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Índice
El aniversario del Noviembre de 1989
palabras preliminares del Ministro de
Asuntos Exteriores de Chequia Jan Kohout
pp. 4–5
Editorial
Václav Havel (n. el 5 de octubre de 1936)
escritor y dramaturgo, uno de los primeros
portavoces
de la Carta 77, personaje dirigente
de los cambios políticos de noviembre de 1989,
último Presidente de Checoslovaquia
y primer Presidente de la República Checa
La Carta 77 y el movimiento de
disidencia
el historiador Milan Bárta mapea el origen
y la actividad de esta comunidad antirrégimen
pp. 6–9
Noviembre
ensayo abreviado de Antoine Marès, profesor de la Universidad de París I
Panthéon-Sorbonne del 17 de noviembre
de 2005
pp. 10–15
OF, el Foro Cívico
historia del movimiento político que surgió
como reacción a la brutal supresión de la
manifestación estudiantil de 1989
pp. 16–19
Fotogalería
la retirada del ejército soviético del territorio checoslovaco captada por el objetivo
de Karel Cudlín
pp. 20–21
En el transcurso del año 1989 fue cada vez más claro que el régimen comunista
en Checoslovaquia iba perdiendo el control absoluto, la seguridad de sí mismo
y los nervios. Cierto que la policía logró suprimir con fuerza las protestas del comienzo del año, pero ya no pudo hacer caso omiso de las decenas de miles de firmas bajo la petición Unas cuantas frases, entre las que se hallaban nombres bien
conocidos y respetados. En la Unión Soviética estaban transcurriendo cambios
políticos, en Polonia se habían llevado a cabo las primeras elecciones libres, la
oposición entró en el parlamento y el Gobierno. Hungría había abierto sus fronteras a los alemanes orientales. Cuanto más conservadora era la dirección política checoslovaca, tano más bruscos eran los cambios que llegaron después.
Aquellas pocas semanas que siguieron después de la brutal supresión de la manifestación estudiantil el 17 de noviembre y la fundación del Foro Cívico se unen
en mi memoria en una corriente ininterrumpida de acontecimientos fascinantes.
Eso no significa, sin embargo, que el régimen hubiera capitulado inmediatamente.
Pese a la euforia general eran días de mucha tensión y peligro, ya que el partido
comunista seguía teniendo en sus manos los instrumentos del poder. Sin embargo,
también gracias a la favorable situación internacional conseguimos en el transcurso del otoño de 1989 lo que en otros países duró meses o años. Lo que por la
mañana podía pareder un sueño irrealizable por la tarde era realidad y al anochecer era poco. Era un periodo de entusiasmo, solidaridad, altruismo y respeto
universales; yo agradezco al destino que me permitió estar en el centro de los
acontecimientos y participar en aquellos cambios históricos revolucionarios.
Praga, septiembre de 2009
Dos retratos de la Avenida Nacional
los retratos de Monika Pajerová y Šimon
Pánek, dos representantes del movimiento
estudiantil de la segunda mitad de los años
ochenta del siglo pasado
pp. 22–25
Cuál es nuestra aportación a la UE
una pregunta para cuatro personajes de la
actualidad checa sobre el tema de la inspiración de Chequia para la UE
pp. 26–29
Si Magor no existiera, tendríamos que
inventarle
retrato de Ivan Martin Jirous, portador del
Premio Literario Seifert e importante representante de la disidencia checa
pp. 30–33
Mosaico
de acontecimientos de los últimos veinte
años de la vida de Chequia
pp. 34–35
Los niños de la revolución
cómo viven los veinteañeros en Chequia
pp. 36–38
El Corazón de Europa se publica seis veces al año y aspira
a presentar en sus páginas una imagen de la vida de la
República Checa. Los artículos reflejan las opiniones de sus
autores que pueden no coincidir con la posición del Gobierno
checo. Las solicitudes de suscripción deben ir dirigidas a la
redacción de la revista.
Publicado por la editorial THEO en colaboración con el
Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa.
Dirección de la redacción:
J. Poppera 18, 530 06 Pardubice, Česká republika
Redactor jefe: Pavel Šmíd, Diseño: Jiří Sáva
Miembros del Consejo de Redacción: Libuše Bautzová,
Pavel Fischer, Vladimír Hulec, Robert Janás, Milan
Knížák, Martin Krafl, Eva Ocisková, Tomáš Pojar,
Jan Šilpoch, Petr Vágner, Petr Volf, Marek Skolil
Traducción: Instituto de Lenguas y Literaturas Románicas
de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad
Masaryk de Brno. Litografía/Imprenta: VČT Sezemice
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MK ČR E 6574
ISSN 1211–1406
Internet: http://www.theo.cz
E-mail del editor: [email protected]
Revista de la República Checa, Año XVI/2009, N0 5
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El aniversario
del Noviembre
de 1989
El más significativo hito positivo en la
historia moderna de nuestro país cae en
una fecha terminada en el nueve: el año
1989, el comienzo del camino hacia la libertad, el Estado democrático, la prosperidad surgiente de las bases de la economía de mercado. Conviene añadir acto
seguido que hace 70 años se encendió en
el viejo continente el más aniquilador incendio bélico en la historia de la humanidad. Por lo tanto, nuestro esfuerzo después de 1989 se concentra no sólo en que
ya no necesitemos temer la guerra fría,
sino en que al mismo tiempo hagamos
todo lo posible para que Europa ya no se
vea nunca amenazada por la pesadilla de
una guerra caliente. Y eso que sabemos
que en los años noventa del siglo pasado
no supimos evitarlas en los conflictos nacionales locales de los Balcanes, exactamente dicho, que no fuimos capaces de
suprimirlas a tiempo.
Cierto que la historia abunda en advertencias, pero nosotros ahora debemos
fijar toda nuestra atención en los momentos que las superan. Por ello estamos
pasando desde 1989 por una modernización renovadora universal. Hemos llevado a cabo una transformación sistemática, política y económica adaptando
ymejorando sus resultados con reformas
adicionales y prosiguiendo al mismo
tiempo -en los últimos cinco años como
participantes directos- en el desarrollo
del proyecto de la integración europea.
Todo esto sucede en el escenario de la
globalización mundial con sus cambios
inesperadamente rápidos y con sus ocasiones y riesgos.
Nuestras modernizaciones, transformaciones y reformas transcurren muchas
veces en relación mutua. Nuestra tarea es
aprovechar su interrelación para conseguir un efecto sinérgico productivo. Es
imposible imaginarse su alcance y su
previsibilidad sin un seguro anclaje de
nuestro país en el sistema se seguridad
y sin nuestro «regreso a Europa». Este
año recordamos el vigésimo aniversario
de los acontecimientos revolucionarios
del año 1989 y con esta ocasión quiero
destacar que hemos logrado cumplir con
los objetivos fundamentales establecidos
en el área de la política exterior. Y no los
cumplimos dando saltos aislados, sino
removiendo paciente y sistemáticamente
los viejos prejuicios y barreras. No hay
que olvidar que al principio el camino se
nos mostró como la meta, y actualmente
el camino hacia el allanamiento de los
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obstáculos y la superación de los problemas del mundo actual también es una
meta, no sólo para nosotros.
En nuestro camino hacia la integración
en la OTAN igual que después de la integración hemos dado pruebas de que en la
Alianza no esperamos sólo garantías de
nuestra seguridad, sino que estamos dispuestos a contribuir en el contexto global
a la estabilización de la seguridad en Europa. Recordemos en esta conexión la
participación de nuestros soldados en las
IFOR y SFOR en Bosnia en los años noventa, así como la actual presencia de
nuestros contingentes militares en Kosovo y Afganistán.
En el resumen de los éxitos de la política exterior checa no puede faltar la actuación de Chequia como miembro no
permanente del Consejo de Seguridad de
la ONU en 1994 y 1995. Nuestro segundo intento de integrarse, para el periodo de 2008 a 2009, en ese órgano de la
organización mundial que defiende la paz
y la seguridad es una prueba de que en la
política exterior, igual que en la vida, no
hay sólo momentos de éxito.
La actividad de más importancia
y prestigio de nuestra política exterior se
une con el periodo de la presidencia
checa en el Consejo de la UE en la primera mitad de este año. Hasta la actualidad estamos analizando y evaluando profundamente las experiencias yaleccionamientos del semestre en que presidimos
la UE. Aunque los pesimistas acentúan
los momentos de sorpresa en nuestra dirección de la UE, con el tiempo se van
destacando sus aportaciones. Mencionemos, a modo de ejemplo, las garantías legales para Irlanda que facilitaron a Dublín convocar el segundo referéndum
sobre el Acuerdo de Lisboa y que fueron
gestionadas precisamente por Chequia
durante su presidencia.
Jan Kohout
Ministro de Asuntos Exteriores
de la República Checa
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El Ministro de Asuntos Exteriores de Chequia Jan Kohout
El palacio Černín, edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Chequia
y el movimiento de disidencia
La Carta 77
Los hermanos Václav e Ivan Havel
saliendo de la Embajada de Canadá,
fotografía hecha por la policía secreta
(StB) que los vigilaba
Alena Hromádková, signataria
de la Carta 77
Jan Kozlík, uno de los
portavoces de la Carta 77
Zdenka Tominová, una de los
protavoces de la Carta 77
El año 1968, igual que la creación de
la República en 1918 y el golpe comunista en febrero de 1948, marcó un importante hito en la historia checoslovaca
del siglo veinte. El intento de una reforma
del socialismo designado como Primavera de Praga fue suprimido por la invasión de los ejércitos de cinco países del
Pacto de Varsovia en agosto de 1968. Tras
la invasión vino la llamada normalización
(a saber, el regreso a la situación «normal» reinante antes del año 1968). La
nueva dirección del partido comunista encabezada por Gustáv Husák se concentró
en la supresión de cualquier manifestación de oposición y desacuerdo con su
política absolutamente sometida a los intereses de Moscú. El régimen gobernante
procuró asegurar a los ciudadanos seguridades sociales y facilidades materiales y
conseguir así que renunciasen a la vida
pública y a protestas contra el régimen totalitario. Al mismo tiempo se renovaron
en los años setenta los procesos políticos
con los oponentes al régimen, a los que
se solía designar como disidentes. Por lo
tanto la poco numerosa oposición y la juventud que no estaba de acuerdo con la
línea política oficial y que aspiraba a manifestaciones de indepencia se concentró
en actividades apolíticas. La juventud fue
representada ante todo por grupos rock
cuya actuación, sin embargo, era limitada
o prohibida por las autoridades. A mediados del año 1976 los miembros del grupo
Plastic People of the Universe fueron citados ante el tribunal que los condenó por
haber utilizado palabras vulgares.
Contra el fallo protestaron destacados
intelectuales y representantes de la cultura. En 1975 Checoslovaquia firmó la
Declaración de Helsinki sobre la Seguridad y Cooperación en Europa que aseguraba los derechos humanos y ciudadanos.
Ex miembros del Partido Comunista de
Checoslovaquia (KSČ), destacados intelectuales no comunistas y miembros de
los círculos cristianos acordaron la creación de una comunidad abierta e informal que aspirara al respeto de los derechos humanos y ciudadanos anclados en
los acuerdos internacionales. Por supuesto, todo debía transcurrir en los límites del derecho checoslovaco que prohibía una oposición organizada.
La comunidad recibió el nombre de
Carta 77 según su primer documento fechado el 1 de enero de 1977, firmado por
242 personas y dirigido a los órganos
constitucionales. El texto de la Carta 77
fue elaborado en diciembre de 1976 y,
pese a los esfuerzos del Gobierno checoslovaco de impedirlo, publicado en los
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días del 6 y 7 de enero de 1977 en varios
periódicos occidentales (Le Monde,
Frankfurter Allgemeine Zeitung, The
Times y New York Times). En dicho documento los signatarios aplaudieron la
firma por el Gobierno checoslovaco de
los acuerdos internacionales sobre los derechos humanos y pidieron que estos derechos se respetasen de verdad en Checoslovaquia. Ante el público la Carta fue
representada siempre por tres portavoces
(uno de las filas cristianas, un ex miembro del KSČ y un representante de la cultura) elegidos por un año. Los primeros
portavoces eran el filósofo Jan Patočka,
el ex ministro de asuntos exteriores Jiří
Hájek y el dramaturgo Václav Havel. El
texto original de la Carta con las firmas
y señas de los primeros signatarios fue
confiscado por la policía secreta StB, que
acto seguido inició su persecución. El
poder comunista se vio confrontado con
el hecho de que en las formulaciones de
la Carta no se hallaba ni la menor violación de la ley; al contrario, la Carta llamaba a las autoridades supremas a respetar las leyes. El régimen gobernante no
pudo permitirse, pues, una persecución
judicial, especialmente debido a la situación internacional. Por lo tanto eligió el
camino de represiones extrajudiciales; en
primer lugar afectó a los signatarios existencialmente. Las personas que no trabajaban en profesiones obreras fueron casi
siempre despedidas del trabajo y no volvieron a hallar un empleo calificado. Los
signatarios eran privados de sus carnets
de conducir, se los instaba a emigrar o se
les quitaba la ciudadanía checoslovaca,
a sus hijos se les negaba la posibilidad de
estudiar en escuelas medias y superiores,
etc. Varios signatarios de la Carta fueron
condenados por otros delitos. Otros fueron obligados a cooperar con la StB proporcionándole datos sobre sus amigos
y conocidos. Además se inició una amplia campaña de propaganda y de presión. A la gente en las fábricas y oficinas
se la obligó a aprobar y firmar resoluciones en contra de la Carta. A finales de
enero de 1977 numerosos artistas reunidos en el Teatro Nacional fueron obligados a firmar ante los objetivos de las cámaras la llamada Anticarta, una
declaración contra la Carta. Este acto,
sin embargo, resultó contraproducente,
ya que sólo contribuyó a la información
de un amplio círculo de personas sobre
la existencia de la Carta. Hasta finales de
1977 firmaron la Carta más de 800 personas. La Carta 77 publicó una serie de
documentos que expresaban su actitud
respecto de serios problemas existentes
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en la sociedad de los que el régimen comunista se negaba a hablar (discriminación en escuelas, supresión de los derechos humanos, medio ambiente, libertad
religiosa, etc.).
La Carta estableció contactos con la
oposición de otros países del bloque
oriental y participó en la creación de una
red internacional de cooperación y solidaridad de los defensores de los derechos
ciudadanos y humanos en los países del
bloque soviético. Desarrolló asimismo
una gran actividad en discusiones y contactos con diversas organizaciones no gubernamentales y con grupos de los defensores de la paz en los países
occidentales. Los portavoces de la Carta
eran partners respetados en conversaciones con personajes extranjeros de altos
cargos que visitaban oficialmente Praga.
En el extranjero surgieron varias iniciativas en apoyo de la Carta 77. En el
mismo año 1977 se fundó en París el Comité Internacional en Apoyo de los Principios de la Carta 77 en Checoslovaquia.
Un año más tarde surgió en Estocolmo la
Fundación de la Carta 77.
El grupo de los cartistas más activos
creó en 1978 el Comité para la Protección de los Injustamente Perseguidos
(VONS). El Comité descubría y publicaba
todos los casos de persecución judicial
y policial por razones políticas que se
producían entonces en Checoslovaquia.
Ya el año siguiente diez miembros del
Comité fueron detenidos, cinco de ellos
condenados a 3-5 años de privación de libertad y los restantes cinco puestos en libertad medio año más tarde sin juicio.
Pese a todo la Carta 77 siguió limitada
a las filas de los intelectuales y en gran
medida aislada de la sociedad. Nunca
llegó a ser una oposición política: las propuestas de la elaboración de un propio
programa político fueron rechazadas, se
trataba de una libre comunidad que comprendía una amplia escala de personas,
obraba independientemente del poder gobernante asumiendo una actitud crítica
respecto de él, pero moviéndose en el terreno legal.
A caballo de los años setenta y ochenta
se activaron en Checoslovaquia también
científicos, artistas y otros intelectuales
influidos por las editoriales del exilio
(Listy, Svědectví, Index y otras), así como
por emisiones de radios extranjeras (Voz
de América, Deutsche Welle, BBC). Sin
embargo, a la sociedad la puso en movimiento tan sólo la llegada al poder de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética
a mediados de los años ochenta, su política de distensión internacional y la lla-
El filósofo francés Jacques Derrida, amigo de los
signatarios de la Carta 77, inmediatamente antes de
ser detenido por la StB el 30 de diciembre de 1981
Signatarios de la Carta 77 controlados por la policía el 23 de
octubre de 1979
Ivan Havel, hermano de Václav Havel, el 21 de
septiembre de 1983, fotografía hecha por la StB
Pavel Bratinka, físico nuclear y signatario de la Carta 77, fotografiado por la StB al caminar hacia la Embajada
de EE UU el 2 de diciembre de 1977
El doctor Zdeněk Pinc, signatario de la Carta 77, fotos hechas por la StB en 1978
Propuesta de vigilar a Zdenka
Tominová, redactada por la StB el 23 de
abril de 1980
mada perestroika. Estos cambios políticos se reflejaron también en la activación
del movimiento disidente y ciudadano
checo. A comienzos de 1987 la Carta publicó un documento con la ocasión del
décimo aniversario de su primera declaración invitando a los ciudadanos
a incorporarse al esfuerzo por un cambio
de la situación y la solución de los asuntos públicos. En la segunda mitad de los
años ochenta fue creciendo rápidamente
el número de grupos independientes que
se politizaron cada vez más (Iniciativa
Democrática, Movimiento por la libertad ciudadana - Demokratická iniciativa,
Hnutí za občanskou svobodu). En aquel
tiempo fue creciendo también el descontento de los ciudadanos con el régimen
causado ante todo por los problemas de
la economía estancada y la subsiguiente
reducción del nivel de vida, sobre todo
en comparación con los países de la Europa occidental. La dirección comunista
no estaba dispuesta ni era capaz de solucionar aquellos problemas ni de reaccionar ante ellos. El régimen rechazaba
cualquier reforma y se negaba a renunciar a cualquier parte del poder. A las
protestas reaccionó reforzando las represiones por parte de las fuerzas policiales;
con su ayuda intentó aislar a los representantes dirigentes de la oposión y la disidencia, desacreditarlos, provocar en los
grupos oposicionales una desconfianza
interior y descomponerlos desde adentro.
Los finales de los años ochenta fueron
marcados por una crisis del régimen comunista. Hasta el final de 1988 se formó
en Checoslovaquia una estructura de varias decenas de iniciativas independientes con contactos con el exilio político.
El número de estas iniciativas ciudadanas fue creciendo y sus programas se fueron politizando marcadamente. Eran
sobre todo los miembros jóvenes que
propagaban esta radicalización. Surgió
una oposición política que exigía cambios sistemáticos y la adhesión a la democracia y rechazaba el papel dirigente del
partido comunista. En esa constelación la
Carta 77 fue perdiendo poco a poco su
exclusividad, muchos protagonistas de la
Carta fueron activos en otras comunidades independientes, ante todo en el
Movimiento por la Libertad Ciudadana.
En octubre de 1988 el Movimiento
formuló un programa íntegro y lo publicó
en el manifiesto Democracia para todos
(Demokracie pro všechny). Gracias a manifestaciones y campañas de firmas esos
movimientos fueron penetrando cada
vez más en la conciencia pública. A la
crítica de la dirección política se unieron
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también los artistas y trabajadores culturales.
El 17 de noviembre de 1989 la policía
comunista suprimió brutalmente la manifestación estudiantil en el centro de
Praga. Los estudiantes recibieron inmediatamente el apoyo de casi toda la sociedad en cuyo frente su puso el recientemente creado Foro Cívico. En el
transcurso de unas pocas semanas desde
su fundación, el Foro Cívico se transformó en la fuerza política más importante del país. De los 18 signatarios de su
primera proclamación siete eran miembros de la Carta y su representante principal llegó a ser Václav Havel, uno del
primer trío de los portavoces de la Carta.
La mayor parte de los cartistas y de los
demás representantes de la disidencia se
puso al frente de las actividades de oposición y participó en las negociaciones
con el gobernante partido comunista
sobre la entrega no sangrienta del poder
que recibió el nombre de Revolución de
Terciopelo.
Desde enero de 1977 hasta enero de
1990 firmaron la Carta 1883 personas;
25 personas retiraron públicamente su
firma. La Carta publicó en total 572 documentos. Tras la caída del comunismo
una gran parte de los cartistas y de otros
disidentes fueron activos en los nuevamente creados partidos y movimientos
políticos. Václav Havel fue elegido Presidente checoslovaco. Después de alcanzar su meta, que fue el derrocamiento del
totalitarismo comunista, la Carta perdió
su significado. En el encuentro de los
portavoces de la Carta celebrado en
Praga el 3 de noviembre de 1992 se cerró
oficialmente su actividad. La Carta 77
y el movimiento de disidencia constituyeron la cumbre de la oposición anticomunista en Checoslovaquia en los años
setenta y ochenta del siglo veinte. A pesar
de que la Carta disponía de un programa
y de un número de miembros limitados
e intentaba de obrar dentro de los límites
de las leyes comunistas, en noviembre de
1989 sus representantes se pusieron al
frente de la lucha anticomunista, contribuyendo así sustancialmente a la caída
del régimen comunista en Checoslovaquia.
Milan Bárta
historiador
Fotos: Instituto para el Estudio
de Regímenes Totalitarios,
archivo de las fuerzas de seguridad
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Julius Tomin, filósofo y signatario de la Carta 77, foto hecha por la StB el 10 de junio de 1980
Ivan Dejmal, vigilado por la StB por haber preparado
conferencias filosóficas para los signatarios de la
Carta 77
El filósofo noruego Thorolf Rafto fue detenido por la
StB y expulsado a Berlín, el 1 de septiembre de 1979
En diciembre de 1989 el cartista Václav Havel fue elegido Presidente de Checoslovaquia,
foto: Bohdan Holomíček
Antoine Marès
Los estudiantes se despidieron de su colega Jan Opletal en el recinto universitario de Albertov
NOVIEMBRE
La huelga estudiantil en Praga en noviembre de 1989
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En la historia checa el mes de noviembre no es un mes venturoso. Cierto que el
17 de noviembre de 1925 es la fecha de nacimiento... de Charles Mackerras, uno
de los grandes «descubridores» de la música checa para las escenas mundiales,
pero por lo demás ese mes otoñal fue ante todo el escenario de dos catástrofes nacionales: de la batalla de la Montaña Blanca del 8 de noviembre de 1620, a veces
celebrada por los católicos como un triunfo de la Iglesia sobre los protestantes que
inició un periodo que la historiografía del s. XIX bautizó «Tinieblas»; y del choque
del 17 de noviembre de 1939 que vino después de los acuerdos de Múnich de septiembre de 1938 y de la ocupación nazi del 15 de marzo de 1939. Yo relacionaré
aquí esta tragedia con su quincuagésimo aniversario, el 17 de noviembre de 1989.
El 17 de noviembre de 1939
Amenazada por Alemania y abandonada por sus aliados occidentales, Checoslovaquia
se vio obligada a ceder en otoño de 1938 sus territorios fronterizos a Alemania, Hungría y Polonia. A partir de ese momento su existencia económica y militar fue precaria.
La ocupación por la Wehrmacht en la noche del 14 al 15 de marzo de 1939 no fue sino
la consecuencia lógica de la política hitleriana. El otro aspecto del problema era interno,
a saber, la disociación de los componentes nacionales de Checoslovaquia. En octubre
de 1938 Checoslovaquia se había federalizado, lo que fue el preludio de una escisión
más profunda y duradera iniciada por la proclamación del Estado Eslovaco el 14 de
marzo de 1939. Así nació el Protectorado de Bohemia y Moravia, según el modelo del
protectorado impuesto en 1881 por Francia al bey de Túnez; Eslovaquia conoció por
primera vez un simulacro de autonomía política.
Después de octubre de 1938 la opinión pública checa estaba desorientada: una parte
de los intelectuales renunció a toda la herencia de la Primera República y se preguntaba
si no había que reconsiderar los fundamentos ideológicos de la nación e incluso colaborar con Alemania, lo que echó una sombra duradera sobre la Segunda República. Después de marzo de 1939 ya no había dudas sobre Alemania, que había violado los compromisos adoptados en Múnich. La cuestión era saber si las estructuras checas del
Protectorado podían servir de escudo a la población. La parelela entre el mariscal Pétain y el Presidente Hácha es chocante, con la diferencia de que el jefe del gobierno
checo Alois Eliáš fue al mismo tiempo un gran resistente y lo pagó con la vida en 1942.
Pero, ¿hasta adónde debía llegar la colaboración con el objetivo de proteger a la nación? Era obvio que para ciertos grupos -militares desmovilizados, estudiantes, demócratas (sobre todo los socialistas nacionales y los socialistas, a veces también la gente
de la derecha)- la inacción era insoportable. Fueron surgiendo redes que no tardaron en
iniciar actividades en el servicio secreto o incluso en el sabotaje.
En este lugar cabe una observación: atañe al papel extraordinario que los aniversarios
juegan en la sociedad checa debido a la importancia de la historia en la identidad checa
y a la predisposición al recuerdo en la cultura nacional. En el espacio checo los aniversarios se suceden en otoño: el 28 de septiembre, el día de San Wenceslao (patrón del
país), el 28 de octubre, la creación de Checoslovaquia en 1918, el 8 de noviembre, la batalla de la Montaña Blanca en 1620; todas son fechas que recuerdan un pasado glorioso
o desgraciado.
1) El mes de octubre de 1939 fue, pues, en Praga un mes agitado. El 28 de octubre por
la tarde la muchedumbre afluye a la Plaza Wenceslao vociferando consignas y entonando canciones patrióticas, sin que al principio intervenga la policía. Luego,
sin embargo, las calles son vaciadas a la fuerza. El resultado de la represión es un
muerto, quince heridos graves y un centenar de heridos leves, de ellos una veintena
entre los policías.
2) Un estudiante, Jan Opletal, muere el 11 de noviembre a consecuencia de sus heridas. El entierro tiene lugar el 15 de noviembre: pese a la prohibición de manifestar unos 2500 hasta 3000 estudiantes, divididos en grupos de 300 a 400 personas,
manifiestan durante tres horas en las calles de la capital. Por todas partes hay fuerzas policiales. Cerca de la Facultad de Derecho se reúnen 150 manifestantes y cantan el himno nacional. Las unidades de las SS los atacan violentamente y la policía alemana detiene a quince de ellos. Al día siguiente, la dirección del Protectorado
es llamada a Berlín a una reunión con Himmler, Heydrich y Bormann: se decide
que por un alemán matado serán fusilados tres estudiantes y que se cerrarán todos
los establecimientos checos de enseñanza superior. El mismo día la Gestapo detiene
en Praga a seis miembros de la Unión de Estudiantes, los lleva a su sede y los somete a un interrogatorio.
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La libreta de estudios de Jan Opletal, estudiante de la Facultad de Medicina
de la Universidad Carolina y primera víctima estudiantil del terror nazi
El comienzo de las manifestaciones contra la ocupación alemana en la parte
inferior de la Plaza Wenceslao, el 28 de octubre de 1939
Estudiantes universitarios checos encarcelados en Sachsenhausen
trabajando en una cantera
La mañana del 21 de agosto de 1968 en la ciudad de
Trutnov, foto Bohdan Holomíček
Praga, el sitio en que Jan Palach se quemó vivo,
1969, foto Bohdan Holomíček
3) Nueve estudiantes efectivamente son fusilados en la cárcel de Ruzyně el 17 de noviembre por la mañana, sin proceso y sin juicio. Todas las residencias estudiantiles
son cercadas y ocupadas. 150 estudiantes, hijos de importantes personalidades, son
detenidos en sus domicilios. Aproximadamente el 8% de los estudiantes checos
son deportados al campo de Sachsenhausen-Oranienburg cerca de Berlín. Allí sufren la barbarie de los campos nazis, la humillación, las privaciones... Afortunadamente, la mayor parte de ellos regresan al Protectorado entre diciembre de 1942 y
marzo de 1943. Un cierto número logra escapar y pasar al Occidente. 26 estudiantes de Sachsenhausen murieron en los campos de concentración. Once fueron matados en la resistencia o la persecución; doce catedráticos y catorce profesores fueron ejecutados o murieron en los campos de concentración.
De este episodio resultan algunas cuestiones cruciales: ¿Qué hacer si estamos abandonados?
– La colaboración es marginal y no atañe más que a un pequeño grupo de la población, debido al tradicional antagonismo alemán-checo y al rechazo por parte de los
alemanes de cualquier tipo de colaboración con los checos
otro que económico.
– Las autoridades del Protectorado buscan un terreno de entendimiento con el ocupante sobre una base conservadora que, sin embargo, se radicaliza a partir de otoño
de 1941: se asiste a la retirada a la «pequeña patria», se dobla la espalda, se juega
por ganar el tiempo.
– Por la resistencia se decide una minoridad, como en todas partes: estudiantes, militares, políticos de la izquierda y patriotas. Pero, ¿qué precio están dispuestos a
pagar? La sociedad checa y los partidos clandestinos difieren en su opinión, especialmente después de las dramáticas consecuencias del asesinato de Heydrich en
mayo y junio de 1942.
¿Cuáles fueron las consecuencias y la memoria del 17 de noviembre de 1939? La represión dañó la imagen de Alemania y favoreció la propaganda extranjera en pro del restablecimiento de Checoslovaquia. En la práctica la decisión de cerrar las escuelas superiores checas resultó una catástrofe, una interrupción por más de cinco años de la
formación de las élites checas. Desde 1945 esa fecha se viene celebrando como un importante recuerdo de los sufrimientos de los checos bajo la barbarie nazi. El 17 de noviembre no tardó en convertirse en el Día Internacional del Estudiante.
Fuerzas de la policía en la Plaza Wenceslao, 1969, foto Dana Kyndrová
Václav Havel en una manifestación, foto Jan Šibík
El 17 de noviembre de 1989
El segundo 17 de noviembre histórico tuvo lugar cincuenta años más tarde. Estremecido por la perestroika, las dificultades económicas y el descrédito del régimen en el
transcurso de los años setenta y ochenta, el poder estatal fue puesto en duda cada vez
más por pequeños grupos: la Carta 77, el VONS, el Movimiento por la Libertad Ciudadana, el manifiesto del grupo Niños checos, la Iniciativa Democrática, el Comité Checoslovaco de Helsinki, el Club John Lennon, e incluso por movimientos de masas: peticiones por la libertad religiosa o por la puesta en libertad de Václav Havel, la
declaración Unas cuantas frases (Několik vět) firmada por 12 000 personas, peregrinajes, agrupaciones silenciosas en la Plaza Wenceslao que fueron creciendo después del
28 de octubre de 1988.
Por supuesto, ese año fue marcado por el contexto internacional y por la vecindad
polaco-húngara favorable a la resistencia, pero sobre todo por una creciente tensión en
el seno del partido comunista entre los partidarios de una línea dura y de la corriente reformadora; en consecuencia de ella el poder estatal osciló entre la represión brutal y los
indicios de distensión. Sin embargo, Checoslovaquia pertenecía a los países más duros
del bloque soviético. Puesto que todos los aniversarios históricos de 1988 pasaron sin
mayores perturbaciones, aunque los años terminados en 8 son de mucha importancia
para los checos (1618, 1648, 1848, 1918, 1938, 1948, 1968), hubo que esperar hasta
el 17 de noviembre de 1989 para poner en marcha el proceso de la liberalización.
El 17 de noviembre a las cuatro de la tarde parte de Albertov una manifestación autorizada en honor de Jan Opletal (15 000 estudiantes universitarios rápidamente reforzados con alumnos de Institutos). El desfile baja hacia el Vltava y sube por la Avenida
Nacional hacia la Plaza Wenceslao; antes de alcanzarla se ve violentamente atacado por
unidades de la policía. Los medios occidentales anuncian la muerte de un estudiante: la
información es errónea, pero surte su efecto psicológico. El 18 de noviembre entran en
huelga los teatros praguenses y el movimiento se extiende. El 19 de noviembre se funda
el Foro Cívico. Al día siguiente comienzan las manifestaciones masivas que no cesan
13
Los acontecimientos del noviembre de 1989 en Pardubice, foto Jan Adamec
El cardenal Tomášek bendiciendo a los praguenses desde el palacio
arzobispal de Praga, 1989, foto Pavel Štecha
hasta la retirada sucesiva de los comunistas del poder entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre: este día dimite el Presidente Gustáv Husák y el 29 de diciembre es reemplazado por
Václav Havel.
Ese 17 de noviembre ha provocado un buen número de interrogantes tanto sobre su origen
como sobre su organización, puesto que la manifestación fue infiltrada y controlada. De ello
surgió toda clase de rumores que, de hecho, son secundarios si se toma en cuenta lo que sucedió. Cierto que las investigaciones sobre el 17 de noviembre dejan algunas zonas en sombra,
pero de algún modo las diversas manipulaciones se han anulado mutuamente. Lo que queda
claro es que se confrontaron diferentes intenciones: algunos líderes estudiantiles pensaron servirse del cuadro legal (de la manifestación autorizada) para desestabilizar el régimen; ciertos
reformadores vieron en esa manifestación la ocasión de ejercer presión sobre los «duros» den-
La Avenida Nacional, el 17 de noviembre
de 1989, foto Jan Šilpoch
La Plaza Wenceslao, noviembre de 1989,
foto Jan Šibík
14
tro del partido; estos últimos, a su vez, quisieron aprovechar los excesos eventuales para
aumentar la represión. Lo importante es que fue precisamente esa manifestación lo que
abrió la puerta a la «revolución de terciopelo» y a la libertad 1.
Conclusión
Lo que llama la atención en los momentos cruciales de la historia checa es la juventud de los protagonistas y el papel particular de los estudiantes: durante el renacimiento
nacional en 1848, en los años 1880 y 1890. En 1918, Edvard Beneš asume el cargo de
Ministro de Asuntos Exteriores a la edad de 34 años; entre 1945 y 1948 los jóvenes entusiastas toman parte en la toma de poder de los comunistas, aunque los hay también en
la oposición: los estudiantes eran el único grupo social que en febrero de 1948 manifestó
contra los comunistas y en pro de la resistencia anticomunista; desde 1966 vuelven a organizar protestas que culminan en 1968; en 1988-1989 su actuación pone en marcha el
proceso de la liberación.
Los estudiantes no arrastran tras sí el peso de una historia personal que frene su disposición a comprometerse. En todas partes la juventud es más radical que las personas
mayores y se afirma en la oposición. Sin embargo, la importancia del estudiantado se
debe también al lugar específico que la cultura ocupa en el espacio checo. Y la enseñanza
superior es una especie de matriz de ese mundo intelectual. Como el hombre de cultura
a menudo hizo también el papel de hombre político (Komenský, Palacký, Masaryk),
también el estudiante llega a ser un personaje político. Y pese a la unificación comunista
los estudiantes fueron los primeros que trataron de liberarse de ella. Este modelo histórico, ¿tendrá una continuación? Aquí surge la cuestión de la juventud estudiantil de hoy
y de su voluntad de construir la sociedad por encima de sus preocupaciones estrictamente individuales. Jan Palach, el estudiante que en 1969 se quemó vivo en protesta contra la ocupación soviética, ¿es pues un icono obsoleto? ¿Desean los estudiantes algún
modelo de la sociedad? No es una cosa sencilla, pero en la política lo decisivo es la voluntad. Hace falta que la sociedad esté consciente de ello y que sus dirigentes estén a la
altura del juego y no sacrifiquen el futuro, es decir, la enseñanza y la investigación.
Antoine Marès, profesor de la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne, el 17 de
noviembre de 2005
Las fotos del año 1939 del archivo del doctor Zdeněk Pousta
Misako Kanajama Krouská
1/ Véase Sto studentských revolucí (Lidové noviny,
1999, por Milan Otáhal y Miroslav Vaněk) y Jiří Suk,
Labyrintem revoluce (Prostor, 2003).
Praga, noviembre de 1989, foto Karel Cudlín
15
OF – el FORO CIVICO
El Foro Cívico (Občanské fórum, OF)
es uno de los sujetos políticos que a finales de los años ochenta del siglo pasado
se pusieron al frente de los procesos encaminados hacia una transformación de
los países comunistas de la Europa Central. Igual que el Público contra la Violencia (Verejnosť proti násiliu, VPN) en
Eslovaquia, Solidarność en Polonia o Sajudis en Lituania, el OF era un amplio
movimiento político que reunía diferentes corrientes políticas que, sin embargo,
compartían el mismo objetivo: la democratización de Checoslovaquia. Esto
constituyó en la primera fase de la transformación de los sistemas el factor clave
del éxito de esos movimientos, pero en los
años siguientes fue, al contrario, una de
las principales causas de su desmembramiento.
El Foro Cívico surgió como reacción a la
intervención policial contra la manifestación estudiantil del 17 de noviembre de
1989 concebida originalmente como un recuerdo piadoso de Jan Opletal y de las víctimas de la agresión nazi contra los estudiantes universitarios checos en noviembre
de 1939. La brutal supresión de la manifestación estudiantil movilizó al público checoslovaco a actos dirigidos contra el régimen activando al mismo tiempo a los
disidentes como actores de negociaciones
políticas.
El domingo 19 de noviembre de 1989 se
reunieron en el Činoherní klub unas 300
personas tanto de diferentes agrupaciones
disidentes como de las estructuras oficiales.
La composición misma del público presente señalaba que la organización naciente
sería un movimiento amplio, no ideológico
y de opiniones heterogéneas. Entre los fundadores figuraban, además de Václav
Havel, sus colegas de la Carta 77 Jan Ruml
y Alexandr Vondra, la abogado defensora
de los disidentes Dagmar Burešová, el publicista Jan Urban, los escritores Jan Křižan
y Petr Oslzlý, los actores Petr Čepek y
Milan Kňažko, el sacerdote Václav Malý, el
economista del Instituto de Análisis Václav
Klaus, el ecólogo Josef Vavroušek, el político de orientación socialdemócrata Rudolf
Battěk. De importancia era la corriente de
los antiguos comunistas reformistas del año
1968 que después de la llegada de la normalización se convirtieron en disidentes,
como Jiří Dienstbier, Zdeněk Jičínský o
Petr Pithart. Gracias al papel unificador del
Foro se integraron en él también agrupaciones que habían surgido fuera de él (la
Alianza Democrática Cívica, por ejemplo).
Al principio de su existencia el Foro Cívico formuló cuatro puntos principales con
los que más tarde entró en negociaciones
oficiales. En primer lugar pidió la dimisión
de todos los representantes del partido comunista relacionados con los preparativos
de la intervención de los ejércitos del Pacto
de Varsovia en agosto de 1968 y consecuentemente «responsables de la devastación de todos los sectores de la vida social
en nuestro país». El OF llamó a la dimisión
igualmente a los representantes políticos
responsables de la intervención contra los
estudiantes en noviembre de 1989 igual que
de las intervenciones durante las manifestaciones anteriores. El tercer punto fue el
reclamo de establecer una comisión independiente para la investigación de las intervenciones mencionadas. En el último punto
el OF pidió la liberación de los presos políticos incluyendo a las personas detenidas
en relación con los acontecimientos del 17
de noviembre de 1989.
El documento programático fundamental Qué queremos: los principios programáticos del Foro Cívico fue publicado el 26
de noviembre de 1989. El documento
consta de un preámbulo, en que el OF hizo
constar que Checoslovaquia había caído en
una «profunda crisis moral, espiritual, ecológica, social, económica y política», y de
siete capítulos. Están dedicados al derecho
y al aseguramiento de libertades y derechos
ciudadanos (1), al sistema político y su democratización, así como a una competición
política libre e igual (2), a la política exterior con acento en el proceso de la integración europea (3), a los problemas económicos, encabezados por el requisito de
«romper la actual posición de monopolio
de las grandes empresas y crear una auténtica competición» (4), a la justicia social
(5), al medio ambiente (6) y a la enseñanza,
la ciencia y la cultura en un sentido más
amplio, incluyendo la sociedad ciudadana
con acento en la desideologización y la desestatización (7).
Con éstos y otros requisitos más, especialmente personales, el OF junto con el
VPN inició el 26 de noviembre de 1989 una
serie de negociaciones oficiales con los representantes del régimen comunista. En
estas negociaciones la oposición representada por las agrupaciones mencionadas consiguió varios éxitos: la reconstrucción de los
gobiernos y los cuerpos legislativos, modificaciones de los artículos más ideológicos
de la Constitución, pasos encaminados
hacia la introducción del pluralismo político. Consiguió también la liberación de una
serie de presos políticos. Paralelamente con
estos pasos oficiales el OF organizó una
serie de actos públicos cuya intensidad alcanzó dimensiones inusitadas. Fue también
gracias a la actividad y la movilización de
las amplias masas que la dirección del gobierno y del partido comunista fue llegando
bajo una enorme presión viéndose obligada
a ceder a la oposición en muchos asuntos.
16
El logotipo del Foro Cívico
Václav Havel y Jiří Dienstbier en el Castillo de Praga, febrero de 1990, foto Bohdan Holomíček
17
Praga, 1989, foto Bohdan Holomíček
asuntos sociales. También en el gobierno
checo el OF ocupó algunos puestos claves:
entre los cinco ministros miembros del OF
figuraban la ministra de justicia (Dagmar
Burešová), el ministro de salud pública
(Pavel Klener) y la ministra de comercio y
turismo (Vlasta Štěpová). En febrero de
1990, tras la resignación del premier František Pitra, el OF ocupó también este cargo:
el nuevo primer ministro fue Petr Pithart.
En la campaña electoral el OF jugó indiscutiblemente el papel de favorito. Gozaba de gran popularidad entre la población,
lo que se debía en gran parte a la presencia
de numerosas corrientes de opiniones dentro del movimiento. El Foro procuró aprovechar el desprestigio de los partidos políticos estrechamente relacionados con el
Václav Havel en la plaza mayor de Trutnov, 1989,
foto Bohdan Holomíček
En las negociaciones con los dirigentes
del régimen comunista el OF y el VPN consiguieron su representación en los llamados
gobiernos de entendimiento nacional, que
se constituyeron a principios de diciembre
a nivel federal y a nivel de las dos repúblicas, la checa y la eslovaca. De estos gobiernos formaban parte tanto representantes del Frente Nacional (una agrupación de
partidos políticos y organizaciones sociales
de Checoslovaquia entre 1945 y 1990),
como representantes de los movimientos
recientemente creados. En el gobierno federal el OF y el VPN tenían seis miembros.
Del OF eran, entre otros, Jiří Dienstbier
como ministro de asuntos exteriores, Václav Klaus como ministro de hacienda y
Petr Miller como ministro de trabajo y
Partido Comunista de Checoslovaquia
(KSČ); por ello una de sus consignas principales de la campaña rezaba que «los partidos son para sus miembros, el Foro Cívico
es para todos». Pese a ello el OF no supo
evitar ciertos aspectos de la política de partidos, ya que bajo su nombre se presentaron
para las elecciones catorce partidos políticos que habían surgido fuera de su marco.
En las elecciones de 1990 el Foro triunfó
rotundamente, resultando la fuerza principal en todos los cuerpos legislativos a nivel
federal y checo y naturalmente también en
los gobiernos constituidos después de las
elecciones. A nivel federal se creó una coalición gubernamental del OF, VNP y KDH
(Movimiento Cristiano Demócrata) y a nivel checo, un gobierno compuesto del OF,
KDU (Unión Cristiano Demócrata)
y HSD-SMS (Movimiento Democrático
Autónomo para Moravia y Silesia); en
ambos gobiernos el Foro disponía de una
cómoda mayoría de puestos.
Sin embargo, el triunfo del OF en las primeras elecciones libres y la toma de la responsabilidad por el futuro desarrollo del
país fue el comienzo del fin de este movimiento. Se mostró que al conseguir el
triunfo electoral se ha perdido el vínculo
que había mantenido unidas las diversas corrientes dentro del Foro. La necesidad de
iniciar una radical reforma económica y social naturalmente acentuó las diferencias
existentes entre las fracciones liberal con-
18
servadoras, orientadas más bien hacia la derecha, y los grupos de la izquierda y la socialdemocracia.
La existencia de corrientes diferentes se
manifestó también en el hecho de que sólo
medio año después de las elecciones los diputados elegidos en la lista de candidatos
del OF formaron varios clubes de diputados, sentando así la base de la futura formación de un sistema estándar de partidos.
Este hecho se reflejó también en la estructura interna del OF, en que surgieron dos
corrientes principales: la corriente conservadora de la derecha, dirigida por Václav
Klaus, que defendió la transformación del
Foro en un partido político estándar, y la
corriente liberal del centro, dirigida por Jiří
Dienstbier, que abogó por la conservación
de una estructura más libre y amplia del OF.
En el congreso del Foro celebrado en octubre de 1990 se mostró claramente cuál de
las corrientes predominaba. En la elección
del presidente triunfó Václav Klaus sobre
Martin Palouš; esta elección predestinó
hasta cierto punto el destino del OF. Además, en octubre fueron excluidos del Foro
dos movimientos de la izquierda -la Alternativa Izquierda (Levá alternativa) y la Resurrección (Obroda)-, lo que se consideró
una victoria de la corriente de Klaus.
El final definitivo del Foro Cívico unido
vino en el congreso del 23 de febrero de
1991. Václav Klaus transformó el Club In-
terparlamentario de la Derecha Democrática (Meziparlamentní klub demokratické
pravice) en el Partido Democrático Cívico
(Občanská demokratická strana, ODS), Jiří
Dienstbier, a su vez, constituyó el Movimiento Cívico (Občanské hnutí, OH).
Ambos partidos siguieron siendo socios en
la coalición gubernamental, tanto a nivel federal como al nacional. Sin embargo, el
desmembramiento del OF afectó también
otros partidos en el surgiente sistema de
partidos políticos. Algunos sujetos que habían existido dentro del OF se independizaron (la Alianza Democrática Cívica –
Občanská demokratická aliance, ODA), algunos partidos de fuera sacaron provecho
de la llegada de antiguos miembros del OF;
éste fue el caso, por ejemplo, de la entonces
extraparlamentaria Socialdemocracia Checoslovaca.
El Foro Cívico tuvo, pues, un gran mérito no sólo en la transición a la democracia, sino también en la edificación de los
fundamentos del sistema de partidos políticos. Su continuador directo es el ODS, el
mayor partido de la derecha en la Chequia
actual, y el indirecto, la Socialdemocracia
(ČSSD), el mayor partido de la izquierda.
Petr Just
Universidad Metropolitana de Praga,
sociedad de provecho general
De izquierda: Michal Sedláček, Václav Klaus, Rita Klímová, Jiří Dienstbier y Monika Pajerová
19
Selección del documento fotográfico de Karel Cudlín sobre la retirada del ejército soviético
de Checoslovaquia llevada a cabo entre el 31 de mayo de 1990 y el 30 de junio de 1991
«El movimiento estudiantil que se fue
formando desde mediados de los años
ochenta tenía una estructura interesante.
Constaba de dos corrientes: una se constituyó en torno a las revistas estudiantiles y el
Centro estudiantil de prensa e información (Studentské tiskové a informační
středisko, STIS), donde se perfiló, por
ejemplo, Martin Mejstřík y nosotros, los
demás redactores, y la segunda era el movimiento estudiantil llamado STUHA bajo
la dirección de Šimon Pánek, por ejemplo;
era un ambiente de verdadera conspiración
que no publicaba, por supuesto, pero iba
creando una red muy eficaz de contactos en
las universidades. Cuando las dos corrientes se unieron gracias a Jiří Dienstbier hijo,
Marek Benda, Pavel Žáček y otros, surgió
una red increíblemente bien elaborada de
futuros comités de huelga en las diferentes
facultades, que sorprendió incluso a nosotros mismos por la rapidez de su acción
y su profesionalidad. Habrá sido por ironía
del destino que la manifestación del 17 de
noviembre de 1989 fue sólo uno de los actos
que estábamos preparando juntos; a los
restantes se los llevó la avalancha de los
cambios después de la intervención en la
Avenida Nacional.»
Monika MacDonagh-Pajerová, diplomática, profesora universitaria, nacida en
Janov cerca de Děčín el 8 de enero de 1966,
es una de las destacadas personalidades de
la generación de estudiantes que en la segunda mitad de los años ochenta lograron
crear dentro de la Unión Socialista de la Juventud (Socialistický svaz mládeže, SSM)
gérmenes de un movimiento estudiantil
Monika Pajerová, 1989
Dos retratos
de la Avenida Nacional
22
libre. Como estudiante de la filología moderna en la Facultad de Letras de la Universidad Carolina contribuyó a revistas estudiantiles (especialmente la Situace y la
Kavárna A.F.F.A.), moderó encuentros en el
Club de Discusiones en Novotného lávka en
Praga y fue miembro de la dirección del
Centro Estudiantil de Prensa e Informaciones, que llegó a ser un centro de encuentros,
discusiones e intercambios de informaciones
entre las redacciones de revistas estudiantiles
universitarias. «Fundamos el STIS donde los
jueves se reunían los redactores y sus colegas amigos. Allí decidíamos quién publicaría qué materiales, qué exposición se prepararía; allí invitábamos a personas que no
debían existir: de la Carta 77, del VONS, de
la Corporación Pacífica Independiente (Nezávislé mírové sdružení). Allí firmamos Unas
cuantas frases y allí, finalmente, fuimos
preparando la manifestación del 17 de noviembre.»
La manifestación con la ocasión del Día
Internacional del Estudiante, autorizada oficialmente, fue inaugurada con el discurso
de Monika Pajerová: «... Hace poco he encontrado mi discurso de Albertov. Fue una
intervención muy moderada sobre el diálogo, aproximadamente en el sentido de que
había más cosas que nos unían que aquéllas que nos separaban.» Sin embargo, la
brutal intervención de la policía contra los
estudiantes en la Avenida Nacional hizo imposible cualquier diálogo. La acción provocó la reacción. En los agitados días en
que se iba hundiendo la dictadura comunista Monika Pajerová organizó el comité
de huelga de la Facultad de Letras, luego
fue portavoz de prensa del Comité Coordinador de Prensa de las Escuelas Superiores
y finalmente se incorporó a las actividades
del Foro Cívico en que, entre otras cosas,
abogó por la elección de Václav Havel como
Presidente. «En el OF ya no éramos una
fuerza independiente, allí nuestro movimiento se desvaneció, y creo que fue bien
así. Una de las cosas en que el movimiento
estudiantil no se había equivocado en 1989
era que había que ser más intransigentes
con los comunistas. Pero por fin siempre me
digo que lo principal a que aspiramos lo
hemos logrado.»
Después de 1989 Monika Pajerová terminó
con éxito los estudios de filología y durante
diez años trabajó en el servicio diplomático
en los cargos de agregada cultural de la Embajada checa de París, administradora del comité cultural del Consejo de Europa en Estrasburgo y jefa de la sección de prensa
y portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Después de 2000 asistió a la fundación
de dos partidos políticos. Desde 2002 preside
la iniciativa ciudadana SÍ para Europa (ANO
pro Evropu), que se dedica a las cuestiones
23
Šimon Pánek, 1997
de nuestra presencia en la UE, y enseña en la
praguense New York University. El 24 de septiembre de 2008 en el palacio Buquoy de
Praga fueron otorgadas solemnemente a la
doctora Monika MacDonagh-Pajerová las insignias de caballero del Ordre National du
Mérite. Esta importante orden francesa le fue
entregada por Su Excelencia Charles Fries,
Embajador de Francia en Chequia. Monika
Pajerová es autora o coautora de los libros
Los estudiantes escribieron la revolución
(Studenti psali revoluci), Nuevas ideas en la
ciencia y el arte (Nové ideje ve vědě a umění),
El retrato de la sociedad checa en los umbrales de Europa (Portrét české společnosti
na prahu Evropy), La democracia en Europa
(Demokracie v Evropě) y Los europeos escribiendo sobre Europa (Evropané píší o Evropě). Está casada con Peter MacDonagh
y tiene la hija Emma de veinte años y el hijo
Tomík de cuatro.
www.anoproevropu.cz
«En mi vida no se me hubiera occurido
que aquella única manifestación del 17 de
noviembre provocara la huelga y fuera el
catalizador del fin del régimen. Todos creíamos que estábamos iniciando un periodo
de varios años de actividad ilegal que posiblemente surtiera efecto, puesto que, de
esto ya estábamos conscientes, una cierta
fuerza estudiantil era nueva e interesante.
A nadie se le occurió que, dicho con alguna
exageración, el primer acto organizado por
el movimiento estudiantil STUHA (Studentské hnutí) sería al mismo tiempo el último.»
Šimon Pánek, fundador y durante muchos años director de la organización humanitaria Hombre en apuros (Člověk v tísni),
nació en Praga el 27 de diciembre de 1967.
Como estudiante de biología de la Facultad
de Ciencias de la Universidad Carolina participó en la creación de una red de organiza-
Sí para Europa, Foro Energético, Praga, foto Alan Pajer
La galerista y mecenas de arte Meda Mládková con Monika Pajerová, Praga 2009
La Plaza Wenceslao, noviembre de 1989
dores y enlaces entre las universidades. En
los agitados días del fin del año 1989 fue uno
de los dirigentes de la huelga estudiantil en
las universidades. Participó en la organización de la huelga y las manifestaciones y representó a los estudiantes en algunas negociaciones con los representantes del régimen
comunista que se estaba hundiendo. Fue
miembro del equipo especial de Václav
Havel que llevó negociaciones sobre la entrega del poder, la creación de un nuevo gobierno democrático, la reconstrucción del
parlamento y la elección de un nuevo Presidente. «A nosotros, y me refiero al Foro Cívico cuya parte integrante formábamos los
estudiantes, nos cogió desprevenidos la rapidez con que los comunistas resignaban.
Aquello al fin no fue una revolución, simplemente fue la ocupación de un espacio libre.»
A los veintidós años fue candidato del OF
en las primeras elecciones parlamentarias libres; figuraba en la lista de los candidatos de
Moravia de Norte en un lugar no elegible.
«Tenía bastantes votos de preferencia, esto
me empujó hacia adelante y fui elegido. Renuncié al mandato, nunca llegué a político.»
Šimon Pánek, sin embargo, siempre se ha
interesado por asuntos públicos y por lo que
pasaba cerca de él. Desde muy joven pasó
mucho tiempo viajando. En 1988 junto con
un grupo de amigos organizó una colecta de
ayuda a las víctimas del terremoto en Armenia. Fue el primer acto humanitario después
de muchos decenios y tuvo mucho éxito: se
reunieron más de 80 toneladas de materiales.
En 1992 fundó con Jaromír Štětina el
equipo humanitario de periodistas Epicentrum bajo el patrocinio del periódico Lidové
noviny. El Epicentrum lanzó una colecta de
ayuda a los habitantes de Nagorno Karabaj.
Llevó a la región camiones con la ayuda y regresó con testimonios de la guerra.
En 1994 la fundación halló un socio más
fuerte y creó la sociedad Hombre en apuros de
Con la hija y hermana Kateřina Jacques en la
Avenida Nacional, en el lugar de la represión de la
manifestación estudiantil
24
la Televisión checa. Desde 2007 la orgnización se presenta como independiente sólo
con el nombre Hombre en apuros. «Sin embargo, sigue trayendo testimonios de regiones en crisis. Ésta es hasta ahora una fuerte
componente de las actividades de Hombre
en apuros y uno de los aspectos por los que
difiere de organizaciones parecidas en el
país y el mundo,» dice Šimon Pánek de la organización humanitaria que en los 17 años
de su existencia ha llegado a ser una de las
más grandes en Europa Central.
Šimon Pánek ha unido la mayor parte de
su vida profesional con la ayuda humanitaria
y de desarrollo y con la sociedad Hombre en
apuros. Pero hay algunas excepciones:
actuó, por ejemplo, en la película Corpus delicti de Irena Pavlásková del año 1990. Es
cofundador de la compañía Chronos Film
que produce películas con el tema de los derechos humanos para la Televisión Checa.
Durante dos años trabajó en la oficina del
Presidente Václav Havel de experto para la
problemática de los derechos humanos.
Šimon Pánek se autocaracteriza como una
persona dirigente complicada pero humana,
impaciente a veces, pero perseverante. Tiene
en mucha estima el trabajo de sus colegas en
el equipo de Hombre en apuros que cuenta
doscientos miembros. Igualmente aprecia la
confianza y el apoyo de la gente a las actividades de Hombre en apuros. Fue galardonado con el premio El europeo del año, la
revista Time Magazine le mencionó entre los
50 personajes de Europa y en 2002 el Presidente Václav Havel le otorgó la orden estatal
por méritos en los asuntos públicos.
www.peopleinneed.cz
Šimon Pánek en su viaje a Afganistán en 2007, foto archivo de la Fundación
En 1995 Šimon Pánek acompañó al Presidente Václav Havel a Bosna y Herzegovina, foto archivo de la
Fundación
A finales de 1992 Hombre en apuros comenzó a suministrar ayuda humanitaria a la Bosna y Herzegovina
devastada por la guerra, foto archivo de la Fundación
25
Cuál es nuestra
aportación a la UE
¿Cuál es nuestra aportación a la UE: con qué podemos contribuir,
con qué dirigirnos a los demás, con qué enriquecer la comunidad
de las naciones europeas?
Con esta pregunta nos hemos dirigido a cuatro destacados personajes
de la actualidad checa.
Prof. PhDr. Josef Jařab, CSc., dr.h.c.
(nacido el 26 de julio de 1937), anglicista
checo, historiador y teórico literario, traductor y ex senador.
En la primavera de este año di conferencias en los Estados Unidos y tuve la intensa
sensación de entregar a alguien cosas nuevas, interesantes y útiles. En cartas personales los estudiantes me dieron las gracias
por lo que habían aprendido de la lectura
de tales libros como La broma de Milan
Kundera, la narración El saxofón bajo de
Josef Škvorecký y los ensayos de Václav
Havel, especialmente El poder de los sin
poder. Escribían que sólo después de haber
leído esos textos y haberlos discutido en las
clases se dieron cuenta plenamente del precio de la libertad y del verdadero valor de
la democracia, de lo privilegiada que era
la juventud que ellos mismos estaban viviendo. Registré reacciones parecidas también en un grupo de estudiantes europeos
en un curso del programa ERASMUS llamado «Euroculture». Las reacciones venían naturalmente sobre todo de participantes de países de la Europa Occidental,
pero tuve que darme cuenta de que tampoco para muchos bachilleres del antiguo
imperio soviético (incluso de nuestro país
y de Eslovaquia) la experiencia histórica
con la ideología comunista y los regímenes
totalitarios no era más que un corto capítulo en las clases de historia.
Con ello quiero decir que lo más útil que
podemos ofrecer a la parte más feliz de Europa y al mundo en general es nuestra experiencia histórica con una libertad limitada, con utopias desacertadas, con
condiciones que impiden a individuos realizarse en la vida de acuerdo con su talento
y sus sueños. Para «vender» bien nuestra
experiencia histórica de los años de la guerra y los decenios de la posguerra y nuestras admoniciones no basta con propagar
un antifascismo y un anticomunismo primitivos. Tan sólo testimonios fundados y humanísticamente motivados, especialmente
testimonios literarios, constituyen argumentos convincentes. Fue precisamente el
arte, y la cultura en general, lo que en los
tiempos de aislamiento detrás del telón de
acero nos proporcionó la sensación de la
unión con el mundo libre, aunque política
y económicamente habíamos sido brutalmente separados de él. Por lo tanto, después de la nueva unión con Europa no debemos olvidarnos del potencial de
acercamiento de las musas. El espacio europeo común de enseñanza, investigación
y cultura en general que se va formando nos
ofrece un sinnúmero de oportunidades de
ello. Debemos entrar en este espacio activamente y participar en sus obras.
26
PhDr. Jiřina Šiklová, CSc. (nacida el 17
de junio de 1935), socióloga y publicista
checa.
A Europa podemos contribuir con nuestra experiencia de un país y una nación que
a pesar de que en el último siglo había sufrido dos veces bajo la hegemonía de un
país extranjero y de dos regímenes totalitarios supo renovar su régimen y volver
a aceptar el sistema democrático. Dos
veces logramos abrirnos paso en la Europa
Central: la primera vez después de 1918
y la segunda después de 1989. Hemos conseguido conservar no sólo la lengua checa,
sino también la cultura y la propia creación
artística, de cine y de teatro. Nuestros autores son autores mundiales. No somos perfectos, pero nuestro ejemplo y nuestra experiencia de que la democracia es
renovable aunque dos generaciones no la
hayan vivido son seguramente apreciables.
Deseo a Europa como continente y a la
Unión Europea como comunidad de países
que nunca necesite de nuestras experiencias. Y si a pesar de todo Europa se hallara
en una situación parecida, creo que nuestra
nación serviría de ejemplo de que es posible limitar, doblar, atar a la gente, pero no
sojuzgarla por un tiempo demasiado largo.
27
Petruška Šustrová
(nacida el 18 de mayo de 1947), disidente
checa, publicista y traductora del inglés y
el polaco.
Hay momentos en que es difícil dar consejos. Como ahora, en una semana de septiembre llena de grandes vuelcos en la escena política checa, al tratar de contestar
sinceramente la pregunta: ¿con qué puede
nuestro país contribuir a Europa? Automáticamente se le ocurren a uno respuestas
pertenecientes más bien al humor negro:
por ejemplo, que podemos servir como escarmiento. O que pueden organizarse excursiones a nuestro país para que se diviertan los europeos. Pero el hombre
decente sabe que pájaro mal nacido es el
que se ensucia en el nido, y por ello trataré
de hacer caso omiso de los acontecimientos
actuales y reflexionar en un horizonte de
tiempo más largo: en cuestiones serias no
es bueno dejarse llevar por indignación
y asombro ante lo que acaba de pasar.
Para poder contestar la pregunta con
qué podemos enriquecer la comunidad de
las naciones europeas debemos preguntarnos a nosotros mismos con qué diferimos
de las demás naciones europeas: seguramente no sería útil querer inculcar la precisión a los alemanes, la galantería a los
franceses o el arte de cocinar a los italianos o austríacos. Pero no hay en Europa
muchas naciones que, a decirlo así, se levantaron de la nada con su proverbial trabajo menudo, como lo hicieron los checos
en el transcurso del siglo XIX. (Hay que
preguntarse, sin embargo, si esto sigue va-
liendo, si la actual clase media checa se
parece a la que creció desde el siglo XIX
hasta el periodo de entreguerras.)
Los checos tampoco impresionaremos
a Europa por nuestro respeto a las leyes
y nuestra aversión a la corrupción: en comparación con otros pueblos europeos nuestra situación en este campo es bastante
mala, y lo mismo puede afirmarse de nuestra economía. Pero aun así tenemos algo
que no tienen otros: es la tradición de escepticismo, ironía y humor negro. No es sin
razón que a los checos se nos relacione con
el buen soldado Švejk de Jaroslav Hašek:
no necesita gustarnos, pero nadie nos quitará el hecho de que a menudo no tomamos
cosas serias muy en serio.
El escepticismo y la distancia no necesitan ser cualidades negativas: una sociedad
acostumbrada a poner en duda «palabras
sagradas» no sucumbe con tanta facilidad
a distintos fanatismos. Mofarse incluso de
cosas de las que otros no saben mofarse
también tiene su atractivo; en verdad, sin
dudas no sería posible hacer ningún gran
descubrimiento científico y la sociedad podría ahogarse en el aburrimiento incoloro
dictado por las autoridades. Hay que tener
en cuenta que la vida no consta sólo de la
política y de decisiones seriosísimas, que
suele simplemente vivirse, y que es más
agradable si se vive con sonrisa y humor
que con el riguroso respeto de todas las reglas de la cortesía. Creo que los representantes de nuestro país lo comprendieron
muy bien al enviar a Bruselas la escultura
Entropa de David Černý (con todos los problemas relacionados con ella); por lo
menos Bruselas no se olvidará de nosotros.
Desde este punto de vista quizás se
pueda considerar también la tragicomedia
del gobierno destituido en mitad de la
presidencia checa en la UE, la convocación
y la consiguiente suspensión de elecciones
anticipadas con todos los engorros que lo
acompañaban. Lo que temo, sin embargo,
es que los políticos checos no intentaron en
absoluto fortalecer aquel aspecto de los
checos en los ojos de los europeos. En el
caso de que sí, rebasaron el límite razonable detrás del cual existe el peligro de que
nadie va a tomarnos muy en serio...
28
Prof. RNDr. Václav Hampl, DrSc.
(nacido el 1 de julio de 1962), fisiólogo, actual 507o rector de la Universidad Carolina
de Praga.
Claro que tenemos con qué contribuir.
Somos una nación con una rica tradición
cultural y gracias a nuestra posición estratégica en el centro de Europa jugamos
desde tiempos inmemoriales el papel de
una especie de mediador entre la Europa
occidental y la oriental. Hemos desarrollado una sensibilidad hacia nuevas corrientes de ideas y la capacidad de absorberlas.
Este año celebramos el vigésimo aniversario de la revolución de terciopelo y yo
puedo hacer constar con satisfacción que,
pese a las huellas que los cuarenta años de
régimen totalitario han dejado en la sociedad, somos una nación ansiosa del saber.
Lo testimonia no solamente el enorme crecimiento del interés por los estudios universitarios, sino también los nuevamente
aparecidos rasgos de la personalidad de
los estudiantes que viajan al extranjero
para instruirse, discuten con nosotros,
ponen en duda estereotipos rutinarios. Fueron precisamente los estudiantes que en
momentos críticos de nuestra historia,
sobre todo en 1989, pusieron en movimiento acontecimientos políticos decisivos.
Todo esto es una prueba de que ni siquiera
casi un medio siglo de regímenes dictatoriales ha podido borrar un importante
rasgo característico de nuestra nación del
que podemos estar orgullosos y que más de
una nación europea puede envidiarnos.
¿Y si podemos enriquecer la comunidad
de las naciones europeas? Que hablen aquí
las estadísticas. En la prestigiosa lista clasificatoria de The Times Higher Education
la Universidad Carolina como la única de
las universidades checas se colocó entre las
primeras 500 universidades mundiales. En
2008 se colocó en dicha lista en el 261o
lugar, y en la lista de Shanghai incluso en
el 252o lugar. Con su colocación pertenece
al 1,5% de las mejores universidades mundiales y a las cien mejores universidades
europeas. En la última versión de la lista
clasificadora de las universidades del Centre for Science and Technology Studies
(CWTS) de la Universidad de Leiden la
Universidad Carolina apareció en el excelente 71o lugar de Europa en el número de
publicaciones científicas en la base de
datos WoS.
En resumen: los checos tenemos un gran
potencial de cómo enriquecer a Europa,
igual que Europa tiene mucho que ofrecer
a nuestro país.
29
Si Magor no existiera,
tendríamos que inventarle
La historia de Ivan Martin Jirous muestra por qué también bajo
el comunismo la resistencia tenía sentido
30
Acaba de cumplir los 65 años. Es un
«héroe nacional» (como se autotitula en
las tabernas), un hombre que vio nacer
el underground cultural y que pasó ocho
años y medio en las prisiones del régimen
normalizador. Fue precisamente el proceso judicial con su grupo rock The Plastic People of the Universe que llevó a la
unificación de la disidencia y la fundación de la Carta 77. A pesar de ello hasta
ahora, veinte años después de la revolución de terciopelo, ha obtenido una sola
satisfacción oficial, a saber, la ciudadanía honoraria de su ciudad natal de
Humpolec. Éste es Ivan Martin Jirous,
poeta, historiador de arte y jefe artístico
de The Plastic People, pero ante todo un
individualista con quien no supo arreglárselas ningún régimen político.
Jirous, generalmente conocido bajo el
apodo Magor (El Chiflado), da una impresión contradictoria. Por un lado sigue
siendo amigo de Václav Havel. Al mismo
tiempo, sin embargo, a pesar de su edad de
jubilación es el icono de una parte de la juventud, un hombre que se emborracha, organiza festivales de música, se desnuda en
el escenario y comete otras extravagancias.
Así anda el underground, pensará más de
un europeo acordándose de Frank Zappa.
Sin embargo, el mismo europeo no comprenderá cómo Jirous, una estrella del underground que suele unirse más bien con la
alternativa de la izquierda, ha podido apoyar tales actos como la colocación de un
radar norteamericano en Chequia.
Vemos que es verdaderamente difícil clasificar a Jirous. En ello consiste la razón por
qué las autoridades no saben a qué atenerse
con él. Y probablemente también es la
razón por qué Václav Havel durante los
trece años en que desempeñó el cargo de
31
Presidente no le otorgó ningún galardón.
Así que la decisión del ayuntamiento de la
pequeña ciudad de Humpolec de otorgar
a Jirous la ciudadanía honoraria puede concebirse también como que la administración local suple al Estado.
El que perturbó la «atemporalidad»
La historia de la vida de Jirous refleja la
historia checa de los últimos cuarenta años.
Podemos parafrasear al historiador František Palacký quien, refiriéndose a la monarquía austro-húngara y especialmente
y a su integración supranacional, solía
decir: «Si Austria no existiera, tendríamos
que inventarla.» Análogamente los checos
podemos decir ahora refiriéndonos a Ivan
Martin Jirous: «Si Magor no existiera, tendríamos que inventarle».
Sí, si Magor no existiera, la era de la normalización checoslovaca, del gobierno comunista en los años setenta y ochenta del
siglo pasado, vistos desde la perspectiva actual, tendrían un aspecto absolutamente
triste. Cierto que tras la ocupación soviética
en agosto de 1968 la nación manifestó su
rebeldía, pero cuando fallaron las élites del
comunismo reformador, cuando la tan admirada dirección del partido comunista encabezada por Dubček se conformó con la
ocupación aprobándola en el parlamento,
cuando no reaccionó ni a la autoincineración de Jan Palach en enero de 1969,
cuando en el primer aniversario de la ocupación ordenó disparar contra los manifestantes, la nación se hundió en una profunda
depresión y resignación.
Los más emprendedores emigraron, los
más conformistas se dejaron «normalizar».
Por fuera se mostraban leales al régimen,
por dentro pensaban lo que querían y se realizaban en la construcción de sus chalets
de fin de semana. Ahí están las raíces de la
Ivan Martin Jirous y un concierto del grupo The Plastic People of the
Universe, Hrádeček 1977, foto Bohdan Holomíček
I. M. Jirous y el poeta Petr Kabeš, Pardubice 2002
De la izquierda: Olga Havlová, I.M. Jirous, Standa Milota, Vlasta Chramostová, Anna Fárová,
Hrádeček 1977, foto Bohdan Holomíček
I. M. Jirous, Trutnov Open Air Music Festival 2008, foto Bohdan Holomíček
desconfianza checa en la honradez de los
políticos y los ciudadanos, en que uno verdaderamente dice lo que piensa. La normalización sofocó en todos los sectores -economía, cultura, medio ambiente, sociedad
ciudadana- cualquier independendia
y espontaneidad. Llegó lo que Václav Havel
llamara entonces «atemporalidad».
Ivan Martin Jirous junto con otros miembros de la disidencia perturbó significativamente aquella atemporalidad. Ésta es su importancia clave. El comunismo habría caído
en otoño de 1989 también sin su rebeldía,
sin sus años pasados en las prisiones, pero
nosotros no podríamos decir ahora que
había alguien que se opuso al régimen. Un
detalle interesante es que Jirous y The Plastic People perturbaron aquella atemporalidad como personas absolutamente apolíticas. Jirous mismo no emplea palabras como
la derecha, la izquierda, el régimen, el totalitarismo. Si se refiere al poder estatal, prefiere la palabra establishment.
El grupo The Plastic People no surgió en
1969 como oposición al régimen de Husák,
sino como expresión de un espíritu libre.
Simplemente tocaban música según su
gusto, para algunos rock’n’roll, para otros
underground, pero entonces había más grupos como éste. A su posición exclusiva los
empujó el mismo régimen, el establishment, como diría Jirous. Eran los normalizadores de Husák que hicieron de ellos un
movimiento politizado. Era lógico: en una
situación en que cualquier manifestación de
un espíritu libre se consideraba antirrégimen, antipopular, antisocialista, cada manifestación como la suya daba la impresión
de una manifestación política.
Di no al diablo
Jirous mismo formuló la actitud de los
músicos respecto del régimen de la siguiente
manera: «Si el diablo (que hoy día habla por
la boca del establishment) pone la primera
condición, cortaos el pelo, sólo un poquito,
y podréis tocar, hay que decir no. Si el diablo (que hoy día habla por la boca del
establishment) dice: cambiad el nombre y
podréis seguir tocando lo que tocáis, hay
que decir no, entonces no tocaremos.»
En eso consistía la diferencia no sólo
entre Jirous (The Plastic People) y el régimen, sin también entre Jirous (The Plastic
People) y la mayor parte de los demás grupos de música. Los demás simplemente se
adaptaron de alguna manera, Jirous se negó
a adaptarse. Igual que Solyenitsin tenía su
credo «no vivir en la mentira», que Havel
tenía su «vida en la verdad», Jirous tenía su
«di no al diablo» (adoptado de la canción
homónima del pastor evangélico Svatopluk
Karásek).
Esta actitud de rebeldía contra el régimen
fue consecuente y Jirous la pagó caro. La
32
primera vez fue encarcelado en 1973, por
haber ofendido a los bolcheviques en la taberna en que, por casualidad, estaba presente un mayor de la policía secreta retirado. La segunda vez le metieron entre rejas
en 1976, por el festival de música que organizó para festejar su propia boda. Un
poco más tarde, el intento del régimen de
abrir contra el underground un superproceso de advertencia constituyó el hito decisivo en el camino hacia la unificación de la
disidencia, hacia la Carta 77.
Incluso aquéllos a quienes no les gustó
ni «esa música horrible», ni los peludos en
torno a ella, ni su estilo de vida, de repente
vieron que en la persona de Jirous y sus
amigos detenidos está amenazada cualquier
expresión espontánea o crítica. Esta sensación insistente unió a Václav Havel, al Premio Nobel de literatura Jaroslav Seifert,
a los filósofos Jan Patočka y Karel Kosík
y al teórico literario Václav Černý... Probablemente ninguno de estos hombres mayores que él habría ido con Jirous a la taberna,
pero todos sentían que precisamente a él
deben defenderle. Sí, en verano de 1976, en
el proceso con The Plastic People, se pavimentó el camino a la Carta 77. Dicho sea
de paso: entonces Jirous fue condenado
«sólo» a un año y medio.
Para completar el balance, recordemos
su encarcelamiento en 1978, por su discurso improvisado en la inauguración de la
exposición del pintor Jiří Lacina (en el lenguaje del régimen por «alborotador»). Recordemos también su pena más larga, de
1981 a 1985, por la publicación de la revista de samizdat Ventana (Vokno). Y, finalmente, su última estancia entre rejas en
los años 1988 y 1989 por ser garante de una
petición, en el lenguaje del régimen por un
«ataque a un órgano estatal».
Valores para la vida
Todo eso, ¿tuvo algún sentido? Como ya
se ha dicho, de la perspectiva de la caída del
régimen, no. Pero tuvo un sentido en algo
que no se puede medir ni en números, ni en
noticias de las portadas de los periódicos.
Jirous influyó toda una generación de
personas para las que el año 1968 ya no fue
el momento principal de su vida y el comunismo reformador no les decía nada. Las
enseñó que había que decir no al diablo y al
mismo tiempo conservar la alegría. No era
solamente una comuna del underground,
como podría parecer. Era también gente
que forma parte de las élites de hoy. Pertenecen a ella los ex ministros de asuntos exteriores Karel Schwarzenberg (que presenció el último proceso con Jirous como
observador en el marco del «proceso de
Helsinki») y Alexandr Vondra. Hace unos
años lo dijo en el nombre de todos el entonces miembro del consejo del Banco Nacional Checo Pavel Racocha: «La cultura
del underground nos facilitó el contacto
con el mundo y la gente del pensamiento
libre, difícilmente accesible de otra manera. Con ello influyó marcadamente la
creación de valores en la vida. Ivan Jirous
tiene el principal mérito en ello.»
Si hoy preguntamos, pues, por qué razón
el peludo, alborotador y borracho Jirous
merece un galardón, es precisamente por
haber ayudado a salvar toda una generación
en la peor atemporalidad de la normalización.
La Fundación de la Carta 77, el Premio Literario Jaroslav
Seifert otorgado a Ivan Martin Jirous por la obra de la vida,
Praga 2006, foto archivo de la Fundación
Zbyněk Petráček
Lidové noviny
De la entrega del Premio Jaroslav Seifert (segundo de la izquierda František Janouch, presidente de la
Fundación de la Carta 77, I.M. Jirous y el Presidente Václav Havel), Praga 2006, archivo de la Fundación
Ivan Martin Jirous (nacido en
Humpolec el 23 de septiembre de
1944), conocido también bajo el
apodo Magor (El Chiflado),
es poeta, publicista y crítico de arte,
un importante personaje del
underground checo.
Es famoso ante todo gracias a su
cooperación con el grupo rock The
Plastic People of the Universe. En el
periodo de la normalización estuvo
varias veces en la cárcel. Es portador
del premio literario Jaroslav Seifert
por su obra poética de la vida y del
premio Tom Stoppard por la obra
Cantos del cisne de Magor (Magorovy
labutí písně).
33
putados le eligió el primer Presidente de la
República Checa.
La ex Secretaria de Estado de EE UU Madeleine Albright dijo sobre Václav Havel: «El
Presidente Havel infundió orgullo a la nación
checa y yo soy orgullosa de haber nacido
como checa. Creo que faltará mucho en la escena internacional. Para mucha gente en el
mundo entero las palabras «Havel»
y «checo» significan lo mismo. Havel situó a
Praga y a toda Chequia en el mapa de la
época después de la guerra fría.»
La bipartición de la República Checoslovaca está relacionada con las negociaciones
entre el Primer Ministro del Gobierno checo
Václav Klaus y el Primer Ministro del Gobierno eslovaco Vladimír Mečiar. Contribuyó
al aceleramiento de la bipartición la incompatibilidad de los victoriosos partidos políticos
de ambas partes de la república: el Partido Democrático Cívico (ODS) y el Movimiento por
una Eslovaquia Democrática (HZDS).
El 25 de noviembre de 1992 la Asamblea
Federal aprobó la ley constitucional No
542/1992 Sb. sobre el fin de la República Federal Checa y Eslovaca (ČSFR) al día 31 de
diciembre de 1992.
El 15 de diciembre de 1992 el Consejo Nacional Checo aprobó la ley constitucional
sobre las medidas relacionadas con el fin de
taron rápidamente los medios extranjeros
y acto seguido también Checoslovaquia. Más
tarde se empezó a utilizar el término para designar revoluciones en que se asume el poder
sin violencia. Se empleó, por ejemplo, también para la «revolución» de Georgia, que
pertenece a las llamadas «revoluciones de colores» y que en 2003 llevó a la caída del Presidente Eduard Shevardnadze.
En noviembre de 1989 Václav Havel fue
el representante principal de la revolución de
terciopelo y el 29 de diciembre la Asamblea
Federal comunista le eligió Presidente; después de cuarenta años fue el primer Presidente checoslovaco no comunista.
La segunda vez fue elegido Presidente el
5 de julio de 1990, después de las primeras
elecciones libres. Cuando quedaba claro que
la federación con Eslovaquia iba a desembocar en la bipartición del país, Václav Havel
dimitió de su cargo el 20 de julio de 1992
y por varios meses de retiró de la vida política. El 26 de enero de 1993 la Cámara de Di-
la ČSFR que establecía la adopción del orden
jurídico y de las competencias de la ČSFR
por la República Checa.
El 16 de diciembre del mismo año el Consejo Nacional Checo aprobó la nueva Constitución de la República Checa.
Chequia, igual que Eslovaquia, se establecieron claramente en la escena internacional
como Estados sucesores de Checoslovaquia.
Consiguientemente estos dos países independizados fueron firmando decenas de acuerdos
adicionales que confirmaban la validez de los
anteriores acuerdos bilaterales concluidos por
la Federación con otros países. En 1996 la
República Checa y la República Eslovaca firmaron un protocolo que establecía la división
de las obligaciones resultantes de los acuerdos multilaterales concluidos por la antigua
Checoslovaquia.
MOZAIKA
Después de que se aprobó en la OTAN la
cooperación con los países de la Europa Central y Oriental, Checoslovaquia pudo empezar a incorporarse a sus estructuras de seguridad. Puesto que la continuidad en las
unidades del Pacto de Varsovia era impensable, el ingreso en la OTAN se convirtió en
una de las prioridades de la política exterior
checoslovaca y más tarde checa.
En 1990 se otorgó a Checoslovaquia el estatuto de miembro afiliado. Después de la bipartición de Checoslovaquia en 1993 las dos
nuevas repúblicas continuaron por separado
con sus negociaciones por el ingreso en
organizaciones internacionales.
Gracias al progreso de la democratización,
la mejoración de la situación económica y el
buen nivel del ejército Chequia pudo incorFoto: ČTK
La revolución de terciopelo (en eslovaco
revolución tierna) es la designación del periodo de cambios en Checoslovaquia entre el
17 de noviembre y el 29 de diciembre de
1989 que llevaron a la caída del régimen comunista y a la transformación del régimen
político en un sistema democrático. El proceso de cambios se vio acelerado por el desmoronamiento del antiguo bloque oriental y
por el creciente descontento de la población
con la situación económica y política del
país.
La revolución obtuvo el calificativo «de
terciopelo» por su carácter no violento; para
asumir el poder no fue necesario recurrir a la
fuerza o la lucha armada. Con la excepción
de los acontecimientos del 17 de noviembre,
en los que los estudiantes fueron atacados por
la policía, la revolución se realizó sin violencia y durante el golpe de estado no se perdió
una sola vida humana. La designación fue el
invento de un periodista checo, de él la adop-
porarse en marzo de 1994 al programa Asociación por la Paz y desde 1996 coopera en
las misiones de las fuerzas multinacionales
IFOR.
En 1997 fue acordado que Chequia se incorporaría a la OTAN en la primera ola de
asociación junto con Hungría y Polonia. Inmediatamente se comenzó con la preparación
de los documentos y acuerdos de asociación.
El 16 de diciembre de 1997 se firmó el protocolo sobre la integración de Chequia en la
OTAN. El 12 de marzo de 1999 Chequia
llegó a ser un Estado miembro legítimo de la
Alianza.
Chequia inició sus esfuerzos por integrarse
en la Unión Europea al comienzo mismo de
los años noventa. Por lo tanto se fueron incorporando sucesivamente a la transformación económica y social de la sociedad socialista dirigida en una sociedad democrática
reformas necesarias en vista de la futura integración en la UE.
Chequia solicitó la integración en 1996
y un año más tarde se llevó a cabo la primera
valoración de la Unión Europea relativa a la
capacidad de Chequia de incorporarse al funcionamiento de la UE. El documento valoró
positivamente las instituciones estables, el
Estado jurídico, el nivel de los derechos humanos y la economía de mercado funcional,
incluyendo la capacidad de resistir las presiones del mercado europeo. A base de esta
valoración Chequia junto con nueve candidatos más fue invitada oficialmente a integrarse
en la Unión.
34
1989– 2009
en Checoslovaquia
y Chequia
En 1998 se inició el llamado screening (la
valoración del sistema legal checo y su compatibilidad con el comunitario), así como las
mismas negociaciones de ingreso. Las negociaciones continuaron hasta diciembre de
2002, cuando en la sesión de Copenhague se
cerraron todos los capítulos de las negociaciones y se establecieron periodos de transición para facilitar a los nuevos miembros una
integración más fácil en los primeros años.
Chequia junto con nueve otros países candidatos se incorporó a la Unión Europea el
primero de mayo de 2004. Desde entonces
participa en el funcionamiento de todas las
instituciones comunitarias: en el Parlamento
Europeo tiene 24 diputados electos y tiene
emisarios en el Tribunal de Justicia, el Banco
Central Europeo y otros. Un checo también
puede ser comisario europeo, pero en este
caso no puede recibir instrucciones del Gobierno checo ni defender exclusivamente intereses checos.
El Espacio Schengen (familiarmente llamado sólo Schengen) incluye el territorio de
la mayor parte de los países europeos (los países del acuerdo de Schengen) en que las personas pueden atravesar las fronteras de los
países contratantes en cualquier lugar sin la
necesidad de pasar por el control fronterizo.
El espacio recibió su nombre del pueblo de
Schengen en Luxemburgo en que el 14 de
junio de 1985 se firmó el Acuerdo de Schengen y el 19 de junio de 1990, el Convenio de
Aplicación. Los países contratantes son prevalecientemente miembros de la UE, pero
también algunos que no lo son. Pertenecen al
espacio Schengen también algunos territorios
transoceánicos de los países miembros.
35
Chequia y ocho nuevos países miembros de
la UE más (con la excepción de Chipre, Rumanía y Bulgaria) se integraron en el espacio
Schengen el 21 de diciembre de 2007 en el
marco del ampliado SIS I (Sistema de Información de Schengen). La fecha fue acordada
en la reunión de los ministros de interior de la
UE en Bruselas el 5 de diciembre de 2006 y se
refiere a las fronteras terrestres y marítimas.
Los controles en los aeropuertos desaparecieron tan sólo el 29 de marzo de 2008.
Los acontecimientos más importantes de la
presidencia checa en el Consejo de la
Unión Europea (del 1 de enero hasta el 30
de junio de 2009)
El 1 de enero: Eslovaquia se incorporó a la
Unión Económica y Monetaria.
Del 4 al 6 de enero: El Ministro de Asuntos
Exteriores Karel Schwarzenberg dirigió la
misión de la Troika comunitaria en el Oriente
Próximo. En el mismo tiempo llevó negociaciones en la región el Presidente francés Nicolas Sarkozy.
El 12 de enero: La presidencia checa convocó
a Bruselas una reunión extraordinaria de los
ministros de energética de los países de la
UE. La Comisión Europea, Ucrania y Rusia
firmaron un acuerdo sobre el monitoring de
las entregas de gas.
El 18 de enero: En la ciudad egipcia de
Sharm el-Sheij tuvo lugar la cumbre de los
países europeos, Egipto y la Autoridad Nacional Palestina.
El 1 de marzo: El tema principal de la primera cumbre (informal y extraordinaria) bajo
la presidendia checa fue la crisis económica.
Del 5 al 6 de marzo: En Praga se celebró la
cumbre europea de regiones y ciudades.
Del 19 al 20 de marzo: En la cumbre de la
UE en Bruselas se acordó, entre otros, el aumento del fondo de crisis, la financiación de
proyectos energéticos y la ayuda a los países
en vía de desarrollo en la lucha con los cambios climáticos.
El 24 de marzo: La Cámara de Diputados
checa dio el voto de desconfianza al Gobierno de Mirek Topolánek (Partido Democrático Cívico). El 9 de abril el presidente de
la Oficina Estadística Checa Jan Fischer fue
nombrado nuevo primer ministro sin filiación
política.
El 30 de marzo: Los ministros de transportes
de los países de la UE se pusieron de acuerdo
sobre la reforma del transporte aéreo -el llamado cielo único-, que debió mejorar la seguridad del transporte aéreo y de la que se
había negociado en la UE durante varios
años. Los ministros aprobaron igualmente un
acuerdo sobre «cielos abiertos» con Canadá.
El 5 de abril: En la cumbre UE - EE UU celebrada en Praga tomaron parte el Presidente
de EE UU Barack Obama y los jefes de los
Estados o gobiernos de los 27 países miembros de la UE.
MOZAIKA
El 28 de abril: En Praga el primer ministro albanés Sali Berisha entregó oficialmente al
premier Topolánek la solicitud de ingreso de
su país en la UE.
El 6 de mayo: En la cumbre UE – Canadá se
negoció, entre otras cosas, sobre el ahondamiento de la cooperación económica entre
la UE y Canadá confirmado por la firma de la
Declaración sobre el Acuerdo Complejo de
la Alianza Económica.
El 7 de mayo: La cumbre de la UE con Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia,
Moldavia y Ucrania inauguró oficialmente el
proyecto de la Asociación Oriental; pero una
serie de jefes fue ausente a la reunión.
En Praga tuvo lugar la cumbre comunitaria
sobre el empleo.
El 8 de mayo: La cumbre Corredor Sur -una
nueva Ruta de la Seda- buscó en Praga modos
de cómo traer a la Unión Europea gas de la
Asia Central.
El Gobierno de Mirek Topolánek abandonó
la presidencia de la UE; el Presidente Václav
Klaus nombró el nuevo Gobierno presidido
por Jan Fischer.
Del 11 al 14 de mayo: En Praga negociaron
representantes de los países miembros de la
UE y del Grupo de Río (países de la América
Latina).
El 20 de mayo: En la cumbre UE – China
a nivel de la llamada Troika celebrada en
Praga Chequia fue representada por el Presidente Klaus; entre otras medidas se acordaron pasos concretos encaminados a la reducción de las emisiones de gases de efecto
invernadero.
Del 21 al 22 de mayo: En Jabarovsk, en el
Extremo Oriente ruso, se celebró la cumbre
UE - Rusia a nivel de la Troika (presidida por
Václav Klaus).
El 23 de mayo: La cumbre UE – Corea del
Sur a nivel de la Troika, celebrada en Seúl.
Del 4 al 7 de junio: Las elecciones al Parlamento Europeo terminaron con una participación extremadamente baja del electorado
(un 43,1%) y con el triunfo de los partidos del
centro derecho.
Del 18 al 19 de junio: La cumbre de la UE
acordó garantías para Irlanda en cuanto al
Acuerdo de Lisboa, respaldó a José Barroso
para un nuevo mandato al frente de la Comisión Europea y aprobó la reforma del control
del mercado financiero.
Redacción
redactado a base de fuentes de internet
Los niños
de la revolución
36
Son niños de la revolución. Nacieron
en los años inmediatamente antes
o después de la revolución de 1989,
y aunque no lo pueden recordar, este
acontecimiento sin duda ha influido en
toda su vida. ¿Cómo ven la revolución
de terciopelo los veinteañeros de hoy?
Positivamente, dicho con una palabra.
Los jóvenes que pasaron a lo sumo uno
o dos años de su vida bajo el régimen comunista conciben su fin como uno de los
cruciales momentos positivos de la historia moderna del país.
«Para mí la revolución significa un hito
crucial. Nací en un país democrático
y aunque este hecho no me influyó mucho
en mi calidad de niño pequeño, sí influyó
profundamente la vida de mis padres que
me criaron. Por ello la revolución significa mucho para mí, ya que cambió y facilitó sustancialmente la vida de mis padres,» hace constar Eva Hrušková, nacida
en 1988, estudiante de geografía de Europa Central.
Y no es la única que opina así. Los jóvenes de su misma edad suelen sentirlo
de modo muy parecido. Se dan cuenta de
que la vida que llevan no es la cosa más
natural. Sus padres, por supuesto, cuando
tenían la edad que ellos tienen ahora, vivían la juventud en una sociedad completamente distinta. Gracias a ello la actual
generación joven puede tener una idea de
cómo era la vida «bajo los comunistas».
«Mis opiniones sobre la revolución y los
tiempos antes de la revolución ciertamente están influidas ante todo por mi familia. Lo que mis abuelos y mi bisabuela
me contaron sobre aquellos tiempos me
impresionó mucho. Estoy segura de que
nunca desearé la existencia del comunismo y no puedo imaginarme que algún
día vivan en él mis hijos,» explica Petra
Schwarzbachová, nacida en 1989, estudiante de la facultad de ciencias naturales. También Monika Čermáková, nacida
el mismo año, estudiante de la facultad de
informática y management, se interesa
por las experiencias de sus padres. «De
los documentos y las explicaciones escolares se entera uno más bien de los hechos generales y muchas veces repetidos,
pero en cuanto al tiempo antes de y durante la revolución de terciopelo lo mejor
es preguntar a alguien que se vio verdaderamente afectado por este acontecimiento,» dice Monika. Además, en la mayoría de las escuelas medias se dedica
muy poca atención a la historia moderna
37
de nuestro país en comparación con otras
épocas históricas. A pesar de que los
alumnos mismos están de acuerdo en que
hay que recordar los acontecimientos de
los tiempos recientes. «No nos lo han enseñado, y es mucha lástima. No sé si se
enseña hoy día en algunas escuelas, pero
tengo la impresión de que los teenagers
de hoy no saben casi nada sobre el pasado régimen y la revolución, y eso está
mal,» se quejó el estudiante de politología
Jan Mrákota, que nació en 1988. «Claro
que en la facultad hemos aprendido algo
sobre la revolución de terciopelo, pero
creo que a la historia moderna no se dedica tanto tiempo como merece. Si queremos seguir siendo un país democrático
debemos conocer un máximo de detalles
de los tiempos del comunismo para tener
verdaderas razones por qué impedir un
eventual regreso suyo. En vez de ello se
dedica una gran parte de la materia a la
época prehistórica y a la Antigüedad. No
digo que no sea una materia interesante,
pero para nosotros no es tan importante,»
opina Petra Schwarzbachová. Pedagogos
que traten de proporcionar a los estudiantes conocimientos profundos sobre el pasado régimen son más bien una excepción. «En mi escuela secundaria se
dedicó a este tema mucho tiempo, pero
creo que fue más bien gracias a nuestro
profesor que al programa de estudios.
Fue precisamente él quien más influyó en
mi opinión de la revolución de terciopelo,
el régimen comunista y muchas cosas relacionadas. Tuvimos con él largas discusiones sobre el tema tanto en las clases
de historia como fuera de ellas,» hace
constar Petr Portych, de veinte años, estudiante de arquitectura y construcción.
Los actuales veinteañeros nacieron en
el tiempo en que fue naciendo también el
nuevo régimen, y puede que sea precisamente esta circunstancia que mantiene en
ellos la sensación de una especie de responsabilidad y suprime la indiferencia
respecto de lo pasado. Nacieron en un
tiempo de cambios políticos y sociales
y quedan agradecidos por ello. Se alegran
de las posibilidades que tienen y de su
modo de vida; están conscientes de que,
si hubieran nacido un poco antes, su vida
sería distinta.
«Mi generación difícilmente puede
apreciar qué le ha quitado y qué le ha
dado el cambio, porque no vivió en la era
comunista. Pero hay cosas que se pueden
constatar también sin una experiencia
personal: el cambio nos ha dado la posi-
bilidad de vivir en un país democrático,»
dice Lukáš Dubský, de 23 años, estudiante de politología.
«Si no hubiera pasado, ¿dónde estaríamos hoy? Aunque no lo he experimentado,
creo que hay más posibilidades, la empresa, la industria, más libertad...,» resume Jiří Výborný, nacido en 1990, operador de una línea telefónica de información,
los valores positivos de la revolución.
Según los veinteañeros las mayores
ventajas que ha traído la revolución es la
democracia y la sociedad abierta, la pluralidad de opiniones y las posibilidades
de estudios y de trabajo, la posibilidad de
viajar libremente. «Si no nos gusta que no
tengamos un iPhone o el último modelo
de notebook que los padres estarán dis-
puestos a comprarnos sólo en el caso de
que nos inscribamos en uno de los miles
de programas de estudios de bachiller en
cualquier universidad del mundo, es, de
hecho, increíblemente nimio en comparación con la situación en que uno no fue
admitido en la universidad sólo porque
su bisabuelo había sido propietario de
una finca agrícola o una pequeña empresa,» señala Monika Čermáková.
«La revolución nos ha traído la posibilidad de viajar, la economía de mercado,
la prosperidad y crecimiento económicos,
el libre acceso a informaciones, las elecciones libres. En cambio, a las personas
con menos preparación profesional les
puede haber quitado la seguridad de trabajo y ciertas seguridades sociales,»
opina Jakub Jeřábek, de 22 años. Pero
esto es más o menos todo lo que, según
los veinteañeros, la revolución puede
haber quitado a la gente. Ellos mismos no
lo temen, ya que, como dicen, tienen más
que suficientes posibilidades.
«Todos los hombres son iguales en
principio, pero esto no significa que a todos les vaya igual. Cada uno puede elegir
qué estudiará, si prefiere aprender o trabajar,» señala Petra Schwarzbachová.
«Y el que no quiera trabajar, que no esté
sorprendido de que no tenga dinero para
pasar con los niños las vacaciones en la
costa, comprarse un coche u otros atrículos caros, pagar la hipoteca o el alquiler,» añade.
Jan Smeták, de 23 años, que trabaja en
el marketing, está convencido de que sólo
la gente que teme la libertad está en contra de la revolución de terciopelo y el
cambio de régimen. «Temen equivocarse
en sus decisiones. Y más que temen, sienten un terror pánico. Éste, creo, no es el
caso de mi generación,» añade.
Vinieron al mundo en un tiempo de
grandes cambios y quizás gracias a ello
están plenamente conscientes de que su
generación ha tenido suerte. Esperemos
que querrán que la generación venidera
tenga la misma suerte.
Tereza Harbichová, 22 años
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