C UA D E R N O S D E F O R M A C I Ó N Y D E B AT E Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujer y Género Directorio Patricio Zambrano Restrepo Presidente Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano Byron Corral Vicepresidente Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano Ana Mosser Vicepresidenta Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano Créditos Fabián Solano CUADERNOS DE FORMACIÓN Y DEBATE Vicepresidente Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano Derecho de Autor No. 048248 Susana Delgado Edición: Florence Baillon Vicepresidenta Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano Jairo Abad Revisión de Estilo: Diego Esparza Aguirre Vicepresidente Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano Diseño Gráfico: Jherson Villacreses Carla Echeverría Coordinación: Marion Pilastre Vicepresidenta Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano Ronald Verdesoto Secretario Ejecutivo del Partido Socialista Ecuatoriano Primera Edición 7 de abril 2016 1.000 ejemplares Impresión Imprenta Davidson, Quito - Ecuador El Partido Socialista Ecuatoriano no se hace responsable de las opiniones vertidas por las y los autores en las publicaciones. 4 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Índice Editorial, Patricio Zambrano Restrepo. “Construcción social del modelo Mujer”, María Pessina. 8 12 “Logros y desafíos de una reforma universitaria que articula equidad y calidad”, Érika Sylva Charvet. 24 “La violencia en contra de las mujeres: una cuestión de apreciación”, Florence Baillon. 34 “Los instrumentos internacionales sobre derechos de las mujeres y su incidencia en la política ecuatoriana”, Diego Vintimilla. 46 “La sororidad como práctica de la libertad”, Carol Delgado. 66 “Capitalismo, plusvalía y explotación de las mujeres”, Jéssica Ochoa. 74 “Derechos sexuales y derechos reproductivos: de esto no se habla”, Marion Pilastre. 82 “La mujer: sus luchas, logros y reivindicaciones”, Liliana Chapuel. 96 “La presencia de las mujeres en la evolución de la sociedad”, Soledad Solano. 104 “Despatriarcalización de la sociedad y del Estado”, Silvia Salgado. 114 “Mujeres socialistas y avances feministas en el Ecuador”, Susana Delgado. 122 “Por qué ser feminista”,Mayra Alejandra Quishpi. 132 “Entrevista a Dolores Quinche”, Tamia Vercoutère. 136 “La mujer en la historia hasta Guadalupe Larriva”, Jacqueline Venegas 146 5 6 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género DEDICATORIA A Laura Almeida y Guadalupe Larriva, Presidentas de nuestro Glorioso Partido porque nos inspiran cada día en el sendero de la construcción de una sociedad justa y equitativa, de una sociedad Socialista. 7 EDITORIAL Patricio Zambrano Restrepo* * Patricio Zambrano Restrepo es el Presidente Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano. Es licenciado en Sociología de la Universidad de Paris VIII, Magister en Relaciones Internacionales de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador, Diplomado en Políticas Públicas e Integración del Instituto de Altos Estudios para la Integración y el Desarrollo de Bogotá, Colombia. Ha sido Parlamentario Andino y actualmente se desempeña como Presidente del Consejo de Regulación y desarrollo de la información y comunicación (CORDICOM). 8 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género «El socialista que no es feminista carece de amplitud. Quien es feminista y no es socialista carece de estrategia.» Louise Kneeland, socialista estadounidense (1914) Para el Partido Socialista Ecuatoriano es grato presentar este gran esfuerzo de muchas compañeras y compañeros que nos permite tener elementos para el análisis y la discusión política de la militancia en torno al tema de género, derechos de las mujeres, lucha contra el patriarcado y feminismo. La lucha de las mujeres por el reconocimiento de sus derechos y su visibilización tanto dentro de las sociedades como dentro de los partidos revolucionarios continúa siendo en pleno 2016 necesaria y motivo de amplios y acalorados debates. Es por ello que quisimos hacer esta compilación de artículos de grandes compañeras y amigas aprovechando la justa conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de los Derechos de las Mujeres. Para las y los socialistas constituye un hito sin precedentes poder publicar este trabajo que supone dotarnos de la posibilidad de debatir sobre la teoría y la práctica feminista como el movimiento social más antiguo de las sociedades modernas, lo cual es una necesidad objetiva de cualquier planteamiento emancipatorio. Siempre hemos encontrado dificultades en relación al feminismo y las tradiciones del movimiento obrero. Por un lado la eterna discusión acerca de la primacía de los conflictos y las luchas: la contradicción de clase frente a la contradicción de género, pero desde el punto de vista de la teoría como inspiradora de la estrategia, es hoy evidente la necesidad de repensar las 9 relaciones de una lucha con otra, sin que se derive en un debate estéril sobre primacías y centralidades que al final conducen a incomprensiones e ignorancias mutuas. Lo que el momento histórico nos demanda es la imperiosa necesidad de pensar de manera integral los mecanismos de dominación y de explotación del patriarcado y el capitalismo para así organizar mejor la lucha contra toda forma de opresión y explotación. La lucha no es primero contra el patriarcado y luego contra el capitalismo o al revés: la lucha es contra la opresión y la explotación que el capitalismo y el patriarcado, como unidad real históricamente dada, ejercen sobre la inmensa mayoría de la humanidad. Precisamente, en este contexto, destaco el trabajo militante y activista de nuestra compañera de lucha Guadalupe Larriva, eterna Presidenta del Partido Socialista, cuyo mejor legado sin duda, constituyó su aporte incuestionable como mujer revolucionaria en el escenario político de la izquierda en el Ecuador, levantando con firmeza su voz a través del pensamiento lúcido, libre y coherente que la caracterizó siempre. Sus largas jornadas de lucha no se extinguirán jamás, pues la antorcha se mantiene encendida y su huella es hoy el mejor referente de mujeres, hombres y jóvenes de esta patria chica que creemos en un Ecuador con igualdad de oportunidades y orgullo de pertenencia. Desde el punto de vista de lo interno de las organizaciones, el desafío es enorme. Las fuerzas que pretendemos ser 10 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género revolucionarias careceremos de credibilidad si no somos capaces de integrar en nuestro bagaje y nuestra cotidianidad no sólo el discurso, no sólo la teoría, no sólo los conceptos o incluso la presencia más o menos equilibrada de mujeres en la organización, sino la práctica, la perspectiva crítica y la realidad de la lucha feminista. Agradezco a todas las compañeras y compañeros que han hecho posible que esta publicación salga a la luz, a quienes han escrito y al equipo técnico. Gracias por su aporte y por su trabajo militante, juntos continuamos fortaleciendo a nuestro PARTIDO SOCIALISTA y construyendo un país de grandes oportunidades, un país a la altura de nuestros sueños, anhelos y aspiraciones, un país justo y equitativo. Ponemos entonces a consideración de la militancia socialista del Ecuador y de cada persona con espíritu revolucionario este Cuaderno de Formación Política, hagamos de éste un instrumento para el equilibrio entre el discurso y la práctica cotidiana desde el campo y la ciudad. ¡Con Alma Socialista! 11 CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL MODELO MUJER. María Pessina* * María Pessina es feminista. Periodista de la Universidad Central de Venezuela, especialista en estrategias de comunicación política. Realizó estudios en la Universidad de Ginebra y en Roma, en este último sobre producción de cine y televisión. Realizó la Maestría de Género y Desarrollo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede Ecuador, obtuvo mención publicación por su trabajo Conocimiento, Mujer y Ciencia. Actualmente se desempeña como Secretaria General de CIESPAL. 12 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Las mujeres siempre estuvieron presentes en la historia del mundo. Fueron actores claves en su desarrollo y proceso de construcción, continuo o discontinuo. Fueron fundamentales en su formación. Esto ha sido evidente desde un punto de vista biológico: parieron historia, dieron a luz héroes, tiranos, obreros, políticos, intelectuales, burgueses, campesinos. Gestaron razas (negra, blanca…), luego la mezclaron y nacieron los mestizos. Propagaron religiones cristiana, judías, protestantes… Fueron partícipes de las divisiones de clases, tuvieron hijos/as pobres, ricos/ as. Formaron valores, hilaron los tejidos más firmes de un proceso histórico transformador y “moderno”. Formaron luchadores y traidores. Ellas siempre fueron protagonistas, en cada paso de la historia. Pero su construcción social, por siglos, se dio en torno a una esfera privada, por ello muchas intelectuales han decidido visibilizarlas e imprimir en nuevos textos su participación, en algunos casos, su protagonismo e incluyendo, en nuevas páginas e historia, el sujeto: mujeres. Por lo tanto, las discusiones sobre nacionalismo y nación se han limitado a la esfera política sacando de este entorno el debate de las mujeres y sus prácticas políticas. Para Yuval-Davis (Pp.15) las mujeres y las familias se representaban en el mundo social como reproductoras culturales y biológicas de la nación, este aspecto, el biológico, concibió su exclusión del dominio público civilizado y explicó la poca estimación social que se tuvo hacia las mujeres. 13 Es importante resaltar que la naturaleza fue relacionada con la mujer y la cultura con el hombre. Desde ese momento se desprendieron profundas diferencias. Yuval-Davis (Pp.24) destaca que el género debe ser entendido como un modo de discurso que se relaciona con sujetos cuyo rol se define por su diferencia sexual/biológica y esto produce un rol específico en la sociedad. La mujer que se mantenía en un espacio privado era considerada una mujer honrada, en cambio aquella que tenía participación ‘atípica’ de su género en una esfera pública no era considerada honrada sino pública. Y de acuerdo a esta condición sus hijos se definían como legítimos o ilegítimos, dependiendo del caso. La nación se define como un fenómeno que surge en un momento específico del desarrollo del capitalismo. Davis señala que es una comunidad política imaginada, nace de un momento de la industrialización, es limitada, existe una fraternidad y las mujeres siempre fueron excluidas, por ello la autora señala y critica que en la formación de la nación no se tomó en cuenta a las mujeres, aunque en algunos casos fueron consideradas como potenciales mediadoras y hasta se quiso legitimar su rol como consejeras. En el caso de América Latina el Estado-Nación se construyó de manera paralela. La Nación se fue formando con el desarrollo de los Estados. De esta manera, en el papel de la construcción de la nación, las minorías son vistas como desviaciones de la norma y son excluidas de importantes recursos del poder (Y. Davis Pp.28), esto 14 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género se evidenciaba en el caso de las mujeres y en América Latina con las poblaciones indígenas y afrodescendientes. Debemos entender a la nación como señala Anderson, “no como un fenómeno eterno y universal, sino específicamente moderno y un resultado directo de desarrollos particulares en la historia europea” y, además, que el sentimiento de pertenencia de esta nación es algo natural, no impuesto ni elegido. Pero hay que considerar que en, Latinoamérica, la variedad de lenguajes, formas económicas, etnias, culturas hizo difícil una generalización y por lo tanto el poder fue asumido por las élites e instituciones normativas. A pesar que la Revolución francesa se asimiló en América Latina como una vía para engendrar un “concepto de derecho, un nuevo lenguaje de igualdad legal y de la ciudadanía” (García, Pp.561), las mujeres no eran consideradas ciudadanas. Sin embargo, las mujeres no objetaron que el poder y las órdenes fueran dadas por los hombres. El Estado-Nación se construyó, en gran medida, “a partir de esta dicotomía, promocionando un estilo que fue reflejo de la institución política de la división de tareas en la propia estructura familiar”, señala García. En los proyectos nacionales a la mujer se le ha visto como un sujeto clave en el mantenimiento y ampliación de la población y esto era vital para el interés nacional. En otros casos, el tema de la natalidad se pensaba reductivamente para evitar desastres y también se da un discurso eugenésico que trata de mejorar la “calidad” humana, evitando que otras clases tengan hijos. 15 “La ciudadanía estatal como un criterio de membresía en la colectividad nacional es el modo más inclusivo de integrarse a una colectividad, porque en principio cualquiera- cualquier origen o cultura- puede ser capaz de integrarse” (Davis: Pp. 44). A pesar de esto, se ha reconocido que uno de los factores que puede afectar la ciudadanía es el género: las mujeres están incluidas en una normativa legal, pero con regulaciones y políticas especiales para ella, como también pasa con las etnias, clases, sexualidad y habilidad. Muchas intelectuales e investigadoras han exaltado la ubicación social de las mujeres que ha estado centrada en el ámbito privado y los hombres en lo público, esto obviamente ha incidido en la construcción de la ciudadanía, en el acceso de un escenario social más dinámico y participativo, y contrario a las consignas de las naciones modernas que estimulaban la igualdad de condiciones. Este escenario entorno a la mujer era universal. Una de las causas que han invisibilizado a las mujeres en el desarrollo de naciones y estados modernos es el uso en la descripción de la historia del término hombre como genérico, o persona: esto provoca la desaparición histórica de nosotras en las páginas de libros y reseñas de la historia. Conformando las relaciones entre privacidad, código de civilidad, lecturas, etc., en los procesos de conformación de la modernidad. Durante la formación de las sociedades modernas se comenzaron a tejer ciertos tipos de comportamientos y a levantar códigos de 16 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género conductas, esto con el fin de demostrar una nueva jerarquía en la sociedad más moderna y más culta, además de una nueva manera de organización social. De este fenómeno social nacen los códigos de civilidad y urbanismo; la privacidad; los libros y diarios que de alguna manera hablarán de la forma cómo queremos ser, a veces con una visión íntima y otras públicas. Uno de los ejemplos que encontramos sobre esta tendencia social la describe Víctor González (Pp.280) en el que señala que en México, “la Ley Orgánica de Instrucción Pública de 1867 cambió los viejos cursos de moral cristiana por una nueva materia denominada Cívica o Urbanidad cuando no Moral Universal e incluso Sociología”. Esta nueva inclusión, según González, suponía, cultivar en los jóvenes el respeto hacía las leyes y autoridades y establecer conductas apropiadas. En México, según relata González, la influencia que venía de Europa, en modales, vestuario, lecturas y hábitos que eran descritos como sobrios, sin excesos y centrado en un individualismo, fue asimilada en América Latina. Esto se vio reflejado en el Manual de urbanidad y buenas maneras de Manuel Antonio Carreño en el que mostraba la importancia de urbanidad en funcionarios públicos, por ejemplo. El proceso de la civilidad según Norbet Elias (Pp.99) se centra en la autoconsciencia occidental y es el resultado de la contradicción entre el cristianismo y el paganismo. Aunque estos códigos de comportamiento social aportaron algunos valores importantes en las relaciones sociales también 17 fueron excluyentes: la clase más pobre, aquella que no tenía acceso a la lectura, por falta de formación o bien de dinero, no accedía a estos “privilegios” o no era tomada en cuenta. Muchos definían las clases como superiores (las cultas, educadas) e inferiores (las no cultas). Es más, había una fascinación por ubicar a la gente: cada una en el lugar que le correspondía. Inmediatamente este proceso social conllevó a un nuevo modelo de orden público. Las conductas de las personas en la sociedad se determinaba con ciertos aspectos estéticos, de decoro y que, a través de los ademanes, se expresa la individualidad del ser. Phillipe Áries (Pp.7) establece que antes lo público y privado se confundían, pero las estructuras sociales fueron cambiando hasta que el Estado se fue imponiendo más y comenzó a generar nuevas formas y nuevos recursos, es decir, evolucionó. Los indicios de esta nueva etapa, según Aries, fueron la aparición de libros de la civilidad, literatura autógrafa, gusto por la soledad, la amistad, nuevas expresiones en la arquitectura como también nuevas dimensiones y espacios dentro de las casas. De esta manera, en el siglo XVIII nace la vida familiar, un pequeño espacio que absorbe las preocupaciones del individuo que no quiere o no puede llevar a planos públicos. Y también se comenzó a formar grupos de convivencia social. Estos grupos los definió Aries (Pp.15) como una reunión entre personas particulares con quienes uno se comunica para evitar el aburrimiento de la sociedad y el concepto de familia cambia de significado y pasa a ser un refugio donde no te puedes escapar de las miradas del exterior, un lugar de afectividad y el padre se convierte en una figura moral que inspira respeto. Resurge una figura romántica de la relación: el ser amoroso, 18 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género no la relación forzosa, la pareja convive dentro de cierta atmosfera de afinidad, de solidaridad, amor y encantamiento. La formación de la civilidad y de la modernidad social también gestó nuevos espacios sociales desde el hogar, se establecieron nuevas áreas más íntimas y reservadas, para recibir cómodamente la intimidad, privacidad y soledad. Igualmente surge un nuevo diseño urbano que permitía organizar los grupos sociales de acuerdo a su afinidad en espacios públicos. Por lo tanto se puede decir que relación entre privacidad, código de civilidad, lecturas privadas, luego diarios y manuales en los procesos de conformación de la modernidad se dieron bajo un modelo evolucionista, todos estos elementos nacían de acuerdo al desarrollo del otro. Los cambios de nuevos comportamientos se hicieron necesarios para lograr mejores relaciones sociales y provocaron otras necesidades en las estructuras urbanas y espacios para agrupar a grupos con gustos o tendencias similares. La producción de políticas poblacionales En los siglos XVII y XVIII comienza a instaurarse el poder de la vida disciplinario del cuerpo individual. Los pueblos, los hombres y las mujeres se disciplinan en espacios cerrados (escuelas, iglesias, cárceles, psiquiátricos, entre otros). Por ejemplo, la muerte ya no se exhibía, comienza a invisibilizarse y a privatizar: pasa de ser una forma de escarmiento público a un acto privado e íntimo. El derecho, según el texto de Foucault, señala las dimensiones que tiene para hacer que las relaciones funcionen de verdad, dentro de un discurso del poder, sin él será difícil la eficiencia 19 del derecho. Este poder estaba basado sobre una perspectiva de dominación, no de soberanía ni obediencia, como suponían otros teóricos. Es así como la mirada de Foucault se centró en definir que el poder se basaba en cómo en las instituciones, la coerción y el poder de sancionar funcionaban. Sin embargo, también sugiere que el poder no está bien repartido en la sociedad, hay unos que tienen más que otros. De esta manera se explica que surjan clases superiores e inferiores, una idea que realmente aparece desde los procesos colonizadores. Pero, en esta época, comienza a formalizarse a través de un discurso biológico y se define que la mejor raza sería la blanca y la peor lo que se aleja de ella. Por ello también se establece una relación directa entre raza y clase social, como explica Ángela Facundo (P.p 87). Asimismo, el poder de la medicina surge como un poder saber, como señala Asunción Lavrin (Pp. 222), la eugenesia que era una forma de mejorar a los seres humanos mediante estrategias reproductivas que alistaban características sociales: tenía como objetivo sostener el crecimiento demográfico y eliminar los problemas de salud. De esta manera la eugenesia buscó legitimar la participación de las mujeres en la reforma social. En esta línea en América Latina se forman los médicos higienista que eran como unos ‘guías’ para depurar la raza y lograr una clase ‘más elevada’, según sus estándares. En este sentido las mujeres (solo las llamadas damas de élites) fueron consideradas actores importantes en este proceso y se relacionaron con estos médicos. Ellas eran claves en este proceso 20 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género transformador pues la madre podía cambiar la mentalidad de sus hijos. Es así que este tipo de mujer ‘modelo’ comenzó a trabajar y estar presente en labores benéficas para convertirlas de alguna manera en ejemplos para seguir. De esta manera, a través del poder social y el bio-poder se comenzó a desarrollar diferencias de clases que se fundamentaban en esencias racistas, asimismo las políticas públicas fueron para beneficio de algunos y no todos, tal como sucede en la actualidad, como ha pasado con los sectores históricamente excluidos (indígenas, afrodescendientes, LBGTI, mujeres, niñas y niños), en que los poderes no han sido dirigidos por estos grupos y las condiciones dentro de las sociedades siempre han sido con desventajas con respecto a otras clases y otros grupos sociales considerados de mayor jerarquía, inclusive las leyes pueden cambiar de acuerdo al caso, como pasa con el no reconocimiento, en algunos países de los matrimonios igualitarios. 21 Bibliografía - Ariés, Philippe (1992) [1985]. “Para una historia de la vida privada”. Pp.7-19 en Historia de la vida privada. Vol 5, bajo la dirección de Philippe Ariés y Georges Duby. Madrid: Taurus. - Ayala Alonso, Enrique, (2002) “El hogar, fruto de la edificación del ámbito público” Pp. 165-200 en Aguirre Carlos, et.a. Los espacios públicos de la ciudad. Siglos XVIII y XIX. México: Biblioteca Ciudad de México. Indios, mujeres y ciudadanos: legislación y ejercicio de la ciudadanía (siglo XIX). La Paz: Diálogos. - Barragán, Rossana (1999). - Canessa, Andrew (2008). “El sexo y el ciudadano: barbies y reinas de belleza en la era de Evo Morales”. Pp. 69-104 en Peter Wade, et. Al (eds), Raza, etnicidadad y sexualidades. Ciudadanía y multiculturalismo en América Latina. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Universidad del Valle, Universidad del Estado de Río de Janeiro. - Chambers,Sara (2003). “Amistades republicanas. La correspondencia de Manuela Sáenz en el exilio (1835-1856)”. Pp. 315-354. En Familia y vida cotidiana en América Latina. Siglos XVIII-XX. Lima: Instituto Riva Agüero-IFEA. - Clark Kim (2012) Gender, State and Medicine in Highland Ecuador. Pp. 33-77. USA: University of Pittsburgh Press. - Elías, Norbert (1993) [1977]. El proceso de la civilización. Pp. 99128. Madrid: FCE. - Facundo, Angela (2006). “Los padres y las madres de la patria. Representaciones médicas de las mujeres en Bogotá a comienzos del siglo Veinte” en Mara Viveros, et. al. (Comp.) De mujeres, 22 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género hombres y otras ficciones…Género y sexualidad en América Latina. Pp. 77-96.Bogotá: Editores del Grupo TM s.a. - Foucault, Michel. (1992). “Del poder de soberanía al poder sobre la vida.” Pp. 247-273 en Genealogía del racismo. Madrid: La Piqueta. - García Jordán, Pilar y Gabriela Dalla-Corte Caballero (2006). “Mujeres y sociabilidad política en la construcción de los estados nacionales”. Pp.559-583 en Historia de las mujeres en España y América Latina, Isabel Morant (dir.), Madrid: Cátedra. - Lasso, Marixa (2008) “El día de la Independencia; una revisión necesaria. Acción política afro-colombiana y narrativas patrióticas criollas¨”, Cartagena, 1809-1815. Nuevo Mundo Mundos Nuevos. Pp.2-18, Debates/2008. - Lavrin, Asunción (2005). “El control de la reproducción: escrutinio de las relaciones entre los sexos”. Pp.207-245 en Mujeres, feminismo y cambio social en Argentina, Chile y Uruguay. Chile: Ed. Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. - Macías-González, Víctor M. (2006). “Hombres de mundo: la masculinidad, el consumo y los manuales de urbanidad y buenas maneras en Orden social e identidad de género. México, siglos XIX y XX, María Teresa Fernández Aceves, et.al (eds). Pp. 267-297. México: Ciesas-Universidad de Guadalajara. - O’Connor, Erin (2007). “Gender, Indian, Nation. The contradictions of Making Ecuador, l830-l925”. Pp. 3-24; 85-116. Tucson: The University of Arizona Press. - Yuval-Davis, Nira (2004). “Teorizando sobre género y nación” en Género y Nación.Pp.13-46. Lima: Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. 23 LOGROS Y DESAFÍOS DE UNA REFORMA UNIVERSITARIA QUE ARTICULA EQUIDAD Y CALIDAD. Erika Sylva Charvet* Género Educa ción Calidad es ant studi E Igualdad Mujeres Po�í�ica de cuo�as Brechas de género Equidad * Erika Sylva Charvet es docente de la Universidad Central del Ecuador e investigadora de la Dirección de Estudios e Investigación (DEI) del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES). El presente artículo sintetiza algunos hallazgos de la investigación a cargo de la autora y fue presentado como ponencia en el Seminario “Miradas múltiples a los avances de los derechos de las mujeres”. Quito, Asociación de Franceses Residentes en Quito y Partido Socialista Ecuatoriano, 1 de diciembre de 2015. 24 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género El proyecto de investigación “Ecuador: calidad de la educación superior y género 2008-2013” ejecutado en el marco de la Dirección de Estudios e Investigación (DEI) del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES) entre enero de 2014 y julio de 2015, ha generado un importante conocimiento sobre la evolución de esta problemática en la historia universitaria del Ecuador, al mismo tiempo que ha identificado los logros y desafíos pendientes en la promoción de la calidad y la equidad de género propuestas en el marco de la actual reforma democrática universitaria impulsada por la Revolución Ciudadana. Calidad y equidad de género en la historia universitaria ecuatoriana En relación al ámbito histórico, la investigación identificó cuatro fases en la historia moderna de la universidad ecuatoriana: (a) fase elitista (1895-1968); (b) fase de apertura (1969-1991); (c) fase de privatización y mercantilización (1992-2006); y (d) fase correspondiente a la iniciativa estatal reformista (2007 hasta la actualidad, 2016). A lo largo de estas fases, la problemática universitaria en torno a la democratización, el género y la calidad registra desarrollos separados en el tiempo que convergen en el espacio de la educación superior en un determinado momento histórico. 25 Así, durante la fase elitista y de apertura correspondientes a la Primera y Segunda Reforma Universitaria (1918-1991) –impulsada por los propios actores universitarios-, la demanda se concentró en el logro de la igualdad y equidad social en torno a la agenda de autonomía, cogobierno, libre ingreso, bienestar estudiantil, extensión universitaria, en cuyo marco no se incluyeron los derechos de las mujeres, pese a que ellas aumentaban año tras año en las aulas universitarias. La problemática de la “mujer” y, específicamente, la de género recién emergerían en las universidades en forma de estudios e investigaciones, en los años 90, a pesar de que dicha temática ya se había posicionado en la política pública de planificación del país desde fines de los años 70 y, sobre todo, en los 80 debido a la mediación de la cooperación técnica internacional. Estos estudios e investigaciones eran, en todo caso, aún precarios en el mundo académico y no incidirían todavía en la modificación de las prácticas en torno al género en dichas instituciones. En esta misma fase, correspondiente a la privatización y mercantilización de la educación superior que condujo a un profundo deterioro de su calidad (1992-2006), se introdujo, paradójicamente, la agenda de la calidad, que, dada esta contradicción de origen, no tendría ningún efecto concreto en el desarrollo de la excelencia del sistema universitario, cuyas falencias, cabe señalar, ya fueron detectadas en la primera evaluación universitaria promovida por el CONUEP entre 1987-1989, que, lamentablemente, nunca salió a la luz pública. Por otra parte, esta agenda de la calidad promovida en el marco del neoliberalismo, también estaría desvinculada de una reflexión y una propuesta en torno a la equidad de género en 26 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género el sistema universitario. Puede afirmarse, entonces, que hasta los primeros años de la década del 2000, la problemática de género y calidad seguían desconectadas en la reflexión y acción del Sistema de Educación Superior ecuatoriano. Fue el proceso constituyente que se abrió en el país en el 2007, el que inauguró una cuarta fase en la historia universitaria: la de la Tercera Reforma o de la iniciativa estatal reformista. A diferencia del pasado, en el que la transformación fue promovida por los propios actores universitarios, en esta fase fue el Estado el que asumió el expediente de la transformación, redefiniendo conceptual, política, metodológica y técnicamente a la universidad y a la calidad, y, sobre todo, dándole un sentido estratégico al rol de la educación superior para la transformación del país y el logro del Buen Vivir. Un punto de quiebre en esta Tercera Reforma Universitaria lo marcó el Mandato Constituyente No. 14 emitido por la Asamblea Nacional Constituyente (2008), que ordenó la evaluación de desempeño institucional de todas las instituciones de educación superior (IES) y que fuera ejecutada por el CONEA (2009). Este ejercicio volvió a evidenciar los severos problemas de calidad que registraba la universidad ecuatoriana, ya diagnosticados veinte años atrás. Pero, a diferencia de aquella primera evaluación de los años 80 y de los procesos de evaluación a cargo del CONEA (2002-2009), este proceso evaluativo sí produjo consecuencias: la categorización de las IES según niveles de calidad (de la A, el superior, a la E, el inferior) y la depuración del sistema de educación superior de 15 universidades y 44 extensiones que no alcanzaron los puntajes mínimos de calidad técnicamente establecidos, procesos ejecutados por el CEAACES entre 2012 y 2013. La voluntad de 27 la política pública actual para transformar la universidad se ha evidenciado, pues, en la productividad de la acción evaluativa del Estado (CEAACES) que ya ha examinado por dos ocasiones a todas las IES y sus extensiones, ha iniciado la evaluación de carreras, emprendiendo también el acompañamiento en el aseguramiento de la calidad de estas casas de estudio. Justamente, ha sido en el marco del proceso constituyente, orientado por el horizonte estratégico del Buen Vivir, que las problemáticas de género y calidad finalmente han convergido en el ámbito normativo, de la política pública y de la evaluación de la calidad universitaria. En efecto, la igualdad-equidad de género constituyen un eje transversal de la actual Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) (2010), que inclusive establece ciertos principios y mecanismos para su operativización (principio de igualdad de oportunidades, políticas de acción afirmativa, política de cuotas, etc.). Por otra parte, en los procesos de evaluación de 2009 y 2013 se verificó el mismo movimiento de convergencia al incorporarse algunos indicadores de género y, con ello, posicionarse la idea de que una universidad de calidad no puede registrar desigualdades o discriminaciones de género. Esto, indudablemente, constituye un hito en la lucha por la igualdad y la equidad, es decir, su democratización, en la historia de la universidad ecuatoriana. A continuación trataremos de tomar el pulso a algunos logros alcanzados en el marco del proceso constituyente y a los desafíos por venir en la construcción de una universidad con calidad y equidad de género en el Ecuador del siglo XXI. 28 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Logros y desafíos en la calidad y equidad de género en las universidades Acceso y graduación estudiantil En referencia al acceso estudiantil a la educación superior, la investigación realizada en la DEI del CEAACES, demuestra la feminización de la matrícula universitaria y una mayor eficiencia terminal de las mujeres respecto de los varones enmarcadas en una tendencia mundial y regional tanto en el acceso como en la graduación. En el sistema universitario ecuatoriano, este proceso se registra en los últimos veinticinco años (1990-2015), pero su alcance debe ser relativizado dada la persistencia de brechas de desigualdad en el ingreso de hombres y mujeres según pertenencia étnicocultural, así como en el acceso a ciertas carreras que mantienen sus Perfiles “feminizados” y “masculinizados”. 29 El acceso a la docencia universitaria En cuanto a la docencia, la investigación revela que en el período correspondiente al proceso constituyente (2008-2013) sí se verifica un mejoramiento en el acceso de las mujeres a la docencia terciaria. Pese a ello, las mujeres siguen registrando menos oportunidades de ingreso a la docencia, así como de formación e inserción en una carrera docente cuando llegan a ser profesoras universitarias, por lo que el claustro universitario sigue masculinizado en todos los niveles (planta, formación, dedicación, carrera). Por otra parte, el acceso de las mujeres a los espacios de poder y autoridad siguió siendo insignificante y varió muy poco entre 2008-2013: las máximas autoridades femeninas pasaron del 8 al 18% en el sistema universitario en el período, es decir, no llegaron ni al quinto del total. 30 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Considerando la autoadscripción étnico-cultural, la investigación focalizada en nueve universidades arrojó una virtual exclusión de las mujeres indígenas de la docencia, así como una exclusión total de éstas y de las montubias en los cargos de dirección, estando mejor posicionadas en estos niveles las afrodescendientes y mestizas. Pese a la existencia objetiva de desigualdades de género que se reproducen en el marco de una estructura fuertemente jerarquizada, en las universidades hay una opacidad en la percepción de estas desigualdades, dada la “naturalización” de la subordinación de género en la vida social y en la vida cotidiana, reforzada por la circulación de ideologías en torno al igualitarismo universitario. La percepción de la discriminación también es confusa y ambivalente y exhibe diferencias de género y étnico-culturales. 31 Adicionalmente, la vida en las universidades registra problemas de maltrato –fundamentalmente psicológico- que afectan más a las mujeres que a los hombres y mayormente a los pueblos y nacionalidades indígenas y afrodescendientes que a “blancos” y mestizos/as. 32 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género La invisibilización de la desigualdad, la discriminación y el maltrato, así como las ambigüedades, inconsistencias o contradicciones en su percepción en las instituciones de educación superior, constituyen una expresión del fenómeno de la naturalización o normalización de la subordinación de las mujeres en la vida universitaria. Conclusiones En el período investigado (2008-2013), hay un indudable mejoramiento en la calidad y equidad de género en el acceso a la docencia debido a la intervención del Estado, de su normativa, de su política y de su modelo de evaluación que incorporó indicadores de equidad en la valoración de la calidad de desempeño institucional de las IES. Este mejoramiento, sin embargo, es lento y moderado y registra asimetrías étnicas. De hecho, el claustro académico sigue fuertemente masculinizado, especialmente en los espacios de poder y autoridad. Por otra parte, la vida en las universidades registra problemas de discriminación y maltrato que evidencian un clima académicoinstitucional no acorde con el Buen Vivir. Este clima negativo afecta más a las mujeres que a los hombres y más a los pueblos y nacionalidades indígenas y afrodescendientes que a los grupos autoidentificados como mestizos y “blancos”. Desigualdad, discriminación y maltrato afectan la calidad de desempeño institucional pues median el manejo de los recursos en la vida cotidiana de una universidad. De ahí que sea indispensable el desarrollo de una visión integral que articule la equidad como componente de la calidad universitaria tanto en la política pública cuanto en la política interna de las universidades. 33 LA VIOLENCIA EN CONTRA DE LAS MUJERES: UNA CUESTIÓN DE APRECIACIÓN. Florence Baillon* * Florence Baillon es PhD en Literatura Comparada por la Sorbona de París, especializada en Literatura de mujeres de Latinoamérica. Ha sido docente universitaria y asesora ministerial especializada en relaciones internacionales. Actualmente es la Consejera Consular de los franceses en el Ecuador, Presidenta del Partido Socialista Francés en Ecuador y miembro del Buró de la Federación de los franceses en el exterior del Partido Socialista Francés. 34 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género En el “Informe mundial sobre la violencia y la salud” publicado por la Organización Mundial de la Salud, se dice: “Una de las razones por las que apenas se ha considerado a la violencia como una cuestión de salud pública es la falta de una definición clara del problema. La violencia es un fenómeno sumamente difuso y complejo cuya definición no puede tener exactitud científica, ya que es una cuestión de apreciación. La noción de lo que son comportamientos aceptables e inaceptables, o de lo que constituye un daño, está influida por la cultura y sometida a una continua revisión a medida que los valores y las normas sociales evolucionan. En la generación anterior, por ejemplo, la palmeta formaba parte de los castigos habituales en los colegios británicos, y se utilizaba para golpear a los alumnos en las nalgas, las piernas o las manos. Hoy, un profesor británico puede ser procesado por utilizar cualquier tipo de coerción física con un niño. La amplia variedad de códigos morales imperantes en los distintos países hace de la violencia una de las cuestiones más difíciles y delicadas de abordar en un foro mundial, pero es urgente hacerlo (…) La violencia puede definirse de muchas maneras, según quién lo haga y con qué propósito.”1 En 2003, el 25 de noviembre se volvió, por iniciativa de las Naciones Unidas, el Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. La fecha elegida hace referencia al crimen cometido en contra de las hermanas Mirabal, opositoras 1 Informe mundial sobre la violencia y la salud: resumen, Washington D.C, Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud, 2002, p.14-15. 35 al dictador dominicano Rafael Trujillo. La policía siempre persiguió a esa familia y terminó por asesinarla. Es un hecho conocido que el dictador, durante su presidencia, organizó todo un sistema oficial de violaciones de sus compatriotas. Cada semana, en el palacio, un asesor le presentaba un grupo de mujeres, de preferencia vírgenes para su consumo personal. Las que se resistían sufrían pérdida de empleo, ataque a su honra a través de cartas anónimas en los periódicos hasta amenazas a los hombres de su familia o a su pareja. Hay testimonios múltiples de esas prácticas aberrantes. Ana Artigas cuenta esa historia en El Mundo de Santo Domingo2 historia que ilustra como el acoso sexual es no solamente una violencia, sino también un instrumento político: “(…) El tirano quedó cautivado con la hermosura de Minerva cuando en 1949 la vio por primera vez junto a su padre, Enrique Mirabal, en una fiesta de la alta sociedad. Ese día el dictador comenzó a cavilar cómo podría seducirla. Estaba acostumbrado a ser el dueño del país, a la Fiesta del Chivo (título de la célebre novela de Mario Vargas Llosa sobre Trujillo). Así fue que meses después, el Gobernador de la provincia tocó la puerta de la residencia de la familia, para entregar en mano una invitación al banquete que Trujillo organizaba para conmemorar el 12 de octubre. Chea, la madre de Minerva, quiso excusar a todos con problemas de salud, pero el emisario le espetó un «Más vale que se mejoren». Esa insinuación empujó a la familia Mirabal a la fiesta: faltar no era una opción. Todos asistieron, menos Chea, que no participaba en esos festejos, y la hija menor, María Teresa, que aún era una niña. Todo estaba orquestado 2 Ana Artigas, “Minerva Mirabal, la obsesión de Trujillo”, publicado en Expreso.ec, 02 de diciembre de 2012. 36 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género para que Minerva cayera en las garras de Trujillo. Manuel de Moya, el amanuense que siempre cazaba las presas del tirano dominicano, sacó a bailar a Minerva y, tras algunas vueltas, se la pasó al Chivo. Lo que ninguno de los dos pudo prever fue la reacción de Minerva. La historia la cuenta ahora Minou Tavárez Mirabal, hija de Minerva, diputada nacional por el Partido de la Liberación Dominicana. De la conversación entre Trujillo y Minerva se habló mucho en su casa: «Tuvieron un encontronazo. Hablaron bastante y ella después lo dejó plantado en la pista de baile. Eso lo puso furioso», relata Minou. (…) El repudio de Minerva a Trujillo originó el acoso y la vigilancia permanente del dictador a toda la familia Mirabal. Como resaca de aquel baile, al día siguiente detuvieron a Enrique (el padre). Un día después arrestaron a Minerva y a Chea. (…) Aunque al poco tiempo los dejaron en libertad, fue un aviso de lo que el dueño de República Dominicana podía hacer. (…) Tras la amenaza, los padres de Minerva la obligaron a quedarse encerrada en casa. (…) Tampoco paró el hostigamiento a la familia Mirabal. En 1953, por segunda vez metieron preso al padre, un encierro que no soportó: a los dos meses de ser liberado, murió con 53 años.(…) Era una familia acomodada, campesina, de la región central. En una época y lugar donde no era común, realizaron estudios primarios y secundarios y dos de ellas, Minerva y María Teresa, fueron a la universidad venciendo la oposición paterna.(…) Con el paso del tiempo, los supervivientes de la familia Mirabal han entendido que Minerva tenía unas ideas demasiado avanzadas para su época. Pese a las resistencias de su madre (por temor a que Trujillo le hiciera daño), cuando su padre murió Minerva comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Santo Domingo. El déspota la persiguió también allí: «Pudo hacer la carrera pero al terminar no le dieron el título. Esa fue una venganza mayor». En la época universitaria, Minerva conoció a su marido, Manuel Tavárez, que fusilaron en 1963, cuando luchaba por la vuelta al Gobierno 37 constitucional de Juan Bosch. (…) Todos tenían miedo, menos Minerva Mirabal. Fue ella quien en 1959 propuso a un grupo de amigos y familiares la creación de una agrupación política para derrocar al régimen. (…) Minerva, quien también había sumado a la lucha a sus hermanas (menos a Dedé, cuyo marido le prohibía acompañarlas, pero que cuidaba a los hijos de todas) y sus esposos. Al enterarse del movimiento que se había esparcido por todo el país, el tirano entró en cólera. Ordenó que arresten a Minerva, María Dulce y María Teresa. «Con ellas cayeron mi padre, los esposos de sus hermanas, uno de los hijos de Patria y cientos de personas del movimiento». Para calmar los ánimos, excarceló a las mujeres y los jóvenes encerrados por sospechosos. Pero mantuvo en prisión a los maridos de Minerva, Patria y María Teresa. Aunque la ira no culminó. Trujillo destruyó las casas de las Mirabal y les confiscó las propiedades. «Para él, las mujeres eran parte de su hacienda, eran vacas. Con Minerva encontró un rechazo a su machismo, pero también a su régimen, porque ella le respondió, organizó el movimiento de oposición más importante que tuvo durante 30 años. Trujillo estaba obsesionado porque no encontraba qué hacer con ella, no la podía tener presa porque había denuncias internacionales. Y cuando la soltaba, al día siguiente ella reorganizaba el movimiento». En 1960 Trujillo afirmó: «Los únicos problemas de mi Gobierno son la Iglesia católica y Minerva Mirabal». A los cinco días de esa declaración, trasladó a los maridos de Minerva y María Teresa a una cárcel de Puerto Plata, al norte del país. Para llegar era necesario transitar una carretera montañosa. El 25 de noviembre de ese año, Minerva y María Teresa salieron de la casa materna a visitar a sus maridos junto a Patria. Viajaron en un jeep con un chofer. Nunca volvieron a la casa de Chea, su madre. En 38 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género el viaje de regreso unos sicarios del Servicio de Inteligencia Militar realizaron una emboscada. Las golpearon hasta matarlas, también al conductor. Y tiraron el vehículo desde una cima. Patria tenía 36 años, Minerva 34 y María Teresa 24. (…)” El ejemplo de Minerva Mirabal demuestra que negarse sexualmente es lo que le condenó a la desgracia primero que luego transformó en lucha. Pero acosar sexualmente a una mujer es un arma política, porque humillar sexualmente, es marcar el cuerpo del otro, reducirlo simbólicamente y de mandar un mensaje a los hombres para atacar su hombría. Cuando Francia se liberó de la ocupación alemana, hubo no solo diez mil ejecuciones sumarias de los que habían colaborado con la fuerza de ocupación, que sea de manera política o por mercado negro, pero se dio un fenómeno que pertenece a la historia negra del país: en las calles, se hizo desfilar desnudas y con el pelo rapado a las mujeres que se habían acostadas con alemanes. Primero, no se hizo diferencia entre las que habían tenido relaciones por interés, por amor, por obligación; segundo fueron objeto de denuncias de vecinos, que habían conocido la envidia, en medio de las privaciones, por estas mujeres que, gracias a su liaison, habían accedido a más alimentos y bien estar. 3 ¿Qué sentido tienen este tipo de actos, que se juega simbólicamente? En si es un ataque público, una violencia que apunta a la feminidad y a sus representaciones: la desnudez 3 Fabrice Virgili, “Les “tondues” à la Libération : le corps des femmes, enjeu d´une réappropriation », in Résistances et Libération France 1940-1945, Clio Femmes, Genre, Histoire, 1995. 39 obligada y pública es una manera de despreciar ese cuerpo ofrecido al morbo de todos; la cabeza rapada simboliza la voluntad de desproveer de una característica tan femenina como lo es la cabellera; además de la punición visual, de la exposición frente a todos, se las obligaban a pasar por las calles, la gente las insultaban, las pegaban, les echaban cosas. Se trataba entonces de castigar a mujeres por haber tenido relaciones sexuales ilícitas, vengarse de estas que se salieron de las normas, pero para los hombres franceses, que habían sufrido la derrota y la ocupación alemana, tenía también que ver con lavar la ofensa a su hombría nacional. El encierro por locura es igualmente un mecanismo “clásico” de la violencia en contra de las mujeres, y durante mucho tiempo los hombres gozaron de ese derecho de mandar al manicomio esposas, madres o hermanas que no “convenían”. En 1882, Camille Claudel, joven y talentosa, en una época donde no existía casi ninguna mujer escultora (en otras razones, porque era una disciplina muy “física”) se enamora a los 19 años de Auguste Rodin que ya en esa época era un artista reconocido y un hombre casado mayor a ella por 24 años. Luego de diez años de trabajo en común y de pasión amorosa, Rodin regresa con su primera mujer. Camille sigue progresando como artista pero conoce dificultades para obtener un espacio en el mundo cultural y paulatinamente sus condiciones de vida y su salud mental se degradan. Cuando muere su padre que siempre la defendió, su madre, que nunca aprobó sus elecciones de vida, ayudada de su hermano el famoso escritor y diplomático católico Paul 40 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Claudel la encierra en un asilo a los 49 años, lugar de donde nunca volverá a salir. Mandó en vano cartas llamando a su familia y a sus conocidos para recobrar la libertad. Su madre nunca la fue a ver. Su hermano unas doce veces en todos esos años, es decir cada dos años. Murió en 1943 a los 78 años, durante la Segunda Guerra Mundial, de hambre porque ya no se distribuía comida en los manicomios. Su familia no asistió a su funeral. Su cuerpo que no fue reclamado, fue botado en la fosa común. Treinta años sin crear, silenciada poco a poco. Hoy se sabe que colaboró de manera muy directa en algunas de las obras maestras de Rodin y que éste, vencido por celos profesionales y por el temor a que su discípula le hiciese sombra en el mundo del arte, nunca la ayudó.4 Decidida, valiente y directa, Camille Claudel se enfrentó a su familia y a su época para dedicarse con pasión a la escultura y para unirse al hombre del que se había enamorado. Lo pagó caro. Años después, por la labor de una nieta de su hermano, se dio a conocer su obra considerada con una obra maestra en Francia, la mayoría de sus trabajos están en el Museo Rodin… que había pedido que una sala le fuese consagrada. Encerrar a alguien, silenciar una artista son otras estrategias de violencia. No hacerle justicia después de su muerte es prolongar el silencio. Quisiera terminar con dos ejemplos más cercanos en el campo de las letras: cuando se conocieron Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, los dos eran estudiantes muy destacados por su inteligencia sobresaliente y su inmensa capacidad de trabajo. 4 Jean-Paul Morel, Camille Claudel: une mise au tombeau, Les Impressions nouvelles, Bruxelles, 2009. 41 Prepararon juntos el concurso de agregación para volverse docentes, para Sartre era la segunda vez. Obtuvieron el mismo número de punto pero por ser mujer, el jurado consideró que una mujer no podía ser primera. Fue a los 21 años la más joven agregada de Francia.5 La discriminación es igualmente una forma de violencia. En ese caso, los que calificaron a ciegas le encontraron más mérito académico a Simone de Beauvoir, pero el jurado, probablemente compuesto en su mayoría de hombres, decidió lo contrario. La escritora Marguerite Yourcenar fue aceptada en 1980 a la Academia Francesa, institución encargada de actualizar permanentemente al diccionario. Fue la primera mujer, a pesar que no había ningún impedimento a que entren mujeres desde su creación por Richelieu en 1635. En el siglo XIX, aceptaron a judíos, en 1971a un extranjero francófono, el escritor norteamericano Julien Green. Dos años después de Yourcenar aceptaran a un negro, el poeta senegalés Leopold Senghor ex presidente de la primera República del país. Marguerite Yourcenar que vivía ya en Estados Unidos en una casa retirada, no estaba muy entusiasta con la idea de ser parte de esta institución. En su discurso inaugural, citó a otras escritoras francesas que hubieran merecidos entrar antes que ella. Casi nunca asistió a las sesiones. Cuando se murió y que la Academia hizo el discurso póstumo, no miraron en su propio diccionario y la llamaron “confrére” (como compadre) y no “consoeur” (como comadre).6 5 Classement officiel des agrégations de 1900 à 1950, Ressources numériques en histoire de l´éducation, 2006. 6 Delphine Naudier, “L´irrésistible élection de Marguerite Yourcenar à l´Académie 42 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género El lenguaje igualmente es profundamente marcado por la desigualdad de tratamiento entre hombres y mujeres, sabemos que cuando en un plural hay un elemento femenino y un elemento masculino, se pone todo al masculino, en gramática francesa se dice “el masculino siempre gana”. Para concluir con estos ejemplos ilustres de formas de violencia, quisiera evocar la figura de Olympe de Gouges. Durante la Revolución Francesa, las mujeres acudían a las reuniones en los clubes, a las sesiones, algunas aprovechaban para tejer, imagen con la cual se las quiso reducir luego. La Revolución propuso avances como por ejemplo la protección de las madres solteras, el matrimonio laico, el divorcio, el derecho de los niños naturales, pero no se concedió a las mujeres ningún derecho político, más bien en 1795 se prohibió toda actividad política, situación que el Código Civil de Napoleón en 1804 ratifico. Olympe de Gouges, que era una auténtica revolucionaria, escribió una Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana ya que la Declaración del hombre y del ciudadano no tenía carácter universal. Hoy en día, Olympe de Gouges es considerada como la primera mujer que haya reclamado la igualdad de los sexos en las instituciones. Antes de su final trágico, había actuado tres veces en contra de las costumbres de su época. La primera fue que no aceptó cuando se quedó viuda a los 18 años, que se la llame viuda Aubry (Aubry siendo el apellido del marido). Considerando que su matrimonio era un mal recuerdo, cambió su nombre con una parte del nombre Française », Cahier du genre 2004/1/numéro 36, L´Harmattan, Paris. 43 de su madre y su apellido. Luego se negó a casarse con un rico empresario lo que le hubiera asegurado seguridad financiera. No creía en el matrimonio que definía como « el ataúd de la confianza y del amor » y prefería la « inclinación natural », es decir un contrato social entre un hombre y una mujer. Estas declaraciones hicieron que las crónicas de la época la tacharan de mujer fácil, conocida por intercambiar favores sexuales. Finalmente, la tercera fue su defensa de la justicia social y condenación de las injusticias hacia los olvidados de la sociedad (negros, mujeres, hijos naturales, pobres, enfermos…). Autodidacta y provinciana, logró desarrollar una obra escrita de tinte panfletario. Es la única mujer citada en 1808 en la « Lista de los hombres valiosos que han defendido o actuado por la abolición de la Trata de los Negros. » En 1788, publica un brochure político donde proponía ideas socialistas de vanguardia que fueron retomadas años después: creación de la ayuda social, de instituciones para ancianos, refugios para niños de obreros, talleres públicos para gente sin trabajo y tribunales populares (los jurados de hoy). En 1791, Olympe redacta la Declaración de los derechos de las mujeres… que denunciaba el hecho que la Revolución Francesa no incluyera a las mujeres en su proyecto de libertad e igualdad y consideraba que « la ignorancia, el olvido o el desdén para los derechos de la mujer son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos. ». Dedica su Declaración a la primera dama, la reina Marie-Antoinette. El objeto principal de ese texto que contiene 17 artículos es un pedido para « el ejercicio de las mujeres de sus derechos naturales que no tiene por única limitación la tiranía perpetua que el hombre opone». El primer artículo dice: « la mujer nace y permanece igual al hombre en derechos ». 44 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género En 1793, la guillotinan por haber atacado a Robespierre y Marat por su papel en la Terror. Escribe antes de morir “Doy mi corazón a la patria, mi probidad a los hombres, la necesitan. Mi alma a las mujeres, porque no les quiero dar indiferencia.” El artículo 10 de su declaración quedó famoso: “Las mujeres tienen el derecho de subir a la guillotina, deberían tener el derecho de subir a la tribuna.”7 Concluyo con estas palabras de Jean-Paul Sartre: “La violencia, sea cual sea la forma en que se manifieste, es un fracaso.” 7 Isabelle Boisvert, “Olympe de Gouges, France, (1748-1793), in Citoyennes, Portraits de femmes engagées pour le bien commun, de la Révolution française à 2014, collectif d´écriture sous la direction de Florence Piron, Université de Laval, 2014. 45 Los instrumentos internacionales sobre derechos de las mujeres y su incidencia en la política ecuatoriana. Diego Vintimilla* * Diego Vintimilla es Licenciado en Ciencias de la Educación con mención en Filosofía, Sociología y Economía por la Universidad de Cuenca, actualmente cursa la maestría de Relaciones Internacionales en Instituto de Altos Estudios Nacionales, IAEN. Ha sido Presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, FEUE Democrática desde 2009 hasta 2011. Es el secretario de relaciones internacionales del Partido Comunista Ecuatoriano. Actualmente se desempeña como asambleísta por la provincia del Azuay para el período 2013-2017 y es coordinador del Grupo Parlamentario por los derechos de las mujeres. 46 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Introducción: El feminismo como doctrina de análisis de las Relaciones Internacionales, fue la continuación del desarrollo del feminismo como corriente política que se proponía disputar los fundamentos epistemológicos de las teorías vigentes, y eliminar la neutralidad con la que se analizaban tanto al “poder” como al “Estado”, es decir problematizar lo absoluto de dichos términos, en tanto que no solo había que buscar explicaciones al funcionamiento de los estados y las relaciones de poder entre estos, sino que era menester identificar como el “poder” y el “Estado” funcionaban de manera distinta en función de las identidades diversas de los sujetos, procurando atender lo que señala Lagarde: El concepto de humanidad encubre ideológicamente la dominación al pretender la confluencia abarcadora de todos y todas (…) al homologar a la humanidad con el hombre, se le anuncia excluyente ya que deja fuera, o sea subsume en el sujeto histórico (patriarcal, genérico, clasista, étnico, racista, religioso, político) a quienes están sometidos por el dominio, a quienes no son el sujeto y, en consecuencia, no son suficientemente humanos. (Lagarde, 2002) La poca teorización de las Relaciones Internacionales que tuvo por parte la intelectualidad marxista8, permitió que esta rama científica se concentre significativamente como un ámbito de la 8 Señalamos al marxismo como la corriente de oposición más fuerte al realismo liberal, sin desconocer otras posturas. 47 seguridad del Estado, lo que obvió la discusión de los elementos internos de los Estados, es decir se excluyeron del análisis las dinámicas internas y la intersectorialidad de la discriminación que afectaba a los integrantes de cada Estado-Nación. El resultado de esta “despreocupación” intelectual ocasionó que las Relaciones Internacionales sean hegemonizadas por las posturas realistas liberales anglosajonas de corte moderno y patriarcal; por lo que el tratamiento y aplicación de los principios de las relaciones internacionales seguían esa orientación conceptual. Incluso, desde los países de orientación socialista la disputa por el sentido del Sistema Internacional se realizaba en términos absolutos sin poner en el tablero de discusión de dicho Sistema un catálogo de derechos –individuales y colectivos- que eran reivindicados por la ciudadanía. Así las cosas; en el contexto de la Guerra Fría en el que la mayor capacidad de los Estados se orientaba a la disputa geopolítica, fue el feminismo el que logró construir plataformas políticas internacionales desde las identidades de los sujetos, y establecer propuestas que obliguen a los estados a aplicar políticas internas para su atención. Diciéndolo de otra forma, el feminismo procuró: 1.- Usar al Sistema Internacional como escenario para la discusión de derechos universales que asisten a los individuos, por encima de los sistemas políticos de cada estado. 2.- Utilizar las Relaciones Internacionales y el Derecho Internacional como herramientas para obtener conquistas políticas dentro de los estados, que podían ser exigidas por fuera de las fronteras nacionales. 48 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Los resultados de este proceso se observarán, en los años finales o posteriores a la Guerra Fría, con la aprobación de Convenciones Internacionales relativas a los derechos de los niños, de personas con discapacidad, de los pueblos indígenas o contra la discriminación racial o contra las mujeres. Sin desconocer las intenciones políticas e ideológicas detrás de dichas convenciones, y las relaciones de poder que se establecen al interior de la Organización de las Naciones Unidas, y la hegemonía que detentan las potencias –caso emblemático de esto es el funcionamiento del Consejo de Seguridad de ONU- la institucionalidad y los acuerdos que han derivado de las convenciones internacionales son, hoy en día, instrumentos con los que las organizaciones sociales se dotan para reivindicar derechos y exigir cumplimiento de responsabilidades por parte de sus estados. De dichas convenciones y plataformas, es necesario observar que han sido planteadas como mecanismos de atención a minorías; salvo la Plataforma de Acción de Beijing, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, pues las mujeres en el mundo son la mayoría, o al menos la mitad de la población, y es ahí donde radica la potencia política que estos instrumentos internacionales han adquirido para interpelar a los estados, e incluso al propio sistema. 49 La Plataforma de Acción de Beijing y los instrumentos jurídico políticos nacionales. “El catalogar como vigente a la PAB, tiene dos sentidos: primero, por la legitimidad con la cuenta como parte de un “repertorio programático” para las organizaciones por los derechos de las mujeres, es decir por la aceptación generalizada que las mujeres, como sujeto directo de derechos, mantiene respecto a la PAB; y, segundo, por la validez de su contenido, en tanto que sus avances a nivel general no logran la sustantividad necesaria para provocar la modificación de las reivindicaciones. En otras palabras, la PAB continúa como proyecto, como aquello que está y/o debe hacerse.” (Vintimilla, 2014, pág. 3) En el caso ecuatoriano, la PAB incidió en la elaboración de la Constitución de 2008, pues los colectivos y organizaciones por los derechos de las mujeres lograron que la Asamblea Nacional Constituyente coloque en sus debates las 12 esferas de acción de la PAB, que ulteriormente tuvieron como resultado la incorporación de artículos específicos que aborden cada una de ellas. La forma en la que se desarrollaron los debates de la Asamblea Constituyente y los resultados de estos, en términos generales, guardan consonancia con las preocupaciones de la PAB, lo que se observa en el artículo 11 de la Constitución de República que señala: Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. 50 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socioeconómica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH, discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación. El Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad. (Asamblea Constituyente, 2008:21) Dicho artículo se enmarca en las preocupaciones de la PAB que expresan: “El adelanto de la mujer y el logro de la igualdad entre la mujer y el hombre son una cuestión de derechos humanos y una condición para la justicia social y no deben encararse aisladamente como un problema de la mujer. Únicamente después de alcanzados esos objetivos se podrá instaurar una sociedad viable, justa y desarrollada. La potenciación del papel de la mujer y la igualdad entre la mujer y el hombre son condiciones indispensables para lograr la seguridad política, social, económica, cultural y ecológica entre todos los pueblos.” (ONU, 1995:16) 51 No obstante, aunque el principio de igualdad formal, así como el de no discriminación, guardan relación con la PAB, debemos advertir que no es suficiente la incorporación en la Constitución para la consecución de la igualdad real, por lo que se torna necesario observar también el Plan Nacional de Desarrollo, en el cual se establecen objetivos y metas para materializar en plan de gobierno de acuerdo a las disposiciones constitucionales. De la revisión de mentados instrumentos, Constitución y Plan de Desarrollo, observamos que las esferas de acción de la PAB reciben un tratamiento específico, diferenciado en tres grupos: 1.- Esferas que son desarrolladas en la Constitución como parte del reconocimiento general de derechos. Es decir aquellas en las que el sujeto mujer se encuentra subsumido en la condición general de ciudadanía sujeto de derechos, pero que no evidencian un tratamiento especial desde el enfoque de género. Esfera de acción PAB Disposición Constitucional A.- La mujer y la pobreza: Art. 3.- Son deberes primordiales del Estado: 5. Planificar el desarrollo nacional, erradicar la pobreza, promover el desarrollo sustentable y la redistribución equitativa de los recursos y la riqueza, para acceder al buen vivir (Asamblea Constituyente, 2008, págs. 16,17). B.- Educación y capacitación Art. 26.- La educación es un derecho de las de la mujer: personas a lo largo de su vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria de la política pública y de la inversión estatal, garantía de la igualdad e inclusión social y condición indispensable para el buen vivir (Asamblea Constituyente, 2008:27). 52 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género E.- La mujer y los conflictos ar- Art. 42.- Se prohíbe todo desplazamiento arbitrario. Las personas que hayan sido mados10: desplazadas tendrán derecho a recibir protección y asistencia humanitaria emergente de las autoridades, que asegure el acceso a alimentos, alojamiento, vivienda y servicios médicos y sanitarios. Las niñas, niños, adolescentes, mujeres embarazadas, madres con hijas o hijos menores, personas adultas mayores y personas con discapacidad recibirán asistencia humanitaria preferente y especializada (Asamblea Constituyente, 2008:33). I. Los derechos humanos de la Art. 417.- Los tratados internacionales ratifimujer. cados por el Ecuador se sujetarán a lo establecido en la Constitución. En el caso de los tratados y otros instrumentos internacionales de derechos humanos se aplicarán los principios pro ser humano, de no restricción de derechos, de aplicabilidad directa y de cláusula abierta establecidos en la Constitución (Asamblea Constituyente, 2008:185). K.- La mujer y el medio am- Art. 66.- Se reconoce y garantizará a las personas: 27. EI derecho a vivir en un ambiente biente; sano, ecológicamente equilibrado, libre de contaminación y en armonía con la naturaleza (Asamblea Constituyente, 2008:48,50). L. La niña. Art. 44.- El Estado, la sociedad y la familia promoverán de forma prioritaria el desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes, y asegurarán el ejercicio pleno de sus derechos; se atenderá al principio de su interés superior y sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas (Asamblea Constituyente, 2008:34).11 10 Es necesario considerar el principio de ciudadanía universal presente en la Constitución, pues si bien el Ecuador no se ha visto, en este período, afectado por conflictos armados, la política de refugio ha beneficiado a muchos ciudadanos de la frontera norte. 11 Cfr. Sección Niñas, niños y adolescentes. 53 2.- Esferas que son atendidas en función del principio de igual formal o igualdad institucional. Relacionadas con el acceso de las mujeres a los espacios institucionales, y a la igualdad de derechos de los sujetos. Esfera de acción PAB Disposición Constitucional G. La mujer en el ejercicio Art. 65.- El Estado promoverá la representación paritaria del poder y la adopción de de mujeres y hombres en los cargos de nominación o designación de la función pública, en sus instancias de decisiones. dirección y decisión, y en los partidos y movimientos políticos. En las candidaturas a las elecciones pluripersonales se respetará su participación alternada y secuencial (Asamblea Constituyente, 2008:65).3 H. Mecanismos institucionales Art. 70.- El Estado formulará y ejecutará políticas para alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres, a través para el adelanto de la mujer. del mecanismo especializado de acuerdo con la ley, e incorporará el enfoque de género en planes y programas, y brindará asistencia técnica para su obligatoria aplicación en el sector público (Asamblea Constituyente, 2008:51).4 3.- Esferas atendidas en función de la mujer como sujeto de derechos particulares. En este grupo se observa un tratamiento especial a la condición sexo genérica de la mujer, y además tiene la particularidad de que el contenido del texto constitucional es extensivo a al Plan Nacional de la Desarrollo, que indica objetivos y metas para su materialización. Esfera de Disposición Constitucional acción PAB Objetivo del PNBV5 C. La mujer y Art. 43.- El Estado garantizará a la salud.6 las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia los derechos a: 2. La gratuidad de los servicios de salud materna. 3. La protección prioritaria y Objetivo 2: Auspiciar la igualdad, la cohesión, la inclusión y la equidad social y territorial, en la diversidad; 2.9. Garantizar el desarrollo integral de la primera infancia, a niños y 12 Cfr. Derechos de Participación CRE. 13 Cfr. Derechos de Libertad CRE. 14 Por motivos didácticos, colocaremos la codificación que nos permita dejar constancia tanto del objetivo, como en la política específica y en ciertos casos los lineamientos estratégicos, para poder observar la perspectiva desde la que se genera la política pública. 15 En tanto que grupo de atención prioritaria. La Constitución y el PNBV reconocen la condición particular de la mujer embarazada, es decir se garantiza su salud en tanto que “tenedora” de otro ser. 54 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género cuidado de su salud integral y de su vida durante el embarazo, parto y posparto (Asamblea Constituyente, 2008:34). niñas menores de 5 años; h. Fortalecer programas y proyectos para mejorar la nutrición prenatal y posnatal e incentivar la alimentación sana de mujeres embarazadas7, proporcionándoles los suplementos necesarios para su estado de gestación (SENPLADES, 2013:127). D. La violen- Art. 66.- Se reconoce y garan- Objetivo 2: Auspiciar la igualdad, cia contra la tizará a las personas: 3. El de- la cohesión, la inclusión y la equirecho a la integridad personal, dad social y territorial, en la divermujer. que incluye: b) Una vida libre de violencia en el ámbito público y privado. El Estado adoptará las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia, en especial la ejercida contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores, personas con discapacidad y contra toda persona en situación de desventaja o vulnerabilidad; idénticas medidas se tomarán contra la violencia, la esclavitud y la explotación sexual (Asamblea Constituyente, 2008:47)8. sidad; 2.5. Fomentar la inclusión y cohesión social, la convivencia pacífica y la cultura de paz, erradicando toda forma de discriminación y violencia; b; Generar acciones de difusión, concienciación, fomento y respeto de los derechos humanos, con énfasis en los derechos de niños y niñas, adolescentes y jóvenes, personas adultas mayores, mujeres, personas LGBTI y personas con discapacidad. g. Crear un Subsistema Integral de Información de Vulneración de Derechos, dentro del Sistema Nacional de Información (SNI), con registro único interinstitucional sobre violencia y discriminación de género (…) (SENPLADES, 2013: 125). Objetivo 6: Consolidar la transformación de la justicia y fortalecer la seguridad integral, en estricto respeto a los derechos humanos; 6.7. Prevenir y erradicar la violencia de género en todas sus formas; a. Fortalecer y promover un sistema integral de protección especial, que de manera intersectorial garantice la prevención, protección, atención, reparación y restitución de los derechos de las víctimas de violencia de género, con pertinencia territorial, cultural, etaria y de género (SENPLADES, 2013:211). 16 17 Las negritas son nuestras Cfr. Derechos de Libertad CRE. 55 F. La mujer y Art. 331.- Art. 331.- El Estado ga- Objetivo 9: Garantizar el trabarantizará a las mujeres igualdad jo digno en todas sus formas; la economía en el acceso al empleo, a la formación y promoción laboral y profesional, a la remuneración equitativa, y a la iniciativa de trabajo autónomo. Se adoptarán todas las medidas necesarias para eliminar las desigualdades. Se prohíbe toda forma de discriminación, acoso o acto de violencia de cualquier índole, sea directa o indirecta, que afecte a las mujeres en el trabajo (Asamblea Constituyente, 2008:155). 9.1. Impulsar actividades económicas que permitan generar y conservar trabajos dignos, y contribuir a la consecución del pleno empleo priorizando a los grupos históricamente excluidos; Fortalecer los programas enfocados en la incorporación de mujeres y de grupos de atención prioritaria al mercado de trabajo, ya sea de forma remunerada o mediante el apoyo de sus emprendimientos (SENPLADES, 2013:283). Art. 333.- Se reconoce como labor productiva el trabajo no remunerado de autosustento y cuidado humano que se realza en los hogares (Asamblea Constituyente, 2008:156). Art. 334.- El Estado promoverá el acceso equitativo a los factores de producción, para lo cual le corresponderá: 2. Desarrollar políticas específicas para erradicar la desigualdad y discriminación hacia las mujeres productoras, en el acceso a los factores de producción (Asamblea Constituyente, 2008:156). La CEDAW y el accionar del Estado Ecuatoriano Por su parte, la CEDAW es un instrumento más concreto de seguimiento a la política pública, ya que su comité de expertas que tienen la responsabilidad de realizar el monitoreo de los planes, programas y políticas que son puestas en marcha por el Estado; además dicho comité 56 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género está facultado por la misma convención para emitir recomendaciones al Estado en función de los informes periódicos que deben ser presentados. Un hecho relevante para el trabajo del Comité, es que el seguimiento que realiza a los estados lo hace estableciendo un relacionamiento tripartito: Comité – Estado – Organizaciones de la sociedad civil, lo que le posibilita mantener un seguimiento periódico sistemático de la política pública concreta. Así las cosas, la CEDAW tiene mayor efectividad para la concreción de la igualdad real de la mujer, pues al partir de la evaluación de la situación concreta –histórica- de las múltiples formas de discriminación que afectan a las mujeres permite superar el formalismo del enunciado constitucional y revisa la eficiencia ulterior de la política pública, es decir no solo revisa el instrumento político sino los resultados materiales de este para el cumplimiento del contenido de la Convención. De las observaciones que el Comité de la CEDAW presenta a los informes periódicos octavo y noveno combinados del Ecuador es importante destacar: 1.- De los aspectos positivos valorados por el Comité: .- Acciones legislativas: De carácter nacional: Tipificación del femicidio en el Código 18 Cfr. Derechos del buen vivir CRE. Las negrillas son nuestras. 57 Orgánico Integral Penal; Ley de Consejos Nacionales de la Igualdad; Medidas para la igualdad económica en la Ley de Economía Popular y Solidaria; Paridad en candidaturas y nombramientos en la Ley Orgánica del Servicio Público; Reconocimiento de la paridad de Género en el Código de la Democracia. (CEDAW, 2015) Ratificación de instrumentos internacionales: Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 2010; Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, 2010; Convención Internacional para la protección de todas las personas contra desapariciones forzadas, 2009; Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo facultativo, 2008; Convenio 156 de la OIT sobre los Trabajadores con responsabilidades familiares, 2013; Convenio 198 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadoras y trabajadores domésticos. (CEDAW, 2015) .- Formulación de política pública desde la Función Ejecutiva: Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017; Agenda Nacional de las Mujeres y la Igualdad de Género 2013-2017; Agenda Nacional de Igualdad para la Movilidad Humana 2013-2017; Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes 20129; Plan Nacional de Erradicación de los Delitos Sexuales en el Sistema Educativo, 2011. (CEDAW, 2015) 9 Dicho estrategia, conocida como ENIPLA, fue derogada 58 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género 2.- De los motivos y preocupación y las recomendaciones: En su informe el Comité de la CEDAW expresa sus preocupaciones, emite alertas, y recomienda al Estado Ecuatoriano el tratamiento de los siguientes temas: .- Cumplimiento de la Convención; mediante la divulgación y conocimiento de la Convención entre funcionarios públicos, administradores de justicia, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía en general. .- Adopción de objetivos de la Convención: Establecimiento de políticas claras para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres, así como la generación de mecanismos efectivos y globales de recolección de información y seguimiento de la situación general de la mujer y las diversas formas de discriminación que las afectan. .- Mecanismo Nacional para el adelanto de la mujer, así como el fortalecimiento del Consejo Nacional de la Igualdad de Género, que incluye mecanismos claros y efectivos de rendición de cuentas; garantizar participación de organizaciones de la sociedad civil en el trabajo del Consejo; así también la asignación presupuestaria oportuna y suficiente para la implementación de las estrategias de eliminación de toda forma de discriminación y violencia contra las mujeres. 59 .- Violencia contra las mujeres: Armonizar las competencias de los sistemas de justicia ordinario y tradicional respecto a la materia; recopilación de datos estadísticos; Creación del Plan nacional integral contra la violencia a las mujeres; legislación de protección inmediata y mecanismos expeditos de tratamiento de casos de violencia a las mujeres; Aumento de centros de acogida para mujeres víctimas de violencia, así como de unidad judiciales en zonas rurales y periféricas; Ampliación del alcance del concepto reparación, que incluya los ámbitos judiciales, económicos, psicológicos, sociales, etc. Implementación de un Sistema de monitoreo de la violencia contra las mujeres lesbianas y transgénero; Capacitación a funcionarios; Protección integral a víctimas de trata. .-Educación: Iniciar una Campaña Nacional para eliminar la violencia sexual, el acoso y el hostigamiento; Garantizar el acceso a exámenes médicos y asistencia sicológica en instituciones educativas a mujeres víctimas de violencia; Formación obligatoria a jueces respecto a la convención y a la legislación pertinente; Agilitar procesos judiciales. .- Salud: Creación de una Guía Práctica Clínica de Aborto Terapéutico; Garantizar confidencialidad en las instituciones de salud; Despenalización del aborto en caso de violación, incesto y malformación; Garantizar el acceso a anticonceptivos modernos y procedimientos de planificación familiar; Manejar un concepto amplio de 60 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género salud en la discusión del proyecto de Código Orgánico de Salud; y elaborar un proyecto de ley sobre práctica intercultural de partos. .- Mujeres rurales: Implementación efectiva “SIGTierras” y regularizar tenencia de tierras de mujeres rurales .- Mujeres afro, indígenas y montubias: Establecimiento de mecanismos para el consentimiento libre, previo e informado de las mujeres que podrías ser afectas en proyectos de explotación de recursos naturales, así como la provisión de vivienda y medios de vida alternativa. .- Mujeres migrantes y refugiadas: Inclusión de la perspectiva de género en determinación de condición de refugio, y la atención especial al riesgo de persecución en países de origen de refugiadas. .- Igualdad en matrimonio: Derogación de la figura de matrimonio infantil, eliminación de la disposición que determina al hombre como administrador de la sociedad conyugal; inclusión de bienes intangibles en la sociedad conyugal; estudiar las consecuencias económicas del divorcio; y garantizar mecanismos para la asignación de recursos para manutención de hijas e hijos. .- Plataforma de Acción de Beijing: Adopción de la PAB para la incorporación de la perspectiva de género en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenios. (CEDAW, 2015) 61 Conclusiones: Si bien la Plataforma de Acción de Beijing no cuenta con la institucionalidad suficiente para evaluar y hacer exigible su contenido su importancia radica en su capacidad proyectiva, en su completitud y sistematicidad respecto a los derechos de las mujeres - que sobra decir son derechos mínimos y producto de un acuerdo general de los países que signatarios-. Sin embargo, esta condición se subsana con la existencia de la CEDAW que si tiene los mecanismos de seguimiento y observancia. Así las cosas, PAB y CEDAW mantienen una relación sinérgica entre plataforma y mecanismo de evaluación. Los avances en materia de derechos de las mujeres en el Ecuador, en el período estudiado, son significativos e incluso ha hecho al Ecuador merecedor de reconocimientos internacionales tanto por sus políticas públicas, como por la legislación adoptada. No obstante, en lo que respecta a los derechos de las mujeres, es necesario indicar que la intersectorialidad de la discriminación que opera hace insuficientes los avances mientras se mantengan las condiciones estructurales de dominación, que en última instancia es el proceso que mantiene la discriminación contra las mujeres. Es por lo tanto menester plantear “una agenda de despatriarcalización que desactive el complejo dispositivo de dominación patriarcal sobre las mujeres” (Vintimilla, 2014) que involucre tanto a la institucionalidad del Estado 62 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género como a las organizaciones de la sociedad civil. Una agenda que proponemos considere los siguientes elementos: • Consolidación y respeto irrestricto del Estado Laico. • La mujer como sujeto de derechos en sí. • Discusión democrática de la agenda pública. • Enfoque de género en la programación presupuestaria. • Enfoque de género con perspectiva social y económica. • Aplicación más favorable de los tratados internacionales respecto a los derechos de las mujeres. • Atención prioritaria para la prevención de la violencia patrimonial y violencia política. • Garantizar condiciones digna al trabajo no remunerado en el hogar y reconocimiento social de la economía de cuidado. • Reconocimiento de las diversidades sexo- genéricas y garantía de derechos a las personas LGBTI. • Salud con enfoque de género. 63 • Ampliación del concepto de paridad; formulación y aplicación efectiva de las medidas especiales de carácter temporal. • Ejercicio ciudadano de la corresponsabilidad; la articulación y la convergencia. (Vintimilla, Aldea 42, 2015) 64 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Bibliografía Asamblea Constituyente. (2008). Constitución del Ecuador. Montecristi. CEDAW. (2012). Examen de los informes presentados por los Estados partes en virtud del artículo 18 de la Convención. 60, (pág. 47). CEDAW. (2015). Observaciones finales sobre os onformes periódicos octavo y noveno combinados del Ecuador. 60° Periodo de Sesiones del Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer, (pág. 16). Lagarde, M. (2002). Identidad de género y derechos humanos. La construcción de las humanas. Ilanud. ONU. (1979). Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. ONU. ONU. (1995). Declaración y Plataforma de acción de Beijing. (pág. 143). Organización de las Naciones Unidas. Vintimilla, D. (2014). Logros y desafíos de las reivindicaciones de género en la Revolución Ciudadana: La plataforma de acción Beijing+20. Vintimilla, D. (8 de marzo de 2015). Aldea 42. Obtenido de Aldea 42: http://aldea42.com/los-12-pasos-para- superar-la-adiccion-al-patriarcado/ 65 LA SORORIDAD COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD. Carol Delgado* * Carol Delgado Arria es licenciada en Letras de la Universidad Central de Venezuela, con Maestría en Ciencias del Tercer Sector de la “Escuela Milano para Relaciones Internacionales, Gerencia y Políticas Públicas” y ha cursado estudios en Relaciones internacionales, Estudios de Género y Derecho. Ha promovido los derechos de la infancia, la equidad de género y la organización del Poder Popular y desde noviembre de 2014 hasta la actualidad se desempeña como Embajadora de la República Bolivariana de Venezuela en la República de Ecuador. 66 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género “A mí no me gusta hablar de felicidad, sino de armonía: vivir en armonía con nuestra propia conciencia, con nuestro entorno, con la persona que se quiere, con los amigos. La armonía es compatible con la indignación y la lucha; la felicidad no, la felicidad es egoísta.” José Saramago. La jornada semanal, México, 8 de marzo de 1998 La sororidad remite a una noción clave para transformar la larga historia de explotación económica, subestimación social y negación del aporte de las mujeres. La sororidad no es sino la práctica de la hermandad entre mujeres. Es decir, la aceptación, reconocimiento y solidaridad libremente resuelta y compartida entre niñas, muchachas y/o mujeres adultas. Aunque parezca contradictorio, el comportarse “sororalmente”, es decir, como hermanas que somos en un mundo patriarcal, constituye hoy un importante desafío para las mujeres de todas las edades, orígenes étnicos, condiciones socioeconómicas, ideologías, para las mujeres del Norte y las del Sur del mundo. Mas, sobre todo, las mujeres revolucionarias hemos de asumir la tarea de dar a luz nuevas formas de conciencia y relacionamiento, capaces de abrir caminos a nuestra liberación respecto de la opresión de clase y de género al unísono, ambos factores centralísimos para la reproducción socio-metabólica del capital y la preservación del estatus quo patriarcal. 67 Sororidad versus rivalidad En razón de esta histórica situación de subordinación y opresión, muchas mujeres han sido y continúan siendo socializadas para verse principalmente como reproductoras de la especie humana, es decir, como seres en función del esposo/compañero, o para la crianza de los hijos, desdibujando su condición como sujetas en “sí” o “para sí”, como humanas plenas, libres, independientes, fuertes, intuitivas y creativas, llamadas a transformar la sociedad heredada. Y aún peor, durante siglos absurdamente se nos ha enseñado a las mujeres a oponernos unas contra otras, a vernos y tratarnos como adversarias y a rivalizar entre sujetas subalternas; división que sólo fortalece la sociedad androcéntrica/ patriarcal y deshumanizada. Se nos socializa así para reproducir un orden pensado y sentido desde, por y para el hombre-varón, como modelo de sujeto humano universal. La referida rivalidad entre mujeres es, desde luego, funcional al consumismo y reproductora privilegiada del orden capitalista. El lenguaje androcéntrico La sororidad es un término relativamente conocido en inglés que remite básicamente a dos significados. En su acepción más común “sorority” refiere a la organización universitaria que congrega a las estudiantes mujeres. En su segunda y más importante acepción, sororidad significa el hermanamiento entre mujeres. 68 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género No debe sorprendernos que el concepto de sororidad en español sea prácticamente desconocido. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española no lo registra todavía. El lenguaje, y su dimensión cognitiva, centrado en el hombrevarón como sujeto dominante y por ende centro del saber y del poder, constituye un entramado centralísimo para la perpetuación de las relaciones de dominación. Sororidad: un cambio cultural y espiritual En oposición a la rivalidad antes referida, la práctica de sororidad (teoría y acción) remite a un concepto profundamente revolucionario que implica apoyar con alegría a otras mujeres, empoderarlas, quererlas, ayudarlas, y compartir nuestros conocimientos y oportunidades generosamente sin esperar por ello contraprestación alguna. Sororidad es también aprender a enorgullecernos por los logros de otras mujeres y aprender a entender la felicidad en clave colectiva. Es decir, trascender la felicidad egoísta a la que se refería Saramago hace 18 años, para fundar una nueva relación horizontal, digna y afectiva con el otro, en este caso con la otra. Una relación más parecida a la armonía que a una supuesta felicidad narcisista y egoísta tan celebrada por cierto individualismo en el fondo nihilista; es decir, que en definitiva no cree en nada y no confía en nadie. La sororidad activa, es una práctica social revolucionaria y que se plantea cuestionar y resistir el irracional machismo y sus múltiples expresiones perniciosas y encubiertas en chistes 69 vergonzantes, incluyendo discursos o actos que lesionan o buscan menoscabar la dignidad de la mujer, incluyendo prácticas manifiestamente misóginas tales como el maltrato físico y psicológico, tan lastimosamente prevalecientes en nuestra sociedad contemporánea. Sororidad a la ecuatoriana Sororidad es seguramente lo que llevo a Manuela Sáenz, Nathan y Jonatás, sus dos amigas y confidentes, ambas nacidas esclavizadas, a hermanarse en su lucha por la independencia, contra la colonia y la esclavitud. Ellas sirvieron de correo para los mensajes diplomáticos de ejército libertador, cuidaron a los heridos en las batallas, y asimismo preservaron para la historia, es decir, para las futuras generaciones de patriotas, invaluables archivos de la independencia y correspondencia oficial del Libertador Simón Bolívar. Desde una nueva práctica de solidaridad y afectividad tejieron juntas una lucha que da de qué hablar incluso hoy, cuando recién sale a la luz en Quito precisamente el original en español de La Carta de Jamaica. Un documento histórico, redactado en 1815, y que casi con seguridad fue celosamente resguardado por Manuela Sáenz, Nathan y Jonatás. Un presente de estas insignes mujeres para esta nueva coyuntura histórica, cuando fraguamos de mil formas la segunda y definitiva independencia de nuestras naciones latinoamericano-caribeñas. Sororidad ha de ser el apoyo que se brindan mutuamente Gabriela Rivadeneira, Rosana Alvarado y Marcela Aguiñaga 70 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género en la Asamblea Nacional del Ecuador. En fin, sororidad es una apuesta espiritual y política. Es entendernos y tratarnos como aliadas naturales, nunca como adversarias y mucho menos como enemigas. Es una conducta invariablemente generosa, luminosa, formadora. Fue la práctica cotidiana de la luchadora social y defensora de los derechos de la mujer y digna fundadora del Banco de la Mujer de Venezuela, Nora Castañeda. O la praxis de Nela Martínez. O de la Asambleísta del Ecuador, María Augusta Calle hacia todas las mujeres que hemos tenido el privilegio de aprender de ella. Sororidad para la armonía o felicidad en clave colectiva La igualdad de género es un prerrequisito para el avance social de las mujeres y de la sociedad toda. Pero, tal como han arrojado numerosos estudios, el trato igual entre sujetos diferentes continúa reproduciendo la brecha de desigualdad. De allí que la sororidad, esta altruista fraternidad entre mujeres apueste más al concepto de equidad. Vale decir, a dar más oportunidades y ser más indulgentes con las mujeres. Hablamos de proveer mayor acceso a crédito, salud, oportunidades de educación y trabajo bien remunerado, todo a fin de compensar la injusticia histórica responsable de la alienación y la opresión del género femenino. Sororidad presume así erradicar la crítica desleal, y, en su lugar practicar la crítica empática, constructiva y hermanada. Sororidad es una práctica de largo aliento, es formar y saber esperar. Es aprender a ser mejores cada día. Es crecer juntas en la forja de una nueva historia. 71 Las mujeres estamos llamadas a renunciar a una falsa felicidad egoísta, competitiva para dar vida a una felicidad en armonía con las otras y los otros. Una felicidad sororal que se corresponde en gran medida con la noción del “buen vivir” o, en kichua: el “sumak kawsay”, que nos legaron nuestros sabios antepasados indígenas. Tal determinación torna preciso que las mujeres trabajemos para empoderarnos unas a otras, fomentar el conocimiento y las prácticas ancestrales de modos de relación que propicien fundar nuevas realidades emancipadoras, tanto para nosotras las mujeres como para los hombres, tanto en el contexto de la familia como en el ámbito social/ laboral. Las mujeres todas —pero particularmente aquellas que ejercemos militancia desde el Sur en pro de una sociedad para la realización plena de todos y todas— tenemos la histórica responsabilidad de auspiciar un debate serio en el seno de sindicatos, movimientos sociales, ambientales o indígenas, consejos comunales, cooperativas y partidos políticos, entre otros, en torno a la sororidad y a un nuevo feminismo. Un nuevo feminismo que trascienda la agenda típicamente burguesa. Precisamos de un diálogo franco, amplio y valiente sobre la integridad en las relaciones humanas como plataforma para la supresión del machismo, el individualismo y la competencia, entre otros antivalores que taponan el advenimiento de una sociedad de iguales. Una sociedad más humana, armónica y plena de dignidad, bienestar y oportunidades de realización para mujeres y hombres, para jóvenes, adolescentes, para niñas y niños. 72 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género En nombre de la República Bolivariana de Venezuela y de las dedicadas mujeres que acompañan mi gestión en la embajada este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, extiendo un afectuoso saludo fraternal pero sobre todo sororal a todas las ecuatorianas y los ecuatorianos, que forjan unidos la Patria altiva y soberana de la República del Ecuador. Y mi saludo muy especial a las niñas, las jóvenes, las estudiantes, las madres, las amas de casa, las casadas y las solteras, las militantes y las no militantes, las artistas, las profesionales, las mujeres de la tercera edad, en una palabra, a todas mis hermanas ecuatorianas, célebres por laboriosas, por patriotas, por dignas, por amorosas. Vaya nuestro más cálido y sororal abrazo, 73 CAPITALISMO, PLUSVALÍA Y EXPLOTACIÓN DE LAS MUJERES. Jéssica Ochoa* * Jéssica Ochoa Sánchez es Licenciada en Estudios Internacionales de la Universidad del Azuay. Madre cabeza de hogar. Militante de las filas de la Juventud y el Partido Comunista desde hace 8 años. A nivel profesional trabaja como Analista de Participación Ciudadana, rama en la cual ha incursionado hace más de 8 años, gracias a su experiencia política y su trabajo con organizaciones sociales y de mujeres. Actualmente milita en la Asociación de Mujeres Nela Martinez y se desempeña como Secretaria de Mujeres y Género del Partido Comunista Ecuatoriano a nivel nacional. 74 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género “Las mujeres desde el trabajo reproductivo, generan plusvalía que no se mide, fundamentalmente, porque no se ve…” Marx señala que el trabajo es toda actividad humana que crea las condiciones materiales de la vida. La vida del ser humano no podría darse sin sus necesidades básicas satisfechas: alimentación, vestido, vivienda, etc., es por esta razón que, en el capitalismo, el salario es lo que sustenta de manera fundamental la “vida” de las y los trabajadores. Sin embargo para que la materia se convierta en esos elementos de subsistencia (alimentación, vestido, vivienda) se necesita un proceso de transformación. ¡Es ahí donde entre la mano del hombre!... O quizá ¿de la mujer? En el sistema capitalista, el trabajo se mide fundamentalmente por el salario o ganancia que genera, producto de la plusvalía; pero también viceversa, lo considerado como trabajo es fundamentalmente lo que aporta de manera productiva al capital, descartando otras formas de trabajo con valor social, y relegando a quienes no le son rentables. Para el capitalista hay dos extremos, el uno en donde la mujer de manera general, no es rentable en la producción y es mejor contratar hombres, porque son “más productivos” y no tienen tantas prestaciones, el tiempo de paternidad es mínimo con respecto al de maternidad, no necesita horas para la lactancia, y no tendrá que despedirlo por 75 paternidad e incurrir en costos innecesarios; o el otro extremo, en el cual, las mujeres sirven en ciertas ramas y se puede sacar mayor beneficio de ellas: Menos horas de trabajo, menor salario, no reconocimiento de beneficios de ley, entre otras. Actualmente, una gran masa de mujeres ha sido incorporada a la producción; sin embargo, en nuestro país, según cifras del INEC del 2014, el 55,89% de mujeres señalaron tener un empleo inadecuado, es decir, trabajar menos de 40 horas a la semana (35 en promedio frente a las 41 horas a la semana que trabajan los hombres); y/o percibir ingresos inferiores al salario básico. De ellas, más del 70 % no poseen seguridad social. De la misma forma, además de todavía existir empleo no remunerado, presenta diferencias notables entre hombres y mujeres (12,45% mujeres frente a un de 3,45 % hombres). Esto refleja la sobreexplotación que viven las mujeres trabajadoras. Más aún, si consideramos el trabajo reproductivo realizado fundamentalmente por mujeres: a nivel nacional, en promedio las mujeres dedican 22 horas más que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado; es decir que, irónicamente la incorporación de la mujer a las ramas productivas no ha significado la independencia de la mujer en el hogar y la socialización del trabajo de cuidado, sino que ha agudizado la sobrecarga en el trabajo de las mujeres. Pero, para el sistema capitalista, no es que no haya conciencia de la existencia del trabajo doméstico y de cuidado y el rol que juegan las mujeres en la economía; todo lo contrario, esta miopía es intencional. 76 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género ¿Qué gana el capitalismo con desvalorizar el trabajo doméstico? ¡Simple! En el capitalismo, “la producción anual debe suministrar todos aquellos objetos (valores de uso) con los que han de reponerse los elementos materiales del capital consumidos en el transcurso del año. Deducidos estos elementos, queda el producto neto o producto excedente que encierra la plusvalía” (Marx, El Capital, Tomo I). Pero además, el sistema capitalista para asegurar su funcionamiento, está obligado a sustentar mínimamente las condiciones de reproducción de su fuerza de trabajo. Partimos entonces de la siguiente reflexión: El capitalismo al explotar y alienar al obrero de su trabajo, debe generar condiciones mínimas para que las/os trabajadores/as cumplan con su rol en la producción, y no se rebelen; asegurando que el trabajador tenga acceso a satisfacer necesidades esenciales (alimentación, vestido, vivienda) de otra manera el régimen capitalista no podría sostenerse. Y, como señale anteriormente, para que estas necesidades esenciales sean satisfechas, se necesita un proceso de transformación realizado desde el “ámbito doméstico” por las mujeres. Si el capitalista tuviera que valorizar el trabajo doméstico, ya no podría pagarle al obrero la ínfima cantidad que le asegura una buena plusvalía, sino que tendría que reconocerle además 77 lo que cuesta el sustentarse al día a día (cuidado de los hijos/ as, limpieza del hogar, cocina, etc.), ocasionando un gran desbalance para su sistema. Solo para esbozar lo anotado, basta con mencionar que, el trabajo doméstico en el Ecuador genera un Producto Interno Bruto, PIB, más alto que el que generaba la renta petrolera, no en este momento de crisis, sino medido hace un par de años en tiempos en donde la renta petrolera era fundamental para los ingresos estatales. Así llegamos a comprender el por qué la lucha contra el patriarcado que sustenta estas formas de explotación de las mujeres, es fundamental en la lucha contra el capitalismo. El patriarcado, como expresión máxima de la división sexual del trabajo, ha generado no solo desde lo económico sino fundamentalmente desde lo simbólico, cultural y social, una matriz de dominación de un sexo sobre otro, lo cual por supuesto, como ya vimos, es de gran utilidad para el capitalismo. Es así que, la sociedad capitalista necesita continuar asegurando roles por asimilación (madre / hija), y promover los roles estereotipados para hombres y mujeres; generando la aplicación de un modelo análogo al de la lucha de clases dentro de la familia, el hombre resulta ser el burgués y la mujer la proletaria. De esta forma asegura la mayor productividad de quién, para el sistema capitalista es mejor valorado, pero además, logra ahorrarse el reconocimiento monetario del trabajo reproductivo tanto para el capitalista como persona, así como para el sistema; 78 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género pues, si consideramos que en términos leninistas, el Estado es la forma de opresión de una clase sobre otra, a los burgueses no les conviene invertir en formas de socialización del trabajo reproductivo, porque se reduce su plusvalía. De esta manera, para el sistema capitalista, la familia patriarcal es un pilar fundamental: “La familia patriarcal actual se sustenta en la invisibilización del trabajo doméstico realizado por la mujer, que es el grueso del trabajo socialmente necesario. Sacar este trabajo a la luz es romper el pilar básico del sistema patriarco-burgués porque deja al descubierto el proceso que estructura la opresión, la explotación y la dominación alrededor del plustrabajo material y simbólico que realiza la mujer” (Iñaqui Gil). Para que la familia y en conjunto el sistema patriarcal funcione, el capitalismo nos provee de un paquete ideológico poderoso: cosificación de la mujer como mercancía, promoción de la violencia, desvalorización de su trabajo y su ser como totalidad, en resumen, todo lo necesario para sustentar su matriz. Volviendo al ámbito doméstico, cada vez tenemos mayores opciones desde el capitalismo, cada día se implementan más formas de “facilitar” la vida a las mujeres, matando dos pájaros de un tiro: 1. Promover el consumismo: lavadoras, secadoras, lavaplatos, quita manchas, comida “quick and easy”, productos perfectos para además, 2. reducir la carga de la mujer en el hogar, luego del poco tiempo que queda después del trabajo, y así invisibilizar la necesidad que tenemos de cambiar la estructura de explotación en la familia. 79 Es por esto que la abolición de la familia patriarcal, es un gran reto, que pasa por promover el reconocimiento de las labores domésticas y cuidado como trabajo y pasa además por la contabilización del aporte que generamos, y esa lucha la libramos tanto en lo económico pero también en el campo de lo simbólico y de lo cultural. En este marco, también aportan las reivindicaciones como la defensa de la libertad de elección de la maternidad, las cuales no carecen de contenido ni se limitan a la soberanía del cuerpo; sino que se convierten en imperativo para combatir cadenas de opresión en donde la mujer sobre todo proletaria, cuyo rol dentro del sistema es la de reproductora de fuerza de trabajo, tiene grandes cargas de trabajo, sufre mayores índices de violencia, cuenta con menores oportunidades de participar en la economía productiva, de educarse, de ejercer de forma real sus derechos. Será en vano el reconocimiento del trabajo doméstico, si no logramos tener la capacidad de elegir sobre la maternidad, democratizar el cuidado (tanto de hijos/as) así como de personas con discapacidad, ancianos, niñez), así como las tareas domésticas, con el fin de aportar para que las mujeres tengamos garantías de acceso a los espacios públicos. No es sino con la abolición de esas barreras, que las mujeres podremos ser sujetas activas para enfrentar la lucha revolucionaria por la transformación social. 80 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Recursos Bibliográficos: Gil de San Vicente, I. (2000). Capitalismo y emancipación nacional y social de género. Inclan, D. (2012). Apuesta por el “valor de uso”: aproximación a la arquitectónica del pensamiento de Bolívar Echeverría. Luxemburgo, R. (1912). La acumulación de capital. pp. 5-7 81 DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS: DE ESO NO SE HABLA. Marion Pilastre* * Marion Pilastre es activista feminista. 82 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género “Son los nuevos movimientos sociales, en especial el de mujeres y el movimiento gay, quienes han planteado a nivel nacional e internacional que los derechos sexuales son derechos humanos básicos al cuestionar la división entre lo privado y lo público y sustentar que el carácter indivisible, universal e inalienable de los derechos es extensible a la vida privada” Irene León10 1. Introducción Comenzaremos el presente documento definiendo qué son los derechos sexuales y los derechos reproductivos. Los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos se derivan del derecho a la salud, inscrito como derecho humano universal, y se refieren al derecho humano que tienen todos y todas a la autodeterminación de su vida sexual, así como de ser atendidos y atendidas oportunamente por médicos y/o especialistas de la salud, en áreas de salud sexual y reproductivas; sin discriminación por motivos de orientación sexual, origen étnico, clase social, edad, género, etc., (INMUJERES:2007). Estos derechos abarcan otros ya reconocidos en tratados internacionales y en las legislaturas nacionales, como en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, de la ONU, en El Cairo en 2004, o en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Beijing en 1955. 10 Irene León, Presentación en Derechos Sexuales y Reproductivos. Avances Constitucionales y Perspectivas en Ecuador, Magdalena León (ed), Quito, FEDAEPS, 1999, p. 10 83 Según la Organización Mundial de la Salud, además se han efectuado declaraciones sobre los derechos sexuales, tales como la Declaración de Derechos Sexuales hecha por World Association for Sexology, en 1997, en donde se reconocen varios derechos sexuales, como el derecho para la libertad sexual, la autonomía sexual, la privacidad y la igualdad. Para hablar sobre derechos sexuales y reproductivos se torna de vital importancia analizar la Constitución de la República y el Código Orgánico Integral Penal (COIP). 2. Constitución de la República del Ecuador. Según el artículo 1 de la Constitución de la República: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución. Los recursos naturales no renovables del territorio del Estado pertenecen a su patrimonio inalienable, irrenunciable e imprescriptible.” Se establece el laicismo entonces como un principio fundamental del Estado ecuatoriano. 84 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Según el artículo 66 de la Constitución de la República: “Se reconoce y garantizará a las personas: (…) 9. El derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad, y su vida y orientación sexual. El Estado promoverá el acceso a los medios necesarios para que estas decisiones se dé en condiciones seguras. 10. El derecho a tomar decisiones libres, responsables e informadas sobre su salud y vida reproductiva y a decidir cuándo y cuántas hijas e hijos tener” Se establece como derecho de libertad de las personas tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad y decidir cuándo y cuántas hijas e hijos tener. 3. Código Orgánico Integral Penal Para poder realizar una aproximación teórica al tema planteado para el siguiente expuesto, es necesario que conozcamos en primer lugar qué es un código, qué es un código penal y en qué momento de la Historia Universal surge la necesidad de establecer dichos códigos. El derecho define a un código como el conjunto de normas legales sistemáticas que permiten regular, de forma unitaria, una cierta materia. Esta definición permite que se conozca como código a la recopilación sistemática de distintas leyes y al conjunto de reglas sobre una materia. 85 En el caso del código penal, se trata del conjunto unitario y sistematizado de las normas jurídicas punitivas de un Estado. Abarca, por lo tanto, las leyes que son aplicables desde el punto de vista pena. En este sentido, el código penal plasma la facultad sancionadora del Estado. El primer código penal que recogió los requisitos que, a partir de la Ilustración, fueron estableciéndose sobre la forma de un cuerpo legislativo moderno, fue el Código Penal francés, de la época napoleónica. Debemos realizar una articulación entre la propuesta de código penal y los derechos de las mujeres ecuatorianas. Cabe recalcar los principios de la Ilustración francesa, aquellos de “Igualdad, Libertad y Fraternidad” los cuales se cumplían exclusivamente en el caso de los varones, dado que las mujeres quedaron excluidas de los derechos de participación o educación entre otros que los varones promulgaron y después obtuvieron. Este hincapié nos puede dar algún síntoma del origen del pensamiento patriarcal en cuanto a lo que la promulgación de derechos para las mujeres se refiere. El concepto de androcentrismo nos explica el hecho de que la Historia de la Humanidad sea la Historia de los varones, y de que nosotras hayamos estado marginadas sistemáticamente en cualquier sociedad, y que todos los grandes aportes para el progreso de la sociedad se hayan realizado por varones. Afortunadamente mujeres tan 86 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género extraordinarias como, entre otras, Olympe de Gouges o Mary Wollstonecraft ponen el tono discrepante al respecto, y nos recuerdan a través del Movimiento Feminista, que aunque los varones quieran adueñarse de nuestro presente y de nuestro futuro, nosotras somos y actuamos, y eso nos convierte en piezas imprescindibles de cambio social, de redefinición de conceptos y de desempolvar la historia y contar la verdadera que nos han ocultado gracias al sistema patriarcal. Como se ha indicado con anterioridad el código penal plasma la facultad sancionadora del Estado, en este sentido, es de vital importancia que analicemos los artículos del Código Orgánico Integral Penal (COIP) recientemente aprobado por la Asamblea Nacional: “Artículo 147.- Aborto con muerte.- Cuando los medios empleados con el fin de hacer abortar a una mujer causen la muerte de esta, la persona que los haya aplicado o indicado con dicho fin, será sancionada con pena privativa de libertad de siete a diez años, si la mujer ha consentido en el aborto; y, con pena privativa de libertad de trece a dieciséis años, si ella no lo ha consentido.” “Artículo 148.- Aborto no consentido.- La persona que haga abortar a una mujer que no ha consentido en ello, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años. Si los medios empleados no han tenido efecto, se sancionará como tentativa.” 87 “Artículo 149.- Aborto consentido.- La persona que haga abortar a una mujer que ha consentido en ello, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años. La mujer que cause su aborto o permita que otro se lo cause, será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a dos años.” “Artículo 150.- Aborto no punible.- El aborto practicado por un médico u otro profesional de la salud capacitado, que cuente con el consentimiento de la mujer o de su cónyuge, pareja, familiares íntimos o su representante legal, cuando ella no se encuentre en posibilidad de prestarlo, no será punible en los siguientes casos: 1. Si se ha practicado para evitar un peligro para la vida o salud de la mujer embarazada y si este peligro no puede ser evitado por otros medios. 2. Si el embarazo es consecuencia de una violación en una mujer que padezca de discapacidad mental.” Como podemos observar, no sólo se criminalizan nuestros derechos sexuales y reproductivos y nuestro derecho a decidir, sino que se produce una persecución penal a las y los profesionales de la salud llegando incluso a inhabilitarlos de su profesión. Esto supone un recrudecimiento evidente del Código Penal cuando por ejemplo la Conferencia Mundial sobre Población y Desarrollo, El Cairo (1994), y la Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing (1995), han puesto especial énfasis en la relación entre derechos 88 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género humanos y derechos sexuales y reproductivos, entendidos éstos como el derecho de hombres y mujeres a decidir libremente y tener opciones en lo concerniente a la libertad y seguridad de la persona, sexualidad, derecho a la vida, reproducción, calidad de atención en salud, acceso a la información y otras cuestiones como la privacidad y la confidencialidad en la toma de decisiones referidas a la salud sexual y reproductiva, derechos que el Estado tiene la responsabilidad de no transgredir y de adoptar las medidas que sean necesarias para asegurar su ejercicio. Sin embargo, pese a que la intencionalidad de la reforma sea precisamente adaptarse a los nuevos tiempos y a los cambios producidos en la sociedad, como se expresa en dos de los siguientes extractos del Código Penal: “El derecho penal, desde la época liberal, conocida como clásica, ha evolucionado doctrinaria y políticamente, y se ha ido adaptando a las necesidades de la sociedad y al modelo de Estado. El derecho penal clásico responde a sociedades pre-industriales europeas, que tienen un modelo de estado mínimo, protector fundamentalmente de la propiedad, la vida y del Estado como sujeto individual. Después de la escuela clásica, surgió el positivismo penal, que tuvo influencia también en nuestro código. Posteriormente, y acorde con nuevas reivindicaciones sociales y con los incontables abusos del poder punitivo del estado, surgen múltiples escuelas. Destacamos la escuela finalista de la acción, el abolicionismo penal y el garantismo penal. Nuestro sistema normativo penal ha sido ajeno al debate 89 teórico o a las reformas consistentes con los avances de las nuevas escuelas penales. En este sentido, el Código Penal ecuatoriano es anacrónico.” “Si bien es cierto que usualmente la legislación ha dejado en manos de la doctrina y la jurisprudencia este desarrollo conceptual, en el caso ecuatoriano esta estrategia ha resultado fallida, pues en la práctica, la jueza o juez penal, por limitaciones normativa ha tenido un desarrollo conceptual y técnico muy pobre y exiguo, nada comparable con la experiencia ocurrida en otros países del mundo.”, parece que los derechos de las mujeres siguen teniendo que ser penados. El Código Penal no nos condena a la cárcel, no nos priva de nuestra libertad; el código penal no les inhabilita a las y los profesionales de la salud a ejercer su profesión; el código penal nos condena a morir. Nos condena a practicarnos abortos ilegales en condiciones de insalubridad que nos mata: “En los países donde el aborto es ilegal, los servicios médicos son malos, la búsqueda del aborto es difícil y peligrosa y los servicios médicos son malos, la búsqueda del aborto es difícil y peligrosa, y los riesgos sociales son altos. Por lo tanto, la mortalidad materna aumenta de entre 0.2 y 1.2 muertes por cada 100.000 abortos en países que han legalizado el aborto, a 330 muertes en países que todavía lo penaliza. De esto resulta que el 21% de todas las muertes maternas ocurren por complicaciones debidas al aborto clandestino e inseguro”11 11 Extraído de “De esto no se habla, percepciones de mujeres jóvenes sobre prácticas y legalidad del aborto en el Ecuador” Publicación de la coordinadora juvenil por la 90 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género A nivel internacional, son las socialdemocracias europeas, las que gracias a la increíble lucha del Movimiento Feminista han establecido leyes de plazos para poder abortar de manera gratuita y a través del sistema sanitario al menos hasta el primer mes. También son algunos países occidentales quienes han promovido un cierto grado de progresismo en lo que al tema del derecho a decidir de las mujeres sobre su propia sexualidad en Conferencias y reuniones internacionales de mujeres. Pese a que el aborto sea una de las principales causas de mortalidad materna en la región, sólo existe un país en toda Latinoamérica y el Caribe que lo ha despenalizado totalmente: Cuba. Aunque la lucha del movimiento feminista en Latinoamericano ha promovido con mayor o menos fuerza, el debate sobre la problemática de la penalización del aborto, hay países que restringen totalmente la práctica, otros como Uruguay en los que se han producido avances en los debates Parlamentarios, y casos como en Argentina, en los que los movimientos sociales y las organizaciones están presionando al poder ejecutivo para la despenalización del aborto. Aunque en la región existen gobiernos de corte progresista estos avances en materia de los derechos de las mujeres siguen estando en manos de la Iglesia Católica y de los equidad de género disponible en el siguiente link: http://www.coordinadorajuvenil.org/ web/downloads/publicaciones/lib1.pdf 91 polos más conservadores, por lo que nuestra sexualidad, el disfrute pleno de nuestro cuerpo y la toma de decisiones sobre nuestro derecho a la maternidad cuando y como lo consideremos oportuno, sigue siendo un debate que se sitúa fuera de nosotras, ubicándose por el contrario, en manos de moralidad religiosa y las altas esferas del poder político y económico. La lucha por la liberación de las mujeres, por el reconocimiento y equiparación en la teoría y en la práctica, de sus derechos en el campo de la política, la economía, la familia y la sociedad, continúa siendo hoy, después de casi dos siglos de historia del movimiento feminista, uno de los principales espacios de confrontación y transformación social. Resaltar el potencial movilizador y crítico del movimiento feminista a lo largo de su historia es por tanto una tarea necesaria no sólo para construir la memoria colectiva de un movimiento que ha provocado cambios fundamentales en nuestra sociedad y, principalmente, en la vida de las mujeres, sino también para trazar los frentes de lucha y acción del feminismo en el panorama actual. Es necesario el reconocimiento de las mujeres como sujetos con capacidad para emitir juicios, optar y actuar, y para esto es necesario el derecho al aborto. Desde una sociedad que avanza o debería avanzar hacia la igualdad, y hacia el respeto de la decisión de las mujeres, la existencia de estos problemas nos deja en una situación de indefensión que no se explica en un Estado de Derecho en 92 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género el que la seguridad jurídica y la defensa de la dignidad de las mujeres, al igual que la del resto de la ciudadanía, no sólo es un derecho, sino una obligación de las instituciones de remover los obstáculos que lo impidan. Hay una consigna clave dentro del movimiento feminista por el derecho al aborto: Nosotras PARIMOS, nosotras DECIDIMOS, bajo mi punto de vista en eso se resume todo, en la necesidad del respeto de las decisiones que tomamos las mujeres, por encima de dogmas, prejuicios y conservadurismo social. 4. Sin-Clusiones. Bajo mi punto de vista el Código Orgánico Integral Penal (COIP) entra en contradicción en materia de interrupción voluntaria del embarazo con la Constitución de la República del Ecuador en su artículo 66 sobre los derechos de libertad. A continuación algunas reflexiones y dudas: • ¿Por qué, siendo el Ecuador un Estado Laico conforme a su Constitución de 2008, algunas autoridades gubernamentales privilegian, sin vergüenza alguna, sus creencias religiosas para empujar decisiones y políticas públicas en las que impone su moral por sobre el mandato de la protección de los derechos humanos de las mujeres? ¿Por qué el Ecuador camina en contravía de los consensos y de los marcos internacionales de derechos humanos en el campo de los derechos sexuales y reproductivos? 93 • Hablar sobre la despenalización del aborto es hablar sobre el derecho de las mujeres a tomar decisiones libres, soberanas sobre su vida y futuro. Es indispensable que las ciudadanas y ciudadanos contemos con espacios para reflexionar sobre la importancia de construir estados laicos en donde los prejuicios y códigos morales personales no interfieran en el acceso a y cumplimiento de los derechos de la ciudadanía. 94 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género 5. Bibliografía. - “De eso no se habla, percepciones de mujeres jóvenes sobre prácticas y legalidad del aborto en el Ecuador”. Coordinadora juvenil por la equidad de género: http://www.coordinadorajuvenil.org/web/ downloads/publicaciones/lib1.pdf - “El derecho al aborto en América Latina y el Caribe” Choike.org: http://www.choike.org/nuevo/informes/4702.html - Dossier sobre el aborto legal en el Uruguay: http://www. chasque.net/frontpage/comision/dossieraborto/cap5_2.htm - Aportes al debate sobre el aborto en Chile: derechos, género y bioética: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S1726569X2006000200011&script=sci_arttext - “Cómo hablar del aborto inducido” Asamblea feminista de Madrid: http://www.feministas.org/madrid/IMG/pdf/Como_ hablar_del_aborto_inducido-_Guia_para_una_comunicacion_ exitosa-.pdf – Código Orgánico Integral Penal. –Constitución de la República del Ecuador. 95 LA MUJER: SUS LUCHAS, LOGROS Y REIVINDICACIONES. Liliana Chapuel* * Liliana Chapuel es ingeniera en Contabilidad y Auditoría CPA y tiene un diplomado en Políticas Públicas e Integración por el Instituto de Desarrollo Legislativo de Colombia. Ha participado en encuentros internacionales sobre género y participación política de las mujeres. Actualmente se desempeña como Directora Administrativa-Financiera del Parlamento Andino. Es militante del Partido Socialista Ecuatoriano. 96 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género La historia de los pueblos la construyen las personas a través de sus luchas y en muchos de los casos, han sido las mujeres quienes con su valor y entereza las han liderado, por perseguir su sueño de libertad, autodeterminación y desarrollo. Sin embargo, a través del tiempo han sido invisibilizadas por no decir ignoradas. Miles de años han debido transcurrir para que la mujer empiece a ocupar el sitial que siempre le correspondió. La igualdad de género va dejando de ser una utopía para convertirse en una realidad sostenible y una necesidad de la sociedad actual. La lucha de las mujeres ha sido constante, ya que desde la época colonial y en el inicio de la República fueron discriminadas al no ser consideradas ni siquiera ciudadanas. Cabe recordar que incluso la propia Constitución de 1884 establecía de manera expresa que sólo los varones se podían considerar ciudadanos. Fue recién a inicios del siglo XX cuando el General Eloy Alfaro reconoció la participación valiente y decidida de la mujer en todas las luchas, lo que le llevó a plantear desde el poder las más profundas reformas y promulgar la Constitución Política de 1906 para la incorporación de la mujer en la vida nacional, reivindicando sus derechos y permitiéndole el acceso a la educación y a ocupar cargos dentro de la administración pública, con lo que se dio inicio a un proceso social para lograr la igualdad de oportunidades frente a los hombres. Con el ejemplo de Alfaro, las luchas sociales de las mujeres por conseguir reivindicaciones no se detendrían. En 1929, 97 lograron que la Norma Constitucional de manera expresa, reconozca como ciudadano a todo ecuatoriano sea hombre o mujer y además estableció que el Estado debía dar atención preferente a la mujer para fomentar su liberación económica y su educación profesional, para que pueda ocupar cargos en la administración pública. Para 1979 las luchas por los derechos de género permitieron que en la Constitución se estableciera que la mujer, cualquiera sea su estado civil, tenga iguales derechos y oportunidades que el hombre en todos los órdenes de la vida pública, privada y familiar; y, en la Constitución de 1998, se logró garantizar la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres para acceder a los medios de producción y tomar decisiones en cuanto a la sociedad conyugal y se estableció la obligación del Estado para incorporar a la mujer al trabajo remunerado, con igual remuneración que la recibida por los hombres, se creó una institución para garantizar esta incorporación, se reconoció a la trabajadora artesanal e informal y a la viuda y jefa de hogar y finalmente se reconoció el trabajo doméstico no remunerado como una labor productiva. Con la Constitución de 1998 se estableció la obligatoriedad de que en las listas para presentar candidaturas a elecciones pluripersonales las mujeres debían tener una participación del 20%, lo cual fue mejorado en la Constitución del 2008 que estableció que se deberán aplicar los principios de alternancia y alternabilidad entre hombres y mujeres en la conformación de dichas listas, y en la Constitución del 2008 la situación actual de las mujeres es favorable ya en la 98 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Constitución en sus artículos 34 y 41 consagra la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en el artículo 102 señala que el Estado promoverá y garantizará la participación equitativa de mujeres y hombres como candidatos en los procesos de elección popular. Por otra parte hay que resaltar los esfuerzos que ha realizado la Comunidad Internacional a través de la aprobación de tratados internacionales y regionales, además de leyes nacionales que promueven la urgencia de incluir en las agendas de desarrollo el tema de la participación y la inclusión de la mujer en las decisiones de los colectivos humanos. En este sentido es preciso hacer referencia a instrumentos como: La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer en la que se explicitan aspectos relativos a participación política de las mujeres, y la obligación de los Estados de eliminar las formas de discriminación contra de la mujer para garantizar la igualdad de condiciones con el hombre sobre todo en la esfera política; la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 que incluye la promoción de los derechos de las mujeres, el derecho al ejercicio del poder y a la adopción de decisiones y la representación paritaria; la Convención Internacional para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, Belém Do Pará, en ella se destaca el derecho de las mujeres a tener igualdad en el acceso a la función pública, la Resolución 1325 de 2000, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la cual se insta a los Estados parte a promover acciones para incrementar la 99 participación de las mujeres en la adopción de decisiones y solución de conflictos. No sólo en el Ecuador sino en el mundo, se discute con mayor intensidad la Agenda de las mujeres en distintos foros, se firman declaraciones y se reivindican derechos que también dan lugar a planes, programas y proyectos de desarrollo de las mujeres hasta lograr la igualdad de oportunidades. Las proclamas hacen alusión a aspectos como el compromiso de la mujeres con el desarrollo humano, con las familias, comunidades y regiones; la lucha por la autonomía y defensa de derechos; la construcción de sociedades más incluyentes y equitativas; la incidencia de las mujeres en la preservación del patrimonio cultural y natural de los países y regiones; la presencia de las mujeres como potencial para producir y aportar al comercio, la industria, el desarrollo científico y tecnológico; su compromiso y capacidad de luchar contra la injusticia, la violencia, la inseguridad; la fuerza de las mujeres para alcanzar el pleno desarrollo humano, en cuanto a participación, la paridad e inclusión bajo principios igualitarios, la economía del cuidado, el reconocimiento de trabajo productivo al trabajo no remunerado de las mujeres en el hogar, etc. En definitiva, la historia de la mujer en el Ecuador y el mundo, es y será siempre una historia de amor pero a la vez de lucha contra un sistema patriarcal, machista y discriminante y por ello, en cada faceta de la historia encontramos heroínas, que sin amilanarse se han rebelado contra este sistema. En Ecuador, con mucho orgullo podemos decir que tenemos a 100 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género nuestras heroínas, mujeres que se han negado a someterse a la opresión y han demostrado que la mujer puede ser igual o más valiente y capaz que cualquier hombre. Así podemos destacar a Manuela Espejo periodista, enfermera, feminista y revolucionaria ecuatoriana; Manuela Sáenz heroína de la Independencia de América del Sur; Manuela Cañizares, mujer cuyo valor alentó el primer grito de nuestra independencia, Matilde Hidalgo de Prócel quién fue la primera mujer en ejercer al derecho al voto así como la primera en ocupar un cargo público; Nela Martínez fue la primera mujer en dirigir el Ecuador aunque informalmente, posteriormente fue nombrada como la primera diputada de la Asamblea Nacional del Ecuador; Dolores Cacuango líder indígena quién dedicó su vida a defender el derecho a la tierra y a combatir la esclavitud y el maltrato contra su pueblo; Tránsito Amaguaña indígena luchadora por la defensa de los derechos humanos y la dignidad de los indígenas, y cómo no recordar a nuestra compañera socialista Guadalupe Larriva, ejemplo de mujer valiente, cuyo valor le permitió convertirse en la primera Ministra de Defensa que tuvo nuestro país, entre otras mujeres que enorgullecen nuestra historia y que en diferentes épocas y espacios se constituyeron en la luz guía, que no importa el tiempo transcurrido, debemos seguir, para que las sombras retrógradas no vuelvan a obscurecer la Patria y a cada uno de nosotros, hombres y mujeres de este país, que resueltamente hemos decidido caminar juntos hacia el futuro. En un día como estos, en los que se recuerdan las luchas de la mujer por lograr sus justas reivindicaciones, considero 101 oportuno destacar la labor a favor de los derechos de la mujer en estos nueve años de la Revolución Ciudadana liderada por el Presidente Rafael Correa, pues hemos visto convertirse en realidad, ansiados anhelos como la afiliación de las amas de casa a la seguridad social, se ha impulsado acciones y medidas que permitan garantizar la participación equitativa y paritaria de las mujeres en los procesos electorales, lo que les ha permitido de manera sin precedentes acceder a importantes cargos dentro de la administración pública y además, existen esfuerzos indiscutibles para erradicar la violencia de género, venciendo el silencio cómplice que obligaba a las mujeres maltratadas a mantenerse en el anonimato, principalmente a través de la tipificación del femicidio dentro de nuestro Código Orgánico Integral Penal. Finalmente, indicar que es mucho lo que se ha avanzado pero hay que seguir trabajando en pro de alcanzar igualdad de oportunidades a través de acciones afirmativas; promoción de la participación política de la mujer en todos los espacios de la vida pública; prohibición de toda forma de discriminación; eliminación de barreras para el ejercicio pleno de los derechos de la mujer; prevención de toda forma de violencia de género; políticas a favor de la mujer cabeza de hogar; protección en cuanto a sus derechos sexuales y reproductivos, protección y asistencia en salud a la mujer en su etapa de maternidad, ejercicio pleno de la ciudadanía y garantía de participación en la toma de decisiones en todos los espacios públicos. 102 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Hoy, las mujeres del mundo debemos festejar este día por la satisfacción del deber cumplido, con la seguridad de que hemos contribuido en el desarrollo histórico de las sociedades del mundo y con mucha satisfacción podemos estar seguras que nuestro papel es fundamental y necesario para fortalecer las democracias del mundo, en la búsqueda por construir una sociedad que sea equitativa, justa y solidaria. “Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad” (Indira Gandhi) 103 LA PRESENCIA DE LAS MUJERES EN LA EVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD. Soledad Solano* * Soledad Solano es estudiante de décimo semestre de Derecho por la Universidad de las Américas (UDLA). Ha impulsado diversas campañas para sensibilizar acerca de los Derechos Humanos entre niñas, niños y adolescentes. Se ha desempeñado como asesora del Parlamento Andino y actualmente es asesora de la Asamblea Nacional del Ecuador. 104 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Para hablar acerca del rol de las mujeres en la sociedad, es indispensable abordar el orden social patriarcal, cuya instauración surgió a la par de la civilización y se ha perpetuado hasta la actualidad. En ese sentido, Cagigas (2000), sostiene que el patriarcado “fue la primera estructura de dominación y subordinación de la Historia […] el más poderoso y duradero de desigualdad y el que menos se percibe como tal.” (pág. 307) Pero, ¿de dónde nace el patriarcado? Según autoras feministas, entre las que se destacan Simone de Beauvoir, Marta Lamas y Alda Facio, el origen del patriarcado radica en la diferencia biológica de los hombres y las mujeres, específicamente en lo que se refiere a la función reproductiva. En ese contexto, Beauvoir (1949, págs. 63-80), analiza la convivencia de los seres humanos en una sociedad nómada, cuyo sostenimiento y supervivencia dependía de la caza y recolección de frutos, y de vencer tras los enfrentamientos con otros grupos humanos y con fieras. Por consiguiente, la menstruación, el embarazo y la lactancia menoscababan significativamente las capacidades físicas de las mujeres y las supeditan a los hombres de su grupo. En base a lo manifestado, se empieza a jerarquizar a los sujetos, dotando de mayor importancia y visibilidad a los hombres y a su vez inferiorizando a las mujeres. De ahí nace la asignación de roles, que reservan la esfera pública para exclusiva competencia de los hombres y la esfera privada para las mujeres, teniendo los hombres la obligación de llevar el sustento al hogar y las mujeres que ejecutar todas las tareas 105 domésticas por ser las únicas que se podían desarrollar a la par de las maternas. En las posteriores fases de la historia, los principios del patriarcado influyeron notoriamente, pues arbitrariamente se atribuyó un carácter natural al vincular este orden con la biología de los seres humanos, pero la verdad es que es una construcción social que responde a los intereses de grupos de poder. Durante el Imperio Romano, pese a los avances que sucedieron en ramas como la Medicina, la Filosofía y el Derecho, las mujeres continuaron en una situación de inferioridad frente a los hombres; evidencia de ello son las corrientes del pensamiento greco-romano, cuyos exponentes: Sócrates, Platón y Aristóteles, dan a las mujeres un despectivo trato que las categoriza como objetos, desconociendo totalmente su condición de sujetos de Derecho. En lo que atañe a lo jurídico, Coma (2011, págs. 93-95), recalca que la familia romana era una organización social basada en un vínculo jurídico de sometimiento a la autoridad del paterfamilias. En consecuencia, las mujeres al no ser sujetos de derecho no gozaban de capacidad para participar en la esfera pública, de ser propietarias ni de administrar bienes, no poseían derechos civiles y no se requería su voluntad para que contraigan matrimonio; además, estaban sujetas a ser castigadas si actuaban de manera alejada a la moral. Cabe recalcar que no eran sancionadas las mismas conductas para los hombres que para las mujeres, pues las mujeres estaban en enorme 106 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género desventaja y los castigos eran bárbaros y desproporcionales a las faltas. En la Edad Media, el cristianismo agudiza la discriminación hacia las mujeres representándolas a través de dos figuras: la primera es Eva, quien posee características negativas pues desobedeció a Dios e indujo a Adán a cometer el pecado original, por lo que los dos fueron arrojados del paraíso y recibieron por castigo, Adán el tener que trabajar para mantener a su familia y Eva el parir con dolor; la segunda figura es la Virgen María, quien encaja en el ideal de mujer, pues posee las virtudes de la pureza, obediencia, sumisión, paciencia, fe, amor, sacrificio y resignación. Pese a ser el cristianismo una doctrina de amor enfocada en alcanzar una convivencia pacífica, tiende a agudizar la cultura misógina lo que ocasiona la tristemente célebre Casería de Brujas, que nace del Malleus Maleficarum o Martillo de Brujas al que el penalista Zaffaroni (2014) define como “la primera gran obra sistemática de derecho penal integrado con la criminología, el procesal penal y la criminalística”. (pág. 203) El Martillo de Brujas constituyó una fuente normativa que permitía someter a torturas crueles, matar y quemar en la hoguera a quienes practicaban conocimientos ancestrales acusándolos de alterar la naturaleza. La mayoría de víctimas fueron mujeres, porque de acuerdo a Romano (2011, págs. 50-52), al ser ellas las encargadas del quehacer doméstico, del cuidado de los cultivos y del bienestar de los miembros de su familia, pudieron descubrir propiedades curativas de 107 las plantas que sanaban dolencias, prevenían embarazos y ayudaban en los partos. Pero como todo orden penal y más aún con un sistema jurídico precario, estaba en manos de las autoridades decidir a quién sancionar y bajo qué procedimiento, cometiéndose una serie de injusticias y atemorizando a la sociedad entera para posicionar aún más el poder ejercido a través de determinados hombres. En cuanto a la Edad Moderna, la Revolución Francesa generó esperanza en todos los sectores oprimidos de la sociedad, sin embargo, los resultados para las mujeres no fueron tan alentadores, tal es así que Rousseau excluye a las mujeres de su Contrato Social por no considerarla titular de derechos. Según Beauvoir (1949, págs. 98-99) las mujeres que estaban en posición de ventaja para luchar por la reivindicación de los derechos de sus congéneres y los suyos propios eran las de la clase burguesa, pero no se atrevieron a hacerlo por temor a perder las comodidades que sus maridos les ofrecían; ellas prefirieron conformarse con lo que tenía el jefe de su hogar y ellas podían disfrutar de cierta forma, antes que arriesgarse a quedar sin nada. Por otro lado, las mujeres de la clase obrera eran las que gozaban de mayor independencia porque aportaban con su trabajo autónomo al hogar y ello les permitía ser parte en la toma de decisiones en lo que respecta a los miembros de su familia y salir a la esfera pública. 108 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género En la Edad Contemporánea se empieza a analizar la historia y literatura, percatándose de la falta de protagonismo de las mujeres, situación que se presenta porque la mayoría de escritores fueron hombres a raíz de que las mujeres estaban demasiado abrumadas por la opresión masculina y la sobrecarga de trabajo doméstico que soportaban. Sin embargo, las mujeres siempre estuvieron presentes y aportaron en todas las fases de la historia, ejerciendo un papel imprescindible en la procreación y crianza de los hijos, así como en la educación y economía. Matas y Luque (2010, págs. 53-55), precisan que en las obras artísticas se evidencia la presencia de las mujeres en el hogar desempeñando sus roles aisladas, sometidas y tristes, pues varias pinturas las retratan al interior del hogar, velando por el bienestar de los suyos, realizando un trabajo sustancial no reconocido y menospreciado. La autora Beauvoir (1949, pág. 103), afirma que las mujeres empezaron a superar la brecha que las aísla de la esfera pública con la Revolución Industrial a raíz de que las máquinas restaron importancia a la fuerza física. Pero asimismo, los problemas se presentaron cuando las mujeres se sintieron inducidas por sus necesidades a aceptar una remuneración inferior a la que percibían los hombres por un igual trabajo y los empleadores abusaron de esa situación. Las mujeres han sido víctimas de la sociedad y el Derecho, pues desde épocas remotas se naturalizó su dominación, agravándose si además de ser mujeres pertenecían a grupos 109 minoritarios como las indígenas, las afro, las discapacitadas, las niñas o las ancianas. La ley no les reconocía titularidad de derechos; no les permitía acceder a la educación ni al trabajo, tener un patrimonio, decidir sobre su cuerpo, sexualidad y reproducción, ni participar en la vida civil y política. En virtud de lo expuesto, el Derecho, por ser la rama que rige el comportamiento humano dentro de la sociedad para alcanzar la justicia, ha considerado necesario visibilizar la condición de vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres a causa de patrones de conducta transmitidos de generación en generación desde el inicio de la civilización, y en base a ello, crear instrumentos jurídicos que le otorguen una protección especial que permita reivindicar su condición de seres humanos y sujetos de derecho capaces. Hoy en día existen tratados internacionales que prohíben la discriminación por razones de sexo y que reconocen que no existe categorías de seres humanos, sino que todos están en el mismo nivel y por esa razón los Estados internamente deben garantizar el ejercicio de sus derechos con acciones prácticas y no con meros enunciados. Entre los instrumentos internacionales más relevantes están: la Declaración de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer; entre otras. 110 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género En Ecuador, a raíz de la promulgación de la Constitución 2008, el órgano legislativo ha visto la necesidad de armonizar varios cuerpos normativos para que su función se adapte a alcanzar el Régimen del Buen Vivir. En cuanto a alcanzar la igualdad material de las mujeres, un mecanismo es la discriminación positiva como medida temporal direccionada a transformar el paradigma patriarcal; evidencia de ello son, el Código de la Democracia que exige paridad de género en las dignidades de elección popular, el Código de Trabajo al exigir un porcentaje de mujeres dentro de los empleados y el Código Orgánico Integral Penal que incluye como tipo el Femicidio y la Violencia contra mujeres o miembros del núcleo familiar. Además, el actual gobierno ha promovido políticas educativas que posicionen a las mujeres de mejor manera en lo educativo, laboral, familiar, social, etc. Asimismo, a través del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), se ha llevado a cabo encuestas que arrojan cifras para medir el número de mujeres víctimas de violencia de género, siendo alarmantes los últimos resultados que reflejan que el 60,6% de mujeres en Ecuador han sido víctimas de algún tipo de violencia. (Consejo Nacional para la Igualdad de Género, 2011, pág. 32). Se han dado muchos avances hasta la actualidad, tanto es así que ahora la lucha feminista no persigue el reconocimiento normativo como durante la Revolución Francesa, ahora se busca la eficacia de normativa; aún es largo el camino por recorrer, falta mucho por hacer, mucho por legislar y mucho por cambiar, pero es tarea de cada uno de nosotros y más aún 111 de las mujeres y niñas romper las cadenas del patriarcado, informándonos, educándonos, educando a las futuras generaciones y rechazando los roles estereotipados que nos han inferiorizado y oprimido. 112 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Bibliografía Beauvoir, S. (1949). El segundo sexo. (P. R. Editorial, Trad.) Éditions Gallimard. Cagigas, A. D. (2000). El Patriarcado, como origen de la violencia doméstica. Recuperado el 19 de 11 de 2015, de dialnet. unirioja.es/descarga/articulo/206323.pdf Coma, J. M. (2011). “Violencia y sumisión de la mujer en las fuentes jurídicas romanas” en Raíces profundas La violencia contra las mujeres (Antigüedad y Edad Media). Madrid España: Ediciones Polifemo. Consejo Nacional para la Igualdad de Género. (2014). La violencia de género contra las mujeres en el Ecuador: Análisis de los resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres. Quito, Ecuador: El Telégrafo. Matas, R., & Luque, L. (2010). La mujer en el espacio pintado: de la Edad Moderna a la Contemporánea, Asparkía, 47-64. Romano, V. (2011). Sociogénesis de las Brujas. Madrid, España: Editorial Popular. 113 DESPATRIARCALIZACIÓN DE LA SOCIEDAD Y DEL ESTADO. Silvia Salgado* * Silvia Salgado es Licenciada en Ciencias de la Educación con mención en Administración Educativa y tiene un diplomado en Políticas Públicas e Integración por el Instituto de Desarrollo Legislativo de Colombia. Ha ejercido diversos cargos de elección popular tales como concejala del Cantón Ibarra, Diputada por la provincia de Imbabura, Asambleísta Nacional en el período 2008-2013 y actualmente se desempeña Parlamentaria Andina para el período 2013-2017. Es militante del Partido Socialista Ecuatoriano. 114 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género En los procesos políticos y luchas sociales de los últimos años en Latinoamérica, el movimiento de mujeres ha jugado una vez más un rol protagónico avanzando en un empoderamiento, toma de conciencia y presencia política en la consecución de sus derechos, logrando la consolidación de sus organizaciones e incidiendo en importantes reformas del Estado que visibilizan no sólo su acción política sino también su aporte en la generación de la riqueza social. Aspecto de relevancia es la lucha de las mujeres contra todas las formas de dominación y su incidencia política en los procesos constituyentes de los países que han impulsado nuevos acuerdos sociales que marcan la ruta de cambios y transformaciones sociales, económicas y políticas que aún están por alcanzarse. En el caso de Ecuador, la Asamblea Constituyente de Montecristi, constitucionaliza los derechos humanos de las mujeres alcanzando un importante desarrollo y contribuyendo a la configuración de una nueva ética que se funda en las relaciones igualitarias de los sujetos y en la erradicación de la discriminación, conceptos que han sido ampliamente debatidos y aportados desde la teoría feminista y la experiencia de las mujeres en décadas de movilización y lucha por alcanzar la igualdad. Al abordar principios fundamentales como la laicidad, la igualdad material o sustancial y la paridad, nos plantea a las y los actores políticos de izquierda un reto mayor: asumir y recrear la despatriarcalización de la sociedad y del Estado como parte del cambio en las relaciones de poder porque significa transformar la pirámide ascendente profundamente desigual que sostiene la explotación económica en el Ecuador, América latina y el mundo. 115 Recordemos que las bases del patriarcado tienen su origen en la división social del trabajo creando una organización social y cultural androcéntrica que asigna roles diferenciados a hombres y mujeres desde su nacimiento. El dominio y el control del varón sobre la mujer a través del uso de la violencia ha sido el modus operandi principal para mantener un orden de privilegios y control masculino que se mantiene hasta nuestros días, como expresión del capitalismo. Reconociendo lo inacabado de este proceso, es preciso señalar la necesidad de deshacer, de construir un sistema para dar lugar a uno nuevo que proyecte la eliminación del patriarcado como sistema opresor y explotador. A diferencia de otras miradas la despatriarcalización tiene el aditamento que no se trata de una forma de liberación solo de las mujeres si no de ambos de hombres y mujeres, una liberación que destruya las diferentes maneras de dominación capitalista, colonial y patriarcal. La izquierda y el socialismo en particular deben asumir en sus agendas políticas e ideológicas la responsabilidad de promover políticas públicas de carácter estratégico con igual o la misma importancia como la nacionalización de los recursos naturales, el cambio climático, el modelo económico y otros considerados cambios estructurales. La lucha anticapitalista no puede concebirse sin vincular a una lucha anti patriarcal y descolonizadora, una lucha que se libra en todos los espacios públicos y privados, en las instancias de todos los niveles de gobiernos, en toda la institucionalidad pública, en los medios de comunicación, pero también en la familia y en la sociedad en general. Entonces, despatriarcalizar nuestra sociedad y el Estado, significa modificar las condiciones sociales, el modo de producción y la 116 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género distribución de la riqueza como también la sobre representación de los hombres en los espacios de toma de decisiones e institucionalizar la corresponsabilidad de hombres y mujeres en las tareas del cuidado, por ello el planteamiento es alcanzar una conciliación trabajo-familia, esto implica un cambio cultural profundo que requiere comprender que uno de los productos nefastos del patriarcado es el machismo, que tiene su expresión en la violencia doméstica, en la discriminación de género y en la dependencia económica. Esta propuesta ideológica que propone un cambio estructural está ausente o no se incorpora de manera directa en los programas de gobierno de la izquierda ecuatoriana y aún no se ha librado un debate profundo que defina el carácter de la lucha social desde las mujeres. La división social del trabajo que otorga a los hombres poder en lo público y a las mujeres poder en lo privado es inherente a la política neoliberal que aborda la temática de género reduciéndola hacia considerar únicamente a las mujeres como víctimas que deben ser protegidas por el Estado y la sociedad, que no permite abordar el problema de la violencia de género como un tema estructural, en cambio conceptualiza a los hombres como victimarios depredadores y criminales al individualizar la causa de la violencia se visibiliza las causas económicas y culturales, es necesario por tanto vincular la división sexual del trabajo con el mandato de la masculinidad y los mecanismos sociales y políticos que hacen posible el mantenimiento de la violencia, debemos ir hacia una propuesta que visibilice el engranaje con las violencias económicas de dependencia y exclusión. El machismo es fuente de sufrimiento no solo de quienes lo padecen sino también de quienes lo perpetran dificultando una convivencia más sana y justa. No podemos combatir el capitalismo y 117 el colonialismo dejando de lado el patriarcado como tema central de nuestras luchas, que se libra en todos los espacios públicos y privados, en el Estado y en la familia Cabe señalar que en algunos países de América Latina, en particular en Ecuador, se ha trabajado en el tema de paridad de los espacios de representación política sin embargo los avances no pueden ser solo numéricos y formales. La izquierda enfrenta no solo al capitalismo sino al patriarcado y al colonialismo de ahí la necesidad de aportar elementos para dar un salto de una política de género desde lo gubernamental, hacia la despatriarcalización la que aporta elementos que nacen de la problemática de las mujeres y que buscan propuestas de reorganización del conjunto de la sociedad donde logremos la masificación del feminismo emancipador, que no trata de una forma de liberación solo de las mujeres sino de hombres y mujeres, una liberación para toda la sociedad que propone acabar las diferentes maneras de dominación capitalista colonial e imperial. No podemos enfrentar un sistema patriarcal fuera del contexto de la lucha de clases, de la lucha anticolonial, de la lucha antiimperialista, de la lucha contra el neoliberalismo y el sistema capitalista. La emancipación de las mujeres está vinculada a la emancipación humana, sin embargo, tampoco podemos entender la lucha de clases sin la perspectiva de las mujeres: es un problema de ida y vuelta, en los países desarrollados hay un retroceso en el reconocimiento de los derechos de las mujeres esto tiene repercusión en temas como salud reproductiva, seguridad social y derechos sociales, la lucha por la paridad no es solo en los partidos o en los espacios representativos, sino que debe darse en todos los niveles como un principio democrático, no se trata solo de paridad política en la toma 118 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género de decisiones si no de lograr la paridad en el proceso educativo, en el cuidado y crianza de los hijos e hijas en las actividades domésticas, en los procesos productivos, encontrando caminos y acciones aplicables donde su cumplimiento pase por mecanismos que nos permitan resultados efectivos y no simulaciones. Es importante que los partidos de izquierda aborden la corresponsabilidad social y familiar, una de las vías es la legislativa para aterrizar en la despatriarcalización, ratificamos la necesidad de ampliar alianzas que incluyan a partidos de izquierda, democráticos y las organizaciones sociales, es de ellos de quienes esperamos una alianza con las mujeres. Bajo este enfoque se propone generar acuerdos en la sociedad que permita acabar con la desigualdad social pero incluida la desigualdad entre hombres y mujeres que no es todavía una auténtica bandera de la izquierda en su conjunto, hay que empezar a lo interno de nuestras organizaciones, para que la propuesta de despatriarcalizar tenga peso y credibilidad en la sociedad, para construir nuevos horizontes y la más profunda transformación y ruptura que va de los cambios macro sociales a las dimensiones política, cultural, social y económica hasta los cambios comunitarios, personales en una deconstrucción y reconstrucción de los valores, de las costumbres, de una nueva cultura, con un pensamiento que pone al centro a las personas y a la búsqueda de su bienestar y su felicidad. Los Programas de Gobierno de las organizaciones políticas han de visibilizar su propuesta de despatriarcalización del Estado y la sociedad y el enfoque de género encaminadas al buen vivir y los mecanismos de hacer efectivo los derechos de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en este nuevo momento y escenario de la lucha política e ideológica que vive el Ecuador y América Latina. 119 MUJERES SOCIALISTAS Y AVANCES FEMINISTAS EN EL ECUADOR. Susana Delgado* * Susana Delgado es arquitecta por la Universidad Estatal de Cuenca y tiene una especialidad en planificación y diseño urbano por la Universidad Estatal de Cuenca. Ha desarrollado proyectos de desarrollo para mujeres indígenas y organizaciones campesinas y ha sido expositora en eventos internacionales sobre derechos de las mujeres. Es vicepresidenta nacional del Partido Socialista Ecuatoriano. 120 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX se inauguraron cambios importantes para las mujeres ecuatorianas, marcados por la presencia del Liberalismo en el país y sobre todo, cuando Eloy Alfaro asumió el poder político, declarando la laicidad del Estado e inaugurando con ello leyes relacionadas con el matrimonio civil, la educación pública y el divorcio. En la época de la Revolución Liberal se promovió la presencia de las mujeres en el ámbito laboral y se mejoró las condiciones para su formación profesional, dado que cuando el conservadurismo estuvo en el poder, su educación estaba constreñida a los ámbitos domésticos y religiosos. La Revolución Liberal produjo cruentas luchas sociales entre las que se denunció junto a otros temas, la opresión y exclusión de las mujeres de la vida pública. Las mujeres participaron en la difusión de ideas de libertad, según su condición económica, apoyaron ya sea en el financiamiento de la ruptura del pensamiento patriarcal o en las tareas de cuidado en las guerras: las llamadas guarichas acompañaban a los ejércitos. En esta época, destaca la presencia de mujeres como María Luisa Gómez de la Torre, una de las fundadoras del Partido Socialista en Ecuador y Matilde Hidalgo de Procel, médica y primera mujer en sufragar en Latinoamérica, a través del reconocimiento del derecho constitucional al voto, en el año 1929. Otros nombres relevantes de este tiempo son los de Dolores Usubillaga, Juliana Pizarro, Maclovia Lavayen de Borja y Carmen Grimaldo. 121 Más adelante, las organizaciones de mujeres que surgieron de estas luchas y se fueron fortaleciendo en los procesos sociales y políticos del país, lucharon por sus derechos, en concordancia con el movimiento obrero y campesino, como ejemplo de ello destacan Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango, fundadoras de la primera escuela indígena para mujeres y co-fundadoras de la Federación Ecuatoriana de Indios. En la década de los 70 del siglo anterior, las mujeres cobraron fuerza en las organizaciones obreras y campesinas; así, al interior de la CEDOC se creó la Unión de Mujeres Trabajadoras en 1978 y al interior de la ECUARUNARI surgió la Unión de Organizaciones Femeninas de Pichincha y el Departamento de la Mujer trabajadora dentro de la C.T.E. en 1979. Esto posibilitó que cada vez más las mujeres se muestren con mayor fuerza ya no sólo en el ámbito laboral sino, como actoras importantes en el ámbito político. Para la década de los 80, el Estado, las agencias de desarrollo, organizaciones de promoción social, partidos políticos y movimientos sociales colocaron su atención en temáticas femeninas, por lo que se plantearon alternativas al discurso sobre la mujer. Así se iniciaron estudios de género sobre la situación de las mujeres en el Ecuador en diferentes ámbitos. Durante los noventa se crearon las primeras organizaciones nacionales de mujeres, se ratificaron convenios internacionales que promovieron los derechos de las mujeres, y se expidieron leyes a su favor, se destacan: Ley contra de Violencia (1995), Ley de 122 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Amparo Laboral (1997), que evolucionó hacia la reforma de la Ley Electoral, más conocida como la Ley de Cuotas y la Ley de Maternidad Gratuita (1998). Asimismo, la Constitución de 1998 integró los derechos de la mujer al cuerpo legal fundamental, por lo que el Estado formalizó la atención oficial a los problemas de las mujeres mediante el Consejo Nacional de las Mujeres CONAMU y otros organismos especializados en temas de la mujer y la familia. Por otro lado, es importante destacar que en esta década la migración femenina se hizo frecuente. Más adelante, el movimiento de mujeres influyó en la «Constitución de 1998», e incluyó aspectos relacionados con la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres. A continuación una lista de ellos: • El derecho a la integridad personal y a una vida libre de violencia, a la igualdad ante la ley y la no-discriminación. • La participación equitativa de mujeres y hombres en los procesos de elección popular, en las instancias de dirección y decisión en el ámbito público, en la administración de justicia, los organismos de control y los partidos. • El derecho de las mujeres a tomar decisiones libres y responsables sobre su vida sexual y reproductiva. • El reconocimiento formal del trabajo doméstico como labor productiva. 123 • La igualdad y corresponsabilidad en la familia y el apoyo a las jefas de hogar. • La educación no discriminatoria que promueva la equidad de género. • La obligatoriedad del Estado de aprobar políticas públicas e institucionalidad para impulsar la igualdad de las mujeres en las listas electorales, los criterios de paridad, secuencia y alternancia de mujeres y hombres. Esto posibilitó que de un 20% de presencia femenina en el período 1997-1998 se incrementara a un 30% en el 2000 y a un 50% en el 2007. Previo a la Asamblea Constituyente convocada por el gobierno de Rafael Correa, en el 2007, el movimiento de mujeres generó agendas y propuestas para la nueva Constitución. En este proceso participaron el «Movimiento de Mujeres» con auspicio del CONAMU, la Asamblea de Mujeres de Quito, la Coordinación Cabildo por las Mujeres del Cantón Cuenca y del Movimiento de Mujeres de El Oro. Sus propuestas se centraron en: • Mantener todos los derechos de las mujeres conquistados en la Constitución de 1998. • Estado Laico que implica el derecho a la libertad de conciencia y a adoptar decisiones. 124 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género • El derecho a la igualdad real o material que conlleva a la aplicación de medidas de acción positiva para compensar situaciones históricas de discriminación. • Derecho a decidir: las personas tienen derecho a tomar decisiones libres y responsables sobre su cuerpo, salud, vida sexual y reproducción. • Paridad: representación paritaria de mujeres y hombres en todas las funciones del Estado, organismos de control, régimen autónomo, gobiernos seccionales, y en los cargos públicos, sean de elección popular o designación. • Justicia de género: protección especial a las víctimas de delitos sexuales y violencia de género; procedimiento judicial no revictimizante; inversión de la carga de prueba y obligatoriedad de que los fallos se fundamenten en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos ratificados por el Estado ecuatoriano. • Erradicación del sexismo, machismo, androcentrismo y prácticas discriminatorias. • Prohibición de acceso a cargo público, a quien adeude pensiones alimenticias o sea responsable de delitos sexuales o de violencia de género. • Conciliación de la labor productiva con la reproductiva. • Determinación del valor productivo del trabajo doméstico y compensación con derecho a la seguridad social a quienes lo realizan. 125 • Distribución equitativa de los recursos entre hombres y mujeres. El primer gabinete de Rafael Correa estuvo formado por un número casi equivalente de ministros y ministras, además se nombró, por primera vez, una Ministra de Defensa, hecho que trastocó el imaginario simbólico sobre la autoridad y la defensa nacional. Este tipo de acciones parecían ser señales prometedoras para las mujeres. Asimismo, en septiembre del 2007, el gobierno expidió el «Decreto 620» que declara como política de Estado la erradicación de la violencia de género desde la niñez. Para implementar esa política pública se elaboraría un plan que permita «generar e implantar acciones y medidas, que incluyen mecanismos de coordinación y articulación interinstitucional en todos los niveles del Estado […]» política pública que «da inicio a la construcción de una cultura no autoritaria que puede aportar mucho a la revolución ciudadana que persigue el actual gobierno, incorporando a las mujeres como actoras plenas y libres de violencia» (Decreto 620, Correa 2007) Por último, el gobierno ha impulsado programas de emprendimiento productivos de y para mujeres, asimismo ha aplicado mecanismos compensatorios del trabajo doméstico. No obstante, la suma de estas acciones no ha logrado constituirse como una política real de Estado de igualdad de género. En este sentido, existen algunos puntos críticos que fueron debatidos en el proceso de la Asamblea Constituyente 126 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género y que han significado rupturas y distanciamientos del movimiento de mujeres con el gobierno de Rafael Correa. 1.- El Estado laico y el derecho a decidir: Recordemos que los máximos postulados de la segunda constitución alfarista (1906) consagraron el Estado laico, separado de la Iglesia Católica, y la laicidad en tanto libertad de cultos y respeto a la diversidad de posiciones ideológicas en la sociedad. Estos logros han sufrido innumerables ataques e involuciones en sus 100 años de existencia. El tema fue materia de debate en la Asamblea Constituyente de Montecristi, cuando se discutió si invocar o no a Dios en el preámbulo del texto constitucional. De su parte, Rafael Correa advirtió a la Asamblea que no refrendará la nueva Carta Política si ésta plantea contenidos que entren en contradicción con su conciencia y formación cristiana. 2.- El segundo punto crítico tiene que ver con el aborto. La despenalización del aborto en todas sus circunstancias, asunto de alta sensibilidad en las dirigencias políticas y ciudadanía en general; materia constitucional del Código Integral Penal, ha sido visto como una amenaza para las fuerzas conservadoras, que no toleran que sean las mujeres quienes decidan sobre su cuerpo. 3.- El tercer punto crítico se refiere a la institucionalidad promotora de equidad de género en Ecuador. El país experimentó desde 1997 niveles cada vez más profundos de crisis institucional, de allí que uno de los clamores ciudadanos expresados de manera reiterada, fue la necesidad de una reforma política integral, mediante la cual la institucionalidad 127 del Estado pase a funcionar con eficiencia y efectividad a favor del conjunto de la sociedad ecuatoriana. En el período neoliberal, el Ecuador experimentó la reducción del gasto social y el achicamiento del tamaño del Estado resultado de: el pago de la deuda externa, la entrega de los recursos a empresas extranjeras; la concentración en pocas manos de las utilidades de los recursos estratégicos, especialmente los provenientes de la producción petrolera, y, como remate, la extendida corrupción de políticos y funcionarios. En ese contexto, la «Dirección Nacional de la Mujer» se transformó en 1997 en el CONAMU, órgano rector de las políticas públicas de equidad de género. El paso se dio gracias a la acción del movimiento de mujeres que en ese momento contaba con un importante manejo técnico, apto para orientar la aplicación de políticas públicas con enfoque de equidad de género. Una de las características relevantes de la estructuración del CONAMU es la conformación mixta de su directorio: Estado - sociedad civil. A pesar, de la cercanía a la Presidencia de la República el CONAMU no ha sido considerado como parte del gabinete presidencial y tampoco tiene un presupuesto suficiente, correspondiente a la envergadura de sus responsabilidades e intervenciones. 128 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Bibliografía: Sendas, Líderes en Crecimiento. Cuaderno de Apoyo Conceptual para la formación en género, derechos y participación a nuevas líderes y liderezas. Cuenca, 2015. AMUME. (2014). Módulo IV Realidad Nacional de la Escuela Nacional de Formación Política: Políticas públicas y mecanismos de participación con enfoque de género. Quito: Secretaría Nacional de Gestión Política SNGP, Asociación de Municipalidades Ecuatorianas AME. Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades Dirección General de la Mujer. Guía para elaborar, implantar y evaluar planes de igualdad de oportunidades de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral. Junta de Castilla y León. Recuperado de: http://www.dipsanet.es/upd/pdfs/15_ DACFormacionComplementaria/IgualdadGenero/Guia_Igualdad_Jcyl. pdf Llano, L. y Polanco, A. (2011). La Plataforma de Acción de Beijing a través de experiencias de cooperativas de mujeres en Nicaragua. Managua: Área de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ACOIDE) Universidad de Cantabria. Recuperado de http//www.unican.es/NR/rdonlyres/00010d04/ lxkdiotagxwhivytovfixetgcohifywu/ PLATAFORMADEACCIÓNDEBEIJING.pdf Mujeres en Ecuador. Obtenido de: http://www.eurosur.org/FLACSO/ mujeres/ecuador/mpais. htm Muñoz, J.P. (2008). Movimientos sociales y procesos constituyentes. Quito: Instituto de investigación y debate sobre la gobernanza. Recuperado de: http://www.institutgouvernance. org/es/analyse/fiche-analyse-451.html 129 POR QUÉ SER FEMINISTA. Mayra Alejandra Quishpi* * Mayra Alejandra Quishpi es licenciada en Medicina y Deporte por la Universidad Deportiva del Sur (Venezuela). Es facilitadora en talleres de formación política para diversas organizaciones juveniles y militante del Partido Socialista Ecuatoriano. 130 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Antes de explicar qué es el feminismo, primero conoceremos alguna de las preguntas que se hace la gente, como: ¿qué es el feminismo?, ¿eso no es ser machista también? y ¿por qué ser feminista? Dentro de estas líneas no lo explicaré de manera catedrática sino desde un lenguaje de mujer del pueblo y luchadora. El feminismo nace mediante las luchas de mujeres diversas y de movimientos sociales además de ir en contra de un sistema patriarcado, neoliberal e injusto. A través de la historia hemos visto como la violencia se replica hacia las mujeres y a pesar que estamos en el siglo XXI se observa todavía la discriminación, desigualdad, injusticia y la violencia verbal, física y psicológica; todo tipo de maltrato que no podemos permitir que siga, por ello la lucha del día a día por un mundo justo, igualitario sin discriminación, donde las mujeres podamos decidir sobre nuestro cuerpo y que los mismo forma parte de los principios del socialismo. A veces se mal interpreta el feminismo como una respuesta al machismo, confundiendo y creando temor en las mujeres e implicando al hembrismo donde la mujer ejerce el papel de dominante y el hombre es inferior a ella; pero todo eso son estereotipos creados por una sociedad que lucha por el poder y no por una sociedad igualitaria, en ese sentido el feminismo busca una sociedad sin violencia, sin opresiones, sin explotación, sin discriminación y sin patriarcado. Para todo eso el feminismo tiene un significado importante en el mundo, la lucha de la igualdad de género, tratando de invalidar esos paradigmas de jerarquía de género como un concepto y estructura ya caduco. Entonces el feminismo no solo critica, también provoca espacio de construcción de todas las mujeres, por supuesto además de crear procesos políticos de cambio en el mundo. Después de esta pequeña elucidación, quiero compartir esta frase con ustedes querid@s lectores. “Es fácil reconocer a las mujeres fuertes: son las que se construyen unas a otras en lugar de destruirse entre ellas”, “El feminismo, como idea pura, es esencialmente revolucionario”, (José Carlos Mariátegui). 131 ENTREVISTA A DOLORES QUINCHE. Tamia Vercoutère* *Tamia Vercoutère es licenciada en Ciencias Políticas y tiene una maestría en Asuntos Internacionales con mención en Medio Ambiente, Desarrollo Sostenible y Riesgos por L’institut d’Etudes Politiques de Paris. Ha colaborado con varias instituciones gubernamentales en Ecuador tales como la Asamblea Nacional o el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana. Actualmente se desempeña como Docente-Investigadora del Centro de Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios Nacionales 132 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género (Ibarra, 20 de febrero de 2016) Dolores nació en la villa de Ibarra, el 11 de octubre de 1950. Es Kichwa Otavalo y su familia -mi familia-, tanto de la rama materna como de la paterna, es originaria de Quinchuquí, comunidad asentada en las faldas del volcán Imbabura. Hace más de un siglo fue que de Quinchuquí salieron varias familias y se asentaron en Ibarra; dejaron el telar y el arado y se apropiaron de las tercenas y el camal. Dolores es enfermera de profesión, bailarina, agricultora de la mano de su compañero de vida; pero es, ante todo, una luchadora. Sería imposible recoger una vida andada durante 70 años en unas pocas páginas; quienes hemos estado bajo el manto de esta hermosa mujer, nos hemos alimentado de su palabra y nos hemos cobijado en su tacto. Dolores no habla el idioma de la razón cartesiana y su voz tiene la cadencia de otros tiempos. Para entenderla, el oído debe hacerse corazón. La conversación que transcribo aquí debajo intenta ser fiel a ese compromiso, de ahí que no hay mediación otra que el papel y la palabra escrita, pues quienes la lean sabrán apreciar el valor intrínseco de su relato. Tamia: Ya son tres o cuatro las generaciones de kichwas que han vivido en Ibarra. Sin embargo, ¿cuál ha sido y es el lugar que ha ocupado la comunidad en esta ciudad? Dolores: Mi padre vino de unos ocho años de Quinchuquí, de ahí también es mi madre. Mis abuelitos vienen de las faldas del Imbabura, antes hacían tejidos. Buscando mejores horizontes, 133 una mejor vida, vinieron acá a la ciudad. Dejaron su trabajo de tejido y se dedicaron a buscar animales alrededor en las comunidades, para despostar y dar carne a la ciudadanía. En la Plaza de la Merced, con sus balanzas tradicionales, sin saber leer ni escribir, pero sabiendo contar, sumar, multiplicar, hicieron su trabajo. Aquí habemos un sinnúmero de familias, los Remache, los Males, los Quinche. Hemos también contribuido con la danza, la música, el deporte. Tengo un hermano que era muy buen futbolista. Fue el primer kichwa que jugó en la selección de la provincia, el Combinado Local. Luego fue el primero que fue a la Liga, a Quito. Hemos aportado mucho a la ciudadanía pero siempre hemos sido invisibles. Ha habido este arrastre de la colonización: el discrimen. La mujer kichwa ha aportado muchísimo; sin la mujer, la cultura no hubiera sobrevivido: la vestimenta, el idioma, el pensamiento, los transmitimos las mujeres. La mujer mantiene, a pesar de todo, la identidad, lo que no pasa con los hombres. Parece que los hombres son mucho más frágiles que nosotros. Y hay una fuerza. Cada discrimen me ha dado una fuerza, un empuje para salir adelante. Los problemas me han ayudado a que salga esa fuerza interior. Ya estoy mayor pero, cuando era niña, hubo mucho problema. En las escuelas religiosas, nos prohibieron el idioma, era prohibido hablar el kichwa. A los hombres les prohibieron llevar la trenza que es parte de la identidad. Las familias kichwas delegaban a mestizos para que vayan a las reuniones de padres en las escuelas. No me gusta decir mestizos. A la final, los mestizos tienen sangre de nosotros. 134 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Los colonizadores solo vinieron hombres, entonces aquí se mezclaron. Cuando era pequeña, mi madre me contaba que a las mingas para limpiar las acequias, los caminos, el teniente político o el cura se aseguraban de que las mujeres entregaran una prenda que mostrara que habían participado en el trabajo colectivo. Contaba mi madre que mi abuelita Nicolasa no pudo salir un día a la minga. A mi madre, como castigo, le mandaron a Otavalo a barrer las calles. Eso solo lo hacían con nosotros, no con todos los ecuatorianos. Todas esas cosas, se han entrado en mi corazón. Y he dicho, esto tiene que cambiar y hay que transmitir. Desgraciadamente, no queda nada escrito. Solamente transmitimos a nuestros hijos la palabra, es oral. Tamia: Siendo muy joven, usted salió de la ciudad para ejercer la enfermería. Cuéntenos su experiencia. Dolores: Cuando era joven, el Ministerio de Salud me dio una beca así que me fui a estudiar enfermería a Riobamba, volví a Ibarra para hacer prácticas y luego trabajé en el Ministerio. En ese entonces, en las comunidades, mucha gente no hablaba tan bien el español, así que me mandaron allá, porque yo era bilingüe. Ilumán, San Pablo, Angla, Zuleta, Quiroga, Mariano Acosta: ahí practiqué mucho el idioma, me integré en la comunidad, conocí sus problemas. Hablaba mucho con las mujeres, no solo sobre salud, sino sobre la situación que vivíamos los kichwas. Atendí partos, 135 enseñé primeros auxilios y compartí la importancia de la planificación familiar. Inclusive aprendí a cocer para enseñar a las mujeres que querían hacerlo. No seguí ningún curso, aprendí por mí misma con el incentivo de que las mujeres querían aprender. Conversaba con las mujeres indígenas, les decía “somos mujeres, somos personas iguales que las otras personas, tenemos derechos y las mismas necesidades que los demás. ¿Por qué nos discriminan, por qué nos tratan mal en las oficinas, en las escuelas, en los sitios públicos? ¿Por qué sentirnos inferiores? No tenemos cuatro ojos, cuatro oídos, dos bocas. Somos personas pensantes y con muchas cualidades y hemos aportado mucho desde nuestros ancestros.” Eso yo hablaba en las comunidades y por eso me decían comunista. Si yo, cuando era joven, ¡no sabía lo que era el comunismo! Tamia: En esa época usted también formó parte de la iniciativa para conformar el Muyacan, cuénteme cuál era la visión detrás de este grupo y cómo la danza también fue una lucha por el reconocimiento de los derechos de su pueblo. Dolores: Muyacan nace de tres palabras: muyundi yahuar canchi12 que en español significa “círculo de sangre somos”. Tenía yo unos veinte años cuando conocí a Paco Salvador en el Ministerio de Salud. Junto con él y con Ermelinda Males dijimos “aquí en la ciudad de Ibarra hay kichwas jóvenes, por qué no nos organizamos”. En ese entonces había varios grupos de danza 12 Actualmente, la ortografía del kichwa unificado escribiría “kanchik”. 136 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género tradicional. Y está bien que los ecuatorianos, que son parte de nosotros, dancen, canten, toquen instrumentos. Pero muchas veces se burlaban de la ropa, del idioma; era una mala imitación de nuestra cultura. Entonces nos organizamos. Éramos todos jovencitos, tendríamos unos 20-22 años. Todos éramos solteros. Lo primero fue convencer a los padres que no íbamos a hacer nada malo. De casa en casa fuimos hablando con las familias. Tenían miedo de que nos maltraten, que nos utilicen. Luego fuimos a San Pablo, a Topo, a aprender cómo se bailaba en las comunidades. A reencontrarnos con lo que éramos. Había danzas de rebeldía, danzas muy suaves y la vestimenta era de acuerdo a las comunidades. Recuerdo que gracias a la danza entramos por primera vez al Teatro Gran Colombia de Ibarra. Fuimos a presentarnos y fueron nuestros papás, nuestros tíos, nuestras familias y de la emoción, lloraban. Porque era la primera vez que los kichwas teníamos acceso al teatro. Fue algo muy lindo. Tamia: Las puertas se abrieron en Ibarra pero también en otras ciudades, en otros países. ¿Puede contarnos cómo fue la gira que Muyacan hizo por Latinoamérica? Dolores: Creo que fue en el gobierno del General Bombita. Obtuvimos una ayuda para hacer una gira por América Latina. Fuimos a Chile, a Perú. En Arequipa, tuvimos una experiencia que nunca me he de olvidar: logramos participar en un festival en el que el Ecuador estaba representado oficialmente por el 137 Ballet de Marcelo Ordóñez. Nosotros fuimos muy aplaudidos y nuestros compatriotas muy sorprendidos. Estábamos muy contentos de seguir rompiendo, poquito a poquito, las cadenas que nos amarraban. La danza - será porque a mí me gusta mucho la danza y la música, porque mi padre tocaba el bandolín -, la danza no es solo movimiento, uno se transforma cuando baila: se saca lo que uno es. Fuimos hasta Portillo, frontera de Chile con Argentina, nos cogió la nieve. Nunca había visto tanta nieve. Dimos en la escuela de esquiar, encontramos a dos quiteños, ellos nos ayudaron. El bus en el que viajábamos se hundió y fuimos a dar allá con los dos quiteños para que nos ayuden a sacar el bus con cadenas. Estuvimos unos días en la escuela de esquiar de Portillo, bailábamos y nos daban de comer y nos daban acogida. Fue una experiencia muy linda. Tamia: Usted tiene mucha claridad en torno a la importancia de la identidad y también la tiene al hablar de justicia. Tomando las palabras de Rigoberta Menchú, ¿dónde le nació a usted la conciencia? Dolores: Ahora ya estoy mayor, pero siempre recuerdo mi infancia. Siembre hemos tenido un pie adelante y otro atrás. Yo tuve la suerte de reencontrarme con mi misma gente, en las comunidades, reencontrar todo lo que son mis padres, mis abuelos, mis ancestros. Ahí comencé a tomar conciencia. Yo, desde pequeña, he sido siempre rebelde. En todos los sitios donde ha habido discrimen, yo siempre he estado protestando 138 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género e incentivando, conversando. Viene la edad, vienen los años, uno abre los ojos y ve. A mi edad, sabemos lo que queremos, desechamos lo malo y tomamos lo bueno. Los setenta años de vida que he estado aquí, ha sido una lucha permanente. Desgraciadamente, en las escuelas, no nos hacen conocer la cultura nuestra y el idioma materno, que es bien importante. Está bien que nos enseñen cosas de otros países pero el idioma de nosotros es esencial. Una palabra, en kichwa, quiere decir muchas cosas. “Kaykuma yaykupay, tiaripay” decimos la gente de Quinchuquí cuando nos vienen a visitar, es una manera delicada de recibir a la gente. Porque nuestros padres nos enseñaron que hay que hablar como el kinku13, es decir que hay que hablar con mucho cuidado, no decir las cosas bruscamente. “Kinkushpa rimaychik” nos enseñaban nuestros padres. También nos enseñaban nuestros padres que no hay que robar. “Si entras en una casa, tienes que cerrar las manitos”, nos decían. No hay que mentir. Antes no había cocinas eléctricas ni cocinas de gas; delante del fuego mi madre nos daba de comer. Y ahí conversábamos todo lo que pasaba en el día. Ahí, mi abuelito Joaquín, nos contaba las leyendas. Nada era escrito, así nos pasábamos conversando, conversando. Tamia: Para usted, mantener la herencia del pueblo kichwa es sin duda fundamental. Sin embargo, usted rompió con la tradición al unir su vida a la de un francés. 13 El kinku es el bordado que adorna la parte inferior del anaco de las mujeres kichwas y que consiste, principalmente, de motivos que imitan un zigzag. 139 Dolores: Si viviera, el abuelito Joaquín, nos habría dicho que no. Pero no todas las tradiciones son positivas, también tienen su lado negativo. Por ejemplo, eso de que los padres escogían las esposas de los hijos como hizo mi abuelito Joaquín con mi papá y mi mamá. Eso ya lo hemos superado, ahora elegimos a nuestro gusto a la pareja y, en mi caso, yo elegí a mi esposo que no es de aquí. Mi esposo es bastante comprensivo, se adaptó muy bien acá; ya está 40 años y siempre me ha respaldado. En la pareja siempre hay altos y bajos, pero hay que estar suficientemente maduro para superar esas cosas. Tiene que haber cariño, comprensión, respeto. Yo, por ejemplo, siempre me mantengo con mi idioma y mi vestimenta y en ningún momento mi esposo me ha dicho “tienes que cambiarte”. Yo también le he respetado: la experiencia de vivir en Francia un tiempo fue muy rica para mí: aprendí el idioma, me adapté al clima y a la comida. También valoré lo que es mi tierra, mi comida, mi familia, mi grupo. Yo suelo decir que tengo raíces muy profundas, por suerte. Sin embargo creo que, por lo general, en las ciudades, los pueblos ancestrales nos dejamos absorber. No hay escapatoria. Tendríamos que remontarnos para no perder el idioma, la ropa, el pensamiento. Pero creo que las personas que estamos medianamente maduras, ya de mi edad, sabemos lo que queremos. Hay muchos cambios que nos tocan: nos toca la televisión, la radio; nos toca ese aparato que ahora con un botón ya se sabe todas las respuestas. Pero la parte humana está quedando atrás. Hay niños que tienen esa tabletita, que están jugando. Creo que hacemos mal los padres de ponernos en ese 140 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género círculo. En vez de conversar con la persona que está al lado, o con su padre, o con su hermano, o con los familiares, más se dedican a coger ese aparato y no hay diálogo. Yo quiero hacer hincapié en que la cultura la traspasamos las mujeres y creo que la mujer, sea o no kichwa, es muy capaz de aportar muchas cosas. Yo sigo reclamando, sigo dando mi voz de igualdad, de derechos y deberes. Tamia: Muchas gracias por sus enseñanzas. 141 LA MUJER EN LA HISTORIA HASTA GUADALUPE LARRIVA Jacqueline Venegas* * Jacqueline Venegas es abogada de los tribunales y juzgados de Ecuador por la Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí y Tecnóloga en Promoción Social. Actualmente se encuentra cursando una maestría en Legislación Ambiental por la Universidad UCIMEXICO. Es militante del Partido Socialista Ecuatoriano y Presidenta del Frente de Mujeres Socialistas 142 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género “Vivimos una época de cambios y la mujer se está empoderando en su papel de lideresa” Era un día gris de enero, en el cantón Jaramijó, provincia de Manabí, me dirigía al lugar exacto del accidente aviatorio en el que perdió la vida nuestra eterna Presidenta, compañera GUADALUPE LARRIVA GONZÁLEZ, nadie sabía el sitio exacto del percance, preguntando a los moradores llegué hasta el lugar, me conmoví hasta las lágrimas, pues tantos recuerdos vinieron a mi mente, me quedo simplemente con los mejores momentos compartidos junto a una de las mujeres más brillantes de la historia política ecuatoriana. Dedico este artículo en memoria de la eterna compañera Guadalupe Larriva y a cada una de las mujeres que en un mundo de hombres han logrado destacar y escribir páginas de rebeldía, coraje, humanismo y auténtico compromiso militante. Desde el principio de la humanidad, la mujer ha debido recorrer un camino lleno de inconvenientes, pero solo su firmeza, convicción y valentía ha hecho que las mujeres se constituyesen en el pilar fundamental de la sociedad, para junto al hombre hacer realidad las utopías de un mundo lleno de exclusión y desigualdad. Mujeres como Magdalena Carmen, Frida Kahlo Calderón, Violeta Parra, Rosa Luxemburgo, Rosa Parker, Nadezhda Krupskaya, Constanza Markievicz, Petra Herrera, Nwanyeruwa, Lakshmi Sahgal, Rani de Jhansi , Sophie Scholl, Blanca Canales, Celia Sánchez, son hoy por hoy el mejor referente de mujeres 143 revolucionarias, lideresas, visionarias, luchadoras incansables de justicia, libertad y dignidad. En el Ecuador desde nuestra estructura prima, las culturas aborígenes, siempre hubo mujeres que lucharon junto a los hombres por un mundo más justo, así tenemos que las indómitas Manteñas (jamás conquistadas ni por Incas ni por Españoles) fueron guerreras. Hay restos arqueológicos en la Comuna Agua Blanca en la que se puede observar la estructura piramidal que pone en la más alta jerarquía también a la mujer, así podemos hablar de muchas otras culturas ancestrales en las que la mujer juega un papel preponderante, en el que tanto hombres como mujeres podamos vivir con igualdad de derechos y obligaciones. Mujeres que forjaron la Patria, luchando en condiciones adversas, ellas fueron perseguidas por las dictaduras, fueron humilladas y vilipendiadas por la generación de su época, cruelmente asesinadas sin tener respuesta alguna de las autoridades de turno, también víctimas y mártires de una sociedad que no creía en sus capacidades. No podemos dejar de nombrar a mujeres valientes como María Luisa Gómez de la Torre, Nela Martínez, Raquel Verdesoto, Ana Moreno, Dolores Cacuango, Laura Almeida, quienes formaron parte del Partido Socialista del Ecuador, asumiendo este compromiso con verdadera pasión y trabajo social en favor de las causas justas. Guadalupe Larriva, mujer de alma socialista, estoy segura que muy pocos ecuatorianos y ecuatorianas conocieron 144 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género como ella, hasta los mínimos detalles de la geografía patria y americana, desde 1981 hasta el 2003 en que fuera electa Diputada por la provincia del Azuay, desempeñó las cátedras de geografía física, rural, política, ecogeografía, ecología humana, realidad latinoamericana y ecuatoriana, pocos compatriotas compartieron su dominio profundo de la historia en la que se movía cual gaviota ligera sobre la complejidad de su horizonte. Logró por primera vez ocupar un cargo de tan alto rango, siempre predestinado para los hombres, ella, demostró al mundo entero que este país es un país de igualdad y de equidad al asumir el cargo de Ministra de Defensa del Ecuador. Guadalupe Larriva fue la primera mujer ecuatoriana en obtener este cargo, el 24 de enero del 2007 y sólo nueve días después de haber asumido el cargo, murió en un accidente aéreo. Dos días antes, la Ministra había manifestado que no renovaría el contrato a las Fuerzas Armadas Americanas y que estaba en contra de la Base Militar de Manta, operada por Estados Unidos desde el 2000 en territorio ecuatoriano. Guadalupe, te reconozco como la pionera e inspiradora de nuevos proyectos, has sembrado en tierra fértil y las mujeres en las que siempre creíste, nos preparamos y competimos al igual que nuestros compañeros por ser cada día mejor El Partido Socialista siempre te tiene presente en cada uno de sus actos, tu memoria perdurará en la historia y tu legado cada día coge más fuerza. Mientras haya una mujer que se indigne ante la injusticia social, el Socialismo vivirá. 145 “Únicamente el Socialismo, que es la supresión de la explotación de unos hombres por otros y de unas naciones sobre otras, hará posible la unidad latinoamericana, con bases de verdadera equidad y justicia” Manuel Agustín Aguirre 146 Reflexiones desde la Izquierda sobre Mujeres y Género Notas Notas En octubre de 2015, la militancia del Partido Socialista en su Congreso Nacional eligió nuevos dirigentes y se destacó, como uno de los principales retos de nuestra organización, la necesidad de una mayor formación política e ideológica para nuestra militancia. Los Cuadernos de Formación y Debate que con esta publicación inauguramos tienen como objetivo fomentar la participación de militantes y compañeros para escribir, en este caso, sobre la problemática de género y que se generen diálogos y espacios de formación y capacitación política en todas las células del Partido en nuestro país. Es necesario analizar escrupulosamente la realidad ecuatoriana y así parafraseando a Carlos Marx, transformarla. Necesitamos transformar una realidad injusta, inequitativa y que ha priorizado al capital sobre la vida humana, en un horizonte socialista en el que hombres y mujeres gocemos de los mismos derechos. Para construir este horizonte socialista, Antonio Gramsci mencionaba que instruirnos y capacitarnos era vital porque necesitaremos de toda nuestra inteligencia. Que esta publicación nos sirva entonces para instruirnos, formarnos, leer, analizar y debatir en todos los espacios, tanto orgánicos como públicos. Que esta publicación nos permita encontrarnos y seguir librando esa necesaria batalla de las ideas, para combatir todas las expresiones de opresión y explotación inherentes al sistema capitalista y patriarcal contra el que seguimos luchando.