AISTHESIS N° 33, 2000 LOS VIGILANTES, DE DÍAMELA ELTIT: CARTA, ESCRITURA Y PODER Patricia Espinosa H. Instituto de Estética Pontificia Universidad Católica de Chile El objeto de este trabajo es la en poder. La analizar las que se entrecruzan la obra Los vigilantes de Diamela Eltit, problemáticas carta es considerada un de la carta, la tipo discursivo que escritura y el tiene la necesidad de exhibir la situación de enunciación y de recepción desde donde surge y además es un género que implementa un diálogo diferido. Esta postura se corrobora en tanto la autora de las cartas que dan forma a la novela es permanentemente acosada por un sistema al mundo panóptico cuya en la Colonia del cualquier ciudad narrado, de vigilancia, que convierte latinoamericana, indeterminación temporal permite en un gran que sea ubicable tanto futuro. La escritura, espacio que se ubica fuera de la represión revela dimensiones asociadas a la idea de circuito como en el salvación. The aim of this surveillants), in paper is to power are entwined. the necessity source problematics of The letter is display to dialog. This postúlate to the Diamela Eltit's analize the novel is the work Los vigilantes (The letter, the writing and considered a a genre that elaborates a confirmed since the author of from its procrastinated the letters that is permanently haunted by a surveillance system, that transíorms the narrated world -any Latin American city- into panoptic whose temporal indetermination allows it to be in the Colonial Age outside vigilantes persiguen con sus atravesadas por definir, as repressive in the fu ture. The writing, the circuit, o, de Diamela Eltit pertenece el/los poder/es acosan sin se expresa la al tipo punto de de obras cuyas resonancias nos vista signado por una catástrofe tregua a los centro móvil N° solo pondremos el de de la innominable, sujetos no resignados o simplemente añoranza por el sentido en un texto llama: "el En adelante, to the idea bien dicho, conformadas por el dolor. Situada en una zona aún de Eltit parece desplegarse en la tachadura de una serie de cuyas ruinas construye los textos de la devastación. Sin embargo, espacio, desde todo que el that is located más donde lo space associated imágenes, olores, texturas y, principalmente, con sus voces. Palabras en ese a dimensions a great as well esta escritura convenciones con excluidos, reveáis located deliverance. of Los the the discursive type that has statement and reception situation furthermore, it is and, give shape the which belleza" página correspondiente al intento angustioso por acceder (110)* texto analizado. 105 AISTHESIS N" 33, 2000 EL PROBLEMA GENÉRICO DE LA CARTA La parte central de la novela Los de intentar necesidad comprender cómo aclarar algunos éstos participan Sin embargo, la extremadamente aislar sus rasgos específicos comunicación lo estas categorías de la carta"1, surge la constitutivos, la estructura y significación cual lleva con el global en el presentan, a adoptar la pretensión mínimos. fin de de la novela. tiempo y sin finalidad general, dificultad de simplemente dimensión de la comunicación comunicación entre espacios embargo, la de Así, Barrenechea identifica todos ellos relacionados con la comunicación como diferida ambiguo sus rasgos y diferenciadores invariantes, comunicabilidad: de carta se nos presenta como un objeto cuya naturaleza es conflictiva2 cuatro rasgos en Debido a vigilantes está constituida por cartas. lo que Ana María Barrenechea ha llamado: "el estatuto demasiado ser escrita, distintos3. Dos de generales y, lo mismo, poco restrictivas. En efecto, las características de la comunicabilidad como finalidad general, o sea, que la carta es un instrumento de comunicación y la de por que ésta se realice por de textos e inclusive escrito, pueden ser aplicables a la más todo texto se podría plantear que amplia gama escrito goza del imaginable rasgo de la comunicabilidad. También capacidad que la de podría ponerse en mayor parte de las espacialmente, también que en Los endemoniados a otro con quien en habita se de que la veces la el que un rasgo específico carta de Dostoievski como lo un personaje la misma casa4; algo autor. La existencia de dos a señala le dirige adquiera una de sus funciones ejemplos, más recurrentes. es cierto distantes al recordar tan cercano hecho de Para ocurre ayudan a confirmar el comunicación entre personas que se encuentren en espacios una sujetos sistemáticamente cartas carta no podría sustentar su naturaleza en el repetimos, sea esta carta sea su Patrizia Violi similar aunque no estos de la distintos. Si bien interrelaciona da el caso contrario en Pobre gente del mismo hecho de duda establecer una comunicación entre espacios ser un medio distintos, aunque, que esta característica dimensión adecuada, se la debe apreciar en conjunto con otra que se del modo en cómo se lleva a cabo la comunicación por medio de la ubica en el plano carta. 1 Barrenechea, 2 La la p. 63. Ana María Barrenechea hace presente este punto al exponer los distintos modos de comprender "De lo que vengo exponiendo resulta que la matriz epistolar es por una parte un objeto cultural propia carta: básico de las manifestaciones más primitivas, para otros es un tipo de lingüística escrita, tipo específico estabilizado por la costumbre social los contextos al margen y de los géneros literarios consagrados, para otros es un cauce de representación o de comunicación, para que para algunos representa una conducta otros un escribe 3 4 tipo de y del que discurso, para otros, como todo un género, lee, del emisor y del receptor", p. 52. Barrenechea, p. 53. Violi, p. 96. 106 un programa para la actualización del que AISTHESIS N° 33, 2000 En efecto, lo la carta viene que sí permite una aproximación más certera a dado por la característica de ser un tipo la de especificidad de diálogo. Según especial Patricia Violi: De hecho, la carta es, no cabe duda, una forma de diálogo, pero es siempre un diálogo diferido, un diálogo que tiene lugar en ausencia de uno de los dos interlocutores. Cuando escribo el otro está lejos, pero cuando reciba mi carta, ella le hablará de mi lejanía. (89) El la carta Sucede que se aplazamiento o retraso para que se complete el ciclo comunicativo dentro de una mecánica entonces que hagan ausencia cargo tanto del en el momento que de la Con todo, la de carta de la presencia deberá y la ausencia, la cercanía contener ciertos elementos esta singularidad comunicativa; es escribe, en el momento a y la lejanía. temático-formales decir, de la recepción, inscribe la presencializar como del destinatario, emisión. Patricia Violi la según por sus singularidades comunicativas, sus rasgos más elementales. Para de la especificidad como porque de carta no está tanto dada esas singularidades surgen ella: Característica de toda carta, independientemente de las diferencias específicas puedan articularse en una subtipología interna del género, es la necesidad que de — orden constitutivo — y, a la vez, de la las marcas de la propia situación de recepción. (90). de propia exhibir situación de la enunciación Como vemos, Violi no sitúa el problema de la especificidad de la carta en el de su funcionalidad comunicativa, sino que en el de su estructura temático/ plano formal, es decir, para que un texto sea considerado una carta deberá 'exhibir las que de lo anclen en el presente estos protocolos con los marcas' de la situación de la enunciación y de la recepción. Dentro cuales se constituye la carta, podemos incluir datos acerca de dónde se escribe, en qué momento, bajo cuáles condiciones específicas relativas a la temperatura, la luz, los sonidos, etc., datos que se harán más específicos en la medida en la tanto que las cartas adopten el rasgo de más personal y que irán desapareciendo en pierda5 ese rasgo se El problema que surge en este punto, se refiere al hecho de que hasta el momento hemos eludido investigación atribuido a 5 a la carta dentro de alguna denominación genérica. La Por lo general, se le ha documental ; incluso en los respecto a este punto es relativamente escasa. las casos en que incluir las cartas una importancia principalmente cartas se encuentran marcadas por su Violi, p. 90 Así, por ejemplo, los inscripción cultural en el ámbito cf. de escritores, artistas u otras figuras relevantes tendrían por función la simple investigación de la obra no evidenciaría. En un estudio sobre el epistolario de Pedro Salinas, Enric Bou señala que: "Desde una perspectiva estrictamente historicista (p. 17). debiéramos decir que las cartas dibujan una imagen fiable de la personalidad de quien las 6 epistolarios principal permitir conocer zonas que escribe" 107 N" AISTHESIS literario, tal 33, 2000 valor no se pierde completamente7. dentro de lo ser ubicada Esto se debería la a que T. Todorov ha llamado los "géneros que carta podría referenciales o históricos", noción con la que pretende establecer una distinción con los denominados "géneros ficcionales". Los primeros, "el entre: doble identidad, es determinados del autor mismo trata por la identidad establecida con el personaje principal"8. ambos tipos de Esa En los géneros. del referente está claramente indicada, puesto del libro, persona inscrita en el registro civil de su ciudad referenciales, para Todorov: "la que se están narrador, y la del narrador la base de la distinción entre autor con el realidad natal"9. Pero si pensamos a géneros su y ejemplo, la por como, la carta, únicamente en inserción dentro de ¿cómo explicamos su referencial, literarios Es novela? como sistemas dimensión documental o ficcionales interpretar a los espacios genéricos donde en este punto complejos, tanto su en su conviene dimensión histórica como en dimensión lingüística, formados en una primera instancia a partir de elaboraciones reelaboraciones de actos de lenguaje más simples. Entendiendo que ambos, géneros de lenguaje, serían codificaciones de ciertas propiedades discursivas y Según Bajtín, existen géneros discursivos primarios, es decir, simples, y géneros discursivos secundarios, es decir, complejos. Estos últimos, novelas, dramas, actos . investigaciones científicas, etc., que las presentes diversos géneros inmediata"11. Para éstos, claro que surgen de situaciones de comunicación más complejas la vida cotidiana y se constituyen porque: "absorben y reelaboran primarios (simples) constituidos en la comunicación discursiva en Bajtín, la carta pertenecería a al pasar a constituir parte de los géneros primarios, dejando en un género secundario se transforman, adquiriendo un carácter especial: pierden su relación por ejemplo, las conservando su de la con la realidad y con los enunciados reales de otros, de un diálogo cotidiano o las cartas dentro de una novela, inmediata réplicas forma y su importancia cotidiana tan sólo como partes del contenido novela.12 Tomando estos puntos tipo discursivo de vista en consideración, es dable pensar a la carta de primario, dada principalmente por la de necesidad situación de exhibir la especificidad, enunciación de pero también por por implementar un diálogo diferido y recepción, y como un o género 7 Para García Berrio y Javier Huerta, tanto las cartas literaria" (p. 226). entre la realidad y la expresión 8 Todorov, 9 Todorov, 10 Esta actos p. 46. p. 47. noción se relaciona con de lenguaje desarrollada 11 Bajtín, 12 cf. p. Bajtín Mignolo 250. En p. un las memorias presentan una: carga "íntima fusión los intentos de descubrir la dependencia entre los géneros la teoría de los y Austin y Searle. Para el caso cf. el artículo de Marie-Laure Ryan, p. 264. por este mismo distinción entre con las debidas distancias, discursivos y tipos textuales. Este autor enfoque, aunque tipos puede incluirse señala que: tipo discursivo a menos que ciertas circunstancias culturales otorguen a ciertas cartas un valor 108 como determinada 250. con su ejemplo, es con una textual"(p. 58). y a Walter "la carta, por determinadas AISTHESIS su N° 33, 2000 referencialidad, transgenérica13, y reelaboración LOS es cuya acotación se completaría al considerarla en una decir, en dentro de VIGILANTES, Estamos las su potencialidad de inserción en procesos de dimensión elaboración entidades genéricas complejas. DESDE LA DIMENSIÓN DE LA CARTA ante una novela cuya parte central está constituida por sucesivas cartas femenino que se dirige a un destinatario, el padre, desconocemos de modo directo sus respuestas, presentándose siempre éstas filtradas por las enunciaciones de la sujeto. Además, encontramos, al comienzo y al en del cuales el emisor es un sujeto cual final de la obra, las enmarcan a las enunciaciones de una segunda voz, el hijo, de que alguna manera cartas. LA NARRACIÓN DEL HIJO: UMBRAL Y PROLEPSIS Podría resultar paradójico fracturada en todos sus que aun en una niveles, oposiciones altamente estables. discursividad caótica, constantemente se puedan establecer tan de claramente una serie Así ocurre, con el primer capítulo de la novela, llamado "BAAAR", donde al modo de un pórtico o umbral, el hijo, cuya edad es indeterminada (sólo nos enteramos dispone desde Así, escribe. el su texto Mamá luego se abre con la única es que fue incoherencia los la expulsado del colegio) que no habla y no escribe, la escenificación posterior. elementos para constatación de la funcionalidad (13). El narrador destaca escribe" que a materna: la madre en "Mamá tanto la la particulariza, la distancia a su vez de sí mismo. Su discurso se focaliza luego en su propia configuración: "Mi cuerpo laxo habla, mi lengua no tiene musculatura. No habla"(13). Lenguaje entonces de gestos, singularidad de de su acto, pero esto, que y acciones, primario por su exterioridad, que se contrapone con el que lleva a cabo. La disociación entre su flujo discursivo y la imposibilidad de exteriorizarlo en habla, lleva a que los otros, la madre, asista simplemente a un modo de comunicación asimilable al de un código de señales. movimientos monólogo interior El hijo se niega a su acto escritural. Sus la aceptación a sí mismo como una víctima. amor/odio y homologa a que su salvación escriba. Ella de su discursividad, enunciaciones construyen a su devendrá no escribe lo La madre, por hijo en a un tanto que su agrede a la madre parte, se la madre y rechaza como un poder adverso manifiesta en una relación texto escrito y leído. Sin embargo, el hijo "hable", momento en que: desea"(17). La "impediré y de expone que mamá escritura para el narrador/hijo es su principal adversario. 13 El concepto de transgenérico tiene su base en la idea de la transclasificación (p. 116). mismo tipo de discurso caerá bajo distintas enunciado por Van Dijk categorías" para el cual: "el 109 AISTHESIS N" 33, 2000 falta la inclusión del tercer elemento. La caoticidad del discurso del narrador es capaz, en todo caso, de advertir la finalidad de tal escritura: "Mamá lo que desea es que el que le escribe se congele y si lo consigue estaremos unidos para Pero aún siempre"(19). De esta manera, que asume relato, la forma de un la disposición del escenario y el aunque borrosamente, de las oposiciones básicas que tensionarán el en el cual es posible advertir interior, monólogo nos encontramos con un establecimiento, desarrollo textual. Así, podemos apreciar la diferencia entre el hijo, pensamiento/lenguaje que no se exterioriza ni en el junto a habla la ni en escritura, frente a la madre la pareja, y Además, que escribe. hijo/pensamiento14 madre/escritura se ubica una tercera figura, el de la madre, negativamente, y que de la imposición de la escritura. Todo esto, deja ver la funcionalidad proléptica de este primer capítulo, que adelanta las dimensiones destinatario de la separa a a las la madre que aparece signado escritura del hijo, por medio que pondrá en movimiento el texto, a saber: habla/escritura/poder/ género. LA MADRE COMO EMISOR Al del lenguaje contrario de caótico su hijo, Margarita, la autora de las treinta y de Los vigilantes, utiliza formalizado para dirigirse a un destinatario masculino que funciona como narratario, el cual únicamente se irá configurando a partir de los datos cuatro cartas que ocupan por completo el segundo capítulo un código altamente aportados por ella. Así, el narratario sólo aparece inscrito textualmente mediante dices" fórmulas como "te escribo", "tus cartas", "me y principalmente, "tu hijo". El del emisor en transformación cambio de roles que implica la carta, en tanto la conocemos la escritura de explícitamente. Sólo destinatario y viceversa, no se realiza (35). ejercicio" la sujeto, lo que constituye para ella: "un sobrehumano Según García y Huerta, la novela epistolar guarda romance sentimental, importante de tanto la aunque primera puede sus observaciones es la relación entre comparten una matriz subjetivizante. "el relato aparece subjetivizado al Para grandes semejanzas con el tener desarrollos diversos. Lo la novela epistolar en estos la y la lírica, autores, máximo, pues todas la impresiones tanto de interno como externo se dan a través de la óptica individual del sujeto del Uno de los rasgos más llamativos de las cartas escritas por en novela epistolar: carácter enun . Margarita, es que presentan de la perspectiva subjetiva de la narradora (lo cual se la directa relación entre los estados anímicos y las condiciones climáticas) cumpliendo con ello el relato, el requisito básico para ser concebido como una novela epistolar. Sin embargo, esta constatación, debe ser entendida dentro del proceso de el predominio absoluto comprueba en de los tipos discursivos literarios. reelaboración propiamente 14 Aquí es necesario y actualizado en 15 García y (p. 106). p. 183. Este punto de "no está algo próxima de lo Además, Bourneuf, novelas epistolares 110 Benveniste: "el pensamiento no de los géneros puede ser captado más que formado la lengua"(p. 64). Huerta, novela epistolar: recordar que para o géneros primarios por parte de utilizando una una sola voz, cf. p. vista es compartido por R. Bourneuf quien se pregunta si denomina <el realismo en bruto de la expresión de Jean Rousset llama monodia epistolar la que Sartre 207. a aquellas AISTHESIS N° Así, 33, 2000 rasgos recepción de las de la característicos constantemente en las del carta padre: tu última carta"(63), "En tu carta me "Amanece propia escritura: separa a ambas: por una personales situacionales: y La narradora carta tipo como discursivo aparecen de Margarita. Por ejemplo, referencias a la "Si bien entendí tu reciente carta... "(33), "Incluso en enunciaciones dices te mientras parte, las que. .."(92), así como (25). Pero también escribo" de Margarita cartas una están al acto de la diferencia esencial cargadas de rasgos "te escribo derrumbada. Me amanezco escribiéndote."(37). alude constantemente a la situación desde la que enuncia y a su propia condición, incluso la naturaleza se constituye en un plano importante que interviene en el grado de sacrificio que debe realizar para escribir las cartas: "Es tanto el frío que desencaja y mi mano se me entorpece presentan estas características: tus (54), "en cartas" tus "Cuan cartas le la letra"(38). Por poco te de él, no mismo en el contenido de otra ti refieres a toda importancia restas las parte, cartas (60). Nos clima" al de tal manera, a la no correspondencia entre los tipos de carta que los interlocutores. Mientras las de ella son fuertemente personales y situacionales, las de él se acercan a un tipo de carta institucional, funcionaría o enfrentamos, emplean burocrática. De destinatario que este la no es extraño que en modo, la narradora realiza, tipifique progresiva construcción su escritura como una forma del que carece de todo pliegue: "Tú construyes con la letra un verdadero monolito del cual está ausente el menor titubeo"(51). El destinatario, para la narradora, usa las palabras con una determinada finalidad e intenta provocar reacciones específicas, en busca de la dominación campo más completa de batalla, en una suerte Esta Así, las de los de lo privado, es desplazamiento hacia un Es la abren un se enfrentan ejes del un acto íntimo El destinatario que se espacio exterior: precisamente en ese espacio ya que en el fuera correspondencia y oposición poder /subordinado texto. La facturación "Saldré de íntimo donde existe un sistema de un en mi obligación de cartas ocurre en el en responder a tanto instante acontece su a otro desea el poder hacia la establecer su de los 'vecinos'. control a cargo opera como un poder que acecha su decisión definitiva."(60). El poder de las interrumpe intimidad y que ve en las en el imperativo de la "Insistes cartas el medio más apropiado para acceder a ella: tomarás cartas, la escritura, de batalla, en el que emisor y destinatario asimetría adquiere su pleno sentido en espacio vigilancia, su subordinado. de lucha frontal. que actúa como uno calle"(37). de son un campo tus exige cartas. ordena Si no te escribo, dices, la mantención del flujo y de cartas, imposición que nos hace recordar la escritura de monjas exigida por un confesor. La descripción que realiza Adriana Valdés de la confesión, parece describir nítidamente la relación entre Margarita y el padre de su hijo: una Basta leer algunas de las monjas para total desesperación, declararlas prohibirles cualquier colectivo del personales. y poder, darse cuenta poseídas por el de cómo podían sumirlas en demonio o la instrumentos suyos, actividad, a su gusto: el confesor era el instrumento del aparato en su nombre podía ejercer las más mezquinas tiranías y (14) De esta forma, el intercambio se ha transformado en informes para el destinatario de la narradora se confesión para la emisora. Dentro de ese contexto, la escritura 111 N" AISTHESIS 33, 2000 torna justificadora, parte de las la plena certeza de: "que las pruebas"(99). representante lo con del poder Ellas, colectivo: que se ve reafirmado por cualquiera o están la "no dirigidas cartas que te escribo van formado al padre el cual se convierte en el sé quién eres pues estás en nominación genérica que todas partes" (112), recibe, siendo sólo el padre, todos. Ante la amenaza del juicio la escritura de la sujeto asume la condición de una carta de súplica. Mediante tal estrategia, reconoce la autoridad del destinatario y señala la reversión de sus propios comportamientos. Margarita responderá constantemente con la utilización estratégica de sus enunciados, evidenciando una serie de funciones contextúales16, aclarar e donde destacan impresionar la particularmente destinatario. La a su emotiva escritura se y la cognoscitiva, manifiesta, entonces, para como el la funcionalidad discursiva del emisor y el destinatario juego, por parte de la sujeto, de mostración y ocultación de sus deseos, el cual le espacio en el que se configura en un del otro. Sin embargo, sus estrategias fracasan, las imposiciones del destinatario: "está bien, te haré un y exacto relato de los hechos."(75), "no quise ofender"(75), "no volveré a ser de esa (85). Ella ha asumido la culpa, la falta que radica (75), "seré otra, otra, tanto en la forma de llevar su propia vida y la de su hijo, sobre todo en lo referente a su educación y salud, como también en la ineficacia de la función informativa de su escritura, única instancia posible probatoria de su inocencia y buena fe. Toda la situación represiva en la que se ve inserta la narradora parece estar gobernada por la lógica del panóptico, que sitúa a la sujeto emisora en el sitio de los vigilados por el destinatario y los vecinos. Foucault, refiriéndose a la configuración del panóptico, señala: permitirá eludir replegándose la amenaza aceptando manera" otra" Este espacio individuos registrados, sus puntos, en el que los lugar fijo, en el que los meros movimientos están trabajo ininterrumpido de escritura une el centro y la cerrado, recortado, vigilado, en todos están insertos en el que un en un periferia. Así, la autora de las cartas está permanente acosada por un sistema de vigilancia donde involucrados todos los vecinos. Una especie de nuevo mundo indeterminación histórica mucho mayor (¿tiempo de la colonia o después de una hecatombe nuclear?) y ubicada en un espacio asimilable a algún país latinoamericano. Esa vigilancia cumplirá su propósito de castigar el desacato al orden, con la expulsión de Margarita y su hijo. Ya en este punto, todos los sustentos de la comunicación epistolar han cedido a una indeterminación cada vez más marcada: en están orwelliano, "¿Quién valor pero con una es en realidad el moral, válido destinatario de en sí mismo y cartas?" mis no como parte escribo ahora nada más que para anticiparme a llegar de la (105), pasando a adquirir un un proceso comunicativo: "Te día podría proceso donde la vergüenza que algún a provocarme el escudarme en el silencio"(lll). Surge así, un desliga de la determinación genérica, tanto del género del tipo discursivo carta. El último segmento pierde toda apariencia escritura cada vez más se epistolar como 16 cf. Van Dijk p.130. 1 7 Foucault, p. 201. El concepto de panóptico, en lo literal, se refiere a en donde los por el propio 112 reos podían ser observados constantemente Foucault, desde pasando a constituirse en un modo de un tipo especial un lugar central. de institución carcelaria El término pensar cómo el poder ejerce su es ampliado vigilancia. AISTHESIS de carta, de mi N" 33, 2000 siendo sólo un texto narrativo. Aunque la condena" (115), resulta vindicada por una "Cruzamos indemnes las fronteras del juego sobrevivencia la desesperada y escrita, represión se ha escritura se convirtió en: funcionalidad y para internarnos "la razón un sentido mayor: de en el camino una La escritura, fuera del circuito de dimensiones, asociadas incluso a la idea de estética"(115). revelado con nuevas una salvación. EL CIERRE: LA INVERSIÓN DE VOCES El la emisor en el novela último epistolar, del libro es el hijo. Después de las cartas y de distanciamiento de toda entidad genérica. segmento se produce el este último enunciado no es riguroso en tanto que para la lógica la cual gobierna la teoría de los géneros cualquiera sea su signo, no clasificatoria, habría un fuera posible de la clasificación. Aún así, la escritura, una y otra vez, no deja de rebasar los límites dentro de la cual se la intenta inscribir. Ciertamente, Ahora, nos enfrentamos a la ficcionalidad: una suerte de (121). La escritura de las cartas es parte de un presente la emergencia de un discurso diferente postscriptum señalado por: pertenece al contradictorio, pasado, "mamá escribe" sin embargo el con oposiciones acotado por ahora no deseo de del tipo: "Mamá escribir no quiere escriba"(126) y luego: "Mamá quiere que yo escriba"(127). Sin embargo, este juego de oposiciones, que implica a su vez un desplazamiento (126). El de roles, se cierra con la terminante afirmación del hijo: "Ahora yo hijo encadenado ahora a la escritura, repite a la madre. Y ella, encadenada al silencio, pasa a ser el hijo, en un juego que, más allá del simple intercambio, parece significar la que yo escribo" hasta un nuevo nivel de unidad o simbiosis entre madre e hijo. Así, el de la caída o la expulsión, el desamparo de la pertenencia, tiene su correlato la mudez de Margarita y en la adopción de la escritura por parte del hijo. ascensión momento en Ahora bien, significacionales, identidad entre todos estos reposicionamientos, todas estas rearticulaciones aparecen signadas por una especie hijo y madre o, más bien dicho, por la de reiteración hijo: "Mamá todavía conserva algunos pensamientos. Los son míos. Son míos. Yo soy idéntico a la uña, el perversión18 de la dada por la madre en el pensamientos que conserva dedo, la mano avasallada de mamá" (121). La madre es el hijo, retrotraída ahora a un estado de pre-lenguaje, anterior incluso a la situación del hijo en el primer capítulo. El hijo, es la madre, la madre desasida de su rol escritural, la de la caída, aquella sin esperanzas en la redención dentro del orden la cual la escritura ya no es ni carta ni acto de confesión, sino algo de permanencia y redención más allá de la contingencia. situación final de Margarita y su hijo se convierte en una especie de la Así, ritual que tiende a eternizarse y cuyo paradojal centro será la escritura, la misma que sirvió para justificar la condena y que ahora, en la caoticidad del hijo, pareciera desembarazarse de todas sus ataduras. Deleuze, parafraseando a Nietzche declara: establecido y para que posee un valor "Por tanto, se da en la repetición el doble juego místico de la perdición y la salvación"19. Juego que recomienza al final de la novela. 18 Según Deleuze: "En todos los 19 Deleuze p. aspectos la repetición es la transgresión" (p. 53). 5. 113 AISTHESIS N" 33, 2000 BIBLIOGRAFÍA Bajtín, Mijaíl. Estética de la creación verbal. México: Siglo XXI, 1982. Barrenechea, Ana María. "La epístola y su naturaleza genérica". Dispositio XV, 39: 51- 65. Benveniste, Emile. Problemas de lingüística general, Vol 1. México: Siglo XXI, 1986. Bou, Enric. "Escritura y voz: las cartas de Pedro Salinas" Revista de Occidente 126 (noviembre): 13-24. Bourneuf, Roland. La novela. Barcelona: Ariel, 1981. diferencia" Michel Foucault y Gilíes Deleuze. diferencia. Barcelona: Anagrama, 1995. Theatrum Philosophicum seguido de Repetición y Deleuze, Gilíes. "Repetición y Eltit, Diamela. Los vigilantes. Foucault, Michel. Vigilar y en Santiago: Sudamericana, 1994. castigar. García, A. y Javier Huerta. Los México: Siglo XXI, 1991. géneros literarios: sistema e historia. Madrid: Cátedra, 1992. Mignolo, Walter. 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