LA MUSICA, IDIOMA UNIVERSAL

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LA MUSICA, IDIOMA UNIVERSAL
Gama Fabián Valdivieso C.
Si echamos una mirada retrospectiva a épo
cas pasadas, veremos que el mundo, en sus di
ferentes campos: intelectual, científico, artístico,
etc.,
ha venido continuamente
sufriendo
una
constante evolución a través de los tiempos, bus
cando siempre nuevos horizontes, tras una cons
tante superación e incansable ambición.
El hombre en sus comienzos quizá tenía una
mirada visionaria del futuro muy reducida, pues
sus necesidades y sus facultades eran incipien
tes; con el pasar de los tiempos, y como la vida
le exigía llenar sus necesidades y también su in
genio se fuera agudizando, fue, poco a poco, for
jando todas aquellas cosas que satisficieran sus
requerirmentos y así fue naciendo la ciencia con
toda la inmensa variedad de campos e innovacio
nes surgidas de la necesidad y sed insaciable de
progreso, que produjeron comodidades y brinda
ron una vida más halagadora y fructífera.
Por otra parte el hombre no sólo es materia
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riac
investigaba, creaba y traba-
bienestar y seguridad material, leposteridad obras y progresos que ha-
.? de su constante superación material,
? deseaba dar rienda suelta a su espíritu,
•^"^Sisron las artes, rudimenta-
cioió nara^fil'o^^ sentido, sin expresión al prin-
lirse'n^r el eff,?'
crisol de los tiempos, pu-
zo o una
creador y dejar en un lienalgo que resistw'a°i
producción musical,
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ser: la música
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tamente a sonidos guturaTe^íf^a?'
tono retumbar de un tambor^ »f
to humano es complejo v
su delicadeza y suavidad en
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mismo y fuerza en una tromne+e^^
musical de-
cier-
^ mono-
el gran Bach y el no menos^ grande Beethoven
aportan la vivacidad y alegría de sus variacio
nes, el primero, y la fastuosidad e imponencia
de las sinfonías y sonatas, el segundo; Wagner
nos lega su crudeza y fuerza; Verdi, Puccini, xiizet y otros, crearon y desarrollaron la o^ra,
luego seguirán Shumann, Haydn, Haendel, Chopin, Tschaikowski, etc., diversos exponentes mu
sicales que con estilos y géneros
diversos, es
tructurarán definitivamente el gran edificio ar-
tistico-musical.
,
es el fruto de una época; asi tendremos una cmse de música sujeta a reglas y convencionalismos,
producto de una época conservadora y
tista, y luego una música fogosa,
triunfante, cuyo valor máximo fue Chopin, pro
ducto de una época revolucionaria y transiormista.
Como hemos visto, la música es una
testación espiritual, que engendra la
vigor del espíritu y la fuerza psíquica
za. Además, constituye el desahogo del
que troca sus alegrías, penas, ilusiones y
ma
mientes, en notas musicales.
La música refleja la cultura de un P"^°
Es la música, la que desde nuestros tiernos
años nos arrulla, brotando suave y como un
murmullo apenas perceptible, de los labios ue
nuestra madre... Es ella, la que con sutiles y
proge-
los tiempos, esos sonidos tomaro? foríSTfcu"
saron progresos en su desarrollo, haSf que v¡
X de Orfeo,®erguirse
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alegres o nostálgicas notas, nos une al ser esco
gido como compañera. Es ella, la que con su so
lemnidad e imponencia nos induce al silencio y
a la reflexión.
Es ella la madre común, regazo
de grandes y chicos, todos nos escudamos en
ella, para verter nuestras alegrías, ilusiones o
desdichas. . .; en fin, tenemos música para todos
nuestros estados de ánimo, cuando nos hallamos
románticos o desilusionados, triste o alegres, te
música llega a todos los corazones, está al alcan
ce de todos. Donde hay un alma, allí tiene un
devoto y su efecto es prodigioso, nos une, nos
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.sa e idealista del hombre.
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inusicales, teniendo cada uno su? eenSl^
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y crea mundos ilusorios, fastuosos, proiunaos y
optimistas ofreciendo anchas puertas de un 1^0greso espiritual, bello y grande, donde "o
mezquindades ni bajezas, sino todo aquello que
refleja la personalidad noble, franca, cabaiiero-
nemos el ritmo apropiado, que nos reconforta y
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Pero cada género, cada expresión musical,
sentimien-
espiritualidad en un clavicSo v ^^^ileza y
un piano y así nacieron los div?rsos^mtr,f 1®"
nitores y predecesores
genios musicales se estructuran sus géneros; así
que inyecta bríos a nuestras almas, porque la
subyuga, nos fusiona a todos, sin distingos de
credos, razas o ideologías; proclamando con su
armonía y su mudo lenguaje, cordialidad y con
fraternidad, uniéndonos a todos en un sólo ideal,
en una inmensa comprensión, porque la música
no tiene fronteras y es el lenguaje incólume de
los tiempos.
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Mdttíne^ -f^ttolya.
**^eñotita. álócueta AJai^dl 1956"
BELLISIMA Y ESCULTURAL DAMITA DE LA SOCIEDAD GUAYAQUILEl^A
A QUIEN HEMOS ELEGIDO NUESTRA MADRINA EN EL PRESENTE AÑO
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