Original ¿En que gastan el tiempo las enfermeras? Las analíticas rutinarias Leal Valle Ana Mª*, Guillen Beltrán Yolanda*, Aguilera Aguilera Alicia**, Torres Pérez Luis*** Antecedentes Es una vivencia común entre los profesionales, la sensación de que tareas de soporte, rutinarias o documentales consumen una gran cantidad del tiempo enfermero, que se sustrae de la atención directa –y necesaria- a las personas. Objetivos Determinar si la extracción rutinaria de analíticas influye, de alguna manera, en la distribución y consumo de tiempo de las enfermeras de una unidad de hospitalización de medicina interna. Métodos número de analíticas normales y urgentes, su coincidencia, así como el total. Resultados El total de pacientes incluidos fue de 91. La edad media de los pacientes fue de algo más de 64 años, primordialmente mujeres (58.2%). La estancia media fue superior a 10 días y el diagnóstico más frecuente fue insuficiencia cardíaca. El número de analíticas como media por episodio fue de tres. Existe una moderada correlación (0,452) positiva con significación estadística, entre la estancia y el número de analíticas extraídas al paciente. Conclusiones Se incluyeron los pacientes que ingresaron entre el 10 de marzo y 10 de abril del 2011 en la UGC de Medicina Interna del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga. Se recogió, el diagnóstico al alta, la estancia, el Los resultados parecen indicar que las analíticas se solicitan en relación al tiempo, no del proceso o la complejidad del paciente, donde la edad o el proceso quizás pudieran haber tenido relevancia. Tempus Vitalis. 2013; 13 (1): 10-13 *Enfermeras de la UGC de Medicina Interna del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga **Enfermera Supervisora de la UGC de Medicina Interna del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga ***Enfermero Responsable de Calidad y Procesos. Dirección de Enfermería del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga Revista Tempus Vitalis H ace casi un año un reputado médico y líder de opinión, se preguntaba ¿a cuánto sale cada acto enfermero, qué hacen las enfermeras? 2013 Vol 13 N 1 Y la pregunta, si bien era retórica en el contexto que la realizaba no carece de complejidad1. Tanta que ninguna administración ha sido capaz de poner cifras a tan lacónica solicitud. Sin duda el entorno y las características de la población, así como el carácter evolutivo y cambiante de las 1 necesidades de cuidado, se resisten desde hace decenios a etiquetados, ya sea desde el punto de vista de los consumos, como desde el punto de vista de los procesos2. De ahí que una enfermera se vea saturada por una cartera de 10 pacientes, mientras que otro profesional lidia con casi medio centenar en la consulta de al lado, o que se encargue de gestionar las necesidades de 100 pacientes en una sala de espera de Urgencias, mientras otros atienden a tres en el mismo periodo. La propiedad reflexiva no se puede aplicar a los cuidados. La búsqueda de una herramienta que permita ponderar los cuidados dentro de la atención sanitaria, sobre todo cuando se entiende como parte onerosa de esta, es un territorio aún poco explorado en el SSP. Numerosas iniciativas se han llevado a cabo en nuestro continente, pero su aplicabilidad a nuestro entorno y sistema, está por ver. Y entre tanto los profesionales reflexionan sobre su práctica sus carencias, y sobre todo la utilidad de las múltiples tareas que realizan. Y esto es más relevante en los escenarios hospitalarios donde la independencia y la capacidad de decisión del Revista Tempus Vitalis profesional están más mermadas, y las necesidades del paciente son muy elevadas. Así las cosas es una vivencia común entre los profesionales, la sensación de que tareas de soporte, rutinarias o documentales (en sentido amplio, incluyendo las tareas relacionadas con los SSII) consumen una gran cantidad del tiempo enfermero, que se sustrae de la atención directa –y necesaria- a las personas. La extracción de analíticas es una intervención enfermera frecuente, compleja, que requiere, amén de la interacción con el paciente, una buena dosis de gestión administrativa y que con frecuencia se enmarca dentro de la rutina asistencial, por encima de su efectividad clínica3 . La etiología de este mal ha sido abordada por numerosos autores, que identifican modelos de afrontamiento clínico defensivo4, la sencillez en la indicación y carencia de barreras en la petición5, y la falta de conocimiento de indicaciones procesos y vías clínicas como las causas más frecuentes6. De hecho se señala que con frecuencia es una intervención repetitiva e innecesaria7. Además con frecuencia generan eventos adversos en el paciente y no tienen un correlato clínico 2013 Vol 13 N 1 claro, no generan decisión terapéutica y diagnóstica8. Es objetivo del presente estudio tratar de determinar si la extracción rutinaria de analíticas influye, de alguna manera, en la distribución y consumo de tiempo de las enfermeras de una unidad de hospitalización de medicina interna. MÉTODO Se incluyeron los pacientes que ingresaron en el periodo comprendido entre el 10 de marzo y 10 de abril del 2011 en la UGC de Medicina Interna del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, en el control 5A1. Excluyéndose aquellos que fueran trasladados a otras unidades o centros durante dicho periodo. Se siguieron a los pacientes incluidos hasta su alta de la unidad. Se recogieron las hojas de ayunas de la unidad, donde se reflejan las analíticas pendientes, que se extraían en el turno de noche, de todos los pacientes ingresados. De igual manera se explotaron –parcialmentelas bases de datos del servicio de laboratorio. Se llevaron a cabo medidas de tendencia central y dispersión, así como proporciones. Se ha realizado un contraste mediante prueba de chi cuadrado y estadísticos de Mantel2 Haenszel, con corrección exacta de Fisher en variables cualitativas, cuando fue necesario. En todos los parámetros, se estimó su precisión mediante el cálculo de intervalos de confianza al 95%. Para variables continuas, se realizó análisis bivariante mediante t de Student con test de Levene. En caso de distribución distinta a la normal, se emplearon pruebas no paramétricas (U de MannWhitney, test de Wilcoxon y Kruskal-Wallis). VARIABLES Se recogió, el diagnóstico al alta del paciente, la estancia (fecha de ingreso y alta), el momento en el que se realizó la analítica (1 semana de ingreso o no), el número de analíticas normales y urgentes, su coincidencia, así como el total. En todo momento se manejaron los datos de manera anónima, al usarse como identificador el número de episodio de hospitalización, y no el nombre del paciente. RESULTADOS El total de pacientes incluidos fue de 91. La edad media de los pacientes fue de algo más de 64 años, primordialmente mujeres (58.2%). La estancia media fue superior a 10 días y el Revista Tempus Vitalis diagnóstico más frecuente fue insuficiencia cardíaca, con casi un 7% total de los diagnósticos al alta. El número de analíticas como media por episodio fue de tres, con una coincidencia entre analítica normal y urgente inferior al 14%. La estadística inferencial permitió señalar que no había coincidencia entre la edad, el proceso o el sexo. Si existía una moderada correlación (0,452) positiva con significación estadística, entre la estancia y el número de analíticas extraídas al paciente. DISCUSIÓN Con ser unos resultados poco espectaculares, ponen de manifiesto algunas realidades que no por conocidas son menos relevantes. Una reciente publicación a cargo de Westbrook9, destacaba que hay parte estimable de la labor enfermera que se pierde en tareas de escaso valor cuando no francamente inútiles, que cifran los autores en un 37%. En el mismo sentido Lloyd identifica, la revisión de lo revisado, la asunción de tareas administrativas, las contradicciones y el trabajo duplicado o triplicado, hacen que con frecuencia, la enfermera solo pueda dedicar al trabajo directo con 2013 Vol 13 N 1 el paciente el 44% de su tiempo10. Con frecuencia se señala como una de las intervenciones con menos valor añadido, la analítica rutinaria, que se establece como una práctica clínica normalizada pero que con frecuencia no se relaciona con modificaciones terapéuticas, ni cambios en el diagnóstico o pronóstico 3,4,5. De alguna forma los hallazgos encontrados, señalan en esta dirección, que la única correlación sea la que tiene que ver con la estancia, parece indicar que las analíticas se solicitan en relación al tiempo, no del proceso o la complejidad del paciente, donde la edad o el proceso quizás pudieran haber tenido relevancia. Sin duda numerosas debilidades aparecen en el proyecto, la actividad no reglada, por lo tanto no incluida en la hoja de ayunas no pudo ser valorada. De igual manera la segregación por controles no se incluye en el estudio, por lo que el número total de analíticas de la UGC es absoluto, pero permite extrapolar la bondad de la recogida de datos. Por otro lado sería necesario ampliar la muestra y extender el estudio en busca de una mayor potencia, para extraer conclusiones reales que 3 determinen el valor añadido real de una intervención tan relevante, en lo que se refiere al consumo de recursos y a la seguridad del paciente. Sería necesaria una explotación diferenciada de los datos y una estimación directa de los cambios inducidos por estas pruebas analíticas, y todo ello vincularlo al consumo de recursos que generan. Sirva este pequeño acercamiento como un atisbo que nos pone en la dirección de afrontar una revisión, desde el plano de la efectividad, de los modelos de práctica asistencial tradicional. REFERENCIAS 1 Juan Gervas. Ciencuenta por ciento, en: http://www.actasanitaria.com/ opinion/el-mirador/articulocincuenta-por-ciento.html 2 Squires A, Aiken LH, van den Heede K, Sermeus W, Bruyneel L, Lindqvist R, Schoonoven L, Stromseng I, Busse R, Brzostek T, Ensio A, Moreno-Casbas M, Rafferty AM, Schubert M, Zikos D. A systematic survey instrument translation process for multicountry, comparative health workforce studies. Int J Nurs Stud. 2012, 23 [Epub ahead of print] Revista Tempus Vitalis 3 Simundic AM, Nikolac N, Miler M, Cipak A, Topic E. Efficiency of test report delivery to the requesting physician in an outpatient setting: an observational study. Clin Chem Lab Med. 2009;47(9):1063-6. 4 DeKay ML, Asch DA. Is the defensive use of diagnostic tests good for patients, or bad? Med Decis Making. 1998;18:19-28 5 Epstein AM, McNeil BJ. Physician characteristics and organizational factors influencing use of ambulatory tests. Med Decis Making. 1985;5:401-15 6 West AF, West RR. Clinical decision-making: coping with uncertainty. Postgrad Med J. 2002;78:319-21 7 Neilson EG, Johnson KB, Rosenbloom ST, Dupont WD, Talbert D, Giuse DA,Kaiser A, Miller RA: The impact of peer management on test-ordering behavior. Ann Intern Med 2004, 141(3):196-204 8 Zimmerman JE, Seneff MG, Sun X, Wagner DP, Knaus WA.Evaluating laboratory usage in the intensive care unit: Patient and institutional characteristics that influence frequency of blood sampling. Critical Care Medicine. 25(5):737-748, May 1997. 9 Westbrook JI, Duffield C, Li L, Creswick NJ. How much time do nurses have for patients? a longitudinal study quantifying hospital nurses’ patterns of task time distribution and interactions with health professionals. BMC Health Serv Res. 2011 nov 24;11:319. 10 Storfjell JL, Omoike O, Ohlson S. The Balancing Act. JONA: The Journal of Nursing Administration. 2008 may;38(5):244–9 2013 Vol 13 N 1 4