sea, cada célula que es infectada da origen a clonas celulares que contienen igual concentración de ADN viral así como un patrón similar de integración viral, lo que indica que la infección del VPH es uno de los primeros pasos en el desarrollo del tumor. Al parecer la integración ocurre al azar en los cromosomas de la célula huésped; esto se ha demostrado en diferentes estudios, en donde el genoma viral puede encontrarse integrado en distintos cromosomas; por ejemplo, en células Caski se encuentran más de cinco sitios de integración.20,21 MECANISMOS MOLECULARES DE LAS ONCOPROTEÍNAS VIRALES En experimentos in vitro se ha demostrado que los VPy y VPH, entre otros virus, contienen genes que codifican para proteínas que intervienen en la inmortalización y transformación celular.22,23 El antígeno mT de VPy es la oncoproteína requerida para la formación de tumores in vivo y para la transformación de una gran variedad de células in vitro, ésta puede por sí misma mantener los aspectos esenciales de la transformación.22 mT es capaz de unirse a la membrana plasmática e interrelacionarse con dos proteínas celulares: la tirosina-cinasa pp60 c-src y la fosfatidil-inositol 3-cinasa (Pdl3K).24 En esta asociación, mT cumple una doble función: actúa como sustrato primario de pp60 c-src y al mismo tiempo activa la función de tirosina-cinasa de pp60 c-src (figura 2). Para que mT pueda cumplir esta primera función, debe ser fosforilada en dos o posiblemente tres residuos de serina, aparentemente por la acción de la proteína cinasa C (PKC). 25 Una vez fosforilada, mT se asocia con pp60c-src en el residuo Tyr 527; esta asociación evita la autofosforilación de pp60 c-src y lleva a la activación de tirosina-cinasa fosforilando a mT en la Tyr 315. En este momento el complejo mT-pp60 c-src es capaz de unirse a la Pdl3K, la que a su vez es fosforilada por pp60c-src sólo si mT ya ha sido a su vez fosforilada. La fosforilación de Pdl3K lleva a su activación y por lo tanto la formación de segundos mensajeros, entre ellos fosfatidil-inositol FIGURA 2. Formación del complejo antígeno T mediano-pp60 c-src-Pdl3K. mT está representada por la figura con rayas transversales, pp60 c-src está en negro y la Fosfatidil-Inositol-3-Fosfato Cinasa (P13K) es la figura punteada; la P representa un grupo fosfato, la Y es el residuo de Tirosina 315 y la S un residuo de serina; PKC es la proteína cinasa C. Como se explica en el texto, mT se une a la membrana plasmática y si es fosforilada en residuos de Serina por la PKC, entonces se asocia con pp60c-src activando la función de Tirosina-cinasa de pp60c-src la cual fosforila a mT en la Tyr 527. En este momento el complejo mT-pp60c-src es capaz de unirse a la Pdl3K, la cual a su vez es fosforilada y activada por pp60c-src. Figura modificada de la referencia 25. ENERO-FEBRERO DE 1996, VOL. 38, No. 1 51 CARCINOGÉNESIS VIRAL DE PAPILOMA Y POLIOMA 1,3,5-trifosfato.25 La actividad de esta enzima es trascendental, ya que al parecer cambios en el metabolismo de los fosfoinosítidos son importantes en la inducción de un gran número de tumores.26 La asociación de mT con pp60c-src o una mutación de pp60c-src en el residuo Tyr 527, mantiene activa en forma permanente a pp60c-src, fosforilando a proteínas que participan en la transducción de señales. Además de las funciones antes mencionadas, se ha informado que mT aumenta la expresión de c-jun vía el sitio de unión de Ap1 en el promotor, en respuesta al éster de forbol TPA27. De igual manera se informó que mT regula negativamente la expresión de los genes específicos de la inhibición del crecimiento (growth arrested specific genes-gas). Ambos eventos conducen a un desequilibrio en el control del ciclo celular, aumentando los niveles de genes transformantes (c-jun) por un lado, y al mismo tiempo inhibiendo la expresión de los genes que controlan el ciclo celular (gas). 27 La iniciación de la transcripción de VPy in vivo e in vitro requiere dos elementos: el antígeno LT y el origen de la replicación.28 LT tiene una doble función: actúa como una ADN helicasa y como una ATPasa. En 1991 Wang y Prives29 informaron que en presencia de ATP y MgCl 2, LT forma hexámeros, los cuales se unen más eficientemente al ADN que las formas diméricas comunes, lo que lleva posiblemente a una eficiente replicación del ADN viral, al mantenerlo desenrrollado en los sitios de inicio de la replicación. En la región regulatoria de VPy se han encontrado secuencias específicas donde se puede unir la proteína supresora de tumores p53,30 que estimula la replicación del ADN viral. Un posible mecanismo por medio del cual se lleva a cabo tal estimulación puede ser que p53 se una cerca del sitio de replicación de VPy y evite los efectos represivos de las histonas. Otra posibilidad es que p53 haga contactos específicos con factores de replicación (por ejemplo RPA, que es una proteína trimérica, que se una al ADN de cadena sencilla y se requiere para la iniciación de la replicación in vitro). Así, p53 podría actuar, facilitando la formación del complejo ternario entre RPA, ADN y LT, al sitio de origen de la replicación, el cual puede unirse posteriormente al complejo ADN polimerasa α-primasa. 30 Recientemente se ha encontrado que el antígeno LT de VPy es capaz –al igual que otras oncoproteínas virales tales como E1A de adenovirus, E7 de VPH y LT de SV40– de formar un complejo con la proteína del 52 antioncogén RB (p105Rb) e inactivarla, llevando a una inmortalización celular y participando así en la tumorigénesis.31,32 Existe evidencia de que las proteínas E6 y E7 de los VPH de alto riesgo causan transformación celular, lo que sugiere un papel causal para el VPH en el CaCU. El potencial de inmortalización de E6 se observó en estudios de queratinocitos humanos y con fibroblastos; demostraron que E6 se requería en combinación con E7 para una inmortalización eficiente de las células.23 Recientemente se ha observado que las oncoproteínas codificadas por virus tumorales que contienen ADN como genoma (VPH, VPy y SV40), pueden interrelacionarse específicamente con proteínas celulares, críticas para los procesos de crecimiento y diferenciación (figura 3), y que el potencial oncogénico de dichos virus se debe, en parte, a tales interacciones específicas.18 FIGURA 3. Interacción de oncoproteínas virales con proteínas celulares involucradas en la regulación del crecimiento y diferenciación celular. Versión tomada y modificada de la referencia 17. SALUD PÚBLICA DE MÉXICO TAJA-CHAYEB L Y COL. LAS PROTEÍNAS DE CÁPSIDE VIRAL La cápside viral de VPy se ensambla a partir de las tres proteínas estructurales: VP1, VP2 y VP3. La proteína principal de la cápside es la VPI, que determina la estructura de ésta e interactúa con un posible receptor celular que actualmente se desconoce. La sustitución de una Gly en la cepa RA por Glu en PTA (cepas de VPy silvestres), produce un virus con un bajo espectro de infección, debido a la incapacidad de VP1 de reconocer posibles receptores celulares presentes en la membrana plasmática.33 VP2 y VP3 se traducen a partir del mismo marco de lectura. La función de VP2 ha sido relacionada con la internalización y posterior liberación del virus dentro de la célula blanco. La fosforilación de VP1 por el complejo mT-pp60c-src, permite el ensamblaje de la cápside para su posterior asociación con el genoma viral.34 Aparentemente las proteínas L1 y L2 de VPH no participan en la inducción de lesiones. En la actualidad se están considerando tanto las partículas virales vacías como las proteínas estructurales aisladas (L1/L2) para una vacunación profiláctica. Hasta la fecha se ha demostrado que partículas sintéticas (L1/L2) pueden ser obtenidas en sistemas de vectores recombinantes (virus de vaccinia). El empleo de tales construcciones está permitiendo lograr la inducción de una respuesta inmune humoralespecífica y controlar de esta manera las infecciones iniciales.35,36 En general, en células tumorales donde se encuentran genomas virales integrados al genomal celular se han perdido principalmente los genes tardíos, por lo que un posible mecanismo del virus para evitar la respuesta inmune del hospedero, sea eliminar los genes de las proteínas de cápside para evitar el reconocimiento por el sistema inmune. LA INTEGRACIÓN VIRAL La integración del genoma viral no es un prerrequisito para el establecimiento de un tumor. En 1992 Talmage y colaboradores 16 informaron la presencia de tres subpoblaciones celulares en los tumores de origen epitelial inducidos por VPy (figura 4a). Estos tumores epiteliales contienen mezclas variables de las tres subpoblaciones, mientras que los tumores mesenquimatosos contienen sólo células del tipo 3. El tipo 1 es el resultado típico de una infección lítica, en donde se ha completado el ciclo viral, terminando con la lisis de la célula. En el tipo 2, el no encontrar expresión ENERO-FEBRERO DE 1996, VOL. 38, No. 1 viral de VP1 puede deberse a: a) deleciones encontradas en la región tardía de los genomas virales, las cuales permiten que haya replicación viral solamente, o b) posibles bloqueos por proteínas que no permiten la transcripción de los genes virales tardíos. En el tipo 3 es posible encontrar formas integradas (pocas copias, aproximadamente 3), que pudieron haber perdido la región tardía durante el proceso de integración. Recientemente se encontró que también existen diferencias en la expresión de los genes tardíos en estos tejidos (datos no mostrados); estos resultados correlacionaron con los encontrados por Talmage y colaboradores,16 y apoyan la hipótesis (a) del tipo celular 2, anteriormente mencionada. Por estudios genéticos se mostró que secuencias de VPy pueden integrarse en diversos sitios de los cromosomas, llamando la atención que se encuentran sitios de integración en el cromosoma 14 en la región donde se localiza el locus del gen c-myc. El fenómeno sucede también para el VPH;37,38 es decir, la integración ocurre cerca de sitios donde se localizan secuencias de proto-oncogenes. Cuando el VPH logra infectar al tejido epitelial cervical, se puede observar también una heterogeneidad celular. Es decir, los tres tipos celulares observados para VPy son semejantes a los encontrados para VPH: células del tipo 1 son similares a los coilocitos, figura patognomónica del condiloma o papiloma (infección lítica). Las células del tipo 2 se parecen a las que ocupan el segundo y tercer tercio superior del tejido cervical (figura 4b), y para las del tipo 3 semejan células de carcinomas invasores o de líneas celulares derivadas de carcinomas cervicales. La principal diferencia entre estos dos sistemas virales es que la activación de la región tardía en el caso de VPH está claramente relacionada con la diferenciación celular.39 Como sucede en el caso de VPy, cuando existe integración de VPH en el cromosoma celular comúnmente ocurren deleciones que involucran tanto a regiones tempranas como a regiones tardías.21 En cuanto al sitio en que se rompe el ADN de VPH durante la integración, se puede decir que ocurre en la región de los genes E1/E2, al bloquear la expresión de la proteína transregulatoria E2. La proteína E2 se une al ADN de la región regulatoria de VPH en la secuencia ACCG(4N)CGGT y actúa regulando positiva o negativamente la expresión del genoma viral. En CaCU y líneas celulares derivadas de éste se expresan los oncogenes E6 y E7;18,33 ello debido posiblemente a la ausencia del represor E2 por ruptura de dicho gen durante la integración del genoma viral. Es 53 CARCINOGÉNESIS VIRAL DE PAPILOMA Y POLIOMA a b FIGURA 4. a. Heterogeneidad celular en tumores inducidos por los papovavirus. Tipos celulares encontrados en tumores mamarios inducidos por VPy. La figura superior muestra el resultado de inmunohistoquímica localizando la proteína de cápside mediante anticuerpos a-VP1 y revelado con el sistema de DAB. La figura inferior muestra el resultado de hibridación in situ localizando genomas virales, utilizando sondas marcadas con 35S. Los números indican los tipos celulares encontrados. Ver acápite “La integración viral” (320X d amplificación). b. Heterogeneidad celular en tumores inducidos por los papovavirus. Diferentes tipos celulares encontrados en lesiones cervicales de alto grado infectadas con VPH. Se muestra en un carcinoma in situ (figura superior), la ausencia de proteína de cápside (método PAP utilizando anticuerpos anti-L1 y revelando con el sistema DAB) y (figura inferior), la presencia de secuencias genómicas de VPH-16 mediante hibridación in situ (método enzimático). Los números indican los tipos celulares encontrados en este tipo de lesiones (200X de amplificación). decir, la integración del ADN de VPH en CaCU proporciona una ventaja selectiva que lleva a la proliferación descontrolada de las células debido a la expresión desregulada de los genes E6 y E7. Recientemente Berumen 54 y colaboradores40 informaron que en tejidos de CaCU se pueden encontrar formas libres de VPH, así como transcritos de E6 y E7. Dichos datos sugieren que puede haber mecanismos diferentes (maduración alternativa SALUD PÚBLICA DE MÉXICO TAJA-CHAYEB L Y COL. del mARN viral), por los cuales se pueden expresar los genes E6 y E7 aun en formas episomales del virus. Como se mencionó anteriormente, el VPH se integra en sitios cercanos a secuencias de proto-oncogenes o en sitios frágiles de los cromosomas, por lo que sugiere que una de las formas de activación de oncogenes en lesiones genitales puede ser vía integración de VPH, por ejemplo en cromosomas: 1(N-ras), 8 (c-myc), 13 (Rb), etcétera.21 El grupo de trabajo está demostrando que en células Caski el VPH16 también se encuentra en los sitios cercanos a los proto-oncogenes raf1 y N-myc (manuscrito enviado para su publicación). CONCLUSIONES Es indudable que las maneras de actuar de los VPH y VPy son diferentes pero comparten algunas características que pueden aprovecharse para comprender la función de cada uno de ellos; por ejemplo, la interacción de sus oncoproteínas con proteínas celulares (proteínas supresoras de tumor), que llevan a la génesis de los tumores; cambios morfológicos en las células infectadas; estado físico del genoma viral en la célula y los sitios de integración viral cerca de locus de proto-oncogenes; factores inmunológicos del hospedero, etcétera. Dado que no existe ningún sistema de cultivo para la propagación de partículas infectivas de VPH, es necesario desarrollar modelos experimentales que sean lo más cercano a lo que ocurre naturalmente, para así entender su participación en la carcinogénesis. Aunque VPy tiene diferencias grandes con VPH, podrían considerarse algunos de los conceptos que se han mencionado en el presente trabajo. En general, la lenta progresión maligna in vivo inducida por algunos virus no es consecuencia directa de la infección viral; en otras palabras, dicha conversión maligna puede estar acompañada de inestabilidad cromosómica y mutaciones en genes celulares (oncogenes y genes supresores de tumor), necesarias para la adquisición del fenotipo transformado. La interacción de cofactores carcinogénicos, así como la presencia constante de los productos de los genes virales (oncoproteínas), pueden inducir la inestabilidad genómica y/o las mutaciones antes mencionadas. Las investigaciones básicas que ahora ofrece la biología molecular en el campo de la carcinogénesis viral abren nuevos horizontes para estrategias anti-tumorales específicas, que conducirán en un futuro no muy lejano al desarrollo de mejores métodos de diagnóstico, prevención, pronóstico y terapia de la enfermedad, así como a la comprensión del fenómeno de carcinogénesis. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen el apoyo económico brindado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) (F-383-M9304 y N9108-0408), y al doctor Patricio Gariglio del Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados, Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAVIPN). Actualmente los autores son becarios del CONACYT. El trabajo experimental fue parcialmente realizado en el Departamento de Patología de la Escuela de Medicina de Harvard, EUA, y en el Departamento de Genética y Biología Molecular del CINVESTAV-IPN, México. REFERENCIAS 1. 2. 3. ZurHausen H. Virus in human cancers. Science 1991; 254:1167-1172. Hines JF, Ghim SJ, Schlegel R, Jenson B. Prospects for a vaccine against human papillomavirus. Obstet Gynecol 1995;86:860-866. Bosch FX, Manos M, Muñoz N, Sherman M, Jansen A, Peto J et al. Prevalence of human papillomavirus in ENERO-FEBRERO DE 1996, VOL. 38, No. 1 4. 5. cervical cancer: A worldwide perspective. 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