Pragmática del discurso - Maestría en Educación Abierta y a Distancia

Anuncio
Universidad Nacional Abierta
Dirección de Investigaciones y Postgrado
Maestría en Educación Abierta y a Distancia
Área de Incumbencia: Diseño y Medios
Unidad Curricular: Comunicación Interpersonal
Análisis del discurso: posibilidades de aplicación
Material 2
(Unidad 2)
Pragmática del discurso,
Paráfrasis resumida de
varios autores
Prof. Saskia Sánchez
(Compilación con fines instruccionales)
Hablar es siempre actuar: hacer algo (informar, pedir, prometer...) de maneras
socialmente estipuladas, y hacerlo adoptando un papel El acto se habla será más o
menos exitoso según coincida con la atención de quien lo realiza. La pragmática
lingüística, que comenzó por estudiar los fundamentos de esa coincidencia, sus
alcances, sus posibilidades y sus desventuras, ha ido ampliando su campo de
trabajo para incluir todos los fenómenos lingüísticos relacionados con la producción
e interpretación de significado en el uso de la lengua: la pragmática estudia ahora
en qué consiste la relevancia comunicativa qué y cuanto se transmite más allá del
sentido literal de los enunciados, estudia la relación entre las estructuras
gramaticales y sus creadores-usuarios, la codificación lingüística de las relaciones
interpersonales, los principios y acuerdos de la interacción verbal. La Pragmática
de hoy -- cada vez más vinculada a la sociolingüística, a la antropología, a la teoría
literaria- asedia otra vez con nuevas armas, viejos problemas: qué es el lenguaje,
por qué es como es, para qué nos sirve, cómo lo usamos, y también cómo somos
usados por el lenguaje.
Reyes, G. (1994) La pragmática lingüística: El estudio del lenguaje. (contraportada).
2
Pragmática del discurso
El material N° 2, "Pragmática del discurso", es un resumen de los conceptos
básicos pertinentes al tema de nuestro interés el uso del discurso- expuestos por
sus autores en los siguientes libros:
!"Reyes, G. (1994) La pragmática lingüística. El estudio del uso del
lenguaje. Barcelona: Montesinos.
!"Calsamiglia, H. C y Tusón, A. (1999) Las cosas del decir. Manual de
análisis del discurso.Barcelona: Ariel.
!"Van Dijk, T. (1992). La ciencia del texto. Barcelona: Paidós,
!"Van Dijk, T. (1993). Estructuras .y funciones del discurso. Barcelona:
Piados
!"Lozano, J. et al (1993). Análisis del discurso. Barcelona: Cátedra.
Trataremos de abordar los conceptos que nos interesan, bajo la óptica de los
autores ya nombrados; en la parte inicial. fundamentalmente, son los criterios de
G. Reyes (1994). Usaremos comillas para las citas literales, lo que no esté
indicado así se considerará como paráfrasis, de la autora antes nombrada o de
cualquiera de los autores ya mencionados.
Desde F. Saussure (Curso de lingüística general, 1945) el lenguaje se concibe
como un sistema que puede ser analizado científicamente, y. algo muy
importante, se postula que la comprensión que tiene el ser humano de la realidad
está relacionada con el uso de signos verbales, éstos son constitutivos de la
relación hombre-realidad. Esta postura lingüística se interesa por el estudio de lo
homogéneo, de las reglas, de lo sistemático: sistema gramatical, sistema de
conocimiento- conjunto de representaciones mentales internalizadas por el
individuo, según Chomsky, o sea el sistema de conocimiento lingüístico poseído
por los hablantes de una lengua que les permite producir oraciones bien formadas
de su lengua materna: la competencia lingüística.
Bajo el concepto expuesto (el lenguaje como sistema) la lengua puede ser un
objeto científico al cual es posible aislar y estudiar. Esta lingüística científica
produjo avances notables en su campo de estudio, y todavía goza de fructificado
prestigio. Actualmente asistimos a una renovación de gran interés por lo que se
denomina la lingüística humanística enfocada hacia el estudio de textos, de
situaciones y hablantes reales e históricos; amplía su campo de estudio atraída por
la relación entre lenguaje e injusticia social, racismo, feminidad, ideologías
políticas; en general, con el significado que se produce al usarse el lenguaje,
porque en la comunicación, humana hasta el silencio produce significado.
3
Ya no importa tanto lo invariable y sistemático, lo armonioso, las reglas de
formación que garantizan la eficacia y la corrección; el enfoque se da vuelta hacia
el funcionamiento mismo, hacia la relación entre el lenguaje y el hablante, es
decir hacia el uso del lenguaje. Una de estas corrientes renovadoras, en la
actualidad, es la pragmática.
La pragmática empieza como un intento de encontrar el sentido de la
conducta lingüística. Los fundadores parten de la convicción "hablar es hacer", es
decir del lenguaje como acción, del lenguaje en función de la comunicación. En el
hoy, la pragmática es una disciplina que intenta incluir en sus análisis los factores
sociales, psicológicos, culturales, literarios, como determinantes de la estructura de
la comunicación verbal; la pragmática, así considerada, es una perspectiva de
análisis que puede aplicarse a todos los aspectos de la estructura del lenguaje, si
aceptamos que todos cumplen alguna función comunicativa.
Cuando se quiere estudiar el lenguaje en uso es necesario considerarlo
mezclado con su entorno, atender a lo particular de cada emisión, de cada emisor,
etc. La ampliación de su campo de estudio lleva a considerar la pragmática como
una disciplina clave de la lingüística actual donde puede apreciarse una nueva
concepción del lenguaje y de su estudio.
¿Contamos con una definición de esta joven disciplina lingüística? G. Reyes
(1994; p. 22) plantea la cuestión así; "El manual de pragmática más completo y
autorizado que se ha publicado hasta ahora (Levinson, Pragmatics.1983). dedica
un extenso y complejo primer capítulo a analizar las posibles definiciones de
pragmática ..." El autor citado -Levinson- llega a la conclusión de que no hay una
definición satisfactoria. Pero lo mismo ocurre con otras ciencias, con otras
disciplinas lingüísticas. Sin asumir una posición extrema, puede aceptarse una
definición general del tipo. por ejemplo, de algunas que conocemos, como "la
semántica es el estudio de los significados lingüísticos"; una definición de este tipo
diría:"La pragmática es el estudio de cómo se interpreta el significado producido en
el uso del lenguaje G. Reyes (1994:20/22) dentro de la línea conceptual de la
definición anotada, elabora una definición que pretende ser más amplia: La
pragmática estudia nuestra manera intencional de producir significado mediante
el lenguaje, y los principios que regulan los comportamientos lingüísticos dedicados
a la comunicación". Esta definición presta atención a la intencionalidad del acto de
la comunicación. También puede considerarse la definición de Charles Morris
(1938) adoptada por el Congreso Internacional de Pragmática (1985): "la
Pragmática es el estudio de la relación entre los signos y los intérpretes", la cual
permite que la pragmática sea vista "como una perspectiva que puede aplicarse
a cualquier aspecto de la estructura del lenguaje, pues cualquier aspecto tiene
alguna relacionada con la comunicación. La entonación, las pausas las muletillas,
la cortesía – que es un fenómeno comunicativo de variadísimo matices-. La
elección léxica... todos los fenómenos no "categoriales", no obligatorios,
4
caracterizados por el hecho de que el hablante puede elegir la forma sintáctica,
como el orden de palabras, algunos empleos del subjuntivo, el presente histórico,
la posición del adjetivo...incontables fenómenos gramaticales pueden estudiarse
con el foco pragmático. Lo mismo vale para fenómenos semánticos como la deixis
y la presuposición, y también para otros aspectos de la comunicación. La
pragmática sería así una lingüística extendida capaz de explicar muchos
aspectos del uso lingüístico que no figuran en el repertorio tradicional de la
lingüística...La perspectiva pragmática es un intento de echar luz sobre más
fenómenos para entender mejor cómo funciona la lengua en la realidad cotidiana
de la vida; el cómo, qué. por qué, para qué de nuestros incesantes discursos"
(G. Reyes, 1994, p. 41-42,subrayado nuestro)
Es cierto que todavía no se cuenta con una teoría aceptada por todos sobre la
relación entre forma y función, es decir entre lo que una lengua codifica en su
gramática y las funciones comunicativas que los hablantes cumplen. Mas, en
general, puede afirmarse con certeza los dos tipos de fenómenos que la
pragmática estudia: a) aspectos de la estructura del lenguaje dependientes del
contexto, como la deixis, (por ejemplo; Me duele aquí. tratamos bien al
extranjero. Se tratará más adelante sobre la deixis); b) Aspectos que no tienen
nada que ver con la estructura del lenguaje, como la implicatura (diferente de
implicación: se refiere a un cierto tipo de inferencia basada en formas de
enunciados no convencionales sobre lo que no está dicho, pero que se quiere
comunicar: (volveremos sobre este aspecto).
Es oportuno señalar que, aunque el campo de estudio de la pragmática no se
presenta del todo unificado, y consecuentemente. los análisis pragmáticos
muestran cierta diversidad, sí pueden precisarse determinadas nociones básicas
tales como: hablante, contexto, significado, y además una actitud persistente;"la
de encarar el análisis lingüístico como un análisis de la comunicación humana y no
de sistemas de signos abstraídos de su función comunicativa" (C. Reyes. 1994:
34)
Por su carácter esclarecedor y por los ejemplos analizados, nos ha parecido
interesante incluir, sin mediación de la paráfrasis, una sección del capítulo I del
libro de G. Reyes (1994)
1.4. Sintaxis, semántica y pragmática
Román Jakobson, según nos dice Umberto Eco (en «Semantics,
Pragmatics, and Text Semiotics», 1987), observó una vez que estudiar el
lenguaje solamente desde una perspectiva sintáctica es lo mismo que definir
el coche-cama de un tren diciendo que por lo general se encuentra entre dos
coches de pasajeros. Por supuesto, con tal definición (que es estrictamente
distribucional), nadie sabrá realmente qué es un coche-cama. Estudiar el
lenguaje sólo desde una perspectiva semántica, agrega Eco, sería para
muchos autores semejante a decir que un coche-cama es un vehículo que
5
transita sobre vías y donde la gente duerme en literas. Según Eco, la
definición sería aceptable, pero de dudoso valor para un pasajero pobre, por
lo cual habría que añadir a la definición que el coche-cama es caro. Pero
mientras «todos ios coches-cama son vehículos» es una verdad analítica,
«todos los coches-cama son caros» es una información que depende de
nuestro conocimiento del mundo, y por lo tanto, continúa Eco, los
semanticistas objetarían que no debe formar parte de la definición, ya que es
asunto de pragmática, no de semántica. Y objetarían más, siempre según
Eco, si uno quisiera agregar a la definición que en Europa el coche-cama es
un símbolo de «esta tus». Dirían que es verdad, pero que ése es un asunto
de sociología.
Es difícil distinguir la información semántica de la información
pragmática (como saben los redactores de diccionarios). Si la información
semántica está compuesta solamente de verdades analíticas, todo el resto
del significado (de un coche-cama, de un tigre, de un enunciado) es tema de
la pragmática. Si preferimos una semántica «liberal», incluiremos en el
significado dado por la semántica significados pragmáticos, y diremos
también, por ejemplo, que un coche-cama es caro, con lo cual lograremos
una definición más útil. Siempre quedarán, de todos modos, significados
que dependan exclusivamente de factores relacionados con el proceso
comunicativo. Supongamos que dos vagabundos se meten en un vagón de
carga para echar un sueño: los vagabundos pueden decir, sin duda, que
están en el coche-cama del tren, pero ahora coche-cama tendrá un
significado extra no previsto por las definiciones. Hay siempre un margen,
permitido por la estupenda adaptabilidad del lenguaje a las diferentes
situaciones de comunicación, intenciones de los hablantes, historias
conversacionales. En ese margen, lo previsto en los códigos puede alterarse
o contradecirse o anularse. Ese margen no es un margen, quizá, sino el
centro: es el lugar en donde el hablante elige, juega, crea significados. Ese
margen es territorio de una disciplina que en un tiempo se llamó poética, y
que también estudia el uso lingüístico, sólo que dentro de la institución
llamada literatura. En todo caso, el margen, el plus de significado, es
territorio impredictible hasta cierto punto, y cambiante, y sujeto a la historia
y la manipulación, por lo cual la lingüística científica lo mira con recelo, y la
pragmática, al menos la más estricta (la de tradición anglosajona, salida de
la filosofía del lenguaje), quiere labrarlo con surcos rectos, según principios
estrictos.
Suele considerarse que el lenguaje está constituido por una serie de
subsistemas relativamente autónomos, a cargo de disciplinas lingüísticas
relativamente autónomas. Para estudiar las estructuras de significado
podemos recurrir a la sintaxis, a la semántica y a la pragmática. La sintaxis
estudia las reglas de formación de oraciones. La semántica estudia la
naturaleza y el significado de las palabras y de las oraciones, sus relaciones
sistemáticas (sinonimia, implicación, contradicción, etc.), y predice las
ambigüedades en palabras y oraciones. La semántica lógica se pregunta
cuáles son las condiciones de verdad de una oración, que considera
equivalentes a su significado (cada oración tiene un valor de verdad: puede
ser verdadera o falsa. Una parte importante del contenido de una oración
está constituida por las condiciones que debe cumplir el mundo para que la
6
oración sea verdad. También puede especificarse en qué mundos posibles
una oración es verdadera o falsa).
Tanto la sintaxis como la semántica —que constituyen en conjunto, lo
que muchos lingüistas llaman gramática- estudian fenómenos que se
encuentran claramente insertos en la estructura del lenguaje. Así, por
ejemplo, una oración que presenta algo como conjetural tendrá cierta
estructura sintáctica (por ejemplo una construcción con el adverbio quizá a la
izquierda del verbo) la actitud de conjetura (actitud del hablante ante su
enunciado), que se considera fenómeno semántico, puede manifestarse, a su
vez, en el modo subjuntivo, que en español codifica modalidad quizá llueva
afirma algo de un mundo posible. La presuposición otra manera de
manifestarse el significado lingüístico, también se encuentra en el sistema
léxico y sintáctico de una lengua Para dar algo por presupuesto, en lugar de
afirmarlo como cosa nueva, los hablantes pueden recurrir a construcciones
que contienen dentro de su significado lingüístico, el de dar por verdadero el
objeto de su predicación. El verbo sorprender, por ejemplo presupone que
es verdad aquello que sorprende: una oración como Me sorprende que Juan
haya venido presupone la verdad de la venida de Juan. Como vemos, los
fenómenos sintácticos v semánticos se encuentran en las estructuras de la
gramática de una lengua, por lo cual a nadie se le ocurriría disputar a la
sintaxis o a la semántica-su calidad de disciplinas lingüísticas.
La pragmática estudia, en principio, formas de producir significado que
no entran por derecho propio en el dominio de la semántica: el subsistema
estudiado por la pragmática no es totalmente lingüístico, es decir, no está
siempre inserto en las estructuras de la lengua. Tomemos un ejemplo
sencillo de implicatura (tema que veremos con más detalle en el capítulo 3)
Marido y mujer están en una fiesta; en cierto momento, ella le dice a él: ¿Tú
sabes qué hora es? El marido interpreta automáticamente que su mujer
quiere irse a casa, y le contesta algo como Nos vamos cuando quieras, en
lugar de decirle la hora. Nada propiamente lingüístico (semántico) de la
pregunta ¿Tú sabes qué hora es? señala el significado que automáticamente
entendió el mando; tanto es así, que a la mujer le queda la posibilidad de
anular ese significado implicado sin contradecirse: No, no quiero irme, sólo
te pregunto la hora. Pero el significado que el marido ha inferido es
probablemente el que la mujer, en ese contexto, ha querido realmente
transmitir: a la inferencia hecha por el marido se la llama implicatura
(diferente de implicación, pues la implicación suele formar parte del
significado léxico de las palabras; así, en el significado de «tigre» está
implicado el significado 'animal'; en el de «mujer», 'ser humano', etc.).
Las implicaturas son independientes de las estructuras lingüísticas, no
se encuentran en el diccionario, dependen del contexto. Son provocadas por
las palabras, pero no están en las palabras mismas. Es tan importante, sin
embargo, el papel de la implicatura en la comunicación lingüística, que su
estudio resulta indispensable para comprender cómo usamos el lenguaje, v
de ahí que sea un tema central de la pragmática. Este tema no se
superpone a los de la semántica.
Pero en el análisis de la lengua en funcionamiento, las implicaturas se
presentan mezcladas con las presuposiciones y las implicaciones, y las
7
condiciones de verdad de una frase dependen de la relación de esa frase con
su contexto. Veamos un ejemplo conocido.
Cuando, en el entorno desolado de la casa lóbrega v oscura, y
después de una conversación dilatoria, el escudero le pregunta a Lazarillo si
ha comido, éste responde que no (recordemos que se había encontrado con
su amo muy de mañana, cuando estaba todavía sin almorzar). El escudero
dice entonces lo siguiente: «Pues, aunque de mañana, yo había almorzado, y
cuando ansí como algo, hágote saber que hasta la noche me estoy ansí. Por
Eso, párate como pudieres, que después cenaremos.» Lázaro interpreta
estas palabras no como las interpretaría la semántica, por cierto, sino
completamente, pues interpreta lo que dicen y lo que no dice", pero
evidentemente quieren decir: «Vuestra merced crea, cuando esto le oí, que
estuve en poco de caer de mi estado [desmayarme], no tanto de hambre
como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa... Allí lloré mi
trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera» (Lazarillo de Tormes
1987, p. 76).
No nos extraña que Lázaro casi se desmaye al oír al
escudero. Aunque acaba de conocer a su interlocutor, que, por si fuera
poco, va «con razonable vestido, bien peinado, su paso y compás en orden»,
su experiencia pasada con otros amos, y lo que ha podido ver de su
comportamiento y de su casa, lo autorizan a creer que el escudero miente,
que ni ha desayunado ni tiene con qué cenar esa noche, y que el «hágote
saber» con que anuncia su sobriedad es máscara retórica de la «negra que
llaman honra», y no anuncio real. El significado semántico de las palabras
del escudero—el significado literal, convencional, de «almorzar», de «hacer
saber», de la expresión «después cenaremos»— constituye solamente una
parte (cómicamente mínima) de lo que el escudero quiere decir. Si sólo
fuera capaz de comprender ese significado (si sólo supiera castellano,
digamos). Lázaro no podría interpretar el enunciado que tan bien interpreta,
para desdicha suya.
Cuando se usa el lenguaje, el salto entre lo que se deja interpretar
semánticamente y lo que hay que interpretar pragmáticamente es a veces
enorme. La pragmática, como teoría de la interpretación, debe ser una
teoría del texto. El significado de la frase «después cenaremos», aislada de
contexto, significado que depende del cumplimiento de ciertas condiciones
de verdad y es objeto de estudio de la semántica lógica, difiere bastante del
significado del enunciado «después cenaremos» dicho por el escudero a su
criado en este hecho de habla particular. El problema es distinguir esos
significados y elaborar técnicas para estudiarlos.
Pero no es necesario pensar en un décalage tan grande como el que
se produce entre la cena semántica y la cena pragmática del escudero. Para
juzgar el valor veritativo, o sea para determinar el significado, de enunciados
corrientes como En este país no se puede vivir tenemos que comprender a
qué entidad del mundo se refiere este país. Y luego debemos saber quién lo
dice, cuándo, y cómo. La expresión este país tiene un significado virtual,
que todos comprendemos fuera de cualquier contexto (o buscando este y
país en el diccionario, digamos), pero, puesta en uso, puede significar
muchas cosas. El significado literal o convencional (el que tienen las
expresiones por convención lingüística, el del diccionario) puede coincidir o
8
no con el significado pragmático, que es aquel que resulta de la intención del
hablante y del contexto de uso.
En el caso de los deícticos, el significado literal es, por necesidad,
incompleto: fuera de contexto, este, ahora, yo, solamente apuntan en cierta
dirección (de lugar, de tiempo, de persona), pero no se sabe a qué apuntan,
no tienen referentes. De ahí que una ciencia dedicada al estudio de los
significados en uso tenga que estudiar los deícticos, formas lingüísticas que
sirven para señalar elementos del contexto. Aquí, como en otros casos, la
pragmática se superpone a la semántica. ¿Qué es lo semántico y qué es lo
pragmático?
CÓMO HACER COSAS CON LAS PALABRAS
Este es el título en español de las conferencias de J. L. Austin How to do
things with words. Estas conferencias fueron dictadas por el filósofo británico
en la Universidad de Harvard durante los años treinta y se recogieron y publicaron
en 1962, poco después de la muerte de su autor. "El pensamiento de este filósofo
se articuló como respuesta al positivismo lógico, corriente que, basándose en la
lógica veritativa, planteaba que el sentido de cualquier oración dependía de las
pruebas de la verdad o falsedad; así, si de una oración no se podía decir si era
verdadera o falsa, dicha oración carecía de sentido, ya que no era portadora de
una proposición de ningún tipo. Austin mostró que , si bien, existían enunciados
que se sometían fácilmente a esas pruebas, otras, no, y no por ello dejaban de
tener sentido. En una primera época, Austin distinguió entre enunciados
constatativos ("constatatives") y enunciados realizativos ("performatives"). Los
primeros son los que se utilizan para describir el mundo, son del tipo "Hace frío",
"Carlos es alto", "La película es muy interesante" etc.; como se puede apreciar en
esos ejemplos, si quienes hablamos nos ponemos de acuerdo en qué entendemos
por frío. alto. y muy interesante, podemos otorgar a cada uno de esos
enunciados un valor de verdad o falsedad. Ahora bien, los enunciados realizativos
no describen el estado del mundo sino que lo transforman, por eso no se puede
afirmar de ellos si son verdaderos sino si tienen éxito o fracasan” (H. Galsamiglia
y A. Tusón, 1999 : 196) . En otras palabras, estos enunciados no pueden ser
ciertos o falsos, pero sí pueden salir mal; si salen bien, el acto será "feliz"; si salen
mal. "infeliz". (Teoría de los infortunios, de Austin: donde se incluyen
"Desaciertos; "Abusos", "léalas ejecuciones", "Malas apelaciones; "Actos
inconclusos").
La contribución de Austin sobre nuestra comprensión del lenguaje y la
manera de considerarlo bajo un nuevo punto de vista ,parte de su interés por
estudiar "el acto de habla total en la situación de habla total"; las ideas de Austin
fueron desarrolladas de manera sistemática y ampliadas con nuevas
investigaciones, conceptos e intuiciones propias por su discípulo John R. Searle,
éste expone sus ideas, primero en su tesis doctoral sobre "Sentido y referencia"
9
presentada en Oxford en 1959, después publica su libro "Actos de habla, Ensayo
de Filosofía del Lenguaje", en el cual reconoce "deudas obvias" a dos de sus
profesores: J. L. Austin y P F. Strawson. Además, intenta espacios de encuentro
crítico de su teoría con la obra de filósofos como J.Rawls y H.P.Grice. Debe quedar
claro para nosotros que la teoría de los actos de habla no tiene su nacimiento en la
lingüística sino en la filosofía.
Searle considera el estudio del lenguaje como un aspecto de una teoría más
general de la acción, en su perspectiva hablar es participar en una forma de
conducta gobernada por reglas; la unidad mínima de la comunicación lingüística es
el acto de habla, ya que hablar es realizar un acto de uno u otro género. Este
enfoque, que complementa al de Noam Chomsky. en cuanto pone el acento en la
pragmática y en la función comunicativa del lenguaje, da como resultado una
teoría del lenguaje de gran amplitud y aplicabilidad, que interesa no sólo a
lingüistas y filósofos, sino también a psicólogos, docentes, juristas, sociólogos,
analistas políticos y de la comunicación, en general a quienes se interesen, bajo
uno u otro aspecto, por el estudio de las acciones humanas.
Hablar consiste en realizar actos
conforme a reglas
Cuando digo que hablar un lenguaje es participar en una forma de
conducta gobernada por reglas, no estoy interesado especialmente en
las invenciones particulares que se invocan al hablar este o aquel
lenguaje (y es por esto por lo que mi investigación difiere
fundamentalmente de la lingüística, interpretada como un examen de
la estructura efectiva de los lenguajes humano naturales), sino en las
reglas subyacentes que las convenciones manifiestan o plasman. (...)
A veces para explicar adecuadamente un fragmento de conducta
humana hemos de suponer que fue llevada a cabo de acuerdo con
una regla, aun cuando el agente mismo pueda no ser capaz de
enunciar la regla e incluso pueda no ser consciente del hecho de que
está actuando de acuerdo con la regla. El conocimiento por parte del
agente de cómo hacer algo puede explicarse de manera adecuada
solamente bajo la hipótesis de que él conoce (ha adquirido,
interiorizado, aprendido) una regla al efecto de que tal y cual, aun
cuando en un sentido importante pueda no saber que conoce la regla
o que actúa, en parte, a causa de la regla. Dos de las marcas
distintivas de la conducta gobernada por reglas, en oposición a la
conducta meramente regular, consisten en el hecho de que,
generalmente, reconocemos las desviaciones del patrón como algo
erróneo o defectivo en cierto sentido y que las reglas, a diferencia de
las regularidades, cubren, de manera automática, nuevos casos. El
agente, frente a un caso que jamás ha visto con anterioridad, sabe
qué hacer.
John Searle, Actos de habla (1986), pp. 49-51.
10
Vamos a leer el enfoque de T.A. van Dijk sobre el mismo tema. (...) De
acuerdo con van Dijk (1992:79 y ss.) en ¿Qué es la pragmática?,las
realizaciones lingüísticas tienen por regla general la misión de contribuir a la
comunicación y a la interacción social...) llamaremos en este contexto
"enunciado” al objeto expresado, mientras que denominaremos las acciones
realizadas acciones lingüísticas o actos de habla.
La pragmática como ciencia se dedica al análisis de los actos de habla y más
en general, al de las funciones de los enunciados y de sus características en
los procesos de comunicación. Ocuparse de la pragmática lingüística es hacer
descripción gramatical de los textos. Mientras que la sintaxis especifica en qué
condiciones y según cuáles reglas los enunciados están bien formados y la
semántica indica las condiciones para que los enunciados sean interpretables, a la
pragmática se le adjudica la tarea de ocuparse de las condiciones bajo las cuales
las manifestaciones lingüísticas son aceptables, apropiadas u oportunas.
La pragmática se ocupa de las condiciones y reglas para la idoneidad de los
enunciados (o actos de habla) para un contexto determinado. La pragmática,
resumiendo, estudia las relaciones entre texto y contexto. El contexto aquí es
una abstracción de lo que llamaríamos situación comunicativa.
Pertenece al contexto, además del enunciado en sí, las categorías de
hablante y oyente, la acción que estos llevan a cabo al producir un enunciado o
bien escucharlo, el sistema lingüístico que emplean y conocen, y especialmente
aquello que conocen respecto del acto de habla, lo que con él persiguen y
proyectan.
Uno de los descubrimientos más importantes de la filosofía de la lengua,
detrás de la pragmática, consiste en el reconocimiento de que la utilización de la
lengua no se reduce a producir un enunciado, sino que es a la vez la ejecución de
determinada acción social (...) Existen numerosas acciones que se llevan a cabo
con la lengua: amenazar, rogar, sostener, preguntar, aconsejar, denunciar,
absolver, congratular, lamentar, etc. El carácter social de este tipo de actos de
habla se manifiesta entre otros, en el hecho de que queremos modificar el
conocimiento, los deseos y eventualmente el comportamiento de nuestro
interlocutor.
Para poder entender como operan los actos de habla, vamos a precisar
algunos conceptos como el hacer, y la acción y de ésta última el propósito y la
intención.
La caracterización de acción en este contexto es la combinación de una
intención y un hacer. Un elemento fundamental de las acciones es que
perseguimos determinada finalidad, tenemos un objetivo o determinado
propósito(...) Con frecuencia decimos que se ha logrado una acción cuando realiza
un fin determinado; cuando el resultado provoca determinada consecuencia. (...)
11
Según la descripción del concepto de acción, los actos de habla son realmente
acciones: hacemos algo, producimos una serie de sonidos o signos ortográficos
que, como enunciado de una lengua determinada, tienen una forma convencional
reconocible, y además ejecutamos este hacer con una intención correspondiente,
determinada.
Actos de habla e interacción comunicativa
Obtenemos una acción (que ejecutamos) mediante la realización de un acto
de habla, un acto de significación o acción semántica; con nuestra enunciación
lingüística expresamos un determinado significado, con lo cual hacemos una acción
referencial: hacemos referencia a un objeto concreto...Por regla general, tales
acciones semánticas son consecuentes: sabemos lo que decimos, y lo controlamos
a través de la forma del enunciado, (Van Dijk, 1992:90)Por lo tanto habremos de
preguntarnos en qué medida los actos de habla son capaces de provocar
modificaciones, sobre todo en otras personas(... ) En el fondo pretendemos que el
oyente dé al enunciado el mismo significado: y la misma referencia que
intentábamos expresar. El acto de habla se ha conseguido si, de acuerdo
con nuestros propósitos, modificamos los conocimientos del oyente: que
él sepa que hablamos, que manifestamos este texto y que con ello
expresamos un significado determinado.
Ahora vamos a insistir, precisando y particularizando, algunos puntos de los
muchos que revisten interés para llevar a la práctica, tal como es nuestro
propósito, el ejercicio de analizar el discurso. Nos basaremos en Jorge Lozano et
al,(1993) y en H. Calsamiglia y A. Tusón (1999)
La teoría de la performatividad: la formulación inicial de esta teoría se
debe. como ya hemos dicho anteriormente a Austin; de sus ideas arranca la teoría
de los actos de habla, desarrollada por Searle. Ya nos hemos referido a los
enunciados constatativos y a los enunciados realizativos; volvamos al
razonamiento austiniano, en la forma más sencilla posible: Las dos funciones
básicas del lenguaje: describir y realizar, constituyen aspectos solidarios de la
actividad del habla; a) el aspecto ilocucionario. decir algo; y, b) el aspecto
ilocucionario, hacer algo diciendo algo. Siguiendo esta línea de pensamiento,
todo enunciado realiza una acción.
Tradicionalmente se ha considerado que los enunciados representan o
describen algún acontecimiento o estado de cosas, y que de esta propiedad se
deriva su valor lógico; un enunciado es verdadero si su descripción corresponde
adecuadamente a aquello aquello que describe y es falso en caso contrario. Austin
denomina constatativos a ambos casos de enunciados, pero propugna que
determinadas expresiones no son analizables en estos términos, ya que no
describen nada - nada exterior al propio acto de enunciarlas- y poseen la función
específica de cumplir una acción. A esta clase de enunciados cuya
12
formulación equivale a cumplir una acción, él les da la denominación de
performativos. Estos no describen el estado del mundo sino que lo
transforman.
Austin
ejemplos:
(cit. por
Calsamiglia,1999:196)
propone
los
siguientes
a)
"Sí, .juro (desempeñar un cargo con lealtad, honradez etc."),
en el curso de la ceremonia de asunción de un cargo.
b)
"Bautizo este barco Queen Elizabeth", expresado al romper la
botella de champaña contra la proa.
c)
"Lego mi reloj a mi hermano", como cláusula de un
testamento,
d)
"Te apuesto cien libras a que mañana va a llover"
En estos ejemplos parece claro que expresar la oración no es describir, es
hacer lo enunciado.
Otros ejemplos:
−
Os declaro /los declaro marido y mujer
−
Lo (a) declaro culpable /inocente
−
-Te felicito por...
−
-Lo /la destituyo de sus funciones...,o
−
-Queda destituido (a) de ...
Observe, aunque sea a "grosso modo", algunos de los aspectos que los
teóricos y estudiosos de este campo analizan con agudeza:
1. La Secuencia del uso de los performativos se da sólo en contextos
institucionales y rituales, o ambientes sociales de juego y ceremonias.(tribunales
de justicia, iglesias, salas gubernamentales, casinos etc.)
2. El enunciado performativo incluye, generalmente, morfemas, deícticos
de primera persona y de tiempo presente- Yo juro, yo renuncio, yo apuesto- Para
apreciar esta observación, constate la diferencia entre, a)"yo juro" y B)"él jura": a)
es un comprometerse; b) es una descripción en el mismo plano que "él corre".
13
3) Hay enunciados constatativos que poseen también valor
performativo, aprecie estos ejemplos:
a)Perro bravo
b) Llegaron los
novios
a)
Enunciados
costatativos
Enunciados performativos
a)Advierto que el perro es bravo
Esta enunciación “equivale de
un modo especial a hacer algo”
Advieto que hay perro bravo
b)Afirmo que llegaron los novios
4. La determinación de la actividad performativa requiere de condiciones
relacionadas con "la exterioridad" de las instituciones y la "interioridad" de las
motivaciones subjetivas. Son condiciones complejas, verbales y extraverbales que
tienen que ver con la persona enunciante y con las circunstancias de la
enunciación. Este es el criterio para decidir la condición de enunciado
performativo, no la elección de los verbos, ya que un verbo cualquiera de
palabra es apto para formar un enunciado performativo; por ejemplo, el verbo
decir, utilizado en la fórmula "digo que", en un contexto apropiado, crea una
situación nueva:
Ejemplos: a) Te digo que tomes tu medicina.
b) Digo que me mires a los ojos.
c) Les digo que nos vamos. Le dijo que se calle.
d) Le informo que subió el precio de la leche.
5. "La performatividad invade todas las expresiones lingüísticas de modo que
lo que en principio parecía una clase particular de expresiones se torna una
función de cualquiera de ellas" (J. Lozano et al,1993;186).
Los actos preformativos conllevan el cumplimiento "de una o varias de las
siguientes reglas:
a) Ha de haber un procedimiento convencional que incluya la emisión de
ciertas palabras por personas y en circunstancias apropiadas.
b) Tal procedimiento ha de llevarse a cabo correctamente, y en todos sus
pasos.
14
c) Puede requerir determinados sentimientos o pensamientos de los
participantes.
d) Los participantes deben tener el propósito de actuar adecuadamente y
comportarse efectivamente así " (J. Lozano et al 1993: 182)
En este aparte es conveniente hablar de competencia comunicativa, la que
podría definirse como los conocimientos y aptitudes necesarios a un individuo para
que pueda utilizar todos los sistemas semióticos que estén a su disposición como
miembro de una comunidad sociocultural dada (J. Lozano,1993;73).
La competencia comunicativa no sólo se refiere a hablar sino a comunicar
(...) Se trata en definitiva del conocimiento implícito (o explícito) de las reglas
sociales, psicológicas y culturales presupuesto por la comunicación.
Searle ( 1976. cit. por Calsamiglia.1999) propone una tipología de los actos
de habla, los agrupa en cinco tipos;
1) Asertivos ; afirmar, anunciar, insistir...
2) Directivos ; preguntar, pedir, prohibir, recomendar, exigir, encargar,
ordenar...
3) Compromisorios : ofrecer, prometer, jurar...
4) Expresivos ; pedir perdón, perdonar, disculpar (se), pedir disculpas...
5) Declarativos: sentenciar, bautizar, vetar, declarar la guerra, levantar la
sesión, cesar.
Es posible que los enunciados que producimos puedan inscribirse en estos
cinco tipos. Por otra parieren la teoría de los actos de habla se plantea que al
emitir un enunciado se producen tres actos;
1. El acto locutivo; la emisión con su significado referencial, literal, es decir
su contenido derivado de las reglas gramaticales.
2. El acto ilocutivo : lo que se hace al emitir ese enunciado, gracias a una
fuerza -la fuerza ilocutiva- que asigna un valor de acción intencional a
las palabras emitidas.
3. El acto perlocutivo ; el efecto - verbal o no verbal – que ese enunciado
produce en la audiencia.
Considere estos ejemplos;
A. (dirigiéndose a B, dice) te pido que
friegues los platos.
B. (Levantándose y yendo a la cocina)
voy a fregarlos.
15
Analizando este enunciado, obtenemos ; en A-B, la forma del enunciado, el
acto locutivo, coincide con la fuerza ilocutiva Acto locutivo : Te pido que
... (oración que puede ser analizada con un significado referencial de petición de
algo)
Acto ilocutivo : Es una petición.
Acto perlocutivo ; B se levanta y cumple la petición.
Pero, la situación pudiera ser diferente ; el dialogo pudiera ser el siguiente ;
A- hay un montón de platos en el fregadero...
B- (se levanta y va a fregar)
Y, el análisis sería este;
Acto locutivo:
oración enunciativa afirmativa formada por un verbo
existencial en forma impersonal (hay), objeto directo
que denomina un tipo específico de utensilios (plato) y
un locativo (en el fregadero)
Acto ilocutivo:
mandato / reproche, algo así como "aún no has
fregado los platos y te toca a ti”
Acto perlocutivo:
B cumple el mandato
Este último ejemplo corresponde a los denominados actos de habla
indirectos , en los cuales hay un significado añadido mediante la fuerza ilocutiva ,
que tiene que ver con convenciones de tipo cultural que asignan unos posibles
valores de sentido a ciertas formas de expresión ; hasta hay grados mayores o
menores de convencionalidad. (Calsamiglia y Tusón,1999)
Las mismas autoras recogen en su libro el ejemplo de una demanda o
mandato expresada a través de veinticuatro (24) actos locutivos diferentes. De
éstos sólo seis (6) enunciados pueden considerarse actos directos (verbos
realizativos , pedir, ordenar o cerrar, usado en imperativo); los dieciocho
enunciados restantes son actos de habla indirectos que muestran diferentes
grados de convencionalidad.
He aquí algunos de esos enunciados;
1. Te ordeno que cierres la puerta
2. Cierra la puerta
3. ¿Te importarla cerrar la puerta?
4. ¿ Y si cerramos la puerta?
16
5. Te pido que cierres la puerta
6. Por favor, ¿sería tan amable de cerrar la puerta?
7. ¿Quieres hacer el favor de cerrar esa puerta
8. Hace frío ¿Verdad?
9. Qué corriente ¿no?
Para su interpretación se requiere del contexto,
ya que los elementos léxicos “cerrar” y “puerta”
no aparecen en estos enunciados.
Es la Unidad 1, de este curso, en el Material 1, p. 23, 24 se le da
información sobre el principio de cooperación de Grice y las “máximas” que los
rigen.
A veces trasgredimos esas máximas, pero no la cooperación. Las razones de
las transgresiones pueden ser diversas: queremos engañar, no queremos herir y
decimos una verdad a medias, una “mentira piadosa”, a veces no sabemos lo que
saben nuestros interlocutores; generalmente, esas transgresiones son
intencionales y se pretende que el interlocutor lo descubra, que haga un tipo
especial de inferencia – la implicatura – cuyo significativo, ese algo “no dicho”,
depende del momento en que se produce el evento de la comunicación; de las
particulares y específicas circunstancias que envuelven a los participantes de ese
acto
de
habla. Estas
inferencias
son
denominadas
implicaturas
conversacionales no convencionales.
Aprecie los siguientes ejemplos :
1. En un aula se produce el siguiente diálogo entre el profesor y un
alumno
Alumno: Profe, ¿las ballenas tienen alas?
Profesor: Sí, y hacen nidos en los árboles
Transgresión de la
máxima cualidad
2. En un pasillo de la universidad, dos compañeros de curso:
E1: ¿Me prestas los apuntes xx para el viernes?
E2: Estaba enferma
Transgresión máxima
de relación
3. Papá y mamá paseando por un parque con sus hijos:
P: Compremos algo para los niños
M: De acuerdo, pero nada de hache, e, ele, a, de, o ese.
4. El entrenador de un equipo de fútbol es entrevistado y se le pregunta
qué puede ocurrir en el partido próximo.
E: Fútbol es fútbol
17
Transgresión máxima
de manera
Transgresión máxima
de cantidad
En (1). el profesor, a través de una implicatura. dice "no", con una cierta
ironía.
En (2), el /la estudiante en lugar de contestar "si" o "no" responde algo que
parece no venir al caso ; es evidente que confía en que "El" realizará la implicatura
necesaria para entender (no te puedo prestar los apuntes porque etc.. etc.)
En (3), cuando la mamá deletrea la palabra "helados" espera que el papá
entienda que se puede comprar cualquier otra cosa menos helados, por los
motivos que correspondan a la situación ( los niños están resfriados, o se
mancharán, o...etc.)
Igualmente puede ocurrir en los textos escritos, se pueden encontrar
transgresiones de máximas que apelan a la cooperación de quien lee para
reconstruir el significado implícito. Así, aparecía el siguiente texto como pie de
foto en un periódico ; (H.Calsamiglia y A.Tusón.1999:202-203)
LA MESA DE ACUERDO. Aspecto que ofrecía ayer, al anunciarse el
acuerdo de paz, uno de los tres lados de la mesa de forma de U en la
que trabajaron los negociadores. El tercero por la derecha es Gerry
Adams, el líder del Sinn Fein. A su lado, el número dos del grupo,
Martín McGuinness. La imagen está tomada de televisión (El País, 11
de abril de 1998).
¿A qué viene la expresión final? ¿ Por qué se nos indica de dónde está
tomada la foto? Aparentemente, es una información innecesaria, que
o “viene a cuento” y que o añade nada a la, por otra parte, detallada
información sobre la imagen. Sin embargo, al mirar la foto se observa
su mala calidad, por lo que esa trasgresión de la máxima de relación
y/o de cantidad desencadena en quien la lee y la mira un proceso de
implicatura por el que entiende que “se están pidiendo disculpas y
ofreciendo explicaciones por esa mala calidad”.
18
Vamos a concluir este Material N° 2, Unidad 2 con la paráfrasis descriptiva
(Tusón y Unamuno,1999) citada por H.Calsamiglia (1999; 184-185) que resulta
eficiente para mostrar la compleja serie de implicaciones que conlleva la
comunicación cuando se entiende como un proceso de interpretación de
intenciones.
LAS COSAS DEL DECIR
Usted me dice algo,
con una intención.
Entonces,
a partir de lo que usted me dice,
yo intento averiguar,
con el mínimo coste de procesamiento,
qué me quiere decir,
al decirme eso de esa manera
y sobre esa interpretación,
realizada a través de un proceso de inferencias,
basadas en mi conocimiento previo
sobre usted,
sobre sus valores,
sobre la situación,
sobre el mundo,
sobre el código y la variedad que utiliza,
y en los indicios contextualizadores
que me proporcionan sus palabras,
partiendo de las formas verbales y no verbales
que ha elegido para comunicarse conmigo,
sabiendo —o creyendo saber— lo que usted sabe
sobre mí,
sobre mis valores,
sobre la situación,
sobre el mundo,
sobre el código y la variedad que utilizo,
sobre lo que, tal vez, yo he dicho antes,
etc., etc.
establezco una hipótesis:
ME HA QUERIDO DECIR X.
Y, sobre esa hipótesis,
elaboro mi respuesta,
que será sometida por usted a un proceso similar de interpretación.
Etcétera.
19
Vistas así las cosas, no es de extrañar que, a menudo, se produzcan
malentendidos entre las personas. Se produce un malentendido
cuando no se activan los conocimientos —o esquemas cognitivos—
apropiados. Cuando la hipótesis que se establece como interpretación
—de la situación o escena, de las intenciones, de la imagen que
alguien presenta, de las normas que regulan el intercambio, etc.— es
errónea o inapropiada. Una primera aproximación a lo que estamos
tratando puede apreciarse en el siguiente chiste:
Entra un joven a un bar y se dirige a la barra. El camarero se le
acerca, limpiando con un paño la barra, y se produce el siguiente
diálogo:
Camarero — ¿qué va a ser?
Cliente — abogado
Camarero — que qué quiere
Cliente — pues acabar la carrera, encontrar un trabajo, casarme...
Camarero — QUE QUÉ VA A TOMAR
Cliente — ay, ay, perdone ¿qué hay?
Camarero — pues ya ve, aquí, limpiando
Aisladas del contexto, de la escena – un bar – y sus protagonistas –
un camarero y un cliente – las respuestas que se producen a las
preguntas de uno y otro son posibles; entonces, ¿dónde está la
gracia? Precisamente en que no son apropiadas, pertinentes, en ese
contexto. Porque esa situación, la localización y los personajes,
configuran una escena psicosocial que impone unas restricciones
respecto a lo que se puede decir y a lo que se puede
interpretar. Estas observaciones nos conducen a examinar las
diferencias entre el significado gramatical y el sentido o significado
discursivo o pragmático.
Al contrario de lo que se cree, sentido y significado
nunca han sido lo mismo, el significado se queda aquí, es
directo, literal , explícito, cerrado en sí mismo, unívoro,
mientras que el sentido no es capaz de permanecer
quieto, hierve de segundos sentidos, terceros y cuartos,
de direcciones radiales que se van dividiendo y
subdividiendo en ramas y ramajes, hasta que se pierdan
de vista (Saramago, 1997: 154-155).
En efecto, el significado atiende a las reglas del sistema lingüístico,
que asignan un valor semántico a un conjunto de signos fónicos o
gráficos organizados en unas estructuras determinadas, ya sean
palabras, frases u oraciones, sin tener en cuenta el contexto concreto
en que se producen, es decir, sin considerar ningún factor
“extranlingüístico” (si es que ello es posible, tal como comenta
Levinson en la cita reproducida en el apartado 4.2). Sin embargo, el
sentido – o significado pragmático – discursivo – resulta de la
interdependencia de los factores contextuales y las formas lingüísticas;
exige tomar en consideración el mundo de quien emite el enunciado y
el mundo de quien lo interpreta, sus conocimientos previos y
compartidos, sus intenciones, todo aquello que se activa en el
20
intercambio comunicativo, así como el resto de dimensiones del
contexto empírico en que se produce el intercambio – ya sea in
presentía, cara a cara, o in asentía, en diferido. Escandell propone el
siguiente cuadro para dar cuenta de los procesos que conducen desde
la intención hasta la interpretación, a través de la expresión lingüística,
teniendo en cuenta la información pragmática del Emisor y del
Destinatario y la relación social que existe entre esos dos sujetos de la
enunciación:
Relación Social
EMISOR
Expresión lingüística
DESTINATARIO
SIGNIFICADO
IMPLÍCITO
anticipa
INTENCIÓN
Información pragmática
INTERPRETACIÓN
reconstruye
Información pragmática
(Escamdell, 1993: 38)
21
Descargar