Índice El aniversario del Noviembre de 1989 palabras preliminares del Ministro de Asuntos Exteriores de Chequia Jan Kohout pp. 4–5 Editorial Václav Havel (n. el 5 de octubre de 1936) escritor y dramaturgo, uno de los primeros portavoces de la Carta 77, personaje dirigente de los cambios políticos de noviembre de 1989, último Presidente de Checoslovaquia y primer Presidente de la República Checa La Carta 77 y el movimiento de disidencia el historiador Milan Bárta mapea el origen y la actividad de esta comunidad antirrégimen pp. 6–9 Noviembre ensayo abreviado de Antoine Marès, profesor de la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne del 17 de noviembre de 2005 pp. 10–15 OF, el Foro Cívico historia del movimiento político que surgió como reacción a la brutal supresión de la manifestación estudiantil de 1989 pp. 16–19 Fotogalería la retirada del ejército soviético del territorio checoslovaco captada por el objetivo de Karel Cudlín pp. 20–21 En el transcurso del año 1989 fue cada vez más claro que el régimen comunista en Checoslovaquia iba perdiendo el control absoluto, la seguridad de sí mismo y los nervios. Cierto que la policía logró suprimir con fuerza las protestas del comienzo del año, pero ya no pudo hacer caso omiso de las decenas de miles de firmas bajo la petición Unas cuantas frases, entre las que se hallaban nombres bien conocidos y respetados. En la Unión Soviética estaban transcurriendo cambios políticos, en Polonia se habían llevado a cabo las primeras elecciones libres, la oposición entró en el parlamento y el Gobierno. Hungría había abierto sus fronteras a los alemanes orientales. Cuanto más conservadora era la dirección política checoslovaca, tano más bruscos eran los cambios que llegaron después. Aquellas pocas semanas que siguieron después de la brutal supresión de la manifestación estudiantil el 17 de noviembre y la fundación del Foro Cívico se unen en mi memoria en una corriente ininterrumpida de acontecimientos fascinantes. Eso no significa, sin embargo, que el régimen hubiera capitulado inmediatamente. Pese a la euforia general eran días de mucha tensión y peligro, ya que el partido comunista seguía teniendo en sus manos los instrumentos del poder. Sin embargo, también gracias a la favorable situación internacional conseguimos en el transcurso del otoño de 1989 lo que en otros países duró meses o años. Lo que por la mañana podía pareder un sueño irrealizable por la tarde era realidad y al anochecer era poco. Era un periodo de entusiasmo, solidaridad, altruismo y respeto universales; yo agradezco al destino que me permitió estar en el centro de los acontecimientos y participar en aquellos cambios históricos revolucionarios. Praga, septiembre de 2009 Dos retratos de la Avenida Nacional los retratos de Monika Pajerová y Šimon Pánek, dos representantes del movimiento estudiantil de la segunda mitad de los años ochenta del siglo pasado pp. 22–25 Cuál es nuestra aportación a la UE una pregunta para cuatro personajes de la actualidad checa sobre el tema de la inspiración de Chequia para la UE pp. 26–29 Si Magor no existiera, tendríamos que inventarle retrato de Ivan Martin Jirous, portador del Premio Literario Seifert e importante representante de la disidencia checa pp. 30–33 Mosaico de acontecimientos de los últimos veinte años de la vida de Chequia pp. 34–35 Los niños de la revolución cómo viven los veinteañeros en Chequia pp. 36–38 El Corazón de Europa se publica seis veces al año y aspira a presentar en sus páginas una imagen de la vida de la República Checa. Los artículos reflejan las opiniones de sus autores que pueden no coincidir con la posición del Gobierno checo. Las solicitudes de suscripción deben ir dirigidas a la redacción de la revista. Publicado por la editorial THEO en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa. Dirección de la redacción: J. Poppera 18, 530 06 Pardubice, Česká republika Redactor jefe: Pavel Šmíd, Diseño: Jiří Sáva Miembros del Consejo de Redacción: Libuše Bautzová, Pavel Fischer, Vladimír Hulec, Robert Janás, Milan Knížák, Martin Krafl, Eva Ocisková, Tomáš Pojar, Jan Šilpoch, Petr Vágner, Petr Volf, Marek Skolil Traducción: Instituto de Lenguas y Literaturas Románicas de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Masaryk de Brno. Litografía/Imprenta: VČT Sezemice Los textos publicados en la revista Bienvenidos a El corazón de Europa pueden ser reproducidos sin previo premiso de la redacción y de sus autores, con tal que se indique el nombre del autor y la fuente. En caso de interés por utilizar las fotografías hay que dirigirse a la redacción o a los autores de las fotos. MK ČR E 6574 ISSN 1211–1406 Internet: http://www.theo.cz E-mail del editor: [email protected] Revista de la República Checa, Año XVI/2009, N0 5 3 El aniversario del Noviembre de 1989 El más significativo hito positivo en la historia moderna de nuestro país cae en una fecha terminada en el nueve: el año 1989, el comienzo del camino hacia la libertad, el Estado democrático, la prosperidad surgiente de las bases de la economía de mercado. Conviene añadir acto seguido que hace 70 años se encendió en el viejo continente el más aniquilador incendio bélico en la historia de la humanidad. Por lo tanto, nuestro esfuerzo después de 1989 se concentra no sólo en que ya no necesitemos temer la guerra fría, sino en que al mismo tiempo hagamos todo lo posible para que Europa ya no se vea nunca amenazada por la pesadilla de una guerra caliente. Y eso que sabemos que en los años noventa del siglo pasado no supimos evitarlas en los conflictos nacionales locales de los Balcanes, exactamente dicho, que no fuimos capaces de suprimirlas a tiempo. Cierto que la historia abunda en advertencias, pero nosotros ahora debemos fijar toda nuestra atención en los momentos que las superan. Por ello estamos pasando desde 1989 por una modernización renovadora universal. Hemos llevado a cabo una transformación sistemática, política y económica adaptando ymejorando sus resultados con reformas adicionales y prosiguiendo al mismo tiempo -en los últimos cinco años como participantes directos- en el desarrollo del proyecto de la integración europea. Todo esto sucede en el escenario de la globalización mundial con sus cambios inesperadamente rápidos y con sus ocasiones y riesgos. Nuestras modernizaciones, transformaciones y reformas transcurren muchas veces en relación mutua. Nuestra tarea es aprovechar su interrelación para conseguir un efecto sinérgico productivo. Es imposible imaginarse su alcance y su previsibilidad sin un seguro anclaje de nuestro país en el sistema se seguridad y sin nuestro «regreso a Europa». Este año recordamos el vigésimo aniversario de los acontecimientos revolucionarios del año 1989 y con esta ocasión quiero destacar que hemos logrado cumplir con los objetivos fundamentales establecidos en el área de la política exterior. Y no los cumplimos dando saltos aislados, sino removiendo paciente y sistemáticamente los viejos prejuicios y barreras. No hay que olvidar que al principio el camino se nos mostró como la meta, y actualmente el camino hacia el allanamiento de los 4 obstáculos y la superación de los problemas del mundo actual también es una meta, no sólo para nosotros. En nuestro camino hacia la integración en la OTAN igual que después de la integración hemos dado pruebas de que en la Alianza no esperamos sólo garantías de nuestra seguridad, sino que estamos dispuestos a contribuir en el contexto global a la estabilización de la seguridad en Europa. Recordemos en esta conexión la participación de nuestros soldados en las IFOR y SFOR en Bosnia en los años noventa, así como la actual presencia de nuestros contingentes militares en Kosovo y Afganistán. En el resumen de los éxitos de la política exterior checa no puede faltar la actuación de Chequia como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU en 1994 y 1995. Nuestro segundo intento de integrarse, para el periodo de 2008 a 2009, en ese órgano de la organización mundial que defiende la paz y la seguridad es una prueba de que en la política exterior, igual que en la vida, no hay sólo momentos de éxito. La actividad de más importancia y prestigio de nuestra política exterior se une con el periodo de la presidencia checa en el Consejo de la UE en la primera mitad de este año. Hasta la actualidad estamos analizando y evaluando profundamente las experiencias yaleccionamientos del semestre en que presidimos la UE. Aunque los pesimistas acentúan los momentos de sorpresa en nuestra dirección de la UE, con el tiempo se van destacando sus aportaciones. Mencionemos, a modo de ejemplo, las garantías legales para Irlanda que facilitaron a Dublín convocar el segundo referéndum sobre el Acuerdo de Lisboa y que fueron gestionadas precisamente por Chequia durante su presidencia. Jan Kohout Ministro de Asuntos Exteriores de la República Checa 5 El Ministro de Asuntos Exteriores de Chequia Jan Kohout El palacio Černín, edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Chequia y el movimiento de disidencia La Carta 77 Los hermanos Václav e Ivan Havel saliendo de la Embajada de Canadá, fotografía hecha por la policía secreta (StB) que los vigilaba Alena Hromádková, signataria de la Carta 77 Jan Kozlík, uno de los portavoces de la Carta 77 Zdenka Tominová, una de los protavoces de la Carta 77 El año 1968, igual que la creación de la República en 1918 y el golpe comunista en febrero de 1948, marcó un importante hito en la historia checoslovaca del siglo veinte. El intento de una reforma del socialismo designado como Primavera de Praga fue suprimido por la invasión de los ejércitos de cinco países del Pacto de Varsovia en agosto de 1968. Tras la invasión vino la llamada normalización (a saber, el regreso a la situación «normal» reinante antes del año 1968). La nueva dirección del partido comunista encabezada por Gustáv Husák se concentró en la supresión de cualquier manifestación de oposición y desacuerdo con su política absolutamente sometida a los intereses de Moscú. El régimen gobernante procuró asegurar a los ciudadanos seguridades sociales y facilidades materiales y conseguir así que renunciasen a la vida pública y a protestas contra el régimen totalitario. Al mismo tiempo se renovaron en los años setenta los procesos políticos con los oponentes al régimen, a los que se solía designar como disidentes. Por lo tanto la poco numerosa oposición y la juventud que no estaba de acuerdo con la línea política oficial y que aspiraba a manifestaciones de indepencia se concentró en actividades apolíticas. La juventud fue representada ante todo por grupos rock cuya actuación, sin embargo, era limitada o prohibida por las autoridades. A mediados del año 1976 los miembros del grupo Plastic People of the Universe fueron citados ante el tribunal que los condenó por haber utilizado palabras vulgares. Contra el fallo protestaron destacados intelectuales y representantes de la cultura. En 1975 Checoslovaquia firmó la Declaración de Helsinki sobre la Seguridad y Cooperación en Europa que aseguraba los derechos humanos y ciudadanos. Ex miembros del Partido Comunista de Checoslovaquia (KSČ), destacados intelectuales no comunistas y miembros de los círculos cristianos acordaron la creación de una comunidad abierta e informal que aspirara al respeto de los derechos humanos y ciudadanos anclados en los acuerdos internacionales. Por supuesto, todo debía transcurrir en los límites del derecho checoslovaco que prohibía una oposición organizada. La comunidad recibió el nombre de Carta 77 según su primer documento fechado el 1 de enero de 1977, firmado por 242 personas y dirigido a los órganos constitucionales. El texto de la Carta 77 fue elaborado en diciembre de 1976 y, pese a los esfuerzos del Gobierno checoslovaco de impedirlo, publicado en los 6 días del 6 y 7 de enero de 1977 en varios periódicos occidentales (Le Monde, Frankfurter Allgemeine Zeitung, The Times y New York Times). En dicho documento los signatarios aplaudieron la firma por el Gobierno checoslovaco de los acuerdos internacionales sobre los derechos humanos y pidieron que estos derechos se respetasen de verdad en Checoslovaquia. Ante el público la Carta fue representada siempre por tres portavoces (uno de las filas cristianas, un ex miembro del KSČ y un representante de la cultura) elegidos por un año. Los primeros portavoces eran el filósofo Jan Patočka, el ex ministro de asuntos exteriores Jiří Hájek y el dramaturgo Václav Havel. El texto original de la Carta con las firmas y señas de los primeros signatarios fue confiscado por la policía secreta StB, que acto seguido inició su persecución. El poder comunista se vio confrontado con el hecho de que en las formulaciones de la Carta no se hallaba ni la menor violación de la ley; al contrario, la Carta llamaba a las autoridades supremas a respetar las leyes. El régimen gobernante no pudo permitirse, pues, una persecución judicial, especialmente debido a la situación internacional. Por lo tanto eligió el camino de represiones extrajudiciales; en primer lugar afectó a los signatarios existencialmente. Las personas que no trabajaban en profesiones obreras fueron casi siempre despedidas del trabajo y no volvieron a hallar un empleo calificado. Los signatarios eran privados de sus carnets de conducir, se los instaba a emigrar o se les quitaba la ciudadanía checoslovaca, a sus hijos se les negaba la posibilidad de estudiar en escuelas medias y superiores, etc. Varios signatarios de la Carta fueron condenados por otros delitos. Otros fueron obligados a cooperar con la StB proporcionándole datos sobre sus amigos y conocidos. Además se inició una amplia campaña de propaganda y de presión. A la gente en las fábricas y oficinas se la obligó a aprobar y firmar resoluciones en contra de la Carta. A finales de enero de 1977 numerosos artistas reunidos en el Teatro Nacional fueron obligados a firmar ante los objetivos de las cámaras la llamada Anticarta, una declaración contra la Carta. Este acto, sin embargo, resultó contraproducente, ya que sólo contribuyó a la información de un amplio círculo de personas sobre la existencia de la Carta. Hasta finales de 1977 firmaron la Carta más de 800 personas. La Carta 77 publicó una serie de documentos que expresaban su actitud respecto de serios problemas existentes 7 en la sociedad de los que el régimen comunista se negaba a hablar (discriminación en escuelas, supresión de los derechos humanos, medio ambiente, libertad religiosa, etc.). La Carta estableció contactos con la oposición de otros países del bloque oriental y participó en la creación de una red internacional de cooperación y solidaridad de los defensores de los derechos ciudadanos y humanos en los países del bloque soviético. Desarrolló asimismo una gran actividad en discusiones y contactos con diversas organizaciones no gubernamentales y con grupos de los defensores de la paz en los países occidentales. Los portavoces de la Carta eran partners respetados en conversaciones con personajes extranjeros de altos cargos que visitaban oficialmente Praga. En el extranjero surgieron varias iniciativas en apoyo de la Carta 77. En el mismo año 1977 se fundó en París el Comité Internacional en Apoyo de los Principios de la Carta 77 en Checoslovaquia. Un año más tarde surgió en Estocolmo la Fundación de la Carta 77. El grupo de los cartistas más activos creó en 1978 el Comité para la Protección de los Injustamente Perseguidos (VONS). El Comité descubría y publicaba todos los casos de persecución judicial y policial por razones políticas que se producían entonces en Checoslovaquia. Ya el año siguiente diez miembros del Comité fueron detenidos, cinco de ellos condenados a 3-5 años de privación de libertad y los restantes cinco puestos en libertad medio año más tarde sin juicio. Pese a todo la Carta 77 siguió limitada a las filas de los intelectuales y en gran medida aislada de la sociedad. Nunca llegó a ser una oposición política: las propuestas de la elaboración de un propio programa político fueron rechazadas, se trataba de una libre comunidad que comprendía una amplia escala de personas, obraba independientemente del poder gobernante asumiendo una actitud crítica respecto de él, pero moviéndose en el terreno legal. A caballo de los años setenta y ochenta se activaron en Checoslovaquia también científicos, artistas y otros intelectuales influidos por las editoriales del exilio (Listy, Svědectví, Index y otras), así como por emisiones de radios extranjeras (Voz de América, Deutsche Welle, BBC). Sin embargo, a la sociedad la puso en movimiento tan sólo la llegada al poder de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética a mediados de los años ochenta, su política de distensión internacional y la lla- El filósofo francés Jacques Derrida, amigo de los signatarios de la Carta 77, inmediatamente antes de ser detenido por la StB el 30 de diciembre de 1981 Signatarios de la Carta 77 controlados por la policía el 23 de octubre de 1979 Ivan Havel, hermano de Václav Havel, el 21 de septiembre de 1983, fotografía hecha por la StB Pavel Bratinka, físico nuclear y signatario de la Carta 77, fotografiado por la StB al caminar hacia la Embajada de EE UU el 2 de diciembre de 1977 El doctor Zdeněk Pinc, signatario de la Carta 77, fotos hechas por la StB en 1978 Propuesta de vigilar a Zdenka Tominová, redactada por la StB el 23 de abril de 1980 mada perestroika. Estos cambios políticos se reflejaron también en la activación del movimiento disidente y ciudadano checo. A comienzos de 1987 la Carta publicó un documento con la ocasión del décimo aniversario de su primera declaración invitando a los ciudadanos a incorporarse al esfuerzo por un cambio de la situación y la solución de los asuntos públicos. En la segunda mitad de los años ochenta fue creciendo rápidamente el número de grupos independientes que se politizaron cada vez más (Iniciativa Democrática, Movimiento por la libertad ciudadana - Demokratická iniciativa, Hnutí za občanskou svobodu). En aquel tiempo fue creciendo también el descontento de los ciudadanos con el régimen causado ante todo por los problemas de la economía estancada y la subsiguiente reducción del nivel de vida, sobre todo en comparación con los países de la Europa occidental. La dirección comunista no estaba dispuesta ni era capaz de solucionar aquellos problemas ni de reaccionar ante ellos. El régimen rechazaba cualquier reforma y se negaba a renunciar a cualquier parte del poder. A las protestas reaccionó reforzando las represiones por parte de las fuerzas policiales; con su ayuda intentó aislar a los representantes dirigentes de la oposión y la disidencia, desacreditarlos, provocar en los grupos oposicionales una desconfianza interior y descomponerlos desde adentro. Los finales de los años ochenta fueron marcados por una crisis del régimen comunista. Hasta el final de 1988 se formó en Checoslovaquia una estructura de varias decenas de iniciativas independientes con contactos con el exilio político. El número de estas iniciativas ciudadanas fue creciendo y sus programas se fueron politizando marcadamente. Eran sobre todo los miembros jóvenes que propagaban esta radicalización. Surgió una oposición política que exigía cambios sistemáticos y la adhesión a la democracia y rechazaba el papel dirigente del partido comunista. En esa constelación la Carta 77 fue perdiendo poco a poco su exclusividad, muchos protagonistas de la Carta fueron activos en otras comunidades independientes, ante todo en el Movimiento por la Libertad Ciudadana. En octubre de 1988 el Movimiento formuló un programa íntegro y lo publicó en el manifiesto Democracia para todos (Demokracie pro všechny). Gracias a manifestaciones y campañas de firmas esos movimientos fueron penetrando cada vez más en la conciencia pública. A la crítica de la dirección política se unieron 8 también los artistas y trabajadores culturales. El 17 de noviembre de 1989 la policía comunista suprimió brutalmente la manifestación estudiantil en el centro de Praga. Los estudiantes recibieron inmediatamente el apoyo de casi toda la sociedad en cuyo frente su puso el recientemente creado Foro Cívico. En el transcurso de unas pocas semanas desde su fundación, el Foro Cívico se transformó en la fuerza política más importante del país. De los 18 signatarios de su primera proclamación siete eran miembros de la Carta y su representante principal llegó a ser Václav Havel, uno del primer trío de los portavoces de la Carta. La mayor parte de los cartistas y de los demás representantes de la disidencia se puso al frente de las actividades de oposición y participó en las negociaciones con el gobernante partido comunista sobre la entrega no sangrienta del poder que recibió el nombre de Revolución de Terciopelo. Desde enero de 1977 hasta enero de 1990 firmaron la Carta 1883 personas; 25 personas retiraron públicamente su firma. La Carta publicó en total 572 documentos. Tras la caída del comunismo una gran parte de los cartistas y de otros disidentes fueron activos en los nuevamente creados partidos y movimientos políticos. Václav Havel fue elegido Presidente checoslovaco. Después de alcanzar su meta, que fue el derrocamiento del totalitarismo comunista, la Carta perdió su significado. En el encuentro de los portavoces de la Carta celebrado en Praga el 3 de noviembre de 1992 se cerró oficialmente su actividad. La Carta 77 y el movimiento de disidencia constituyeron la cumbre de la oposición anticomunista en Checoslovaquia en los años setenta y ochenta del siglo veinte. A pesar de que la Carta disponía de un programa y de un número de miembros limitados e intentaba de obrar dentro de los límites de las leyes comunistas, en noviembre de 1989 sus representantes se pusieron al frente de la lucha anticomunista, contribuyendo así sustancialmente a la caída del régimen comunista en Checoslovaquia. Milan Bárta historiador Fotos: Instituto para el Estudio de Regímenes Totalitarios, archivo de las fuerzas de seguridad 9 Julius Tomin, filósofo y signatario de la Carta 77, foto hecha por la StB el 10 de junio de 1980 Ivan Dejmal, vigilado por la StB por haber preparado conferencias filosóficas para los signatarios de la Carta 77 El filósofo noruego Thorolf Rafto fue detenido por la StB y expulsado a Berlín, el 1 de septiembre de 1979 En diciembre de 1989 el cartista Václav Havel fue elegido Presidente de Checoslovaquia, foto: Bohdan Holomíček Antoine Marès Los estudiantes se despidieron de su colega Jan Opletal en el recinto universitario de Albertov NOVIEMBRE La huelga estudiantil en Praga en noviembre de 1989 10 En la historia checa el mes de noviembre no es un mes venturoso. Cierto que el 17 de noviembre de 1925 es la fecha de nacimiento... de Charles Mackerras, uno de los grandes «descubridores» de la música checa para las escenas mundiales, pero por lo demás ese mes otoñal fue ante todo el escenario de dos catástrofes nacionales: de la batalla de la Montaña Blanca del 8 de noviembre de 1620, a veces celebrada por los católicos como un triunfo de la Iglesia sobre los protestantes que inició un periodo que la historiografía del s. XIX bautizó «Tinieblas»; y del choque del 17 de noviembre de 1939 que vino después de los acuerdos de Múnich de septiembre de 1938 y de la ocupación nazi del 15 de marzo de 1939. Yo relacionaré aquí esta tragedia con su quincuagésimo aniversario, el 17 de noviembre de 1989. El 17 de noviembre de 1939 Amenazada por Alemania y abandonada por sus aliados occidentales, Checoslovaquia se vio obligada a ceder en otoño de 1938 sus territorios fronterizos a Alemania, Hungría y Polonia. A partir de ese momento su existencia económica y militar fue precaria. La ocupación por la Wehrmacht en la noche del 14 al 15 de marzo de 1939 no fue sino la consecuencia lógica de la política hitleriana. El otro aspecto del problema era interno, a saber, la disociación de los componentes nacionales de Checoslovaquia. En octubre de 1938 Checoslovaquia se había federalizado, lo que fue el preludio de una escisión más profunda y duradera iniciada por la proclamación del Estado Eslovaco el 14 de marzo de 1939. Así nació el Protectorado de Bohemia y Moravia, según el modelo del protectorado impuesto en 1881 por Francia al bey de Túnez; Eslovaquia conoció por primera vez un simulacro de autonomía política. Después de octubre de 1938 la opinión pública checa estaba desorientada: una parte de los intelectuales renunció a toda la herencia de la Primera República y se preguntaba si no había que reconsiderar los fundamentos ideológicos de la nación e incluso colaborar con Alemania, lo que echó una sombra duradera sobre la Segunda República. Después de marzo de 1939 ya no había dudas sobre Alemania, que había violado los compromisos adoptados en Múnich. La cuestión era saber si las estructuras checas del Protectorado podían servir de escudo a la población. La parelela entre el mariscal Pétain y el Presidente Hácha es chocante, con la diferencia de que el jefe del gobierno checo Alois Eliáš fue al mismo tiempo un gran resistente y lo pagó con la vida en 1942. Pero, ¿hasta adónde debía llegar la colaboración con el objetivo de proteger a la nación? Era obvio que para ciertos grupos -militares desmovilizados, estudiantes, demócratas (sobre todo los socialistas nacionales y los socialistas, a veces también la gente de la derecha)- la inacción era insoportable. Fueron surgiendo redes que no tardaron en iniciar actividades en el servicio secreto o incluso en el sabotaje. En este lugar cabe una observación: atañe al papel extraordinario que los aniversarios juegan en la sociedad checa debido a la importancia de la historia en la identidad checa y a la predisposición al recuerdo en la cultura nacional. En el espacio checo los aniversarios se suceden en otoño: el 28 de septiembre, el día de San Wenceslao (patrón del país), el 28 de octubre, la creación de Checoslovaquia en 1918, el 8 de noviembre, la batalla de la Montaña Blanca en 1620; todas son fechas que recuerdan un pasado glorioso o desgraciado. 1) El mes de octubre de 1939 fue, pues, en Praga un mes agitado. El 28 de octubre por la tarde la muchedumbre afluye a la Plaza Wenceslao vociferando consignas y entonando canciones patrióticas, sin que al principio intervenga la policía. Luego, sin embargo, las calles son vaciadas a la fuerza. El resultado de la represión es un muerto, quince heridos graves y un centenar de heridos leves, de ellos una veintena entre los policías. 2) Un estudiante, Jan Opletal, muere el 11 de noviembre a consecuencia de sus heridas. El entierro tiene lugar el 15 de noviembre: pese a la prohibición de manifestar unos 2500 hasta 3000 estudiantes, divididos en grupos de 300 a 400 personas, manifiestan durante tres horas en las calles de la capital. Por todas partes hay fuerzas policiales. Cerca de la Facultad de Derecho se reúnen 150 manifestantes y cantan el himno nacional. Las unidades de las SS los atacan violentamente y la policía alemana detiene a quince de ellos. Al día siguiente, la dirección del Protectorado es llamada a Berlín a una reunión con Himmler, Heydrich y Bormann: se decide que por un alemán matado serán fusilados tres estudiantes y que se cerrarán todos los establecimientos checos de enseñanza superior. El mismo día la Gestapo detiene en Praga a seis miembros de la Unión de Estudiantes, los lleva a su sede y los somete a un interrogatorio. 11 La libreta de estudios de Jan Opletal, estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad Carolina y primera víctima estudiantil del terror nazi El comienzo de las manifestaciones contra la ocupación alemana en la parte inferior de la Plaza Wenceslao, el 28 de octubre de 1939 Estudiantes universitarios checos encarcelados en Sachsenhausen trabajando en una cantera La mañana del 21 de agosto de 1968 en la ciudad de Trutnov, foto Bohdan Holomíček Praga, el sitio en que Jan Palach se quemó vivo, 1969, foto Bohdan Holomíček 3) Nueve estudiantes efectivamente son fusilados en la cárcel de Ruzyně el 17 de noviembre por la mañana, sin proceso y sin juicio. Todas las residencias estudiantiles son cercadas y ocupadas. 150 estudiantes, hijos de importantes personalidades, son detenidos en sus domicilios. Aproximadamente el 8% de los estudiantes checos son deportados al campo de Sachsenhausen-Oranienburg cerca de Berlín. Allí sufren la barbarie de los campos nazis, la humillación, las privaciones... Afortunadamente, la mayor parte de ellos regresan al Protectorado entre diciembre de 1942 y marzo de 1943. Un cierto número logra escapar y pasar al Occidente. 26 estudiantes de Sachsenhausen murieron en los campos de concentración. Once fueron matados en la resistencia o la persecución; doce catedráticos y catorce profesores fueron ejecutados o murieron en los campos de concentración. De este episodio resultan algunas cuestiones cruciales: ¿Qué hacer si estamos abandonados? – La colaboración es marginal y no atañe más que a un pequeño grupo de la población, debido al tradicional antagonismo alemán-checo y al rechazo por parte de los alemanes de cualquier tipo de colaboración con los checos otro que económico. – Las autoridades del Protectorado buscan un terreno de entendimiento con el ocupante sobre una base conservadora que, sin embargo, se radicaliza a partir de otoño de 1941: se asiste a la retirada a la «pequeña patria», se dobla la espalda, se juega por ganar el tiempo. – Por la resistencia se decide una minoridad, como en todas partes: estudiantes, militares, políticos de la izquierda y patriotas. Pero, ¿qué precio están dispuestos a pagar? La sociedad checa y los partidos clandestinos difieren en su opinión, especialmente después de las dramáticas consecuencias del asesinato de Heydrich en mayo y junio de 1942. ¿Cuáles fueron las consecuencias y la memoria del 17 de noviembre de 1939? La represión dañó la imagen de Alemania y favoreció la propaganda extranjera en pro del restablecimiento de Checoslovaquia. En la práctica la decisión de cerrar las escuelas superiores checas resultó una catástrofe, una interrupción por más de cinco años de la formación de las élites checas. Desde 1945 esa fecha se viene celebrando como un importante recuerdo de los sufrimientos de los checos bajo la barbarie nazi. El 17 de noviembre no tardó en convertirse en el Día Internacional del Estudiante. Fuerzas de la policía en la Plaza Wenceslao, 1969, foto Dana Kyndrová Václav Havel en una manifestación, foto Jan Šibík El 17 de noviembre de 1989 El segundo 17 de noviembre histórico tuvo lugar cincuenta años más tarde. Estremecido por la perestroika, las dificultades económicas y el descrédito del régimen en el transcurso de los años setenta y ochenta, el poder estatal fue puesto en duda cada vez más por pequeños grupos: la Carta 77, el VONS, el Movimiento por la Libertad Ciudadana, el manifiesto del grupo Niños checos, la Iniciativa Democrática, el Comité Checoslovaco de Helsinki, el Club John Lennon, e incluso por movimientos de masas: peticiones por la libertad religiosa o por la puesta en libertad de Václav Havel, la declaración Unas cuantas frases (Několik vět) firmada por 12 000 personas, peregrinajes, agrupaciones silenciosas en la Plaza Wenceslao que fueron creciendo después del 28 de octubre de 1988. Por supuesto, ese año fue marcado por el contexto internacional y por la vecindad polaco-húngara favorable a la resistencia, pero sobre todo por una creciente tensión en el seno del partido comunista entre los partidarios de una línea dura y de la corriente reformadora; en consecuencia de ella el poder estatal osciló entre la represión brutal y los indicios de distensión. Sin embargo, Checoslovaquia pertenecía a los países más duros del bloque soviético. Puesto que todos los aniversarios históricos de 1988 pasaron sin mayores perturbaciones, aunque los años terminados en 8 son de mucha importancia para los checos (1618, 1648, 1848, 1918, 1938, 1948, 1968), hubo que esperar hasta el 17 de noviembre de 1989 para poner en marcha el proceso de la liberalización. El 17 de noviembre a las cuatro de la tarde parte de Albertov una manifestación autorizada en honor de Jan Opletal (15 000 estudiantes universitarios rápidamente reforzados con alumnos de Institutos). El desfile baja hacia el Vltava y sube por la Avenida Nacional hacia la Plaza Wenceslao; antes de alcanzarla se ve violentamente atacado por unidades de la policía. Los medios occidentales anuncian la muerte de un estudiante: la información es errónea, pero surte su efecto psicológico. El 18 de noviembre entran en huelga los teatros praguenses y el movimiento se extiende. El 19 de noviembre se funda el Foro Cívico. Al día siguiente comienzan las manifestaciones masivas que no cesan 13 Los acontecimientos del noviembre de 1989 en Pardubice, foto Jan Adamec El cardenal Tomášek bendiciendo a los praguenses desde el palacio arzobispal de Praga, 1989, foto Pavel Štecha hasta la retirada sucesiva de los comunistas del poder entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre: este día dimite el Presidente Gustáv Husák y el 29 de diciembre es reemplazado por Václav Havel. Ese 17 de noviembre ha provocado un buen número de interrogantes tanto sobre su origen como sobre su organización, puesto que la manifestación fue infiltrada y controlada. De ello surgió toda clase de rumores que, de hecho, son secundarios si se toma en cuenta lo que sucedió. Cierto que las investigaciones sobre el 17 de noviembre dejan algunas zonas en sombra, pero de algún modo las diversas manipulaciones se han anulado mutuamente. Lo que queda claro es que se confrontaron diferentes intenciones: algunos líderes estudiantiles pensaron servirse del cuadro legal (de la manifestación autorizada) para desestabilizar el régimen; ciertos reformadores vieron en esa manifestación la ocasión de ejercer presión sobre los «duros» den- La Avenida Nacional, el 17 de noviembre de 1989, foto Jan Šilpoch La Plaza Wenceslao, noviembre de 1989, foto Jan Šibík 14 tro del partido; estos últimos, a su vez, quisieron aprovechar los excesos eventuales para aumentar la represión. Lo importante es que fue precisamente esa manifestación lo que abrió la puerta a la «revolución de terciopelo» y a la libertad 1. Conclusión Lo que llama la atención en los momentos cruciales de la historia checa es la juventud de los protagonistas y el papel particular de los estudiantes: durante el renacimiento nacional en 1848, en los años 1880 y 1890. En 1918, Edvard Beneš asume el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores a la edad de 34 años; entre 1945 y 1948 los jóvenes entusiastas toman parte en la toma de poder de los comunistas, aunque los hay también en la oposición: los estudiantes eran el único grupo social que en febrero de 1948 manifestó contra los comunistas y en pro de la resistencia anticomunista; desde 1966 vuelven a organizar protestas que culminan en 1968; en 1988-1989 su actuación pone en marcha el proceso de la liberación. Los estudiantes no arrastran tras sí el peso de una historia personal que frene su disposición a comprometerse. En todas partes la juventud es más radical que las personas mayores y se afirma en la oposición. Sin embargo, la importancia del estudiantado se debe también al lugar específico que la cultura ocupa en el espacio checo. Y la enseñanza superior es una especie de matriz de ese mundo intelectual. Como el hombre de cultura a menudo hizo también el papel de hombre político (Komenský, Palacký, Masaryk), también el estudiante llega a ser un personaje político. Y pese a la unificación comunista los estudiantes fueron los primeros que trataron de liberarse de ella. Este modelo histórico, ¿tendrá una continuación? Aquí surge la cuestión de la juventud estudiantil de hoy y de su voluntad de construir la sociedad por encima de sus preocupaciones estrictamente individuales. Jan Palach, el estudiante que en 1969 se quemó vivo en protesta contra la ocupación soviética, ¿es pues un icono obsoleto? ¿Desean los estudiantes algún modelo de la sociedad? No es una cosa sencilla, pero en la política lo decisivo es la voluntad. Hace falta que la sociedad esté consciente de ello y que sus dirigentes estén a la altura del juego y no sacrifiquen el futuro, es decir, la enseñanza y la investigación. Antoine Marès, profesor de la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne, el 17 de noviembre de 2005 Las fotos del año 1939 del archivo del doctor Zdeněk Pousta Misako Kanajama Krouská 1/ Véase Sto studentských revolucí (Lidové noviny, 1999, por Milan Otáhal y Miroslav Vaněk) y Jiří Suk, Labyrintem revoluce (Prostor, 2003). Praga, noviembre de 1989, foto Karel Cudlín 15 OF – el FORO CIVICO El Foro Cívico (Občanské fórum, OF) es uno de los sujetos políticos que a finales de los años ochenta del siglo pasado se pusieron al frente de los procesos encaminados hacia una transformación de los países comunistas de la Europa Central. Igual que el Público contra la Violencia (Verejnosť proti násiliu, VPN) en Eslovaquia, Solidarność en Polonia o Sajudis en Lituania, el OF era un amplio movimiento político que reunía diferentes corrientes políticas que, sin embargo, compartían el mismo objetivo: la democratización de Checoslovaquia. Esto constituyó en la primera fase de la transformación de los sistemas el factor clave del éxito de esos movimientos, pero en los años siguientes fue, al contrario, una de las principales causas de su desmembramiento. El Foro Cívico surgió como reacción a la intervención policial contra la manifestación estudiantil del 17 de noviembre de 1989 concebida originalmente como un recuerdo piadoso de Jan Opletal y de las víctimas de la agresión nazi contra los estudiantes universitarios checos en noviembre de 1939. La brutal supresión de la manifestación estudiantil movilizó al público checoslovaco a actos dirigidos contra el régimen activando al mismo tiempo a los disidentes como actores de negociaciones políticas. El domingo 19 de noviembre de 1989 se reunieron en el Činoherní klub unas 300 personas tanto de diferentes agrupaciones disidentes como de las estructuras oficiales. La composición misma del público presente señalaba que la organización naciente sería un movimiento amplio, no ideológico y de opiniones heterogéneas. Entre los fundadores figuraban, además de Václav Havel, sus colegas de la Carta 77 Jan Ruml y Alexandr Vondra, la abogado defensora de los disidentes Dagmar Burešová, el publicista Jan Urban, los escritores Jan Křižan y Petr Oslzlý, los actores Petr Čepek y Milan Kňažko, el sacerdote Václav Malý, el economista del Instituto de Análisis Václav Klaus, el ecólogo Josef Vavroušek, el político de orientación socialdemócrata Rudolf Battěk. De importancia era la corriente de los antiguos comunistas reformistas del año 1968 que después de la llegada de la normalización se convirtieron en disidentes, como Jiří Dienstbier, Zdeněk Jičínský o Petr Pithart. Gracias al papel unificador del Foro se integraron en él también agrupaciones que habían surgido fuera de él (la Alianza Democrática Cívica, por ejemplo). Al principio de su existencia el Foro Cívico formuló cuatro puntos principales con los que más tarde entró en negociaciones oficiales. En primer lugar pidió la dimisión de todos los representantes del partido comunista relacionados con los preparativos de la intervención de los ejércitos del Pacto de Varsovia en agosto de 1968 y consecuentemente «responsables de la devastación de todos los sectores de la vida social en nuestro país». El OF llamó a la dimisión igualmente a los representantes políticos responsables de la intervención contra los estudiantes en noviembre de 1989 igual que de las intervenciones durante las manifestaciones anteriores. El tercer punto fue el reclamo de establecer una comisión independiente para la investigación de las intervenciones mencionadas. En el último punto el OF pidió la liberación de los presos políticos incluyendo a las personas detenidas en relación con los acontecimientos del 17 de noviembre de 1989. El documento programático fundamental Qué queremos: los principios programáticos del Foro Cívico fue publicado el 26 de noviembre de 1989. El documento consta de un preámbulo, en que el OF hizo constar que Checoslovaquia había caído en una «profunda crisis moral, espiritual, ecológica, social, económica y política», y de siete capítulos. Están dedicados al derecho y al aseguramiento de libertades y derechos ciudadanos (1), al sistema político y su democratización, así como a una competición política libre e igual (2), a la política exterior con acento en el proceso de la integración europea (3), a los problemas económicos, encabezados por el requisito de «romper la actual posición de monopolio de las grandes empresas y crear una auténtica competición» (4), a la justicia social (5), al medio ambiente (6) y a la enseñanza, la ciencia y la cultura en un sentido más amplio, incluyendo la sociedad ciudadana con acento en la desideologización y la desestatización (7). Con éstos y otros requisitos más, especialmente personales, el OF junto con el VPN inició el 26 de noviembre de 1989 una serie de negociaciones oficiales con los representantes del régimen comunista. En estas negociaciones la oposición representada por las agrupaciones mencionadas consiguió varios éxitos: la reconstrucción de los gobiernos y los cuerpos legislativos, modificaciones de los artículos más ideológicos de la Constitución, pasos encaminados hacia la introducción del pluralismo político. Consiguió también la liberación de una serie de presos políticos. Paralelamente con estos pasos oficiales el OF organizó una serie de actos públicos cuya intensidad alcanzó dimensiones inusitadas. Fue también gracias a la actividad y la movilización de las amplias masas que la dirección del gobierno y del partido comunista fue llegando bajo una enorme presión viéndose obligada a ceder a la oposición en muchos asuntos. 16 El logotipo del Foro Cívico Václav Havel y Jiří Dienstbier en el Castillo de Praga, febrero de 1990, foto Bohdan Holomíček 17 Praga, 1989, foto Bohdan Holomíček asuntos sociales. También en el gobierno checo el OF ocupó algunos puestos claves: entre los cinco ministros miembros del OF figuraban la ministra de justicia (Dagmar Burešová), el ministro de salud pública (Pavel Klener) y la ministra de comercio y turismo (Vlasta Štěpová). En febrero de 1990, tras la resignación del premier František Pitra, el OF ocupó también este cargo: el nuevo primer ministro fue Petr Pithart. En la campaña electoral el OF jugó indiscutiblemente el papel de favorito. Gozaba de gran popularidad entre la población, lo que se debía en gran parte a la presencia de numerosas corrientes de opiniones dentro del movimiento. El Foro procuró aprovechar el desprestigio de los partidos políticos estrechamente relacionados con el Václav Havel en la plaza mayor de Trutnov, 1989, foto Bohdan Holomíček En las negociaciones con los dirigentes del régimen comunista el OF y el VPN consiguieron su representación en los llamados gobiernos de entendimiento nacional, que se constituyeron a principios de diciembre a nivel federal y a nivel de las dos repúblicas, la checa y la eslovaca. De estos gobiernos formaban parte tanto representantes del Frente Nacional (una agrupación de partidos políticos y organizaciones sociales de Checoslovaquia entre 1945 y 1990), como representantes de los movimientos recientemente creados. En el gobierno federal el OF y el VPN tenían seis miembros. Del OF eran, entre otros, Jiří Dienstbier como ministro de asuntos exteriores, Václav Klaus como ministro de hacienda y Petr Miller como ministro de trabajo y Partido Comunista de Checoslovaquia (KSČ); por ello una de sus consignas principales de la campaña rezaba que «los partidos son para sus miembros, el Foro Cívico es para todos». Pese a ello el OF no supo evitar ciertos aspectos de la política de partidos, ya que bajo su nombre se presentaron para las elecciones catorce partidos políticos que habían surgido fuera de su marco. En las elecciones de 1990 el Foro triunfó rotundamente, resultando la fuerza principal en todos los cuerpos legislativos a nivel federal y checo y naturalmente también en los gobiernos constituidos después de las elecciones. A nivel federal se creó una coalición gubernamental del OF, VNP y KDH (Movimiento Cristiano Demócrata) y a nivel checo, un gobierno compuesto del OF, KDU (Unión Cristiano Demócrata) y HSD-SMS (Movimiento Democrático Autónomo para Moravia y Silesia); en ambos gobiernos el Foro disponía de una cómoda mayoría de puestos. Sin embargo, el triunfo del OF en las primeras elecciones libres y la toma de la responsabilidad por el futuro desarrollo del país fue el comienzo del fin de este movimiento. Se mostró que al conseguir el triunfo electoral se ha perdido el vínculo que había mantenido unidas las diversas corrientes dentro del Foro. La necesidad de iniciar una radical reforma económica y social naturalmente acentuó las diferencias existentes entre las fracciones liberal con- 18 servadoras, orientadas más bien hacia la derecha, y los grupos de la izquierda y la socialdemocracia. La existencia de corrientes diferentes se manifestó también en el hecho de que sólo medio año después de las elecciones los diputados elegidos en la lista de candidatos del OF formaron varios clubes de diputados, sentando así la base de la futura formación de un sistema estándar de partidos. Este hecho se reflejó también en la estructura interna del OF, en que surgieron dos corrientes principales: la corriente conservadora de la derecha, dirigida por Václav Klaus, que defendió la transformación del Foro en un partido político estándar, y la corriente liberal del centro, dirigida por Jiří Dienstbier, que abogó por la conservación de una estructura más libre y amplia del OF. En el congreso del Foro celebrado en octubre de 1990 se mostró claramente cuál de las corrientes predominaba. En la elección del presidente triunfó Václav Klaus sobre Martin Palouš; esta elección predestinó hasta cierto punto el destino del OF. Además, en octubre fueron excluidos del Foro dos movimientos de la izquierda -la Alternativa Izquierda (Levá alternativa) y la Resurrección (Obroda)-, lo que se consideró una victoria de la corriente de Klaus. El final definitivo del Foro Cívico unido vino en el congreso del 23 de febrero de 1991. Václav Klaus transformó el Club In- terparlamentario de la Derecha Democrática (Meziparlamentní klub demokratické pravice) en el Partido Democrático Cívico (Občanská demokratická strana, ODS), Jiří Dienstbier, a su vez, constituyó el Movimiento Cívico (Občanské hnutí, OH). Ambos partidos siguieron siendo socios en la coalición gubernamental, tanto a nivel federal como al nacional. Sin embargo, el desmembramiento del OF afectó también otros partidos en el surgiente sistema de partidos políticos. Algunos sujetos que habían existido dentro del OF se independizaron (la Alianza Democrática Cívica – Občanská demokratická aliance, ODA), algunos partidos de fuera sacaron provecho de la llegada de antiguos miembros del OF; éste fue el caso, por ejemplo, de la entonces extraparlamentaria Socialdemocracia Checoslovaca. El Foro Cívico tuvo, pues, un gran mérito no sólo en la transición a la democracia, sino también en la edificación de los fundamentos del sistema de partidos políticos. Su continuador directo es el ODS, el mayor partido de la derecha en la Chequia actual, y el indirecto, la Socialdemocracia (ČSSD), el mayor partido de la izquierda. Petr Just Universidad Metropolitana de Praga, sociedad de provecho general De izquierda: Michal Sedláček, Václav Klaus, Rita Klímová, Jiří Dienstbier y Monika Pajerová 19 Selección del documento fotográfico de Karel Cudlín sobre la retirada del ejército soviético de Checoslovaquia llevada a cabo entre el 31 de mayo de 1990 y el 30 de junio de 1991 «El movimiento estudiantil que se fue formando desde mediados de los años ochenta tenía una estructura interesante. Constaba de dos corrientes: una se constituyó en torno a las revistas estudiantiles y el Centro estudiantil de prensa e información (Studentské tiskové a informační středisko, STIS), donde se perfiló, por ejemplo, Martin Mejstřík y nosotros, los demás redactores, y la segunda era el movimiento estudiantil llamado STUHA bajo la dirección de Šimon Pánek, por ejemplo; era un ambiente de verdadera conspiración que no publicaba, por supuesto, pero iba creando una red muy eficaz de contactos en las universidades. Cuando las dos corrientes se unieron gracias a Jiří Dienstbier hijo, Marek Benda, Pavel Žáček y otros, surgió una red increíblemente bien elaborada de futuros comités de huelga en las diferentes facultades, que sorprendió incluso a nosotros mismos por la rapidez de su acción y su profesionalidad. Habrá sido por ironía del destino que la manifestación del 17 de noviembre de 1989 fue sólo uno de los actos que estábamos preparando juntos; a los restantes se los llevó la avalancha de los cambios después de la intervención en la Avenida Nacional.» Monika MacDonagh-Pajerová, diplomática, profesora universitaria, nacida en Janov cerca de Děčín el 8 de enero de 1966, es una de las destacadas personalidades de la generación de estudiantes que en la segunda mitad de los años ochenta lograron crear dentro de la Unión Socialista de la Juventud (Socialistický svaz mládeže, SSM) gérmenes de un movimiento estudiantil Monika Pajerová, 1989 Dos retratos de la Avenida Nacional 22 libre. Como estudiante de la filología moderna en la Facultad de Letras de la Universidad Carolina contribuyó a revistas estudiantiles (especialmente la Situace y la Kavárna A.F.F.A.), moderó encuentros en el Club de Discusiones en Novotného lávka en Praga y fue miembro de la dirección del Centro Estudiantil de Prensa e Informaciones, que llegó a ser un centro de encuentros, discusiones e intercambios de informaciones entre las redacciones de revistas estudiantiles universitarias. «Fundamos el STIS donde los jueves se reunían los redactores y sus colegas amigos. Allí decidíamos quién publicaría qué materiales, qué exposición se prepararía; allí invitábamos a personas que no debían existir: de la Carta 77, del VONS, de la Corporación Pacífica Independiente (Nezávislé mírové sdružení). Allí firmamos Unas cuantas frases y allí, finalmente, fuimos preparando la manifestación del 17 de noviembre.» La manifestación con la ocasión del Día Internacional del Estudiante, autorizada oficialmente, fue inaugurada con el discurso de Monika Pajerová: «... Hace poco he encontrado mi discurso de Albertov. Fue una intervención muy moderada sobre el diálogo, aproximadamente en el sentido de que había más cosas que nos unían que aquéllas que nos separaban.» Sin embargo, la brutal intervención de la policía contra los estudiantes en la Avenida Nacional hizo imposible cualquier diálogo. La acción provocó la reacción. En los agitados días en que se iba hundiendo la dictadura comunista Monika Pajerová organizó el comité de huelga de la Facultad de Letras, luego fue portavoz de prensa del Comité Coordinador de Prensa de las Escuelas Superiores y finalmente se incorporó a las actividades del Foro Cívico en que, entre otras cosas, abogó por la elección de Václav Havel como Presidente. «En el OF ya no éramos una fuerza independiente, allí nuestro movimiento se desvaneció, y creo que fue bien así. Una de las cosas en que el movimiento estudiantil no se había equivocado en 1989 era que había que ser más intransigentes con los comunistas. Pero por fin siempre me digo que lo principal a que aspiramos lo hemos logrado.» Después de 1989 Monika Pajerová terminó con éxito los estudios de filología y durante diez años trabajó en el servicio diplomático en los cargos de agregada cultural de la Embajada checa de París, administradora del comité cultural del Consejo de Europa en Estrasburgo y jefa de la sección de prensa y portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Después de 2000 asistió a la fundación de dos partidos políticos. Desde 2002 preside la iniciativa ciudadana SÍ para Europa (ANO pro Evropu), que se dedica a las cuestiones 23 Šimon Pánek, 1997 de nuestra presencia en la UE, y enseña en la praguense New York University. El 24 de septiembre de 2008 en el palacio Buquoy de Praga fueron otorgadas solemnemente a la doctora Monika MacDonagh-Pajerová las insignias de caballero del Ordre National du Mérite. Esta importante orden francesa le fue entregada por Su Excelencia Charles Fries, Embajador de Francia en Chequia. Monika Pajerová es autora o coautora de los libros Los estudiantes escribieron la revolución (Studenti psali revoluci), Nuevas ideas en la ciencia y el arte (Nové ideje ve vědě a umění), El retrato de la sociedad checa en los umbrales de Europa (Portrét české společnosti na prahu Evropy), La democracia en Europa (Demokracie v Evropě) y Los europeos escribiendo sobre Europa (Evropané píší o Evropě). Está casada con Peter MacDonagh y tiene la hija Emma de veinte años y el hijo Tomík de cuatro. www.anoproevropu.cz «En mi vida no se me hubiera occurido que aquella única manifestación del 17 de noviembre provocara la huelga y fuera el catalizador del fin del régimen. Todos creíamos que estábamos iniciando un periodo de varios años de actividad ilegal que posiblemente surtiera efecto, puesto que, de esto ya estábamos conscientes, una cierta fuerza estudiantil era nueva e interesante. A nadie se le occurió que, dicho con alguna exageración, el primer acto organizado por el movimiento estudiantil STUHA (Studentské hnutí) sería al mismo tiempo el último.» Šimon Pánek, fundador y durante muchos años director de la organización humanitaria Hombre en apuros (Člověk v tísni), nació en Praga el 27 de diciembre de 1967. Como estudiante de biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Carolina participó en la creación de una red de organiza- Sí para Europa, Foro Energético, Praga, foto Alan Pajer La galerista y mecenas de arte Meda Mládková con Monika Pajerová, Praga 2009 La Plaza Wenceslao, noviembre de 1989 dores y enlaces entre las universidades. En los agitados días del fin del año 1989 fue uno de los dirigentes de la huelga estudiantil en las universidades. Participó en la organización de la huelga y las manifestaciones y representó a los estudiantes en algunas negociaciones con los representantes del régimen comunista que se estaba hundiendo. Fue miembro del equipo especial de Václav Havel que llevó negociaciones sobre la entrega del poder, la creación de un nuevo gobierno democrático, la reconstrucción del parlamento y la elección de un nuevo Presidente. «A nosotros, y me refiero al Foro Cívico cuya parte integrante formábamos los estudiantes, nos cogió desprevenidos la rapidez con que los comunistas resignaban. Aquello al fin no fue una revolución, simplemente fue la ocupación de un espacio libre.» A los veintidós años fue candidato del OF en las primeras elecciones parlamentarias libres; figuraba en la lista de los candidatos de Moravia de Norte en un lugar no elegible. «Tenía bastantes votos de preferencia, esto me empujó hacia adelante y fui elegido. Renuncié al mandato, nunca llegué a político.» Šimon Pánek, sin embargo, siempre se ha interesado por asuntos públicos y por lo que pasaba cerca de él. Desde muy joven pasó mucho tiempo viajando. En 1988 junto con un grupo de amigos organizó una colecta de ayuda a las víctimas del terremoto en Armenia. Fue el primer acto humanitario después de muchos decenios y tuvo mucho éxito: se reunieron más de 80 toneladas de materiales. En 1992 fundó con Jaromír Štětina el equipo humanitario de periodistas Epicentrum bajo el patrocinio del periódico Lidové noviny. El Epicentrum lanzó una colecta de ayuda a los habitantes de Nagorno Karabaj. Llevó a la región camiones con la ayuda y regresó con testimonios de la guerra. En 1994 la fundación halló un socio más fuerte y creó la sociedad Hombre en apuros de Con la hija y hermana Kateřina Jacques en la Avenida Nacional, en el lugar de la represión de la manifestación estudiantil 24 la Televisión checa. Desde 2007 la orgnización se presenta como independiente sólo con el nombre Hombre en apuros. «Sin embargo, sigue trayendo testimonios de regiones en crisis. Ésta es hasta ahora una fuerte componente de las actividades de Hombre en apuros y uno de los aspectos por los que difiere de organizaciones parecidas en el país y el mundo,» dice Šimon Pánek de la organización humanitaria que en los 17 años de su existencia ha llegado a ser una de las más grandes en Europa Central. Šimon Pánek ha unido la mayor parte de su vida profesional con la ayuda humanitaria y de desarrollo y con la sociedad Hombre en apuros. Pero hay algunas excepciones: actuó, por ejemplo, en la película Corpus delicti de Irena Pavlásková del año 1990. Es cofundador de la compañía Chronos Film que produce películas con el tema de los derechos humanos para la Televisión Checa. Durante dos años trabajó en la oficina del Presidente Václav Havel de experto para la problemática de los derechos humanos. Šimon Pánek se autocaracteriza como una persona dirigente complicada pero humana, impaciente a veces, pero perseverante. Tiene en mucha estima el trabajo de sus colegas en el equipo de Hombre en apuros que cuenta doscientos miembros. Igualmente aprecia la confianza y el apoyo de la gente a las actividades de Hombre en apuros. Fue galardonado con el premio El europeo del año, la revista Time Magazine le mencionó entre los 50 personajes de Europa y en 2002 el Presidente Václav Havel le otorgó la orden estatal por méritos en los asuntos públicos. www.peopleinneed.cz Šimon Pánek en su viaje a Afganistán en 2007, foto archivo de la Fundación En 1995 Šimon Pánek acompañó al Presidente Václav Havel a Bosna y Herzegovina, foto archivo de la Fundación A finales de 1992 Hombre en apuros comenzó a suministrar ayuda humanitaria a la Bosna y Herzegovina devastada por la guerra, foto archivo de la Fundación 25 Cuál es nuestra aportación a la UE ¿Cuál es nuestra aportación a la UE: con qué podemos contribuir, con qué dirigirnos a los demás, con qué enriquecer la comunidad de las naciones europeas? Con esta pregunta nos hemos dirigido a cuatro destacados personajes de la actualidad checa. Prof. PhDr. Josef Jařab, CSc., dr.h.c. (nacido el 26 de julio de 1937), anglicista checo, historiador y teórico literario, traductor y ex senador. En la primavera de este año di conferencias en los Estados Unidos y tuve la intensa sensación de entregar a alguien cosas nuevas, interesantes y útiles. En cartas personales los estudiantes me dieron las gracias por lo que habían aprendido de la lectura de tales libros como La broma de Milan Kundera, la narración El saxofón bajo de Josef Škvorecký y los ensayos de Václav Havel, especialmente El poder de los sin poder. Escribían que sólo después de haber leído esos textos y haberlos discutido en las clases se dieron cuenta plenamente del precio de la libertad y del verdadero valor de la democracia, de lo privilegiada que era la juventud que ellos mismos estaban viviendo. Registré reacciones parecidas también en un grupo de estudiantes europeos en un curso del programa ERASMUS llamado «Euroculture». Las reacciones venían naturalmente sobre todo de participantes de países de la Europa Occidental, pero tuve que darme cuenta de que tampoco para muchos bachilleres del antiguo imperio soviético (incluso de nuestro país y de Eslovaquia) la experiencia histórica con la ideología comunista y los regímenes totalitarios no era más que un corto capítulo en las clases de historia. Con ello quiero decir que lo más útil que podemos ofrecer a la parte más feliz de Europa y al mundo en general es nuestra experiencia histórica con una libertad limitada, con utopias desacertadas, con condiciones que impiden a individuos realizarse en la vida de acuerdo con su talento y sus sueños. Para «vender» bien nuestra experiencia histórica de los años de la guerra y los decenios de la posguerra y nuestras admoniciones no basta con propagar un antifascismo y un anticomunismo primitivos. Tan sólo testimonios fundados y humanísticamente motivados, especialmente testimonios literarios, constituyen argumentos convincentes. Fue precisamente el arte, y la cultura en general, lo que en los tiempos de aislamiento detrás del telón de acero nos proporcionó la sensación de la unión con el mundo libre, aunque política y económicamente habíamos sido brutalmente separados de él. Por lo tanto, después de la nueva unión con Europa no debemos olvidarnos del potencial de acercamiento de las musas. El espacio europeo común de enseñanza, investigación y cultura en general que se va formando nos ofrece un sinnúmero de oportunidades de ello. Debemos entrar en este espacio activamente y participar en sus obras. 26 PhDr. Jiřina Šiklová, CSc. (nacida el 17 de junio de 1935), socióloga y publicista checa. A Europa podemos contribuir con nuestra experiencia de un país y una nación que a pesar de que en el último siglo había sufrido dos veces bajo la hegemonía de un país extranjero y de dos regímenes totalitarios supo renovar su régimen y volver a aceptar el sistema democrático. Dos veces logramos abrirnos paso en la Europa Central: la primera vez después de 1918 y la segunda después de 1989. Hemos conseguido conservar no sólo la lengua checa, sino también la cultura y la propia creación artística, de cine y de teatro. Nuestros autores son autores mundiales. No somos perfectos, pero nuestro ejemplo y nuestra experiencia de que la democracia es renovable aunque dos generaciones no la hayan vivido son seguramente apreciables. Deseo a Europa como continente y a la Unión Europea como comunidad de países que nunca necesite de nuestras experiencias. Y si a pesar de todo Europa se hallara en una situación parecida, creo que nuestra nación serviría de ejemplo de que es posible limitar, doblar, atar a la gente, pero no sojuzgarla por un tiempo demasiado largo. 27 Petruška Šustrová (nacida el 18 de mayo de 1947), disidente checa, publicista y traductora del inglés y el polaco. Hay momentos en que es difícil dar consejos. Como ahora, en una semana de septiembre llena de grandes vuelcos en la escena política checa, al tratar de contestar sinceramente la pregunta: ¿con qué puede nuestro país contribuir a Europa? Automáticamente se le ocurren a uno respuestas pertenecientes más bien al humor negro: por ejemplo, que podemos servir como escarmiento. O que pueden organizarse excursiones a nuestro país para que se diviertan los europeos. Pero el hombre decente sabe que pájaro mal nacido es el que se ensucia en el nido, y por ello trataré de hacer caso omiso de los acontecimientos actuales y reflexionar en un horizonte de tiempo más largo: en cuestiones serias no es bueno dejarse llevar por indignación y asombro ante lo que acaba de pasar. Para poder contestar la pregunta con qué podemos enriquecer la comunidad de las naciones europeas debemos preguntarnos a nosotros mismos con qué diferimos de las demás naciones europeas: seguramente no sería útil querer inculcar la precisión a los alemanes, la galantería a los franceses o el arte de cocinar a los italianos o austríacos. Pero no hay en Europa muchas naciones que, a decirlo así, se levantaron de la nada con su proverbial trabajo menudo, como lo hicieron los checos en el transcurso del siglo XIX. (Hay que preguntarse, sin embargo, si esto sigue va- liendo, si la actual clase media checa se parece a la que creció desde el siglo XIX hasta el periodo de entreguerras.) Los checos tampoco impresionaremos a Europa por nuestro respeto a las leyes y nuestra aversión a la corrupción: en comparación con otros pueblos europeos nuestra situación en este campo es bastante mala, y lo mismo puede afirmarse de nuestra economía. Pero aun así tenemos algo que no tienen otros: es la tradición de escepticismo, ironía y humor negro. No es sin razón que a los checos se nos relacione con el buen soldado Švejk de Jaroslav Hašek: no necesita gustarnos, pero nadie nos quitará el hecho de que a menudo no tomamos cosas serias muy en serio. El escepticismo y la distancia no necesitan ser cualidades negativas: una sociedad acostumbrada a poner en duda «palabras sagradas» no sucumbe con tanta facilidad a distintos fanatismos. Mofarse incluso de cosas de las que otros no saben mofarse también tiene su atractivo; en verdad, sin dudas no sería posible hacer ningún gran descubrimiento científico y la sociedad podría ahogarse en el aburrimiento incoloro dictado por las autoridades. Hay que tener en cuenta que la vida no consta sólo de la política y de decisiones seriosísimas, que suele simplemente vivirse, y que es más agradable si se vive con sonrisa y humor que con el riguroso respeto de todas las reglas de la cortesía. Creo que los representantes de nuestro país lo comprendieron muy bien al enviar a Bruselas la escultura Entropa de David Černý (con todos los problemas relacionados con ella); por lo menos Bruselas no se olvidará de nosotros. Desde este punto de vista quizás se pueda considerar también la tragicomedia del gobierno destituido en mitad de la presidencia checa en la UE, la convocación y la consiguiente suspensión de elecciones anticipadas con todos los engorros que lo acompañaban. Lo que temo, sin embargo, es que los políticos checos no intentaron en absoluto fortalecer aquel aspecto de los checos en los ojos de los europeos. En el caso de que sí, rebasaron el límite razonable detrás del cual existe el peligro de que nadie va a tomarnos muy en serio... 28 Prof. RNDr. Václav Hampl, DrSc. (nacido el 1 de julio de 1962), fisiólogo, actual 507o rector de la Universidad Carolina de Praga. Claro que tenemos con qué contribuir. Somos una nación con una rica tradición cultural y gracias a nuestra posición estratégica en el centro de Europa jugamos desde tiempos inmemoriales el papel de una especie de mediador entre la Europa occidental y la oriental. Hemos desarrollado una sensibilidad hacia nuevas corrientes de ideas y la capacidad de absorberlas. Este año celebramos el vigésimo aniversario de la revolución de terciopelo y yo puedo hacer constar con satisfacción que, pese a las huellas que los cuarenta años de régimen totalitario han dejado en la sociedad, somos una nación ansiosa del saber. Lo testimonia no solamente el enorme crecimiento del interés por los estudios universitarios, sino también los nuevamente aparecidos rasgos de la personalidad de los estudiantes que viajan al extranjero para instruirse, discuten con nosotros, ponen en duda estereotipos rutinarios. Fueron precisamente los estudiantes que en momentos críticos de nuestra historia, sobre todo en 1989, pusieron en movimiento acontecimientos políticos decisivos. Todo esto es una prueba de que ni siquiera casi un medio siglo de regímenes dictatoriales ha podido borrar un importante rasgo característico de nuestra nación del que podemos estar orgullosos y que más de una nación europea puede envidiarnos. ¿Y si podemos enriquecer la comunidad de las naciones europeas? Que hablen aquí las estadísticas. En la prestigiosa lista clasificatoria de The Times Higher Education la Universidad Carolina como la única de las universidades checas se colocó entre las primeras 500 universidades mundiales. En 2008 se colocó en dicha lista en el 261o lugar, y en la lista de Shanghai incluso en el 252o lugar. Con su colocación pertenece al 1,5% de las mejores universidades mundiales y a las cien mejores universidades europeas. En la última versión de la lista clasificadora de las universidades del Centre for Science and Technology Studies (CWTS) de la Universidad de Leiden la Universidad Carolina apareció en el excelente 71o lugar de Europa en el número de publicaciones científicas en la base de datos WoS. En resumen: los checos tenemos un gran potencial de cómo enriquecer a Europa, igual que Europa tiene mucho que ofrecer a nuestro país. 29 Si Magor no existiera, tendríamos que inventarle La historia de Ivan Martin Jirous muestra por qué también bajo el comunismo la resistencia tenía sentido 30 Acaba de cumplir los 65 años. Es un «héroe nacional» (como se autotitula en las tabernas), un hombre que vio nacer el underground cultural y que pasó ocho años y medio en las prisiones del régimen normalizador. Fue precisamente el proceso judicial con su grupo rock The Plastic People of the Universe que llevó a la unificación de la disidencia y la fundación de la Carta 77. A pesar de ello hasta ahora, veinte años después de la revolución de terciopelo, ha obtenido una sola satisfacción oficial, a saber, la ciudadanía honoraria de su ciudad natal de Humpolec. Éste es Ivan Martin Jirous, poeta, historiador de arte y jefe artístico de The Plastic People, pero ante todo un individualista con quien no supo arreglárselas ningún régimen político. Jirous, generalmente conocido bajo el apodo Magor (El Chiflado), da una impresión contradictoria. Por un lado sigue siendo amigo de Václav Havel. Al mismo tiempo, sin embargo, a pesar de su edad de jubilación es el icono de una parte de la juventud, un hombre que se emborracha, organiza festivales de música, se desnuda en el escenario y comete otras extravagancias. Así anda el underground, pensará más de un europeo acordándose de Frank Zappa. Sin embargo, el mismo europeo no comprenderá cómo Jirous, una estrella del underground que suele unirse más bien con la alternativa de la izquierda, ha podido apoyar tales actos como la colocación de un radar norteamericano en Chequia. Vemos que es verdaderamente difícil clasificar a Jirous. En ello consiste la razón por qué las autoridades no saben a qué atenerse con él. Y probablemente también es la razón por qué Václav Havel durante los trece años en que desempeñó el cargo de 31 Presidente no le otorgó ningún galardón. Así que la decisión del ayuntamiento de la pequeña ciudad de Humpolec de otorgar a Jirous la ciudadanía honoraria puede concebirse también como que la administración local suple al Estado. El que perturbó la «atemporalidad» La historia de la vida de Jirous refleja la historia checa de los últimos cuarenta años. Podemos parafrasear al historiador František Palacký quien, refiriéndose a la monarquía austro-húngara y especialmente y a su integración supranacional, solía decir: «Si Austria no existiera, tendríamos que inventarla.» Análogamente los checos podemos decir ahora refiriéndonos a Ivan Martin Jirous: «Si Magor no existiera, tendríamos que inventarle». Sí, si Magor no existiera, la era de la normalización checoslovaca, del gobierno comunista en los años setenta y ochenta del siglo pasado, vistos desde la perspectiva actual, tendrían un aspecto absolutamente triste. Cierto que tras la ocupación soviética en agosto de 1968 la nación manifestó su rebeldía, pero cuando fallaron las élites del comunismo reformador, cuando la tan admirada dirección del partido comunista encabezada por Dubček se conformó con la ocupación aprobándola en el parlamento, cuando no reaccionó ni a la autoincineración de Jan Palach en enero de 1969, cuando en el primer aniversario de la ocupación ordenó disparar contra los manifestantes, la nación se hundió en una profunda depresión y resignación. Los más emprendedores emigraron, los más conformistas se dejaron «normalizar». Por fuera se mostraban leales al régimen, por dentro pensaban lo que querían y se realizaban en la construcción de sus chalets de fin de semana. Ahí están las raíces de la Ivan Martin Jirous y un concierto del grupo The Plastic People of the Universe, Hrádeček 1977, foto Bohdan Holomíček I. M. Jirous y el poeta Petr Kabeš, Pardubice 2002 De la izquierda: Olga Havlová, I.M. Jirous, Standa Milota, Vlasta Chramostová, Anna Fárová, Hrádeček 1977, foto Bohdan Holomíček I. M. Jirous, Trutnov Open Air Music Festival 2008, foto Bohdan Holomíček desconfianza checa en la honradez de los políticos y los ciudadanos, en que uno verdaderamente dice lo que piensa. La normalización sofocó en todos los sectores -economía, cultura, medio ambiente, sociedad ciudadana- cualquier independendia y espontaneidad. Llegó lo que Václav Havel llamara entonces «atemporalidad». Ivan Martin Jirous junto con otros miembros de la disidencia perturbó significativamente aquella atemporalidad. Ésta es su importancia clave. El comunismo habría caído en otoño de 1989 también sin su rebeldía, sin sus años pasados en las prisiones, pero nosotros no podríamos decir ahora que había alguien que se opuso al régimen. Un detalle interesante es que Jirous y The Plastic People perturbaron aquella atemporalidad como personas absolutamente apolíticas. Jirous mismo no emplea palabras como la derecha, la izquierda, el régimen, el totalitarismo. Si se refiere al poder estatal, prefiere la palabra establishment. El grupo The Plastic People no surgió en 1969 como oposición al régimen de Husák, sino como expresión de un espíritu libre. Simplemente tocaban música según su gusto, para algunos rock’n’roll, para otros underground, pero entonces había más grupos como éste. A su posición exclusiva los empujó el mismo régimen, el establishment, como diría Jirous. Eran los normalizadores de Husák que hicieron de ellos un movimiento politizado. Era lógico: en una situación en que cualquier manifestación de un espíritu libre se consideraba antirrégimen, antipopular, antisocialista, cada manifestación como la suya daba la impresión de una manifestación política. Di no al diablo Jirous mismo formuló la actitud de los músicos respecto del régimen de la siguiente manera: «Si el diablo (que hoy día habla por la boca del establishment) pone la primera condición, cortaos el pelo, sólo un poquito, y podréis tocar, hay que decir no. Si el diablo (que hoy día habla por la boca del establishment) dice: cambiad el nombre y podréis seguir tocando lo que tocáis, hay que decir no, entonces no tocaremos.» En eso consistía la diferencia no sólo entre Jirous (The Plastic People) y el régimen, sin también entre Jirous (The Plastic People) y la mayor parte de los demás grupos de música. Los demás simplemente se adaptaron de alguna manera, Jirous se negó a adaptarse. Igual que Solyenitsin tenía su credo «no vivir en la mentira», que Havel tenía su «vida en la verdad», Jirous tenía su «di no al diablo» (adoptado de la canción homónima del pastor evangélico Svatopluk Karásek). Esta actitud de rebeldía contra el régimen fue consecuente y Jirous la pagó caro. La 32 primera vez fue encarcelado en 1973, por haber ofendido a los bolcheviques en la taberna en que, por casualidad, estaba presente un mayor de la policía secreta retirado. La segunda vez le metieron entre rejas en 1976, por el festival de música que organizó para festejar su propia boda. Un poco más tarde, el intento del régimen de abrir contra el underground un superproceso de advertencia constituyó el hito decisivo en el camino hacia la unificación de la disidencia, hacia la Carta 77. Incluso aquéllos a quienes no les gustó ni «esa música horrible», ni los peludos en torno a ella, ni su estilo de vida, de repente vieron que en la persona de Jirous y sus amigos detenidos está amenazada cualquier expresión espontánea o crítica. Esta sensación insistente unió a Václav Havel, al Premio Nobel de literatura Jaroslav Seifert, a los filósofos Jan Patočka y Karel Kosík y al teórico literario Václav Černý... Probablemente ninguno de estos hombres mayores que él habría ido con Jirous a la taberna, pero todos sentían que precisamente a él deben defenderle. Sí, en verano de 1976, en el proceso con The Plastic People, se pavimentó el camino a la Carta 77. Dicho sea de paso: entonces Jirous fue condenado «sólo» a un año y medio. Para completar el balance, recordemos su encarcelamiento en 1978, por su discurso improvisado en la inauguración de la exposición del pintor Jiří Lacina (en el lenguaje del régimen por «alborotador»). Recordemos también su pena más larga, de 1981 a 1985, por la publicación de la revista de samizdat Ventana (Vokno). Y, finalmente, su última estancia entre rejas en los años 1988 y 1989 por ser garante de una petición, en el lenguaje del régimen por un «ataque a un órgano estatal». Valores para la vida Todo eso, ¿tuvo algún sentido? Como ya se ha dicho, de la perspectiva de la caída del régimen, no. Pero tuvo un sentido en algo que no se puede medir ni en números, ni en noticias de las portadas de los periódicos. Jirous influyó toda una generación de personas para las que el año 1968 ya no fue el momento principal de su vida y el comunismo reformador no les decía nada. Las enseñó que había que decir no al diablo y al mismo tiempo conservar la alegría. No era solamente una comuna del underground, como podría parecer. Era también gente que forma parte de las élites de hoy. Pertenecen a ella los ex ministros de asuntos exteriores Karel Schwarzenberg (que presenció el último proceso con Jirous como observador en el marco del «proceso de Helsinki») y Alexandr Vondra. Hace unos años lo dijo en el nombre de todos el entonces miembro del consejo del Banco Nacional Checo Pavel Racocha: «La cultura del underground nos facilitó el contacto con el mundo y la gente del pensamiento libre, difícilmente accesible de otra manera. Con ello influyó marcadamente la creación de valores en la vida. Ivan Jirous tiene el principal mérito en ello.» Si hoy preguntamos, pues, por qué razón el peludo, alborotador y borracho Jirous merece un galardón, es precisamente por haber ayudado a salvar toda una generación en la peor atemporalidad de la normalización. La Fundación de la Carta 77, el Premio Literario Jaroslav Seifert otorgado a Ivan Martin Jirous por la obra de la vida, Praga 2006, foto archivo de la Fundación Zbyněk Petráček Lidové noviny De la entrega del Premio Jaroslav Seifert (segundo de la izquierda František Janouch, presidente de la Fundación de la Carta 77, I.M. Jirous y el Presidente Václav Havel), Praga 2006, archivo de la Fundación Ivan Martin Jirous (nacido en Humpolec el 23 de septiembre de 1944), conocido también bajo el apodo Magor (El Chiflado), es poeta, publicista y crítico de arte, un importante personaje del underground checo. Es famoso ante todo gracias a su cooperación con el grupo rock The Plastic People of the Universe. En el periodo de la normalización estuvo varias veces en la cárcel. Es portador del premio literario Jaroslav Seifert por su obra poética de la vida y del premio Tom Stoppard por la obra Cantos del cisne de Magor (Magorovy labutí písně). 33 putados le eligió el primer Presidente de la República Checa. La ex Secretaria de Estado de EE UU Madeleine Albright dijo sobre Václav Havel: «El Presidente Havel infundió orgullo a la nación checa y yo soy orgullosa de haber nacido como checa. Creo que faltará mucho en la escena internacional. Para mucha gente en el mundo entero las palabras «Havel» y «checo» significan lo mismo. Havel situó a Praga y a toda Chequia en el mapa de la época después de la guerra fría.» La bipartición de la República Checoslovaca está relacionada con las negociaciones entre el Primer Ministro del Gobierno checo Václav Klaus y el Primer Ministro del Gobierno eslovaco Vladimír Mečiar. Contribuyó al aceleramiento de la bipartición la incompatibilidad de los victoriosos partidos políticos de ambas partes de la república: el Partido Democrático Cívico (ODS) y el Movimiento por una Eslovaquia Democrática (HZDS). El 25 de noviembre de 1992 la Asamblea Federal aprobó la ley constitucional No 542/1992 Sb. sobre el fin de la República Federal Checa y Eslovaca (ČSFR) al día 31 de diciembre de 1992. El 15 de diciembre de 1992 el Consejo Nacional Checo aprobó la ley constitucional sobre las medidas relacionadas con el fin de taron rápidamente los medios extranjeros y acto seguido también Checoslovaquia. Más tarde se empezó a utilizar el término para designar revoluciones en que se asume el poder sin violencia. Se empleó, por ejemplo, también para la «revolución» de Georgia, que pertenece a las llamadas «revoluciones de colores» y que en 2003 llevó a la caída del Presidente Eduard Shevardnadze. En noviembre de 1989 Václav Havel fue el representante principal de la revolución de terciopelo y el 29 de diciembre la Asamblea Federal comunista le eligió Presidente; después de cuarenta años fue el primer Presidente checoslovaco no comunista. La segunda vez fue elegido Presidente el 5 de julio de 1990, después de las primeras elecciones libres. Cuando quedaba claro que la federación con Eslovaquia iba a desembocar en la bipartición del país, Václav Havel dimitió de su cargo el 20 de julio de 1992 y por varios meses de retiró de la vida política. El 26 de enero de 1993 la Cámara de Di- la ČSFR que establecía la adopción del orden jurídico y de las competencias de la ČSFR por la República Checa. El 16 de diciembre del mismo año el Consejo Nacional Checo aprobó la nueva Constitución de la República Checa. Chequia, igual que Eslovaquia, se establecieron claramente en la escena internacional como Estados sucesores de Checoslovaquia. Consiguientemente estos dos países independizados fueron firmando decenas de acuerdos adicionales que confirmaban la validez de los anteriores acuerdos bilaterales concluidos por la Federación con otros países. En 1996 la República Checa y la República Eslovaca firmaron un protocolo que establecía la división de las obligaciones resultantes de los acuerdos multilaterales concluidos por la antigua Checoslovaquia. MOZAIKA Después de que se aprobó en la OTAN la cooperación con los países de la Europa Central y Oriental, Checoslovaquia pudo empezar a incorporarse a sus estructuras de seguridad. Puesto que la continuidad en las unidades del Pacto de Varsovia era impensable, el ingreso en la OTAN se convirtió en una de las prioridades de la política exterior checoslovaca y más tarde checa. En 1990 se otorgó a Checoslovaquia el estatuto de miembro afiliado. Después de la bipartición de Checoslovaquia en 1993 las dos nuevas repúblicas continuaron por separado con sus negociaciones por el ingreso en organizaciones internacionales. Gracias al progreso de la democratización, la mejoración de la situación económica y el buen nivel del ejército Chequia pudo incorFoto: ČTK La revolución de terciopelo (en eslovaco revolución tierna) es la designación del periodo de cambios en Checoslovaquia entre el 17 de noviembre y el 29 de diciembre de 1989 que llevaron a la caída del régimen comunista y a la transformación del régimen político en un sistema democrático. El proceso de cambios se vio acelerado por el desmoronamiento del antiguo bloque oriental y por el creciente descontento de la población con la situación económica y política del país. La revolución obtuvo el calificativo «de terciopelo» por su carácter no violento; para asumir el poder no fue necesario recurrir a la fuerza o la lucha armada. Con la excepción de los acontecimientos del 17 de noviembre, en los que los estudiantes fueron atacados por la policía, la revolución se realizó sin violencia y durante el golpe de estado no se perdió una sola vida humana. La designación fue el invento de un periodista checo, de él la adop- porarse en marzo de 1994 al programa Asociación por la Paz y desde 1996 coopera en las misiones de las fuerzas multinacionales IFOR. En 1997 fue acordado que Chequia se incorporaría a la OTAN en la primera ola de asociación junto con Hungría y Polonia. Inmediatamente se comenzó con la preparación de los documentos y acuerdos de asociación. El 16 de diciembre de 1997 se firmó el protocolo sobre la integración de Chequia en la OTAN. El 12 de marzo de 1999 Chequia llegó a ser un Estado miembro legítimo de la Alianza. Chequia inició sus esfuerzos por integrarse en la Unión Europea al comienzo mismo de los años noventa. Por lo tanto se fueron incorporando sucesivamente a la transformación económica y social de la sociedad socialista dirigida en una sociedad democrática reformas necesarias en vista de la futura integración en la UE. Chequia solicitó la integración en 1996 y un año más tarde se llevó a cabo la primera valoración de la Unión Europea relativa a la capacidad de Chequia de incorporarse al funcionamiento de la UE. El documento valoró positivamente las instituciones estables, el Estado jurídico, el nivel de los derechos humanos y la economía de mercado funcional, incluyendo la capacidad de resistir las presiones del mercado europeo. A base de esta valoración Chequia junto con nueve candidatos más fue invitada oficialmente a integrarse en la Unión. 34 1989– 2009 en Checoslovaquia y Chequia En 1998 se inició el llamado screening (la valoración del sistema legal checo y su compatibilidad con el comunitario), así como las mismas negociaciones de ingreso. Las negociaciones continuaron hasta diciembre de 2002, cuando en la sesión de Copenhague se cerraron todos los capítulos de las negociaciones y se establecieron periodos de transición para facilitar a los nuevos miembros una integración más fácil en los primeros años. Chequia junto con nueve otros países candidatos se incorporó a la Unión Europea el primero de mayo de 2004. Desde entonces participa en el funcionamiento de todas las instituciones comunitarias: en el Parlamento Europeo tiene 24 diputados electos y tiene emisarios en el Tribunal de Justicia, el Banco Central Europeo y otros. Un checo también puede ser comisario europeo, pero en este caso no puede recibir instrucciones del Gobierno checo ni defender exclusivamente intereses checos. El Espacio Schengen (familiarmente llamado sólo Schengen) incluye el territorio de la mayor parte de los países europeos (los países del acuerdo de Schengen) en que las personas pueden atravesar las fronteras de los países contratantes en cualquier lugar sin la necesidad de pasar por el control fronterizo. El espacio recibió su nombre del pueblo de Schengen en Luxemburgo en que el 14 de junio de 1985 se firmó el Acuerdo de Schengen y el 19 de junio de 1990, el Convenio de Aplicación. Los países contratantes son prevalecientemente miembros de la UE, pero también algunos que no lo son. Pertenecen al espacio Schengen también algunos territorios transoceánicos de los países miembros. 35 Chequia y ocho nuevos países miembros de la UE más (con la excepción de Chipre, Rumanía y Bulgaria) se integraron en el espacio Schengen el 21 de diciembre de 2007 en el marco del ampliado SIS I (Sistema de Información de Schengen). La fecha fue acordada en la reunión de los ministros de interior de la UE en Bruselas el 5 de diciembre de 2006 y se refiere a las fronteras terrestres y marítimas. Los controles en los aeropuertos desaparecieron tan sólo el 29 de marzo de 2008. Los acontecimientos más importantes de la presidencia checa en el Consejo de la Unión Europea (del 1 de enero hasta el 30 de junio de 2009) El 1 de enero: Eslovaquia se incorporó a la Unión Económica y Monetaria. Del 4 al 6 de enero: El Ministro de Asuntos Exteriores Karel Schwarzenberg dirigió la misión de la Troika comunitaria en el Oriente Próximo. En el mismo tiempo llevó negociaciones en la región el Presidente francés Nicolas Sarkozy. El 12 de enero: La presidencia checa convocó a Bruselas una reunión extraordinaria de los ministros de energética de los países de la UE. La Comisión Europea, Ucrania y Rusia firmaron un acuerdo sobre el monitoring de las entregas de gas. El 18 de enero: En la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij tuvo lugar la cumbre de los países europeos, Egipto y la Autoridad Nacional Palestina. El 1 de marzo: El tema principal de la primera cumbre (informal y extraordinaria) bajo la presidendia checa fue la crisis económica. Del 5 al 6 de marzo: En Praga se celebró la cumbre europea de regiones y ciudades. Del 19 al 20 de marzo: En la cumbre de la UE en Bruselas se acordó, entre otros, el aumento del fondo de crisis, la financiación de proyectos energéticos y la ayuda a los países en vía de desarrollo en la lucha con los cambios climáticos. El 24 de marzo: La Cámara de Diputados checa dio el voto de desconfianza al Gobierno de Mirek Topolánek (Partido Democrático Cívico). El 9 de abril el presidente de la Oficina Estadística Checa Jan Fischer fue nombrado nuevo primer ministro sin filiación política. El 30 de marzo: Los ministros de transportes de los países de la UE se pusieron de acuerdo sobre la reforma del transporte aéreo -el llamado cielo único-, que debió mejorar la seguridad del transporte aéreo y de la que se había negociado en la UE durante varios años. Los ministros aprobaron igualmente un acuerdo sobre «cielos abiertos» con Canadá. El 5 de abril: En la cumbre UE - EE UU celebrada en Praga tomaron parte el Presidente de EE UU Barack Obama y los jefes de los Estados o gobiernos de los 27 países miembros de la UE. MOZAIKA El 28 de abril: En Praga el primer ministro albanés Sali Berisha entregó oficialmente al premier Topolánek la solicitud de ingreso de su país en la UE. El 6 de mayo: En la cumbre UE – Canadá se negoció, entre otras cosas, sobre el ahondamiento de la cooperación económica entre la UE y Canadá confirmado por la firma de la Declaración sobre el Acuerdo Complejo de la Alianza Económica. El 7 de mayo: La cumbre de la UE con Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania inauguró oficialmente el proyecto de la Asociación Oriental; pero una serie de jefes fue ausente a la reunión. En Praga tuvo lugar la cumbre comunitaria sobre el empleo. El 8 de mayo: La cumbre Corredor Sur -una nueva Ruta de la Seda- buscó en Praga modos de cómo traer a la Unión Europea gas de la Asia Central. El Gobierno de Mirek Topolánek abandonó la presidencia de la UE; el Presidente Václav Klaus nombró el nuevo Gobierno presidido por Jan Fischer. Del 11 al 14 de mayo: En Praga negociaron representantes de los países miembros de la UE y del Grupo de Río (países de la América Latina). El 20 de mayo: En la cumbre UE – China a nivel de la llamada Troika celebrada en Praga Chequia fue representada por el Presidente Klaus; entre otras medidas se acordaron pasos concretos encaminados a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Del 21 al 22 de mayo: En Jabarovsk, en el Extremo Oriente ruso, se celebró la cumbre UE - Rusia a nivel de la Troika (presidida por Václav Klaus). El 23 de mayo: La cumbre UE – Corea del Sur a nivel de la Troika, celebrada en Seúl. Del 4 al 7 de junio: Las elecciones al Parlamento Europeo terminaron con una participación extremadamente baja del electorado (un 43,1%) y con el triunfo de los partidos del centro derecho. Del 18 al 19 de junio: La cumbre de la UE acordó garantías para Irlanda en cuanto al Acuerdo de Lisboa, respaldó a José Barroso para un nuevo mandato al frente de la Comisión Europea y aprobó la reforma del control del mercado financiero. Redacción redactado a base de fuentes de internet Los niños de la revolución 36 Son niños de la revolución. Nacieron en los años inmediatamente antes o después de la revolución de 1989, y aunque no lo pueden recordar, este acontecimiento sin duda ha influido en toda su vida. ¿Cómo ven la revolución de terciopelo los veinteañeros de hoy? Positivamente, dicho con una palabra. Los jóvenes que pasaron a lo sumo uno o dos años de su vida bajo el régimen comunista conciben su fin como uno de los cruciales momentos positivos de la historia moderna del país. «Para mí la revolución significa un hito crucial. Nací en un país democrático y aunque este hecho no me influyó mucho en mi calidad de niño pequeño, sí influyó profundamente la vida de mis padres que me criaron. Por ello la revolución significa mucho para mí, ya que cambió y facilitó sustancialmente la vida de mis padres,» hace constar Eva Hrušková, nacida en 1988, estudiante de geografía de Europa Central. Y no es la única que opina así. Los jóvenes de su misma edad suelen sentirlo de modo muy parecido. Se dan cuenta de que la vida que llevan no es la cosa más natural. Sus padres, por supuesto, cuando tenían la edad que ellos tienen ahora, vivían la juventud en una sociedad completamente distinta. Gracias a ello la actual generación joven puede tener una idea de cómo era la vida «bajo los comunistas». «Mis opiniones sobre la revolución y los tiempos antes de la revolución ciertamente están influidas ante todo por mi familia. Lo que mis abuelos y mi bisabuela me contaron sobre aquellos tiempos me impresionó mucho. Estoy segura de que nunca desearé la existencia del comunismo y no puedo imaginarme que algún día vivan en él mis hijos,» explica Petra Schwarzbachová, nacida en 1989, estudiante de la facultad de ciencias naturales. También Monika Čermáková, nacida el mismo año, estudiante de la facultad de informática y management, se interesa por las experiencias de sus padres. «De los documentos y las explicaciones escolares se entera uno más bien de los hechos generales y muchas veces repetidos, pero en cuanto al tiempo antes de y durante la revolución de terciopelo lo mejor es preguntar a alguien que se vio verdaderamente afectado por este acontecimiento,» dice Monika. Además, en la mayoría de las escuelas medias se dedica muy poca atención a la historia moderna 37 de nuestro país en comparación con otras épocas históricas. A pesar de que los alumnos mismos están de acuerdo en que hay que recordar los acontecimientos de los tiempos recientes. «No nos lo han enseñado, y es mucha lástima. No sé si se enseña hoy día en algunas escuelas, pero tengo la impresión de que los teenagers de hoy no saben casi nada sobre el pasado régimen y la revolución, y eso está mal,» se quejó el estudiante de politología Jan Mrákota, que nació en 1988. «Claro que en la facultad hemos aprendido algo sobre la revolución de terciopelo, pero creo que a la historia moderna no se dedica tanto tiempo como merece. Si queremos seguir siendo un país democrático debemos conocer un máximo de detalles de los tiempos del comunismo para tener verdaderas razones por qué impedir un eventual regreso suyo. En vez de ello se dedica una gran parte de la materia a la época prehistórica y a la Antigüedad. No digo que no sea una materia interesante, pero para nosotros no es tan importante,» opina Petra Schwarzbachová. Pedagogos que traten de proporcionar a los estudiantes conocimientos profundos sobre el pasado régimen son más bien una excepción. «En mi escuela secundaria se dedicó a este tema mucho tiempo, pero creo que fue más bien gracias a nuestro profesor que al programa de estudios. Fue precisamente él quien más influyó en mi opinión de la revolución de terciopelo, el régimen comunista y muchas cosas relacionadas. Tuvimos con él largas discusiones sobre el tema tanto en las clases de historia como fuera de ellas,» hace constar Petr Portych, de veinte años, estudiante de arquitectura y construcción. Los actuales veinteañeros nacieron en el tiempo en que fue naciendo también el nuevo régimen, y puede que sea precisamente esta circunstancia que mantiene en ellos la sensación de una especie de responsabilidad y suprime la indiferencia respecto de lo pasado. Nacieron en un tiempo de cambios políticos y sociales y quedan agradecidos por ello. Se alegran de las posibilidades que tienen y de su modo de vida; están conscientes de que, si hubieran nacido un poco antes, su vida sería distinta. «Mi generación difícilmente puede apreciar qué le ha quitado y qué le ha dado el cambio, porque no vivió en la era comunista. Pero hay cosas que se pueden constatar también sin una experiencia personal: el cambio nos ha dado la posi- bilidad de vivir en un país democrático,» dice Lukáš Dubský, de 23 años, estudiante de politología. «Si no hubiera pasado, ¿dónde estaríamos hoy? Aunque no lo he experimentado, creo que hay más posibilidades, la empresa, la industria, más libertad...,» resume Jiří Výborný, nacido en 1990, operador de una línea telefónica de información, los valores positivos de la revolución. Según los veinteañeros las mayores ventajas que ha traído la revolución es la democracia y la sociedad abierta, la pluralidad de opiniones y las posibilidades de estudios y de trabajo, la posibilidad de viajar libremente. «Si no nos gusta que no tengamos un iPhone o el último modelo de notebook que los padres estarán dis- puestos a comprarnos sólo en el caso de que nos inscribamos en uno de los miles de programas de estudios de bachiller en cualquier universidad del mundo, es, de hecho, increíblemente nimio en comparación con la situación en que uno no fue admitido en la universidad sólo porque su bisabuelo había sido propietario de una finca agrícola o una pequeña empresa,» señala Monika Čermáková. «La revolución nos ha traído la posibilidad de viajar, la economía de mercado, la prosperidad y crecimiento económicos, el libre acceso a informaciones, las elecciones libres. En cambio, a las personas con menos preparación profesional les puede haber quitado la seguridad de trabajo y ciertas seguridades sociales,» opina Jakub Jeřábek, de 22 años. Pero esto es más o menos todo lo que, según los veinteañeros, la revolución puede haber quitado a la gente. Ellos mismos no lo temen, ya que, como dicen, tienen más que suficientes posibilidades. «Todos los hombres son iguales en principio, pero esto no significa que a todos les vaya igual. Cada uno puede elegir qué estudiará, si prefiere aprender o trabajar,» señala Petra Schwarzbachová. «Y el que no quiera trabajar, que no esté sorprendido de que no tenga dinero para pasar con los niños las vacaciones en la costa, comprarse un coche u otros atrículos caros, pagar la hipoteca o el alquiler,» añade. Jan Smeták, de 23 años, que trabaja en el marketing, está convencido de que sólo la gente que teme la libertad está en contra de la revolución de terciopelo y el cambio de régimen. «Temen equivocarse en sus decisiones. Y más que temen, sienten un terror pánico. Éste, creo, no es el caso de mi generación,» añade. Vinieron al mundo en un tiempo de grandes cambios y quizás gracias a ello están plenamente conscientes de que su generación ha tenido suerte. Esperemos que querrán que la generación venidera tenga la misma suerte. Tereza Harbichová, 22 años 38