OPINIÓN

Anuncio
30/8/2016
La fuga del optimismo occidental | Opinión | EL PAÍS
OPINIÓN
TRIBUNA ›
La fuga del optimismo occidental
Europa y Estados Unidos se enfrentan a desafíos que no proceden del
exterior, como durante la Guerra Fría. Se tambalea la fe en el
progreso económico y se agudiza el temor a una pérdida de identidad
vinculada a la inmigración
FIDEL SENDAGORTA
29 AGO 2016 - 20:05 CEST
/ENRIQUE FLORES
Hace apenas medio año, Robert Kaplan publicaba un ensayo titulado El nuevo
mapa medieval de Europa en el que analizaba el ascenso de fuerzas populistas
que, entre otras cosas, eran contrarias a la integración europea y concluía
alertando contra el riesgo de fragmentación en un continente que se había
http://elpais.com/elpais/2016/08/22/opinion/1471857019_156819.html
1/5
30/8/2016
La fuga del optimismo occidental | Opinión | EL PAÍS
convertido en un “profundo problema” para Estados Unidos. El resultado del
referéndum sobre el Brexit venía a confirmar pocos meses después la gravedad
de este diagnóstico.
Sin embargo, el propio Kaplan, tan lúcido a la hora de describir los males
europeos, no supo ver el surgimiento del brote populista que se estaba gestando
en su propio país hasta que la evidencia se impuso de forma abrumadora. Es
decir, que lo que Kaplan había identificado como un problema exclusivamente
europeo era también, en gran medida, un problema americano. Y si lo es
simultáneamente de Europa y de Estados Unidos estamos sin duda ante un
fenómeno que solo puede entenderse como occidental.
OTROS ARTÍCULOS DEL AUTOR
¿Qué política hacia Cuba?
Lo cierto es que Occidente es un término que había caído en desuso desde el fin
de la Guerra Fría, cuando la existencia de un enemigo exterior creaba fuertes
lazos de afinidad entre ambos lados del Atlántico. Más tarde, ni la tesis del choque
de civilizaciones ni el resurgimiento de Asia propiciaron la recuperación de una
visión occidental enfrentada a otras rivales. Durante unas décadas la UE estuvo
concentrada en sí misma mientras Estados Unidos desconectaba de Europa para
prestar cada vez mayor atención a Asia. Pero ahora, inesperadamente, nos
encontramos ante graves desafíos, que son similares aquí y allá y que no
proceden del exterior sino del interior de nuestros propios países. Y al compartir
nuestros demonios familiares nos hacemos de nuevo conscientes de que
funcionamos como una verdadera comunidad de destino.
¿Responde el ascenso de fuerzas populistas a unas mismas causas en Europa y
en Estados Unidos? Parecería que en lo sustancial sí, aunque en Europa hay
además tendencias centrífugas que amenazan el proceso de integración y que no
son de aplicación al otro lado del Atlántico. Pero hay dos pautas de hondo calado
que se repiten en ambos casos. En primer lugar, se tambalea la fe en el progreso
económico, que se creía indefinido, y se va instalando la impresión, compartida
http://elpais.com/elpais/2016/08/22/opinion/1471857019_156819.html
2/5
30/8/2016
La fuga del optimismo occidental | Opinión | EL PAÍS
por amplias capas de la población, de que las nuevas generaciones vivirán peor
que las precedentes. Y en segundo lugar, se agudiza el temor a una pérdida de
identidad vinculada con los cambios culturales provocados por la inmigración.
Estos sentimientos se traducen al lenguaje político en una severa crítica contra
las élites, una oposición a los acuerdos de libre comercio, una posición contraria a
la inmigración y un repliegue nacionalista. Desde luego que estos factores se
combinan de forma diferente según se trate de movimientos de izquierdas o de
derechas, pero hay un sustrato común que es el rechazo a la globalización y a los
cosmopolitas que defienden sus efectos benéficos y su carácter irreversible. Y la
ferocidad de esta reacción contra las élites solo puede entenderse plenamente si
se analiza en clave religiosa, como la insurrección frente a una promesa
incumplida, la de la certeza de un progreso en el que se creía con una fe que había
sustituido en gran parte a las viejas creencias. Y ello combinado con un rechazo
frente a lo que se percibe como una erosión en el sentimiento nacional en tanto
que proveedor del sentido de pertenencia y de comunidad.
Se ha instalado la idea de que las nuevas generaciones vivirán
peor que las precedentes
Estos dos factores componen un relato decididamente pesimista en cuanto a
nuestras posibilidades de futuro. Y no se trata del pesimismo escéptico y lúcido
de aquellos que no se engañan sobre las limitaciones de la condición humana,
sino que por el contrario estamos ante una atmósfera colectiva de resentimiento
frente a lo que se percibe como un giro equivocado e injusto en el devenir de la
historia. Frente a este estado de ánimo de poco vale recordar que la globalización
fue una creación occidental de la que Europa y Estados Unidos se han beneficiado
enormemente
antes de
empezar a favorecer
a otros pueblos.
Y ese optimismo que se desvanece en Occidente se ha mudado a Oriente, donde
cientos de millones de personas han pasado en poco tiempo de la pobreza a la
clase media. En efecto, uno de los efectos más impactantes de la globalización ha
sido el devolver a la demografía el peso económico que tuvo en el pasado. Y
podemos admirarnos al saber que India tenía apenas 10 años atrás una economía
http://elpais.com/elpais/2016/08/22/opinion/1471857019_156819.html
3/5
30/8/2016
La fuga del optimismo occidental | Opinión | EL PAÍS
más pequeña que la española con una población casi 30 veces mayor. Hoy el PIB
indio es ya el doble que el español, con expectativas muy altas de crecimiento
para los próximos años y es fácil entender que la situación anómala era la anterior
y no lo contrario.
La ilusión se ha mudado a Oriente, donde millones de
personas pasan de la pobreza a la clase media
Pero el ascenso de Asia y el declive relativo de Occidente se inscriben en un ciclo
largo de la historia que está aún por escribir. Y hay factores que podrían hacer
descarrilar este formidable resurgimiento asiático si no prevalece en el futuro una
visión prudente del interés nacional. El principal es un nacionalismo muy
impetuoso, producto del orgullo por el reciente regreso a la primera división del
poder mundial, que se despliega contra Estados vecinos también poderosos,
como sucedió en la Europa de la primera mitad del siglo XX, con efectos
catastróficos, por cierto.
Mientras tanto, Europa y Estados Unidos conservan activos políticos, económicos
y militares considerables que les pueden asegurar una influencia fundamental en
los asuntos internacionales durante un futuro previsible. Sin embargo, el principal
riesgo para ambos está ahora en la esfera interna. Y es que el poder más
persuasivo que tienen las sociedades occidentales es su salud cívica, y la fuerza
del ejemplo, como le gusta recordar al presidente Obama, es su mayor fortaleza.
En consecuencia, los sectores políticos y sociales que apoyan un orden abierto y
liberal y una identidad no excluyente tendrán que salir a ganar la batalla de las
ideas y de los afectos. Y para ello resulta imprescindible abordar con coraje
intelectual las grandes preguntas que nunca hay tiempo para responder: cómo
relanzar
el proyecto europeo
remediando su
ya crónico déficit democrático; cómo
combinar la apertura hacia el exterior con un ascensor social que funcione en el
interior de nuestros países; cómo seleccionar a los inmigrantes para atraer a
aquellos con talento y, al mismo tiempo, más dispuestos a integrarse. En
definitiva, cómo recuperar la confianza en nosotros mismos y en nuestro futuro.
Fidel Sendagorta es diplomático y escritor.
http://elpais.com/elpais/2016/08/22/opinion/1471857019_156819.html
4/5
30/8/2016
La fuga del optimismo occidental | Opinión | EL PAÍS
ARCHIVADO EN:
Opinión · Democracia · Estados Unidos · Inmigración · Norteamérica · Migración · Demografía
· Europa · América · Política · Economía · Sociedad
CONTENIDO PATROCINADO
Revilla sobre el pacto
entre PP y
Ciudadanos:
Realiza este sencillo
test para conocer tu
perfil enológico
Los coches con más
de 200 cv más baratos
que vas a encontrar
¿Por qué son tan
caras las gafas
graduadas?
(BOLSAMANIA)
(BODEBOCA)
(AUTOSCOUT24)
(BOLSAMANIA)
Por qué hasta el tipo
más duro debe
echarse crema solar
Johnny Depp: el vídeo
de la agresión a su ex,
Amber Heard
10 hábitos de las
parejas que duran y
duran
(AS.COM)
(TIKITAKAS)
¿Cómo sacar a las
personas tóxicas de
nuestra vida? ¡Silvia
Olmedo nos lo
Y ADEMÁS...
(CADENA DIAL)
(AS.COM)
recomendado por
© EDICIONES EL PAÍS S.L.
Contacto Venta Publicidad Aviso legal Política cookies Mapa EL PAÍS en KIOSKOyMÁS Índice RSS
http://elpais.com/elpais/2016/08/22/opinion/1471857019_156819.html
5/5
Descargar