Renta y Blackstone pujarán por la antigua sede de

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Jueves 3 octubre 2013 Expansión
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CATALUNYA
Renta y Blackstone pujarán por
la antigua sede de Telefónica
La firma inmobiliaria y el fondo de inversión competirán para quedarse con el edificio
Estel de Barcelona, propiedad de Caryle. El precio de salida asciende a 57 millones de euros.
EN LIQUIDACIÓN/
aparcamiento subterráneo.
Pero la crisis inmobiliaria paralizó el proyecto, y el edificio
está vacío desde 2011.
Cristina Fontgivell. Barcelona
La pugna por comprar la antigua sede de Telefónica en
Barcelona la protagonizarán
dos únicos interesados. La administración concursal de
Cerep Investment B, capitaneada por Agustí Bou, socio
de Jausas, solo ha recibido
dos manifestaciones de interés, con el correspondiente
depósito de 30.000 euros que
da acceso a la negociación exclusiva por el inmueble. Se
trata de Spanish Residential
Reit, que representa a la sociedad de capital riesgo
Blackstone, y Renta Corporación Core Business, una de las
empresas del grupo presidido
por Luis Hernández de Cabanyes, que se encuentra en
concurso de acreedores.
El plazo para presentar las
manifestaciones de interés finalizó el martes, y ahora ambos interesados tienen un plazo de 15 días para depositar
sus ofertas vinculantes en el
Juzgado Mercantil número 2
de Barcelona, que dirige Alberto Mata.
El precio de salida del inmueble, ubicado en la Avinguda de Roma de la capital catalana, tiene un precio de salida de 57 millones de euros. La
filial inmobiliaria de Carlyle
El edificio, ubicado en la Avinguda de Roma de Barcelona, está abandonado desde 2011. / Elena Ramón
pagó por él 229 millones de
euros en junio de 2007.
Si una de las dos ofertas supera en un 20% el precio de la
otra, la adjudicación será inmediata a la puja más alta, según fuentes judiciales. En
cambio, si la diferencia entre
las dos es inferior a este porcentaje se pondrá en marcha
una segunda ronda para mejorar la oferta inicial.
Acreedores
En abril, el grupo de capital
riesgo Carlyle llevó Cerep Investment B –la sociedad pro-
PLAZOS
Tras presentar las
manifestaciones de
interés, Renta y
Blackstone tienen
15 días para remitir
sus ofertas vinculantes al juzgado. Las
plicas se abrirán a
mediados de mes y,
en función del precio,
puede haber una
segunda ronda.
pietaria del edificio– a concurso de acreedores con unas
deudas de 173 millones de euros. La mitad de esta cifra corresponde a préstamos concedidos en su día por Bankia y
CatalunyaCaixa y que hoy están en manos de Sareb. Otros
acreedores son BBVA y Banco Popular.
Carlyle tenía diseñado un
ambicioso proyecto inmobiliario para el edificio, que incluía la construcción de 350
viviendas de lujo, un espacio
de 4.0000 metros cuadrados
para usos comerciales y un
Saqueos
Al carecer de servicios de seguridad, en los últimos meses
ha sufrido el saqueo de varios
grupos de ladrones de cobre.
Los Mossos d’Esquadra han
realizado 82 detenciones desde junio por robos en este edificio, y el Ayuntamiento de
Barcelona ha tenido que intervenir tapiando los accesos.
Blackstone es el fondo de
inversión más grande del
mundo, y gestiona 64.000 millones de dólares en inmuebles. Recientemente, se ha hecho con 18 promociones de
vivienda de protección oficial
que sacó a la venta el Ayuntamiento de Madrid.
Tras dos refinanciaciones
en los últimos años, Renta
Corporación presentó concurso voluntario de acreedores en marzo con un endeudamiento de 185 millones de
euros, de los que 23 millones
son deudas con la Hacienda
Pública y 50 millones con Sareb. Según las fuentes consultadas, los fondos para comprar el edificio Estel “los aportará un inversor”.
Una lista de
proyectos
desafortunados
Carlyle Real Estate, la división
inmobiliaria del grupo de
capital riesgo, empezó a
invertir en el sector en plena
burbuja inmobiliaria, y no ha
tenido suerte con la mayoría
de los proyectos que ha
llevado a cabo. El grupo ha
tenido que ceder a BBVA dos
solares de 15.500 metros
cuadrados en el Fòrum de
Barcelona y también
presentó concurso el año
pasado para la sociedad
propietaria de un edificio en
la Gran Vía madrileña.
Cuando compró la antigua
sede de Telefónica en 2007,
lo hizo imponiéndose en una
subasta que llevó a cabo la
consultora Aguirre Newman
y en la que pujaba con una
docena de promotores
inmobiliarios. Pese a que
el mercado de oficinas
y de venta de viviendas
parece vivir una tímida
recuperación, el sector sigue
atravesando momentos
complicados y, a pesar de
que Habitat logró superar
el concurso de acreedores
en su día, otras compañías
del sector han acabado
entrando en los juzgados.
Dos de los casos más
recientes son los de Amrey,
el grupo promotor de Enric
Reyna, y Fergo Aisa, que
suspendió pagos a principios
de julio con unas deudas de
alrededor de 200 millones
de euros.
Sherpa prepara la toma de control de la
textil Dogi, que seguirá cotizando en bolsa
J. Orihuel/M. Menchén.
Barcelona
Sherpa, la sociedad de capital
riesgo que quiere quedarse
con el fabricante de material
óptico Indo, se ha propuesto
salvar también la textil Dogi,
aunque con una fórmula diferente.
Mientras Indo se liquidará
y, con la supervisión del juez
mercantil, su unidad productiva se traspasará –Sherpa es,
por ahora, el único aspirante–, en Dogi la firma inversora especializada en reestructuraciones planea realizar
una inyección de capital para
tomar el control de la compañía.
Indo y Dogi tienen en común que superaron en su día
el concurso de acreedores,
que estaban necesitadas de
nuevos recursos financieros y
que cotizan en bolsa, aunque
la negociación de sus acciones está suspendida.
El acuerdo alcanzado por
Dogi y Sherpa Capital fue comunicado ayer a la CNMV
por la empresa catalana de tejidos elásticos para ropa interior y baño, que ya había advertido de que necesitaba con
urgencia un socio inversor.
Inyección de capital
Sherpa, firma liderada por
Eduardo Navarro, inyectará
alrededor de 4,5 millones de
euros en Dogi. Esta cifra se
acerca mucho a los 4,6 millo-
La Generalitat,
a través de Avançsa,
apoya la operación
con un préstamo
participativo
nes de la ampliación de capital aprobada en la junta de
acionistas de junio para restablecer el equilibrio patrimonial, de la textil, que ha visto
cómo las sucesivas pérdidas
han deteriorado su balance.
La empresa de El Masnou
(Maresme) finalizó el primer
semestre del ejercicio con
unos números rojos de 3,33
milones de euros y una facturación de 20,47 millones de
euros.
La firma inversora, con sede en Madrid, tiene vocación
de control en las compañías
en las que invierte, y Dogi no
será una excepción. Pero en
sus planes no entra el lanzamiento de una opa y de ahí
que la operación sea objeto de
negociaciones con la CNMV.
La familia Domènech, fundadora de la textil, es actual-
mente el primer accionista de
Dogi, con poco más del 29%
del capital.
Sherpa pretende que Dogi
continúe en bolsa y confía en
que, una vez cerrada la operación, se levante la suspensión
de la cotización.
La entrada de Sherpa está
sujeta a la concesión de un
préstamo participativo por
parte de Avançsa, el hólding
industrial de la Generalitat.
Fuentes del Govern confirmaron ayer que la empresa
pública apoyará la operación,
aunque evitaron concretar el
importe del crédito. En situaciones similares, la antigua
Eplicsa ha realizado aportaciones a empresas catalanas
en crisis por dos millones de
euros.
El desembarco del nuevo
socio inversor está condicio-
Eduardo Navarro, socio fundador de Sherpa Capital.
nado asímismo a la consecución de acuerdos con los
acreedores de Dogi y con la
plantilla, que podría sufrir
nuevos ajustes. La textil, con
plantas en España y Estados
Unidos, emplea ahora a unos
350 trabajadores.
Sherpa Capital, que está
asesorada por Deloitte, pretende dar solidez financiera a
Dogi, apostar por actividades
ligadas a la innovación e impulsar la cifra de negocio de la
compañía mediante el fortalecimiento de las actuales líneas
de negocio y el desarrollo de
nuevos productos.
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