Introducción Todo lo referente a este libro es producto de lo que solemos llamar ‘inspiración’. Vino todo así, por sí mismo y yo no he cambiado nada. Estaba trabajando en una novela en un pueblecito de Francia llamado Les Roises cuando, de repente, se me ocurrió esta historia de amor y libertad. Tuve que dejar de trabajar en la novela para escribir primero esta historia. No tenía otra opción. Simplemente fluía todo, el argumento, los nombres, las aventuras… todo. En ningún momento sabía cómo sería exactamente el siguiente capítulo y no se dio nunca el caso de que tuviera que pensar en cómo proseguir. Simplemente todo venía a tiempo. Lo único que tenía que hacer era escribirlo. En cuanto llegué a casa me cité con mi amigo Hans, un pintor muy productivo, quien casualmente estaba buscando una oportunidad para ilustrar una historia. Empezó inmediatamente a trabajar en ella y con la misma fluidez creó la apariencia física de Jaime y Sandra y siguió presentándose con dibujos de algunas escenas de la historia. No rechazamos ninguno de ellos. A veces yo me sorprendía y decía: ‘¿esto es lo que se da a entender?’ porque yo tenía otras imágenes en mi cabeza, que inmediatamente dejaron sitio a las que Hans había creado. Hans hizo un collage de escenas en color para la portada, levemente inspirado en la famosa carátula del álbum de 1968 Cheap Thrills, del grupo de música Big Brother and the Holding Company con Janis Joplin. Así que, pensando en la portada, coincidió que tropecé con mi amigo John, un diestro diseñador gráfico. Le hablé de la historia, le mandé el dibujo en colores y le pregunté su opi7 nión. Me respondió con un diseño completo ese mismo día. Es el que tienes ahora en tus manos. De nuevo, a la primera perfecto para este propósito, como todo lo demás en este libro. Nunca sabes cuándo te van a brotar así las ideas o de dónde viene esa inspiración. Es algo maravilloso experimentarlo y tú, como lector, estás a punto de formar parte de ello ahora, porque ¡tienes el resultado ahora mismo en tus manos! ¡Esperamos que leas la historia con la misma fluidez con la que fue escrita! Sin importar si eres joven o mayor te identificarás facilmente con Jaime y Sandra y verás los mundos de esta historia a través de sus ojos. Esperamos que produzca el mismo efecto duradero en ti como lo tuvo en ellos. ¡Disfruta! 8 Este cuento de Amor y Libertad está dedicado a todos los que desean vivir bajo un cielo azul con nubes blancas, caminando descalzos por un campo de hierba alta y verde, disfrutando de estar vivos, percibiendo la belleza de las cosas que los rodean, viviendo su vida como un juego, con gozo y sin esfuerzo. Gerard, Marzo de 2015 10 1| Una invitación especial SON LAS CINCO DE LA MAÑANA de un precioso sábado a principios de julio. Empezó a amanecer poco después de las cuatro y ahora ha clareado totalmente. El sol está a punto de aparecer por el horizonte en el extrarradio de una pequeña ciudad con bellas avenidas flanqueadas por árboles. Los pájaros, todavía con todo el mundo por delante para sí, cantan las más bellas canciones que uno pueda inventarse para despertar. Jaime y Sandra, que viven en el número catorce de la Vía Sycamore, no los oyen. Están profundamente dormidos y sueñan con las aventuras que 11 esperan encontrar a su paso en las vacaciones de verano que acaban de comenzar. Al lado, en el número doce, el gato llega a casa después de sus aventuras nocturnas y se sienta pacientemente en el porche, esperando a que alguien le deje entrar, que probablemente no ocurrirá en las próximas dos horas; pero es un gato paciente. Alguien que estuviese despierto y escuchando en ese momento, oiría el leve sonido de un coche en la distancia, haciéndose cada vez más ruidoso según se va acercando. De repente, una furgoneta aparece y gira hacia la Vía Sycamore. Es un vehículo brillante de dos colores: plateado y negro y avanza silenciosamente para no despertar a nadie a esas horas tan tempranas. Parece una furgoneta del servicio postal, lo cual es extraño, ya que las agencias de paquetería no suelen trabajar a esas horas del día. Cuando la furgoneta llega al número catorce se para en medio de la carretera y el conductor se apéa. Lleva puesto un uniforme de cartero pasado de moda, de los que ya no se llevan hoy en día. Controla la dirección escrita en el sobre azul y plateado que tiene en sus manos y se dirige hacia el buzón de la casa de Jaime y Sandra. El gato del número doce se acerca y observa cómo el hombre deja caer la carta en el buzón, 12 se da la vuelta, se mete en su furgoneta y, despacio, sale de la Vía Sycamore. En unos segundos vuelve a estar tranquilo, exceptuando los pájaros que siguen con su concierto matutino. Nadie se ha dado cuenta de este envío fuera de lo común, a excepción del gato, claro, pero qué le importa a él. * Dos horas más tarde, poco después de las siete, se abre la puerta del número catorce y Laura, la madre de Jaime y 13 Sandra sale para recoger el periódico de la mañana. Parece que también hay correo, así que, con su bata de color rosa, va hacia el buzón y lo abre. Un momento después, con el sobre de color plata y azul brillante en sus manos, se pregunta cual será su contenido. 14 Como remitente figura: “la Escuela de la Vida”. Este detalle le hace recordar la conversación que tuvo con los gemelos a principios de semana y con esos pensamientos regresa a la casa mientras abre el sobre. Dentro hay una carta firmada y un folleto a colores. * Laura se sienta a la mesa de la cocina y empieza a hacer cábalas sobre la carta que sostiene en sus manos. ¿La Escuela de la Vida? ¿Qué es eso? Les hablé a Jaime y Sandra sobre la escuela de la vida esta misma semana. Me refería a la vida misma, que nos enseña todo lo que necesitamos saber. Me dijeron que preferirían asistir a esa escuela en vez de ir al instituto. Ahora parece que alguien se lo ha tomado al pie de la letra, pues ¡aquí mismo tengo una invitación para Jaime y Sandra para un curso especial de un día en la Escuela de la Vida! No le he hablado a nadie más de esto. ¿Es pura coincidencia o qué? * Remontémonos a la tarde del miércoles pasado y escuchemos la conversación a la que Laura se refería. Jaime y Sandra están sentados a la mesa de la cocina con Laura. 15 Le cuentan sus preocupaciones respecto a ir al instituto de educación secundaria. ‘No tenemos ni idea de lo que nos va a pasar allí o de lo que se espera de nosotros, y ¡eso nos asusta!’ ‘Mirad, lo único que tenéis que hacer es ateneros a ciertas reglas y no puede fallar. La vida está para disfrutarla y no para pasarla llenos de preocupaciones. La vida nunca os va a juzgar por las notas que saquéis en el colegio. Lo único que deberían hacer las escuelas sería ayudaros a desarrollar el pleno potencial de los individuos únicos que ya sois. No puede salir mal si recordáis unas reglas básicas. 16 Las tres reglas básicas para tener éxito en la escuela son estas: 1) sé siempre una persona abierta y agradable con los demás, 2) diviértete y 3) estate dispuesto a aprender nuevas cosas. Eso es todo. Si lo lleváis a cabo tendréis siempre éxito. Simplemente disfrutad de lo que estáis haciendo y quered a la gente que os rodea, como los pájaros que continuamente dan la bienvenida a un nuevo día. Así nunca os equivocaréis.’ ‘¿De verdad piensas que es tan sencillo?’ ‘Por supuesto. ¿Por qué complicar las cosas más de lo que ya son? Si uno aprende divirtiéndose será mucho más efectivo que si se hace de manera aburrida o tediosa.’ ‘¿Por qué no nos explican estas cosas en la escuela, mamá? Eso nos haría la vida mucho más fácil.’ ‘Bueno, éstas son la clase de cosas que se aprenden por experiencia, supongo. Las aprenderéis en la escuela de la vida.’ ‘¡Entonces preferiría ir a la escuela de la vida que al instituto!’ dice Jaime. ‘También irás a esa escuela, no te preocupes. De momento disfruta de tus vacaciones, después asiste al instituto y verás como ingresas en la escuela de la vida también; eso te lo aseguro.’ 17 De eso trató la conversación y resulta que ahora llega esta invitación. A Laura le parece extraño, pero de todas formas le gusta lo que lee. El folleto es atractivo y muestra un entorno único en el que les enseñarán verdaderos secretos de la vida que no aprenderán en ninguna otra escuela. Más tarde, esa misma mañana se lo enseña a su marido Juan y deciden darles una sorpresa a los gemelos y apuntarles en la Escuela de la Vida, como ellos querían. * Laura y Juan nunca supieron cómo les llegó la invitación. Algunos afirman que si alguien quiere con todas sus fuerzas asistir a la Escuela de la Vida, le llegará, sin lugar a dudas, una invitación… 18