LA LEY DE SOCIEDADES PROFESIONALES NO MODIFICA EL ACTUAL MODELO DE OFICINA DE FARMACIA La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia consideran que el modelo español de Farmacia no se verá afectado por la Ley de Sociedades Profesionales, en la que se contempla que un 25% de la propiedad de la oficina de farmacia pueda ser ajena al titular de la misma. Isabel Vallejo. presidenta de FEFE A la vista de las últimas noticias aparecidas sobre la repercusión que, en el campo de la oficina de farmacia, puede tener la Ley de Sociedades Profesionales aprobada la semana pasada en el Congreso de los Diputados, la empresarial FEFE y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOFV) han difundido un comunicado en el que se destaca que la liberalización sólo se conseguiría modificando la legislación actual, tanto la básica como las autonómicas, y la propia Ley de Sociedades Profesionales. En dicho comunicado se señala que el texto de ley, proveniente del Senado, mantien la disposición adicional sexta ya aprobada en su primer paso por el Congreso, por la que se excluye del mismo a la Farmacia en materia de titularidad, pues, textualmente, dice: "Sin perjuicio de lo establecido en la presente Ley, la titularidad de las oficinas de farmacia se regulará por la normativa sanitaria propia que les sea de aplicación". Con esa disposición, dice la nota conjunta de FEFE y MICOFV, tanto la titularidad como la propiedad de la autorización administrativa de la farmacia, quedan exclusivamente en manos del farmacéutico; una figura que se seguirá definiendo como una única persona física con derecho al ejercicio de la actividad farmacéutica y sus obligaciones derivadas. Obligaciones y transmisión La titularidad, además del derecho de transmisión atribuido al farmacéutico titular (artículo 4 de la Ley 16/1997, SSTC 109/203 y 152/2003), atribuye en exclusiva al farmacéutico como la más importante de sus obligaciones, la adquisición de los medicamentos, sin cuyo concurso resulta imposible el ejercicio de la actividad farmacéutica (según Ley General de Sanidad). La Sociedad Profesional, que tiene personalidad jurídica, tiene por objeto el desarrollo de la actividad profesional, y no la gestión de bienes, para la que ya existe otro tipo de sociedades. Por ello es totalmente incompatible con la Oficina de Farmacia, ya que la normativa básica que regula el funcionamiento y servicios de las Oficinas de Farmacia en España (artículo 103.4 de la Ley General de Sanidad) y en plena correspondencia con las Directivas Comunitarias (especialmente la 36/2005) limita la titularidad y la propiedad de la autorización administrativa, al farmacéutico como persona física. Una Sociedad Profesional no podrá en ningún caso, desarrollar esta actividad. Modelo sin cambio La nota comenta que, cuando la normativa actual impone que la oficina de farmacia se encuentre en titularidad/propiedad de un farmacéutico, lo hace por motivos fundados en interés público. Con ello se evita el acceso de intereses económicos de otros agentes pertenecientes o no al sector, algo que sería imposible de lograr si se admitieran las sociedades propietarias de oficinas de farmacia. Asimismo, atiende al objetivo ?de interés público- de control del precio del medicamento, dado que al dividir la acción del Estado en dos ámbitos (precio de laboratorio y margen de los distribuidores y farmacias) se ha logrado mantener el precio del medicamento entre los más bajos de Europa. Lo que en un sistema como el español, que financia el medicamento al 90%, resulta absolutamente esencial. Por lo tanto, concluyen FEFE y MICOFV, la Sociedad Profesional tal cual ha quedado aprobada por el Congreso de los Diputados no interfiere en el modelo español de oficina de farmacia, ya que estando la titularidad y la propiedad de la autorización administrativa en manos exclusivamente del farmacéutico, en caso de que un tercero le aporte capital, a lo único que éste podría acceder es a recuperar ese capital, no teniendo ningún derecho sobre el establecimiento y la actividad farmacéutica.