Carta despedida Rector

Rector
Pamplona, 4 de septiembre de 2012
Queridos Profesionales:
Después de siete intensos y apasionantes años, hoy termina mi mandato como
Rector de la Universidad de Navarra, puesto que ocupará el profesor SánchezTabernero, hasta ahora Vicerrector de Relaciones Internacionales.
Ha sido un honor y un privilegio haber trabajado como Rector de la Universidad,
con el deseo de hacer realidad los grandes ideales de servicio humano y cristiano
que tenía su Fundador, San Josemaría. Y un orgullo representar a una comunidad
universitaria con personas de tanta calidad y tan comprometidas con este proyecto.
Con esta última carta no quiero despedirme -pues seguiré dedicando mis mejores
esfuerzos a la Universidad de Navarra- sino agradecer. Gracias al Gran Canciller de la
Universidad, Mons. Javier Echevarría, por encomendarme esta apasionante tarea y
por ayudarme a sacarla adelante con su cercanía, su optimismo, su magnanimidad,
su confianza en mi trabajo. Y gracias a cuantos formáis esta comunidad universitaria:
profesores, investigadores, médicos, enfermeras y otros profesionales. Es vuestro
trabajo el que hace realidad, cada día, cada curso académico, este gran proyecto que
es la Universidad de Navarra y soy consciente de que sois vosotros los merecedores
de muchas de las felicitaciones y enhorabuenas que he recibido a lo largo de estos
años.
He intentado poner mis capacidades en esta tarea, trabajar con empeño, honradez y
dedicación. Y creo poder afirmar que he procurado sobre todo atender a las
personas, especialmente a quienes pasaban por situaciones difíciles. También estoy
convencido de que no siempre he estado a la altura de lo que cabía esperar ni he
sabido responder a la confianza de quien compartía conmigo un problema. Por todo
ello os pido perdón.
Ahora vuelvo a las actividades docentes e investigadoras que son -y estos años en el
rectorado no han hecho sino reforzar esa idea- la esencia de la Universidad y que
han sido y siguen siendo mi verdadera vocación; a ellas quiero dedicar mis mejores
energías y con ellas quisiera seguir sirviendo a la Universidad de Navarra.
No quiero terminar sin agradecer al nuevo Rector los años que ha trabajado a mi
lado y que ahora asuma esta nueva responsabilidad. Sé que no necesito pediros que
le ofrezcáis al menos el mismo afecto y colaboración que yo he encontrado en todos
vosotros.
Recibid mi más afectuoso y agradecido saludo,
Ángel J. Gómez Montoro
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