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“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-0523/15)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,…
ARTÍCULO 1º.- Incorpórase como último párrafo del artículo 76 bis de
la Ley 11.179 -Código Penal-, el siguiente:
“Tampoco procederá la suspensión del juicio a prueba respecto de los
ilícitos reprimidos por el artículo 119 de la presente y sus respectivas
modificaciones.”
ARTÍCULO 2º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Cristina Fiore Viñuales. – Sigrid E. Kunath. –
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El presente proyecto de ley propone modificar el Código Penal a los
efectos de no dar lugar a la suspensión del juicio a prueba en cuanto a
los delitos contra la integridad sexual, contemplados en el artículo 119
de dicha legislación.
La suspensión del juicio a prueba o “Probation” contribuye a brindar
una respuesta más humana en la justicia penal, ya que tiende a evitar
las consecuencias negativas del encarcelamiento -como así también
desde un punto de vista práctico-, impedir que llegue la sentencia en
procesos de poca importancia en política criminal, ahorrando recursos
materiales y humanos al Estado.
Los fundamentos del proyecto de ley que remitió el Poder Ejecutivo
para la creación del instituto de la Probation comprenden casos de
delitos de menor gravedad, y que no manifiesten peligro alguno de
volver a delinquir, por lo que frente a ellos no son necesarias, ni la
intimidación, ni la resocialización, ni la inocuización.
En este marco sostenemos que por la gravedad de las secuelas que
se observan en las víctimas de los delitos sexuales y el perfil del
agresor no resulta conveniente aplicar el instituto de la suspensión del
juicio a prueba o Probation para estos casos.
Creemos, alineados con los fundamentos de la “Convención de Belem
do Pará”, que la introducción de figuras conciliatorias, en ciertos
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” delitos, encubre el verdadero desprecio por los derechos
fundamentales de las víctimas y la consagración de la impunidad de
sus autores.
Para profundizar en esta postura recordamos que el artículo 119 del
Código Penal tipifica como conducta lesiva, al acto de abusar
sexualmente de una persona, independientemente del sexo del sujeto
pasivo, cuando fuere menor de trece años o cuando mediare violencia,
amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de
dependencia, de autoridad, o de poder o aprovechándose de que la
víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la
acción. Esto significa, que se mantiene la figura del abuso pero
denominado sexual y no deshonesto, en la que se incorpora la
modalidad del abuso coactivo o intimidatorio de una relación de
dependencia, de autoridad o de poder para calificar el hecho, así como
la existencia de otras causas que hayan impedido el libre
consentimiento de la acción.
Especialistas señalan que el abuso sexual constituye uno de los
traumas psíquicos más intensos y sus consecuencias son sumamente
destructivas para la estructuración de la personalidad. “Es posible
comparar sus efectos al de un balazo en el aparato psíquico: produce
heridas de tal magnitud en el tejido emocional, que hacen muy difícil
predecir cómo cicatrizará el psiquismo y cuáles serán sus secuelas”1.
Resulta de gran dificultad calibrar la magnitud del daño, atento a que
distintos episodios traumáticos impactan sobre el psiquismo. La
dimensión del mismo no depende sólo del tipo de contacto establecido
con el perpetrador, es decir, no resulta más leve haber sido víctima de
manoseos que haber sido involucrado en prácticas de sexo oral.
Es importante recordar que ante una conducta abusiva limitada a
contactos corporales sin intentos de penetración se presentan dos
posibilidades: el abusador no tuvo tiempo de complejizar sus avances
o el patrón abusivo de esa persona se limita justamente a ese tipo de
acercamientos.
A nuestro entender, de ninguna manera resultan viables soluciones
composicionales cuando el delito se instala sobre una relación
asimétrica, por lo cual frente a una norma general que habilita un
medio alternativo, quedará a cargo del juez la ineludible tarea de
escrutar cada caso sometido a su conocimiento, para hacer efectiva la
tutela constitucional que dispensan las normas supranacionales en
resguardo de los derechos humanos de la mujer y especialmente de
los niños a una vida sin violencia.
1
Irene Intebi. “Abuso sexual infantil en las mejores familias”. Ed. Granica S.A., 2011. “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” Estas encrucijadas se muestran en nuestra jurisprudencia de manera
confusa mediante la aplicación de fallos contrarios a estos últimos
criterios. A modo de ejemplo versa lo resuelto el día 22 de mayo de
2014, por el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 26 de la Capital Federal,
en la causa nº 3977, seguida a Federico Sebastián Triboulard. En su
voto, la Sra. Jueza Patricia Llerena, luego de justificar e invocar
precedentes para apartarse de la doctrina de la CSJN, concede este
beneficio procesal al imputado. Basándose en que el fiscal “dio el
poder” a la presunta víctima, y la puso en igualdad de condiciones que
a un hombre a los fines de decidir sobre la forma de solucionar el
conflicto, ya que con voluntad plena, la denunciante participó y
manifestó su opinión sobre un aspecto de su vida. Incluso peticionó
sobre un tratamiento psicológico para ser realizado por el imputado. La
jueza, de esa manera afirma que se le garantizó a la mujer una tutela
judicial efectiva, y por ende, un acceso efectivo a ella.
Durante el año 2013 visitó nuestro país la coordinadora técnica del
Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará, Dra.
Luz Patricia Mejía Guerrero quien en una nota periodística publicada
en el sitio web Infojus2 dijo sobre la actuación de la justicia local al
momento de interpretar este acuerdo internacional, que "(…) todavía
en Argentina se ve como una excepcionalidad la suspensión del juicio
a prueba. Aún se permite a pesar de que algunas personas que han
sido formadas en procesos de capacitación en temas de género
identifican que no es el método adecuado. Desde el Comité nuestro
pronunciamiento es claro. La Convención Belém do Pará ha sido
enfática en que los Estados no deben proponer medidas de mediación
porque es un delito que se configura como una violación de derechos
humanos. Debe existir una clara prohibición de cualquier medio de
resolución alternativa de conflictos y eso incluye la probation.”
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
violencia contra la mujer, "Convención de Belém Do Pará", y la
Convención de los Derechos del Niño imponen al Estado el castigo de
este tipo de conductas para evitar que su impunidad constituya una
forma indirecta de tolerancia sobre esta clase de obrar.
Acompañando el criterio planteado, la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en el fallo, Góngora, Gabriel A. s/Causa 14.092, sin tomar en
consideración explícitamente esta circunstancia, o sea la oposición
fiscal fundada, de raigambre constitucional (Art. 120 C.N. y Ley N°
24.946), se explayó sobre la improcedencia de conceder el beneficio
del art. 76 bis y concordantes del Código Penal, sólo por uno de los
aspectos del fundamento del fiscal. La Corte señala que se estaría
afectando el art. 7 inc. b) y f) de la “Convención de Belém do Pará”, y
2
http://www.infojus.gob.ar/doctrina/dacf130340‐guadagnoli‐
suspension_juicio_prueba_en.htm;jsessionid=chzmaqda6ei7qolw9qo5m4v?0 “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” por ello hace lugar al recurso extraordinario revocando la sentencia
apelada, denegando la concesión del beneficio, al estar en juego
cuestiones constitucionales y de derecho internacional. Queda claro
que no precisa al dictamen vinculante del Ministerio Público Fiscal
para que un juez pueda disponer o no la suspensión de la acción
penal pública.
Por su parte, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)
contempla la adopción de todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño
contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato
negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual,
mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su
cargo. También es importante mencionar su artículo 3, que contempla
una consideración primordial en atender el interés superior del niño en
todas las medidas concernientes que tomen las instituciones públicas
o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos.
Resulta importante destacar también lo planteado por el artículo 19 de
dicha Convención, ya que pregona por una infancia libre de toda forma
de maltrato y abuso sexual; mientras que el artículo 34 del precitado
instrumento consagra la obligación del Estado de proteger a los niños
contra todas las formas de explotación y abuso sexual.
Para concluir, podemos afirmar que si frente a estos delitos
aplicáramos el beneficio de la probation o suspensión del juicio a
prueba, estaríamos radicalmente vulnerando de manera integral los
derechos de los niños y las mujeres. Sobre todo los derechos de
estos grupos frente a tan grave delito como es un abuso, en donde los
daños producidos en general no se reparan, quedando residualmente
en ellos desmedidas lesiones psicológicas, físicas y emocionales.
Se puede considerar que tanto la violencia contra las mujeres como
contra los niños, coinciden en tener como eje una relación asimétrica
entre autor y sujeto pasivo, donde sólo se verifica una igualdad formal,
es decir, igualdad ante la ley de los protagonistas, pero a la vez se
advierte una manifiesta desigualdad en la estructura vincular y en las
relaciones de poder.
Atento a lo anteriormente explicitado es que se sugiere esta nueva
incorporación al artículo 76 bis del Código Penal, incluyendo en la no
procedencia de la Probation o suspensión de juicio a prueba en los
delitos tipificados en el artículo 119 del mencionado Código.
Por lo anteriormente expuesto, solicito a mis pares el acompañamiento
del presente proyecto de ley.
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” Cristina Fiore Viñuales. – Sigrid E. Kunath. –
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