Músculo Observando el movimiento de los músculos de la parte superior de la pierna al contraerse y relajarse, los antiguos romanos lo compararon con un ratoncito que va y viene, y adoptaron para denominarlo la palabra musculus, diminutivo en latín de mus‘ratón’, que llegó al castellano como músculo. Con el tiempo, el uso de este vocablo se fue extendiendo para denominar a todos los músculos del cuerpo, mientras que para la parte superior de la pierna, se fue reservando la palabra muslo, derivada del anterior. Un músculo es un tejido blando que se encuentra en la mayoría de los animales. En el cuerpo humano (y en todos los vertebrados) los músculos están unidos al esqueleto por medio de los tendones, siendo así los responsables de la ejecución del movimiento corporal. Los músculos pueden considerarse los «motores» del organismo. Propiedades de los Músculos Los músculos presentan cuatro propiedades características: excitabilidad, contractibilidad, elasticidad y tonicidad. EXCITABILIDAD: es la propiedad para reaccionar ante los estímulos. Un estímulo es todo agente físico, químico, mecánico que al actuar o al excitar a las células, motiva en ellas una determinada reacción. Esta reacción o respuesta de las fibras musculares ante los estímulos casi siempre en una contracción. CONTRACTIBILIDAD: es la propiedad que tienen las fibras musculares para contraerse o acortarse cambiando de forma. La contracción puede ser voluntaria como la de los músculos esqueléticos o involuntaria propia de los músculos lisos y cardiacos. ELASTICIDAD: es la propiedad que tienen los músculos de recuperar su forma original cuando ésta ha cambiado por acción de una contracción, tracción o comprensión. Si cerramos la mano y hacemos puño, los músculos se contaren, y si relajamos la mano los músculos vuelven a su forma original. Igualmente si con los dedos de la mano de la izquierda presionamos el antebrazo derecho, los músculos se comprimen y luego vuelven a su forma original al retirar la presión. TONICIDAD: es la propiedad que tienen todos los músculos de estar siempre semicontraidos. En los extremos de cada musculo esquelético se encuentran tendones que ejercen tracción sobre ese musculo. Si se corta un musculo en la mitad las dos porciones se encogen hacia sus extremos tornándose blandas, pues la tracción ha desaparecido. Anatomía del músculo estriado esquelético El músculo esquelético está rodeado de varias capas de tejido conjuntivo, también llamadas membranas: el epimisio recubre el conjunto del músculo. el perimisio agrupa las distintas fibras musculares en fascículos musculares. el endomisio rodea cada fibra muscular. Tras haber atravesado el epimisio, los vasos sanguíneos (arteriolas y vénulas) que garantizan la vascularización del músculo, crean una fina red de capilares que llega al perimisio y después al endomisio, para vascularizar cada fibra muscular. Clasificación del movimiento muscular: Musculo agonista: son los principales responsables del movimiento. Musculo antagonista: son los que se oponen a los movilizadores principales. Músculos sinergistas: músculos que ayudan o colaboran a los movilizadores principales. Tal como se ilustra en la figura de abajo, la flexión del codo requiere el acortamiento del músculo braquial anterior y bíceps braquial (agonistas) y la relajación del tríceps braquial (antagonista). El musculo supinador largo (sinergista) ayuda al braquial y al bíceps braquial en su flexión de la articulación. Los agonistas producen la mayor parte de la fuerza necesaria para cualquier movimiento dado. Los músculos actúan sobre los huesos con los que están unidos, tirando de los unos hacia los otros. Los sinergistas facilitan esta acción y a veces intervienen en la afinación de la dirección del movimiento. Los antagonistas desempeñan una función protectora. Consideremos los cuádriceps (anterior) y los isquiotibiales (posterior) de los muslos. Cuando los isquiotibiales (agonistas) se contraen con fuerza, los cuádriceps (antagonistas) también se contraen ligeramente, oponiéndose al movimiento de los isquiotibiales. Esto impide el estiramiento excesivo de los cuádriceps mediante una fuerte contracción de los isquiotibiales y permite un movimiento más controlado del muslo, ejerciendo también una función protectora cuando la acción es demasiado brusca, a modo de evitar posibles lesiones. Tipos de acción macular Se suele hablar de tres clases de acciones musculares, según que tengan lugar a medida que las fibras musculares se acorten, se alarguen o mantengan su longitud: concéntrica, excéntrica e isométrica, respectivamente. El movimiento muscular puede clasificarse generalmente e tres tipos de acciones: Concentricas Estaticas Excentricas En muchas actividades, tales como correr y saltar, pueden tener lugar los tres tipos de acción en la ejecución de un movimiento suave y coordinado. No obstante, para aclarar las cosas, examinaremos cada tipo por separado. Acción concéntrica: La acción principal de los músculos, el acortamiento, recibe la denominación de acción concéntrica. Estamos muy familiarizados con este tipo de acción. Una contracción concéntrica ocurre cuando un músculo desarrolla una tensión suficiente para superar una resistencia, de forma tal que éste se acorta, y moviliza una parte del cuerpo venciendo dicha resistencia. Es decir, se produce un acortamiento del musculo a medida que la resistencia es superada. Un ejemplo claro de este tipo de acción es cuando levantamos una mancuerna durante la flexión de codo. Cuando la mancuerna se va acercando al hombro, el musculo se acorta. Puesto que se produce movimiento articular, las acciones concéntricas se consideran como acciones dinámicas. Acción estática: Los músculos pueden actuar también sin moverse. Cuando esto ocurre, el musculo genera fuerza, pero su longitud permanece estática. Esto recibe la denominación de acción estática, ya que el ángulo de la articulación no cambia, permanece inmóvil. Sucede, por ejemplo, cuando intentamos levantar un objeto que es más pesado que la fuerza generada por nuestro musculo, o cuando sostenemos el peso de un objeto manteniendo fijo el codo flexionado. En ambos casos, percibimos que los músculos están tensos, pero no pueden mover el peso por lo que no se acortan, de modo que no hay acortamiento muscular. Si se tiene la fuerza necesaria para superar dicha resistencia, una acción estática puede transformarse en una acción concéntrica dinámica Acción excéntrica: Los músculos pueden producir fuerza incluso cuando se alargan. Este movimiento es una acción excéntrica. Puesto que el movimiento articular se produce, esta también es conocida como una acción dinámica. Un ejemplo de esta acción es la del bíceps braquial cuando el codo se extiende para bajar un gran peso. Si la resistencia a vencer es demasiado pesada y no disponemos de la fuerza necesaria para levantar la mancuerna, el brazo ira cediendo hasta no poder sostenerla. En este caso, a medida que el musculo se estira también se va generando tensión o fuerza.