Daniel Goleman - GENESIS

Anuncio
Daniel Goleman
Psicólogo estadounidense, nacido en Stockton, California, el 7 de marzo de 1947,
estudió en la Universidad de Amherst, donde obtuvo la beca Alfred P. Sloan
Scholar y se graduó con distinción Magna Cum Laude. Continuó su educación en
Harvard, donde fue nominado "Ford Fellow". En esa institución recibió su M.A. y
su Ph.D. en Desarrollo Clínico de la Psicología y de la Personalidad.
Goleman fue cofundador de la Collaborative for Academic, Social and Emotional
Learning (Sociedad para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional) en el
Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Yale (posteriormente en la
Universidad de Illinois, en Chicago), cuya misión es ayudar a las escuelas a
introducir cursos de educación emocional.
Durante muchos años Goleman expuso su trabajo en psicología, principalmente
en los temas asociados al cerebro y las ciencias del comportamiento, en el New
York Times; este trabajo le mereció dos nominaciones al Premio Pulitzer. Ha sido
editor de la revista Psychology Today y profesor de psicología en la Universidad
de Harvard.
Adquirió fama mundial a partir de la publicación de su libro Emotional Intelligence.
Editado por primera vez en 1995, el libro Inteligencia emocional se mantuvo
durante un año y medio en la lista de los libros más vendidos del The New York
Times. Según la página web oficial de Daniel Goleman, se han vendido, hasta el
2006, alrededor de 5.000.000 de ejemplares en treinta idiomas, y ha sido best
seller en muchos países.
Goleman recoge el pensamiento de numerosos científicos del comportamiento
humano que cuestionan el valor de la inteligencia racional como predictor de éxito
en las tareas concretas de la vida, en los diversos ámbitos de la familia, los
negocios, la toma de decisiones, el desempeño profesional, etc. Citando
numerosos estudios Goleman concluye que el Coeficiente Intelectual no es un
buen predictor del desempeño exitoso. La inteligencia pura no garantiza un buen
manejo de las vicisitudes que se presentan y que es necesario enfrentar para
tener éxito en la vida.
La Inteligencia Académica tiene poco que ver con la vida emocional, las personas
más inteligentes pueden hundirse en los peligros de pasiones desenfrenadas o
impulsos incontrolables. Existen otros factores como la capacidad de motivarse y
persistir frente a decepciones, controlar el impulso, regular el humor, evitar que los
trastornos disminuyan la capacidad de pensar, mostrar empatía, etc., que
constituyen un tipo de Inteligencia distinta a la Racional y que influyen más
significativamente en el desempeño en la vida.
El concepto de "Inteligencia Emocional" enfatiza el papel preponderante que
ejercen las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona
cuando ésta se ve enfrentada a momentos difíciles y tareas importantes: los
peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia hacia una meta a pesar de los
fracasos, el enfrentar riesgos, los conflictos con un compañero en el trabajo. En
todas estas situaciones hay una involucración emocional que puede resultar en
una acción que culmine de modo exitoso o bien interferir negativamente en el
desempeño final. Cada emoción ofrece una disposición definida a la acción, de
manera que el repertorio emocional de la persona y su forma de operar influirá
decisivamente en el éxito o fracaso que obtenga en las tareas que emprenda.
Existen, según Goleman, al menos cinco aspectos de la Inteligencia Emocional:
1.- Conocer Las Propias Emociones: Se refiere a tener conciencia de uno
mismo, reconocer el sentimiento mientras está ocurriendo. La habilidad de advertir
los auténticos sentimientos, poder simbolizarlos y nombrarlos correctamente, es
un factor clave de la Inteligencia Emocional. Las personas que tienen una mayor
certidumbre con respecto a sus sentimientos, son mejores guías de sus vidas y
pueden tomar decisiones más acertadamente.
2.- Manejar las emociones: El manejo de los propios sentimientos y su adecuada
expresión son una habilidad que se sigue de la anterior. Básicamente esto tiene
que ver con aprender a tener un cierto distanciamiento de los asaltos emocionales
como la irritabilidad, la ansiedad y la melancolía. Así como lograr una expresión
emocional auténtica y satisfactoria. Evitar los extremos del descontrol capacita
para enfrentar mejor la frustración y los reveses de la vida.
3.- La motivación intrínseca: Esta capacidad de la Inteligencia Emocional
consiste en lograr el autodominio emocional y la automotivación en metas de largo
plazo. Esto permite enfrentar las tareas con un nivel de fluidez emocional, armonía
y ausencia de ansiedad; y facilita una mayor eficacia en el desempeño. Cuando
las personas están provistas de una motivación intrínseca y disfrutan de lo que
hacen, su productividad aumenta a la vez que pueden establecer contactos
interpersonales saludables.
4.- Reconocer las emociones en los demás: La empatía o capacidad de
conectarse con las necesidades y sentimientos de los otros, es una habilidad
fundamental en las personas. Quienes logran desarrollar esta habilidad tienen
enormes ventajas para desempeñarse con éxito en la vida personal; como en lo
profesional, ya que tenderán a establecer contactos personales de colaboración y
mutuo entendimiento.
5.- Manejar las relaciones: La competencia social, la eficacia interpersonal, el
buen manejo de las comunicaciones, son habilidades que posibilitan el liderazgo,
el manejo de grupos y la popularidad. Tener aptitudes en las relaciones
interpersonales es el último aspecto de la Inteligencia Emocional.
Daniel Goleman posteriormente también escribió la segunda parte del libro
Inteligencia emocional, “La Inteligencia social: la nueva ciencia para mejorar
las relaciones humanas” en esta obra explica cómo de manera natural podemos
enlazarnos cerebro a cerebro con otras personas por medio de las interacciones
diarias, además señala que la inteligencia social es instintiva y natural en los seres
humanos. Esta inteligencia, asevera Goleman (2006), está encaminada hacia la
psicología de dos personas, es decir, lo que ocurre cuando dos personas se
relacionan. Esto se refiere a cómo por medio del cerebro social y mis
interrelaciones, causo un impacto sobre los otros y de la misma manera, ellos
impactan sobre mí. A esta reciprocidad, Goleman (2006) le llama transacción de
la economía social.
Por lo tanto, se hace necesario estar atento a cada intercambio social que
llevamos a cabo.
Esta inteligencia, según el autor, va más allá de las habilidades individuales o
aquellas para manejar las propias emociones, como lo es la inteligencia
emocional, que está más interesada en lo que ocurre cuando dos personas se
relacionan.
En 2009 se publicó en español su libro Inteligencia ecológica. Según Goleman “La
inteligencia ecológica es la capacidad de vivir tratando de dañar lo menos posible
a la naturaleza. Consiste en comprender qué consecuencias tienen sobre el medio
ambiente las decisiones que tomamos en nuestro día a día e intenta, en la medida
de los posible, elegir las más beneficiosas para la salud del planeta”. La paradoja
reside en que cuanto más coherentes somos con su bienestar, más invertimos en
el nuestro.
El Dr. Goleman ha recibido muchos premios, entre ellos una Premio al Aporte de
su Trabajo para el Periodismo, de la Asociación Psicológica Americana, y en
reconocimiento de sus esfuerzos por comunicar las ciencias del comportamiento al
público, lo eligieron un "Compañero" de la Asociación Americana para el Adelanto
de la Ciencia.
En la actualidad, el Dr. Goleman vive en Berkshires, Massachusetts, Estados
Unidos, junto a su esposa, Tara Bennett-Goleman, sicoterapeuta, con quién tuvo
dos hijos. Participa activamente en seminarios y conferencias dictadas para gente
de negocios, grupos profesionales y universitarios.
Descargar