La salud financiera del IMSS requiere

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Laboral
por
Javier Moreno Padilla
La salud financiera
del IMSS
requiere cirugía mayor
E
s muy importante analizar el informe financiero que
presenta anualmente el IMSS para cumplir con el
mandato descrito en el artículo 273 de la Ley de la
Materia, donde se establece el compromiso de poner a
consideración del Congreso Federal y del Ejecutivo los
resultados que arroja la administración del organismo y los
riesgos que debe afrontar.
La realidad que genere el IMSS será de trascendencia para
las empresas y los trabajadores, en el corto y mediano
plazo, al grado que varios de sus aspectos pueden
modificar la planeación de las compañías, de manera igual
o superior a los cambios fiscales. En estos momentos,
las cuotas obrero-patronales (COP) representan el 74.2%
del total de los ingresos del IMSS; las aportaciones del
gobierno federal el 22.5%; y el resto es la contribución del
organismo en su carácter de patrón.
Los ingresos por cuotas obrero-patronales en 2007 fueron
$136,600 millones de pesos, que arrojan un 4% superior
al año anterior; la cantidad que percibió por cuotas del
gobierno federal son $43,902 millones de pesos, con una
diferencia de 9.3% sobre el anterior ejercicio. El total del
ingreso es de $192,411 millones de pesos. Por su parte, los
ingresos de operación ascienden a $202,826 millones de
pesos y el gasto fue de $202,623 millones.
El incremento en las aportaciones es consecuencia de
una de las líneas estratégicas del cambio, para fortalecer
32 ENTORNO
las finanzas del Instituto. Se destaca que este incremento
del 4% significa un punto porcentual arriba de la meta
estimada. Las referidas líneas tienen tres vertientes, que
son:
•
•
•
Implementar los mecanismos eficaces de recaudación;
Eficientar los procesos; y
Reducir costos.
El número de trabajadores afiliados al IMSS ha tenido
crecimientos graduales, pero no significativos, toda vez
que el incremento neto de 2006 a 2007 es de 500,000
personas, para alcanzar una cifra de 14’500,000 personas.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y
Empleo (ENOE), el 45.7% de trabajadores que deben estar
afiliados no lo están, y ello es uno de los mayores retos.
Por desgracia, para toda la población protegida en el
IMSS, el gobierno federal aporta una cantidad inferior a
los subsidios que entrega a los estados para el Seguro
Popular, de suerte que ello es un aliciente perverso para la
no inscripción de un segmento no indigente, que debería
contribuir a la seguridad social y que se asimila a los
sectores marginados, sin que reúna dichas características;
máxime que para este seguro popular sólo contribuyen
el 4% de los beneficiarios. Ello va a representar una
afectación dual a las finanzas públicas, por sostener el
seguro popular y cubrir el déficit del Instituto.
Régimen de jubilaciones y pensiones del
personal del IMSS
En los términos de los artículos 277 D y 286 K de la Ley
del Seguro Social (LSS), para crear o sustituir plazas de
trabajadores deberá depositar los recursos necesarios
para hacer frente a dichos compromisos. No obstante ello,
el organismo eroga anualmente 23 mil millones de pesos
para sostener a un número de pensionados equivalente
al 30% de sus trabajadores de base. El pasivo laboral
se incrementó de $833,000 millones a $922,000 millones,
cantidades muy altas para una institución de seguridad
social de cualquier país de condiciones económicas
avanzadas, cuanto más en México, donde existe graves
diferencias sociales.
Este número se incrementa anualmente en 13,500 personas,
de tal suerte que el sistema requiere un mínimo de 20
años de un gasto muy oneroso que afectará el correcto
crecimiento del organismo; se debe esperar al tránsito de
personas que se retiran conforme al actual sistema, por
trabajadores que ingresan a partir del mes de agosto del
2008, cuyo esquema será distinto.
En efecto, se llegó a un acuerdo con el sindicato, para
que en las nuevas contrataciones se establezca un sistema
de cuentas individuales y los trabajadores destinen un
porcentaje importante de su sueldo para su pensión,
hasta llegar al 10%, además de extender la edad de
retiro a 35 años para los hombres y 34 para mujeres. Estas
aportaciones se incrementan con la subcuenta de vivienda.
Esta solución parcial será útil hasta el año 2030. Antes de
esa fecha, el Instituto deberá mantener un programa muy
austero de crecimiento, porque siempre estará falto de
liquidez.
Cobertura universal de salud 2010
De acuerdo a la Ley General de Salud, para el año 2010
se deberá alcanzar el 100% de cobertura de las familias
susceptibles de incorporarse al Sistema de Protección
Social en Salud, mejor conocido como Seguro Popular.
Para ello, además de la Secretaría de Salud, participan los
servicios estatales de salud, IMSS-Oportunidades, IMSS,
ISSSTE, SEDENA, SEMAR, Pemex e instituciones privadas.
Con esta multiplicación de servicios, la atención se
dispersa en los siguientes porcentajes (redondeados):
IMSS, 49%; Seguro Popular, 17%; ISSSTE, 11%; servicios
privados, 3%; y por último el sector sin cobertura es de
20%. El Informe refiere que el Seguro Popular genera
serios desajustes al IMSS, ya que compite por la afiliación
de trabajadores; genera incentivos de selección por el
seguro más económico e inclusive gratuito y, por último,
al afiliar el Seguro Popular a los jóvenes, el Instituto debe
mantener a la población de mayor edad, que tiene mayor
propensión a servicios de salud y de pensión.
Esta competencia se genera por diversos factores, entre
otros el alto costo de los servicios que proporciona
el Instituto, la inflexibilidad de su contrato colectivo, el
incremento del seguro de salud para la familia, etcétera.
Por otra parte, el Seguro Popular tiene una base de
personas que se encuentra en los dos deciles más bajos
de ingresos, pero también proporciona estos servicios a
los demás segmentos de la población. Sin embargo, sólo
el 4% del total de las personas beneficiadas cubre una
cantidad por esta prestación.
Lo anterior genera que personas de ingresos medios
se aprovechen del descontrol que tienen las entidades
federativas que coordinan el servicio, las cuales perciben
la participación federal por el número de afiliados y,
lógico, no existe interés en llevar la cobranza de pocas
personas. De seguir el esquema, las finanzas públicas
resultarán insuficientes para mantener el ritmo de
crecimiento y abarcar el 20% de la población faltante.
Gastos médicos de pensionados
Para cubrir este sistema de protección, la LSS establece
una contribución del 1.5% del salario integral que cubren
los sectores en activo. Su antecedente se remonta a la
Ley de 1973, donde el ramo de Invalidez, Cesantía en
Edad Avanzada y Muerte (IVCM) participó de manera
administrativa en un porcentaje similar, para cubrir estos
gastos de pensionados.
El total de pensionados hasta el mes diciembre de 2007
es de 2’709,266, cifra que representa el 18.6% del total de
trabajadores afiliados; este porcentaje se incrementa 4.5%
por año; de tal suerte que, con el cambio generacional,
descenderá sensiblemente el número de activos en
relación a los retirados hasta llegar a 2% en el año 2040.
Estos cambios generan una fuerte presión en los gastos
médicos de los pensionados, a razón de un déficit de 1%
cada cinco años y, a partir de 2040, será del orden del 10%
del salario mínimo declarado. Este será el rubro más alto
de las cotizaciones en lo individual, más que las pensiones,
cuya aportación es del 6.5%.
Es importante llevar a cabo acciones de corto y de
largo plazo con el fin de reducir el riesgo e inclusive
buscar la forma de evitarlo. Creemos que si se integra
el Sistema Nacional de Salud —y se acepta la reversión
de los servicios de todo el sistema— los altos costos de
operación del Instituto se podrán ir compensando con
otras prestadoras más eficientes y de menor impacto.
Asimismo, si se concreta la cobertura, la población
económicamente activa joven será mayor a la
retirada. De esta manera, se pueden compensar los
costos generacionales; máxime que los trabajadores
autoempleados, que no están protegidos, son jóvenes y,
ENTORNO 33
si ellos forman parte del universo de aseguramiento, ello
servirá de apoyo a las generaciones de la tercera edad.
Así se presenta un bono generacional.
y el porcentaje restante es de las medianas y pequeñas
empresas, que son las que vigila de manera directa el
organismo y será a las que exigirá el incremento del SBC.
Resultados financieros
Por su parte, la recuperación de la emisión es el rubro
más alto, toda vez que el pago oportuno es de 91.04% y
el pago en el segundo mes lleva a la recuperación de la
cartera al índice de 99.52%.
La situación financiera por ramo de seguro muestra
que sólo dos de ellos —el de riesgo de trabajo y el de
invalidez y vida— registran excedentes de operación,
desde 2002. Los restantes muestran pérdidas; para
absorberlas, fue necesario tomar recursos de la reserva
de operación para contingencias y financiamiento, de
tal suerte que, si ello se ha convertido en un problema
estacional, dicha reserva no se muestra para contingencias,
sino para gasto corriente.
Las proyecciones manifiestan que si crece el empleo
y los salarios, al Instituto le incide de manera positiva;
básicamente a mayor ingreso menos demanda de
servicios, a menos que se trate de época de crisis, con
lo cual en un periodo de mediano plazo es posible su
presencia. Por tanto, es importante manifestar que en
el corto plazo los ingresos crecen 4.95% y los egresos
reflejan un incremento de 10.09%, lo que significa que las
reservas desaparecerán y se tendrá que obtener otra
fuente de compensación.
Es factible que se acuda a otros recursos, porque los
actuales se encuentran agotados; podrían utilizarse
esquemas aprobados en otros países, como Inglaterra,
que acudió a impuestos indirectos para saldar la seguridad
social. En nuestro país, puede ser el IVA de medicinas no
genéricas.
Nuevamente se deberá acudir a la subrogación, para tener
un promedio de costos adecuados, sin el alto impacto
del contrato colectivo. Lo anterior se confirma en los
estados de resultados del Seguro de Riesgos de Trabajo,
donde los ingresos son muy superiores a los egresos,
pero en el reconocimiento del Régimen de Jubilaciones
y Pensiones (RJP), que son los costos de los jubilados
de extrabajadores del Instituto, el referido resultado es
negativo.
Otras contingencias
El organismo refiere 88,720 juicios laborales; 44,496 fiscales;
13,359 inconformidades; 6,448 asuntos penales. Estas cifras
son superiores al año anterior y reflejan una saturación
de los tribunales competentes. Sería muy importante
fusionar los órganos de solución de controversias
en un tribunal unitario contencioso, que tuviera un
procedimiento sumario. Ello significaría abatir el rezago y,
lo más importante, ofrecer un sistema expedito de justicia
administrativa.
Los gastos catastróficos en atención médica son por
diabetes, hipertensión arterial, insuficiencia renal, cáncer
cérvico-uterino; cáncer de mama y Sida. Los mismos
son fruto del cambio epidemiológico y donde las
enfermedades infecto-contagiosas, que generaron los
primeros usuarios de la seguridad social, han cambiado
a estos padecimientos, los cuales requieren afrontar retos
importantes.
Se deben definir las enfermedades que corresponden
al seguro y las que se consideran calamidades públicas.
Estas últimas se tienen que incluir en un Programa Nacional
de Salud y corresponde a las finanzas públicas afrontar
su gasto; de lo contrario, el 5% de la población atendida
absorberá más del 25% del gasto del seguro de salud.
Conclusión
En nuestra perspectiva, la salud financiera del IMSS
requiere cirugía mayor, no sólo para el bien de la
Institución, sino sobre todo para el debido cumplimiento
de su finalidad, que es ofrecer un servicio público de
calidad y eficiencia a la población asegurada.E
Promedio de cotización
El Salario Base de Cotización (SBC) en el año 2007
creció 1.5% por arriba de la inflación, de tal suerte
que el promedio es de $211 pesos, equivalente a 4.32
veces el salario mínimo regional promedio. El 3% de
los trabajadores cotizó en un salario mínimo y el 67%
de 2 a 4 Veces el Salario Mínimo (VSM). Por tanto, la
tendencia del organismo es de fiscalizar y exigir que los
salarios integrados sean reales; sólo que el 49% labora
en empresas de más de 250 trabajadores. Por tanto,
la mayoría de la fuerza laboral es vigilada de forma
permanente por medio del dictamen de contador público,
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El autor es Licenciado en Derecho egresado de la Facultad de Derecho
de la Universidad Nacional Autónoma de México y Licenciado en
Relaciones Industriales de la Universidad Iberoamericana. Es autor de
diversas publicaciones sobre temas tributarios y de seguridad social,
entre ellos las obras Principios constitucionales de los tributos, y
Régimen fiscal de la Seguridad Social 2003.
En la actualidad es Presidente de la Comisión Nacional de Seguridad
Social de la Coparmex, Miembro del Comité Consultivo y de Vigilancia
de la Consar, Vicepresidente de la Academia Mexicana de Derecho
Fiscal, Ex Presidente del Consejo de Pensiones de la Condusef y
Abogado Postulante.
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