mmmmw.ffM m^^irwj^'--e>* nA MAPfron V ^ '% "^ f, -^ * * •^.y i LA CORRESPONDENCIA DE ESPA AÍ^O LXV.-NÚM. 20.684. Madrid.—Martes 29 de Septiembre de 1914. LOS R U S O S EN Ediciones Mañana, Tarde y Noche. HUNGRÍA ALEI ES R O m EL CimO ALIADO Se acerca el final de la gran batalla MUKDEN-LAON ^ ñ^ d e li g r a n batalla aKKkM'aa ha sido Miikáen- EJ aiimero enorroe de k » efectivos, \m potencia del armamento, la extensión exte»r<^£iarÍ4 de los frentes, ha t r a r a forma do las. condiciones de la guerra. Eriire Mukden j Laon no hay diferencias cualitativas, sino o u ^ t i t a t i v a s solam.'ente. En la Mandchuria petearon 400.000 japoneses y 400.000 ruso*. En Francia combaten, por lo menos, dos mi}k>qes y medio de hombres. * La batalla de Mukden comenzó el 19 de f€Í»reix> dé 1905. KJ 10 de marzo, Oku entró en'Isi ciudad que Kuropatkin defendía con tan brava constancia. A los quince días de lucha, Kuroki telegrafiaba á Tokio para explicar la lentitud de las operaciones, lentitud <pie desesperaba al pueblo japonés: «Lc&s rusos" han recurrido á todos los medios de defensa en uso en las guerras modernas. Sus operaciones parecen operaciones de sitio mej o r ' q u e de campaña.» Joff re, nueve años m á s tarde, ha dicho lo mismo al Gobierno franr cés'. DesCTibamos brevemente la batalla de Mukdeil: Kuropatkin dis¡>pnía de tres ejércitos. PuSo eri su ala izquierda el de Linievitch, qué contaba con numerosa caballería cosaca, al mando de Rennenkampf, el genera! que manda hoy las fuerzas mosco\-itas de Prusia. En'd centro, el de Bilderling, apoyado en la célebre colina Poutiloff, fortaleza natural erir a d a de cañones. En la derecha, el de Kaulb a r s . Y concentró en las orillas del rio HounHo" reservas que equivalían á un cuarto ejérÉl jfeneraHsimo japonés Oyama dividió sus 400.000 hombres en cuatro prandes columnas. la. primera, de Kuroki, atacó á Linievitch. t.iW'Tiiif^iCP*'^! ^ rá??-^^"'» "''«n*^ ctfntr» «fl cer'tro-ruso dé BiW*1Vn(r. I.a tcrotrn. r]f Ok\i, asaltó la derecha en^emiga, de Kauibafs. La cuarta, d« N o g l , fef«f*t*** "•^ movimiento envolvente sobre fiffukden: El 5 de marzoi no obstante los cañpnes de 28 tjue los japoneses empleaban, la h'nea ruja se sostenía impertérrita. Cerca de 100.000 hpftibres habían caído ya y la batalla no se d'etídla. Los'soldados de ambos ejérciWs. peleaban y abrían trincheras. Se cbrtvertían en tope^ y hx^o saliaíi de sus agfujeros para extermiftár^e. . ' H u b o ocasiones en que si los rusos hubieran iniciado yna ofensiva enérgfica, los japoneses habría» perdido la acción eje de toda la catfipaña. P e » oontentos de rechazar, uno t r a i o t í o , tod^s los asal os, seguían en sus trincheras, esperando^ que el adversario concluiría por cansarse y se replegaría extenuado al Sur. ' : t o s contraataques rusos fueron, siempre dtóifes. Sók> si «e trataba de reoóbr&r alguna posición se manifestaba, pcír parte del mahdó, la resolución dte a v a n z a r á costa de pérdidas considerables. Los soldados de Ni«jotós U , segtin la frase de Niox, parecían como clavados en el suelo. Por e s o p e r d i e •rorí la bataHa después de haberla casi g a nado. . . Oyama recurrió á la maniobra viendo que id ataqtie directo sólo servia para sacrificar l o s ' h o m b r e s á miles. Nodzu encarnizóse cont r a ' l a colina Poutiloff, «Aligando á KuropatWn" i enviar, en socorro de Bilderling, trop a s de reserva. Mientras, Nogi, con sus veteranos, seguía caminando, remontándose h a d a d Norte, para caer sobre Mukden, y ¿ ¿ de m a r í o llegó á 18 kikSfnetros de esta ciudad. Kuropatkin temió que le envolvieran, y coníienzó á retirarse. Kaulbars fué amenazad o ' p o r la espalda. Y los rasos, sin dejar de batirse, pasaron eJ H o u n - H o . El 10, por la niaftana, Oku entraba en Mukden, gracias también á que una brusca helada hizo posible'el paso d ^ tiíh Sólo e n . T i e - t i n g j desfwiés de una retiradií de ddce leguas, se: reeobraTOn los rusos'. La Mándchurii e s t á t e perdida. Los alemanes están hoy en la miisma situación que los rusos'; pero no pueden ser en\;ueltos porque prolongan su línea hasta la f r e i t e r a de su país. Además, no se limitan á Ja defensa pasiva. Atacan siempre que pued e n , comprendiendo que un ejército que no sale de sifs trincheras, más pronto ó más tarde tiene que abandonarlas. Resisten en su derecl.a. entre el Somme, d p i s e y el .4rgonne, y atacan desde esta región á Nancy. Resj^nden á un movimiento of«ñs¡\x> con o t r o d e tnay<w violencia. Ademá^, procura aplastar la cuña q u e trata de itKnistarse en su centro, y de ahí las furiosas embestidas de la Guardia Prusiana por el lado de Souain. El Oyama de ahora es Joffre. Como él, eombiqa el ataque á fondo con la maniobra de «las. Como él, prolonga su izquierda hacia el Norte. Como él, confía en su derecha p a r a • p ser envuelto. P^ro la« circynstawáíis no »on idénticas. I Oyama tenia enfrente un enemigo que no i .salía de sus. iX)stciones. Joffre pelea con un I adversarlo que hii hecho de la ofensiva continuada una ciencia con base metafísica. No es lo mismo maiMobrar t>in riesgo contra líneas de tropas inmóviles, que avanzar tfeniendo la sorprc-^a de un contraataque efectuado por fuerzas magníficas, dotadas de toda d a s e de medios de destruccióp. El Kuroki de esta batalla es Castelnau. : Mostraráse á la aliura de su misión ? Esos avances aJemanes por el Meuse deben hacer que Joffre medite. Si al mismo tiempo que triunfase por su izquierda, llegaban los germanos á BarJc-DuG, se vería obligado á una '"Irada difícil y al abandono de todas las ventajas conseguidas á costa de tanta san# Lo» rusos han puesto el pie en H u n g r í a . Si .el movimiento no se reduce á una simple demostración, los serbios no dejarán de aprovecjiarse de ocasión tan propicia, y repetirán el golpe de mano que dieron sobre Semlin, acumulando más tropas en las orillas del Save y d d Danubio. Actualmente los serbios tienen, concentrados la mayoría dé sus efectivos en la Bosnia. Quieren apoderarse de ella y lograr la realización de un objetivo caro á sus deseos de expansión nacional. La Bosnia es tradiciotialniente serbia. Anhelan convertirla, de dominio de los Hapsburgos, en provincia d d Rey Pedro. Nadie habrá de considerarles ambiciosos/^n demasía, ¡xirqiie la anexión á su Imperio «^e los bosni'acos y herzegovinos, hecha por Austria, fué enérgicamente censurada por todas las plumas imparciales del mundo. Pelease dentro de Prusia y en territorio moscovita. Los últimos despachos de San Petersburgo nos hablan de tentativas alemanas para pasar el Memel. El Meni«l es el Niemen, que cambia (1^ nombre cuando pepeti;a,eil/^rritorio ¡jrusiíino. Rennenkampi és invasor en una de sus lalas é invadido en otra, porque' los germanos están en Suwalkí v bombardean Osowiec, fortaleza á orillas del río Bobr. Dicen los rusos que han vuelto á ocupar Soldau y los alemanes lo niegan. Después de todo, no tendría nada de extraño ni significaría g r a n cosa que. después de la pequeña victoria de Mlawa, los moscovitas hubieran • hecho irrupción por aquel lado de la frontera. Alemania s i ^ e con gran atención lo que sucede en la Gali^zia, y según informes de Jhe Times, acumula en Breslau muchos Cuerpos de ejercito. Y es que sabe que Prusia es te?<tro Sf^undario y teme ser acometida por S'le*ia. Mientras'Retinenkampf é Hinsdenburg se baten entre el Niemen, el Bobr y el Narew, procurando neutralizarse, enormes ejércitos rusos, alemanes y austríacos se destrozan en la región que es camino para Berlín y Viena. Lo que suceda en ella será lo decisivo. No deben olvidarlo los comentaristas hispanos de la guerra actual. U ACCIÓN TERRESTRE l a s fuerzas alemanas del Este Nottciss dls «The Times». . L O N D R E S , 38. The TiVnej publica un despacho de Petrogrado enviado por su corre.íiponSal. Este dice que, según las noticias del Estado "Mayor ruso, los alemanes tienen en la Prusia Oriental ocho Cuerpos de ejército, tres de ellos de reservistas. En la Posnania, y á 1« largo de la línea del Vístula, han reunido seis Cuerpos m á s ; y én la Silesia prusiana, cubriendo Breslau, cuentan con otros ocho. De los 42 Cuerpos de ejército con que cuenta Alemania, mitad de primera línea y mitad de reservistas, 22 están en el' Este, frente á los rusos, 18 en el Oeste, frente á los franceses, ingleses y belgas, y dos en las guarniciones de las ciudades marítimas. Ante un Consejo de guerra Lo que dice M a r t e s . B . \ S I L E A , 37. En la Prensa alemana llea¿^ aquí ayer se dice que el generalísimo I»rtos, que fué hecho prisionero por los alemanes en la región de los lagos de Prusia, ha comparecido ante un Consejo de g u i a r a . Los alemanes le acusan de haber permitido q u e sus tropas realizarán aetos de pillaje en la Prusia oriétital. M a r t e s dice que el 15.° Cuerpo de ejército, que mandaba, no ha cometido ninguno d e '05 actos que se le imputan. Sin embargo, cféese será condenado á muerte. f Lo que dice un critico militar U a a explicación. B A S I L E A , 37. En el último número d e la «¡Berliner Nachmittags Zeitung» llegado aquí, se publica un artículo tíe un critico militar. En él se analizan las causas que obligaron á los alemanes á retirarstí de la linea del Marne. Dicese en él qui;: el alu derecha, que manda ven Kluck, avanzó demasiado, llegando hasta Propina. .-\proVcchando la ocasión, salieron tropas de París, que atacaron por el río Ourcq. Este ataque fué rechazado; pero el aviso de que llegaban numerosos refuerzos obligó á von Kluck á replegarse sobre la línea del Aisne. Gracias á ello no quedó cortada la línea de comunicación del ejército alemán. .\ñade d crítico que ios alemanes que operan en Francia reciben constantes refuerzos, y que sus ataques serán cada día más violentos. General que se suicida Porqoe no psede vencer. BASILEA, 37. Según noticias recibidas de Mulhouse, d geíieral Koch, que mandaba las tropas a l e m a n a s ' q u e operan en los Vosgos, se ha suicidadoHabía fracasado en sus ataques contra los franceses qtie ocupan dicha región montañosa, y recibió del Estado Mayor alemar! un telegrama de censura. Contestó con otK) d<»%r>acho que no tenía tropas suficientes y que pedia viniese otro general para examinar la situación. Como n o le contestaron, se desesperó y se pegó un tiro. La vida en París Guardias republicanos á fa g u e r r a . P A R Í S , 28. Trescientos guardias r ^ u b l i canos de los que prestaban servicio en París, todos ellos antiguos suboficiales, han ingresado á peíición propia en d ejército activo y que d ministro de las Colonias ha dtKlaradü I inforuícs que de otro iriodo no habrían He» que la sLiCíe de las posesiones alemanas de 1, g a d o a su conocimiento. Ult. amar se dfcidirá en l'^uropa y no en ellas, j Resulta ahuta que ese oficial e* un inge>« Señaló larabiévt que lo lucha de la flot-a .ale- • niem que estuvo ?.l frente de una fábrica da* íiisaa. COíUfa Ja . ingle»» e» , peligrosa para j Dijon hasta pocos días antes de ln declar:!» ción de guerra. aquélla, añadiendo textualmente: «Con nuestros enemigos d d continente com- \ batimos sólo por el honor de la victoria; pero | contra Inglaterra combatimos por el botín, | Informes retrospectivos. que ha de ser proporcionado á nuestros enor- j P A R Í S , 28. La edición francesa d d i>«*¿y mes sacrificios. Maü ha recibido Interesantes informes ref<s* Si, como es de esperar, vencemos, Ingiate- reates á la ocupación de Amiens por los alerra será á la que hagamos pagar nuestros manes. gasios.il La parte sustancia] del r d a í o luibla del procedimiento seguido por ¡os aíernñ::'':;s para re» ducir á prisión á 2.000 ciudadanos de la p o Una reclamación. blación referida. P A R Í S , 28. Seiscifritos obreros de !as !áEl día 10 de septiembre i! CKíntandante bricas de tabacos han dirigido una instancia alemán en Amiens pidió al alcalde de esta al ministro de Comercio, M. Thomson, pi- ciudad que dictase la orden de movilizacióa diéndole que sea mejorado el servicio postal, á todos los hombres que pudieran empuñar pues desde hace algún tiempo no r e d b e a nin- las armas. guna carta. Negóse rotundL:mtnte ti alcaide,á publkai» la orden. Entonces el comandante aiemáu le hizo saber que en las alturas que dotninan Amiens E n Nancy. " B U R D E O S , 28. EJ sábado s e dio sepul- estaban los cafiones, que podían bombardear tirfa en Nancy al cadáver de .Indrcs Doumer- é incendiar la plaza caso de que se realizase gue, muerto en k»s alrededores de aquella algún .ícto de hostilidad contra su ejército á hubiese negatixa á acatar las órdenes por éí plaza. dadas. A la ceremonia concurrió nu.mcroso público. Kl alcalde entonces, convencido de que si Presidió el duelo el prefectoMme. Mirmant, que asistía también al acto, se obstinaba en su negativa exponía á la ciupronunció un sentido discurso ante la tumba d.id al bombardeo anunciad», cedió, é hizo fij.'tr en ¡os lugares de costumbre los avisos de Andrés Doumergue. en que se ordenaba la concostiación de los reservistas. Estos acudieron á inscribirse, f J a s fuerzas Un permiso. alemanas, que habían sido dispunmtas previaI^ONDRES, 28. Sabido es que en el ejér- mente en los lugares fijados par» i^x presentacito británico figuran muchos israelitas. ción, iban reduciendo á prisión á kte reservis• Las autoridades militares inglesas, con ob- t a s á medida que se p r e s e n t a b a s . jeto de que puedan celebrar la fiesta de la ExEl número de los que fueron á inscribirse Los alemanes en Amiens El servicio de correos Entierro de Andrés Doumergue Los judíos del efército inglés .Servirán como síihciflcialfs hasta el final de y que consiste e í f actos W p f e i u t € » c t e , l a n dispuesto que e s t Í ' d í a los onciale.'s y soldala campaña. , dos ingleses que profesan la religión judaica Embargos. Se habia dicho que varias Casas alemanas estén dispensados del servicio. Créese que lo mismo harán las autoridades establecidas en París habían obtenido embaía militares decFrattCia, donde también hay mug >s que garantizaban stis inteféses. Abierta unainfurmación, se ii|i comprolsado cho;? judíos en d ejército. que hasta ahora sólo há habido un embargo de ésta clase,'pedido por un abogado francés. Habla el ministro de Hacienda inglés. P A R Í S , 28. «Le Fígaro» dice que d ministro de Hacienda inglés ha declarado que Nuevos detalles. P A R Í S , 28. El aviador alemán que, mon- al pedir á la Banca inglesa qu% hicic^e un tando un a p a r a t o Taube, voló ayer sobre Pa- préstamo dte 250 mill<mes para que Bélgica ofrecido» rís arrojando bombas, tenía, al parecer, la in- pudiera, comprar a r m a s , fueron tención de destruir la estación radiotelegrá- mil millones sift interés, tan pronto como d Gabinete dé Londres hizo la d e m a s í a fica de la torre Eiffel. No pudo conseguir su objeto, porque desde dicha torre se le hizo fuego con cañones Reyertas y heridos. rcvólvers. P E T R O G R A D O , 28. Los prisioneros aleSe presentó sobre París á eso de las doce, y cuando llegó á estar encima del Trocadero manes y austríacos que se encuentran en dejó caer u n a bomba que, como ya os hemos Moscou han tenido que ser separados, pues comunicado, mató á uní anciano y á una 'mu- continuamente sostenían riñas, resultando chacha, que paseaban por los j a r d í n ^ . casi,siempre heridos en uno ú otro bando. Dicha bomba cayó cerc^ del hotel que pos e e p o r allí el Príncipe de Monaco. Después, d "aviador Voló sobre la avenida La proclamación. de Julio Janin y lanzó otra bomba, que desP A R Í S , z8. Desde Durazzo telegrafían á trozó dos chimeneas de una casa, donde ha«Le Matin» que d Senado albanés ha probía- vivido hasta hace poco un barón ausclamado Príncipe de Albania á Burhan Edtríaco. din, hijo de Abdul Hamid. La bomba llevaba atada una gran bandera alemana, que se quemó. El aviador siguió su vuelo hacia d centro de Razón d d nombramiento. París y arrojó una tercera b<Mnba sobre la V A R S O V I A , 28. En la Polonia rusa, un calle D e s b o n d e s ; una cuarta sobre la calle V Í M U ^ , y una quinta sobre la calle Marig- prelado polaco ha sido nombrado arzobispo nan. •'..',, ,; 1 , de Guessen Posen. El nombramiento tiene por objeto atraerL a s bombas tenían la forma de marmitas pequeñas coíj tres patas; y abrazaderas. se á los polacos i la causa.alemana. A úiía dé estas abrazaderas, encontrada en la calle, después^ d e la explosión, habla peg a d o un p a p d , donde en alemán se decía lo La Coinandanciá militar de Dijón. siguiente: . D I J O N , 28. Hace unos quince días llegó —¡Atención! N c c o g e r l a s i i i o por las asas. á esta pjaza, con la ambulancia que trajo uña exfiedición dé heridos alemanes prisioneros, un ofiéial del Estado Mayor germánico. Genwal desgraciado. Los primeros días que estuvo aquí dio á B E R N A , 27. E n cartas llegadas de Ale- entender que n o comprendía la lengua franmania se dipe que el general alemán Elsa, co- cesa. mandante del 12.° Cuerpo, ha sido herido en á e le veía ccMistantemente escribir notas en uno de los últimos combates. alemán. Sus tres hijos han muerto ya en la guerra. Una distinguida dama que ejerce fundoLucha de biplanos. nes de enfermera y que habla d alemán coA M B E R E S , 28. No es cierto que encima rrectísimamente, hasta el punto de que d ofide Bruselas haya luchado un zeppelin alemán cial d d Estado Mayor la tomó por alemana, con un biplano belga. llegó al cabo de unos días á intimar OE^^» L o único q u e ha habido es un encuentro a é El oficial alemán, metido en el terreno de reo entre un biplano belga y un biplano ale- las confidencias, confesó á la enfermera alum á n , resultando los. dos con averias. dida que d Emperador Guillermo le extendió No ha nfuerto Reuter. con su imperial firma d nombramiento de B A S I L E . \ , 27. No es cierto que haya gobernador militar de Dijón. muerto el célebre coronel von Reüter, que se Manifestó también que en d programa d d hizo célebre cuando los sucesos de Saverne. ejército alemán entraba el propósito de ocuU n a bomba reventó debajo de su cabalk), par esta plaza d día 7 de septiesnbre. detrozando á é s t e ; pero el coronel salió ileso. Posteriormente se ha averiguado que el referido oficial de E s t a d o Mayor alemán habla d francés perfectamente, aunque fingió, como Contra I n ^ t e r f a . y a se h a dicho, desconocer 1 éste idioma, ó Í R O H A , 38;* Despacíios de Bet;Hn dicen para q u e n o le intportunaísen ó para adquirir £1 empréstito p r a Bélgica Bombas sobre Paris Prisioneros alemanes y austríacos Nuevo Príncipe de Albania Un arzobispo polaco Nombramiento frustrado Varias noticias Lo que dice un ministro alemán i ' • • , • ' • • : ^«•.^«fe dé^'éWI'*?-les d e j o > n libertad.-"--^' Todos tó demás, en calidad d e prisiones ros de guerra, fueron sacados de Amiens. '"" Los reservistas de Viena Declaración del alcalde. ROMA, 28. .Según informes procedentes de Viena, el burgomaestre le aquella ca.p¡. taJ ha hecho oficialmente la declaración de gile la ciudad tendrá que atender al sostenimiento,de los 86.000 reservista* llamados últimamente, así como también al de las fami* lias de los mismos. E s t o supone un g a s t o diario de 300.000 francos. . Igualiheiite habrá de contribuir la ciudail al sostenimiento de los 100.000 hcwnbres q u e , á consecuencia de las circunstancias . a c t u ^ e a , báfi q u ^ a d o sin trabajo. . Por último, hay en Viena numerosos refugiados, faJtos de todo recurso, á quienes aaifnismO hay que socorrer. Conducta de los alemanes en Reims Relato de un viajero. P A R Í S , 28. Un viajero llegado 4t E e i ^ s » adonde sé hallaba accidentalmente cuando,^0» alemanes bombandearon la plaza, h a h e c h o d ' siguiente r e l a t o : «Declarada Reíms ciudad abierta, el ejérd t o francés la abandonó. ; £1 día 3 de septiembre k » alemanes se p r e sentaron ante la plaza. Enviaron parlamentarios para proponer ií las autoridades las condiciones de la ocupación. Fueron recibidos los parlamentarias en e | Ayuntamiento. L a s negociaciones duraron toda la noche. De momento, exigían los alemanes una, fuerte contribución de guerra. En plazo breve habia de ser entregada la suma de un millóa d e francos en oro... La ciudad aseguraría d alojamiento de las tropas alemanas. Facilitaría, además, á los ocupantes cieo mil kilos de pan en el plazo de veinticuatro horas y una importante cantidad de tabaco. Las más importantes personalidades de la ciudad se constituían en rehenes para g a r a n tizar el exacto cumplimiento de las c o n d i d o nes estipuladas. Tales proposiciooés dieron lugar á debate larguísimo. . Al día siguiente, por la m a ñ a n a , antes d e las nueve, cuando la población creia q u e de un momento á otfo iba á presenciar el desñle de las tropas alemanas dispuestas {>ara la ocupación, experimentó todo el mundo la desagradable sorpresa de ver que el bombardeo comenzaba. . En un momento cayeriMi sobre la ciudad, como Ihivia de fuego, 60 proyectiles de o b ú s . Otíhenta personas^ resuharon heridas. Cinco d e los proyectiles fueron á caer e n los alrededores de la catedral, rcm^ieron s u s artísticas cristalerías y estropesíon alguna» e s c u l t u r a s ; pero sin que d conjunto d d mornumento sufriese graivdes dafios^ .^-, A todo esto, k » parlamentarios aJenuM^és ^ continuabaii su gestión en el Ayuntamieiito, y como les preguntaran á qué «bedecia i|ti