File - El Pequeño Espacio

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UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
El rostro de la escultura maya.
Las cabezas del ajuar de Janaab‟ Pakal
Seminario de Investigación I
Montserrat Abaroa Quinzaños
24/10/2010
Asesoría del trabajo por
Laura Piñeirúa
Sofía Martínez del Campo Lanz
Entrega con la investigación completa
1
Índice
I. Presentación del trabajo: Justificación, objetivos, hipótesis …………………………3
…………………………
El
templo
de
las
Inscripciones,
contexto
de
las
cabezas
II.
de estuco, la máscara de jade y el sarcófago …………………………………………5
…………………………………
Función y una rápida mirada al entendimiento de la
legitimización de Pakal como dios del maíz …………………………………..………7
…………………………………
III. Análisis visual de las cabezas ..………………………………….……………...……10
Los estudios antropométricos ………………………………………………….………11
Comparación entre ambas cabezas……………………………………………..……13
………………………
IV. La posible identidad de la Cabeza B …………………………………………….……16
………………………
Iconografía e iconología ……………………………………………………………..…21
…………
Comparación con otras imágenes ………………………………………………..……23
……………………
VI. Conclusiones ……………………………………………………………………….…....24
…
Bibliografía …………………………………………………………………….…..…..…26
Ilustraciones anexas ……………………………………………………………….……28
……
2
El rostro de la escultura maya: Las cabezas del ajuar de Pakal
Esta investigación busca comprobar una teoría: las esculturas de estuco
encontradas en el ajuar de Janaab‟ Pakal, soberano maya a partir del 615 d.C.,
son representaciones de dos personas diferentes1. Para el propósito de esta
investigación serán identificadas como Cabeza A (fig.1) y Cabeza B (fig.2), como
se ilustra en el anexo.
La idea de este trabajo surgió en el momento de leer la cédula del Museo Nacional
de Antropología, “Cabezas de piedra caliza y estuco de K‟inich Janaab‟ Pakal
elaboradas en dos momentos de su vida: para conmemorar su ascensión al trono
a los 12 años de edad (615 d.C.) y cuando tenía cerca de 30 años. Las esculturas
poseen las mismas proporciones y asimetrías que la máscara funeraria.”2. Noté
que la mayoría de las personas, sobre todo alumnos de primaria y secundaria, no
miraban las piezas; únicamente leían o copiaban la cédula para presentar sus
reportes en la escuela, olvidando que estos textos son una guía para entender y
conocer mejor las piezas3.
El trabajo permitirá reconsiderar y replantear la información sobre las esculturas
que se da al público mexicano y extranjero, y presentar un enfoque más amplio y
puntual sobre el soberano maya. La restauración de la máscara de jade que se
encontró en el ajuar funerario de Janaab‟ Pakal (fig.3) está basada en la
proporción de desarrollo facial que se plantea bajo la teoría de la antropología
física entre en ambas cabezas de estuco, considerándolas exclusivamente como
la representación del soberano maya en dos momentos de su vida, como plantea
la cédula del museo. Si se comprueba la hipótesis planteada en este trabajo, la
máscara de jade tendría que presentarse como un armado con base en a la
1
Esta hipótesis se había propuesto por Amalia Cardoz, la anterior curadora de la sala Maya, más no se
encontró ningún trabajo en el que se desarrollara la hipótesis.
2
Cedula sobre las cabezas de estuco de ajuar de Janaab’ Pakal, Museo Nacional de Antropología e Historia,
2010.
3
A partir de la reflexión que se leyó se decidió hacer el trabajo de investigación
3
cabeza A y no de dicha proporción, ya que la otra es de una persona diferente a
Janaab‟ Pakal4.
Para verificar que la Cabeza A es diferente de la B, se compararan ambas
esculturas entre sí y con bajos relieves los que aparezca el soberano. Este
objetivo se logrará a través de la superposición de imágenes y marcando las
líneas que limitan las áreas de rasgos faciales5. Este método de comparación
permitirá ver claramente las diferencias y similitudes que existen entre ambas.
Para justificar algunos argumentos que se expondrán durante este trabajo,
utilizaré algunos datos sobre anatomía y fisionomía de los rostros de mujeres,
hombres y niños.
Durante el desarrollo del trabajo intentaré contestar una serie de interrogantes:
¿Las cabezas son retratos de Pakal?, la reconstrucción de la máscara funeraria de
Pakal está basada en la coincidencia de los rasgos físicos entre ambas cabezas6,
si estas dos cabezas son de diferentes personas ¿qué tan fiel es esta
reconstrucción?, en caso de que uno de los retratos no perteneciera a Pakal, sino
más bien al retrato de La Reina Roja, ¿qué hacia esta representación dentro de la
cripta del soberano?
Para contestar estas preguntas es necesario conocer y entender la forma en la
que la nobleza maya funcionaba: cómo se relacionaba el rey con su familia, con
los sacerdotes y con su pueblo. De igual forma ubicar los datos en un tiempo y
espacio geográfico, y entender quiénes eran los personajes: Janaab‟ Pakal y la
Reina Roja. También se presentaran los contextos en los que las cabezas de
estuco fueron encontradas.
4
Reitero que esto solo será posible en caso de que la hipótesis este acertada, se volverá a retomar esta
sección del trabajo en las conclusiones.
5
Se parece a uno de los pasos metodológicos que se llevaron a cabo para el análisis de las cabezas de estuco
para su estudio antropométrico.
6
Sofía Martínez del Campo Lanz. “K’inich Janaab’ Pakal, dios del maíz y árbol del mundo” en Arqueología
Mexicana, México, Editorial Raíces, Numero 102, Marzo-Abril 2010. pp 24-29.
4
II. El templo de las Inscripciones, las cabezas de estuco, la máscara de jade y
el sarcófago
Las cabezas de estuco fueron encontradas debajo del sarcófago de K‟inich
Janaab‟ Pakal, dentro de una cripta en el Templo de las Inscripciones en
Palenque. El descubrimiento de la cripta funeraria se debió al arqueólogo
mexicano Alberto Ruz, el 27 de noviembre de 1952. Ruz hizo un extenso registro
contextual de los objetos que se encontraban dentro de la Cripta. Junto con
Hipólito Sánchez Vera7 y Arturo Romano, Ruz describe los elementos que se
encuentran dentro de la cripta. Esta descripción inicia con las escaleras que
conducen a la cámara funeraria, el espacio de la cripta, el sarcófago y el ajuar.
La cripta era un espacio lo suficientemente amplio como para albergar un
sarcófago monolítico de tres metros de largo por 2.1 metros de ancho. La forma de
la cavidad donde se encontraba el cuerpo de Janaab‟ Pakal, dentro del sarcófago,
era similar a la de un pez, y en su parte externa tenía la forma de un rectángulo
con relieves en sus cuatro lados8. La cripta fue elaborada con el mismo detalle. La
entrada a la cripta medía 2.36 metros de altura y 1.62 metros de ancho, el piso
estaba cubierto por lápidas enormes perfectamente cortadas, pulidas y ajustadas9.
No se ven bien las uniones porque el sarcófago ocupa la mayoría del espacio de
la cripta. Ahora, el espacio de la entrada de la cripta es muy reducido, así que para
que el sarcófago estuviese en la misma posición en la que se encontró debió
haber sido tallado dentro de la cripta.
Durante las excavaciones del sitio, se decidió revisar con detenimiento el
sarcófago, se entendió que la cavidad en donde se encontraba el cuerpo estaba
pulida en forma de pez, lo que también sugiere una estilización del útero10. Tenía
dos tapas, la gran losa con un relieve que representa a Janaab‟ Pakal como eje
del universo y otra más delgada que sellaba la cavidad de manera perfecta,
7
Este hombre acompañó a Ruz durante sus excavaciones en Palenque, fue el autor de los dibujos y
esquemas que ilustran las descripciones de Alberto Ruz.
8
El templo de las inscripciones: Palenque; de Alberto Ruz Lhuillier. 1992. p. 84.
9
Ibid, p. 83.
10
Ibid, p. 84.
5
asegurándola al mismo sarcófago con tapones de piedra. Así el contenido
quedaba protegido del medio.
Dentro del sarcófago se encontraba el cuerpo de Janaab‟ Pakal cubierto de
cinabrio y una resina natural, y ornamentado con piezas de jade finamente
talladas. Entre las piezas se encontraba la máscara de jade, una de las imágenes
más conocidas y representativas de la cultura maya. La máscara estaba trozada
en pequeñas teselas, los volúmenes de la máscara fueron deducidos por la parte
de la nariz que estaba casi completa.
El personaje debió ser enterrado con la máscara puesta, pero durante la
inhumación ésta se ladeó y se resbaló sobre el lado izquierdo de la cabeza,
adonde la mayor parte de los fragmentos fueron encontrados, buen número de
ellos todavía formados o en posición que permitía deducir su lugar original.
Debajo de los fragmentos de jade, se descubrió parcialmente conservada una
capa de fino estuco que estuvo aplicada directamente sobre la cara del
muerto, y que sirvió para que se adhirieran los fragmentos de la máscara. El
pedazo correspondiente a la nariz fue hallado bastante completo por lo que
podía apreciarse la forma anatómica.11
Finalmente Ruz revisó el espacio inferior del sarcófago. Gracias a unos seis
soportes el sarcófago se elevaba 45 centímetros de altura, las cuatro esquinas
estaban talladas con bajo relieves que seguían los patrones de los relieves del
contorno de la lápida y fue en este espacio en dónde se encontraron las cabezas
de estuco.
Debajo del sepulcro, precisamente entre sus dos soportes Sur, se
descubrieron dos cabezas de estuco, colocadas sobre el piso de la cripta.
Debido al agua que se filtra a través de la pirámide, los muros y la bóveda de
la tumba, acumulándose sobre el piso, las dos cabezas estaban en gran parte
cubiertas por una capa calcárea (fig.4) que posteriormente fue quitada.12
Fue gracias a la capa calcárea que las piezas no sufrieron un desgaste, pues
ambas cabezas quedaron aisladas del medio, atrapadas sin contacto con el
ambiente que dañó gravemente otras piezas del ajuar, causando que el estuco se
conservara integro. También por esto ambas cabezas tienen residuos de
11
Ibid, p. 154.
Ibid, p. 162.
12
6
policromía, principalmente roja, y esta policromía se nota mucho más en la
Cabeza A (fig. 5).
Estas cabezas fueron modeladas en estuco y posiblemente estuvieron
pintadas de rojo. Es evidente, por la forma irregular en el cuello está roto, que
fueron arrancadas de sendas esculturas enteras, hechas en bulto redondo, y
que probablemente adornarían el techo13 o el friso de algún edificio.14
Esto podría ser porque en la elaboración de las dos cabezas intervinieron
diferentes artistas y que no fueron precisamente hechas con el propósito de
decorar el ajuar de Janaab‟ Pakal. Incluso también podemos suponer una
diferencia de antigüedad entre las dos cabezas, aunque por la ejecución de la
técnica en ambas piezas, podríamos pensar que la manera de elaborar una
escultura de bulto no cambió mucho durante el ciclo de gobierno de Janaab‟
Pakal. Ahora bien, por no contar con el conocimiento de la parte inferior de las
cabezas, y por la manera en la que están elaboradas, se asumió que fueron
contemporáneas y quizás hechas por el mismo artista.15
Función y una rápida mirada al entendimiento de la legitimización de Pakal
como dios del maíz
Al parecer las intenciones del Templo de las Inscripciones fueron exclusivamente
para albergar el cuerpo de Pakal por el resto de los días. El Templo sigue un
contexto arquitectónico, iconográfico, jeroglífico y numerológico que gira en torno
al soberano, ya sea para señalar fechas en las que sucedieron eventos de suma
importancia para la sociedad maya que vivía mientras Janaab‟ Pakal gobernaba,
para legitimar a Janaab‟ Pakal como soberano, o bien para indicar que Janaab‟
Pakal recorrería todo un camino en el inframundo para renacer en su identidad
como dios del maíz. En los muros del Templo de las Inscripciones existen una
13
Es importante mencionar que el estilo arquitectónico que guarda la ciudad de Palenque no tiene
esculturas de bulto adornando la estructura, sino que son cresterías con abstractos geométricos. Las
esculturas en bulto o altos relieves son más bien propios de los estilos Puuc o Río Bec.
14
Alberto Ruz Lhuillier. Op. cit. pp. 162-163.
15
Es curioso que el rostro de Pakal se repita tres veces en representaciones tridimensionales, la primera vez
que se entiende el rostro de Pakal es sobre el relieve de la lápida, la segunda vez es dentro del sarcófago con
la máscara, y la tercera es con la cabeza de estuco que se encuentra debajo del sarcófago. Si pensamos en su
orden cosmológico podría verse los tres niveles: el cielo, la tierra y el inframundo dispuestos en el orden de
aparición de los rostros.
7
serie de glifos en bajo relieve que indican varias fechas, entre ellas, se menciona
un periodo de abundancia y paz, que coincide con la fecha de nacimiento de
Janaab‟ Pakal16. La arquitectura de la ciudad estaba en pleno florecimiento
„artístico‟ cuando Pakal asumió su papel como gobernante de Palenque, y fue en
este aspecto en donde Janaab‟ Pakal introdujo un discurso que autentificara. Así
como los glifos del Templo toda la ciudad está tapizada de certificación política a
través de los eventos cósmicos. De hecho la fachada del Templo en sí es parte de
esta legitimización.
Ya no era más la ciudad de un centro de un montón, ahora Palenque
mostraba las formas de arquitectura del periodo Clásico Maya […] Janaab‟
Pakal inició la estructura que lo albergaría después de su fallecimiento. Esta
estructura se ha conocido como el Templo de las Inscripciones […] en la parte
superior se encontraban las tabletas de piedra, apodadas por los estudiosos
modernos como la tablilla Este, Media y Oeste del Templo de las
Inscripciones.17
Estas tablillas representan los rituales que los sacerdotes ejecutaban y la historia
dinástica de Palenque, según interpreta Linda Schele.
La tableta Este narra la ascensión al trono de Janaab‟ Pakal. La tableta Media
comienza su narración 37 años después de que Janaab‟ Pakal tomara el poder de
Palenque, en el momento en que se está celebrando el chumtum. Celebración en
la que se le daba una ofrenda a los dioses patronos de Palenque, en esta
representación Pakal es enlaza con su papel de guía para los dioses como un
símbolo de dominio, poder e influencia en el mundo espiritual.18 La tableta Oeste
indica la profecía de la estabilidad continua que precedería los logros espirituales
de Janaab‟ Pakal, es decir, una vez logrado el renacimiento de Pakal como el dios
del maíz, Palenque se mantendría estable.
16
Aldana, Gerardo. The Apotheosis of Janaab’ Pakal: Science, history, and religión at classic Maya Palenque.
University Press of Colorado. 2007. p. 72.
17
Ibid, pp. 74-75. Texto original:
No longer the simple one-mound city center, Palenque now displayed Classic Maya architectural forms […]
Janaab’ Pakal initiated the structure that would house his passing. This structure has become known as the
Temple of Inscriptions […] at the top were there stone tablets, dubbed the East, Middle and West tablets of
the Temple of Inscriptions by modern scholars.
18Ibid,p. 79.
8
Ahora se entiende que el Templo cumplía con una función monumental hacia
Janaab‟ Pakal, ya que todo aspecto que le caracteriza tiene que ver con el
soberano. La máscara de jade que también se encontraba dentro del complejo
funerario tenía cargas simbológicas refiriendo al gobernante maya trascendiendo
más allá de la vida humana. Está conformada por teselas de jade que colindaban
de manera clara una con otra para formar el rostro de Janaab‟ Pakal. La esencia
del individuo se reflejaba mediante la máscara, así preservaba su identidad en los
eventos que venían después de su muerte. En el caso de la máscara funeraria de
Pakal, algunas de las teselas fueron objetos cotidianos que él llegó a utilizar
durante su vida, lo que concentra más la esencia de Janaab‟ Pakal. Por lo tanto el
uso de la máscara dotaba al cuerpo de Janaab‟ Pakal con un sentido de
permanencia en el plano terrestre19.
Al igual que las cabezas de estuco y piedra caliza, la máscara es naturalista y
guarda los rasgos fisionómicos del soberano.
Las máscaras mayas de mosaico de piedra verde que transforman al
soberano en dios del maíz fueron creadas con materiales preciosos
relacionados estrechamente con los estratos divinos y en sus facciones es
posible encontrar elementos conceptuales como el umbral de comunicación
entre los tres niveles del cosmos, representado por la boca abierta como una
analogía de la cueva sagrada. […] En el rostro de mosaico de Janaab‟ Pakal,
este componente se traduce en la pieza de jade con forma de Ik’ colocada en
el interior de la boca, puesto que el viento y aliento guardan una misma
connotación entre el arte maya y la piedra verde es análoga de ambos. Con
ella se expresan el viento húmedo portador de lluvia y el aliento del espíritu
sinónimo del alma misma, capturados en su interior durante el ritual funerario,
20
para finalmente ser introducida en la boca del personaje fallecido.
Con lo dicho hasta ahora se comprende que el personaje de la Cabeza A es la
representación de Janaab‟ Pakal en su máximo esplendor como gobernante y
vínculo con el mundo espiritual, sin embargo es necesario profundizar en la
imagen de la Cabeza B.
19
Martínez del Campo Lanz, Sofía. Rostros de la divinidad. Los mosaicos mayas de piedra verde. México.
INAH.2010. p. 118.
20
Ibid, p. 232.
9
III. Análisis visual de las cabezas
Cabeza A:
La cabeza A mide 43 centímetros de alto y 17 centímetros en su parte más ancha.
Es la representación de un adulto joven que tiene una nariz aguileña que
comienza desde arriba de las cejas. Su boca es pequeña y está delimitada por
labios delgados. Hay volúmenes que forman los pómulos marcados y la barbilla
levantada y medio partida. Sus orejas son grandes, con los lóbulos alargados, y
perforados; posiblemente existía algún tipo de incrustación de otro material. El
tocado es una cinta que rodea la cabeza en su totalidad, que de pronto aparece o
desaparece por la forma en la que se acomodó el cabello. Algunos mechones
están dispuestos en forma de plumas en la parte superior; lo que tapa la frente
recuerda a brotes de agua, y los costados escaleras. En la misma cinta del tocado
tiene botones de flores a medio abrir, y en el lado derecho se aprecia la
representación de una de estas flores aplanada y abierta. Los ojos son un poco
saltones y se ven de un tamaño regular; se observa que en el ojo no se representó
la pupila, quizá esta estaba policromada. Tiene rastros de policromía en las
mejillas, un poco en los lóbulos, parte del cuello y de la boca, y finalmente en el
cabello. Su lengua fue representada. La expresión es de seriedad, serenidad y
distinción.
Hay grietas que se forman sobre el estuco, por la forma en la que la cabeza está
rota, se asume que fue separada de su parte inferior, o cuerpo, por decisión de
Janaab‟ Pakal, o bien, los encargados de la decoración del ajuar de su cripta.
También se puede ver que se desprendió la delgada capa de estuco en algunas
secciones del tocado, y que debajo se ve otra capa interna completamente roja.
Según la cedula del Museo de Antropología e Historia, esta capa es de sal
policromada.
Cabeza B:
La cabeza mide 29 centímetros de largo y 21 centímetros en su parte más ancha.
Es la representación de una mujer joven o de niño que está comenzando su etapa
10
de la pubertad. Su nariz es aguileña y ancha, y comienza desde arriba de las
cejas. Su boca es grande y está limitada por unos labios muy carnosos. Sus orejas
son cortas. El volumen de sus pómulos indica que no están tan marcados, y su
barbilla está levantada y redonda. Los lóbulos de las orejas están perforados,
quizá tenía una incrustación de otro material en ese espacio. La deformación
craneal se nota en su frente en los espacios que se ven entre el cabello. En
consecuencia de la deformación craneal se puede ver que la ceja izquierda está
alzada. El tocado emula alguna piedra tallada, probablemente jade, de forma
cuadrada y con una incisión en forma piramidal hacia el centro. Sobre el tocado se
ven como hilos entrecruzados con pequeñas bolitas que los hilos atraviesan. El
cabello está acomodado por mechones recargados hacia el lado izquierdo del
espectador, y el fleco en forma de “m” se observa debajo del tocado. También se
ve la lengua del personaje se asoma entre los labios. No se logra notar la
evidencia de la policromía, ni tampoco se ve que se haya caído algún trozo de
estuco que permita ver las capas interiores de sal policromada.
Se ve que la parte posterior de la cabeza está rota, en este caso parece que la
parte posterior del cráneo, cuello y cuerpo fueron desprendidos, ya que si esto
fuera deterioro de la pieza se apreciarían más áreas faltantes en la escultura del
rostro.
Su expresión refleja seriedad y dignidad, pero no es lo suficientemente majestuosa
como para que imponga algún tipo de orden, es decir, se ve menos firme.
Los estudios antropométricos
A continuación se encuentran la conclusiones de los datos de los estudios
antropométricos de los restos esqueléticos de Janaab‟ Pakal y de las cabezas de
estuco. Estos estudios permiten comprender y fundamentar la edad, el sexo y la
estatura probable del soberano maya, al igual que el conocimiento de las prácticas
osteoculturales21 que afectaron al soberano. Este último apartado del estudio será
retomado para la comprensión de las cabezas de estuco. Los análisis incluyen una
21
Deformación de los huesos por costumbre cultural en un área determinada.
11
serie de anotaciones morfoscópicas22 y métricas que describen claramente las
similitudes o diferencias entre las cabezas y el referente esquelético de Janaab‟
Pakal23.
Aunque el mal estado del cráneo24 de Janaab‟ Pakal no favorece mucho a este
tipo de estudio, se dedujeron datos que establecen una comparación entre el
cráneo y las cabezas de estuco. Los rasgos que más se valoraron fueron la
presencia e inclinación del plano compresor anterior o sobre el frontal, así como el
análisis del comportamiento morfoscópico de la nariz desde su raíz, dorso, punta y
base. La retrusión de los pómulos, la presencia de líneas nasogenianas y algunas
otras líneas de expresión muestran la edad probable que se ven en las
representaciones de estuco. También se tomaron en cuenta las anchuras y
longitudes de la cara. Estas son la longitud o altura máxima de la cabeza, la
anchura frontal mínima y máxima, así como la distancia interorbitaria interna
externa, la altura y anchura de ambos ojos y nasal, la altura superior de la cara o
frente, y finalmente la anchura bicigomática25.
La propuesta antropométrica para rehacer la máscara de jade constó del estudio
de las cabezas de estuco, algunas figurillas de barro con una deformación cráneofacial similar para medir las proporciones, y cráneos encontrados en la zona
arqueológica de Palenque que siguieran el patrón de deformación craneal
marcado en ambas cabezas de estuco.
Al estar comparando los tres elementos mencionados anteriormente, se puede
llegar a la conclusión de que el método de deformación cráneo-facial puede ser el
mismo, pero los resultados varían entre los individuos, en otras palabras, una
deformación craneal no va a ser igual en dos personas diferentes, aunque el
método utilizado haya sido el mismo, esto se debe a las mismas diferencias que
22
Es el estudio del tamaño de la forma.
ROMANO PACHECO, ARTURO; BAUTISTA MARTÍNEZ, JOSEFINA. Estudios antropométricos de los restos esqueléticos
de Pakal II y de sus imágenes de estuco. Dirección de Antropología Física, INAH. p. 1.
24
Este cráneo ha sido estudiado por diversos antropólogos físicos, los más relevantes para este estudio son
Arturo Romano y Josefina Bautista.
25
ROMANO PACHECO, ARTURO; JOSEFINA, BAUTISTA MARTÍNEZ. Op. cit. pp. 4-5.
23
12
existen en la forma „básica‟ del cráneo entre los individuos y por la velocidad en la
que el cráneo tarda en consolidarse.
En el caso de las cabezas de estuco, las proporciones coinciden en la forma de la
nariz, la forma de los ojos, la línea que limita el perfil y la asimetría en el cráneo26.
Anteriormente se había mencionado que el cráneo de Janaab‟ Pakal no se
encontraba en las condiciones óptimas como para generar datos relevantes y
sustentables, pero las teselas de jade que conforman la máscara de jade siguen
sin forzarlas esta asimetría que las cabezas presentan.
Uno tiene que manejar proporciones, si tú manejas una medida aislada,
generalmente, no te va a describir a la persona. […] Si tú me dices que tiene
la nariz más ancha que otra, ese no es un parámetro válido, siempre todo,
todo lo tienes que manejar con la proporción27
La propuesta de que ambas cabezas pertenecen a Janaab‟ Pakal es muy válida,
de hecho, es tan válida que por ello se permitió que la máscara de jade se
reconstruyera bajo los parámetros sugeridos en este estudio28. Pero cabe destacar
que todo lo anterior es desde un punto de vista de la antropología física, y parte de
este trabajo es poner en consideración la información que se ha dispuesto hasta
ahora desde la historia del arte.
Comparación entre ambas cabezas
En este apartado se pondrán a prueba ambas cabezas, y para esto se
sobrepondrán los contornos de ambas cabezas y las líneas principales que limitan
los ojos, la nariz, los labios, la boca y las orejas. Contrapondremos las imágenes
que se tomaron a la misma altura y distancia, referidas ambas a los límites del
vitral que protege las cabezas en el Museo de Antropología.
Se nota que las cabezas tienen puntos de contacto en donde coinciden (fig. 11). Si
se esboza un óvalo que marque la forma de la cabeza se ve que es casi del
mismo tamaño, solo que la Cabeza B (limitada en rojo) tiene una forma cercana a
26
Entrevista con Josefina Bautista, 24 de septiembre del 2010
Ibid.
28
Ibid.
27
13
un triángulo en la barbilla, a diferencia de la Cabeza A (limitada en azul) que se ve
como un óvalo mucho más circular.
Concentrémonos en la nariz, se ve que la nariz de la Cabeza B es mucho más
grande que la de la Cabeza A, aunque la línea que la limita parece ser la misma.
Lo mismo ocurre en los labios, vemos que la línea del labio superior sigue la
misma curvatura en ambas cabezas, pero la boca de la Cabeza A es
notablemente más pequeña que la de la Cabeza B, y los labios de la Cabeza A
son mucho menos carnosos que los de la Cabeza B.
En las orejas se puede observar algo diferente: en Cabeza A son mucho más
alargadas; pero si regresamos a la imagen de la Cabeza A como se ve en el
apartado del análisis formal (fig.8) de la imagen se nota que los lóbulos de las
orejas están más alargados, como si éstos ya tuvieran años de estar cargando
ornamentos de piedra o concha. En la Cabeza B se nota que las orejas son mucho
más cortas, y los lóbulos no están tan estirados como es el caso de la Cabeza A,
¿por qué sucede esto? Quizá la persona retratada en la Cabeza B no lleva
ornamentaciones tan pesadas como lo hacía la Cabeza A, por lo mismo de que no
es el gobernante de Palenque, o bien en su parte opuesta a la hipótesis, la
persona es mucho más joven por lo que los lóbulos de las orejas no se han
alargado aún.
En las figuras 12 y 13 podemos ver el detalle de las orejas de ambas cabezas.
Existe una diferencia notable en la línea que se encuentra dentro de ellas. En el
caso de la Cabeza A la línea interna de la oreja es mucho más rígida y carece de
movimiento, casi sigue la forma de la oreja, haciendo que la hélix 29 de la oreja sea
delgada y se vea firme; el trago30 está más alargado y hay un volumen que sugiere
un antitrago. Mientras que en la Cabeza B la línea interna de la oreja es mucho
más curva, redonda, se percibe que la hélix de la oreja genera un espacio con la
línea, lo que le otorga una apariencia de mayor volumen y en consecuencia de
29
Cartílago que queda en la parte superior de la oreja , es lo que limita la forma. Véase la figura 21 del
anexo.
30
Es el cartílago que se encuentra a un lado de nuestra cabeza, protege la cavidad auditiva. Véase la figura
21 del anexo.
14
mayor carnosidad; el trago está mucho más marcado y redondo, además de que
no se puede apreciar un volumen que indique la existencia del antitrago.
Esto es relevante ya que la línea interna de la oreja es un rasgo único del
individuo, equiparable con la huella dactilar. Al ser diferente en ambas cabezas se
torna creíble la tesis de que se trata de dos retratos de dos personas diferentes.
Los ojos son, quizá, los contornos que más despistan al observador. Lo que se
distingue como los del lado izquierdo son casi del mismo tamaño, y siguen casi la
misma forma de la línea que limita el ojo, pero si ve el derecho se observa que la
comisura externa del ojo tiene una forma diferente. Lo que coincide en ambas
cabezas es el hecho de que el ojo izquierdo es más pequeño que el derecho.
A estas alturas del trabajo se nota que las dos cabezas son diferentes en los
tamaños, pero no en las líneas, a excepción de las líneas internas de las orejas.
Ahora pensemos en los volúmenes que existen en las cabezas, los cuales están
más marcados en el área de los pómulos, mejillas, barbillas y cejas.
Los pómulos en la Cabeza A están mucho más marcados que en la Cabeza B, si
pensamos en la idea de que se trata de un hombre y una mujer, es lógico que los
pómulos del hombre estén mucho más marcados que los la mujer; pero esto
también sucede cuando se tiene en mente la comparación de un niño con un
adulto. La diferencia en ambas cabezas se encuentra en que los pómulos de la
Cabeza A se ubican más arriba que los pómulos de la Cabeza B. Esto a su vez,
provoca que la Cabeza B tenga las mejillas más regordetas que la Cabeza A. El
hueso que marca el pómulo no se eleva cuando se cruza a la edad adulta, a
menos que el cráneo sea sometido a una deformación. Este fenómeno de la
deformación craneal se daba en Palenque desde antes del nacimiento de Pakal,
por lo que este argumento queda descartado.
Las cejas están mucho más marcadas en la Cabeza A que en la Cabeza B, pero
en la Cabeza B las cejas son mucho más grandes que en la A; en el caso de las
15
cejas se da el mismo fenómeno que en la nariz, boca y labios, ya que en ambas
cabezas podemos notar que la ceja izquierda sobresale sobre la derecha.
En el caso de la barbilla, en la Cabeza A la barba es partida y en B es redonda. El
cambio de una barbilla redondeada puede suceder cuando la carne termina de
formarse como músculo, marcando de mejor manera la forma del hueso, por otro
lado la barbilla en la Cabeza B se ve menos marcada que en la Cabeza A (esto es
claro al comparar los perfiles).
Lo único que marca una diferencia notable entre una cabeza y otra son las líneas
internas de las orejas (fig. 12 y fig.13), que por el momento estas líneas no nos
marcan un parámetro claro para afirmar o negar algo. Más bien nos conduce a la
conclusión de que las líneas internas de las orejas variaban de representación en
representación.
IV. La posible identidad de la Cabeza B
Al principio del trabajo se planteó que las cabezas corresponden a las
representaciones de dos personas diferentes y a través de unas comparaciones
que se verán más adelante, a primera vista la Cabeza B tiene rasgos femeninos.
Esto nos lleva a pensar si la mujer que se encontraba sepultada en el Templo XIII
era el segundo retrato que se encontraba en el ajuar, para contestar esto se tiene
que entender quién podría ser esta mujer y la relación que tenía con Pakal.
Se le conoce como la Reina Roja porque en el descubrimiento de su tumba, en el
Templo XIII, el cuerpo de una mujer estaba cubierta de cinabrio (fig. 6), y la única
tumba que la superaba era el ajuar funerario era el de Janaab‟ Pakal en el Templo
de las Inscripciones. El Templo XIII está ubicado al oeste del Templo de las
Inscripciones, y no sólo eso, sino que también existe un pasaje que las conecta.31
Al igual que Janaab‟ Pakal el cuerpo estaba acompañado por joyería de jade,
concha y obsidiana, y sobre el rostro también había una máscara.
31
Gonzalo Infante. Palenque: El Arqueólogo. México. C/Producciones. 60 minutos.
16
La mujer que se encontraba en el Templo XIII, debió ser muy influyente en la vida
del soberano y por lo tanto se ganó el privilegio de tener un ajuar funerario muy
rico, además de tener su tumba a un lado del sepulcro de Janaab‟ Pakal. La
identidad de la Reina Roja es un poco difusa, se plantea que puede ser de la
Señora Zac-K‟uk‟, madre de Janaab‟ Pakal, o bien de su esposa la Señora AphoHel. Los estudios más recientes indican que lo más acertado se trate de la Señora
Apho-Hel32. Los estudios que permitieron llegar a esta conclusión de la
reconstrucción facial, partieron de los restos del cráneo que se encontraba dentro
del complejo funerario. La presencia de ambas mujeres en la vida de Pakal es
importante, pero aun así independientes una de la otra, es decir, entre ambas
mujeres no se podía establecer una comparación, ya que las acciones que
ejecutaron tuvieron diferentes medios y finalidades.
En este breve apartado describiré el tipo de importancia que ejercieron tanto la
Señora Zac-K‟uk‟ como la Señora Apho-Hel, la finalidad de esto no es para
concluir a quién se le debe atribuir el sepulcro del Templo XIII, sino más bien
entender que existe la posibilidad que Janaab‟ Pakal haya ordenado ser enterrado
con el retrato de alguna de ellas, como su acompañante y su contraparte en el
cosmos al momento de renacer con su identidad como Dios del maíz.
La Señora Zac-K‟uk‟, como mencioné anteriormente, fue la madre de Janaab‟
Pakal, pero también fue gobernante de la ciudad de Palenque por tres años (del
612 al 615).
Pakal heredó de su madre el trono de Palenque, en violación de los patrones
normales de herencia patrilineal que gobernaban la sucesión entre los mayas.
Por consiguiente, su mayor preocupación era justificar esta desviación de las
reglas normales.33
El ascenso al trono de Janaab‟ Pakal no seguía los lineamientos regulares de la
dinastía, por lo que tuvo que buscar la manera de legitimar su puesto en el trono.
Zac-K‟uk‟ fue gobernante legítima porque fue hija de rey y tenía un linaje real
32
Tiesler, Vera; Andrea, Cucina. Janaab’ Pakal de Palenque: vida y muerte de un gobernante maya. UNAM.
2004. P. 82.
33
Schele, Linda y David Freidel. Una Selva de Reyes: La Asombrosa Historia de los Antiguos Mayas. Fondo de
Cultura Económica. México. 1999. p. 277.
17
heredado del padre, mientras que Janaab‟ Pakal había heredado el trono por su
madre, y pertenecía al linaje de su padre, por lo que el trono descendió
automáticamente por otra línea. La solución para legitimar esta línea dinástica fue
una estrategia en la que Janaab‟ Pakal divinizó a su madre, y por lo tanto su línea
dinástica.
Según Schele, Pakal registró a una mujer, que llamó como la Señora Garza, como
gobernante de Palenque tres años antes de su ascenso al trono. El glifo que utilizó
para representar el nombre de la mujer tiene forma de un pájaro chillón, con un
pico saliente que está lleno de plumas, lo mismo pasa sobre la frente del ave. El
hecho de que este glifo sea una variante del glifo emblema de Palenque, significa
que Pakal asoció a esta mujer con el reino; no sólo tiene el atributo de la ciudad de
Palenque, sino que también se utiliza este mismo jeroglífico para nombrar a la
Pimera Madre, diosa madre de los dioses y creadora de la mitología maya. Por las
fechas que se ilustran en los registros mayas, se puede inferir que se trata de la
Señora Zac-K‟uk‟34.
La importancia que toma la Señora Zac-K‟uk‟ al volverse la madre de la triada de
Palenque35 logró que Pakal obtuviera una legitimización divina para gobernar la
ciudad, ya que él estaba hecho con el mismo material divino que formaba a los
dioses patrones de la ciudad de Palenque.
La Señora Zac-K‟uk‟ tal vez no dejó una historia directa de su reino, pero […]
sobresale como una estadista maestra, capaz de manipular los intereses
rivales de los miembros de su clan paterno, de manera que se preocupan
menos por la sucesión y más por luchar entre sí o contra enemigos del
exterior. […] La Señora Zac-K‟uk‟ vivió 25 años después del ascenso de Pakal
al trono. Mientras tanto, ella y su esposo, Kan-Bahlum-Mo‟, aparentemente
mantuvieron las alianzas necesarias para sostener el gobierno de su hijo; pero
es muy probable que haya conservado el poder en sus propias manos. Hasta
después de su muerte, en el año 640, Pakal empezó a ordenar trabajos que
dejaron una huella en el registro arqueológico de Palenque. También es
probable que durante el delicado periodo de transición, esta señora
34
35
Ibid, p. 284.
Ibid, p. 280.
18
resplandeciente haya ayudado a concebir la ingeniosa resolución política para
sucesión celebrada por su hijo en katunes subsecuentes.36
Con todo lo dicho anteriormente sobre la Señora Zac-K‟uk‟, no es de extrañar que
Pakal estimara a su madre de una manera única. De hecho, es uno de los tres
personajes que está representado dos veces dentro de la tumba de Janaab‟
Pakal37. Sus retratos se encuentran a los lados sur y norte del sarcófago, y son
representaciones en bajo relieves. La Señora Zac-K‟uk‟ está viendo a KanBahlum-Mo‟, y este espacio que se forma en el encuentro de miradas es donde
están inscritos los glifos con sus nombres. Sí desdoblamos el sarcófago y lo
presentamos a manera en que podemos ver sus los lados y el relieve central,
notamos que el espacio que hay entre los relieves del lado sur y norte siguen el
eje de la cruz que se encuentra en el relieve central, y que en el encuentro entre la
Señora Zac-K‟uk‟ y Kan-Bahlum-Mo‟ “nace” la composición vertical del relieve de
“Pakal como eje del universo”.
Para aproximarnos de mejor manera al rol que cumplía la Señora Apho-Hel con
Janaab‟ Pakal, se partirá desde el concepto de sexualidad y matrimonio, y
posteriormente se ligará con la concepción del orden cósmico. De esta manera, se
ilustrará la importancia de la Señora Apho-Hel, y se comenzará a esbozar una
razón por la cual podemos imaginar la posibilidad de que la Cabeza B es un
retrato femenino.
La Señora Apho-Hel, la esposa de Janaab‟ Pakal, fue madre de los sucesores del
trono de Janaab‟ Pakal, después del nacimiento de los hijos sobrevivió otros 30
años. En realidad no existe mucha información sobre Apho-Hel, pero si vemos a
Apho-Hel como la que procreó a los futuros reyes de Palenque está unida a
36
Ibid, p. 281.
Los otros dos personajes son su padre, Kan-Bahlum-Mo’, que se encuentra representado en el lado sur y
norte del sarcófago, y la Señora Kanal-Ikal, la bisabuela de Pakal, quien tuvo un papel muy similar al de la
Señora Zac-K’uk’. Si tomamos como referente el relieve de “Pakal como eje del universo” y dividimos todo el
sarcófago basándonos en eje central que imparte el elemento de la cruz, Kan-Bahlum-Mo’ tiene el lugar en
el lado izquierdo de la composición, mientras que la Señora Zac-K’uk’ ocupa la composición derecha. Si esto
lo vemos con la visión occidental, la señora Zac-K’uk’ ocupa la composición derecha, y por lo tanto es más
importante que Kan-Bahlum-Mo’.
37
19
Janaab‟ Pakal por un lazo profundo, y por lo tanto obtenemos una visión de AphoHel como el contrapeso femenino de Janaab‟ Pakal.
[…] La concepción sobre la sexualidad que se tenía entre los pueblos
mesoamericanos, de sus profundas implicaciones en torno a la organización
social, y su relación profunda con la cosmovisión y los ritos que buscaban la
buena marcha del mundo. […] Siguiendo el modelo de sus divinos padres,
cada dios del panteón mesoamericano estaba acompañado de su cónyuge o
se escindía en dos personas opuestas y complementarias para actuar por
separado en campos enfrentados de su ámbito total de competencia […] el
espacio iniciaba su segmentación a partir del masculino cielo y la femenina
tierra, y el tiempo separaba el año en su masculina temporada de secas y su
femenina temporada de lluvias. […] El modelo de la conyugalidad divina
pervive en el más amplio campo de lo social. El consabido dominio del macho
no nulifica a la hembra: se concibe a la hembra como el complemento
indispensable de una unidad insoluble en una relación a todas luces
asimétrica, al punto de que el varón no es tenido por adulto, pleno y
responsable, si no está unido en matrimonio. […] Sin embargo, la asimetría
también adquiere valor cósmico, al punto de que una igualdad entre los sexos
puede ser considerada como causante de la paralización de los ciclos.38
Por lo tanto, la relación entre la Señora Apho-Hel y Janaab‟ Pakal vuelven a Pakal
el soberano divino, poderoso y completo. También esta relación permite que
ambos prosperen, crezcan y procreen. Apho-Hel no tiene un perfil político
importante, porque era esa su función al ser la cónyuge de Pakal. Más bien ella
era quien conectaba a Janaab‟ Pakal con lo mundano, adoptándose como figura
del suelo fecundable que aseguraría la trascendencia del linaje dinástico de Pakal.
Janaab‟ Pakal al ser acompañado por la Señora Apho-Hel se ejercía a sí mismo
como parte del ciclo de las divinidades mayas, y por lo tanto podía reencarnar
como Dios del maíz39 para asegurar la prosperidad de su reino, y de su linaje.
Ahora bien, la imagen de la Señora Apho-Hel no aparece en el complejo funerario
de Pakal. Es lógico que no exista una representación de ella en los relieves
laterales del sarcófago, ya que ahí solo están representados los ancestros de
Janaab‟ Pakal. Sin embargo, tiene que existir una representación de la Señora
38
Autores varios. “La sexualidad en Mesoamérica” en Arqueología Mexicana, México, Editorial Raíces,
Numero 104. Julio-Agosto 2010. pp. 26, 29 y 31.
39
El maíz tiene, además de su connotación como principio de vida, una carga simbólica hacia lo masculino.
20
Apho-Hel, ya que sin esta, Pakal no ejerce su papel como hombre, gobernante o
divinidad, ya que está incompleto.
Es aquí en donde el retrato de la Cabeza B se vuelve la única representación de la
Señora Apho-Hel, permitiendo que el microcosmos representado en el complejo
funerario adquiera movimiento y permita así el renacimiento de Janaab‟ Pakal
como Dios del maíz.
Es importante señalar que tanto la Señora Apho-Hel como la Señora Zac-K‟uk‟
murieron antes que Janaab‟ Pakal, ya que Pakal ordenó la remodelación del
Templo XIII cerca de la fecha de su muerte40, por lo tanto la identidad de la Reina
Roja puede atribuírsele a cualquiera de ellas. Ya sea la Señora Apho-Hel o la
Señora
Zac-K‟uk‟ la Reina
Roja,
Pakal la
veía
como
su
contraparte
complementaría, la veía como aquella que le proporcionaba su derecho de
gobernar y divinizarse, de ser aquel que renacería como Dios del maíz.
Iconografía e iconología
En la Cabeza A, la cinta tiene unas flores en el tocado. Estas flores han sido
identificadas como nenúfares o ninfeas cerradas, y una de ellas está representada
abierta.
Es la flor de joya de jade o nenúfar que guarda la relación directa con el
ámbito del inframundo por su origen acuático. Al igual que las piedras
preciosas, los nenúfares o ninfeas exhalan vapor de agua con la salida del sol,
bajo cuyos rayos abren sus pétalos. En ocasiones se representa al dios del
viento con la flor en su banda frontal exhalando un par de volutas simétricas
que denotan aliento o aroma. […] El color azul fue aplicado en la diadema
adornada con nenúfares, en la zona de la frente, alrededor de los ojos y en
torno a la boca, como acostumbra representarse al dios del maíz.41
La principal función de las flores en la representación de Janaab‟ Pakal en la
Cabeza A, es ligar los elementos de ambigüedad entre el día y la noche, esto se
debe a la representación de los nenúfares cerrados y abiertos. A su vez la carga
simbólica del inframundo y la asociación a un dios. La representación de estas
40
Tiesler, Vera; Andrea, Cucina. Op. cit. p. 42
Martínez del Campo Lanz, Sofía. Op. cit. pp. 232 y 234.
41
21
flores no señala al retrato de la Cabeza A como si Janaab‟ Pakal fuera a asumir la
identidad del dios del viento, sino que más bien tiene que ligarse con la
connotación de vida, la del „aliento‟. El color azul es, en este caso, lo que debe de
tomarse como referente para asociarlo con un dios, ya que este elemento no sólo
se encuentra en los nenúfares, sino que se repite en otras secciones de la misma
escultura.
En el tocado tenemos una forma que nos recuerda brotes de agua escalonada. La
forma en la que está acomodado el cabello en la Cabeza A, es parecida a la forma
en la que el cabello se representa al dios acuático del maíz 42. Al ser la
representación del dios acuático se refiere a sí mismo como la connotación del
inframundo, por lo tanto la parte femenina de la representación del dios.
Este diseño es característico de la deidad del maíz que aparece con un corte
de pelo escalonado sobre la frente, la cabeza afeitada en la zona central y el
resto del pelo brotando en la parte superior –a semejanza de la seda de la
mazorca de maíz-, conformando un arco en una posible representación de la
Montaña Sagrada, la Primera Montaña Verdadera en la que fueron
depositados los granos primordiales.43
Esto nuevamente es un referente a la figura del dios del maíz y una especie de
auto legitimización como el principio y fin de la vida, planteando su reencarnación
como la deidad para ascender al plano divino. Este es nuestro segundo referente
simbólico en la Cabeza A que indica a Janaab‟ Pakal como dios del maíz, y a su
vez, nos indica el ciclo cósmico que existe entre la vida y la muerte, replanteando
un renacer. La connotación femenina que se encuentra oculta en la forma del
tocado crea esta dualidad asimétrica, la cual permite el movimiento cíclico de los
elementos presentes en la cabeza de estuco.
La escultura también tiene color rojo en las orejas, cabello y mejillas, al parecer
esto marca una relación entre Janaab‟ Pakal y el sol44.
42
Ibid, p. 230.
Ibid, p. 230.
44
Ibid, p. 234.
43
22
El último elemento con simbolismo es la lengua representada dentro de la boca de
la escultura. Este elemento también está presente en la Cabeza B. Si
comparamos la representación de la cueva sagrada en la boca que se representa
en la máscara de jade, encontramos una comunicación entre los tres planos del
cosmos, lo que nos remite nuevamente a un ciclo. La lengua se refiere de igual
manera a la cuenta de jade que representa el aliento, y con esto se completa un
círculo simbológico ligando a los nenúfares representados en el tocado.
En la cabeza B tenemos la presencia tanto del color rojo como el color azul en las
mismas áreas en las que aparece en la cabeza A, sólo que el azul no decora
nenúfares, sino más bien una cinta con cuentas. Estas cuentas asemejan una
tonalidad azulada del jade45. Su referencia al inframundo, o al dios acuático del
maíz no está fundada con la misma carga simbólica que encontramos en A.
El tocado en forma de “m” no tiene algún parentesco con alguna representación
con el dios del maíz, así que en consecuencia se puede asumir que es meramente
decorativo.
Considero que este ciclo de simbología presente en el relieve del sarcófago, en la
máscara y en las cabezas de estuco, muestra a los tres planos del cosmos, algo
que se repite en todos los elementos que contiene el complejo funerario. Y la
disposición en la que los elementos fueron dispuestos en el entierro permite una
conexión entre los tres planos del cosmos.
Comparación con otras imágenes
A continuación se verán las diferencias que existen entre las imágenes algunos
relieves seleccionados comparados con las cabezas de estuco.
La cabeza A se comprobará con otras tres figuras: el bajo relieve del sarcófago, un
dibujo del bajo relieve de la Lápida Oval, y finalmente un dibujo del relieve del
Tablero del Palacio, de esta manera podemos ver las variaciones que presentan
las diferentes representaciones de Pakal.
45
También podría ser turquesa, pero la joyería ornamental y los ajuares eran comúnmente de jade. Existe
una tonalidad de jade que esta azulada.
23
En las imágenes podemos ver que los trazos más similares entre las 4
representaciones son la línea que limita la nariz aguileña y la línea interna de la
oreja no cambia mucho de una representación a otra. La forma de la cabeza se
modifica entre las figuras 15 y 16 ya que Pakal no está viendo de frente como es
el caso de la figura 14 y 17. El tocado es similar en todas las representaciones, y
el cabello esta acomodado de una forma casi idéntica en las cuatro.
Los elementos anteriores son los más fáciles de distinguir y de vincular en el
personaje de Janaab‟ Pakal, ahora, para la cabeza B se identificarán los mismos
elementos y se compararán las imágenes de la Señora Zac-K‟uk‟ y Ahpo-Hel.
Para la imagen de la Señora Zac-K‟uk‟ se utilizará el dibujo del relieve de la Lápida
Oval y para la Señora Apho-Hel el dibujo del relieve del Tablero del Palacio.
La comparación de la cabeza B con el relieve en donde se representa a la Señora
Zac-K‟uk se perciben las cualidades de la punta de la nariz en el dibujo del relieve,
en estas encontramos una similitud. También al comparar la línea interna y el
trago entre la escultura y el dibujo del relieve se aprecia que son semejantes,
además de que la relación de tamaño de la oreja parece respetar las proporciones
en ambos retratos. En vista de estos elementos, cabe la posibilidad de que ambas
representaciones plásticas sean representaciones del mismo personaje.
La comparación de la cabeza B con el relieve del Palacio, donde se representa la
Señora Apho-Hel, muestra más diferencias que coincidencias. La forma de la nariz
en el relieve del Palacio se encuentra en diagonal, mientras que la de la Cabeza B
tiene un aspecto similar al de una campana. Además de que la punta de la nariz
de Apho-Hel termina con la punta caída. Incluso si se extraen las líneas internas
de ambas orejas son diferentes.
Conclusiones
Al principio del trabajo se presentaron las siguientes interrogantes: ¿Las dos
cabezas estudiadas son retratos de Pakal? En caso de que uno de los retratos no
24
perteneciera a Pakal, sino más bien al retrato de La Reina Roja, ¿qué hacia esta
representación dentro de la cripta del soberano?
Visto desde el punto de vista de la antropología física, no cabe duda de que
ambas cabezas son representaciones de Janaab‟ Pakal en la adolescencia y
como un adulto pleno, pero al tomar algunas líneas que aparecen en las cabezas
de estuco, existen pequeñas diferencias que permiten la posibilidad de que se
trate de otra persona la retratada en la cabeza B.
Esto sólo sucedería bajo el siguiente planteamiento: al artista que hizo las
esculturas se le asignó la tarea de representar a Janaab‟ Pakal y a la Reina Roja
después del 672, fecha que para entonces, ya habían muerto las dos mujeres que
podrían asumir la identidad de la Reina Roja, y que se está construyendo el
Templo de las Inscripciones. Al estar muerta la modelo para la Reina Roja, el
artista decidió tomar los rasgos fisionómicos del soberano, pensando en que esta
figura femenina era su mitad complementaria, y la diferenció de la Cabeza del
retrato de Janaab‟ Pakal (cabeza A) ensanchando la nariz y labios, acortando las
orejas y poniendo diferentes líneas que definieran la forma del trasgo y la hélix, y
finalmente modificando el tocado que decoraría esta segunda cabeza. Si este fue
el caso, el entierro de Janaab‟ Pakal obtiene esta dualidad asimétrica en todos sus
niveles, permitiendo emular el movimiento cíclico que rige el cosmos.
Desde la perspectiva que nos proporciona la antropología física, el trabajo
demostró que existe una variación de estilos y formas en la representación de un
mismo individuo. La Cabeza A difiere de B en los elementos simbológicos porque
no fueron hechas de forma simultánea ni por el mismo artista. Además de que
cabe la posibilidad de que la primera Cabeza fuera hecha cuando Janaab‟ Pakal
no tenía definida la carga simbólica que lo representaría hasta el día de hoy, tenía
una actitud inmadura y no pensaba en legitimarse como el gobernante divinizado
de Palenque; mientras que la Cabeza A ya tiene todo el simbolismo que
fundamenta y permite a Pakal ejercerse como dios del maíz y por lo tanto
legitimarse.
25
La máscara de jade está principalmente afiliada fisionómicamente a la cabeza A,
la cabeza B cumplió un papel de referencia, como sucedió con las figurillas de
barro y el cráneo número 5. Los resultados de comparación entre la cabeza A y la
cabeza B indicaron la evolución del rostro del soberano, permitiendo imaginar bajo
qué condiciones se encontraría la representación de la máscara de jade cuya
imagen pertenecía a un Pakal de 80 años.
Bibliografía
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gobernante maya. UNAM. 2004
27
Ilustraciones Anexas
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza A (fig.1)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza B (fig.2)
28
Máscara de jade, con incrustaciones de
obsidiana y concha.
Siglo VII
Máscara por unión de teselas
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Máscara de Jade del ajuar de Janaab’ Pakal (fig.3)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Arturo Romano (1952)
Foto in situ de las cabezas de estuco (fig. 4)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Detalle de la policromía en la Cabeza A (fig.5)
29
Cuerpo y ajuar de la Reina Roja, dentro del
Templo XIII
Siglo VII
Palenque, Chiapas
1994
Imagen del descubrimiento de la Reina Roja (Fig. 6)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza A, de Frente (Fig. 7)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza A, de Perfil (Fig. 8)
30
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza B, de Frente (Fig. 9)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza B, de Perfil (Fig. 10)
31
Superposición de líneas de contorno facial
Papel Albanene
Dibujo
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Comparación de los contornos faciales de ambas cabezas (Fig. 11)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Detalle de la oreja izquierda de la Cabeza A (fig.12)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
32
Detalle de la oreja izquierda de la Cabeza B (fig.13)
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza A vista de perfil (fig.14)
Dibujo del relieve de la Lápida Oval
Siglo VII
Dibujo
SCHELE, LINDA; MARY ELLEN, MILLER
The blood of kings, dynasty and
ritual in Maya Art. Thames and
Hudson. London. 1992.
Janaab’ Pakal en la Lápida Oval (fig.15)
Detalle del Sarcófago
Siglo VII
Relieve
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Janaab’ Pakal en el Relieve “Pakal como eje del universo” (fig.16)
33
Dibujo del relieve del Palacio
Siglo VII
Dibujo
SCHELE, LINDA; MARY ELLEN, MILLER
The blood of kings, dynasty and
ritual in Maya Art. Thames and
Hudson. London. 1992.
Janaab’ Pakal en el Relieve del Tablero del Palacio (fig.17)
Dibujo del relieve del Palacio
Siglo VII
Dibujo
SCHELE, LINDA; MARY ELLEN, MILLER
The blood of kings, dynasty and
ritual in Maya Art. Thames and
Hudson. London. 1992.
Señora Ahpo-Hel en el Relieve del Tablero del Palacio (fig.18)
Dibujo del relieve del Palacio
Siglo VII
Dibujo
SCHELE, LINDA; MARY ELLEN, MILLER
The blood of kings, dynasty and
ritual in Maya Art. Thames and
Hudson. London. 1992.
Señora Zac-K’uk’ en el Relieve de la Lápida Oval (fig.19)
34
Cabeza de estuco y piedra caliza
Siglo VII
Escultura de bulto
Palenque, Chiapas
Fotografía por Montserrat Abaroa (2010)
Cabeza B de Perfil (fig.20)
Figura 21
Esquema de la oreja.
http://upload.wikimedia.org/wikipe
dia/commons/c/ca/Gray904.png
25 de octubre del 2010
35
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