El poder que tu tienes - Hogar Jabad Lubavitch de Venezuela

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JABAD NEWS
Itró
El suegro de Moshe, Itró, oye sobre los
grandes milagros que di-s hizo por el
pueblo de Israel, y viene desde Midián
hasta el campamento Israelita,
trayendo consigo la mujer de Moshe y
sus dos hijos. Itró aconseja a Moshe
nombrar una jerarquía de magistrados
y jueces para ayudarlo en la tarea de
El poder
que tu tienes
Un alcohólico en recuperación dijo que
el catalizador para su rehabilitación y
recuperación. "Pensé que el alcohol
podría ahogar mis penas", dijo, "hasta
que me di cuenta de que los dolores
flotan." La tendencia humana es culpar
de nuestros problemas, errores y fracasos a todo el mundo menos a uno
mismo: "Si tan sólo hubiera crecido con
más padres amorosos, tuviese más
autoestima ..." "Si mi maestro no me
había avergonzado en segundo grado,
nunca habría terminado así ... "" Si yo
no hubiera estado rodeado de amigos
tan malos, yo sería diferente ... " La
entrega de la Torá en el Sinaí fue un
evento monumental. Fue un momento
en el tiempo que cambió radicalmente
el mundo y dejó su huella en cada ser
humano. Di-s se revelo, apareció a
millones de personas, y declaró: "Yo soy
el Eterno tu Di-os". No hay lugar para
las dudas o ambigüedades: era el "Si
Dios me decía que Él existe ..."
momento que todos deseamos. Pero la
continuación del sueño que todos
Viernes, 01 de febrero de 2013 / 21 Shvat 5773
Volúmen 3, N° 327
gobernar y administrar justicia a la
gente. Los Hijos de Israel acampan
frente al Monte Sinaí, donde son
informados que Di-s los ha elegido
como su “nación de sacerdotes” y
“nación santa”. Las personas responden proclamando “Todo los que Di-s
dijo, lo haremos”. En el sexto día del
tercer mes (Siván), siete semanas
luego del Éxodo, toda la nación de
Israel se reúne al pie del Monte Sinaí.
Di-s desciende sobre la montaña en
medio de truenos, rayos, humo y los
sonidos del shofar, y manda a Moshe
ascender. Di-s proclama los Diez
Mandamientos, mandando al pueblo
de Israel a creer en Di-s, no adorar
ídolos o mencionar el nombre de Di-s
en vano, observar el Shabat, honrar
padre y madre, no matar, no cometer
adulterio, no robar, no dar falso testimonio ni desear la propiedad del
prójimo. La gente dice a Moshe que la
revelación es demasiado fuerte para
soportarla, rogándole que reciba la
Torá de Di-s y luego la transmita a ellos.
tenemos - "... entonces yo nunca haría
nada malo!" - No se materializó. Pocos
días después de esta experiencia
increíble, los Judios sucumbieron. Temerosos de que Moisés los había abandonado, crearon un becerro de oro y lo
adoraron. No importa el "No serviréis a
otros dioses" que acababan de
escuchar. En última instancia, nadie
puede cambiar nuestras vidas, pero
nosotros mismos. Al igual que el alcohol no puede resolver problemas emocionales propios, la inspiración no
puede tomar el lugar del esfuerzo. Así
como la entrega de la Torá no pudo
evitar que los Judios pecaran, ni mejores padres, maestros, amigos o condiciones financieras, hacen diferencia
alguna. Nosotros, y sólo nosotros,
somos los creadores de nuestro
destino. Se nos ha concedido la libre
elección. Cuando era niño, un sabio
judío famoso vio cómo su casa se
incendió. Mientras estaba de pie al
lado de su madre, mirando a los
últimos restos de su casa reducida a
cenizas, vio que estaba llorando
desconsoladamente. "El árbol de
familia!", Exclamó una y otra vez. "El
libro que registra nuestro linaje
hermoso! Se pierde para siempre. "El
niño consoló a su madre, diciendo:" No
te preocupes por ese libro. Voy a crear
un árbol de familia. Voy a establecer un
nuevo linaje del que puedas estar
orgullosa. " Abandonemos el "si yo
tuviera ..." y comenzará a sustituirlon
por "Voy a establecer un nuevo linaje."
No debemos mirar más allá de lo que
pudo haber sido, sino más bien hacia
adelante en lo que puede ser. Lo que
podría haber sido, no habría cambiado
las cosas de todos modos. El qué va a
ser está en nuestras manos.
Enciende
tus velas
01 de feb / 21 Shvat
5:41 pm (en Caracas)
Shabat Shalom
La costumbre que no
quería morir
Hay hecho poco conocido. Había una
vez de que la shema pareciera tener 4.
La Mishnah dice que en los tiempos del
Templo los sacerdotes primero decían
los Diez Mandamientos, y luego los tres
párrafos de la Shemá. Incluso hay
evidencias: 4 fragmentos de papiro
adquiridos en Egipto en 1898 por el
entonces secretario de la Sociedad de
Arqueología Bíblica, WL Nash, del siglo II
AC, contienen una versión de los Diez
Mandamientos, seguido por la Shema.
Es casi seguro que se utilizaba para la
oración en la sinagoga en Egipto antes
del nacimiento del cristianismo. Tefilín
de la época del Segundo Templo, descubiertos en las cuevas de Qumrán, junto
con los manuscritos del Mar Muerto,
contenían los Diez Mandamientos. En
efecto, una larga sección del Midrash
halájico en Deuteronomio, el Sifri, está
dedicado a demostrar que no hay que
incluir los Diez Mandamientos en los
tefilín, lo que sugiere que hubo algunos
Judios que lo hicieron, y que los rabinos
insistieron en demostrar que estaban
equivocados. También tenemos evidencia tanto del Talmud bavli y el Yerushalmi la existencia de comunidades en
Israel y Babilonia que trataron de introducir los Diez Mandamientos en las
oraciones, pero los rabinos emitieron un
fallo en contra de ello. Incluso la comunidad judía en Fostat, cerca de El Cairo,
mantenia un pergamino especial en el
arca llamado Sefer al-Shir, que leían
Diez Mandamientos los a la conclusión
de las oraciones diarias. Así que la
costumbre de incluir a los Diez Mandamientos como parte de la Shema
aunque generalizada, era opuesta por
los sabios. ¿Pero por qué? Se explica
que era debido a la "afirmación de los
sectarios". Judíos sectarios, algunos los
identifican como un grupo de los primeros cristianos, pero no hay pruebas
concluyentes de esto-sostenian que
sólo los Diez Mandamientos eran vinculantes, ya que sólo estos fueron recibidos por los israelitas directamente de
Di-s en el Monte Sinaí. Los otros fueron
recibidos por medio de Moisés, y no
procedía de Di-s. Hay un midrash que
nos da una idea de lo que los sectarios
estaban diciendo. Se sitúa en la boca
de Koraj y sus seguidores, que se rebelaron contra Moisés, con estas
palabras: ". Y cuando los Diez Mandamientos fueron dados, no hubo
ninguna mención de jalá, teruma,
diezmos ni tzitzit. Usted ha mismo lo ha
inventado. " Así que los rabinos se
opusieron a cualquier medida que daría
especial importancia a los Diez Mandamientos. Pero la historia no termina
ahí. Tan especial eran los Diez Mandamientos que Rabí Jacob ben Asher,
autor de Tur (siglo 14), sugirió que uno
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debe decirlos en privado. Rabí Yosef
Caro sostiene que la prohibición se
aplica sólo a recitarlos en público
durante el servicio, por lo que puede
decirse en privado. El rabino Shlomo
Luria tenía la costumbre de leerlos
antes del inicio de Pesukei de-Zimrah,
los versos de alabanza. Ese no fue el
final de la discusión. Dado que no
decimos los Diez Mandamientos
durante la oración pública, debemos no
obstante darles honor especial cuando
las leemos en la Torá, ya sea en Shavuot
o en las semanas de la parashá Yitró y
Va'etjanan? ¿Hay que estar en pie
cuando se está leyendo? Maimónides
se vio envuelto en una controversia
sobre esta cuestión. Explicando que la
lógica que las prohibió en las oraciones
diarias se debe aplicar a la lectura de la
Torá. La comunidad debe permanecer
sentada. Sin embargo, a veces incluso
los grandes rabinos tienen dificultad de
convencer a las comunidades y la
mayoría se mantienen de pie. "Deja a
Israel tranquilo", dijo Hillel, "aunque no
son
profetas,
son
hijos
de
profetas."Tienen una pasión por los Diez
Mandamientos, pues son la esencia del
judaísmo, escuchadas directamente
por el pueblo de la boca de Di-s mismo.
Es por eso que se dijo antes de la
Shema, y por qué, a pesar de su
retirada de las oraciones, continúan
diciéndolo. El Midrash dice acerca de la
lectura de los Diez Mandamientos en
Shavuot: "El Santo, bendito sea, dijo a
los israelitas: Mis hijos, lean este pasaje
cada año, y lo voy a considerar como si
estuvieran de pie ante el Monte Sinaí
recibiendo la Torá". Los Judios siguen
buscando la manera de recrear esa
escena, poniéndose de pie al escuchar
lo de la Torá, y diciendo en privado
después del final de las oraciones de la
mañana. A pesar de que sabían que sus
actos podrían ser mal interpretado por
los herejes, no podían ignorar, el gran
momento único en la historia en la que
Di-s habló a todo el pueblo.
Shabat Shalom
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