50-52 PUTIN_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 07/03/12 18:06 Página 50 INTERNACIONAL Las acusaciones de fraude y abusos se convierten en un clamor en Rusia PUTIN VENCE EN LAS URNAS, PERO NO CONVENCE Vladimir Putin consiguió su objetivo de ser elegido presidente de Rusia en las elecciones del pasado 4 de marzo. El antiguo agente del KGB soviético, que ya fue presidente durante dos legislaturas, entre 2000 y 2008, no tendrá que presentarse a una segunda vuelta electoral, porque logró una amplia mayoría en las urnas, pero no pudo convencer a muchos rusos y organismos internacionales de que el proceso electoral fue justo y transparente. La oposición salió a la calle y acusó a Putin y su partido, Rusia Unida (RU), de haber cometido numerosos abusos para conseguir la victoria. Al nuevo zar del Kremlin le espera una época políticamente convulsa en un país donde las voces críticas son cada vez más numerosas V Por Paco Soto (Varsovia) ladimir Putin alcanzó un excelente resultados en las urnas: 63,81% de los votos. Sus cuatro principales contrincantes se situaron muy por detrás del nuevo ‘zar ruso’. El mejor colocado, el comunista Guennadi Ziugánov, obtuvo el segundo puesto en la carrera electoral, con un 17,19%, de los sufragios. En tercera posición, con un 7,84% de los votos, llegó el populista y nacionalista ultraderechista Vladimir Zhirinovski, seguido del multimillonario y candidato liberal Mijaíl Prójorov (6,23%) y del socialdemócrata Serguei Mirónov (3,85%). Putin alcanzó un mejor resultado que en el año 2000 (52,94%), pero muchos menos votos que en 2004 (71,31%). Lloró de alegría, lo que resulta una reacción un tanto extraña en un político que cultiva desde hace años una imagen de hombre duro y machista que gusta a amplios sectores de la población. “Hemos ganado”, exclamó Putin, acompañado del presidente saliente, Dimitri Medvédev, ante 100.000 seguidores, tras conocer la victoria electoral. Putin dijo que lloraba a causa del viento y 50 12–18 de marzo de 2012. nº 963 del frío, pero algunos periodistas presentes en este acto, desmintieron su versión y aseguraron que la emoción fue la causa de esas lágrimas. En cualquier caso, fiel a sí mismo, desafiante en el tono y duro en el fondo, Putin gritó: “Hemos demostrado que no se nos puede imponer nada ni nadie. Nuestra gente es capaz de distinguir fácilmente el deseo de renovación de las provocaciones políticas cuyo único fin es destruir el Estado ruso y usurpar el poder”. Medvédev, que no llegó a cumplir sus promesas de democratización del poder cuando llegó a la jefatura del Estado, en 2008, afirmó: “No entregaremos la victoria. Necesitamos esta victoria para que Rusia sea moderna, fuerte e independiente”. Putin parece olvidar que, aunque sigue teniendo un enorme poder político, el apoyo de amplios sectores sociales y la mayoría de los medios a su favor, ya no despierta la misma simpatía que hace tan sólo cuatro o cinco años. Ha conseguido una cierta estabilidad política y económica interna y hace todo lo posible por transformar a Rusia en una gran potencia mundial, y no escatima esfuerzos en la defensa de un nacionalismo ruso agresivo y desacomplejado que recuerda lo peor de la época de los zares y soviética. Pero el dirigente ruso no tiene en cuenta que ha crecido el descontento entre sectores importantes de las clases medias urbanas, sobre todo en grandes urbes como Moscú y San Petersburgo. Muchos ciudadanos no quieren seguir viviendo en un sistema político autoritario con oropeles parlamentarios y están cansados de unos gobernantes prepotentes que utilizan la represión y el paternalismo, según les convenga, toleran la corrupción y se niegan a que Rusia entre por una verdadera senda de democratización. “Putin tiene que comprender que hay gente que no va a aceptar los El presidente ruso cosechó menos votos que en los comicios de 2004. Su 50-52 PUTIN_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 07/03/12 18:06 Página 51 resultados”, advirtió el politólogo Glev Pavlovski. Obnubilado por la victoria electoral, Putin, salvo que el pragmatismo acabe prevaleciendo en él, corre el riesgo de alejarse peligrosamente de la compleja realidad de su inmenso país, lo que podría traerle muchos quebraderos de cabeza a corto, medio y largo plazo. Después de la victoria electoral el nuevo zar del Kremlin no se mostró generoso con la oposición y siguió tratando a los contestatarios como enemigos del Estado. El desprecio de Putin al adversario no ha caído en saco roto y son muchas las voces que denuncian numerosas irregularidades e incluso un fraude electoral generalizado como, según la oposición, ocurrió en las legislativas de diciembre de 2011. Voces disidentes. Los comunistas denuncian numerosas irregularidades en el desarrollo de las elecciones, como la falsificación de listas extras de votantes y la aparición de unos 2000 colegios electorales situados en fábricas y recintos de difícil acceso para los observadores. Para evitar este tipo de denuncias, el Gobierno ordenó la instalación de 93.000 cámaras, enfocadas sobre las urnas y las mesas electorales en toda la Federación 4. Su defensa de un agresivo nacionalismo ruso choca con las capas más cívicas del país y le aleja de buena parte de la realidad rusa. EFE rusa. “Las elecciones a la presidencia del 4 de marzo no han sido ni limpias ni justas, ni transparentes”, dijo Ziugánov, y por ello “vamos a aumentar la presión callejera e intelectual”. El exdiputado Vladimir Rizhkov, uno de los organizadores de las pasadas protestas callejeras, afirmó que las presidenciales “no han sido legítimas”, y “hemos contabilizado entre 20.000 y 30.000 casos de fraude”. Para el expresidente soviético Mijaíl Gorbachov, “el resultado de estas elecciones reflejan la situación real de la sociedad rusa. Para la gente, Putin ya había sido elegido antes de que se celebrasen las elecciones. Ahora tendremos que concentrarnos en lograr un cambio en profundidad de nuestro sistema electoral como única forma de conseguir que en adelante los comicios sean limpios”. El liberal Prójorov aseguró que no aceptará ningún cargo en el futuro Gobierno y seguirá “luchando por el poder”. La ONG Golos (Voto) denunció antes de que cerrarán los colegios electorales más de 3.000 irregularidades. Según este colectivo, hubo ciudadanos que votaron más de una vez en distintos colegios y se dieron casos de intimidación a votantes e interventores. “Un cierto número de nuestros observadores fueron expulsados de las comisiones territoriales, donde estaban centralizados los resultados”, contó Ksenia Matesios, responsable de Golos. Algunos observadores denunciaron el trato desigual que recibieron los diversos candidatos en los medios públicos y aseguraron que Putin fue el presidenciable más favorecido. En el ámbito de las organizaciones internacionales también han llegado muchas críticas. Observadores de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE) y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) cuestionaron la limpieza del proceso electoral. El jefe de la delegación de la APCE, el holandés Tiny Kox, anunció que volverá dentro de un mes a Rusia para analizar con más detalle el desarrollo de las elecciones, porque “muchas preguntas necesitan respuestas”. Sin embargo, para el equipo de Putin, los comicios presidenciales fueron “los más limpios en toda la historia de Rusia”. El propio Putin afirmó: “Hemos ganado en una lucha abierta y honesta” y “damos las gracias a todos aquellos que han dicho sí a la gran Rusia”. Las bravatas de Vladimir Putin no convencieron a Estados Unidos. El Denº 963. 12–18 de marzo de 2012 51 50-52 PUTIN_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 07/03/12 18:06 Página 52 INTERNACIONAL partamento de Estado pidió al Kremlin que lleve a cabo una investigación “independiente y creíble” de las denuncias de fraude electoral, porque “toma nota de las preocupaciones” mostradas por los observadores de la OSCE, y criticó el “uso partidario de recursos gubernamentales y las irregularidades de procedimiento el día de la elección”. Las críticas estadounidenses dieron pie a que el opositor Vladimir Ryjkov pidiera “unas elecciones limpias” y reformas políticas urgentes. Descontento callejero. Putin ganó las elecciones, pero no consiguió acabar con el descontento de una parte de la población, y al día siguiente de la victoria miles de personas bajaron a la calle en Moscú y San Petersburgo para denunciar el fraude electoral. Unas 500 personas, entre las que se encontraban el famoso bloguero opositor Alexeï Navalny y el líder del Frente de Izquierda, Sergueï Udalsov, fueron detenidas por la Policía. Navalny dijo de Putin que “es un hombre que siempre tiene hambre. Se ha comido el petróleo, el gas y sigue teniendo hambre, EFE El presunto fraude electoral llevado a cabo por el partido de Putin ha provocado que miles de personas se echen a la calle como protesta. Un hombre fuerte debilitado Vladimir Putin es una mezcla de militar, agente secreto y burócrata del régimen soviético que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. El futuro jefe del Estado, que fue formado por el KGB, es desconfiado, actúa con secretismo y le gusta demostrar que es un hombre fuerte, amante de los récords deportivos y partidario de la dureza para acabar con los conflictos políticos, sociales y militares. Lo ha demostrado en la guerra de Chechenia y en la lucha contra el terrorismo. No le tiembla el pulso, aunque para acabar con unos terroristas tenga que matar a muchos inocentes. Ha sabido mantener a raya a los oligarcas poscomunistas, que dominaron la escena política y económica en la etapa de Boris Yeltsin (1991-1999), porque no quiere 52 que nadie le haga sombra, y controla férreamente los medios de comunicación y los aparatos coercitivos del Estado. Putin ha traído orden y cierta estabilidad a los rusos y ha mejorado la vida de la clase media, pero no ha sacado a millones de ciudadanos de la miseria ni democratizado el país, y ha consentido la corrupción sin el menor problema. Pero Putin no es un simple ‘déspota oriental’, es un político inteligente y astuto que ha sabido cambiar algunos engranajes desgastados del poder para conservar la esencia autoritaria. Quiere que Rusia vuelva a ser una superpotencia, y por eso mismo ha recuperado la retórica de la guerra fría contra Occidente. Muchos rusos empobrecidos y desmoralizados y sin cultura democrática han creído y siguen 12–18 de marzo de 2012. nº 963 creyendo en Putin, pero una parte de la ciudadanía, la más exigente desde el punto de vista cívico, cuestiona en la calle al nuevo zar. El descontento crece con el paso del tiempo rápidamente. Nikolaï Petrov, investigador en Ciencias Políticas en la Fundación Carnegie de Moscú, cree que Putin es un político fuerte, pero debilitado por la contestación social y política, y no puede ser un dirigente de compromiso, porque “está acostumbrado a ser un zar, no puede cambiar. Sólo él dicta las reglas del juego”. Según Petrov, para Putin, “lo peor es el sistema que ha creado, se ha convertido en un jefe débil. Sin embargo, en lugar de ceder poder, se comporta como si fuera fuerte. Ya no puede asegurar la supervivencia del sistema”. y come y come y come. Nunca dejará de comer. A esta gente tenemos que pararle los pies”. Ilia Iachine, miembro del grupo opositor Solidaridad, manifestó: “Hemos visto las lágrimas del dictador, pero nunca hemos visto sus lágrimas cuando ha habido atentados terroristas, cuando han explotado casas en Moscú o bombas en el metro moscovita”. “Moscú no se cree las lágrimas de cocodrilo” de Putin, era el eslogan de una pancarta que llevaba un estudiante en la protesta en la capital rusa. “Todo el país se burla de Putin, todo el mundo se ríe de él. Nadie cree en él, pero el sistema se mantiene, es absurdo”, decía otro manifestante. La oposición no piensa bajar la guardia y seguirá protestando. “Congregaremos a mucha gente en la calle, porque tenemos un nuevo argumento, la dudosa victoria de Putin en las elecciones presidenciales”, aseguró Serguei Mitrojin, líder del partido liberal Yábloko. Por su parte, el exprimer ministro Mijaíl Kasiánov anunció que la oposición pedirá en las protestas la repetición de las elecciones parlamentarias de diciembre y de las presidenciales del 4 de marzo. El opositor y excampeón mundial de ajedrez Gary Kasparov consideró que en las futuras manifestaciones “veremos la fuerza de la protesta y cuántos están dispuestos a luchar contra el régimen de Putin y gritar que no lo reconocen como su legítimo presidente”. l