EL "APOCALIPSIS" DEL PETRÓLEO... ¿TIENE REALMENTE UNA SOLUCIÓN? BERMUDEZ, Manuela Maria Escuela Media Nº1 "Regimiento de Patricios", General Belgrano, Buenos Aires Profesor Guía: SEDEM, Nora Introducción A lo largo de este año, la crisis energética ha dado que hablar en todos los medios. Desde la "Guerra del gas" en Europa, el conflicto por la bolsa y los átomos de Irán, el petróleo que no sale de Irak, hasta las noticias de la nacionalización del gas en Bolivia, cada día tenemos más información. Eso sí; seguimos cada vez más "adictos" a la energía, al petróleo sobre todo. Algunos afirman que se acerca la escasez de este recurso, su fin, mientras que otros aseguran que no es así. Se ha transformado en un verdadero debate a escala mundial y por eso a partir de este trabajo me propongo investigar y analizar detalladamente la viabilidad de las posibles alternativas energéticas, el papel de la sociedad en la actual crisis y en un futuro, y otros aspectos relacionados con la crisis de la energía. Desarrollo ¿El mundo realmente empieza a quedarse sin petróleo?. No sé, quizás. ¿Cuándo llegará su fin?. Tampoco sé. Los expertos en energía no debaten ya si sucederá este "Hubbert Pick", sino cuándo. Las estimaciones sobre este tema varían mucho. Algunos creen que será dentro de 20 o 30 años, otros que falta muchísimo más y según el prestigioso geólogo americano King Hubbert, el pico para el Oriente Medio petrolero debe esperarse hacia el año 2010. Actualmente, esta profecía, que es muy probable se cumpla, es universalmente ignorada, negada o subestimada. Un artículo reciente en el Financial Times asegura que a falta de una toma de conciencia general y de decisiones planetarias inmediatas de cambios radicales en materia de energía, "la civilización afrontará la perturbación más aguda y, sin duda, la más violenta de la historia reciente". Pero no hay que bajar los brazos, aún podemos "amortiguar el choque". Debemos buscar alternativas al petróleo para evitar una gran crisis económica global, ya que haríamos más fácil la transición a la vida después de él. Además, deberíamos, como sugiere el geólogo Colin Campbell, pedir a todas las naciones que firmen hoy un acuerdo para: garantizar a los países pobres la importación de un poco más de petróleo; prohibir beneficiarse de la penuria petrolera; estimular el ahorro energético, el desarrollo y el uso de las energías renovables. Las alternativas energéticas...¿son realmente viables? Existen varias "nuevas" fuentes de energía que podrían venir a nuestro rescate frente a este "cénit"del petróleo. Por ejemplo, la energía solar, eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, entre otras. ¿Pero son viables? No; aún no. Primero debemos estar bien informados. ¿Es posible hacerlo? Quizás. En primer lugar, necesitamos combustibles móviles para el transporte y los estacionarios para obtener calor y electricidad. Un segundo punto que debemos recordar es que cualquier recurso energético es una compleja cadena de elementos interrelacionados. Con que falle sólo uno, la cadena se rompe. En tercer lugar, toda opción energética incluye un nivel de riesgo, por lo que no hay que descartar sorpresas al aplicar masivamente tecnologías que aún no han sido probadas. Y por último, las tecnologías energéticas son viables sólo si son capaces de darnos una solución que resista por sí misma, sin apoyo del gobierno, bajo las restricciones políticas, económicas o medio ambientales de nuestro futuro. Es muy difícil que exista una solución que cumpla con todas estas premisas y esto nos deja ver porque aún no se ha puesto en marcha la utilización de los recursos energéticos renovables a gran escala. Es que no es para nada sencillo sustituir un fluido tan barato de producir, tan energético, de tan fácil empleo, tan fácil de almacenar y transportar, de usos tan variados (doméstico, industrial, carburante, materia prima, etc.), y reinvertir, en menos de diez años, los 100.000 millones de dólares que son necesarios para sustituir el petróleo. Pero por lo menos, cada país, cada ciudad o poblado, podría utilizar aquellas opciones energéticas que, si bien presentan limitaciones, les son más favorables y reducir entonces, aunque sea un poco, el uso del petróleo. La crisis energética en Argentina La estructura de oferta de energía primaria en nuestro país está basada en petróleo y gas en más del 90%. Además, el manejo de los recursos energéticos se encuentra en manos de un conjunto de empresas que pueden decidir sobre los recursos del subsuelo prácticamente sin restricciones. Así, se ha visto como las reservas disminuyen, como aumenta la contaminación producida por los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, y el consecuente incremento del efecto de calentamiento global. Un nuevo escenario para los biocombustibles Se sabe que a partir de la caña de azúcar, la remolacha o el maíz, por ejemplo, se puede obtener etanol, sustancia que se mezcla con combustibles tradicionales y da como resultado la "alconafta", que se utiliza para impulsar vehículos y maquinaria. También se puede producir biodiesel a partir de los aceites vegetales pero en este caso, se sustituye al combustible comúnmente denominado diesel. En la Argentina existen importantes excedentes exportables de materias primas agrícolas y manufacturas de origen agropecuario. Por lo tanto, la utilización de los cultivos como fuentes renovable de energía es una oportunidad histórica y extraordinaria para nuestra industria cuya magnitud es difícil de imaginar. Viabilidad de las fuentes alternativas y sustentabilidad energética Dentro del marco del desarrollo sustentable, se incluye la necesidad de que las sociedades traten de que la satisfacción de los requerimientos actuales de la humanidad no comprometa el bienestar de las futuras generaciones, buscando un manejo racional de los recursos para evitar el derroche, el agotamiento en el corto y mediano plazo y el impacto ambiental negativo. Algunas posibles respuestas a estos planteos podrían encontrarse en las propuestas de energías alternativas; no obstante, como ya he mencionado, su puesta en práctica se enfrenta a una serie de obstáculos reales como: la prevalecencia de un modelo que enfrenta el consumismo, la existencia de disparidades económicas y sociales; el uso intensivo de recursos energéticos; la rentabilidad como fin último; la búsqueda de la supervivencia y el rezago tecnológico de las sociedades pobres. Todos estos obstáculos constituyen componentes de la organización de los sistemas productivos y de las sociedades del presente. Por otro lado, el modelo de desarrollo actual apunta a un incremento en la oferta energética para lograr equiparar la demanda pero no para mejorar la forma en que se usa la energía. Si tenemos en cuenta que lo que se demanda es energía, podría pensarse en desarrollar fuentes energéticas compatibles con las tendencias hacia un modelo de desarrollo sustentable. Ahora bien, ¿cómo lograr un manejo energético, en el marco de la sustentabilidad, en países pobres? Y, además, en un contexto caracterizado por la recurrencia de las crisis energéticas, toda solución plantea una serie de interrogantes: ¿solo se trata de cambiar la fuente de energía?, ¿son compatibles las energías alternativas con el actual modelo de crecimiento?, ¿puede sostenerse el actual modelo de consumo? Hasta el momento, no hay respuestas definitivas, pero se sabe que no alcanza con disminuir el consumo energético en los países desarrollados, que a pesar del menor número de habitantes, son responsables del 75% del consumo mundial de energía. ¿Cuál es el futuro? Según algunos científicos, si este problema persiste, muchos sectores se verán afectados por el empobrecimiento y el consiguiente aumento del precio del petróleo, como los transportes terrestres, el turismo, la agricultura, etc. Todo esto, podrá disparar una recesión global conducida por la escasez de comida e incitar un conflicto entre las naciones - EE.UU y China en particular - sobre la disminución de este recurso. Para otros, cuando se llegue a los 100 dólares el barril, no se tratará de un sencillo choque petrolero, sino del fin del mundo tal como lo conocemos. Conclusión Luego de haber recopilado y analizado profundamente diversas fuentes bibliográficas, y a partir de la elaboración de este trabajo he llegado a una conclusión. No existen hasta el momento alternativas energéticas realmente viables, sino , que son fuentes complementarias muy útiles para resolver solo demandas puntuales. Además, me he dado cuenta, que cuesta, y mucho, encontrar un recurso con todas las cualidades que presenta el petróleo y luego ponerlo "en funcionamiento". En segundo lugar, pienso que no alcanza sólo con producir más energía, sino que es sumamente necesario replantear el modelo socio-energético. Por ejemplo, generar planes de ayuda para que los países pobres tengan un mayor acceso a los beneficios que brindan los recursos energéticos y, de esta manera, mejorar también sus condiciones generales de vida. En tercer lugar, me parece que es momento de que tomemos conciencia de la situación en la que estamos inmersos. Frente al consumo excesivo de bienes energéticos, debemos cambiar nuestra conducta para lograr un uso racional de los recursos no renovables, no solo por nuestro bien, sino por el de las generaciones futuras. Es necesario asimismo realizar un mejor aprovechamiento de las energías convencionales. Por ejemplo, evitando el derroche en la utilización de energía y consumiendo realmente lo que se necesita. Una propuesta que considero factible de ser aplicada sería el "combustible fósil mas < verde>". Grandes compañías petroleras ya se han puesto en marcha en la carrera para producir biocombustibles, lo que extenderá la vida de las reservas petroleras que aún quedan en el mundo. Incluso puede resultar en algún descubrimiento que reemplace al petróleo por completo y a su vez, hará más fácil la transición a la vida después de él. ¿Por qué la Argentina puede convertirse en un Medio Oriente Verde? Porque es el primer exportador mundial de aceites de soja y girasol. Nuestro país tiene la posibilidad de agregarles valor a sus aceites vegetales y transformarlos en biodiesel y etanol. No hay que dejar pasar esta gran oportunidad. Por último, creo que cuando llegue el momento de la escasez de petróleo, la sociedad afrontará la realidad y empezará a buscar en serio soluciones con energías alternativas. No va a ser el fin del mundo, ya que antes se vivía perfectamente sin petróleo, pero sí tendremos que modificar realmente el modo en el que consumimos energía, y las formas a través de las que lo hacemos. Citas Bibliográficas * AA.VV, Geografía. Temas del mundo actual, Buenos Aires, Santillana, 1999. * AA.VV, Biología II. Ecología y evolución, Buenos Aires, Estrada, 2004. * Cristian, Mira , "los biocombustibles serán el motor del crecimiento",La Nación ,Sábado 8 de abril de 2006,Buenos Aires ,página 10,campo. * Enciclopedia Temática Guinness, "La Nación", Barcelona, Folio, 1994. * Gabriel, Zadunaisky, "Habría más crudo de lo previsto", La Nación, Sábado 22 de abril de 2006, Buenos Aires, página 4, economía y negocios. * Yves, Cochet, "El pico del petróleo", Le Monde Diplomatique. * www.crisisenergética.org