100 San Lorenzo Diario del AltoAragón - Martes, 10 de agosto de 2010 Por Ángel BIARGE AGRUPACIÓN ASTRÓNOMICA DE HUESCA “L A humanidad desde sus albores, tuvo en la salida y puesta del Sol, en las fases lunares, en el cambio de posición de los planetas y el devenir de las estrellas la base para realizar uno de sus mayores inventos: El concepto del Tiempo”. En Irlanda, a 50 kilómetros al sur de Dublin, se halla el monumento funerario de Newgrange, datado hacia el 3100 antes de Cristo. Es la construcción en piedra más antigua hecha por el hombre. Esto puede llamar ya de por sí la atención, pero para mí el verdadero interés estriba en un pasillo que va desde la entrada a la edificación hasta la sala principal. Esta galería de unos 20 metros de largo es completamente iluminada por la luz del Sol naciente, un solo día del año: El día con menos horas de luz, el día del Solsticio de invierno. Quien diseñara esta construcción tenía un gran conocimiento del comportamiento del Sol en el cielo. Conocimiento que pudo usar para honrar a las personas que yacían en la sala funeraria, o dejar huella de un profundo pensamiento científico puesto al servicio de la primera necesidad del ser humano, el sustento diario. La astronomía es una ciencia antigua. La observación de la mudanza cíclica de los astros y más concretamente del Sol, permitió a nuestros antepasados establecer el momento más adecuado para depositar una semilla en la tierra, o dirimir el momento de levantar un campamento y dirigirse hacia el sur, adelantándose a las especies que emigraban y así, darles caza. También imagino a los intrépidos navegantes abandonando el caboteja, y guiados por las estrellas, lanzarse a la navegación en alta mar. La astronomía nos dice “cuándo” y “dónde”. El moderno distema de posicionamiento global o GPS, tiene los mismos fundamentos astronómicos que el “dónde” visto por nuestros antepasados en las estrellas y el Sol. La estrella polar nos indica el norte, el Sol alcanza la máxima altura siempre en el Sur, al mediodía. La astronomía da respuesta al “cuándo”, ofreciéndonos la unidad básica de la medida del tiempo: El día, esa alternancia cíclica de la luz y la oscuridad debida a la rotación de la Tierra entorno a su eje. Además, la inclinación de este eje y el movimiento cíclico de traslación en torno al Sol nos define el año, sustentado en el ciclo de las estaciones. Es del todo erróneo el concepto estacional debido a la distancia de nuestro planeta con respecto al Sol. Ahora es cuando más lejos estamos de nuestra estrella, y aquí es verano... pero en Sudáfrica, en los mundiales... ¿no es invierno?. De medir las fracciones temporales por debajo del día, horas, minutos, segundos, se encargan los relojes y la horología. Por encima de la horología está la ciencia de los calendarios, destinada a ordenar las semanas, los me- El reloj solar de Grañén Los secretos del reloj solar ses, los años y las eras. Es muy Pero... ¡si son los movimiencurioso observar cómo a lo largo tos de nuestro planeta con resde la historia la promulgación pecto al Sol, la maquinaria que de los diferentes calendarios, hace funcionar a un reloj de sea en la cultura que sea, sólo sol!, podemos pensar, ¿seguirán estaba en manos del poder. mandando?. Para dominar el concepto Al observar un reloj solar, la temporal de “un antes y un des- inmensa mayoría de las persopués”, concepto muy incómo- nas piensa: “Este reloj va mal, do para el ser humano, tenemos vaya tontería”. Siendo una remuchos tipos de relojes: De Sol flexión de todo normal y natural, (los más antiguos), las clepsi- ya que la lectura y comprensión dras de agua, las velas horarias, de estos instrumentos no es obel reloj de arena, los relojes me- via para un profano... pero ¿no cánicos, eléctricos, electrónicos será erróneo este pensamiento? y atómicos. Pero... el agua La observación de la mudanza de una clepsidra cíclica de los astros y más puede congelarse, nos podemos olviconcretamente del Sol, permitió dar de dar la vuela nuestros antepasados ta al reloj de arena, la vela se puede establecer el momento más apagar, el reloj meadecuado para depositar una cánico puede averiarse, al igual que semilla en la tierra quedarse sin energía los eléctricos y los electróncios... y estar nublaPara continuar tengo que dedo. finir la unidad básica de tiemY ya que no he mencionado po, el día. Nosotros utilizamos a los relojes atómicos, recuerdo un día que toma como referenque en todos los boletines de noti- cia el astro que rige todo el concias y telediarios del 31/12/2008, texto natural en el que estamos se difundió la siguiente noticia: inmersos, el Sol. Así que nues“El día de hoy tendrá un segun- tro día (día solar) es el período do más de duración, los relojes de tiempo transcurrido entre atómicos de Cesio 133 encarga- dos mediodías consecutivos, es dos de medir el tiempo atómico decir, entre dos posiciones coninternacional (el que ahora usa- secutivas de mayor altura sobre mos), dentro de su impresionan- el horizonte del Sol. Es entonte precisión, tendrán que repetir ces cuando el reloj de sol marca un segundo para sincronizarse las 12. También podríamos tocon los movimientos de nuestro mar una estrella como referenplaneta en el espacio”. cia dando lugar al día Sidéreo, pero las estrellas sólo están por la noche. Estamos acostumbrados al tiempo que miden nuestros relojes de pulsera, un tiempo que transcurre a una velocidad constante y que idealiza un movimiento no real del Sol, es el llamado tiempo medio. Sabemos que no es el Sol quien se mueve, lo hace la Tierra, y debido a esto, es nuestra estrella quien “parece moverse” (movimiento aparente de un astro). En el tiempo medio nos basamos en una Tierra que viaja con un movimiento circular uniforme y esto no es así en la realidad. Pero en nuestra perpetua lucha por dominar el concepto de tiempo, esto es una pequeña victoria... y una comodidad. Nuestro planeta no viaja en torno al Sol en un círculo, sino en una elipse y por tanto no lo hace a una velocidad uniforme (2ª ley Kepler), y como toda partícula en movimiento con respecto a un centro de masas, tiene que obedecer sin rechistar a las leyes de conservación del momento cinético y a la ley de conservación de la energía mecánica en un sistema aislado (mecánica clásica-física básica), y para complicarlo todo más, tenemos un eje de rotación inclinado. Ambas causas son la consecuencia de que los días solares no tengan la misma duración. El reloj de Sol es un espejo fidedigno de los movimientos aparentes del Sol, es decir, de los movimientos de la Tierra en el espacio. Este reloj mide el tiempo solar local. Solar, ya que se basa en los movimientos aparentes del Sol verdadero y local, porque el Sol pasa por un lugar a diferente hora que por otro lugar cualquiera, es decir, en Barcelona amanece antes que en La Coruña, es el concepto de Longitud Geográfica. Pero si el reloj está más al norte o más al sur, concepto de Latitud Geográfica, su geometría o forma tendrán que cambiar para coordinarse espacialmente con los referenciales de la geografía celeste. La diferencia entre los dos tiempos es la llamada Ecuación del Tiempo, que debe estar dispuesta en todos los relojes solares para facilitar la sincronización entre lo que marca y lo que indica un reloj “normal”. Otro concepto que habrá de tenerse en cuenta es el horario de verano o de invierno. De esta forma, cuando veo un reloj de sol, por modesto o espectacular que sea, debo pensar en las mediciones hechas por un astrónomo, la geometría de un matemático, las conclusiones de un físico y la inventiva e ingenio de cualquier persona. Ahora, en pleno siglo XXI, el reloj de sol no tiene la finalidad por la cual nació, pero debe ser utilizado como un aula de altísimo nivel para el estudio y divulgación de la astronomía, la matemática, la física, el arte y la historia. En un reloj solar confluyen el “dónde” y el “cuándo”. No hagamos que sea algo inútil.