Informe de pertinencia - PUCE-SI

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ÁMBITO: NACIONAL
APORTE: Del análisis realizado a la Ley Orgánica de Comunicación, aprobada en junio del 2013, y
actualmente vigente en Ecuador, se desprende que hay seis artículos y una transitoria que
justificarían la pertinencia de la Escuela de Comunicación Social de la Pontificia Universidad
Católica del Ecuador Sede Ibarra, en la Zona I. La normativa también garantizaría la empleabilidad
de los graduados y la necesidad de actividades de Vinculación de los estudiantes con la
comunidad.
ELEMENTOS RELEVANTES
El Artículo 33 de la Ley Orgánica de Comunicación hace referencia al Derecho a la creación de
medios de comunicación social. “Todas las personas en igualdad de
oportunidades y condiciones tienen derecho a formar medios de
comunicación con las limitaciones constitucionales y legales
establecidas
para
las
entidades
o
grupos
financieros
y
empresariales,
sus
representantes
legales,
miembros
de
su
directorio y accionistas”.
Esta estipulación se enmarca en los Derechos de igualdad e interculturalidad promovidos por el
Estado Ecuatoriano. La propuesta, desarrollada en el Plan del Buen Vivir, busca incluir con voz
propia en el debate público a las voces de grupos sociales y étnicos históricamente relegados y
que han padecido la invisibilización por la falta de medios de comunicación que les ayuden a
difundir su cultura, proyectos, sueños y aspiraciones.
La Zona I (provincias de Imbabura, Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos), de influencia directa de la
Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ibarra, está habitada por 1 290 215 personas.
Según el último censo, el 11,7% de la población es indígena y el 18,4%, afroecuatoriana. En este
territorio, que abarca una superficie de 42 065 km cuadrados, están asentadas las nacionalidades
Quichua, Épera, Awa, Chachi, Cofán, Secoya y Siona (AGENDA ZONAL PARA EL BUEN VIVIR, 2010) .
Tanto los pueblos indígenas y afroecuatorianos como las nacionalidades mencionadas podrían
crear sus propios medios de comunicación, según la nueva Ley de Comunicación vigente. Jesús
Martín Barbero explica claramente que “Es imposible separar los términos cultura y comunicación
en el desarrollo individual y por tanto en el desarrollo social, que es un resultado de la interacción
humana”. Añade que “La relación cultura-comunicación resulta indisoluble, por la forma como se
complementan para la construcción de los contextos sociales” (BARBERO, 1997).
Al reflexionar sobre la teoría de Barbero, se puede afirmar que la relación entre comunicación y
cultura requiere considerar a la comunicación como el proceso básico para la construcción de la
vida en sociedad, como un mecanismo activador del diálogo y la convivencia entre sujetos
sociales. En este contexto, los medios de comunicación juegan un papel importantísimo, en el
cumplimiento de dos objetivos: la preservación de la identidad y de la cultura; y la difusión de esa
identidad y de esa cultura hacia el mundo, como estrategia de inclusión en lo que McLuhan llamó
la ‘Aldea Global’.
Si cada pueblo y cada nacionalidad tendrán la oportunidad de crear su propio medio de
comunicación, es indispensable que cuenten con especialistas en el manejo de medios de
comunicación. Estos especialistas serán los encargados de consolidar políticas editoriales, que
sobre un entendimiento de los procesos y flujos de información y de comunicación, contribuyan a
conseguir los objetivos propuestos: dar voz a las etnias históricamente excluidas para que sean
más visibles ante la opinión pública, promover el desarrollo cultural y social a través de la difusión
de proyectos propios, iniciativas y alternativas que lleven a la consolidación del buen vivir.
La pertinencia de la Escuela de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador Sede Ibarra se justifica sobre la necesidad de formar a profesionales de la Comunicación
con un perfil comunitario, que entiendan que la preservación de la cultura local es importante,
pero sin aislarla del mundo global. Es decir, que estén en capacidad de utilizar las herramientas de
la comunicación y de la información para lograr un continuo enriquecimiento entre lo próximo y lo
lejano, como una estrategia de sobrevivencia.
El Art. 34 de la Ley Orgánica de Comunicación hace referencia al acceso a las frecuencias de radio.
“Todas las personas en forma individual
y colectiva tienen
derecho a acceder, en igualdad de condiciones, al uso de las
frecuencias del espectro radioeléctrico”.
Por la capacidad de penetración y la inmediatez que tiene la radio como medio de comunicación
es considerado uno de los más eficientes en la transmisión de mensajes. Joseph R. Dominick, en su
libro ‘La dinámica de la comunicación masiva’, explica que con un buen uso de la radio se pueden
alcanzar amplios objetivos, en el contexto de la popularización de determinadas manifestaciones
culturales. “Una de las primeras estaciones de radio con mayor alcance fue la WSM de Nashville,
transmisora de The Grand Old Opry, el programa que llevó a la música country a miles de
personas. Los programas de blues y música negra traspasaron la barrera de la raza” (DOMINICK,
2010).
La radio también tiene otra ventaja, para su consumo y comprensión de los mensajes emitidos no
hace falta ser alfabetizado. Por esta razón, este medio de comunicación incluye en los procesos de
información y comunicación a personas que no tienen escolaridad. Es decir, el nivel educativo no
es un condicionante para beneficiarse de él.
La radio comunitaria, a lo largo de la historia, ha conseguido importantes logros en América Latina.
Cabe citar la influencia que tuvieron las Radioescuelas de Colombia, que ayudaron a alfabetizar a
los campesinos de Sutatenza, en temas relacionados con la producción, la salud y la educación. De
la mano de la organización comunitaria se logró consolidar un circuito de comunicación que
incluyó la emisión del mensaje, la recepción, la reflexión, la decisión y la acción colectiva.
Otro ejemplo es el de las Radios Mineras de Bolivia, que por la década de los sesenta, bajo el
paradigma del ‘micrófono abierto’, transfirió la voz a los mineros para que pudieran denunciar los
maltratos y la explotación laboral que sufrían durante las jornadas de trabajo, logrando cambiar
esa realidad. En Ecuador, una de las experiencias exitosas fue la de las famosas
‘Cabinasradiofónicas’, puestos de grabación y contacto establecidos en territorio campesino por
un sacerdote de Latacunga, para que los lugareños contarán sus experiencias para mejorar la
producción agrícola.
Las radios comunitarias, en definitiva, han ayudado a avanzar en el proceso de democratización de
la comunicación. Ahora, con la nueva Ley hay la gran oportunidad de fortalecer esa tendencia. En
este sentido, la Escuela de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Sede Ibarra promoverá la formación de profesionales con visión de desarrollo comunitario, para
que sepan utilizar a la radio como un vehículo para alcanzar los objetivos sociales.
Esto también se justifica en lo estipulado en el Art. 12 de la Ley Orgánica de Comunicación, que se
refiere a la democratización de la comunicación y de la información. “Las actuaciones y
decisiones de los funcionarios y autoridades públicas con
competencias en materia de derechos a la comunicación propenderán
permanente y progresivamente a crear las condiciones materiales,
jurídicas
y
políticas
para
alcanzar
y
profundizar
la
democratización de la propiedad y acceso a los medios de
comunicación, a crear medios de comunicación, a generar espacios
de participación, al acceso a las frecuencias del espectro
radioeléctrico…”.
Y el Artículo 86 estipula: El Estado implementará las políticas
públicas que sean necesarias para la creación y el fortalecimiento
de los medios de comunicación comunitarios como un mecanismo para
promover
la
pluralidad,
diversidad,
e
interculturalidad
y
plurinacionalidad;
tales
como:
crédito
preferente
para
la
conformación de medios comunitarios y la compra de equipos;
exenciones de impuestos para la importación de equipos para el
funcionamiento de medios impresos, de estaciones de radio y
televisión comunitarias; acceso a capacitación para la gestión
comunicativa, administrativa y técnica de los medios comunitarios”.
Otro aspectos importante estipulado en la Ley Orgánica de Comunicación que justifica la
pertinencia de la Escuela de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Sede Ibarra, con influencia principalmente en la Zona I, es los relacionado con el derecho al acceso
universal a las tecnologías de la información y la comunicación, contenido en el Art. 35. “Todas
las personas tienen derecho a acceder, capacitarse y usar las
tecnologías de información y comunicación para potenciar el
disfrute de sus derechos y oportunidades de desarrollo”.
Esta también es una tendencia regional impulsada de la Unión de Naciones Suramericanas
(UNASUR). En Brasilia, el 29 de noviembre de 2011, los Ministros de Comunicaciones de los países
miembros de la UNASUR se reunieron dentro del Consejo Suramericano de Infraestructura y
Planeamiento (COSIPLAN), con el objetivo de estructurar la creación de una directriz que estimule
el uso intensivo de Tecnologías de Información y de Comunicaciones (TICs), superando las barreras
geográficas y operativas en América del Sur.
El Consejo promoverá proyectos para la integración suramericana mediante el uso de TICs con
responsabilidad ambiental y participación social. Se esforzará para acelerar el actual nivel de
desarrollo de la infraestructura de comunicaciones en el territorio de UNASUR y de esta manera
poder implementar de manera asertiva políticas públicas en materia de salud, empleo, educación,
seguridad, y administración pública, entre otros, a través de un uso democrático y asequible de
Internet de banda ancha.
Entre los puntos más relevantes en materia de inversión en infraestructura de TICs, está el
proyecto para expandir las interconexiones entre los países suramericanos, construir un Anillo
Óptico Suramericano, las salidas internacionales por cables submarinos y la integración de las
redes nacionales de investigación y educación en el contexto intra-regional y global.
En este contexto, la Escuela de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador Sede Ibarra formará a sus estudiantes con énfasis en el uso de las nuevas tecnologías de
la Comunicación y la Información para promover el desarrollo social y, sobre todo, para contribuir
a la reducción de la brecha digital existente entre centros urbanos y rurales, mejorando las
condiciones de vida de los beneficiarios. Debido a la demanda de capacitación en las comunidades
sobre el manejo de las TIC’s, la Escuela de Comunicación deberá promover actividades de
Vinculación con los estudiantes para dictar talleres y cursos que persigan ese objetivo. Este tipo de
actividades son exigidas por la Ley de Educación Superior como una alternativa para el fomento al
desarrollo comunitario.
Otro Artículo de la Ley Orgánica de Comunicación que justifica la pertinencia de la Escuela de
Comunicación Social y la demanda de periodistas y comunicadores sociales es el 42. “Todas
las personas ejercerán libremente los derechos a la comunicación
reconocidos en la Constitución y esta Ley, a través de cualquier
medio de comunicación social. Las actividades periodísticas de
carácter permanente realizadas en los medios de comunicación, en
cualquier
nivel
o
cargo,
deberán
ser
desempañadas
por
profesionales en periodismo o comunicación, con excepción de las
personas que tienen espacios de opinión, y profesionales o
expertos de otras ramas que mantienen programas o columnas
especializadas. Las personas que realicen programas o actividades
periodísticas en las lenguas de las nacionalidades y pueblos
Indígenas, no están sujetas a las obligaciones establecidas en el
párrafo anterior. En las entidades públicas, los cargos inherentes
a
la
comunicación
serán
desempeñados
por
comunicadores
o
periodistas profesionales”.
Según la Agenda Nacional de Medios, En la Zona I del país circulan 8 periódicos, hay 54 radios y
ocho canales de televisión locales. No hay un estudio que demuestre la relación entre las personas
tituladas y las no tituladas que trabajan en los medios de comunicación de la Zona I. Si no
existiese la Escuela de Comunicación Social de la PUCESI, quienes deseen profesionalizarse y viven
y trabajan en las provincias de Imbabura y Carchi, tendrían que trasladarse a Quito, lo cual
implicaría movilizar a sus familias o dejar a sus familias y renunciar a sus trabajos. En la Décimo
Sexta transitoria de la Ley de Orgánica de Comunicación se fija un plazo de seis años para la
profesionalización, a partir de la publicación del respectivo Reglamento.
En la Zona I del país también están registradas 212 dependencias del Estado, sin contar con los
organismos autónomos y seccionales (seis prefecturas y 27 alcaldías). Las personas responsables
de las Relaciones Públicas y de la Comunicación Organizacionales de estas instituciones están
obligadas a tener un título profesional. La Escuela de Comunicación Social de la PUCESI está en
capacidad de ofrecer a la sociedad a estos profesionales, altamente capacitados y con habilidades
para la Dirección de Comunicación, para el posicionamiento de la imagen de las instituciones y
para generar vinculación de identidad entre las instituciones y el público.
Bibliografía
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
ASAMBLEA NACIONAL DEL ECUADOR, Ley Orgánica de Comunicación. Junio del 2013.
BARBERO, Jesús Martín. De los Medios a la Mediaciones, México, Editorial Gustavo Gil .
DOMINICK, Joseph R. ‘La dinámica de la comunicación masiva’, México, Editorial Mc Graw
Hill, 2006.
SENPLADES, Agenda Zonal para el Buen Vivir, propuestas de Desarrollo y Lineamientos
para el Ordenamiento Territorial, 2010.
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