Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 4-l8 .. • f REV1STA CLJN I CA ESPAFIOL A tamiento enérgico de la fibrilación, inyección intravenosa de quinidina o de estrofanto, acompañadas o no de teofilina, eufilina, etc., según ya h emos habl.ldo en páginas anteriores. Recientemente en la clínica hemos tenido un caso de parasistolia que al iniciarse fué acompañada de síndrome grave de Stockes-Adams que en el curso de algunos meses se reproduce. E ste caso clínico será objeto de publicación aparte, en donde se verá por qué mecanismo este enfermo sufrió el síndrome, y desde aquí reclamamos la prioridad d e esta afirmación , pues hasta el momento actual, que sepamos, n o ha habido ninguna publicación en este sentido . La parasistolia con determinada interferencia puede producir el síndrome de St ockes-Adams. El diagnóstico clínico diferencial en t re el síndrome de Stockes-Adams por bloqueo y fibrilación , se hace teniendo en cuenta que en el primer caso h a habido con anterioridad trastornos del ritmo p or bloqueo incompleto, bien por lesiones orgánicas del co razón, o por otra causa funcional cualquiera. En sujetos con endocarditis evo lu ti va, miocarditis, lesiones coronarias, etc. , se puede producir bloqueo incompleto que le conduzcan al síndrom e de StockesAdams o un rápido bloqueo completo po r lesión anatómica del fascículo de His sin ningún otro fenómen o, o bien acompañados de fibrilación de la aurícula o el ventrículo . Es esto más frecuente en la trombosis coronaria grave, en donde después del accidente agudo el síndrome de Stockes-Adams conduce, por regla general. a la muerte. L os caracteres del pulso no permiten la confusión. Existen casos de fuerte bradicardia sinusal que sin constituir arritmia, deben ser tratados adecuadamente; prescindiendo de la bradicardia constitucio nal y de la de los convalecientes, que no deben tratarse, sí la producida por tumores que ejercen fenómenos de compresión en el origen o trayecto del vago, porque abandonadas pueden igualmente conducir al síndrome de Stockes-Adams. Hay que paralizar las terminaciones del vago o estimular el simpático. STEPP, KUEHNAU y SCHROEDER 64 describen fuerte bradicardia por la carencia de vitamina B 1 debida a la influencia que el estado carencial ejerce sobre el miocardio y por la acción de éste sobre el seno. PARADE 6s, en un trabajo experimental, pro.duce, por esta misma carencia, igual bradicardia, aunque no la cree específica de la vitamina B 1 , sino de la carencia total producida en el animal por la inapetencia. BIBLIOGRAFÍA 1 2 3 4 J; ·. 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 J AGIC y FLAUM.- Therapie der Herzkrankheiten, 2.• Auflage, 1937. F. 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Arch. 14, 510, 1938. M'"'"· - ESTADO ACTUAL DEL TRATAMIENTO DE LAS ANOMAUAS DE LAS CONTRACCIONES UTERINAS J. M. POBLACIÓN DEL CASTILLO Médico d el Servicio Clínica de Obstetricia y Ginecología d e la Facultad de Medicina de Madrid. Director: Prof. Dr. MACAU La relativa frecuencia con que un parto, cuando todo hacía suponer un curso normal, se transforma en cualquiera de sus períodos en un parto 、ゥウエセN」ッ@ con los consiguientes perjuicios para madre e hiJO• y que esto sea a consecuencia de una anomalía de las contracciones uterinas, bien por exceso o por defecto, ha movido a infinidad de tocólogos a estudiar de una manera muy detenida su mecanismo de producción y posteriormente su tratamiento con el fin de mejorar el pronóstico de estos partos anor· males, salvando, si es posible, ambas vidas ya que este es el fin que debe perseguir todo médico que se dedique a la práctica obstétrica. El querer exponer, de la manera más clara posible, el estado actual del tratamiento de esta pato· logía de la contracción, es lo que nos mueve hoY a escribir este trabajo. Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISTA CL!NICA ESPA1YOLA 450 un intervalo de una hora, son aconsejadas por DORR, de la Clínica de Seitz. Puede llegarse incluso a dosis aun más altas, de 1,50 y hasta de 2 gramos. En algunos casos en que existe una sensibilidad a la medicación con quinina, pueden aparecer aquellos síntomas que. indican la intolerancia a esta medicación (trastornos visuales, auditivos e incluso mareos). Como parece demostrado que la quinina sensibiliza al útero, autores como GUGGISBERG• se muestran partidarios de una medicación combinada de la quinina con el extracto del lóbulo posterior de la hipófisis. Con este fin, diferentes casas farmacéuticas han lanzado preparados , en cuya composición se encuentran ambos medicamentos. El pituchinol es un ejemplo de lo que acabo de decir. Puede emplearse en los casos en que sólo es necesario 。」セᆳ lerar el parto, en inyecciones intramusculares, y en dosis de 0,3 + 0,3 + 0,4, espaciadas de hora en hora. Para los casos de inercia primaria, DORR acon0,4, o bien empezar primero seja dosis de 0,3 con la administración de quinina por vía oral, o. 2 5 dos veces, con el intervalo conveniente y después una inyección de Pituchinol de 0,3, y, si fuese necesario, repetir otra vez la misma dosis más tarde. Según la experiencia de este autor, basada en los resultados obtenidos con el material de la Clínica de &itz, basta en general la primera inyección para que aparezcan dolores regulares, cada tres o cuatro minutos, y con una duración de 30 a 6o segundos. El empleo del extracto posterior de la hipófisis en el período de dilatación ha hecho que la quinina quede un poco relegada. Las dosis de pituitrina que suelen emplearse son pequeñas en la mayoría de Jos 」。セュN@ HZj|QgBGャセIoエN\@ afnTit4 |ゥセuGエ@ Gエセ Q@ 'U71á セ[ヲゥイN⦅オjォョ@ .. conveniente no ha visto aparecer espasmos ni otros contratiempos desagradables, Las inyecciones de esta h.ormona están valoradas en unidades V oetglin U. V. Al principio se recomienda empezar por pequeñas cantidades, ya que suelen ser sufilcientes en la generalidad de los casos discretos de inercia 1 U. V. ó 2, 3 ó 4 U. V. Cuando el efecto sea insuficiente, pueden inyectarse dosis todavía más elevadas, sin olvidar el peligro de provocar una contracción persistente del útero, con sus desagradables consecuencias sobre el feto. El estudio cuidadoso de la aiCción del extracto del lóbulo posterior de la hipófisis ha puesto claramente en evidencia que esta hormona, además de su acción occitócica, posee una acción hipertensora y otra antidiurética. Estos descubrimientos han llevado a la conclusión de que, en realidad, en esta hormona existen tres substancias, representadas en dos fracciones, que son la a hipofamina y la セ@ hipofamina (hipophamin de los autores alemanes). La hormona occitócica es la a hipofamina y en cambio, las hormonas que producen el alza en la presión arterial, y actúan sobre la eliminación urinaria son de la fracción de la セ@ hipofamina. Innumerables han sido los preparados de hipófisis lanzados por las diferentes casas, y hoy, después de los trabajos antes mencionados acerca de la constitución de la hormona hipofisaria. deben tenerse muy en cuenta los extractos totales y los que pudiéramos llamar parciales. Entre los primeros tenemos la Hipofisina, Hipophen, Phisormon , Pituglandol, Pituigan, Pituitrina. Y + .. : 1.• noviembre 19; J entre Jos segundos, o sean aquellos que sólo contien en la hormona occitócica, se encuentran el Orasthin y el Myo-Pituigan. Estos últimos se encuen. tran aconsejados en aquellos casos en que existiendo un trastorno del aparato circulatorio, no sea conveniente el provocar el alza de la tensión sanguínea o en los procesos eclámpticos, por las mismas エ。オセ@ sas. GLAUBACH y M OLITOR defienden el concepto de que la proporción entre las dos fracciones del extracto total de hipófisis se mantiene constante, Durante el período expulsivo el medicamento ideal es la hormona del lóbulo posterior de la hipófisis. La admit?-istración de Jos diversos específicos puede hacerse, no solamente por vía intramuscular como sucedía en el período dilatante, sino エ。ュ「ゥ←セ@ por vía endovenosa; pero para el empleo de esta vía es necesario su justificación mediante ciertas condiciones. Pongamos un ejemplo: en aquellos casos en que la cabeza se encuentra ya muy baja y la rotación se ha efectuado con toda normalidad , y es ne cesaría una terminación rápida del parto, la inyección intravenosa de hormona hipofisaria se encuentn muy indicada, ya que con esta manera de proceder se evitan muchas aplicaciones bajas de fórceps. Insistimos en que las dosis deben ser pequeñas, pero si fuese necesario, pueden aumentarse prudentemente (A. JORES). Sin embargo, KAHR subraya el hecho de que él nunca ha creído oportuno el empleo de dosis superiores a 5 U, V. La gran ventaja de la hormona hipofisaria es que no se corre con ella d peligro de acumulatión, lo que nos permite, pasado cierto tiempo, reiterar su empleo. Verdaderamente práctica, aunque no muy aclarada..._ '\Jl..'i. f..n.;.m.a.c¡_ dJ>_ 1/'.tJu.r_, t/'_'\Jllt.a. b. r.nmhmacjón d, los compuestos hipofisarios con el extracto de timo, como aconseja TEMESVARY. GUGGISBERG dice que parece demostrado que esta unión da un cierto ritmo fisiológico a las contracciones. Algunos tocólogos hablan de una supuesta mayor actividad de este pezparado frente a los extractos hipofisarios. Sin embargo, las conclusiones a que han llegado los americanos parecen demostrar que esto no es así, En tal sentido, GREENHILL, que ha observado con todo detenimiento estos problemas, empleando primera· mente en sus experiencias útero aislado, y más tarde haciendo un estudio clínico, asegura que no existe diferencia, ni en su acción, ni en su intensidad, entre la Thymophysin y un extracto del lóbulo posterior de la hipófisis. HOFBAUER se manifiesta en la misma forma, y añade que él no ha observado ninguna ventaja en el empleo del uno sobre el otro. En aquellos casos en que la inerda se ha ーイッ、セᆳ cido a consecuencia del agotamiento, conviene administrar a la parturiente alguna alimentación. Por ello nos parece muy oportuno el método seguido en la Clínica de SElTZ, de inyectar por vena una ウセャオᄋ@ ción de suero glucosado. Cuando existen vóm1tos que no sean debidos a intoxicaciones, inyectan 25° centímetros cúbiros de suero fisiológico, y más セ。イᄋ@ de otros 250 c. c. de suero glucosado. Esta ュ ・、ャセᆳ ción tiene la enorme ventaja d e que rehace el ・アオセィᆳ brio calcio-potasio-cloro. Puede añadirse a estas m· yecciones de suero un tónico cardíaco. como el car· diazol, con la ventaja de que además de actuar so?,rc la circulación de la madre, actúa sobre la circulacwn Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. TOMO 1 ANOMALJAS DE LAS CONTRACCIONES UTERINAS 449 NúliERO 5 Es conveniente, antes de ocuparnos del trata. nto recordar, aunque sea de una manera breve, rme 'se encuentran e1as1'fica das estas anoma 1'tas, , com 0 . tendiendo a su patogema. a A nuestro juicio, la clasificación que hacen alguautores, entre los que se encuentra M. LUIS nos · d entro PÉREZ incluyendo estos esta d os pato1'ogtcos de un セイオーッ@ que abarca Nセッ、。ウ@ ellos, y que 、・セッゥᆳ nan "distocia de fuerza , es de un valor practiCo grande. Este grupo de distocia de í uerza lo subdividen en otros dos, que son, "distocia de contracción", y "distocia de retracción". La distocia de contracción se refiere a aquellos estados en los que! existe una insuficiencia de ésta, bien sea en el número, o mejor aún en la frecuencia, o en la energía de la contracción, o en ambas cosas a la vez, como es lo más frecuente. El grado más avanzado de esta distocia de contracción lo constituye la inercia ute1ina. Varios pueden ser los factores que la originen, y ya los mencionaremos más adelante. Cuando este trastorno aparece al comienzo del parto, se habla entonces de "inercia primitiva"; por el contrario, cuando sobreviene después de una cierta actividad contráctil normal o casi normal, recibe (:1 nombre de "inercia secundaria" . La inercia primitiva puede ser debida bien a un insuficiente desarrollo de la fibra muscular uterina, como ocurre en casos de hipoplasia, o a una atrofia del músculo. como puede suceder en las primíparas añejas. También la ocasionaría un déficit de la excitación, o un déficit de la excitabilidad. Lógico es pensar que procesos de cualquier índole, que afecten a la integridad de la fibra muscular o al sistema de inervación, puedan también motivarla. La inercia secundaria traduce el cansando del útero y sobreviene, según hemos dicho más arriba, después de un período de actividad. Es lo que DEMELIN ha denominado "hiposistolia". Este término no puede ser más acertado, pues expresa axiomáticamente su origen. Las causas originarias de esta alteración son las siguientes: estrech ez moderada de la セAカゥウL@ en cuyo caso, el obstáculo que representa, tt.ene que ser vencido a expensas de una mayor activtdad contráctil ; asimismo en los casos de estenosis セ£ウ@ grandes, que hacen imposible el parto por las vtas naturales, esta imposibilidad de avance del feto es originaria, con gran frecuencia, de una exageración de ャセウ@ contracciones, hasta que sobreviene el cansanciO, en este caso lo más conveniente, o la rotura uterina; por el mismo motivo los tumores pélvicos de localización previa, y que reddcen el canal del parto pueden causarla también. Por último deben セ・ョ」ゥッ。イウ@ aquellas variedades de posiciones posteョQッセ・ウL@ que, con enorme frecuencia, hacen fatigar a utero. セッウ@ peligros que estas inercias ocasionan, en re1 laciOn con la mayor duración del parto, recaen sobre ha fadre Y el feto. Mientras se encuentre íntegra la 0 sa de las aguas, el peligro de infección no es de temer · · los riesgos para el feto son nulos. e . y astmtsmo uando la bolsa ha sido rota entonces cambia el pronóstico· . d e 'ascenso d e germenes. , , • surge e1 pe1tgro 0 el t 」セQ。ョ、ッウ@ ahora de los med ios de que dispone イ・ュセッ@ ogo セ。イ@ combatir estos trastornos, hablaen prtmer lugar de los llamados m étodos mecánicos. Como tales podemos considerar la rotura artificial de la bolsa de las aguas, que se realizará siguiendo exactamente las reglas del arte obstétrico. Cuando la inercia aparece al principio dd período dilatante, autores de la experiencia de KAHR, aconsejan no tener en cama a estas mujeres, sino permitirlas el estar levantadas y vestidas, y realizar alguna actividad, medidas simples que en algunos casos, consiguen que reaparezcan los dolores. Según es bien sabido, cuando se encuentra indicada la rotura, únicamente saldrán las aguas anteriores, y entonces la parte presentada, sobre todo si es la cabeza, al ajustarse al segmento uterino inferior, actuará como excitante de las contracciones. Asimismo tenemos la colocación de balones, que actuando como cuerpos extraños excitan igualmente los ganglios cervicales. Como contraindicación de este método está en primer lugar el que estos balones no pueden mantenerse in situ más que algunas horas, ya que pueden favorecer la aparición de una infección. GUENTHER recomienda el empleo del metreurinter administrando quinina al mismo tiempo, y se muestra partidario de este método por haber observado resultados muy halagüeños. La colocación en el vientre de una bolsa de agua caliente o de un termóforo es también recomendada por algunos, entre los que se encuentran DORR y KAHR. El tiempo de aplicación que ellos emplean es de unos I 5 minutos de duración, pudiendo repetirse aquélla 3 ó 4 veces. El amasamiento del útero despie rta contracciones en la inmensa mayoría de los casos. El tratamiento ュ・、セ。ョエッウ@ ha sido y es objeto de constantes trabajos, todos ellos encaminados a un conocimiento lo más exacto posible, con d fin de sacar el mayor partido terapéutico. Conocidas son de todos las substancias que actúan contrayendo la fibra muscular uterina. El extracto del lóbulo posterior de la hipófisis, la quinina, y el cornezuelo de centeno son las que han demostrado una mayor eficacia. Se ha dicho, de una forma algo esquemática, que según el período del parto en que apareciesen estos trastornos de la contractilidad, así estaría más o menos indicado uno u otro de estos medicamentos; sin embargo, esto no puede mantenerse hoy por hoy con gran exactitud; pero no es obstáculo paq que tenga un valor práctico considerable. Respondiendo a este objeto de esquematizar la medicación occitócica según el período del parto, se ha p reconizado durante el período dilatante el emp leo de la quinina, durante el expulsivo la hormona del lóbulo posterior de la hipófisis, y por último, terminado el período del alumbramiento, el cornezuelo de centeno. Pasemos a ocuparnos de cada uno de ellos. La quinina, en el período de dilatación, rinde indudable utilidad. Las dosis a que se emplea suelen ser pequeñas. En este sentido la mayoría de los autores, suele administrar dosis de o, r, repetidas cuatro o cinco veces, y en un lapso de tiempo de dos horas. KAHR dice en su excelente libro de Terapéutica Obstétrica que, en muchos casos, las contracciones que proporciona esta dosificación son bastante útiles. Dosis más elevadas de o, 2 5 repetidas dos veces, o sea un total de o,so de quinina, y con Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. TOMO l NóalltRO 5 ANOMALJAS DE LAS CONTRACCIONES UTERINAS En bastantes casos de inercia secundaria, basta feta1. . · 1 simplemente proporcwnar セュ@ cterto reposo a a ma'z lo que puede consegutrse con e1 emp1eo de los tn ' b'ten en m . yeccton, ., , recta 1 o por vta spasmolíticos, :n forma de supositorios, En el comercio existen 'nfinidad de estos preparados. 1 En aquellos casos en que el parto resulta ウオ「ェセᆳ tivamente muy doloroso, es conveniente el uso de la morfina (puede inyectarse hasta un centigramo) . Durante el alumbramiento pueden encontrarse anomalías de la contracción. Todavía conserva aquí la pituitrina un valor grande. Cuando aun no ha sido expulsada la placenta, la cantidad que debe inyectarse no debe pasar de 5 U. V. En cambio, cuando ya ha sido expulsada, puede aumentarse la dosis hasta 8 y ro U. V. La inyección intravenosa no debe emplearse más que en aquellos casos en que, existiendo una copiosa hemorragia, se encuentre en peligro la vida de la parturiente. Lo más acertado en estos casos es, después de la inyección, administrar un preparado de cornezuelo de centeno. Tras la expulsión placentaria, el medicamento mejor para estimular las contracciones, es el cornezuelo de centeno. Los últimos trabajos llevados a cabo con el fin de poner en claro el mecanismo de acción de esta substancia han puesto de relieve que son dos las substancias que tienen efectos occitócicos: las del grupo de la ergotamina y las de la ergobasina. Durante bastante tiempo era admitido por todos que esta acción era debida únicamente a la ergotamina, cuyo representante es el Gynergeno. Pues bien, trabajos realizados por MOIR y otros han probado que la ergotamina tiene un efecto occitócico más duradero que la ergobasina; en cambio, ésta tiene la ventaja de que actúa con mayor rapidez. Lo ideal será, por lo tanto, el emplear asociados ambos grupos, ya que así obtendremos además del efecto más rápido, el efecto más duradero. Con tal fin se ha preparado un medicamento que contiene ambos, que es el llamado Neo-Gynergeno. Mencionaremos, aunque sea ligeramente, que durante el período del alumbramiento existen diversos P.rocedimientos mecánicos. de indudable utilidad stempre que su empleo se haga de una forma justificada. Entre éstos podemos contar con el masaje suave. del útero, el golpeteo del mismo con una superficte roma (una cuchara por ejemplo) e incluso la compresión enérgica del útero, tal como se ejocuta en .la conocida maniobra de CREDÉ. Conviene no olvtdar, por lo que se refiere a esta última , que puede ィNセ「・イ@ casos en que por la atonía uterina, la compreston enérgica del músculo uterino puede llegar a acarrear la rotura del mismo. d h。セエ@ L。セッイ@ nos hemos ocupado de aquellos estal os dtstoctcos originados por una insuficiencia en Q セウ@ .contracciones, pero también existen estados patodogtcos caracterizados por una producción excesivl e ellas. La etiología de este grupo de distocias de contraccton ·' por exceso, puede corresponder a diferentes facto . c't d res, a1gunos de los cuales han stdo ya ・セ@ ,a os antes al ocuparnos de las causas de produc100 de la inercia uterina . Cuando existe un obs- 451 táculo al parto, el útero reacciona con una mayor actividad, hasta que llega al límite de su resistencia, apareciendo entonces la inercia, o sea el estado de fatiga del músculo. La estenosis pelviana, el tumor previo, o la excitabilidad exagerada, que a consecuencia de la enorme actividad a que es sometido el útero le hacen fatigarse pronto, son un claro ejemplo de esto que acabamos de decir. Igualmente las dosis excesivas de algunos occitócicos, como por ejemplo el extracto del lóbulo posterior de la hipófisis, pueden motivar la aparición de una distocia de este tipo, Esto nos indica la necesidad de ser prudentes en el empleo de este medicamento, única manera de evitar la aparición de estos estados. La extensión que pueden alcanzar dentro del útero estos estados hipersistólicos (DEMELIN) es variable, pudiendo quedar localizados a un pequeño segmento uterino, o ser englobado todo el músculo. Como tipo de los espasmos parciales tenemos aquellos que se localizan en el conducto cervical, o en su orificio externo o interno. En el istmo pueden asentar también estas contracciones exageradas. El tratamiento tiene como objetivo hacer cesar esta actividad anormal del útero. Para ello nos podemos valer del empleo de los espasmolíticos, pudiendo hacerse uso de ellos en inyecciones subcutáneas o en supositorios, e incluso por vía oral. Sin embargo, este último medio no suele emplearse casi nunca, Hay casos en los que está indicado el empleo de la morfina. Puede decirse, que es el mismo tratamiento que el de los partos dolorosos, sobre el que ya nos hemos ocupado. En aquellos casos en que a pesar de este tratamiento no hayamos logrado nada puede hacerse una narcosis general, bien sea clorofórmica o etérea. Los peligros que originan estos espasmos uterinos, pueden ser fetales y maternos. Puede llegar a producirse la muerte del feto por asfixia o por la enérgica compresión a que es sometido el cráneo fetal, que puede motivar lesiones craneales. Respecto a la madre pueden producirse todas aquellas secuelas que deja el parto anormalmente rápido, principalmente lesiones de la vía blanda del mismo. Por último. vamos a ocuparnos de la "distocia de retracción". Reciben este nombre aquellos estados en los cuales el músculo uterino se encuentra retraído, a consecuencia de un acortamiento de sus fibras, quedando reducida , por lo tanto, la capacidad uterina. El tratamiento suele estar subordinado en la mayoría de los casos, a si vive o no el feto. En general hay que proceder a la evacuación rápida del contenido uterino, La cesárea, en condiciones aséptilcas, convenientes, suele ser el m étodo de elección . Cuando la retracción es limitada, puede intentarse, después de una anestesia profunda, la dilatación manual. procediendo después a la extracción fetal. Cuando esto no sea posible recurriremos a la embriotomía セゥ@ el feto está muerto. Por último, en los casos infectados. pero con feto vivo. podrá recurrirse a un método especial de cesárea abdominal (método extraperitoneal o cesárea de Porro) . ....________________________________________ セ@