oscar vergel canal - Universidad de Pamplona

OSCAR VERGEL CANAL
ABOGADO
Universidad Externado de Colombia
San José de Cúcuta, 31 de agosto de 2012.
Señores
CONSEJO SUPERIOR
Universidad de Pamplona
E. S. M.
Asunto: Consulta.
¿APLICAN LAS INHABILIDADES PREVISTAS EN EL DECRETO 128 DE 1976 A LOS
MIEMBROS DEL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO, QUE NO SON
EMPLEADOS PÚBLICOS NI RECTOR?
Antecedentes jurídicos:
El Decreto 128 de 1976, establece en su artículo 10 a quienes son sujetos de su aplicación:
“ARTICULO 1o. DEL CAMPO DE APLICACION. Las normas del presente Decreto son aplicables a los
miembros de las Juntas o Consejos Directivos de los Establecimientos Públicos, de las Empresas Industriales o
Comerciales del Estado y de las Sociedades de Economía Mixta en las que la Nación o sus entidades posean el noventa
por ciento (90%) o más de su capital social, y a los Gerentes, Directores o Presidentes de dichos organismos. (Subrayado
fuera de texto)
El artículo 69 de la Carta Política señala que “Se garantiza la autonomía universitaria. Las universidades
podrán darse sus directivas y regirse por sus propios estatutos, de acuerdo con la ley. La ley establecerá un régimen especial
para las universidades del Estado.”
En desarrollo de esta disposición la Ley 30 de 1992 “por la cual se organiza el servicio público de la
educación superior”, en su artículo 57 establece que “Las universidades estatales u oficiales deben organizarse
como entes universitarios autónomos, con régimen especial y vinculados al Ministerio de Educación Nacional”.
En consecuencia con lo anterior, La Universidad de Pamplona se organizó como un ente
universitario autónomo del orden Departamental, que desarrolla el servicio público de la
educación superior, reconocida por el Gobierno Nacional, como entidad oficial, según decreto
1550 de agosto 13 de 1971, organizado como un ente universitario autónomo con régimen
especial, vinculada al Ministerio de Educación Nacional en lo atinente a las políticas y a la
planeación del sector educativo y al Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, goza de
personería jurídica, autonomía académica, administrativa, financiera y presupuestal y gobierno,
rentas y patrimonio propios e independientes; se rige por la Constitución Política, la Ley 30 de
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1992- Ley de Educación Superior, las demás disposiciones que le sean aplicables de acuerdo con
su régimen especial, y las normas internas dictadas en el ejercicio de su autonomía.
Análisis jurídico:
De acuerdo a las normas expuestas, encuentra esta asesoría que el Decreto 128 de 1976, no es
aplicable expresa ni claramente a los miembros de las Juntas o Consejos Directivos de
las Universidades Públicas, que no sean empleados públicos o rector, si se tiene en
cuenta que, su artículo 1 señala que son destinatarios de ese cuerpo normativo, los miembros de las
juntas o consejos directivos de los establecimientos públicos, de las empresas industriales y comerciales del Estado y de las
sociedades de economía mixta en las que la Nación o sus entidades posean el 90% o más de su capital social, y a los
gerentes, directores o presidentes de dichos organismos. (Negrillas fuera de texto)
Téngase en cuenta que de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 69 de la Constitución
Nacional y 57 de la Ley 30 de 1992 (Que dieron creación a las nuevas Universidades estatales
u oficiales, transformando las existentes), la Universidad de Pamplona constituyen una
categoría especial de entidad pública, creada por ordenanza y transformada por la
Constitución de 1991 y la Ley 30 de 1992, según el caso y está sometida al régimen jurídico
previsto en la última norma; que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 40 de la Ley
489 de 1998, éste tipo de entidades con régimen especial otorgado por la Constitución Política
se sujetan a las disposiciones que para ellos establezcan las respectivas leyes, para el caso
específico, la última citada;
y que, como el artículo 10 del Decreto 128 de 1976, en
consonancia con el artículo 1 de esa misma normatividad, no señala expresamente que el
mismo se aplica a los Entes Universitarios Autónomos (de hecho, cuando se expidió dicho
Decreto, estos entes no existían), pues como ya se vio, de la simple lectura de los artículos 1 y
10 del Decreto 128 de 1976, se infiere que esa normatividad no es aplicable a las Universidades
Estatales u Oficiales. (Negrillas fuera de texto)
La ley 30 de 1992, en su artículo 67 dispone de manera expresa que, “Los integrantes de los Consejos
Superiores o de los Consejos Directivos, según el caso, que tuvieren la calidad de empleados públicos y el Rector, estarán
sujetos a los impedimentos, inhabilidades e incompatibilidades establecidas por la ley y los estatutos así como las
disposiciones aplicables a los miembros de juntas o consejos directivos de las instituciones estatales u oficiales. Todos los
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integrantes del Consejo Superior Universitario o de los Consejos Directivos, en razón de las funciones públicas que
desempeñan, serán responsables de las decisiones que se adopten.”; nada se habla de quienes no tengan la
calidad de empleados públicos o rector. (Subrayado fuera de texto)
Como no existe, que se conozca, tal precepto y el régimen de inhabilidades e incompatibilidades
es de aplicación restrictiva y respecto del mismo está proscrita la analogía y la extensión de las
causales a casos no previstos en la ley, no resulta procedente interpretar la norma constitucional
en el sentido que el servidor deba retirarse ante una relación de parentesco planteada en una
norma cuyo campo de aplicación no lo incluye.
El Consejo de Estado-Sección Segunda, en sentencia reciente del 16 de febrero de 2012,
Radicación número: 11001-03-25-000-2009-00103-00(1455-09), respalda el análisis jurídico
efectuado por esta asesoría, en un caso similar al consultado, al confirmar la revocatoria de
sanción disciplinaria impuesta por la Procuraduría General de la Nación, en aplicación extensiva
del Decreto 128 de 1976, a servidores públicos de una Empresa social del Estado, utilizando
como argumento el no encontrarse este tipo de entidades dentro de su campo de aplicación.
CONCEPTO:
De acuerdo a las normas expuestas, en mi opinión, es improcedente jurídicamente la
aplicación del Decreto 128 de 1976 a los miembros del Consejo Superior que no tengan
la calidad de Empleados Públicos o Rector, en la Universidad de Pamplona.
Atentamente,
OSCAR VERGEL CANAL
Abogado Externo
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