Fallo relevante del mes de abril del dos mil trece, correspondiente a la Ponencia 14, de la Segunda Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado. “2013, CENTENARIO LUCTUOSO DE FRANCISCO I. MADERO Y JOSÉ MARÍA PINO SUÁREZ”. TOCA CIVIL NUM: / . EXP. NUM: / . JUICIO: …………………... APELANTES: …………………………………………….. ……………………………………………………………… MAGISTRADO PONENTE: …………………………. …………………… SECRETARIA: LICENCIADA ……………………… …………………………. SEGUNDA SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA EN EL ESTADO, VILLAHERMOSA, TABASCO, VEINTITRÉS DE ABRIL DE DOS MIL TRECE. Vistos; para resolver los autos del toca civil número …………., relativo al recurso de apelación interpuesto por los demandados, quienes se inconformaron con la sentencia definitiva dictada el veinticinco de septiembre de dos mil doce, por la …………………………………………………………………… ………………………………………..., en el JUICIO ESPECIAL HIPOTECARIO número ……………………, promovido por el licenciado ………………………………………….., en su carácter de apoderado general para pleitos y cobranzas de la institución de crédito denominada ……………………………………………………, ……………………………………………………………………………. …………………………….., seguido actualmente por ……………… ……………………., cesionario de los derechos de crédito y litigiosos, en contra de ………………………………………….. y …………………………………………………..; y, RESULTANDO: 1o. La juez del conocimiento el veinticinco de septiembre de dos mil doce, dictó sentencia definitiva cuyos puntos resolutivos a continuación se transcriben: "...Primero. La vía elegida es la correcta y este juzgado resultó competente para conocer y fallar en la presente causa. Segundo. ………………………………., cesionario de los derechos litigiosos y de crédito de …………………………………, ………….. …………………………………………………………………, probó la acción especial hipotecaria, que promovió en contra de ………….. …………………………….. quien no justificó sus excepciones y defensas y ………………………………………………….., quien fue declarada en rebeldía. Tercero. Se declara el vencimiento anticipado del contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria, celebrado entre ………………………………………. como acreditante …………………………………………………… …………………………………… como acreditados el veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y uno, según consta en la escritura pública 1,863, otorgada por la licenciada ……………… ……………………………………………………………………………, Tabasco, inscrita en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio el veintiséis de julio de mil novecientos noventa y uno. También se declara el vencimiento anticipado de los convenios modificatorios contenidos en las escrituras públicas 8,323 y 11,475, de fechas veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y tres y treinta de septiembre de mil novecientos noventa y seis respectivamente, otorgadas por el ………………………….. …………………………………………………………………, inscritos en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de esta ciudad el siete de diciembre de mil novecientos noventa y tres, así como el seis de enero de mil novecientos noventa y siete. Cuarto. Se condena a …………………………………………………………. …………………………… a pagar a ……………………………., cesionario de los derechos litigiosos y de crédito de ………… ……………………………………………………………………………. …………………….., 329,426.92 (trescientos veintinueve mil cuatrocientos veintiséis punto noventa y dos) unidades de inversión, equivalentes al treinta de noviembre del dos mil tres a $1’096,626.31 (un millón noventa y seis mil seiscientos veintiséis pesos 31/100 moneda nacional) por concepto de suerte principal. También se les condena al pago de 68,039.27 (sesenta y ocho mil treinta y nueve punto veintisiete) unidades de inversión equivalentes al treinta de noviembre del dos mil tres a $226,495.31 (doscientos veintiséis mil cuatrocientos noventa y cinco pesos 31/100 moneda nacional) por concepto de intereses ordinarios más los que continúen generándose hasta el pago del monto del crédito, a razón de la tasa pactada en el convenio modificatorio al contrato de apertura de crédito y que se justifiquen en el incidente respectivo. Se les condena además al pago de 3,727.61 (tres mil setecientos veintisiete punto sesenta y un) unidades de inversión equivalentes al treinta de noviembre del dos mil tres a $12,408.81 (doce mil cuatrocientos ocho pesos 81/100 moneda nacional) por concepto de intereses moratorios generados hasta la fecha antes anotadas más los que continúen generándose hasta el pago total del adeudo, a razón de la tasa pactada en el convenio modificatorio al contrato de apertura de crédito y que se justifiquen en el incidente respectivo. Por último se condena a la parte demandada al pago de gastos y costas que se hayan originado con motivo de este juicio, incluyendo los honorarios profesionales, conforme a lo preceptuado en el numeral 2919 del Código Civil en vigor, y que justifique la parte actora haber erogado en el incidente respectivo, por lo que por el momento no ha lugar a aprobar el 30% reclamado por la parte actora, porque será hasta ejecución de sentencia cuando se decida el porcentaje a aplicar por este concepto. Quinto. Para dar cumplimiento voluntario a este fallo, se concede a la parte demandada un plazo de diez días hábiles siguientes a la notificación de este fallo, apercibida que en caso de no hacerlo, se hará trance y remate del bien inmueble otorgado en garantía y con el producto que se obtenga se cubrirán al acreedor las prestaciones reclamadas; lo anterior de conformidad con los artículos 433, 434 y 435 del ordenamiento legal antes invocado. Sexto. Por las razones apuntadas en la parte considerativa de este fallo, no ha lugar a condenar a los enjuiciados al pago de 5,944.92 (cinco mil novecientas cuarenta y cuatro punto noventa y dos unidades de inversión) equivalentes a $19,789.99 por concepto de primas de seguro. Séptimo. Por último, Conforme al artículo 229 fracción IV de la ley adjetiva civil en vigor, notifíquese esta resolución a ………………………………………………… en el domicilio en que fue emplazada a juicio. Octavo. Efectúense las anotaciones correspondientes en el libro de gobierno que se lleva en el juzgado, y en su oportunidad archívese la presente causa como asunto totalmente concluido…”. Sic. a fojas 912 frente y vuelta y 913 frente del expediente principal. 2o. Inconformes con la sentencia definitiva, los demandados interpusieron recurso de apelación, el cual se admitió en efecto devolutivo, formándose el toca en que se actúa, y efectuado los trámites legales correspondientes, en su oportunidad se citó a las partes para oír la resolución que hoy se pronuncia; y, CONSIDERANDO: I. Esta Segunda Sala Civil es competente para conocer el presente asunto de conformidad con los artículos 104 fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 55 y 63 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tabasco, 350, 351 y 361 del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado, y 25 fracción I de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, por tratarse de un recurso de apelación en contra de sentencia definitiva del orden civil. II. La sentencia definitiva recurrida en lo conducente de sus considerandos II y III a la letra dicen: “...II. El ……………………………………………………………. ……………………………………………………………………………. …………………….., demandó de ……………………………………. y ………………………………………………. el pago de 329,426.92 unidades de inversión, por concepto de suerte principal, así como las demás prestaciones que son consecuencia de ésta. Adujo en relación a los hechos que el veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y uno, …………………………………………… celebró con ………………………………………………………… …………………………., en su calidad de clientes, un contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria, por virtud del cual se representada otorgó a los demandados un crédito hasta por la cantidad de $200,000,000.00 (doscientos millones de viejos pesos 00/100 moneda nacional), que los acreditados se obligaron a destinar a complementar el precio de la adquisición del inmueble descrito en el antecedente uno de la escritura pública número 1863, volumen XLIII, pasada ante la fe de la ………………….. ……………………………………………………………………………. ……………….., Tabasco. Agregó que con fechas veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y tres y treinta de septiembre de mil novecientos noventa y seis, las partes celebraron dos convenios modificatorios ante el ………………………………. …………………………………., por virtud de los cuales pactaron la modificación al plazo para el pago del crédito, así como la forma de calcular los intereses, y como los deudores no han cumplido con los pagos a que se comprometieron, se ve en la necesidad de promover el presente asunto. El demandado…………….... ………………, al dar contestación a la demanda formulada en su contra, adujo substancialmente que son ciertos los hechos que se le imputan, pero aclaró que son actos ilícitos y/o nulos, ya que son improcedentes las acciones personales de pago en su contra, porque el contrato de apertura de crédito principal está viciado de nulo, porque viola las normas imperativas del interés público ………………………………………… fue legalmente emplazada a juicio, pues del análisis efectuado a la diligencia de emplazamiento y notificación practicada el trece de enero del dos mil nueve, consultable a fojas 565 y 568 de autos, se advierte que cumple con los requisitos que establecen los artículos 132, 133 y 134 del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado, con lo que se ha garantizado plenamente el derecho de audiencia a la parte enjuiciada, conforme lo establece el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tal y como se resolvió en el incidente de nulidad de actuación y de notificación, dictado por esta autoridad el treinta de septiembre del dos mil diez. No obstante lo anterior, la parte reo no replicó los hechos que se le imputaron, por lo que fue declarada en rebeldía para los efectos legales conducentes. De esta manera quedó establecida la relación jurídico-procesal. III. Antes de entrar al fondo de las cuestiones litigiosas, es de hacer notar que en un principio, el …………………………. ……………….. acreditó su representación como …………………... ……………………………………………………………………………. ……………………………., con la documental pública consistente en copia certificada por el notario adscrito a …………………….. número ……………………………………………, del testimonio de la escritura pública 49,739, la que se encuentra resguardada en la caja de seguridad del juzgado y cuya copia simple obra a fojas 18 a la 28 de autos, a la cual se le concede valor probatorio en términos de los artículos 269 y 319 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, en razón de que fue expedida por fedatario público. Por su parte, …………………………………, acreditó su personalidad como cesionario de los derechos de crédito y litigiosos con la copia certificada de la escritura pública 8,730, otorgada por el …………………………………, notario público ………………………………….., Tabasco, visible a fojas 743 a la 750 de autos, en la que se hizo constar la cesión de derechos de crédito y litigiosos celebrado entre …………………………………., …………………………………………………………………………. y ………………………………………, a la que se le concede valor probatorio acorde con los artículos 269 y 319 del código de proceder de la materia, ya que fue expedida por fedatario público. Ahora bien, en cuanto a la acción que nos ocupa, se concluye en base al material probatorio que obra en autos, que la parte actora demostró los hechos que le imputa a la parte demandada. A saber, de acuerdo a lo previsto en el artículo 571 del Código de Procedimientos Civiles vigente en nuestra entidad federativa, la acción especial hipotecaria se acredita si se reúnen los siguientes requisitos: a) que el crédito conste en escritura pública o privada debidamente inscrita en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio; b) que sea exigible o de plazo cumplido. De esta manera, tenemos que el primer elemento quedó plenamente acreditado con la documental pública consistente en copia certificada por la directora del Registro Público de la Propiedad y del Comercio de esta ciudad del testimonio de la escritura pública 1,863, fechada en veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y uno y otorgada por la licenciada ………………………………….. …………………………………………………………………., a la que se le concede valor probatorio pleno de conformidad con los artículos 269 y 319 del Código de Procedimientos Civiles en vigor debido a que fue expedida por fedatario público, la cual contiene entre otros actos, el contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria, celebrado entre ………………………………………. como acreditante y ……………………………………………………. …………………………… como acreditados, inscrita en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio el veintiséis de junio de mil novecientos noventa y uno. También, para acreditar este primer elemento vemos de autos que la parte actora exhibió las documentales públicas consistentes en los testimonios originales de las escrituras públicas 8,323 y 11,465, del veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y tres y treinta de septiembre de mil novecientos noventa y seis respectivamente, otorgadas por el …………………………………………………………………………. …………………….., que contienen los convenios modificatorios al contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria, a los que también se les concede valor probatorio pleno por haber sido expedidos por fedatario público en ejercicio de sus atribuciones legales, como establecen los artículos 269 y 319 del código de proceder de la materia y que fueron inscritos en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de esta ciudad los días siete de diciembre de mil novecientos noventa y tres y seis de enero de mil novecientos noventa y siete. Por otro lado, tenemos que el segundo requisito de procedibilidad de la acción fue demostrado a través de los documentos antes mencionados, de los que se advierte que …………………………………………….. ……………………………….. celebraron un contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria con …………………………… ……………………………., por el cual les otorgaron un crédito de $200,000.00 (doscientos mil pesos 00/100 moneda nacional) equivalentes a 560.22 veces de salario mínimo mensual, para la adquisición del predio ubicado en la calle Las Ceibas manzana VIII del fraccionamiento Framboyanes de esta ciudad, respecto del cual se constituyó hipoteca en primer lugar y grado a favor de la parte acreditante (escritura pública 1,863); sin embargo, con fecha veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y tres, celebraron ante el ……………………………………………………., Tabasco, el convenio modificatorio contenido en la escritura pública 8,323, por virtud del cual prorrogaron el plazo para el pago del crédito a veinte años contados a partir de la fecha de la firma del convenio, comprometiéndose además a cubrir intereses moratorios a razón de multiplicar la tasa de mercado por el factor 1.5. Se advierte además de la escritura pública 11,475, también otorgada por el licenciado ………………………….., que con fecha treinta de septiembre de mil novecientos noventa y seis las partes decidieron celebrar un nuevo convenio m modificatorio, por virtud del cual pactaron la modificación de los plazos pactados en el contrato original, así como la forma de cálculo de intereses y la forma de hacer los pagos mensuales con base en UDIS, quedando vigente el acuerdo que en caso de que la parte acreditada incumpliera en los términos pactados en la cláusula octava del convenio modificatorio del veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y tres (escritura pública 8,323) se daría por vencido anticipadamente el plazo para el pago del crédito (estipulación H del convenio modificatorio contenido en escritura pública 11,475). Ahora bien, para acreditar los saldos reclamados, la parte actora exhibió la documental privada consistente en un estado de cuenta certificado, expedido por el licenciado en contaduría pública ……………………………, el cual obra a fojas 29 y 30 de autos, a la que se le concede valor probatorio pleno de conformidad con los artículos 273 y 319 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, toda vez que hace referencia al número y tipo de crédito, al nombre de la parte acreditada, la fecha de otorgamiento del crédito, así como el número de escritura y el notario ante el cual se celebró el contrato primario y sus respectivos convenios modificatorios; el monto del crédito; los saldos relativos al capital; los intereses ordinarios y moratorios; la tasa sobre la cual se realizó tal cálculo, a más de que fue emitido por persona autorizada para ello por la propia institución, conforme a lo que prevé el artículo 68 de la Ley de Instituciones de Crédito, sin que fuera desvirtuado su contenido por parte de los deudores. Se sostiene esto porque pese a que …………… ………………………. objetó el aludido estado de cuenta en cuanto a su literalidad, autenticidad, contenido y firma, argumentando que se trata de un documento falso, que carece de valor probatorio y que es ineficaz porque no tiene carácter de estado de adeudo certificado porque la certificación únicamente surte efectos en los juicios mercantiles, tales afirmaciones carecen de sustento porque por principio de cuentas, para que jurídicamente una objeción sea procedente es necesario que se demuestre la existencia de causas que impidan concederle eficacia probatoria plena al elemento de convicción en cuestión, lo cual no ocurrió en la especie, pues de la revisión realizada a las constancias procesales se advierte que pese a que se le admitieron diversos medios probatorios como la confesional y declaración de parte a cargo de la parte actora, así como la pericial contable, éstos no fueron desahogados por causas imputables al propio oferente, quien no vigiló el correcto y oportuno desahogo de las mismas, por lo que debe reportar el perjuicio de su omisión. Además, no debe perderse de vista que es cierto que el estado de cuenta certificado por el contador de una institución bancaria es título ejecutivo junto con el contrato respectivo o póliza en el que conste el crédito otorgado, lo que hace procedente la vía ejecutiva mercantil que se ejercite para obtener el pago correspondiente, pero tal situación no limita a las partes para que utilicen este tipo de documentos en aquellos juicios en los que se haga valer la garantía hipotecaria, pues de acuerdo con el artículo 243 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, le son admisibles a las partes en contienda tanto los documentos públicos como los privados, aunado al hecho de que para desvirtuar la fe de un documento de esta naturaleza y destruir la presunción legal de los datos y saldos anotados en él debe ofrecerse por los demandados, en su caso, la prueba pericial contable a fin de acreditar la inexactitud de los saldos a su cargo por errores matemáticos o de alguna otra circunstancia que evidencie lo inverosímil de él, lo cual, se reitera, no sucedió pues al no haber depositado el oferente de la prueba los honorarios profesionales del perito tercero en discordia dentro del plazo legal que para ello se le concedió, se le hizo efectivo el apercibimiento y se declaró desierta la prueba, como se advierte del auto del veinte de octubre del dos mil once. En cuanto a lo alegado por …………… ………………………. en el sentido de que el contador que expidió el estado de adeudo no asentó el procedimiento que llevó a cabo con base en las fórmulas establecidas en el contrato base de la acción, tampoco le asiste la razón, ya que como se hizo anotar en líneas precedentes el estado de adeudo en cuestión se encuentra plenamente vinculado con el contrato base de la acción y sus respectivos convenios, pues hace referencia al número y tipo de crédito, al nombre de la parte acreditada, la fecha de otorgamiento del crédito, así como el número de escritura y el notario ante el cual se celebró el contrato primario y sus respectivos convenios modificatorios; el monto del crédito; los saldos relativos al capital; los intereses ordinarios y moratorios; la tasa sobre la cual se realizó tal cálculo, aunado a que fue emitido por persona autorizada para ello por la propia institución, conforme a lo que prevé el artículo 68 de la Ley de Instituciones de Crédito, y no fue desvirtuado su contenido por parte de los deudores. Apoya lo aquí decidido la siguiente jurisprudencia: “Novena Época. Colegiados de Registro: Circuito. 190933. Fuente: Instancia: Semanario Tribunales Judicial de la Federación y su Gaceta. XII, Octubre de 2000. Materia(s): Civil. Tesis: XV.1o. J/7. Página: 1166. ESTADO DE CUENTA CERTIFICADO POR CONTADOR AUTORIZADO DE INSTITUCIÓN BANCARIA. ARTÍCULO 68 DE LA LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO”. No es ocioso precisar que aunque el demandado también objetó la copia certificada de la escritura pública número 1,863 que contiene el contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria argumentando que, para la procedencia de la vía hipotecaria era menester la exhibición del primer testimonio de la escritura en cuestión, tales afirmaciones resultan improcedentes, ya que el artículo 571 del Código de Procedimientos Civiles en vigor dispone que para que el juicio tenga por objeto el pago o la prelación de un crédito hipotecario, es indispensable que el crédito conste en escritura pública o privada, según corresponda, e inscrito en el Registro Público de la Propiedad, que sea de plazo cumplido o que éste sea exigible en los términos pactados o bien conforme a las disposiciones legales aplicables, de lo que se colige, que no es requisito de procedencia de la acción el que se exhiba el primer testimonio de la escritura a que hace alusión el numeral en cita, sino basta que ésta se encuentre debidamente inscrita en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio y que sea de plazo cumplido o exigible, como ocurre en el particular, tal y como fue analizado en líneas anteriores. Sustenta esta determinación la jurisprudencia localizable en la Novena Época. Registro: 188189. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XIV, Diciembre de 2001. Materia(s): Civil. Tesis: 1a./J. 80/2001. Página: 24. con el rubro: “JUICIO HIPOTECARIO. PARA SU PROCEDENCIA NO ES NECESARIO QUE LA ESCRITURA BASE DE LA ACCIÓN CONSTE EN PRIMER TESTIMONIO (LEGISLACIÓN PROCESAL CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL, ANTERIOR A LA REFORMA DE 24 DE MAYO DE 1996)”. De las relatadas consideraciones, se arriba a la convicción que tampoco fueron demostradas las excepciones opuestas por …………………………………………, pues como se anotó con antelación, las pruebas que le fueron admitidas no fueron desahogadas y por tanto, conforme al artículo 240 del Código de Procedimientos Civiles en vigor no se le pueden tener por acreditadas las excepciones de falta de acción, la de plus petitio, la de dolo contractual y procesal, la improcedencia del cobro de la prima de seguro, la de oscuro e inepto libelo y la de intereses ordinarios y moratorios improcedentes, ya que al ser las excepciones medios legales para desvirtuar la acción, deben ser plenamente acreditadas con las probanzas que la propia norma procesal regula por ser susceptibles de acreditarse, pero si no se rindió prueba al efecto, es obvio que no pueden prosperar. En ese orden de ideas, se concluye que la parte actora probó los hechos de su acción hipotecaria, sin que los demandados la haya desvirtuado dentro de la oportunidad legal que se les concedió, por lo que deben reportar el perjuicio de la actitud asumida en términos de los artículos 90 y 240 del código de proceder de la materia, ya que le correspondía a ellos la carga de desacreditar los hechos que se les imputan conforme a los lineamientos que establece la norma, lo cual no ocurrió como quedó asentado con antelación. En esa tesitura, como el plazo para el pago del crédito se prorrogó hasta el treinta de septiembre del dos mil dieciséis, según convenio modificatorio contenido en la escritura pública número 11,475 del treinta de septiembre de mil novecientos noventa y seis, pero se ha actualizado una de las causales de vencimiento anticipado pactadas por las partes en la cláusula décima primera del contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria, consistente en la falta de pago de cualquiera de las cantidades acordadas, se declara el vencimiento anticipado del contrato de apertura de crédito con garantía hipotecaria, celebrado entre ……………………………………………….. como acreditante y …………………………………………………………… …………………………… como acreditados el veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y uno, según consta en la escritura pública 1,863, otorgada por la licenciada ……………………….. ……………………………………………………………………………, inscrita en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio el veintiséis de julio de mil novecientos noventa y uno. También se declara el vencimiento anticipado de los convenios modificatorios contenidos en las escrituras públicas 8,323 y 11,475, de fechas veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y tres y treinta de septiembre de mil novecientos noventa y seis respectivamente, otorgadas por el licenciado …………………………, notario público ……………………………………………………………………………. de la Propiedad y del Comercio de esta ciudad el siete de diciembre de mil novecientos noventa y tres, así como el seis de enero de mil novecientos noventa y siete. En consecuencia, se condena a …………………………………………………………….. ………………… a pagar a ………………………………, cesionario de los derechos litigiosos y de ………………………………… ……………………………………………………………………………. ……………., 329,426.92 (trescientos veintinueve mil cuatrocientos veintiséis punto noventa y dos) unidades de inversión, equivalentes al treinta de noviembre del dos mil tres a $1’096,626.31 (un millón noventa y seis mil seiscientos veintiséis pesos 31/100 moneda nacional) por concepto de suerte principal. También se les condena al pago de 68,039.27 (sesenta y ocho mil treinta y nueve punto veintisiete) unidades de inversión equivalentes al treinta de noviembre del dos mil tres a $226,495.31 (doscientos veintiséis mil cuatrocientos noventa y cinco pesos 31/100 moneda nacional) por concepto de intereses ordinarios más los que continúen generándose hasta el pago del monto del crédito, a razón de la tasa pactada en el convenio modificatorio al contrato de apertura de crédito y que se justifiquen en el incidente respectivo. Se les condena además al pago de 3,727.61 (tres mil setecientos veintisiete punto sesenta y un) unidades de inversión equivalentes al treinta de noviembre del dos mil tres a $12,408.81 (doce mil cuatrocientos ocho pesos 81/100 moneda nacional) por concepto de intereses moratorios generados hasta la fecha antes anotadas más los que continúen generándose hasta el pago total del adeudo, a razón de la tasa pactada en el convenio modificatorio al contrato de apertura de crédito y que se justifiquen en el incidente respectivo. Por último se condena a la parte demandada al pago de gastos y costas que se hayan originado con motivo de este juicio, incluyendo los honorarios profesionales, conforme a lo preceptuado en el numeral 2919 del Código Civil en vigor, y que justifique la parte actora haber erogado en el incidente respectivo, por lo que por el momento no ha lugar a aprobar el 30% reclamado por la parte actora, porque será hasta ejecución de sentencia cuando se decida el porcentaje a aplicar por este concepto. Para dar cumplimiento voluntario a este fallo, se concede a la parte demandada un plazo de diez días hábiles siguientes a la notificación de este fallo, apercibida que en caso de no hacerlo, se hará trance y remate del bien inmueble otorgado en garantía y con el producto que se obtenga se cubrirán al acreedor las prestaciones reclamadas; lo anterior de conformidad con los artículos 433, 434 y 435 del ordenamiento legal antes invocado. No ha lugar a condenar a los enjuiciados al pago de 5,944.92 (cinco mil novecientas cuarenta y cuatro punto noventa y dos unidades de inversión) equivalentes a $19,789.99 por concepto de primas de seguro, porque si bien es verdad que conforme a la cláusula décima tercera del contrato de crédito, los celebrantes pactaron que el acreditado facultaba a la acreditante para que contratara a su nombre y por su cuenta un seguro de vida por una suma no menor al saldo insoluto del crédito, también es cierto que no es suficiente que el importe adeudado por este concepto se vea reflejado en el estado de cuenta presentado por la parte actora, pues ésta está obligada a demostrar con qué institución de seguros contrató y los montos que por tal concepto erogó en nombre de su acreditado, lo cual no sucedió en la especie ya que no se rindió prueba en relación a este aspecto; por tanto, se absuelve a los demandados del pago reclamado por el concepto en cita. Sustenta esta determinación el criterio sostenido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, localizable en la Novena Época. Registro: 173800. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXIV, Diciembre de 2006. Materia(s): Civil. Tesis: VI.2o.C.530 C. Página: 1313, con el rubro: “CONTRATO DE SEGURO. PARA QUE PROCEDA IMPONER LA CONDENA POR CUANTO HACE AL IMPORTE DE LAS PRIMAS, EL ACTOR DEBE DEMOSTRAR CON QUÉ INSTITUCIÓN CONTRATÓ Y LOS MONTOS QUE POR AQUEL CONCEPTO EROGÓ EN NOMBRE DE SU ACREDITADO”. Por último, Conforme al artículo 229 fracción IV de la ley adjetiva civil en vigor, notifíquese esta resolución a ………………………………. ………………………. en el domicilio en que fue emplazada a juicio...”. Sic. a fojas 907 frente y vuelta a la 912 frente del expediente principal. III. Por economía procesal, resulta innecesario la inserción de los agravios que hacen valer los demandados ……………. ………………………………………………………………………..., ya que constan a fojas dos a la quince del toca en que se actúa. IV. Se declara infundado el primer punto de agravio. Argumenta que implica una violación procesal la primera notificación personal que se le hizo a ……………………………… ……….., es decir, que su emplazamiento contiene irregularidades conforme al artículo 102 del código procesal civil en vigor, en concordancia con el diverso 114, pues dicha cédula de notificación es un acto nulo, en donde el juez de la causa tiene el deber oficioso de regularizar el procedimiento. Aduce que se resolvió la sentencia interlocutoria de fecha 30 de septiembre del 2010, y en el considerando II, y resolutivos segundo y tercero de ese fallo, el juez señaló (transcribe). Considera que no le asiste la razón, en señalar que la forma correcta de salvar una frase equivocada por el actuario judicial, pueda ser subsanada por una testimonial y por los autos antes mencionados; pues se trata de una formalidad necesaria en cualquier acto procesal de carácter judicial, y que a la falta de esa formalidad, trae como consecuencia la nulidad de esa actuación y de las subsecuentes actuaciones, en el presente caso, si la cédula de notificación que obra a foja 567 vuelta de autos, contiene una forma ilegal para salvaguardar una frase equivocada, el artículo 102 del código procesal civil en concordancia con el artículo 114, dicha cédula de notificación se convierte en un acto nulo; por consecuencia también se vuelve nulo el razonamiento practicado el 13 de enero del 2009 que hizo el actuario judicial en relación a la cédula de notificación de referencia; pues dicho razonamiento de fecha 13 de enero del 2009, descansa sobre la base de la cédula de notificación de la misma fecha que es nula, luego entonces, si la cédula de notificación contiene una forma incorrecta e ilegal de corregir la frase “ocho” con dos líneas sobre esa frase, es indudable que no fue salvada conforme al artículo antes mencionado, cuyo requisito es formal y necesario en todo acto procesal, con mayor razón el acto judicial de un emplazamiento a juicio, para que el demandado tenga las posibilidades constitucionales de ser oído y vencido en juicio conforme a las formalidades esenciales del procedimiento, por lo tanto, dicho error practicado por el actuario judicial, no puede ser subsanado por una prueba testimonial, ni por los acuerdos o notificaciones de fechas 18 de agosto, 20 de mayo y 4 de abril todos del año 2008; en razón de que dichos testigos interpretaron de otra forma la palabra “nueve” y que estos testigos no pueden subsanar los errores cometidos por el actuario judicial que practicó el emplazamiento, pues ese error gramatical lo deja en total estado de indefensión por no haber contestado la demanda en tiempo y forma. Refiere que lo anterior acredita que el emplazamiento, constituye una infracción al procedimiento en la forma en que se practicó y sobre todo, en el contenido de la manera irregular en que se subsanan esos errores, violación que hace trascender en contra de ………………………………………., en el resultando del fallo que se dicta en nuestra contra. Cabe precisar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido en varios criterios que la falta de emplazamiento o su verificación en forma contraria a las disposiciones aplicables, se considera como la violación procesal de mayor magnitud y de carácter más grave, pues imposibilita al demandado para contestar la demanda y, por consiguiente, le impide oponer las excepciones y defensas a su alcance; además de privarle del derecho a presentar pruebas que las acrediten, y a oponerse a la recepción o a contradecir las probanzas rendidas por la actora y, finalmente, a formular alegatos y ser notificado del fallo que en el proceso se dicte, lo que impone suplir la queja deficiente cuando esas violaciones se hacen valer por medio del juicio de garantías. Sin embargo, cuando la parte demandada compareció al juicio natural antes del dictado de la sentencia, promoviendo incidente de nulidad por defecto en el emplazamiento, es inconcuso que esa falta de oportunidad para defender sus derechos se desvanece, pues al tener conocimiento de que se le llamó al procedimiento en forma ilegal, al grado de pedir la nulidad de la actuación respectiva, el interesado queda sujeto a plantear ante la autoridad de origen, todas las violaciones que estime le ocasiona dicho acto jurídico, porque, al no hacerlo, impedirá al juez atender una inconformidad no sometida a su potestad, y así, los conceptos de violación que versen sobre cuestiones diversas, derivarán en inoperantes por novedosos; lo que conlleva igualmente a la obligación de controvertir, mediante conceptos de violación idóneos, las consideraciones que sobre el emplazamiento exponga el juzgador correspondiente, pues, se reitera, al haber comparecido al juicio natural, el demandado debe defenderse debidamente. Lo anterior, se trae a colación tomando en cuenta que en el caso específico, y como los mismos apelantes refieren, el juzgador de origen dictó una interlocutoria en fecha treinta de septiembre de dos mil diez, en la que abordó la nulidad del emplazamiento cuestionado, consultable a fojas setecientos cuarenta y uno a setecientos cuarenta y cuatro del principal. En dicha sentencia interlocutoria, se advierte que la juzgadora llevó a cabo el análisis de la incidencia con base en dos supuestos, a saber: a). El primero, con relación a que quedó plenamente acreditado que la actuaria judicial se constituyó al domicilio de la demandada …………………………………………………………., y que ………………………………………………., fue quien recibió la cédula de notificación y firmó de recibido, puesto que el hecho que le haya puesto a la cédula ……………………………………., no implica que se trate de otra persona distinta a la hija de la demandada, ya que la variación de la letra no altera el nombre, que máxime cuando consta en autos que fue entregada la cédula en el domicilio de la demandada y la recibió una persona que dijo ser su hija, que este hecho no quedó desvirtuado. (Foja setecientos cuarenta y dos frente y vuelta del principal). El segundo supuesto analizado, consiste en que la actuaria al practicar la notificación no cumplió con las formalidades que establece el artículo 102 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, ya que no corrigió como lo ordena ese precepto legal la frase “ocho” (en la cédula de notificación), en colocar una línea delgada sobre dicha frase, para salvar la actuación judicial, pues indebidamente colocó dos líneas sobre la referida frase que la convierte en nula, por carecer de las formalidades y requisitos que establece la ley, lo que la deja sin defensa para contestar en tiempo y forma la demanda interpuesta en su contra. Ahora bien, resulta que la juez concluyó que ninguna de esas hipótesis fue procedente para desvirtuar el controvertido emplazamiento, pero en este caso la parte recurrente, únicamente, se inconforma en este recurso respecto de lo que la juez estableció con relación al segundo supuesto, no así referente al primero de los antes invocados. Por tanto, es importante dejar de manifiesto que en lo que hace a lo resuelto por la juez en el primer supuesto del incidente queda intocado, en razón que no fue materia de impugnación en este recurso. En ese contexto, tenemos que el artículo 102 del código procesal civil en vigor en la Entidad, prevé que en las actuaciones judiciales no se emplearán abreviaturas ni se rasparán las frases equivocadas, sobre las que sólo se pondrá una línea delgada, salvándose, al final, con toda precisión el error cometido. Igualmente se salvarán las frases que se agreguen entre renglones. Luego, se advierte de la cédula de notificación en cuestión, consultable a fojas cuatrocientos sesenta y siete y cuatrocientos sesenta y ocho de los autos principales, que en efecto, se aprecia una tachadura (diversas líneas delgadas) sobre la frase “OCHO”, en la cédula de notificación, sin que fuera salvado ese error al final de la escritura. Empero, aun cuando se trata de una formalidad prevista en la ley, es decir, la manera en que deben salvarse las frases equivocadas, tal omisión de la fedataria en este caso, debido que sobre la frase “ocho” de la leyenda: “13 de enero DEL AÑO DOS MIL OCHO. NUEVE”, puesta en la cédula de notificación correlacionada con el emplazamiento en cuestión, no es suficiente para declarar la nulidad del mismo, en el entendido que la diligencia de emplazamiento se encuentra correctamente fechada como de trece de enero de dos mil nueve, misma que quedó plenamente justificado que fue entendida con la hija de la persona a quien se emplazó, por tanto, es obvio que quedó de su conocimiento la fecha en que se llevó a cabo ese emplazamiento, máxime que consta en esa diligencia que se le hizo de su conocimiento y le explicó que con fechas dieciocho de agosto de dos mil ocho, veinte de mayo de dos mil ocho, cuatro de abril de dos mil ocho y siete de junio de dos mil cuatro, se habían dictado diversos autos en el expediente 249/2004, de donde por cuestión de lógica natural, es entendible que el año en que se estaba practicando esa diligencia de emplazamiento era el año dos mil nueve, amén que así lo reza de manera literal dicha diligencia. Con lo anterior, esta Alzada no se encuentra desatendiendo que en la cédula de notificación personal, cuestionada, existió una omisión por parte de la fedataria al tachar una frase y no salvarla al final de la misma, como se lo impone la ley, sin embargo, no se estima trascendente para tachar de nulo el emplazamiento, por existir circunstancias legales que ponen de manifiesto que aun cuando esa frase no se salvó correctamente no se dejó en estado de indefensión a la parte demandada ……………………………… ………………………, pues en primer lugar se llevó a cabo con la hija de esta persona, y en la diligencia en cuestión se dató correctamente en su encabezado, además de haberle explicado y hacerle de su conocimiento de proveídos posteriores al año dos mil ocho, habida cuenta que el emplazamiento se efectuó en trece de enero de dos mil nueve, pues se le notificaron proveídos incluso de dieciocho de agosto de dos mil ocho, sin soslayar que la fedataria judicial al final de la frase, señaló “nueve”, después de testar “ocho”. Y si bien, como refiere la apelante la prueba testimonial desahogada en autos para corroborar la actuación del fedatario judicial de no haber salvado correctamente la frase testada en la cédula de notificación, por tratarse justamente de una actuación de dicha fedataria, es también verdad que sí se trata de una prueba relevante en cuanto a robustecer que esa diligencia se efectuó en la hora y fecha que aparece practicada en la diligencia, en virtud que fueron las personas que participaron como testigos en la misma diligencia, en virtud que la persona con quien se practicó la misma, se negó a firmar el emplazamiento. En otra tesitura, no escapa a esta Sala de Apelación que la recurrente únicamente se duele en cuanto al error de no haberse salvado lo testado por la actuaria, no así de los demás datos relativos a la hora, día y mes que se encuentran señalados en la cédula de notificación impugnada, como es “…VILLAHERMOSA, TABASCO, SIENDO LAS 20:30 HORAS DEL 13 DE ENERO…”, pues su impugnación solo estriba en que no se salvó lo tachado “OCHO”, sin tampoco controvertir que a esa frase testada le siguió la palabra “NUEVE”, lo cual le permitía claramente identificar que la fecha que contenía la cédula de notificación es precisamente “…13 DE ENERO DEL AÑO DOS MIL NUEVE…”, por las razones expuestas se reitera que la apelante carece de razón en sus pretensiones. Por cuestión de técnica jurídica esta Sala Colegiada, aborda el análisis del punto quinto de inconformidad, el cual se califica infundado. Asevera el disconforme que se viola lo dispuesto en el artículo 2191 del Código Civil del Estado de Tabasco. Que existe una franca violación al artículo precitado, pues si bien el artículo 2180 del mismo código, faculta al acreedor para ceder los derechos a un tercero, sin el consentimiento del deudor, también lo es que el artículo 2191, señala que la notificación de la cesión deberá hacerse, ya sea judicialmente o extrajudicialmente ante dos testigos o ante notario. Que como se puede ver, el actor …………………………. ………., al exhibir la cesión de derechos de créditos litigiosos, no cumplió con el presupuesto procesal indispensable para ejercer dicha acción; pues no acreditó haber notificado previamente a la instauración del juicio, es decir, no les notificó la cesión de derechos en forma judicial, o mediante dos testigos o ante notario público. La cédula de notificación practicada a esta parte con fecha 05 de noviembre del 2008, les notificó con el emplazamiento a juicio y a su vez les dieron a conocer diversos acuerdos entre ellos el dictado en el proveído del cuatro de abril de dos mil ocho, en su punto primero, en la que les hicieron saber la supuesta cesión de derecho, es decir, mediante cédula de notificación personal practicada con fecha cinco de noviembre de dos mil ocho, se enteraron de esa cesión de derecho y al mismo tiempo del emplazamiento a juicio del presente caso. Refieren que dicha notificación de emplazamiento, fue donde a su vez, también se enteraron de la cesión de derechos del actor, que tal notificación no tiene la finalidad del simple conocimiento del cambio del deudor, pues el objeto que señala el artículo 2191, es la de establecer un nuevo estado de cosas, creando derechos y obligaciones que nacieron del acto de la cesión con relación con el cedente, el cesionario y el deudor, en los contratos de crédito y convenios base de la acción, no contienen una cláusula especial en la que establezca que los demandados autoricen al acreedor primigenio, la autorización expresa para que el acreedor primigenio cediera los derechos a un tercero, luego entonces si no existe esa autorización expresa, el artículo 2191 es una norma impositiva y absoluta cuyo cumplimiento es obligatorio para los cesionarios, en el caso que no exista la voluntad expresa del acreedor primigenio y esta parte, para ceder los derechos a un tercero, es decir, aun cuando no exista convenio de no hacerlo en forma consensual, esto es, que no exista acuerdo contrario entre las partes, con mayor razón debe notificarse previamente a la instauración del juicio la cesión de derechos, a la parte demandada en forma judicial, con dos testigos o ante notario público, por lo que no basta que con la cédula de notificación personal, que contiene la cesión de derechos y el emplazamiento a juicio, cumpla con la finalidad del artículo 2191, en concordancia con el artículo 2180 párrafos primero y segundo, pues del contrato base de la acción y de los convenios respectivos del crédito, es omiso en cuanto a la autorización expresa o la negativa expresa, de ceder los derechos a un tercero, luego entonces, con mayor razón es un requisito de presupuesto procesal indispensable para que el hoy cesionario, pueda ejercer dicha acción, pues no acreditó haber notificado previamente a los demandados, antes de la instauración del presente juicio, haber notificado los derechos de la cesión a esta parte. Cita las tesis: “…CESIÓN DE DERECHOS. EL EMPLAZAMIENTO A JUICIO NO SATISFACE EL REQUISITO DE NOTIFICACIÓN AL DEUDOR Y DEMANDADO, PUES ESTA DEBE REALIZARSE PREVIAMENTE AL EJERCICIO DE LA ACCIÓN, POR SER UNA DE LAS CONDICIONES PARA SU PROCEDENCIA…” y “…VÍA ESPECIAL HIPOTECARIA. PARA QUE PROCEDA, EN CASO DE EXISTIR CESIÓN DE DERECHOS DEL CRÉDITO RELATIVO, ES NECESARIA LA PREVIA NOTIFICACIÓN AL DEUDOR, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 2926 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE ANTES DE LAS REFORMAS PUBLICADAS EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 24 DE MAYO DE 1996…”. En efecto, el artículo 2191 del Código Civil en vigor en la Entidad, prevé en forma expresa que para que el cesionario pueda ejercer sus derechos contra el deudor, deberá hacer a éste la notificación de la cesión, ya sea judicialmente, ya en lo extrajudicial ante dos testigos o ante Notario Público. Aunado a ello, existe jurisprudencia por contradicción de tesis, que sostiene el crédito hipotecario puede cederse, en todo o en parte, siempre que: 1) la cesión se haga en la forma que previene la ley; 2) se de conocimiento al deudor; y, 3) sea inscrita en el Registro Público de la Propiedad. Que aun cuando el legislador no precisa la forma en que debe hacerse del conocimiento del deudor dicha cesión, se considera que debe efectuarse por medio de notificación previa a la promoción de la demanda relativa, pues su finalidad es dar a conocer la sustitución del acreedor por transmisión de los derechos derivados del contrato original, para el efecto de que el deudor sepa ante quién debe cumplir las obligaciones respectivas, y establecer así un nuevo estado de cosas creador de derechos y obligaciones que nacen de ese acto en relación con el cedente, el cesionario y el deudor. Sin ser un obstáculo que el fin único de la mencionada notificación es que el deudor no incurra en responsabilidad al pagar al acreedor primitivo. En ese sentido, cuando los derechos derivados del crédito hipotecario son cedidos, constituye un requisito para la procedencia de la vía especial hipotecaria, que se notifique al deudor previamente a la promoción de la demanda relativa, la cesión de referencia. Sostiene esa premisa legal la contradicción de tesis publicada en la Novena Época, Registro: 179418, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXI, Enero de 2005, Tesis: 1a./J. 119/2004, Página: 393, con el siguiente rubro: “…VÍA ESPECIAL HIPOTECARIA. PARA QUE PROCEDA, EN CASO DE EXISTIR CESIÓN DE DERECHOS DEL CRÉDITO RELATIVO, ES NECESARIA LA PREVIA NOTIFICACIÓN AL DEUDOR, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 2926 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE ANTES DE LAS REFORMAS PUBLICADAS EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 24 DE MAYO DE 1996…”. No obstante lo precisado con antelación, es decir lo que sostiene la jurisprudencia por contradicción de tesis invocada, esta es aplicable a los casos en que la cesión de derechos es anterior a la presentación de la demanda, pero no para los asuntos en los que la cesión se otorga una vez presentada, en cuyo supuesto cualquier notificación en la que se cumplan las formalidades relativas a través del juzgado del conocimiento, bastará para hacer saber ese hecho al deudor. Esto es así, porque al deudor al que se le reclame el cumplimiento del crédito otorgado y, en su caso, la ejecución de la garantía, se le permita tener conocimiento de la transmisión de derechos, así como quién puede ahora reprocharle su incumplimiento, además de que la notificación de la cesión de derechos, posterior a la presentación de la demanda, no lo excluirá de la responsabilidad por su incumplimiento, pues el juicio se ocupará de los verificados con anterioridad a la presentación de la demanda, más no de los posteriores y subsecuentes a la cesión de derechos. Es decir, una vez presentada la demanda, las acciones derivadas del incumplimiento del deudor se sustentan en los hechos u omisiones imputables a este, acontecidos con anterioridad a su interposición, en relación con el acreedor primigenio, más no con el cesionario, por lo que no se recriminan faltas de cumplimiento con relación al nuevo acreedor, por tanto, no es un requisito de la vía especial hipotecaria, la notificación previa al deudor de la cesión de derechos, cuando ésta acontece una vez presentada la demanda, en cuyo caso debe a través del verificarse juzgado que se realice la misma que tenga conocimiento del asunto. Se invoca en apoyo a lo antes expuesto la tesis aislada consultable en la Novena Época, Registro: 175395, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXIII, Marzo de 2006, Tesis: I.6o.C.378 C, Página: 2138, cuyo título es el siguiente: “…VÍA ESPECIAL HIPOTECARIA. PARA QUE PROCEDA, EN CASO DE EXISTIR CESIÓN DE DERECHOS DEL CRÉDITO RELATIVO, NO ES NECESARIA LA PREVIA NOTIFICACIÓN AL DEUDOR, SI ACONTECE UNA VEZ INSTAURADO EL PROCEDIMIENTO CUYO JUDICIAL, EN CASO SÓLO BASTA LA SIMPLE NOTIFICACIÓN POR EL JUZGADO DEL CONOCIMIENTO...”. Consonante con la premisa anterior, es menester señalar que la notificación está propiamente establecida en beneficio del cesionario y no del deudor, ya que sin dicha notificación, este último podría liberarse mediante el pago al acreedor originario y, además, no puede oponer más excepciones que las que pudo interponer para su acreedor primitivo, y atento a que el deudor no necesita dar su consentimiento para que la cesión se efectúe, ni puede impedirla, la cuestión relativa al reconocimiento que realiza el a quo del carácter de cesionario, no afecta de forma alguna sus derechos, pues el deudor se encuentra regido por la misma relación jurídica que lo unía con su acreedor originario; por lo cual, el citado reconocimiento, al único que puede afectar, en todo caso, es al cedente, pues una vez realizado dicho acto procesal dejará de estar legitimado para realizar el cobro de los derechos establecidos en la sentencia. Al amparo de las antepuestas consideraciones, esta ad quem estima que en el caso, resulta infundada la inconformidad de los apelantes, en razón que la cesión del crédito en cuestión, no se dio antes de que la parte actora iniciara este proceso, sino posteriormente de iniciada la demanda, pues se observa que esta fue interpuesta por ………………………………………………….. ……………………………………………………………………………, por conducto de su apoderado legal licenciado ………………. ………………………., dicha institución bancaria fue la que otorgó el crédito original a la parte demandada, e inició la demanda, a la cual se le dio trámite mediante auto de fecha siete de junio de dos mil cuatro. Posteriormente, dentro del procedimiento principal por auto de fecha veintiuno de marzo de dos mil siete (visible a foja ciento ochenta y cinco del expediente), se tuvo al ciudadano ……… …………………………, exhibiendo un convenio de cesión de derecho, celebrado entre ………………………………………., ……………………………………………………………………………. …………………………………., representados por sus apoderados legales ……………………………………………………………. …………………………, como cedente y ………………………… ………, citada como cedente cesionario, respecto del crédito celebrado por la y los señores ……………………………….. ……………………………………………………………………………, conforme al contrato de cesión amparado por la escritura pública número ocho mil setecientos treinta, de fecha catorce de marzo de dos mil siete, consultable a fojas ciento ochenta a ciento ochenta y cuatro de los autos principales). En ese mismo proveído se ordenó dar vista a la parte demandada (respecto de la cesión del crédito), para que dentro del término de tres días hábiles contados a partir del siguiente en que fueran legalmente notificados, manifestaran lo que a su derecho convinieran. No pasa desapercibido para este órgano colegiado, que en el presente asunto, por auto de doce de febrero de dos mil ocho, consultable a folio trescientos sesenta y seis del expediente, se dejó insubsistente todo lo actuado en el juicio principal, a partir del auto de dos de junio de dos mil cinco, en el que se ordenó emplazar a los demandados, por medio de edictos, así como todo lo actuado con posterioridad, incluida la sentencia definitiva de veintidós de noviembre de dos mil seis, para restituir a los citados demandados en el goce de su garantía de audiencia violada. Luego, mediante auto de cuatro de abril de dos mil ocho, localizable a folio trescientos sesenta y nueve de los autos principales, se reconoció a …………………………………………, como cesionario de los derechos de crédito y de litigio en el asunto, en términos de la escritura pública número ocho mil setecientos treinta, de fecha catorce de marzo de dos mil siete, quedando como acreedor en sustitución de ……………………….. ……………………………………………………………………………. ……………………………………. En el auto citado con anterioridad, punto sexto, se ordenó hacer saber a los demandados ………………………………. ……………………………………………………………………………. ………….., al momento de realizar el emplazamiento ordenado, que el crédito directo que celebraron con ………………………. ……………………………………………………………………………. ………………………………………….., fue cedido a ……………… ………………………., quien en la actualidad resulta ser el titular del crédito materia del juicio, y para que dentro del plazo concedido para contestar demanda, manifestara lo que a su derecho conviniera. Asimismo, se aprecia que el demandado …………………. ………………………………, mediante escrito glosado en autos, a foja trescientos noventa del expediente, opuso la excepción de falta de legitimación procesal y falta de personalidad, derivada de la referida cesión. La diversa demandada ……………………………………. ……………, no dio contestación a la demanda, ni se inconformó al respecto. Por otra parte, en la audiencia de pruebas y alegatos de fecha nueve de noviembre de dos mil diez, consultable a fojas setecientos cincuenta y ocho a setecientos sesenta y seis de los autos principales, se observa que las excepciones comentadas anteriormente, se declararon improcedentes. En esa tesitura, resulta evidente que la cesión del crédito materia de la litis, se llevó a cabo durante el procedimiento, no antes de que iniciara este, motivo por el cual su notificación a la parte deudora, no constituye un presupuesto procesal previo a ejercitar la acción, debido que la cesión del crédito tuvo lugar después de iniciado el procedimiento. El segundo motivo de agravio se califica fundado. Señala que la juez cometió una infracción procesal en el desahogo de la prueba pericial contable, sobre la forma de cubrir los honorarios al perito tercero en discordia. Refiere los antecedentes que dieron origen al criterio de la juez sobre ese tópico. 1. Con fecha 07 de junio del 2011 se dictó el proveído en su punto segundo y tercero que a la letra dice: “Segundo. Se tiene al ocursante con su segundo escrito que se provee, con el que manifiesta que el monto de sus honorarios profesionales por la elaboración del avalúo es por $14,000.00 (catorce mil pesos 00/100 moneda nacional). Tercero. Acorde a lo anterior, requiérase a las partes para que en el plazo de cinco días hábiles, contados a partir del día siguiente de la notificación del presente proveído, deposite cada uno la mitad de $14,000.00 (catorce mil pesos 00/100 moneda nacional), para cubrir los honorarios del perito tercero en discordia, por concepto de honorarios del perito que se le nominó en autos, licenciado ……………………………….. ….............. En el supuesto de que alguna de las partes no cumpla con su carga procesal de pago de honorarios al perito designado por la juez, dicha parte incumplida perderá todo derecho para impugnar el avalúo que se emita por dicho tercero. Haciendo saber, que en caso de que la parte demandada no hago el pago, deberá realizarlo la parte actora, cantidad que le será reembolsada en el incidente de gastos y costas que promueva en su oportunidad, lo indicado para efectos de no retardar el procedimiento.” 2. Inconforme el actor, interpuso recurso de reconsideración en contra del acuerdo antes mencionado mediante el proveído de fecha 20 de junio del 2011. 3. Con fecha 16 de agosto del 2011, se dictó la sentencia interlocutoria, en donde es eminente que intentan cobrarle al hoy quejoso la cantidad total de $14,000.00 (CATORCE MIL PESOS 00/100 M.N.), para cubrir los honorarios del perito tercero en discordia. 4. Inconforme esta parte con la sentencia interlocutoria, promovió …………………………………., contra la sentencia interlocutoria que antecede, amparo indirecto número …………………….. misma que obra en autos del principal con su respectivo recurso de revisión con el toca ……………., el cual confirma la sentencia dictada en el amparo indirecto, en la que se sobresee el juicio de garantías; sin embargo en los considerandos de dicha sentencia de amparo, señala lo que a la letra dice: (transcribe). Expone el apelante que la relación procesal contenida en la interlocutoria de fecha 16 de agosto del 2011, viola las garantías individuales del debido proceso, que señalan los artículos 14, 16 y 17 constitucional, pues vulneran el artículo 4 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Tabasco, pues los razonamientos expuestos por la juez en la aludida interlocutoria, no son congruentes, además que carecen de fundamentación y motivación. Aduce que los razonamientos expuestos por la juez, son criterios muy subjetivos; pues si bien dentro de nuestro código procesal civil se menciona el artículo 285 quejoso perito designado por pagar los honorarios del que impone al el juez, en razón de que éste ofreció una prueba contable para acreditar sus defensas y también lo es que en todo proceso judicial pericial excepciones, pero debe existir igualdad procesal para las partes, que señala el artículo 4 del mismo código, luego entonces, estima que la juzgadora no puede ignorar esa igualdad procesal que debe prevalecer en todo acto de autoridad, la cual no prevaleció en el proveído de 07 de junio del 2011, en los puntos segundo y tercero de ese acuerdo. Refiere que bajo ese principio de igualdad procesal, es donde descansa la violación al procedimiento, de no haber ordenado a ambas partes, el pago de los honorarios del perito tercero en discordia, por tanto, la juez tiene la facultad necesaria para obligar a las partes a tener esa igualdad en el proceso de exigir el pago de los $14,000.00, porque ambos se apoyan y se sirven de los servicios de una pericial contable, ofreciendo peritos ambas partes de manera particular y pagando los honorarios que a cada quien le correspondía al momento de contratar esos servicios. Menciona que la a quo tiene la obligación de ordenar a las partes con igualdad, el pago de los honorarios del perito tercero en discordia, máxime que dicho acto transgrede el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues el artículo 285 del código procesal civil de Tabasco, vulnera el artículo constitucional antes mencionado, pues al dejarle a esta parte única e íntegramente por ser el oferente de una prueba pericial contable, la obligación de pagar los $14,000.00, bajo la pena que se le tenga por desistido de dicha prueba pericial contable en los términos de los artículos 90 y 286 del código antes mencionado; le arroja una carga económica extraordinaria en su perjuicio, el cual se le dificulta hacer ese pago en su integridad, para tener acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita, es decir, aun cuando exista de manera expresa lo dispuesto en el artículo 285 del código procesal, consistente en la obligación que tiene de pagar los honorarios del perito designado por el juez, no puede transgredir lo dispuesto a una norma de orden constitucional que es el artículo 17 antes mencionado, en consecuencia, señala que no existe una distribución proporcional hacia las partes para el debido desahogo de la prueba pericial que ofreció en el momento procesal oportuno, en la cual pide tener acceso a una administración de justicia de manera plena, expedita y gratuita, en conclusión, existe una desigualdad procesal entre las partes, en exigir solo a él, el pago de los honorarios del perito auxiliar tercero en discordia nombrado por el juez, con la pena de declararle desierta la prueba pericial en caso de no hacer pago de manera íntegra los honorarios del perito tercero en discordia. Cita la tesis con el siguiente rubro: “…PRUEBA PERICIAL. EL ARTÍCULO 353 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE JALISCO, QUE ESTABLECE QUE LOS HONORARIOS DEL PERITO NOMBRADO POR EL JUZGADOR DEBERÁN SER CUBIERTOS POR EL OFERENTE, TRANSGREDE EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL…”. Alega que como consecuencia de esa violación procesal reclamada sobre el desahogo en el pago de los honorarios del perito tercero en discordia, afecta de manera trascendental el resultando del fallo en su contra, hace valer dicha violación procesal que afecta directamente sus derechos adjetivos y sustantivos. Esta Segunda Sala Civil, tiene a bien considerar que el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dispone que todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal, sino también por aquellos incluidos en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano, adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de que se trate, lo que se conoce en la doctrina como principio pro persona. Tales mandatos contenidos en el artículo 1o. Constitucional, reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de 10 de junio de 2011, deben interpretarse conjuntamente con lo establecido por el diverso 133 para determinar el marco dentro del que debe realizarse el control de convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos a cargo del Poder Judicial, el que deberá adecuarse al modelo de control de constitucionalidad existente en nuestro país. Es en la función jurisdiccional, como está indicado en la última parte del precepto 133 con relación con el artículo 1o. Constitucional, donde los jueces están obligados a preferir los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario que se encuentren en cualquier norma de menor jerarquía. Por tanto, si bien los jueces no pueden hacer una declaración general sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico las normas que consideren contrarias a los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí sucede en las vías de control directas establecidas expresamente en los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución del País), sí están obligados a dejar de aplicar las normas inferiores dando preferencia a las contenidas en la Constitución y en los tratados en la materia. Ahora, la medida de análisis de este tipo de control que deberán ejercer todos los jueces del país, se integra de la manera siguiente: a) todos los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal (con fundamento en los artículos 1o. y 133), así como la jurisprudencia emitida por el Poder Judicial de la Federación; b) todos los derechos humanos contenidos en tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte; c) los criterios vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos derivados de las sentencias en las que el Estado Mexicano haya sido parte; y, d) los criterios orientadores de la jurisprudencia y precedentes de la citada Corte, cuando el Estado Mexicano no haya sido parte. Cabe referir que la posibilidad de inaplicación de leyes por los jueces del País, en ningún momento supone la eliminación o el desconocimiento de la presunción de constitucionalidad de ellas, sino que, precisamente, debe partir de esta presunción al permitir hacer el contraste previo a su aplicación. En ese contexto, el Poder Judicial al ejercer un control de convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos, deberá realizar los siguientes presupuestos: 1). Interpretación conforme en sentido amplio, lo que significa que los jueces del país -al igual que todas las demás autoridades del Estado Mexicano-, deben interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas con la protección más amplia; 2). Interpretación conforme en sentido estricto, lo que significa que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente válidas, los jueces deben, partiendo de la presunción de constitucionalidad de las leyes, preferir aquella que hace a la ley acorde a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido esencial de estos derechos; y, 3). Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son posibles. Con lo anterior no se rompe con la lógica de los principios de división de poderes y de federalismo, sino que fortalece el papel de los jueces al ser el último recurso para asegurar la primacía y aplicación efectiva de los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los cuales el Estado Mexicano es parte. Como apoyo a lo antes expuesto, se aplica la tesis aislada publicada en la Décima Época, Registro: 2000072, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro IV, Enero de 2012, Tomo 5, Tesis: III.4o.(III Región) 5 K (10a.), Página: 4320, con el siguiente epígrafe: “…CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. EJERCERLO LOS CÓMO DEBEN ÓRGANOS JURISDICCIONALES NACIONALES…”. Ahora, al amparo de tales proposiciones jurídicas esta ad quem considera de gran magnitud omitir la aplicación del artículo 286, en su parte medular donde dice: “286. Honorarios de los peritos. ….Los del perito designado por el juez, serán pagados por la parte que solicitó la prueba y para este fin el juzgador podrá requerirla para que deposite una suma suficiente, que fijará razonablemente, bajo la pena de que si no hace el depósito, se le tendrá por desistida de la prueba…”. La disposición en cuestión, impide y dificulta el acceso pleno de las partes a la administración de justicia expedita y gratuita; es decir, con la aplicación del referido artículo 286 no existe una distribución proporcional hacia estas, para el debido desahogo de la prueba pericial, ya que sólo el oferente está obligado a efectuar el pago de los honorarios del perito auxiliar. Pues, al establecer el mencionado precepto legal que los honorarios del perito nombrado por el juez para auxiliarlo en la apreciación de las circunstancias de los hechos, o de los hechos mismos, deben ser cubiertos única e íntegramente por el oferente de la prueba pericial, bajo la pena de que en caso de incumplimiento se le tendrá por desistido de dicha prueba, transgrede la garantía consagrada en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que arroja una carga económica extraordinaria en perjuicio de una de las partes en el juicio, dificultando su acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita. Soslayando literalmente que el perito en discordia designado por el juez, el cual surge atendiendo a la discordia que se produce en el momento en que existe una oposición o desavenencia de voluntades u opiniones, por lo que constituye la última fase del desahogo de la prueba pericial y, por ello, dicho profesional tiene como función ilustrar al juez, aclarando las cuestiones oscuras de los otros peritajes rendidos, sin resolver en abstracto el problema planteado, sino atendiendo a las respuestas dadas por los otros peritos, declarando motivado este, sobre la discordia generada en sentido técnico y no como árbitro, aportando los elementos adicionales necesarios a efecto de ilustrar al juez para que pueda resolver, con base en sus conocimientos, los cuestionarios de las partes, y debe acreditar tener conocimiento en la ciencia, técnica o arte sobre el cual versará su dictamen y estar autorizado para emitirlo, protestar su desempeño, y rendir su dictamen; esto es que su fin es auxiliarlo para el descubrimiento de la verdad, ya que la peritación es una actividad procesal desarrollada, con motivo de encargo judicial, por personas distintas de las partes del proceso, especialmente calificadas por sus conocimientos técnicos, artísticos o científicos, mediante la cual se suministran al juez argumentos o razones para la formación de su convencimiento respecto de ciertos hechos cuya percepción o entendimiento escapa a las aptitudes del común de las personas. Así tenemos, como notas distintivas de esta probanza judicial, las siguientes: 1. Es una actividad humana, porque consiste en la intervención transitoria, en el proceso, de personas que deben realizar ciertos actos para rendir posteriormente un dictamen; 2. Es una actividad procesal, porque debe ocurrir con motivo de un procedimiento; 3. Es una actividad de personas especialmente calificadas en razón de su técnica, ciencia, conocimientos de arte o de su experiencia en materias que no son conocidas por el común de las personas; 4. Exige un encargo judicial previo; 5. Debe versar sobre hechos y no sobre cuestiones jurídicas ni sobre exposiciones abstractas que no incidan en la verificación, valoración o interpretación de los hechos del proceso; 6. Los hechos deben ser especiales, en razón de sus condiciones técnicas, artísticas o científicas, cuya verificación, valoración e interpretación no sea posible con los conocimientos ordinarios de personas medianamente cultas y de Jueces cuya preparación es fundamentalmente jurídica; 7. Es una declaración de ciencia, toda vez que el perito expone lo que sabe por percepción y deducción o inducción de los hechos sobre los cuales versa su dictamen, sin pretender ningún efecto jurídico concreto con su exposición; 8. Esa declaración contiene una operación valorativa ya que esencialmente es un concepto o dictamen técnico, artístico o científico de lo que el perito deduce sobre la existencia, características, apreciación del hecho, sus causas, efectos y no una simple narración de sus percepciones; y, 9. Es un medio de convicción. Con base en esas apreciaciones jurídicas sostiene esta Sala Colegiada que la carga que impone únicamente al oferente de la prueba pericial de ser a su cargo el pago de los honorarios del perito tercero en discordia, bajo la pena de que en caso de incumplimiento se le tendrá por desistido de dicha prueba, causa un serio detrimento procesal al antes mencionado, una carga totalmente desproporcionada, si se toma en cuenta que no es una prueba de una sola de las partes, sino de todo el proceso, a través de un encargo del juzgador, pues así se lo impone la norma al surgir una discordia o desavenencia de voluntades u opiniones de los peritos nombrados por ambas partes, de ahí que se considera que existe un desequilibrio total al imponer el pago de esos honorarios tan solo a la parte oferente de la prueba, ya que a través de esta prueba pericial se proporcionarán al órgano jurisdiccional los elementos para establecer si la cuestión debatida o planteada en el litigio quedó o no acreditada, toda vez que es la opinión del experto, quien a través de sus deducciones técnicas o de una declaración de ciencia con base en el análisis de otras pruebas, proporciona al juzgador los conocimientos especializados de que carece, necesarios para verificar los hechos, y le informa sobre las reglas técnicas que existen al respecto, es decir, sirve para ilustrar al juzgador, no a las partes del proceso. Aunado a lo anterior, el precepto legal en comento viola la garantía consagrada en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice: “…ARTÍCULO 17. NINGUNA PERSONA PODRA HACERSE JUSTICIA POR SI MISMA, NI EJERCER VIOLENCIA PARA RECLAMAR (REFORMADO EN SU SU DERECHO. INTEGRIDAD MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008). TODA PERSONA TIENE DERECHO A QUE SE LE ADMINISTRE JUSTICIA POR TRIBUNALES QUE ESTARÁN EXPEDITOS PARA IMPARTIRLA EN LOS PLAZOS Y TÉRMINOS QUE FIJEN LAS LEYES, EMITIENDO SUS RESOLUCIONES DE MANERA PRONTA, COMPLETA E IMPARCIAL. SU SERVICIO SERÁ GRATUITO, QUEDANDO, EN CONSECUENCIA, PROHIBIDAS LAS COSTAS JUDICIALES. EL CONGRESO DE LA UNIÓN EXPEDIRÁ LAS LEYES QUE REGULEN LAS ACCIONES COLECTIVAS. TALES LEYES DETERMINARAN LAS MATERIAS DE APLICACIÓN, LOS PROCEDIMIENTOS JUDICIALES Y LOS MECANISMOS DE REPARACIÓN DEL DAÑO. LOS JUECES FEDERALES CONOCERAN DE FORMA EXCLUSIVA SOBRE PROCEDIMIENTOS (ADICIONADO PUBLICADO Y ESTOS MECANISMOS. MEDIANTE DECRETO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION EL 29 DE JULIO DE 2008). LAS MECANISMOS LEYES PREVERÁN ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS. EN LA MATERIA PENAL REGULARAN APLICACIÓN, ASEGURARAN REPARACIÓN DEL SU LA DAÑO Y ESTABLECERAN LOS CASOS EN LOS QUE SE REQUERIRA SUPERVISIÓN JUDICIAL. LAS SENTENCIAS QUE PONGAN FIN A LOS PROCEDIMIENTOS ORALES DEBERAN SER EXPLICADAS EN AUDIENCIA PÚBLICA PREVIA CITACIÓN DE LAS PARTES. LAS LEYES FEDERALES Y LOCALES ESTABLECERAN LOS MEDIOS NECESARIOS GARANTICE LOS PARA LA QUE SE INDEPENDENCIA TRIBUNALES Y LA DE PLENA EJECUCIÓN DE SUS RESOLUCIONES. LA FEDERACIÓN, LOS ESTADOS Y EL DISTRITO FEDERAL GARANTIZARAN LA EXISTENCIA DE UN SERVICIO DE DEFENSORÍA PÚBLICA DE CALIDAD PARA LA POBLACION Y ASEGURARAN LAS CONDICIONES PARA UN SERVICIO PROFESIONAL DE CARRERA PARA LOS DEFENSORES. LAS PERCEPCIONES DE LOS DEFENSORES NO PODRÁN SER INFERIORES A LAS QUE CORRESPONDAN A LOS AGENTES DEL MINISTERIO PÚBLICO. NADIE PUEDE SER APRISIONADO POR DEUDAS DE CARACTER PURAMENTE CIVIL.”. Violación que se destaca al arrojar una carga económica extraordinaria en perjuicio de una de las partes en el juicio, dificultando su acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita; es decir, con la aplicación del referido artículo 286 no existe una distribución proporcional hacia las partes, para el debido desahogo de la prueba pericial, ya que sólo el oferente está obligado a auxiliar. efectuar el pago de los honorarios del perito Consonante con lo expuesto, cabe referir que el precepto legal en cuestión, ha sido interpretado por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada publicada en la Décima Época, Registro: 2000135, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro IV, Enero de 2012, Tomo 3, Materia(s): Constitucional,, Tesis: 1a. III/2012 (10a.), Página: 2920, que es de la voz siguiente: “…PRUEBA ARTÍCULO PERICIAL. 286 DEL CÓDIGO PROCEDIMIENTOS CIVILES ESTADO TABASCO, DE EL DE PARA EL QUE ESTABLECE QUE LOS HONORARIOS DEL PERITO NOMBRADO POR EL JUZGADOR DEBERÁN SER CUBIERTOS POR EL OFERENTE, TRANSGREDE EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Al establecer el mencionado precepto legal que los honorarios del perito nombrado auxiliarlo en la por el juez apreciación para de las circunstancias de los hechos, o de los hechos mismos, deben ser cubiertos única e íntegramente por el oferente de la prueba pericial, bajo la pena de que en caso de incumplimiento se le tendrá por desistido de dicha prueba, transgrede la garantía consagrada en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dificultando su ya acceso que arroja pleno a la administración de justicia expedita y gratuita; es decir, con la aplicación del referido artículo distribución 286 no existe una proporcional hacia las partes, para el debido desahogo de la prueba pericial, ya que sólo el oferente está obligado a efectuar el pago de los honorarios del perito auxiliar…”. En donde se determina que el referido artículo 286 del código procesal civil en vigor del Estado, transgrede la garantía consagrada en el artículo 17 Constitucional, y dificulta el acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita. Consonante con lo anterior, es de precisarse que en términos de lo dispuesto en el precepto 192 de la Ley de Amparo, sólo la jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia de la Nación pronunciada en Pleno o en Salas, es obligatoria para estas, tratándose de la que dicte en Pleno y, además, para los Tribunales Colegiados de Circuito y Unitarios y 37. TOCA CIVIL NUM: 941/2012-II. Judiciales del Orden Común de los Estados y del Distrito Federal; Laborales, Administrativos y de Trabajo, Locales y Federales, la tesis aislada antes invocada si bien no constituye jurisprudencia y, por ende, no es obligatoria su observancia por este o alguno de los órganos jurisdiccionales referidos, sí constituye un criterio vinculante por ser emitido por el máximo intérprete de la ley, en el que además se interpretó lo dispuesto por el artículo 286 del Código Procesal Civil para el Estado de Tabasco, referente al pago de honorarios profesionales de los peritos terceros en discordia. Por tanto, se precisa es una tesis vinculante para este órgano colegiado, el referido criterio de la citada Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Apoya lo anterior el criterio emitido por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, publicado en la página 470, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo II, diciembre de 1995, Materia (s): Común, Novena Época, que dice: “…TESIS DE LA SUPREMA CORTE QUE NO INTEGRAN JURISPRUDENCIA. ES CORRECTO APOYARSE EN LOS CRITERIOS SUSTENTADOS EN ELLAS…”. En este contexto y con el fin de contribuir con las disposiciones enunciadas con antelación, se determina que ha de inaplicarse el artículo 286 del código procesal civil en vigor en el Estado, en su parte medular aplicable al caso planteado en este asunto, por cuanto representa un obstáculo al acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita. Esto con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1, 14, 16 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En lugar de ello ha de aplicarse para resolver este tópico (el pago de honorarios profesionales del perito tercero en discordia), lo previsto en el artículo 17 Constitucional, la tesis aislada antes invocada, así como lo dispuesto en el artículo 4 del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado, en aras de salvaguardar la garantía de pleno acceso a la administración de justicia expedita y gratuita; e impedir en perjuicio de las partes una carga económica extraordinaria que le dificulte precisamente ese acceso a la administración de justicia, con total equilibrio de las cargas procesales. En consecuencia, es suficiente lo anterior para dejar insubsistente el fallo apelado, para efectos que la juzgadora prevea lo conducente, con relación al desahogo de la prueba pericial, específicamente, en lo que concierne al perito tercero en discordia, y reparta de manera equitativa entre ambas partes el pago de los honorarios profesionales de dicho perito, sin imponer esa carga económica solamente a la parte oferente, así como innecesario el estudio de los demás puntos de agravios. Aplicando sólo la parte última del artículo 286 del código procesal civil en vigor, en cuanto a que esa carga será independiente de lo que decida la sentencia definitiva sobre las costas procesales. Ha menester precisar que quedan intocadas todas las actuaciones judiciales habidas en el proceso, salvo lo relativo al perito tercero en discordia, así como lo establecido en esta resolución en el análisis de los puntos primero y quinto de agravios. Por lo expuesto, fundado, y con apoyo en lo dispuesto por el artículo 351 del Código de Procedimientos Civiles se: R E S U E L V E: en vigor; PRIMERO. Esta Segunda Sala Civil resultó competente para conocer y resolver el presente recurso de apelación. SEGUNDO. Resultaron infundados los puntos primero y quinto y fundado el segundo de los agravios e innecesario el estudio de las demás agravios vertidos por ………………….. ………………………………………………………………………….., parte demandada. TERCERO. Por los motivos expuestos en esta resolución, se deja INSUBSISTENTE la sentencia definitiva dictada el veinticinco de septiembre de dos mil doce, por la ……… …………………………………………………………………………… …………………………, en el JUICIO ESPECIAL HIPOTECARIO número ……………, promovido por el licenciado …………………. …………………….., en su carácter de apoderado general para pleitos y cobranzas de la institución de crédito denominada ……………………………………………………………………………, …………………………………………………………………, seguido actualmente por ………………………………………., cesionario de los derechos de crédito y litigiosos, en contra de ……………. ……………………………………………………………………………. ……………... CUARTO. En consecuencia, se insta a la juez de primer grado, para efectos que prevea lo conducente, con relación al desahogo de la prueba pericial, específicamente, en lo que concierne al perito tercero en discordia, y reparta de manera equitativa entre ambas partes el pago de los honorarios profesionales de dicho perito, sin imponer esa carga económica solamente a la parte oferente de la prueba en cuestión, conforme al artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Aplicando sólo el último párrafo del artículo 286 del código procesal civil en vigor, en cuanto a que esa carga será independiente de lo que decida la sentencia definitiva sobre las costas procesales. QUINTO. Quedan intocadas todas las actuaciones judiciales habidas en el proceso (salvo lo relativo al perito tercero en discordia), así como lo establecido en esta resolución en el análisis de los puntos primero y quinto de agravios. SEXTO. Notifíquese personalmente la presente resolución, conforme lo previene el artículo 133 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, y con copia autorizada de la misma devuélvanse los autos principales al juzgado de su procedencia y, en su oportunidad archívese el presente toca como asunto concluido. CUMPLASE: ASI LO RESOLVIERON Y FIRMAN POR UNANIMIDAD DE VOTOS LOS CIUDADANOS LICENCIADOS === MAGISTRADOS QUE INTEGRAN LA SEGUNDA SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO, SIENDO PRESIDENTE EL PRIMERO SEGUNDO DE LOS NOMBRADOS, Y PONENTE EL ANTE LA SECRETARIA DE ACUERDOS DE LA SALA === QUE AUTORIZA Y DA FE. ESTA RESOLUCION SE PUBLICO EN LA LISTA ACUERDOS DE FECHA: - - - - - - - - - - - - - - CONSTE - - - - - - CRITERIO DE Se trata de una sentencia relevante, en virtud que se actualizó el principio de convencionalidad, pues se consideró que con la aplicación del artículo 286 del código procesal civil en vigor, no existe una distribución proporcional hacia las partes, para el debido desahogo de la prueba pericial, ya que sólo el oferente de la misma está obligado a efectuar el pago de los honorarios del perito auxiliar. Máxime que el precepto legal en cuestión, ya ha sido interpretado por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada publicada en la Décima Época, Registro: 2000135, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro IV, Enero de 2012, Tomo 3, Materia(s): Constitucional,, Tesis: 1a. III/2012 (10a.), Página: 2920, que es de la voz siguiente: “…PRUEBA PERICIAL. EL ARTÍCULO 286 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL ESTADO DE TABASCO, QUE ESTABLECE QUE LOS HONORARIOS DEL PERITO NOMBRADO POR EL JUZGADOR DEBERÁN SER CUBIERTOS POR EL OFERENTE, TRANSGREDE EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Al establecer el mencionado precepto legal que los honorarios del perito nombrado por el juez para auxiliarlo en la apreciación de las circunstancias de los hechos, o de los hechos mismos, deben ser cubiertos única e íntegramente por el oferente de la prueba pericial, bajo la pena de que en caso de incumplimiento se le tendrá por desistido de dicha prueba, transgrede la garantía consagrada en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que arroja dificultando su acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita; es decir, con la aplicación del referido artículo 286 no existe una distribución proporcional hacia las partes, para el debido desahogo de la prueba pericial, ya que sólo el oferente está obligado a efectuar el pago de los honorarios del perito auxiliar…” Determina que el referido artículo 286 del código procesal civil en vigor, transgrede la garantía consagrada en el artículo 17 Constitucional, y dificulta el acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita. Por tanto, con base al principio de convencionalidad, se dejó de aplicar el artículo 286 en mención, en su parte medular, por cuanto representa un obstáculo al acceso pleno a la administración de justicia expedita y gratuita y en lugar de ese numeral se aplicó para resolver este tópico (el pago de honorarios profesionales del perito tercero en discordia), lo previsto en el artículo 17 Constitucional, la tesis aislada antes invocada, así como lo dispuesto en el artículo 4 del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado, en aras de salvaguardar la garantía de pleno acceso a la administración de justicia expedita y gratuita; e impedir en perjuicio de las partes una carga económica extraordinaria que le dificulte precisamente ese acceso a la administración de justicia, con total equilibrio de las cargas procesales.